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OPNION: YO NO ENTREGO MI CABEZA

Inicio este artículo de opinión citando y refriéndome a la obra


Literaria de Juan Bosch ¨La Mancha Indeleble¨, en los países como
el nuestro que hemos vivido dictaduras, cacicazgos e imposiciones
en la vida y el accionar político, como ocurrió en Bolivia, entre 1964
y 1982, en Argentina, entre los años 1976 y 1983, en Uruguay entre
1973 y 1984, en Chile entre 1973 y 1990, en Paraguay, desde 1954
hasta 1989, República Dominicana, desde 1930 hasta 1961, Perú,
desde 1968 a 1980, Ecuador, desde 1972 hasta 1979, Colombia,
entre 1953 y 1957.

Todos los que habían cruzado la puerta antes que yo habían


entregado sus cabezas, y yo las veía colocadas en una larga hilera
de vitrinas que estaban adosadas a la pared de enfrente.

Seguramente en esas vitrinas no entraba aire contaminado, pues


las cabezas se conservaban en forma admirable, casi como si
estuvieran vivas, aunque les faltaba el flujo de la sangre bajo la piel.

Debo confesar que el espectáculo me produjo un miedo súbito e


intenso. Durante cierto tiempo me sentí paralizado por el terror.

Pero era el caso que aún incapacitado para pensar y para actuar,
yo estaba allí: había pasado el umbral y tenía que entregar mi
cabeza. Nadie podría evitarme esa macabra experiencia.

La situación era en verdad aterradora. Parecía que no había


distancia entre la vida que había dejado atrás, del otro lado de la
puerta, y la que iba a iniciar en ese momento. Físicamente, la
distancia sería de tres metros, tal vez de cuatro.

-Entregue su cabeza -dijo una voz suave.


-¿La mía? -pregunté, con tanto miedo que a duras penas me oía a
mí mismo. -Claro -¿Cuál va a ser?

“La Mancha Indeleble” nos deja la lección de que en nuestras


actuaciones públicas y privadas debemos hacerlo correctamente,
con transparencia y honestidad, sobre todo, sobre todo si hemos
ocupado funciones.

El problema o situación presentada es la persecución de la voz (los


políticos) que presionaban al joven a entregar su cabeza (venderse
políticamente), y como él no decidió entregar su cabeza, es decir,
que se atreve a desafiar la voz (los políticos frente su accionar la
dictadura y cacicazgo político).

Desde el punto de vista médico legal se puede definir la marca


indeleble en el rostro como una cicatriz o asimetría visible y no
susceptible de corregirse por medios naturales y que es producida
por un mecanismo traumático doloso.

Buscando el Google para refrescar los conocimientos históricos


podemos ver que en la segunda mitad del siglo XX, América
Latina se convirtió en el campo de juego de Estados Unidos y
la Unión Soviética.

Estas dos potencias quedaron enfrentadas tras la Segunda Guerra


Mundial (1939-1945) y, durante décadas, intentaron imponer su
modelo político a otros países: el sistema capitalista frente al modelo
comunista.

Para expandir su influencia, Estados Unidos y la Unión Soviética


trataron de establecer gobiernos aliados en varios países, sin
importarles la legitimidad de estos regímenes. Esto dio lugar
a dictaduras como la de Augusto Pinochet en Chile, que usaron
la violencia, la represión y la censura para mantenerse en el poder.

En nuestra amada patria la Republica Dominicana, hemos vivido


dictaduras las cuales hace mención de algunas como la de Pedro
Santana, Autócrata y Anexionista,  Buenaventura Báez, cinco veces
presidente, Ulises Heureaux, El Tirano Perfecto, Rafael Leónidas
Trujillo, Militar, el estado era su propiedad privada, Joaquín Ricardo
Balaguer casería de los 12 años.
Quedando en el siglo XX, la hegemonía política las figuras como
Juan Bosch, Joaquín Balaguer, Peña Gómez, Guzmán Fernández,
Jacobo Majluta y Jorge Blanco, finales del siglo XX Leonel
Fernández, en inicios del siglo XXI Hipólito Mejía, Danilo Medina y
Luis Abinader.

Los partidos que dominaron esos siglos citado más arriba lo han
sido Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) con botas y con
votos, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con votos,
Partido de la Liberación Dominicana (PLD) con votos mayoritarios y
el Partido Revolucionario Moderno (PRM) con votos mayoritarios.

En el accionar de cado uno de esos partidos que han gravitado y


gobernado en la república dominicana se han dado crisis internar,
imposiciones, se han realizado acciones democráticas como es el
caso particular del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que
venía de un letargo de más de (22) años que su estructuras nos e
renovaban.

Gracias al IX Congreso Dr. José Joaquín Bido Medina (Chichi)


Barahonero, honorable abogado, miembro militante, miembro del
comité político y una persona honorable tanto en su vida pública
como privada discípulo de Juan Bosch, fue el punto de partida para
que el PLD no envejeciera y quedara en la inacción.

El IX Congreso del PLD, al presidente Danilo Medina, secretario


general Charli Mariotte y a los miembros del nuevo comité político
fue que permitieron que se desarrolle el IX Congreso, y que nuevas
figuras Jóvenes Adultos ascendieran a las estructuras de partido de
la liberación dominicana.

Es una transición de mando interno que se ha producido en el PLD,


en donde figuras notables, respetables no pudieron seguir al mando
de las estructuras políticas y orgánicas, y muchos siguen
entendiendo que estamos en el poder y que ellos siguen dirigiendo
las estructuras. Obviando esos valiosos compañeros por sus
aportes y luchas en el tiempo que junto a ese nuevo liderazgos
contribuyeron a los grandes triunfos del PLD en cada demarcación.
Gracias a la visión del Presidente Danilo y los esfuerzos de hace a
diario, estratega con vasta experiencia, el PLD luce hoy fuerte e
imbatible y cada día sigue fortaleciéndose, aunque muchos de esos
valiosos compañeros, que ahora le están pidiendo la cabeza a esos
jóvenes adultos como la Mancha Indeleble de Juan Bosch, soy uno
de esos jóvenes adultos que no vamos a entregar la cabeza.

Creo en sinergia entre los adultos mayores (experiencia) y el ímpetu


(Juventud) pero dentro del marco del respeto y que se respete lo
que establecen los estatutos y las competencias de cada órgano.

Estoy en contra de asinergia, creo en la unión el trabajo, pero unión


sincera, creo en la unidad de criterio bajo los consensos de
mayorías.

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