Está en la página 1de 2

Resumen de la Lectura de German Colmenares, realizado por: John

Piedrahita

En el texto de Germán Colmenares,1 se aborda porqué el estudio de la región es


útil para el ejercicio historiográfico en Latinoamérica; en reemplazo del análisis de la
nación como punto de partida en la metodología historiográfica. De tal manera,
Colmenares propone que la región es el marco más adecuado para lograr la
identificación de elementos homogéneos para observar el dinamismo propio de los
países latinoamericanos.2 Empero, y siguiendo al autor, para orientar la búsqueda el
historiador requiere de un marco objetivo y un concepto claro de región. En ese sentido,
la región se la debe comprender como formas peculiares de organización del espacio
que cambia en cada etapa histórica.3 Conociendo el concepto de región, Colmenares
sugiere utilizar –de la teoría geográfica clásica- el concepto de “asentamientos”. En
consecuencia, los asentamientos sirven para medir el contraste entre un modelo europeo
y la realidad peculiar del mundo andino.
Antes bien, la teoría de los asentamientos se sitúa en el campo de las ciencias
sociales como herramienta deductiva, además, como parte de la geografía económica.
No obstante, la teoría de los asentamientos es útil en el análisis de los espacios; mismos
que están situados en un lugar, en un tiempo y en un contexto histórico determinado. En
ese sentido, las regiones del mundo andino no pueden definirse históricamente a través
de relaciones de equilibrio, sino más bien en función de conflictos permanentes, guerras
civiles y violencia campesina. Colmenares propone realizar investigaciones
historiográficas que busquen comprender la formación nacional, en primera instancia,
desde la lupa de la formación regional; puesto que lo regional está atravesado por
estructuras económicas, políticas, sociales y culturales. En otras palabras, la región es el
germen de las naciones que se empezaron a construir desde el siglo XIX y que buscaron
el camino de la modernización.
Empero, Colmenares destaca que el proceso de modernización no es uniforme e,
incluso, deja áreas marginales intocadas. Por ejemplo, sugiere el autor, en lo que
respecta a sectores y regiones marginadas los estudios señalan la tendencia revisionista.
Es decir, la atención se centra en aspectos de una transición que pone de relieve la

1
Germán Colmenares, “La nación y la historia regional en los países andinos, 1870-1930”.
Revista Andina, (2) 1985,
2
Ibíd., 315.
3
Ibíd., 320.
multiplicidad de formas y el camino peculiar por el que las viejas sociedades agrarias
han desembocado en el capitalismo. En efecto, en los países andinos, sugiere German
Colmenares, la existencia de regiones marginadas pone en tela de juicio la consistencia
de una formación nacional, al menos en la medida en que esta formación se asocia con
la apertura hacia el mundo exterior y con formas de vida, de mentalidades y de
organización social que tienden a ser homogéneas.4
Lo hablado hasta aquí, pone en tela de juicio la noción de una formación
nacional. Colmenares señala que en el contexto latinoamericano las naciones fueron
originalmente un proyecto político y no la afirmación de una identidad cultural y que
este proyecto político se vio favorecido por un grado creciente de integración
económica. Las burguesías que se consolidaron como burguesías nacionales, fueron las
que primero reafirmaron su hegemonía en la región. En conclusión, el historiador
requiere de herramientas conceptuales y metodológicas que le permitan analizar los
fenómenos parciales. Por tanto, el tratamiento del problema de la formación nacional,
en ocasiones, es indirecto. A veces, sugiere Colmenares, los historiadores tratan de
comprender las historias nacionales desde una matriz uniforme. En respuesta, la historia
regional permite hacer análisis micro de las particularidades de cada región –parte de un
Estado- y, a su vez, poner en comparación a las diferentes unidades regionales de
América Latina.

4
Ibíd., 317

También podría gustarte