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ASIGNATURA

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SECCIÓN
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ESTUDIANTE
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MATRÍCULA
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LOS 12 AÑOS DE BALAGUER
LA BANDA COLORA

Las dominicanas y los dominicanos que vivimos en el país durante la gestión


gubernativa de los doce años del doctor Joaquín Balaguer, sabemos que fue un régimen
odioso, despótico e intolerante, durante el cual fueron violados los derechos humanos y
las libertades públicas. El gobierno dejó muy poco espacio para que las masas populares
expresaran su sentir, razón por la cual había que buscar la forma de cómo hacer llegar a
las grandes mayorías nacionales ideas renovadoras, criterios diferentes a los del
gobierno. Aquellos que no teníamos militancia política partidaria, pero nos
identificábamos con las aspiraciones de libertad y justicia, no podíamos ser indiferentes
ante el drama que en los doce años vivió el pueblo dominicano.

Para el año 1972, estaba en pleno apogeo «La Banda», una organización de corte
terrorista que se dedicaba a asesinar e implantar el terror contra los enemigos del
gobierno y sembró el miedo diurno y nocturno. Con sus acciones criminales llenó de
pánico a todo el país, situación que debía ser enfrentada.

Para orientar a las masas y hacer comprender a los sectores marginados lo que eran sus
derechos y libertades, por medio de charlas y conferencias, traté de mantener viva las
aspiraciones de los que en nuestro país son los más, aunque nunca han estado
representados en el poder del Estado.

Las charlas y conferencias las dictaba en horas del día y de la noche, ante conocidos y
desconocidos. Nunca me autocensuré para no decir lo que creía sobre el tema que en un
club o sindicato me habían solicitado que abordara.

La tolerancia del gobierno con mis actividades de educación cívica molestaba a los
grupos de poder. Sabía que el gobierno no iba a permitir que por mucho tiempo
continuara con la labor de orientación en forma pública. El día 3 de marzo de 1972 fui
convocado para comparecer ante el Servicio Secreto de la Policía Nacional en la ciudad
capital, donde fui interrogado por el coronel Caonabo Reynoso Rosario, por orden del
jefe del Servicio Secreto de la P. N., Rolando Martínez Fernández.

La charla que, al parecer, rebosó la copa fue una que dicté en Esperanza con el tema
«Los trabajadores en la liberación nacional». En ella precisé, como lo reseñó el
periódico El Sol del 4 de marzo de 1972: Los sectores democráticos y progresistas del
país deben dar su apoyo al movimiento de «liberación nacional» del pueblo dominicano.
El doctor Ramón Antonio Veras habló en el local del sindicato de trabajadores del
ingenio Esperanza, sobre el tema «Los trabajadores en la liberación nacional». Dijo que
no importa su credo político, religioso e ideológico, en la lucha por liberar al pueblo
dominicano deben participar todos los sectores del pueblo. Los dominicanos sensibles y
honestos, aun con diferencias ideológicas, están conscientes en que no se puede permitir
que el extranjero se apodere de las mejores tierras, de las minas, que domine el
comercio, la banca e inclusive que dirija la política nuestra…”

El citado periódico La Información de la fecha ya señalada, 28 de marzo 1972, reseña:


El doctor Veras dijo que «los asesinatos recientes son eslabones de la cadena que hace
cinco años se cometen en nuestro país, tienen un carácter típicamente terrorista
cometidos con la anuencia oficial, tales como los ejecutados por «La Banda» el martes
en la noche contra dos indefensos dominicanos. Veras calificó «La Banda» como
organización fascista y terrorista que ha sido organizada para implantar el terror en los
sectores democráticos y progresistas de la oposición. El doctor Veras aseguró que al
igual que otras organizaciones terroristas creadas en otras épocas en nuestro país, «La
Banda» tiende a desaparecer.

Estaba convencido de que en la medida en que denunciaba a «La Banda», el pueblo


hacía conciencia de que había que enfrentarla y luchar contra ella. Las charlas en los
clubes culturales, asociaciones, gremios y sindicatos, permitían que diferentes sectores
se hicieran receptivos al mensaje que les transmitía en un lenguaje llano, directo y, por
vía de consecuencia, fácil de comprender.

FRAUDES ELECTORALES EN LOS 12 AÑOS

En las elecciones de 1994 el líder reformista Joaquín Balaguer puso de manifiesto nueva
vez su astucia para lograr retorcer la voluntad del electorado y mantenerse en el poder,
aunque en esta oportunidad, que sería la última, su mandato fue reducido a dos años.

En las elecciones de 1994 el líder reformista Joaquín Balaguer puso de manifiesto nueva
vez su astucia para lograr retorcer la voluntad del electorado y mantenerse en el poder,
aunque en esta oportunidad, que sería la última, su mandato fue reducido a dos años.

La crisis postelectoral y las presiones internacionales obligaron a la negociación de una


salida política, con la activa participación de representantes de las principales fuerzas
políticas del país, la Iglesia Católica y otros sectores representativos de la sociedad. La
solución acordada quedó plasmada con la firma del denominado Pacto por la
Democracia.

Denuncias de un fraude consistente en la exclusión de las listas de votantes de más de


200 mil personas, dislocamiento de mesas, suplantación de ciudadanos, entre otras
irregularidades, matizaron las semanas subsiguientes al proceso.

Era evidente entonces el desgaste del gobierno, encabezado por el líder reformista, de
87 años de edad, ciego y con una disminuida capacidad para caminar. El caudillo
llevaba ya ocho años consecutivos en el Gobierno en esta última etapa (1986- 1994).
Anteriormente había gobernado 12 años (1966-1978).

La crisis económica y el deterioro de los servicios básicos seguían golpeando a la


población, estimada en más de 7 millones de habitantes.

Contienda. Un Partido Revolucionario Dominicano (PRD) fortalecido presentó una


propuesta atractiva, integrada por su carismático líder José Francisco Peña Gómez y
por el influyente reformista Fernando Álvarez Bogaert, quienes firmaron el Acuerdo de
Santo Domingo, luego de que el último se disgustara con su otrora líder Joaquín
Balaguer. Se sumaron a este binomio otros reformistas, como José Osvaldo Leger,
entonces presidente del Senado.

Decenas de dirigentes perredeístas que en el proceso anterior habían apoyado a Jacobo


Majluta, del Partido Revolucionario Independiente (PRI), decidieron endosar su apoyo
al partido blanco, estructurándose una candidatura de gran respaldo popular.
El PRD acudió a las urnas unido a los partidos Concertación Democrática, Popular
Cristiano, de los Trabajadores Dominicanos, de la Unidad Democrática y el Bloque
Institucional Demócrata.

Balaguer se hizo acompañar en la boleta electoral por Jacinto Peynado. El PRSC tenía
el respaldo de los partidos Quisqueyano Demócrata, Liberal de la República
Dominicana, Nacional de Veteranos y Civiles, Democrático Institucional, del Pueblo
Dominicano, Demócrata Popular, Renacentista Nacional y Movimiento de Conciliación
Nacional.

Por su lado, el entonces minoritario Partido de la Liberación Dominicana (PLD) postuló


para la Presidencia a su fundador, el destacado político y escritor Juan Bosch. El
candidato vicepresidencial era Leonel Fernández. Recibieron el respaldo de los partidos
Fuerza Nacional Progresista (FNP) y Alianza Social Demócrata.

El PRI llevó a Majluta y a José Francisco Hernández. El Movimiento Independencia


Unidad y Cambio (MIUCA) nominó al exsacerdote Antonio Reynoso (Padre Toño) y a
Ramón Vargas Mera.

Veredicto

Los resultados finales del proceso fueron emitidos por la Junta Central Electoral (JCE)
el 2 de agosto de 1994, a las 2:35 de la tarde, casi tres meses después, luego de un duro
proceso de impugnación, dando a Balaguer como ganador, con una ventaja de apenas
22,281 votos sobre el PRD. El boletín ofrecido indicaba que el PRSC y aliados
obtuvieron 1,275,460 votos; el PRD y aliados 1,253,179; el PLD y aliados 395,653; el
Partido Revolucionario Independiente (PRI) 68,910 y el Movimiento Independencia,
Unidad y Cambio (MIUCA) 22,548.

Concurrieron a las urnas 3,015,750 electores, de una matrícula del Registro Electoral de
3,598,328, de acuerdo a datos oficiales.

El organismo electoral estaba integrado por Manuel García Lizardo, presidente, y Luis
Nelson Pantaleón González, suplente del presidente. Y en calidad de miembros:
Pompilio Bonilla Cuevas, Fulgencio Robles López, José Henríquez Almánzar y
Leonardo Matos Berrido. Amable Díaz Castillo era el secretario.

Vientos de fraude. Desde los primeros boletines se presumía que algo anormal estaba
sucediendo. Peña Gómez advirtió que no permitiría que le arrebataran el triunfo y se
auxilió de sus buenas relaciones internacionales, ya que era vicepresidente de la
Internacional Socialista, para llevar sus argumentos hasta las más altas instancias tanto a
nivel local como internacional.

Peña Gómez pidió la anulación de los comicios y la celebración de nuevas elecciones.

Según narran Angela Peña y Sandino Grullón en sus obras: Campañas y Crisis
Electorales – la Experiencia Dominicana e Historia de las Elecciones en la República
Dominicana, respectivamente, durante el proceso se presentaron pruebas fehacientes de
las irregularidades.
El 18 de mayo el embajador John Graham, jefe de la misión de observadores de la
Organización de Estados Americanos (OEA), solicitó a la JCE la adopción de medidas
necesarias, dentro del marco de las normas legales, para resolver la situación creada por
el dislocamiento del listado de votantes en las mesas electorales. En esa misma
dirección se pronunció Stephen Solarz, del Instituto Nacional Democrático (IND).

La prensa internacional, al igual que la local, se hizo eco de lo sucedido. Los periódicos
The New York Times y The Washington Post, en sus ediciones, destacaban que en las
elecciones dominicanas se había cometido un fraude.

Narcisazo. En medio de ese ambiente tenso y de incertidumbre en el que se hacía cada


vez más lento el conteo de los votos, el 26 de mayo de 1994 desapareció el profesor
universitario y periodista Narciso González (Narcisazo), luego de pronunciar un
discurso en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) acusando a Balaguer
de ser el más perverso de los gobernantes y responsable del fraude electoral, razón por
la cual se declaró en desobediencia civil y llamó a la población a imitarlo.

Comisión de Verificación

El 12 de julio de 1994 una Comisión de Verificación designada a tales fines -


conformada por Julio Brea Franco, Adalberto Maldonado, Francisco Olivo, Radhamés
Mejía y Rafael Toribio- estableció, tras un proceso de revisión, que ciertamente se
produjeron serias irregularidades que alteraron la voluntad de los votantes.

Malestar general

Después de emitidos los resultados oficiales, se anunciaron paros y protestas en


repudio al fraude, mientras que desde el gobierno no se hicieron esperar las advertencias
de represalias.

Todo este mar de confusiones, quejas y tensiones que se registraron durante todo ese
intervalo postelectoral obligó a Balaguer a reunirse con Peña Gómez para buscar una
salida a la crisis, para lo cual contaron con la mediación del embajador de la OEA,
John Graham, y de la Iglesia Católica, representada por Agripino Núñez Collado.

Pacto por la Democracia

Agobiado por las presiones, Balaguer propuso la firma de un Pacto por la Democracia
en el que planteó la reducción de su mandato a dos años para luego entregarlo a su más
cercano contendor. Esa propuesta fue rechazada por el candidato del PRD. Ante esta
situación, Balaguer aceptó reducir su período a 18 meses y cedió a la celebración de
elecciones presidenciales el 16 de noviembre de 1995.

Sin embargo, mediante un trastrueque de documentos, se firmó un Pacto por la


Democracia diferente al acordado por los dos líderes. Y es que Balaguer también se
había mantenido en conversaciones con el PLD.

El acuerdo firmado finalmente en el Palacio Nacional, el 10 de agosto de 1994,


establecía, entre otros aspectos, convocar a la Asamblea Nacional a fin de reformar la
Constitución para establecer una nueva fecha de elecciones presidenciales, el 16 de
mayo de 1996, y no en noviembre de 1995 como se había acordado, con lo cual se
separaban de las elecciones municipales y congresuales, que serían en mayo de 1998;
prohibir la reelección en dos períodos consecutivos, y establecer la doble vuelta si
ningún candidato obtenía más del 50 por ciento de los votos, así como reformas al
sistema judicial.

Se estableció también el sistema de votación de asambleas electorales en colegios


cerrados.

Cierra ciclo. Con las elecciones de 1994 se cerró un ciclo en la historia política
dominicana. Sería el último proceso electoral en el cual se enfrentarán los tres grandes
caudillos que dominaron el quehacer político de los últimos 30 años.

Ardiente proselitismo

Los ánimos en este proceso electoral estuvieron caldeados de principio a fin. Los
enfrentamientos verbales de los candidatos fueron de lo más peculiares. Esto repercutió
en los militantes y con frecuencia se registraban casos de enfrentamientos físicos entre
seguidores de uno y otro.

A pesar de que se firmó el 10 de mayo un Pacto de Civilidad, en el que no participó


Juan Bosch, éste fue uno de los procesos de mayores ataques que se haya producido en
los últimos años de la historia democrática de la República Dominicana. Como parte de
la campaña sucia, Peña Gómez fue señalado como haitiano, de tener planes macabros
para unir las dos naciones que integran la isla Hispaniola, y de practicar hechicería y
vudú, entre otras prácticas. El líder blanco también fue acusado de narcotraficante. En la
ocasión fue presentado un video con el que se pretendía demostrar estas prácticas,
cuando en realidad se trataba de un acto de sanación del mentalista brasileiro Iván
Trilha, según explica Sandino Grullón.

Aún se recuerdan singulares frases como el doctor José Francisco Peña Gómez se hizo
pupú fuera del cajón, pronunciada por Joaquín Balaguer para refutar las
argumentaciones de su contendor de que utilizaba los recursos del Estado en campaña;
si toca esa tecla, se hunde, habría advertido el experimentado dirigente político en
respuesta a su excompañero de partido Álvarez Bogaert, quien había dicho que si
continuaba la campaña infame contra Peña Gómez revelaría papeles tan
comprometedores que harían caer santos. Todo quedó en palabras. Otra frase que
caracterizó el florido ambiente fue erró el tiro y le salió por la culata, manifestada por
Peña Gómez ante las acusaciones de Balaguer de que el PRD recibió financiamiento
internacional.

En su oferta de gobierno, el líder perredeísta se comprometía a gobernar para la gente,


dando prioridad a sus necesidades más perentorias, mientras Balaguer aseguraba que
seguiría trabajando por la paz y la estabilidad, al tiempo que en sus recorridos por todo
el país ofrecía la construcción de más obras de infraestructura. De su lado, Juan Bosch
proponía combatir la corrupción y el desorden. El PRI, con menos respaldo que los
grandes líderes, usaba el eslogan iremos a las elecciones con la voluntad de Dios y el
pueblo, sin dinero sucio.
ASESINATOS Y REPRESIONES A POLÍTICOS EN LOS 12 AÑOS DE
BALAGUER

En la denominada era de los Doce Años de Balaguer, 1966-1978, estiman 11,000


personas víctimas de terrorismo de Estado, incluyendo muertes, torturas, encierros y
desapariciones forzosas. Entre las víctimas, dijo De Peña Díaz, tienen una lista con
nombres y apellidos de 5,000 personas por confirmar como muertas de ese régimen.

También, 1,200 muertes por razones políticas, de acuerdo a denuncias de familiares y


otras pesquisas.

Para investigar esos casos consultan archivos policiales, de periódicos e investigan


informaciones de familiares de las víctimas.

En el caso de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, 1930-1961, estiman 50,000


víctimas, incluyendo 17,000 haitianos. De la cifra total atribuyen 25,000 a muertes y
desapariciones.

Entre los horrores de la dictadura de Trujillo cita a pobres campesinos a quienes les
quitaban sus tierras y eran enterrados vivos.

Se destaca cómo la mayoría de los dirigentes revolucionarios de la post guerra de abril


de 1965 dejaron sus vidas en una lucha desigual, persuadidos de que la revolución
socialista estaba a la vuelta de la esquina
En los fatídicos 12 años (que abarcaron los períodos 1966 al 1978) del severo gobierno
de Joaquín Balaguer sirvieron para devastar, con asesinatos múltiples, a decenas de
jóvenes revolucionarios que militaban en la “izquierda soñadora” de República
Dominicana.

Balaguer, quien llegó al poder el 1 de julio de 1966, tras ganar las elecciones realizadas
en el país meses después de terminar la Revolución de abril de 1965, gobernó con
manos duras. Llegó como inquilino del Palacio Nacional como candidato por el Partido
Reformista, pero provenía del grupo que gobernó junto a Trujillo durante su larga
tiranía.

Cientos de jóvenes que militaron en organizaciones de izquierda -pero-también del


democrático Partido Revolucionario Dominicano (PRD), fueron asesinados y
encarcelados. El régimen balaguerista no dio tregua a sus adversarios políticos.

El Movimiento Revolucionario 14 de Junio, el Movimiento Popular Dominicano (MPD)


y el Partido Comunista Dominicano (PCD), fueron las organizaciones revolucionarias
que más combatieron al gobierno de los 12 años.

Esas entidades tenían sus “frentes de masas” conformadas por organizaciones


estudiantiles, sindicatos de obreros, organizaciones campesinas y de profesionales...esos
grupos, liderados por jóvenes izquierdistas, también recibieron duros castigos por parte
de las fuerzas militares y policiales al servicio del régimen.
Las organizaciones revolucionarias nacieron producto de la “resaca” dejada por la
contienda bélica de abril del 65, que se produjo con miras a reinstalar en el Palacio
Nacional al derrocado presidente constitucional profesor Juan Bosch, quien llegó a la
Presidencia producto de las primeras elecciones democráticas -post el ajusticiamiento
del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina- de República Dominicana, efectuadas el
20 de diciembre de 1962.

Los primeros cuatro años del gobierno balaguerista fueron “terribles”, según opiniones
de personas que vivieron la violenta época. Durante esos años se violentaron las
libertades públicas, las ideas democráticas y revolucionarias. El siguiente período
resultó mucho más sangriento.

La década de 1970, tal vez, fue donde el gobierno balaguerista de los 12 años actuó sin
piedad contra la oposición, especialmente poniendo énfasis en los grupos comunistas.

Las cúpulas de las organizaciones de izquierda eran dirigidas por los jóvenes más
decididos en sacar del poder a Balaguer y sus “secuaces”.

Analistas de la problemática política de entonces calificaron a esos jóvenes


revolucionarios como “soñadores”, porque creyeron siempre que la “revolución
dominicana estaba al doblar de la esquina”, después de haber participado en la Guerra
de Abril del 65.

Levantaron la bandera de liberación nacional y tuvieron como ejemplo la Revolución de


Cuba, que nació el 1 de enero de 1959, comandada por Fidel Castro.

Pero también dentro de esos mismos dirigentes revolucionarios hubo quienes eran
partidarios de las ideas de la Revolución China, dirigida por Mao Tse Tung y que
triunfó en 1949. Además, otro segmento de la izquierda dominicana seguía la posición
comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). El PCD fue el
partido (comunista) que seguía esos lineamientos del Marxismo Leninismo.

Los comunistas más firmes

Otto Morales, Amín Abel Hasbún, Maximiliano Gómez (El Moreno), Amaury Germán
Aristy, Baldemiro Castro, Winston Vargas (Platón), Tito Móntez, Jorge Puello (El
Men), Homero Hernández, Onelio Espaillat, Julio de Peña Valdez, Rafael “Fafa”
Taveras, Eligio Blanco Peña, Plinio Matos Moquete y el abogado Guido Gil, eran los
revolucionarios que con más firmeza combatieron al régimen balaguerista de los 12
años.

Con excepción de Onelio Espaillat, Jorge Puello y Blanco Peña, todos eran jóvenes
revolucionarios cuyas edades oscilaban entre los 20 y 28 años... ¡comunistas en la flor
de la juventud!

Germán Aristy, el más joven de todos, se estrenó como dirigente revolucionario.


Participó del 31 de julio al 8 de agosto del 1967 en la Primera Conferencia de
Solidaridad con los Pueblos de América Latina -OLAS- celebrada en La Habana, Cuba
y que lideró Fidel Castro.
Según reportes históricos, Germán Aristy representó en ese evento al Buró Político del
Comité Central del Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Y en la OLAS fue electo
como su vicepresidente.

El Moreno, a quien muchos consideran como “el revolucionario más ilustre”, con
absoluto dominio de los preceptos teóricos del Marxismo Leninismo, con menos de 25
años, se desempeñó como secretario general del MPD, el cargo más alto de esa
organización.

El Moreno, quien era un obrero nato de San Pedro de Macorís -su oficio era tornero-,
durante mucho tiempo no pudo desarrollar sus ideas comunistas. Fue apresado de
actividades subversivas. Por lo regular, las acusaciones eran porte ilegal de armas de
guerra, atentar contra la seguridad interna del Estado y asociación de malhechores, no
necesariamente por comunismo, que aunque estaba prohibido, se omitía para no darle
carácter político al expediente.

Matos Moquete, quien a los 23 años ya era doctor en Derecho, llegó a ser el comunista
más buscado. Hasta que fue también apresado y acusado de cargos similares. Purgó
poco más de un año en una solitaria de Mao y posteriormente trasladado a Elías Piña,
torturado y donde apenas recibía pequeñas porciones de alimentos. Se afirma que “hasta
carne de ratas” le servían en la cárcel.

Tito Móntez, Onelio Espaillat, Jorge Puello, Winston Vargas, Otto Morales y otros
jóvenes dirigentes revolucionarios corrieron la misma suerte. Fueron apresados y
golpeados de manera salvaje, mientras Balaguer justificaba esas actuaciones “porque
esos comunistas atentaban contra su gobierno”.

Los asesinatos de la crema y nata revolucionaria

Balaguer, consciente de que el selecto grupo de jóvenes revolucionarios podía poner en


“peligro” su gobierno, se trazó una seria meta: Ir tras “esos comunistas traviesos” e irlos
apresando uno a uno. Y en ocasiones asesinándolos, según los más creíbles reportes de
prensa.

El más peligroso, que era El Moreno, ya estaba preso.... igual que otros comunistas
como Winston Vargas (Platón), Marte Polanco, Efraín Sánchez Soriano (Pocholo)...
Otros revolucionarios, que lograron eludir el apresamiento, decidieron formar un
organismo rebelde que bautizaron como Comando Unificado Antirreleccionista. En esa
organización, se dijo, también había militares progresistas. El Comando Unificado
Antirreleecionista se propuso liberar a los presos políticos comunistas.

¿Y cuál era el plan estratégico? Realizar una acción militar. Y esa acción, ya
“madurada”, fue la de secuestrar al coronel del ejército de Estados Unidos Donald
Joseph Crowley, quien era el agregado militar de la embajada de EE.UU. en República
Dominicana.

El secuestro del coronel Crowley se produjo el 24 de septiembre de 1970. Y a cambio


de su liberación se le solicitó al régimen balaguerista la excarcelación de 20 presos
políticos (revolucionarios) encabezados por El Moreno y que guardaban prisión en la
Cárcel Preventiva de La Victoria.

A Balaguer le dieron un plazo de 24 horas para que se cumpliera la exigencia de


excarcelar a los revolucionarios. Se dijo que Balaguer recibió una petición de Estados
Unidos para que accediera a la liberación de los detenidos, porque la vida de su
agregado militar corría serio peligro.

Los reportes de prensa indican que “las negociaciones desembocaron en un acuerdo,


mediante el cual el gobierno puso en libertad a los presos políticos solicitados, que
fueron llevados a la embajada de México y trasladados a esa nación, acompañados del
embajador Francisco Espartaco García”.

Los presos políticos liberados fueron los siguientes: Maximiliano Gómez, Alexis
Ramírez o Roberto Matos Vallejo, Ángel Darío Alcántara, Clodomiro Gautreaux,
Daniel Valdez Vizcaíno (Barón), Efraín Sánchez Soriano (Pocholo), Farouk Miguel
Castillo, Héctor Dumariel Santana, Hugo Alfonso Hernández Alvarado, José Gil Torres,
José Ignacio Marte Polanco, Juan Pablo Gómez, Luis Emilio Arias, Luis Larancuent
Morris, Freddy Díaz (Manolo Plata), Manuel Antonio de Los Santos, Marco Antonio
Santana, Maximiliano Gómez (El Moreno) , Miguel Reyes Santana (Santanita), Rafael
Villa Cartagena (Villita o El Viejo), Ricardo Martínez y Winston Franklin Vargas
Valdez (Platón).

Para los analistas políticos de la época, “quienes dirigieron el secuestro de Crowley


cometieron un grave error político”.

A partir de esa acción, el régimen de Balaguer organizó una cacería humana. Fueron
cayendo la mayoría de los presos políticos liberados... y otros que gozaban de libertad.

La muerte más sentida, por parte del MPD, fue la de su secretario general (El Moreno),
quien murió en un apartamento de Bruselas. Dicen que fue envenenado junto a Miriam
Pineno, hermana de Ramón -Monchín- Pinedo, quien también era dirigente del MPD.

Otto Morales, quien tras la muerte de El Moreno fue nombrado secretario general del
MPD, también cayó asesinado al igual que Amín Abel Hasbún, Tito Móntez. Otto
Morales fue quien dirigió el comando que secuestró al coronel Crowley.

La caída de Los Palmeros

El 12 de enero de 1972 se registró otro gran acontecimiento en el que estuvieron


envueltos otros jóvenes revolucionarios. El suceso bélico tuvo lugar en las proximidades
del kilómetro 14 de la autopista Las Américas. Cuatro jóvenes, liderados por Amaury
Germán Aristy. Los jóvenes se enfrentaron a tropas de la Policía Nacional, el Ejército y
hasta de la Fuerza Aérea.

Los rebeldes forman parte del grupo bautizado como “Comandos de la Resistencia”,
también conocido como “Los Palmeros”. Se dijo que lucharon durante unas 15 horas,
pero en una batalla desigual. Murieron los cuatro.
Los otros tres revolucionarios muertos en la batalla campal fueron Virgilio Perdomo,
Bienvenido Leal Prandy (La Chuta) y Ulises Cerón Polanco.

Balaguer, quien después de su duro régimen de los 12 años volvió al poder en 1986,
para gobernar por otros diez años, se anotó un gran triunfo político al convertirse en el
“aniquilador” de la joven izquierda revolucionaria dominicana.

CONCLUSIÓN

Joaquín Antonio Balaguer Ricardo (Villa Bisonó, Santiago; 1 de septiembre de 1906 -


Santo Domingo; 14 de julio de 2002), más conocido como Joaquín Balaguer, fue un
ensayista, escritor, estadista, poeta y político dominicano que fue presidente la
República Dominicana en los periodos 1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996. En esos 3
períodos de presidencia fue 7 veces presidente (6 veces presidente constitucional y 1
vez presidente provisional) lo que lo convierte en el político que más veces ocupó el
cargo en la República Dominicana. Su personalidad fue pacífica y un tanto enigmática,
apelando frecuentemente a un secretismo heredado de la Era de Trujillo. Su afán de
perpetuarse en el poder por medio de elecciones cuestionadas y mediante el empleo de
persecución política, le ganaron el mote de caudillo.12 Fomentó el desarrollo de la
infraestructura urbana del país mediante la construcción, avenidas y edificaciones; las
presas, represas y contra embalses más importantes, el Faro a Colón, autopistas y
carreteras modernas, caminos vecinales, hospitales, son obras más relevantes
construidas en su gobierno.3Balaguer compartió el Premio Nacional de Literatura de
1990 con su rival político y también escritor Juan Bosch.

Al leer esta biografía, se hace difícil pensar que un intelectual de esa altura, haya
permitido tantas atrocidades.
BIBLIOGRAFÍAS

http://historia.filos.unam.mx/
https://www.lacrisisdelahistoria.com/
http://hispanianova.rediris.es/
https://revistas.unr.edu.ar/
https://www.revistalarazonhistorica.com/

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