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UMAG Pedagogía en Castellano

Literatura Hispanoamericana I
Prof. Cristina E. Álvarez Filipich

ALOCUCIÓN A LA POESÍA el torpe incienso de servil lisonja?


No tal te vieron tus más bellos días
ANDRÉS BELLO
cuando en la infancia de la gente humana,
(Fragmento) maestra de los pueblos y los reyes,
cantaste al mundo las primeras leyes.
Divina poesía, No te detenga, ¡oh diosa!,
tú, de la soledad habitadora, esta región de luz y de miseria,
a consultar tus cantos enseñada en donde tu ambiciosa
con el silencio de la selva umbría; rival Filosofía,
tú, a quien la verde gruta fue morada, que la virtud a cálculo somete,
y el eco de los montes compañía; de los mortales te ha usurpado el culto;
tiempo es que dejes ya la culta Europa, donde la coronada hidra amenaza
que tu nativa rustiquez desama, traer de nuevo al pensamiento esclavo
y dirijas el vuelo adonde te abre la antigua noche de barbarie y crimen;
el mundo de Colón su grande escena. donde la libertad, vano delirio,
También propicio allí respeta el cielo fe la servilidad, grandeza el fasto,
la simple verde rama la corrupción cultura se apellida:
con que al valor coronas; descuelga de la encina carcomida
también allí la florecida vega, tu dulce lira de oro, con que un tiempo
el bosque enmarañado, el sesgo río, los prados y las flores, el susurro
colores mil a tus pinceles brinda; de la floresta opaca, el apacible
y céfiro revuelto entre las rosas; murmurar del arroyo transparente,
y fúlgidas estrellas las gracias atractivas
tachonan la carroza de la noche; de natura inocente
y el Rey del cielo, entre cortinas bellas a los hombres cantaste embelesados;
de nacaradas nubes, se levanta, y sobre el vasto Atlántico tendiendo
y la avecilla en no aprendidos tonos las vigorosas alas, a otro cielo,
con dulce pico endechas de amor canta. a otro mundo, a otras gentes te encamina,
do viste aún su primitivo traje
¿Qué a ti, silvestre ninfa, son las pompas la tierra, al hombre sometida apenas;
de dorados alcázares reales? y las riquezas de los climas todos,
¿A tributar también irás con ellos, América, del sol joven esposa,
en medio de la turba cortesana, del antiguo océano hija postrera
en su seno feraz cría y esmera
.

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