Está en la página 1de 125

John F.

McArthur

SERMONES
TEMÁTICOS

CÓMO ESTUDIAR LA BIBLIA


Desatando la verdad de
Dios, un versículo a la vez
___________________________________

Cómo estudiar la Biblia


Series por Tema Escrituras Seleccionadas

Usted intenta leer y estudiar su Biblia devotamente; sin


embargo, usted todavía se pregunta: ¿cómo puedo estudiar la
Biblia de manera que haga una diferencia en mi vida? O bien,
¿cuál es la mejor manera de profundizar en la Palabra?

No existe una habilidad más importante que usted pueda


cultivar que el manejo de su Biblia con entendimiento y
precisión. No existe gozo mayor que profundizar y descubrir
la verdad bíblica por su propia cuenta. Y no existe parte de su
vida que no sea afectada por un conocimiento más profundo
y amplio de la Palabra de Dios.

En Cómo Estudiar la Biblia, John MacArthur lo lleva a una


búsqueda fascinante de la Palabra de Dios para revelar sus
atributos gloriosos.
El poder de la Palabra en la vida del creyente,
1ª Parte
Escrituras Seleccionadas

Tenemos el gran privilegio de pasar nuestro tiempo en este


curso, en especial estudiando cómo estudiar la Biblia. Para
cualquier cristiano, de hecho para todo cristiano, realmente
es vital que usted sepa cómo estudiar la Biblia, que usted
pueda escarbar en la Palabra de Dios por usted mismo, y
encontrar todas las riquezas tremendas que están ahí. Con
frecuencia, pienso en las palabras de Jeremías, quien en
Jeremías 15:16 dijo: “Fueron halladas Tus Palabras por mí, y
yo las comí, y Tu Palabra me fue por gozo y por alegría de mi
corazón”. La Palabra de Dios es algo tremendo; ningún
cristiano debe estar discapacitado en su propia capacidad de
estudiar la Palabra de Dios por sí mismo, o por sí misma. Y
entonces, en las cuatro sesiones que tenemos juntos, vamos
a estar examinando simplemente cómo estudiamos la Biblia;
pero queremos comenzar en el tema.

Y entonces, en primer lugar, creo que debemos hablar del por


qué es importante estudiar la Biblia, y creo que ésta es una
especie de motivación; como usted sabe, si usted dice: “Oiga,
usted tiene que estudiar la Biblia, y así es como lo tiene que
hacer”, quizá no esté muy motivado. Entonces, quiero
motivarlo un poco, y en nuestras primeras dos sesiones
vamos a hablar del por qué es importante que estudiemos la
Biblia, y después vamos a dar la vuelta a la esquina, y en las
últimas dos realmente vamos a hablar de cómo hacerlo.
Walter Scott, un gran cristiano, estaba muriendo; le dijo a su
secretaria: “Tráeme el libro”. Su secretaria vio la librería que
estaba allá afuera, la biblioteca que estaba afuera y vio miles
de libro, y ella regresó y le preguntó: “Dr. Scott, ¿qué libro?”, él
dijo: “El libro, la Biblia, el único libro para un hombre
moribundo”.

Y tendría que añadir que la Biblia no solo es el único libro para


un hombre moribundo, sino que es el único libro para un
hombre vivo, porque es la Palabra de vida, como también la
esperanza en la muerte; entonces, llegamos a la Palabra de
Dios con un sentido tremendo de emoción y expectativa.
Permítame compartirle, para comenzar esta sesión, algo
acerca de la autoridad de la Palabra de Dios, y realmente esto
cubre el tema del por qué es importante estudiar la Biblia. En
primer lugar, permítame decir esto: Declaramos desde el
principio que las Escrituras son la Palabra de Dios; no son la
opinión de los hombres, no es filosofía humana, no son las
ideas de alguien, no es una colección de los mejores
pensamientos de los mejores hombres; es la Palabra de Dios,
y como tal, hay varias cosas que necesitamos reconocer
acerca de ella. Número 1, es infalible. En total, la Biblia no tiene
errores; en sus autógrafos originales no tiene error. En el
Salmo 19:7, la Biblia dice de sí misma: “La ley de Jehová es
perfecta”, no tiene errores; de hecho, tiene que ser, porque fue
escrita, su autor es Dios quien no tiene errores, no comete
errores.

Recientemente, se me pidió que hiciera un proyecto de


investigación para cierta convención que se está por llevar a
cabo en nuestro país, y me pidieron que escribiera una
investigación, hiciera una investigación del tema de la
autoridad de la inerrancia; y el verdadero asunto del proyecto
era éste, éste era el tema principal: Si Dios escribió la Biblia, y
si Dios es la autoridad definitiva, y si Dios en su persona y
naturaleza es perfecto, entonces la Biblia es perfecta, y la
Biblia es la autoridad definitiva. Como puede ver, el hecho de
que Dios es perfecto, demanda que los autógrafos originales,
la Palabra de Dios, los escritos originales, deben en sí mismos
también ser perfectos. Entonces, decimos para comenzar que
la Biblia es infalible, y esa es la primera razón por la que
debemos estudiarla, porque es el único que nunca comete un
error; todo lo que dice es la verdad.

No solo es infalible en su totalidad, sino que hay una palabra,


hay una segunda palabra que usamos para describir a la
Biblia, y es la palabra ‘inerrante’; no solo infalible en su
totalidad, sino inerrante en las partes. En Proverbios 30:5 y 6
dice esto: “Toda Palabra de Dios es limpia;...no añadas a sus
palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso”.
Toda Palabra de Dios es pura. La Biblia no solo es infalible en
su totalidad, sino que también en sus partes, al grado que
toda palabra es la verdad de Dios; y añadiría otro término, la
Biblia no solo es infalible e inerrante sino que está completa,
no necesita que se le añada nada. Ahora, quizás eso es una
sorpresa para algunas personas; hay personas en la
actualidad que creen que necesitamos añadirle algo a la
Biblia; hay cierta especie de una combinación de filosofía y
teología conocida como la Neo-Ortodoxia, y nos dicen que la
Biblia simplemente fue un comentario en su día, acerca de la
experiencia espiritual del hombre, y en la actualidad el hombre
está teniendo más experiencias espirituales y necesita otro
comentario.
De hecho, estaba leyendo a un escritor recientemente que
dijo: “Necesitamos una Biblia escrita para la actualidad, así
como la que tenemos en nuestras manos fue escrita, porque
necesitamos que alguien haga comentarios acerca de lo que
Dios está haciendo hoy”; entonces la Biblia todavía está
siendo escrita. Este mismo escritor dijo que cuando Tomás o
María se pone de pie en su iglesia, y dice: “Así dice Jehová”,
son igualmente inspirados que Isaías y Jeremías o cualquiera
de los otros profetas; en otras palabras, la Biblia no está
completa; esa es una tendencia a un pensamiento actual
filosófico teológico. Pero, al final del último libro de la Biblia,
el libro de Apocalipsis, leemos estas palabras: “Por tanto, yo
os testifico a todo hombre –Apocalipsis 22:18 y 19–, si alguno
añadiere estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que
están escritas en este libro; y si alguno quitare de las palabras
del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol de la
Vida y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en
este libro”.

La Biblia termina con una advertencia, termina con una


advertencia, no quitarle nada ni añadirle nada; eso es un
testimonio de su totalidad, de que está completa; es infalible
en su totalidad, es inerrante en sus partes, nunca comete un
error en su presentación total y en su presentación más
divisible, y está completa. Ahora, tenemos que añadir una
cuarta palabra acerca de la Biblia, y es que tiene ‘autoridad’.
Si es perfecta, y está completa, entonces es la última palabra
tiene la autoridad final. Isaías 1:2 dice esto: “Oídos, cielos, y
escucha tú, tierra, porque habla Jehová”. Cuando Dios habla,
toda persona escucha porque Él es la autoridad final. La Biblia
demanda obediencia. La Biblia no es un libro que está abierto
a discusión, y con ello no quiere decir que no debemos hablar
de sus implicaciones, no debemos discutir sus aplicaciones
y significados; quiero decir que no debemos discutir si es
verdad o no; es autoritativa, afirma y asume que es verdad.

En Juan 8:31 usted tiene ese pequeño incidente en donde


Jesús es confrontado por algunos de los líderes judíos, y
conforme Jesús se enfrenta a estos líderes, se lleva a cabo un
pequeño diálogo y ahí, claro, hay otras personas, y dice en el
texto ahí que muchos creyeron en él. Sin duda alguna, algunos
de ellos eran líderes, pero Él les dijo: “Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis
discípulos”; en otras palabras, Él demandó respuesta a su
verdad, él demandó una respuesta a su Palabra; es
autoritativa. En Gálatas 3:10 dice esto: “Maldito todo aquel
que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de
la Ley, para hacerlas”. ¡Sorprendente! Maldito es cualquier
persona que no permanece en todo lo que está escrito en este
libro; es una declaración tremenda de autoridad absoluta.

En Santiago 2:9 leemos esto: “Pero si hacéis acepción de


personas cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley
como transgresores. Porque cualquiera que guardare toda la
ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos”;
en otras palabras, violar la Biblia en un punto es quebrantar la
ley de Dios; es autoritativa en toda parte. Bueno; infalible,
inerrante, completa, autoritativa; deberíamos añadir otra
palabra, y esta es una gran palabra: La Biblia es suficiente, es
suficiente. Para todo lo que hay en el corazón de un hombre,
la Biblia es suficiente; para todo lo que necesita el corazón del
hombre, la Biblia es suficiente. En 2ª de Timoteo, hay una gran
palabra, capítulo 3, versículo 15, Pablo aquí le dice a Timoteo:
“Y que desde la niñez, Timoteo, has sabido las Sagradas
Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación
por la fe que es en Cristo Jesús”.

Ahora, en primer lugar, es suficiente para la salvación; la Biblia


lo puede hacer sabio para la salvación. Usted puede hacerse
esta pregunta: ¿Qué es más importante que la salvación?
Nada. La realidad más grande en el universo, y la Biblia, es
aquello que lo hace sabio para la salvación; pero más,
versículo 16 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y
útil”. Ahora, observe. Para enseñar: Eso es enseñanza,
principios de sabiduría, estándares divinos, verdades divinas.
Para redargüir: Eso significa que usted puede irle a alguien y
decirle: “Oye hombre, estás fuera de línea, no puedes
comportarte así. Hay un estándar y no estás conformándote
a ese estándar”. También es útil para instruir: Eso le dice a esa
persona a quien acaba usted de reprender: “No haga usted
eso, haga esto, éste es el nuevo camino”. Usted enseña,
redarguye, usted le muestra un camino corregido, y además
es útil para instruir en justicia; ahora, usted le apunta por ese
camino nuevo, y le enseña cómo caminar en él.

Es un libro fantástico la Biblia; puedo tomar a alguien que no


conoce a Dios, no es salvo, y después salvarlo; y después
puedo enseñarle, y después lo va a reprender cuando hacen
algo mal, les va a señalar lo que es correcto que deben hacer,
y después mostrarles cómo caminar por el camino correcto;
y después el resultado está en el versículo 17: “A fin de que el
hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para
toda buena obra”. La realidad increíble de la Biblia es que es
suficiente para hacer el trabajo completo; es un producto que
hace la obra entera. La Biblia es infalible, inerrante, completa,
autoritativa, y es suficiente. En Romanos capitulo 15, y no
puedo resistir simplemente el añadir este texto al
pensamiento que le estamos dando; en Romanos 15:4 leemos
esto: “Porque las cosas que se escribieron antes –y claro que
esto se refiere a la Biblia–… Porque las cosas que se
escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a
fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras,
tengamos esperanza”.

La Biblia de nuevo es la fuente de la paciencia y el consuelo,


y en últimas, de darnos esperanza ahora y para siempre; es
un libro increíble. También pienso en el primer capítulo de
Santiago, y el versículo 25, y este realmente es un texto
tremendo, y dice: “Mas el que mira atentamente en la perfecta
ley, la de la libertad –y esas son las Escrituras– y persevera
en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra,
éste será bienaventurado en lo que hace”, ¿no es eso
maravilloso? ¿Sabe usted una cosa? Cuando la lee y la hace,
usted es bendecido, bienaventurado. Ahora, de regreso, en el
versículo 21, Santiago dice que si recibimos ‘con
mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar
vuestras almas’; en el texto griego literalmente significa ‘su
vida’, en otras palabras va a salvar su vida si usted recibe la
Palabra de Dios; y creo que mediante eso, Él quiere decir que
le va a dar la vida más plena y abundante que usted puede
imaginar, y también es posible que un cristiano que no
obedece la Palabra de Dios pierda su vida, ¿verdad?
1ª de Corintios 11, algunos de esos cristianos en Corinto
violaron la Mesa del Señor, y Él se los llevó a casa; entonces,
Él dijo: “Algunos de ustedes están débiles, enfermos, y
algunos inclusive ya duermen”. Ananías y Safira
desobedecieron el mandato de Dios, y cayeron muertos en
frente de la Iglesia entera en Hechos 5; y entonces Santiago
está diciendo: “Mira, si recibes la Palabra implantada, y la
obedeces, y continúas en ella, tiene una manera increíble de
perfeccionarte, de bendecirte, de salvar tu vida”; entonces,
todas estas cosas son verdad acerca de la Palabra de Dios.
Permítame darle dos cosas más. La Palabra de Dios es eficaz,
la Palabra de Dios es eficaz; escuche las palabras de Isaías
55:11, dice esto: “Así será mi Palabra que sale de mi boca, así
es como mi Palabra va a ser su obra –dice Él–, que sale de mi
boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero”,
¿no es eso maravilloso? La Palabra de Dios es eficaz.

¿Sabe una cosa? Una de las cosas increíbles en ser un


maestro de la Palabra de Dios es que usted sabe que hará lo
que dice que hará. ¿Sabe una cosa? Con frecuencia me
pregunto acerca del vendedor, que va de puerta en puerta, que
entra y trata de hacer una demostración de su producto y no
funciona; siempre pienso en la señora que estaba viviendo ahí
en el campo, y vino el vendedor de aspiradoras y llegó a la
puerta, y él estaba ahí presionándola mucho, y le dijo: “Oiga
señora, tengo el mejor producto que jamás ha visto, esta
aspiradora se va a comer lo que sea.

De hecho, si usted no la controla, va a aspirar su alfombra”, y


antes de que pudiera decir algo, él dice: “Señora, quiero
hacerle una demostración”; él fue allí a la chimenea, y aventó
ahí cenizas en medio de la alfombra; él tenía una cosa grande
de cosas que él vació en la carpeta, y le dijo: “Señora, quiero
que vea este producto, cómo va a aspirar todo”, y ella está ahí
con la boca abierta, y finalmente se detuvo lo suficiente como
para decirle: “Señora, si no aspira todo, me lo voy a comer con
una cuchara”, y ella lo vio al ojo, y le dijo: “Bueno señor,
comience a comer porque aquí no hay luz”; bueno, esa es una
situación bastante difícil, ¿no es cierto?, estar en medio de
una situación en la que su producto no va a funcionar; eso
nunca sucede con la Biblia, siempre es eficaz, siempre hace
exactamente lo que dice que hará, es una realidad tremenda
acerca de las Escrituras.

En 1ª de Tesalonicenses 1:5 leemos esto, y este es un gran


versículo acerca de la eficacia de las Escrituras: “Pues nuestro
evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente”;
hombre, ¿sabe usted que cuando oye la Palabra de Dios, no
solo son palabras?; y procede a decir: “Sino también en poder,
en el Espíritu Santo y en plena certidumbre”. En otras palabras,
cuando la Palabra sale, tiene el poder, tiene el Espíritu Santo,
y puede tener la certeza de que hará lo que dice, una gran
verdad. ¿Qué hemos dicho entonces para comenzar? Que la
Palabra de Dios es infalible en su totalidad; inerrante en sus
partes; completa, de tal manera que nada se le debe quitar ni
añadir; autoritativa, de tal manera que lo que dice es
absolutamente verdad y demanda nuestra obediencia;
suficiente, de tal manera que puede hacer por nosotros y en
nosotros todo lo que necesitamos; y es eficaz, hará
exactamente lo que dice que hará.
Una última palabra, la Palabra de Dios, la Biblia, es
determinante, es determinante. En otras palabras, la manera
en la que usted responde a la Palabra de Dios determina su
vida y su eternidad; de hecho, el que es de Dios, oye la Palabra
de Dios, ¿escuchó eso?, el que es de Dios, oye las Palabras de
Dios; está en el plural la ‘i’. “Ustedes… vosotros, por tanto no
las oyen –Jesús dijo– porque no sois de Dios”. En otras
palabras, determina si es un individuo es de Dios o no es de
Dios en base a que escuchan o no la Palabra de Dios. En 1ª de
Corintios hay un texto crucial que apunta a esto; 1ª de
Corintios 2:9 dice: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han
subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado
para los que le aman”.

El hombre nunca podría haber conocido lo que Dios ha


preparado; el hombre nunca pudo haber concebido que él
sería parte de ese dominio; el hombre nunca pudo haber
concebido en su propia humanidad, en su propia mente
humana, en sus propios patrones de lógica, todo lo que Dios
le ha preparado, todo lo que Dios ha preparado para él. Pero
el versículo 10 dice: “Dios nos las reveló a nosotros por el
Espíritu;…porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del
hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así
tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de
Dios; y nosotros hemos recibido no el espíritu del mundo, sino
el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios
nos ha concedido….Pero el hombre natural –dice el versículo
14– no no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios”.

Ahora, ahí tiene usted a dos tipos de personas diferentes: La


gente que recibe las cosas de Dios, y la gente que no recibe;
la gente que puede recibir, y la gente que no puede; la gente
incrédula no las puede recibir, no tienen al Espíritu Santo; la
mente humana no puede recibirlo; la gente que conoce a Dios
tienen al Espíritu Santo, y reciben la Palabra de Dios. Como
puede ver, es un factor determinante; aquellas personas que
reciben la Palabra de Dios, indican por el entendimiento
mismo de la Palabra de Dios, que poseen al Espíritu Santo, y
eso les comprueba que son creyentes. Hoy que venía en el
avión, tuve la oportunidad de hablarle a un hombre, que
continuamente admitió que él no entendía la Biblia; realmente
no le dije esto a él en tantas palabras, pero se lo hice ver que
no esperábamos que él entendiera la Biblia, él no tenía el
ingrediente necesario para entenderla, la vida de Dios en su
alma por la presencia del Espíritu Santo.

Entonces, la Palabra de Dios, nos es presentada simplemente


en términos de su belleza y su gloria, y sus capacidades en
estas palabras simples; es infalible, inerrante, está completa,
es autoritativa, es suficiente, eficaz, y es determinante. Ahora,
alguien podría venir y decir: “Bueno, eso realmente es
maravilloso; oigo que la Biblia dice eso por sí misma es
fabuloso. Y si todas esas cosas son realidad, hombre, tengo
que entrar en ella; si realmente es verdad, hombre, tengo que
tener esto, tengo que descubrir acerca de todas estas cosas
que es inerrante, infalible, completa, la realidad es que es
suficiente, y estos principios; pero, ¿realmente puedo estar
seguro de que es verdad?”.

¿Sabe una cosa? Vivimos… es simpático, pero vivimos en un


mundo en donde la gente realmente no responde a la
autoridad muy bien; de hecho, nuestro mundo entero lucha
contra la autoridad; queremos negar la autoridad del hogar,
hay una lucha ahora para negar la autoridad del hombre en
nuestra sociedad, las mujeres quieren pelear contra eso y
quizás algunas veces ha sido opresivo, y necesita haber un
poco más de equilibrio; ha habido una lucha por parte de los
jóvenes en las escuelas, en las secundarias, en las escuelas
preparatorias, universidades, peleando en contra de aquellos
que están a cargo de la administración; hay una especie de
sentimiento antigubernamental en algunos casos; inclusive,
se está peleando en contra de la policía, y cualquier cosa que
presente algún tipo de autoridad.

Realmente eso nos molesta, es una especie de individualismo


en donde todo mundo es su propio Dios; usted sabe, estamos
de regreso al invictus, yo soy el amo de mi destino, soy el
capitán de mi alma, y todo esto. Realmente no nos gusta
responder a la autoridad, y cuando usted llega y le dice a
alguien: “¿Sabes una cosa? Quiero decirte que la Biblia es la
autoridad absoluta, es absolutamente suficiente y eficiente y
todas estas cosas”, ellos dicen: “Bueno, ¿cómo es eso? No
voy a aceptar eso a menos de que me lo puedas mostrar”;
entonces, ¿cómo definimos realmente, cómo determinamos
que la Biblia es verdad? Bueno, siempre he pensado, y esto en
cierta manera es un comentario al margen, pero siempre he
pensado que básicamente hay cinco áreas de prueba, y claro,
en últimas, usted realmente no puede probar que la Biblia es
verdad porque usted no puede salir de nuestro pequeño
mundo, y tener una junta con Dios cara a cara, y decir: “Oye
Dios, dame la verdad directa, dime la verdad. Ahora, dime,
¿realmente es verdad?”.
Usted tiene que recibirla por fe en últimas, pero claro que hay
algunas cosas convincentes que hacen que nuestra fe sea
razonable. Hay cinco áreas básicas de prueba. Número 1, es
la experiencia. Una de las primeras razones por las que creo
que la Biblia es verdad, es porque nos da la experiencia que
dice que nos va a dar. Por ejemplo, la Biblia dice que Dios
perdonará sus pecados; yo lo creo, acepté su perdón, ¿y sabe
una cosa?, lo hizo; dice usted: “¿Cómo lo sabes?”, “Tengo un
sentido de libertad de la culpabilidad, tengo un sentido de
perdón. ¿Sabe que la Biblia dice que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es? Las cosas viejas pasaron, he aquí todas
son hechas nuevas. Vine a Jesucristo un día, ¿y sabe lo que
pasó? Las cosas viejas pasaron, y he aquí todas son hechas
nuevas, y lo experimenté”. La Biblia realmente cambia vidas.

Alguien dijo que una Biblia que se está deshaciendo


normalmente le pertenece a alguien que no se está
deshaciendo; y creo que eso es verdad, porque la Biblia puede
arreglar las vidas; millones de personas por todo el mundo
son una prueba viva de que la Biblia es verdad, lo están
experimentando; es difícil discutir en contra de esto, ¿pero
sabe una cosa?, aunque es un gran argumento en un sentido,
es uno débil en otro sentido, porque si usted comienza a basar
todo en la experiencia, usted va a terminar con algunas
personas que han tenido algunas experiencias bastante raras.
Usted sabe, el ebrio, el hombre que está borracho, que ve a los
elefantes rosas, pero realmente no los ve; y el musulmán, y el
budista, y el hombre Hare Krishna, y el hombre que se sienta
allá debajo de un árbol y contempla ahí su ombligo, y cualquier
otra persona, van a tener una experiencia, y si usted basa todo
en la experiencia está en problemas.
Entonces, digo que tan solo es una manera, y de las cinco,
probablemente la manera más pobre, pero todavía es
evidencia para algunos. Creo que una segunda que prueba la
validez de la Biblia es la ciencia. La gente dice: “Bueno, la
Biblia no es un libro de ciencia, y científicamente es incorrecta,
la Biblia no usa términos científicos”; pero, ¿sabe una cosa?,
la gente con frecuencia dice: “¿Qué hay acerca del Antiguo
Testamento que dice que el sol se detuvo?”, ahora, sabemos
que el sol no se detuvo, ¿qué sucedió?, si algo pasó es que la
Tierra dejó de rotar, y parecía como que el sol se detuvo. Dicen:
“Bueno, como puedes ver, en esos tiempos antiguos
pensaban que el sol estaba dándole vueltas a la Tierra, en
lugar de que fuera al revés; simplemente ese es un error
bíblico típico”. Pero, como puede ver, el problema es que la
gente estaban analizándolo científicamente, y ellos no
estaban haciendo eso, estaban viendo lo que les pareció que
pasó; y usted hace lo mismo, usted se levanta en la mañana
y ve al este, y dice: “Oh, qué bonita Tierra que está rotando”,
esa no es la Tierra que está rotando, ese es un amanecer;
usted entiende lo que está diciendo, usted ve al oeste y dice:
“Qué hermosa Tierra que está rotando”, ¡no, no, no!, es un
atardecer.

Alguien dijo que podría decirlo de esta manera; cuando


alguien le preguntara si quisiera que le ayudara ahí en la cena,
usted podría decir: “Bueno, la salubridad gastronómica me
amonesta que he llegado a un estado de digestión coherente
con la integridad dietética”, o podría decir: “No, gracias, ya
comí lo suficiente”, esto es cuando alguien le pregunta:
“¿Quieres más de comer?”. Como puede ver, no siempre
necesitamos una respuesta científica para todo; algunas
veces la observación pura es suficiente. La Biblia dice algunas
cosas que se presentan desde el punto de vista de
observación humana; pero, por otro lado, cuando la Biblia
habla acerca de un principio científico, es precisa, es correcta,
es exacta.

En el capítulo 55 de Isaías, y en este curso en particular; esto


es solo un pensamiento de introducción, entonces no
podemos desarrollar el concepto entero; pero en el capítulo
55 de Isaías, en el versículo 10, escuche esto: “Pero como
desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá,
sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da
semilla al que siembra, y pan al que come”, ¿escuchó eso?,
éste es Isaías siglos antes de que el ciclo hidrológico fuera
descubierto, diciendo que la lluvia y la nieve desciende, y no
regresa hasta que ha regado la tierra. ¿Sabe usted que ha sido
solo en tiempos modernos que la hidrología ha sido
entendida? Y lo que sucede es que la lluvia cae en la tierra, cae
en la tierra, la nieve cae en la tierra, y riega la tierra, y se va por
los arroyos, y llega de los arroyos al mar, y del mar vuelve a
regresar a las nubes, y es quitada de la tierra, y vuelve a ser
regada en la tierra; este es el ciclo hidrológico constante;
Isaías 55:10 lo presentó.

Dice usted: “Bueno, de vez en cuando un cerdo ciego puede


encontrar la subida. Quizás Isaías simplemente adivinó”;
bueno, esa podría ser una posibilidad, sino fuera por el hecho
de que lo mismo se presenta en otras porciones de la Biblia el
mismo ciclo hidrológico; estaba pensando en Job 36:27:
“Porque Él hace que las pequeñas gotas de agua rieguen lluvia
de acuerdo con el vapor, La cual destilan las nubes, Goteando
en abundancia sobre los hombres. ¿Quién podrá comprender
la extensión de las nubes, Y el sonido estrepitoso de su
morada?”, y aquí de nuevo está la discusión de la lluvia; usted
puede volver a comparar esto con el Salmo 135 –y
simplemente estamos viendo algunas muestras–, versículo
7: “Él hace que los vapores asciendan a los fines de la tierra,
Él hace los relámpagos para la lluvia; Saca de sus depósitos
los vientos”; aquí de nuevo está la discusión de esta
maravillosa secuencia de la lluvia, y los vapores ascendentes
del mar para plantar el agua de nuevo en las nubes.

La Biblia habla de las órbitas fijas de los cuerpos celestiales;


en Jeremías 31 habla de eso, en el Salmo 19 habla de eso; y
realmente creo que conforme usted entra a la Biblia, usted va
a descubrir cosas increíbles acerca de la ciencia que nos
hablan de que la Biblia es verdad. Usted nunca necesita
avergonzarse de la Biblia, usted nunca se va a encontrar con
un problema en la Biblia que no pueda resolver de una o de
dos maneras; al ver el resto de la Biblia y entender cómo
interpretarlo, o al reconocer que nunca lo va a entender hasta
que esté cara a cara con Dios. Hay algunas cosas que no
entendemos, y no sabemos, pero la verdad está aquí; usted
no va a encontrar un error en las Escrituras ni siquiera
científicamente.

Dentro de la ciencia de la geología, por ejemplo, hay una


disciplina que se llama la ‘isostasia’ –la cual es algo
interesante, realmente bastante nuevo–, es el estudio del
equilibrio de la tierra; la idea dice que pesos iguales se
necesitan para apoyar a pesos iguales, de tal manera que la
masa de la tierra debe ser apoyada de manera igual por la
masa del agua. Pero realmente nunca han descubierto nada
que sea demasiado nuevo, porque si usted regresa al buen y
antiguo Isaías, que no era un científico en absoluto,
simplemente un profeta de Dios. En el capítulo 40 de Isaías,
en el versículo 12, dice: “Dios ha medido las aguas en el hueco
de su mano, Él midió los cielos con su palmo, Él ha medido el
polvo de la tierra, Él ha pesado los montes con balanza y con
pesas los collados”, Dios conoce todo acerca de la isostasia,
Él sabe todo acerca de ese tipo de cosas; es algo increíble
cuando usted llega a la Biblia y comienza a estudiarla
inclusive científicamente. Pienso en Herber Spencer, quien
murió en 1913, y dijo… bueno, Herbert Spencer descubrió lo
más maravilloso acerca de las categorías de todas las cosas
que existen en el ambiente del universo; él dijo que todo podía
dividirse en estas categorías: Tiempo, fuerza, acción, espacio
y materia; cinco categorías científicas clásicas: Tiempo,
fuerza, acción, espacio y materia. Herbert Spencer dijo: “Todo
encaja en éstas”.

El mundo lo reconoció como un gran científico, un gran


hombre de descubrimiento. ¿Quiere saber algo? Usted
encuentra las cinco categorías en el primer versículo de la
Biblia: “En el principio (eso es tiempo), Dios (eso es fuerza)
creó (eso es acción) los cielos (eso es espacio) y la tierra (esa
es materia)”. La Biblia cuando habla, habla de manera precisa.
Entonces, la ciencia es una buena manera de mostrar la
autoridad y la validez de las Escrituras. Hay una tercera en
nuestra pequeña lista de cinco: Primero, la experiencia,
después la ciencia, y después Cristo. La vida misma de Cristo
es una evidencia tremenda de la verdad de la Biblia; y digo eso
por muchas razones, pero simplemente una que le sugiero
por ahora que le comento y es ésta: Jesús creyó en la
autoridad de la Biblia, Jesús dijo: “Ni una jota, ni una tilde
pasará de la Ley hasta que todo sea cumplido”.

Hay una cuarta área de prueba cuando usted ve la Biblia, y ese


es el área de los milagros. Digo que la Biblia es un libro divino
porque tiene milagros, y es la prueba de que Dios está
involucrado en ella; tiene que ser un libro sobrenatural, debido
a toda la actividad sobrenatural. Dice usted: “Bueno, ¿cómo
sabemos que todos los milagros son verdad?”, bueno, todos
son mostrados aquí, y tienen la información de apoyo aquí;
por ejemplo, cuando Jesús resucitó de los muertos, más de
500 personas lo vieron resucitado de los muertos, eso es
suficiente como para convencer a cualquier jurado. La
naturaleza milagrosa misma de la Biblia habla de Dios;
entonces, la experiencia, la ciencia, y el testimonio de Cristo,
y los milagros de la Biblia; y después, en quinto lugar, la
profecía. No hay manera de explicar el hecho de que la Biblia
predice cosas que van a suceder históricamente, a menos de
que usted vea a Dios como el autor.

Y pienso en Pedro Stoner, en su pequeño libro “La Ciencia


Habla”, dijo: “Simplemente tome unas cuantas profecías”, y él
escoge unas tres o cuatro profecías del Antiguo Testamento;
él es un científico que está tratando con la ciencia de la
probabilidad matemática, y él dice esto, y cito: “Si tan solo
añado las probabilidades de estas tres o cuatro cosas que
pudieran pasar simplemente por accidente, habría una
posibilidad en dos quintillones que un accidente así pudiera
suceder; sin embargo, todo detalle ha sucedido”. Él dice: “Una
posibilidad en dos quintillones sería como llenar el Estado de
Texas con 35 pies de profundidad en dólares de plata, colocar
una ‘X’ en uno de ellos, y decirle a un hombre ciego que tiene
una oportunidad de encontrar ese dólar con la ‘X’”, fin de la
cita. Esto es tener una posibilidad en dos quintillones de
encontrar esa moneda con la ‘X’ en ella; así de probable es, de
acuerdo con la matemática de la probabilidad, que estas
cuatro profecías con todo sus detalles específicos llegaran a
suceder, simplemente por accidente, ¡es increíble!

Cuando la Biblia habla proféticamente, está en lo correcto;


literalmente cientos de profecías cumplidas. Esta es la
Palabra Santa de Dios, es algo tremendo. Y el cristiano que
nunca se acerca a ella con un compromiso intenso con
estudiarla, está perdiendo una bendición tremenda. Y le tengo
que decir algo. En lo que a mi vida concierne, tengo muchas
cosas que disfruto en mi vida; tengo una esposa maravillosa
que amo mucho; tengo cuatro súper niños que son menos
que perfectos, y quizá por eso los quiero tanto; no me
intimidan mucho, y disfrutamos mucho nuestro tiempo; y mi
vida es rica, y tengo una gran iglesia donde puedo ministrar,
con una congregación preciada que amo mucho, y todo esto
es rico y divertido y satisfactorio; pero lo que más me gusta
en la vida es la Palabra de Dios. Y, ¿sabe una cosa? Me lleva
a la presencia de Dios y eso es emocionante.

¿Y sabe usted que entre más profundizo en el estudio de la


Palabra de Dios, más me emociono? Ahora, quiero darle
algunos pensamientos; quiero darle seis áreas que son
beneficios primordiales del estudio bíblico, y usted tiene que
entender esto, porque son las cosas que van a motivarlo a
usted a estudiar. Antes de que le enseñe cómo estudiar, quiero
mostrarle por qué necesita estudiar; y espero que cuando
terminemos con esto, usted difícilmente pueda esperar a que
termine esta clase para que pueda llegar a su casa y pueda
estudiar su Biblia; pero permítame darle seis áreas. Vamos a
comenzar en nuestro estudio con esto. En primer lugar,
debemos estudiar la Biblia, porque la Biblia es la fuente de
verdad, ¿muy bien?, la Biblia es la fuente de verdad. Juan
17:17, Jesús dijo, orando al Padre: “Tu Palabra es verdad”, una
gran declaración: “Tu Palabra es verdad”. ¿Se da cuenta usted
de lo que significa tener la verdad?

Continuamente hay gente que me dice, conforme les


confronto con Jesucristo, hablo con ellos con frecuencia:
“Bueno –me dicen– no conozco, no sé qué es la verdad”.
Pilatos llegó al punto en su vida en el que vio a Jesús, y él le
dijo: “¿Qué es verdad? –él era un cínico– ¿Qué es verdad? No
me des esa cosa ridícula de la verdad. He estado buscando
eso por mucho tiempo. ¿Qué es verdad? ¿Qué es la verdad?”.
Leí que casi tres mil nuevas páginas de material son impresas
cada 60 segundos en nuestra sociedad, están produciendo
información, toneladas de información.

¿Sabía usted que los libros ya no funcionan, son demasiado


grandes? Ni siquiera podemos usar la información que
tenemos ahora, y entonces tenemos el microfilm, el
microfiche, y colocamos las cosas, y colocamos información
en esas pequeñas cosas; de hecho, vi un pequeño chip que
tiene los 66 libros, toda palabra de la Biblia, simplemente en
algo pequeño; y estamos trabajando en ese tipo de cosas
porque tenemos que reducir los factores de almacenamiento
para que podamos contener toda esta información. No estoy
muy seguro de que debemos molestarnos por contener o
almacenar la mayor parte de esta información, pero eso es lo
que tenemos que hacer; pero hay demasiada información. De
hecho, estaba leyendo que algunas personas decían que el
microfilm era demasiado grande.

Imagínese, la Biblia entera en eso, ¿es demasiado grande? No


podemos ya contener la información, y por eso están
desarrollando el almacenamiento por láser, y vi una
demostración de eso; almacenan la información de alguna
manera microscópica en un cristal, y toda faceta del cristal
tiene algo de información, y disparan un rayo láser en el cristal,
simplemente en el punto en el que quieren, y proyecta las
palabras que quieren en una pantalla, y así pueden
almacenarla en cristales. Eso es demasiado grande, y ahora
han desarrollado lo que se conoce como almacenamiento
molecular, y nos dicen que pronto van a poder almacenar la
biblioteca entera, la Biblioteca del Congreso en un objeto del
tamaño de un cubo de azúcar, es increíble.

Ahora, eso es mucha información, y no nos falta información,


tenemos mucha información y mucha más información
equivocada. Para la escritura de libros, dice la Biblia, no hay
fin; libros, libros, y más libros, y la Biblia inclusive dice que los
hombres constantemente están aprendiendo, pero el
problema es que nunca pueden llegar al conocimiento de la
verdad, ¿no es eso terrible? ¿Sabe cuál es la mentira? Me
acuerdo cuando yo estuve en una clase de álgebra, estaba en
secundaria, y pensé que el álgebra realmente era difícil, y me
costó mucho trabajo; usted sabe, llegaba a casa y trabajaba
en uno de estos problemas tontos de álgebra en primero de
secundaria, y trabajaba en él por horas y horas.

Regresaba al siguiente día sin la respuesta; y le preguntaba a


mi papá, pero él no sabía, él no sabía más de lo que yo sabía;
entonces nunca podía llegar a la respuesta, y era lo más
frustrante en el mundo para mí; tenía ese problema y
trabajaba en algo, y nunca lo pude resolver, nunca pude
alcanzar o llegar a la respuesta; y así es con la gente en el
mundo, están ahí, leen, y creen, y piensan, y razonan, y
escuchan, y hablan, e interactúan, y nunca llegan a la verdad,
y nunca se ponen de acuerdo en nada, y la frustración es
abrumadora. Me acuerdo de hablarle a un hombre que
simplemente dejó la sociedad, y se entregó a las drogas; se
recibió de una universidad de Boston, y le dije: “¿Qué te hizo
hacer esto?”; él estaba viviendo ahí en una tienda de campaña
en el bosque, realmente fue algo triste, y estaba viviendo ahí
drogado, y le dije: “¿Qué estás haciendo?”, él dijo: “Bueno,
busqué la respuesta por tanto tiempo, que finalmente decidí
llenar mi mente de drogas. Por lo menos, ya sé que ahora ni
siquiera tengo que hacer las preguntas”.

Ahora, esa es la desesperanza de nunca conocer la verdad.


¿Sabe una cosa? Kafka estaba escribiendo de la educación, y
tuvo una gran ilustración; él presentó una ciudad que había
sido bombardeada, y era una ciudad que estaba en ruinas; y
en medio de esta ciudad bombardeada, claro, había gente que
estaba sangrando y gente moribunda, y humo y fuego que se
estaba apagando, estaba en ruinas totales; y en medio de la
ciudad, había una torre de marfil que estaba llegando al cielo,
era de un marfil totalmente blanco, puro, no había sido tocado
por las bombas; y esta figura solitaria estaba caminando en
medio de las ruinas.

Llega a este edificio muy alto y entra, y llega a la parte de


arriba, y baja, y entra ahí y llega al final del pasillo está esta
pequeña luz, y él sigue en la oscuridad hasta que llega a la luz,
y da la vuelta a la derecha y entra a un baño, entra al baño, y
ahí sentado en el baño hay un hombre que está ahí con su
caña de pescar, y está pescando en la tina; y el extraño
solitario le dice: “Oye, ¿qué estás haciendo?”, le dice: “Estoy
pescando”; él ve adentro de la tina y dice: “Oye, pero no hay
ningún pez ahí en la tina, y no hay agua en la tina”, y el hombre
dice: “Yo sé”, y sigue pescando; y Kafka dijo: “Esa es la
educación avanzada”. Como puede ver, el hombre ha perdido
la verdad, ¿y sabe una cosa?, es algo fantástico el reconocer;
creo que algunas veces lo olvidamos que cada vez que usted
toma este libro, usted está tomando la verdad. Hombre, qué
legado, y no podemos tomarlo a la ligera, y ciertamente no
podemos dejar que permanezca ahí sin ser abierto.

La primera razón por la que creo que debemos estudiar la


Palabra de Dios es porque es la fuente de verdad. Jesús dijo:
“Mi Palabra es la clave. Si vosotros permaneciereis en mi
palabra –Juan 8:31– conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres”. ¿Qué quiere decir con eso? Bueno, es simplemente
como el hombre que está trabajando en el problema de
matemáticas; tan pronto como llega la respuesta, él está libre
y se va; así como el científico que está en el laboratorio, está
vaciando todo en los tubos de ensaye, y se queda ahí hasta
que dice: “¡Eureka! ¡Lo encontré!”, y está libre. Y el hombre va
a buscar y a luchar, y está buscando a tientas la verdad, hasta
que llega al lugar en donde la encuentra y está libre.

Y le voy a decir una cosa, una razón por la que debe estudiar
la Biblia, es porque la verdad está ahí; la verdad acerca de
Dios; la verdad acerca del hombre; la verdad acerca de la vida;
la verdad acerca de la muerte; la verdad acerca de usted y yo;
la verdad acerca de los hombres, las mujeres, los niños, los
maridos, las esposas, los padres, las madres; la verdad acerca
de los amigos, enemigos; la verdad acerca de cómo usted
debe ser en el trabajo, cómo debe ser usted en la casa;
inclusive la verdad acerca de cómo debe comer, beber, cómo
debe vivir, cómo debe pensar; la verdad todo está ahí, qué
recurso. Disfrútelo. Permítame darle una segunda… una
segunda razón por la que creo que debe usted –y esto le va a
motivar a estudiar la verdad–, no solo porque es la fuente de
verdad, sino porque es la fuente –puedo usar esta palabra–
de felicidad. Quizá le gusta ‘gozo’ mejor, o quizá le gusta mejor
‘bendición’, pero ‘felicidad’ lo expresa. La verdad está ahí, y
nos trae gozo.

Permítame mostrarle algunas cosas en las Escrituras;


tenemos que usar las Escrituras para exaltar a las Escrituras.
En el Salmo 19:8, escuche esto: “Los mandamientos de
Jehová (y simplemente está hablando de los principios de las
Escrituras) son rectos que alegran el corazón. Los
mandamientos de Jehová son rectos que alegran el corazón”,
¿no es ese un gran pensamiento? Los mandamientos de
Jehová son rectos que alegran el corazón. Cuando usted
comience a estudiar la Biblia y aprende estas grandes
verdades, se emociona tanto… Le voy a decir una cosa, yo
estudio la Biblia mucho, porque constantemente estoy
enseñando y predicando la Palabra, y la estudio porque la
amo tanto, y nunca he encontrado en mi vida que disminuya
la emoción que disfruto en el descubrimiento de la gran
verdad que viene de la Palabra de Dios.

¿Usted habla acerca de emociones? Yo tengo muchas


emociones en mi vida; yo miro hacia atrás, y todas las cosas
maravillosas y emocionantes que me pasaron como niño a lo
largo de mi carrera deportiva; usted sabe todos los honores y
las cosas que usted recibe en el deporte y toda la emoción de
participar en una carrera universitaria y todas las cosas que
usted ve, y ve esas cosas, y las emociones que ha disfrutado.
Y le voy a decir una cosa: La emoción más grande que he
conocido en mi vida, es la emoción tremenda que viene a mi
propio corazón, cuando he roto el cascarón de la verdad
increíble de la Palabra de Dios, es una experiencia
emocionante y gozosa. El Salmo 19 lo dice: “Los
mandamientos de Jehová son verdad que alegran el corazón”.

De hecho, Proverbios 8:34 dice: “Bienaventurado es el hombre


que me escucha”. Escuche Lucas 11:28, y estas son las
palabras de Jesús, Lucas 11:28: “Bienaventurados (o felices)…
bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios, y la
guardan”. ¿Quiere ser una persona feliz? Obedézcala. Me
sorprende cuántas personas saben lo que la Biblia enseña, y
no la obedecen, y no son felices. La gente me dice: “Bueno, el
libro de Apocalipsis es tan difícil de entender; realmente
estudiamos lo demás, pero no me quiero meter en Apocalipsis,
no quiero involucrarme en eso”. Bueno, escuche; inclusive el
libro de Apocalipsis, el cual parece ser tan difícil, escuche lo
que dice en el versículo 3 del capítulo 1: “Bienaventurado es
el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía”; la
palabra ‘bienaventurado’ significa ‘feliz’. ¿Quiere ser feliz?
Lea Apocalipsis. ¿Quiere ser feliz? Lea cualquier parte de la
Palabra de Dios, y responda a la misma.

Cuando comenzamos cité Jeremías 15:16: “Fueron halladas


tus Palabras por mí, y las comí, y tu Palabra me fue por gozo
y por alegría de mi corazón”. 1ª de Juan 1:4, me encanta este
versículo: “Estas cosas os he escrito para que vuestro gozo
sea cumplido”. ¿No es eso maravilloso? ¡Gozo pleno,
completo! Hay una declaración maravillosa que hizo nuestro
Señor en ese magnífico capítulo 15 de Juan, el capítulo en
donde Él se presenta a sí mismo como la vid; en el capítulo 15
y el versículo 11, él dice esto:”Estas cosas os he hablado para
que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido”.
Qué tremendo pensamiento: Gozo de las Escrituras.

Ahora, quiero ilustrar esto y terminaremos; pero permítame


ilustrarlo a partir de Lucas 24:24. ¿Se acuerda que Jesús había
resucitado de los muertos, y Él iba camino a Emaús con esos
dos discípulos que no sabían quién era? Y conforme iban
caminando, encontramos esto, y cientos de aquellos que
fueron con nosotros al sepulcro y descubrieron cómo las
mujeres habían dicho que no lo vieron; después Él les dijo:
“Oh, insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los
profetas han dicho”. Ahora, Cristo les está hablando, pero no
saben quién es. “¿No era necesario que el Cristo padeciera
estas cosas, y que entrara en su gloria?”, ahora les presenta
el tema de Cristo, no saben quién es, porque sabemos que
después de su resurrección nadie sabía quién era, hasta que
Él se les reveló; entonces él se mantiene velado de ellos de
alguna manera, y entonces Cristo comienza a hablarles de Sí
mismo, y él comienza con Moisés, todos los profetas, y les
abrió en todas las Escrituras todas las cosas que de Él decían,
y Él les está enseñando aquí las Escrituras, leyendo a lo largo
de las Escrituras, dándoles las Escrituras y están escuchando.

Y cuando llegan, tienen ahí su comida, y de pronto ellos


entienden –versículo 31–, sus ojos fueron abiertos, y lo
reconocieron, y Él se desapareció de su vista, y después –me
encanta esto– y ellos se decían uno a otro: “¿No ardía nuestro
corazón en nosotros, mientras hablaba con nosotros en el
camino, y cuando nos abrió las Escrituras?”, ¿no es eso
maravilloso? Cuando Él les abrió las Escrituras, sus corazones
literalmente ardían dentro de ellos. Como puede ver, hay gozo
en la Palabra de Dios, hay gozo en la verdad de Dios, y eso es
si lo obedece. Si usted no guarda estas palabras no hay gozo;
y tengo que añadir que Dios es un Dios de gracia, y no espera
que usted guarde todo principio y nunca se desvíe, sino que
es cuestión de cuál es nuestra actitud de corazón; si su
corazón está comprometido con obedecer la Palabra, Él va a
llenar su vida de gozo. No hay excusa para que nosotros no
conozcamos la verdad, y no vivamos nuestras vidas
literalmente llenas de emoción y gozo. Está aquí disponible
en la Palabra de Dios. Ahora hemos aprendido. Vamos a
estudiar la Biblia porque es la única fuente de verdad, y la
fuente más grande de gozo. Tenemos más que decir acerca
de eso, y cuatro principios más la próxima vez.
El poder de la Palabra en la vida del creyente,
2ª Parte
Escrituras Seleccionadas

En primer lugar, dijimos que debemos estudiar la Biblia porque


es la fuente de verdad. Jesús dijo en Juan 17:17: “Tu Palabra
es verdad”, una gran declaración. Y hablamos del cinismo de
Pilatos, quien dijo: “¿Qué es verdad?”. En segundo lugar, le
dijimos que debemos estudiar la Biblia, porque la Biblia no
solo es la fuente de verdad, sino que es la fuente de felicidad,
es la fuente de gozo. De hecho, citamos de las palabras de
Jesús, que ‘si oyes mis Palabras y las guardas, mi gozo
permanecerá en vosotros’; las palabras de Juan: “Estas cosas
os he escrito para que vuestro gozo sea cumplido”; las
palabras de Proverbios: “Feliz o bienaventurado es el hombre
que me oye”; las palabras de Lucas 11:28: “Bienaventurados
los que oyen la Palabra de Dios, y la obedecen”; esa es la
fuente de gozo. Usted estudia la palabra, usted oye lo que
dice, usted extrae sus principios, usted obedece esos
principios porque su corazón anhela obedecerlos, y Dios
derrama la bendición y el gozo.

¿Quiere saber algo? Por otro lado, permítame decirle esto:


Usted podría esforzarse por ser obediente en toda manera
legalista en la que usted quisiera, pero si en su corazón usted
no quisiera hacerlo y estuviera peleando contra eso, Él nunca
le daría el gozo; porque, como puede ver, el hacer obras
buenas sin un corazón correcto no cuenta. Permítame
mostrarle lo que quiero decir. La Biblia habla de fruto, habla
de diferentes tipos de fruto; y habla del fruto del Espíritu y
esas son actitudes. Y antes de que jamás esté el fruto en su
vida, así como ganar a gente para Cristo, o estudiar la Palabra
de Dios, o cualquier cosa de lo que habla la Biblia como fruto,
alabanza, ofrenda, todas las buenas obras; pero antes de que
el fruto por fuera signifique algo, tiene que salir del fruto del
espíritu del interior. Ahora, escuche esto: El fruto de acción,
las cosas que usted hace sin la actitud, sin el fruto de actitud,
lo que usted siente es legalismo puro, eso es fariseísmo; usted
puede hacer lo que usted quiera por fuera, puede ser un
legalista del más meticuloso como los fariseos y nunca
conocerá el gozo.

Por otro lado, si su corazón es un corazón de obediencia y un


corazón de actitud, puede fracasar por fuera y Dios le dará el
gozo porque Él ve el espíritu de obediencia, de gracia en su
corazón, eso es lo que Él busca. Entonces, la promesa es ésta,
estudie la Biblia, ¿por qué? Número 1, es la fuerte de verdad;
número 2, es la fuente de regocijo. Dice usted: “Oye MacArthur,
realmente valoro lo que estás diciendo; tengo noticias para ti:
Estudio la Biblia todo el tiempo y tengo mucho dolor, tengo
muchos problemas”, bueno, tengo un versículo para usted
afortunadamente, no quiero dejarlo ahí volando con ese
pensamiento; Dios no solo le dice exactamente que va usted
a recibir el gozo, ¿verdad? Dios no le dice exactamente cuándo
es que usted va a recibir el gozo, ¿verdad? Quizá tenga que
esperar un poco de tiempo.

Entonces, en Juan 16 Él está viendo a los discípulos y les dice:


“Yo ya me voy”, y están ahí sentados, usted sabe, ahí todos
tristes, todo mundo ha dejado su profesión, han estado
siguiendo a Jesús por tres años, y Jesús se levanta y dice un
día: “Ya me voy caballeros, los voy a dejar y me voy a ir”, así
es; y todos están diciendo: “Oye, ¡espera un momento,
hombre! Yo me uní a este asunto pensando que el Reino iba
a venir, ¿qué pasó? Algo sucedió”, y tienen mucha tristeza,
están muy tristes, y Jesús dice en Juan 16:20: “De cierto, de
cierto os digo, os digo que lloraréis o lamentaréis, pero el
mundo se regocijará, y vosotros estaréis tristes”, ahora
escuchen: “Pero vuestra tristeza se convertirá en gozo”; en
otras palabras, tiene que reconocer que algunas veces va a
haber tristeza antes de que llegue a haber gozo.

De hecho, ¿quiere oír algo interesante? Si usted no conociera


la tristeza, usted no entendería el gozo cuando viniera, y es
correcto; si usted no conociera el dolor, no conocería el placer.
Y, ¿sabe una cosa?, estaba leyendo recientemente un artículo
interesante que estaba hablando de la diferencia entre
‘comezón’ y entre ‘cosquilla’ y que no podía ser definida
médicamente; sin embargo, la cosquilla es algo que lo hace
estar feliz, y la comezón es algo que irrita; hay una línea muy
fina entre estas dos. ¿Sabía usted que la diferencia entre el
placer y el dolor es también una línea muy fina? Por ejemplo,
hombre, usted sabe, no hay nada más maravilloso que un
regaderazo caliente, y usted sabe, lo calienta mucho y mete
usted su codo, y simplemente dice: “Muy bien”; en cierta
manera entra, y es dolor, dolor, y de pronto es ¡ah!, es placer;
hay una línea delgada entre el dolor y el placer. Y, ¿sabe una
cosa?, yo jugué futbol americano cuando estuve en la
universidad; y a lo largo de la universidad, como usted sabe,
yo enfrenté una línea fina entre el dolor y el placer, y usted
sabe cómo es; usted tortura su cuerpo como algún tipo de
maníaco, es dolor, dolor, dolor; pero, al mismo tiempo, le
encanta a usted con una especie de placer horrendo; la línea
fina entre el dolor y el placer.

Y creo que si no conociéramos el dolor, no conociéramos el


placer; si no conociéramos el dolor, no conoceremos el gozo
que el placer puede traer; y creo que una de las razones por la
que Dios permite que enfrentemos tristeza en nuestras vidas,
es para que entendamos el gozo cuando viene. Y entonces Él
dice: “Van a tener tristeza por un poco de tiempo, sean
pacientes”. Escuchen: Si obedece la palabra de Dios, Él le va
a dar ese gozo, tal vez no instantáneamente cuando usted lo
quiere, pero siempre cuando usted lo necesita. Entonces, ¿por
qué debo estudiar la Biblia? ¿Qué me debe motivar al estudio
bíblico? Número 1, la Biblia es la fuente de verdad. Número 2,
la Biblia es la fuente de gozo. Y le voy a decir una cosa, no
importa lo que sucede en mi vida externamente y
circunstancialmente; cuando yo estudio la Palabra de Dios,
hay una emoción y un gozo que no es tocado por
circunstancia alguna.

Tercera cosa, una tercera fuerza motivadora, una tercera


razón por la que debe estudiar la Biblia es que la Palabra es la
fuente de victoria. No sé usted, pero a mí me gusta ganar, a
mí no me gusta perder; pierdo mucho, pero no me gusta, me
gusta ganar. Yo creo que si usted va a hacer algo, hágalo bien.
Mi papá solía decirme de vez en cuando, cuando era un
pequeño: “Mira, escucha Johnny –él decía–, si lo vas a hacer,
hazlo conforme a lo mejor de tu capacidad o no vale la pena
que lo hagas”, y así crecí, buscando la excelencia; me gusta
ganar, no me gusta perder; me gusta ganar, y veo eso en mi
propia vida cristiana. No me gusta darle una ocasión al
adversario, no me gusta darle la ventaja… como dice en
Corintios, no me gusta ver a Satanás victorioso, no me gusta
ver al mundo dominarme, no me gusta ver a la carne vencer al
espíritu, quiero ganar, tengo un deseo por ganar.

Me acuerdo que mi entrenador de futbol americano solía


darnos la clásica plática de que necesitas ganar, y creo que
así debemos ser como cristianos; no hay razón por la cual
tenemos que ceder al enemigo. Y conforme usted estudia la
Biblia, va a descubrir que la Palabra de Dios se vuelve la fuente
de victoria. David dijo esto, y usted lo recuerda también como
yo: “En mi corazón he guardado tus dichos para no (¿qué?)
pecar contra ti”. La Palabra entonces es la fuente de victoria
sobre el pecado; la Palabra de Dios es absorbida, se vuelve el
recurso que el Espíritu Santo usa para dirigirnos; el Espíritu
Santo la usa para fortalecernos contra la tentación. Usted no
tiene manera de prevenir el ser llevado a pecar, a menos de
que la Palabra de Dios esté ahí, para que el Espíritu Santo la
active en su mente consciente. Y le voy a decir algo simple:
Como cristiano, usted nunca funcionará en base a lo que
usted no conoce, nunca sucederá; usted nunca va a poder
operar en base a un principio que nunca conoció; usted nunca
podrá aplicar la verdad que no ha descubierto.

Entonces, conforme usted alimenta su mente, la Palabra de


Dios se vuelve una herramienta que el Espíritu de Dios usa
para dirigirlo y guiarlo. Ahora, veamos por ejemplo, en el
cuarto capítulo de Mateo, la ilustración gráfica de enfrentar a
Satanás con la Palabra de Dios; y aquí vemos a Jesucristo y
dice en el versículo 1: “Entonces Jesús fue llevado por el
Espíritu al desierto para ser probado, tentado por el diablo”.
En lo que a Dios concernía, era una prueba porque Él no
fracasaría; en lo que a Satanás concernía, era una tentación,
porque él esperaba que Jesús fallara. La palabra puede
significar cualquiera de las dos; ‘peirasmos’ puede significar
‘prueba o tentación’, es una palabra neutral; podría significar
‘bueno o malo’. Desde el ángulo de Satanás, quería que fuera
malo; desde el ángulo de Dios, Él sabía que sería bueno.
Entonces, el Espíritu lo llevó al desierto sabiendo que él
pasaría la prueba; Satanás estaba ahí esperándolo, esperando
que Jesús fracasara; y después de que Él había ayunado por
40 días y 40 noches, Él tuvo hambre.

No es sorprendente, pero me parece interesante que debido a


que Jesús era un ser un humano tan perfecto, sin pecado, su
cuerpo debió haber tenido poderes más allá de lo que
nosotros jamás podríamos experimentar; Él debió haber sido
tan fuerte, tan viril, tanto de lo que la humanidad habría sido
en su potencial maximizado –por lo menos como la
conocemos– que Él no tuvo hambre aparentemente a lo largo
de estos 40 días, sino hasta después, cuando Él realmente
conoció los dolores, el deseo intenso del hambre. Finalmente,
después de 40 días, vino el tentador y le dijo… Y aquí él le da
tres tentaciones, y usted las recuerda; pero en cada uno de
los casos, Jesús respondió con la Palabra de Dios. Primero él
dijo: “Si eres Hijo de Dios, manda estas piedras que se
conviertan en pan”.

Lo que él realmente le está diciendo: “Escucha, tú eres el Hijo


de Dios, tú eres Dios en carne humana, tú eres el Mesías, tú
mereces algo mejor que esto. ¿Qué estás haciendo aquí?, –en
la tentación– ¿qué estás haciendo aquí sufriendo? ¿Qué estás
haciendo aquí en este desierto miserable habitado por bestias
salvajes y cosas que se arrastran? ¿Qué estás haciendo aquí
muriéndote de hambre? ¡Tú eres el Hijo de Dios! Satisface tu
hambre, has algo de pan, ¡te lo mereces!”, y él realmente lo
estaba tentando a ir en contra del plan para buscar su propia
satisfacción, él estaba diciendo: “Has lo que quieras, no
dependas de Dios. Dios todavía no ha satisfecho tu necesidad.
Aquí has estado 40 días, tienes hambre; tú eres digno de más
que esto”; él realmente lo está tentando a desconfiar del
cuidado de Dios. Él le respondió y le dijo: “Escrito está, –y Él
citó Deuteronomio– no solo de pan vivirá el hombre, sino de
toda Palabra que sale de la boca de Dios”.

Lo que él estaba diciendo era: “Mira, Dios prometió que Él


cuidaría de mí, yo voy a mantener mi confianza en su promesa;
yo nunca usaré mis propios poderes para violar la promesa
de Dios”; Él rechazó la tentación con la Palabra de Dios.
Después el diablo lo lleva a la Santa Ciudad, a Jerusalén, lo
eleva hasta el pináculo del templo; probablemente esa parte
que salía del templo, ahí por el Valle de Hinom, que estaba
sobre el Valle de Hinom, el cual era una caída de varios metros,
y lo colocó ahí y le dijo: “¿Por qué no te avientas? Simplemente
aviéntate. Después de todo, –y el diablo dice– ¿quieres citar
las Escrituras? Te las voy a citar también: ‘Él encargará a sus
ángeles acerca de ti, y en sus manos te sostendrán para que
tu pie no tropiece en piedra’. ¿Quieres confiar en Dios? ¿Vas
a aferrarte a Dios? ¿No vas a hacer pan? ¿Vas a creer en Dios?
Bueno, ¿por qué no crees realmente en Dios y te avientas aquí
un clavado para ver si Él cumple su Palabra?”, se oye bien,
Satanás es inteligente.
“¿Quieres decirme cuánto confías en la Palabra de Dios?, aquí
hay una buena manera de probarlo. Aviéntate, que Él te
atrape”; Jesús le dijo: “Escrito está: ‘No tentarás al Señor, tu
Dios’”. “Confía en Dios –dijo Jesús–, no presumas de Dios.
Cree en que Él va a cuidar de ti a lo largo del viaje. No te
coloques ahí en la autopista”, ¿te das cuenta? Ahí está la
diferencia. Satanás entonces le muestra desde un monte alto
los reinos del mundo, y le dice: “Mira, te voy a dar todo eso, si
postrado me adorares”; Jesús le dijo: “Sal, vete Satanás. Una
fue bastante mala, la dos fue intolerable, y la tres es
absolutamente suficiente. Vete, porque escrito está: ‘Al Señor,
tu Dios, adorarás, y a Él solo servirás’”, y entonces el diablo le
dejó, y vinieron ángeles y le sirvieron, y Dios cumplió todas
sus promesas. El punto es este: Jesús respondió la tentación
de Satanás tres veces, y cada vez que lo hizo, Él citó
directamente del Antiguo Testamento.

Escuche: Como cristiano, es el capturar la verdad bíblica en


su mente consciente, que le da la capacidad de derrotar a
Satanás; no lo puede hacer por sí solo. Jesús literalmente
triunfó sobre el diablo a través de la Palabra de Dios; es la
fuente de victoria. Usted no puede razonar, usted no puede
tratar simplemente de hacer a un lado a Satanás; usted sabe,
es increíble, la gente con frecuencia imagina que pueden
discutir con Satanás usando su propia lógica; no puede ser
hecho. Otra ilustración interesante es Lucas 4:33: “Había en
la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de un demonio,
de un espíritu inmundo, y él clamó a gran voz”, él era un
hombre que estaba poseído por demonios en la sinagoga, lo
cual debió haber sido bastante molesto para los servicios ahí;
hemos tenido algunos en nuestra iglesia de vez en cuando,
entonces creo que conozco el sentimiento.

Y él decía: “Déjanos, ¿qué tenemos que ver contigo Jesús de


Nazaret? ¿Has venido para destruirnos?”, el hombre está lleno
de estos demonios, y todos están gritando: “Sé quién eres, el
Santo de Dios”, y Jesús lo reprendió diciendo: “Calla. Sal de
él”. Y cuando el demonio lo había aventado en medio de ellos,
salió de él y no lo lastimó, y todos estaban sorprendidos y
hablaban entre sí mismos diciendo: “¿Qué palabra es ésta,
que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos y
le obedecen?”. ¿Sabe usted lo que Jesús hizo? Ahí Él
estableció su autoridad y su poder sobre Satanás por su
Palabra. Con una palabra, Él podía derrotar a los demonios;
con una palabra, Él dijo: “Vete Satanás”; con una palabra, Él
echó a la legión de demonios de un maníaco en Gadara. Y
ellos decían de Él: “Nunca un hombre habló como este
hombre. Él habla como un hombre de autoridad; no como los
escribas y los fariseos”.

Escuche: La Palabra de Jesucristo es absolutamente


autoritativa. Ahora, cuando usted conoce la Palabra de Dios,
usted conocerá la victoria. Permítame mostrarle otra
ilustración: En Efesios 6:17, en la discusión de Pablo acerca
de la armadura del cristiano, encontramos que él termina con
esta gran parte de armadura, versículo 17: “Tomad el yelmo
de la salvación, y la Palabra del Espíritu que es la Palabra de
Dios”, este es un texto tremendo. Ahora, él dice que la parte
final de la armadura es la espada del Espíritu, la cual es la
Palabra de Dios. Ahora, cuando usted piensa en una espada
de un soldado romano, usted piensa en algo así largo, eso no
es lo que es; esa es la palabra griega ‘rhomphaia’. La palabra
aquí, la palabra griega para espada es ‘machaira’, y ‘machaira’
era una palabra griega que se refería a una daga corta,
pequeña.

La espada del Espíritu no es una espada grande, ancha, que


usted simplemente mueve por todos lados esperando cortarle
la cabeza a algún demonio tarde o temprano, no es algo usado
de manera indiscriminada sin control, no es comprar una
Biblia grande y pegarle a los demonios en la cabeza con ella;
no es eso en absoluto. La espada del Espíritu es una
‘machaira’, es una daga, es corta, es incisiva; debe entrar en
un lugar vulnerable, o de lo contrario no hace ningún daño; la
espada del Espíritu entonces no es algo general sino
específico. Ahora, observe además, la palabra aquí no es la
palabra ‘logos’, la palabra griega normal ‘logos’ sería usada
de una palabra general; la Biblia es la ‘logos’, Cristo es el
‘logos’; una palabra general es el ‘logos’. Cuando la Biblia
quiere hablar de algo específico, habla la palabra ‘rhema’ o
‘rhemata’. Ahora, observe esto. Esto significa una declaración
específica.

Ahora, ¿está listo para oír esto? La Palabra del Espíritu es la


declaración específica de la Palabra de Dios, que entra en el
punto específico de la tentación. La gente dice: “Bueno, tengo
la espada del Espíritu, yo soy dueño de una Biblia”; escuche,
usted podrá ser dueño de una Biblia, de una bodega de Biblias,
y no tener la espada del Espíritu. Tener la espada del Espíritu
no es ser dueño de una Biblia, sino conocer el principio
específico en la Biblia que se aplica en el punto específico de
tentación; y la única manera en la que usted conocerá la
victoria en la vida cristiana, es conocer el principio de la
Palabra de Dios, para hacer esa aplicación en el punto
específico en donde Satanás ataca, en donde la carne ataca,
en donde al mundo ataca; conforme usted se llena a sí mismo
de la Palabra de Dios, se convierte en la fuente de la victoria.

Ahora, como puede ver, usted ni siquiera puede vivir la vida


cristiana sin el estudio bíblico; es la fuente de verdad, es la
fuente de gozo, es la fuente de victoria. Permítame darle un
cuarto. La Palabra de Dios es también la fuente de
crecimiento. Todo mundo quiere crecer; como usted sabe, si
usted alguna vez ha visto, en nuestra iglesia tenemos un
ministerio maravilloso para la gente mentalmente
discapacitada; algunos de ellos, créalo o no, tienen 30 años
de edad, y tienen la mente de un bebé, y todavía están en
pañales; y usted sabe, esto es algo triste. Que Dios bendiga
estas queridas personas, los amamos, y Dios los ama, y yo
creo que tienen una parte muy especial en su Reino; pero es
algo tan triste ver a alguien que no creció. ¿Y sabe una cosa
que es casi tan triste? Ver a cristianos que no crecen;
retrasados, con un crecimiento estancado, nunca crecen; y la
razón por la que no crecen es porque no se meten a la Palabra.
Pueden ir a la iglesia y sentarse ahí, usted sabe, y llegan a la
iglesia y se llena, y se van; nunca nada pasa, es triste. Pedro
dice esto, y este es un gran texto, 1ª de Pedro 2:2: “Desead
como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada,
para que por ella (¿qué?) crezcáis”.

En otras palabras, la Palabra es la fuente de crecimiento.


¿Sabe una cosa? Todo mundo quiere crecer. Le voy a decir
una cosa, cuando yo era un cristiano más joven, me acuerdo
cuando estaba en el seminario; en la universidad usted en
cierta manera… yo estaba involucrado en todo tipo de cosas,
y estaba perdiendo el tiempo; no crecí mucho. Llegué al
seminario, hombre, y probé la Palabra de Dios, y simplemente
la quería tanto, quería tanto de esa Palabra, que difícilmente
podía estar sin ella; quería crecer y crecer, y crecer, y tuve este
deseo tremendo por crecer, y me di cuenta de que había solo
una manera en la que iba a suceder, y eso era si yo me metía
en el estudio de la Palabra de Dios. Entonces, durante mis días
de seminario, determiné a que realmente iba a comenzar a
estudiar sistemáticamente la Palabra de Dios, y allí es cuando
comencé a crecer. Mi crecimiento –y le voy a decir de manera
franca–, mi crecimiento es directamente proporcional al
tiempo, a la cantidad de tiempo y esfuerzo que paso en el
estudio de la Palabra de Dios.

Cuando tengo un periodo de tiempo, cuando quizá no estudio


la Palabra de Dios, me estanco; y cuando comienzo a estudiar,
acelero. Creo que quizá los peores tiempos en mi vida, en
términos de crecimiento, son mis tiempos de vacaciones,
cuando en cierta manera yo me estanco, no hago nada; pero
eso es bueno, porque medito un poco, pero el patrón de
crecimiento realmente no se acerca a cuando realmente me
meto a la Palabra. Y lo que es interesante en el versículo 1, en
cierta manera presenta la base; dice que en primer lugar,
tenemos que desechar: “Desechando pues toda malicia”, la
palabra griega ‘kakia’, que significa ‘maldad general’, tiene
que hacer a un lado la maldad, el engaño; ‘engaño’ quiere
decir ‘engañar’, es la palabra griega para un anzuelo para un
pez; hipocresía, envidia, y hablar mal. En otras palabras, usted
hace un lado todas las cosas malas, confiesa su pecado,
endereza su vida, limpia su vida; después entra la Palabra con
un deseo tremendo, y después comienza a crecer. Ahí es
cuando la Palabra puede hacerlo crecer.

Y, ¿sabe una cosa?, entre más crece usted, más emocionante


se vuelve. La Palabra es una fuente de vida, usted madura,
usted es enriquecido, usted se fortalece; y conforme usted
crece, y conforme usted se vuelve más fuerte, usted puede
derrotar a Satanás; y conforme usted crece, usted conoce
más acerca de Dios y su naturaleza; usted es enriquecido de
toda manera… usted es enriquecido en toda manera posible.
En Juan 6:63 Jesús dijo esto: “Las palabras que yo os hablo
son Espíritu y son vida”; Jeremías dijo: “Fueron halladas tus
Palabras por mí y yo las comí”, alimentarse de la Palabra de
Dios; y después en Juan 1:18 dice: “Él de su voluntad nos hizo
nacer por la Palabra de verdad”. La Palabra da vida, la Palabra
sustenta la vida, la Palabra edifica la vida; es nutrición
tremenda. Creo que es 1ª de Timoteo 4 que añade a nuestro
entendimiento esto; versículo 6 dice: “Si esto enseñas a los
hermanos, serás buen ministro de Jesucristo”, escuche esta
gran línea, esta gran frase: “Nutrido con las palabras de la fe”.

La Palabra nos nutre, nos alimenta, nos edifica, hace que


crezcamos. Al final de 2ª de Pedro, después de que él ha dado
las declaraciones tremendas acerca del colapso del universo,
y él ha hablado de los elementos que se van a derretir con
calor ardiente y todas esas otras cosas, y cómo todo va a
terminar; él dice: “¿Qué debemos hacer? Debemos crecer en
la gracia y el conocimiento del Señor Jesucristo”, crecer,
crecer, y crecemos conforme nos alimentamos de la Palabra
de Dios. Dios quiere que maduremos, Él quiere que nos
edifiquemos, Él quiere que nos fortalezcamos; y, de hecho, si
usted examina 1ª de Juan 2, usted encuentra el patrón del
crecimiento exactamente ahí; una de las escrituras más
importantes en toda la Biblia, escuche lo que dice: “Os he
escrito a vosotros padres, porque habéis conocido al que es
desde el principio; os escribo a vosotros jóvenes, porque
habéis vencido al maligno; os escribo a vosotros hijitos,
porque han conocido al Padre”.

Ahora, usted ve ahí tres categorías: Padres, jóvenes, y a los


niños pequeños; y usted notará tres diferencias: “Os escrito a
vosotros pequeños, que han conocido al Padre; os escribo a
vosotros jóvenes, porque habéis vencido al maligno; os he
escrito a vosotros padres, porque conocéis al que era desde
el principio”. Ahora, ¿sabe qué son esas tres cosas? Son
categorías de crecimiento espiritual; esos no son literalmente
niños pequeños, jóvenes y padres; no serviría de nada escribir
el versículo a pequeños, de cualquier manera no lo podrán
leer; está hablando de niveles de crecimiento espiritual. Ahora,
todos comenzamos como niños pequeños, todos
comenzamos y conocemos al Padre; ese es el ‘bah-bah’
espiritual. Usted no conoce mucho cuando es un nuevo
cristiano, pero usted sabe que Jesús me ama, esto sé pues la
Biblia dice así: “Dios es mi Padre, y es maravilloso, y demás”;
estamos balbuceando, ‘bah-bah’ espiritualmente, ¿se da
cuenta? Pero usted no debe quedarse ahí, eso es realmente
triste; usted llega al segundo nivel: jóvenes.

¿Cuál es la característica de un joven? “Él ha vencido al


maligno”, tiempo pasado; ¿quién es el maligno? Satanás. Dice
usted: “¿Me estás diciendo que yo puedo llegar al lugar en mi
vida, en el cual puedo, de hecho, vencer a Satanás?”, eso es
absolutamente correcto. “¿Me estás diciendo que puedo
decir: ‘He vencido al maligno’?”, eso es correcto. “¿Cómo?”,
versículo 14: “Os he escrito a vosotros padres, porque habéis
conocido al que es desde el principio; os he escrito a vosotros
jóvenes, porque sois fuertes, y la Palabra de Dios permanece
en vosotros, y habéis vencido al maligno”. Ahora, escuche
esto: Para vencer al maligno Satanás, necesita ser fuerte; solo
hay una manera en la cual usted puede ser fuerte, y eso es que
la Palabra permanezca en usted.

Ahora, escuche: ¿Sabe quién es un joven espiritual? Un joven


espiritual es alguien que realmente conoce la Palabra, y esta
es la razón por la que digo esto: Satanás, de acuerdo con 2ª
de Corintios 11, viene disfrazado como un ángel de luz; yo
creo que Satanás, de acuerdo con la Biblia, pasa el 99.9% de
su tiempo en sistemas de religión falsos; yo creo que los
bares, y los programas de prostitución, y el crimen, y la lujuria,
y el mundo, y el materialismo, y el resto de esas cosas, yo creo
que todas esas cosas realmente están cubiertas por la carne;
lea usted Gálatas capítulo 5, las obras de la carne son éstas,
y enlista todas. No creo que Satanás anda por todos lados,
picándole las costillas por algún pequeño pecado; yo creo que
Satanás está desarrollando sistemas de maldad a nivel
mundial.

Satanás se está apareciendo como ángel de luz, sus ministros


son ángeles de luz, él trabaja en las religiones falsas; y un
joven espiritual –escuche– es alguien que vence a Satanás
en el sentido de que él sabe lo suficiente acerca de la Palabra
de Dios, como para no verse tentado por las religiones falsas,
sino que más bien él se enoja por ello. Por ejemplo, la
característica de un niño espiritual es, de acuerdo con Efesios
4:14, es que él es llevado por doquier por todo viento de
doctrina; los bebés espirituales tienen problemas con la falsa
doctrina; los jóvenes espirituales son personas que conocen
su Biblia, conocen su doctrina, de tal manera que la falsa
doctrina de Satanás no les apela en lo absoluto. Pero hay un
tercer nivel; él dice: “Os he escrito a vosotros padres, porque
habéis conocido al que era desde el principio”.

Ahora, escuche esto: ¿Sabe quién es el padre? Esa es la


persona que ha ido más allá de la página; él no solo conoce a
la doctrina, él conoce al Dios que está detrás de la doctrina,
¿se da cuenta? Ahora, en estos tres pasos usted tiene el
progreso de crecimiento espiritual; comenzamos como bebés,
conforme nos alimentamos de la Palabra nos fortalecemos;
nunca vencemos la carne, pero podemos vencer al mundo.
Nuestra fe hace eso, 1ª de Juan 5 dice: “Podemos vencer los
esfuerzos de Satanás de la religión falsa”, la doctrina hace
eso; nunca venceremos la carne, ese siempre será un
problema; pero podemos tener el gozo de vencer los sistemas
falsos de religión de Satanás. He visto eso suceder.

Le puedo decir, cada vez que un hombre o una mujer llega al


lugar de ser un joven espiritual, invariablemente llegan al
punto en donde la religión falsa los hace enojar, y quieren salir,
y quieren pelear con las sectas; y después conforme maduran
más allá de eso, ya no están tan preocupados por pelear con
las sectas, comienzan a probar quién es Dios, comienzan a
entrar a las profundidades de la mente del Dios Eterno, y
comienzan a ir más allá de que son padre espiritual, y
comienzan a caminar en la presencia del Santo. Ahí es a
donde debemos ir nuestro crecimiento. Escuche: Usted pierde
si se queda como bebé, usted pierde si se queda como un
joven espiritual y lo único que conoce es la doctrina, usted
tiene que llegar al lugar en el que ha comenzado a caminar en
la presencia misma del Dios del universo, en donde usted
realmente comienza a tocar a la persona misma de Dios; ese
es el fin del crecimiento.

Entonces, cuando usted estudia la Palabra, se vuelve la fuente


de crecimiento; y así como es la fuente de verdad, la fuente de
gozo, y la fuente de victoria. Permítame darle tan solo dos
más. Yo creo también que la Palabra de Dios debe ser
estudiada, porque es la fuente de poder. ¿Sabe una cosa? Es
la Palabra de Dios la que nos infunde de poder, y no hay nada
peor que sentirse como un cristiano impotente. Usted sabe,
lee Hechos 1:8: “Pero recibiréis poder”, y algún hombre llega
y dice: “La palabra ‘poder’ es ‘dunamis’, y serán dinamita”,
usted sabe, y le oye decir: “¡Hombre! Deberías estar
explotando por todo el mundo”, y usted se pregunta a sí
mismo: “¿Explotando? ¡Yo ni siquiera tengo una chispa! Nada,
no tengo el poder”, y alguien le dice: “Deberían salir y ganar a
gente para Jesucristo”, y dice usted: “¿Estás bromeando? Yo
no. Usted sabe, yo soy como Moisés, yo no puedo hablar”, y
realmente peleamos con nuestra impotencia. No sabemos
qué es el poder. Escuche: La Palabra de Dios lo infunde de
poder.

Escuche: A partir de mi propia vida, le puedo decir, entre más


conozco la Palabra de Dios, menos temo cualquier situación,
porque sé cuál es el recurso para esa situación. La Palabra de
Dios se convierte en una fuente de poder; de hecho, es una
fuente de poder; del ángulo que usted la vea, es una fuente de
poder. En el libro de Hebreos lo dice en el 4:12: “La Palabra de
Dios es viva y eficaz, viva y eficaz, y más cortante que toda
espada de dos filos. Y penetra hasta partir el alma y el espíritu,
y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”;
este es un libro poderoso. Permítame decirle algo: Usted
levante esto y la va a leer, y lo lee, y lo va a cortar; ¡es algo
poderoso! Es un libro poderoso.

El apóstol Pablo dijo: “Porque no me avergüenzo del Evangelio


de Cristo, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel
que cree”, ¿y sabe una cosa?, algunas veces usted está ahí
hablando con un hombre, y comienza a abrir el Evangelio, y
puede ver el poder del Evangelio de Dios simplemente
aplastando toda filosofía en la cual pasó este hombre 20
años. En Efesios 4:23 dice: “Renovaos en el espíritu de vuestra
mente”; en Romanos 12 dice que podemos ser transformados
por la renovación de nuestro entendimiento; en 2ª de Corintios
3:18 dice que podemos literalmente ser transformados por el
Espíritu Santo, en la gloria misma de Jesucristo. Conforme
usted se enfoque en la Palabra de Dios, tiene un poder en su
vida que es increíble; conforme usted medite en ella, lo
capacita.

¿Sabe una cosa? Es como el asunto de la computadora; usted


entiende el asunto de que lo que mete a la computador eso
sale; lo que usted mete a su computadora es lo que va a salir
en su propia vida; conforme usted se alimenta de la Palabra
de Dios, conforme usted mete la Palabra de Dios, va a salir
cuando sus botones son empujados. Es la fuente de energía,
la fuente de poder. De hecho, en Efesios, ahí en el capítulo 3,
es un capítulo tremendamente rico; los primeros tres
capítulos de Efesios, ahí el apóstol Pablo está diciendo: “Ahora
quiero que aprendan esto, y aprendan esto, y aprendan esto”,
y no es nada más que teología, teología, teología, hasta el
versículo 13; más teología, teología, teología; grandes
verdades, verdades increíbles. “Hemos sido bendecidos con
toda bendición espiritual en los lugares celestiales, hemos
sido perdonados, hemos sido redimidos, aceptados en el
Amado; se nos ha dado sabiduría, se nos ha dado la
información del conocimiento de las épocas para conocer el
plan eterno de Dios; se nos ha concedido el Espíritu Santo,
hemos sido sellados con el Espíritu, tenemos la garantía del
Espíritu, y estas cosas increíbles que son nuestras”.

Y él sigue, y sigue, y sigue: “Hemos sido hechos un nuevo


hombre, somos la habitación del Espíritu, somos la casa de
Dios, somos la familia de Dios; la pared intermedia entre judío
y gentil ha sido derribada, y hemos sido unidos en un cuerpo,
el cuerpo de Jesucristo, tenemos las riquezas inescrutables
de Cristo que son nuestras; se nos han dado los misterios de
Dios, riquezas increíbles son nuestras”, y él sigue, y sigue, y
sigue, y él ora en el capítulo 1: “Oro a Dios porque entiendan
que los ojos de su entendimiento sean abiertos, que puedan
entender y comprender estas verdades increíbles”. Y después
de haber dicho todo eso, si entienden esas verdades, si
aprenden estas verdades, él dice esto en el 3:20, escúchelo:
“Y Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas más allá
de lo que podemos pedir o entender, según el poder que actúa
en nosotros”, ¿se da cuenta? ¡Hombre, los recursos!
¿Alguna vez ha pensado en el hecho de que usted puede ser
lo que usted piense? ¿Usted a veces ha llegado a pensar en el
hecho de que usted puede hacer mucho más allá de lo que
pueda pensar? ¿Alguna vez llega a pensar en el hecho de que
usted puede hacer mucho más abundantemente de lo que
puede pedir o entender? Eso es mucho poder, ¿no es cierto?
Francamente no tiene sentido estar allí en la orilla con ese tipo
de recursos. Conforme usted se alimenta de la Palabra de
Dios tiene un efecto poderoso; hace que su vida sea una
fuente de energía en la confrontación con cualquier persona
en cualquier momento. Entonces, debemos estudiar la
Palabra de Dios porque es la fuente de la verdad, la fuente de
la felicidad, la fuente de la victoria, la fuente del crecimiento,
la fuente del poder; y uno más: Debemos estudiar la Biblia
porque es la fuente de guía, guía. ¿Sabe una cosa? Cuando yo
quiero saber lo que Dios quiere que yo haga, voy a la Palabra.

La gente dice: “Oh, estoy buscando la voluntad de Dios”, usted


los oye decir eso todo el tiempo. Escribí un libro acerca de eso
que se llama ‘Encontrada la Voluntad de Dios’, simplemente
para que la gente sepa que no estaba perdido; todo mundo
quiere encontrar dónde está la voluntad de Dios; creen que
Dios juega a las escondidas, y se esconde y esconde su
voluntad, y le dice a la gente: “Más. Tibio, tibio, tibio. Caliente”,
eso no es verdad. La voluntad de Dios es fácil de encontrar,
está aquí en su libro; si usted estudia la Biblia, usted va a
encontrar una y otra vez la frase ‘esta es la voluntad de Dios’,
‘esta es la voluntad de Dios’, ‘esta es la voluntad de Dios’, y
usted puede conocer la voluntad de Dios al estudiar la Palabra
de Dios. ¿Qué dice el Salmo 119:105? Simplemente dice que:
“Lámpara es a mis pies tu Palabra, y lumbrera a mi camino”,
bastante simple, la Palabra es una guía; conforme abro la
Palabra de Dios, me guía.

Es sorprendente ver cómo Dios me habla a través de su


Palabra. Si tengo que tomar una decisión, encuentro lugar en
la Biblia, quizás en donde alguien en el Antiguo o Nuevo
Testamento luchó con una decisión semejante, trato de ver
cómo Dios los llevó ahí; o voy a un texto en la Biblia que me
da una respuesta directa. Dios nos guía a partir de su libro, Él
nos dirige a partir de su libro. Hay un elemento subjetivo en
esto también, como usted sabe; como cristiano, tenemos al
Espíritu Santo. 1ª de Juan 2:20 dice que el Espíritu mora en
nosotros; 1ª de Juan 2:27 dice que tenemos una unción de
Dios; no necesitamos sabiduría humana, el Espíritu Santo nos
va a enseñar, y lo que sucede es esto: Cuando usted estudia
la Biblia, el Espíritu Santo en usted, toma la Palabra de Dios, y
hace una aplicación personal que le va a dar guía; es una
combinación increíble tener la verdad, y al maestro de la
verdad, residiendo en nosotros, y en combinación guían al
creyente.

¿Qué hemos dicho entonces? Grandes cosas. Los beneficios


de estudiar la Biblia es la fuente de la verdad, felicidad, victoria,
crecimiento, poder, y guía. Ahora, permítame decirle esto, y
vamos a concluir por ahora: Cuál debe ser su respuesta
cuando usted dice: “Bueno, debería actuar en base a esto si
realmente es verdad, si la Biblia va a hacer todas estas cosas,
entonces, ¿qué tengo qué hacer?”. Permítame darle algunas
rápidas, ¿está lista?, ¿está listo?, ahora escuche: Número 1,
créala, créala; y con esto, quiero decir, si lo dice, créala, créala
en lo profundo de su vida, créala en lo profundo de su vida.
Jesús le dijo a Pedro en una ocasión: “¿También te quieres
ir?”, y él dijo: “Señor, ¿a dónde vamos a ir? Tú tienes palabras
de vida eterna. No te vas a poder deshacer de mí si quisieras.
Encontré la fuente, me voy a quedar aquí”, si es verdad,
entonces aférrese a ella, créala. En segundo lugar, hónrela; si
es la Palabra de Dios, entonces hónrela. En Job 23:2 se
encuentra usted esta declaración magnífica de Job, en donde
él dice: “He atesorado las Palabras de su boca más que mi
necesario alimento”.

Escuche: Si esta es la Palabra de Dios, y va a ser todo lo que


acabamos de decir, créala y hónrela. De hecho, en el Salmo
138:2 el salmista dijo: “Dios ha magnificado su Palabra
–escuche esto– por encima de todo su nombre”, ¿no es eso
increíble? Dios honra la Palabra. ¿Sabe una cosa? En Éfeso
adoraban a la diosa Diana o Artemis; hombre, le digo una
cosa, pensamos en la diosa Diana, usted sabe, como algo
hermoso, esbelto; la diosa Diana era una bestia horrible, fea,
negra, que era una de las cosas más horrendas que jamás ha
visto usted; pero adoraban a esa cosa tan horrible al ojo, ¿y
sabe por qué?, porque había una superstición que decía que
había caído del cielo, y si caía del cielo era digna de honor.
Permítame decirle algo acerca de la Biblia: Cayó del cielo; esa
estatua no cayó; ésta es realmente cayó, es digna de honor,
entonces créala y hónrela. En tercer lugar, quiero decirle:
Ámela. Si todo esto es verdad, más vale que la ame.

El salmista clamó y dijo: “Oh, cuánto amo yo tu ley. Oh, cómo


amo yo tu ley”, Salmo 119, ahí lo dijo; y me encanta el Salmo
19, él dijo: “La ley es más dulce para mí que la miel del panal,
y deseable más que el oro, sí, más que el oro afinado”. Lea el
Salmo 19:7 al 10, una de las porciones más hermosas. Si esto
es lo que dice, entonces créala, y hónrela, y ámela. Y
permíteme darle una cuarta cosa, simplemente para
recordarle lo que dijimos antes: Obedézcala. Si realmente es
verdad, obedézcala; responde a ella, responda a ella, diga ‘sí’
a ella cuando habla, continúe en ella. Siga la amonestación de
1ª de Juan 2:5: “Todo aquel que guardare su Palabra, en él
verdaderamente el amor de Dios es perfeccionado”. Si
realmente es lo que dices ser, entonces créala, hónrela, y
ámela, y obedézcala a cualquier precio. De hecho, en Romanos
6:16 dice: “A quien ustedes se entregan, a quien ustedes ceden
como siervos, ustedes obedecen”. Si ustedes ceden como
siervos a Dios, obedecen a Dios; simplemente es parte del
asunto, obedézcala.

En quinto lugar, y me gusta ésta: Pelee por ella. Si realmente


es verdad, pelee por ella. De hecho, en Judas 3 dice:
“Contendáis ardientemente por la fe”, y la fe ahí significa ‘el
cuerpo de verdad revelada’. Agonice por ella, involúcrese a sí
mismo en una batalla por defender la Palabra de Dios. Si
realmente es verdad, si realmente puede hacer las cosas que
dijimos, créala, hónrela, ámela, obedézcala, y pelee por ella.
Permíteme darle otra: Predíquela. 2ª de Timoteo 4:2, Pablo
simplemente dijo esto: “Timoteo (¿qué?) predica la Palabra”.
Si realmente es verdad, predíquela. Finalmente, créala,
hónrela, ámela, obedézcala, pelee por ella, predíquela. ¿Está
listo para ésta?: Estúdiela. De hecho, a Timoteo le dijo en 2ª
de Timoteo 2:15: “Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que
usa bien la Palabra de verdad”; y la palabra ‘usa bien’ significa
‘cortar derecho’, ‘cortarla derecho’. Córtala derecho, hombre;
estúdiala para que puedas cortarla derecho, interpretarla
apropiadamente; córtala derecho.

Y Pablo estaba usando el lenguaje de un fabricante de tiendas,


y un fabricante de tiendas hacía una tienda usando diferentes
pieles de animales, y él tomaba cada una de esas pieles de
animales y cortaba cada pieza, cada parte de manera
apropiada para que pudiera unir todo. Si usted no corta toda
parte de manera correcta, no va a encajar el todo; y lo que él
está diciendo es que no puedes tener teología sin exégesis;
no puedes tener una teología total del cristianismo, a menos
de que tengas los versículos correctamente interpretados.
Córtala derecho, y eso demanda estudio. Spurgeon dijo: “Todo
cristiano debería estudiar la Biblia hasta que su sangre sea
biblina”. ¿Sabe usted lo que decían de Apolos? Ellos
reconocieron a Apolos en el Nuevo Testamento, dijeron que
era poderoso en las Escrituras. Entonces, mi oración por usted
entonces para comenzar, es que usted estudie la Palabra de
Dios, que la proclame, que pelee por ella, que la obedezca, que
la ame, que la honre, que la crea. Ahora, en nuestros siguientes
dos estudios, vamos a hablar de cómo estudiar la Biblia.

Oremos juntos. Padre, gracias porque podemos acercarnos a


tu libro con tal expectativa, sabiendo lo que hará en nuestras
vidas, y a través de ello podemos glorificarte. En el nombre de
Jesús. Amén.
¿Quién puede estudiar la Biblia?
Escrituras Seleccionadas

Hoy vamos hacer algo que es especial, creo yo. Algunas de


las personas en el personal y los ancianos, sugirieron que
necesitábamos tomar un domingo y hablar del tema de cómo
estudiar la Biblia, debido a que tenemos a tantas personas
nuevas que están llegando a Grace Church, y tantas personas
que realmente tienen hambre de la Palabra y quizá no saben
cómo estudiarla; y aparentemente se ofreció en el último par
de semanas una nueva clase de cómo estudiar la Biblia, y se
llenó tan rápido que todos los que querían entrar no pudieron
entrar, y eso indicó una gran necesidad, y se sugirió que quizá
podíamos hacer eso el día de hoy. Y lo que es interesantes es
que no sabía que esto es lo que estaban pensando, y propuse
que me gustaría hacer eso, y todo el mundo, en cierta manera,
parpadeó y, entonces, quiero compartir en esta mañana, y
esta noche también, cómo estudiar la Biblia, y solo tengo dos
puntos: Quién y cómo.

Esta mañana de ‘¿Quién puede estudiar la Biblia?’, y en esta


noche cómo estudiarla, porque si usted no es la persona
correcta, no importa el ‘cómo’ en esencia. Usted puede tener
toda la metodología para estudiar la Biblia, puede conocer
todas las técnicas, inclusive, tener toda la teoría; pero si su
vida no está bien, no va a percibir lo que Dios quiere que vea;
y entonces, tenemos que comenzar con el ‘quiénes’, después
el ‘cómo’, y es lo que queremos hacer el día de hoy. Y estoy
emocionado por esta noche, porque probablemente va hacer
la noche más práctica que jamás hemos pasado a cerca de
cómo estudiar la Biblia; y como una iglesia que está
comprometida con estudiar la Biblia, creo que usted debe ser
parte de eso, de lo que vamos a decir en esta noche, y creo
que Dios realmente lo va usar. A donde quiera que hemos
compartido estas verdades, Dios las ha bendecido en las
vidas de la gente que las aplican; y van a ver unas cosas muy
prácticas: ¿Cómo abre usted un texto? ¿Cómo entiende los
versículos? ¿Cómo entiende un pasaje difícil? ¿Cuáles son los
buenos recursos?, y demás, y vamos a entrar en eso esta
noche.

Pero para esta mañana, quiero introducir esto, y hablar un


poco del ‘quién’ del estudio bíblico, quién puede estudiar la
Biblia. Siempre me sorprende que usan la Biblia en la escuela
como un libro de literatura, y la gente la estudia para entender
aspectos literarios y sus cualidades, y después están las
sectas que toman la Biblia y tratan de sistematizarla en
inventos religiosos grandiosos. Invariablemente sea que
usted la use como una obra literaria, o sea que le esté usando
como un instrumento para desarrollar algún tipo de sistema
falso religioso, usted va a terminar con errores, porque hay
algunos factores que no están ahí, algunos ingredientes que
son absolutamente necesarios; y eso es básicamente de lo
que queremos en esta mañana.

Algunos de ustedes quizá leyeron de un cierto filósofo


religioso danés que vivió en el siglo XIX sobre llamado Søren
Kierkegaard. Kierkegaard ha dicho muchas cosas en términos
del cristianismo y la religión que no necesariamente
acertaríamos, pero de vez en cuando dice algunas cosa que
también son bastante profundas; y una de ellas –pensé– es
esta declaración que me gustaría leerle. Escúchela, y cito:
“Con mucha frecuencia en su vida de la iglesia, la gente adopta
una actitud del teatro, imaginando que el predicador es un
actor y que ellos son sus críticos, alabando y culpando las
presentaciones. De hecho, la gente son los actores en el
escenario de la vida; el predicador es meramente el motivador
que le recuerda a la gente sus frases perdidas”, fin de la cita.

Creo que él percibe un verdadero problema. Es muy fácil para


usted o para cualquier persona el venir a la iglesia y tratarla
como si fuera un teatro, y se siente, y vea lo que sucede y
después, o alabe o critique lo que pasó, pero tiene razón. El
hecho es que ustedes realmente son los actores viviendo en
el escenario de la vida, y estoy aquí para motivarlos acerca de
lo que deben hacer. Si todo lo que pasa es que usted viene y
evalúa el sermón, entonces ha perdido el punto; pero si usted
viene y aprende de lo que yo hago, lo que usted debe hacer al
llegar a la Palabra de Dios, entonces lo ha entendido. Una
dama me dijo en una de las conferencias, se me acercó y ella
me dijo: “¿Sabes lo que tu predicación me hace?”, y yo dije:
“No tengo idea”, ella dijo: “Me hace que querer estudiar la
Biblia”. Ella lo dijo realmente de manera objetiva, y yo le dije:
“Bueno, creo que es el mejor reconocimiento que jamás
escuchado”. Lo hace querer estudiar la Biblia. Realmente, creo
que ese es el punto.

No estoy para entretenerlo, no estoy aquí para hacer una


presentación que debe ser evaluada; estoy aquí para
estimularlo a que usted haga algo por sí solo, y eso es
aprender la Palabra de Dios y aprende a vivirla; y si usted no
entiende ese mensaje, usted no ha entendido el punto, y lo
que he hecho se ha convertido en un ejercicio en futilidad. El
ministerio en púlpito debe estimular a la gente en la banca; y
la razón por la que estudio y enseño es para estimularlo a que
usted estudie y enseñe.

Y la parte triste de esto, es que hay tantos cristianos que


realmente no hacen eso, realmente no lo entienden y no se lo
enseña a alguien más; y siempre hay distracciones, como
usted sabe; pienso en Pablo escribiéndole a Timoteo y le dijo:
“Timoteo, las cosas que de mí has oído entre muchos testigos,
las mismas encomienda a hombres fieles que puedan también
enseñar a otros”; en otras palabras: “Timoteo, lo que yo te
conté, díselo a alguien más”; porque como puede ver,
Timoteo, en 2ª de Timoteo, en su vida, en ese punto en su vida
cuando Pablo escribió ese libro, estaba comenzado a flaquear,
inclusive, está enfrentando ansiedad, como usted sabe; y
Pablo le había escrito antes acerca de tomar algo de vino por
causa de su estomago, y él estaba comenzando a temer
acerca de su juventud. La gente, en cierta manera, lo estaba
atacando; y entonces Pablo le dice: “No dejes que nadie
menosprecie tu juventud –y él dice– Huye de las pasiones
juveniles”, y Timoteo estaba luchando con su juventud, él
estaba luchando con su problema físico; él básicamente era
una persona tímida, y entonces Pablo le dice: “Dios no nos ha
dado espíritu de cobardía”.

Él estaba siendo perseguido, él también estaba siendo


atacado por algunas personas que estaban promoviendo el
error, que tenían mucha influencia, y que habían invadido la
iglesia Efesia, y estaban propagando algunas genealogías, y
algún tipo de filosofía muy influyente que realmente él no
podía enfrentar; y entonces él estaba comenzando a flaquear,
y estaba aventando la toalla, estaba renunciando, y Pablo le
dice: “Mira, no puedes detenerte. Se ha invertido demasiado
en ti. Todo lo que te he encomendado, te lo he encomendado
para que se lo des a alguien más”, y ese es el punto. El
domingo pasado usted tuvo la oportunidad de escuchar a mi
padre, quien hizo un gran compromiso en mi vida, me dio
muchas cosas para transmitirla a otros; su padre le dio cosas
para transmitirle a otros, y lo que yo tengo que transmitir; y
cuando se lo transmito a usted, usted tiene que tomarlo y
desarrollarlo, y aprenderlo, y se lo va a transmitir a alguien
más; y como puede ver, es una carrera de relevos, todos
estamos involucrados.

Ahora, en semanas recientes, terminamos con nuestro


estudio de Efesios, y hablamos de la espada del Espíritu, y lo
importante que es que sepamos y conozcamos la Palabra de
Dios para pelear contra el enemigo. Debemos estudiarla por
nosotros mismos y estudiarla para transmitirla a otros, para
que ellos también puedan conocer la victoria que la Palabra
de Dios trae. Y usted recordará que en ese mensaje acerca de
la espada del Espíritu dije que la Biblia es una fuente de
verdad, de gozo, poder, guía, crecimiento, consuelo, perfección
y victoria. Una tremenda reserva de verdad. Y en ese entonces,
realmente quería entrar al material de cómo estudiar la Biblia,
pero no tuvimos tiempo, entonces lo voy hacer ahora porque
no quiero simplemente exhortarlo sin instruirlo. No solo quiero
decir: “Estudie la Biblia”, y no decirle cómo, cuáles son las
condiciones.

Quiero que puedan entrar en ella y realmente sea un estudio


productivo. Un joven me escribió esta semana y está
asistiendo en una escuela muy grande, muy carismática en
Estados Unidos; y él me escribió una carta muy interesante, y
dijo: “Me transferí aquí de una universidad liberal. Fui a una
universidad en donde no creen en la Biblia y negaban las
grandes doctrinas”, y él dijo: “Me di cuenta que había una
carnalidad tremenda, y adoraban el intelecto”, y después él
dijo: “Permíteme ser muy honesto contigo. En donde yo estoy
ahora, está la misma la misma carnalidad y adoran sus
emociones”. Él dijo: “¿A dónde puedo ir en donde adoren a
Dios a través de su Palabra?”. Qué gran pensamiento. No hay
nada de malo con el intelecto, siempre y cuando esté sujeto a
la Palabra de Dios; no hay nada de malo con la emoción,
siempre y cuando esté bajo la autoridad de la Palabra de Dios;
pero el centro de todo es la Biblia, la Palabra de Dios.

Y como creyentes, aquí es en donde tenemos que estar; y si


vamos a estar comprometidos como iglesia con la Palabra de
Dios, entonces, tiene que ser una realidad también en su vida.
Ese compromiso tiene que estar ahí. Ahora, para comenzar, si
vamos a estudiar la Biblia, tenemos que estar comprometidos
con el hecho de que necesita ser estudiada, ¿verdad? Digo,
eso me parece ser elemental. Observen conmigo por un
momento, y permítame, en cierta manera, presentarle ese
contexto en su pensamiento. Observe Oseas capítulo 4. Oseas
se está enfrentando una realidad en Israel, y la realidad es
ésta: El pueblo de Dios ha abandonado a Dios, y como
consecuencia, han caído en todo tipo de pecado; se han vuelto
una esposa ramera, una nación adultera, violando el voto con
Dios. ¿Y cuál es el problema básico? ¿Cómo sucedió esto?
¿Por qué sucedió? En el capítulo 4, versículo 1 se indica, y en
adelante escuche lo que escribe: “Oíd la Palabra de Jehová,
vosotros hijos de Israel”; podemos detenernos ahí, Oseas 4:1:
“Oíd la Palabra de Jehová, Él coloca Su dedo en el problema”.
Cuando una nación deja de oír la Palabra del Señor, la
confusión y el caos se llevan a cabo, la confusión y el caos se
manifiestan; porque el Señor tiene una controversia con los
habitantes de la tierra porque no hay verdad, ni misericordia,
ni conociendo de Dios en la Tierra; en otras palabras, habían
quitado el cimiento.

Y cuando el cimiento fue quitado, lo que quedó está en el


versículo 2: juramento, perjurar, mentir, matar, robar, adulterio
y sangre tocando sangre. Sangre fluyendo por todos lados.
En otras palabras, usted encuentra el caos nacional del
versículo 2 cuando usted hace a un lado el fundamento de la
Palabra de Dios en el versículo 1. Y le voy a decir algo: En
Estados Unidos la gente está preocupada, está preocupada
por nuestro país, están preocupada por un problema de
crimen que se están incrementado, están preocupados de una
desintegración de la familia, están preocupados por un caos
en el gobierno, están preocupados por el estrés económico y
el caos ahí; y todas estas preocupaciones la gente las tiene
en sus corazones.

Y les voy a decir la verdad acerca de esto: No hay resolución


a ninguno de estos problemas; usted puede cambiar al
gabinete semanalmente si usted quiere, usted puede hacer
eso todo el tiempo; usted simplemente puede meter y sacar
gente a lo largo de la semana, mes tras mes, y años tras año,
y nunca va a eliminar los problemas morales de una nación
como la nuestra, a menos de que haya una reafirmación del
estándar del requisito de la demanda absoluta de la Palabra
de Dios para establecer el paso para este país. Lo mismo en
Israel. Destruye usted una base bíblica, y lo único que usted
va a encontrar es caos; y debido a que no oían la Palabra del
Señor, todo lo malo comenzó a suceder. Y la tierra lloró en el
versículo 3, y toda persona que moraba en la tierra desfalleció,
con la bestia del campo, las aves de los cielos y los peces del
mar también serán quitados; todo sale mal, todo, y todo se
reduce al versículo 6: “Mi pueblo fue destruido (¿por qué?) por
falta de conocimiento, porque rechazan el conocimiento”.

Ahora, cuando un pueblo rechaza la Ley de Dios, el


conocimiento de Dios, abren las puertas al caos. Ahora, así
como es una realidad en una nación en el caso de Israel, es
verdad en la vida de un individuo. Si usted no tiene como la
base de su vida, como la orientación de su conducta, como el
cimiento sólido sobre el cual usted vive, la Palabra de Dios no
hay base, en absoluto. En Proverbios 1, el escritor dice que ‘la
sabiduría clama en las calles, ¿hasta cuándo, oh simples,
continuarán en su simpleza, amaréis la simpleza? ¿Hasta
cuándo continuarán siendo insensatos e ingenuos? ¿Hasta
cuándo rechazarán la Palabra de Dios?”; y dice que presentan
un oído sordo y no oirán. La sabiduría está disponible, y
entonces, como una especie de punto general, estoy tratando
de ver lo importante que es estudiar la Palabra de Dios; este
es el cimiento de todo.

Aquí hay un juez que me escribe, me dice: “¿Qué dice la Biblia


acerca de lo que está bien en una corte de ley?”; un doctor:
“¿Qué es lo que dice la Biblia acerca de lo que está bien, en
términos de cómo disciplinamos a nuestros hijos?”, he
recibido cartas de doctores: “¿Qué dice la Biblia acerca del
aborto? ¿Qué dice la Biblia acerca de la eutanasia? ¿Qué dice
la Biblia acerca de cómo ciertas personas deben ser tratadas
en ciertas situaciones sicológicas y siquiátricas?”. Y
entonces, amados, lo que les estoy diciendo es, como pueden
ver, ustedes no pueden vivir su vida como debe ser vivida, a
menos de que tenga el conocimiento de la Palabra de Dios; y
entonces, es imperativo que seamos estudiantes de su
Palabra. En el Nuevo Testamento, esto se vuelve literalmente
un asunto que llena… El Nuevo Testamento, Romanos 12:2
dice: “Y nos conforméis este mundo, a este siglo, sino
transformaos”.

Ahora, ¿cómo es que usted se eleva sobre el sistema que lo


absorbe? ¿Cómo se eleva sobre la corrupción en la que
vivimos? ¿Cómo es que asciende por encima de la mentalidad
del día? Dice: “Siendo transformados (¿cómo?) mediante la
renovación de su (¿qué?) entendimiento, para que conozcáis
lo que es bueno, para que sepáis cual es la voluntad de Dios
que es buena, aceptable, y perfecta”. En otras palabras, en
primer lugar, necesita conocer y después vivir. Si usted sale
corriendo tratando de vivir sin el conocimiento de la verdad
de Dios, usted va a descubrir que va a chocar con el sistema.
Para poder elevarse sobre él, necesita conocer la Palabra de
Dios.

En Efesios 4:23, el apóstol Pablo dice: “Renovaos en el espíritu


de vuestra mente”; en Filipenses 1:9 él dice: “Para que
abundéis más y más en ciencia y en todo conocimiento”;
Filipenses 4:8 él nombra muchas cosas y después dice: “Si
hay alguna virtud, alabanza, en estas cosas pensad”; en
Colosenses 1: “Aumentando en el conocimiento de Dios”, él
dice; en 2ª de Pedro 3:18: “Antes bien, creced en la gracia y el
conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”; 2ª de
Timoteo 3:16: “La Palabra de Dios es dada para
perfeccionarlo, para que conozca la Palabra, la voluntad de
Dios y lo que Dios quiere para que usted viva”, conocimiento;
en Proverbios 24:13 hay una hermosa declaración acerca del
conocimiento, ahí en el versículo 13: “Hijo mío, come miel
porque es buena, y el panal el cual es dulce para tu paladar;
así también el conocimiento de la sabiduría será para tu alma”,
y a lo largo de Proverbios, 31 capítulos, está el mandato, la
instrucción a aprender la verdad de Dios y vivirla; conocer,
buscar la sabiduría, buscar la sabiduría, busca la sabiduría,
busca la sabiduría, busca la sabiduría una y otra vez.

Y por cierto, todo niño hebreo conforme crecía, era instruido


con el libro de Proverbios para que pudiera conocer los
estándares de Dios para la vida; y entonces, tenemos que
conocer. ¿Y puedo añadir algo? El conocimiento del cual las
Escrituras hablan, no está separado de la obediencia; no
conoce nada de la teoría, no conoce nada del concepto, no
conoce nada de simplemente el intelectualismo de la Sofía
Griega. El pensamiento hebreo de la sabiduría siempre era
conducta. De hecho, para el hebreo, si usted no vivía, usted
realmente no lo conocía. Para la sabiduría griega, ‘esofos‘ era
intelectualizar, era teoría, era conceptual. Pero para el hebreo,
la sabiduría era vida, era vivir, era conducirse de una manera
que estaba de acuerdo con la Ley de Dios; la sabiduría no era
simplemente concebir, la sabiduría era caminar. Entonces,
donde la Biblia nos lleva al conocimiento, y en donde nos lleva
a conocer, y donde nos lleva a la sabiduría, y entender, y
alumbrar, a iluminar, y la percepción, siempre es con miras a
la conducta. Usted realmente nunca conoce hasta que lo vive.

Antes bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios y la


guardan, Jesús dijo: “Si me amáis, guardad mis
mandamientos, porque este es el amor de Dios, que
guardemos sus mandamientos”. En Deuteronomio 5:29, la
Biblia dice: “Oh, que tuvieran un corazón así en ellos para que
me temieran y guardaren todos mis mandamientos siempre,
para que les fuera bien y a sus hijos para siempre”. El Señor le
dijo a Josué que se le demandaba que estudiara y reflexionara
en la Palabra de Dios, y entonces en Josué 1:8 dice: “Este libro
de la Ley… nunca se apartará de su boca ese libro de la Ley,
sino que de día y de noche meditarás en él para que guardes
todo, para que hagas todo lo que en él está escrito porque,
entonces, harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien”. En
otras palabras: “Josué, debes estar comprometido con la Ley
de Dios”, y sabe usted que el caos que existió en Israel cuando
la ley se perdió, y finalmente cuando se encontró y se pusieron
de pies para leerla, se desató un avivamiento conforme
volvieron a encontrar el estándar para la vida; y usted recuerda
las palabras de Isaías: “Porque como están los cielos más
altos que la tierra, así mis caminos están más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos. Porque como la lluvia desciende, y también la
nieve del cielo, y no regresa ahí, sino que… sino que riega la
tierra y la hace germinar, sino que la hace producir, sino que
la riega y la hace producir para que dé semilla al que siembre
pan al que come; así será mi Palabra que sale de mi boca, no
regresará a mí vacía, sino que hará todo lo que Yo quiero, y
prosperará en aquello para qué la envié”.
Dios dice: “Así como la lluvia y la nieva desciende y riega la
tierra, así mi Palabra descenderá y dará crecimiento a su
vida”. Me encantan los Salmos, el himnario del Antiguo
Testamento; y David, claro, era un hombre con un corazón
adorador. Y en el Salmo 138:2 adoró a Dios por estas palabras:
“Adoraré hacía tu santo templo, y alabaré Tu nombre por Tu
misericordia y por Tu verdad. (¿Por qué por tu verdad?) Porque
tú has engrandecido Tu nombre y Tu Palabra sobre toda las
cosas”. En otras palabras, David dice: “Dios, te adoraré en
base a tu verdad”. Hemos hablado acerca de eso en el pasado.
Usted ni siquiera puede adorar a Dios, no importa que tan bien
intencionado eso sea en su propia mente; usted
verdaderamente no puede adorar a Dios, a menos que usted
lo adore de acuerdo con la verdad. Aquí habían personas en el
Monte Gerizim tratando de adorar a Dios, en Juan 4, y Jesús
dijo: “Deben adorar al Señor en espíritu, sí, pero en verdad”;
usted no puede inventar sus propios medios; como Saúl,
usted no puede ofrecer al Señor muchos animales que usted
le robó en contra de sus mandamientos, y después decir:
“Bueno, estoy sirviendo al Señor”, y el profeta le dijo: “Puedes
estar pensando que estás sirviendo a Dios. Él dijo: ‘No a esos
animales’. Tú nunca vas a colocar a un hijo en el trono”, y
maldijo su descendencia.

Dios no quiere una adoración auto-estilizada, Él la quiere


según su Palabra. En el Salmo 119, uno de los poemas más
majestuosos en todas las Escrituras, casi todos los 176
versículos nos enseña la necesidad de la obediencia a la
Palabra de Dios. En el versículo 1 y 2, el Salmo entero
comienza: “Bienaventurado son los perfectos de camino que
andan en la Ley de Jehová. Bienaventurado los que guardan
sus testimonios, y con todo el corazón le buscan”; y usted
sabe lo que dice en el versículo 11: “En mi corazón he
guardado tus mandamientos para no pecar contra ti”. Y
entonces, encontramos que las Escritura nos llama a
obedecer la Palabra. Ahora amados, el estándar está allá
arriba, como pueden ver; simplemente les he dado Escritura,
tras Escritura, tras Escritura; la importancia de la Palabra. Y,
¿puedo pedirle que haga un pacto en su corazón? No quiero
ponérselo, solo quiero que lo haga porque está bien. Dice
usted: “Esto del estudio bíblico es un trabajo duro”, sí, pero
esas cosas están escritas para que su gozo sea (¿qué?)
cumplido. ¿Quiere gozo completo en su vida? Esa es la razón
por la que Dios escribió esto. ¿Hará usted un pacto? Y le voy
a dar un pacto para que usted no tenga que pensar o inventar
uno. Esto es un pacto hecho por Josías hacía el rey, y Dios
realmente lo bendijo por ello.

En 2ª de Crónicas 34:31: “Y el rey se puso en su lugar e hizo


un pacto delante el Señor”, que Dios bendiga su corazón. Este
joven Josías es como un haz de luz en medio de la oscuridad
del pasado antiguo de Israel, un hombre piadoso; él hizo un
pacto delante del Señor. Ahora escúchelo: “A ir en pos de
Jehová, a guardar sus mandamientos y sus testimonios y sus
estatutos con todo su corazón y con toda su alma, y hacer las
palabras del pacto que están escrita en este libro”, Josías dijo:
“Dios, mientras yo viva este día, me comprometo, juro
aprender y vivir tu palabra”. Esa es la razón por la que él hizo
una diferencia; esa es la razón por la que él fue diferente de
todas las personas que vinieron antes y después de él. ¿Está
dispuesto hacer ese pacto? Esta es la Palabra de Dios.
Estúdiela como Dios le ha mandado a hacerlo. Ahora,
específicamente ‘quién’ por esta mañana, ¿quién puede
estudiar la Biblia? Simplemente le he dado una instrucción
general, un mandato general. Acabo de decir que toda persona
debe estudiar la Biblia.

Ahora, ¿quién la puede estudiar y obtener algo de ella? Dice


usted: “Bueno, tienes que ir a seminario”, “¿En serio? ¿Cuáles
son los requisitos?”, “Bueno usted tiene que tener muchos
libros para hacerlo”, “Bueno, soy demasiado nuevo, no sé.
Bueno, he tratado de entenderlo, pero, hombre, estas palabras,
todas esas palabras son tan difíciles; no la entiendo. Bueno,
mi esposa es buena, pero yo soy flojo, yo soy malo”. ¿Quién la
puede entender? Muchas personas dicen entenderla. Vienen
y le tocan la puerta y le dice que se la van a explicar. ¿Quién
puede entender la Biblia? ¿Cuáles son los requisitos? ¿Cuáles
son los requisitos básicos medulares? Muy bien, aquí vamos,
le voy a dar 5, y después un sexto, un final. Número 1: ¿Quién
puede entender la Biblia? Solo los creyentes, solo los
creyentes. En primer lugar, necesita ser cristiano, un
verdadero cristiano, un creyente nacido de nuevo, regenerado.
Dice usted: “Bueno, ¿me estás diciendo que si no eres
cristiano, no puedes entender la Biblia?”, eso es correcto,
permítale mostrárselo. 1ª de Corintio 2:14, quiero llegar un
poco hasta eso, así que permítame comenzar en el versículo
10. Esto es algo tremendo, un principio tremendo; pero Dios
–ahora observe esto– nos la reveló por su Espíritu. Ahora, el
‘la’ se refiera a las verdades de Dios, los principios de Dios, o
la revelación de Dios, o la Palabra de Dios.
¿Quién la recibe? Dios nos la reveló por su Espíritu. Ahora,
quiero que observe esa pequeña frase ‘nos la reveló’, ‘nos’,
esa palabra en el versículo 10. Ahora, eso no podrá aparecer
demasiado importante en español, pero en el griego es…
porque en el griego viene al principio de la oración, ‘a nosotros’
y está en la forma enfática; y lo que Pablo está diciendo es
que la revelación de la verdad de Dios es ‘a nosotros’, y ‘en
nosotros’ se refiere a creyentes –observe esto– en contraste
a aquellos a los que se ha estado refiriendo, porque desde el
1:18 hasta el 2:9, él está hablando acerca de lo ignorante que
son los filósofos del mundo en relación con la Palabra o con
la verdad de Dios, no la pueden conocer, ¿por qué? por el
versículo 9: “Ojo no vio”, en otras palabras, no lo pueden ver
empíricamente, no pueden descubrirlo mediante el
descubrimiento; en segundo lugar, ni ha entrado en su
corazón, no pueden descubrirlo por sus propios sentimientos,
su propia emoción, o sus propios pensamientos o su propia
experiencia espiritual.

No está disponible externamente, no está disponible


internamente, no importa lo erudito el filósofo pueda ser, ¿por
qué?, porque Dios no las ha revelado, no a ellos; esa es la
implicación. No está disponible. Hay personas en el mundo
que hablan sabiduría humana; los príncipes de este siglo, él
dice en el versículo 6: “Pero ninguno de los príncipes conocen
la verdad”, versículo 8 dice: “Ninguno de ellos la conocen”. No
está disponible para ellos, ¿por qué?, porque su condición
humana no la pueden conocer. Versículo 11: “Porque qué
hombre conoce de un hombre excepto el espíritu del hombre
que está en él, así también las cosas de Dios ningún hombre
las conoce sino el Espíritu de Dios”. Si un hombre no tiene al
Espíritu de Dios morando en él, no puede conocer nada acerca
de Dios. Ahora, él puede pensar que conoce algunas cosas,
puede tratar de entender algunas cosas, pero realmente no
puede conocer, no en el sentido de conocer y vivir esa verdad
en la vida; pero en el versículo 12 dice: “Pero nosotros hemos
recibido no el espíritu del mundo”, el espíritu del mundo es
simplemente la idea de la razón humana, es una paráfrasis
para la razón humana; no dependemos de la razón humana,
sino del Espíritu de Dios, y debido a Él, nosotros conocemos
las cosas que nos han sido dadas de manera gratuita a
nosotros por parte de Dios; y después el versículo 14 lo
resume: “Pero el hombre natural –ahora observe esto– no
entiende, no recibe las cosas que son del Espíritu de Dios
porque para él son locura y no las puede (¿qué?) entender,
porque se han de discernir espiritualmente”. Si usted no es un
creyente, usted realmente no puede percibir con
entendimiento; y el resultado, la verdad de la Palabra de Dios.

Es lo mismo en la analogía del versículo 11, un hombre no


puede conocer nada acerca de sí mismo, a menos de que lo
conozca en su espíritu; en otras palabras, su cuerpo no lo
puede conocer. Ilustración: Un cuerpo no conoce nada porque
no tiene espíritu. Un hombre sin el espíritu de Dios es como
un cuerpo físico muerto; no puede conocer tampoco nada.
Eso es lo que es la muerte espiritual es, la ausencia del
conocimiento de Dios por la ausencia, o debido a la ausencia
del Espíritu de Dios; y, entonces, sin conocer a Cristo, usted
no puede conocer la Biblia. Y eso es lo que es tan triste acerca
de las sectas y demás; vienen e inventas estas ideas
complejas de supuesta teología, y debido a que ni siquiera
conocen a Dios para comenzar, debido a que niegan a
Jesucristo, están perdidos sin esperanza, y la confusión
simplemente se incrementa, confusión sobre confusión. La
verdad solo está disponible para aquellos que conocen y
aman al Señor Jesucristo.

Martin Lutero dijo:” El hombre es como un pilar de sal, él es


como la esposa de Lot, es como una piedra o como un madero,
él es como una estatua sin vida, la cual no tiene ni ojo, ni boca,
ni sentido, ni corazón, hasta que ese hombre es convertido y
generado por el Espíritu Santo. Y hasta que eso sucede, el
hombre nunca conocerá la verdad de Dios”, fin de la cita.
Entonces, simplemente lo aliento a que entienda que el meollo,
la médula para conocer la Biblia es que usted conozca a Dios
a través de Jesucristo. Ahora dice usted: “Pensé que nos iba
a decir como estudiar la Biblia, esto es simplemente
predicación”. Escuche, le voy a decir eso en esta noche, pero
quiero que sepa lo que dije antes. Si usted no lo sabe, si usted
no entiende lo requisitos, el método no significa nada; esto es
básico. El corazón creyente va a entender. ¿Y sabe una cosa?
Esto es subrayado por las palabras de nuestro Señor de una
manera tan profunda como en ningún otro lugar en la Biblia;
en Juan 8:44, Él le dice a los fariseos, les dice: “Vosotros soy
de vuestro padre el diablo”, y después Él hace una declaración
asombrosa diciéndoles, Él dice: “El diablo habla mentiras”, y
después dice en el versículo 45, esto es algo impresionante:
“Porque Yo les digo la verdad, ustedes no me creen”, esto es
sorprendente.

En otras palabras: “La razón por la que no me creen es porque


Yo les estoy contando la verdad, les estoy diciendo la verdad,
y esto es algo que ustedes no pueden entender”. Ahora, ese el
estado del hombre regenerado, de un no regenerado; esa es
la condición de un incrédulo. Usted lee, habla la verdad y no la
recibe porque es la verdad y no la pueden entender. Hay un
segundo principio. Para estudiar la Biblia, usted debe ser
diligente; no solo nacer de nuevo, sino diligente, diligente; y
este es un gran pensamiento: ser diligente. Usted no puede
estudiar las Escrituras de manera ligera, tiene que haber un
compromiso con ello. Permítame mostrarle lo que quiero
decir. En Hechos 17, Hechos 17, recordará usted que el
apóstol Pablo estaba moviéndose en su ministerio a los
gentiles, viajando a diferentes lugares; él había estado en
Tesalónica, procediendo a partir de ahí, al sur hacia Berea;
dice en el versículo 10 de Hechos 17: “Y los hermanos
inmediatamente enviaron a Pablo y Silas de noche a Berea,
quienes llegando ahí fueron la sinagoga de los judíos; éstos
eran más nobles que los que estaban en Tesalónica porque
recibieron la Palabra con toda solicitud”, y ahora es tan
maravilloso, hombre, aquí hay mentes abiertas; hay un grupo
que está ahí en medio, en ese pequeño espacio; quieren
conocer y sus mentes están… y sus mentes están abiertas,
están listos para recibirla; y escudriñando, escudriñando cada
día las Escrituras para ver si estas cosas eran así; por lo tanto,
muchos de ellos creyeron.

Eran más nobles que el resto porque eran diligentes en su


estudio, y yo creo que eran verdaderos santos del Antiguo
Testamento; yo creo que ellos conocían a Dios bajo los
términos del Antiguo Testamento, y ahora sus corazones
fueron abiertos cuando el Evangelio llegó en su apertura a
recibir, y escudriñaron diligente. Por cierto, el término para
‘escudriñaron’ o ‘examinaron’ es un término judicial que
significa ‘una investigación’; realmente se metieron en esto,
investigaron para ver si era verdad. Amado, usted no puede
estudiar la Biblia de una manera ligera, superficial. En 2ª de
Timoteo 2:15 dice: “Procura con diligencia –y usa palabra
tremendamente fuerte– Procura con diligencia presentarte a
Dios como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa
bien la Palabra de verdad”. Escuche, usted necesita ser
diligente en su estudio Bíblico, ¿por qué?, para que usted
pueda cortarla derecho, trazarla derecho; porque si usted no
lo hace, va a tener algo de que avergonzarse y usted no será
aprobado. Oh, esa palabra ‘aprobar’ es una gran palabra
‘dokimos’, ‘dokimos’, ‘probado’, ‘mostrado’, ‘se muestra de
que es una calidad alta’; un cristiano de alta calidad, un
cristiano probado, que no tiene fallas por las cuales se va a
avergonzar como alguien que es diligente en estudiar la
Palabra de Dios, que la traza derecho.

La palabra ‘usa bien’ o ‘corta derecho’ literalmente ‘cortar


derecho’, y Pablo estaba haciendo tiendas y esa era la palabra
que él usaba porque él solía hacer tiendas a partir de pieles de
cabra, y él cortaba las partes para que encajaran con el todo.
Él no hizo una… él no hizo una tienda de una cabra, no había
una súper cabra; entonces, tenía que cortar a las pequeñas
cabras y hacer que encajaran junta, ¿se da cuenta? Y él
encajaba todas esas piezas juntas, y la parte diligente de lo
que Pablo está diciendo es que usted tiene que cortar derecho
toda porción de las Escrituras, de lo contrario, el todo no va a
unirse. Ustedes, señoras, no pueden hacer un vestido cuando
ustedes cosen, a menos que toda parte esté cortada de
manera apropiada. Y en términos teológicos, diríamos que
usted no puede ser un teólogo a menos que sea un exegeta;
usted no puede entender el todo a menos de que entienda las
partes; y entonces, debe de enfrentar la Palabra de Dios
cortando de manera derecha toda porción, y después
encajándolo con el todo, y eso demanda trabajo.

Como le dije antes, G. Campbell Morgan decía: “95% de la


inspiración es perspiración, es trabajo”. En 1ª de Timoteo 5, la
Biblia indica esto conforme a escribe acerca de los ancianos;
dice: “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por
dignos de doble honor, mayormente los que trabajan duro en
la Palabra”, y usan ‘kopiao’ el cual es un verbo griego que
significa ‘trabajar al punto de sudar y estar exhausto’. Y, oh, él
dice: “Honra a esos ancianos que trabajan duro en las
Escrituras”, es labor; tiene que haber un compromiso con la
diligencia, el trabajo duro de escudriñar las Escrituras. Y
entonces, para comenzar, si usted va a ser un estudiante de
la Biblia, si usted va aprender las Escrituras, y hacer que en su
vida haya un compromiso personal, primero tiene que nacer
de nuevo y conocer a Jesucristo para que tenga el Espíritu
residente para que le enseñe; y, en segundo lugar, debe ser
diligente. En tercer lugar, quizás este debe ser el ápice de
nuestros pensamientos, debe tener un gran deseo, deseo; no
va a suceder por accidente, de hecho, nada jamás sucede por
accidente; ciertamente, ¿no?, volverse un buen estudiante de
la Biblia, tiene que desearlo.

1ª de Pedro 2:2: “Desead como niños recién nacidos la leche


espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis”. Un bebé
desea una cosa: leche; eso es todo, eso es lo único que un
bebé desea, no le importa nada más; no le importa de qué
color son las cortinas, la alfombra, no le importa en qué
habitación está, no le importa de qué color son las botas, ni
tampoco la pijama, no le importa nada. Usted puede hacer lo
que quiera ahí en la casa; al bebé no le importa qué tipo de
carro compra usted, al bebé no le importa qué come usted; el
bebé quiere leche, eso es todo; dele la leche, y enfrente con
las consecuencias, eso es todo. Un bebé solo piensa en una
cosa y eso es lo que Pedro está diciendo, él está diciendo: “Así
como un bebé desea leche y solo leche, y está inmerso,
consumido por la leche, así también debe ser su hambre por
la Palabra”. ¿Y sabe una cosa? La gente a veces, como usted
sabe, me pregunta por qué estudio la Biblia; y no sé de dónde
obtuve eso, pero en algún punto a lo largo del proceso, Dios
me ha dado un hambre por conocer su Palabra.

Con mucha frecuencia un pastor dice, usted sabe: “Su iglesia


ha crecido a partir del estudio de la Biblia. Me gustaría hacer
eso y edificar una iglesia”; pero lo que realmente quieren hacer
es usar la enseña bíblica como una manera de edificar la
iglesia, en lugar de buscar una satisfacción para su propia
hambre; y no funciona como una técnica, tiene que tener
hambre por la Palabra. Me encanta lo que dice en Proverbios
2, Proverbios 2:4 dice: “Si como a la plaza la buscares”, ¿puede
imaginarse cuánto trabaja, qué tan duro trabaja la gente para
encontrar plata, encontrar oro? Esa es la manera en la debería
buscar el conocimiento de la Palabra de Dios. Creo que Job
tiene el discurso más maravilloso en esto, en Job 28, él da
este discurso tremendo acerca de la minería, y después la
aplica a la Palabra; escuche: “Seguro hay una veta para la
plata, y un lugar para el oro en donde lo refinen”. Ahora, Job
hablaba de cómo los hombres trabajan para encontrar oro y
plata. Ahora, hierro es sacado de la tierra, y el bronce es
sacado de la piedra, y él dice: “Hombre, los hombres van a
hacer mucho trabajo para entrar a la minería. Van a llegar al
fin de la oscuridad y buscar toda la perfección; las piedras de
la oscuridad y sombra de la muerte”.

Él dice: “Van a entrar a la tierra, como si fueran topos, a la


oscuridad profundad; y son rodeados por situaciones muy
peligrosas, van hacer lo que tengan que hacer para encontrar
eso. La inundación irrumpe del habitante; inclusive, las aguas
olvidadas por el pie son secadas, están lejos de los hombres”.
La idea aquí es de cambiar la configuración de la tierra, y minar
y escarbar todo esto. “Ellos literalmente –versículo 9– voltean
los montes por sus raíces. Ellos escarban tan profundamente
que cambian la configuración de las tierras. Van a lugares
–versículo 7– en donde ningún ave jamás ha estado, en donde
ningún animal jamás ha estado o ha ido. Los leones nunca
han ido ahí, los leones nunca han pisado ahí, –en el versículo
8– y el león feroz nunca pasó por ahí. Cortan ríos entre las
rocas, y entran en otros lugares –en el versículo 11–, escarban
y encuentran metal precioso”. Simplemente piense en eso
nuestra sociedad.

Escárbanos y cazamos, y vamos a extremos tremendos para


comprar plata y oro, y para que usted se lo ponga en sus dedos
y en nuestros… y en nuestros brazos, y en nuestros cuellos, y
en nuestros oídos todo tipo de cosas así; y todo el tremendo
gasto que se involucra; y estamos involucrados en la minería,
y escarbamos buscando metales preciosos y todas las
diferente cosas que hacemos para llegar a eso. Sin embargo,
con todo el avance, y toda la tecnología, y el lujo, y la plata, y
el oro, y el metal, todo lo que tenemos; una cosa que no
tenemos es sabiduría, y eso es exactamente a donde va Job,
y él lo presenta de manera clara en el versículo 12: “¿Pero
dónde se hallará la sabiduría?; el hombre es tan bueno en
escarbar todo lo demás. ¿A dónde va a ir para encontrar
sabiduría? ¿Y dónde está el lugar del entendimiento?, ¿en
dónde puede usted encontrar el entendimiento en una mina?
Y la profundidad dice: ‘No está en mí’, y el mar dice: ‘No está
en mí’, y usted no la puede comprar por oro, y usted no la
puede obtener por plata, y no puede ser valuada con el oro de
Ofir, o el ónice preciado, o el zafiro; el oro y el cristal no pueden
compararse con ella. Y el intercambio de ella no será joyas
por oro fino. No se debe mencionar el coral o las perlas porque
el precio es más elevado inclusive que el de los rubíes”. Y él
continúa; simplemente no está disponible.

En otras palabras, lo que él está diciendo es que no está en la


tierra del hombre, no está en el ambiente del hombre; en la
economía del hombre, la sabiduría no se encuentra. Pero la
implicación de lo que está siendo dicho en Proverbios es que
el hombre es un insensato, que gasta tanta energía por
encontrar metal, y gasta nada, no gasta nada para encontrar
verdad. Que Dios nos ayude a buscar sabiduría en su Palabra
como los hombres buscan el metal precioso. ¿Tiene un deseo
por su Palabra? ¿Tiene una pasión abrumadora por su
palabra? Job 23:12, me encanta este versículo, él dijo: “He
atesorado las Palabras de su boca más que mi necesaria
comida”. Si llega al punto de trabajar por mi alimento o
estudiar su Palabra, sería su Palabra. Si llegara al punto de
comer o alimentarme de su Palabra, sería su Palabra, porque
yo la tesoro sobre cualquier otra cosa. Ese es el tipo de
hambre al cual el salmista debió haberse referido cuando dijo:
“Oh, cuánto amo yo tu Ley”, él dijo en el Salmo 19. “La verdad
es dulce más que la miel para mí, y la que destila del panal”,
entonces debe haber un gran deseo.

Dice usted: “Bueno, no tengo ese deseo”. ¿Cómo tiene usted


ese deseo? Bueno, creo que todas estas cosas que le voy a
mencionar se unen, y realmente no las tiene usted en un vacio;
si usted simplemente ha nacido de nuevo, ese es el primer
requisito, es simplemente el primer requisito. Si usted ha
nacido y es diligente, esos son simplemente las primeras dos.
Si usted ha nacido de nuevo, es diligente y tiene un deseo,
simplemente esas son tres, y hay más, e inclusive hay más. Y
creo que todas se unen, cuando usted es débil en una, va a
fortalecida por otra; así vayamos a la cuarta. Y simplemente
vamos a ver estas últimas dos de manera muy, muy breve. La
cuarta es santidad. Creo que para que pueda estudiar la
Palabra de Dios debe haber santidad. Dice usted:”Bueno, ¿de
dónde sacaste eso?”; bueno, permítame mostrarle dos
versículos, eso es todo de manera muy breve, quiero que lo
entienda.

1ª de Pedro 2:1, y mencioné el versículo 2, pero quiero


mencionar el 1 en conexión con éste: “Desechando, pues
–escuche ahora–, desechando, pues, toda malicia”, ahora la
palabra ‘malicia’ es ‘kakia’ en el griego, significa ‘maldad,’
‘maldad general’. “Desechando, pues, toda malicia, todo
engaño, hipocresía, envidia y toda las retracciones”; en otras
palabras, limpia tu vida, santidad, justicia. Limpia tu vida, que
tu vida esté pura y, entonces: “Desead como niño recién
nacido la leche espiritual no adulterada, para que por ella,
crezcáis”. Si el deseo no está ahí, más vale que regreses al
versículo 1. ¿Ve usted por qué tiene que tomarlas todas?
Usted no va a tener un deseo en un vacío. Si usted nace de
nuevo, y si usted es santo, y es justo; esto es, si está
enfrentando con el pecado en su vida, confesándolo, y
viviendo una vida pura delante de Dios, a partir de esa realidad
de haber nacido de nuevo, a partir de la santidad de su vida,
va a crecer el deseo diligente por estudiar; pero usted no
puede tener uno, y el otro en un vacío. Ahora, quiero que
observe Santiago 1:21 porque dice lo mismo. Escuche esto,
dice al final del versículo 21: “[…] recibid con mansedumbre la
Palabra implantada”, reciba con humildad la Palabra, ese es
un gran pensamiento; reciba con mansedumbre la Palabra;
pero no puede hacer eso, a menos de que usted vaya a la
primera parte del versículo: “Desechando, pues, toda
inmundicia y abundancia de malicia, recibid con
mansedumbre la Palabra implantada”.

La Palabra, como puede ver, no puede hacer su obra en una


vida pecaminosa, porque no es algo conceptual, es una
realidad viviente; no es solo pensamiento, es vida; y entonces,
¿qué es lo que la Palabra de Dios nos está diciendo? ¿Quién
puede estudiar la Biblia? Alguien que ha nacido de nuevo,
alguien que está dispuesto a ser diligente y escudriñar las
Escrituras; alguien que es fuerte, alguien que tiene un deseo
fuerte e intenso por ello, un deseo que nace de la santidad, de
la justicia. Y en quinto lugar, para estudiar la Palabra de Dios
de manera eficaz, debe estar controlado por el Espíritu,
controlado por el Espíritu. He estado leyendo un libro durante
las últimas tres semanas, escrito por un escritor secular,
acerca de una personalidad religiosa muy conocida, bien
conocida; y he estado leyendo a lo largo del libro y él ha estado
hablando, evaluando y criticando y haciendo declaraciones
tremendas acerca de hombre, y otras partes de su ministerio.

Ha sido muy interesante para mí conforme he leído el libro, y


creo que he tenido más que un deseo, una necesidad por este
libro que cualquier otro por mucho tiempo por querer hablar
con el autor. Si pudiera tan solo sentarme con él y preguntarle:
“Ahora, ¿qué quiere decir con esto? O, ¿cómo sabe que esto
es verdad? O, ¿cómo apoyas esto? O, ¿cuál es la base de esta
declaración?”; simplemente he querido hablar tanto con él, y
al pensar en eso, con frecuencia he pensado en lo maravilloso
que es estudiar las Escrituras, y saber que no solo tengo la
página en mi mano, sino que tengo al autor en mi corazón
porque el Espíritu de Dios es el maestro. Observe en 1ª de
Juan 2:20, 1ª de Juan 2:20: “Pero vosotros tened la unción del
Santo y conocéis todas las cosas”. Ahora, dicho esto de
manera sola ese versículo, quizá no tiene mucho sentido; pero
lo que está pasando aquí es que Juan está hablando de falsos
maestros, anticristos; ellos pensaban que sabían todo, y
dijeron: “Sabemos porque tenemos una unción”, esa era su
pequeña frase. “Sabemos porque tenemos una unción,
tenemos una unción especial que nos eleva por encima de
todo mundo”. Y Juan está diciéndole al cristiano: “Oye, tú eres
el que tiene la unción, tú eres el que tiene la unción, ustedes
tienen la unción; no alguna fantasía, no alguna unción
fantástica mística; tienen la unción del Santo y conocen todas
las cosas”.

Y allí en el versículo 27 él explica el mismo pensamiento: “Pero


la unción que recibiste de Él permanece en vosotros”. Sea lo
que sea, esta unción que vive en nosotros, ¿quién es? Es el
Espíritu de Dios. El Espíritu de Dios está viviendo en nosotros,
de tal manera que no necesitamos ningún maestro humano
porque Él nos enseña. ¿Y qué es lo que le está diciendo ahí,
que no necesitamos maestros que enseñe sabiduría humana?
Y lo que él está diciendo ahí es que no necesitamos maestros
que enseñen sabiduría humana, ¿por qué?, porque tenemos
una unción, el Espíritu de Dios; y entonces, amados, es obvio
que necesitamos nacer de nuevo, ser diligentes, tener un
deseo fuerte, vivir una vida santa, y estar lleno del Espíritu,
estar controlados por el Espíritu porque el Espíritu es el que
enseña y aplica la Palabra de Dios. Hay otra cosa –y cierro–,
todo esto tiene que unirse en una atmosfera de oración. Si
usted quiere escribir una sexta, ahí está, y, sin embargo no es
una sexta; podría encerrar un círculo alrededor de la 5, y
encerrarlo todo: Oración.

Yo creo que nuestro estudio bíblico debe nace de la oración.


Tantas veces oro, hago la oración simple: “Señor, conforme
estudio Tu Palabra, enséñame Tu verdad, enséñame lo que
debo conocer”. Nunca llegaré a las Escrituras sin buscar a
Dios en oración; y entonces dice en Efesios 1, Pablo dice: “Oro
por ustedes”, “¿Por qué oras Pablo?”, “Para que el Dios de
nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de
sabiduría y revelación en el conocimiento de Él, para que sean
alumbrados los ojos de vuestro entendimiento, para que
puedan conocer”; escuche, Pablo dice: “Estoy orando por
ustedes”, “¿Por qué estás orando Pablo?”, “Para que puedan
conocer, para que sus ojos puedan ser abiertos, para que
entiendan, para que vean la verdad”. Si Pablo oró porque
nosotros entendiéramos la Palabra de Dios, entonces se nos
instruye a orar también. ¿Quién puede estudiar la Biblia?
Escuche, tiene que ser el ‘quién’ correcto, o el ‘cómo’, no va a
importar. ¿Ha nacido usted de nuevo?, ¿tiene un deseo fuerte
en su corazón?, ¿es dligente?, ¿santo?, ¿está controlado por
el Espíritu?, ¿está orando? Si lo está, puede abrir las páginas
de este libro y Dios va abrir sus verdades a su corazón.
Cuando su vida está bien, entonces el método que vamos a
compartirle en esta noche, y los “cómos” van a ser
productivos y posibles, y realmente van a cambiar su vida
conforme usted estudia su Palabra.

Oremos juntos. Te honramos, Padre, por Tu Palabra; la


disfrutamos, la amamos porque nos habla de Ti. No adoramos
el libro, sino exaltamos al libro porque nos permite adorarte a
Ti; que conozcamos, que sepamos que Tú eres revelado aquí.
Fuera de este libro, todo es misterio. Entonces, la amamos
como el salmista la amó. Que hallemos que su sabor es dulce
como la miel. Oro en este mañana, Padre, por aquellos que
pueden estar con nosotros, que quieren conocer tanto; cuál
es el estándar para la vida, que quieran conocer cuál es
médula, el meollo para vivir, que quieran una autoridad
absoluta; y quizá crean que es la Biblia, pero nunca han
llegado a Jesucristo y no la pueden entender. Oramos hoy
porque Tú los salves, Padre, que Tú abras, tus brazos de amor
y los redimas, que Tú los lleves a la familia; implantes al
Espíritu de Dios en sus vidas para que Él pueda enseñarles Tu
verdad.

Y para los cristianos que están con nosotros, oro por que Tú
avives en sus corazones un gran deseo que nazca de la
santidad, que lleve a la diligencia, conforme el Espíritu de Dios
controla su vida; y todo bañado en oración, Padre, para que
ellos se vuelvan estudiante de la Palabra como Tú quieres que
sean. Dios, que sepamos que este es un libro escrito para todo
hombre. Que en nuestras manos no tenemos un símbolo de
algo, sino la realidad misma, Tus palabras mismas. Que
nuestros corazones estén insatisfechos hasta que se hayan
deleitado diario en tu verdad. Tráenos de regreso junto en esta
noche, Señor, conforme consideramos cómo debemos
estudiar en la áreas prácticas, para que podamos llenar
nuestro entendimiento, y para que este día pueda ser un día
de cambio real en nuestras vidas. Te damos la alabanza en el
nombre de Cristo. Amén.
Cómo estudiar la Biblia
Escrituras Seleccionadas

Esta mañana hablamos del hecho de que hay algunos


requisitos para aquellos que quieren estudiar la Palabra de
Dios. La Biblia no es un libro abierto para toda persona; es un
libro abierto solo para aquellos que cumplen con ciertos
requisitos básicos. Y hablamos del ‘quién’ del estudio bíblico,
quién es el que realmente puede entender la Biblia. Y le
presentamos a usted cinco, y después un sexto –el cual fue
la oración–; una persona debe nacer de nuevo, debe ser
diligente en su estudio, tener un gran deseo; tiene que
enfrentar su pecado en su vida para que haya una santidad
manifiesta; y la llenura del Espíritu de Dios, quien realmente
es nuestro maestro. Y conforme usted examinó su vida, si
usted entiende esas prioridades, y está dispuesto a
comprometerse con esas prioridades, y bañar todas estas en
oración, entonces usted es la persona que puede entender la
Biblia, usted es la persona a quien Dios le abrirá las páginas
de su libro y darle la verdad.

Ahora, estoy de acuerdo que inclusive el ‘no regenerado’, el


hombre no regenerado, puede entender un poco de la historia
de la Biblia, puede entender algunas de las palabras en la
Biblia, pero nunca tendrá un conocimiento bíblico en el sentido
de que se manifieste en su vida; puede obtener algo de
conocimiento mental al leer, entender y estudiar hasta cierto
punto, pero nunca será el tipo de conocimiento real del cual
habla la Biblia, porque nunca se manifiesta en su vida. Y
entonces, estamos hablando del hecho de que, a menos de
que cumpla con los requisitos, la Biblia nunca cobrará vida en
su vida, y como consecuencia en la mente, verá, usted nunca
realmente lo entenderá; usted nunca lo entenderá hasta que
se manifieste su vida a nivel diario.

Ahora, dado el ‘quién’ del estudio bíblico, veamos en esta


noche el ‘cómo’. Y es tan difícil el saber dónde comenzar con
este libro incomparable; no sé si usted realmente ha pensado
acerca de la magnificencia de la Biblia, y qué privilegio
tenemos en estudiarla; pero espero que en esta noche por lo
menos pueda enfocarse en algunas de las cosas tremendas
que le esperan en las Escrituras conforme usted la abre.

Leí hace un tiempo atrás, de la perspectiva de un arquitecto


de la Biblia y quería compartirla con usted, simplemente como
comienzo, y cito: “La Biblia es como un palacio magnífico,
construido de piedra oriental preciosa, constituida de 66
recintos majestuosos; cada uno de estos recintos es diferente
el uno del otro, y es perfecto en su belleza individual. Mientras
que juntos, forman un edificio incomparable, majestuoso,
glorioso y sublime. En el libro de Génesis entramos al
vestíbulo, en donde inmediatamente se nos introduce a los
registros de las obras grandiosas de Dios en la creación. Este
vestíbulo da acceso a las cortes de la ley, por las cuales
llegamos a la galería de retratos de los libros históricos; allí
encontramos colgados en las paredes escenas de batalla,
obras heroicas, y retratos de hombres valientes de Dios. Más
allá de la galería de pinturas, llegamos al recinto de los
filósofos”.

“El libro de Job pasando, el cual llegamos a la sala de música,


el libro de los Salmos, y ahí permanecemos emocionados por
las armonías más grandes que jamás escucharon los oídos
humanos. Y después llegamos al recinto administrativo, el
libro de Proverbios, en el centro del cual está el lema ‘La
justicia engrandece a la nación, pero el pecado es la mancha
de cualquier nación’. Dejando el recinto administrativo,
entramos al departamento de investigación, Eclesiastés;
después al conservatorio, el Cantar de los Cantares, en donde
nos saluda el aroma fragante de los frutos más selectos y las
flores, y los cantos más dulces de las aves. Cuando llegamos
al observatorio, en donde los profetas con sus telescopios
poderosos, están esperando la aparición de la estrella de la
mañana brillante, previa la llegada del Hijo de la Justicia.”

“Y cruzando por el patio, llegamos al recinto de la audiencia


del Rey, los Evangelios, en donde encontramos cuatro retratos
de la vida del Rey mismo, revelando las perfecciones de su
belleza infinita. Y después llegamos al taller del Espíritu Santo,
el libro de los Hechos. Y más allá del recinto de la
correspondencia, las Epístolas, en donde vemos a Pablo y
Pedro, y Santiago, y Juan, y Judas, ocupados en sus mesas,
bajo la dirección personal del Espíritu de Verdad. Y finalmente,
llegamos al recinto del trono, el libro de Apocalipsis; ahí
somos cautivados por el volumen majestuoso de adoración y
alabanza, dirigidos al Rey coronado que llena el recinto
inmenso; mientras que en las galerías adyacentes, y el salón
del juicio, están retratadas las escenas solemnes de
condenación, y escenas maravillosas de gloria, asociadas con
la manifestación venidera del Rey de Reyes, y el Señor de
Señores”. Un viaje rápido por las Escrituras. Oh, la majestad
de este libro de la creación a la culminación, ¡cómo nos motiva
el ser diligentes en nuestro estudio!
¿Cómo lo estudiamos? Número 1: ¿Cómo es que realmente
entendemos la Biblia? Punto 1: Lea la Biblia. Bastante simple:
Lea la Biblia. Aquí es donde el estudio bíblico comienza, con
la lectura; y francamente, muchas personas nunca llegan a
este punto; realmente nunca la leen. Leen mucho acerca de
ella quizás en libros aquí y allá, pero realmente no leen la
Biblia, y no hay sustituto para la lectura de las Escrituras.
Debemos estar totalmente comprometidos con la lectura de
la Biblia, ahí es donde todo comienza; y mi sugerencia es que
trate de leer a lo largo de la Biblia una vez al año. En primer
lugar, usamos el Antiguo Testamento –y me estoy refiriendo
aquí al Antiguo Testamento–, comience usted con el Antiguo
Testamento; trate de leerlo una vez al año. Hay 39 libros, y si
usted lee alrededor de 20 minutos al día más o menos,
dependiendo de qué tan rápido lea usted, normalmente usted
puede terminar el Antiguo Testamento en un año.

Yo recuerdo en el Seminario al Dr. Feinberg quien fue un gran


mentor mío, y un hombre maravilloso de Dios, quien sabía
tanto del Antiguo Testamento, y que solía dejar boquiabiertos
a los alumnos. Uno de los alumnos trataba de sorprenderlo
en algún momento y decirle: “Dr. Feinberg, ¿qué hay en 1ª de
Reyes 7:34?”, simplemente sacando algo del aire; y él, en
cierta manera, como que hablaba en voz baja en su mente en
hebreo, la traducía, y nos decía lo que había ahí. En una
ocasión él me dijo: “Yo trato de leer un libro al día,
simplemente para mantenerme al día con lo que está
pasando”. Yo dije: “¿Qué tipo de libro?”, “Cualquier libro. Un
libro acerca del arte, un libro de historia, un libro acerca de la
vida de alguien; cualquier libro. Uno por día para mantenerme
al día”.
Un día le dije: “Con toda su lectura, un libro al día, y todo su
estudio del hebreo, y escribir comentarios, y enseñar una
carga completa de clases, ¿tiene tiempo para leer la Biblia?”,
y él dijo: “Leo la Biblia. Leo la Biblia cuatro veces al año, y lo
he hecho, y no sé por cuántos años”. Ahí comienza todo, no
hay sustituto para leer la Biblia. Comience con el Antiguo
Testamento y simplemente léalo. Ahora, el idioma hebreo es
un idioma muy simple; noten los conceptos sublimes del
pensamiento griego, no es un… no es un idioma teórico, no es
un idioma conceptual, no es un idioma filosófico con mucha
abstracción; es un idioma muy simple, muy concreto. De
hecho, como un alumno en el Seminario, descubrí que el
estudio del hebreo era infinitamente más fácil que el estudio
del griego; no solo no es un idioma complejo en la mayoría de
los casos, sino que relaciona las cosas en términos muy
concretos y simples; y entonces, puede leer a lo largo del flujo
y la narración del Antiguo Testamento.

En la mayoría de los casos, simplemente al sentarse y


acabarlo de principio a fin va progresando, progresando poco
a poco; y cada año va a regresar y leer una y otra vez el Antiguo
Testamento, y comienza usted a tener una comprensión de lo
que está leyendo. Y yo le sugiero que conforme lee la Biblia,
usted haga anotaciones en el margen, en lugares donde usted
no entiende de qué está hablando, y si usted hace eso, va a
encontrar que algo muy interesante va a pasar; comienza con
muchas cosas, y conforme pasa el tiempo, comience usted a
tacharlas de su margen, porque conforme usted lee y relee, y
conforme usted progresa desde Génesis a Malaquías, va a
encontrar un entendimiento que se va a volver suyo, y va a
responder algunas de las preguntas que usted hizo.

Las que usted no responde en su lectura, puede usarlas para


estudio individual, en un comentario, o alguna otra fuente para
poder entender el significado; pero comience simplemente a
leerla, no se abrume. Oh, ¿cómo puedo aprenderla toda?
¿Cómo puedo entender cada versículo? Simplemente
comience y lea a lo largo del Antiguo Testamento, y esa es mi
sugerencia, que haga esto cada año por lo menos una vez al
año. Ahora, cuando usted llega al Nuevo Testamento, tengo
un plan un poco diferente, y le he compartido esto, pero se lo
voy a dar de nuevo para leer el Nuevo Testamento; y por cierto,
creo que el enfoque primordial debe ser leer el Nuevo
Testamento. Realmente creo –y está basado en las
Escrituras– en Colosenses por ejemplo, en el 1:24, Pablo dice
–más bien en el 25–, que él fue hecho el ministro, ‘según la
dispensación de Dios que le es dada a mí para ustedes, de
cumplir la Palabra de Dios.

Esto es el misterio escondido desde las edades y de


generaciones, que ahora ha sido manifiesto’. En otras
palabras, Pablo dice: “Yo soy llamado por Dios para darles el
misterio que había estado escondido”. Ahora, el misterio
básicamente es la revelación del Nuevo Testamento, y Pablo
dice: “Yo soy apóstol del misterio”, en Efesios 3; entonces, el
enfoque primordial de su ministerio fue la revelación nueva, y
él hace referencia al Antiguo Testamento, siempre y cuando
ilustrara y ayudara a entender y apoyar el Nuevo. Y entonces,
el mensaje del Nuevo Testamento es la culminación de la
revelación; es lo que incluye, es lo que engloba todo lo que
está en el Antiguo, e incluye todo lo que está en el Nuevo.

Y entonces, en un sentido, el Nuevo Testamento va a resumir


el Antiguo Testamento, como también llevarlo a la plenitud de
la revelación, a la totalidad de la revelación. Entonces, cuando
usted lee el Nuevo, debe pasar más tiempo porque explica al
Antiguo, y es debido a que está escrito en griego, en un idioma
mucho más complejo, quizá más difícil en muchos casos de
entender. En algunas ocasiones no es siempre el caso; pero
en la mayoría de los casos es un poco más difícil debido a sus
abstracciones, porque habla en conceptos en lugar de hablar
en historias narrativas; y entonces, tenemos que entregarnos
a una mayor diligencia al estudio del Nuevo Testamento.

Ahora, así es como yo lo he hecho, yo comencé esto cuando


estaba en el Seminario. Yo comencé con 1ª de Juan, y decidí
que leería 1ª de Juan diariamente durante 30 días, y creo que
esa es la manera en la que debe hacerlo. El primer día, usted
simplemente lee 1ª de Juan; y para muchas personas,
sentarse y leer 1ª de Juan, cuando lo hicieron descubrieron
que fue la primera vez que jamás habían leído un libro entero
de principio a fin. Muchas personas creen que la Biblia
simplemente es una colección de versículos. Pero, ¿sabe una
cosa?, yo me acuerdo que cuando era un niño teníamos una
caja de plástico allí en la mesa de nuestra cocina con
versículos adentro, ‘Nuestro Pan Diario’, ese tipo de cosas, y
puede meterlas usted en el orden que usted quería, no
importaba, simplemente lo sacaba, y eso es algo bueno; y
decían: “¡Oh, este es bueno! Este es un versículo maravilloso”,
y podía sacarlos y aventarlos ahí en el aire, y meterlos en el
orden que quería; pero esa no es la manera en la que la Biblia
fue escrita.

Cuando un libro comienza, comienza en algún lugar, y cuando


termina, termina en algún lugar y, mientras tanto, se dirige en
esa dirección; y la mayoría de la gente nunca lee con el flujo.
Usted necesita aprender a leer un libro. Y entonces se sienta,
y lea 1ª de Juan; le toma 25 o 30 minutos, a menos de que
esté usted de lectura remedial, y probablemente le tome
mucho más tiempo; pero de cualquier manera, si usted está
tomando el curso de Evelyn Wood, usted puede hacer esto
cuatro o cinco veces si va a terminar; pero la idea es que usted
lo lee de principio a fin el primer día, el segundo lee y lo vuelve
a leer; el segundo día lo vuelve a leer, tercer día lo vuelve a leer,
cuarto día lo vuelve a leer, quinto día lo vuelve a leer;
simplemente se sienta y lo lee. Ahora, ya para el séptimo u
octavo día, va a comenzar a decirse a sí mismo: “Oh, esto ya
como que está cansándome, ya entiendo esto bastante bien”,
pero esa es la parte difícil, porque si usted se esfuerza y ya
pasan unos 15 o 16 días, llegaba al punto en el que decía:
“Bueno, ya entendí esto, voy a seguir adelante”.

Y me acuerdo que cuando llegué al día número 30 de 1ª de


Juan, dije: “Todavía no entiendo el libro”; y cuando pasaron
90 días después de que terminé, 90 días de leer 1ª de Juan,
seguía. Ahora, después de 30 días, si usted sigue durante 30
días, va a tener una comprensión tremenda del libro. Si alguien
le dice: “¿Usted sabe en dónde es que la Biblia dice que si
confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo?”, usted le va
a decir: “Oh, eso es fácil, 1ª de Juan capítulo 1, la parte
izquierda de la página, ahí en la columna derecha a la mitad”,
porque usted ya puede visualizar eso, va a poder literalmente
ver eso en su mente. La gente con frecuencia me dice: “¿Por
qué usas la versión King James? ¿Por qué no pasas a la Nueva
Versión Americana, a la Nueva Versión Internacional?”, porque
visualizo mi Biblia, encuentro las cosas en donde están en mi
visión.

En otras palabras, mi mente toma un retrato mental de una


página, y le puedo decir, quizá no me acuerde del capítulo en
todo el lugar en la Biblia, pero le puedo decir en dónde está la
página, en dónde, en qué lugar de la página está eso. La gente
me regala una Biblia nueva y estoy perdido; podría terminar
como mormón si cambiara Biblias, y no podría encontrar nada
en otra Biblia. Entonces, lo que debe hacer es leer un libro 30
veces, y al final de esas 30 veces realmente va a tener ese
libro en su mente. Ahora, básicamente esto es lo que yo hago
todo el tiempo que preparo un mensaje, simplemente leo, y
leo, y releo; y leo hasta que el libro entero simplemente cae en
mi mente, en una especie de percepción visual que veo con el
ojo de mi mente. Ahora, mientras estoy haciendo esto –esto
es algo que también sugeriría–, tome una pequeña tarjeta y
escriba el tema principal de cada capítulo, ¿muy bien?

Ahora, conforme usted hace eso, usted simplemente lo


escribe en una tarjeta diariamente conforme lee el libro,
simplemente ve esa tarjeta y ve esa lista, y lo que va a suceder
es que se va a aprender el contenido de los capítulos,
comienza a aprender lo que hay en los capítulos. Ahora dice
usted: “Ya terminé 1ª de Juan durante 30 días, ¿ahora a dónde
voy?”, yo le sugeriría que tome un libro grande en el Nuevo
Testamento. Recuerde que mientras está haciendo esto,
usted está leyendo la narración del Antiguo Testamento,
simplemente leyéndolo unos 20 minutos al día; pero ahora,
usted va a un libro más grande, y le sugiero que de 1ª de Juan
vaya al Evangelio de Juan; dice usted: “Pero esos son 21
capítulos”, es correcto, entonces divídalo en tres secciones;
lea los primeros siete durante 30 días, los siguientes siete
durante 30 días, y los siguiente siete durante 30 días; de tal
manera que al final de esos 90 días, usted realmente ha leído
bastante, y ha dominado el contenido del Evangelio de Juan.

Y por cierto, usted también tiene esa pequeña tarjeta acerca


de los primeros siete capítulos, los siguientes siete, y los
últimos siete, –porque son 21– y ya ha memorizado entonces
el tema primordial o el tema principal de cada capítulo. Ahora,
recuerdo cuando comencé a hacer esto, realmente fue
sorprendente qué tan rápido comencé a retener las cosas en
el Nuevo Testamento; siempre quería asegurarme que no
fuera un discapacitado de concordancia, andando por todos
lados sin poder encontrar lo que había en la Biblia, y tener que
buscar todo en la parte de atrás: “¿En dónde está ese
versículo?”.

Y entonces quería aprender estas cosas, y lo hice con el


Evangelio de Juan después de que hice 1ª de Juan, y, ¿sabe
una cosa?, al día de hoy, y desde cuando lo enseñé también el
Evangelio de Juan y 1ª de Juan, estos otros libros en el Nuevo
Testamento se han quedado en mi mente; pienso en el
Evangelio de Juan, y pienso en el capítulo; alguien me dice:
“¿Usted sabe dónde está ‘Jesús y la vid’?”, capítulo 15; ‘El
Buen Pastor’, capítulo 10; ‘Lázaro’, capítulo 11; ‘El arresto de
Jesús’, capítulo 18; ‘La conversación de Jesús con sus
hermanos’, capítulo 7; ‘Coman mi carne y beban mi sangre’,
capítulo 6; ‘El pan de vida’, capítulo 6; ‘Las bodas de Caná’,
capítulo 2; ‘La mujer en el pozo’, capítulo 4; ‘Nicodemo’,
capítulo 3; y sigue, y sigue el ‘Juicio de los buenos y los malos’,
capítulo 5, versículos 28 y 29, en la parte derecha de la página
hacia abajo, la columna izquierda, ahí, ¿lo ve? Sé en mi mente
en dónde está todo eso, simplemente encaja. La gente dice:
“Oh, qué erudito”; escuche, lo leí 90 veces, ¿verdad?, lo leí 90
veces, y así es como usted aprende, ¿verdad? Isaías dice:
“Usted aprende línea sobre línea, línea sobre línea, precepto
sobre precepto, precepto sobre precepto, un poquito aquí y un
poquito allá”.

Y cuando usted va a estudiar para un examen, usted no toma


su libro y lee las notas una vez, lo cierra y dice: “Ah, ya lo
entendí”, no si usted es normal, no si usted es como yo; usted
aprende mediante la repetición, repetición, repetición; esa es
la manera en la que usted aprende la Biblia. Y después quizá
quiere ir al libro de Filipenses, y quizá quiera aprender el libro
de Filipenses –otro libro pequeño, corto–, y después quizá
quiera regresar a Mateo y después a Colosenses, después de
regreso a Hechos, y dividirlo así, y va de aquí para allá, un libro
pequeño, uno largo, un corto, un largo; dice usted: “Pero va a
tomar mucho tiempo”. No. En aproximadamente dos y medio
años usted habrá terminado con el Nuevo Testamento, ¡eso
es realmente maravilloso! Ahora, usted va a leer la Biblia de
cualquier manera, más vale que usted la lea para que pueda
recordarla.

La mayoría de la gente dice: “Bueno, tengo mis devociones


diarias y leo mi pasaje para el día”, y usted les dice: “Bueno,
¿cuál fue?”, “Eh, déjame ver, eh…”, ¿qué hay acerca de dos o
tres días atrás?, no tengo esperanza; apenas me puedo
acordar de lo que leí ayer. Realmente usted no puede retener
nada al moverse rápidamente; debe repetirlo, y repetirlo, y
repetirlo, y si usted cree que es una Palabra Viva, va a cobrar
vida en su vida conforme lo lee de manera repetitiva. Ahora, si
alguien me dijera: “Bueno, lee el periódico así, o lea alguna
novela de esa manera”, yo le diría: “No estoy interesado”; pero
esto es Verdad Viva, y tiene un efecto productivo en su vida
cuando es leída de manera repetida. Y, ¿sabe una cosa? Si un
gran erudito hebreo, como el Dr. Feinberg, lee a lo largo del
Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento cuatro veces al
año, ¿qué es lo que debo hacer yo?

Pienso en Juan Wesley, quien se levantaba cada mañana de


su vida a las 4:00 de la mañana –escuche esto–, y leía las
Escrituras en cinco idiomas diferentes, para que pudiera
disfrutar cada matiz posible diferente acerca de las Escrituras
que estaba leyendo; y él lo hizo durante tres horas, o algo así,
cada mañana de su vida. Me acuerdo cuando estuve en
Londres y fui a su iglesia, y un hombre nos llevó ahí por una
escalera sinuosa, y nos llevó a esta pequeña habitación a
donde él iba cada mañana, y ahí, en su escritorio, estaban sus
lentes, unos lentes pequeños, y su pequeño Nuevo
Testamento griego, y un par de otros libros; aquellos libros
mismos que Juan Wesley había pasado leyendo cada mañana
de su vida a las 4:00 de la mañana, y creo que allí es donde
todo comienza en el estudio bíblico, exactamente ahí. Ahora,
algunas personas dicen: “Bueno, debes leerla en la misma
versión”; bueno, generalmente sí, apégate a la misma versión
para que puedas familiarizarte; de vez en cuando creo que es
bueno ver otra versión simplemente para poder entenderlo
mejor; normalmente yo leo claro en el King James en inglés,
pero solo para mi propia edificación; invariablemente leo el
pasaje en la Nueva Versión Americana o en la Nueva Versión
Internacional, esas dos creo que son las mejores traducciones
de comparación que están disponibles; y aquí es en donde
usted tiene que comenzar.

Ahora, ese es un método simple, y eso es todo lo que voy a


decir acerca de esto porque creo que es bastante obvio;
simplemente fluya, lea a lo largo del Antiguo Testamento,
puede leer desde Génesis a Malaquías, o puede seguir algún
otro formato que tenga una pequeña agenda de lectura o lo
que sea; pero en el Nuevo Testamento lea de manera repetida.
Y por cierto, como comentario al margen, realmente le va a
ayudar también si usted lee el libro del que está predicando
cuando le estoy predicando; ahora, usted no siempre puede
hacer eso porque quizá pueda leerlo en 30 días, y a mí me
toma cuatro años; pero en algún punto a lo largo del tiempo,
cuando comienzo a leer el libro, comienzo a enseñar un libro,
ese es un buen momento para que usted comience a leerlo.
Ahora, ¿a qué pregunta responde esto? Leer la Biblia responde
esta pregunta: ¿Qué dice la Biblia?; y necesitamos saber eso,
qué dice la Biblia. Bueno, para poder descubrir lo que dice
necesita leerlo, y entonces descubrirá exactamente lo que
dice.

Ahora, le voy a decir otra cosa interesante que sucede, y esto


es simplemente un comentario al margen; pero cuando usted
comienza a leer la Biblia, simplemente leerla y simplemente la
lee, va a descubrir que su comprensión va a incrementarse de
una manera increíble, porque la Biblia explica la Biblia. Ahora,
no sé si usted ha analizado mi predicación; yo sé que
probablemente la ha criticado, y ha determinado si es buena,
mala o indiferente, probablemente tiene una escala de uno a
diez en casa, en su casa, del domingo por la tarde; pero
básicamente si usted analiza mi predicación, y este es el
secreto y lo estoy revelando aquí: Básicamente lo que hago
es explicar la Biblia con otra parte de la Biblia, eso es
invariablemente lo que yo hago; ahora, usted lo sabe y puede
seguir cómo hago eso. Y lo que me metió en esto, fue cuando
un querido hombre me dijo en una ocasión que si quisiera
tener yo un ministerio rico, él dijo: “Aquí hay un libro que debes
tener”, y me dio un libro que se llama ‘El tesoro del
conocimiento bíblico’; ese pequeño libro es un libro que va
por todos los versículos de la Biblia, y le dan versículos de
referencia cruzada que explican el significado de ese texto.

Ahora, usted pensaba que yo tenía todo eso en mi mente,


¿verdad?, ese pequeño libro fue algo tremendo. Este hombre
me dijo: “Tomas tu Biblia y ese libro, y puedes predicar hasta
que mueras”, y es una herramienta tremenda; ¿por qué?,
porque usa la Biblia para explicar a la Biblia, y eso es lo que
sucede cuando usted lee. Entonces, usted está leyendo en 1ª
de Juan, y después pasa a leer el Evangelio de Juan, y dice
usted: “Oye, ahora entiendo lo que él quiere decir en 1ª de
Juan”, porque eso encaja con Juan capítulo 5; o está leyendo
Filipenses y dice: “Ahora entiendo eso porque está explicado
aquí. Bueno, ahora sé lo que él quiere decir con ese concepto
acá porque lo veo por allá”. Y conforme usted está fluyendo a
lo largo del Antiguo Testamento, como hemos visto, por
ejemplo hablamos del divorcio, ¿verdad?
Mateo 5:31: “Habéis oído que cuando un hombre se divorcia
de su esposa, dele los papeles de divorcio. Pero yo os digo
que si un hombre se divorcia de su esposa por cualquier otra
causa que no sea fornicación y comete adulterio…”, etcétera,
etcétera; y ahora usted está leyendo en el Antiguo
Testamento, y llega a Deuteronomio capítulo 24, y ahí usted
encuentra exactamente a qué se estaba refiriendo Jesús; o si
usted está leyendo por ejemplo en Juan capítulo 3, y se dice
a sí mismo: “¿Debes nacer de agua y del Espíritu? ¿De qué
está hablando? ¿El agua y el Espíritu?”, y alguien viene y le
dice: “Bueno, el agua se refiere al líquido amniótico que está
rodeando al bebé cuando el bebé nace; tienes que nacer
físicamente y nacer espiritualmente”. ¡No! Porque los hebreos
no llamaban a eso ‘saco’ o ‘bolsa de líquido amniótico’, ¡eso
está en español!

Dice usted: “Bueno, qué quiere decir el agua y el Espíritu”, al


mismo tiempo usted está leyendo a lo largo de Ezequiel, y
llega al capítulo 36, y encuentra que Ezequiel dice que viene
un día cuando los hombres van a nacer de agua y de Espíritu.
¡Ajá! Ahora lo entendemos; el agua es la Palabra, y el Espíritu
es el Espíritu Santo. Y Ezequiel va a explicar Juan 3. Entonces,
cuando usted comienza a leer la Biblia, usted va a descubrir
que hay muchos huecos que están siendo llenados porque
puede entenderla; y por cierto, yo le digo esto a la gente todo
el tiempo: Dios no escribió un libro para hacerlo tropezar, este
no es un libro que supuestamente tiene algún tipo de verdad
escondida, este no es un libro secreto en donde usted dice:
“¡Ajá Dios! Ya descubrí lo que estás tratando de decir aquí”.
¡No! Debe entenderlo. Y la gente dice: “Oh, lo que hagas, no
leas el libro de Apocalipsis, ese libro es tan confuso”; bueno,
dice en el 1:3: “Bienaventurado y feliz es el que lo lee, y los que
oyen las palabras de esta profecía”; no es tan difícil, pero le
voy a decir una cosa: Usted nunca va a entender Apocalipsis
a menos de que esté leyendo Daniel, Isaías y Ezequiel.

Y entonces, así conforme usted fluye, todo comienza a tener


sentido; y si usted simplemente lee la Palabra de Dios, es
sorprendente qué producción, qué va a pasar en su vida. Muy
bien, segundo principio. El primero es leer la Biblia. El segundo
es interpretar la Biblia, interpretar la Biblia. Ahora, algunas
personas no interpretan la Biblia, simplemente la aplican; van
de la lectura a aplicarla sin interpretarla, no se molestan por
descubrir lo que significa; simplemente leen y aplican. Ahora,
lo primero es leer la Biblia, y va a responder a la pregunta
‘¿Qué dice la Biblia?’. El segundo punto ‘Interpreta la Biblia’,
responde a la pregunta qué significa la Biblia por lo que dice;
leemos la Biblia. Oh, eso es maravilloso, dice eso. Qué
significa por lo que dice, y tenemos que interpretar.

Ahora, tiene que interpretar la Biblia; no puede tomar la Biblia


como una aspirina, no es una tableta. La gente dice: “Bueno,
tuve mis devociones y estaba leyendo yo… Tú sabes, decidí
que esto significa aquello”, ¡no!, tiene que saber lo que
significa. ¿Recuerda al eunuco etíope leyendo en Isaías? Y
Felipe viene y él le dice: “¿Entiendes lo que estás leyendo?”, y
él dice: “¿Cómo entenderé, a menos de que alguien me
enseñare? No lo puedo entender”. Digo, leí un versículo; por
ejemplo usted viene aquí y lee en Colosenses digamos y lee:
“Y vosotros estando muertos en vuestros pecados y en la
incircuncisión de vuestra carne, Él os hizo estar vivos juntos
con Él, habiendo perdonado todas vuestras transgresiones,
borrando el acta de decretos que era contraria a nosotros, Él
la quitó del camino, la clavó a la cruz, y despojando a los
principados y a las potestades, las exhibió públicamente
triunfando sobre ellos; por tanto, ningún hombre os juzgue en
comida o en bebida”. ¿¡Qué!?

Y alguien dice: “Ahí está la palabra ‘transgresión’, y ahí está la


palabra ‘perdonar’. ¿No es maravilloso que Él ha perdonado
nuestros pecados?”, y hasta ahí iba a llegar a usted, si usted
no aprende lo que el resto del texto significa. Y en mucha
predicación es así; seguramente ha oído usted a un
predicador simplemente leyendo versículo tras versículo, tras
versículo, y después entiende una palabra que entiende y
predica durante una hora acerca de esa palabra, y nunca le
dice lo que significa el resto del pasaje; es como un hombre
que dijo: “Primero leo el texto, y después dejo el texto, y en
tercer lugar nunca regreso”. Jeremías 8:1 –muy interesante–:
“Y todo el pueblo se congregó como un hombre en la calle,
que estaba delante de la Puerta de las Aguas. Y le hablaron a
Esdras, el escriba, y le pidieron que trajera el libro de la Ley de
Moisés, la cual Jehová había mandado a Israel”. Muy bien,
van a traer el libro, saquen la Ley de Dios.

Y Esdras, el escriba, trajo la ley delante de la congregación de


hombres y mujeres, y todos los que podían entender el primer
día del séptimo mes; y leyó ahí en la calle que estaba delante
de la Puerta de las Aguas, de la mañana hasta el medio día;
ahora, ahí comienza todo, tiene que leer la Biblia, simplemente
se puso de pie, la leyó, la leyó. Y los ojos del pueblo estaban
atentos al libro de la Ley –versículo 5–, “Esdras abrió el libro
a los ojos de todo el pueblo, y cuando lo abrió todo el pueblo
se puso de pie, y Esdras bendijo a Jehová, al gran Dios, y todo
el pueblo respondió: Amén, amén. Y levantaron sus manos,
inclinaron sus cabezas, y adoraron a Jehová con sus rostros
al piso”. En otras palabras, en respuesta a la lectura
simplemente adoraron al Señor; pero después, en el versículo
8 está la clave.

Entonces, leyeron en el libro de la Ley, y dice ahí: “Y pusieron


el sentido, dieron el sentido, e hicieron que entendieran la
lectura”. ¿Sabe una cosa? Tuve una ocasión este año de estar
en el Concilio Internacional de Inerrancia Bíblica, y estos
grandes eruditos de todo Estados Unidos, unos 250 de ellos,
se reunieron e iban a reafirmar al mundo entero que toda
Palabra de Dios es pura, como dice Proverbios 30; iban a
afirmarle al mundo entero que la Biblia es la verdad absoluta
de Dios, es inerrante en toda palabra. Y durante cuatro días,
conforme presentaron sus proyectos, proyectos de eruditos,
ni siquiera podía entenderlos, simplemente como usted sabe,
una erudición tremenda, y estaban aquí presentando este
volumen inmenso de material, y nosotros estábamos
cargando estos cuadernos monstruosos de notas con estos
proyectos de investigación teológica impresionante y gran
erudición; y estaban hablando de lo importante que era que
nosotros estuviéramos conscientes y nos sometiéramos a la
verdad de que toda palabra en la Biblia es verdad.

Y tuve un seminario al final de la conferencia, y mi seminario


era ‘Cómo es que la inerrancia se relaciona con el ministerio
de la Iglesia”, y yo dije esto: “Me sorprende que en una
conferencia acerca de la inerrancia, en donde todo mundo
está enfatizando lo importante que es toda palabra en la
Biblia, nadie ha dado un mensaje expositivo, el cual trata con
toda palabra”. En otras palabras, ¿por qué estamos peleando
por toda palabra, si nunca nos molestamos por enseñar toda
palabra, o aprender lo que significa? ¿No es suficiente decir
simplemente: “Creemos que toda Palabra es verdad”, y
después escoger una palabra de 45 versículos y predicar un
sermón acerca de esa palabra?”, esa es la razón por la que el
fin definitivo de un compromiso verdadero con la inerrancia
de las Escrituras es la exposición como es dada por Dios.

Entonces, hemos llegado a qué significa la Biblia por lo que


dice; y realmente creo que en muchas maneras esa es la clave
del crecimiento de Grace Church, creo que la gente ha
respondido en muchas… y muchas otras razones, pero una de
las primordiales, la gente ha respondido finalmente a
descubrir lo que la Biblia significa por lo que dice; han estado
en la oscuridad por tanto tiempo, y en cierta manera
simplemente hemos abierto la puerta –usted sabe– y no es
difícil abrirla porque Dios nos ha dado su Palabra para
entenderla, y su Espíritu para que sea nuestro maestro. En 1ª
de Timoteo 4:13, Pablo le dice a Timoteo cómo predicar; esto
es lo que le dice: “Entretanto que voy, entrégate o entrega tu
atención a la lectura, exhortación y enseñanza”.

Ahora, ¿cómo sabe usted lo que él está diciendo? Ahora


escuche esto: él le está diciendo: “Lee el texto (adoctrina),
explica el texto (exhortación), aplica el texto”. No solo lo lees
y lo aplicas, lo lees y después lo explicas, y entonces lo
aplicas. Ahora eso es realmente lo que significa trazar
derecho. Ahora, eso es realmente lo que significa usar bien la
Palabra de Verdad. ¿Y se acuerda usted de lo que le dije en el
sermón del divorcio, cómo los fariseos se habían metido en
problemas porque malentendieron Deuteronomio 24? La mala
interpretación es la madre de la maña francamente de todo
tipo de cosas. Por ejemplo, permítame darle algunas cosas
que están siendo enseñadas en la actualidad en base a
interpretaciones equivocadas. Debido a que los patriarcas
practicaron la poligamia, así también nosotros debemos
practicarla; eso es lo que algunos están enseñando. Aquí hay
otra; debido a que el Antiguo Testamento habló del derecho
divino del rey de Israel, todos los reyes tienen derechos
divinos; pasamos por eso en la edad media. Debido a que el
Antiguo Testamento promovió la muerte de brujas,
deberíamos estar matando las brujas. Debido a que algunas
plagas del Antiguo Testamento eran de Dios, debemos evitar
toda salubridad para no estorbarlo. ¿Qué le parece ésta?
Debido a que el Antiguo Testamento enseña que las mujeres
deben sufrir en el parto como un castigo divino, nunca jamás
se debe usar ninguna anestesia. Ahora, todas esas son malas
interpretaciones.

Alguien no entiende lo que la Biblia realmente está diciendo,


no entiende la situación en la cual fue escrita. Ahora, no es
fácil entender todo esto. Me acuerdo de un hombre que me
dijo: “Estoy tan cansado de tratar de entender la Biblia”, él es
un maestro de Biblia, él dijo: “Estoy tan cansado de tratar de
entender la Biblia”; estaba hablando con él en Hume Lake en
una ocasión, él dijo: “He decidido tomar todo para todo
mundo”. Él dijo: “He probado la ruta dispensacional, y he
probado la ruta dispensacional modificada, y he probado la
ruta de la teología de pactos; y simplemente he decidido tomar
todo para todo mundo”.

Le dije: “¿Cuándo te cortaste la parte de delante de tus


patillas? –yo le dije– El Antiguo Testamento le dice a los
judíos que se las dejen. ¿Es eso para ti? –yo le dije– ¿Cuándo
ofreciste tu último cordero? –yo le dije– Espero que no estés
mezclando el algodón con la lana. ¿Lavas todos los trastes de
tu cocina de manera ceremonial antes de que tu esposa
prepare tu comida kosher? No puedes tomar todo para todo
mundo. ¿Cuándo fue la última vez que trataste de caminar
sobre Hume Lake?”. Como puede ver, no es así de fácil; debe
haber interpretación. Ahora, al manejar de manera correcta la
Palabra, e interpretar la Palabra, hay tres errores que deben
ser evitados, tres errores que deben ser evitados; podría
divertirme mucho con éstas, pero voy a tratar de contenerme.

Número 1: No enfatice un punto, a costa de la interpretación


apropiada. No enfatice un punto, a costa de la interpretación
apropiada. En otras palabras, no haga que la Biblia diga lo que
usted quiere que diga. Es como el predicador que predicó
acerca del hecho de que las mujeres no deben usar un peinado
en el que tengan todo el cabello en la parte de arriba de su
cabeza; y su texto fue a partir de Mateo 24: “No dejen que la
parte de arriba descienda”, en donde dice que los que están
en la azotea no desciendan; eso no es lo que el pasaje está
enseñando; pero bueno, esa es una ilustración absurda, claro,
cómica, pero puede llegar a la Biblia como el hombre que dijo:
“Ya tengo un sermón, solo tengo que encontrar un versículo
para apoyarlo”.
Digo, ya tiene su idea preconcebida, simplemente quiere
encontrar algunos versículos para apoyarla; e invariablemente
–esta es una confesión también–, invariablemente si yo trato
de hacer un sermón, termino forzando la Biblia para que
encaje con mi sermón; pero si trato de comprender un pasaje,
a partir del entendimiento de ese pasaje, fluye un mensaje qué
compartir con ustedes. Entonces, hace mucho tiempo atrás,
me di por vencido al tratar de producir sermones; y ahora trato
de entender la Palabra de Dios, y a partir de ese entendimiento
sale un mensaje; y, ¿sabe una cosa?, usted puede pensar en
algunas cosas maravillosas, se le pueden ocurrir bosquejos
fabulosos e ideas fabulosas, muy interesantes, pero
simplemente tiene que torcer la Biblia para que pueda encajar
un poco para hacer que la Biblia diga lo que usted quiere que
diga.

Los rabinos en una ocasión recuerdo, leyendo el Talmud, los


rabinos en una ocasión decidieron que querían predicar
acerca del mensaje del hecho de que su pueblo tenía que
cuidarse entre sí; y había un problema social, la gente no era
gente amorosa; y entonces dijeron la gran historia en la Biblia
que dice que la gente debe amar a la gente es la Torre de
Babel, y en el Talmud lo interpreta de esta manera; dice que la
razón por la cual Dios dispersó a todas esas personas, y la
razón por la que Dios confundió todo su idioma, fue porque
ellos habían colocado los materiales antes que la gente; eso
no tiene sentido, pero esto es lo que dijeron: Conforme la Torre
de Babel estaba creciendo más y más, se necesitaba que
alguien que cargaba, tomara muchas horas para cargar la
carga de tabiques hasta la parte de arriba, de tal manera que
para que los que ponían los tabiques pudieran colocar sus
tabiques; si un hombre se caía de la Torre conforme iba
subiendo, nadie le ponía atención, ¿verdad?, no perdían ningún
tabique; pero si un hombre se caía conforme iban subiendo,
estaban furiosos porque habían perdido los tabiques, y esa es
la razón por la que Dios dispersó a las naciones, y confundió
su idioma, porque estaban más preocupados por tabiques
que por la gente.

Ahora, ¿sabe una cosa?, debería estar más preocupado por la


gente que por los tabiques, pero eso no es lo que la Torre de
Babel está diciendo, y Dios no los dispersó porque estaban
más preocupados por los tabiques, sino porque estaban
construyendo un sistema religioso idólatra; usted no puede
hacer que la Biblia ilustre su sermón o sus pensamientos.
Entonces, lo que tiene que cuidar es que usted no interprete la
Biblia a costa de su significado verdadero; deje que diga lo
que quiere decir. He oído varios sermones de 2ª de Pedro 2:20,
de cómo puede perder su salvación. Invariablemente usted va
a oír al hombre decir: “Si después de que han escapado de las
contaminaciones del mundo, a través del conocimiento del
Señor y Salvador Jesucristo, se vuelven a enredar en ellas, y
son vencidos por ellas, su postrer estado es peor que el
primero”. Y dicen: “Como puede ver aquí en ese versículo,
puede escapar de las contaminaciones, puede tener el
conocimiento del Señor y Salvador, y puede caer y enredarse,
y su posterior estado es peor que su primero cuando creyó.
¿Se da cuenta? Puede perder su salvación”.

Lo que olvidan es la palabra ‘ellos’, y si usted estudia la


palabra ‘ellos’ al principio, va a descubrir que es el mismo
‘ellos’ en el capítulo entero; y está hablando de los ‘pozos sin
agua’, de las ‘nubes sin lluvia’, de las ‘manchas en los ágapes’,
y usted lo rastrea hasta el 2:1, y está hablando de los falsos
profetas que siguen las doctrinas de demonios; usted no
puede usar el versículo para eso porque no está en su
contexto; de hecho, Pablo tiene una palabra para esto cuando
usted lo hace. En 2ª de Corintios 2:17, él dice: “No somos
como muchos, que corrompen la Palabra de Dios”, y él usa la
palabra ahí ‘kapelos’, y kapelos básicamente tenía que ver
con vender algo, básicamente era una palabra en el centro
comercial, y tiene que ver con vender algo de manera
engañosa, un producto que realmente no es lo que usted dice
ser, falsificarlo; y él dice ahí que hay algunos que falsifican la
Palabra de Dios, la corrompen para que encaje con sus
pensamientos.

¡Hombre! Me sorprende cuando oigo a personas como el


Reverendo ‘A’, y que otros… y estos otros que toman los
versículos de la Biblia y los tuercen, para que diga lo que ellos
quieren decir. La otra noche por televisión escuché un hombre,
él estaba predicando y predicando, y él estaba diciendo:
“Ahora, ¿qué significa la Biblia?”, y después presentó la
interpretación más absurda e increíble, y la gente aplaudió,
pensaron que era maravilloso tener tanta imaginación;
simplemente no fue verdad; tiene que entender el mensaje
correcto. En segundo lugar, tiene que evitar otra cosa: Evite la
interpretación superficial. La interpretación superficial.
Conforme usted estudia la Biblia para aprender lo que dice, no
sea superficial. La gente siempre dice: “Bueno, bueno,
veamos, creo que este versículo significa esto. Bueno, qué
quiere decir este versículo para ti, ¿qué significa para ti?”, y
como usted sabe, muchas veces tiene un estudio bíblico, el
cual no es nada más que un grupo de personas ignorantes,
muchas personas que se sientan sin saber lo que dice el
versículo. Ahora, yo apoyo el estudio bíblico, pero alguien
tiene que descubrir lo que realmente significa, y después
puede discutir el cómo se aplica, pero no ser superficial. 1ª de
Timoteo 5:17 habla acerca de los ancianos que trabajan duro
en la Palabra de Dios; realmente es importante no ser
superficial. En tercer lugar, otro error qué evitar.

El primer error que mencionamos es, no enfatice un punto a


costa de la interpretación correcta. En segundo lugar, evite la
interpretación superficial. En tercer lugar, no espiritualice, no
espiritualice. El primer sermón que jamás prediqué fue un
sermón horrible; mi texto fue: “Y el ángel rodó la piedra”. Mi
sermón era ‘Quitando piedras al rodarlas en su vida’; hablé de
la piedra de la duda, de la piedra del temor, de la piedra del
enojo; de eso no está hablando el versículo, está hablando de
una piedra verdadera; ¡hice una alegoría fabulosa! Escuché un
sermón acerca de que echaron cuatro anclas, y anhelaron el
día; el ancla de esperanza, el ancla de la fe; éstas no son
anclas de nada más que metal; he oído cosas increíbles.

Me acuerdo cuando estábamos haciendo la serie acerca del


movimiento carismático; les conté de una serie del libro de
Nehemías, donde Nehemías representaba el Espíritu Santo, y
los muros caídos eran los muros caídos de la personalidad
humana, y el estanque del rey era el bautismo del Espíritu
Santo, y el material que pegaban los tabiques eran las
lenguas; y lo que Nehemías estaba enseñando es que el
Espíritu Santo quiere venir a su vida, y a través de las lenguas
y el bautismo del Espíritu, reconstruir los muros derribados de
su personalidad humana; ahora, usted tiene que tener mucha
imaginación para terminar con eso. ¡Nehemías se retorcería
en su tumba! Me acuerdo de un hombre que vino aquí para
pedir consejería, y uno de nuestros pastores estaba hablando
con él, y estaban teniendo problemas matrimoniales; creo que
era Jerry y Michelle, y Jerry les preguntó cómo llegaron a
casarse; estaban tan distantes, y él dijo: “Yo estuve en un
sermón en el que nuestro pastor predicó”, “¿Un sermón acerca
de qué?”, “Acerca de los muros de Jericó”, “¿Y qué tienen que
ver los muros de Jericó con el matrimonio?”, él dijo: “Había un
principio espiritual. Usted debe marchar alrededor de algo,
reclamarlo por Dios, marchar alrededor de ello siete veces, y
los muros van a derribarse.

Él dijo: ‘Encuentra a la niña que quieres, marcha alrededor de


ella siete veces, y los muros de su corazón van a derribarse y
cásate con ella”; él dijo: “No, no, eso no es verdad, nadie
predicó eso”, “Oh, sí” dijo él, “No lo puedo creer”. Él le dio su
número telefónico y llamó al predicador, y él dijo: “Sí, prediqué
eso. Y también he sacado otros sermones muy buenos de ese
mismo texto”. Como puede ver, le llamo a eso la ‘predicación
inventiva’ porque usted no necesita la Biblia; usted puede
usar lo que quiera, usted puede usar lo que a usted se le antoje,
usted puede ponerse de pie e inventar lo que quiere; usted no
necesita la Biblia, y usted termina con una historia que los
hace llorar acerca de alguien que vino a casa, ¿se da cuenta?
Usted entiende el mensaje, es fácil hacer eso; y hay muchas
personas que hacen eso con el Antiguo Testamento,
convierten el Antiguo Testamento en un libro de fábulas,
haciendo todo tipo de cosas absurdas, locas que suceden,
inventando todo tipo de cosas absurdas. No espiritualice;
obtenga, entienda, entienda el significado correcto.

No le puedo decir cuántos sermones he oído acerca de este


versículo, Mateo 19, lo mencioné no hace mucho tiempo atrás:
“Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que
un rico entre al cielo”. He oído muchos sermones acerca de
eso, y dicen: “Ahora, ¿cómo puede un camello entrar por el ojo
de una aguja? Bueno, sabemos que si usted pudiera arreglar,
ordenar todas las moléculas de un camello en una línea
derecha…”, ahí es cuando me caí, ¿me entiende? ¿Se da
cuenta? O el otro es: “Bueno, usted como puede ver, la palabra
para camello en el griego, y la palabra para hilo en el griego,
tienen una diferencia de una letra, y un escriba lo invirtió;
debería ser ‘un hilo a través’, o ‘por el ojo de una aguja’”; o de
otra manera, oí de esto: “Había una puerta en la ciudad de
Jerusalén llamada la Puerta de la Aguja, y era una pequeña
puerta por la que los camellos entraban”. Ahora, dígame usted,
¿por qué alguien construiría una pequeña puerta para que los
camellos entraran por ahí?

Y en segundo lugar, nunca ha habido un arqueólogo sobre la


faz de la tierra que encontró esa puerta. Lo que Jesús está
diciendo es esto: “Es más fácil que un camello entre por el ojo
de una aguja, que un rico entre al cielo”, o al Reino de Dios.
¿Sabe por qué dijo eso? Él dijo, porque los judíos creen que
entre más dinero tiene usted, más dinero coloca usted en el
tesoro (en donde depositaban sus ofrendas); entre más dinero
tenían, entre más sacrificios compraba usted, entre más
sacrificios compraba y entre más dinero colocaba usted ahí
en la ofrenda, más cerca estaba usted del Reino de Dios; de
tal manera, que entre más rico era usted, tenía más
oportunidades de estar en el Reino. Y lo que Jesús está
diciendo es que: “El hombre más rico en el mundo, no puede
entrar a mi Reino; así como usted no puede hacer que un
camello entre por el ojo de una aguja”.

Y los discípulos respondieron diciendo: “¿Quién entonces


puede ser salvo?”; ellos entendieron el mensaje. “¿Quieres
decir que no puede ser salvo? ¿Ni siquiera un hombre rico
puede ser salvo?”, y después Jesús dijo: “Para los hombres
esto es imposible”; y lo que él estaba tratando de decir era:
“Es imposible que un hombre rico pueda comprar su acceso
al Reino. Es igual de imposible como tratar de meter a un
camello por el ojo de una aguja”, eso es exactamente lo que él
quiso decir. Pero después él se volteó y dijo: “Pero con Dios,
todas las cosas son posibles”; él estaba tratando de
mostrarles que, de acuerdo con su capacidad humana, no
podían hacer lo que Dios podía hacer en su poder. Entonces,
tres cosas que debe evitar: No malinterprete para sus
propios fines; no enfatice un punto a costa de una
interpretación apropiada, evite una superficial; y no
espiritualice, ni alegorice. Ahora, para poder interpretar
apropiadamente la Biblia… Y vamos a ver esto rápidamente.

Para poder interpretar apropiadamente la Biblia, ¿qué es lo


que tiene que hacer? Bueno, tiene que construir un puente
sobre algunos valles, ¿muy bien? Esto no es un nuevo libro,
¿verdad?, este libro ha existido durante algunos años; partes
de él, tanto como 4,000 años, entonces ha existido por un
tiempo. Ahora, ¿cómo entendemos lo que han estado diciendo
y qué estaba pasando en la escena? Tenemos que construir
un puente sobre cuatro valles. En primer lugar, está el valle
del idioma; hablamos español; la Biblia fue escrita en hebreo
y griego, unas cuantas partes en arameo, lo cual es muy
parecido al hebreo; pero tenemos una distancia del lenguaje
que tenemos que cruzar; y entonces me oye con frecuencia
usar una palabra griega y explicar esa palabra, de lo contrario
no la entendería. Por ejemplo, en 1ª de Corintios 4:1, Pablo, el
apóstol, dice: “Así pues, téngannos pues los hombres como
ministros de Cristo”, y decimos: “¡Hombre! Pablo no es
ministro de Cristo”, y esa palabra ‘ministro’, pensamos en
primer ministro, ministro de defensa en español, usted sabe.

El ministro es algo elevado, un término digno; pero la palabra


griego es ‘juperetes’, significa ‘un esclavo de tercer nivel en
un barco’; el hombre que está hasta abajo, que está
encadenado a un pedazo de madera, no haciendo nada más
que esto. Él dice: “Cuando se presente lo que yo hice, que se
diga que no fui nada más que un esclavo de tercer nivel de
galeón para Jesucristo”. Como puede ver, usted nunca
obtendría eso de los términos en español, ¿por qué?, tiene que
construir un puente para poder cruzar la distancia del idioma,
tiene que cubrir mucho espacio, y esto es algo muy, muy
necesario. Por ejemplo, si usted estudia el libro de Hebreos, la
palabra ‘perfección’ puede confundirse de manera total al
comprender el libro de Hebreos, a menos de que entienda que
la perfección tiene que ver con la salvación, no con madurez
espiritual; pero eso es lo que usted tiene que descubrir
conforme usted estudia las palabras, los términos y su
relación en el texto, es muy importante hacer esto.
Y por cierto, si usted quiere estudiar las palabras en la Biblia,
el Nuevo Testamento en particular, adquiera alguno de los
diccionarios de Vine, es algo muy útil para alguien que no
conoce el griego; usted puede consultar toda palabra en inglés
y en español, y le va a decir, le va a dar el significado en griego
y demás; realmente le va a ayudar como un estudiante de la
Biblia. También una buena concordancia le va a ayudar;
Strong, particularmente Strong es útil. En segundo lugar, tiene
construir un puente para cubrir la distancia cultural, ¿muy
bien? Las culturas son diferentes, digo, muy, muy diferentes;
si no entendemos la cultura de la época en la cual la Biblia fue
escrita, nunca entenderemos su significado. Por ejemplo, ‘en
el principio fue el Verbo, y el Verbo era Dios, y el Verbo era con
Dios’, ¿qué significa eso? ¿Por qué no simplemente dijo:
“Antes de que Jesús naciera, ya estaba en el principio?”, ¿por
qué lo hizo? Eso habría resuelto muchos problemas para
nosotros.

Pero, como puede ver, él usó el ‘Verbo’, porque ese era el


lenguaje que se usaba en la época; y él le estaba diciendo a
los griegos: “Aquello que causó que todo ese poder cósmico,
no es ningún otro que el Verbo que se hizo carne”; y al judío el
término ‘Verbo’ era siempre la manifestación de Dios, porque
el ‘Verbo’ del Señor, la Palabra del Señor, la Palabra del Señor,
siempre era Dios reflejando su personalidad. Y entonces,
cuando él dijo: “El Verbo fue hecho carne”, o: “El Verbo habitó
entre nosotros”, o: “El Verbo estaba en el mundo”, o: “El Verbo
creó”, él está identificando a Jesucristo, al Cristo encarnado
como Dios. Entonces, en el texto ahí, usted ve que le habla a
la mente griega, y a la mente hebrea con la palabra correcta,
y él cautiva a ambas en ese punto vital, y esa es la razón por
la que él usa esos términos. Y entonces, digo que esto sucede
a lo largo de la Biblia; tenemos que cruzar esa distancia
cultural, y esa distancia del idioma, y es tan, tan importante.

Si usted no entiende el nosticismo que existía en la época de


la escritura de Colosenses, usted no va a entender el libro; si
usted no entiende la cultura de los judaizantes que estaba
entrando en las iglesias gentiles, usted no puede entender el
libro de Gálatas; si usted no entiende la cultura judía, usted no
puede entender el libro de Mateo; debe haber un
entendimiento cultural, y es bueno que usted lea libros que le
ayuden con eso. Edersheim, y algo de Barclay aunque su
teología está mal, algunos de sus conceptos culturales son
muy buenos. En tercer lugar, tiene que cruzar la distancia de
la geografía. Usted lee acerca de que descendieron a Jericó.
¿Cómo que descendieron a Jericó? Bueno, si usted ha estado
ahí, sabe lo que significa descender; ascendieron o subieron
a Jerusalén; Jerusalén definitivamente está arriba, está hacia
arriba a partir de todo lugar, ahí en una planicie que está
elevada.

En 1ª de Tesalonicenses dice que ‘de vosotros resonó la


Palabra del Señor por toda Macedonia y Acaya’; lo que es
sorprendente es que resonó tan rápido. Desde el momento en
el que Pablo había estado ahí y se había ido, y había escrito la
carta, poco tiempo ha pasado; y dice usted: “¿Cómo es posible
que los tesalonicenses habían tenido a Pablo ahí en medio de
ellos durante dos semanas, y su testimonio ha alcanzado a
todo el mundo conocido? ¿Cómo pudo suceder eso?”; y
después usted estudia un poco de geografía, y descubre que
pasando por ahí en medio de la ciudad de Tesalónica, estaba
una avenida conocida como la Carretera Ignacia, la cual es la
calle principal de este a oeste; toda persona que pasaba en
ambas direcciones, pasaba por Tesalónica; lo que pasaba ahí,
se trasmitía por todos lados. Y entonces, un poco de
entendimiento de geografía enriquece a la comprensión.

¿Usted entiende que el Señor Jesucristo cruzó el Valle de


Cedrón al Monte de los Olivos a orar? ¿Y usted entiende que
durante el tiempo de la Pascua estaban matando literalmente
a miles de corderos? Estiman que hasta un cuarto de millón
dentro de esa semana pudieron haber sido matados; están
matando esos corderos; la sangre corría por la parte de atrás
del templo, y también por la parte de atrás del Monte Sión, ahí
por el torrente de Cedrón, de tal manera que estaba rojo con
sangre; y conforme Jesús salió de la ciudad, cruzó ese
pequeño torrente, y él habría pisado la sangre de todos esos
corderos sacrificados; un recordatorio tremendo de su propia
sangre que estaba por ser derramada, lo cual quitaría los
pecados del mundo. Y como puede ver un poco entendimiento
de la geografía, el Cedrón y lo que estaba pasando lo
enriquece.

Y pienso en el hecho cuando Jesús resucitó a Lázaro de los


muertos, la noticia se esparció rápidamente en Jerusalén;
¿sabe por qué?, porque Betania se encuentra ahí pegado al
este de Jerusalén, está muy cerca; y lo que pasaba en Betania
estaba tan solo a kilómetro y medio, hasta tres kilómetros
donde estaba el templo, y la noticia se habría esparcido como
un incendio rápidamente; de tal manera, que la gente comenzó
a ver a éste que había resucitado a un hombre de los muertos.
Tenemos que cruzar estos valles: el idioma, la cultura, la
geografía, y uno más es la historia; y si usted conoce algo de
historia realmente ayuda.

Nunca olvidaré cuando estaba enseñando el Evangelio de


Juan, cómo la clave entera para entender la interacción entre
Pilatos y Jesús se basa en el conocimiento de la historia. Si
usted entiende la situación romana, si usted entiende las
cosas torpes que Pilatos hizo cuando llegó a la tierra, cómo él
llegó con sus grandes banderas con la imagen de César en
ellas, y claro, debido a que adoraban al César, y la adoración
del emperador era una religión, eso constituía un ídolo, y
literalmente enfureció a los judíos y enfureció a sus
sacerdotes; entonces, Pilatos comenzó mal desde el principio.
Pilatos después trató de hacer hablar a los judíos, y lo
sorprendieron, lo reportaron con Roma, y casi perdió su
trabajo; entonces, él había deteriorado mucho la relación con
el pueblo de los judíos por lo menos dos veces; más adelante,
hubo un tercer error que él cometió.

Ahora, cuando llegó Cristo, y Pilatos temía a los judíos, y esa


es la razón por la que él permitió que Cristo fuera crucificado,
porque él temía, porque él ya tenía una relación que estaba
tambaleándose con Roma, y él sabía que su trabajo estaba en
juego. Ahora, ese es el tipo de historia que tenemos que
entender para abrir el significado de la Biblia. Ahora, usted
puede entender eso a partir de un diccionario bíblico, eso lo
va a enriquecer. Tiene que interpretar la Biblia, y eso significa
cerrar estos valles. Siempre oye usted a gente decir: “Bueno,
yo no leo ningún libro, yo entro directo a la Biblia”; eso no es
piadoso, eso es torpe, porque tiene que entender las fuentes,
el material de trasfondo para entenderla. Digo, me gustaría oír
a alguien que le diera una exposición clara acerca de Shur,
Moab, Marshall Lal Hasbas, Kalo Carquemish, Migmash, sin
un comentario o un diccionario bíblico; usted va a tener
dificultad en hacerlo, y entonces debemos usar buenas
herramientas.

Ahora, conforme usted interpreta usando las herramientas,


los libros, tiene que cerrar entonces esta distancia de idioma,
esta distancia cultural, una distancia de geografía, y una
distancia de historia. ¿Cuáles son los principios que usa?
Escuche con atención conforme los menciono rápidamente.
El primero, el principio literal; debe usar el principio literal. Le
voy a dar rápidamente cinco de ellos; eso significa que usted
entiende las Escrituras en su sentido literal-normal-natural.
Ahora, van a haber figuras de dicción, pero es idioma normal
también; van a haber símbolos, ese también es idioma normal;
cuando usted llega a pasajes apocalípticos como Zacarías,
Daniel, Ezequiel, Isaías, y Apocalipsis, y ve a bestias,
imágenes, usted sabe que esas son figuras, y usted sabe que
son símbolos, pero expresan –escuche esto– verdad literal;
usted debe entender la Biblia en su sentido natural-normal,
tome el sentido literal-normal-natural.

Y, ¿sabe una cosa? Usted siempre debe preocuparse cuando


alguien viene y dice: “Hay un significado escondido aquí”, y
usan el versículo, “La letra mata, pero el Espíritu da vida”, y de
esta manera quieren este método alegórico; “No nada más
tome lo que dice, vaya detrás del significado escondido
secreto”. ¿Sabe usted quién sabe lo que es? ¡Nadie sabe!
¿Sabe usted quién sabe cuál es ese significado? ¡Nadie lo
sabe! ¡Lo están inventando! Entiéndala en su sentido literal.
En segundo lugar, debemos seguir el principio histórico; la
Biblia debe ser estudiada en su contexto histórico. Ahora, ya
hemos mencionado esto: ¿Qué significó para la gente a quién
le fue hablada o escrita? Un texto sin un contexto
históricamente es un pretexto. Si usted lee Filipenses 1, y lee
acerca de las grandes declaraciones de Pablo ahí, tiene que
saber que cuando él está hablando de que algunos están
predicando a Cristo por contienda y demás, ‘no obstante me
regocijo porque Él es predicado’, tiene que entender el
contexto histórico, o realmente nunca va a entender lo que
hay en su corazón, el principio histórico.

En tercer lugar, el principio gramático. Lo que queremos decir


es que tiene que ver la oración, preposiciones, pronombres,
verbos y nombres; solemos aprender a cómo diagramar una
oración para que pudiéramos descubrir lo que está diciendo.
Por ejemplo, en Mateo 28, ‘La gran comisión’: “Id por todo el
mundo y predicad el Evangelio a toda criatura, bautizándolos
y enseñándolos a que hagan todas las cosas que los he
mandado”. En primer lugar, usted lee ‘id’ –eso se oye como
un verbo–, “id por todo el mundo predicando, haciendo
discípulos, bautizando, enseñando”, todos se oyen como
verbos; pero conforme usted entra a la oración descubre que
solo hay un verbo, y el verbo es ‘mafeteus sete’, ‘has
discípulos’, ‘hacer discípulos’, y no es nada más que un
participio; ‘bautizar’ es un participio, ‘enseñando’ es un
participio, lo cual significa que modifica en el verbo principal.
Lo que ‘la gran comisión’ dice es hagan discípulos, y al hacer
discípulos van a tener que ir, bautizar y enseñar; y si usted
entiende eso, entonces la totalidad de ese concepto sale de
ese texto.
Entonces, eso es estudiar la gramática simplemente para
efectos de ilustración. Permítame darle otra ilustración en
Mateo 18, creo que esta es buena. ¿Cuántas veces ha oído
usted a alguien decir esto en una reunión de oración: “En
donde dos o tres están congregados en mi nombre, ahí estoy
en medio de ellos”? “Amigos, dos o tres de nosotros estamos
aquí, el Señor está aquí”. Escuche, ¿quiere saber algo? Si yo
estoy ahí solo, el Señor está ahí; es correcto, ese versículo no
tiene nada que ver con una reunión de oración; y si usted
estudia el contexto va a descubrirlo, si usted estudia la
gramática que lo rodea lo va a descubrir; lo que está diciendo
es que cuando usted va a disciplinar, cuando va a sacar usted
a alguien de la iglesia, ahí estoy yo en medio, cuando usted ha
confirmado su pecado en la boca de dos o tres testigos, y
usted aprende eso si usted estudió el texto, y entonces tiene
que examinar la gramática pero con mucho cuidado para que
realmente la comprenda.

De hecho, he oído Hebreos 12, me acuerdo cuando era niño,


¡hombre!, oí el sermón más intimidante en mi vida de Hebreos
12, nunca lo olvidé: “He aquí, estamos rodeados de tan grande
nube de testigos”, y este hombre dijo: “Todo mundo te está
viendo”, “¿Qué quieres decir todo mundo?”, “Todo mundo en
el capítulo 11 de Hebreos: Enoc, Abraham, Moisés”, y él sigue
a lo largo de estos grandes héroes de la fe, todos te están
viendo para ver cómo vas en tu vida cristiana; esto es muy
molesto, ¡mi primera reacción es que no tienen nada mejor
qué hacer! ¿Qué va a pasar cuando todos lleguemos ahí?
¿Quién va a estar viendo qué? Eso no es lo que significa. En el
capítulo 11 de Hebreos usted tiene una lista entera de
personas que viven por la fe, y en el capítulo 12 lo que él está
diciendo es que ‘esa grande nube de testigos’ está siendo
testigos de que la vida bendita es la vida de la fe, y ustedes
deben aprender de su testimonio; no tiene nada que ver con el
hecho de que ellos estén sentados ahí en las gradas
observándolo; eso viene a partir de entender la gramática del
texto.

Cuarto, el principio de síntesis. Tenemos un principio


histórico, tenemos un principio literal… Principio histórico,
principio gramatical, y un principio de síntesis; y esto es lo
que los reformadores llamaban la ‘Analogía Scriptura’. Las
Escrituras se unen; en otras palabras –escuche esto–, una
parte de la Biblia no enseña algo que otra parte contradice;
entonces, conforme usted estudia las Escrituras, todo debe
encajar. No puede, por ejemplo, usted está leyendo a lo largo
de 1ª de Corintios, y llega donde habla del bautismo de los
muertos, y dice usted: “Oh, bueno, ahí hay una nueva doctrina.
Si usted se bautiza, puede bautizarse por alguna persona
muerta, y eso los va a salvar”, ahí está, el bautismo para los
muertos. Ahora, espere un momento. ¿La Biblia permite el
hecho de que alguien puede ser bautizado por una persona
muerta? ¿Está esto en algún lugar en las Escrituras? ¿Acaso
eso contradice la doctrina de la salvación como la
conocemos?

Entonces, esa no puede ser la interpretación de ese pasaje,


porque ningún pasaje en sí mismo va a contradecir la
enseñanza de las Escrituras, y ese es el principio de síntesis.
J. I. Packer dice de manera maravillosa, y cito: “La Biblia
aparece como una orquesta sinfónica, con el Espíritu Santo
como su Toscanini. Cada instrumento ha sido traído de
manera deliberada, espontánea, creativa, para tocar sus notas
tal como el gran conductor lo deseo; aunque ninguno de ellos
podría jamás oír la música como un todo; el punto de cada
una de las partes se vuelve claro en su totalidad cuando es
visto en relación al resto”. Fin de la cita. ¿Sabe lo que eso me
dice, el principio de síntesis? Realmente no hay
contradicciones. Lo que parecen ser contradicciones pueden
ser resueltas si tenemos la información, porque la Biblia se
une como un todo.

En quinto lugar, el principio práctico. El principio práctico. Dice


usted… Yo digo: “Esto es tan… tan nebuloso, está allá arriba
en el aire, el principio literal y todas estas otras cosas.
¿Cuándo llega a mi vida al punto en el que vivo?”, este es el
principio práctico. La pregunta final es: “Entonces qué,
conforme trato de interpretar la Biblia, ¿cómo descubro lo que
significa para mí?”, y esto es maravilloso: Asegúrese que en
su estudio bíblico encuentre usted el principio práctico. Tengo
una pequeña frase que uso cuando enseño esta clase, y es
ésta: “Aprenda a principalizar las Escrituras. Léala y descubra
cuál es el principio espiritual que se aplica ahí a mí”; pero no
puede hacer eso hasta que usted haya atravesado por los
otros principios primero: El principio literal, histórico,
gramatical, y el de síntesis. Y ahora, sabe lo que significó por
lo que dice, y ahora llega al punto de cómo se aplica a usted.
Ahora, así es como usted interpreta la Biblia, y mientras que
usted está leyendo a lo largo de la Biblia, y está leyendo a lo
largo del Antiguo Testamento, de vez en cuando trabaje en
alguno de esos pasajes problemáticos, o quizá tome un libro
y empiece a estudiarlo lentamente.
Quizá no tenga mucho tiempo para hacerlo, pero ya para
cuando usted haya terminado con esta lectura quizá solo
tenga 15 minutos que le queden al día; pero haga eso por lo
menos un poco. Lea un poco en un diccionario o en un
comentario, y comience usted a ver cómo se entiende todo, y
empiece a entender cuál es el significado literal, cuál es el
contexto histórico, cuál es la estructura gramatical, cómo
encaja con el resto de las Escrituras, y cómo se aplica a mí.
Entonces, lea la Biblia e interprete la Biblia. Y rápidamente,
simplemente voy a añadir unos cuantos al final, y ya voy a
dejarlos ir. En tercer lugar, medite en la Biblia, medite en la
Biblia; no se apresure, y ni siquiera necesito decir mucho
acerca de esto; fuera de recordarle que las Escrituras dicen:
“Las palabras que yo te mando este día estarán en tu corazón
(Deuteronomio 6), y las enseñarás a tus hijos, y hablarás de
ellas cuando te sientes en tu casa, cuando te levantes, cuando
andes por el camino, cuando te acuestes, cuando te levantes”;
en otras palabras, ¡hombre!, debes tener estas cosas en tu
mente todo el tiempo.

Ahora, ¿quieres saber una cosa?, le voy a dar un secreto: Si


usted está leyendo a lo largo del Antiguo Testamento y está
leyendo un libro del Nuevo Testamento 30 veces, una tras otra
todo el tiempo, usted va a tener todo este material en su
mente, y la meditación es lo que hace que todas estas partes
comiencen a moldearse en una comprensión cohesiva de la
verdad bíblica. Dios inclusive dijo en Deuteronomio 6: “Átalos
como una señal en tu mano, y colócalos en medio de tus ojos,
y escríbelos en los postes de tu casa y en tus puertas”. Dios
dice: “Quiero mi Palabra en todos lados; la quiero en tu boca
cuando te levantas, cuando te acuestas, cuando caminas,
cuando te sientas; la quiero en la parte de en frente de tu casa,
en tus puertas, la quiero en tus brazos, colgando en medio de
tus ojos; la quiero en todos lados”. Y, ¿sabe una cosa? Vivimos
en una cultura en la que usted maneja de arriba hacia abajo
en la calle, ¿y qué es lo que ve?, digo, sus ojos están
literalmente atacados con basura, ¿no es cierto? Anuncios de
whisky, y anuncios de cerveza, y programas de mujeres, y
películas corruptas, y basura que simplemente está siendo
metida en su cabeza; y Dios dice: “Toma mi Palabra, y que sea
un anuncio espectacular en frente de tus ojos, que esté por
todos tus brazos, llenando tu mente, tu voz, a donde quiera
que vayas”, así es como debe ser.

A un hombre se le hizo una pregunta en una ocasión: “Cuando


no puedes dormir, ¿cuentas ovejas?”, él dijo: “No, hablo con el
pastor”; eso es lo que Dios quiere que su pueblo haga, hablar
con el pastor, meditar. Salmo 1, 1 y 2: “Bienaventurado el
varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en
camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha
sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su
ley (¿qué?), medita de día y de noche”. Así como la vaca está
rumiando, la ilustración clásica de estar analizando y
analizando, y pensando y pensando; las vacas tienen varios
estómagos, y simplemente pasan el alimento de una parte a
la otra, mientras que atraviesa por el proceso de digestión.
Entonces, tenemos que leer la Biblia, estudiar la Biblia, meditar
en la Biblia. En cuarto lugar, y finalmente, enseñe la Biblia.
¿Quiere saber algo que he descubierto? La mejor manera de
aprender es dar, ¿sabía eso?, las cosas que aprendí lo
suficientemente bien como para enseñar son las cosas que
retengo.

Permítame decirle algo: Ustedes son mi fuente espiritual de


fortaleza, ¡eso es verdad! Si no me viera forzado a aparecerme
aquí con un sermón cada semana, me pregunto si lo podré
hacer. Yo sé que van a estar aquí diciendo: “MacArthur aquí
estamos, dinos”, y ese es el reconocimiento constante de que
debo enseñarles lo que me forza a aprender; y les voy a decir
otra cosa: ¿Quiere saber algo? Es muy fácil el ser
incomprensible, ¿no es cierto?, ¿sabía eso? Si usted va a oír a
alguien hablar y no entiende nada de lo que dijeron,
probablemente ellos no entienden su tema; si un hombre no
es claro, no entiende su tema. Es muy fácil ser difícil de ser
comprendido; es muy fácil ser difícil en ser comprendido; es
muy difícil ser claro, porque para que usted pueda ser claro,
tiene que dominar su tema. Y entonces, como maestro –como
puede ver– se ve forzado a dominar su tema, de lo contrario
nunca será claro.

Muchas veces la gente dice: “Bueno, tú sabes, yo no entiendo.


Nada está pasando en mi iglesia, enseño la Biblia, la gente
sale y dice: ‘Él enseña la Biblia, pero no sé de qué está
hablando’”, tiene que ser claro; y si usted enseña, lo va a
retener; simplemente alimente a alguien más y vea cómo
alimenta su propio corazón. Yo creo que la motivación
personal para el estudio viene a partir de la responsabilidad;
si no tuviera a alguien a quién enseñarle no produciría; yo me
voy a casa. Simplemente como ilustración, el viernes tuve dos
días para preparar esto; bueno, realmente 20 años de
pensamientos, pero dos días para anotarlo. ¿Sabe lo que
pasó? Lo hice. Si no tuviera que enseñar esto, hasta el próximo
domingo no lo habría hecho; simplemente les hubiera leído
algo, y en cierta manera hubiera seguido a un paso lento; pero
le doy gracias a Dios por la presión que me aplican en mi vida
para hacer esto.

No puedo venir el domingo y decir: “Oye, ¿sabes una cosa?,


tengo el mejor sermón. Creo que lo voy a tener listo para el
martes”, no van a estar aquí el martes; y ese tipo de presión
me forza a mantenerme en esto para que pueda entenderlo.
Bueno, espero que eso simplemente le ayude a comenzar. Lea
la Biblia, interprete la Biblia, medite la Biblia, y enséñela; y
cuando usted haya terminado, y usted sabe que alguien tiende
a tener una cabeza grande y decir: “Bueno, ya llegamos, ya lo
he dominado todo”, simplemente acuérdese de Deuteronomio
29:29: “Las cosas secretas pertenecen al Señor”. Cuando
usted lo haya dicho todo, lo haya hecho todo, y lo haya
aprendido todo, ni siquiera ha rascado la superficie de la
mente infinita de Dios. Pero, ¿sabe cuál es el propósito?
Permítame decirle esto, y tengo que decir esto: Su propósito
al aprender la Palabra de Dios no es tener conocimiento,
porque como Pablo dijo: “El conocimiento (¿qué?) envanece”.
Su propósito es conocer a Dios, y conocer a Dios es aprender
la humildad, ¿se da cuenta? Conocer a Dios, es aprender la
verdadera humildad.

Bueno, oremos. Padre, estoy agradecido por la paciencia de


la gente en esta noche por habernos tardado más de lo
normal; sin embargo, parece que pasamos un tiempo tan
maravilloso compartiendo juntos la necesidad de estudiar la
Palabra. Señor, puede ser un poco abrumador para algunos
de estos queridos, estas queridas personas, e inclusive lo es
para mí algunas veces hacer todo lo que debo hacer para
conocer tu Palabra. Señor, ayúdanos a comenzar en algún
lugar, por lo menos en la lectura, y poco a poco comenzar a
interpretar las cosas; y que estas personas tomen notas en
su margen, y después regresen para entenderlas, y muéstrales
las fuentes correctas, libros, o quizás escuchen algún otro
maestro que les pueda ayudar. Ayúdanos Padre entonces a
meditar en tu Palabra, y después enseñarla para que podamos
terminar con el ciclo; primero recibirla de Ti, y después
transmitirla a alguien más.

Oh, qué tiempo tan rico hemos disfrutado en esta noche.


Haznos personas de la Palabra. Yo sé que tú conoces mi
corazón, y la gratitud profunda que tengo por la fidelidad de
esta congregación que ha venido en esta noche para abrir sus
corazones a esto tan necesario de estudiar tu Palabra; gracias
Padre por su apertura. Oro porque tú los recompenses por un
deseo como ese, y su fidelidad, a cumplir en sus vidas tu
buena Palabra; no solo conforme ellos la entienden de manera
clara en sus mentes, sino conforme la viven en sus corazones.
En el nombre de Cristo. Amén.

_____________________________________________________________________

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org


DERECHOS DE AUTOR © 2014 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin
fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor
de Gracia a Vosotros.

También podría gustarte