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MacArthur

John F. MacArthur

John MacArthur
Canyon County, CA
2022

Copyright 2022 John MacArthur


La filosofía

Entendiendo la sabiduría de Dios


Escritura: 1 Corintios 2:6–16

Código: 1816
John MacArthur
Primera de Corintios capítulo 2 y estamos viendo los versículos 6 al 16, como nuestra
unidad de estudio en esta mañana, en nuestro estudio continuo de 1 Corintios. Si me
permite, una introducción para poder defenderme en esta mañana, antes de que
comencemos nuestro estudio. Supongo que de vez en cuando, nos examinamos en lo que
hacemos para tratar de definir un poco mejor las cosas que hacemos, especialmente
como cristianos. Y una de las cosas que constantemente está en mi mente en términos de
definición es por qué me estoy esforzando conforme enseño la Palabra de Dios semana
tras semana.
¿Estoy intentando entretener a la gente? Bueno, no realmente. Aunque espero que parte
de esto no sean aburridas. ¿Me estoy esforzando por inspirar y motivarlos? Sí, pero más
que eso, espero que lo inspire y lo motive. Pero básicamente, lo que me estoy esforzando
por hacer, semana tras semana, conforme nos congregamos, es decirle lo que las
Escrituras significan. Y creo que es importante que nosotros retrocedamos a esa
perspectiva en particular, de vez en cuando, para que podamos ver lo que se supone que
debemos hacer para que realmente estemos recibiendo lo que estamos buscando hacer.
Nuestro objetivo al estudiar la Palabra de Dios no es entretenerlo, eso se va a acabar
rápidamente. No para motivarlo, inspirarlo. Eso va a acabarse rápidamente, sino explicarle
lo que la Biblia significa. Después, entonces, puede regresar como un punto de referencia
con entendimiento. Y entonces, mi tarea como maestro de la Palabra de Dios es
simplemente mostrarle lo que significa y quizás a lo largo del proceso, inspirar o
entretener o lo que sea que suceda. Ayudarle a entender mejor lo que significa. Entonces,
esta mañana queremos descubrir lo que significa lo que dice 1 Corintios 2:6 al 16. Si usted
parte de este servicio y entiende lo que esos versículos significan, eso es emocionante,
porque esa es la Palabra de usted para el día de hoy.
Ahora, usted recordará que uno de los muchos problemas que existían en la situación
corintia era que los cristianos no dejaban la filosofía humana. Los corintios eran una
sociedad muy, muy inmoral e intelectualmente humanista, un mundo que realmente
estaba basado sobre la razón y las concupiscencias de los hombres; y cuando se
convertían en cristianos, arrastraban ese tipo de inmoralidad y ese tipo de racionalismo a
la Iglesia. Y el libro de Corintios está escrito para tratar de ayudarles a cortar los cordones
de su vida mundana antigua, tanto filosóficamente, como en términos de conducta moral.
Bueno, uno de los problemas que existía era el hecho de que estas personas, antes de que
se volvieran cristianos, se alineaban conciertos filósofos. Y cuando se convirtieron en
creyentes, ellos tendían a apegarse continuamente a ese filósofo de tal manera que
metieron la filosofía humana en la Iglesia y había una falta de unidad, porque no podían
estar de acuerdo en la filosofía. Y entonces, Pablo les escribe una sección larga desde el
capítulo 1, versículo 18 a lo largo del capítulo 2; 3 e inclusive lo largo del capítulo 4,
hablando de que dejaran la filosofía humana. Que dejaran esa conexión. Que la filosofía
humana era innecesaria. Que la sabiduría humana no tiene nada que ofrecerles. Y
entonces, el propósito de esta sección en esta mañana, es continuar con el argumento de
Pablo contra la necesidad de la sabiduría humana.
Permítame añadir un comentario al margen, porque no quiero que malinterprete lo que
estamos diciendo. Reconocemos que el hombre realmente ha desarrollado algunas cosas
sorprendentes en términos científicos y tecnológicos que son para nuestro beneficio.
Cuando decimos que rechazamos la sabiduría humana, no significa que rechazamos
cualquier aplicación de la sabiduría humana en absoluto. Significa que rechazamos la
filosofía humana. Eso es parte del razonamiento del hombre que intenta responder las
preguntas definitivas de la vida.
No tenemos una respuesta a todo como cristianos. Por ejemplo, si la lavadora de mi
esposa se descompone, yo soy cristiano, pero aun así no la puedo arreglar. Tengo que
conseguir a un hombre incrédulo para arreglarla o lo que sea. Digo, hay algunas cosas que
la sabiduría humana provee para mí que yo no tengo, usted entiende. Ese entonces, no es
el punto. Si necesito que mi automóvil sea arreglado, no me preocupa tanto que el
hombre sea cristiano como que él sea un buen mecánico. Y no estamos haciendo eso a un
lado. Algunos de los más grandes maestros que tuve en mi vida, algunas de las personas
que más me han enseñado, algunas personas que tuvieron mayor influencia en mi vida en
términos de formar mi personalidad han sido incrédulos que realmente sabían algo acerca
de su área de educación o tecnología o lo que pudiera ser, historia, ciencia.
Pero cuando el mundo se mete en el área de tratar de entender de dónde vino el hombre,
por qué está aquí, dónde va, cuál es el significado de su vida, cuando trata de definir a
Dios, cuando trata de definir la moralidad, cuando trata de definir el gozo verdadero, la
paz verdadera, la felicidad verdadera, no tiene nada que ofrecer. Eso es filosofía. El
estudio de la sabiduría. Y eso se refiere a sabiduría definitiva. El mundo es asombroso en
otras áreas. ¿Se da cuenta de que bien podría ser que ponto habrá controles genéticos y
microcirugía mediante radiación y rayos láser? ¿Que el control del proceso de
envejecimiento nos permitirá vivir hasta los 100 años? Para algunas personas, si la vida no
mejora, no será de ninguna bendición. ¿Se da cuenta de que podrían llegar a eliminar la
putrefacción dental al soldar esmalte en sus dientes con rayos láser? ¿Cualquier color que
usted quisiera?
Soldar la retina. El uso extensivo del cuchillo sin sangre en la cirugía, el cual es un rayo que
corta y cauteriza al mismo tiempo. Y algo interesante que leí es que ya para 1981
tendremos robots en casa hechos por Ford Motor Company para encargarse de nuestro
jardín. Aleluya. He estado esperando eso por mucho tiempo. Para ese entonces, mi hijo va
a ser lo suficientemente grande, no lo necesitaremos. Entonces, no estamos diciendo que
la tecnología del hombre no nos ha ayudado. No estamos diciendo que la tecnología
médica, la tecnología científica, el avance en muchas áreas no haya ayudado y aceptamos
que creemos en eso y respondemos a eso, pero lo que molesta, es toda la filosofía del
hombre que continúa ahogándonos.
¿Se da cuenta de que 2000 páginas nuevas son imprimidas cada segundo? Hay 365,000
libros que son impresos cada año y eso no incluye los libros que son de pasta suave. Libros
diferentes. Hay 60 millones de páginas al año que son producidas; y la mayoría de ellas,
promueve la filosofía del hombre. Se está volviendo tan difícil almacenar toda esta
información que tenemos microfilm, pero el microfilm no funciona, es demasiado grande.
Tienen el almacenaje láser. ¿Sabe cómo hacen eso? Almacenan algo en un cristal, disparan
un rayo láser y lo reflejan en una pantalla; y pueden almacenarlo en la parte más pequeña
de un cristal.
Eso es demasiado grande. Lleve su expediente por todos lados en una bolsa llena de
cristales. Eso es demasiado grande. Han desarrollado almacenaje molecular. Pueden
colocar la biblioteca entera del Congreso en el objeto del tamaño de un cubo de azúcar.
Claro, nadie podría pagar la máquina para leerlo. Es sorprendente la escritura de libros
para la cual no hay fin. Y no estamos negando que el hombre haya hecho una gran
contribución. De hecho, en algunas áreas, el mundo es mucho más inteligente que los
cristianos. Usted pregunta si estoy bromeando. No, eso es lo que Jesús dijo en Lucas 16:8:
“Porque los hijos de este siglo en su generación son más sabios que los hijos de luz.”
Guau. El mundo es más inteligente acerca de algunas cosas en su propia esfera de lo que
nosotros somos en nuestras cosas en nuestra propia esfera. Lo que el principio está
diciendo es esto: si el cristiano se aplicará a sí mismo al adquirir la piedad como el hombre
mundano se aplica a sí mismo al adquirir la riqueza, sería una iglesia bastante diferente.
Ése es el punto.
Hacen algunas cosas con mucha más diligencia que nosotros. Si nos aplicáramos a
nosotros mismos, a nuestras almas, como ellos se aplican a sus carteras, no sabemos lo
que Dios podría hacer. Entonces, no estamos negando el lugar de la sabiduría humana en
absoluto. Simplemente estamos diciendo que cuando la sabiduría humana es aplicada
hacia la Verdad definitiva o hacia las cosas que tienen que ver con Dios, el pecado y el
destino del hombre y la salvación y la transformación de la vida y la moralidad y la ética y
todo eso, que la filosofía del hombre está en bancarrota. Absolutamente cero.
Entonces, Pablo le dice a los corintios ‘ahora, ustedes no necesitan esta filosofía.
Desháganse de ella. Es en necesaria.’ Como he dicho antes, en donde está bien, sólo está
bien porque estuvo de acuerdo con las Escrituras, entonces usted no la necesita. En donde
está equivocada, usted realmente no la necesita. Entonces, usted no la necesita.
Ahora, Pablo ilustra el hecho de que él no cree en la necesidad de la sabiduría humana ya
para el capítulo 2, versículos 1 al 5. Él pregunta si ellos se acuerdan cómo fue cuando él
llegó a ellos. No vino con excelencia de palabras, versículo 1 ‘o sabiduría’. Versículo 4: “ni
mi palabra y mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría.” Versículo
5: “yo no quería que su fe estuviera fundada en la sabiduría de los hombres.”
En otras palabras, Pablo dice ‘ustedes pueden ver que no dependí en absoluto de la
filosofía humana. Yo no dependí en la sabiduría humana por la manera misma en la que
vine ustedes.’ Eso es obvio. Versículo 2: “pues me propuse no saber entre vosotros cosa
alguna sino a Jesucristo y a éste crucificado.” No vine a ustedes con algunas palabras
sofisticadas o filosofía sofisticada. Vine a ustedes con simplicidad. Como puede ver, el
Evangelio no necesita que se le agregue la filosofía humana. Dios no necesita la razón del
hombre, la innovación del hombre. Todo en el Evangelio viene realmente de manera muy
simple.
El predicador viene a Corinto como Pablo llegó, y presenta a Cristo, y a Él crucificado. Es
muy simple. De hecho, él dice ‘es tan siempre que es locura’, ¿se acuerda de eso? La
predicación de la cruz es para los que se pierden ¿qué? Locura. Dicen ‘esto es torpe. Esto
es absurdo. ¿Quieres decir que esperas que nosotros intelectuales, con toda la sabiduría
que hemos adquirido y toda la educación y toda la filosofía sofisticadas, quieres decir que
esperas que creamos que en algún punto, en algún momento, un hombre muere en una
cruz y ese es el clímax del destino humano?’
Yo he oído a personas que dicen lo mismo en la actualidad. Ellos dicen que eso es para
niños pequeños y mujeres de edad. Ningún hombre inteligente creería eso. No lo puedo
aceptar. Muchas personas me han dicho eso. Y cuando viene Pablo y cuando usted viene y
dicen ‘no educamos sabiduría humana’, ellos dicen ‘claro que sí’. Lo que usted tiene
locura.
Ahora, observe el versículo 6. “Sin embargo, hablamos sabiduría.” Deténgase ahí. Quizás
no sea la sabiduría del mundo y quizás usted piense que es locura y quizás diga que esto
es simple. Pero, estamos hablando sabiduría. Quizás usted no la vea como tal, pero así es.
Yo rechazo la sabiduría humana. Rechazo la razón humana, pero enseñamos sabiduría
verdadera. Ellos se oponen a que él no enseñe filosofía. Él dice que la filosofía ‘no puede
salvar’. ¿Se da cuenta de que después de que todas las filosofías y los filósofos de todas la
historia, el hombre simplemente está tan mal como siempre ha estado sino es que está
peor? Más guerras, más crímenes, peor. Y entonces, él dice “hablamos sabiduría,” escuche
esto, “entre los que han alcanzado madurez.” El problema es que sólo los salvos la
conocen.
Madurez, teleios, aquí se refiere a plenamente crecido o maduro; y en este contexto, la
palabra teleios es usada para hablar de los perfectos, tiene que ser interpretada en el
contexto porque puede significar un cristiano que es muy maduro o simplemente puede
referirse a un cristiano y punto. Un cristiano es aquel que ha llegado al lugar del
conocimiento de estar completo en Cristo. Entonces, aquí se está refiriendo a un cristiano.
No a un súper cristiano, simplemente un cristiano. Porque no está haciendo un contraste
entre los cristianos maduros y los cristianos infantiles; él está haciendo un contraste de los
cristianos con los incrédulos. Estamos hablando sabiduría entre aquellos que son
creyentes. Las únicas personas que conocen que esto es sabiduría son los cristianos.
Como puede ver, lo puede ilustrar en su propia mente. Algunos de ustedes no pueden
recordar cuando usted no era un cristiano, como el pequeño que dijo, usted sabe, ¿usted
es cristiano? Él dice ‘toda mi vida, he sido cristiano. No conozco nada más.’ Quizás esta en
la misma situación. Quizás desde que usted era pequeño es lo único que ha conocido.
Siempre ha sido cristiano, pero si usted puede pensar y mirar hacia atrás y recordar el
tiempo cuando usted no era cristiano, y pensar en sus reacciones al Evangelio,
normalmente su reacción era que el Evangelio era bastante torpe, bastante absurdo. Y
realmente no parecía muy profundo, ¿verdad? Cristo muere en una cruz y eso es todo. Y
cuando usted se convirtió en cristiano de pronto todo el significado del Evangelio llegó a
profundidades que simplemente eran inescrutables.
Y usted comenzó a reconocer que esto era demasiado profundo. Muy profundo. Y entre
más tiempo usted ha sido cristiano, más profundo se vuelve, ¿verdad? Más inescrutable y
se siente como el apóstol Pablo, quien dice en Romanos 11:33: “Cuán insondables son Sus
caminos. Cuán profunda es Tu sabiduría y conocimiento.” Pero antes de que usted fuera
creyente, todo era muy simple. Y cuando usted se convirtió en creyente, usted comenzó a
ver la cruz y comenzó a ver al Evangelio y comenzó a ver la encarnación y lo que sucedió
en la cruz; y ni siquiera puede con su razón humana llegar a las profundidades de todo lo
que hay ahí.
Y entonces, el apóstol Pablo dice ‘sí, estamos hablando sabiduría; pero las únicas personas
que la puede entender son los creyentes.’ Y ustedes no la entienden porque es la
sabiduría de Dios. Sólo abierta las mentes de los creyentes. Eso es lo que dice Efesios 1:8.
Esto es Dios nos ha dado un entendimiento de Su sabiduría. Ahora, a partir de aquí, Pablo
divide el resto del texto en dos puntos. Simplemente le voy a dar estos dos puntos. Puntos
muy simples; y quiero que los entienda porque usted va a encontrar que esto es muy, muy
útil no sólo al darle el entendimiento del pasaje que Dios nos han dado, sino al ayudarle a
relacionar esto con alguien más.
Dos puntos: Número uno, la sabiduría humana no se puede descubrir en términos
humanos. Número dos, la sabiduría verdadera es revelada de manera divina. Eso es
bastante simple. Número uno, la verdadera sabiduría no se descubre en términos
humanos. Usted no puede descubrir a Dios por sí mismo. Usted no puede meterse en una
cabina telefónica y quitarse su ropa. Usted no puede hacer eso; y no podría salirse siendo
Superman. Usted no puede trascender lo natural. Usted no puede entender a Dios más de
lo que alguien inferior puede comprenderlo a usted. ¿Alguna vez ha oído a dos bichos que
discutan acerca de la anatomía humana? Ya para cuando hayan aprendido algo acerca de
la anatomía humana, es demasiado tarde.
¿Alguna vez ha oído a un vaso de agua hablar a una hogaza de pan? Usted pregunta qué
tipo de cosas son esas. Simplemente es tan ridículo oír a dos personas pensando que
entienden a Dios. Está totalmente fuera de su área. Estuve en una reunión la otra noche
con algunas personas, disfrutamos de un gran tiempo y estaban contándome su opinión
acerca de Dios. ¿Pero sabe una cosa?, Oigo eso todo el tiempo. ‘Bueno, creo que Dios’,
‘bueno, creo que Dios’. Bueno, ¿sabe una cosa?, lo que usted crea acerca de Dios es
irrelevante. Usted no puede conocer a Dios sin importar lo mucho que se esfuerce por
conocerlo, sin importar cuántos gemidos espirituales enfrentara usted. Porque usted no
puede escapar los confines de una existencia natural y entrar en la dimensión espiritual y
regresar; y contarnos acerca de Dios.
Usted no puede salirse de aquí, usted está aquí. Usted está atrapado. Usted está en un
mundo natural. Usted es incapaz de conocer a Dios. La verdadera sabiduría, sin embargo,
esto es la verdad definitiva acerca de Dios, el hombre, el destino y todo eso; la salvación
no se puede conocer por medio de la mente del hombre. Sin embargo, todas las religiones
del mundo son esfuerzo por parte del hombre de descubrir a Dios. De encontrar a Dios. El
cristianismo dice que usted no puede encontrar a Dios, que Él no encontró a usted. En
Lucas 19, “el Hijo del hombre ha venido para buscar lo que se había perdido.” Siempre
damos testimonio. ‘Encontré al Señor’, pero Él no estaba perdido. Él lo encontró a usted.
Si usted lo hubiera estado buscando a Él, habría estado en un desastre, porque usted no lo
habría podido encontrar. Gracias a Dios que Él vino y nos encontró.
Entonces, él dice, no podemos trascender nuestro sistema. Ahora, observe cómo
desarrolla esto en el versículo 6. “Estamos hablando entre aquellos que son perfectos”,
esta sabiduría. “Sin embargo, reconocemos que no es la sabiduría de este siglo ni de los
príncipes de este siglo que perecen.” No es una sabiduría que está disponible ni a las
filosofías ni a los filósofos de esta época, que perecen. Predicamos sabiduría, no la
sabiduría del mundo, thione en el griego. Es traducida mundo o siglo quizás en su Biblia o
quizás época o era. Thione tiene la idea de tiempo. No estamos hablando la sabiduría de
esta época en particular. Y para toda época diferente hay una filosofía diferente, ¿verdad?
Los filósofos simplemente continúan viniendo, viniendo y ellos vienen y se van. Vienen y
se van. Y todos han llegado a hacer nada. Reúna a todo lo que esa filosofía ha contribuido
y usted no llega nada.
La sabiduría de esta época, la sabiduría de la próxima época, la sabiduría de la próxima
época, nada. Todo es katargeto, es considerado ineficaz, vacío. Y sea cual fuere la época
de la historia en la que usted esté viviendo, no estamos predicando eso. No estoy aquí
para darle opinión humana. No estoy aquí para contarle lo que creo. No estoy aquí para
darle alguna filosofía maravillosa para la vida. Estoy aquí para decirle lo que la Biblia
significa por lo que dice, porque esta es la revelación de Dios. Si estuviera dando filosofía
humana, me tomaría unas dos semanas para vaciar este lugar. Los primeros que se irían
serían las personas que estuvieran en desacuerdo con mi opinión. Y el segundo grupo que
se iría serían los que están en desacuerdo con mi opinión porque no me necesitan. No
estoy aquí para darle mi opinión. Estoy aquí para decirle lo que la Palabra dice.
Y entonces, Pablo dice, que reconocemos que esta verdad definitiva está fuera de los
límites de la sabiduría de esta época en particular y de los filósofos de esta época, todos
los cuales llegan a hacer nada. Pero, versículo 7, ‘mas’, y ahí está el adversativo más fuerte
en el idioma griego, ala, ‘mas hablamos sabiduría de Dios.” Deténgase ahí. No estamos
hablando de algo de acerca de este sistema o de este mundo a partir de estos filósofos,
sino que más bien es ¿de quién? De Dios. Él está hablando de una sabiduría divina
sobrenatural.
Sí, estamos hablando sabiduría. Ellos dijeron ‘ah, locura. Absurdo’, no. Nosotros estamos
hablando sabiduría y los creyentes entienden que es sabiduría. No es la sabiduría de su
sistema, es la sabiduría de Dios. Y la razón por la que no lo entienden, versículo 7, es
porque hablamos sabiduría de Dios en misterio. La sabiduría oculta. La razón por la que no
la puede conocer usted, el hombre no conoce la sabiduría de Dios, es porque Dios no le ha
concedido al hombre conocerla. Él la ha colocado fuera de los límites de la capacidad
humana.
Ahora, cuando usted ve la palabra misterio ahí, necesita entender la definición. Musterion
en el griego, no significa que es algo oculto, difícil de entender como un laberinto, en
donde usted en cierta manera tiene que encontrar el camino para llegar a la sabiduría de
Dios. No es eso en absoluto. La palabra misterio significa un secreto que es imposible de
penetrar por parte del hombre, pero que Dios ha escogido revelar. Algo que el hombre no
puede conocer, pero Dios lo ha revelado. Entonces, la palabra apunta a la imposibilidad
del hombre de conocer el secreto de Dios y el amor de Dios, lo cual hace ese secreto
conocido. ¿No le da gusto que no podíamos conocerlo? Bueno, usted dice, no estoy
demasiado contento. ¿No le da gusto que no podemos conocerlo, pero Dios lo reveló? Sí.
Sería trágico si no pudiéramos conocerlo y nos quedáramos así. No podríamos conocerlo.
Está fuera de nosotros. ¿No le da gusto que esté fuera de nosotros? ¿No le da gusto que la
verdad definitiva está fuera del hombre? El hombre no ha hecho mucho con lo que tiene.
Entonces, es un misterio. Esto es que Dios lo ha escondido. Es llamado lo escondido.
Aquello que está escondido.
Dios lo ha escondido antes de los siglos. Proridzo. Él lo ha planeado, lo predestinó, lo
ordenó antes de que el tiempo comenzara, Dios tuvo este maravilloso plan de salvación. Y
lo escondió. Y en Cristo y el Nuevo Testamento, los misterios fueron todos revelados.
Pablo inclusive se llama a sí mismo el apóstol a quien se le dio la dispensación de los
misterios para abrir los misterios. Y Dios ha abierto esos misterios a nosotros, esas cosas
que estaban escondidas a lo largo de la historia. ¿Y por qué?, para nuestra gloria, nuestra
bendición, nuestra excelencia eterna. Imagine durante todo el tiempo y antes del tiempo,
Dios planeó nuestra bendición eterna. En el momento correcto, Él abrió Su misterio. Es
algo que inclusive la gente del Antiguo Testamento no veía. Ellos creían en Dios y creían
que la revelación venía, pero nunca lo vieron.
Dios aceptó eso como fe salvadora. Pero nosotros conocemos la revelación completa del
misterio. No porque la comprendimos en las mentes humanas, sino porque Dios,
habiéndola escondido ahora, la reveló. Entonces, Pablo dice ‘miren, es sabiduría’.
Sabemos que no la pueden entender, no sale de su sistema, en primer lugar. Pero en
segundo lugar, Dios la ha escondido. El mundo nunca va a conocer a Dios por sí mismo.
Los hombres nunca van a encontrar a Dios por sí mismos. El mundo nunca desarrollará
una religión que sea verdadera. La filosofía nunca va a ser apropiada, porque está fuera de
la esfera del mundo del hombre. No ha venido de su propio mundo. Dios la ha escondido
en él.
El versículo 8 es una ilustración viva de esto. Verdad, mire, la verdadera sabiduría “la que
ninguno de los príncipes de este siglo conoció. Porque si lo hubieran conocido, nunca
habrían crucificado al Señor de gloria.” Escuche, ¿a qué se refiere? Escuche. “Ninguno de
los príncipes de este siglo,” ¿en qué siglo estaba viviendo Pablo? En el período del Nuevo
Testamento. ¿Quiénes fueron los príncipes de ese entonces? Los líderes judíos y los
líderes romanos. Él dice: ‘permítame darles una ilustración del hecho de que el mundo no
conoce a Dios.’ Que los líderes del mundo nunca habrían conocido a Dios por sí mismos en
sus propios términos, por su propia razón. Por ejemplo, ‘los príncipes de este siglo’, él dice
en el versículo 8. Los líderes romanos y los judíos, ellos no conocían a Dios. Ellos no
conocían la verdad. “Porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de
gloria. El Dios de la excelencia.”
Y amigo mío, si usted duda que Jesús es Dios, más vale que lea ese versículo de nuevo. Él
es llamado el Señor de la gloria. Gloria es todos los atributos de Dios. Y todos son los tipos
de todas las personas de todos los siglos que han rechazado a Cristo. Esto es simplemente
el ápice. Esto simplemente prueba el punto. Este es el punto clímax para demostrarle a
usted que la sabiduría del hombre no puede conocer a Dios. Aquí estaban todos los
romanos brillantes y todos los eruditos bien conocidos, bien preparados por los judíos del
Antiguo Testamento y juntos, crucificaron a Cristo. Ejecutaron al Señor de la gloria. Eso le
muestra lo que realmente conocían. No sabían nada.
Es una gran ilustración. Los mejores y los más sabios del mundo nunca conocieron la
verdad de Dios, de lo contrario no habrían crucificado al Señor de gloria. Me encanta que
lo llama el Señor de la gloria en contraste a la humillación de la crucifixión. Ellos
crucificaron al Señor de la gloria. ¡Qué mala interpretación de la verdad! Entonces Pablo,
hace un contraste de la vergüenza de la cruz con la gloria del crucificado y muestra qué
tan lejos la verdad de la sabiduría del hombre estaba. Todo los romanos con todos sus
dioses y toda su religión no conocieron a Dios. Ellos lo crucificaron. Todos los judíos con
toda su información no conocieron a Dios. Lo crucificaron.
Usted pregunta cómo es que no pueden saber. ¿Cómo es que esto estaba escondido? El
versículo 9 le da la respuesta. “Antes bien, como está escrito,” y aquí él cita a Isaías 64:4 lo
más probable, él dice: “Cosas que ojo no vio y ni oído oyó ni han subido de corazón de
hombre son las que Dios ha preparado para los que le aman.” ¿Alguna vez ha oído ese
versículo anteriormente? Ese es el versículo que usted memorizó cuando era niño,
¿verdad? ¿Y sabe una cosa?, es como muchos versículos que memorizamos. Los
memorizamos fuera de contexto.
Yo recuerdo que aprendí que ese versículo se refería al cielo. ¿Se acuerda de eso? “Cosas
que ojo no vio, ni oído oyó, del resplandor del cielo,” ¿se da cuenta? Eso no tiene la
relación más remota con el cielo primordialmente. ¿Encuentra algo aquí en el contexto
acerca del cielo? ¿Aquí está hablando del cielo? Está hablando de ignorancia, ¿no es
cierto? Él no está hablando de cristianos que no pueden saber cómo es el cielo. Él está
hablando de incrédulos que no tienen la capacidad de saber cómo es la salvación. Éste es
su punto. Observe. Ahora, él dice: “Como está escrito, cosas que ojo no vio ni oído oyó ni
han subido de corazón de hombre son las que Dios ha preparado para los que le aman.”
Ahora Dios, desde tiempo pasado, ha preparado algunas cosas fantásticas para las
personas que le aman. Pero la gente que no le ama no puede saber qué son esas cosas.
Como puede ver, el mundo, con toda su búsqueda por la verdad, no puede entender lo
que está pasando.
Sólo hay dos maneras en las que usted puede llegar a la verdad desde un punto de vista
humano. Sólo dos maneras en las que un humano puede llegar a una conclusión acerca de
la verdad. Número uno, es objetivo. Número dos, es subjetivo. Número uno es por el
método empírico externo. El segundo es por la razón o la lógica. Eso es todo. O es
empírico o es racional. Aquí viene la primera. “Como está escrito, cosas que ojo no vio ni
oído oyó.” Ahora, si usted va a ver la verdad objetiva, sólo hay dos maneras en las que
usted puede asimilar la verdad objetiva. A través del ojo y del oído, ¿verdad? Así es como
usted obtiene la verdad. Bueno, recuerde algo, a través del ojo humano y a través del oído
humano no puede pasar toda la verdad. No, “cosas que ojo no vio ni oído oyó.” Es el plan
de Dios preparado para aquellos que le aman. No es observable externamente. Usted no
puede descubrir a Dios. Usted no puede andar corriendo y decir ‘oh, hay un Dios, ahora
puedo saber. No. Y nunca va a oír una voz que viene de una gran montaña y dice ‘hola, soy
Dios y estoy aquí arriba y aquí hay unas cuantas instrucciones.’ Nunca sucederá. Como
puede ver, no es observable mediante el experimento empírico humano.
En segundo lugar, vayamos al área interna. La otra manera mediante la cual los hombres
pueden llegar a conclusiones es mediante su propia razón, el racionalismo. “Ni han subido
al corazón del hombre.” Corazón simplemente significa la mente. Usted no puede
conocerlo externamente a partir de un hecho objetivo. Tampoco la puede conocer
internamente a partir de un proceso de pensamiento subjetivo. Usted no puede llegar a
Dios mediante la observación o mediante el racionalismo.
Eso no nos da esperanza realmente, ¿verdad? Dios tiene un gran plan para aquellos que le
aman. Dios lo ha escondido. No es conocido por los filósofos de esta época. Eso es
probado por el hecho de que si hubieran conocido eso, no habrían ejecutado a Jesús. Y
toda persona que continuamente rechaza a Jesús prueba de manera continua, continua,
continua, que no puede conocer la Verdad, ¿verdad? Pueden tratar mediante
experimento de encontrarla y mediante la lógica, pueden tratar de encontrarla; pero no lo
harán, porque no es conocida para ellos mediante eso. Ése es el primer punto que creo
que Pablo presenta de manera clara. La sabiduría de Dios no se puede descubrir mediante
la mente humana.
Punto número dos. Y éste lo veremos rápidamente. La verdadera sabiduría es revelada
por el Espíritu Santo. Como puede ver, si usted no puede salir y encontrar a Dios, Él tiene
que venir con Su información. Nunca olvidaré cuando estaba en la preparatoria, que fui a
visitar a una niña que estaba siendo tratada en un pulmón de acero. Y era algo terrible. Y
no creo que es algo que se vea tanto como en ese entonces, pero es terrible ver a alguien
dentro de un pulmón de acero. Y no podía evitar pensar, claro, era tan sólo un niño, en
que yo podía ir y venir; y aquí estaba esta niña hermosa en un pulmón de acero todo el
tiempo. ¿Se acuerda de esos que eran como ataúdes enormes que bombeaban? Lo que
venía a esa persona era de afuera hacia adentro. Ella no iba a ningún lugar. Ningún lugar
en absoluto. Bueno, esa es una ilustración adecuada del hombre natural. Él está
dependiendo del pulmón de acero de sus propias incapacidades. Cualquier cosa que viene
a él, alguien se la trae desde afuera. Él no va a ningún lugar. Y ése es el punto de Pablo. Y
el Espíritu Santo ha invadido la caja en la que el hombre está encerrado y la ha invadido
con la Verdad.
La verdadera sabiduría es revelada mediante el Espíritu Santo. Ahora, observe que hay
tres pasos en el proceso. Revelación, inspiración e iluminación, tres grandes verdades
cristianas. En primer lugar, revelación, esto es maravilloso. Observe, realmente le va a
emocionar el saber esto. Versículo 10: “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el
Espíritu.” Lo que nunca podríamos haber llegado a conocer por nosotros mismos, Dios lo
ha hecho posible al llegar a nuestra pequeña caja cerrada y dijo “aquí”. Dios ha invadido
nuestro pulmón de acero y ha depositado la información. ¡Guau! Revelada, apokalupto,
quiere decir revelar algo que previamente estaba escondido. Revelar algo que había
estado velado. El Espíritu Santo hace eso. Eso es revelación. Revelar. El Espíritu Santo está
ahí arriba en el cielo. Él dice “tengo unos cuantos hechos y quiero que esas personas ahí
abajo en la Tierra conozcan.” El Espíritu Santo es quien es el agente de transmisión de la
Trinidad. Toma la revelación. Muy bien, tengo la revelación, y nos la trae. Eso es
revelación. Él tiene el cuerpo de verdad listo para ser depositado.
Usted dice ‘bueno, ¿por qué es que el Espíritu hace eso? Observe el versículo 10: “Porque
el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.” Él es el que conoce las
profundidades de la mente de Dios. ¿Quién está mejor capacitado para revelar a Dios, no
es cierto? Eso no significa que Él es ignorante de algunas cosas y que tiene que escudriñar
e investigar para encontrarlas. Él también es Dios y Él conoce todo. Eso simplemente
significa que Él es el que penetra el ser interno de Dios, el mismo Espíritu de Dios. ¿No le
da gusto que la Biblia no haya sido escrita por un ángel de segunda mano? ¿Sabe quién
escribió la Biblia? El Espíritu Santo de Dios. Me da gusto eso, ¿a usted no? Porque, ¿sabe
una cosa?, yo no sé si podemos confiar en todos los ángeles. Algunos realmente están
echados a perder, ¿no es cierto? Están bastante mal. Satanás solía ser uno de ellos.
Escuche, Dios no encomendó la transmisión de Sus Escrituras a alguien fuera de la
Trinidad. El Espíritu Santo fue enviado con la información porque Él es el que conocía las
profundidades de la mente de la naturaleza de Dios. Ahora, él lo ilustra. Por ejemplo,
versículo 11: “Porque quién de los hombres sabe las cosas del hombre sino el Espíritu del
hombre que está en él.” Permítame mostrarle lo que eso significa.
Yo podría acercarme a usted y decirle ‘hola amigo, lo conozco. Usted tiene el cabello así y
los oídos así y la nariz así. Lo conozco. Cuando ciertas cosas suceden, usted reacciona así y
yo sé cómo es su personalidad y yo lo conozco. Usted se enoja fácilmente y yo lo conozco.’
¿Y sabe una cosa?, pero yo no lo conozco como Él lo conoce a él, ¿verdad? Yo me conozco
mejor de lo que usted me conoce a mí. ¿Verdad? Yo sé cosas acerca de mí que usted
nunca jamás va a conocer, ¿verdad? Y usted conoce cosas acerca de usted que yo nunca
voy a conocer jamás. Simplemente el que realmente conoce la profundidad de quién soy
yo es mi propio Espíritu, ¿no es cierto?
¿Y sabe una cosa?, inclusive en un matrimonio, por muy cercana que sea la relación
después de años y años y años, aún así hay algunas cosas que yo sólo conozco acerca de
mí. Y hablamos acerca de honestidad, pero inclusive nuestra honestidad está algo velada,
¿no es cierto? Honestidad selectiva. Esa es simplemente la naturaleza humana. El que
mejor me conoce es mi propio Espíritu, eso es todo lo que está diciendo. Eso es
simplemente una ilustración. Observe el final del versículo 11. “Así tampoco nadie conoció
las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios.” Como puede ver, el Espíritu conoce las
profundidades de Dios, así como el Espíritu del hombre conoce las profundidades de ese
hombre como nadie más lo conoce. Entonces, Dios no envió a un mensajero secundario.
¿Él envió al Espíritu Santo que conoce la mayoría? No. Él envió al Espíritu Santo que
conoce todo.
Ahora, para comenzar, nos encontramos con que esto es revelación. El cristianismo es
verdad revelada. El Espíritu Santo tomas las cosas profundas de Dios y viene con ellas. Y Él
va camino a la tierra y ahora, Él llega a la puerta y dice: ‘abran, tengo algo de Dios’. Y usted
dice ‘bueno ¿en qué tipo de paquete viene?’ Él va a entregar esta revelación, ¿en que está
envuelta? Usted no la puede tener ahí flotando por todos lados. Dios no puede estar ahí
en un monte gritando todo. ¿Cómo vendría? Bueno, veámoslo porque esto nos lleva al
segundo paso de la transmisión del Espíritu de la verdad de Dios y esto es inspiración.
Aquí está el método mediante el cual el Espíritu entrega la revelación. Versículo 12, ¡esto
es tan bueno! “Y nosotros no hemos”, ¿cuál es la siguiente palabra?, “recibido.” Ahora
amigos míos, subrayen a esa palabra en su Biblia o enciérrenla en un círculo. Esa es una
palabra tremendamente importante. Alguien me dice, usted sabe, la Biblia simplemente
fue la opinión de hombre. Y yo digo ‘mira, Primera de Corintios 2, Pablo dice: “Hemos
recibido esto.” Eso significa que nos fue dada.’ Observe el versículo 12. “Para que sepamos
lo que Dios nos ha concedido.” ¿De dónde viene la Biblia? Fue dada por Dios. ¿Y qué
hicieron los apóstoles? Ellos la recibieron.
Ahora, esto es tan importante. Este es el vehículo para llevar la revelación. El Espíritu de
Dios la trae y ellos las recibieron. Ahora, quiero que observe algo. La palabra nosotros en
el versículo 2 es usada un par de veces y después de nuevo en el versículo 13. “Lo cual
también hablamos”, y eso hace referencia de nuevo a nosotros. Sea tan amable de notar
que el hablamos aquí no se refiere de manera general a los cristianos. Se refiere a los
apóstoles y a los escritores de la Escritura. Usted y yo hemos recibido estas verdades
únicamente de ellos conforme ellos las registraron. Pero aquí Pablo está experimentando
y escribiendo a partir de su propia experiencia. “La recibimos del Espíritu para que
conozcamos lo que en Su gracia, Dios nos dio, cosas que ahora hablamos.” Esto es
apostólico.
Se acuerda en Juan 14:26, el Señor dijo: “Ahora, cuando Yo me vaya, el Consolador va a
venir y les va a enseñar todas las cosas y va a traer todas estas cosas a su memoria, todo lo
que he dicho.” Eso no es primordialmente para todos los creyentes. Esa no es una
promesa para nosotros. Eso fue hablado a aquellos que escribirían el Nuevo Testamento.
Fue a ellos a quienes se les dio la capacidad de recordar todo lo que Jesús dijo. ¿Alguna
vez se ha preguntado cómo Juan podía sentarse y escribir todo el Evangelio de Juan, 21
capítulos y a lo largo de todo esto registrar exactamente las palabras de Cristo? Él sólo
pudo hacerlo porque el Espíritu Santo las trajo a su memoria.
Esa es la promesa ahí. Lo mismo aquí. Nosotros, que lo hemos recibido. Nosotros,
apóstoles, nosotros, escritores. Dios nos los ha dado a nosotros. ¿Se acuerda cómo? ¿Cuál
fue el vehículo? Inspiración. Segunda de Timoteo 3:16 dice que “toda la Escritura es
inspirada por Dios.” Theapanustos, una palabra. Dios le exhaló. Dios le exhaló a nuestras
mentes. Nosotros la recibimos. La Biblia no fue compuesta por hombres. No es la opinión
de los hombres. No es la perspectiva del hombre. No es el comentario del hombre acerca
de ciertos actos de Dios. Fue recibida de Dios como un regalo traído por el Espíritu Santo.
¡Y esto es tan importante de entender! Y observe que fue dada de manera gratuita, libre,
por gracia, no ganada. Simplemente concedida por gracia.
Y el versículo 13 continúa con el pensamiento: “Lo cual también hablamos no con palabras
enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu.” Deténgase ahí.
Cuando Pablo dice ‘ahora, cuando yo tramito esta información a ustedes, no es con mis
propias palabras sino’ ¿las palabras de quién? ‘Las palabras del Espíritu Santo.’ Ahora
escúchenme, yo creo que este versículo de manera clara enseña que la palabra mismas de
las Escrituras fueron dadas por el Espíritu Santo. ¿Entendió eso? Esto es elemental. Esto es
lo que llamamos inspiración verbal. Algunas personas dicen ‘bueno, Dios inspiró los
pensamientos generales y ellos los expresaron en sus propias palabras.’ Eso es ridículo.
Eso niega este versículo y en segundo lugar, ¿cómo es que usted puede tener un
pensamiento sin palabras?
“No hablamos,” esto lo dice enfáticamente, “con palabras enseñadas por sabiduría
humana.” No estamos hablándoles con nuestras propias palabras. Sino con las que enseña
el Espíritu en su gracia, las que el Espíritu y la revelación de Dios nos dieron. ¿Sabe usted
que cuando esos escritores de la Biblia se sentaron, cuando Pablo se sentó para escribir 1
Corintios, el Espíritu de Dios tomó control de ese hombre? El Espíritu de Dios entró al
cerebro de ese hombre, y sacó de su cerebro las palabras que estaban en su propio
vocabulario y a partir de su propia experiencia, y las ordenó en el orden que Él quería que
fueran escritas. Las palabras mismas escogidas por el Espíritu Santo, pero escogidas a
partir de la vida y personalidad de Pablo, de tal manera que reflejaron a Pablo. No
obstante, las palabras del Espíritu.
Esta es la Palabra de Dios y estas son las palabras de Dios. Alguien dice ¿por qué eres tan
detallista? Estudias cada versículo, cada palabra. Cada palabra que salió de la boca de
Dios. ¿Sabe una cosa?, cuando Satanás estaba tentando a Jesús, él no citó a
Deuteronomio y dijo ‘no sólo de pan vivirá el hombre sino mediante los principios
generales de Dios’. ¿Qué dijo? ‘No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que
procede de la boca de Dios.’ Dios da palabras y ellos escribieron palabras. Eso es
inspiración. Dios exhaló en sus mentes las palabras, toda la Escritura. ¿Sabe lo que es la
Escritura? ¿Sabe lo que la palabra significa? Escritura. Toda la Escritura, todo lo que está
escrito, es inspirado, no todos los apóstoles. No todos sus pensamientos, todos los
escritos fueron inspirados. Dios escogió las palabras.
Entonces, cuando la revelación desciende, no sólo puede ser ahí una masa nebulosa que
está flotando desde el cielo como si fuera sopa de letras de Campbell. Tiene que estar
compuesta. Y entonces, desciende y entra a la mente, sale de las plumas y ahí es escrita
en las palabras de Dios. Usted dice, ahí está, el Espíritu terminó. ¿En serio? ¿Cree que
terminó?
¿Sabe que hay muchas personas que tienen una Biblia y no saben lo que hay en ellas? Hay
todo de tipo de personas que tiene una Biblia y sabe usted lo que descubren en la Biblia?
Que Jesús no es Dios. ¿Alguna vez ha conocido a alguno de ellos? Algunas veces le tocan a
su puerta. Hay personas que estudian la Biblia y terminan con todo tipo de conclusión
equivocada. No entienden lo que está pasando. ¿Sabe por qué? Hay un tercer paso que
lleva a cabo el Espíritu Santo. Iluminación.
Eso está en los versículos 14 al 16; y aquí, el Espíritu Santo tiene que hacer que esto sea
personal; porque usted puede ser de dueño de una Biblia y no entenderla. El versículo 14
nos dice eso. “Pero el hombre natural,” sukakos, el hombre carnal, el hombre que es
humano, simplemente, lo único que tiene es humano. Él vive en el mundo material físico.
No puede conocer a Dios. No puede percibir a Dios. No puede salir de su pequeña caja. No
percibe las cosas que son del Espíritu de Dios. Usted le puede entregar una Biblia, meterla
debajo de su nariz y no hace diferencia alguna. No la entiende, no sabe lo que está
pasando. Para él todo es locura. Él no la puede entender porque se han de discernir
espiritualmente. Espiritualmente evaluada, espiritualmente juzgada, espiritualmente
discernida. Y él está espiritualmente muerto.
Salmo 119:18, el salmista oró una oración hermosa. Él dijo: “Abre mis ojos y miraré las
maravillas de Tu ley.” No es que Dios nada más nos dio la ley. Dios también tiene que abrir
los ojos de nuestro entendimiento. El Espíritu tiene que iluminar la mente. La verdad está
disponible, pero sólo aquellos que están iluminados van a entender la Verdad. El hombre
natural no la puede aceptar. Él está sin el Espíritu Santo. Él puede tenerla en su mano. Él
tiene la revelación, la inspiración, pero sin la iluminación, no tiene sentido. No tiene al
Espíritu Santo.
Simplemente, como un hombre ciego, no puede ver el sol. Él no puede ver al Hijo de
justicia. Así como un hombre sordo no puede oír música dulce. Él no puede valorar la
canción dulce de la salvación. Martín Lutero dijo: “El hombre es como una columna de sal,
como la esposa de Lot. Él es como madera y como una piedra. Él es como una estatua sin
vida que no usa ni los ojos ni la boca. Ni tiene sentido en el corazón a menos de que sea
iluminado, convertido y regenerado por el Espíritu Santo. Él no puede conocer nada si lo
tiene. El Espíritu Santo tiene que abrírselo a él.” Eso está en el versículo 15. “En cambio, el
espiritual juzga todas las cosas.” El que posee el Espíritu. El que tiene al verdadero
Maestro residente dentro de él. Él tiene el punto de referencia en sí mismo. Él tiene la
unción de 1 Juan 2:27–28: “Y no tenéis necesidad de maestros humanos porque tienen
una unción en ustedes y Él les enseña todas las cosas.”
Si usted tiene el Espíritu Santo, ahí está el Maestro residente de la verdad y ahí está el
Evaluador. Y por el Espíritu Santo, tomamos la Palabra de Dios y Él hace que esté viva y Él
hace que la entendamos. Y esto es para todos los cristianos. Sí, para todos los cristianos. El
mundo no conoce la Verdad. El mundo no puede conocer la Verdad. Usted conoce la
Verdad porque el Espíritu Santo mora en usted y le enseña la Verdad y hace que este libro
esté vivo. Podemos evaluarlo, podemos discernirlo. El punto de referencia está en
nosotros.
Y después, él añade una pequeña frase al final del versículo 15: “Pero él no es juzgado de
nadie.” Podemos evaluar porque somos espirituales, pero nadie puede evaluarnos.
¿Alguna vez ha notado lo difícil que es para el mundo evaluar a los cristianos? Ellos no
saben lo que somos.
‘Bueno, ¿quién crees que eres, tú que crees que conoces todo? Sí, no hay manera de que
un hombre natural puede evaluar a uno espiritual. Ellos no pueden conocernos, y escuche
esto, no pueden conocernos, así como no pueden conocer a Cristo. ¿Qué hicieron con
Cristo? Lo crucificaron. ¿Qué nos van a hacer? Gran parte de lo mismo. Se van a reír de
nosotros, se van a mofar de nosotros, nos van a llamar necios. En algunos lugares, nos van
a matar y la razón, él cita Isaías 40:13 para apoyar su punto, versículo 16: “¿porque quién
conoció a la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de
Cristo.” Escuche, nadie puede juzgar a un hombre espiritual. Porque hacerlo sería jugar al
Señor mismo. ¿Ve eso en ese versículo? ¡Es fantástico!
¿Quién conoce la mente del Señor? Nosotros tenemos esa mente. Ellos no pueden
entendernos porque no pudieron entenderlo a Él. ¿No es agradable saber que la razón por
la que usted es confuso para ellos es porque usted tiene la mente de Cristo? Guau. Soy un
misterio tan grande para el mundo como Él lo fue. Me da gusto tener esa compañía. Y me
encanta esto. ¿Quién conoció la mente del Señor, quién le instruirá?” ¿Sabe lo que hace
un hombre que viene y niega las declaraciones de Jesús? Él está diciendo ‘Ahora Dios,
dime unas cuantas cosas acerca de lo que yo he aprendido. Quiero corregir algunos de los
malos conceptos que Tú tienes.’ ¡Oh! Cuando alguien me dice, ‘¿sabes una cosa?,
necesitas entender algo. Yo no creo esas cosas acerca de Cristo. Te voy a decir cuál es mi
opinión.’ Mi respuesta es ‘Oh, bueno, ¿vas a tener que decirle a Dios ahora lo que Él debe
creer? ¿Qué quieres decir con eso?’
‘Bueno, como puede ver, el Señor mora dentro de mí y Él es mi maestro. Entonces, si
quieres instruirme, acuérdate que tú estás instruyendo la mente del Señor, porque yo
tengo la mente de Cristo.’ ¡Hombre, se van a enojar con eso! ‘¿Quién crees que eres?
Tienes todas las respuestas.’ Bueno, lo tienes que hacer de manera amorosa, pero lo
haces. Porque, ¿qué es lo que él está diciendo aquí? Y todo esto lo cierra de manera
hermosa, ¿no es cierto? Él simplemente está diciendo que la razón humana no puede
conocer a Dios. Dios tiene que revelarse a sí mismo. Dios se ha revelado a sí mismo
mediante tres pasos, mediante el Espíritu Santo lo reveló, lo inspiró y lo ilumina para que
podamos entenderlo. Y después, el punto de referencia está nosotros y conocemos la
Verdad, porque el Espíritu de Dios es nuestro maestro y mora dentro de nosotros. ¿No es
eso emocionante?
¿Y sabe una cosa?, le quiero decirle algo, una vez leí un artículo que decía que la
motivación por conocer en el ser humano es igual a la motivación sexual y a la motivación
por tener hambre. ¿No es eso interesante? La motivación por conocer. Escuche, si usted
quisiera conocer con tanto deseo, como lo dicen, aquí esta. Si usted entrega su vida a
Jesucristo, Él va a implantar dentro de usted al Maestro residente de la Verdad y usted
conocerá la Verdad y la Verdad lo va a liberar. ¿Lo va a liberar de qué? Lo va a liberar de la
búsqueda por la Verdad. Usted la habrá encontrado. Y usted descansará. Oremos.
Permítame tan sólo decir esto al partir, nosotros le ofrecemos lo que Pablo le ofrecería a
usted si él tuviera aquí. Cuando decimos que el mundo no conoce la verdad, eso no es
porque queremos mantenerlo así. Es porque queremos cambiarlo. Queremos que usted
conozca que la verdad está en Cristo; y queremos que usted venga a Él. Si usted viene a Él
con fe y arrepentimiento y lo recibe y cree en Su muerte y resurrección, usted conocerá la
verdad.
Padre, gracias por nuestro tiempo en esta mañana, por la bondad de Dios que trae
salvación, por la gracia que nos ha llevado a una relación contigo y nos ha dado la Verdad.
Estamos agradecidos por el Espíritu Santo que vive en nosotros enseñándonos. Te
agradecemos. Dios, sabemos que aunque Él es nuestro Maestro de la Verdad, podemos
apagar esa enseñanza y esa instrucción. Podemos entristecer al Espíritu. Que no sea así.
Que seamos sumisos, llenos, andando en el Espíritu, para que de hecho podamos discernir
todas las cosas. Te damos gracias por el privilegio de compartir juntos Tu Palabra esta
mañana y pedimos que acerques a Ti en esta hora a aquellos que tanto te necesitan. En el
nombre de Cristo. Amén.
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¿Filosofía o Cristo?
Escritura: Colosenses 2:8–10

Código: 2141
John MacArthur
Esta noche a ver Colosenses, capítulo 2, versículos 8 al 10 en nuestro estudio. Colosenses,
capítulo 2, versículos 8 al 10. Realmente, esta es tan sólo la primera parte de un estudio
de los versículos 8 al 15 que debería ser tomado como una unidad.
Podríamos titular nuestro estudio en esta noche Filosofía o Cristo, porque realmente eso
es de lo que Pablo está hablando en este pasaje. La palabra filosofía que aparece en el
versículo 8: “mirad que nadie os engañe por medio de filosofías.” La palabra filosofías es
de dos palabras griegas - “phileo” y “sophia”. “Phileo” significa amar y “sophia” significa
sabiduría. Filosofía es el amor de la sabiduría. Y a lo largo de toda la historia, el hombre ha
buscado esta fascinación con la sabiduría. Y eso es simplemente un significado etimológico
de la palabra, el amor de la sabiduría, pero la filosofía realmente se reduce al esfuerzo por
determinar las causas definitivas en la tierra y el universo… El esfuerzo del hombre por
determinar las causas definitivas.
A lo largo de toda la historia del mundo, el hombre ha buscado un entendimiento de lo
que causó lo que es y por qué es lo que es y a dónde va y cuál es su intención y propósito.
El hombre ha buscado explicar las razones de la existencia, el propósito de la vida, todos
los fenómenos del universo. Realmente, un gran misterio que el hombre ha tratado de
resolver. Ha habido muchas, muchas soluciones que se han ofrecido por muchos, muchos
filósofos diferentes. Ha habido decenas de miles de filósofos y una filosofía diferente para
cada uno de ellos, como también millones de millones de filosofías inventadas junto con
filósofos. Toda persona tiene su propia explicación del universo.
Recuerdo cuando estuve en la Universidad, una de las experiencias más frustrantes y
deprimentes que jamás tuve fue tomar un curso de filosofía europea. Nunca olvidaré el
curso debido a un alumno en particular a quien simplemente, le encantaba la filosofía. La
amaba. Él era una persona muy interesante. Él no podía deletrear nada. Él tenía algún tipo
de disfunción en lo que veía traducido a sus patrones de pensamiento. Y todo lo invertía,
lo torcía, lo colocaba de cabeza. Él no podía deletrear nada, digo nada, ni el perro, gato,
nada. Gato salía al revés otga. Fue una situación increíble.
Un día, él se me acercó y dijo, creo que fue el primer día que había estado en esta
universidad y él dijo: “creo que tú deberías buscar ser el vicepresidente del cuerpo
estudiantil.” Y yo le dije que no quería ser el vicepresidente del cuerpo estudiantil. Que no
estaba interesado en absoluto al hacer esto. “Tengo suficiente que hacer con el deporte.
Si quiero acabar la Universidad y quiero tener algo de estudio, no puedo hacer esto.”
Bueno, él dijo: “yo lo voy a hacer por ti de cualquier manera. Yo voy a estar a cargo de tu
campaña.” Y entonces, él procedió a desarrollar una campaña entera para mí por todo el
campus y ni siquiera ni una vez en todos los letreros que él colocó, mi nombre estuvo
deletreado de manera correcta. Y como resultado de eso, de manera natural, gané por
mucho. Fue lo más simpático que ocurrió en el campus durante el año entero.
Entonces, terminé el año siguiente siendo el vicepresidente del cuerpo estudiantil,
realmente en contra de mi voluntad. Pero siempre me acuerdo de la clase porque él
estuvo en ella y él solía escribir… Tuvimos un ejercicio en donde teníamos que responderle
al profesor al escribir las respuestas en el pizarrón. Y él escribía estas respuestas
totalmente incoherentes y yo solía pensar, “eso para mí es el retrato definitivo de la
filosofía.” Nada de esto tenía sentido en absoluto. Y debo apresurarme a decir que él
terminó con una A y yo con una B de calificación. Creo que yo terminé con una B debido a
mi actitud, más que cualquier otra cosa. Pero fue muy frustrante estudiar la filosofía
debido al hecho de que fue un ejercicio en la frustración de una mente degenerada,
tratando de determinar la verdad definitiva sin la ayuda de Dios. Y algunas de las
soluciones que la gente inventó realmente eran absolutamente increíbles. Y no hubo ni
dos de ellos estuvieran de acuerdo.
La mayoría de los filósofos niega la existencia de Dios. Aquellos filósofos que dan lugar a la
existencia de Dios, normalmente dan lugar a Su existencia sólo como una causa general,
quizás, de una manera deísta, que de alguna manera ahí atrás en algún punto algunas
veces Dios en cierta manera echó a andar todo, pero la mayoría de ellos niega la
existencia de Dios en su totalidad. Y ellos tratan de explicar todo el universo en términos
de sus propios patrones de pensamiento racional. Realmente, sin esperanza.
Primera de Corintios, capítulo 2, versículo 9: “cosas que ojo no vio…” Usted no poder
descubrir la verdad de manera empírica… “Ni oído oyó, ni han entrado en el corazón de
hombre.” Usted no puede descubrir la verdad mediante el racionalismo. Son las cosas que
Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló por Su Espíritu. El
Espíritu es el que escudriña las cosas profundas de Dios. La ciencia, eso es empirismo. La
filosofía, eso es racionalismo. De acuerdo con 1 Corintios 2:9, ninguna de ellas jamás
descubrirá la verdad definitiva.
No es sorprendente que Bertrand Russell, al final de su vida, a los 90 años de edad, la gran
mayoría de su vida, por lo menos 70 de los años pasados como filósofo, sus últimas
palabras fueron: “la filosofía ha probado ser un desperdicio para mí.” Ese es un
desperdicio largo, de 90 años. Thomas Hobbs, el famoso filósofo ateo inglés, quien
promovió la psicología materialista y lo que es llamado la moralidad utilitaria, cuando él se
acercaba a su muerte dijo esto: “estoy a punto de dar un salto a la oscuridad. Me dará
gusto encontrar un agujero para salir de este mundo.” Fin de la cita.
David Hume, el filósofo deísta escocés, fue un hombre inmoral en todo sentido de la
palabra, totalmente indecente, completamente deshonesto. Sus biógrafos nos dicen que
fue un maestro de inmoralidad. Un negador de Dios. Y su muerte fue tan trágica que los
que estuvieron ahí en su muerte dijeron que él agonizó hasta el punto de que él sacudió la
cama entera y demandó que las velas estuvieran encendidas toda la noche y que nunca
fuera dejado sólo ni por un momento; y sus labios estuvieron llenos de maldiciones y
remordimiento hasta que murió. Así es con los filósofos. Y así es con la gente que quiere
eliminar a Dios y después, en sus propias mentes, mediante su propio esfuerzo humano,
intentar descubrir la verdad.
Ahora, la ciudad de Colosas tuvo sus filósofos. La ciudad de Colosas tuvo sus Hobbs, a sus
Humes, a sus otros filósofos como los tiene toda sociedad. Famosos y no famosos. Y la
pequeña asamblea de creyentes, la Iglesia en Colosas estaba en peligro de ser capturada
por ellos, de ser infiltrada por ellos, de ser engañada por ellos.
Ahora, recuerde algo del trasfondo acerca de Colosas. Era una pequeña ciudad en medio
del valle de Lico, el valle de Lico fue nombrado así por el río Lico. Estaba aproximadamente
a más de 100 km de Éfeso ubicado en Asia Menor. Y en ese hermoso y pequeño valle
había tres ciudades: Colosas, Hierápolis y la más famosa, debido a la indicación en
Apocalipsis, la ciudad de Laodicea. Esas tres pequeñas ciudades ocupaban ese territorio.
Ahora, una de esas tres, la ciudad de Colosas, tenía una Iglesia. Y hasta donde sabemos,
también Laodicea tuvo una. Y también quizás Hierápolis. Pero era una ciudad pagana
típica, porque estaba ocupada por griegos, romanos y una población de gente judía que
había dejado su tierra.
Ahora, Pablo había estado en Éfeso durante tres años. Durante el tiempo en el que él
estuvo en Éfeso, él fue un instrumento vital al fundar la Iglesia en Éfeso y las otras iglesias
en Asia Menor. Y todas esas iglesias mencionadas en Apocalipsis 2 y 3 están en Asia
Menor. Y es muy probable que todas ellas fueron fundadas durante este período de tres
años, como también otras iglesias, esto es Colosas. Y lo que probablemente sucedió es
que mientras que Pablo estuvo ministrando en Éfeso, un hombre llegó ahí llamado
Epafras. Y Epafras fue ganado Jesucristo mediante el ministerio del apóstol Pablo. Él es
mencionado en el capítulo 4, versículo 12. Él fue ganado a Cristo por el apóstol Pablo y él
regresó a Colosas y se convirtió en el fundador de la asamblea colosense.
Ahora, seis años han pasado desde que la Iglesia en Colosas comenzó. Pablo ha terminado
sus tres años en Éfeso; después de esto, él pasó un invierno en Grecia, desde donde él
escribió, quizás, Romanos y Corintios. Después, él regresó a Jerusalén. Cuando él llegó ahí
con su ofrenda para entregarle a los santos pobres en Jerusalén, resultó que él fue
arrestado. Entonces, él fue llevado Cesárea y él fue dejado en la prisión ahí. Cuando su
encarcelamiento terminó, él fue traído a Roma para esperar su juicio. Eso fue lo que
sucedió durante esos seis años.
Y retomamos la historia hasta ahora y conforme él ha estado en Roma esperando su
juicio, Epafras lo visita en Roma. Y Epafras descargar su corazón con respecto a la situación
colosense. Y Pablo lo envia de regreso con esta carta para tratar de ayudarlo a corregir las
cosas.
Ahora, básicamente lo que Epafras le dijo fue primordialmente bueno, porque realmente
no hay nada, ninguna situación seria, crítica que se esté llevando a cabo en la
congregación. Más bien, hay advertencia, no sea que eso ocurra. Y la carta
primordialmente trata de advertencia para ellos con relación a dejar que cualquier
enseñanza falsa, filosofía falsa, infiltre su congregación. Colosenses tenía sus falsos
maestros, los tiene todo lugar. Tuvo sus filósofos con su sabiduría humana tocando a la
puerta de la iglesia, listos para entrar y apoderarse del control. Y Pablo simplemente les
advierte de ello.
Ahora, esto siempre debe ser esperado - que la Iglesia en toda ciudad, en toda cultura, en
todo país, en todo siglo, tendrá que pelear por aferrarse a su pureza doctrinal. Tendrá que
pelear para proteger su equilibrio espiritual. Tendrá que defenderse a sí misma en contra
de la gente que promueve el error y mantener siempre la verdad, porque Satanás siempre
se esforzará por derribar a la Iglesia, por llevarla al nivel de la falsa doctrina. Ésa es la gran
preocupación de Pablo y este se convierte en el corazón de Pablo a los colosenses.
Ahora, conforme llegamos al capítulo 2, versículo 8, llegamos a lo que verdaderamente es
la carta de la epístola. Esta es la carta de la epístola. Realmente, desde el capítulo 2,
versículo 8, hasta el versículo 23, esa sección aquí, Pablo da el mensaje primordial de esta
carta a los colosenses. Porque aquí él enfrenta directamente la enseñanza falsa que está
en la frontera de la Iglesia que posiblemente está amenazando a la Iglesia en Colosas.
Ahora, simplemente para darle un panorama del libro, Pablo ya ha confirmado la verdad
con relación a Cristo en la gran sección doctrinal. Capítulo 1, versículo 15 hasta el capítulo
2, versículo 7, esta es la sección doctrinal. Presenta a la gran doctrina de Jesucristo y la
salvación. Los primeros 14 versículos son la introducción. La gran sección doctrinal va
desde el 1:15 hasta el 2:7. La perfección práctica va desde el 3:1, capítulo 3, versículo 1 y
él entra a lo práctico hasta el final, capítulo 4, realmente versículo 6. Y después, palabras
personales para cerrar.
Entonces, usted tiene una sección doctrinal al principio. Esto es hablando de Cristo y
aclarando quién es Él y lo que es la salvación. Usted tiene una sección práctica que trata
con lo que debe caracterizar la vida de los colosenses y a todo creyente. Ahora, en medio
de eso, usted tiene lo que posiblemente podría llamar una sección polémica. Polémica
significa una disputa. Aquí está el argumento del libro. Aquí está la disputa. Aquí está el
diálogo de Pablo quien dice ‘ahora quiero entrar en este asunto. He hablado de Cristo, he
hablado de salvación, he hablado de su vida práctica, pero permítanme atacar a estos
maestros falsos.’ Y lo hace en el corazón de la carta. Y aquí es en donde estamos.
Ahora, vamos a observar algo interesante: hay cuatro aspectos de la enseñanza falsa que
amenazan a los colosenses. Tuve mucha dificultad bosquejando esta herejía, porque Pablo
nunca la nombra oficialmente. Él solamente toca sus bordes. Y es difícil que nosotros
entendamos exactamente qué es, pero puede volverse algo claro conforme avanzamos a
lo largo de esta sección en las semanas venideras. Pero esto es lo que sabemos. Tuvo
cuatro elementos. Uno, tuvo el elemento de filosofía según los versículos 8 al 15. Y eso es
de lo que él habla en los versículos 8 al 15. Esa sección entera trata con este problema de
la filosofía humana.
En segundo lugar, tuvo en ella un elemento del legalismo. Usted podría decir que el
número uno fue humanismo, el número dos fue legalismo. Los versículos 16 y 17 se
relacionan con el legalismo. En tercer lugar, tuvo un elemento de misticismo. En los
versículos 18 y 19 habla de una adoración de ángeles más bien mística. Y, en cuarto lugar,
tuvo un elemento de ascetismo, un elemento monástico, un tipo de humildad falsa
retirándose de los patrones de vida normales como algún tipo de monje o de ermitaño.
Entonces, aquí hay una conglomeración de filosofía humana, legalismo, misticismo y
ascetismo. Y en mi pequeña computadora entra y sale la palabra esenios. Y vimos en
nuestro estudio de introducción del libro de Colosenses que es muy probable que la
influencia pudo haber venido de la comunidad de judíos conocida como los esenios. Eran
una comunidad de judíos que parecía encajar con estos patrones. Ahora, ese podría haber
sido el caso. Quizás fue una forma de esa secta judía. Quizás, simplemente fueron una
serie de cosas coincidentes que realmente encarnan todo tipo posible de herejías que
usted podría imaginar.
Ahora, Pablo ya ha llamado a los colosenses a mantener una lealtad pura a Jesucristo. En
los versículos 1 al 7 él dice: “tengo un gran conflicto por ustedes y quiero que se aferren a
Cristo y a la verdad acerca de Cristo y a todos los tesoros de la sabiduría y del
conocimiento.” Él ha hecho esta gran afirmación, positiva. Quiero que se aferren a Cristo.
Quiero que se comprometan con la lealtad pura a Él. Y ahora, él se aleja de lo positivo a lo
negativo. Esto es lo que quiero que eviten, capítulo 2 versículos 8 al 23. Aquí está la
polémica. Aquí está el argumento.
Ahora, los falsos maestros, como ya hemos aprendido en nuestro estudio de Colosenses,
estaban diciendo, como han estado continuamente diciendo los primeros años de la
Iglesia, que tienen un conocimiento superior. Y continúan haciendo eso inclusive en la
actualidad. Han venido y dicen ‘bueno, sabemos lo que ustedes no saben. Tenemos un
sistema que es más elevado que el de ustedes. Tenemos un conocimiento que van más
allá del suyo. Un sistema más elevado, más genuino del que los cristianos tienen.’ Y desde
el tiempo del Nuevo Testamento, siempre han venido y han dicho “tenemos una gnosis
superior.” La palabra para conocimiento. Tenemos un conocimiento más elevado.
Tenemos una revelación más elevada. Tenemos un entendimiento más elevado de la
verdad de Dios.
Entonces, Pablo esta sección contraataca esto. Y lo que él está diciendo es que no hay una
verdad más elevada. No hay un conocimiento más noble. No hay un entendimiento más
grande. No hay una revelación superior. No importa lo que digan. Y en contra de la
declaración atractiva de que un sistema más elevado era ofrecido por esta nueva
enseñanza, él enfatizó que todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento están en
Cristo. En contra de la doctrina de los eones, la doctrina de las series de emanaciones, de
seres espirituales intermedios a través de los cuales la esencia divina fue distribuida hasta
que finalmente alcanzó a un hombre en una forma diluida.
Pablo presenta a Cristo como la única encarnación de la plenitud de Dios, capítulo 2,
versículo 9. No hay muchos eones y seres angelicales entre nosotros y Dios, mediante los
cuales Dios mientras su personalidad. Sólo hay una representación de Dios en términos
humanos y ésa es Jesucristo. En contra de la idea que esos intermediarios espirituales
debían ser adorados por los hombres, que deben acercarse a Dios a través de ellos, Pablo
les muestra que no son nada más que demonios que han sido conquistados por Cristo.
Él dice en el versículo 15: “Él despojó a los principados y a las potestades.” En contra de la
idea del ascetismo de abnegación personal y de falsa humildad, Pablo muestra que ya no
estamos apegados a cosas carnales debido a que hemos llegado a conocer a Cristo. Hemos
pasado a una dimensión espiritual y las abstinencias carnales tienen poca importancia.
Ahora, simplemente le estoy dando un panorama, creo que es importante que nosotros
veamos aquí un ejemplo excelente de cómo es que usted enfrenta la herejía. Y conforme
usted ve lo que Pablo está haciendo aquí, él está atacando estas cuatro áreas de herejía,
todas dirigidas en contra de la asamblea colosense, vengan o no en una o múltiples
formas, no estamos seguros. Pero notará que no es cuestión de una denuncia amarga de
la herejía. Él no nombra a la herejía y después la despedaza parte por parte. Él no hace
eso. No es una discusión detallada de la enseñanza falsa. No es una confrontación abierta
contra la herejía. Lo que él hace a lo largo de esto, conforme enfrenta a la herejía, es
afirmar positivamente la verdad. Él simplemente afirma positivamente la verdad una, y
otra y otra vez.
Un comentarista dice esto: “él ahora llega al corazón mismo de su carta. El apóstol
permanece de manera tan elocuente en la Deidad de Cristo y la dignidad y el hecho de
que los creyentes están completos al grado que el lector se queda con algo de
incertidumbre, sin saber exactamente cuál fue el sistema de error contra el que los
colosenses debían estar en guardia.” Fin de la cita. Y creo que el punto es obvio. Si usted
conoce la verdad, cualquier sistema de error va a colapsarse frente a la verdad. Y
entonces, es vital que Pablo presente la verdad.
Ahora, estas cuatro cosas que Pablo va a estar tratando: filosofía, legalismo, ascetismo y
misticismo, pero una únicamente para esta noche comenzaremos a ver y esa es la
filosofía.
Ahora, conforme vemos los versículos 8 al 15, y de hecho sólo vamos a llegar hasta el 10
hoy, del 8 al 10, vemos un contraste simple. Permítame darle tan solo dos puntos y vamos
a verlos simplemente. “Cautivado por la filosofía” en contraste a “completo en Cristo.” Y
esta es la historia de todo hombre, porque todo hombre o está cautivado por la filosofía
humana o está completo en Cristo. Eso es todo. Bastante simple. Un hombre o se vuelve
una víctima de la sabiduría humana, la razón humana, la lógica humana o se vuelve
completo en Cristo. Esa es la decisión de todo ser humano. Usted escogerá la sabiduría del
hombre o la de Dios.
En primer lugar, observe el versículo 8: cautivado por la filosofía. Veamos lo que sucede.
“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas según las
tradiciones de los hombres conforme los rudimentos del mundo y no según Cristo.”
Ahora, Pablo les está advirtiendo. Y él esencialmente está diciendo esto: cuidado, no sea
que aquellos de ustedes que fueron rescatados del dominio de las tinieblas y ya han sido
trasladado al Reino del Hijo del amor de Dios sean llevados como cautivos y esclavizados
otra vez.
Es parecido a Gálatas 5: “no os enredéis de nuevo en el yugo de esclavitud.” Para la
libertad, Cristo os ha liberado. No se vuelvan a enredar en el yugo de la esclavitud. No
regresen a un sistema humano anterior, legalismo, en Gálatas. Aquí, no regresen a un
sistema humano anterior. Filosofía humana o sabiduría. Entonces, la advertencia nos es
presentada mediante un llamado a la vigilancia. En su tiempo presente, continuamente
estén alertas, estar constantemente alerta, no sea que seamos engañados. Estén
continuamente alertas. Nunca bajen la guardia. La Iglesia siempre está bajo ataque por
parte de los falsos maestros.
Nuestro Señor nos advirtió. Regresando a Mateo 7, versículo 15: “guardaos de los falsos
profetas que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.”
Mateo 16, versículo 6, Jesús dice: “guardaos de la levadura de los fariseos.” La levadura de
los fariseos, ¿que es eso? Legalismo. Cuidado con esas filosofías falsas.
Pablo también advirtió en el capítulo 20 de Hechos, versículo 29, hablando a aquellos que
son los ancianos efesios, “porque yo sé esto, que después de mi partida, lobos rapaces
entrarán en medio de vosotros y no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se
levantarán hombres que hablarán cosas perversas para arrastrar discípulos tras sí. Por
tanto, cuidado.” El apóstol Pablo en Filipenses 3:2: “guardaos de los perros, guardaos de
los malos obreros, guardados de la circuncisión.” El grupo de la mutilación, aquellos que
quieren circuncidar. Pedro también advirtió en 2 Pedro 3, versículo 17: “guardaos, nos sea
que seáis engañados con el error de los impíos y caigáis de vuestra permanencia.” Jesús
dijo “guardaos”. Pablo dijo “guardaos”. Pedro dijo “guardaos”. Y es necesario que
nosotros escuchamos el eco “guardaos”. Siempre habrá un esfuerzo por alejarlo de la
verdad. Y usted dice: “bueno, ¿en contra de qué debo guardarme o cuidarme?”
Observe nuevamente el versículo 8: “que nadie os engañe.” Ahora, ese es un verbo
interesante. Es un verbo muy raro. Es una combinación interesante, es una palabra de
combinación. La palabra agó está ahí. Agó significa ser llevado. Y la palabra sylagó está
ahí. Eso es interesante porque esta palabra significa botín, se refiere al botín que usted se
lleva en un robo o botín que usted se lleva en una guerra o lo que sea. Y la palabra
significa simplemente llevarse el botín. Fue usada más tarde en escritos griegos no bíblicos
para hablar de secuestrar, de robar una casa o de violar a una doncella.
Él está diciendo: no dejen que nadie los secuestre. No dejen que nadie les robe su tesoro
de la verdad. No dejen que nadie los viole con sus enseñanzas falsas. Hay un peligro real
de que alguien va a llevarlo, lo va a tomar como presa, lo va a tomar cautivo, se lo va a
llevar a usted como un prisionero de guerra. Eso es en contra de lo cual Pablo les está
advirtiendo.
“Mirad,” en 2 Timoteo 3:6, “en los postreros días,” dice, “habrá aquellos que se meten en
las casas y se llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecado, arrastradas por varias
concupiscencias.” Misma idea exactamente. Llevarse a alguien cautivo. Y la palabra puede
ser usada de alguien que trataba con esclavos, que se lleva a la gente de una nación
conquistada para venderla como esclavos.
Para Pablo, era impensable que aquellos que habían sido rescatados, aquellos que habían
sido redimidos y aquellos que habían sido liberados pudieran someterse a esa esclavitud
antigua nuevamente. De vez en cuando, alguien me dice: “bueno, solíamos ir a Grace
Community Church.” Me los encontré en el supermercado o en algún lugar. “Oh, ¿solías
ir? ¿A dónde vas ahora?” “Oh, ya nos fuimos de ahí porque descubrimos que Grace
Community Church no tiene la verdad. Y descubrimos la verdad en la ‘Iglesia de la palabra
viva’, o sea cual sea ésta que está ahí, sin nombre o la sociedad tal o cual o el orden real
de cabras, no sé lo que es. La gente siempre viene y dice: “encontramos la verdad.” Y la
realidad es que han dejado a la Verdad por la esclavitud a la sabiduría humana.
¿Cómo es posible que lo van a cautivar a usted? ¿Cómo es posible que lo van a hacer que
se desvíe? Versículo 8: “mirad que nadie os engañe por medio de filosofías… Y ahí hay un
equivalente ahí… Huecas sutilezas. La filosofía es equivalente a las huecas sutilezas. El
medio para capturar a la gente es la filosofía, conocimiento que se oye muy sofisticado y
teorías. Pero todo es humano.
Incidentalmente, este es el único uso de la palabra en el Nuevo Testamento. Filosofías es
sabiduría humana. Sabiduría humana que se oye como si fuera Divina. Sabiduría humana
que supuestamente es mayor de lo que cualquier otra cosa que usted jamás haya oído.
Eso es lo que las sectas siempre ofrecen. ‘No conoces la verdad hasta que conozcas lo que
conocemos.’ Un escritor dice: “todo lo que tuvo que ver con teorías acerca de Dios y el
mundo y el significado de la vida humana fue llamado filosofía en ese entonces, no sólo en
las escuelas paganas, sino en las escuelas judías de la ciudad griega.”
Ahora, este historiador, su nombre es Slatter, dice que el término filosofía fue usado de
toda teoría acerca de Dios y el mundo fuera judía o griega, en esa era. Ese era el término
común. Entonces, toda persona que venía con cualquier nueva teoría acerca de Dios o una
nueva teoría acerca del mundo, sus orígenes, su significado y su destino constituyó un
filósofo con una filosofía.
Josefo, el historiador de esos días ha mostrado que cualquier sistema complejo de
pensamiento, y él dice “cualquier patrón de pensamiento moral o disciplinario era
llamado una filosofía.” Josefo inclusive dice, y cito: “hay tres formas de filosofía entre los
judíos: los fariseos, los saduceos y los esenios.” Esa es una cita de Josefo, de la Guerra
Judía Número Dos. Y eso me lleva a pensar que quizás eran los esenios quienes estaban
propagando su filosofía. Fuera lo que fuera, era una mentira y lo llama huecas sutilezas.
Esto liga el término con filosofía para de escribirlo. La filosofía son huecas sutilezas. Ese
engaño vacío. No le da lo que usted espera.
La palabra engaño es interesante en la Biblia. Sutilezas. Una de las palabras que es
utilizada en 2 Pedro 2 es engaño. Y el significado original de la palabra es un anzuelo. Y lo
interesante acerca de un anzuelo es que no es lo que un pez espera. Lo que usted ve no es
lo que usted recibe en esta circunstancia. Y él está diciendo la filosofía es lo mismo. Es un
anzuelo. Usted piensa que va a ser maravilloso y resulta ser engañoso. A pesar de sus
declaraciones, la filosofía es una ilusión vacía. Esa es la razón por la que Bertrand Russell
dice después de 90 años de eso, que fue un desperdicio. Y esa es la razón por la que
Hobbs y Hume están en sus lechos de muerte en pánico sin respuestas. Se oye bien,
seduce a la mente porque apela a las manos del orgullo. Pero engaña. La verdad es la
revelación de Dios hablada de manera final y claramente en Jesucristo. No hay valor en la
filosofía humana especulativa.
Creo que Herbert Carson tiene una buena advertencia en este punto. Él dice esto: “esto
no significa que él debe venir con una fe ciega que no razona, pero significa que en lugar
de traer presuposiciones filosóficas que van a colorear su estudio de las Escrituras y van a
llenarlo de prejuicios en su interpretación, un hombre viene como uno consciente de lo
finito que es su intelecto y consciente de que su mente también está afectada por su
naturaleza pecaminosa. Y de esta manera, está dispuesto a ser enseñado por el Espíritu
Santo y reconoce que es la Palabra de Dios en lugar de que es su propia razón, quien es el
árbitro final de la verdad.” Entonces, Pablo dice: guardaos, cuidado con la filosofía.
Cuidado con el modo humano o la teoría humana acerca de Dios, acerca del mundo, de lo
que sea. Apégate a la Biblia.
¿De dónde vienen las filosofías humanas? Bueno, él le da dos fuentes en el versículo 8.
Filosofía y huecas sutilezas según las tradiciones de los hombres. Esa es la fuente número
uno. Fuente número dos: conforme a los rudimentos del mundo y no según Cristo.
Dos fuentes inadecuadas. Número uno, la tradición. Siempre ha sido el caso. La gente
siempre la ha creído. ¿Sabe lo que eso hace? Eso simplemente perpetua patrones de
pensamiento humano depravados, inadecuados. La tradición no significa nada.
Simplemente, porque es trasmitida no significa que es verdad. Si usted tiene error para
comenzar y lo transmite a alguien más, no lo hace mejor que cuando comenzó. Aquí, él
está diciendo: la filosofía viene conforme a la tradición de los hombres.
Una de las cosas que me parecen tan interesantes y realmente no tenemos el tiempo para
desarrollar esto, cuando usted estudia la filosofía, casi todos los filósofos edifican sobre
otros filósofos. Hay una secuencia increíble que fluye a lo largo de la historia de la
filosofía. Y un hombre llega a este punto, el siguiente, corta un poco de su filosofía y la
desarrolla, y el siguiente hombre. Y entonces, lo que usted tiene en la actualidad en la
filosofía puede remontarse y casi toda la filosofía encuentra sus raíces en Aristóteles y
Platón. Todo es simplemente un cambio y variación en el flujo de la tradición del hombre.
Los errores son perpetuados, perpetuados, perpetuados, perpetuados. Observe el
judaísmo. Para cuando Jesús llegó a la tierra, los judíos habían edificado una
monstruosidad de filosofía tal, un desastre tal de sabiduría humana que no podían ya
identificar cuáles eran las tradiciones de los hombres y cuál era la Palabra de Dios.
Marcos, capítulo 7, versículo 5: “los fariseos y los escribas le preguntaron ¿por qué Tus
discípulos no andan según la tradición de los ancianos?” Ellos habían desarrollado este
sistema sofisticado en base a la tradición en su totalidad.
En el versículo 8, Jesús dice: “haciendo a un lado el mandamiento de Dios, ustedes se
aferran a la tradición de los hombres.” Y versículo 9: “bien rechazan ustedes el
mandamiento de Dios para guardar su tradición.” No hay nada honorable en la tradición.
No hay nada sagrado en la tradición. Simplemente, es ignorancia humana perpetuada.
Entonces, los judíos tuvieron sus tradiciones. Los gentiles tuvieron tradiciones, ¿sabía eso?
Trasmitieron sus mismas filosofías antiguas. Primera de Pedro, “porque ustedes no fueron
redimidos con cosas corruptibles como oro y plata de su vana manera de vivir recibida por
las tradiciones de vuestros padres.” Todos somos victimizados por ella. Todos somos
victimizados al transmitir el error.
Yo veo a mi pequeño niño que se va a la escuela y llega a casa y dice: “oye Papa,
realmente no venimos de los monos, ¿verdad?” Y yo le digo: “no, no venimos de los
monos.” “Pero todo el mundo dice que venimos de los monos y el libro dice que venimos
de los monos. Y le pregunté a la maestra por qué todo el mundo dice que venimos de los
monos y ella dijo “porque eso es lo que los científicos siempre han creído.” ” Y yo dije:
“bueno, esa es una buena prueba de que no importa cuán inteligente seas, sin Dios y su
revelación nunca te alejas del error para llegar a la Verdad. ¿No es cierto?” Y entonces,
¿de dónde viene esta filosofía? Vienes de todas las filosofías antes de ella. Simplemente,
perpetua lo mismo.
Segunda fuente: rudimentos del mundo. Bueno, este no es un término fácil de entender.
Hay varias posibilidades. Permítame tan sólo darle una idea general de lo que Pablo tiene
en mente. El término en su sentido literal se refiere a los elementos básicos del
aprendizaje. Rudimentos serían los ABC, literalmente significa cosas en una columna o
cosas en una hilera 1, 2, 3 o ABC. Él dice que esto simplemente viene de los ABC del
mundo. Creen que es trabajo de posgrado, pero no es nada. Es balbuceo.
¿Sabe una cosa? Usted va a la filosofía y usted recibe a un doctor de filosofía y Pablo dice
eso es A, B, C principios rudimentarios de instrucción para la niñez no adecuado para
adultos maduros. Eso es rudimentos. El pensamiento entonces es que el regreso a la
filosofía sería hacer a un lado la enseñanza madura de la Biblia cambio de las opiniones
infantiles pobres de una religión inmadura extrayendo su ser no de Dios, sino de este
mundo.
En Gálatas, capítulo 4, encontramos la misma fraseología, versículo 3. “Estuvimos en
esclavitud cuando fuimos niños a los elementos del mundo.” La enseñanza elemental de la
religión humana es lo que él quiere decir. Y en Gálatas, él está hablando de la religión de
los judíos. Y quizás, en Colosenses, él está combinándola con la religión gentil también.
Pero lo que él quiere decir aquí es simplemente los elementos básicos de la misma
religión humana antigua y, ¿qué es lo mismo de todos los tiempos que es básico en toda la
religión humana? ¿Salvación por qué? Obras. Lo mismo de siempre. La misma
terminología es usada también en el quinto capítulo de Hebreos. Simplemente significa
religión humana básica. ¿De dónde viene todo esto? Viene de la tradición, error
perpetuado. ¿De dónde más viene? Viene de la religión propia del hombre infantil. No le
está dando a usted algún conocimiento avanzado, profundo, nuevo. Usted oye a estos
hombres promoviendo esto… Abrí el diario del sábado ayer y hay personas locas
prometiendo nuevo conocimiento. Este hombre, su nombre es Norvel o algo así, él va a
trascender todo lo que usted jamás ha conocido, todo lo que él tiene que ofrecer es
religión humana infantil basada en la tradición de los hombres que no ha podido
encontrar a Dios debido a su depravación.
¿Quiere saber quiénes son los que realmente están avanzados? Observe a su alrededor.
Está sentando con ellos. La gente que conoce la Palabra de Dios. La palabra también, y es
un pensamiento interesante, Colosenses 2 de nuevo, la palabra rudimentos del mundo
tiene un segundo significado posible en el mundo antiguo. Y creo que el que le acabo de
dar, probablemente es el que Pablo primordialmente tenía en mente. Pero es posible que
la referencia podría ser ampliada para incluir esto. Eso era a lo que se refería a espíritus
elementales. Seres espirituales. Especialmente, la gente del día estaba ligada en asociar
espíritus con las estrellas y los planetas. Eso es astrología. Y estaban muy metidos en eso.
Y es sorprendente en la actualidad que la gente cree que tiene algo totalmente nuevo en
la astrología. Eso no es nuevo. Estos son los mismos rudimentos antiguos del mundo.
¿Sabía usted que Julio César fue un experto en la astrología y gobernaba su vida entera
por lo que las estrellas le decían? ¿Sabía usted que Alejandro el Grande hizo lo mismo?
Creyentes devotos ambos en la influencia de las estrellas. La gente que creía este tipo de
cosas, los espíritus elementales conectados con los planetas, estaban cautivos por un tipo
rígido de determinismo que estaba establecido por las estrellas y la influencia de estos
espíritus a través de estas estrellas dominaba su vida. Y solían decir que sólo había una
manera de escapar. Que usted era absolutamente un prisionero de las estrellas y los
espíritus de las estrellas a menos de que usted conociera las contraseñas correctas y la
fórmula correcta. Y entonces, podía escapar del fatalismo que estaba incorporado en las
estrellas. Usted tenía que tener, decían ellos, un conocimiento secreto, una enseñanza
secreta. Y vinieron los falsos maestros y dijeron: “tenemos la enseñanza secreta que
puede aliviarlo del determinismo fatalista de las estrellas. Jesucristo no los puede salvar
de los espíritus en las estrellas y los planetas. Tenemos la información secreta para esto.”
Y algunas de las personas en la Iglesia colosense probablemente habían estado en este
tipo de sistema y cuando fueron salvados de él, todavía tenían pensamientos que
permanecían ahí en su mente acerca del sistema. Y la tentación pudo haber estado ahí
para que dijeran: “bueno, ¿qué tal si tienen razón?” Pero Pablo les advierte y nos advierte
a estar continuamente alertas contra estas verdades falsas. Y estas cosas, simplemente
son tradiciones humanas. Simplemente, es ignorancia perpetuada. Es infantil, religión
humana inadecuada del pasado siendo revivida. Y no es nada más. Tenemos a Cristo, Dios
es suficiente.
Y eso lo lleva a un segundo punto: completo en Cristo. Él dice al final del versículo 8: “no
según Cristo.” Y después, él cambia de velocidad y dice: “porque en Él habita
corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Y vosotros estáis completos en Él, que es la
Cabeza de todo principado y potestad.”
Usted no necesita ser cautivado por la filosofía. Usted puede estar completo en Cristo.
Usted puede desechar toda la filosofía humana. Usted puede desechar todas las religiones
tradicionales del mundo. Usted puede desechar todas las formas y teorías hechas por los
hombres, porque sólo en Él mora la plenitud de la Deidad corporalmente. Y vosotros
estáis completos en Él. La palabra habita en el versículo 9, en Él habita, tiempo presente
continuo, todavía habita. Jesucristo todavía es la plenitud de la Deidad.
La palabra Deidad incidentalmente es la palabra para la esencia de la Deidad. Todavía Él es
la deidad. Él todavía es la plenitud de la Deidad, tal como lo fue en el capítulo 1, versículo
19. Él no ha cambiado. “Por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda la plenitud.”
La palabra “pleroma”, la plenitud de Dios mora corporalmente. El que en Belén adoptó
una naturaleza humana está ahora en el cielo y todavía retiene Su humanidad y la
retendrá a lo largo de todas las edades de la eternidad.
Yo creo que el versículo 9 puede ser la más grande afirmación de la Deidad de Jesucristo
en todas las epístolas. En Él, modificando a Cristo en el versículo 8, habita continuamente,
no va y viene, como enseñaban los gnósticos, toda la “pleroma” la plenitud de la Deidad
en un cuerpo. No sé cómo usted puede negarlo. Un hombre aquí con cabellos raros viene
y dice: “Cristo no es Dios.” ¿Qué va a hacer usted con eso? ¿Y el resultado de esa realidad
para nosotros? Usted no necesita la filosofía. ¿Por qué? Porque el versículo 10 dice: si Él es
todo lo que hay de Dios, entonces están completos en ¿dónde? En Él. Aquel que es la
Cabeza de los otros seres espirituales. De todos los seres angelicales, llamados principados
y potestades. Su plenitud, amados, nos es impartida.
No sé si usted puede entender eso. Permítame ver si le puedo ayudar. Los mismos
términos son usados. Él es la “pleroma” de Dios y somos la “pleroma” en Él. Dios
literalmente se pasa a sí mismo a nosotros a través de Cristo. Ustedes están completos en
Él. Este es un tiempo perfecto. Hemos sido completados en Él con resultados eternos.
Cuando usted piensa en la caída del hombre, cuando usted piensa en lo que pasó, es
bastante triste. Cuando el hombre cayó, él cayó en un estado triste de estar incompleto.
Un hombre incrédulo está espiritualmente incompleto, porque él está totalmente fuera
de comunión. Él es moralmente incompleto, porque él no tiene estándar de conducta y si
lo tuviera, él no podría vivir al nivel de ese estándar. Él está mentalmente incompleto
porque él es incapaz de conocer la Verdad. Entonces, usted tiene a un hombre
espiritualmente, moralmente, mentalmente incompleto.
Jesucristo entra a la escena y Pablo simplemente dice: “y vosotros estáis completos en Él.”
Segunda de Pedro 1:4, Pedro dice que se han convertido en participantes de la naturaleza
Divina. Piense en esto. Usted se ha convertido en un participante de la naturaleza Divina.
Un hombre instantáneamente se vuelve espiritualmente completo, él tiene comunión con
Dios, la vida de Dios está en él. Él se vuelve moralmente completo no porque él es
prácticamente perfecto, sino porque él reconoce la autoridad y la voluntad de Dios. Él
tiene un estándar. Y al Espíritu Santo que lo capacita para darle la fortaleza para obedecer.
Él está mentalmente completo no en el sentido de conocerlo todo, sino en el sentido de
tener la verdad. Y al Maestro residente de la verdad, el Espíritu Santo. Los cristianos
participan de la vida Divina. ¡Qué verdad tan increíble!
Cuando usted se convirtió en un cristiano, usted recibió todo lo que usted necesita. Todo.
Pedro dijo: “tenemos todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad.” Usted no
necesita ningún conocimiento más elevado. Usted no necesita las palabras de Mary Baker
Eddy. Usted no necesita las palabras de José Smith. Usted no necesita las palabras del
libro del mormón. Usted no necesita las palabras de Madame Blevatsky, el juez Rutherford
o de alguien más. Usted no necesita a las palabras del señor y la señora Filmore para
añadir a lo que usted tiene. Usted no necesita al apóstol tal y cual para decirle algo más de
lo que usted tiene. Usted es no necesita a Sun Yung Moon para venir y añadir a lo que
usted tiene. Usted no necesita nada, porque usted está completo en Él.
Yo no sé usted, pero yo, como cristiano, tengo un sentido de esa totalidad, ¿usted no? Mi
búsqueda por la verdad se acabó. ¿Y la de usted? Yo la he encontrado. Yo ni siquiera
puedo concebir necesitar jamás algo fuera de Jesucristo. ¿Y usted? Todo hombre tiene
una decisión que tomar. Él puede escoger la filosofía humana, la cual lo va a cautivar y lo
va a llevar a estar incompleto, a una sentencia espiritual, moral y mental de condenación.
Él puede seguir la sabiduría humana, la cual parece ser tan elevada y tan sublime y tan
sofisticada; y no es nada más que la misma tradición antigua transmitida siglo tras siglo, el
mismo ABC de la religión humana, o él puede venir a Jesucristo y ser levantado de este
mundo para que éste completo espiritual, moral y mentalmente. La canción, y solían
cantar y cantarme esta canción, “Él es todo lo que necesito. Él es todo lo que necesito.
Jesús es todo lo que necesito.”
Padre, gracias por nuestro tiempo en esta noche. En cierta manera, sólo hemos realmente
rascado la superficie de estos pensamientos. Vamos a tratarlos de manera más apropiada
la próxima vez, conforme realmente profundizamos en los siguientes versículos al
describir lo que significa estar completo. Salvación completa, perdón completo. Victoria
completa. Vamos a escarbar en profundidad en lo que estar completo significa.
Pero simplemente, por ahora es tan emocionante saber que estamos completos en Él. No
nos falta nada. La vida de Dios en nosotros, el Espíritu de Dios en nosotros, la Palabra de
Dios en nosotros, el poder de Dios en nosotros. Todo el fruto del Espíritu manifiesto -
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, todas esas
gracias que nos has dado - fe y esperanza y amor. Y por el Espíritu Santo, sabiduría y
verdad, todo lo que podría ser concebible para hacer de la vida y la eternidad
significativas.
Gracias por las palabras de Pedro. “Ustedes tienen todas las cosas que pertenecen a la
vida y a la piedad. Ustedes son participantes de la naturaleza divina.” Gracias Padre por
tomarnos a nosotros, que no necesariamente somos los más brillantes, los más
inteligentes, que no tenemos los títulos de doctor de filosofía, que nunca hemos quizás
sido educados por las mentes brillantes y los sistemas sofisticados de nuestro mundo.
Gracias porque Tú has escondido esas cosas de los sabios y los entendidos y no las has
revelado a nosotros, los niños, porque Tú obtienes la gloria de la confianza simple.
Padre, es mi oración en esta noche porque de alguna manera en nuestra comunión
puedas hablarle a ese corazón que está luchando, a esa vida que está ahí en la cuerda
floja, por tomar una decisión relacionada a ser cautivado por la filosofía o estar completo
en Cristo. Simplemente, oro porque Tu Espíritu Santo les ministre, los motive, los
convenza de pecado, que nadie se vaya de este lugar con un compromiso con la sabiduría
humana. Que ninguno de nosotros se vaya de este lugar confiando en la lógica, confiando
en la educación, confiando en la filosofía más brillante, sino que sepan que sólo en la
Palabra de Dios está la verdad y sólo en el Cristo de Dios está el estar completo.
Lleva a cabo Tu obra, Padre, en los corazones y en todos nuestros corazones, si ya
estamos completos en Ti, haznos estar agradecidos y ayúdanos a vivir nuestras vidas al
nivel de esa perfección que Te agrada. En el nombre de Jesús. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Introducción a Colosenses
Escritura: Colosenses 1:1–2

Código: 2130
John MacArthur
Tome su Biblia y acompáñeme a Colosenses, y quiero que por lo menos comencemos a
ver lo que Dios pueda tener para nosotros aquí. Al presentar un libro como este, es de
importancia crítica que tengamos un entendimiento general en su trasfondo. Esta noche
vamos a comenzar un estudio que nos va a tomar probablemente un par de meses, a lo
largo de esta carta maravillosa que Pablo le escribió a los cristianos en Colosas. Y creo que
es apropiado darle un entendimiento del por qué creo que debemos estudiar el libro, en
términos generales, de qué trata el libro y lo que vamos a aprender de él, y quiero tratar
de hacer eso en esta noche. Por lo menos, para mí hay seis razones importantes por las
que debemos estudiar Colosenses, seis razones importantes.
Número uno, y esto es para tratar de actualizar Colosenses para que pueda entender cuán
relevante es para el día de hoy. Esta es una época de la ciencia, esa es la razón número
uno. Hay cosas fantásticas que se están realizando en la ciencia; vemos a nuestro
alrededor y encontramos descubrimientos y logros en todo, desde la microbiología hasta
la macrociencia, la cual sería el estudio del espacio y los estudios lunares y todo lo que
esté involucrado con eso; hay cosas que van desde la medicina nuclear al poder nuclear,
avances científicos fantásticos; de hecho, la literatura científica y tecnológica está
inundando al mundo con 60 millones de páginas al año. La información técnica y científica
está viniendo a un paso tan rápido que ningún ser humano podría dominar tanto como un
día de descubrimientos combinados, en un mundo que está avanzando rápidamente a
nivel científico como en el que vivimos, en donde el 95% de todos los científicos que jamás
han vivido en la historia están vivos en la actualidad.
Hacemos preguntas de manera natural tales como: ¿Cómo es que Dios está relacionado
con esto? ¿Cómo es que Dios se relaciona con la creación, con la ciencia, con el
descubrimiento? ¿Acaso Él está en esto o fuera de esto? Colosenses responde esta
pregunta. Por ejemplo, en Colosenses 1:16 dice: “Porque en Él fueron creadas todas las
cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra”; esta también es una época de
ecumenismo, esta es una época en la que la gente está esforzándose por tener una iglesia
a nivel mundial, una súper iglesia, y con frecuencia me hago la pregunta: ¿No habrá un
cuerpo sin una cabeza? ¿Habrá una unidad verdadera sin doctrina verdadera? ¿Realmente
podemos unir a todo mundo a nivel religioso en base a la filantropía y la cultura y los
esfuerzos sociales?
Los esfuerzos no solo se están haciendo para cazar aquellos que ya están, hasta cierto
punto, cercanos, el protestantismo y el catolicismo romano, en una unión eclesiástica
definitiva. Pero inclusive, grupos religiosos no cristianos han sido invitados para ser parte
de esta amalgama: Rama Vishnu, Zoroaster, Buda, Confusio, Moisés y Mahoma; todos han
sido unidos, todos han contribuido junto con Jesús y debemos unir a todos. ¿Es ésta la
iglesia que Dios quiere? ¿Quién es la cabeza de una iglesia así? ¿Cuál es la base de su
unidad? Colosenses responde esto en el capítulo 1, versículo 18: “Y Él es la cabeza del
cuerpo”, la iglesia. Ahora, ésta también es una época en la que no hay autoridad, ésta es
una época en la que la gente está negando cualquier tipo de absoluto y buscando lo
relativo. Toda autoridad es sospechosa, no hay nada sagrado.
El derrocamiento de todo, por lo menos, se permite si no es que es posible. Inclusive, la
religión no tiene autoridad, a todo hombre se le da el derecho de desarrollar su propia
religión; en nuestro mundo tenemos la religión del hombre, la religión de la mente
humana; no hay reglas, no hay absolutos, simplemente experiencia, ética que fluctúa y se
hacen ídolos. Y Jesús es simplemente como otro gurú, como el resto; su palabra no es
absoluta, su verdad no es obligatoria, Él no es el único Dios verdadero. Ahora, en una
época como ésta, sin absolutos, alguien tiene que definir realmente quién es Jesús.
Colosenses hace eso. Capítulo 1, versículo 15: “Jesús dice: “Es la imagen del Dios invisible,
el primogénito de toda creación”; capítulo 2, versículo 9 dice: “Porque en Él habita
corporalmente toda la plenitud de la Deidad”. Colosenses dice que hay algunos absolutos,
y Jesús es el primero.
En cuarto lugar, ésta es una época de pragmatismo. Creo que ésta es la época en la que la
gente quiere saber lo que funciona. Si usted quiere vender la meditación trascendental, si
usted quiere comercializar la yoga, si usted quiere que la gente se una a la reflexión,
simplemente dígale lo que haga alguna diferencia en su vida, dígale lo que les ayude a ser
mejor en lo que sea; ésta es una época práctica y la gente está haciendo básicamente una
pregunta: ¿Funciona? No es tan importante si es verdad, es importante si funciona. Y creo
que en el cristianismo la gente quiere saber lo mismo: “¿Acaso Cristo funciona? ¿Acaso
realmente cambia una vida? ¿Tendré paz? ¿Da Él gozo? ¿Acaso Él trae felicidad real?
¿Acaso Él da significado a la vida, poder, esperanza, propósito?”; Colosenses responde
eso, capítulo 1, versículo 22 dice: “El cuerpo de su carne, mediante la muerte, puede
presentaros santos y sin mancha, irreprensibles ante Él”; Él puede cambiarlo, Él puede
hacerlo a usted santo. Capítulo 2, versículo 6 y 7 dice: “Para que andéis en Él, firmemente
arraigados y edificados en Él”, y eso es algo que mucha gente necesita, raíces.
Usted puede experimentar gratitud. Capítulo 2, versículo 10 dice: “Y vosotros estáis
completos en Él”. Capítulo 3, versículo 3 dice: “Vosotros estáis muertos y vuestra vida está
escondida con Cristo en Dios”. Hay algunos cambios dramáticos. Y en el capítulo 3,
versículo 12 hasta el capítulo 4, versículo 6, habla del nuevo poder que usted tiene para
una vida cambiada. El 3:12 dice que ahora tenemos la capacidad de misericordia,
amabilidad, humildad, mansedumbre, soportándonos unos a otros, perdonándonos unos
a otros, etcétera, etcétera, etcétera; todas esas cosas que buscan los hombres son
posibles. Entonces, Colosenses le habla a esa época, a la época del pragmatismo.
Y creo que también, en quinto lugar, ésta es una época de relaciones frustradas. Una gran
cantidad de personas en nuestro mundo está buscando relaciones significativas, están
buscando relaciones que sean satisfactorias entre ellos. Sin embargo, tantas personas
están insatisfechas de manera desesperada. Yo diría que la mayoría de la gente están
desesperadamente insatisfechas, muchas personas están solas, muchas, muchas personas
no están relacionadas de una manera significativa con nadie, inclusive con sus esposas,
sus esposos, sus padres, matrimonios, familias, gente que tiene que trabajar unos con
otros, ninguna de ellas se puede llevar; tienen dificultad construyendo puentes para llegar
el uno al otro. ¿Qué hay acerca de las relaciones? Colosenses habla claramente de este
asunto. Capítulo 3, versículo 18, le habla de las esposas y los maridos y cómo tener una
relación positiva en una familia, en un matrimonio. Versículo 20, de los hijos; versículo 21,
de los padres; versículo 22, de los siervos o empleados; versículo 1 del capítulo 4, de los
jefes; todo acerca de las relaciones y cómo operan. Entonces, para aquellos que están en
relaciones frustradas, Colosenses viene al rescate.
En sexto lugar, ésta es una época escatológica. Y con esto quiero decir que desde que,
digamos, en los últimos 10 años, cuando empezaron a salir libros como la bomba de la
población y el shock futuro y todas estas cosas, creo que la gente ha estado consciente del
hecho de que podríamos estar cerca del fin del mundo. El hombre se ve a sí mismo en un
curso de colusión con una catástrofe definitiva, podríamos morirnos de hambre, guerras
de hambre y la hambruna es muy posible; ya se han establecido dispositivos nucleares en
ciertos lugares, y estaba leyendo recientemente que si alguien o algo jamás llegaba a
disparar esas cosas, podría crear una ola que destruiría las ciudades de las costas. Y un
comentarista que oí apenas esta semana, dijo que es posible que eso podría causar una
ola de más de 2 kilómetros de altura.
La guerra nos podrá destruir, la guerra nuclear, la guerra biológica química, la
contaminación nos podría ahogar; cuando el Apolo 8 tomó fotos de la superficie de la
Tierra, descubrió que, no Los Ángeles, sino el peor smog en el mundo era el que estaba en
Osaka y Tokio, y a lo largo de esa tira, en Japón, 34 toneladas de suciedad por mes caen en
cada kilómetro cuadrado y solo 17 toneladas caen en Nueva York. Vemos esta época y es
escatológica. Digo, muchas personas creen que estamos acercándonos al final. Colosenses
responde a eso, Colosenses tiene algo que decir acerca del destino, algo que decir acerca
del futuro. En el capítulo 1, versículo 12 dice: “Dando gracias a Dios, que nos hizo aptos
para participar de la herencia de los santos”, y en el versículo 13 habla de un reino
venidero o de un reino con un aspecto venidero. Oiga, hay un factor de destino aquí, hay
algo en el futuro. Capítulo 3, versículo 4: “Cuando Cristo, quien es nuestra vida, aparezca”,
eso nos dice que algo va a pasar en el futuro, Cristo aparecerá y entonces apareceremos
con Él en gloria. Vea esta época desde todo ángulo posible y va a descubrir que
Colosenses está actualizado, es crítico para el día de hoy; presenta a un Cristo que no
envejece, atemporal, eterno, como la solución para el dilema de todo hombre.
Que la época de la ciencia sepa que Él es el arquitecto, el creador y el sustentador del
universo; que la época del ecumenismo sepa que Él es la única cabeza verdadera de la
única iglesia verdadera, su propio cuerpo; Él es el salvador todo suficiente, la fuente de su
unidad vital; que la época en donde no hay autoridad, sepa que Él es la única autoridad, la
imagen del Dios invisible, el preeminente en el universo, el que encarnó la plenitud de la
Deidad, la fuente de todo conocimiento y toda sabiduría; que la época del pragmatismo
sepa que Él puede cambiar una vida milagrosa y totalmente, solo Él puede dar amor y
gozo y paz y perdón y cualquier otra virtud, y una nueva capacidad para vivir la vida a su
plenitud; y que la época de las relaciones frustradas sepan que Él es la fuente de amor
verdadero y de entendimiento, Él edifica familias y matrimonios y amistades; y que la
época escatológica sepa que Él es el fin, la esperanza, el clímax, el rey venidero, Aquel en
quien toda la historia se resuelve. Y cuando sepan eso, conocerán el mensaje de
Colosenses.
Comencemos viendo los primeros dos versículos, y esto es tan solo la introducción.
Versículo 1: “Pablo, Apóstol de Jesucristo, por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,
a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas. Gracia y paz sean a
vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo”. Notará que en la mayoría de los
manuscritos esa última frase: “Y el Señor Jesucristo”, no aparece. Ciertamente es verdad.
Nada más que algunos manuscritos la incluyen y otros no. Ahora, conforme Pablo
presenta el libro, voy a usar esto como una plataforma para darle un panorama general.
Conforme Pablo presenta el libro, él da los cuatro elementos normales de una
introducción, esto es muy típico.
Cuatro elementos normales. Número uno, es el escritor. Cuando escribimos una carta,
colocamos nuestra firma al final y usted tiene que leer toda la carta para ver quién le
escribió la carta; Pablo comienza con su nombre, esto era típico, “Pablo”, y como usted
sabe, yo no puedo evitar más que leer el nombre y no ser cautivado, simplemente hay
algo en ese nombre que me cautiva, enciende mi imaginación, me impone como ningún
otro ser humano fuera de nuestro Señor; su personalidad es algo tan devastador, es una
combinación de una mente absolutamente brillante, una voluntad totalmente imparable;
sin embargo, un corazón tierno. Un hombre único quien fue judío por descendencia, sin
embargo, fue un ciudadano romano por nacimiento, y poseyó una cultura combinada de
los griegos y los judíos que él adquirió por ser criado en la cultura griega en Tarso, y la
preparación por parte de maestros judíos tales como Gamaliel; él inclusive se convirtió en
un fariseo, él fue un hombre con una cosmovisión total, por lo menos en el mundo con el
que estaba familiarizado.
Él fue llevado al ministerio, y él se volvió primordialmente la causa determinante del curso
futuro de la historia; un hombre así es tan sorprendente que si tuviéramos una carta de
ese hombre tendríamos un tesoro increíble, y tenemos 13 de él. Cuán ricos somos.
Entonces, él se presenta a sí mismo, y eso sería suficiente para nosotros, y probablemente
suficiente para la gente en Colosas realmente; algunos de ellos, de cualquier manera, que
ciertamente sabían de él, pero él añade esto, él siempre añade esto: “Apóstol de
Jesucristo”. Y la razón porque él añade esto, es porque esto afirma su autoridad; él no está
a punto de escribir una carta que da su opinión, él no es simplemente un mensajero, él es
alguien vestido con la autoridad y capacitado con el que lo envía; él no simplemente está
llevando un mensaje, él representa autoridad y poder. ¿Y sabe una cosa? Él afirma esa
autoridad apostólica cuando él escribe a iglesias, cuando él sintió que era necesario.
En Filipenses, por ejemplo, en donde no es necesario que él establezca su autoridad
porque ya ha sido establecida, él ni siquiera se molesta por decirlo. En 1ª y 2ª de
Tesalonicenses, en donde no es necesario establecer su autoridad, él no se molesta por
decirlo ahí tampoco. Y en Filemón, en donde no está usando autoridad, sino pidiendo un
favor, él no dice nada acerca de su autoridad. En contraste, en Gálatas, él pasa dos
capítulos hablando de su autoridad porque estaba en cuestión. Y ahora al escribir a los
Colosenses él simplemente la afirma para que ellos sepan que ésta no es una opinión de
algún misionero, sino que es la palabra con autoridad del vocero divinamente designado
de Jesucristo, ésta es la Palabra de Dios. “Pablo, Apóstol de Jesucristo”, ¿cómo?, “Por la
voluntad de Dios”. Él no llegó a tener esta función por aspiración, por usurpación, por
nominación, sino por revelación divina, “la voluntad de Dios”. Entonces, conocemos al
escritor.
En segundo lugar, su compañero. En tantas de sus cartas, él presenta a la persona que
está con él mientras que él está escribiendo, éste no es un coautor, es simplemente el que
estaba ahí con él; y Timoteo, de hecho, dice: “Y el hermano Timoteo”. Él no está diciendo
que Timoteo está escribiendo, él está diciendo que “Timoteo está conmigo”. Él incluyó a
Timoteo como su compañero cuando comenzó, en 2ª de Corintios, en Filemón, en
Filipenses, en 1ª de Tesalonicenses, y en 2ª de Tesalonicenses. En Gálatas, él incluyó a un
grupo de hermanos que estaban con él. En 1ª de Corintios él incluye a Sóstenes, el
hermano Sóstenes. Entonces, es su hábito incluir en el saludo a quien está con él, es como
si dijera: “Soy yo y mi amigo que está conmigo, diciendo hola”, nada más que más que
eso, hablándole a ustedes como el Apóstol de Cristo. No puedo evitar sino decir una o dos
palabras de Timoteo. Pablo amaba a Timoteo de una manera muy, muy excepcional; estoy
seguro de que Pablo amó a muchas, muchas personas, y en particular a muchos de los que
él había ganado para Cristo; pero él tenía un amor único hacia Timoteo. Timoteo fue el
que lo consoló, Timoteo fue aquel cuya presencia él amaba más. Lea en algún momento
Filipenses 2:19 al 23, y simplemente vea sus sentimientos hacia Timoteo.
Durante los largos años de trabajo que Pablo pasó como un Apóstol, Timoteo había sido
su camarada. Timoteo es una persona interesante, él fue muy delicado, frecuentemente
enfermo, tímido, titubeando, siempre necesitando ánimo y lloró mucho; ese fue Timoteo.
Sin embargo, nadie en todo el ministerio de Pablo alguien es visto en una relación como la
que Pablo tuvo con Timoteo. Pablo no confió tanto en nadie ni a nadie le expresó tanto
amor como a Timoteo. Él verdaderamente fue el hijo de Pablo en la fe. Entonces, él dice:
“Timoteo está conmigo”, eso es bueno para Pablo, eso es bueno, porque conforme él
escribe, él está en la cárcel, y tener a Timoteo es una bendición.
En tercer lugar, los lectores. El escritor, su compañero y los lectores, versículo 2: “A los
santos y fieles hermanos en Cristo, que están en Colosas”. Y notará usted cómo esto se
estrecha, “A los santos”, ese es un término amplio; y de los santos, a los santos fieles, y de
los santos fieles a los que están en Colosas. Él enfoca su carta hasta llegar al objetivo, a los
santos. ¿Sabe usted lo que es un santo? Dice usted: “Oh, sí, son de los que tienen
estatuas”. No. La palabra “santos” simplemente para darle esto, presentándolo desde un
ángulo diferente, un poco diferente, sé que usted está familiarizado con esto, pero no
quiero decir lo que usted ya sabe, quiero decir algo en lo que quizá no ha pensado.
La palabra “santo” en el griego original, escuche esto, no tiene un significado ético moral
en absoluto, no tiene una naturaleza justa en su terminología, no tiene importancia moral,
no tiene importancia ética, simplemente significa “apartado”, “uno separado”. Hablamos
de una iglesia como un lugar santo. Ahora, eso no significa el ladrillo y la piedra y la
madera que eso tiene algún tipo de cualidad ética, no significa que esto es cemento moral,
no; lo que significa es que es santo solo en el sentido de que esto ha sido apartado para el
uso del pueblo de Dios. Hablamos de la Biblia con tanta frecuencia que decimos “el libro
Santo”. El papel no es diferente, en términos éticos, que cualquier otro papel, y la tinta no
tiene ninguna cualidad moral en absoluto; pero cuando decimos que es un libro Santo,
queremos decir que de todos los libros en el mundo este libro ha sido apartado como el
único libro mediante el cual Dios comunicó su verdad, está apartado del resto de los otros
libros. Venimos a la mesa del Señor en algún momento y tomamos el pan y decimos: “Este
es pan santo”.
Bueno, no es diferente que cualquier otro pan ordinario, pero ha sido apartado como un
símbolo de Jesucristo. “Santo” simplemente significa “apartado”. ¿Sabe usted lo que es un
cristiano? Él es santo. Eso no necesariamente hace una afirmación ético-moral acerca de
él, simplemente dice que él ha sido apartado del mundo, de personas ordinarias, para
pertenecer a Dios. Ahora, si él es santo o no de manera genuina, es algo que tiene que ser
examinado para ver si él está viviendo al nivel del hecho de que él ha sido apartado, a los
santos. Y después, él lo hace aún más estrecho, un poco más estrecho, y fieles hermanos.
Ahora, no estoy hablando de los santos, sino que estoy hablando de los que han sido
fieles, estoy hablándoles a los que han sido leales, y esa es la idea aquí, es como si fuera
traducida de esta manera, y esto puede ser hecho porque “kae” puede ser traducido de
esta manera. A los santos, esto es los hermanos fieles; no es los santos por aquí, los
hermanos fieles por acá, como si hubiera un significado adverso; son los santos, esto es,
los hermanos fieles. Ahora, ¿cuáles, Pablo? Los que están en Colosas, que están en
Colosas. Bueno, hablemos de Colosas. Tenemos que entender un poco del trasfondo
acerca de Colosas. No sabemos cuándo fue fundada, pero ya existía en los días de Jerjes,
quien fue el rey de Persia, del 486 al 465 antes de Cristo, entonces unos 500 años antes de
que Cristo naciera, Jerjes, quien incidentalmente es el mismo que Asuero, el rey, durante
el tiempo de Esther, en ese entonces Colosas existía, todavía estaba ahí en el día de Pablo,
entonces era una ciudad antigua. Estaba ubicada a más de 150 kilómetros de Efeso.
Ahora, si usted quiere un área general en su mente, es en lo que la actualidad sería
conocido como Turquía, y lo que en el día de Pablo era conocido como Asia Menor.
Simplemente al otro lado de Macedonia. Estaba ubicada, como dije, a más de 160
kilómetros de Éfeso, y el río Lico se unía a otro río llamado el Meander, para aquellos de
ustedes que les gusta la historia o que les gusta la geografía; los ríos Lico y Meander, ahí
en ese pequeño valle, estaban al lado de tres ciudades importantes que crecieron: Una
era llamada Hierápolis, la otra era llamada Laodicea, y la tercera era llamada Colosas. Ese
pequeño trío de ciudades ocupaba esa pequeña área, estaba en el área de Frígea, en la
provincia romana de Asia Menor. Ahora, el área era conocida por dos cosas, y podemos
identificarnos con la primera: Terremotos. Los terremotos destruyeron a Laodicea muchas
veces.
La segunda cosa por la que era conocida era porque del río Lico habían depósitos de
piedra caliza que quedaban, y algunos historiadores han dicho que dejaban
configuraciones sorprendentes por toda el área en donde el agua se derramaba y elevaba
su nivel en la época de inundaciones, y dejaba esta roca caliza y todo tipo de formaciones
extrañas que se veían como monumentos resultaban. Ahora, en la tierra, en donde no
había roca caliza, la tierra era súper fértil y cultivaban pastura ahí, y tenían pastura
excelente, excelente tierra de pastura para las ovejas, y se convirtió en el centro de lana
del mundo antiguo; y usaban la roca caliza también para teñir; criaban a las ovejas, tenían
la lana, y después teñían la lana ahí.
Algo que es interesante es que para el 400 después de Cristo, 400 años después de Cristo,
Colosas ya no existía, dejó de existir, y hoy día, no estoy seguro, hay un pequeño debate
acerca de esto, pero no estoy seguro de que en la actualidad alguien puede de manera
definitiva, puede inclusive encontrar las ruinas; podemos encontrar las ruinas de Laodicea
y Hierápolis, pero no de Colosas aparentemente. Fue una ciudad gentil, pero se estima
que en esas tres ciudades podría haber tanto como 50.000 judíos, y la razón por la que
estiman eso es porque encontraron algunos documentos acerca de un impuesto que la
comunidad judía ahí estaba enviando de regreso a Jerusalén, y por la cantidad del
impuesto pueden deducir cuántos judíos habrían sido para poder entregar esa cantidad, y
estiman que unos 50.000 judíos. Entonces, hubo una población gentil grande y una
población judía más bien grande.
Entonces, estaban ahí los santos en Colosas. No una ciudad famosa, una muy
insignificante, y en la época de Pablo no era un lugar importante, era totalmente
insignificante, iba camino a su extinción. ¿Cómo es que la iglesia comenzó ahí? Bueno,
permítame tan solo darle un panorama breve. En el tercer viaje misionero de Pablo, él fue
a Éfeso. Éfeso fue un gran centro de Asia Menor, y Pablo fue ahí en su tercer viaje y se
quedó ahí durante tres años, ¿se acuerda? Durante los tres años que él estuvo en Éfeso, él
nunca visitó Colosas hasta donde sabemos. Pero comenzó a venir gente a él de toda Asia
Menor. Y sabe usted que durante esos tres años la iglesia en Éfeso fue fundada, y todas las
siete iglesias de Apocalipsis 2 y 3 fueron fundadas; usted tiene Éfeso, Laodicea, Esmirna,
Filadelfia, Pérgamo, todas esas, Tiatira, todas esas iglesias fueron fundadas durante esa
época y también lo fue la iglesia en Colosas y también la iglesia en Hierápolis. Todas
fueron el resultado del ministerio de Pablo en su tercer viaje misionero conforme él
ministró ahí.
En Hechos, capítulo 19, versículo 10 dice, y esto es parte de su ministerio ahí en Éfeso: “Y
esto continuó durante el espacio de dos años”, esta fue la primera parte del ministerio,
“De tal manera que todos los que moraban en Asia”, esto es Asia Menor, una provincia,
“Todos los que moraban en Asia Menor oyeron la palabra del Señor Jesús, tanto judíos
como griegos”; versículo 26: “Cuando quisieron expulsarlo, dijeron: Además, tú has visto y
has oído que no solo en Éfeso, sino en casi toda Asia Menor, éste Pablo ha persuadido y
ha convertido a muchas personas diciendo: No son dioses los que son hechos con manos”.
Entonces, este es el comentario de Lucas en el versículo 10, y este es el comentario de sus
perseguidores en el versículo 26, que su Evangelio había llenado toda Asia Menor. Desde
el punto de vista de Éfeso, la gente venía a oír el Evangelio y se regresaba.
De Colosas vino un grupo de personas: Epafras, Filemón, Apia, Arquipo; de Laodicea vino
Ninfas. Todos ellos recibieron a Cristo bajo el ministerio de Pablo, todos ellos regresaron
para ser usados por Dios para comenzar iglesias. La persona más influyente al principio de
esas tres iglesias en esas ciudades fue Epafras. Si usted lee el capítulo 4 de Colosenses, y el
versículo 2, usted lo va a conocer. “Epafras, quien es uno de vosotros”, como puede ver,
es colosense, “quien es uno de vosotros, un siervo de Cristo, os saluda”. Epafras había
venido a visitar a Pablo desde Colosas, entonces él dice: “Él envía sus saludos, siempre
rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos
y completos en todo lo que Dios quiere”, qué gran hombre, “Porque de él doy testimonio
de que tiene gran solicitud por vosotros”, y ahora, escuche esto: “Y por los que están en
Laodicea y los que están en Hierápolis”.
Aparentemente, Epafras había sido usado para fundar las tres iglesias. Y lo que había
sucedido es que Pablo ahora había terminado sus tres años en Éfeso, él pasó un invierno
en Grecia escribiendo, y después comenzó a dirigirse de regreso a Jerusalén. Él recogió la
ofrenda que iba a llevarle a los santos pobres y regresó hasta Jerusalén; él llegó a
Jerusalén, ¿y se acuerda usted del problema terrible que pasó? Lo metieron a la cárcel, y
después él terminó en Cesárea en la cárcel, él apeló su caso a Cesar y lo enviaron de
regreso a Roma.
Y ahora él está en Roma y él es un prisionero, pero como prisionero él tiene libertad para
que la gente lo visite. Entonces, en el confinamiento romano, encadenado a un soldado,
Epafras llega de Colosas y le cuenta de los colosenses, y a partir de eso, sale esta carta.
Una iglesia que nunca había visitado hasta donde sabemos, una iglesia que él no había
fundado, pero en algún punto cerca del 63 después de Cristo, cerca del final de su
encarcelamiento, Epafras llega, le cuenta de la iglesia incidentalmente, él le dio un reporte
favorable –veremos eso cuando comencemos a ver los versículos 3 y en adelante–, Pablo
dice: “Damos gracias a Dios por vosotros”, digo, fue un buen reporte. Pero había un
peligro ahí también, y esa es la razón realmente por la que vino Epafras, él estaba
preocupado, y veremos por qué estaba preocupado en tan solo un momento.
Ahora, eso nos lleva, regresando a los versículos 1 y 2, a la cuarta característica de esta
introducción: El saludo. Hemos visto al escritor y su compañero y los lectores, y el saludo:
“Gracia y paz sean a vosotros de Dios nuestro Padre”, ese fue el saludo común. “Gracia” es
el favor de Dios espontáneo, inmerecido en acción, es la misericordia de Dios soberana,
concedida de manera libre en operación, y el resultado de eso es la paz. Cuando Dios
opera su gracia soberana en usted, el resultado es que usted recibe paz. Gracia fue un
término judío, paz fue hebreo; ambas fluyendo de Dios. Entonces, Pablo lo saluda.
Entonces, él comenzó, él comenzó su carta como resultado de la venida de Epafras. Pero,
¿qué tenía en mente? ¿Qué es lo que Epafras le dijo que le hizo escribir esto? Digo, él no
solo se sentó y empezó a hablar, él estaba hablando acerca de algo. ¿Qué fue?
Eso nos lleva al quinto punto en nuestro pequeño bosquejo, y esa es la herejía. Hemos
visto al escritor, al compañero, los lectores, el saludo, cinco es la herejía. Y dice usted:
“¿En dónde está eso?”, en los primeros dos versículos, está ahí. Pero usted no puede
entender el libro a menos de que entienda esto, y realmente esto es fascinante, y usted
debe entenderlo. Aquí está una congregación de gentiles y probablemente tienen un
grupo de judíos creyentes aquí, unos cuantos, y tienen un problema: hay una herejía que
está comenzando a infiltrarse en la congregación; y Epafras, su pastor, realmente está
preocupado. Él viaja más de 1600 a 1900 kilómetros, dependiendo el camino que haya
tomado para ir a Roma y ver a Pablo y derrama su corazón a Pablo. Él dice: “De hecho, la
gente es fabulosa, Pablo, pero hay un peligro inminente, hay un peligro”.
Y Pablo les escribe y dice: “Oigan, ustedes, súper personas, oigan, ustedes son fabulosas,
pero permítanme advertirles acerca de algo”. Además, más adelante usted lo va a oír
decirles: “No dejen que nadie los engañe”, no es que ya habían sido engañados, es que
estaban en peligro de ser engañados, esto es prevención. Dice usted: “Bueno, ¿cuál es la
herejía?”, bueno, era una herejía con dos frentes. En primer lugar, venía del paganismo.
Esas personas estaban viviendo al borde del paganismo todo el tiempo. ¿Sabe una cosa?
En esa región los historiadores nos dicen que las deidades como Cibeles, Men y Serapis,
Helios, Selene, Démete y Artimo dominaban la adoración de la gente; digo, habían dioses,
usted sabe, “ad nauseam”, “ad nauseam”, suficientes.
Y la maldad básica que enfrentaba esa iglesia era volver a caer en el paganismo. En la
mayoría de los casos eran cristianos nuevos, y la atracción de la oscuridad y la sensualidad
de la vida antigua era fuerte. ¿Alguna vez ha notado eso en su vida? Yo noto eso con
cristianos nuevos, yo lo veo en mí; algunas veces lo llamo – creo que Hendriksen usa el
término, William Hendriksen, “el cable del pasado”, la vida es como un cable, el hábito
produce cables. Una persona teje un hilo cada día hasta que se convierte en un cable
inquebrantable, irrompible, y después usted no lo puede cortar y el cable del pasado
tiende a jalar. Estaba el ambiente del presente en el que estaban viviendo, era difícil
remar en contra de la corriente; y después, tenían el jalón de la pasión que los jalaba, y
entonces Pablo les estaba diciendo: “No regresen, no regresen”. En el capítulo 1, por
ejemplo, versículo 23 dice: “Si continúan en la fe, arraigados y establecidos y no se alejan,
no quiero que regresen, quédense ahí, aguanten ahí”. Capítulo 2, versículo 6 él dice:
“Como habéis recibido a Cristo, sigan andando en Él”. Capítulo 3, versículo 2: “Poned la
mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra, no regresen por ese camino”.
Entonces, Pablo ve el mundo y la carne jalándolos, jalándolos. Pero había otra cosa: era
Satanás; el mundo y la carne jala, y también Satanás. Y mientras que el vicio, el mundo y la
carne jala al cuerpo, Satanás jala la mente, Satanás está disfrazado como ángel de luz y
entonces aquí tienen al vicio jalando sus deseos pecaminosos, los deseos de la carne, y
tienen doctrina falsa jalando sus mentes; Satanás entró y sembró su doctrina falsa y eso se
convierte en el palpitar real de la escritura de Pablo para contraatacar la doctrina falsa, y
esta doctrina falsa, permítame dárselo de manera muy simple, esta doctrina falsa
básicamente tenía dos características; no sabemos qué tipo de doctrina era, no tenemos
ningún título para ella, realmente no hay un sistema en particular que conocemos
históricamente, pero se lo voy a definir.
Esta doctrina falsa que Satanás estaba comenzando a esparcir, o por lo menos tratando de
esparcir en Colosas, tenía dos características básicas: Número 1, incluía una filosofía falsa.
Capítulo 2, versículo 8: “Guardaos, no sea que alguno os engañe mediante filosofía”.
Hombre, muchas personas han sido echadas a perder mediante la filosofía, “Y engaño
vacío”, uhm, esto es interesante.
“Bueno, ¿qué estás diciendo, John?”. Escúchame. Aquí está lo que estaban diciendo: A los
griegos les encantaba el conocimiento; oh, les encantaba. Literalmente, esparcían y
brillaban por lo que conocían, y entre más se metía usted en el conocimiento y más difícil
era que alguien lo entendiera a usted, y más se metía con lo extraño, con el
entendimiento raro, más orgulloso se convertía usted. Los herejes estaban diciendo esto,
ellos estaban diciendo: “La simplicidad del Evangelio no es adecuada”. Ahora, escuche: “La
simplicidad del Evangelio no es adecuada, Jesucristo no es suficiente; debes tener un
conocimiento complejo además de tenerlo a Él. La salvación es Cristo más conocimiento,
equivale a salvación”. Ellos decían tener visiones secretas. Capítulo 2, versículo 18:
“Entrometiéndose en esas cosas”, literalmente dice: “Aferrándose en cosas que él ha
visto, y envaneciéndose vanamente en su mente carnal”.
¿Sabe lo que era? Esto era lo que estaba pasando. Este hombre pretendía ver una visión, y
él viene y dice: “He visto una visión, he visto lo sobrenatural”, y él asume un aire de
entendimiento profundo de los misterios divinamente revelados, ¿se da cuenta? Y él se
enorgullece por su conocimiento superior, y esto es lo que más adelante se convirtió en
gnosticismo, de gnosis, conocer, conocimiento superior; esto no es gnosticismo aún,
porque el gnosticismo realmente no fue definido por muchos años después de esto, pero
aquí están las semillas del gnosticismo, orgullo intelectual. Alguien estaba diciendo: “No es
suficiente conocer a Jesús, ustedes no pueden derrotar los poderes de los demonios que
emanan, no pueden traspasar las barreras para llegar a la esfera divina únicamente con
Jesús; tienen que tener conocimiento superior”.
Y entonces, estaban hablando de filosofías absurdas y estaban entrometiéndose, el
versículo 18 dice: “En cosas que habían visto, y su mente carnal estaba envaneciéndose.
Jesús no es adecuado”, ¿se da cuenta? “Jesús creía en eso, era una de las emanaciones”,
esto es lo que creían. “Dios era bueno, Dios era espíritu, la materia era mala, ¿se acuerda
de eso? Es lo mismo que los gnósticos. ¿Cómo es que Dios, siendo bueno, podría crear la
materia mala? Él no podía. Entonces, ¿sabe lo que Dios hizo? Él simplemente dio lugar a
muchos sub-dioses, y ellos seguían y seguían y seguían y seguían, y finalmente aquí abajo
comenzaban a volverse malos y empeoró, y empeoró y empeoró, y uno realmente malo
creó la materia; y Dios estaba tan distante que Él no tuvo nada que ver con eso”. ¿Sabe
quién era Jesús? Él estaba alineado aquí arriba, una de las emanaciones buenas, las malas
eran los demonios.
Y entre el hombre y Dios estaba esta barrera de demonios malos, y la única manera en la
que usted podía atravesar eso era teniendo el súper conocimiento, y adorando a las
emanaciones buenas que podían ayudar a usted a atravesar esa barrera; esa es la razón
por la que adoraban ángeles, porque pensaban que necesitaban que los ángeles
rompieran esa barrera para poder llegar a la esfera divina, y Jesús era uno de esos
ángeles. Él no era suficiente; usted tenía que conocer a más que tan solo Él. Él no era Dios,
Él era sub-dios, Él era una emanación.
Esto más adelante, como dije, se desarrolló de manera completa en gnosticismo. Jesús era
una emanación buena; algunos de ellos dijeron: “Él era un fantasma”, y esa es la razón por
la que Pablo dice en el 1:22 que en “el cuerpo de su carne”; él dijo esto. Y en el capítulo 2,
versículo 9 él dice: “En Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”. Ahora, esta
filosofía decía: “Jesús no puede salvarte. Jesús más conocimiento. Necesitas la ayuda de
Jesús, pero no se te olvide que necesitas a todos los demás ángeles que puedas conseguir,
entonces adóralos a todos, porque cuando comiences a romper esa barrera de ese grupo
malo de emanaciones que están ahí, vas a necesitar algunas emanaciones buenas, en
cierta manera, para que te ayuden”, y esa es la razón por la que adoraban a los ángeles.
Observe el capítulo 2, versículo 18, lo dice ahí a la mitad: “Adorando ángeles”, culto a los
ángeles; estaban adorando a emanaciones buenas.
¿Sabe lo que esta filosofía atacaba, amados? Atacaba esto: Atacaba la Deidad de
Jesucristo, ¿no es cierto? De frente. “Y sabe que eso se convierte en el tema de esta carta?
Jesús es Dios, capítulo 1, versículo 15: “Él es la imagen del Dios invisible, el preeminente
de la creación”; capítulo 1, versículo 27: “Cristo, la esperanza de gloria, y en Cristo”, y me
encanta esto al final del versículo 28, “Todo hombre puede ser perfecto”. Escuche, ¿qué
está diciendo él? Él está diciendo: “Cristo es Dios, y Cristo es todo lo que usted necesita.
Usted no necesita nada más”. Capítulo 2, versículo 3: “No necesitan más conocimiento
porque en Cristo están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento”.
Capítulo 2, versículo 9: “Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”.
Capítulo 2, versículo 19: “Y por Él, quien es la cabeza, todo el cuerpo está unido”. En otras
palabras, él simplemente continúa diciendo: “Cristo es Dios, y Cristo es suficiente, y no
necesita nada más”. En ningún otra Epístola se hicieron afirmaciones más fuertes como en
esta Epístola a favor de Cristo. La filosofía no es necesaria, Él es todo lo que necesitas,
¿verdad? No Cristo más conocimiento equivale a salvación.
Hay un segundo factor en esta herejía. El primero fue la filosofía falsa, el segundo fue la
ceremonia judía, legalismo. Ahora, dice usted: “Bueno, ese es un compañero extraño para
la filosofía griega”, tiene razón, pero estaba ahí. De alguna manera, esta herejía extraña
era una combinación de filosofía griega y ceremonialismo judío o legalismo. Observe el
capítulo 2, versículo 11: “Algunos de ellos estaban diciendo: Tienes que ser circuncidado
para ser salvo; en quien también vosotros habéis sido circuncidado con la circuncisión
hecha sin manos”, dice él, “No necesitas una circuncisión”. ¿Qué era lo que esta parte de
la herejía estaba diciendo? Escuche: Cristo más obras equivale a salvación. La filosofía
decía: Cristo más conocimiento equivale a la salvación; esto es, Cristo más obras; y Dios
dice: Cristo más nada equivale a salvación. Ese es el mensaje de Colosenses. Capítulo 3 nos
dice un poco más, capítulo 3, él dice: “No hay judío ni griego, circunciso o incircuncisión,
no se metan en eso, ese no es un problema; no hay necesidad inclusive de preocuparse
por eso”.
Entonces, estaban preocupados por cosas por las que no tenían que preocuparse en
absoluto. Inclusive, llegó al punto, por ejemplo, en el capítulo 2, versículo 20: “Y vosotros
habéis muerto con Cristo a los rudimentos del mundo”, ¿por qué?, “Como si estuvieras
viviendo en el mundo, os sometéis a ordenanzas como no toquéis, no gustéis, no
manejéis”, esto es como ascetismo, usted sabe, no podían hacer nada, todo lo cual perece
con el uso según los mandamientos y doctrinas de los hombres; estas cosas, de hecho,
tienen apariencia de sabiduría o de adoración autoimpuesta. Entonces, él realmente dice:
“No necesitan esas cosas: no toquen, no manejen, todo eso es inútil”. En el versículo 16
del capítulo 2: “Ninguno, por tanto, os juzgue en comida o bebida o luna nueva o día de
reposo”, escuche, “Todo lo cual es sombra de lo que está por venir, pero el cuerpo es
Cristo”, me encanta eso. ¿Sabe lo que él dice? “¿Por qué necesitan la sombra, cuando
Aquel de quien es la sombra ya está aquí?”, ¿se da cuenta? Olviden la sombra. Aquel de
quien es la sombra está aquí, el cuerpo está aquí, no necesitan la sombra.
Entonces, aquí estaban inmersos en filosofía griega y ceremonialismo judío estos falsos
maestros, y simplemente estaban comenzando a atacar la iglesia en Colosas. Dice usted:
“Qué mezcla tan rara, ¿de dónde salió?”, no sabemos, ni siquiera sabemos quiénes eran
estas personas, pero hay precedente para esto. Hubo un grupo de personas en Israel
llamado los esenos. ¿Alguna vez ha oído de ellos? Las tres sectas religiosas más
importantes en el judaísmo: Fariseos, saduceos y esenos. Los esenos eran ascéticos, y con
eso quiero decir que estaban muy lejos, de hecho, creían que usted no debía tener nada,
que usted tenía que estar totalmente privado de todo; digo, realmente eran muy
extremos, digo, realmente eran extremos.
Eran gnósticos, eso es interesante, creían que el cuerpo era corruptible, que la materia era
corruptible, y el espíritu era bueno e imperecedero; entonces tenían esa misma corriente
filosófica, veían el alma en la cárcel del cuerpo el cual fue un concepto griego, fue su
concepto, y la razón por la que los griegos lo tenían era porque era el diablo, el mismo
diablo, sea que esté operando con los griegos o con cualquier otra persona; eran legalistas
súper estrictos, iban mucho más allá de los fariseos, eran célibes, y adoptaban hijos para
propagar su teología. Algunos de ellos se casaron, pero si se casaban le daban a su esposa
un periodo de prueba de tres años, no sé en base a qué criterio decidían si debían
continuar después de eso o no. Odiaban las riquezas. ¿Sabe usted lo que Josefo dice de
ellos? Josefo dice que adoraban ángeles, ¿no es eso interesante? Es sorprendente.
Pero todas las cosas que este grupo extraño de personas estaban haciendo para afectar a
la iglesia colosense, también son características de estas personas, los esenos. Los esenos
eran vegetarianos, súper legalistas. Bien pudo haber sido que el grupo influyente detrás
de la escena en Colosas era este grupo de esenos; pero lo que sea, ellos estaban diciendo:
“Cristo más reglas y leyes equivalen a salvación; Cristo más conocimiento equivale a
salvación”. Pablo quiere decir en Colosenses: “Cristo más nada equivale a salvación”. Dice
usted; “Bueno, ¿cómo es que algo pudiera mezclarse a tal grado con filosofía y legalismo y
adoración de ángeles y asceticismo y todo esto se unión?”, es porque Satanás propaga
toda esta religión falsa.
Pero, ¿sabe una cosa? Hay gente así que tiene muchas mezclas. Recibí una carta, y
simplemente quería compartirla con usted, llegó a nuestro ministerio de cintas, de un
lugar realmente extraño; la comunidad y retiro espiritual anondech, simplemente para
mostrarle una ilustración de cuán confusas pueden llegar a ser las cosas. Esta es la carta.
“En la creación magnífica que Él ha concedido en nosotros, nuestra comunidad es
silenciosa y está en reposo; se pagó el terreno. Ha habido pocos martillos y sierras y
herramientas moviéndose en la comunidad conforme nuestro monje líder Ben, y su
amada esposa Mona, han estado de vacaciones por varias semanas. Ben es el fundador de
anondech, su devoción fluye a través del karma-yoga. Él es un carpintero, electricista,
plomero, pintor, constructor de iglesia y templo, y un constructor de altares”. Digo,
construir una iglesia es una cosa; construir una iglesia y un templo es algo; construir una
iglesia, templo y altar es una mezcla única. Además dice:
“Recientemente tuvimos un baile con Banana Buggy y Lazy Days donando la música. Hubo
diversión, comida y ruido. El Señor también proveyó a un par de niños que estuvieron ahí
haciendo cruces en las frentes con bálsamo de tigre. Algunos niños, de manera inocente,
quedaron sorprendidos cuando de pronto la cruz se empezó a quemar en su frente. Hubo
una reunión de Baha’i en la sala”, Baha’i es lo que cree que usted puede llegar a Dios
como usted quiera, y hay nueve puertas, “Fuego centellante y algo de refrigerio preparó el
escenario. Los pancaques y la mermelada…”, bueno, no necesitamos leer eso. “Nos hemos
unido a la Biblioteca de Cintas de Palabra de Gracia”, ¿se da cuenta? “Le damos la
bienvenida a cualquiera que quiere venir y escuchar algunas cintas hermosas acerca de la
Biblia, Cristo y la vida cristiana; el orador es el reverendo John MacArthur”.
Y recientemente recibí una carta de ellos, me pidieron que fuera ahí y hablara en un
retiro. Ahora, usted habla de confusión, eso no es nada nuevo, digo, eso es confusión. Hay
tres páginas más, pero no se las voy a leer. Incidentalmente, sigue hablando de las
enseñanzas de Helen G. White y todo eso, eso fue añadido a lo que estaban aprendiendo.
Bueno, como puede ver, los colosenses tenían algunas personas que estaban sentados ahí
a su puerta que estaban igual de confundidos; hablaban de Cristo, pero era Cristo más
algún súper conocimiento. No solo tenían toda la filosofía que era parte de su herejía en
Colosas, sino que tenían todo el legalismo judío. Qué desastre. Pero el ataque primordial
era éste: Satanás había concentrado toda esta confusión para atacar la suficiencia, ¿de
quién? Cristo, y ahí es siempre en donde él ataca.
Y escuche la respuesta de Pablo en Colosenses 2:9: “Porque en Él habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad”, escúcheme, “Y vosotros estáis completos en Él”. ¿No es eso
hermoso? Ahí está la respuesta. ¿Quiere usted conocer a Dios? Cristo es la imagen de
Dios. ¿Quiere conocimiento? En Él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el
conocimiento. ¿Quiere ser aceptado por Dios? Adore a Cristo, no a los ángeles o a los
intercesores celestiales. ¿Quiere cumplir la voluntad de Dios? No juegue con la sombra, la
sustancia es Cristo. ¿Quiere santidad? No viene por abusar de su cuerpo, viene por colocar
sus deseos en Él. Juan Wesley dijo esto: “Tú, oh Cristo, eres todo lo que quiero, más que
todo en ti hallo”, eso es correcto. Cristo es, Colosenses 3:11 – hermoso, al final del
versículo: “Cristo es todo y en todos”. ¿No es eso todo? Cristo es todo y en todos. Pablo
tiene una cosa en mente en Colosenses, “Cristo es suficiente”.
Se cuenta la historia del reconocido escultor alemán J. H. von Dannecker. Napoelón vino a
von Dannecker y le dijo: “Quiero que hagas una estatua de Venus para el Louvre en Paris”,
una gran galería ahí. Von Dannecker dijo: “No”. Entonces, una cantidad enorme de dinero
le fue ofrecida a él por parte de Napoleón, y aún así él se rehusó a hacerla. Enojado, el
emperador demandó la razón del por qué, y ésta es la respuesta de von Dannecker:
“Señor, he hecho una estatua d Jesucristo, y nunca puedo rebajar mi cincel para hacer una
de un sujeto inferior”, me gusta eso. Después, él procedió a contar una historia. Von
Dannecker lo hizo, él dijo: “La primera vez que moldeé a Cristo, después de dos años de
trabajo, descubrí la estatua terminada en la presencia de mi hija pequeña, y yo le
pregunté a ella: ¿Quién es? Ella aplaudió en admiración y dijo: Ciertamente es un gran
hombre; y rompí la estatua y me fui a trabajar otra vez orando tanto como trabajé.
Cuando volví a invitar más adelante a la niña para que entrara a mi estudio, ella se acercó
a la figura como si estuviera viva, y dijo en asombro: Oh, yo lo conozco, Él es el que dijo:
Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis”, ahora ese es el mensaje de
Colosenses, esta es la obra maestra de Pablo de Cristo.
Oremos. Nos sentimos, Padre, como si hubiéramos sido elevados a los lugares celestiales.
Solo quiero decir gracias porque Jesucristo es todo y en todos, y nada más es necesario.
Oh, qué gozo es saber eso. No Cristo más conocimiento; no alguna experiencia súper
visionaria, estática, sobrenatural; no alguna filosofía, sino que estamos completos en Él.
No alguna ceremonia, algún ritual, algunas reglas, algunas obras, sino que estamos
completos en Él. Mientras que sus cabezas están inclinadas y sus ojos cerrados,
simplemente en un tiempo de conclusión en esta noche, si en su corazón conforme usted
lo examina, usted tiene que reconocer que usted nunca ha reconocido a Cristo como el
todo en todos, absolutamente supremo, incomparable, sin paralelos y todo suficiente. Si
usted no ha hecho eso, entonces usted tiene una vida que es una afrenta a Dios, porque la
Biblia dice que en el nombre de Jesús toda rodilla debe doblarse y confesar que Él es
Señor para la gloria de Dios.
Y quizás en esta noche usted ha oído lo que he dicho al hablar de Jesucristo, y quizás tiene
un sentimiento de lo que Pablo está tratando de expresar en esta carta y usted se está
diciendo a sí mismo: “Si Cristo es todo, si Cristo es la respuesta a todos los dilemas de esta
época y de mi vida y de mi destino, entonces eso es lo que necesito. Necesito a Cristo,
necesito a alguien que pueda responder a las preguntas de la historia, necesito a alguien
que pueda reparar una vida rota, necesito a alguien que pueda cambiarme, alguien que
pueda rehacer mi vida y pueda hacerme tener relaciones significativas; digo, necesito a
alguien que me pueda dar destino”. Y si usted está dispuesto a depender de la suficiencia
absoluta y total de Cristo más nada, entonces Él lo va a recibir a usted y va a transformar
de manera absoluta su vida ahora y por la eternidad.
Padre nuestro, oramos en esta noche porque podamos ver el milagro de salvación en la
vida de algunos de los que están aquí con nosotros, y que todos nosotros tengamos una
nueva experiencia de adoración y amor por el Cristo que nos ha redimido y a quien
conocemos. Amén.
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La insensatez de Dios, 1ª Parte


Escritura: 1 Corintios 1:18–21

Código: 1813
John MacArthur
Si es tan amable en tomar su Biblia y pasar a 1 Corintios, capítulo 1. El libro de Primera de
Corintios está dividido básicamente en la discusión de Pablo de los diferentes problemas
que existían en la Iglesia corintia. El libro entero, comenzando en el versículo 10 del
capítulo 1 y hasta el capítulo 16, trata con las áreas de problemas en la asamblea. Pero el
primer problema que confrontó el apóstol conforme lo escribió, fue el problema de la
división. La Iglesia estaba dividida en grupos. Estaban peleándose unos con otros,
discutiendo, se habían dividido. Y éste era un problema muy, muy grave. Y entonces, el
apóstol escribe en el capítulo 1, versículo 10, hasta el final del capítulo 3, para enfrentar el
problema de división en la Iglesia.
Tres capítulos o partes de tres capítulos enfrentando con el problema de división. Ahora,
conforme llegamos al capítulo 1, versículo 18, Pablo continúa enfrentando este problema
de división en la Iglesia. Vamos a estar viendo el capítulo 1, versículo 18 hasta el capítulo
2, versículo 8 como una unidad. Esa porción de las Escrituras, desde el 1:18 al 2:8, cubre el
tema de la insensatez de Dios… la insensatez de Dios. Y encontraremos esa frase utilizada
aquí y la explicaremos conforme avanzamos.
Esta, creo yo, es una de las más grandes secciones en todas las Escrituras porque presenta
un contraste -ahora escuche esto- presenta un contraste entre la insensatez de los
hombres, la cual creen que es sabiduría y la sabiduría de Dios, la cual ellos creen que es
insensatez. Hace un contraste entre la sabiduría humana y la sabiduría divina. ‘Ahora’,
usted dice, ‘pero John, ¿cómo es que eso se relaciona con el tema de la división en la
Iglesia?’ Bueno, permítame explicarle cómo.
Ahora, todos sabemos que los griegos estaban enamorados de la filosofía. Recuerdo que
en la universidad tomé un curso de filosofía griega y prácticamente toda la filosofía en la
época moderna se remonta a un origen griego. Los griegos eran grandes filósofos. Ellos
iban por todos lados promoviendo diferentes filosofías y atrayendo a personas a ellos de
tal manera que toda la cultura griega estaba dividida filosóficamente en pequeños grupos.
Ahora, en Estados Unidos, durante varios años hemos tenido un sistema político que se
divide a sí mismo entre los republicanos y los demócratas. También están los
independientes, los miembros del partido liberal, los comunistas y los socialistas y demás;
pero son una minoría. De manera primordial, estamos divididos en dos grandes grupos.
Bueno, en Grecia, si se puede imaginar esto, pudo haber habido cincuenta filosofías
dominantes que dividían a la población entre esas cincuenta diferentes filosofías, y todas
estaban divididas en grupos que se aferraban a diferentes filosofías, escuche, acerca del
significado del hombre y el destino. Ahora, usted puede estudiar la filosofía de Platón y
puede estudiar otras varias filosofías griegas; y hay muchas de ellas, y encontrará que por
cada filósofo hay una filosofía diferente. La palabra filosofía simplemente significa
sabiduría humana. Sabiduría del hombre. La palabra literalmente significa en griego el
amor de la sabiduría, sophia y phileo. Amar la sabiduría. Había personas que amaban la
sabiduría humana y desarrollaron pequeños sistemas; y la gente se sentía atraída a esos
sistemas, de tal manera que había divisiones de filosofía dependiendo de cuál era el grupo
al cual usted pertenecía en Corinto.
Ahora, cuando nació la Iglesia, y todos estos grupos fueron salvados y se unieron, por muy
extraño que pareciera, aunque estaban unidos en Cristo y aunque se identificaban de
manera común con la cruz, todavía se aferraban a varias diferentes filosofías a las que
originalmente se habían aferrado. Entonces, la Iglesia también se dividió en pequeños
grupos, cada uno de los cuales se apegaba a diferentes puntos de vista filosóficos. O,
podría decir, que había cristianos de esta filosofía, cristianos de esa filosofía, cristianos de
la otra filosofía y esto era causa de división en la Iglesia.
Era como si en nuestra Iglesia estuviéramos divididos entre los demócratas y los
republicanos y nunca nos uniéramos en cosas. Así era en Corinto. Estaban todos divididos
en pequeños grupos filosóficos, porque cuando se convirtieron en cristianos todavía se
aferraban a su filosofía. Ahora, permítame decirle algo acerca de la filosofía. No soy un
gran filósofo, lo cual es bueno. Es muy bueno. Le voy a decir por qué. La filosofía es
innecesaria. ¿Está claro? Es absolutamente innecesaria. Usted preguntará por qué. Porque
cuando está correcta, va a estar de acuerdo con las Escrituras. ¿Verdad? Entonces, usted
no la necesita. Cuando está equivocada, estará en desacuerdo con las Escrituras;
entonces, usted la debe rechazar. ¿Entendió eso?
Usted dice que la filosofía no tiene nada que ofrecerle a usted. Usted no necesita una
filosofía. Es innecesaria porque si es correcta, la Biblia le va a decir a usted eso. La Biblia le
va a decir a usted lo que está bien. Si está mal, usted debe rechazarla. Entonces, el punto
que aquí Pablo está presentando es que: ‘miren, desde que se volvieron cristianos, si
están unidos en torno a la revelación de Dios, conforme sobresale en la cruz, olvídense de
las filosofías antiguas. Lo único que están haciendo es dividirlos en pequeños grupos. Esto
no debe ser así.’ Hay iglesias que están divididas por puntos de vista filosóficos en la
actualidad. ¿Sabía usted eso? Hay iglesias que están divididas por la política, la economía,
la filosofía, la educación. Es muy fácil que esto suceda.
Ahora, Pablo está hablando aquí en contra de las divisiones en los versículos 10 al 17.
Obsérvelo. Él habló en contra de las divisiones que ocurrían en torno a las personalidades.
“Yo soy de Pablo”, dice el versículo 12, “y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.” Pero
él todavía está hablando de división, sin embargo, en esta ocasión, tiene que ver con la
filosofía. Y la admiración típica griega por la filosofía y la retórica había causado que
algunos de los corintios valoraran demasiado la filosofía humana. Tanto, que de hecho,
aunque otras personas eran cristianas, no cooperaban con esas personas porque tenían
una manera de pensar diferente.
Ahora, no creo que eso sea muy diferente de nosotros. Si usted dice que los griegos tenían
un problema con el amor de la filosofía y la retórica, usted tiene que decir que los
estadounidenses también. Digo, si hay algo a lo que Estados Unidos se ha aferrado es la
filosofía. ¿Sabe lo que la filosofía significa? Opinión humana, sabiduría humana. Y no
termina ahí. Escuche las noticias, las enciende, alguien dice esto y aquello y esto y demás.
Fin de la cita. Como si significara algo. O cuando usted realmente no tiene un punto
fuerte, usted cita a alguien más, aunque también puedan estar equivocados, por lo menos
tienen algo de credibilidad. Y citamos a las personas. O están los programas de radio en
donde alguien ofrece cualquier opinión.
No hay fin a la masa de palabras que tiene que ver con la filosofía humana, la filosofía de
la vida, el significado de la vida, el destino de la vida, en qué consiste la vida. Cómo
debemos vivir. Para qué estamos aquí. Qué debemos hacer. Adónde vamos. De dónde
venimos. Y continúa y continúa. Y hemos hecho un dios de la educación y un dios de la
opinión humana. Entonces, realmente no somos diferentes de los griegos en absoluto.
Ahora, quiero que observe aquí que Pablo ataca este problema en Corintio comenzando
en el versículo 17. Si usted lo ve, lo verá. “Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a
predicar el Evangelio.” Ahora, el Evangelio son las buenas noticias. ¿Cuáles son las buenas
noticias? Es este libro aquí, la revelación de Dios que termina en el acto redentor de Cristo
en la cruz. “El Evangelio, no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de
Cristo.” O sea nula, o no tenga efecto. Ahora, aquí Pablo presenta el contraste básico que
va a dominar su pensamiento hasta el final del capítulo 3. Él presenta la sabiduría humana
en contra de la cruz. “Yo vine a predicar el evangelio,” no sophia lego en el griego, lo cual
significa sabiduría de palabras o doctrina de sabiduría o sabiduría humana. “Vine a
predicar el Evangelio no con sabiduría humana.”
Las doctrinas de sabiduría humana se oponen a la Verdad de Dios. Se oponen al Evangelio.
Entonces, Pablo le está diciendo a los corintios: ‘miren, no se dividan por la filosofía
humana. El Evangelio, la revelación de Dios es lo único que es necesario. Toda la verdad
que Dios quiere que usted tenga está aquí. No necesitan a un filósofo humano. La Palabra
de Dios permanece sola. No se le necesita agregar nada de sabiduría humana.’
Entonces, Pablo presenta la sabiduría humana en contra del Evangelio. Ahora éste es su
tema; de hecho, a lo largo del resto del capítulo 1, él utiliza la palabra sophia 16 veces.
Entonces, esto es de lo que está hablando. Ahora, permítame decirle algo, simplemente
para darle otro ángulo en esto. La filosofía, escuche esto, siempre ha sido una amenaza a
la revelación. La filosofía siempre ha sido una amenaza para la revelación. La filosofía
nunca ha ayudado a la revelación de Dios. Usted no necesita agregar opinión humana a la
Palabra divina. ¿Entiende usted eso? Usted no necesita decir: ‘Y Dios dijo tal y cual, y a mí
me gustaría agregar esto en lo personal.’ ¡No! Cuando Dios lo ha dicho, se acabó.
No se puede agregar algo a lo que Dios ha dicho, me gustaría agregar. No, no. Martin
Lloyd Jones dijo esto: “La desviación entera hacia el modernismo que ha afectado a la
Iglesia de Dios y casi destruido su Evangelio viviente, puede ser rastreada, aún ahora,
cuando los hombres comenzaron a desviarse de la revelación a la filosofía.” Ahora, quizás
usted no conozca mucho de la historia de la doctrina o la historia de la Iglesia, pero esa es
una declaración muy precisa. Permítame decirle algo más: cuando la filosofía se mete con
la revelación, la revelación pierde.
Ahora, llamamos a eso modernismo, pero no lo es. Es algo antiguo. No hay nada moderno
en eso. Permítame darle un par de ilustraciones de cómo la filosofía echar a perder la
revelación. Ahora, la Biblia enseña cosas simples. La Biblia enseña que los primeros cinco
libros, Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio fueron escritos por un hombre.
¿Quién fue ese hombre? Moisés. De hecho, son llamados por los judíos la ley de Moisés. El
Pentateuco, lo cual significa cinco; la ley de Moisés. Pero llegó un grupo de hombres unos
100 años atrás o más y dijeron: ‘bueno, somos los racionalistas’. Y su criterio para la
verdad era este: nuestra filosofía es que sólo aquello que es racional para el intelecto
humano es verdadero. Si algo no puede encajar en nuestras mentes y no puede ser
concebido por nosotros como verdadero, no es verdadero. Y entonces, vieron al Antiguo
Testamento y dijeron: ‘oh, oh, hay varias cosas aquí que simplemente no podemos
comprender.’
Una es que no estamos de acuerdo con que Moisés escribió los primeros cinco libros. ¿Por
qué? Porque Moisés no habría podido conocer tanta información en ese entonces. Como
puede ver, la ley no se había desarrollado. La evolución de la ley vino mucho, mucho
tiempo después. Él no pudo haber escrito los diez mandamientos en ese tiempo tan
temprano. ‘No, no, no.’ Entonces, dicen que Moisés no lo escribió. ¿Quién lo escribió? Y
vinieron J, E, P y D lo escribieron. Usted preguntará quién es esa persona. Ellos dijeron
cada vez que la palabra Jehová está ahí, Jehová es el escritor. Después está el Elohim.
Cuando está aquí, Elohim es el escritor. Después está la palabra P, el escritor del
sacerdocio y después el de deuteronomista, quien escribió Deuteronomio.
El único problema que usted tiene algunas veces es que tiene a los J, E, P y D en el mismo
versículo, entonces ellos tienen problemas. Y entonces ellos dicen: ‘bueno, vinieron
muchos redactores y editaron todo y son los que realmente escribieron. Realmente no fue
escrito por Moisés en absoluto.’ Ahora, observe, la filosofía humana fue impuesta en la
revelación, en la cual ¿quién perdió? Perdió la revelación. Permítame darle otro ejemplo.
La Biblia enseña algo simple. Moisés escribió esos libros. Y esas personas que dijeron que
no podían haber tenido una ley, no muchos años después, cuando alguien descubrió el
Código de Hammurabi, el cual era un sistema legal muy sofisticado que antecede a
Moisés, demostró que estaban equivocados. Entonces, escuche eso.
Segundo punto, Segundo punto, tome por ejemplo la Biblia que enseña que Dios creó las
cosas, ¿verdad? Usted lee en Génesis 1: “En el principio, creó Dios los cielos y la tierra.” En
el primer día, el segundo día, el tercer día, el cuarto día, el quinto día, el sexto día. Dios
creó. El séptimo día, Dios reposó. Ahora, la Biblia, de manera muy explícita presenta que
Dios creó esto. La filosofía humana dice: ‘No. De hecho, la única explicación para la
existencia de las cosas es la evolución.’ ¿Acaso la Biblia dice algo acerca de la evolución?
¿La palabra evolución aparece en la Biblia? Claro que no.
La Biblia no habla de evolución, pero la filosofía humana sí. Todo comenzó a partir de un
lodo primitivo. Y en ese lodo había una cosa de una célula que realmente estaba muy,
muy afligida por ser algo de una célula. Quería compañía y entonces, se dividió y se volvió
en dos. Y entonces, claro, todo se salió de control y aquí estamos. Y eso en esencia es una
explicación muy limitada científica de la evolución. Digo, todos estamos de acuerdo.
Muy bien, entonces usted tiene la Biblia la cual dice que Dios lo hizo en seis días. Usted
tiene la evolución la cual dice que salió de un lodo primitivo y tomó billones de años. Y
alguien viene y dice: ‘bueno, claro que la Biblia emanó de Dios de alguna manera, yo creo
eso. Pero también creo en la evolución. Yo sé que vamos a inventar una evolución
teística.’ Esto es, vamos a tener un conglomerado de ambos. Dios, hizo el lodo, después la
cosa evolucionó y cuando llegó al lugar del hombre, esto es lo que se llama creacionismo
progresivo, llegó al lugar del hombre, Dios le dio al hombre un alma; y entonces, Dios
comenzó. Y Dios entró ahí y el resto fue un proceso evolucionario y usted tiene
creacionismo progresivo o evolución teísta.
¿Y sabe lo que vuelve a suceder? Cuando la filosofía se impone a la revelación, la
revelación se confunde y pierde. Nosotros no necesitamos la evolución. Dios no la
necesita. Otro ejemplo. Y esto se vuelve más práctico. Tenemos en la actualidad algo que
se llama ciencia que no tiene nada de ciencia bajo el título de psicología. Ahora, la Biblia
habla mucho de cómo vivir, ¿verdad? La Biblia habla mucho acerca de cómo deshacernos
de la culpabilidad, confesar nuestro pecado. No conozco una manera mejor. Nunca he
conocido ninguna terapia que pudiera hacer tanto como la confesión puede. Nunca he
conocido ningún psiquiatra que pueda liberar alguien de pecado, pero sé que Cristo sí.
La Biblia habla mucho de eso. Habla mucho de consejería y exhortación, pero lo que
sucede es que muchas personas toman la Biblia y se van a la universidad y reciben 14 años
de educación freudiana e imponen a las dos y, ¿adivine quién pierde? La Biblia. Los
patrones de vida y las Escrituras no necesitan que Freud les ayude. Dios no necesitó a
Freud. Freud necesitaba Dios.
Ahora viene alguien más y dice: ‘sé que la Biblia enseña el Evangelio, pero necesitamos
añadirle al Evangelio’; y entonces, crean lo que llamamos el Evangelio social. ¿Saben lo
que sucede? Poco después, el verdadero Evangelio se pierde. La filosofía nunca le hizo
ningún favor a la revelación, nunca. Un hombre en Alemania llamado Rudolph Bultmann.
Ahora, Bultmann dijo: ‘mi filosofía es la filosofía de desmitificar.” Usted preguntará qué es
eso. Eso significa que debemos sacar todos los mitos de la Biblia. Usted preguntará qué es
un mito. ‘Cualquier cosa que yo no crea’, dijo Rudolph, quien entonces procedió a quitar,
a borrar la Biblia entera. La filosofía de Bultmann se impuso sobre la revelación; y la
revelación, perdió.
Escuche, la revelación no necesita la filosofía. Usted no necesita sabiduría humana. Usted
no necesita filosofía humana. Usted necesita la Palabra de Dios. Y si usted conoce la
Palabra de Dios y si usted comprende la Palabra de Dios, usted conoce la razón de todo.
Usted comprende que usted necesita conocer y tiene las soluciones para sus problemas.
Como puede ver, sólo hay dos maneras de pensar en todo, la del hombre y la de Dios. Y
así es la del hombre. Es superficial, egoísta, no realista, apelando a la carne, elevando los
deseos, apoyando el orgullo, promoviendo la independencia. Hace del hombre el centro.
¿Y quién lo quiere?
La filosofía humana, realmente, creo que cumple Romanos 1:25. Cambia la Verdad de Dios
por una mentira y adora a la criatura más que al Creador. Eso es lo que hace la filosofía
humana. Como puede ver, lo dice Romanos 1, el conocimiento de Dios estaba ahí. Usted
tenía el conocimiento de Dios, usted tenía la revelación de Dios, siempre ha estado todo
ahí, impusieron la filosofía humana en la revelación y convirtieron la Verdad de Dios en
una mentira. Escuche, todo lo que Dios quiere es que aceptemos la revelación. No que nos
dividamos en grupos filosóficos. Usted añade sabiduría humana a la Verdad divina y lo
único que hace, observe el final del versículo 17, hace que la cruz sea vana.
Entonces, Pablo con el versículo 17, entra en un contraste extenso entre la sabiduría de
Dios y la sabiduría de los hombres. Observe el versículo 18: “Porque la palabra de la cruz
es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de
Dios.” Ahora, observe este versículo con atención. La palabra de la cruz es locura a los que
se pierden, es que decir a aquellos que están sin Dios, aquellos que están muriendo en
pecado, aquellos que pasarán la eternidad en el infierno, aquellos que no conocen a Dios,
por quienes el corazón de Dios se entristece y el nuestro también. Pero para ellos, la
predicación, la palabra de la cruz es locura, pero para nosotros, los que se salvan, es poder
de Dios. Y la razón por la que es locura o insensatez para ellos es porque han elevado su
propia filosofía; y la cruz les parece tan torpe para ellos, tan insensata, tiene filosofías tan
complejas que venir y decirles: ‘Te quiero dar un mensaje simple, Dios, en carne humana
murió en la cruz, pagó la paga por tu pecado, por fe en ese acto y Su resurrección puedes
ser salvo y tu destino eterno está asegurado en el cielo para siempre.’ Y dicen: ‘No, eso es
ridículo. Qué torpe es que la muerte de un hombre, en un monte, en un pedazo de
madera, en ese momento en la historia es el factor determinante para el destino de todo
hombre que jamás vivió. Ridículo.’ No pueden aceptarlo. Es locura.
La palabra locura, palabra simple, es la palabra morón, de la cual obtenemos torpe. Es
torpe. Es absurdo. Ahora observe la palabra ‘palabra’ aquí. En el griego es la palabra logos.
“Porque la palabra de la cruz,” Ahora, observe esto, “porque la palabra de la cruz.” Ahora,
regrese al versículo 17. Y aquí usted no tiene la ‘palabra de la cruz’, sino la ‘palabra de
sabiduría’, sabiduría humana. Y ahí está el contraste. Él hace un contraste entre la palabra
sabiduría con la palabra de la cruz. La sabiduría humana es presentada contra la cruz.
Ahora, quiero mencionar una cosa. La palabra de la cruz aquí significa todo lo que está
involucrado en la cruz. El logos es la revelación total.
Usted dice: ‘Bueno, John, ¿cuál es la palabra de la cruz?’ ¿Ve este libro? Yo creo que este
libro entero es la palabra de la cruz. ¿Sabe usted que todo antes de la cruz apuntaba a la
misma y todo después de la cruz explica a la cruz? Esta es la palabra de la cruz, revelación.
La revelación de Dios, entonces, la cual llega a su clímax en la cruz, es presentada en
contraste a la sabiduría de los hombres. Pablo dice estas dos cosas están opuestas. Y
entonces, la gente que se aferra a la sabiduría humana, cree que la cruz es torpe. Pero
nosotros, que somos salvos, sabemos que es el poder de Dios. Y eso es lo que él dijo en
Romanos 1, “no me avergüenzo. Aunque el mundo crea que soy torpe y aunque los
filósofos crean que debo tener un cerebro pequeño, que no tengo educación, aún así no
estoy avergonzado del Evangelio de Cristo. Puede ser torpe para ellos, pero es el poder de
Dios para los que creen.”
Entonces, la palabra de la cruz, la cual se ve como torpeza para los hombres, realmente es
el poder de Dios. Como puede ver, los hombres debido a su racionalismo, debido a la
elevación del ego humano, debido a que quieren sus propias filosofías no se pueden
postrar ante algo tan simple como eso. Y es simple, créame. Digo, Jesús mismo dijo “a
menos de que se convierta como niño pequeño no puede entrar al Reino “. Es simple. No
es una filosofía compleja. Pablo llega a Corinto. Él llega en el medio de muchas filosofías,
¿qué va a hacer? ¿Simplemente ofrecer otra filosofía y entrar en ese remolino de
filosofías? ¿Sabe usted lo que él hace ahí? Observe el capítulo 2, versículo 2.
“Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste
crucificado.” ¿Sabe usted por qué dijo eso? Porque ya había bastantes ideas que andaban
por todos lados. Él no les iba a ofrecer otra filosofía. Simplemente habría sido otra cosa
que colgar en la pared. Él quería darles algo que sería muy opuesto a lo que ellos creían,
algo muy simple, no complejo, algo muy histórico, no etéreo, algo muy concreto y
objetivo, no subjetivo y nebuloso. Y les dio la cruz y él la mantuvo arriba, la mantuvo
arriba, la mantuvo arriba, le exaltó, la levantó en Corinto durante al menos 18 meses. Esa
es la cantidad de tiempo que él se quedó allí.
Y usted sabe, usted estudia las religiones humanas; pero no las estudie durante mucho
tiempo, porque hay muchas otras cosas que hacer, como cortar el césped y cosas así. Pero
estudie la filosofía humana por unos minutos y, ¿sabe qué descubrirá? Que toda religión
que el hombre jamás haya desarrollado - y él ha desarrollado todas ellas excepto el
cristianismo - es compleja. Eso apela a su cerebro, a su ego, es compleja. El hombre no va
a aplastar su ego para rebajarse al nivel de la simplicidad de la cruz y reconocer el hecho
de que no importa lo que él piense y no importa cuán inteligente sea, uno no es algo a
través de su intelecto, sino a través de la fe.
Él no quiere llegar a ese punto. Como puede ver, a él no le gusta la cruz, porque si uno
viene a la cruz, uno tiene que admitir que uno es un pecador; y a él tampoco le gusta eso.
Y ése es el problema. Pero la cruz todavía es el tema. La revelación de Dios culmina en la
cruz. ¿Pero sabe una cosa?, la filosofía humana no lo entiende. Para darle una ilustración,
sabe que ni siquiera Pedro lo entendía. Pedro tenía una filosofía. La palabra filosofía,
podríamos usar la palabra opinión. Pedro tenía una opinión. Él pensó que el Mesías
vendría y establecería Su Reino y simplemente, todo sería maravilloso.
Un día Jesús dijo en Mateo 16: “Voy a morir”. ¿Se acuerda cómo reaccionó Pedro eso?
“No, Señor, no vas a morir.” Oh, está bien. Una cosa que la revelación no necesita es la
opinión de Pedro. Pero como puede ver, la filosofía de Pedro estaba opuesta a la Verdad.
Y entonces, Jesús le dijo: “Quítate de delante de mí, Satanás.” Tienes una filosofía
satánica. Fueron al huerto y los soldados vinieron a capturar a Cristo en Juan 18, Pedro
sacó su espada y trató de cortarlos. Jesús le dijo que quitara eso. ¿No has entendido el
mensaje todavía? Finalmente, después de la cruz, él entendió.
En Hechos 3, él está predicando ahí y dice: ‘Estas cosas que Dios antes había anunciado
por boca de los profetas que Cristo debía sufrir, Él así cumplió.’ Él se oye como un
verdadero experto. No fue sino hasta después de la cruz que él entendió la cruz. Más
adelante, cuando escribió su carta de 1 Pedro 2:24 dice: “quien Él mismo llevó nuestros
pecados en Su propio cuerpo en el Madero.” Como puede ver, Pedro aprendió el
significado de la cruz, pero al principio, su filosofía se oponía a la cruz. No podía verlo. No
podía entenderlo. Como puede ver, era para él como cualquier otro judío. Viendo el
versículo 23, “Cristo crucificado es para los judíos un” ¿qué? “Un tropezadero. Pero a los
gentiles o a los griegos es locura.” No encaja en la razón humana. No pueden
racionalizarlo. Como si el intelecto fuera la autoridad.
Entonces, el contraste es establecido en los versículos 17 y 18. La cruz es el poder de Dios
para salvación. Nos salva. Pero para el mundo inmerso en sabiduría humana es torpe.
Ahora, con eso como introducción del versículo 19 hasta el capítulo 2, versículo 8, Pablo
da cinco razones por las que él considera la sabiduría de Dios superior a la del hombre. Y
estas son realmente buenas. Cinco razones por las que Pablo considera la sabiduría de
Dios superior a la sabiduría del hombre.
Razón número uno: la sabiduría de Dios es permanente. Su permanencia. Versículos 19 y
20. Ahora, esto es muy interesante. Aquí Pablo usa un pasaje del Antiguo Testamento para
mostrar que la sabiduría del hombre va a ser hecha a un lado. Que es muy temporal.
Observe el versículo 19.
Y Pablo cita a Isaías 29:14: “Pues está escrito,” y está en Isaías 29:14, “destruiré la
sabiduría de los sabios y desecharé el entendimiento de los entendidos.” Ahora, ese es
Isaías 29:14. Y permítame apresurarme para ayudarle a interpretar eso. Eso puede tener
un cumplimiento general definitivo. Va a llegar un día, cuando todas las filosofías de los
hombres van a ser hechas a un lado, ¿verdad? Cristo va a reinar como Rey de Reyes.
Cuando toda la sabiduría del hombre se convierta en cenizas. El periodo de tribulación,
conforme lo estudiamos en el libro de Apocalipsis, es la desintegración de toda la
sabiduría del hombre, pero tiene más que tan sólo un cumplimiento futuro. Tuvo un
significado muy interesante en el momento en el que fue dado. Como muchas profecías,
tiene un cumplimiento inmediato y un cumplimiento a futuro.
Y esto es lo que estaba pasando cuando Isaías dijo eso. Había un rey. Su nombre era
Senaquerib - y quizás usted escuchó de él. Él era un rey muy poderoso y él era rey sobre
una nación llamada a Asiria. Y ellos querían conquistar Judá, la tierra de Israel. Y entonces,
decidieron atacar Judá. Dios, a través del profeta Isaías le dice a Judá: ‘No se preocupen, la
liberación va a venir, Senaquerib va a fracasar en su conquista.’ ‘Pero’, Dios dijo, ‘no será
debido a sus hombres sabios. No será la estrategia de los asesores políticos del rey
Ezequías, quien era el rey de Israel en ese entonces o el rey de Judá. No será debido a la
inteligencia política y los trucos políticos secretos de estos asesores sabios. No. Ustedes no
van a escapar de la mano de los asirios debido a su propia sabiduría.’ Dios dice, ‘Yo mismo
lo voy a hacer, porque Yo quiero demostrarles la impotencia y la temporalidad de la
sabiduría humana. Cuando a su sabiduría se les hayan acabado las opciones, simplemente
voy a destruirlos a todos. Yo lo voy a hacer por mí mismo y voy a hacer todo lo que
vuestra sabiduría no puede hacer.’
Y bueno, esa es una promesa bastante grande. Senaquerib tenía un ejército enorme.
Usted dice: ‘si Dios va a enfrentar a Senaquerib, hombre, obviamente va a tener que hacer
algo fabuloso.’ Y lo hizo. ¿Sabe lo que hizo? Él simplemente llamó a un ángel. Eso es
correcto. Un ángel. Usted preguntará qué sucedió. Le leí lo que sucedió. Todas esas
personas sabias de Israel, todos esos asesores políticos que tenían una estrategia, tan
inteligentes, todas las huestes del ejército de Israel. Dios dice: “ven aquí ángel”, el ángel
del Señor Salió. Es él. Es el mismo. Y él mató en el campamento de los asirios a 185,000.
Un ángel mató a 185,000; y después, esto es bastante interesante, él dice: “y cuando se
levantaron temprano por la mañana he aquí, estaban muertos.”
Maravilloso, despertaron y vieron que estaban muertos. No: algunos se levantaron y
descubrieron que 185,000 estaban muertos. Ahora escuche, ¿sabe lo que eso dice acerca
de los ángeles? No se meta con ellos. Lo que todos los asesores políticos de Israel no
pudieron hacer, todo lo que la sabiduría y el conocimiento e inteligencia de lo mejor del
pueblo no pudo hacer, Dios lo hizo con un ángel. Y Él dice: “simplemente voy a aplastar su
sabiduría. La voy a hacer a un lado. No la necesito.” Dios siempre le dijo a Israel que
pelearía por ellos.
¿Sabe una cosa?, tenemos la idea equivocada. Queremos resolver todo por nuestra propia
ingenuidad en lugar de que Dios lo haga. Entonces, Pablo usa ese pasaje y esto es algo
fantástico. Oh, por cierto. No sólo eso, sino que más adelante, Senaquerib regresó y vivió
en Nínive, la cual era la capital de Asiria. “Y aconteció que mientras adoraba en el templo
de Nisroc su dios, sus hijos Adramelec y Sarezer le mataron a espada, y huyeron a la tierra
de Ararat; y reinó en su lugar Esar-hadón su hijo.” Entonces, el Inclusive fue matado por
sus hijos.
Como puede ver, Dios no necesitó nada de la sabiduría de Israel. Y ése es el punto, ahora
usted puede regresar a 1 Corintios 1:19. Pablo dice: ‘miren, ustedes conocen el pasaje de
Isaías. Dios nunca necesitó sabiduría humana. Dios nunca necesitó entendimiento
humano.’ Proverbios lo dice de esta manera en el 14:12: “hay camino que le parece
derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte.” ¿Y sabe una cosa?, siempre hay
personas que quieren dar su opinión. ‘Bueno, yo creo esto y aquello. Bueno yo…’ Y yo creo
que una de las razones por la que tantas personas no vienen a la Biblia o no vienen a la
Iglesia o no estudian el cristianismo es porque su propia filosofía es tan débil que no
podría resistir otro golpe, no podría sostenerse. Usted sabe, ellos prefieren enmascararse
a sí mismos, colocar sus cabezas en la arena y simplemente, ser sepultados. Manteniendo
sus dedos cruzados eternamente.
Escuche a Jeremías 8:9: “Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron
consternados.” Ahora escuche esto: “He aquí que aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y
qué sabiduría tienen?” Escuche, si usted rechaza la revelación, ¿qué sabiduría queda? No
queda ninguna. Dios es presentado en contra de la sabiduría humana. Él se presentó en
contra de la filosofía humana, inclusive la filosofía de Israel, Judá. Él la destruye. La
sabiduría humana es definida, creo yo, mejor que en cualquier otro lugar en la Biblia, en
Santiago 3:15 en términos muy aptos. Dice esto, y quizás nunca antes ha pensado en esta
definición. Escuche esto: “Esta sabiduría no desciende de lo alto.” Muy bien, sabemos qué
sabiduría es, ¿verdad? No es la sabiduría de Dios, es la de el hombre. No viene de arriba.
Es simplemente sabiduría del hombre. Ahora escuche: “Es terrenal, animal y diabólica.” La
sabiduría humana es uno terrenal. Esto es que nunca va más allá de la tierra. Realmente
nunca entiende la realidad sobrenatural. Es terrenal.
Dos, animal o sensual, se basa en deseo y concupiscencia humana. Tres, diabólica, su
fuente es Satanás. Eso es la sabiduría humana. Ahora eso, amigos míos, es presentado en
contraste a la sabiduría de Dios, ¿no está usted de acuerdo? Eso es Santiago 3:15.
Entonces él dice, está escrito. Es permanente. La sabiduría de Dios es permanente. El
versículo 20 hace algunas preguntas. Realmente es una pregunta con tres partes. “¿Dónde
está el sabio, dónde está el escriba, dónde está el diputador de este siglo?” ¿Dónde están
todos los inteligentes que resuelven todos los problemas? ¿No estamos gritando eso en
este momento?
Digo, hemos hablado tanto de lo grande que es la educación y cómo nos hemos educado a
nosotros mismos y nos hemos metido en problemas que no podemos resolver. ¡Claro,
nunca podremos resolverlos! ¿Y sabe una cosa?, la sabiduría humana nunca resolvió nada.
Toda nuestra educación realmente nunca resolvió nada. Usted dice ‘espera un momento,
espera un momento, solíamos vivir ahí en el bosque y ahora estamos en ciudades y en
hogares’. Es correcto. Y estamos igual de putrefactos aquí como estábamos allí. No hemos
cambiado. Solamente estamos más cómodos. ¿Sabe una cosa?, nuestra inmoralidad no se
comete en el bosque. Se comete en hoteles elegantes. No es diferente. Simplemente
hemos hecho que nuestro pecado sea más cómodo. La sabiduría humana a lo largo de la
historia, la historia del hombre, nunca ha resuelto ningún problema real. Nunca.
Simplemente nos hace estar más cómodo con nuestros problemas. Eso es todo. Y
entonces, Dios dice, ¿dónde están las personas sabias? ¿Dónde están todas esas personas
sabias? Y aquí cita a Isaías 19:12. Y es muy interesante. Porque en Isaías 19, Dios le estaba
hablando a Egipto. Y Él dice ‘Egipto, se acabó. Has seguido a dioses falsos y has adorado a
dioses falsos y has negado Mi Verdad y vas a ser juzgado.’ ¿Y se acuerda usted de esa gran
profecía en contra de Egipto que los ríos se secarían y el mar ya no dejaría más agua? Y
Menfis sería destruida, la gran ciudad, la capital de todas estas cosas. Y cuando todo eso
fue hecho, entonces Isaías dice: ¿dónde están sus hombres sabios? ¿Quién va a ofrecer la
solución ante la destrucción de Dios? La respuesta es que no quedó nadie.
Y en Isaías 19 dice que buscaron a los adivinadores y a los médium y a los hechiceros, ¿y
sabe usted qué respuestas tuvieron? Ninguna. No hay ninguna respuesta. ¿Ahora dónde
están los sabios? Y él dice la segunda pregunta, ¿dónde está el escriba? ¿Dónde está el
escriba? Y éste es el escritor y de hecho, de nuevo es Isaías 33:18, donde usted encuentra
esa afirmación. Y tenía que ver de nuevo con los asirios. Los asirios, cuando enviaron a su
ejército, enviaron a escribas. ¿Sabe lo que debían hacer los escribas? Ellos tenían que
escribir o registrar todas las cosas que se llevaban cuando tomaron Israel.
Tenían que enlistar todo el botín y tenían que registrar todo el tributo que tenía que ser
exigido. Tenían que escribir todo lo que era llevado en la victoria. ¿Sabe lo que pasó? No
se llevaron nada en victoria. Los escribas no tenían nada que escribir. Y entonces, Isaías
dice ‘¿dónde están los escribas?’ No hay ninguno. Entonces él dice ‘¿dónde está el
disputador de este siglo?’ Y esto no creo que tenga una contraparte en el Antiguo
Testamento. La palabra diputador aquí es la misma palabra griega que se usa para discutir
acerca de filosofía. ¿Dónde están ahora sus argumentos filosóficos? Miren dónde están las
personas versadas en filosofía. ¿Dónde están las personas versadas en literatura, los
escribas? ¿Dónde están las personas versadas en retórica? ¿Dónde están cuando los
necesitan?
Toda su sabiduría es insensatez. ¿Sabe una cosa?, tengo ese sentimiento en el mundo en
la actualidad, ¿no es cierto? ¿Quién conoce alguna respuesta? Ninguno de ellos. Entonces,
para presentar de manera clara la futilidad y fatalidad de la sabiduría humana, Pablo de
manera sarcástica dice dónde está el sabio y dónde está el escriba y dónde está el
disputador de este siglo? Dígame usted en qué ha contribuido en algún punto en la
historia la filosofía humana al hombre. ¿Qué es lo que ha hecho para hacerlo más noble?
¿Para hacerlo un hombre mejor en su corazón? ¿Qué ha hecho en algún punto para
levantarlo? Nada, nada, nunca nada. La sabiduría del mundo es torpeza cuando trata de
redimir a los hombres, cuando trata de transformar a pecadores. No puede hacerlo. No
puede.
Entonces, ¿no ha enloquecido Dios a la sabiduría del mundo? Dios simplemente hizo que
se viera torpe. La filosofía es tan torpe y no estoy hablando de la ética, no estoy hablando
de la bondad y el amor. Simplemente estoy diciendo que ninguna de estas filosofías
humanas, no importa lo bueno que parezcan en la superficie, realmente llegan al fondo
del problema. Y eso es el alma eterna del hombre. Entonces, Dios en sabiduría, permitió
que los hombres educados del mundo busquen mediante su sabiduría mundana, la
solución al sufrimiento del hombre. Y lo vieron y tenían filosofías y más filosofías y más
filosofías y ¿sabe qué pasó? Nunca llegaron a descubrir el secreto.
Realmente nunca llegaron al fin de toda la sabiduría humana. Se quedaron sin lo que más
necesitaban; y ése es el conocimiento de Dios. Nunca conocieron a Dios porque Dios en
estas cosas no podía ser encontrado. La paz, el gozo, el perdón, la libertad de la culpa, el
significado de la vida, la esperanza eterna y toda la filosofía humana nunca conoció a Dios.
Eso lo que Pablo dice. Simplemente es algo torpe. Pensaron que la cruz era torpe. Fue su
filosofía la que era torpe.
Entonces, Dios entra a hacer lo que la sabiduría humana nunca pudo hacer y eso nos lleva
al segundo punto. Y simplemente, veremos el primer versículo del segundo punto. Pablo
dice ‘la sabiduría de Dios es superior a la de los hombres debido a su permanencia y en
segundo lugar a su poder.’ Puede hacer lo que la sabiduría del hombre nunca hizo.
Observe el versículo 21. “Pues ya que”, la palabra es debido a, “Pues ya que en la
sabiduría de Dios el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a
los creyentes por la locura de la predicación.”
Ahora observe, él dice ‘el mundo, con toda su sabiduría, nunca conoció a Dios. Nunca
alcanzó la meta definitiva del hombre de conocer a Dios. Y entonces, debido a que la
sabiduría del hombre no lo pudo hacer, Dios lo hizo a través de la cruz.’ El mundo de los
hombres, con toda su sabiduría. Simplemente piense en eso. Hemos tenido filósofos y
hombres inteligentes por mucho tiempo. ¿Qué saben y qué ofrecen? Las guerras se
incrementan, el crimen se incrementa, la injusticia se incrementa, el odio, la crueldad, los
problemas, los problemas mentales, las drogas, el alcohol, problemas, problemas,
problemas, problemas, nunca jamás cambia.
No hemos resuelto ningún problema, no con filosofía humana. Porque los hombres no
pueden obtener salvación, ellos no pueden tener una naturaleza transformada. Ellos no
pueden conocer a Dios mediante su propia sabiduría. E inclusive la religión no sirve. Toda
la filosofía del mundo termina en bancarrota. Ahora Dios dice: “Me agrada a Mi hacer algo
tan básico y torpe y absurdo a los ojos de ellos como la muerte en la cruz para cumplir lo
que ellos no podían cumplir con las complejidades de sus filosofías a lo largo de los
tiempos.” ¿No es eso hermoso?
Simple. Capítulo 3, versículo 18, dice lo mismo: “Nadie se engañe a sí mismo; si alguno
entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.”
Más vale que se rebaje al nivel de la cruz. Más vale que realmente se baje de su exaltación
para que realmente sea sabio. “Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con
Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos.” El siguiente versículo
dice: “El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.”
Ahora, note esta frase tan interesante al principio del versículo 21. ¿Qué dice? “Pues ya
que en la sabiduría de Dios, el mundo”, en otras palabras, que este plan sabio de Dios, que
Él permitió que el mundo siguiera en su propia sabiduría. En la sabiduría de Dios, Él
permitió que el mundo siguiera su propio camino. El hombre existe rodeado por la
sabiduría de Dios. Y en medio de la sabiduría de Dios, el mundo por sabiduría, ¿qué? no
conoció a Dios. Aquí estamos rodeados por la sabiduría de Dios y somos ignorantes de
ella. Para mí, eso es Romanos 1. “Lo que de Dios se conoce está en ellos?, ¿verdad? Y está
alrededor de ellos. Las cosas invisibles de Dios pueden ser vistas en la creación pero a los
hombres no les gustó retener a Dios en su conocimiento. Se volvieron de Dios,
convirtieron Su verdad en una mentira, adoraron a la criatura más que al Creador,
comenzaron a adorar imágenes, aquí está el hombre rodeado por la sabiduría de los Dios.
Cada vez que ve un monte, cada vez que ve su mano, ve la sabiduría de Dios. Las estrellas,
las complejidades de la naturaleza, él ve la sabiduría de Dios. Y él aplica su propia
sabiduría, rechaza la sabiduría de Dios y nunca conoce a Dios.
Piense en eso. El astrónomo ve su telescopio y ve las estrellas, pero no ve a Dios. El
científico natural estudia su biología y botánica y lo que sea y termina con la evolución sin
una fuente. La religión crea un dios que no es un dios y luego se postra ante eso que no es
Dios. ¿Sabe una cosa? Es como a los griegos les gustaba resumir. La filosofía griega estaba
centrada en una gran ciudad. ¿Cuál era esa gran ciudad? Atenas. El pináculo de Atenas era
el Areópago, el gran monte Marte.
Pablo caminó ahí, al Areópago donde se reunían todos los filósofos griegos y allí había un
gran altar. Él se acercó allí. Y esto es lo que decía: “al Dios no conocido”. ¿No es eso
interesante? Con todo lo que conocían, lo que no conocían era lo que era lo más obvio,
Dios. “En medio de la sabiduría de Dios,” versículo 21, “el mundo no conoció a Dios
mediante su propia sabiduría.” Aplicaron lo equivocado, en lugar de aceptar la revelación,
ellos tomaron su propia sabiduría y ellos no conocieron a Dios. La sabiduría humana no
sirve. ¡Oh, me encanta esta parte! “Agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la
predicación.”
Como puede ver, Dios realmente, Dios simplemente para mí es el golpe más grande
posible en contra de toda la complejidad de la sabiduría humana. Dios hizo algo tan
simple; y mediante lo más simple que Dios hizo, Él hizo lo que todos los filósofos y
hombres sabios de todas las edades nunca pudieron hacer. Ahora eso lo coloca en la
perspectiva correcta, ¿verdad? Los más sabios de los hombres sabios son torpes
comparados con lo más simple del Dios sabio. La locura de la predicación, la torpeza de la
kērygmatos.
Ahora, observe la palabra predicación. Esa es una mala traducción. No es la palabra
euaggelízō, predicar el evangelio en griego. La palabra kēryxai, proclamar. Es la palabra
kērygmatos. No tiene nada que ver con el acto de predicación. Es el contenido del
mensaje. El kērygma, el mensaje. Y contenido. Lo que está diciendo es esto: agradó a Dios
por la torpeza del Evangelio, el contenido de la cruz, salvar a aquellos que creen. La
predicación… no es la idea de que la predicación es locura o insensata. Alguna predicación
es torpe, estoy de acuerdo con eso, pero no es el punto aquí. El punto aquí es la torpeza,
la locura del Evangelio mismo. Algo tan torpe, algo tan bajo, algo tan simple, algo tan
desagradable para los judíos, es tropezadero. Es insensato. Pero fue eso insensato, eso
simple, Jesús muriendo en una cruz. Usted no tiene que ser inteligente. Usted
simplemente tiene que hacer ¿qué? Lo dice al final del versículo 21. ¿Salvar a los
intelectuales? ¿Salvar a los que tienen un doctorado en filosofía? ¿Salvar a los sabios?
¿Salvar a quiénes? “Salvar a los creyentes”. ¡Me da tanto gusto!, ¿a usted no le da gusto?
¿No sería terrible si sólo las personas inteligentes se salvaran? Hombre, no sé quién
estaría aquí el domingo por la mañana. Yo no sé dónde estaría. Y Dios no nos salvó porque
somos tan inteligentes. Él lo hizo tan simple que no importa lo inteligente que seamos.
Sólo necesita creer. No, la fe se apropia de lo que Dios ha hecho. Ésa es la razón por la que
usted puede tener una ración de oración aquí en Grace Community Church. Puede tener a
un hombre que es profesor de universidad, un hombre que tiene un doctorado en
medicina. A un hombre aquí que trabaja con su manos. Alguien por aquí que quizás está
algo retrasado mentalmente y todos se están congregando y compartiendo juntos la
misma vida en común y orando juntos al mismo Dios y experimentando la misma
comunión y la misma salvación, porque no tiene nada que ver con el intelecto.
De hecho, si usted avanza y quiere conocer la Verdad, la razón por la que dije que no
muchos de nosotros estaríamos aquí, simplemente necesita ver el versículo 26. “Pues
mirad, hermanos, vuestra vocación,” vea a la gente que está sentada junto a usted, “que
no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo
necio del mundo escogió Dios”, esos somos nosotros. En serio. Alguna vez ha dicho: ‘oh, si
tan solo tal y tal fuera cristiano.’ ‘Oh, si tan sólo pudiéramos ganar a tal y tal.’ No hay
muchos sabios, no hay muchos poderosos, no hay muchos nobles. La mayoría de nosotros
simplemente somos personas comunes y corrientes. ¿Y sabe qué? Dios hizo eso de
manera deliberada como represión durante todas las épocas en contra de la sabiduría
humana. Dios nunca necesitó eso en el pasado. No lo necesita ahora. Lo único que Él que
necesita es la cruz y aquellos que creen en la cruz son salvos, eso es lo único que se
necesita. Ése es el mensaje de salvación. Oremos.
Gracias Padre por nuestra comunión en esta mañana, por el mensaje tan claro para
nosotros. Te damos gracias porque nuestra confianza no está en la filosofía humana, sino
en Ti. Te damos la alabanza por eso. Y Señor, si hay alguien en esta mañana que aún no te
conoce a Ti, que todavía se está aferrando a la filosofía humana, oh Dios, oro porque el
Espíritu de Dios rompa la esclavitud a esa filosofía y libere a ese corazón para buscar a
Cristo. A aquellos de nosotros que somos cristianos, ayúdanos a nunca enlodar la
revelación de Dios al mezclarla con las palabras de los hombres y la sabiduría de los
hombres. Mantennos puros. Te damos alabanza en el nombre de Cristo. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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La insensatez de Dios, 2ª Parte


Escritura: 1 Corintios 1:21–28

Código: 1814
John MacArthur
Si tiene su Biblia, acompáñame a 1 Corintios capítulo 1, si es tan amable; y vamos a
continuar con nuestro estudio de la insensatez de Dios. Y simplemente quiero decir al
principio que si usted no estuvo aquí el último Día del Señor, no va a poder entender lo
que vamos a decir esta mañana como si hubiera estado aquí. Y espero que si este estudio
es útil en algo para usted en su vida, usted se asegure de obtener el sermón de la última
vez para que pueda tener ambas partes.
No quiero enredarme mucho en repetir lo que hicimos la última vez y entonces,
realmente, los dos van de la mano. Si usted estuvo aquí la última vez, muchas cosas que
vamos a decir ahora definitivamente las va a entender. Ahora, va a entender gran parte de
esto aunque no estuvo aquí, pero quizás no va a entender algunas cosas. No quiero dejar
a nadie afuera. Así que quédese aquí. Estamos llamando a esta sección en particular La
Insensatez de Dios. El mundo ve lo que Dios ha revelado en la Biblia y lo que Él ha hecho
en la obra de Cristo en la cruz como insensatez.
El apóstol Pablo, en 1 Corintios, capítulo 1, claramente hasta final del capítulo 3 enfrenta
este tema en particular de hacer un contraste entre la insensatez de Dios y la supuesta
sabiduría del mundo. Ahora, usted recordará que Pablo está enfrentando problemas en 1
Corintios. Y los problemas que él enfrenta van desde el capítulo 1 hasta el capítulo 16. El
primer problema que él enfrenta es el problema de división en la Iglesia. Y este es un
problema muy, muy grande en la Iglesia.
Estuve en el Seminario Western en Portland el viernes y la facultad estaba sentada ahí; y
estábamos hablando acerca de la Iglesia y uno de los profesores, un profesor de historia
de la Iglesia me dijo: “Dígame, ¿su iglesia tiene algún problema?” Y yo respondí “sí,
tenemos algunos.” Él preguntó qué tipo de problemas yo tenía. Y le respondí que gracias a
Dios no tenemos un problema de 1 Corintios 1. No tenemos división. Pero tenemos
problemas serios de 1 Corintios 2 hasta el 16.
Y realmente le doy gracias a Dios porque no somos un problema de 1 Corintios 1. Aquí hay
unidad. En la Iglesia en Corinto había división. Y la razón por la que había división se debía
a dos factores: uno, se estaban identificando con maestros humanos y se estaban
alineando con hombres como en el versículo 12. Algunos estaban diciendo ‘yo soy de
Pablo’, otros ‘yo soy de Apolo’, otros ‘yo soy de Pedro’, otros ‘yo soy de Cristo. Y entonces,
estaban creando divisiones. Y hubo una segunda causa de división y era que estas
personas habían sido salvadas de una sociedad orientada a la filosofía y todos, previo a su
conversión, se habían apegado a una u otra filosofía.
Y cuando se volvieron cristianos, mantuvieron este tipo de identidad filosófica. Y entonces,
todavía tenía un grupo de personas por aquí que pertenecía a tal o cual filosofía y otro a
tal y cual filosofía y etcétera, etcétera. Y todos eran creyentes, pero no podían estar en
unidad real porque estaban divididos filosóficamente. Y entonces, Pablo ataca la idea de
división en base a la sabiduría del mundo desde el capítulo 1:18 hasta el final del capítulo.
Y él les está mostrando que nunca deben tener división en la Iglesia en base a la filosofía.
Nunca deben dividirse por la economía, por puntos de vista sociales, por perspectivas que
son propagadas por la sabiduría de los hombres; porque todo esto de cualquier manera es
vacío. Deben estar unidos en torno a la sabiduría de Dios y esto es común para todo
creyente. Entonces, no hay razón para que haya desacuerdo filosófico en la Iglesia.
Y usted sabe que eso puede pasar. Puede haber personas que tienen una filosofía
diferente discutiendo con otras personas que tienen otra filosofía diferente; pero en la
Palabra de Dios está la revelación de lo que es verdad y lo que es sabio. Y debemos
apegarnos a eso. Y entonces, Él ataca la idea de meter en la Iglesia puntos de vista
filosóficos, perspectivas en base a sabiduría humana y de esta manera, divide a la
comunión en diferentes grupos en torno a esta perspectiva humana.
Ahora, lo que realmente se resume en el 1:18 al final del capítulo es el contraste entre la
sabiduría de Dios y la sabiduría de los hombres. Y son opuestas. Y como le dije la última
vez, no necesita filosofía porque cuando está bien, eso significa que encaja con la Biblia. Y
usted tiene la Biblia, entonces no la necesita. Cuando está equivocada, entonces usted no
la necesita. Entonces usted no la necesita. Lo único que usted necesite la Palabra de Dios.
Y entonces, eso es lo que él en esencia dice. La filosofía del mundo es lo opuesto a la
sabiduría de Dios. Entonces, no lo mezcle en la Iglesia. Usted no la necesita. Sólo
corrompe. Usted se acuerda cómo lo vimos la última vez. Sólo corrompe.
Como puede ver, simplemente para darle una ilustración, sólo hay dos tipos de sabiduría
en el mundo. La sabiduría de Dios y la sabiduría del hombre. Y las dos son definidas de
manera distinta. Y para darle lo que creo que debe ser la definición más concisa en
cualquier lugar, lo llevo a Santiago capítulo 3. En Santiago capítulo 3, versículo 17
encontramos la definición de la sabiduría de Dios.
Aquí está la sabiduría de Dios afirmada y definida. Santiago 3:17 dice esto: “Pero la
sabiduría que es de lo alto”, ahora esto sabemos de inmediato que esta sabiduría es
sobrenatural. Que está fuera de la tierra. No es terrenal. Ésta fuera del mundo. Es divina.
Es la sabiduría de Dios. Viene de arriba. Y él la define. Es, en primer lugar, pura de manera
suprema. La sabiduría de Dios trae santidad, pureza, justicia; y después, dice él que es
pacífica. Hace paz. Es gentil. Significa que es dulce y razonable. Él dice que no es
contenciosa. Llena de misericordia. Perdona. Es amable. Tiene buen fruto. No tiene
parcialidad. La sabiduría de Dios no es ambigua, no cambia, no juega a la política y es
honesta. Eso es lo que él quiere decir.
Y después, finalmente, no tiene hipocresía. Es honesta, franca, directa y abierta, no le da
la vuelta al asunto. Esa es la sabiduría de Dios. Lo que Santiago está diciendo aquí es que
usted puede identificar a una persona que está enseñando la sabiduría de Dios porque él
será puro, pacífico, gentil, libre de contención, lleno de misericordia, de buenos frutos, no
va a jugar a la política y va a ser directo, abierto, franco y honesto. Esa es la sabiduría de
Dios. Ahora, en contraste a eso, usted tiene la sabiduría del hombre en el versículo 15.
Esta sabiduría no viene de lo alto. Esta es simplemente sabiduría impía antigua. Esta es
sabiduría humana y es definida en tres términos. Los hemos visto la última vez: terrenal.
Esto es decir que está ligada a la tierra. No puede conocer nada fuera de sí mismo, lo cual
es realmente una desventaja seria. Está tratando de vivir por su propia fuerza, su propio
mérito. En segundo lugar, es sensual. Esto es: depende de la lujuria y concupiscencia y
deseos de los hombres. En tercer lugar, su fuente es demoniaca.
Ahora usted ve aquí dos tipos de sabiduría: sabiduría mundana y sabiduría divina. Ahora,
note algo: la sabiduría de Dios no necesita que se le agregue la sabiduría humana. ¿Por
qué va a agregar usted a la sabiduría sobrenatural algo que es terrenal, animal, sensual y
diabólico? Eso no le va a ayudar a nada a la sabiduría de Dios si no ¿qué? La va a
corromper. Eso es lo que la filosofía le hace a la revelación, a través de la palabra de la
revelación.
Para decirlo aún de manera más clara quizás que eso, Colosenses capítulo 2, versículo 8
dice: “Guardaos,” ahora la Biblia no dice eso muchas veces. Pero cuando lo dice es muy,
muy importante. “Guardaos,” en otras palabras, esperen que van encontrarse con este
problema y prepárense. “Guardaos, no sea que alguno os engañe, os corrompa, eche a
perder su mente, confunda su mente ¿a través de qué?… “Filosofía y engaño vano.” Eso es
engaño basado en vanidad humana. “Que es según la tradición de los hombres y los
rudimentos del sistema del mundo y no según Cristo.”
Ahora cuidado. La filosofía está diseñada sobre la tradición humana. La filosofía es la
plataforma del sistema del mundo. Se opone a Cristo, cuidado. Muchas veces he visto a un
cristiano que se ha ido a la universidad y ha tomado un curso en filosofía y aunque quizás
no ha perdido su salvación, perdió casi todo lo demás. La filosofía corrompe. Guardaos, no
sea que alguno los corrompa, los eche a perder a través de filosofía y el engaño de la
vanidad humana que sigue las tradiciones de los hombres, la base del sistema del mundo,
el cual no sigue a Cristo. “Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la
deidad,” ahora observe esto, “Y vosotros estáis completos en Él.” Como puede ver, la
adición, el agregar la filosofía humana es innecesario. ¿Qué puede añadirle a algo que está
completo? Nada. Está terminado. Se acabó. Usted no necesita filosofía humana.
Bueno, entonces ése es el punto de vista que Pablo está presentando a los corintios.
Ustedes no necesitan traer a la asamblea de creyentes la sabiduría de los hombres. Lo
único que hará es corromper y dividir; y eso es de hecho precisamente lo que había
hecho. E incidentalmente, también había contribuido, como veremos, a la mayoría del
resto de los problemas en la asamblea corintia, filosofía mundana, moralidad mundana,
conceptos mundanos.
El Antiguo Testamento tiene algunas cosas interesantes que decir acerca de esto y no
tenemos tiempo para entrar a todo esto, pero quiero llevarlo a Eclesiastés capítulo 1.
Eclesiastés fue escrito por Salomón y hace un relato de la sabiduría humana. Dice de
hecho en qué consiste la sabiduría humana. Y es un libro muy interesante. El Señor lo
colocó aquí con un propósito muy especial, para mostrarnos las frustraciones y las
incapacidades de la sabiduría humana.
Ahora Salomón, él era una persona muy inteligente. Él dice en el versículo 13 del capítulo
1: “Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del
cielo;” Como puede ver, yo decidí que yo aplicaría sabiduría y encontraría todas las
respuestas. Versículo 16: “Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he
engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en
Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia. Y dediqué mi corazón a
conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto
era aflicción de espíritu. Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade
ciencia, añade dolor.” Intente eso alguna vez.
Capítulo 2, versículo 1: “Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y
gozarás de bienes.” Observe lo que dice. Él dice: busqué la sabiduría y la encontré. Resumí
toda mi sabiduría y no encontré nada más que un espíritu afligido porque entre más
conocí, más triste me volví. ¿Sabe por qué? Porque entre más conoce usted de la
sabiduría humana, si usted es honesto, menos conoce usted realmente. Y entre más usted
se da cuenta de lo que usted realmente necesita conocer, no lo puede conocer. Y eso
entristece.
Y entonces dije ‘ya sé lo que voy hacer, voy a cubrir mi dilema y disfrutar de la vida’,
versículo 1. “Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes.
Mas he aquí esto también era vanidad. A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve
esto?” Sé lo que haré, me emborracharé. Versículo 3: “Propuse en mi corazón agasajar mi
carne con vino,” esto realmente le ayuda a conocer al hombre moderno. Esto no le ayudó
tampoco. Yo sé lo que haré, versículo 4: “Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas,
planté para mí viñas; me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto.
Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles.
Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve posesión grande de
vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén.” Ésta es la
filosofía del mundo.
¿Cómo va a enfrentar usted el hecho de que después de que ha aprendiendo todo, no ha
aprendido nada? Uno, simplemente lo vive, lo disfruta en placer. Si eso no funciona,
emborráchate. Y si eso no funciona, drógate. Y si eso no funciona, enloquécete con el
trabajo y promoción personal y ganancias y posesiones y piérdete en eso. Y dinero,
versículo 8: “Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de
provincias; me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y
de toda clase de instrumentos de música.”
Usted no puede ir a ningún lugar sin escuchar música. Las personas no pueden existir sin
ella. Ellos no quieren vivir con sus propios pensamientos, tienen que tener algo para
distraerse. Y entonces, versículo 9, una afirmación modesta. “Y fui engrandecido,” bueno,
es verdad, “y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más
de esto, conservé conmigo mi sabiduría.” Lo que él aprendido, él recordó. “No negué a
mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, lo que yo
quería, lo tenía.”
Usted sabe, eso es lo que quieren algunas personas. Llegan al lugar en el que pueden
tener lo que quieran, lo que sea. “Porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue
mi parte de toda mi faena. Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y
el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin
provecho debajo del sol. Después volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la
necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Nada, sino lo
que ya ha sido hecho.” Digo, ¿qué podría hacer ahora? Digo, lo he hecho todo, ¿verdad?
Me vi a mí mismo y dije ‘bueno, aquí estás Salomón, has hecho todo. ¿Qué vas hacer
ahora? No hay nada más que hacer.’
“Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad.” Versículo 14: “El sabio tiene sus ojos
en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo
suceso acontecerá al uno como al otro.” Dije, tú sabes, la sabiduría es mejor que eso,
¿pero sabes qué? Ambos terminaron igual. Las personas inteligentes y las personas
torpes. Versículo 15: “Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me
sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más
sabio?” ¿No es sorprendente? El hombre más sabio que jamás vivió, cuando llegó al final,
dijo: ‘yo fui un necio’. ¿Se da cuenta? Esa es sabiduría humana.
Pero sabe que el mundo entero está ocupado viviendo en base a la sabiduría humana.
Jesús dijo en Mateo capítulo 7, Él dijo: “¿Sabe lo que hace un hombre sabio? Él edifica su
casa sobre una roca.” ¿Y quién es una roca? Dios es una roca. Y vinieron las lluvias y la
inundación descendieron y ¿qué pasó? Los vientos soplaron y la casa que estaba edificada
sobre la roca permaneció firme. “Pero el hombre necio edifica su vida en las arenas
cambiantes de la sabiduría humana y cuando todo descendió, la casa fue llevada.” Es un
contraste claro entre la sabiduría de Dios y la sabiduría de los hombres. Todo lo que la
sabiduría del hombre jamás hace es cambiar la Verdad de Dios por una mentira.
Ahora, este pasaje, regrese ahora a 1 Corintios 1:18, este pasaje compara la sabiduría de
Dios con la sabiduría de los hombres. Y nos da cinco razones por las que la sabiduría de
Dios es superior a la sabiduría de los hombres. Cinco razones por las que la sabiduría de
Dios es superior a la sabiduría del hombre.
Número uno, estamos repasando, su permanencia. En los versículos 19 y 20, Pablo dice
que la sabiduría de Dios es superior a la sabiduría del hombre porque la sabiduría de Dios
es permanente. Y él no hace esa afirmación. Él no dice ‘la sabiduría de Dios es
permanente.’ Pero él muestra que la sabiduría del hombre no es permanente. Y ahí está el
contraste. Observe el versículo 19. “Pues está escrito: destruiré la sabiduría de los sabios y
desecharé el entendimiento de los entendidos.” Como ve, él dice la sabiduría humana,
cuando todo ha terminado, será destruida. Será llevada a nada.
Y después, él presenta un desafío para cualquier persona que contradiga eso. Él dice:
“¿dónde está el sabio?,” versículo 20. “¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador
de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?” Y él dice el sabio, el
escriba y el diputador y él habla de tres áreas de entendimiento humano. El sabio, eso es
filosofía. El escriba, eso es literatura. El disputador, eso es retórica. Llamen a sus filósofos,
llamen a sus escritores, llamen a sus oradores, déjenlos contradecir esto.
Que todas las filosofías del pasado han llegado a nada. Toda sabiduría de los hombres ha
resultado en ningún cambio en el mundo. Los mismos problemas existen de manera
multiplicada. ¿Dónde están los sabios? ¿Dónde están los escritores? ¿Dónde están las
personas que hablan con gran oratoria? ¿Dónde están todos estos hombres que nos
pueden dar respuestas? Dios ha hecho necia a la sabiduría de este mundo. Y en el sentido
de que Dios ha frustrado, que llega hasta su límite y termina en cero con su insensatez.
¿Qué necesitan los hombres? Los hombres necesitan vida, vida eterna. Los hombres
necesitan el perdón de pecado. Los hombres necesitan conocer a Dios.
La sabiduría humana no puede perdonar el pecado. No puede dar vida eterna y no puede
traer a los hombres a Dios. Cuando todo se ha acabado, no puede hacer nada, excepto,
como dijimos la última vez, hacer cómodas a las personas que están pecando. Dios
permitió a los hombres el seguir a su propia sabiduría. Les dio esa alternativa. Y todas sus
búsquedas de su sabiduría, acabaron sin respuestas, en frustración. Y Dios entró e hizo
que su sabiduría fuera insensata por lo que Él hizo. ¿Qué hizo? Él perdonó el pecado. Él
concedió vida eterna y llevó a los hombres al conocimiento de sí mismo.
Él hizo lo que los hombres en toda su sabiduría no pudieron hacer. Y Él lo hizo mediante
algo tan torpe como la cruz de Jesucristo. Ese no es un concepto filosófico complicado. Es
un hecho histórico simple, simple. Y entonces, son sabios sólo en sus propios ojos y sólo
durante un tiempo breve. La sabiduría de Dios es permanente.
En segundo lugar, y aquí es adonde iremos por hoy, la sabiduría de Dios es superior a la
sabiduría de los hombres no sólo por su permanencia sino por su poder. Versículo 21. Su
poder. Como puede ver, el problema con la sabiduría de los hombres es que es agradable
sentarse y hablar de eso, pero no puede hacer nada. ¿Alguna vez ha notado eso?
La gente no puede cambiar vidas a partir de eso. No transforma a la gente. No perdona
pecados. No produce nuevas criaturas. No lleva a la gente a la presencia de Dios. No hace
nada como eso. Le da a la gente una satisfacción intelectual para compararla con algo. Me
acuerdo cuando una vez estuve sentado en un campus de una universidad con un hombre
y me dijo: “yo entiendo que tu filosofía es la filosofía de Jesucristo.” Le dije: “no, no es una
filosofía, es la verdad.” “Bueno,” él dijo, “eso es debatible.” “Bueno,” le dije, “puede ser
debatible para ti, pero realmente no se debate.” Y yo le pregunté a qué perspectiva se
aferraba. Y él contestó que estaba convencido que la perspectiva apropiada era el Yin-
Yang. Ahora, en ese entonces, realmente yo no sabía lo que era el Yin-Yang. Desde ese
entonces, me he familiarizado un poco con el Yin-Yang. Yin-Yang es la filosofía de los
supuestos. Y esto es lo que este alumno procedió a decir: “Mira, como puedes ver,” él
trazó un círculo en la arena, y él dijo “ves este círculo, dibujas el círculo, colocas una
especie de S en el medio. Después, colocas otro círculo dentro de cada una de estas
mitades. Una mitad es negra con un círculo blanco y la otra mitad es blanca con un círculo
negro.” Él dijo, “como puedes ver, ese es el Yin-Yang.”
Y yo pensé ‘si alguno está en el Yin-Yang, él es un no, no, no. Él no va a llegar.’ Y le
pregunté qué quería decir. Él contestó ‘bueno, ¿no lo ves? Es filosofía de los opuestos.
Puedes ver que si hay algo que está arriba, tiene que haber algo que está abajo. Algo
adentro, tiene que haber algo afuera. Si hay algo bueno, tiene que haber algo malo. Es la
filosofía de los opuestos, ¿te das cuenta?’ Yo respondí que lo veía. Pero entonces, ¿qué?
Eso fue todo. Yo dije: ‘bueno, muy bien, ¿qué hizo para ti?’ ¿Sabe usted lo que hizo para
él? Simplemente, le dio un pequeño juego intelectual que podía jugar. Y le dio un pedazo
pequeño de ego que podía usar para mostrarle alguien lo que él sabía. Eso es todo. No
cambió su vida en absoluto.
No tenía poder. No le da poder en absoluto. Y el mundo ve al Evangelio y dice: ‘¡qué
insensato, qué torpe!, pero versículo 28: “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo
no conoció a Dios mediante la sabiduría,” y entramos a eso a detalle la última vez, “agradó
a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.” ¿Ve algo aquí? Lo que los
hombres del mundo no podían hacer con toda su sabiduría unida, Dios lo hizo. Salvó a los
hombres. ¿De qué? De sus pecados, de su vaciedad, de Satanás, los salvó, los rescató. Los
libro y los llevó a Su propia presencia. Les perdonó el pecado, le dio vida eterna. Eso es lo
que Él hizo.
Y el mundo con toda su sabiduría no conoció a Dios, no podía conocer a Dios. Dios, por la
locura de la predicación, algo como la cruz, tan objetivo, tan simple, tan carente de
complejidad, tuvo el poder de generar vida eterna, perdonar pecados; y la sabiduría de los
hombres nunca lo pudo hacer. Como puede ver, la sabiduría de Dios es poderosa.
Ahora, observe al final del versículo 21, tenemos que señalar esto: “Agradó a Dios salvar a
los creyentes por la locura de la predicación.” Ahí se demanda la respuesta humana y eso
es fe. Como puede ver, eso va en contra de la idea de la sabiduría. Pablo lo dijo en
Romanos 1:16, el Evangelio es poder de Dios para salvación a todos los que pueden
entenderlo. A todos los que pueden entender sus detalles y complejidades. “Es poder de
Dios a todo aquel que cree.” Y un hombre vino a Jesús y dijo ‘Señor, creo. Ayuda mi
incredulidad.’ Y lo que él estaba diciendo era ‘creo poco, ¿es eso suficiente?’ Y eso fue
suficiente. No es cuestión de entender. Cuando usted comienza a tratar de entender la
mente de Dios, ahí es cuando usted se mete en problemas. Trate de entender todos los
detalles del Evangelio y usted realmente va a estar en muchos problemas. Créalo y
acéptelo, ésa es la clave.
Muy bien, entonces, es poderoso. Él reitera el mismo pensamiento en los versículos que
siguen, versículo 22 al 25. Y él está hablando de poder aquí. Observe el versículo 22:
“Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los
gentiles locura.” Ahora observe esto: él dice aquí estamos en el mundo y estamos
predicando el mensaje simple de la cruz. Dios en carne humana viene al mundo, Él vive,
hace milagros, prueba que Él mismo es Dios, muere en la cruz, derrama Su sangre, lleva el
castigo de nuestro pecado, resucita de los muertos. Continuamos predicando este
mensaje. Y continuamos diciéndole a la gente: ‘este es el ápice de la historia. Este es el
tema del universo. Esta es la salvación de los hombres. Esta es la sabiduría de Dios, etc.,
etc.’ y ellos dicen: ‘Oh, qué ridículo, ridículo; son torpezas.’ Ahora, ¿por qué lo
rechazaron? Bueno, él dice en el versículo 22: “Los judíos piden señales.”
Ahora, aquí estaba el problema con los judíos. Ellos querían una prueba sobrenatural para
todo. Todo. Esto es característico. Su demanda constante es ‘¿qué señal nos muestras?’ Lo
que realmente estaban diciendo es: ‘Haz un truco. Haz algo realmente súper mágico.’ Y si
Jesús hubiera hecho algún tipo de voltereta mágica y hubiera hecho algún tipo de cosa
estupenda, Él habría comenzado algo que realmente nunca podría haber detenido. Pero Él
realmente hizo milagros para Sus discípulos, porque los milagros únicamente solidifican la
fe de personas que ya creen. La gente que no cree va a encontrar una manera de
justificarlos, créame. Créame que así será.
Piense usted en el hombre ciego en el Evangelio de Juan. ¿Sabe una cosa?, se toma un
capítulo entero y los fariseos, ya para cuando termina todo el capítulo, han investigado
todo esto. Ellos están convencidos de que el hombre realmente no fue un milagro. De
hecho, ellos dicen: ‘oh, debe haber sido alguien diferente.’ Y ellos finalmente van a él y le
dicen: ‘ahora espera un momento, ¿tú eres el hombre?’ ‘Yo soy el hombre.’ ‘No te
creemos.’ Encuentran a su mamá y su papá y este es el hombre, este es su hijo que nació
ciego. Este es el hombre. ‘Bueno, ¿qué le paso?’ ‘Yo no sé qué le pasó.’ ‘Y le dicen al
hombre ‘bueno, ¿quién es esta persona? Él no puede ser alguien de Dios.’ Y él les dice
‘ustedes me dicen eso. Ustedes saben que Él me abrió los ojos y me están preguntando si
es de Dios.’
Bastante obvio, ¿no es cierto? Al final fue antagonismo y odio hacia Cristo. El mundo no
tiene la mentalidad de aceptar lo sobrenatural, porque el hombre natural no percibe las
cosas que son del Espíritu de Dios. Porque son locura para él y las va a justificar. Esta es la
razón por la que en la actualidad no necesitamos milagros, todo el tiempo, para convencer
a personas que no creen. Eso es un acto de Dios en sus vidas. Jesús hizo milagros enfrente
de los discípulos para convencer a aquellos que ya creían en Su poder, el cual fue exhibido
entonces y será exhibido en sus vidas y de hecho, Él dijo: “Harán cosas más grandes de lo
que Yo he hecho.”
Pero siempre querían una señal. Mateo 16, los fariseos y los saduceos vinieron y ellos
dijeron ‘bueno, queremos una señal’; y Jesús dijo en el versículo 4: “No se les va a dar
ninguna señal a esta generación impía y adúltera fuera de la señal de Jonás.” Lo cual
significó que Jesús moriría y estaría tres días en la tumba y resucitaría. Y cuando resucitó
de los muertos, ¿sabe usted lo que hicieron? Sobornaron a los soldados para decir que
robaron Su cuerpo y que realmente no resucitó. Así de ciegos estaban. No querían creer.
Entonces, los judíos pedían una señal. Ahora, los griegos, como puede ver, eran
diferentes. Ellos buscaban sabiduría. Ahora, el griego no diría: ‘Oh, haz algo sobrenatural’.
Él decía: ‘Ahora permiten entender esto: ¿Dios se vuelven hombre? Oh, no, no, no, no, no.
¡Eso no puede ser! No, filosóficamente sólo funciona. ¿Y después una cruz?, No, no, no,
no, no. No.’ Ahí tiene los dos puntos de vista. Aquí tiene usted al sobrenaturalista y al
racionalista, ¿verdad? Los judíos eran sobrenaturalistas y habrían empujado esto más allá
de la norma. Y al mismo tiempo, los griegos eran los racionalistas y habrían empujado eso
más allá de la norma.
Ahora, yo creo que soy un sobrenaturalista, ¿usted? Yo creo en Dios. Yo creo que Él es
preciso. En segundo lugar, yo creo que soy un racionalista. Digo, yo no me desecho de mi
cerebro. Como puede ver, no voy a ser tan sobrenatural al punto que es irracional o tan
racional al punto que es sobrenatural. Hay un equilibrio. Como puede ver, los griegos
estaban tan enamorados con sus propios intelectos que eso era lo único que les
preocupaba. Y entonces, él dice, tenemos estos dos tipos de personas y llegamos al
versículo 23, ‘predicamos a Cristo crucificado’. Predicamos el hecho de que el Mesías
murió en la cruz y al derramar Su sangre, pagó la paga del pecado, y el propósito para el
cual el hombre fue hecho es para ser restaurado y él es llevado a la presencia de Dios. Su
pecado es perdonado. Él puede vivir con Dios para siempre. Le decimos eso los judíos y se
van, no creen. Y a los griegos, tampoco lo creen.
¿Por qué? Versículo 23: “Para los judíos es ciertamente tropezadero.” ‘Bueno’, usted dice
‘Israel, tengo un anuncio que hacerles. ¿Ven a esa persona que está colgando en esa cruz
sangrando? Ese es su Mesías.’ ‘¿Estás bromeando? ¿Ése es nuestro Mesías?’ ¿Sabe usted
que todavía no creen eso? ¿Saben ustedes que el mayor tropezadero que los judíos
enfrentan al hablar de Jesucristo como Mesías es Su muerte porque tienen su propia idea?
Él va a venir, Él va a establecer Su reino. Y Él vino, pero no hizo eso. Y usted pregunta
entonces qué hacen con Isaías 53. Ellos no hace mucho con eso. Usted pregunta qué
hacen con el Salmo 22. En la mayoría de los casos, lo evitan.
Como puede ver, predijo que el Mesías moriría. Entonces, el Mesías en una cruz, si
regresan a Deuteronomio 21, creo que es el versículo 23, “el que está colgado en una cruz
o en un árbol es maldecido, es maldito de Dios.” Él no puede ser el Mesías. Entonces,
tropiezan por eso. La cruz no prueba que es su Mesías, prueba que no lo es. ¿Por qué no
derrocó a Roma? ¿Por qué no estableció Él Su reino? Ridículo. Y entonces, ahora los judíos
han abandonado la idea entera en gran parte de un Mesías y simplemente hablan de una
era mesiánica, lo cual es en cierta manera como una gran sociedad. Un tiempo feliz, un
tiempo de paz en el mundo. Y ni siquiera habrá un Mesías personal.
Se han dado por vencidos en esto porque han estado esperando por mucho tiempo.
Bueno, nunca van a ver a otro. Él ya ha estado aquí. Y buscan señales. Esperaron que Jesús
hiciera todo tipo de maravillas sobrenaturales y cosas, usted sabe, que podían leer en Joel
2 y esperaban algún tipo de cosas que pasaran cuando Él estableciera Su Reino. Y aquí
viene, manso y humilde en un asno a Jerusalén. Y por un día, o algo así, es Hosanna, pero
hombre, eso se acabó, ¿verdad?
Bravo, Hosanna, el hijo de David y Él dice: “Excepto que un grano de trigo caiga en la tierra
y muera, permanece solo. Entonces, voy a morir.” ¿Qué? Como puede ver, ellos no
entendieron eso. Y ya llega el momento en el que llega el viernes y están pidiendo Su
sangre. No podía ser el Mesías. ¿Dónde están las maravillas? ¿Dónde están las señales?
Por otro lado, ¿cómo reaccionaron los gentiles? Para los gentiles, toda esta idea era
locura. Esto era locura. ¿Por qué? Bueno, por varias razones. Sabe usted, uno de los
principios básicos de la filosofía griega era el hecho de que Dios era definido por el
término apatheia, del cual obtenemos la palabra apático. Para los griegos, Dios era
totalmente indiferente a los hombres. Él no estaba preocupado por la gente, Él era
incapaz de sentir algo, porque decían: ‘Dios tiene que estar mucho más allá de los
hombres que Él nunca podría ser tocado por algo que fuera humano.’ Lo opuesto mismo
de Cristo quien puede ser tocado.
Pero ellos decían que Dios no podía ser tocado por ningún sentimiento humano. Entonces,
la idea de que Dios se encarnó y en carne humana llevó los pecados de los hombres, el
dolor y la angustia, murió en la cruz, era absolutamente ridícula para ellos. Dios está
distante. Dios es indiferente. Celso, quien hizo una carrera entera de atacar al cristianismo
hace mucho tiempo atrás, dijo esto, y cito: “Dios es bueno y hermoso y feliz y es en
aquello que es más hermoso y mejor. Si Él entonces desciende al hombre, involucra que Él
cambió en un cambio de bueno a malo, de hermoso a feo, de felicidad a infelicidad, de lo
que es mejor a lo que es peor y Dios nunca aceptaría un cambio así.” Fin de la cita
Como puede ver, los griegos no podían permitir que nuestro Dios se volviera hombre.
Ellos pensaban que era increíble que uno viniera a la tierra y amara a la humanidad y
tuviera tristeza y llorara y muriera en una cruz. Y otra cosa acerca de la filosofía griega era
que todo tenía que ser complejo. Si usted podía entenderlo, probablemente no era
verdad. ¿Se da cuenta? Digo, si el hombre promedio podía entenderlo, no era bueno.
Digo, tenía que ser algo, usted sabe, que sólo los inteligentes pudieran entender. Y aquí
vienen estos predicadores cristianos que usted sabe, eran personas bastante comunes y
corrientes. Realmente, ellos no estaban preparados en filosofía. Ellos simplemente salían
de la nada y estaban predicando este mensaje, claro: “Porque he determinado no saber
nada sino a Cristo.” Y eso era tan simple y no era complejo. Y era tan claro y era tan crudo
para ellos y simplemente se rieron ante eso.
Nada era más absurdo para un racionalista que la idea de que la sangre de un Dios
crucificado pudiera remover el pecado, asegurar la salvación, promover santidad y dar
vida eterna. Se rieron. Usted dice: ‘bueno, eso en cierta manera hecha a perder el plan de
Dios, ¿no es cierto? Digo, si él predica a los judíos y es un tropezadero y si él predica a los
griegos y es locura, entonces, ¿adónde va?’ Eso lo cubre. Digo, el judío y los gentiles lo
tienen. ¿Lo hecho eso a perder? No. No, dice en el versículo 24: “mas,” y me da gusto que
esté ahí, no es cierto? “Mas para los llamados así judíos como griegos, Cristo poder de
Dios y sabiduría de Dios.” A pesar del hecho de que la mayoría lo rechazaba. El llamado
eficaz a la salvación vino a algunos judíos y a algunos gentiles. Y ellos creyeron
inmediatamente y Cristo se volvió para ellos no un tropezadero, sino el poder de Dios. No
locura, sino sabiduría de Dios.
¿Se da usted cuenta de cómo él hace un contraste entre esas dos cosas con las dos
reacciones? El judío dice: “No puede ser nuestro Mesías, velo, manso y humilde y muerto.
Ése no es el Mesías poderoso”. Pero para los que creyeron, Cristo se volvió el poder de
Dios. ¿Y no es eso correcto? Pablo dijo a los colosenses en el 1:29, creo que es, él dijo:
“Sólo quiero decirles que yo trabajo pero no soy yo, es Cristo operando en mí
poderosamente.” ¿Se da cuenta?, y entonces lo gentiles dijeron: “es locura”. Pero para los
gentiles que creyeron se volvió ¿qué? Sabiduría.
Cristiano, ¿se da cuenta de algo? Se da cuenta de que nos sentamos mucho y escuchamos
a grandes hombres de nuestro mundo y hay muchas grandes personas desde el punto de
vista humano. Mucho más inteligentes de lo que somos. Digo, yo ni siquiera podría
aprobar los procesos educativos que ellos han aprobado y he leído algunos de los libros
que ellos escribieron y me di por vencido en la página 20, porque ni siquiera entiendo de
qué están hablando. Digo, hay niveles obviamente de inteligencia. Y hay algunas personas
que simplemente son súper, súper inteligentes. Y simplemente, no estamos en el mismo
mundo con ellos. Pero cuando resumen toda su sabiduría lo largo de las edades y las
unimos, ¿saben una cosa? Simplemente los cristianos humildes son más sabios que ellos.
Es correcto.
Usted dice: ‘John, oye, eso es orgullo’. No, no, no, usted no entiende eso. No estoy
hablando de mi propia sabiduría. Estoy hablando del hecho de que conozco la sabiduría de
Dios. Y usted dice: ‘¿Cómo llegaste a conocer eso?’ ‘Está en la Biblia y entiendo la Biblia.’
Usted dice:
‘Bueno, ¿por qué esas personas no leen la Biblia?’ ‘Ellos pueden.’ ¿Sabe una cosa?, no la
van a entender. ¿Sabe por qué? Porque no tienen al intérprete residente, quien es el
Espíritu Santo.
En Primera de Corintios 2, versículo 7: “Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio.” La
sabiduría oculta.” ¿Ve eso? Es sabiduría oculta y sólo es revelada a aquellos que conocen a
Cristo. Versículo 8: “La que ninguno de los príncipes de este siglo conoció.” Lo mejor de los
hombres, los hombres más preparados. No lo conocieron. ¿Por qué no? Porque no estaba
abierto a ellos el encontrarlo. Versículo 9: “Cosas que ojo no vio ni oído oyó.” ¿Qué quiere
decir eso? Eso significa que no puede ser conocido empíricamente. No puede ser conocido
externamente. No puede ser conocido por la experiencia. En segundo lugar, ni ha subido
en corazón de hombre. Eso es, no puede ser conocido racionalmente. No puede ser
conocido internamente. Usted no puede conocer la verdad de Dios mediante la
observación. Usted no puede conocer la verdad de Dios mediante la racionalización, pero
el versículo 10 dice: “Pero Dios nos la reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu
todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.” El Espíritu que viene a vivir usted recibe a
Cristo.
Ahora, no estoy diciendo que soy más inteligente que el resto de la gente en el mundo
desde un punto de vista de coeficiente intelectual. Simplemente no es verdad. Una vez,
tomé una prueba de coeficiente intelectual y no soy muy bueno. Yo lo sé. Hay muchas
personas en este mundo que son mucho más inteligentes que yo. Pero yo sé que ellas, con
toda su inteligencia, nunca conocerán la sabiduría de Dios. Y están luchando con toda su
economía y todas sus ciencias sociales y todas las disciplinas con las que están luchando
para tratar de entender lo que está pasando en el mundo. Y yo les puedo decir, pero
nunca me darán la oportunidad de hacerlo.
La gente me pregunta, ‘¿por qué no te metes en tal y cual programa?’ ¿Quién va a
quererme? Yo tengo todas las respuestas. Eso terminaría la discusión. ¿Qué harían ellos
entonces? Tendrían que tocar música. Bueno usted ve, eso es esencialmente lo que las
Escrituras dicen con respecto al poder, dice esto: con todos los que los hombres han
inventado, no tienen el poder de cambiar su naturaleza. No tienen el poder para
transformar sus vidas. Pero Cristo, sí.
Y entonces, la sabiduría de Dios es mucho más superior a la sabiduría de los hombres,
porque tiene el poder de salvar. El poder de regenerar vida nueva y concede sabiduría
divina. Entonces, para los llamados, aquellos que son elegidos, a los que Dios ha escogido,
judíos y griegos, Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios. Tenemos tanto poder que es
ilimitado. Podemos hacer mucho más abundantemente de lo que podemos pedir o
pensar, ¿verdad? Según el poder que actúa en nosotros. Es emocionante.
Bueno, él cierra esta pequeña sección con el versículo 25, el cual es un principio que
resume todo lo que él ha dicho: “Porque lo insensato de Dios es más sabio que los
hombres y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.” Permítame hacerle una
pregunta: ¿Es Dios insensato? ¿Es Dios débil? Ambas palabras son usadas para efectos de
ironía. Son palabras que son vistas desde el punto de vista de un hombre. Cuando un
hombre piensa que Dios es insensato, cuando un hombre piensa que Dios es débil, en este
punto Él es infinitamente más sabio que ese hombre infinitamente más poderoso. ¿Se da
cuenta?
Escuche, dicho de esta manera: hay muchas cosas que Dios sabe que nosotros no
sabemos, ¿verdad? Digo, escuche, usted lee la Biblia y usted termina y la estudia año tras
año y ¿de qué se da cuenta? Que usted difícilmente sabe algo. Eso es lo que la educación
hace para usted. Le enseña lo que usted no sabe. Y entre más preparado usted está, más
sabe usted que no sabe. Y yo, estudio la Biblia más y más, y ¿sabe qué pasa? Veo los
versículos y veo los detalles y digo ‘sí, sí,’ dice esto y aquello pero, ¿qué hay acerca de
esto? Y comienzo a ver que Dios está mucho más allá de lo que usted se puede imaginar.
Hay complejidades en la mente de Dios que están mucho más allá de lo que el ser humano
jamás puede comprender.
Y entonces, hay cosas, digo, si usted quisiera comparar a lo más inteligente de los
hombres con la muestra más suprema de la sabiduría de Dios, la diferencia sería infinita,
porque la diferencia entre la sabiduría total de los hombres y la verdad más simple de Dios
es infinita. Como puede ver, Él está diciendo lo más simple que he hecho, es la cruz. La
muestra más débil de Mi poder; y está infinitamente más allá de la sabiduría y el poder de
los hombres.
Ahora, eso le da una perspectiva correcta, ¿verdad? Ése es el principio. La simplicidad de
Dios y la representación más pequeña de poder de Dios es capaz de hacer lo que la
sabiduría y el poder del hombre nunca jamás llegaron a concebir de hacer. Ése es el
principio. La doctrina de la cruz puede ser locura, pero tiene poder. Poder para salvar
vidas. Poder para conceder sabiduría.
Un tercer punto, y vamos a terminar aquí. Él muestra que la sabiduría de Dios es superior
a la de los hombres no sólo por su permanencia y su poder, sino también - y esto es
fabuloso - es paradójica. ¿Sabe una cosa?, al mundo le encanta la sabiduría. El mundo
realmente se gloría en eso. ¿Y sabe usted que las pruebas psicológicas muestran que el
deseo de conocer es igual al impulso sexual? La gente realmente quiere conocer. Y hay
mucha gloria personal y mucha vanidad en el conocimiento, ¿verdad?
La Biblia dice que el conocimiento envanece. Hombre, usted sabe esto, este conocimiento,
y usted lo despliega, está en un grupo y alguien dice ‘bueno, yo sé eso’ y porque esto y
aquello, usted sabe, el conocimiento hace eso. Hay beneficios en la ignorancia. La
humildad, ¿verdad? Es bueno no tener la respuesta, para que usted simplemente se
pueda sentar y aprender. Algunas personas no tienen la respuesta, pero de todas
maneras, le darán una a usted. Usted sabe.
Pero como puede ver, al mundo le encanta que todo sea complejo y tratar de entenderlo,
de cubrirlo con su propia sabiduría. Esa es la razón por la que atrae ser un psicólogo,
porque usted se puede sentar y analizar a alguien, ¿se da cuenta? Puede decirle por qué
hacen lo que hacen y ‘oh, esto es así’ y ‘esto es así’ y simplemente, le da una especie de
complejo de Dios. Y al mundo le encanta eso. Le encanta tener todas las respuestas. ¿Pero
sabe la cosa? Dios no apela a eso, porque eso es vanidad. Usted sabe, Dios pudo haber
hecho el Evangelio tan complejo que sólo las personas realmente inteligentes fueran
salvadas, aquellas que lo hubieran podido descubrir o entender. Digo, habría sido una
filosofía bastante compleja y habría tenido que estar en la cima de los mejores de su clase.
Tendría que haber sido de los más inteligentes para ser salvo.
Pero como puede ver, eso habría destruido el propósito que Dios tenía en mente. Porque
la mayoría de la gente no está a ese nivel. Jesús dijo: “Te doy gracias Padre porque
escondiste esto de los sabios y los entendidos,” Mateo 11:25, “y lo revelaste a los niños.”
Porque sabe que cuando Él hizo eso, Él le mostró al mundo cuánto ellos necesitaban Su
sabiduría. Él no necesitaba nada de eso.
¿Quiere oír algo? Usted piense en el profesor más grande del mundo secular, la mente
más grande que conoce en el mundo, la mente más brillante del mundo, alguien como
Einstein o alguien así, una mente brillante; ahora piense en el hombre más torpe que es
un cristiano simplemente, él es un hombre amable. Lo ama, el Señor lo ama, pero no es
tan inteligente. Así es como el Señor lo hizo. Muchos de nosotros estamos ahí. Pero así es
como el Señor lo hizo.
¿Sabe una cosa?, ese hombre es infinitamente más sabio de lo que Einstein jamás lo fue.
Infinitamente. Escuche esto, es una represión viva a la sabiduría del mundo. Observe el
versículo 26: “Pues mirad hermanos vuestra vocación,” ¿sabe lo que eso significa? Miren a
su alrededor, adelante. ¿Quién está sentado al lado de usted? Véalo. ¿Ve su llamado?
Obsérvelo. Él dice ‘vean ahí el llamado alos creyentes, vean a sus hermanos, véanlos. No
sois muchos sabios.’ No hay muchos sabios según la carne. ¿Ve a algún filósofo ahí donde
usted está sentado? ¿Ve a algunos de los más grandes intelectos aquí en esta mañana?
“Ni muchos poderosos.” ¿Ve a algunas de las personas más influyentes del mundo aquí en
esta mañana? “Ni muchos nobles.” ¿Ve a algún rey, príncipe, persona de alta jerarquía
social? No, usted dice no hay muchos de ellos, sólo nosotros. Ahí está Juan por aquí y ahí
está María y Guillermo; y estoy buscando y no veo a muchas de estas personas.
Bueno, Dios tenía un propósito en esto. En la mayoría de los casos, ¿no es verdad que la
Iglesia está constituida de personas simples, humildes? Simplemente somos nosotros.
‘Oh’, decimos, ‘¿no sería maravilloso si tal o cual se convirtiera en cristiano?’ ¿No decimos
eso a menudo? ‘¿No sería maravilloso que tal o cual se convirtiera en cristiano? ¡Oh, si tan
sólo… usted sabe… sería fabuloso!’; pero por una razón, el Señor escogió que la Iglesia
estuviera constituida por personas humildes como un testimonio viviente al mundo de
que Él no necesita su rango y su influencia y su sabiduría. ¿Se da cuenta? No muchos.
Ahora, hay algunos poderosos y hay algunos sabios y hay algunos que son nobles. Estaba
Dionisio, estaba Sergio Pablo, estaban las damas nobles en Tesalónica y Berea. Hubo un
hombre influyente llamado Erastos, quien era el tesorero. Ha habido algunos nobles y
poderosos y sabios. No muchos.
De regreso a nuestro amigo Celso, en el año 178, él escribió una carta atacando al
cristianismo. Esto es lo que él dijo, y cito: “Aquí está una descripción de los cristianos. Que
ninguna persona preparada, culta, se acerque. Ninguna sabia y ninguna sensata. Porque
todo ese tipo de cosas consideramos malas. Pero si algún hombre es ignorante, si algún
hombre carece de cultura, si algún hombre es un necio, acérquese con denuedo.” Y de los
cristianos añadió escribiendo esto, y cito: “Lo vemos en sus propias casas, sastres de lana,
los peores, el vulgar, las personas menos preparadas.” Y después, él realmente se inspiró.
Él dijo: “Son como una multitud de murciélagos o de hormigas que están saliendo de su
nido o de ranas que tienen un simposio ahí en torno a un pantano. O de gusanos que se
reúnen en el lodo.” Fin de la cita. Eso es lo que él dijo acerca de los cristianos. Un hombre
amable Celso.
Bueno, ¿sabe una cosa?, él vio a su alrededor y eso es lo que vio. ¿Puede imaginarse cómo
estaban todas estas ranas simples y ellos sabían lo que él no conocía? ¿Ve cómo la
simplicidad de la Iglesia es una reprensión contra la complejidad de la sabiduría del
mundo? Nosotros no necesitamos la sabiduría del mundo. No la necesitamos. La paradoja
lo prueba. Nosotros, que somos los más simples, los más insensatos, somos los más
sabios. Y en el Imperio Romano había 60 millones de esclavos, ¿puede imaginarse qué
impacto esto tuvo en ellos, porque la mayoría de la Iglesia estaba constituida por
esclavos? Y los esclavos tenían todas las respuestas. Oh, esas no son buenas noticias.
Y entonces, los cristianos durante toda la historia son una reprensión viviente en contra de
los supuestos sabios. Y usted se acuerda en Colosenses que la Biblia dice que Cristo va a
desplegar a la Iglesia ante los principados y potestades para mostrar la sabiduría de Dios.
No necesita la sabiduría de los hombres. Miren alrededor, dice él, no hay muchos sabios.
Eso significa la sabiduría de la naturaleza humana. Inteligencia de clase alta. No muchos
poderosos, eso significa personas grandes, influyentes, poderosas. Observe esta: ni
muchos nobles. Eso significa nacidos de familias de alto rango.
Y si usted quería una definición simple de lo que el mundo cree que es un gran hombre,
número uno, él es muy inteligente. Número dos, él tiene una influencia tremenda a través
del dinero o el poder, ya sea en el campo político o en el campo deportivo o el campo de
la educación o en el campo de lo que fuera. En tercer lugar, tiene alto rango. Él es el
general tal y tal, él es el senador tal y cual, él es el Presidente tal y cual, él es el
vicepresidente tal y cual. Él es la cabeza de esto. Él es la cabeza… Como puede ver, el
mundo basa su grandeza en el conocimiento o en la educación o la influencia o el poder o
el dinero o el rango.
¿Le gustaría conocer al hombre más grande que jamás vivió de acuerdo a Dios? ¿Le
gustaría conocerlo? Una persona interesante. Su nombre es Juan el Bautista. ¿Sabía usted
que no tenía preparación? Él no tenía preparación formal. Él no tenía poder en particular.
¿Sabía usted que él era un personaje extraño? Él usaba una especie de traje modificado de
Tarzán hecho de pelo de camello y comía langostas y miel silvestre y vivía en el desierto.
Bueno, usted dice, quizás él era de jerarquía social. Quizás vino de una familia de alto
rango. ¿Está bromeando? Elizabeth y Zacarías, no era nadie. Bueno, usted dirá, Zacarías
era un sacerdote. Con seguridad, él era un sacerdote; pero había miles y miles y miles y
miles de esos sacerdotes y no tenían rango.
No, como puede ver, Jesús dijo: “Entre los que nacen de mujer”, Mateo 11:11, “ninguno
se ha levantado mayor que Juan el Bautista.” El hombre más grande que jamás vivió y él
no encajó con ninguno de los estándares del mundo. Pero él encajó con el estándar de
Dios porque él era un hombre sabio. Él conocía a Dios. ¡Qué paradoja! Observe el
versículo 27. “Sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios y lo
débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte. Y lo vil del mundo y lo
menospreciado escogió Dios y lo que no es para deshacer lo que es.” Literalmente, la
palabra que ‘no es’ significa nacido bajo. Él ha escogido lo que no tiene rango, las cosas
nacidas bajas del mundo, las cosas que son despreciadas, son las que Dios ha escogido.
Cosas que ni siquiera son consideradas. Son cosas que no son para llevar a nada a las
cosas que son.
¿Ve el contraste ahí? En los versículos 27 y 28 él hace un contraste entre lo que Dios ha
escogido conforme él ha mencionado lo que Él no ha escogido. En otras palabras, él dice:
Dios no ha escogido a los preparados, sino a los insensatos. Él no ha escogido a los
poderosos, sino a los débiles. No a los que han nacido en clase alta, sino los nacidos a nivel
bajo. Él ha escogido cosas que a los ojos del mundo no son nada, cosas para llevar a nada
las cosas que creen que son cosas que valen algo. Bueno, usted sabe cómo la palabra de
Dios lo presenta. Como puede ver, la filosofía humana no significa nada. Pablo dice:
saquen eso de ustedes, no lo necesitan. ¿No puede ver que la permanencia de la sabiduría
de Dios, el poder de la sabiduría de Dios y la paradoja de la sabiduría de Dios al escoger a
la iglesia muestra que Dios no necesita la sabiduría humana? Oremos.
Gracias Padre por darnos Tu verdad, Tu sabiduría. Ayúdanos a confiar en ella, no en
nuestro propio entendimiento; sino saber que en Cristo tenemos el poder de Dios y la
sabiduría de Dios. Si hay algunos con nosotros congregados en esta mañana que todavía
están confiando en la sabiduría humana, oramos para que Tú te muevas en sus vidas, que
los llames a Ti mismo y que ejerzan fe y crean en la obra de Cristo, esa obra simple,
humilde, tan cruda como el mundo la juzga, pero que realmente es el pináculo de toda la
historia y el acto redentor de Dios para los hombres.
Padre, que vengan a Cristo el día de hoy. Ayúdanos, Señor, a los que somos cristianos a no
mezclar la sabiduría del mundo, sino a volvernos estudiantes de la sabiduría de Dios, la
cual es nuestra en Cristo. Oramos en Su bendito Nombre. Amén.
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La insensatez de Dios, 3ª Parte


Escritura: 1 Corintios 1:29–2:5

Código: 1815
John MacArthur
Tome su Biblia y acompáñeme a 1 Corintios 1 de nuevo conforme continuamos nuestro
estudio de esta porción en particular de las Escrituras que tiene que ver con el capítulo 1,
versículo 18 hasta el capítulo 2, versículo 5. Ahora, desde el 1:18 al 2:5 lo hemos tomado
como una unidad. Y hemos dicho que en esta unidad en particular está el contraste entre
la sabiduría de Dios y la sabiduría de los hombres. Ahora, hemos tenido que dividir el
pasaje en particular en tres mensajes porque es extenso y debido a su importancia. Y esta
es la parte de tres; y me disculpo con aquellos de ustedes que se perdieron las partes uno
y dos. Pero si quiere escuchar todos los sermones, están disponibles.
En particular, hoy estamos viendo desde el versículo 29 hasta el versículo 5 del capítulo 2.
Vamos a llegar a ese punto y a partir de ahí, continuaremos. Esta semana leí acerca de una
pequeña aldea inglesa que tenía una pequeña capilla, como suelen tener muchas villas
inglesas. La capilla estaba hecha de piedra y tenía muros más bien tradicionales cubiertos
de plantas. Sobre el arco, cuando fue originalmente construida la capilla, estaban
grabadas las palabras ‘Predicamos a Cristo crucificado’, de tal manera que toda persona
que entraba ahí sabía para qué estaba en ese lugar. Y hubo una generación de hombres
piadosos que hizo precisamente eso. Predicaron a Cristo crucificado.
Pero los tiempos cambiaron y las plantas crecieron; y poco tiempo después, cubrió la
última palabra. Y el letrero decía ‘Predicamos a Cristo’. Y después, los hombres piadosos
cambiaron. Y llegaron otros hombres que vinieron y predicaron a Cristo. Cristo el ejemplo,
Cristo el humanitario, Cristo del maestro ideal. Y los años pasaron y las plantas crecieron y
finalmente decía ‘Predicamos ‘. Y así fue. Economía, evangelio social, evaluaciones de
libros y demás. Y quizás eso en cierta manera es una ilustración de cómo la filosofía del
hombre afecta al Evangelio.
La sabiduría del hombre realmente está ocupada en deshacerse del Evangelio de Cristo. Y
desde un punto de vista histórico, conforme usted ve a la iglesia, eso es precisamente lo
que ha pasado. No hay lugar dentro de la Iglesia de Jesucristo para la mezcla de la filosofía
humana con la revelación divina. Dios no la necesita. Si Él necesitara algo, lo hubiera
dicho. La opinión humana no hace más que enturbiar las aguas de la revelación de Dios.
Hemos visto cómo la opinión humana acerca de la evolución ha tomado un relato simple
de la creación y lo ha convertido en una mezcla llamada ‘evolución teísta’.
Hemos visto cómo esos principios simples de la Palabra de Dios para la conducta humana
y la totalidad humana se han reunido con la psicología freudiana y han terminado con una
mezcla conocida como ‘consejería cristiana’, que no tiene ninguna virtud positiva ni
redentora. Ahora, hemos visto esto y otra una y otra vez con muchas cosas. La Biblia, la
revelación de Dios, realmente nunca ha necesitado filosofía humana. Sólo la adultera.
Ahora, ése es el contexto en el que nos encontramos en esta mañana, porque estamos
viendo un libro, el libro de 1Corintios, que tiene que ver con problemas.
Pablo escribió esta carta para enfrentar los problemas de la asamblea corintia. Ellos tenían
muchos problemas. El primero del cual era la división. El problema de la división. La
congregación estaba dividiéndose en pequeños grupos. En primer lugar, por
personalidades, de acuerdo con el 1:12. Se estaban dividiendo de acuerdo a los hombres
con los que se identificaban Pablo, Apolo, Pedro, Cristo.
Pero la segunda causa de la división era que estaban dividiéndose en base a puntos de
vista filosóficos. Así como Corintio estaba tan dominada por filosofías diferentes y no
estaba muy lejos de Atenas, la cual claro, era un semillero de filósofos, ellos se habían
vuelto un grupo de personas divididas por puntos de vista filosóficos. Y cuando se
volvieron cristianos, ellos arrastraron sus perspectivas, sus opiniones y las distintas cosas
en el mundo y las metieron en la Iglesia; y formaron grupos en torno a puntos de vista no
importantes del destino del hombre o de la vida del hombre. Y lo que había pasado era
que la Iglesia se había dividido en todos estos pequeños grupos. Todo el mundo decía ser
creyente, pero todo el mundo se adhería a su filosofía anterior.
Entonces, Pablo escribe desde el 1:18 al 2:5 para tratar de destruir en sus mentes este
problema en particular. Para decirles que la filosofía humana es innecesaria. Como vimos
hace un par de semanas atrás, es innecesaria. En donde la filosofía humana está en lo
correcto, está en lo correcto porque encaja con la revelación divina. Entonces, si usted
tiene la revelación divina, no la necesita. Donde está equivocada, usted realmente no la
necesita.
Entonces, la filosofía humana realmente es superflua o peligrosa. Ahora, cuando usted
tiene la Palabra de Dios, usted tiene la solución a los problemas que Dios quiere que usted
resuelva. Dios no nos dio una revelación incompleta. Ahora, no estamos diciendo que
usted debe aislarse su cerebro y ser ignorante acerca de todo. Simplemente estamos
diciendo que la Palabra de Dios es lo que un hombre necesita. Y la opinión humana sólo
tiende a dividir en lugar de unificar. Entonces, Pablo escribe esta sección para hacer un
contraste entre la sabiduría humana y la sabiduría divina; y tomar toda oportunidad que
puede para mostrarles que pueden deshacerse de la sabiduría humana.
Ahora, como hemos visto, y usted tiene un bosquejo que quizás puede seguir, le va a
ayudar a seguirnos, hemos visto que hay cinco maneras en las que Pablo muestra su
punto. Hay cinco maneras en las que la sabiduría de Dios es superior a la del hombre.
Número uno, y vamos a repasar las primeras tres porque ya las hemos estudiado. Número
uno, la sabiduría de Dios es superior debido a su permanencia. Él muestra esto por
contraste en los versículos 19 al 20. Observe esto. “Porque está escrito,” él cita a Isaías
29:14, “destruiré la sabiduría de los sabios y desecharé el entendimiento de los
entendidos.” Ahora, él dice que la sabiduría humana es temporal. Él mismo la va a
destruir. Él la va hacer a un lado. Es innecesaria para él. Está equivocada. No tiene
respuestas definitivas.
En el versículo 20, él dice, cuando se ha intentado todo por resolver los problemas serios,
realmente el punto es: ¿Dónde está el sabio? Ese es el filósofo ¿Dónde está el escriba? Ese
es el escritor ¿Dónde está el diputador? Ese es el orador. ¿Dónde está la filosofía, la
literatura y la retórica cuando usted las necesita? ¿Acaso no ha mostrado Dios que la
sabiduría de este mundo es insensatez? Lo mejor de los filósofos, lo mejor de los
escritores y lo mejor de los oradores no han podido resolver ninguno de los problemas de
los hombres. No sirve de nada. No va a ningún lugar. Es temporal. Y entonces, él dice, la
sabiduría de Dios en contraste a esto es permanente porque de manera implícita está el
hecho de que él lidia con la naturaleza temporal de la sabiduría humana.
La sabiduría de Dios dura. Dios va a destruir la sabiduría humana.
Muy bien, lo segundo. Y estamos repasando rápidamente. Lo segundo que demuestra la
superioridad de la sabiduría de Dios no sólo es su permanencia sino el poder. Puede hacer
aquello que la sabiduría humana no puede hacer. Puede salvar. Y la sabiduría humana no
puede salvar. No podría salvar. Versículo 21: “Pues ya que en la sabiduría de Dios el
mundo no conoció a Dios.” La sabiduría humana no podía traer el conocimiento de Dios.
Pero agradó a Dios mediante algo que parece loco, que parece insensato, como la
predicación, salvar a aquellos que creen. En otras palabras, la sabiduría de Dios
desplegada, mostrada en la cruz, que al mundo se ve como locura, pudo hacer lo que toda
la sabiduría del mundo no pudo hacer. Esto es: pudo concederle a un hombre de
conocimiento de Dios y pudo salvar a un hombre del infierno del pecado y de Satanás.
Usted dice ‘sí, pero el versículo 22 dice que los judíos piden una señal y los griegos
buscaron sabiduría, versículo 23, y la rechazaron’. Para los judíos, fue tropezadero. Y para
los gentiles, algo como la cruz era torpe. Esa es la palabra griega. Usted pregunta de qué
sirve que Dios muestre lo sabio que Él es y trae esto y todos lo rechazan. Sí, en la mayoría
de los casos, pero en el versículo 24 dice ‘más para los llamados judíos y griegos, Cristo
poder de Dios y la sabiduría de Dios’. Y en resumen, la insensatez de Dios es más sabia que
los hombres, la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres.
Y como puede ver, Pablo está tomando en estos versículos su estrategia. Él está diciendo
que la sabiduría de Dios es superior debido a su poder. El mundo, mediante su propia
sabiduría no pudo conocer a Dios, no pudo hacer nada acerca del pecado, no pudo
transformar al hombre. Y ésa es la razón por la que como usted sabe, usted puede
trabajar en la política o la economía o puede trabajar en la educación, puede trabajar en
cualquier lugar, en donde usted quiera, y en últimas, usted realmente no va a llevar a cabo
el cambio que necesita porque usted no puede cambiar a las personas. Y el mundo, en el
mejor de los casos, en sus mejores niveles de entendimiento, no puede hacer lo que
necesita ser hecho. No puede llevar a los hombres a conocer a Dios y ser redimidos de su
pecado.
Pero la cruz de Dios hizo eso; y aunque fue rechazado por los judíos y rechazado por los
griegos, hubo algunos que creyeron y para ellos se volvió el poder y se volvió sabiduría. Y
eso es simplemente prueba que la insensatez de Dios es más sabia que los hombres,
versículo 25, y que la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres. Lo que eso significa
es que lo más bajo, la cosa más simple, más baja que Dios jamás hizo es mayor que las
cosas más grandes que los hombres jamás han hecho. El esfuerzo humano en el mejor de
los casos no puede llegar al nivel más bajo del poder y sabiduría de Dios.
Muy bien, una tercera cosa, la sabiduría de Dios es superior no sólo debido a su
permanencia y poder, sino debido a su paradoja. Dios afirma la superioridad de Su
sabiduría en contraste a la sabiduría de los hombres al redimir a personas humildes,
simples. Versículo 26: “Pues mirad hermanos vuestra vocación,” vean, vean a su
alrededor, vimos esto, “que no hay muchos sabios según la carne,” y eso literalmente
significa no mucha sophia, no muchos filósofos, “ni muchos poderosos,” esto es no
muchas personas influyentes, poderosas. Hay unos cuantos, pero muchos. “Ni muchos
nobles,” esto es de estirpe social, que nacen en cuna de jerarquía elevada. El mundo mira
tres cosas para determinar grandeza. Número uno, sabiduría, educación, cerebro. Número
dos, poder e influencia, popularidad, fama. Número tres, alto rango.
Pero Dios nos escogió a muchos de éstos, versículo 27, “sino que lo necio del mundo
escogió Dios para avergonzar a los sabios y lo débil del mundo escogió Dios para
avergonzar a lo fuerte.” El mundo fue confundido, fue avergonzado. “Y lo vil del mundo”,
versículo 28, “y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es.”
En otras palabras, en la evaluación del hombre, no son nada para llevar a nada las cosas
que creen que son algo. Como puede ver, aquí está la paradoja, aquí hay una
contradicción aparente. Dios quiere demostrar que él no necesita sabiduría humana. Y
para hacer eso, Él concede Su salvación a personas simples, humildes. Y ellos son un
testimonio vivo al mundo de que Dios no necesita la sabiduría humana.
Esas cosas, filosofía, literatura, oratoria, todo eso, las cosas de alto rango, los influyentes,
los poderosos, la inteligencia, todo eso es irrelevante para Dios. Y para mostrarle qué tan
irrelevante, Dios contradijo a la sabiduría humana al escoger a los simples y a los
humildes. La mayoría del pueblo de Dios, la mayoría de ellos, son simplemente personas
comunes y corrientes. Sencillamente, son personas simples. Santiago 2:5 dice: “Pues
mirad, amados hermanos, ¿acaso Dios no escogió a los pobres de este mundo para que
sean ricos en fe?” Los pobres, los no preparados, personas simples, en la mayoría de los
casos, siempre han estado en la historia como aquellos que han constituido a la Iglesia. Y
la razón es que ellos colectivamente son un testimonio como una reprensión contra el
mundo. Así como los gentiles provocan a celos a Israel, así los insensatos, los simples son
un pueblo redimido para provocar a celos a los salvos de este mundo.
Como vimos la última vez, la persona más simple, sin ninguna educación, que conoce a
Dios, sabe más que el filósofo más grande en el mundo que no conoce a Dios. Y qué
reprensión es esa para la sabiduría humana. Y claro, Efesios 3:10 dice que Dios quiere
tomar a la Iglesia y desplegarla ante los principados y potestades para que puedan ver en
la Iglesia Su sabiduría. No hay lugar para la sabiduría humana.
Ahora, eso nos lleva al segundo punto en el versículo 29. Aquí es donde comenzamos.
Aquí hay otra razón para la supremacía de la sabiduría de Dios. Su propósito. La sabiduría
de Dios tiene un propósito que está muy por encima del de la sabiduría humana. Es un
propósito superior.
Versículo 29: “A fin de que nadie se jacte en Su presencia.” Los mejores manuscritos en
lugar de decir en Su presencia dicen ‘delante de Dios’. Ahora, observe algo. Aquí, Dios
quita toda la jactancia humana. Nadie puede decir: ‘bueno, tú sabes, te voy a decir, yo soy
cristiano. Yo fui lo suficientemente inteligente como para creer eso.’ ¿Alguna vez ha
pensado en eso? Ve usted a algún hombre y dice: ‘¿cómo puede ser tan torpe como para
no aceptar esto?’ Y lo que usted está diciendo es ‘yo fue lo suficientemente inteligente’.
No tuvo nada que ver con que usted fuera inteligente y él fuera torpe.
Usted dice: ‘espere un momento’. Permítanme mostrarle algo. Regrese al versículo 24.
Veamos quién es salvo. ¿Los inteligentes? Versículo 4: “Mas para los llamados, elegidos.”
Dios eligió a personas. Muy bien, veamos el versículo 26. “Pues mirad, hermanos, vuestra
vocación.” Versículo 27: “… escogió Dios,” a la mitad del versículo, “… Escogió Dios.”
Versículo 28, a la mitad del versículo: “escogió Dios.” ¿Porque fue usted salvo? ¿Porque
usted era muy inteligente? ¿Por qué? Porque Dios lo escogió a usted. Usted dice: ‘espera
un momento, yo tuve que hacer algo’. Ahí está el versículo 21, al final del versículo. Sí. Él
salvó a aquellos que creyeron. Creer, esa fue su respuesta de fe. La parte de Dios fue
escoger.
Pero simplemente recuerde que usted fue salvo no porque usted fuera inteligente. Usted
dice: ‘Bueno, yo escucho todos los argumentos lógicos y llegué a mi conclusión’. No, usted
fue salvo porque usted fue escogido por Dios en Su gracia maravillosa. Y el resultado de
eso es el versículo 29: “A fin de que nadie se jacte en Su presencia.” Usted dice: ‘aquí
estoy, Dios. Acuérdate de mí, yo soy inteligente.’ Eso es ridículo. De hecho, la Biblia dice
que Dios dice ‘no compartiré Mi gloria con nadie’. Así que no se meta con eso. Efesios 2:8–
9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe y esto no de vosotros.” Es un regalo de
Dios, no por obras, para que nadie se gloríe.” Toda persona estaría en la Iglesia
jactándose. No, no.
Ahora, veamos el propósito de la sabiduría de Dios, versículo 30. “Mas por Él,”
refiriéndose a Dios, “mas por Él estáis vosotros en Cristo Jesús.” Escuche: la única razón
por la que usted está en Cristo Jesús es por Él. ¿La sabiduría humana los llevó a usted ahí?
No. Lo que Pablo les está diciendo a ellos ahí es: observen el propósito en la salvación y
ese es que Dios fuera glorificado. Y entonces, para que Dios recibiera toda la gloria, Él se
aseguró de que usted no tuviera nada que ver con su salvación, ¿se da cuenta? Usted dice:
‘sí, yo me salvé debido a la sabiduría de Dios.’ Eso es correcto. Lo mejor que el hombre
puede hacer al nivel más elevado de su sabiduría es nada. Para cambiar su corazón o
conocer a Dios.
Ahora, permítame añadir esto. Una vez que usted se convierte en cristiano, usted ya no
permanece ignorante. Usted no sólo se queda humilde, usted sabe, por mucho tiempo, en
términos de que no sabe nada. Observe el versículo 30, esto es maravilloso. “Mas por Él
estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios…” ¿Cuál es la siguiente
palabra? “sabiduría…” Tan pronto como usted se convirtió en cristiano, lo primero que
usted recibió fue sabiduría. ¿Quiénes son los que son verdaderamente sabios en este
mundo sino aquellos que conocen a Dios? ¿Quiénes son los que son verdaderamente
sabios en este mundo sino aquellos que conocen la salvación? Somos los sabios y somos
un testimonio por toda la historia de que Dios tomó a personas simples, humildes, quienes
no conocían lo suficiente como para hacer algo para recibir redimirse a sí mismos, para
transformarse a sí mismos, quienes ni siquiera tenían la mente ni la capacidad mental de
los mejores de los mejores del mundo y nos hizo los más sabios en existencia. Y ésta es la
gloria, y esto es lo que dice en el versículo 31, si usted se va a gloriar, entonces más vale
que se gloríe en el Señor.
El propósito para el cual la sabiduría de Dios fue concedida fue para que Él recibiera la
gloria. Y Dios escogió a personas simples, humildes, para que no hubiera duda alguna
acerca del hecho de que la salvación no es un tema de inteligencia. No es un tema de la
sabiduría del hombre, sino de Él. ¿Y sabe una cosa?, en el momento en que usted se
convirtió en cristiano usted realmente aprendió algo. La Biblia inclusive dice que Jesús
dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida.” Usted recibe la Verdad. Conoceréis la Verdad.
La Verdad os hará libres.
Permítame mostrarle lo que usted aprendió como cristiano, esto es interesante. Ésta es la
educación instantánea que usted recibió. Y es algo progresivo también, pero 2 Corintios
4:6, y le voy a mostrar algo, le da una pequeña secuencia de versículos aquí. En 2 Corintios
4:6 dice: “Porque Dios, quien mandó que de las tinieblas brillará la luz”, y Dios está
ocupado en hacer eso. Él lo hizo cuando Él creó el mundo físicamente, pero también lo
pudo hacer espiritualmente. “Porque Dios, quien mandó que de las tinieblas brillara la luz,
ha brillado en nuestros corazones”, cuando fuimos redimidos, Dios prendió la luz,
encendió la luz. Y nos dio la luz del conocimiento de la gloria de Dios. ¿Lo ve ahí? Lo
primero indicado aquí que un creyente aprende cuando se convierte en creyente es la
gloria de Dios.
Ahora, cuando decimos la gloria de Dios, ¿qué es lo que queremos decir? Todo lo que Dios
es. Todos Sus atributos y toda Su naturaleza. Lo primero que sucede cuando usted se
convierte en cristiano es que usted conoce a Dios. Usted conoce Su naturaleza, usted
conoce Su esencia. Antes de ser un cristiano, usted no conocía Dios.
Ahora, ese es un conocimiento emocionante, ¿no es cierto? Digo, no conocer a Dios, el
generador del universo, la fuente de toda la luz, es un problema no conocerlo. Le falta
todo a usted; cuando usted se convirtió en cristiano, usted lo conoce. Él brilla, Él enciende
el interruptor, Él prende la luz del conocimiento de la gloria de Dios. Y viene a través de
Cristo. Permítame mostrarle algo más que usted conoce. Usted no sólo conoce a Dios,
Efesios 1:9, esto es algo más que usted conoce. “Habiéndonos dado a conocer,” y esto
está hablándonos acerca de nuestra salvación, “cuando fuimos redimidos, perdonados por
gracia, Él abundó para nosotros en toda sabiduría,” ¿y qué quiere decir eso?
“Habiéndonos dado a conocer el misterio de Su voluntad según Su buena voluntad o Su
beneplácito, el cual determinó en sí mismo.”
Ahora, subraye esto, Dios no sólo se revela a sí mismo a nosotros, sino Su voluntad a
nosotros. Ahora, esto no es si usted debe casarse con María o con Juana o quien sea o si
usted debe ir a trabajar a esta compañía u otra. No está hablando de eso. Está hablando
de todo el plan de Dios. Y eso se indica en el siguiente versículo. La dispensación del
cumplimiento de los tiempos. Ahora, escuche esto, cuando usted se convirtió en cristiano,
usted comenzó a conocer a Dios y también comenzó a tener el conocimiento de Su
voluntad. ¡Hombre, eso es emocionante!
Ahora, quiero ir al versículo 17 y mostrarle algo. Efesios 1: “Para que nuestro Dios Señor
Jesucristo, el Padre de gloria, os de sabiduría y revelación del conocimiento de Él.” Usted
lo conoce. Aquí hay algo más que usted conoce. “Para que sean alumbrados los ojos de
vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza de Su llamado, las riquezas
de la gloria de Su herencia.” Ahora tanto esperanza, escuche esto y herencia tienen un
aspecto futuro. ¿Verdad? Estamos esperando la plenitud de la redención. Estamos
esperando la herencia que está reservada para nosotros, ahora sabemos esto. ‘Para que
los ojos de vuestro entendimiento sean abiertos.’ Ahora escuche esto, cuando usted fue
salvo, usted llegó a conocer el plan de Dios y su destino. Un cristiano entonces sabe de
dónde vino, qué está haciendo y a dónde va. ¿Ve usted eso?
Ahora, eso es la plenitud de conocimiento. Viene en la salvación. Ahora, eso es muy bueno
saberlo, ¿verdad? Usted sabe, las personas en este mundo van por todos lados y no tienen
idea de dónde vinieron. Al menos que sea de un mono. Ellos no tienen la mínima idea de
lo que están haciendo aquí. Esa es la razón por la que se vuelven existencialistas. Ellos
viven para el momento. Y menos que cualquier otra cosa no tienen idea de a dónde van. Y
permítame decirle algo: si yo quisiera saber tres cosas en este mundo, esas son las tres
que me gustaría saber. De dónde vine, qué estoy haciendo y adónde voy. Y Dios dice: ‘en
Cristo, usted recibe estas tres cosas’. Ahora, eso es tener sabiduría, ¿no es cierto?
Y por eso digo que la persona cristiana más simple, más humilde, que no sabe nada en
términos del mundo, es más sabia acerca de lo que importa de lo que los filósofos y
eruditos de todas las edades conocen. Y la gloria de todo esto, ahora usted puede regresar
a 1 Corintios. No sé, ahí nos desviamos por un momento. Y lo más glorioso de todo esto es
que toda la gloria es de Dios, porque no hicimos nada. Dios nos dio esta sabiduría. Si yo sé
de dónde vengo, por qué estoy aquí y adónde voy, ¿es esa causa para gloriarme? ¿Qué he
hecho? Repentinamente, antes no tenía el conocimiento. Al siguiente día, lo tuve. Dios me
lo dio.
Más por Él, esto es de Dios, estáis vosotros en Cristo Jesús. Fue un acto de Dios, no fue
debido a usted. Usted está en Cristo y Cristo ha sido hecho por Dios sabiduría. Y la
sabiduría es la clave de ese versículo. Pero además de eso, Pablo no puede resistir el
incluir otras cosas. Usted no sólo recibió sabiduría, sino que recibió justicia. Usted
pregunta qué es justicia. Justicia significa que ante Dios, usted está en una posición
correcta en opuesto a una posición incorrecta. Bueno en contraste a malo, sin pecado en
contraste a pecaminoso.
Usted pregunta: ‘¿quieres decir que cuando respondí a Jesucristo, cuando Dios me llamó y
creí, estoy en una posición recta delante de Dios?” Eso es correcto. Como puede ver, 2
Corintios 5:21 dice que Cristo fue hecho pecado por nosotros, para que fuésemos hechos
justicia de Dios en Él. Entonces, Él tomó nuestro pecado y nos dio Su justicia. Cuando Dios
ve a un cristiano desde el cielo, lo ve con una cubierta sobre él y dice ‘la justicia de Cristo’
y cubre el pecado. Y Dios lo declara justo debido a Cristo.
Hay un gran versículo en Filipenses 3:9, simplemente se lo leo. No necesita buscarlo. Dice:
“Y ser hallado en Él no teniendo mi propia justicia, sino la que es por la fe de Cristo. La
justicia que es de Dios por la fe.” Usted no tiene ninguna justicia por usted mismo. Pablo
dice, “quiero ser hallado teniendo Su justicia.” ¿Y sabe una cosa?, es algo maravilloso
darse cuenta de que cuando usted fue salvo usted, no sólo de recibió sabiduría, sino que
usted también recibe justicia absoluta delante de Dios. Su pecado es quitado.
Usted pregunta cómo Dios puede hacer eso. Porque Cristo se llevó su pecado y lo llevó en
la cruz, pagó el castigo. Dios queda satisfecho. Otra cosa, y podríamos pasar a una serie de
sermones en cada una de estas, pero avancemos. Otra, santificación. Eso significa ser
apartado o ser hecho santo. Usamos la palabra santo. Él no sólo lo declaró a usted justo,
sino que Él comenzó una obra interna en usted de hacerlo santo. ¿Sabe una cosa? En el
momento en el que usted creyó en Cristo, el principio de la simiente incorruptible fue
implantado en usted y como dice Juan, usted no puede continuar cometiendo pecado
habitual. ¿Por qué? Porque la simiente santa de Dios está en usted. Porque cuando usted
se convirtió en cristiano, lo primero que usted comenzó a ver fue algo que nunca antes
había sucedido en su vida y eso fue santidad. Antes de que usted fuera cristiano, maldad
todo el tiempo. Simplemente, pecado todo el tiempo. Cuando usted se convirtió en
cristiano, de pronto la santidad con pecado intermitente. Y la madurez es la frecuencia
decreciente de esos pecados conforme usted los elimina al andar en el Espíritu.
Pero como puede ver, la santidad es algo que Dios ha hecho en nosotros, ¿no es cierto?
Pablo le dijo a los corintios ‘ahora son santos. Ahora son santificados.’ Y entonces, no sólo
estamos bien delante de Dios - y eso es algo judicial - sino que de hecho somos hechos
santos y eso es algo experimental. Comenzamos a caminar en el Espíritu. Romanos 8 dice:
‘somos sacados de la carne y estamos en el Espíritu si el Espíritu de que Cristo mora en
nosotros’, y así es. Gálatas 5 dice que el Espíritu comienza a producir frutos de santidad.
Segunda de Corintios 3:18 dice: “El Espíritu Santo comienza a conformarnos a la imagen
de Cristo.” Efesios 2:10 dice: “Fuimos creados para buenas obras.” La santidad, entonces
él añade otra gran palabra en el vocabulario del cristiano: redención. La redención es que
usted lleva algo ahí y lo compra. Usted lo compra de regreso. Redimir significa comprar. Y
Dios por Cristo nos ha comprado del poder del pecado. Redimidos.
Y entonces, tenemos redención, el perdón de pecados, dice Efesios 1. ¡Qué promesa! Y
Pedro, me encanta lo que Pedro dice: “Fuimos redimidos no con cosas corruptibles como
plata y oro, sino con la sangre preciosa del Cordero sin mancha.” Todo eso es nuestro en
Cristo. Véalo. Sabiduría y justificación y santificación y redención. ¿Y qué hizo usted para
ganarse la sabiduría? Usted no es lo suficientemente inteligente como para haber
conocido eso por usted mismo. ¿Qué hizo para ganarse la justicia? Por las obras de la ley
ninguna carne, ningún ser humano será justificado. Usted no hizo nada. ¿Qué hizo para
ser hecho santo? Usted no podía haberse hecho santo usted mismo. ¿Qué hizo para
redimirse a sí mismo? No podía pagar el precio.
El punto es el versículo 31: “Para que, como está escrito, el que se gloría, gloríese en el
Señor.” Como puede ver, todo lo que usted es, sabio, justo, santo, redimido, es debido a la
sabiduría de Dios. Usted no hizo nada. La filosofía del hombre, ¿qué parte juega en eso?
¿Juega alguna parte en eso? ¿Usted lo ve en el versículo 30 o 29? No. La filosofía del
hombre no puede conceder sabiduría verdadera. No puede pagar el precio del pecado.
Usted no puede hacerlo a usted santo. Y no puede librarlo del poder del pecado, pero
hará esto, si usted permite que se infiltre en la Iglesia, lo va a dividir.
Y hombre créame, hay iglesias que están divididas por todo este país por temas políticos.
Y no hay necesidad de eso. No hay lugar para eso. Eso no sirve de nada. No le dará
sabiduría verdadera, justificación, santificación, redención. Lo único que hará es
polarizarlo en puntos que realmente no importan. Si va a gloriarse, y aquí él cita a
Jeremías 9:23 y 24, gloríese en el Señor. Él es el que lo ha hecho todo.
Simplemente para darle una ilustración de esto, vaya a Gálatas 6:13. Cuando la Iglesia se
involucra en política o cualquiera de esas cosas, la economía o algo de eso, se mete en
problemas porque usted entonces se está dividiendo en asuntos no esenciales. Ahora
aquí, Pablo dice, si se van a gloriar, gloríense en el Señor. Eso es todo. Si se van a jactar,
simplemente jáctense en Él. No hicieron nada para merecer nada.
Versículo 13: “Ni ellos mismos,” Gálatas 6, “que son circuncidados guardan la ley, sino que
desean que vosotros os circuncidéis para gloriarse en su carne.” Lo judaizantes llegaron a
Galacia, tomaron a los cristianos gálatas y los confundieron diciéndoles que tenían que
circuncidarse y convertirse en judíos. Y Pablo dice: ‘no les importan sus almas, lo único
que les importa es acumular a algunos convertidos más. Quieren gloriarse en su carne y
ahora son judíos.’
Versículo 14: “Pero Dios me guarde de que me gloríe excepto en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo.” Como puede ver, él dice que no hay nada en qué gloriarse sino en la cruz. No
hay nada en qué el gloriarse. No hay nada de qué jactarse En otra ocasión, creo que en
Romanos, él dice: “No hablaré de nada de lo que Cristo no haya hecho en mí.” Él dice que
‘hay dos razones por las que me jacto en el Señor. Número uno, cambió mi relación con el
mundo por quien el mundo ha sido crucificado a mí y yo en el mundo. Dos, me hizo una
nueva criatura.’ Versículo 15, al final del versículo, una nueva criatura. Entonces Pablo dice
que la cruz fue lo que cambió su relación con el mundo. La cruz fue lo que lo recreó y le
dará honra la cruz. ‘Yo no me glorío en la humanidad.’ Entonces, todo eso pasa cuando
usted se gloría y eso causa división.
Ahora, permítame profundizar. Regrese a 1 Corintios 1, veamos el capítulo 2, versículos 1
al 5. Pablo dice entonces que ese espíritu de división en Corinto es un resultado de
filosofía humana. Están divididos por opiniones diferentes. No hay necesidad de eso
porque todo lo que necesitan es la sabiduría de Dios. Número uno, la sabiduría de Dios es
superior en su permanencia. En segundo lugar, es superior en su poder. En tercer lugar, es
paradójica. En cuarto lugar, su propósito. Finalmente, la sabiduría de Dios es superior
debido a su presentación. Y realmente, no es tanto un punto como una ilustración de un
punto.
Ilustra todos los puntos anteriores. Pablo dice, si están confundidos, si están confundidos
por el asunto, recuerden esto, versículo 1. “Así que, hermanos, cuando fui a vosotros,” y
aquí él está entrando en hechos históricos, “para anunciaros el testimonio de Dios, no fui
con excelencia de palabras o de sabiduría.” Deténgase ahí. Ahora, ¿recuerda usted mi
presentación a ustedes? Mi presentación es una ilustración de todo lo que le acabo de
decir. Cuando vine a ustedes, ¿vine hablando con palabras sofisticadas y filosofías
humanas? ¿Cuál es la respuesta? No.
Entonces, que mi llegada a ustedes sea la ilustración de cómo encaja la filosofía humana.
No lo hace. No sirve. No tiene un lugar. Dios había determinado salvar a hombres no por
sabiduría humana, sino por el Evangelio. Entonces, cuando Pablo llegó a Corinto, él no
llegó como un orador y no llegó como un filósofo. Él vino como un testigo. Él vino
declarando el testimonio de Dios. Y ésa es la palabra martyrion, el testimonio, el
testimonio de Dios.
Ahora, un testigo es alguien que ve algo objetivo, algo histórico. Él dice: ‘Estoy aquí para
reportarles el testimonio de hechos objetivos de Dios, no para especular’. Estoy aquí para
darles la revelación de Dios. ¿Y sabe una cosa?, eso es lo único que tenemos que hacer. Y
no hay lugar en la Iglesia para la filosofía.
Ahora, permítame simplemente darle una ilustración, quizás se pueda identificar con esto.
Algunos de ustedes han estado en la iglesia cinco o seis años. Algunos de ustedes, tres o
cuatro. Algunos de ustedes, seis meses. Ahora, si me fueran a preguntar cuál es mi opinión
de la economía, cuál es mi opinión de la educación, cuál es mi opinión de los asuntos
sociales, cuál es mi opinión de la política, cuál es mi opinión de cómo se debe gastar el
dinero y cómo se debe legislar ahí en el Congreso o en la Cámara de Diputados de Estados
Unidos, me atrevería a que ninguno de ustedes podría responder cuál es mi opinión.
¿Sabe por qué? Porque nunca les he dicho. ¿Y sabe por qué nunca les he dicho? Ustedes
no vieron aquí a oír eso. Podrían ir a algún lugar y tener eso. Ustedes no tienen que
manejar hasta Panorama City. Cuando la gente me pregunta adónde puede ir y oír la
Palabra de Dios, no hay una semana que no pase entre nuestros pastores, que no reciban
llamadas telefónicas y cartas preguntando si sabemos acerca de una Iglesia en tal y tal
ciudad en donde sepamos que se enseña la Palabra de Dios. Usted puede encontrar a
personas dando opiniones en todos lados. Simplemente, trate de encontrar un lugar que
enseña la Palabra.
Mire, yo tengo una tarea. Aquí está el testimonio de Dios. Vine a declarárselos. Ustedes no
están interesados en mis opiniones. Alguien dijo, usted sabe, debería advertirles a estas
personas acerca de la situación económica. Yo dije: ‘No, no puede hacer eso’. Ellos
preguntaron por qué. Dije: ‘Por dos razones: número uno, no la entiendo. Número dos, no
me importa. No soy experto en eso. Yo sólo quiere enseñarles la Palabra de Dios. Ellos
pueden llegar a sus propias opiniones.’
Lo que va a pasar, sucederá porque éste es el mundo de Dios y el plan de Dios se está
desarrollando diariamente y es una aventura diferente. Y usted no viene aquí para oír
opiniones. Usted no viene aquí para oír: ‘Miren’, él dice, ‘no vine con excelencia, o
supremacía o superioridad de discurso y filosofía, logos y sophia. No vine a ustedes con
todas esas palabras floridas y la filosofía humana.’ Hombre, pero lo voy a decir algo, usted
lo oye en todos lugares, ¿no es cierto?
Mi papá y yo estábamos hablando de esto. Él está aquí esta mañana, y estábamos
hablando acerca de esto esta semana, cómo usted enciende la televisión y aquí hay un
hombre que sonríe todo el tiempo. Y él sonríe y dice cosas muy floridas, palabras y
pensamientos felices y nada. Absolutamente cero. Y todo es muy positivo. Y usted puede
hacer lo que sea, lo puede hacer. Y la verdad es que la mayoría de ellos no lo puede hacer.
Usted no puede hacer todo. Y estamos hablando acerca del hecho de que ese tipo de
cosas positivas que se producen y se propagan realmente niegan a medias la revelación
completa de Dios. Y esto es que niegan al pecado. Ellos nunca hablan del pecado. Usted
nunca los oye hablar del pecado porque es negativo. Y usted no puede hablar de negativos
en el pensamiento positivo. Eso es simplemente filosofía humana. ¿Quién la necesita?
Si usted cree que la Biblia está llena de pensamiento positivo, más vale que la vuelva a
leer. Algunas veces veo la Biblia y me siento como si hubiera tenido una lucha. Estoy tan
golpeado que ya no la puedo recibir. No, no necesitamos todo eso. No necesitamos todo
tipo de palabras floridas que no significan nada. Pablo dice: ‘No vine sólo a ofrecerles
muchas palabras humanas y mucha filosofía humana. Yo les di el testimonio de Dios. No
necesitan opiniones humanas.’
Escribí en el prefacio de mi libro, creo que he escrito en dos de ellos, que el material no es
original. Cuando comience a escribir material que sea original, usted puede tirar mis
libros. ¿Quién quiere mi opinión? Dios me ha llamado a hacer una cosa y es declarar Su
testimonio. Algunas veces me digo a mí mismo ‘MacArthur, ¿por qué eres tan torpe?’ Y
después digo: ‘yo sé, de esa manera nunca vas a tener suficientes opiniones que estorben
las Escrituras. Simplemente, apégate a esto y esto es lo que Dios ha establecido como la
prioridad.’ Usted realmente sólo puede conocer una o dos cosas bien; y realmente, voy a
pasar mi tiempo aquí. Entonces, él dice ‘no vine a darles discursos humanos y sabiduría
humana, sino que viene con la Palabra de Dios. Eso es lo primero. Con la Palabra de Dios.
El testimonio de Dios.’ ¿Cuál es el testimonio de Dios? El testimonio de Dios es, escuche
esto, Jesucristo. ¿De quién da testimonio el Padre en Juan 15:26? Él da testimonio del
Hijo. El testimonio de Dios es Cristo, el Evangelio.
Les declare el martyrion, el testimonio de Dios acerca de Cristo. “Éste es Mi Hijo amado, a
Él oíd.” Pablo dice, “yo no vine a darles mis opiniones y especulaciones y mis ideas. Yo vine
a decirles: ‘esto es lo que Dios dijo. Dios dice.” ¿No es eso mucho mejor? Nos
congregamos en el Día del Señor y cuando nos congregamos, lo primero que decimos es:
‘abramos nuestras Biblias. Veamos lo que Dios dice’, no política, economía, asuntos
sociales, puntos de vista, opiniones, ideas humanas.
Permítame darle otra ilustración. Segunda de Corintios, regrese al cuarto capítulo
nuevamente, versículo 1: “Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la
misericordia que hemos recibido, no desmayamos.” Sabemos cuál es nuestro ministerio y
nos apegamos a él. Y así es como debe ser. “Antes bien renunciamos a lo oculto y
vergonzoso,” no hay nada peor que la deshonestidad en el ministerio. Hay mucho de esto.
“…No andando con astucia, ni adulterando la Palabra de Dios, sino por la manifestación de
la Verdad,” esta frase debe ser subrayada en su Biblia. La única tarea del ministerio, la
tarea primordial del ministerio es manifestar la verdad de Dios. Eso es todo. Y por lo tanto,
… “Recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.” Tenemos una
conciencia clara. Tenemos una tarea simple, muy simple. Ahí está, manifestar la Verdad, la
Verdad de Dios.
Pablo le dijo a Timoteo algunas cosas importantes acerca de su ministerio y cuáles eran las
prioridades. En 1 Timoteo 4, él dijo esto, me gusta versículo 13, él dijo: “Entre tanto que
voy”, en otras palabras, esto es lo que debes hacer y simplemente seguir haciéndolo.
“Ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza”. Ahora, eso es bastante simple, ¿no
es cierto? Lee, exhorta y doctrina. Eso es sinónimo de enseñar. Ahora, permítame darle
tres cosas y le voy a decir qué se supone que debe hacer como ministro.
Número uno, lea la Biblia. Número dos, explíquela, eso es enseñanza. Número tres,
aplíquela. ¿Sabe usted qué me esfuerzo en hacer cada vez que enseño? Leer el texto,
explicar el significado del mismo y aplicarlo a su vida. Eso es lo que él le dijo a Timoteo que
hiciera. Él no dijo: ‘Lee el texto, explica el significado del texto, aplica el texto y después da
unas cuantas opiniones.’ No, él dijo en el versículo 15: “Ocúpate, entrégate de manera
total a eso.” Esto es Timoteo: al principio, al medio y al final. Léelo, explícalo y aplícalo y
después ciérralo y vete a casa. Eso es todo.
Ahora, más tarde en 2 Timoteo, él debió habérselo recordado otra vez, capítulo 4
nuevamente. Segunda de Timoteo 4, versículo 2, ‘te encarezco’. Él usa diamartyromai en
el primer versículo. Él realmente presenta este mandato con fuerza. Él debe ser desafiado
a hacer esto. Versículo 2; 2 Timoteo 4:1: “que prediques la palabra.” No tu propia opinión,
la palabra. No puedo comprender cómo un hombre que se llama a sí mismo ministro de
Dios puede hacer algo diferente de enseñar la Palabra de Dios. Digo, ¿qué más hay ahí?
Que prediques la palabra a tiempo y fuera de tiempo. En otras palabras, debes estar listo
en todo momento.
Versículo 3: “Pero vendrá un tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina. ¿Ha llegado ese
tiempo? Créame, difícilmente podemos encontrar la Palabra. La gente no quiere sana
doctrina. Sino que según sus propias concupiscencias, su propios deseos pecaminosos, se
acumularán maestros teniendo comezón de oír.” Ahora, los oídos que tienen comenzó de
oír pertenecen a los que oyen, no a los maestros. Quieren que les rasquen sus oídos con
sermones hermosos son. ¿Lo ve usted? Palabras floridas, agradables. “y apartarán de la
verdad el oído y se volverán a las fábulas.”
¿Sabe una cosa?, cierto tipo de predicación bíblica, cualquier tipo de predicación bíblica
que es realmente bíblica no es popular; pero hay todo tipo de personas que quieren tener
una especie de sentimiento de Dios y quieren ir a la iglesia. Entonces, encuentran a
alguien que les rasque sus oídos donde tiene comezón con sermones bonitos. Ellos van
donde pueden oír lo que quieren oír. Vincent dice esto, y cito: “En períodos de fe
inestable, escepticismo y la mera especulación curiosa y asuntos de religión, los maestros
de todo tipo se amontonan como moscas en Egipto. La demanda crea la provisión. Los
oyentes invitan y moldean a sus propios predicadores. Si la gente desea un becerro que
adorar, un ministro que les haga un becerro se encuentra.” Fin de la cita. Y tiene razón.
Pablo dice: ‘Mi testimonio es este: Yo voy hablar del testimonio de Dios. Yo no voy a rascar
los oídos de la gente al darles lo que quieren oír.’ Créame, eso es lo que la gente quiere.
No los quieren molestar. No los quieren hacer enojar. Y entonces, la gente va a ir de lugar
en lugar hasta que encuentren a un hombre que diga lo que quieren oír. O de otra
manera, van a crear la necesidad para alguien y algún hombre va a ver la necesidad y va a
aparecerse y aprovecharse de eso.
Muy bien, de regreso al capítulo 2, versículo 2. Aquí Pablo estaba diciendo: “Pues me
propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo y éste crucificado.”
Simplemente, me concentré en la cruz. Mi única meta fue predicar a Cristo. No como
maestro, no como ejemplo, no como hombre perfecto, sino a Cristo crucificado, el
Redentor, el Salvador. No di opiniones, eso es revelación. No di especulaciones. Eso es un
hecho, ¿verdad? Eso es un hecho.” Ahora, él no está diciendo ahí que él negó el resto de
las Escrituras porque en Hechos 18 dice que él durante 18 meses les declaró la Palabra de
Dios. Pero su énfasis fue la cruz. Y él quiere decir con eso el plan redentor de Dios. La
revelación de Dios en contraste a la especulación humana. Ése fue el mensaje de Pablo.
De hecho, fue un mensaje tan dominante en la primera época de la Iglesia que la gente
pensaba que los cristianos adoraban a un hombre muerto. Celso dijo “los cristianos
adoran a un hombre muerto”. Y en Roma, hay algunas evidencias arqueológicas de
algunos años atrás en donde encontraron un retrato de alguien que había dibujado una
caricatura de los cristianos y tenían a un cristiano que se estaba inclinando ante el pie de
la cruz con un burro crucificado en la cruz. Y abajo del dibujo decía: “Alexámenos adora a
su Dios”. Ahora, eso es lo que Pablo quiso decir cuando él dijo en Corintio que para los
gentiles la cruz era tropezadero. Era locura.
Pero fuera locura o no, Pablo nunca cambió su mensaje para acomodarse a la gente,
¿verdad? Nunca. Nunca. Y usted dice sí, y ésa es la razón por la que todos tropezaron en
eso. Sí, pero para aquellos que fueron llamados hubo redención. Entonces, número uno,
subraye esto, cuando él predicó, predicó la Palabra de Dios. Número 2, versículos 3 y 4,
cuando él predicó, él predicó con el poder de Dios. Versículo 3: “Y estuve entre vosotros
con debilidad, y mucho temor y temblor.” Ahora, éste no parece ser Pablo, ¿verdad?
Normalmente los temblores, pero no Pablo. Normalmente todo el mundo tiembla, pero
no él. ¿Por qué está tembloroso?
Cuando él llegó a Corinto, él estaba realmente sacudido. El temor y temblor aquí no creo
que quiera decir enfermedad física. Algunos han dicho eso, pero no creo que haya
indicación de eso. Simplemente vi los términos que son usados aquí; la idea de temor y
temblor es usada en otros pasajes. Es usada por ejemplo en 2 Corintios 7:15; Filipenses
2:12 y Efesios 6:5; y cada una de esas veces tiene que ver con ansiedad mental por un
tema importante.
Por ejemplo en Filipenses 2:12: “Ocupados en vuestra salvación con temor y temblor.” Es
una ansiedad que viene con algo que es muy urgente. Y entonces, Pablo dice, estaba en
tal urgencia y en Corinto, porque era la capital de la vanidad del mundo. Era una ciudad
corrupta, de hecho, cuando una persona vivía de una manera tan disoluta en su vida que
era inmoralidad continua decían que ‘corintianizaba’. Eso era sinónimo con suciedad. Ese
se convirtió en el verbo para prostitución continua.
Y él estuvo en esta ciudad y él había sido expulsado de Filipos y había corrido por su vida.
Él había sido expulsado de Tesalónica, había huido para salvar su vida. Los tesalonicenses
lo siguieron hasta Berea; y tuvo que dejar este lugar. Él fue a Atenas y estaba allá al final
de su tolerancia. Finalmente, él llegó a Atenas y estaba enfrentando esta persecución
intensa. Y por último, llegó al areópago y ahí no hubo una gran respuesta. Y llegó a
Corinto. Y llega solo y está muy, muy desanimado. Él ve a una ciudad dominada por el
pecado, un lugar inmundo y está solo y tiene miedo. Tiene una ansiedad mental terrible
por la condición perdida de la ciudad y sabe que no tiene esperanza en sí mismo. Y
entonces, en el versículo 4, él dice: “Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de sabiduría humana sino con demostración del Espíritu y de poder.”
Él no vino con sus propias palabras y no vino en su propio poder. Créalo. Él vino en el
poder del Espíritu Santo. Él dijo: ‘Yo no quise venir con mi propio poder, porque si hubiera
sido así, ustedes, entonces se habrían identificado conmigo y no con Cristo.’ Versículo 5:
“Para que vuestra fe no este fundada en la sabiduría de los hombres sino en el poder de
Dios.” Yo no quería que ustedes creyeran una filosofía. Yo quería que fueran nuevas
criaturas. Yo no quería que creyeran en mis ideas de especulación. Yo no quería que
creyeran en mis opiniones. Yo quería que creyeran en Dios, cuyo poder puede
transformarlos.
Entonces, él dice: ‘yo no vine con los logos y kērygma’, y esos son casi términos sinónimos.
Quizás ‘palabras’ se refiere a contacto personal y predicación pública. Pero no vine con
palabras persuasivas. Persuasivas tienen la idea de persuadirlos. No vine para persuadirlos
usando las palabras correctas, para producir las respuestas correctas, para acercarlos a
mis ideas, mis opiniones. Simplemente vine y dejé que Su poder fluyera; y Él y Su poder
pudieron cambiar vidas. Y él dijo lo mismo en 1 Tesalonicenses, cuando les recordó a los
tesalonicenses cómo había estado con ellos.
Él dijo: ‘Nuestro Evangelio no vino a ustedes en palabras solamente sino en poder y
Espíritu Santo.” Y eso sólo puede significar que hay un cambio en la vida. Pablo fue un
hombre con grandes capacidades naturales, pero él no las usó. Spurgeon dijo, y cito: “El
poder que está en el Evangelio no se encuentra en la elocuencia del predicador. De otro
modo, los hombres serían los convertidores de almas. Ni tampoco se encuentra en la
preparación del predicador, de otra manera consistiría en la sabiduría de los hombres.
Podemos predicar hasta que nuestras lenguas se pudran, hasta que agotemos nuestros
pulmones y muramos, pero nunca un alma será convertida a menos de que el Espíritu
Santo esté con la Palabra de Dios para darle el poder para convertir el alma.” Fin de la cita.
Ahora, eso es precisamente lo que Pablo está diciendo. Yo vine usted no con un mensaje
humano. No, no. El testimonio de Dios, la cruz, se los di. Y no con poder humano, sino con
poder divino. La razón es para que su fe no repose en filosofía, sino el poder de Dios.
Nunca olvidaré a un pastor que una vez me dijo, señalando a un hombre después de un
servicio: “¿Ves a ese hombre?, él es uno de mis convertidos.” Yo le dije “¿En serio?” Él
dijo: “Sí. No del Señor, sino mío.” Hombre, me acuerdo de eso. Stott dijo esto, y cito:
“Parece que la única predicación que Dios honra, a través de la cual Su sabiduría y poder
son expresados, es la predicación de un hombre que está dispuesto en sí mismo a ser
tanto un debilucho como un necio.” Fin de la cita.
Como puede ver, Dios no sólo escoge salvar a los débiles y a los insensatos, sino también
escoge a los débiles insensatos para predicar. Y entre más insensato y débil usted desea,
más la Palabra de Dios y el poder de Dios puede ser expresado.
Ahora, ustedes saben la Verdad. Y esperamos que el resultado sea que no tenga
convertidos a John MacArthur, sino a Jesucristo. Pablo presenta su punto, ¿no es cierto? Él
presenta su punto del hecho de que la sabiduría de Dios no necesita de la sabiduría
humana. Los corintios no necesitaban traer sabiduría humana a su Iglesia; y tampoco
nosotros. Sólo trae división. Que siempre estemos unidos en torno a la Palabra de Dios y
al Espíritu de Dios. Oremos.
Gracias Padre por un mensaje claro esta mañana de Tu Palabra. Mientras que sus cabezas
están inclinadas por tal sólo un momento, al cerrar, para toda vida existen diferentes
necesidades en particular, estoy seguro. Algunos de ustedes nunca han conocido a Cristo.
Están aquí esperando en la sabiduría del mundo, la filosofía de los hombres; pero ahí no
hay esperanza. Quizás en esta mañana usted cree que debe esperar, le gustaría poner su
esperanza en Jesucristo y le gustaría que Él fuera hecho para usted sabiduría y justicia y
santificación y redención. Si ese es su deseo, usted puede hacer eso en este momento al
creer en Cristo, al venir a Él en arrepentimiento, al pedirle que transforme su vida, tome
su vida. Hágalo en silencio en su corazón. Otros de ustedes como cristianos quizás han
estado confiando demasiado en su propio entendimiento y no en reconocer la sabiduría
de Dios. Quizás necesita hacer un compromiso en esa área. Otros de ustedes en esta
iglesia saben que esta iglesia es fiel a la Palabra de Dios y quizás se está diciendo a sí
mismo: ‘Aquí es donde debo estar. Donde la Palabra de Dios es honrada y las opiniones
humanas no son dadas.’
Gracias Padre por nuestro tiempo juntos, por la bendición que Tu Palabra ha sido a
nuestros corazones. Confírmala a nosotros, úsala a través de nosotros esta semana para
Tu gloria. En el nombre de Jesús. Amén.
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La homosexualidad

La postura de Dios de la homosexualidad, 1ª Parte


Escritura: Escrituras Seleccionadas

Código: 90–69
John MacArthur
Como ustedes están conscientes, yo sé, para ahora que el tema para esta mañana es el
tema de la perspectiva divina o la postura divina, de la homosexualidad. Queremos ver
este asunto en particular desde el punto de vista de los ojos de Dios, y de esta manera a
través de la Palabra de Dios.
Supongo que debe haber alguna justificación para aislar un pecado como este y predicar
acerca de él, cuando hay tantos pecados que son igualmente horrendos para Dios. La
respuesta para aquellos que podrían preguntarse porque aislaríamos este debería ser
aparente, pero simplemente en caso de que no lo sea, este pecado ha adoptado
propiedades únicas en nuestra sociedad. Ha dejado de ser clasificado como un pecado, y
ha sido convertido en una especie de grupo de derechos civiles. Es en este punto en
particular, un asunto político y no uno moral, un asunto de libertad, y no uno moral, o uno
espiritual.
El hecho de que está siendo promovido no solo en el sector privado, sino en el sector
público, en escuelas públicas, y en el gobierno, partidos políticos y convenciones, y que
está siendo legislado en las cortes, y está siendo objeto de decisiones a nivel legislativo, y
está siendo enfrentado por gobernadores y presidentes, y alcaldes y demás, ha tomado
este pecado y en cierta manera lo ha extraído de la pluralidad general de pecados, y se le
ha dado una identidad por sí solo. Y como consecuencia, debido a su prominencia en
nuestra sociedad, necesita hablarse de esto.
Quiero comenzar a leer una Escritura muy pertinente. Y quiero que abra su Biblia ahí, 1
Corintios capítulo 6, 1 Corintios capítulo 6. Tres versículos sobresalen con respecto a este
asunto, versículos 9, 10, y 11. 1 Corintios capítulo 6, versículo 9, “¿No sabéis que los
injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis, ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los
adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los
avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
Y esto erais algunos, más ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.”
Este es uno de esos pasajes de malas noticias y buenas noticias. Las malas noticias son que
los injustos no heredan el reino de Dios. Los injustos que no heredan el reino de Dios son
caracterizados como fornicarios e idólatras, adúlteros, afeminados, los que se echan con
varones, los ladrones, los avaros, los borrachos, los maldicientes, los estafadores. Esos son
el tipo de personas que no entran al reino de Dios. Entonces, si usted es uno de ese tipo
de personas, usted no entra al reino de Dios. Esas son las malas noticias.
Pero las buenas noticias están en el versículo 11. Ese tipo de personas pueden ser lavadas,
ese tipo de personas pueden ser santificados, y ese tipo de personas pueden ser
justificados. Y lo han sido, y lo están siendo. De tal manera que le puede decir a la iglesia
corinta, “Y estos eran algunos.” Ustedes solían ser fornicarios e idólatras, y adúlteros, y
afeminados, y homosexuales o que se echan con varones. Solían ser ladrones y avaros y
borrachos, y maldicientes, y estafadores, pero ya no lo son, porque han sido lavados de
esos pecados y han sido santificados, y han sido justificados. Esas son buenas noticias.
Estoy aquí para decir esta mañana, primordialmente, que Dios tiene buenas noticias para
los homosexuales. Son redimibles. Pueden ser salvos. Pueden ser librados de ese pecado,
pueden ser lavados de sus manchas. Pueden ser colocados en un camino de una vida
piadosa, santa, pura, llamada santificación. Y eso había sido en la iglesia corintia. Cuándo
Pablo le escribió antes a los corintios, en la primera parte de su carta, él dijo: “No muchos
de vosotros sois nobles, no muchos de ustedes son poderosos, pero Dios ha escogido lo
más bajo para confundir a los nobles y a los poderosos.” Son personas de lo más bajo,
ignorantes, humildes, ¿quieren saber que tan bajas eran?
La iglesia corintia estaba llena de ex fornicarios, ex idólatras, ex adúlteros, ex afeminados,
ex ladrones, ex avaros, ex borrachos, ex calumniadores, ex extorsionadores, e inclusive ex
homosexuales. Pero habían sido lavados, habían sido limpiados, y habían sido santificados,
esto es, separados de un patrón de vida de pecado. Y habían sido justificados, esto es
declarados justos por Dios en base a los méritos de Cristo. La iglesia corintia estaba llena
de ese tipo de personas, igual que Grace Community Church. Eso éramos algunos de
nosotros, pero hemos sido lavados, y hemos sido santificados, y hemos sido justificados
porque Dios ha colocado su amor salvador en los pecadores y los ha perdonado.
He estado de pie en muchas ocasiones en este bautisterio que está atrás de mí, y abajo de
mis pies, y así como otros, y hemos bautizado a muchos que han sido librados de una vida
de pecado homosexual, una vida de sodomía. Por la gracia de Dios y mediante su amor
salvador, los pecadores homosexuales son redimibles, pueden ser recuperados, pueden
ser lavados, pueden ser separados de ese pecado y pueden vivir una vida pura. Se les
puede dar un corazón nuevo y pueden ser hecho aptos para el cielo.
Hace algunos meses atrás, estaba de pie en mi oficina, y estaba viendo a un pequeño
archivero que contiene los mensajes que llegan por teléfono, y me di cuenta que había
uno que decía: “Un joven acaba de llamar, y ha pedido que vayas al hospital para que lo
vayas a ver. Se está muriendo.” Y entonces decidí ir inmediatamente, y fui a Riverside
Drive, al pequeño hospital que está ubicado ahí, y entré por la puerta y le pregunté a la
persona que estaba en la recepción, en que habitación estaba. Caminé por el pasillo y
entré a la habitación y vi a este hombre que estaba en cama. Un hombre que no conocía,
pero podía verlo y pude darme cuenta de que estaba muriendo de sida. Él era casi piel y
huesos. Con los ojos hundidos, y los pómulos prominentes, casi sin vida.
Y conforme lo vi, mi atención se dirigió a otro hombre que estaba ahí en una especie de
una postura casual, ahí sentado en un pequeño sofá que estaba en la habitación del
hospital. Y le dije: “Mi nombre es John MacArthur.” En ese punto este hombre se apresuró
a salir de la habitación y dijo: “Los voy a dejar solos.” Me acerqué a la cama, sabiendo lo
que estaba a punto de oír, le tomé la mano y él me dijo: “Me estoy muriendo. No me
queda mucho tiempo. Tengo sida, y el cáncer está comiendo mi cuerpo rápidamente.” Y
después él irrumpió en lágrimas y dijo: “Pero tengo miedo de morir porque sé que voy al
infierno.” Él dijo: “He vivido una vida pecaminosa, homosexual, creo que por 26 años.”
Y me contó que tuvo una madre cristiana y un padre cristiano. Me contó que fue criado en
un hogar cristiano. Me contó que asistió durante 2 años a estudiar la Biblia en una
universidad. Me contó de toda la rebelión en su corazón, y los comienzos de ese pecado
homosexual, y como eventualmente lo llevó a ser sacado de esa universidad, en donde
estudió la Biblia a 26 años del peor tipo de pecado, viviendo en la médula de la comunidad
homosexual de los más ardiente. Y él dijo: “Ahora me estoy muriendo, y sé que me voy a ir
al infierno.” Yo le dije: “Cuéntame de la homosexualidad. Cuéntame. ¿Dime como la ves?
¿Dime lo que piensas de la homosexualidad?”
Y conforme él lloraba, me dijo: “Es un pecado. Siempre he sabido que es pecado. Lo odio.
Dios lo odia. Y condena a los hombres.” Y lo dijo una y otra vez acerca de eso. Supongo en
una media docena de maneras. Simplemente como una especie de confesión para su
propia alma. La confesión se sintió bien. Yo le dije: “David, ¿entiendes el evangelio de
Jesucristo, el evangelio salvador de Jesucristo?” Y él dijo: “Sí.” Y yo le dije: “Explícame el
evangelio.” Y él me reiteró sin vacilación alguna, cómo Cristo era Dios encarnado, nació y
murió y resucitó para nuestra salvación, y la eficacia de su muerte en la cruz, como un
sustituto para los pecadores. Y él lo conocía bien, y él entendió que la salvación era por la
gracia, mediante la fe, y solo Dios podía salvarlo a partir de su propia misericordia que de
manera voluntaria creía y estaba dispuesto a volverse de su pecado.
Yo le dije: “¿Estás dispuesto a volverte de tu pecado, arrepentirte, a clamar a Dios y
pedirle que te salve?” Él dijo: “Sí, sí, sí.” Entonces, yo le dije: “Bueno, la salvación es un
regalo que sólo Dios puede dar. Permíteme orar por ti y pedirle a Dios que te la de.”
Entonces, comencé a derramar mi corazón y conforme yo sostenía su mano y oraba, él
estaba apretándome la mano de manera fuerte. La emoción de su corazón se manifestaba
en la mano, y le rogué al Señor que mostrara Su gracia y lo salvara, y que le perdonara
toda su vida de iniquidad horrenda y que lo librara. Y oré por un buen tiempo, después de
lo cual él comenzó a orar una especie de oración mezclada con lloro. Y confesó su pecado
de nuevo, probablemente media docena de veces al Señor. Y le regó al Señor que fuera
misericordioso y lo perdonara por la manera en la que él había blasfemado Su nombre, y
había rechazado el evangelio y había vivido en pecado.
Este hombre, evaluado de todo ángulo posible era un homosexual que se había entregado
de manera total a este pecado, y había pecado en maneras que van más allá de cualquier
descripción. Y él está clamando por misericordia. Después de que su oración se acabó,
hubo una paz y calma que vino sobre su corazón. Y conforme él habló sus ojos, en cierta
manera se limpió sus lágrimas, una sonrisa iluminó su rostro. Y él estaba viendo la pared y
él se mantuvo mirando a la pared con esa pequeña sonrisa en su rostro. Y yo le dije, “¿qué
estás viendo?” Él dijo: “Estoy viendo el calendario, porque quiero recordar el día de mi
nuevo comienzo.”
Y después él reiteró que él percibía que Dios lo había salvado, que él había aceptado por
fe el hecho de que, si él había confiado en Cristo, Dios lo salvaría en su misericordia. Y
creyó en ese momento que él había sido convertido. Creo que fue en un día, o después, a
partir de ese momento que Lance Quinn llevó un libro de El Evangelio Según Jesucristo,
para que él lo pudiera leer y lo pudiera entender de manera completa, y que se asegurara
que su fe era real. Y unos cinco días después del día que había orado con él, él se había
ido. Había muerto.
Pero yo le dije ese día ahí, al lado de la cama, yo le dije: “Ahora que te has convertido en
cristiano, ¿qué va a ser diferente?” Él dijo: “Mi vida entera va a ser diferente.” Él dijo: “La
primera cosa es que mi vida entera está entera de personas que viven en un mundo
homosexual. El hombre que estaba aquí cuando llegaste es mi amante. Mi enfermero
aquí, es un homosexual y la Asociación de Sida me ha enviado a un trabajador de sida para
que esté conmigo estos días, quién también es un homosexual. Toda persona en mi vida
es un homosexual. Él dijo: “Ahora tengo la responsabilidad de decirles a todos del pecado
en el que están involucrados, y llamarlos a que todos vengan a Cristo. Dios le dio cinco
días para hacer eso, y después se fue.
Permítame decirle algo. Una de las tragedias supremas de nuestra época es dejar de
clasificar la homosexualidad como un pecado, porque cuando dejas de clasificarlo como
un pecado, los aíslas de la fuente de su salvación. Es un cambio de clasificación
condenador. Usted no está siendo amable con los homosexuales al llamarlo un estilo de
vida alternativo, una preferencia sexual. Usted no está siendo amable con ellos al hacer
eso, eso no es amable, eso no es considerado, eso no es amoroso. Eso es condenador. El
gesto más amable que usted jamás podría decirle a alguien involucrado en el pecado
homosexual, es que es un pecado que te va a condenar y te va a excluir del reino de Dios
para siempre. Ese es el gesto más amable que le podría decir usted. Un diagnostico
apropiado es absolutamente crucial. Esta no es una orientación sexual alternativa, este no
es un estilo de vida alternativo. Esta no es una situación genética, esto es pecado y
perversión que condena las almas de los hombres y las mujeres.
El movimiento masivo por apaciguar la culpabilidad y, o liberar la lujuria sin refreno, o
liberar a los homosexuales para que vivan como quieran, y para que se sientan bien al
respecto, al definir su conducta sexual blasfema como nada más que un estilo de vida
alternativo, es algo condenador. Cómo veremos más adelante, aquellos que promueven
derechos homosexuales, tendrán la sangre de homosexuales muertos en sus manos. La
homosexualidad es una lujuria insaciable. Es un deseo que va más allá de cualquier cosa
que la gente heterosexual experimenta. Y estas personas no solo están tratando de
justificar su propia lujuria, sus deseos sin refreno, insaciables, sino que están tratando de
venderlo al resto de la gente, porque eso entonces se convierte aun en una justificación
mayor, entre más lo pueden normalizar.
Y entonces, se lo están vendiendo a sus hijos, a los de usted. Leí esta semana que Star
Trek II, La Segunda Generación, o sea como sea que es llamada, ha incluido en la lista de
actores a dos homosexuales para que vivan en la nave espacial, porque son personas
también y necesitan una consideración apropiada. Hay comedias de situaciones en la
televisión en las que, no los actores y las actrices, puedan ser homosexuales, no lo sé, pero
las partes que ellos actúan son partes de homosexuales, para normalizar eso. El gobierno
está patrocinando todo tipo de grupos que promueven la homosexualidad. Las escuelas
públicas en nuestra propia ciudad están llenas de promoción de derechos para la
homosexualidad.
La Asociación de Estados Unidos de Educación Nacional, es una asociación de promoción
homosexual que se esfuerza por colocar a personas que promueven la homosexualidad en
escuelas públicas, para ayudarle a los niños que tienen propensidades en esa dirección, y
para asegurarse que tengan la libertad de que hagan eso sin conocimiento de los padres
en absoluto. Quieren hacer homosexuales de sus hijos, quieren normalizar esto. Quieren
que todo mundo siga esto porque los hacer sentirse mejor, más seguros. Los políticos
buscan el voto homosexual al promover los derechos homosexuales.
Eso es algo absolutamente inconcebible. Quieren que aceptemos la noción de que los
homosexuales constituyen una minoría legítima, como la gente de piel oscura o la gente
hispana o cualquier otra raza, y que los homosexuales han sido un grupo en contra del
cual se ha discriminado de manera injusta. Y debido a la discriminación injusta, ahora se
les debe compensar por lo que han sufrido, o que ahora merecen algún tipo de trato
especial bajo la ley. Una campaña de propaganda masiva está dirigida a hacer que la
sociedad y la iglesia crea que la práctica homosexuales normal, moral y apropiada para
algunas personas, para muchas personas. Quizás para usted.
Los homosexuales, dicen ellos, simplemente son otra minoría y deberían disfrutar todo
derecho humano, y toda libertad humana, y se les debería permitir que expresaran sus
actos sexuales como cualquier otra minoría tiene el derecho de expresar libremente su
legado cultural. Claro que esto es ridículo, no son una raza de personas. Esto no es un
asunto racial, esto no es un asunto social, son personas que están desviadas moralmente.
Tienen una perspectiva del sexo, pervertida y quieren identificarla como si fuera una
minoría racial.
¿Debemos tener derechos como minoría para los homicidas? ¿Qué hay acerca de los
traficantes de drogas? Ellos tienen cierta orientación. ¿Qué hay acerca de los abusadores
de niños? Ellos tienen una preferencia sexual. ¿Qué hay acerca de los violadores? Ellos
tienen una preferencia sexual. Ellos tienen una orientación sexual. ¿Deberían tener ellos
derechos civiles? ¿Deberían ser compensados por la manera en la que hemos estado
tratándolos? Es absolutamente ridículo.
Permitirles expresar su preferencia en la manera en la que lo hemos hecho, se ha
convertido en la causa de la epidemia más devastadora en términos de salud pública en la
historia de esta nación. Permitirles expresar sus preferencias se ha convertido en la causa
de lo que será la erupción más devastadora en términos financieros, en el campo de la
salud médica, que jamás ha conocido, y amenaza con llevar a la bancarrota a todo Estados
Unidos, conforme tratamos de pagar por la epidemia del sida.
Permitirles expresar su preferencia va a llevar a decenas de miles, sino hasta millones de
niños y jóvenes al foso de la perversión, todo bajo la tolerancia del Estado, y la Dirección
del Consejo Educativo. Junio, en Los Ángeles, en las escuelas públicas fue el mes del
“orgullo homosexual”, y lo será todo mes de junio desde ahora en adelante. Este tipo de
conductas simplemente es la expresión de locura sexual, torcida y sin refreno. Y hablaré
más de eso esta noche. Cuando digo que es lujuria sexual torcida, y sin refreno, quiero
decir exactamente eso. Entiendo que la fornicación es un pecado y entiendo que el
adulterio es un pecado, en el área sexual, pero hay proporciones en el pecado homosexual
que va más allá de lo que puedo entender.
Podría seguir y seguir con una lista de estadísticas, pero no es necesario, simplemente
unas cuantas van a ser suficientes para darle el sentido de lo que es la naturaleza sin
refreno de esta lujuria. El homosexual promedio, ha tenido relaciones con más de 500
personas diferentes. En Los Ángeles, el cual está por encima del promedio, el homosexual
promedio ha tenido relaciones sexuales con 300 personas diferentes al año, casi una por
día. Y esas son personas diferentes. El treinta por ciento de ellos ha tenido relaciones
sexuales con más de 1,000 personas diferentes, y muchos de ellos con más de 1,500.
Dejaron de contar cuando alcanzaron a 1,600 personas. La conducta de los actos que
cometen no tiene límites, en las casas de baños de homosexuales de San Francisco, en
dónde el sida realmente nació y se desarrolló, y a partir de ahí se esparció por todos
comenzó en una pequeña comunidad de personas en esas casas de baños.
Las estadísticas son bastante interesantes. Los homosexuales ahí tenían un promedio de
tres noches por semana, en la casa de baño; estos son números muy conservadores. Un
médico me dijo eso ayer. Estaban en promedio tres noches en la casa de baño por
semana, y cada noche de manera conservadora, tuvieron entre 10 a 30 encuentros
sexuales. Proyecte eso a lo largo de 52 semanas al año y usted puede ver como
literalmente se mataron los unos a los otros. Simplemente esparciendo su enfermedad
ahí, por todos lados. Y cuando salieron de ahí, se la llevaron al resto de la nación y al resto
del mundo. Todo acto concebible, e inconcebible está incluido.
A usted probablemente le interesaría saber que del promedio de 500 parejas con quienes
un homosexual tiene relaciones, la mayoría de ellos son anónimos. En la casa de baños
homosexuales, entre los 10 y 30 que usted tiene cada noche, todos son anónimos. Usted
ni siquiera ve a la persona con la que usted se involucra. Esto no se parece en nada a un
genio, dicen que la homosexualidad es una especie de genio genético. No me parece, no
se oye como algo de genios, para mí. No es algún tipo de asunto heredado, es lujuria sin
refreno, torcida y no contenida. Le podría dar a usted más estadística, pero creo que usted
tiene suficiente para entenderlo. Ya no va a ayudar el discutir el problema. Estamos muy
conscientes de él.
Estoy aquí para decir esto, este pecado vil, miserable, impío, como cualquier otro pecado
vil, miserable, impío es perdonable por la gracia de Dios. Eso es lo que quiero anunciar.
Jesucristo murió en la cruz, y en su cuerpo él llevó los pecados de homosexualidad. Él llevó
en su propio cuerpo nuestros pecados en la cruz. No sé si usted lo ha pensado así, pero
piense en el horror de lo que él llevó, y él lo hizo para que él pudiera redimir
homosexuales. Pero para recibir ese perdón, el pecador tiene que ver lo que él está
haciendo, como un pecado. Y mientras que cubramos lo miserable y lo pecaminoso que
es, estamos ayudando y contribuyendo a la condenación. Y esa es la razón por la que hay
culpabilidad de la sangre.
Hablamos de la semana pasada, de lo que culpable que es Estados Unidos, de la sangre de
los niños que son matados en el aborto, y creo que llevamos la culpabilidad de la sangre
por la ejecución de homosexuales que va a venir por manos del Dios Todopoderoso, y ya
está viniendo mediante el sida, porque aquellos que han promovido eso como un estilo de
vida alternativo, oh un derecho civil, llevan algo de la culpabilidad. Hay casi un esfuerzo
incansable por parte de los homosexuales, son apasionados y son violentos, en tratar de
probar que este es un tipo de vida normal para ellos, porque tienen que enfrentar una
culpabilidad tan insoportable, por tratar de probar que es genético, es algo heredado, que
de alguna manera está en los genes, o en los cromosomas.
Permítame resumirlo todo al decir esto, he leído muchas cosas de esto, el meollo es este,
no hay prueba en absoluto en ninguna esfera científica de que esto es genético. No hay
diferencia fisiológica que se puede verificar entre un homosexual, y un heterosexual. Y
también a usted le podría interesar saber que la mayoría de los homosexuales también
tienen relaciones sexuales con el sexo opuesto. Es una decisión. Y veremos eso en esta
noche.
Hay mucha investigación falsa que está siendo llevada a cabo, por parte de homosexuales
tratando de hacer que esto parezca genético. Ninguno de ellos ha tenido éxito a nivel
científico, ni lo tendrán, porque la Biblia nos dice que es un pecado. Es pecado. ningún
esfuerzo realizado en la investigación, ningún esfuerzo realizado en el estudio de la
endocrinología, ningún esfuerzo realizado en reexaminar la ciencia, ningún esfuerzo
realizado en racionalizar esto va a cambiar lo que Dios dice, es pecado. Es pecado. Usted
puede estar seguro de que cuando usted oye algo de esta investigación, de que, si ha sido
realizado por los homosexuales, o inclusive si ha sido realizado por promotores
homosexuales, o promotores de la homosexualidad, han falsificado la información, si ellos
pueden probar de alguna en manera alguna que de alguna manera esto podría suceder
genéticamente. Es pecado. No es algún tipo de orientación heredada.
Ahora, regresemos a 1 Corintios 6 y veamos de manera específica, dos palabras. En el
versículo 9, está la palabra ‘afeminados’, seguida de la frase ‘los que se echan con
varones’, o también traducido ‘homosexuales’. Estas son dos tipos de personas que no
entran al reino de Dios. Afeminados es “malakos”, la palabra significa ‘suave’. Y llegó a
significar ‘afeminado’ o ‘femenino’, un hombre que actúa como una mujer, quien es
suave, femenino. También se convirtió en un término técnico para la persona pasiva en
relaciones homosexuales, el que adopta la función femenina.
Arndt y Gingrich uno de los léxicos clásicos, dice que la palabra también incluyó a hombres
y niños que se permitieron a sí mismos convertirse en prostitutos masculinos para los
homosexuales. Cómo puede ver, hay hombres y niños que realmente no desean la
homosexualidad tanto como desean el dinero. Y entonces se prostituyen a sí mismos para
los homosexuales. Quizás ellos no tienen esa misma pasión, ese mismo deseo consumidor,
pervertido, que los homosexuales tienen, pero se van a vender a sí mismos a ellos; esa
palabra los incluiría a ellos, ‘prostitutos masculinos que son los que adoptan una función
pasiva para servir a los homosexuales agresivos, o personas que adoptan una función
pasiva que son homosexuales que adoptan la función femenina; los afeminados.
Y después, la frase que dice ‘los que se echan con varones’ o también traducida
‘homosexuales’, arsenokoites, simplemente significa eso, alguien que tiene una relación
con el mismo sexo. Este es un hombre que tiene relaciones con un hombre. Pablo dice,
ese tipo de personas no entran al reino. Y él realmente ha cubierto todo, al homosexual
activo, agresivo, al homosexual pasivo, que acepta, suave, afeminado. El que de manera
agresiva se involucra en eso, el que es la parte pasiva, el tipo de homosexual macho, y el
homosexual suave, afeminado, todos ellos están excluidos del reino. No lo heredan, ¿por
qué? Porque ese tipo de patrón de pecado, excluye del reino de Dios. Nunca pertenecerán
al reino de Dios con toda su bendición y toda su gloria.
La iglesia entonces, tiene que decirle a la gente que la puerta del reino está cerrada si
usted vive así. Si esa es su decisión y usted no está dispuesto a reconocerlo como pecado y
arrepentirse de él, y doblar la rodilla y aceptar el perdón de Cristo, usted va a quedar
afuera del reino de Dios. La iglesia debe, como la que guarda la puerta, anunciar eso.
Tenemos que decirles a los homosexuales, “Si continuas en ese estilo de vida, si continuas
en ese patrón de vida, y escoges vivir de esa manera, la puerta del reino de Dios se te va a
cerrar. Si estás dispuesto a arrepentirte, venir a Cristo para el perdón de pecados y ser
lavado y limpiado, la puerta del reino está abierta. Cómo los que guardamos la puerta,
como los porteros, como los que tienen la llave del reino, como los que abren y cierran, la
iglesia y sus líderes deben dar ese mensaje.
Lo triste es que la iglesia, en muchos casos, no lo está haciendo. De hecho, la iglesia en la
actualidad se ha convertido en un promotor de los más importantes de derechos
homosexuales. Inclusive en la Iglesia Católica, tiene una organización en su interior
llamada “Dignidad”, la cual promueve los derechos homosexuales. Las iglesias
protestantes ciertamente tienen a sus grupos promotores. El Concilio Nacional de Iglesias,
el cual está constituido de iglesias liberales, iglesias liberales de denominaciones
generales, niega que la homosexualidad es un pecado. Y de esta manera son parte de la
conspiración condenadora, uniéndose a Satanás en condenar a los homosexuales, porque
se rehúsan a reconocer el pecado que los condena. Denominaciones grandes, los
Metodistas, los Episcopales, los Presbiterianos, ordenan homosexuales, ordena lesbianas,
y tienen grupos promotores de homosexuales, los llaman.
Recientemente, cuando estuve en el área de Raleigh-Durham en Carolina del Norte, para
algunas juntas, me enteré de una iglesia Bautista del Sur local, que había casado a dos
homosexuales el uno con el otro, y había ordenado un homosexual para predicar. La
iglesia fue expulsada de la Asociación Bautista del Sur, los Episcopales homosexuales
recientemente tuvieron su Convención en Houston, tienen una Asociación entera que
puede obtener su propia Convención. El pastor Metodista Unido en Thousand Oaks, leí en
el periódico el otro día, Terry Bushard es su nombre, dijo y cito: “Un homosexual es
bienvenido en esta congregación y va a tener todo derecho y privilegio.” (fin de la cita)
Los cuáqueros, los cuáqueros de la antigüedad, legalistas, piadosos, una de sus
organizaciones dice, y cito: “La homosexualidad no es más deplorable que ser zurdo.”
Ahora, no sé lo que eso le dice a ustedes que son zurdos, no lo pensaría por mucho
tiempo. Estos grupos promotores y estas organizaciones dentro de la iglesia, dentro (entre
comillas) el “cristianismo” inclusive van más allá de esto. Odio decir esto, pero lo voy a
decir para que usted entienda el nivel de esta conspiración, hay un esfuerzo más bien
fuerte por parte de algunos teólogos, para probar que el apóstol Pablo era un homosexual
reprimido.
El apóstol Pablo, dicen, estaba luchando con sus propios deseos sexuales, y nunca lo
resolvió y por lo tanto se convirtió en un homosexual reprimido que se odiaba a sí mismo.
Y esa es la razón por la que él habló en contra de la homosexualidad, era un complot para
cubrir lo que él no entendió, y esa es la razón por la que él era tan anti-mujer. Su
tendencia anti-mujer meramente fue una expresión de su verdadera homosexualidad,
pero él realmente nunca lo entendió y entonces él estaba enojado en contra de las
mujeres y los homosexuales.
Inclusive hay una denominación para los homosexuales “cristianos” (entre comillas). Hay
una organización en Nueva York llamada La Preocupación de los Evangélicos, la cual es
una asociación para homosexuales fundamentalistas evangélicos, sea lo que sea que es
eso. La denominación para “cristianos homosexuales” (entre comillas), es llamada La
Iglesia Metropolitana. Hay varias iglesias de Comunidad Metropolitana. Troy Perry fue su
fundador. Nunca olvidaré el día en el que me prepararon para debatir con Troy Perry, fue
preparado en Hollywood, en el edificio de Publicaciones Peterson, ahí en Sunset
Boulevard.
Y él venía con Ralph Blair quien era el presidente de La Preocupación de Evangélicos, y
esta organización de Nueva York, supuestamente con muchos evangélicos homosexuales
bien conocidos que eran parte de la organización, su consejo directivo en la parte de abajo
tenía unos cuantos nombres y muchas líneas en blanco de personas que no habían salido
aún del closet, él dijo. Y era para discutir la homosexualidad, Troy Perry siendo el
representante de la Iglesia Metropolitana de la Comunidad, y entonces nos sentamos uno
en frente del otro en la mesa. El moderador del debate era Sherwood Wirt,
eventualmente fue publicado en una publicación cristiana. Él en ese entonces era el editor
de la revista Decisión, la revista de Billy Graham, y comenzamos la discusión.
Antes de la junta se me dio cierta información acerca de Troy Perry, era muy importante y
quería mantenerla hasta el momento correcto. Entonces entramos en esta discusión y la
primera parte de la discusión fue que la Biblia era anticuada, es un documento antiguo,
fue escrito en una época no sofisticada en la que la gente realmente no entendía los
fenómenos contemporáneos, sociológicos, y no estaban metidos en la psicología y
entonces no muestran nada más que una tendencia primitiva en contra de la
homosexualidad, y eso muestra que es un libro que está anticuado y necesitamos
actualizarlo. Es verdad en asuntos espirituales, pero cuando habla de ese asunto,
demuestra que es antigua y su incapacidad de enfrentar la naturaleza sofisticada del siglo
veinte. Ese fue su dialogo básico.
Y lo que estaban diciendo básicamente, el meollo, era que Dios todavía no se ha puesto al
día con las cosas. Él es muy anticuado, y necesita sentarse a los pies de algunas de estas
personas, para que Él pueda aprender lo que ha pasado últimamente. Esa es la médula. Y
lo discutí a ese nivel y dije: “Realmente me estás diciendo que Dios está fuera de toque,
está distante de la realidad” Y discutimos eso. Y después surgió el asunto de que, si aun si
concedes que la homosexualidad es una especie de propensidad dada por Dios, ¿no hay
alguna regla para cómo te conduces? ¿simplemente andas por todos lados entrando y
saliendo de bares de homosexuales, y entrando y saliendo de casas de baño, y entrando y
saliendo de relaciones y en callejones y baños y cualquier cosa así? ¿No hay ningún límite?
Y después se metieron en esto. “No, debería hacerse, una persona debería tener una
pareja de por vida. Y creemos en la homosexualidad monógama.” Y entramos en esta
parte de la discusión. Y en ese punto en particular yo dije: “Quiero que lean algo.” Y saqué
este periódico que se me había dado, que relataba el patrón de vida de Troy Perry, lo cual
consistía en meterse en callejones, baños, casas de baño, usted lo diga, todo. Y
simplemente comencé a leerlo. Yo dije, “Este es el registro de tu asistente, tu asociado en
la iglesia. Y esto es lo que me dice que es tu estilo de vida. ¿Es esto correcto?” Y comencé
a leerlo. En ese punto él se me acercó ahí por encima de la mesa, y tenía a alguien
conmigo también, Mike Ryan, quien era un jugador de fútbol americano profesional que
traje para la cita. Y Mike simplemente se levantó y Troy Perry se dio la media vuelta y se
fue.
Y eso fue todo. Se acabó la discusión, se acabó el debate. Un esfuerzo por parte de ellos
de hacernos creer que esto es algún tipo de algo amable, que ellos fueron hechos de esta
manera por Dios, y es un regalo de Él, y viven estas vidas morales. Y la realidad del asunto
es que no es cierto, no es así. Oh, podrían haber algunos que solo tienen una pareja, esa
no es la regla, ese es de manera insignificante la excepción. Esta iglesia, esta iglesia de la
Comunidad Metropolitana enseña que la homosexualidad es un regalo de Dios, enseña
que Jesús nunca fue hostil hacia las lesbianas y los homosexuales, enseña que David y
Jonatán fueron homosexuales, Ruth y Noemí fueron lesbianas, y Sodoma fue destruida
por una falta de hospitalidad.
Y quiero decirles algo, es un principio espiritual simple: para los puros todas las cosas son
puras, para los impíos todas las cosas son impías. Pueden hacer que toda relación pura se
vea impía. Ese es su objetivo. Pero aquí está la iglesia, uniéndose a ellos. Había otro
hombre ahí, de la iglesia presbiteriana, que estaba ahí al lado de la gente de la iglesia de la
Comunidad Metropolitana promoviendo su teología con ellos. Cómo puede ver, en el
nombre de Jesucristo, estas iglesias, y estas (entre comillas) “organizaciones cristianas”
que quieren afirmar la homosexualidad, se están uniendo a la multitud condenadora que
está tratando de negar el pecado y la negación del pecado condena el alma. Pero si vemos
esto como pecado, entonces vemos que puede ser perdonado. Los homosexuales deben
tener una vida insoportable. La culpabilidad debe ir más allá de la imaginación, pero hay
liberación. Pueden ser liberados.
Esto no es nada nuevo, por cierto, Pablo enfrentó esto, estaba por todos lados. Cuándo él
dice aquí que los afeminados, ni los que se echan con varones heredarán el reino de Dios,
él no está hablando de algo que la gente no está haciendo, él está hablando de algo
común. Sócrates fue un homosexual muy activo, como lo fueron la mayoría de los líderes y
filósofos griegos. Platón escribió una sección entera en su Simposio, acerca del amor
homosexual. Los historiadores nos dicen que Alejandro Magno tuvo amantes tanto
hombres como mujeres, como también lo tiene la mayoría de los homosexuales. Y su
ejército, los soldados que estaban bajo su mando, también estaban involucrados en la
homosexualidad. Y entre más tiempo estaban lejos, meses, y algunas veces años en sus
campañas, más se esparció y más descarada y vil se convirtió la homosexualidad.
Y algunos historiadores le dirán a usted, cuando usted los lee, que una de las cosas en esos
ejércitos, que hacía que pelearan de una manera tan agresiva, era que no estaban
protegiendo su país, o su general, estaban protegiendo a sus amantes soldados
homosexuales. Y usted ve que eso también sucede en la actualidad en las cárceles de
nuestra nación. El amante de Julio César, fue el rey Nicomedes. Tanto Gibbon como
Toynbee escriben que una de las mayores contribuciones a la caída del imperio romano,
fue la homosexualidad.
Suetonio dice, el historiador, que catorce de los primeros quince Césares fueron
homosexuales. Estaba por todos lados en el tiempo de Pablo. Por todos lados. Nerón
quien habría sido el emperador que estaba ejerciendo su mandato cuando Pablo escribió
esto, había tomado a un niño llamado Esporo, y lo había castrado y se había casado con él,
con toda una boda, y vivió con él como su esposa. Él debió haber sido una buena esposa,
porque el César que lo siguió lo escogió como su esposa.
El mundo de Pablo no fue diferente en absoluto, del nuestro. La homosexualidad estaba
por todos lados. Y él la confrontó como pecado, y él dijo es el pecado, así como cualquier
otro pecado, que te mantiene afuera del reino de Dios. Pablo no era un homófobo que
reaccionó de manera excesiva porque él era un homosexual reprimido, y tampoco lo soy
yo. Él fue fiel a lo que él sabía que la Palabra de Dios enseñaba. Él fue fiel a lo que el
Espíritu Santo lo inspiró a decir, era pecado. Y hasta que es enfrentado como pecado, no
puede ser resuelto. ¿Qué dice Dios acerca de esto? regresemos y descubrámoslo.
Deuteronomio capítulo 22 es un buen lugar en dónde comenzar. Deuteronomio capítulo
22. En algún punto en su pasado, y si usted ha estado en una iglesia fundamental o
evangélica, quizás usted oyó algún pastor referirse a este versículo, probablemente en
otro contexto. Versículo 5 de Deuteronomio 22 dice, “No vestirá la mujer traje de hombre,
ni el hombre vestirá ropa de mujer…” Ahora siga esto, “…porque abominación es a Jehová.
Porque cualquiera que esto hace…” se ve raro… ¿es eso lo que dice? No, “…porque
abominación.” “Porque cualquiera que hace estas cosas…” debe ir camino a una fiesta.
No. “…porque cualquiera que esto hace…” ¿es qué? “…abominación es a Jehová su Dios.”
Es repulsivo y desagradable para Él.
Ahora, “no vestirá la mujer traje de hombre.” La primera vez que oí a alguien referirse a
esto, estaban predicando un sermón acerca de porque las mujeres no debían usar
pantalones. No significa eso. ¿Me permite recordarle algo? En tiempos antiguos los
hombres usaban faldas, esa es una interpretación ridícula de esto. Todo mundo usaba
faldas, nadie usaba pantalones. De eso no está hablando. No obstante, había cierto estilo
en la ropa de los hombres, y cierto estilo en la ropa de mujeres. Pero el hebreo dice, “Una
mujer no usará (literalmente) aquello que le pertenece a un hombre”. Sean armas, o
implementos, o herramientas, o ropa, o prendas de ropa, o sea lo que sea que manifiesta
la distinción del sexo de uno, esa es una abominación para Dios.
Hoy día llamamos a la gente que hace esto ‘trasvestis’, una persona que intercambia su
vestido por aquello del otro sexo porque induce cierto tipo de emoción o satisfacción
sexual, sexual pervertida. Los hombres deben ser masculinos, y las mujeres deben ser
femeninas. Y Dios los ha hecho hombre o mujer, varón y hembra los creó. Y esa es la
manera en la que él quede que se queden. Y Satanás quiere borrar y confundir y pervertir,
y torcer eso. Vemos eso en la comunidad homosexual en la actualidad, por todos lados.
De hecho, les encanta vestirse con la ropa del sexo opuesto. Los hombres se ponen esa
ropa de mujer, y desfilan públicamente bajo el título de ‘reinas de trapos’.
Nunca olvidaré una ocasión en la que estuve en la gira infame de Hawái 5–0 en Honolulu.
Uno de los oficiales me estaba llevando para ver cómo era Honolulu de noche. Y él dijo,
quiero llevarte a un área para que veas algo que no vas a creer. Y entramos en esta área, y
aquí las calles estaban llenas, por filas, de docenas de personas en bikinis, con tacones
altos, y con peinados ostentosos, y con mucho maquillaje. Y conforme me acerqué iba
caminando con este oficial, vi que todos eran hombres. Se presentan así mismo de esa
manera en las calles, en sus desfiles de orgullo homosexual por todo el país, se visten así,
algunas veces usted los ve en las calles y ni siquiera lo sabe. Algunos de ellos se presentan
como reinas en su vestimenta, conforme lo hacen en público. Algunos de ellos se
presentan como mujeres y lo hacen en público. Algunas de las mujeres se visten como
hombres y usted los ve y se pregunta si son hombres o mujeres.
Lo hacen en público, y hay algunos que lo hacen en privado, y manifiestan ese tipo
nauseabundo de actitud en el que se meten los hombres cuando usan la ropa de sus
esposas y hacen cosas extrañas como esas. Ese tipo de situación molesta a Dios, es una
abominación para Dios, porque es un intento por borrar las distinciones que Dios ha
ordenado. El escritor antiguo Maimonides menciona que un hombre se visitó en ropa
elegante de mujer, y venía con frecuencia y adoraba a Venus y a Astoret, y las mujeres
vestidas en armaduras de hombres venían a honrar a Marte. Eso es tan típico en la religión
de misterio antigua, porque todo era parte de su cultura pagana. Satanás domina el
mundo, él domina la cultura pagana, y él quiere torcer y pervertir la identidad sexual. Dios
dice, “Si haces eso, es una abominación para mí.”
Observe el capítulo 23, versículo 1, aquí usted encuentra otro asunto. “No entrará en la
congregación de Jehová, el que tenga magullado los testículos, o amputado su miembro
viril.” Ahora, usted tiene que hacer la pregunta, ¿quién tendría amputado su miembro
viril? ¿quién haría esto? ¿un homosexual? Son llamados en la actualidad, transexuales.
Solían ser llamados eunucos. Oh era hecho de una manera religiosa algunas veces.
Algunas veces los padres en las sociedades paganas, castraban a sus niños de diez años,
para que pudieran estar dedicados a los dioses en el templo, y no tener que preocuparse
entonces porque estuvieran jugando con las sacerdotisas que ofrecían sus servicios a los
clientes que pagaban.
Algunas veces un rey, quien tenía un harén, quería algunos hombres ahí, que cuidaran de
algunas de las necesidades del harén, y en contra de su voluntad los castraban, para que
no pudieran hacer nada con las mujeres en el harén. Entonces, los eunucos tenían lugares
en los harenes, y tenían lugares en los templos paganos, inclusive desde el tiempo en el
que eran jóvenes. Pero creo que lo que usted tiene aquí es alguien que ha pedido que
alguien le haga esto, y la implicación sería no solo la posibilidad de adoración pagana aquí,
ciertamente esa es una posibilidad, pero también la implicación de la posibilidad de una
perversión homosexual. No nos dice específicamente, pero usted tiene aquí una intención
quirúrgica para quitar la identidad masculina. Hoy día estos transexuales dicen: “Bueno,
realmente soy una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. Y entonces tengo que
arreglar mi cuerpo.”
En tiempos antiguos la gente era castrada para su religión, era castrada debido a que
tenían un deber, era castrada debido a su deber quizás a un rey, o eran castrados por su
propia voluntad, porque encajaba con su perversión. Y dice aquí, uno que ha hecho esto
“no entrará en la congregación de Jehová.” Si usted es un transexual, eso encaja con su
idolatría y su preferencia sexual, usted no va a entrar en la congregación del Señor.
¿jamás? ¿quieres decir que alguien que ha tenido una operación de cambio de sexo,
jamás, jamás, jamás, entrará en la congregación del Señor?
Vea Isaías 56; Isaías 56, eso significa que no pueden entrar al reino, que no pueden tener
una relación con Dios, que no pueden irse al cielo. No pueden adorar al Dios verdadero.
Observe Isaías 56, versículo 3. Regrese al versículo 1 por un momento, a la mitad del
versículo Dios dice: “Cercana está mi salvación para venir.” Voy a traer salvación. Ahora,
vaya al versículo 3: “Y el extranjero que sigue a Jehová, no hable diciendo ‘me apartará
totalmente Jehová de su pueblo.” Usted no tiene que decir eso. Si usted dice, “soy un
pagano”, he venido aquí para vivir en Israel, he venido aquí para adorar en el templo, he
venido aquí para honrar al Dios verdadero, pero Él probablemente me va a expulsar.” No
diga eso. No haré eso, Dios dice.
Versículo 3, “Ni diga el eunuco, el transexual, diga, “he aquí, yo soy árbol seco. No hay
esperanza para mí.” Fui castrado, nunca podré entrar en la congregación de Dios, nunca
podré caminar con Él. Isaías dice, “No digan eso.” ¿Por qué? versículo 4, “porque así dijo
Jehová. A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y
abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor
que el día hijos e hijas. Nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. Los salvaré, si
vienen a mí, si se aferran a mi pacto, si escogen lo que me agrada.
Entonces, alguien cuyos órganos habían sido cortados, y de esta manera había
contaminado la imagen de Dios, puede ser perdonado. Puede ser perdonado, si vienen al
Señor. Estaba bautizando el miércoles por la noche, ahí en el Centro de Familia, antes de
que tuviéramos este edificio, y siempre entrevistaba a la gente que venía para ser
bautizada, pero esta noche me había retrasado, creo, y no tuve la oportunidad de hacerlo.
Entonces alguien más lo hizo y simplemente llegué para hacer el bautismo.
Entonces esta dama entró y dio su nombre, y creo que el nombre era Carla, y la voz se oía
extraña, y los gestos se veían extraños. Esta persona dijo, “Bueno, yo estoy aquí porque
quiero dar testimonio de mi fe en Cristo y ser bautizada. Dio un testimonio muy breve. Y
después simplemente bauticé a Carla. Pero me quedé profundamente turbado, y salí y le
dije a alguien, asegúrate de que esa persona venga a mi oficina inmediatamente después
de que se vista. La persona entró y yo le dije, “Solo quiero pasar unos momentos contigo,
tengo unas preguntas. ¿Está bien?” “Estoy turbado, quiero ser muy directo contigo. Tú
saliste del lado de las mujeres, diste un nombre femenino, pero creo que eres un
hombre.”
Y después entramos en una discusión acerca de que él supuestamente había tenido una
operación de cambio de sexo. Yo dije, “Ciertamente ni por un momento piensas que el
Señor Jesucristo va a aceptarte y santificar tu estilo de vida como un hombre, viviendo
como una mujer, en una relación homosexual, o relaciones.”
“Bueno, yo, yo siempre he sido una mujer, nada más que he estado atrapada en el cuerpo
de un hombre.” Yo dije, “No, siempre has sido un hombre. Y ahora eres un hombre
castrado, pero eres un hombre. Naciste como hombre y morirás como hombre. Y debes
vivir como hombre, y debes reconocer el pecado de lo que has hecho, y si reconoces el
pecado de lo que has hecho, y pides el perdón del Señor y te arrepientes y vienes a Él por
la fe, serás perdonado, y Él te mostrará gracia. Pero debes vivir como hombre, desaste de
esa ropa, consíguete ropa de hombre, y muestra la legitimidad de tu arrepentimiento de
corazón hacia Dios.” Nunca lo volví a ver.
Se apareció en otra iglesia cerca de aquí, le llamé al pastor y hablé con él, le conté la
historia y él tuvo que enfrentarlo. En la vida real hay gente que hace esto. El reino está
abierto a ellos sí reconocen el pecado de lo que han hecho y hacen lo que le agrada a Dios.
Bueno, hablamos del transexual y del travesti, entremos al asunto del homosexual. Esos
son componentes de la vida homosexual. El asunto real es confrontado de manera frontal
en Levítico capítulo 18, Levítico capítulo 18. Y el versículo 22 no podría ser más explícito,
Dios está dando leyes aquí, leyes en contra de impiedad y pecado. Versículo 22, “No te
echarás con varón como con mujer. Es abominación. Ni con ningún animal tendrás
ayuntamiento, amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para
ayuntarse con él, es perversión.”
Le vuelvo a decir, Dios no inventa mandatos acerca de cosas que la gente no hace. Este
tipo de bestialidad, y este tipo de homosexualidad, siempre ha sido parte de la vida
humana. Cómo veremos en esta noche, cuando veamos Génesis 19, en la historia de
Sodoma, la ciudad entera estaba entregado a esto. Era la precursora de San Francisco. Él
dice, “No lo hagas. Es una abominación acostarte con un hombre, como te acuestas con
una mujer. Es una abominación tener relaciones sexuales con un animal, es perversión.
Después sigue el versículo 24, “En ninguna de estas cosas os amancillareis pues en todas
estas cosas se han corrompido las naciones que yo hecho de delante de vosotros. Y la
tierra fue contaminada, y yo visité su maldad sobre ella. Y la tierra vomitó sus moradores.
Él dice, “Miren, les metí a esta tierra, les estoy entregando esta tierra y les estoy diciendo
la razón por la que pueden tener esta tierra es porque he expulsado a las otras personas, y
la razón por la que las he expulsado es porque así es como han vivido. Esto ha traído la
destrucción de la nación previa.
Obsérvenlas. Son homosexuales. Están involucrados en bestialidad. Están involucrados
en…” y el nombra otras cosas como incesto, y demás, están involucrados en eso. Ese es el
patrón de su vida y estoy expulsándolos, mi ira ha caído en ellos, y les estoy diciendo: “Si
ustedes no lo hacen, mi ira también caerá sobre ustedes. No escaparán, ellos no
escaparon, la homosexualidad contamina la tierra, y trae el juicio de Dios. versículo 26,
“Guardad pues, vosotros mis estatutos, y mis ordenanzas. Y no hagas ninguna de estas
abominaciones. Ni el natural, ni el extranjero que mora entre vosotros, nadie, porque
todas estas abominaciones hicieron los hombres de aquella tierra que fueron antes de
vosotros, y la tierra fue contaminada. No sea que la tierra os vomite por haberlo
contaminado, como vomitó a la nación que la habitó antes de vosotros. Porque cualquiera
que hiciera alguna de estas abominaciones, las personas que las hicieren serán cortadas o
matadas, de entre su pueblo.”
Van a morir si hacen esto.
Guardad pues mi ordenanza, no haciendo las costumbres abominables que practicaron
antes de vosotros, y no os contaminéis en ellas. Yo Jehová nuestro Dios. Este es Dios
hablando, haces esto, van a contaminar su tierra, contaminan su tierra, morirán. Lo
estamos viendo, ¿no es cierto? Lo estamos viendo. La gente dice, ¿es el juicio de Dios?
claro que es el juicio de Dios. ¿Es el sida el juicio de Dios? Claro que es el juicio de Dios.
toda la enfermedad venérea es el juicio de Dios incorporada en la esencia de la vida
humana. Haces esto, ¡morirás! Haces esto, ¡Yo destruiré tu tierra! Esto es una
abominación, este pecado es intolerable para Dios. Él no permitirá que se lleve a cabo sin
freno. Él juzgará con muerte a aquellos que lo cometen, y Él destruirá a una nación que lo
tolera.
Dígame en dónde está Estados Unidos a la luz del juicio de Dios. No va a mejorar para
nosotros en este país, los dias de la gloria se acabaron. Me parece que estamos
descendiendo rápidamente en el foso del juicio. Algunas de las personas de derechos de
homosexuales dicen: “Bueno, Jesús dijo que vino a abolir la Ley. Claro, esa es la ley del
Antiguo Testamento, pero Jesús vino a terminar la ley. No, él no vino a finalizar la ley, él
vino como el fin de la ley, el cumplimiento, la culminación de la ley. Él que vivió la ley
perfectamente. Y Él dijo, “Ni una jota, ni una tilde pasará de la Ley. Y él reitera la ley, Dios
la reitera en la inspiración del Espíritu Santo dada a Pablo, para escribir conforme el
escribe en 1 Timoteo 1:10, “La ley no fue dada para el justo,” versículo 9, “sino para los
transgresores,” versículo 10, “para los fornicarios”, para los sodomitas, los homosexuales.
La ley todavía está escrita para llamar a los homosexuales a rendir cuentas, eso es lo que
él está diciendo. 1 Timoteo 1:9–10. Nada ha cambiado.
La ley moral de Dios no ha cambiado, porque Dios no ha cambiado. Lo que es correcto
siempre ha sido correcto, y siempre será correcto. Lo que está mal siempre ha estado mal,
y siempre estará mal. La moralidad no cambia, porque Dios no cambia. Dios dijo, “si haces
esto contaminarás tu tierra. Si contaminas tu tierra, destruiré tu nación. Si haces esto,
morirás. Pero todavía hay misericordia, antes de la muerte hay misericordia, antes del
juicio para aquellos que se arrepienten.
Observe Levítico capítulo 20, y un versículo final, y después nos detendremos para esta
mañana. Capítulo 20 de Levítico, versículo 13, “Si alguno se ayuntare con varón como con
mujer, tener sexo con un hombre, un hombre teniendo sexo con un hombre, abominación
hicieron, ambas han de ser muertos. Eso es lo que dijo, “Mátalos.” Sobre ellos será su
sangre, merecen morir. La sangre vuelve a clamar por la muerte. La ley de Dios dice,
“mátenlos’. La ley de Dios dijo, “Sí matas a alguien debes morir, ¿verdad? cualquier
persona que mata a alguien mátenlo.
Le dije la semana pasada que, en el caso del aborto, la sangre clama del suelo y Dios la
oye. La matanza de los inocentes en Estados Unidos, conforme masacramos a bebés
pequeños, su sangre clama en contra de sus homicidas. Hay culpabilidad de sangre en
aquellos que mataron a esos bebés. Merecen morir. Escuchen esto. Hay culpabilidad de
sangre en los homosexuales. Y aquellos que promueven la homosexualidad y aquellos que
buscan derechos homosexuales, esas personas están contribuyendo y ayudando al pecado
condenador, y hay una culpabilidad de sangre que está ahí sobre la gente que no los
destruye.
Esta nación, en lugar de juzgar, de condenar, de castigar, la homosexualidad, la promueve.
Y de esta manera, la sangre de los homosexuales muertos está en sus manos. Así como
tienen la sangre de los bebés muertos en sus manos. Esta es una nación culpable de
sangre. Y si su usted piensa que estamos al borde de algún tipo de utopía estadounidense,
más vale que lo vuelva a pensar, desde el punto de vista de Dios estos son dias serios.
Cómo es posible que podemos llegar al punto de que, teniendo inicios cristianos, tenemos
políticos, gente que está buscando la presidencia y el Congreso y el Senado, y ser
Gobernador y Alcalde, y miembros de un concilio, y todo ese tipo de cosas que
promueven derechos homosexuales, y esas personas podrían ser elegidos, esas personas
llevan culpabilidad delante de Dios, porque ayudan y contribuyen a que la gente entre en
un pecado que es una abominación para Dios.
Con todo eso dicho, Dios dice, “Ser un trasvesti es una abominación, ser un transexual es
una abominación, ser un homosexual es una abominación, ayudar y contribuir a
cualquiera de esas cosas es abominable para Dios y hay culpabilidad de sangre asociada
con todo esto. Y el castigo es muerte, y Dios juzgará a la nación que lo tolera, y Dios
destruirá a la gente que lo hace. Habiendo dicho todo eso. Regreso a dónde comenzamos
y le recuerde de esta verdad maravillosa, este pecado en todas sus categorías y en todos
sus extremos es perdonable. Acaso le dice eso algo de la gracia de Dios. Acaso le dice eso
a usted algo de cuánta gracia muestra nuestro Dios. Acaso le dice eso algo a usted acerca
de la muerte de Cristo, quien en su propio cuerpo llevó esos pecados mismos. Dios es un
Dios de misericordia y de gracia. Y si usted viene a Él en su pecado, Él está dispuesto a
perdonarlo.
Ese es el mensaje para los homosexuales. Y ese es el mensaje que usted debe darle a los
homosexuales. Esta noche vamos a discutir el problema un poco más. Y después quiero
que vea la historia de Sodoma, de dónde el término sodomía viene. Y Romanos capítulo 1,
y un pasaje muy importante incluido en el capítulo de Isaías para terminar nuestro
estudio.
Padre, inclusive al concluir esta mañana, somos los primeros en admitir que este es un
tipo de tema desagradable, repulsivo. Ni siquiera nos gusta pensar en él. Sin embargo,
sabemos que tenemos que hablar de manera profética en el tiempo en el que vivimos.
Padre, nos entristece el hecho de que tantos están atrapados en este pecado. Y nos
entristece el hecho de que esto está siendo reclasificado o está siendo tratado, ya no
como pecado, y que inclusive iglesias están negando su pecaminosidad y de esta manera
llevan la sangre de aquello que mueren como castigo por esta iniquidad.
Padre, simplemente oramos porque tú, salves a muchos que están atrapados en este
pecado, líbranos o Dios, así como haz librado a muchos a lo largo de los años. Sabemos
que tú puedes salvar a pecadores, nos sentimos cómodos por nuestro propio pecado,
pero sabemos que odias la soberbia, la hipocresía, y una lengua mentirosa, y la adulación.
Nos sentimos más cómodos por esos pecados, con este nos sentimos menos cómodos. Y
podemos tener una actitud de justicia personal, porque no cometemos éste. Sin embargo,
Señor somos igualmente pecadores. Pero Señor nos puedes perdonar a todos.
Simplemente oro que, en tu gracia, Tú derrames Tu misericordia en aquellos que están
atrapados en el pecado de la homosexualidad y que Tú libres a muchos antes de que sean
destruidos para siempre. Oro por que tengamos la suficiente amabilidad como para hablar
la verdad, la suficiente amabilidad como para advertir para que vengan a la cura, quien es
Cristo. Oro por los líderes de nuestra nación, para que adopten una postura fuerte en
contra de esto. Sentimos que, si la gente que promueve esto llega a posiciones de poder,
ciertamente es una muestra de que Tú mano ha sido quitada de esta nación y que nos has
entregado.
Entonces Señor, te pedimos que nos muestres gracia y nos des líderes que vean esto por
lo que es. Danos gente que no lo tolerará, sin embargo, que predicará el amor y
misericordia salvadores de Cristo. Te damos gracias porque Tú Palabra habla de los
asuntos que nos preocupan y nos da claridad. Ahora, haznos fieles en obedecer. Si hay en
nuestra congregación esta mañana, Señor, alguno que no es salvo y que está atrapado en
este pecado sálvalos hoy. Tráelos a nuestro cuarto de oración después de que el servicio
acabe, para que podamos compartir con ellos y orar con ellos.
Si hay algún cristiano que te conoce, pero que ha sido tentados por los patrones antiguos
de la vida homosexual antes de su salvación, dales fortaleza y victoria, y triunfo. Si hay
algún joven en nuestra iglesia que está siendo influenciado en esto, sálvalo, líbralos, antes
de que llegue a pasar. Y llévanos a todos a ser personas, celosos de buenas obras, que
viven de manera justa y piadosa en este tiempo actual. Oramos en el nombre de nuestro
Salvador. Amén.
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La postura de Dios de la homosexualidad, 2ª Parte


Escritura: Escrituras Seleccionadas

Código: 90–70
John MacArthur
Lo invito a comenzar en esta noche a abrir su Biblia en Génesis, capítulo 1. Solo quiero
tocar ligeramente un texto ahí, que debe tener en mente, y después pasaremos al capítulo
19 de Génesis. Génesis capítulo 1, en el versículo 27 dice: “Y creo Dios al hombre, a su
imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” Ahí usted tiene una
indicación muy simple y directa que hace referencia al propósito creador de Dios. Dios
creó varón, Dios creó hembra.
En el capítulo 2, y en el versículo 23 el hombre dijo: “Esto es ahora hueso de mis huesos y
carne de mi carne; ella será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por esto,
dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”
Dios hizo al varón zakar en hebreo, Dios hizo a la mujer neqebah en hebreo, y debían
unirse para completarse el uno al otro, haciendo así una carne. Ese es el diseño creador,
inalterable de Dios. Un hombre, para una mujer, de por vida.
Ahora, hay varias maneras en las que dicha relación matrimonial en el diseño de Dios
puede ser confundida y torcida, y pervertida. No es mucho tiempo después, de hecho, en
el libro de Génesis, hasta que las perversiones de todo tipo comienzan a manifestarse a sí
mismas. Usted tiene una relación que aparece en el sexto capítulo de Génesis que parece
ser una relación en la que ángeles caídos o demonios, cohabitan con mujeres y producen
algún tipo de descendencia extraña. El intento de Satanás por traer algún tipo de relación
sexual pervertida para producir una raza imposible de redimir.
Usted avanza de la fornicación del capítulo 6, un tipo raro, al capítulo 19 en Génesis, y
usted tiene una indicación de incesto. Dice en el versículo 36, “Y las dos hijas de Lot,
concibieron de su padre.” Añadiendo a la fornicación y al incesto, si usted llega al capítulo
34, usted encuentra aquí, violación. “Salió Dina, la hija de Lea, la cual esta había dado a luz
a Jacob al ver a las hijas del país, y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella
tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró. Pero su alma se apegó a Dina la hija
de Lea, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella.” Y sigue la historia. Aquí hay
un incidente de violación abierta. No vamos a tomar el tiempo para verlo a detalle.
Vaya al capítulo 38, y en el capítulo 38 usted tiene otra perversión. Y esta es prostitución.
Menciona en el versículo 15, “Y la vio Judá y la tuvo por ramera, porque ella había
cubierto su rostro.” Ya existen las rameras, la prostitución existe, hay una ocasión
diferente de las que le acabo de leer, acerca de la poligamia en el libro de Génesis. Y
entonces, no pasa mucho tiempo después de que Dios ha ordenado a un hombre para una
mujer, de por vida, que todo tipo de perversiones ocurren. Fornicación, adulterio, incesto,
violación, prostitución, poligamia. Y usted puede añadir a eso el pecado de la
homosexualidad. Para eso usted va al capítulo 19 de Génesis, y quiero pasar algo de
tiempo en los detalles de esto, porque es nuestro tema.
Satanás obviamente está tratando de pervertir y confundir el orden de Dios. Él ha traído a
la sociedad humana todos estos asuntos y ahora, él mete la homosexualidad.
Aparentemente se volvió algo muy esparcido de manera muy rápida, cómo también
sucedió con el adulterio, fornicación, incesto, violación y prostitución. Y claro, todavía
están por todos lados en el mundo en la actualidad. Pero aparentemente la ciudad de
Sodoma estuvo llena de todo tipo de iniquidad. Usted lee en Ezequiel 16, una especie de
enlistado de algunos de los pecados característicos de Sodoma. El pecado que no es
mencionado en Ezequiel 16, pero el que es detallado aquí cuidadosamente y de esta
manera no demanda otra mención, es el pecado de la homosexualidad.
Hubieron todo tipo de iniquidades características de esta ciudad en particular, pero
ninguna de ellas fue más fuerte que la homosexualidad. Adulterio y fornicación y
poligamia e incesto y violación y prostitución ya están presentes en el mundo, para
cuando usted avanza en la civilización humana, y con ellos este pecado de
homosexualidad claro, levanta su cabeza horrenda. Tenemos en este capítulo 19, un
registro bastante cuidadoso del tipo de situación que estaba sucediendo en Sodoma, y nos
da un buen entendimiento.
Entonces, queremos verlo de manera más bien cuidadosa. Observe el versículo 1,
“Llegaron pues los dos ángeles a Sodoma, a la caída de la tarde.” Estos eran dos ángeles
quienes, por cierto, junto con la presencia de Dios, quizás una aparición pre-encarnada de
Jesucristo, habían visitado a Abraham y a Sara. “Llegaron pues los dos ángeles a Sodoma a
la caída de la tarde, y Lot estaba sentado,” Lot el sobrino de Abraham, “estaba sentado a
la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo.”
Ahora, sabemos que los ángeles pueden adoptar cuerpos humanos y adoptar forma
humana. Se habrá dado cuenta de que le acaban de mencionar de que dos ángeles, junto
con quizás una apariencia pre-encarnada de Cristo, por lo menos sabemos que Dios
estuvo presente, ahí de alguna manera, le había aparecido a Abraham. Sabemos que el
escritor de hebreos hace referencia a esto cuando él menciona que algunas personas han
hospedado ángeles sin saberlo. Hospedaron un ángel sin saberlo, significaría que el ángel
tendría que aparecer en alguna forma que era normal.
Entonces los ángeles ocasionalmente aparecen en una forma humana. Y ciertamente los
ángeles santos ocasionalmente cuando encaja con los propósitos de Dios, pueden adoptar
algún tipo de forma que parece ser humana. “Llegaron dos ángeles a Sodoma a la caída de
la tarde y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma.” Él reconoció la magnificencia de
estos seres, y se inclinó hacia el suelo. Y dijo: “Ahora mis señores, os ruego que vengáis a
casa de vuestro siervo” ésta es mi casa, “y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies.”
Esa no fue una afirmación de menosprecio acerca de la condición de sus pies, ese era un
gesto de cortesía común, porque los pies de todo mundo tenían polvo, o tenían lodo. Esa
simplemente fue una manera de decir, pasen, y límpiense, atiendan sus necesidades
físicas.
“Y por la mañana os levantaréis y seguiréis vuestro camino.” Lo que él quiere decirles es,
más vale que salgan de la ciudad rápido, y no deben quedarse en la plaza pública o en
algún lugar dónde puedan ser observados. Aquí estaban acercándose a la puerta de la
ciudad, y Lot corre, por así decirlo, a ellos y les dice: “esperen, tienen que entrar
inmediatamente a mi casa. Y tienen que ser cuidados ahí. Pasar la noche y salir
rápidamente, temprano por la mañana, antes de que alguien pueda verlos.”
Y ellos respondieron, “No. Simplemente en la calle nos quedaremos esta noche.” No es
una buena idea. “Más él porfió con ellos mucho, y fueron con él y entraron en su casa. Y
les hizo banquete, y coció panes sin levadura y comieron.” Así como Abraham había
mostrado amabilidad en el capítulo 17 a sus visitantes angelicales, así también lo hizo Lot,
él es muy amable con ellos. Él debió haber sabido quien eran, debió haber reconocido la
magnificencia de ellos.
En el versículo 4, “Pero antes que se acostasen.” Antes de que estos dos ángeles pudieran
acostarse.” Y es interesante, no es cierto, pensar en el hecho de que estos ángeles que
adoptan forma humana, necesitan dormir. No estoy seguro de que puedo explicar todo
esto, no lo entiendo todo. No obstante, el plan era que ellos durmieran lo cual no debería
sorprenderle debido a que también acababan de comer. Los ángeles, aparentemente
entonces adoptaron una forma humana real, que podía comer, y necesitaba dormir.
“Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de
Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.” Toda sección de la
ciudad. ¿Qué está pasando aquí? El versículo 5 dice, “Y llamaron a Lot y le dijeron: ¿Dónde
están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos para que los conozcamos.” No muy
sutiles, ¿verdad? Aquí están los objetos más magníficos para su lujuria pervertida que
jamás han visto. Una nueva carne, por así decirlo, para satisfacer su impiedad insaciable.
“¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche?” Los vimos, “sácalos para que
tengamos relaciones con ellos,” para que de hecho tengamos relaciones sexuales con
ellos. Así de pervertida era esa ciudad.
La gente vino de toda la ciudad. Este no es un grupo pequeño, esto es gente de toda la
ciudad, de toda sección, toda la gente, jóvenes y viejos. La homosexualidad había
abarcado toda edad a lo largo de la ciudad entera. “Para que los conozcamos,” toma una
palabra hebrea, yada, la cual implica conocimiento sexual. Algunas versiones podrían
traducirla, “Para que los conozcamos, pero no es solo un comité de bienvenida.”
“Entonces, Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí.” Salió para hablar con
ellos, y cerró la puerta tras de él, porque él conocía de la pasión, la lujuria insaciable que
pasaría por encima de él y por la puerta si tuvieran la oportunidad. “Y dijo: Os ruego
hermanos míos, que no hagáis tal maldad.” Querían actuar con maldad.
Un hombre llamado Bailey ha escrito un libro en el cual él dice, “El pecado de Sodoma fue
una falta de hospitalidad”, ¿Y, esa es la razón por la que Dios los destruyó? No. No fue una
falta de hospitalidad, fue el hecho de que querían actuar con maldad. Querían atacar a
esos ángeles, y sodomizarlos.
El versículo 8 dice: “He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón.” Dos
hijas vírgenes. “Os la sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere. Solamente
que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.” Esto es
extraño, ¿no es cierto? ¿qué está haciendo él aquí? Él está diciendo, “Miren, en lugar de
contaminar a estos visitantes angelicales prefiero entregarles a mis dos hijas vírgenes.”
Usted no entrega a sus dos hijas vírgenes a gente simplemente porque carecen de
hospitalidad, y está tratando usted de calmarlos. Él estaba diciendo, “¿Puedo sustituir a
mis propias hijas vírgenes? ¿Les harían por favor lo que su lujuria desea en lugar de
hacérselo a estos dos visitantes angelicales?” Francamente creo que es algo bastante
torpe que Lot haga esto, o que se ofreciera a hacer esto, pero hay que reconocer que él
está en una situación difícil, que ciertamente no quiere que dos visitantes angelicales que
buscaron refugio en su hogar, y que son sodomizados, mientras que, por así decirlo, están
bajo su techo y protección. El dilema era difícil, pero la solución fue bastante torpe. Por
otro lado, él pudo haberse sentido seguro, sabiendo que todos eran homosexuales.
Versículo 9, “Y ellos respondieron, “¡quita ya!” Y añadieron, “Vino este extraño para
habitar entre nosotros y habrá de erigirse en juez. ¿Quién es este Lot? Él viene a nuestra
ciudad, él es un extranjero, él no es de aquí, él ni siquiera pertenece aquí, y él ahora está
juzgando nuestra conducta. Ahora te haremos más mal que a ellos.” Lo cual bien pudo
haber sido una promesa de que lo iban a violar. Una multitud de personas violando a dos
ángeles, y después una multitud de personas violando a Lot. Y hacían gran violencia al
varón, a Lot. Y se acercaron para romper la puerta.
Eso debería decirle algo de la lujuria incontrolable de los homosexuales. “Entonces, los
varones alargaron la mano, y metieron a Lot a casa con ellos. Los ángeles con ellos, y
cerraron la puerta. Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa, hirieron con
ceguera, desde el menor hasta el mayor.” Con poder divino ellos simplemente y de
manera instantánea los hicieron estar ciegos. Después de rescatar a Lot,
sorprendentemente cegaron a estos homosexuales. Pero sería tan amable usted de
observar esto, “Habiendo quedado ciegos,” dice, “se fatigaban buscando la puerta”.
Usted pensaría que, si usted acaba de ser cegado, usted aceptaría su situación y se saldría
de ahí, y lamentaría su ceguera, ¿no es cierto? Yo pensaría, si yo me acerqué tanto, y
acabo de quedar totalmente ciego, yo estaría tan aterrado por mi ceguera que yo estaría
huyendo en terror puro. Pero la pasión y la lujuria fueron tan fuertes y tan insaciables y
tan inquebrantables que lo único que hizo es que fuera difícil para ellos encontrar la
puerta. Aquí están ciegos e impulsados por su lujuria, caminando a tientas en su ceguera
para entrar en la puerta. La lujuria de la homosexualidad es intensa, ¿no es cierto? tan
impía y tan vil era esta ciudad con estos homosexuales que Dios quemó el lugar entero.
En el versículo 12, “Y dijeron los varones a Lot: ¿tienes aquí a alguno más? Yernos, y tus
hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar, porque vamos a
destruir este lugar por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de
Jehová, por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo.” Y le recuerdo que la
homosexualidad, esta lujuria controladora, insaciable, puede apoderarse de una ciudad
entera, la cual entonces, es obviamente una ciudad que debe ser destruida por Dios. Ahí
en el versículo 24, “Entonces, Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra, azufre y
fuego de parte de Jehová desde los cielos. Y destruyó las ciudades y toda aquella llanura,
con todos los moradores de aquellas ciudades y el fruto de la tierra.”
De hecho, los arqueólogos ni siquiera pueden encontrar el lugar. Cuando digo que fue
incinerado, eso es exactamente lo que pasó. Ni siquiera saben dónde está. Dios lo quemó
totalmente. Fue ahí en dónde el término sodomía se originó, ahí el término sodomía tuvo
su origen. El término sodomía aparece en 1 Reyes 14:24, en Deuteronomio 23:17 y 18, y
significa homosexualidad. Es el término para homosexualidad. Un homosexual es un
sodomita, quien obtiene su caracterización de esa ciudad. De manera clara, el término
sodomía no se referiría a la homosexualidad si el pecado de Sodoma no fuera
homosexualidad.
Para ver algo más de la caracterización de ese pecado y esa ciudad, observe Judas
versículo 6. Y creo que este es un texto muy, muy importante en cierta manera, para
solidificar nuestro pensamiento. En el versículo 6, Judas habla de “ángeles que no
guardaron su dignidad” o habitación, “sino que abandonaron su propia morada”. Tomo
eso como una referencia a Génesis 6, en dónde usted tiene a esos ángeles caídos que no
se quedaron en la comunidad angelical, sino que abandonaron su morada apropiada y
cohabitaron con mujeres humanas, y Dios los ha guardado en cadenas eternas, bajo
oscuridad, para el juicio del gran día. Eran ángeles que salieron de sus relaciones
normales.
El versículo 7 dice, “Como Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas de las cuales de la
misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza.
Fueron puestas por ejemplo sufriendo el castigo del fuego eterno.” El pecado de Sodoma
fue ir en pos de vicios contra naturaleza. Y el resto de las ciudades sobre la planicie fueron
ahogadas en fuego y azufre e incineradas.
Un sodomita entonces, es un homosexual. Y francamente, ese es el mejor término que
usar. Usé el término homosexual esta mañana, y lo he usado esta noche otra vez, porque
hasta este punto no hemos llegado a este texto, no prefiero el término. Homosexual es
clínico, homo sexual, simplemente identificar al mismo sexo. El término que les gusta usar,
el término ‘gay’ es absolutamente ridículo, son todo menos ‘gay’. El término bíblico
realmente es ‘sodomita’, si usted toma la ilustración de Génesis 19, aunque como
señalamos esta mañana, el término homosexual en el griego es usado. Creo que es un
buen recordatorio para ellos, cuando los identifica, llamarlos sodomitas porque esa es la
mejor ilustración y la más vívida, de esa lujuria en su perversión.
Antes de que vayamos al Nuevo Testamento, quiero que vea Isaías capítulo 3, Isaías
capítulo 3, y versículo 9, aquí Isaías está pronunciando juicio sobre Jerusalén y Judá, el
profeta dice Jerusalén está arruinada y Judá ha caído. Él dice, están en contra del Señor, y
están provocando al Señor. En el versículo 9 dice Isaías 3, él los condena porque él dice:
“Como Sodoma publican su pecado”, no solo pecan, sino que son abiertos. Ni siquiera lo
disimulan. ¡Ay del alma de ellos! porque amontonaron mal para sí. Decir al justo que le irá
bien, porque comerá del fruto de sus manos. Ay del impío, mal le irá, porque según las
obras de sus manos le será pagado. Oh pueblo mío, los opresores de mi pueblo son
muchachos y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan y
tuercen el curso de tus caminos.”
Aquí hay una condenación en contra de Judá y Jerusalén por desfilar su pecado como
Sodoma. Esta es una rebelión abierta en contra de Dios, y sin duda incluía los pecados de
homosexualidad. Esto no debería ser sorprendente porque la homosexualidad estaba por
todos lados en la vida de Asiria, y Babilonia, y Egipto. Tomó 150 años, pero finalmente,
estos mismos pecados que estaban por todo Israel se volvieron una parte de la vida y
cultura de Israel y llevó al juicio divino. Lo que destruyó a Sodoma, lo que destruiría
eventualmente a Grecia y a Roma, destruyó a Israel. Es un pecado mortal, destructivo. E
Isaías dice, “Cuando el juicio de Dios caiga, va a caer, porque como Sodoma publican su
pecado.
Como dijimos esta mañana, es un pecado destructivo y condenador, ha destruido a
millones a lo largo de la historia, todavía está destruyendo a millones en la actualidad,
Dios no ha cambiado su perspectiva de esto en absoluto. Bien podría ser el pecado más
condenador en términos de la aceptación pública en el futuro de nuestro país y nuestro
mundo, debido a que está siendo promovido en la televisión y libros y películas y
periódicos por todo el mundo. Y dijimos esta mañana que nuestra sociedad necesita verlo
por lo que es, y eso es, que es pecado. Y mientras que no lo hagamos, entonces la gente
que está involucrada en este pecado no va a reconocer su condición verdadera.
¿Qué dice la sociedad acerca de la homosexualidad? Bueno, en 1881 nació un hombre que
dejó un impacto inmenso en la historia humana. Su nombre fue Sigmund Freud. Entre
muchas conductas humanas que eran curiosidades para él, fue la conducta de la sodomía.
Él se volvió muy interesado en tratar con los sodomitas y en entenderlos. Él determinó
después de cierta supuesta investigación, que la sodomía era un desorden psicológico, y
que estaba relacionado directamente a una madre dominante. Por cierto, esa manera de
pensar todavía existe en la actualidad y usted oye a gente expresarlo. Él dijo básicamente:
“Es simplemente un desorden que viene porque usted fue dominado por su madre, y
usted crece entonces, odiando al que lo dominó a usted. Y debido a que él que lo dominó
a usted fue una mujer, usted odia a las mujeres, y entonces apega su fantasía sexual a los
hombres.”
Esa ha sido una manera de pensar muy popular. En los 1930’s vino un hombre llamado
Havelock Ellis. Havelock Ellis publicó un manual, un libro de sexo, y en ese libro de sexo él
presentó la sodomía de manera abierta. Esto es en los 1930’s, y él señaló supuestamente
a algunos sodomitas famosos. Él concluyó que hubieron grandes hombres entre los
sodomitas, y que ellos llegaron hasta donde llegaron porque había un genio excepcional
asociado con la sodomía. Él dijo: “Francamente Freud está equivocado, no es un desorden
psicológico generado por una madre dominante, es hereditario, es genético. Y es el nivel
más elevado de inteligencia que aquel que tiene la gente común y corriente.”
Él escribió acerca de Erasmo, el humanista holandés del siglo 16, él dijo que él era
homosexual. Él dijo que Cristopher Marlowe el profeta ingles era homosexual. Miguel
Ángel el genio italiano, pintor, arquitecto, era un homosexual. Lord Byron, Francis Bacon,
Oscar Wilde, Walt Whitman. Algunos de ellos lo fueron, por cierto, la historia indica eso.
Nunca olvidaré, leyendo la autobiografía de Oscar Wilde, quien dijo que al final de su vida,
para su horror y vergüenza que lo que él fue en secreto toda su vida, finalmente lo tuvo
que gritar desde el techo. Pero él dijo, “Miren a todos estos genios”, y él escogió una lista
selectiva de personas de los sodomitas comunes y corrientes, y lo hizo aparecer como si
fuera un nivel más elevado de inteligencia en el cual ciertas personas nacen.
Entonces, desde Freud y Ellis y otros que han mejorado o tratado de mejorar ambos
puntos de vista, usted puede escoger. ¿Acaso su madre se lo hizo a usted porque ella era
dominante y no amable? ¿O acaso su madre y padre se lo hizo a usted de manera
genética? Y todavía hay debate, y la razón por la que todavía hay debate es porque nadie
puede probar que es hereditario. Además, nadie puede probar que los homosexuales
tienen en común una madre dominante.
Después vino un fraude real llamado Kinsey, con el famoso reporte Kinsey. En los 1940’s y
en los 1950’s él publicó los famosos reportes Kinsey de la sexualidad. Él mismo fue un
pervertido sexual, y entonces él estaba tratando de probar un punto antes de que
inclusive tuviera su investigación. Él quería justificar el adulterio, la fornicación, la
homosexualidad, y cualquier otro tipo de práctica sexual desviada. Entonces, él inventó
sus números, inventó su investigación. Pasé esta semana leyendo un libro muy interesante
llamado Kinsey, Sex y Fraude. Derriba el reporte Kinsey en su totalidad y muestra cuan
fraudulentos fueron los números.
Fue él, recordará usted quién dijo que en el resultado de su investigación fue que una de
diez personas era sodomita, y esto lo normalizó. Una de diez era sodomita, eso no es
verdad, nunca ha sido verdad, quizás algún día en el futuro sea verdad, y su campaña de
medios de comunicación masiva continúa teniendo éxito. Él inclinó y torció, e inventó las
estadísticas para hacerlo ver como si todo mundo fuera un adultero, todo mundo era un
fornicario, todo mundo estaba teniendo relaciones ilícitas extramaritales, y una de diez
personas eran sodomitas.
Esto fue seguido por la Asociación Psiquiátrica Estadounidense, la cual ha quitado la
clasificación de la sodomía como una enfermedad mental. Y la quitó de sus listas de
enfermedades diagnosticas estándar. Y la Asociación Psiquiátrica Estadounidense decidió
adoptar la idea de Havelock Ellis y decir que era hereditaria. Y una vez que Kinsey abrió la
puerta con sus estadísticas falsas y todo mundo pensó que la homosexualidad
simplemente era normal, y una de diez personas eran homosexuales, eso por cierto es la
razón por la que, en el sistema escolar público de Los Ángeles, la conciencia homosexual y
la promoción homosexual es llamada Proyecto Diez, eso viene del Reporte Kinsey, el uno
de diez.
Y eso ha llevado a la epidemia de la actualidad. Y después usted toma todos los anfitriones
de programas de Phil Donahue en adelante y lo que ellos hacen es crear una plataforma
que contribuye a normalizar este tipo de conducta desviada. No hay evidencia, no hay
evidencia de que la homosexualidad es un resultado de una madre dominante. No hay
evidencia de que la homosexualidad es un resultado de genética. Hay suficiente evidencia
de que la homosexualidad es una decisión, una decisión. Cómo todo el pecado, es una
decisión.
Usted puede tener cierta susceptibilidad a esto, puede haber algunas personas que se ven
más tentadas en esa área, pero primordialmente tiene que ver con la decisión. Y si usted
lee la literatura de los que están tratando de ayudar a la gente a salir del pecado
homosexual sodomita, le dirán a usted que lo que lleva a la gente a estas decisiones, los
que los lleva a vivir así, es simplemente una pequeña lista de cosas. Una: una experiencia
homosexual temprana, cuando son jóvenes alguien los involucra, algún otro niño quizás
en su juventud, o inclusive más tarde en su adolescencia los involucra en algún tipo de
actividad homosexual que los estimula.
Otro componente en guiar a la gente en este tipo de decisiones, es la necesidad de
intimidad, y algún homosexual la provee. Algún niño conoce a un hombre y se sabe que ha
sucedido en la iglesia, con algunos maestros de escuela dominical de niños, y sucede en
las escuelas todo el tiempo y usted lee de esto en los periódicos. Y este maestro en cierta
manera se convierte en alguien que es una figura paternal para el niño, y el niño necesita
intimidad, y el encuentra calidez y el encuentra un oído que lo escucha, y poco después él
se encuentra siendo estimulado de una manera física por este hombre, y es divertido, y él
quiere al hombre, y eso lo hace sentirse cómodo por esto, y se convierte en un estilo de
vida.
Otro de los pequeños componentes que llevan en esta dirección es una aceptación sub-
cultural. Algunos niños en particular, inclusive niñas que se convierten en lesbianas, no
pueden encontrar la manera de ser aceptadas en la cultura normal. Y entonces
encuentran una subcultura que los va a aceptar, y los homosexuales siempre están
buscando una carne nueva. Unas veces les sucede a los hombres porque son rechazados
por las mujeres, y porque no pueden encontrar una válvula de escape para sus deseos
físicos, entre las mujeres, porque las mujeres no los quieren, o sienten que no son
atractivos para las mujeres, o han sido rechazados y descienden al círculo en el que
pueden encontrar gratificación.
Existen factores en la vida que abren el camino de la tentación, pero todavía es una serie
de decisiones. Puedo acordarme como niño, simplemente un niño en mis primeros años
de secundaria, se me acercó en un baño un hombre, a quien yo conocía y fueron unos
cuantos años antes de que entendiera que tenía intenciones homosexuales hacia mí. Y no
entendí eso hasta que miré hacia atrás y estaba tan asustado que salí de ahí. Y puedo
mirar hacia atrás e imaginarme que algún niño en ese tipo de circunstancia, con un
hombre que él conocía y confiaba en él, se habría entregado a sí mismo a eso. Encontrar
algún tipo de emoción en eso, y estar camino a una vida de eso.
Cuando me fui a la universidad, en mi primer año en una escuela cristiana tuve un
compañero de cuarto, en mi propia habitación quién me atacó a la mitad de la noche. Y lo
recuerdo de una manera tan vívida, en primer lugar, estaba en shock, y lo único que me
acuerdo es que me levanté de la cama y le di un puñetazo. Y, digo, este es un instinto
bastante normal para mí, no para ser felicitado, sino esperado. Y lo vi volando al otro lado
de la habitación en una esquina, y después lo confronté, ¿qué está pasando? Esto es hace
algunos años atrás en una escuela cristiana en mi vida. Está por todos lados en la
actualidad, y están en búsqueda de carne nueva, y están en búsqueda de motivar el
involucramiento de vidas jóvenes.
Y en dónde usted tiene a niños que son rechazados por las mujeres, están buscando una
sub-cultura de aceptación que tienen una necesidad de intimidar, que son atraídos en este
tipo de situación, usted tiene algunas decisiones que llevan a otras decisiones, que llevan
a otras decisiones, y se convierte en lujuria fuera de control. Entonces, cuando vemos esta
situación tenemos que verla por lo que la Biblia la ve, es un pecado que trae el juicio de
Dios. pero como vimos en esta mañana, es un pecado que es perdonable.
Un texto más y es en Romanos capítulo 1. Romanos capítulo 1, versículo 18, un texto muy
conocido que nos da una buena mirada a la condición caída del hombre, y la reacción de
Dios. “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los
hombres que detienen con injusticia la verdad.” En otras palabras, la ira de Dios se revela
en contra de la raza humana entera, porque tienen la verdad, y la detienen, la rechazan.
“Porque lo que de Dios se conoce, les es manifiesto, Dios los ha plantado en sus
corazones, pues Dios se lo manifestó.”
Versículo 20, “Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las
cosas hechas, de modo que no tienen excusa.” Usted tiene la ley moral interna de Dios,
usted tiene la creación externa y la evidencia de Dios, y su moralidad. La evidencia está
ahí, la verdad está ahí, y los hombres la rechazan. Versículo 21, “Pues habiendo conocido a
Dios,” de manera innata a partir del testimonio interno y externamente a partir de la
creación, “no le glorificaron como a Dios, ni dieron gracias, sino que se envanecieron en
sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido; profesando ser sabios se
hicieron necios, y cambiaron la gloria de Dios incorruptible en semejanza de hombre
corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.”
Rechazaron a Dios, y de esta manera rechazaron la verdad, crearon sus propios dioses
como animales y hombres, y no adoraron al Dios verdadero. Y esa es la razón por la que la
ira de Dios es derramada sobre ellos. Ahí tiene usted la caracterización del mundo caído,
Dios ha dado el conocimiento de sí mismo interna y externamente, y los hombres la
rechazan, y en lugar de ver a Dios como es revelado, le dan la espalda a Dios e inventan
sus propios dioses y traen la ira de Dios sobre ellos.
Ahora, la ira de Dios viene en esta forma, versículo 24, “Por lo cual, también Dios los
entregó.” Dios los entregó. ¡Qué afirmación! Los entregó “a la inmundicia, en las
concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios
cuerpos.” Observe el versículo 26. “Por esto Dios los entregó,” ahí está de nuevo, “a
pasiones vergonzosas.” Versículo 28, “Y cómo ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios,
Dios los entregó a una mente reprobada.” Versículo 24, Dios los entregó, de modo que
deshonraron entre si sus propios cuerpos. Versículo 26, Dios los entregó, a pasiones
vergonzosas. Versículo 28, los entregó a una mente reprobada. Cuerpo, corazón, mente,
todo entregado. Y lo que resultó de eso, cuando Dios quitó su mano y Dios dejó que el
hombre fuera por su propio camino, ¿qué salió de esto? perversión sexual.
Lo que usted ve en la actualidad, ya es la evidencia del juicio de Dios sobre el hombre,
conforme Él lo deja. Versículo 24, “Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias
de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que
cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes
que, al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” Después, versículo 26, “Por esto
Dios los entregó a pasiones vergonzosas,” ¿qué tipo de pasiones? “pues aún sus mujeres
cambiaron el uso natural, por el que es contra naturaleza.” Fueron entregados, dice el
versículo 24, a epithumia, inmundicia, buscando placer prohibido.
Los estoicos lo llamaron, “buscando placer que desafía toda la razón”. La lujuria fuera de
control. De eso está hablando el versículo 24, deseos que hace que la gente haga cosas
vergonzosas, y cosas innombrables. “Y deshonraron sus propios cuerpos.” ¿Cómo
deshonraron sus cuerpos? Hicieron lo que es contra naturaleza, hicieron lo que no es
natural. En el versículo 26, “pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es
contra naturaleza.” Lo que usted tiene en la homosexualidad entonces, es una ilustración
muy clara de la depravación de gente entregada a sus lujurias, sin refreno alguno por
parte de Dios.
Él simplemente los dejó. Mujeres, las llamamos lesbianas, en algún punto alrededor de 20
a 25 millones de ellas oímos, en Estados Unidos hoy, han escogido vivir de manera impía y
Dios las entrega a los resultados de sus decisiones. Versículo 27, “Y de igual modo también
los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con
otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos
la retribución debida a su extravío. Están encendidos en su lascivia. Esa frase, “se
encendieron en su lascivia unos con otros.” Literalmente, arder, ekkaio, arder, fueron
consumidos con lujuria. Es la pasión consumidora de esto. Como le dije esta mañana, el
homosexual promedio en San Francisco, tres noches en la casa de baño, de 10 a 30
encuentros sexuales diferentes en una noche. Sadomasoquismo, flagelación, calabozos,
tortura, orgías, sus celos entre sí mismos, sus actos neuróticos son más perversos que la
gente heterosexual.
Cuando tienen sus desfiles de homosexuales usted ni siquiera puede observarlo. Cualquier
otra persona quisiera algo parecido a eso sería arrestada y metida en la cárcel. Los
homosexuales Kearney and Hill de San Bernardino mataron se estima, cuarenta víctimas.
De acuerdo con el New York Times, el hombre que conoce más acerca de la muerte
violenta que cualquier otra persona en el país, es el Dr. Milton Helpern, quien fue antes el
Jefe de Exámenes Médicos de la Ciudad de Nueva York, en su biografía titulada En Dónde
la Muerte se Deleita, Helpern, quién no es un cristiano, escribió esto: “No es mi función
condenar la homosexualidad como tal, y lo dejo a los psiquiatras y a los psicólogos el
tratar de entender porque la gente practica la homosexualidad.”
Él dijo: “No debo juzgarla, pero habiendo realizado 60 mil autopsias, es importante que
aquellos que se desvían de las normas, deban entender los riesgos. No sé porque es así,
pero parece que las explosiones violentas de celos entre los homosexuales, exceden por
mucho aquellos de los celos de un hombre por una mujer, o de una mujer por un hombre.
Los cargos y la energía de la relación homosexual simplemente no pueden ser contenida.
Cuando el punto explosivo es alcanzado, el resultado es brutalmente violento.” Helpern
continúa, “Pero este es el patrón normal de estos ataques homosexuales. Apuñaladas
múltiples, las golpizas sin sentido que obviamente deben continuar por mucho tiempo
después de que la victima muere. Cuando vemos estos casos brutales de heridas múltiples
en una sola víctima, nosotros suponemos automáticamente que estamos tratando con
una víctima homosexual y con un agresor homosexual.”
¿Por qué? Porque hay una lujuria encendida que está fuera de control. Arden en sus
deseos. El continúa diciendo en su libro, “En diez segundos puedes ver un cuerpo muerto,
y decirle a usted si fue matado por un homosexual, debido a las mutilaciones y las
puñaladas múltiples, o golpes múltiples.” Hay una lujuria hambrienta, controladora,
insatisfecha, que es evidencia de su depravación, y evidencia del hecho de que Dios los ha
entregado, los ha dejado. Están encendidos en su lascivia. “Las mujeres cambiaron el uso
natural por el que es contra naturaleza, y los hombres cometiendo hechos vergonzosos
hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
¿Cómo es posible que la Asamblea General Presbiteriana pueda decir, “la fuerza de la
homosexualidad creada por la Asamblea General está terminando su estudio de dos años,
y está lista para finalizar sus recomendaciones para la Asamblea General? ¿Qué hay que
estudiar? La Palabra de Dios es tan clara.
Versículo 28, “No quisieron tener en cuenta a Dios, entonces Dios los entregó a una mente
reprobada para hacer cosas que no convienen,” cosas que no tienen sentido. Eso es parte
del juicio de Dios.
Ahora, en el versículo 32 después de relatar una lista entera de pecados que son el
resultado de que Dios entrega a la gente, dice: “que los que practican tales cosas, son
dignos de muerte. No solo las hacen, sino que también se complacen con los que la
practican.” Las promueven, las promueven. Ellos conocen la ordenanza de Dios que los
que practican tales cosas son dignos de muerte, eso está en la Biblia eso es claro, pero
todavía las hacen. Y se complacen con los que la practican. Toda la vida se vuelve
totalmente desorientada. Hay una especie de hormigas que vive en algunas partes de
África, por cierto, las hormigas en África, como lo vi en mi viaje este verano, son
sorprendentemente productivas, pueden construir montes para hormigas enormes,
algunos de hasta 6 metros.
Y viven en túneles subterráneos que bajan mucho en la tierra en dónde las jóvenes son
protegidas. Y abajo en estos túneles subterráneos, en dónde las hormigas se mueven, hay
un refugio especial para la reina. Las obreras salen en viajes a lugares distantes,
regresando al nido con alimento para la colonia, y particularmente para la reina. Es dicho
por aquellos que las estudian, si cuando están lejos, su reina es molestada, las obreras
inclusive a distancia, se vuelven nerviosas y pierden la coordinación. Si ella es matada,
pierden el control, andan por todos lados sin dirección, y eventualmente se mueren en el
campo sin llegar a encontrar su camino de regreso jamás.
Se piensa que las hormigas obreras, en la situación normal, constantemente son
orientadas a la reina por algún tipo de radar. Si ella es matada, toda la orientación cesa,
entra el desorden, un desorden que termina en la muerte. ¡Que parábola del hombre!
¡Eh! ¡!Qué parábola del hombre! Aislado de Dios, él vive en una desorientación total hasta
su muerte. La desorientación de estar desconectado de Dios, esa es la condición del
hombre caído, de los homosexuales, de los sodomitas. Pero de nuevo, necesitamos
terminar en dónde comenzamos, este pecado es perdonable. “Y esto erais algunos de
vosotros, pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados, y
todo esto mediante el Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.” Es pecado, pero
hay perdón.
Hace algunas noches de domingo, atrás, un joven llamado Roberto fue bautizado en el
agua aquí. Y él vino al agua y contó un testimonio maravilloso. Él dijo: “Tengo sida.” Y él
dijo: “He sido un homosexual durante años. Y le dije a alguien, ‘quiero liberación de esta
vida. ¿adónde puedo ir? ¿adónde puedo ir y encontrar ayuda?’ ” Y él dijo, “Alguien me dijo
que fuera a Grace Community Church, y podría encontrar ayuda ahí.” Él dijo: “Entré a esta
iglesia un domingo por la mañana, nunca había estado aquí”. Él se sentó por allá, y dijo,
“estaba desesperado. Yo quería liberación de mi pecado y su consecuencia, la muerte.” Y
él dijo, “John se levantó, como lo hace todo domingo y leyó un Salmo.” Y él dijo: “Esto es
lo que él leyó.” Y él lo recitó, Salmo 107.
“Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, sin hallar ciudad en
dónde vivir, hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. entonces clamaron a
Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones, los dirigió por camino derecho para
que viniesen a ciudad habitable. Alaben la misericordia de Jehová y sus maravillas para
con los hijos de los hombres, porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma
hambrienta. Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte, aprisionados en aflicción
y en hierros. Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová, y aborrecieron el
consejo del Altísimo, por eso quebrantó con el trabajo sus corazones, cayeron y no hubo
quien que los ayudase. Luego que clamaron a Jehová en su angustia, los libró de sus
aflicciones, los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones.
Alaben la misericordia de Jehová y sus maravillas para con los hijos de los hombres.”
Él se puso de pie en estas aguas, y recitó eso palabra por palabra. Y él dijo, “Cuando te oí
leer eso, sabía que había venido al lugar correcto, y que mis cadenas podían ser rotas, y
podía ser liberado.” Y esa mañana, ese primer domingo, esa primera vez que vino aquí, él
entregó su vida a Jesucristo, y fue salvado maravillosamente. Más adelante, entró a las
aguas del bautizo para confesar ese pecado y esa transformación a ustedes. Y le dije en
privado, “¿Qué vas a hacer con los días de vida que Dios te da?” “Bueno,” él me dijo, “el
desfile de homosexuales está por pasar por la calle cerca de dónde vivo. He estado metido
a fondo en todo esto.” Y él dijo, “Todos mis amigos de antes van a estar pasando a
saludarme, porque saben que estoy tan enfermo y les voy a dar a cada uno de ellos el
evangelio de Cristo.” Y sé que lo hizo. Y él está muriéndose, sin embargo, esta listo porque
él sabe que va a reunirse con Cristo. Esas son las buenas noticias, ¿no es cierto?
Padre, te damos gracias por la gracia que es concedida a pecadores de cualquier tipo y de
todo tipo. Te agradecemos porque perdonas el pecado más profundo, el más oscuro, que
Tú rompes las cadenas más fuertes, que Tú das gracia al pecador más vil, porque Tú lo has
hecho por nosotros. Y oramos por gente que está atrapada en este estilo de vida terrible,
con sus pasiones inexplicables.
Oramos oh Dios, porque Tú libres a muchos, que les extiendas Tú gracia y los salves para
Tú gloria. Qué testimonio Señor sería, si muchos fueran salvos de ese pecado, y dieron
testimonio de Tú gracia. Y se volvieran los que rescatan a otros en esas cadenas. Gracias
por liberar a tantos, inclusive aquí en nuestra iglesia. Oramos porque Tú liberes a más, que
Tú gracia pueda ser mostrada, y tu amor hacia pecadores.
Oramos también Señor por aquellos que salen de ese estilo de vida, y vienen a Ti y todavía
son tentados, cuyas memorias son vívidas con las cosas horrendas del pasado. Oramos
Señor que Tú laves esas memorias y las quites, que Tú los fijes en cosas santas, en
relaciones correctas. Limpia sus mentes, dales pensamientos puros, y triunfo sobre la
tentación. Danos a todos Señor, la oportunidad de hablarle a aquellos, que podamos
conocer y estén atrapados en ese pecado, y que sepan que lo más compasivo que
podemos hacer es no aceptarlos, sino advertirles, porque si no entienden el pecado, no
pueden ver al Salvador.
Y Señor, esta no es más que un pecado entre muchos. Oramos que Tú salves a pecadores
de todo tipo, y los hagas santos, santificados, para Tú gloria. Que muchos puedan cantar
Tú alabanza, en el tiempo, y a lo largo de la eternidad. En el nombre de nuestro Salvador
pedimos esto. Amén.
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La iglesia

¿Acaso la Biblia permite que una mujer predique?


Escritura: 1 Corintios 14:33–38

Código: 81–56
John MacArthur
Hoy quiero hablar de un asunto muy importante que ha sacudido a la internet, y conmigo
en cierta manera en medio de esto. No me gusta dar respuestas cortas, no me gusta ser
colocado en una posición para hacer eso porque creo eso simplemente incrementa la
confusión. Entonces, quiero tomar la oportunidad de hablar del asunto de las mujeres
predicadoras en esta mañana y darle una respuesta más detallada a partir de la Palabra de
Dios, en este tema tan, tan importante. Y creo que para cuando terminemos, usted va a
entender lo que la Palabra de Dios tiene que decir y cuán coherentemente lo dice.
Entonces, para comenzar abramos la Palabra de Dios en 1 Corintios capítulo 14, 1
Corintios capítulo 14. Y quiero que me acompañe al versículo 33, versículo 33. “Pues Dios
no es Dios de confusión, sino de paz.” Y después esta oración realmente comienza el texto
con respecto a nuestro tema, “como en todas las iglesias de los santos. Vuestras mujeres
callen en las congregaciones, porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas
como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo pregunten en casa a sus maridos,
porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. ¿Acaso ha salido de
vosotros la Palabra de Dios? O ¿solo a vosotros ha llegado? Si alguno se cree profeta, o
espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor, más el que
ignora, ignore.”
Simplemente a partir de ese pasaje en sí, no hay una ausencia de claridad con respecto a
lo que la Biblia dice acerca de mujeres que predican. Pero a pesar de la claridad de la
Escritura, esto se ha convertido en un tema monstruoso en nuestro día. Una afirmación
divina responde a la pregunta, ¿Qué dice la Biblia acerca de las predicadoras? Está en el
versículo 35, la última parte del versículo, “Porque es indecoroso que una mujer hable en
la congregación.” Eso no es ambiguo, eso no es algo no claro, “es indecoroso que una
mujer hable en la congregación.” Esa es una prohibición absoluta.
Y la palabra “indecoroso”, es escogida de manera muy, muy cuidadosa por el Espíritu
Santo, para no dejar alguna ausencia de claridad en términos de la fuerza de la afirmación.
La palabra que es traducida “indecorosa” es aichros, en el griego, realmente es una
palabra que significa ‘vergonzoso’, es algo que es más que tan solo indecoroso,
inapropiado, es vergonzoso. De hecho, esa es la manera en la que es traducida en 1
Corintios 11:6 por la palabra ‘vergonzoso’. Esa es la manera en la que es traducida en
Efesios 5 versículo 12 como ‘vergonzoso’.
Esa misma palabra es usada en Tito 1:11 y ahí es traducida ‘vergonzosas’, ‘vergonzosas’,
en ciertas traducciones. Una palabra que básicamente significa, bajo o vergonzoso. Tiene
el sentido común de algo que es conocido como algo vergonzoso, o algo que es una
desgracia. En el quinto capítulo de Efesios y en el cuarto versículo, una palabra de la
misma raíz es usada aquí, voy a leer el versículo “No debe haber inmundicia, ni palabras
torpes o palabras que no son apropiadas.” De nuevo la misma palabra, desgracia, o
vergonzosa.
Entonces, la inmundicia o las palabras bajas o torpes, lo cual normalmente tiene una
connotación sexual, estas son una desgracia, vergonzosas. Eso es lo que esta palabra
significa. Lo que leemos entonces en el versículo 35 es que es vergonzoso que una mujer
hable en la iglesia. Es vergonzoso. Ese es un juicio reconocido en referencia a ese tipo de
conducta. Lo mismo como enseñar por ganancia deshonesta, en Tito 1:11, vergonzosa,
ganancia vergonzosa. Es, en cierta manera como los falsos profetas haciendo lo que hacen
por dinero.
Y esta ley y mandato inequívocos, divinos, son tan absolutos que regresamos al versículo
34. Y, la sección de hecho comienza como usted verá si usted tiene cierta versión, “Como
en todas las iglesias de los santos, las mujeres deben guardar silencio en las iglesias.
Porque no les es permitido hablar.” Y después, versículo 35, “porque es indecoroso que
una mujer hable en la congregación como en todas las iglesias de los santos, siempre, y en
todo lugar.”
Esta sección entera comienza con esa afirmación al final del versículo 33, “Como en todas
las iglesias de los santos.” Pablo nos está dando un principio universal aquí, esto no es
algo local, esto es en todo lugar y en todo momento. Cuándo Pablo dice eso, él está
hablando de algo que es universal, y le voy a mostrar eso a partir de otras porciones de 1
Corintios. Si usted regresa al capítulo 4, en 1 Corintios, Pablo le está escribiendo a los
corintios y él dice, “les voy a enviar a Timoteo,” versículo 17, “Les voy a enviar a Timoteo
quien es mi hijo amado y fiel en el Señor. Y él les va a recordar de mi proceder que es en
Cristo, así como enseño en todo lugar y en toda iglesia.”
La misma expresión. Lo que Timoteo les iba a traer, con respecto a la relación del creyente
a Cristo, era lo que Pablo enseñaba en todo lugar en toda iglesia. Esto es doctrina divina.
Esta es la doctrina verdadera del evangelio, y él la enseñó en toda iglesia. Y no variaba de
iglesia a iglesia. Esto es Pablo diciendo, él les va a enseñar acerca de mi proceder en Cristo,
lo que enseño en toda iglesia, lo que significa vivir en Cristo. Eso es para todos los
creyentes en todas las iglesias.
Ahí en el capítulo 7 de 1 Corintios, había cierta discusión entre los corintios acerca de
cuándo usted se convertía en un creyente. ¿Qué tal si estaba casado con un incrédulo, se
divorcia o se queda con un incrédulo?, o ¿qué tal si es circuncidado o incircunciso, se hace
algo acerca de eso? ¿Es necesario circuncidarse? ¿se deshace usted de su cónyuge
incrédulo? ¿Qué hace usted acerca de su situación social? Y él dice en el versículo 17,
“Cómo el Señor le asignó a cada uno, como Dios ha llamado a uno, de esta manera anden.
Si usted es casado quédese casado, si usted es soltero quédese soltero.” No se preocupe
por la circuncisión, él dice eso en el siguiente versículo, versículo 18, estas cosas no
importan, ahí en el versículo 20, cada uno debe quedarse en la condición que fue llamado.
Escuche, volverse un creyente no es excusa para un divorcio, aun si tiene usted un
cónyuge incrédulo, y lo que es importante de esto, al final del versículo 17, Pablo dice, “Así
dirijo en todas las iglesias.” De nuevo, él está enseñando la misma doctrina en todas las
iglesias, lo cual Timoteo les va a reiterar, él está estableciendo los mismos estándares,
cuando uno se vuelve creyente usted no altera la circunstancia de su vida. Ahora, que
usted es creyente no significa que debe casarse, no significa que debe divorciarse, usted
se queda en la circunstancia en la que está. Eso es lo mismo para todo creyente en toda
iglesia.
Y después en el capítulo 11, y versículo 16, y vamos a regresar a este capítulo más
adelante. Pero Pablo está hablando aquí de una mujer sometiéndose y él está hablando
de una mujer sometiéndose de una manera que se manifiesta por cómo se viste, por
cómo se ve. Al usar los símbolos culturales de la feminidad, para mostrar su sumisión.
Pero él sabe que habrán mujeres que van a pelear en contra de eso. Entonces, en el
versículo 16 él dice, versículo 16, “Si uno está inclinado a ser contencioso, no tenemos
otra práctica, ni lo tienen las iglesias de Dios. Es lo mismo para todas las mujeres, en todas
las iglesias en todo momento, debe usted demostrar de manera manifiesta su sumisión a
su marido, y de esta manera al Señor.
Entonces, cuando Pablo dice, “como en todas las iglesias”, él se refiere a doctrina
universal que es enseñada en la iglesia, él se refiere a conductas universales que son
enseñadas a todos los creyentes, lo cual significa que se quedan en las situaciones sociales
en las que están. El cristianismo no es una excusa para irrumpir, para alterar la vida a un
nivel social. Y esencialmente significa que las mujeres deben mantener sumisión a los
hombres en todas las iglesias en todo momento.
Ahora, no hay una ausencia de claridad. Hay, de nuevo digo, si usted regresa a 1 Corintios
14, que las palabras de Pablo podrían ser tomadas de otra manera, eso es imposible,
“como en todas las iglesias de los santos, las mujeres deben guardar silencio en las
congregaciones.” No se les permite hablar, es vergonzoso que una mujer hable. Frente a
esto le podría parecer algo sorprendente saber esto, pero en una encuesta que se llevó a
cabo en el 2017, unos 80% de los estadounidenses están cómodos con una pastora. El
62% de los cristianos practicantes están abiertos a pastoras, el 40% de los evangélicos
están cómodos con pastoras.
En la preparación pastoral hay un título, un título de post-grado llamado una Maestría en
Divinidad, generalmente es un título que toma tres o cuatro años para prepararlo para el
ministerio pastoral. El 50% de las mujeres inscritas en seminarios, el 50% debo decir de los
alumnos de maestría en divinidad en seminarios, son mujeres preparándose para el
ministerio pastoral. 25% de las facultades del seminario son mujeres. Eso significa que
usted tiene a miembros de la facultad, mujeres enseñando a mujeres alumnas para ser
pastoras. 11% de los presidentes de los seminarios son mujeres. 27% de los pastores en
este país son mujeres, esto es una explosión. En 1960 2% del clero eran mujeres, el
Movimiento de las Mujeres básicamente a causado una erupción en la iglesia, y la última
frontera para el Movimiento es la iglesia evangélica, la última frontera que ha caído
víctima a la rebelión del feminismo junto con el marxismo cultural.
Quizás las pastoras y las predicadoras son la evidencia más obvia de las iglesias
rebelándose en contra de la Biblia. No puedo pensar en algo que tenga un impacto tan
amplio y que trascienda por todas las denominaciones, como la rebelión de la mujer en
contra de la Palabra de Dios con respecto a predicadoras. Mujeres que pastorean, mujeres
que predican en una iglesia, son una desgracia. Y reflejan de manera abierta oposición al
mandato claro de la Palabra de Dios.
Esto es desobediencia flagrante, esto es desobediencia abierta. Ha sido aceptable en
nuestra cultura, y ahora es aceptable inclusive en el mundo evangélico. Leí un artículo esta
semana escrito por una mujer, el título es tenga una maestría en divinidad, va a predicar.
Y esta mujer escribiendo este artículo, dijo que el artículo está diseñado para responder a
esta pregunta, ¿Cómo es que el sexismo tiene una función conforme su congregación se
esfuerza por abrazar el liderazgo pastoral de mujeres?
Entonces, si usted no está dispuesto a abrazar el liderazgo pastoral de las mujeres, usted
no es bíblico, usted es sexista. ¿Por qué es esta una rebelión que tiene un alcance tan
grande en contra de la Palabra de Dios? ¿Por qué? bueno, la respuesta se remonta a
Génesis capítulo 3, entonces, acompáñeme a Génesis 3 y veremos cómo comenzó todo.
Todos conocemos la historia, Adán y Eva creados en el Huerto, inocentes. Eva sale de la
protección de Adán, tiene un encuentro con Satanás, ella es seducida, engañada, ella
peca. Adán la sigue, peca, la raza humana entera es impulsada a la corrupción.
Entonces el Señor maldice a los participantes en eso. La serpiente es maldecida en el
capítulo 3, versículos 13 y 14, inclusive en el 15. El hombre es maldecido en los versículos
17, 18 y 19, pero la mujer es maldecida en el versículo 16, y es muy importante. “A la
mujer dijo esto,” es la maldición de la caída, “multiplicaré en gran manera los dolores en
tus preñeces. Con dolor darás a luz los hijos. Y tu deseo será para tu marido, y él se
enseñoreará de ti.” ¿Acaso, el dolor en el parto es universal? Sí, sí. Toda mujer que jamás
ha tenido un hijo, tiene dolor. Eso es universal. Esa es la maldición. Esa es la primera
mitad, pero la segunda mitad es universal por igual. “Tu deseo será para tu marido, y él se
enseñoreará de ti.”
¿De qué está hablando eso? ¿está hablando de deseo sexual, deseo físico? No, porque el
deseo físico estuvo ahí antes de la caída. Porque cuando Dios creó a Adán y Eva Él dijo,
“fructificad y”, -qué- “multiplicaos, llenad la tierra.” Vayan, tengan bebés. Lo que lleva a
los bebés es el deseo. No hay nada de malo con una mujer deseando a su marido de esa
manera, ese no es el punto. El punto es que hay una maldición sobre la mujer, y la
maldición es que ella tiene un deseo hacia su marido, y él tiene que gobernar sobre ella. Si
usted tiene un deseo sexual hacia su marido, eso no lo lleva a que él la gobierne a usted,
eso lleva a que se unan en un acto de amor que produce un hijo.
¿Qué es este deseo de una mujer que fuerza al marido a tener que dominarla? Esta es una
maldición, esto es atracción sexual y el amor matrimonial no es una maldición, pero sea lo
que esto sea es algo malo y lleva al conflicto. Bueno, la respuesta llega en el capítulo 4,
esta frase en particular es únicamente usada dos veces en el pentateuco, en el Antiguo
Testamento y aquí está la segunda, el Señor le dijo a Caín en el capítulo 4, ¿Por qué te
enojas? Caín recordará usted ofreció un sacrificio inaceptable a Dios, ¿Por qué estás tan
enojado? ¿Por qué ha caído tanto tu rostro? si haces bien, si haces lo correcto ¿acaso tu
semblante no se levantará? Si hubieras obedecido y ofrecido el tipo correcto de sacrificio,
no el fruto de tus labores, sino un sacrificio animal, no tendrías este problema. Y si no
haces bien, aquí está porqué, “e; pecado está a la puerta y su deseo es para ti, pero tú
debes dominarlo.”
Es exactamente la misma expresión como en el capítulo 3, aquí es el pecado deseando
tenerte y debes dominarlo, debes enseñorearte de él. Eso es exactamente lo que significa
el capítulo 3, versículo 16, el deseo pecaminoso por dominar a tu marido y él va a tener
que ejercer control sobre ti. Como un resultado de la caída, la mujer lleva una maldición
en dos áreas, una y es universal, toca todas, el dolor a dar a luz. En segundo lugar, un
deseo debido a su corazón caído por alterar el orden divino de la autoridad y la sumisión,
y por querer dominar a su marido. Esta es la realidad universal en el matrimonio, a un
grado u otro, la mujer va a desear controlar, el marido va a tener que gobernar sobre ella.
Eso es tan universal como el dolor en el tener hijos. Se refiere a un deseo, un deseo
pecaminoso por controlar, esta es la razón por la que vemos constantemente el esfuerzo
por parte de las mujeres por derrocar la autoridad de sus maridos, o la autoridad de los
hombres en la sociedad. Y obviamente hay una multitud de mujeres en la iglesia, tratando
de derrocar el liderazgo masculino en la iglesia. Con eso en mente, regrese a 1 Corintios
capítulo 14, versículo 34, “Las mujeres deben guardar silencio en las iglesias, porque no les
es permitido hablar, sino que se sujeten, así como la ley también dice.” Usted tiene que
controlarse, porque usted está peleando contra su propia tendencia caída, y su propia
tendencia caída va a causar que usted quiera derrocar el orden de su propio matrimonio,
autoridad y sumisión.
Ustedes en la iglesia, como mujeres, dice, deben guardar silencio en las iglesias. ¿Qué
quieres decir con guardar silencio? No es difícil de entender, ¿verdad? No dice nada. Él ya
ha usado eso dos veces en este capítulo, una vez atrás en el capítulo 28, en el caso de
alguien hablando en una lengua o idioma, versículo 28, “si no hay intérprete él debe
guardar silencio en la iglesia.” Eso significa exactamente lo que dice, él no debe hablar. En
el versículo 30, en dónde usted tiene a varios predicadores, y la gente emitiendo juicio
acerca de ellos, y una revelación se hace a otro que está sentado, el primero debe guardar
silencio. Usted no puede tener caos con todo tipo de personas hablando al mismo tiempo,
alguien tiene que guardar silencio mientras que alguien más habla.
Entonces, esto está hablando de silencio en sí, en la iglesia. Entonces, las mujeres deben
guardar silencio en la iglesia, no se les permite hablar. Y después en el versículo 35, la
última mitad del versículo, “De hecho, es vergonzoso que una mujer hable en la iglesia.”
Ahora, esto es del apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo con un mandato de Dios,
prohibiéndole a las mujeres en todo lugar, en toda manera, hablar o predicar en cualquier
iglesia.
Entonces, esa es la respuesta a la pregunta, podríamos cerrar el libro e irnos a casa, ahí
está. Es una prohibición absoluta, no se les permite hablar en la iglesia. Ahora, ¿acaso eso
significa que las mujeres jamás pueden enseñar? Veamos Tito capítulo 2, Tito capítulo 2.
Conforme el apóstol Pablo da instrucción aquí a varios grupos en la iglesia, ancianos,
ancianas, hombres jóvenes, mujeres jóvenes, nos concentramos en las mujeres maduras.
Versículo 3; Tito 2:3, “Las mujeres maduras, las ancianas deben ser reverentes en su porte
(en su conducta).” Una conducta reverente sería obediencia a la Palabra de Dios, ¿verdad?
¿Sería usted una mujer reverente si usted fuera una predicadora?
Eso no muestra reverencia a Dios, “deben ser reverentes en su conducta, no
calumniadoras, no esclavizadas a mucho vino, enseñando lo que es bueno,” ¿vio usted
eso? claro las mujeres pueden enseñar, las mujeres son llamadas a enseñar, son llamadas
a enseñar a otras mujeres. “Enseñando lo que es bueno” versículo 4, “para que puedan
alentar a las mujeres jóvenes.” Las ancianas, las mujeres mayores enseñándole a las
mujeres jóvenes, y obviamente, le enseñan a sus hijos. Sí, las mujeres enseñan. Sí,
enseñan lo que es esencialmente bueno. Y, ¿qué es aquello que enseñan? ¿qué es lo
bueno que enseñan? Le enseñan a las jóvenes, aquí está la lección, “amar a sus maridos,
amar a sus hijos, a que sean sensatas, castas, que trabajen en casas, buenas, estando
sujetas a sus maridos para que la Palabra de Dios no sea blasfemada.”
Cuándo las mujeres no se sujetan a sus maridos, individualmente en un matrimonio,
mujeres que no se sujetan a sus líderes en la iglesia, colectivamente, la Palabra de Dios es
deshonrada. Usted no puede decir que es una predicadora, que está predicando la Biblia,
y debido a esa función misma, usted está deshonrando a Dios y a Su Palabra. Sí las
mujeres enseñan, enseñan a partir de una vida que es reverente en su conducta, y eso
significa que muestra reverencia a Dios al punto que obedece la Palabra de Dios, no están
esclavizadas a mucho vino, enseñan lo que es bueno. Y, ¿qué es lo bueno que enseñan?
Enseñan a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos, a sus hijos, a ser sensatas, castas, eso
significa santas, trabajando cuidando su casa, buenas, sujetas a sus maridos para que la
Palabra de Dios no sea blasfemada, deshonrada. Esa es la gran responsabilidad de
enseñanza de las mujeres mayores, de enseñar a las mujeres jóvenes, la necesidad del
hogar siendo la prioridad amando a los maridos, amando a los hijos, estando sujeta a su
marido para que la Palabra de Dios no sea deshonrada. Si las mujeres no se conducen así,
entonces la Palabra de Dios es, ¿qué? deshonrada.
Entonces, todas estas mujeres que andan por todos lados como predicadoras,
supuestamente enseñando la Biblia están desafiando lo que la Biblia dice, están
propagando algún tipo de cristianismo que no maneja bien la Palabra de Dios. Y Pablo está
diciendo, “Miren, tienen que controlarse.” Ahora, regrese a 1 Corintios 14, él dice,
versículo 34, realmente importante, “deben someterse a sí mismas.” Usted tiene que
controlarse a sí misma, usted necesita un poco de dominio propio, y refreno personal
aquí, debe someterse a sí misma, esa es una voz media imperativa del verbo hupotassō, el
cual significa ‘alinearse.’ Ordene su vida, ordene su vida, controle su vida, colóquese bajo
sumisión, sumisión al Señor, al someterse a su marido, y sumisión al liderazgo masculino
en la iglesia.
Ahora, ¿Qué hay acerca de Pablo? ¿acaso Pablo estaba simplemente, estaba hablando de
manera tendenciosa? ¿acaso simplemente era un hombre alfa con un problema? ¿acaso
Pablo de alguna manera tuvo algún prejuicio? Esto es simplemente Pablo, como la
predicadora más popular dice en la actualidad, “Bueno, Pablo, no Jesús. Y Jesús me dijo
que predicara.” ¿Con eso estamos tratando aquí? ¿Acaso Pablo es algún tipo de hombre
independiente que nos está dando su propio consejo que no es coherente con lo que Dios
quiere? No, porque dice, “Miren, van a tener que sujetarse.”
¿Por qué van a tener que sujetarse? “porque la tendencia en su corazón caído es querer
dominar a los hombres, su marido y líderes en una iglesia.” Y si hacen de eso algo noble, si
ustedes redefinen eso como lo están oyendo en la actualidad, “necesitamos darle a las
mujeres el respeto que se merecen, que no han tenido por las ultimas décadas, y darles su
lugar en la iglesia,” usted está ayudando y promoviendo el pecado y la violación del
estándar de Dios. El estándar para todas las iglesias, es que las mujeres necesitan
colocarse bajo control y darse cuenta de que no deben hablar en una iglesia. Hacerlo es
vergonzoso y es una desgracia.
Y este no es un capricho de Pablo, porque al final de versículo 34 él dice, “Así como la ley
también dice.” La ley, con una L mayúscula se refiere a la Escritura, sabemos eso porque
de regreso, ahí atrás en el versículo 21, leemos, “en la Ley está escrito,” y después Isaías
28:11 es citado. Ley, es simplemente un término para definir al Antiguo Testamento. Esto
no es nada nuevo. La autoridad y el orden de sumisión que Dios ha diseñado de manera
maravillosa, para felicidad y bendición de todos nosotros comienza desde la creación.
¿Qué dice el Antiguo Testamento de esto? ¿Qué dice la Ley acerca de esto?
Bueno, en primer lugar, dice que Dios creó al hombre, y el hombre estaba solo y entonces
Dios tomó de su costado y tomó a una mujer y Él creó a una mujer para que fuera su
ayudante, su ayuda. Sabemos eso a partir de Génesis. También sabemos que simplemente
en el panorama general, a lo largo del Antiguo Testamento algunas cosas son muy obvias,
nunca hubo una sacerdotisa, jamás. Nunca hubo una reina autorizada, ni en el reino del
norte, ni en el reino del sur, siempre hubieron hombres. El único momento en el que una
mujer ascendió a eso fue Atalía, la usurpadora. Nunca hubo una profetiza con un
ministerio profético contiguo como Elías y Eliseo. Ningún libro en el Antiguo Testamento
fue escrito por una mujer, ni tampoco alguna porción del Antiguo Testamento fue escrito
por una mujer.
Ahora, hubieron algunas mujeres a lo largo del Antiguo Testamento que de vez en cuando
hablaron en nombre de Dios. María es llamada una profetiza, o una que habla en nombre
de Dios, pero ella fue una especia de acontecimiento musical, ¿no es cierto? ahí atrás en
Éxodo capítulo 15. Débora fue una juez, en Jueces 4, y en la ausencia de un hombre Dios
usó a Débora para traer su voluntad en una ocasión, pero cuando llegó el momento de ir a
la guerra con los enemigos, ella no iba a guiar a las tropas, entonces ella escogió un
hombre, Barac, para guiar a las tropas.
Otra mujer es mencionada como una que habló en nombre de Dios, en 2 Reyes 22,
llamada Hulda. Y después en el Nuevo Testamento usted tiene a Ana en el Templo,
cuando Jesús fue llevado ahí, para ser dedicado en el Templo y ella habló una palabra del
Señor. Pero ella no fue una profetiza de por vida, ninguna mujer jamás tuvo una función
profética continua, pero ocasionalmente Dios usó a mujeres para que hablaran en el
nombre de Él.
En el Nuevo Testamento fueron las hijas de Felipe, quienes en una ocasión fueron usadas
por el Señor para hablar, no en un servicio de la iglesia, sino para hablar en nombre de
Dios. Todas esas son excepciones que prueban la regla. Usted simplemente no puede
encontrar alguna mujer como una sacerdotisa, una mujer como una líder espiritual, una
mujer como una profetiza en algún lugar en el Antiguo Testamento, pero la rebelión
estaba a todo vapor. Las mujeres iban a encontrar su momento en el sol, y así fue,
trágicamente Vaya a Isaías capítulo 3, Isaías capítulo 3, el juicio está por venir, un día para
juzgar está por venir, ese es el mensaje de Isaías. Esta es una porción muy poderosa de la
Escritura.
Vamos a comenzar en el versículo 16, Dios denuncia a las mujeres. “Así mismo dice
Jehová, por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido, (cuellos
estirados, literalmente) y con ojos desvergonzados.” Entonces, usted tiene a mujeres que
están saliendo de los límites ordenados por Dios, del control de su propio marido, y
mostrándose a otros con la seducción en mente. “Cuando andan van danzando, y
haciendo son con los pies.” Cierto tipo de caminar que tiene la intención de ser seductor.
“Por tanto el Señor, raerá la cabeza de las hijas de Sion, y Jehová descubrirá sus
vergüenzas.” Creo que lo peor para una mujer es ser calva.
Esa es la razón por la que esas queridas mujeres que sufren cáncer y quimioterapia y
radiación y todo eso, usan pelucas porque todo mundo reconoce que esa es la gloria de
una mujer. Dios va a hacer que estén calvas en juicio. “Aquel día quitará el Señor el atavío
del calzado, las redecillas, las lunetas, los collares, los pendientes y los brazaletes, las
cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor, y los zarcillos,
los anillos y los joyeles de las narices, las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las
bolsas.” Esto se oye como una lista para el próximo viaje de compras, “los espejos, el lino
fino, las gazas y los tocados.”
Lo que usted tiene aquí es estas mujeres que han enloquecido tratando de llamar la
atención a sí mismas, en lugar de humillarse a sí mismas en pudor y discreción bajo el
liderazgo de su marido y darle honor a él. Se presentan de manera osada a sí mismas, de
una manera seductora con todos estos adornos, atavío del calzado, redecillas, las lunetas,
los collares. Es tan interesante como el Señor es tan especifico en esto, no que ninguna de
estas cosas está mal en sí mismas, pero esto es tan exagerado, los collares, los pendientes,
y los brazaletes, las cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos
de olor, y los zarcillos, los anillos y los joyeles de las narices, las ropas de gala, los
mantoncillos, los velos, las bolsas, los espejos de lino fino, las gazas y los tocados.
Desafortunadamente, versículo 24, “Y en lugar de los perfumes aromáticos vendrá
hediondez, y cuerda en lugar de cinturón, y cabeza rapada en lugar de la compostura del
cabello. En lugar de ropa de gala, ceñimiento de cilicio, y quemadura en vez de
hermosura.” Y después aquí está el resultado, “Tus varones caerán a espada.” ¿Adivine
qué? Cuándo las mujeres se apoderan de una sociedad, los hombres se debilitan. Cuando
los hombres se debilitan pueden ser conquistados, pueden ser conquistados. Usted está
viendo que eso sucede en este país, conforme más, y más y más, y más mujeres ascienden
al poder, más y más hombres se vuelven más y más débiles, y más débiles, y más débiles,
y el nivel de vulnerabilidad simplemente sigue incrementándose.
Vuestros hombres caerán por la espada porque se han debilitado. Literalmente han vivido
la maldición de Génesis 3, han deseado dominarlos, y lo han hecho. “Tus varones caerán a
espada, y tu fuerza en la guerra. Sus puertas se entristecerán y enlutarán” refiriéndose a la
ciudad, “y ella desamparada se sentará en tierra.” ¿Adivine qué? cuando todos los
hombres han sido matados, se pueden sentar ahí con toda su joyería, y su basura, han
sido conquistadas porque ustedes han controlado, han vencido a sus protectores. No
malentiendan esto, esto es lo que estamos viviendo en la actualidad. La maldición ha sido
legitimizada, inclusive en la iglesia evangélica ahora, la última frontera por caer. Darle
fuerza a las mujeres hace que los hombres sean débiles, los hombres débiles hacen que
toda persona, toda persona sea vulnerable al peligro.
Regrese al capítulo 3, versículo 12, “Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres
se enseñorearon de él.” Ahora, eso no tiene intención de ser anti-mujer, así como no es
anti-niños. Permítame decirle algo, si los niños están a cargo estamos en problemas, si las
mujeres están a cargo estamos en problemas. Y si usted ve con atención a nuestra nación,
usted va a tener que estar de acuerdo con que son mujeres infantiles, jóvenes, inexpertas,
ignorantes, que están ascendiendo al poder. Cuando usted derroca el orden divino, los
resultados son siempre desastrosos. Y de nuevo, no es anti-mujer, así como no es anti-
niños, pero es un juicio divino sobre una nación que sus jóvenes y sus mujeres están en el
poder. Las personas jóvenes, me parece, y las mujeres, están apoderándose de las iglesias.
Entonces, hay suficiente revelación del Antiguo Testamento para mostrar el estándar del
Nuevo Testamento de que las mujeres deben guardar silencio en las iglesias. Por cierto, en
el Nuevo Testamento no hubo ninguna mujer que fuera apóstol, no hubo una profetiza,
no hubo tampoco una pastora, anciana. Ningún libro del Nuevo Testamento es escrito por
una mujer, ningún sermón es jamás registrado que una mujer predicó. Y cada vez que Dios
designa a personas, sea los apóstoles, o Hechos 13, todos son hombres. Este es el orden
divino.
1 Timoteo 2, veamos eso. Y esto va a relacionarse bien con lo que le acabo de leer de
Isaías 3. 1 Timoteo 2. Ahora, Pablo le está escribiendo a Timoteo para ayudarle a que
ordene a la iglesia. Si usted ve el capítulo 3, por tan solo un momento, versículo 15, 14 y
15, capítulo 3:14–15, “Esto te escribo esperando ir pronto a verte, para que si tardo sepa
cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y
baluarte de la verdad.” Muy bien, estoy escribiéndote esta carta para que sepas como
conducir las cosas en la iglesia, para que vivan de manera coherente con la verdad, la
verdad revelada, la verdad divina, la Palabra de Dios. Y a lo largo de esta carta, en ambos
lados de ese versículo, antes del mismo, y después del mismo, Pablo da instrucción para la
vida de la iglesia.
En particular, regresemos al capítulo 2 y veamos la instrucción para las mujeres, versículo
9, “Así mismo, las mujeres deben ataviarse con ropa apropiada, con pudor y modestia, no
con peinado ostentoso y oro y perlas, ni vestidos costosos.” Esta es la antítesis de Isaías 3,
¿verdad? Las mujeres deben identificarse porque se visten de una manera apropiada,
apropiada para la adoración, con pudor y discreción. ¿Qué este peinado ostentoso con oro
y perlas? ¿De qué es esto? debido a que las mujeres básicamente usaban una túnica de su
cuello hasta el suelo, la única manera en la que podían mostrar su riqueza era en la
calidad de la ropa que usaban, pero aún más, entretejían perlas y su oro, en su cabello. Y
entonces, mostraban su riqueza llamando la atención a sí mismas.
“Quiero que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia, no con
peinado ostentoso ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como
conviene a mujeres que profesan piedad.” Dice usted que es una mujer piadosa, entonces
debe estar manifestando buenas obras. ¿Y cuáles son esas buenas obras?
Inmediatamente, versículo 11, “Una mujer debe recibir instrucción de una manera callada,
con sumisión total, porque no permito a la mujer enseñar ni ejercer dominio sobre el
hombre, sino estar en silencio.” Wow. Así es como usted se conduce en la iglesia. Las
mujeres son llamadas a la modestia, son llamadas a la discreción, son llamadas a buenas
obras, son llamadas a la piedad.
¿Y qué significa eso? Eso significa que reciben instrucción en silencio, con sumisión total.
Palabras muy fuertes, sumisión total. ¿Quiere usted saber qué tan total es? Vaya a 1 Pedro
3, conforme Pedro da instrucción para la vida piadosa. 1 Pedro capítulo 3, Pedro le va a
hablar de nuevo a las esposas, y él dice, “Así mismo, vosotras mujeres,” capítulo 3,
versículo 1, “someteos a vuestros propios maridos.” Usted tiene el panorama aquí,
simplemente siguen repitiendo esto, sean sumisas, sean sumisas, sean sumisas, ¿Por qué?
debido a la realidad de la caída, que incorporó que integró en la maldición ese deseo
innato, caído en una mujer por controlar a su marido y ese control y colectivamente eso
significa hacer lo mismo en la sociedad, e inclusive hacer lo mismo en la iglesia.
Entonces, están estas afirmaciones repetidas acerca de, “sean sumisas a sus propios
maridos, de tal manera que, si algunos de ellos son desobedientes a la Palabra,” esto es
quizás, son incrédulos, “pueden ser ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
conforme observan su conducta casta y respetuosa.” De nuevo, “vuestro atavío”, vuestro
adorno, vuestro arreglo, “no debe ser meramente externo,” el cabello usando joyería y
usando vestidos costosos, sino que sea el de la persona escondida del corazón, con el
espíritu imperecedero de un espíritu afable y apacible que es de gran estima en los ojos de
Dios.” Guau. Ese espíritu gentil, callado, es preciado a los ojos de Dios.
Y después él da una ilustración del Antiguo Testamento. Entonces, aquí hay más de la Ley
del Antiguo Testamento, “Porque de esta manera en tiempos antiguos las mujeres santas
también, que esperaban en Dios, solían arreglarse siendo sumisas a sus propios maridos,
así como Sara obedeció a Abraham llamándole señor.” Puedo oír a algunas de ustedes
diciendo, “no estoy ahí, no estoy ahí. Quizás querido, mi amor. No sé acerca de Señor.”
“Sara obedeció a Abraham llamándole señor, y vosotras os habéis vuelto sus hijas, si
hacéis lo que es recto sin temer.” Usted no tiene que temer el someterse a su marido, ese
es el orden divino de Dios. Inclusive si es un incrédulo, usted lo podría ganar mediante su
conducta.
Y de nuevo, la suposición en todos estos pasajes es que esto es algo en lo que las mujeres
deben trabajar, porque su naturaleza caída naturalmente busca controlar. Y, por cierto,
sabemos que las mujeres tienen la capacidad de controlar, pueden hacer que la vida sea
bastante miserable. ¿Oigo un amén ahí? Pero usted entiende el panorama con todo esto,
en la Palabra de Dios, de que hay una batalla que se está llevando a cabo aquí. Hay una
batalla en todo matrimonio, hay una batalla en toda sociedad, hay una batalla en toda
iglesia, por mantener el orden divino.
Entonces, regrese a 1 Timoteo 2. Entonces, las mujeres son llamadas al pudor, a la
discreción, a las buenas obras, a la piedad, ¿y cómo se ve eso? significa que reciben
instrucción en silencio con sumisión total, sumisión total. “Porque no permite a la mujer
enseñar ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.” Eso es tan absoluto,
es inflexible, sin predicar, sin enseñar, sin tener una posición de líder en la iglesia. Dice
usted, “Bueno, de nuevo, esto es Pablo el raro.” ¿Acaso tan solo esto es Pablo? No,
observe el versículo 13, esto fue diseñado por Dios, “Porque Adán fue creado primero y
después Eva.” Este es el orden divino. “Fue Adán quien fue creado primero, y después
Eva.” Dios creó a Adán, él estuvo solo, él tomó del costado de Adán, hizo una mujer, y la
mujer debía ser la ayuda de Adán.
Pero no solo fue este el diseño creador de Dios, fue básicamente afirmado en la caída,
versículo 14, “Y Adán no fue engañado, sino que la mujer siendo engañada, incurrió en
transgresión.” Esta es una advertencia muy severa, una advertencia muy severa. Una
mujer que está fuera de la protección de su cabeza es vulnerable. Debido a las
sensibilidades típicas de las mujeres, pasiones, y la compasión, debido a sus tendencias
hacia la bondad y misericordia y preocupación, se vuelven más vulnerables cuando no
están protegidas. Esa es una realidad en la actualidad. No es algo que es raro, siendo
mostrado en el número enorme de mujeres que andan por todos lados solteras, que no
tienen ni un padre, un marido que las proteja del engaño. Pero la función de las mujeres
en esta relación de autoridad-sumisión fue diseñada por Dios en la Creación y confirmada
en la Caída.
Lo que sucedió fue que Eva se salió de la protección de Adán, ella fue vulnerable, ella fue
engañada. Adán no fue engañado, él básicamente comió deliberadamente. ¿Por qué? ella
pecó porque fue engañada por Satanás, él pecó porque él no podía vivir sin ella. ¿Entiende
usted eso? ella se había vuelto todo para él. Y cuando las funciones se invierten, las
mujeres son engañadas, y cosas malas suceden. Los hombres son hechos débiles, y cosas
peores suceden, la raza humana entera cayó con Adán. Usted altera a este orden, y el caos
es interminable.
Entonces, ¿en dónde deja eso a las mujeres? Si los hombres están a cargo de todo, ¿en
dónde nos deja eso a nosotros? Versículo 15; 1 Timoteo 2:15, “Pero las mujeres serán,” y
la, y el verbo griego aquí es sōzō, lo cual significa salvo, es la palabra misma para ‘salvo’
como espiritualmente salvos. “Pero se salvará engendrando hijos,” ahí está el equilibrio,
¿verdad? ustedes tienen a los bebés, ustedes amamantan a los bebés, ustedes los cargan,
ustedes pasan todo día con ellos, ustedes los nutren, ustedes los desarrollan, ese es su
privilegio maravilloso. En realidad, hay una profundidad de influencia a ese nivel, que
ningún hombre jamás tendrá con sus hijos.
Ahora, ¿qué significa “se salvará engendrando hijos”? Me acuerdo cuando estuve en
Bucarest, Rumania, hace algunos años atrás. Hubo una Conferencia de Pastores, habían
unos 1200 o 1500 pastores y sus esposas en esta iglesia, y querían después de que hablé
mucho, querían tener una sección de preguntas y respuestas. Entonces, uno de los
hombres hizo la pregunta: ¿qué significa esto, que la mujer se salvará engendrando hijos?
Y yo dije: “Bueno,” simplemente, le dije, “bueno claro que no significa salvación espiritual.
No significa que vas al cielo si tienes bebés. Tu sabes, no obtienes la vida eterna al tener
bebés. Entonces, no es posible que signifique ese tipo de salvación. No tiene nada que ver
con la salvación de su alma.”
De pronto el lugar estuvo en silencio total. Era como si alguien hubiera extraído todo el
oxígeno. Y podía ver confusión en la cara de los hombres y mujeres, y el moderador
sentado a mi lado dijo: “Acabas de soltar una bomba. Porque en nuestra teología puedes
perder tu salvación, y una manera en la que una mujer pierde su salvación, (se les había
enseñado así) era hacer algo por evitar un embarazo.” Entonces, así malinterpretaron eso.
Esa es la razón por la que todos tenían quince hijos. Estas pobres mujeres cansadas, y
están viendo a su marido, diciéndole, ¿tenías que equivocarte en ese versículo, de todas
las opciones posibles, no podías haberte equivocado en algo como aspersión o algo así?
Entonces, pasé los siguientes veinte minutos explicando eso. Y después esas queridas
personas claro, no querían revertir nada, claro, porque amaban a sus hijos. Inclusive con
una teología defectuosa, habían hecho lo que las mujeres piadosas hacen, habían traído
hijos al mundo. Cuando Eva se salió debajo de la autoridad de protección de Adán, ella
quedó vulnerable y cayó. Y Adán, ligado en su corazón a ella, abandona su propia
autoridad, y se vuelve más débil, y hunde a la raza humana en la corrupción. Adán no fue
engañado, Eva fue engañada.
Si nos quedamos en el orden que Dios ha diseñado que sigamos, todo mundo florece. Los
hombres y las mujeres, por cierto, como resultado de la caída, son pecaminosos por igual.
Adán necesitaba a Eva tanto que él pecó deliberadamente. Entendemos eso, las
necesitamos. El liderazgo de los hombres, no obstante, fue establecido en la Creación, y
reafirmado en la Caída. Ninguna hija de Eva debe seguir su camino al territorio prohibido
de salir bajo la autoridad que Dios le dio, y tratar de vivir independientemente, abunda
demasiado peligro.
De hecho, toda relación humana depende de la autoridad de la sumisión, ustedes sabrían
eso, ustedes tienen un trabajo, ustedes lo entienden, ¿verdad? La autoridad y la sumisión,
alguien está a cargo. “Las mujeres se salvan,” regrese de nuevo, “engendrando hijos,”
literalmente en el griego ‘dando a luz hijos’. Este es el alto llamado de la mujer, si, y esto
es importante, si esas mujeres continúan en la fe, y amor y santificación, con modestia.
Aquí vamos de nuevo, a las mujeres se les dice constantemente, “Contrólate, se sumisa,
sométete, refrénate” debido al impulso de su tendencia caída es de controlar a su marido.
Y hay una razón para eso, debido a que su marido no es perfecto. Y usted puede encontrar
muchas razones por las que a usted le gustaría tener el poder, ¿verdad? El alto llamado de
una mujer es salvarse a sí misma del estigma de la caída. Ella guio a la raza al pecado al ser
engañada, ¿cómo es que ella invierte eso? ¿cómo es que su vida contribuye a algo bueno,
cuando fue una mujer la que guio la raza entera al pecado? Una mujer revierte eso al criar
hijos piadosos, esta es la vida más elevada y más influyente posible.
Ahora entiendo que Dios no quiere que toda mujer se case. Hay un don de soltería, Pablo
habla de eso en 1 Corintios 7. Y, algunas veces hay parejas casadas a quienes el Señor no
da hijos, pero como un principio general, este es el llamado alto de las mujeres, tener
hijos, invertir su alma y vida en esos hijos, ese el más grande de todas las influencias.
Mientras tanto, de regreso a la iglesia, capítulo 3, versículo 1, “Palabra digna es esta,” y
todo mundo sabe esto, “si alguno anhela obispado (o pastor, anciano), buena obra
desea.” Mientras tanto, los hombres están a cargo de la iglesia. “Y un obispo,” (pastor,
anciano,) “debe ser irreprensible, debe ser marido de una sola mujer, sobrio, prudente,
decoroso, hospedador, apto para enseñar, no dado al vino, no pendenciero, sino amable,
apacible, no avaro.”
Y aquí viene, versículo 4, “que gobierne bien su casa, así como él administra la casa, ese es
el lugar dónde él prueba que tiene la capacidad para que se le dé la responsabilidad en la
iglesia, porque en el siguiente versículo dice, versículo 5, “porque si alguno no sabe cómo
gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?” Debido a que los hombres
son llamados por Dios a administrar la casa, están al ser calificados para hacer eso, están
calificados para estar administrando la iglesia. Ninguna mujer es la cabeza de una casa,
ninguna mujer puede ser la cabeza de la iglesia.
Ahora, alguien va a decir, “Bueno, ¿qué acerca de 1 Corintios 11? Entonces, veamos eso.
Ahora, hasta aquí es abundantemente claro, lo que la Escritura dice acerca de la vida en la
iglesia con respecto a las predicadoras. Pero aquí en 1 Corintios capítulo 11, en el mismo
libro, sin confusión alguna Pablo dice en el versículo 3; 1 Corintios 11:3, “Pero quiero que
entendáis que Cristo es la cabeza de todo hombre, el hombre es la cabeza de la mujer,
Dios es la cabeza de Cristo, Dios es la Cristo, Cristo es la cabeza del hombre, hombre la
cabeza de la mujer.” Ese es el orden, ese es el orden divino, así debe ser.
Y después él dice esto, “Todo hombre que tiene algo en su cabeza, mientras que uno
profetiza, desgracia su cabeza, avergüenza su cabeza, toda mujer que tiene su cabeza
descubierta mientras que uno profetiza, avergüenza su cabeza, porque es lo mismo, la
mujer cuya cabeza está rapada.” Bueno, eso es algo extraño, ¿qué está pasando aquí? En
el curso de la vida como creyentes, habrán ocasiones cuando las mujeres oran,
obviamente no lo están haciendo en la iglesia en el orden de la iglesia, en el servicio de la
iglesia, eso es abundantemente claro, les he mostrado en todos lados que dice eso.
Pero en la comunión de los santos y en la oportunidad de predicar el evangelio, proclamar
el evangelio, dar testimonio, van a haber ocasiones en hogares, en reuniones sociales o lo
que sea, en dónde las mujeres van a estar orando. Y hay ocasiones cuando las mujeres van
a estar hablando. Orar significa que usted le está hablando a Dios acerca de la gente,
profetizar significa que usted está hablándole a la gente acerca de Dios. Usted va a estar
hablando la verdad del evangelio a alguien, usted va a estar orando a Dios a favor de
alguien, entonces usted está orando a Dios, hablando a Dios acerca de la gente, o
hablándole a la gente acerca de Dios, eso va a pasar. Y, una gran multitud, dice el Antiguo
Testamento, una gran multitud son las mujeres que publican las buenas nuevas.
Entonces, todos nosotros, hombres y mujeres somos llamados a orar, debemos estar
orando por la gente, debemos estar orando juntos con la gente, debemos estar
comunicando la verdad del evangelio, debemos estar alimentándonos unos a otros,
hablándonos unos a otros de maneras edificantes, Pablo dice, “Cuándo están haciendo
eso, simplemente en la vida normal de la iglesia, los hombres no deben tener algo sobre
su cabeza, las mujeres sí.” Él está hablando de cubrirse la cabeza, aparentemente esta es
una costumbre local, no sé cuánto se extendió, pero le voy a mostrar cuán importante es.
“Si un hombre tiene algo en su cabeza cuando eso es tradicionalmente lo que las mujeres
hacen, entonces él está actuando de una manera afeminada. Y él está haciendo algún tipo
de oración espiritual o proclamar la verdad, pero él tiene algo que está cubriendo su
cabeza, él está deshonrando a su Señor, y a sí mismo, porque en esa sociedad las mujeres
usaban algo para cubrir su cabeza, y los hombres no.
Entonces, si una mujer descubre su cabeza mientras que está orando o profetizando, ella
avergüenza su cabeza, porque ella es una igual a la mujer que se rapa. ¿Qué mujeres se
rapaban la cabeza? Las lesbianas, las prostitutas, algunas veces rasuraban la cabeza de
una adúltera. En otras palabras, lo que Pablo está diciendo: “Cuándo actúan como un
creyente en algún contexto público, mantengan los símbolos visibles de su masculinidad y
feminidad. Vivimos en una sociedad en dónde están tratando de robar eso, ¿verdad? en
dónde los peinados andrógenos y ropa andrógena y quién sabe si esa persona es
transgénero, rechazando la realidad del género. Todo esto es un ataque completo en
control del orden divino de Dios.
Entonces, la costumbre local consistía en que las mujeres en público usaban algo para
cubrirse, un símbolo de su feminidad, es lo mismo en la actualidad, digo, puedo ver y decir
exactamente quienes son las mujeres y quienes son los hombres debido a su cabello. Ese
es un indicador cultural, los hombres se ven como hombres y las mujeres se ven como
mujeres. Pero aparentemente en la sociedad corintia, debido a que había tanta confusión
acerca de eso, como usted lo esperaría en una sociedad idólatra, pagana, algunas mujeres
habían venido a Cristo, pero no se habían quitado algunas de esas características rebeldes,
y quizás algunos de los hombres también.
Pudieron haber habido algunos hombres afeminados, seguro, porque, ¿qué le dice Pablo a
los corintios en 1 Corintios 6? “Afeminados, homosexuales, y estos erais vosotros.”
Algunos de ustedes. Podrían haberse vestido como una mujer, podrían haberse
manifestado con símbolos afeminados o pudieron haber sido parte de un movimiento de
liberación de mujeres. Habían muchos de ellos en Roma, leemos de mujeres que andaban
por todos lados casando cerdos, mujeres que usaban armadura que llevaban espada,
mujeres que se rapaban su cabeza, todo este tipo de rebeliones eran parte del mundo
antiguo.
Pablo simplemente está diciendo, “Miren, cómo creyentes necesitan asegurarse de que la
gente sepa que eres un hombre, o eres una mujer. Si usted no supiera que estaba bajo
ataque en el pasado, usted lo sabría en la actualidad, ¿no es cierto? Un hombre con algo
que cubre su cabeza era afeminado, una mujer que no se cubría la cabeza era masculina,
los símbolos son importantes.
Nuestra sociedad ha popularizado modas que borran esas líneas. Cuándo ustedes van de
compras, hombres vayan al departamento de hombres, y si no pueden distinguir si están
en el departamento de hombres o no, vayan a otro lado. Damas, vayan al departamento
de damas. No hay lugar para travestismo, para la confusión de géneros. Cuándo una mujer
se vestía en un estilo socialmente femenino, ella estaba declarando su entendimiento del
orden de Dios. Ella estaba declarando su entendimiento de su lugar único, divino, de ser
una mujer. Y ella estaba dando testimonio de su sumisión a ese diseño divino, y su
sumisión y devoción a su marido, y para una cristiana además si ella estaba declarando su
devoción a Jesucristo.
Pero tan claro como era en esta carta, los corintios tuvieron dificultades en separarse de
su estilo de vida antiguo y necesitaban ser instruidos a hacer esto. El cubrirse la cabeza no
es el punto, usar esos símbolos que designan claramente que usted es una mujer, eso es
lo que importa. Usar ese tipo de símbolos que claramente lo declaran como hombre, eso
es lo que importa, y este es el diseño de Dios. Versículo 7, “Cualquier otra cosa que sea
vergonzoso,” versículo 6 dice, versículo 7, “y un hombre no debe cubrirse la cabeza debido
a que él es la imagen y la gloria de Dios, y la mujer es la gloria del hombre.”
Dios es el Creador del hombre, de la nada, Dios es el Creador de la mujer, del hombre, la
gloria del hombre está en la imagen de Dios, la de la mujer está en que ella es creada por
Dios del hombre. Un hombre no se origina de la mujer, sino la mujer del hombre, porque
de hecho el hombre no fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del
hombre. En otras palabras, mantengan estas distinciones claras, autoridad, sumisión, y la
cultura reconoce esto de manera tan clara que toda cultura tiene ese tipo de marcas
distintivas. Y después de esto, versículo 10, “Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de
autoridad sobre su cabeza debido a los ángeles.” ¿Qué? ¿Qué significa, eso? Las criaturas
más sumisas, las más santas, las más sumisas en el universo son los ángeles, ¿verdad?
¿Qué son los ángeles? Son espíritus ministradores, ¿verdad? que sirven al Señor
constantemente.
Entonces, son las criaturas más puras y más elevadas y más sumisas, y cuando las mujeres
demuestran su sumisión, muestran su obediencia a las más sumisas de todas las criaturas,
los ángeles santos. Y sabe una cosa, en Efesios 3 dice eso, le acabo de leer este versículo,
lo que el Señor está haciendo en la iglesia, capítulo 3, versículo 11, lo que Él está haciendo
en la iglesia, es sacando a la luz la administración del misterio, el evangelio, el cuál por
siglos ha estado escondido en Dios quien creó todas las cosas, “de tal manera que la
sabiduría multiforme de Dios ahora pueda ser dada a conocer mediante la iglesia, a las
potestades y las autoridades en lugares celestiales,” quienes son ángeles.
El Señor está llevando a cabo su obra en la iglesia para mostrarle a los ángeles la iglesia. Y
los ángeles esperan ver la iglesia, y ver en la iglesia al Señor glorificado. ¡Qué decepción
debe ser para los ángeles ver hacia y ver a mujeres rebeldes tratando de usurpar el
liderazgo! Funciones de predicación, controlando a sus maridos. En dónde usted tiene ese
tipo de mujer, usted tiene a maridos débiles. En dónde usted tiene un grupo de ese tipo
de personas en el liderazgo, usted tiene a hombres débiles. En dónde usted tiene hombres
débiles usted tiene la destrucción inevitable de sea cuál sea esa entidad.
De regreso a 1 Corintios 11, pero hablemos espiritualmente, versículo 11, “No obstante en
el Señor.” Ahora, ya no estamos hablando solo de distinciones sexuales aquí, pero en el
Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre es independiente de la
mujer, porque, así como la mujer se origina, así también el hombre nace a través de la
mujer, y todas las cosas se originan de Dios.
Entonces, lo que él está diciendo aquí es, espiritualmente dependen el uno del otro, digo,
en la base de la vida dependemos el uno del otro. Entonces, esto no está haciendo que
uno sea menos que el otro, esto simplemente son funciones ordenadas por Dios. Y en el
Señor, esa es la razón por la que Gálatas 3:28 dice, “No hay varón ni mujer en Cristo, todos
son uno en él,” espiritualmente hablando, todos somos unos, no hay jerarquía.
Entonces, versículo 3 él hace la pregunta, “Juzgad por vosotros mismos, ¿es propio que
una mujer ore a Dios con su cabeza descubierta? No. ¿Acaso no la naturaleza misma les
enseña que si un hombre tiene cabello largo es una deshonra para él, pero si una mujer
tiene cabello largo es una gloria para ella? Porque su cabello le es dado para cubierta.” Leí
hace un tiempo atrás que el cabello de las mujeres, de hecho, crece más rápido que el de
los hombres, porque Dios ha diseñado ese cabello como una cubierta. Si un hombre tiene
cabello largo, tratando de verse como una mujer, eso es una deshonra para él, él es un
hombre débil.
Pero si una mujer tiene cabello largo, es una gloria para ella, porque su cabello es un
testimonio de la cubierta que simboliza su sumisión. ¿No le gusta esto? versículo 16, “Si
uno está inclinado a ser contencioso,” ¿es usted? “no tenemos otra práctica,” lo siento,
“ni las iglesias de Dios.” Ahí está esa frase de nuevo, es para toda iglesia, en todo lugar, en
todo momento. No tenemos otra práctica.
Esto nos lleva de regreso a 1 Corintios 14:33, el estándar universal para todas las iglesias
de todos los santos. Ahora, permítame darle una perspectiva, ¿muy bien? La humanidad
está constituida de familias, por diseño de Dios, y dónde las familias ordenadas por Dios
son fuertes, usted tiene una sociedad fuerte, usted tiene una iglesia fuerte. Las relaciones
en esas familias siguen ese orden en la sociedad, y usted tiene una sociedad ordenada,
esas relaciones siguen en la iglesia y usted tiene una iglesia ordenada. Los hombres guían,
alimentan, protegen, proveen; las mujeres apoyan y sustentan; los hijos obedecen.
Entonces la iglesia debe ser la manifestación más elevada de ese orden divino, y eso es lo
que Pablo dice en Efesios 5. Conforme los maridos aman a sus mujeres y las mujeres se
someten a sus maridos, la iglesia es vista en ese matrimonio, porque esa es la relación que
tiene con su Señor. Ese es el diseño de Dios. No obstante, el mundo, particularmente el
mundo en que vivimos es muy diferente. No está constituido ya por familias, está
constituido por individuos, individuos. El matrimonio significa muy poco para alguien, se
case o no, y si se casa se divorcia igual de rápido que usted se puede casar. La familia no
significa nada, la autoridad del hombre no significa nada, la sumisión de la mujer no
significa nada.
Entonces usted tiene a todos estos individuos por todos lados, desafiando el diseño de
Dios, y el mundo se rebela fuertemente en contra de estas funciones creadas por Dios, de
tal manera que llega al punto que de hecho niegan que existen. Comenzó hace algunos
años atrás quizás con las mujeres asegurándose de que mantuviera su apellido de soltera
en el matrimonio, entonces en cierta manera fue un símbolo de poder, y ahora ha llegado
al punto de que negamos de que el género existe. El individualismo ha pervertido a tal
grado la sociedad, y la sociedad ha pervertido a tal grado a la iglesia que las iglesias más y
más rechazan la voluntad y el mandamiento del Señor.
Esto no es algo ambiguo, no tiene interés en el honor del Señor, las pastoras rebeldes y
predicadoras, inundan a la iglesia en las funciones que fueron para los hombres. Lo mismo
que están haciendo en el mundo secular, se está haciendo igual en la iglesia. ¿Cómo
puede hacer usted eso cuando la Palabra es tan clara? Oh, Pablo se adelanta a cómo
pueden llegar a hacer eso. Regrese a 1 Corintios 14, versículo 35, “Si desean aprender algo
que le pregunten a sus maridos en casa, porque es vergonzoso que una mujer hable en la
iglesia,” eso coloca una carga en el marido para que sea el maestro.
Pero después, versículo 36, ¿porque desafían esto? “¿fue acaso de ustedes que la Palabra
de Dios salió primero?” Bueno, eso simplemente es sarcasmo. ¿Ustedes escribieron la
Biblia? ¿Fue de ustedes que la Palabra de Dios salió? ¿Ustedes son la fuente de verdad
divina? Porque si ustedes desafían esto, están actuando como si fueran Dios y se han
colocado por encima de la revelación de Dios porque ustedes son una autoridad más alta,
o quizás, más sarcasmo, ¿oh acaso solo ha ido a ustedes? Ustedes tuvieron una revelación
privada, lo veo, Jesús vino a ustedes, Jesús les dijo que hicieran esto.
Miren, Pablo se adelanta a la única defensa posible de las predicadoras. Uno: tienen ideas
que literalmente se colocan por encima de Dios. Pisan a Dios. Están recibiendo la
revelación privada. Cómo esa predicadora tan famosa dice, “No rendí un llamado de
hombre cuando tuve dieciocho años de edad, me rendí a un llamado de Dios. Nunca se
me ocurre por un segundo no cumplirlo. Voy a seguir a Jesús, Jesús me dice que hacer.”
¿En serio? La única defensa es que, o tú eres la autora de la Escritura, o eres la autora de
una Escritura más elevada que Dios, o recibes revelación personal. Una de las pláticas que
la mujer tuvo con Jesús fue así: “¿Cómo estás esta mañana? Jesús dijo. Yo dije, “Te veo en
un minuto.” Él dijo, “Oh, no te preocupes, estoy bien. ¿Cómo estás tú?” Esta es la rutina
diaria de alguien que está tratando de justificar su desobediencia mediante revelación
especia, íntima, personal, en dónde Jesús solo les habla a ellas.
Entonces, aquí hay una última palabra, versículos 37 y 38, “Si alguno piensa que es un
predicador o espiritual, guiado por el Espíritu,” pneumatikos, “si alguien piensa que es un
predicador, o espiritual, que reconozca las cosas que os escribo, son el mandamiento del
Señor.” Si no reconocen lo que acabo de escribirles como mandamiento del Señor, no eres
ni un predicador ni espiritual. Versículo 38, “Si alguien no reconoce lo que he escrito como
el mandamiento del Señor, él no es reconocido.” Si usted no reconoce el mandamiento de
Dios, no lo reconocemos a usted como un predicador o una persona espiritual. Cuándo
Pablo escribió es el mandamiento del Señor. Viole ese mandamiento y usted no es un
predicador, usted no es espiritual, usted es un fraude. La Palabra de Dios es clara.
Ahora, permítame decir esto, me encantan muchas cosas de Grace, pero una de las cosas
que más me gustan que están en la parte de arriba de la lista son las mujeres de Grace.
Tenemos a muchos hombres fuertes porque ustedes honran su fortaleza, ustedes honran
su responsabilidad. Pero lo que define a esta iglesia son las mujeres, su dulzura, su gracia,
su bondad, su ternura de corazón, su bondad, su misericordia, su amor, literalmente
permea esta iglesia entera. Lo disfrutamos, nos deleitamos en esto, vivimos en esto, y los
extraños que viven aquí de vez en cuando todos hablan de esto, hay tanto amor en esta
iglesia.
Miren, hombres, tenemos nuestros mundos que conquistar, pero el corazón y alma de
esta iglesia son las mujeres preciadas que andan en el Espíritu y que viven sus vidas en fe y
amor y santidad y dominio propio y crían hijos piadosos. Y ustedes son la bendición para el
resto de nosotros, ustedes son el corazón de esta iglesia, somos la fortaleza, ustedes son
el corazón. Entonces, gracias por su fidelidad.
Oremos, Padre te agradecemos de nuevo por Tu Palabra, es tan clara de manera
inequívoca. Que nos regocijemos en lo que nos has llamado a hacer, ayúdanos a todos a
cumplir con estas funciones para que podamos criar a una generación de jóvenes piadosos
para Tú gloria, para que Tú Palabra nunca sea deshonrada, que Tú Nombre nunca sea
deshonrado, para que los ángeles cuando nos vean se regocijen en nuestra obediencia.
Gracias por el gozo que viene en esa obediencia. Oramos en el nombre de Cristo. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Amigos y enemigos en la iglesia, 2ª Parte


Escritura: 3 Juan 9–14

Código: 64–2
John MacArthur
Abramos nuestras Biblias en esta noche, tenemos un poco de tiempo antes de que
salgamos. Quiero terminar nuestro estudio de 3 Juan. Se me ha preguntado varias veces:
“Pero debido a que esta es una noche especial, ¿harás algo especial? Contesté que
seguramente, haré el resto de 3 Juan. ¿Qué tan especial puede ser? Digo, aquí estamos y
me gustaría terminar con esta pequeña epístola. Y ha sido una verdadera bendición
personal para mí a nivel personal el regresar a 1, 2 y 3 de Juan; y creo que a usted le
parecerá que este es un gran estudio.
Tercera de Juan y estaremos viendo la segunda mitad de este libro, versículos 9 al 14.
Permítame leérselo. “Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el
primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que
hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas,
no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la
iglesia.
Buen testimonio acerca de Demetrio Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace
lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios. Todos dan testimonio de
Demetrio, y aun la verdad misma; y también nosotros damos testimonio, y vosotros sabéis
que nuestro testimonio es verdadero. Salutaciones finales Yo tenía muchas cosas que
escribirte, pero no quiero escribírtelas con tinta y pluma, porque espero verte en breve, y
hablaremos cara a cara. La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda tú a los amigos,
a cada uno en particular.”
Bueno, el personaje principal en esta sección de esta pequeña epístola es un hombre
llamado Diótrefes seguido al final por otro hombre llamado Demetrio. Pero la mayor parte
de esta sección es ocupada por Diótrefes. Inclusive, podría sin titular a esta sección ‘El
hombre que amaba la preeminencia’. Siempre habrá personas así, a quienes les encanta la
preeminencia, que son orgullosos y egoístas, centrados en sí mismo, que buscan los
lugares de poder y los lugares de fama y los lugares de prestigio. De hecho, las Escrituras
literalmente abundan con personajes así, en esta categoría. Y pensé que sería útil que
nosotros regresáramos y conociéramos a algunos de este salón de la infamia, personas
que nunca se aparecerían en el capítulo 11 de Hebreos, claro. Eso es seguro. Ellos son los
antihéroes.
Génesis capítulo 4 presentaba un hombre así llamado Lamec. En Génesis, capítulo 4, lo
conocemos en el versículo 23 con respecto a esta perspectiva en particular. “Y dijo Lamec
a sus mujeres: Ada y Zila,” él ya había quebrantado el mandato de Dios al ser polígamo.
“Oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, y
un joven por mi golpe. Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces
siete lo será.” Este es el primer hombre que se presenta en esta categoría en la Biblia.
Aquí Lamec compuso su propia canción. Es poesía hebrea. “Yo he matado a un joven que
meramente me hirió, un joven que meramente me lastimó. Dios puede cuidar de Caín
siete veces, entonces Lamec lo será setenta veces siete.” Bueno, aquí hay una ilustración
de arrogancia blasfema. El primer asesino, Caín, había producido un nieto, quien también
fue un homicida. El primero homicidio fue el resultado de la envidia, éste fue el resultado
del orgullo. Y lo que es usted tiene ahí, un retrato de Lamec, mostrando orgullo ante sus
dos esposas y mostrando una actitud orgullosa acerca de su obra sangrienta y como él
puede defenderse a sí mismo, incluyendo al límite de setenta veces siete.
Lo que es interesante que Lamec fue el séptimo en la línea de Abraham. Y Dios llama al
primo de Lamec Enoc, el séptimo. En el libro de Judas, versículo 14 dice: “Enoc, en la
séptima generación de Adán profetizó diciendo aquí el Señor vino con muchos miles de
Sus santos para ejecutar juicio sobre todos y para convencer a todos los impíos de sus
obras impías, las cuales ellos han cometido de una manera impía.” Y de todas las cosas
con la que pecadores impíos han hablado en contra de él. Bueno, debemos concluir que
Lamec fue objeto del testimonio de Enoc debido a que no vivió en la misma generación.
Lamec fue una de esas personas impías que cometió obras impías de modos impíos y
hablaron cosas blasfemas, arrogantes en contra de Dios. Lamec fue un pecador
endurecido. Y él, desfiló su pecado contra Dios. Él se vio a sí mismo como si estuviera por
encima de Dios.
Encontramos otro hombre orgulloso en Génesis, capítulo 10. Este hombre es Nimrod. Y
dice en el versículo 9: “Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así
como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. Y fue el comienzo de su reino Babel,
Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar.”
Ahora, cuando usted lee el versículo 9, él fue un vigoroso cazador delante de Jehová, es
una traducción más bien débil, no parece expresar lo que expresa el hebreo. Su historia
realmente es la historia, una historia horrible de rebelión desesperada en contra de Dios
por parte de alguien que quería ser prominente. “Cus engendró a Nimrod, quien llegó a
ser el primer poderoso en la tierra.” Un tirano en la tierra. Él fue un opresor terrible,
desafiante, dice el hebreo, delante del rostro de Jehová. Saddam Hussein no es el primero
en absoluto de aquellos tiranos en Medio Oriente. Y todos disfrutan de su breve día y son
llevados a un fin. Pero Nimrod parece ser el primero de dichos tiranos. El primero que
organizó una rebelión en contra de Dios. Y Nimrod quería ser el primero y todo terminó en
Babel y Babilonia, la madre de toda la religión falsa y todo puede ser rastreado a Nimrod.
Y usted también podría ir al libro de los Jueces y en el capítulo 9 conocería a otro de este
tipo de personas llamado Abimelec, el hijo de Jerobaal, nombrado así siguiendo el nombre
de Baal y se fue a Siquem. Él fue el hijo ilegítimo de Gedeón. Y él quería ser rey, Abimelec.
Y él tenía estas aspiraciones tremendas de ser rey. Y él buscó el poder y la prominencia y
la preeminencia, de modo que reunió a todos sus hermanos para apoyarlos en su esfuerzo
por ser rey y luego, los mató a todos, cometiendo atrocidades para poder eliminar
cualquier otra amenaza potencial a su trono. Dios enfrentó con Él de la manera más rara.
Él ascendió a ese poder que quiso.
No obstante, tres años después él estaba tratando de derribar la torre mientras que su
ejército estaba atacando un enemigo en Tebes y había una torre en el lugar y mientras
que él estaba ahí con su ejército atacando Tebes, desde la parte de arriba de la torre, una
mujer dejó caer una piedra y ella tenía una puntería tremenda. Le pegó en la cabeza, le
abrió el cráneo. Inmediatamente, le pidió a su paje de armas que lo matara con una
espada antes de que muriera a causa de su cráneo roto, no fuera que pasara a la historia
como alguien que había sido asesinado por una mujer. Pensando sólo en su orgullo hasta
el final, él buscó la preeminencia.
En el libro de Ester y otro hombre así llamado Amán. ¿Se acuerda del rey Asuero quien
gobernó desde la India hasta Etiopía; y él había levantado a un hombre llamado Amán a
un rango muy elevado en su reino? Y Amán se emborrachó de poder y se emborrachó de
prestigio. Él demandó que todo el mundo lo obedeciera y se postrara ante él y lo honrara.
Y hubo un judío quien no lo hizo llamado Mardoqueo, ¿se acuerda? Él decidió que debido
a lo que Mardoqueo había hecho, él literalmente aniquilaría a los judíos. Él cometería
genocidio. Él amó la preeminencia de tal modo que literalmente mataría a una raza entera
de personas debido a un hombre que no se postró ante él. La historia de Ester es una
historia bastante increíble. Él término, por cierto, siendo colgado en la horca que él
construyó para colgar a Mardoqueo.
Y mientras que estamos pensando en estas personas, estaríamos mal si no hiciéramos un
comentario o dos acerca de otro hombre muy famoso quien buscó la preeminencia
llamado Nabucodonosor en Daniel, capítulo 4. Nabucodonosor buscó exaltarse a sí
mismo; y porque él buscó esta exaltarse a sí mismo, usted recuerda, Dios lo convirtió en
un maníaco y lo dejó pastando como un animal durante años, siete años, de hecho, hasta
que finalmente volvió en sí. Él es el modelo de un amor centrado en sí mismo, una
obsesión por el poder en su orgullo, buscando la preeminencia.
Y después, claro, si usted llega al Nuevo Testamento, está Herodes. Y encontramos esta
historia en el capítulo 12 de Hechos. Herodes declaró que era el día de Herodes en toda su
modestia. Y él, en el día señalado, Hechos 12:21, se vistió con vestimenta real, salió ante el
pueblo, tomó su asiento en Cesárea, se sentó en el trono y comenzó a dar un discurso y la
gente continuaba diciendo ‘la voz de Dios y no de hombre’. Y eso es lo que él quería. E
inmediatamente, un ángel del Señor lo mató, porque no le dio a Dios la gloria; él fue
comido por gusanos y murió. Y así terminó el día de Herodes. No exactamente del modo
que él planificó.
Y después, usted podría incluir en esa pequeña lista que hemos tratado de elaborar Mateo
23, porque en Mateo 23 no sólo tiene a uno, sino a un grupo de personas a quienes les
encantaba la preeminencia. Jesús los identificó como sepulcros blanqueados, como
tumbas llenas de huesos de muertos. Jesús los identificó de manera repetida como
hipócritas. Los identificó como serpientes y víboras. ¿Y quiénes serán? Eran los escribas y
los fariseos quienes sentaban a sí mismos en la silla de Moisés, Mateo 23:1. A ellos les
encantaba ser vistos por los hombres. Ensanchaban sus filacterías, las pequeñas cajas de
piel que tenían pasajes de la ley mosaica. Ellos las llevaban por todos lados, sólo que las
hacían muy, muy grandes para que la gente supiera lo entregados que estaban a las
Escrituras. Extendían los frescos de sus atuendos, los flecos supuestamente debían ser
evidencia de su devoción. Y los suyos los hacían tan largos como fuera posible,
extendiéndolos de tal manera que estuvieran arrastrándose en el piso para que la gente
los exaltara por su piedad. Y después, les encantaba el lugar de honor en los banquetes y
en los principales lugares en las sinagogas y los saludos respetuosos en los lugares
públicos. Y les encantaba ser llamados Rabí. Y les encantaba ser llamados padres, fuente.
Les encantaba ser llamados líder.
Siempre ha habido este tipo de personas, siempre. E inclusive entre el pueblo de Dios. Les
hemos dado una ilustración de ello y es una tentación inclusive para buenas personas.
Usted va a Mateo, capítulo 20 en su mente y recordará que Jacobo y Juan tuvieron la
audacia de hacer que su madre fuera con Jesús y le rogara a Jesús que le diera los lugares
preeminentes en Su Reino porque pensaban que ellos eran dignos de eso. ¿Se puede
imaginar eso? Mateo 20:20 al 28. Y Jesús dijo: “eso es algo que el Padre da, pero va para
aquellos que han sufrido más, no para aquellos que han buscado la preeminencia. Si
quieren ser el primero, deben buscar ser el último. Deben ser como el Hijo del Hombre,
quien no vino para ser servido, sino para servir y dar Su vida en rescate por muchos.” Y
eso terminó esta conversación.
Bueno, todo eso nos lleva a 3 Juan, regresemos. Y aquí en 3 Juan, conocemos a un hombre
que pertenece al ‘salón de la infamia’ como el resto de estas personas que acabo, en
cierta manera, de recordarle a ustedes. Este es un hombre llamado que Diótrefes; y le
encantaba tener el poder, la preeminencia, el prestigio, la prominencia, el lugar
primordial, el lugar más importante. Lo dice en el versículo 9: “Diótrefes, al cual le gusta,
tener el primer lugar”, phileo, quien viene un fuerte afecto, proteuo, por ser el primero…
por ser primero.” Ese término proteuo es usado únicamente en otro lugar, en Colosenses
1:18 y ahí habla de la preeminencia de Cristo. Entonces, aquí hay un hombre que está
compitiendo con Cristo. Aquí hay uno que no cree que Jesús sólo es primero, sino que
busca reemplazar a Cristo y gobernar a la Iglesia en lugar de Cristo. Él es como el Absalón
del Nuevo Testamento, que tiene tanta hambre de poder que estaría dispuesto a asesinar
a su propio padre para tomar el trono.
Diótrefes era un hombre muy orgulloso. Él era tan orgulloso que al buscar su lugar de
preeminencia, él de hecho estaba buscando reemplazar a Cristo, ocupado buscando
reemplazar a Cristo en la Iglesia. ¿Cómo lo hizo? Al rechazar a aquellos que estaban
sirviendo a Cristo.
Ahora, si esto se oye un poco familiar, algo conocido, esta es una historia antigua, antigua
y una nueva también. Vemos esto todo el tiempo con jóvenes que salen del seminario.
Ellos van a una Iglesia. Son siervos de Cristo. Están preparados. Su corazón está
preparado. Su mente está preparada. Su alma está lista. Ellos están listos para trabajar,
para entregar sus vidas a la congregación. Y se enfrentan con un Diótrefes a quien le
encanta tener el poder en la Iglesia. Y antes de que lo sepan, están fuera de la Iglesia. Y
sucede todo el tiempo. Es una batalla constante, muy común.
Ahora, recuerde, esto está en medio de una carta acerca de la hospitalidad, ¿verdad? Esta
carta básicamente habla de cómo debemos abrir nuestros corazones a los siervos de
Cristo, cómo debemos aceptarlos. Como dice el versículo 7: “Porque ellos salieron por
amor del Nombre de Él. Sin aceptar nada de los gentiles. Nosotros, pues, debemos acoger
a tales personas para que cooperemos con la verdad”, como señalamos la semana pasada.
Y sin embargo, aunque es nuestra obligación como Iglesia abrir nuestros brazos y abrazar
a los siervos fieles de Dios, aquí hay un hombre en la Iglesia, quien debido a que ama ser
el primero, ve al resto de la gente como una amenaza a su poder. Y entonces, en esta
asamblea local, y Diótrefes les estaba prohibiendo a cualquiera persona recibir a los
predicadores que viajaban. Él veía a los predicadores que viajaban como una amenaza. Y
había creyentes que querían abrirles sus brazos a ellos. Y entonces, Juan le escribe a uno,
al amado Gayo, a quien ama en la verdad y le desea lo mejor y le cuenta de los buenos
reportes que él oye de los hermanos que vinieron a él para contarle de Gayo. Y él le
recuerda, como acabo de leer, en los versículos 5 al 7, que se asegure de continuar
amando la verdad al amar a aquellos que son mensajeros de la verdad.
Y él se detiene y hay casi un cambio sorprendente en el versículo 9 e inyecta esta sección
entera acerca de este hombre, quien en contraste al llamado de la hospitalidad amorosa,
está haciendo todo lo que puede para evitar que los siervos del Evangelio tengan algún
tipo de recepción en la Iglesia, porque él nos ve como una amenaza a su poder, una
amenaza a su preeminencia. ¿Hay algo tan feo como el orgullo espiritual? ¿Algo? No creo.
Ahora la última vez, en los ocho versículos de apertura, vimos a Gayo, el hombre que
prestó hospitalidad. Quiero que vea los versículos 9 y 10 a Diótrefes, el hombre que se
rehusó a prestar hospitalidad. Gayo fue un hombre hospitalario, lleno de gracia, pero
Diótrefes no fue un hombre amable, no fue hospitalario. Están en polos opuestos. Son
totalmente opuestos. Gayo es visto como alguien que conoce la verdad, camina en la
verdad, ama a los hermanos, hospeda a extraños que son fieles ministros del Evangelio.
Diótrefes es visto como un hombre que se ama sí mismo, que se rehúsa permitir que
alguien venga, que de alguna manera pueda recibir el reconocimiento, el amor, el afecto,
la respuesta de la congregación; que quiere para sí mismo. El conflicto no es doctrinal, no
es teológico, no es un problema espiritual, es un problema personal de amarse a sí mismo.
Y entonces, Juan se dirige a este tema que surge con tanta frecuencia en la Iglesia.
Observe el versículo 9: “Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el
primer lugar entre ellos, no nos recibe.” Juan escribió una carta a esta Iglesia. Y Diótrefes
se había colocado en una posición para filtrar todo. Y entonces Diótrefes, a quien le
encanta ser el primero entre ellos, no acepta lo que decimos. No sabemos acerca de esta
carta escrita antes a esta Iglesia. No fue escrita a Diótrefes, fue escrita a la Iglesia. Está
perdida, quizás porque Diótrefes la destruyó. Probablemente nunca ni siquiera se la dio a
la Iglesia. Y esa es la razón por la cual Juan le dice a Gayo, quien está en esa Iglesia, que él
había escrito esa carta. Diótrefes de alguna manera se había colocado en una posición de
poder y se volvió el filtro para cualquier cosa que llegaba a la Iglesia y literalmente,
rechazó una carta del apóstol Juan. Juan dice: “Diótrefes no acepta lo que decimos.”
Otra manera de traducir eso “no quiere nada que ver con nosotros.” Él es su propia
autoridad, inclusive al punto en el cual él rechaza a uno que es la autoridad apostólica. Ese
tipo de personas que son orgullosas y justas a sus propios ojos, este tipo de personas a
quienes les encanta la preeminencia espiritual y buscan el poder y el control, no conoce
límites en términos de a quién van a rechazar. Ellos van a rechazar a las autoridades más
fieles, profundas, respetadas, reverenciadas de las Escrituras. De hecho, entre más
influencia tiene una persona debido a un ministerio fiel, es más probable que ellos
rechacen a esa persona.
Ahora, el nombre del hombre, Diótrefes, es interesante. Significa “criado por Zeus… Criado
por Zeus” o “sustentado por Zeus”. Y fue un nombre, hasta donde podemos saber, que
sólo se encuentra entre la nobleza en las familias de la antigüedad. Entonces, bien podría
ser que tenía un problema de importancia personal porque él vino de alguna familia
noble. Quizás él era aristócrata en su trasfondo y debido a que tenía algo de trasfondo
aristócrata, pensaba un poco más elevado de sí mismo de lo que debía pensar. Pero ése
realmente no era su problema. Realmente, esto no tiene nada que ver con su trasfondo.
Su problema se identifica de manera clara en el versículo 9, le gusta tener el primer lugar.
Ése es el punto. Le encantaba ser el primero. Realmente, no hay contribuciones
ambientales a este tema aquí. Esta no es una situación circunstancial. Esto no es debido a
la manera en la que él fue criado. Este es un hombre que ama el poder porque se ama a sí
mismo. Él es culpable del orgullo espiritual del tipo más terrible. Y él se infiltró y llegó al
liderazgo espiritual en la Iglesia. Él no es humilde. Él no es abnegado. Él no es amoroso. Él
no es compasivo. Ciertamente, no tiene la mente de Cristo. “Haya pues en vosotros este
sentir, esta mente que hubo también en Cristo Jesús, Filipenses 2:3 en adelante.
Y usted notará que la frase ‘le gusta’ está en el tiempo presente. Esto es un patrón para él.
Esto es habitual para él. Él está motivado por la ambición personal, es tan difícil enfrentar
a personas así en la Iglesia, particularmente congregaciones pequeñas en donde estas
personas están atrincheradas. Como he dicho, hemos recogido los pedazos de muchos
jóvenes cuyos corazones están destrozados quienes salen y son masticados por Diótrefes
aquí y todos lados.
No sólo fue él pervertido por la ambición, sino que lo llevó a la acción pervertida, versículo
10: “por esta causa”, dice él, “si yo fuere recordaré las obras que hace.” No es sólo una
actitud. Usted no puede contener una actitud, sea cual sea la actitud, se convierte en
acción. Juan dice: “por esta razón, debido al hecho de que en su amor de sí mismo y su
anhelo por tener la preeminencia, él ni siquiera acepta lo que yo, el apóstol de Jesucristo
tengo que decir; debido a esto, por este motivo, si vengo, me acordaré las obras que
hace.” Voy a exhibir al hombre si vengo. No olvidaré, está diciendo Juan. No olvidaré. Voy
a traer el tema de la conducta de Diótrefes y voy a enfrentarlo en la iglesia porque es un
tema de disciplina. Y la pregunta siempre sale y se me ha hecho esta pregunta con mucho
pastores jóvenes, ¿qué hago? Hay hombre en la Iglesia, es como Diótrefes, él tiene la
preeminencia, ¿qué hago?
Y los aliento, aliento a los líderes a que apoyen al pastor, deben quitarle el poder a ese
hombre. Si no le quitan al poder a ese hombre ahora, entonces van a perder al pastor que
tienen y van a perder al siguiente y al siguiente y al siguiente, hasta que finalmente hagan
lo que tienen que hacer. Las iglesias parecen resistirse tanto a hacer eso. ¿Por qué?
Porque estas personas son manipuladoras, no llegaron al poder por nada. No llegaron ahí
simplemente al caerse de la cama. Se esforzaron por llegar ahí. Juan dice’ cuando llegue
ahí, no voy a pasar por alto esto. Este hombre está desafiando mi autoridad como un
apóstol de Jesucristo. Este hombre está prohibiéndoles a los creyentes el ser hospitalarios
hacia los predicadores fieles. Voy a tomar acción disciplinaria.’ Todos los verbos aquí están
en tiempo presente, lo que hace, acusando, no recibe, prohíbe, saca, todos en tiempo
presente. Este es el trabajo, la obra habitual de este hombre quien ha llegado a una
posición de poder en la Iglesia al engañar a la gente.
Ahora, él básicamente lo condena en base a 4 áreas. Obsérvelas en el versículo 10.
Número uno, “parloteando con palabras malignas contra nosotros.” Esto es característico
de toda ocasión en donde estas personas que llegan a la preeminencia se presentan. Ellos
acusan de manera falsa a otra persona. Así es como adquieren la confianza. Ellos no ganan
la confianza en base a su vida. Ellos no ganan la confianza en base a su virtud. Ellos no se
ganan la confianza de la manera lenta, larga, verdadera, al exhibir todo lo que son a las
personas y dejar que las personas emitan un juicio en base a la justicia y a la integridad de
la persona. Sino que se ganan la confianza de la gente al destruir la confianza de la gente
en el resto.
Son malos, destructores, acusando, parloteando las palabras. ‘Parloteando’ aquí de hecho
es una palabra que ocurre únicamente aquí en el Nuevo Testamento, pero una forma
cognada de la misma ocurre en 1 Timoteo 5:13 en donde puede ser traducido chismosos.
Son chismosos. Andan por todos lados contando cuentos malos, chismes. Por cierto, la
palabra de raíz en el griego viene de hervir. De algo que se derrama por hervir. Hay razón
para ello. Las burbujas son huecas. Estas son palabras huecas. Palabras necias, pero
fomentan cosas necias. Estas son burbujas, pláticas de burbujas que se rompen cuando
son picadas. Son acusaciones falsas, sin base, necias, inventadas, manipuladas para hacer
que la gente no confíe en aquellos que están en el liderazgo y después, la gente se queda
con ellos como los únicos en los que pueden confiar. Se vuelven buenos en esto, muy
adeptos. Inventan acusaciones malas. No las hacen mínimas, superficiales; usan palabras
malignas. Hay cierta maldad aquí.
Por cierto, este término “malignas” es usado acerca de la maldad de Caín en el versículo
12. Y es usada del diablo en 1 Juan 5:18 y 19. Ellos acusan a estas personas que ellos
quieren reemplazar, estas personas que quieren elevarse por encima de cosas diabólicas
con cosas horribles, e inclusive nosotros. Note ahí, palabras malignas en contra de
nosotros. ¿Lo que quiere decir que Diótrefes inclusive estaba acusando de manera falsa al
apóstol Juan? Sí. Si alguien era una amenaza, Juan lo era. Y si usted es una amenaza, usted
será objeto de ataque. Oh, quizás no lo sepa al principio, quizás le den esa fachada
hipócrita; pero debajo de la superficie, les gustaría cortarle el cuello.
Es sorprendente a lo largo de los años, cuántas veces la gente me ha tratado a nivel
superficial con amabilidad y respeto y ha salido tras bambalinas, lo he llegado a saber, la
maldad con la que le hablan otros acerca de mí en un esfuerzo por empujarse, elevarse a
sí mismos como los únicos que son virtuosos y prominentes. Todo el mundo es una
amenaza… Todo el mundo es una amenaza a la posición de poder.
Y después él añade, como si no fuera suficiente destruir a todos los que los rodean con
chismes destructivos, malignos, dice: “y no contento con estas cosas…” No es suficiente
hacer eso, “no recibe a los hermanos,” la persona que ya es respetada, a ésta buscan
destruir. Y cualquier persona que llega, ellos comienzan a atacarla también. De hecho,
ellos no los reciben. Ellos no lo tratarán con un amor humilde. Ellos calumniaron al apóstol
Juan mismo. Diótrefes no sólo calumnió a Juan, sino que de manera deliberada desafió a
Juan al rehusarse a darles la bienvenida a hombres fieles, hermanos fieles que vinieron a
predicar por causa del Nombre porque todo el mundo es una amenaza. Usted está
adentro, usted es atacado para que ellos puedan llegar al lugar de prominencia. Si usted
está afuera y se está acercando, lo aíslan. Y claro, no quieren que nadie esté demasiado
cerca, porque alguien podría descubrir lo que realmente está pasando.
Y van más allá de eso. “No reciben a los hermanos y a los que quieren recibirlos se los
prohíben.” Si usted va a recibir a estos hermanos, él le prohibirá a usted que haga eso.
¿Cómo es que un hombre así llega a una posición de tal poder en la Iglesia que él
literalmente rechaza al apóstol Juan, que de manera maliciosa destruye la confianza de la
gente en sus líderes espirituales y sus verdaderos líderes espirituales que él no va a
reconocer a los predicadores verdaderos del Evangelio y él le prohíbe a la gente a que los
reciba? ¿Cómo es que llega a esa posición en la Iglesia de Jesucristo? Es sorprendente
cuán sutil y engañosa de la gente puede ser. No sola rechazando Juan y a los otros
predicadores sino que él koluo, previene, evita, estorba a todos los demás. Y finalmente,
los expulsa de la Iglesia, ek ballo, que significa literalmente los avienta, los arroja. Él está
protegiendo, este es como el rey de la montaña, está protegiendo su base de poder.
Cualquier persona que sea una amenaza, él inventa una manera de sacarlos de la Iglesia
mediante el uso de calumnias, de engaños, mediante el uso de acusaciones malignas a
través de la destrucción de su personalidad, su virtud, su integridad y poco después, ya no
están.
¿Y sabe una cosa?, esto pudo haber sido lo que sucedió a Gayo. Pudo haber sido lo que le
sucedió a Gayo. Y esto puede ser el por qué Juan le dice a Gayo lo que está sucediendo en
la Iglesia. ¿Por qué es que Juan necesitaría decirle a Gayo acerca de Diótrefes si Gayo
todavía estaba allí? Y quizás Gayo había sido amartillado por este Diótrefes; y esa es la
razón por la que en el versículo 8 Juan dice: “Nosotros debemos acoger a tales personas
para que cooperemos con la verdad, lo cual es otra manera en la que Juan le dice a Gayo:
“sigue adelante, Gayo, tienes que continuar. Sé que puede haber un precio que pagar.”
Diótrefes calumnió a Juan y trató mal a los predicadores del Evangelio, excomulgó a los
leales y fieles de la Iglesia, todo porque él amaba la preeminencia y quería estar solo en la
parte de arriba de la cúspide. Quizás Gayo se había vuelto víctima de todo eso. Quizás
Gayo literalmente había sido sacado de la Iglesia o había sido aplastado en sus esfuerzos
de mostrar hospitalidad y ésa es la razón por la que Juan dice que ‘debes apoyar a
hombres así’. Pero bien podría ser que él de hecho había sido sacado de la Iglesia y no
sabía exactamente lo que estaba pasando. ¿Y sabe una cosa?, eso sucede. Los hombres
son sacados de una Iglesia y ni siquiera saben que un Diótrefes se los hizo.
Bueno, todo eso simplemente para decir que la Biblia nos advierte aquí acerca de
personas como estas que tienen hambre de poder en la Iglesia. La arrogancia es donde
todo comienza. Comienza con la arrogancia. La arrogancia produce ambición, la ambición
produce acusaciones. Y la acusación lleva a la aniquilación. Usted comienza siendo
motivado por el orgullo, su orgullo produce el deseo de ser preeminente. La preeminencia
entonces lo lleva a usted a acusar de manera falsa a todo el mundo, para que pueda usted
limpiar el camino de cualquier otra amenaza. Y después, eventualmente, usted tiene que
aniquilarlos y sacarlos si no se hacen a un lado. Es tan triste cuando esto pasa en una
Iglesia, en muchas iglesias no están dispuestas a enfrentarlo. No están dispuestas a
enfrentarlo. No están dispuestas a enfrentar a un hombre así, porque muchas han sido
engañadas, otras en el nombre del amor y de la unidad de la Iglesia, permiten que esto
sea perpetuado.
Y he aprendido a lo largo de los años, al hablar con nuestros jóvenes que salen a predicar,
que rara vez he oído de una Iglesia que despide a un pastor por predicación mala, rara vez
por vivir mal, casi siempre es por luchas de poder, porque a alguien le encanta ser el
primero. Y eso es lo que divide a las iglesias, destruye ministerios. Bueno, podría ser más
dicho acerca de eso. Pero Diótrefes, mediante todos sus esfuerzos por ser preeminente,
hizo que su nombre fuera incluido en el Libro, ¿verdad? Su nombre está en el Libro, pero
es una vergüenza que esté aquí.
Hay un tercer personaje en este libro llamado Demetrio. Y si Gayo mostró hospitalidad y
necesitaba continuar haciéndolo, sin importar la presión que estuviera enfrentando, y si
Diótrefes era el hombre que se rehusó a prestar hospitalidad, Demetrio es el que debe
recibir hospitalidad. Entonces, aquí, al amado Gayo, Juan le presenta a un hombre que
quiere que Gayo reciba. Versículo 11: “Amado, no hay límites lo malo, sino lo bueno. El
que hace lo bueno es de Dios, pero el que hace lo malo no ha visto a Dios, todos dan
testimonio de Demetrio y aún la verdad misma y también nosotros damos testimonio y
vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero.”
Él está presentando a este hombre, Demetrio, en un sentido diciendo que lo reciba, que
necesita hacer eso. Él le dijo eso a los hombres fieles que salen por causa del Nombre, de
regreso en los versículos 7 y 8. Necesitas hacer eso para ser un colaborador de la verdad, a
pesar del hecho de que hay Diótrefes en la Iglesia, necesitas hacerse de eso y aquí hay uno
en particular que quiero que recibas y su nombre es Demetrio. Y si vas a recibirlo, no vas a
estar imitando lo que es malo, sino lo que es bueno. Darás entonces evidencia de que eres
de Dios.
Regrese al versículo 11, vamos a retomarlo ahí. “Amado, no imites lo malo.” ¿Cómo encaja
eso? Bueno, eso simplemente significa que no siga el patrón de Diótrefes. No siga el
modelo de Diótrefes. Él le está diciendo a Gayo que no sea como Diótrefes, él puede ser la
persona de más influencia entre Iglesia, no seas como él. Demetrio viene, debe ser
reconocido. Quizás era un miembro de la iglesia efesia llegando a esta Iglesia, fuera cual
fuere. Él no quiere que Gayo sea influenciado por Diótrefes y él todavía está en la Iglesia y
de esta manera no reciba Demetrio. Quizás podría ser que él fue expulsado de la Iglesia y
quizás está de regreso, no sabemos los detalles. Pero el meollo es que él dice que ‘no
imites lo que es malo’, no mimeomai, no te vuelvas un mimo de lo que está mal. No sigas
este modelo, simplemente haz lo que es bueno.
Todo el mundo sigue a alguien, ¿no es cierto? Usted escoge si va a seguir a aquellos que
hacen el bien o a aquellos que hacen el mal. Él regresa al principio básico en el versículo
11: “el que hace lo bueno es de Dios, pero el que hace lo malo no ha visto a Dios.” Es así
de simple. Eso se oye como uno Juan, ¿no es cierto? De regreso a la distinción entre el
cristiano verdadero y el cristiano falso, la prueba moral. La persona que hace bien es de
Dios, la persona que hace mal no es de Dios. La persona que hace justicia es de Dios. La
persona que peca no es de Dios. Hacer el bien es evidencia de nacimiento divino, porque
usted es ordenado para buenas obras. Entonces, imite a aquellos que hacen el bien.
Juan bien pudo haber estado diciendo que es dudoso, es cuestionable que Diótrefes
inclusive fuera cristiano. Y le voy a decir algo, hay muchas iglesias gobernadas por
personalidades como Diótrefes que dicen ser cristianas y dicen ser líderes espirituales,
pero de hecho, ni siquiera son cristianos en absoluto, porque hacen mal a los siervos de
Dios y viven para elevarse a sí mismos. Ellos no han visto a Dios. Otro modo de decir que
no conocen a Dios… Es ellos no conocen a Dios.
Entonces, Juan de nuevo está escribiendo esta hermosa breve carta para su amado amigo,
Gayo, a quien llama amado de manera repetida, quien ama la verdad, para decir que
necesita abrazar a los misioneros que viajan, a los predicadores viajeros de la verdad
dedicados a la extensión del Evangelio y no ser intimidado por un hombre que ama la
preeminencia, quien trata de evitar esto por causa de su propia gloria.
Es muy probable, entonces, que el propósito primordial de la carta era para acompañar a
Demetrio, quien venía a visitar esa área. Bien podía ser que la carta le fuera dada a Gayo
de mano de Demetrio por parte de Juan. Demetrio le entrega la carta y le dice ‘yo soy el
hombre de quien Juan escribe’. Demetrio, dice Juan en el versículo 12, ha recibido un
buen testimonio. Recibe a este hombre. Él ha sido uno de los que son mencionados en el
versículo 7, quienes han salido por causa del Nombre, él es uno de los que acepta nada de
los gentiles, versículo 8, uno de los que debemos apoyar, uno de aquellos con quienes
podemos ser colaboradores de la verdad. Demetrio, un hombre que viene de Demeter, la
diosa de los campos y las cosechas, otro nombre gentil.
Pero sabe que en el Antiguo Testamento, si algo debía ser afirmado como algo verdadero,
¿cuántos testigos se necesitaban? Dos o tres, ¿verdad? Todo tenía que ser confirmado por
boca de dos o tres testigos, Deuteronomio 17:6; Deuteronomio 19:15. Observe los tres
testigos de Demetrio en el versículo 12. Él ha recibido un buen testimonio, primero de
todo el mundo. ¿Sabe cuántas personas son así? De todo el mundo, hupapanton, todos. El
testimonio de toda persona de Demetrio en el pasado permanece siendo válido en el
presente, perfecto pasivo. Él ha recibido un testimonio bueno de manera continua por
parte de todo el mundo.
En segundo lugar, segundo testimonio, y de la verdad misma. Esto quiere decir que usted
puede medirlo por su doctrina, puede medirlo por la verdad. Él es leal a la verdad. Y
nuevamente, es algo continuo, la verdad que él profesa y la verdad que él predica y la
verdad que él encarna y vive. Es auto evidente y siempre lo ha sido.
Y en tercer lugar, versículo 12, él dice “y nosotros también damos testimonio.” Juan dice
continuamos dando testimonio. Damos testimonio. Gayo, si usted tiene alguna duda
acerca de este hombre, todos dan testimonio de su virtud y su fidelidad. La verdad de
testimonio de su virtud y fidelidad, él puede ser medido con la verdad. Y nosotros también
como apóstol damos testimonio y tú sabes que nuestro testimonio es verdadero. Tú sabes
que puedes confiar en mí.
¿Cómo conoce usted el valor de un hombre? ¿Qué es lo que todo el mundo dice acerca de
ese hombre? ¿Cómo es que su vida se mide con respecto a las Escrituras? ¿Y qué dicen los
líderes cristianos acerca de él? Y cuando usted tiene un hombre que pasa las tres pruebas,
abra sus brazos, a pesar de Diótrefes o cualquier otra persona, y acepte al hombre.
Bueno, eso cierra la carta acerca de la hospitalidad, realmente. Y es breve. Y nuevamente,
detrás de todo esto está la verdad. La verdad necesita ser esparcida. Si va a ser esparcida,
la Iglesia tiene que apoyar a los predicadores de la verdad y a los misioneros. Nosotros
tenemos que aceptarlos cuando son fieles a la verdad. Nosotros no podemos verlos como
una amenaza contra nuestras posiciones de poder y preeminencia. Si vamos a seguir un
ejemplo, que sea un ejemplo de alguien que ama de manera sacrificial, no de alguien que
busca ser preeminente; no sea que demos evidencia de que quizás no conozcamos a Dios
en absoluto.
Y después, llega el cierre, muy paralelo al cierre de 2 Juan, entonces lo vamos a ver
simplemente de manera breve. “Yo tenía muchas cosas que escribirte, pero no quiero
escribírtelas con tinta y pluma.” ¿Se acuerda usted de lo que leímos al final de 2 Juan?
“Tengo muchas cosas que escribir y no lo quiero hacer con tinta en papel,” lo mismo.
Quiero venir y verte. Lo mismo que le dijo a la dama y a su familia la segunda epístola,
espero venir a verte y hablarte cara a cara para que tu gozo sea completo. Y le dije que
eso de hecho significa boca a boca. No quiere decir más que eso en esta carta. Quiero
venir y verte cara a cara.
Y después, él cierra “la paz sea contigo”; y estoy seguro que él quería que la paz pudiera
permear a esa congregación. Y después, él añade “los amigos te saludan,” lo cual añade
intimidad a los hermanos; Gayo y Juan deben haber tenido amigos en común que ambos
conocían. Después, él añade: “saluda tú a los amigos” y me encanta esto, “a cada uno en
particular.” Juan, el amado apóstol Juan, el gran apóstol, el último apóstol que tuvo esta
impresionante vida con nuestro Señor Jesucristo, quien vivió hasta llegar a sus años
noventa, quien ahora era el único apóstol que quedaba, quien había absorbido a tantas
amistades y relaciones, todavía conocía los nombres… Todavía conocía los nombres de las
personas en su vida. Y él cierra su última carta al afirmar lo importante que es la amistad,
la comunión y la paz en la Iglesia.
Tres grandes verdades sobresalen y con esto, cierro. Versículo 3, conozca la Verdad y
camine en ella. En segundo lugar, sea hospitalario con aquellos que predican la Verdad.
Tercer principio, modele su vida siguiendo ejemplos piadosos. Y después, habrá paz en la
Iglesia y Dios será glorificado en Su Iglesia.
Bueno, Padre, Te damos gracias en esta noche por este principio en lo que parece ser algo
tan pequeño y sin embargo, cuán crítico es en realidad; esta es la Iglesia que Tú quieres
que seamos. Protege a Tu Iglesia de hombres malos que se elevan hasta llegar a
posiciones de poder y protege a Tus siervos fieles de los Diótrefes de este mundo, quienes
traen tristeza y dolor a aquellos que quieren servir fielmente, no sólo por causa del siervo,
sino por causa de la Iglesia. Protege a Tu Iglesia. Oramos porque Tu Iglesia esté bajo el
liderazgo de los humildes, los piadosos y los fieles; aquellos que son leales a la Verdad,
que son abnegados y sacrificiales, para que Tu verdaderamente puedas ser glorificado en
Tu Iglesia. Y que nosotros con brazos abiertos, abracemos con amor a todos esos
predicadores y misioneros fieles, que nunca seamos tan necios como para sentirnos
amenazados por alguien que viene a nosotros enviado por Ti. Oramos, Señor, para que Tú
continúes bendiciendo a nuestra Iglesia con protección de esto. Que continuemos
conociendo Tu gracia que nos humilla. Por esto, Te daremos alabanza, porque el deseo de
nuestros corazones es que Cristo sea glorificado en Su Iglesia y nunca ningún hombre.
Oramos en Su Nombre. Amén.
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Bendiciones de vida en la iglesia


Escritura: Escrituras Seleccionadas

Código: 82–6
John MacArthur
Este es un momento para que demos gracias al Señor. Y debido a que soy el predicador,
yo escojo lo que quiero expresar en términos de gratitud para ustedes. He estado leyendo
unas cuantas, de las introducciones de Pablo a sus epístolas, aquí está su introducción a la
primera carta a los Corintios. “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor
Jesucristo. Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue
dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda
palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en
vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de
nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis
irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis
llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.”
Pablo ofrece su gratitud por los creyentes corintios, por el hecho de que eran creyentes
genuinos que habían recibido la gracia de Dios dada a ellos en Cristo, que en todo habían
sido enriquecidos en toda palabra y conocimiento, porque el testimonio acerca de Cristo
fue confirmado en ellos, porque no carecían de don espiritual alguno, y porque esperaban
el regreso de Cristo. Todas esas cosas hicieron que el corazón del apóstol estuviera
contento. Y después, otras de mis expresiones favoritas de gratitud de Pablo, está en 1
Tesalonicenses, en el versículo 2 del capítulo 1, él dice:
“Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo mención de vosotros en
nuestras oraciones, recordando constantemente la obra de vuestra fe y el trabajo de
vuestro amor, y la perseverancia en la esperanza de nuestro Señor Jesucristo, en la
presencia de vuestro Dios y Padre. Sabiendo, hermanos amados de Dios, de vuestra
elección; porque nuestro evangelio no vino a vosotros en palabras solamente, sino
también en poder y en el Espíritu Santo y con plena certidumbre, así como vosotros sabéis
que tipos de hombres probamos ser entre vosotros, por causa de vosotros. Vosotros
también os volvisteis imitadores de vosotros, y del Señor, habiendo recibido la palabra con
mucha tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que os volvisteis un ejemplo
para todos los creyentes en Macedonia y en Acaya. Porque la palabra del Señor ha salido
de vosotros, no solo en Macedonia y Acaya, sino también en todo lugar dónde vuestra fe
hacia Dios ha salido. De tal manera que no tenemos necesidad de decir nada; porque ellos
mismos reportan acerca de nosotros que tipo de recepción tuvimos con vosotros, y cómo
os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y para esperar a
su Hijo de los cielos, a Jesús, a quien resucitó de los muertos, el cual nos libra de la ira
venidera.”
Ahí está el gozo de un pastor expresado en esos dos pasajes. Y tengo que decir que
ciertamente entiendo eso, cuando pienso en todas las cosas en mi vida por las que podría
estar agradecido, fuera de la obra de gracia que Dios ha hecho en mi propia vida, y en la
vida de mi esposa Patricia y mis hijos, inclusive mis nietos; aquello por lo que más estoy
agradecido es porque Él me ha colocado en la iglesia Grace Community. Todo ha pasado
como una sombre desde febrero de 1969, 9 de febrero fue. Todos estos años ha habido
puntos altos, puntos bajos, ha habido pruebas y triunfos, pero he disfrutado cada día, y yo
agradezco a Dios siempre, por todos ustedes, estando consciente constantemente de la
obra de su fe, su trabajo de amor y su perseverancia en la esperanza.
Y como Pablo dijo a los corintios, de sus dones. Ustedes no les falta ningún don, ni les falta
entendimiento de la verdad, amor por la verdad, y su testimonio, el testimonio que sale
de usted ha todo el mundo. Ahora, observe, amo a la iglesia, amo a la iglesia de nuestro
Señor Jesucristo en donde quiera que esté en el mundo, y he estado en muchos lugares en
el mundo, y he interactuado con creyentes de todo el planeta a lo largo de los años, y amo
a la iglesia en donde quiera que esté, pero obviamente tengo un amor muy especial por
ésta iglesia, por ésta iglesia, porque es aquí que el Señor ha enriquecido mi vida más allá
de cualquier idea que he imaginado. Ha sido una providencia inexplicable, por parte de
Dios que me colocó aquí. No sé porque originalmente, el grupo de hombres que
decidieron darme esta tarea, no sé porque desde un punto de vista humano me
escogieron, no sé si ellos supieron porque, no conozco cuales fueron sus procesos, pero,
en la solicitud que me dieron para que la llenara me pidieron que escribiera el peso de mi
esposa.
Entonces, no estoy seguro que ésta fue una muestra de entendimiento espiritual, lo cual
no escribí, aunque lo pude haber hecho y no me habría apenado, nada más me pareció
algo mundano, por no decirlo de manera fuerte. Únicamente puedo mirar al pasado y
decir que, si estaban preocupados por el peso de mi esposa, su criterio no fue espiritual en
su totalidad, no sé si tenían idea alguna de lo que el Señor estaba para ellos aquí, tengo la
confianza de que no fue así. Ciertamente, yo no lo tuve, realmente salí de mi seminario y
quería estudiar la Biblia, y quería aprender el Nuevo Testamento, y quería conocer la
Biblia para mi propia alma, más que para lo que quería predicarla.
Realmente nunca pensé en el ministerio, simplemente pensé en conocer lo que la palabra
de Dios quería decir por lo que decía, y siempre ha sido un gozo del ministerio estudiar la
Palabra de Dios para entenderla, para que pueda conocer a Dios. No sabía adónde iría, no
sabía en dónde estaría, nunca me preocupe por ello. Había sido considerado por un par de
otras iglesias, una de ellas lejos, y otra no tan lejos, y ambas habían decidido que era
demasiado joven. Pero el Señor en su gracia y su compasión y su bondad me puso aquí, y
he tenido un amor de por vida, por ésta iglesia. Esta es la iglesia en la que el Señor me
colocó para vivir mi vida.
Y nunca he tenido un sentimiento momentáneo de que debería estar en algún otro lugar.
Algunos de ustedes lo han tenido. Nunca que he tenido un sentimiento momentáneo de
que debería estar en algún otro lugar, ésta simplemente es mi iglesia. Ustedes son la
congregación que amo, y en quien veo la obra de Dios floreciendo. Se de la iglesia, y
entiendo la iglesia, y todo lo que la iglesia es lo he visto mostrado aquí. No estoy diciendo
que somos perfectos, no lo somos, ninguno de nosotros, incluyéndome a mí. Pero ninguna
iglesia lo es y ningún creyente lo es aún, pero a pesar de nuestras debilidades e
imperfecciones, he visto todo lo que la iglesia debe ser, floreciendo aquí. Y eso me hace
estar tan agradecido.
Algunas veces la gente me pregunta, conforme pasan los años, ¿si tuvieras que vivir tu
vida otra vez, que cambiarias? Y mi respuesta es, nada. Nada. El Señor me dio lo mejor, en
su gracia. Amo a ésta iglesia por algunas razones específicas, permítame compartirlas con
ustedes. La iglesia es la única institución que el Señor jamás prometió edificar. Él dijo,
“Edificaré mi iglesia. Edificaré mi iglesia.”
Muchos años atrás un reportero me preguntó, “¿Tienes un deseo por edificar la iglesia?” Y
yo dije, “En absoluto. Jesús dijo que él edificaría la iglesia y yo prefiero no competir con él.
No tengo interés en edificar la iglesia, únicamente quiero estar dónde el Señor esté
edificando su iglesia. Y he vivido ese cumplimiento. Y Él está edificando su iglesia aquí, de
toda lengua, tribu y nación, y pueblo. No somos algún tipo de nicho cultural, nos vemos
como Los Ángeles, y así debe ser, aquí es en dónde estamos.
Jesús dijo que Él vino a hacer la voluntad de su Padre, y la voluntad de su Padre era
congregar a los redimidos y congregarlos en lo que conocemos como la iglesia. El Padre
los escogió y el Padre los atrae, y el Espíritu Santo les da vida, y Jesús los recibe y nunca
pierde ninguno de ellos, sino que los resucita todos en el día postrero. La iglesia es
triunfal, la iglesia es invencible, Él está edificando su iglesia. Y ha sido un gozo increíble,
por el cual estoy agradecido constantemente, simplemente por verlo hacer eso,
simplemente verlo hacer eso. Únicamente he sido alguien que se puso de pie y vio todo.
Como Martín Lutero dijo, “No hice nada. No hice nada. La Palabra de Dios lo hizo todo.”
Estoy tan agradecido por haber estado en un lugar en dónde he visto al Señor edificar su
iglesia, generación tras generación tras generación. Aquellos de ustedes que están aquí
ahora, y muchos que han ido antes, y se han ido a otros lugares en el mundo, inclusive al
cielo. Y lo he visto todo sentado en la banca del frente. He visto al Señor cumplir Su
promesa de edificar su iglesia. En algún lugar desafiante, en un tiempo desafiante, sin
ningún tipo de entendimiento humano sofisticado o liderazgo de ese tipo, o ningún tipo
de estrategia de mercadotecnia. Simplemente he visto al Señor edificar su iglesia. Lo he
visto añadir diariamente a aquellos que están siendo salvados.
Ésta ha sido una bendición increíble para mí, desde que viene por primera vez. Y el Señor
ya estaba edificando su iglesia, la he visto crecer. ¡Qué privilegio! Y que recepción un día
será entrar al cielo y conocer a todos los que han ido antes de nosotros, inclusive de esta
congregación, y han entrado a la presencia del Señor. La Biblia dice que la iglesia va a
triunfar. Pablo dijo en su carta a los corintios, “Dios siempre causa que triunfemos en
Cristo.” Ganamos. La iglesia será edificada. Dios será el ganador, Cristo va a triunfar. A
quién el Señor predestinó él llamó, a quien él llamó el justificó, a quien él justificó él
glorificó.” Él va a congregar a Su pueblo para que sean parte de ésta iglesia invencible,
para que estén, por así decirlo, en el corazón de éste edificio, de ésta edificación de una
iglesia dentro de la iglesia, es algo que va más allá de lo que jamás se había imaginado.
Pienso en mis días de seminario, tenía una imaginación bastante vívida. Y solía decir,
bueno, tú sabes, hay un versículo en Efesios que dice, “Aquel que es poderoso para hacer
todas las cosas, mucho más abundante de lo que puedes pensar o pedir”. Bueno, pude
haber pensado en muchas cosas y pedir muchas cosas, y no puedo imaginarme lo que es
que Él va a hacer más allá de lo que yo me pueda imaginar. Bueno, Él sobrepasó lo que
jamás imagine hace 40 años atrás. Todo ha sido inimaginable, me encanta ser parte del
Señor edificando su iglesia, nunca ha habido un día cuando me vi y dije, ¿es éste un
resultado de inteligencia humana o el Señor hizo esto? Esa nunca ha sido una pregunta,
porque la inteligencia humana nunca ha sido aplicada a esto, únicamente es la obra del
Espíritu mediante la Palabra.
En segundo lugar, amo a la iglesia porque es la realidad más preciada en la tierra. Éste es
el grupo más preciado de personas en el planeta. Son preciados, ¿Por qué? porque fueron
elegidos por Dios desde antes de la fundación del mundo, y fueron comprados por la
sangre de Cristo. No Solo eso, sino que cada uno de ustedes quién es un creyente es el
templo del Espíritu de Dios, Cristo vive en ustedes. Y la manera en la que los trato a
ustedes es como trato a Cristo. Y como se tratan el uno al otro es como tratan a Cristo. Esa
es la razón por la que nuestro Señor dice, “No menosprecien a uno de estos pequeños que
creen en mí”.
Cualquier persona que cree en él, podrías pensar de ellos como edificantes. No
menosprecies inclusive al más pequeño de estos que creen en mí, porque mi Padre en los
cielos está preocupado por ellos, y los cielos están viendo su rostro para ver si están
preocupados, y para que salgan a cuidar inclusive al más pequeño de los suyos. Entiendo
la administración de la iglesia, entiendo lo que significa que se me haya dado una
administración de las personas más preciadas en el mundo, aquellos comprados por la
sangre de Cristo. Sangre preciada, iglesia preciada.
Cuán maravilloso ha sido el que se me haya dado esa administración, y disfrutar el amor y
afecto y bendición recíprocos de tener a tantas personas en quienes Cristo vive, y que
vengan a mi vida y me traigan a Cristo. Mi vida está llena de Cristo, y no solo el Cristo
quien está mí, sino el Cristo quién está en todos ustedes. Y conforme ustedes me
enriquecen Cristo viene a mí ¡Qué vida!
En tercer lugar, amo a la iglesia porque es la expresión terrenal del cielo. Me gusta el
hecho de que hay belleza en la tierra, me gusta la belleza en la creación. Me gusta la
belleza del arte y del diseño, me gusta la belleza de la música. Tantas cosas hermosas hay
maravilla y aventura, y fascinación en el mundo y disfruto tanto de eso. Pero lo que más
me gusta del mundo, es la parte celestial del mundo, y esa es ustedes. La iglesia es el cielo
sobre la tierra. Cuando nuestro Señor enseñó a los discípulos a orar él dijo, oraréis así:
“Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.” Eso es solo hecho en un lugar, esa es la
iglesia. En ningún otro lugar se hace, en ningún otro lugar más que aquí. ¿Y qué está
pasando en el cielo? Dios está siendo honrado y adorado, Cristo está siendo exaltado, y la
justicia domina. Y el único lugar sobre la tierra que se aproxima a eso es la iglesia.
Entonces, amo a la iglesia porque esto es lo más que me puedo acerca al cielo. Y para ser
honesto con ustedes, estoy dispuesto a irme al cielo, pero no es como que soy miserable
aquí. No estoy insatisfecho, estoy lleno de gozo, felicidad. No me gusta lo que pasa fuera
de la iglesia, pero no vivo afuera de la iglesia, vivo adentro de la iglesia. Entiendo que
tenemos que alcanzar al mundo y que todos somos proyectos de rescate de lo que está
afuera de la iglesia, pero mi vida es la iglesia. La iglesia que fue básicamente, armada en la
mente de Dios antes de que el tiempo comenzara. Ser sus representantes sobre la tierra,
ser un poco del cielo sobre la tierra.
Nuestro Señor dijo todo lo que hagan en la tierra habrá sido hecho en el cielo. Me gusta la
idea de que esto es el cielo sobre la tierra. Podrías decir, “Bueno, tus servicios parecen un
poco serios.” Creo que el cielo es bastante serio. Alguien podría decir, “Bueno, sabes una
cosa, cuando vienes a tu iglesia es como ser llevado de regreso a otra era. No es muy
contemporánea.” No, no encuentro mucho en el mundo que quiero importar a la iglesia
porque realmente no me gustaría que la iglesia fuera como el mundo, me gustaría que
fuera como el cielo. Y las mejores formas de adoración y más elevadas y más gloriosas y
más hermosas y más magníficas tienen que ocupar a los santos en el cielo. Simplemente
quiero que esto sea lo más que nos podamos acercar al cielo.
Otra razón por la que amo a la iglesia es porque ésta es la congregación de los adoradores
verdaderos, hace muchos, muchos, atrás fue impactado por las palabras de nuestro Señor
cuando Él atacó el templo y dijo: “El celo por tu casa me ha consumido, y los vituperios de
los que te vituperaban han caído sobre mí.” Él no podía tolerar que Dios fuera
deshonrado, y Él estaba citando un Salmo. “Los vituperios de los que te vituperaban han
caído sobre mí y el celo por tu casa me ha consumido.”
Me acuerdo como un joven leyendo la historia de Henry Martin, un misionero quien fue a
un templo pagano, y vio blasfemia, y se dio la media vuelta y salió corriendo del templo,
sacó su diario y escribió, “No puedo tolerar la existencia, si Jesús va a ser deshonrado de
ésta manera.” Despedazó su alma el ver al Señor deshonrado. ¡Qué gozo! ¡Qué privilegio!
¡Qué bendición pasar tu vida congregándote con adoradores verdaderos! Éste es un
refugio del mundo, somos los adoradores verdaderos que adoran a Dios en el espíritu, que
no tienen confianza en la carne. Somos los adoradores verdaderos que el Padre busca,
que adoran en espíritu y en verdad.
Somos los adoradores verdaderos que se acercan, como Hebreos 10 dice, “Y no dejamos
el congregarnos.” Nos congregamos para adorar. Ésta es la más elevada de todas las
actividades humanas, elevada por el Espíritu de Dios en nosotros. Ésta es la razón
definitiva para la existencia humana. No me impresionan otros logros en el mundo, sólo
quiero estar entre adoradores, sólo quiero cantar canciones con personas que son
adoradores, quiero orar con personas que son adoradores, quiero predicar la Palabra a
personas que son adoradoras del Dios que predico. No necesito tratar de entretenerlos o
torcer las cosas o engañarlos para asegurarme de que pueda manipularlos para que estén
aquí. Solo quiero poder decir, vamos a adorar y eso es suficiente, y ustedes están aquí.
Estoy tan agradecido. ¿Cómo podría una vida ser más rica que eso? Ser parte de la única
institución que el Señor está edificando, una institución que triunfa sobre toda la
oposición, vivir tu vida en medio de las personas más preciadas sobre la tierra, compradas
por la sangre de Cristo, ser parte de la expresión terrenal del cielo mismo, el único lugar
en dónde el cielo desciende, pasar tu vida en la congregación de adoradores verdaderos.
Hay otra razón por la que amo a la iglesia. Es el lugar de comunión verdadera. Y cuando
hablo de comunión estoy hablando de un tipo de conexión genuina, no quiero decir
amistad cultivada en torno a política o deporte o trabajo o pasatiempos. Quiero decir,
comunión real, vida en común. La comunión es definida por los dones espirituales que
tenemos, y los unos a otros del Nuevo Testamento. Éste es un lugar en dónde vidas
impactan a otras vidas, sobrenaturalmente y por la eternidad. Puedes tener amistades, el
mundo tiene amistades, pero son temporales. Tenemos amistades que son eternas. Nos
ministramos unos a otros nuestros dones espirituales para edificarnos unos a otros, en la
semejanza a Cristo. ¡Qué bendición tan increíble es esa!
Pienso en toda la gente aquí, toda la gente que me ha rodeado a lo largo de los años,
inclusive ahora, con dones sorprendentes del Espíritu Santo, que son la razón por la que
ésta iglesia es lo que es. La gente dice, “Bueno, ¿tuviste un plan para que Grace Church
llegara a ser lo que es?” No, esto va más allá de mí. El Señor tenía un plan, y su plan fue
congregar a personas dotadas, que lo aman, y después dejarlos usar sus dones. Y eso es lo
que todos ustedes hacen. Es un lugar de comunión verdadera.
Y amo a la iglesia por otra razón. Es la fuente de la verdad. Yo vivo para la verdad, creo
que ustedes saben eso. Si fueran a reducirme al mínimo, si fueran a despojarme de todo y
llevarme al mínimo, esencial; la verdad es todo para mí. Vivo por la verdad, vivo para la
verdad, amo la verdad, quiero conocer la verdad, quiero predicar la verdad, la verdad es
todo. La cosa más importante en el mundo es verdad divina, porque es la única manera
por la que puede ser salvo, santificado y consolado en medio de éste mundo. Y la iglesia
dice Pablo, en 1 Timoteo 3:15, es columna y baluarte de la verdad. Ocasionalmente voy a
una iglesia y no oigo la verdad, y es aterrador para mí. ¡Sáquenme! O torcer la verdad,
pervertir la verdad.
Estoy tan agradecido porque he estado en una iglesia en dónde la verdad prevalece, en
dónde el liderazgo ama la verdad, en dónde todos ustedes aman la verdad. Es la verdad lo
que nos salva, somos santificados también por la verdad, somos salvados, renacidos por la
Palabra de verdad, somos santificados por la verdad, Jesús dijo. Somos consolados por la
verdad, somos edificados por la verdad, tenemos esperanza mediante la verdad, todas
nuestras relaciones están edificadas en torno a la verdad, navegamos la vida debido a que
conocemos la verdad. Una doctrina sana nos da estructura, y sabemos cómo vivir para la
gloria de Dios porque tenemos la mente de Cristo.
Y eso lleva a otra razón por la que amo a la iglesia, y es porque la iglesia es el lugar de
edificación, es el lugar de edificación. Al principio en el ministerio aquí en Grace, hablé
mucho del hecho de que Efesios 4:11 dice que, “Cristo dio a la iglesia apóstoles, y después
profetas, y después evangelistas, y pastores-maestros, para perfeccionar a los santos para
la obra del ministerio, a fin de edificar el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe, del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura que pertenece a la plenitud de Cristo, para que ya no seamos niños.”
Amo la iglesia porque todos crecemos en semejanza a Cristo, juntos. Todos crecemos en
semejanza a Cristo, juntos. Entre más estamos juntos, más la Palabra domina nuestras
vidas, ente más caminamos en obediencia fiel al Señor, más maduramos, y entre más
maduramos, más gozo y menos conflicto. Llegamos a la unidad de la fe, lo acabo de leer, a
la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Comenzamos a actuar como Cristo. No sé
si de hecho se cómo me veía cuando vine aquí, pero quizás eso fue porque fui criado en
muchas iglesias bautistas en dónde el pelear era una doctrina.
Permítame darle otra cosa más. Y podría decir mucho más, pero una más. Amo a la iglesia
porque es el punto inicial para llevar el evangelio hasta los fines de la tierra. Cuando
pienso en lo que el Señor ha hecho por ésta iglesia, o a partir de ésta iglesia, sermones por
todo el mundo descargados en inglés, español, y ¿qué? árabe, chino, portugués, francés,
todo siendo traducidos en todos esos idiomas, siendo accesibles por internet. Desde éste
púlpito, mediante éste pequeño micrófono en mi oído, ¡es sorprendente! ¡sorprendente!
La Palabra de Dios está siendo predicada a millones de personas por todo el mundo, en
todo momento. Después tenemos a tantos misioneros fieles, por todo el mundo. Muchos
han venido de Grace, muchos han venido de otras iglesias, pero aprovechan los recursos
aquí. Siempre hemos tenido una pasión por el mundo, de cumplir la Gran Comisión,
¿verdad? “Id por todo el mundo y predicad el evangelio”. Hagan discípulos, después de
que el Espíritu Santo venga sobre ustedes, sean testigos míos.
Ésta iglesia ha tenido una pasión ardiente por alcanzar al mundo. Esa es la razón por la
que tenemos una universidad, esa es la razón por la que tenemos un seminario, esa es la
razón por la que tenemos a Master’s Academy Internacional, nuestros egresados del
seminario por todo el planeta, preparando a líderes en todo tipo de países. No sé cuántos
de ellos hay, 30 y tantos Centros de Preparación reuniéndose por todo el mundo con
egresados del Seminario preparando pastores y líderes en la iglesia, para que puedan
producir iglesias fuertes y puedan enviar a personas para alcanzar a más personas. ¿Eso es
realmente lo que importa, no es cierto? Esa es la razón por la que estamos aquí, de otra
manera mejor nos vamos al cielo, sino somos útiles en llevar el evangelio hasta los fines
de la tierra.
Entonces, lo siento por usurpar esta noche un poco, pero no sé si el Señor me va a dar
otro momento, no sé lo que el futuro tiene y simplemente quería asegurarme de que
expresaba mi gratitud a Él y gracias a todos ustedes por una vida increíble. Gracias. Y eso
ciertamente es para el Señor, es Su obra, de manera completa. Todo comienza en la cruz,
¿no es cierto? Todo comienza con nuestro Señor entregando su vida por nosotros. Todo
comienza con nosotros siendo perdonados, con nuestros pecados pagados de manera
completa mediante su muerte, y siendo redimidos y recibiendo vida eterna mediante su
resurrección.
Y no queremos olvidar eso, de hecho, se nos instruye a no dejar de ver la cruz, sino de
manera rutinaria y regular estar viendo la cruz. Y esa es la razón por la que el Señor
instituyó este hermoso servicio de comunión. Permítame guiarlos en una palabra de
oración.
Padre, gracias. Gracias desde el fondo de mi corazón. Gracias en nombre de toda esta
congregación por todo lo que has hecho. Es una bendición sorprendente, incomprensible,
bendita, de gracia, que Tú nos has dado a todos nosotros que somos parte de Grace
Community Church. No es que somos la única iglesia, la mejor iglesia, pero somos una
iglesia bendecida. Bendecida más allá de lo que podemos comprender. Y tú has edificado
ésta iglesia, la has edificado con Tu Palabra y la dedicación y adoración y dones de Tú
pueblo. Y decimos gracias por esta bendición. Gracias y que la valoremos por la bendición
que es y la tratemos como un tesoro de gracia que viene de tu mano.
Ahora, al venir a la mesa, recordamos que Tú, la noche antes de Tú muerte, tomaste el
pan, y una copa, que era parte de la Pascua, y Tú la transformaste en un nuevo servicio de
recordatorio para recordar la gran liberación, no la liberación de Egipto, sino la liberación
del pecado en la cruz. Y Tú le dijiste a Tú pueblo, hasta que Tú vengas y establezcas Tú
reino, esto haced en memoria de mí. Esto nos lleva de regreso al pie de la cruz, y nuestra
salvación. Prepara nuestros corazones Señor, que nos examinemos para que no haya nada
que esté entre nosotros y Tú, y que éste sea un acto de adoración verdadera conforme
compartimos juntos.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Cómo jugar a la iglesia


Escritura: Mateo 7:21–23

Código: 1316A
John MacArthur
Quiero examinar Mateo 7:21–23 y hablar de «Cómo jugar a la iglesia», o de cómo la iglesia
falsa se incorpora dentro de la iglesia verdadera: «No todo el que me dice: Señor, Señor,
entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los
cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu Nombre, y en
Tu Nombre echamos fuera demonios, y en Tu Nombre hicimos muchos milagros? Y
entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de Mí, hacedores de maldad».
Mateo 13 nos dice que el período de la iglesia va a ser insólito. En Mateo 12:22–31 los
fariseos y aquellos relacionados con ellos habían cometido el pecado imperdonable de
atribuir las obras de Cristo a Satanás. Jesús dijo que les perdonaría cualquier pecado, pero
no este. En otras palabras, era como si les estuviera diciendo: «Si han visto todo lo que he
hecho, si han visto todos los milagros y han oído todo lo que he dicho y todo lo que
pueden concluir es que los hice por el poder de Satanás, ustedes están fuera de la
posibilidad de creer. Si han recibido toda esta revelación y no la han aceptado, no hay
nada más que puedan tener. Seguirme, verme, observarme, escucharme y concluir que es
satánico, los excluye de la posibilidad de creer».
La era de la iglesia es el tema de Mateo 13. Habiendo apartado a Israel por su
incredulidad, Cristo comienza a establecer parábolas que describen la naturaleza única del
período de la iglesia. Él dice que en la era de la iglesia habrá trigo y cizaña, los cuales son
los creyentes verdaderos y los falsos. Ellos serán tan difíciles de diferenciar que usted no
será capaz de escoger, hasta que Dios, quien es el Juez final, decida entre ellos.
Jesús plantea las diferentes dimensiones de la iglesia. La ilustración de la semilla de
mostaza provee la idea de que la iglesia estallará en gran número, pero incluirá el real y el
aparente, esto es, creyentes verdaderos y creyentes falsos. La era de la iglesia será un
tiempo verdaderamente insólito y en realidad, lo es ahora. Bajo el nombre de «iglesia»,
hoy tenemos todo tipo de diversidad. En el Apocalipsis, Cristo le ordenó a Juan que
escribiera a la Iglesia de Sardis y le dijo: «Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que
vives, y estás muerto» (Ap. 3:1). ¡Qué comentario sobre muchas iglesias en la actualidad!
Tienen un título, tienen un nombre, pero están muertas.
¿Y por qué están muertas? Están muertas, fundamentalmente, porque la gente dentro de
ellas está muerta. Se podría decir, sin temor a equivocarnos, que hoy en Norteamérica la
mayoría de los miembros de las iglesias ni siquiera sabe qué es ser cristiano porque ellos
están muertos espiritualmente. Pablo dijo en Efesios 2:1: «Estabais muertos en vuestros
delitos y pecados».
Por lo tanto, personas muertas han de constituir iglesias muertas. La iglesia hoy no sufre o
muere a causa de los ataques desde fuera; Satanás no necesita perder el tiempo en ellos,
ya las personas están muertas dentro de ella.
Por otra parte, una iglesia viva, una iglesia que conoce a Jesucristo y proclama Su
Evangelio, siempre va a estar padeciendo ataques, porque tal tipo de iglesia será la
conciencia de la comunidad. Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres
hablen bien de vosotros!» (Lc. 6:26). La iglesia siempre debe estar en polos opuestos a los
del mundo, la luz y las tinieblas no tienen compañerismo entre sí. «¿Y qué concordia
Cristo con Belial?» (2 Co. 6:15). No hay relación.
Es muy importante que entendamos esto. Pablo lo explica en 2 Corintios 6:14, en donde
afirma que el amor de Cristo es un tema básico. Y la importancia de que la iglesia esté
involucrada en el proceso en el cual Dios está obrando una nueva creación; y esto a partir
de estas personas que están muertas espiritualmente. La iglesia que es verdadera, viva y
vital, manifiesta el Evangelio a los muertos espirituales; y el Evangelio por sí sólo les puede
dar vida. Ésta es la misión de la iglesia. No hay manera bíblica de que la iglesia pueda
cortejar al mundo. La iglesia ha de ser la conciencia del mundo. La iglesia debe estar tan
bien definida en el cumplimiento de su rol de manera que llegue a ser la antagonista del
mundo. Para los que están fuera de Jesucristo, la banca de la iglesia ha de ser el asiento
menos confortable en el mundo porque presentamos un Evangelio que separa. Porque
cuando la iglesia arrulla al mundo, la iglesia muere. La iglesia en Sardis pensaba que
estaba viva, pero realmente estaba cortejando al mundo; por tanto no estaba viva, sino
muerta (Ap. 3:1).
La tarea de la iglesia no es solamente enseñar a los santos, sino también advertir a los
hombres de las normas de Dios. No estamos siendo justos o fieles al llamado de Dios si
todo lo que hacemos es anunciar la vida abundante. Ahora bien, la salvación es una
dimensión grande, pero en algún momento, hemos tenido que proclamar que el hombre
es un pecador, que está apartado del Dios santo y que a los ojos de Dios es objeto del
juicio de Dios, él es un hijo de ira como dice Pablo en Efesios 2:3. Proclamar con denuedo
la verdad de Jesucristo y la verdad del hombre en su pecado es dividir.
En Mateo 10:34–36 Jesús dijo: «No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he
venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre
contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos
del hombre serán los de su casa». La iglesia verdadera de Jesucristo entonces, no es una
institución religiosa que acoge a todo el mundo; es el cuerpo de Cristo apartado para Dios,
en unión y matrimonio exclusivo con Cristo y redimidos por fe. Ninguna persona fuera de
esa redención puede ser parte de ella. La demanda para la iglesia y nuestra labor como
pueblo es advertir a los que no han recibido a Cristo, advertirles con amor, pero
advertirles aun así, que están en peligro del terror del Señor. Esta es nuestra tarea.
Nuestro texto es una advertencia a los que piensan que están cómodamente
atrincherados en la iglesia, pero en realidad no lo están. Esta no es una advertencia para
los que están fuera de la iglesia. Es una advertencia para nosotros, los que estamos
involucrados en la iglesia, a asegurarnos que somos auténticos.
Pienso que es justo que al comenzar nuestro ministerio aquí, nos detengamos y nos
acerquemos a esta verdad con un sentido de sobriedad y seriedad, para comprender
nuestra condición como individuos ahora mismo ante los ojos de Dios. Y estoy seguro de
que en esta iglesia hay personas que no conocen a Jesucristo de manera personal y vital.
Estoy convencido de ello a causa del número de la congregación esta mañana. Hay
muchos sentados aquí mismo, en este auditorio, que han venido a la iglesia muchas veces,
pero que no conocen a Jesucristo. Quizás ellos hasta experimentan sensaciones religiosas
y tal vez, hasta emociones santurronas; pero ellos no conocen a Jesucristo. Estoy
convencido de que antes que como iglesia podamos movernos como un cuerpo, debemos
llegar a ser una unidad. La única manera entonces, en que podemos estar unidos y llegar a
ser uno como Cristo oró que fuéramos, es cuando todos seamos auténticos, genuinos en
Cristo.
Quiero, pues, que examinemos cuidadosamente nuestras vidas. Observemos la escena en
Mateo 7:22 y la frase «en aquel día». Esta frase es importante porque es una referencia a
un día particular que viene en el que Cristo va a juzgar. La idea de «en aquel día» está
relacionada en la Biblia con el juicio y esta es una ilustración de aquel día. Una referencia
similar a «el día» aparece en 1 Corintios 3:13 con relación al tiempo del juicio de los
creyentes. Aparece con frecuencia en varios pasajes de la Biblia con relación al juicio
divino de los incrédulos (cf. Is. 2:12; Jl. 2:1; Mal. 4:5; 1 Ts. 5:2; 2 P. 3:10).
Está por venir un día en el que Dios va a juzgar. Está por venir un día en el que el Gran
Trono Blanco va a ser una realidad. Apocalipsis 20:11–12 ilustra este gran cuadro del juicio
final diciendo: «Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del
cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos,
grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto,
el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban
escritas en los libros, según sus obras».
En otras palabras, ellos no tuvieron una fe loable; sus obras fueron todo sobre lo cual
cimentaron sus vidas. Si conoce algo acerca de esto, sabe que la Biblia dice: «Por las obras
de la ley ningún ser humano será justificado» (Ro. 3:20). «Y el mar entregó los muertos
que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y
fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago
de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue
lanzado al lago de fuego» (Ap. 20:13–15).
En Mateo 7:21–23 se nos traslada al juicio final. Estamos ante el Gran Trono Blanco viendo
a algunos de los que están cara a cara con Cristo en aquel tiempo. Ellos le dicen: «Señor,
Señor, aquí estamos, nosotros somos aquellos, los que eran religiosos». Pedro le llama a
este día «el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos» (2 P. 3:7). La frase
«hombres impíos» podría parecer dura en vista del hecho que estas eran personas
religiosas. Hay un silencio aterrador en ese juicio realmente.
Ahora, vamos a ver, en primer lugar, el requisito para la entrada al Reino. Entonces, se
rompe el silencio con las palabras de Jesucristo: «No todo el que me dice: Señor, Señor,
entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los
cielos» (Mt. 7:21). Aquí tenemos, ante todo, el requisito para la entrada al Reino. ¿Cuál es
este requisito? ¿Cómo entra un hombre al Reino de Dios? ¿Cómo puede estar en una
relación vital con Dios?
Bueno, ante todo, no es aquel quien dice: «Señor, Señor» sino los que hacen la voluntad
de Dios quienes entran. Ustedes recordarán Mateo 25:1–13, es una historia muy
interesante de diez vírgenes invitadas a una fiesta. Cinco de ellas vinieron y de antemano
se habían preparado al traer el aceite y ponerlo en sus lámparas. Las otras cinco fueron
insensatas y no prepararon nada. En Mateo 25:11, la puerta se cierra y las cinco que
quedan fuera dicen: «Señor, Señor, ábrenos». Pero el Señor de la fiesta responde: «De
cierto os digo, que no os conozco».
Observen en esa historia que a todas las vírgenes se les invitó a la fiesta; en un sentido
simbólico, ellas habían oído el Evangelio. Habían escuchado la proclama: «Vengan a la
fiesta». Esta es una ilustración del llamado de Dios al mundo. Ellas se prepararon en la
medida en que dispusieron sus lámparas. Ellas hasta vestían las ropas apropiadas. Incluso,
llegaron a la casa de la cita. Sin embargo, no consiguieron entrar. Su llanto es similar al de
Mateo 7:21: «Señor, Señor, ábrenos». Pero Él afirma que no es para los que dicen: «Señor,
Señor», sino para los que hacen la voluntad de Él. ¡Qué solemne advertencia! Al final de
esta parábola, Cristo dice: «Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora» (Mt. 25:13).
Oseas lo ilustra en Oseas 8:2. El pueblo de Oseas históricamente estuvo casi por tocar
fondo. Israel iba cuesta abajo; y para cuando llega a la profecía de Oseas, él los está
sermoneando por su falta de conocimiento, diciendo: «Mi pueblo fue destruido, porque le
faltó conocimiento» (4:6). Oseas dice que ellos no tienen realidad alguna en su interior.
Los compara al rocío de la mañana temprana que se evapora (6:4). Ellos no tienen ninguna
sustancia. Ellos han desechado a Dios y le han dado la espalda. Ni siquiera se acercan a la
casa de Dios. Para cuando llega al 8:1–2, Oseas describe el cuadro de un buitre. (Está
traducido como «águila» pero es la palabra hebrea para buitre.) La figura es la de un
buitre que se abalanza sobre la casa de Dios. Representa el hecho de que aun con toda la
actividad religiosa en Israel, la pura verdad era que el lugar estaba muerto; y es por ello
que el buitre se abalanza sobre él. No había nada allí sino un cadáver.
Israel abandonó completamente el templo de Dios como el símbolo de su relación con
Dios y en consecuencia, sucedió una tragedia: El cuadro de un buitre que vuela
testificando el hecho de que el juicio se acerca. Oseas, entonces, pasa a profetizar que
Israel será aplastado a causa de su abandono de Dios. Israel, en ese entonces, aún era
religioso. Israel aún tenía sentimientos religiosos. La gente aún cumplía algunas
formalidades, pero estaban muertos. No había realidad de su religión, sólo formalidad.
¿Qué respondieron a Oseas? «Dios mío, te hemos conocido». Observen que es de la
misma manera que en Mateo 7:21: «Señor, Señor, somos nosotros. ¿Qué quieres decir
con juzgarnos? Te conocemos, somos nosotros. Nuestro Dios». Ellos claman. «Somos
nosotros». ¡Qué tragedia! Dios no los conoce. Esa generación en particular había
desechado su relación con Dios como resultado de sus propios deseos. Puede darse
cuenta de que no son los que desean entrar en el reino de Dios quienes necesariamente
entran. Ni siquiera los que piden entrar quienes lo hacen. No es suficiente pedir, no es
suficiente desear; sólo ser obediente es suficiente.
Y Dios ha establecido ciertas reglas para la entrada al Reino; deben obedecerse o no hay
entrada. Puede que usted desee entrar a tal grado que viene a la iglesia y se involucra,
pero no tanto. A menos que venga por medio de Jesucristo, no puede entrar. Todas sus
actividades religiosas y todos sus rituales carecen de sentido. Pedrom en Hechos 4:12 dijo:
«Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro Nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos». No hay otro nombre aparte de Jesucristo.
Había un hombre ciego en un puente en Londres, quien estaba leyendo su Biblia en
braille. Mientras leía Hechos 4:12, se perdió en el texto con sus dedos. Sin ser consciente,
por su ceguera, de cualquiera a su alrededor, continuó pasando sus dedos sobre la misma
frase: «No hay otro nombre… no hay otro nombre… no hay otro nombre». Un grupo de
personas que se había reunido a su alrededor, a medida que trastabillaba sobre las
palabras, comenzó a mofarse y burlarse de él mientras palpaba su Biblia. Había otro
hombre parado a la orilla del gentío, quien no se burlaba, sino que escuchaba. Aquella
noche, aquel hombre se alejó, fue a su casa, cayó sobre sus rodillas e invitó a Cristo a
entrar a su vida. Posteriormente, en una reunión, testificó que lo que lo trajo a Jesucristo
fue un hombre ciego en un puente que trastabillaba sobre las palabras: «No hay otro
Nombre… no hay otro Nombre… no hay otro Nombre».
Es sólo a través de la fe personal en el Señor Jesucristo que usted, yo o cualquiera podrá
entrar al Reino de Dios. No podemos entrar por medio de nuestra emoción religiosa o de
nuestros sentimientos santificados. Sólo mediante la sangre preciosa de Jesucristo. La
profesión de labios no es válida, tiene que haber obediencia. Con esta expresión: «Señor,
Señor», llegamos a la conclusión de que estas personas se sorprenden, en realidad, se
impactan. «¿Quiere decir que ni siquiera vamos a entrar?» Entonces, recordemos lo que
Jesucristo dice en Lucas 6:46: «¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo
digo?» El siguiente verso se encuentra sobre una losa antigua en la catedral de Lübeck,
Alemania: «Así pues habló Jesús nuestro Señor a nosotros, vosotros me llamáis Maestro
más no me obedecéis, vosotros me llamáis Luz más no me veis, vosotros me llamáis
Camino más no me transitáis, vosotros me llamáis Vida más no me deseáis, vosotros me
llamáis Sabio más no me seguís, vosotros me llamáis Bueno más no me amáis, vosotros
me llamáis Rico más no me pedís, vosotros me llamáis Eterno más no me buscáis, vosotros
me llamáis Misericordioso más no confiáis en mí, vosotros me llamáis Noble más no me
servís, vosotros me llamáis Poderoso más no me honráis, vosotros me llamáis Justo más
no me teméis; si os condeno, no me culpéis». Dios ha establecido el requisito para la
entrada al Reino de los cielos. Esto no tiene nada que ver con un edificio, tiene que ver
con Jesucristo. Llamar a Cristo: «Señor» o cualquier otro nombre no es suficiente; hacer la
voluntad de Dios es la solución.
Usted pregunta: «Bueno, ¿cuál es la voluntad de Dios?» Pablo le dijo a Timoteo que: «Dios
nuestro Salvador… el cual quiere que todos los hombres sean salvos» (1 Ti. 2:3, 4). Esa es
la voluntad de Dios. Jesús dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por Mí» (Jn. 14:6). Esa es la voluntad de Dios. En Juan 6:40 Cristo dice: «Y esta
es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en Él, tenga
vida eterna; y Yo le resucitaré en el día postrero». Juan 1:12 dice: «Mas a todos los que le
recibieron, a los que creen en Su Nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios».
La voluntad de Dios para usted es que reciba a Cristo. Hebreos 11:6 dice: «Pero sin fe es
imposible agradar a Dios» y esto significa fe en Jesucristo. Usted no entrará al Reino por
medio de la sinceridad, por medio de la religiosidad, por medio de la reformación, por
medio de la benevolencia, por medio del servicio en la iglesia, ni siquiera simplemente por
mencionar el nombre de Cristo. Allí se puede llegar sólo por medio de la confianza y la fe
personal en Cristo.
Primero que nada, en el versículo 21 hemos visto la condición para la entrada al Reino.
Ahora, veamos en el verso 22, el llanto de aquellos a quienes se les niega la entrada:
«Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu Nombre, y en Tu
Nombre echamos fuera demonios, y en Tu Nombre hicimos muchos milagros?» El llanto
de estas personas es un arrebato. Cuando Cristo en el juicio dice que no todo el que dice:
«Señor, Señor», es en ese momento, de repente hay un arrebato, una súplica desde los
corazones de aquellas personas. Ellos lanzan un grito y dicen: «Pero nosotros hemos
hecho todas estas cosas». Muchas personas están yendo al infierno, frustradas
eternamente porque pensaron que su desempeño religioso era suficiente para salvarlas.
Millones de personas dependen de su moralidad, de sus buenas acciones, de su bautismo,
de su condición de miembros de la iglesia, aun de sus sentimientos religiosos. Habrá
muchos obreros de iglesias en el infierno, muchos pastores, y es triste decirlo, muchos
maestros de las así llamadas ‘escuelas religiosas’. Estoy seguro de que muchos de ellos le
dirán a Cristo: «Cristo, somos nosotros, nosotros profetizamos en Tu Nombre». Pero Jesús
les arrancará la piel de oveja y se pondrá al descubierto el lobo voraz. Eso es exactamente
de lo que Él está hablando en Mateo 7:15–20, donde Él revela a los falsos profetas: Los
que claman poseer una realidad que no tienen.
Lucas 13:25–30 añade un tremendo énfasis a este punto: «Después que el padre de
familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la
puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.
Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas
enseñaste. Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros,
hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a
Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.
Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en
el reino de Dios. Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán
postreros». ¡Que cuadro de aquel día! De los que son arrojados fuera porque todo lo que
tuvieron fue el nombre de Cristo sin la realidad de la fe en Él. Qué triste verlos afuera
llorando por ganar la entrada.
Esto me recuerda a las personas en los días de Noé, quienes deben haber estado haciendo
lo mismo. Golpeando ruidosamente las puertas del arca para tratar de hacerle saber a Noé
que finalmente creyeron que sus palabras eran ciertas. Ellas quisieron pasar hacia dentro
pero no pudieron. ¿Tiene usted solamente una apariencia de piedad? ¿Conoce al Señor
personalmente? ¿Se ha visto a usted mismo de pie ante el Gran Trono Blanco con sus
débiles excusas? Jesús le dijo a Nicodemo: «De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios» (Jn. 3:3). ¿Qué significa ser nacido de
nuevo? Significa sencillamente recibir a Jesucristo y creer que Dios le hace una nueva
creación, le hace nacer eternamente dentro de su familia.
Y cuando Nicodemo vino a Cristo, él tenía mucho de lo cual vanagloriarse. Él era un
hombre religioso, él era el maestro en Israel. Usted pensará que con todos los escalones
religiosos que él había alcanzado, Cristo le habría dicho: «Nicodemo, qué gran tipo eres,
has llegado muy lejos, has tenido una vida tremendamente fantástica, has hecho cosas
maravillosas; todo lo que necesitas es subir un gran escalón más y estás dentro». Pero
Cristo en verdad le dice: «Nicodemo, todo lo que has hecho es obrar con religiosidad.
Ahora, olvídalo todo, vuelve atrás y hazte como un bebé, nace de nuevo». Nicodemo no
necesitó subir un escalón más en el proceso; él tuvo que comenzar desde el principio.
Esto nos lleva a nuestro siguiente punto. Vamos a ver a continuación la condenación para
aquellos sin Cristo. Lanzar gritos hacia Dios en protesta es una defensa inútil, ¿no es así?
La voluntad de Dios es recibir a Cristo como Señor y Salvador. Los que no lo han hecho así
lanzan gritos de horror. Entonces, el Juez habla nuevamente en Mateo 7:23 y vemos la
condenación de los que no tienen a Cristo: «Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de Mí, hacedores de maldad». Observe la palabra «declarar», es una palabra
interesante. La palabra griega para ella (homologia) significa «proclamar abiertamente».
Aquí, Cristo proclama abiertamente que Él no los conoce. Esa misma palabra se usa en
Mateo 10:32, donde Jesús dice: «A cualquiera, pues, que me confiese delante de los
hombres, Yo también le confesaré delante de Mi Padre que está en los cielos». Si usted no
proclama gustosa y abiertamente a Cristo aquí en la tierra, entonces Él no lo proclamará
abiertamente a usted en el cielo. En lugar de esto, Él dirá: «Nunca os conocí».
Ahora, llegamos a uno de los conceptos más importantes en toda la Biblia, se representa
con la palabra «conocer». Alguna que otra vez me escucharán repitiendo este concepto,
porque es de importancia fundamental. ¿Qué significa para Dios conocer a una persona y
no conocer a otra? Sabemos que no significa que Él no es consciente de las personas.
Sabemos que Él no está diciendo: «No sé quién eres». Él sabe quién es cada uno. Él cuenta
los cabellos de la cabeza de cada uno. Él sabe cuándo cae un gorrión (Mt. 10:29–30). Él
sabe todo lo que hay para saber.
Entonces, ¿qué quiere decir Cristo cuando dice: «Nunca os conocí»? En 2 Timoteo 2:19 se
nos da la clave a través de lo que Pablo escribe: «Conoce el Señor a los que son Suyos».
¿Qué significa esto? ¿Qué trata de decir él? La palabra «conocer» en las Escrituras implica
una relación de amor única. En Amós 3:2 Dios dice: «A vosotros [Israel] solamente he
conocido». Ahora, ¿es Israel la única nación de la cual Dios tiene conocimiento? No, claro
que no, Él conoce a cada nación. ¿Qué estaba diciendo? Él estaba diciendo: «Yo tengo una
relación íntima con Israel».
El Antiguo Testamento se refiere al concepto de un hombre y una mujer que se unen en
una relación que produce un hijo como un hombre «conociendo» a su esposa. Por
ejemplo, Génesis 4:17 dice: «Y conoció Caín a su mujer». Nosotros no suponemos que él
conoció a su esposa en el simple sentido de sólo conocerla. Es obvio, o él no se habría
casado con ella, en un principio, si él no la había conocido de esa manera. Es algo más que
esto.
El versículo continúa diciendo: «la cual concibió y dio a luz a Enoc». En otras palabras:
«Conocer» se refiere a la mayor y excepcional relación de amor posible. Debemos
recordar que la Biblia dice que José no había conocido a María (cf. Mt. 1:18, 25). Por esta
razón se conmocionó tanto al saber que ella estaba encinta. José debía escoger entre dos
opciones: la apedreaba o se separaba de ella en consecuencia, ya que estaba embarazada
y él nunca la había conocido. La palabra «conocer» en el terreno humano implica
entonces una relación de amor única entre dos personas. En términos de la relación de
Dios, la misma definición es correcta. Pablo dice en Gálatas 4:9 que los creyentes somos
«conocidos por Dios».
La belleza de nuestra intimidad con Dios es comparable con la de un hombre al conocer a
su esposa. Esto es lo que vemos en las Escrituras, Dios se refiere a Israel como su esposa
(cf. Oseas 1–3) y la iglesia se presenta como la novia y Cristo, como el novio (cf. Ef. 5:25–
32). Nosotros tenemos una relación de amor íntima con Dios. Esta se ilustra
hermosamente en las palabras de Cristo en Juan 10:14: «Yo soy el buen Pastor; y conozco
Mis ovejas, y las Mías me conocen». Mientras leo el pasaje, voy a sustituir la palabra
«conocer» por «amor». «Yo soy el buen Pastor; y amo Mis ovejas, y las mías me aman, así
como el Padre me ama, y Yo amo al Padre; y pongo Mi vida por las ovejas… Mis ovejas
oyen Mi voz, y Yo las amo, y me siguen, y Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni
nadie las arrebatará de Mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las
puede arrebatar de la mano de Mi Padre. Yo y el Padre uno somos» (vv. 14–15, 27–30).
¿Se da cuenta de la belleza y la intimidad de la relación de amor que tenemos con
Jesucristo?
En Romanos 11:2, el apóstol Pablo dice: «No ha desechado Dios a Su pueblo, al cual desde
antes conoció». Dios predeterminó con usted una relación de amor si usted es cristiano.
En el consejo de Dios, por el acto soberano de Su voluntad, Él pre ordenó que usted sería
un hijo de Dios (Ef. 1:4). Usted tiene una relación de amor predeterminada con Dios al
igual que la tuvo Israel y aún la tiene. La intimidad de esa relación de amor es tan hermosa
que Dios se refiere a ella con el más grandioso de los términos humanos: La consumación
del amor entre un hombre y una mujer.
Cuando Dios dice: «Yo conozco Mis ovejas»; cuando Cristo dice: «Yo te conozco», quiere
decir que usted y yo tenemos una relación de amor íntima con ellos. ¡Qué concepto tan
glorioso! Pero a aquellos que no tienen esa relación de amor les dice: «Nunca os conocí».
Ellos no tienen tal relación de amor predeterminada. Ellos no tienen tal relación como la
de la oveja y su pastor, o como la de una novia y su novio. Estar fuera de esa relación de
amor especial es sufrir Su juicio: «Apartaos de Mí». ¡Qué tragedia!
Cristo reitera esas palabras fuertes en el tiempo del juicio en Mateo 25:41: «Entonces dirá
también a los de la izquierda: Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno preparado para el
diablo y sus ángeles». Qué pena es que el cuadro final del juicio sea una trágica
descripción de tristeza. Los incrédulos de todos los tiempos son llevados ante Dios,
Jesucristo reitera la condición para la entrada al Reino: Hacer la voluntad de Dios. Ésa es la
condición.
Ellos claman, los que quedan apartados, «pero en Tu Nombre hemos hecho todas estas
obras». Pero el Juez habla finalmente y dice: «A ustedes los condeno, porque nunca
tuvimos una relación de amor».
El cristianismo no es una formalidad. El cristianismo no es una religión. Es una relación de
amor personal con Jesucristo. ¿Tiene usted esa relación de amor? ¿Conoce a ese Cristo?
Termino con esta ilustración. Había un actor en una sala de teatro a quien le pidieron
recitar algo para el público. Se levantó y siendo amable con su público dijo: «Recitaré lo
que ustedes me pidan». Al principio, nadie hizo sugerencia alguna, pero un anciano
predicador que por casualidad estaba allí sentado al final de la sala, se levantó y dijo: «Me
gustaría escucharle recitar el Salmo 23».
Pues bien, el actor se sorprendió un poco con esto, pero como había manifestado su
disposición de recitar lo que le pidieran, aceptó lo que el hombre le sugirió. Casualmente,
conocía el salmo, así que dijo que lo recitaría. Repitió el Salmo 23 con perfecta elocuencia.
Fue una interpretación magistral. Su dicción fue estupenda. Cuando terminó, toda la
audiencia estalló en una ovación espontánea. El actor, imaginando que se desquitaría con
el anciano por sugerirle recitar algo de la Biblia, le dijo: «Bueno señor, ahora me gustaría
oírlo a usted recitarlo». El anciano no regateó el pedido. Sino que por su amor a Cristo se
levantó y repitió el Salmo 23. Su voz se quebró, se entrecortó y no fue muy hermosa. La
interpretación tampoco fue muy buena. Cuando terminó no hubo aplausos, pero no
quedó nadie que no llorara en la sala. El actor, percibiendo su propia emoción, se puso de
pie y dijo: «Señoras y señores, yo llegué a sus ojos y oídos, él llegó a sus corazones. Ésta es
la diferencia: Yo conozco el salmo; él conoce al Pastor del salmo».
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Doctrina sana respaldada por vida sana


Escritura: Tito 2:1

Código: 56–12
John MacArthur
Estamos en medio de un estudio de la carta de Pablo a Tito. Tito, un hombre más joven
que Pablo, ha recibido la tarea del ministerio en la isla de Creta. Se han establecido iglesias
ahí, pero tienen grandes necesidades. Necesitan liderazgo espiritual. Ellos necesitan
madurez espiritual en la congregación. Y entonces, Tito ha recibido la tarea de trabajar
con ese fin en mente, como dice el versículo 5 del capítulo 1: “Para que corrigieses lo
deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad.”
Para fortalecer la mano de Tito, para alentarlo en la tarea, el apóstol Pablo le escribe esta
carta. Y esta carta no sólo tiene a Tito en mente, sino también a las congregaciones, para
que entiendan por qué Tito está haciendo lo que está haciendo. Si ha estado con nosotros,
usted recordará que el capítulo 1 trata con el liderazgo de la Iglesia. Obviamente, la Iglesia
tiene que estar en orden con respecto a sus líderes. Hay detalles presentados
cuidadosamente para saber qué tipo de hombres y los deberes de aquellos hombres que
deben ser los pastores y ancianos.
Al entrar, entonces, al capítulo 2, el enfoque cambia de los pastores a la congregación, de
los ancianos al resto de la gente. Del liderazgo a los laicos. Y el capítulo 2 tiene que ver con
la virtud de una Iglesia sana, la virtud de una Iglesia sana. Encontraremos aquí
instrucciones muy específicas, muy directas, que se presentan a todo segmento de la
Iglesia para que la Iglesia pueda ser saludable. Entonces, es una sección muy práctica de
las Escrituras.
Y usted sabe, creo yo, como también yo sé, que el Señor está preocupado por la salud de
su cuerpo, la Iglesia. Vivimos en una época en la que la gente está preocupada de manera
fanática por sus cuerpos físicos y debemos entender que el Señor está mucho más
preocupado por su cuerpo espiritual. Y eso es realmente lo que está detrás de este
capítulo. El Señor se preocupa mucho porque la Iglesia sea lo que Él quiere que sea, Él se
preocupa por la salud espiritual de la Iglesia.
Una nota que se repite y se encuentra en ese tema es el uso de la palabra “sana”, la
palabra sana. La palabra ‘sana’ en griego, básicamente, nos da nuestra palabra higiene,
significa saludable. Es usada nueve veces en las epístolas pastorales, esto es en 1 y 2
Timoteo y Tito. Y de esos nueve en la palabra ‘sana’, cinco veces aparece en Tito. Cinco
veces Pablo dirige la atención de Tito y la nuestra a la necesidad de salud espiritual. Si algo
es claro a partir de las epístolas pastorales y de Tito, es que el Señor está preocupado por
la doctrina sana y la vida sana. Y están ligadas.
En el capítulo 1, por ejemplo, y en el versículo 9, habla acerca de doctrina sana y después,
en el versículo 13, en vivirla al ser sano en la fe. En el capítulo 2, versículo 1, vuelve a
hablar de la doctrina sana y vivir al ser sano en la fe. En el capítulo 2, versículo 7, él habla
acerca de la pureza en la doctrina y de manera consecuente, en ser sanos en las palabras,
versículo 8. Entonces, el tema no sólo a lo largo de Tito y 1 y 2 Timoteo, es la enseñanza
de la doctrina sana y el llamado a vivir de manera sana, lo cual es consecuente. La doctrina
sana, lo cual produce una vida sana. Eso es crucial.
Ahora, todo esto es presentado frente al trasfondo de doctrina no sana lo cual produce
una vida no sana o de doctrina no saludable, lo cual produce un cristianismo no saludable.
De manera repetida, en 1 y 2 Timoteo y aquí de nuevo en Tito, hay una preocupación con
los falsos maestros. Los falsos maestros son señalados en el capítulo 1, usted recordará,
en el versículo 10, como hombres rebeldes que hablan cosas vacías y como engañadores.
Ellos, versículo 11, trastornan familias en enteras, enseñan cosas que no deben enseñar.
Encontramos que se vuelven a mitos judíos, mandatos de hombres, que se desvían de la
Verdad. Y en el versículo 16, dicen que conocen a Dios, dicen ellos, pero por sus obras lo
niegan, siendo detestables, desobedientes y no sirven para ninguna buena obra. Aquí
usted tiene a doctrina enferma lo cual resulta en una vida enferma.
En el capítulo 3, versículo 9, hay un recordatorio a evitar las controversias necias y
genealogías y disputas y contiendas acerca de la ley, porque no sirven para nada, no son
saludables. Entonces, cuando alguien enseña eso, rechácelo después de una primera y
segunda amonestación, porque usted sabe que se ha pervertido y está pecando,
habiéndose condenado a sí mismo. Siempre parece haber la presencia del error y su
resultado en una vida no saludable. Entonces, lo vuelvo a decir, si hay algo claro acerca de
las epístolas pastorales, y en particular Tito, es que Dios se preocupa porque Su Iglesia
tenga enseñanza saludable y sea llamada a una aplicación saludable de esa enseñanza,
una vida saludable. Si una Iglesia va a ser espiritualmente saludable, si va a ser sana, si va
a disfrutar de fortaleza, de poder, de bienestar, debe tener palabras saludables, doctrina
sana y debe ser llamada a una vida espiritual saludable.
Ahora, si usted ha estudiado la Biblia con nosotros durante algún tiempo, usted sabe que
este tema surge y una, y otra, y otra y otra vez en las sagradas Escrituras. El apóstol Pablo,
junto con resto de los apóstoles, quienes recibieron el Nuevo Testamento, estaban
preocupados acerca de la doctrina saludable y la vida saludable. En este capítulo práctico,
digo realmente un capítulo práctico, vamos a ver áreas específicas de la vida cristiana
saludable. Vamos a ver a una congregación piadosa y cómo una congregación piadosa
opera. Vamos a hablar de los ancianos y ancianas, mujeres jóvenes, hombres jóvenes y
aquellos que trabajan como empleados, aquí llamados esclavos. Y vamos a hablar acerca
de lo que Dios dice acerca de todos nosotros, cada uno en nuestra propia categoría, qué
es lo que debemos estar haciendo. El Espíritu Santo prescribe en este capítulo una serie de
mandatos, mandatos obligatorios para que toda congregación los obedezca y sea
espiritualmente saludable. Y podría añadir como comentario al pie de página, algunos de
ellos no van a ser populares, porque son opuestos a la manera de pensar contemporánea,
pero son la Palabra de Dios. Y es la tarea de Tito y la mía y de cualquier otro líder
espiritual, asegurarse de que la Iglesia rinda cuentas para vivir una vida saludable a la luz
de la doctrina sana.
Ahora, el capítulo es muy directo, es muy claro, es muy fuerte. Los versículos de apertura
y de cierre del capítulo son muy importantes para que nosotros los entendamos, porque
en el versículo de apertura y de cierre, Dios demanda que aquellos que están en Su Iglesia
sigan estos patrones. Sigan estos mandatos. Veamos el versículo 1 para comenzar: “Pero
tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.” Literalmente en el griego dice: ‘pero
tú’. Y esto es en contraste a los que acaba de describir en el versículo 16, aquellos
engañadores vacíos, rebeldes, esos falsos maestros que son abominables y rebeldes,
reprobados en cuanto a toda buena obra. ¿Por qué? Porque enseñan cosas que no deben
enseñar. Ellos enseñan mentiras engañosas. Ellos están enredados en mitos y en
mandatos de hombres; y se desvían de la Verdad. En contraste a eso, “pero tú, Tito, en
contraste a toda la enseñanza falsa no saludable que viene de estos falsos maestros, tú,
habla a las cosas que son apropiadas para la doctrina sana. Debes estar comprometido
con la salud de la Iglesia.”
Hay mucho que enseñan el error y plagan a la Iglesia con debilidad y enfermedad como
resultado. La pestilencia del pecado es el resultado de sus palabras inútiles. Dice en el
versículo 16 que son reprobados en cuanto a toda buena obra. Ellos no traen beneficio a
la Iglesia, son adokimos es la palabra, son probados y hallados inútiles. La palabra
adokimos era usada en un edificio. Cuando una piedra no era apropiada para ser colocada
en el edificio, cuando tenía alguna falla seria, escribían una letra A sobre ella, una para
adokimos y la hacían a un lado, para que nadie la volviera a recoger y la usara. Estas
personas son inútiles. “Tú, por otro lado, Tito, necesitas ser útil y de valor a la iglesia
porque hablas las cosas que están de acuerdo, que son apropiadas para la doctrina sana.”
Cualquier pastor, cualquier líder de la Iglesia ciertamente, es llamado a esta
responsabilidad. Ahora, permítame explicar de manera clara lo que él está diciendo. Él no
está diciendo ‘habla doctrina sana’. Eso ya ha sido cubierto, básicamente versículo 9 del
capítulo 1 en donde los líderes de la iglesia son instruidos a aferrarse a palabra fiel y
exhortar con doctrina sana. Lo que él ahora está diciendo es que ‘debes hablar las cosas
que están asociadas de manera apropiada con la doctrina sana; esto es esas cosas que se
presentan en el asunto de la vida diaria. Enseña los requisitos prácticos para la vida diaria
que son apropiados para la doctrina verdadera. No nada más puedes llenar la cabeza de la
gente con teología. Debes ser verdaderamente útil al enseñar la conducta requerida que
es coherente con la doctrina sana. Enseñanza saludable, sí. Y después, instrucción acerca
de vida saludable. No nada más puedes enseñarla sin forzar la aplicación, hasta cierto
punto.’
Ahora, hay varios términos clave en esa afirmación en el versículo 1 que podrían
ayudarnos. El primero es la palabra ‘habla’, del verbo griego laleō que significa hablar. No
es la palabra kerusso, predicar. No es la palabra didaskaleo, enseñar. Es simplemente
hablar. Y es un tiempo presente. Simplemente, continúa hablando acerca de las cosas que
son apropiadas como asociados de la doctrina saludable. Continúa hablando del tipo de
conducta que encaja con la Verdad. Y él está diciendo: “mantente en ese camino, no cedas
ante de ningún tipo de hostilidad. No te intimides, no lo suavices, no te desvíes, sin
importar qué resistencia puedas sentir.” Así como le dijo a Timoteo en el capítulo previo,
en 2 Timoteo 4, “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que
teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé
sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.”
Pero continua predicando, redarguye, reprende y exhorta y hazlo de manera paciente y
hazlo con instrucción cuidadosa. Obviamente, habrá resistencia a estos llamados para una
vida santa, pero no debes hacer algo diferente. Continúa hablando de estas cosas.
Y la idea ahí, como dije, no es tanto la predicación y no es tanto enseñar en la función
formal como lo es en la conversación normal de la vida. Ahora, usted está hablando de
labor pastoral. Oh, claro que hay un componente de eso en la predicación y la enseñanza,
pero se reduce al púlpito. Ayuda a la gente a ver la verdad cara a cara, ayúdalas a aplicarla
en sus vidas. Y lo que les está diciendo es que son esas cosas que son apropiadas. La
palabra prepō es usada aquí. Básicamente significa apropiado o atractivo. Diles las cosas
que necesitan ser, que encajan con la doctrina que creen. Llama a la conducta, llama a la
acción. Llama a la vida que está en acuerdo total con la Verdad. Y obviamente, cualquier
estudiante de la Biblia sabe que nunca divorcia la doctrina del deber. Cuando Pablo llega a
Romanos, capítulo 12, dice: “Así que os ruego, hermanos, por las misericordia de Dios” y
después, entra a hablar de un sacrificio vivo y durante varios capítulos habla del deber
cristiano, él está en los primeros 11 capítulos, construyendo, “por lo tanto, debido a que
todas estas misericordias de Dios son verdad, todas estas misericordias que Dios le ha
dado a usted en la salvación son verdad, por lo tanto, viva así.”
Conforme Pablo escribe a los efesios, después de tres capítulos de doctrina, él
simplemente dice: “ahora los voy a exhortar por tanto a andar como es digno de la
vocación con que habéis sido llamados”. Ese es el llamado. Así es como viven. En
Colosenses, capítulo 3, después de dos capítulos de doctrina, él dice: “Ahora que han sido
resucitados con Cristo, buscad las cosas de arriba. Así es como deben vivir su vida.” En
Filipenses, después de tres capítulos de enfrentar asuntos doctrinales, él dice: “por tanto
los insto a vivir de esta manera” y él atraviesa por el capítulo 4 con una lista de conducta
requerida. Esto es básico. Esto es absolutamente central. El Señor quiere que las iglesias
conozcan Su Verdad y que la vivan. De hecho, ¿qué otro valor tiene la Verdad sino es
vivida? Él quiere a una virgen casta, Él quiere a una novia pura, Él quiere a una Iglesia
santa. De hecho, en 1 Pedro 1:16, es simplemente claro qué tan santos debemos ser: sed
santos porque Yo soy santo. Sed santos en toda vuestra manera de vivir, así como aquel
que os llamó es Santo. Quiero que sean tan santos como Yo soy.
Entonces, la vida santa es apropiada. La vida santa es algo apto. La vida santa es algo
inseparable de la sana doctrina. Ése es el punto. Entonces, somos llamados como aquellos
que guiamos a la iglesia, a enseñarles a ustedes la doctrina saludable y a llamarles a una
vida saludable. En nuestro país, no se permite vender la carne que está echada a perder.
Tenemos agencias en el gobierno que inspeccionan la carne y la prueban, porque la carne
que está echada a perder puede hacer que usted se enferme. Inclusive, puede matar. Y
también, así es con la enseñanza que está echada a perder. La enseñanza que está echada
a perder puede hacer que la gente se enferme y es mortal. Pero por otro lado, inclusive la
carne buena, cuando es comida en proporciones equivocadas o en desequilibrio o de
manera excesiva, puede producir enfermedad también. Debe ser aplicada en la vida y
debe haber ejercicio y de esta manera, usted aprovecha su beneficio. Y así es con la
enseñanza saludable. La enseñanza sana, saludable, debe ser seguida por el llamado a
vivir de manera saludable.
En los últimos días, he tenido la oportunidad de tener comunidad con Jacob Dukonchinko,
quien es el patriarca espiritual de la Iglesia en lo que era la Unión Soviética y de manera
específica guía a la Iglesia en Ucrania, ahí hay alrededor de 1500 iglesias. Y le dije,
conforme nos reunimos en mi oficina el viernes, “A lo largo de los 70 años de gobierno
comunista en las iglesias de la Unión Soviética que están involucradas, ¿ha tenido
enseñanza falsa, error?” y él contestó que sí. “Estuvieron asociadas con nosotros durante
un tiempo y después, hubo una división.” Y creo que él dijo que se separaron unas 350
iglesias. Yo le pregunté cuántas iglesias había ahora que estaban involucradas en algún
tipo de falsa doctrina. Y él contestó que cerca de unas 500. Y le pregunté cómo comenzó
eso. Y él dijo “bueno, hubo un hombre, no vas a querer oír esto, quien vino de Estados
Unidos en los años 1920 y comenzó a enseñar doctrina falsa; y en esos primeros años,
tratamos de enfrentarla y continuamos enfrentándola, pero finalmente, hubo una división
en la Iglesia. Y ahora hay unas 500 iglesias.”
Usted entiende, ¿no es cierto?, que el error es una enfermedad contagiosa. Es muy difícil
de quitar. Algunas veces, piensa que está lidiando con un virus del sida espiritual,
simplemente no puede encontrar nada con qué eliminarlo. La enseñanza sana por lo tanto
es la prioridad. Pero debe ser seguida con un llamado a la vida sana. Y eso es lo que el
versículo 1 está diciendo: “continuamente, en toda conversación, todo el tiempo, debes
estar llamando a tu congregación al tipo de vida santa que es apropiado para la verdad”.
La implicación del versículo es que los maestros de la verdad que llaman a su
congregación a la vida santa deben ser agresivos e incansables. Digo, los falsos maestros
así son. Y deben mantener cierto dogmatismo bíblico, cierto tono demandante fuerte que
debe acompañar a sus mandatos.
Y entonces, la instrucción que va a venir en este segundo capítulo es presentado en una
luz muy fuerte por el versículo 1. Es obligatorio para nosotros. Después, vea el versículo
15. Observe cómo cierra el capítulo. Este es el corchete que cierra el capítulo. Él dice:
“Esto,” las cosas que acaba de decir, “habla y exhorta y reprende con toda autoridad.
Nadie te menosprecie.” En el versículo 1, él dijo “habla estas cosas”. Y aquí de nuevo, en el
versículo 15, usando exactamente el mismo verbo, él dice otra vez “habla estas cosas”. Él
le recuerda otra vez ‘dilo, quizás no sea popular, quizás no sea aceptado por todo el
mundo, puede haber discusión acerca de esto. Puede haber algunas personas que lo
olviden. Quizás no siempre esté fresco en sus mentes como debería estarlo, pero tú, de
manera continua, incansable, habla de esto.’ Como la gran verdad de Deuteronomio
capítulo 6: “Habla de ello cuanto te sientes, cuando te levantes, cuando te acuestes,
cuando vayas por el camino. Que esté en tus labios todo el tiempo.” Y no sólo en ese
sentido general, sino después él dice y exhorta. Esa es una nota positiva. “Acércate a la
gente, colócate a su lado, ínstalos, aliéntalos, motívalos, amonéstalos de una manera
positiva. Por favor, necesitas hacer esto. Tiene que venir junto a ellos en esta área. Debes
obedecer este mandato. Éste es el estándar. Así es como debe vivir.
Y después, está un negativo. Cuando ellos no lo hacen, él dice ‘repréndelos’. Ese es el
enfoque negativo. Repréndelos. La palabra tiene la idea de confrontar a alguien cara a
cara con el propósito de convencerlos de su pecado.
Entonces, tienes una responsabilidad, le dice a Tito y a cualquier otro líder espiritual, y eso
es ‘debes, de manera continua, en toda conversación, sea en el púlpito o allí abajo en el
medio de tu compensación congregación, sea en el foro público o en la conversación
privada, sea en la Iglesia o en el hogar, siempre debes estar hablando de estos estándares
de vida santa los cuales son los socios de la sana doctrina. Y necesitas hablar de ellos de
manera constante y necesitas estar al lado de la gente para alentarlos a obedecer. Y
cuando no hacen eso, necesitas reprenderlos.’
Y él dice en el versículo 15, al final de la primera oración, hazlo con toda autoridad. ¿Y cuál
es esa autoridad? ¿Es la autoridad de tu posición? No. ¿Es la autoridad de tus socios, de la
gente con la que te asocias? No. Es la autoridad de la Palabra de Dios. No fue que Tito
obtuvo esta autoridad al estar simplemente relacionado con Pablo. Fue que Tito obtuvo
esta autoridad porque a Tito, a través de Pablo, le llegó la Palabra de Dios. Por cierto, la
palabra epitagē, autoridad, esa es la palabra autorizada por Pablo en el Nuevo
Testamento siempre en el sentido de un mandato divino. “Puedes hablar estas cosas
como mandatos divinos.” Lo que va a oír en el capítulo 2 es una serie de mandatos
divinos. Después, él añade: ‘Ninguno te menosprecie’. Y eso es ciertamente para que lo
oigan las congregaciones. Más vale que no menosprecien lo que Tito está diciendo. Las
Escrituras no son un libro de sugerencias. No es un libro de principios opcionales. Es un
libro de mandatos. Las Escrituras en el Salmo 19:8 son llamadas “el mandamiento de
Jehová”. En Mateo 7 y en Marcos 1 y en Lucas 4 se registra que cuando ellos oyeron a
Jesús hablar, dijeron: “él habla como uno que tiene autoridad.” En Mateo 28, versículos 19
y 20, él dijo “id por todo el mundo y haced discípulos bautizándolos y enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, Yo estoy con vosotros todos los
días.”
Entonces, esa pequeña advertencia al final, nadie te menosprecie, es realmente una
advertencia a cualquier persona que pueda decidir que van a tratar de resistir lo que Tito
manda con la autoridad de las Escrituras. Él está diciendo ‘Tito, no retrocedas’. Él le dijo a
Timoteo esencialmente lo mismo, que nadie, ninguno tenga en poco tu juventud, no dejes
que nadie luche contigo por lo que dices debido al hecho de que eres joven. Continúa
siendo un ejemplo y estas cosas, le dijo a Timoteo, manda y enseña. Sé fiel. No retrocedas.
La palabra menosprecie es una palabra algo curiosa en el idioma griego. Es una de esas
palabras compuestas en donde usted tiene una preposición que se coloca delante de la
palabra. Phroneō es el verbo. Básicamente significa “pensar”; tiene que ver con el cerebro.
Periphroneō-peri, usamos la palabra perímetro. Significa la circunferencia, la parte de
afuera de algo. Y la palabra pensar alrededor de algo es simplemente la palabra usada
aquí para menospreciar. Literalmente, darte la vuelta, tratar de justificar lo que dices,
tratar de darte excusas, no dejes que nadie haga eso. No dejes que nadie evada estos
mandatos.
Algunos de estos mandatos son bastante directos. Como las ancianas, no deben ser
chismosas. Las jóvenes, deben guardar la casa. Los jóvenes deben ser sensatos. Es difícil
para un joven ser sensato. Ellos quieren ser frívolos. Todo este tipo de mandatos, la gente
dirá ‘bueno, esto y aquello. Tú no entiendes.’ No dejes que te den la vuelta. No dejes que
adopten una actitud evasiva, justificando o racionalizando. De hecho, él quizás les pudo
haber recordado de las palabras de Jesús en esa afirmación profunda en Lucas capítulo 10,
versículo 16, en donde Jesús dice lo que yo creo que es una afirmación simplemente
poderosa: “El que los escucha a ustedes, me escucha a Mí. El que los rechaza, me rechaza
Mí. Y el que me rechaza a Mí, rechaza al que me envió.” ¿Qué significa eso? Jesús está
diciendo ‘Si los escuchan a ustedes, Mis apóstoles, entonces por los están escuchándome
a Mí. Si los rechazan a ustedes, están rechazándome a Mí. Si me rechazan a Mí, están
rechazando al Padre que me envió.’
El punto es este: cuando alguien habla en nombre de Dios, cuando alguien habla la verdad
de Dios, la Palabra de Dios y usted rechaza, usted rechaza a Dios. No dejes que hagan eso.
Entonces, nuestro Señor quiere una iglesia saludable, una Iglesia a quien se le enseña
doctrina saludable y es llamada a conducta espiritual saludable. Y él le da a Tito y a otros
pastores y líderes en la Iglesia la autoridad de seguir hablando e inclusive de exhortar y
reprender si es necesario, y debe hacerlo de manera coherente con la autoridad de las
Escrituras y no ser menospreciado.
Él quiere una Iglesia pura. Él quiere una virgen casta. Él quiere una novia santa, sin
mancha.
¿Qué hace entonces que una Iglesia sea saludable? Vida santa, el fruto de doctrina
saludable. No puedo enfatizar esto lo suficiente, porque hay tantas alternativas que se
ofrecen en la actualidad al edificar una iglesia. Lo que el Señor quiere no tiene nada que
ver con el tamaño de una Iglesia, lo que Él quiere tiene que ver con la virtud de una Iglesia.
Como lo he dicho a lo largo de los años, mi trabajo es concentrarme en la profundidad
espiritual de la Iglesia y dejar que Dios se encargue de su amplitud. El tamaño no me
importa. La virtud, sí. Y lo que hace que una Iglesia sea saludable no es cuántos programas
tiene o cuánto dinero tiene o qué tan grande es, lo que hace que una Iglesia sea saludable
es la virtud santa. Y sin embargo, es raro que inclusive se haya sugerido eso en la
actualidad, en el área de crecimiento de la Iglesia. Y entonces, es simplemente importante
entender que el Señor está preocupado por la calidad de una Iglesia, no por su tamaño. El
tamaño está ligado a Su propio propósito soberano. Y el tamaño, voy a dar un paso más
hacia adelante y decir que está directamente relacionado con la virtud de la misma.
Continuamente se nos dice que si queremos edificar la Iglesia, tenemos que inventar una
técnica, una estrategia, ser inteligentes en términos de mercadotecnia, etcétera, etcétera,
etcétera. Eso no le preocupa el Señor. Lo que le preocupa al Señor en la virtud de la
Iglesia, la piedad.
Ahora, antes de que veamos específicamente el flujo del capítulo y los mandatos
específicos que están aquí, hay otro elemento clave que debe ser reconocido en este
capítulo y le da a usted el sentimiento de este capítulo de manera poderosa. Los
mandamientos que son dados aquí y los estándares para la conducta que se presentan
aquí son demandados. Y es verdad que si usted los obedece y yo los obedezco, seremos
bendecidos. Pero eso nunca es señalado en el capítulo. Eso es simplemente un punto que
se da por sentado. Sabemos eso. Sabemos que la obediencia trae bendición. Ciertamente,
vimos eso en el Salmo que leímos en esta mañana, el Salmo 18. Eso se da por sentado. Eso
se da por sentado. El punto aquí no es el efecto de nuestra santidad en nosotros; el punto
aquí es el efecto de nuestra santidad en otros. Ése es el punto. Por todo lo que la virtud
hace por mí, el punto aquí contundente, motivador es lo que hace para alguien más. La
obediencia, los requisitos a este capítulo son esenciales, señala Pablo, no sólo por su
propia causa, lo cual es un punto que se da por sentado para usted, para que usted
entonces pueda conocer la bendición y el gozo de una vida cristiana, sino porque tiene un
efecto tan poderoso en otros.
Ahora, eso es afirmado en tres cláusulas de propósito en el capítulo. Una está en el
capítulo 5, la segunda está en el versículo 8 y la tercera, está en el versículo 10. Y son
potentes. Veamos el versículo 5. Todo este asunto de la conducta al final del versículo 5 es
para que o con el propósito de que la Palabra de Dios no sea deshonrada. No sea
blasfemada. Eso es todo. El primer punto de motivación aquí es la honra de la Palabra de
Dios. Ahí atrás, en 1 Timoteo 5:14, las viudas más jóvenes son instruidas a volverse a casar
y a tener hijos y guardar la casa. ¿Por qué? Para “no dar al enemigo ocasión de
maledicencia, porque algunas ya se han vuelto en pos de Satanás.” En otras palabras, el
modo en el que usted viva va a impactar en cómo la gente vea al cristianismo y hace que
el cristianismo sea atractivo o los repele y los apunta al camino de Satanás. “La Palabra de
Dios,” dice él, “no debe ser deshonrada.” Eso es lo que produce la vida santa. La palabra
aquí es realmente la palabra para que no sea blasfemada, al final del versículo 5,
menospreciada, rechazada, tratada como una mentira, objeto de burla, ignorada. En otras
palabras, la manera en la que usted vive va a determinar de manera directa cómo la gente
ve la Palabra de Dios. Es sorprendente. Una esposa cristiana que no es lo que debe saber,
un joven cristiano que no es lo que debe ser, un anciano cristiano que no es lo que debe
ser, una anciana cristiana que no es lo que ella debe ser, va a dar ocasión para que la
gente blasfeme la Palabra de Dios.
Como puede ver, el mundo no nos juzga por nuestra teología, el mundo nos juzga por
nuestra conducta, ¿verdad? Y ellos juzgan la validez de las Escrituras por nuestra
conducta. Ellos juzgan si las Escrituras realmente son verdad y son poderosas y
transforman la vida por el hecho de que si realmente cambian nuestras vidas.
Recuerdo a Sam Ericsson contándome que hace unos años atrás, él había invitado a un
abogado - estaba trabajando para un despacho de abogados en Los Ángeles – y él invitó a
un abogado a que viniera la Iglesia y él dijo: ‘queremos que vengas porque nuestra Iglesia
enseña la Biblia y tenemos un pastor que enseña la Biblia y creo que te gustará.’ Y él
preguntó qué Iglesia era. Y Sam dijo: ‘Grace Community Church’. Y él dijo: ‘Ja, yo no voy a
ninguna Iglesia, pero estoy seguro que no voy a ir a esa iglesia, porque el abogado más
deshonesto esto que conozco en la ciudad va ahí.’ Y se acabó la discusión. La palabra de
Dios fue blasfemada en la vida de ese hombre y como consecuencia, este hombre le dio la
espalda a la Verdad. Mencioné eso, por cierto, el siguiente domingo en nuestra
congregación, sin nombrar al abogado y creo que 25 abogados se arrepintieron. Pero esa
es una ilustración simple de lo que sucede cuando usted no vive la vida, usted da ocasión
a que se menosprecie la Verdad. Si es una Verdad que cambia la vida, entonces debería
cambiar su vida. ¿Por qué la gente va a creer en una Verdad que cambia la vida si su vida
no es cambiada?
Un marido incrédulo, otro miembro de familia que quizás pueda rechazar el Evangelio y
burlarse de la Biblia, porque una esposa cristiana no hace lo que Dios la ha llamado a
hacer y la ha capacitado a hacer. William Kelly traduce esta pequeña frase “para que la
Palabra de Dios no sufra escándalo”. Escuche, el mundo va a juzgar la validez del
Evangelio, el cual ciertamente es inherente en el término “la Palabra de Dios”. Van a
juzgar la palabra del Evangelio por la virtud de la gente que cree en él y lo profesa y dice
que es transformada por él.
Como puede ver, esa es la razón por la que es tan devastador cuando algunos evangelistas
bien conocidos son atrapados en tipos de pecado terribles y en inmoralidad y el mundo
simplemente dice “Oh, el poder transformador de la Biblia que predican, ¿verdad?
Enséñame la transformación. Como dijo el filósofo alemán Heine hace años atrás
“Muéstrame tu vida redimida y quizás me incline a creer en tu Redentor.” La credibilidad
del Evangelio cristiano está ligada a la integridad de la vida de aquellos que lo profesan. El
impacto de las vidas de los hombres y mujeres que llevan el Nombre del Señor es vital
para la credibilidad de la fe y la eficacia del testimonio personal en la predicación y se
vuelve un factor determinante en que alguien se vuelva y venga al cristianismo o se aleje y
siga el camino de Satanás.
Hay algunas ilustraciones vívidas de esto, quizás ninguna más vívida que la historia de
David, en 2 Samuel 12 quien fue confrontado por Natán, confrontado debido a su pecado
con Betsabé. Y después, el homicidio consecuente de su marido. David había pecado de
lujuria, pecó cometiendo adulterio, pecó al tramar el homicidio del marido de su amante.
Y él es confrontado por Natán en el capítulo 12 de 2 Samuel; y es un relato increíble. No lo
voy a leer todo, pero llegando al versículo 13, David dijo Natán “he pecado contra el
Señor”. David aquí está confesando de manera honesta. “Y Natán le dijo a David el Señor
también ha quitado tu pecado. No morirás.” Ahí está el perdón para el creyente que peca.
¿Muy bien? Queremos que esto del perdón quede claro. “No obstante, debido a que por
este acto has dado a ocasión a que los enemigos del Señor blasfemen, el niño que te
nacerá, ciertamente morirá. Dios perdonará tu pecado, pero tu pecado ha hecho que los
gentiles, los paganos, los incrédulos blasfemen a Dios.”
¿Qué cree que el mundo piensa cuando ven a los cristianos, cristianos prominentes, bien
conocidos y leen acerca de ellos en el periódicos como adúlteros y fornicarios y lo que
sea? ¿Qué hacen? Blasfeman al Señor. Blasfeman la Palabra de Dios al menospreciar Su
poder, al burlarse de eso.
Cuando en Romanos usted tiene otra afirmación poderosa, trágica, pero poderosa
afirmación con respecto a Israel cuando dice en Romanos 2:24: “Porque el nombre de
Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.” Bueno, eso fue lo opuesto
de lo que deberían hacer. Fueron una nación llamada por Dios para ser un testigo para
que el Nombre de Dios fuera glorificado. Pero debido a sus crímenes y a su pecado, el
nombre de Dios fue contaminado. Esa es una cita, por cierto, de Isaías 52:5, en donde
Isaías dice: “Y Mi Nombre continuamente, diariamente es blasfemado por causa de
vosotros.”
En Ezequiel 36 hay un texto igualmente incisivo. Está en el versículo 17, un lugar en donde
comenzar: Dios le dice a Ezequiel: “Hijo de hombre, mientras la casa de Israel moraba en
su tierra, la contaminó con sus caminos y con sus obras; como inmundicia de menstruosa
fue su camino delante de mí. Y derramé Mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron
sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron. Les esparcí por las naciones, y
fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos y conforme a sus obras les
juzgué. Y cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron Mi santo Nombre,
diciéndose de ellos: Estos son pueblo de Jehová…” ¿Entiende lo que está pasando? Fue lo
suficientemente malo cuando ellos fueron malos en la tierra, pero cuando fueron
esparcidos por todos lados, contaminaron el Nombre de Dios por el modo en el que se
condujeron y el comentario de las naciones fue: “Miren, este es el pueblo del Señor,
pueden ver qué tipo de Dios es. Él es inmoral o impotente. O Él no hace nada acerca de
esto o no puede”; y Su Nombre fue deshonrado.
Debido a los pecados de Israel, sus crímenes fueron atribuidos a influencia o a la
impotencia de su deidad, su Dios, de modo que los paganos estaban viendo a Dios con
perspectivas blasfemas. Como puede ver, esa es la razón por la que Jesús dijo: “Así brille
vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16). Ése es el motivo por el que Pablo
escribió en 2 Corintios 3:2 y 3: “Ustedes son nuestra epístola, nuestra carta acerca de
Cristo, conocida y leída por todos los hombres”. Ustedes son el Evangelio que ven, ustedes
son los que hacen que la Palabra de Dios sea creíble o increíble.
Entonces, cuando Pablo le dice a Tito ‘estos son los estándares, los ancianos deben vivir
así, las ancianas deben vivir así, las mujeres jóvenes así, los hombres jóvenes así y todos
los que trabajan así, esta es la razón: porque si no viven vidas santas, entonces la Palabra
de Dios será objeto de burla o menosprecio. O deshonra. Y eso constituye una forma de
blasfemia.’ ¿Puede ver cuánto está en juego en la manera en la que usted vive? No es tan
sólo por su beneficio. Tenemos que el cristianismo vaya más allá de eso, porque estamos
ahí en este momento. ¿Qué es lo que el cristianismo puede hacer por mí? Y la pregunta es
¿qué es lo que su tipo de cristianismo puede hacer por el resto de la gente? Ése es el
punto.
Ahora, quiero que observe el versículo 8, ahí hay una segunda cláusula de propósito que
nos da el corazón de lo que Pablo está diciendo, el versículo 8 hacia el final: “Para que el
adversario sea avergonzado.” La palabra griega escrita que realmente significa ‘sonrojarse
porque está tan apenado’. No teniendo nada que decir acerca de nosotros. Ahí está el
punto nuevamente. El punto es: mire, están examinándonos y queremos vivir de tal
manera que esos adversarios de la fe se sonrojen por mera vergüenza porque
simplemente no hay crítica. ¿No cree usted que a los oponentes, a los adversarios del
cristianismo les encanta cuando los cristianos escandalizan la fe? ¿No les encanta tomar
una revista o periódico y leer acerca de la fornicación y el adulterio y la irresponsabilidad
fiscal y el robo y todo el engaño que se lleva a cabo en los farsantes del cristianismo y todo
el pecado y la iniquidad en el liderazgo? ¡Claro que sí!
Y le voy a decir algo más, las personas en su pequeño mundo, aquellos que niegan al
Señor, que no conocen a Cristo, que en este punto no han llegado a fe en Él, a ellos les
encantaría ver que usted fracasara de manera significativa, para que simplemente
pudieran justificar su incredulidad. Ellos no quieren ver que Dios transforme su vida y
después, que usted los reprenda. Pero eso es exactamente lo que usted debe hacer, usted
debe hacer que se sientan avergonzados, usted debe hacer que se sientan sonrojados
cuando critican, porque no pueden encontrar qué criticar.
Como puede ver, el punto aquí es el evangelismo. Y de nuevo, lo vuelvo a decir,
simplemente para colocarlo en un contexto, la estrategia apropiada para evangelizar no es
metodológica, no es algún tipo de estrategia, no es algún tipo de técnica de
mercadotecnia. La manera en la que alcanzamos al mundo es mediante virtud, santidad,
piedad, pureza de vida que hace que nuestra fe sea creíble, que hace que la Palabra de
Dios sea creíble.
Pedro, viendo el mismo punto, escribió palabras que son apropiadas para el mismo
pensamiento, 1 Pedro 2:11: “Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que
os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma.” No se enreden en ellos.
¿Por qué?, “manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo
que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la
visitación, al considerar vuestras buenas obras.” ¿Sabe lo que eso significa? ¿Cómo puede
usted glorificar a Dios en el día de la visitación? “El día de la visitación” es el momento en
el que Él visita, cuando Él viene. ¿Cómo puede usted glorificar a Dios en ese día? Al
recibirlo. Usted sólo puede recibirlo si ha llegado a conocerlo. Eso es exactamente lo que
Pedro está diciendo. Que vean su vida y mientras que por un lado vienen a criticar, que su
conducta sea tan excelente que su crítica se convierta en curiosidad; y su curiosidad se
conviertan conversión y ahí se encuentren con el Señor cuando Él venga. Usted lleva a la
gente a credibilidad del cristianismo y a la conversión por la virtud de su vida. Entonces,
manténganse alejados de deseos carnales y que su conducta sea excelente.
Entonces, el punto aquí en el capítulo 2 nuevamente es la estrategia evangelística de la
Iglesia. Alcanzamos al mundo mediante santidad, no mediante técnica.
Y después, hay un tercer texto, versículo 10. Una tercera cláusula de propósito al final del
versículo 10, “para que en todo adorne la doctrina de Dios nuestro Salvador.” Eso pasa de
un tono más negativo en los primeros dos a uno positivo. Primero en el versículo 5, él dice
queremos asegurarnos que la Palabra de Dios no sea blasfemada. En segundo lugar, en el
versículo 8, queremos asegurarnos que alguien que se opone al cristianismo tenga su boca
cerrada y se quede ahí en vergüenza absoluta, en pena absoluta, porque no hay nada
malo que decir acerca de los cristianos. Y aquí, él dice, en el lado positivo en el versículo
10, “queremos adornar la doctrina de Dios nuestro Salvador en toda área.” Este es un
punto tan poderoso.
Permítame hacerle un la pregunta: ¿cuál es nuestro mensaje primordial a este mundo
acerca de Dios? ¿Estamos tratando de decirle a este mundo que Dios es omnipotente?
Bueno, es verdad. ¿Estamos tratando de que el mundo entienda que Dios es omnisciente?
¿Que Dios es omnipresente? ¿Que Dios es inmutable? ¿Estamos tratando de que el
mundo entienda que Dios es el creador y el sustentador del universo? ¿Que Dios es
soberano? ¿Que Dios es eterno? Sí, todo eso es verdad. Lo que realmente queremos que
el mundo entienda es que Dios es un Salvador, ¿no es cierto? Estamos tratando de hacer
que ellos entiendan que Dios está ahí para salvarlos. Y eso es el versículo 10. ¿Cómo
podemos adornar la enseñanza acerca de Dios como Salvador en toda área sino nos
vemos como si fuéramos salvos? Digo, si yo le hablo de mi peluquero y usted me ve y dice
‘oye, tu cabello es un desastre’, no vas a ir a mi peluquero. Ahora, ¿qué tan obvio es eso?
Si yo le digo que he encontrado un lugar maravilloso en donde comer y he estado
comiendo ahí durante 15 años y que estaré comiendo ahí hasta que me muera; y tengo
una enfermedad mortal debido a que me envenené por comer ahí, usted dirá ‘¡yo no voy
a ir a ese lugar!’ No sirve de nada recomendar algo que no se manifiesta en mi vida. Si voy
a adornar la doctrina o la enseñanza acerca de Dios como Salvador, entonces voy a tener
que demostrar que he sido salvo. ¿Salvo de qué? Del pecado, del pecado.
Hacemos que la salvación sea atractiva cuando demostramos liberación del pecado. Poder
sobre el pecado y la tentación. Vidas caracterizadas por la pureza, el poder, el gozo, la
bendición. Por cierto, esa palabra “adornen” es maravillosa. Hay un spray para cabellos
llamado así ‘adornar’ y eso realmente habla de lo que esa palabra significa. Es de una
palabra griega kosmeō, de la cual obtenemos cosmético. Significa hacer que algo se vea
hermoso. Decimos que una mujer se adorna a sí misma con joyas y era usada de ese modo
en tiempos antiguos. La palabra kosmeō, usar cosméticos, hacer hermoso. De hecho, en el
griego, hacer kosmeō del caos. Y eso es lo que ustedes, damas, están haciendo,
básicamente. Ustedes están convirtiendo el caos en kosmeō, el desorden en belleza y
orden. Algunas de ustedes están haciendo un trabajo maravilloso. Y el caos verdadero
nunca será conocido, estoy seguro de ello. Pero eso es precisamente lo que la palabra
significa. Y cuando le mostramos al mundo el orden y la belleza y el poder de un Dios
Salvador en nuestras vidas, hacemos que la salvación sea hermosa. Hacemos que Dios, por
así decirlo, sea atractivo. Y él dice: debes hacer eso en todas las cosas, en toda área.
¿Ve lo que está juego en aquí? Almas, almas eternas. Como puede ver, la conducta
errónea por parte de los cristianos lleva a que los incrédulos calumnien a Dios, la conducta
santa por parte del cristiano lleva a que la gente glorifique a Dios. El punto aquí en la vida
santa, lo vuelvo a decir, no es sólo centrado en nosotros mismos, quiero estar contento.
No quiero ser disciplinado. El punto aquí es el asunto entre entero del evangelizar. Todo
está ligado a esto. Y lo vuelvo a decir, lo que hace que la Iglesia sea poderosa en el mundo
no es su estrategia, es su virtud. Su santidad. Lo que creemos está ligado a cómo vivimos y
como vivimos, está directamente ligado al evangelismo.
Entonces Pablo, en este capítulo, va a presentar algunos estándares. No son negociables.
Son absolutos. Él le dice Tito: “No dejes que nadie le dé la vuelta a esto; no dejes que
nadie evada esto y se justifique a sí mismo. Son cosas cruciales, sigue hablando; sigue
hablando y habla con autoridad. Porque, ¿qué está en juego? La Palabra de Dios, el poder
Salvador de Dios, todo eso está en juego. Y si vamos a tener un impacto en el mundo, va a
ser el impacto dio nuestra vida santa, comenzando en el versículo 2. Y ahí comenzaremos
la próxima vez, ahí vienen los mandatos. Llegan hasta el versículo 10. Y después, de los
versículos 11 al 14, la razón para ellos. Es un capítulo poderoso y creo que Dios va a
instruirnos de manera poderosa. Mi oración es que el resultado sea que muchos vengan a
conocer a Cristo debido a su vida y a su testimonio.
Padre, te damos las gracias en esta mañana por este tiempo en la riqueza de Tu Palabra.
Ahora, nos sentimos como que entendemos el corazón de este capítulo y ahora estamos
listos para someternos a lo que enseña. Con ese fin en mente, oramos, en toda vida Señor,
para que podamos adornar la enseñanza acerca de Tu poder salvador, para que podamos
cerrar la boca de todo crítico del cristianismo, para que nunca podamos traer
menosprecio a Tu Palabra. Señor, tanto está en juego - almas eternas. Ayúdanos a vivir
vidas santas. Se nos ha enseñado durante muchos años la doctrina saludable. Ahora,
Señor, por Tu Espíritu Santo, que vivamos vidas cristianas saludables y que Tú seas
glorificado en nosotros y a través de nosotros para que nuestro testimonio puede ser la
motivación misma para que otros acepten al Salvador. Oramos en Su querido nombre.
Amén.
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Edificando el Cuerpo, 1ª Parte


Escritura: Efesios 4:11

Código: 1926
John MacArthur
Lo invito a tomar su Biblia y si no trae una con usted, puede tomar una de las que están
detrás de las bancas. Y acompáñeme al cuarto capítulo de Efesios. Y vamos a comenzar a
examinar los versículos 11 al 16. Efesios 4:11–16.
Para nuestros amigos que nos visitan, quisiera decirles que el compromiso del ministerio
aquí en Grace Community Church consiste en enseñar sistemáticamente la Palabra de
Dios. Y durante la mañana y la noche continuamos estudiando libro, tras libro; y
actualmente, en las mañanas estamos ocupados con el estudio de Efesios. Y en las noches,
estamos estudiando el Evangelio de Mateo. Y el próximo domingo por la noche
regresaremos a Mateo capítulo 5, comenzando la tremenda porción de las
bienaventuranzas. Entonces, debe asegurarse de planear estar aquí con nosotros,
conforme continuamos en nuestro estudio. Y estaremos leyendo por adelantado para que
el Espíritu de Dios prepare su mente para lo que tenemos por delante.
Alrededor de nueve años atrás, cuando enseñamos Efesios por primera vez, estableció el
ritmo y la dirección y el propósito para esta iglesia. Y fue hace varios años atrás que los
ancianos me pidieron si lo volvería a enseñar, porque pensaron que había tantas personas
nuevas que necesitaban entender los cimientos del Grace Community Church. Y dije:
“muy bien”; y hemos estado disfrutando de un tiempo tremendo estudiando el libro de
Efesios aquí ya unos ocho o nueve años después.
Y en el ínterin, Dios nos ha enseñado mucho, entonces ha enriquecido grandemente
nuestro estudio juntos. Pero ningún pasaje en toda la Palabra de Dios ha sentido un
impacto más grande en el destino del Grace Community Church que Efesios 4, versículos
11 al 16. Cuando salí del seminario y se me dio la oportunidad de pastorear una Iglesia por
mí mismo, vine aquí y llegué a ser parte de Grace y fueron muy generosos, porque antes
de eso no había pastoreado una Iglesia. Creo que de hecho, tenía poco que ofrecerles
fuera de que había hablado en unos pocos campamentos y fueron muy amables en
permitirme predicar después de que el doctor Elvee había fallecido. De hecho, conforme
he pensado a lo largo de los años desde ese entonces, el doctor Householder murió y
después, falleció el doctor Elvee y probablemente, pensaron que sería bueno contratar a
uno joven, aun cuando no fuera muy bueno, por lo menos que estuviera aquí por un rato.
Y fueron muy amables por eso, pero esos dos grandes hombres establecieron los
cimientos.
Pero cuando llegué a Grace Community Church, realmente no sabía nada acerca de qué
hacer en una Iglesia en términos específicos. Realmente, ustedes saben, yo no tenía
experiencia como pastor de Iglesia ni nada. Realmente no sabía qué hacer y claro, nunca
soñé en que algo así pudiera llegar a suceder. De hecho, todavía no lo entiendo. Me siento
así como que estoy en el mismo viaje que ustedes y todos vamos juntos tratando de
entender por qué y cómo. Pero le doy gracias a Dios por ello.
Pero sabía una cosa. Y me acuerdo que antes de llegar a Grace, había estudiado el libro de
Efesios de manera intensa y esta sección, simplemente había capturado mi propio
corazón. Y simplemente, me impactaron de manera tremenda los conceptos
fundamentales en Efesios 4:11–16. Y me di cuenta de que este podría ser el corazón del
ministerio entero.
Y entonces, cuando hablé por primera vez con los ancianos aquí en Grace, ellos me
preguntaron qué creía que debería hacer en el ministerio. “¿Cuál crees tú que es tu
dirección?” Y dije: “bueno, aquí es donde estoy en mis pensamientos: si tan sólo pudiera
comprometerme a perfeccionar a los santos.” En otras palabras, simplemente ministrar la
Palabra, edificar a los santos. Después, yo creo que no habría nada más que hacer, porque
todo lo demás sucedería. Y les señale el versículo 11 de Efesios 4. El pastor maestro, y
hablaremos de eso en un momento en el versículo 11, para perfeccionar a los santos para
la obra del ministerio para la edificación del cuerpo de Cristo.
En otras palabras, si usted quiere edificar al cuerpo de Cristo, entonces los santos van a
hacer la obra del ministerio. Y si los santos van a hacer la obra del ministerio, entonces
tienen que ser perfeccionados y ése es el trabajo del pastor que enseña. Entonces, yo dije
que si ellos me permitían el privilegio de pasar 30 a 35 horas cada semana en el estudio de
la Palabra de Dios para poder enseñarle a la gente, ‘realmente creo que pueden madurar y
ser perfeccionados y ser totalmente equipados y ser llevados a un lugar de madurez
espiritual. Y entonces, ellos llevarán a cabo la obra del ministerio. Ellos mismos. Y la Iglesia
sería edificada.’
Y esos hombres generosos, amables, dijeron que estaban dispuestos a hacer eso. Y
realmente esa es la historia de Grace Community Church desde mi punto de vista cuando
yo entré a la escena. Mucha preparación se había llegado a cabo antes de que yo llegara a
la escena. Y simplemente, he podido ser parte de la cosecha de la siembra y le doy gracias
a Dios por ello. Pero quiero estudiar este pasaje en esta ocasión y en la próxima vez. Y
simplemente, para reenfocarnos lo que creo que más cualquier otro pasaje en toda la
Biblia es el cimiento de lo que usted conoce como Grace Community Church en el día de
hoy.
Ahora, la frase que clave en todo esto es el versículo 12: “perfeccionar a los santos.” Y
todo lo que viene entonces a partir de ahí es el resultado de eso. Cuando los santos son
perfeccionados, ellos van a hacer la obra del ministerio. Cuando ellos hacen la obra del
ministerio, el Cuerpo será edificado. Entonces, ellos llegarán a la unidad de la fe. Entonces,
vendrá el conocimiento del Hijo de Dios. Entonces, vendrá el hombre perfecto, la estatura
de la plenitud de Cristo. Entonces, ya no seremos niños llevados por doquier. Entonces,
versículo 15, hablaremos la verdad en amor, creceremos en Él y demás.
En otras palabras, todo lo que llega al versículo 16 depende del versículo 12. El
perfeccionamiento de los santos es lo más importante en la Iglesia. Y yo creo que los
hombres dotados que son dados a la Iglesia son así dados para el perfeccionamiento de
los santos. Estamos aquí para madurar a los santos, no para entretener a los santos. No
para acurrucar a los santos, no para evangelizar a los santos, sino para perfeccionar a los
santos. Y eso realmente tiene dos aspectos.
Aspecto número uno es llevar al creyente individual a la madurez. Y vamos a entrar a eso
en esta mañana. Pero el aspecto número dos al perfeccionar a los santos consiste en
tomar a los individuos a nivel colectivo que usted tiene y colocarlos en una unidad.
De hecho, en Primera de Corintios capítulo 1, versículo 10, el apóstol dice: “Os ruego,
pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma
cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en
una misma mente y en un mismo parecer.”
El perfeccionamiento de los santos no es sólo el santo individual madurado, sino que es la
unidad colectiva del cuerpo entero llevado a la unidad. Y realmente, creo que éste es el
corazón del ministerio. Que cualquier otra cosa que perfeccionar a los santos para un
maestro de enseñanza es errar en la dirección de los propósitos de Dios. Entonces, quiero
hablar un poco acerca de perfeccionar a los santos en el día de hoy y la próxima vez, en el
contexto de este pasaje.
Ahora, permítame comenzar diciéndole esto: en el Sermón del Monte, y estaremos viendo
esto en las próximas semanas, el domingo por la noche, Jesús hizo una afirmación
tremenda. Una afirmación que me ha asustado desde el momento que fui un alumno en la
Universidad. Esto es lo que dijo: “sed pues vosotros perfectos así como vuestro Padre que
está en los cielos es perfecto.” Mateo 5:48. Sed perfectos.
Ahora, el estándar básico de Dios es perfección. Lo que Dios quiere es perfección. Dios
quiere invertir la Caída, como usted puede ver. Dios quiere revertir el problema. Dios
quiere deshacer lo que ha sido hecho. Dios busca recuperar el paraíso.
Y la idea en la mente de Dios y la meta y el fin y el resultado en últimas es la perfección del
Pueblo de Dios. Y Dios busca esto en tres sentidos, ¿muy bien? En tres sentidos esta
palabra puede ser entendida.
Número uno, es lo que yo llamo perfección posicional. Hay un tipo de perfección, y por
cierto, la palabra perfección es katartiso en el griego, y significa estar bien equipado,
madurado, completo, totalmente crecido. Entonces, puede tener todo tipo de significados
diferentes. No tiene que significar perfección absoluta, sin pecado. Puede significar eso,
pero hay tres aspectos acerca de su importancia.
Número uno, es lo que yo llamo la perfección posicional. Hebreos 10:14 hace referencia a
esto. Y ahí, el escritor de Hebreos dice esta gran palabra “porque por una sola ofrenda Él
ha perfeccionado por siempre a los santificados.” Y ahí, el escritor está hablando de la
ofrenda del Señor Jesucristo. Cuando Cristo se ofreció a sí mismo en la cruz, cuando Él
murió en la cruz, Él llevó a cabo una obra, la cual entonces, cuando es aplicada a usted y a
mí nos hace para siempre perfectos. ¿En qué sentido? No en el sentido de nuestra vida
diaria, sino en el sentido de nuestra posición delante de Dios, ¿muy bien? De tal manera
que cuando me convertí en cristiano estoy en Cristo. Y recuerde que hemos visto esto a
detalle en los primeros tres capítulos de Efesios.
Cuando yo me convierto en cristiano, la justicia de Cristo me es imputada. Cuando me
convierto en cristiano, la naturaleza de Dios es mía. Vuelvo a nacer con una simiente que
es incorruptible. En otras palabras, para el cristiano, hay un lugar perfecto delante de Dios
santo, incontaminado, es una novia casta, sin mancha, sin arrugas posicionalmente.
Ahora, ése es el primer tipo de perfección que Dios desea. La llamo perfección posicional y
viene por la salvación. Cuando usted fue salvo en los ojos de Dios, Él lo ve como perfecto,
tan perfecto como Jesucristo, porque la justicia de Cristo le es imputada a usted. Ese es el
mensaje de la gran sección redentora en el libro de Romanos.
Hay un segundo tipo de perfección que debe ser entendida y eso es lo que podríamos
llamar perfección definitiva. Además de nuestra perfección posicional ahora, la Biblia
habla de una perfección definitiva. De hecho, de nuevo, es Hebreos la que nos da la
palabra. Capítulo 12, versículo 23 en donde habla de los espíritus de los hombres justos
hechos perfectos. Y él, ahí ha hecho referencia a los santos con el Señor. Ahora escuche,
hay tipo de perfección entonces, que viene cuando usted muere y va a estar con el Señor,
¿verdad? Usted deja la carne.
Entonces, la perfección para posicional en ganada por la salvación. La perfección definitiva
en ganada por la glorificación. Viene una perfección en el futuro para toda persona, para
cada uno de nosotros cuando nuestro Espíritu será hecho perfecto. Cuando inclusive se
habrá unido a ese espíritu un cuerpo nuevo, perfecto, glorificado, ¿verdad? Primera de
Corintios 15, esa es la perfección definitiva.
Ahora, observe esta. Usted no tuve nada que ver con la perfección posicional. Y nada se le
hace a ello. Ya está hecho. Usted no puede hacer nada acerca de la perfección definitiva.
Eso sólo puede suceder cuando usted parte.
Pero hay otra categoría. Esa es la que yo llamo la perfección práctica. La perfección
práctica, esta es la categoría de vivir aquí y ahora. Y esto es también lo que Dios quiere,
que el creyente viviendo aquí y ahora, viviendo en el mundo, quien es posicionalmente
perfecto, quien será perfecto en términos definitivos, haga que su práctica esté al nivel de
su posición.
En otras palabras, el Señor quiere que usted sea perfecto en términos prácticos. Y me
atrevo a decir que en ese sentido, la palabra katartiso no significa pecaminosidad, esto es
sin pecado en absoluto. Significa maduro, completo, crecido, totalmente equipado como
un adulto como cristiano. Realmente, no hay una tragedia más grande que tener a un
cristiano infantil. Y esa es la palabra del versículo 14, ¿verdad? Un niño que es llevado por
doquier por todo viento de doctrina y siendo víctima de las estratagemas de hombres y de
las tramas de aquellos que están esperando engañar. Dios no quiere que seamos infantiles
o inmaduros. Él quiere que seamos completos en práctica.
Ahora, permítame decirlo de esta manera: la perfección posicional en ganada por la
salvación. La perfección definitiva es ganada por la glorificación. La perfección práctica es
ganada por la santificación. El proceso de madurez como un cristiano. Y entonces, yo me
veo de esta manera: Dios me ha dado como un maestro que enseña, Dios ha dado a otros
hombres como evangelistas y en el pasado, profetas y apóstoles como dicen el versículo
11, con un propósito en mente. No para perfeccionar a los santos posicionalmente, Cristo
hace esto. No para perfeccionar a los santos, definitivamente. Dios hace esto. Sino para
trabajar en madurar a los santos aquí y ahora. Ésa es la tarea. Ése es el trabajo. No
tenemos otro. Y entonces, estamos comprometidos con eso. De esto está hablando el
pasaje, de que perfeccionemos a los santos.
Observe el versículo 13, que llevemos a la gente a ser un hombre perfecto, a la madurez
de la estatura de Cristo. Versículo 14: “ya no sean niños.” Versículo 15: “que crezcan en
Él,” ¿se da cuenta? La idea entera de desarrollar, madurar, perfeccionar, edificar a los
santos y la realidad tremenda en esta: que cuando usted edifica a los santos, dice el
versículo 12, ellos harán la obra del ministerio. Es algo fantástico. Usted puede llevar a
cabo la tarea si tan solo usted tiene a cristianos maduros. Ése es el plan; y veremos mucho
más de eso la próxima vez.
Ahora, estamos aprendiendo algo en nuestro estudio de Efesios, ¿no es cierto? Estamos
aprendiendo que el libro está dividido en dos partes, como es el caso con todas las
epístolas de Pablo. La primera parte es doctrinal, la segunda parte es práctica. Y después
del tremendo cimiento doctrinal de los capítulos 1 al 3, el capítulo 4 comienza a definir
cómo es que usted debe vivir. Y Pablo coloca todo bajo una sombrilla. Y esa sombrilla es lo
que yo llamo el andar digno. El andar digno.
Y, ¿cuál es el andar digno y qué involucra? En primer lugar, es un andar en humildad, ¿no
es cierto? Ya vimos eso. En segundo lugar, es un andar de unidad. Un Señor, una fe, un
bautismo esforzándose por mantener la unidad del Espíritu y el vínculo de la paz. Y
después, vimos que es un andar en el ejercicio de los dones que Cristo nos ha dado y
ahora, aprendemos que es un andar hacia la madurez. Va hacia arriba. Es ascendente. Está
creciendo.
Eso es lo que Dios quiere para Su Iglesia. Y le voy a decir algo, estoy tan emocionado
porque tengo el privilegio de estar aquí de pie y verlos a ustedes y en muchos, muchos
casos, muchos de ustedes que conozco y por los que puedo agradecer a Dios, han
madurado en Jesucristo por su compromiso con Él, por su estudio diligente de la Palabra
de Dios; y ustedes son la razón por la que Dios está bendiciendo este ministerio. Y ustedes
son la razón porque se han comprometido a los principios o con los principios de estudiar
y nutrirse a sí mismos que los hace crecer. Le doy gracias a Dios por eso. Ése es el corazón
entero del ministerio. Ésa es la razón por la que hacemos lo que hacemos. No hay nada
más en el ministerio más que madurar a los santos.
Usted pregunta qué hay acerca del evangelismo. Eso vendrá, eso vendrá. Cuando los
santos son edificados, lo que sucede está en el versículo 15. Ellos comienzan a hablar la
Verdad en amor. Ellos comienzan a salir. Ellos comienzan a evangelizar a partir de su
madurez. Permítame ayudarle a entender esto y cómo esto fue tan importante para los
apóstoles, para el Nuevo Testamento. Segunda de Corintios 13:11 dice, y aquí está la
última palabra de Pablo a los Corintios, después de 29 capítulos. Esto es lo que les dice:
“Finalmente hermanos, me despido,” escuchen esto, “sed perfectos.” ¿Escuchó eso? Eso
resume 29 capítulos. Quiero su madurez. Usted descubrirá que el escritor de Hebreos tuvo
el mismo sentimiento. Hebreos capítulo 13, versículo 20: “ahora el Dios de paz que
resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesús el gran Pastor de las ovejas mediante la
sangre del pacto eterno, os haga perfectos en toda buena obra para que hagáis Su
voluntad haciendo en vosotros lo que es agradable a Sus ojos.” El perfeccionamiento de
los santos fue el gran deseo de Pablo, el escritor de Hebreos hizo eco de lo mismo.
Y en 1 Pedro 5, versículo 10, Pedro dice: “pero el Dios de toda gracia quien nos llamó a Su
gloria eterna por Jesucristo, después de que hayáis sufrido por un poco de tiempo, Él
mismo os perfeccione.” Fuera Pedro, fuera el que escribió Hebreos, fuera Pablo, fuera
Jesús en el Sermón del Monte, fuera el apóstol colocándolo a nuestros pies como
maestros y pastores y evangelistas, el principio es siempre el mismo. El trabajo consiste en
contribuir a que los santos maduren. Edificarlos. Ése es el ministerio. Y créanme, nada más
que eso satisface el corazón de Dios.
En 2 Corintios 1:7 Pablo lo dijo: “Así pues teniendo estas promesas, amados.” Basado en la
teología, basado en el contenido, basado en lo que Dios ha hecho, limpiémonos de toda
contaminación de carne y espíritu perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Él dice:
movámonos, avancemos hacia la madurez. Y usted dice ‘esos maravilloso, John, pero
¿cómo llegas ahí? ¿Cuáles son los principios?’
Bueno, permítame decirle esto en primer lugar: el agente de la perfección es del Espíritu
Santo. Ahora, quiero que entienda eso. Ni por un momento yo creo que ningún ser
humano puede perfeccionar a los santos. Yo no creo eso. No creo eso en absoluto. Yo creo
que el único impacto que yo puedo tener en la madurez de alguien más, es cuando el
Espíritu de Dios está operando a través de mí en ellos o para ellos. Permítame mostrarle
por qué digo eso.
Gálatas, capítulo 3. Los gálatas habían sido ministrados inicialmente por el apóstol Pablo
con grandes resultados. Muchos de ellos, fueron salvos de manera maravillosa y se
comprometieron con Jesucristo. Y grandes cosas habían sucedido. En medio de todo eso,
habían sido inundados por algunos legalistas que entraron y dijeron’ no es suficiente tener
a Cristo, tienen que tener la ley mosaica, tienen que circuncidarse, etcétera.’ Y entonces,
comenzaron a seguir un camino de legalismo y pensaron que ellos se iban a madurar a sí
mismos. Ellos iban a esforzarse por sí mismos. Ellos iban a crecer por sí solos. Era algo así
como comer por usted mismo para crecer, usted sabe. Comenzando con sus dedos y darse
cuenta de que simplemente come hasta llegar a la madurez y con lo que termina al final es
cero. Lo iban a hacer por su propia justicia personal. Iban a alimentarse de sí mismos.
Y entonces, él les dice en Gálatas 3:3, grandes palabras, “sois tan necios, tan necios
habiendo comenzado en el Espíritu, ¿ahora van a ser perfeccionados por la carne?” ¿Están
bromeando? ¿Son tan necios que creen que pueden nacer del Espíritu, ser morados por el
Espíritu, colocados en el cuerpo por el Espíritu, energizados, capacitados por el Espíritu y
ahora se pueden perfeccionar en la carne? Y en esa declaración, la semilla de la verdad es
esta: que el agente de la perfección es el Espíritu.
En 2 Corintios 3:18, el apóstol dice: “conforme ven la gloria del Señor, ustedes serán
cambiados en Su imagen.” Y eso es madurez. De última, el fin de la madurez es semejanza
a Cristo. Serán cambiados a Su imagen ascendiendo de un nivel de gloria al siguiente por
el Espíritu Santo. Eso es lo que dice. Él es el agente de la perfección.
Entonces, yo le digo a usted que el proceso espiritual de perfección sólo puede ocurrir en
la vida de un individuo que ha cedido al Espíritu Santo. Por eso le estoy diciendo que yo
podría predicar hasta que estuviera morado y podría gritar todo lo que quisiera y podría
enseñarle, y sus otros pastores pueden enseñar y los otros ancianos y los maestros; y
podríamos seguir y seguir y seguir y usted podría estudiar todo lo que quisiera. Pero a
menos de que su vida esté sometida a la energía del Espíritu de Dios, no va a haber
principio de crecimiento en operación. En tantas palabras, eso es todo.
Entonces, el agente de madurez y crecimiento y perfección de ser equipados es el Espíritu
Santo. ¿Qué tipo de herramientas usa? Bueno, permítame mostrarle algunas. En primer
lugar, Santiago capítulo 1. El perfeccionamiento de los santos, en primer lugar, depende
de algo que quizás no siempre nos gusta. Pero tiene que estar ahí y está en Santiago 1,
versículo 2. Él dice: “hermanos míos tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas.” Su Biblia podría decir tentaciones, peirasmos en el griego significa una prueba.
Es una palabra neutral o una tentación dependiendo de lo que sucede. Ahora, tened por
sumo gozo cuando caigan en una prueba. O una prueba sería la mejor palabra, sabiendo
que la prueba de vuestra fe produce paciencia, mas tenga la paciencia su obra perfecta
para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa alguna.
Ahora, escuche esto: una de las cosas que lleva a la perfección, una que tiene una obra
perfecta, que lo hace perfecto y sin que falte nada entonces, son las pruebas. Entonces,
una de las cosas que el Espíritu Santo usa son las pruebas. El Espíritu de Dios va a traer a
su vida oportunidades para que usted haga lo correcto en contraste a lo incorrecto. La
manera en la que usted escoge es un ejercicio de su músculo en una u otra dirección. Cada
vez que usted escoge algo correcto, en lugar de algo incorrecto, cada vez que usted llega a
la encrucijada de la decisión, usted va por el camino correcto, ha estirado su músculo
espiritual, se ha fortalecido asimismo. El Espíritu de Dios va a colocar en su camino
obstáculos, pruebas, oportunidades para que usted ejerza su fe en Dios en contraste a
creer en usted mismo. Son oportunidades para que usted confíe en Dios frente a toda la
oposición. Él va a hacer eso para probar su fe. Él va a estirarlo, por ejemplo, en una
oración prolongada que usted ofrece y nunca parece obtener la respuesta para probar su
confianza y su fe.
Estas son pruebas que ayudan a perfeccionarlo. Que estiran su músculo. Que lo ejercitan
así como un pequeño niño comienza a ejercitar sus miembros y es parte del proceso de su
crecimiento. Y hay otra cosa que está ligada de cerca a esto. Esas pruebas algunas veces
traen sufrimiento. Y eso también está bien porque dice 1 Pedro 5:10 que “Cristo Jesús y
Dios están operando para perfeccionarlo.”
Después, él dice “después de que habéis sufrido por un poco de tiempo.” En otras
palabras, algunas veces estas pruebas se convierten en cosas muy tristes. Algunas veces,
el hacer de un hombre y el hacer de una mujer demanda algo de dolor y algo de
sufrimiento. Y si es bien recibido y si se responde de una manera correcta, y si usted
avanza en medio de esto, entonces habrá victoria, va a estirarse y va a haber
fortalecimiento y nuevas dimensiones de conquista espiritual.
Entonces, el Espíritu Santo usa pruebas y el Espíritu Santo usa sufrimiento. Ahora,
permítame añadir esto. Ése es el asunto de Dios. Dios no nos llama a hacer eso. Yo no
estoy aquí para hacerlo sufrir. Puedo hacerlo de vez en cuando. Si lo hago, me disculpo.
No estoy aquí para presentarle todo tipo de pruebas. Esa es la obra de Dios. Dios se va a
encargar de las pruebas y Dios se va a encargar del sufrimiento en su vida.
Hay otro elemento de crecimiento que es el más importante de todos y ahí es donde
diferentes hombres de Dios entran en juego. Es éste, observe 2 Timoteo capítulo 3,
versículo 16. Un texto muy conocido. Eso es lo que dice: “toda la Escritura es inspirada por
Dios. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia.” Y hay una secuencia aquí que es hermosa. No vamos a
pasar tiempo en esto por ahora.
Pero el resultado es que ‘a fin de que el hombre de Dios sea’, ¿cuál es la siguiente
palabra? ‘Perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.’ Ahora, observe que la
meta entonces es que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra. ¿Cómo llega usted ahí? Toda la Escritura es dada. Escuche, la herramienta
más grande que el Espíritu Dios tiene para perfeccionar a los santos no es nada más que
las Escrituras. ¿Lo ve? Son las Escrituras. Y ésa es la razón por la que cuando el Señor me
capacitó para venir aquí a Grace Community Church, me comprometí con enseñar la
Palabra de Dios. Con continuar enseñando la Palabra de Dios. Dios se va encargar de las
pruebas. Dios se va a encargar del sufrimiento. Todo lo que pide de mí es enseñar la
Palabra de Dios, porque ese es el agente de hacer del hombre de Dios perfecto.
Pedro lo dijo de esta manera: “de ser como niños recién nacidos la leche espiritual no
adulterada para que por ella” ¿qué? “crezcáis.” ¿Alguna vez se ha dado cuenta de que un
bebé sólo quiero una cosa? Los bebés no quieren muchas cosas. Quieren una cosa. Y entre
más gritan y más lloran es por una cosa: usted se lo da y están callados. Eso es todo. Y
todo se reduce a una cosa. Y como una analogía tremenda que Pedro está haciendo, él
está diciendo que es el enfoque único de un bebé, sin distracciones que quiere una cosa.
Eso es lo que debe caracterizar a un cristiano, que tengan la misma concentración, sin
distracción alguna por tener hambre y sed de la Palabra de Dios. Porque así como la leche
trae crecimiento a ese bebé, así también la Palabra de Dios trae crecimiento al hombre y a
la mujer de Dios.
Ahora, éste es el propósito de la Iglesia, el perfeccionar a los santos. Porque cuando ellos
maduran, entonces todo lo demás sucede, ¿se da cuenta? El evangelismo y el ministerio,
todo sucede a partir de este elemento de maduración. Esa es la clave. Entonces, veamos el
texto y simplemente, consideremos el primer punto en un bosquejo que veremos esta
semana y la próxima.
Efesios 4, si vamos a perfeccionar a los santos Pablo sabe que debemos reconocer cuatro
cosas. Cuatro cosas que son básicas para esta exposición maravillosa aquí. Los
predicadores de la perfección, el progreso a la perfección, los propósitos de la perfección
y el poder de la perfección.
En esta ocasión, veremos el punto uno: los predicadores de la perfección. Si de hecho, el
perfeccionamiento de los santos, el que es la tarea, entonces esto es aquello en lo que
Cristo se enfoca. Observe rápidamente este repaso. Le dije que en los versículos 7 al 11 de
Efesios 4, si usted estuvo aquí la semana pasada, recordará que Cristo conquistó a
Satanás, la muerte y el infierno y el pecado en la cruz, ¿verdad? Y que Él descendió y vino
como un conquistador, ascendiendo al monte Sion después de la gran victoria. Y Él tenía
un botín con Él que Él había capturado la cruz. Y Él toma ese botín y dice en el versículo 8,
antes del paréntesis, que Él dio dones a los hombres. ¿Y cuáles son los dones que Él dio?
Versículo 11, “y Él dio a unos y Él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas y a
otros evangelistas y a otros pastores y maestros.”
Escuchen amados, estos hombres dotados son los dones, los regalos de un Cristo de gracia
a Su amada Iglesia. Y Él le ha dado a la iglesia apóstoles. ¿No le da gusto que lo hemos
tenido? Usted no tendría doctrina en absoluto si no hubiera estado allí. No habría Nuevo
Testamento sino fuera por los apóstoles. Todo libro del Nuevo Testamento ha sido escrito
por un apóstol, hasta donde sabemos, o por un asociado cercano de un apóstol, hasta
donde sabemos. Fueron la médula y el corazón de la nueva revelación. Y los profetas, los
que predicaron y se alinearon con los apóstoles y establecieron la aplicación local de la
teología apostólica.
¿Que seríamos sin la base tremenda de la fundación o del cimiento de la Iglesia que le
dieron a esa primera Iglesia, la cual equipó y la capacitó para alcanzar a su mundo y
comenzaron a esparcirse, así como somos parte de ellos también? ¿Y qué sería estar sin
evangelistas y pastores que nos enseñen? Estos son los regalos del botín de Cristo ganado
en la cruz cuando Él llevó cautiva la cautividad y dio dones a los hombres. Algunas de esas
cosas, Él las ganó en esa batalla y le fueron devueltas a la Iglesia como regalos de gracia.
Entonces, vimos que nos es sólo la idea de que Él dio dones a los individuos, sino que dio
hombres dotados a la Iglesia en general. Estos son los predicadores de la perfección y la
tarea es la misma siempre, amados. ¿Notaron eso? Simplemente me abruma.
Observe el versículo 11, algunos apóstoles, algunos profetas, algunos evangelistas y
algunos pastores maestros todo para el perfeccionamiento de los santos.” ¿Ve usted
como todo regresa al Sermón del Monte? Sed vosotros perfectos como vuestro Padre que
está en el cielo es perfecto. Esta es la voluntad de Dios. Este es el meollo. Y sea que usted
sea apóstol, profeta, evangelista o pastor maestro, nunca ha cambiado. Nunca ha
cambiado. Para madurar a fin de perfeccionar, de madurar a los santos.
Ahora, veamos a estos hombres y ya los hemos estudiado antes. Entonces, no voy a pasar
mucho tiempo en esto. Simplemente, voy a tocar algo de ellos de manera ligera. Pero
quiero recordarle acerca de la naturaleza maravillosa de estas cuatro categorías.
En primer lugar, estaban los apóstoles. Creo que ha habido muchos malentendidos acerca
de los apóstoles. Y se lo voy a explicar de la manera más simple que pueda. Yo creo que
hubo varias cosas que hacían de un apóstol alguien único. Los apóstoles, en primer lugar,
fueron fundamentales para la Iglesia. De regreso en el capítulo 2, observe el versículo 20,
dice: “que la Iglesia,” y él ha dado varias metáforas y símiles y analogías de la Iglesia en
este capítulo; pero él dice “la Iglesia básicamente, de la manera en la que usted la ve, está
edificada sobre fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del
ángulo Jesucristo mismo. Y a partir de ahí, en quien todo el edificio bien coordenado va
creciendo para ser un templo santo en el Señor.”
En otras palabras, simplemente para recordarle lo que estudiamos cuando estuvimos en
ese texto, hace algunos meses atrás, que los apóstoles y profetas fueron para el
fundamento de la Iglesia. Y ya no existen. Tuvieron su época. Tuvieron su día. Su época fue
una época de fundamento, de cimiento. Y también podría añadir que tuvieron un
ministerio de revelación.
En otras palabras, recibieron revelación directa por parte de Dios. No estudiaron el Nuevo
Testamento. Ellos lo estaban escribiendo. O estaban enseñando sus verdades como fue
revelada a los apóstoles. Pero su ministerio fue de revelación y veo esto en el capítulo 3,
versículo 5, en donde el apóstol Pablo dice que “los misterios del Nuevo Testamento, que
en otras generaciones no se dieron a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es
revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu.”
Entonces, en un sentido único, tuvieron un ministerio de revelación. El Espíritu de Dios les
habló de manera directa a ellos verbalmente, dieron la misma palabra de Dios y eso es
porque no había un Nuevo Testamento para la primera Iglesia. Entonces, estos hombres
únicos, dotados de manera directa y personal por Dios y francamente, fueron designados
de hecho por el Señor Jesucristo, Primera de Corintios 12:28, usa el verbo etheta, lo cual
significa designado, establecido. Tuvieron una designación específica como otras
responsabilidades dada la Iglesia. Pero la suya, fue única de manera maravillosa porque
fueron llamados personalmente por Jesucristo.
En otras palabras, los apóstoles, con A mayúscula, los que conocemos como los doce más
Matías, quien reemplazó a Judas, quien fue falso, y el apóstol Pablo fueron verdaderos
apóstoles. De manera personal, observen, llamados de manera personal por Jesucristo
cada uno de ellos. Debido a que Jesucristo llamó al apóstol Pablo en la experiencia única
del camino a Damasco, debido a que no ha habido otro establecimiento personal, una
designación personal por parte del Señor Jesucristo a ser apóstol.
Y quiero añadir rápidamente esto: no hay algo tal como sucesión apostólica. No hay nada
como eso. Los apóstoles no le trasmiten su apostolado nadie por herencia o de ninguna
otra manera mediante el voto de cardenales o mediante nadie más. El Papa Juan Pablo I
podría ser un hombre maravilloso, pero él no es parte de una sucesión apostólica. No hay
algo tal. La Biblia no habla de nada así.
De hecho, son tan únicos que en Lucas capítulo 2, versículo 28, nos da la palabra de
nuestro Señor Jesucristo a ellos. “Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo
en Mi prueba. Yo pues os asigno un reino como Mi Padre me lo asignó a Mí para que
comáis y bebáis a Mi mesa en Mi Reino y os sentéis en tronos juzgando a las 12 tribus de
Israel.” En otras palabras, hubo un número equivalente de apóstoles para ser equivalente
al número de tribus en Israel para que cada uno, de manera única, gobierne una tribu. No
puede haber más.
Ahora, usted puede discutir acerca de que si Pablo es el doceavo o Matías. No sé cómo
pueda manejar esto. De manera personal, creo que Matías es el doceavo y Pablo va a
tener tareas especiales durante ese tiempo, pero lo que sea. Son únicos. Dios sólo designó
a doce. Y Dios estableció que en el reino milenario hubiera 12 para que tuvieran lugares
únicos de liderazgo. No creo que haya sucesión apostólica, un apostolado continuo.
Llevarán a cabo su ministerio, tuvieron un ministerio triple: predicar, sanar enfermedades
y echar fuera demonios. Establecieron el fundamento de la Iglesia teológicamente para
que cuando la Iglesia de congregara, en Hechos 2:42, estudiaran la doctrina de los
apóstoles. Su ministerio fue tanto revelador como reiterativo. Dieron revelación directa
por parte de Dios y después, algunas veces, volvieron a predicar algo de esa revelación
que habían recibido. Pero establecieron un fundamento doctrinal para la Iglesia y
establecieron tanto teología como congregaciones de iglesias.
Ahora, quiero agregar un comentario. Hay otra categoría de personas en la Biblia llamadas
mediante el término apostello o apostolos. Pero no es un apostolado oficial. Y la distinción
es hecha de manera maravillosa. Hay otros hombres que vemos como enviados, lo cual
apostello significa. Enviar. Y son llamados en 2 Corintios 8:23, y esto es importante,
apóstoles de la Iglesia o de las iglesias. Es plural. Apóstoles de las iglesias.
En otras palabras, los apóstoles del Señor Jesucristo y los enviados de las iglesias son dos
categorías diferentes. Una fue designada por el Señor Jesucristo mismo, los otros fueron
designados por la Iglesia y enviados para ministerio en la Iglesia, todavía está haciendo
esto. Y todavía tenemos algunos con un a minúscula. Pero no con A mayúscula. No los
apóstoles de Jesucristo. Ellos tuvieron una función de fundamento, de cimiento. Pero
estoy tan endeudado con ellos; y tengo que admitir que diría que mi vida ha sido
perfeccionada, si de hecho, hasta el grado que ha sido perfeccionada, más madurada, mi
vida ha sido más equipada por el ministerio de los apóstoles más que a través de cualquier
otra persona humana fuera, obviamente, de la Trinidad. Porque es la verdad enseñada por
los apóstoles lo que ha moldeado de mi vida. ¿No es eso verdad en su vida? Ellos son los
que primordialmente perfeccionan a los santos. Y añadiría esto: sólo conforme yo le
transmito a usted, le enseño la verdad de los apóstoles, puede usted ser perfeccionado.
Bueno, le voy a dar mi opinión. Usted pierde y yo pierdo. Cuando yo le enseño la doctrina
de los apóstoles, este es el proceso de perfección. Entonces, estamos endeudados con
ellos.
Y después, hubo otro grupo, los profetas. Ahora, estos no son los profetas del Antiguo
Testamento, estos son los del Nuevo Testamento. Es mejor llamarlos predicadores del
Nuevo Testamento. Proclamar, propheme, hablar delante de, proclamar, hablar. Lo que
ellos hicieron fue, en cierta manera, estar detrás de los apóstoles.
Ahora, observe que los apóstoles se movieron por varios lugares, eran itinerantes. Ellos
iban a un área en donde Cristo no había sido nombrado, predicado. Establecían una
Iglesia, le edificaban y continuaban, y seguían adelante. Y aparentemente, los profetas
fueron los que continuaron predicando a aquellas iglesias organizadas. Eran la especie de
hombres que seguían a los apóstoles. Y volvían a predicar la gran doctrina apostólica. Y de
vez en cuando, recibían revelación directa. Pero cada vez que tenemos un ejemplo de
revelación directa, un profeta en el Nuevo Testamento, tiene que ver con la vida práctica
de la Iglesia. Sólo tenemos un par de ejemplos. Una vez, Agabo predijo un hambre
afectaría a la Iglesia. Otra vez, predijo que Pablo sería hecho un prisionero. Recuerde que
él lo ató con su cinto y todo en Hechos.
Entonces, parece como si los apóstoles se concentraron en teología y los profetas se
concentraron en la aplicación práctica de eso a la Iglesia local. Entonces, en muchas
maneras los apóstoles fueron los precursores de los evangelistas que salieron y
proclamaron a Cristo y fundaron iglesias y ganaron gente para Cristo. Y los profetas
entraron e hicieron aplicación práctica para la Iglesia. Fueron más como pastores que
enseñaban.
Ahora, estos hombres no fueron como los apóstoles. No necesariamente tuvieron los
dones y los ministerios. No tuvieron esa capacidad de hablar revelación divina en la misma
medida que los apóstoles lo hicieron. Y esa es la razón por la que en 1 Corintios 14 Pablo
le dice ‘los profetas,’ dice él, ‘mas va de que dejen que los espíritus de los profetas estén
sujetos a los profetas.’ En otras palabras, tienen que revisar, verificar a los profetas y tiene
que haber una rendición de cuentas mutua entre ellos, porque algunas veces las cosas que
dicen no son verdad, de tal manera que el poder de los apóstoles es disminuido cuando
llega al nivel de los profetas.
No obstante, fueron estratégicos en los primeros años de la Iglesia. Y hubo tantos falsos
profetas que era algo importante que Dios tuviera Sus verdaderos predicadores en lugar
de que ‘profetas’ significara alguien que predice el futuro.
Claro, eso fue parte. Eran los predicadores que predicaban esta doctrina apostólica, que la
aplicaban a las iglesias locales y estamos endeudados con ellos. ¿Y quiere saber algo? Si la
Iglesia no hubiera crecido en el libro de los Hechos, la cadena se habría roto y no
estaríamos aquí, ¿verdad? Esos hombres fueron estratégicos.
Escuche, el perfeccionamiento de los santos aquí en Grace Community Church en gran
parte se le puede atribuir con gratitud a Dios por la obra que los profetas llevaron a cabo
al mantener la continuidad de la Iglesia fluyendo porque hubo un día cuando los apóstoles
desaparecieron. Cuando terminaron, de hecho la última vez que los volvemos a ver en
Hechos 15, en el concilio de Jerusalén.
Y a partir de ahí, en cierta manera, se desvanecen. Y fue el ministerio de estos profetas lo
que sostuvo a la Iglesia. Esos grandes predicadores a lo largo de la época de la primera
Iglesia. Yo creo que ellos también tuvieron una función de fundamento, de cimiento y han
terminado. Y ya se acabaron. Y ya murieron. No creo que en la actualidad haya profetas en
el sentido de recibir revelación. En el sentido único de esta era, fueron al fundamento, el
cimiento. Fueron los que recibieron los misterios como vemos en Efesios 3 y después,
también encontramos otros dos ministerios. Observe de nuevo el versículo 11: los
apóstoles y los profetas, creo yo, fueron reemplazados por los evangelistas y los pastores
maestros. Los pastores que enseñan.
¿Qué es un evangelista? Usted dice ‘bueno, yo sé lo que es un evangelista. Un hombre con
15 sermones y 15 trajes.’ Bueno, quizás en la mente de alguien eso es un evangelista. Y
quizás esos sean algunos evangelistas. Tenemos muchas ideas. Pensamos en un
evangelista si nos remontamos al pasado, hay un hombre con una carpa y tiene ahí aserrín
en el piso y está golpeándole a un gran púlpito y gritando acerca de licor, en contra del
licor y todo eso. O quizás, pensamos en un evangelista como alguien que tiene cruzadas a
nivel de ciudad como Bill Graham. O quizás, pensamos en un evangelista como alguien en
la televisión que tiene una estrategia muy refinada, un método muy inteligente de
alcanzar a la gente. No sé lo que le viene a usted a la mente cuando piensa en un
evangelista, pero puedo retroceder y darle simplemente una idea de lo que es
bíblicamente.
Un evangelista básicamente es alguien que presenta a Jesucristo, donde Cristo no es
conocido. Ésa es la base. Él presenta a Cristo en donde Cristo no es conocido. Esto es un
evangelista. Bastante simple. Y los tenemos en este momento. Y yo creo en la continuidad
que ellos siguen después de los apóstoles. Los apóstoles se desvanecieron, cesaron. Su
ministerio fue único. Y los evangelistas llegaron y siguieron y el apóstol Pablo le dice al
Timoteo -y me encantan estas palabras- ‘Timoteo, haz obra de evangelista’.
Pero escuche, Un evangelista no es un hombre sofisticado que llega a la ciudad y dispara
cinco veces y desaparece de la ciudad. No, bíblicamente no. Un evangelista bíblico fue
alguien que llegaba a un lugar donde Cristo no había sido nombrado, ganaba gente a
Cristo, se quedaba ahí hasta que hubiera levantado una Iglesia, ordenaba ancianos en esa
ciudad que pudieran tomar el liderazgo del evangelista de esa Iglesia y después, él se
movía a una nueva área.
Escuche, Dios nunca quiere la ignorancia bíblica. Él nunca quiere la ignorancia doctrinal.
Nunca dice la Biblia que un evangelista es un nombre que conocen 12 grandes sermones
acerca de cómo ser salvo y eso es todo. El evangelismo es la capacidad de entrar,
establecer y edificar una Iglesia. O en donde una Iglesia ya existe, un evangelista es
alguien que gana gente para Jesucristo. Los integra en la Iglesia y es parte el proceso de
maduración.
Si yo fuera a salir y a comenzar una Iglesia ahora, si fuera a comenzar desde abajo, yo sé
que Dios me ha llamado a ser un pastor que enseña. Yo me encontraría un evangelista y
ése es el equipo que usted encuentra aquí en el versículo 11. Yo encontraría a alguien que
pudiera salir y ganar a gente para Jesucristo, que fuera, que tuviera mucha iniciativa, que
fuera agresivo al ganar a gente para Cristo y que pudiera traerlos a integrarlos a la Iglesia.
Usted sabe, yo le doy gracias a Dios por hombres en Grace Community Church que son
este tipo de hombres. Tenemos a evangelistas dotados aquí. Pienso en Rich Hines, quien
está ahí fuera en la cárcel, todas las semanas ganando a hombres para Jesucristo. Estos
hombres en la cárcel y les está dando seguimiento.
Pienso en Jim George, quien está movilizando a estas personas en nuestra Iglesia para salir
y ganar a gente para Cristo. Y algunos de ustedes que están sentados aquí, han sido
guiados a Jesucristo por Jim o por alguien que ha sido preparado para compartir al Cristo
con usted. ¿Y qué sucede después de que han sido ganados para Cristo? En ese momento,
mientras que estoy hablando, esta oficina entera está llena. Cada oficina ahí está llena de
pequeños grupos de cristianos que están siendo discipulados para ser llevados a la
madurez, porque esa es también la obra del evangelismo.
Y nunca olvidaré cuando en una ocasión estuve en Ecuador y estaban llevando a cabo lo
que es llamado evangelismo en profundidad. Y fue interesante. Llegaron y tuvieron esta
gran cruzada en la ciudad y entonces, muchas personas fueron salvadas. Creo que fueron
como 5000 que tenían ahí en la lista. Y seis meses más tarde, encontraron a dos de ellos
en alguna Iglesia en la ciudad.
Eso no es evangelismo en profundidad. Eso es lo opuesto. Y entonces, un evangelista era
alguien que se establecía a sí mismo para ganar a gente para Cristo y los edificaba, un
discípulador. Eran como apóstoles en el sentido de que entraban, iban al lugar. Los
misioneros son así. Van a lugares en donde Cristo no es nombrado para establecer una
Iglesia o van para ganar a más para Cristo y añadir a una Iglesia. ¡Qué ministerio tan
tremendamente necesario!
Y usted sabe, realmente siento que si la gente en nuestra Iglesia comenzara a hacer esto, y
usted sabe, yo creo que hay literalmente cientos de ustedes que quizás Dios pusiera Su
mano para llamarlos a ser un evangelista, y pudiera hacerlo en un ministerio de Iglesia
local, simplemente porque usted es llamado a ser evangelista, usted sabe, le habla a
jóvenes y creen que porque van a ser un evangelista van a dejar la Iglesia y se van. Oiga,
¿se da cuenta de que hay mucha gente perdida aquí en la ciudad de Los Ángeles y
tenemos un lugar aquí? Usted puede salir y ganar a tantos como usted quiera para Cristo.
Tráigalos aquí y los discipularemos.
Creo que el evangelismo desconectado de la Iglesia local pierde su poder de muchas
maneras. Creo que aquí es donde debe estar, en donde usted los puede traer en la
disciplina y la amonestación del Señor. Moffett dijo: “mi álbum es el pecho salvaje para
escribir el nombre de Jesús aquí y ver al salvaje inclinarse en oración. Ése es el deleite de
mi alma.” Y cuando Dios coloca en el corazón de un hombre, quizás él es un evangelista y
la Iglesia necesita dar lugar para que funcione en el evangelismo, dentro de sus propias
puertas, no soltarlo para que se vaya como alguien itinerante.
Cuatro, la última categoría y no voy a pasar mucho tiempo en esta porque hablo de esto
mucho; pero la cuarta categoría de hombres dotados es la de pastores maestros. Y por
cierto, esta es una palabra en la construcción griega indica que no son dos palabras,
pastores y maestros. Sino que debe ser pastor-maestro. Usted notará que la palabra
algunos, la cual viene antes de los cuatro, no está antes de maestro. Y esto es porque no
están apartados como una categoría separada. La construcción griega nos lleva a decir
esto. Algunos apóstoles, algunos profetas, algunos evangelistas, algunos pastores
maestros. Esa es la mejor interpretación, pastores maestros.
Y quisiera añadir esto, la palabra pastor sólo aparece una vez en la Biblia entera y es aquí.
Y es algo interesante, es una palabra latina. Simplemente, significa pastoral, como una
pastura. Eso es todo. Pero no sé por qué la usaron aquí, porque nos lleva a conclusiones
equivocadas.
La palabra en el griego es poimen; y cada vez que esa palabra es usada en la Biblia,
siempre es traducida con ley idea de pastorear. Excepto aquí, incluyeron aquí al pastor
latino. Pero significa pastor, pastor que enseña. Usted dice ‘bueno, ¿cómo es diferente
esto de un evangelista?’ Oh, el evangelista gana a gente a Cristo y edifica al rebaño y el
pastor maestro enseña, enseña, enseña y pastorea al rebaño, ¿se da cuenta? De nuevo,
un hermoso paralelo. El evangelista es como el apóstol. Él es más itinerante. Él está
moviéndose, está ahí afuera confrontando a la gente en el mundo. Y el pastor maestro es
más como el profeta que aplicaba la doctrina a la situación local. Él edifica al rebaño.
Ellos estaban establecidos de manera permanente en un lugar enseñando, enseñando,
enseñando. De hecho, en Hechos 20, y vamos a llegar a una conclusión, en Hechos 20
cuando Pablo le da instrucción a los pastores del rebaño en Mileto, a los ancianos, a los
pastores que estaban ahí, esto es lo que él les dijo en Hechos 20:28. “Mirad por vosotros y
por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto como por obispos.” Ahora
observe, “apacentar la Iglesia de Dios.” O alimentar. Ahora, usted tiene aquí dos cosas:
supervisión y alimentación.
La gente me pregunta qué significa ser un pastor. Y yo digo dos cosas: guía y alimenta. Eso
es todo. Guía y alimenta. Guía y alimenta. Supervisar, cuidar y alimentar al rebaño, el cual
Él ganó con Su propia sangre. Eso le va a dar una idea, una pequeña idea de lo importante
que es el rebaño. Usted sabe, cuando veo a Grace Community Church, veo un rebaño de
ovejas que Dios, a través de Cristo, ha comprado con Su propia sangre. Eso es preciado,
¿no es cierto? Y entonces, el maestro que enseña, debe alimentar y guiar. Primera de
Pedro, capítulo 5, Pedro dice lo mismo. Apacentad o alimentad al rebaño de Dios, la grey
de Dios que está entre vosotros. Alimenta y guía; alimentar y guiar.
Es algo simple, amados. La gente dice: “¡Oh, debe ser complejo ser un pastor!” La gente
me pregunta todo el tiempo cómo puede ser posible que pueda manejar a esta Iglesia
enorme. Yo no manejo a esta gran Iglesia. No tengo la menor idea de lo que está
sucediendo. En la mayoría de los casos. Yo vengo al domingo y leo el Grace Today para
saber qué un está sucediendo.
Simplemente estoy comprometido con dos cosas: alimentar y guiar; alimentar y guiar. ¿Y
sabe usted algo? En los 10 años que he estado en Grace Community Church, van a ser 10
años en febrero, 10 años que he estado aquí y no he cambiado en absoluto. Hago lo
mismo que siempre he hecho. Alimentar y guiar.
¿Cómo guío? Bueno, el liderazgo quiere decir dos cosas: principio y modelo, principio y
modelo, principio y patrón. Esas dos cosas. En otras palabras, si usted va a guiar, tiene que
conocer los principios que le dan la dirección que Dios quiere que usted siga y usted tiene
que ser un modelo o patrón de ellos. El liderazgo no es sólo: ‘esto es lo que vamos a
hacer’. Es también vivir para que la gente quiera seguir, ¿verdad?
Entonces, es principio y modelo, principio y patrón. Y entonces, en los años en los que
hemos estado aquí y los otros pastores han estado aquí en Grace Community Church, su
meta en el liderazgo es decir: “aquí está la dirección de Dios para nosotros, aquí es hacia
donde Dios quiere que vayamos. Aquí están los principios y después, aquí está el modelo.
Háganlo como lo he hecho.” Usted tiene que reconocer que Pablo le dijo a los Filipenses:
“sed seguidores de Mí.” Usted sabe, cuando les dijo “las cosas que han visto y oído en mí,
esto haced,” Filipenses 4:9. Tiene que haber modelo así como también principio. Eso es
guiar.
¿Qué hay acerca de alimentar? Dos cosas también. Alimentar significa advertir y enseñar.
Alimentar significa negativo y positivo. Usted tiene que advertirles lo que no deben hacer
y enseñarles lo que deben hacer. Como puede ver, el ministerio muy simple. Son dos
cosas: alimentar y guiar. Guiar significa principio y patrón y alimentar significa advertir y
enseñar. Eso es todo. Y si un hombre de Dios va a ser fiel, y le digo a los pastores esto todo
el tiempo, si un hombre de Dios va a ser fiel en cuidarse a sí mismo en primer lugar y
asegurarse de que su vida está bien delante de Dios día tras día, y después simplemente
se compromete a sí mismo con dos cosas, guiar a su congregación por principio y patrón y
alimentarlos por advertencia y enseñanza, entonces Dios va a hacer que una Iglesia crezca
más allá de sus expectativas.
Y ahí es donde usted comienza a ver cumplido Efesios 3:20: “y Aquel que es poderoso para
hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos.”
Nunca he cuestionado el significado de ese versículo en los últimos años. Solía
preguntarme lo que significaba. Ya no me pregunto porque va más allá de cualquier cosa
que jamás haya soñado que Dios pudiera hacer. Entonces, hombres dotados dados a la
iglesia para perfeccionar a los santos.
Ahora, la mejor parte de este mensaje la dejé para la semana próxima. Y quiero que este
aquí. ¡Es tan importante! Oremos.
Gracias, Padre, por nuestra comunión en esta mañana y por hablar a nuestros corazones
de una manera tan clara de nuevo a partir de Tu Palabra. Gracias por estas queridas
personas, ¡cuánto los amamos y te alabamos por ellos! Oh Dios, pedimos que cada una de
ellas madure, que oigan el eco de la oración del apóstol Pablo cuando él estaba
advirtiendo a todo hombre y enseñando a todo hombre para presentar a todo hombre
perfecto en Jesucristo. Esa es nuestra oración, Padre. La perfección de los santos. Te
damos gracias por la promesa que puede ser hecha a través de Tu Palabra y Tu Espíritu, en
el nombre de Jesús. Amén.
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Edificando el Cuerpo, 2ª Parte


Escritura: Efesios 4:11–16

Código: 1927
John MacArthur
Efesios 4:11 al 16: “Y Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra
del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por
doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar
emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor,
crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo,
bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente,
según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en
amor.”
Ahora, aquí tenemos un pasaje de las Escrituras el cual, para efectos de un sermón, hemos
titulado perfeccionando a los santos. En el Sermón del Monte, Jesús hizo una declaración
más bien contundente, estremecedora. Él dijo: “sed pues vosotros perfectos así como
vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”.
Ahora, eso realmente eleva el estándar muy por encima de lo que podríamos pensar.
Nuestro Señor pidió de los judíos perfección. Ahora, esa real declaración realmente en
una frase simple da la voluntad de Dios para los hombres. Dios quiere que seamos
perfectos. El deseo de Dios, desde la caída del hombre, fue llamar a un pueblo redimido, a
un grupo de personas redimidas para que sean perfectas. La perfección de los santos,
entonces, es el plan redentor de Dios desde la eternidad pasada.
Ahora, ¿de qué estamos hablando cuando estamos hablando de perfeccionar a los
santos? Permítame hacer algunas distinciones claras para comenzar. Hay tres tipos de
perfección de las que habla la Biblia. La primera es la que llamamos perfección posicional.
Perfección posicional. Esto es que somos perfectos en Cristo delante de Dios. 1 uno de
Corintios 2:6, hemos estado viendo en nuestro estudio de 1 Corintios Pablo dice:
“hablamos sabiduría entre aquellos que son perfectos.” Y ahí, él hace referencia a
creyentes. Cuando usted creyó en Cristo, cuando usted lo recibió, posicionalmente,
delante de Dios, a través de la salvación, usted se volvió a los ojos de Dios, perfeccionado
en Cristo.
En Colosenses 2:10, las Escrituras dicen “y vosotros estáis completos en Él.” En Hebreos
10:14, el escritor dice: “porque por una sola ofrenda Él ha perfeccionado para siempre a
los que son Suyos.” Entonces, desde el punto de vista posicional, esto es nuestra posición
delante de Dios, somos hechos perfectos cuando creímos en Jesucristo. Cuando el pecado
es pagado y quitado como una barrera entre nosotros, en Cristo somos hechos perfectos.
El segundo tipo de perfección en la perfección definitiva. Esto es algo que todavía no
hemos experimentado pero que experimentaremos en el futuro. En Hebreos 12:23 se
refiere a la iglesia de los primogénitos, los que están escritos en el cielo, Dios, el juez de
todos y los espíritus de los hombres justos hechos perfectos. Los espíritus de los hombres
justos hechos perfectos. Lo que significa son santos que han sido llevados al cielo.
Ahora, cuando Pablo en Filipenses 3 habla de su muerte y su resurrección, él dice” no que
lo haya alcanzado ya,” Filipenses 3:12, “ni que ya sea perfecto.” Él está viendo hacia
adelante, hacia su perfección definitiva cuando sea como Cristo. Entonces, hay una
perfección posicional, la cual es nuestra ahora. No necesitamos preocuparnos por esa,
está hecha.
Hay una perfección definitiva la cual será nuestra en el futuro, por la cual no podemos
hacer nada hasta que salgamos de este mundo. Y hay una tercera área de perfección y es
la que llamamos perfección experimental. Y esta es la vida práctica día tras día de un
creyente. Y éste es el énfasis que el apóstol Pablo quiere hacer en Efesios, capítulo 4. La
perfección posicional, eso ya está cubierto. La perfección definitiva, eso será cubierto. En
lo que debemos trabajar es en la perfección experimental. Éste es el punto de nuestra
vida cristiana en el que nos volvemos perfectos en práctica.
Ahora, observe en el versículo 12, la razón por la que hay evangelistas y pastores
maestros, así como hubo apóstoles y profetas es para perfeccionar a los santos. Ahora,
observe eso. Esos hombres no podían hacer de su perfección perfecta, sólo Cristo podía
hacer eso. Esos hombres no pueden hacerlo perfecto de manera definitiva. Sólo Dios
puede hacer eso. Pero somos llamados a llevar a los santos a un tipo de perfección
práctica; y de eso es de lo que trata este pasaje.
Ahora, la palabra perfeccionar merece nuestra atención. Es la palabra en griego
contarkiso, la palabra de raíz. Significa estar totalmente equipado, crecido de manera
plena, maduro, completo, total. Dios no está demandando de nosotros una perfección sin
pecado. Si Él estuviera demandando eso, no podríamos cumplir eso y estaríamos en
muchos problemas. Dios no está pidiendo que haya una perfección sin pecado. Pero Él
está pidiendo una madurez completamente equipada que llegue al máximo nivel, madura,
completa, que sea tan parecida a Cristo como sea posible en este mundo.
Dios está pidiendo que maduremos y lleguemos a la semejanza a Cristo, y amados, nada
menos que eso satisface a Dios. Los estándares de Dios deben ser absolutos y deben ser
elevados y Él, no se conforma con nada menos. Esta es la razón por la que 2 Corintios 7:1
dice: “debemos perfeccionar la santidad.” Ahora, en eso consiste esta época de la Iglesia.
Y en eso se concentra en la Iglesia. Y en esto consiste el ministerio. Este es el propósito de
la Iglesia, el propósito de su liderazgo consiste en llevar a los creyentes a la perfección.
Ahora, Dios usa muchas cosas para llevarlo a la madurez. Muchas cosas. Una cosa que Él
usa, claro, es el Espíritu Santo. Gálatas 3:3 indica que usted habiendo comenzado en el
Espíritu no podría nunca ser perfeccionado por la carne; y la implicación ahí es que sólo
podría ser hecho perfecto en el Espíritu en el cual usted comenzó.
El Espíritu Santo es la persona divina de la Trinidad involucrada en la madurez de los
santos, Gálatas 3:3. Entonces, la obra del Espíritu es madurez, madurar a los santos. Y otra
cosa que Dios hace en su vida para traer madurez es que lo lleva a las pruebas. En
Santiago 1:2, dice: “tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo
que la prueba de vuestra fe produce paciencia; más tenga la paciencia su obra perfecta
para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa alguna.” Dios va a enviar pruebas
para hacerlo madurar.
En 1 Pedro 5:10, dice que Dios va a hacerlo sufrir antes de que sea perfecto. Entonces, la
obra del Espíritu es hacerlo maduro. La obra de las pruebas y el sufrimiento es hacerlo
maduro. Y hay un tercer agente en su madurez y esta es la Palabra de Dios.
En 1 Pedro 2:2, dice: “desead como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada
para que por ella crezcáis.” La Palabra de Dios es el agente de la perfección. En 2 Timoteo
3:16 dice “toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, maduro,
enteramente preparado para toda buena obra.”
Muy bien, entonces el Espíritu Santo está trabajando en su madurez. Las pruebas y el
sufrimiento están trabajando en su madurez. La Palabra de Dios está trabajando en su
madurez, para hacerlo maduro.
Ahora, observe esto. Yo no necesito ayudar al Espíritu Santo, ¿verdad? Él puede cumplir
Su propia obra. Él nunca me ha dicho: ‘John, ¿me podías ayudar?’ Él no me necesita,
entonces yo no necesito estorbarlo. Y yo no necesito hacerlo sufrir y darle pruebas en su
vida. Dios se va encargar de eso. Pero el área en la que estoy involucrado para
perfeccionar a los santos es el área de usar la Palabra de Dios para llevarlo a la madurez. Y
eso es lo que eso está diciendo.
Él ha dado evangelistas y pastores maestros a fin de madurar a los santos no por
sufrimiento y pruebas, sino por el uso de la Palabra. El propósito entonces de todo lo que
ocurre en su vida, la palabra, la obra del Espíritu, las pruebas, el sufrimiento, todas estas
cosas deben traer madurez práctica y experimental para hacerlo maduro, para hacerlo
que crezca completo, esté totalmente equipado.
Al final de la carta a los Hebreos, esta fue la bendición final, versículo 20 en el capítulo 13:
“el Dios de paz que trajo de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran Pastor de las
ovejas, mediante la sangre del pacto eterno, Él mismo os perfeccione en toda buena obra
para que hagáis Su voluntad.” Ésta es la bendición. Pablo le dijo a los Corintios: “sed
perfectos.” Ese fue el deseo, esa fue la mitad de la vida práctica del cristiano a través del
ministerio del Espíritu, a través de las pruebas, a través del sufrimiento, a través de la
palabra.
Ahora, hombres dotados entonces son dados a la Iglesia. Lo dice de manera clara. Dice en
el versículo 12: “A fin de perfeccionar a los santos.” Los pastores maestros, los
evangelistas, los que fundaron iglesias en tiempos bíblicos fueron los catalizadores para
echar a andar la madurez de los santos hasta que el cuerpo entero fuera edificado.
Ahora, en este pasaje encontramos tres características enfatizadas acerca de la
perfección. Veámoslas. Número uno es el progreso a la perfección. Número dos es el
propósito en la perfección. Número tres es el poder de la perfección. El progreso a la
perfección, versículos 11 y 12, muy simple. Algunos apóstoles, algunos profetas, otros
evangelistas y pastores maestros. Creemos que eso se refiere a pastores maestros a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo.
Ahora, notará que hay progreso aquí. Paso número uno es este: los hombres dotados
equipan a los santos. La palabra perfeccionar puede ser equipar o madurar, lo que sea. Él
dio, dice el versículo 11, ¿quién dio? Cristo dio. ¿Qué dio? Algunos hombres, apóstoles,
profetas, evangelistas y pastores maestros. ¿A quién? A la Iglesia. ¿Con que razón? Para
perfeccionarla, para hacerla madura. Son trofeos de Su conquista sobre Satanás en la cruz.
Son regresados a la Iglesia como dones, con el propósito de madurar y equipar a los
santos.
Ahora, nuestras tareas, dadas a nosotros por Dios consisten en traerlos a ustedes,
llevarlos a la madurez, llevarlos a un término de madurez, a un individuo totalmente
crecido en Cristo y en la Palabra, amados, y nunca menos que eso. La gente me ha
preguntado una y otra vez cuál es mi meta en el ministerio. Y casi cada vez que tengo una
entrevista con alguien me preguntan cuál es mi meta en el ministerio. Y yo siempre digo
que mi meta simplemente es llevar a los santos que Dios me ha dado a la madurez. No me
interesa meter a más gente en este edificio de los que alguien más tenga. No estoy
atrapado en alguna psicosis de éxito que dice que el éxito está basado en cuántas
personas tienes. Eso simplemente no es bíblico.
Mi propósito no es llenar un edificio. Dios no dijo que Él ha dado a algunos evangelistas y
pastores maestros para llenar el edificio. Este no es el propósito. Ni siquiera es para salvar
a las personas. La obra de un evangelista, amados, no era simplemente traer a la gente a
Cristo. No, no. Era llevarlos a la madurez en Cristo. No es un concepto bíblico el que un
evangelista es un hombre con 50 sermones y 50 trajes que continuamente está viajando.
No. El concepto bíblico de un evangelista es el mismo que el del pastor maestro. Él tiene la
misma responsabilidad, la única diferencia es que él iba a áreas en donde Cristo no había
sido nombrado. Y nuestra tarea dada por Dios no consiste en llenar un edificio.
Un joven vino a Spurgeon una vez y le dijo que tenía una queja. Que su congregación era
demasiado pequeña. Spurgeon dijo ‘bueno, quizás es tan grande como quisieras dar
cuenta por ella en el día del juicio.’ Una respuesta bastante buena. No era responsable por
cuántos, era responsable por qué tipo. Mi responsabilidad como ministro del Evangelio,
como maestro de la Biblia no es presentar un programa. La responsabilidad que yo tengo
para con ustedes no es proveer el problema programa social más grande como sea posible
en esta Iglesia. Mi responsabilidad para con ustedes no es asegurarme de que sean
entretenidos. La tarea que tengo, dicha de una manera simple, es equipar a los santos.
Y amados, los apóstoles de la primera Iglesia entendieron esto. Hombre, lo entendieron
de manera total. Simplemente, para darles un vistazo de lo que era esto en sus mentes,
escuche lo que Pablo dijo en Colosenses 1:28, refiriéndose a Cristo como el antecedente a
la palabra en quien, dice, “Cristo, a quien predicamos, amonestando a todo hombre y
enseñando a todo hombre y en toda sabiduría, dándole toda la sabiduría de Dios a fin de
que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo Jesús.” Pablo dijo: la meta de mi
ministerio es madurar a los santos para edificarlos no sólo para que dejen de ser una
multitud de bebés espirituales que están gritando ahí por todo el mundo, sino ganarlos y
edificarlos para que todos maduren.
Hubo un querido Santo de Dios llamado Epafras. En el versículo 12 de Colosenses 4: “él es
uno de vosotros, un siervo de Cristo. Siempre laborando fervientemente por todos
vosotros en sus oraciones.” ¿Y por qué estaba orando? “Para que seáis perfectos y
completos.” Ahora, él sabía cuál era el objetivo del ministerio. Él sabía cuál era la meta del
ministerio. Pablo dice, como mencioné antes a los corintios en esta despedida al final de 2
Corintios: “finalmente hermanos, sed perfectos.” Hombre, este es un estándar alto, pero
no hay otro estándar. David lo dijo bien. David dijo “estaré satisfecho cuando despierte a
Tu semejanza.”
Amados, como ministro de Dios nunca estaré satisfecho hasta que vea a los santos llegar a
la madurez. Este es mi llamado. Esta es la razón por la que enseñamos la Palabra de Dios.
El llamado a ser evangelista, llamado a ser un pastor maestro no es un llamado a una
profesión. Es un llamado a una pasión. Pertenecemos a la Iglesia, no para entretenerla, no
para programarla, no para andar por todos lados, para disfrutar de un café y té con sus
miembros, ni siquiera para organizarla, sino para llevarla a la madurez, a la perfección, a la
madurez espiritual plena. Nada menos que eso, y todas nuestras energías deben estar
concentradas en esta área.
Usted pregunta cómo equipo a los santos. ¿Cómo lo hago? Hay tantos hombres que no
parecen estar haciéndolo. Eso es cierto. Hay muchos hombres en el ministerio que están
mucho más preocupados con cuántas personas más tienen en lugar de estar preocupados
con que estén maduros. Recientemente, estuve una conferencia de pastores y había
algunas iglesias enormes representadas ahí, las iglesias más grandes de Estados Unidos de
Norteamérica, sus pastores estaban allí. Digo, iglesias monstruosas con flotas y flotas de
autobuses, usted sabe. Si usted llega demasiado temprano, usted corre el riesgo de morir
por intoxicación de monóxido de carbono, con la flota de autobuses que llegan ahí. Pero
no estoy en contra de un ministerio de autobuses. Puede ser muy eficaz. Pero
simplemente, eran iglesias enormes de la parte del centro de Estados Unidos y me
invitaron a ser uno de los oradores como alternativa. Eso es exactamente lo que dijo el
hombre.
Pero bueno, me senté en un panel con tres de estos hombres. Yo era el cuarto en el panel.
Y llegó la primera serie de preguntas. Y finalmente un pastor, quizás había 800 a 900
pastores ahí, uno se puso de pie y dijo que le gustaría saber cuáles eran nuestros hábitos
en términos de estudio y preparación para nuestro ministerio en el púlpito. Y yo nunca
olvidaré las respuestas que estos tres hombres dieron. Y usted los podría conocer si los
nombrara. El primero dijo ‘bueno, yo leo la Biblia a diario’. Eso se oye un poco insuficiente.
Pero él tenía un hábito de toda su vida de tener sus devociones diariamente.
El segundo hombre contestó que a lo largo de su vida había desarrollado el hábito de leer
un buen sermón por semana, lo cual siendo interpretado significa que él se suscribió a la
Espada del Señor o alguna otra publicación cristiana. El tercer hombre dijo, nunca olvidaré
esto, dijo que no tenía tiempo de estudiar. Que Dios le había dado tantos ministerios y él
sólo confiaba en Dios y que cuando se para a hablar, Él le diera las palabras. Buen usted
sabe, eso es trágico.
Hubo un hombre ahí que era pastor de una iglesia del sur cuya Iglesia era supuestamente
la Iglesia que estaba creciendo más rápida que cualquier otra en términos del porcentaje.
Y le iban a dar un título de doctorado honorífico por el crecimiento de su Iglesia. Y así fue.
Lo trajeron, le dieron su título de doctor honorífico porque su Iglesia había crecido de
tantas personas a tantas otras más. Él estaba ahí y él estaba oyendo. Y yo era el cuarto en
el panel y él preguntó cuánto yo estudiaba. No lo podía creer. Yo dije: ‘estudio entre 5 y 7
horas diariamente.’ Y ellos me miraron como pensando que yo era denso. Yo veo a la
Iglesia como una escuela en donde las personas necesitan ser educadas para ser maduros,
no sólo sermoncillos para cristianillos.
Entonces, este hombre que recibió el doctorado, no sabía esto, pero recibí un llamado de
larga distancia unas semanas después y por el teléfono dijo ‘sabes, tu plática y tu sentarte
ahí en el panel me impresionaron.’ Él dijo que tenía una Iglesia que estaba creciendo muy
rápido, pero él dijo que no tenía la menor idea de cómo enseñar la Biblia. Si lo podía
ayudar. Él dijo: ‘soy un hombre que está quebrantado de corazón porque no estoy
haciendo lo que Dios quiere que haga.’ Todas nuestras energías deben concentrarse en
una cosa: perfeccionar a los santos. ¿Cómo lo vas a hacer?
Permítame mostrarle lo que Pablo le dijo a Timoteo. Segunda de Timoteo 4:1: “Te
encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos
en Su manifestación y en Su Reino, que prediques la Palabra; que instes a tiempo y fuera
de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.” Nuestra
exhortación debe estar edificada en la doctrina. Debe continuamente existir la enseñanza
continua de la doctrina sana. Así es como usted edifica a los santos.
En 1 Timoteo 4:6, Pablo le dijo a Timoteo: “Si esto enseñas a los hermanos, serás buen
ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has
seguido.” Dales doctrina. Dales algo que los hará crecer. En 2 Timoteo 2:2, él dijo: “Lo que
has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para
enseñar también a otros.” Constantemente reproduciendo creyentes maduros. Y para
hacer eso, Pablo dice: “vas a tener que estudiar, “Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de
verdad.” Debe haber un compromiso con la enseñanza y enseñar apropiadamente.
Enseñar correctamente la Palabra de Dios.
Pablo le dijo a Timoteo de nuevo en 1 Timoteo 4:11: “esto manda y enseña.” Este es tu
trabajo. Manda y enseña. Ninguno tenga en poco tu juventud sino sé un ejemplo. En otras
palabras, que tu vida respalde tu mensaje. Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la
exhortación y la enseñanza. ¿Sabe usted lo que esas tres cosas significan? Lee el texto,
explica el texto y aplica el texto. Eso es enseñanza bíblica.
En el Antiguo Testamento lo hicieron, ellos leían el texto y daban el sentido. Explicaban su
significado. “No descuides el don que hay en ti. Medita en estas cosas. Ten cuidado de ti
mismo y de la doctrina.” Este es el corazón del ministerio.
Y claro, dije que la Palabra es la clave. Toda la Escritura es inspirada y es dada para que los
hombres maduren. Esa es la razón por la que Pablo fue a Éfeso y dijo: “no he rehuido
anunciaros todo el consejo de Dios.” No he retenido nada que fuese útil para ustedes y
toda la Escritura es útil. La Palabra es la clave. Éste es el corazón del ministerio, enseñar la
Palabra de Dios. No evangelismo constante, evangelismo, evangelismo, evangelismo. Vas
a hacer que tu congregación se estanque en la carnalidad. ¡Demasiada leche!
En Colosenses 3:10 dice esto: “vestíos del nuevo hombre que es renovado en cuanto al
conocimiento:” los hechos, las verdades, las doctrinas de la Palabra de Dios. De la misma
manera, Efesios 4:23 dice: “sino renovaos en el Espíritu de vuestra mente.” La gente
nunca va ser capaz de funcionar en base a principios de Dios que no conocen. Es la Palabra
de Dios lo que que trae crecimiento.
Cuando tuvieron un reavivamiento en el día de Nehemías, comenzó en el capítulo 8,
versículo 1 con estas palabras: “traed el libro.” ¿Alguna vez leyó eso? “Traed el libro.”
Tenemos un deber primordial que consiste en enseñar la Palabra de Dios para que
ustedes maduren. Mi ministerio y el de cualquier otro es designado por Dios como
evangelista o pastor maestro consiste en equipar a los santos. Ése es nuestro ministerio. Y
mi tarea nunca ha terminado, siempre y cuando haya un individuo que permanezca en la
infancia espiritual.
Por eso digo que nunca, nunca le he pedido a Dios que me dé más gente en esta Iglesia.
Nunca. Nunca le he pedido a Dios que traiga más gente a esta Iglesia. Nunca lo haría. No
he hecho discípulos de los que están aquí. Muchos de ustedes todavía no son maduros. Y
es bastante aterrador ser responsable por ustedes. Hebreos 13 dice que tengo que darle
cuentas a Dios por cómo trabajo. Por eso, Santiago 3:1, ‘dice dejen de ser muchos de
ustedes maestros sabiendo que recibirán mayor condenación.’ Es una responsabilidad
seria. Pero les digo que es una responsabilidad seria estar dándole de comer papilla a la
gente todo el tiempo. Estar dirigiendo mal a las personas hacia programas sociales y todo
tipo de actividades de la Iglesia y nunca enseñarles las cosas de la Palabra de Dios. Creo
que los hombres van a dar cuentas por eso, porque creo que cualquier cosa que no sea un
compromiso total con enseñar la Palabra de Dios, de llevar a los santos a la madurez, es
una prostitución del ministerio. Esa es una declaración fuerte, pero lo creo. Podemos estar
tan preocupados con tener bancas vacías.
Una dama vino a nuestra Iglesia y dijo que había dejado su Iglesia. Y yo le pregunté por
qué se había ido. Y siempre me molesta, usted sabe, cuando la gente de la Iglesia porque
manifiesta que quizás hay un problema o con la persona o con la Iglesia; y ambos son de
mucha preocupación para Dios. Y le pregunté por qué se fue. Y ella contestó que porque
tuvieron un concurso en donde pagaban $0.50 por cada persona que usted invitara y le
pedían a las personas que se formaran en la mañana y le entregaban el dinero a las
personas que traían a la gente que estaba sentada. ¿Le gustaría usted que le pusiera un
precio de $0.50?
Si vamos a madurar a los santos, entonces tenemos que estar en la misma frecuencia
apostólica y entonces tendremos que sentir la misma pasión que Pablo sintió. Tenemos
que estar cautivados por su corazón. Esa fue su carga. Cuando él le escribió a los
tesalonicenses en 1 Tesalonicenses 3:10 esto fue lo que dijo” noche y día orando
continuamente para que viéramos Su rostro,” ahora observe esto, “noche y día este
hombre oró para que podamos completar lo que falta en vuestra fe.”
Él tenía un objetivo: madurez, llevar a la gente a la madurez. Ahora, eso es lo que significa
equipar a los santos, edificarlos, hacerlos estar completos y usted sólo va a ser
completado conforme aprende la Palabra de Dios, conforme echa raíces en su vida,
entonces en primer lugar, su mente debe ser renovada y después, su conducta responde
en su mente.
Pero hay otro pensamiento. De regreso Efesios, capítulo 4, en donde dice “a fin de
perfeccionar a los santos,” esto también puede significar algo diferente. Ahí se encuentra
el pensamiento en la palabra que se puede referir a unir a muchos miembros dislocados.
Así es como es utilizada en 1 Corintios 1:10. Él dice: “no quiero ver divisiones entre
ustedes. Quiero que estén perfectamente unidos unos con otros teniendo una misma
mente y un mismo parecer.” Y él dijo antes que él quiere que hablen lo mismo.
Ahora observe esto, perfeccionar a los santos significa dos cosas: una, llevar a los
creyentes individuales a la madurez. Dos, unir a todos estos creyentes individuales en un
grupo en armonía, unir a los miembros dislocados, unir a los santos, la vida del cuerpo de
Cristo, el ministerio de los dones espirituales, las responsabilidades de comunión, de
compartir, el orar unos por otros, el servirse unos a otros, el ministrar nuestros dones
unos a otros, el restaurarnos unos a otros, el confesar nuestras ofensas unos a otros, el
perdonarnos unos a otros, el amonestarnos unos a otros, el orar unos por otros; toda esta
unidad es parte de perfeccionar al cuerpo total de Cristo.
Entonces, no es sólo buscar el traer a un individuo a la madurez, sino traer el cuerpo
entero de Cristo a la madurez. Y creo que Pedro puede servir como ilustración.
Usted sabe, hay varias cosas que tienen que estar en el corazón de un hombre para
hacerlo querer hacer esto. Una, es una preocupación por esta prioridad. Y a menos de que
esta preocupación esté ahí, simplemente no sucede. En 2 Pedro 1:12, Pedro dice: “Por
esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis
confirmados en la verdad presente.” Sí creo que es apropiado mientras que yo esté aquí
en este tabernáculo el recordarles estas cosas. Pedro estaba comprometido con su
madurez al punto en el que hizo seguir repitiendo las cosas de ellos ya conocían.
Olvidamos, ¿no es cierto? Olvidamos. Yo continuamente olvido. Lo sigo haciendo, lo sigo
haciendo, continuaré haciéndolo, versículo 15, para que después de que esté muerto
ustedes nunca olviden estas verdades.
Cuando Pablo iba a dejar a los ancianos efesios en Hechos 20:36–38, ellos cayeron al piso
y Pablo con ellos y lloraron y estos hombres estaban ahí abrazados a su cuello y lloraban y
se aferraban a su cuello. ¿Por qué? Porque él les había dado la palabra y ellos nunca lo
olvidaron. Y ellos nunca olvidaron lo que él les enseñó. Pedro sabía esto. Él sabía que esta
era la prioridad. Y él dice lo he dicho, lo he dicho y lo he dicho y lo he dicho tanto y les he
dado los principios con tanta frecuencia que los van a recordar cuando esté muerto.
Así me siento yo. Si algo me fuera a pasar, lo cual ustedes saben que eso sería parte del
plan de Dios, oraría que ustedes recordaran algunas de las cosas que ustedes han
aprendido porque las hemos repetido tantas veces. Es una responsabilidad seria. Y tiene
que haber ese sentido de preocupación por cumplir con esa responsabilidad. Y tiene que
haber un sentido de urgencia por llegar a la prioridad. Y Pedro dice ‘quiero hacer lo que
importa’.
Drew Pearson relató una historia muy interesante que surgió de la guerra árabe-israelí.
Fue cuando Lyndon B. Johnson era presidente y él estaba leyendo el periódico un día y
leyó una historia escrita por Smith Hempstone. Una historia bastante patética acerca de
cómo 50,000 soldados egipcios y prisioneros fueron liberados y perdidos en el Sinaí. Y
estaban muriéndose de verdad. Cincuenta mil. Hempstone estaba volando en el desierto
del Sinaí con un coronel israelí que reportó ver a egipcios con sus manos levantadas en sus
cabezas en una señal universal de desesperanza. El coronel dijo que les daría todo lo que
tuvieran, sus vidas, sus mujeres por una cantimplora de agua. Inmediatamente, el
presidente ordenó a la fuerza aérea norteamericana a que llevaran aviones desde la base
aérea de Wheeler de Libia, muy cerca del Sinaí, para que pudieran arrojarles grandes
contenedores de agua y alimento a los 50,000 que estaban perdidos en el desierto. Y
después, los burócratas entraron.
Y en el Departamento de Estado se decidió que la Cruz Roja internacional en Ginebra tenía
que ser consultada. Se necesitaba un permiso para volar sobre el Sinaí y nadie podía
entender quién iba a dar este permiso. La Cruz Roja de retrasó, finalmente llegó con una
respuesta neutral, de regreso a los burócratas que decidieron que era demasiado
peligroso, demasiado difícil encontrar a los hombres. La idea fue abandonada y sólo Dios
sabe cuántos fallecieron. Eso es triste.
Pero les voy a decir algo, no es tan triste como las Iglesias que frecuentemente y de
manera indiferente están concentradas en programas, quienes están atoradas en comités
mientras que la gente se va al infierno. Usted nunca podrá ser satisfecho simplemente con
funcionar. Usted sólo podrá encontrar satisfacción con ganar gente a Jesús y llevarlos a la
madurez. Tiene que haber esa preocupación. Debemos operar en base a prioridades.
Y el trabajo es simple, escuche: equipar a los santos para que lleven el agua de vida a la
gente sedienta. Eso es todo. No haga todo el evangelismo aquí. Equipe a los santos a que
haganla obra. Este es el pulso del corazón del ministerio.
Muy bien, vayamos a la segunda característica. Primero vemos en el progreso a la
perfección a los hombres dotados equipando a los santos. En segundo lugar, ahora
observe esto, los santos hacen la obra del ministerio. A fin de perfeccionar a los santos
para la obra del ministerio. Ahora, ¿quién hace el ministerio? Los santos. Muchas personas
creen que el pastor tiene que hacer todo. Y eso no es lo que la Biblia enseña. Los hombres
dotados no hacen la obra del ministerio. Se concentran en la Palabra. Ellos perfeccionan a
los santos y los santos hacen la obra de servirse unos a otros.
En Hechos 6, usted se acuerda, que las viudas griegas no estaban recibiendo una porción
adecuada de la comida estaba distribuyendo. Entonces, estaban reportando ahí a
Jerusalén. ‘No estamos recibiendo lo que debemos recibir. Están favoreciendo a las viudas
judías en Jerusalén.’ Entonces, los apóstoles dijeron ‘miren, no podemos aquí enredarnos
con eso. Escojan a algunas personas para que hagan eso. Nosotros nos entregaremos
continuamente a ¿Qué? Al estudio de la Palabra y la oración. Busquen a algunos santos
para que lleven a cabo ese ministerio. Nuestra tarea consiste en equipar a los santos para
la obra del ministerio y después, ellos lo harán.’
La palabra ministerio es diakonia, servicio práctico, ministerios espirituales. Todo cristiano
debe ministrar espiritualmente. Todos ustedes tienen dones espirituales, ¿no es cierto?
Todo creyente los tiene. Todos tienen llamados, administraciones en las cuales el Espíritu
Santo preferiría verlo funcionar a usted. Cada uno de nosotros es llamado a servir. En
Romanos 12, Pablo dice “si tienes un don úsalo.” ¿Alguna vez he leído eso en los
versículos 3 al 8? Si tiene el don de profecía, profetice; si tiene el don de dar, de. Sea cual
sea su don, úselo, ministre.
Al final de la primera carta de Pedro en el capítulo 4, cerca del final, él dice en el versículo
10: “cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros. Como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios.” Dios le ha dado un don, usted es un
administrador de él, lo cual significa que usted no es el dueño. Usted sólo lo administra
para Dios y si usted tiene ese don, úselo.
Si usted va a hablar, hable los oráculos o las palabras de Dios. Si usted va a ministrar,
minístrelo conforme a la capacidad que Dios le da. Y ahí le da a usted las dos áreas de
dones. Los dones de habla y los dones de ministerio. Sean cuales sean los que usted tenga,
en la categoría que sea, si usted sabe cuáles son, úselos. Si usted no sabe cuáles son,
descubra cuáles son y úselos. En esto consiste todo.
Todo cristiano tiene una tarea espiritual. Algunas personas no están sirviendo. No tienen
ministerio. Estamos tratando de equiparlo para que usted esté capacitado para servir
eficazmente. Yo creo durante toda semana, todo cristiano debe estar involucrado en
ministerio, servicio de espiritual al cuerpo de Cristo. Sus dones no son para usted. Son
para alguien más. Y si usted no los ministra, entonces alguien más no se beneficia. Usted
sabe, si usted se remonta en la historia y estudia el libro de los Hechos, descubrirá que el
cristianismo comenzó como un movimiento de laicos, ¿sabe eso? No había ningún
profesional. Todos eran laicos sirviéndose unos a otros, testificando al mundo. Y de alguna
manera, degeneró hasta que se convirtió en una especie de personas profesionales que
están en el púlpito, financiados por espectadores laicos; y así es en la actualidad.
Y ahora, en cierta manera, eso es visto como una profesión y usted recibe un título al
principio de su nombre y tiene algo especial para sus placas y recibe algún tipo de
beneficio fiscal si está en este tipo de asunto y recibe una especie de cuello especial y es
parte de una profesión. Y cuando una Iglesia quiere que alguien algo, normalmente salen
y contratan a alguien para que lo haga.
No pasa una sola semana en la que alguien no me llame y me diga que necesitan que
alguien haga esto y necesitan que alguien que haga aquello en nuestra Iglesia. Y necesitan
que alguien haga esto otro. ¿Saben ustedes lo que yo siempre les respondo? ‘Bueno, ¿por
qué no se fijas y ves si ya tienes a alguien que te ayude?’ Esta es la manera de hacerlo.
Créame, no pueden preparar a sus propios líderes dentro de la Iglesia; ahora, puede haber
ocasiones en que necesiten a alguien más. Pero si usted realmente no puede preparar a su
liderazgo dentro de su iglesia, usted no está involucrado en perfeccionar a los santos.
Vamos a equipar a los santos y como resultado de eso, ellos van a hacer el ministerio.
Entonces, limitar el ministerio a un grupo de personas selectas con títulos realmente
estanca a la iglesia, estanca la causa del evangelismo en el mundo y le roba a los santos
sus ministerios y estanca el verdadero crecimiento de la Iglesia. De hecho, McDonald dice
que la distinción entre el clero y los laicos no es escritural y quizás el estorbo más grande
para el esparcimiento del Evangelio. No hay tal distinción bíblicamente, ninguna.
Simplemente, yo soy uno de ustedes. Resulto tener ciertos dones. Resulto manifestar
ciertos dones de cierta manera, eso es todo. No soy diferente de ustedes. Yo tengo que
visitar enfermos de la manera en la que usted también tiene que visitar enfermos. Yo
tengo que trabajar y discipular a nuevos cristianos de la misma manera en la que usted
tiene que hacerlo. Darle seguimiento a personas con problemas, consejería espiritual,
oración, provisión física, mostrar amor, alcanzar a personas con el Evangelio. Ese no es mi
trabajo, ese es su trabajo. Es todo el servicio de un cristiano y la Iglesia, es el lugar de
preparación para llevar a los santos a la madurez en donde pueden ellos recibir
preparación espiritual y puedan salir y ministrar. Nuestra tarea consiste en desarrollar a
santos equipados bien preparados y verlos servir.
Hombre, usted sabe, es emocionante cuando usted ve el Nuevo Testamento y ve que eso
sucede. Usted comienza con un hombre como Felipe. Comienza siendo un diácono y
termina siendo un evangelista. Puede ver su madurez. Nosotros creemos aquí en Grace
Community Church que debemos desarrollar nuestro propio liderazgo. Creemos que esto
es lo que Dios quiere que hagamos. Cuando comenzamos por primera vez y cuando vine
por primera vez a Grace, había un puñado de personas, personas fieles que estaban
trabajando y vimos hacia el futuro. No sabíamos hacia dónde esto iba. No teníamos idea
de lo que Dios iba a hacer. Yo no tenía ni idea. Fue la primera Iglesia que yo jamás había
pastoreado. No sabía qué esperar ni tampoco muchas otras personas; pero yo sabía una
cosa y lo que yo sabía era que quería que los santos hicieran la obra del ministerio. Y yo
quería madurar a los santos para que ellos crecieran y llegaran a una más plenitud de
ministerio. Hoy en nuestro personal tenemos a 23 o 24 personas y todos han salido de
nuestra congregación, personas que han madurado, crecido y han probado ser fieles en el
ministerio. Dios los ha llevado al lugar en donde ahora son sus maestros y sus líderes y sus
siervos.
Cuando los santos equipados, amados, van a hacer la obra del ministerio. Si una Iglesia
está teniendo problemas en hacer que su congregación funcione es porque la gente no
está madurando. Ahora, podría ser pecado en sus vidas, pero podría ser una falla en no
tener un ambiente de maduración. Si usted está enseñando la Palabra de Dios
continuamente y usted la vive por ejemplo como también como por precepto, usted
produce una atmósfera en la cual el crecimiento ocurre. Es como un invernadero. Y las
cosas crecen y cuando crecen, comienzan a reproducirse. ¿Sabía usted que los adultos
tienen bebés, no los bebés? Los bebés no tienen bebés, los adultos sí. Los santos maduros
se reproducen. Los santos maduros son eficaces.
Muy bien, entonces perfeccionamos a los santos. Los santos van a desarrollar ministerios
y créanme, hemos visto eso aquí. Es absolutamente emocionante ver los ministerios que
se han desarrollado aquí. Me acuerdo cuando comenzó por primera vez nuestro
ministerio de cintas. Un hombre se me acercó y me dijo que necesitábamos un ministerio
de cintas. Y yo le dije que lo comenzara. Y así fue. Alguien se me acercó no hace mucho
tiempo atrás, la señora Hall y me dijo que” necesitamos un ministerio para atender a la
gente que está convaleciente. ¿Qué debo hacer?” Y yo le dije “si Dios lo ha puesto en su
corazón, hágalo.” Y ella lo hizo. Y ahora hay todo tipo de gente ayudando.
Una de las cosas hermosas acerca de nuestra pequeña escuela dominical bíblica hace unas
semanas atrás es que trajeron a los hermanos que no podían venir a la Iglesia por motivos
de enfermedad de los hospitales en donde estaban convaleciendo en donde les han
estado ministrando a ellos y organizaron un programa para ellos en el que los niños
estuvieron involucrados. Y los niños hicieron sus pequeñas manualidades para regalárselas
a estas personas. Bueno, ese es un ministerio que salió a partir de alguien que ha
madurado y que quiso usar sus dones. Así debe ser. Yo no tengo que iniciar programas. Yo
no he comenzado ningún programa.
Les conté de una ocasión en la que traté de comenzar un programa en Grace y fue
rechazado de manera unánime; y me di por vencido. Y eso fue en el primer mes que
estaba aquí. Y tenía este programa maravilloso. Y rápidamente, ellos lo rechazaron. Salí de
ahí como perro con la cola entre las patas y pensé ‘bueno, debe haber otra manera.’ Y
decidí que ya no iba a tratar ningún otro programa y que trataría de motivar a gente para
que guíe esos programas y los lleve a cabo. Simplemente, voy a esperar hasta que la gente
sea motivada por el Espíritu Santo.
Cuando era niño fui al circo, nunca lo olvidaré. Había un hombre ahí que tenía unos 10
palos y 10 platos. ¿Alguna vez ha visto eso? Un hombre trata de estar girando el plato en
el palo y sigue corriendo al final porque uno empieza a caerse. Y usted sabe, esta es una
ilustración perfecta de muchos pastores. Así es. Digo, han pasado horas desarrollando
cómo mantener ese plato ahí en el palo. Hombre, quieren que ese bebé salga, quieren
que eso salga y quieren encontrar algún plato que pueda girar en su palo; y entonces, gira
por un rato y terminan así, motivando al hermano tal y tal. Y para ese entonces, ya al
hermano se le está acabando la gasolina. Y se le acaba porque la motivación para hacer
esas cosas no es interna. Fue algún tipo de obligación externa porque el pastor se los
pidió. Cuánto mejor es sentarse y trabajar en madurar a los santos y dejarlos que ellos
desarrollen sus propios ministerios. ¡Es emocionante! Y después, usted ve lo que Dios
quiere hacer a través de las vidas de las personas y les da la libertad de expresarlo, la
libertad de hacer lo que quieren hacer conforme Dios los dirige.
Ahora, la tercera cosa en el progreso es esto: los hombres dotados equipan a los santos,
los santos hacen la obra del ministerio y la tercera cosa que sucede, el cuerpo es
edificado. Al final del versículo 12: “para la edificación del cuerpo de Cristo.” Cuando todos
cumplimos con nuestra parte, la Iglesia entera madura. El cuerpo entero madura. Cuando
ministrarnos unos a otros, cuando servimos unos a otros, cuando usamos nuestros dones
unos hacia otros, entonces el cuerpo entero crece para madurar y la voluntad de Dios es
cumplida.
Ahora eso, amados, en el progreso de la perfección. Queremos una Iglesia madura, ¿no es
cierto? ¿No queremos una Iglesia que esté en este mundo y representó a Jesucristo? Va a
venir si equipamos a los santos y si los santos hacen la obra del ministerio y entonces, el
cuerpo va a ser edificado y Cristo va a ser visible. Ese es el progreso a la perfección.
Número dos, los propósitos de la perfección, los propósitos de la perfección. Estos no son
sólo propósitos, sino resultados. Porque donde hay propósitos divinos, también habrán
resultados divinos. Lo que Dios quiere hacer, Él lo cumple. El primero, el primer resultado
propósito es el versículo 13: “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe.” La unidad
de la fe. Dios quiere a una Iglesia unida. Dios quiere una Iglesia madura, trabajando,
sirviendo, unida.
Ahora observe esto. Observe esto. Conforme todo creyente es edificado, hay una madurez
creciente. El cuerpo entero se vuelve maduro y es uno. Y usted puede tratar todo lo que
quiera por producir unidad. Usted puede luchar por crear unidad, hacer todo el esfuerzo
que pueda; y nunca va a alcanzarla mientras usted tenga inmadurez. Pablo se lo dijo a los
corintios: “ustedes son bebés. Son carnales. ¿No hay divisiones entre ustedes?” Siempre
habrá división en donde hay infancia espiritual. Siempre habrá división en donde no hay
madurez.
Entonces, cuando maduramos a los santos, viene la unidad. Los santos maduros son uno.
Es algo que rompe en nuestro corazón cuando no se lleva a cabo ese proceso de
maduración, porque entonces la Iglesia es fracturada y hay divisiones y hay grupos y está
desconectada y el testimonio para el mundo es trágico.
Se me acercó esta mañana una joven que me dijo que estaba de visita. Su corazón está
roto por las divisiones en su Iglesia. Me preguntaba qué debe hacer. Ella dijo que el pastor
ha perdido todo compromiso con la doctrina y él está enseñando a enseñar de una
manera superficial. Bueno, no hay nada que ella pueda hacer fuera de acercarse a él,
porque si no existe la enseñanza sana de la Palabra para llevar a cabo la madurez, nunca
existirá la unidad de la fe. Pero si está ahí y el cuerpo crece habrá una unidad que se
manifestará en gozo para los creyentes y testimonio para el mundo.
En segundo lugar, en este propósito, él dice: “no sólo queremos que lleguen a la unidad de
la fe por sino del conocimiento del Hijo de Dios.” Ahora, esto no es conocimiento básico.
Esta es una familiaridad experimental personal profunda con Cristo. Queremos que
realmente conozcan a Cristo. Queremos que realmente maduren al punto de que pueden
explorar las profundidades de quien Él es. Pablo oró en Filipenses 3: “a fin de conocerle.”
Él no quiso decir de manera superficial, él quiso decir de manera profunda.
Cuando los hombres dotados equipan a los santos, y los santos llevan a cabo la obra del
ministerio y el cuerpo es edificado, habrá una unidad sobrenatural y habrá una comunión
íntima experimental profunda personal con el Hijo de Dios. Es como Efesios 3:17, en
donde dice: “oro porque Cristo se establezca y se siente en casa en su vida.” Katoikeso.
Cristo se puede establecer y estar en casa en su vida; comunión íntima, profunda. Un
cuerpo aprendiendo, un cuerpo sirviendo, la madurez llevará a la unidad y va a estar
profundamente involucrado con Jesucristo.
Amados, ustedes que son maduros, ¿no reconocen cuánto más gozo es conocer a Cristo
ahora de que cuando creyeron por primera vez? ¿Cuánto más satisfactorio es haber
explorado las profundidades de todo lo que Él significa para usted? Esto es lo que Pablo
está diciendo. Los resultados: unidad y conocimiento profundo del Hijo de Dios.
Otra razón, una tercera, “a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo.” El tercer resultado de la perfección es que nos volvamos como Cristo. Cuando
maduramos, el cuerpo es edificado, somos uno, tenemos un conocimiento profundo de
Cristo, nos encontramos a nosotros mismos siendo como Él, volviéndolos como Él. De
hecho, en 2 Corintios 3:18 dice “conforme vemos Su gloria somos cambiados a Su imagen
por el Espíritu Santo.” Entonces, entre más profundo nuestro conocimiento de Cristo es,
más penetramos en quien es, mas somos transformados en Su misma imagen. Y note lo
que dice en el versículo 3: “un varón perfecto.” La meta de todo creyente, la meta del
cuerpo entero es ser maduro, llegar al crecimiento completo para que toda la Iglesia
pueda representar un Cristo lo totalmente crecido. Nos ven a nosotros y evalúan a Cristo.
Dios no está satisfecho con que la gente solo vaya a la Iglesia. Él no está satisfecho porque
sean personas decentes, respetables. Él demanda que sean hombres espirituales que han
llegado a la etapa adulta espiritual, robustos, vibrantes, fuertes, que sean la imagen de
Cristo y que la Iglesia de manera colectiva sea la estatura de la plenitud de Cristo. Usted
mida la estatura de Cristo. Usted evalúe la plenitud de Cristo y usted sabrá lo que Dios
quiere que Su Iglesia sea. Nada menos que eso. Nosotros debemos ser tan perfectos como
Cristo. Ése es el deseo de Dios. Esa es nuestra meta.
Ahora, hay un cuarto resultado cuando el progreso es seguido. Versículo 14: “para que ya
no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por
estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.”
Lo que él quiere ver en nosotros como resultado de la perfección es unidad experimental,
una comunión profunda permanente con Cristo, semejanza a Cristo y observe esto, el
conocimiento de la sana doctrina. Cuando la Iglesia es madurada, entonces no estarán
siendo arrastrados por doctrina falsa.
Observe el versículo 14. ¿Quiénes son los que realmente son llevados por doquiera de
todo viento de doctrina? Los niños. Los niños. Son ingenuos, no disciernen. Me acuerdo en
una ocasión estaba predicando acerca de este tema, y dije, me acuerdo cuando Matt era
un pequeño niño y él estaba ahí arrastrándose en el piso. Él estaba gateando. No
discernía. No sabía lo que era bueno para él y lo que era malo. Digo, simplemente se metía
cosas en la boca y algodón en su boca y se metía clips y se metía alfileres y tachuelas;
cualquier cosa que pudiera encontrar. Él no conocía la diferencia. Alguien se me acercó al
final y dijo: ‘hombre, tu esposa debe ser una muy buena ama de casa.’ Entonces, ya no
uso esa ilustración. Mi esposa es una buena ama de casa. Estábamos visitando a unos
amigos.
Los niños no hacen ninguna distinción. No distinguen. Usted le pregunta a un niño qué
quiere para cenar y si le da lo que quisiera, lo mataría en unos cuantos años. Cacahuates,
helado, dulces, etcétera. Lo que usted tiene que hacer es asegurarse de que coma
espinaca. Como puede ver, no puede entender, no puede discernir. Él es llevado por
doquiera por todo viento de doctrina. Por estratagema de hombres que para engañar
emplean con astucia las artimañas del error.
Nuestro Señor quiere que estemos nutridos en las palabras de sana doctrina. Eso es parte
de esto. Cuando la Palabra permanece en usted, usted es equipado. Usted es como 1 Juan
2:14 dice: “sois fuertes porque la Palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido
al maligno.” Y muchos cristianos son arrastrados por la falsa doctrina porque son bebés,
porque son infantes.
Satanás es inteligente. Observe la palabra estratagema. La estratagema de hombres,
kubeia, literalmente significa jugar a los dados, trucos humanos, engañadores que atrapan
a la gente. Eso significa un engaño de trucos. Ellos esperan engañar. ¿Sabe qué es eso?
Eso es tramar un engaño. Esa es una definición hermosa de las sectas, hermosa. Walter
Martin dice ¿no es asombroso que alguien que ha estudiado 90 días con los testigos de
Jehová pueda desarticular al cristiano promedio en 30 minutos? Los cristianos deben ser
fuertes para estar seguros de que están a salvo de la inestabilidad y la ingenuidad y la
única manera en la que usted los va a proteger de la sana doctrina es dándoles la doctrina
verdadera para que sepan quiénes son.
Entonces, el propósito de nuestro Señor aquí es tener un cuerpo de creyentes que conoce
la Palabra, que permanece firme, que no es llevado por el viento de todos los vientos
falsos y le digo que realmente están soplando vientos.
Finalmente, llegamos al último, el clímax, y el propósito: evangelismo. Un cuerpo
edificado, unido, semejante a Cristo, fuerte, maduro va a vivir la verdad en amor ante el
mundo con un profundo efecto evangelístico. Observe el versículo 15: “sino hablando la
verdad en amor.” Deténgase ahí. Amados, uno de los propósitos de la madurez es que
hablemos la verdad en amor. La gente dice: “bueno, tú sabes, el tipo de iglesia del que
estás hablando es el tipo que no sale y gana almas.” No creo eso ni por un minuto. Yo creo
que gente madura va a ministrar y evangelizar. Yo creo que esa es la consecuencia de su
madurez. Lo creo.
Yo creo que la gente que es edificada en la fe, va a estar mejor capacitada para comunicar
el Evangelio. Va a tener un motivo más fuerte para hacer eso. Van a tomar el ministerio
que le pertenece a ellos. Le digo algo: cristianos inmaduros que están peleando, que están
involucrados en divisiones no presentan una plataforma de credibilidad para el
evangelismo. ¿O sí?
Bunion dijo “cuando todos sus atuendos sean blancos, el mundo entonces los considerará
de Él.” Hind dijo “muéstreme una vida redimida y quizás crea en Su redentor.” Y lo que él
está diciendo aquí es que podemos hablar la verdad en amor. Cuando somos maduros, la
verdad va a salir en amor. Debemos hablar en amor. Me gusta el hecho de que debemos
hablar la verdad en amor, ¿a usted no le gusta? Amorosamente.
Hay dos grandes enemigos de un evangelismo exitoso. Dos grandes enemigos del
evangelismo: número uno, no hablar la Verdad. Ése es un gran enemigo al evangelismo,
dejar la verdad. El segundo es indiferencia hacia la gente, una indiferencia fría hacia la
gente en donde a usted no le importa.
Entonces, él dice “los santos maduros hablarán la Verdad y se van a preocupar.” Lo van a
hacer en amor. Eso es evangelismo y ése es el resultado de una Iglesia creciente. Observe
Hechos 2 en su mente. ¿Recuerda el pasaje? La Iglesia nació ahí. Tres mil personas
entraron a la Iglesia el primer día. Se reunieron para orar, para tener comunión,
partimiento del pan, comunión y la doctrina de los apóstoles. Iban de casa en casa y de
casa en casa rompiendo pan y compartiendo y enseñando. No dice que llevaron a cabo
ningún tipo de evangelismo. Simplemente, estaban creciendo y creciendo; y dice: “el
Señor añadía a la Iglesia cada día.” Y usted avanza más adelante en el libro de los Hechos y
ellos estaban exhortando y estaban enseñando la Palabra y el Señor multiplicaba la Iglesia.
El evangelismo es un resultado de la madurez. Entonces, es muy importante seguir el
patrón de Dios para hacerlo a la manera de Dios.
Ahora, vemos la progresión para la Iglesia. Obsérvela. Los hombres dotados equipan a los
santos, los santos llevan a cabo la obra del ministerio, el cuerpo es edificado, los
resultados de un cuerpo que ha madurado son: unidad, comunión profunda con Cristo,
semejanza a Cristo, el conocimiento de sana doctrina y un evangelismo dinámico,
amoroso que se preocupa por el mundo.
Ahora, para concluir, Pablo presenta verdades que hacen que todo esto sea cerrado, el
poder de la perfección, el poder. Versículo 15, “crezcamos en todo en Aquel que es la
cabeza,” esto es Cristo, “de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por
todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
Esto significa resumen lo siguiente: en últimas, es Cristo el que es la cabeza de quien todo
el cuerpo funciona. El poder para todo esto no es nuestro, sino ¿de quién? Cristo. Todas
las partes se unen debido a Su poder. Toda operación eficaz de cada parte se debe a Su
poder. El incremento del cuerpo es debido a Su poder, la edificación del cuerpo en amor
debido a Su poder. ¿De quién? ¿A quien se refiere ese quién? Versículo 15: Cristo.
El énfasis ha estado nosotros, concentrándose en nuestro esfuerzo, nuestro servicio,
nuestra tarea, nuestra responsabilidad; pero aquí él regresa al verdadero punto, a la
verdadera fuente, Cristo. Si vamos a edificar la iglesia con Cristo de la manera en la que Él
lo está haciendo para que Él sea honrado, las Escrituras sean cumplidas y créanme,
conoceremos la plenitud y el fruto como Dios diseñó que fuera para la Iglesia. Oremos.
Estamos agradecidos, Padre, por esta palabra clara en esta noche. Hablamos con valentía
porque este es un texto valiente. No es opinión humana. Yo no daría mi opinión, Padre,
sino sólo Tu Palabra. No queremos ser no amorosos hacia aquellos que no conocen esta
verdad, aunque queremos exhortarlos y aquellos que la conocen, pero la desobedecen,
queremos amonestarnos como hermanos.
Dios, amamos a Tu Iglesia. Amamos lo que Jesús ama. Él amó la Iglesia lo suficiente como
para derramar Su sangre por ella. La amamos. Queremos que sea todo lo que Tú quieres
que sea. Nuestros corazones están quebrantados y entristecidos porque está tan lejos de
la meta de la perfección. Y entonces, nos preocupa.
Padre, sabemos que no podemos hacer todo; pero podemos hacer todo lo que tenemos
fortaleza de hacer en Tu poder, para hacer de esta asamblea local todo lo que Tú quieres
que sea. Guárdanos del maligno. Mantennos humildes. Nunca nos dejes caer en una
actitud de jactancia como si conociéramos todo; sino que en nuestra humildad que
tengamos la confianza de que ésta es la verdad. Y que hablemos con valentía a aquellos
que necesitan conocer. Padre, que todo querido santo, todo hijo Tuyo que ha sido lavado
en sangre acepte la responsabilidad del ministerio que Tú has dado.
Dios, ayúdame y a todos los demás que enseñan y guían, a todos los ancianos y líderes de
esta Iglesia. Dios, ayuda a cada uno de ellos a ser fiel a este alto llamado de equipar a los
santos. Que discipulemos hombres que a su vez puedan reproducirse. Ayúdanos a ser
también reproductores. Te damos gracias porque todo esto es debido al Cristo glorioso,
porque el poder es Suyo y no hablaríamos nada que Él no ha hecho. En Su Nombre
bendito, amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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El Cuerpo de Cristo
Escrituras: 1 Corintios 12:12–27

Código: 1309
John MacArthur
Por favor, abra su Biblia en 1 Corintios 12. El título de nuestro mensaje de esta noche es el
Cuerpo de Cristo.
En los últimos años, mucho se ha hablado sobre este tema en particular. Y en el marco del
cristianismo hoy en día, existe una rebelión contra las denominaciones y contra la iglesia
organizada. Y también un énfasis extremo en el cuerpo de Cristo con un formato no
estructural. Ninguna organización de ningún tipo, para nada.
Y, por supuesto, creo que eso ha ido demasiado lejos, ya que en el Nuevo Testamento las
estructuras organizativas estaban muy claramente determinadas. Obviamente, había
ancianos, presbíteros y obispos. Por supuesto, todos eran lo mismo; significa pastores. No
es una jerarquía. También había diáconos que ministraban. Había ancianos ordenados en
cada ciudad. Había quienes tenían a su cargo el cuidado del rebaño. Había un grado de
organización determinado, que era necesario para asegurar que cada rebaño en particular
tuviera un pastor y tuviera a quien le ministrara. Existía un mínimo de organización.
Y últimamente, se ha contendido mucho la idea del cuerpo de Cristo. Y decididamente, lo
más triste de toda la discusión, es la ignorancia del tema por parte de la mayoría de la
gente. Cuando es, de hecho, tal vez el tema más importante para comprender las
relaciones cristianas. No sabemos realmente dónde pertenecemos o quiénes somos sin
entender el concepto del cuerpo de Cristo.
Y cuando lo entendemos, no sólo comprendemos nuestra obligación para con Dios y la
relación con Él a través de Cristo, sino también nuestra obligación y relación con todos los
demás creyentes en el mundo. Y que nuestros ministerios deben estar juntos; por lo cual
es muy, muy estratégico que adquiramos el concepto del cuerpo de Cristo.
En la actualidad, existen tantas organizaciones y estructuras, que es cierto que la
verdadera iglesia a menudo se pierde en la nebulosa. Y muchas de las principales
denominaciones no son más que grandes grupos de personas que quieren reunirse
alrededor de un algo distinto que Jesucristo. Lamentablemente, ese es el caso. Y
simplemente existen como una estructura organizativa sin vida. Sin ningún tipo de función
apropiada en relación a Jesucristo.
Y en muchos casos, están aisladas. ¿Qué es la iglesia? ¿Qué somos nosotros, el cuerpo de
Cristo? ¿Qué significa eso? Bueno, antes de mirar específicamente al cuerpo de Cristo,
quiero que veamos exactamente qué somos como iglesia, mirando varias metáforas dadas
en el Nuevo Testamento.
Algunas de estas metáforas provienen del Antiguo Testamento. Tres son muy dominantes;
si están tomando notas, querrán anotarlas. Tres metáforas muy dominantes que el Nuevo
Testamento usa para describir a la iglesia, que también son metáforas del Antiguo
Testamento para describir a Israel son: la novia, la viña y el rebaño.
Cada una de estas metáforas era una designación del Antiguo Testamento de Israel. Israel
era la novia de Dios, la viña de Dios y el rebaño de Dios. Todas ellas se repiten en el Nuevo
Testamento. Nosotros somos la novia de Cristo, somos las ramas de la cual Él es la vid; y
también somos Su rebaño, del cual Él, es el Pastor.
En el Antiguo Testamento, Oseas nos dice que Dios contempló a Israel en su juventud.
Dios tomó a Israel para Sí mismo. Dios hizo un pacto matrimonial con Israel.
Espiritualmente, Israel se convirtió en el pueblo que era la novia de Dios. Y desde ese
momento, Dios tuvo que lidiar con la infidelidad continua de Israel, los continuos actos de
adulterio espiritual de Israel que incesantemente fue tras otros dioses.
E Israel, dice Oseas, era verdaderamente una mujer infiel. También en el Nuevo
Testamento, la iglesia es vista como una vid; tal como se nos ve como una novia. Y en el
Antiguo Testamento, la vid o la viña, representaba a Israel. Dios dijo que fue y plantó un
viñedo. Él dijo que lo plantó en una colina fértil. Y ésta era una imagen de Dios sacando a
Israel de Egipto y situándolos en Canaán. Dios dijo: “los removí y planté esta viña en esta
ladera muy fértil.” Allí echó raíces y llenó la tierra.
Y entonces, Dios construyó una torre de vigilancia; y desde allí custodiaba la viña. Y
también erigió un lagar para preparar la vendimia. Y Él miró Su viña, nos dice Isaías; y
quería que Su viña produjera juicio. Pero la viña dio uvas silvestres de iniquidad, vileza,
clamor y pecado.
Entonces, Isaías 51 nos dice que Dios devastó Su viña. Y lo hizo. La tercera metáfora del
Antiguo Testamento que Dios usó comparó a Israel con un rebaño; y Él era el pastor de
Israel. Él llevó a José como a un rebaño, dice la Biblia. Tal como Él los había redimido de
Egipto, dice Isaías, los llevó y los cargó, como si llevara un cordero.
Así que después de la cautividad de Babilonia, Isaías dice otra vez, Él reunió a los corderos
en sus brazos y llevó suavemente a las recién paridas. Y Dios tiene una relación con Israel
que es la de un pastor con su rebaño. Vemos las tres imágenes que Dios usó para
determinar Su relación con Israel en el Antiguo Testamento.
Cada una de estas imágenes muestra la relación de Dios con Israel. Y enfatiza, noten esto,
que el trato de Dios con Su pueblo era directo. Era directo y era un ministerio de salvación
soberano, así como también un ministerio de protección. Por lo tanto, en el Antiguo
Testamento, Dios escogió a Israel como Su novia. Él plantó a Israel como Su viña. Él guió a
Israel como Su rebaño.
Cuando llegamos al Nuevo Testamento, Jesús audazmente aplica estas mismas metáforas
a la iglesia. Él enfatiza aún más la relación personal. Permítanme ilustrarlo. En primer
lugar, la metáfora del Antiguo Testamento del matrimonio. Jesús la aplica a nosotros
diciendo que Él es el novio y nosotros somos ¿qué? La novia. Él dice: “Yo soy el novio”. y
recuerden que en los Evangelios, cuando el esposo se presentaba, el ayuno era
innecesario. Continuemos con los festejos, el esposo está aquí.
Pablo describe esta metáfora con más detalle con referencia al amoroso sacrificio de
Cristo por la iglesia. Habla también sobre el liderazgo de Cristo en la iglesia; Su propósito
final para la iglesia. Cristo ha tomado a la iglesia como una novia -y este es el libro de
Efesios- “a fin de presentársela a Sí mismo una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” En otras palabras, nos junta
como a una virgen casta y pura.
Y así nosotros, como iglesia, nos relacionamos con Cristo como una novia con el novio. De
hecho, al final de Apocalipsis cuando vayamos a estar con Jesucristo en la gloria, la Biblia
dice que tendremos una cena. ¿Qué tipo de cena es? Es una cena de bodas.
No sólo eso, en 2 Corintios capítulo 5, dice que: “Dios nos ha dado las arras del Espíritu.” Y
la palabra griega arras significa literalmente anillo de compromiso. Y la razón por la que
sabemos que vamos a estar casados con Jesucristo es porque tenemos un anillo de
compromiso que es el Espíritu Santo. La metáfora del matrimonio está a lo largo de toda
la escritura de Pablo en particular; y culmina con la visión de Juan de la gran cena de
bodas del cordero en la nueva Jerusalén al final del libro de Apocalipsis.
Por lo tanto, Jesús utiliza la metáfora del matrimonio para describir a la iglesia. Jesús
también tomó la imagen de la viña en la parábola del esposo malvado en Marcos 12. Y allí
se refiere a Israel, y también la extendió, porque en Juan capítulo 15 dice: “Yo soy la vid,
vosotros los pámpanos”. Allí se utiliza la misma metáfora. La iglesia son los pámpanos que
dependen de la vid. Debemos permanecer en Él y tenemos que estar sujetos a la
purificación del viñador. Nosotros somos las ramas y Él es la vid.
Y así, Jesús usó la metáfora de la vid. Pero no se detuvo ahí, también utilizó la metáfora
del pastor. Juan 10, somos un rebaño. “Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y ellas me
siguen.” Y Jesús es el buen pastor. Él va al desierto para salvar a tan solo una de Sus ovejas
perdidas. Él da Su vida por las ovejas. Él conduce a las ovejas a buenos pastos. Las protege
de los lobos. Esta metáfora se expande a lo largo de todo el Nuevo Testamento.
Estas son las tres metáforas básicas del Antiguo Testamento que Jesús aplicó para la
iglesia. Estas son las principales. Hay otras cuatro. Estas son las principales que se
encuentran en el Antiguo Testamento. Hay otras cuatro a las que se alude en el Antiguo
Testamento que Cristo también utiliza o que el Nuevo Testamento aplica a la iglesia.
Son las siguientes: el pueblo de Dios también es un reino. Y un reino es un dominio donde
alguien es soberano. Y nosotros, amados hijos, hermanos, hijos de Dios, hermanos de
Cristo, estamos bajo el dominio del gobierno de Dios y de Cristo. En estos momentos,
estamos literalmente en Su reino espiritual en el sentido que Él nos rige. Somos un reino.
Por ejemplo, Pablo dice en Colosenses 1:13: “El cual nos ha librado de la potestad de las
tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo”. Así es, Su querido hijo. Y Cristo ejerce Su
dominio sobre nosotros por medio del Espíritu Santo. Si usted lee cuidadosamente, entre
líneas, eso es lo que se está diciendo. Esto es lo que dice Romanos 14:17: “Porque el reino
de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.”
Somos literalmente un reino. Hay otra metáfora con la que se nos designa en el Nuevo
Testamento: también somos un hogar o una familia. Somos hijos de Dios y hermanos de
Cristo. Somos coherederos de acuerdo a Romanos capítulo 8. Hermanos, de acuerdo a
Hebreos capítulo 2.
Dios nos ha hecho nacer de nuevo en Su familia. Él nos ha adoptado. Él ha enviado Su
Espíritu Santo a nuestros corazones por el cual le llamamos Abba, Padre… que en griego
significa papá, una expresión de cariño o cercanía. Y no debemos tener ningún
pensamiento ansioso acerca del mañana, porque sabemos que nuestro Padre conoce
nuestras necesidades antes de que siquiera pensemos en ellas. Hemos de ocuparnos del
reino de Dios y todas las demás cosas nos serán añadidas.
En tercer lugar, no sólo somos un reino y un hogar o una familia, somos también un
edificio. La iglesia es un edificio. Un edificio no hecho con manos, por cierto, pero sin
embargo una construcción. ¿Quién es nuestro sostén? Pablo dijo: “Porque nadie puede
poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.”
Y somos construidos sobre esa base. Los Apóstoles fueron los primeros en la base; y de allí
en adelante seguimos nosotros. Somos un edificio de Dios. A continuación, en cuarto
lugar, somos un cuerpo, el cuerpo de Cristo. Y esta metáfora en particular, no tiene ningún
equivalente en el Antiguo Testamento. Ninguno. Las tres primeras tienen una importante
equivalencia en el Antiguo Testamento. A las tres siguientes, se las alude de un modo no
tan significativo en el Antiguo Testamento. De ésta, no se hace alusión en el Antiguo
Testamento en absoluto. El concepto ni siquiera existe en el Antiguo Testamento.
Usted preguntará eso qué importa. Ésta es nuestra posición única en Cristo. Somos el
cuerpo de Cristo. Esto es único. No tiene ningún equivalente en el Antiguo Testamento. Es
nuestra única identidad. Somos el cuerpo de Cristo. No somos un edificio. Estos edificios
donde estamos ahora son totalmente irrelevantes. Contamos con ellos porque tenemos
que venir y sentarnos en algún lugar para escuchar la Palabra de Dios. La iglesia no es un
edificio físico. Somos un edificio espiritual, como hemos dicho, no físico. Esta no es la
iglesia, usted es la iglesia. Yo soy la iglesia. No somos una organización. Somos una
koinonia. Somos una comunión. Somos una comunión de un cuerpo, el cuerpo de Cristo.
Ahora bien, esta metáfora única va a formar la base para nuestro estudio esta noche. Y
por cierto, por muchas semanas por venir, a medida que estudiemos el libro de Efesios
versículo a versículo- el cual nos cuenta la doctrina del Cuerpo de Cristo.
Antes de que vayamos a Efesios, notemos 1 Corintios 12. Quiero que vean tres cosas sobre
el cuerpo; y le explicaremos lo que el cuerpo de Cristo significa. Esto es estratégico y
quiero ponga mucha atención.
Tres cosas que quiero que observen. Tres cosas que caracterizan al cuerpo y que están
completamente detalladas en el capítulo 12. Número uno, la unidad; número dos, la
diversidad; número tres, la armonía. Unidad, diversidad, armonía.
Son cosas claves para que usted entienda. Parte del motivo por el que iglesia está tan
deteriorada es porque las personas no están funcionando como el cuerpo. Palabras
estratégicas. En primer lugar, miremos a la unidad. La primera característica dominante de
un cuerpo es su unidad.
1 Corintios 12:12: “Porque así como el cuerpo es uno,” -y aquí se está hablando de un
cuerpo físico- “y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo
muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.” Aquí Pablo menciona al cuerpo físico; y
dice a la gente que ellos deben saber que un cuerpo físico debe ser uno. No se puede
tomar un cuerpo físico y poner un brazo aquí y una pierna allá, un par de metros más allá
una cabeza y un corazón; y luego decirle al cuerpo que haga algo.
No se le puede decir a los miembros desconectados: únanse y funcionen. Un cuerpo es
una unidad; o no existe. Debe ser uno. Pablo dice: “El cuerpo es uno y tiene muchos
miembros”. El cuerpo físico. No se puede cortar. Si lo hace, morirá. La esencia de un
cuerpo es la unidad. Somos uno. “Así también Cristo.” Somos un cuerpo. Cristo es la
cabeza. Nosotros somos el cuerpo, todos los miembros. Somos uno.
Si nos separamos, estamos muertos. No podemos separarnos. Funcionamos como una
unidad o no funcionamos. Somos uno; y Cristo es la cabeza del cuerpo de la cual proviene
toda la instrucción, todo el poder cerebral, toda la energía y todos los recursos para hacer
que cada parte del cuerpo funcione. La cabeza es la vida. Usted puede cortar la mano y el
brazo; y la cabeza mantendrá la vida. Y usted puede cortar partes del cuerpo y la vida
continúa ahí.
Pero si le corta la cabeza, la vida se acaba. Y lo mismo es cierto en el cuerpo de Cristo. Una
analogía perfecta. Cristo, nuestra cabeza, es la fuente de nuestra vida. Efesios 5:23, Pablo
dice: “Cristo es cabeza de la iglesia”. En Colosenses 1:18 dijo: “Y Él es la cabeza del cuerpo
que es la iglesia”. Cristo es la cabeza.
Algunas personas piensan que son la cabeza. Piensan que son la cabeza de la iglesia.
Conozco a un hombre que tiene ese título. Él no es el cabeza de la iglesia. Jesucristo es
cabeza de la iglesia. Todos los creyentes son uno en Él, un solo cuerpo, una unidad.
Recibimos todos los recursos, todas nuestras fuerzas, toda nuestra sabiduría y nuestras
instrucciones de la misma cabeza.
Noten el versículo 13. Así es como uno pasa a formar parte del cuerpo. Cómo comienza el
cuerpo, la unidad del cuerpo, versículo 13: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos
bautizados en un cuerpo”. Noten cuántas veces se usa la palabra uno. Versículo 12, dos
veces. Verso 13, tres veces.
¿No cree que él quería enfatizar la unidad en esta lista? “Porque por un solo Espíritu
fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a
todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.” Somos uno. Y la salvación es el punto
inicial de nuestra unidad. Todos llegamos al cuerpo por el mismo Espíritu.
Todos llegamos de la misma manera. ¿Cuál? Jesucristo, una puerta, Jesucristo. Estamos en
un solo cuerpo, porque todos fuimos bautizados por un solo Espíritu en un mismo
cuerpo… y ahora tenemos a ese mismo Espíritu morando en nosotros. Versículo 13: “Por
un solo Espíritu, fuimos todos bautizados en un cuerpo.”
¿Qué dice la gente que es el bautismo del Espíritu Santo? En este versículo, está
claramente definido. Es el Espíritu Santo de Dios colocando al creyente en el cuerpo de
Cristo. Eso es exactamente lo que dice ahí. “Por un solo Espíritu fuimos todos bautizados
en un cuerpo”. Usted entró en el cuerpo de Cristo en el momento de la salvación al ser
colocado allí por la energía del Espíritu. Desde el momento en que usted recibió a
Jesucristo, usted formó parte de ese único cuerpo; y fue puesto allí por ese mismo
Espíritu.
No sólo se le colocó en ese lugar; el versículo 13 dice que también tiene el mismo Espíritu
que mora en nosotros. A todos se nos dado a beber de un mismo Espíritu. ¿Se da cuenta
que está haciendo hincapié en nuestra unidad? Es el punto. Está haciendo hincapié en
nuestra unidad. Hemos nacido del Espíritu, ¿no es cierto? Nosotros ponemos la fe en
Jesucristo. Hemos nacido del Espíritu. Por el mismo Espíritu colocados en el cuerpo de
Cristo.
Al ser colocados en el cuerpo de Cristo, se nos dio el mismo Espíritu. El Espíritu nos ha
redimido por la fe en Cristo; el Espíritu hace realmente el trabajo de regeneración. El
Espíritu nos regenera, nos coloca en el cuerpo de Cristo, viene a morar en nosotros. Usted
se pregunta si en todos los cristianos vive el Espíritu Santo. Delo por seguro. Romanos 8:9
dice: “Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él.” No existe el creyente que no
tenga el Espíritu Santo. No existe tal cosa.
“Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él.” Inviértalo. Si usted le pertenece a Él,
usted tiene el Espíritu Santo. Recibe el Espíritu Santo… primero que nada, Él lo ha
regenerado, colocado en el cuerpo; entonces usted Le recibió, bebió de Él, Él vino dentro
suyo. Ahora, ¿ve que nuestra unidad está sujeta en el Espíritu? Por eso Pablo dice en
Efesios 4:3 que tenemos “la unidad del Espíritu.” Debido a que es el mismo Espíritu que
nos regenera, nos bautiza en el cuerpo y mora en nosotros. Nuestra unidad entonces no
se basa en una base de denominación artificial. No se basa en el hecho de que sólo somos
todos creyentes en Cristo, se basa en el hecho de que hemos sido identificados por el
trabajo de un solo Espíritu.
Ese es el punto de nuestra unidad. Tenemos un solo Espíritu. Él es el mismo tanto en mí
como en usted. Mismo espíritu. Llegué a Jesucristo, creí en Él, fui regenerado por el
mismo Espíritu y de la misma manera, colocado en el mismo cuerpo por el mismo Espíritu
de la misma manera, habitado por el mismo Espíritu de la misma manera, que usted. Y por
lo tanto, nuestra unidad está en el Espíritu. Es por eso que cuando un creyente opera en la
carne, opera de manera contraria al buen funcionamiento del cuerpo, porque el cuerpo
debe funcionar en la unidad del Espíritu.
No hay otra manera de entrar en el cuerpo de Cristo, sino siendo bautizado en el cuerpo
por el Espíritu. Y sólo hay una manera de ser bautizado en el cuerpo por el Espíritu; y es
siendo redimido por Jesucristo. Todos venimos de una manera por medio de un Salvador,
por medio de un solo Espíritu, por solo una salvación; y así comienza nuestra unidad. En el
cuerpo de Cristo, todos llegamos a través de la sangre de Jesucristo por el Espíritu de Dios.
Así comenzamos con la unidad esencial. ¿No es interesante cómo una vez que todos
hemos conseguido esa unidad y estamos en el cuerpo, nos dispersamos? Todos vinimos
de la misma manera, experimentamos el mismo Espíritu, tenemos el mismo Espíritu que
reside en nosotros y nos diseminamos. Y entonces pasamos todo nuestro ministerio
tratando de poner el cuerpo junto nuevamente para darnos cuenta de nuestra unidad.
Somos uno solo. No existen cosas tales como los súper santos. No los hay.
Un pastor dijo: “La iglesia es tan fría y el cuerpo está tan muerto que cuando alguien llega
con una temperatura de 37 grados centígrados… creemos que está enfermo. Creemos que
tiene fiebre; pero es normal.” Tranquilícenlo, está frenético.
Estar totalmente comprometidos con Jesucristo y totalmente absortos en el ministerio del
Espíritu no es ser maravilloso, es ser normal.
Usted vino por un Espíritu a un cuerpo, al igual que el resto del mundo. Ese es el punto de
nuestra unidad. No hay nadie que se pueda poner de pie en el cuerpo de Cristo y decir:
“Yo llegué aquí de este modo. Tu, quédate ahí abajo”. No, vinimos de la misma manera. Y
fue por gracia. No fue por obras. Si fuera por obras, todos nos estaríamos jactando, ¿no es
así? Todos somos trofeos de la gracia, traídos al cuerpo de la misma manera. No tenemos
nada en que gloriarnos, nada de qué presumir, nada para ponernos de pie y decir: “Yo voy
a enseñorearme de ti”. y la dicotomía entre los laicos y el clero no es bíblica. Yo no estoy
por encima de usted, excepto que esta plataforma tiene, quizás, 1 metro de altura.
Es la única prominencia que tengo sobre usted. Y si le molesta, predicaré desde ahí abajo.
Yo no soy alguien que está por encima de usted; y usted no es alguien por encima de otra
persona; y que está por debajo de otra persona. Somos uno. Entiéndalo. No hay jerarquía
en el Nuevo Testamento. Hay diferentes dones, pero no jerarquía. Si quiere un
organigrama del cristianismo, tiene a Cristo en la cabeza y luego, desde ahí, es un gran
círculo. Eso es todo.
Todos llegamos al cuerpo de la misma manera. Todos somos trofeos de la gracia de Dios.
No hay jerarquía. Todos somos uno. Recuérdelo. Hace unos minutos, presentamos
metáforas. Metáforas de la iglesia. ¿Ha notado cómo cada uno de ellas, sin excepción,
enfatiza la unidad?
Mire esto. Somos una esposa con un marido. Somos un solo rebaño con un Pastor. Somos
un grupo de ramas de una vid. Somos un reino con un rey. Somos una familia con un solo
Padre. Somos un edificio con un cimiento. Somos un solo cuerpo con una sola cabeza,
Jesucristo. Somos uno. La Biblia no distingue ramas gruesas y ramas flacas; u ovejas cojas y
ovejas extraordinarias.
El mensaje del cuerpo de Cristo es el mensaje de unidad. Somos uno. Somos uno en
Cristo. No hay lugar para la jerarquía. No hay lugar para la clase alta, la clase baja. Y le diré
algo más, no existe tal cosa como un creyente aislado. No hay ningún creyente que sea
parte del cuerpo que esté sentado aquí solo. Usted está en el cuerpo. Es parte de él tanto
como yo o cualquier otra persona.
No hay cosas tales como la clase superior y la clase inferior de cristianos. Y no hay ninguno
que esté fuera del cuerpo. Ustedes están todos en el cuerpo. Sólo para enfatizar su
unidad, permítame leer el catálogo de la misma. Lo estudiaremos en las próximas
semanas. Efesios 4:4: “un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una
misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de
todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.” Un, un, una, un, una, un, un ¿lo ve?
Y me gusta esto; 1 Corintios, capítulo 1, sólo para ilustrar esto. Saben lo que pasó en el
cuerpo de Cristo en Corinto; se dividieron y preguntaban: “¿Con quién estás?” Algunos
decían que estaban con Apolos; otros con Pablo; otros con Cefas…
Bueno, escuchen, yo sigo a Cristo. Siempre hay alguien así en la multitud. Así estaban en 1
Corintios 1:12: “Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de
Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.”
Luego, versículo 13: “¿Acaso está dividido Cristo?” ¿No ven qué tipo de sandez es ésa?
¿Por qué están dividiendo al cuerpo? Ustedes no son seguidores de éste o aquel. ¿Está
dividido Cristo? Capítulo 3, versículo 21. “Así que, ninguno se gloríe en los hombres.” Uno
no va por ahí diciendo le sigo a él o a este otro. No se gloría en eso. “Porque todo es
vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo
presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.”
Acaben con esta división y regresen a la unidad. Una poderosa sección en el capítulo 3. Él
dice que todo lo que uno se pueda imaginar, las cosas por venir, la muerte, la vida, todo…
es todo tuyo, eres uno. Usted es uno con Cristo y Cristo con Dios.
Pablo hace hincapié en nuestra unidad. La iglesia es un pueblo, una asamblea de
redimidos que debe su existencia incomparable, su vida en común, al hecho de que fueron
colocados por un Espíritu en un solo cuerpo en donde mora el mismo Espíritu. No somos
creyentes aislados. Somos uno. ¿Sabía usted que su vida nunca termina? Simplemente
empieza donde empieza la mía, y todo el cuerpo de Cristo sigue delante de esa manera.
No hay separación. Es una cadena sin fin.
Hemos sido llamados a la comunión con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor. Todos
formamos parte de Su cuerpo. Usted se preguntará qué nos trajo aquí. Somos los
escogidos por Dios. Somos la ekklesia de Dios. Aquellos a quien Dios elige. Llamados a
apartarnos del mundo para existir como una entidad separada. Su cuerpo, con Él a la
cabeza; y debemos llevar una vida digna de Su llamado.
Para que podamos llegar a ser en carácter y conducta lo que somos en estatus, escogidos,
santos. Separarnos para Él, Su cuerpo. Entonces, la iglesia es, pues, el pueblo de Dios.
Escogidos y separados para existir para Él. Uno en santidad, uno en misión. Todos
tenemos la misma misión. Uno en sufrimiento y uno en gloria; somos uno.
Efesios 2:12, escuchen esto: “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el
mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis
sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque Él es nuestra paz, que de ambos
pueblos hizo uno” - que es judío y gentil- “derribando la pared intermedia de separación,
aboliendo en Su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz y
mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo.”
Y luego continúa diciendo: “Porque por medio de Él los unos y los otros tenemos entrada
por un mismo Espíritu al Padre.” Somos uno. Gálatas 3:28: “Ya no hay judío ni griego; no
hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo
Jesús”. Ninguna de esas distinciones existe en la iglesia en términos de nuestra posición en
la bendición de Cristo. Somos este hombre nuevo. Un hombre nuevo, un cuerpo nuevo, el
cuerpo de Cristo, algo nuevo. Antes no existía.
Y Cristo ha abolido todas las barreras que nos hacen uno. Ha suprimido las barreras de
nacionalidad, las barreras de raza, las barreras de clase, las barreras de sexo; cada barrera
ha sido abolida para formar a un hombre nuevo. Eso es algo glorioso, somos uno. No
importa quién eres, si amamos a Jesucristo, somos uno. Algunas personas no pueden
entender esto. Piensan que existen cristianos aquí arriba y luego aquellos de clase baja.
Eso no es así.
Así que los días de la discriminación se han acabado. La iglesia que Cristo ha creado
encabezada por Cristo no tolera las diferencias, en absoluto. Ninguna. Hay algunos lugares
en los que no se puede predicar este mensaje sin ser enviado a la cárcel.
El apóstol Pablo nos repite el mensaje nuevamente en Romanos 10:12–13. “Porque no
hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con
todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será
salvo.” Todas las barreras desaparecen. No hay barreras en Jesucristo. Somos un nuevo
hombre.
Y como resultado, todos los cristianos, ya sean judíos o gentiles, hombres o mujeres,
esclavos u hombres libres, analfabetos, salvajes o griegos educados, sea cual fuere el caso,
somos todos conciudadanos. Pablo nos llama cuatro cosas usando palabras griegas. Nos
llama conciudadanos, coherederos, miembros, copartícipes. Uno, una unidad.
En todas las metáforas, se hace hincapié en la unidad. Es mi oración por esta iglesia que
por lo menos esta parte del cuerpo de Cristo pueda sentir nuestra unidad. Necesito sufrir
cuando usted sufre. Y usted tiene que estar dolido cuando yo estoy dolido. Y tengo que
ser sensible a sus necesidades; y usted tiene que ser sensible a las mías. Y yo tengo que
darle amor cuando necesita amor; y necesito que usted me lo de cuando yo lo necesite. Y
exhortarlo cuando usted necesita que lo exhorten; y que me exhorten cuando yo lo
necesito. Y cuando necesite reprimenda, reprenderlo; y cuando necesito reprensión, que
me reprenda a mí. Eso va para todos, excepto mi esposa.
No quiero que se entusiasme. Ella ya lo hace. Usted y yo tenemos que funcionar en
conjunto, ser sensibles el uno por el otro. Usted no quiere aislarse como cristiano; quiere
entrar en la corriente de la vida del cuerpo. Muchos cristianos hoy, vienen a la iglesia el
domingo por la mañana, se sientan y piensan que Dios se siente bendecido por su
presencia aquí.
Y no tienen el concepto de operar en la corriente de la vida del cuerpo; por lo que
funcionan como miembros incapacitados y mutilan al cuerpo de Cristo. Y el resto de
nosotros andamos cojeando, tratando de compensar sus incapacidades. Se debe estar en
la corriente principal de la vida del cuerpo. Usted debe ser sensible a mí y yo tengo que
ser sensible a usted. Somos uno.
Esto es lo que quería Jesús. Desesperadamente. Juan capítulo 17 -un capítulo precioso,
una mirada al corazón de Jesucristo. Escúchenlo a Él, orando a su Padre. Atiendan por lo
que Él ora. Podría haber orado por muchas cosas, pero oigan por lo que ora.
Juan 17:20: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en
Mí por la palabra de ellos.” En otras palabras, no sólo estoy orando por Mis discípulos,
estoy orando por los que han de creer en Mí por la palabra de ellos en el futuro. Ahora,
¿por qué voy a orar? Versículo 21: “para que todos sean uno, como Tú, oh Padre, en Mí y
yo en Ti”. Extra sensibles el uno por el otro.
¡Es tan hermoso! “Que ellos también sean uno en nosotros. Para que el mundo crea que
Tú me has enviado.” ¿Saben lo que convencerá al mundo acerca de quién es Jesús?
Cuando seamos uno. “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como
nosotros somos uno.” Él nos otorgó Su gloria.
Para que pudiéramos ser uno; y Su gloria es el Espíritu Santo. La presencia del Espíritu
Santo es nuestro punto de unión. Todos con el mismo Espíritu, que es nuestro enlace para
la unidad. “Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo
conozca que Tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a Mí me has
amado.” Cuando seamos uno, realmente eliminaremos la complacencia de este mundo.
Si esta iglesia llegara a ser una, en términos de la vida del cuerpo, y comenzara a ministrar
a las necesidades espirituales de los demás y sintiera una unidad extra sensible, el mundo
nunca podría contra eso. Debido a que liberaríamos la unidad del Espíritu y toda la energía
que eso incluye.
Usted se preguntará cómo trabaja esta unidad. La clave está basada en la humildad.
Vayamos a Filipenses 2:2. Jesús oró para que fuéramos uno. Pablo también deseaba lo
mismo y los filipenses, evidentemente, no habían cumplido con esto. Quizás nos pueden
dar un buen ejemplo de lo que necesitamos oír.
Versículo 2. Pablo dice a los filipenses: “completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo
el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.” ¿Ve lo que Pablo quiere que sean?
Uno, sólo sean uno. Tengan el mismo tipo de amor. El mismo amor; sean uno, sean de un
mismo sentir. ¿Qué sentir? Versículo 5.
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. ¿Cuál es?
Versículo 6: “El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a
que aferrarse sino que se despojó a Sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante
a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
Ese es el espíritu de humildad condescendiente. Aquí está la mente de Cristo. Él estaba
allí, vino y fue obediente hasta la muerte. Esa es la humildad. Ya sabe cómo llegamos a ser
uno, versículo 4: “no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo
de los otros.” ¿Ya sabe cómo llegamos a ser uno? Siendo como Jesús y diciendo mira, no
importa mi persona. Sólo quiero venir aquí; y si eso significa sufrir para mostrar mi amor,
voy sufrir. La humildad sólo dice que yo no me preocupo por mi persona. Solo me
importas tú. ¿Se imagina lo que pasaría si todos nosotros no nos preocupáramos para
nada por nosotros mismos y por todo para los demás? Usted estaría muy bien cuidado;
todo este cuerpo cuidaría de usted.
Pero la mayoría de los cristianos pasa mucho tiempo cuidando de sí mismos. Si alguna vez
aprendiéramos -y por el Espíritu de Dios podemos- simplemente empezar a preocuparnos
por los demás, nos ahogaríamos en cuidado y amor. Es la mente de la humildad. Yo no
importo. ¿Por qué debería preocuparme por mí mismo? Yo sólo quiero cuidar de ti.
No hay egos heridos, no se ofende a nadie. La mente de la humildad era la mente de
Cristo. Cuando Cristo llegó aquí, nunca trató de mantener su ego. Le escupieron; y ahí
permaneció parado. Le clavaron en la cruz. Colgaba de allí. No dijo que no podían hacerle
eso a Él, que no lo toleraría.
La mente de humildad dice que si esto significa tu salvación y si esto significa tu beneficio
y tu bendición, voy a sufrir; porque sólo me preocupo por ti. Eso suena extraño.
Tristemente; pero eso es lo que el concepto de cuerpo significa. Es cuidar del otro y no
cuidar de uno mismo, ¿lo sabía? De eso se trata.
En Romanos 12:3, dice Pablo: “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que
está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que
piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los
miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en
Cristo, y todos miembros los unos de los otros”. Todos estamos en el cuerpo de Cristo.
¿Cómo hacemos para obtener nuestra unidad? Al no pensar en mí, sino en ti.
Usted no tiene que preocuparse acerca de su propio ego. Usted no tiene que preocuparse
de sus pequeños problemas. Usted no tiene que ser tan egocéntrica en todos sus
pensamientos que siempre sean acerca usted. Simplemente, extienda la mano y toque la
vida de alguien y olvídese de sí mismo.
Somos uno. Y el punto de fusión para nuestra unidad debe ser la humildad. Usted
preguntará hasta dónde. Usted podría ser pisoteado. Que le pisoteen. ¿Cree que Dios le
puede restaurar? Sí. 1 Corintios 6. Espero que ninguno de ustedes esté en litigio en este
momento. 1 Corintios capítulo 6, está a punto de ser devastado. 1 Corintios 6:7–8, me
encanta. Aquí Pablo está condenando a un cristiano que demanda a otro cristiano; va a la
corte y argumenta públicamente con él. “Por cierto es ya una falta en vosotros que
tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué
no sufrís más bien el ser defraudados?”
¿Por qué no dejarme más bien ser defraudado? Sólo aprenda que no podría importarle
menos lo que le ha pasado. ¿Y quiere saber algo? Algún hermano le puede haber
defraudado, pero algún otro hermano le va a ayudar, ya que una persona generosa y una
persona cariñosa recibe lo que da y recibe de vuelta el amor que entregó.
Cristo es nuestra cabeza, nosotros somos el cuerpo y estamos para servir el uno al otro en
amor. La humildad es la clave. Hay una segunda clave, como la humildad; y es el amor.
Y hay un versículo que es tan conmovedor, Juan 13:34. Cuando Jesús dice: “Un
mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros” ¿Ahora ve lo que significa el
amor? Al amor no le importa lo que pase. El amor no depende de las circunstancias. El
amor sólo se irradia hacia fuera, no importa lo que hagan. Eso es amor. El amor no elige. El
amor está ahí y todo el que se interponga en el camino recibe amor.
Hay personas que dicen “yo amo a esa persona en el Señor”. Que es como decir que la
odia. Es lo mismo, ¿no? No puede amar a alguien en el Señor. Usted la ama o no. Y Jesús
dijo: Esto no es una opción; este es un nuevo mandamiento. Usted dice, bueno no
tenemos la capacidad. Oh, sí. Romanos 5:5: “el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones”. “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como
yo os he amado, que también os améis unos a otros” Y cuidado con esto “En esto
conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”.
¿Sabe usted cómo convencer al mundo de que Jesús es real y que realmente Le amamos?
La mayor evangelización en el mundo es tanto amor que el mundo no pueda entenderlo.
Si el principio que trae nuestra unidad es la humildad, la marca de nuestra unidad es el
amor.
Pablo se lo dijo a los tesalonicenses: “el Señor os haga crecer y abundar en amor unos
para con otros”. Juan dijo que este es el mensaje que habéis oído desde el principio, que
os améis los unos a los otros. ¿Está seguro que usted ama? ¿Ama como Cristo amó? ¿O es
tan protector de su ego que cada vez que algo sale mal, toma represalias y reacciona y se
amarga? Y si todo no es como le gusta y si la iglesia no es como le gusta; y si tal hermana y
si tal hermano… ¿es ese el tipo de persona que es? ¿O es usted la clase de persona
amorosa que no importa cuáles sean las circunstancias, su amor sólo brota y todo lo que
hay ahí fuera lo recibe?
Somos uno; y el principio de nuestra unidad es la humildad y la marca de la unidad es el
amor. Es el tipo de amor que humilla. Es el tipo de amor que se dirige a su hermano y dice:
hermano, he tenido un resentimiento contra usted y quiero pedirle que me perdone y
quiero comenzar a amarle. Esa es la clase de amor que es.
Y entonces, es el tipo de amor que dice hermano, yo te perdono. Y es la clase de amor que
dice: hermano, lo siento. Lo siento. Es el tipo de amor que no critica a los demás para
edificarse. Y es la clase de amor que ama sin importar el costo, el dinero, el prestigio, la
posición; no importa.
Nuestra unidad escalará y afectará nuestra humildad y amor. Ahora voy a decirlo de esta
manera. Si usted siente algo que no sea amor por algún creyente, para que el cuerpo de
Cristo sea alguna vez saludable, usted va a tener que orar a Dios, arrepentirse y confesar;
e ir a ese creyente y arreglar las cosas.
Tenemos que tener su amor. Así es, el suyo. Escuchen todos, debemos tener su amor para
la unidad del cuerpo. Nunca la tendremos sin el suyo. Tenemos unidad posicionalmente,
tenemos que tenerla en la práctica o el mundo nunca la conocerá. Y experimentaremos la
alegría de la vida del cuerpo. Y por eso somos uno, practiquemos nuestra unidad
posicional.
La segunda cosa sobre el cuerpo, regresemos un minuto a 1 Corintios 12. Si el primer
aspecto del cuerpo es la unidad, el segundo aspecto es la diversidad. Diversidad, somos
uno y sin embargo, somos muchos. Ahora, el versículo 14 de 1 Corintios 12: “Además, el
cuerpo no es un solo miembro, sino muchos”. La unidad es nuestra base, la diversidad es
cómo funcionamos.
El cuerpo es uno; y sin embargo hay brazos y dedos y todas las diversas partes y oídos,
ojos y todas los diferentes miembros del cuerpo; cada una claramente con una función
única de funcionamiento; y sin embargo como uno solo. El versículo 14 dice: “Además, el
cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.” Hay diversidad dentro del cuerpo.
Todos somos diferentes. Romanos 12: “teniendo diferentes dones, según la gracia que nos
es dada.” En otras palabras, si Dios le da un don espiritual, Él le da la cantidad de fe para
ponerlo a funcionar. ¿Se imagina lo que sucedería si Dios le hubiera dado un don en
particular y no la fe para desempeñarlo? Sería frustrante. O si Dios le hubiera dado
demasiada fe con respecto al don que Él le ha dado. Dios equipara la medida de la fe con
los dones para que usted siempre tenga la cantidad exacta de fe para desarrollar el don
adecuado.
Estos van a ser breves. Solo se los mencionaremos, pero la diversidad es importante.
Todos tenemos dones diferentes. Vamos a hablar de los dones del Espíritu cuando
estemos en Efesios, por lo que no vamos a agotar el tema. El versículo 4 de este capítulo,
permítanme que se los lea. “Ahora bien, hay diversidad de dones”. Estos no son talentos.
No son habilidades innatas. Estos son dones otorgados por el Espíritu. Cuando usted se
convierte en cristiano, Dios, a través del
Espíritu, le provee a usted de un don específico.
Son dados por el Espíritu, dones divinos que usted posee. “Hay diversidad de dones, pero
el Espíritu es el mismo.” Ahora podrá ver que el cuerpo necesita esto, ¿verdad? Tenemos
que complementarnos. Nosotros no podemos ser todo, ¿no es cierto? Yo puedo hacer una
cosa, usted puede hacer una cosa, alguien más puede hacer otra cosa y así nos
ministramos. Por la salud del cuerpo.
Cualquier órgano que no funciona, mutila y paraliza el cuerpo. Hay diversidad de dones
con el mismo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, el mismo Señor. Hay diversidad de
actividades, pero el mismo Dios. Es la diversidad en la unidad. “Porque a éste es dada por
el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu”.
Algunas personas lo tienen o lo aprenden. Ellos conocen la Palabra de Dios. “A otro, fe”.
¿Sabía usted que la fe es un don dado por el Espíritu? Algunas personas tienen ese don.
Algunas personas no.
Todos tenemos la fe para creer en Dios, pero algunos tienen el don de la fe, que es la fe
más allá del tipo normal de fe. “A otro, dones de sanidades”, por el mismo Espíritu. “A
otro, el hacer milagros”. “A otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro,
diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.” Y por supuesto, si
estudia cuidadosamente la Palabra de Dios, se dará cuenta de que hay todo tipo de dones
mencionados en Romanos 12 y en Efesios también.
Algunos de ellos son temporales, algunos de ellos son permanentes, algunos de ellos son
para los incrédulos, algunos de ellos son para la edificación del cuerpo. No vamos a
detenernos en todo eso. Pero, básicamente, hay diversidad de dones. Versículo 11: “Pero
todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular
como Él quiere.” Con el fin de permitir el funcionamiento en el cuerpo, para que todos
podamos ministrarnos unos a otros. Y para que yo pueda trabajar con ustedes y pueda ser
para usted lo que no usted puede ser -yo puedo instruirlo a usted y tal vez usted pueda
hacer algo ejerciendo otro don para mí; todos podemos trabajar juntos, el Espíritu ha
dividido los dones en un equilibrio hermoso.
Y voy a decirlo de manera simple, si usted no está utilizando su don, alguien está siendo
estafado. Efesios nos dice que incluso la diversidad de los dones conducirá a la unidad. ¿Lo
sabía? Efesios 4:11–12: “Y Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a
otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe.” Como verá, la diversidad de los dones trae unidad.
Usted preguntará ¿cómo? Bueno, a medida que todos no ministramos unos a otros y
todos estamos siendo ministrados y ejerciendo nuestros dones en un intercambio
perfecto, estamos madurando todos juntos. Y cada miembro recibe el cumplimento
perfecto de los dones. Así nos estamos uniendo. Porque si usted me está ministrando; y
yo le estoy ministrando a usted; y juntos estamos ejerciendo los dones que Dios nos ha
dado, estamos todos juntos creciendo en un cuerpo maduro perfecto.
Y así, la diversidad es muy importante. Sus dones espirituales son una bendición dada por
un Dios soberano; y hay que utilizarlos. La Biblia no dice que encuentre una organización e
imparta su don en ella. No dice eso.
Si usted tiene un don espiritual, ejérzalo. Si usted tiene el don de ayudar, vaya a ayudar a
alguien. No necesita la organización de la iglesia. Hágalo. Si usted tiene el don de enseñar,
busque a una clase y enseñe. Busque a alguien que necesita ser enseñado.
Si usted tiene el don de evangelizar, busque a alguien que no conoce a Jesucristo y
evangelícelo. No necesita la organización de la iglesia. Muchas personas están quietas,
tienen dones espirituales que el cuerpo de Cristo anhela. Y alguien necesita que le
ministren. No espere a que la organización le de un puesto. Vaya a buscar a alguien y
practique su don.
Y si usted no puede encontrar a alguien a quien ayudar con su don, entonces usted, para
empezar, probablemente no está en la corriente principal de la vida del cuerpo.
Necesitamos que su don sea ejercido. El Espíritu no se lo otorgó para dejarlo apoyado
sobre un estante. Usted dirá bueno, yo no sé cuál es mi don. Averígüelo. Lea la lista de
dones en Romanos 12; 1 Corintios 12 y Efesios 4. Descubra cuál es el suyo por medio de la
oración y mediante el estudio de los dones y la determinación de qué es lo que le gusta
hacer y qué hacer con la bendición del Espíritu.
Usted sabe que no tiene el don de ser pastor o maestro si usted es una mujer. Eso queda
eliminado. En segundo lugar, usted sabe que usted no tiene el don de evangelismo si no
puede estar delante de la gente y hablar -al menos en gran escala. Si le gusta trabajar con
la gente, tal vez tenga el don de ayudar. Si usted es un gran organizador, tal vez usted
tiene el don de administrar o gobernar. Sea cual fuere, usted los descubrirá y le prometo
que si usted es honesto y quiere saberlo, el Espíritu Santo se lo mostrará.
Y no se preocupe por esta iglesia. No se preocupes por Grace Community Church,
encuentre a alguien que necesita ser ministrado y minístrelos. Usted no necesita a esta
organización para ejercer su don. Si lo hace, está apoyado en una muleta. Utilice su don, si
no hay vacante en la estructura, vaya a ministrar a alguien más. Vaya a enseñar a alguien.
Vaya a buscar a alguien que quiere saber. Usted dice: ¿dónde están? Esta misma noche, la
iglesia está llena de personas que necesitan conocer la Palabra de Dios.
Probablemente podría comenzar un conocido, ir a la casa de alguien, reunirse con ellos un
día y sentarse a enseñarles algunas cosas. Hay tantos cristianos nuevos en esta iglesia que
necesitan aprender. Encuentre un ministerio. Si su ministerio es el ministerio de la
compasión, del cuidado de las personas, visite a algunos enfermos. Tenemos una lista de
ellos. Llame a la oficina, búsquelos. No espere a la estructura. Ministre su don. ¡Hágalo ya!
El punto tres, la armonía. La última cosa que el cuerpo debe tener es la armonía. Todos
estamos ministrando nuestros dones y se tienen que combinar. Versículo 15. Si no hay
armonía en el cuerpo, es ridículo. “Si dijere el pie: porque no soy mano, no soy del cuerpo.
¿Por eso no será del cuerpo?” Por supuesto que no.
”. si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?” La
idea de la insignificancia. Yo soy tan insignificante, que ni siquiera pertenezco a esta
situación. Eso no es verdad, usted tiene una función.
Versículo 17: “Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído,
¿dónde estaría el olfato?” por eso Pablo dice: “Si todo el cuerpo era un ojo ¿dónde estaría
el oído? Si todo el cuerpo fuera oído ¿dónde estaría el olfato?” Tiene que existir la
diversidad. No hay lugar para la envidia o los celos, porque no hay jerarquía. Usted no
tiene por qué envidiar los dones de nadie. Dios le ha dado el suyo. Son tan absolutamente
100% decisivos para la vida del cuerpo como el mío o el de cualquier otro.
Y luego, en el versículo 18: “Mas ahora Dios ha colocado los miembros.” Dios sabe lo que
está haciendo. Cada uno de ellos en el cuerpo, como Él ha querido. Él tiene un plan
maestro para la unidad. Y si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Todos somos parte de un mismo cuerpo. Tenemos cosas que hacer.
A continuación, la humildad es la clave. Versículo 21: “Ni el ojo puede decir a la mano: No
te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.” Es la idea
de señorío sobre el otro.
Me gusta el versículo 22: “Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles,
son los más necesarios.” En otras palabras, él dice que es lo que sucede en el fondo lo que
puede ser realmente necesario.
Así se aprende esto en el ministerio. Veo a gente que viene a Cristo; y descubro que
alguien ha estado trabajando con ellos. Algunos pies o manos en el cuerpo han estado
trabajando. Yo soy la boca que se eleva y tiene la preeminencia. Pero eso no prueba nada.
Mi don no es más importante que el suyo. De hecho, tal vez sea menos necesario que el
suyo.
Versículo 23: “Y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos
más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.”
Como los miembros que no son tan apuestos y elegantes, ellos son los que realmente
están haciendo el trabajo. Eso realmente desarma a alguien que se jacta y dice que es
realmente la parte más hermosa del cuerpo.
Versículo 24: “Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero
Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba.” Los órganos
internos que son feos, que no son para nada agradables, son la esencia de la vida. No son
sólo las cosas bellas visibles.
Es esa parte que hace el trabajo que no es algo para mirar, pero funciona para mantener
la vida en el cuerpo. Y tenemos que estar seguros de no recibir este tipo de dicotomía.
Versículo 25: “Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos
se preocupen los unos por los otros.” No hay ninguna diferencia.
“De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un
miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.” Usted es el cuerpo de Cristo,
en unidad y los miembros en particular, diversos, están en armonía. No establezca una
jerarquía. Tenemos que ser un cuerpo saludable. Debemos serlo. Debemos estar sanos; y
le necesitamos. No necesitamos más unidad estructural. No necesitamos más
organización. Necesitamos más unidad del cuerpo, más ministerio del cuerpo.
Eso es por lo que Jesús oró. Respondamos a Su oración. Nuestra unidad es la unidad del
Espíritu, no la unidad de una denominación o iglesia u organización. Y habrá verdadera
unidad espiritual cuando nos humillemos, cuando miremos a todo hombre en las cosas de
los demás, cuando amemos con un amor al que no le importa lo que nos suceda. Y cuando
empecemos a ministrar nuestros dones espirituales entre nosotros con armonía.
Pido a Dios, cada día, que ese sea el caso aquí. Y que el mundo nos mire y diga, sí, Jesús es
real. Podemos decirlo a causa del amor que tienen.
Padre, te damos gracias esta noche por estas palabras. Las hemos sintetizado un poco
Señor, pero Tu sabes. Muchas gracias por enseñarnos sobre el cuerpo. ¡Qué gloriosa
verdad es! Gracias por Jesús, quien es nuestra cabeza de la cual surgen el poder, la
energía, los recursos, la sabiduría y la tracción para este cuerpo. Oh Dios, enséñanos a
actuar. Enséñanos a funcionar. Ayúdanos a ir y encontrar un lugar donde ministrar nuestro
don; que realmente podamos comenzar a trabajar para Ti, para la salud del cuerpo. Para
que podamos estar tan unidos que establezcamos una antorcha que brinde llama en todo
el mundo.
Deseo que ore una breve plegaria conmigo. Cristo, reconozco mi lugar en el cuerpo.
Quiero tres cosas; en primer lugar, Cristo, enséñame a ser humilde. Número dos,
enséñame a amar. Número tres, muéstrame mi don, enséñame a usarlo. Enséñame a ser
humilde, a amar, a conocer mi don y a usarlo. Usted puede tener más de uno, la mayoría
de los cristianos los tienen.
Yo sé que el Espíritu de Dios honrará su oración. Le necesitamos. Desesperadamente, el
cuerpo necesita que usted funcione, que sea sensible. Yo le necesito. Tenemos que
trabajar juntos. Cueste lo que cueste, cuidar de nosotros mismos como si fuéramos uno.
Eso es por lo que Jesús oró, eso es lo que queremos para Su gloria.
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El ministerio de Cristo a su verdadera iglesia


Escritura: Apocalipsis 1:4–20

Código: GAV81–122
John MacArthur
Conforme en cierta manera atamos, me imagino, en ciertas maneras, las cuerdas de los
últimos dieciocho meses asombrosos más o menos: que la iglesia ha tenido que
convertirse en algo un poco diferente de lo que era en el pasado, no teníamos idea de lo
que el Señor haría. Todavía estamos asombrados de cómo el ministerio de esta iglesia ha
crecido y se ha desarrollado durante este período de tiempo. No creo que a nadie se le
hubiera ocurrido esta situación del COVID como una estrategia para el crecimiento de la
iglesia, pero ha resultado así.
Tengo un poco de curiosidad, ¿cuántos de ustedes han venido a Grace durante el período
de COVID, desde hace dieciocho meses hasta ahora? Levante la mano. Eso es lo que
pensé, sí. Así que solo hago esa pregunta porque quiero que comprendan que ha habido
un cambio en la vida de la iglesia durante este período de tiempo; y no creo que eso sea
accidental porque Dios está a cargo de todo. Y 1 Pedro 4:17 dice: “El juicio debe comenzar
por la casa de Dios”.
Durante años, todos los que entendemos la Palabra de Dios y lo que ha de ser la iglesia,
hemos llevado la carga pesada sobre nuestras espaldas de iglesias infieles. Hemos
abordado los problemas que definen y describen a las iglesias infieles. Nos hemos
enfrentado a su teología mala, a su práctica mala. Nos hemos enfrentado a su liderazgo
descalificado; lo hemos abordado una y otra vez a lo largo de los años. Hemos tenido
decenas y decenas de Conferencias de Pastores, pastores de todo el planeta viniendo
aquí, y hemos abordado todos los problemas de la iglesia.
Y con el apóstol Pablo en 2 Corintios 11, a lo largo de los años hemos tenido que decir que
además de todo el sufrimiento físico que uno puede soportar en el ministerio, la peor
parte es el cuidado de las iglesias porque amamos a la iglesia. Amo la iglesia. Amo al Señor
de la iglesia y, por lo tanto, amo a la iglesia. El apóstol Juan dijo que, si usted ama al Señor,
ama a los que lo aman. La iglesia no es una opción para un creyente verdadero, es la
familia misma de Dios de la cual todo creyente verdadero anhela ser parte.
Y eso es exactamente lo que Grace siempre ha sido. Pero hemos llevado la carga de lo que
debería ser una iglesia y, por lo tanto, de qué iglesias se quedan cortas; y hemos abordado
esas cosas, como dije: Conferencias de pastores; he escrito innumerables libros. He escrito
más de lo que sé, tratando de abordar todos los problemas que están mal en la iglesia; y
ha sido parte de la tristeza del ministerio ver tanta tergiversación de la enseñanza de la
Palabra de Dios, tanta teología mala, tanta práctica mala, tantos escándalos y todo eso en
la iglesia. Y uno se preguntaba: “¿Cuál sería una forma en la que el Señor podría
simplemente traer juicio sobre eso?”
Bueno, en mi vida, nunca había visto nada tan efectivo como esta situación del COVID. Ha
cerrado más iglesias malas que cualquier otra cosa que pudiera haberlo hecho. Ha puesto
fin a las iglesias falsas, el liderazgo narcisista; y el Señor ha sacudido y purificado a su
iglesia. El juicio comienza en la casa de Dios. Eso no quiere decir que Grace sea perfecta;
sabemos que no es así. Pero diré que esta iglesia es fiel, fiel a la Palabra de Dios porque la
Palabra de Dios domina nuestra vida y nuestro pensamiento y nuestra conversación y
nuestra conducta y nuestras relaciones. Y por lo que sea que haya sucedido con el COVID,
por lo que sea su experiencia con el COVID, o la mía, eso fue solo una alteración en la
pantalla temporal. Lo que realmente importa en el mundo es la iglesia de Jesucristo. Y la
iglesia necesita ser la iglesia.
Hubieron algunas iglesias fieles que creo que actuaron de una manera menos valiente; no
conozco todas las circunstancias. Pero habían muchas iglesias infieles que debían cerrar. El
juicio ha llegado de muchas formas. Me ha aterrorizado mucho más la falsa doctrina que
cualquier virus. En este mundo se hace mucho más daño por las enseñanzas falsas, las
iglesias falsas, los pastores descalificados, la teología mala, las iglesias que defienden
cosas que blasfeman el nombre de Dios. Entonces yo podría tomar dos semanas del
COVID, para ver la mano de Dios de una manera tan poderosa derribando lo que, entre
otras cosas, ha sido un juicio sobre Su iglesia. Y creo que es la separación de la iglesia
verdadera de la falsa.
Ahora sabemos cómo el Señor se preocupa por Su verdadera iglesia, leemos eso, Salmo
91. Sabemos que el Señor está comprometido con Su verdadera iglesia. Él le dice a la
iglesia verdadera: “Nunca te dejaré ni te desampararé”. Él le dice a la iglesia verdadera:
“En el mundo tendrás aflicción. Tened buen ánimo; He vencido al mundo.” Él le dice a la
iglesia verdadera: “Edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra
ella”. Él le dice a su iglesia verdadera a través del apóstol Pablo: “Siempre triunfamos en
Cristo”.
Lo que ha sucedido ciertamente, entre otras cosas, ha sido en parte un juicio sobre las
iglesias falsas y las iglesias débiles y las iglesias infieles. Y ha sido un tiempo purificador, y
ha colocado un faro sobre los fieles. Han sido sometidos a intimidación; no solo nosotros,
sino muchas iglesias. Algunos pastores encarcelados por ser fieles, todo tipo de
limitaciones, todo tipo de agresiones. Pero los fieles han sido fieles y el mundo lo ha visto.
Ustedes saben que el Señor nunca duda en juzgar abiertamente. A veces escucho a la
gente decir: “Bueno, algunas de estas cosas malas que están sucediendo en la iglesia me
preocupan mucho porque el mundo está viendo”. Claro que sí. Y Dios va a juzgar a Su
iglesia frente a ellos. No lo hará en secreto.
No fue ningún secreto cuando Ananías y Safira cayeron muertos en Hechos 5. Y toda la
ciudad dijo: “No vayas allí, la gente muere allí”. Dios siempre ha juzgado abiertamente a
un pueblo infiel; Su juicio nunca se oculta. Y todavía está sucediendo mientras vemos
escándalo tras escándalo tras escándalo relacionado a las iglesias y el liderazgo. Todo está
expuesto. Todo este asunto de la justicia social, multiplicado con esta epidemia, ha
arrojado luz sobre el comportamiento de las iglesias y los líderes.
Pero en medio de todo esto, hemos visto la mano del Señor de una manera poderosa, ¿no
es así? La pregunta en la que quiero que nos concentremos hoy es: ¿Qué está haciendo el
Señor en Su iglesia verdadera? ¿Qué está haciendo en su iglesia verdadera? No hay
necesidad de especular sobre eso. Abra su Biblia en Apocalipsis capítulo 1, Apocalipsis
capítulo 1. He estado guardando este capítulo para este domingo en particular; no sabía
cuándo llegaría, pero aquí está, porque este es uno de los capítulos más magníficos y
gloriosos y dramáticos e instructivos y que exaltan a Cristo en toda la Sagrada Escritura.
Apocalipsis, es como ustedes saben, identificado en el primer versículo, “La revelación de
Jesucristo”. El libro de Apocalipsis revela a Jesucristo. Cuando usted piensa en Apocalipsis,
usted debe inmediatamente pensar en la revelación de Cristo en el juicio, que vendrá en
el futuro, y en Su regreso para juzgar y establecer Su reino; y luego el cielo nuevo y la
tierra nueva y la Nueva Jerusalén que concluye el libro de Apocalipsis. Usted piensa en el
futuro, usted piensa en el futuro. Pero el libro de Apocalipsis no solo trata sobre el futuro.
No se trata solo del futuro.
El primer capítulo trata, de hecho, del presente. Y si usted baja al versículo 4, quiero leerle
hasta el versículo que termina este capítulo, el versículo 20. “Juan a las siete iglesias que
están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete
espíritus que están delante de su trono, y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito.”—o
“el principal”- “de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y
nos lavó de nuestros pecados con su sangre.
“Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos
de los siglos. Amén. He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le
traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Yo soy el
Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el
Todopoderoso. Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el
reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la
palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de
trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro
lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo,
Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y
vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al
Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con
un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus
ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en
un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.
“Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su
rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. Cuando le vi, caí como muerto a
sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el
último;
y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y
tengo las llaves de la muerte y del Hades. Escribe las cosas que has visto, y las que son, y
las que han de ser después de estas. El misterio de las siete estrellas que has visto en mi
diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete
iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.”
Escuchar eso leído, sé, que plantea preguntas en su mente en cuanto a su significado. Su
significado le resultará claro a medida que lo veamos más de cerca. Basta decir que esta es
una imagen de Cristo en su iglesia; eso es muy claro. A Juan se le da una visión. Él ve los
siete candeleros, versículo 13, y allí ve a un Hijo del hombre. El Hijo del Hombre se
describe en detalle. Sabemos quién es; es “el que vive”, versículo 18, que “estaba muerto”
y está “vivo para siempre”, y tiene “las llaves de la muerte y el Hades”.
Es el mismo que se menciona atrás en el versículo 5: “Jesucristo, el testigo fiel, el
primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra”, el “que nos ama y nos
libra de nuestros pecados por su sangre, “El que” nos hizo un reino, sacerdotes para su
Dios y Padre”, aquel a quien damos “gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.” El
que “viene con nubes, y todo ojo le verá, y los que lo traspasaron”—sin duda una
referencia a la nación judía—“y todas las tribus de la tierra llorarán por él. Así será.
Amén.”
Tenemos una imagen de Cristo en Su iglesia. Esta es la única imagen en toda la Escritura
de Cristo en Su iglesia. Y cuando usted ve a la iglesia en los tiempos en los que vivimos,
como supongo que incluso el apóstol Pablo hizo, y todos entre él y yo, podría estar muy
desanimado y desilusionado. Pablo lo estuvo. Estaba desconsolado. Fue llevado a las
lágrimas por los problemas que la iglesia demostró, como evidencia de su desobediencia e
infidelidad. Y aquellos de nosotros que predicamos y los que pastoreamos el rebaño de
Dios estamos continuamente cargados por la preocupación de la iglesia. Esto no es
administrativo; esto es cuidado espiritual. Tenemos que rendir cuentas a Dios por el
rebaño que pastoreamos.
Entonces, ¿qué anhelamos? Bueno, anhelamos que las personas en la iglesia tengan una
comunión profunda con Cristo, no algo superficial o ligero. Deseamos que las personas
que son la iglesia vean el poder sobre la tentación, las pruebas y el pecado. Oramos por
ellos para que sean fieles, fuertes, victoriosos. Y, por supuesto, deseamos su santidad, su
virtud. Deseamos la pureza de la iglesia, en doctrina y conducta. Deseamos que
comprendan la autoridad de la Palabra de Dios y que sean santificados por ella.
Anhelamos que los líderes piadosos den un ejemplo santo al pueblo de Dios.
Deseamos que la iglesia esté protegida del engaño satánico y profano que proviene de los
falsos maestros por dentro y por fuera. Y nos preocupa que la novia de Cristo refleje
verdaderamente Su santa gloria, muchos serán atraídos por Su belleza y Su salvación. Eso
es lo que le importa a un pastor genuino: la comunión de la iglesia, el poder de la iglesia,
la pureza de la iglesia, la obediencia a la Palabra de Dios de la iglesia, el ejemplo de los
líderes piadosos en la iglesia, la protección de la iglesia, y el reflejo de la gloria de Dios a
través de la iglesia. Eso es lo que queremos ver, porque eso es lo que nuestro Señor
desea.
Pero la vida puede ser muy difícil y la iglesia puede traer un desánimo inmenso. Podríamos
empezar con Juan ahora ya es un hombre mayor, Juan. Juan está a finales de ese primer
siglo, tal vez alrededor del 96 d.C. Él tiene toda razón para estar desanimado. Había vivido
para ver a Jerusalén destruida, no exaltada, no elevada, sino destruida y destruida por
manos de los romanos paganos.
Él había vivido para ver un baño de sangre, dependiendo a qué historiador le crea usted,
ciertamente cientos de miles de judíos fueron masacrados en Jerusalén por los romanos, y
debe haberse estado preguntando a sí mismo una pregunta: “Pensé que cuando llegara el
Mesías, Jerusalén sería exaltada, y los enemigos de Dios serían destruidos, y el pueblo de
Dios sería salvo”. Los romanos también hicieron una operación de limpieza en el resto de
la tierra de Israel, y básicamente atacaron 985 pueblos y ciudades, atravesaron y
masacraron a las poblaciones allí y destruyeron todo.
Él también había vivido más que sus compañeros apóstoles, que habían sido martirizados.
Él sabía que todos habían pasado a la gloria, casi todos ellos por manos de los que odiaban
a Cristo. Y él está en una isla, que el versículo 9 llama Patmos. He estado allí varias veces.
Es una roca de unos 10 kilómetros por 16 kilómetros, de ancho y largo, que sobresale del
mar Mediterráneo. Es solo una roca. Y él está ahí como un criminal. Le dice a usted por
qué está allí; estaba allí debido a su fidelidad, versículo 9, a “la palabra de Dios y el
testimonio de Jesús”. Así que no mataron a este apóstol, lo exiliaron esencialmente a lo
que era una colonia carcelaria. Él tenía muy poca comida, solo la ropa que llevaba puesta,
trabajo duro.
¿Qué preguntas, qué preguntas escatológicas estaban surgiendo en su mente? “¿Dónde
estaba el reino?” Todo iba por el camino equivocado. Dice usted: “Bueno, había iglesias,
¿no?” Sí, había iglesias. Y en particular, Juan supervisaba siete de ellas en Asia Menor, que
es Turquía moderna. Y son nombradas en el versículo 11; y ellas, por cierto, comenzando
en Éfeso, muestran la ruta postal a través de Asia Menor.
Comenzando desde Éfeso, la iglesia que fue establecida primero por Pablo, se
establecieron otras iglesias a lo largo de la ruta postal. Pero hubo algo de desánimo con
esas iglesias porque Éfeso había dejado su primer amor, y el Señor estaba a punto de darle
a Juan una carta amenazando a esa iglesia que el Señor mismo la cerraría. Pérgamo era
idólatra e inmoral, y ni siquiera habían salido del primer siglo todavía; y el Señor dijo que
va a pelear contra esa iglesia. Y Tiatira se vio comprometida por el pecado y la
mundanalidad, y también enfrentó el juicio. Sardis estaba muerta. Y Laodicea era tan falsa
que le daba náuseas al Señor mismo.
En realidad, es un panorama triste para Juan. Es el único apóstol que queda. Toda la
deserción en cinco de las siete iglesias: ellas habían sucumbido a todos los compromisos
que el mundo arroja a la iglesia; no muy diferente a la actualidad: formas interminables de
comprar los compromisos del mundo, ya sea liberalismo, legalismo, división, racismo,
inmoralidad, carnalidad, materialismo, doctrina mala, lo que sea. Entonces Juan no es
diferente a Isaías. Necesita algo de claridad: “¿Qué está pasando en la iglesia?” Y aquí
radica la razón por la que encuentro este capítulo tan alentador, porque yo me siento
como Juan, que tuvo que sentirse como Isaías, que tuvo que sentirse como Elías: “Yo, solo
yo, quedo”.
Una de las razones por las que comenzamos The Master´s Seminary fue que había esta
pasión que encendió mi propio corazón, de que tenemos que formar hombres fieles. Y
mucho de eso surge no solo del sentido del deber, sino también del desánimo.
Entonces Juan está desanimado. Retomemos la narración en el versículo 9. “Yo Juan,
vuestro hermano”. Esa es la tercera vez que usa su nombre, y creo que hay algo de
incredulidad ahí: “¿Cómo es que yo llegué a estar en esta posición? Solo soy uno de
ustedes, yo solo soy su hermano “. No hay rango aquí; él no desfila su autoridad
apostólica. Él está literalmente atónito por el hecho de que, en medio del desánimo, el
Señor vino a él y le dio mucho más, infinitamente mucho más de lo que hubiera esperado
tener en términos de una visión para animar a un apóstol en problemas.
“Yo, Juan, vuestro hermano, solo un copartícipe en la tribulación, en el reino y en la
perseverancia. Y yo estoy con ustedes, yo estoy en los problemas, estoy en el reino, estoy
aguantando. Yo estuve en la isla llamada Patmos, y estuve allí debido a la Palabra de Dios
y el testimonio de Jesús; yo había sido exiliado allí. Yo estaba en el Espíritu en el día del
Señor”. Sabemos una cosa: era un domingo, el día del Señor.
¿Qué quieres decir, Juan, que estabas en el Espíritu? “Bueno, no sé si puedo decirlo de
otra manera. Yo no estaba en la carne; Yo estaba en el Espíritu. Estaba en alguna zona
espiritual un domingo, y escuché detrás de mí una voz fuerte como el sonido de una
trompeta, que decía: ‘Escribe en un libro lo que ves y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso,
Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea’ ”. Él era un hombre, aquí hay un
hombre mayor desanimado sentado en harapos. Hay una cueva en la isla de Patmos que
se remonta a la tradición como uno de los lugares donde Juan, sin duda, pasó el tiempo.
Me he sentado en esa cueva, una experiencia increíble.
En medio del desánimo en un domingo, el cielo se abre. Él es sacado de las percepciones
normales del tiempo y el espacio, y él está en el Espíritu. En otras palabras, él está a punto
de tener una revelación espiritual. Y comienza con una voz como el sonido de una
trompeta, que suena para llamar su atención. Se oyeron trompetas fuertes en el Sinaí;
este es ese tipo de trompeta fuerte, que tiene la intención de llamar su atención. Y él está
a punto de descubrir por qué no está muerto. Él es viejo, pero no está muerto, porque no
ha terminado.
En el versículo 11 se le dice por esta gran voz: “Escribe en un libro lo que ves. Estás a
punto de escribir todas las visiones que te llegarán hasta el final del libro de Apocalipsis.
Haz siete copias y envíalas a las siete iglesias. Y en esas copias habrán cartas para cada una
de esas iglesias individuales, y habrá el resto de las visiones que se te den. Escribe el libro
de Apocalipsis “.
Siete candeleros de oro aparecen después en el versículo 12: “Me volví para ver la voz que
hablaba conmigo”, y él “vio siete candeleros de oro”. ¿Qué están indicando? Bueno abajo
en el versículo 20, “Los siete candeleros de oro son las siete iglesias”. Entonces son
símbolos de las siete iglesias. Y debido a que siete es el número de finalización, son
símbolos de todas las iglesias en todos los períodos de tiempo.
Estos candeleros son candeleros portátiles. Tenían pequeñas lámparas de aceite, una jarra
pequeña llena de aceite. Ponían una mecha en él, lo encendían y lo ponían sobre un
candelero. Estaría elevado como si elevara una lámpara para llevar la luz arriba de donde
la necesita, para que pueda ver. Él ve los candeleros. Y luego este es el momento más
importante: “En medio de los candeleros”, en el versículo 13, “Vi a uno como un hijo de
hombre”. Él vio a Cristo. Este es Cristo en medio de los candeleros. Los candeleros
representan la iglesia, la luz en el mundo. Este es Cristo en Su iglesia.
Y la pregunta en la mente de Juan es: “¿Se preocupa Él por su iglesia?” ¿Conoce Él el
estado de su iglesia? ¿Entiende Él lo que está pasando y lo mal que está? “Y Juan
supervisaba estas siete iglesias. “¿Acaso Él entiende lo qué viene del exterior y qué viene
del interior que puede hacer tanto daño? ¿Qué está haciendo el Señor en Su iglesia
ahora? La creación está terminada. La expiación ha terminado. Su vida en la tierra ha
terminado. Entonces, ¿qué está haciendo Él ahora? Bueno, claramente, Él se está
moviendo en Su iglesia.
Los candeleros son de oro, lo que habla del precio de la iglesia, comprado con su propia
sangre. Siete iglesias, nuevamente, hablan del simbolismo de toda la iglesia. Y Juan ve a
Cristo en Su iglesia, y ese es el escenario para entender este pasaje increíble. Lo que les
estoy diciendo es que el Señor está en Su iglesia verdadera. Ese es el primer punto que
quiero que observe: Él habita Su iglesia.
“En medio de los siete candeleros”, versículo 13, “vi a uno como un hijo de hombre”. “Hijo
del hombre” está tomado de Daniel 7:13 y 14, donde el profeta Daniel dice: “A uno como
un Hijo de Hombre” —hablando del Mesías— “le fue dado dominio, gloria y reino, para
que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que
nunca pasará y su reino uno que no será destruido”. Entonces Daniel nos presenta al “Hijo
del Hombre” como un título mesiánico.
El primer aliento de Juan es, el Señor está en Su iglesia. Él habita en Su iglesia. Él ha
redimido a su iglesia. Él es dueño de Su iglesia por la compra de sangre. Él vive en su
iglesia. Él es quien dijo, Mateo 28:20, “He aquí yo estoy con vosotros todos los días”.
¿Correcto? “he aquí, yo estoy con vosotros todos los días”. O Juan 14:18, “Yo no os
dejaré”. O Juan 14:23, “Si alguno me ama, haré mi morada con él”. O Colosenses 3:11,
“Cristo es todo, y en todos”.
No importa cómo luche la iglesia, la iglesia verdadera, no importa cómo vacile, el Hijo del
Hombre está vivo en medio de Su iglesia verdadera. Él trae el cielo a la tierra. Y cuando
usted tiene comunión con la iglesia viva y verdadera, está en comunión con el Cristo vivo y
verdadero. Me encanta lo que Pablo dice en Colosenses 3; él dice: “Cristo, nuestra vida”.
Gálatas 2:20, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en
mí”. Él está en Su iglesia, no en el edificio, pero ha establecido su residencia en la gente. Si
usted tiene a Cristo, usted tiene el Espíritu de Cristo — Romanos 8: 9 — viviendo en usted.
Cristo no puede, no abandonará a Su iglesia verdadera. Juan dice que tenemos comunión
con Él y con el Padre. Esto es comunión, asociación, y es inquebrantable. Usted nunca
podría estar fuera de comunión con el Señor. La gente solía hablar así: “¿Estás fuera de
comunión con el Señor?” Eso es imposible. Si usted es cristiano, Cristo está en usted, está
en Cristo; eso es para siempre. Así que quiero animarlos, amigos. Lo que sea que vea que
va mal, es limpieza. Pero el Señor está vivo en Su iglesia verdadera, lo que significa en
creyentes verdaderos.
Conforme leemos un poco más adelante en el versículo 13, vemos que no solo Él está en
medio de Su iglesia, vivo en Su iglesia, sino que está vestido con una túnica, y esa túnica
llega hasta los pies y ceñida sobre Su pecho con un cinto de oro. Podērēs es la túnica.
Podría ser el manto de un profeta; se usa de esa manera en la versión Septuaginta del
Antiguo Testamento. Podría ser la túnica de un rey; también se usa de esa manera. Pero la
mayoría de los usos de podērēs en el Antiguo Testamento en la versión griega del Antiguo
Testamento se refieren al sumo sacerdote. De hecho, creo que seis de cada siete veces
donde ve usted este término, se está refiriendo a una túnica que usa el sumo sacerdote.
Lo que es aún más distintivo es el comentario en el versículo 13 de que “ceñido por el
pecho con un cinto de oro”. Si usted regresa a Éxodo 28; Éxodo 29; Éxodo 39, verá que esa
banda es la que llevaba el sumo sacerdote.
Entonces aquí vemos, no solo Cristo está en Su iglesia, sino que Él está intercediendo por
Su iglesia. Él está intercediendo por su iglesia. Él está actuando en nombre de su iglesia.
Eso es tan reconfortante. Yo oro por esta iglesia, sin cesar. Confío en que todos oramos
por el bienestar, la bendición y la utilidad de la iglesia. Y aunque nuestras oraciones son
inevitables porque nos preocupamos, hay Uno cuyas oraciones son infinitamente más
grandes que las nuestras, y ese es el Hijo del Hombre mismo, que intercede a favor de Su
iglesia.
Hebreos 2:17 lo identifica a Él como un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel, poderoso
para socorrer a los que son tentados. Él siempre está intercediendo ante el Padre. Jesús el
Sumo Sacerdote de nuestra confesión, fiel sobre su casa, cuya casa somos; siempre
intercediendo por nosotros, siempre ante el trono. Satanás el acusador puede venir y
acusar a los creyentes. Cristo es su defensor. Hebreos 4:15, “un sumo sacerdote que
puede compadecerse de nuestras debilidades.”
¿Cómo son esas oraciones? Vaya a Juan 17. Juan 17 es la única muestra en todo el Nuevo
Testamento del ministerio sacerdotal de Jesús para Su iglesia. Jesús viene al Padre y la
noche de su traición. Y dice en el versículo 6: “He manifestado tu nombre a los hombres
que del mundo me diste; tuyos eran y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han
conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que
me diste, les he dado; y ellos las recibieron y han conocido verdaderamente que salí de ti,
y han creído que tú me enviaste”. Entonces aceptaron la verdad.
Ahora versículo 9, “Yo ruego por ellos; No ruego por el mundo” – “No estoy intercediendo
por el mundo” - “sino por los que me diste; porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo, y lo
tuyo mío; y he sido glorificado en ellos”. “Estoy orando por ellos”.
“¿Qué estoy orando?” Abajo en el versículo 15, “No ruego que los quites del mundo, sino
que los guardes del maligno”. Versículo 17, “Santifícalos en la verdad; Tu palabra es
verdad”. Versículo 18, “Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo”.
Versículo 20, “No ruego solamente por éstos” —estos discípulos— “sino también por los
que han de creer en mí por la palabra de ellos” —la próxima generación de creyentes—
“que todos sean uno” —por su unidad - “como tú, oh Padre, en mí y yo en ti, que también
ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste”. “Estoy orando
por la santificación, el entendimiento y el poder de cada generación sucesiva de
creyentes”.
“Padre”, versículo 24, “aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también
ellos estén conmigo”. “Estoy orando para que lleguen al cielo. Estoy orando para que
lleguen al cielo”. ¿Cree usted que el Padre escucha las oraciones del Hijo? El Hijo siempre
ora según la voluntad del Padre. Incluso usted tiene una promesa en Juan 14 de que si
usted ora de acuerdo con la voluntad del Hijo, sus oraciones serán contestadas. El Hijo
siempre ora según la voluntad del Padre, y la voluntad del Padre es que ninguno de estos
perezca. Ellos están asegurados no por la declaración de ese hecho, sino por la
intervención del Sumo Sacerdote.
Aquellos que son la iglesia verdadera no se perderán. “Todo lo que el Padre me da”, Juan
6, “vendrá a mí, y al que a mí viene, no le echo fuera. Sino que lo resucitaré en el día
postrero”. De la elección a la glorificación, eso está decidido. A quien el Padre escogió, Él
justificó. A quien Él justificó, santificó, Romanos 8, a quien santifica, glorifica. Nadie se cae
por las grietas. Es bueno reflexionar sobre Romanos 8 en ese sentido.
“Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo,
sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las
cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica; ¿Quién es el que
condenará? Cristo es el que murió”—después esto—“más aun, el que también resucitó, el
que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. Entonces,
¿quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación o angustia, o persecución, o hambre,
o desnudez, o peligro, o espada? No.
“En todas estas cosas conquistamos abrumadoramente por medio de Aquel que nos amó.
Estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente,
ni lo por venir… ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar
del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. Estamos asegurados en esa
relación por la intercesión de Cristo. Entonces las buenas noticias, amigos: la iglesia
todavía es la iglesia, ¿verdad? Todavía es la iglesia. Él no perderá a ninguno de ellos.
Hay un momento en el capítulo 18 que siempre me ha impresionado, el capítulo 18 de
Juan. Judas traiciona a Jesús y Jesús protege a sus discípulos. Es una escena bastante
asombrosa. Llegan al huerto, los soldados, Judas habiendo traicionado a Jesús. “Él les dijo:
‘Yo soy Él” - “Yo soy el que buscan”. “Ellos retrocedieron y cayeron al suelo. Por lo tanto,
nuevamente les preguntó: ‘¿A quién buscáis?’ ”. Lo mismo que les preguntó en el
versículo 4, por segunda vez. “Dijeron: Jesús el Nazareno”. ¿Por qué les preguntó dos
veces? Versículo 8, “Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí,
dejad ir a éstos”. Ese es un momento increíble.
Jesús sabía que los discípulos no podrían resistir lo que sucedería si fueran arrestados, así
que se aseguró de que nunca sucediera. ¿Entiende usted eso? Estamos asegurados
porque Él controla las circunstancias. Dos veces hace que los romanos digan públicamente
que no tienen autorización para nadie más que Él, y Él dijo eso para protegerlos a ellos,
para cumplir la Escritura en el versículo 9, “De los que me diste, no perdí ninguno”. No es
solo que no lo pierde a usted porque dice que no lo hará, no lo pierde usted porque
controla las circunstancias por las cuales podría usted perderse.
¿Qué está haciendo Cristo en su iglesia? Él está vivo en Su iglesia, dando vida a Su iglesia
verdadera, intercediendo ante el Padre en nombre de Su iglesia, para llevarlos a la Nueva
Jerusalén. Y eso nos lleva al versículo 14. Y pasamos de lo que vestía a Su propia persona:
“Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; y sus ojos como
llama de fuego. Y sus pies semejantes al bronce bruñido”. Juan ha pasado de Su ropa
ahora a Su persona: Su cabeza, Su cabello, Sus ojos, Sus pies. Y pronto será Su voz, Su
mano, Su boca, Su rostro. Estamos recibiendo un retrato del Cristo exaltado.
“Su cabeza y Sus cabellos eran blancos como lana blanca, como nieve”. Daniel 7:9, ese
pasaje mesiánico donde encontramos el término “Hijo del Hombre”, describe a Dios el
Todopoderoso de la misma manera. Entonces Cristo tiene las mismas características que
Dios el Todopoderoso. El “blanco” aquí es leukon, no un blanco simple sino un blanco
resplandeciente, un blanco brillante, como la luz, el blanco. ¿Qué significa esto? Bueno,
significa que Él no está corrompido por el mal. Luz pura, una gloria resplandeciente, la luz
blanca de Su santidad eterna, gloriosa y pura.
Ahora, a partir de esa santidad pura y resplandeciente, la shekinah, que apareció incluso
en el huerto, salieron dos corrientes penetrantes como láser. Juan ve esto. Y el rostro de
Cristo es una luz resplandeciente, y de él salen dos llamas láser. “Sus ojos eran como llama
de fuego”, “como antorchas encendidas” en Daniel 10:6. ¿Qué es esto? Inteligencia santa,
penetrante. Esta es omnisciencia. Hebreos 4:13 dice: “No hay cosa creada que no sea
manifiesta en su presencia, y todas las cosas están desnudas a sus ojos”. No se le escapa
nada.
Él intercede por su iglesia y, al mismo tiempo, nada hará que deje de amar a Su iglesia.
Nada hará que Él retire el perdón por los pecados de Su iglesia. Pero eso no significa que
Él sea indiferente a su pecado. Jonás trató de esconderse, ¿no es así?, de huir de Dios y
luego hundirse en las profundidades del barco para esconderse. Usted no puede
esconderse de Dios.
El Señor está presente en Su iglesia, está intercediendo por Su iglesia y también está
viendo con santidad láser el comportamiento de Su iglesia. Según 2 Corintios 11, Él quiere
que la novia sea una virgen pura. Quiere presentar una virgen pura a Cristo; ese es el
deseo de Pablo. El Señor Jesucristo dio su vida para santificar y limpiar a la iglesia. Él
quiere, Efesios 5, una novia pura, como en 2 Corintios 11. Él quiere que la iglesia sea
santa, de tal manera que la primera instrucción que llega a la iglesia es Mateo 18: Y si
alguien peca, usted va a ellos, usted confronta el pecado. Si no se arrepienten, lleva dos o
tres testigos. Si no se arrepienten, usted se lo dice a la iglesia. Si aún no se arrepienten, los
saca.
Él quiere pureza en Su iglesia al grado que si usted es un cristiano pecaminoso podría
perder su vida, como pasó con algunos en Corinto, porque profanaron la Mesa del Señor,
estaban enfermos y algunos de ellos murieron. Ananías y Safira murieron frente a toda la
iglesia por mentirle al Espíritu Santo. Otra forma de ver eso metafóricamente es en el
lenguaje de Juan 15, donde nuestro Señor dice: “Cada rama Él purga”. Por amor a Cristo,
por gozo, por utilidad, por testimonio, Él confronta el pecado de Su iglesia y Él actúa.
“Sus pies”, versículo 15, “semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno”:
bronce al rojo vivo, brillante. Juicio en la iglesia; El juzgará. ¿Cómo juzga Él? Podría ser por
muerte; podría ser por enfermedad; podría ser por desenmascarar, solo desenmascarar.
Pero Su juicio es severo, ardiente, fundido, puro, refinado, pies resplandecientes de juicio.
Él quiere que Su iglesia sea tan pura que Él no dudará en traer juicio sobre la iglesia.
¿Se está moviendo Cristo en su iglesia? Lo está haciendo. Él está vivo en Su iglesia; está
intercediendo por Su iglesia; y está, con omnisciencia pura y santa, plenamente consciente
de los pecados de Su pueblo y traerá juicio sobre ellos. No significa la pérdida de la
salvación; significa la pérdida del gozo y podría significar la pérdida de la vida. Juan está
siendo alentado: el Señor quiere la pureza de la iglesia más que Juan. El Señor quiere la
pureza de la iglesia, Juan está siendo alentado, el Señor quiere la pureza de la iglesia más
que Juan.
Conforme usted llega a la segunda parte del versículo 15, hay una cuarta imagen: “Su voz
era como estruendo de muchas aguas”. Una de las cosas que uno nota si visita Patmos, y
lo vería en cualquier isla, es que las olas golpean esa pequeña roca en todas las costas; y
como no hay playa, es ruidosa. En realidad, es un sonido fuerte. “El sonido de muchas
aguas”. Encontramos eso desde Ezequiel 43. Esa era una metáfora que la gente usaba
cuando querían hablar de algo que era fuerte y que tenía autoridad. ¿Qué nos está
diciendo esto? Que Él manda a su iglesia. Él habla con autoridad a Su iglesia. Su voz es
como el sonido de muchas aguas.
He estado observando algunas de las tonterías que están ocurriendo con algunas iglesias
que están intentando suavizar la homosexualidad. Y lo que se ha convertido en una frase
popular es que “Dios habla en voz alta sobre muchos pecados, pero susurra sobre la
homosexualidad”. Eso ha estado en Internet. Esa locura se ha extendido: “¿Dios susurra
sobre la homosexualidad”. No creo que estuviera susurrando en Sodoma y Gomorra.
Antes de que la lava los enterrara a todos, el ruido habría sido más de lo que nadie había
escuchado en toda su vida. Dios no susurra sobre las transgresiones, Él habla con una
autoridad aplastante, como las olas que golpean la costa de las rocas.
La voz que Juan escuchó en el versículo 10, ahí atrás era fuerte, quizás una voz angelical, o
quizás la voz del Señor. Esto lo eleva algunos niveles. “Toda autoridad me es dada en el
cielo y en la tierra”, Él dijo, ¿no es así? Y Su Palabra habla con autoridad. Por eso Tito dice:
“Habla… con toda autoridad “. Así que la buena noticia es que el Señor está hablando a Su
iglesia, Su iglesia verdadera, con autoridad. Sabemos de dónde viene eso. Viene de Su
Palabra.
Hay un quinto aspecto de esta visión que nos anima a Juan y a nosotros: “Tenía en su
diestra siete estrellas”. Solo digamos que Él controla Su iglesia. Él controla Su iglesia. ¿Qué
son estas siete estrellas? En el versículo 20, ahí abajo dice que son “los ángeles”, o mejor,
“los mensajeros”. Son los líderes, los pastores. Es la palabra ángelos, y a menudo se
traduce como “ángeles”, por supuesto; pero es la misma palabra para “mensajeros”.
Estas son buenas noticias; controla a los líderes de su iglesia. Él nunca se quedará sin
líderes fieles; siempre tendrá líderes fieles. Él siempre tendrá líderes piadosos. Puede que
tenga que buscar en la pila para llegar a ellos. Pero Él dio, Efesios 4, a Su iglesia los
evangelistas-pastores, pastores evangelistas que enseñan evangelistas, así como dio a los
apóstoles y profetas en el pasado. Él siempre tiene líderes fieles.
Entonces, ¿qué está haciendo Él en su iglesia? Él está vivo en Su iglesia, purificando Su
iglesia, intercediendo por Su iglesia, proclamando la verdad a Su iglesia, disciplinando a Su
iglesia cuando es necesario, y luego — me encanta esto; volviendo al versículo 16 —
protegiendo a Su iglesia. “De Su boca salía una espada aguda de dos filos”. ¿Para qué es
eso? Los pies eran los instrumentos de juicio en la imagen. ¿Para qué es la espada? Pase al
capítulo 2, versículo 16; nos apuraremos en esto.
Capítulo 2, versículo 16: “Vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos”. ¿Contra qué? Falsos
maestros, falsos maestros que se han mencionado en los versículos anteriores. “Pelearé
contra ellos con la espada de mi boca. “Pelearé contra ellos con la espada de mi boca”.
Esta es una romfáia de dos filos: grande, enorme, espada ancha que corta en toda
dirección.
Él, me encanta esto, es el protector principal de Su iglesia verdadera. El protegerá a su
iglesia. Él dio a su iglesia instrucción, en 2 Pedro, para poder reconocer a los falsos
maestros. Lo repitió en el libro de Judas. Él advirtió en las epístolas finales, 1, 2 y 3 de
Juan, sobre lo importante que era la verdad, y no escuchar a nadie que dijera algo que no
era verdad. Pero por mucho que nos preocupe eso, él está aún más preocupado por eso. Y
entonces Él protege a Su verdadera iglesia, y lo hace por medio de pastores fieles,
mensajeros fieles que Él sostiene en Su diestra, la mano del poder y la mano de la
autoridad. Ellos están ahí fuera.
Número siete en la imagen, volviendo al versículo 16: “Su rostro era como el sol cuando
resplandece en su fuerza”. Esta es la suma de esto: Él muestra Su gloria a través de Su
iglesia. Usted sabe, todos, queremos ser glorificados; y todos sentimos que nos quedamos
cortos, ¿verdad? Pero Juan vio el rostro del Hijo del Hombre, y fue como un sol abrasador
al mediodía en un día claro como el cristal. Mateo 13:43, se dice que los rostros de los
justos “brillan… como el sol.” Segunda de Corintios 4, Él brilla en nosotros “para dar la luz
del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo”.
El Señor no se ha rendido con Su iglesia. Odio cuando escucho a esta gente decir eso. “Ven
y únete a nuestra pequeña secta, porque la iglesia ya no es buena; apostató, se volvió
demasiado organizada”. Tanta gente atacando a la iglesia. El Señor todavía está
iluminando la luz de Su gloria a través de Su iglesia, lo que quiere decir que al final de
todo, el evangelismo es el propósito: que la gente pueda ver a la iglesia y ver a través de la
iglesia, la gloria del Señor de la Iglesia.
Entonces aquellos de nosotros que formamos parte de la iglesia no debemos
desanimarnos. Y durante este último período de tiempo podríamos haber tenido muchas
razones para estar desanimados, pero ha sucedido todo lo contrario, ¿no es así? Hemos
visto al Señor hacer todas estas cosas. Ha sido un viaje increíble. Y Él ha estado vivo entre
nosotros; muchos han llegado a la fe en Cristo. Él ha enriquecido nuestro compañerismo
más allá de lo que jamás podríamos imaginar. Él nos ha disciplinado. Él nos ha purificado.
Él continúa hablándonos con autoridad a través de Su Palabra, mandando, controlando
soberanamente. Y Él ha permitido que Su rostro, el rostro de Su gloria, brille a través de Su
iglesia. Y le damos toda la alabanza y toda la gloria.
Yo no puedo imaginar, en toda la vida de ministerio que he vivido, una demostración más
grande de la obra del Señor en Su iglesia que la que he visto en los últimos dieciocho
meses. No tema, el Señor está en Su iglesia.
Padre, te agradecemos por la verdad. Te agradecemos por darnos una visión que nos
consuela. Podría abrumarnos y, como Juan, podríamos caer como hombres muertos. Pero
si lo hacemos, Tú nos recogerías y dirías: “Espera un minuto, no es necesario que te
caigas. Yo estoy vivo. Estoy vivo. Tengo las llaves de la muerte y del Hades. No necesitas
temer. Yo morí por todos tus fracasos y Yo vivo para llevarte a la gloria “. Padre, te
agradecemos por el hecho de que Cristo murió y llevó nuestros pecados en Su propio
cuerpo, y que resucitó de entre los muertos, está vivo para siempre y nosotros
resucitamos en Él; No tenemos nada que temer. Gracias por mostrarnos, en Tu Palabra y
en nuestra experiencia estos muchos meses, la gloria de Cristo en Su iglesia. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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El peligro de la deserción
Escritura: Escrituras Seleccionadas

Código: 80–130
John MacArthur
Aquellos de ustedes que me conocen, que han sido parte de nuestra Iglesia por algo de
tiempo, saben que amo a la Iglesia. A lo largo de los años del ministerio, he tenido la
ocasión y la oportunidad de considerar otro tipo de ministerios, como el ministerio de
misiones o el ministerio en el área académica y varios tipos de oportunidades se me han
presentado. Pero sin importar cuán maravillosas han sido, no importa cuán atractivas, no
importa cuán grande la necesidad, nunca he podido separarme de la Iglesia y del
ministerio en la iglesia. Amo a la Iglesia. Es mi vida.
Cuando nací, mi padre era pastor de una iglesia. Crecí en la Iglesia. Es el lugar en donde fui
guiado al conocimiento de Dios, es el lugar en donde aprendí acerca de Cristo, un lugar en
donde adquirí el conocimiento de la verdad salvadora y santificadora. Fue en la Iglesia en
donde aprendí todas las historias de las Escrituras -Antiguo Testamento y Nuevo
Testamento. Fue en la Iglesia en donde aprendí el estándar moral de Dios para la vida. Fue
en la Iglesia en donde aprendí a orar. Fue en la Iglesia en donde aprendí a cantar. Fue en
la Iglesia en donde aprendí a vivir y a amar y a servir. Fue en la Iglesia en donde establecí
los estándares y dirección y metas para mi vida. Fue en la Iglesia en donde experimenté la
guía del Espíritu de Dios al dirigirme a una vida de ministerio.
La Iglesia es donde yo conocí a la compañera de mi vida, mi esposa. La Iglesia es donde he
criado a mis hijos y ahora, a mis nietos. Y la Iglesia es donde he establecido a mis amigos
de por vida. Y la Iglesia es mi vida. Tengo otros títulos y responsabilidades, pero en cierta
manera, están en la periferia de la Iglesia, la cual es mi vida. Y francamente, será para
siempre, inclusive en la eternidad, seremos la Iglesia congregada, redimida y glorificada.
Estoy comprometido con la Iglesia con toda onza de mi ser que tengo. Me he
comprometido con ella con todo mi corazón y con toda mi alma. Y hay gente que me
pregunta por qué siempre escribo estos libros que tratan de asuntos y por qué estoy
siempre tan preocupado por esas cosas que están pasando, si acaso no puedo tan sólo
sentarme y disfrutar mi experiencia cristiana en el ministerio. Y la respuesta es que amo
tanto a la Iglesia que quiero que sea todo lo que Dios quiere que sea y eso significa que
necesito ser un pastor, porque si no fuera un pastor, estaría haciendo que el pastor
enloqueciera. El Señor sabía eso.
No entiendo a la gente que no ama a la Iglesia. No entiendo a la gente que no tiene una
relación de amor con la Iglesia y no puede esperar a congregarse con la Iglesia. No
entiendo a la gente que dice cosas como escuché a una persona decir recientemente:
“hombre, nuestra Iglesia tiene un servicio de sábado por la noche y es maravilloso. Puedes
terminar con eso en una hora y no echa a perder el domingo.” Eso es inconcebible para
mí. No puedo entender eso.
O alguien más que dijo: “me gusta nuestro servicio del domingo por la mañana, se acaba
en una hora y no afecta el resto del día.” No puedo esperar a llegar aquí el domingo por la
mañana y no puedo esperar regresar el domingo por la noche. Y así ha sido en mi vida
durante toda mi vida. Yo me veo ha traído, como ustedes bien saben, a Europa oriental y
me veo ha traído al ministerio que Dios nos ha dado por allá. Está limitado, porque no
conozco el idioma y les he dicho antes que si lo conociera, probablemente me iría allí y me
quedaría.
Pero hay otra razón que me gusta por allí. No es sólo porque hay un aspecto de frescura
en él y un gozo en la Iglesia por allá. Me gusta por allá porque tienen servicios de Iglesia el
martes por la noche, jueves por la noche, sábado por la noche, domingo por la mañana y
domingo por la noche; y se congregan todo el tiempo y todo el mundo está siempre ahí.
Es su vida.
Hubo un tiempo cuando venir a Cristo significaba venir a Su Iglesia. Hubo un tiempo
cuando la salvación significaba unión con el cuerpo congregado visible de Cristo.
Convertirse en cristiano significaba comunión. Esto realmente ha cambiado. El énfasis, el
énfasis contemporáneo en los evangélicos es tener una relación personal con Cristo y el
proceso de personalizar esto y promover este asunto de la relación personal con Cristo, lo
cual se ha convertido en el tema continuo del evangelismo contemporáneo, rara vez es
que se presenta una explicación acerca de la Iglesia. Es extremadamente raro leer un
folleto del Evangelio o escuchar una presentación del Evangelio que termina con alguna
explicación de la relación de un creyente con la Iglesia.
Hay un énfasis muy bajo en el involucramiento en la Iglesia, la membresía en la Iglesia, ser
parte de la familia de Dios. La casa congregada visible de santos redimidos. Y en nuestro
esfuerzo masivo de hacer que lo importante sea la salvación personal, realmente hemos
dejado a la Iglesia atrás afectando a muchas, muchas almas. Muchas iglesias no tienen
membresías. No quieren membresías, no quieren que la gente se una a su Iglesia.
De hecho, enseñan en contra de eso. Hay iglesias, acabo de leer de una el día de ayer que
no requiere la membresía. No requiere bautismo, no requiere ninguna declaración
doctrinal, no requiere nada y se llama a sí misma una Iglesia evangélica.
La realidad de este compromiso bajo con la Iglesia está sobre nosotros. Está evidente por
todos lados. Permítame tan sólo resumirlo en tres maneras. Si yo veo este nivel bajo de
compromiso, lo veo en varias maneras.
Número uno, lo puedo ver por el patrón mediante el cual los cristianos profesantes se
relacionan con la Iglesia. La gente, simplemente no se relaciona con la Iglesia de manera
significativa. Tienden a ser, creo que lo podríamos llamar, consumidores eclesiásticos,
brincadores de iglesias. Realmente, no tienen ninguna lealtad o ningún compromiso a
alguna asamblea dada de santos redimidos y congregados. Sienten poco o ningún apego u
obligación o compromiso por asistir regularmente o por involucrarse a una Iglesia. No es
una prioridad para ellos. De alguna manera, saltan y flotan y brincan por todos lados. La
Iglesia puede congregarse, pero ciertamente no significa que ellos necesitan estar ahí. La
Iglesia puede congregarse a estudiar o a orar o a ser preparada o hacer lo que sea, pero
eso realmente no se aplica a ellos. Después de todo, ellos están involucrados con una
relación personal con Cristo y no entienden su involucramiento, su conexión en su vida
con la Iglesia.
Gran parte de su cristianismo existe fuera de la Iglesia y hay bastantes cosas afuera de la
Iglesia que están bajo la bandera cristiana que pueden ocupar sus vidas sin que ellos
lleguen a comprometerse mucho o a involucrarse en la Iglesia. Eso es trágico. Este
compromiso bajo se manifiesta no sólo en el patrón mediante el cual la gente se relaciona
con la Iglesia y en cierta manera sólo flotan y no hacen compromiso alguno, sino que, en
segundo lugar, por el descuido de las ordenanzas del bautismo y la comunión. Hay muchas
personas que se llaman a sí mismas cristianas que nunca han sido bautizadas. Hay muchas
más que se llaman a sí mismas cristianas y bien podría ser cristianas y bien podrían ser
cristianas que tienen poco o ningún interés en asistir a la mesa del Señor. Y si resulta ser
en una noche en donde pueden agendarlo, vendrán. O en una mañana en donde pueden
agendarlo, vienen.
Pero, en general, eso realmente no es prioridad para ellos. Esto inclusive es más serio. En
muchas iglesias, ahora está quitando la prioridad del bautismo y quitando la prioridad de
la comunión. Simplemente, la relegan a algún tipo de ocasión privada porque creen que, si
se hace en el servicio público, se vuelve ofensivo. Es algo triste porque el bautismo en sí
mismo es el testimonio más grande que la Iglesia tiene que dar del poder cambiador de
Jesucristo, ¿verdad? ¿Por qué vas a presentar algún tipo de dramatización en la Iglesia
cuando puedes tener un testimonio vivo?
Por otro lado, le quitan la prioridad de la comunión porque creen que la comunión
ofendería a un incrédulo que podría estar ahí porque lo aísla y la comunión dice que es
como mostramos la muerte del Señor hasta que Él venga y cuál es nuestro mensaje.
Algunos ignoran el bautismo en su totalidad y muchas iglesias no lo requieren. No lo
requieren después de que usted es salvo. No hablan de él. No lo requieren para la
membresía de la Iglesia y no les preocupa la mesa del Señor.
Esto quiere decir que no se requiere para todo el mundo, no es una urgencia en la vida de
las personas y, sin embargo, esas son las dos cosas que Jesús dijo que debíamos hacer.
Inclusive en donde el bautismo y la comunión son administradas y en la mayoría de los
casos son dirigidas a la fe personal en lugar de la Iglesia, no celebran el aspecto común de
la Iglesia, todos bautizados en un cuerpo, esto es la Iglesia de Jesucristo y todos
congregados al pie de la cruz para compartir en la mesa del Señor en común conforme
reconocemos de manera mutua nuestro pecado y nuestro arrepentimiento del mismo. La
gente puede asistir a muchas iglesias y nunca experimentar un bautismo. Muchas iglesias
y nunca experimentar una comunión.
En tercer lugar, otra dramatización, otra evidencia de esta falta de interés en la Iglesia es
el desarrollo enorme del ministerio afuera de la Iglesia. Ha habido un cambio enorme de
enfoque entre los evangélicos, si lo puedo llamar así, que se ha desviado de la Iglesia.
Ministerios para iglesias se han desarrollado y han proliferado más allá de la imaginación.
Y para todo cristiano que parece tener alguna idea de lo que le gustaría hacer, es probable
que se comience una organización cristiana.
Y después, esa organización cristiana crea un ambiente en donde pueda existir y levantar
dinero y hacer lo que necesita hacer sin ninguna consideración hacia la Iglesia,
normalmente, siendo indiferentes hacia la Iglesia y no rindiendo cuentas a la Iglesia. Los
mejores de esto, tienen éxito. Los más ineptos, fracasan. Ministerios que se promueven
mucho con mucho dinero, guiados por gente con talentos y dones excepcionales
apoyados por donadores ricos sobreviven y van a usar métodos de mercadotecnia
sofisticados para levantar millones de dólares y pueden desarrollar una operación
bastante exitosa, algo de lo que hacen es muy bueno, sólo que no tiene nada que ver con
la Iglesia. No es la Iglesia. Está ahí. Tuvo la intención de venir a ayudar a la Iglesia.
Al principio del siglo, la Iglesia liberalizada y eso es lo que causó que iglesias
independientes crecieran, porque las denominaciones eran tan corruptas y herejes. Y
junto con las denominaciones, vinieron todos estos ministerios independientes y ahora,
en la independencia noble típica del espíritu estadounidense, continuamos proliferando
ese tipo de organizaciones hasta que hay tantas de ellas que ni siquiera podemos
mantenernos al día con cuántas hay. Algunos de ustedes saben cuántas hay porque vienen
a su casa en la forma del correo de manera interminable.
Las personalidades cristianas a nivel nacional se han convertido en los héroes de los
evangélicos y los pastores locales básicamente no son valorados y con frecuencia, son
calumniados o son objeto de que se hable mal de ellos. Recientemente, me pareció
interesante leer acerca de una reunión que el Presidente Clinton tuvo con doce líderes
evangélicos. Y de los doce líderes evangélicos que iban a reunirse con él, él quería que
ellos les presentaran las preocupaciones del cristianismo en Estados Unidos y se
identificaran con el gobierno. Y diez de ellos estaban afuera de la Iglesia.
El sistema, inclusive reconoce que la Iglesia no necesariamente es el vocero. Este es el
cambio, un cambio significativo en el poder de los evangélicos. Y creo que ese cambio
inclusive va a ir más lejos. Ahora que estamos teniendo un cambio de simplemente poder
para iglesia organizaciones para iglesias a organizaciones megas para iglesias. Y las
organizaciones mega para Iglesia están redefiniendo al cristianismo y están estableciendo
quiénes son los héroes. Y la parte triste de esto es que básicamente tienden a ser
ateológicas. Adoctrinales, sin importarles la doctrina, la teología.
Inclusive, el lado educativo de los evangélicos ha caído presa a esto en algunas maneras y
puedo darle una ilustración de esto. Hay una publicación llamada La Publicación de la
Sociedad Teológica Evangélica, de la cual yo soy miembro. Para pertenecer a esa sociedad,
usted necesita afirmar la inerrancia de las Escrituras y estar asociado con algún esfuerzo
académico en términos de teología. Y en la publicación de la teología evangélica, han
estado imprimiendo artículos de investigación original acerca de cosas que son
escriturales durante 34 años. En 34 años, han producido un artículo acerca de la
naturaleza de la Iglesia. Uno en el año 1969. No antes ni después.
Los evangélicos están desviándose de manera sistemática de la Iglesia. Es una especie de
tendencia general. La gente está ocupada ganando gente para Cristo, pero no para la
Iglesia. Esto es algo que va totalmente en contra de las Escrituras. Venir a Cristo es venir a
la Iglesia. Cualquier idea de experimentar salvación sin pertenecer a una Iglesia local no se
encuentra en el Nuevo Testamento. Las epístolas del Nuevo Testamento fueron escritas a
iglesias. Y en el caso en donde fueron escritas a individuos como a Filemón y a Timoteo y a
Tito, estuvieron en funciones claves de liderazgo en las iglesias. Y las epístolas generales
parecen haber sido dirigidas a asambleas de santos, aunque no son identificadas en
ningún lugar específico. Algunas veces, como en el caso de Santiago, a creyentes dispersos
que se estaban reuniendo en diferentes lugares.
Usted simplemente necesita comenzar a leer las epístolas del Nuevo Testamento para
saber que el Señor asumió que los creyentes estarían congregados en asambleas, no
corriendo por todos lados sueltos. El Espíritu Santo quiso comunicar un mensaje a los
creyentes. El título es 1 de Corintios y esto es lo que dice: “Pablo llamado apóstol de
Jesucristo por la voluntad de Dios y Sóstenes, nuestro hermano a la Iglesia,” la Iglesia que
está en Corinto. Y cuando el Espíritu Santo quiso enviar otra carta, 2 Corintios, “Pablo,
apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios y Timoteo nuestro hermano a la Iglesia, la
cual está en Corinto.”
Y cuando el Señor quiso alcanzar a los santos y darles instrucción acerca de la ley y
libertad y gracia, Él inspiró a Pablo para escribir y Pablo escribió el libro de Gálatas. “Pablo
apóstol y todos los hermanos que están conmigo a las iglesias.” Primera de Tesalonicenses
1 dice esencialmente lo mismo. “Pablo y Silvano y Timoteo a la Iglesia.” En 2
Tesalonicenses, dice: “Pablo y Silvano y Timoteo a la Iglesia.” La suposición en todo esto es
que la gente está congregada en una asamblea local en donde la Palabra de Dios es
diseminada y son una comunidad congregada de santos que adoran que pertenecen a la
Iglesia no sólo la Iglesia invisible, sino perteneciendo a la Iglesia visible, congregada,
militante, como ha sido llamada en el mundo que está en el corazón mismo en el
cristianismo. Es la unidad expresa del cuerpo hecha visible.
La Iglesia se congrega para participar en la adoración y el bautismo, la comunión y el
ministerio. Expresa su realidad espiritual en su identidad colectiva. El Señor nunca
estableció ninguna en institución excepto por la Iglesia. Cristo es la cabeza de la Iglesia y
bajo Su cabeza, viene una pluralidad de pastores y ancianos piadosos que guían a aquellos
que sirven. Y esa es la definición de la Iglesia. Y no hay nada más allá o fuera de eso.
Actualmente, hay muchas, muchas organizaciones cristianas. Organizaciones para Iglesia
que son guiadas por gente que no son calificadas para ser pastores o ancianos, que no
rinden cuentas a una asamblea de santos redimidos y congregados, que no consideran
cosas como el bautismo o la comunión. Francamente, la idea de un cristiano no bautizado
ni siquiera está en el Nuevo Testamento. Inclusive el bautismo se convierte en un término
que es un sinónimo de salvación. Un Señor, una fe, un bautismo. Eso está hablando del
bautismo que es la expresión externa de una relación interna. Una identificación interna.
El no estar en la Mesa del Señor en un contexto donde el Nuevo Testamento era causa de
preocupación seria y quizás, de disciplina en la Iglesia. De hecho, inclusive venir a la Mesa
del Señor sin que su corazón estuviera bien podía ser causa de enfermedad o de muerte.
Es obvio que la primera Iglesia conoció a su rebaño. En Hechos 20, el apóstol Pablo
escribió a los ancianos en Mileto y dijo: “ustedes deben pastorear el rebaño de Dios.” Es
muy difícil pastorear si usted no sabe quién es su rebaño. Y los pastores no sobreviven
bien simplemente estando sueltos por sí mismos.
En Hechos, simplemente para darle una ilustración de este sentido de pertenencia, en
Hechos, capítulo 2, versículo 41 en donde nace la Iglesia dice: “entonces, aquellos que
recibieron sus palabras,” las palabras de Pedro, “conforme predicó, fueron bautizados.”
Claro, eso fue obvio, inevitablemente, inmediatamente fueron bautizados. “Y fueron
añadidos ese día 3000.” ¿Añadidos a qué? Añadidos a los otros. ¿Quiénes fueron los
otros? Bueno, por lo menos ciento veinte que estaban congregados en el aposento alto
estarían en la lista. Y debieron haber tenido algún secretario o a alguien que podía escribir
los nombres de estas personas que fueron bautizadas. Y todas fueron añadidas a la lista.
Y después, en el versículo 47, “Y el Señor añadía cada día a la iglesia a los que habían de
ser salvos.” Y la Iglesia se congregaba día tras día celebrando su vida y su gozo en el
Mesías. Y el Señor, por el poder del Espíritu Santo estaba convirtiendo a muchos y estaban
siendo añadidos a la Iglesia. Usted llega al capítulo 5 del libro de los Hechos, versículo 14 y
más creyentes en el Señor, multitudes de hombres y mujeres, se añadían constantemente
a su número. Y esto estaba creciendo. Alguien estaba llevando una lista de quién estaba
en el rebaño. La indicación de que éstos estaban siendo añadidos implica que hubo un
lugar en donde estaban siendo añadidos.
Hay referencias, claro, lo largo de este período en el libro de los Hechos a la Iglesia entera.
La Iglesia salva, bautizada, continuando, recuerdan, en Hechos 2:42, en la doctrina de los
apóstoles, la oración, la comunión y el partimiento del pan. Todos están juntos. Todos son
uno. Así era. Y después, la Iglesia comenzó en Antioquía y se desarrolló a partir de ahí. Y
después, la Iglesia se fue al Oeste, en el ministerio de Pablo. Y aquellos que viajaron con él
en la Iglesia, estaba viendo a la gente que venía a Cristo y después, eran bautizados. Y
después, se congregaban en una asamblea local. Cada vez que alguien se mudaba o que se
re ubicaba como lo hace la gente en la actualidad, enviaban cartas.
En Hechos, capítulo 18, creo que es el versículo 27, leemos acerca de eso. Este es un
pasaje que está hablando de Apolos. “Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le
animaron, y escribieron a los discípulos que le recibiesen.” Esto es típico. Aquí hay un
hermano cristiano que va de un lugar al siguiente. Le escriben una carta de
recomendación para que la Iglesia que lo está recibiendo sepa que viene con la bendición
de la iglesia de la cual vino.
En Romanos, el último capítulo, capítulo 16, hay una recomendación en el versículo 1 de
una dama llamada Febe. Aparentemente, quien iba camino a Roma. Y cuando ella llega a
Roma, ella va a llegar con una recomendación porque el apóstol Pablo dice en Romanos
16: “Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en
Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en
cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí
mismo.”
Aquí hay una carta típica de recomendación. Aquí hay un miembro de buen testimonio
llamada Febe que se están mudando de Cencrea a Roma. La Iglesia romana necesita
aceptarla. Ahí está Iglesia manteniendo registros de sus ovejas y también informando a
otras de las congregaciones que este individuo debe ser recibido como alguien que es
genuino en nombrar el nombre de Cristo. La Iglesia estaba muy preocupada por mantener
afuera la cizaña, por mantener su pureza y asegurarse de que aquellos que llegaban no
eran personas divisivas, herejes o pecaminosas. Había esta preocupación tremenda por
mantener a la Iglesia pura.
En Colosenses, capítulo 4, versículo 10 menciona a Aristarco, mi colaborador, envía sus
saludos. Y después, menciona al primo de Bernabé, Marcos y después, hay un comentario
de paréntesis de Marcos en Colosenses 4:10 “acerca de quien recibisteis instrucciones. Si
él viene a vosotros, recibidle.” Entonces, de nuevo, cuando los cristianos se mueven de
lugar en lugar, había una carta que certificaba su conversión y su buen testimonio en la
vida de la Iglesia.
Y después, en 2 Corintios capítulo 3, Pablo dice: “¿Comenzamos otra vez a recomendarnos
a nosotros mismos?” En otras palabras, ¿necesito comenzar de nuevo con ustedes,
corintios, como si no me conocieran? “¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de
recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros?” Estaban tratándolo
como a un extraño y él dice: ¿necesito comenzar por ese proceso de nuevo? Lo que estoy
diciéndoles es que simplemente había un proceso, cartas de recomendación,
transferencia en la reubicación de creyentes fue una parte de la vida de la Iglesia.
Entonces, la primera Iglesia no conoció nada más que el bautismo y la asamblea en grupos
congregados de creyentes en un área local con el propósito de la adoración, la Mesa del
Señor, oración, comunión y testimonio. Mi corazón realmente se entristece ante la
naturaleza de la Iglesia evangélica en la actualidad y me siento responsable por
confrontarlo, porque sé que el Señor ama a Su Iglesia, Él murió por Su Iglesia, Él derramó
Su sangre por Su Iglesia. Y sé que la Iglesia no sólo es el cuerpo de Cristo mediante el cual
Él va a cumplir Su voluntad en el mundo, sino que también es la novia de Cristo, el objeto
de Su afecto y Su amor. Y Él quiere a una novia pura y casta. Él quiere que la Iglesia sea
todo lo que debe ser. Por eso, este mensaje esta mañana.
Ahora, muchos de ustedes son miembros de Grace Community Church. Eso es bíblico. Si
usted en cierta manera no es miembro, usted simplemente está flotando ahí en el limbo.
Eso es algo que no se encuentra en las Escrituras. Muchos de ustedes son miembros de
Grace Community Church. Algunos de ustedes, son miembros fieles. Algunos de ustedes,
no son miembros fieles. Algunos de ustedes, no son miembros y algunos de ustedes no
miembros, son no miembros fieles. Y algunos de ustedes no miembros, no son fieles.
Según Hebreos 13, tengo que dar cuentas a Dios por ustedes.
¿Cómo puede usted pastorear al rebaño por el que usted debe rendir cuentas a Dios, si
usted ni siquiera sabe en dónde están las ovejas o quiénes son? Es muy difícil. Es muy
difícil. Es muy difícil, por ejemplo, cuando alguien deja la Iglesia, quien no es miembro de
la Iglesia, tener alguna manera de saber que siquiera se fueron, quizás, excepto por un
grupo pequeño de personas que pudo haberlos conocido. Algunas veces, una persona
deja la Iglesia y tratamos de hacer lo que podemos por rastrearlos, porque nos sentimos
responsables por su vida espiritual. Y entonces, oímos que terminaron en una Iglesia en
otro lugar y quizás, puede terminar en una Iglesia que dice “creemos que esta persona
estuvo en nuestra Iglesia hasta tal y tal y ahora, pensamos que se han ido a su Iglesia. No
estamos seguros”. Eso es muy difícil. Y podemos recibir una carta de regreso que dice que
la persona que creen que estaba en su Iglesia, que creen que está en mi Iglesia, no creo
que esté en mi Iglesia. ¿Cómo podemos ser responsables por el pastoreo? ¿Cómo
podemos ser responsables de cuidar por la gente a la que tenemos que rendirle cuentas a
Dios?
Entonces, si lo quiere hacer como dice Hebreos 13:17, para que podamos hacerlo con
gozo y no con tristeza, entonces, usted aprende a someterse y a obedecer y a ser parte del
rebaño con el que usted se identifica. La mitad de cualquier congregación dada un
domingo en Grace Community Church son no miembros. Digo, algunos de ustedes han
estado aquí durante mucho tiempo. Dos queridas personas entregaron su pequeña tarjeta
de membresía para unirse a la Iglesia esta mañana y han estado viniendo durante 22 años.
Veintidós años. En una de las plásticas, se dijo algo así: “he estado en el coro por 13 años,
creo que debería unirme.”
Bueno, podría ser ignorancia. Usted es simplemente ignorante acerca de esto. Podría ser
indiferencia. Podría ser temor de ser expuesto por algún pecado en su vida. Podría ser
resistencia a que se le dé algún tipo de responsabilidad en el ministerio. Ninguna de esas
es aceptable al Señor, ¿verdad?
Ahora, quiero enseñarle algunos asuntos esenciales acerca de la membresía de la Iglesia,
¿muy bien? Y hay cosas que creo que van a ser claras para usted y espero que sean
motivadoras. En primer lugar, es un asunto de obediencia. Identificarse con la Iglesia,
unirse de manera oficial y ser parte es un tema de obediencia. Acabo de señalar eso.
El Nuevo Testamento indica claramente que los creyentes fueron bautizados y se
reunieron en grupos que se congregaban y que eran reconocibles. Sus nombres estaban
en una lista. Se identificaban como el rebaño y los pastores sabía quiénes eran. Y cuando
se mudaban de un lugar al otro, alguna carta iba con ellos para que se llevara a cabo una
transferencia a otra asamblea local de creyentes. Cartas, epístolas del Nuevo Testamento
fueron escritas a esos creyentes congregados. Nunca hubo suposición alguna de que algún
cristiano estaría flotando, suelto solo. Hubo una unidad espiritual real de almas salvas y
esa unidad espiritual real, así como es en la actualidad, se manifestó en grupos locales de
creyentes que se congregaban con el propósito de santificación y adoración y testimonio.
Es un patrón bíblico.
Y lo que tenemos en la actualidad en este consumismo evangélico no es bíblico. Esto de
estar rebotando y brincando de Iglesia en Iglesia, hacemos todo lo que podemos por
rastrear a toda persona que llega y se va de nuestra Iglesia. Leí una de nuestras pequeñas
listas, alguien había dejado nuestra Iglesia y el pequeño comentario en la parte de abajo
después de que fueron llamados y enviamos cartas y tratamos de hacer lo que pudimos
para saber a dónde se fueron fue: “ahora estamos asistiendo,” y mencionaron a cierta
Iglesia, “y a otras dos iglesias.” Eso para mí muestra su realidad. Lo que eso significa es
que probablemente no van a ningún lugar con mucha frecuencia. Y cuando van, saltan al
lugar en donde está la acción totalmente desconocido en un patrón bíblico de
identificación con un grupo congregado de creyentes con quienes nos comprometemos
para la gloria de Cristo. Es un asunto de obediencia.
Y creo que podría ser un asunto de pecado, puede haber cosas en su vida que no quiere
que sean expuestas… Permítame alentarlo para decirle que el resto de nosotros también
tenemos problemas. No se espere hasta que sea perfecto antes de venir. Una dama dijo:
“no quiero unirme a la Iglesia porque hay demasiados hipócritas.” Yo le dije: “muy bien,
siempre podemos recibir a uno más.” Sólo es cuestión de grado, ¿verdad? No le dije eso a
nadie en esta mañana. Esto fue cuando era joven. Es un asunto de obediencia.
En segundo lugar, es un tema de comunión. Los creyentes fueron incorporados a una
Iglesia, la Iglesia del Señor Jesucristo para tener una vida espiritual compartida en común.
Somos los que tenemos una fe igualmente preciosa. Hemos entrado en una comunión, en
una participación. Pablo le dijo a los Corintios que habían sido llamados a la comunión. La
comunión de Su Hijo, el Hijo de Dios. Una comunión era tan maravillosa y tan única y tan
mezclada que debían asegurarse de que no hubiera divisiones ni argumentos ni debates
en la comunión.
Juan, el apóstol, al escribir 1 Juan 1, versículo 3, “lo que hemos visto y oído, esto os
anunciamos para que tengáis comunión con nosotros. Y, de hecho, nuestra comunión es
con el Padre y con Su Hijo Jesucristo.” Salvos para entrar a la comunión, la participación.
La palabra koinonia significa participación. Gálatas 2:9 dice: “al reconocer la gracia que me
había sido dada, Jacobo y Cefas y Juan, Pablo escribiendo, quienes eran reconocidos como
columnas, me dieron a Bernabé, y a mí, la diestra de ¿qué? De comunión.” Esa es la razón
por la que hicimos eso. Es el Nuevo Testamento. Usted los está tomando de la mano y
metiéndolos a la comunión, participación en común en la vida eterna, como se manifiesta
en la vida visible de la Iglesia.
En Hebreos, capítulo 10, es una sección maravillosa de las Escrituras. Versículo 23,
“mantengamos la confesión de nuestra esperanza sin titubear porque el que lo prometió
es fiel. Y considerémonos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no
dejando de congregarnos como es el hábito de algunos, sino exhortándonos unos a otros
y mucho más conforme veis que el día se acerca.” Entre más nos acercamos al regreso de
Jesucristo, mas necesitamos la comunión. No dejen el congregarse, estimúlense unos a
otros al amor y a las buenas obras. Es el hábito de algunos, dice él, no congregarse, no
estar en la asamblea. Está mal. Es pecaminoso. No puedo entender por qué la gente no
está aquí cada vez que los creyentes se congregan. No puedo entender cómo la gente
siente que han cumplido con algún tipo de deber el domingo por la mañana y no
necesitan regresar el domingo por la noche. ¿Y sabe una cosa? La mayoría de las iglesias
están quitando de manera sistemática los domingos por la noche. Digo, somos unas de las
pocas que quedan que tienen un servicio de domingo por la noche. No puedo comprender
eso. Siempre estoy tratando de pensar en cómo podemos tener más servicios.
Tuve la oportunidad de congregarme con creyentes en otra asamblea local el jueves por la
noche. Y disfruto ese privilegio y ese gozo. Y normalmente, me sucede cada semana en
algún otro lugar, el compartir nuestra vida en común. El cultivar amistades. El llevar las
cargas unos de otros, la preocupación mutua, la oración mutua. Esa es la vida de la Iglesia.
Es la vida de compartir amor, es la vida de sacrificio, es la vida de dar sacrificialmente
tanto mi dinero como mi tiempo y energía por el bienestar de otros. Es congregarnos por
causa de la Mesa del Señor. Es congregarnos para cantar alabanzas a Él; y el coro
colectivo, los aleluyas colectivos que se levantan, emanan de una congregación que está
congregada. Eso es la comunión, venir a la mesa del Señor. Es en donde venimos para la
limpieza y la purificación y el arrepentimiento y la confesión y la devoción renovada. Y ese
es un tesoro preciado. Preciado. Y la comunión debería ser más y más profunda conforme
nuestras vidas se entrelazan más y más, conforme nos conocemos más y más. Y
realmente, tenemos amistades espirituales que son profundas. Y cambian la vida y nos
fortalecen. Es un tema de comunión. Ser parte de una Iglesia. Una asamblea local.
En tercer lugar, es un asunto de autoridad. Los creyentes deben ser traídos a la Iglesia bajo
gobierno pastoral. Ahora, gobernamos no por poder, sino por la Palabra de Dios. Yo no
tengo autoridad alguna sobre su vida. A algunos pastores, les gusta pensar que lo tienen y
vienen estos pastores de estas iglesias que de alguna manera abusan y son dictadores en
donde le dicen a usted que puede o no casarse con esta persona, que no puede casarse
con esa persona, que no puede meterse a ese trabajo, que no puede mudar a su familia
por allá, por aquí. No puede hacer esto; y quieren controlar su vida. Esa es una autoridad
ilegítima.
La única autoridad que tenemos es la autoridad que viene de la Palabra de Dios y por el
Espíritu operando a través de nuestros dones aplicando la Palabra a su vida. Pero usted
necesita colocarse bajo esa autoridad. En 1 Tesalonicenses capítulo 5, versículo 12,
“también os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros,” esto
es sus ancianos y pastores y maestros, “y os presiden en el Señor y os amonestan.” Usted
necesita valorar a aquellos cuya función es guiarlo, cuidar de su vida, instruirlo, enseñarle,
prepararlo. Usted debe tenerlos en alta estima en amor debido a su trabajo y como noté
antes en Hebreos, capítulo 13, versículo 7, “Acordaos de los que os hablaron la palabra del
Señor e imiten su fe”. Y después, en el versículo 17, él les dice: “obedeced a vuestros
líderes y someteos a ellos porque ellos guardan de vuestras almas como quienes han de
dar cuenta. Y que hagan esto con gozo y no con tristeza porque esto no os es
provechoso.”
Y es una tristeza cuando usted es responsable por pastorear a gente que no es fiel a estar
en el rebaño. Estamos aquí para preparar y discipular y apoyar y servirle a usted. Estamos
aquí para orar y enseñar. Estamos aquí para cuidar de usted. Estamos aquí también para
amonestar y advertir y reprender y exhortar, inclusive, para disciplinar en la aplicación de
la Palabra de Dios en su vida. Pero todo eso es para su bienestar, ¿no es cierto? Evitar eso
lo daña a usted. Estamos aquí para implementar la Palabra de Dios. Ocasionalmente,
cuando encontramos a alguien divisivo, lo reprendemos una, dos veces; y después, lo
rechazamos. Cuando encontramos a alguien que continúa en pecado, lo disciplinamos y lo
sacamos de la Iglesia amonestándolo a arrepentirse, pero no permitiéndole que se asocie
con nosotros.
Todo eso es para la pureza de la Iglesia. Todo eso es para la limpieza de la Iglesia, para la
virtud y la santidad del rebaño. Estamos aquí para protegerlo de los lobos que quieren
despedazarlo a usted, de la gente que quiere robar su corazón y sus recursos, sus energías
y confundirlo acerca de la verdad. Usted necesita el cuidado, es un tema de autoridad. Es
una autoridad suave, es una autoridad bíblica, no es una personal, no es una áspera. Es
para el beneficio de usted.
Es la autoridad de un padre amoroso y una madre tierna, como Pablo lo describió a los
tesalonicenses. Usted no se imaginaría, no es cierto, que un niño florecería por sí mismo.
Sin embargo, ¡cuántos cristianos tratan de hacer eso! No es sorprendente que estén
confundidos y en la batalla con el pecado, están perdiendo.
En cuanto lugar, este tema de membresía en la Iglesia es un asunto de identidad. Es un
asunto de identidad. Usted por título es un cristiano. Eso significa un pequeño Cristo.
Usted se ha unido con Cristo, no hay manera de identificar en un sentido en donde Él se
detiene y usted comienza. Su vida y la de Él están juntas. Su vida está escondida con
Cristo. No obstante, usted vive, mas no usted, sino Cristo vive en usted. Gálatas 2:20.
Usted es de Él. Usted ha sido comprado por precio, redimidos por la sangre preciosa de
Cristo. Usted lleva Su nombre. Eso es lo que usted es, más que usted cualquier otra cosa,
usted es de Cristo gracias a Su salvación y usted lleva Su nombre más que cualquier otro
nombre. Usted es Su Iglesia, usted es Su cuerpo y usted es Su novia.
Es verdad, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos nosotros, un Espíritu,
una Iglesia, una esperanza, todos estamos unidos con el mismo Cristo. ¿Se avergüenza
usted de pertenecer? ¿Es usted como Timoteo quizás en la orilla de eso, cuando Pablo le
dijo: “no te avergüences del Señor ni de mí, su prisionero”? ¿Se avergüenza usted de
llevar esa identificación y de identificarse con otros creyentes de una fe igual de preciosa
que la suya? Lo que es sorprendente es que el Señor no se avergüenza de llamarlo a usted
de Él y eso podría arruinar la reputación de Él, ciertamente. Identificarse con usted y
conmigo. Y aunque Él no se avergüenza de llamarnos de Él, nos avergonzamos de llamarlo
a Él nuestro. ¿Nos avergonzamos de identificarnos con Él? Usted debe ser parte de lo que
usted cree.
Me sorprende a cuántas cosas la gente se une que reflejan lo que ellos creen. Digo, la
gente se une a todo tipo de organizaciones por lo que creen. Y más que cualquier otra
cosa, cualquier otra organización sobre la faz de la tierra, si usted quiere hablar de
pertenecer en realidad, entonces usted realmente pertenece cuando usted es cristiano,
porque usted ni siquiera es ciudadano de este mundo. Usted pertenece a una familia
eterna. ¿Acaso no debería estar dispuesto externamente a identificarse con los miembros
visibles que se congregan de ese grupo al cual usted pertenece eternamente?
La membresía en la Iglesia es un asunto de obediencia, comunión, autoridad, identidad.
En quinto lugar, es un asunto de lealtad. Es un asunto de lealtad. Somos como una familia.
Me encanta la lealtad. De hecho, no puedo pensar en algo que me guste más que la
lealtad. Me encanta el hecho de que Dios es leal a los Suyos y Cristo es leal a los Suyos. Me
encanta el hecho de que los creyentes son leales unos a otros y leales al Señor. La lealtad
fue de lo que Jerry estaba cantando esta mañana cuando dijo: “aunque mi enemigo me
mate, serviré al Señor.” No hay manera en la que usted pueda quitar mi lealtad. Y los
creyentes son llamados a ser leales a Cristo y leales el uno al otro.
Pero así no piensa la gente en la actualidad. La gente no dice: “sabes una cosa,
probablemente debería ir a la Iglesia en esta noche porque quizás, hay alguien ahí que me
pueda necesitar. Quizás, puede haber alguien por quien pueda orar. Quizás, pueda haber
alguien ahí con quien me pueda sentar y cantar himnos, alabar a Dios. Más vale que vaya
en esta noche, porque quizás pueda alentar al pastor al estar ahí y más vale que vaya,
porque el Espíritu de Dios puede tener algo que decirme que va a hacer que mi vida sea
más eficaz como testigo a la gente que me rodea. Sabes, realmente necesito estar ahí
porque va a haber gente que probablemente tenga cargas y quizás, me encuentre con una
de ellas. Y voy a compartir con ellas mis cargas y necesito conocer las suyas para que
pueda orar por ellos.” No pensamos así. Decimos: “bueno, veamos, ¿vamos a cenar por
aquí o vamos a la iglesia? Bueno, podríamos visitar a la tía Marta por aquí, usted sabe, ella
nos va a meter en el testamento si nos aparecemos lo suficiente,” o lo que sea.
Simplemente, nos entristece nuestros corazones los que somos pastores por la deslealtad
de tanta gente. Son leales a sus propios intereses, pero ciertamente, no son leales a los
intereses de otros. Las necesidades de otros y la Iglesia congregada.
Escuche Efesios 2. Bueno, comenzaré en el versículo 19. “Entonces, ya no sois extranjeros
y advenedizos. No nada más estamos flotando ahí afuera, pero son compañeros
ciudadanos de los santos y son de la casa de Dios, familia de Dios.” ¡Guau! Parte de una
familia. Hemos tratado de criar a nuestra familia para que entiendan la lealtad familiar.
Usted nunca haría algo que violara la lealtad familiar. Estas son las personas que Dios le ha
dado a usted. Estas son las personas más preciadas en su mundo. Estas son las personas
que usted más necesita. Estas son las personas más importantes para usted. Estas son las
personas que más le ofrecen a usted.
La familia es algo preciado y usted necesite ser leal. Nunca debería haber rivalidad en la
familia o enemistad en la familia, es demasiado preciada. Nos necesitamos unos a otros.
Es un mundo difícil. Usted nunca debe aislar a sus hijos de sus abuelos. Usted no debe
aislar o separar hermanos y hermanas, porque se necesitan unos a otros. Y en la
dimensión espiritual, es tan real.
¡Cuán crucial es reconocer que estamos en la familia de Dios y necesita haber un nivel
elevado de lealtad a esa familia! Yo vengo porque quiero la comunión, porque quiero
estar con ustedes, quiero estar con el pueblo de Dios. No es nada más que quiero
hablarles, es que quiero ser parte de su vida, que sienta una lealtad a la familia. Usted está
sentado en casa y quizás, está diciendo: “bueno, sabes una cosa, siempre podremos
conseguir la grabación.” Ese es un enfoque egoísta, ¿no es cierto? “Si él dice algo en la
cinta que valga la pena oír, lo oiremos y se va a aparecer en algún libro en algún lugar.”
Esa no es la idea. Esta es una familia y nos reunimos y usted es parte de la familia. Y usted
se entrega en lealtad a las necesidades e intereses y los clamores del corazón de otros.
En sexto lugar, es un asunto de ministerio o un asunto de servicio. Todos los dones
espirituales funcionan en la Iglesia. La Iglesia es el lugar en donde los dones espirituales
deben hacer ministrados. Es lo que el Nuevo Testamento llama la comunión del servicio. El
amor abnegado lo va a hacer a usted servir. Usted viene a servir, usted dice: “quiero ir
porque quizás pueda hablar con alguien, quizás pueda aconsejarlos de las Escrituras. He
estado leyendo un libro acerca de esto y quizás, alguien va a necesitar las respuestas de lo
que he encontrado en este libro. Quizás, voy a poder orar con alguien, quizás voy a poder
alentar a alguien o consolar a alguien. Quizás, mis dones espirituales pueden ser usados,
sea un don de predicación o enseñanza, un don de ayuda o un don de dar o un don de
instrucción, sea cual sea el don espiritual, todo eso se lleva a cabo en la Iglesia.
Como puede ver, estamos aquí como apóstoles, profetas, evangelistas y pastores
maestros como dice Efesios 4:11, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio. Estamos aquí simplemente para entregar nuestras vidas a usted para que
usted pueda servir a otros. Así es como todo esto funciona. Así es como un cuerpo
funciona, ¿verdad? Simplemente, se ministra a sí mismo. Satisface de manera mutua
todas las necesidades de todas las partes y así funciona de manera perfecta.
Me entristece que la gente pueda estar involucrada en una Iglesia superficialmente y no
tener ministerio. Pueden estar muy ocupados en muchas cosas que van a quemarse, que
van a perecer y no tener un corazón en absoluto por lo que va a permanecer para
siempre.
Tengo un héroe, un héroe real en mi vida. Su nombre es Epafrodito y Filipenses, capítulo
2, habla de él. Pablo dice en el versículo 25: “pensé que era necesario enviarles a
Epafrodito,” escuche esto, “mi hermano y colaborador y compañero de milicia”. Aquí hay
un hombre que había venido al lado del apóstol Pablo y sirvió con él. Él es un siervo para
mi necesidad, dice él y él dice que la razón por la que lo está enviando es porque, versículo
26, “él anhelaba estar con ustedes y estaba afligido porque ustedes habían oído porque
estaba enfermo.” Él estaba preocupado no porque él estaba enfermo, sino porque él
pensó que ellos estarían preocupados porque se enteraron de que él estaba enfermo.
¡Qué hombre tan compasivo y abnegado!
De hecho, el versículo 27 dice que él estuvo enfermo a punto de morir. Él casi murió, pero
Dios tuvo misericordia de él y no sólo de él, sino también de mí, no sea que tuviera
tristeza sobre tristeza. Si hay un hombre que no quería perder, fue él.
¿Cómo es que él se enfermó? Versículo 30, él se acercó a la muerte por la obra de Cristo,
arriesgando su vida por completar lo que faltaba en su servicio por mí. Él casi se mató a sí
mismo en el servicio. Hombre, eso está muy lejos de lo que muchas personas o la mayoría
de la gente está dispuesta a hacer. Él casi se mató a sí mismo al servir a alguien más. Llegó
a predicar, no sé. Ninguno de sus sermones se registra. ¿Estuvo en el frente? No sé, no sé
si él llegó a decir algo profundo, significativo o que cambiara la vida de alguien, pero lo
que él hizo a nivel personal, digo, a un grupo grande, lo que él hizo a nivel personal
cambió la vida de alguien; y Pablo no podía imaginar nada más que tristeza sobre tristeza
si él no estaba ahí.
Así es como él había llegado a ser muy querido para Pablo al ser un siervo. Es un asunto de
ministerio. Pertenecer a la Iglesia es un asunto de compartir su vida y su don espiritual y
entregarse a las necesidades de otros.
Servicio. Este es el lugar para eso. Aquí es donde eso sucede. Y siempre decimos eso
cuando usted se convierte en parte de la Iglesia, usted está diciendo: “estoy listo para
servir”. Y cuando usted no se convierte en parte de la Iglesia, está diciendo: “no quiero
servir”. No me metan en eso, no quiero responsabilidad.” Bueno, escuche, usted se va a
perder de privilegio, y bendición, y gozo, y paz, y satisfacción y recompensa eterna.
Y después, un séptimo. Y finalmente, es un asunto de testimonio. Es un asunto
evangelístico: ¿sabe una cosa? Yo simplemente, me duele en el corazón algunas veces
cuando me pregunto ¿qué es lo que cree la gente en el mundo que somos los cristianos?
Simplemente, estas personas que están flotando que en cierta manera se llaman a sí
mismas cristianas y simplemente, andan por ahí flotando y dicen: “bueno, soy cristiano. Y
alguien dice: “bueno, ¿a qué Iglesia perteneces?” Bueno, yo soy un cristiano libre, yo soy
como un pollo que anda corriendo libre, usted sabe, lo que sea eso. Simplemente, floto, y
saben, es algo maravilloso. En esta comunidad, después de todos estos años de poder
decir: “bueno, sabes, yo voy a Grace Community Church porque ahí hay una plataforma
de credibilidad.” En esta comunidad, por los años del ministerio que esta Iglesia ha tenido
va a hacer que algunas personas digan: oh, la conozco.
Fue maravilloso el testimonio de Robert Logstrom, quien murió de sida y fue salvo. Él era
de la comunidad homosexual y le preguntó a alguien: “¿a dónde puedo ir?, me voy a morir
de sida, necesito ayuda, ¿dónde iré? Y ni siquiera sé a quién le preguntó en el mundo
homosexual. Y le dijeron: “bueno, si realmente estás hablando en serio, hay un lugar
llamado Grace Community Church.”
Tuvimos en nuestro concierto de Navidad a miles de personas y a lo largo de los años, han
venido y ellos saben que proclamamos a Cristo, ¿verdad? Ellos no tienen duda al respecto.
Ellos saben exactamente dónde estamos parados y cuando usted se identifica con
nosotros, usted se identifica con lo que ellos entienden que es nuestro mensaje. Ellos
saben.
Juan 13:34 y 35, Jesús dijo: “por esto conocerán todos los hombres que sois Mis
discípulos, si os amáis unos a otros.” Su testimonio va a ser creíble en base a sus
relaciones. Primera de Corintios 14:24 y 25, un incrédulo viene a la asamblea, a la
congregación y él oye la palabra siendo proclamada y él los ve a ustedes adorando y cae
sobre su rostro y se arrepiente.
Me acuerdo de una señora que iba a la sinagoga aquí un sábado, no, un domingo. Ella iba
a lo que llaman, ellos tienen una especie de clase de preparación el domingo. Y ella iba ahí
y vio a esta multitud enorme que venía aquí. Y ella me dijo esto: “pensé que esto debe ser
mejor que aquel, porque todas estas personas vienen aquí.” Entonces, ella se metió ahí
con la gente y salió del estacionamiento de la sinagoga que está aquí al lado. Estacionó su
auto en el estacionamiento de la sinagoga y se metió con el grupo que iba camino a Grace
Community Church. Llegó aquí, fue salva y se bautizó.
Ahora, ella me dijo cuando estaba siendo bautizada, antes de que habláramos, ella dijo:
“sabes una cosa, nunca oí una palabra de lo que dijiste en ese sermón.” Ella dijo, pero me
abrumó el amor y me abrumó la adoración, me abrumaron las canciones, me abrumaron
todas estas personas que obviamente conocían a Dios y sabían lo que creían y estaban
afirmando todo eso. Y tomó dos o tres semanas y ella se volvió del judaísmo para abrazar
a su Mesías; y ella fue salva y se bautizó.
Primera de Pedro, capítulo 2, versículo 9 dice: “más vosotros sois linaje escogido, real
sacerdocio, nación santa.” Me encanta eso. Ustedes son una nación. Ustedes son un
grupo, “pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó
de las tinieblas a Su luz admirable.” Aquí estamos congregados, proclamando la realidad
de Cristo. Esto es poderoso. Digo, imagínese a un incrédulo que simplemente entra a una
especie de pequeña Iglesia muerta que está llena a medias de gente indiferente y lo que él
asume que es su relación con su Dios es muy diferente.
Tenemos un impacto tremendo en un testimonio colectivo aquí. Cuando nos congregamos
un domingo por la noche y vienen incrédulos, esta Iglesia está llena de gente emocionada
por adorar a Dios. Por exaltar a Cristo y ser parte de la comunión que está congregada
aquí. Eso habla volúmenes a esa persona. Mucho más que nuestra inteligencia e
ingenuidad podrían jamás decir. Mucho más. Hay realidad aquí. No necesitamos
dramatizar. Sólo necesitamos mostrarle la realidad. No convertirse en un miembro
obediente al estándar escritural, no tener comunión fielmente con otros creyentes, no
someterse a la autoridad aplicada de la Palabra enseñada por pastores y maestros, no
estar dispuesto a identificarse con Cristo y los de Cristo, no estar dispuesto a aceptar los
privilegios ricos de la familia en su lealtad amorosa es pecado.
Y no unirse a la Iglesia es decir: “no quiero servir a la única institución que Cristo jamás
edificó. Y no unirse a la Iglesia afecta a nuestro testimonio, porque muestra una falta de
compromiso por parte de la gente que nombra el nombre de Dios. ¡Cuán maravilloso
puede ser Cristo si ni siquiera estamos comprometidos con asociarnos con Su Iglesia? El
compromiso en un día como el día de hoy es tan crucial.
Ahora, usted está diciendo: “¿pero estás hablando de nuestra Iglesia?” Claro, porque
usted viene aquí. Si usted es parte de otra iglesia y usted está involucrado y usted es
miembro de otra Iglesia y usted es fiel a esa Iglesia, usted sea fiel siempre y cuando ellos
sean fieles a la Palabra de Dios. Pero quiero decirle que Grace Community Church es una
Iglesia fuera de lo normal y Dios lo ha traído a usted aquí y Dios ha bendecido a esta
Iglesia de manera excepcional.
Usted dice: “bueno, el problema con esta Iglesia es que es demasiado grande.”
¿Demasiado grande para qué? ¿Demasiado grande para qué? “Bueno, me gusta una
Iglesia pequeña.” Bueno mire, nos dicen que usted sólo puede tener 200 amigos en su
círculo más grande de amistad. Lo que es agradable en Grace Community Church es que
usted puede escoger a los 200 que usted quiera. Escoja.
¿La Iglesia es demasiado grande para qué? ¿Demasiado grande para alabar? ¿Demasiado
grande para una música de adoración colectiva gloriosa? No. ¿Demasiado grande para la
predicación y enseñanza de la Palabra de Dios? No. ¿Demasiado grande para la
preparación y el discipulado de sus hijos, de sus jóvenes? No. ¿Demasiado grande para
alcanzar a los perdidos? No. ¿Demasiado grande para alcanzar a los discapacitados?
¿Demasiado grande para alcanzar al mundo mediante misiones? No. Esta es una Iglesia
excepcional. La razón por la que es grande por lo que es y eso es lo que Dios ha hecho.
Esta Iglesia ha tenido y todavía tiene a gente muy bendecida, amorosa, que apoya, fiel,
que ora, que es generosa, amable, que está dedicada. Yo podría dejar esta Iglesia e irme a
otra, pero nunca he encontrado una Iglesia a la que yo quisiera irme y ser parte de ella.
Usted dice: “bueno, si fueras a otro lugar, serías el predicador.” Sí, pero todavía tendría
que lidiar con la gente. Y ustedes son la mejor congregación que jamás he conocido.
Además, he tenido todos estos años para que llegaran a donde necesitan estar. Ustedes
saben. El pensamiento de volver a comenzar es paralizador. Algunas veces, la gente me
dice: “¿alguna vez has tenido un avivamiento en tu Iglesia?” Y yo respondo: “¡no, porque
nunca hemos estado muertos!”
Entonces, ¿qué es revivir? Y creo que hemos estado metidos en eso todo el tiempo.
Hemos tenido puntos elevados y algunas veces, puntos bajos. Y este no es el trabajo de los
hombres. La gente me pregunta cómo lo hacemos y yo digo: “no sé, yo soy un espectador,
así como ustedes,” lo que a los cristianos por todo el mundo les encantaría experimentar
de la Palabra de Dios y del poder de Dios, lo hemos vivido, no es cierto? Hay millones que
intercambiarían lugares con ustedes. Mueren de hambre en lugares muertos orando por
algún movimiento del poder de Dios. Han visto únicamente un vistazo de lo que vemos en
abundancia. Este es un lugar extraordinario. Dios lo ha hecho en su totalidad.
Y le confieso, a nivel personal, que yo mismo, junto con los otros que cuidamos de esta
Iglesia, mientras que deseamos ser sabios y ser hombres piadosos, somos hombres
frágiles y débiles. Y lo que ha sido hecho aquí ha sido hecho por Dios. Y simplemente
porque nosotros fallamos y porque somos débiles, no lo hace menos la obra de Dios, lo
hace más la obra de Dios, no es cierto, porque Su poder es perfeccionado en nuestra
debilidad.
Si usted quiere recursos espirituales, están aquí. Toda oportunidad imaginable para el
crecimiento espiritual, desarrollo, preparación, ministerio, todo está aquí. Usted
simplemente necesita venir a la mesa y ser parte de ello. Realmente, es su Iglesia, no es mi
Iglesia. Y yo oigo a la gente decir: “la Iglesia de John MacArthur.” Esta no es mi Iglesia. Es
su iglesia yo soy el siervo sirviendo a esta Iglesia, su Iglesia.
Me gustaría poderle decir todas las cosas que los pastores me dieron esta semana. Me las
dieron en algunas hojas en donde escribieron su visión y me contaron todas las cosas que
veían en el futuro en términos de necesidades de ministerio y oportunidades. Y es
simplemente algo tremendo. No tengo el tiempo de hacer eso, pero tenemos un futuro
glorioso y maravilloso.
El Señor ha sido fiel a esta Iglesia. Su mano está en esta Iglesia. Él nos ha llevado de Su
mano a lo largo de tiempos buenos y tiempos difíciles. Él nos ha llevado al mejor de los
tiempos en este momento. Él lo ha llevado a usted a este punto para asociarse con esta
Iglesia y es tiempo de pertenecer. Es tiempo de ser parte. Realmente, lo es.
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El testimonio del Cuerpo


Escritura: Juan 15:26–27
Código: 1310
John MacArthur
Inclinémonos en una palabra de oración.
Padre nuestro, al llegar a Tu Palabra en esta noche, queremos orar porque nuestros
corazones estén abiertos y porque el Espíritu de Dios derrame la verdad en nosotros que
necesitamos entender. Ayúdanos, Padre para poder tener la perspectiva correcta de todas
estas verdades, para poder relacionarlas con nuestras vidas. Para que podamos entender
nuestra relación contigo y entre nosotros, y a un mundo perdido. Te damos la alabanza en
el nombre de Cristo. Amén.
En esta noche, vamos a hacer lo que es definitivamente un estudio bíblico. Vamos a estar
moviéndonos a lo largo del texto bastante rápido, así que saque su Biblia y su cuaderno de
notas, prepárelos. Y para comenzar, abra su Biblia en el capítulo 15 de Juan. Y
simplemente, déjelo ahí abierto por un momento. Quiero hacer algunos comentarios de
introducción y después, entraremos en este pasaje en particular y al texto que queremos
estar explicando en esta noche.
Como usted sabe, éste es el comienzo de nuestra conferencia misionera. También es el
segundo en una serie acerca del concepto del cuerpo de Cristo. Y para poder ligar estos
dos temas en particular, tanto el cuerpo de Cristo como las misiones, en esta noche
estamos hablando acerca del tema del testimonio del Cuerpo. Y mediante Cuerpo, no
estoy hablando de un cuerpo físico, aunque también es verdad que es su cuerpo físico
emite cierta comunicación a través de la manera en la que usted actúa y las cosas que
hace con su cuerpo. No estoy hablando de eso. Estoy hablando del Cuerpo de Cristo y el
testimonio del Cuerpo de Cristo.
Ahora, le mostramos la semana pasada que la Iglesia es presentada en el Nuevo
Testamento como un organismo. Y ese organismo es llamado el cuerpo de Cristo. Cristo es
la Cabeza, nosotros somos los miembros de Su Cuerpo. Él disemina Sus pensamientos, Sus
impulsos, Su dirección y Su poder y Su vida a través de nosotros; y nosotros operamos.
Somos un Cuerpo con Cristo como la Cabeza. Y hablamos de lo que eso significaba la
última vez. Como dije esta mañana, si usted no escuchó ese mensaje o no estuvo aquí,
asegúrese de escuchar ese mensaje para que pueda entender este concepto tan
importante del Nuevo Testamento.
Después, dijimos que Cristo es la Cabeza. El Espíritu Santo es el poder del Cuerpo. Y la
gente redimida constituye los miembros del Cuerpo. Ahora, también le mostramos, a
partir de 1 Corintios 12, en la última semana, el cual fue nuestro texto, que el Cuerpo
tiene tres características clave: unidad, diversidad y armonía. El Cuerpo es uno, sin
embargo dentro del Cuerpo de Cristo hay muchos, muchos dones todos ministrándose los
unos a nosotros, trayendo una unidad aún mayor; y que no sólo existe esta unidad y esta
diversidad, sino que también existe una reciprocidad. Debe haber una armonía entonces
entre estos ministerios.
El principio sobre el cual el Cuerpo debe operar, le hemos mostrado, es la humildad. El
Cuerpo funciona en base a la humildad. El Cuerpo funciona conforme cada uno piensa en
otros en lugar de pensar en sí mismo. El Cuerpo funciona en base a que la gente piensa en
otros por encima de sí mismo. El Cuerpo funciona estando todos con el mismo sentir,
teniendo la mente de Cristo, la cual es la mente de la humildad, cada uno estimando al
otro mejor que a sí mismo.
Entonces, el principio sobre el cual el Cuerpo opera es la humildad. La marca mediante la
cual el Cuerpo es distinguido es el amor. El amor es la característica predominante del
cuerpo. El servicio del Cuerpo consiste en ministrar dones espirituales. Entonces, el
principio del Cuerpo es la humildad. La marca del Cuerpo es el amor, el servicio del Cuerpo
de ministrar dones espirituales entre sí. Y mediante dones espirituales nos referimos a
aquellos que están enlistados en 1 Corintios 12; Romanos 12 y Efesios, capítulo 4.
Entonces, el propósito para el cual Dios constituyó el Cuerpo, lo hizo existir es para que
sea un canal mediante el cual Él pueda cumplir Su voluntad. El propósito del Cuerpo en
últimas consiste en ser edificado para que pueda ser un testigo al mundo.
Y entonces, hemos visto el principio de la humildad, la marca, amor, el servicio, ministrar
dones espirituales; el propósito es para que podamos ser edificados para dar testimonio,
para que podamos ser fuertes conforme uno comunica a Cristo.
Ahora, desde el principio de la comunicación de Dios al hombre, Él se ha esforzado por
manifestar Su imagen en el hombre. Cuando Él envió a Jesucristo al mundo, Él plantó Su
propia persona en un cuerpo, ¿no es cierto? Y la imagen de Dios es estaba en Jesucristo, Él
era la imagen de Dios, dice Hebreos 1. Entonces, en un cuerpo humano, Dios se manifestó
a sí mismo. Pero ese cuerpo se levantó de los muertos y ascendió al cielo. Y ese cuerpo
ahora ya no es visible en la tierra. Ya no podemos ver el cuerpo que manifiesta a Dios.
Ahora escuche esto, Cristo envió a Su Espíritu Santo para producir otro cuerpo, para hacer
que existiera un nuevo cuerpo. Y el cuerpo de Cristo esta vez no es un cuerpo físico, sino
que esta vez muchos cuerpos físicos constituyendo Su cuerpo, la Iglesia. Y en la Iglesia
Cristo continúa morando a través del Espíritu que mora en cada miembro. Entonces,
Cristo es el Cuerpo en la Iglesia, manifestando Su gloria y todos Sus atributos así como lo
hizo Su Cuerpo humano cuando Él estuvo aquí durante 33 años.
Cuando el cuerpo literal de Cristo estuvo aquí, Él manifestó amor, santidad, sabiduría,
poder y la gloria de Dios. Y en Su nuevo Cuerpo, la Iglesia y a través de este nuevo cuerpo,
Él quiere manifestar las mismas cosas idénticas: amor, santidad, sabiduría, poder y la
gloria de Dios. Somos el cuerpo de Cristo. Como uno, debemos manifestar a Cristo.
Ahora, Dios quiere que Su cuerpo terrenal llamado la Iglesia, es como Pablo dice en
Efesios 4, Él quiere que todos los miembros del Cuerpo, usted y yo que conocemos a
Cristo, todos nosotros que somos partes del Cuerpo, que todos nosotros los lleguemos a la
unidad de la fe del conocimiento del Hijo de Dios bajo la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo. De hecho, ahora, escuche esto, debemos volvernos un cuerpo con
Cristo. Somos la nueva manifestación de Jesucristo conforme El mora en nosotros por Su
Espíritu.
Él entonces ha diseñado manifestar a través de Su cuerpo, la Iglesia, Su sabiduría perfecta
y Su gloria. Y como puede ver, ésa es la razón por la que Romanos 8 nos dice en los
versículos 28 y 29 que Él nos ha predestinado para ser conformados a la imagen de Su
Hijo. Y esto es un milagro. ¡Imagine la naturaleza milagrosa de algo así! Que Cristo pueda
tomar estos cuerpos humanos, sujetos a pecado y muerte; estos cuerpos frágiles, físicos; y
pueda hacerlos Su templo y literalmente morando en ellos, plantando en ellos Su gloria -
para que ellos puedan manifestarlo al mundo. ¡Qué tremendo milagro! Que yo, como un
individuo, pueda manifestar a Jesucristo a este mundo; y que usted y yo juntos como un
cuerpo, el Cuerpo de Cristo, también somos llamados a manifestar a Cristo. ¡Qué
demostración del poder y el amor de Dios!
Ahora, aquí está la clave. Entienda esto: es a través de este Cuerpo, la Iglesia, esta unidad
colectiva de todos los que creen, es a través de este Cuerpo que Cristo quiere manifestar
el poder poderoso, victorioso de Su persona. ¿Lo ve? Como cuerpo de Cristo debemos
manifestarlo al mundo. Ese es el punto de nuestra existencia como Cuerpo.
Esto, entonces, escúchelo, es un Cuerpo para testimonio. Somos llamados juntos para que
maduremos y seamos edificados, que seamos enseñados y edificados, para que podamos
ser un testimonio al mundo. La razón para nuestra unidad es que el mundo pueda creer
que Jesús vino de Dios. La razón para nuestra unidad es testimonio. Somos un Cuerpo
para dar testimonio. Y entonces, cuando hablamos del testimonio del Cuerpo, estamos
llegando a la médula.
Ahora, dentro del Cuerpo, vimos que hay dones diversos para la edificación del Cuerpo y
para su madurez. Pero mientras que hay diversidad en el Cuerpo, conforme se ministra a
sí mismo, con todos estos dones, mientras que hay diversidad en el Cuerpo y el ministerio,
entre más diversidad y más dones diversos operen, más obvia se vuelve la unidad al
mundo. Entre más ministramos el uno al otro con nuestros diferentes dones, más nos
volvemos uno y más el mundo puede ver nuestra unidad. Y cuando el mundo vea nuestra
unidad, sabrán que Cristo vino de Dios. Eso es lo que Jesús dijo. Somos un Cuerpo para dar
testimonio.
Ahora escuche estas dos cosas, y éstas son las dos cosas que estaremos repitiendo en esta
noche. Número uno, nosotros damos testimonio como miembros individuales del Cuerpo.
Número dos, debemos ser testimonio como un Cuerpo total.
Ningún miembro puede justificarse de no ser un testigo, ¿sabía eso usted? He oído que
personas dicen que bueno, que no creen que Dios la haya llamado para ser un testigo. A
dar testimonio. No, no es así. Cada uno de nosotros es un testigo. Cada miembro
individual del Cuerpo es un miembro para testimonio. Hechos 1:8: “recibiréis poder”, dijo
Jesús, “después de que el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes y Me serán testigos.”
No hay opción ahí en absoluto.
El apóstol Pablo, de manera tan cuidadosa, señala esto en 2 Corintios 5:17. Escuche: “así
que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron. He aquí, todas son
hechas nuevas y todo esto proviene de Dios quien nos reconcilió consigo mismo y nos ha
dado el ministerio de la reconciliación.” No hay nadie que se justifique de eso, cualquier
persona que ha sido reconciliada tiene el ministerio de comunicar reconciliación a otros.
Que Dios, en Cristo, estaba reconciliando al mundo consigo mismo.
Versículo 20: “ahora entonces somos embajadores de Cristo”, como si Dios estuviera
rogando mediante nosotros, “os rogamos en nombre de Cristo reconciliaos con Dios.”
Todo creyente que ha nacido de nuevo, toda persona que ha sido reconciliada, ha recibido
el ministerio de la reconciliación. Ningún creyente está disculpado de ser un testigo. Todo
cristiano es un testigo de Cristo, para traer a otros a Cristo. Nadie está exento de esto.
Somos un Cuerpo para ser edificado, para que podamos ser un cuerpo para dar
testimonio. Nosotros somos miembros individuales que deben ser edificados para que
podamos ser miembros individuales que den un testimonio eficaz.
Como puede ver usted, la meta en últimas del Cuerpo es testimonio. Testimonio. ¿Por qué
queremos ser uno? Para que el mundo pueda saber que Dios envió a Cristo. Ésa es la
razón. No para que nosotros podamos decir “somos uno, somos uno”. En absoluto. Ésa es
nuestra misión. Sea aquí o en África, en el campo misionero o sea aquí en la parte del sur
de California, somos miembros individuales para dar testimonio y somos un Cuerpo para
dar testimonio.
Ahora, en esta noche vamos a ver lo que el Nuevo Testamento enseña acerca de la
naturaleza de nuestro testimonio como miembros y como un grupo total. Y el texto es
Juan 15:26. Y quiero que lo vea. Juan 15:26 y 27. Comenzando en el versículo 26: “Pero
cuando venga el Consolador, a quien Yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual
procede del Padre, Él dará testimonio acerca de Mí. Y vosotros daréis testimonio también,
porque habéis estado conmigo desde el principio.”
Ahora, en esos dos versículos, conforme los dividimos, descubriremos un concepto entero
de testimonio. El marco entero de testimonio desde Dios a usted y todo paso en medio de
estos puntos está cubierto en estos dos versículos; versículos profundos.
Ahora, la palabra testimonio es una palabra muy interesante. Es utilizada aquí en el
versículo 27. Testimonio es un término legal. Nos lleva a una corte legal. Vemos a un juez
ahí en la banca y vemos a un prisionero que está siendo juzgado. Oímos el caso siendo
presentado por los abogados; primero están los que procesan y después, la defensa. Y
ambos llaman a testigos para sustanciar su caso. Y nosotros, como miembros individuales
del Cuerpo somos testigos individuales en un juicio. Usted pregunta ¿quién está siendo
juzgado? Jesucristo está siendo juzgado. ¿Quién es el juez? El mundo es el juez. ¿Quién es
el abogado defensor? El Espíritu Santo. ¿Quién es el fiscal? Satanás con sus mentiras y
acusaciones. Ahora, veremos todo esto en un momento.
Hemos dicho que tenemos dos modos de dar testimonio: como miembros individuales y
como cuerpo total. Primero, consideremos nuestro testimonio como miembros
individuales. Somos testimonios individuales separados, en una situación en la cual Cristo
está siendo juzgado. Jesucristo está siendo juzgado delante del mundo en la actualidad, no
el Sanedrín, no Pilato, no Herodes Antipas, sino el mundo. Él está siendo probado en la
barra de la opinión del mundo. Y el mundo impío es el juez. Y el mundo está juzgando
constantemente a Cristo en base a los testigos. Ellos juzgan diciendo que es una farsa,
algunos juzgan que es bueno para muchos, otros lo juzgan como un maestro, otros lo
juzgan como un mentiroso, etcétera. Pero el mundo está juzgando a Jesucristo en base al
efecto de los testigos y ¿ve a partir de eso lo absolutamente estratégico que su testimonio
es? Porque si su testimonio derriba las declaraciones de Jesucristo, por el tipo de vida que
usted lleva, más vale que usted se salga de la corte. Usted sólo confunde el asunto. El
diablo es el abogado acusador que acusa a Cristo y a los testigos con mentiras y falsas
acusaciones.
Ahora, observe qué dice en el versículo 26 cuando venga el Consolador; la palabra
Consolador es paracleto. Llegó a significar “el consejo para la defensa”. Es uno llamado al
lado para ayudar. Se refiere al Espíritu Santo, quien es el consejero para defender -Él está
defendiendo a Cristo y está llamándolo a usted y a mí como miembros individuales del
Cuerpo para dar testimonio y confirmar el testimonio de Cristo. Lo que es triste es que
gran parte de nuestro testimonio en la actualidad no confirma el testimonio de Cristo.
Algunos testigos cristianos dañan más de lo que si no fueran cristianos. Usted sabe eso.
Otros tienen un testimonio eficaz por todo el mundo defendiéndolo a Él y presentando a
Cristo. Y substanciando sus declaraciones mediante sus vidas.
Y entonces, somos testigos como miembros individuales. No escogemos ser testigos,
solamente escogemos si vamos a ayudar a Cristo o si vamos a dañar Su causa. Eso es todo.
Usted es un testigo. Escuche. Usted es un testigo. La única cuestión es si usted va a ser
uno bueno o uno malo.
Después, la segunda manera en la que podemos ser testigos es como un Cuerpo. Podemos
dar testimonio a este mundo si somos uno, ¿no es cierto? ¿Podría imaginarse el impacto
devastador que una Iglesia unida podría tener en este mundo? Y no quiero decir una
Iglesia ecuménica en donde todo el mundo se olvida de la doctrina y se abraza el uno al
otro y marcha para ayudar a los pobres. Ahora, yo creo en ayudar a los pobres. Jesús dijo
que ‘si ven alguien tener necesidad y no le ayudan, eso es pecado’. Queremos ayudar a los
pobres. Pero no nos unimos en una lucha por los derechos sociales. Pero el Cuerpo de
Cristo necesita ser uno; y no lo somos.
En la actualidad, el testimonio del Cuerpo como uno es patético. Somos un testimonio
corintio, ¿sabía eso? Nuestro testimonio es división, carnalidad y confusión así como los
corintios. Y el mundo está emitiendo su veredicto acerca de la fortaleza de estos dos
testigos; usted y yo como los miembros individuales del Cuerpo y el Cuerpo como un todo.
Ahora, quiero extender estas dos cosas en esta noche. Y verá cómo se expanden conforme
vea los versículos 26 y 27. Y en estos versículos, yo quiero que vea la naturaleza de un
testigo eficaz. La naturaleza de un testigo eficaz - esa es la propuesta - la naturaleza de un
testigo eficaz; y después, quiero darles seis puntos y quiero que los tenga. La naturaleza
del testimonio eficaz. Aquí viene. No tiene que escribirlos todos, vamos a verlos uno a la
vez. Pero escuche simplemente.
El testimonio eficaz tiene ciertas características. Y todas ellas fundadas en estos dos
versículos. Aquí vienen. El testimonio cristiano es al mundo. El testimonio cristiano es del
Hijo. El testimonio cristiano es por el Padre, el testimonio cristiano es a través del Espíritu
Santo y el testimonio cristiano es en el miembro individualmente y el testimonio cristiano
es en el Cuerpo en total. Ahora, vamos a dividirlos.
La primera característica del testimonio cristiano verdadero, poderoso, potente es esta: el
testimonio cristiano es al mundo. ¿Escuchó eso? El mundo es el objetivo del nuestro
testimonio. Versículo 26: “Pero cuando venga el Consolador, a quien Yo os enviaré del
Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio acerca de Mí.”
Ahora, usted sabe, aquí no da objeto. No dice a quién. El Espíritu o estos discípulos en
particular o creyentes van a comunicarse con Él, no da ningún objeto. Pero es obvio que la
referencia es al mundo. Es obvio, porque de eso ha estado hablando desde el versículo 18
de este capítulo. Él ha estado hablando acerca del mundo antagonista, que odia, que
menosprecia a Cristo. Ellos son el objeto de nuestro testimonio. Y realmente, nunca
entenderemos, ahora escuche esto, realmente nunca entenderemos la naturaleza de
nuestro testimonio como cuerpo o como miembros individuales hasta que entendamos lo
que el mundo es. Porque el mundo es nuestro objetivo.
Como puede ver, es ante el mundo que Jesús está siendo juzgado. Ahora, los escritos de
Juan explican claramente lo que es el mundo. El príncipe de la potestad del mundo es el
diablo, Juan 12. El mundo entero está bajo su poder, Primera de Juan 2:17. El mundo está
en el proceso, ahora Primera de Juan 2:17, es la idea de que el mundo está pasando. El
mundo pasa. Entonces, el mundo está bajo el poder de Satanás, es controlado por
Satanás, está pasando, pero mientras que dura, es el antagonista absoluto de la Iglesia.
Odia a la Iglesia y su odio es profundo y amargo. Entonces, las palabras en nuestro texto,
versículo 26 y 27, esos dos versículos, esos versículos en nuestro texto están incrustados -
ahora escuche esto - están incrustados en un contexto de hostilidad y el odio del mundo.
Para mostrarle esto, observe el versículo 18: “Si el mundo os aborrece, sabed que a Mí me
ha aborrecido antes que a vosotros.” Versículo 19: “Si fuerais del mundo, el mundo amaría
lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes Yo os elegí del mundo, por eso el mundo os
aborrece.” Versículo 21: “Mas todo esto os harán por causa de Mi Nombre, porque no
conocen al que me ha enviado.” Versículo 24: “Si Yo no hubiese hecho entre ellos obras
que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a
Mí y a Mi Padre.” Versículo 25: “Pero esto es para que se cumpla la palabra que está
escrita en su ley: Sin causa Me aborrecieron.” Versículo 1 del capítulo 16: “Os expulsarán
de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde
servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a Mí.”
Todo este pasaje es acerca del odio del mundo e incrustado en el medio de esto están los
versículos 26 y 27, los cuales nos dicen claramente que nuestro testimonio y el dar
testimonio es al mundo. El mundo odia, el mundo mata. Es el antagonismo del mundo.
Pero Jesús va a mostrar que debemos dar testimonio al mundo; y la clave es el versículo
26, la primera palabra: “pero.” Aun cuando el mundo odia, aun cuando el mundo mata.
Pero cuando venga el Consolador, entonces darán testimonio a ese mundo.
Nuestro testimonio, amigos, es al mundo. No es un testimonio en donde usted se sienta
con otros creyentes y habla de Jesucristo. Ese no es necesariamente un testimonio. Un
mundo hostil, diabólico, que odia a Cristo es el objeto de nuestro testimonio.
Usted preguntará cómo es que un miembro del Cuerpo va a reaccionar cuando enfrente a
la oposición del mundo. Digo, si lo expulsan, si lo maldicen, ¿qué se supone que debe
hacer, responder en enojo? No. Bueno, ¿qué debe hacer?, ¿lamerse las heridas en
autocompasión? No. ¿Debe usted retraerse y meterse en un estudio bíblico? No. Debe dar
testimonio de manera valiente ante el mundo sin importar cuál sea el costo. Y tener por
sumo gozo sufrir por Jesucristo. El testimonio cristiano, amigos, es al mundo. Es ahí donde
debemos dar testimonio. Y si usted no está dando testimonio al mundo, usted no ha
entendido el punto.
En segundo lugar, el testimonio cristiano no sólo es al mundo, es del Hijo. ¿Escuchó eso?.
Tan bueno. Versículo 26: “Pero cuando venga el Consolador, a quien Yo os enviaré del
Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio acerca de Mí.”
Versículo 27: “Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde
el principio.” El testimonio es acerca del Hijo. El testimonio está enfocado en Jesucristo. Él
es la causa. Es Jesucristo quien está siendo juzgado y nuestro testimonio debe ser acerca
de Él. Como puede ver, a lo largo del Evangelio, cada vez que hay predicación, siempre es
Jesucristo quien es central. Juan ilustra esto acerca de su testimonio siendo de Cristo en
Apocalipsis. Capítulo 1, versículo 2, Juan dice: “quien dio testimonio de la palabra de Dios
y del testimonio de Jesucristo.” El testimonio de Juan fue Cristo.
Allí en el capítulo 12, usted lee, creo que es en el capítulo 12, versículo 17, él reitera lo
mismo. “Sí, y el dragón estaba enojado con la mujer y fue a hacer guerra con el remanente
de su simiente que guardaba los mandamientos de Dios y que tenía el testimonio de
Jesucristo.” Cualquier tipo de testimonio, cualquier tipo de testimonio siempre está
asociado de manera directa con Jesucristo.
De hecho, Juan inclusive dice eso del capítulo 19, creo que es el 10 de Apocalipsis, que aun
el Antiguo Testamento dio testimonio de Cristo porque él dice: “el espíritu de la profecía
es el testimonio de Jesús.” El testimonio de Cristo inclusive es medular en el Antiguo
Testamento mediante profecía. ¿Acaso no profetizaron Cristo? Todo testimonio verdadero
es acerca de Jesucristo. Los apóstoles no dudaron eso. Jesús les dijo antes y después de Su
muerte y resurrección que debían testificar de Él y Hechos 1:8 dice “y me seréis testigos.”
Testigos de Mí. Y ellos obedecieron y sus sermones en la primera Iglesia siempre fueron
acerca de Jesucristo.
Usted dirá ‘bueno, ya sabemos eso’. Bueno, hay mucha gente que no parece saber eso.
Ellos hablan y predican acerca de muchas cosas y después, no incluyen aquello de lo que
debe ser el testimonio entero. En Hechos 10, me encanta esta porción. Él habla, y éste es
Pedro predicándole a Cornelio: “como Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo
y con poder y Él estuvo haciendo bien y sanando a todos los que estaban oprimidos del
diablo porque Dios estaba con Él” y escuche esto “y todos somos testigos de todas las
cosas que Él hizo, tanto en la tierra de los judíos en Jerusalén, quienes lo mataron y lo
colgaron en un árbol, en un madero. Y Dios lo resucitó en el tercer día y lo mostró
abiertamente.” Y continúa y sus sermones fueron siempre acerca de Jesús.
Versículo 43, escuche lo que dice: “de Él dan testimonio todos los profetas.” ¿Escuchó
eso? Todos los profetas dan testimonio de Cristo. Nuestro testimonio debe ser del Hijo. Es
sorprendente cuánto del supuesto testimonio actual en el mundo misionero no tiene nada
que ver con Jesucristo. Tanto de lo que se lleva a cabo, esté hablando de religión,
hablando de la Iglesia o vagamente habla de Dios y decimos ‘oh, le di testimonio a mi
amigo’. ‘No, ¿qué le dijiste?’ ‘Bueno, en cierta manera le dije que voy al Iglesia.’ Usted no
dio testimonio a su amigo. Eso no es testimonio. Un testimonio es el testimonio de
Jesucristo.
¿Sabe algo? Con frecuencia, nuestro testimonio es una autobiografía. ¿Ha analizado
alguna vez el suyo? Nunca llegamos a Cristo, simplemente damos una autobiografía. Les
damos todo nuestro testimonio y no saben nada más acerca de Jesús que cuando
comenzamos, excepto que algo nos pasó. El testimonio no es una discusión de la Iglesia,
amigos. El testimonio no es una discusión acerca de la religión y el testimonio no es una
discusión simplemente acerca de usted. El dar testimonio es un testimonio acerca de
¿quién? Jesucristo. Eso es dar testimonio. No deje que su conciencia lo deje escapar con
nada menos que eso. Entonces, ser testigos al mundo y del Hijo, siempre del Hijo al
mundo. Eso es testimonio.
Tercera cosa. El testimonio cristiano también es por el Padre. Esto es hermoso, por el
Padre. Versículo 26: “pero cuando venga el Consolador a quien Yo os enviaré del Padre.”
Esto es hermoso. Jesucristo está enviando al Espíritu, Él realmente está enviando el
testimonio de Dios a este mundo. Porque el Espíritu procede del Padre y dio testimonio
del Padre al mundo. Permítame mostrarle cómo funciona esto. Esto es simplemente
tremendo.
¿Sabe quién es el testigo más grande de Cristo? El Padre. El Padre es el testigo primordial.
Fue la preocupación primordial suprema del Padre el dar honor y gloria al Hijo - eso es lo
que Él quería hacer. En Juan, particularmente en el capítulo 8, versículo 54: “Jesús
respondió: si Yo me honró a Mí, Mi honra no es nada.” Escuche esto. “Es Mi Padre el que
me honra a Mí.” Y de regreso en el capítulo 5, algunos versículos tremendos, versículo 31:
“si doy testimonio de Mí, Mi testimonio no es verdadero.” Versículo 32: “pero hay otro
que da testimonio de Mí y sé que el testimonio que Él ha dado de Mí es verdadero.”
Versículo 36: “Yo tengo mayor testimonio que el de Juan porque las obras que el Padre
me ha dado que termine, las mismas obras que Yo hago, dan testimonio de Mí, de que el
Padre me ha enviado.” Versículo 37: “y el Padre mismo que Me ha enviado la testimonio
de Mí.”
En otras palabras, Jesús dice que ‘el Padre es Mi testigo primordial’. Él es el que está
preocupado primordialmente con comunicar quién Yo soy. Y Yo meramente les estoy
enviando al Espíritu que procede del Padre para llevar a cabo el testimonio del Padre y
plantarlo dentro de ustedes, ¿se dan cuenta? Usted dirá ‘bueno, ¿cómo es que el Padre
dio testimonio del Hijo? Digo, personalmente.’ Eso es fácil. Sabe ¿cómo es que el Padre
dio testimonio del Hijo? En primer lugar, observe el Antiguo Testamento. Observe el
versículo 39 de Juan 5, escúchelo: “escudriñad las Escrituras”, Jesús le dijo a estos judíos,
“porque en ellas pensáis que tenían la vida eterna y ellas son las que dan testimonio de
Mí.” Mi Padre dio testimonio de Mí en el Antiguo Testamento; todo es acerca de Mí. Y de
hecho, el Antiguo Testamento trata acerca de Jesucristo.
En Lucas, una gran porción ahí en el 24:27, Jesús les dice a los discípulos en el camino a
Emaús: “y comenzando con Moisés y todos los profetas les declaraba en todas las
Escrituras las cosas que de Él decían.” El Antiguo Testamento fue el testimonio del Padre
acerca del Hijo, ¿no es cierto?
La segunda manera en la que Dios dio testimonio acerca de Su Hijo, segunda, en una
manera hermosa, hermosa - Y eso está en Juan capítulo 10, versículo 25 - “Jesús le
respondió “les he dicho y no creen. Las obras que Yo hago en el nombre de Mi Padre,
éstas dan testimonio de mí.” ” ¿Sabe que el Padre también dio testimonio del Hijo al
capacitar al Hijo para que hiciera obras poderosas?, ¿sabía eso? ¿Sabe que las obras que
Jesús hizo fueron el testimonio del Padre de que Él era quien decía ser?
Capítulo 14 de Juan, versículo 10: “no creen que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí, las
palabras que Yo les hablo no las hablo de mí mismo sino que el Padre que mora en Mí, Él
hace las obras.” ¿Sabe usted que las obras mismas que Cristo hizo fueron de hecho las
obras del Padre certificando Su declaración de que Él era Dios? Usted pregunta cómo el
Padre dio testimonio del Hijo. Número uno, en el Antiguo Testamento; número dos, en las
obras y palabras de Jesús. Dios lo capacitó para que hiciera esas cosas.
Hay una tercera manera en la que el Padre dio testimonio del Hijo y eso fue mediante
testimonio verbal directo. En el bautismo, Él dijo “Éste es Mi Hijo amado”. Y así, el Padre
dio testimonio del Hijo. Todo el verdadero testimonio cristiano es al mundo del Hijo,
originándose en el Padre.
Entonces, las obras poderosas de Jesucristo señales mediante las cuales Él manifestó Su
gloria fueron realmente las obras del Padre operando dentro del Hijo. Y entonces, el Padre
es la fuente de todo el testimonio acerca de Cristo. ¿Y no es tremendo que el testimonio
ha sido registrado para nosotros en las Escrituras? El Antiguo Testamento está aquí, ¿no
es cierto? Todas las obras que Jesús hizo están aquí. Las palabras que Él habló están aquí.
La declaración del Padre en Su bautismo está aquí. Todo el testimonio del Padre está aquí,
¿no es cierto?
¿Quiere saber algo? Su testimonio y mi testimonio no debe ser nada y no podría ser nada
mayor que un eco del testimonio del Padre. Usted se pregunta cómo sé cuál fue Su
testimonio. Usted lo estudia aquí. Y después, hace un eco de él. Esa es la razón por la que
estamos pasando tanto tiempo en el Evangelio de Juan, para que usted conozca el
testimonio del Padre y haga un eco del mismo al mundo. Entonces, como miembros y
como cuerpo debemos apoyar el testimonio del Padre, ¿no es cierto? El testimonio
cristiano entonces es al mundo, del Hijo, por el Padre.
En cuarto lugar, y estamos avanzando rápidamente. El testimonio cristiano es a través del
Espíritu. El versículo 26 de Juan 15: “Pero cuando venga el Consolador, a quien Yo os
enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio
acerca de Mí.” De hecho, es el testimonio del Padre que viene a través del Espíritu, ¿lo ve?
En otras palabras, el Espíritu de hecho operó en Cristo para testificar. Esta es la razón por
la que cuando condenaron a Cristo y dijeron que Él hacía lo que hacía por el poder de
Satanás, Él dijo ‘ustedes blasfeman al Espíritu Santo, porque es Él que está operando a
través de Mí.’ Y entonces, un testimonio cristiano es al mundo del Hijo por el Padre,
viniendo a través del Espíritu Santo, quien capacitó a Cristo y quien, amigo mío, mora en
nosotros y capacita nuestro testimonio, ¿no es cierto? ¿Puede haber un testimonio de
Cristo fuera del Espíritu Santo? No. Todo el verdadero testimonio es a través del Espíritu.
Ahora, estamos acercándonos a la clave práctica que va a abrir la puerta que nos va a
liberar para ser testigos eficaces. Así que manténganse conmigo. Jesús, de manera simple
declara que el testimonio del Padre de Jesús viene a través del Espíritu Santo. Sea cual sea
el testimonio que Dios tiene en el mundo, amigos míos, lo tiene a través del Espíritu
Santo. ¿Escuchó esto?
Observe cómo el Espíritu Santo tiene dos nombres Consolador, versículo 26, paracleto
literalmente significa alguien que viene al lado para confortar o dar consejo. Llegó a
significar un abogado. Y es traducido abogado en referencia a Jesucristo, quien es nuestro
abogado; la misma palabra. Consejero para la defensa. El Espíritu Santo es el abogado
defensor de Cristo. El mundo lo está juzgando, el Espíritu Santo lo está defendiendo. Y el
Espíritu Santo lo llama a usted y a mí a la corte a testificar.
Él también es llamado, observe a la mitad del versículo 26, el Espíritu de verdad. Y eso nos
dice el tipo de testimonio que Él da, Él siempre dice la verdad, no puede mentir. Él no
puede ser un testigo falso, Él siempre es verdadero. Entonces, el Espíritu es el testigo. Él es
el testigo en la actualidad en nosotros glorificando a Cristo a través de nosotros.
Ahora, ahí vemos la base del testimonio. Es al mundo, del cuerpo, por el Padre, a través
del Espíritu. Usted no puede testificar fuera del Espíritu. Cristo no podría operar fuera del
Espíritu, ¿o sí? El Espíritu operó a través de Él y esa es la manera en la que Él lo dijo y ése
es el modo en el que el Padre lo diseñó.
Y él dijo bueno, ¿en dónde entramos? Digo, se está llevando a cabo todo este testimonio y
nosotros ni siquiera estamos ahí. Al mundo del hijo por el padre a través del Espíritu.
¿Dónde estamos? Aquí entramos. ¿Está listo? Nosotros. El testimonio cristiano está en los
miembros. En los miembros. Individualmente. Versículo 27: “y vosotros daréis testimonio
también,” una referencia especial a los discípulos que estaban ahí, pero también
incluyéndonos a nosotros. “Vosotros daréis testimonio también” miembros individuales.
Entonces, ¿cómo funciona esto? Escuche. ¿En dónde mora el Espíritu en la actualidad? En
dónde mora? En nosotros. Nosotros somos el vehículo llevando el testimonio que procede
del Padre por el Espíritu y a partir de nosotros. O a través de nosotros. ¿Sabía que el
Espíritu Santo no tiene una voz física? Claro que lo sabía. El Espíritu Santo no tiene una
plataforma para dar testimonio a menos de que sea a través de nosotros. En los miembros
individuales del cuerpo en el cual Él mora, el testigo es residente.
Juan 14:17, Jesús dice que va a enviar el Espíritu Santo y Él dice esto, escuche: “está con
vosotros y estará en vosotros.” Primera de Corintios 6:19 y 20, Pablo dice ¿qué? “¿O no
sabéis que vuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo?” Él vive en usted, dentro de
usted, ahí es donde está el testimonio. Allí en su cuerpo. Como miembros individuales,
todo creyente posee el Espíritu Santo, Romanos 8:9: “y si alguno no tiene al Espíritu de
Cristo, no es de Él.” Todo creyente tiene al Espíritu Santo, el testigo residente. Y le voy a
decir algo, si el Espíritu Santo va a hablar, escuche, va a ser a través de usted y a través de
mí, porque ahí es donde el mora.
Me encanta Hechos 4:31: “y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra
con denuedo.” ¿Se da cuenta? El Espíritu de Dios morando nosotros, Hechos 4:31, poder
para testificar. Entonces, nosotros como miembros del cuerpo somos testigos individuales,
capacitados individualmente por un residente individual, el Espíritu Santo. En eso
consisten, amigos míos, las misiones. Eso son las misiones. Somos nosotros llevando el
testimonio del Padre, traído a nosotros a través del Espíritu y comunicándolo al mundo. En
eso consisten las misiones.
Hay algo más que nos califica. No sólo estamos calificados para ser testigos debido al
Espíritu Santo residente, sino que estamos calificados debido a que hemos experimentado
a Jesucristo de primera mano, ¿no es cierto? Usted no puede ser un testigo si no lo ha
experimentado. Para ser un testigo en una corte, tiene que estar ahí.
Ahora, sólo puedo pensar en una ocasión en mi vida cuando fui testigo en una corte y
nunca olvidaré lo que sucedió. Estaba en de oficina, la Iglesia en donde mi papá había sido
pastor; y una secretaria entró corriendo y dijo que había una pelea en el estacionamiento.
Y ella me preguntó si me gustaría verla. Y entonces, salí por la puerta y realmente había
una pelea. Un hombre estaba en el piso y dos personas muy grandes estaban pateándolo
de manera furiosa. Bueno, había unas 15 o 17 personas, un grupo, parados simplemente
mirando. Y yo estaba ahí en toda mi pompa ministerial y me di cuenta que habiendo
salido de la puerta, tenía que hacer algo. No solamente podía pararme ahí. Y entonces,
decidí tomar esto en mis propias manos. Entonces, simplemente saqué el pecho, bueno,
usted sabe cómo es, y grité en el estacionamiento: “deténganse”. Y no se detuvieron.
Y entonces pensé bueno, probablemente un viento cruzado, no me escucharon. De lo
contrario, habrían hecho algo. Pero bueno, empecé a caminar a lo largo del
estacionamiento. Y llegué y continúe diciendo “déjenlo, suéltenlo”. Y llegué a oír algo. Y
este hombre dijo “mátalo, mátalo, mátalo.” Y lo vi, no pude reconocer su cara porque
estaba todo lleno de sangre y le habían pateado la cara y había roto todas sus costillas. Y
ellos nunca lo habían visto a él en su vida. Iban por la calle, drogados, y simplemente
querían pegarle a alguien. Salieron del automóvil, lo atacaron y él se defendió. Y ahora se
habían vuelto tan insensibles, estaban drogados, y lo querían matar.
Entonces, salí de ahí y pensé ‘esta no es una pelea, este es un asesinato’. Y yo estoy
diciendo aquí que lo dejen. Y uno realmente no sabe qué hacer en una situación así, la
mente está confusa. Yo estaba ahí parado y ellos eran muy grandes y a medida que yo me
acercaba, más grandes ellos se veían. Uno de ellos medía más de 1.90 m y el otro lo
mismo, hombres muy grandes, que jugaban rugby de manera profesional y eran personas
realmente despreciables. Realmente despreciables. Pero bueno, yo estaba ahí de pie y
realmente no sabía cómo manejar la situación. Entonces les dije que lo dejaran; y no lo
hicieron.
Finalmente, le grité a este hombre y no sabía qué más hacer. Había un tercer hombre en
el auto que estaba esperando. Y éste era el hombre más grande, que salió tras de mí y
vino hacia mí. Inmediatamente, di un paso hacia atrás. Siempre he dicho que pelearé con
alguien que es más pequeño que yo, que haya tenido una enfermedad recientemente;
pero éste empezó a ir tras de mí y yo no sabía qué hacer. No sabía si tenía una pistola o un
cuchillo o qué. Y entonces, por reflejo comencé a retroceder. Y regresé a la puerta de la
Iglesia. Y el otro hombre simplemente estaba ahí sobre el cuerpo. Y en ese punto, salió mi
padre, con mucha dignidad y no sabía qué sucedía, pero nunca olvidaré lo que hizo: él
midió a este hombre y le dijo: “¿qué sucede aquí? ¿No sabe usted, yo soy el pastor?”
Realmente no sé qué tipo de reacción él esperaba, pero sé qué tipo de reacción obtuvo: el
hombre le pegó. Mientras tanto, yo me volví y llamé a la secretaria para que llamara a la
policía. Y ella corrió y llamó a la policía. Y él realmente le pegó a mi papá y le dio fuerte y
lo empujó; y después, volteó a la izquierda y me pegó a mí, y yo lo evité en cierta manera,
vi que venía. Ustedes saben, usted puede recibir mucho ahí, pero cuando alguien le pega a
su papá, eso realmente molesta. Entonces, cuando él le pegó a mi papá, yo dije “hasta
aquí. La policía viene.”
Bueno, después de un largo período de tiempo, este hombre siguió amenazándome con
su puño y me di cuenta más tarde que tenía unos antecedentes penales - bueno, ahora de
hecho, está muerto. Lo mataron en una pelea en un bar poco después de que salió de la
cárcel luego de un año por lo que hizo ese día. Pero de cualquier manera, finalmente
entendí el mensaje. Le habían pegado en la cabeza al hombre en la pared de la Iglesia.
Tuvimos que volver a pintar. Había sangre por todos lados. Le habían pegado muy fuerte y
sobrevivió. Pero nunca olvidaré, tuve que ir a la corte como testigo. Y me preguntaron si
quería ser testigo y dije que claro. Me dijeron que habían amenazado la vida de los otros
testigos. Estos hombres habían estado en esto varias veces. Y ellos tenían la reputación de
golpear a las personas y habían amenazado a los otros testigos y me amenazaron a mí.
Pero dije bueno, no soy un héroe, obviamente, pero sentí seguridad del Señor en esto y
sabía que yo podía correr más rápido que cualquiera de los dos de cualquier modo. Y
entonces dije que sí, que iría y sería un testigo.
Y fui a la corte y me preguntaron tres cosas: ¿qué viste?, ¿qué oíste?, ¿qué sentiste? Eso
es básicamente lo que un testigo hace. Un testigo es alguien que experimentó eso. Lo oí,
lo vi y lo sentí. Estuve ahí. Eso es un testigo. Y sabe lo que dice Juan en Primera de Juan
1:1: “lo que hemos visto con nuestros ojos, oído con nuestros oídos y nuestras manos
palparon, acerca del Verbo de vida, esto os declaramos.” Eso hace un testigo.
Para ser un testigo, usted no tiene que ver y decir ‘bueno, no puedo ser un testigo, porque
no puedo dar una gran disertación de la doctrina, y no sé cómo explicar esto y aquello.’
Usted no necesita preocuparse por eso. Lo único que necesita hacer es decir ‘he conocido
a Jesucristo’ y usted es un testigo. Usted tiene los requisitos. Está calificado.
Esta es una larga manera de decir que un testigo no sólo es morado por el Espíritu Santo,
sino que tiene una experiencia de primera mano. De hecho, es su experiencia de primera
mano con Cristo, lo que resulta en ser morado por el Espíritu Santo, ¿no es cierto?
Y entonces, el testimonio del miembro del cuerpo presupone una experiencia de primera
mano con Cristo y de esta manera, el Espíritu que mora en nosotros nos capacita para dar
testimonio. Y nuestra tarea, amigos, no es dar un discurso acerca de Jesús con un detalle
filosófico, es decir ‘yo quiero compartir al Cristo que he visto y he odido y tocado con mi
vida.’ Ahora, este tipo de testimonio cuidadoso debe ser más preciado para usted que su
propia vida. Lo fue para muchos. La palabra martureo, la cual es la palabra para testigo, a
lo largo de los años llegó a significar mártir. Porque tantas veces cuando la gente estaba
de pie siendo fiel a Cristo, les costó su vida. Fue más preciado para ellos su testimonio que
su propia vida.
Que Dios nos dé más y más hombres y mujeres y más misioneros y más maestros y
predicadores y laicos con el calibre de vida que darán testimonio de manera eficaz, sin
importar el costo de su ego o de su cuerpo. Sí, el testimonio cristiano viene desde Dios,
pasa a través del Espíritu Santo a su cuerpo y a través de usted, a un mundo en donde se
encuentra contenido en Su Cuerpo. Y como individuos, somos miembros del testimonio
que comunica a este mundo; y su testimonio ayudará o estorbará al mundo en juzgar a
Cristo de manera correcta.
Entonces, vemos que nuestro testimonio es al mundo, del Hijo, por el Padre, a través del
Espíritu, en el miembro individual.
Finalmente, y esto es crítico, el testimonio cristiano es en el cuerpo. Total. No sólo en los
miembros individuales, pero también en el miembro total. Versículo 27: “y vosotros,”
plural, “vosotros daréis testimonio también”. El Espíritu es el poder del testimonio. Y Él
mora en cada miembro, ¿no es cierto? Acabamos de cubrir eso, ¿no lo hicimos? Pero
usted sabe, hay otra dimensión aquí que es fantástica. El Espíritu Santo no sólo dice “Yo
voy a morar en el miembro individual,” sino que el Espíritu Santo también dice que mora
en todo el cuerpo colectivo llamado la Iglesia.
¿Por qué dice eso? Quiero que observe Efesios, capítulo 2, versículo 14. Efesios 2:14, hay
una tremenda verdad en esta porción. Escuche. Efesios 2:14, hablando de Cristo, Pablo
dice “porque Él es nuestra paz que ha hecho de ambos uno” -esto es entre judío y
gentil-“derribando la pared intermedia que estaba entre nosotros, habiendo abolido en Su
carne la enemistad.” Ese es el antagonismo entre judío y gentil, esta es la ley de mandatos
contenidos en ordenanzas para hacer de los dos un nuevo hombre.” Ahora escuche esto.
Versículo 18: “porque a través de Él, ambos tenemos acceso por un Espíritu bajo el
Padre,” versículo 21, “en quien todo el edificio bien concertado crece para ser un templo
santo y la Iglesia es un templo así como su cuerpo,” versículo 21, “en quien vosotros,”
plural, “sois edificados para ser un edificio de Dios a través del Espíritu.”
¿Sabe usted que ese versículo enseña sin lugar a dudas que el cuerpo entero de la Iglesia
es el templo del Espíritu Santo así como lo es su cuerpo individual? Usted pregunta si
quiero decir que el Espíritu Santo en un sentido muy real está morando en el cuerpo total
en Cristo. Eso es correcto. ¿Y por qué piensa que Él lo hace? Para que Él pueda llevar a
cabo el testimonio del Padre plantado en el cuerpo, para que no sólo ministremos como
miembros, sino que tengamos un testimonio de cuerpo total. ¿Se da cuenta? El Espíritu
Santo es el testigo poderoso, y Él mora el cuerpo en el mismo sentido que Él mora al
miembro para que el cuerpo también de testimonio.
Usted pregunta cómo es posible que el cuerpo pueda dar testimonio. ¿Cómo es posible
que todos los cristianos puedan tener un testimonio colectivo único? ¿Sabe algo?, y digo
esto honestamente delante del Señor, yo creo que esta Iglesia tiene un testimonio
colectivo. Ahora, no somos el cuerpo total de Cristo, somos una parte. Pero yo creo que el
mundo está comenzando con levantar el oído un poco acerca de lo que está sucediendo
aquí. Porque estamos emitiendo vibraciones bastante unificadas. No hemos llegado
adonde debemos, de ninguna manera. Pero creo que tenemos una pequeña idea.
Permítame darle esto. Hay dos maneras en la que el cuerpo testifica en total. Y vamos a
concluir con esto. Dos maneras en las que el cuerpo testifica. Todas estas son
importantes.
Primera manera, el cuerpo en total morado por el Espíritu, somos en total una habitación
del Espíritu, el cuerpo testifica, número uno, al ser uno. ¿Escuchó eso? Nosotros
testificamos mediante nuestra unidad, ¿no es cierto? Juan 17:20, la oración de Cristo, aquí
viene: “y no oro nada más por estos discípulos, sino también por aquellos que van a creer
en Mí a través de la palabra de ellos.” Escuche. “Para que todos sean uno, así como tu
Padre en Mí y Yo en Ti, para que ellos también sean uno en Nosotros.” ¿Por qué? ¿Por qué
queremos ser uno? “Para que el mundo crea que Tú me has enviado.”
¿Ve por qué tenemos que ser uno? Como un testigo, ¿no es cierto? ¿Cómo es que el
cuerpo testifica en total? Al ser uno. Usted dice ‘no, no estamos siendo uno’. Es correcto.
El testimonio del Cuerpo está siendo dañado. El testimonio del Cuerpo es carnal, división,
confusión, no somos uno amigos. Estamos fragmentados y estamos divididos por todos
lados, protegiendo nuestro pequeño mundo y nuestras pequeñas ideas; y podría seguir
hablando de las ideas en las que esto es proclamado. Un pequeño grupo odia a otro y este
grupo odia a Billy Graham y este grupo ama a este hombre y este grupo no quiere a este
pequeño grupo y después, tienen a algunas personas que no quieren hacer nada más que
venir a la Iglesia y destrozar a otros miembros del cuerpo. Nuestro testimonio como uno
está siendo afectado.
Pero Jesús oró porque fuéramos testimonio al mundo en unidad. Yo oro por esta Iglesia,
nuestro tema para este año es una palabra, ¿no es cierto? Uno. Ese es nuestro tema para
este año. Para todo año, realmente. Podemos dar testimonio como cuerpo al ser uno. Y
no hemos comenzado a ver lo que Dios puede hacer con esta Iglesia sola si realmente
somos uno, a través del Espíritu. Esa es la razón por la que el Espíritu mora en nosotros, en
todos nosotros, para que nuestro testimonio sea un testimonio total unificado de uno. Si
el mundo puede verlo como uno, ¡qué impacto! Pero ven el cristianismo dividido y
fragmentado.
Segunda manera en la que el Cuerpo da testimonio y es por amor. Amor. Juan 13:33:
“hijitos míos, un poco más y estaré con vosotros. Me buscarán y como les dije a los judíos,
a donde yo voy, ustedes no pueden venir; pero ahora les digo a ustedes” - escuche esto –
“un nuevo mandamiento os doy, que os améis unos a otros como yo os he amado para
que ustedes se amén unos a otros” - escuche esto – “y por esto todos sabrán que son mis
discípulos, si os amáis unos a otros.” Nosotros damos testimonio por nuestra unidad. En
segundo lugar, damos testimonio al amarnos unos a otros, ¿no es cierto?
Escuche, podríamos devastar de manera absoluta a este mundo si tan sólo pudiéramos
mostrarles nuestro amor unificado, concertado, unos por otros. ¡Oh, qué testimonio sería
eso al mundo! Y ustedes saben, amigos, en este versículo, versículo 35, Jesús de hecho le
da al mundo el derecho de juzgarnos. Es un pensamiento aleccionador, ¿no es cierto? Él le
está diciendo al mundo que nos vean. Si aman, son legítimos. Sobre ésta autoridad, Él le
dio al mundo el derecho de juzgar si usted y yo realmente hemos nacido de nuevo, por el
hecho de que amamos o no a nuestros hermanos. Y es un pensamiento bastante
aterrador. Ahí están las claves del testimonio del cuerpo. Uno y amor.
Ahora, recuerde esto, mucha atención amigos en esta noche, conforme cerramos. ¿Lo
ven? Usted y yo somos el último eslabón en el testimonio del Padre. El testimonio viene
del Padre, a través del Espíritu, al miembro, fuera del miembro y fuera del cuerpo. Somos
el último eslabón. Comenzó con el Padre acerca del Hijo, a través del Espíritu, vino a
nosotros, nosotros somos el último eslabón en el testimonio de Jesucristo.
Oremos a Dios para que el testimonio de Jesucristo no se detenga en este nivel. Haga su
parte como miembro de testificar individualmente. Haga su parte para que el Cuerpo sea
uno al ministrar su don espiritual y al amar. Entonces, el ministerio y la misión del Padre al
enviar al Hijo se cumplirá como Dios quiso. Cuando ministrarnos, y damos testimonio
como miembros y como Cuerpo. Hay un mundo que debe ser ganado. Y comenzará a ser
ganado cuando seamos uno y no antes.
Padre, Te damos gracias en esta noche por enseñarnos verdades de Tu Palabra. Te damos
gracias porque quieres verificar al Hijo, porque enviaste el Espíritu para glorificar al Hijo;
porque colocaste al Espíritu dentro de nosotros para glorificar al Hijo.
Dios, verdaderamente en nuestros corazones, no queremos que Tu testimonio sea
interrumpido con nosotros. No queremos romper la cadena. Queremos llevar el
testimonio como miembros individualmente, dando testimonio de Cristo Jesús. Y Señor,
¡cómo anhelamos ser testigos como Cuerpo! ¡Oh, qué impacto podemos tener si
realmente somos uno! Prácticamente, como lo somos en posición. ¡Oh, deseamos
responder la oración de Jesucristo conforme somos uno! Conforme somos un cuerpo para
dar testimonio, siendo miembros para dar testimonio. Ése es nuestro propósito. Dios,
ayúdanos a verlo y no dejes que esa cadena de testimonio se rompa con nosotros.
Señor, oro porque Tú hables a cada corazón de todo cristiano aquí en esta noche, para
que estemos tremendamente impresionados y cargados con la verdad del testimonio.
Dando testimonio al mundo del Hijo, a través del poder del Espíritu Santo. Dios, danos la
valentía, el denuedo a través del Espíritu para ser testigos como miembros y como un
Cuerpo, uno en vida, al mundo que no puede ver y que no puede comprender sin nuestro
testimonio.
Padre, oramos porque estos pensamientos encuentren albergue en nuestros corazones.
En el nombre de Cristo. Amén.
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Enfrentando a gente problemática


Escritura: 1 Tesalonicenses 5:14

Código: 52–26
John MacArthur
Durante varios meses, hemos estado estudiando la primera carta de Pablo a la iglesia
tesalonicense. Esta mañana encontramos nuestro texto en el capítulo 5, 1 de
Tesalonicenses versículos 14 y 15. Y, los invito a que abran sus Biblias en ese texto.
Henry Ward Beecher, dijo en una ocasión: “La iglesia no es una galería para exhibir a
cristianos eminentes. Si no una escuela para la educación de los imperfectos”. Tiene
razón. La iglesia no es un lugar para personas perfectas, es un hospital para gente que
sabe que está enferma. No pretendemos ni por un momento decir que la iglesia es
perfecta. De hecho, con toda disposición, diríamos que no lo es.
Carlos Morrison escribió: “La iglesia cristiana es una sociedad de pecadores”. De hecho, él
dijo: “Es la única sociedad en el mundo, cuya membresía está basada en el único requisito,
de que el candidato sea indigno de membresía”.
La iglesia está llena de problemas, porque está llena de personas problemáticas, porque
toda persona en la iglesia es un pecador, aunque es salvo por gracia, no obstante, con una
carne no redimida, y como consecuencia, luchando con el pecado. La iglesia crece en
proporción directa espiritualmente, a que tan bien enfrenta el pecado que hay dentro de
ella.
El proceso de crecimiento de la iglesia entonces, es el proceso de la eliminación de la
trasgresión, la eliminación de la iniquidad, la eliminación del pecado. Si la iglesia va a
avanzar poderosamente y va a ser todo lo que Dios quiere que sea, entonces, tiene que
estar enfrentando con su propio pecado interno.
El mundo todavía está por ver lo que una iglesia absolutamente pura y santa haría. Lo más
cercano a esto, sería la primera iglesia, y el fuego, y el calor de la pureza de su nacimiento,
produjo una energía que quizás no ha tenido paralelo en la historia subsecuente.
El crecimiento de la iglesia, desde el punto de vista espiritual, el cual es el único punto de
vista por el que se preocupa Dios, va en proporción directa a qué tan bien enfrentamos
con los fracasos en medio de nosotros. Pablo quiere ayudarnos a hacer eso, al darnos
estos dos versículos en nuestro texto, que veremos en unos cuantos momentos. Pero, si
en cierta manera fuéramos a dar un paso atrás, y viéramos la iglesia, y dijéramos: ¿Cómo
podremos categorizar a la gente problemática en la iglesia?
Podremos terminar con cinco categorías, cinco categorías de personas problemáticas que
retrasan el crecimiento y el poder de la iglesia. Grupo número uno, llamamos a los que se
desvían, los que se desvían. Nunca van al paso de los demás. Siempre están fuera de línea.
Nunca van con el programa. Cuando el resto de la gente se está moviendo hacia adelante,
ellos van hacia atrás. Cuando el resto de la gente está alineándose en el orden apropiado,
ellos están afuera, no cumpliendo su deber, no interesados en particular en servir, algunas
veces no interesados en absoluto en dar, apáticos, inclusive, quizás burlándose. Están
estorbando el progreso. Pueden ser desordenados. Inclusive pueden haberse desviado.
Apáticos, podría ser. Algunas veces contenciosos, algunas veces rebeldes, y supongo que
llenan el espectro desde la apatía a la rebelión.
Son los que se desvían. Simplemente no van junto con el resto de la gente en la línea
apropiada. Están en contra de todo.
Un segundo grupo que podríamos identificar, que estorba el crecimiento y la vida, y el
poder de la iglesia, lo vamos a llamar los preocupados. Los preocupados. Este grupo,
básicamente está motivado por el temor. Estas son las personas en la iglesia que no tienen
valentía, que expresan las palabras famosas, usted sabe: “Nunca antes lo hemos hecho
así”. Que le pueden dar a usted diez razones por las que no puede hacer nada de lo que
usted propone hacer.
No tienen sentido de aventura. Odian el cambio. Les encanta la tradición. Temen lo
desconocido. No quieren riesgos. Se preocupan por todo. Todos los asuntos de la vida son
mucho más de lo que ellos pueden enfrentar. Normalmente, están tristes, siempre
preocupados. Algunas veces sin esperanza, con frecuencia deprimidos, desanimados, y
derrotados. No llevan nada del celo, el gozo, la emoción, la exuberancia que trae la
aventura.
Probablemente, podríamos identificar un tercer grupo. Podríamos llamarlos los débiles.
Los débiles. Simplemente son espiritual y moralmente débiles. Cristianos quienes debido a
su fe débil, debido a las disciplinas débiles de su vida, son susceptibles al pecado, y caen
en los mismos pecados una y otra vez. Y, apenas los acaba usted de levantar, y los acaba
de desempolvar, y vuelven a caer en el mismo agujero. Les es muy difícil hacer de manera
constante, coherente la voluntad de Dios. Se avergüenzan a sí mismos, avergüenzan a la
iglesia, avergüenzan al Señor. Demandan mucha atención. Prueban qué tan bien una
iglesia es en la disciplina de la iglesia, y normalmente lo llevan a usted a lo largo del
proceso de disciplina por lo menos, al paso dos.
Si fuéramos a identificar a un cuarto grupo, los podremos llamar los cansados. Los
cansados. Otra palabra podría ser los frustrados. Estos son los cansados, los que arrastran
sus pies, están en línea, pero, van a la velocidad equivocada. Nunca alcanzan. Y, usted les
enseña y sigue preparándolos, y sigue discipulándolos, entrega todo esta energía a ellos, y
cada vez que usted voltea para ver qué tan cerca están, parece que están más lejos. Todo
los distrae. Tienen mucha dificultad concentrándose, mucha dificultad en enfocarse.
Simplemente, son personas que lo desesperan, porque usted hace el máximo esfuerzo, y
recibe el mínimo provecho. No se mueven ni crecen al paso que será considerado normal.
Finalmente, el grupo cinco serían los que son impíos abiertamente. Los impíos hacen
maldad. Cristianos que hacen maldad. Cometen pecados contra otros cristianos en la
iglesia. Rompen matrimonios. Contaminan a hijas. Roban. Son chismosos. Calumnian.
Acusan falsamente. Simplemente, son impíos.
Ahora, usted entiende que conforme la iglesia se esfuerza por crecer, tiene que enfrentar
a estos cinco grupos: los que se desvían, los que se preocupan, los débiles, los que se
cansan, y los impíos. Y, no es sorprendente que hacer que crezca un rebaño para que sea
saludable, es un esfuerzo tan desafiante, debido a que todas estas personas necesitan
curación espiritual.
Los desviados necesitan alinearse. Los preocupados necesitan tener una valentía y fe más
fuerte, y denuedo y confianza. Los débiles necesitan ser más disciplinados en el asunto de
la vida santa. Y los que se preocupan, necesitan alcanzar a los demás. Y, los impíos
necesitan hacer lo que es correcto. Hay mucho trabajo que hacer, para que todos estos se
alineen.
Ahora con todo lo que es dicho y todo lo que se escribe acerca del crecimiento de la
iglesia, toda la información sofisticada, todos los principios de homogeneidad, toda la
demografía cultural, todas las estrategias sutiles, todos los métodos de entretenimiento,
toda la técnica de publicidad, que supuestamente deben ser las claves para edificar a la
iglesia, y hacer que crezca, poco se está diciendo acerca de cómo cultivar un rebaño
saludable espiritualmente, que crezca a semejanza de Cristo, al eliminar estos problemas.
La Biblia nunca dice nada acerca de la homogeneidad. La Biblia nunca dice nada acerca de
la demografía cultural. La Biblia nunca dice nada acerca de las estrategias sutiles. La Biblia
nunca dice nada acerca de la metodología de entretenimiento. La Biblia nunca dice nada
acerca de la técnica de promoción, pero dice, si usted quiere hacer que una iglesia crezca,
necesita sacar los estorbos del camino. Necesita enfrentar con lo que está retrasando el
crecimiento de la iglesia, y después cuando se vuelve pura y es santa, se moverá y
conocerá el poder de Dios, y hará un impacto masivo en su cultura.
El apóstol Pablo entiende esto, y si usted acude al apóstol Pablo para aprender los
principios de crecimiento de la iglesia. En primer lugar, lo que usted va a descubrir, es que
su meta es lo que está buscando, lo que él quiere que la iglesia se vuelva más grande, más
rica, más popular, más aceptada en la comunidad. Veamos lo que él quería para la iglesia.
Regrese al capítulo 1 de 1 de Tesalonicenses. “Esta iglesia serán un modelo y ejemplo de
lo que Él habría deseado para toda iglesia. Damos gracias a Dios siempre por todos
vosotros”, él dice. “Haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones”. Él estaba muy
agradecido por esta iglesia. Muy agradecido.
Ahora, ¿qué es lo que hizo que él estuviera agradecido? Ahí al final del capítulo 2, él dice:
“Vosotros sois nuestra gloria y nuestro gozo”. Ahí al final del capítulo 5: “Saludad a todos
los hermanos con ósculo santo”, versículo 26. Él tiene un afecto fuerte hacia este grupo.
Bueno, eso es porque iban camino a la meta correcta. Estaban apuntando al objetivo
correcto.
Veo a todos estos expertos de el crecimiento de la iglesia que vienen, y en lo único en lo
que puedo pensar, es en David saliendo a pelear contra Goliat, y Saúl viene y le entrega a
David su armadura. Y, ¿se acuerda de lo que dice en 1 de Samuel 17:39? Dice de David: “Él
trató en vano de ir, porque no estaba acostumbrado a eso, y entonces David le dijo: No
puedo ir con esto. No estoy acostumbrado a esto. No puedo usar esto. No estoy
acostumbrado a esto”. Entonces, Davis se quitó todo, salió, tomó su honda. Él estaba
acostumbrado a eso. Ese fue el final de Goliat.
La única manera en la que la iglesia local va a matar a sus Goliats, es hacer lo que solía
hacer, hacer lo que se le mandó, ser enseñada y preparada, y desarrollada a hacer, y
siempre van a haber los Saulos, quienes quieren colocar su armadura en los pequeños
Davids, pero, estamos mucho mejor con las armas que sabemos cómo usar.
Ahora, Pablo estaba muy claro acerca de la meta del ministerio, capítulo 2, observe el
versículo 10. Comencemos a tener una idea de lo que él estaba viendo, en términos del
desarrollo de la iglesia, el crecimiento de la iglesia. “Vosotros sois testigos”, 2:10. “Y
también lo es Dios, de qué manera tan santa, justa e irreprensible nos conducimos hacia
vosotros los creyentes; así como vosotros sabéis cómo os exhortábamos y alentábamos, y
rogábamos a cada uno de vosotros como un padre a sus propios hijos”.
Muy bien. Realmente están trabajando. Pero, ¿qué están tratando de hacer? Para que
andéis como es digno de Dios, quien nos llama a Su reino y Su gloria. Mi meta para
ustedes, es que anden de una manera digna del Dios que los llamó. Pasen al capítulo 3
versículo 1: “Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, acodamos quedarnos solos en
Atenas, y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro
en el evangelio de Cristo”.
Él dice: “Ya no podía tolerarlo. No podía saber el no saber cómo estaban, y no ver
progreso espiritual. Aunque esto significó que yo estuviera solo en Atenas, yo envié a
Timoteo”. Por cierto Silas también partió de Macedonia. “Envié a Timoteo”, él dice, “mi
colaborador en el Evangelio, para fortalecerlos y alentarlos en cuanto a su fe. Para que
ningún hombre se vea turbado por estas aflicciones”. Estaban bajo persecución. “Porque
vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos. Porque también estando con
vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis.
Por lo cual yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea
que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano”.
Él estaba preocupado acerca de que ellos caminaran de manera digna. Él estaba
preocupado porque ellos tuvieran una fe fuerte y que se estuviera desarrollando. Él
estaba preocupado, porque ellos pudieran enfrentar la persecución y la dificultad. Ahí en
el versículo 8, él dice: “Realmente vivimos si están firmes en el Señor”. Él estaba
preocupado por su fortaleza espiritual. Versículo 10, él dice: “Noche y día estuvimos
orando ardientemente, para que pudiéramos ver vuestro rostro”. ¿Por qué? “Para
completar lo que carecía vuestra fe”.
Como puede ver, lo que él quería, era una fe fuerte y madura. Esa era la meta de sus
oraciones y sus esfuerzos. Eso era lo que él buscaba. Él dice ahora en su gran bendición:
“Que nuestro Dios y Padre mismo, y Jesús nuestro Señor, dirija nuestro camino a vosotros.
Y que el Señor os haga aumentar y abundar en amor unos para con otros”. Queremos que
se amen unos a otros más”. “Y por todos los hombres, así como también por ustedes, para
que Él pueda establecer vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de nuestro
Dios y Padre”.
¿Se da cuenta? Él está buscando la fe, y el amor, y la virtud. Capítulo 4 versículo 1:
“Finalmente, hermanos, os pedimos y exhortamos en el Señor Jesús, que así como habéis
recibido de nosotros instrucción para que sepáis cómo debéis caminar y agradar a Dios,
así como ya lo hacéis. Que abundéis aún más. Queremos que caminen de una manera
digna. Queremos que agraden a Dios”.
Al final del versículo 10: “Os instamos, hermanos, a abundar aún más”. Y, ahí él está
hablando de su amor. Y, después en el versículo 11: “A que lleven una vida en paz,
atendiendo sus propios asuntos, trabajando con sus manos así como os mandamos”.
En el capítulo 5 versículo 11, él dice: “Alentaos los unos a otros, y edificaos unos a otros,
así como lo estáis haciendo”. Y, después esa bendición en el capítulo 5 versículo 23: “Y
que el Dios de paz mismo os santifique por completo; y que todo vuestro espíritu, alma y
cuerpo, sean preservados completos irreprensibles en la venida de nuestro Señor
Jesucristo”.
Hombre, es bastante claro en su mente. Lo que significaba para él el crecimiento de la
iglesia. Él estaba buscando que las vidas de los creyentes profundizaran, se fortalecieran,
conociendo de manera plena, que conforme usted elimina el impedimento presentado
por la gente que está retrasando a la iglesia, la iglesia comienza a moverse en poder.
Entonces, Pablo invirtió mucha energía, sus recursos, sus oraciones, y su pasión para
crecer, para cultivar a un rebaño espiritual saludable, a transformar a los que se estaban
desviando, a los preocupados, a los débiles, a los cansados, y a los impíos, para que fueran
justos, y poderosos, y eficaces.
Y, cuando el esfuerzo fue exitoso, fue como en Tesalónica, él se regocijó. Ahora, regrese al
capítulo 1 de nuevo: “Él se regocijó”. Versículo 3, él dice: “Constantemente tengo en
mente su trabajo de fe y labor de amor, y constancia de esperanza”. Y, en el versículo 6, él
dice: “Ustedes se volvieron imitadores nuestros, se volvieron imitadores del Señor”.
Versículo 7: “Se volvieron un ejemplo a todos los creyentes en Macedonia y Acaya”.
Versículo 8: “La palabra del Señor resonó de ustedes, a lo largo de Macedonia y Acaya, y
en todo lugar su fe hacia Dios ha salido. Todo mundo sabe que se han vuelto de los ídolos,
para servir al Dios vivo. Todo mundo sabe que están esperando a Su Hijo del Cielo. Han
hecho un trabajo tremendo al evangelizar y demostrar su fe”. Qué gozo él obtuvo de eso.
Capítulo 2 versículo 13: “Por esta razón constantemente damos gracias a Dios, porque
cuando recibieron de nosotros la palabra del mensaje de Dios, la aceptaron no como la
palabra de los hombres, sino por lo que realmente es la palabra de Dios, la cual actúa en
vosotros los que creen. Porque ustedes hermanos, se volvieron imitadores de las iglesias
de Dios y Cristo Jesús que están en Judea; ustedes también soportaron los mismos
sufrimientos en manos de sus propios compatriotas así como ellos de los judíos”. Otro
reconocimiento. Eran reales. Eran verdaderos. Eran fieles. Estaban firmes. Soportaron
sufrimiento, y él está tan gozoso por esto.
Esa es la razón por la que él dice, en los versículos 19 y 20: “Ustedes son mi gozo. Ustedes
son mi gozo”. Él lo dice dos veces. En el capítulo 3, en el versículo 6, ahora que Timoteo ha
llegado, él dice: “De ustedes y nos ha traído buenas noticias de su fe y su amor, y que
ustedes siempre piensan amablemente de nosotros, anhelando vernos, así como nosotros
también anhelamos verlos. Por esta razón, hermanos, en toda nuestra aflicción y
tribulación fuimos confortados por vosotros mediante la fe de ustedes; y nosotros
realmente vivimos, si están firmes”.
Como puede ver, había tanto gozo cuando la iglesia estaba creciendo, y la iglesia estaba
progresando, y él inclusive dijo: “No tenemos que hablarles a ustedes acerca del amor,
porque ustedes son enseñados por Dios a amar, y lo están haciendo. Lo único que puedo
hacer es, háganlo más”. Él llega al capítulo 4 versículo 9, y ahí es donde él afirma su gran
amor.
Entonces, como puede ver, cuando usted están ministrando en una iglesia que está
creciendo y progresando, y la fe está siendo fortalecida, y es lo suficientemente fuerte
como para enfrentar la persecución, y está caminando de una manera digna del Dios que
la llamó, y está caminando en santidad, esforzándose por ser irreprensible en la venida de
Jesucristo, y el amor está floreciendo, y el amor está creciendo. Es emocionante, y es
gozosa.
Un rebaño saludable, es un rebaño amado. Y, Pablo amaba profundamente estas
personas. Él no podía resistirlos. Pero, eso no quiere decir que no tenía ningún problema.
Los tenían. Y, si usted ve nuestro texto, versículos 14 y 15, usted va a conocer a las
personas problemáticas.
Versículo 14: “También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis
a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.
Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno uno para con
otros, y paz con todos”. Ese es un dueto maravilloso, maravilloso de versículos. Porque,
aunque la iglesia en Tesalónica estaba floreciendo y creciendo, tenían problemas, y fuera
cual fuera su problema, no fue el resultado de esas personas problemáticas.
Todos los cinco grupos estaban ahí, así como todos los cinco grupos están aquí. Y por
cierto, si usted está buscando a su alrededor para ver quién está cerca de usted y en qué
grupo podría encajar, en un punto u otro, todos estamos en uno u otro de estos grupos.
Pero, Pablo dijo en 2 de Corintios 11:28: “Es la preocupación de todas las iglesias que es la
carga más grande del ministerio. Trasciende cualquier dolor físico que es soportado”, dice
él. “Encima de todo el dolor, las flagelaciones, lo que ha golpeado mi cuerpo es esta
preocupación por las iglesias”. Gálatas 2:1: “Quiero que sepan cuán grande lucha tengo a
favor de ustedes”. Dicho de manera coloquial, me son un dolor de cabeza. Esta es una
carga para mí, llevando en mi espalda todas las iglesias que necesitan crecer.
Ahora, en estos dos versículos, conforme él define estos cinco grupos, él también nos dice
cómo enfrentarlos. Esto está en una sección que hemos titulado Cultivando a un Rebaño
Saludable. Los versículos 12 y 13, que ya estudiamos, hablaron de la relación entre los
pastores y las ovejas, y la relación entre las ovejas y los pastores. Los versículos 16 y en
adelante, hablan de la relación de las ovejas con el gran pastor, y nuestro texto habla de la
relación entre las ovejas con las ovejas. Entonces, esta pequeña sección lo cubre todo.
En los versículos 12 y 13, él habló a los pastores, para que supieran cómo debían tratar a
las ovejas, y le dijo a los pastores: “Laboren entre las ovejas, ejerzan autoridad sobre las
ovejas, e instruyan a las ovejas”. Él le dijo a las ovejas cómo tratar a los pastores. Él le dijo
a las ovejas: “Valoren a los pastores, estimen a los pastores, y sométanse a los pastores”.
Comenzando en el versículo 16, él le va a decir a las ovejas cómo relacionarse con el gran
pastor. “Estad siempre gozosos, orad sin cesar, y dad gracias. No apaguéis al espíritu”, y
demás. Pero, en este momento, él le está hablando a las ovejas, para que sepan cómo
enfrentar a las ovejas. La palabra clave entonces, en el versículo 14, es la palabra
hermanos. Mientras que ciertamente hay una responsabilidad por parte de los pastores,
de ejercer una autoridad única, al confrontar estos cinco grupos de cristianos
problemáticos, las líneas entre el pastor y las ovejas en esta área, son muy flexibles. Él usa
la palabra hermanos, y simplemente para darle una nota de comparación, versículo 12:
“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden
en el Señor, y os amonestan. Aprecien, valoren a sus pastores”.
Entonces, hermanos, en el versículo 12 se dirige a la congregación. Suponemos, por lo
tanto, que hermanos, en el versículo 14, también se dirige a la congregación. Él le está
hablando a las ovejas, para que sepan cómo tratar a las otras ovejas. No exime a aquellos
de nosotros en el liderazgo, pero, incluye a todo mundo. Y por cierto, observará también
Romanos 12:14 al 17, es un paralelo muy cercano a este texto, y obviamente se dirige a la
congregación entera.
Él también señala que hay una urgencia. Os rogamos. Él usa ese verbo conocido griego
parakaleō, para venir al lado de alguien y ayudarles. Tiene un tono de urgencia en el
mismo. Entonces, él de manera celosa, urgente, apasionada, está alentando a las ovejas a
involucrarse en ayudar a las ovejas que necesitan ayuda. Como puede ver, la iglesia no es
aparecerse el domingo por la mañana, y darse unas palmadas en la espalda, porque
religioso es usted. Estar verdaderamente involucrado en la iglesia, va mucho más allá de la
mentalidad de audiencia y asistencia.
Se reduce a involucrarse con estos cinco grupos de personas, que están retrasando el
desarrollo de la iglesia, y por lo tanto, todo su impacto. Comencemos con los desviados.
Grupo uno, los desviados. Versículo 14, Pablo escribe: “También os rogamos, hermanos,
que amonestéis a los ociosos”. Esa pequeña frase, amonestéis a los ociosos, nos presenta
a los desviados. La palabra ataktos era usada frecuentemente en un sentido militar.
Cuando era usada en un sentido militar, tenía la idea de un soldado, que estaba fuera de
línea. Un soldado que estaba fuera del rango. Un soldado que era culpable de una
conducta desordenada, que era insubordinado, no sumiso, desobedeciendo las órdenes,
no dando seguimiento a su deber. Él estaba fuera de línea. Eventualmente, llegó a
significar cualquier persona que hace su deber, cualquier persona que no cumple con su
responsabilidad. Moffatt, la traduce los flojos, los apáticos. Algunos han sugerido flojos,
apáticos, indiferentes. Pero, no tiene que significar tan solo eso.
Puede significar alguien que no cumple con su deber, no solo por apatía, si no que no
cumple con su deber debido a que es rebelde. En 2 de Tesalonicenses, hay algunas formas
cognadas de esta palabra que son usadas. Esta palabra solo es usada en el Nuevo
Testamento aquí. Pero, hay otras formas de la misma, usadas en 2 de Tesalonicenses 3
versículo 6, 7 y creo que en el 11.
En este texto en particular, es usada para referirse a personas flojas que no trabajan, y
esperan que el resto de la gente haga el trabajo, y cuide de ellos. Para nosotros, se refiere
a los desviados. Están desalineados. Todo mundo va en una dirección, ellos no. Todo
mundo entiende el deber espiritual, está dispuesto a hacerlo, a hacer lo que Dios los ha
dotado para que lo hagan. Involucrarse en el servicio, sea que signifique que estoy
sirviendo al Señor con mis dones, estoy ofrendando conforme Dios me ha prosperado,
estoy apoyando al liderazgo de la iglesia, estoy apoyando la dirección en la que vamos,
estoy en el equipo, estoy participando, soy parte del equipo, estoy involucrado. Ese es el
tipo de persona que hace que la iglesia se mueva y crezca.
Este es el tipo de personas que rechazan todo eso. Están fuera de línea. Quizás, no están
cumpliendo con su deber, porque no les importa. Quizás no están cumpliendo con su
deber porque están enojados, y son rebeldes, y son contenciosos. Simplemente no
apoyan. No son parte de lo que está pasando. Algunas veces, están ahí en la orilla por un
rato, y finalmente, están tan amargados que simplemente se van a otro lugar. Son los que
calientan la banca. Y, aprendí unas cuantas cosas cuando estuve en el deporte. Una de
ellas, es que los que calientan la banca, se vuelven críticos.
La gente que critica más, es la gente que no cumple con su deber. Me puedo acordar que
estuve sentado en la banca en una temporada de fútbol americano, y tuve el privilegio de
ser un running back que comenzaba, y hubieron unos cuantos que no comenzaron,
porque yo comencé. Y, al principio, en cierta manera me alentaban, pensando que iban a
tener su momento. Y, cuando no llegó su momento, ellos estaban deseando en secreto,
que me rompiera la pierna. Y, cuando no me rompí la pierna, entonces comenzaban a
hablar de lo mal que el entrenador tomaba las decisiones, y no podía distinguir el talento
cuando lo veía. Y eventualmente, apoyaban al otro equipo. Esa es la progresión.
La gente que resiste el involucramiento, que nunca quiere ir más allá de la mentalidad de
audiencia, sea por apatía o por rebeldía. Vienen a aquí, simplemente para ver y después
simplemente para criticar. Quizás en el peor de los casos, no hacen nada, en el mejor de
los casos.
Un predicador dijo que normalmente se sientan en la parte de atrás, pero, yo no querría
decir eso. Pero, yo diría que algunas veces usted puede ver a una persona quien se vuelve
crítico y sistemáticamente se mueve hacia atrás. Entonces, lo estoy viendo. Si usted
retrocede una o dos tres filas por semana, sé qué está pasando.
Esta es una flojera culpable. La gente que de cierta manera quiere estar ahí en la orilla,
simplemente no se quiere involucrar demasiado, no quiere rendir cuentas a nadie,
realmente no se quieren meter, no quieren ser parte de esto. Simplemente no marchan al
paso del resto de la gente. Esta es una conducta intolerable, en una iglesia creciente.
¿Cómo debemos enfrentarlos? Muy simple. Amonestarlos. No hay fórmula. No hay
programa. No hay sistema.
Las ovejas individuales se acercan a estas ovejas, que están en la orilla, no están
cumpliendo con su deber, no están usando sus dones, no están ministrando, no son parte
del equipo, no apoyan, no van con el programa, no van al mismo paso que el resto de la
gente, están fuera de línea, desordenados, se están desviando, y simplemente acercarse a
ellos.
A. T. Robertson dijo que el verbo noutheteō, significa darles algo de sentido. Acercarse a
alguien, y darles algo de sentido, de sensatez en su cabeza. Un escritor dice: “Es la idea de
acercarse a alguien, que está siguiendo un camino que en últimas termina en
consecuencias serias, e instruirlo acerca de la inevitabilidad de esas consecuencias”. En
otras palabras, la palabra puede ser traducida, advertir algo. No tiene la idea de ser un
juez distante.
No tiene la idea de crítica, desde el punto de vista de superioridad. Tiene el sentido de
acercarse a alguien y de manera íntima, mostrarle a alguien las consecuencias de su
conducta. Es tan simple como decir: “Te he estado viendo, y veo tu indiferencia. Vienes de
vez en cuando, no fielmente a la iglesia. No estás involucrado en un ministerio. Tienes una
actitud negativa acerca de ciertas cosas, o eres crítico de ciertas cosas”. Y, decirle a la
persona: “Te das cuenta, ¿no es cierto? De que si continúas por ese camino, estas son las
consecuencias. Y, no creo que quieras esas consecuencias, ni quiero que tú experimentes
esas consecuencias”.
Es ese tipo de advertencia gentil, que viene al lado de la persona y le dice, vas en una
dirección cuyo fin va a ser una decepción seria para ti. Es una advertencia que Pablo le dio
a los ancianos efesios con lágrimas, según Hechos 21:31. Hay una pasión aquí. Hay un
dolor ahí que dice: “No quiero que sigas haciendo eso, porque al final de ese camino son
consecuencias serias”. Porque Dios va a disciplinar apatía como esa, rebelión como esa,
insubordinación, una conducta tan desordenada como esa.
Cuando verdaderamente amas a alguien, no vacilas en advertirles. Yo no dudo en hacer
eso con mi esposa y mis hijos, y la gente que está cerca de mí en mi vida. Alíneate. No
porque yo quiero obtener algún beneficio, si no porque no quiero que enfrentes las
consecuencias de vivir así. Quiero que conozcas la plenitud de la bendición de Dios, la
plenitud de la provisión de Dios, y quiero ver que la iglesia sea todo lo que puede ser.
No estoy bajo ninguna ilusión torpe, de que si pudiéramos ser más inteligentes en lo que
hacemos en el escenario, podremos tener una iglesia más poderosa. No, no. Si vamos a
tener una iglesia más poderosa para impactar al mundo, no es cuestión de qué tan
inteligentes somos en el escenario. Es cuestión de qué tan dispuestos estamos en venir al
lado de creyentes que son los desviados, y traerlos, alinearnos amorosamente, y
entonces, el poder de Dios comienza a fluir, y entonces, la iglesia comienza a abrir brecha
en el mundo. Esta es una confrontación necesaria.
La iglesia no es venir y sentarse, y quedarse viendo a la parte de atrás de la cabeza de
alguien. No es eso. No se felicite a sí mismo por estar aquí. La iglesia es estar involucrado
en las vidas de la gente, la gente problemática. Tenemos que estar al lado de ellos, los que
están afuera probando las orillas, viviendo en las orillas, diariamente viviendo en su
desvío. Tenemos que meterlos, lo hacemos por amor, porque entendemos las
consecuencias.
El grupo número dos, son los preocupados. No están en la orilla. Están ahí metidos en
medio. No quiere acercarse a la orilla. Están metidos en medio, y dice acerca de ellos:
“Que alentéis a los de poco ánimo”. Ese es un término muy interesante, y también usado
solo aquí. Es el término oligopsuchos, de dos palabras griegas, alma y pequeña. Los de
alma pequeña.
La mejor manera de ilustrarla, es tomar la palabra opuesta, megalopsuchos. Mega significa
grande, grande. Entonces, hablemos de los megalopsuchos. Son los de alma grande.
Aristóteles dijo: “El megalopsuchos, es el hombre que ha alcanzado mucho, ha llegado a
mucho, y merece mucho”. Cuando Gandhi quiso identificarse a sí mismo, él escogió la
forma sanscrita de esa palabra, megalopsuchos, Mahatma. Significa alma grande, alma
grande. Él podía abrazar los problemas grandes, y necesidades de este grupo enorme de la
humanidad, el alma grande.
Se refiere a la persona que enfrenta riesgos grandes, porque hay gran principio, y la
verdad está en juego. Se refiere a la persona de valentía, la persona de denuedo, la
persona que va a jugarse la vida por la causa noble. La persona que tiene un sentido de
aventura, a quien le encanta el desafío, quien busca la competencia, a quién le encanta la
batalla porque prueba la victoria. El que no se intimida frente a la dificultad, el que no
tiene miedo de la persecución, el que tiene una visión, y quien llega a lograr grandes
cosas, porque él ve toda oportunidad que tiene ante él.
Pero, Pablo dice: “Desafortunadamente, hay metidos en medio de la iglesia, temblando de
temor, están los oligopsuchos, los de alma pequeña. Ellos odian el cambio. Les encanta la
tradición. Quieren hacerlo siempre, como siempre se ha hecho. Temen a lo desconocido.
Se preocupan por todo. Como William Hardy dijo: “Ven el montón de estiércol en toda
pradera”. Carecen de valentía. No quieren atreverse a hacer nada que nunca antes ha sido
hecho. Les encanta lo que es seguro. Solo les gusta caminar en un camino que alguien ha
pavimentado. Solo quieren repetir un acto que alguien ha hecho. Quieren una vida libre
de riesgos, con seguridad absoluta. Normalmente son melancólicos, carecen la fortaleza
para salir con la iglesia, y enfrentar los desafíos, e iniciar nuevos ministerios. Temen la
persecución, no quieren comunicar a Cristo. Temen la oposición. Normalmente tristes,
todo el tiempo preocupados, con mucha frecuencia deprimidos, sin esperanza,
desanimados.
Y claro, el pequeño grupo de ellos en Tesalónica, en donde todo mundo estaba tratando
de moverse, había sufrido mucho, debido a dos problemas grandes. Problema número
uno, era la persecución, estaban siendo perseguidos. Y, Pablo dice: “Deberían haberlo
esperado. Se los leí”. En el capítulo 2: “Deberían haberlo esperado. Digo, les dije”.
Pero, estaban ahí y estaban diciendo: “Oh, oh seguramente el día del Señor está aquí, y
nos perdimos el rapto. Este es el día del Señor. Todos vamos a ser destruidos”. Entonces,
él tiene que escribir y decir: “No. No es el día del Señor”. Y, después eran los más
lastimados por la muerte de sus amigos, y estaban diciendo: “Oh, mira, murieron y Jesús
no ha venido. Se van a perder el rapto. Oh, ay de mí”. Entonces, tiene que escribir y decir:
“No, no, no. Los muertos en Cristo resucitarán primero. Estarán ahí. De hecho, van a estar
ahí antes del resto de ustedes. Así que, por favor, alienten a estas personas con estas
palabras”.
Pero, toda iglesia los tiene. No tienen espíritu de aventura, no pueden elevarse por
encima de sus problemas. Están bajo todos los asuntos de la vida. Son más de lo que
puedan soportar. Todos los problemas de la vida, son más de lo que pueden soportar. Y,
son las almas aplastadas, son como pesas. En cierta manera, tiene que andarlos jalando, y
con frecuencia si usted ve la iglesia como un desfile, son los que llevan las banderas rojas.
Deténgase. Todo mundo se está moviendo, y ellos sacan el letrero de alto, porque carecen
de visión. Temen al fracaso, carecen de valentía. Creo que en la profundidad de su
corazón, su héroe es Indiana Jones, pero, nunca lo admitirán.
Ahora, ¿cómo enfrenta usted a estas personas? Él dice en el versículo 14: “Simplemente
aliéntalos”. Una palabra hermosa. Significa hablarle a alguien al venir de cerca a su lado.
Hablar, como puede ver, no hay ningún atajo. Oveja a oveja, usted conoce a alguien que
es temeroso y está preocupado, y está sin esperanza todo el tiempo, y está triste, y no
puede enfrentar, superar los problemas de la vida. Tiene que acercarse y hablarle. Cultivar
una relación de amistad con ellos. Tienen la idea de venir a su lado para consolar,
conformar, para fortalecer, afirmar, animar, refrescar. Pero, no hay otra manera más que
en una relación.
Podemos volvernos muy académicos con el discipulado. Pero, esto es todo. Las ideas de
comunión personal, íntima de cristianos que son más fuertes, y esto es un gozo. Ustedes
no lo saben, pero, hay personas en esta iglesia que encajan en esta categoría, con las que
me encuentro regularmente, simplemente para darles una nueva dosis de certeza. Lo cual
disfruto mucho, por el privilegio de hacerlo.
No hay que esperar nada más que acercarse en una comunión intima de cristianos, que
son más fuertes y alientan de manera tierna a esa persona. Será muy parecido a lo que
Pablo dice en el capítulo 2 versículo 7 de 1 de Tesalonicenses, donde dice: “Antes fuimos
tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan
grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el
evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; tomarlos, acercarlos a nuestro
pecho, y cuidarlos, amamantarlos”.
Aliento tierno. Esto puede incluir el aliento de comunión personal, el aliento de oración al
Dios de todo aliento, el aliento de esperanza del evangelio, el aliento de una salvación
segura, el aliento de Dios como un Dios soberano, con propósito, y providencia para
afectar su voluntad. El aliento del amor de Cristo, el aliento de la resurrección final, el
aliento de compartir en los sufrimientos de Cristo, sea cual sea el aliento.
Si la iglesia va a ser poderosa y crecer, y ser fuerte, va a ser cuando enfrentemos a los que
se desvían, enfrentamos a los preocupados; personalmente, porque cuando alineamos a
los que se desvían, y metemos a los que se preocupan en la aventura, hemos quitado el
impedimentos para que la iglesia pueda moverse.
Después están los débiles. En el versículo 14, él dice simplemente: “Sostengáis a los
débiles”. Este es el grupo número tres, los débiles. Entonces, ¿qué quieres decir con
débiles? Bueno, débiles en fe, ciertamente podría ser un elemento de esto. Hemos
identificado por el apóstol Pablo, en 1 de Corintios 8 al 10, y en Romanos 14 y 15, un
concepto que se llama el hermano más débil. ¿Se acuerda de eso?
Lo único que significa, es que su fe es débil. Él no tiene una fe lo suficientemente fuerte,
como para experimentar toda la libertad que le pertenece en Cristo. La fe es débil. Una fe
débil, crea un problema. ¿Cuál es ese problema? Una fe débil, significa que esa persona es
muy susceptible a la tentación y al pecado. Es una hipersensibilidad al pecado. De hecho,
son tan hipersensibles al mismo, que ven cosas como pecado, que realmente no son
pecado en absoluto. Y entonces, tienden a retraerse.
Y Pablo dice: “No puede imponer eso. No pueden forzar a la persona, quien es débil en la
fe, demasiado rápido. De lo contrario, los van a empujar a cierta libertad o a alguna
experiencia que realmente no están listos para enfrentar, alguna tentación que no están
listos para enfrentar.
Por ejemplo, digamos que usted se había convertido de la doctrina de la adoración
pagana, y adoraba a Artemis, o a Diana de los Efesios, un dios falso. Digamos que usted se
convirtió a Jesucristo, y alguien le servía una cena, y usted decía: “Oye, esta comida está
muy bien. ¿Dónde la conseguiste?” “La compré en el templo. Fue carne que se le ofreció a
Diana”. Y, se lo está dando, y él suspira y dice: “No puedo comer carne ofrecida a ese
ídolo”. Y, usted dice: “Oye, eres libre en Cristo. Un ídolo no es nada. Y, la carne ofrecida a
un ídolo no es nada. La Biblia dice todo eso”.
Pero, el problema es que tan pronto como participa de esa carne, eso lo lleva de regreso a
la situación de la que salió, todo el paganismo, y toda la idolatría, y toda la inmoralidad,
toda la basura que era parte de ese sistema falso, viene a la mente de ese hombre, hasta
que su fe es lo suficientemente grande, como para que él ha abrazado con suficiente
fuerza la transformación de su vida. Eso va a ser que él peque en su propia mente, porque
él va a revivir todo eso. Usted no puede empujar a ese hombre tan rápido.
Como puede ver, la conciencia no es moral. La conciencia simplemente activa lo que su
mente cree que es moral o inmoral. Y, su conciencia es demasiado débil, y está demasiado
apegada al pasado, como para liberarlo, para conducirse de esa manera. Entonces, no lo
empuje. De lo contrario, va a empujarlo ahí al acantilado. Y, habían algunos que eran
débiles, débiles en su fe. No podían disfrutar de la libertad en Cristo. Eran susceptibles a
una conciencia herida, que podía llevarlos a más pecado y más debilidad. Pero hay otro, y
quizás un grupo más directo aquí en mente, y esos son los que son moralmente débiles.
Pablo usa esta palabra en el Nuevo Testamento con mayor frecuencia, en la mayoría de
las veces, para referirse a susceptibilidad, a pecar, o simplemente ser susceptible a pecar.
Estas son las personas débiles, que usted apenas las acaba de sacar del agujero de pecado,
y las acaba de desempolvar, y se acaban de volver a caer ahí. Estas son las personas que
les parece tan difícil hacer la voluntad de Dios. Estas son las personas que siguen cayendo
en los mismos pecados una, y otra, y otra vez, y usted trabaja tanto en sacarlos de ahí, y
ahí van otra vez.
Y, creo que estos son los que Santiago tenía en mente en Santiago 5:14, en donde dice:
“Hay alguno en”, y la palabra enfermo, normalmente se da, pero, la palabra es lo mismo
que la palabra débil aquí. “¿Hay alguno débil entre vosotros? Vaya a los ancianos”. ¿Por
qué? Porque son fuertes, y los van a sostener, y van a orar por ustedes. Y, si han cometido
pecados, les serán perdonados. Métanse ahí, con los espiritualmente fuertes, cuando sean
débiles espiritual, moralmente.
La iglesia está llena de este tipo de personas. Créame, son impedimentos y piedras de
tropiezo. Retrasan el desarrollo de la iglesia, el crecimiento, y el poder de la iglesia. ¿Qué
debemos hacer con ellos? Ayudarlos. La ayuda es una palabra tan simple, para un
concepto tan magnífico en el griego. La palabra griega, significa sostener firmemente,
agarrar, sostener firmemente, aferrarse, apoyar, detenerlos. Gálatas 6:1 dice: “Si un
hermano es sorprendido en alguna falta, ustedes que son espirituales”, ¿qué?
Levántenlos, levántenlo. Y después, él dice: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros”.
Ese es el segundo paso. Sosténgalo. Sosténgalo. Apóyelo.
¿Cómo hace eso? De nuevo, es intimidad. Usted viene a su lado. Así es como la iglesia
crece, cuando las ovejas comienzan a cuidar de las ovejas, cuando comienzan a
preocuparse a tal punto, que se acercan a los que se desvían, y los amonestas. Cuando se
preocupan a tal punto que se acercan a los que se preocupan, y los alientan. Cuando se
preocupan lo suficiente, como para ir con los débiles, y los sostienen. Eso significa
involucramiento.
Algunas veces, puedo pensar en un joven en particular que me vino a ver, quien estaba
luchando con la homosexualidad. Él había entregado su vida a Cristo, y estaba de nuevo
con batallas muy fuertes de años y años de vida pasada, y homosexualidad, y sin poder
divorciarse de lo mismo, y cayendo otra vez víctima de ciertos actos homosexuales. Y, vino
sin esperanza total, aplastado, y en lágrimas vino, y me dijo: “No puedo superarlo. No
puedo superarlo. No lo puedo dejar”.
Yo le dije: “Bueno, quiero ayudarte”. Yo le dije: “No tengo el tiempo simplemente de estar
contigo todo el día para cuidarte, pero, te voy a decir lo que quiero que hagas. Dame un
pequeño cuaderno”. Le dije: “Quiero que escribas todo día de la semana en una página, y
después quiero que cada día, al final del día, escribas todos los actos homosexuales que
hiciste en ese día, fuera que estuviste solo o con alguien, o si simplemente estabas
leyendo algún material. Lo que estés haciendo. Cualquier cosa que incitó tu
homosexualidad, cualquier cosa que sientes que fue una contaminación, quiero que lo
escribas y lo detalles, y al final de la semana, quiero que lo traigas, para que lo pueda leer
todo”.
Bueno, siete días después él vino, y él entró por la puerta, y él no estaba llorando. Él
estaba sonriendo, y dijo – y, lo saludé, y le dije: “¿Tienes tu pequeño cuaderno?” Él dijo:
“Sí”. Pero, dijo: “Hay muy poco en él. Solo unas cuantas veces en mi mente, y cuando
estaba luchando la tentación, pero, realmente no hice nada”. Y, yo le dije: “¿En serio?” Y,
yo dije: “¿Cuál fue la diferencia?” Él dijo: “¿Piensas que yo quería traer ese cuaderno aquí,
para que tú leyeras eso?”
Esa es una manera simple, para que yo lo pudiera sostener. Simplemente crear rendición
de cuentas. Usted tiene que sostenerlos. Este es el crecimiento de la iglesia. Olvídese del
resto de las cosas. Queremos que una iglesia crezca. Así es como usted hace que crezca
una iglesia.
Después está el grupo cuatro, los cansados. Él dice: “Que seáis pacientes para con todos”.
Bueno, usted tiene que aclarar lo que es todos. El todos, tiene que referirse a la gente con
que fácilmente podemos impacientarnos. “Sean pacientes con todos los hombres. Sean
pacientes con todos los hombres que prueban su paciencia”.
Es fácil frustrarse, es fácil enojarse, es fácil decepcionarse, desanimarse, exasperarse con
algunas personas. Usted da tanto, usted da tanto, usted da tanto, usted da tanto. Y,
obtiene tan poco.
Me ha pasado. A usted le ha pasado en relaciones de discipulado. Usted ha discipulado a
gente por suficiente tiempo, y usted sabe lo que es que lo decepcionen de manera seria,
seria. Y, la iglesia está llena de esas personas, que se sientan, y son ensenadas, y son
preparadas, y son discipuladas, y son exhortadas, y son fortalecidas, son inspiradas, son
motivadas, son alentadas, y crecen a una velocidad casi imperceptible. Nunca parecen ser
normales en su desarrollo. Todo lo distrae. Todo hace que sean más lentos en la carrera.
Les es muy difícil enfocarse. Son indisciplinados en asuntos espirituales, indisciplinados en
los medios de la gracia. Simplemente, pueden romper el corazón.
Hay muchos pastores que han sobrevivido a los que se desvían, que inclusive han
sobrevivido a los que se preocupan, que han sobrevivido a los débiles, pero, han sido
sacrificados en el altar de los que los exasperan. Simplemente, se han rendido ante la
gente que se cansa. Y, finalmente se dicen a sí mismos: “Estoy entregando mi vida entera
a esto, y me muevo rápido, y avanzo, y no puedo hacer que ellos muevan. Simplemente
no se mueven. Están preparados, pero, no hacen aquello para lo que los hemos
preparado. Están instruidos, pero, no viven lo que les hemos enseñado que vivan”.
Eso es muy, muy difícil. Puede oírlo usted en la voz de Jesús, Él dice en exasperación, hasta
cierto punto corto de pecado: “Oh, hombres de poca fe”. Digo, ¿cuándo es que ustedes,
cabezas de piedra, van a entender esto? Y, ¿qué es lo que Él dice que haga usted con este
tipo de personas? Sea paciente. Dice usted: “¿Qué tan paciente?” Más paciente de lo que
usted ha sido. Dice usted: “¿Qué tan paciente?” Tan paciente como Dios es con usted. Oh,
¿así de paciente? Uh-huh. Eso es bastante paciente.
Podríamos entrar al Antiguo Testamento, si tuviéramos tiempo, y estudiar la paciencia de
Dios. Lea Éxodo 34:6. Lea Isaías 63 versículos 7, 8 y 9. Muchos otros lugares. Pero, usted
sabe, sin entrar a un versículo de la Biblia, qué tan paciente Dios es con usted. ¿No es
cierto? Así de paciente usted debe ser con alguien más.
Pedro dijo: “Señor, ¿qué tan paciente? ¿Siete veces?” El Señor dijo: “No. 70 veces siete”.
¿Así se paciente? Sigan haciendo lo mismo. ¿Así de paciente? Acérquese a esas personas
que lo exasperan a usted, y sea paciente. Sea paciente. Los que se desvían, necesitan
amonestación. Los que se preocupan, necesitan aliento. Los que son débiles, necesitan
apoyo. Y, los que están cansados, necesitan paciencia.
Como puede ver, lo que él está diciendo, es que tenemos que enfrentar con cada persona
en compasión, amor personal, cuidado personal, preocupación personal. Así es como la
iglesia crece. Así es como se limpia a sí misma.
Finalmente, los peores de todos los impíos. ¿Qué hacemos con ellos? Bueno,
conozcámoslos primero. Están en el versículo 15. Tienen un versículo simplemente para
ellos mismos. “Mirad que ningún pague a otro mal por mal”.
Ahora, la implicación aquí, claro, es que si Dios está prohibiendo la venganza, la suposición
es que alguien le hizo algo a usted. Alguien le pagó a usted mal, kakos, impiedad, algo
bajo, maldad. Esta, creo yo, es la circunstancia más difícil que nosotros como cristianos
enfrentamos, el abuso más severo. El trato más doloroso, es impiedad, no del mundo, si
no de nuestros hermanos y hermanas. Ese es el dolor más profundo, y nuestra fe cristiana,
debe funcionar en este nivel. Así debe ser.
Entonces, Pablo está diciendo: “Mira. Hay personas en la iglesia que te van a lastimar. Van
a hacerte maldad. Van a dañarte directamente con palabras impías, te van a atacar de
frente. Van a dañarte indirectamente mediante calumnia y chismes, y hablar mal a otros
de ti. Algunas veces te van a dañar directamente, al mantener fuera de su comunión, al
eliminarte de su círculo social, al sacarte de su ministerio por celos, envidia, odio,
amargura, o enojo.
Quizás, lleguen a dañarte directamente al robar tu virtud, en pecado sexual, al romper tu
matrimonio, al quitar algo preciado, al influenciar a alguno de tus hijos hacia la impiedad.
Van a dañarte indirectamente, al llevarte al pecado”. Hay personas en la iglesia, créame,
que van a hacer impiedad en contra de otras personas. Es daño maligno. Sucede en la
iglesia. Calumnia, chismes, pecado sexual.
Por cierto, antes de que usted haga eso, necesita ver de cerca Mateo 18, porque Mateo
18, ahí Jesús dice: “Usted, tú vas a estar mejor con una piedra de molino amarrada a tu
cuello y ahogarte en el mar, que dañar a otro creyente”. Más vale ahogarte por una
piedra, que dañar a uno de estos pequeños que creen en mí. Ese no es un bebé. Ese es un
creyente.
De hecho, Él dice: “Si tu mano está cometiendo el daño, córtala. Si tu pie está cometiendo
el daño, córtalo. Si tu ojo está cometiendo el daño, arráncalo. Ay del que coloca la piedra
de tropiezo a uno de los pequeños que me pertenece a mí. Son tan preciados para mí, que
mis ángeles siempre están viendo el rostro del Padre, que está viendo a sus pequeños, y
cuando el rostro del Padre, frunce el ceño con preocupación, los ángeles salen a ayudar a
los pequeños”.
Entonces, si usted está jugando con el pueblo de Dios, usted está jugando con estos que
son preciados para Dios, no obstante, lo sabe. Los cristianos van a pecar contra otros
cristianos. Y, ¿qué debemos hacer al respecto? ¿Cómo tratamos a los impíos? Él dice:
“Mirad que nadie pague a otro mal por mal”. No se vengan. Es un mandato a toda la
iglesia, en el imperativo plural.
No hay lugar para la venganza en ningún lugar en la iglesia. No hay lugar alguno para la
venganza personal. El único que tiene el derecho de vengarse, ¿es quién? Dios. Escuche
Romanos capítulo 12, el cual, como dije antes, es un paralelo muy cercano a este texto. En
Romanos 12, Pablo explícitamente, versículo 19: “No os venguéis amados, si no dad lugar
para la ira de Dios”.
No se meta usted en la ira y se vengue. Deje lugar para la ira de Dios, porque escrito está,
y aquí él está citando del Antiguo Testamento: “Mía es la venganza. Yo daré el pago, dice
el Señor”. “Mía es la venganza. Yo daré el pago. Yo me encargaré de eso, tú no. Por otro
lado, si tu enemigo tiene hambre, aliméntalo, si tiene sed, dale de beber, y al hacerlo,
amontonarás carbones encendidos de culpabilidad sobre su cabeza. No seáis vencido por
el mal, si él te hace mal, sino vence ese mal con e bien que tú le haces”. ¿Ve eso?
Ahora, usted puede regresar a 1 de Tesalonicenses. El único que tiene el derecho de
vengarse, es Dios. Dice usted: “¿Qué hay acerca de ojo por ojo, y diente por diente, y vida
por vida?” Ese fue un mandato gubernamental, en donde el gobierno tenía el derecho de
castigar por igual al criminal. El gobierno tenía el derecho de tomar una vida por vida, ojo
por ojo, y diente por diente. Esa nunca fue una instrucción para la venganza personal. Eso
es lo que Jesús quiso que los discípulos entendieran, y los judíos escucharan en el Sermón
del Monte, cuando dijo: “Sí, ustedes supuestamente deben odiar a su enemigo. Han
pervertido la Ley de Dios a ese grado. Yo estoy aquí para decirles que deben amar a su
enemigo, y deben hacer bien a aquellos que les hacen mal a ustedes”.
Entonces, ¿cómo debemos tratar a aquellos que nos hacen mal? Siempre, siempre,
siempre buscamos apasionadamente, buscamos con celo aquello que es bueno, hermoso,
noble, excelente. En otras palabras, dice usted: “Bueno, a pesar de lo que me han hecho,
voy a hacer todo lo que pueda hacer, para hacerles el bien, para hacer lo que es noble, y
excelente para ellos. En un acto de amor, voy a devolver su hostilidad con bondad. Y, no
solo para ellos, si no para toda persona. Para toda persona. Para todos los hombres,
especialmente en la casa de la fe”. Pablo dijo en otro lugar, pero, a todo mundo.
Un rebaño que está creciendo, un rebaño que está creciendo, se caracteriza por
movimiento en la fe, amor, pureza hacia la plenitud de la estatura de Cristo. Esa es una
iglesia que crece. Ese crecimiento es estorbado, por los que se desvían, y los que se
preocupan, y los que son débiles, y los que se cansan, y los impíos. Y, si la iglesia va a
crecer, no va a crecer, porque alguien descubre alguna estrategia para darle la vuelta al
problema. Va a crecer, porque los pastores y las ovejas se unen, en relaciones íntimas en
las que amonestan a los que se desvían, alientan a los que se preocupan, sostienen a los
débiles, son pacientes con los que cansan, y devuelven bondad amorosa a los impíos.
Y, conforme una iglesia adopta esa forma, será una iglesia creciente y poderosa.
Necesitamos comprometernos para que la iglesia sea lo que la iglesia realmente es. Y, aquí
está.
Padre, te damos gracias en esta mañana, por estos momentos breves que nos has dado,
para adorar, y para que nuestros corazones y mentes sean confrontadas por tu verdad.
Sella esto en nuestros corazones. Ayúdanos a tener la relación correcta entre ovejas y
ovejas, para que podamos ser el tipo de iglesia que Tú puedas usar de una manera
poderosa. Y, te daremos gracias, por un privilegio como ese, en el nombre de Cristo.
Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Esperanza para santos desanimados


Escritura: 2 Corintios 2:12–17

Código: 81–86
John MacArthur
Hay un sermón anunciado en el boletín, pero puede no prestarle atención a eso porque
ese no es el tema para el día de hoy. He llegado a la convicción de que necesitamos recibir
algo de ánimo como el pueblo de Dios. Este es un tiempo triste. Y puedo hablar en
nombre de ustedes porque sé que ustedes llevan las mismas cargas que yo como iglesia.
Este es un tiempo muy difícil para la iglesia.
La iglesia, por lo menos en nombre, está llena de falsos maestros, pastores que se han
desviado, líderes inmorales, arrogantes, soberbios, el poder siendo usurpado por mujeres,
división, odio racial y enemistad, teología mala, mundanalidad. Es un momento muy triste
y se ha multiplicado por el hecho de que nos sentimos como si estamos siendo
perseguidos, porque se nos dice que no podemos reunirnos. Hay algunas personas que se
podrían preguntar cuál es el futuro de la iglesia. Algunas iglesias simplemente han
cerrado, pero eso es porque temen la autoridad gubernamental o porque básicamente
están tratando de agradar a la sociedad y no pueden encontrar una manera de hacer eso
en esta situación.
Es un tiempo muy difícil para los pastores fieles, no pueden pastorear a sus rebaños, no
pueden estar al lado de los débiles, los que están luchando, los ociosos, los necesitados.
He tenido que hacer llamadas telefónicas a personas que están muriendo en un hospital,
en lugar de estar a su lado cuando se fueron a la gloria. Ese fue el caso con Jackie Owens,
cuyo servicio se llevó a cabo ayer. No podemos tener bodas, no podemos tener servicios
memoriales, funerales, y más allá de eso tiene usted una sociedad de personas que tienen
miedo, tienen miedo en el sentido definitivo, tienen miedo de que pueden morir porque
se les dice eso todo el tiempo. Y, ¿adónde acuden? Las iglesias no están ahí.
Pienso en otros asuntos que han sucedido en nuestra sociedad, protestas y terremotos y
cosas así. Inevitablemente resultan en un incremento en la asistencia en el domingo,
porque la gente despierta a la realidad de la muerte, y se apuran a asistir a la iglesia para
encontrar esperanza. Me acuerdo del 11 de Septiembre, como estaba llena esta iglesia el
domingo después del martes del 11 de Septiembre. Pero parece como si no hay lugares a
los que pueden acudir. El pueblo de Dios que necesita el uno al otro, que necesita la
oración, el apoyo, la comunión unos con otros están aislados en gran parte los unos de los
otros. Este podría ser un tiempo de desánimo serio.
Y en cierta manera te da la idea de que no parece ver un fin. Nos estamos dando cuenta
de que los hombres malos van de mal en peor, conforme pasa el tiempo, eso es lo que
dice la Biblia. Podríamos haber pensado que la iglesia se fortalecería conforme avanzara el
tiempo, sabemos quizás más que en cualquier otro momento en la historia de la iglesia, de
la debilidad de la iglesia debido a los medios masivos de comunicaciones. Las iglesias
débiles, los líderes inmorales no se pueden esconder, nadie se puede esconder, no en esta
sociedad. La internet lo va a exhibir a usted.
Entonces, todo lo que está mal ahí afuera, todos llevamos el peso de eso. Entonces, quizás
nos estamos preguntando exactamente adónde va todo esto. Para ayudarle con esto
quiero que abra su Biblia en 2 Corintios capítulo 2. 2 Corintios capítulo 2. Y quiero entrar
en un tiempo en la vida de mi héroe de ministerio, el apóstol Pablo. Un tiempo triste para
él también, un tiempo en el que la iglesia que él fundó y amaba, habían falsos maestros,
doctrina mala, pecado, división, hostilidad, en muchos niveles y persecución. Fue
suficiente para desanimarlo incluso a él. Oiga sus palabras en 2 Corintios 2, versículos 12 al
17.
“Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en
el Señor, no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito; así,
despidiéndome de ellos, partí para Macedonia. Mas a Dios gracias, el cual nos lleva
siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el
olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan,
y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor
de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente? Pues no somos como muchos,
que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de
Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.”
Realmente nunca ha habido un tiempo cuando el pueblo de Dios no ha tenido enemigos.
De hecho, cuando Satanás mismo, el archienemigo de Dios no ha atacado el reino de Dios.
Pienso en Deuteronomio y en el consejo final de Moisés conforme él entregaba la estafeta
a Josué. Escuche Deuteronomio 31: “Fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel, y les
dijo: Este día soy de edad de ciento veinte años, no puedo más salir ni entrar. Además de
esto Jehová me ha dicho: No pasarás este Jordán a la Tierra Prometida. Jehová tu Dios él
pasa delante de ti, él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás. Josué será el
que pasará delante de ti, como Jehová ha dicho.
“Y hará Jehová con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su
tierra, a quienes destruyó. Y los entregará Jehová delante de vosotros, y haréis con ellos
conforme a todo lo que os he mandado. Esforzaos y cobrad ánimo, no temáis, ni tengáis
miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te
desamparará. Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y
anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que
les daría, y tú se las harás heredar. Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te
dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.”
Capítulo 1 de Josué. Capítulo 1, versículo 1: “Aconteció después de la muerte de Moisés
siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés diciendo: Mi
siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo,
a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho
Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta
el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol,
será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como
estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
“Esfuérzate y se valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la
cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y se muy valiente; para
cuidar y hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella
ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en
él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y
seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas.”
En 2 Crónicas, capítulo 32, al borde de una invasión de un rey pagano a la tierra de Israel,
leemos: “Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los asirios e
invadió a Judá, y acampó contra las ciudades fortificadas, con la intención de
conquistarlas. Viendo, pues, Ezequías la venida de Senaquerib, y su intención de combatir
a Jerusalén, tuvo consejo con sus príncipes y con sus hombres valientes, para cegar las
fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad; y ellos le apoyaron.
“Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría a
través del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas
cuando vengan? Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e
hizo alzar las torres, y otro muro por fuera; fortificó además a Milo en la ciudad de David,
y también hizo muchas espadas y escudos. Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y
los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo:
Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud
que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.”
El profeta Isaías en el capítulo 41, da un mensaje parecido en términos de aliento, de la
fidelidad de Dios al sustentar a Su pueblo. Isaías 41, versículo 8: “Pero tú, Israel, siervo mío
eres; tú, Jacob, a quien escogí, descendencia de Abraham mi amigo. Porque te tomé de los
confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y
no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
“He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán
como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda
contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen
la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice:
No temas, yo te ayudo. No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy
tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor.”
Una y otra vez Dios le declaró a Su pueblo que Él estaría ahí, que Él sería su Liberador, su
Protector. No importa cuán fuerte es el enemigo, no importa cuán fuerte sean sus fuerzas,
Él siempre sería el protector de Su pueblo. Cuando usted llega al Nuevo Testamento, en
ese primer sermón magnifico en Mateo, el primer sermón registrado del evangelio de
Mateo, en el capítulo 5, usted oye estas palabras en el versículo 10, de los labios del Señor
Jesucristo: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque
de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y
os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos, y alegraos,
porque vuestro galardón es grande en los cielos. Porque así persiguieron a los profetas
que fueron antes de vosotros.”
Y después, en el evangelio de Juan, en fin de su ministerio, reunido con sus discípulos en el
Aposento Alto, Juan 15, versículo 18, Él les dice en esa noche final: “Si el mundo os
aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el
mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por
eso el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es
mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han
guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
“Más todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha
enviado. Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora
no tienen excusa por su pecado. El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece. Si
yo no hubiese entre ellos obras que ninguno ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora
han visto y han aborrecido a mí, y a mi Padre. Pero esto es para que se cumpla la palabra
que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.” Y Él cita del Salmo 35; Salmo 69; y
Salmo 109; “Sin causa me aborrecieron.”
Y sigue en el capítulo 16: “Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. Os
expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará
que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí.” Y al final de
ese capítulo 16, versículo 33: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el
mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Ninguno de nosotros
debe sorprenderse por la hostilidad, pero para nosotros que vivimos en este país en
particular, en este tiempo de la historia, la persecución ha sido quizás personal, la gente
en su propia familia que lo resiente a usted, la gente que usted conoce que resiente su
compromiso con Cristo. Pero primordialmente hemos vivido en una era en la que la iglesia
no ha conocido persecución colectiva. No en este país.
Entonces, nuestro entendimiento de estas grandes promesas de Dios por proteger a Su
pueblo, en cierta manera han sido algo teóricas e históricas. La iglesia no ha sido
perseguida en nuestro país, no ha sido afligida por el gobierno, por lo menos no hasta
ahora. Y estamos comenzando a sentir hostilidad, estamos comenzando a sentir como si
estuviéramos siendo señalados. Entendemos que la persecución existe alrededor del
mundo, según aquellos que rastrean la persecución de cristianos, hay por lo menos
doscientos sesenta millones de cristianos viviendo en lugares dónde hay persecución
abierta.
No conozco los números exactos, pero se estima que alrededor de tres mil cristianos
fueron matados por ser cristianos, el año pasado. Diez mil iglesias fueron quemadas o
atacadas y destruidas, cuatro mil personas fueron arrestadas y encarceladas por ser
cristianas. Y siempre la persecución viene a dos niveles. Viene, número uno, por parte de
gobiernos autoritarios y número dos, por parte de autoridades religiosas falsas,
influyentes, primordialmente el islam.
Entonces, parece que los grandes perseguidores de la iglesia siempre han sido aquellos
que están en la autoridad. Autoridad civil, o autoridad religiosa. Por primera vez en la
historia de nuestra nación los gobernantes del gobierno han decidido cerrar las iglesias,
pero no las protestas o las manifestaciones; en base a un temor algo engañoso de una
enfermedad, de la cual 99 por ciento de la gente se recupera, y la mayoría de ellos, sin
síntomas. ¿Cómo se ve el futuro de la iglesia? Seguimos oyendo palabras como: “Esta
restricción es indefinida.” Hemos experimentado algo que es algo muy nuevo para
nosotros. Se están presentando preguntas acerca del futuro de la iglesia.
Y es fácil desanimarse cuando la comunión en nuestra vida, y es atacada, y es
desmembrada. Esta semana va a haber niños pequeños aquí, por primera vez en meses.
Se han perdido meses de ser instruidos los domingos, de Generaciones en Gracia, y Club
de Aventuras, en doctrina sana. Jóvenes se han perdido meses y meses de comunión con
sus amigos, y todos nos hemos extrañados unos a otros. ¿Por qué está pasando esto? Yo
me encuentro exactamente en dónde Job estaba, no conozco el consejo de Dios, pero
esto sé, sé que históricamente cuando los tiempos se vuelven difíciles para la iglesia,
tienden a purgar a la iglesia. He estado leyendo de algunas iglesias que han cerrado hasta
el fin de año, y las que están haciendo eso, hasta ahora van a producir una bendición
inmediata al no reunirse.
La persecución siempre purga a la iglesia, y lo que es más importante es, ¿qué hace una
iglesia fiel? Bueno, ustedes lo están experimentando en este momento. Pablo, de regreso
a 2 Corintios, Pablo conocía la decepción profunda por la iglesia corintia, que llegaba hasta
su corazón. De hecho, estaba desanimado. De hecho, en el capítulo 7, del versículo 6 dice
que él estaba deprimido. Es difícil para mí imaginarme a Pablo deprimido por algo, pero la
superficialidad de esa iglesia, la pecaminosidad de esa iglesia, los falsos maestros que
habían sido exitosos en esa iglesia, la iglesia volviéndose en contra de él, porque se les
habían dicho mentiras acerca de él, la iglesia volviéndose tan parecida al mundo que en
algunos casos no se podían distinguir el uno del otro, y de esta manera perdieron el
impacto de su testimonio, fue una tristeza enorme para él.
Un pecado, y desastre espiritual siguiendo a otro, a tal grado que conforme él concluye
esta carta, él dice en el capítulo 12 del versículo 20: “Pues me temo que cuando llegue, no
os hallé tal y como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre
vosotros contienda, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias,
desordenes.” Después, en el versículo 21, “Que cuando vuelva me temo que me humille
Dios entre vosotros, y quizás tenga que llorar por muchos de los que antes han pecado, y
no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación, y lascivia que han cometido.” Incluso
tengo miedo de ir.
En el capítulo 2, él comienza el capítulo: “Esto pues determiné para conmigo, no ir otra
vez a vosotros con tristeza.” No quiero ir porque tengo miedo de lo que voy a encontrar,
comienza el capítulo: “Esto pues determiné para conmigo, no ir otra vez a vosotros con
tristeza.” No quiero ir, porque me temo lo que me voy a encontrar. No sé si puedo
enfrentar más. En el capítulo 11, en una porción muy conocida él dice: “He sufrido
mucho,”
Él habla del versículo 23, de “estar en cárceles, en peligros de muerte, muchas veces. De
los judíos muchas veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido
azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un
día he estado como naufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos,
peligros de ladrones, peligros de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad,
peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y
fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y desnudez; y
además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las
iglesias.” Lo peor, es que mi corazón está tan entristecido por la iglesia. “¿Quién enferma,
y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar y yo no me indigno?” Las cosas físicas son
una cosa que soportar y algo mucho peor que eso es la condición espiritual trágica de la
iglesia.
Entonces, usted podría decir que el desánimo y la ansiedad por la iglesia corintia estaba
carcomiendo su alma. Él sabía que tenían todos los dones, estaban divididos, llenos de
enemistad entre sí, eran desordenados, eran mundanos, el caos reinaba en su supuesta
adoración, el pecado manchaba su reunión en torno a la mesa del Señor, peleaban, se
demandaban unos a otros, estaban involucrados en pecado sexual, y eran soberbios. Las
condiciones estaban tan mal, que Apolos no se quiso quedar ahí, ni quería regresar. Y
Pablo le instó a que fuera.
Además de eso, los falsos maestros habían entrado y habían infiltrado con éxito, y habían
podido engañar a los líderes y a los miembros de la iglesia en una revuelta en contra de
Pablo, el fiel. La virtud de Pablo estaba siendo atacada, su controversia con Pedro, que se
presenta en Gálatas 2 estaba siendo calumniado, asuntos doctrinales, el uso de los dones
espirituales estaban todos mezclados con celos y soberbia. Y coqueteaban con el incesto,
abusaban de sus matrimonios, estaban en fiestas demoniacas, no ofrendaban como
debían, incluso cuestionaban la resurrección.
Y esa es una congregación que le puede traer tristeza a cualquier persona que se
preocupa por la iglesia. Él ni siquiera podía ir ahí, no quería ir ahí. Encima de esto, en
Éfeso, aquellos que lo odiaban y el evangelio iniciaron una revuelta que se registra en
Hechos 19, que le pudo haber costado la vida, alrededor del tiempo en el que está
preocupado por esta iglesia. Algunos piensan que él pudo haber tenido una enfermedad
fatal, potencial. Él necesitaba ser consolado. No es difícil entender su tristeza.
Entonces, en cierta manera él se convierte para nosotros, un modelo de cómo responder
en un tiempo en el que la iglesia está en una condición desastrosa. ¿Cómo enfrenta usted
esta situación? Y, especialmente difícil fue su dilema debido al amor que tenía por ellos.
De regreso al capítulo 2, versículo 4, él dice: “Porque por la mucha tribulación y angustia
de corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para
que supieseis cuán grande es el amor que os tengo.” El amor siempre intensifica la
decepción, ¿no es cierto? El amor siempre intensifica el desánimo. Su corazón realmente
está al borde de ser quebrantado. Él presenta palabras parecidas al final de la epístola, en
el capítulo 12, versículo 15: “Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me
gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.”
Esto es lo que recibo de ustedes, menos amor por amarlos.
Entonces, él envió a Tito, él envió a Tito para saber cómo habían respondido a su primera
carta, 1 Corintios. Incluso una segunda carta que él les envió que no está incluida en el
Nuevo Testamento, pero él se refiere a ella. Él quería saber cómo habían respondido a los
ruegos, y a los dieciséis capítulos de 1 Corintios y a la primera carta. Y aquí es dónde
retomamos la historia, en el capítulo 2 versículo 12. Él había venido a Troas, y él había
venido a Troas con mucha tristeza. Troas era un puerto marítimo en el mar Egeo, al
occidente de Asia Menor, ubicado en la provincia de Nisia. Fundada en el 330 a. C.
aproximadamente a 16 kilómetros de Troya, Augusto le había concedido el estatus de
colonia romana. Su partida había sido causada por las revueltas en Éfeso que le habrían
costado la vida.
Entonces para hacer las cosas aún más difíciles él está quebrantado de corazón y él está
huyendo de enemigos mortales. Él llegó a Troas, él había estado antes, según Hechos 16
pero aparentemente no fundó una iglesia. Una iglesia está ahí en Hechos 20, entonces
quizás, la fundó en esta visita tan corta, mencionada aquí en el versículo 12. Él vino por
esa razón. “Cuando llegué a Troas, para predicar el evangelio de Cristo,” para evangelizar
la ciudad. Para hacer lo que siempre hacía ir a la sinagoga judía, y predicar el evangelio,
predicar el evangelio a los judíos, para aquellos que creían, establecer una iglesia.
Y de manera maravillosa, y debería haber sido alentador, “se me abrió puerta en el
Señor.” Una oportunidad para evangelizar se abrió en el Señor. En otras palabras, no fue
estratégicamente diseñada por él, como alguna metodología eficaz. No, el Señor le había
dado favor. El Señor había ido antes de él. El Señor había operado mediante su tiempo
breve ahí. Él debió haber predicado como para saber que la puerta estaba abierta. Él sabía
de puertas abiertas, él habla de Hechos 14:27, de una puerta abierta de la fe. Él habla en
Colosenses 4:3 de una puerta abierta para la Palabra.
Entonces, aquí una puerta se abrió para el evangelismo, no significa que no hay
adversarios, pero la puerta está abierta, y la única manera en la que él podía saber que la
puerta estaba abierta es predicar el evangelio, es ver la respuesta. Y fue obviamente el
Señor, porque algunos debieron haber creído, y esto es lo más probable, y aquí es lo más
probable, que comenzó esta iglesia que más tarde aparece en el libro de los Hechos. Esta
habría sido la mejor de las situaciones más alentadoras, ¿no es cierto? para alguien
desanimado, evangelizar. Encontró lugar dónde el Señor abrió la puerta. Usted pensaría,
que él diría: Aquí es en dónde voy a estar. Aquí es dónde me voy a quedar, pero no fue así.
Observe el versículo 13.
“No tuve reposo en mí espíritu.” Esa es una afirmación tan interesante. No tuve reposo en
mi espíritu. No tuve reposo, como dije antes, él define aun eso con mayor detalle en el
capítulo 7 versículo 6, como estando entristecido, deprimido. Él no podía ir más allá de su
dolor por la iglesia corintia. ¿Lo amarían? ¿Lo escucharían? ¿Se arrepentirían? ¿Dejarían su
mundanalidad, su carnalidad, sus divisiones? ¿Se arrepentirían de incesto? ¿Terminarían
las peleas? ¿Irían más allá de la confusión por el matrimonio y el divorcio? ¿Dejarían los
ídolos? ¿Purgarían la cena del Señor, la mesa del Señor? ¿Abandonarían la inmoralidad
sexual? ¿Disciplinarían a aquellos que pecaban y expulsarían a los falsos maestros?
Y esto estaba a tal grado en su corazón porque los amaba tanto que incluso con una
puerta abierta en Troas, él no tuvo reposo en su espíritu. ¿Por qué? “Por no haber hallado
a mi hermano Tito.” Tito iba camino de regreso a Pablo, él venía de Éfeso, y Tito iba a
darle el reporte para que supiera como habían respondido a las cartas que había escrito.
Pero todavía tenía la pregunta que le dolía, porque no había visto aun a Tito. Esta es una
hora peligrosa para el predicador. Su corazón está en peligro de rebelión. Cuando la
puerta está abierta, ni siquiera puede entrar por ella.
Él perdió su celo por la obra. Él está en tristeza, él está quebrantado de corazón. Todo
parece haber salido mal. Sin gozo, simplemente un corazón de decepción, inquieto, triste.
Cuando el predicador llega a este punto todo se vuelve una carga, el brillo del oro no brilla
en el ministerio, parece como un trabajo que rompe el corazón. Y la tentación viene a
muchos, de ceder, de darse por vencido en el ministerio e irse en la dirección opuesta. Las
dificultades reales son exageradas, incluso comienza a actuar sin confiar en Dios.
Aparentemente Tito debería haberse encontrado con Pablo en Troas para reportarle
acerca de los corintios, pero de alguna manera se retrasó. Entonces Pablo no iba a
esperarse ahí aun con una puerta abierta no tenía el deseo de hacerlo, entonces las cargas
lo habían abrumado tanto que él se fue. Él estaba tan abrumado que se fue. ¿Sabe una
cosa? Es un peligro en el ministerio el tiempo pasado en pensar en los sentimientos de un
corazón quebrantado, pueden quitar la energía de un siervo del Señor y ese es tiempo y
energía perdidos para la eternidad.
Entonces, se fue de la puerta abierta. Versículo 3, “Despidiéndome de ellos.” Sin duda
hubieron algunos creyentes ahí que están incrustados en el ellos, y otros que estaban
ansiosos por oír la verdad. “Partí para Macedonia,” él sabía que ruta tomaría Tito.
Entonces él se fue en un viaje sombrío para encontrarse con Tito. Probablemente cinco
días por barco, en la esquina noreste del Mar Egeo, y después a pie por un camino
conocido en dónde él esperaba encontrarse con Tito. Es simplemente tan difícil
imaginarse esto, yo imaginarme un hombre de la fortaleza de Pablo pudiera llegar a este
punto. Él estaba cerca del borde, cerca de la orilla, muy cerca de la orilla. Este es el lado
oscuro de la vida del predicador, esto es lo que la decepción puede hacerles a los mejores
hombres.
Estaba derrotado, ¿adónde se volvió para encontrar ánimo? Vea el siguiente versículo,
versículo 14. “Más,” eso es importante, ¿no es cierto? Ese es un adversativo, algo viene,
diferente. “Más, a Dios gracias,” él se mueve en la dirección del aliento, al dejar sus
problemas y acercarse a su Dios. Él está encontrando su camino a las cosas mismas que
Dios le dijo a Josué, y a Moisés, Israel, las mismas cosas de las que escribió Isaías;
“Esfuérzate y se valiente, el Señor está contigo.” No sé si él llegó a encontrarse con Tito
antes de que el aliento comenzara a regresar.
Él se encontró con Tito, capítulo 7, “Pero Dios que consuela a los afligidos, nos consoló por
la venida de Tito. Y no solo por su venida, sino también por el consuelo con el cual fui
consolado por vosotros conforme él nos reportó su anhelo y celo por mí.” Entonces él se
regocijó aún más, oh wow, una buena palabra de Tito. Me gustaría pensar que él llegó al,
“más a Dios gracias,” antes de que se encontró con Tito. Tito vino y trajo un buen reporte,
eso consoló a Pablo mucho. Pero realmente no creo que el reporte fue la fuente de su
gozo y ciertamente tuvo una parte en aliviar su ansiedad en el momento, pero él sabía
que quizás incluso con oír por parte de Tito todavía había una minoría que se resistía y la
superficialidad que habían mostrado los corintios en el pasado regresaría otra vez.
Entonces, ¿adónde acudió para encontrar gozo duradero? No sería en tan solo el reporte
acerca de los corintios, porque eso podría solo ser una realidad temporal. ¿Adónde
acude? “Más a Dios gracias,” ¿por el reporte de Tito? No Me encanta esto, “el cual nos
lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús.” ¿Ve usted eso? Él recordó lo que Dios le había
dicho a Moisés, a Josué, y a Judá, lo que Isaías había dicho, “Sé fuerte y valiente. No
temas, Dios está contigo.” “Más a Dios gracias,” gracias sean dadas a Dios.
De manera específica, ¿qué quiere decir? Bueno, me gustaría tener tiempo de explicarlo
todo, pero permítame ver si puedo darle lo suficiente para cautivar su corazón. Hay una
palabra ahí, triunfo, ¿la ve? triunfo. Ese es un término técnico. En la mente de Pablo él
está viendo un triunfo, un triunfo romano. El honor más grande que podía dársele a un
general romano era tener un triunfo. Antes de que un general romano pudiera recibir de
su rey y de su pueblo un triunfo, él tenía que haber sido el comandante en jefe de un
ejército en batalla, la campaña debió haber sido terminada en contra de un enemigo, la
región apaciguada, las tropas victoriosas traídas de regreso a casa. Cinco mil del enemigo
por lo menos, debían haber caído en una batalla. Una extensión positiva del territorio
debió haber sido adquirida, y realmente no debió haber sido un ataque rechazado. La
victoria debe haber sido ganada sobre un enemigo extranjero y no una guerra civil. Eso es
lo que calificaba a un general para recibir un triunfo.
En el triunfo en sí la procesión del general victorioso marchaba por las calles de Roma
hasta llegar al Capitolio, en el siguiente orden: primero pasaban los funcionarios del
estado y del senado, siempre los políticos primero; luego los trompetistas; después estaba
el botín obtenido en el campo conquistado. Cuando Tito conquistó Jerusalén, en el 70 d. C.
por ejemplo, él trajo en el triunfo el candelabro de siete brazos, la mesa de oro, el pan de
la proposición y las trompetas de oro del templo, desfilándola por las calles de Roma. Esto
se volvió simbólico para la conquista.
Seguía el toro blanco que debía ofrecerse en sacrificio a los dioses por darle la victoria,
después había un desfile de príncipes, líderes y generales cautivos, encadenados que
serían encarcelados en breve, y con muchas posibilidades de que fueran ejecutados casi
inmediatamente. Después pasaban los ministros de justicia cargando sus varas, seguidos
por los músicos tocando música de triunfo. Después venían los sacerdotes moviendo los
portadores de incienso, de los cuales emanaba un olor dulce, después venía el general
mismo, de pie en un carro tirado por cuatro caballos, vestido con una túnica púrpura
adornada con hojas de palma doradas, y en su mano tenía un cetro de marfil con el águila
romana. Y después venía el ejército usando todos sus arreglos y gritando: Triunfo, triunfo,
triunfo. Esto es lo que Pablo en su mente, un retrato magnifico.
“Más a Dios gracias el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús.” Un retrato
magnífico.
Pablo recuerda que Cristo gana. Tres aspectos de esto se vuelven claro. Él agradece a Dios
por el privilegio de estar en el ejército del Cristo triunfal. “Más a Dios gracias, el cual nos
lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús.” Sea lo que sea que esté pasando en el ministerio,
sean los que sean los éxitos o fracasos, ánimo o desánimo, estar arriba o abajo en la vida y
el ministerio, Cristo triunfa.
“Él siempre nos lleva.” El sentido de la guía soberana del Señor es el cimiento de nuestro
gozo. Pablo habla de esto al final de su vida en 2 Timoteo capítulo 4, palabras conocidas
para nosotros. Versículo 16: “En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que
todos me desampararon, no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado y
me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y todos los gentiles
oyesen. Así fui librado de la boca del león y el Señor me librará de toda obra mala, y me
preservará para su reino celestial, a Él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
Esa es su canción de cisnes, esa es su despedida. Es suficiente dice, el usar el uniforme y
marchar detrás del victorioso. Cristo gana, Él guía a Su pueblo al triunfo. En 1 Timoteo
capítulo 1, Pablo dice: “Doy gracias al que me fortaleció, Cristo Jesús nuestro Señor,
porque me tuvo por fiel poniéndome en el ministerio, (o en el servicio) habiendo siendo
yo antes blasfemo, perseguidor, injuriador; más fui recibido a misericordia porque lo hice
por ignorancia, en incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la
fe y el amor que es en Cristo Jesús. Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que
Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero
toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. Ahora,
al rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios sea gloria y honra por los siglos
de los siglos. Amén.”
Pablo terminó su vida con claridad acerca del triunfo. Gracias Padre por colocarme en el
uniforme, como parte del ejército del Cristo triunfal. Sería como Romanos lo dice:
hupernikium, súper conquistador. Seguimos a nuestro héroe conquistador en el desfile de
victoria, no como cautivo, no como prisioneros que nos dirigimos al juicio, sino como
colegas triunfales, sobre el gran triunfo sobre el pecado y la muerte, el infierno. Jesucristo
va a ganar. Apocalipsis dice que Él va a regresar, Él es Rey de reyes y Señor de señores; y Él
va a reinar. Cristo gana, y nosotros ganamos con Él. Nosotros estamos en el triunfo.
Estamos en ese desfile de victoria.
En ese desfile de victoria, como mencioné, habían algunos sacerdotes que llevaban
incensarios que estaban ardiendo con un aroma fuerte, habían mujeres que estaban
arrojando flores en frente del general y sus tropas. Eso creaba una fragancia que subía al
aire, un aroma dulce, un olor de victoria. Pablo aplica eso: “Más a Dios gracias, el cual nos
lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar
el olor de su conocimiento.” Manifiesta por medio de nosotros en todo lugar el olor de Su
conocimiento.
Eso nos lleva a una segunda razón por la cual estar agradecidos, no solo porque estaba
marchando en el triunfo de Cristo, sino que en segundo lugar él da gracias a Dios por el
privilegio de tener una influencia eterna por el privilegio de tener influencia eterna de ser
un olor agradable del conocimiento de Él en todo lugar. Y versículo 15, “Porque para Dios
somos grato olor de Cristo a los que se salvan y en los que se pierden; a estos ciertamente
olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién
es suficiente?”
¿Quién puede esperar que su vida importe tanto? No solo estar en el ejército del Cristo
triunfal, sino tener influencia eterna, ser uno de quien emana el olor dulce del evangelio
en todo lugar, Romanos capítulo 10: “Todo aquel que invocare el nombre del Señor será
salvo. ¿Cómo pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquél
en quien no han oído? ¿Y, cómo oirán sin haber quien les predique? !!Cuán hermosos! ¡!!
Cuán hermosos son los pies de los que anuncian buenas nuevas!”
A la mayoría de la gente le gustaría que sus vidas tengan algo de significado, este es el
significado más grande que cualquier vida puede tener. Es incomparable tener una vida
que importa eternamente, cuando el evangelio sale de la vida de usted en palabra y en
obra, es un aroma dulce. Y quiero que se dé cuenta de que es un olor dulce, en primer
lugar, para Dios. Versículo 15: “Porque para Dios somos grato olor de Cristo.”
Antes de que usted llegue a pensar en cómo afecta a la gente, usted tiene que entender
que la fidelidad de la proclamación del evangelio, en vida y palabra, produce fragancia a
Aquel que está sentado en el trono. Así como el emperador, al fin del desfile, sin duda
alguna en el Capitolio, en Roma, en los tiempos antiguos podía oler el grato aroma, así
también la fragancia de una vida virtuosa, fiel al evangelio, se levanta para el placer mismo
de Dios. Debe ser nuestra ambición, Pablo le dice a los corintios, “ser agradables a Él,” 2
Corintios capítulo 5, versículo 9.
Entonces, “Gracias a Dios,” estar en el triunfo, sean cuales sean las victorias y fracasos que
mi vida contribución pudo haber tenido, estar en el desfile del Conquistador es suficiente
para mí, tener el uniforme de mi Rey. Y, en segundo lugar, tener una vida que emite un
aroma que agrada a Dios, para estas cosas ¿quién es suficiente? Pero más allá que tan solo
agradar a Dios, tener una vida que tiene un impacto eterno en la gente que nos rodea, no
solo grato olor de Cristo para Dios, sino olor entre aquellos que se salvan; y en los que se
pierden, a estos ciertamente olor de muerte para muerte, y aquellos, olor de vida para
vida. En otras palabras, escuche, esto es vital que lo entendamos, hay aquellos que están
siendo salvados, y hay aquellos que están pereciendo.
Pablo usa ese tipo de palabras ahí atrás en 1 Corintios capítulo 1: “La predicación de la
cruz es para aquellos que se pierden, locura. Pero para los que están siendo salvados es
poder de Dios.” Hay dos categorías de personas en el mundo, aquellos que están siendo
salvados y aquellas que se están perdiendo. Y conforme el triunfo marchaba, junto con el
incienso y las flores, emitían su olor. Para los cautivos miserables serían un olor para
muerte, un perfume de muerte; para los victoriosos era un perfume de vida. Su vida
importa como cristiano, multiplica a aquellos que vienen bajo su influencia. Esta es en
cierta manera una manera hebraica de pensar. Estos son superlativos. Su vida, predicar el
evangelio, añade a aquellos que están pereciendo una condenación más grande. Para
aquellos que están siendo salvados, una mayor recompensa. Esa es una realidad
sorprendente.
Creo que la mayoría de los cristianos suponen que el único momento en el que su vida
importa es cuando alguien cree. No, escuche 1 Pedro 2:6, “He aquí pongo en Sion la
principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere no será avergonzado. Para
vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los
edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; y piedra de tropiezo y roca
que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron
también destinados.” Recibir a Cristo, vida para vida; rechazar a Cristo, muerte para
muerte. El mismo olor trae vida, o trae muerte.
Los judíos en tiempos antiguos escribieron acerca de la Torá estas palabras: “Así como la
abeja guarda su miel para su dueño, y su aguijón para otros; así las palabras de la Torá son
algunas hayyim, un elixir de vida, para Israel, y algunas ha-moeth, un veneno mortal, para
las naciones del mundo. O el sol, brillando sobre un árbol, trae vida a algunas ramas y
muerte para otras. Si una rama está conectada de manera vital al árbol, y el árbol está
arraigado firmemente y de manera apropiada en la tierra, y trae vida; por otro lado, si una
rama está rota, el sol la va a secar, y la va a llevar a la muerte. Así es el evangelio. El mismo
sol que derrite la cera, endurece la arcilla. Cada vez que usted proclama el evangelio, cada
vez que yo predico el evangelio, dos cosas están pasando, un olor del evangelio está
saliendo o para producir muerte para muerte, o vida para vida. ¡Qué privilegio! ¿Para eso
quien es suficiente? ¿La vida de quien podría importar tanto fuera del propósito divino?
Gracias por estar en el ejército del Rey, del Rey triunfal. Gracias por una vida de influencia,
y finalmente, gracias por el privilegio de predicar la verdad. Versículo 17: “No somos como
muchos, que medran falsificando la palabra de Dios.” ¿No somos como muchos que
medran falsificando la Palabra de Dios? ¿Qué es eso? Kapēlos, es el término. Kapēlûo
significa corromper. Incluso en ese entonces habían muchos que corrompían la Palabra de
Dios, que manipulaban la Palabra de Dios, que malinterpretaban la Palabra de Dios de
manera deliberada, por ignorancia o lo que fuera. Pero, un kapelos era un vendedor
ambulante, un charlatán, alguien que establecía ahí su operación en la calle para engañar
a la gente. Un kapelos era un charlatán, un estafador que se preocupaba con hacer
trampa y lucrar a expensas del comprador para ganancia personal. Normalmente diluían
el vino y lo vendían a un precio elevado, y podían venderlo por las meras estrategias
inteligentes que usaban.
Estaban abaratando la verdad, estaban adulterando la Palabra de Dios, adulterándola con
sus propias ideas, fuera con judaísmo o paganismo o lo que sea, así como la gente lo hace
en la actualidad, torciendo y pervirtiendo la Escritura para sus propios fines. ¿Por qué? Por
popularidad, fama, dinero, adúlteros, fraudulentos de la Palabra de Dios. Predicando un
evangelio barato, predicadores del evangelio de la prosperidad, de la salud y prosperidad,
sacramentalistas, pragmatistas, manipuladores de la Escritura y de la gente.
Pablo está diciendo: “No somos así. No somos así.” Y hay muchos así. “Pero, con
sinceridad” –alacranea- “no por inteligencia humana, no usando técnicas, sino que, con
sinceridad, como de parte de Dios venimos a ustedes con integridad. La fuente singular de
nuestro mensaje es Dios. Hablamos en Cristo, a partir de Él, por Su poder, delante de
Dios.” Pablo está diciendo: “Dios sabe que yo estoy hablando de parte de Él con respecto
a Su Hijo.”
Cualquiera puede predicar un mensaje trunco, cualquiera puede torcer y pervertir la
verdad y mezclarla con sabiduría humana y contaminarla con todo tipo de inteligencia.
Pablo dice: “Nunca haría eso, es un privilegio tan elevado y alto, y santo, ser un soldado
marchando detrás del General triunfal. Es un privilegio tan grande tener una vida que
importa cada vez que el evangelio es proclamado de mi boca. Es un aroma, de olor de vida
para vida, y de muerte para muerte. Y el meollo es, lo que hace que esto sea significativo
es que yo soy fiel en hablar la Palabra de Dios.”
Pablo encontró su camino para salir de su desanimo, conforme pensó en el privilegio de
estar asociado como un colega conquistador del Rey de reyes, como por tener el privilegio
de estar en el triunfo, de influenciar a la gente para la eternidad, de agradar a Dios, el gran
privilegio de ser capacitado para proclamar la verdad. Y eso es lo que llevó a su gratitud.
No sé cómo se va a ver el futuro para la iglesia, pero sé quién gana, ¿verdad? Cristo gana,
y estamos en Su triunfo. Y nuestras vidas importan más que la de cualquiera en el mundo,
nadie tiene una vida que importa eternamente, al menos de que esté en Cristo. Y solo
necesitamos ser fieles al privilegio de proclamar la verdad con integridad, y después
veremos lo que el Señor hará. No teman, sean fuertes, sean valientes, porque el Señor
está con nosotros. Amén.
Padre, te agradecemos por, de nuevo el, la claridad de la Palabra y el poder de ella,
conforme habla la verdad a nuestros corazones. Danos sabiduría y oportunidad para
proclamar el evangelio glorioso conforme Tú has diseñado que nosotros lo hagamos. No
saber nada más que Él, ha Cristo crucificado, como el apóstol Pablo. Usa a todos nosotros
para Tú honor y gloria en estos días. Sé exaltado, Oh Señor, oramos. Esa es nuestra
oración. Amén.
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Gratitud por una iglesia fiel


Escritura: 1 Tesalonicenses 1–2

Código: 90–413
John MacArthur
Bueno, obviamente mi corazón está muy lleno esta mañana, y mi tiempo está muy
limitado, lo cual es algo bueno porque probablemente sería demasiado si no me limitara
el tiempo que tengo. Quiero que regresen si son tan amables, por un momento, a 1
Tesalonicenses como les leí hace un momento. La razón por la que escogí hablar de 1
Tesalonicenses hoy, y la próxima semana, es porque cuando pienso en la iglesia de Grace,
pienso en la iglesia en Tesalónica. Esa ciudad está ahí todavía en la actualidad, se llama
Saloniki.
La iglesia en Tesalónica fue una iglesia muy especial en la vida y ministerio del apóstol
Pablo. Él tuvo el privilegio bajo la guía del Espíritu de Dios en su vida, de llevar el mensaje
del evangelio al mundo gentil. Y aunque él fue un apóstol a los gentiles, cada vez que él
llegó a una nueva ciudad, él fue inmediatamente a la sinagoga. Y lo primero que hizo fue
esforzarse por evangelizar a los judíos, y ver si podía ver algunos de ellos venir a la fe en su
Mesías. El Señor en su gracia le permitió hacer eso y entonces algunas personas le
ayudaron con la evangelización de la población gentil. Y en los lugares adónde él fue, el
Señor le permitió establecer iglesias.
Al establecer esas iglesias, obviamente, hubieron algunos grandes gozos. Pero no todas
esas iglesias le trajeron gozo puro. Estuvo la iglesia corintia que no le causó un dolor
pequeño de corazón. Él escribió por lo menos 4 cartas de las que sabemos dos de las
cuales incluidas en las Escrituras, cartas muy largas tratando de corregir la carnalidad y los
pecados y la mundanalidad, y el egoísmo, y la división, y la soberbia, y la enemistad y todo
lo demás. Corrupción, embriaguez, prostitución, por así decirlo, de la mesa del Señor,
convertida en algo horrendo.
Y la iglesia corintia no fue una iglesia necesariamente que hacía de un pastor, alguien que
estuviera feliz. Y después estuvo la iglesia en Colosas, la iglesia en Colosas también luchó
por ser fiel al Señor, la iglesia en Colosas se vio atraída a la carnalidad y atraída hacia la
sensualidad, y atraída hacia el misticismo, y atraída hacia el legalismo. Y después estuvo la
iglesia en Éfeso, soberbia, carecida de humildad, impaciente, siguiendo patrones de
pecado de su vida pasada, careciendo de perdón. Hubieron muchos pecados en Éfeso que
tuvieron que ser confrontados como evidencias de debilidad espiritual, a pesar del
ministerio exhaustivo de Pablo, ahí.
Las iglesias en Galacia, más de una mostraron ser defectuosas y desleales. Inclusive,
abandonaron lo que había comenzado el Espíritu Santo por causas de la carne, haciéndole
que estuviera triste, de manera sin fin. La iglesia filipense la cual en muchas maneras
podría parecer una buena iglesia, fue caracterizada por la discordia, las quejas, la ansiedad
y dos mujeres tan contenciosas que distraían tanto a esa iglesia, que las nombró Pablo en
su carta a iglesia filipense.
Cuando él escribió a esas iglesias, en toda carta que él escribió, él se dirigió a problemas
en la iglesia, cosas que eran tristeza para él, tristezas serias para él. Le robaron su gozo. De
hecho, inclusive, amenazaron el hecho de que él había comenzado una buena labor ahí,
porque esa labor podía desaparecer. Él tenía miedo, por ejemplo, en el caso de los
corintios, que él había laborado en vano, por nada. Así de mal estaba la situación. Pablo
pastoreó muchas iglesias desde su comienzo, y en la mayoría de esas iglesias, todas
menos una de esas iglesias le trajeron todo tipo de preocupaciones, pero no la iglesia
tesalonicense. Esta es la carta que le escribió a una iglesia que le trajo el gozo más grande,
la iglesia tesalonicense. Ésa fue la excepción a la regla.
Al final del siglo primero al apóstol Juan se le dio el libro de Apocalipsis, por parte del
Espíritu Santo mientras que él estuvo en la isla de Patmos, y en los capítulos 2 y 3 de
Apocalipsis, el Señor dirige 7 cartas a 7 iglesias, 7 ciudades, en ésa área conocida como
Asia Menor, la cual es Turquía moderna. 7 ciudades que en cierta manera siguieron la ruta
postal. Esas iglesias habían sido establecidas apenas unas cuantas décadas antes, bajo la
influencia de los apóstoles. Habían conocido a los apóstoles, habían conocido a muchas
personas que fueron testigos oculares de la vida, muerte, resurrección y ascensión del
Señor Jesús, conocieron a los apóstoles, conocieron a los asociados de los apóstoles,
tuvieron libros, nuevos, frescos del Nuevo Testamento que estaban siendo escritos y
circulados entre las iglesias. Tuvieron toda razón para ser iglesias que florecieron, que
trajeran gozo al corazón de sus pastores.
Pero cuando nuestro Señor dirige 7 cartas a 7 iglesias, y 5 de las 7 iglesias están bajo una
advertencia tan severa que de hecho podían dejar de existir. Las iglesias que debieron
haber quebrantado el corazón del apóstol Juan, que habría sido el último apóstol viviente,
y ciertamente habría conocido de éstas condiciones y ciertamente habría conocido a
detalle como el Señor se sintió acerca de ellas cuando él recibió y escribió las cartas. Solo
Esmirna y Filadelfia escaparon amenazas severas por parte del Señor de la iglesia, tan sólo
unas décadas después de que fueron fundadas en la pasión del ministerio apostólico y el
poder del Espíritu Santo. De nuevo, 2 de 7, una de todas aquellas a las que Pablo dirigió su
carta.
Es siempre así a lo largo de la historia de la iglesia. Usted puede seguir los 2,000 años
después de esta época hasta llegar hasta nuestra época, y usted descubrirá que las iglesias
ejemplares, modelos, iglesias que son la fuente de nada más que gozo, son la excepción,
iglesias espiritualmente saludables, sanas bíblicamente, que aman fielmente, que sirven,
que son iglesias apasionadas en el área evangelistica, que exaltan a Cristo, que honran a
Dios, iglesias serias que adoran, son tan raras en la actualidad como siempre lo han sido.
Entonces, a lo largo de los siglos, a lo largo de los años, muchos pastores han luchado por
tratar de pastorear a ovejas muy difíciles, con algunos cabritos ahí en medio, que ni
siquiera eran ovejas. Muchos pastores se han esforzado por guiar iglesias carnales. Y
muchas iglesias carnales son el producto de pastores carnales. Es una situación rara
encontrar a una iglesia que trae a sus pastores, nada más que gozo, nada más que gozo.
En Hebreos capítulo 13, conforme ese libro llega a un final, a los creyentes se les dice,
“Obedeced a vuestros pastores, someteos a ellos, como aquellos que guardan vuestras
almas, como aquellos que van a rendir cuentas. Y hagan esto con gozo, y no con tristeza.”
Esa es la excepción, el poder conducir un ministerio en una iglesia con gozo, y nada más
que gozo. Una iglesia le trajo eso a Pablo, ésta iglesia, la iglesia en Tesalónica.
Ahora, Pablo pastoreó muchas iglesias, yo solo he pastoreado una iglesia, sólo una. Sólo
ésta. Y a mi juicio ésta es la iglesia tesalonicense de la parte sur de California. Esos son
ustedes. Dios en su misericordia, Dios para sus propios propósitos soberanos, y ahora se al
mirar en retrospectiva, deseó que yo, por su misericordia pudiera predicar a lo largo de
todo el Nuevo Testamento, y poder poner a disposición de la gente en ésta generación, y
en las generaciones venideras, mediante medios electrónicos, y mediante un juego de
comentarios. Eso es lo que Dios había planeado para mi vida, no lo supe hasta que acabó,
hasta que se terminó.
Pero Dios también conoció los límites de mi debilidad, y Él sabía que Él tenía que
colocarme en una iglesia que, bueno, casi era perfecta, en dónde yo sería amado, y
apoyado y animado y objeto de oraciones y cuidado, y escuchado, para que pudiera
continuar. Hay muchas iglesias, ustedes deben saber esto, en dónde si yo tratara de ir ahí
y enseñar a lo largo de un libro, me habrían expulsado, mucho menos a lo largo de todo el
Nuevo Testamento. El Señor también conocía las limitaciones de mis tolerancias, y sabía
que quizás yo no podría haber enfrentado algunas de las cosas que a otros se les ha
pedido que enfrentaran o podría haber perdido mi concentración, o me hubiera ido. No es
parte de los genes de nuestra familia, creo que mi papá pastoreó 12 iglesias, y cuando
algo salía mal él sentía que necesitaba irse a otro lugar.
Entonces, la gente siempre ha quedado sorprendida por el hecho de que mi vida, solo
tuvo una. Y creo que el Señor sabía eso, y entonces él me colocó en éste lugar con todos
ustedes, porque ustedes me han amado y apoyado y alentado a lo largo de todos estos
años, y nunca ha habido ni un minuto en todos los años en los que he estado aquí, desde
1969, en los que he querido estar en algún, inclusive he pensado en estar en otro lugar. Y
esa fue la parte tan esencial de hacer esto, y terminar el Nuevo Testamento.
Mientras que ninguno de nosotros somos perfectos, ésta es una iglesia
sorprendentemente fiel, obediente a la Palabra de Dios, amorosa, sacrificial, que adora,
que está gozosa, generosa, ejemplar, y evangelistica. Es una iglesia sorprendente. No me
gusta decir eso afuera de aquí, porque la gente cree que estoy siendo soberbio. Y para la
gente que nunca ha estado aquí, no lo van a creer. Para la gente que ha estado aquí, no lo
necesito decir, entonces simplemente no voy a decir nada. Pero todos saben, quien ha
estado aquí, quien ha sido tocado por sus vidas, lo que es ésta iglesia.
Hubieron aquí 2,000 personas la semana pasada, la mayoría de las cuales nunca habían
estado aquí. La mayoría de ellos nunca antes habían estado aquí, quien nunca dejará de
hablar de la amabilidad que se les mostró por parte de la gente en ésta iglesia, y el amor
que sintieron aquí, y todo mundo conoce de nuestra teología. Nuestra teología está ahí
afuera, ¿no es cierto? Televisión, radio, cintas, libros, CD, MP3, descargas todo eso, pero
lo que no saben, saben de mí, saben lo que yo creo, saben lo que digo, lo que no conocen
es a todos ustedes, pero la gente que viene aquí como extraños o que viene aquí como
amigos de ustedes, familiares, y descubren lo que es ésta iglesia, tienen una probada de
su naturaleza única.
El Señor no escoge hacerlo así para toda persona, simplemente estoy profundamente
agradecido porque lo hizo para mí. Él sabía lo que yo podía enfrentar, y lo que yo podía
tolerar y cómo podía contribuir al final para que pudiéramos hacer esto y que estos
comentarios fueran terminados. Dice usted, “Bueno, porque los comentarios son más
importantes que los comentarios de alguien más.” Bueno, no lo son, ese no es el punto,
pero hay un enfoque diferente que yo adopto, al escribir estos comentarios, que es muy
diferente al de los comentarios típicos. La mayoría de los comentarios interactúan con
todo tipo de eruditos y todo tipo de críticos de la Escritura y demás, y yo determiné al
principio que nunca haría eso, nunca traería a los críticos y a la gente que ataca la Biblia
para tratar de defenderles en un libro lo que estaba tratando de explicar en la Biblia.
Únicamente iba a explicar la Biblia, punto.
Iba a actuar como si los críticos alemanes muertos estaban muertos y necesitaban
mantenerse muertos y no iban a ser resucitados y los iba a traer para responder a todos
sus argumentos y simplemente vamos a decir, esto es lo que la Biblia dice, esto es lo que
significa. Y entonces, la naturaleza de estos comentarios, en un sentido ha sido diferente
de los que en cierta manera son típicos. Entonces, éste fue el propósito del Señor, lo que
Él haga con ellos depende de Él. Siempre hemos dicho, nos vamos a preocupar por la
profundidad, Él se va a encargar de la amplitud. Y eso continúa siendo una bendición.
Pero el Señor sabía que necesitaba estar en un tipo de iglesia tesalonicense. Si iba a estar
en una iglesia corintia, habría sido un problema yo tratando de arreglarlos todo el tiempo,
porque habría tenido yo un estándar elevado de cómo debemos vivir ante Dios, y adorar
ante Dios. Y eso probablemente me habría distraído al punto de que esto nunca habría
sucedido, por no decir nada de hacer de la vida algo miserable.
Entonces, el Señor ha escogido darme gozo con un propósito en mente, gozo con el
propósito de predicar el Nuevo Testamento a ustedes para el gozo de verlos crecer en la
gracia y el conocimiento de Cristo. Gozo por causa del ministerio extendiéndose más allá
de aquí mediante otros medios. Y esa es la razón por la que el me colocó aquí. Y siempre
he sabido que éste es un lugar muy, muy especial. Algunas veces cuando me reúno con
pastores, y oigo de todas las historias horrendas de sus iglesias, yo sonrío en silencio, y no
digo nada y le doy gracias al Señor por su bondad hacia mí.
Pablo le escribe a los tesalonicenses aquí, y hace para mí lo que yo quiero hacer. Entonces,
simplemente voy a tomar sus palabras. Regresen al capítulo 1 por un momento, después
de presentarse a sí mismo y a sus dos compañeros, Silas y Timoteo, él le dice a la iglesia de
los tesalonicenses, “En Dios Padre y en el Señor Jesucristo, Gracia y paz a vosotros”. Y
después esto, este es el tono de estos capítulos de apertura, “Damos siempre gracias a
Dios por todos vosotros”. Lo ve de nuevo en el versículo 13 del capítulo 2, “Por esta razón
damos gracias constantemente a Dios.” Él simplemente comienza con gratitud y
simplemente se mantiene agradecido a lo largo de los dos capítulos de apertura.
Los dos primeros capítulos son un reconocimiento de una iglesia fiel y los siguientes dos
capítulos simplemente los vamos a llamar una exhortación a una iglesia fiel. No hay
condenación, simplemente reconocimiento y exhortación. Y él dice ahí en el versículo 2,
“Damos gracias a Dios siempre por todos vosotros.” Y es como si nunca ha habido nada
malo, o alguien que ha sido un problema. “Todos ustedes”, eso es bastante amplio, ¿no es
cierto? “Damos gracias a Dios siempre por todos ustedes”, me identifico tanto con eso.
“Haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones.” Y siempre las oraciones se
levantan, gracias Señor, gracias, gracias, gracias, gracias por la iglesia, gracias por la gente,
gracias por toda la gente, todo el tiempo. Y que bendición tan profunda es tener esto para
un apóstol que de otra manera es golpeado, cuya vida estaba al filo de la muerte, y que
bendición tan rica esta pequeña congregación amada en Tesalónica, era para él.
¿Y que había en ellos que los apartaba? Hay tres cosas en el versículo 3, simplemente
vamos a usarlos a manera de una especia de punto de comienzo, y en cierta manera a
partir de ahí vamos a continuar por unos cuantos minutos. Cuando él dice que él está
agradecido por ellos y él eleva sus oraciones de gratitud a Dios siempre por ellos, él
entonces identifica tres realidades especificas por las que él está agradecido: su obra de
fe, versículo 3; su labor de amor; y su perseverancia en la esperanza. Esas están muy bien
pensadas, ésas en ninguna manera están presentadas ahí sin pensar, no son simplemente
sacadas del aire, están muy bien pensadas y están en el orden correcto: fe, amor y
esperanza.
Estamos muy familiarizados con esta, ¿no es cierto? son ese gran triunvirato de realidades
espirituales. La obra de vuestra fe, la labor de vuestro amor, y la perseverancia de la
esperanza. Si tan solo podemos extraer esas palabras que puedan recordar, el siempre,
siempre está agradecido por la salvación, el servicio, y la perseverancia, muy bien,
salvación, servicio, y perseverancia. Y esto es realmente es simple, es simplemente de mi
corazón al de ustedes. Esas son las cosas en las que pienso cuando pienso en la iglesia de
Grace, que vienen inmediatamente a mi mente, así como vinieron a la mente en el caso
de Pablo.
Eso es lo que él dice en el versículo 3, “Constantemente recordando.” En primer lugar,
salvación. ¿Qué hizo que ésta iglesia fuera una iglesia que produjo gozo para él, y gratitud
para él? fue que, fue salva. Podrían decir, “Bueno, es algo extraño que decir.” Realmente
no. Hay tantas iglesias que están llenas de gente no convertida, más y más todo el tiempo
en éste estilo nuevo en la iglesia en la actualidad. De hecho, oí un pastor decir los otros
días, en uno de sus webcasts, que, si has venido a Cristo, salte, ésta iglesia no es para ti. Y
él lo dijo así de manera abierta y atrevida. “Salte. Ya acabamos, no tenemos nada que
decirte, si has venido a Cristo, salte de aquí.”
Y entonces, esa sería la iglesia de los no-convertidos, y a nadie realmente le gustaría si
tuviera algún entendimiento de lo que significa ser un pastor, para tratar de pastorear a
los inconversos. El corazón de Pablo estaba agradecido con el Señor porque la fe de su
congregación era real, y la evidencia de su realidad era la obra de fe. Ese es un genitivo
objetivo, su obra de fe. Esto nos recuerda a Santiago capítulo 2, versículos 14 al 20, y no
tenemos tiempo de cubrir todo eso, Santiago dice: “La fe sin obras,” ¿está qué? “está
muerta”. Y él presenta ese punto a lo largo de ese pasaje. Entonces, dicen que tienen fe,
muéstrame tus obras. Te voy a mostrar mi fe, por mis obras.” No puedo ver tu fe, no sé si
tu creencia es real. La creencia salvadora. No puedo identificarlo por tus palabras, solo
puedo identificarla por tus obras, como se ve tu vida. La fe sin obras está muerta, dice
Santiago.
Esto nos lleva de regreso a Mateo capítulo 7, “Muchos me dirán en aquel día, Señor,
Señor”, no hicimos esto, hicimos aquello. “Y yo les declararé, apartaos de mí, nunca os
conocí.” No son los que dicen, sino los que hacen, ¿verdad? construiste tu casa sobre la
roca, en el cimiento, eres un hacedor, Santiago capítulo 1, “Pero no se oidores, sino
hacedores de la palabra.” Si usted es solo un oidor, se engaña así mismo de su condición
espiritual.
Entonces, lo primero que conmovió a Pablo, que lo hizo estar agradecido por esta iglesia,
es su salvación. Esta es una iglesia salva. Hay todo tipo de componentes aquí que apuntan
a esto de regreso al versículo 1, “Los tesalonicenses en Dios Padre”, y también que “en” la
preposición va con la siguiente, “en el Señor Jesucristo”. Están en Dios, están en Cristo,
esto habla de una relación íntima. Eso es como si son uno con Dios, uno con Cristo, su vida
está escondida con Cristo en Dios. Esa gran expresión de estar en Cristo, es
distintivamente la manera de Pablo de hablar de alguien que está unido de manera
genuina con el Señor Jesucristo. Esta es una iglesia que oyó la verdad de manera
salvadora.
Versículo 5, “El evangelio no vino a vosotros en palabra únicamente, sino en poder y en el
Espíritu Santo, y con plena convicción.” En otras palabras, vino, los convenció de pecado y
de justicia y de juicio, vieron su pecado por lo que era, creyeron en el evangelio, abrazaron
el evangelio, vino en poder y en el Espíritu Santo, quien es el agente de conversión,
regeneración, transformación. Además, en el versículo 4 dice, “Porque conocemos,
hermanos amados por Dios, vuestra elección.” Son elegidos. Son un grupo de personas
escogidas. ¿Cómo sabemos eso? Por la manera en la que recibieron el evangelio. Vino a
ustedes no solo en palabra, sino en poder en el Espíritu Santo, con convicción.”
Él dice lo mismo ahí en el capítulo 2, versículo 13, “Damos gracias a Dios constantemente
porque cuando recibiste la Palabra de Dios”, refiriéndose al evangelio, “que oísteis de
nosotros, la recibisteis no como la palabra de hombres sino por lo que es en verdad, la
Palabra de Dios, la cual actúa en vosotros que creéis.” ¿Y cómo sabemos que realmente
creen? “Vosotros hermanos, os volvisteis imitadores de las iglesias de Dios en Cristo
Jesús.”
De regreso en el versículo 6 del capítulo 1, ¿cómo sabemos que su fe es real? “Os
volvisteis imitadores de nosotros y del Señor.”
En otras palabras, él está diciendo su salvación es real. Esta es una congregación que
verdaderamente es redimida. Y alguien podría preguntar, “¿Por qué, continuamente estás
predicando el evangelio verdadero? ¿por qué es tan importante para ti el definir el
evangelio en toda su plenitud, en toda su verdad?” Para que sean redimidos, y para que
tengamos una iglesia que es salva de manera genuina. Otra manera en la que él enfatiza
su salvación, y ésta es una maravillosa, al final del versículo 9, él dice, “Os convertisteis de
los ídolos a Dios.” Se volvieron a Dios de los ídolos, y el verbo griego ahí es “volverse de
una vez por todas.” Hubo un momento en el tiempo, en el que dejaron sus ídolos, y se
volvieron a Dios, una decisión deliberada por la fe, escogieron al Dios verdadero por
encima de otros dioses en todas sus formas.
Y hubieron muchos de ellos en el mundo griego en dónde Tesalónica estaba ubicada. Se
volvieron de los ídolos a Dios, ahora están en Dios, ahora están en Cristo. Están en unión
con el Dios viviente, son elegidos, versículo 4, escogidos por Dios para estar en Cristo. “Por
tanto, hermanos, son amados de Dios”. El versículo 6 da otro principio, únicamente la
gente que verdaderamente está convertida se vuelve imitadora del Señor, imitadora del
Señor. Y sigue el resto del versículo, “Habiendo recibido la palabra en mucha tribulación,
con gozo del Espíritu Santo”, usted necesita entender el contexto aquí. Cuando la palabra
de Dios vino en primer lugar a la ciudad de Tesalónica, en Hechos 17, no voy a tomar el
tiempo para verlo, pero en Hechos 17 los apóstoles llegan a Tesalónica, y predicaron el
evangelio en la sinagoga judía, y algunos de los judíos creyeron. Y después predicaron el
evangelio a los gentiles, y algunos de los gentiles creyeron, incluyendo algunas de las
principales mujeres en la ciudad. Y después los judíos comenzaron a incrementar la
hostilidad, y la persecución, y la tribulación.
De hecho, si usted va al capítulo 2 por un minuto, usted encuentra este retrato, versículo
14, “Os volvisteis imitadores, no solo de nosotros, y del Señor, sino de los otros creyentes
de las iglesias de Dios en Cristo Jesús.” Y aquí estamos en Cristo, de nuevo, “que están en
Judea, porque vosotros también soportasteis los mismos padecimientos en manos de
vuestros propios compatriotas, así como ellos de los judíos.” En otras palabras, lo que los
judíos le hicieron a los creyentes en Israel y en Jerusalén, los judíos se lo hicieron a
ustedes judíos creyentes en Tesalónica. Se volvieron sus enemigos ardientes. Estos judíos,
versículo 15, un versículo muy importante, “quienes mataron al Señor Jesús y a los
profetas, y nos expulsaron, no agradan a Dios, sino que son hostiles hacia todos los
hombres, estorbándonos de hablarles a los gentiles, para que fueran salvos.” Guau.
Los judíos estaban tratando de detener cualquier predicación del evangelio, esto es lo que
Pablo había hecho una vez, estaban tratando de detener cualquier predicación del
evangelio, para que la gente no oyera y fuera salva. Entonces, si usted venía a Cristo,
usted venía a Cristo en contra del odio, y el veneno y la hostilidad y el enojo y la
persecución de sus propios compatriotas, los judíos. E inclusive los gentiles fueron
tratados con mucho odio, porque ellos habían abandonado a sus dioses. El punto aquí es
que hubo un precio para convertirse en un creyente. Había un precio serio que pagar, y
usted podía terminar en la prisión. Arrastraron a Jasón en Tesalónica, lo sacaron de su
propia casa, amenazaron su vida, y querían ir detrás de todas estas personas que
creyeron. La persecución siempre fue inminente, e inclusive la muerte fue una realidad y
una posibilidad. Tomar su cruz, Jesús dijo, puede ser una experiencia que la gente, de
hecho, podría llegar a enfrentar.
Entonces Pablo dice, “Ustedes son una iglesia salva. Yo lo sé, lo sé porque en medio de
tomar esa decisión, tuvieron que enfrentar la hostilidad y el odio, y la ira de judíos, y
gentiles. De regreso al versículo 6, toda esa hostilidad descrita en el 14, 15, y 16, no pudo
quitar el gozo del Espíritu Santo. Ahora, esto fue algo sorprendente acerca de una iglesia.
Una iglesia nacida en este tipo de persecución va a tener a creyentes verdaderos, porque
la gente no se va a unir sino es real. El precio es demasiado alto. Entonces, simplemente
sigo a lo que el apóstol Pablo dijo aquí, que el gozo del Espíritu Santo ha sido evidente en
la vida de ustedes. Se han vuelto imitadores de Jesucristo, es claro por la fe que produce
obras espirituales de justicia, que ustedes son una iglesia verdadera. Que bendición. Que
bendición tan profunda, tan profunda.
El segundo elemento por el cual él está agradecido es por su servicio, su servicio. Se
caracterizan, de regreso en el versículo 3, por la labor de amor. Ese es un amor que
produce un trabajo duro, motivado por amor, un esfuerzo incesante debido al amor. No
solo amaban al Señor sino el énfasis aquí es que se amaban el uno al otro. Servían
motivados por el amor. El hecho de que servían necesita ser traído al final del versículo 9,
en dónde estuvimos hace un minuto como os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir
al Dios vivo y verdadero. Comienza al servir a Dios y después llega a servir a otros.
Y, por cierto, la palabra ‘servir’ en el versículo 9 es douluō, lo cual significa ser un esclavo.
Se volvieron de los ídolos a Dios para estar esclavizados al Dios vivo y verdadero. Se
volvieron esclavos de Dios, y se volvieron siervos el uno al otro. Debemos nuestra lealtad
primordial a nuestro Señor, somos sus esclavos, y prestamos servicio a otros motivados
por el amor. Esto es característico de nuestra iglesia a lo largo de los años, es
característico, siempre ha sido característico, ésta es la iglesia que sirve de la manera más
agresiva, y así es como miden el amor, miles de personas sirven en ésta iglesia en toda
manera que conocemos, inclusive en muchas maneras que no lo sabemos.
Sirviendo a todo tipo de persona, todo tipo de situación, desde los recién nacidos hasta los
mayores, y toda persona que se encuentra en estos dos extremos, personas en prisiones,
y personas en hospitales, y sigue y sigue, personas con discapacidades, toda manera
concebible de expresar el amor de Cristo es expresada en esta iglesia, conforme siguen al
Señor y laboran a partir del amor por servir. Como consecuencia, él dice acerca de ellos,
“Os volvisteis,” versículo 7, “un ejemplo a todos los creyentes en Macedonia y Acaya.” Se
volvieron una iglesia modelo. Un patrón para que otras iglesias lo siguieran, y aquí estaban
estableciendo el estándar para todos los que creen debido a su servicio generoso,
amoroso. Fue inclusive más allá de eso, “La palabra del Señor”, versículo 8, “salió de
vosotros.”
Entonces, no solo son una iglesia que sirve y es ejemplar debido a la manera en la que
sirven adentro de la iglesia, sino que son una iglesia evangelistica, su servicio se extiende
de manera evangelistica, la palabra del Señor sale de ustedes, no solo en Macedonia y
Acaya sino también en todo lugar su fe hacia Dios ha salido de tal manera que no
necesitamos decir nada. No necesito decir nada, su reputación ha ido por todos lados.
Aquí hay una iglesia, la iglesia tesalonicense, que es un patrón para otras iglesias a seguir,
es una iglesia ejemplar, que es un eco en su servicio amoroso, fiel, a su maestro y Señor
Jesucristo, y hace eco por todo el mundo que la rodea.
Ciertamente eso ha sucedido aquí, en Grace. Ustedes son en todo sentido este tipo de
iglesia. Han enviado la Palabra mediante su servicio y su amor, hasta los fines de la tierra.
Y también han enviado el evangelio, como parte de su testimonio. Hay un reconocimiento
final, en el versículo 3. En primer lugar, él está agradecido porque ésta es una iglesia salva,
y una iglesia que sirve, y en tercer lugar es una iglesia que persevera. Persevera en la
esperanza, se caracteriza por la perseverancia en la esperanza, persevera. Perseverancia
ésta es una gran, gran marca de una iglesia. No están buscando un cambio, no están
buscando la última moda, nunca lo han hecho, no están buscando la última actualización,
lo que es más contemporáneo, no están buscando un estilo de vida diferente, no están
tratando de encontrar más dinero, no están buscando los trucos de la prosperidad.
No les decimos como producir más dinero, no les decimos como conseguir una casa más
grande, no les decimos como conseguir un auto más grande; que sean más exitosos, subir
por la escalera corporativa. No están interesados en eso. Si estuvieran tratando de
encontrar eso estarían en casa, viendo la televisión, mandando su dinero a algún
impostor. Eso es lo que estarían haciendo. No hacen eso, están aquí ¿por qué? porque
están mucho menos interesados en lo que va a venir aquí, que de lo que va a venir en la
próxima vida. Ustedes entienden eso. De hecho, algunos de ustedes probablemente
tienen menos dinero ahora, tienen menos salud ahora, no se ven tan bien como solían
verse.
No hemos hecho nada para ayudarles con nada de eso. Nunca hemos prometido hacer
eso. No podemos hacer eso. Esa no es la meta aquí. ¿Por qué siguen regresando? Por la
Palabra de Dios. ¿Por qué siguen regresando por 43 años para oír el Nuevo Testamento?
No son más ricos, no se ven mejor, no tienen mejor salud, no tienen una casa más grande,
no tienen más autos, no tienen más éxito, ¿por qué están aquí? ¿por qué toleran esto?
¿por qué siguen recibiendo esto? Y han pasado por tantos traumas, y pruebas y cosas
físicas en la vida, y han visto a su nación colapsarse, han visto a su sociedad colapsarse,
han visto el sistema escolar colapsarse, han visto a los medios masivos de comunicación
corromper esta generación, y lo único que pueden imaginarse es que va a empeorar, y
empeorar, y cómo va a ser para sus hijos y sus nietos.
Han soportado cosas que los han decepcionado en el sistema educativo, en el sistema
político, en el sistema social. El mundo entero está desmoronándose bajo sus pies, y nada
parece estar arreglándose, y siguen regresando aquí porque han recibido por el Espíritu de
Dios perseverancia, hupomone, eso significa mantenerse debajo. ¿Y qué los mantiene ahí?
Su esperanza no está en Washington, y su esperanza no está en un avivamiento de bienes
raíces. Su esperanza no está en la solvencia de su banco, su esperanza está en el Señor. No
le importó a los tesalonicenses lo que salió mal. Éste tipo de perseverancia Juan
Crisóstomo dijo: “Es la raíz de toda la bondad, la madre de la piedad, el fruto que nunca se
seca, la fortaleza que nunca es derribada, el puerto que nunca conoce una tormenta.” La
perseverancia es la madre de todas las virtudes, la reina de toda la virtud. El cimiento de la
acción correcta, la fuente de paz y calma, paciencia.
Tenemos una esperanza tenaz aquí, y así la tuvieron los tesalonicenses. En medio de todo
el sufrimiento y pruebas y todos los problemas en esa época en el mundo, versículo 10
dice, “Estaban esperando a Su Hijo del cielo.” Estaban esperando a Su Hijo del cielo, eso es
esperanza. Eso es esperanza. Creo que iglesias que no quieren hablar de la segunda
venida, no ayudan a su congregación. No le ayudan. Vivimos a la luz de la segunda venida.
Estamos esperando a Su Hijo, no estamos esperando la tribulación. No estamos esperando
el anticristo, estamos esperando a Cristo.
Más adelante en el capítulo 4, versículo 13 al 18, Pablo describe el rapto, y el tiempo en el
que Jesús vendrá y nos llamará a su presencia. Estamos esperando a Su Hijo de los cielos,
quien resucitó de los muertos. Esto es Jesús, quien nos salva de la ira venidera. Ésta es una
iglesia perseverante porque su esperanza está anclada en el futuro. Lo que Dios ha
preparado para aquellos que le aman, lo cual ojo no ve, y oído no oye, y no ha entrado en
el corazón del hombre. No las puede conocer de manera empírica. No las puede conocer
de manera racional. Está escondido, pero esperamos aquello que no hemos visto. “Y el
que tiene ésta esperanza en Él”, 1 Juan dice, “Se purifica a sí mismo.” Pablo le dijo a los
corintios, podrían usar una dosis de esto, capítulo 15, “Sean perseverantes, inamovibles,
siempre abundando en la obra del Señor sabiendo que vuestro trabajo no es vano en el
Señor.”
¿Qué quiso decir con eso? En medio de todo lo que están enfrentando, manténganse
fieles, manténganse perseverantes, manténganse sirviendo, manténgase siendo
amorosos, porque su labor en el Señor no es en vano. Algún día van a recibir una
recompensa completa, esto es característico de una iglesia verdadera. Ésta iglesia nunca
ha buscado las modas, nunca ha perseguido el éxito, ésta ha sido una iglesia humilde.
Ustedes son una congregación humilde. Una congregación llena de gracia, una
congregación agradecida, una congregación perseverante, una congregación paciente. Y
un día en la presencia de su Salvador van a recibir su recompensa plena.
Entonces, hemos sido bendecidos aquí, sin un Pablo, un Silas, un Timoteo o alguien más
de esa categoría, hemos sido bendecidos. Y puedo decirles lo que Pablo dijo al final del
capítulo 2, ¿Quién es vuestra esperanza, o gozo, o corona de exaltación? ¿Quién es mi
gozo? ¿Quién es mi esperanza, corona de exaltación? ¿No sois acaso vosotros en la
presencia de nuestro Señor Jesucristo en su venida? Porque vosotros sois vuestra gloria y
gozo, yo puedo decir eso con toda certeza. Ustedes son mi gozo, ustedes son mi gloria y
gozo. Y alguna todos estaremos congregados en la presencia del Señor Jesucristo. Y no
habrá ninguna confusión porque solo he pastoreado una iglesia, solo seremos nosotros y
todos estaremos ahí, y todos seremos perfectos, y quizás no me conozcan ahora, pero me
conocerá en ese entonces, y quizás no los conozca bien ahora, pero los voy a conocer en
ese entonces, y le vamos a agradecer al Señor juntos, porque Él fue lo suficientemente
misericordioso como para colocarnos en la iglesia tesalonicense en la parte sur de
California.
Padre, te damos gracias por nuestro tiempo en ésta mañana en Tu Palabra y simplemente
al pensar en estas cosas por las que estamos tan profundamente agradecidos, es un gozo
por todo lo que tú has llevado a cabo mediante Tu Palabra aquí. Y sabemos que esa es la
clave de todo esto, porque el poder está en la Palabra. Te damos la alabanza y gratitud, y
gracias porque podemos vivir como una congregación moldeada por el Espíritu, mediante
la Palabra. ¡Qué privilegio! ¡Qué gozo! Te agradezco por esta iglesia, y te agradezco por
darme una vida de gozo puro. Inclusive en desafíos y tiempos difíciles el gozo nunca cesó,
y el gozo siempre estuvo de la mano con ésta iglesia y lo que tú estás haciendo aquí.
Gracias por Tú bondad hacia todos nosotros, y Tú gran bondad hacia mí, colocándome
aquí, dándome el privilegio de estudiar a lo largo del Nuevo Testamento entero para mi
propia alma, para que pudiera conocerte a Ti, y para que pudiera regocijarme en ese
conocimiento y en la congregación que comparte ese conocimiento conmigo. Creemos
Señor que todavía tienes más para nosotros, y esperamos eso con corazones agradecidos.
Amén.
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La carga de Pablo por la iglesia


Escritura: Colosenses 2:2–7

Código: 2140
John MacArthur
En esta noche, para nuestro estudio regresamos a nuestro segundo capítulo de
Colosenses. Y ha sido un tiempo muy emocionante para mí, yo sé, estudiar juntos este
libro tremendo. Trae a mi mente grandes memorias de nuestro estudio juntos en el libro
de Efesios. Es algo así como cubrir el mismo terreno en muchas maneras. Y recuerdo,
conforme estudio cada semana, cosas que he aprendido en el pasado, que el Espíritu de
Dios lleva a un compromiso fresco en mi corazón conforme estudio esas cosas que hemos
visto. Y realmente, son, en muchas maneras son pensamientos hermanos de los que Pablo
le dio a los creyentes efesios. Y si usted encuentra muchas semejanzas en las cartas de
Pablo, dese cuenta de que los cristianos en todas las ciudades básicamente tenían el
mismo problema. Y básicamente, las mismas soluciones. Y ahí yace la semejanza de estas
verdades.
Pero estamos viendo el capítulo 2, versículos 1 al 7 y explicando la carga de Pablo por la
Iglesia. La última vez no llegamos muy lejos; nos esforzaremos por avanzar un poco más
este tiempo y cubrir esta sección del 1 al 7. Y simplemente, veremos exactamente qué fue
lo que el apóstol Pablo deseó para la Iglesia en Colosas y qué es lo que el Espíritu de Dios
desea para toda Iglesia y para todo cristiano.
La última vez le dije que Jesús amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, según
Efesios 5, versículo 25. Y también lo hizo Pablo, aunque la muerte de Pablo por la Iglesia
no fue eficaz, no fue expiatoria, no fue sustitutiva; no obstante, el apóstol Pablo entregó
su vida porque él amó a la Iglesia.
Y mencionamos al principio la última vez que probablemente, el ingrediente básico
necesario para un ministerio exitoso es el amor de la Iglesia. Pero un hombre de Dios debe
tener ese compromiso básico de amar realmente a la Iglesia. Que él primero ama al Señor
y después, que él ama al pueblo de Dios, a la gente del Señor.
Y sabe una cosa, el ministerio es algo motivado por el Espíritu Santo, pero es algo que
depende de la motivación de un hombre. No hay nada de que en cierta manera usted,
como en ciertas situaciones de empleo, usted dice ‘tengo que hacer esto y tengo que
hacer aquello y tengo que hacer lo otro’. Es muy tentador a veces simplemente seguir el
camino de menor resistencia y hacer lo que nos viene de manera natural. Si usted, de
cualquier manera, puede hablar y puede ponerse de pie y tener labia y hablar con algún
sentido de lógica. Y normalmente, puede salirse con la suya, se vuelve fácil en el
ministerio algunas veces simplemente sustituir su propia capacidad natural por lo que
usted sabe que Dios quiere que haga.
Pero creo que lo que finalmente resuelve el dilema en su mente es si realmente usted se
ama a sí mismo y está interesado en proclamarse sí mismo para que la gente esté más
bien enamorada de usted o más bien enamorada por su capacidad o si usted ama a la
Iglesia lo suficiente como para darles lo que Dios quiere que tengan, sin importar lo que le
cueste a usted hacerlo. Esa es realmente la diferencia y el hombre de Dios en algún punto,
si va a tener un ministerio bendecido por Dios, debe llegar al punto en donde dice: mira,
no importa que yo les caiga bien, no importa que yo me vea bien, es importante que
tengan lo que Dios quiere que tengan; y ese fue el caso con el apóstol Pablo. Y creo que ha
sido el caso con todo hombre verdadero de Dios desde ese entonces.
Cuando Jesús dijo en Juan 10:11: “el buen pastor dar su vida por las ovejas,” él realmente
estableció un estándar, ¿no es cierto? Y cualquier pastor, cualquier pastor va a estar en
este punto obligado, por así decirlo, a entregar su vida por sus ovejas. Y entonces, el amor
de la Iglesia debe ser la característica más elemental en el ministerio exitoso de la manera
en la que Dios mide el éxito.
Pablo lo tuvo, inclusive Jesús lo tuvo. Pablo amó a la iglesia. Y creo que como señalé la
última vez, la razón por la que Pablo amó a la iglesia tanto es porque él amó a Cristo. Y en
1 Juan 5:1 dice: “todo aquel que cree que Jesús es el Cristo es nacido de Dios y todo aquel
que ama al que lo engendró ama también a aquel que es engendrado por Él. Por esto
sabemos que amamos a los hijos de Dios cuando amamos a Dios.” Y entonces, Juan dijo,
‘la gente que ama a Dios, va a amar al Hijo. Y la gente que ama al Hijo va a amar a la gente
engendrada por el Hijo,’ esto es los hijos de Dios. Entonces, ligado con su amor a Dios y su
amor por el Hijo de Dios - el Señor Jesucristo - habrá un amor por la Iglesia. Y esto es
evidente en la vida de Pablo.
Ahora, debido a su gran amor por los santos él dice en el versículo 1 del capítulo 2:
“quiero que sepáis cuán gran agón, agonía, sostengo por vosotros y por los que están en
Laodicea y por todos los que nunca han visto mi rostro.” No sólo por ustedes, sino por
cualquier otra persona. Es obvio que ama a la gente con la que ha estado, pero inclusive a
la gente que nunca lo ha visto, aquellos que constituyen a la Iglesia. ‘Y debido a eso,
cuando veo la dificultad en la que están, cuando veo el ataque bajo el que están en
términos de enseñanza falsa, cuando conozco las ansiedades de vivir la vida cristiana y
caminar la vida cristiana, tengo un sentido de agonía y lucha por ustedes.’ Y eso viene
porque los amaba.
Ahora, su amor tenía incorporadas ciertas metas para los creyentes. Es como un padre
que tiene ciertas metas para sus hijos. Puedo acordarme de mi papá. Siempre me decía
que nunca iba a llegar a nada. Él me decía eso todo el tiempo. Me decía: “mira, quiero que
llegues a ser algo.” Venía a casa, en esos días solían darte una ‘N’, lo cual significaba que
básicamente no estabas aprobando, no era suficiente. De hecho, creo que era ‘no
satisfactorio’. Significaba que no aprobabas. Y solía recibir muchas ‘N’. Y solían frustrar a
mi padre hasta que él no podía más. Lo siento por eso, pero bueno. Siempre escribían la
misma letra en la parte de abajo. ‘Johnny tiene potencial que no ha alcanzado.’ Y mi padre
solía decirme: “tengo este deseo porque llegues a ser algo.” Y yo decía: ‘bueno, ¿por qué
te importa si llego a ser algo o no?” “Porque te amo.”
Bueno, nunca realmente entendí lo que eso tenía que ver con eso. Pero después, entendí
que cuando amas a alguien, tienes ciertas metas para ellos. Yo amo a mis hijos. Y yo tengo
exactamente lo mismo. Cuando uno de nuestros hijos llega a casa con una calificación en
donde recibe una calificación de ‘no aprobado’ - y créanme que la reciben, ustedes no
sabían eso. Ustedes pensaban que eran perfectos, ¿verdad? Sí, lo son. Bueno, tenemos
una pequeña plática acerca de ello. Algunas veces, lleva a más discusión. Y el resumen es:
‘mira niño, espero más de ti porque me preocupas y quiero que llegues a algo.’ Y si
significa un poco de esfuerzo por tu parte; y normalmente, podemos alentar ese tipo de
esfuerzo.
Ahora, la razón por la que el apóstol Pablo está diciendo lo que está diciendo aquí es
porque su amor tiene ciertas metas. Él se preocupa por estas personas e incorporada en
esa preocupación hay cierta expectativa de que van a llegar a cierta meta. Puedo
identificarme con eso como pastor. Lo que me apasiona, lo que me hace desear tanto
comunicarles esas cosas es mi preocupación por ustedes. Y me importa que lleguen a ser
algo.
Nada rompe tanto el corazón como ver a tus propios hijos espirituales reprobando los
exámenes diariamente y llegando con calificaciones no satisfactorias. Y la razón por la que
dicen ‘¿qué te importa?” … me preocupa porque me preocupo por ellos. Y al preocuparme
por ellos, hay ciertas metas y objetivos que están incorporados en ese tipo de
preocupación. Ese tipo de amor. Y entonces, conforme el apóstol Pablo con los Colosenses
en mente, está derramándoles amor, adopta la forma de ciertas metas para sus vidas.
Ciertas manifestaciones en su conducta. Y hemos visto en el pasaje por lo menos a manera
de introducción, lo primero de lo que son cinco cosas básicas que él realmente quiere que
experimenten los colosenses. Ahora, estas características se convierten en una lista para
que toda Iglesia, y realmente todo cristiano, se evalúe.
Ahora, para comenzar, Pablo agoniza porque la Iglesia, número uno, sea fuerte en su
corazón. Versículo 2: “para que sean consolados sus corazones.” Ahora, traducimos ese
término ‘fortalecidos’ en lugar de consolado porque pensamos que es el énfasis más
particular que el apóstol está haciendo aquí. La palabra significa consolar, fortalecer.
Incluye toda esa idea. Inclusive, significa conceder perseverancia. Entonces, son muchas
cosas. Pero me parece que el resumen de todo eso, y en lo que Pablo realmente se está
concentrando, es que sus corazones sean fortalecidos.
La última vez vimos que el término corazón básicamente en la Biblia tiene referencia al
intelecto y a la voluntad, a la mente. El hebreo no hablaba del cerebro. Él hablaba del
corazón. El corazón era el área del intelecto y la voluntad a aprender información y a
actuar en base a esa información o la voluntad para actuar, salía de la mente. Entonces,
corazón significa mente. Y lo que él está diciendo es: quiero que su mente sea fortalecida.
Quiero mentes fuertes.
¿Por qué? Porque la mente es lo primero que Satanás ataca. ¿Entiende usted eso? Satanás
ataca la mente con mentiras. Él es el padre de ¿qué? De mentira. Él trae verdad falsa,
información falsa y ataca a la mente con esto y dirige la conducta que responde. Entonces,
es necesario tener una mente fuerte.
Ahora, el término en la Biblia ‘corazón’ generalmente se usa para referirse a la mente o el
intelecto. Ese es su significado técnico. Aunque yo añadiría hay ocasiones en las que
corazón es usado en un sentido no técnico para referirse a la totalidad del interior del
hombre.
Pero cuando es usado en su sentido técnico, tiene referencia a la mente o al lugar del
conocimiento, el cual básicamente es el inicio de la acción.
Entonces, para tener una vida cristiana poderosa, fructífera, es necesario tener una mente
fuerte. La manera en la que su mente es fortalecida es al llenarla con la verdad divina que
pueda dar lugar a un patrón de conducta positiva en su mente. Y después, sus emociones
estarán respondiendo. Y vimos que los hebreos simplemente designaron a las emociones
como entrañas. Y mi esposa me hizo prometer que ya no hablaría de eso más. Entonces,
vamos a seguir a partir de aquí.
Ahora, los cristianos colosenses pueden ser protegerse a sí mismos, Pablo dice, de los
ataques de maestros falsos. Y usted y yo también podemos cuando nuestros corazones
son fortalecidos. Ahora, la última vez dijimos que hay varias cosas que hay que entender
de esto. ¿Cómo es su corazón fortalecido? Por el Fortalecedor. ¿Se acuerda de eso? Y
podemos tomar la palabra consolador como aparece, “paracletos”, en Juan 14; 15 y 16, y
está bien traducida, fortalecedor.
Entonces, es el Espíritu Santo quien nos fortalece. Vimos en Efesios, capítulo 3, que
necesitamos ser fortalecidos por Su Espíritu en el hombre interior. Entonces, el Espíritu de
Dios lleva a cabo el fortalecimiento. Y Él lo hace conforme nos alimentamos de la Palabra
de Dios. Él lo hace mediante pruebas y dificultades que enfrentamos. Él lo hace mediante
otros maestros cristianos que nos ministran en el Espíritu y nos fortalecen como en 1
Tesalonicenses 3:2. “Y envié a Timoteo, nuestro hermano y ministro de Dios y nuestro
colaborador en el Evangelio de Cristo para establecerlos y fortalecerlos.” Entonces, Pablo
dice, estoy enviando a Timoteo porque el Espíritu puede hacerlo directamente en su vida.
Él lo puede hacer mediante la Palabra, Él lo puede hacer mediante otros creyentes en su
vida. La idea es tener corazones fuertes y conforme usted cede al Espíritu, y Él ópera en
usted conforme usted cede al Espíritu, conforme usted lee la Palabra y se disciplina para
estudiarla, conforme usted cede al Espíritu al someterse al ministerio de otros creyentes,
usted se dará cuenta de que su hombre interior es fortalecido. Su mente y su voluntad se
vuelven fuertes y usted puede tener acción positiva como resultado de eso y no caer en
mala información y mentiras, así como Satanás quiere que usted caiga en eso.
Ahora, eso nos lleva a una segunda cosa. La segunda cosa que el apóstol desea para los
cristianos colosenses y la segunda cosa que debemos desear para nosotros es que
estemos unidos en amor. Fuertes en corazón, unidos en amor. Y esto, claro, es el
equilibrio hermoso del número uno. No debemos llevar al extremo del intelecto. No
debemos convertir al cristianismo en algo que es académico de manera fría, porque no lo
es. Hay un gran corazón que está latiendo en el cristianismo. Y ése es el amor.
“Y aunque hable con lenguas de ángeles y no tengo amor,” como dice Pablo, como lo
veremos pronto en el capítulo 13 de 1 Corintios, “no soy nada.” Él dice: “aunque tengo el
don de profecía y entienda todos los misterios y tenga todo el conocimiento y toda la fe,
de tal manera que pueda mover los montes, si no tengo amor ¿qué? No soy nada. Y
aunque entregue todos mis bienes para alimentar a los pobres y aunque entregue mi
cuerpo para ser quemado y no tengo amor, no me sirve de nada.”
Entonces, toda esa teología y todo ese conocimiento y toda esa capacidad cerebral es
equilibrada por el amor. Y entonces, él rápidamente, Pablo dice: oro porque sus corazones
sean consolados. Y ahora, observe la siguiente frase: unidos en amor. Unidos en amor. Él
quiere unidad de corazones que estén unidos en amor. Y como dije, éste es el equilibrio
de la doctrina. La palabra unidos simplemente significa unir. Su cuerpo es una
combinación de billones de células, todas unidas. Usted no puede tomar una y separarlas
de las demás, porque se mezclan de manera indiscriminada; y eso es lo que el apóstol
Pablo está buscando, así como las células de un cuerpo son indistinguible porque se
pierden en la masa, así también usted debe ser indistinguible conforme usted es perdido
en la masa. Entonces, usted debe ser indistinguible conforme usted está perdido en la
unidad del amor que existe entre los hermanos.
El sentido de la palabra aquí como aparece y también aparece más adelante en el capítulo
2, versículo 19, verá unidos otra vez, están hablando nuevamente del cuerpo siendo
unidos, es la idea de que todas las partes han sido colocada juntas de una manera que las
deja casi sin ninguna identidad personal. Y son mantenidas unidas como los átomos son
mantenidos unidos en su cuerpo, por lo que llamamos hace unas semanas atrás el
pegamento nuclear, lo cual no es más que una manera simpática para referirse a Dios.
Dios lo mantiene todo unido.
Entonces, en el sentido espiritual, debemos estar unidos. Y el pegamento nuclear, por así
decirlo, que nos mantiene unidos es estar unidos en ¿qué? Amor. El amor es lo que
mantiene unidos a los creyentes.
Ahora, todos los cristianos están conectados por una vida en común. Somos en un sentido
como muchas cuentas en un hilo. Y el hilo que pasa por cada uno de nosotros es la vida
eterna en común. Todos la poseemos. Somos como personas que viven, por así decirlo, en
un planeta en algún lugar en medio del espacio y todos tenemos el aparato para respirar,
sea cual sea la atmósfera en la que estemos. Todos tenemos la capacidad única de vivir en
un tipo único de atmósfera. Y esa atmósfera es la atmósfera de la vida eterna. Eso es lo
que se nos concedió en el punto de la salvación.
Esa es la razón por la que 1 Corintios 6:17 dice: “el que se une al Señor, un Espíritu es con
Él.” Esa es la razón por la que 1 Corintios 12 dice: “a todos se nos ha dado a beber de un
Espíritu.” Todos hemos recibido un Espíritu. Todos hemos sido bautizados en un cuerpo
por un Espíritu. Hay una unidad posicional básica. Todos hemos llegado a Cristo de la
misma manera, todos somos salvos por el mismo método, por el mismo Dios. Fuimos
colocados en un cuerpo por el mismo Espíritu de la misma manera y morados por la
misma vida Divina en la misma plenitud como cualquier otro cristiano.
Entonces, hay una unidad posicional básica que nos mantiene unidos juntos, la vida eterna
en común. Estamos unidos. Somos unidos por este hecho de vida como si todos fuéramos
personas que existen en un lugar especial, que tienen la capacidad única de respirar un
aire especial y todos somos capaces de hacer esto. Y de esta manera, tenemos algo en
común, somos cristianos en el mismo sentido. No hay diferencias en absoluto en la
identidad básica de nuestra vida en común.
Ahora, en 1 Corintios nos dice en el capítulo 3, versículo 21: “porque todo es vuestro: sea
Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea
lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.” Ahora, esa afirmación
simplemente resume a todo cristiano en una gran unidad. No hay diferencia. Todos
poseemos las mismas cosas, todos compartimos las mismas verdades espirituales, las
distinciones se acaban cuando usted viene a Cristo. En Gálatas 3:28 hemos estudiado esa
referencia en conexión con algunas otras cosas, no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre,
ni varón ni mujer, todos son uno en Cristo Jesús. Versículo 26: “todos son hijos de Dios por
la fe. Aquellos que han sido bautizados en Cristo se han vestido de Cristo.”
Entonces, usted tiene ahí unidad posicional. Hay una unidad que es parte de la identidad
de todo cristiano. En Romanos, estoy pensando en otro pasaje, capítulo 10, versículo 12:
“no hay diferencia entre el judío y el griego, el mismo Señor que está sobre todos es rico
para todos los que lo invocan, porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será
salvo.” Serán salvos y recibirán los mismos beneficios y las mismas riquezas y el mismo
Espíritu y la misma vida y todo lo mismo.
Entonces, él dice, oro porque estén unidos. Y decimos: “pero estamos unidos, John nos lo
acaba de probar. Ya estamos unidos.” Sí, estamos unidos posicionalmente.
Posicionalmente. Y creo que esto en un sentido primario responde a la oración de Jesús en
Juan 17. Jesús oró: “Padre, oro porque sean uno.” Y yo creo que, primordialmente, esa
oración ha sido respondida en la identidad de la Iglesia como el cuerpo de Cristo. Yo creo
que Jesús básicamente estaba hablando de algo posicional y fue respondido. La oración
fue respondida en la unidad del Espíritu.
Pero, todavía hay una parte de esta oración que todavía no ha sido respondida. Y esa es la
parte con la que Pablo está tratando aquí porque si usted nota con cuidado, Colosenses
capítulo 2, él dice: “siendo unidos no en vida en común, sino en ¿qué? En amor. Y eso es
práctico. Pablo dice: quiero que estén unidos prácticamente, unidos experimentalmente,
unidos experimentalmente como lo están posicionalmente.
En otras palabras, hagan que su vida encaje con su posición. Son uno, ahora actúen como
tal. Vivan la unidad que está en el interior.
Como vimos en 1 Corintios 1, Pablo le dice a los corintios, él les dice: “os ruego, hermanos,
por el nombre del Señor Jesús, que hablen lo mismo, que no haya división entre vosotros,
que estén perfectamente unidos en la misma mente y en el mismo parecer.” En otras
palabras, son uno. Ahora, actúen como uno en práctica. Condúzcanse como uno. En 2
Corintios 13:11, “por lo demás, hermanos, sed perfectos, consolaos, sed de una mente”.
Unidad.
Ahora, esto es algo en lo que tenemos que trabajar. Porque hablando en términos básicos,
somos uno. Pero prácticamente hablando, dejamos mucho que desear. No manifestamos
esa unidad y esa es una de las cosas que confunde al mundo. La Biblia dice que el mundo
conocerá que el Padre ha enviado al Hijo si la Iglesia es una. Y parte del problema por el
cual el mundo no ha definido al cristianismo en términos de quién es Cristo en nosotros es
nuestro fracaso por no vivir prácticamente nuestra unidad.
En Hechos 11:22: “entonces estas noticias llegaron a oídos de la Iglesia que está en
Jerusalén y enviaron a Bernabé para que fuera hasta Antioquia y cuando él dice llegó y vio
la gracia de Dios y tuvo gozo y los exhortó a todos,” escuchen, “a que con un propósito de
corazón se aferraran al Señor.”
Ahora, él les está diciendo que tienen que trabajar en aferrarse. Son salvos, hay una
unidad básica. Pero quiero que todos ustedes se aseguren de que se aferren al Señor. Y
eso manifestará esa unidad debe estar ahí en un sentido visible. Y esto, como dije, es algo
en lo que tenemos que trabajar. En Filipenses 1:27, él dice: deben estar en un Espíritu en
una mente. Un Espíritu, una mente. Y Judas, que estudiamos recientemente el versículo 3,
él dice: “amados quería escribirles de la salvación en común que tenemos. Pero me fue
necesario escribirles y exhortarles,” aunque hubo una salvación en común, hubo algunos
creyentes que se estaban desviando de lo que debió haber sido un tipo de estilo de vida
unido dentro de un tipo de salvación en común. Entonces, es muy importante que
vivamos nuestra unidad. Usted pregunta cómo hace eso.
Bueno, veamos Efesios 4:3 y básicamente, le voy a mostrar cuál es la clave de todo.
Efesios 4:3, ahora escuche: “siendo diligentes en guardar la unidad del Espíritu en el
vínculo de la paz.” Ahora, observe algo muy importante aquí. Él dice: deben esforzarse por
guardar la unidad del Espíritu. Escúcheme: no tenemos que crear la unidad. El Espíritu ya
la ha creado. Simplemente, tenemos que ¿qué? Guardarla, tenemos que guardar esa
unidad.
Usted pregunta cómo la guarda. Al ser un pacificador. Es la unidad del Espíritu que es
guardada por el vínculo de la paz. Esto es que usted y yo tenemos un pacto de que
estaremos en paz el uno con el otro. Ese es el vínculo de la paz. Y usted y yo estaremos de
acuerdo en que nos discutiremos, que no pelearemos, sino que estaremos en paz. Somos
pacificadores. Y guardaremos, guardaremos la unidad del Espíritu que Él ya ha colocado
ahí posicionalmente. La guardaremos y permitiremos que sea vea esa manifestación
práctica al ser pacificadores.
Ahora, usted dice: “John, ¿qué se encuentra en la médula de ser un pacificador? ¿Cómo
puedo ser un pacificador?” Muy bien, eso lo lleva de regreso a Colosenses capítulo 3.
¿Cómo puede ser usted un pacificador? Observe el versículo 12. Colosenses 3:12: “vestíos
pues como escogidos de Dios santos y amados, de entrañable misericordia.” Y realmente,
ese es un corazón de compasión. “Benignidad, humildad, mansedumbre, soportándoos
unos a otros.” Esto es, tolerándonos unos a otros. “Perdonándoos unos a otros. Si alguno
tuviera alguna queja contra el otro, así como Cristo os perdonó, así también ustedes. Y
sobre cualquier otra cosa, vestíos de ¿qué? Amor, el cual es el vínculo perfecto.” O lo que
une todo junto de manera perfecta.
Ahora escuche, ¿cuál es el vínculo de la paz, entonces? El vínculo de la paz es amor. Él
dice: en primer lugar, vístanse de esto, vístanse de aquello, vístanse de esto. Todas estas
cosas de humildad. Y después, él dice sobre cualquier otra cosa, el ingrediente clave,
vístanse de amor. El amor es lo que une todo.
¿Cómo mantiene usted la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz? El vínculo de la paz
es amor. Lo que me hace estar en paz con usted es cuando yo ¿qué? Cuando yo lo amo a
usted. El amor es la base de todo. Y notarán que el amor está vinculado con la humildad
ahí porque el amor siempre está conectado con la humildad. Y lo vuelvo a decir: el amor
siempre está conectado con la humildad porque sólo la gente humilde tiene una
capacidad de amar. La gente orgullosa no puede amar porque están demasiado ocupados
buscándolo. No lo dan sino lo buscan. La gente humilde, lo da.
Entonces, el Espíritu ya ha creado la unidad básica en la vida del creyente. Hay algo común
en todos nosotros. No debemos inventar eso o crear eso, sino simplemente, guardarlo. Lo
guardamos al estar en paz unos con otros. Estamos en paz unos con otros cuando nos
amamos unos a otros. Esa es la razón por la que es difícil mantener un enemigo que usted
realmente conoce bien. Muy bien.
Ahora, dice usted, todavía no entiendo cómo es que esto funciona. Permítame
profundizar con usted. Acompáñeme a Filipenses, capítulo 2. Filipenses 2, vamos a cubrir
algo de terreno aquí que ya hemos cubierto antes, como dije, en Efesios. Pero es muy,
muy práctico e importante. En Filipenses capítulo 2, versículos 1 al 8 tenemos una gran
ilustración de cómo funciona el amor.
Ahora, Pablo dice: “por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de
amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable,” en otras palabras, si
hay alguna de estas cosas buenas: consuelo y amor y comunión y misericordia unos a
otros, y tolerarse unos a otros,” si hay algo en todo esto, completad mi gozo, sintiendo lo
mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.
Ahora escuche esto Pablo dice: quiero que piensen igual. ¿Qué significa eso? Quiero que
todos sean iguales. Quiero que todos, como 1 Corintios 1, quiero que hablen las mismas
cosas y quiero que tengan la misma mente, el mismo juicio y quiero que tengan una
unidad hermosa. Oh, quiero unidad para la Iglesia, dice usted. ¿Pero cómo es que puedes
tener ese tipo de unidad? Es imposible. No nada más puedes hacer que todas estas
personas tengan esta unidad. ¿Cómo sucede?
Observe el versículo 2, el ser del mismo parecer está basado en tener el mismo ¿qué?
Mismo amor. ¿Sabe usted lo que significa tener el mismo amor? Amar a todo el mundo
por igual. Usted dice: “¿quieres decirme que tengo que llamar a todo el mundo igual? Eso
es imposible. Eso es imposible.” No si usted entiende lo que es el amor. Usted pregunta
qué es el amor. “¿Cómo puedo amar a todo el mundo por igual?” Bueno, la respuesta
viene en el siguiente versículo. La unidad esta edificada sobre el amor. Después, en el
versículo 2, el amor está edificado en el versículo 3, humildad. Nada hagáis, aquí está la
clave para amar, por contienda o por vanagloria. Antes bien con humildad, estimando
cada uno a los demás como ¿qué? Como superiores a uno mismo.
Ahora escuche, si usted cree que toda persona en el mundo en la Iglesia de Jesucristo es
mejor que usted, usted está en la posición para amarlos. ¿Entendió eso? Ahí es donde
usted tiene que estar. La unidad, el Espíritu nos la dio. Posicionalmente. Prácticamente,
podemos mantenerla cuando estamos en paz unos con otros. Estaremos en paz unos con
otros cuando nos amemos unos a otros. No amaremos unos a otros cuando nos
coloquemos en la parte de abajo del librero y veamos al resto de la gente mejor que
nosotros mismos. Como puede ver, estamos hablando de mucha humildad. Eso es bajarse
bastante.
El versículo 4 dice: “no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo
de los otros.” Esté más preocupado por alguien más de lo que usted está preocupado por
usted mismo. Usted dice: “¿quién puede jamás llegar a vivir así? Oh…, aquí hay uno,
versículo 5: “haya pues en vosotros este mismo sentir que hubo en Cristo Jesús, el cual
siendo en forma de Dios, no pensó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que
se despojó a sí mismo tomando forma de siervo y hecho en la semejanza de hombre se
humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, muerte de cruz.”
Ahora, deténgase ahí. Jesús, la ilustración perfecta de la humildad. Él vino desde el cielo a
la tierra, Él, quien fue rico como Pablo dice en 2 Corintios 8, se hizo pobre para que
mediante Su pobreza fuésemos hechos ricos. Jesús, quien estuvo más allá que cualquiera
de nosotros, no consideró como cosa a que aferrarse el ser igual a Dios, sino que se
despojó a sí mismo tomando forma de siervo y murió por nosotros. Ésa es la mente de la
humildad. Ésa es una mente que dice: si hago algo, voy a vivir en sacrificio personal total.
Si te beneficia, sea quien sea, ¿se da cuenta? Eso es tener el mismo amor. Eso es amar a
todo el mundo por igual. Y cuando usted comienza a ser humilde, entonces comienza a
amar. Y cuando usted comienza a amar, entonces habrá unidad. Y después, el vínculo de
la paz existirá y estará guardando aquello que el Espíritu de Dios desea.
Ahora, dice usted: me gustaría ser humilde y amar a la gente. ¿Cómo se manifiesta a sí
mismo? ¿Cómo los amo? ¿Me siento en una esquina en un rincón y siento algo por ellos,
siento algo cuando pienso en ellos? ¿Cómo los amo? ¿Hago como en algunos lugares en
donde abrazo a todo el mundo todo el tiempo? ¿Cómo amo a la gente? Vea 1 Juan 3:11 y
recordemos lo que hemos aprendido en nuestro estudio ahí. Primera de Juan 3:11 nos da
una definición de cómo el amor se manifiesta a sí mismo. Muy básica. Primera de Juan
3:11, porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio, que os améis unos a
otros. ¿Qué principio? El principio cuando oyeron por primera vez el Evangelio. Esta es la
tradición del Evangelio desde que lo oyeron, que nos debemos amar unos a otros. Ese no
es sólo un deber, esta es una prueba de ser un cristiano. Esa es una prueba de ser un hijo
de Dios. El Espíritu Santo activa el amor en el creyente. Está ahí, y debemos ejercerlo.
Versículo 12, él hace una comparación. No debemos ser como Caín quien era del maligno,
Satanás, y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? “Porque sus obras eran malas y las de
su hermano, justas.” ¿Puede decirlo en una palabra? ¿Qué fue? Celos. ¿Sabe usted de
dónde salen los celos? Orgullo. Caín no amó a su hermano. Él mató a su hermano. Los
celos estuvieron detrás del acto de Caín y los celos es la vida al nivel de los hijos del diablo.
Satanás primero creó la rebelión en el cielo porque él estuvo ¿qué? Celoso. Los celos son
algo de Satanás. Y si existen en la vida del creyente, simplemente deténgalo y considere
de dónde viene. Los celos, como usted sabe, no se quedan ahí.
Versículo 13: “no os sorprendáis hermanos si el mundo os aborrece.” Sabemos que hemos
pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. Y el que no ama a su hermano
permanece en muerte. Todo aquel que aborrece a su hermano es un homicida. Y vosotros
sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en Él. Los celos progresan a
odio y el odio progresa a ¿qué? Al homicidio. Y Jesús dice: si ves a un hombre para odiarlo
entonces has cometido ¿qué? Homicidio en tu corazón.
Entonces, puedes tener una forma de no amar a la gente y es tener celos de la gente. Y de
ahí al odio y al homicidio. Pero hay otra forma. Utilice usted ‘hombre, mucha gente odia y
mucha gente está celosa, pero no todos atraviesan por ese progreso.’ Permítame
mostrarle otra forma de no amar a alguien. Ésta es indiferencia. Versículo 16: “por esto
conocemos el amor de Dios, porque Él puso Su vida por nosotros y nosotros debemos
poner nuestras vidas por nuestros hermanos. El que tiene bienes de este mundo, tiene
dinero, recursos y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo
mora el amor de Dios en él?”
En otras palabras, no es solo homicidio lo que resulta de la ausencia de amor, sino que es
indiferencia lo que resulta de una ausencia de amor, ¿se da cuenta? Usted ve a un hombre
con una necesidad y a usted no le importa. Y aunque usted podría proveer su necesidad
no se molesta por hacerlo porque usted no se preocupa tanto. Eso es indiferencia.
Por otro lado, amar no es sentir algo espiritual o algo así. Amar es el que tiene bienes de
este mundo y se los da a su hermano. Amar es poner su vida por los hermanos, versículo
16. Esto es amar. Es sacrificio personal. Me encanta la historia del buen samaritano en
Lucas capítulo 10, él va por el camino a Jericó y ve al hombre que ha sido golpeado por los
ladrones y él está ahí y es un desastre. Es una ilustración perfecta de amor.
El buen samaritano se acercó al hombre, lo vendó, lo llevó ahí a la posada. Cuidaron de él.
¿Cuál es el acto de amor? El acto de amor es este: no es emocional y no es porque él
conocía al hombre y no es porque el hombre tuvo una gran personalidad. Aquí el punto es
que hay un hombre con una necesidad y aquí estoy yo con algo para satisfacerla. Y la
satisfice y eso es amor, ¿se da cuenta? Eso es amor. Aquí hay una necesidad. Satisfice una
necesidad, amé. Y la emoción viene en la parte de atrás. Y aquellos que han hecho eso,
han experimentado la emoción que viene siguiendo ese tipo de acto. ¿Ve usted una
necesidad? ¿Satisface una necesidad? Usted ha amado.
Ahora, eso es lo que Pablo dice: quiero ver eso en la Iglesia colosense. Quiero ver en la
Iglesia colosense a ustedes unidos prácticamente en amor. Quiero que mantengan el
vínculo del Espíritu, quiero que vivan esa unidad interna de vida eterna en común y la
manera en la que se manifestará a sí misma es en amor. Y el amor está edificado sobre la
humildad. Y la humildad tiene como consecuencia, actúa a partir del sacrificio personal.
Permítame hacerle una pregunta. ¿Cuándo fue la última vez que sacrificó algo para
satisfacer la necesidad de alguien? Algo. ¿Cuándo es la última vez que usted llegó a hacer
un sacrificio por alguien más? Cualquier tipo de sacrificio. Esa fue la última vez que amó.
Esa fue la última vez que amó. Entonces, Pablo está diciendo en Colosenses 2, mi carga
por la Iglesia es que sean fuertes de corazón y unidos en amor.
En tercer lugar, en tercer lugar. Veamos el versículo 2 nuevamente. Lo tercero que él
desea por la Iglesia es que estén estables el entendimiento. Que estén estableces en
entendimiento. Fuertes de corazón, unidos en amor, estables en su entendimiento.
Ahora, quiero decirle algo porque creo que tiene que seguir la secuencia de Pablo. Cuando
usted conoce la verdad en su cabeza, ahora escuche esto, y usted la vive en su vida en
obras de amor, usted se dará un sentido tremendo de confianza y certeza. Porque usted
no sólo estará oyendo y viendo al cristianismo de manera intelectual, sino que lo verá
operar y eso es edificar la confianza.
Si alguien se me acerca y tratar de negar al cristianismo y me puede dar un argumento
intelectual y pueden darme todos los argumentos intelectuales, y yo voy a decir ‘espere
un momento, lo he visto operando en mi vida. He visto el poder de Dios dentro de mí. He
visto cosas pasar que sé que Dios me estaba capacitando para hacerlas porque
normalmente, yo no hago ese tipo de cosas hacia otras personas. He visto a Dios
operando.’ La gente se me acerca y me dice: “bueno, tengo dudas de mi salvación.
Conozco todos los versículos y he leído todos los libros. Y tengo todo esto, pero tengo
dudas.” ¿Saben por qué? Porque todo eso nunca ha sido vivido. Nunca se han convencido
a sí mismos de que el cristianismo es creíble porque no la han vivido, no la han visto en
operación, ¿se da cuenta? Ese es el lado subjetivo del cristianismo. Es cuando vivimos en
ese tipo de amor que nos volvemos estables en nuestro entendimiento. Que nos
convencemos de que somos personas de convicción. Y eso es lo que él está diciendo.
Observe el versículo 2: “para que sean consolados sus corazones unidos en amor hasta
alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento.” Deténgase ahí. Las riquezas del
pleno entendimiento, quiero que tengan confianza. Eso es lo que certeza significa. Quiero
que estén seguros en sus mentes. Ahora, usted conoce a muchos cristianos, ¿no es cierto
que hay muchos, como dice Efesios 4:14 que son aventados por doquier de todo viento de
doctrina? ¿Sabe por qué? Porque nunca han sido edificados por el amor. No sólo por el
conocimiento de la verdad, sino por la operación de la verdad.
Entonces, Pablo dice: quiero que tengan un entendimiento gratificante, completo, de la
verdad espiritual, lo cual incluye la operación de la misma de una manera amorosa en su
vida para que estén atrincherados de manera sólida en el conocimiento de la verdad, con
estabilidad, con confianza, teniendo certeza plena de entendimiento.
Ahora, de aquí viene la certeza: no sólo viene de leer libros acerca de la certeza, viene de
vivirlo. Viene de que su vida esté tan entregada a este patrón que el Espíritu de Dios está
demostrando, y demostrando, y demostrando y demostrando a través de su vida que
usted tiene confianza. Entonces, la Verdad encuentra un cimiento sólido en un corazón
fuerte. Y después, se manifiesta en el amor de los creyentes y produce como resultado,
una convicción profunda. Usted recibe la verdad en su mente, su voluntad es fortalecida.
Se manifiesta a sí misma en amor obediente a otros. Y el resultado es una convicción
estable de que esto es verdad.
Y entonces, la conducta tiene mucho que ver con vivirlo. Cada obra buena, cada acto de
amor mete otro clavo en su certeza. La doctrina en la mente, amor operando, y entonces,
viene la certeza estable. Este es el tipo de vida a la que se refiere hablando la verdad en
amor, Efesios 4, hablando la verdad en amor edifica esa confianza.
Veamos ahora la frase en el versículo 2: “todas las riquezas de pleno entendimiento.”
Ahora, eso está algo enredado en español. Permítame ver si puedo avanzar un poco.
Hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento. Literalmente, lo dice así: las
riquezas completas del entendimiento estable. En otras palabras, él dice: quiero que
experimenten todas las riquezas que están disponibles para ustedes cuando están sólidos
y cuando están ciertos de lo que tienen. En otras palabras, no pueden reclamar estas
cosas y realmente disfrutar de estas riquezas a menos de que realmente estén ciertos de
que son de ustedes. ¿Verdad?
¿Alguna vez simplemente se ha sentado y ha contemplado cómo va a ser el Cielo? Yo lo he
hecho. Simplemente, pensando en esto. Hombre, simplemente lo pienso y es mío. Y me
emociono por ello y me siento rico. Voy a estar allí arriba poseyendo todo el universo. Oh,
las riquezas de esa promesa. Pero si tuviera dudas y estuviera diciendo “oh, yo no sé si voy
a llegar allí, sé que la Biblia dice, pero no tengo… oh…” No lo podría disfrutar. Lo pienso y
digo: “oh, quizás no llegue ahí.” Y dejaría de ser riquezas para mí y me volvería pobre.
Pobre de mí, no sé si usted tiene que tener esa confianza que viene con el entendimiento
estable completo. Y después, usted sabe que es rico.
Pedro dice: “más vale que añadas a tu fe, virtud.” Y esto y esto y esto. Y en Segunda de
Pedro esto, y esto y esto. Para que vuestra vocación y elección sea segura. No segura para
Dios. Para Él ya es segura, pero segura para usted. Y conforme su vida se vuelve santa y su
conducta manifiesta lo que está en su interior, usted tiene un entendimiento estable de lo
que es de usted. Y usted puede disfrutar cuán rico usted es.
Ahora, él dice: quiero que tengan un entendimiento estable. La palabra entendimiento
simplemente significa hechos conectados con la conducta. Hechos conectados con la
conducta. El verdadero entendimiento no le pertenece a nadie más que a los cristianos. El
hombre natural ¿qué? No entiende. No entiende. Efesios, una afirmación muy simple,
4:18 dice: “los paganos tienen entenebrecido el entendimiento.” No entienden, su
entendimiento está entenebrecido. Romanos 1:31: “sin entendimiento.” Romanos 3:11:
“no hay quien entienda.” El hombre no regenerado no tiene Verdad conectada a la
conducta. Su mente está en blanco. Pablo dice, “yo quiero que tengan un entendimiento
estable.” Yo quiero que entiendan. Pablo, dice usted, “¿qué quieres que entienda?”
“Quiero que entiendas la voluntad de Dios y todo lo que está involucrado en ella.”
Efesios 5:17, escuche, lo cito: “y no seáis necios, si no entendidos,” ¿qué es lo que dice el
resto? El cual es la voluntad del Señor.” ¿Qué es lo que Dios quiere que usted entienda? La
revelación de la voluntad de Dios. Y le voy a decir, entre más usted estudia, entre más su
mente está llena, eso comienza a fluir a través de usted en términos de operación, en
términos de conducta, más entiende usted cuán rico usted es en realidad. Y usted puede
disfrutar de la vida cristiana. Y las cosas del mundo significan menos, y menos y menos y
usted descubre que las cosas que usted inicialmente no podía soltar, finalmente, las
puede dejar.
Usted sabe dónde están las verdaderas riquezas y usted puede comenzar a hacer lo que
Jesús dice con confianza: haceos tesoros en el cielo, porque usted ahora sabe que ahí es
donde está su confianza. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón. Y
hasta que usted tiene un corazón que está estable y cierto y tiene confianza en Dios, usted
se va a aferrar algunas cosas en el mundo. Pero cuando su mente tiene confianza y su
conducta está arraigada en esa confianza, usted va a tener el tipo de certeza que le
permite a usted dejar eso y confiar en las riquezas verdaderas.
Usted dice ¿cómo es que obtienes esa certeza? ¿Cómo tienes esa confianza? Bueno,
necesita orar por ella, creo yo. Orar simplemente lo mantiene reconociendo la fuente de
donde viene. Colosenses 1:9, se acuerda que lo estudiamos, él dijo hemos orado desde el
día que lo oímos y no dejamos de orar por vosotros, deseando que seáis llenos del
conocimiento y sabiduría en todo entendimiento espiritual.
Entonces, oramos por ellos, porque Dios nos muestre claramente Su voluntad. En 2
Timoteo 2:7: considera lo que te digo y el Señor te de entendimiento. Tenemos que
reconocer que nuestro entendimiento, nuestra certeza estable viene de Dios. Viene de Él
mediante la oración, mediante la Palabra, mediante la conducta, obtenemos esta
confianza. Entonces, Pablo aquí tiene una oración simple, una carga simple. Que el
creyente tenga en su cerebro verdad revelada, que la vea manifestada en su conducta
amorosamente y que tenga como resultado una posición sólida estable de certeza
confiada en la Verdad y que él entonces pueda disfrutar de las riquezas que son de él.
Y sabe una cosa, simplemente como comentario al pie de página aquí. Pablo realmente
está hablando de que los cristianos tengan algo de convicción. De que realmente tengan
algunas convicciones sólidas. Realmente, no hay nada más trágico que un cristiano que se
tambalea, porque no hay razón para ser así. Ese es el resultado de dos cosas - o nunca ha
aprendido la verdad o él nunca ha operado en base a la verdad para darle esa confianza
sólida. Y entonces, él se tambalea y flota y se desvía. Y él nunca realmente pueda disfrutar
de sus riquezas. Y eso es triste.
Hoy día, necesitamos cristianos que puedan salir al mundo y digan con confianza: “esta es
la verdad, esto es lo que Cristo ha hecho en mi vida, soy rico y éste es el tipo de riquezas
que Él me ha dado y tengo seguridad absoluta y confianza en Él.” Este es el tipo de
cristianos que hacen una marca en la sociedad. El tipo que sale y dice: “bueno, no sé…”
Eso no ayuda a nadie. Necesitamos algunas convicciones.
Ahora, en primer lugar, ahora vamos a regresar al texto. Simplemente, estaba predicando
ahí, no era parte de esto. Él dice: “todo esto viene de una fuente.” Usted tiene que tener
una convicción estable de una cosa, versículo 2, él dice: “la certeza plena de
entendimiento,” y le voy a leer como está en el griego, “para el reconocimiento del
misterio de Dios, Cristo.” “Para el reconocimiento del misterio de Dios, Cristo, en quien
están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento.”
Ahora escúcheme. Pablo dice, “quiero que tengan una convicción estable básica de
certeza. Y el lugar de eso tiene que comenzar en donde usted tiene que estar convencido
de que el misterio de Dios es Cristo.” Ahora escuche, ¿qué quieres decir Pablo? Usted
tiene que estar convencido de la deidad y la suficiencia total de Cristo, es lo que él está
diciendo. Que el Dios escondido se ha manifestado a sí mismo en el Cristo revelado. ¿Ve
usted lo que está diciendo? Quiero que tengan certeza estable absoluta y reconozcan que
el misterio de Dios, esto es el Dios escondido, es revelado como Cristo. ¿Que está diciendo
esto? Que Cristo es deidad. Y que en Él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría
y del conocimiento. Eso es suficiencia. ¿Y por qué dice él esto? Porque esas son las dos
cosas que los maestros falsos en Colosas estaban atacando. La deidad de Cristo y Su
suficiencia para salvar.
Él dice que tiene que comenzar aquí, deben tener una convicción estable acerca de la
Deidad de Cristo y Su suficiencia. Y estas personas llegaban a Colosas atacando la deidad
de Jesucristo. Estaban diciendo que Jesús simplemente era una de estas emanaciones, ¿se
acuerda que hablamos de eso? Simplemente, una especie de ser angelical ahí a lo largo de
la fila, una buena emanación, un buen espíritu como muchos otros. Y ellos estaban
diciendo que no es suficiente que vengas Cristo para salvación. Él simplemente es un
peldaño en la escalera, usted tiene que tener súper sabiduría y tiene que buscar algún
conocimiento misterioso, etc., etc. Y Pablo está diciendo: “miren, no quiero que se metan
con eso. Quiero que tengan una certeza absoluta, estable acerca de las riquezas que
tienen y lo primero de lo que tienen que estar seguros es que este Cristo no es ningún
otro que el Dios escondido revelado. Él es Deidad, número 2 en el versículo 3: “que en Él
está toda la suficiencia.” Ese es su punto. Una convicción estable acerca de Cristo.
Si usted está titubeando aquí, está en problemas. Si esos testigos de Jehová que se
acercan a su puerta y están jugando con la deidad de Cristo, se meten a su cabeza, usted
está en problemas. Usted debe estar realmente sólido en eso. Y si usted ha aprendido en
su mente eso, y ha vivido los patrones de conducta y su amor ha sido ejemplificado en su
vida y tiene como Pablo dice en Efesios 3, se ha cimentado y arraigado en amor, entonces
va a saber cuál es el amor de Cristo y usted va a saber cuáles son los atributos de Dios y se
van a manifestar en usted y nadie va a venir y decirle algo de Cristo que no es verdad. ¿De
acuerdo? De cualquier manera, es correcto, aunque no respondieron. Es correcto. Usted
tiene que estar seguro en esto. Hombre, esto está en la médula. Cuando alguien viene y
ataca la Deidad de Cristo, ahí es cuando me molesta. No me toquen en esa área. No me
pueden tocar ahí.
Primera de Timoteo 3:16, hablando del término el misterio de Dios, Cristo, lo explica.
¿Qué es el misterio de Dios? Cristo lo explica. ¿Es éste el misterio de Dios?
Indiscutiblemente, en otras palabras, usted no puede discutir con esto. Ni siquiera
discutan esto. No hay argumento aquí. No hay debate que quede abierto. E
indiscutiblemente grande es el misterio de la piedad. ¿Cuál es el misterio de la piedad?
¿Cuál es el misterio de Dios en Colosenses que acabamos de ver? Aquí está.
Dios fue manifestado en la carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado
a los gentiles, creído en el mundo y recibido arriba en gloria. Entonces, ¿cuál es el misterio
de la piedad? Jesucristo. Cada una de esas frases lo describe a Él. Dios manifestado en la
carne, justificado en el Espíritu, esto es que Su ministerio fue ordenado y se le dio
justificación por parte del Espíritu Santo en el bautismo, visto de los ángeles que lo
atendieron y lo vieron, predicado a los gentiles, a las naciones, creído en el mundo y
ascendió a gloria. ¿Quién es? Ningún otro que Cristo. Ése es el misterio de la piedad. El
Dios escondido ahora revelado. E incidentalmente, 1 Timoteo 3:16 pudo haber sido un
himno de la primera Iglesia. Ellos pudieron haber cantado ese versículo. Si lo hicieron, yo
sé por qué. Simplemente, seguían reafirmando la verdad de quién fue Dios revelado en el
mundo en Cristo.
Ahora, a partir de esa confianza estable que Jesús es Dios, que Él es deidad y que en Él
está toda suficiencia, el tesoro de la sabiduría y el conocimiento, a partir de esa confianza
estable, vienen las demás confianzas. Porque si Él es quien dijo ser, entonces escúcheme,
entonces Su Palabra es lo que dice, ¿verdad? Y puedo creerla toda.
Sabe una cosa, si mi esposa muriera - ese es un pensamiento terrible - pero si muriera y
me dejara 5 millones, no lo creería. Ella no tiene 5 millones. Sé quién es. Ella no tiene eso.
Ella tiene todo lo que yo tengo. Ella me da un poco de vez en cuando. Ella me da tres el
lunes y regreso el jueves y le pido otro. Y ella me dice: ¿ya te gastaste los tres que te di?
Ella no tiene 5 millones. Como puede ver, no puedo aceptar la afirmación de esas
riquezas. No puedo aceptar ese legado porque la conozco y sé que no tiene esa cantidad
de dinero. Porque la conozco. Ahora, hay otras personas que quizás me dejen 5 millones y
quizás, yo tenga que ver quiénes son porque quizás lo tienen. No lo sé. Digo, yo no
conozco a alguien que haría eso, pero por lo menos, podría revisar si no los conociera.
Pero sabe una cosa, aquí está lo mismo con Cristo. Cristo dice: “te dejo un legado”. Y
usted dice ¿sí? Bueno, antes de que vaya a creer que todo esto es mío, tengo que revisar a
ver si lo tiene, ¿verdad? Tengo que asegurarme de que lo tenga. Eso es precisamente lo
que estamos diciendo aquí. Cuando usted tiene una convicción sólida y estable acerca de
quien Él es y de Su suficiencia, entonces usted puede crear en Su legado, ¿verdad? Cuando
Él dice: “el cielo es tuyo, MacArthur, los ángeles son todos tuyos, están cuidando de ti, y
nunca nada va a venir contra ti que no planeé.” Cuando Él dice: “Yo supliré todas tus
necesidades según Mis riquezas,” cuando Él me dice: “no tienes que temer nada, porque
tu vida está en Mis manos y todo está cubierto, no te preocupes por esto y lo demás. Yo
tengo todo bajo control.” Y yo digo: “¿sabes una cosa?, yo creo eso. Tengo confianza en
eso. Aceptaré esas riquezas porque te conozco lo suficiente como para saber que esto es
verdad.” ¿Se da cuenta?
Entonces, cuando usted tiene esa convicción estable acerca de quien Él es, entonces usted
puede gastar Sus riquezas. Usted puede disfrutarlas. Esto es lo que él está diciendo. Si
usted no está seguro de quién Jesús es, usted tiene algunos problemas al creer en qué es
lo que Él le va a dar a usted.
Ahora, observe el versículo 3 porque quiero hablar de esto por tan sólo un momento. Pero
él dice: “en Él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.”
Usted dice: “¿qué significa eso? ¿Están escondidos? ¿Quieres decir que tienes que estar
por ahí y buscar para encontrarlos?” Significa que están escondidos, escuche esto, de toda
persona menos del cristiano. Lo único que tiene que hacer es ir ahí y recogerlos. ¿Sabe
cómo es? Es como una mina de diamantes a la cual alguien le quita la tapa y usted entra y
recoge los diamantes. Están todos ahí. Lo único que usted tiene que hacer es procurar con
diligencia presentarse a Dios aprobado. Lo único que tiene que hacer es dejar que la
palabra de Cristo more en abundancia en usted. Lo único que tiene que hacer es aplicarse
un poco y usted puede ir y recogerlos todos. Y claro, los herejes creían que toda la
sabiduría y el conocimiento estaba escondido en su masa de material elevado. Tesoros…
Escondidos.
La palabra escondido es interesante en el griego, apócrifas, de la cual obtenemos apócrifo.
Escondidos, los herejes y los falsos maestros creían que había una cantidad enorme de
conocimiento divino necesario para la salvación y que estaba escondido en libros secretos.
Y los libros secretos eran llamados apócrifos. Y únicamente, esos súper selectos podían
abrirlos, y Pablo dice que eso no es cierto. Los únicos apócrifos en donde está todo esto
escondido es Jesucristo. Y el día en el que usted abrió su corazón a Cristo, Dios quitó la
tapa de la mina de diamantes y simplemente, dijo: ‘adelante, toma lo que necesites, esta
todo ahí.’ Usted no necesita los libros especiales del intelecto secreto.
Usted no necesita la Biblia más el Papa. Usted no necesita la Biblia más el libro de
mormón. O la Biblia más Mary Baker, Eddy Patterson, Grover Frye. Usted no necesita a la
Biblia más nada. El juez Rutherford, Madam Blavatsky, Annie Bezant o alguien más. El
señor y la señora Filmore o alguien más. Usted no necesita a la Biblia más alguien más,
porque en Él están escondidos algunos de los tesoros… ¿Es eso lo que dice? Todos. Usted
sólo necesita la Biblia, la revelación de uno ahí es suficiente. Hay suficiente riqueza ahí.
Pablo simplemente dice: “hombre, si tan sólo pudieran entenderlo, no lo podrían
concebir.” Y en Efesios 1:17: “oro porque el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de
gloria os dé Espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de Él para que los ojos
de vuestro entendimiento sean iluminados. Para que conozcáis cuál es la esperanza de Su
llamado y las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos,” dice él. Oro por ustedes,
para que simplemente puedan entender lo que hay ahí para ustedes. Es asombroso. Todo
está ahí. Pablo dice: quiero que estén estables en ésta única cosa, Jesús es Dios. Versículo
2. Segunda cosa, Él es todo suficiente y en Él está todo lo que el hombre necesita.
Usted pregunta Pablo, ¿por qué te preocupa tanto esto? ¿Por qué estás tan preocupado?
Porque, en el versículo 4: “y esto os digo para que nadie os engañe con palabras
persuasivas.” Lightfoot lo traduce: “quiero advertirles en contra de alguien que quiera
desviarlos mediante argumentos sospechosos y retórica persuasiva.” Él está diciendo ‘yo
no quiero que intercambien las riquezas probadas por la especulación.’ Hombre, es triste
cuando un cristiano llega un punto en el que él prefiere escuchar a alguien que le dice esa
basura acerca de Cristo. “Bueno, no sé, siempre he creído de otra manera y…” ¿Se da
cuenta? Pablo está diciendo: “miren, tengo una convicción estable y les estoy diciendo
esto, no sea que alguien los engañe con palabras persuasivas, frases inteligentes; y son
inteligentes, y sus argumentos son buenos.”
Este es el ataque básico de todos los sistemas falsos. Niegan dos cosas: niegan la deidad
de Cristo, ahora escuche esto y recuérdelo, todos lo hacen. Niegan la deidad de Cristo y
niegan Su suficiencia para salvar. Una u otra o ambas. Vienen y dicen: ‘oh, sí, Cristo salva
más obras,’ ¿verdad? ‘O: ‘oh sí, Cristo no es Dios.’ Esas son las dos cosas en torno a las
cuales todas esas cosas falsas giran. Es una negación de la deidad de Cristo y/o Su
suficiencia para salvar únicamente. Y las sectas son todas traídas ante el tribunal de Dios
aquí y condenadas. Todas. Cualquier cosa que reduce a Cristo a menos que la Deidad o a
cualquier cosa que añade algo a Su suficiencia salvadora pertenece a la actividad
engañosa de Satanás.
Entonces, Pablo desea que los colosenses y todo cristiano resistan a la enseñanza
engañosa de Satanás y sólo podría ser resistida al tener convicciones estables. Confianza
profunda. Después, él dice en el versículo 5: “porque, aunque estoy ausente en cuerpo, no
obstante, en espíritu estoy con vosotros gozándome y mirando vuestro buen orden y la
firmeza de vuestra fe en Cristo.”
Él dice: ahora, les acabo de advertir, les acabo de decir lo que siento, pero simplemente
estoy diciendo gracias porque, aunque estoy aquí en espíritu, en mi hombre interno, estoy
agradecido porque todavía no se han colapsado. Estoy agradecido porque todavía están
aguantando. Él dice: me da gusto porque están aguantando. No puedo estar físicamente
presente, estoy ligeramente detenido durante tres o más años como prisionero en Roma.
No veo esperanza inmediata de ser liberado, pero ciertamente los apoyo en mi espíritu y
estoy tan emocionado por saber que están aguantando. Tengo una confianza feliz porque,
debido a que, observe esto, es un hermoso pensamiento, “su orden y firmeza,” ambas
palabras son términos militares.
La palabra orden es una palabra interesante, significa rango. Significa una columna de
soldados. Aún están manteniendo el rango. ¿Sabe usted lo que sucede cuando un ejército
comienza a perder la batalla? Las filas comienzan a vaciarse. Comienzan a dispararles. Y
esto viene desde atrás. El ejército salía en una falange y comenzaban a dispararles y
comenzaban a caerse. En algunas de las películas antiguas, los británicos solían hacer eso.
Atracaban en fila. Fue lo más torpe que jamás vi. Todos salían corriendo ahí, la mitad de
ellos era matada, todos regresaban y re ordenaban la fila y era de este tamaño, ¿se da
cuenta? No es sorprendente que ganamos la revolución. Matando a los patos que están
ahí, usted sabe.
Pero estaban ahí en fila y se mantenían en fila y atracaban en fila y usted trataba de
romper sus filas. Y él está diciendo: ustedes pueden estar siendo atacados, pero nadie se
ha salido de la fila. Todo el mundo se mantiene en una columna. Están ahí en la fila, nadie
ha sido matado aún. Y eso es bueno. Y estoy contento. Usted dice: ¿por qué está él tan
emocionado? Escuche: una onza de prevención, ¿verdad?
Y después, él usa otro término. Firmeza. Stereoma. Esto de nuevo habla de un frente
sólido de soldados listos para resistir el shock del ataque. Y esto habla más no de las filas
que no se rompen, sino de la solidaridad. No solo usted permanece en sus filas, sino,
hombre, usted está firme cuando el choque de la batalla llega y ¡boom!, usted lo va a
detener. Y me regocijo. Son obedientes, son disciplinados, están en su fila y van a resistir
el ataque y eso me hace estar feliz.
Sin embargo, advierto, y les digo a ustedes Grace Community Church, nadie que yo
conozco ha sido derribado en las filas, aunque estoy seguro que hay algunos que aún
están siendo atacados y hasta ahora, me siento como si cualquier cosa que nos golpeara,
la resistiríamos. Estaríamos ahí. Pero les advierto, les advierto. Sucedió en iglesias en
donde el apóstol Pablo fue el pastor. Años después, permanezcan firmes. Permanezcan
firmes.
Entonces, ¿qué dice él? Fuertes en corazón, unidos en amor, estables en entendimiento.
Permítame darle una cuarta: andando en Cristo. Andando en Cristo.
Versículo 6: “por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en Él.”
Ahora, debido a que todas esas cosas son verdad, por lo tanto, ahora están estables en
Cristo, tienen confianza por Cristo, están firmes en Cristo. Y si esa es la verdad, entonces
sigan andando en Cristo, no se desvíen. No cambien. De la manera que habéis recibido al
Señor Jesucristo, aoristo, lo cual habla de un punto decisivo en el pasado, recibieron a
Cristo, lo recibieron como Señor, lo declararon como Señor, tienen una certeza estable de
confianza. Por tanto, sigan andando en Él. No se desvíen.
¿Y qué significa andar? Estilo de vida diario. Conducta diaria. Sigan andando en Él. El
ímpetu primordial de este punto es no cambien su perspectiva de Cristo. No dejen que su
Cristología sea alterada. Sigan andando en Cristo. Pero el otro lado de andar en Cristo
significa más que tan sólo caminar creyendo algo. Significa caminar en una unión con
Cristo. Siguiendo a Jesús. Haciendo lo que Él haría.
Me acuerdo cuando era un niño, mi padre me decía: “¿crees que eso es lo que Jesús
habría hecho?” “No.” Lo mismo que dicen mis hijos. “No.” Pero ese fue siempre el
estándar en mi casa. ¿Qué es lo que Jesús habría hecho? No sólo mantener fe continua en
Él en una convicción firme, estable, sino mantener un patrón de vida continuo imitándolo
a Él. Pablo dice: esto es lo que oro por ustedes. Si lo han recibido, no lo dejen. Sino
caminen como Él caminó. Anden como Él anduvo.
Vean 1 Juan 2:6, ¿no es eso lo que él dice? El que dice que permanece en Él debe andar
como ¿qué? Él anduvo. ¿Cómo anduvo Él? ¿Cómo caminó? Él anduvo en amor. Él anduvo
en sabiduría. Él anduvo en la verdad. Él anduvo en el Espíritu. Él anduvo en santidad.
Todas esas cosas describen el andar del cristiano en Efesios capítulo 4 y el capítulo 5; y
fueron características de Cristo.
Entonces, si usted es cristiano, imítelo a Él. El coro cantó en esta noche, no es cierto, ser
como Tú. Ahí está. Ese es el todo de las partes. Aprendo en mi cabeza, vivo en mi vida,
tengo una convicción estable de que Jesús es quien Él dijo ser y después, hago que la meta
de mi vida sea ser como Él. Andar como Él anduvo. Hacer que mi estilo de vida sea como
su estilo de vida.
Después, él añade cuatro participios Dios en el versículo 7, digamos para resumirlo.
Arraigados, e incidentalmente los tiempos de los verbos aquí son importancia crítica, es
un participio perfecto, “habiendo sido arraigados.” Debido a que ya han sido arraigados en
Él, deben andar en Él. Ya han sido arraigados. Como un árbol con raíces profundas en la
tierra rica de donde obtiene su nutrición, así el cristiano está arraigado profundamente en
Cristo, la fuente de la vida y nutrición y crecimiento y fruto, entonces, siendo edificados,
es el presente, han sido arraigados y están siendo edificados conforme andan en Él, ahora
escuche, ahora digo esto, es sólo cuando usted hace lo que Cristo haría que usted crece.
¿Escuchó eso? Usted está siendo edificado conforme camina en Él. Cuando usted hace las
obras de la carne usted no está edificándose a sí mismo, ¿verdad? ¿Qué está haciendo?
Usted está destrozándose a sí mismo.
Entonces, usted es edificado cuando usted anda en Él, cuando usted lo obedece. La fuente
de eso, claro es la Palabra de Dios, Hechos 20:32, “os encomiendo a la palabra de Su
gracia, la cual tiene el poder para ¿qué? Sobre edificaros.” La palabra nos edifica. Judas 20,
él dice: “amados, edificándoos en vuestra santísima fe.” ¿Cómo es que usted se edifica? Al
conocer la Palabra de Dios, la voluntad de Dios y obedecerla. Y usted es edificado.
¿Cuál será el resultado? Usted estará establecido en la fe. Ese es un presente pasivo.
Usted se volverá establecido. Dios lo establecerá a usted. Usted anda en Él porque usted
está arraigado con Él y conforme usted anda en Él, usted está siendo edificado sólo en
términos de lo positivo cuando usted anda en Él. Y usted no es edificado en ningún otro
momento. Y cuando usted está andando en Él y siendo edificado, Dios lo establecerá a
usted de manera sólida en las cosas que se le han enseñado a usted. Y de pronto, usted
encontrará que esa información echa raíces en su vida.
Bueno, Dios quiere cristianos establecidos, sólidos, con raíces profundas, fuertes, que no
son empujados por la información falsa. Y aquí está cómo. Meta la Palabra a su mente. Y
él incidentalmente ha cerrado el círculo. Él regresa a ser establecido en la fe que se le ha
enseñado. Y de regreso aquí otra vez, comienza al alimentarse de la Palabra. Déjela
producir actividad. Esa actividad le dará una convicción estable. La convicción será que
Cristo es quien dijo ser; y después, puede reclamar todas Sus promesas y comenzar a
caminar paso por paso como Él anduvo. Y ahí es de donde vendrá su vida y conforme
usted ande en Él, será edificado. Y estará aún más establecido en la fe. Y después, hay una
cosa final. Una cosa final.
Fuertes en corazón, unidos en amor, estables en entendimiento, andando en Cristo y
finalmente, la respuesta a todo esto: abundando en gratitud. Al final del versículo 7, el
cuarto de esos participios y los acabamos de separar, porque es el único en la voz activa,
es una respuesta a los otros abundando con gratitud. Abundando en acciones de gracias.
¿Cuál debe ser la actitud de la vida de un cristiano? Gracias, gracias, gracias. Por las
riquezas que estoy disfrutando, por la vida que estoy viviendo, por el andar que estoy
andando. Gracias.
Padre, Te damos gracias por hacernos ricos. Gracias por el buen tipo de estudio que
hemos tenido esta noche, por el privilegio de aprender las cosas que tienes para nosotros.
Te doy gracias por el amor de esta congregación hacia Ti y hacia mí y por mi esposa y mi
familia. Gracias por cómo nos ha bendecido y nos has hecho ricos en Cristo. Ayúdanos a
estar firmes y agradecidos. Oramos en Su nombre. Amén.
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La iglesia es un cuerpo, parte 1


Escritura: Efesios 2:11–22

Código: GAV-49–8
John MacArthur
Vayamos a Efesios 2. Y esto va a ser una introducción, obviamente, a una porción muy
importante de las Escrituras. Efesios capítulo 2. Y necesito leérselo, comenzando en el
versículo 11: “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto
a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la
carne.
En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los
pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús,
vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de
Cristo.”
“Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared
intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades—o el odio— la ley de los
mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y
nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un
solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a
vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y
los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.”
“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y
miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio,
bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros
también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”.
Este es un texto de las Escrituras poderoso y de una importancia crítica. Pablo enfrenta un
problema muy, muy grande aquí en la iglesia, la iglesia del Nuevo Testamento, y ese es el
problema de la división entre judíos y gentiles. Ahora a nadie le sorprende encontrar
división en la iglesia. Eso es bastante común, siempre ha sido común, y está en plena
exhibición hoy, conforme todo tipo de ataques a la unidad de la iglesia se están llevando a
cabo, algunos de ellos bajo algún invento de rectitud, pero todos ellos esencialmente son
realmente pecaminosos. Todo lo que fractura, fragmenta y destroza a la iglesia es una
deshonra para el Señor mismo, quien es la cabeza de la iglesia.
Pero Pablo enfrentó eso, y todavía lo enfrentamos hoy. No es solo porque los seres
humanos tienen dificultades para llevarse bien, incluso aquellos que son salvos y
santificados. Es porque en el caso de Pablo, había un odio profundamente arraigado. Y los
dos componentes de ese odio eran los judíos y los gentiles, ellos se odiaban unos a otros.
Y esto se metió en la iglesia y tuvo que ser abordado. Pero para entenderlo, quiero que
regrese a —quizá le parezca un lugar poco raro—, pero quiero que regrese a Jonás, el libro
de Jonás. Podremos entender mejor a lo que se enfrenta Pablo si entendemos la historia
de Jonás.
Ahora todo el mundo conoce la historia de Jonás, pero ¿realmente comprenden el punto
de la historia? El libro de Jonás es la historia de un profeta desobediente que, al igual que
su nación, Israel, odiaba a los gentiles paganos. Ahora veamos eso desde el principio:
Israel odiaba a los gentiles. Los odiaban profundamente. Habían cultivado el odio
generacionalmente, y entonces estaba en la estructura, en la esencia de su ser.
Aquí hay un profeta que, junto con su nación, también odia a los gentiles. Y es llamado por
Dios para ir a una ciudad gentil, una de las grandes ciudades gentiles del mundo antiguo,
una de las grandes ciudades paganas, la ciudad de Nínive en Asiria. Este es el llamado que
Jonás recibe de Dios. Él rechaza el llamado y corre en la dirección opuesta. Todos
conocemos la historia; y el resto de la historia es una ballena de cuento.
Y después de un milagro monumental de supervivencia dentro del gran pez y ser vomitado
nuevamente en la tierra, Jonás finalmente va a Nínive; y él predica, llama a la ciudad al
arrepentimiento, y toda la ciudad de Nínive se arrepiente. Cuando toda la ciudad se
arrepiente, Jonás está enfurecido, está enojado, está asqueado, está decepcionado, está
deprimido. ¿Por qué? Porque Jonás no quería que los gentiles fueran liberados del juicio,
él quería que ellos sintieran toda la furia de la ira de Dios.
Así que, en caso de que usted se lo preguntaba, Jonás no es el héroe de la historia de
ninguna manera; él es el antihéroe. Jonás es el villano, Jonás es el villano. Él es el peor
ejemplo de un misionero en toda la Escritura. Entonces hay un punto, no sea un misionero
como Jonás. Pero ese realmente no es el punto principal. Jonás es un misionero de mal
corazón, que incluso después de una liberación increíblemente milagrosa está enojado
con Dios. Está enojado con Dios porque Dios fue misericordioso; porque, al igual que su
nación, él odia a los gentiles.
Ahora si usted está diciendo: “Bueno, ¿quiénes son los gentiles?”, Todos los no judíos.
Todos los no judíos entran en esa categoría. Entonces, si Jonás no es el héroe de esta
historia, ¿quién es el héroe? Hay un héroe en esta historia, pero el héroe de la historia es
Dios.
Dios es el héroe de la historia y Dios es muy diferente a Jonás. Dios ama y Dios envía un
predicador. Dios llama a los impíos a que se arrepientan, y luego Dios les muestra
misericordia y gracia, compasión y salvación, a pesar de que eran extremadamente
impíos.
Ahora está claro que Dios había elegido a Israel como Su pueblo. Sí, fueron escogidos
como Su pueblo para recibir la revelación divina: la ley y el resto del Antiguo Testamento.
También fueron una nación que recibió el sacerdocio, quienes entonces podrían ser
intermediarios con Dios del pueblo. Eran la nación que recibió a los profetas, quienes
hablarían al pueblo en nombre de Dios. Israel fue elegido como el escenario para el gran
drama de la redención. Ellos eran las personas con las que Dios vivía; vivió con ellos. Pero
todo eso no era un fin en sí mismo, sino solo un medio para alcanzar un fin. Todo eso fue
para que ellos pudieran ser una nación testigo para el resto del mundo: todos los gentiles.
Ellos fueron diseñados para ser una nación misionera.
Desde ahí atrás en el libro de Éxodo y en el capítulo 19, esto se presenta en términos
inconfundibles. Dios habla y le dice a Moisés: “Así dirás a la casa de Jacob y anunciarás a
los hijos de Israel” —esto está en el capítulo 19, versículo 3 de Éxodo— “Vosotros visteis
lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.’  ” En
otras palabras, Dios, a través de milagros, los sacó de Egipto a la Tierra Prometida. Ahora,
el versículo 5, “Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis
mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra”, estoy
reclamando toda la tierra, todas las naciones; “y vosotros me seréis un reino de
sacerdotes, y gente santa”.
En otras palabras, ustedes son una nación sacerdotal. ¿Y qué hace un sacerdote? Lleva a la
gente ante Dios; es un intermediario. Israel tenía la responsabilidad de ser un testigo de la
verdad, del único Dios vivo y verdadero. Debían decirles a las naciones que había un solo
Dios, como el Shemá en Deuteronomio 6, y que todos debían amar al Señor su Dios con
todo su corazón, alma, mente y fuerzas. Esa fue su razón para ser escogidos, para ser el
dominio de Dios, para recibir la ley de Dios, el sacerdocio y los profetas.
Pero Jonás refleja el hecho de que la nación de Israel no había aceptado totalmente la
responsabilidad de esa misión. Vea cómo comienza Jonás: “Vino palabra de Jehová a
Jonás”, capítulo 1, versículo 1, “hijo de Amitai, diciendo: Levántate, y ve a Nínive, aquella
gran ciudad, y pregona contra ella, porque ha subido su maldad delante de mí.” “La
palabra de Yahvé” —literalmente— “vino la palabra de Yahvé a Jonás”. Revelación de
Dios. Pero más que eso, esta es la Palabra de Yahweh. ¿Y quién es la Palabra de Yahvé? El
mismo en Juan 1 que creó todo, el Verbo que estaba con Dios, que era Dios, y por Él todo
fue hecho.
Entonces, Aquel que es el Creador es también Aquel que trae el llamado a Jonás. El que
por la palabra de su boca hizo los cielos es el que habla a Jonás. Este es un llamado divino:
“Jonás, ve y pregona contra esa ciudad”. Esto se debe a que Dios va a salvar a gentiles.
Si usted va hasta el final de la Biblia, en el séptimo capítulo de Apocalipsis verá una lista de
todas las naciones, al menos algunas naciones representativas, de las que Dios está
salvando a las personas a lo largo de la historia de la redención; y ve esa lista al final de la
Escritura. Dios está usando a su pueblo para alcanzar al mundo. Israel debía ser ese
instrumento nacional para traer la salvación a la nación. Así que aquí está Jonás, y se le
dice que vaya, y se le dice que pregone contra ellos por su maldad y los llame al
arrepentimiento.
Ahora Dios había llamado a muchos otros profetas para hablar un mensaje a otras
naciones. Abraham hizo eso, Moisés hizo eso; Elías lo hizo y Eliseo lo hizo; Jeremías lo hizo,
Ezequiel lo hizo, Daniel lo hizo y otros. Pero Jonás es el primero en ir. Todos los demás
profetas hablaron de otras naciones y a otras naciones de dondequiera que estuvieran
ubicados. No fueron a ninguna parte. Pero en el caso de Jonás, él tiene que ir al reino
despreciado de los gentiles; está llamado a ir.
Todo el drama se basa en el odio de Jonás hacia dicha misión. Él odia que Dios le esté
pidiendo que haga esto. ¿Por qué, porque es difícil? ¿Por qué, porque cree que podría ser
perseguido? No, vaya al capítulo 3, versículo 10: “Y vio Dios lo que hicieron, que se
convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no
lo hizo”. Ellos se arrepintieron.
De hecho, se arrepintieron; lo vemos ahí atrás en el versículo 3, capítulo 3: “Y se levantó
Jonás, y fue a Nínive, ciudad grande en extremo, de tres días de camino…y predicaba,” en
el versículo 4, “ ‘De aquí a cuarenta días, Nínive será destruida’ ”. Versículo 5, “Y los
hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el
mayor hasta el menor de ellos” hasta el rey. La ciudad entera esencialmente se arrepintió
y creyó en Dios.
¿Y cómo respondió Jonás? Vea el capítulo 4, versículo 1: “Pero Jonás se apesadumbró en
extremo, y se enojó”. Eso es tan extraño, ¿no es cierto? “Se enojó.” Y oró a Jehová y dijo:
Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra?’ “Sabía qué harías
esto; por eso no quise ir, porque no quiero que ningún gentil reciba Tu misericordia; no se
lo merecen”. “Porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y
de grande misericordia, y que te arrepientes del mal”. “Sabía que eras así. Sabía que Tú
salvarías a esa gente”.
Jonás está reflejando la actitud de la nación de Israel. Ellos no tenían ningún deseo de que
los gentiles se convirtieran. Los gentiles habían sido sus enemigos. Los gentiles habían
blasfemado a los enemigos de Dios. Y ellos habían sido fieles, los judíos, y ellos pensaban
que estaban protegiendo la persona de Dios y el honor de Dios al odiar a los blasfemos.
Ellos ciertamente no tenían deseo en absoluto de que Dios les mostrara la salvación.
Ahora escuche, esto no se trata de identidad étnica; algunas personas quieren traer eso a
la discusión. No se trata de identidad étnica. Ellos odiaban a todos los no judíos. No era el
origen étnico el problema, era religión, porque sólo había una religión verdadera, y todas
las demás religiones eran una religión falsa. Y pensaron que era noble de su parte odiar la
religión falsa, odiar a los blasfemos y ser celosos por la protección de Yahweh. Los judíos
pensaron: “Nos merecemos, merecemos la salvación. Nos la hemos ganado, nos la hemos
ganado; somos los hijos de Abraham”. Le dijeron eso a Jesús.
Y los gentiles no se lo ganaron, y especialmente los asirios, paganos miserables, impíos.
Jonás va a ellos tal vez alrededor del año 750 a. C. Treinta años después, más o menos, los
asirios, la siguiente generación después de la generación que creyó, Dios los usó como
instrumento de juicio y llevó a toda la nación de Israel, al Reino del Norte, a la cautividad,
de la cual nunca regresaron. Una generación después de este avivamiento, los asirios
volvió al paganismo, y Dios los usó como un instrumento de juicio contra los judíos en la
cautividad del 722 a. C. Y nunca más Israel regresó [como] el Reino del Norte.
Así que esta hostilidad que tenían hacia las naciones, las habían combatido. Las naciones
no solo habían blasfemado contra Dios, sino que también habían sido enemigas de Israel y
la sangre se había derramado casi continuamente. Su odio era muy profundo. Jonás los
odiaba, y él es simplemente un profeta tan malo, un profeta tan malo, que, a pesar de su
historia increíble, los judíos lo cancelaron, simplemente lo cancelaron de su historia.
¿Cómo sé eso? Porque en Juan 7, versículo 52, los judíos le dijeron a Jesús, que era de
Galilea: “Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta”. Le dijeron a Jesús:
“Dices que eres un profeta y eres de Galilea. Busca y ve que ningún profeta se levanta de
Galilea”. Espera un momento, Jonás era de Galilea. Pero él había sido eliminado de su
historia. Fue un profeta tan desastroso.
Esta animosidad entre judío y gentil fue de generación en generación en generación en
generación, y se manifestó en el Nuevo Testamento, se manifestó en el Nuevo
Testamento todavía con mucha fuerza. Apareció en la primera iglesia, al grado que, en el
Día de Pentecostés, cuando vino el Espíritu Santo y la iglesia fue comenzada por el poder
del Espíritu Santo, tres mil personas se convirtieron y hablaron en esos idiomas
extranjeros, y estaba la evidencia de la presencia del Espíritu en fuego, eso fue para los
judíos. Y los judíos, el Señor sabía, no serían capaces de aceptar el hecho de que eso se
haría alguna vez por los gentiles, incluso los judíos de la primera iglesia.
Entonces cuando los samaritanos llegaron a la fe en el capítulo 8, el Señor tuvo que repetir
lo que sucedió en Pentecostés, tener algunos apóstoles allí para ver que recibieron el
mismo Espíritu con las mismas señales y maravillas que lo acompañaron, porque nadie
creería, ninguno de los judíos. creería que los samaritanos serían aceptados en la iglesia. Y
en el capítulo 10 del libro de los Hechos, los gentiles se convierten, Cornelio, y el Espíritu
Santo no viene hasta que los apóstoles aparecen allí y ven exactamente el mismo
fenómeno, la venida del Espíritu Santo que vieron en Hechos 2, porque Dios estaba
diciendo: “Ustedes tienen que aceptar a los mestizos samaritanos, tienen que aceptar a
los gentiles; es una iglesia”.
Y de nuevo, esto no tiene que ver con reconciliación étnica, se trata de hostilidad religiosa.
La gente de la primera iglesia estaba luchando con esto; por eso Pablo escribió el texto
que le acabo de leer. “Ustedes tienen que entender, judíos y gentiles deben reunirse,
deben unirse”. En Gálatas, “No hay judío ni griego”. En Romanos capítulo 10, “No hay
judío ni griego. Tienen que unirse como uno”.
De hecho, la iglesia ha asumido la responsabilidad que Israel no cumplió. Escuche la Gran
Comisión en Mateo 28: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones”. “Id.” Este
es el Señor hablando a los discípulos y lanzándolos. Después de eso en Hechos 1: 8,
“cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Entonces hay una nueva comisión de la iglesia. Pero incluso la iglesia, la primera iglesia,
luchó con eso. Luchó con dejar entrar a los gentiles. Lucharon tanto que hubo un concilio
grande en la ciudad de Jerusalén para averiguar qué iban a hacer con los gentiles, porque
los gentiles se estaban convirtiendo bajo el ministerio de Pablo. Pablo en sus epístolas
aborda el hecho de que la iglesia es una, “Tienen que superar siglos y milenios de odio”.
En 1 Corintios 12:12 Pablo dijo esto: “Porque, así como el cuerpo es uno y tiene muchos
miembros”, el cuerpo físico, un cuerpo, muchas partes, todavía son “un cuerpo; así es
Cristo”. La iglesia es como el cuerpo que usted tiene: un cuerpo, muchas partes. En el
siguiente versículo, 1 Corintios 12:13, leemos: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos
bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio
a beber de un mismo Espíritu”. Cuatro veces en esos versículos, 1 Corintios 12:12 y 13,
aparece la palabra “cuerpo”. “Ustedes son todos uno. Todos somos traídos al cuerpo por
un solo Espíritu”.
Toda metáfora bíblica de la iglesia se enfoca básicamente en su unidad, enfatiza su
unidad. La iglesia, por ejemplo, es una novia con un marido. La iglesia es un rebaño con un
pastor. La iglesia es un conjunto de ramas con una sola vid. Es un reino con un Rey, una
familia con un Padre, un edificio con un fundamento, un cuerpo con una cabeza. No hay
clases, no hay distinciones étnicas, no hay jerarquía, no hay ovejas de listón azul; todos
somos uno.
Es por eso que Pablo estaba tan molesto con los Corintios en 1 Corintios 3. Él dice: “Ni
siquiera puedo escribirles, ya que ustedes están en la carne. No puedo escribirles como a
creyentes maduros, sino como a carnales, porque están tan fracturados: “Soy de Pablo.
Soy de Apolos. Soy de Cefas. Soy de Cristo. Esto no es más que carnalidad”. Y solo digo en
el sentido más amplio posible, cualquier cosa que ataca la unidad de la iglesia, es la carne.
No me importa la justificación que la gente crea que pueda tener.
Dios escogió al pueblo judío no para ser un fin, sino para ser el medio para el fin del
evangelismo mundial. Desde el día en que Dios llamó a Abraham, hizo una distinción entre
judíos y gentiles. Pero esa no es una distinción racial, esa es una distinción religiosa.
Aquellos que eran el pueblo de Dios y tenían la revelación de Dios necesitaban llegar al
resto del mundo.
Pero siempre iba a haber un problema potencial, porque Dios incorporó a la vida de Israel
ciertas restricciones que les impedían interactuar fácilmente con los gentiles. Tenían su
propia tierra y el Señor limpió gran parte de la idolatría. Tenían sus propias costumbres,
tenían sus propias fiestas, tenían sus propios festivales, tenían su propia adoración, tenían
su propia ropa, tenían sus propias leyes dietéticas. Y Dios hizo esto para protegerlos, para
aislarlos por el bien de su propia pureza, para separarlos.
Pero en lugar de que eso los mantuviera puros y luego estuvieran motivados a predicar la
verdad del Dios verdadero a las naciones que los rodeaban, cayeron en la soberbia carnal
y guardaron las leyes de Dios ceremonial y ritualmente, pero no moral y espiritualmente.
Y Jonás es una ilustración de cómo ellos veían a los gentiles. La soberbia carnal les había
permitido pensar en sí mismos como la nación favorecida por Dios y pensar que era
correcto, que era recto oralmente, odiar a los demás.
Tenían desprecio. El desprecio es asombroso; aquí hay algunas declaraciones que
encuentra en los escritos judíos: “Los gentiles son creados por Dios para ser combustible
para el fuego del infierno”. Aquí hay otra: “Dios amó solo a Israel de todas las naciones
que hizo”. Aquí hay otra: “No es lícito ayudar a una madre gentil en la hora del parto,
porque eso sería traer a otro gentil al mundo”. Entonces, incluso cuando el Señor Jesús
viene, ese tipo de hostilidad despectiva es muy fuerte.
E incluso en Juan 4, usted recuerda la declaración: “Los judíos no tienen tratos con los
samaritanos”, y ni siquiera eran completamente gentiles, eran mestizos. Pero la barrera
estaba establecida y era firme. Si una niña judía quería casarse con un niño gentil, o
viceversa, la familia tenía un funeral, no una boda, porque casarse con un gentil era el
equivalente a la muerte. Entonces los judíos tenían esa animosidad hacia los gentiles. Y,
por cierto, los gentiles la devolvieron. Los gentiles veían a los judíos como material de
esclavos: los perseguían, los oprimían, los mataban, como ustedes saben. Llamaron a los
judíos enemigos de la raza humana; y ese epíteto duró hasta la era de Adolfo Hitler.
Pero regrese al Nuevo Testamento. Usted puede escuchar el desprecio en la voz de Pilato.
Pilato es un gobernador romano. Escuche el desprecio en su voz cuando dice:
“Seguramente no soy judío, ¿verdad?” Despectivo. Incluso a lo largo de los siglos,
podemos escuchar el eco de los dueños de la esclava de Filipos anunciando alborotadores
con estas palabras, hablando de Pablo y Silas: “Estos hombres, siendo judíos, perturban en
gran manera nuestra ciudad”. Odio muy arraigado. Y rastros de esa amargura y rastros de
esa división todavía están con nosotros hoy en día en lo que se conoce como
antisemitismo, ¿verdad? Ha existido por mucho tiempo. Entonces, si desea abordar un
gran problema en la iglesia de Jesucristo a medida de que comienza, debe usted deshacer
siglos de animosidad entre judíos y gentiles, porque Dios va a salvar a ambos, y juntos
constituirán Su iglesia.
En Hechos capítulo 15, cuando se reunió el Concilio de Jerusalén, Pablo y Silas habían
regresado de un viaje misionero, y los gentiles se habían convertido, y los líderes judíos en
Jerusalén dijeron: “¿Qué vamos a hacer con ellos? ¿Qué vamos a hacer con los gentiles
convertidos? “Y tuvieron una gran discusión: “Bueno, ¿los convertimos primero en judíos?
¿Tienes que ser judío, necesitamos judaizarlos? ¿Tienes que convertirte en un prosélito
del judaísmo antes de poder recibir la salvación? “Y el Concilio de Jerusalén y Santiago,
quien habla de ese tema, dice: “Absolutamente no. Tienen que aceptarlos”.
Pablo escribe a los Romanos en el capítulo 15 y dice: “Miren, ustedes los cristianos van a
tener que entender esto. Algunas personas consideran el día de reposo y otras no.
Algunas personas respetan las leyes dietéticas y otras no. Este es un problema de
conciencia basado en su pasado, pero no puede usarse para dividir a la iglesia “. Este fue
un problema enorme. Incluso Pedro fue víctima de ello, ¿se acuerda de eso, Gálatas
capítulo 2? Pedro se enredó en la hipocresía, sintiéndose muy cómodo por estar con los
gentiles, hasta que se aparecieron algunos creyentes judíos, y luego se apresuró a actuar
como si fuera anti-gentil; y Pedro tuvo que ser reprendido por Pablo. Así que al final
mismo del ministerio de Pablo, le estaba predicando la unidad, la unidad, la unidad en
Cristo. Y ese es su mensaje.
Mire, no llegué al texto, pero sí quiero hacer un comentario o dos, así que vaya ahí, solo
para preparar el escenario para la próxima vez. Permítanme recordarle, en el versículo 11,
donde Pablo dice: “en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, que son
llamados ‘incircuncisión’ ”. ¿Quién llamó a los gentiles “incircuncisión”? Los judíos:
“Incircuncisión, incircuncisión”. Eso fue algo peyorativo. ¿Y qué devolvieron los judíos? De
los gentiles decían: “Incircuncisión, incircuncisión”, y los gentiles decían: “Circuncisión,
circuncisión”. ¿Qué están haciendo?
Versículo 13, “En Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos”, es decir, los
gentiles, “han sido acercados por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de
ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su
carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear
en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz
reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.”
Hermosas palabras, ¿no es cierto? Hermoso lenguaje. Así que todos somos uno, todos
somos uno. Y tenemos esta responsabilidad increíblemente importante de proteger eso.
Allá en el capítulo 4, versículo 13; 4, versículo 13. El objetivo que Pablo identifica aquí es
que “todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” O el versículo 15: “Debemos
crecer en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien
concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la
actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose—aquí está
la clave—en amor”. La unidad es el resultado ¿de qué? Amor. Amor.
Entonces, en este texto que veremos la próxima semana, Pablo dice: “Estoy de acuerdo.
Los gentiles estaban alejados, separados de Cristo”, versículo 12, “alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el
mundo”. Pero eso ya no es cierto porque se han acercado en Cristo. Todos somos uno.
Pablo estaba tratando de resolver la animosidad más duradera y arraigada
profundamente en la historia bíblica, pero él nunca se rindió porque él sabía que era lo
correcto.
Cualquier otra causa menor de división debe ser confrontada de la misma manera con el
mismo llamado implacable a la unidad. Esa unidad obviamente gira en torno a la verdad
doctrinal, pero sigue siendo una lucha, sigue siendo una lucha, porque la gente puede
llegar a ser divisiva. El Señor ora por la unidad de su iglesia; y ese era un objetivo
apostólico principal, y lo es también para nosotros hoy.
Padre, estamos agradecidos de que nos has reunido en un solo cuerpo. Te agradecemos
porque no hay judío ni griego, no hay varón ni mujer, no hay esclavo ni libre; todos somos
uno en Ti. Esa unidad se celebra en el vínculo perfecto de unidad, que es la paz que
proviene de amarse unos a otros. Oramos, Señor, para que podamos tener ese tipo de
amor extenso del que habló Pedro, donde lleguemos tan lejos como podamos para
abrazar a aquellos que están en Cristo, donde no permitamos que nada nos divida. Vemos
tantas experiencias carnales, divisivas, hostiles y odiosas en las iglesias. Señor, protégenos
de eso.
Que te amemos con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas, y amemos a los demás
como a nosotros mismos. Que no busquemos nuestras propias cosas, sino las de los
demás, y tengamos la mente que Tú tuviste, que te humilló hasta la muerte en la cruz por
nosotros. “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. Y
que tengamos ese tipo de amor. Que seamos conocidos por nuestro amor porque esa es
la demostración ejemplar más verdadera de salvación.
Aumenta nuestro amor más y más. Protégenos de cualquier discordia, división. Que nos
amemos unos a otros, que nos abracemos unos a otros, en la verdad, con convicción, al
mismo tiempo que demos lugar para la conciencia sobre esas cosas que no son cuestiones
bíblicas. Y que en todas las cosas demostremos amor, para que podamos demostrar,
exhibir el poder del evangelio, que cuando es verdaderamente proclamado y vivido,
define a un grupo de personas por su unidad y su amor. Y ese es nuestro deseo. Continúa
guiándonos conforme vivimos en este mundo en un tiempo de juicio. Danos sabiduría,
danos gozo, danos la oportunidad de proclamar el evangelio glorioso de Cristo. Y pedimos
estas cosas en Su nombre. Amén.
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La iglesia es un cuerpo, 2ª parte


Escritura: Efesios 2:11–22

Código: GAV-49–9
John MacArthur
Ahora esta mañana conforme llegamos al segundo capítulo de Efesios, le leí el capítulo,
pero solo estamos viendo desde el versículo 11 hasta el 22. Y eso es mucho, entonces solo
le voy a dar un panorama. Pero incluso antes de que lleguemos a eso, solo quiero decir al
principio lo que está en mi corazón.
Creo que la iglesia recibe mucho abuso, y no estoy hablando de un edificio, sino que estoy
hablando de la iglesia verdadera. Creo que es fácil ver a la iglesia como si fuera una
institución humana y no ver la iglesia por lo que realmente es, es la casa de Dios. Es donde
Dios vive—el Dios Trino vive, habita Su iglesia verdadera. Y creo que nos colocamos en
peligro si no entendemos de manera plena eso porque la manera en la que tratamos a la
iglesia es como tratamos la casa de Dios donde Dios vive. Y no estoy hablando de un
edificio.
No creo que ninguno de ustedes, o ninguna otra persona que es un creyente verdadero en
una iglesia, querría dañar las instalaciones de una iglesia, eso es bastante raro. Podría ser
hecho por aquellos que odian a la iglesia, pero no aquellos que aman a la iglesia. Y aunque
no la dañaríamos de alguna manera visible, la iglesia sufre mucho daño en ataques que
quizás no sean tan visibles, pero incluso son más peligrosos y mortales.
Entonces lo que Pablo quiere que veamos en el pasaje frente a nosotros en este mañana
es lo sagrado que es la iglesia—y estoy hablando de la iglesia viviente de Cristo, el pueblo
de Dios. Usted recuerda que Jesús dijo que sería mejor para una persona que se ahogara
en las profundidades del mar que ofender a una persona “que cree en Mí”. Ofender a otro
creyente es ofender la casa de Dios. Creo que necesitamos entender eso de una manera
fresca, y Pablo nos va a ayudar con eso.
Pero quiero comenzar de regreso en Segundo de Crónicas, lo cual está a una distancia
larga de Efesios. Pero en Segundo de Crónicas tenemos el relato de Salomón, quien desea
construir un templo para Dios como también un palacio para él mismo. Y el segundo
capítulo abre con esto: “Determinó, pues, Salomón edificar casa al nombre de Jehová, y
casa para su reino. Y designó Salomón setenta mil hombres que llevasen cargas, y ochenta
mil hombres que cortasen en los montes, y tres mil seiscientos que los vigilasen.”
“Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi
padre, enviándole cedros para que edificara para sí casa en que morase. He aquí, yo tengo
que edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso
aromático delante de él, y para la colocación continua de los panes de la proposición, y
para holocaustos a mañana y tarde, en los días de reposo, nuevas lunas, y festividades de
Jehová nuestro Dios; lo cual ha de ser perpetuo en Israel. Y la casa que tengo que edificar,
ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses.”
Y después él tiene este momento de realidad en el versículo 6: “Mas ¿quién será capaz de
edificarle casa, siendo que los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo?
¿Quién, pues, soy yo, para que le edifique casa?” Cuando él acabó este templo allá en el
sexto capítulo, Salomón tuvo una dedicación. Y él tuvo la misma respuesta, capítulo 6,
versículo 18. Después de dedicar este gran templo, él dijo, “Mas ¿es verdad que Dios
habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te
pueden contener, ¿cuánto menos esta casa que he edificado?” Él reconoce que Dios es
infinito y realmente no puede ser contenido en una casa.
Entonces ¿en dónde quiere habitar Dios? Si Él desciende a la tierra, ¿en dónde preferiría
estar Él? Isaías el profeta escribe esto en el capítulo 66: “Jehová dijo así: El cielo es mi
trono, y la tierra estrado de mis pies, ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y
dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas
fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel—aquí es donde Dios quiere habitar—aquel que
es pobre y humilde de espíritu y que tiembla a mi palabra”. Ahí es donde Dios quiere
habitar. Él quiere un hogar en el corazón. Él quiere un hogar en el corazón de aquellos que
son humildes, penitentes, y obedientes a Su Palabra.
Usted regresa al Antiguo Testamento, y Dios descendió al huerto con Adán. Y después Su
presencia descendió en el Tabernáculo conforme Israel estaba en el desierto. Y después
Su presencia descendió en el Templo cuando el primer templo fue construido. Y Dios
estaba permaneciendo con el pueblo de una manera simbólica por la gloria shekinah que
apareció en el huerto y en el Tabernáculo y en el Templo.
Pero el profeta Ezequiel ve una escena, debido a la desobediencia de la nación Israel, en
donde Dios parte, y de pronto la gloria de Dios sale del Templo, arriba y encima del
Templo, y cruza el valle y hasta las montañas, y Dios se fue, e “Icabod” es escrito en Israel.
Pero Dios regresó; Él regresó en la persona de Jesucristo. Juan 1:14, “Y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad”. Él era la gloria de Dios
que regresó. Dios estaba viviendo en Cristo.
¿Pero qué hay acerca de ahora? ¿En dónde está el hogar de Dios? ¿Dónde vive Él? La
respuesta simple a eso es que Él vive en Su pueblo redimido, la iglesia. El Nuevo
Testamento lo dice claramente. Hebreos capítulo 3, versículo 6 dice que aquellos que
retienen firme en fe en el evangelio son la casa de Dios, gobernados por Su Hijo. Hebreos
10:21 dice que el Señor Jesús es el “gran sacerdote sobre la casa de Dios”, la cual es la
iglesia. Primera de Timoteo 3, la casa de Dios es llamada “la iglesia del Dios viviente”.
Y el apóstol Pablo, escribiendo a los corintios, usó los pronombres plurales cuando él dijo
esto: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros”
colectivamente? Él dijo, “Porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. En su
segunda carta él dijo, “Somos templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré en ellos”.
Primera de Corintios 6:19, ese conocido versículo, “vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros.” El cuerpo de Cristo, la iglesia, es donde Dios vive. Juan
dice en 1 de Juan 4:15, Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios
permanece en él”. Entonces Dios vive en todo creyente individual y, claro colectivamente,
Él vive en Su iglesia.
Ahora con eso, quiero llevarlo a Efesios capítulo 2. Pero antes de que veamos el capítulo 2,
el versículo final del capítulo 1 es muy importante. Cristo es identificado como el que fue
resucitado de los muertos, en el versículo 20, el que ahora está sentado a la diestra de
Dios, “sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se
nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero”. Cristo es el que ha sometido
todo bajo Sus pies. Cristo es el que es cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, y después
versículo 23, la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en
todo”.
La realidad distintiva de la iglesia verdadera de Jesucristo es que Cristo vive en Su iglesia.
Pablo dice en el capítulo 3 de Efesios, versículo 17, que Cristo vive en nosotros por fe.
Entonces como individuos poseemos el Espíritu de Cristo. “Y si alguno no tiene el Espíritu
de Cristo, no pertenece a Cristo”. Romanos 8 dice.
Pero colectivamente somos la casa de Dios, y ese es el punto que Pablo está presentando
en el capítulo 2 en nuestro texto, versículos 11 al 22, el cual solo vamos a ver de manera
panorámica. Pero observe el versículo 22, ustedes están siendo juntamente edificados
para morada de Dios, ustedes están siendo juntamente edificados para morada de Dios.
Ustedes son la casa de Dios. Esta unión que tenemos con Cristo, y como consecuencia
unos con otros, forma el santuario donde Dios vive. Y de nuevo, no estoy hablando de un
edificio, estoy hablando del pueblo colectivo de Dios en quien el Espíritu de Dios vive, en
quien Cristo vive, y en quien el Padre ha establecido Su hogar.
Esta es la iglesia. Es la casa de Dios. Y lo vuelvo a decir, no es probable que alguien que es
un creyente verdadero quiera dañar la propiedad que la iglesia posee, pero con qué
rapidez la gente daña la casa de Dios de una manera espiritual. La iglesia verdadera de
Dios, el santuario del Espíritu Santo, realmente es el—es el ojo de la tormenta, es el lugar
de calma de rectitud moral en medio del desastre impío.
El mensaje del apóstol Pablo aquí es la unidad de la iglesia, comenzando en el versículo 11
hasta el versículo 22. Él está llamando a que el judío y el gentil se unan. Y como vimos la
última vez, esto no fue fácil porque tenían siglos y milenios de hostilidad entre judíos y
gentiles—no definidos étnicamente, pero definidos religiosamente. Los judíos eran los
creyentes en el Dios verdadero, y los gentiles eran los blasfemos que rechazaban al Dios
verdadero. Ellos sabían que todo el mundo de gentiles violaba el primer mandamiento,
“Amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma, mente, y fuerzas”. Sabían que el mundo
gentil violaba el Shemá: que Dios es uno; que solo hay un Dios, y que es el único Dios vivo
y verdadero.
Entonces vieron al mundo gentil como blasfemos. Dios los había escogido a ellos y les
había dado Su ley y Su Palabra y Sus profetas y Sus sacerdotes y Sus bendiciones—no
como un fin en sí mismo, sino como un medio para un fin, para que ellos, habiendo
conocido al Dios verdadero como se reveló a Sí mismo a ellos, pudieran entonces
declararlo al mundo. Fueron escogidos como una nación misionera. Pero como sabemos,
en lugar de ser compasivos hacia las naciones que los rodeaban, fueron odiosos y hostiles.
Y a lo largo de los siglos los judíos y los gentiles se odiaron entre sí. Y era mutuo, como lo
señalamos la última vez; no voy a regresar a eso. Debido a que los judíos habían
rechazado a los gentiles, los gentiles respondieron y rechazaron a los judíos.
Ahora el apóstol Pablo tiene que tratar con esto, porque desde el Día de Pentecostés,
usted recordará que, en el Día de Pentecostés, en Hechos 2, tres mil judíos se convirtieron
a Cristo. Unos cuantos días más tarde cinco mil hombres más se convirtieron a Cristo. Y
usted probablemente tiene veinte a veinticinco mil personas que están establecidas como
la iglesia original, pero no son gentiles. Esto en cierta manera encaja con la expectativa
judía de que cuando el Mesías viniera y trajera salvación, vendría a los judíos y no a los
gentiles, y Él elevaría a los judíos a un lugar de prominencia en el mundo, y Él destruiría a
todos los blasfemos y a todos los gentiles.
Pero eso no es lo que pasó. En el libro de los Hechos tenemos la historia de un hombre
llamado Saulo, que perseguía cristianos—cristianos judíos. El Señor lo salva en el Camino a
Damasco y lo llama a llevar el evangelio, de todas las personas, a los gentiles. Y él va a los
gentiles en su primer viaje misionero; y a donde él va, el evangelio va; y a dónde va el
evangelio, Dios salva a gentiles. Y eventualmente él tiene que regresar, y él tiene que darle
un reporte a los judíos y a los líderes de la iglesia en Jerusalén, y es en Hechos 15 que esa
ocasión es descrita; y le voy a contar la historia simplemente al leer una parte de Hechos
15.
Versículo 1: algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis
conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Eso es bastante directo. Los gentiles no
pueden ser salvos. Pueden ser circuncidados y después salvos; en otras palabras, por lo
menos usted tiene que ser prosélito del judaísmo antes de que pueda encontrar una
puerta al reino de la salvación. Estaban tratando de imponerles las leyes no morales, no
espirituales, las tradiciones del judaísmo—lo externo.
“Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se
dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles
y ancianos, para tratar esta cuestión”. Esta era una cuestión tan importante—aceptar a
gentiles como parte del reino de Dios, parte de la iglesia de Jesucristo—no la pudieron
resolver ni siquiera en una discusión con Pablo y Bernabé; tuvo que ir a Jerusalén.
“Ellos pues habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria,
contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos”. La
gente en general estaba contenta por esto. “Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la
iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con
ellos. Pero algunos de la secta de los fariseos, estos son los legalistas, que habían creído,
se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de
Moisés”. No pueden ir del judaísmo al reino, no pueden ir de la religión gentil al reino,
tienen que pasar por el judaísmo.
Entonces el versículo 6 dice, “Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de
este asunto. Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones
hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles
oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen”—y él está hablando del primer
convertido gentil, atrás en el capítulo 10 cuando él fue a predicar el evangelio al centurión
llamado Cornelio.
“Y Dios, versículo 8, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu
Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos,
purificando por la fe sus corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre
la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido
llevar?” Ni siquiera nosotros hemos podido llevar todos estos detalles externos, ¿por qué
imponérselos? Versículo 11, Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos
salvos, de igual modo que ellos”—solo hay un camino de salvación para el judío y el gentil.
“Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán
grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles”.
Los judíos tenían tanta animosidad hacia los gentiles que esto creó hostilidad terrible a lo
largo de la historia, e incluso en la iglesia. Esta es hostilidad del tipo más épico porque es
la acumulación de milenios de odio. Y el apóstol Pablo y los predicadores del Nuevo
Testamento tuvieron que tratar con ella; y entonces Pablo trata con ella.
Vea el versículo 11. Ahora él le está hablando a los gentiles, y él va a decir, “Sé que los
judíos lo han hecho difícil para ustedes; no quiero que les devuelvan eso, ¿muy bien? No
quiero que su hostilidad les sea devuelta a ellos; esto tiene que terminar. “Por tanto,
acordaos, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne,
erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.”
Acordaos, “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos
a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo”. Antes de que ustedes
dividan a la iglesia al enojarse contra los judíos, recuerden el foso del que fueron
sacados”.
Digo, esta es una buena exhortación para todos nosotros. Antes de que se vuelvan
divisivos en la iglesia por cualquier cosa, ciertamente cualquier asunto racial, más vale que
recuerden el foso del que ustedes han sido sacados. El hecho de que ustedes incluso están
en la iglesia es la obra de Dios. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús”.
Usted podría decir que la hostilidad se había reducido a sí misma a una palabra, a un
epíteto que un judío podía aventarle a un gentil y un gentil podría devolvérselo a un judío
en el versículo 11, ustedes eran llamados incircuncisión. Así les gustaba a los judíos llamar
a los gentiles como un término peyorativo: Tú gentil incircunciso. Tenían en cierta manera
un buen texto del Antiguo Testamento para apoyar ese tipo de palabras, porque cuando
David salió a pelear contra Goliat en 1o. de Samuel 17, ¿se acuerda lo que David dijo?
“¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios
viviente?” Tenía que incluir el adjetivo “incircunciso” ahí. Eso simplemente era una
manera desagradable de identificar a un gentil—aunque los gentiles llamaban a los judíos
“circuncidados”, y los reducían a eso.
Esto es insultos acerca de la presencia o ausencia de una señal quirúrgica. Usted podría
decir, Bueno, ¿para qué era la circuncisión? Tenía dos funciones. Una era simbólica. La
circuncisión era el símbolo de Dios del hecho de que la gente es pecaminosa, y son
pecaminosas a un nivel tan profundo que solo pueden transmitir pecado a la generación
subsecuente. Nada define la profundidad y la amplitud y altura y longitud de la
pecaminosidad humana como procrear hijos.
Adivine qué, usted podría pensar que es usted es una buena persona—usted solo va a
producir pecadores pequeños. La circuncisión era una manera de identificar el hecho de
que el pecado estaba incrustado tan profundamente en la vida humana que lo único que
los pecadores podían hacer era producir más pecadores; y necesitaba que se les hiciera
una cirugía en el corazón debido a ese pecado. Pero la circuncisión también tenía una
segunda función en el judaísmo, y era una manera de proteger al pueblo judío de muchas
enfermedades que eran transmitidas por personas no circuncidadas.
Entonces Dios estaba preservando a Su pueblo para el cumplimiento de Su plan y
promesa.
Pero eso se volvió el epíteto que era usado por judío y gentil, para reducir la hostilidad de
ellos a insultos. Y Pablo dice incluso la circuncisión, dice él, no es nada. Versículo 11, dice
es hecha con mano en la carne. Solo es un símbolo externo. Y después a los gentiles él
dice, “Mientras que ustedes podrían ser tentados a usar este epíteto, o podrían ser
tentados a ser hostiles hacia los gentiles, y él le está hablando a la iglesia, podrían ser
tentados a ser hostiles hacia los creyentes gentiles. Y los creyentes gentiles podrían ser
tentados a ser hostiles hacia los creyentes judíos”, porque esa hostilidad estaba tan
incrustada por tanto tiempo. “Ustedes gentiles necesitan aceptar que no van a hacer eso”.
¿Cómo hace usted eso? Versículo 12, al recordar que “en aquel tiempo”, ustedes en el
pasado, estaban no solo lo que dijo en el versículo 1, estaban muertos en delitos y
pecados, no solo anduvieron siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe
de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, no solo
viviendo en los deseos de nuestra carne y los pensamientos, no solo hijos de ira. Sino que
en aquel tiempo estabais sin Cristo. Sin Cristo, separados de Cristo, alejados de la
ciudadanía de Israel. Básicamente ustedes estaban sin estado. Eran refugiados, ajenos a
los pactos de la promesa. Ustedes no tenían pactos; no tenían promesas de Dios. Ustedes
estaban sin esperanza—ustedes no tenían esperanza futura, y estaban sin Dios. Ustedes
tenían muchos dioses, pero no tenían Dios.
Entonces lo que él está diciendo en la base de esto es un argumento muy profundo: si
ustedes van a causar división en una iglesia, quizás necesitan recordar de qué vinieron.
Antes de que adopten una postura soberbia y dañen el santuario del Dios vivo, y dañen a
Su iglesia redimida, quizás deberían recordar lo que eran: Sin Cristo.
Salidos del paganismo no había salvador, no había mesías. Esto es religión del mundo;
esto es idolatría antigua. Sin esperanza mesiánica, sin libertador, sin salvador. No hay
salvador en el islam. Piénselo. No hay redentor en el islam—millones de personas sin
redentor. Los judíos, ellos vivían en una realidad lineal. Todo estaba avanzando por la
línea hasta la llegada del Salvador, el Mesías. El resto de la gente en el paganismo antiguo
vivía en una perspectiva cíclica de la vida.
Ellos no tenían salvador, adoraban ídolos que no existían. Los estoicos tenían la noción de
que de alguna manera hay un fuego que aprieta el botón de inicio. y el ciclo de la vida
vuelve a comenzar. La vida, para la gente de la antigüedad era una caminadora, usted
sigue caminando, pero nunca va más allá del lugar donde usted comenzó. Pero para los
judíos había historia lineal; se estaba moviendo hacia la llegada del Mesías. Los gentiles no
tenían dicha esperanza.
Y, en segundo lugar, no tenían estado. Estaban excluidos de la ciudadanía de un pueblo
que era bendito. Israel era bendito: “A vosotros solamente he conocido o escogido de
toda la tierra”, Dios dice en Amós 3:2. En Isaías 63 hay una porción maravillosa de la
Escritura que habla de la bendición única que Dios le ha dado a Israel. Isaías 63:7, “De las
misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo
que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les
ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades.”
Versículo 8, “Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son.” Y fue su Salvador. En toda angustia
de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los
redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad”. De Egipto a la tierra
prometida. Liberación continua, aunque se rebelaron y entristecieron a Su Espíritu Santo.
Y Pablo dice en Romanos 9 que se les dio la ley y los profetas y los pactos y el Mesías.
Significaba todo ser parte del reino de Israel; ese era el lugar donde Dios había derramado
Su revelación divina.
Los gentiles no tenían estado, no tenían pactos, eran ajenos a los pactos de la promesa—
¿qué significa eso? Que a los judíos se les había dado el pacto de Moisés y el pacto dado a
David. Se les había entregado un Nuevo Pacto que vino a los profetas, un pacto de
salvación. Dios había hecho promesas sorprendentes a Israel, promesas que estarían en la
tierra algún día, promesas de salvación nacional, promesas de un reino—y todos los
elementos y características de ese reino están presentados por los profetas. Los gentiles
no tenían nada de eso: no había salvador, no había favor especial como nación, no había
promesas de Dios.
Después él dice, “sin esperanza”. Ustedes no tienen esperanza. No hay nada a lo que se
puedan aferrar que diga que para ustedes viene un futuro mejor. La esperanza está
basada en promesa creíble de alguien que puede cumplir. En el día de Pablo, el mundo
gentil creía que no había futuro para el cuerpo, el cual solo es la cárcel para el alma; y en
la muerte y el respiro final, o por una herida abierta, el alma se iba al Hades, en donde los
muertos se lamentaban por su existencia sin consuelo.
Uno de los escritores, Theognis, dijo, “Me regocijo y disfruto en mi juventud—y quiso
decir eso en un sentido inmoral—me regocijo y disfruto en mi juventud. Será bastante que
estaré debajo de la tierra, desposeído de vida, sin voz como piedra, y dejaré la luz del sol
que amaba, a pesar de que soy un buen hombre, y no veré nada más”, simplemente sin
esperanza. Los himnos homéricos incluyen a las musas cantando del regalo sin muerte de
los dioses, y las tristezas de los hombres que, a diferencia de los dioses, vivirán en la nada.
Nada de esperanza. Y finalmente, sin Dios: Tienen muchos dioses, pero ningún Dios
verdadero.
Ahora mire, si usted es un creyente, usted ahora tiene un Salvador, un Mesías. Usted tiene
un reino al cual usted pertenece—el reino de Él. Usted tiene promesas, usted tiene
esperanza, y usted tiene a Dios. Y lo que él les está diciendo es, “Miren, la iglesia es la
unión de judío y gentil en uno”. Ustedes necesitan recordar, antes de que dañen esa
unidad, la gracia de Dios que lo recogió a ustedes y los sacó del estado en el que estaban,
al reino santo de Dios.
Entonces usted ve en los versículos 11 y 12 el alejamiento. Pero el versículo 13 hace un
gran cambio, un cambio muy grande: “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro
tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo—la sangre de
Cristo los acercó.” Lejos era como se hacía referencia a los gentiles porque Jerusalén
estaba donde el Templo estaba, y los judíos estaban en Israel y cerca de Jerusalén. Se
hablaba de ellos en el Antiguo Testamento como estando cercanos; y se hablaba de los
gentiles como estando alejados, alejados.
Y entonces Pablo les dice, “No hay lugar para la hostilidad hacia os judíos, aunque los
persiguieron a ustedes, o, aunque fueron hostiles hacia ustedes en el pasado, porque
ahora han sido hechos cercanos. Ya no están lejos”. Eso lenguaje del Antiguo Testamento:
“Habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”. Esa es una realidad increíblemente
importante.
Versículo 14, “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la
pared intermedia de separación”. Ya no hay nada que nos separe. Y, por cierto, el templo
judío era un lugar de separación. Había un patio de los gentiles y un patio de las mujeres,
después estaba el patio de los sacerdotes, y después estaba el patio interior donde se
hacían los sacrificios, y después estaba el Lugar Santo, y después estaba el Lugar
santísimo. Y todo estaba separado por paredes.
Y el único lugar al que los gentiles podían ir era el patio de los gentiles, en el perímetro
lejano afuera, y que un gentil se acercara más que eso era algo serio. Encontramos eso en
Hechos 21, cuando Pablo fue acusado de traer a Trófimo, quien era un gentil, más allá de
la pared. Entonces los judíos todavía estaban jugando con tratar de mantener afuera a los
gentiles, aunque eran uno en Cristo. Y Pablo está diciendo, “Los judíos no deberían estar
haciendo eso, pero tampoco ustedes gentiles deberían seguir con esa hostilidad y
devolverla”.
Hay una historia maravillosa en Francia en la Segunda Guerra Mundial. Algunos de
nuestros soldados estadounidenses tenían un amigo que había sido matado. Y vieron un
cementerio local, y entonces querían enterrarlo en ese cementerio local. Se detuvieron
junto a la iglesia, y hablaron con el sacerdote, y dijeron, ¿Podemos enterrar a nuestro
amigo aquí? El sacerdote dijo, ¿Es católico? y ellos dijeron, No, él no es católico. Entonces
el sacerdote dijo, No, él no puede ser enterrado aquí.
Bueno a pesar de lo desanimados que estaban esos soldados, dieron el siguiente paso de
lo que podían hacer—ellos encontraron un lugar justo afuera de la reja del cementerio, y
lo enterraron ahí. A la mañana siguiente regresaron para rendir su homenaje final, y no
pudieron encontrar la tumba. Encontraron al sacerdote y dijeron, Enterramos a nuestro
amigo justo afuera de la reja, no podemos encontrar la tumba. El sacerdote dijo, Bueno,
en la primera parte de la noche me quedé despierto, lamentando lo que les dije; la
segunda parte la pasé moviendo la reja”. Cristo movió la reja. Él siempre mueve la reja
para incluir a todos los que son de Él.
El lejos de pronto se volvió cercano. La iglesia es una. Esta es nuestra identidad en Cristo.
Olviden las identidades étnicas, olviden cualquier otra identidad; Cristo hizo esto. En ese
sentido, versículo 14, Él es nuestra paz. Él es el que trajo paz. ¿Qué quieres decir con que
Él es nuestra paz? ¿Cómo puede una persona ser paz? Porque Él es el que proveyó el
sacrificio por el pecado que nos trajo a Él mismo, y lo proveyó para judío y gentil.
Cuando un judío cree en el Señor Jesucristo, él pierde su distinción nacional. Cuando un
gentil cree en el Señor Jesucristo, él pierde su identidad étnica. Y todos somos uno en
Cristo, ¿verdad? Todos somos bendecidos, y Cristo es nuestra paz. de ambos pueblos,
versículo 14, hizo uno, derribando la pared intermedia de separación. Él derribó todas
esas paredes que separaban, tan simbólico en el Templo.
Pero había más. ¿Cómo lo hizo, cómo es que Él hizo dos grupos en uno? Derribando la
pared intermedia de separación, y versículo 15, aboliendo en su carne las enemistades. Él
abolió el odio, eso es lo que enemistades significa—usado otra vez al final del versículo 16.
Lo que causó la hostilidad fue la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, no
ley moral. La ley moral nunca cambia. La ley espiritual nunca cambia. Pero fueron todos
esos aspectos externos que una vez fueron dados por Dios para mantener a Israel
apartada, para que no pudieran interactuar fácilmente con los paganos y después se
contaminaran—cuando debían estar apartados, santificados como un testimonio del Dios
verdadero, y evangelizar a las naciones desde el punto de visto de un testimonio no
corrupto.
Pero Israel había fracasado en cumplir su misión, y ahora Dios estaba formando un pueblo
nuevo. Y ya no habría más identificadores externos, iban a ser aquellos que están en
Cristo, fueran judío o gentil. Entonces la abolición de todas las distinciones judías externas
—y los dos son un nuevo hombre. Cristo es nuestra paz, versículo 15. Cristo establece la
paz. Y después en el versículo 17, Él vino y anunció paz. El versículo 16 dice que mediante
la cruz Él reconcilió con Dios a ambos en un solo cuerpo, y después, matando en ella las
enemistades.
Esta es la barrera humana más severa, quizás en la historia, y tenía que ser eliminada en
Cristo, y lo fue. ¿Por qué? Porque la nueva humanidad, la nueva humanidad es habitada
por Dios. Vea el versículo 18: “Por medio de él,” esto es Cristo, “los unos y los otros
tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni
advenedizos, sino conciudadanos de los santos”.
De pronto, usted no tenía un reino, ahora tiene un reino; usted no tenía una familia, ahora
tiene una familia, usted no tenía una casa con Dios, ahora está usted en la casa de Dios. Y
la casa de Dios fue edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, no tanto
que ellos eran el fundamento, sino que ellos colocaron el fundamento, que era la doctrina
de los apóstoles. Y la principal piedra del ángulo fue ningún otro que Cristo Mismo, quien
estableció todos los ángulos.
El lugar donde vive Dios es la iglesia, edificada sobre una doctrina apostólica, la verdad
divina revelada en la Escritura. Jesucristo mismo es la principal piedra del ángulo, y a partir
de Él todas las líneas corren para dar simetría al edificio; y todo el edificio bien
coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor. Y después esto: “en quien
vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”.
La cruz es la respuesta de Dios a la discriminación racial. Es la respuesta de Dios a la
segregación. Es la respuesta de Dios al apartheid. Es la respuesta de Dios a la guerra. Es la
respuesta de Dios al antisemitismo, hiper-nacionalismo, intolerancia, y toda forma de
disensión. Cristo es nuestra paz. Él hizo paz; Él predicó paz; Él nos reconcilió. Él nos dio
acceso a Dios Padre, Dios Espíritu y consigo mismo—Dios Hijo. Y nosotros nos hemos
vuelto la morada de Dios—me encanta eso en el versículo 22. Dios vive en Su pueblo.
Necesitamos ser muy cuidadosos en cómo nos tratamos unos a otros, porque somos el
templo de Dios. Cualquier creyente que viene a usted trae a Cristo con él o ella. La manera
en la que usted trata a otro creyente es como usted trata a Cristo; la manera en la que
usted trate a la iglesia es como usted lo trata a Él porque Él habita en Su iglesia. La iglesia
fue diseñada por el Señor para ser una. Jesús oró en Juan 17 que el Padre nos hiciera uno.
Él nos hizo uno, espiritualmente. Necesitamos ser uno en términos de nuestra vida juntos.
Ahí en el capítulo 4, conforme cerramos, hay algo de instrucción práctica. Capítulo 4: “Yo,
Pablo,” versículo 1, “preso en el Señor, os ruego”—ahora les voy a decir cómo responder
prácticamente. “Quiero que caminen como es digno de la vocación con que fuisteis
llamados. Así es como deben ser, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con
paciencia los unos a los otros en amor”, versículo 3, “solícitos en guardar la unidad del
Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados
en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y
Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos”. Eso simplemente es
sorprendente, ¿no es cierto? Salomón no podía construir una casa que podía contener a
Dios, sin embargo, Dios vive en Su pueblo redimido. Este es un privilegio masivo,
incomprensible.
Y junto con ese mismo privilegio viene una gran responsabilidad. Usted probablemente
sabe esto por ahora, pero yo soy un protector de la iglesia por llamado. Eso es parte de
estar en el ministerio—no solo es predicar y enseñar, sino ser el protector de la iglesia.
Hemos tratado a lo largo de este año pasado, en circunstancias excepcionales, de proteger
a esta iglesia porque esta es la iglesia de Cristo, y aquí es donde Dios vive. Y Dios nos ha
capacitado para continuar protegiendo a la iglesia, y la iglesia ha prosperado. Siempre
rompe mi corazón cuando una iglesia está bajo ataque por parte de personas que quieren
destruir la integridad de su unidad espiritual y el vínculo de la paz.
Hemos visto un tiempo cuando muchas iglesias fueron fracturadas. La gente se dividió por
todo lo que usted puede pensar; y usted sabe lo que era—si cumplían o no con los
mandatos, tapabocas, y ahora con vacunas. Lo que sea, el enemigo va usar cualquier cosa
para dividir la iglesia, discutir por asuntos. Debemos recordar que solo estamos en la
iglesia por gracia, ¿correcto? El Señor nos salvó y nos colocó en la iglesia; y Él vive en esta
iglesia. Y necesitamos ser los protectores de Su honor y Su gloria en la iglesia. Oremos.
Padre, te agradecemos por Tu Palabra para nosotros. Es claro lo que Tú estás pidiendo:
que mantengamos la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, que nos amemos unos a
otros, que nunca permitamos que nada entre a través de la soberbia o el egoísmo o la
división, disensión—porque esto difama Tu nombre, esto daña a Tu iglesia. Gracias, Señor,
De todas las cosas que has hecho en el año pasado, has protegido nuestra unidad de
maneras increíbles en un tiempo cuando ha habido tanta disensión. Y hemos disfrutado
del amor dulce y la paz y gozo que Tú deseas para la casa en la que Tú habitas, y Tú nos
has bendecido. Y te agradecemos. Mantennos fieles, oramos en el nombre de nuestro
Salvador. Amén.
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La iglesia no tiene comunión con el mundo


Escritura Seleccionadas

Código: GTY179
John MacArthur
Buenos días a todos. Es maravilloso estar juntos y hablar del estado de la iglesia.
Obviamente mucho podría ser dicho, y sé que ustedes que están en ministerio siempre
están analizando eso—no solo en su propia iglesia sino en la iglesia en general, al tratar de
hacer que la iglesia se conforme más a la Palabra de Dios y a la voluntad de la cabeza de la
iglesia, el Señor Jesucristo. Ser asignado con la tarea de hablar del estado de la iglesia abre
todo tipo de posibilidades. Entonces tuve que reducir todo, y lo he reducido a una porción
en particular de la Escritura a la que llegaremos en un momento.
En las últimas semanas, e incluso meses, he estado predicando desde este púlpito acerca
del reino invisible, tratando de distinguir para nuestra congregación y aquellos que están
alrededor del mundo que están escuchando, la diferencia entre el reino de la luz y el reino
de las tinieblas; y obviamente, están diametralmente opuestos el uno al otro. Hemos
tratado de ayudar a muchas personas nuevas que han estado viniendo a nuestra iglesia
para entender las realidades fundamentales de lo que es el reino del cielo, y el reino de
Dios, y el reino de la luz y de qué se trata.
Y se reduce, creo yo, a dos afirmaciones que lo definen. Una en Juan 18, en donde Jesús
dice, “Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores
pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos, pero mi reino no es de aquí, mi
reino no es de aquí.” Entonces es un reino que existe paralelo al reino de este mundo, al
reino de las tinieblas, pero no se mezcla.
Y la otra cosa que nuestro Señor dijo está en el capítulo 17 de Lucas, en donde dijo, El
reino de Dios está entre vosotros. Y eso quiere decir que el reino está aquí porque el Rey
está aquí, y donde el Rey reina, el reino existe. Y eso significa que se trata de los corazones
de los creyentes individuales, como también los creyentes colectivos en la iglesia.
Entonces somos, somos por así decirlo, un reino aquí en el mundo, no del mundo, de
fuera del mundo, existiendo en un universo paralelo, imperceptible para el mundo.
El apóstol Pablo dijo, no se ha manifestado lo que somos porque no ha pasado la
manifestación gloriosa de los hijos de Dios. El mundo nos ve, y no entiende que somos
eternamente el pueblo de Dios—-que hemos sido redimidos, que somos habitados por el
Rey, y que pertenecemos al reino eterno. No pueden distinguir eso. En el sentido natural,
eso no es posible. Lo que es posible para ellos es odiar todo en nosotros, todo del reino de
la luz.
Entonces he estado tratando en las últimas semanas de ayudar a nuestra congregación a
separarse a sí mismos del mundo a nivel fundamental, en términos de su identidad.
Porque lo que es, en mi mente, el error más grande en la iglesia es su asociación con el
mundo. Esto no es nada nuevo, y adopta formas diferentes en todo período de la historia.
Entonces quiero hablar de la necesidad de que la iglesia entienda que no puede asociarse
con el mundo en ningún sentido real. Hablaremos de eso a partir de varios pasajes.
Entonces comencemos al ver Mateo 16; Mateo 16. Retomaremos la historia tan conocida
de la confesión de Pedro en el versículo 13, “Viniendo Jesús a la región de Cesarea de
Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del
Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de
los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro,
dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús:
Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi
Padre que está en los cielos. Ese es el momento más alto de la vida de Pedro. Cada uno de
nosotros podría desear que el Señor nos dijera, Lo que has hablado es directamente del
cielo.
Bienaventurado eres, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los
cielos. Ese es el punto alto de Pedro. Un punto tan alto, que el Señor dice, “Tú eres Pedro,
y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los
cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Digo, estas son identificaciones, sorprendentes, sorprendentes dadas a Pedro. Él es parte
del fundamento de la iglesia. A él se le dan las llaves del reino. Esto quiere decir, que él le
puede decir a la gente cómo entrar al reino y qué hará que se queden afuera del reino. A
él es dada ese tipo de autoridad delegada por parte de Dios. Este es el punto alto de
Pedro; él está hablando por parte de Dios, y ese es el testimonio mismo de Dios.
En una contradicción inmediata a eso, usted viene al versículo 21: “Desde entonces
comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer
mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y
resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle,
diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él,
volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!;” en el espacio de quince
centímetros, él va de hablar por Dios a representar a Satanás, me eres tropiezo, porque no
pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Este es el punto bajo
definitivo en la vida de Pedro; del punto alto al punto bajo en dos pasajes adyacentes.
¡Quítate de delante de mí, Satanás! Noten que Jesús le dijo eso a un apóstol, el apóstol
principal, el apóstol que sería un testigo ocular de la resurrección, el apóstol que
predicaría el primer sermón en la fundación de la iglesia en el día de Pentecostés, el
apóstol que sería el predicador a lo largo de la primera mitad del libro de los Hechos.
Quítate de delante de mí, Satanás. Ese es lenguaje fuerte, y el Señor usa el verbo JUPAGE,
vete. Es una reprensión fuerte. Y aparece en otro lugar en Mateo: en el cuarto capítulo y
el décimo versículo, cuando Satanás vino a tentar a Jesús, y Jesús dijo lo mismo al diablo.
Jesús le dijo a Pedro exactamente lo que le dijo a Satanás. Y esa es la razón por la que lo
sigue al decir, no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. La
reprensión más fuerte. Has tomado los objetivos de Satanás.
La tentación fue la misma. ¿Cuál fue la tentación de Satanás? Darle al Señor los reinos del
mundo sin la cruz, ¿verdad? La corona sin la cruz, el reino sin la cruz. Póstrate ante mí, y
Te daré todas esas cosas. El diablo todavía está diciendo eso, y se lo está diciendo a los
evangélicos. Puedes evitar la ofensa, puedes evitar la hostilidad, puedes evitar la
persecución, puedes ajustar el mensaje, y puedes tener el reino sin la cruz. Puedes tener
la corona sin la cruz. Esta es la reprensión más devastadora que jamás salió de los labios
del Señor hacia un discípulo: Has tomado la causa de Satanás.
Usted está en colaboración con el diablo cuando piensa que va a haber una corona sin una
cruz, cuando piensa que va a cumplir el propósito de avanzar el nombre de Cristo
mediante el evangelio sin sufrimiento. Todo lo que podía ser identificado bajo el término
pragmatismo está diseñado para eliminar el sufrimiento. Y nuestro Señor dice, Me eres
tropiezo. Pedro quiere decir piedra. Sobre esta roca edificaré Mi iglesia. Pedro va de una
piedra, a una roca, a una piedra de tropiezo.
Si quiere obstaculizar los propósitos de Dios, tome la causa del diablo para extender el
reino sin el conflicto, para extender el reino sin el sufrimiento, para extender el reino sin la
cruz. No pones la mira en las cosas de Dios sino en las de los hombres. La peor reprensión,
claro, para este discípulo amoroso que solo quiere ayudar a Jesús. ¿Verdad? Solo quiere
ayudar a Jesús, ayudarlo a evitar el sufrimiento. Y el camino del diablo siempre es eso,
tratar de que los cristianos piensen que el reino de la luz puede avanzar sin sufrimiento al
hacer ciertas concesiones y compromisos con el reino oscuro.
El pecado de Pedro ha sido repetido incesantemente a lo largo de toda la historia de la
iglesia, y está siendo hecho en la actualidad. Los cristianos han estado tratando de ayudar
a Jesús a edificar Su reino al hacer tratos con el diablo. Todo esfuerzo por extender el
reino mediante algún plan mundano es hacer la obra del diablo.
Jesús dijo, “Me aborrecen porque les digo que sus obras son malas,” Juan 7:7. En Juan
15:18 al 23, Él dice, si me aborrecieron, los van aborrecer a ustedes. Esto es una
consecuencia lógica. Pero los líderes débiles siempre tienen la tendencia a tratar de
eliminar la hostilidad. Buenas intenciones, y quizás incluso amor por Cristo, motivando
esfuerzos por extender el reino mediante presión política, pragmatismo, cambio social,
evangelio superficial, entretenimiento, manipulación emocional, aceptación de pecado.
Todo es cruzar a las tinieblas y hacer la obra del diablo.
El camino de nuestro Señor es quedarse del lado del reino de la luz, y hay una línea dura
entre el reino de las tinieblas y el reino de la luz. En Segunda de Corintios capítulo 10 hay
un pasaje definitivo que le pido que vea por un momento. Segunda de Corintios capítulo
10, y usted lo conoce, versículos 3 al 5, en donde el apóstol Pablo dice que, aunque somos
humanos, en el versículo 3, no usamos armas humanas. No podemos pelear la guerra
espiritual con armas humanas, estrategias humanas. “Las armas de nuestra milicia no son
humanas, no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios.”
En lugar de hacer una alianza con cosas levantadas contra el conocimiento de Dios, las
despedazamos, las aplastamos, y estamos llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia de Cristo, y estamos prontos para castigar toda desobediencia. Esto simplifica
la vida en el reino, la cual es obediencia, total, completa a Cristo. Y cualquier cosa
levantada contra el conocimiento de Dios, contra la obediencia a Cristo, sobre eso
traemos la verdad como si estuviéramos aplastando fortalezas, fortalezas ideológicas
llamadas argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios.
Nuestro trabajo no es hacer alianzas con el mundo y pensar que al hacer eso podemos
extender el reino, como si Satanás estuviera viniendo al lado de Cristo para ayudarlo en la
edificación de Su iglesia.
Todo lo que está en el mundo está pasando, ¿verdad? Primer de Juan. “No améis al
mundo ni las cosas que están en el mundo.” Todo tiene una vida muy corta de repisa.
Santiago 4:4, “La amistad del mundo es” ¿qué? “enemistad contra Dios.”
El reino de la luz no necesita ayuda del reino del diablo. No necesitamos un grupo de
presión política en Washington presionando con alguna noción rara de que de alguna
manera, los políticos pueden ayudarnos a extender el nombre de Jesucristo. Es irrelevante
lo que son las leyes en algún país, este o cualquier otro país; no tienen nada que ver con el
reino de la luz. No importa qué leyes sean hechas o no sean hechas, qué leyes beneficien
al reino por lo menos en un sentido temporal, y qué leyes hagan más difícil ser un
cristiano. Tienen cero efecto en la edificación de la iglesia. Jesús dijo, “Edificaré mi iglesia,
y las puertas del hades no prevalecerán contra ella. Todo lo que el Padre me da vendrá a
mí; no perderé ninguno, sino los resucitaré en el día postrero.” Nosotros, dice Pablo en 2
de Corintios 2, siempre triunfamos en Cristo Jesús, ¿verdad? Cristo siempre triunfa,
nosotros dice Pablo en 2 Corintios 2, siempre triunfamos en Cristo Jesús, ¿verdad?
No tiene convenio con el mundo. No necesitamos buscar la atención del mundo. No
necesitamos aceptar los intereses del mundo, como si de alguna manera hacer eso abre
un camino para que la gente sea salva, cuando lo único que necesitamos hacer para traer
a los elegidos a salvación es predicar el evangelio. El camino de nuestro Señor es quedarse
del lado de la luz. Los evangélicos se han vuelto como Pedro, ofreciendo un mejor camino
que la proclamación valiente, sin compromisos, compasiva, amorosa, del evangelio que
ofende al pecador, que ofende al pecador, y busca romper la comodidad y el
contentamiento del pecador al traerlo al reconocimiento fuerte del juicio eterno de Dios.
Pero los evangélicos se han vuelto como Pedro; están buscando alianzas con Satanás que
piensan que de alguna manera pueden ayudar al reino. Le dije a nuestra congregación
hace unas semanas atrás que realmente nunca podría preocuparme por la libertad
religiosa. No pelearía por la libertad religiosa porque no voy a pelear por la idolatría. ¿Por
qué pelearía porque el diablo tenga tantas religiones falsas cómo es posible, y todas ellas
disponibles a todo mundo?
Bueno, la gente diría, “Es terrible decir eso. ¿Qué hay acerca del cristianismo?” El
cristianismo avanza con o sin libertad religiosa. Y siempre habrá, siempre habrá libertad
religiosa para todas las mentiras. Toda religión falsa va a ser libre porque está ligada al
reino de las tinieblas que opera en el mundo. Y los cristianos, sea cual sea la etiqueta de
libertad religiosa en su sentido más amplio, los cristianos siempre son el objetivo, incluso
con libertad religiosa, de la hostilidad de pecadores.
Los apóstoles voltearon de cabeza al mundo sin ayuda del mundo, sin acción social, sin
alianzas. El reino malo de las tinieblas odia lo que Dios ama y ama todo lo que Dios odia, y
el reino de las tinieblas nunca es un amigo de la luz. Los gobernantes malos han cambiado
la verdad de Dios por una mentira, por mentiras, y operan bajo el mentiroso definitivo:
Satanás mismo, quien es un mentiroso y el padre de mentiras. No hay absolutamente
ninguna razón para que nosotros hagamos alguna alianza con él, y voy a explicar eso un
poco más conforme avanzamos. Todos los gobernantes impíos son adelantos del
Anticristo, lea Apocalipsis 13:1–9. Todos los gobernantes impíos son adelantos del
Anticristo.
Entonces tenemos dos reinos: uno, el reino de Dios, el reino de la verdad, el reino de
Cristo; el otro, el reino de Satanás, el reino de las mentiras, el reino del Anticristo.
Entonces ¿cuál es el mandato de la iglesia en el mundo? Hay varios pasajes que podríamos
ver. Permítame llevarlo a Efesios capítulo 5 porque lo explica, Efesios 5, y podemos
retomarlo en el versículo 5.
“Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene
herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por
estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes
con ellos. Porque en otro tiempo eras tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor, andad
como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad).”
Versículo 7, “No seáis, partícipes con ellos.” No tengan alianza con el reino de las tinieblas,
eso sería justo, o recto. “No sean engañados,” versículo 6, “con palabras vanas.” No estén
en ninguna alianza con el reino de las tinieblas.
En Colosenses capítulo 2, versículo 6, “Por tanto, de la manera que habéis recibido al
Señor Jesucristo, andad en él, arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe,
así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. Mirad, que nadie os
engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres
conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita
corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Y vosotros estáis completos en Él.”
Capítulo 3 de Colosenses, palabras conocidas: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo,
buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira
en las cosas de arriba no en las de la tierra.” E incluso abajo en el versículo 12, “Vestíos,
pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de
benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia, soportándoos unos a otros, y
perdonándoos unos a otros, si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo
os perdonó, así también hacedlo vosotros. Sobre todas estas cosas vestíos de amor, que
es el vínculo perfecto. La paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo
fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en
abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría,
cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos
espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre
del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”. Ese es el resumen de su
vida: está relacionada a Dios y a Cristo. Todo, todo en su vida está relacionado al que reina
en el reino de la luz.
Ahora podríamos hablar de esos pasajes, pero hay otro que realmente quiero que vea
conmigo: Segunda de Corintios capítulo 6. Y un pasaje muy conocido, pero creo que
pasado por alto, para el perjuicio de la iglesia, ciertamente en este período de tiempo.
Segunda de Corintios 6:14. Tengo mucho qué decir, y voy a tratar de comprimirlo en la
cantidad de tiempo que tenemos aquí.
La afirmación de apertura del versículo 14 no necesita mucha explicación, “No os unáis en
yugo desigual con los incrédulos.” ¿Es difícil de entender eso, difícil de comprender? “No
os unáis en yugo desigual con los incrédulos.” Es una afirmación incondicional. “No os
unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con
la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial?
¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y
los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y
andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio
de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré. Y seré para
vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.”
Después versículo 1 del capítulo 7, “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas,
limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en
el temor de Dios.” Y la contaminación, es la contaminación de esas alianzas.
Dos reinos que se oponen: uno está marcado por la justicia, la luz, Cristo, los creyentes, y
Dios; el otro está marcado por la injusticia, las tinieblas, Belial, los incrédulos, y los ídolos.
No hay posibilidad de que se puedan unir estos dos reinos en algún convenio, alguna
comunión, alguna armonía, algún beneficio mutuo. Uno es antiguo, el otro es nuevo; uno
es terrenal, el otro es celestial; uno es mortal, el otro vivifica; uno es material, el otro es
espiritual; uno está lleno de mentiras, el otro es veraz.
Así que el mandato, entonces, en el versículo 14, “No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos”. Eso no significa que usted debe divorciarse de un incrédulo. Pablo se dirige a
eso, ¿no es cierto? Primera de Corintios 7. No significa aislamiento porque Pablo mismo
dice, “Soy todas las cosas a todos los hombres, para que pueda por todo medio ganar a
algunos.” Y Jesús dice en Juan 17 en Su oración Sumo sacerdotal, “No pido, Padre, que los
quites del mundo, sino que los guardes del maligno.” Entonces no estamos hablando de
aislamiento, estamos hablando de estar unidos.
Ahora vea eso, porque realmente es muy importante. Significa yugo desigual; y esa es,
creo, la traducción autorizada, y es una buena porque este comentario, este mandato
realmente, No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, es una prohibición basada en
Deuteronomio 22:10. Y Deuteronomio 22:10 dice, “No ararás con buey y con asno
juntamente.” Usted no puede arar un surco derecho con dos bestias diferentes con dos
naturalezas diferentes, con dos pasos diferentes, con dos disposiciones diferentes, que
están diseñadas de dos maneras diferentes.
Usted no puede conectarse en una causa en común, esa es la idea. Usted no puede
conectarse en una causa en común. Esto no es nuevo. Jeremías se dirigió a esto en uno de
los pasajes más maravillosos en Jeremías. Capítulo 2, escuche esto, “Anda y clama a los
oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad e tu
juventud,” hablándole a gente judía, “me acuerdo del amor de tu desposorio, cuando
andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada. Santo era Israel a Jehová,
primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoraban eran culpables, mal venía
sobre ellos, dice Jehová.”
“Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. Así dijo
Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí?” Hubo un
tiempo en el que eras como novia, y estabas disfrutando la intimidad y la bendición de
nuestra relación, y eras protegida por Mí. ¿Qué pasó? ¿Qué pasó? “¿Por qué se fueron
lejos de mí y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos? Y no dijeron: ¿Dónde está
Jehová, que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una
tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la
cual no pasó varón, ni allí habitó hombre? Y os introduje en tierra de abundancia, para
que comieseis su fruto y su bien; pero entrasteis y contaminasteis mi tierra, e hicisteis
abominable mi heredad. Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían
la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y aquí está la condenación
específica, los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no
aprovecha.” Desviación de su relación con el Dios verdadero.
“Por tanto, contenderé aún con vosotros, dijo Jehová, y con los hijos de vuestros hijos
pleitearé”. Y al final del capítulo Él dice esto: “Dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron
a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen
agua. ¿Por qué hace eso el pueblo de Dios? ¿Por qué se desvían al mundo? Esto no es
nada nuevo; esta fue la historia de Israel como también la historia triste de la iglesia.
Y Satanás siempre busca perturbar la obra de Dios, y hace eso al unir a la iglesia al reino
de las tinieblas. Está en las parábolas de Mateo 13 en donde Jesús dice que el diablo
vendrá y sembrará cizaña entre el trigo, o al engañar. O el diablo siembra incrédulos en la
iglesia o engaña a la iglesia para hacer alianzas con el mundo.
El interés actual dominante de la iglesia defectuosa está en la esfera del racismo,
feminismo, y homosexualidad; y esto ha creado un caos masivo en los evangélicos. El
reino de la luz uniéndose a la filosofía racista, amargada, vengativa, sin gracia, de teoría
crítica de raza, interseccionalidad, racismo sistémico, feminismo nacido de la Ilustración
300 años atrás por parte de ateos que odian a Dios, rechazan a Cristo, anti familia, anti
cristianos que fueron impulsados por pasiones sexuales extrañas. Lo único que tiene que
hacer es leer el libro de Philip Johnson de Los Intelectuales para saber que esos filósofos
fueron algunas de las personas más desviadas que jamás se levantaron al poder
intelectual.
Pero todos los temas que generaron a nivel social ahora se han vuelto el interés de la
iglesia. La iglesia se está esforzando por asociarse con el mundo en su esfuerzo por
arreglar cosas que no están bien en el planeta. Y todos sabemos que hay muchas cosas
que están mal. Esto no es nuevo. Génesis 6, cuando el Señor vio la tierra, lo único que vio
fue solo de continua mal, ¿cierto? Y solo de continuo mal.
Entonces si va arreglar el planeta, tiene un trabajo bastante grande. Si va a corregir todos
los males sociales, si va a arreglar todo abuso, ese es un problema muy desafiante,
particularmente si no hace nada por cambiar a la gente, porque usted descubrirá que la
gente pecaminosa pecará. Si usted levanta una barrera en una categoría para prevenir un
pecado, simplemente se van a desviar a otra categoría en donde el pecado encuentra
vida.
Entonces ¿qué está haciendo la iglesia al unirse en una causa en común con el mundo, una
causa en común con sus distorsiones de la verdad y la realidad, con sus actitudes de odio
hacia Dios, de rechazo hacia Cristo? El pasaje de Pablo aquí es muy, muy poderoso,
entonces escarbemos en él un poquito. Quiero que lo vea desde las tres perspectivas que
son las más obvias: pasada, presente, y futura. Él está haciendo referencia al pasado, si
tan solo en un sentido indirecto, cuando abrimos con el versículo 14, “No os unáis en yugo
desigual con los incrédulos”. De nuevo, tomo eso de Deuteronomio 22:10, y eso me lleva
al Antiguo Testamento. Veamos el pasado.
¿Cuál fue la actitud de Dios hacia las alianzas entre Su pueblo y el mundo en el pasado?
Bueno, el Antiguo Testamento está lleno de prohibiciones. Regresemos y veamos algunas
de ellas, simplemente para que tengamos el panorama completo. Hay muchos lugares
adonde ir, pero comencemos con el capítulo 23 de Éxodo, el capítulo 23 de Éxodo y
versículo 31: “Fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el
desierto hasta el Éufrates, porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú
los echarás de delante de ti. No harás alianza con ellos, ni con sus dioses. En tu tierra no
habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será
tropiezo”.
Ahora hemos presentado ahí la realidad de que Dios le dice a Israel, “Necesitas quitarlos
de la tierra porque no puedes sobrevivir su presencia”. Así de poderoso y engañoso es el
mundo impío, aún para el pueblo de Dios. Necesitas conquistarlos, necesitas
conquistarlos. Necesitas destruirlos. Necesitas expulsarlos porque no puedes sobrevivir si
todavía están ahí. Así de poderoso y engañoso es el mundo.
En el capítulo 34 de Éxodo y versículo 12, “Guárdate, de hacer alianza con los moradores
de la tierra donde has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti. Más bien,
derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera,
porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios
Celoso es. Por tanto, no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque
fornicarán en pos de sus dioses, y ofrecerán sacrificios a sus dioses y te invitarán, y
comerás de sus sacrificios; o tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en
pos de sus dioses, harán fornicar también a tus hijos en pos de los dioses de ellas. No te
harás dioses de fundición.” En otras palabras, esto es tan poderoso y engañoso que la
presencia misma de estos idólatras te va engañar y aspirar.
En Deuteronomio capítulo 7, conforme estaban al borde de entrar en la tierra de la
promesa, hay una reiteración de estas advertencias: “Cuando Jehová tu Dios te haya
introducido en la tierra,” capítulo 7, Deuteronomio, “para tomarla, y haya echado de
delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo,
al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las
haya entregado delante de ti, y las ya has derrotado, las destruirás del todo,” No harás con
ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia”. Esto es acción extrema por parte de Dios
para proteger a Su pueblo de las influencias poderosas engañosas del reino de las
tinieblas.
“Además, no emparentarás con ellas; no darás a tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para
tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos, y el furor de
Jehová se encenderá sobre vosotros y te destruirá pronto. Mas así habéis de hacer con
ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de
Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego. Porque tú eres pueblo santo, un pueblo
separado, pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un
pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.”
“No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido,
pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos, —y después esta
declaración asombrosa—sino por cuanto Jehová os amó”. El Señor los ama; debido a que
los ama, desea protegerlos, y eso significa que Él va a destruir a todos aquellos que los
rodean que podrían engañarlos para meterlos a las tinieblas. Esa es Su voluntad para
ustedes: que sean protegidos. Obviamente sabemos que no hicieron eso. No se aislaron,
no destruyeron a esas personas, no los sacaron de la tierra. Y, claro, se volvieron idólatras.
Isaías 30, “Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí.”
Eso se oye como Mateo, ¿no es cierto? Su interés está en, no en las metas de Dios, sino en
las del hombre. “Para tomar consejo, y no de mí, para cobijarse con cubierta, y no de mi
espíritu, añadiendo pecado a pecado. Que se apartan para descender a Egipto, y no han
preguntado por mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón—esto es conseguir
protección política para el pueblo de Dios—y poner su esperanza en la sombra de Egipto.”
¿Cuán extraño es eso? “Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza, y el
amparo en la sombra de Egipto en confusión. Cuando estén sus príncipes en Zoán, y sus
embajadores lleguen a Hanes, todos se avergonzarán del pueblo que no les aprovecha, ni
los socorre, ni les trae provecho; antes les será para vergüenza y aun para oprobio”. Lo
único que van a sacar de alianzas con Egipto es vergüenza y oprobio, y van a mostrarle de
manera clara al mundo que está viendo que ustedes no confían en su Dios.
Entonces en el capítulo 31 él dice, “¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y
confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes,
porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová! Pero él también es
sabio, y traerá el mal, y no retirará sus palabras. Se levantará, pues, contra la casa de los
malignos, y contra el auxilio de los que hacen iniquidad. Y los egipcios hombres son, y no
Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al extender Jehová su mano, caerá
el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una”. Usted no saca nada de
una alianza con el mundo. Usted no saca nada de confiar en líderes mundanos, políticos.
Entonces esa es la perspectiva pasada implicada por el versículo 14. Regresemos a 2 de
Corintios: “No os unáis, en yugo desigual, con los incrédulos.” Eso nos recuerda esas
prohibiciones del Antiguo Testamento. Y usted sabe que Dios hizo tantas cosas por aislar a
Israel: tenían leyes alimenticias; tenían requisitos de ropa; tenían requisitos de calendario.
Todas esas cosas fueron un esfuerzo por mantenerlos protegidos de las tinieblas, las
cuales eventualmente, tristemente, los absorbieron.
Ahora entremos al tiempo presente, ¿muy bien? Entonces Pablo ahora nos está hablando,
a la iglesia, a nosotros, ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué
comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el
creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?
Porque vosotros sois el templo del Dios viviente. Tiempo presente, cinco comparaciones.
Es casi como si usted quiere decir, MUY BIEN, lo entiendo.
Antes de que llegue a la número cinco, cinco comparaciones hablan del asunto de la vida
en la iglesia: ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? Compañerismo es
METOCHÉ. Es usada solo aquí en el Nuevo Testamento, pero está relacionada a una
palabra que es usada en Lucas 5 para hablar de los socios de negocios de Pedro en la
pesca, y es usada en Hebreos capítulo 3 para hablar de nuestra unión con Cristo. Entonces
esta es una asociación que es una asociación genuina en un esfuerzo en común, un
esfuerzo en común. No es como si usted está sentado junto a alguien viendo algo; es una
asociación en un esfuerzo en común. La justicia no puede tener asociación con la
injusticia. Mateo 7:23, Jesús, y usted recuerda esto bien, dijo, “Nunca, nunca entrarán en
Mi reino porque son injustos, son hacedores de maldad. Son injustos.”
En Primera de Juan, capítulo 3, esa distinción definitiva entre la gente de las tinieblas y la
gente de la luz va así: “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el
pecado es infracción de la ley. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no
hay pecado en él”. Todo aquel que permanece en él, no peca, todo aquel que peca, no le
ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe, el que hace justicia es justo, como él
es justo. El que practica el pecado es del diablo…Todo aquel que es nacido de Dios, no
practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque
es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo
aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios”. Se excluyen entre
ambos.
Entonces la primera afirmación es, ¿qué alianza? ¿qué causa en común puede tener la
justicia con la injusticia? En segundo lugar, ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? La
primera tiene que ver con virtud. La virtud es manifiesta por la justicia o la injusticia. Esta
va un poco más profunda y tiene que ver con naturaleza. ¿Qué comunión—KOINÓNIA—
tiene la luz con las tinieblas? Estas cosas son por definición opuestas. Luz es una metáfora
para verdad y virtud; tinieblas es una metáfora para mentiras e iniquidad.
¿Los hijos de luz y los hijos de las tinieblas juntos en algún tipo de causa? No es posible.
No es posible con miras a extender el reino. Ustedes pueden estar en un negocio juntos,
ustedes pueden estar en un equipo juntos, ustedes pueden trabajar juntos, pero no
pueden involucrarse en una alianza en común con miras a extender el reino.
Entonces, en primer lugar, él se está refiriendo a la conducta, justicia e injusticia. Y
después él regresa a virtud, luz y tinieblas. Y después él habla de poder. ¿Cuál es la
diferencia entre las dos fuentes de poder? ¿Qué concordia? Y esa de hecho es la palabra
SUMPHÓNESIS, de la cual obtenemos sinfonía.
¿Qué concordia tiene Cristo con Belial? Ahora usted está hablando de poder. ¿Qué alianza
necesita hacer el poder de Cristo con el poder del diablo? Belial es un nombre antiguo
para Satanás. Significa inútil. Es usado unas doce veces en el Antiguo Testamento. Es
impensable que usted conectara a Satanás con Cristo. Impensable que usted de alguna
manera pensara, como un creyente predicando el evangelio, “Necesitas hacer una alianza
con la ideología atea, impía, sin Cristo, vengativa, llena de odio, racista”. Y pensar que esas
dos van juntas. E ir tan lejos como para decir, eso es parte del evangelio. Eso es imposible.
Usted no extiende el reino mediante alguna alianza con alguna causa en común. Eso es
imposible. Usted no extiende el reino de Dios mediante alguna alianza con alguna causa
en común en el mundo, incluso esas que puedan tener algunos elementos de validez. La
única manera en la que el mundo va a llegar a cambiar es cuando los corazones de la
gente cambien, ¿verdad? El Señor quiere que veamos la cooperación con el mundo de
esta manera: es unir a Cristo con Satanás.
O, él dice, ¿qué parte el creyente tiene con el incrédulo? Entonces vamos de la conducta,
justicia e injusticia, a la virtud, luz y tinieblas, al poder, Cristo y Belial, a los medios. El
mundo opera por vista, nosotros operamos por fe. ¿Qué tiene un creyente en común con
un incrédulo? Ellos operan puramente a nivel temporal, nosotros operamos a nivel
espiritual. Para los cristianos que viven por la fe en el Señor, nuestra confianza está en Él,
nuestra fe está en Él, y por eso no cambiamos la fuente de aguas vivas por vasijas rotas.
No nos ofrece nada. Operamos en lo sobrenatural por el poder de Dios, el poder de Cristo,
y el poder del Espíritu Santo. Lo único que puede hacer el mundo es operar a nivel natural.
Nosotros confiamos en Dios, ellos confían en sí mismos. Nosotros confiamos en el Espíritu,
ellos confían en la carne. Ellos confían en el poder político, poder militar, fuerza
ideológica, poder financiero, nosotros confiamos en Dios.
Y finalmente hay identidades que se oponen. Esta es una palabra grande, “identidad”. Él
dice, “¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios,” versículo 16, “y los ídolos?” Esto es
como en Ezequiel 8. Se acuerda cuando Ezequiel tuvo una visión del Templo, y él vio
garabatos de ídolos en el Templo, y después vio dioses falsos en el Templo. Es como en
Primero de Samuel 4 al 6, en donde los filisteos habían capturado el Arca del pacto, y la
colocaron en la casa de Dagón; y Dios no va a estar junto a un ídolo. Usted recuerda la
historia: el ídolo fue tirado la mañana siguiente. Cuando regresaron la mañana siguiente lo
levantaron, y la mañana después de eso fue tirado, y su cabeza fue cortada y estaba
desmembrado.
No tenemos acuerdo. “Somos el templo del Dios viviente”. Somos el templo del Dios
viviente. Que sorprendente afirmación: “el templo del Dios viviente”. ¿Qué tiene que ver
el templo del Dios viviente con los ídolos? ¿Qué acuerdo? Eso significa unión. Templo aquí
es naos, significa el Lugar santísimo. Somos el templo, ¿verdad? El Espíritu de Dios mora
en nosotros. Juan 14:20, Jesús dijo esas palabras sorprendentes: “Yo estoy en el Padre, y
ustedes en Mí, y Yo en ustedes.”
“Identidad” es una palabra que está de moda, ¿no es cierto, hoy día? Todo mundo quiere
hablar de identidad racial, identidad sexual, identidad de género. Bueno también tenemos
una identidad, y esa es que somos el templo del Dios viviente. Es verdad; no soy lo que
parezco. Me veo como hombre, pero esa es mi identidad material. Mi identidad
verdadera, invisible, real es que soy el templo del Dios viviente. Cristo está en mí; Cristo
vive en mí. Y yo no puedo unir a Cristo a un ídolo. Pablo incluso habla de no unir a Cristo a
una ramera, ¿no es cierto?
Entonces “no os unías en yugo desigual con los incrédulos”. No se unan como los justos
con los injustos. No se unan como la luz con las tinieblas. No se unan como aquellos que
son de Cristo con Satanás. No se unan con idólatras cuando ustedes son el templo del Dios
viviente. No pueden hacer ninguna de esas cosas y extender el reino.
Hay una verdad más culminante, y está en la última sección aquí. Y está en el futuro. Y
esto ha sido pasado por alto mucho creo, entonces esto podría ser un principio fresco
para usted. Retomándolo en el versículo 16, en donde Dios dijo, “Habitaré y andaré entre
ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y
apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo, y yo os recibiré, y seré para vosotros por
Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. Así, que, amados,
puesto que tenemos tales promesas…” estas son las promesas, “…habitaré, andaré, seré,
seré,” cuatro veces, cuatro veces. Estas son las promesas.
¿Se da cuenta de que estas son citas del Antiguo Testamento, verdad? Y son un mosaico
de promesas del Antiguo Testamento para el pueblo de Dios, escuche con cuidado,
relacionadas al reino. ¿Entendió eso? Relacionadas al reino. El reino milenial de Cristo. Son
tomadas de pasajes del reino, como Jeremías 24, “Porque pondré mis ojos sobre ellos
para bien, y los volveré a esta tierra, y los edificaré y los plantaré. Les daré corazón para
que me conozcan, porque Yo soy Jehová, y me serán por pueblo, y seré su Dios, porque se
volverán a mí de todo su corazón.” A eso se está refiriendo esto.
Cuando habla él de habitar y andar, él no está hablándole a incrédulos y llamándolos a
salvación, él ya habla de nosotros como creyentes y parte de Cristo y la luz y la justicia. Él
le está hablando a creyentes y diciendo que la promesa de Dios es de un reino futuro.
Jeremías 31:33, “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel, después de aquellos
días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos
por Dios, y ellos me serán por pueblo.” Palabras conocidas de Ezequiel 37: “Y haré con
ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos…pondré mi santuario entre ellos para
siempre. Estará en medio de ellos mi tabernáculo, estará en medio de ellos mi
tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.” En otras palabras, lo que
él está diciendo aquí es que todas estas promesas del reino significan que los propósitos
de Dios están en línea para culminar en el reinado de Jesucristo sobre la tierra. En otras
palabras, será corregido, pero no por algún esfuerzo que hagamos en alianza con el
mundo. Será corregido cuando el Rey de reyes venga.
Así, que, teniendo estas promesas, límpiense de estas alianzas no santas. Es la promesa
del reino, el reino milenial de Cristo llamado la regeneración, llamado los tiempos de
refrigerio, el tiempo de restitución, el Día de Cristo. Es Apocalipsis 19, en donde está
presentado con un reinado de mil años de Cristo, conforme Él viene en el capítulo 19 y
establece en el capítulo 20 Su reino, y los cielos nuevos y la tierra nueva en últimas.
En otras palabras, viene un día cuando las cosas serán corregidas. La promesa del Rey
venidero a juzgar, como en el Salmo 2, viniendo a reinar, culminando el Nuevo
Testamento. Isaías nos da elementos de ese reino. Adoración global, mundial de Dios
como Rey. Toda rodilla se doblará a Yahweh. Todas las naciones verán Su gloria. Justicia
perfecta y equidad, justicia y verdad. Paz entre hombre y hombre, y hombre y animales.
Bendición económica, lluvia abundante, vida larga. Sin guerras; seguridad, gozo. Todo eso
es el reino, en donde Dios vendrá y habitará con Su pueblo, y caminará en medio de ellos
y será su Dios y ellos serán Su pueblo. “Jehová será, Zacarías 14:9 dice, rey sobre toda la
tierra. En aquel día será uno, y uno su nombre”. Jehová será uno, y uno su nombre, el
único gobernante.
Entonces oigo mucho de un mandato urbano. ¿Ha oído a gente hablar de eso? Tenemos
un mandato urbano de reclamar las ciudades. ¿Sabe usted qué es el mandato urbano? Le
voy a dar el mandato urbano en las palabras de Jesús de manera muy específica en Mateo
11.
“Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus
milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti,
Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos
en vosotras, tiempo a que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. Por tanto, os digo
que, en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para
vosotras. Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida;
porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría
permanecido hasta el día de hoy. Por tanto, os digo que, en el día del juicio, será más
tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti. Y mientras que el mundo
contemporáneo no ha visto los milagros, han tenido la revelación de Dios escrita. Y la
rechazaron.
Hay un mandato urbano, y ese mandato urbano es pronunciar juicio sobre todas las
ciudades que rechazan al Señor Jesucristo, y advertirles cómo deben ser advertidas. En
Apocalipsis 18, “Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la
tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído
la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu
inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han
bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y
los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.”
“Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes
de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el
cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle
doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble.
Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto;
porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto;
por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada
con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.” Ese es el mandato urbano.
Dile a las ciudades lo que viene en juicio divino cuando toda la economía global, que está
prosperando en la actualidad, es aplastada en el infierno.
Entonces debido a lo que Dios le dijo a Su pueblo en el pasado acerca de la separación del
mundo, y debido a lo que nos dice como la iglesia acerca de la separación del mundo, y
debido al plan futuro de Dios en el que Dios va a separar y establecer el reino de justicia y
rectitud y paz y gozo, el mandato para nosotros ahí en el versículo 17, “Salid de en medio
de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo.” Eso es tomado de Isaías
52:11, el capítulo previo al gran capítulo 53.
Este es un llamado a la separación, un llamado a la separación. Y el día vendrá cuando el
Señor nos dará la bienvenida a Su presencia como hijos e hijas y reinaremos con Él en Su
reino eterno. Entonces nos limpiamos, capítulo 7 versículo 1, de toda contaminación de
carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. ¿Qué significa
santidad? Significa separación, ¿no es cierto?
Entonces nos separamos. Nos separamos, perfeccionando, EPITELEÓ. Ese es un término
escatológico esperando que la perfección venga en el reino, esperando que todos los
derechos serán establecidos por Dios, quien es perfectamente justo. Él le está hablando a
la iglesia; está en el plural: Limpiémonos de toda MOLUSMOS, todas las alianzas impías.
No necesitamos alianzas con Satanás para extender el reino, lo único que hace eso es
corromper el reino.
Nuestro llamado es claro: Brillar la luz en las tinieblas, no mezclarse con las tinieblas.
Marcos 1:15 lo hace muy simple: Dígale a la gente, “Arrepentíos y creed en el evangelio”.
Ese es nuestro llamado.
Bueno, dejamos a Pedro en una especie de situación vergonzosa, entonces veamos si
podemos recuperarlo. Primera de Pedro capítulo 1, versículo 13. Pedro ha aprendido
mucho, y él nos escribe a nosotros, “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento,
sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea
manifestado.” Espere a Su venida en Su reino. “Como hijos obedientes, no os conforméis a
los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia, sino, como aquel que os llamó
es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito
está: Sed santos, porque yo soy santo”. Bien, Pedro, lo entendiste. Sepárese. Sepárese.
Hágalo porque, conforme se dirige al Padre, usted se está dirigiendo al que lo redimió, no
“con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de
un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del
mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el
cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra
fe y esperanza sean en Dios”. El más grande de todos los precios fue pagado por ustedes.
Ustedes son un pueblo único, separado, santo.
Vayamos al capítulo 2, versículo 9. Aquí está Pedro resumiéndolo, tomando mucho del
Antiguo Testamento, “Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a
su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois
pueblo de Dios. En otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis
alcanzado misericordia”.
“Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos
carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre
los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen
a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.” ¿Qué es el día de la
visitación? El día en el que Cristo viene para estar cara a cara con la gente que está
sentada en Su tribunal. Entonces debe vivir su vida de tal manera que habrán personas
que sean influenciadas y vengan a la fe en el evangelio, y junto con usted van a glorificar a
Dios en el día de Su visitación de juicio.
Entonces Pedro entendió el mensaje. El mensaje es: “Sepárese del mundo”. Cuando usted
se une al mundo, todo se vuelve totalmente confuso. Y algunas palabras finales de Pedro
al final de su última carta, “Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano,
guardaos, guardaos, no sea que, arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra
firmeza”. Eso es lo que tenemos que ser cuidadosos de evitar: caer de nuestra propia
determinación, nuestra propia convicción, nuestra propia firmeza como aquellos que
viven y proclaman la luz. “creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén”. Pedro se
despide diciendo, Simplemente enfóquense en Cristo. Simplemente enfóquense en Cristo.
Creo que hay situaciones ahora en las que hay gente como Pedro. Un día están diciendo
algo que sale del cielo, y al otro día están diciendo algo que sale del infierno. Y el caos y la
confusión de todo eso está rasgando y haciendo trizas y haciendo pedazos a la iglesia
evangélica, porque aquellos que deberían ser amarrados, estar atados, encerrados por el
evangelio y solo el evangelio han adoptado causas sociales, y no están haciendo nada más
que reorganizar las sillas sobre la cubierta del Titanic. Todo se está hundiendo. ¿Cuál es el
punto? La única manera en la que podemos hacer una diferencia en el mundo es al
predicar el evangelio, ¿verdad? para que corazones sean transformados.
Padre, te agradecemos por el tiempo esta mañana de pensar en estas cosas. Tantas
implicaciones inundan mi mente, y sé que las mentes de estos hombres fieles. Gracias por
la determinación de ellos de predicar a Cristo, y a este crucificado; por predicar el
evangelio y no ser arrastrados por las cosas que los rodean, incluso algunas de ellas cosas
buenas. Sabemos que Jesús nunca entró en actos sociales, y Pablo nunca lo hizo, y
tampoco ninguno de los otros apóstoles. Sabían que la única esperanza era un corazón
cambiado. No hizo ningún bien reorganizar a pecadores en su condición pecaminosa.
Ayúdanos, Señor, a enfocarnos en predicar el evangelio y solo el evangelio—y predicar Tu
verdad, Tu Palabra, desatándola un versículo a la vez, por así decirlo, para que seamos
fieles en declarar todo el consejo de Dios. Esa es nuestra oración, oramos en el nombre de
nuestro Salvador. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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La iglesia ordinaria
Escritura: Hechos 2:42–47

Código: 44–13
John MacArthur
Quiero que abra su Biblia en el pasaje que estaremos estudiando esta noche y lo veremos
un poco, Hechos, capítulo 2.
Cuando me fui hace un par de meses atrás, estábamos en el final del sermón de Pedro en
el día de Pentecostés y ese sermón cerró con una invitación en el versículo 38, cuando
Pedro dijo: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Después, en el
versículo 40: “Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos
de esta perversa generación. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se
añadieron aquel día como tres mil personas.”
Llegamos a ese punto en el sermón de Pedro e hicimos un mensaje especial acerca del
tema de la comunión. Pero realmente nunca vimos los versículos 42 al 47, entonces,
veamos eso brevemente en esta noche. Bastante directo, pero tiene un mensaje
maravilloso para nosotros. He titulado este mensaje “La Iglesia ordinaria”; la Iglesia
ordinaria.
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas
maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban
juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo
repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en
el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de
corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día
a la iglesia los que habían de ser salvos.”
Hace una semana o algo así atrás, tomé una copia de la revista devocional mensual que es
producida por nuestros amigos del ministerio de Ligonier, Tabletalk, y el tema era
‘ordinario’. Y había un artículo maravilloso escrito por nuestro amigo llamado Michael
Horton llamado “la vida cristiana ordinaria”. En ese artículo, Michael Horton dice esto:
“Radical, épico, revolucionario, transformador, impactante, que cambia la vida, extremo,
asombroso, emergente, alternativo, innovador, de vanguardia, un nuevo nivel”. Y
después, él pregunta: “¿Qué le pasó a ordinario? ¿Qué le pasó a ordinario?” Él dice:
“ordinario tiene que ser una de las palabras más solitarias en el vocabulario de la iglesia
evangélica. Existe este llamado constante para más experiencias que son muy emotivas,
radicales, que están en la vanguardia, que son relevantes, que son lo último en las
tendencias”. Otro escritor dice: “Parece haber un cansancio creciente con la secta de lo
extraordinario.”
Leí un artículo esta semana escrito por un evangélico cristiano que dijo: “Está comenzando
a emerger un anhelo en las vidas de las personas de 20, 30 y tantos años de edad por
tener una iglesia real. Ellos están cansados de los extremos”.
¿De dónde viene todo esto”? Bueno, la fuente original de esto no es la cultura. Esta es una
cultura de extremos, pero esa no es la fuente original de eso, aunque todas estas cosas
son parte de la cultura y en un esfuerzo por ser extremos y estar a la vanguardia y tener
impacto y ser relevantes, etcétera, etcétera, los elementos más raros de la cultura son
importados a la iglesia. Pero el origen realmente se remonta al avivamiento
estadounidense y se remonta a Charles Finney, 1792–1875. Fue Finney quien decidió que
la religión, para ser válida, tenía que tener algún tipo de elemento de alto impacto, de
mucha energía, un elemento sentimental. Tenía que ver con los métodos, sentimientos,
experiencias, sentimentalismo y todo aplastaba la doctrina sana y la teología. El
crecimiento gradual, mediante los medios ordinarios normales de la gracia, la oración, el
estudio de la Palabra, la comunión, fue intercambiado por una experiencia radical, la
banca ansiosa; y se introdujo en el mundo evangélico una inquietud de aquellos que
buscaban algo extremo.
La iglesia, simplemente vivir una forma de eso en la actualidad, la Iglesia se ha enlodado
en una impaciencia inquieta y egoísmo. Y por cierto, esto es característico de ser infantil.
La Iglesia es un adolescente. Queriendo ser entretenido, queriendo que sus deseos sean
satisfechos, la iglesia es primordialmente superficial e inmadura y las experiencias tienen
el diseño de satisfacer a adolescentes impacientes, egoístas, superficiales. Los patrones
ordinarios ordenados por Dios de estudio lento, fiel, reflexivo y la absorción de la Palabra
de Dios y el crecimiento lento, constante en la gracia y en el conocimiento de Cristo en
medio de una congregación fiel es demasiado ordinario para los vendedores de la
experiencia adolescente extrema radical. Parece haber una provisión interminable de
adolescentes que entretener, listos para ser engañados.
No estoy diciendo que Dios sea ordinario. Dios no es ordinario. Pero Dios lleva a cabo Su
obra a través de medios ordinarios, personas ordinarias en iglesias ordinarias, haciendo
cosas muy ordinarias. Dios usa lenguaje real y personas ordinarias como Sus instrumentos
para mover a Su Iglesia ordinaria para tener un gran impacto en el mundo. Dicho de una
manera simple, Jesús, Dios encarnado, se quedó nueve meses en el vientre de su madre y
nació de una manera ordinaria, en un lugar ordinario y “creció sabiduría y estatura y en
favor con Dios y los hombres” en una manera ordinaria. Los puritanos solían hablar de los
medios de la gracia y eran medios ordinarios. Las personas hoy en día son como
adolescentes que están persiguiendo una experiencia fuera de lo normal y como dije, no
hay fin a los lugares que están dispuestos a ofrecerla. No creo que satisfaga al pueblo
verdadero de Dios. No creo que ellos puedan soportarlo por mucho tiempo, eso espero.
Conforme llegamos a esta sección que le acabo de leer, creo que se nos presenta de una
manera fresca a una Iglesia ordinaria, una Iglesia ordinaria. Esta es la Iglesia que nació en
Pentecostés. Sí, los apóstoles estuvieron ahí y debido a que los apóstoles estuvieron ahí,
según el versículo 43, se estaban llevando a cabo “muchas maravillas y señales por los
apóstoles”. Ahora, ése es el elemento que es diferente de la vida ordinaria de la Iglesia en
la actualidad y no esperamos eso porque eso estaba asociado con los apóstoles y ya no
hay más apóstoles.
Esa primera Iglesia fue una Iglesia ordinaria. Jesús había ascendido, envió al Espíritu Santo,
mediante el Espíritu Santo colocó a todos los creyentes en el cuerpo de la Iglesia, los llenó
con el poder del Espíritu, el Evangelio fue predicado por Pedro, Jesús declarado como
Señor y Mesías, 3000 personas creyeron, fueron bautizadas, la Iglesia nació, 120 más 3000
nos lleva a 3120. La primera Iglesia se congregó en la fiesta de las primicias, Pentecostés.
¿Cómo era esa primera Iglesia? Unos cuantos recordatorios que me impactaron conforme
pensaba en esto y quería compartirlo con usted. Y como dije, no voy a tomar mucho
tiempo. Ellos estaban involucrados en lo que consideraríamos ser acciones ordinarias,
realidades ordinarias. Versículo 42: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la
comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”. Queridos amigos,
esos son los medios de la gracia. Esas son las cosas ordinarias en las que toda iglesia debe
estar involucrada. Esta es la vida de la Iglesia. No hay nada hay acerca del
entretenimiento. Nada ahí es espectacular. No hay nada ahí que sea algún tipo de
avivamiento. No hay nada ahí que lleve a alguien a algún otro nivel espiritual.
En primer lugar, debemos reconocer que el versículo 42 comienza diciendo “y
perseveraban”. ¿De quién hablan el ‘perseveraban’? De las 3000 almas que fueron
salvadas. Entonces, lo primero que debemos decir acerca de esta Iglesia, la Iglesia
ordinaria es salva. La Iglesia ordinaria es regenerada. La Iglesia ordinaria está constituida
por creyentes verdaderos. A menos de que la Iglesia sea los redimidos, la Iglesia ha hecho
una concesión muy seria. Los incrédulos son bienvenidos a venir. Aquellos de ustedes que
quizás sean incrédulos que están aquí, estamos tan agradecidos porque usted esté aquí,
pero usted no es parte de la Iglesia. Ustedes no son parte de la Iglesia. Los invitamos a que
vengan a Cristo y se vuelvan parte de la Iglesia. Pero la realidad inicial, la acción inicial,
podríamos decir en la Iglesia es la acción que Dios lleva a cabo a través de la fe de un
individuo para darle vida a ese individuo de tal manera de que la Iglesia ordinaria sea una
iglesia salva. Todos los profesantes eran poseedores. Este es un comienzo sorprendente,
sorprendente, ¿no es cierto? Porque 3000 personas son salvas al final de un sermón en un
día. Esta es la obra poderosa de Dios para congregar a Su Iglesia.
Hay muchas o en la actualidad a quienes les gustaría hacer que los incrédulos se sintieran
como si fueran parte de la Iglesia, y borran la línea. Pero una Iglesia ordinaria es una
Iglesia como la iglesia tesalonicense. ¿Usted se acuerda de ellos? “A la Iglesia de los
tesalonicenses en Dios Padre y el Señor Jesucristo, siempre damos gracias a Dios por todos
vosotros, recordándoos en nuestras oraciones, recordando su obra de fe, su labor de
amor, y su constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo en la presencia de
nuestro Dios y padre, conociendo, hermanos amados por Dios, de vuestra elección.” Una
de las cosas por la que estoy tan agradecido por Grace Community Church es que somos
una Iglesia ordinaria, ordinaria por definición bíblica. Esto quiere decir que somos un
cuerpo de personas que estamos en Cristo. Nosotros no vacilamos en decir eso. Eso es lo
que somos. Eso es lo que debemos ser para ser la Iglesia verdadera.
Apocalipsis, capítulo 2, la Iglesia en Pérgamo dice en el versículo 14 en la carta a ellos:
“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de
Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas
sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la
doctrina de los nicolaítas, la que Yo aborrezco. Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré
a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de Mi boca.” Esa es una Iglesia que hace
concesiones. Esa es una Iglesia que hace concesiones. Esta iglesia había borrado las líneas
entre los salvos y los perdidos, los regenerados y los no regenerados.
Ese es un comienzo obvio y yo sé que usted sabe eso. Lo segundo que podríamos decir
acerca de una Iglesia ordinaria es que una Iglesia ordinaria es una Iglesia comprometida
con la Palabra de Dios. El versículo 42 dice: “Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles.” La doctrina de los apóstoles. Eso es simplemente una referencia al hecho de
que los apóstoles eran los portadores de la revelación divina que fue certificada por los
milagros que llevaron a cabo, los cuales los certificaron como voceros para Dios. Y era su
enseñanza, la enseñanza de los once, que era la sustancia del estudio de la primera Iglesia.
Esto es importante. Una Iglesia ordinaria es una Iglesia que está completamente
involucrada en el estudio de la verdad bíblica. Fueran los apóstoles y sus asociados los que
eventualmente escribieron su doctrina y compusieron el Nuevo Testamento, el Nuevo
Testamento.
La doctrina es todo. Algunas veces usted oye a personas que son un poco escépticas
acerca de la palabra doctrina. Es simplemente la palabra enseñanza. Algunas traducciones
del versículo 42 dice la doctrina de los apóstoles. Algunas dicen la enseñanza de los
apóstoles. Didachē es simplemente una palabra para ‘enseñanza’. Es simplemente verdad
enseñada, verdad dispersada, verdad diseminada. La enseñanza domina una Iglesia donde
la gente está de redimida. Una Iglesia ordinaria es una iglesia salva. Una iglesia ordinaria
es una Iglesia que está totalmente comprometida con renovar su mente mediante la
Palabra de Dios. La gran Comisión que vino a los apóstoles, leímos en esta mañana, ¿qué
les dijo el Señor? “Id y haced discípulos de todas las naciones enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado.” La doctrina es el corazón de la vida de la Iglesia. La
Biblia entera es la fuente de esa verdad. Esta es una Iglesia ordinaria, no una iglesia
extraordinaria, sino una ordinaria de acuerdo con la definición de Dios.
Y después, si usted regresa al versículo 42, no sólo perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, sino también en la comunión. Unos con otros. Hablamos de eso mucho en el
mensaje antes de que nos fuéramos. Koinōnia, unión espiritual, unión espiritual. La Iglesia
es una asociación. La palabra koinōnia significa compañero de equipo, asociado. Ellos
estaban juntos. No eran expectadores. No eran asistentes de medio tiempo. Ellos vivían su
vida en un tipo de comunión maravillosa.
Una iglesia ordinaria no es un acontecimiento para que la gente venga y vea. Una Iglesia
ordinaria es una comunión. Es una vida compartida. Es una comunión práctica. Hebreos
nos dice - usted recuerda eso, en el capítulo 10 - que no dejemos de congregarnos, porque
nos estimulamos unos a otros al amor y a las buenas obras. Es donde usamos nuestros
dones espirituales para edificarnos unos a otros. Es donde cumplimos unos a otros,
amándonos unos a otros, instruyéndonos unos a otros, orando unos por otros,
reprendiendo unos a otros, lo que sea.
Una Iglesia ordinaria es marcada por doctrina sana. Una Iglesia ordinaria es marcada por
vida, vida vital. Y es ese elemento ordinario que tanto me encanta de nuestra iglesia. Fue
difícil para mí visitar a iglesias cuando estoy lejos; es muy difícil, porque me decepciona
tanto. Ocasionalmente, tengo el privilegio de ir a una iglesia en donde la Palabra de Dios
es exaltada; y siempre es un gozo. Pero muchas veces la Biblia es representada de manera
equivocada. Esa no es una iglesia que es ordinaria según la definición de Dios. Muchas
veces es un evento, un acontecimiento y usted se siente solo y aislado. No puedo esperar
para regresar corriendo aquí, en donde hay una saturación de la Palabra de Dios y donde
hay una comunión viva.
Y después, al partimiento del pan. El partimiento del pan. Eso ciertamente incluye la mesa
del Señor. Ciertamente incluye la memoria de la cruz. Pero antes de que la mesa del Señor
fuera tomada, generalmente en la primera Iglesia había una comida, una fiesta de amor,
es llamada por el apóstol Pablo, una comida que culminaba en un recordatorio de la cruz.
Ciertamente, la mesa del Señor es crítica para la vida de la Iglesia. Como usted bien sabe,
sólo el bautismo y la mesa del Señor son las enseñanzas que se han dejado a la Iglesia. La
primera Iglesia establece el tono llamándonos a la mesa del Señor, llamándonos a
congregarnos para tomar el pan y la copa y recordar Su muerte. Es una Iglesia que se
centra en la cruz. Es una Iglesia que mantiene ese símbolo.
Y después, hay otro elemento en el versículo 42 y nuevamente, estas son cosas con las
cuales usted está muy familiarizado y es la oración. Éstas son las actividades de la Iglesia.
Las personas verdaderamente convertidas, perseverando de manera continua en la
enseñanza que ha venido de los apóstoles y ahora está registrada para compartir de la
vida y comunión a la mesa del Señor, la cual los enfoca en las glorias de la cruz y la
oración. Ellos tenían promesas de su Señor ahí atrás en el aposento alto, los apóstoles,
que todo lo que pidieran en Su nombre, el Señor lo haría para que el Padre fuera
glorificado en el Hijo. La oración. No puede haber demasiado de ella. No puede haber
suficiente de ella. No importa cuánto usted ore, usted se siente culpable la mayor parte de
su vida por lo poco que usted ora. ¿No es verdad? Cuando ellos se reunieron, oraron.
Hablando de oración colectiva, reuniéndose a orar.
La Iglesia no fue un evento, un acontecimiento. Una Iglesia no era un lugar donde había
una plataforma para que alguna celebridad, alguna personalidad única, excepcional
estuviera ahí. Simplemente era un lugar ordinario en donde el pueblo de Dios que se
había convertido genuinamente, se entregó de manera continua a la Palabra de Dios, la
comunión y la mesa del Señor y la oración. Ordinaria. Estoy tan agradecido porque esta es
una Iglesia ordinaria. No sólo actividades ordinarias, sino, en segundo lugar, actitudes
ordinarias. Actitudes ordinarias.
Versículo 43: “Y sobrevino temor a toda persona,” phobos, esa es para ser exactos la
palabra de la cual usted obtiene la palabra fobia, temor. Había un sentido de que algo
sobrenatural estaba presente. Bueno, en su caso, muchas maravillas y señales eran hechas
por los apóstoles, pero aún creo que inclusive aunque los apóstoles se han ido, en una
Iglesia ordinaria en donde las actividades son la palabra de Dios, la comunión, el enfoque
está en la cruz, en la mesa del Señor y en donde enfrentamos el pecado en nuestras vidas
y la oración, en una Iglesia ordinaria como esa, hay un sentido de la presencia divina.
Hay un asombro, algo maravilloso, algo trascendente, algo más que en otros lugares. No
terror, sino reverencia. El asombro viene de la obra evidente de Dios a través de los
medios ordinarios de la gracia. Las personas tratan de manufacturar eso con luces. Las
personas tratan de manufacturar eso con música a un alto volumen casi intolerable. La
gente trata de crear experiencias casi raras, pero eso no es asombro. Ese no es el temor
del Señor que es el principio de la sabiduría. La palabra “phobos”, la palabra temor o
asombro se reserva para ocasiones cuando las mentes de las personas están asombradas
debido a alguna realidad divina poderosa. Yo creo que hay un sentido de asombro cada
vez que vengo aquí. No es místico. Es la evidencia de la obra de Dios. No de alguna manera
milagrosa, como en el caso de los apóstoles, pero en la manera no menos milagrosa en la
que Dios salva y santifica y lleva a cabo Su providencia para glorificarse a sí mismo.
Entonces, la primera actitud que vemos aquí es asombro. Y no es uno artificial y no es
inducido de manera artificial. Es el temor real del Señor. Es algo asombroso estar en un
lugar en donde el Espíritu de Dios está moviéndose en poder.
Otra actitud se aparece en el versículo 44. Es una muy importante, amor. “Todos los que
habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas y vendían sus propiedades
y sus bienes y los repartían a todos según la necesidad de cada uno.” Todos los que
creyeron estaban juntos. Era como si nadie sintiera que tenían el derecho de poseer algo.
Todos estaban juntos. ¿Era esto una vida comunal? No. En absoluto. No. Cuando dice que
tenían en común todas las cosas, simplemente significa que se aferraban de manera suave
a lo que tenían y si alguien más lo necesitaba, lo soltaban fácilmente. Comenzaban, si era
necesario, a vender sus propiedades y sus bienes; y los repartían a todos, según la
necesidad de cada uno”.
Por cierto, esto nunca vuelve a suceder en el Nuevo Testamento en ninguna otra iglesia, lo
cual habla en contra de la idea de que la Iglesia supuestamente debe ser la fuente de
justicia social y algún tipo de marxismo. Esto nunca vuelve a suceder. Usted tiene que
entender que hay miles de peregrinos en la ciudad de Jerusalén que no pueden ir a su
hogar. ¿Por qué? Porque hay sólo una Iglesia y está ahí y necesitan quedarse. ¿Pero quién
suplirá sus necesidades? Pero estaban todos tan unidos en la unidad y el amor y del
Espíritu Santo que estaban dispuestos a dejar cualquier cosa que poseyeran para
satisfacer las necesidades de alguien más.
Esto es otra cosa que me encanta de Grace Community Church. Esta es una Iglesia en
donde todos celebramos la obra asombrosa de Dios, ¿no es cierto?, en las vidas de todos
los que nos rodean. Y esta es una Iglesia en donde la gente se aferra a lo que tiene de
manera tan ligera. Tan suave. Ustedes dan. Ustedes me sorprenden con sus ofrendas, me
sorprenden. Son generosos. Y digo que esta es una Iglesia ordinaria, ordinaria en el
sentido que simplemente en la manera en la que Señor diseñó que fuera. No es
extraordinaria. Es ordinaria.
Y cuando usted da así el uno al otro y cuando ustedes aman así, hay un gozo y una dulzura
en la comunión. Versículo 46: “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y
partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón”. Sencillez o
simplicidad de corazón. La primera actitud que veo aquí es la actitud de asombro y
maravilla por lo que Dios está haciendo. La segunda es la actitud de amor. La tercera es la
actitud de unidad. Están unánimes. Y la siguiente es la actitud de gozo al final del versículo
46 y simplicidad de corazón, sin distracciones. Esto, de nuevo, esta simplicidad es una
especie de palabra como ordinaria. Sus vidas están entretejidas en una mente y parten el
pan de casa en casa.
Y por cierto, el hecho de que continúan partiendo el pan de casa en casa significa que no
todo el mundo vendió su casa. Todavía había personas que eran dueños de sus casas. Ahí,
concluye el argumento en contra del comunismo. Pero ellos estaban comiendo juntos con
alegría. Entonces, otra actitud en una Iglesia ordinaria es gozo, alegría, unidad gozosa,
unidad de corazón, cuidando el uno del otro, una definición simple.
Y después, en el versículo 47, una nota final, “alabando a Dios”. Una Iglesia ordinaria es
una Iglesia que adora; adora. No creo que necesito decirle que eso es parte de nuestra
vida juntos, ¿verdad? Esperamos la adoración. Elevamos la adoración. Tenemos un
propósito singular, la gloria de Dios, desde el principio mismo, desde las primeras semanas
cuando yo llegué aquí, traté de exaltar frente a la congregación en esos primeros años que
la gloria de Dios era la razón suprema para todo. Recitamos las obras maravillosas de Dios,
lo cual es adoración. Recitamos los atributos gloriosos de Dios, lo cual es adoración. Y le
alabamos y le agradecemos por ambos, lo cual es adoración.
Esta es una iglesia ordinaria. No hay nada espectacular, nada radical, nada extremo, nada
tomado de la cultura, nada exagerado. Esta es una Iglesia ordinaria. Pero esta Iglesia
ordinaria estaba obteniendo favor con todo el pueblo, y esto comienza a ver al efecto.
Vimos las actividades. Vimos las actitudes. El efecto, favor con todo el pueblo. A lo largo
de los años, aquí en Grace Community Church, hemos recibido tantos honores, inclusive
de la comunidad que nos rodea, de la ciudad de Los Ángeles.
De acuerdo en una ocasión cuando el alcalde, Mayor Riordan, estuvo aquí. Y él quería
honrar a Grace Community Church por parte de la ciudad de Los Ángeles, debido a que
nuestra iglesia era tan importante para la ciudad. Y él se puso de pie en este púlpito, y yo
estaba nervioso, como usted se puede imaginar. Y él dijo: “Yo sé una cosa acerca de esta
Iglesia. Ustedes no discriminan. Raza, color, credo o preferencia sexual.” ¡Ay, ay, ay! Fue
esa última la que me sacudió. En ese punto acepté su honor manchado. A lo largo de los
años, hemos sido un lugar escogido para funerales de policías, bomberos, y me he reunido
con autoridades civiles a lo largo de los años, quienes tienen tanto respeto por esta Iglesia
porque hay algo sobrenatural aquí, algo hermoso aquí, algo maravilloso, algo atractivo.
Debe ser así. Debemos dejar que nuestra luz brille para que los hombres vean nuestras
buenas obras y que glorifiquen a nuestro Padre que está en el cielo.
Pero al final, esta iglesia ordinaria experimentó bendición extraordinaria. En el versículo
47 finaliza con esto: “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”
No sé cómo hacer que la gente entienda este mensaje. El Señor edifica la Iglesia, ¿no es
cierto? Él añade. Él no nos pide que seamos radicales, extremos, exagerados, que
transformemos, que seamos emergentes o cualquier otro adjetivo. Él nos pide que
sigamos los medios ordinarios de la gracia y fidelidad a la Palabra de Dios y el Espíritu de
Dios y Él se va a encargar de la parte extraordinaria. Amo a nuestra Iglesia ordinaria.
Quiero que usted sea un cristiano ordinario. No esté persiguiendo cosas fuera de lo
normal. Es la lealtad lenta, constante, fiel, a Cristo y obediencia a Su Palabra lo que honra
a Dios. Y si el crecimiento espiritual es lento y constante, entonces así lo es el crecimiento
de la Iglesia, el verdadero crecimiento de la Iglesia. Una Iglesia ordinaria puede, por el
poder de Dios, tener un impacto extraordinario.
Padre, te damos gracias por nuestro tiempo juntos en esta noche y simplemente
pensando en estas cosas. Nunca hemos tratado de hacer algo diferente de lo que vimos
en Tu Palabra. Desde el principio mismo, hemos tratado de no enredarnos en la
manipulación de personas, en hacer las cosas para efectos de show, el cambiar nuestra
teología para acomodar a cierto segmento de la población. No os hemos redefinido a
nosotros mismos para hacer que el mundo se sienta como que es parte de la Iglesia.
Queremos ser una Iglesia ordinaria. Queremos ser lo que Tú has diseñado que nosotros
seamos, usando los medios ordinarios y el camino lento, paciente, constante para crecer
en la gracia y en el conocimiento de Cristo con la acción correcta, la actitud correcta y
después, dejarte el impacto.
Y Señor, te alabamos porque Tú has hecho cosas extraordinarias. Tú estás añadiendo a Tu
iglesia diariamente aquí, en este lugar. Y a través de nuestros misioneros, estás añadiendo
a Tu Iglesia diariamente por todo este mundo. Y a través de los hombres y mujeres que
ellos han entrenado, han preparado, han multiplicado a miles de ellos, 4000 pastores
ahora preparados en los campos misioneros a través de ellos. Llevando a cabo un
ministerio ordinario en una Iglesia ordinaria a través de personas ordinarias y con medios
ordinarios. Tú estás añadiendo a la Iglesia. Tus estas edificando Tu Iglesia, en contra de las
cuales las puertas del infierno no pueden prevalecer. Estamos tan bendecidos, tan
agradecidos. Tan agradecidos. Mantennos a todos leales y fieles. Te damos la alabanza. Y
todos dijeron: “Amén”.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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La responsabilidad de las ovejas


Escritura: 1 Tesalonicenses 5:13

Código: 52–25
John MacArthur
Bueno, abramos nuestras Biblias para nuestro tiempo en la Palabra de Dios, capítulo 5 de
1 Tesalonicenses. Capítulo 5 de 1 de Tesalonicenses. El último día del Señor y esta
mañana, estamos estudiando los versículos 12 y 13. Permítame leérselos. 1
Tesalonicenses 5:12 y 13: “Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan
entre vosotros y os presiden en el Señor y os amonestan, y que los tengáis en mucha
estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.” Estos dos versículos
explican cómo las ovejas deben tratar al pastor y cómo los pastores deben tratar a las
ovejas. Dentro del marco de la comunión cristiana en la iglesia. La semana pasada usted
recordará, hablamos de la responsabilidad de los pastores para con las ovejas, cómo los
pastores deben cuidar de las ovejas. Ese claro fue un mensaje cercano a mi propio corazón
como pastor. Quien tiene ovejas y una responsabilidad delante de Dios para ejercer ese
tipo de cuidado.
También fue un mensaje que refleja todos nuestros pastores y ancianos en Grace Church y
conforme pensaba en las cosas que dije la semana pasada y la responsabilidad en los
gozos, las dificultades, las pruebas, las tribulaciones, las emociones de ser un pastor,
recordé que hace unos cuantos meses atrás Phill Johnson y yo estábamos comiendo y me
dijo: “¿Sabes John?, tienes que escribir otro artículo para la revista Masterpiece que está
por salir. ¿De qué te gustaría escribir ese artículo editorial?” Y conforme estaba
masticando mi hamburguesa de pollo, ahí adelante en la calle en Cal, le dije: “Sabes Phill,
me gustaría escribir un artículo de por qué soy un pastor para que todo el mundo sepa de
que sin importar qué perfil pueda parecer que yo tenga en el mundo exterior, el corazón
de todo lo que es el pastoreo, eso es a lo que Dios me ha llamado hacer y eso es lo que
realmente soy. Y, él dijo: “Bueno, ¿cómo lo harías?” Yo le dije: “Bueno, qué tal si escribo
un artículo de las diez razones por las que soy un pastor.” Y él me dijo: “¿Diez? Bueno,
¿puedes pensar en diez?” Yo dije: “Estoy seguro. ¿Tienes un lápiz?”
Y, entonces, comencé a escribir conforme pensaba, en diez razones por las que soy un
pastor, y eso se convirtió en un artículo que terminó en el último número de la revista
Masterpiece, en la sección editorial, en donde siempre escribo un artículo. Mi
pensamiento originalmente fue estimulado cuando leí la biografía de Jonathan Edwards,
escrito por Jan Murray y aprendí de todos los dolores personales que tuvo en su propia
iglesia. El pastor de una iglesia, lo expulsó después, lo sacó, después de todo ese tiempo
de un Ministerio profundo y bendecido, Jonathan Edwards, inclusive, fue un líder clave en
el gran despertar norteamericano, el más grande avivamiento que jamás ha sacudido esta
nación. Su iglesia no pareció haber considerado eso. Y mientras que aunque estoy en el
año 22 no espero un destino así. Sé lo que es sufrir crítica. Sé lo que es ser un sujeto
constante de acusación tanto adentro como afuera de la iglesia. Ha habido momentos
créanme, cuando dejar la iglesia me ha parecido atractivo y hay casi una pregunta
constante para mí: ¿por qué no dejas Grace Church y haces algo más? Pero nunca he
contemplado un cambio así seriamente porque amo mi llamado de Dios, amo mi lugar y
amo a mi congregación, permanezco estando totalmente comprometido con el deber de
ser un pastor, y hay varias razones por las que pienso eso. Permítanme, tan solo, repetirle
brevemente esas diez razones por las que soy un pastor.
Número uno, la iglesia es la única institución que Cristo prometió bendecir y edificar. Él
dijo: “Yo edificaré mi iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” Y
encuentro gran consuelo y confianza en el hecho de que soy parte de la más grande
institución sobre la faz de la tierra, la cual es la iglesia local. Estoy agradecido por tener
una parte pequeña en la gran obra de Nuestro Señor de edificar la iglesia. En segundo
lugar, soy un pastor porque las funciones colectivas del cuerpo se llevan a cabo en la
iglesia. Tan pronto como usted se sale de la iglesia usted se divorcia del lugar de
celebración, el lugar de adoración, el lugar de la mesa del Señor, el lugar del bautismo, el
lugar de aliento, el lugar de edificación, el lugar de instrucción y si vamos a venir -como
dijo el salmista-, y adorar y a postrarnos; y si vamos a venir y participar de la mesa del
Señor; y si vamos a venir a las aguas del bautismo; y si vamos a venir a ser alimentados, y
enseñados, y nutridos, y discipulados, y a disfrutar de las riquezas de la comunión, todo
eso sucede en la iglesia local.
En tercer lugar, soy un pastor porque la predicación es el medio primordial que Dios usa
para extender su Gracia. El apóstol Pablo le mandó a Timoteo a predicar la Palabra. Es
mediante la Palabra predicada, mediante la proclamación de la Palabra, que la
congregación es edificada, y alentada, y fortalecida, y motivada, y confrontada, y
convencida de pecado, y reprendida y restaurada. Tengo el privilegio, cada domingo, de
proclamar el mensaje de Dios, -una vez en la mañana y una vez en la noche-, y para ser
realmente honestos con ustedes, la razón por la que tenemos un servicio de domingo por
la noche, es, simplemente, porque queremos tener otra oportunidad de proclamar esa
verdad y todas las cosas que van con esto.
En cuarto lugar, soy un pastor porque puedo estar consumido en el estudio y la comunión
con Dios toda mi vida. No me gustaría estar involucrado en administrar alguna
organización en donde estuviera inmerso en los detalles y lo trivial y los detalles de las
cosas que son diferentes de la Palabra de Dios porque estoy inmerso en las cosas de las
Escrituras. Alguien me preguntó esta semana pasada: “¿Qué es lo que te motiva?” Y lo
que dije es: “Mi amor por la Palabra de Dios.” Eso es lo que me motiva, y el hecho de que
puedo pasar mi vida entera haciendo lo que me encanta hacer para mí es una emoción
enorme. Estaba hablando con un jugador profesional de béisbol hace unas semanas atrás
y yo le dije: “¿Qué es lo que más te gusta de lo que haces?” Y él me dijo: “Lo que más me
gusta es que hago lo que me encanta hacer.” Y yo también. De hecho, lo que me encanta
hacer –resulta-, llevarme a la comunión personal privada con Dios en las páginas de las
Escrituras.
El doctor Roscow en el seminario es parte de nuestra facultad y está escribiendo un libro
acerca de la predicación expositiva por el cual estamos muy emocionados y él está
escribiendo un capítulo acerca de la oración y la predicación expositiva. Él me escribió una
pequeña nota, y en la nota él dijo: “¿Me podrías escribir un párrafo o algo así de cómo la
oración entra en tu preparación?” Y tuve el gusto de escribir un boceto del mismo el cual
está en mi escritorio esperando para ser revisado el próximo día o dos, y decir que la
realidad de la oración es absolutamente inseparable del ejercicio de la preparación. En el
proceso de preparación no puedo divorciarme de una conversación continua con Dios
conforme busco conocer Su Mente y Su Corazón y Su Voluntad y después aplicar a mi
corazón lo que estoy estudiando y aprendiendo y, tarde o temprano, predicarlo.
Ustedes ven el lado público mío, pero hay un lado privado, que Dios conoce y solo Dios
conoce. Ustedes me ven por dos horas un domingo, una por la mañana y una por la
noche, si realmente son espirituales. Si solo me ven por una hora no son muy espirituales.
Eso no se acerca, en absoluto, a las treinta horas -por lo menos-, que paso en comunión
privada, para preparar para la una o dos horas que ustedes me ven. Ese es el gozo, ese es
el amor, ese es la pasión del Ministerio.
En quinto lugar, soy un pastor porque soy responsable, de manera directa, a Dios por las
vidas de la congregación que me ha encomendado para pastorear y me encanta esa
responsabilidad. No me molesta ser un maestro en la radio, no me molesta escribir libros.
No me molesta mandarle mis palabras a personas que no conozco, sea que me oigan por
la radio, escuchen una cinta o lean un libro. Pero tengo una relación con mi congregación
como la de un pastor con las ovejas y tengo el privilegio llamado de Dios de cuidar de sus
almas, como de alguien que va a dar cuentas a Dios y la única manera en la que puedo
cumplir con ese llamado es en una iglesia local. No puedo ser responsable por las almas de
la gente en un programa de radio. No puedo ser responsable por las almas de la gente que
me escucha en una cinta o leen un libro. Solo puedo ser responsable a Dios por las almas
de las ovejas que están en mi propio rebaño. Y a eso he sido llamado y deseo ser fiel a eso.
En sexto lugar, también soy responsable a la gente en mi iglesia. No solo soy responsable a
Dios por la gente en mi iglesia, sino que soy responsable a la gente en mi iglesia por ser
fiel a Dios. Todo está expuesto para ustedes, después de casi 22 años va a ser mi
aniversario número 22 el 9 de febrero, pero en todos estos años, ustedes ven todo. Todo
está expuesto ahí. Mi esposa, mis hijos, mi vida familiar, mis fortalezas personales, mis
debilidades personales, lo que me gusta, lo que no me gusta, el estilo de vida que vivo.
Todo está ahí, y me gusta rendir cuentas de esa manera. Dice usted: “¿Por qué?” Porque
me mantienen donde debo estar. Es un aliento constante para mí reflejar a Cristo en todo
lo que digo y hago porque esa es la única manera en la que puedo apoyar un mensaje. La
gente puede escucharme en la radio y no tiene ni idea de cómo vivo. Pueden escuchar una
cinta, pueden leer un libro y no tienen ni idea de cómo es mi vida pero ustedes sí, y lo
saben y ese tipo de rendición de cuentas es muy, muy bueno para mí.
Número siete, soy un pastor porque me encanta en desafío de edificar, de construir, de
formar un equipo de liderazgo eficaz a partir de la gente que Dios ha colocado en la
iglesia. Realmente, creo que ser un líder de eficacia en la iglesia es el reto más desafiante
que hay sobre la faz de la tierra. Hay varias razones. Una de ellas, por ejemplo, es que
cuando usted comienza una empresa, una compañía y usted quiere ser exitoso, usted
puede contratar a quien usted quiera, pero cuando usted edifica una iglesia usted tiene
que tomar lo que Dios da. Eso es muy diferente, muy diferente. Y es una organización de
voluntarios. Usted no solo toma lo que Dios da, usted toma la gente que Dios da y está
dispuesta a dar y es a partir de ese tipo de desafío que usted es llamado a formar un
equipo de liderazgo que puede extender el reino de Dios y, francamente, no estoy
diciendo esto para mostrar falta de esperanza pero quiero que sepan lo que la Biblia dice:
“No muchos de ustedes son sabios no muchos son poderosos y no muchos son los
nobles.” 1 de Corintios 1:26.
Básicamente, somos la gente ordinaria del mundo, ¿no es cierto? Y le doy gracias a Dios,
una y otra vez, de que no me metió en algún tipo de iglesia elitista. Yo ni siquiera quise
pastorear una iglesia constituida por la élite, quise una iglesia que fuera promedio,
constituida por gente ordinaria, el Cuerpo de Cristo, en donde solo habría unos cuantos
que serán considerados los fuertes y los nobles y la mayoría de nosotros seríamos
personas fieles. Simplemente, me veo a mí mismo como entre ellos y ha sido un gozo
tremendo ver al Espíritu de Dios edificar a un equipo de liderazgo y extender su Reino a
través de nuestra iglesia. Y ¡qué desafío es ese!
Número ocho, soy un pastor porque el pastorado incluye toda la vida. La vida entera. No
sé acerca de usted, pero me encanta la aventura, me encanta la variedad y si usted quiere
una vida de aventura y variedad, sea un pastor. No hay dos días que sean iguales, no hay
dos días idénticos. No fui, nunca he hecho para trabajar en un trabajo rutinario. Yo estaré
en algún lugar allí en la cama, recitando el alfabeto griego unas cuantas semanas y,
después, si estuviera trabajando ahí, en algún tipo de trabajo rutinario, me empezaría a
volver loco. Mi mente es atraída hacia la variedad y eso es porque Dios me ha diseñado
para eso. Y esa es la realidad del Ministerio, incluye toda la vida. Puedo compartir el gozo
de padres por el nacimiento de un niño, puedo compartir el dolor de los padres por la
muerte de un niño, puedo compartir el gozo por una boda, puedo compartir el consuelo
necesario en un funeral, el espectro de la vida es expuesto al pastorado. Todos los gozos,
todas las emociones y momentos felices de la vida, todas las tragedias, dificultades,
pruebas y dolores de la vida. Es una aventura increíble que puede comenzar en cualquier
momento porque en cualquier momento algo fuera de lo ordinario sucede y, de alguna
manera, estoy involucrado en eso. Es un gozo ir más allá del sermón. Lo cual es la parte
predecible del Ministerio, y de ahí pasar a la parte impredecible, conforme usted está ahí
intercediendo a favor de la gente. Intercediendo en lugar de Cristo a Dios.
Soy un pastor por otras dos razones. Número nueve, tengo miedo de no ser pastor. Y esa
es la verdad. Cuando tenía 18 años de edad, Dios me sacó de un auto que iba a 120
kilómetros por hora, y aterricé en la parte de atrás de mi cuerpo, y me derrapé por varios
metros sobre el pavimento. Por la Gracia de Dios no morí y por la Gracia de Dios me
comprometí a ser pastor porque antes de eso yo sabía que el Señor me había llamado a
eso. Estaba siendo rebelde y decidí que si el Señor iba a pelear conmigo así, yo iba a
rendirme, iba a ser un pastor o lo que Él quisiera que fuera. Cada vez que me raspo la
espalda siento las cicatrices de eso porque todavía están ahí para recordarme que debo
ser fiel al pastorado, o podría haber otra autopista en algún punto en mi futuro. Y eso está
bien.
Y, finalmente, soy un pastor porque la recompensa del pastoreo son absolutamente
maravillosas. Tengo que decirle: me siento amado, me siento valorado, me siento
necesitado, siento que la gente confía en mí. Todas esas cosas, ¿por qué? No es por mí,
sino porque ser un instrumento de Dios cambia la vida de las personas. Cuando Dios lo usa
a usted para predicar Su Palabra, enseñar Su Palabra, aplicar Su Palabra, las vidas de la
gente cambia, y usted tiene el sentido de un significado de la vida maravilloso,
maravilloso. La vida es de tanto valor para mí, por cómo Dios la usa para hacer lo que
hace. Sé que ustedes oran por mí, sé que ustedes se preocupan por mí, lo sé. Tengo una
deuda de gratitud a Dios por ello, porque no soy digno de eso, pero entiendo eso. Eso va
de la mano con ser un instrumento, mediante el cual la Gracia de Dios puede influir a la
gente. Aunque, Dios lo está haciendo todo y el Espíritu de Dios lo está haciendo todo.
Conforme la gratitud es expresada a Dios de alguna manera pasa, mediante el canal por el
que vino, y esa es una realidad maravillosa y emocionante. Y, cuando todo se ha acabado,
el gozo y satisfacción de ser un pastor es la respuesta y el amor mutuo que el pastor y las
ovejas comparten.
Quiero que sepan que todos los años que he estado aquí, nunca he administrado sin gozo,
nunca he administrado sin satisfacción, nunca he administrado en un vacío de amor.
Ustedes siempre me han amado, ustedes siempre han alentado mi corazón y ha sido la
respuesta de las ovejas al pastor que ha hecho que este Ministerio sea tan emocionante
para mí. Y creo que cualquier persona en el Ministerio diría eso. Con todas esas diez cosas
que les di, el meollo del asunto es este: estoy en el Ministerio porque las recompensas son
tan grandes y las recompensas son eternas y, eternamente, el valor de una relación entre
un pastor y sus ovejas, qué gran verdad. Supongo que todos los pastores en este rebaño,
todos los ancianos de esta iglesia estarán de acuerdo que el gozo del Ministerio está
ligado a la actitud de las ovejas, así el pastor cuando Dios transmite la verdad a través de
mí a ustedes y ustedes transmiten la gratitud a través de mí a Él, ese es un gozo tremendo.
Y les voy a decir algo, no todo mundo experimenta eso. Muchas iglesias son oscurecidas
con las marcas de salidas repentinas de pastores que han sido abusados y golpeados por
una congregación llena de ingratitud. Ese no ha sido mi caso. Pero eso presenta la
pregunta para nosotros en el texto ¿cómo es que los pastores deben ser tratados? ¿Cómo
es que usted debe tratar al pastor? Ahora le doy este mensaje con algo de resistencia
porque alguien con toda seguridad va a decir: “Bueno, alguien ha estado atrás de John
para que él predicara este mensaje para enderezarlo.” Y no es verdad. Sabe usted que
resulta que llegamos al capítulo 5 versículo 12 y 13, ¿verdad? Y usted sabe que nos vemos
obligados por el plan de Dios, no por algún plan personal que yo tengo.
¿Cómo es que las ovejas deben tratar a los pastores? La semana pasada hablamos de
cómo es que los pastores deben tratar a las ovejas y les dije que podrían vivir de manera
irresponsable por una semana más, pero ya se acabó el tiempo. Se acabó. Aquí estamos.
Aquí está la responsabilidad de las ovejas, para con los pastores. Ahora, para algunas
personas ni siquiera piensan en esto. Algunas veces, el asunto es poco más que una
broma, como el pastor que, literalmente, le molestaba ser distraído por un hombre que se
quedaba dormido todo domingo en medio de su sermón. Y el hombre era un miembro
prominente de la iglesia. Y él se dormía en todo sermón. Finalmente, el pastor decidió “no
me importa si es prominente, no me importa si él da mucho, tengo que confrontarlo.” Y él
dijo: “¿Por qué, señor, es que usted se queda dormido cuando estoy predicando mi
sermón? Muestra una falta de respeto.” A lo cual el hombre respondió: “¿Crees que me
quedaría dormido si no confiara en ti?” Miren, no necesito ese tipo de confianza, si es el
mismo caso con ustedes.
¿Cómo es que las ovejas deben tratar a sus pastores? ¿Cómo es que las ovejas deben
tratar a sus pastores? El siguiente artículo titulado Cómo deshacerse de un pastor,
apareció en un boletín de iglesia. Escúchelo. No hace mucho tiempo atrás un grupo de
bien intencionado de laicos, vino de una iglesia vecina para verme. Querían que los
aconsejara en algún método conveniente y no doloroso para deshacerse de su pastor. No
obstante, me temo que no les ayudé mucho. En ese entonces no había tenido la
oportunidad de pensar seriamente en eso, pero, desde ese entonces, he ponderado el
asunto mucho y la próxima vez que alguien venga a buscar consejo acerca de cómo
deshacerse del pastor, esto es lo que les diré: “Uno, vea al pastor fijamente a los ojos
mientras que está predicando y diga “Amén” una vez, de vez en cuando, y él va a predicar
hasta morir. Dos, denle unas palmadas en la espalda, reconozca sus buenos puntos y,
probablemente, él va a trabajar hasta morir. Tres, re-dedique su vida a Cristo y pídale al
predicador que usted haga algún trabajo, de preferencia algunas personas perdidas que
usted podría ganar a Cristo, y él va a morir de un infarto. En cuarto lugar, haga que la
iglesia se una en oración por el predicador y, rápidamente, él se va a volver tan eficaz que
una iglesia grande lo va a quitar de sus manos. Y él, rápidamente, se va a volver tan eficaz
que una iglesia más grande que la suya le va a pedir que salga de donde está y lo va a
quitar de sus manos.
Da lugar a algunas preguntas vitales cuando pensamos en eso. ¿Cómo debemos tratar al
pastor? Una encuesta de 3.000 iglesias pastores y laicos incluidos en la encuesta hicieron
la pregunta: ¿Cuáles son las razones primordiales por las que la gente se va de una iglesia?
Una de las respuestas más comunes fueron: “No me cae bien el pastor.” ¿Cuál es nuestro
deber? Regresemos a nuestro texto. Ya vimos la responsabilidad de los pastores para con
sus ovejas y señalamos que deben laborar entre las ovejas, en primer lugar. En segundo
lugar, deben ejercer autoridad sobre las ovejas y deben darle instrucción a las ovejas y
delineamos, cuidadosamente, esas tres cosas.
El primer punto, laborando entre las ovejas, lo ven ahí en el versículo 2. Los que trabajan
entre vosotros, pastores, ancianos, supervisores, pastores, deben trabajar, laborar duro.
Trabajar al punto de trabajar exhaustos en una vida sacrificial de servicio, junto a las
ovejas, una dedicación total se ve ahí. Esa es la función de humildad de un siervo. Y,
después, observen -si son tan amables también-, que os presiden en el Señor, tienen
autoridad sobre las ovejas debido al Llamado del Señor, por causa de Él, por Su Voluntad,
para Su Gloria, deben presidir, dirigir y guiar. Y, después, al final del versículo 12, deben
darles instrucción, la instrucción para las ovejas. La enseñanza es el elemento primordial.
Deben ser maestros capaces, capaces en delinear y diseminar la Palabra de Verdad.
Ahora, vayamos a la responsabilidad de las ovejas a sus pastores. Y esto es muy, muy
básico, digo, la iglesia debe conocer esto. Esta es la médula en nuestra relación, juntos.
Algunas veces las ovejas pueden ser muy duras con los pastores. Alguien dijo: “Pensamos
que las ovejas son pequeñas criaturas, fáciles de tratar porque las únicas con las que
jamás tratamos son las de peluche, y eso es verdad. Si alguna vez usted ha trabajado con
las ovejas y ha estado expuesto a ellas lo suficiente como para saber que son débiles,
inútiles, no organizadas, tienden a desviarse, demandantes, son sucias y tienen pezuñas
filosas. Y cuando el Señor estaba describiéndonos como ovejas, Él estaba hablando de
ovejas como ovejas, no ovejas como animales de peluche. Las ovejas pueden hacer que la
vida no sea gozosa para el pastor si no siguen el camino de su deber. Pueden hacer que la
vida sea miserable si no son obedientes.
Entonces, veamos las tres características o principios que se nos mandan como ovejas
hacia nuestros pastores. Número uno, valoren a sus pastores. El versículo 12 dice: “Os
rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros y os presiden en el
Señor y os amonestan.” La palabra “reconozcáis”, por un momento, es oida en el griego.
Significa conocer. Es una palabra común usada por todo el Nuevo Testamento para
conocer. Pero significa el tipo de conocimiento que viene mediante la experiencia. Haber
aprendido a conocer, haber llegado a conocer mediante la experiencia o llegar al
conocimiento. Y aquí tiene la idea de un conocimiento profundo. Y un conocimiento que
incluye en este conocimiento, respeto y valoración. Conocer o valorar es la implicación de
la palabra aquí, quizás la mejor traducción es la palabra “apreciar”.
Otra podría ser que valoren a aquellos que trabajan diligentemente entre ustedes, que
respeten a aquellos que laboran diligentemente entre ustedes. No significa conocer sus
nombres, no es ese tipo de conocimiento simplista. No significa conocer, únicamente, los
nombres de sus hijos, o su esposa, o su código postal, o dónde viven, o de dónde se
graduaron, o qué tipo de auto manejan, o lo que sea. Significa que usted llega a un
conocimiento personal e íntimo que lleva a valorarlos. Usted los conoce lo suficiente como
para preocuparse por ellos. Esa palabra “reconozcáis”, algunas veces, se traduce para
referirse al acto físico entre un hombre y una mujer. El tipo de conocimiento profundo, el
tipo íntimo de conocimiento en donde un hombre conoce a una mujer y ella engendra un
hijo, es el sentido de conocer alguien y la dignidad de ese alguien.
Constantemente, se me hace un comentario cuando entro a algún diálogo de preguntas
de personas que me escuchan predicar, con mucha, mucha frecuencia me dicen: “Me
siento como si te conozco.” Nunca te he conocido de manera personal, no he pasado
mucho tiempo contigo, pero siento como si te conociera.” Y realmente están diciendo eso,
porque han estado escuchando por tanto tiempo, el corazón del predicador que hay un
sentido en el que usted conoce a esa persona, y siempre respondo al decir: “Bueno, si
usted me ha estado escuchando usted me conoce porque usted está oyendo lo que está
en mí.” No soy como me veo. De hecho le digo a la gente todo el tiempo cuando me
conoce y dicen: “No, te escuché en la radio por años.” Y les digo: “Sé que me veo mejor en
la radio.” No es cuestión de cómo me veo. Usted no me conoce al saber cómo me veo.
Usted me conoce al saber lo que siento ¿verdad? Usted me conoce al saber lo que sale de
mi corazón. Usted me conoce al conocer las pasiones de mi vida. Es fácil ser grosero, es
fácil ser crítico y es fácil ser indiferente con alguien a quien usted no conoce profunda e
íntimamente, pero cuando usted conoce a alguien y usted ha llegado a conocerlos por la
experiencia y usted entiende la pasión de su corazón, hay cierto respeto que nace a partir
de ese tipo de conocimiento y, entonces, ustedes tienen la obligación de que ustedes
lleguen a conocer a sus líderes. Si ustedes van a respetarlos y valorarlos y admirarlos y
entender su valor y dignidad, significa que ustedes tienen que llegar a conocerlos. Y
después cuando les conoce usted demuestra ese tipo de respeto.
Ahora, necesito decir que esto tiene algunos tonos con respecto al apoyo financiero y, de
nuevo, quiero aclarar esto. No quiero que me suban el sueldo, no voy a aceptar que me
incrementen el sueldo, no estoy pidiendo que me lo suban, pero es importante que
ustedes sepan, que la conexión en el texto implica que esta cuestión de valorar, reconocer
a alguien, involucra darles apoyo financiero. Para mostrarles eso usted solo necesita ver 1
Timoteo 5:17. Brevemente ahí simplemente donde dice: “Los ancianos que gobiernan
bien, aquellos que lo hacen con excelencia, sean tenidos por dignos de doble honor.
Mayormente, los que trabajan en predicar y enseñar.”
Ahora aquí hay ancianos gobernando, guiando. Son hombres dignos. Su dignidad llama
doble honor, timé. Ahora, ¿qué significa eso? Bueno, puede significar respeto, puede
significar alta estima, pero el contexto aquí muestra que incluye paga. En los versículos
previos, versículos 3 al 16, explicó el apoyo económico de las viudas. Ahora él explica el
apoyo de los ministros, los pastores y él está diciendo: “Si gobiernan bien, son dignos de
doble timé.” Por cierto, en varias ocasiones en el Nuevo Testamento, Mateo 27:6 al 9 y 1
Corintio 6:20, la palabra timé está asociada con dinero. Entonces, él está diciendo, denle
respeto remuneración, y háganlo doble, doble honor, doble respeto y paga generosa. ¿Por
qué? Porque ustedes están recompensando a ancianos que gobiernan bien, a aquellos
que son diligentes, ancianos fieles son dignos, lo merecen. Y por cierto a manera de
comentario al margen, no hay nadie mejor en quien usted pueda confiar, que un hombre
piadoso con los recursos que usted les da. ¿En qué mejores manos podría usted colocar
eso, que un hombre piadoso va a usarlo para la gloria del Señor? Y al final del versículo,
mayormente los que trabajan en predicar y enseñar, aquellos que trabajan duro en la
Palabra, encomiéndenles el dinero de Dios, recompénsenlos, muéstrenles su honor a ellos
de una manera tangible.
Entonces, hay una especie de flujo aquí. Los ancianos son dignos de honor, los ancianos
son dignos de honor con la remuneración. Los ancianos que trabajan duro son dignos de
doble honor. Los ancianos que trabajan duro y son excelentes, que se concentran,
primordialmente, en predicar y enseñar, son particularmente dignos de respeto y
remuneración. Entonces, todo pastor fiel debe ser valorado, respetado, admirado,
honrado y apoyado. Hay un versículo muy simple y directo que afirma esto, de regreso a 1
Corintios 9, -y estamos moviéndonos rápido entre los dos puntos de regreso-, en 1
Corintios 9, no voy a tomar mucho tiempo para profundizar en el punto. Hay un principio
en el versículo 14; 1 Corintios 9:14 lo resume. Entonces, el Señor dirigió que aquellos que
proclaman el Evangelio, vivan del Evangelio. Aquellos que proclaman el Evangelio deben
vivir del Evangelio. Eso significa que si usted va a pasar su vida haciéndolo, debe ser
apoyado al hacerlo. Ahora, usted puede regresar a nuestro texto, 1 Tesalonicenses
capítulo 5. Lo primero que la congregación debe darle a los líderes, los ancianos, pastores,
es respeto, que incorpora cuidado, remuneración, apoyarlos, honrarlos doblemente, ser
generosos, no solo darles lo mínimo para que tengan qué -¿lo suficiente para vivir?-, sino
mostrar gran generosidad y respeto y admiración a ellos, sabiendo que van a ser buenos
administradores de lo que usted les da.
¿Cuál es la responsabilidad de la congregación? Respeto, admiración, honor, aprecio. En
segundo lugar, y esto emana de eso, estímenlos. Estímenlos. Él dice ahí en el versículo 13:
“Y que los tengáis en mucha estima por causa de su obra.” Ahora, este es muy parecido al
primero, no hay mucha diferencia: “Estima hegeomae.” Significa considerar, pensar.
Significa ir un poco más profundo que el primer deber, porque dice que usted debe
estimarlos ¿cómo? Tenerlos en mucha estima. ¿Sabe lo que es eso en el griego? Más allá
de toda medida. Más allá de toda medida. Y después la palabra clave “en amor”, “en
amor”. No debido a su obra, no debido a su personalidad, este no es un concurso de
personalidades, sino debido a su trabajo. Usted debe estimarlos más allá de toda medida.
Usted debe estimar a un pastor fiel más allá de toda medida. El punto es que no hay
límite. No hay límite al respeto que usted debe tenerle a ese hombre, al amor que usted
debe tenerle a ese hombre. Usted debe amar a ese hombre. ¿Qué significa “amor”?
Significa servicio sacrificial hacia él, significa afecto hacia él. No debido a su personalidad,
no debido a que le ha hecho favores a usted, sino debido a su trabajo, porque él le
ministra a usted la Palabra de Dios, porque él alimenta su alma necesitada.
En Gálatas usted notará en el capítulo 4 versículo 14, Pablo dice: “Aquello que fue una
prueba para ustedes en mi condición corporal. Ustedes no menospreciaron o
aborrecieron.” Pablo tuvo alguna condición corporal que lo hacía repulsivo al verlo, estar
con él y él dice: “Ustedes no odiaron eso.” No había nada atractivo en el hombre, nada en
absoluto. “Ustedes no lo aborrecieron, ustedes me recibieron como un ángel de Dios,
ustedes me recibieron como Cristo Jesús mismo.” Ese es el espíritu, esa es la actitud. No
importa cuál sea la personalidad, no importa cuáles son las cosas que no sean
bienvenidas, como alguna enfermedad aborrecible. “Ustedes me recibieron como si fuera
un ángel de Dios o Cristo mismo.” Y después él dice en versículo 15: “Si fuera posible,
ustedes se habrían sacado sus ojos y me los habrían dado a mí.” Bien pudo haber sido,
algunos piensan que tenía algún problema horrible en los ojos, donde tenía algún tipo de
sustancia y él dice: “Ustedes se habrían sacado sus propios ojos y me los habrían dado si
hubieran podido hacerlo.”
Ahora, eso es estimar más allá de toda medida. Ustedes me amaron a pesar de lo que era
aborrecible acerca de mi condición, me amaron a pesar del hecho de que no era algo
agradable de ver y se habrían sacado sus ojos por mí. Ese tipo de amor sacrificial. En
Gálatas recordará usted, no es cierto, conforme Pablo escribe la carta, él realmente les
está diciendo: “Así era.” ¿Qué es lo que pasó para cambiar eso? Y él escribe en un tono de
corazón quebrantado: “¿Qué pasó para cambiar eso? ¿Qué hice para cambiar su amor?
Las ovejas, entonces, deben valorar. Más que eso. No solo deben dar respeto y
remuneración al que ellos conocen como su pastor sino que deben amar al pastor más allá
de toda medida al punto de cualquier sacrificio personal. ¿Por qué? No debido a su
personalidad, sino debido a su trabajo. Han sido llamados por Dios, han sido apartados
para un trabajo especial y la congregación debe valorarlos y reconocer en amor ese
trabajo que han sido llamados a hacer.
Escuche a Juan 13:20: “De cierto os digo que quien recibe a quien yo envío me recibe a mí,
y el que me recibe a mí recibe al que me envió.” Cuando usted recibe al pastor, usted está
recibiendo al Gran Pastor quien lo envió y al Dios que envió al Gran Pastor en amor, en
amor. Usted estima a sus ancianos, sus pastores y su estima hacia ellos no tiene límites,
sea cual sea el aprecio que usted tiene hacia ellos ahora, increméntelo en amor. Usted
debe amarlos debido a lo que hacen, y si usted no lo hace usted está en desobediencia a
estas palabras directas de las Escrituras. Ese amor significa que busca lo mejor para ellos,
ese amor significa que, pasa por alto sus debilidades, ese amor significa que habla bien de
ellos, ese amor significa que los anima, ese amor significa que los levanta como hombres
llamados por Dios, que le han traído la verdad. Y, finalmente, y tercer lugar, él dice en el
versículo 13: “Tened paz entre vosotros.” Eso es lo tercero. Sométase a sus pastores. No
hay nada que traiga más tristeza y más distracción, más dificultad, más dolor que discordia
en la iglesia. Ese concepto de vivir en paz unos con otros es una exhortación muy conocida
en el Nuevo Testamento. Sabemos de esto, está por todo el Nuevo Testamento y usted lo
puede encontrar en Romanos 14:19, en 2 Corintios 13:11, en Efesios 4:3; Colosenses 3:15;
Santiago 3:18. Una y otra vez el Nuevo Testamento llama a la paz pero aquí es muy
específico. Aquí está en el contexto de la relación entre los pastores y las ovejas. Y debe
ser una pacífica. Sométase a sus pastores es el punto. Sométase. Elimine el conflicto sin
contención. Obviamente, esto da por sentado un pastor fiel. Y donde hay un hombre que
es fiel y está haciendo su mejor esfuerzo por servir en la fortaleza del Espíritu de Dios
usted debe someterse a eso. Ese es un mandato de las Escrituras.
Vaya a Hebreos 13, y vamos a concluir con este punto de esta escritura en particular.
Hebreos 13:7. Usted tiene tres escrituras en Hebreos 13 que se dirigen a sí mismas a la
congregación cómo deben tratar con el pastor. En el versículo 7 dice: “Acordaos de los
que os hablaron la Palabra de Dios.” Acordaos de aquellos que os guiaron, sus líderes,
recuérdenlos quienes son, que os hablaron la Palabra de Dios a vosotros. Y, al recordar,
hay un acordarse de amor, es un recordar el afecto: “Y recuerden que os hablaron la
Palabra de Dios a vosotros y consideraos cual es el resultado de su conducta e imitad su
fe.” Ellos les hablaron mediante la Palabra. Acuérdense del resultado de su conducta,
cómo Dios bendijo sus vidas y los usó poderosamente. Imiten su fe, imiten su fe y sepan
que Jesucristo, quien es el mismo ayer hoy y por los siglos, va a tratar con ustedes en
obediencia en la misma manera que él trató con ellos en obediencia y no se atrevan a ser
arrastrados por diferentes enseñanzas.
Acuérdense de aquellos que les enseñaron la verdad, valórenlos y ámenlos y estímenlos.
Después ahí en el versículo 17 él añade de manera más directa. En primer lugar él dice:
“Acuérdense de ellos con un corazón agradecido.” Y ahora él dice en el versículo 17:
“Obedezcan a su líderes y sométanse a ellos. Obedezcan a sus líderes y sométanse a
ellos.” Dice usted: “Bueno, creo que pueden estar mal.” Muy bien, obedézcanlos y
sométase a ellos de cualquier manera. Ellos tienen que rendir cuentas, usted no. Nunca
piense que usted puede hacer a un lado el liderazgo de ellos. Ellos rinden cuentas. A
menos que ellos le pidan a usted que haga algo no bíblico, no escritural, impío,
pecaminoso, usted debe seguirlos. Tenemos un deber sobrio como pastores. Rendimos
cuentas, ustedes siguen al liderazgo. Obedeced a vuestros pastores y someteos a ellos
porque ellos velan por vuestras almas como aquellos que deben dar cuenta. Esa es una
afirmación fuerte y es algo enorme que una persona de liderazgo espiritual como yo o
cualquier otro pastor o anciano tenga que cumplir con eso. Tenemos un deber sobrio.
Daremos cuentas delante de Dios, eso es bastante difícil con que vivir. Yo vivo con eso
todo el tiempo. Soy responsable a Dios por la condición de las ovejas. Soy responsable a
Dios por las decisiones que tomo y nosotros, como grupo, somos responsables a Dios por
lo que decidimos conforme buscamos la sabiduría del Espíritu.
Esa la razón por la que nunca hacemos nada que no sea unánime entre nosotros como
ancianos, porque queremos asegurarnos de que conocemos la mente de Dios conforme
los guiamos a ustedes, porque tenemos que dar cuentas. Muy bien, él dice: “Obedezcan.”
La gente obstinada, voluntariosa, le roba el gozo a sus pastores y les trae tristeza. Sigue el
versículo 17: “Para que lo hagan con gozo y no con tristeza, porque esto no se es
provechoso.” ¿Quiere una iglesia miserable? Tenga un pastor miserable. ¿Quiere un
pastor miserable? No se someta y usted le va a quitar su gozo y él va a ser un nombre
miserable, y ustedes van a ser una congregación miserable. La gente obstinada,
voluntariosa, le roba el gozo a sus líderes y no les da nada más que dolor. Eso no es
provechoso para vosotros. Él dice: “No les va a ayudar.” Eso no les va a ayudar, tener un
pastor triste, tener un pastor sin gozo. Jeremías, ciertamente, conoció eso. Jeremías tuvo
el ministerio sin gozo porque estuvo en tanto conflicto. Él estuvo en dolor
constantemente porque la gente se rebeló y se reusó a someterse a las cosas que él dijo
aunque eran las Palabras de Dios.
En el capítulo 9 dice: “Oh, si mi cabeza se hiciese agua, si mis ojos fuentes de lágrimas para
que llore día y noche a los muertos de la hija de mi pueblo. Oh, quien me diese en el
desierto un albergue de caminantes para que dejase a mi pueblo y de ellos me apartase.
Me gustaría salirme de este lugar y dejar a estas personas obstinadas, rebeldes, de
corazón duro, si pudiera irme de aquí. Porque todos ellos son adúlteros, congregación de
prevaricadores, hicieron que su lengua lanzara mentira como un arco y no se fortalecieron
para la verdad en la tierra, porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido dice
Jehová.” Jeremías fue el profeta que lloró. Jesús tuvo la misma experiencia: “Jerusalén,
Jerusalén cuántas veces quise congregarte, con la gallina congrega a sus polluelos, pero no
quisisteis. No quisisteis.” Y lloró. Lloró. Entonces, la congregación debe vivir en paz con su
liderazgo. Usted no debe cultivar problemas. Usted no debe cultivar conflictos. Usted se
somete y obedece. Ellos tienen que dar cuentas a Dios, no usted, por lo que hacen, y si
usted sigue su liderazgo fielmente y ellos lo han guiado a usted por donde no deben, han
tomado decisiones no sabias, ellos van a darle cuentas a Dios, usted será bendecido por
ser obediente, siempre y cuando no estemos hablando de algo pecaminoso. Y entonces
usted tiene la responsabilidad de aplicar la verdad de las Escrituras.
Deberes simples, ¿no es cierto? Realmente lo son. Si la iglesia va a ser un lugar rico, dulce,
feliz, bendecido, entonces, los pastores deben ser responsables en cumplir su deber para
sus ovejas y las ovejas deben ser responsables de cumplir su deber para con los pastores.
Eso significa que usted los valora, con respeto y remuneración. Usted los estima más allá
de cualquier medida en amor, al punto que usted haría cualquier sacrifico por ellos, y eso
significa que usted los levanta, habla bien de ellos, usted los anima, hace lo que pueda por
hacer su Ministerio positivo, porque son el canal de bendición ha usado para traerle la
verdad a usted. Y, en tercer lugar, usted se somete a ellos para que usted pueda hacer que
la iglesia sea un lugar de paz y usted elimine todo conflicto.
Cuando la congregación actual, sí, y los pastores actúan así, entonces la iglesia se vuelve
lugar de gozo y paz que Dios quiere que sea. Recuerdo cuando Saúl fue hecho Rey,
“Fueron con ellos” dice Samuel 10:26 “un grupo de hombres cuyo corazón Dios tocó. Y
mientras que las noticias hirieron al pueblo de dios vinieron, el Espíritu santo vino
poderosamente sobre Saúl” dicen las Escrituras, y como resultado de eso, dice que,
“salieron como un hombre” en el siguiente capítulo, capítulo 11: “Aquí está un grupo de
hombres cuyo corazón Dios tocó. Junto con su Rey, salieron con un hombre.” Ese tipo de
unidad es a lo que Dios llama en la iglesia. Pastor y ovejas en armonía perfecta, conforme
el pastor labora diligentemente, guía y dirige, alimenta y la congregación valora, apoya,
ama, y se somete. Pastores fieles, congregaciones fieles hacen que el Reino avance y esto
le da la gloria a Dios. No puedo imaginar que quisiéramos hacer algo diferente de ser
obedientes a estas cosas, por nuestra parte y por parte de ustedes, para que conozcamos
la plenitud de la bendición de Dios que Él promete al que obedece.
Oremos. Padre el tiempo ha volado rápidamente pero sentimos que ha sido lleno de
algunas instrucciones directas y útiles para todos nosotros. Padre, te doy gracias por el
privilegio glorioso de haber sido llamado al Ministerio, aunque soy totalmente indigno. Te
doy gracias por la bendición especial que esta congregación es para mí. Tantos hombres
no han tenido un privilegio como este de estar en un lugar de amor y aprecio, respeto,
remuneración y sumisión. Padre te doy gracias por eso. No lo doy por sentado, sé que no
es algo que alguien se gana. Sé que esto es dado por Gracia. Te doy gracias por eso y te
doy gracias, también, en nombre de esta congregación que Tú me has dado a los largo de
los años, a muchos pastores fieles que los han guiado, no solo desde este púlpito, sino en
todos los otros ministerios de esta iglesia. El ministerio de niños, ministerios de jóvenes,
todo tipo de ministerios de adultos, ministerios misioneros. Padre, Tú has dado a muchos
pastores fieles que han trabajo duro entre las ovejas que han supervisado fielmente. Tú
has dado muchos pastores fieles que han instruido en la Palabra de Dios y Padre,
queremos preservar esta unidad en el vínculo de la paz que tú nos has concedido. Al
continuar siendo fieles.
Oro por esta congregación, que Tú llenes sus corazones de aprecio, mucha estima y amor
por aquellos que sirven debido a su obra, no debido a su personalidad o algo en ellos que
es agradable, y que los hagas vivir en obediencia y sumisión a su liderazgo. Para que
pueda haber gran gozo en esta iglesia. Si hay un corazón que está luchando en reconocer
estas cosas debido a que hay amargura o debido a que hay enemistad, conflicto, rebelión,
oramos Señor, porque Tú limpies eso y nos des una armonía dulce. Haz de todos los
pastores fieles y haz a las ovejas fieles también para que podamos representarte
apropiadamente en este mundo, para que podamos conocer el gozo de la bendición
completa y el poder que una comunidad que tan bendecida de creyentes en el mundo
tiene conforme toca a aquellos que necesitan tan desesperadamente a Nuestro Cristo.
Oramos, con ese fin en mente, para Tu Gloria en el Nombre de Cristo, amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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La semejanza de los creyentes con los niños


Escritura: Mateo 18:15–20

Código: 90–348
John MacArthur
Hace mucho tiempo, cuando yo tenía veintitantos años, vine por primera vez a la Grace
Community Church. Era y sigue siendo una iglesia pujante. Las personas eran entusiastas,
activas, entregadas a Cristo, listas para seguir adelante y ver qué haría Dios. Era una iglesia
que había gozado de la bendición de Dios hasta ese momento. Estábamos todos listos
para comenzar una gran aventura y ver lo que pasaría en el futuro.
Cuando tuve la oportunidad de convertirme en pastor de esta iglesia, estoy seguro de que
las personas que tomaron esa decisión no tenían la menor idea de lo que estaban
recibiendo. Mirando hacia atrás, todos hemos visto la mano de Dios obrar de maneras
maravillosas. La pasión, el corazón y el deseo de esta iglesia era el alcanzar a otros y ver a
las personas venir a Cristo. Ése era su anhelo y compromiso como iglesia. Sobre la base de
ese compromiso, todos supusimos que la iglesia crecería. No teníamos idea de que
crecería de la manera en que creció. No creo que una iglesia traiga a un pastor sin la
suposición de que resultará ventajoso para la iglesia. Ese pastor representa una nueva
época y un nuevo comienzo. Íbamos a florecer. Íbamos a crecer. Vendrán más personas y
vendrán más personas a conocer a Cristo. Esa era la expectativa y era además mi
expectativa personal.
Pero al principio, yo no pensaba en cómo hacer crecer la iglesia o cómo íbamos a lograr
recibir más personas en este recinto. No pensaba en cómo íbamos a llenar los asientos
vacíos, los pocos que había. Ni tampoco pensaba en cómo íbamos a atraer a las personas
o cómo íbamos a hacer la iglesia atractiva. Nunca tuve ese tipo de pensamientos.
De hecho, cuando yo llegué a Grace Church, un pensamiento predominante se había
apoderado de mi mente: Un texto de las Escrituras que me inquietaba profundamente y
que aparece en Mateo 18. Ya yo había estado estudiando dicho pasaje antes de llegar
aquí. Vine en 1969 y durante los dos o tres años anteriores, había estado lidiando con
Mateo 18:15–20. Quiero que ustedes vayan a ese pasaje en sus Biblias y yo lo voy a leer.
Solamente con leerlo los ayudará a entender por qué fue una parte de las Escrituras tan
importante para mí desde que era un ministro joven.
El pasaje comienza así: «Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando
tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a
uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a
ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. De cierto os
digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la
tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de
acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre
que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en Mi Nombre, allí
estoy yo en medio de ellos» (vv. 15–20).
Me fue difícil ese pasaje de las Escrituras, porque nunca en mi vida había observado ni
siquiera sabido de una iglesia que hiciera eso. Ninguna iglesia a la que yo haya
pertenecido alguna vez enfrentó a las personas acerca de sus pecados, que las personas
buscaran dos o tres testigos o el liderazgo contándole a toda la iglesia acerca de un
miembro impenitente y pecador. La única parte de ese pasaje bíblico que alguna vez oí
citar es «donde están dos o tres congregados en Mi Nombre, allí estoy yo en medio de
ello». Eso se convirtió casi en un axioma popular para recordarle a la gente que aunque
sólo dos personas asistieran a orar, Dios también estaría allí. Esa era la exégesis universal
de ese versículo.
Ya que no conocía ninguna iglesia que siguiera ese patrón, me consumía pensando. Leí
mucho sobre el tema y encontré algunos comentaristas y teólogos que explicaban el
texto, pero no encontré a nadie que lo aplicara. Así, debido a mi ingenuidad de aquella
época, les pregunté a algunos pastores si alguna vez aplicaban o ponían en práctica el
pasaje o si conocían a alguien que lo hiciera, a lo cual recibí un «no» universal. Nadie lo
hacía. Nadie conocía a alguien que lo hiciera. Yo dije: «Pero este es el mandato primero a
la iglesia. Aquí es donde aparece la palabra “iglesia” en Mateo 18. Este es el interés
prioritario de nuestro Señor para con la iglesia: La necesidad de abordar el pecado entre
los propios miembros. Es la primera palabra del Señor de la iglesia hacia la iglesia y no
aparece al final de la lista, sino al principio; eso le da máxima prioridad. ¿Cómo es posible
que alguien lo lea, lo comprenda, pero no lo ponga en práctica?»
Hombres de más edad que yo y mucho más sabios que yo me dijeron que si intentaba
hacer eso en Grace Community Church, si yo trataba de inducir a una iglesia a que hiciera
lo que dice el pasaje, la iglesia quedaría vacía. Las personas no lo aguantarían. Me dijeron:
«¿Usted cree que puede permitir que las personas de su iglesia se acerquen a otras
personas y los enfrenten por sus pecados sin ahuyentarlos? ¿Cree que pueda lograr que
un pequeño grupo de personas vaya tras un creyente pecador sin asustar a todos los
demás? Y seguro que no creerá que pueda anunciar a una persona y su pecado ante toda
la congregación y esperar que alguien vaya a la iglesia la semana siguiente. Simplemente,
no se puede hacer. Y si le preocupa el crecimiento de la iglesia y aumentar el número de
personas en la iglesia, olvide eso».
Sus comentarios me hicieron recordar Hechos 5. Cuenta la historia de un hombre llamado
Ananías y su esposa Safira. Ellos pertenecían a la iglesia primitiva y habían vendido una
propiedad y Ananías, con pleno conocimiento de su esposa, se quedó con parte del precio
para sí. Él no tenía que vender la propiedad; tenía la libertad de decidir sobre la venta de
la propiedad y así hizo (vv. 1–2). También tenía todo el derecho a quedarse con lo que
quisiera para sí mismo. No existe mandato alguno de Dios de vender la propiedad, ni
existe mandato alguno de Dios de entregar a la iglesia todo lo que se recibe por la
propiedad. Pero el versículo 2 dice: «trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los
apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al
Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a
ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has
mentido a los hombres, sino a Dios» (vv. 2–4).
¿Cuál era la mentira? Evidentemente, Ananías debe haber dicho algo así: «Voy a dárselo
todo al Señor. Voy a darle a la iglesia todo lo que recibí por esta venta. Voy a llevarlo todo
y ponerlo a los pies de los apóstoles para la obra del Evangelio en los comienzos de la
iglesia». No tenía que venderla. No tenía que entregar todo lo que recibió por la venta.
Tampoco tenía que mentir. No les mintió a los hombres, sino a Dios. «Al oír Ananías estas
palabras, cayó y expiró» (v. 5) ¡Vaya! Cayó muerto delante de toda la iglesia. ¿Quién lo
mató? Dios lo mató. «Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron» (v. 5). Por
supuesto que esta es una manera estupenda de alejar a las personas de la iglesia. No
vayan ahí, las personas mueren. Eso es como Jim Jones y el refresco instantáneo
envenenado que su secta les distribuyó a los miembros. No quieres tener que ver nada
con esa organización; las personas mueren allí.
El versículo 6 dice: «Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo
sepultaron». Los judíos no embalsamaban a los muertos. Cuando las personas morían, las
enterraban. «Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no
sabiendo lo que había acontecido» (v. 7). En este versículo, se observan varias cosas
interesantes. Primero, el oficio religioso en la iglesia continuó durante más de tres horas.
Esto es algo maravilloso. Estoy viviendo en la era equivocada. Segundo, la esposa se
aparece tres horas después. Y cuando ella iba entrando, ya habían sacado al esposo. Pedro
le respondió y ahora nos enteramos de lo que hicieron: «Dime, ¿vendisteis en tanto la
heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto» (v. 8). Por supuesto que el precio era mucho mayor que
ese y ellos se habían quedado con la parte adicional. Entonces Pedro le dijo a ella: «¿Por
qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han
sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y
cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su
marido. Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas»
(vv. 9–11).
¿Qué está tratando de hacer el Señor? ¿Está tratando de impedir que la iglesia crezca?
¿Por qué el primer mandamiento que se da a la iglesia en Mateo 18 no es algún tipo de
mandato para crear un ambiente cálido y vago al que las personas les gustaría acudir?
¿Por qué desde el mismo principio, en la primera iglesia en Jerusalén, el Señor hace algo
tan dramático como ejecutar a dos personas que le mintieron delante de la iglesia para
que todo el mundo supiera que uno podía morir en aquel lugar? Eso no es lo que yo llamo
dar la bienvenida. Yo estaba lidiando con estos pasajes.
Pero hay un versículo muy importante en 5:13: «De los demás, ninguno se atrevía a
juntarse con ellos [los apóstoles]; mas el pueblo los alababa grandemente». Uno de los
objetivos de la iglesia es hacer que su dedicación a la santidad sea tan claro que las
personas no se unen por iniciativa propia. Pero hoy día, a esa idea se le ha dado la vuelta
en nuestra sociedad y en nuestro tipo de evangelicalismo. Uno de los objetivos de la
iglesia es estar tan dedicado a la santidad, tan dedicado a la pureza, tan dedicado a la
virtud, tan dedicado a la justicia y que la dedicación a estas cosas sea tan clara y obvia que
las personas que no estén interesadas en esas cosas no asistan. Esto es el opuesto
absoluto del enfoque contemporáneo de ocultar nuestra dedicación a la justicia, de
ocultar nuestra dedicación a la santidad, de ocultar nuestra dedicación a la virtud, de
manera que nadie va a pensar que no somos las personas más amorosas, tolerantes,
abiertas y comprensivas del planeta.
Ustedes pudieran decir: «¿Y cómo va a crecer la iglesia?» El versículo 14 dice: «Y los que
creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres». Si
ustedes quieren que la iglesia crezca, aquí está la estrategia, aquí está el plan. Ustedes
quisieran una iglesia como la del versículo 14, ¿verdad? ¿No sería esa la iglesia modelo
para el movimiento evangélico moderno? Ese debería ser su versículo. «Y los que creían
en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres».
¿Cómo se logra eso? Ah, haciendo que Dios mate a algunas personas injustas durante la
ofrenda. Preocupándose abierta, verbal y visiblemente acerca de la santidad. Siendo tan
justo y tan dedicado a la obediencia de la Palabra de Dios que nadie se sumará por su
cuenta. Y después, lo que sucederá, es que el Señor añadirá a la iglesia. Esa es la manera
en que la iglesia crece de manera legítima. El Señor añade a la iglesia. En Hechos 2:47 dice:
«Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos».
La iglesia es un grupo de personas que han sido salvos. No es un lugar que alberga a los no
salvos. Es el lugar que al parecer más deben evitar los no salvos. No es un lugar diseñado
para hacer que los no salvos se sientan bienvenidos y se sientan cómodos. Para mí, ha sido
interesante enumerar todo esto en mi mente. No tenía intenciones de decir nada de esto.
Pero esto es lo que estaba en mi mente en 1969 cuando llegué aquí. Por supuesto, había
mucho en juego. Traje a mi querida Patricia y a nuestros hijos pequeños. Queríamos que
nos amaran. Queríamos que nos aceptaran. Queríamos que el trabajo floreciera.
Queríamos honrar a Dios. No queríamos fallar. Queríamos que vinieran más personas para
que más personas pudieran escuchar la Palabra de Dios y fueran salvos, para extender el
Reino y promover el Evangelio. Pero aun entonces entendí que es el Señor el que edifica
Su iglesia.
En aquella primera época, un reportero me preguntó: «¿Tiene usted un gran deseo de
levantar esta iglesia?» Eso me lo preguntó porque en poco tiempo, Grace Community
Church había crecido con mucha rapidez. En los dos primeros años, el número de
miembros se duplicó. En los dos años siguientes, se volvió a duplicar. Entonces le
respondí: «En realidad, no tengo ningún deseo de edificar la iglesia porque Jesús dijo que
Él edificaría la iglesia y yo no quiero competir con Él». Esta no es mi iglesia; esta es Su
iglesia. Yo sólo quiero saber cómo edifica Él Su iglesia y luego hacer lo que Él me llama a
hacer como un instrumento por medio del cual Él puede hacer Su obra.
Yo tenía bien claro que para el asunto de la santidad en la iglesia, hacerle frente al pecado
era algo monumental. La primera vez que me reuní con un grupo de ancianos aquí, me
preguntaron acerca de efectuar una boda en la iglesia. Era la boda de una familia muy
importante que brinda sus servicios de muchas maneras en la iglesia. Recuerdo que la hija
se iba a casar con un hombre mayor y divorciado que no era creyente. Dije: «No puedo
hacerlo. No puedo casar a un creyente con un no creyente». A lo cual alguien respondió:
«Bueno, eso los va a ofender». Yo respondí: «Bueno, me da mucha pena, pero hay otra
persona que me preocupa más ofenderla y es el Señor de la iglesia. Así que no puedo
hacerlo». A lo que uno de los hombres respondió: «Bueno, está bien, yo lo entiendo, esa
es una convicción suya. Así que lo que haremos es lo siguiente: Usted no tiene que realizar
la boda, pero la celebraremos aquí. Eso los hará sentirse mejor». Recuerden que esa fue
mi primera reunión. Entonces dije: «¿Esta es su iglesia? No es mi iglesia; ¿es suya? ¿De
quién es la iglesia?» A lo cual la misma persona respondió: «Es la iglesia del Señor». Y yo
dije: «Quizá debamos hacer lo que el Señor quiere que se haga en Su iglesia. Yo no puedo
hacerlo y no puede hacerse aquí porque es incorrecto juntar a un creyente con un no
creyente, y esto se enseña claramente en las Escrituras». Ese fue un momento crucial.
Dije: «Si esta es la iglesia de Cristo y va a honrar a Cristo y Él va a erigir Su iglesia a Su
manera, entonces tenemos que comprometernos a obedecer Su Palabra».
No pasó mucho tiempo antes de que empezáramos a tratar el asunto de la disciplina de la
iglesia según se expone en Mateo 18. Ahora ya estaba advertido, realmente advertido, de
que este sería el fin, no sólo de esta experiencia en la iglesia, sino de cualquier otra
oportunidad que pudiera tener en el futuro, porque una vez que hubiera destruido esta
iglesia por la convicción que yo tenía de seguir este patrón, nadie me tocaría. Me
convertiría en un paria ministerial. Pero simplemente, no podía entender cómo se podía
predicar contra el pecado y no poner en práctica algo tan obvio. Me parecía que uno no
podía convencer a las personas de que uno tomaba el pecado en serio si lo único que se
hacía era predicar contra él. Uno podía tratar de convencerlas que lo tomaba en serio.
Uno pudiera brindar ilustraciones, pudiera entusiasmarse, pudiera recorrer la Biblia y
brindar la opinión de Dios sobre el pecado, pero si uno no lo pone en práctica en la iglesia
de la manera en que la Biblia dice que se ponga en práctica, ¿cómo las personas van a
creer que se toma genuinamente en serio?
De hecho, fue más allá de eso. Si había algo que sabíamos que eran cierto en las Escrituras
y que no estábamos dispuestos a seguir, entonces habría un severo incumplimiento en
nuestra integridad. Fue entonces cuando nuestra concepción de las Escrituras se convirtió
en algo totalmente selectivo y simplemente, no había lugar para alejarnos de ese
compromiso. Le doy gracias al Señor que en algún momento, probablemente por medio
de la influencia de mi abuelo, mi padre y algunos de mis mentores en el seminario, pero
principalmente creo en la influencia del Espíritu Santo en mi corazón, siempre tuve y
siempre he tenido un compromiso imperecedero para con las Escrituras, no sólo para
creer que son ciertas, sino para creer que deben ponerse en práctica, porque ese es el
único camino posible para la vida. Es la única manera de vivir una vida cristiana gozosa y
productiva.
Y esa es la única manera de tener una iglesia que el Señor mismo edifica y que lo honra.
Yo había estado en las iglesias y sabía de iglesias que predicaban contra el pecado. Pero
nunca supe de ninguna que hiciera algo para combatir el pecado. Me parecía que uno
estaba quitándole autoridad a todo lo que se decía desde el púlpito. Si la gente se hacía la
idea de que uno era bueno predicando contra el pecado por indiferente a la hora de
abordarlo, eso constituía una grave falta de integridad. Así, durante aquellos primeros
años, desde el mismo principio, comenzamos a estudiar detenidamente a Mateo 18;
Hechos 5 y 1 Corintios 5 donde Pablo dice que saquemos la levadura que leuda toda la
masa, saquemos al hombre inmoral. En 2 Tesalonicenses 3:6–15, donde se nos dice de
nuevo como iglesia que saquemos al que sea perjudicial a la verdad o contencioso.
Primera Timoteo 1:3–7 es otro ejemplo donde hubo que sacar a los líderes de la iglesia.
Me parecía a mí que no había manera de evadir esta responsabilidad.
Luego, el resultado final es que debemos entender este pasaje, así que veamos Mateo
18:15. ¿Cuál es el contexto? El contexto es la semejanza de los creyentes con los niños. El
entorno es probablemente la ciudad de Capernaúm en esta sección en particular del
ministerio de Jesús. Pudiera ser en el hogar de Pedro. Jesús sostiene a un niño sobre el
regazo a modo de ilustración. Está hablando acerca de la semejanza de los creyentes con
los niños; el niño es un ejemplo de la semejanza con los niños. Y Él hace esta maravillosa
presentación diciendo que todos entramos en el Reino de los cielos como niños. Si no se
vuelven como niños, no pueden ni entrar en el Reino. Entramos humildes, dependientes,
sin realizaciones y sin logros. Una vez que hayamos entrado en el Reino, permanecemos
como niños. Necesitamos que se nos cuide como niños. Necesitamos que se nos proteja
como niños. Y necesitamos ser respetados como niños.
Todas esas enseñanzas se hallan en los primeros catorce versículos. Y eso lleva a Jesús a
enseñar que necesitamos ser disciplinados como a los niños. Eso no es una exageración.
Todos entendemos eso, ¿no es verdad? «Señor, líbrame de un hogar con niños sin
disciplinar». Y tenemos muchos en estos tiempos. Los niños necesitas ser disciplinados.
Cuando hacen lo que está mal hecho, necesitan que se les enfrente, que se les corrija y
que se les restaure.
La Palabra de Dios misma hace eso: «es… útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia» (2 Ti. 3:16). Es la Palabra que lava (Ef. 5:26). Por lo que es obra de
la Palabra purificar a la iglesia enfrentando el pecado y mostrando el camino de
obediencia y restauración. Eso es obra del Espíritu. Es el Espíritu de santidad que desea
que su iglesia sea santa. Es por eso que realiza su obra de santificación en nosotros. Eso es
obra de la Palabra y obra del Espíritu de Dios. Por lo que entonces también tiene que ser
nuestra obra. Pablo dice: «para presentaros como una virgen pura a Cristo» (2 Co. 11:2).
No es una sorpresa que nuestro Señor empieza diciendo: «Mi preocupación por la iglesia
es la santidad, justicia, pureza y obediencia de Mi pueblo».
Creo que mi mayor pena acerca del estado de la iglesia hoy día es su falta de santidad y su
acomodo a los no salvos. Si alguien fuera a llevar algunas de estas enseñanzas a tales
iglesias, destruiría el sistema. Pudiera añadir que sería un beneficio definitivo, pero no es
probable que suceda ya que los líderes espirituales no están comprometidos a todo en la
Palabra de Dios. Como cristianos, no tenemos opción. Esta es la voluntad del Señor para
Su iglesia. Aunque las personas empezaran a caerse muertas delante del púlpito los
domingos por haber mentido al Espíritu Santo, que fue un pecado exclusivo de la era
apostólica, el Señor no se refrenaría en Su divino propósito y poder para aumentar la
iglesia, porque esa es Su obra. La impresión es que tenemos el poder de hacer crecer la
iglesia por medio de nuestra inteligencia, nuestra ingeniosidad, nuestro estilo, nuestro
encanto o nuestras palabras.
Antes de comenzar, permítanme hacer un comentario. No hay tribunal que sea superior a
la iglesia. Cuando digo iglesia, me refiero al cuerpo constituido de personas redimidas. La
iglesia como tal no surgió hasta el día de Pentecostés en Hechos 2. A lo que el Señor se
refiere es preliminar a la iglesia estrictamente dicha, pero es, no obstante, una ekklesia, es
decir, una congregación bajo Dios como pueblo redimido. La enseñanza aquí es para
cualquier asamblea de esas personas y deseado para la iglesia.
En este momento en particular, había creyentes congregados en Capernaúm que
constituirían el cuerpo de personas redimidas con esta clase de responsabilidad. Poco
tiempo después, nació la iglesia y esta enseñanza se convierte en el mandato para la vida
de la iglesia. No hay tribunal que sea superior. Digo esto porque a lo largo de la historia se
han desarrollado toda clase de autoridades, tales como papas, obispos, cardenales, casas
de obispos, sínodos compuestos de clérigos, y así sucesivamente. El Nuevo Testamento no
reconoce nada de eso. Lo único que enseña es una iglesia local, una asamblea de
creyentes que han sido ekkaleo, llamados con un llamamiento de salvación redentor y
eficaz. Constituyen un cuerpo de personas que son responsables de buscar su propia
santidad. Puede haber momentos en que un grupo de ministros tiene que instalarse en
una iglesia y tratar de resolverlo, porque esa iglesia se ha profanado a sí misma o ha caído
en errores. Pero la iglesia a nivel local sigue siendo el tribunal superior.
Ahora bien, este es el plan según Jesús: «si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele
estando tú y él solos» (Mt. 18:15). Eso está dicho de manera muy directa. Las personas
dicen: «¿Qué pecado? ¿En qué medida?» La cuestión aquí es que Él no nos dice qué
pecado y no nos dice en qué medida porque cualquier pecado en cualquier medida es una
profanación. Observen que Jesús dice que debemos mostrar a nuestro hermano su
pecado en privado. No debemos hablar de ello con otras personas, lo cual es a menudo la
tendencia. «¡Oye! ¿Ya te enteraste de lo que hizo?» Eso en sí mismo es un pecado.
Cualquier pecado es profanación. No sólo profanará su vida, sino la relación entre ustedes
y posee la capacidad de convertirse en una profanación de toda la iglesia, porque somos
un cuerpo. Deberán hacerlo en privado.
El versículo 15 dice: «si te oyere». Eso significaría que respondió favorablemente al
entender que sus acciones eran pecado; se arrepiente de sus actos y quiere alejarse de
ellos. Esa es la respuesta que buscamos. Entonces Jesús dice: «has ganado a tu hermano».
¿Sabían ustedes que se puede perder a las personas dentro de la iglesia? Eso se da a
entender aquí. Usted no puede restaurar algo si ya no se había perdido. Usted no puede
ganarlo si no estaba perdido. La palabra «ganar» en griego es un término comercial usado
en el contexto del mercado. Nos dice al principio cuál es el propósito de este
enfrentamiento. El propósito es el de ganar al hermano. Algunas personas tienen la idea
de que el objetivo de la disciplina de la iglesia es el de sacar a las personas de la iglesia. El
objetivo es el de mantener a las personas en la iglesia puras. De hecho, la forma verbal
«ganado» se utilizaba para referirse a la acumulación de riquezas. Cuando uno la usa en
este contexto, la idea es la de un hermano pecador que es una pérdida para la
hermandad. Cuando se restaura, es una ganancia. Es como una riqueza restaurada.
Ahora, permítanme aclararles que las clases de pecados a los que nos estamos refiriendo
son aquellos grandes defectos con los que luchamos y que tendemos a no abandonar y de
los cuales no nos apartamos ni nos arrepentimos. Cuando una persona cae en esa clase de
patrón de pecado, hemos perdido a esa persona como un hermano a consecuencia de ese
pecado. Por eso vamos a restaurarlo, porque tiene valor. ¿Por qué tiene valor? El Espíritu
de Dios habita en él. Ha recibido dones del Espíritu Santo de tener su ministerio en la
iglesia a todos los demás. Es un instrumento por medio del cual Dios puede hacer Su obra
en la iglesia y por medio de la iglesia, al mundo. Esa es la idea inherente aquí. Este
pecador es tan valioso que uno trata de restaurarlo. Si no regresa, traten de restaurarlo
entre dos o tres personas. Y si aún así no regresa, díganle a toda la iglesia que salga a
buscarlo porque es así de valioso. Aquí lo que se trata es de restaurar la riqueza espiritual.
Hace muchos años, G. Campbell Morgan escribió lo siguiente, y cito: «La gran tragedia de
una persona perdida es la que caracteriza toda esta enseñanza. El propósito que ha de
estar en nuestros corazones cuando estamos frente a un hermano que peca es el de
ganarlo. La palabra ganar no indica simplemente la repercusión sobre la persona perdida,
sino también el valor que crea para quienes tratan de salvarla. Pronto, cuando hayamos
terminado con las sombras y las tinieblas de este breve tiempo, comprenderemos a la luz
de los siglos eternos que si hemos ganado a una persona, seremos más ricos que si
hubiésemos acumulado toda la riqueza del mundo». Fin de la cita. Qué pensamiento tan
bendito este, ganar a una persona, apoderarse de ella para la iglesia, para la comunión de
los amigos, para la empresa del Evangelio, para el programa de los cielos.
Si no se está dispuesto a enfrentar el pecado de otra persona, es que lo consideramos sin
valor alguno. Cristo sí considera que tiene valor. Él pagó el precio más alto por ellos, ¿no
es así? Él nos da la responsabilidad de ir, como todo padre, en busca de nuestros hijos
descarriados. Nuestros hijos ya son grandes, pero cuando estábamos criando a nuestros
cuatro pequeños, la disciplina era una rutina cotidiana en nuestra familia. Únicamente
nuestro amor devoto por ellos era lo que nos impulsaba a hacerlo. Nuestro temor era que
se perdieran para nosotros y para el Reino. Les aplicábamos cualquier medida que fuera
necesaria para hacerles sentir el dolor de su propia condición de pecadores. Cada vez que
caían en pecado, los disciplinábamos con miras a la restauración, porque nos resultaban
inestimables. Nos sentimos así con respecto a nuestros hijos y nuestro Señor nos está
diciendo que es así como nos debemos sentir con respecto a los hijos de Dios.
Veamos Gálatas 6:1: «Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros
que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti
mismo, no sea que tú también seas tentado». Todos nosotros entendemos lo que es ser
tentado y pecar. Esto no nos resulta difícil de captar. Porque entendemos la fragilidad
humana, porque entendemos el poder de la tentación y porque entendemos la carne
residente, vamos tras esas personas con el deseo de restaurarlas porque tienen valor.
La palabra que significa «restaurar» en griego, katartizo, significa «reparar». Es un término
médico que se utiliza para referirse a componer fracturas, soldar huesos o llevar
extremidades dislocadas nuevamente a su sitio. Está claro que lidiar con el pecado no
tiene que ver con echar a las personas de la iglesia, sino con restaurarlas a causa de su
gran valor. Y debe hacerse con espíritu de mansedumbre, nunca de forma áspera. Siempre
deberá estar bañado de compasión, ternura, comprensión, paciencia y misericordia, así
comprendemos las ramificaciones de hallarse caído. Esa es nuestra experiencia universal.
Dios es en realidad el modelo para esto, lo cual Él estableció en los versículos que
anteceden a Mateo 18. En el versículo 12, Jesús dice: «¿Qué os parece? Si un hombre
tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los
montes a buscar la que se había descarriado? Y si acontece que la encuentra, de cierto os
digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron.
Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos
pequeños» (vv. 12–14).
Nosotros seguimos el patrón de Dios, que es el patrón de la restauración. Él va en busca
de Sus hijos pecadores para traerlos de vuelta. Él nos usa en la iglesia como instrumentos
para hacer eso. Es por eso que esta enseñanza es tan importante. Esta es la obra de Dios.
El siguiente principio en el versículo 16 es vital porque la búsqueda de un hermano
pecador debe ser un proceso incesante, dado el valor de esa persona. «Mas si no te oyere,
toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda
palabra». Esto nos lleva al libro de Deuteronomio del Antiguo Testamento, en el que Dios
establece el patrón de que las acusaciones debían ser probadas y avaladas por dos o tres
testigos (17:6; 19:15). La comprobación de cualquier hecho requería de dos o tres testigos
que lo confirmaran.
Ahora bien, si el creyente pecador al que nos enfrentamos no reacciona, tomamos dos
amigos y regresamos a enfrentarlo nuevamente, para asegurarnos que todos los datos
sean correctos y para volver a llamar a esa persona al arrepentimiento y la restauración.
Se hace de manera colectiva con la esperanza de que él o ella nos escuchen y ganemos a
nuestro hermano o hermana. Llegaremos a ese extremo con tal de ganarlos nuevamente.
¿Y si no nos escuchan tampoco? El versículo 17 dice: «Si no los oyere a ellos, dilo a la
iglesia». ¿Es una broma? No, le decimos a la toda la iglesia que esa persona está siguiendo
un patrón de pecado. Cuando se lo decimos a la iglesia, ellos saben que hemos enfrentado
a la persona pecadora en varias ocasiones. Se lo decimos a toda la iglesia para que puedan
unirse contra él o ella.
¿Por qué llegamos a tal extremo? ¿Quién quiere enfrentar a un individual a causa de sus
pecados? Sin embargo, es un gesto noble; muestra que nos preocupamos por la persona.
Si podemos permanecer indiferentes ante el pecado de alguien, es que no nos importa. Si
de verdad nos importa, no podemos ser indiferentes a su pecado. Les aseguro que nunca
he sido indiferente a los pecados de las personas que amo. Quiero hacer todo lo posible
por restaurarlas de cualquier forma que me sea posible. Y en la iglesia se nos llama a
amarnos unos a otros sin restricción o límite alguno. No debería resultarnos difícil
comprender por qué se lo decimos a toda la iglesia. La iglesia es un grupo de personas que
son salvas, que han sido redimidas. Les hablamos acerca de esta persona, acerca de su
pecado, sin caer en detalles morbosos, y luego las exhortamos a ir en su busca para traerla
de vuelta. Así de valiosa resulta esa persona.
Ahora bien, si no escucha a la iglesia, no hay nada más que se pueda hacer. El versículo 17
dice: «y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano». Los publicanos eran las
personas más despreciables y viles de la sociedad judía. Estos judíos en especial habían
vendido su alma a Roma para comprar una franquicia de impuestos y así poder quitarle el
dinero a su propio pueblo en beneficio de una nación pagana e idólatra. Se les trataba
como a traidores, como parias. Debemos tratar a un creyente pecador como a un no
creyente si este no regresa. ¿Qué significa eso? Significa que no los aceptamos en la
comunión porque el pecado leudará la iglesia. La iglesia tiene que proteger su santidad. Y
en un esfuerzo por proteger su santidad, llama a aquellos pecadores que profesan el
cristianismo a renunciar al pecado. Si el pecador no reacciona, entonces enviamos a dos o
tres. Si con esto no conseguimos que reaccione, entonces se lo decimos a la iglesia y toda
la iglesia va en su busca. Y si eso no lo trae de vuelta, entonces echémoslo fuera.
Primera Corintios 5:6 es un recordatorio importante: «¿No sabéis que un poco de
levadura leuda toda la masa?» No podemos permitir que las influencias pecaminosas se
instalen cómodamente en la iglesia. Yo siempre he tenido la esperanza y espero hoy que a
Grace Community Church se le conozca como una iglesia de amor. Creo que lo somos
porque ustedes son personas llenas de amor. Tenemos esa reputación dentro y fuera y en
todo el mundo. Pero también espero siempre y oro que las personas pecadoras no se
sientan nunca cómodas aquí. Sólo puedo decirles que yo, personalmente, si fuera alguien
que profesa el cristianismo pero que quiere vivir en pecado, no querría venir a esta iglesia.
No querría el sufrimiento. Eso sucede. Tenemos personas que profesan a Cristo, luego
desarrollan un patrón de pecado, los enfrentamos y lidiamos con ellos, pero se van. Les
hablaremos de ellos cuando nos reunamos a la mesa del Señor.
La mayor parte de la disciplina interna de la iglesia nunca llega a la mesa del Señor. El
enfrentamiento y la restauración por lo general ocurren de manera individual en las
familias, entre los amigos y otros miembros de la iglesia. Ahora ustedes me dirán: «John,
esto es difícil de hacer». Así es, pero no es una enseñanza difícil de comprender.
Recordemos al apóstol Pablo, que enfrentó nada menos que a Pedro. Incluso tuvo que
enfrentarse con él cara a cara. Gálatas 2:11 dice: «Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le
resistí cara a cara, porque era de condenar». ¿Se imaginan eso, enfrentarse a Pedro?
Pablo era muy fuerte por derecho propio, pero estoy seguro de que no lo era más que
Pedro. No me imagino a Pedro como alguien fácil de convencer de su propio pecado.
Ustedes dirán: «Esto podría haber sido el final de una relación». Lamento decir que yo he
pasado por esa experiencia muchas veces. He enfrentado esperanzado, con amor y
gentileza, a importantes ministros y pastores a causa de algún error serio. El resultado de
tal enfrentamiento fue el fin de cualquier relación permanente. Tal vez sea ese el precio
que tengamos que pagar.
Podríamos peguntarnos si merecía la pena que Pablo enfrentara a Pedro, si no hubiera
sido mejor para ellos mantener una relación de cooperación. Pero Pablo hizo lo correcto
por el bien del honor del Señor y de la iglesia, o sea que enfrentó a Pedro cara a cara
porque era condenable. ¿Terminó esto con la relación? He aquí lo que dijo Pedro: «Por lo
cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados
por Él sin mancha e irreprensibles, en paz. Y tened entendido que la paciencia de nuestro
Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo… os ha escrito» (2
P. 3:14–15).
Pablo era el hermano amado de Pedro porque lo único que tuvo presente Pablo al
enfrentarse a Pedro fue la restauración. Si esto parece difícil, permítanme brindarles
algunas alentadoras verdades bíblicas. Mateo 18:18 dice: «De cierto os digo que todo lo
que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será
desatado en el cielo». Esta declaración en particular aparece muchísimas veces en el
Nuevo Testamento (cf. Mt. 16:19; Jn. 20:23). Esta es una idea sencilla que bien pudo haber
sido una afirmación axiomática usada por los rabinos. Significa simplemente que cuando
atamos algo en la tierra, es atado en el cielo, o ya fue atado en el cielo. Y cuando
desatamos algo en la tierra, ya fue desatado en el cielo. Atar y desatar, decían los rabinos,
tenía que ver con el pecado. Si alguien se arrepentía, su pecado era desatado. Si alguien
no se arrepentía, quedaba atado a sus pecados.
Por tanto, cuando enfrentamos a un pecador y este no se arrepiente, y decimos que está
atado a su pecado, el cielo ya hizo ese juicio. O cuando enfrentamos a un pecador y el
pecador se arrepiente, y decimos que fue desatado de su pecado, tenemos revelación
bíblica que dice que si uno se arrepiente será desatado de su pecado. Cuando decimos
que alguien fue desatado de su pecado sólo estamos diciendo en la tierra lo que ya
declaró el cielo.
El principio en conclusión es el siguiente: Cuando enfrentamos el pecado, llamamos a la
persona al arrepentimiento, la hacemos responsable de su impenitencia y nos regocijamos
con ella en su arrepentimiento, simplemente estamos haciendo en la tierra lo que se hace
en el cielo. Podemos orar: «Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra»
(Mt. 6:10) y he aquí una forma en que podemos ponerlo en práctica. El cielo ya ha
pronunciado el veredicto de que alguien está atado al pecado o de que alguien fue
desatado del pecado. Sólo estamos reflejando al cielo cuando hacemos lo mismo.
El versículo 19 dice: «Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la
tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por Mi Padre que está en los
cielos». Esto significa que cuando dos o tres se reúnen y afirman el arrepentimiento de
alguien y el cielo está de acuerdo, podemos pedir al Señor que lo limpie y lo restaure y Él
así lo hará. Si no se arrepiente, por supuesto, y el cielo está de acuerdo, podemos pedir al
Señor que lo castigue y discipline; y Él así lo hará. En otras palabras, estamos haciendo la
obra del cielo. Estamos haciendo la obra del Padre.
El propio Jesús tiene la última palabra en el versículo 20: «donde están dos o tres
congregados en Mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos». Ahora bien, este versículo no
trata sobre cuántas personas hacen falta para que Dios se manifieste en una reunión de
oración. El contexto es una situación de disciplina. Donde dos o tres estén congregados
significa que el proceso prescrito está en marcha y el Señor está en medio de esto. La
iglesia nunca está más en armonía con el cielo, más en armonía con el Padre y más en
armonía con Cristo mismo que cuando lidia con el pecado. No queremos ser reacios a
cumplir ninguna de estas responsabilidades. Esto es en bien de la pureza de la iglesia. Es la
obra del cielo. Es la obra del Padre. Es la obra del Hijo.
Bueno, nuestra dedicación a esta prioridad no vació la iglesia. El Señor la siguió llenando
más y más. Así que seguimos levantando más instalaciones. Las personas siguen viniendo,
el Señor hace crecer Su iglesia y las multitudes creen y se salvan y se incorporan a la
iglesia. Es un lugar de amor. Es un lugar de restauración. Es un lugar de santidad. Es un
lugar de temor. Es exactamente así como Dios quiso que fuera.
Nunca debería preguntarse por qué creció una iglesia. Me encanta que las personas no
puedan explicárselo. Somos lo que somos porque Dios determinó que fuéramos así. Esta
es la iglesia del Señor y es Él quien la edificó. Hace algunos años, el Seminario Fuller solía
traer a sus estudiantes aquí cada vez que hacían un grupo durante el año en su
departamento de crecimiento de la iglesia. Un día recibí una llamada del jefe de ese
departamento, quien me dijo: «No los llevaremos más a su iglesia porque su iglesia va
contra todo análisis. Ustedes no crecen de acuerdo con los principios de crecimiento en la
iglesia». Me alegró mucho escuchar que no nos podían analizar desde un plano humano.
Cuando tenemos la Shepherds’ Conference y miles de pastores vienen, estoy seguro de
que hay algunos entre ellos que quieren que yo les dé las cinco cosas que garantizan una
iglesia numerosa. Yo podía haberlo hecho, es fácil. Suavice el mensaje y reparta dinero. Es
lo único que hay que hacer para llenar un local. O puede desmontar el púlpito y poner a
las personas a luchar. Eso atraería a una multitud. Yo siempre quise que nuestra iglesia
sólo tuviese una explicación desde el punto de vista divino.
Es por eso que tratamos de hacer lo que nos dice la Palabra de Dios que hagamos y
dejamos que sea el Señor quien haga crecer Su iglesia. Qué deleite y gozo ha sido. Gracias
por ser una congregación que busca la santidad y que también demuestra el amor de
Cristo, como lo han hecho conmigo, con mi familia y entre ustedes mismos.
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La vida de la iglesia
Escritura: Efesios 4:11–16

Código: 81–36
John MacArthur
Estamos tomando un viaje de regreso para hablar de algunas de las cosas que fueron
críticas, que el Señor me enseñó cuando llegué por primera vez a Grace Church hace
muchos años atrás. Ésta iglesia es lo que es, lejos de ser perfecta, lejos de ser todo lo que
deberíamos ser, pero ésta iglesia es lo que es debido a ciertas convicciones bíblicas con las
que el Señor cautivó mi corazón en los primeros años, y él ha sustentado esas
convicciones a lo largo de este medio siglo en el que hemos estado juntos.
Tiene que ver con tres cosas realmente. Una es la virtud del pastor, lo que el Señor
esperaba de mí. Y vimos una porción de la Escritura la semana pasada que fue muy, muy
elemental en mi entendimiento de la función que yo tendría que ejercer. Una segunda
realidad muy importante del cimiento fue la virtud de la iglesia, o la vida de la iglesia.
¿Qué debe ser una iglesia? ¿Por qué es Grace Church lo que es en la actualidad? ¿Y dónde
está el patrón para esto? ¿Y cómo llegamos ahí? Eso es tan, tan importante.
Cuando yo como niño crecí, claro, estuve en la iglesia mi vida entera, y tuve un gran amor
y respeto por mi padre, quien fue mi pastor para mis años como niño. Pero siempre pensé
que había algo más de lo que debiera ser una iglesia, de lo que yo vi. Y no era nada más la
iglesia en la que estaba, sino que fue en muchas otras iglesias. Fui expuesto a muchas
iglesias, y crecí un poco, prediqué en muchas conocí a muchos pastores, hablé con
muchos, fui al seminario, y oí mucho de la iglesia y lo que la iglesia debía ser. Pero, me
parecía que realmente nunca había visto una iglesia que seguía un patrón bíblico claro.
Entonces después de que me gradué del seminario, pasé unos cuantos años tratando de
estudiar el Nuevo Testamento para entender lo que la iglesia debía ser, y el Señor me guio
particularmente a éste pasaje que leí antes, en Efesios capítulo 4. Entonces, si usted es tan
amable, puede regresar ahí en su biblia, lo que Grace como iglesia es ahora, realmente es
el producto, inclusive con todos nuestros fracasos, de seguir el camino que está
establecido aquí. Sabía que era importante, sabía que era algo clave que nuestra iglesia
siguiera éste patrón. El primer libro que llegó a ser publicado por una casa de
publicaciones bonafide, fue en 1973 y el primer libro fue titulado: La Iglesia, El Cuerpo de
Cristo; La Iglesia, El Cuerpo de Cristo.
Ese fue un gran proyecto para un joven que acababa de estar ahí por unos cuantos años,
pero estaba convencido que las iglesias necesitaban entender éste concepto de la iglesia
como el cuerpo de Cristo. No había visto eso realmente vivido, en mi experiencia. Ni había
sido instruido de manera clara cuando fui un alumno, pero cuando llegué a Grace esto era
número uno en mi entendimiento, teníamos que seguir el patrón de la iglesia como el
cuerpo de Cristo.
Hay varias metáforas, diríamos, o retratos de palabras en el Nuevo Testamento que nos
dan cierta idea de lo que la iglesia debería ser. La iglesia es una familia, Dios es nuestro
Padre, somos Sus hijos, la iglesia es una novia, Cristo es nuestro novio. La iglesia son
pámpanos, y básicamente estamos conectados a la vid quien es Jesucristo. La iglesia es un
reino, Cristo es nuestro Rey y somos sus súbditos. La iglesia es un grupo de siervos o
esclavos que reconocen a Jesús como Amo.
Entendí todos esos retratos, retratos de palabras, pero también entendí que en todas
esas, mientras que el Nuevo Testamento se refería a la iglesia, en el Antiguo Testamento
se usaba para referirse a Israel. Todas esas metáforas también son encontradas como
conforme Dios identifica a Su pueblo en el Antiguo Testamento. Pero hay un modelo para
la iglesia, un símbolo para la iglesia, una analogía para la iglesia, un patrón para la iglesia,
que no aparece en el Antiguo Testamento, y es la iglesia como el cuerpo de Cristo. No
tenemos esa imagen en el Antiguo Testamento, pero la tenemos en Efesios 4, y está en el
versículo 12, al final del versículo, el cuerpo de Cristo.
Eso fue muy importante para mí, para comenzar a entender que significa eso de que la
iglesia es el cuerpo de Cristo. Antes en Efesios, se nos dice de manera muy clara que Cristo
es la cabeza de la iglesia, que Él es el que es la cabeza sobre todas las cosas. De regreso en
el capítulo 1, dice en el versículo 22, “Aquel que es la cabeza sobre todas las cosas, ha sido
dado como cabeza a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de él que lo llena todo en
todo.” La iglesia debe ser el cuerpo de Cristo. Esto es quienes somos. Así es como somos
identificados de manera única en el Nuevo Testamento. Y Efesios tiene mucho que decir
acerca de eso, como se lo acabo de señalar, habla en el capítulo 1 de Cristo como la
cabeza de la iglesia, y de que la iglesia es el cuerpo de Cristo. Lo repite aquí en el capítulo
4 y hace referencia a éstas cosas en otras partes de esta misma carta.
Entonces, llegué a entender que para que sepamos lo que la iglesia debe ser y definir la
vida de la iglesia, teníamos que verla como el cuerpo de Cristo y seguir el patrón bíblico. Y
entonces, ese fue mi esfuerzo desde el comienzo mismo, y determiné en mi corazón que
en lo que a mí concernía, yo me esforzaría por comunicarle a la gente en ésta iglesia que
necesitábamos operar como el cuerpo de Cristo bajo nuestra cabeza gloriosa, el Señor
Jesucristo. Debíamos ser fieles a este modelo. Y sea lo que sea que esta iglesia es en la
actualidad, por la misericordia y gracia de Dios, medio siglo después es porque hemos
seguido éste patrón. Y creo que conforme pensamos en 50 años, y conforme miro hacia
atrás y trato de recapturar esta verdad y cimiento, podría ser un aliento para usted
entender esto para que pueda tener una explicación bíblica y espiritual de la razón por lo
que esta iglesia es lo que es.
Entonces, regresemos a Efesios capítulo 4, y vamos a ver en particular comenzando en el
versículo 11, pero quiero comenzar desde el principio porque quiero que todo se conecta
tan bien. Se nos dice al final del capítulo 3, que la iglesia debe darle gloria a Dios y Cristo.
“A él sea la gloria en la iglesia.” Así es como termina el capítulo 3. “A él sea la gloria en la
iglesia, y en Cristo Jesús, por todas las generaciones por los siglos de los siglos. Amén.”
Esta es una doxología, esta es una explosión de alabanza, Dios debe ser glorificado en su
iglesia. Cristo debe ser glorificado en su iglesia.
Entonces, ¿cómo sucede eso? ¿cómo llegamos al punto en el que Cristo es glorificado en
su iglesia? No necesito decirle que hay muchas iglesias que no son una gloria para Cristo,
no son un honor para Dios. No despliegan a Cristo, muchas iglesias, de hecho. O supongo
que, la población normal de este país o de cualquier otro trata de entender lo que es la
iglesia y es una tarea para ellos casi imposible, pero la iglesia debe ser el lugar en dónde la
gloria viene a Dios, y la gloria viene a Cristo. ¿Cómo llega ese punto en dónde ese es su
esencia, su vida? Comencemos en el versículo 1. “Yo, pues, preso en el Señor.” No importa
en dónde Pablo pudo haber estado en alguna celda humana y él estuvo en muchas de
ellas, nunca se vio a sí mismo como un prisionero de Roma o de cualquier otra esfera
terrenal, él siempre fue cautivo del Señor.
Y entonces, como el prisionero del Señor os ruego que andéis como es digno de la
vocación con que fuisteis llamados. Han recibido una vocación, un llamado elevado,
elevado. Han sido llamados por Dios de manera eficaz a su reino eterno, a su familia
eterna, se les ha dado vida eterna, se les han dado todas las riquezas de Dios derramadas
en gracia, tanto ahora como por siempre. Se han vuelto un templo del Espíritu Santo, el
Espíritu de Dios ha establecido su residencia en ustedes. Todo esto y mucho más es
presentado en el primer capítulo de Efesios.
Entonces, no somos como el resto del mundo. Todavía no ha aparecido lo que realmente
somos. No pueden ver lo que somos, pero somos los hijos de Dios, somos los templos del
Espíritu Santo, somos hijos regenerados, nacidos de nuevo de Dios en este mundo,
tenemos luz y vida en medio de la oscuridad y muerte. Entonces, Pablo dice, les voy a
rogar que anden de una manera digna de este llamado, de este llamado en si a la vida en
Cristo a la salvación.
Ahora, ¿cómo es que usted anda de manera digna? ¿cómo puede andar usted de manera
digna de este llamado? ¿cómo puede usted traer honor a este regalo sin paralelos que el
Señor le ha dado? Es interesante lo que él dice en el versículo 2, “con toda humildad y
mansedumbre-o gentileza- soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor.
Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.” Ustedes han sido
llamados a un nivel tan elevado, ustedes han sido tan elevados, Dios los ha levantado por
encima de los otros humanos. Él los ha exaltado a ustedes a Sí mismo, a Su reino a Su
familia para siempre. Este es un llamado alto, alto.
¿Cómo van a andar de una manera digna de un llamado alto? Andando de una manera
baja, con toda humildad y mansedumbre, con paciencia hacia la gente, mostrando
tolerancia el uno hacia el otro, en amor. Siendo diligentes en preservar la unidad del
Espíritu en el vínculo de la paz. Aquí está la clave, la iglesia necesita manifestar la unidad
del Espíritu, necesitamos ser uno, necesitamos tener unidad en el Espíritu. Es unidad
producida por amor, y el amor es un producto de la humildad, mansedumbre, paciencia y
tolerancia. Solo la gente humilde ama. Solos los mansos aman. La paciencia y tolerancia o
soportar es lo que edifica, lo que construye vínculos fuertes de amor.
¿Cómo debemos andar? Debemos andar en humildad para que vivamos en amor.
Debemos vivir en amor porque el amor preserva la unidad del Espíritu, y crea un vínculo
en paz. Miren, la mayoría de nosotros hemos estado en otras iglesias, y al mirar atrás
podríamos creer definirlas como lugares caracterizados por la paz, o la unidad, inclusive
amor, inclusive humildad, pero esto es exactamente lo que nuestro Señor le dice al
apóstol Pablo que nos ruegue ser. Andar de manera digna, entonces, es ser humildes, ser
mansos, ser tolerantes de otros, y como consecuencia amar a otros, y a partir de ese amor
vendrá la unidad, y en esa unidad habrá una armonía dulce de paz. Esto es lo que una
iglesia debe ser.
Y simplemente le puedo decir esto, ésta iglesia está en ese gran patrón. Ésta es una iglesia
en dónde hay amor inmenso, porque hay humildad, hay mansedumbre, hay paciencia, y
hay tolerancia. Y cuando te preocupas lo suficiente por la gente como para bajarte a ti
mismo, y te preocupas lo suficiente por la gente para considerar los asuntos en tu vida
menos importantes que los asuntos de otros, y cuando te preocupas por gente lo
suficiente para ser pacientes con todas sus debilidades, inclusive sus pecados, y cuando te
preocupas lo suficiente por la gente para ser tolerante, el amor florece. Y en ese amor
tienes unidad en el Espíritu. Y en esa unidad, disfrutas de paz. Nada realmente es más
doloroso para un creyente, que estar en una iglesia en dónde la soberbia y el conflicto, y el
egoísmo y la división, y la ausencia de amor existen. No debería ser así.
Entonces, ese es el objetivo. Entonces, desde el principio mismo, me estoy diciendo ahora
a mí mismo, ¿cómo es que eso va a suceder? Nunca he visto a una iglesia que sea el
cumplimiento de eso. ¿Cómo es que eso va a pasar? Debe pasar, porque es la voluntad del
Señor de la iglesia. Y es coherente con la naturaleza misma de la iglesia. Observe el
versículo 4, debemos disfrutar de ésta unidad. La unidad es el tema, la unidad del Espíritu
esa es unidad espiritual, una unidad de corazón, una unidad de amor. Eso debe ser
característico, porque la naturaleza misma de la iglesia es definida como uno.
Observe el versículo 4. Hay un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en
una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre
de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos.” Siete veces la palabra “uno”
aparece. Pablo está diciendo, la unidad del Espíritu debería ser el resultado natural de
todas esas unidades espirituales que ya existen. Todos somos un cuerpo, el cuerpo de
Cristo. En todos nosotros mora un Espíritu, el Espíritu Santo, todos hemos sido llamados a
un llamado, salvación con una esperanza eterna. Tenemos un Señor, una fe, y un bautizo,
un Dios y Padre de todos, y Él es sobre todos y por todos, y en todos. Todos hemos tenido
la misma colección de “unos”.
Entonces, en Filipenses capítulo 1, Pablo dice algo parecido, resumiéndolo en el versículo
27. “Así que conducíos de una manera digna del evangelio de Cristo, para que sea que
vaya a veros o que permanezca ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un espíritu,
con una mente, esforzándoos por la fe del evangelio. Deben ser un espíritu, una mente,
esforzándose juntos por proclamar la fe gloriosa, la fe cristiana contenida en el evangelio.
Entonces, debemos ser uno.
¿Cómo puede eso suceder? ¿Cómo puede ser eso una realidad? Tantas personas diversas,
tantas voluntades, tantos deseos, tantas ambiciones, tanto egoísmo, tanto pecado, ¿cómo
llegamos ahí? Bueno, tenemos que comenzar con el hecho de que esa es la meta, y que
esa meta está conectada con nuestra naturaleza, porque todos somos uno. Pero ésta
unidad es eficaz únicamente porque, escuche con atención, es una unidad de partes
diversas, versículo 7. Cuatro veces en el versículo 6, vemos la palabra todos, la unidad, la
unidad espiritual, los unos espirituales, todos son nuestros. Todos nosotros tenemos
todos ellos, pero vamos de todos nosotros, y lo que todos poseemos, a cada uno de
nosotros. Y ahora hemos entrado a un entendimiento diferente., “pero a cada uno de
nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.”
Cada uno de nosotros ha recibido un don de Cristo, no la salvación, sino un don espiritual.
La palabra es “dorea”, la palabra para “don”. Es la palabra griega para un regalo gratuito.
Se nos ha dado un regalo gratuito. Lo llamamos un don espiritual. Están enlistados en
Romanos 12, hay una lista de dones espirituales. Están enlistados en 1 Corintios 12,
inclusive son mencionados en 1 Pedro 4:10 y 11, algunos de ellos son dones de habla,
algunos de ellos son dones de servicio. Todo mundo tiene un don, todo mundo tiene una
función. De hecho, ahí en el versículo 16 usted puede ver que “el cuerpo bien concertado
y unido entre sí, por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad
propia de cada miembro recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
Entonces, es simplemente como un cuerpo. Un cuerpo es uno, un cuerpo opera como una
unidad, pero solo opera como una unidad cuando todas las partes diversas hacen lo que
deben hacer. No es que como si todos fuéramos patos de hule, todos iguales, cada uno de
nosotros somos únicos e individuales. Todos tenemos una función. En 1 Corintios 12,
Pablo dice, “hay dones visibles, y hay dones invisibles. Hay esas cosas que usted puede ver
en un cuerpo como la parte externa del cuerpo, usted puede ver esas. Pero él dice, las
más importantes son las feas las que están escondidas. Afortunadamente los órganos que
están en el interior son más feos, pero son más vitales. Pero todo mundo es parte del
cuerpo. No se queje por el hecho de que usted no es ésta parte o aquella parte, reconozca
la parte que usted es y sea fiel en funcionar para que le cuerpo pueda expresarse a sí
mismo en unidad.
Entonces, el versículo 7 simplemente nos presenta el hecho de que todos tenemos un don
de Cristo. Yo tengo un don, es un complejo de varias cosas, y usted tiene un don, podría
ser un complejo de varias cosas. Usted puede leer la lista en 1 Corintios 12, y Romanos 12.
Esas simplemente son categorías de dones, son como colores en una paleta de pintura, y
el Señor saca su brocha, su pincel y él la moja un poco, la mete un poco aquí y un poco de
eso, y la mezcla con aquello, y lo pinta a usted. Usted podría tener un don de enseñanza,
puede haber cientos de personas en esta iglesia que tienen un don de enseñanza, no hay
dos maestros que sean iguales. Un don de enseñanza podría estar mezclado con un don
de misericordia, un don de sabiduría, un don de ofrendar, un don de oración, un don de
liderazgo, y así es usted. Como sus huellas digitales, usted es usted, usted tiene una huella
digital espiritual que es única y solo usted la tiene. Usted es identificado en el reino de
Dios como teniendo una función particular especifica que ejercer.
Ahora, su don es por causa del cuerpo. Esto es toda parte del cuerpo por causa del cuerpo.
En otras palabras, usted ha recibido un don de Dios para servir a la iglesia. Yo tengo un
don, mi don, todos usted lo conocen, yo enseño la biblia, yo predico la palabra de Dios y
tengo responsabilidad de liderazgo y tengo algunas otras partes de categorías de don que
el Señor ha pintado en mi vida, que quizás usted no conoce tan bien como usted conoce
los dones más públicos. Pero soy un complejo de esas categorías como todos lo somos, y
mi función es servir a la iglesia con esos dones. Y así es como el cuerpo crece. Servir con
humildad, y mansedumbre, y paciencia, y tolerancia y amor y conforme hago eso el
cuerpo crece en unidad. Entonces, su don es para la iglesia.
Entonces, la pregunta obvia es ¿qué está haciendo usted? Usted no necesita una etiqueta
clara para su don. ¿Qué hay en su corazón que quiere hacer usted? ¿Qué es lo que usted
puede hacer bien para ministrar a alguien más? Y no estoy hablando de habilidades
humanas, estoy hablando de que es lo que usted puede hacer por edificar a otras
personas en la fe. Ese es su don. Después, Pablo procede a decir, “miren, tienen que
entender algo, estos dones realmente son únicos, porque estos son dados por Cristo.
Usted recibió su don de Cristo.” Eso debería elevar la seriedad de esto en su sentido de
responsabilidad. ¿Verdad? Digo, si usted no está haciendo nada, eso es vergonzoso. De
hecho, es una vergüenza por lo que Cristo hizo para proveer ese don para usted.
Y esto es lo que él va a decir en el versículo 8, “por lo cual dice”, siendo el Antiguo
Testamento en particular, Salmo 68, “subiendo a lo alto llevó cautiva a la cautividad, y dio
dones a los hombres”. David está usando un retrato muy común para hablar de Dios. El
retrato es de, que cuando un rey conquistaba una ciudad, un país o nación, él regresaba,
ascendía a su trono, y él traía a una multitud o grupo de cautivos, y botín. Y cuando el rey
regresaba y ascendía al trono, y tenía a los enemigos que él había conquistado y el botín
que él había traído de regreso, él entonces le daba ese botín al pueblo, quien era parte de
su reino. Eso es exactamente lo que Jesús hizo.
El versículo 9 en cierta manera le aplica eso a él. Pero, en primer lugar, el Salmo en sí
mismo es aplicado a Dios, y Dios conquistando la capital jebusita de Jerusalén, cuando
Dios conquistó Jerusalén, el rey que conquistó, Dios, regresa con el botín para distribuirle
a Su pueblo de pacto. Entonces, Cristo conquistó la muerte y el infierno, y la tumba. El
ascendió, explicando esto un poco en el versículo 9, porque él había descendido. Él
descendió para ganar la batalla en la cruz, y el descendió para que pudiera ascender y
después en el versículo 10, “el que descendió es el mismo que también subió por encima
de todos los cielos, para llenarlo todo.” Él descendió, él conquistó, él se llevó de regreso a
cautivos, las almas que él ganó en la cruz, y todo el botín para distribuírselo a su pueblo. Él
es el héroe conquistador quien da dones a su pueblo. Cristo ascendió de regreso al cielo,
envió al Espíritu Santo, y con el Espíritu Santo todos los dones para la iglesia. En un retrato
magnífico.
Ahora él, habiendo alcanzado su victoria, llena todas las cosas, lo cual es otra manera de
decir que él es soberano, sobre todo. Él es la cabeza sobre todas las cosas, él es de quien
Pablo dice a los filipenses, “Dios le dio un nombre que es sobre todo nombre, el nombre
del Señor, para que a su nombre toda rodilla se doble.” Él está en el trono, ahora como el
Señor exaltado, triunfal que está en el trono, quien ganó la gran victoria sobre el pecado y
la muerte y el infierno, él ha regresado al cielo, y él va a darle dones a su iglesia, para que
su iglesia pueda volverse su cuerpo en la tierra, y manifieste su vida ante el mundo.
Él da dones para que podamos servirnos unos a otros. Y para que al servirnos unos a otros
nos volvamos de manera manifiesta, semejantes a Cristo en el mundo. Todos los dones,
todos los dones que le son dados a la iglesia son expresados de manera perfecta en
Jesucristo. Él fue el maestro más grande, él fue el predicador más grande, él tuvo más
sabiduría que nadie, más misericordia, más gracia. Él dio más que nadie, él fue el líder más
grande. Usted puede tomar todas las categorías de dones, son cumplidas de manera
perfecta en Cristo, ahora de una manera que llena el universo entero con su gloria
soberana. Pero él nos ha dado una administración de ese tipo de dones que son
expresados de manera perfecta en él.
Ahora, debido a que tenemos esos dones, conforme los usamos para servirnos unos a
otros, Cristo es desplegado. Eso nos está llevando al pasaje que quiero que usted vea en el
versículo 11. Él no solo dio dones, sino para ver esos dones manifiestos de manera
completa, él tuvo que hacer algo más. Él tuvo que dar hombres, “Y él mismo constituyó a
unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores-maestros, a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo.” Inclusive con esos dones espirituales, los cuales todos recibimos en nuestra
salvación, el cuerpo de Cristo no va a ser lo que debe ser, demostrando a Cristo en el
mundo, a menos de que haya algunos predicadores que perfeccionan a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
La palabra “perfeccionar”, en su traducción podría ser “equipar”, es la función de esos
hombres mencionados en el versículo 11. El perfeccionamiento de los santos, el equipar a
los santos, katartizō es el verbo griego, básicamente significa ser restaurado, ser
completado, ser maduro, perfecto, llegar a su máximo nivel de crecimiento. No perfección
sin pecado, sino una especie de madurez, una especie de virtud espiritual madura. Ésta es
una palabra usada mucho, katartizō en el Nuevo Testamento. En 2 Corintios 13:11 se nos
dice, “seáis perfectos”. La misma palabra, Hebreos 13:21 “que el Señor os equipe-misma
palabra-en toda buena obra” o también se traduce “os haga aptos”. O 1 Pedro 5:10,
“después de que habéis padecido por un poco de tiempo, el Señor os perfeccione.” Misma
palabra.
Entonces, esta es una palabra muy común, Gálatas 6:1, “si alguno es sorprendido por
alguna falta, vosotros que sois espirituales restauradle”, “restaurad” es la misma palabra,
edifíquenlos, equípenlos, llévenlos a la madurez. 2 Corintios 7:1 dice que debemos estar
“perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. Entonces, ésta es la meta de los
hombres dados a la iglesia, él no solo dio dones a los creyentes, sino, en las palabras de 1
Corintios 12:28, etheto, Él designó a hombres. Él designó a hombres. La perfección de los
santos es la meta, es la meta de las pruebas, Santiago 1 dice, “después de que abráis
atravesado por pruebas, Dios va a hacer una obra perfecta.” Es la meta del sufrimiento, 1
Pedro 5:10, “después de que hayáis padecido por un poco de tiempo el Señor os
perfeccione.” Es la meta de la Escritura, “sigan deseando la leche de la Palabra para que
por ella crezcáis con respecto a la salvación.”
Entonces, sean pruebas, o sufrimiento, persecución, o la Palabra de Dios en particular,
Dios lo usa todo para llevarnos a este tipo de perfección espiritual en dónde en semejanza
a Cristo estamos usando nuestros dones para desplegarlo en la iglesia. Ahora, hablemos
de los hombres dotados, de manera breve. Apóstoles y profetas fueron hombres que
ejercieron una función en el cimiento. De regreso en el capítulo 2 versículo 20 leemos que,
“la casa de Dios, la iglesia fue edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
siendo Cristo Jesús mismo la principal piedra del ángulo, en quien el edificio entero está
siendo construido y creciendo hasta ser un templo santo en el Señor, en quien también
nosotros mismos estáis siendo edificados juntos para morada de Dios en el Espíritu.”
Otra manera de ver a la iglesia es como un templo, pero el templo, el templo viviente de
Dios en dónde vive el Espíritu Santo, la iglesia, está edificado sobre el cimiento de los
apóstoles y profetas. Son las piedras de cimiento, Jesús siendo la principal piedra del
ángulo. Los apóstoles entonces fueron hombres de cimiento, fueron los que estuvieron
con Jesús, fueron escogidos con él particularmente, hubieron doce de ellos, y después
Judas se sale, y Matías reemplaza a Judas al principio del libro de los Hechos. Y más
adelante el apóstol Pablo es el último de los apóstoles.
Entonces, hay un total de 13, según Mateo y Marcos, y Lucas, tuvieron una capacidad de
llamado excepcionales, debían predicar la Palabra, debían echar fuera demonios, y debían
sanar a los enfermos. Se les dio poder divino para certificar su conexión con el Dios Vivo y
Verdadero. ¿Cómo sabe usted quienes son los maestros verdaderos? ¿Cómo sabe usted
quienes son los apóstoles verdaderos? ¿Cómo sabe usted realmente quién representa a
Dios? Aquellos que tienen poder sobre la enfermedad, aquellos que tienen poder sobre
los demonios, y están predicando el mensaje verdadero de Dios. Tuvieron esos deberes,
predicar, echar fuera demonios, y sanar a los enfermos. Fueron compañeros de Jesús, son
tan excepcionales, tan excepcionales, que Jesús dijo en Lucas 22:28–30 que tendrán doce
tronos en Su reino cuando Él regrese. Él tendrá doce tronos.
Ahora, sé que usted está diciendo, “Bueno, ¿es Matías o Pablo? ¿quién recibe el doceavo
trono? No tengo idea, no tengo una revelación especial de eso, pero habrán doce tronos.
Sabemos que en Apocalipsis 21:14 dice que la Nueva Jerusalén, la ciudad capital del cielo
eterno, ahí habrán doce piedras de cimiento representando a los doce apóstoles.
Entonces, tienen una función única, excepcional, no solo en el cimiento de la iglesia en
este mundo, sino, piedras de cimiento para la Nueva Jerusalén, la ciudad capital del
estado eterno. Únicos. Y fueron usados por Dios junto con sus asociados, para escribir el
Nuevo Testamento. No hay apóstoles en la actualidad, fueron escogidos por Jesús, se les
dio poderes milagrosos. Las señales de un apóstol, señales, maravillas y obras poderosas,
2 Corintios 12:12; Hebreos 2, “¿cómo escaparemos si descuidamos una gran salvación?
que nos fue primeramente hablada a nosotros por aquellos que estuvieron con el Señor y
después confirmadas por señales y maravillas.” Fueron parte del cimiento.
Y después vino el segundo grupo de predicadores, los profetas. Los profetas fueron
escogidos, no por Cristo, sino que más bien fueron identificados por la iglesia, y su
responsabilidad consistió en predicar el evangelio. No son los que hacen milagros, como
tales, pero son los predicadores de la verdad, son predicadores pre-Escritura. El Nuevo
Testamento todavía no ha sido terminado entonces están predicando lo que fue la
doctrina de los apóstoles. Están predicando lo que los apóstoles recibieron del Señor, y
ocasionalmente el Señor inclusive les dio algo de revelación. Pero la mayor parte del
tiempo están predicando lo que ya había sido revelado a los apóstoles. La primera iglesia
estuvo involucrada en estudiar la doctrina de los apóstoles, estuvieron predicando la
doctrina de los apóstoles. La meta de los apóstoles y la meta de los profetas, ¿cuál es?
Dice, “perfeccionar a los santos.” “Perfeccionar a los santos”, esa fue su meta. Siempre fue
la meta, siempre la meta, llevar a los santos a la madurez y a la semejanza a Cristo.
Ahora, históricamente son reemplazados por los evangelistas y pastores-maestros.
Evangelistas sería lo que siguieron a personas como los apóstoles que fueron enviados,
apóstol viene del verbo, significa ser enviado. Fueron enviados con el evangelio, van al
campo misionero, plantan iglesias. Observe a Grace Community Church, a lo largo de los
50 años que hemos estado aquí, cuántos hombres han pasado por esta iglesia y han salido
hasta los fines de la tierra, han salido hasta los rincones del planeta, para llevar el
evangelio ahí. No solo para predicarle a aquellos que están perdidos, sino para preparar a
los pastores e iglesias por todo el globo, para que hagan lo mismo. Tienen el corazón de
un evangelista, son los que son enviados a predicar el evangelio y a preparar a otros a
predicar el evangelio, y toda iglesia debe ser marcada por ellos.
Cuan sorprendente es que después de este medio siglo, hay personas que han venido y
han pasado por esta iglesia, y han sentido el llamado de Dios a ser un evangelista, y están
en algún lugar en éste planeta, esparcidos hasta toda esquina, todo rincón. Y después son
esparcidos por éste país, plantando iglesias, y predicando el evangelio y en todo tipo de
lugar en dónde Cristo no es nombrado y la gente necesita oír. Y después junto con ellos
vienen los pastores que enseñan, y son los que pastorean el rebaño. Es como si los
evangelistas salen a reunir a las ovejas, y una vez que están congregadas, reunidas, el
evangelista sale para reunir a más ovejas y el pastor les enseña. Es traducida “pastores”
aquí, es algo interesante, es la palabra poimên, siempre es traducida pastor en el Nuevo
Testamento, excepto aquí, por alguna razón usaron un término en latín aquí. Pero es una
palabra que significa “un maestro que enseña”. Ese es un anciano, un obispo.
Y sabía que, al llegar a la iglesia, que yo era un pastor que enseñaba, que yo había sido
llamado a la función de un pastor que enseña. No significa que no tengo una
responsabilidad de evangelismo, Pablo le dijo a Timoteo, 1 Timoteo 4, “haz obra de
evangelista” “haz obra de evangelista”. Entonces, hacemos eso, pero primordialmente la
función es alimentar el rebaño de Dios, 1 Pedro 5; Hechos 20, “Alimentar y guiar a la
iglesia, la cual Dios ha comprado con su propia sangre.” Somos los que alimentan y los
líderes. Jesús le dice a Pedro 3 veces, “Alimenta a mis ovejas”, “alimenta a mis corderos”,
“alimenta mis ovejas”, esto es ministerio pastoral, alimentar al rebaño de Dios. Esa es la
razón por la que nos congregamos, para que ustedes puedan ser alimentados, para que
ustedes puedan madurar, para que ustedes puedan ser perfeccionados. Ese es el punto de
éste pasaje entero. Regresemos ahí.
Entonces, esos son los predicadores de perfección, observe el progreso a la perfección.
Versículo 12, los hombres dotados equipan a los santos. El pastor-maestro, evangelista es
a fin de perfeccionar a los santos. Para eso estamos. Ciertamente quiero alcanzar a los
perdidos con el evangelio, pero los perdidos van a ser alcanzados por ustedes, si ustedes
son maduros en Cristo. La meta del pastor es alimentar y guiar al rebaño, protegerlos de lo
que es destructivo, asegurarse de que lleguen a las pasturas verdes y a las aguas de
reposo. Los hombres dotados equipan a los santos. Durante 50 años eso es lo que he
tratado de hacer, y básicamente es lo único que realmente he tratado de hacer. Estoy
trabajando como Pablo en Gálatas 4:19, “hasta que Cristo sea formado completamente en
ustedes”.
Colosenses 1 lo dice de esta manera, al final del capítulo 1, “A quien proclamamos”, esto
es Cristo, “amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre, en toda sabiduría, a
fin de presentar a todo hombre completo en Cristo.” Esa es una función pastoral, esa es
una definición. Pablo dice, “por esto trabajo, esforzándome”, una palabra que significa
trabajar hasta el punto de sudar y estar agotado, “según su poder el cual opera
poderosamente en mí”. Dios trabaja dentro de mí, y yo trabajo por ver a todo hombre y
mujer completo en Cristo, equipando a los santos. No fue tan solo el trabajo de un
apóstol, al final del libro de Colosenses se nos presenta un hombre llamado Epafras,
capítulo 4, versículo 12, Y Epafras quien es un miembro de la iglesia colosense, “un siervo
de Jesucristo os saluda, siempre trabajando encarecidamente por vosotros en sus
oraciones, a fin de que seáis perfectos, y plenamente ciertos en toda la voluntad de Dios
porque yo doy testimonio de que él estaba profundamente preocupado por vosotros.” ¿Y
cuál era su preocupación? “que seáis completos plenamente en Cristo, para que crezcáis a
la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Los hombres dotados no son dados a la
iglesia para los incrédulos, son dados a la iglesia para los creyentes. No son dados a la
iglesia para hacer que los creyentes se sientan bien acerca de sí mismos, son dados a la
iglesia para hacer que los creyentes crezcan para volverse más como Cristo.
Entonces, si vamos a perfeccionar a los santos, ¿qué instrumento deberíamos a usar?
Bueno, la oración. Eso es lo que Epafras hizo, pero el instrumento clave, escuche lo que la
Escritura dice y no hay duda acerca de esto, 2 Timoteo 3:16–17, “Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra”. Sea el hombre de Dios o cualquier otra persona, es la Escritura la que es
inspirada por Dios y útil para enseñar, redargüir, corregir, instruir en justicia, que hace que
uno está equipado para toda buena obra.
Entonces, ¿cómo equipa usted a los santos? Usted equipa a los santos con la Palabra. Esa
es la razón por la que Pablo le dice a Timoteo, una y otra vez, “predica la Palabra, predica
la Palabra, entrégate a la Palabra”, le dice a Tito, “predica la Palabra, predícala con toda
autoridad”. Eso es lo que el pastor hace. Es una responsabilidad seria, usted tiene que
darle cuentas a Dios por ella, Hebreos dice, es una responsabilidad seria. Santiago dice, “el
que no ofende con su boca es un hombre perfecto.” Entonces, “no se hagan muchos
maestros porque recibirán mayor condenación.” Pero es un llamado elevado, un llamado
glorioso, al mismo tiempo.
Entonces, usar la Palabra de Dios para perfeccionar a los santos es el llamado del pastor.
Eso es lo que he hecho durante 50 años, no soy la explicación de los resultados, yo
únicamente he sido un instrumento para el proceso. Después, el segundo paso, de regreso
a Efesios, el segundo paso es éste, “a fin de perfeccionar a los santos, para la obra del
ministerio.” Lo que sucede es que cuando los santos crecen, hasta alcanzar la madurez,
ellos llevan a cabo la obra del ministerio. Entonces, sus dones comienzan a ser usados,
entonces sus dones florecen. Entonces, comienzan a funcionar en la iglesia con los unos a
otros.
Entonces llevan a cabo la obra del ministerio, diakonia. Esa es una palabra que tenía que
ver con atender, servir a las mesas, pero fue una palabra general para servir. Los hombres
dotados perfeccionan a los santos, los santos llevan a cabo la obra del ministerio. Se
acuerda en Hechos 4, el apóstol dijo: “Miren, nos vamos a entregar a la oración y al
ministerio de la Palabra. Van a tener que hacer la obra, van a tener que cuidar de esas
viudas.” Así funciona.
Y entonces, lo que ha pasado a lo largo de los años aquí, es la predicación de la Palabra de
Dios ha madurado a los santos y los santos han hecho la obra del ministerio. Eso comenzó
de hecho, todavía nos estábamos reuniendo en la capilla, décadas y décadas atrás, en los
primeros días. Y un hombre de Chicago vino y quiso escribir un pequeño artículo de
nuestra iglesia, porque estábamos creciendo tan rápido, y él escribió el artículo en una
revista a nivel nacional, algunos de ustedes oyeron esto. Pero el título que le dio al artículo
fue: “La Iglesia con 900 Ministros”, en ese entonces teníamos como unas 900 personas
que venían aquí. Y lo que le impactó después de entrevistar a todas las personas aquí, es
que no podía encontrar a alguien que no estuviera involucrado.
Ya en esos primeros años cuando todavía estábamos en la capilla, el edificio original, la
gente había entendido la visión de hacer la obra del ministerio. Estaban siendo
perfeccionados por la Palabra, y haciendo la obra del ministerio. La gente venía mí y decía
cosas como, “oye, necesitamos este tipo de ministerio”. Y yo decía, “Oye, hazlo. Muy bien.
Adelante.” Alguien más venía y decía, “sabes una cosa, tengo un amigo y nos gustaría
comenzar este ministerio en la cárcel.” “Muy bien, ve y haz eso. Maravilloso.” Y el Señor
comenzó a moverse en los corazones de la gente, y comenzaron a hacer el ministerio. Y
así es la iglesia hasta el día de hoy, la gente haciendo la obra del ministerio, la gente que
ha crecido en Cristo, que ha sido madurada por la Palabra.
Y después hay otro paso, esto es obvio. Conforme comienzan a hacer la obra del
ministerio, el cuerpo de Cristo es edificado. Conforme ministran el uno al otro están
ministrando sus dones y están ministrando esos dones en el poder del Espíritu Santo, y
producen crecimiento espiritual y desarrollo espiritual. Yo ministro un don aquí, pero ésta
iglesia está llena de personas que ministran sus dones a mí, y la fortaleza que yo les traigo
mediante el don que Dios me ha dado aquí, es en parte traído a mí por el ministerio de
tantas personas que me rodean, tantas, tantas personas. Así es cómo el cuerpo es
edificado.
Lo que Grace Church es ahora, es por lo que hombres dotados durante todos estos años
han hecho al tomar la Palabra de Dios para perfeccionar a los santos, para hacer la obra
del ministerio para edificar al cuerpo de Cristo. Yo no soy la explicación para esta iglesia,
ningún ser humano es, los ancianos, por maravillosos que son, no son la explicación. La
explicación es el Espíritu de Dios mediante la Palabra de Dios edificando a los santos, los
santos dotados por Cristo mismo, hacen la obra del ministerio, como consecuencia se
edifican el uno al otro, y lo que sale de eso es madurez, y lo que sale de eso es amor, y lo
que sale de eso es unidad y paz, y ese es el testimonio que el Señor quiere.
Entonces, los predicadores de la perfección siguen el progreso de la perfección, y los
beneficios son sorprendentes. Observe los beneficios de éste progreso. Los beneficios de
la perfección de manera muy breve, versículo 13, “hasta que todos lleguemos a la unidad
de la fe, y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo.” Eso es sorprendente, ¿no es cierto? Así es como una
iglesia debería verse. La unidad de la fe, unidad en doctrina; unidad en verdad; unidad en
conocimiento profundo, no en conocimiento superficial, conocimiento profundo del Hijo
de Dios. Y cuando usted conoce la fe y usted está unido en torno a la doctrina sana, y
usted tiene un conocimiento profundo del Hijo de Dios, usted ha cubierto los evangelios
una y otra vez, año tras año, año tras año, usted tiene un conocimiento profundo del Hijo
de Dios, usted llega a una persona madura. Y cuando usted se vuelve una persona
madura, usted va en la dirección de la medida de la estatura que le pertenece a la
plenitud de Cristo. Usted se está volviendo más como Cristo.
Ahora, ese es un beneficio. No puedo imaginarme estar en ninguna otra iglesia, si hubiera
una iglesia que fuera así, como creyente yo quiero ser como Cristo. Y pensar que es
posible, si estoy siendo equipado por la Palabra de Dios, para que pueda crecer y llegar a
la madurez en la obra del ministerio, edificando el cuerpo de Cristo, llegar a una unidad de
doctrina sana, conocimiento profundo del Hijo de Dios y volverme un hombre maduro, en
cierta medida, de la estatura que le pertenece a la plenitud de Cristo, ¿por qué me voy a ir
a otro lugar? Esa es la meta de todo, que vemos Su gloria y somos transformados a Su
imagen.
Ahora, hay un resultado de esto. Primero, un resultado negativo, y después un resultado
positivo, simplemente rápidamente. Cuando usted llega a la unidad de la fe, esto es
cuando usted está unido en torno a la doctrina sana, y usted tiene este conocimiento
profundo del Hijo de Dios, y usted es maduro, y usted está siendo moldeado como Cristo
en su plenitud, el primer resultado para que usted ya no es como “niños fluctuantes
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagemas de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del error.” ¿Quién hace todo eso? Satanás y
todos sus emisarios.
Entonces, el primer resultado de ese tipo de madurez de una iglesia, es que es sólida en su
doctrina, ya no es ingenua, ya no le falta el discernimiento, ya no se vuelve víctima,
echada por todo viento de doctrina, por la kubeia, por los trucos, las trampas de hombres
y su engaño astuto. Eso es algo maravilloso, ¿no es cierto? Lo que él está diciendo es que
cuando usted es parte de ese tipo de iglesia, usted tiene discernimiento. Usted no es
susceptible al error, usted está seguro, está protegido de ser engañado al decir que usted
es un joven espiritual, que ha vencido al maligno, porque la Palabra de Dios permanece en
usted y usted es fuerte. Y después hay un resultado positivo, versículo 15, “usted sigue, o
habla la verdad en amor.”
Usted conoce la verdad, entonces usted no está sujeto al error, y usted también habla la
verdad, y la habla en amor. Usted habla en amor porque Cristo la habló en amor, y usted
es semejante a Cristo. Así es como una iglesia debe ser. Debe, básicamente, discernir,
ejercer discernimiento, para que no sea engañada por doctrina falsa. Y debe ser
evangelistica, hablando la verdad en amor. La verdad es todo. Si usted tiene la verdad
usted no es susceptible a las mentiras, si usted tiene la verdad usted la puede hablar. Y si
usted es caracterizado por el amor, usted la va a hablar en amor. Y simplemente para
resumirlo, versículo 15 y 16, Pablo lo resume.
Entonces aquí está. Debemos crecer en todo aspecto en Aquel que es la cabeza, esto es
Cristo, de quien todo el cuerpo bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas
que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor, en amor. ¿Observo usted cuán importante es el
amor? Al final del versículo 2, en amor. Al final del versículo 16, en amor. “Por esto
conocerán todos que son mis discípulos, porque tenéis, ¿qué? amor unos a otros.” Una
iglesia que sigue este patrón divino será conocida no solo por su doctrina sana, sino lo que
es más característico, será conocido por su amor.
Y yo solo le puedo decir, esa es la reputación de esta iglesia. Hay personas que piensan,
“Bueno, habiendo nunca estado aquí, usted sabe MacArthur es un predicador fuerte, y
tiene opiniones muy fuertes, y es dogmático, y él ha estado ahí por 50 años, debe ser un
lugar duro, difícil, esas personas deben ser tan duras como la piel, escuchando toda esa
doctrina todo el tiempo.” La predicación fuerte, y la doctrina sana no producen personas
duras, produce personas suaves, produce personas amorosas. Y creo que esa es la
sorpresa para personas que no han estado aquí. Cada año personas nuevas comentan, no
de la doctrina ni de la enseñanza, sino cuanto amor perciben en ésta iglesia. Eso despliega
a Cristo. Esta iglesia es lo que es no por mí, sino porque el Señor estableció un patrón en
Su Palabra y dijo, “Si el pastor-maestro y los evangelistas, los hombres fieles, perfeccionan
a los santos mediante la Palabra, van a hacer la obra del ministerio, el cuerpo va a ser
edificado, y el cuerpo va a ser edificado al grado en el que se vuelve como Cristo. Va a
discernir, va a ser protegido de la doctrina falsa, y va a poder hablar la verdad en amor, y
va a caracterizarse por amor porque Cristo mismo es caracterizado por el amor, ¿verdad?
Y entonces, entre más usted es como Él, más usted es verdad y amor manifiestos.
Padre, gracias por nuestra mañana juntos, simplemente maravilloso recordar todos estos
años en como Tú nos has traído a todos hasta esta hora, ¡sorprendente! sorprendente que
Tú de nuevo has mostrado la veracidad de Tu Palabra, y Tú has dicho, “así es como debe
hacerse”. Y hemos tratado, fallado con frecuencia, pero tratamos de seguir el patrón, y
aquí estamos medio siglo después y podemos ver que esta iglesia es caracterizada por el
amor y la verdad. Estas personas te aman profundamente, se aman unos a otros, aman la
Palabra, y esto te trae gloria. Y esa es la razón de todo esto, que Tú puedas ser glorificado
en Tú iglesia. Sé glorificado en nuestras vidas, y que el futuro sea mucho más maravilloso
para ésta iglesia que el pasado. Encomendamos el futuro a Ti, para seguir el mismo
camino, para ver a Cristo honrado en Su iglesia. En su nombre oramos. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Las marcas distintivas de la iglesia verdadera de Dios


Escritura: Mateo 16:13–28

Código: 81–95
John MacArthur
Abra su Biblia en Mateo capítulo 16. Mateo capítulo 16. Este es un capítulo increíble por
muchas razones, algunas de las cuales se van a abrir en nosotros conforme lo vemos
juntos. Pero colocarlo en su mente comenzando en el versículo 13. Mateo 16:13, es una
narrativa bastante comprensible.
“Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo:
¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista;
otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís
que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo
reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú
eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella. Y a ti te daré la llave del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra
será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo,” o el
Mesías.
“Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a
Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas;
y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a
reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.
Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo,
porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.”
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y
todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque, ¿qué aprovechará el
hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O que recompensa dará el
hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus
ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os digo que hay
algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del
Hombre viniendo en su reino.”
Ésta es una introducción profunda a la iglesia, de los labios de nuestro Señor, resume
tantas de las realidades críticas que definen a la iglesia. En todo primer día de la semana,
desde el día en el que Jesús resucitó de los muertos, durante, hace dos mil años atrás, los
creyentes se han congregado para celebrar Su resurrección. Se han congregado para
adorar, para tener comunión, para cantar, para orar, para oír las Escrituras enseñadas. El
domingo ha sido conocido y de manera apropiada, debido a que así es como Juan lo
identifica, como el día del Señor.
Y aquellos que le pertenecen al Señor, mediante el arrepentimiento y fe en el Señor
Jesucristo, se congregan en el día del Señor, y lo han hecho desde la resurrección para
adorarlo a Él. Este es nuestro gozo, esto no es un deber gravoso, este es el deseo de
nuestro corazón, lo hacemos con gratitud, los hacemos con amor, y lo hacemos con gozo
pleno. Somos aquellos que hemos recibido el perdón de pecados. Y con eso hemos sido
colocados en un estado de no condenación debido a que Cristo pagó de manera plena
nuestros pecados en la cruz. La iglesia es entonces la posesión más preciada que Dios
tiene. Es Su pueblo redimido.
Hay muchas perspectivas acerca de la iglesia, quizás quiero ayudar a forjar la suya un poco
desde el punto de vista, o a nivel bíblico. La iglesia es descrita en Juan 6 como el regalo de
amor del Padre al Hijo. El Padre escoge, el Padre atrae, el Padre salva, da al Hijo. El Hijo lo
recibe y lo guarda y lo resucita hasta el día postrero, como un regalo de amor del Padre. La
iglesia no solo es un regalo de amor del Padre al Hijo, sino un acto de amor por parte del
Hijo mediante el cual Él compra la iglesia en la cruz, y define Su amor incalculable. El
precio más alto jamás pagado fue pagado por la iglesia. Fuimos comprados, no por oro y
plata, sino por la sangre preciosa de Jesucristo, dice el apóstol Pedro.
La iglesia es el reino de Dios, el reino de Cristo. Hemos sido rescatados del reino de las
tinieblas, y colocados en el reino del Hijo amado de Dios. La iglesia es el lugar en dónde
vive el Espíritu Santo. Nos habita. La iglesia es la administradora de la verdad divina,
somos columnas y baluartes de la verdad. Es la mejor probada del cielo que cualquier
persona puede tener antes de llegar ahí. Nosotros hacemos que el cielo descienda lo más
que es posible en este mundo bajo maldición.
La iglesia es la reunión de adoradores verdaderos que adoran a Dios en espíritu, adoran a
Cristo y no tienen confianza en la carne, dice Pablo, adoramos en espíritu y en verdad,
como nuestro Salvador dijo que fuimos llamados a hacerlo. La iglesia es la comunión de
los santos, nos estimulamos unos a otros al amor y las buenas obras. Nos preocupamos
unos por otros, nos amamos unos a otros, usamos todos nuestros dones espirituales y
seguimos el patrón de los unos a otros múltiples en el Nuevo Testamento para ser
fortalecidos mutuamente. Y somos el punto inicial para el evangelismo, que es el
propósito mismo para que quedemos en el mundo, para que prediquemos el evangelio
hasta los fines de la tierra.
La iglesia es infinitamente más importante que todos los reinos humanos, todas las
organizaciones humanas, todos los líderes humanos, todos los educadores humanos,
todos los políticos humanos, todos los gobernantes humanos. La iglesia es mucho más
importante que cualquier cosa que se va a quemar, y todo eso se va a quemar. La iglesia
es el cuerpo viviente de Cristo en el mundo, y ha recibido el llamado de hablar la verdad
de Dios con respecto a la salvación, en amor, a un mundo perdido.
La iglesia es incomparable en su valor, somos administradores de las únicas palabras de
vida eterna. Nos reunimos porque debemos hacerlo, nos reunimos porque amamos al
Señor, y nos amamos unos a otros. Nos reunimos porque amamos Su palabra, nos
reunimos porque amamos Su adoración. Nos reunimos porque queremos que brille la luz
del evangelio en el mundo. No vamos a hacer a un lado esta experiencia bendita sin
importar lo que enfrentemos, lo que venga en nuestra contra, somos la iglesia, y somos la
luz del mundo.
Yo creo que la iglesia es apropiadamente nombrada, me gusta el nombre de nuestra
iglesia, todos básicamente somos beneficiarios de gracia divina, ¿verdad? No nos ganamos
nuestro derecho. Me gusta ‘comunidad’, eso habla de comunión. Pero la mejor palabra es
‘iglesia’. Me gusta la palabra, una iglesia. Me molesta cuando las organizaciones religiosas
contemporáneas que se reúnen el domingo, no sé si la puede usted llamar una iglesia, o
no; quieren deshacerse de la palabra iglesia, como si de alguna manera pudieran
deshacerse de la historia redentora que de alguna manera es algo adicional.
Creo que les gustaría que la gente pensara que ellos son, son tan novedosos y están tan de
moda, y son tan esotéricos en términos personales que se han inventado a sí mismos. Y
son los primeros de su tipo jamás existiendo. Lo único que queremos hacer es asegurarnos
de que toda persona sepa que somos una iglesia, y somos parte de la iglesia que el Señor
está edificando y Él está edificando desde que salió de la tumba. Esto no es algo novedoso,
esto es simplemente un lugar de la iglesia redimida, abrazando a todo cuerpo anterior de
creyentes sobre la tierra, remontándose hasta la resurrección.
Entonces, ¿qué constituye una iglesia? Veamos entonces nuestro pasaje. En el texto que le
leí, simplemente quiero llevarlo al versículo 18, y a la mitad del versículo el Señor dice:
“Edificaré mi iglesia.” Un reportero hace años atrás me preguntó si tenía algún deseo para
edificar la iglesia. Me preguntó: ¿Tienes deseo de edificar la iglesia? Y yo le dije:
Realmente no. Yo dije: El Señor dijo: Edificaré mi iglesia. Y yo no quiero competir con Él.
No es mi trabajo edificar la iglesia, es mi trabajo servir a la iglesia que el Señor está
edificando conforme a lo mejor de mi capacidad.
Edificaré mi iglesia. Esta es la primera mención de la iglesia en el Nuevo Testamento, no
tomó mucho tiempo, solo apenas dieciséis capítulos en el primer libro. Y mientras que
podría parecer una mención marginal de la iglesia, se pregunta cómo se relaciona. Claro
que todo se relaciona. Contiene, en el texto que le acabo de leer, las marcas necesarias
para identificar a una iglesia verdadera, a la luz de la cual toda iglesia debe ser medida. Y
las epístolas del Nuevo Testamento, claro, escritas por los apóstoles nos dan mucha más
información, mucha más enseñanza acerca de la iglesia, pero todo está sobre el
fundamento del final de Mateo 16, de las palabras de nuestro Señor.
Ahora, la gente ha estado desafiándome en términos de cuánto tiempo va a tomarme
para cubrir esta sección de la Escritura, ja, porque hay tanto aquí. Y mi meta es simple,
tengo la esperanza de dejar de hablar antes de que usted deje de oír. ¿Cómo
identificamos a una iglesia verdadera? Comencemos así, una iglesia verdadera es conocida
por una gran confesión. Ese es el punto uno: una gran confesión. Versículo 13, “Viniendo
Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos diciendo: ¿Quién dice los
hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos Juan el Bautista, otros Elías, y
otros Jeremías, o algunos de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”
El primer absoluto con respecto a la iglesia, es la postura bíblica del Mesías, el Hijo de
Dios, el Señor Jesucristo. El fundamento de la iglesia no es alguna experiencia personal,
con un Jesús de su propia imaginación, alguna noción sentimental no definida acerca de
Dios, la iglesia no está edificada sobre nada más que una perspectiva correcta de la
naturaleza y obra del Señor Jesucristo. Esto se vuelve claro en este pasaje. La ubicación es
muy importante, “Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo.”
Cesarea de Filipo originalmente se llamaba Paneas. Esa área se nombró en honor al dios
‘Pan’. Pan, supuestamente no existía, pero, en la mitología Pan nació en una cueva en esa
área. Y ésta área fue nombrada en honor al dios Pan, originalmente. Ahora, la ciudad, para
cuando usted llega al día del Señor, está llena de ídolos. Hay ídolos por todos lados, usted
se dará cuenta que dice que se llama Cesarea y dejan de nombrarla Pan, para darle honor
a César. Y César Augusto era el César al que se le dio este honor, claro que él creía que era
una deidad y necesitaba ser adorado.
Entonces, a partir de lo que conocemos de la historia este es un lugar dónde había
muchos ídolos y muchos dioses. Usted podría decir que era un tipo de plétora, de idolatría
pagana que fue establecida para la ciudad, para cualquier dios que querían adorar. Un
lugar en dónde los dioses, todos se reunían. Eso significa que era un lugar de blasfemia,
blasfemia en contra del Dios vivo y verdadero. Pero un lugar ideal para que Jesús le dijera
a Sus discípulos, quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre. Y un lugar ideal para
que Pedro dijera: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
¿Por qué dijo eso? Porque todos esos otros dioses estaban muertos. Todos los ídolos
están muertos. Usted puede regresar al capítulo 44 de Isaías, y ahí hay una diatriba divina
en contra de los ídolos. Si no fuera tan seria, es casi cómica. El profeta Isaías 44:9, “Los
formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad y los más precioso de ellos para
nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni
entienden. ¿Quién formó a un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de
provecho?” Él está preguntando la pregunta obvia. ¿Cómo pueden hacer sus propios
dioses? ¿Cómo pueden hacer su propio dios?
“He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son
hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a
una. El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y
trabaja en ello con la forma de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no
bebe agua, y se desmaya.” El carpintero, trabajando en un dios de metal. “El carpintero
tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás,
lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. Corta
cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino que
se críe con la lluvia.”
“De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende
también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se
arrodilla delante de él. Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne,
prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! Me he calentado, he visto el
fuego; y hace del sobrante un dios.” ¿Qué tipo de locura es esa? Dios es un Dios viviente. Y
eso es exactamente lo que Pedro quiso decir cuando dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente. Tú eres el Mesías, Tú eres el Ungido, el Sacerdote Ungido, el Profeta Ungido, el
Rey Ungido, el Redentor Prometido.
Juan 5:18 dice, los líderes de Israel querían matar a Jesús porque se hizo igual a Dios. Leí
una encuesta la semana pasada que creo que fue, la tercera parte, entre comillas, de los
evangélicos, piensan que Jesús no era Dios. Eso no es evangélico, eso es herejía. Eso es
herejía condenadora. Juan presenta eso de manera clara en 2 Juan. Usted lo puede leer
por sí mismo. Esa epístola tiene una sección primordial ahí que presenta una advertencia
para aquellos que alteran la naturaleza de la verdad de la naturaleza de Cristo. Esta es la
confesión que establece la iglesia verdadera.
La gran confesión de la iglesia está resumida en Jesús es Señor. Jesús es Señor. Esta es la
confesión que establece a la iglesia. No es un grupo de personas que se reúnen para una
plática motivacional. No es un grupo de personas que buscan ser ayudados para sus
adicciones. Es un grupo de personas que de alguna manera quieren sentirse espirituales, y
sin pensar quieren pasar por algún tipo de ritual o ritual cuasi religioso. Es una asamblea
de personas que hacen la gran confesión: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Y decir
el Hijo del Dios viviente es decir que usted comparte Su naturaleza. Eso es lo que
entendieron los judíos que Él dijo, cuando Él dijo eres Hijo de Dios, por eso dijeron: Te
haces igual a Dios al decir que eres Hijo de Dios.
La salvación solo viene a aquellos que confiesan a Jesús como Señor. Romanos 10. Juan
escribe al final de su evangelio: “Estas cosas se han escrito para que creáis que Jesús es el
Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.” Esa es la razón para el
evangelio de Juan, y esa es la razón para los cuatro evangelios. Por un momento vea 1
Timoteo capítulo 3, 1 Timoteo capítulo 3, resume de una manera muy memorable la
realidad de la deidad de Cristo. Versículo 16, “E indiscutiblemente,” o mediante confesión
común, ésta es la confesión común, la confesión necesaria para aquellos que
verdaderamente son el pueblo de Dios. La confusión en común es, “grande es el misterio
de la piedad.”
Por confesión común, homologomenos, diciendo lo mismo. Todos los creyentes en la
iglesia, todos los creyentes verdaderos dicen lo mismo. Son unánimes en la persona de
Jesucristo. Supongo que el día de hoy usted podría ser un evangélico, pero no es un
cristiano, si usted niega la deidad de Cristo. Y después viene este himno, sin duda alguna
un himno de los más antiguos. Seis verbos en tercera persona, singular, en aoristo, con
ritmo y paralelos, y el sujeto es, el ¿qué? refiriéndose a Aquel quién es el misterio de la
piedad, Aquel que ahora es manifestado, o revelado como Dios, es Aquel que fue
manifestado o revelado en la carne. Esto habla de su nacimiento virginal, de que fue
hecho visible, aunque Él es el Dios eterno, invisible.
“Justificado,” vindicado, “en el Espíritu,” esto quiere decir que el Espíritu de Dios está
sobre Él en Su nacimiento, el Espíritu de Dios coloca al Mesías en el vientre de María sin
un padre terrenal. El Espíritu de Dios viene sobre ella, y ella está embarazada, el Espíritu
de Dios unge a Jesús en Su ministerio, todo lo que Él hizo, y dijo e hizo lo hizo por el poder
del Espíritu Santo. Esa es la razón por la que cuando dijeron: Lo que haces lo haces por el
poder de Satanás. Él dijo: Han blasfemado al Espíritu.
Revelado en la carne, nacido de virgen, verdaderamente humano, vindicado en el Espíritu
en Su nacimiento, a lo largo de Su vida. Visto de los ángeles. Estuvieron ahí en Su
nacimiento, están ahí en Su tentación, están ahí en el huerto, están ahí en la resurrección,
especialmente cuándo ese ángel viene a Él en el huerto, cuando Él está sudando gotas de
sangre, un ángel vino. Y, usted puede hacer la pregunta: ¿Qué hizo? ¿Lo fortaleció para la
victoria en la tentación? No. ¿Qué hizo? Hizo lo que los ángeles siempre hacen. Lo adoró.
Y eso tuvo una importancia crítica, Dios de hecho envió un ángel al huerto cuando Jesús
estaba enfrentando la cruz, cuando iba a enfrentar la furia plena de la ira de Dios en
contra de todos los pecados de todas las personas que jamás creerían en Él a lo largo de
toda la historia humana. Él iba a absorber esa ira en unas cuantas horas de tinieblas. Tan
horrendo para Él, porque Él es el eternamente Santo que Su cuerpo empezó ahí a estallar.
Sus capilares empezaron a romper y salió la sangre por ahí. ¿Y que hizo el ángel?
El ángel hizo lo que todos los ángeles hacen, lo adoró. Y Él tuvo una probada de lo que
estaba del otro lado de la cruz cuando Él fue glorificado. Él fue predicado a los gentiles, lo
que sucede en el libro de los Hechos. Tiene usted una Gran Comisión, y después vienen los
apóstoles en el libro de los Hechos, y Él es predicado a las naciones. Él es creído en el
mundo, y Él es recibido arriba en gloria. Esa es Su ascensión.
Entonces, tiene usted todos los elementos del Señor que indican que Él es Dios en carne.
Es la revelación del que es Dios revelado en la carne, justificado, vindicado por la obra del
Espíritu mediante Él, asistido por los ángeles, afirma Su deidad, conforme los ángeles solo
adoran a Dios. Predicado a los gentiles, a las naciones, creído en el mundo, recibido arriba
en gloria. Él, en toda la plenitud de Su deidad encarnada, es el que, y el único Salvador.
Él es el Señor, y cabeza de la iglesia, hemos visto eso suficiente, entonces no necesitamos
repasar eso. Esta no es una perspectiva opcional de Jesús, ésta no es una perspectiva
autoconstruida de Jesús, esta no es una perspectiva intuitiva, ni sacramental de Jesús,
como si fuera algún tipo de ícono. Este no es Jesús simbólico, el Jesús de los rituales ni es
el Jesús de los liberales que niegan Su deidad, o los de las sectas que lo hacen un hermano
espíritu de Lucifer. Tampoco está ese Jesús que está siendo sacrificado una y otra vez. Este
fue aquel cuya obra fue consumada cuando dijo: Consumado es. Y Él es el que reina en
gloria.
Una iglesia es una reunión de personas que creen eso. Es bastante aterrador cuando usted
tiene iglesias con personas que ni siquiera saben eso, mucho menos necesariamente lo
creen. “Tú eres el Cristo, dice Pedro, el Hijo del Dios viviente.” Tú eres el que es uno con el
Dios eterno, viviente. Después de Su resurrección, usted se acuerda las palabras conocidas
de Tomás, “Señor mío, y Dios mío.” Se acuerda usted, en Juan capítulo 6, después de que
algunos de los discípulos decidieron dejar a Jesús, y Él les dijo a los que quedaban, ¿acaso
queréis también iros vosotros? ¿acaso queréis también iros vosotros? Y Pedro respondió:
Tú y solo Tú tienes palabras de vida eterna.
La iglesia es una reunión, una congregación de personas que no solo saben quién es Jesús,
sino que lo conocen como su propio Señor y Salvador. Esta es la gran confesión cristiana.
No es que usted cree en una religión. No es que usted está asociado con algún, alguna
manera de pensar, alguna cosmovisión ética o moral. Es, ¿conoce usted al Cristo? Para
aquellos de ustedes que quizás son nuevos para Grace Community Church, a lo largo de
los años que he estado aquí. Y este es el año cincuenta y uno, hemos llegado a conocer a
Cristo muy bien. Estudiamos el evangelio de Mateo, versículo a versículo, nos tomó ocho
años. Y pensé que no lo cubrí tan bien como debería haberlo cubierto.
Después estudiamos el libro de Lucas y nos tomó unos nueve años. Estudiamos el
evangelio de Marcos, el evangelio más corto y nos tomó varios años hacer eso. Cuándo yo
vine aquí en, al principio, ahí en 1969, 70, estudiamos el evangelio de Juan. Y como hace
unos años atrás, la gente quería que estudiáramos otra vez el evangelio de Juan. Entonces,
diecisiete, veinte, veinticinco, de los cincuenta años por lo menos, hemos estado
estudiando los cuatro evangelios. Y el tema de todo párrafo, y toda página es Jesucristo.
Esta congregación sabe quién es Él.
Y me acuerdo cuando terminamos el Nuevo Testamento, después de que, no sé cuántos
años, cuarenta y tantos, después de estudiar todo el Nuevo Testamento vimos a Cristo, no
solo en los evangelios, lo vimos predicado por los apóstoles en el libro de los Hechos.
Vimos Su obra explicada en las epístolas, hemos estudiado el libro de Apocalipsis varias
veces, viendo Su gloria. Pero me acuerdo cuando terminamos el Nuevo Testamento, yo
pensé: Bueno, ¿Qué voy a hacer? Y alguien dijo: Bueno, ahora puedes hacer el Antiguo
Testamento. Y yo dije: Me tomó treinta y cinco años hacer el Nuevo, ¿me estás viendo? Ja,
ja, ja. Eso no va a pasar.
Entonces dijeron: Bueno, queremos conocer más del Antiguo Testamento. Entonces hice
una serie de encontrar a Cristo en el Antiguo Testamento. Algunas veces los niños tienen
un juego, ¿Dónde está Waldo? ¿lo han visto? Ayuda si sabes cómo se ve Waldo. Lo mismo
es el caso con el Antiguo Testamento, una vez que sabes cómo se ve Jesús en el Nuevo, lo
puedes encontrar en el Antiguo Testamento. Se aparece en todos lados.
Entonces, ustedes en nuestra congregación querían cubrir el Antiguo Testamento y fuimos
a todos lados en el Antiguo Testamento, en dónde Cristo es revelado. Y el punto alto de
eso, claro, creo que es la serie que hicimos de Isaías 53, que leí de nuevo hoy, y usted
nunca se cansa de él, ¿verdad? Jamás. Jamás. El Incomparable, es incomparable. Y hay un
motivo en eso, porque el apóstol Juan dice que, si usted es un creyente, y usted dice que
usted cree en el Señor Jesucristo, permítame decirlo en sus palabras: “El que dice que
permanece en él, debe andar como él anduvo.” Esa es una orden elevada, ¿no es cierto?
Eso no es muy superficial, aunque podría ser reducido a un brazalete: ¿Qué haría Jesús?
Eso no es algo trivial, una idea trivial. Eso es tan profundo como para ir mucho más allá de
la mayoría de los brazaletes. Usted solo puede andar como Él anduvo si usted está
familiarizado íntimamente con cómo anduvo Él. Pablo el apóstol es el que dice: “Yo estoy
sufriendo dolores de parto.” Esa es la palabra más fuerte que él pudo usar para expresar
la angustia de su alma. “Hasta que Cristo sea formado de manera completa en vosotros.”
Esa es la meta. La meta, la otra manera de decirlo es amor nacido de corazón limpio. “El
propósito de nuestra instrucción es amor nacido de corazón limpio. ¿Quién tuvo la forma
más pura de amor? Cristo, el más puro desde el punto de vista de justicia, el más puro
desde el punto de vista de amor. Todo tiene que ver con Cristo.
Pablo dice: Miren, yo predico a Cristo. Yo predico a Cristo. Adónde quiera que voy predico
a Cristo. Tan elemental para la iglesia es la Cristología. Y por eso no solo estoy hablando de
algún tipo de expresión sistemática de quién es Él, sino, un conocimiento profundo de
todo lo que Él es. No un bosquejo, sino veinticinco años de predicar, toda semana, de la
persona de Jesucristo, y toda persona diciendo, ¿podemos regresar a esto la próxima
semana, la próxima semana? Porque nunca nos cansamos de Jesús.
Y para mí al mismo tiempo regresar y escribir comentarios, cuatro volúmenes de Mateo,
cuatro volúmenes de Lucas, un volumen de Marcos, y dos volúmenes de Juan. Me
colocaron en los siguientes treinta años regresando a esos cuatro evangelios, volviendo a
estar conociendo a Cristo. Y si hay algo, algo de valor en mi vida, es porque he estado
expuesto de manera tan consistente a la persona de Jesucristo. Pablo dice: Tenemos la
mente de Cristo. ¡Que regalo! Sabemos cómo piensa él porque lo hemos visto en toda
situación. La verdad de cimiento en la iglesia entonces es su Cristología: una gran
confesión.
En segundo lugar, una gran comunicación. Jesús dijo, versículo 17, “Bienaventurado eres
Simón, hijo de Jonás,” o Bar Jonás, “porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre
que está en los cielos.” Pedro es bendecido, él recibe gracia al haber recibido por parte del
cielo la revelación acerca de Cristo. La confesión de Pedro no viene debido a su intuición,
sino debido a la comunicación de Dios. “Revelado” es apocalupto: descubrir. Y no vino por
carne ni sangre. “El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,” el
apóstol Pablo dijo.
Y, Pablo también dijo en el mismo libro, 1 Corintios, que “la predicación de Cristo, la
predicación de su cruz, es para aquellos que se pierden, locura.” Él es revelado, “no por
carne y sangre, sino por mi Padre que está en los cielos.” En Romanos, capítulo 10, hice un
comentario de esto hace un momento, pero en Romanos capítulo 10, el apóstol Pablo
condena a Israel por su incredulidad.
Él dice esto: porque ignorando la justicia de Dios, ustedes no sabían que Dios era tan justo
como Él es, y procurando establecer la suya propia, ustedes pensaron que Dios era menos
de lo que es, y ustedes pensaban que su justicia era mayor que la que tienen. Y entonces,
establecieron la suya propia, estuvieron equivocados en la justicia de Él, en la suya, pero
debido a que estuvieron convencidos de que Dios era menos justo de lo que es, y ustedes
más justos de lo que son, no se han sujeto a la justicia de Dios.”
Tenían un entendimiento equivocado de cuan absolutamente santo es, y fue Jesús quien
dijo: “Se santos como mi Padre que está en los cielos es santo.” Porque pensaban que
eran lo suficientemente justos, por sus propios esfuerzos, no se sujetaron a la justicia de
Dios, la cual clamaría a un Salvador y que una justicia que no es de ustedes, fuera
acreditada a ustedes. El siguiente versículo dice: “Porque el fin de la ley es Cristo, para
justicia a todo aquel que cree.” Pensaban que no necesitaban de un Salvador, pensaban
que sus obras los llevaban a Dios, que no necesitaban un Salvador.
Él dice más adelante en ese capítulo: “La fe viene por el oír, y el oír por la Palabra de
Cristo.” ¿Qué va a hacer una diferencia en esas personas que pensaban que eran lo
suficientemente justas, pensaban que Dios era menos justo de lo que era? Y que ellos
eran más justos de lo que eran, entonces podían llegar a Dios por sus propias obras. ¿que
necesitaban? Necesitaban una palabra del cielo, una palabra de verdad. “Mi Padre que
está en los cielos.” Eran ignorantes de la justicia de Dios, eran ignorantes de la expresión
de Cristo, su satisfacción para con Dios. Eran ignorantes del lugar de la fe. Pensaban que
podían ganarse su salvación.
“No sucede por carne y sangre.” Con frecuencia regreso al evangelio de Juan, en dónde
Nicodemo dice, ¿qué hago para nacer de nuevo? Él está hablando espiritualmente, ¿qué
hago? Él dice: tengo que volver a nacer. Le estaba diciendo a aquel que era el Maestro de
Israel, no es añadir algo a tu vida, tienes que regresar al pasado y comenzar desde el
comienzo, tienes que volver a nacer, y volver a empezar. ¿Cómo sucede eso? Jesús le dice:
El viento sopla de dónde quiere y oyes su sonido y no sabes de dónde viene, y dónde va.
Así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Qué respuesta tan extraña.
Él no dice repite esta oración, repite estas palabras. Él dice, esa es una obra espiritual. Esa
es la obra del cielo. Pero sabemos que esa obra se lleva a cabo mediante un instrumento,
y ese instrumento según 1 Pedro 1:23 es que somos renacidos mediante la Palabra de
verdad. No puede confesar a Jesús como Señor, a menos de que sea por el Espíritu de
Dios, haciendo que sea clara la palabra de Dios.
Entonces una iglesia va a concentrarse en la gran comunicación celestial, la gran
comunicación celestial. Y esa es la Palabra de Dios. Toda la Escritura trata acerca de Cristo,
el Antiguo Testamento apunta a Él, y la expectativa de Cristo. Los evangelios anuncian su
encarnación; el libro de los Hechos, su proclamación; las epístolas su explicación; el libro
de Apocalipsis su glorificación. Una iglesia va a someterse a las Escrituras, va a ser sumisa
a las Escrituras. No van a ser ideas inteligentes, va a ser la Palabra del cielo. Que necio se
pondría de pie y daría sus propias ideas, cuando podría hablar una palabra del cielo. La
Palabra de Dios es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos.
Entonces, nos volvemos a aquello que viene a nosotros desde el cielo. Y es tan poderoso
saber, versículo 18, “Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi
iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del reino
de los cielos. Y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que
desatares en la tierra será desatado en los cielos.” ¿Qué es lo que el Señor está diciendo
aquí? Él está diciendo esto: “Sobre la roca, Pedro, la confesión que tú has hecho, tu eres el
Cristo el Hijo del Dios viviente, esa confesión verdadera,”-usted podría ver un juego de
palabras aquí-tú eres la piedra, piedra pequeña, pero sobre esta roca, esta cama de roca,
la confesión, edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán sobre ella.
Mi iglesia será edificada sobre la verdad que viene del cielo. Y es tan poderosa que te
permite a ti, abrir el reino de los cielos. “Desatar y atar.” ¿Qué es eso? Es eso una especie
de palabras, o plática, término rabínico. ¿En qué sentido, los creyentes, no solo Pedro sino
que los creyentes tienen las llaves al reino? ¿En que sentido podemos decir: serás
desatado de tus pecados o serás atado en tus pecados? ¿Tenemos algún tipo de autoridad
para decir eso? Pero, debido a que tenemos una palabra del cielo, debido a que tenemos
la Palabra de Dios sobre la cual el Señor va a edificar su iglesia, podemos decirle a la gente:
Tus pecados son perdonados, tus pecados no son perdonados. ¿En base a qué? En base a
que si creen o no en las Escrituras.
Si usted le dice a alguien, cree en el Señor Jesucristo, arrepiéntete de tu pecado, abraza a
Cristo. Esa persona hace eso. Yo puedo decir: Tus pecados te son perdonados. Si yo le doy
el evangelio y me dice: No estoy interesado, no quiero nada de eso. Yo, puedo vivir mi
vida como quiero. Yo puedo decirle: Usted, usted está atado en sus pecados. No porque
yo tengo autoridad personal, sino porque yo hablo de la autoridad de la relación del cielo.
Ese es, ese es el poder en las manos de la iglesia. No es alguna autoridad sacerdotal, no es
alguna autoridad de un pontífice. Si usted quiere estar de acuerdo con el cielo, entonces
tiene que estar de acuerdo con lo que el cielo ha revelado. El cielo ya ha emitido su
decisión.
Si usted confiesa sus pecados y abraza a Cristo, el cielo ha dice: Has sido desatado,
liberado. Y yo puedo decir en base a lo que el cielo dice: Tú estás desatado o liberado del
pecado. No podemos ejercer ninguna autoridad, yo no tengo ninguna autoridad fuera de
la Palabra de Dios. Mi posición no me da autoridad en absoluto, mi experiencia no me da
ninguna autoridad, mi intelecto no me da autoridad, mi preparación academia, no me da
ninguna autoridad, mi conocimiento no me da ninguna autoridad. Yo nunca tengo ninguna
autoridad, en absoluto, a menos de que le hable a usted la Palabra del cielo. Eso viene con
toda autoridad. Y en base a eso, y su respuesta a eso, yo puedo decirle lo que la Escritura
dice acerca de sus consecuencias.
La iglesia está edificada sobre la gran confesión, y una gran comunicación. Tanto más que
decir acerca de eso, pero veamos la tercera cosa, un gran contraste. Y esto es
sorprendente, versículo 20. “Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él
era Jesús el Cristo”. Esto es tan extraño. ¿Por qué? ¿Por qué él diría, no le digan a nadie
que él es el Cristo? Si usted lo ha reconocido como Señor, y ha hecho la gran confesión. Si
usted se ha sometido a la revelación de Dios, y usted sabe que Él es Señor y Dios y Mesías,
esto es tan contra intuitivo, esto parece tan raro.
¿Por qué estás advirtiéndole a alguien, colocando una prohibición a que no le diga a nadie
que Él es el Cristo? ¿Esto es anti evangelismo? ¿Por qué es que Él llegaría a decir esto? No
tiene sentido a nivel superficial a menos de que usted sepa una cosa. En Juan capítulo 6,
no tiene que pasar ahí, versículo 15, dice que querían apoderarse de Él para hacerle rey.
¿Se acuerda que fue lo que causó que ellos quisieran forzarlo a ser rey? Alimento gratuito.
Sí, Él creó alimento. Sí. Cinco mil hombres y por lo menos cinco mil mujeres y quince mil
niños ahí en el costado del monte, veinte, veinticinco mil personas, los discípulos no
tenían para comprar comida, no había suficiente comida, y el Señor comenzó a crearla, y
Él creó lo suficiente para alimentar a todo mundo y hasta sobró para que los apóstoles
comieron.
Y esto para alimentar a la gente. Esto es bastante emocionante. Este es el estado de
beneficencia social definitivo, Él se aparece y se acabó. No hay que plantar, no hay que
cosechar, no hay que pescar, no hay nada, simplemente se aparece y comemos hasta que
estemos satisfechos. Entonces, trataron por la fuerza, hacerlo rey. Y Él no permitió que
pasara. Él desapareció. ¿Por qué? Porque tenían una perspectiva equivocada de su
función, perspectiva equivocada de lo que significaba ser el Mesías. Era una especie de
perspectiva social, o incluso una perspectiva económica, más que eso, pensaban que, si Él
podía alimentar a todo mundo así, eso era increíble, eso más dramático incluso de lo que
pasó con Moisés en el desierto.
Él ciertamente tiene suficiente poder para derrocar a los romanos. Y tenían una
perspectiva totalmente militar y política del Mesías, cuando el Mesías viniera, así iba a ser.
Él iba a ser que Jerusalén, Israel, fuera la joya del mundo, e iba a hacer un estado de
beneficencia, iba a haber alimento para todo mundo, abundancia de todo, lo que todo
mundo quisiera jamás o necesitara, Él iba a acabar con sus enemigos, Él iba a establecer el
trono de David, iba a cumplir todas las promesas del pacto de Abraham. Esa era su
definición del Mesías. Pero una cosa que no necesitaban que el Mesías hiciera, era que
viniera y tratara con sus pecados. No. No aceptaban que eran pecaminosos. Eran el pueblo
de Dios, eran los hijos de Abraham. La razón por la que mataron a Jesús era porque Él les
dijo que eran pecaminosos. Esa es la razón por la que lo odiaban.
Y entonces Él dice: Miren, no le digan a ellos que soy el Mesías, porque su perspectiva es
tan torcida, que va a causar problemas. Yo no puedo ser amarrado por su expectativa
mesiánica, necia, egoísta, mi reino no es de este mundo. Es irrelevante para el reino de la
salvación lo que los gobernantes terrenales están haciendo, no respondo a las
necesidades superficiales de la gente. Estoy aquí para una salvación del alma.
Simplemente, expandiendo de esa idea, el reino de Dios no tiene conexión a los reinos
terrenales, es irrelevante lo que pasa a los reinos terrenales. El reino de Dios no depende
en la historia redentora, por un reino terrenal o reinos terrenales.
La iglesia no tiene una función directa en reacomodar a los pecadores en us estilo de vida
más aceptable. Esta no es la iglesia verdadera. Entendemos una sociedad hibrida,
rechazamos la religión nacional, rechazamos una sociedad sagrada, el reino de Dios no es
nada que esté conectado a este mundo, sea lo que sea la política del mundo, sea su
fracaso o éxito, sea cual sea su esfuerzo político, tiene cero efectos en el reino de Dios.
Cero. Jesús dijo: “Yo edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra
ella.” Eso significa, muerte misma.
Ellos tenían expectativas mesiánicas equivocadas. Supongo que podemos decir que
estaban metidos en el evangelio de la prosperidad. O estaban metidos en el evangelio
social. En nuestra generación los llamados cristianos, y denominaciones, están
consumidos con tratar de mejorar la sociedad, tratando de mejorar la moralidad, tratando
de cambiar los muebles en el reino de las tinieblas. En el activismo social, el moralismo, la
conquista cultural, la reconstrucción o deconstrucción social no es la misión de la iglesia,
no podemos enredarnos en eso, es algo muy triste que la iglesia está enredada en eso.
Es tan divisivo. Está haciendo tanto daño, siempre destruye iglesias, lo ha hecho a lo largo
de su historia, y lo está haciendo ahora. No existimos para propagar valores tradicionales,
no existimos para tratar de crear algún tipo de ética cristiana. No marchamos por nada
más que el evangelio de Jesucristo. Nuestra misión no es un mejor gobierno, nuestra
misión es mejores personas mediante la salvación.
Entonces, tenemos un contraste aquí. Tenemos una gran confesión, una gran
comunicación, la Palabra de Dios del cielo, pero tenemos un contraste. No podemos
reducir nuestro mensaje a lo que el mundo quiere. Eso es lo que está mal con el
pragmatismo en la iglesia. Darle a los incrédulos lo que quieren en su corazón impío. La
iglesia está edificada, en cuarto lugar, sobre una gran conquista. Versículo 21, “Desde
entonces comenzó Jesús a declarar a los discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y
padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser
muerto, y resucitar al tercer día.”
Ahí está, la cruz. Él debía ser matado. Él debía ir a Jerusalén, y padecer mucho de los
ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, esos son todos los juicios de burla
que atravesó, los azotes, ser muerto, y resucitar. Y sucedió. No podía ser el Salvador sin la
cruz y la resurrección. ¿Se acuerda usted cuando Satanás lo llevó ahí al desierto, el Espíritu
lo llevó al desierto y Satanás se apareció para tentarlo y lo tentó y le dijo: Te voy a dar
todo lo que el Padre te ha prometido, nada más que puedes evadir la cruz? El diablo trató
de tentarlo para que evitara eso. La cruz es todo, absolutamente todo. Incluso en su
nacimiento había una sombra sobre el pesebre, la cruz era absolutamente esencial.
“Dios,” en la muerte de Cristo, “al que no conoció pecado, que fuera pecado por nosotros,
para que fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
En otras palabras, en la cruz, Jesús tomó todo el castigo para todos los pecados de todas
las personas que jamás creerían a lo largo de toda la historia humana, y la absorbió en tres
horas de tinieblas. ¿Cómo podía una persona absorber todo ese pecado en tres horas?
Porque Él es una persona infinita. Y entonces, quedó tan satisfecho Dios que la expiación
fue terminada, y el precio fue pagado para todos los que creían en Él. El precio fue pagado
para todos los que creerían. Esa es la razón por la que los apóstoles predicaron a Cristo, y
a este crucificado.
Aun cuando la predicación de la cruz para los que se pierden era locura, era difícil de que
lo aceptaran, y que fueran al mundo a usted y le dijeran: Miren, solo hay un Dios
verdadero, solo hay un Dios verdadero, no todos los dioses que piensan que son dioses, y
ciertamente no César. Solo hay un Dios, el Dios vivo y verdadero, y Él ha venido en la
forma de su Hijo en el mundo como un hombre ahí en Israel, un carpintero judío quien se
volvió un maestro y por cierto Él fue rechazado por toda la nación, incluyendo a todos los
líderes.
Él fue entregado a los romanos, los romanos lo crucificaron, lo ejecutaron como un
criminal, y resucitó de los muertos tres días después. Y mediante Él, y mediante solo Él,
hay salvación eterna. Eso era tan ofensivo. ¿Le está diciendo usted a estas personas en el
mundo gentil que la única esperanza a entrar a una vida después de la muerte de
bendición es creer en un carpintero judío rechazado por todos los líderes de su propia
nación y ejecutado por un criminal, por los romanos? Ésta es la ofensa de la cruz.
Ofendió a los judíos, era tropezadero para ellos también, esperaban que el Mesías viniera
en las nubes en el aire, es en la cruz en dónde vemos la justicia de Dios satisfecha. Dice
usted: Bueno, ¿acaso Dios no podía simplemente perdonar todos los pecados? No, Él no
puede. Todo pecado tiene que ser castigado. ¿Entiende la justicia de Dios? Todo pecado
jamás cometido por toda persona que jamás ha vivido va a ser castigado en esa persona
eternamente, o en la cruz en Cristo como sustituto. Dios es demasiado santo para pasar
por alto el pecado, pero Él puede justificar al pecador al castigar a Su Hijo en el lugar del
pecador.
Ésta es la gran conquista y esa es la razón por la que predicamos la cruz. No hay salvación
en ningún otro más que el reconocimiento de la cruz, y la resurrección. Una gran
confesión marca la cruz: “Jesús es Señor, el Hijo del Dios viviente.” Una gran
comunicación: la Palabra del cielo registrada en la Biblia. Un gran contraste: somos
separados, somos trascendentes, no somos parte del reino de este mundo. Una gran
conquista: la cruz y la resurrección. Y después se nos presenta un gran conflicto.
Simplemente de manera inmediata, inmediatamente Pedro va de ser una roca a ser una
piedra de tropiezo. Apenas después de que nuestro Señor dijo de que iba a morir:
“Entonces Pedro tomándolo aparte comenzó a reconvenirle diciendo: Señor, ten
compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose dijo a Pedro:
¡Quítate de delante de mí Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las
cosas de Dios, sino en la de los hombres.” Simplemente un recordatorio de que la iglesia
verdadera está activamente involucrada en una batalla contra Satanás.
En el lenguaje más fuerte posible, Pedro quien acaba de oír, “Bienaventurado eres tú
Simón,” ahora oye, “Quítate de delante de mí, Satanás.” Simplemente unos minutos
después. No esté del lado equivocado del propósito divino. Las peores batallas que la
iglesia pelea no están afuera, sino adentro, porque usted tiene a personas entregándose a
los objetivos de Satanás. Cualquier cosa que sea opuesta a la voluntad de Dios, lo coloca a
usted en el lado de Satanás. Y usted puede ir a ese punto, muy rápido. De ser un paragón
de revelación bíblica a ser una herramienta del diablo; de ser una roca, a ser una piedra de
tropiezo.
Entonces, entendemos eso. Es una batalla espiritual. 2 Corintios 10, ese pasaje viene a mi
mente con tanta frecuencia, porque define tanto. 2 Corintios 10:3, Pablo dice que estamos
peleando una batalla contra fortalezas. Él dice: “No militamos según la carne, no usamos
armas humanas. Tenemos que usar un arma sobrenatural, la cual como sabemos es la
espada del Espíritu, la Palabra de Dios. Pero lo que estamos haciendo en esta batalla, dice
en 2 Corintios 10:5, estamos derribando argumentos. Esa es una palabra griega,
‘logismos’, ideas, teorías, perspectivas, religiones, ideologías.
Estamos derribando ideologías. ¿Qué ideologías? Toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios. Cualquier idea impía, nuestra batalla espiritual constantemente se
lidia contra cualquier idea impía. Usted sabe, si ha sido por parte por Grace, por algún
tiempo, que he estado involucrado en eso todo el tiempo que he estado aquí. He estado
leyendo ayer la biografía de Juan Knox y dijeron de Juan Knox que él tenía un
discernimiento sorprendente, él podía ver la batalla, adoptando formas cuando otros no
podían. La vigilancia que se demanda porque Satanás viene en forma de un creyente con
tanta frecuencia.
Satanás quiere llevar a cabo su obra a través del pueblo de Dios que carece de
discernimiento. Entonces, tenemos que entender que estas fortalezas, esta palabra
fortaleza significa ‘fuerte’, significa ‘tumba’, también, misma palabra. Las fortalezas anti-
Dios de la gente, sus fortalezas anti-Dios se vuelven sus tumbas.
Entonces, tenemos que destruir todas estas ideologías que se levantan contra el
conocimiento de Dios. Y después, me encanta esto, “llevando cautivo todo pensamiento a
la obediencia a Cristo.” Tenemos que hacer que la gente piense como Cristo piense, que
tenga la mente de Cristo. Es cimiento de la iglesia entender entonces que hay un conflicto
muy, muy sutil que se lleva a cabo todo el tiempo. Y no es que usted no quiere ser
amoroso, no es que usted quiere pelear todo el tiempo, sino que es por causa de la
protección y seguridad de la iglesia, tiene que saber lo que viene, tiene que pelear con el
arma de la verdad.
Viendo los versículos 24 al 26, y no lo voy a mantener aquí más tiempo, fuera de decir que
hay dos cosas que concluyen esto, que creo que son importantes. La verdadera iglesia
hace una gran confesión con respecto a Cristo, se somete a la gran comunicación del cielo,
la Palabra de Dios, vive el gran contraste, separación del mundo, reconoce la gran
conquista en la cruz y en la resurrección; y está dispuesta a enfrentar el gran conflicto con
Satanás y no ser ignorante de sus artimañas. Y simplemente dos más: hay una gran
contradicción. La vida en la iglesia.
Jesús le dijo a sus discípulos: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo y
tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida la perderá, y todo el que
pierda su vida por causa de mí la hallará. Porque. ¿qué aprovechará al hombre, si ganare
todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? ¿Ve
usted la gran contradicción? Si usted quiere salvar su vida, ¿qué? la pierde. Si usted quiere
salvar su vida la pierde.
Jesús dice, es difícil ser un cristiano, es difícil. Muchas personas tratan, pero no pueden. Se
aman demasiado a sí mismas. A menos de que usted aborrezca su propia vida, Juan 12. Al
menos de que usted odie al mundo, todo lo que está en él. Al menos de que usted esté
cansado de su pecado. Jesús dijo en Lucas 9, “Si alguno quiere venir en pos de mí
niéguese,” ¿a quién? “a sí mismo. Tome su cruz y sígame.” Calcule el costo, calcule el
costo. Escribí un libro de ese tema, “Difícil de Creer,” era el título porque usted se tiene
que humillar a sí mismo, tiene que dejar todo lo que usted quiere en su carne natural, y
abrazar solo lo que Dios sabe que es mejor para usted.
El evangelio no le ofrece a usted lo que quiere le ofrece a usted lo que Dios quiere, lo cual
es mucho mejor. Pero eso es lo que hace que la gente no venga a Cristo, quiere lo quieren,
no lo que Él quiere. La iglesia no es un lugar en dónde la gente viene a obtener lo que
quiere, es un lugar dónde la gente viene a oír lo que Cristo quiere.
Después, una palabra final en los versículos 27 y 28, la iglesia espera una gran
consumación, “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles,
y entonces pagará cada uno conforme a sus obras.” Esperamos el regreso de Cristo. ¿No
es cierto? Él va a corregir las cosas. Esa es la promesa, establecer Su reino, castigar a los
impíos. Va a pagarles por sus obras a aquellos que le han rechazado. Y después nuestro
Señor dice algo en el versículo 28, “Algunos de los que están aquí no gustarán la muerte
hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.”
Dice usted: ¿Van a vivir hasta la segunda venida? No. Van a vivir hasta el siguiente
capítulo, porque en el siguiente capítulo es la transfiguración, y ese es un anticipo de la
segunda venida. Esa es una iglesia. Esa es una iglesia. Es marcada por esas cosas, es
establecida por nuestro Señor. La Palabra es usada dónde no debe ser usada, pero esa es
una iglesia bíblica. Nuestra gratitud va al Señor por todos estos tantos años de llevarnos a
entender Su Palabra.
Llevarnos a ser la iglesia que quiere que seamos. Y le digo, si no hemos visto nada más,
hemos visto esto en una muestra masiva, masiva en los últimos meses, los últimos dos
meses. Hay un hambre, incluso entre la gente creyente, por una iglesia que es una iglesia.
Y muchos de ustedes han venido y estamos tan agradecidos porque han venido.
Esperamos que encuentren aquí aquello que honra a Cristo y satisface el deseo de su
corazón. Esa es nuestra oración.
Padre, Te agradecemos por Tu Palabra, tanto en que pensar, pero todo se reduce al hecho
de que Tu nos has dado Tu Escritura para guiarnos, Tu Espíritu Santo para ser nuestro
Maestro residente que vive en nosotros. Ahora, venimos a un tiempo en torno a Tu mesa.
Esto es para cristianos, para que reconozcan Tu muerte, Tu cuerpo entregado por ellos, Tu
sangre derramada para ratificar el pacto de salvación. Este es nuestro tiempo para ser
obedientes. Tú instituiste esto en la. esa última pascua. Tú dijiste haced esto en memoria
de Mí.
Gracias por darnos la oportunidad Señor de hacer esto juntos. Que no lo hagamos de una
manera indigna. La Escritura nos advierte en contra de eso, podríamos traer juicio sobre
nosotros mismos, si tomamos estos símbolos y lo hacemos de una manera frívola o
superficial, o realmente no hemos tratado con el pecado en nuestras vidas. Este es un
tiempo para confesión, limpieza de corazón, para que podamos participar de una manera
que te agrade a Ti. Amén.
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Las marcas divinas de una iglesia verdadera


Escritura: 1 Tesalonicenses 1

Código: 81–119
John MacArthur
Pensé que para esta mañana quería hablar sobre la iglesia tesalonicense. Esto quizás no es
tanto un sermón como es un poco de estudio bíblico, así que abra su Biblia en esos dos
capítulos que leí antes; y quiero abordar este asunto de la iglesia del libro inspirado de 1
Tesalonicenses. Sé que muchos de ustedes son nuevos. Tuvimos 1,100 niños aquí la
semana pasada. Un tercio de ellos nunca había estado en Grace. Estaban oyendo el
evangelio, muchos de ellos, por primera vez. Tenemos mucha gente nueva. Quiero que
entienda lo que la Biblia dice que debe ser la iglesia. Sé que ha sido bendecido y animado,
y ha seguido regresando a nuestra iglesia, pero quiero que conozca cuál es el patrón de las
Escrituras y por qué Grace es lo que es.
Permítame regresar al final de la era del Nuevo Testamento. La última década del siglo
primero, 90 después de Cristo y más allá. Las iglesias se habían establecido desde la era
apostólica. Las iglesias fueron establecidas cincuenta años antes de eso, cuarenta años
antes de eso, realmente, y habían existido durante cuarenta años para cuando llega el año
90 después de Cristo. El Señor escribe siete cartas a siete iglesias en Asia Menor, y esas
cartas son cartas personales que se dirigen a cada iglesia en cada una de esas siete
ciudades de una manera muy específica.
En ese tiempo esa era la zona conocida como Asia Menor, que hoy es la Turquía moderna.
Siete iglesias: habían existido durante décadas. Habían sido influenciadas por el apóstol
Pablo. Más tarde habían sido influenciadas por el apóstol Juan. Habían sido pastoreadas
por apóstoles y asociados de apóstoles. Habían sido dirigidas por ancianos que fueron
escogidos por los apóstoles. Nacieron, esas siete iglesias, en la frescura de los relatos de
los testigos presenciales de la vida y las enseñanzas y los milagros, la muerte, y la
resurrección y la ascensión del Señor. Eran iglesias bajo la instrucción de los apóstoles,
quienes junto con sus asociados fueron usados ‌por el Espíritu Santo para escribir el Nuevo
Testamento. Así que tuvieron la exposición más prolífica al más alto nivel de liderazgo
espiritual posible: liderazgo apostólico. Nacieron no solo bajo la enseñanza apostólica y el
liderazgo y la doctrina; nacieron en el poder del Espíritu Santo.
En el primer siglo, cinco de esas siete iglesias tienen deficiencias fatales, deficiencias tan
fatales que básicamente son condenadas por nuestro Señor, por un pecado u otro o una
combinación de muchos. Son amenazadas por nuestro Señor, amenazadas con dejar de
existir si no cambian. Solo dos de esas siete iglesias no tienen condenación, solo son
elogiadas; y esa es la iglesia en Esmirna y la iglesia en Filadelfia. Aún en el primer siglo,
cinco de las siete iglesias han sido víctimas de la influencia de la cultura que las rodeaba,
por lo que han desertado de la cabeza de la iglesia, el Señor Jesucristo. Le digo eso para
que sepa que no debería sorprenderle que eso todavía esté sucediendo. No debería ser
ninguna sorpresa.
Aquí estamos, hace dos mil años, y las iglesias espiritualmente saludables, bíblicamente
sanas, que aman fielmente y que están sirviendo están en la minoría. Hoy parecen ser más
comunes que incluso en décadas anteriores de este último par de siglos. Muchos pastores
están luchando por discernir lo que deberían estar haciendo. Las congregaciones expresan
carnalidad, superficialidad, poca profundidad; los líderes caen en pecado, la gente en la
congregación sigue patrones de pecado; y parece haber una escasez de iglesias fieles
marcadas por la verdad, el amor y el gozo.
Hay muchos pastores fieles cuyas iglesias se resisten a seguir su liderazgo fiel. Por eso
leemos en Hebreos 13:17 una palabra para las congregaciones: “Obedeced a vuestros
pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de
dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose”. Hay mucha tristeza en el
ministerio debido a congregaciones infieles. Hay mucha tristeza en las congregaciones
debido a pastores infieles.
Pablo es el autor de 1 Tesalonicenses, entonces estamos retrocediendo unos cuarenta
años. Pablo había establecido varias iglesias. Él había, usted podría decir, pastoreado
varias iglesias que tenían algunos problemas muy serios. Aunque él les dio vida
inicialmente a través de la predicación de la Palabra de Dios, aunque su liderazgo fue todo
lo que ellos podrían haber esperado o anticipado, hubieron iglesias que él mismo plantó
que le rompieron el corazón.
Estaba la iglesia de Corinto: carnal, mundana, dividida, soberbia, careciendo de amor. Y él
señala estas cosas en las dos cartas que les escribió que están en el Nuevo Testamento; y
había dos cartas adicionales que les escribió tratando de corregir sus iniquidades. Y luego
estaba la iglesia en Galacia, que había caído presa de un evangelio defectuoso que no era
evangelio en absoluto, que había caído en un comportamiento carnal: legalismo,
deslealtad a la verdad y al Señor.
Luego estaba la iglesia en Éfeso: soberbia, impaciente, todavía aferrándose a pecados del
pasado, careciendo de perdón y espiritualmente débil. Luego estaba la iglesia en Colosas,
atraída hacia el legalismo, la carnalidad, la sensualidad, la adoración de los ángeles y las
cosas místicas, contenciosa, carente de amor. Luego estaba la iglesia en Filipos:
quejándose, preocupándose, soberbia, marcada por la discordia. Y todo eso se aparece en
las cartas de Pablo.
Pero hubo una iglesia que trajo a Pablo gozo y solo gozo; esta era la iglesia rara. Esa es la
iglesia en Tesalónica. Él fue bendecido en pastorearlos, libre de los problemas que
plagaban a las demás. No sé cómo él pudo soportar todo eso. Él expresa su dificultad con
eso cuando escribe a los corintios y dice: “Encima de todo el sufrimiento físico por el que
he pasado, el peor dolor viene de la preocupación por todas las iglesias”. Él dice: “¿Quién
peca y yo no siento el dolor?”
El ministerio puede ser difícil. El ministerio puede ser desgarrador; y lo fue muy a menudo
para Pablo. Él dijo a los corintios: “¿Debo ser amado menos cuando los amo más a
ustedes?” Él debió haberse regocijado con regularidad en los Tesalonicenses. Y luego lo
comparo a él con mi vida. Solo he pastoreado una iglesia, y Dios en Su misericordia,
entendiendo mis límites, sin duda, y entendiendo mis debilidades, me puso en la iglesia de
1 Tesalonicenses del Sur de California. Esta obviamente no es una iglesia perfecta; pero es
una iglesia fiel, es una iglesia amorosa, es una iglesia sacrificial, es una iglesia adoradora,
es una iglesia generosa, es una iglesia ejemplar, es una iglesia evangelistica, es una iglesia
dotada.
Y no digo esto de ninguna manera por soberbia personal; el Señor ha hecho algo
asombroso aquí, y le damos gloria por eso. Nuestros paralelos con la iglesia tesalonicense
son lo que quiero que vea conmigo. Pero un poco de trasfondo. Alguien podría decir:
“Bueno tal vez la iglesia de Tesalónica estaba básicamente asentada en circunstancias
menos desafiantes, una cultura menos difícil. Tal vez ellos eran tan buenos como eran, tan
fieles como eran, tan leales, amorosos y produciendo gozo como eran porque su ambiente
externo era mejor que el de esas otras iglesias, que sufrían del poder masivo del
paganismo. Pero eso no sería cierto.
La iglesia tesalonicense estaba en el mismo mundo en el que estaban todas las demás
iglesias. Era un mundo de idolatría y solo idolatría. Era un mundo gentil donde no había
conocimiento de Dios, no había conocimiento del Antiguo Testamento. Tesalónica era una
ciudad grande, como de doscientos mil. Fue un centro comercial. Estaba en lo que se
llama la Vía Egnatia, que era una ruta comercial. El mundo pagano fluía a través de
Tesalónica; era un centro comercial. Había sido fundada alrededor del 316 antes de Cristo
por Casandro. Casandro era el rey de Macedonia, y la nombró en honor a su esposa;
Tesalónica era el nombre de ella y era media hermana de Alejandro Magno. Eso es 316
antes de Cristo.
Trescientos cincuenta años después Pablo llega allí, y él llega allí con sus compañeros. En
el momento en el que Claudio era emperador. Ahora es importante entender eso. Su tío,
Gayo, que había sido el emperador romano, el César, había sido asesinado; y Claudio
entró en eso, y algunos historiadores lo definen de esta manera: “Era un hombre loco,
tartamudo, baboso”. Justo del tipo que le gustaría que fuera su líder.
Tesalónica se había convertido en la capital de Macedonia. La ciudad más grande en
Macedonia, era llamada la madre de Macedonia; ciudad importante, puerto estratégico
en el mar Egeo; el idioma era el griego, era muy cosmopolita. Los historiadores señalan
que el crimen era desenfrenado allí. Muy pocas casas tenían ventanas porque la población
se había fortalecido a sí misma con la eliminación de ventanas debido al crimen masivo.
Estaba controlada por un grupo pagano, idólatra de élites ricas. No había clase media. Y el
resto de la gente, la mayoría, eran esclavos. Había un conflicto entre los esclavos y las
élites. La inmoralidad era común. La prostitución era tanto legal como muy organizada.
Los arqueólogos encontraron en algunas de las excavaciones alrededor de Tesalónica que
se habían pintado imágenes obscenas y pornográficas en el exterior de las casas, el
exterior de los hogares. Los bebés solían ser abandonados, dados por muertos. El divorcio
era desenfrenado y los asesinatos ocurrían todo el tiempo. Esta era una ciudad pagana
total.
A esta ciudad llegó el apóstol Pablo en su segundo viaje misionero, probablemente
alrededor del año 49 después de Cristo; y trajo el evangelio. Vayamos a Hechos 17 por un
momento y veamos qué sucedió. Hechos 17: “Pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a
Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos. Y Pablo, como acostumbraba”—esto
es en su segundo viaje misionero—“fue a la sinagoga, y por tres días de reposo discutió
con ellos, declarando y exponiendo por medios de las Escrituras, que era necesario que el
Cristo”, el Mesías, “padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os
anuncio,” decía él, “es el Cristo”, el Mesías. Eso es lo que le estaba diciendo a los judíos en
la sinagoga durante esas tres semanas.
“Y algunos de ellos creyeron y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos
gran número”—esos serían griegos que se habían vuelto prosélitos al judaísmo— “y
mujeres nobles no pocas. Entonces los judíos que no creían teniendo celos, tomaron
consigo a algunos ociosos, hombres malos”—los judíos en realidad salieron al mercado y
contrataron a hombres violentos— para formar “una turba, alborotaron la ciudad, y
asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. Pero no hallándolos, trajeron a
Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que
trastornan el mundo entero también han venido acá; a los cuales Jasón ha recibido”—él
había recibido a Pablo y a su compañero—“y todo éstos contravienen los decretos de
César, diciendo que hay otro rey, Jesús. Y alborotaron al pueblo y a las autoridades de la
ciudad, oyendo estas cosas. Pero obtenida fianza de Jasón”—esa es una especie de bono,
una garantía de que estos alborotadores se irían—“los soltaron”; e inmediatamente se
fueron “a Berea”.
Solo quiero que tenga una idea de lo que estaba sucediendo en Tesalónica: una respuesta
tremendamente negativa al evangelio. Un año después, después de que Pablo había
fundado la iglesia en esos tres días de reposo, aproximadamente un año después él
escribe esta carta. Él está en Corinto y él le está escribiendo de regreso a los
tesalonicenses. En el capítulo 3, si lo ve, 1 de Tesalonicenses capítulo 3, notará que él dice:
“No pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas, y enviamos a
Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de
Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe”. Él no puede soportar más no
saber cómo está esta iglesia bebé en este ambiente hostil, así que envía a Timoteo.
Timoteo va; Timoteo regresa.
En el versículo 5 él dice: “no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe,
no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano”.
Ahora recuerde, estos son tres días de reposo, y esta es una iglesia bebé en un mar de
paganismo. Y en el versículo 6 él dice: “Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a
nosotros” —así que Timoteo está de regreso, y Pablo está ahora en Corinto— “y nos dio
buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando
vernos, como también nosotros a vosotros, por ello, hermanos, en medio de toda nuestra
necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe; porque
ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor”. Muy buenas noticias, ¿no es cierto?
“Están firmes en el Señor en ese lugar pagano. Realmente vivimos cuando oímos eso”.
Luego, el versículo 9, “Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por
vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro
Dios, orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y
completemos lo que falta a vuestra fe?” Esta es una iglesia para alegrar a un apóstol. No
es que sus circunstancias fueron diferentes. De hecho, no eran diferentes; eran tan malas
como el resto del mundo pagano.
Después de toda la tristeza por Galacia, él había escrito la carta de Galacia, y esta es la
segunda carta que el apóstol Pablo escribe a estas iglesias. Y ahora está escribiendo de
manera muy diferente a como le estaba escribiendo a Galacia, acusándolos de tolerar un
evangelio falso. Este también es un tiempo en el que está en Corinto, por lo que está en
contacto con los horrores de ese lugar, y está abrumado por el gozo. Él escribe esta carta a
partir de un corazón de gozo a una iglesia fiel.
Una vez más, no es perfecta, porque se dará cuenta que acabo de leer el versículo 10 del
capítulo 3: él quiere venir y “completar lo que le falta a vuestra fe”. Obviamente,
simplemente son nuevos en el Señor, y hay mucho crecimiento espiritual por delante.
Pero vea el capítulo 4, versículo 1: “Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en
el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene
conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más”. Lo peor que puede decirles es: “Son
buenos; mejoren.”
Y luego abajo en el versículo 9 del capítulo 4, “Pero acerca del amor fraternal no tenéis
necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os
améis unos a otros; y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda
Macedonia. Pero os rogamos, hermanos, que abundéis en ello más y más”. Todo lo que le
puede decir a esta iglesia es, “Simplemente sigan haciendo lo que están haciendo.
Mejoren”.
Al final del capítulo 3 él da esta maravillosa bendición, una especie de doxología: “Mas el
mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros”.
Él no puede esperar a llegar ahí. Estuvo poco dispuesto a ir a algunas iglesias. Tenía miedo
de ir a algunas iglesias, por lo que enfrentaría. No podía esperar más para llegar ahí. “Y el
Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como
también lo hacemos nosotros para con vosotros, para que sean afirmados vuestros
corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de
nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos”. Él simplemente dice, “Simplemente sigan
mejorando hasta que vean a Jesús”.
Ahora, si regresa al capítulo 2 y al final del capítulo 2, Pablo resume su actitud hacia esta
iglesia: “Porque, ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No sois
vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? Vosotros sois nuestra gloria y
gozo”. No sé cuántos pastores pueden decir eso. Yo puedo decir eso, por la misericordia
de Dios. Este tipo de iglesia es única. Era única para el apóstol Pablo. Era única para el
apóstol Juan.
Solo he pastoreado una iglesia, y en misericordia y bondad divinas el Señor me ha dado
toda una vida de gozo. El promedio nacional de pastores es de tres años; estoy en el
cincuenta y dos. Y no puedo evitar preguntarme por qué Dios ha sido tan bondadoso
conmigo. Las similitudes entre la iglesia tesalonicense y Grace son inconfundibles,
inconfundibles. Y hay dos categorías de realidad que deben considerarse, y eso nos
muestra por qué Grace y la iglesia de Tesalónica es lo que es.
En primer lugar, es liderazgo. Solo quiero hablar de esto por un momento. Una iglesia se
convertirá en lo que ha sido guiada a volverse, ¿verdad? El liderazgo es todo. Entonces,
¿cuáles fueron las marcas del liderazgo de esta iglesia? Solo sígame por un momentito.
Regrese al comienzo del libro, versículo 2. Lo primero que me cautiva es la petición:
“Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en
nuestras oraciones”, constantemente, constantemente, constantemente. Los apóstoles
dijeron en Hechos 6 en la fundación de la primera iglesia, “Tenemos que entregarnos a la
oración”. liderazgo dedicado a la petición.
Y, en segundo lugar, a la proclamación. Vea el versículo 5: “Nuestro evangelio no llegó a
vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo”. Capítulo 2,
“Vosotros mismos” —versículo 1— “sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no
resultó vana; pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis,
tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran
oposición.
Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño,
sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así
hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros
corazones”. Ahí está la marca del liderazgo fiel en una iglesia: alguien que habla la Palabra
de Dios sin concesiones, sin tratar de agradar a los hombres, sino agradando a Dios,
aprobado por Dios para que se le confíe el mensaje.
Ese mismo capítulo, abajo en el versículo 9, dice: “Porque os acordáis, hermanos, de
nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a
ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios”. Abajo en el versículo 13: “Por lo
cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra
de Dios, que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es
en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes”. ¿Entendió eso? Es
la Palabra de Dios la que hace el trabajo. Es la Palabra de Dios la que hace el trabajo. Eso
es lo único que escuchará desde este púlpito, es la Palabra de Dios.
El liderazgo en Tesalónica se dedicó a la petición y la predicación—también a la pureza.
Capítulo 2, versículo 3, “Nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue
por engaño”. No hubo nada hipócrita en él. En el versículo 10, “Vosotros sois testigos, y
Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros
los creyentes”. ¿Ve lo básico que es esto? Petición, predicación, pureza.
Y había algo más. Simplemente, por razones de aliteración, llamémosle paternidad.
Versículo 7 del capítulo 2: “fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con
ternura a sus propios hijos”. Y luego el versículo 10: “Vosotros sois testigos…de… cómo …
nos comportamos “. “¿Y cómo nos comportamos?” Versículo 11: “como el padre a sus
hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, y os encargábamos”. El
liderazgo espiritual tiene tanto un lado suave, un lado maternal que se describe en el
versículo 7 como gentileza, cuidado tierno; como también un lado paternal, que “como el
padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos y os encargábamos”. Esta iglesia era lo
que Dios quería que fuera porque estas personas fueron cuidadas por un amor paterno y
espiritual que tiene un lado suave, consolador, alentador, tierno, y un lado fuerte, que
implora como padre.
Hay algo más: denuedo. Usted podría llamarlo perseverancia. Capítulo 2, versículo 2:
“pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos
denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran
oposición”. Hay todo tipo de cosas que quieren interponerse en el camino, que quieren
interrumpir el proceso. Podría hacer una línea de tiempo histórica de todas las cosas que
han surgido en el mundo evangélico en el último medio siglo y que han hecho retroceder a
la gente del denuedo, retroceder de la valentía. Pero donde el liderazgo es fiel en la
petición, la predicación, la pureza, la paternidad y la perseverancia contra toda oposición y
toda persecución, usted va por el camino que produce una iglesia saludable.
Y solo agregaría una cosa más: el liderazgo fue propicio. Sé que es una palabra
importante; simplemente significa sacrificio. Capítulo 2, versículo 9: “Porque os acordáis,
hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser
gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios”. Sacrificio. Donde
usted tiene un liderazgo comprometido con la petición y la predicación y la pureza y la
paternidad y perseverando contra toda oposición, y dispuesto a hacer un sacrificio, usted
tiene una iglesia saludable.
¿Y cuál es el objetivo de este tipo de liderazgo? Está en el versículo 12 del capítulo 2: para
“que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria”. ¿Cuál es la
meta del ministerio pastoral? Es que la gente camine de una manera digna del Dios que
los llama, digna de llevar el nombre de Dios, de llevar el nombre de Cristo. En donde usted
tiene ese tipo de liderazgo fiel, usted verá una iglesia que también es fiel. Y eso traerá
gozo a todos los que participen.
Supongo que podría decirlo de esta manera: El Señor le tomó la temperatura a la iglesia
de Tesalónica, y era de 37 grados; era normal, era lo que debería ser. No hay referencias a
números, no hay brotes dramáticos de realidades espirituales, nada sobre programas.
Todo era realidades espirituales. Timoteo había regresado y dijo: “Esta es una iglesia por
la cual regocijarse”, y Pablo se regocijó.
Y mientras le hablo hoy, tengo que decirle que me siento exactamente de la misma
manera. En el lenguaje del capítulo 1, versículo 6, “vinisteis a ser imitadores de nosotros y
del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu
Santo”. Capítulo 2, versículo 14, “Vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las
iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea”. Y ahí en Segunda de Tesalonicenses,
si puedo usar esas palabras del capítulo 3, versículo 9, “No porque no tuviésemos
derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis”.
“Imitadores” se usa dos veces allí: una vez en el capítulo 1 y una vez en el capítulo 2. Es la
palabra mimētēs, imitar. Básicamente es también lo que Pablo está diciendo en su carta a
los Corintios, 1 Corintios 11: 1, “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”. ¿Qué
significa eso? Ambos aceptando la enseñanza y siguiendo el ejemplo. Siguiendo en la
verdad, en santidad, en oración, en perseverancia, en amor, en humildad, en sacrificio.
Pero tiene que empezar con el liderazgo. Y donde usted tiene ese tipo de liderazgo, tiene
ese tipo de iglesia.
Ahora regresemos al capítulo 1, y quiero ver un poco más de cerca las características de
una iglesia fiel. En primer lugar, es una iglesia salva; eso debería ser obvio. Pero veamos el
principio: “Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses” —y aquí está la
clave— “en Dios Padre y” —implícitamente— “en el Señor Jesucristo: Gracia les pertenece
a ustedes y paz les pertenece a ustedes, sean a vosotros. Damos siempre gracias a Dios
por todos vosotros”.
Esta es una iglesia completamente redimida: están en Dios, están en Cristo, los recipientes
de la gracia divina y la paz divina. Y las oraciones de Pablo no son nada más que acciones
de gracias porque tiene en mente la evidencia de su salvación verdadera, la obra de fe, el
trabajo de amor, la constancia en la esperanza. Y nuevamente dice: “En nuestro Señor
Jesucristo delante del Dios y Padre nuestro”. Y por todas estas cosas, la “obra de fe, el
trabajo de amor, la firmeza de la esperanza”, conocemos, “hermanos amados de Dios,
vuestra elección”, “sabemos que son elegidos”. Silvano es Silas, quien ocupó el lugar de
Juan Marcos en el segundo viaje misionero. Así que Pablo, Silas y Timoteo les trajeron el
evangelio; leemos eso en Hechos 17. Y él los identifica a todos como una causa de
gratitud, porque todos están en Cristo.
Digo esto es tan básico. Una iglesia está formada por creyentes verdaderos. Una iglesia no
es un evento de espectadores para incrédulos; es la reunión de los redimidos para servicio
y adoración, oración y el oír de la Palabra de Dios. Los creyentes verdaderos están en
Cristo. No necesito decir mucho de eso porque hemos cubierto eso muchas, muchas veces
al estudiar la vida del apóstol Pablo. Esta es una iglesia real. Estas personas están en Dios;
están en Cristo.
Están incluso, versículo 5, “en el Espíritu Santo” como estaban los apóstoles. Ellos están
conectados a la Trinidad. Ellos comparten la vida de Dios. Esta es una iglesia verdadera.
Esta es una iglesia verdadera. Y, claro en donde están verdaderamente en Dios, en Cristo,
lo que declarará eso de modo inconfundible son sus obras: la “obra de fe, el trabajo de
amor, la constancia en la esperanza”. Esto es lo que prueba su elección; verdaderamente
salvos.
Y no solo—y esto es algo en qué pensar—no solo están ordenados para salvación, sino
que incluso su santificación está ordenada. ¿Puedo mostrarle eso por tan solo un
momento? Vea Efesios 2:10. Todos conocemos Efesios 2:8 y 9, “Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para
que nadie se gloríe”. Usted ha sido salvado por gracia por medio de la fe; eso es un regalo
de Dios, Dios lo da soberanamente. Pero vea el versículo 10: “Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras”, luego esta asombrosa declaración, “las cuales
Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
Ahora escuche esto. Hablamos de la soberanía de Dios en la justificación, pero quiero que
sepa que la soberanía de Dios opera en la santificación. Dios no solo ordenó su salvación,
Él ordenó su santificación. Su santificación es una obra soberana de Dios junto con su
justificación. Dios ordenó que cuando usted recibió salvación por Su gracia soberana, se
manifestara a sí misma en la obra de fe, el trabajo de amor y la constancia en la
esperanza. Esas tres virtudes más gloriosas que cualquier otra: fe, esperanza y amor,
marcaran la realidad de su transformación espiritual.
Entonces es una iglesia salva. Pero, en segundo lugar, es una iglesia santificada. Es una
iglesia santificada. Abajo en versículo 6, “Ustedes se convirtieron en imitadores de
nosotros y del Señor”. Se parecen mucho a Cristo. Siguen a Cristo. Las cosas que son
características de Él son características de ustedes porque esa es la obra de la Palabra y el
Espíritu”.
Primera de Juan 2:6, “El que dice que permanece en él”, que permanece en Cristo, “debe
andar como él anduvo”. Obviamente no vamos a ser divinos, y no vamos a ser perfectos,
pero las mismas virtudes que caracterizan a Cristo nos caracterizarán en menor grado. Por
eso llamaron a los creyentes cristianos, “cristos pequeños”, porque manifestaron las
características de su Señor.
Entonces, cuando usted tiene el tipo correcto de liderazgo, la iglesia se vuelve la
asamblea, la reunión de los que están en Cristo; y no solo está marcada por esa salvación
transformadora, sino que está marcada por la santificación de tal manera que su elección
se manifiesta en las obras que Dios preparó de antemano para que anduvieran en ellas.
Hay una tercera característica de esta iglesia: sufrimiento. En el versículo 6, “recibiendo la
palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo”. Leímos sobre eso en
Hechos 17; recibieron la palabra con mucha tribulación. Mire, ellos estaban saliendo del
paganismo impío que era todo lo que había en su mundo. Cuando la iglesia se vuelve
justa, cuando la iglesia se vuelve santa, cuando la iglesia comienza a comportarse como
Cristo, el mundo atacará, vendrá la persecución; algo de ella es sutil, algo de ella es
abierta.
Leyendo un poco sobre el trasfondo de Tesalónica, algunos historiadores dijeron que lo
que les sucedió a los cristianos allí fue relatado en tiempos antiguos. Su propiedad con
frecuencia era confiscada. Sus trabajos eran perdidos debido a su compromiso con Cristo.
Sus familias los rechazaron. Fueron insultados. Algunos fueron golpeados y algunos fueron
matados. La persecución fue judía, como leímos en Hechos 17, y también gentil.
Entonces usted puede esperar que una iglesia fiel, una iglesia que trae gozo a sus
pastores, será una iglesia redimida y salva, una iglesia santificada y, necesariamente, una
iglesia que sufre, tal vez insultada o peor. Pero, en cuarto lugar, esta era una iglesia
estratégica. Versículo 7: “Habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que
han creído”. Eso es lo primero: “Su obra de fe, trabajo de amor, constancia en la
esperanza es ejemplar.
Ustedes se volvieron el modelo estratégico, el ejemplo de ustedes”.
“Pero no fue solo su ejemplo”. hay un segundo aspecto aquí. Versículo 8, “Porque
partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y
Acaya” —la región inmediata— “sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha
extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada.” Esa pequeña
congregación en esa ciudad pagana tenía tal santificación y tal celo por la proclamación
que los apóstoles no tuvieron que decir nada para elogiar a la iglesia porque todo mundo
lo sabían. Y creo que eso es verdad aquí. Creo que cuando la gente habla de Grace en todo
el mundo, si ellos aman a Cristo, están agradecidos por cómo esta iglesia ha dado la vuelta
al mundo.
Tuvimos una conferencia misionera esta semana, Zoom todos los días de la semana.
Muchos de los líderes y maestros se levantaron a las 4:00 a.m. debido a los cambios de
horario, todos nuestros misioneros de todo el mundo se reunieron. La predicación y
enseñanza de la Palabra de Dios, desde esta iglesia y este púlpito, sale por todo el mundo
cada hora de cada día. Y cuando el mundo viene aquí para conferencias o cuando
sintonizan una transmisión en vivo, ven la virtud y la calidad de esta gente. Ésta es una
iglesia que es estratégica, debido a su testimonio en términos de vida y su testimonio en
términos de mensaje.
Hay una última cosa que diría. Esta iglesia en Tesalónica, y la nuestra, es una iglesia de
segunda venida. El versículo 9 dice: “Todo mundo sabe”. “ellos mismos cuentan de
nosotros la manera en que nos recibisteis”, dice Pablo. “Cómo respondieron a los
apóstoles” - “cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y
verdadero” - eso es salvación, santificación - “y luego esperar de los cielos a su Hijo, al cual
resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”. Es una iglesia de
segunda venida. Querían saber todo acerca de eso.
En el capítulo 4, versículo 13, Pablo dice: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis
acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen
esperanza”. Aquellos creyentes que habían muerto, ¿qué pasa con ellos? Si ya habían
muerto y el Señor no había venido, ¿qué pasaría con ellos? Él dice: “Si creemos que Jesús
murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual
os decimos esto en palabra del Señor, que nosotros que vivimos, que habremos quedado
hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron”.
Cuando el Señor venga, los muertos en Cristo resucitarán primero. Sus espíritus ya están
con el Señor, sus cuerpos se levantan. Versículo 16, “El Señor mismo con voz de mando,
con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor. Alentaos los unos a los otros con estas palabras”.
Predicamos fuertemente la segunda venida de Cristo. Él es nuestra esperanza. Él es
nuestra esperanza. Y debido a que sabemos que Él vendrá, da ímpetu a nuestro deseo de
orar y proclamar el evangelio en todo el mundo mientras todavía tenemos tiempo.
Entonces, ¿cómo es una iglesia que alegra el corazón de un pastor? Es gente salva; es
gente santificada. Su elección se manifiesta en sus vidas, y sus vidas son literalmente
imitables, ya que imitan a Cristo. Es una iglesia llena de ejemplos. Es una iglesia
estratégica en el sentido de que su ejemplo es manifiesto y su mensaje es proclamado. Y
es una iglesia de segunda venida, que está esperando a Cristo.
No estamos tratando de arreglar el mundo; estamos esperando que Jesús haga eso. Y eso
tiene mucho que ver con nuestra fidelidad a las Escrituras. Hay iglesias que hoy día están
enredadas en la tontería de tratar de arreglar el mundo, es como ir a la playa y tratar de
quitar el océano barriéndolo con una escoba. No estoy tratando de decir que somos lo
que deberíamos ser. Lo que estoy diciendo es lo que dijo Pablo: “Abunden más y más”,
¿verdad? Ustedes me dan gozo interminable; siempre lo han hecho. ¿Eso significa que
nunca hemos tenido problemas? No. Significa que hemos tenido problemas y hemos visto
al Señor triunfar, lo cual aumenta el gozo.
Padre, te agradecemos de nuevo por presentar la verdad tan claramente como lo has
hecho. Parece tan simple, como definiste lo que debería ser una iglesia debido a su
liderazgo y su congregación. Cómo debe entristecer Tu corazón, incluso como lo hizo
cuando escribiste las siete cartas, o cuando llevaste el dolor del apóstol Pablo, conforme él
vio a tantas iglesias desertar. Sabemos que te rompe el corazón cuando los pastores y
líderes son infieles o inmorales o dicen mentiras. Rompe tu corazón por igual cuando las
congregaciones son rebeldes y de corazón duro.
Entonces, Señor, te agradecemos por la gracia que se nos ha extendido aquí, y te
agradecemos porque nos has permitido difundir esta gracia maravillosa por todo el
mundo. Y que nunca, nunca veamos esto como algo más que Tu bondad soberana para
con nosotros y Tu misericordia. Ayúdanos a abundar más y más en todos los sentidos,
para Tu gloria. Amén.
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Liberación: Del error a la verdad, 1ª parte


Escritura: Escrituras Seleccionadas

Código: 80–222
John MacArthur
Bueno, como dije la semana pasada, he tomado algo así como una desviación de nuestro
estudio del Evangelio de Lucas. Le advertí unas semanas atrás, por adelantado, que me vi
motivado a escribir un libro acerca del tema de la liberación porque la teología de la
liberación que es algo tan bíblico ha sido tan descuidada de manera completa el día de
hoy. Y cuando estuve afuera por un par de semanas en Italia, realmente comenzó a pesar
en mi mente que necesitaba hablar de este tema. Y entonces, se volvió como Jeremías,
fuego en mis huesos y no puedo regresar al Evangelio de Lucas hasta que haya entregado
mi alma en el tema de la liberación.
Como dije la semana pasada, y simplemente lo animo, si no estuvo aquí la semana pasada,
a que consiga la cinta y la escuche, porque lo que dije la semana pasada es esencial y
provee un cimiento de esta explicación. No es uno de esos mensajes que en cierto modo
es opcional, es un tema obligatorio que debe ser entendido por todos nosotros. Así que si
usted no oyó el mensaje, ciertamente puede recoger la cinta el día de hoy.
Dije la semana pasada que una de las grandes palabras de la Biblia es la palabra
“liberación” aunque no es usada comúnmente en el vocabulario cristiano. Lo que es triste
es que rara, cuando usted oye a los teólogos hablar acerca de esto, rara vez usted lee que
los teólogos escriban acerca de la verdad de la liberación. Y sin embargo, es un término
profundamente importante para entender la obra redentora de Dios. Dios está ocupado
en liberar. Y deliberación puede ser, probablemente, la mejor palabra, la que mejor aclara,
la que abarca de manera más amplia y que explica de la mejor manera la obra de gracia y
poderosa que Dios lleva a cabo nuestras vidas. Nos vemos motivados a entrar en esta
discusión debido al hecho de que Jesús vino con un ministerio de liberación. Y cuando
comenzamos a ver eso en el caso de Jesús, nos acercó al tema más amplio de la liberación
el cual realmente cubre todo el propósito redentor de Dios.
Ahora, la teología de la liberación no es simplemente un ejercicio académico. No es
meramente cuestión de discusión teológica. La teología de la liberación es práctica. Es
intensamente práctica; y es necesario en extremo que todos los creyentes la entiendan
porque la teología de la liberación es la que define lo que realmente hace la salvación en
el creyente. Una persona que es un verdadero cristiano ha sido liberada de ciertas
realidades. La verdadera salvación, podríamos decir, es liberación. Es el rescate dramático
del pecador de todos los elementos de la vida que amenazan con destruirlo y condenarlo.
De hecho, la liberación define lo que significa ser un cristiano. Están los no liberados y los
liberados. Nosotros, somos los liberados.
En Romanos 11:26, Pablo escribe: “El libertador vendrá y quitará la impiedad y quitará el
pecado.” El Mesías, el Señor Jesucristo es ahí identificado como el Libertador. De hecho,
cada vez que usted ve la palabra salvo, salvado, salvación o Salvador, usted puede
traducirla con alguna forma de la palabra liberar. Esencialmente, significa lo mismo; pero
liberar comunica bien porque entendemos en español y en inglés el significado de
liberación.
Ahora, como dije la última vez para aquellos de ustedes que estuvieron aquí, espero que
esté resonando en su mente, la teología de la liberación y el entendimiento de la
liberación es un área crítica de verdad. Y se vuelve crítico en el punto de entender quién
es un verdadero cristiano. Y eso, como señalé, es absolutamente esencial para la salud y el
bienestar y la eficacia de la Iglesia. Si la Iglesia borra la línea entre los cristianos y los no
cristianos, entonces invita al enemigo al campamento, distorsiona totalmente su propia
identidad y permite que Satanás entre en el campamento. Es cuestión de estar contento o
inclusive invitar a la cizaña para que sea sembrada entre del trigo. Sin embargo, eso es
exactamente lo que está sucediendo entre los evangélicos en la actualidad.
La Iglesia evangélica está invitando a los no cristianos a entrar y después los está
redefiniendo como cristianos. Le dije la semana pasada que el fracaso más grande del
cristianismo protestante en este día y en este siglo pasado ha sido el fracaso de distinguir
entre los cristianos verdaderos y los falsos. Y es peor ahora que lo que ha sido jamás. Ha
estado llevándose a cabo a lo largo del siglo y ahora está peor que nunca. La verdadera
Iglesia es la sociedad de los liberados y tenemos que mantener esa distinción muy clara
porque el Señor quiere una Iglesia pura. Él quiere una novia pura y quiere una novia sin
mancha y sin arrugas. La iglesia debe estar constituida de creyentes verdaderos y debe ser
claro quién es un verdadero cristiano y quién no lo es para que protejamos a la Iglesia de
la infiltración de Satanás y también protejamos a los perdidos de ser engañados. Y no sólo
cuando le permitimos a los no cristianos ser definidos como cristianos contaminamos a la
Iglesia sino que también contribuimos y ayudamos al engaño de Satanás. Y la gente vive
como si fueran cristianos cuando de hecho, no lo son.
La semana pasada le dije que cuando las personas me preguntan cuál es el problema más
grande en la Iglesia le contesto que es su incapacidad de discernir. Y cuando hablamos de
qué es lo que la Iglesia no discierne, lo primero en la lista es que no discierne entre quién
es un cristiano y quién no lo es. Ese es un error mortal.
Ahora, al terminar la semana pasada, le dije que hay un número de categorías en las
cuales necesitamos entender la naturaleza de la liberación. Ser un verdadero cristiano es
ser liberado. Y es ser liberado de varias realidades que son muy importantes. La primera
es de la cual le quiero hablar en esta mañana. Los verdaderos cristianos han sido liberados
del error a la verdad. Del error a la verdad. Ahora, este no es un mensaje fácil de
predicarles por varias razones. Uno, tengo demasiado material en mi cabeza, demasiado
como para poderlo digerir y esto demanda una cantidad tremenda de esfuerzo mental y
una confianza en el Espíritu de Dios para ayudar en el proceso de filtración.
En segundo lugar, va a tener que pensar junto conmigo porque habrá algunas sutilezas
como cambiar ciertas cosas no tan sutiles que deberemos comprender conforme
avanzamos. Pero esto es muy, muy importante. Nada es peor que una persona crea que
es cristiano cuando no lo es. Nada es más mortal para el impacto de la Iglesia que aceptar
a los cristianos como si fueran cristianos. Entonces, estamos tratando con un asunto que
se encuentra en el centro mismo de lo que la Iglesia realmente es. Y se aplica a todas las
vidas de las personas que se acercan a la Iglesia.
Entonces, lo primero que queremos saber acerca de la doctrina de la liberación o la
teología de la liberación es que los verdaderos cristianos han sido liberados del error a la
verdad.
Pase conmigo en su Biblia Colosenses capítulo 1. Y ahí comenzaremos. Y trataremos de
avanzar a lo largo de esto con la mayor velocidad posible, voy a tener que dejar algunas
cosas fuera. Pero en Colosenses capítulo 1, creo que podemos comenzar ahí. Ahí hay un
pasaje que expresa el gran milagro de la liberación. Y el versículo 13 es el versículo
notable. Versículo 13. Colosenses 1:13: “Quien,” este es el Padre mencionado en el
versículo 12, “Él, el Padre, quien nos libró, nos rescató, de la potestad de las tinieblas y nos
transfirió al Reino de Su amado Hijo.”
De regreso en el versículo 12, Pablo dice: “Por tanto le damos gracias porque Él nos hizo
aptos para participar de la herencia de los santos en luz.” Ahora, aquí usted tiene ese
conocido contraste bíblico entre las tinieblas y la luz. Hemos sido librados de la potestad
de las tinieblas. Hemos sido librados al Reino del Hijo de Su amor -como el griego
literalmente dice- el cual es un Reino constituido de santos en luz. Las tinieblas es
sinónimo de la ignorancia. Las tinieblas son sinónimo de error. La luz es sinónimo de
verdad. Hemos sido sacados del error, sacados de la oscuridad y librados, llevados a un
Reino de luz gobernado por el Hijo de Dios, amado Jesucristo. Esa ea la primera categoría
de la liberación.
Los verdaderos cristianos entienden la Verdad. Han salido de las tinieblas a la luz. Han
salido del error la verdad. El Salmo 119:130: “La entrada de Tu palabra da luz.” Tu palabra,
leemos en el Salmo 119:105, “es lámpara a mis pies, lumbrera a mi camino.” Esa es la
primera gran área de liberación de las tinieblas del error a la luz brillante de la verdad.
El apóstol Pablo, cuando fue comisionado a predicar, de acuerdo con Hechos 26:18, fue
enviado a los pecadores a abrir sus ojos para que se convirtieran de las tinieblas a la luz.
De tal manera que las tinieblas y la luz realmente son símbolos o metáforas del error y la
verdad. Y note, si es tan amable, en el versículo 13, que la verdad es sinónimo de
Jesucristo. Y somos liberados de la potestad del dominio de las tinieblas, el cual es el Reino
de Satanás, al Reino de Su amado Hijo y Él es la luz del mundo. Jesús dijo “Yo soy la luz del
mundo y el que a Mí viene nunca andará en tinieblas.” La luz es sinónimo de Jesucristo. Es
sinónimo de entrar al Reino de Jesucristo.
Entonces, lo primero que es verdad acerca de los liberados, los verdaderos cristianos, es
que no creen en el error porque han venido a la luz. Han venido a la Verdad. Tomando el
lenguaje de Efesios, capítulo 6, están involucrados en una batalla en contra de las fuerzas
espirituales de las tinieblas, pero son triunfantes porque se han de puesto la armadura de
Dios. Y la primera parte de la armadura es el cinto o el cinturón de la verdad.
Un cristiano, entonces, es alguien que entiende la verdad, que ha sido liberado de las
mentiras de Satanás a la verdad de Dios. Ser salvo, de acuerdo con 1 Timoteo 2:4, es venir
al conocimiento de la verdad. Ese es un versículo muy importante. Escríbalo, 1 Timoteo
2:4: “Ser salvo,” y traduciéndolo de esta manera “inclusive al venir al conocimiento de la
verdad.” Esto es lo mismo. Ser salvo no es algún tipo de sentimiento místico oscuro
inexplicable. Ser salvo es venir al conocimiento de la verdad. Lucas dice en el Evangelio de
Hechos que cuando el Evangelio fue predicado en el día de Pentecostés, 3000 personas
creyeron y continuaron en la doctrina de los apóstoles. Ellos comenzaron ahí y
continuaron ahí.
Un verdadero cristiano es una persona que ha sido depositada, rescatada de la ignorancia
y ha sido depositada en la esfera de la verdad. Ha entrado en la esfera de la verdad, y
continúa en la esfera de la verdad. Ser salvo es venir al conocimiento de la verdad. El
cristiano es alguien que entiende la verdad, que cree la verdad, que acepta la verdad, que
ama la verdad y que se somete a la verdad.
Y sabe una cosa, me sorprende que muchas personas entre los evangélicos de la
actualidad, líderes entre los evangélicos, pastores y escritores que creen que una persona
puede ser cristiana sin haber sido nunca librada del error a la verdad. Estoy leyendo en la
actualidad que hay personas que están diciendo que hay personas en países oscuros y
tribus en lugares remotos del mundo que nunca han tenido una Biblia y nunca han oído la
verdad de Jesucristo, que serán salvas porque Dios va a mostrar gracia y será amable con
ellos. Y serán salvos a pesar de no haber oído nunca la verdad. Bueno, eso es una mentira.
Si, de acuerdo con Romanos 1, viven de acuerdo con la luz que tienen y si ven al Creador
en la creación y a través de la razón, de acuerdo con Romanos 2 siguen su conciencia, de
regreso al que dio la ley, si ven viven al nivel de la luz que tienen; Cristo quien es la luz que
alumbra a todo hombre que viene al mundo, dice Juan 1:9 que Dios les va a revelar más
luz a ellos. Y ellos van a llegar a una mayor luz porque Dios le dará mayor luz, pero nunca
nadie va ser salvo que no venga al conocimiento de la verdad.
Están diciendo en la actualidad que usted no tiene que venir al conocimiento de la verdad.
Llamen a todos los misioneros de regreso a casa. Dejen de proclamar el Evangelio a toda
criatura, aunque Jesús nos dijo que hiciéramos eso. Pero la Biblia nos dice que cuando
usted es liberado, usted es liberado del error a la verdad. Y usted literalmente viene a un
paradigma, a una esfera, un dominio, un Reino de luz. En las palabras de Juan 6:45 “todos
los creyentes son enseñados por Dios.” Ellos poseen entendimiento que los aparta de la
enseñanza de Dios de toda la enseñanza de los hombres. Los verdaderos creyentes
entienden la verdad en contraste al error. Han recibido mediante la regeneración una
nueva naturaleza y esa nueva naturaleza tiene una capacidad para la verdad. Esa nueva
naturaleza tiene un amor por la verdad. Esa nueva naturaleza tiene una devoción a la
verdad. Tiene un amor por la verdad.
Tenemos una unción, 1 Juan 2:27, de Dios y permanece en nosotros, dice él, de tal manera
que no necesitamos que nadie nos enseñe. No necesitamos a un maestro humano que
nos explique el mundo a nosotros. No necesitamos algún enfoque humano para la vida
desde el punto de vista filosófico. No necesitamos alguna religión inventada por los
hombres o los diablos, los demonios porque hemos sido liberados de las tinieblas a la luz.
Vivimos en una esfera de verdad.
Escuche, se nos ha dado, de acuerdo con Juan 14:17, “el Espíritu de verdad quien ha
establecido Su residencia en nosotros y entendemos la verdad.” Y esa es la verdad que
salva de tal manera que 1 Timoteo 2:4 es el resumen de todo. Ustedes han sido salvos, lo
cual significa que han llegado al conocimiento de la verdad. Ustedes lo creyeron, lo
afirmaron, se sometieron al mismo, la aman y se sometieron a ella. En Juan 8, Jesús dijo:
“Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.” La búsqueda se acabó. Ustedes están
fuera de las tinieblas. Ya no están caminando como ciegos en la oscuridad porque han sido
liberados. La verdad los ha liberado. Y permítame decirle algo: lo único que jamás liberará
al pecador es la verdad. Hasta que el pecador llegue a la verdad, está encerrado en la
oscuridad. Efesios 5:8, Pablo lo explicó de esta manera. Me encanta esto. “Vosotros que
erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor.” ¿Esto lo expresa bien? Antes éramos tinieblas,
ahora son luz en el Señor. Dicho en una manera simple, ser salvo demanda llegar a creer
de todo corazón en la verdad que salva. Si usted no cree en la verdad que salva, no puede
ser salvo. Usted tiene que creer en la verdad liberadora para ser liberado.
Una mujer me escribió una vez diciendo que ella pensaba que el cristianismo estaba bien
pero ella francamente estaba involucrada en el zen. Y a ella le gustaba escuchar la radio
cristiana, dijo, porque, y cito “la música suavizaba su karma.” Pero ella dijo que yo
interrumpía ese karma porque era demasiado estrecho de mente y demasiado estrecho
hacia otras religiones. Entonces, ella escribía para alentarme a ser más amplio, más
abierto de mente. Y ella dijo, y esta es una cita: “A Dios no le importa lo que usted crea,
siempre y cuando usted lo crea. A Dios no le importa lo que usted crea, siempre y cuando
usted sea sincero.” Y ella procedió a decir “todas las religiones llevan en última a la misma
realidad no importa qué camino tome usted.” Fin de la cita.
Eso refleja bastante bien a nuestra generación, ¿no es cierto? Esa es una mentira popular
y creída por muchos que dice que no importa lo que usted crea siempre y cuando usted
crea en algo. Y siempre y cuando usted sea sincero porque todos llegarán al mismo fin de
cualquier manera. Eso no es lo que Mateo 7 registra que Jesús dijo. Él dijo: “Ancha es la
puerta y el camino es ancho,” ése es el camino por el que va la mayoría de la gente, y lleva
a la destrucción. Y en Proverbios 14:12 dice: “Hay camino que al hombre le parece
derecho pero su fin es camino de muerte.”
Ahora, entiendo que es políticamente correcto tener este tipo de mentalidad. Entiendo
que políticamente es apropiado no decir que su religión es la correcta y su fe es la correcta
y usted cree lo correcto y todo el mundo está equivocado. Eso no es aceptado, ¿no es
cierto?, en un mundo posmoderno que no está interesado en la verdad. La gran meta del
posmodernismo es que todo el mundo sea aceptado sin importar lo que digan que creen;
y simplemente tienen el derecho a creerlo. ¿Y quién eres tú para decir que tienes la
verdad? Todos sabemos que no existe algo como la verdad. Es sólo un tema de
preferencia, lo que te haga sentir mejor está bien para ti, tú lo puedes creer, pero no me
digas que es la verdad y todo lo demás es error. Eso no es popular.
Ahora, ese es un tipo de ver la verdad que no discrimina o una postura de no verdad que
tanta gente cree que literalmente está infectando los evangélicos. La gente ahora está
diciendo que hay personas, como dije antes, por todo el mundo, que están en pequeñas
esquinas que nunca conocerán la verdad y Dios de cualquier manera los llevará el cielo. Y
hay un libro, me referí a esto cuando estaba enseñando en Italia hace un par de semanas
atrás, Jihad Ecuménico. Jihad es una guerra santa y el escritor del libro, Peter Kreeft, es un
apologista católico que está diciendo que si vamos a ganar la guerra santa -la cual es una
guerra por la cultura- si vamos a hacer que el mundo se vuelva más moral y que el mundo
se conduzca mejor y terminar con todas la guerras y el crimen y el resto y tener un mundo
moral, tenemos que pelear juntos esa guerra santa. Entonces, tenemos que volvernos
ecuménicos y tenemos que unirnos y no lo podemos hacerlo solos.
Entonces, él dice en el libro que tenemos que reconocer que todos realmente somos hijos
de Dios. Todos vamos por el mismo camino al mismo cielo y él abre su libro de un modo
muy inteligente. Él comienza con él surfeando en California, me imagino, y es volcado por
una ola; y llega al fondo y tiene una experiencia extracorpórea. Va al cielo y cuando llega
al cielo a él le sorprende descubrir que cuando llega el cielo ve a buda, en quien, bueno,
me imagino que cualquiera podría reconocer a buda. Él es una persona única en su
apariencia. Sin duda él no tuvo que pasar mucho tiempo para descubrir quién era y se
encuentra con buda y dice “¿qué haces aquí en el cielo? digo, el budismo no es
cristianismo. ¿Qué estás haciendo?” Y él dice “Bueno, tu sabes, yo estaba contemplando y
estaba metido en la paz y estaba en la tranquilidad y lo que no sabía acerca de Jesús, Dios
me lo corrigió cuando llegué.
Y después, él avanzó un poco más y se encontró con Mahoma y dijo “¿qué haces aquí? Tú
simplemente crees que Jesús es otro de los profetas como Mahoma. ¿Qué estás haciendo
aquí?, ¿cómo llegaste aquí?” Y él dijo “bueno, estábamos involucrados en la moralidad, de
hecho, Kreeft dice en su libro que los musulmanes son mejores que cristiano que los
cristianos porque no fornican, no adulteran, no cometen homosexualidad y otras cosas.
Va en contra sus estándares, entonces ellos tienden a ser menos que las personas que
dicen ser cristianas. Y entonces, de hecho son mejores cristianos que los cristianos. Y
Mahoma dice “bueno, lo que no sabía acerca de Jesús, Dios me lo corrigió cuando llegué”.
Y él da un paso más adelante y se encuentra con algunos judíos que tampoco creían en
Jesús, pero estaban adorando al Dios verdadero, el Dios del Antiguo Testamento; y eso fue
lo suficientemente bueno para Dios porque ellos estaban adorándolo a Él, el Dios
verdadero. Y lo que no sabían acerca de Jesús lo descubrieron cuando llegaron al cielo.
Después, se encontró con un grupo de ateos. Y los ateos estaban buscando la verdad y
debido a que Dios es verdad, ellos realmente estaban buscando a Dios, y eso fue
suficientemente bueno para Dios. Entonces, ellos también estaban ahí.
Y el punto de Peter Kreeft es que ‘mira, cuando lleguemos al cielo, vamos encontrarnos a
todos ahí de cualquier manera, ¿por qué estamos peleando todos aquí abajo? Unámonos
todos y ganemos esta guerra’. Bueno, hacia el final del libro, y estoy resumiéndolo
rápidamente, él dice que necesitamos un general, que necesitamos a un gran líder si
vamos a pelear en esta guerra, vamos a unir a todos los musulmanes y a todos los judíos y
a todos los judíos y a todos los ateos y a todos los demás y también había otros. Vamos a
unirnos todos y vamos a tener un líder. Él dice que hay un líder, el gran ganador de las
guerras que no se pueden ganar. Y él lo llama el Papa. Y él va a ser nuestro líder. Y
tenemos que tener un poder interno. Y entonces, tenemos que entregarnos a María. Y
María es el gran poder espiritual, la gran fuente espiritual. Entonces, vamos a unirnos
todos. Vamos a adorar a María. Vamos a tener al Papa como nuestro líder. Vamos a
aceptarnos y vamos a ganar el Jihad.
Usted dice, bueno esto es algo muy raro. Bueno, lo que es todavía más raro está en la
parte de atrás, donde hay una recomendación por parte de Chuck Colson, esto es lo que
dice en la parte de atrás. “Peter Kreeft, el escritor, es uno de los apologistas más
importantes en Estados Unidos en la actualidad. Uno de nuestros más valientes guerreros
intelectuales.”
Peter Kreeft es un engañador y un mentiroso. Él no es uno de nuestros apologistas más
importantes. E inclusive lo que es más sorprendente es que hay una cita ahí de J. Parker,
quien habla acerca del libro; y después hace el final la pregunta de su pequeño
comentario. ¿Y qué tal si tiene razón? ¿Estamos haciendo esa pregunta? ¿Tiene razón?
¿Toda persona va a ir al cielo sin importar lo que crean? Dice usted, puedo entender a la
señora que está metida en el zen, que tiene ese tipo de tolerancia, pero ¿líderes
evangélicos? ¿Cómo puede tener usted una junta en Ámsterdam, esa gran junta de
evangélicos patrocinada por la organización de Billy Graham? La oración de apertura fue
realizada por un católico romano y uno de los mensajes estuvo a cargo del arzobispo de
Canterbury, quien niega que Jesús resucitó de los muertos. ¿Cómo acepta usted todo eso
y lo llama cristianismo? ¿Dónde termina esto?
Es la naturaleza del hombre caído. Es la naturaleza de los no liberados creer mentiras. No
es la naturaleza de los liberados. Hemos sido liberados de las mentiras a la verdad. Hemos
sido rescatados de eso.
Pase a Segunda de Corintios 10. Le tengo que mostrar este pasaje. Anteriormente me
referí al mismo. Es pertinente para esta discusión. Segunda de Corintios, capítulo 10.
Realmente voy a tener que apurarme aquí. Segunda de Corintios 10, versículo 3, Pablo
dice que “Estamos en guerra. No podemos pelear en la guerra con armas humanas, con
ingenuidad humana, con inteligencia humana, con pensamientos humanos, con teorías,
con ideas, con técnicas, con lo que sea. No podemos pelear esta batalla con armas
humanas. Versículo 4 “las armas de nuestra milicia no son carnales, no son humanas.” Eso
lo que quiere decir. “Sino poderosas en Dios, divinamente poderosas para la destrucción
de fortalezas.”
Él dice, ‘mira, estamos en una guerra espiritual. La guerra peli espiritual en la que estamos
es algo formidable. Estamos atacando estas grandes fortalezas. Estamos atacando estas
fortalezas masivas’ y la idea aquí, la imagen, es de un fuerte inmenso de granito. Y él dice
que ‘tenemos que entrar y destruirlas’. Tenemos que tener armas bastante poderosas. No
podemos entrar ahí con todas las pequeñas ideas inteligentes. Tenemos que destruir esas
fortalezas. ¿Cuáles son esas fortalezas? Versículo 5. Éstas son. Termina el versículo 4:
“para la destrucción de fortalezas.” El versículo 5 comienza: “Estamos destruyendo y
argumentos, imaginaciones como dicen otras versiones. Esto es lo que define a las
fortalezas. Estas son las grandes fortalezas, las grandes prisiones que no son nada más que
especulaciones. Son los logismos en la palabra griega, significa ideas, ideologías. ¿Qué tipo
de ideología? Siga en el versículo 5: “y toda altivez que se levanta contra el conocimiento
de Dios.” Cualquier idea anti bíblica, cualquier cosa contraria la verdad de Dios, tenemos
que destruirla. ¿Por qué? Versículo 5: “Llevamos cautivo todo pensamiento a la
obediencia de Cristo.” En otras palabras, el mundo está lleno de personas encarceladas en
sistemas ideológicos, en mentiras, en el error, en la oscuridad, en la ceguera. Y nuestra
responsabilidad es entrar y destruir, derribar esas ideologías para que podamos liberar a
los prisioneros debido a que esa fortaleza se convierte en sus prisiones y eventualmente
en sus tumbas.
Esta es una responsabilidad tremenda. Toda altivez, esto es algo orgulloso, intelectual, un
sistema complejo, lo que sea. Cualquier idea, cualquier idea de filosofía, cualquier religión,
teología, psicología, lo que sea. Cualquier idea que se opone al conocimiento de Dios debe
ser atacada. Pero contrario, esas personas van a morir cautivas a esa mentira. Y lo que
debemos hacer es derribar esas ideologías y llevar el pensamiento de todos cautivos a
Cristo. Queremos que piensen como Dios piensa, que tengan la mente de Cristo para ver
la verdad y conozca la verdad y amen la verdad.
Ahora, ¿cómo es que usted derriba eso? Bueno, es muy simple. ¿Qué es lo que destruye el
error? La verdad. Esa es la razón por la que usted tiene que estar predicando la verdad.
Las personas dicen “bueno, usted sabe, éstas predicando y eres tan dogmático”,
simplemente estoy tratando de predicar la verdad. Es lo único que destruye al error; y si
no traemos la verdad, entonces, no van a salir de las tinieblas a la luz. No salen del error a
la verdad y no son liberados y mueren en sus pecados; y están pereciendo.
Lo primero que es verdad de un cristiano es que es un cristiano, un verdadero cristiano, no
alguien que dice que es un cristiano. Un verdadero cristiano es alguien que ha salido del
error a la verdad. A Satanás no importa lo que la gente cree. A él no le importa que tan
sincera sea la persona en su creencia, siempre y cuando lo que crea esté mal. ¿Entiende
eso? Es importante. A él no le importa lo que ellos crean. Él patrocina todo tipo de
religiones. Él patrocina toda religión sobre la faz de la tierra que no es verdad. Él está
detrás de todo eso. Él tiene suficiente diversidad para todo el mundo. Él ha provisto una
variedad totalmente irresistible. Hay algo para que todo el mundo se meta. A él no le
importa lo que crean y francamente a él realmente le gusta la sinceridad. A él le gusta la
gente extraña y rara en la India que se cuelga a sí misma garfios en su carne. Y está metido
con la gente que se inmola a sí misma, que se crucifica a sí misma. Él quiere a la gente que
es tan sincera que se mete agujas en su cinto para rasgarse la carne en su cintura
conforme caminan diariamente de alguna manera tratando de expiar sus pecados.
Él está metido en todo eso. Él está metido profundamente en la sinceridad. No le importa
lo que usted crea o que tan sinceramente lo crea, siempre y cuando lo que usted crea esté
mal. Porque lo que está mal condena. Lo que está bien salva. Ése es el motivo por el que
Jesús dijo “Yo soy el camino, la verdad y la vida y nadie viene al Padre sino por Mí.” No hay
salvación en ningún otro. Y cualquier persona que no se aferre a la verdad está
condenada. Gálatas, capítulo 1, véalo, versículo 6. Él habla de un evangelio diferente.
Alguien que viene y predica un evangelio diferente.
Bueno, escuche, no hay un evangelio diferente. El Evangelio significa buenas noticias, sólo
hay unas buenas noticias; lo demás está equivocado. Pueden decir que está bien, pero
está equivocado. Entonces, él dice que es un evangelio diferente, versículo 7, lo cual no es
realmente otro. No hay otras buenas noticias más que el Evangelio del verdadero de
Cristo. No hay otro evangelio. Entonces, él dice en el versículo 8: “Si alguien viene,
inclusive nosotros o un ángel del cielo” y él de cierta manera está utilizando aquí una
hipérbole, “y les predica un evangelio diferente al que les hemos predicado, sea
anatema.” Sea condenado. Él no dice ‘¿Saben una cosa? Simplemente tienen que ser un
poco flexibles, tienen que ser amplios. Abiertos de mente. Ustedes saben, realmente tiene
que ser amables aquí. Y quiénes son ustedes para decir quién está bien y quién está mal.’
Él les dice: ‘esas personas que predican cualquier otra cosa están condenadas’.
¿Y sabe una cosa?, hay algo nuevo en la elite de la academia, los liberales que atacan la
Biblia con sus mentes en tinieblas. Han inventado una nueva hermenéutica. Y es un título
bastante atractivo, se llama ‘la hermenéutica de la humildad’. Hermenéutica es una
palabra que viene de hermeneuō en el griego que significa interpretar o explicar. Y la
hermenéutica es la herramienta, es básicamente una palabra que se refiere a explicar la
Biblia. Y hay ciertos principios hermenéuticos que nos ayudan a entender la Biblia, el
lenguaje, la gramática y todo eso. La historia que está detrás de la Biblia, el contexto en el
que se encuentra. Y entonces, utilizamos todos esos principios hermenéuticos para
interpretar la Biblia. Bueno, la nueva hermenéutica es llamada la hermenéutica de la
humildad. Y esto lo que es. “Oh, soy demasiado humilde como para llegar a pensar que mi
interpretación de las Escrituras es la correcta. Y soy demasiado humilde como para llegar a
pensar que su interpretación puede estar equivocada.”
¿Es eso ser magnánimo? Pero eso es un enfoque condenador. Hay una interpretación
correcta e incorrecta de las Escrituras. Pero ese es el clima de la hermenéutica de la
humildad. Y realmente la hermenéutica de las tinieblas. El cristianismo es verdad y
exclusivamente verdadero y cualquier cosa opuesta al mismo es falsa. Y el contenido de lo
que creemos es el punto. Yo sé que esto no es aceptado en los valores relativos de la
cultura moderna. Lo sé. Yo sé que el pluralismo es algo muy importante y la diversidad es
algo importante en la actualidad; y hemos idealizado al pluralismo y a la tolerancia a un
nivel más elevado que la verdad, ¿no es cierto? Ni siquiera nos importa si los candidatos
que están peleando por las posiciones políticas, por el cargo político, mienten. Ya no le
importa a la sociedad. No importa. Están tan acostumbrados a líderes que mienten que
nos sentimos incómodos si nos dijeran la verdad; y probablemente, de cualquier manera,
ni les creeríamos. Entonces, hay gente que cree que no importa lo que usted crea,
siempre y cuando usted lo llame cristianismo. Simplemente llámelo cristianismo; y eso es
lo único que se necesita.
Todos, desde el catolicismo romano, el cual niega que los pecadores son salvos mediante
la gracia únicamente a través de la fe únicamente en Cristo únicamente, al movimiento
extremo carismático de palabra de fe, el cual corrompe la naturaleza de Cristo, corrompe
la muerte de Cristo, la doctrina de Cristo y hace de la salvación un boleto a las riquezas y a
la salud. Y los liberales que cuestionan la Biblia, que tienen una salvación por obras,
quieren aceptarlo, quieren tenerlos ahí para las reuniones evangelistas. Traigan a todo el
mundo, los liberales, los católicos, a los carismáticos extremos, a toda persona, porque la
doctrina realmente no importa.
Por cierto, esto no es nuevo. La Iglesia ha peleado por su propia pureza durante mucho
tiempo. Simplemente es nuevo para los evangélicos. Los evangélicos modernos están
dispuestos a suavizar la doctrina, a menospreciarla. Dicen que la doctrina divide y quieren
tolerar todo. Me parece sorprendente que inclusive quieren tolerar el sistema de
creencias explícitamente contradictorias y por eso forjan alianzas, alianzas espirituales con
el catolicismo, la ortodoxia oriental, extremistas carismáticos y los liberales. ¿Y sabe una
cosa?, es tan claro en 2 Corintios 6: ¿qué comunión tiene la luz con las tinieblas? ¿Qué
concordia tiene Cristo con Satanás? ¿Cómo pueden dos caminar juntos excepto porque se
han puesto de acuerdo? Salgan de entre ellos y sepárense y no toquen lo inmundo.” Esa
mentira inmunda.
La gente que ha sido liberada, los verdaderos cristianos, están de acuerdo con que hay un
cuerpo de doctrina y eso no es negociable, ¿muy bien? Quizás no estemos de acuerdo en
el modo de bautismo. Quizás no estemos de acuerdo en el momento de la segunda venida
de Jesucristo o el rapto de la Iglesia. Quizá no estemos de acuerdo en todas las maneras
en la que Dios actuó en la historia con respecto a la Iglesia, a Israel. Pero le voy a decir una
cosa: hay un cuerpo de doctrina que es absolutamente no negociable y eso constituye la
fe necesaria para la salvación. Es la fe que ha sido una vez dada a los santos. Hay
fundamentos verdaderos de fe que deben ser creídos y cuando no son creídos, debemos
romper comunión porque la luz y las tinieblas no pueden caminar juntas. No pueden
entrar en el ministerio en común juntos. Nada es más serio en las Escrituras que exista un
límite entre lo verdadero y lo falso. Y que Satanás quiere confundirnos en esa área del
límite. Esa es la razón por la que Satanás y todos sus demonios aparecen como ángeles de
luz. Son oscuridad. Son tinieblas. Todos. No son nada más que tinieblas. Cuando usted
borra la línea, están en la esfera de las tinieblas y quieren aparecer como ángeles de luz
para borrar el límite. Y cuando usted borra la línea, entonces Satanás siembra su gente en
la Iglesia, despoja a la Iglesia de su poder, despoja a la Iglesia de su coherencia, de su
testimonio, porque entonces el mundo ve a gente que está en la Iglesia y ve que,
obviamente, Cristo no los ha transformado. Inclusive el mundo puede reconocer lo que la
Iglesia algunas veces no está dispuesta a ver. Y eso afecta nuestro testimonio.
Juan, el apóstol, en 1 Juan 4:1: “Amados, no creáis a todo Espíritu, sino probad los
espíritus para ver si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.”
Están por todos lados. Son como hormigas. Están por todos lados. Ésa es la estrategia de
Satanás. Salgan y construyan las fortalezas de especulaciones mentirosas, ideologías
mentirosas, sistemas de creencia mentirosos. Y hagan a la gente prisionera en esas
fortalezas. Y los mantienen ahí está que mueren, para que vayan al infierno e incrementen
el infierno de Satanás.
Entonces, usted no puede simplemente aceptar todo. Ésta es la estrategia de Satanás.
Tenemos que discernir. Segunda de Juan realmente lo dice. Segunda de Juan, versículos 9;
10 y 11: “Cualquiera que va demasiado lejos y no permanece en la enseñanza de Cristo,”
esto es la verdadera doctrina de Cristo, la verdadera enseñanza de Cristo en el Evangelio,
“si una persona no tiene la verdad, entonces no tiene a Dios. Si alguien viene a vosotros y
no trae esta verdad, no lo reciban en su casa.” No lo coloquen en su plataforma, no lo
hagan parte de su reunión, no lo hagan parte de su conferencia, su cruzada. Lo que sea.
No lo coloquen en su programa de televisión. No lo reciban en su casa. No lo saluden, eso
es algún tipo de bienvenida, de afirmación. Si hacen eso, están participando en su mala
obra.
Muy bien, no sé cómo puede ser dicho de manera más clara. Si alguien viene y no tiene la
verdad acerca de Jesucristo, no lo dejen entrar en su casa, no lo afirmen, no lo saluden. Si
lo hace, usted es un colaborador. Es un colega. Ahora, estos versículos nos mandan a
mantenernos espiritualmente separados de aquellos que corrompen las verdades
esenciales del Evangelio. Este lenguaje es muy fuerte, 2 Juan, muy fuerte. Hay una
maldición severa ahí en contra de personas que predican un evangelio corrupto o
personas que creen en las tinieblas y la propagan como si fuera luz. Pero también es una
advertencia fuerte y severa en contra de aquellos de nosotros que de manera ligera
admiten a esas personas. El cristianismo falso aceptado por los verdaderos cristianos es
uno de los peores pecados imaginables de acuerdo con ese texto. Usted no puede
justificar ninguna unión espiritual con alguna persona cuyo sistema de creencia y
enseñanza corrompa el Evangelio del Nuevo Testamento.
Ahora, eso lleva a la pregunta final: ¿Cuál es el cuerpo de verdad que libra? ¿Cuál es el
cuerpo de verdad que debe ser creído? ¿La Biblia identifica de manera clara verdades
específicas como esenciales? La respuesta es sí, de manera fuerte y firme. Sí. Y las
palabras más fuertes de condenación están reservadas para aquellos que corrompen esas
verdades esenciales. Hay verdades en la Biblia que si usted no cree, usted va al infierno. El
Evangelio de salvación debe ser creído y aceptado y amado, recibido. Entonces, en primer
lugar, debe ser entendido. ¿Qué es esencial? En primer lugar y de manera fundamental, le
voy a dar varias cosas, usted debe creer que toda la verdad divina tiene su origen en las
Escrituras. Como puede ver, esta es la razón por la que los mormones quedan fuera. Ellos
creen que Dios les ha hablado a través del libro del mormón, la perla de gran precio, las
doctrinas y los pactos, algo fuera de la Biblia.
Aquellos que han sido liberados creen que la revelación de Dios está contenida en las
Escrituras; no la tradición, no decretos papales, no visiones modernas, no profecías, no
intuición, no ninguna otra fuente de autoridad. Aquellos que han sido liberados creen que
las Escrituras pueden hacerte salvo para la salvación, que las Escrituras están para hacerte
apto, equipado para toda buena obra. Creemos que la Palabra de Dios contiene todo lo
que es fundamental, todo lo que es necesario para la salvación. Ahí es donde comienza.
Entonces, usted comienza con la convicción acerca de las Escrituras, y el Espíritu de Dios,
creo yo, opera en el corazón de un individuo. Esa es una de las grandes maravillas de la
obra del Espíritu Santo.
De hecho, creo que una prueba segura de un verdadero cristiano es cómo reacciona a las
Escrituras. ¿La desea como el salmista? ¿La ama? ¿Tiene hambre de ella? Como puede ver,
la gente no regenerada, la gente no liberada, no tiene ese tipo de respuesta a la Biblia.
Ellos no tienen ninguna capacidad moral para responder a la Biblia. Ellos no tienen
ninguna facultad de amarla. Y no tienen capacidad alguna de amarla y no tienen capacidad
alguna de obedecerla. De hecho, no tienen interés alguno en ella. “El hombre natural no
percibe las cosas que son de Dios, para el son locuras,” 1 Corintios 2, versículo 14.
Como puede ver, la gente no liberada, no responde a la Biblia. Jesús dijo en Juan 8:
“Porque os digo la verdad, no creen en Mí.” ¿No es eso una declaración interesante? Si les
dijera una mentira, me creerían porque están sintonizados con las mentiras. Ustedes
están en el dominio de las tinieblas, ustedes entienden la mentira y el engaño. Es la
Verdad la que no pueden entender.
Algunas veces, la gente me dice: “Sabe una cosa, realmente me gustaría ir al sistema de la
Universidad y enseñar la Verdad.” Usted no puede hacer eso. Supongo, quizás, aquí y allá
haya una oportunidad en la que en cierta manera pueda meterla a gotas. Pero usted entra
en ese ambiente y enseña la verdad y nadie la va a recibir. Nadie la va a entender. Van a
resentirla, la van a resistir, la van a odiar. “Porque os digo la verdad, no me creéis.” Y Él
procede a decir: “El que es de Dios, oye las palabras de Dios. Por lo tanto, ustedes no
oyen, porque no son de Dios.” Si ustedes no son de Dios, ustedes están la oscuridad, están
en el error. Ni siquiera van a entender la verdad.
Por otro lado, esa es la razón por la que 1 Tesalonicenses 2:13, Pablo le dijo a los cristianos
en Tesalónica: “Por esto damos gracias a Dios sin cesar porque cuando recibisteis la
palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como la palabra de hombres, sino
como es de verdad, la palabra de Dios.” Como puede ver, cuando la regeneración se lleva
a cabo, cuando la vida es cambiada, ahí está. La palabra viene, la oye, la entiende, la
abraza, la ama y anhela obedecerla. Primera de Juan 4, versículos 5 y 6 “Ellos son del
mundo y por eso hablan como aquellos que son del mundo. Y el mundo los oye. Nosotros
somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye. El que no es de Dios, no nos oye.” Y
después, él dice: “Por esto conocemos al Espíritu de verdad y el Espíritu de error.”
¿Sabe cómo sé yo quién es un verdadero cristiano? Oyen la palabra, entienden la palabra,
la abrazan, la reciben, la aman, la obedecen. Un verdadero cristiano responde a la Palabra.
Me escriben personas que me condenan, que me insultan por lo que digo. ¿Espero que
alguien en las tinieblas entienda la luz? La señora me escribe, quiere que su karma sea
suavizado. ¡Claro que no me puede entender! Yo hablo las palabras de Dios. Ella no
entiende eso. Pero lo que es sorprendente es que en el cristianismo o en los evangélicos
están persuadiendo a estas personas, recibiéndolas; personas que no están
comprometidas con la verdad, que no comprenden la verdad, que no conocen la verdad.
Muchos de ellos están en posiciones de liderazgo en donde se les da plataformas para
enseñar elementos de su error y que son re etiquetados como términos cristianismo.
Entonces, comienza con creer en las Escrituras. Para ser un verdadero cristiano, usted
tiene que creer que la Palabra de Dios es autoritativa y que habla la verdad de Dios. Sola
scriptura. Como puede ver, en la Iglesia católica romana, simplemente no es así. La Iglesia
católica romana de manera común amenaza la condenación eterna en contra de alguien
que cuestiona los decretos del Papa o el dogma del concilio de la Iglesia. Por ejemplo, el
canon uno de la séptima sesión del concilio de Trento por anunciar anatema, condonación
en contra de alguien que dice que hay más o menos que los siete sacramentos
establecidos por ese concilio. Usted se va a ir al infierno si niega que hay siete; si dice que
hay seis u ocho.
Eso significa que si algún católico cuestiona el sacramento de confirmación, penitencia o
extremaunción, por no decir nada de los protestantes que cuestionan todos, aunque
ninguno de ellos es mencionado las Escrituras, ni uno de ellos. Confirmación, penitencia,
extremaunción, no están mencionados en las Escrituras. Si cuestionamos esas cosas,
somos sujetos a ex comunicación y a los ojos de la Iglesia somos dignos de condenación
eterna. Los cánones y decretos del concilio de Trento, por cierto, están cargados de
docenas y docenas, hasta cien de anatemas como ese. Como lo dijo un escritor, declaran
como fundamental su propia madera, heno y hojarasca. Pero de acuerdo con la Biblia,
ninguna supuesta autoridad espiritual fuera de las Escrituras puede darnos ninguna
sabiduría que lleve a la salvación, ¿verdad?
Para ser un verdadero cristiano, usted debe creer que todo lo que pertenece a la salvación
viene de las Escrituras. Usted no necesita los escritos de Mary Baker Eddy Patterson, o
Glover Frye, o Ellen G. White, o Madame Blavatsky, o el juez Rutherford, o Joseph Smith, o
ninguna otra persona, o el Papa, o un concilio, o alguna tradición oral, o alguna profecía
de los últimos días.
En segundo lugar, no sólo creemos que la Biblia es la fuente de estas verdades, sino que
en segundo lugar, que las verdades que son fundamentales para la salvación están
claramente presentadas en la Biblia. No es que estemos hablando de alguna cosa
escondida, algún misterio, algún mensaje oculto de alguna manera escrito al revés, de
cabeza o en ángulos. Jesús dijo que Él no reveló estas cosas a los sabios y a los entendidos
sino que las escondió de los sabios y de los entendidos, registra Mateo, y se las reveló a
los niños. No son adivinanzas, no es algo escondido, no es un código secreto, no es una
escritura al revés. No es algo que sea difícil de entender. El testimonio del Señor es seguro
y hace del más simple, sabio.
Entonces, hay verdades que están reveladas de manera muy clara en las Escrituras.
Algunas de ellas con un texto claro, algunas de ellas simplemente de manera conjunta en
la enseñanza colectiva de las Escrituras. Y están presentadas de manera clara. Cualquier
cosa perteneciente a la salvación es clara en las Escrituras. Quizás no entendamos lo que
significa ser bautizado por los muertos en Primera de Corintios. Eso es algo oscuro. Quizás
no entendamos todos los matices o pasajes del Antiguo Testamento porque no podemos
reconstruir todo el contexto histórico, pero cualquier cosa que pertenece a la salvación es
clara en las Escrituras.
Entonces, uno, creemos que las Escrituras son la fuente de la verdad de la salvación. Dos,
creemos que son claras. Tres, las doctrinas que deben ser creídas son aquéllas sobre las
cuales depende la vida eterna. Entonces, vamos a las Escrituras. Vamos a las Escrituras y
vemos lo que es claro y lo que pertenece a la vida eterna. ¿Y qué es? Debe creer, de
acuerdo con Hebreos 11. Si viene a Dios debe creer que Él es. ¿Qué significa eso? Debe
creer en el Dios que es Dios, no puede creer en cualquier dios que usted quiera. No puede
reinventar a Dios. Alguien el otro día alguien me dijo que creía que iba a haber muchos
más mormones en el cielo de lo que podíamos imaginar. Y mi respuesta fue “¿cómo es
que un cualquier mormón pueda estar en el cielo? No creen que Dios sea una Trinidad. No
creen que Jesús es Dios y no creen que usted es salvo por gracia. ¿Cómo es que van a
llegar allí? ¿Qué quiere decir?”
Si usted va a creer en Dios, tiene que creer en el Dios que es Dios, no cualquier dios que
usted quiere que Dios sea. No puede creer en Alá. No puede creer en cualquier dios que
haya en el budismo. Usted no puede creer en el dios simplemente del Antiguo Testamento
como hacen los judíos. Usted tiene que creer en el Dios que está revelado en el Señor
Jesucristo. Usted no puede creer en el “otro santo” como lo llamó un teólogo. Usted tiene
que creer en el Dios que Dios. Eso significa que usted tiene que creer en la Trinidad. Usted
tiene que creer en el Dios que se hizo carne en Jesucristo, el Dios encarnado.
Entonces, usted tiene que creer que Jesús fue Dios en carne humana, totalmente humano,
totalmente divino; que Él vivió una vida sin pecado, que Él murió en la cruz en una muerte
sustitutiva por los pecadores y que Él resucitó físicamente y corporalmente en el tercer día
y ascendió al cielo; envió al Espíritu Santo, ahora intercede por nosotros y regresará en
gloria. Ésa es la médula de la verdad de la salvación, que Jesús es el Dios verdadero
revelado, encarnado en carne humana, que Él es Dios, Dios mismo, un miembro de la
Trinidad, que debe ser adorado y honrado y amado y de manera igual, al mismo nivel que
Dios Padre y Dios Espíritu Santo.
Usted debe creer en Su muerte sustitutiva en la Cruz como un sacrificio perfecto sin
pecado en Su propia vida. Él no fue otro pecador y Él no fue al infierno para sufrir por Sus
pecados, como dice el movimiento palabra de fe. Él fue el cordero perfecto, sin pecado. Él
murió ahí, a pesar de que no merecía morir en nuestro lugar como un substituto perfecto.
Él expió por nuestros pecados que son imputados a Él para que Su vida justa pudiera ser
imputada a nosotros. Él fue resucitado de los muertos para conquistar a la muerte por
nosotros. Si usted cree en su corazón que Jesús es, si confiesa con su boca que Jesús es
Señor, Romanos 10:9 y cree en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos,
usted será ¿qué? Salvo. Usted cree que Él es Dios, un miembro de la Trinidad encarnado,
nacido virginalmente. Esa es la única manera en la que Dios pudo venir a este mundo. Que
Él vivió una vida perfecta, murió una muerte sustitutiva, resucitó de los muertos. Si usted
cree que eso, es salvo. Si usted cree al punto en el que usted lo afirma, se somete a Él y
ama al señor Jesucristo. Primera de Corintios 16:22 dice: “Si alguno no amare al Señor
Jesús, sea entregado a destrucción, anatema.”
Usted también debe creer que la salvación es por fe únicamente, la justificación es por fe.
Romanos 4:4 y 5: “Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como
deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada
por justicia.” ¡Gran declaración! Usted no es salvo por obras. “No por obras para que
nadie se gloríe.” Usted es salvo por gracia mediante la fe. Lo que sucede, esta gran
declaración, usted cree en el que justifica a los impíos. No es que Él justifica a los buenos y
justifica a los piadosos que tienen buenas obras. Él justifica a los impíos. Él justifica a los
impíos y a los malos y al pecador que cree en Él que viene y dice que no tiene bien en sí
mismo, que no tiene piedad en sí mismo y se arroja a la misericordia de Dios, quien
justifica los impíos. Esa es una de las grandes frases en todo el Nuevo Testamento.
Romanos 4:5 “aquel que justifica al impío.” Eso quita a las obras de esto. Usted no debe
que ser bueno para ser justificado. Usted tiene que reconocer que es malo y clamar a
Dios.
La Iglesia católica romana no cree eso. Ellos creen que Él justifica a los buenos, a las
personas que toman la gracia impartida que les es infundida a ellos mediante su bautismo
y la misa y otros sacramentos y la mezclan con buenas obras y si hacen suficientes buenas
obras, y suficientes buenas obras, y suficientes buenas obras, y Dios justificará a los
buenos. Eso es lo que la teología liberal cree. No es lo que la Biblia enseña. Un error en
entender la justificación es la razón misma por la que Israel fue hecha a un lado. La razón
misma por la que Israel fue apóstata, por no conocer acerca de la justicia de Dios. Ellos
procedieron a establecer su propia justicia y no se sujetaron a la justicia de Dios, Romanos
10:3. Ese es precisamente el error del catolicismo romano. Es lo mismo de cualquier
sistema por obras, cualquier sistema religioso, cualquiera de las sectas, cualquiera de esas
cosas conectadas con el cristianismo fuera de la verdad.
Usted debe creer en la doctrina del pecado. Usted debe creer que el hombre es un
pecador. Si decimos que no tenemos pecado, hacemos que Dios sea un mentiroso. Su
verdad no está en nosotros. Si usted dice que no es pecador, usted no es cristiano, porque
si usted dice que no es pecador, entonces la palabra de Dios no está en usted. Primera de
Juan 1:8. Versículo 10 también: “Si decimos que no hemos pecado, hacemos de Dios un
mentiroso y Su palabra no está en los vosotros.” Versículo 8 dice: “Si usted no lo tiene
pecado, usted se engaña a sí mismo. Su verdad no está en usted.”
Entonces, afirmamos nuestra pecaminosidad y afirmamos nuestra impiedad y después
afirmamos que no podemos hacer nada para ser salvos. Y afirmamos que Jesucristo pagó
el precio por nuestra salvación y clamamos de manera desesperada como los impíos
porque Dios coloque la justicia de Dios a nuestra cuenta. Y como puede ver, ese es el
cuerpo de verdad que debe ser creído. Ahora, si usted es un musulmán, usted no cree eso.
Si usted es un budista, usted no cree eso. Si usted es un judío que no acepta Cristo, usted
no cree eso. Si usted es un ateo, usted no cree eso. Si usted es un mormón, usted no cree
eso, etc., etc., etc. Y usted todavía está en tinieblas.
Y si usted cree que de alguna manera lo único que hacer es decir es ‘Creo en Jesús’ y usted
va a ir al cielo; y usted no conoce, no sabe de qué Jesús está hablando, quién es, qué hizo
y por qué el logró lo que hizo en la Cruz y por lo que Él logró en la Cruz, él compró su
salvación, y usted no acepta lo que está revelado en las Escrituras, usted no tiene que
entender la totalidad de todo esto, pero tiene que entender la claridad de esto. Quizás no
entienda todas las implicaciones de la doctrina de la justificación, pero debe entender
esto: usted es un pecador. Usted es indigno. Usted no puede hacer nada. Él hizo todo.
“Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu
que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del
anticristo.” Si usted está equivocado cerca de quién es Jesús y por qué vino, entonces
usted es un espíritu del anticristo.
Como puede ver, todo lo que necesitamos creer para ser salvos está resumido en Cristo,
¿verdad? En Él vemos a la Trinidad, porque Él es un miembro de la Trinidad encarnado en
carne humana. Vemos en Él el estándar perfecto, justo, de Dios vivido. Vemos en Él la
muerte sustitutiva en la Cruz, el poder de la resurrección sobre la muerte. Todo está
resumido en Cristo. Ésa es la razón por la que Pablo dice en 1 Corintios 3: “Porque no
podemos colocar otro cimiento que el cimiento que es Jesucristo.”
Entonces, creemos en la Biblia. Los verdaderos cristianos creen en la palabra de Dios.
¿Sabe usted lo que sucede cuando usted es librado? Dios implanta en usted un amor por
Su verdad. También creemos en la gran doctrina de la justificación por gracia a través de la
fe únicamente. Creemos en Jehová -Tsidkenu en el hebreo- el Señor es nuestra justicia,
porque no tenemos justicia nuestra. Creemos en el nacimiento virginal de Jesucristo.
Creemos en Su deidad perfecta. Creemos en Su humanidad sin pecado. Creemos en Su
muerte expiatoria. Creemos en Su resurrección. Creemos en la verdad de toda palabra
que Él habló y la realidad de todo milagro que Él hizo. Entonces, regresando a 2 de Juan 9,
“el quiera, si alguno no permanece en estas enseñanzas acerca de Cristo, no tiene a Dios.
Cualquiera que permanece en esto tiene tanto al Padre con y al Hijo.” ¿No es eso
maravilloso?
Bueno, resumiendo, hay verdades no negociables. La autoridad absoluta de las Escrituras,
Sola scriptura. Justificación por la fe únicamente, Sola fide. En Cristo únicamente el
Dios/hombre perfecto, Sola Christus. Los reformadores estaban en lo correcto. Esos eran
los puntos medulares. Y los verdaderos cristianos, amados, han sido liberados del error a
la Verdad. Y todo aquel que cree una mentira no es de Dios. Y aquí está la Iglesia, de
regreso a donde comenzamos, borrando la línea entre el verdadero cristiano y el no
cristiano. No tenemos nada que ver recibiendo en la comunión de la Iglesia, la comunión
de la Iglesia, forjando vínculos espirituales con personas que están en tinieblas y que son
culpables. Al hacer eso, nos volvemos culpables de un pecado terrible. Nos volvemos
participantes de sus obras malas. Es como los corintios arrogantes, como usted sabe,
habían recibido a un hombre que estaba viviendo en el tipo de pecado más vulgar,
teniendo una relación sexual con la esposa de su padre. Y Pablo dijo: “Voy a tener que
entregar a ese hombre a Satanás.”
Si contamina a la Iglesia que alguien tenga una relación sexual adentro de la Iglesia, ¿qué
le hace a la Iglesia el recibir a aquellos que traen mentiras? Los falsos maestros nunca
llevan un letrero declarándose a sí mismos como falsos maestros. Y siempre vienen, de
acuerdo con 2 Corintios 11:13, disfrazados como ángeles de ¿qué? ¡Oh, ellos siempre les
dicen que traen la verdad! Tenemos que mantener a nuestra Iglesia pura y tenemos que
mantener a la gente alerta a la realidad de lo que significa ser un verdadero cristiano.
Nada es tan necesitado de manera tan desesperada en la Iglesia en este momento que
restaurar el discernimiento bíblico y restaurarlo al nivel de inicio. Y eso comienza con
quién es un cristiano y quién no lo es. La primera esfera de liberación entonces es ser
liberado del error a la Verdad. Oremos.
Señor, Tu Palabra es luz y ha brillado fuertemente nosotros en esta mañana. Y recordamos
las palabras de Jeremías quien dijo: “No envíe estos profetas pero corrieron. No les hablé,
pero profetizaron.” Y Señor, el mundo está tan lleno de esos a quienes Tú no enviaste y
aquellos a quienes Tú nunca diste un mensaje. Y están disfrazados como ángeles de luz; y
la Iglesia es tan ingenua por esto. Padre, oramos porque Tú protejas a Tu pueblo, Tu
Iglesia, que les des una pasión por la luz, por la Verdad. Y ayúdanos a conocer a los
verdaderos cristianos porque son los que han salido de las mentiras, han salido de los
engaños, de las tinieblas a la luz clara, brillante, esplendorosa de la Verdad. Gracias por
esa liberación. Y Tú lo hiciste. Nosotros nunca podríamos haberlo hecho porque en
nuestras tinieblas y en nuestro estado de muerte, no podíamos ver la luz, no podíamos
percibir la luz. Estábamos ciegos a ella, sordos a ella, muertos a ella, pero Tú nos diste vida
y luz. Te damos gracias por esa liberación. Amén.
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Los dones del Cuerpo, 1ª Parte


Escritura: 1 Corintios 12:1–11

Código: 1311
John MacArthur
Abran sus Biblias en 1 Corintios, capítulo 12, si son tan amables. En las últimas semanas,
preparándonos para un estudio para el libro de Efesios, hemos estado estudiando el
concepto del Cuerpo de Cristo. Hemos hablado del Cuerpo de Cristo en términos de Su
naturaleza. Y no estamos hablando acerca de Su cuerpo físico, sino de la Iglesia, la cual es
Su nuevo cuerpo.
Hemos hablado del testimonio del Cuerpo. Esto es, la importancia del Cuerpo
comunicándose. Esto es que aquellos de nosotros que pertenecemos a Cristo, que somos
Su Iglesia, que constituimos este cuerpo de creyentes, damos testimonio no sólo mediante
nuestro testimonio individual, sino también mediante el amor y la unidad colectivos.
Esta noche, llegamos a la tercera parte en esta serie titulada Los dones del Cuerpo. El
Espíritu Santo ha capacitado de manera especial a aquellos de nosotros que
pertenecemos a Jesucristo para desempeñar funciones muy, muy importantes. Ahora, a
manera de introducción, algunos pensamientos: Dios quiere que alcancemos el mundo
entero con Su verdad, obviamente.
En el Antiguo Testamento, Israel debía servir el vehículo de Dios para alcanzar al mundo.
En los evangelios, Mateos, Marcos, Lucas y Juan, Cristo mismo y Sus discípulos fueron el
vehículo para alcanzar al mundo. En la actualidad, y desde el segundo capítulo de Hechos,
hasta el día de hoy, la Iglesia es el vehículo mediante el cual Dios ha diseñado comunicarse
con el mundo. Y no es sólo mediante las palabras que decimos que nos comunicamos, sino
también por lo que nosotros somos, que nos comunicamos.
Y esa es la razón por la que Jesús dijo en Juan 13: “por esto conocerán todos que sois Mis
discípulos, porque tenéis amor unos por otros.” Y también en Juan 17, “para que todos
sepan que el Padre envió a Cristo si somos uno.” Y Él oró “para que sean uno para que
todos los hombres sepan que el Padre me envió.”
Nuestro testimonio entonces, no es sólo un testimonio verbal, no es sólo una
comunicación del Evangelio en términos específicos, es el testimonio de amor y unidad. Y
cuando somos uno en amor, el mundo va a encontrar que nuestro testimonio es
abrumador. Y entonces, la Iglesia es el vehículo mediante el cual Dios ha diseñado
comunicarle al mundo Su naturaleza y Su Verdad. Y ese ha sido el caso desde el segundo
capítulo de Hechos, cuando la Iglesia comenzó en el día de Pentecostés.
Una unidad dentro de la Iglesia en base a la unidad y el amor se convierte entonces en
nuestro testimonio más grande. Y no es necesario decir que aunque todos los creyentes
son uno en términos de posición, eso es lo que Primera de Corintios 12:13 dice, lo tienen
ahí, “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o
griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.”
Entonces, aunque somos uno en posición, aunque hemos sido uno en términos del
ministerio del Espíritu Santo y salvación y aunque hemos sido colocados en el cuerpo de
Cristo, aunque somos uno, de hecho no somos uno en términos de nuestras actividades
son nuestras acciones.
Y ciertamente, no somos uno en Espíritu y testimonio. El testimonio del cristianismo ha
sido afectado porque ha sido fraccionado y ha sido dividido y ha terminado en pedazos; y
tienes a este pequeño grupo por aquí y a este pequeño grupo por allá y hay otro gran
grupo por allá y demás. Y la gente se pone de pie y dice ‘nosotros somos esto y hacemos
eso’ y todo está dividido.
En consecuencia, aunque somos uno en posición, el mundo no nos ve como uno en la
práctica y nosotros no tenemos un testimonio singular de humildad y amor. Ahora, usted
sabe que si Dios quiere que seamos uno, Satanás no quiere que seamos uno. Y entonces,
mientras que la oración de Cristo fue que fuéramos uno, mientras que la actividad del
Espíritu era hacernos uno, toda la energía de Satanás consiste en dividirnos.
Entonces, cuando usted entra a una situación en la que usted o yo o cualquier otra
persona entramos en un tema de división, podemos estar seguros de que si está en el
cuerpo de Cristo, somos el agente de Satanás porque Cristo quiere que unifiquemos.
Satanás quiere dividir.
Ahora, quisiera añadir un comentario al margen. No hay ninguna justificación escritural
para que existan todas las divisiones actuales de la Iglesia. Usted sabe que no había
ninguna división denominacional en el Nuevo Testamento en absoluto. De hecho, todas
las divisiones de la Iglesia son total y explícitamente opuestas a la enseñanza clara, directa
de la Palabra de Dios. La intención entera de Cristo de conformar al cuerpo fue de que
fuéramos un solo cuerpo. No todos divididos en pequeñas partes.
Ahora, ¿cómo fue formado el Cuerpo? ¿Fue formado en discordia o fue formado en
unidad? Obviamente, fue formado en unidad. El libro de Hechos, el Cuerpo de Cristo, la
Iglesia, fue formada en una reunión de oración en el aposento alto en una casa de
Jerusalén. Los discípulos de Jesús se congregaron para orar. Y a partir de esa fe y
obediencia y esperar en oración, mediante un grupo de discípulos humildes, Dios dio lugar
a la existencia de la Iglesia en contra de la cual las puertas del infierno no pueden
prevalecer. Ahí en esa reunión en el aposento alto en Jerusalén, la hora de otra
dispensación divina se inició. Y los hombres y las mujeres llenos del Espíritu Santo y
poseyendo dones del Espíritu Santo, salieron de este aposento a las calles a predicar a
Cristo crucificado, resucitado; y el día de la gracia libre de Dios.
Fue un grupo humilde de personas. No había personas prominentes. No había personas
poderosas. No tenían una estructura organizacional. Ellos simplemente oraron y
esperaron. Lo más difícil de hacer en el mundo. Ellos oraron y esperaron. Y Dios le dijo a
ellos a través de Cristo, “la Iglesia nacerá en Jerusalén”. Cristo les dijo esto: “no sólo
nacerá en Jerusalén, sino que ustedes evangelizarán al mundo.”
Ahora, si Cristo le hubiera dicho a la Iglesia en la actualidad que la Iglesia nacerá en
Jerusalén o que algo sucederá en Jerusalén y que van a evangelizar al mundo,
inmediatamente comenzaríamos a hacer un plan maestro, a organizar, a preparar
comités. ‘Tenemos que encontrar un presidente del consejo, tenemos que tener una
elección.’ Pero, ¿sabe lo que hicieron? Simplemente se sentaron ahí y oraron. Ni siquiera
tuvieron un comité de evangelismo.
¿Quieres saber algo más? Se les dijo que debían comenzar a evangelizar al mundo y no
comenzaron durante varios años. Usted dice que eso es terrible. No, querían un cimiento
sólido. Ellos querían evangelistas fuertes, capaces. Toma tiempo. Dios dijo: “la Iglesia
comenzará en Jerusalén y ustedes van a evangelizar al mundo.” Y ellos oraron y
esperaron.
Y cuando el Espíritu de Dios se preparó para actuar, ellos podían actuar a través de Él
porque todos ya habían sido llenos del Espíritu. ¿Y usted quiere saber algo?, Cuando salían
ellos de ese aposento, cuando la Iglesia comenzó, todos evangelizaron. Y así es como debe
ser. No existe creyente que no tenga la responsabilidad de evangelizar. Oh, quizás usted
no tenga el don específico del evangelismo, pero ustedes son testigos. Cada uno de ellos
salió de ese lugar y predicó públicamente las obras maravillosas de Dios.
De hecho, lo hicieron mediante un milagro divino en un idioma que ni siquiera conocían.
Ese fue el nacimiento de la Iglesia. Ese fue el nacimiento del cuerpo de Cristo. Nació en
una reunión de oración en donde oraron y esperaron. Y todo fue en base a la energía del
Espíritu Santo. Y todo miembro, todo miembro, que fue parte de esta reunión de oración
estaba involucrado en la actividad a través del poder del Espíritu. Y a partir de ese
momento, y en adelante, amigos míos, todo miembro que ha sido añadido a la Iglesia, ha
sido añadido de la misma manera.
“Porque por un solo Espíritu,” ¿cuál es la siguientes frase?, todos fueron bautizados en un
cuerpo.” Todo creyente que ha llegado a Jesucristo desde ese nacimiento de la Iglesia ha
venido de la misma manera por el poder del Espíritu de Dios colocándolo en el Cuerpo de
Cristo. Somos de la misma manera singularmente uno en 1971 como fueron uno en
Hechos 2. Y cada uno de nosotros ha entrado al cuerpo de la misma manera.
Ahora, esa primera Iglesia fue fantástica. Ellos estaban emocionados. Y el motivo fue el
siguiente, todos estaban, escuche esto, estaban llenos del Espíritu. Ahora, ¿podría
imaginarse lo que sucedería si una Iglesia por completo estuviera llena del Espíritu? La
energía del Espíritu sería como fuego corriendo por ese cuerpo y sería abrumadora. Esa
iglesia estaba llena del Espíritu.
En segundo lugar, todos estaban ejerciendo sus dones espirituales. En tercer lugar, todos
estaban predicando el Evangelio. ¿Pueden imaginarse eso? Todos con el Espíritu, todos
practicando sus dones, todos predicando el Evangelio. Y ellos tenían una unidad de amor
humilde que se manifestaba en todos lados. El mundo estaba boquiabierto. No lo podían
creer. Daban un testimonio tan tremendo que diariamente se añadían almas, ¿ no es
cierto? Diario, diario, diario. A diario, se añadían almas.
Ahora, tráigalo a nosotros. Para que nosotros seamos un testigo eficaz como cuerpo,
como lo fue la primera Iglesia, debemos estar tan saludables como lo estuvieron ellos,
¿verdad? También nosotros no debemos estar organizados, debemos estar llenos del
Espíritu. No con súper comités. No, simplemente ejerciendo nuestros dones espirituales.
No tenemos que estar organizados sino llenos del Espíritu. Y todos predicando el
Evangelio. Tenemos que ser tan saludables como fue la primera Iglesia. Y el estándar para
nosotros, la norma para nosotros no es diferente que la de ellos.
Ahora, la presión es diferente, ¿verdad? ¿Sabe cuál es el ingrediente que no tenemos en la
Iglesia de la actualidad que hace tan difícil que seamos como la primera Iglesia? Hay un
ingrediente que no tenemos. ¿Sabe cuál es? La persecución. ¿Sabe lo que hace la
persecución? Lo que hace es que expulsa a todos los terrores. Se deshace de ellos. ¿Qué
sucedería si de pronto el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica declarara que
cristianismo es ilegal y que toda persona que es cristiana será asesinada?, ¿qué cree usted
que sucedería en nuestra asistencia del domingo? ¿Sabe que tendríamos? Tendríamos a
gente llena del Espíritu, redimida, comprometida. Y el resto del mundo simplemente se
saldría.
La persecución realmente nos lleva a la médula. Y como puede ver, eso es lo que nos falta.
Pero los estándares no son diferentes. Tenemos que ser maduros, tenemos que estar
funcionando, ser amorosos, ser humildes, llenos del Espíritu, ejerciendo nuestros dones,
predicando el Evangelio, así como lo hizo esa primera Iglesia.
Y usted dice ‘sí, pero no tenemos lo que tuvieron’. Oh, claro que sí. Lo único que no
tenemos es persecución, pero hermano, tenemos todo lo demás. Porque sabe ¿qué era
todo lo demás? Una cosa: el Espíritu Santo. Eso era todo lo demás. Ahora, Cristo quiere
que la Iglesia sea poderosa. Él quiere que la Iglesia sea madura. Él quiere que la Iglesia
esté funcionando. Él quiere que la Iglesia esté creciendo. Él quiere que la Iglesia esté
dando testimonio y manifestando Su amor.
Ahora, para hacer eso, y aquí vamos, para hacer eso, Dios diseñó un plan dentro de los
confines de Su Iglesia, Su cuerpo. Y no estoy hablando de un edificio de iglesia o una
Iglesia organizada, sino la verdadera Iglesia. ¿Muy bien? Aquí está el plan de Dios: para
que la Iglesia realmente crezca y tenga un testimonio unificado, Dios diseñó que todo
miembro de Su cuerpo, todo creyente, todo cristiano, todo miembro del cuerpo tenga
cierta función o funciones dentro del cuerpo. Ahora, escuche esto: todo cristiano tiene
entonces una función dentro del cuerpo que resulta, escuche esto, en la salud del cuerpo
como un todo. En otras palabras, si Dios diseñó que fuéramos un cuerpo saludable
creciendo, madurando, funcionando, dando testimonio, entonces, todo miembro, tiene
un ministerio que se presta, que contribuye a la salud de este cuerpo.
Ahora, el cuerpo humano es la analogía y el cuerpo humano tiene todo tipo de órganos
que interactúan. Todo tipo de miembros que interactúan. Si sólo uno de sus órganos no
funciona, entonces el cuerpo entero está enfermo. Y lo mismo es el caso del cuerpo de
Cristo. Todo órgano tiene una función que resulta en la salud o enfermedad del cuerpo
entero.
Entonces, todo creyente tiene un ministerio vital como órgano vital en el cuerpo. Y si el
cuerpo va a ser saludable y va a madurar, entonces va a tener una dinámica única. Si va a
dar un testimonio al mundo, entonces todo creyente debe estar involucrado de manera
activa, intensa en la función que Dios le ha dado. Su servicio y su ministerio hacen que el
cuerpo esté saludable porque lleva fortaleza a las otras partes vitales del cuerpo. Si usted
es infiel, su infidelidad, su carnalidad, su egoísmo, su espíritu divisivo, su pereza espiritual
son cosas que no funcionan. Y todas las cosas que no funcionan hacen que el cuerpo esté
enfermo, lo afectan, retardan su salud, su crecimiento y madurez; y como resultado,
retrasa su testimonio. Dios ha diseñado que usted esté en el cuerpo funcionando de
manera vital como un órgano vital funcionando si usted es cristiano.
Entonces, usted debe ministrar al cuerpo si el cuerpo va a ser saludable. Ahora, Dios
quiere que el cuerpo sea como Cristo. Semejanza a Cristo. Esa es SU voluntad para el
cuerpo. En Efesios 4:13, dice lo siguiente, simplemente escuche: “hasta que todos
lleguemos a la unidad de la fe, la unidad del conocimiento del Hijo de Dios,” y escuche
esto, “hasta ser un varón perfecto a la medida de la estatura de la plenitud “¿de quién?,
“De Cristo.”
¿Sabe cómo debe ser nuestro cuerpo total? Como Jesucristo. ¿Es el cuerpo total como
Cristo? No, no. ¿Está dividido Cristo? Pablo dijo eso, ¿no es cierto? ¿Está Cristo dividido?
No. ¿Está el cuerpo dividido? Sí. ¿Es el cuerpo como Cristo? No. ¿El cuerpo debe ser como
Cristo? Sí. ¿Por qué el cuerpo no es como Cristo? Porque está dividido. Correcto. ¿Por qué
está el cuerpo dividido? Porque algunos miembros son órganos que no funcionan. No
operan. La voluntad de Dios para el cuerpo es que seamos como Cristo.
Como puede ver, aquí está el punto. A través de la Iglesia, el cuerpo, Cristo quiere
manifestar Su propia virtud. Él quiere manifestar Su persona a través de nosotros, no sólo
como individuos y eso es lo que Él quiere hacer como individuos, ¿no es cierto?, sino que
como cuerpo, Él quiere manifestar Su persona a través del cuerpo de Cristo. Debemos ser
individualmente como Cristo. Debemos ser en unidad como Cristo. Y el método, como
dije, para cumplir esta semejanza a Cristo es darle a todo miembro del cuerpo una función
que ministra al resto del cuerpo, ciertos dones espirituales que cada uno de nosotros tiene
mediante el cual el Espíritu Santo puede manifestarse a sí mismo al cuerpo entero y llevar
al cuerpo entero a la madurez y a la salud.
Ahora, mantenga este pensamiento en mente y vamos a tener que pensar juntos acerca
de esto. No va a ser fácil. Todos los dones fueron en su sentido más pleno, ahora escuche
esto, completos en Cristo. Todos los dones fueron en su sentido más pleno completos en
Cristo. Completados en Cristo. El don de predicación. ¿Podía Cristo predicar? Podía
predicar. El don de enseñanza. ¿Podía enseñar? ¿Mostrar misericordia? ¿Podía mostrar
misericordia? Ayudar, gobernar, no me importa el don que sea, estaba completo en
Cristo. Y la razón por la que Él le dio a cada miembro estos dones diferentes es que quería
una semejanza a Cristo total. ¿Ve el punto?
Cada uno de los dones que tenemos estaba completo y perfecto en Cristo. Y Él nos da
como miembros estos diferentes dones para que seamos edificados a la plenitud ¿de
quién? De Cristo, ¿se da cuenta? El Espíritu Santo no dijo ‘mmm…don. Bueno, voy a tomar
un par de esos. Tengan un par de estos. Bueno, ese es uno bonito.’ No, todo don que el
Espíritu Santo dio a la Iglesia fue una característica de Jesucristo. Y Él fue la persona
completa y total. Así como Dios quiere que sea la Iglesia. Y usted como creyente, ¿quiere
saber algo? La única manera en la que usted jamás será ese hombre que llega a la estatura
completa en Cristo es cuando tenga todos los dones siendo ministrados a usted. ¿Sabía
eso? Cómo puede ver, usted nunca será como Jesucristo hasta que usted de manera
característica haya sido edificado en todas las áreas en las que Él fue edificado.
Esa es la razón por la que yo debo ministrarle mi don a usted, porque conforme yo le
ministro mi don a usted, lo edifica a usted en esa área. Y aunque digamos ‘mi don no es
predicación’, si yo le ministro en el don de predicación, quizás usted nunca tenga el don
de predicación. Pero, usted aprenderá simplemente a partir de que yo le ministro a usted
cómo comunicarse a un nivel mejor. Y entonces, yo lo he edificado de esa manera. Y
quizás, su don es mostrar misericordia y usted ministra ese don a mí y yo aprendo un poco
más a cómo mostrar misericordia. Y yo soy edificado en esa área y conforme todos los
miembros se ministran unos a otros, todos somos edificados como individuos para ser
como Cristo y para mostrar todos Sus atributos y después, colectivamente, como cuerpo,
manifestamos a una persona total de Cristo.
Entonces, como puede ver, todo don espiritual fue tomado de la naturaleza de Cristo. Y
son dones dados a Su nuevo cuerpo, la Iglesia, para que podamos individualmente ser
como Él conforme ministrarnos los dones entre nosotros y para que como cuerpo seamos
como Él, funcionando con todos esos diferentes dones.
Ahora, estos dones y la palabra en el Nuevo Testamento es charismata, quiere decir dones
de gracia, son dones de gracia. No se los gana. ¿Acaso entre más espiritual es usted, usted
más dones recibe? No. Usted no se lo gana. Son dones de gracia. Son tan críticos que son
críticos para la salud del cuerpo. Y un cuerpo enfermo es un evangelista enfermo. Y si
vamos a alcanzar al mundo y vamos a ir por las calles y alcanzar al mundo, si realmente
vamos a tener un testimonio que sea contundente, sólo sucederá cuando estemos
ministrando en amor el uno a los otros estos dones.
Amigos míos, esto es algo importante. Ahora, vamos a 1 Corintios capítulo 2, si no es que
ya está allí. Y quiero mostrarle cuatro cosas acerca de los dones, acerca de los dones
espirituales de gracia.
En primer lugar, la importancia de los dones espirituales. En primer lugar, la importancia
de los dones espirituales. En segundo lugar, la fuente de los dones espirituales. En tercer
lugar, el poder de los dones espirituales. En cuarto lugar, la extensión de los dones
espirituales. La importancia, la fuente, el poder y la extensión.
Número uno, la importancia de los dones espirituales. Ahora, ya hablamos de esto, ¿no es
cierto? ¿Por qué son importantes? Porque el cuerpo no puede ser como Cristo a menos de
que sean ministrados. Y todos crecemos juntos en madurez y en todas estas áreas que
caracterizan a Cristo. ¿Cómo puedo decir ‘soy como Cristo, tengo semejanza Cristo,’ si no
muestro misericordia? Si no sé cómo mostrar misericordia. Si no sé cómo enseñar hasta
cierto punto. Y cómo puedo saber estas cosas a menos de que alguien que tiene este don
me enseñe, ¿no es cierto? Y usted sabe, no es una capacidad humana en la cual usted usa
su don. Es el Espíritu, a través de usted, enseñándome; y hablaremos de eso más.
Pero básicamente, como puede ver, son importantes porque a menos de que ministremos
nuestros dones espirituales, no en nuestra energía, sino en la energía del Espíritu, a menos
de que ministremos nuestros dones espirituales, el cuerpo no es edificado. Si no es
edificado, no es como Cristo. Y si no soy como Cristo y la oración fue que fuéramos como
Él, y si vamos a tener algún testimonio en el mundo, será cuando seamos como Él.
Muy bien, la importancia de los dones espirituales. Versículo 1, y éste es el versículo con el
que lidiaremos, ningún otro versículo acerca de este tema. La importancia de los dones
espirituales. “No quiero hermanos que ignoréis acerca de los dones espirituales.” Ahora,
desgraciadamente la gente es ignorante. Los corintios eran terriblemente ignorantes y la
gente en la actualidad es ignorante.
Algunas personas abusan de los dones espirituales. Algunas personas se han ido al
extremo en algún punto. Se han subido a alguna reja y están ahí en un estacionamiento en
el área de los dones espirituales. Todo tipo de cosas extrañas, ustedes saben, suceden
enfatizando los dones de señales, los dones milagrosos. Y con frecuencia, los vemos a
distancia y decimos: ‘velos, están en una situación extrema. ¿Qué es eso que se ve tan
raro?’ Y simplemente, tomamos a los dones espirituales y los archivamos en algún lugar.
Y así como algunos abusan de los dones espirituales diariamente, nosotros somos
culpables de descuidarlos. Parece que por un lado está la indiferencia y por otro lado, el
fanatismo. Y no hay nada en el medio. Y aquí, Pablo dice, ‘no quiero que sean ignorantes
hermanos, quiero que conozcan, que sepan acerca de los dones espirituales’. El
entendimiento de los dones espirituales es tan crítico para la vida del cuerpo de Cristo y el
testimonio del Evangelio y el mundo que está al mismo nivel de los puntos esenciales
cardinales de la salvación y el Evangelio.
Amigos, esto es esencial. Esto no es algo pasajero. Esta es una de las claves de toda la
revelación de Dios y del ministerio en el mundo en la actualidad y es que usted entiende
los dones espirituales. Y esta iglesia aquí, Grace Community Church o cualquier otra iglesia
o el cuerpo total nunca será lo que pueda ser, nunca será lo que Jesús oró que fuera,
nunca será aquello para lo que el Espíritu Santo la dotó y la capacitó hasta que ya no
seamos ignorantes acerca de los dones espirituales, sino que más bien los entendamos y
comencemos a usarlos en la energía del Espíritu.
Entonces, vemos la ver importancia de los dones espirituales, ¿no es cierto? Son muy, muy
importantes. Y si usted no entiende los dones espirituales, amigo mío, usted es ignorante
de la revelación básica, crítica de Dios.
Muy bien, en segundo lugar la fuente de los dones espirituales, versículo 11. Estamos
brincándonos del 2 al 10, regresaremos. Versículo 11, la fuente de los dones espirituales.
¿De dónde vienen? Versículo 11: “pero todas estas cosas,” y él se acaba de referir a
algunos de los dones espirituales, “las hace uno y el mismo Espíritu repartiendo a cada
uno en particular como Él quiere.”
¿Cuál es la fuente de los dones espirituales? El Espíritu Santo. El Espíritu Santo. ¿De dónde
vienen los dones espirituales? Del Espíritu Santo. De ahí es de donde vienen. Y es tan claro
en este versículo, es tan claro que Dios está involucrado en el capítulo 7, versículo 7, dice:
“quisiera que todos los hombres fueran como yo, pero todo hombre tiene su don de
Dios.” Dios da estos dones a través del Espíritu Santo. El Espíritu Santo entonces, toma los
diferentes dones y los distribuye a los miembros del cuerpo. El día en el que usted nació
en la familia de Dios, el día en el que usted recibió Jesucristo como su Salvador personal,
el Espíritu de Dios le distribuyó a usted cierto don. Y a través de estos dones, ahora
escuche esto, esta es la clave, a través de estos dones, el Espíritu Santo quiere ministrarle
a usted y al resto del cuerpo.
Permítame aclararlo. A través de estos dones, el Espíritu Santo quiere ministrar a través
de usted al cuerpo. Ahora, hablaremos más de esto en un momento. Un don espiritual, se
lo definiremos, un don espiritual es una capacidad dada por el Espíritu que actúa como un
canal mediante el cual el Espíritu Santo ministra al cuerpo. ¿Lo entendió?
Lo voy a repetir. El don espiritual es una capacidad dada por el Espíritu que actúa como un
canal mediante el cual el Espíritu ministra al cuerpo. ¿Lo entendió? El don espiritual no es
el fin en sí mismo, ¿verdad? El don espiritual simplemente es el canal mediante el cual el
Espíritu Santo opera. Permítame añadir un comentario, los dones espirituales no tienen
nada que ver con la espiritualidad. Todo creyente tiene dones espirituales. Inclusive los
que están siendo desobedientes.
Porque el don espiritual no significa que usted es espiritual. Todo don espiritual es un
vehículo dado por el Espíritu mediante el cual el Espíritu puede ministrar. La única
pregunta es si el canal está libre, limpio o si está atascado. Esa es la única pregunta. Los
dones del Espíritu son sólo vehículos dado por el Espíritu mediante los cuales el Espíritu de
Dios ministra al cuerpo entero. No son señales de espiritualidad. Usted sabe, es
asombroso ver cuántas personas creen que han obtenido algún don espiritual y que
instantáneamente han recibido espiritualidad. No. Nunca tiene nada que ver con
espiritualidad.
Usted puede tener todos los dones del registro de las Escrituras y no significará que usted
es espiritual. Y sea tan amable en observar que dice ahí al final del versículo 11 que el
Espíritu Santo, dice ahí, el Espíritu reparte a cada uno en particular como Él quiere.
También me parece asombroso que haya ciertas personas que crean que pueden buscar
ciertos dones. No pueden. Las personas creen que pueden buscar y persistir en que se les
den ciertos dones. Tampoco pueden hacer eso. El Espíritu Santo los da como Él quiere a
quien Él quiere. Algunos de ustedes, inclusive, han desarrollado algún tipo de estrategia,
pequeñas técnicas para obtener ciertos dones. Y tratan de generar actividad artificial
emocional y satánica y después, los llaman dones del Espíritu. Y esto se lleva a cabo todo
el tiempo. Y normalmente, tiene que ver con los dones milagrosos de los cuales
hablaremos más adelante como lenguas y demás.
Leí un pequeño folleto titulado ‘10 pasos fáciles para hablar en lenguas’. Y comenzaba
diciendo ‘usted dice cierta palabra’. Ahora, esa es la erudición bíblica más aberrante que
jamás haya oído. El Espíritu de Dios es la fuente de eso dones, no algún tipo de estrategia.
No un pequeño papel o folleto que le diga 10 pasos fáciles para llegar a los dones del
Espíritu, el Espíritu Santo da el don mediante la voluntad divina y decisión divina. No la
nuestra.
El Espíritu Santo sabe qué dones son necesarios. Él sabe dónde son necesarios, cuándo
son necesarios, quién los va recibir para hacer ministrados. Y por lo tanto, Él los da. Y si
cada miembro usa sus dones, entonces todo se complementan de manera total y la obra
es llevada a cabo para la gloria de Dios, conforme el cuerpo es edificado.
Usted sabe, usted puede tener el don dado por el Espíritu Santo y no estar haciendo nada
con él. Es interesante que un hombre cayera en ese problema y su nombre fue Timoteo. Y
Pablo había estado buscando a Timoteo como una mamá gallina, constantemente andaba
atrás de él. Lo cual es algo saludable y le dijo en 1 Timoteo 4:14, escuche esto: “no
descuides el don que hay en ti.” Como puede ver, tenía el don. Oh, él se había desviado
por ciertas personas que lo estaban presionando y estaba enojándose un poco e inclusive
desarrollando una úlcera, usted sabe. Y Pablo le dijo que tomara algo de vino por causa de
su estómago y estaba realmente molesto. Y Pablo le dice ‘oye Timoteo, no descuides el
don’. Él ya lo tenía, simplemente lo descuidó.
En 2 Timoteo 1:16, Pablo lo dice de otra manera. Evidentemente, Timoteo no estaba
todavía muy bien. Segunda de Timoteo 1:6, él le dice ‘no descuides el don que hay en ti.
Úsalo.’ Entonces, Timoteo, úsalo.
Bueno, esencialmente amados esto es lo que les estoy diciendo. Usted es creyente, tiene
un don, no lo descuide. Actívelo en la energía del Espíritu. Ahora, observe si es tan
amable, que un don no es una capacidad natural. Usted no puede decir que su don es
hacer pasteles. Este no es un don del Espíritu. Ese es un don maravilloso y me gustaría
verificar si usted tiene ese don o no. Pero ese no es el don del Espíritu. Algunos de ustedes
dicen ‘bueno, mi don es hacer esto, mi don es trabajar con mis manos o cantar.’ Esos no
son dones espirituales. Esas son capacidades naturales. Ahora, los dones espirituales son
manifestaciones del poder del Espíritu soberanamente dados a través de una capacidad
divinamente otorgada.
Permítame ilustrárselo. Sin duda alguna, el apóstol Pablo era una ilustración vívida de la
diferencia entre un don verdadero y simplemente una capacidad física. Ahora, permítame
demostrarle por qué. Pablo, obviamente tenía una habilidad natural de expresarse de
manera pública. Él simplemente era rápido, era bueno, era inteligente. Tenía una
capacidad natural para hablar. Pero es perfectamente claro, y quiero que vean esto como
algo crítico de entender, es perfectamente claro que Pablo nunca, ahora escuche esto,
nunca consideró su capacidad de hablar como un don del Espíritu. Él era un hombre de
una erudición tremenda. Él pudo haber usado su conocimiento de la filosofía y la
literatura y hubiera preparado discursos convincentes, elocuentes, ¿no es cierto? Y él
podría haber dado discursos con una capacidad magnífica.
¿Pero sabe usted lo que Pablo dijo? Ahora vea esto, él dijo, 1 Corintios 2:2. Escuche:
“cuando vine a vosotros no vine con palabras persuasivas ni humana sabiduría sino con el
conocimiento de Cristo y Él crucificado.” ¿Ve usted lo que Pablo dice? Yo tengo una
capacidad natural de hablar. Tengo una capacidad natural de comunicarme, sé de
filosofía. Tomé todo y dije: ‘Espíritu, habla a través de mí’. El Espíritu Santo se expresa a sí
mismo a través de las facultades del hombre. Él usa el conocimiento del nombre, pero es
de una manera sobrenatural, de manera independiente de la capacidad del hombre.
Y aquí hay algo interesante, otro modo de ilustrarlo. Hay muchas personas que tienen la
capacidad de hablar en público y no son predicadores. Si un hombre tiene una aptitud
natural, quizás el Espíritu Santo va a escoger usarla. Quizás no. Un don o una
manifestación del Espíritu es del Espíritu, no de la carne. Y usted entonces dice ‘¿qué de
tal y tal persona? Que simplemente se puede poner de pie y hablar y son muy elocuentes.’
Quizás Dios los colocó en un área totalmente diferente en el cuerpo de Cristo. Quizás ellos
están ministrando de un modo que ni siquiera es visible públicamente, aunque puedan
tener el talento de hablar en público.
Por otro lado, tuve un amigo en el seminario. Un querido amigo. Tenía el peor problema
de tartamudez que jamás haya visto. Tan malo. Y él y yo éramos muy cercanos, solía
decirle ‘mira, vamos a darte 15 minutos para poder hablar cinco minutos contigo.’ Pero
realmente éramos cercanos y lo decía con amor y él comprendía. Entonces, no creo que
haya sido duro con él. Nunca olvidaré que a él le dieron un 10 en el discurso en el púlpito y
a mí me dieron un 9. Pero bueno, nunca podré superar eso. Siempre me molesta por eso.
Pero bueno, él tenía un impedimento severo en su hablar, en su conversación. Y su
primera reacción habría sido que no, que ese hombre no pertenece al ministerio como
predicador. Pero él hoy en día es un predicador y maestro. Pastorea una Iglesia y se volvió
amado y es uno de los mejores expositores de la Palabra de Dios que jamás he oído. Y él
es uno de los oradores más claros que jamás he oído. Y él tartamudea desde el principio al
fin de su mensaje. ¿Pero sabe qué? Quizás no tenga físicamente una lengua fluida, pero le
quiero decir que tiene el don de la predicación.
Y Dios puede elegir usar su capacidad natural. Nuevamente, puede hacerlo a un lado y
darle un don que no tiene conexión alguna con su capacidad natural. Y entonces, cuando
usted habla de dones espirituales, no se apoya en el poder físico para producir el fruto
espiritual. Ese es un estorbo. Ese es un dolor de cabeza para el Espíritu Santo. Y eso está
ilustrado de manera clara en tantos lugares de la Biblia.
Pienso en uno que viene a la mente, 1 Pedro 4:10. Aquí hay una distinción. Esto es
hermoso, esto es muy vívido. Está ilustrando exactamente lo que le dijo. “Cada uno, según
el don que ha recibido, minístrelo a los otros.” En otras palabras, ministre su don. ¿Muy
bien? Ministre su don, 1 Pedro 4:10.
Ahora observe esto: “si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios. ¿Sabe que
algunas personas pueden hablar y no estar hablando la palabra de Dios? ¿No estar
ejerciendo realmente su don? Hay una diferencia entre la capacidad de hablar y la
capacidad dada por Dios del don de predicación.
Entonces, él dice, si ustedes van a hablar, hablen según las palabras de Dios. Si alguno
ministra, ministre según el poder y la capacidad que Dios da de hablar. ¿Sabe que un
hombre puede estar hablando y sin embargo ministrar en la carne? Eso es lo que dice.
¿Sabe que un hombre puede tener el don de predicación y aún ponerse de pie en el
púlpito y aún predicar en la carne? Puedo testificar a eso por experiencia personal.
Simplemente porque tiene el don del Espíritu no significa que cada vez que lo hace, usted
está haciéndolo en el Espíritu.
Y entonces, él dice “hágalo según el poder que Dios da,” observe esto, observe esto, esto
es tan fácil. Ahí está. Lo veo en mi propia vida. Sería tan fácil para mí ponerme de pie
delante de una audiencia y simplemente disparar y podría seguir para siempre, ¿no es
cierto? Porque puedo hablar y debe ser una batalla constante en mi propio corazón y
mente hablar no humanamente, sino de acuerdo con las palabras de Dios, traer mi don
bajo sujeción del Espíritu Santo porque podría ministrar mi don así como usted puede
también en la carne.
Y entonces, como puede ver, el don no significa necesariamente que usted es espiritual.
En absoluto. No tiene nada que ver con la espiritualidad. El don es dado por el Espíritu
Santo, no necesariamente de acuerdo con lo que usted cree que es su habilidad o
capacidad o falta de capacidad.
No sólo eso, sino que en tercer lugar, usted puede ministrar su don o en la energía del
Espíritu o en la energía de la carne. El hecho de que uno tenga el don no necesariamente
significa que ministra este don en el Espíritu Santo. Y el don no es señal alguna de
espiritualidad en absoluto.
Simplemente porque tenga el don de predicación, eso no me hace espiritual. Tengo las
mismas luchas con el pecado que usted tiene. Y algunas veces, creo que mi lucha es más
grande que la suya, aunque quizás eso no es verdad. Pero usted sabe que tiene eso. En 1
Corintios 14:32, vemos una declaración importante. Esto es muy importante. Primera de
Corintios 14:32 dice esto: “Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas.”
¿Sabe lo que eso significa? Que aún un profeta debe sujetar su propio Espíritu. Sólo
porque ha sido llamado a ver predicador, no quiere decir que usted no tiene que sujetarse
a nadie. No soy espiritual porque predico. Ni siquiera soy infalible. Versículo 29 de 1
Corintios 14. Primera de Corintios 14:29 observe lo que dice “que los profetas hablen dos
o tres y que otros juzguen.” ¿Sabía usted eso? ¿Sabía usted que los profetas no son
infalibles y que tienen que tener tres personas y a alguien que juzgue si eso está bien?
Algunas personas creen que porque tienen el don, eso lo concluye. No Señor. Aún los
profetas tenían que evaluar, tenían que revisar con dos o tres. Y trabajar juntos y que
alguien más juzgara para ver quién estaba bien. Los dones no son señal de espiritualidad.
No son garantía de que usted siempre está bien. Los dones no siempre necesariamente se
dan en conexión con su supuesta capacidad o falta de capacidad. Y usted puede ministrar
su don en la carne o usted puede ministrarlo en el Espíritu.
Los dones espirituales son importantes. Tienen una importancia crítica. Son importantes
porque los vimos al mismo nivel de los dones cardinales. Las doctrinas cardinales de la
salvación. Son importantes porque son necesarias para un cuerpo saludable. La fuente de
los dones espirituales, la vimos, el Espíritu Santo.
En tercer lugar, veamos rápidamente el poder de los dones espirituales. El poder de los
dones espirituales, versículos 2 al 6. Versículo 2: “Sabéis,” hablándole a los corintios, “que
cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos
mudos.” Mudos en el sentido de que no pueden hablar. Y la palabra llevaba era como
llevar a un prisionero. Él está diciendo ‘ustedes corintios estaban en una condición mala
cuando estaban por todos lados adorando a ídolos mudos. Orándole a dioses que no
pueden responder.’
Realmente era una adoración de ídolos patética, sin esperanza, ¿no es cierto? Versículo 3:
“Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a
Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.” Ahora, debido a que
los corintios tenían un trasfondo tan afectado, tan distorsionado por su adoración a los
ídolos, no podían conocer nada del cristianismo y no podían conocer nada acerca de los
dones espirituales fuera de que el Espíritu Santo se los enseñara. Pablo dice ‘ustedes ni
siquiera podían saber algo tan básico como el Señorío de Cristo a menos de que el Espíritu
Santo se los hubiera dicho.’
¿Se acuerda lo que dijo Pedro? “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” ¿Y qué fue lo
que le dijo Jesús? “Sangre y carne no te lo han revelado sino Mi Padre que está en los
cielos.” Usted no puede conocer el Señorío de Cristo fuera del Espíritu Santo. Él dice a los
corintios: no quiero que sean ignorantes acerca de los dones espirituales, pero sepan esto,
ustedes no podrían conocer acerca de Él porque ni siquiera podrían conocer lo elemental.
Ustedes no podrían saber de dones espirituales, ni siquiera podrían conocer el paso uno
acerca del Señorío de Cristo fuera del Espíritu Santo.
La carne es incapaz de saber algo. Es el hombre natural que ni siquiera puede entender el
Señorío de Cristo, ¿cómo es posible que el hombre natural pueda entender la obra del
Espíritu Santo a través de los dones espirituales? Nunca podría. El entendimiento
espiritual y la obra espiritual sólo pueden ser llevados a cabo por el poder del Espíritu.
Bueno, ¿Quién es entonces el poder de los dones espirituales? El Espíritu Santo. ¿Qué dijo
Jesús? “Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros.”
¿Quién es entonces el poder para el entendimiento? ¿Quién es el poder para operar los
dones espirituales? El Espíritu Santo. Eso es emocionante. Eso es absolutamente
emocionante. Digo, ¿entendió usted eso? Lo que hacemos en nuestra carne es un
desperdicio. Lo que hacemos en nuestra propia carne a nuestra propia manera y en
nuestra propia voluntad y según nuestro propio estilo es un fracaso y es una burla.
Pero, y escuche esto, cuando yo estoy lleno del Espíritu Santo, lo que yo hago cuando
estoy lleno del Espíritu Santo, lo que yo hago cuando ejerzo mi don en Su poder, es
llevado por energía divina. ¡Es un pensamiento fantástico! Simplemente pensar que yo
puedo ministrar con energía divina. También usted. En el servicio del cuerpo, usted puede
activar energía divina. ¿No es eso emocionante? Usted no sólo está flotando por ahí
tratando de gemir y tratar de producir su propia fortaleza y usted sabe, no. No.
Simplemente dice: Espíritu de Dios lléname; y la energía divina de Dios fluye del cuerpo
conforme usted ministra.
Entonces, en el servicio del Cuerpo, todo don que tiene cada miembro puede sólo ser
ejercido en la energía del Espíritu Santo para que sea eficaz. Si usted opera en la energía
de la carne, mejor es que no opere. Cualquier cosa que haga en la carne, es un engaño
satánico y usted sabe que eso es exactamente lo que estaba pasando en Corinto. Ellos
habían falsificado todos los dones. No carecían ningún don, pero a través de la carnalidad,
habían entristecido y contristado al Espíritu Santo y ningún poder estaba fluyendo y toda
parte del cuerpo corintio estaba enfermo, enfermo, enfermo.
Usted dice ‘bueno me gustaría operar mi don en la energía del Espíritu. Realmente me
gustaría que el Espíritu de Dios se moviera través de mí. Eso sería fabuloso. ¿Cómo lo
hago?’ Muy simple. ¿En serio? Sí. Cuatro pasos sencillos. Hay cuatro principios básicos.
¿Cómo puedo realmente operar en la energía del Espíritu? Número uno ore, ore, ore, ore.
¿Usted sabe lo que la oración es? Dios, quiero operar en la energía del Espíritu. Dios,
quiero operar en la Iglesia del Espíritu. Llevar constantemente este mensaje de Dios.
Pídale que limpie su vida para que lo use en la energía del Espíritu.
Número dos, entréguese. Romanos 6: “sométase como instrumento de justicia.” Dios,
aquí está mi cuerpo, úsalo para pensamientos justos, obras justas.
En tercer lugar, Efesios 5: “sed llenos del Espíritu.” Usted pregunta qué significa ser lleno
del Espíritu. Significa permitir que el Espíritu de Dios permee cada parte de su ser. Significa
que toda decisión, todo pensamiento, toda actitud esté bajo el control del Espíritu. Oh, la
vida llena del Espíritu es fantástica. Usted dice ‘oye, eso sería maravilloso. Voy a orar oh,
Espíritu Santo lléname.’ Y cuando lo llene, ¿cuánto dura? Dura tanto como el momento
que usted le pidió. Esa es la razón por la que el griego dice sigan siendo llenos del Espíritu.
Es estar cediendo constantemente al Espíritu Santo un paso a la vez. Un paso a la vez.
Usted sabe, usted se levanta en la mañana y le dice Espíritu Santo, soy tuyo. Y lo siguiente
que sabe, Satanás viene y empieza a tentarlo a usted. Y ahí está Satanás. Espíritu Santo,
soy Tuyo. Me someto a Ti. Lléname. ¿Qué quiere que haga? ¿Por dónde voy? Ser lleno del
Espíritu Santo no es nada más que vivir consciente del control del Espíritu en su vida, eso
es todo. Y someter toda decisión a Él.
Entonces, oración, someterse a Él como instrumento de justicia lleno del Espíritu, Gálatas
5; y una cuarta: andar en el Espíritu. Un paso lave. Un paso la vez. Un paso la vez. Ahora,
tendremos mensajes acerca de cada uno de estos aspectos en el futuro y cubriremos
exactamente lo que significan. Pero es suficiente decir en este punto que el Espíritu es
nuestra energía.
La garantía de que usted está funcionando en los charismata, en el don de gracia y que no
es una falsificación es ser lleno del Espíritu. Esta es la clave. ¿Por qué cuando la primera
Iglesia quería que los hombres guiaran, ellos encontraron a hombres que estaban llenos
de ¿qué? El Espíritu Santo. Ellos escogieron hombre que estaban llenos del Espíritu Santo.
Esa es la necesidad que todo el miembro del cuerpo tiene. Todo lo que necesitamos hacer
es ser llenos del Espíritu. Que el Espíritu de Dios tenga toda parte de nuestra vida. Toda
dimensión de nuestra vida. Y veremos más de eso cuando lleguemos a Efesios 5 con más
detalle.
Versículos 4 al 6, él entonces explica la energía del Espíritu. “Ahora bien, hay diversidad de
dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el
mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es
el mismo.” ¿Observa la Trinidad? El Espíritu, el Señor y Dios.
Ellos están operando dentro de nosotros, pero la energía es la energía del Espíritu.
Estamos dependiendo de la fuente de poder divino. Estamos relacionados con la Trinidad.
Digo, esto es emocionante. ¿Puede imaginarse cómo sería operar por energía de baterías?
Pero no, estamos conectados a la energía divina. Usted no sólo es alguna bola
insignificante ahí de carne que está caminando, rodando durante 60 años. No, usted está
conectado a poder divino y ese poder debe estar fluyendo a través de su don espiritual
para tocar el cuerpo y hacerlo saludable y para que su testimonio sea saludable. Esto es
algo que va más allá de nuestra mente, le quiero decir.
De hecho, operamos en base a una provisión de poder divino. Y cuando usted ministra su
don espiritual, realmente tiene energía. El poder está ahí, amigo mío, y quiero que sepa
algo, ese don está ahí. Lo único que quizás no esté ahí es que usted no está sometiéndose
a Dios.
Y le voy a decir algo, muy honesto, de manera personal, no quiero la responsabilidad de
ser el que afecta al cuerpo de Cristo. No, gracias. Yo no creo que quiera ser la razón por la
que la oración de Cristo de unidad no sea respondida. Quiero operar mi don. Entonces,
vemos la importancia, la fuente y el poder de los dones espirituales.
Y rápidamente, quiero mostrarle la extensión de ellos. Versículos 7 al 10, la extensión de
los dones espirituales y con esto, quiero decir dos cosas. Hasta qué punto los tienen los
creyentes y cuántos hay y cuántos son. Y cubriremos esto rápidamente.
Versículo 7: “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”.
¿Cuánto creyentes tienen dones? Todos. Cada uno de ellos, todos los tienen. Son
vehículos dados a todo creyente a través de los cuales el Espíritu se manifiesta a sí mismo
al cuerpo. Y observe, ¿no es emocionante que diga que son para provecho, para provecho
de todos? No es un punto reflexivo para aprovecharse ellos mismos. No sólo nos
aprovechamos de ellos mediante el ejercicio de nuestros dones porque estamos siendo
usados por Dios, no; sino que el resto del cuerpo se aprovecha. Esto es algo fantástico.
Ahora, permítame mostrarle cómo funciona esto. Conforme yo le ministro mi don a usted,
usted obtiene provecho y usted crece en fortaleza junto conmigo. Y entonces, todos los
dones funcionan juntos para contribuir a que seamos un hombre perfecto total. En donde
usted está carente, yo estoy dotado y le puedo ministrar a usted. En donde yo estoy
carente, usted está dotado. Y usted me puede ministrar a mí.
Ahora observe esto, mediante su ministerio constante hacia mí, yo voy a ser edificado en
mis áreas más débiles, mis áreas en donde no tengo ese don. Y quizás, nunca tenga el don
que usted tiene, pero voy a ser edificado en esta área debido al ministerio de su don en
esa área para mí. Y aunque yo no tengo un don de gracia ahí, esa área es fortalecida hasta
que yo crezca hasta llegar a ser maduro en todas las áreas. Y todavía, aunque yo sea
maduro en todas las áreas, todavía tengo algunos dones especiales que sobresalen.
Y entonces, como puede ver, su ministerio de los dones me sostiene y me edifica. Y mi
ministerio hacia usted lo edifica. Quizás, usted no tenga todos los dones que yo tengo,
pero mis dones pueden edificarlos en esa área para llevarlo a ser un hombre perfecto.
Entonces, ambos somos fuertes y saludables cuando nos administramos el uno al otro.
Ahora, ¿cuántos dones hay? Bueno, hay algunos enlistados en el capítulo 12 de Romanos
y aquí en el capítulo 4 de Efesios. Y hay unos cuantos aquí. Versículos 8 al 10, estos son los
que están en nuestro pasaje. También hay algunos ahí en el versículo 28. No vamos a
estudiarlos todos en esta noche, pero permítame simplemente leer los versículos 8 al 10.
Aquí hay unos cuantos. “Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro,
palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro,
dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a
otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro,
interpretación de lenguas.”
Ahí tiene usted una lista de dones. Ahora, de ninguna manera, amigos míos, son esos
todos los dones. No lo son. No son todos los dones. Y amigos míos, si la Iglesia va a ser
edificada, si el poder de lo alto va a ser manifestado, tenemos que descubrir cuál es
nuestro don mediante la oración y sumisión a Dios y tenemos que ministrarnos unos a
otros. Oremos juntos.
Padre nuestro, nos sentimos como si nuestras mentes acabaran de ser bombardeadas con
la Verdad. Señor, confío en que Tu Espíritu nos esté dando esto en esta noche. Fue de Ti
que de hecho he hablado las palabras de Dios y no en mi propia carne. Dios, Tú sabes
cómo este mensaje ha ardido en mi corazón por estas personas. Y Señor, simplemente oro
en este momento en lo tomes y lo apliques en sus corazones. Oh Dios, que podamos
ministrar en la energía del Espíritu. Dios, que esta semana, mediante la oración y la
Palabra de Dios, estemos consultando estos versículos simplemente postrados ante Ti,
buscando entender cuáles son nuestros dones y que los ministremos. Gracias Señor por
enseñarnos en esta noche. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.
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Los dones del Cuerpo, 2ª Parte


Escritura: Escrituras seleccionadas

Código: 1312
John MacArthur
En esta noche, queremos continuar con nuestro estudio del tema de los dones del
Espíritu. Vamos a estar considerando varios pasajes seleccionados de las Escrituras.
En primer lugar, en esta noche vamos a tomar un paso más hacia adelante y vamos a
hablar de la definición de los dones espirituales específicos. Cristo se reveló a sí mismo
primero en un cuerpo humano, a través del cual fueron manifiestos todos Sus atributos. Y
Él tiene un nuevo cuerpo el día de hoy debido a que Su cuerpo humano ya está en la
gloria. Su nuevo cuerpo es la Iglesia, un cuerpo espiritual.
Aquellos de nosotros que conocemos al Señor Jesucristo somos ese cuerpo. Y todo
cristiano es un miembro vital del cuerpo. Y así como los miembros de un cuerpo humano
deben funcionar juntos y de manera total para que esté saludable, así también debemos
funcionar en interdependencia unos hacia otros para ser un cuerpo unido.
Ahora, Dios ha establecido un plan para el funcionamiento apropiado del cuerpo. Y el plan
es este: todo creyente tiene ciertos dones de gracia, charismata, ciertos dones
espirituales. Y estos dones que el Espíritu Santo le da a un creyente y después, ministra a
través de este don al resto del cuerpo, de tal manera que sus dones no son tanto para
usted, como lo son para otros miembros del cuerpo de Cristo.
Entonces, a través de estos dones, el Espíritu Santo ministra a los otros miembros del
cuerpo y esta red de ministerio mutuo interno fortalece a toda parte del cuerpo y permite
que el cuerpo entero crezca en fortaleza y salud.
Ahora, la semana pasada vimos algunos de los principios básicos acerca de este plan
divino. Permítame simplemente leérselos y hacer un breve comentario.
Principio número uno, los dones espirituales son importantes y esenciales para la salud
del cuerpo. Pablo dijo en 1 Corintios 12:1: “porque no quiero hermanos que ignoréis
acerca de los dones espirituales.” Y esa frase es una frase que utiliza sólo cuatro veces
más. El Espíritu Santo utiliza sólo cuatro veces más en el Nuevo Testamento y cada vez
que lo usa, lidia con uno de los aspectos cardinales de la salvación, de tal manera que en
términos de importancia, los dones espirituales, el concepto de los dones espirituales está
al mismo nivel de las doctrinas de la salvación básica porque es importante que nosotros
entendamos esto. Es un asunto de vida o muerte en términos de la salud del cuerpo de
Cristo.
Muy bien, en segundo lugar, el Espíritu Santo es la fuente de estos dones. No son
buscados. Usted no puede buscarlos. Principio número dos, el Espíritu Santo es la fuente
de estos dones.
Principio número tres, todavía estamos repasando. Si usted no estuvo aquí la semana
pasada, los sermones están disponibles para que usted los escuche. Principio número tres,
los dones no son capacidades naturales. Son manifestaciones del poder del Espíritu
soberanamente concedidos a través de capacitación divina.
Y como dije la semana pasada, el Espíritu Santo puede escoger a un hombre en el área de
su capacidad natural y dotarlo en esa área, pero puede no hacerlo. Algunas veces, son
utilizadas nuestras aptitudes naturales. Algunas veces, no. Y el punto es que el Espíritu
Santo da estos dones de manera soberana.
Principio número cuatro, no existe jerarquía en los dones. Todos los dones son iguales en
importancia, iguales en necesidad e iguales en honra.
Principio número cinco, los dones no son señal o garantía de espiritualidad. Algunas
personas tienen la idea de que si usted tiene cierto don, usted automáticamente es
espiritual. Eso no es bíblico. Todos los creyentes los poseen, inclusive los carnales. Y el don
puede ser falsificado u operado en la energía de la carne. Tener un don en particular no es
garantía en absoluto de que usted sea espiritual.
Tampoco es garantía de que usted siempre está en lo correcto. Vimos como en 1 Corintios
14 inclusive dice que aquellos que eran profetas tenían que reunirse y tenían que oír la
palabra de dos o tres de ellos antes de que pudieran llegar a una decisión.
Sólo porque usted tenga un don no quiere decir que usted siempre está en lo correcto.
Los dones pueden ser utilizados de manera incorrecta. El ejemplo 4 vivo de esto fue el
problema de los corintios. Estaban en medio de usar mal los dones. Entonces, vemos que
la posesión de un don no garantiza espiritualidad o infalibilidad por parte del que lo
ejerce.
Principio número seis, cuando los dones son utilizados de manera apropiada en el Espíritu,
tienen la promesa de la energía divina. Cuando usted realmente opera su don dado por el
Espíritu en la energía del Espíritu, usted descubre que hay poder como resultado de ello.
No obstante, cuando es utilizado de manera equivocada, 1 Corintios 14:33, le va a mostrar
lo que sucedió. Cuando usted ejerce su don de manera equivocada dice: “porque Dios no
es autor de confusión sino de paz, como en todas las Iglesia de los santos.”
En otras palabras, cuando usted usa mal su don o lo usa en la carne, no promueve unidad,
sino que trae confusión. Y entonces los dones, cuando son utilizados de manera correcta
en el Espíritu, son la promesa de la energía divina. Esa es la razón por la que Pedro dice en
1 Pedro capítulo 4, versículo 10: “si vas a hablar y tienes el don, hazlo de una manera
piadosa. Si hablas, habla según las palabras de Dios. Si ministras, hazlo lo según la
capacidad que Dios da.” En otras palabras, usa tu don en la energía del Espíritu.
Principio número siete, cuando los dones usados, el cuerpo se beneficia. El cuerpo de
Cristo debe ser el que es beneficiado, edificado y resulta en testimonio. La única manera
en la que jamás seremos saludables y seremos edificados es si nos beneficiamos juntos. Y
la manera en la que nos beneficiamos juntos es en el ejercicio de los dones. Tanto el que
ejerce su don se beneficia como también el resto del cuerpo a quien el don es ministrado.
Conforme yo le ministro a usted, usted es edificado, y usted me ministra, yo soy edificado.
Principio número ocho, los dones del Espíritu son distintos del fruto del Espíritu. Ahora, no
entramos en esto la semana pasada. En Gálatas 5:22 y 23, tenemos un catálogo
importante del fruto del Espíritu. Y dice lo siguiente: “porque el fruto del Espíritu es amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.”
Ahora, el fruto del Espíritu son atributos que todo cristiano que anda en el Espíritu posee.
El fruto del Espíritu son características, dones del Espíritu, son servicios. Esa es la
distinción. Todo creyente andando en el Espíritu tiene amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; todo eso. Esas son características de
un creyente que anda en el Espíritu. Los dones son el servicio de ese creyente. Y mientras
que usted está sirviendo, esos dones también deben ser manifiestos.
Principio número nueve, usted puede tener un don y no estar usándolo en una gran
manifestación teológica. La mayoría de los cristianos está en esa situación. Y esa es la
razón por la que Pablo, hablándole de Timoteo, es un ejemplo cuando él le dice ‘aviva el
don que está en ti’, puedes tener el don pero no utilizarlo.
Principio número 10, los dones de gracia espiritual vienen en combinaciones. Yo creo que
los cristianos tienen más dones de los que creen que tienen. Veo al apóstol Pablo y no
puedo poner el dedo en el don que él no tenía realmente. Usted ve ahí a Pablo
escribiéndole a Timoteo, quien en un sentido es una luz menor en términos de
popularidad que Pablo y en 2 Timoteo, capítulo 4, Pablo dice: “te mando delante de Dios y
el Señor Jesucristo que juzgará a los vivos y a los muertos en Su manifestación y en Su
reino, a que prediques la palabra.” Y él obviamente tenía el don de profecía, “a tiempo y
fuera de tiempo, redarguye, reprende, exhorta,” él tenía el don de exhortación, “con toda
paciencia y doctrina,” él también tenía el don de la enseñanza, “porque vendrá el tiempo
cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán
maestros conforme sus propias concupiscencias.” Y ahora, versículo 5: “sé sobrio en todo,
soporta las aflicciones, haz obra de evangelista.” Él también tenía la capacidad de ser
evangelista. “Cumple tu ministerio.”
Entonces, evidentemente Timoteo tenía una combinación de muchas cosas. Y eso es
simplemente una ilustración. Ahí usted tiene 10 principios básicos acerca de los dones
espirituales. Voy a dejarlo ahí y voy a dejar que usted busque esos versículos; y dejar que
el Espíritu de Dios sea su maestro.
Ahora, queremos ver los dones de manera específica y quiero disculparme en este punto
si usted no estuvo con nosotros en el pasado. Queremos cubrir mucho material. Y debido
a esto, nos estamos saltando un repaso extenso. Y si usted quiere alcanzarnos, como le
dije, tenemos esos sermones disponibles los cuales puede comprar o escuchar para ver los
mensajes que llevan a este.
Y este es realmente un sermón técnico más bien desde ciertos ángulos. Muy bien, ahora
llegamos a los dones espirituales. Y vamos a ver a estos dones de manera específica en
esta noche y ver cómo es cada uno de ellos para que usted pueda entender cuáles son sus
dones, para que pueda operar sus dones en la energía del Espíritu para que el cuerpo
pueda ser saludable y para que nuestro testimonio pueda ser eficaz.
Ahora, hay dos tipos de dones espirituales, dones permanentes de edificación y dones
temporales de señales de confirmación. Son dos tipos de dones, dones permanentes de
edificación y dones temporales de confirmación de señales.
En primer lugar, están los dones permanentes los cuales edifican al cuerpo. Son los dones
que no cesan, que comenzaron en la primera Iglesia y todavía están vigentes en la
actualidad. El primero es el don de profecía. Ahora, en 1 Corintios capítulo 12, versículo 10
dice: “A otro,” ahí en la mitad del versículo, “profecía.” Ése fue uno de los dones
espirituales. En Romanos, capítulo 12, no trate de seguirme en esto, se lo voy a leer.
Romanos 12, versículo 6 dice: “teniendo entonces dones diferentes de acuerdo con la
gracia que nos es dada sea profecía, úsese en profecía.”
Uno de los dones y el primero en la lista, el primer don permanente fue el don de
profecía. Eso significa predicar. No significa predecir el futuro. No significa leer la bola de
cristal. Es el don de predicación. Quiere decir proclamar. Eso es exactamente lo que
significa, proclamar, declarar. Es el don de predicación.
Ahora, aquí viene algo muy importante y vamos a estar aquí metiendo algunas cosas que
van a ayudarnos al final para entender todo esto. Y quiero que lo entienda. Esto es crítico
para comprender. Un tema de interpretación. Hay un don llamado el don de profecía y el
ministerio llamado un profeta. El don de profecía y el hombre que es un profeta son dos
cosas diferentes.
Quiero que usted entienda esto, que me siga por un minuto. El don de la profecía no debe
ser confundido con el oficio o la responsabilidad de un profeta. Y le voy a explicar lo que
quiero decir. Primera de Corintios 12:28 nos enseña la diferencia. En el versículo 10 del
capítulo 12 nos dice que la profecía es un don. En el versículo 28 dice: “y Dios puso a
algunos en la Iglesia.” ¿Algunos qué? ¿Algunos apóstoles? “Algunos profetas, algunos
maestros.” Ahora ése no es un don, ése es un hombre. ¿Se da cuenta?
En el versículo 10, usted tiene el don de profecía o predicación, en el versículo 28 y usted
tiene el oficio o responsabilidad de un profeta; y son diferentes. Y a menos de que usted
entienda esto, usted no va a entender la naturaleza de este don espiritual en particular.
Observe ahora en el versículo 28 de 1 Corintios 12, nos dice ahí que a unos puso Dios. No
es que Dios dio un don de gracia, lo cual, aquí cuando dice puso Dios, ethatah, significa
Dios estableció. Dice Dios estableció, Dios puso. Y después, ahí no se refiere a dones, se
refiere a hombres.
Ahora, ahí a la mitad del versículo 28 dice, y esto es muy importante, después de los
maestros, dice “luego los que hacen milagros, después, los que sanan, los que ayudan.” En
otras palabras, aquí se hace una diferenciación de los dones mediante la pequeña frase
‘luego’ o después. Dios estableció a ciertos hombres en la Iglesia y encima de eso, Dios dio
ser ciertos dones. ¿Ve lo que estoy diciendo? El don de profecía es distinto del oficio o
responsabilidad de un profeta. Y no estoy hablando de un profeta del Antiguo
Testamento. Estoy hablando de un profeta en la Iglesia, un profeta en la primera Iglesia.
Ahora, quiero mostrarle otro versículo, Efesios 4:11, muy importante. Y aquí, usted tiene
lo mismo. Estos no son dones en Efesios 4:11, estos son hombres. Podría expresarlo de
esta manera. No son dones, son hombres dotados. Versículo 11, “y Él mismo constituyó a
algunos,” note, no dones, no, “a algunos hombres apóstoles, a algunos hombres profetas,
a algunos hombres, evangelistas, a algunos, más pastores y maestros.” Ahora, esos no son
dones espirituales, son hombres dotados dados a la Iglesia.
Versículo 12: “A fin de perfeccionar a los santos, ¿se da cuenta? Nosotros necesitamos
liderazgo en la Iglesia, ¿no es cierto? Y entonces, Dios no ha dado sólo a todo miembro del
cuerpo de Cristo ciertos dones, sino que Él le ha dado a la Iglesia en total a ciertos
hombres dotados. Y un profeta y el don de profecía, entonces, son distintos.
Ahora, permítame añadir esto, que un profeta, los profetas del Nuevo Testamento, los
primeros profetas pertenecían a un llamado especial, escuche esto, para una época
especial en la historia. Ellos pertenecen a la Iglesia del primer siglo, a la época apostólica.
No hay profetas en la actualidad, así como lo hay apóstoles en la actualidad. No existe
ninguno de ellos en la actualidad.
Sin duda alguna, tuvieron como uno de sus dones, el don de profecía, ¿verdad? Si eran
profetas, sin duda alguna tenían este don. Pero eran un grupo especial para los primeros
años de la Iglesia y ya cesaron de existir. Aunque los profetas han cesado, le voy a mostrar
a usted en un momento por qué el don de profecía o predicación todavía continúa, ¿no es
cierto? Espero que sí.
El don, todavía existe. El oficio o función de profeta ha cesado. Y la palabra griega como
dije, para profecía, simplemente significa proclamar o un predicador. Y esa es la razón por
la que en 1 Corintios 14:1 dice “seguid el don y procurad los dones espirituales,” de nuevo
la expresión de su servicio, plural, “pero sobretodo que profeticéis o que prediquéis.”
Cada vez que usted ve esa palabra, usted puede pronunciarla predicar.
Versículo 3: “Pero el que predica habla a los hombres para edificación, exhortación y
consolación.” Aquí la compara con lenguas en el versículo 4. “El que habla en lengua
extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.” En otras palabras,
la predicación era algo dominante.
Y usted sabe, hay una especie de corriente en la actualidad en donde la gente está
menospreciando la predicación y simplemente, quiere reunirse en estos pequeños grupos
y simplemente, usted sabe, nadie quiere ser el predicador y nadie quiere exaltarse
supuestamente a sí mismo y eso es lo que usted tiene que hacer y si usted es predicador y
en cierta manera, menosprecian la predicación. Pero la predicación todavía es un don del
Espíritu y como tal, debe ser buscada en el ministerio y en la reunión de la Iglesia. Él dice:
“busquen como cuerpo profetizar o predicar.” Ningún servicio del cuerpo estaría
completo sin una declaración de la verdad de Dios.
La predicación de la cruz todavía es central en la reunión de la Iglesia. Y entonces, hay
varios intentos para menospreciarla. Algunas iglesias tienen una predicación a la semana,
el domingo por la mañana; y eso es todo. Bueno, eso no es colocar a la profecía en el lugar
exaltado que pertenece la predicación. Es el don más grande desde el punto de vista de
importancia porque edifica y construye al cuerpo.
Ahora, ¿cuál era el estándar de medida para la verdadera predicación? Versículo 37 del
capítulo 14, éste es el estándar para la verdadera predicación, “si alguno se cree profeta,”
en otras palabras, y esto de nuevo, si un individuo en la primera Iglesia pensaba que tenía
el don de profeta, “o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del
Señor.”
¿Sabe cuál era el estándar para un profeta? Si sus palabras encajaban con las palabras de
Jesucristo. Ése era el estándar. Ahora ya no hay más profetas, amigos míos, ¿pero sabe
usted que el don de predicación es ejercido bajo el mismo estándar? ¿Cuál es el estándar
conforme predicamos? Pedro lo dijo: “el que hable, hable conforme a las palabras de
Dios.” Nuestro estándar para la predicación es el mismo. Es el mismo estándar para la
predicación, no es la revista Time, Newsweek o la política. No es la filosofía de alguien o la
evaluación de un libro de alguien. Es la palabra de Dios. Ésa es nuestra medida para la
predicación.
Y Pablo sabía esto en 1 Corintios capítulo 2, una gran sección que habla de esto. “De
manera hermanos, cuando vine a vosotros no vine con palabras persuasivas y humana
sabiduría declarándoles el testimonio de Dios porque determiné no saber nada entre
vosotros excepto a Jesucristo y a Él crucificado.” Usted dice que ahí hay un hombre
ignorante. No, ese no es un hombre ignorante.
Versículo 3: “y estuve entre vosotros en mucha debilidad y temor y temblor y mi palabra y
predicación no fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder.” Si yo puedo reclamar un versículo que me gustaría
ver en mi propia vida, sería ese. “Para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los
hombres.”
¿Ha conocido alguna vez a alguien cuya fe depende de la sabiduría de los hombres?
Hombre, son vulnerables, sino en el poder de Dios. No obstante, hablamos sabiduría entre
aquellos que son perfectos; sin embargo no sabiduría de esta época ni de este mundo ni
de los príncipes de este mundo que no llegan a nada; sino que hablamos la sabiduría de
Dios en misterio aún una sabiduría escondida que Dios ordenó desde antes del mundo,
desde antes de las edades, para nuestra gloria, la cual ninguno de los príncipes de este
mundo conoció porque si lo hubieran conocido, no habrían crucificado al Señor de la
gloria.
El apóstol Pablo dice: “nuestro mensaje es claro.” Versículo 13 del mismo capítulo, “las
cuales también hablamos no con las palabras que la sabiduría de los hombres enseñan,
sino con las que el Espíritu Santo enseña comparando cosas espirituales con cosas
espirituales.” El oficio de profeta ha cesado. Ha cesado con la Iglesia apostólica. El don de
profecía continúa, y el estándar son las palabras de Cristo y la palabra de Dios. Ése es el
estándar.
Y es interesante, creo que el verdadero predicador proclama la palabra en la energía del
Espíritu. Ése es el verdadero predicador. Hay muchos falsos. Lo que también es
interesante es el hecho de que la primera Iglesia, esto parece ser que el don estaba
distribuido de manera amplia. Y simplemente, tener el don de predicación no
necesariamente significa que tienes que ejercerlo en un sermón formal. En absoluto. El
don de predicación podría ser a los niños. Podría ser a los jóvenes. Podría ser enseñar en
una clase de adultos. Podría ser dos o tres o diez mil o lo que sea. El don de predicación es
dado por el Espíritu, es una capacidad activada por el Espíritu para proclamar las verdades
de Jesucristo en la la energía del Espíritu de Dios con resultados. Y no tiene que ser
ponerse de pie en un púlpito. Puede ser en un grupo pequeño de cualquier edad.
Ahora, algunos de ustedes tienen el don de predicación. Quizás no se puede poner de pie
aquí y predicar un sermón, pero tiene el don de predicación. Pueden declarar su fe a
alguien en la energía del Espíritu con resultados dados por Dios. Y puede estar sentándose
y estar diciendo ‘bueno, me pongo tan nervioso’. Le estoy tratando de decir, la semana
pasada, no importa cuáles son, como le dije la semana pasada, cuáles son sus capacidades
naturales o su falta de capacidad. Si usted tiene el don dado por el Espíritu de predicación
y descubre que la Palabra de Dios viene a través de usted con poder y penetra en los
corazones de la gente, no importa qué tan grande o pequeño sea el grupo, ese es el don
de predicación.
Ahora, permítame añadir un pensamiento. Aún este es un don especial, y voy a añadir
este pensamiento cada vez que vayamos analizando cada uno de estos dones, aunque es
de hecho un don especial dado a algunos y sólo a algunos, todos los cristianos deben ser
predicadores hasta cierto punto, ¿no es cierto? “Me seréis testigos todos vosotros.”
Entonces, algunos tienen un don especial y sobresalen un poco, pero todos nosotros
debemos ser predicadores hasta cierto punto, ¿muy bien?
Don número dos: el don de enseñanza. Romanos capítulo 12, versículo 7, no lo busque.
Simplemente les leo estos versículos iniciales. “El que enseña en la enseñanza.” Otro don
del Espíritu es el don de la enseñanza. Nuevamente, este don es distinto del maestro. Hay
un don de enseñanza y también hay un maestro. Regrese a 1 Corintios 12:28 nuevamente.
“Y a unos puso Dios en la Iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas y lo tercero,
“maestros.”
Efesios capítulo 4, versículo 11 dice de nuevo lo mismo, apóstoles, profetas, evangelistas,
pastor maestro. De nuevo amigos míos, ahí hay una distinción entre el don de enseñanza y
el oficio o posición de ser un maestro. Usted dice ‘bueno, espera un momento. ¿El oficio
de enseñanza terminó?’ No, no terminó. La posición de enseñanza todavía existe. Todavía
continúa. Las únicas dos funciones, Dios ha establecido maestros, ¿no es cierto? Y ha
establecido maestros pastores y estableció evangelistas. Los únicos dos que ya no tiene y
que terminaron con la era apostólica son los apóstoles y los profetas.
Usted pregunta: ‘bueno, MacArthur ¿quién le da la libertad de hacer eso? ¿Cómo sabes
que estas dos ya no existen?’ Muy simple, está en Efesios capítulo 2 y capítulo 3. Efesios
2:20, ahora él está hablando de la Iglesia, cómo fue edificada. ¿Está listo? Efesios 2:20 y él
está hablando de todos los judíos y gentiles volviéndose uno en la Iglesia. Y dice en el
versículo 20, “todo esto está edificado sobre el fundamento de los apóstoles y los
profetas.”
Ahora, pase al capítulo 3, versículo 5: “lo cual en otras épocas no había sido dado a
conocer a los hijos de los hombres como ahora es revelado a nosotros por Sus santos
apóstoles y profetas.” Ahora, los apóstoles y los profetas fueron el fundamento de la
Iglesia. El doctor a Ironside dijo, y cito: “por favor, amigos, no coloquen el fundamento en
el siglo XX.” El fundamento pertenece al principio. Y la Iglesia comenzó sobre un cimiento
de apóstoles y profetas. Y después, pasó de ahí y continúa ministrando; y los ministerios
que continúan pertenecen a maestros, pastores y evangelistas. Esos son los tres
ministerios que existen que siguieron a los ministerios de fundación de apóstoles y
profetas.
Y entonces, de nuevo vemos la misma dicotomía. Una cosa es tener el don de enseñanza y
otra cosa es ser un maestro establecido. Los maestros fueron establecidos en la primera
Iglesia y se les dio una posición específica para enseñar. Y eso es verdad todavía.
Conforme Dios estableció a algunos hombres para ser maestros, obviamente han sido
elevados sobre otros. Algunos de los grandes profesores en un seminario evangélico,
algunos de los grandes maestros bíblicos que viajan por el mundo, algunos maestros que
obviamente han sido colocados por Dios para enseñarles la palabra a las personas. Todos
estos son maestros divinamente establecidos dados a la Iglesia.
Y encima de eso, ellos tienen el don de enseñanza, pero como creyente, puede usted
tener el don de enseñanza y no traer designado en una función de enseñanza en términos
de ministerio total a la iglesia ¿ve la diferencia? Y debido a que la enseñanza no es un
ministerio de fundación, no está incluido en Efesios 2:20 o 3:5. Debido a que no es un
ministerio de fundación, de cimiento, todavía se lleva a cabo y Dios todavía tiene Sus
maestros, ¿no es cierto? Todavía los está designando como maestros que en cierta
manera tienen un ministerio de pastoreo sobre el rebaño. Dios todavía da el don de
enseñanza y todavía concede a ciertos hombres el ser maestros del cuerpo. Pero quiero
añadir rápidamente que hay muchos miembros en el cuerpo no han sido llamados a una
posición digamos de rango como maestros, pero que sin embargo tienen el don de
enseñanza.
Ahora, usted pregunta cuál es la diferencia entre predicar y enseñar. Bueno, una es la
proclamación y la otra es de estudiar o de investigación o comunicación o diálogo. Enseñar
es la capacidad, dice Pentecost en su libro. Tomar a un bebé nuevo en Cristo y enseñarle
al bebé las verdades de la Palabra de Dios. Una cosa es comenzar a declarar y proclamar y
otra cosa es sentarse con un bebé recién nacido y ponerle el brazo, instruirlo en las cosas
de Dios. Este es el don de enseñanza. Digo, podría ser en su escuela dominical, podría ser
en una casa, podría ser en una situación de consejería. Podría ser con cualquier edad o
enseñarle a cualquier número de personas.
Pero algunos tienen el don de proclamar y algunos tienen simplemente el don de ayudarle
a ese bebé e instruirlo en las cosas elementales. Y entonces, algunos tienen ambos dones.
Predicarle a una asamblea o a una congregación es una cosa y sentarse para instruir
personalmente a un bebé en Cristo es algo diferente y eso era la enseñanza.
Los maestros en la primera Iglesia debían tomar a los nuevos convertidos y alimentarlos.
Ese es el don de enseñanza. Ahora, aquí de nuevo, la enseñanza es un don especial. Todo
cristiano no tiene el don de enseñanza, pero todo cristiano, en un sentido, debe ser un
maestro, ¿no es cierto?
Todos somos responsables por esto en un sentido. Permítame mostrarle por qué digo
esto. Obsérvelo ahí. Gálatas 6:6 dice esto, se lo voy a leer. “El que es instruido en la
palabra,” ¿está escuchando eso? “El que es instruido en la palabra comparta con el que lo
enseña en toda cosa buena.” En otras palabras, para todo creyente debe haber
interacción de la verdad espiritual.
Y tiene lo mismo en 2 Timoteo capítulo 2, versículo 2. “Lo que has oído de mi entre
muchos testigos, esto enseña a hombres fieles que puedan también enseñar a otros.”
Versículo 14 del mismo capítulo, “recuérdales de estas cosas, mandándoles delante del
Señor que no contiendan acerca de palabras que para nada aprovechan, sino para afectar
a los oyentes, sino que procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero
que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.”
La responsabilidad de todo creyente es enseñar a cierto nivel. Versículo 24: “y el siervo del
Señor, no debe estar contencioso, cualquier creyente que sirve, no debe ser contencioso
sino amable para con todos, apto para enseñar.” Entonces, como puede ver, en un sentido
todos debemos ser maestros, ¿no es cierto?
Sin embargo, a pesar de que todos nosotros somos maestros, algunos de nosotros
tenemos el don de enseñanza y algunos sobresalen cuando tienen la posición o la función
de maestro. Y quiero que observe que la enseñanza de la predicación es un ministerio
equilibrado. Es un tipo de evangelismo y edificación. Es la predicación, la predicación es la
motivación y la enseñanza es la instrucción, como puede ver. Van de la mano.
Tercer don, el don de la fe. Este es un don interesante. Primera de Corintios 12:9: “A otro
fe por el mismo Espíritu,” fe es uno de los dones dados por el Espíritu. No hay duda al
respecto. Versículo 2 del capítulo 13, “aunque tenga el don de predicación y entienda
todos los misterios y todo conocimiento y aunque tenga toda la fe,” y ahora ahí, usted
tiene bajo el término toda la fe el mismo concepto del don de fe.
Ahora, algunas personas tienen el don de fe. Todo creyente tiene fe como fruto del
Espíritu, ¿verdad? Uno de los frutos del Espíritu es fe. Todos lo tenemos. Y como dije y
como lo estoy diciendo, con todo don, todos debemos ejercerlo hasta cierto punto
simplemente porque somos creyentes; pero algunos tienen el don de fe y ellos sobresalen
por encima del cuerpo de Cristo para ejercer ese don a los otros miembros. Todos
necesitamos tener fe, pero algunos tienen el don de fe. Ese es un don de gracia. Todos
nosotros.
Digo, inclusive en Romanos 12, ¿no dice conforme a la medida de la fe? En otras palabras,
sea cual sea el don que tenemos, tenemos la fe para operarlo y entonces, todos tenemos
fe. Pero algunos, tienen el don de fe. Ahora, en lo personal, yo creo esto y creo que hay
mucha corroboración escritural para esto; creo que esto también podría ser llamado el
don de la oración. No es sólo fe en algo sin razón alguna. Cualquiera que pida, recibirá.
¿No es cierto? La fe es lo que mueve la mano de Dios. Esto bien podría ser el don de
oración. Usted sabe, algunos cristianos simplemente tienen cierta manera de aferrarse a
Dios en fe y activar al Espíritu, ¿no es cierto?
Les conté acerca de alguien, fue tan fantástico. Un hombre que tenía el don de la fe, el
don de la oración. Les conté que una vez él oró pidiéndole a Dios que necesitaba algo para
su misión. Él oró: ‘Dios, dame un automóvil.’ Y él recibió tres o cuatro de ellos en dos
semanas. Ese hombre podía aferrarse del trono de Dios en oración. Él creyó en Dios y Dios
fue activado por su fue. Algunos tienen el don de fe. Algunos de ustedes tienen el don; y
tienen que ejercer ese don, porque el resto de nosotros necesitamos desesperadamente
que usted lo haga, que lo ejerza.
El don de la sabiduría. Muy bien, el cuarto don, el cuarto don es sabiduría. Y eso está en 1
Corintios 12:1: “porque a uno es dado por el Espíritu palabra de sabiduría.” Sabiduría es
un don espiritual. Ahora, hay un hombre que yo conozco que tiene este don y es Pablo.
Ahí atrás acabamos de leer 1 Corintios 2. Ustedes saben, él seguía diciendo una y otra vez.
Él dijo ‘hablamos sabiduría, no la sabiduría de esta época, hablamos la sabiduría de Dios.’
Escuchen, ese hombre tenía sabiduría. Él tenía el don de sabiduría.
Usted pregunta ¿cuál es el don de sabiduría? Es la capacidad de entender profundamente
los misterios de Dios. Es el tipo de entendimiento que ve lo que el ojo natural no puede
ver, que oye lo que el oído natural no puede oír y lo que el corazón natural no puede
imaginar. Es la capacidad de tomar una frase simple de las Escrituras o una verdad simple
de Dios y entrar a profundidad y extraer de ahí toda la verdad espiritual y el misterio que
está ahí. Pablo tenía ese don. Y también el don de sabiduría es la capacidad de tomar eso
y aplicarlo a la vida, ¿se da cuenta? Eso es sabiduría. Si usted quiere una definición simple
de la sabiduría, es esta. La aplicación de la verdad espiritual. La capacidad de tomar la
verdad espiritual y aplicarla a la vida. Escarbarla, extraerla y aplicarla, ponerla en práctica.
Ese es uno de los requisitos de los diáconos, usted sabe. Ellos tenían que ser capaces de
hacer esto, no sólo de entender los misterios de Dios y las grandes verdades espirituales
sino tener la capacidad de aplicarla. Ahora, algunas personas tienen el don de la sabiduría.
Algunos, ustedes saben, usted se pregunta acerca de algunas personas. Usted sabe, ellas
pueden tomar un versículo y lo ven y simplemente dicen ‘bueno, ¿no es ese un buen
versículo?’ Y usted sabe, alguien viene y escribe 49 volúmenes acerca de ese versículo. Y la
gente se pregunta ¿cómo obtuviste eso de ese versículo? Como pueden ver, algunas
personas lo hacen, no es nada humano y no es nada que usted haya hecho y no es nada
por lo cual usted es responsable. Es un don dado por el Espíritu que le permite a un
hombre entrar y escarbar a los misterios de Dios y aplicarlos prácticamente a la vida.
Ahora nuevamente, todos los creyentes deben tener sabiduría hasta cierto punto, ¿no es
cierto? Así como todos debemos tener fe y todos debemos enseñar y todos debemos
predicar, todos debemos tener sabiduría. Colosenses 1:9, ahora no busque estos, se los
voy a leer. Colosenses 1:9 dice: “por esta causa desde el día que lo oímos no cesamos de
orar por vosotros, por los Colosenses, escuche, “para que seáis llenos del conocimiento de
su voluntad en toda sabiduría.”
Pablo dijo ustedes creyentes, todos deben tener sabiduría. Santiago dijo en Santiago 1:5:
“si alguno tiene falta de sabiduría, pídala a Dios.” En un sentido, todos debemos tener
sabiduría pero algunos tienen el don de sabiduría. Ellos sobresalen para ministrarle al
cuerpo de una manera única. Entonces, éste es el don de sabiduría.
Quinto, el don de conocimiento. Eso está en el capítulo 12, versículo 8 de 1 Corintios. La
palabra de conocimiento. De ciencia. Ahora, si la sabiduría es la aplicación de la verdad, el
conocimiento es simplemente los hechos y nada más. Ciencia o conocimiento es entender
los hechos. Eso es todo, erudición en un sentido humano.
Ahora, usted sabe que hay mucha gente así, son eruditos que profundizan en las
Escrituras y simplemente, pueden trabajar en investigación. Y algunas personas pasan su
vida entera estudiando manuscritos antiguos y arqueología y todo tipo de problemas de
erudición y se meten a toda la historia y todo tipo de otras cosas. Y pasan toda su vida… y
oí de un hombre en una ocasión que dio una larga serie de conferencias acerca de la
doctrina de ¿??. Y comenzó el lunes; y finalmente, el jueves ya entendimos de que estaba
hablando.
Y él continuaba, y continuaba y continuaba y nadie ni siquiera sabía lo que estaba
sucediendo. Y hay gente que por la capacidad del Espíritu de Dios puede pasar su vida
escudriñando las cosas de Dios en términos de conocimiento de hechos y hombre, si usted
quiere saber algo acerca de la obra de estos hombres, edificamos nuestra fe con su
trabajo, ¿no es cierto? La Biblia no sólo se cayó del cielo así amigos. Fue a largo de años y
años y años y horas y vidas de trabajo de determinar qué manuscritos estaban bien y los
principios y la investigación de eruditos. Y si usted quiere saber algo, escuche, algunas
veces los que tienen más conocimiento tienen menos sabiduría. Le llamamos el profesor
chiflado. Todos los hechos y es distraído y se pega con las paredes y pierde sus papeles y
no puede aplicar nada de esto a su vida.
Como puede ver, el conocimiento es el lado académico y algunos hombres tienen el don
del conocimiento de la ciencia. La sabiduría es el lado de la aplicación. El conocimiento es
académico, la sabiduría es aplicación. Ahora, algunas personas tienen ambos y gracias a
Dios por eso. Pero algunos no tienen ninguno de los dos. Y algunos tienen uno. Ahora,
acuérdese de que ninguno de estos opera en base a la capacidad humana. Sólo porque un
hombre tiene un coeficiente intelectual de 165 no quiere decir que tiene el don de ciencia
o tiene el don de sabiduría. Algunas de las personas más sabias que he conocido ni
siquiera tenían un coeficiente intelectual como ese.
Pero ellas obviamente tenían el don dado por el Espíritu de sabiduría. Puedo pensar en
una ilustración como una ilustración vívida, perfecta de un individuo así. Éstos son dones
del Espíritu, no son intelectuales. No vienen mediante la educación, bien por un acto
soberano del Espíritu. Y quizás no vienen a alguien que particularmente intelectual.
Simplemente porque un hombre entienda las Escrituras no dice nada acerca de su
coeficiente intelectual.
Ahora, permítame añadir a este pensamiento nuevamente. Aunque hay un don de ciencia,
de conocimiento, ¿acaso no somos todos responsables de tener conocimiento? ¿Acaso no
somos responsables de estudiar para presentarnos aprobados delante de Dios? ¿Acaso
Pablo no le dijo a los colosenses ‘quiero que sean enriquecidos en todo conocimiento?’
En 1 Corintios 1:5, 1en todo habéis sido enriquecidos por Él en todo conocimiento. En el
versículo 30 de 1 Corintios 1, él dice lo mismo. “Pero de Él, por Él estáis vosotros en Cristo
Jesús que nos ha hecho por Dios sabiduría, justicia, santificación y redención.” En otras
palabras, tanto la sabiduría, como el conocimiento deben pertenecer a todo creyente. Y
sin embargo, aunque todos debemos tener estos, hay cierto sentido en el cual algunos
sobresalen, porque han sido dotados de manera especial para ministrar al cuerpo como es
el caso de cualquier otro don.
Sexto, el discernimiento de espíritus. Primera de Corintios 12:10 enlista este don. Algunos
tienen el discernimiento de espíritus. Ahora, Dios quería proteger a la Iglesia de la falsa
doctrina. Dios quería proteger al cuerpo de Cristo de que llegaran personas enseñando
cosas equivocadas, y por ello, les dio a ciertos miembros del cuerpo la habilidad capacidad
de determinar quiénes estaban equivocados y quiénes no lo estaban. Algunas personas
tienen la capacidad de discernir espíritus. Esto es saber si es de Dios o de Satanás.
Ahora, debido a que el cuerpo enfrenta oposición continua por parte de una multitud de
demonios y seres espirituales malignos, debido a que esto siempre se está llevando a cabo
y estos demonios siempre se presentan como mensajeros de luz, tratando de falsificar los
dones del Espíritu y quitar la energía de la Iglesia, debido a esto, Dios dio ciertos dones
para que los hombres pudieran discernir qué era de Dios y qué era de Satanás; y el
entendimiento natural no lo puede determinar. Y quiero decir algo más, ningún consejo o
comité en la tierra puede determinarlo a menos de que haya alguien ahí que tenga el don
de discernir espíritus.
Ahora, Pedro tenía el don del discernimiento de espíritus. Viéndolo de manera invertida.
Creo que esto es simpático. Y eso le muestra cómo a Dios, de manera particular, no le
importa cuáles son sus problemas o cuáles son sus aptitudes físicas. Él le da el don de Su
propia voluntad, a través del Espíritu.
Hechos 5:3, escuche esto: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para
que mintieses al Espíritu Santo?” Ahora, usted pregunta cómo Pedro supo eso. Y estoy
seguro que eso es exactamente lo que Ananías dijo. ¿Cómo sabes que le mentí al Espíritu
Santo? Le voy a decir cómo sabemos. Él sabe que tiene el don de discernimiento. Él sabía
que Satanás había llenado el corazón de Ananías. Él pudo identificarlo en la energía del
Espíritu. ¿Y quiere saber algo? Escuche, Pedro ni siquiera era muy hábil en esa área. Si
usted regresa en su Biblia un poco a Marcos capítulo 8, usted oye que Jesús le dice a él:
“quítate de delante de mí, Satanás.” Ahora, quizás eso ayudo un poco a Pedro a entender
el problema. Y es el mismo Pedro a quien Satanás usó quien fue dotado por el Espíritu
Santo para discernir cuándo un hombre había sido lleno por Satanás o uno de sus
demonios.
Entonces, no tiene nada ver con su trasfondo o sus aptitudes naturales. Pero Pedro tenía
este don. ¡Qué cambio! Sin embargo, ¿no es verdad que todo cristiano en un sentido debe
discernir? Bueno, ciertamente es así. Si usted lee la Biblia con atención, usted leerá estas
palabras. En 1 Juan 4:1, escuche: “amados, no creáis a todo Espíritu, sino probad los
espíritus si son de Dios porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” Todo
creyente debe hacer eso. Todo creyente debe ser sensible a los espíritus para saber si son
de Dios o de Satanás.
Entonces, como puede ver todo debemos hacer eso. Y sin embargo, algunos de nosotros
somos dotados y discernimos para la salud del cuerpo. ¿Ve cómo funciona esto? Y usted
va a ver aún más cuando concluya.
Don número siete, y con el don número siete llegamos a los dones de amor. Ahora, todos
los dones deben operar en amor, ése es el significado del capítulo 13. No importa qué don
usted tenga, sino opera en amor, es carnal. Todos deben operar en amor. Tienen que
operar así. Observe ahí en el capítulo 13:1 al 3, no importa lo que usted hace, sino es en
amor, no es nada. Es inútil. Si su don no está operando en amor, no significa nada. ¿Por
qué? Porque lo que Cristo quiere en el cuerpo es ¿qué? Amor. Amor es lo que Él quiere.
Entonces, todos los dones deben ser ministrados en amor. Ahora, él muestra tres dones
de amor. Ahora, aunque todos los dones deben ser ministrados en amor y el amor es el
fruto del Espíritu y todos debemos amar, hay sin embargo tres dones distintivos de amor
que sobresalen para ministrarle al cuerpo.
El primero es el don de mostrar misericordia. El don de mostrar misericordia y eso está en
Romanos 12:8. Ahora, realmente si usted quiere una traducción simple, significa ser
bondadoso. Mostrar amabilidad. Significa los actos de amor. Ahora, algunas personas no
pueden predicar un sermón, realmente no pueden expresarse, pero pueden hacer
pequeñas obras o actos de bondad amorosa.
El don del Espíritu que sólo se manifiesta a sí mismo en amabilidad compasiva. No a un
nivel humano. Sino que es el amor de Cristo manifestado por el Espíritu Santo a través del
creyente al cuerpo. No es sólo empatía. No es ejercido motivado por un deber. Es un tipo
de amor del Espíritu Santo y algunas personas, simplemente tienen ese don de amor
compasivo que hace que ellos muestren, que lleven a cabo actos de bondad hacia las
personas.
¿Sabe usted que el testimonio más grande en el mundo es dado sin hablar una palabra?,
¿Sabía usted eso? Y el amor es expresado sin decir una palabra. Usted dice ‘bueno,
¿entonces eso significa que si ciertas personas tienen el don de mostrar amor el resto de
nosotros no tenemos que mostrarlo?’ No, no. Obviamente, todos debemos mostrarlo.
Usted lo ve en Santiago 2:15. Y dice: “si un hermano o hermana está desnudo y privado de
su sustento diario y uno de ustedes dice id de por allá, id en paz y sean calentados y
saciados, sin embargo no les dan las cosas que necesitar para el cuerpo, ¿de qué sirve?”
¿No es eso bueno? Oh, tú estás desnudo, no tienes nada para comer. Bueno, vete en paz y
espero que encuentres algo. Es muy bueno. En otras palabras, la implicación es obvia.
Usted tiene la obligación de ser misericordioso. Si usted le ofrece un vaso de agua fría en
Su nombre, es como si lo hubiera hecho a Él. Pablo, escribiéndole a los Gálatas, en cierta
manera amarró esto, se enfocó en este mismo concepto básico en el capítulo 6, versículo
2: “sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid así la ley de Cristo.” Eso es para
todo cristiano, ¿no es cierto?
Piensa en otro, ¿verdad? Primera de Corintios 12:25, aquí está: “para que no haya división
en el cuerpo, para que todos los miembros tengan la misma preocupación unos por
otros.” Entonces, todos debemos estar mostrando bondad, amabilidad; y sin embargo,
algunos tienen el don de amabilidad, de bondad, para ministrarle al cuerpo entero. Usted
dice ‘bueno, no entiendo todas las distinciones.’ Bueno, yo tampoco, pero el Espíritu de
Dios sí; y Él sabe lo que Él está haciendo.
Muy bien, el siguiente don de amor en la exhortación, número ocho. Y eso está en
Romanos 12:8 también. Ahora, este don es muy importante y usted puede tener la
impresión equivocada al leer la palabra exhortación. Permítame decirle lo que significa. La
palabra griega es paraklesis o paraklesis. Veamos, no puedo acordarme en dónde está el
acento. Pero bueno, es paraklesis. Y paraklesis es el acto hecho por el parakletos. Espero
que eso lo corrija. ¡Gracias al Señor!
Muy bien, parakletos significa alguien que viene a ayudar. Y él para paraklesis es la obra
hecha por el que viene a ayudar. La exhortación no ponerse de pie en el púlpito y estar
pegándole a la gente. No es ni siquiera un don público. El don de exhortación es la
capacidad de venir al lado de alguien y confortarlos con amor. Eso es exhortación. El don
de paraklesis es uno de los dones más maravillosos y preciados de todos los dones de
gracia. En la palabra de la cual obtenemos la palabra parakleto, la cual se refiere al Espíritu
Santo, ¿no es cierto? Es el título del Espíritu Santo. Uno de los títulos. Jesús dijo: “si Yo me
voy,” Juan 14, “les enviaré a otro Consolador,” otro parakleto “uno que vendrá a su lado a
ayudarles.”
Jesús inclusive en 1 Juan 2:1 es así: “tenemos abogado para con el Padre a Jesucristo el
justo.” La palabra abogado es parakleto. Uno que está al lado que viene a ayudar. El
parakleto En el poder del verdadero del parakleto, el Espíritu Santo, es usado por el
Espíritu para venir al lado de los miembros del cuerpo para ministrar, confortar, consolar,
alentar, aconsejar, exhortar. Él no es un individuo que se pone de pie en el púlpito y le
habla la gente de manera áspera. Él es energizado por el Espíritu para venir al lado de un
creyente que necesita consuelo, cuidado, o ministerio, o consejo, amor; y simplemente, le
ministra de esa manera. Eso es lo exhortación.
Así como al mostrar misericordia también podemos añadir esto, así como el don de
mostrar misericordia son los actos de amor, el don de parakleto son las palabras de amor.
Son las palabras de concejo. Son las palabras de consuelo. Son las palabras de
exhortación.
Y de nuevo, aunque hay algunos de ustedes que tienen este don y algunos de ustedes
tienen la capacidad dada por el Espíritu y su energía simplemente para confortar a la
gente, tienen este amor. Y este deseo simplemente para mostrar empatía y compartir
palabras de consuelo y palabras de consuelo. Algunos de ustedes que son consejeros, que
son del grupo de consejeros, obviamente están respondiendo a este don y éste es el don
que más los califica a usted que cualquier otro para ejercer el ministerio de consejería en
el cuerpo de Cristo.
Pero en el sentido de que algunos de nosotros lo tenemos, también es verdad que todos
debemos ser un parakleto, ¿no es cierto? Todos tenemos que abrazarnos unos a otros y
ayudarnos; eso es lo que el escritor de Hebreos estaba tratando de decir en Hebreos 3:13.
Escuche esto, veamos, sí, Hebreos 3:13. “Sino exhortaos,” y es la misma palabra,
“paraklesis, “vayan al lado el uno del otro diariamente.” Esto es para todo creyente, como
puede ver. Debemos colocar nuestro brazo el uno sobre el otro diariamente y
confortarnos y aconsejarnos y compartir. Y aunque esto debe ser el caso en todos
nosotros, hay algunos que sobresalen y tienen el don de parakleto o paraklesis.
Pablo lo tenía. Realmente lo tenía. Él tenía todos estos dones. Pero claro, él era
estratégico en la primera Iglesia, pero hombre, Pablo tenía esto porque usted lo ve en 1
Tesalonicenses, ¿y usted recuerda lo que le dijo a los Tesalonicenses? Él dijo: “yo no vine
ustedes así, o así o así. Éramos como una nodriza cuidando a sus hijos. Éramos,” y me
encanta esto, “fuimos gentiles entre ustedes.” Pablo tuvo ese don simplemente para
expresarse en consejo gentil.
Después, el don número nueve, el don de dar. Ese es un don de amor. El don de dar, y me
atrevo a decir que si la semana pasada que yo les hubiera pedido a todos encerraran en
un círculo qué don les gustaría tener, hubieran pasado por alto este, esperando y orando
que no lo tuvieran. Pero número nueve es el don de dar.
Ahora, este es un don de amor, amigos míos. Y este don tiene una referencia directa al
ministerio material, comida, ropa, dinero, casa, lo que sea que usted desee dar. Este es un
don dado por el Espíritu. Está relacionado con la supervisión del Espíritu Santo de todo lo
que usted posee. Y no se relaciona con cuánto usted tenga. ¿Sabe usted que algunas de
las personas que tienen el don de dar son las personas más pobres a su alrededor? Y estoy
seguro de que hay algunas personas que tienen el don de dar, pero no lo ejercen. No, el
don de dar no tiene nada que ver con su billetera. Sólo tiene que ver con la soberanía del
Espíritu de Dios, quien le dio a usted el don de dar. Y esto quiere decir que usted viene
para ayudar a aquellos que tienen necesidad. Ahora, me parece obvio que junto con la
idea del don de dar, para algunas personas puede haber un ingreso adicional también
para que puedan dar aún más. Eso también puede ser el caso.
Pero el don de dar está ahí para proveer para las necesidades de otros que no pueden
suplir sus propias necesidades. Usted sabe, si nuestra Iglesia y la Iglesia de Jesucristo fuera
una, debería ser que ni siquiera tuviéramos que estar ahí dependiendo de la seguridad
social. Deberíamos estar cuidando de los nuestros. El Nuevo Testamento dice que debo
cuidar de las viudas y de los huérfanos. Y debemos suplir las necesidades unos de otros.
No hay razón por la que nosotros tengamos que estar dependiendo de agencias
gubernamentales fuera de que nos hemos olvidado a lo largo de los años, de tal manera
nos hemos enredado y ya no podemos desenredarnos. Pero idealmente, y apuntando
hacia esa meta, debemos estar supliendo las necesidades unos de otros; y si aquellos que
tuvieran el don de dar se liberaran a sí mismos y ejercieran este don en la energía del
Espíritu, eso podría suceder.
Don número diez, y ahora quiero añadir nuevamente que todo cristiano debe dar, ¿no es
cierto? Obviamente, 2 Corintios 9 dice eso. Permítanme mostrarle ese versículo
rápidamente. Segunda de Corintios 9:7 y 8; y no deja que ninguno de nosotros perdamos
el gozo de dar. “Cada uno,” cada uno, ¿lo oye? “Cada uno de como propuso en su corazón,
no con tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” Este es el punto, cada
hombre. Cada creyente.
Muy bien, 10; en el 10 tenemos dos dones que son los mismos, gobierno o guiar.
Gobierno es el término en 1 Corintios y guiar es el término en Romanos 12. Estos son los
dones de administración. Ellos pertenecen a aquellos que están en lugares de autoridad
espiritual. Por ejemplo, aquellos pastores, maestros o evangelistas que ejercen este don
en particular. En el lugar de autoridad, éste sería un don que es necesario y el Espíritu
Santo lo da.
Y 1 Tesalonicenses capítulo 5, versículo 12 “os rogamos hermanos que reconozcáis a los
que trabajan entre vosotros y os presiden en el Señor Dios y os amonestan.” Algunas
personas, simplemente están en el lugar de estar por encima de otros para cuidar de ellos,
no para enseñorearse de ellos o para amartillarlos o sujetarlos, sino para enseñarles e
instruirles. Y en el versículo 13: “y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su
obra.” Entonces, más vale que amen a su pastor.
En Primera de Timoteo capítulo 5, nos da otro, versículo 17. “Los ancianos que gobiernan
bien sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y
enseñar.” Y todo lo que soy en esta Iglesia en términos del Nuevo Testamento es ser un
anciano. Yo no soy diferente de usted. Yo no soy el reverendo, sólo soy yo y soy un
anciano y fue establecido por Dios para enseñar y enseñar la palabra y doctrina. Y como
consecuencia, con eso, hay una gran responsabilidad; pero también con ello, por la gracia
de Dios, hay honra.
Después, en Hebreos, capítulo 13, usted tiene lo mismo desde otro ángulo. Versículo 7:
“Acordaos de los que os hablaron la palabra del Señor que están sobre vosotros,
considerad cual haya sido el resultado de su conducta e imitad su fe.” Versículo 17:
“obedeced a los que están sobre vosotros y someteos a ellos porque ellos cuidan de
vuestras almas como los que han de dar cuenta.” Como puede ver, ése es el gancho.
Podemos tener el honor por la gracia de Dios, pero también somos responsables ante Dios
por el tipo de liderazgo. Y ellos van a rendir cuentas para que lo hagan con gozo y no con
tristeza, porque esto no os es provechoso. Versículo 24: “saludad a todos los que están
sobre vosotros y a todos los santos.” Nunca salgan de la puerta sin estrecharle la mano al
pastor.
Oh, ¿vieron que eso no lo dice en ese versículo? Bueno, obviamente eso es estirarlo. Pero
el pastor o el anciano o el presbítero o sea quien sea, y todo eso se refiere a un pastor, a
quien se le da la responsabilidad de supervisar al rebaño, tiene el don de gobernar o de
guiar. Y hay muchos otros ministerios en el mundo. Organizaciones misioneras, posiciones
ejecutivas con todo tipo de cosas en donde también tienen este don.
Ahora, obviamente, no todos podemos tener el don de gobernar. De guiar. Si todos lo
tuviéramos, habría muchos jefes y a nadie a quien guiar. Entonces, no todos podemos
tener eso. Pero en el mismo sentido, ¿acaso la Biblia no enseña que todo creyente debe
gobernar su propia casa, gobernar su propio espíritu y sujetar su propio cuerpo? Entonces,
en un sentido, debemos cuidar esta área, ¿no es cierto? Todos.
Muy bien, el onceavo. Ministerio de ayuda o ministerio o servicio. Ahora, ambos, estos
dos se refieren a servicios. Éstos son dones de asistencia. Y los primeros diáconos tuvieron
este don. La palabra diácono viene de diaconía, diaconía significa servicio. Eso es todo lo
que significa. Significa literalmente siervo. Diáconos significan siervos. Ellos tenían el don
de ministerio o de ayuda. De servicio. Eran ayudantes, trabajadores, gente que labora tras
bambalinas, quizás usted no tenga el don de enseñanza, quizás usted trabaja en alguna
capacidad por aquí o por allá y descubre que el Espíritu de Dios está capacitándolo y hace
que cosas maravillosas sucedan y el amor está ahí y la unidad está allí, ésa es la energía
del Espíritu operando a través del don de ayuda o el don de ministerio.
Ahora, también quisiera añadir que este don como el resto es común en todos los
cristianos, pero en un sentido menor. Todos debemos servir, ¿no es cierto? Ninguno de
nosotros puede decir ‘bueno, yo no tengo donde servicio. Como consecuencia, yo no
tengo que servir en nada.’ Bueno, todos nos servimos unos a otros. En Gálatas, capítulo 5,
versículo 13 dice: “hermanos, porque a libertad habéis sido llamados. Sólo que no uséis la
libertad para ocasión de la carne sino para serviros unos a otros en amor.”
Todos somos llamados a servir, pero algunos han sido dotados de manera específica por
gracia para el servicio del cuerpo. Ahora, esos son los dones permanentes de edificación.
Once. Ahora, quiero que vea la clave de todo de lo que he dicho. Aquí viene, y con esto
vamos a detenernos y vamos a continuar con los siguientes dones la semana próxima. Ésta
es la clave de todo. No la pierda.
Todo don, escuche esto, todo don que hemos mencionado fue característico de Jesucristo.
¿Escuchó eso? Todo don fue característico de Jesucristo. Él tuvo todos estos en su
plenitud. ¿Muy bien? Él tuvo todos ellos, sin excepción. Él fue predicador. Él fue maestro.
Él fue fiel. Fue la sabiduría personificada. Él fue el conocimiento en la carne. Él fue el que
discernió espíritus, ¿no es cierto? Él fue quien mostró misericordia. Él fue el verdadero
parakleto. Él fue el dador. Él dio más que cualquier otra persona jamás dio. Él fue el
gobernador, esto es el guía, el líder, Él fue siervo y ministro.
Cada uno de estos dones fue una característica de Jesucristo. Y yo creo que si usted une
estos once dones, usted tiene un retrato de Jesucristo. Él fue todas estas cosas.
Ahora escuche esto, Cristo en la carne fue todo eso. Ahora, aquí está la clave, cuando
Cristo dejó este mundo, Él formó nuevo cuerpo, ¿verdad? ¿Y cuál es ese cuerpo? La
Iglesia. Pero ese cuerpo, la Iglesia, debe hacer exactamente lo que Su cuerpo en la carne
hizo, ¿no es cierto? ¿Manifestar Su naturaleza, verdad? Entonces, de manera natural, si
todas esas cosas fueron parte de Su cuerpo carnal, todas estas también van a ser parte de
Su cuerpo espiritual, la Iglesia. ¿Cuáles son esos dones? Amigos míos, son la reproducción
de los atributos de Cristo en Su cuerpo, la Iglesia. Eso es lo que son. Todas estas ahora
están en el nuevo cuerpo de Cristo, la Iglesia. Son dones de gracia danos a la Iglesia por el
Espíritu Santo para que la Iglesia pueda ser la vida continua de Cristo. Para que en el
mundo podamos radiar Su persona y Sus atributos; y amigos, esa es la razón por la que
sino operamos estos dones, nosotros no radiamos a Cristo. Debemos ejercer el don si
vamos a reflejar verdaderamente a Cristo.
Todos estos dones son dados al cuerpo para que el cuerpo pueda reflejar a Cristo. Ahora,
voy a dar un paso más hacia adelante. Voy a aplicarlo a usted. ¿Acaso no dije también que
todo don a lo largo de este estudio en un sentido menor que el don espiritual, cada uno
de estos principios debe ser comunes a todos los cristianos? ¿No dije eso? Cada uno de
nosotros, cristianos, debe tener cada uno de estos a un grado menor que el don. Usted
pregunta por qué. Debido a esto, amigos míos, ¿sabe para qué usted ha sido llamado
como cristiano? Fue llamado a ser ¿como quién? Jesucristo. Entonces, de manera natural,
todo lo que lo caracterizó a Él, también debe ser verdad en usted. Y si su testimonio va a
ser totalmente eficaz, el mundo va a tener que ver en usted el reflejo mismo de Jesucristo.
Ahora, ¿ve usted lo que podríamos hacer en este mundo si esto sucediera? Si usted y yo
fuéramos ejemplos vivos de Cristo y si como cuerpo total reflejáramos la naturaleza total
de Jesucristo, ¿puede imaginarse lo abrumador y contundente que sería nuestro
testimonio? Sería un testimonio doble, el testimonio de todo miembro individual y el
testimonio del cuerpo en total, ¿verdad? ¿Recuerda usted nuestro sermón del testimonio
del cuerpo? Esas son exactamente las dos cosas que dijimos que debemos hacer. Ser
testigos individuales como miembros en semejanza a Cristo, y ser testigos como cuerpo en
semejanza a Cristo; y Cristo nos ha dado a todos todo ingrediente para que esto suceda.
Lo que tenemos que hacer es estar dispuestos a hacerlo.
Usted ni siquiera debe vivir su vida. Pablo dijo “con Cristo estoy juntamente crucificado,
pero no vivo yo, sino Cristo vive en mí.” Debemos reflejar a Cristo como miembros
individuales. Debemos reflejar a Cristo en el ejercicio de los dones al siguiente nivel hacia
arriba para que podamos ser como Él.
Y como Pablo dijo, “Él nos ha llamado para ser conformados a la imagen de Su Hijo.” ¿Ve
usted realmente lo importante que es que nosotros conozcamos cuál es nuestro don
espiritual y lo operemos? Para que nuestro testimonio como cuerpo sea eficaz y para que
cada uno de nosotros a un grado menor que el don ejerza todos estos atributos para que
podamos ser como Cristo. Amigos, es algo emocionante pensar en esto. Usted,
individualmente, usted es el ministerio continuo de la vida de Jesucristo. ¿Escuchó un eso?
Eso es algo serio. Usted es el ministerio continuo de Jesucristo. ¿Y quiere saber algo más?
Juntos, también de manera colectiva como cuerpo somos el ministerio continuo de
Jesucristo y cuando somos aquello para lo que se nos redimió, entonces el cuerpo será
aquello para lo que fue dotado y el mundo verá un testimonio claro.
Padre, Te damos gracias en esta noche por Tu palabra. Te damos gracias por enseñarnos
nuevamente principios que son absolutamente esenciales para la salud del cuerpo. Señor
Dios, simplemente oramos porque cada uno de nosotros con entendimiento y en la
energía del Espíritu podamos operar nuestros dones no en la carne, sino en el Espíritu. Y
que podamos ser usados para hacer que el cuerpo de Cristo sea uno en amor y en
testimonio. Y después, Padre, en nuestras propias vidas individuales, que nuestro
testimonio sea claro porque somos como Jesucristo. Esto oramos en Su Nombre. Amén.
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Los dones del Cuerpo, 3ª Parte


Escritura: Escrituras seleccionadas
Código: 1313
John MacArthur
Inclinémonos en oración. Padre, Te damos gracias en esta noche por la gracia asombrosa,
por el mensaje simple de esa canción. Y, Oh, Señor, cuán grande es saber que ni siquiera
hemos comenzado a experimentar lo que Tú has preparado para nosotros. Por toda la
eternidad, viviremos y nos regocijaremos en la gloria de la gracia plena. Gracias Señor por
todo lo que Tú significas para nosotros. Y Señor, conforme vemos la Palabra en esta
noche, que hablemos como alguien que habla según las palabras de Dios. Que nuestros
corazones estén sensibles y que seamos guiados por el Espíritu de Dios. Que Él sea
nuestro maestro. Oramos en el nombre de Cristo. Amén.
Primera de Corintios capítulo 12, el mensaje de esta noche es el tercer mensaje acerca del
tema de los dones del cuerpo. Estamos en una serie, una serie que no ha sido planeada,
pero que simplemente sucede semana tras semana, una de esas cosas no planeadas que,
obviamente, el Señor había planeado a lo largo de la eternidad. Estamos en el tercer
mensaje de los dones del cuerpo.
Hablamos del cuerpo de Cristo, el testimonio del cuerpo y los dones del cuerpo. Hemos
estado estudiando el cuerpo de Cristo y cómo debe funcionar en unidad y en amor. Y esas
son las dos palabras claves para entender el cuerpo de Cristo. En unidad y en amor. Y si
funciona en unidad y en amor, va a ser edificado. Va a madurar. Va a estar edificando. Y
por el cuerpo de Cristo, al usar la palabra o el término el cuerpo de Cristo, queremos
referirnos a todos los cristianos amándose y sirviéndose los unos a los otros y de esta
manera, siendo edificados.
Y cuando somos edificados, en ese tipo de unidad y en ese tipo de amor, entonces nuestro
testimonio al mundo será eficaz. Esto es lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “oro para
que sean uno, para que el mundo conozca que el Padre me ha enviado.”
Nuestro testimonio depende de la unidad y el amor. Ahora, para que el cuerpo sea
edificado, para que pueda dar testimonio, Dios le ha dado al cuerpo ciertas cosas. En
primer lugar, le ha dado a ciertos hombres dotados, apóstoles, profetas, evangelistas,
pastores y maestros. Él no sólo le ha dado a ciertos hombres dotados, sino que ha dado
ciertos dones de gracia o ciertos dones espirituales a cada uno de los creyentes.
Y hemos estado hablando acerca de estos dones y a través de estos dones, a todo
creyente, el Espíritu Santo se manifiesta a sí mismo al cuerpo entero. Ahora, si usted está
entrando en este momento en este punto de la serie, lo alentaría a escuchar a los
sermones que hemos estado estudiando y que usted sepa en dónde estamos, para que
pueda entender este tema que tiene una importancia absolutamente crítica.
Ahora, hemos estado hablando entonces de los dones a través de los cuales el Espíritu
ministra al cuerpo. Entonces, Dios ha dado dos cosas al cuerpo de Cristo: hombres
dotados, especialmente llamados apóstoles, profetas, fueron ministerios de fundación y
han cesado Y después, seguidos por evangelistas, maestros y predicadores. No sólo
hombres dotados, sino dones. Y cada uno de los creyentes tiene ciertos dones mediante
los cuales ministran el uno al otro para llevar a la madurez completa al cuerpo entero.
Ahora, hemos estado estudiando estos dones y también hemos estado estudiando los
principios mediante los cuales los dones funcionan. Hemos visto claramente cómo estos
dones se complementan los unos a los otros y cómo resultan en un cuerpo que se está
edificando. También hemos visto que cada uno de estos dones fue completo y pleno en
Cristo mismo. Y que nosotros, como cuerpo, debemos ser la continuación de la vida de
Cristo de tal manera que Dios nos ha dado a todos todo don básico que Cristo mismo tuvo,
para que nosotros seamos de manera plena la continuación de la vida de Cristo.
Ahora, para tener una unidad saludable, entonces, lo cual significa un testimonio
saludable, para que tengamos una verdadera unidad de amor, para tener un verdadero
ministerio positivo, entonces, debemos ministrar nuestros dones los unos a los otros para
que seamos edificados. Si no ministramos, el cuerpo es afectado, el cuerpo es paralizado,
algunos miembros no están funcionando y los otros tienen que compensar y el cuerpo
entero de Cristo comienza a cojear.
E incidentalmente, ése es exactamente el caso en la actualidad. Y como resultado de un
cuerpo que está afectado, cojeando, paralizado, dividido, desconectado, estamos en el
medio de las ruinas de un testimonio destrozado en el mundo. El mundo no puede ver
nuestro testimonio debido a que nuestra unidad es el criterio y nuestro amor. Y debido a
que la unidad y el amor no son obvios en el cuerpo de Cristo, el mundo no tiene los
estándares correctos mediante los cuales nos pueden juzgar.
Ahora, en mensajes previos hemos dicho tres cosas; número uno: el cuerpo necesita ser
uno y amar. Número dos, los dones llevan a este punto. Punto número tres, descubra su
don y úselo. Eso es básicamente lo que hemos estado diciendo. Para que el cuerpo
funcione, tiene que haber unidad en amor, dones que contribuyen a la unidad y
contribuyan al amor, descubra su don, descúbralo mediante oración y la llenura del
Espíritu Santo; y use su don.
Cuando todos nosotros operamos nuestros dones en la energía del Espíritu, entonces
nosotros nos edificamos unos a otros para llegar a la madurez plena, y así el cuerpo
madura y nuestro testimonio es poderoso. Ahora específicamente, hemos comentado a
enumerar los dones que son enlistados en 1 Corintios 12 y también en Romanos 12. La
última vez hablamos de los dones permanentes. Dijimos que hay dos categorías de dones,
permanentes y temporales.
Los dones permanentes son para edificar al cuerpo y todavía edifican al cuerpo. Los dones
temporales fueron para confirmar la palabra de los apóstoles y profetas y han cesado con
el cese de los apóstoles y profetas.
Ahora, debido a la que la semana pasada cubrimos todos los dones permanentes, eso nos
deja para que en esta noche cubramos los dones temporales, los cuales no fueron
diseñados para la edificación del cuerpo, como veremos, sino que fueron diseñados para
confirmar el testimonio de los apóstoles y profetas que de hecho estaban declarando la
Palabra de Dios.
Ahora, hay cuatro de estos dones enlistados en las Escrituras. No tienen una función
continua en el cuerpo. Existieron para la era apostólica y fueron diseñados para los
incrédulos, los no creyentes, para que los incrédulos pudieran ser convencidos por medio
de estos milagros de que de hecho la Palabra de Dios estaba siendo hablada por medio de
las bocas de los apóstoles y los profetas de la primera Iglesia.
Ahora, el punto es obvio. Si usted tenía una multitud de personas hablando y no había un
estándar mediante el cual pudiera juzgarlos, nadie sabría qué creer y entonces, juntos con
los que hablaban la verdad, junto con los verdaderos apóstoles y los verdaderos profetas
había ciertos milagros para que la gente fuera convencida que ellos, de hecho, hablaban la
Palabra misma de Dios.
Ahora, quiero repasar este concepto con usted por tan sólo un momento y si usted me
acompaña Marcos 16, ése es el último capítulo en el libro de Marcos. Y no voy a entrar a
un estudio crítico para determinar si esto pertenece a este punto o no. Supongamos por
un momento que pertenece a este punto. E incidentalmente, hay nueva evidencia en base
a dos nuevas tesis que acaban de ser escritas con nueva evidencia de manuscritos que la
última parte de Marcos pertenece al texto. En caso de que usted no supiera si no solía
pertenecer o si algunas personas pensaban que no pertenecía, no se preocupe. Ese es el
problema de otros.
Pero notamos en el versículo 17 y él aquí está hablando a los once discípulos. Él dice: “y
estas señales seguirán a los que creen, en Mi Nombre echarán fuera demonios, hablarán
nuevas lenguas, tomarán en las manos serpientes y si bebieran cosa mortífera, no les hará
daño. Sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán.”
Ahora, usted tiene ahí algunos milagros que van a certificar la predicación inicial de los
apóstoles y las personas que responderán a los apóstoles en esa fase inicial de la Iglesia va
a ver que suceden milagros. Ahora, usted va al versículo 19: “Y el Señor, después que les
habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.” Esa es la ascensión.
Versículo 20: “Y ellos, saliendo,” estos son los apóstoles, “predicaron en todas partes,
ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que le seguían.” Para eso
eran. Ahora, observe 2 Corintios capítulo 12, versículo 12. Dice esto, ahí hay un versículo
muy importante: “verdaderamente las señales de un apóstol.” Ahora, observe, las señales
de manera específica le pertenecían a los apóstoles, “las señales de apóstol han sido
hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.” Dudamis,
obras dinamitas.
Ahora, observe a quién le pertenecen las señales ahí. A los apóstoles. Señales de un
apóstol. Esa es una designación específica para los milagros. Ahora, veamos otro versículo
en Hebreos, capítulo 2. Hebreos, capítulo 2, versículo 3, dice esto y esto es muy
importante: “¿cómo pues escaparemos si descuidamos una salvación tan grande?” Ahora,
escuche lo que sucede después de esto, “la cual había sido anunciada primeramente por
el Señor.” ¿Acaso el mensaje de salvación no fue inicialmente hablado por Cristo mismo?
¡Claro! “Y fue confirmada por los que oyeron.” ¿Y quiénes serían? Los apóstoles,
“testificando Dios juntamente con ellos.” ¿A quién se refiere los ellos? Los apóstoles. “Con
señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos,” aquí está la clave, “del Espíritu
Santo según su voluntad.”
Ahora, ahí lo tiene, amigos míos. Los apóstoles hicieron milagros para confirmar la
palabra. Los milagros de hecho le pertenecen a los apóstoles y aquí dice que ciertos dones
o repartimientos del Espíritu fueron para los apóstoles. Ahora, cuando usted llega a 1
Corintios 12, y ve los dones milagrosos, usted sabe entonces que esos son los dones de los
que se habla como las señales, prodigios y milagros que le pertenecen a los apóstoles con
el propósito de confirmar la Palabra y establecer su veracidad en las mentes de las
personas que no tenían otro estándar.
Y como usted puede ver, esto es lo que realmente Nicodemo quiso decir cuando vino a
Jesús y dijo: ‘yo sé que Tú vienes de Dios porque ningún hombre puede hacer las cosas
que Tú haces excepto porque Dios estuviera con él.”
En otras palabras, las señales y milagros en la vida de Cristo certificaron el hecho de que Él
estaba hablando de parte de Dios. Y lo mismo fue el caso de los primeros apóstoles. No
tenían otro estándar. No había palabra escrita de Dios. Todavía no estaba el estándar
acumulado del Nuevo Testamento, entonces las señales se volvieron la confirmación de la
Palabra. Esas señales debían ratificar o establecer la verdad.
Ahora, en la primera Iglesia éste era un componente necesario de la predicación y
enseñanza de los apóstoles y los primeros profetas. E incidentalmente, estos dones fueron
evidentemente trasmitidos de los apóstoles a otros profetas de la primera Iglesia, al
imponerles las manos. No hay indicación en ningún lugar en el Nuevo Testamento de que
una persona tuviera esos dones fuera de que se llevara a cabo mediante la imposición de
manos de los apóstoles.
Entonces, fue un ministerio directo dirigido a los apóstoles y los profetas iniciales de la
primera Iglesia. Warfield, uno de los más brillantes eruditos bíblicos que jamás vivió dijo lo
siguiente, y cito “estos dones milagrosos fueron parte de las credenciales de los apóstoles
como agentes con autoridad por parte de Dios al establecer la Iglesia. Su función, de esta
manera los confinó de manera distintiva a la Iglesia apostólica y de manera necesaria,
dejaron de existir con ella.” Fin de la cita.
Ahora, ciertos pasajes de manera específica, asocien a los dones milagrosos del Espíritu
con la obra de los apóstoles. Y le daré un par de ilustraciones. Una es el capítulo 14 de
Hechos. No lo busque. Simplemente, escríbalo. Hechos 14, versículo 3. En Hechos 14:3:
“mucho tiempo, por lo tanto, permanecieron hablando con denuedo en el Señor quien dio
testimonio de la palabra de Su gracia.” Ahora, aquí hay algunos profetas y ellos están
hablando la palabra del Señor. Y aquí está la clave: “y el Señor dio testimonio de la palabra
de Su gracia.” ¿Qué fue lo que el Señor estaba haciendo? Confirmando la palabra,
¿verdad?
¿Cómo dio el testimonio? Él concedió que señales y maravillas fueran hechas por sus
manos. ¿Se da cuenta? En otras palabras, la manera en la que el Señor certificó la
veracidad de sus palabras fue en concederles señales y maravillas o milagros. Ahora, estas
obras incidentalmente describen la actividad de Pablo y Bernabé cuando llegaron a la
ciudad de Icononeo durante el primer viaje misionero de Pablo y en este punto, las
señales y milagros fueron concedidas a ellos como apóstoles y profetas para proclamar la
verdad de Dios y que fuera verificada. Dios literalmente verifico Su Palabra al darles la
capacidad de hacer milagros.
Ahora, hay otro versículo que nos dice lo mismo y es en Romanos 15:15. Nuevamente,
simplemente, se las leo. Romanos 15:15: “Mas os he escrito, hermanos, en parte con
atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada para ser
ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los
gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo. Tengo, pues, de qué
gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere. Porque no osaría hablar sino de lo
que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y
con las obras.”
En otras palabras yo sólo estoy hablando lo que Cristo me dice que hable, dice Pablo.
Ahora observe esto: él reitera nuevamente: “Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo
ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las
obras.”
Y aquí está la clave: “con potencia de señales y prodigios.” En otras palabras, Pablo dice,
mi ministerio es verificado mediante las señales y prodigios. Está área entera de milagros
no tenía nada que ver con los creyentes. Tenían que confirmar la palabra a los incrédulos.
Ése es el punto. Muy bien, entonces a partir de esos pasajes hemos aprendido que el
propósito y la función de los dones milagrosos especiales del Espíritu era de certificar a los
apóstoles como mensajeros verdaderos del Dios verdadero y por lo tanto, de esta manera,
confirmar el Evangelio de salvación en la mente de los incrédulos.
Incidentalmente, como un aspecto satélite, también ayudo a los creyentes a tener más fe
cuando ellos veían esos milagros. Ahora, quiero añadir rápidamente que la Iglesia en la
actualidad no necesita este tipo de confirmación. No necesitamos milagros como un
estándar mediante el cual verificamos la declaración de alguien. No necesitamos que
alguien se ponga de pie y predique y después haga un milagro y así sepamos que está
hablando la verdad. Tenemos otro estándar, ¿cuál es? La palabra de Dios. Cuando alguien
se pone de pie a predicar, no tenemos que esperar un milagro, meramente lo evaluamos
en la luz de la Palabra de Dios. Si él encaja con la Palabra de Dios, ése es el estándar. Sino,
entonces sabemos que no es un verdadero maestro sino un maestro falso.
No necesitamos milagros de confirmación, aquí esta nuestra confirmación. Juzgamos
mediante la Palabra de Dios. Recuerdo Lucas, capítulo 16, versículo 31 cuando la palabra
dice: “si no oyeren a Moisés y a los profetas tampoco se persuadirán aunque uno se
levantare de los muertos.”
Si la palabra de Dios como estándar no es lo suficiente en su mente, si no es la suficiente
evidencia para ellos, los milagros no servirán. Ahora que las Escrituras están completas y
usted no puede quitarle ni tampoco le puede añadir, están completas y totales como Dios
diseño que fuera. Es nuestro estándar, no necesitamos milagros de confirmación. Son
irrelevantes, inmateriales e innecesarios. Ahora, permítame añadir un comentario. Los
hombres dotados de la Iglesia, usted sabe, había dones. Y había hombres dotados. El
maestro, los evangelistas, el pastor, los cuales son los que todavía existen. El apóstol y el
profeta, como vimos la semana pasada, eran el cimiento, la fundación, ¿verdad? Y usted
no coloca el cimiento en el piso 20; entonces pertenecen al primer siglo.
Pero en los hombres dotados, todavía está el ministerio continuo que edifica el cuerpo. No
hay un don de confirmación milagroso que se menciona en Efesios 4, en donde los
hombres dotados son mencionados. En ninguna de las cartas de Pablo de Corintios en
adelante, Corintios es la única que menciona estos, en ninguna otra de las cartas de Pablo
dice que los pastores o evangelistas o maestros deben tener alguno de estos tipos de
dones.
Ahora, amigo mío, si esos dones eran los dones de confirmación de la Palabra y todavía los
necesitamos, entonces les pertenecerán a los hombres que predicaran la palabra, ¿no es
cierto? ¿Cuál sería el punto de dar dones de confirmación a las personas que no son
predicadores? No tendría sentido. Si de hecho, estos dones todavía existieran, entonces
deberían pertenecerle a los más grandes predicadores y maestros en el mundo, porque
ellos son los hombres que están hablando y son los hombres cuyos mensajes debe ser
confirmado, ¿no es cierto?
Y entonces, si esos dones todavía existieran, le pertenecerían a maestros bíblicos dotados,
no a personas que están errando en su doctrina y conduciendo una especie de
emocionalismo muy extraño bajo una tienda de campaña; y usted puede mirar al mundo
que nos rodea y no va a encontrar a un solo maestro bíblico dotado en el grupo de
aquellos que promueven una teología dispensacionalista pre milenialista que tenga algo
que ver con este tipo de dones. No hay ninguno. De hecho, hay una unanimidad total en
estar de acuerdo en que estos dones no pertenecen a nuestro día.
Siempre hubo dones de confirmación para que los incrédulos confirmaran o verificaran la
Palabra. Y como consecuencia, si todavía existieran en la actualidad no le pertenecerían a
mujeres, en primer lugar, porque las mujeres deben guardar silencio en la Iglesia. Y eso
está en 1 Corintios 14 y se refiere a las lenguas. Y amigos, si eso sucediera, el 95% del
movimiento terminaría. Y entonces, los dones de confirmación, si fueran legítimos,
pertenecerían a grandes maestros bíblicos y como contraste, no les pertenece a ellos. No
son los que son los curanderos auto estilizados o lo que dicen hacer milagros, en absoluto.
Entonces, hemos visto que los dones de señales fueron para la época apostólica y cuando
los apóstoles y los profetas los usaron, eran para confirmar la Palabra; y cuando los
apóstoles y profetas dejaron de existir, también dejó de existir la necesidad de
confirmación, porque la Biblia entonces se volvió en el estándar. Esos dones nunca fueron
diseñados en ningún momento para pertenecerle a la edificación del Cuerpo. No son parte
de ello en absoluto. Muy bien.
Ahora, veamos cuatro de los dones temporales de señales específicos. Y están aquí para
nosotros en el versículo 10 y algunos repetidos en el versículo 28. Usted lo puede ver.
Número uno, es el don de milagros. Versículo 10: “a otro, el hacer milagros.”
¿Cuál es el don de milagros? Hablaremos de esto por un momento. Decir que el don de
milagros ha cesado no sería verdad y quiero apurarme a decir eso. Cuando decimos digo
que el don de milagros ha cesado, yo no quiero decir que Dios no hace milagros. Dios es el
Dios de milagros. Dios está haciendo milagros todos los días en todos lados. Yo no creo
que no pase un solo día sin que no veamos a Dios haciendo milagros en nuestras propias
vidas. Los milagros suceden a todo nuestro alrededor.
El milagro más grande que Dios hizo fue tomar a un alma enferma, degenerada,
pecaminosa, camino al infierno y la volteo y le dio vida, de tal manera que se convierte en
un ciudadano del cielo. Ése es el milagro más grande que Dios jamás hizo y lo hace
constantemente.
Y hay otros milagros. Todo tipo de milagros que Dios hace. Eso no quiere decir que el don
de milagros exista todavía. No es un don a través de una persona en la actualidad. Dios
todavía hace milagros mediante Su diseño soberano como resultado de la oración. Pero
no es lo mismo como el don apostólico de milagros.
Ahora, nuestro Señor, permítanme hablar de esto por un momento, nuestro Señor hizo
muchos tipos diferentes de milagros incluyendo el resucitar a los muertos. Y éstas fueron
pruebas de Su deidad. Eran para verificar que Él era el Mesías. Era para corroborar Su
declaración de que Él era el hijo de Dios.
Por ejemplo, como vimos esta mañana, Él dijo “Yo soy el pan de vida”; y Él hizo pan. Él dijo
“Yo soy agua viva”; y Él entonces hablaría de un agua que podía dar era como ninguna
otra agua. Él diría: “Yo soy la luz del mundo”; y dio vista a ojos ciegos y dio a luz a almas
ciegas. Él decía “Yo soy la resurrección y la vida.” Y Él, entonces resucitaba a alguien de los
muertos física y espiritualmente. Él estaba verificando Sus declaraciones mediante
milagros. Nuestro Señor, entonces, los hizo. Pero es interesante que nosotros señalemos,
creo yo, que tuvieron un efecto muy limitado, ¿no es cierto? Digo, hizo los milagros
constantemente enfrente de Israel y ellos no creyeron en Él. Finalmente, ellos
concluyeron que Él hizo Sus milagro por el poder de Belcebú, de Satanás. Entonces,
tuvieron un efecto muy limitado.
Y no sólo tuvieron un efecto muy limitado con Cristo, sino que también tuvieron un efecto
muy limitado con los apóstoles y los profetas, muy limitado. El echar fuera el espíritu malo
de la que adivinaba fue la causa directa a todos los problemas en Filipos. Cuando ese
milagro sucedió, causó tal caos en Filipos que usted sabe lo que sucedió en últimas.
La restauración de la persona coja en Listra por parte de Pablo pareció tener un gran
efecto en la gente. Por un momento lo tuvo, eso está en Hechos, capítulo 14. Se veía
como que la restauración de esa persona coja realmente iba a tener un gran efecto, pero
poco después de eso, apedrearon a Pablo y lo dejaron pensando que estaba muerto. Ese
fue un efecto más bien mínimo.
Después de Filipos, por un período de dos años, no hay mención de ningún milagro hecho
por Pablo. Fueron muy limitados, muy limitados. No hay ningún registro de milagros que
sucedieran en Antioquía, Corintio, Tesalónica, Derbe, en Baria. Fue un ministerio muy
limitado, muy limitado.
Y Pablo no se enfoca, no le da énfasis al hacer milagros en absoluto. Él continuamente
enfatiza la necesidad de fe. Y en todas sus listas, en los requisitos para un obispo, para un
anciano, para un diácono, nunca dice nada acerca de los milagros.
A lo largo de todas las epístolas enteras, de todas las que él escribe no se dice nada acerca
de personas haciendo milagros. Santiago no dice nada de eso. Juan no dice nada de eso.
Judas no dice nada acerca de eso. Nadie fuera del libro de Hechos dice algo acerca de eso.
Y ciertamente, otras Escrituras hacen referencia a esos ministerios. No hay énfasis en la
Biblia en hacer milagros. Porque era obvio para Pablo y para cualquier otro escritor que
pertenecía a una era apostólica y cuando terminó esa era, se acabaron.
Y no tuvo un lugar continuo en el ministerio de la Iglesia. En la actualidad no necesitamos
el don de milagros. Pablo dice ‘necesitamos la manifestación de una vida en el Espíritu’,
¿verdad? Necesitamos vivir en la energía del Espíritu. Ahora, no estoy menospreciando los
milagros. Tienen un lugar, pero no a través del don de milagros, el cual fue apostólico.
Ellos no sólo tuvieron un efecto limitado, sino que tuvieron un propósito limitado.
Existieron para una etapa infante de la Iglesia, para verificar el Evangelio. Fueron las
señales, maravillas y obras poderosas, simplemente para el principio.
Ahora, un pensamiento más. Tuvieron una época limitada y quiero ilustrar esto. Y creo
que es muy importante por tan sólo un momento. Para entender cómo Dios ha usado los
milagros, usted debe observar diferentes periodos en las Escrituras en los que los milagros
ocurren. Hubo cuatro períodos milagrosos, de milagros en la Biblia. Y sucedieron y
terminaron. Y sucedieron y terminaron. Y hay grandes períodos en la historia en los que
no se registran milagros.
El primer período de milagros fue en el día de Moisés. El segundo periodo de milagros fue
en la época de Elías y Eliseo. El tercer período de milagros fue en la vida de Cristo. Y
amigos míos, entre la época de Elías y Eliseo y Cristo simplemente no hay ningún milagro.
El cuarto período de milagros siguió inmediatamente a la vida de Cristo después de
Pentecostés en la primera Iglesia.
Ahora, los milagros tienen su lugar para validar o certificar la Verdad de Dios en un
momento o tiempo específico y siempre son limitados por el tiempo. Primer lugar,
recuerde, el primer período de milagros, que fue la época de Moisés. Usted no lee acerca
de milagros en la época de los patriarcas, ¿o sí? Fuera de los milagros creativos de Dios y
cosas como el diluvio, en términos de hombres haciendo milagros, usted no lee acerca de
ellos en Génesis. Moisés inició el primer período de milagros. Y sus milagros fueron
llevados a cabo en referencia a la redención de los hijos de Israel saliendo de Egipto, ¿no
es cierto?
En Éxodo 7:3 dice: “endureceré el corazón de faraón y multiplicaré Mis señales y
maravillas en la tierra de Egipto.” Observe de quién eran esas maravillas, no eran del
hombre, sino de Dios. Y Dios dice ‘Yo las voy a hacer en referencia a Egipto’. Y fue
importante, porque ¿cómo pudo faraón realmente saber que Dios estaba llevando a cabo
su obra en Israel, a menos de que hubiera algo para certificarlo?, ¿verdad? Y él recibió una
buena dosis de certificación.
Y no sólo eso, ¿cómo sabrían los israelitas que Dios estaba operando a menos de que
hubiera algunos milagros para verificarlo? Y entonces, en la época de Moisés hubo
milagros. Fue el primer gran período de milagros. Y las señales a Moisés lo certificaron
como un líder certificado por Dios, establecido por Dios.
Y esta no es una regla inviolable. Hay algunos puntos durante otros períodos en medio de
estos grandes períodos en los que Dios hacía algo milagroso, pero específicamente fueron
a través de milagros individuales; y realmente, fueron bastante limitados a este período.
El siguiente período entonces, sería el período de Elías y Eliseo y todos los profetas fueron
los que hicieron los milagros. Y de nuevo, la razón fue porque Israel necesitaba saber
quién Dios era, porque estaban involucrándose con Baal, ¿verdad? Y ellos necesitaban oír
la palabra de Dios y necesitaban ver un milagro para saber que Dios les estaba hablando; y
funcionó. Y entonces, era para certificar la autoridad de Dios. En 1 Reyes 18:36 dice: sea
conocido este día que Tú eres Dios en Israel y que yo soy tu siervo. Eso es lo que dijo Elías.
¿Y cómo es que Dios lo dio a conocer? Por un milagro.
Entonces, fue para certificar la autoridad de Dios y Elías como representante designado
por Dios y también continuaron a través de Eliseo. Después, usted tiene un gran período
de años y años, pasan los siglos en los que los milagros ni siquiera son parte de nada y de
pronto, reaparecen en la persona de Cristo. La tercera etapa de milagros.
Cristo y Sus apóstoles, Lucas 11:20, Cristo dijo: “si Yo con el dedo de Dios echo fuera
demonios, sin duda alguna el Reino de Dios ha venido a vosotros.” En otras palabras,
Cristo quería que los hombres supieran que Él había llegado para ofrecerles el Reino y Él
trajo junto con esto algunos milagros para probar que esto de hecho era por parte de
Dios. Los milagros de Cristo hizo, sustanciaron Su persona y certificaron el ofrecimiento
del Reino. Y los milagros, claro, de los apóstoles certificaron que Jesús de hecho era su
Mesías.
Después, usted tiene el cuarto período de milagros, los apóstoles de la primera Iglesia. Y
de nuevo, eso fue para corroborarles a los incrédulos el testimonio de Dios. Ahora, en
cada caso fue para un incrédulo. Israel y Egipto, incrédulos. Dios necesitaba certificar con
un milagro, ¿verdad? En Egipto, faraón tampoco creyó en Dios. Los milagros fueron para
verificar la existencia de Dios.
El segundo periodo bajo Elías y Eliseo, de nuevo Israel e incredulidad y adoración a Baal,
los milagros vinieron para probar la Palabra de Dios al incrédulo. En la vida de Cristo, Él
vino, los milagros vinieron para certificar Su deidad enfrente de la incredulidad de Israel.
En la primera Iglesia, los apóstoles y profetas hicieron milagros para verificar al mundo
que de hecho ellos estaban hablando las Palabras de Dios.
Siempre, en cada uno de esos cuatro períodos, los milagros fueron para verificar que Dios
estaba involucrado, que Dios estaba hablando y que la verificación fue directamente
apuntada a los incrédulos. Y claro, como un propósito secundario, obviamente,
fortalecería la fe de un creyente. Pero el propósito fue para los incrédulos.
Y entonces, en cada caso de los cuatro períodos de milagros, los milagros fueron llevados
a cabo en un contexto de incredulidad diseñados para ser una certificación para los
incrédulos. Fuera un faraón incrédulo, los egipcios incrédulos, los judíos incrédulos o los
gentiles incrédulos.
Ahora, cuando llegamos al cuarto período en el libro de los Hechos, descubrimos que
están ahí exactamente para el mismo propósito. Y en 1 Corintios 14, Pablo dice “así de
manera que las lenguas,” como ilustración, “son señal para el incrédulo.” Obviamente,
todos los demás también.
Entonces, los milagros siempre han sido temporales en cualquier época y cuando se
complementó el Nuevo Testamento, las escrituras del Nuevo Testamento, se acabó su
época. La certificación de cualquier ministro deja de ser milagros y se vuelve la Palabra de
Dios. Y si un hombre se adhiere a la palabra de Dios, entonces él es certificado, ¿no es
cierto?
Ahora, quisiera añadir rápidamente que Dios todavía está haciendo milagros en la
actualidad pero no para certificar Su palabra. Él los está haciendo de manera
independiente de cualquier don de cualquier hombre, sino más bien en respuesta a la fe y
la oración y conforme a Su propio diseño soberano.
El segundo don milagroso es el don de sanidad o de curaciones. Si usted observa en el
versículo 30, habla del don de sanidades. El don de sanidades era la capacidad de sanar o
de curar cuando la oportunidad se presentaba, cuando un hombre de hecho tenía el don
para curar a la gente. Ahora, no era su propio poder. ¿Se acuerda usted de Pedro y Juan?,
dijeron en el nombre de Jesús de Nazaret levántate y anda. “En el nombre de Jesús de
Nazaret, levántate y anda.” Nunca fue su propio poder, sino que tuvieron la capacidad de
llamar e invocar el poder de Cristo en cualquier momento para curar. Este fue donde
curación y siempre ha sido realizado para verificar la Palabra. Siempre fue un don de
confirmación para un incrédulo.
Ahora, no estoy diciendo que la curación ha cesado. Sería torpe decir eso. La curación que
sigue llevando a cabo, ¿no es cierto? Dios está curando. La gente son milagros de la gracia
de Dios y la curación, la sanidad. Usted sabe, hemos orado por gente y Dios los está
sanando de enfermedades, cuando han ido más allá del punto de la ayuda médica. Claro
que Dios todavía sana, pero el don de sanidad cesó en la era apostólica. Dios en la
actualidad sana en Su voluntad soberana y en respuesta a la oración de fe, ¿no es cierto?
E incidentalmente, creo que hay un don que produce la sanidad. Usted sabe, no es el don
de sanidad. ¿Sabe cuál es? Es el don de fe. En don de fe es lo mismo que el don de la
oración; y creo que es un don que resulta en realidad, en curación porque Dios oye y
responde la oración.
Y como dije antes, si el don de sanidad todavía existiera, pertenecería a personas que son
maestros de la palabra, pero en lugar de esto, la gente que dice tener el don del curación
no sabe distinguir la A de la B de la Biblia. Ellos tienen la teología más confusa y mezclada.
En cierta manera, son los súper vendedores auto designados operando en base a su
desempeño. Y cuando usted los confronta con doctrina sana, ellos probablemente no
pueden digerirla.
Usted pregunta ‘¿qué acerca del tal y cual persona? Los he visto.’ Y alguien obviamente se
sanó. Yo no negaría la sanidad de alguien o la curación de alguien. Quizás esa persona cree
que tiene el don de sanidad y lo que realmente tiene es el don de fe. Y es Dios
respondiendo su oración, no su poder y no su don. Yo no tengo problema en explicar los
casos. Lo único que quiero hacer es orientar la teología y dejar que Dios se preocupe por
lo que sucede en cada caso individual. Eso no es para que yo lo juzgue. Lo único que
quiero hacer es que mi teología sea correcta.
Y como dije antes, si hay un don de sanidad, pertenecería a los maestros bíblicos y no
sería para confirmar su enseñanza y su predicación; sino en lugar de esto, supuestamente
le pertenece a personas que son tan ignorantes de la Palabra de Dios es una vergüenza.
Que están allí por todos lados saturados o controlados por una especie de emocionalismo
que no tiene nada de profundidad. Pero el don apostólico de sanidad ha cesado.
Y quiero mostrarle algo acerca de eso. Los escritores del Nuevo Testamento lo sabían.
Ellos sabían que llegaba a su fin. Inclusive en los últimos años del ministerio de los
apóstoles, este don comienza a desaparecer. Y usted sabe, inclusive en los últimos años
del ministerio de los apóstoles, la gente estaba enferma se quedó enferma. Dios se rehusó
a sanar a Pablo. Timoteo estaba enfermo. Probablemente tenía una úlcera. ¿Sabe lo que
Pablo le dijo? “Vete a buscar al que tiene el don de sanidad.” No, le dijo: “toma un poco
de vino por causa de su estómago.” ¿Qué quiere decir eso? Eso quiere decir que la
medicina está operando. Y el don de sanidad está saliendo.
Y en 2 Timoteo 4:20, hay un hombre llamado Trófimo que se quedó enfermo en Mileto:
estar en Mileto no tenía nada que ver con estar enfermo, pero simplemente resulta que él
estaba ahí y Pablo le dejó ahí y dice que ‘a Trófimo dejé enfermo’. Entonces, Pablo tenía el
don de sanidad y había sanado previamente. Pero si el don de sanidad fuera algo tan
importante, ¿acaso Pablo no lo habría ejercido para ayudarle a Trófimo? ¿Les faltaba fe?
No, no les faltaba fe. Alguien siempre dice ‘bueno, yo sé que alguien fue sanado, gracias a
Dios.’ Conozco a algunas personas que fueron sanadas también, pero no fue ningún
hombre quien lo hizo. Fue el diseño de Dios.
Ahora, permítame decirle esto: en primer lugar, creo que hay algunos de ustedes que
dicen que todas estas supuestas oraciones se llevan a cabo y existen.
En primer lugar, permítame decirle que muchas de ellas son falsas. Ahora, digo esto con
mucha honestidad… Cuando yo estuve en el seminario hice un estudio en profundidad
acerca de esto y realmente entré en profundidad y descubrí todo este sistema de tarjetas,
escuche, si usted tiene un sólo brazo o si le falta un miembro en el cuerpo, usted no entra
en la fila de sanidad. Ellos no pueden manejar eso. Siempre es un problema interno que es
invisible al resto de la audiencia.
Y piense en el hecho de que la Clínica Mayo hace algunos años atrás hizo la declaración
que el 85% de las personas enfermas, están enfermas porque creen que están enfermas; y
usted entonces tiene a muchas personas con quien trabajar. El 85% de las enfermedades
tienen una causa psicosomática y eso no es ningún milagro. Sino que más bien es
agradable que alguien pueda convencerlos de que no están enfermos.
En tercer lugar, permítame decirle esto. Yo creo que Satanás, Satanás provee muchas de
las supuestas sanidades. Y digo esto: si un hombre tiene el don de sanidad, ¿qué está
haciendo en una tienda de campaña? ¿Por qué no está en el hospital? Si realmente
tuviera el don de sanidad, ¿por qué no simplemente sale al pasillo y sana? Bueno, las
ofrendas no son buenas en el hospital.
Ahora, algunas veces, puede haber una verdadera cura porque Dios ha respondido a la
oración. Y no estoy metiendo a todos en el mismo grupo. Me acuerdo que leí una historia
acerca de un hombre llamado Cole a quien se le acercó un pequeño niño, esto fue cuando
yo estaba estudiando en Habinen, Florida. Y el pequeño niño era parapléjico y tenía
aparatos en sus piernas; tenía 10 años de edad y este hombre tocaba su cabeza,
empujándolo, diciendo muchas cosas y la gente gritaba. Y le dijeron a la mamá que le
quitara los aparatos de sus piernas. Y la madre, por supuesto, en medio de toda esta
emoción, le quitó los aparatos y el niño, de hecho, dio tres pasos y todo el mundo entró
en un estado de histeria. Bueno, simplemente fue un proceso de la mente sobre la
materia. Él dijo “nunca le vuelva a poner esos aparatos en las piernas del niño.” Y en dos
semanas, entró la gran gangrena y llevó al niño al hospital y el doctor le dijo si usted
hubiera ido al hospital un día después, hubieran tenido que cortarle ambas piernas.
Bueno, más fraude salió y el hombre, eventualmente, terminó en la cárcel.
Cuando hay curación, amigos míos, no es porque un hombre lo hizo, sino porque Dios
diseñó hacerlo en Su soberanía en respuesta a la oración de fe.
Usted pregunta si yo creo que todos los que están sanando por ahí están haciéndolo por
dinero y son unos farsantes. No, creo que quizás hay algunos que realmente creen, se han
convencido a sí mismos que es real. Y después, creo que hay otros que creen que son
sanadores pero realmente tienen el don de fe. Y las cosas realmente suceden porque
tienen el poder de la oración. Pero no es el donde sanidad, de curación. Simplemente no
entienden su teología. La idea de que usted puede sanar a personas paradas en una fila es
ridícula. Inclusive los discípulos no pudieron hacer eso. En Mateo 17, ellos vienen a Jesús y
le preguntan qué está mal que no lo pueden hacer. Dios, en respuesta a la oración de
aquel que cree, lleva a cabo milagros.
En tercer lugar, y vamos a unir estos dos dones, versículo 10, tercer y cuarto don, varios
tipos de lenguas y la interpretación de lenguas. Ahora, quiero considerar varias preguntas.
No voy a hablar de manera exhaustiva de este punto, pero creo que es algo importante y
quiero decir desde el principio al hablar del tema de las lenguas y tengo un gran amor en
mi corazón por aquellos en el cuerpo de Cristo. No me importa si hablan en lenguas o no
hablan en lenguas. Y no estoy diciendo esto de una manera arrogante, estoy diciendo esto
para ser muy honesto. Tengo algunos queridos amigos que amo mucho y que creo que
conocen a Jesucristo de una manera vital y real. Y yo creo que de hecho están operando
exitosamente en un ministerio que Dios está bendiciendo y que ellos están en un error en
este punto.
Y amigos míos, y muchos errores mucho más serios que este y quizás el chisme es uno
bueno como debido a que está ligado al homicidio y otras cosas en algunos de los
catálogos del Nuevo Testamento. Pero con mucha frecuencia, pensamos que debido a que
alguien está en el error de hablar en lenguas, son un hereje abierto. Y quizás no sea así. Si
hay grados, hay cosas infinitamente más serias que esas. Y entonces, no estoy tratando de
azotar a estas personas. No estoy tratando de castigarlas. Creo que hay una posición
doctrinal que debemos mantener fielmente a partir de la Palabra de Dios y es tan clara. Y
lo único que queremos hacer es declarar en dónde estamos. No estamos diciendo que no
amamos. Sólo estamos diciendo que queremos ser fieles a la Palabra de Dios.
¿Muy bien? Ahora, ¿cuál era el don de lenguas y cuál era su uso? Era una capacidad dada
por el Espíritu Santo, escuche esto, para hablar en un idioma extranjero para declarar las
obras maravillosas de Dios como un milagro de verificación. Observe Hechos capítulo 2,
versículo 1: “y cuando el día de Pentecostés ha venido en su plenitud, todos estaban
unánimes en un lugar. Y de pronto, vino un ruido del cielo como un viento fuerte y llenó la
casa en donde todos estaban sentados. Y aparecieron ahí lenguas como de fuego que se
pusieron sobre cada uno de ellos.” Y esos son los discípulos que están esperando, 120 de
ellos, probablemente. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en
otras lenguas. Esa es la palabra glossa, idiomas, idiomas. “Conforme el Espíritu les dio que
hablasen.” Y estaban allí en Jerusalén y había en Jerusalén morando hombres judíos,
hombres devotos de toda nación bajo el cielo.
La razón de esto fue porque era la fiesta de Pentecostés y todos los judíos devotos
vinieron a Jerusalén. Fue un tiempo perfecto para declarar las obras maravillosas de Dios
en el nacimiento de la Iglesia. ¿Qué mejor momento, cuando tienes a todos los
extranjeros ahí, para poder contarles la verdad y que ellos pudieran de llevarla de regreso
a su propio país? Entonces, ellos hablaron en estos idiomas.
Versículo 6: “y hecho este estruendo, se juntó una multitud y estaban confusos porque
cada uno les oía hablar en su propia lengua.” Escuche, no hubo tiempo para meterse a una
escuela de lenguas, lingüística. Y Dios proveyó un milagro mediante el cual ellos pudieron
hablar a toda persona en su propio idioma y declarar las maravillosas obras de Dios. ¿Y
cuál fue la obra más maravillosa que Dios jamás hizo? Enviar a Jesucristo a morir y ser
resucitado. Y estoy seguro de que ése fue el contenido de lo que ellos declararon.
Y el milagro y la manera en la que ellos testificaron a esta verdad, ¿no es cierto? Y aquí
dice: “Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que
hablan?” No, era gente que era menospreciada que estaba ahí en Galilea. “¿Cómo, pues,
les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos,
medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el
Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de
Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les
oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.”
Ahora, ellos sabían lo que estaban diciendo, ¿no es cierto? Las maravillas de Dios. “Y
estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? Mas
otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.” Están locos.
Ahora, ahí está el don de lenguas, amigos. Lo que era: una declaración de las obras
maravillosas de Dios. Las obras gloriosas de Dios. Escuche esto, no sustituyó la predicación
porque inmediatamente después de la experiencia de lenguas, vino el sermón de Pedro,
¿no es cierto? Las lenguas no necesariamente eran para predicar el Evangelio y no eran
para convencer de pecado. Fueron meramente para certificar que Dios iba a hablar y las
obras maravillosas de Dios fueron declaradas y luego, vino la predicación.
Nunca reemplazó la predicación. Usted dice ‘sí, pero si las lenguas sucedieron en otros
lugares de Hechos, siempre fueron lo mismo, exactamente lo mismo, siempre sin cambio
alguno.’ Observe el capítulo 8, versículo 15. Y no necesariamente menciona de manera
específica a las lenguas aquí, pero yo creo que sucedió. Hechos 8:15, aquí el Evangelio está
saliendo, ¿no es cierto? Sucedió en Jerusalén. Muy bien, ahora se va a mover a Samaria. Y
recuerda lo que los judíos pensaban acerca de los samaritano, ¿no es cierto? Realmente
no había mucho amor entre ambos grupos. Los judíos odiaban a los samaritanos y
simplemente los menospreciaban porque eran una raza mezclada.
Versículo 15: “los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu
Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente
habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y
recibían el Espíritu Santo.” Ahora, yo creo que ahí en ese momento, ellos hablaban en
lenguas. No dice eso, pero yo creo que así sucedió. Y el motivo por el que creo eso es
debido a esto: es obvio que aquí lo que está sucediendo es esto, la iglesia comenzó en
Jerusalén y el Espíritu vino. Ahora, cuando ellos se movieron a Samaria y la Iglesia
comenzó allí, ellos no solo creyeron sino que recibieron el Espíritu Santo con los mismos
milagros llevándose a cabo. Usted pregunta por qué. Porque habría sido muy fácil para los
judíos decir ‘bueno, ustedes samaritanos, miren, ustedes no van a unirse con nosotros en
absoluto’, ¿verdad? Cristo dijo que la Iglesia iba hacer una, ¿no es cierto? No iba a haber
judío, ni griego, ni esclavo, ni libre, ni hombre, ni mujer, uno, uno, uno. Él vino a derribar la
pared intermedia de división, ¿no es cierto?
Ahora, usted sabe que si algo le sucedió a los judíos, lo mismo más vale que le sucediera a
los samaritanos, de lo contrario los judíos nunca van a aceptar a los samaritanos en su
comunión. Entonces, la razón por la que lo mismo tuvo que sucederle a los samaritanos
era para que los judíos supieran que de hecho, eran iguales. Eran uno. ¿Ve la importancia
entonces?
Y si eso no es todo, vaya al capítulo 10. Avanzando más allá de Samaria, usted entra al
mundo gentil y se encuentra con Cornelio. En el capítulo 10, versículo 44: “Mientras aún
hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y
los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos…” Ahora,
¿quién es la circuncisión? Judíos, están atónitos. ¿Sabe usted por qué están atónitos? Ahí
también les dice “De que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu
Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas…” ¿Lo ve?
Les asombró que los gentiles tuvieran la misma experiencia que ellos tuvieron. Ahora, ¿ve
usted lo importante que fue para ellos que tuvieran eso para que los judíos supieran que
Cristo estaba comenzando un organismo en el que toda persona era igual? Fuera uno
judío, samaritano, gentil, todos eran uno en Cristo y entonces, el mismo milagro sucedió
en cada punto.
Y después, usted va al capítulo 19 y usted conoce al pequeño grupo que quedó ahí del
Antiguo Testamento. Aquí hay algunos santos del Antiguo Testamento que no saben que
el Nuevo Testamento ha llegado. Y fueron salvados bajo la economía antigua, y
descendieron, se arrepintieron, fueron bautizados por Juan el Bautista, regresaron a su
casa y ni siquiera sabían que Jesús había llegado.
Y Pablo aquí está en Éfeso: “Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto,
Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos
discípulos,” y estos, realmente, usted sabe, eran personas piadosas pero eran santos del
Antiguo Testamento, no sabían nada de lo que estaba pasando. “Les dijo: ¿Recibisteis el
Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu
Santo.” ¿Qué es todo esto?
“Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.”
Usted sabe, nosotros fuimos allí y ellos se habrían ido a la gloria, si hubieran muerto, eran
santos todavía del Antiguo Testamento. Aquí hay un período pequeño de transición. “Dijo
Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en
aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron
bautizados en el nombre del Señor Jesús.” Esos dijeron ‘oh, Cristo vino, muy bien’.
Usted sabe, y ellos creyeron y fueron bautizados en el versículo 6: “Y habiéndoles
impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas,” ¿lo
ve? ¿Por qué hablaban también en lenguas? Porque necesitaban que sucediera el mismo
milagro que ocurrió con los judíos para que todos ellos entendieran que eran uno. No
habría niveles de desigualdad.
¿Ve usted lo importante que es esto? Realmente crítico, y esa la razón por la que esto
ocurre esas cuatro veces en Hechos, para que todos vean que están en el mismo nivel.
Siempre fue lo mismo. Ahora, rápidamente mantenga esto en mente en el Nuevo
Testamento, en la era apostólica, y aquí hay un punto clave, cada vez que las lenguas
ocurrieron de manera legítima, siempre fue un idioma conocido. ¡Oh, esto es tan
importante! Amigos míos, nunca fue balbuceo,galimatías. Nunca. Siempre fue un idioma
extranjero conocido. Aunque el orador no lo conociera. Usted pregunta cómo se eso.
Bueno, porque en Hechos, capítulo 2, dice que todos esos fueron idiomas, ¿no es cierto?
Porque la palabra glossa significa idiomas. Porque en Hechos 10, lo acabamos de leer,
dicen que estaban glorificando a Dios. ¿Cómo sabían que estaban glorificando a Dios a
menos de que estuvieran hablando en un idioma que ellos entendieran? Siempre fue un
idioma conocido.
Hechos 11.Dos versículos, permítame leérselos. Versículos 15 y 17. Los voy a leer al revés,
comenzando en el versículo 17: “Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a
nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo,” Pedro aquí está reportando con
Cornelio su experiencia gentil y dice “¿saben una cosa? ¿Saben que esos gentiles
recibieron el mismo don que nosotros recibimos?
Ahora, si eran idiomas conocidos en Hechos 2 cuando los judíos lo recibieron y los gentiles
recibieron lo mismo, ¿qué fue entonces lo que recibieron? Idiomas conocidos. El mismo
don. Y Hechos 19:6, es la misma cosa con los discípulos de Juan. Son las mismas palabras
de nuevo.
Permítame darle otra razón. Si usted está en 1 Corintios 12, notará que en el versículo 10
dice diversos géneros de lenguas. ¿Ve eso ahí? Diversos géneros, la palabra géneros es la
palabra ginas de la cual obtenemos nuestra palabra género. Ginas aquí es ginaglocan, una
forma diferente pero es la misma palabra ginas. ¿Sabe lo que significa ginas? Significa una
nación o raza o tipo. ¿Sabe usted lo que significa cuando usted dice géneros de lenguas?
Significa idiomas específicos nacionales. Razas de lenguas. Ginas tiene que significar tipo.
No significa un tipo de galimatías. Porque galimatías, balbuceo no es cierto tipo. Es
simplemente un balbuceo. Usted no podría decir diferentes tipos de galimatías. Balbuceo
es balbuceo. No hay tipos de balbuceo. Ginaglocan significa naciones específicas de
lenguas, de idiomas. Y le voy a decir es algo más acerca de ese versículo. Notará que el
don compañero, la interpretación de lenguas, la palabra interpretación es la palabra
arminai. ¿Sabe lo que significan en griego literalmente? Traducción. Eso es exactamente lo
que significa y usted no puede traducir el balbuceo, galimatías.
Si alguien tuviera el don de hablar en idiomas verdaderos, alguien más tendría que tener
el don de traducirlos. Usted no puede traducir galimatías. Usted también notará en todas
las situaciones en la que 1 Corintios 14 tiene la palabra desconocida, siempre, en algunas
versiones, está en itálicas, en letras en itálicas, alguien puso estas palabras ahí pensando
que eso ayudaría. Y no lo hizo. Usted notará también en 1 Corintios 14:7 que Pablo dice
que cualquier tipo de lenguas tendrían que tener estructura gramatical. “Y aún cosas sin
vida dan un sonido, sea la flauta, el arpa, a menos de que tuvieran distinción en sonidos.
¿Cómo entonces era sabido que es una flauta o un arpa?” Usted sabe, lo que los Corintios
estaban haciendo era hablar en balbuceo. Estaban ejerciendo una falsificación carnal de
balbuceo y Pablo dice “aun cuando un hombre toca una flauta, toca notas distintivas.” Y
un idioma tiene una estructura gramatical y todo lo que estaban haciendo era repetir
balbuceo. Versículo 11, Pablo dice: “por tanto, si no conozco el significado de la voz, si es
sólo repetición de sonidos, y le seré al que habla como un bárbaro y el que me háblame
será un bárbaro también.” Puestos de pie, hablando balbuceo.
Y ahí en el versículo 21, dice en el capítulo 14: “en la ley está escrita,” y aquí hay una cita
directa de Isaías 28, “con lenguas de otros hombres y otros labios hablaré a este pueblo.
Sin embargo, no me oirán, dice el Señor.” Y en el Antiguo Testamento Isaías dijo eso en
referencia al idiomas sirio. Era un idioma conocido.
Amigos míos, entonces no hay duda al respecto. Cada vez en corrientes enteras de
idiomas de lenguas legítimas siempre fue un idioma conocido. Y eso en sí mismo
eliminaría 99.99 % del movimiento moderno porque no es un idioma conocido. De
acuerdo con los lingüistas, y estaba leyendo esto recientemente en un artículo, el
movimiento moderno está compuesto de sonidos desconocidos sin ningún vocabulario o
gramática distintiva y características extranjeras simuladas.
Ahora, claro, usted debe mantener en mente también que en Corintio era abusado como
todo lo demás. Lo triste es que la gente, toma a Corintios como su patrón para lenguas y
los corintios eran las personas que estaban en la peor condición en la existencia del
cristianismo. Ellos habían pervertido todo, todo lo que podía pervertirse, lo pervirtieron.
Usted pregunta qué problemas tuvieron.
Grammacky, en su libro dijo que, aquí están algunos de los problemas en Corinto que
aprendemos a partir del libro: división, carnalidad, conceptos equivocados del ministerio
del Evangelio, perversión sexual, demandas entre cristianos, abusos morales de los
cuerpos de los creyentes, ignorancia de las relaciones matrimoniales y el propósito de la
virginidad, violaciones de la libertad cristiana, insubordinación de las mujeres, abusos de
la mesa del Señor, ignorancia de los dones espirituales y una negación de la resurrección
del Cuerpo. Ahora, eso es un desastre.
Y después, cuando usted los toma como su ejemplo para las lenguas, realmente está en
problemas porque ellos las abusaron, así como abusaron de todo lo demás. El problema
no era que no tenían dones espirituales. Pablo dice en 1 Corintios 1:7, creo que es,
“ustedes no carecen de ningún don.” No les falta ningún don. El problema es que los
abusaron.
Y creo que probablemente era un pequeño problema, porque en esa parte del mundo,
prevalecían las expresiones extáticas entre los sacerdotes y sacerdotisas de los oráculos
griegos que estaban en un estado de éxtasis. Y debido a que también hablaban en
lenguas, y era la religión pagana de la que los corintios habían sido salvados, ellos
arrastraron algo de esta expresión estática y la metieron a su experiencia cristiana y la
falsificaron; y entonces, realmente falsificaron las lenguas de Hechos y decían que eran
lenguas.
Y Pablo pasa el capítulo 12; capítulo 13 y el capítulo 14 tratando de corregir los abusos
Corintios de lenguas. ¿Y no es interesante que inclusive cuando el don existía fue
abusado? Y en la actualidad, cuando no existe, todavía es abusado. Usted dice bueno,
¿qué es lo que Pablo les está diciendo de esto?
Bueno, en primer lugar, en el capítulo 14, versículos 1 al 12, dice que es inferior. En el
capítulo 14, versículo 20 dice que nunca debe ocurrir, no es el versículo 20, bueno, me
olvidé exactamente dónde es el versículo. Bueno, está dos veces en el capítulo. Él dice que
nunca debe suceder, nunca debe llevarse a cabo sin un intérprete. Más adelante en el
capítulo, él habla acerca del hecho de que siempre debe estar subordinado a la
predicación. Que la predicación es siempre lo más importante. Veintidós, versículo 22, las
lenguas son por señal no a los que creen.” No hay punto para la edificación del cuerpo.
“Sino para los que no creen, pero la predicación no sirve para los que no creen sino para
los que creen.” Ahí está la prioridad de la predicación.
Versículo 23: “si pues toda la Iglesia se reúne en un solo lugar y todos hablan en lenguas y
entran indoctos o incrédulos ¿no dirán que estáis locos?” Bueno, usted dice ‘estas
personas están locas.’ Pero si todos predican y entra algún incrédulo o indocto por todos
es convencido, por todos es juzgado. La prioridad de la predicación. Y después, él pasa a
decir que debe ser hecho de manera decente y en orden. Pero ellos habían echado a
perder todo esto. Claro, tenía que ser hecho por la dirección del Espíritu Santo y siempre
fue un idioma conocido y siempre fue para comunicarle a un incrédulo las obras
maravillosas de Dios.
Pero habían pervertido todo. Hicieron un abuso carnal de la experiencia de los creyentes.
Después, nunca debía ser hecho por más de dos o tres, versículo 27, y siempre en orden y
nunca debió haber sido hecho sin un intérprete, el mismo versículo. Y versículos 34 y 35,
las mujeres nunca debían hacerlo. Y como dije, eso lo eliminaría.
Y en el capítulo 13, versículos 1 al tres, en el capítulo 13, versículos 1 al tres, siempre debía
ser hecho en amor y amigos míos, ése no es el caso. Tantas veces la gente que ha tenido
este don no ve a otros en amor, los ven siempre con un espíritu crítico. Y con tanta
frecuencia, cuando esto entra en una Iglesia, en lugar de crear una atmósfera de amor,
crea una atmósfera de fricción o división que fractura a la Iglesia.
Y le voy a decir algo muy simple, cualquier don legítimo del Espíritu que es operado en la
energía del Espíritu trae unidad. Y este no lo trae. Trae discordia. Entonces, como usted
puede ver, inclusive en épocas apostólicas cuando este don existía y era falsificado para la
gloria de la carne. Y todavía es una falsificación. Usted pregunta si estoy diciendo que Dios
ya no puede hacer un milagro. No quiero decir eso. Si Dios diseñara en algún campo en
algún lugar dar a un hombre la capacidad en un punto dado de hablar en un idioma que
no sabía para comunicar las maravillosas obras de Dios, Dios todavía podría hacer eso; y
yo nunca lo limitaría diciendo que Él no puede. Pero amigos, si Dios todavía tuviera este
don de confirmación, no necesitaríamos tener todos estos problemas con traducir el
Nuevo Testamento. ¿Sabe usted eso? Todo lo que necesitaríamos hacer sería enviar a las
personas con el don de lenguas al campo misionero y Wicklift no tendría nada que hacer,
porque alguien podría ir ahí y simplemente aprendería cómo decir el Evangelio en su
idioma, decirlo y hacer algunos milagros y eso lo confirmaría.
Pero la necesitamos la Palabra como el estándar porque esos dones han cesado. ¿Por qué
cree usted que hay personas que pasan 10 años de su vida aprendiendo cómo traducir a
un idioma y otros 10 años traduciendo? Si fuera verdad que lo único que necesitamos
hacer es confirmar la Palabra, con uno de estos dones de confirmación milagrosos, la
gente estaría desperdiciando su tiempo.
Usted pregunta cómo sé que ha cesado. Simplemente he estado tratando de responder
eso, no sé, cesó con los apóstoles. Ya acabó. Nuestra teología dice que cesó. Mire el
capítulo 13; 1 Corintios 13:8 “el amor nunca deja de ser, pero las profecías acabarán. Y
cesarán las lenguas, y la ley ciencia acabará, porque en parte conocemos y en parte
profetizamos. Más cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.”
Ahora, algunas personas creen que tienen que meter todo lo que está en el versículo 8 en
la misma bolsa. En otras palabras, la profecía, lenguas y conocimiento todo tiene que
cesar al mismo tiempo. Pero eso no dice eso. No dice eso en absoluto. Dice en cada caso
individual, cuando aquello que es completo venga, aquello que es en parte cesará. Y
cuando la Palabra de Dios vino, ya no se necesitó confirmar la Palabra por la lengua. Y
entonces, las lenguas cesaron.
Algún día, cuando estemos con Jesucristo y sabemos que somos conocidos, el
conocimiento como tal pasará. Y entonces, lo tiene que meter cada uno de esos en la
misma bolsa. Son distintas en sí mismas. Pablo añade el pensamiento en el versículo 11:
“cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como un niño, más cuando ya fui
hombre, dejé lo que era de niño.”
En otras palabras, cuando lo final, maduro, venga, no hay necesidad para la estructura
infantil y las lenguas y todos esos dones que fueron para la etapa infantil de la Iglesia. Pero
cuando la Iglesia se volvió adulta, y tuvo como estándar la Palabra de Dios, todas las
herramientas de su etapa infantil cesaron o dejaron de ser necesarias. Fueron dadas a la
Iglesia en su infancia.
Y esa es la razón por la que digo que quizás en algún campo extranjero, en donde hay una
Iglesia en estado infante, Dios puede permitir que los milagros se lleven a cabo. Milagros
que no veríamos en la Iglesia como la conocemos. Pentecost en su libro dice: “que
cualquier Iglesia en la actualidad que dice que es necesario tener lenguas está confesando
infancia espiritual e ignorancia de las Escrituras.” Fin de la cita. Y Corinto no era diferente
de eso.
Primera de Corintios capítulo 3: “y yo hermano no pude hablaros como espirituales sino
como a carnales, como a infantes en Cristo.” Y aquí estaba los bebes ejerciendo este don
falsificado. ¿Y sabe usted que en ninguna otra Iglesia del Nuevo Testamento encontramos
referencia a estos dones? No sólo nuestra teología entonces nos dice que han cesado sino
también la historia. Si las lenguas no cesaron en la era época apostólica, ahora escuche
esto, si las lenguas no cesaron en la época apostólica, todavía se llevarían a cabo siglo tras
siglo, ¿no es cierto?
¿Está listo para eso? Piense en eso. Si las lenguas son una parte permanente de la Iglesia,
entonces no cesaron en la era apostólica, entonces las encontraríamos históricamente en
el siguiente siglo, ¿no es cierto? Nada más que no lo encontramos. No hay. No hay
absolutamente un caso genuino de lenguas registrado en la era entera post apostólica.
Desde el año 100 al 600, ese período de años, en todos los escritos de todos los padres de
la Iglesia, no hay un solo caso genuino de lenguas que se reporte y cubren toda doctrina
básica de la Iglesia una y otra y otra vez. Y no está ahí.
El testimonio de hombres como Justino Martin, Orígenes, Crisóstomo e inclusive Agustín,
ni siquiera mencionan esto como existente. E incidentalmente, en los tres siglos que
siguieron a la era apostólica, sólo hay dos referencias a lenguas. Eso es todo. En una
ocasión, cuando un hombre llamado Montano habló en lenguas. Y en la otra ocasión fue
Tertuliano; y Tertuliano fue discípulo de Montano.
En caso de que usted quiera saber qué tipo de hombre fue Montano, él era considerado
por la Iglesia como un hereje poseído por demonios y él decía ser el único vocero a través
del cual hablaba el Espíritu Santo. Esas son las únicas dos ocasiones de lenguas en 600
años de la Iglesia en todos sus escritos.
Ahora, si fue un don permanente, ¿qué hizo el Señor? ¿Dejó a la Iglesia cojeando por 600
años en una etapa de crecimiento crítico? No lo creo. Durante la Época Oscura, durante
los tiempos siguientes años, en las épocas de oscuridad espiritual, las lenguas volvieron a
ser un poco revividas y fueron revividas a la Iglesia Católica. Y después, siguieron y
encontramos a un grupo llamado losShakers. Y losShakers eran una secta comunista. Eran
célibes. Es interesante que fueran célibes porque su madre, su líder era la madre Ann Lee.
Y ella dijo que la segunda venida fue cumplida en ella. Bueno, debido a que eran célibes,
murieron bastante rápido.
El séptimo artículo de fe en el mormonismo declara que los mormones hablan en lenguas.
Entonces, en la era post apostólica, durante 600 años, el hablar en lenguas cesó. Y en la
Edad Media y en el período de la reforma de alrededor del año 590 al 1650, los católicos
Romanos dijeron que hubo ciertas ocasiones en las que hubo lenguas, todas conectadas
con la oscuridad de esa Época Oscura sin tener relación alguna con una experiencia vital
con Cristo.
En el período post reforma, del 1650 en 1900, una corriente de lenguas se llevó a cabo en
todo tipo de sectas raras, extrañas, ninguna de ellas ortodoxas. Los shakers de la madre
Ann Lee, los jansonitas, los ervinitas, los mormones, etc., etc. Y el movimiento moderno
de lenguas como lo conocemos nació en el año 1914. Durante 1800 años no hubo lenguas.
Ahora, ¿qué paso? La Biblia dice que cesaron. La historia dice que cesaron. El
establecimiento en el año 1914 en torno a un movimiento de lenguas comenzó con lo que
conocemos hoy en día como el pentecostalismo. El nuevo pentecostalismo, el neo
pentecostalismo que estamos viendo en todas estas denominaciones realmente se está
desvaneciendo un poco en la actualidad, pero realmente emergió, estaba en su flor, nació
e Van Nuys, California, el 3 de abril de 1960 en la Iglesia episcopal de San Marcos. Eso
comenzó con lo que es conocido como la glossalelia moderna, el movimiento moderno de
lenguas.
Ahora amigos, si ésta es una continuación del verdadero don, ¿qué pasó durante 1800
años? La ausencia casi total de lenguas en la Iglesia durante 1800 años es difícilmente
compatible con la declaración de que Dios quiso que el don fuera permanente. Y no fue
así. Usted dice ‘bueno, ¿cuál es el don que en la actualidad se está llevando a cabo?’
Bueno, yo creo que la gente con mucha frecuencia es sincera. Con mucha frecuencia no lo
es. Creo que algunos de ellos creen que es algo maravilloso. Creo que alguno de ellos
creen que simplemente están presentando un show. Están simplemente actuando. Yo no
creo que usted pueda meterlos a todos en el mismo grupo, pero creo que hay tres
explicaciones para ello: de manera psicológica, fraude y satánica.
Cuando usted comienza a examinarlo junto con las técnicas, es casi… simplemente,
bueno… Permítame leerle lo que uno dice. Christianson al escribir, y él es un promotor del
movimiento moderno de lenguas, dice esto, así es como usted debe hablar en lenguas.
Incidentalmente, hay un pequeño libro, un folleto que habla de los ‘Diez pasos para hablar
en lenguas’. Y dice lo siguiente, y cito: “simplemente usted entra al silencio y determina
no hablar ninguna sílaba de cualquier idioma que usted haya aprendido.” Fin de la cita. Si
esa no es una buena manera de permitir que algún demonio controle su cerebro, no sé lo
que es.
De regreso a la cita. “Sus pensamientos están enfocados en Cristo y después, usted
simplemente levanta su voz y habla, confiando que el Señor tome el sonido que usted le
da y lo conforme en un idioma como balbuceo.” Fin de la cita. De hecho, Britisine, en su
artículo dice ‘es bueno para comenzar si usted repite ‘bah, bah, bah,’ una y otra vez
rápidamente.’
El balbuceo es una palabra que ocurre varias veces en este tipo de patrón. Y eso es algo
interesante. Eso es muy interesante, porque me gusta lo que Pablo dice en 1 Corintios
13:11: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño;
mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.” Capítulo 14, versículo 15: “¿Qué,
pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el
espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.” Usted no le habla a Dios en su
cerebro. Versículo 20: “hermanos, no seáis niños en el modo de pensar.” Evidentemente,
los corintios tenían el mismo tipo de patrón. Esto es algo necio. Eso es necedad. ¿Cuál
sería la razón por la que un hombre hablaría como bebé a no ser que fuera para
experimentar algún tipo de estimulación carnal? Usted dice ‘bueno, ¿por qué la gente
hace esto?’ Bueno, creo que hay muchas razones.
Número uno, es un alejamiento de la interpretación bíblica sistemática. Simplemente,
todo lo que conocen y alguien los convence que esto es lo que deben hacer. Lo segundo,
creo que la gente tiene hambre de lo sobrenatural. Hay gente que existe en situaciones en
las que no se alimenta de la Palabra de Dios, como puede ver. Y son cristianos y tienen
hambre por lo sobrenatural. Y si puede encontrar alguna experiencia, se van a aferrar a
ella porque su situación entera está estructurada en torno al emocionalismo.
Y creo que eso lleva a la tercera razón, la gente quiere un sentimiento físico. Quieren una
experiencia emocional y ése es el resultado de una falta de fe, ¿sabía usted eso? Cuando
usted está buscando un sentimiento o una emoción, ¿sabe lo que es eso? Eso no es, eso
es duda buscando algo para convencerse a sí mismo.
Y creo que la cuarta, otra buena razón, la cuarta que tengo por la que la gente lo hace, es
porque creen que es un camino rápido a la espiritualidad. Simplemente hazlo y eres
espiritual. Y usted sabe lo que sucede, les da a las personas un sentido falso de seguridad y
simplemente, se sienta y el resto está en su experiencia de lenguas y no avanzan más.
Como usted puede ver, el movimiento moderno no está basado en la doctrina bíblica. La
experiencia siempre es su defensa, ¿no es cierto? ‘Bueno, me sucedió, debe ser real.’ No,
no, no, no, eso no es corroboración alguna. La carne y Satanás también pueden también
hacer una falsificación de una experiencia, ¿no es cierto?
Y quiero añadir esto, las lenguas no son únicas del cristianismo. Usted dice ‘bueno, si lo
hacen debe ser real.’ No, eso no es verdad. Mil cien años antes de Jesús, la gente hablaba
en lenguas, ¿sabía eso? En el reporte de Winterman de Biblas de la costa de Calfanecia
hubo ocasiones en las que hubo personas que hablaron en lenguas. En el año 429 al 337 a.
C., en los diálogos de Platón usted tiene lenguas. Del año 70 al 19 a. C., Virgilio en el Annia
describe a sacerdotisas en la isla de Delos hablando en lenguas. El Pitón de Delfo, como lo
registra Crisóstomo, habló en expresiones estáticas. Las sectas antiguas romanas, Osiro,
Mitra, Ilusiano, Danecio, Orfo, Delfo, Frigia, Pacedio, Cibeles, todos estos tuvieron
registros de lenguas. Y en el día actual, lo tenemos por todos lados. Mahoma hablaba en
lenguas, ¿sabía eso? Los dervisas de Persia bajo el nombre de Alá entran en trances
violentos y empiezan a temblar y a hablar con expresiones estáticas. Los esquimales de
Groenlandia se involucran en lenguas. Hay servicios religiosos que son guiados por un
sacerdote, un hombre que está a cargo de medicinas llamado angocuk y el servicio
involucra desnudez y todo tipo de relaciones inmorales grotescas.
Freuchen en su libro titulado Aventura Ártica se encontró con esto y él escribió esto, esta
fue una aventura bastante interesante. Él se encontró con esto y esto es lo que escribió.
Estoy tomando un párrafo del libro, y cito: “de pronto, uno de los hombres, Cresook, no
pudo controlarse en el día ritmo regular del servicio. Él empezó a saltar sobre sus pies
haciendo ruidos como de un pájaro y también aullando como un lobo. En un estado de
éxtasis, él y la niña, Evalu, comenzaron a gritar en un idioma que no podía entender. Si hay
algo así como hablar en lenguas, entonces, yo lo oí.” Fin de la cita.
Y Freuchen no profesa ser un creyente. Y quisiera añadir a esto que los monjes tibetanos
en sus danzas rituales con frecuencia hablan en inglés. Un alumno de posgrado de
Wheaton escribió una carta al presidente de Wheaton y le informó que había oído a
Shakespeare y a otras citas habladas por monjes tibetanos alemanes y franceses. Esta es
una falsificación satánica.
¿No sabe usted que los demonios pueden hablar cualquier idioma que quieran hablar?
¿Sabe usted que un demonio puede hablar a través de un hombre? ¿Sabía eso? ¿Se
acuerda del maniaco de Gadara? Jesús le habló a él y los demonios respondían. ¿Qué
idioma cree usted que estaban hablando esos demonios? Ellos estaban hablando el
idioma que el hombre habló. Ellos pueden hablar el idioma que quieran.
Escuchen amigos, el movimiento moderno viola toda la teología. Confunde la doctrina del
bautismo del Espíritu Santo y usted no puede basar un verdadero movimiento en una
doctrina falsa. Ellos dicen que la venida de lenguas es el bautismo del Espíritu. Y no es así.
Primera de Corintios 12:13 dice: “que todos fuimos bautizados por un Espíritu en un
cuerpo.” Eso es lo que sucede en la salvación. No es algo continuo. No hay Escritura para
defender eso.
Y ellos dicen que no tienes el Espíritu Santo hasta que no hables en lenguas. Bueno,
Romanos 8:9, dice si alguno no tiene el Espíritu de Cristo no es de Él. Todo creyente tiene
al Espíritu Santo. Teológicamente es absurdo. Primera de Corintios capítulo 3, versículo
16: “no sabéis que sois templo del Espíritu de Dios y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros.”
Todo creyente tiene al Espíritu. Entonces, esto representa de manera equivocada a la
doctrina entera del Espíritu Santo y el bautismo del Espíritu Santo. Y lo segundo que hace,
¿sabe lo que hace? Subordina a Cristo al Espíritu Santo. Y eso es algo terrible porque,
¿Cuál es el ministerio del Espíritu? ¿Exaltar a quién? A Cristo, pero esto lo invierte. Si usted
sólo es cristiano y usted simplemente ha sido salvado, usted es un ciudadano de segunda
clase. Usted no llega la primera clase hasta que tenga el bautismo del Espíritu Santo. Y eso
subordina a Cristo al Espíritu Santo, amigos míos. Y eso no es correcto.
Y después, creo que hace otra cosa, crea dos niveles de cristianos. Los que son más
espirituales, los que son del nivel más alto y los que no han llegado allí. Y no hay
diferencia, todos estamos en el Espíritu, ¿no es cierto? Y eso crea una unidad falsa.
Usted sabe, yo creo que una de las cosas más grandes que está llevando al movimiento
ecuménico es la Iglesia mundial de Apocalipsis 17 y a lo que me quiero con esto es esto:
nunca vamos a unirnos en teología, simplemente observe esto, estamos uniéndonos en
base a la experiencia. Y este movimiento entero está cruzando las líneas
denominacionales a más de 100 km/h y la gente se está uniendo bajo esta bandera
cuando nunca se podrían haber unido bajo la bandera de la teología bíblica. Y esa no es
unidad verdadera, en absoluto.
Entonces, el pentecostalismo, como lo conocemos, abusa de la teología. Y dice que la
Iglesia durante 1900 años no tuvo poder alguno porque nadie tuvo el bautismo. ¿Puede
imaginarse la Iglesia durante 1900 años en la que nadie tuvo al Espíritu Santo? Eso no es
verdad, amigos. Pedro dijo en 2 Pedro capítulo 1: “ustedes tienen todas las cosas que
pertenecen a la vida y a la piedad.” No nos falta nada. Con estos dones temporales de
señales, Dios proveyó la confirmación de Su Palabra y la nutrición de la Iglesia infante. En
la actualidad, en lugar de buscar estas cosas, agradezcámosle a Dios porque ya no lo
necesitamos, sino que todos tenemos el recurso, el estándar de la norma de la Palabra de
Dios.
Dios certifica Su mensaje en la actualidad mediante Su Palabra. Y la palabra certificada en
nuestra base y nosotros buscamos ministrar los dones de gracia permanentes que edifican
el uno al otro para que el Cuerpo pueda llegar a su estatura completa.
Mientras tanto, oro para que cada uno de nosotros busque conocer nuestros dones y que
sus seamos llenos del Espíritu de Dios y que nos ministremos unos a otros.
Padre, te damos gracias. Realmente hemos cubierto mucho. Señor, pensamos que era
necesario. Simplemente estamos emocionados porque creemos que hemos aprendido
algunas cosas en esta noche. Yo he aprendido, Señor, Tu Espíritu me ha dado cosas que
decir que ni siquiera sabía que yo podía decir. Simplemente, no estaban allí en mi mente.
Gracias Señor con por hablarnos en esta noche.
Mientras que sus cabezas están inclinadas, cerraremos rápidamente, pero quiero darle la
oportunidad de responder si Dios le ha hablado a su corazón. Como he dicho, todo lo que
dije en esta noche, lo dije en amor. No burlándome, no riéndome de nadie. Usted me
conoce y usted me conoce lo suficiente como para saber que tengo un hambre porque la
gente entienda la Palabra de Dios y la interprete de manera correcta. Y mi corazón anhela
servir a estas personas que no entienden. Que Dios las bendiga. Mi corazón se rompe
porque estas personas no están disfrutando de la madurez y la están sustituyendo con
una falsificación. Necesitamos orar por ellas y amarlas y mostrarles el estudio de la
Palabra de Dios y que eso es madurez verdadera.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Los músculos y la carne, 1ª Parte


Escritura: Escrituras Seleccionadas

Código: 2029
John MacArthur
Esta mañana vamos a estar hablando nuestro tema de las últimas cinco semanas de “La
Anatomía de una Iglesia”. El Señor nos ha guiado, creo yo, a una discusión de lo que – qué
es lo que Él desea que sea característico de su iglesia. Dios nos ha bendecido tanto aquí.
Dios ha edificado aquí, creo yo, una iglesia que desea en el corazón de su congregación, el
ser todo lo que él quiere que seamos. Ciertamente, ese el caso en los corazones de los
líderes, y sé que también es el caso en sus corazones. Dios nos ha bendecido en maneras
únicas y maravillosas, maravillosas. Somos tan ricos en cosas espirituales, como cualquier
iglesia podría serlo. Y es importante para nosotros, mientras que disfrutamos estas cosas,
entender los cimientos, entender las causas, por así decirlo, que traen la bendición de
Dios, que nos permiten recibir de Él lo mejor que Él tiene por dar. Y entonces, estamos
haciendo, como lo he llamado, algo de arqueología espiritual. Y, escarbando para
entender nuestros cimientos, para ver con qué estamos comprometidos. Dios nos ha dado
a tantas personas nuevas, y lo alabamos y bendecimos su nombre por ellos; y muchos de
ustedes que han venido en los últimos años, quizás no han tenido la oportunidad de
entender que es Grace Church, en qué consiste, qué la hace diferente, con qué estamos
comprometidos. Y entonces, estamos regresando y en cierta manera, regresando a
algunas cosas que conocemos muy bien.
No estamos tratando de decir cosas nuevas. Simplemente estamos tratando de enfatizar
cosas que son parte de nuestro cimiento. Para darnos una perspectiva de aquello en lo
que consiste nuestra iglesia. Y, creo que cuando terminemos – y, esperamos que sea el
próximo domingo – tendremos un pequeño paquete de cintas que le vamos a poder
regalar a la gente cuando venga a nuestra iglesia. Y, cuando pregunten: “¿En qué consiste
esta iglesia? ¿Qué es lo que hace que esta iglesia sea lo que es? ¿Cuáles son los énfasis de
esta iglesia?” Y, podremos decirles: “Aquí están las cosas con las que estamos
comprometidos”.
Ahora, permítame decirle, conforme comenzaos el día de hoy, que me regocijo en el
Señor, porque veo la obra de Dios en ustedes. Y, cuando le hablo a usted así, no es que
estoy reprendiéndolo, porque no veo estas cosas, es porque veo estas cosas y quiero que
continúen, y que se vean aún más. Como Pablo, cuando él escribió y dijo: “Se que nadie
necesita enseñarles a amar, porque Dios les ha enseñado, Él mismo les ha enseñado a
cómo amar. Pero, que su amor abunde aún más y más”, él dice. Y en cierta manera, esa es
la perspectiva con la que vengo a ustedes. No para decir que estas cosas no existen, si no
que existen y necesitan existir aún más y más. Creo que mi temor es que conforme la
iglesia crece y avanzamos, y nos alejamos más del cimiento que Dios usó para
bendecirnos, y sobre el cual Su Espíritu ha edificado. Que perdamos de vista estas cosas y
después comencemos a declinar, en lugar de ascender, en términos de Su utilidad y Su
bendición. Pero, veo en los ministerios de esta iglesia y en los corazones, y en sus vidas
estas virtudes y gracias, y cosas que el Espíritu de Dios ha logrado, y solo quiero llamarlos
a un mayor compromiso del que antes han tenido.
Y simplemente, en términos de decirles cómo son vistos por otros, tengo tres cartas en mi
mano, que escribieron pastores que vinieron a nuestra Conferencia de Pastores, y están
reaccionando a lo que vieron aquí; y les podría interesar su reacción. Esta carta fue escrita
a Dick Mayhue, y les dicen:
“Quiero tomar el tiempo para agradecerle por sus muchas horas de trabajo, al arreglar
todos los detalles, organizar los detalles para tener una Conferencia de Pastores tan
exitosa. Esta fue mi tercer conferencia. Y, cada vez que he ido, he entendido más y me ha
ayudado más en el ministerio. Gracias por su fidelidad y el corazón que tiene de siervo que
hizo esto posible. También lo quiero felicitar, quiero felicitar a Grace Community Church y
su congregación, por su demostración continua de ser una congregación que sirve a
aquellos de nosotros que asistimos. Una de las cosas más sorprendentes acerca de Grace
Church, es el espíritu mismo que permea, desde el nivel más alto de los pastores, hasta las
personas que trabajan en la cocina. Por favor, dígale a esas personas cuánto valoramos el
trabajo que hacen. El consejo de nuestra iglesia ha hecho un compromiso por asegurarse
que cada uno de nuestros miembros asistan a la conferencia de pastores, y los veremos
entonces en el futuro. Gracias de nuevo por dejar que el Espíritu de Dios los guíe, por abrir
la puerta a hombres a lo largo de la nación y por todo el mundo, para que aprendan más
acerca de cómo aplicar principios escriturales en la atmósfera de la iglesia local. Que Dios
continúe ministrando a ustedes y a través de ustedes”.
Una de las metas que tenemos cuando tenemos una Conferencia de Pastores, una
conferencia de radio, simplemente es exponer a la gente, a ustedes. Y entonces, los
alentamos a que los inviten a cenar, que vayan a sus casas, que los conozcan. Queremos
que sepan que hay cosas que están pasando en sus vidas, que honran al Señor Jesucristo.
No tenemos nada que esconder. Oí el otro día, que debido a que la Olimpiada en Los
Ángeles iba a ser aquí en 1984, había un movimiento en la ciudad de Los Ángeles,
buscando quitar a todos los vagabundos, la gente que vive en el calle en Los Ángeles, y
reubicarlos en Newhall durante la Olimpiada. La idea era que nadie de afuera supiera que
tuviéramos este tipo de personas en nuestra ciudad, a menos de que visitaran Newhall, lo
cual es muy poco probable. Bueno, tenemos 250 pastores aquí, y nuestra idea no es quitar
a toda la gente de nuestra iglesia, que nos preocupa, y colocarlos en otro lugar. Realmente
creemos que Dios está operando en las vidas de nuestra congregación, y que estas
personas que vienen a ver nuestra iglesia, y descubren si realmente lo que decimos
realmente cambia las vidas, si queremos exponerlos a la gente, para que esas cosas
puedan ser verificadas. Y, este pastor que escribió esa carta del estado de Washington
quedó alentado por ver en los corazones de la gente, que realmente se están cumpliendo
las cosas que estamos enseñando.
Tengo otra carta que viene de un pastor joven en Mississippi, y él escribe:
“Simplemente una línea para agradecerle, porque le han permitido a Dios hacer lo que ha
hecho conmigo esta semana. Estoy aprendiendo más acerca de la gracia de Dios, Su obra y
demás, a través de los ministerios aquí en Grace. Esta semana en la Conferencia de
Pastores, ha reforzado de manera total y permanente en mi espíritu el compromiso, el
gozo, y el deseo de conocer a mi Señor, a través de Su Palabra. Y, para darlo a conocer a
través de Su Palabra. Gracias, un millón de veces – a veces los predicadores exageran –
por su hospitalidad y amabilidad esta semana. Todos realmente han vivido el mensaje de
su vida”. Qué pensamiento tan maravilloso. “Todos han vivido verdaderamente el
mensaje de su vida, en precepto y en ejemplo han mostrado el corazón de un siervo, y
hemos llegado a amarlos a todos profundamente”.
Hombre, eso es tan alentador. Oír que alguien de afuera viene a Grace Church, conoce
nuestra congregación, está aquí una semana, y dice: “Están viviendo su mensaje”. La
felicitación más grande. Y, después esto de un pastor en Michigan:
“Mientras que reconozco que deben recibir muchas cartas como esta, después de cada
Conferencia de Pastores, aun así tengo el deseo de escribir y expresar mi profunda
gratitud por ustedes y el ministerio en Grace. He oído de su iglesia, desde mis días en la
Universidad Bíblica, y he tenido el deseo de ver su ministerio. Cuando mi pastor estuvo de
acuerdo con enviarme a la conferencia, inmediatamente comencé a percibir que el Señor
me iba a bendecir de una manera muy especial. Él ya había estado trabajando en mi
corazón, acerca de dejar nuestro ministerio aquí, y llegar al pastorado de mi propia iglesia.
Sin embargo, él no ha había abierto ninguna puerta de oportunidad. Ahora sé por qué.
Nuestro ministerio de jóvenes aquí, había sido visto como algo muy exitoso. Muchos
jóvenes habían sido salvados, y mi enseñanza los domingos por la mañana, siempre ha
sido práctica y orientada a necesidades.
No obstante, después de tres años y medio, mi esposa y yo compartimos un desánimo, en
base a un sentimiento de que alguna manera estábamos perdiéndonos algo en el área de
ministerio bíblico. Estar con ustedes y con su personal de pastores, me mostró el
problema básico. Habíamos cultivado una relación tremenda con nuestros jóvenes, y
tenían un verdadero sentido de emoción y compromiso con nuestro departamento en la
iglesia, pero, no tenían un compromiso con la Palabra de Dios, a nivel personal o práctico.
Nos habíamos equivocado en la base del ministerio. La triste realidad, es que realmente
no creo que jamás habíamos sido expuestos a una iglesia, que de hecho tuviera esta meta.
Claro, la verdadera raíz del problema, era que nosotros mismos no estábamos en la
Palabra, como deberíamos haber estado. Permítame compartirle cómo es que el Señor
nos reveló esto a nosotros.
Durante la conferencia, mi esposa y yo nos estábamos quedando con amigos. Se nos había
pedido que ensenáramos en el ministerio de universidad de su iglesia, el domingo por la
mañana, y entonces planee en no estar en su servicio de domingo por la mañana. Pero,
toda la semana estaba oyendo lo importante que era estar en el servicio de adoración. Y
entonces, finalmente el domingo por la tarde le dije a mi amigo que iba a regresar a Grace
Church, el domingo por la mañana. A la mañana siguiente mi esposa y yo entramos al
centro de adoración, sin saber realmente qué esperar. Usted necesita entender que
ambos tendemos a ser algo escépticos hacia ideas nuevas. Ya para cuando dejamos el
servicio, ambos nos dimos cuenta que acabábamos de experimentar algo totalmente
diferente a nuestra idea del ministerio. Mi esposa lo resumió muy bien, cuando ella
comentó que nuestras iglesias, la gente viene a la iglesia, llega apenas respirando,
simplemente con lo suficiente para acabar la semana, y esperando otro arreglo para
llevarlos al siguiente servicio. Pero, parece que con su congregación llegan ya llenos,
porque han sido llevados a estar en la Palabra por sí mismos. Cuando vienen llegan para
recibir más, pero, particularmente para adorar. Con tristeza digo que nunca antes
habíamos visto eso.
Estoy agradecido, por decir que desde esa mañana nuestras vidas han sido diferentes.
Diariamente hemos estado en la Palabra y cuando enseño, predico lo hecho versículo a
versículo. Nunca sabía que podía haber tanto gozo y satisfacción en el ministerio. He
aprendido tanto en tan poco tiempo. La gente se ha acercado y ha preguntado qué pasó
en nuestras vidas en California. Todo se oye tan fácil, lo he oído toda mi vida.
Desafortunadamente, nunca antes lo había visto. Ahora estamos confiando en el Señor,
que pronto proveerá un lugar en el que podamos establecer, implementar algunos de los
principios que el Señor nos ha revelado a nosotros de una manera plena. Muchas gracias
por el impacto revolucionario que su ministerio ha tenido en nuestro ministerio”.
Y, recibí una carta de ese joven, apenas un mes atrás, diciendo que él ahora es el pastor
de su propia iglesia. Y, él estaba escribiendo para ver si podíamos cargarlo con algunas
cosas que pudiera usar para comenzar. Lo que es tan maravilloso acerca de eso, es que,
que ellos están respondiendo estos hombres, a la vida total de la iglesia. No están
escribiendo diciendo: “Oh, fue un gran seminario, fue una gran clase, o tuviste algo
profundo que decir acerca de esto o aquello”. Si no que era un ministerio entero para
ellos, que se lleva a cabo hacia ellos, a través de esta iglesia. El miércoles por la noche,
Moishe Rosen estaba con nosotros, y yo estaba ahí en el pasillo hablando con él, antes de
que viniera a hablar, y él dijo: “Acabo de regresar de Londres”. Él está a cargo de los Judíos
para Jesús, y dijo: “Estuve en Londres y fui a varios lugares, y en cada lugar había una
persona que se me acercó y me dijo: ‘Eres de California. ¿Sabes de Grace Community
Church?’ Y, en cada caso dije, lo sé.” Y, ellos dijeron: “Bueno, ¿podrías contarnos de cómo
es?” Él dijo: “Me sorprende cómo la reputación de su congregación se ha extendido a todo
lugar al que voy”. De hecho, él dice: “Tengo envidia de que tienen una congregación así”.
Bueno, eso es lo más maravilloso. Y, yo le dije: “Yo me pellizco todo el tiempo y digo:
¿Estás seguro que tienes aquí el hombre correcto, Señor, en este ministerio tan
maravilloso, bendecido por Dios?”
Tenemos una gran, gran responsabilidad para con aquellos que nos ven, para ver en
aquellos lo que quizás no han visto en ningún otro lugar. Y, realmente creo que hay
razones por las que Dios ha bendecido. Yo creo que hay principios que nos colocan en la
posición de bendición máxima. Y, no es nada más que somos grandes, es la actitud que la
gente tiene, son los compromisos que ellos adquieren. Son esas cosas que existen en
nosotros como creyentes comprometidos que ven, que no siempre ven en otros que
nombran el nombre de Cristo.
Entonces, hemos estado regresando en nuestra serie diciendo, bueno, ¿qué es entonces
lo que hace que una iglesia sea todo lo que una iglesia puede ser? Digo, ¿qué es lo que
debemos tener? Muchos de ustedes son nuevos en nuestra iglesia, y quizás se están
preguntando lo mismo. Quizás quieren en cierta manera alinearse y decir: “Bueno, estas
son las cosas. Aquí están las cosas con las que necesitamos estar comprometidos,
tenemos que esforzarnos por trabajar en esto. Aquí están las cosas que queremos enseñar
y proclamar, y discipular en otros. Y entonces, estamos regresando a estas cosas. Son
cosas muy básicas.
De hecho, en cierta manera, me siento como si esta fuera una clase de fundamentos de la
fe grande. Y, estoy hablando de territorio muy conocido. Y, continuamente le digo a mi
esposa, después de cada domingo: “¿Sabes una cosa? Todo parece tan básico, todo
parece tan básico. Yo espero que sea lo correcto”. Y, ella me afirma diciendo: “Bueno, hay
muchas personas que no es tan básico como lo es para ti”. Y, necesito eso de mi esposa,
de vez en cuando, algo de aliento, porque estoy en la dirección correcta, porque parece
ser tan, tan básico. Sin embargo, tenemos que regresar y volver a establecer ese cimiento,
¿no es cierto?
Recuerdo las palabras de Pedro y quiero acordarles de estas cosas. Ahora, no que no las
sepan, ya las saben. Pero, quiero asegurarme de que se acuerden de ellas. Tienen que
mantenerse en esta dirección. Usted sabe, comenzamos por la dirección correcta y de
pronto usted se desvía y comienza a en otra dirección. Simplemente, continúa
estableciendo esos rieles de nuevo, para que sepamos hacia dónde vamos. Y entonces,
hemos estado viendo la iglesia, y hemos usado la analogía del cuerpo. Hemos dicho, en
primer lugar, que una iglesia para ser lo que Dios quiere que sea, debe tener un esqueleto.
En otras palabras, cimiento, lo cual le da forma. Y básicamente, dijimos que hay algunas
verdades fundamentales, no negociables, medulares. Y, hemos sugerido cinco de ellas, un
alto concepto de Dios, la prioridad absoluta de las Escrituras, claridad doctrinal, santidad
personal, y autoridad espiritual. Y, ligamos todas estas y dijimos que eso en cierta manera
era nuestro esqueleto.
Ahora, pasando de eso, a la segunda dimensión de nuestra analogía, dijimos que un
cuerpo debe tener sistemas internos que fluyen dentro de él. Esos son los sistemas de
vida, eso es lo que le da su vida y capacidad para actuar y reaccionar. Y en la iglesia,
debemos tener sistemas internos, y esos creo yo, son las actitudes espirituales correctas.
Lo que está fluyendo en las vidas de la gente tras bambalinas, es lo que importa. Le
dijimos a los pastores todo el tiempo que vienen y ven a nuestra iglesia: “No solo llévense
lo que ven en la superficie y traten de incorporarlo. Detrás de eso, detrás de esa carne,
por así decirlo, están fluyendo ciertas actitudes espirituales que tienen que cultivarse en
los corazones de la gente, antes de que el ministerio pueda ser lo que Dios quiere que sea.
Y, les di una lista entera de esas. Permítame tan solo recordárselas brevemente.
Obediencia, humildad, amor, unidad, servicio, gozo, paz, gratitud, disciplina personal,
perdón, dependencia, flexibilidad, rendición de cuentas, crecimiento, fidelidad, y
esperanza. No espero que escriba todas ellas. Ya las tiene. Pero, simplemente para
refrescar su mente. Esas son las actitudes que creo que debemos cultivas entre nosotros,
mediante nuestra predicación y enseñanza, y discipulado, y todo lo que hacemos para
inculcar en nosotros ese tipo de actitudes fuertes, actitudes espirituales.
Ahora, cuando el esqueleto está bien y el tipo de actitudes correctas están fluyendo,
estamos listos para pasar a la dimensión número tres. Y, vamos a hacer eso y eso es la
función o los músculos en el cuerpo. El cuerpo ahora tiene forma y tiene vida, y ahora,
¿qué debe hacer? ¿Cuál es función? ¿Cuál es la responsabilidad de la iglesia en el mundo?
¿Qué debemos hacer? O, en términos simples, ¿cuál es nuestro ministerio? Si alguien le
dijera a usted: “¿Qué es lo que la iglesia debe hacer?” Usted tiene una iglesia que está
comprometida con la adoración de Dios, la autoridad de las Escrituras, doctrina, doctrina
sana. Las vidas de la gente, de la congregación están bien. Están preocupados con la
santidad personal. Están bajo autoridad espiritual de aquellos que Dios ha colocado sobre
ellos en el Señor. Han cultivado en sus corazones las actitudes correctas. Tienen todo este
poder fluyendo en ellos, este flujo de vida. ¿Qué es lo que deben hacer?
Si usted fuera a mandarle a la iglesia cuál es su responsabilidad, ¿cuál sería? Eso es lo que
queremos ver ahora, y llamo a esto los músculos. Esto es función. Esto nos hace
movernos. Y, quiero pasar el día de hoy y la próxima vez hablando de esto, y después
simplemente vamos a concluir con la carne, brevemente la próxima vez también. Creo que
podemos hacerlo en dos semanas. Pero, para esta mañana, quiero darle cuatro cosas que
creo que son funciones prioritarias. Y, son tan básicas, que usted las conoce bien. Pero,
permítame tan solo refrescárselas, para que entienda, quizás de una manera fresca las
cosas con las que estamos comprometidas.
La primera es predicación y enseñanza. Y combino esas dos, porque ambas tienen que ver
con la proclamación de verdad bíblica, predicación y enseñanza. Eso, como yo lo veo, es la
función primordial de la iglesia. La iglesia es el receptor de la revelación de Dios, y por lo
tanto la iglesia debe ser el diseminador de la revelación de Dios. Si Dios se ha revelado a sí
Mismo a nosotros, es para que podamos entenderlo. Tenemos entonces que ser oidores
de la Palabra, y los proclamadores de la Palabra. Y entonces, cuando usted viene a aquí, va
a oír la Palabra de Dios. Cuando usted va a un estudio, va a oír la Palabra de Dios. Cuando
va a una clase, va a discutir y estudiar la Palabra de Dios, porque primordialmente la
iglesia debe ser un lugar donde la Palabra de Dios es predicada y enseñada. Ahora, estoy
comprometido con eso, como una prioridad absoluta en la iglesia. Esa es una función de la
iglesia. Debemos estar concentrados en proclamar la Palabra de Dios. A mí me entristece
en mi corazón, tanto sermoncillos que vemos. Y, algunos de ellos son útiles, algunos son
buenos. Lo llamo consejedad desde el pulpito, lo que se lleva a cabo. Hay muchos asuntos
éticos que se tratan en la iglesia. Hay muchas pequeñas clases que se congregan, en
donde todo mundo saca a colación su ignorancia, porque nadie sabe nada. Simplemente,
tratan de adivinar lo que la Biblia significa. Pero, la iglesia como una función prioritaria,
tiene la proclamación clara, comprensiva, directa, con autoridad de la Palabra de Dios. Y
entonces, Grace Church siempre estará comprometida con un énfasis fuerte en la
predicación y enseñanza. Un énfasis fuerte en la predicación y enseñanza.
Ahora, acompáñeme por un momento a dos epístolas escritas por Pablo a Timoteo. Ahora,
estas epístolas fueron escritas, creo yo, para ayudarnos a entender el ministerio. Para
ayudarnos a entender el ministerio, tanto desde el punto de vista del ministro, como de su
congregación. De hecho, inclusive nos dice en 1 Timoteo 3:15, que ésta epístola fue escrita
para enseñarnos a cómo conducirnos en la casa de Dios, la cual es la iglesia. Entonces,
aquí hay una epístola que nos dice cómo debemos conducirnos en la iglesia, cómo
debemos funcionar en la iglesia, cómo debemos operar en la iglesia. Yo creo que el énfasis
tanto de 1 como de 2 de Timoteo, es que debemos operar primordialmente en el área de
proclamar la doctrina sana, predicar la Palabra de Dios. Ese mismo capítulo, 1 de Timoteo
3 versículo 16, es un versículo interesante. Resume la maravilla de la encarnación de
Jesucristo. Dice que indiscutiblemente, eso es sin debate alguno o argumento, esta es una
realidad que el misterio de la piedad es algo maravilloso, es algo grande. Y, ¿cuál es el
misterio de la piedad? Que Dios fue manifestado en carne. Eso es algo simplemente
increíble. Nadie va a discutir que esa es una gran verdad, ¿no es cierto? Que Dios fue
manifestado en carne. Ese es el corazón, la médula, la sustancia de nuestra fe cristiana,
¿no es cierto? No tenemos nada, si Dios no se ha manifestó a sí Mismo en la carne de
Jesucristo, ¿verdad? Murió y resucitó. Entonces, ese es el corazón mismo de nuestra fe.
Indiscutiblemente, esa es una gran, gran verdad revelada. Pero, observe que dice: “Él fue
manifestado en carne. Fue justificado en el Espíritu. Fue visto por los ángeles. Fue creído
en el mundo y fue recibido en gloria”. Y, después metido a la mitad, “predicado a los
gentiles”. Y, si usted ve el versículo 16 de 1 de Timoteo 3, veo algunas cosas esenciales en
la encarnación. Y, una de ellas es predicación. La predicación es un elemento esencial en
Dios manifestándose a sí Mismo en la carne. Lo que sucedió debe ser predicado. Eso es lo
que Él está diciendo. Debe haber proclamación del mensaje. La predicación es algo
particular al cristianismo, y es el elemento maravilloso que la iglesia lleva a cabo. Que
hombres santos de Dios hacen, que nada en el mundo puede llegarle. Digo, el mundo
puede tener sus películas y puede tener sus libros, y el mundo puede tener muchos
medios diferentes de comunicación, pero, la predicación me parece es algo tan
excepcional, conforme a hombres de Dios, quienes reciben dones del Espíritu, y el
conocimiento de la Palabra, para proclamar su verdad. Y, creo por lo tanto, que en el
corazón de la iglesia está la encarnación, y en el corazón de la encarnación está la
proclamación de esa encarnación. Y entonces, la predicación encuentra un lugar central
en la vida de la iglesia.
Ahora sigue entonces, que Pablo va a enfatizarle al joven Timoteo. Conforme sale en su
ministerio, que él de hecho debe ser fiel a la predicación. Y, usted notará en el versículo 6
del capítulo 4, que inmediatamente Pablo dice: “Si esto enseñas a los hermanos”. Y, él
acaba de hablar con él de algunas cosas, y él dice: “Tu trabajo es recordarle a la gente
esto. En primer lugar, Timoteo, eres un maestro, eres un maestro. Lo que has recibido del
Espíritu de Dios, tú lo das. Y, que la iglesia esté en el lugar en donde las cosas le son
enseñadas”. La verdad de Dios es enseñada. ¿Sabe lo maravilloso que es que en un mundo
en donde la gente está buscando la verdad, la tengamos? ¿Usted entiende eso? ¿Sabe qué
maravilloso es estar en un lugar en donde la gente no se le puede garantizar que algo es
verdad? ¿En donde la moralidad es establecida por la mayoría? ¿Donde todo mundo
determina lo que es verdad, y su opinión es la que reina, donde la verdad no se
encuentra? ¿Donde los hombres están a la merced de su propia filosofía, para tratar de
entender el significado en la vida? Podemos ponernos de pie y decir: “Esto es la verdad”.
Digo, inclusive Pilato, el cínico de cínicos del Nuevo Testamento dijo: “¿Qué es la verdad?
¿Qué es verdad? Conocemos la verdad. Conocemos la verdad”. Jesús dijo en Juan 17 al
Padre: “Tu Palabra es verdad”. ¡Oh, pero qué legado! Y, eso es lo que debemos impartir,
eso es lo que debemos impartir.
Y, Dios ha bendecido esta iglesia, creo yo, porque su función primordial siempre ha sido
en parte el proclamar la verdad, la Palabra de Dios, no hablar acerca de la Biblia, si no
hablar a partir de la Biblia. Y, no le puedo decir cuántos cientos, inclusive miles de
personas a lo largo de los años, nos han hablado o escrito, y han dicho que vienen a Grace
Church, porque se les alimenta la Palabra de Dios. Siempre es lo que oímos y ese es
nuestro compromiso, esa es nuestra función, y no es nada más mi trabajo. Es el trabajo de
todo mundo. Debemos ser aquellos que proclaman y predican, y enseñan la Palabra.
Algunos dotados, claro, de manera única. Versículo 11, siguiendo con el mismo
pensamiento de capítulo 4 versículo 6, él dice: “Eres un ministro, serás buen ministro si tú
estás nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina, de la sana doctrina”. En
otras palabras, si tienes la verdad y se las estás entregando a tu congregación. Él dice en el
versículo 11: “Esto manda y enseña”. En otras palabras, enseña con autoridad. Enseña con
autoridad.
Me acuerdo, estaba en la graduación de la Academia de Policía en una ocasión, y yo
estaba al lado con una persona que me estaba hablando de los varios egresados que se
estaban recibiendo, se estaban graduando de la Academia de Policía de Los Ángeles. Y, él
dijo: “Tuvimos que reprobar un hombre, debido a su voz”. Le dije: “Eso es interesante”. Él
dijo: “Sí. Simplemente no puedes ir atrás de un ladrón y decirle: ‘Levanta las manos, estás
arrestado. Detente en el nombre de la ley’ ”. Digo, eso simplemente déjalo afuera, ¿no es
cierto? “Bueno, eso es interesante”. “Sí’, él dijo, “debe haber cierta autoridad en su voz”.
Y, yo comencé a pensar acerca del hecho de que su autoridad básicamente era la ley, ¿no
es cierto? La ley era su autoridad. Y, si yo me oigo como que hablo con autoridad, así es,
porque es la autoridad de la Palabra de Dios. No hablo con autoridad, porque doy mi
opinión. Si no que hablo con autoridad en base a la Palabra de Dios. Y, eso es lo que él
está diciendo aquí en 1 de Timoteo 4:11: “No solo la enseñas, la mandas. En otras
palabras, llamas a la gente a un mandato de responsabilidad”.
Y entonces, versículo 16, él dice – versículo 13, más bien él dice: “Entre tanto que voy,
ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza”. Después él le dice cómo hacerlo. Lee
el texto, explica el texto, y aplica el texto. Lectura: Eso es simplemente, léeles el texto.
Exhortación: Eso es aplícalo. Doctrina: Eso es dales la doctrina o la enseñanza. Entonces, él
dice: “Abre el texto, se los lees, se los explicas. Eso es doctrina, y los exhortas a vivirlo. Y,
no descuides”, versículo 14, “no lo descuides. Medita en esto”, versículo 15. “Pon
atención”, versículo 16, “y, continúa en ello”. En otras palabras, somos llamados a
obedecer la Palabra, y a proclamar la Palabra: Predicación, enseñanza, proclamar, instruir.
Qué responsabilidad tan emocionante.
Ahora, en el capítulo 5 versículo 17, él llega a otra dimensión. “Los ancianos que
gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble paga, doble respeto, doble honor”.
Probablemente incluye todo eso. Pero, los que trabajan bien, deben ser honrados
doblemente, especialmente los que trabajan en predicar y enseñar. De nuevo, el enfoque
de liderazgo en la iglesia, está en la predicación y la enseñanza, en esas funciones. Esa es
nuestra función. Esa es nuestra función. Esa es nuestra función.
Estamos aquí para proclamar la Palabra de Dios. He oído a gente que critica a Grace
Church y dice: “Bueno, Grace Church está desequilibrada en el área de la enseñanza. Hay
demasiada predicación, demasiada enseñanza, y no hay suficiente de esto o de aquello”.
¿Sabe una cosa? Yo no veo que usted jamás podría tener demasiado de eso. Digo, a
menos de que usted haya dominado toda la revelación de Dios. Y, esa es una
imposibilidad total. No puede haber demasiado. Podría estar desequilibrada si no
obedeciéramos la enseñanza. Pero, la razón por la que domina nuestras vidas la
enseñanza, es porque la enseñanza es lo que echa a andar todo. Tenemos que conocer,
saber lo que la Biblia dice acerca de algo, antes de que podamos cumplirlo. Y entonces, la
enseñanza es el sine qua non de todo. Tenemos que saber lo que debemos hacer. No
podemos saber cómo adorar, a menos de que sepamos lo que la Biblia dice. No podemos
saber cómo orar, a menos de que sepamos lo que Biblia dice. No podemos saber cómo
evangelizar. No podemos saber cómo discipular o pastorear. No podemos saber cómo
preparar a personas. No podemos saber cómo ayudar a personas y a sus familias. No
podemos hacer nada, a menos de que sepamos, entendamos lo que Dios dice. Entonces,
predicamos, enseñamos, predicamos, enseñamos.
Al final del capítulo 6, Pablo le dice a Timoteo: “Guarda lo que se te ha encomendado”. En
otras palabras, creo que se está refiriendo al depósito de verdad, la revelación de Dios, la
fe, por así decirlo, el contenido de la doctrina verdadera. Guárdalo y mantente alejado de
la basura del mundo, las filosofías, y las teologías errantes, y el supuesto conocimiento de
los hombres que realmente no conocen nada. Aférrate ahí, con las cosas correctas. No
queremos desviarnos de eso. No queremos ser empujados y llevados, arrastrados por los
pensamientos de hombres que están lejos de Dios. 2 de Timoteo merece una breve
mirada. Versículo 15 del capítulo 2, él dice: “Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como un obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Palabra de
verdad”. En otras palabras, tienes la Palabra, estás comprometido con ella, ahora úsala
correctamente.
De regreso en el versículo 13 del capítulo 1, él dice: “Retén la forma de las sanas
palabras”. Entonces, lo primero que haces es, te aferras a ello. Después, lo entregas de
manera apropiada. Te aferras a la verdad, y lo presentas como debe ser, para que seas
aprobado por Dios. Y, de nuevo lo dice en el versículo 16 en adelante: “Mantente alejado
de la basura del mundo. Mantente alejado de sus errores y herejías, y filosofías, y apégate
a la verdad de Dios”. Ahí en el versículo 24 capítulo 2, él dice: “Cualquiera que ahí en la
iglesia, que es un siervo del Señor, debe ser apto en su enseñanza, apto en enseñar”. Y
claro, ese gran pasaje en el capítulo 3, en donde dice que toda la Escritura es inspirada,
para que podamos ser perfeccionados. Entonces, lo que puede ver, conforme Pablo
instruye a Timoteo, con respecto a la iglesia, es este énfasis tremendo en la predicación en
la enseñanza.
Ahora, vaya al capítulo 4 y vamos a cerrar esto. Capítulo 4, 2 de Timoteo versículo 1. Y,
aquí hay un mandato que se le da a Timoteo, uno de los realmente grandes en el Nuevo
Testamento. “Te encomiendo”, te hago responsable, mando esto, por lo tanto, debido a
que la Palabra de Dios puede perfeccionar, debido a que la Palabra de Dios puede salvar,
como dice en el 3:15–17. Debido a que la Palabra de Dios puede ser todas estas cosas,
debido a que puede darte la salvación que has recibido. Debido a que puede darte todo lo
que necesitas para ser perfeccionado en Cristo, entonces: “Te mando delante de Dios y
del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su
reino”. Ese es un cargo muy sólido. Solemne. Él dice, te hago responsable delante de Dios
y Jesucristo. Te hago responsable delante del Padre y el Hijo. Versículo 2, para hacer,
¿qué? ¿Qué? “Que prediques la Palabra. Que prediques la Palabra”. Es la Palabra lo que
hace que la gente sea sabia para salvación. Es la Palabra lo que perfecciona, lo que trae
doctrina, reprensión, corrección, instrucción y justicia. Que hace que el hombre de Dios
sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. Es la Palabra lo que hace eso.
Entonces, él dice: “Timoteo, para resumirlo, te hago responsable ante Dios el Padre. Te
hago responsable ante Dios el Hijo. Hombre, predica la Palabra. Proclama la Palabra y sé
diligente en ello. Trabaja duro en esto. Aférrate, se fiel. Hazlo a tiempo y fuera de tiempo,
cuando parezca apropiado, inapropiado. Cuando parece como que alguien pueda ser
ofendido o no, tú síguelo haciendo todo el tiempo, a tiempo y fuera de tiempo”. Significa
todo el tiempo. O estás a tiempo o fuera de tiempo.
Y, después él dice esto, y es interesante, ¿no es cierto? Él no dice consuela y aliento. Él
dice: “Redarguye, reprende, exhorta”. En otras palabras: “Preséntalo, confróntalos
Timoteo”. ¿Por qué dice eso él? Porque, él sabe que inclusive los cristianos básicamente
tienen que luchar con su pecado, ¿verdad? Y entonces, él dice, la predicación tiene que
confrontar. Tiene que reprender. Tiene que redargüir. Tiene que exhortar. La más suave
de esas palabras es exhortación, lo cual significa alentar un cambio de conducta, en vista
del juicio que viene, si no se conforman. En otras palabras, sigue haciéndolo como lo
haces. Dios va a tener que lidiar contigo. Entonces, la predicación debe tener ese
elemento ahí. Confronta, confronta. Te convence de pecado. Escudriña tu corazón.
Quebranta tu corazón. Es lo que él le dice. “Predica de esa manera y que el contenido de
tu ministerio, sea lo que demuestra paciencia”. Entonces, predicas con mucho celo.
Predicas con gran convicción. Confrontas a la gente. En cierta manera, los azotas contra la
pared, y tienen que decidir sí o no a lo que dijiste. Los haces ver a su corazón, ver en
donde están fallando en su vida, y reconoce esto, que no van a cambiar de la noche a la
mañana. Entonces, en el proceso, ¿sé qué? Paciente. Sé paciente.
Entonces, él dice, y no solo paciente, si no que en este proceso él dice, y esta es una
palabra tan importante: “Hazlo con mucha paciencia y doctrina”. Enseñanza, el corazón de
ministerio, amados, es enseñar pacientemente la Palabra de Dios, de una manera que
confronta, que confronta a la gente para que se examine a sí misma, para que su vida
puede ser llevada a rendirle cuentas delante de Dios. Esa es la función de la iglesia.
Cuando usted llega a aquí, usted es llamado a rendir cuentas de esa manera. Cuando
usted va a un grupo de comunión, una de las cosas que usted es llamado a hacer en la
enseñanza de la Palabra de Dios, es esta: ¿Estoy respondiendo de manera apropiada a
esta Palabra? Usted va a un estudio bíblico y alguien abre la Biblia, y usted es llamado por
la autoridad de la Palabra de Dios, al lugar en donde usted dice: “Estoy haciendo eso o no
lo estoy haciendo”. Y entonces, usted es reprendido, exhortado de manera paciente, hasta
que su vida pueda ser lo que Dios quiere que sea.
Entonces, conforme Pablo sale del ministerio y Timoteo entra para llevar su estafeta, él
dice: “Timoteo, todo está resumido en esto, hijo. Predica la Palabra. Predica la Palabra”.
Dice usted: “¿Por qué?” Porque es la Palabra en la mente lo que genera la conducta. Es la
Palabra que entra a la mente, lo que genera la conducta. Y, esa es la razón por la que la
Biblia dice en Efesios 4:23: “Renovaos en el espíritu de vuestra mente. Renovaos en el
espíritu de vuestra mente, de vuestro entendimiento”. Transformación, Romanos 12: “No
os conforméis a este siglo, si no transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento”. Y, esa es la parte de su pensamiento. Debe tener la Palabra en su
pensamiento, para que pueda comenzar a hacer lo que hace que la conducta opere. Eso
es lo que activa la conducta. Entonces, enseñamos y predicamos la Palabra, y no hay
sustituto para eso.
Una segunda función es evangelismo y misión. Evangelismo y misión. Y, uso esos dos
términos, para darle una perspectiva amplia. El evangelismo parece hablar de cosas
personales. Y, misiones parece hablar de algo muy grande. Y entonces, debido a que esos
términos son vistos de esa manera, vamos a usarlos. Debemos estar comprometidos con
el hecho de que nuestra iglesia no existe para su propia causa, si no por causa del mundo,
¿verdad? Que la razón por la que queremos ser lo que Dios quiere que seamos, es para
que podamos ser una luz que brilla en medio de una generación oscura y perversa.
Queremos ser todo lo que Dios quiere que seamos, para que Él a través de nosotros
alcance a otros. Como puede ver, la meta definitiva de todo el ministerio, es que
alcancemos a alguien para Cristo. Y entonces, tenemos que estar enfocados en el
evangelismo, evangelismo, evangelismo. Básicamente lo cumplimos de dos maneras:
Mediante el ejemplo de vida y la Palabra. Y, como lo hemos dicho tantas veces, son
nuestras vidas aquí lo que hace que nuestro testimonio sea creíble o increíble. Digo, si
tenemos una iglesia en donde Cristo es exaltado, donde la congregación está viviendo
vidas justas. Donde estamos enfrentando el pecado de manera honesta delante de Dios.
Donde estamos esforzándonos por caminar en obediencia en sus propósitos santos. Si
tenemos ese tipo de iglesia, entonces vamos a establecer una plataforma, sobre el cual el
testimonio individual pueda ser creído.
Es lo que usted es allá afuera en el mundo. Eso es lo que es tan maravilloso cuando la
gente viene a aquí y dice: “Oye, tu congregación vive tu mensaje. Tu congregación
realmente obedece la Palabra de Dios”. Eso es tan emocionante, porque eso es lo que
hace que el cristianismo sea creíble. ¿Se da cuenta? Digo, ¿por qué cree usted que en
lugar de que Satanás simplemente llegue al mundo y simplemente haga que desaparezcan
las iglesias, él viene al mundo y hace que proliferen iglesias por todo el mundo, que no
tienen credibilidad? ¿Por qué? Porque eso ataca el mensaje entero. Digo, ¿cómo es que la
gente dice: “Oh, es que fui a una iglesia por allá? Realmente fue un lugar excepcional,
porque habían muchos hipócritas ahí, demás”. No les importa nadie por allá, por qué el
pastor se fue, hizo esto, él era un criminal, se robó dinero de la iglesia y demás. Como
puede ver, todo lo que tiene que hacer Satanás, es simplemente mantener a la iglesia
teniendo un hombre, corromper lo que es hecho de una manera que ataca la integridad
del mensaje de la iglesia. Satanás no quiere eliminar iglesias, él simplemente quiere
corromperlas, para que no haya un cimiento sobre el cual el testimonio individual pueda
ser creído. Y, realmente creo que hemos sido llamados a vivir una vida en la comunidad,
que es una vida de evangelismo.
Se resume como usted sabe – hemos estudiado esto en años pasados, en Mateo 5, en
donde nuestro Señor dice que son dos cosas. “Vosotros sois la sal de la tierra”, Mateo
5:13, “y si la sal perdiera su sabor, ¿con qué será salada?” Ustedes son la sal de la tierra.
Digo, ustedes simplemente están ahí como el preservador. Ustedes simplemente están ahí
para refrenar. Son distintos, tienen un sabor diferente de ellos. Digo, están ahí y son
únicos. Esa es la razón por la que amados, como pueden ver, llamamos a la gente a vivir
una vida separada, apartada. Esa es la razón por la que llamamos a la gente a vivir una
vida pura. Esa es la razón por la que me preocupa tanto en mi espíritu que ustedes vivan
una vida justa, piadosa, virtuosa. No solo para la gloria de Dios, desde el punto de vista de
ustedes, si no para la gloria de Dios desde el punto de vista de otros que los ven, y son
atraídos a ese tipo de pureza. En donde usted pueda ser usado como ejemplo. Usted es la
sal.
Y, después en el versículo 14: “Vosotros sois la luz del mundo”. Y, si la luz está escondida,
no va a ser vista. Y, estar escondido, estoy seguro, es una indicación de pecado, de nublar
el testimonio de su vida. Pero, si usted está ahí afuera y usted está brillando fuerte, usted
es sal que realmente es salada. Ahora usted va a tener un impacto en el mundo. Y, es por
lo que usted es, antes de que usted pueda decir: “Así brille vuestra luz delante de los
hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en
los cielos”.
Digo, me sorprende a veces. ¿Sabe una cosa? Conozco mucha gente en circunstancias muy
interesantes. Y, algunos de ellos están muy apenados en las circunstancias cuando me
ven, porque digo: “Oh, no te conozco”. Y, no le puedo decir cuántas personas han tratado
de tragarse un cigarro cuando me ven. Realmente es simpático. Digo: “Hola”. Y, bup.
Puedo estar en un restaurante y alguien puede tomar algo, y se paran de maneras raras, y
yo simplemente sonrío y, y muevo la mano. Y el, y el pánico instantáneo los inunda. Y, no
dije nada. En algunas ocasiones, inclusive de una mesa, y he saludado simplemente como
un recordatorio, de que para los cristianos hay cierto estándar de vida, por causa de
aquellos que nos ven. Me acuerdo en un restaurante, en una ocasión, algunas veces
cuando usted llega y está esperando, y está ahí una mesera, y viene esta mesera, y se
acerca y dice: “¿Le gustaría? O no, ¿verdad? No le gustaría”. Yo dije: “No, no me gustaría”.
“Usted me parece conocido”. Y después: “Oh, tengo que disculparme como puede ver”. Y,
empieza a hablarme a darme esta historia. Pero, fue bastante interesante, porque en su
corazón ella sabía que estaba fuera de la realidad, de dónde debería estar como cristiana,
simplemente viviendo en el mundo. Y, se avergonzó por verme. Y, yo pensé: “Debería
ofenderle más a ella, que los incrédulos la ven haciendo algo que no es como Cristo, en
lugar de que yo la vea. Yo puedo soportar eso”.
Tenemos un cimiento de credibilidad que establecer con nuestras vidas, y es tan
importante, y entonces, él lo resume, ¿no es cierto? En Mateo 5:16, cuando dice: “Así
brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que está en el cielo”. ¿Sabe una cosa? Deben ver su vida y
decir: “Mira, solo Dios podrá hacer una vida así”. Digo, solo Dios podrá hacerle algo así a
alguien. Qué vida tan maravillosa. Y entonces, establecemos un cimiento de evangelismo.
Y, después más allá de eso, necesitamos hablar. Necesitamos hablar. Necesitamos
proclamar el mensaje. Digo, necesitamos estar listos para hablar, dar una razón por la
esperanza que hay en nosotros. Proclamar a Jesucristo. Nuestros labios deben ser
abiertos. Alguien una vez dijo que la mayoría de los cristianos son como el Río Ártico, que
está congelado en la boca. Y, es desafortunado que en muchos casos eso es verdad. Por
alguna razón nos resistimos a hablar. O, cómo deberíamos estar prontos a hablar acerca
del Señor, como somos prontos a hablar acerca de algunas cosas mundanas, superficiales.
Y entonces, para que entendamos la responsabilidad de evangelizar, de testificar, de
alcanzar a otros, tenemos que entenderlo. Parte de eso es conocer a personas que no son
cristianos y eso es difícil para algunos de nosotros. Muy difícil, porque nuestro mundo es
estrecho. Alguien dijo que es como una pirámide. Entre más alto esté usted, menos
personas usted conoce que no son cristianas.
Y también, conforme proclamamos, debemos asegurarnos de que tenemos el mensaje
correcto. Y, esa es la razón por la que pasamos tanto tiempo hablando del Evangelio aquí,
asegurándonos de que usted entienda los términos que Cristo ha dado. Esa es la razón
cuando llegamos al joven rico, pasamos tiempo viendo cómo Cristo evangelizó, el Sermón
del Monte, de dónde llamó a los hombres, y a qué los llamó. Y, ¿cuáles son los términos
bíblicos verdaderos del evangelismo? Porque yo conozco bien las iglesias de nuestro país y
nuestro mundo, y están llenas de personas que no son salvas, pero, creen que lo son.
Y entonces, estamos comprometidos con el evangelismo. Y, ahora más allá de eso, a las
misiones. Digo, eso es a nivel mundial, alcanzar más allá de lo que Dios nos va a permitir
hacer por todo el globo. Recibí una carta esta semana de un pastor en las Filipinas. Él dijo:
“He estado oyendo de su iglesia. Quiero edificar mi iglesia como Dios quiere edificarla.
¿Me podría mandar algo de ayuda para que comience a moverme en la dirección
correcta?” Y, ahora tenemos a personas que están planeando y estableciendo una visión,
para que nosotros alcancemos más allá de nuestras paredes, hasta donde podamos. A
nivel mundial, hasta donde el Señor permita. Porque Él dijo: “Id por todo el mundo”, ¿no
es cierto? Y, queremos ir tan lejos conforme podamos ir, hasta donde nuestros recursos
nos permitan ir. Y, lo que estamos haciendo aquí, es preparar a personas para que puedan
ir y hacerlo de manera más eficaz. Y, estamos comprometidos con eso, a ir a predicar, a
bautizar, enseñar hasta donde podamos, tan lejos como podamos llegar.
Hay una tercera función aquí, y usted conoce ésta bien. Entonces, no voy a pasar mucho
tiempo en esta. Adoración. Adoración colectiva. Hemos hecho una serie recientemente,
espero que haya leído el libro La Adoración, la Prioridad Definitiva. Somos llamados a la
adoración colectiva. Somos aquellos que adoran al Señor en espíritu. No tenemos
confianza en la carne. Pablo le dijo a los Filipenses: “Somos los verdaderos adoradores”,
Juan 4, “que adoran al Padre en espíritu y en verdad”. Hemos sido llamados, como
aquellos que son sacerdotes, a ofrecer nuestros cuerpos en sacrificio vivo a Dios, en un
acto santo de adoración, sacrificio espiritual. Somos adoradores, somos un sacerdocio que
ofrece sacrificios a Dios, dice Pedro.
Estábamos hablando el otro día en una de nuestras reuniones de pastores, acerca de la
preocupación que tenemos. Hay muchas personas que vienen al servicio de adoración,
pero, ¿cuántas de ellas realmente adoran? ¿Cuántos corazones realmente son levantados
a Dios? ¿Cuántos corazones realmente están llenos de alabanza y adoración? Y, ¿cuántos
están pensando acerca del tiempo? ¿Cuándo va a terminar? O, ¿qué van a hacer hoy? O,
¿a dónde van mañana? O, lo que sea. Y, somos bombardeados por la inteligencia de los
medios masivos de Satanás en el mundo. Vemos imágenes de fotos en nuestras mentes, y
oímos música de comerciales, y somos atacados por las cosas que continuamente vemos
pasando frente a nuestros ojos. Y, tratar de sentarse y sacar eso de nuestra mente, y
meditar en las cosas de Dios, casi tiene que irse a un monasterio para filtrar su cerebro, y
limpiarlo de nuevo.
Entonces, qué difícil es venir y realmente pensar en las canciones que estamos cantando,
y oír le Salmo cuando es leído, y nos llama a adorar y meditar en las cosas de Dios, que
vienen a través de la enseñanza y predicación. Pero, necesitamos cultivar eso.
Necesitamos ser una congregación que adora. No solo estar aquí. Este es un catalizador.
Simplemente para hacernos adorar en todo momento. Así como tratamos de decir hace
algunos meses atrás, en esa serie, adoramos mejor cuando obedecemos más. Adoramos
mejor, cuando respondemos a Dios, en obediencia dispuesta. De tal manera que la
obediencia es la definición básica de la adoración. Cuando obedecemos, estamos
adorando en alabanza. Hacemos de manera obediente lo que él dice. La obediencia y la
adoración, sinónimos en un sentido, se convierten entonces en un estilo de vida, en lugar
de que simplemente sea un ejercicio el domingo.
Pero, yo creo que somos llamados a acercarnos a Dios. ¿Sabe lo que eso significa,
acercarse a Dios? Hebreos dice: “Acercaos a Dios”. Santiago habla acerca de acercarse a
Dios. “Y, Él se acercará a vosotros”. Qué grandes pensamientos son esos. Digo, ¿cuando
usted realmente se acerca a Dios, lo hace no de manera apresurada? Cuando usted
simplemente deja que su corazón y mente asciendan, por así decirlo, en las palabras de
los himnos, y en las palabras de las Escrituras, o en momentos de devoción profunda y
oración. ¿Cuándo medita usted? La palabra casi no tiene significado para nosotros. Fuera
de ver algún gurú extraño, sentado por algún lugar. No entendemos lo que es meditar.
Pero, yo creo que funcionamos en la adoración, funcionamos en adoración.
Pablo le dijo a Timoteo, que los hombres levanten manos santas en oración, y que la
iglesia se congregue con ese propósito expreso de alabanza. Debemos ser una
congregación que adora. Y, emociona mi corazón que tantos, tantos como este joven que
escribió de Michigan, vienen a nuestra iglesia, y nunca han experimentado una adoración
como esta. Sus corazones siempre han estado listos, pero, nunca se les ha provisto ese
tipo de ambiente, que pueda levantar el corazón a Dios. Y, quizás podríamos hacer un
mejor trabajo de lo que hacemos. Quizás podríamos hacer algo mejor.
Aquí hay una última función, que la iglesia debe tener. Y, quiero hablar de ésta en esta
mañana. Vamos a terminar a la próxima vez. Y, eso es oración. Y, no necesito decir mucho
de esto. Simplemente necesito recordarle. Simplemente quiero colocarle en su memoria.
No necesito ser redundante, fuera de decir que yo creo, amados, creo esto con todo mi
corazón. La oración es el ejercicio espiritual más difícil en el que nos involucramos, por dos
razones. Razón número uno: Es trabajo duro. Es trabajo duro, porque es abnegado. La
verdadera adoración se extiende para incluir al reino de Dios. “Santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad”. Se extiende para incluir al reino de Dios, y se
extiende para abrazar al pueblo de Dios. “Danos el pan de este día. Perdónanos nuestras
deudas. No nos metas en tentación”. No hay un yo en la oración de los discípulos, de
Mateo 6:9 al 12. Incluye el reino de Dios en su gloria. Incluye las necesidades de su
pueblo. Y entonces, la oración es un ejercicio no egoísta. Solo la gente humilde no egoísta,
puede abandonarse a sí misma, abrazar, a incluir la voluntad de Dios, el reino de Dios, las
necesidades de la gente.
Y, cuando Pablo dice en Efesios 6:18: “Orando en todo tiempo por todos los santos, con
toda oración y suplica”. Él nos está llamando al tipo de oración que cambia la dirección de
nosotros, a abrazar los propósitos gloriosos de Dios, y las necesidades del pueblo de Dios.
Y, es abnegada, no es egoísta. Entonces, es limitada a personas no egoístas. Es trabajo
duro, porque usted está ahí, y está derramando su corazón a favor de Dios, a favor del
pueblo redimido de Dios, a favor de sus propósitos y sus necesidades. Y, usted va más allá
de usted mismo.
Encontramos, por otro lado, que la oración es muy fácil, cuando nos toca a nosotros.
Cuando tenemos algo que nos molesta, o cuando tenemos una enfermedad debilitante en
la familia, o perdemos un ser querido, cuando uno de nuestros hijos se desvía del Señor, o
cuando nuestros hijos están tomando decisiones acerca de con quién se van a casar, o
cuando enfrentamos una tragedia, o nos encontramos en medio de una situación
deshonesta, o algún acto inmoral; inmediatamente debido a que estamos nosotros en
juego, nos encontramos de manera muy fácil siendo atraídos a la oración a favor de
nosotros. Pero, eso no demuestra la fortaleza de la oración. Eso demuestra la debilidad de
la oración. La fortaleza de la oración es abandonar mi vida en oración incesante, a favor de
la extensión y la gloria de Dios en su reino eterno, y las necesidades de su pueblo redimido
más allá de mí mismo. ¿Se da cuenta? Y, esa es la razón por la que es tan difícil. Digo, yo
no tengo duda alguna de que en Lucas 11, yo podría ser el hombre que está golpeando en
la puerta, recibiendo el pan, si yo tuviera hambre, yo estaría tocando toda la noche, hasta
que el hombre me diera el pan para deshacerse de mí. La pregunta es: “¿Puedo golpear la
puerta toda la noche por el pan para alguien más? Esa es la pregunta.
Digo, podemos tener una reunión de domingo por la noche y tener helado, y puedo tener
a tres mis personas que vienen a aquí que están comiendo mucho helado. Puede convocar
una reunión de oración, y tiene que sacar los binoculares para encontrar a la gente, como
puede ver, porque la oración es tan abnegada. Es abrazar cosas que van más allá de
nosotros, en su sentido más puro y verdadero. No estoy diciendo que usted no ora. No
estoy diciendo yo no oro. No oro como debiera orar. Y, todos nos sentimos así, ¿no es
cierto? Vamos a tener una reunión mensual de oración el miércoles por la noche, cada
mes, y vamos a llamar a la gente a orar, y yo creo que Dios responde a la oración. Yo dije
en una entrevista en la radio en Chicago ayer, que uno de los beneficios de envejecer – y,
hay algunos – es que comienza a tener una lista más larga de cosas que Dios ha
demostrado en su poder, al responder a la oración. Y, entre más envejece usted, más ve
usted a Dios hacer cosas que solo Él podría hacer. Y, entre más larga se vuelve esa lista,
más confianza tiene usted en sus oraciones. Y entonces, yo creo que la gente mayor ora
mejor que la gente joven. Por lo menos en ese sentido, porque tienen un registro más
largo de probar la respuesta de Dios.
La segunda razón por la que la oración es difícil, no solo porque es abnegada, si no porque
esta tan privada. Es tan privada. Y, esto en cierta manera es como la idea de ser abnegado,
de no ser egoísta. Pero, cuando usted ora, usted ora solo, y nadie lo sabe. Entonces, debe
tener la disciplina personal y la fortaleza de hacerlo, sin la presión de otros o la aprobación
de otros. Digo, hay muchas cosas que hacemos, porque sabemos que la gente va a saber
que las hicimos, ¿verdad? Vamos a un estudio bíblico, porque la gente va a decir: “Él va a
un estudio bíblico”. Y, leemos la Biblia porque alguien va a decir: “Oye, he estado leyendo
esto. Bueno, he estado leyendo esto y aquello. Hombre, el otro día leí esto y aquello”. Sí.
Y, usted simplemente lo lee, para asegurarse de que cuando la plática salga, usted pueda
decir que leyó.
Como puede ver, la oración es difícil, en primer lugar porque es abnegada, no es egoísta. Y
en segundo lugar, porque no tiene recompensas visibles. Y, usted no tiene ninguna
presión de otros. Nadie lo ve a usted orar, y hacemos las cosas mucho mejor cuando
sabemos que la gente está a nuestro alrededor. Mire, escuche, realmente preparo para
mis sermones, porque tengo a toda esta gente que me está oyendo. Me parece mucho
más fácil no orar. En Hechos 6:4, dice que los apóstoles se entregaron a sí mismos a la
oración y al ministerio de la Palabra. Me parece mucho más fácil entregarme al ministerio
de la Palabra que a la oración, porque no tengo mucha opción acerca del ministerio de la
Palabra. No tengo muchas alternativas. Si me aparezco aquí el domingo por la mañana y
no tengo nada que decir, estoy en problemas serios. Pero, puedo no orar y nadie va a
saber, o eventualmente ustedes van a saber. Pero, no van a saber inmediatamente. Y, esa
es la razón por la que la oración es trabajo tan difícil. Esta es la razón por la que la Biblia
habla de prevalecer en oración. Porque es algo que en primer lugar es abnegado, no
egoísta. Y en segundo lugar, no tiene recompensas visibles de manera inmediata, en
términos de la afirmación y la aprobación de la gente.
Le doy gracias a Dios, por esas personas no egoístas que oran. Y, oro a Dios porque
tengamos más de ellas en nuestra congregación. Tenemos un grupo de pequeño de
personas mayores que oran el domingo. Están envejeciendo más y más, conforme pasa el
tiempo. Pero, el Señor no los deja morir, porque no sé a quién va a colocarlos en el lugar
de ellos. Es un puñado de personas. Han estado orando por años, por más de diez años, y
oran. Y, Dios oye y responde sus oraciones, y disfrutamos de la fidelidad de ellos. Que Dios
nos ayude a ser fieles en nuestras oraciones. Como he dicho en el pasado, la oración es el
nervio que mueve los músculos de la omnipotencia. No entiendo cómo funciona,
simplemente sé que Dios oye y responde la oración. “Y, la oración eficaz del justo puede
mucho”, dice Santiago. Y, quiero ser ese hombre justo que ora, porque quiero ver a Dios
hacer todo lo que Él puede hacer, y darle a Él toda la gloria. Entonces, debemos estar
comprometidos con la oración.
Y, Pablo no podía haberlo dicho de una manera más clara, que cuando lo dijo en 1 de
Tesalonicenses 5. Y, él dice en el versículo 17: “Orad”, ¿qué? “Sin cesar”. Decimos: “¿Qué
significa eso?” Bueno, simplemente significa que usted ora todo el tiempo. Lo cual
significa que usted vive consciente de Dios. Usted, su vida entera es ofrecida como una
oración. Usted todo el tiempo está consciente de Dios. Todo el tiempo usted piensa,
actúa, responde, habla consciente de que Dios está ahí. Todo, todo acto de la vida, todo
pensamiento de la vida es ofrecido como una oración. Como si dijera: “Voy a hacer esto.
¿Está bien, Señor? Oh, te veo en esto”. En otras palabras, usted interpreta la vida como si
estuviera viéndola a través de la mente misma y el corazón de Dios. No es que usted anda
por todos lados haciendo ruidos con sus ojos cerrados. La oración es simplemente la
manera de vivir en la presencia, consciente de Dios. De tal manera que todo es ofrecido a
Él. Todo es en comunión con Él. La oración es algo doble, algo de dos direcciones. ¿Se da
cuenta? Usted siente la guía del Espíritu de Dios. Le ofrece sus peticiones y sus
pensamientos, y sus gozos, y sus problemas. Es vivir la vida de una vida consciente de
Dios. Y entonces, nuestras funciones son muy, muy fundamentales. Predica y enseñar.
Evangelizar y extender el Evangelio al mundo. Adoración. Orar. Le voy a dar el resto la
próxima vez. Oremos juntos.
¿Qué podemos decir, Señor? ¿Qué podemos decir? Nos has bendecido tanto. Nos has
bendecido con salvación. Nos has bendecido con la Palabra, el Espíritu. Nos has bendecido
con la congregación de tu pueblo redimido y amado. Nos has bendecido con amigos, con
familia, con cónyuges que te amen. Nos has bendecido con un lugar maravilloso en donde
podemos congregarnos y adorar. Nos has bendecido con canciones hermosas, que
podemos cantar. Instrumentos que podemos escuchar, que hacen que nuestros corazones
se regocijen. Nos has bendecido con la belleza de tu creación, la cual solo nosotros, los
que somos redimidos podemos apreciar, valorar de manera plena, como un regalo de Tu
amor, a diferencia del mundo, que lo ve como algún tipo de accidente cósmico. Nos has
dado tanto. Padre, es nuestro deseo en Grace Community Church, funcionar como quieres
que funcionemos, predicación, enseñanza, evangelismo, adoración, oración. De regreso a
esas cosas básicas, y saber que no es tan importante cuáles son los programas. Solo es
importante lo que hacemos como individuos, en ser fieles en estas áreas. Gracias por
refinar nuestro enfoque en estos días. Que seamos fieles en responder, conforme vemos
la verdad. Oramos en el nombre de Cristo. Amen.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Los músculos y la carne, 2ª Parte


Escritura: Escrituras Seleccionadas
Código: 2029A
John MacArthur
Esta mañana, llegamos a nuestro tema, “La Anatomía de una Iglesia”. Durante las últimas
seis semanas, básicamente he estado compartiendo a partir de mi corazón, creo yo, lo que
ha sido un entendimiento útil de la iglesia del Señor Jesucristo. Hemos estado tratando de
reexaminar quiénes somos, y lo que hemos sido llamados a ser, y hacer, y decir.
El Señor realmente me ha motivado semana tras semana, con la idea que esto es algo
necesario. Y entonces, hemos tenido un gran sentido de confirmación por parte de Él, de
que estamos exactamente en el lugar en el que quiere que estamos, conforme hemos
compartido estas verdades.
Mi vida es la iglesia, en muchas maneras. No tengo un trabajo de 9 de la mañana a 5 de la
tarde. Nunca termina. Usted nunca deja de hacer lo que hace cuando ministra en el reino
del Señor Jesucristo. Y, como creyente usted tampoco. La vida para mí es la iglesia de
Jesucristo. Todo momento consciente de mi vida, pensamientos, en mi mente tienen que
ver con su reino y su obra, y su pueblo, y su Palabra. Es una saturación total.
He sido llamado a un llamado único. Y, entiendo eso y con gratitud expreso mi gratitud a
Dios. Y, mientras que hay gozo tremendo y gran emoción, y también hay un privilegio
maravilloso involucrado. También hay una responsabilidad seria y de peso.
Y, con frecuencia recuerdo varios pasajes que escudriñan mi corazón en las Escrituras,
como Santiago 3:1, que dice: “Dejen de ser tantos maestros, porque recibirán mayor
condenación”. Y, Santiago nos está diciendo: “No se apresuren por esta en un lugar de
responsabilidad espiritual, a menos de que esté listo, de enfrentar la consecuencia del
fracaso”.
Y, también recuerdo Hebreos 13:17, en donde dice que velamos por las almas de los
hombres, como aquellos que deben rendir cuentas al Señor. Y, hay un factor de rendición
de cuentas en el ministerio. Hay un factor de rendición de cuentas en pastorear. Hay un
factor de rendición de cuentas en guiar a la iglesia de Jesucristo, que es muy serio. Y,
mientras que la vida, por un lado, está llena de gozo y felicidad y bendición, siempre está
esa realidad permanente de las seriedad inmensa, con la que uno trata con la iglesia.
En 1 de Corintios capítulo 4, hay un texto que quizás nos pueda dar una perspectiva, con la
cual comenzar. Abra su Biblia, si es tan amable ahí, en 1 de Corintios capítulo. El apóstol
Pablo está expresando a los creyentes corintios, su propia perspectiva de su lugar en el
ministerio. Y, él dice en el versículo 1: “Así ténganos los hombres”. En otras palabras, “que
esto sea lo que los hombres dicen de nosotros”. O, “que esta sea la evaluación de ellos de
nosotros, que éramos siervos de Cristo”. Él usa la palabra hupēretēs, lo cual significa un
remero de abajo, el más bajo de los esclavos. “Que sea dicho de nosotros cuando todo sea
dicho y hecho, y cuando seamos evaluados, que éramos esclavos de nivel bajo de Cristo, y
administradores de los misterios de Dios”. Los misterios de Dios son esas grandes
verdades impartidas a Pablo en el Nuevo Testamento. Y, un administrador es alguien que
administra lo que no es de él, para alguien más.
Y, entonces él dice: “Que sea dicho de mí, que yo fui un esclavo de nivel bajo de Cristo, en
el nivel más bajo de la esclavitud. Y, que fui un administrador que no fue dueño de nada, si
no que administró bien las cosas. Esto es, los misterios de Dios”.
“Pero, es necesario”, dice, el versículo 2: “Que los administradores sean hallados fieles”.
Fieles, dignos de confianza. Pablo dice: “Esto es lo que quiero de mi vida, ser un esclavo
fiel, manejar lo que Dios me da, y que Él diga: ‘Él es digno de confianza. Él es fiel a la causa
y al llamado’ ”.
Y, él dice en el versículo 3: “Conmigo, yo tengo en muy poco. El que sea juzgado por
vosotros o por el juicio de los hombres, sí, ni siquiera yo me juzgo a mí mismo”. Él dice:
“Por cierto, en el proceso de hacer esto, no estoy buscando alguna evaluación humana.
Me importa muy poco lo que la opinión pública piensa de mí. Me importa muy poco lo
que ustedes piensen de mí. Realmente me importa muy poco, para mí cuál es mi opinión
de mí. La verdad es que no conocen mi corazón, y realmente no conozco mi corazón
tampoco. Debido a que en mi pecaminosidad estoy ciego a algunas de mis debilidades.
Entonces, en últimas, ni ustedes ni yo podemos estar en el lugar de juicio verdadero”.
Versículo 4 dice: “Y, aunque no sé nada en contra de mí mismo” – en otras palabras – “no
puedo encontrar algún pecado exterior abierto, que pueda encontrar. Aunque no pueda
encontrar eso, no por eso soy justificado. Eso no me hace estar bien. Pero, el que me juzga
es el Señor”. Serio, ¿no es cierto?
Él dice: “Estoy en el ministerio, y que sea dicho que yo fui un esclavo de Cristo, y un
administrador de los misterios de Dios. Y, que no estoy preocupado con el juicio de los
hombres. Ni estoy preocupado con mi propia evaluación personal. Porque los hombres no
conocen todos los hechos, y quizás sean tendenciosos. Y, yo soy tendencioso, y no
conozco todos los hechos. El que me juzga es el Señor”.
Y, toda persona que sirve a Cristo, será juzgado por Él. Porque todos tenemos que
aparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir las cosas hechas en el cuerpo, sean buenas
o inútiles. Todos nosotros.
Entonces, en el versículo 5 él dice: “No juzguéis nada antes de tiempo”. Y, ¿cuándo es el
tiempo? Es el tiempo cuando el Señor viene. Y, cuando Él venga, Él traerá a la luz las cosas
escondidas de las tinieblas, y hará manifiesto los consejos de los corazones”. En otras
palabras, lo que realmente importa, es lo que está dentro de usted. Quizás no sea lo
inteligente que fue usted o que tan buen predicador fue usted, o que tan dinámico fue
como líder. Pero, lo que Dios va a evaluar es su corazón. Y, los hombres no pueden ver su
corazón, y usted ni siquiera siempre puede ver la verdad. Solo es entonces cuando todo
hombre recibirá si alabanza de Dios.
Entonces, le confieso que la iglesia conlleva una gran cantidad de seriedad para mí. Estoy
bajo doble condenación por fracasar, como todos aquellos que administran y enseñan la
Palabra. Debo rendir cuentas a Dios, por cómo he pastoreado las ovejas y he alimentado
al rebaño, y en última, seré juzgado por el Señor mismo. Y, no quiero vivir bajo alguna
ilusión de que puedo estar satisfecho por la evaluación amable y de gracia por parte de los
hombres, ni por la tendencia de evaluarme a mí mismo de una manera positiva.
Entonces, estoy compartiendo con usted mi corazón, porque estas son cargas que llevo y
que todos los que sirven a Cristo llevan. Y, simplemente necesito que todos ustedes la
compartan conmigo, que compartan la carga. Y entonces, hemos estado hablando de las
cosas que Dios quiere que seamos como iglesia. Y, es tan importante que entendamos,
que esto no es algo opcional.
¿Sabe una cosa? Cuando el apóstol Pablo congregó a los ancianos efesios en Mileto,
camino de regreso a Jerusalén, vinieron a visitarlo mientras que su barco estaba en el
puerto. Y, él hizo que lo rodearan, y él les dijo estas palabras muy importantes: “Mirad por
vosotros”. En otras palabras: “Conforme guían a la congregación, en primer lugar, realicen
un inventario de su propia vida”.
“Mirad por vosotros, y después el rebaño de Dios, sobre el cual Él los ha hecho obispos,
para alimentar a la iglesia de Dios”. En otras palabras: “En primer lugar, realicen su propio
inventario espiritual. Después, examinen en dónde está su iglesia, la iglesia que el Señor
les ha dado para guiar y alimentar”.
Y, después él dice: “¿Qué iglesia es? La iglesia de Dios, la cual Él ha comprado con su
propia sangre”. Y, ahí se encuentra la médula. No estamos tratando con una trivialidad
cuando tratamos con la iglesia. No estamos tratando con algo que llega fácil y se va fácil.
Estamos tratando con lo más preciado que existe en toda la eternidad. Porque es
comprada con la sangre del Hijo de Dios. El precio fue infinitamente alto por la iglesia. Y,
cuando esa iglesia es colocada bajo el cuidado del pueblo de Dios, debe ser cuidada con
un sentido de lo asombroso que fue el precio que se involucró.
Y entonces, he tratado de compartir un poco la carga y compartir el corazón, mi corazón, y
el corazón de nuestros ancianos y pastores con todos ustedes. Para que juntos con
nosotros, pueden entender qué es lo que Dios quiere que seamos. Y, para que nuestra
rendición de cuentas ante Él, pueda agradarle a Él.
Y, conforme hemos estado viendo a la iglesia y lo que la iglesia debe ser, hemos estado
usando la analogía, la cual es una analogía paulina de un cuerpo. Y, hemos estado
tratando de ver a la iglesia como un cuerpo, aunque hemos estado usando una analogía
paulina, la hemos estado viendo de una manera no paulina, de una manera temática. Y,
hemos dicho que un cuerpo básicamente podría ser dividido en cuatro elementos: El
esqueleto, los sistemas internos, los músculos y la carne. Y, así también con la iglesia.
En primer lugar, debe haber un esqueleto. Esto es, aquello que le da forma y fundamento.
Esas son las verdades fundamentales medulares no negociables básicas, sobre la cual
debe estar formada y debe estar estructurada.
Y, después dijimos que fluyendo dentro de la iglesia debe haber ciertos sistemas internos.
Los llamamos actitudes espirituales, y hablamos de esos durante varias semanas. Y
después, la última vez comenzamos a hablar acerca de los músculos. Y, los músculos
representan función. Y, ahora que todos entendemos nuestra función y tenemos nuestro
cimiento, y fluyendo están las actitudes espirituales correctas, ¿qué debemos hacer? Y, los
músculos es como comenzamos a funcionar.
Y, quiero terminar eso y hablar un poco acerca de la carne el día de hoy, y después el
próximo día del Señor. Y, quiero terminar la serie con un mensaje especial acerca de la
cabeza del cuerpo, quien es Cristo. Y, cómo Él hace que todo esto funcione.
Pero, hablemos de los músculos, la función de la iglesia, cómo se mueve, ministra y opera.
La semana pasada dijimos, en primer lugar, que una de las funciones, una crítica es
predicación y enseñanza. Predicación y enseñanza.
En 2 de Timoteo 4:2, Pablo instruyó a Timoteo: “Que prediques la Palabra”. Y, él también
dijo en ese mismo versículo: “A tiempo y fuera de tiempo, redarguye, reprende, exhorta
con toda paciencia y doctrina”. Entonces, predicación, enseñanza, función básica para la
iglesia.
En segundo lugar, la semana pasada también hablamos del evangelismo y las misiones.
Que se nos manda ir por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda criatura. Que somos
llamados, como aquellos que conocen el terror del Señor, a persuadir a los hombres. En
otras palabras, debido a que podemos ver la condenación inminente sobre los impíos,
somos mandados a salir y advertirles. Y entonces, somos llamados a las misiones y al
evangelismo como función.
En tercer lugar, hablamos de la adoración, tanto individual como colectivamente,
debemos ser un grupo adorador. Debemos adorar en el corazón, como Filipenses 3:3 lo
dice. La cual es la mejor definición de un cristiano que conozco en la Biblia: “Somos la
circuncisión, los que adoramos a Dios en espíritu, nos regocijamos en Jesucristo, y no
tenemos confianza en la carne”. Debemos ser los verdaderos adoradores, Juan 4, que
adoran en espíritu y en verdad.
Entonces, individualmente somos llamados a ser adoradores. Y, también colectivamente
somos el templo del Espíritu de Dios, y Dios mora dentro de las alabanzas de su pueblo
redimido. Y entonces, adoramos no solo individual, si no también colectivamente. Y,
Hebreos 10 nos dice que nos acerquemos a Dios con manos limpias y un corazón puro.
Y, después en cuarto lugar, dijimos que nuestra función también demanda oración.
Debemos estar funcionando en oración. Esa es una prioridad, amados. Cuando usted va a
Efesios 6:10–18, y Pablo describe la armadura de un creyente, y él explica toda la
secuencia de elementos de la armadura. Y finalmente, termina al final, después de todo él
dice: “Orando siempre”, la cual es el arma definitiva, el arma definitiva. Porque eso dice:
“Con todo lo que tengo disponible para mí, todavía soy totalmente dependiente de Dios”.
Y, con toda mi armadura puesta, y un conocimiento de la Palabra de Dios y la espada en
mi mano, quiero orar. Porque no importa lo que pueda conocer o lo que pueda hacer, no
puedo funcionar de manera independiente de la fuente de poder. Orando siempre.
Y, en la primera Iglesia, los apóstoles dijeron: “Miren, vamos a entregarnos
continuamente a la oración”. Eso es primero. “Y, al ministerio de la Palabra”. La prioridad
es la oración, ¿por qué? Porque siempre debemos estar infundidos de Dios. Digo, no
tenemos energía, si no estamos dependiendo de Dios, y la carne no puede hacer nada
bueno. Esa es la razón por la que, “en primer lugar”, le dice Pablo a Timoteo, al ordenar a
la iglesia. 1 de Timoteo 2: “Quiero ante todo que súplicas, oraciones, rogativas, oraciones,
peticiones, y acciones de gracias” – todos los hombres en todo lugar deben estar
levantando manos santas en oración. En primer lugar, exhorto ante todo. Somos llamados
a orar.
Ahora, quiero hablar de algunas otras funciones el día de hoy. Y, vamos a verlas
rápidamente. Podremos pasar mucho tiempo, pero, las he enseñado una y otra vez.
Simplemente las voy a mencionar. Las siguiente es discipulado. Esta es una función de la
iglesia.
En Mateo 28:19–20, nuestro Señor dijo: “Id por todo el mundo y haced discípulos”.
Mathēteusate, haced discípulos. La palabra mathēteuō, es la palabra discípulo o aprendiz.
Hagan aprendices, hagan discípulos, bautizándolos, así es como usted comienza con ellos.
“Ensenándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Así es como usted los
mantiene funcionando”. Discipular entonces, es traer a la gente a Cristo, y llevarlos en
Cristo a la madurez. Ese es el proceso de discipulado.
Me encanta lo que dice en el libro de Mateo, cuando dice que Jesús discípulo de José de
Arimatea. El texto de hecho dice: “José de Arimatea, quien fue discipulado por Jesús”. Qué
pensamiento tan maravilloso.
Todos estamos en ese proceso. En Hechos 1:1, Lucas escribe: “En el tratado anterior que
he hecho, Teófilo” – refiriéndose al Evangelio de Lucas – “la Escritura anterior”, él dice,
“escribí acerca de todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar”. ¿No es eso algo
maravilloso? Él dice: “Mi otra carta, fue todo acerca de lo que Jesús comenzó. Y este, el
libro de los Hechos, esa acerca de cómo siguió esa obra. Jesús discipuló a doce, y ahora en
el libro de los Hechos, encontramos lo que los doce hicieron con su generación. Y, el libro
de los Hechos, es simplemente el seguimiento de lo que Jesús comenzó. Y, aquí estamos
usted y yo 2000 años después. Y, todavía continuamos con lo que Jesús comenzó.
Alguien les dio la estafeta. Los apóstoles, ellos se la dieron a alguien más, y alguien más, y
alguien más, y alguien más no las dio a nosotros. Y, estamos en la misma sucesión, de
haber oído estas cosas, para ser encomendadas. 2 de Timoteo 2:2, para transmitirlas
hombres fieles, que sean aptos de enseñar también a otros. Como puede ver, todo
cristiano está en una carrera de relevos. Él toma estafeta y entrega la estafeta. Y, ninguno
de nosotros está en un esfuerzo solo. Digo, todos estamos en el flujo y alguien invirtió en
nosotros. Y, necesitamos invertirlo en alguien más, lo cual es decirle a un creyente: “Debes
estar siendo discipulado y estar discipulando”.
Dice usted: “No conozco mucho”. Encuentre a alguien que conoce menos que usted y
enséneles, dígales lo que usted sabe. Encuentre a alguien que conoce más que usted, y
escúchelos. Métase en el flujo en algún punto. Métase, sea enseñado y enseñe. Digo, yo
derramo mi corazón en algunas personas, y en el proceso de discipulado, estoy sacándolo
de alguien más. Todos tenemos que estar en el flujo en algún punto. No somos personas
aisladas, que están ahí afuera. Estamos en el flujo, somos una cadena, estamos todos
ligados, y todos somos eslabones.
De regreso a 1 de Corintios 4, en donde estuve hace un momento. Creo que usted tienen
un principio indirecto maravilloso, acerca del proceso de discipulado aquí. Pablo está
escribiendo una carta, que básicamente es una reprensión a la iglesia Corintia, la cual él
mismo hizo que existiera, por la gracia de Dios y el poder del Espíritu. Y, ellos se han
apartado en muchas maneras de las primeras cosas que deberían haber sido básicas para
su fe. Y, se han metido en todo tipo de cosas pecaminosas.
Entonces, Pablo les escribe para corregirles. Y, él comienza en el versículo 14, con un buen
principio, para ayudarnos a entender la relación de un discipulador con su discípulo. En el
versículo 14 él dice: “No escribo estas cosas para avergonzarlos, si no como mis hijos
amados les advierto. Porque aunque tengan a diez mil paidagōgous” – lo cual significa
guardianes morales o personas que les están dando consejo espiritual en Cristo. Sin
embargo, no tienen muchos padres. “Porque en Cristo Jesús yo os he engendrado,
mediante el evangelio”.
Ahora él incluye esto, porque ya para ahora ellos están diciendo a sí mismos, después de
cuatro y medio capítulos de reprensión: “¿Quién cree que es este hombre? ¿Qué le da el
derecho de hablarnos así?”
Él se detiene y dice: “Aquí está la razón. En primer lugar, yo soy su padre espiritual. Esto
es, yo los hice existir”. Eso es lo primero acerca del discipulado.
La gente dice: “Bueno, tu iglesia está metida en el discipulado, ¿cuál es tu perspectiva del
evangelismo?” Usted no puede discipular, a menos de que usted evangelice. ¿A quién va a
discipular usted? Tiene que dar a luz, antes de que pueda edificar, ¿verdad? Tiene que
haber un bebé antes de que pueda crecer. Claro que estamos comprometidos con eso. Y,
el mejor lugar para el discipulado en donde comenzar, es guiar a alguien a Jesucristo, y va
a haber un eslabón ahí, que no existe cuando usted no fue esa persona clave. O, puede ser
bastante fuerte con otros. Pero, hay algo maravilloso acerca de ese eslabón de
regeneración.
Cuando Dios lo usa a usted para traer a alguien a Cristo, hay un endeudamiento y un
sentido de responsabilidad, y un sentido de amor a usted por parte de ellos, que los une y
lo capacita para decir cosas a ellos, que quizás se sienta algo incómodo en decirle a
alguien más. Pero, cuando ellos saben que usted es el agente de Dios para traerlos a
Cristo, hay algo maravilloso ahí que los une. Entonces, el discipulado comienza con el
evangelismo.
Ahora, todos nosotros hemos recogido a alguien más. Usted sabe, al niño de alguien más
que está pateando y gritando en algún lugar, que nadie están dispuesto a discipular. Y, los
hemos adoptado. Y, eso es maravilloso. Eso es maravilloso. Y, necesitamos seguir
haciéndolo. Seguir haciéndolo. Pero, el eslabón entre dos personas, uno a quien guio al
otro a Cristo, es maravilloso. Todo comienza en el evangelismo.
Y, después el discipulado se mueve. Observe el versículo 14, él dice: “Amados, mis hijos
amados”. La actitud en la cual el discipulado ocurre, es una actitud de amor. Y, el amor
como he dicho, no es una emoción, si no que es un compromiso de servicio humilde, de
sacrificio personal a uno en necesidad. Y entonces, usted tiene un ambiente de amor, el
cual dice: “Te entrego mi vida, te entrego mi tiempo, entrego mis oraciones por ti, entrego
mi conocimiento por ti, me entrego a ti”. Como puede ver, si usted no se preocupa por
una persona, y si usted no está dispuesto a sacrificar, usted nunca realmente tiene el
proceso de discipulado operando en su potencial más rico.
Y, después en tercer lugar, en el versículo 14 él dice: “Os amonesto”. Y, esa es la palabra
noutheteō, lo cual significa amonestar o advertir a la gente con miras al juicio, si no
cambian su conducta. Es correctivo. Y, eso es lo tercero acerca del discipulado. Primero
comienza con salvación, existe en un aura realmente de amor. Y, está marcado por la
advertencia. Es simplemente como un niño. Usted tiene que advertir a sus hijos de qué
deben mantenerse alejados. Usted no solo puede dar instrucción positiva a sus hijos.
Usted tiene que dar también instrucción negativa. Esa es la razón por la que Pablo le dijo a
los ancianos efesios, en ese mismo pasaje, en Hechos 20 en Mileto: “No he cesado
durante tres años, día y noche con lágrimas, de amonestaros”. Advertirles. Advertirles.
Advertirles.
Se me preguntó hace una semana atrás: “¿Qué tan importante es para ti un ministerio de
advertencia?” “Es esencial”.
Y, en el discipulado, tenemos que decirle a la gente: “No puedes seguir haciendo eso.
Tienes que dejar de hacer eso”. Tienes que levantar las barreras, levantar las rejas”. Y, eso
es parte del discipulado.
Y, después la clave, creo yo, a todo esto, está en el versículo 16: “Por tanto os ruego que
me imitéis”. Usted necesita decirle al discípulo: “Mira, tienes que ser como yo”.
Dices: “Oye. Ahí es donde yo renuncio. ¿Tienes que ser como yo?”
Es correcto. En otras palabras, usted tiene que estar adelante en el camino de lo que ellos
están en su desarrollo espiritual. Tiene que poder proveer algo de liderazgo. Ahora,
nuestro Señor no está pidiendo perfección. Es dirección lo que Él está buscando. No es
que usted ha alcanzado la perfección. Simplemente que va en la dirección correcta. Y, el
otro lo va a seguir. Y, su imperfección puede simplemente reforzar lo importante que es
seguir.
Si usted fuera perfecto, no sé usted, pero, yo renunciaría. Yo no trataría de seguir a una
persona perfecta. Sería muy difícil. Es la imperfección de la persona que yo sigo, que me
ayuda a entender el camino. Y entonces, necesita haber ejemplo, a veces el punto entero.
Pablo dijo: “Sed imitadores de mí, así como yo” – ¿de quién? – “de Cristo”.
Entonces, usted necesita poder decirle a alguien: “Quiero que me sigas, por el camino en
el que yo estoy siguiendo a Cristo”. Y, usted lo dice, ¿qué? Humildemente, entendiendo su
propia debilidad.
Y, hay otro elemento en el discipulado, en el versículo 17 él dice, él va a enviar a Timoteo.
Y, ¿qué va a hacer Timoteo? “Él va a recordarles mis caminos, los cuales son en Cristo,
como enseño en todos lados”. Y, Timoteo iba a venir y enseñar. Y, ese es otro ingrediente.
Debe haber una impartición de verdad divina, porque la gente funciona a partir de la
verdad.
Entonces, el discipulado significa traer alguien a Cristo, edificar una relación de amor
sacrificial con esa persona, amonestar esa persona a cambiar esa conducta. De lo
contrario van a llegar al punto de disciplina, o van a perder la bendición. Establecer un
modelo o patrón que pueden seguir, y darles la verdad de Dios. Y, eso es lo que Pablo
dice: “Estoy tratando de hacer con ustedes, esta es la razón por la que hablo como hablo”.
De hecho dice: “Si ustedes no se alinean cuando yo venga, voy a traer una vara conmigo”,
en el versículo 21. Ahora, él dice: “Si ustedes se corrigen, voy a venir con un espíritu de
amor y mansedumbre”. Entonces, él realmente estaba criando a hijos espirituales, ¿no es
cierto?
Ahora, amados, con esto estamos comprometidos. Este siempre ha sido el corazón de
nuestra iglesia. Y, Jesús dijo: “Y, cuando un hombre ha sido discipulado plenamente, él
será como su maestro”. ¿No es eso bueno? Cuando un hombre es discipulado
plenamente, dice en el Evangelio de Lucas: “Él será como su maestro”. Estamos tratando
de reproducirnos a nosotros mismos. Reproducirnos a nosotros mismos. Como puede ver,
una de las características de la vida, es que se reproduce. La vida que no se reproduce, no
es vida, es muerte.
La vida se reproduce. Y, usted está reproduciéndose a sí mismo en alguien más. Quizás en
un cónyuge en el matrimonio, quizás hijos, quizás un querido amigo, quizás la persona
usted guio a Jesucristo. Quizá a varios pequeños que tienen un grupo. Quizás una clase de
fundamentos de la fe. O, cristianos que son recién nacidos. Quizás amigos en el trabajo.
Quién sabe. Pero, está entregando su vida, ¿se da cuenta? Y, en ese proceso hay una
rendición de cuentas, ¿verdad? Porque si usted tiene a alguien que lo está viendo y
diciendo: “Enséname cómo. Enséname cómo. Enséname. Muéstrame cómo”. Tiene usted
que vivir de manera apropiada. Y, la rendición de cuentas es buena.
Y, el fin definitivo, claro, es 1 de Juan 2:6. Si decimos que pertenecemos a Cristo, si
decimos que estamos en Él, tenemos que andar como Él anduvo, ¿verdad? Entonces,
nuestro modelo es Cristo, y estamos tratando de nutrir a la gente a lo largo del caminar
con Cristo. Nuestra iglesia está comprometida con esto. Siempre hemos estado
comprometidos con esto. Siempre hemos deseado hacer esto. Y, esta es una función que
debemos cumplir cada uno de nosotros. No, no es opcional. No es opcional. Todos
tenemos que salir y traer a personas al conocimiento del Salvador, y comenzar el proceso
de nutrición y desarrollo. Todos tenemos que recoger a aquellos que el Señor trae a
nuestro camino, que necesitan ser discipulados. Y, puede haber todo tipo diferente de
relaciones involucradas en esto.
Siempre he dicho que el discipulado no es nada más que edificar, construir, cultivar una
verdadera amistad con un centro espiritual. Eso es. De tal manera que usted no es amigo
de alguien, porque a ambos les gusta el béisbol. O, no son amigos porque a ambos les
gusta la misma música, o ambos trabajan en el mismo lugar, o tienen ciertos gustos
semejantes, o no les gusta lo mismo, o tienen el mismo pasatiempo, o ambos conocen a
alguien de Indiana. No soy amigos por algún tipo de cosa espiritual, son amigos y es muy
profundo. Porque en la médula de esa amistad, hay una apertura acerca de asuntos
espirituales, y eso es lo que lleva el discipulado.
Como puede ver, lo que usted básicamente está haciendo, es enseñarle a la gente un
estilo de vida piadoso. Está enseñándoles respuestas bíblicas. Y, siempre he dicho que la
madurez espiritual es cuando usted tienen respuestas involuntarias que son piadosas.
Cuando sus reacciones involuntarias son virtuosas, entonces usted sabe que el
superintendente de Dios, tiene control. Y, cuando estamos tratando de llevar a la gente al
punto en el que no tienen que pensar para actuar de manera correcta, ellos reaccionan de
manera correcta. Ese es el proceso.
Y, ¿sabe una cosa? A lo largo del proceso, usted va a tener algunos fracasos, algunas fallas.
Yo pasé una hora, 6:30, 7:30 de la mañana, toda mañana durante seis meses, con un
hombre, un doctor en filosofía, un profesor de la universidad de UCLA. Dijo que vino a
Cristo, quería conocer la verdad. Él dijo: “¿Podrías reunirte conmigo?” Me reuní una hora
cada mañana, 6:70, 7:30 de la mañana los martes, cada semana, durante seis meses. Y, al
final de ese tiempo, él dijo: “Bueno, he oído todo lo que quiero oír”. Y, se fue. Y, él ahora
es un rector episcopal en algún lugar.
Y, usted mira atrás en ese tiempo y dice: “¿Cuál fue el punto de todo ese esfuerzo, este
tiempo?” Si no hay nada más, usted tuvo comunión en los sufrimientos de Cristo, quien le
pasó algo peor. Uno de los suyos, lo vendió por 30 piezas de plata, para ser crucificado. Y,
si no fue por nada más, usted tiene un nuevo entendimiento maravilloso de los
sufrimientos de Cristo. Nada más de una manera muy pequeña, comparado con su
discipulado.
Hay otra función en la que la Iglesia debe estar involucrada, y ese es el pastorado. Y,
podremos hablar mucho de eso. Pero, permítame tan solo decir que estamos
comprometidos con el hecho de que usted tiene ovejas, y tiene pastores, y básicamente
dice que todo mundo tiene que cuidar de todo mundo. Tenemos que estar involucrados
en cuidar de manera mutua y satisfacer las necesidades unos de otros.
Jesús le dijo a Pedro: “¿Me amas? ¿Me amas? ¿Me amas?”
Pedro dice: “Tú sabes que sí. Tú sabes que sí. Tú sabes que sí”.
Y, Jesús dice: “Alimenta mis ovejas, alimenta mis corderos. Alimenta mis ovejas”.
Pastoreo. Cuidar, cuidar de la gente. Y, básicamente es alimentarlos y guiarlos. 1 de Pedro
nos dice eso. Alimentad al rebaño, supervisen. Hechos 20:28, lo mismo. Alimentar y guiar.
Alimentar y guiar. Simplemente como un pastoreo. Y, queremos ser eso. Porque, ¿cómo
podemos decir que amamos a Dios, cuando vemos a nuestro hermano tener necesidad, y
cerramos nuestro corazón? ¿Verdad? ¿Cómo es que el amor de Dios mora en vosotros, si
no se preocupa por la gente, si no se preocupa por sus necesidades?
Y, quiero decirle que todos tenemos que estar involucrados en el proceso de pastoreo.
Digo, usted está ahí, está con las ovejas codeándose. Tiene que descubrir en donde les
duele algo. Satisfacer sus necesidades cuidadosamente. Si tiene suficiente alimento en su
plato para alimentarlo, si no tiene nada, comparta su alimento. Si tiene suficiente
conocimiento, como para compartir con ellos, y están perdidos y están desviados,
tráigalos de regreso. Como puede ver, el proceso de pastoreo se lleva a cabo otra vez. 1
de Pedro dice que el Señor es el Príncipe de los Pastores. Y, la implicación es que estamos
bajo su supervisión y todos estamos involucrados en cuidar de las ovejas. Es tan esencial.
Y, ¿sabe una cosa? Queremos pastorear. A veces es difícil. La gente queda desatendida
muchas veces. No hay duda al respecto. Siempre rompe mi corazón, sabe una cosa,
cuando alguien dice: “Bueno, ¿sabes una cosa? Nadie me llamó, estaba enfermo, o tuve
un problema y nadie me llamó. A nadie parezco importarle”. Algunas veces recibo una
carta de personas afligidas y dicen: “¿Sabes una cosa? Tal y tal pasó, y no nos llamaste, y
no te importó, y nadie de la iglesia vino”. Y, mi corazón simplemente se duele cuando oigo
eso.
Y, no sé, algunas veces las expectativas de la gente van más allá de la realidad. Y, esperan
quizás que pueda estar en todos lados. Tanto como me gustaría, ser algo que me gustaría
hacer, eso no es posible. Pero, eso normalmente no es el caso. Normalmente no es que
estuve ahí. Normalmente es que nadie estuvo ahí. Digo nadie pareció entrar en ese
momento. Y, esto con mucha frecuencia sucede cuando la gente tienen muerte en la
familia. Y, tan pronto como la muerte ocurre, todo mundo rodea a la persona, y hay un
refuerzo tremendo. Y, después del funeral es de regreso a la vida como normal, y hay una
depresión tremenda, y toda la fortaleza y el apoyo se ha disipado. Y, todo mundo está de
regreso a la normalidad. Y, la persona se queda sola, simplemente en el momento en el
que realmente la verdadera tristeza comienza a llevarse a cabo, y perdemos ese toque
sensible.
Como el pastor, usted sabe quién dice en Juan 10, él dijo: “Yo soy el pastor”. Y, él dijo: “Yo
soy la puerta”. Lo que eso significó, fue que el pastor estaba ahí acostado frente a la
puerta. Toda oveja que entraba o salía, tenía que pasar por encima de Él. Y, Él bajaba su
cayado cuando entraban, y paraba a cada una de ellas y las revisaba, para ver si tenían
alguna herida o algún problema. Y, cuando había una necesidad, Él tomaba aceite y lo
colocaba. De eso habla cuando dice: “Mi copa está rebosando, y tu vara y tu cayado me
infunden aliento”, en el Salmo 23. Y, el pastor cuidaba de sus ovejas. Esa es la
responsabilidad de pastoreo.
Y, ¿sabe una cosa? Reconozco también que hay algunas personas maravillosas, personas
que en silencio no son pastoreadas, porque simplemente están allá afuera, y son personas
que guardan silencio, y no sabemos de ellas. Y, reciben un pastoreo mínimo. Y, después
hay algunas personas que siempre están en pecado y están de cabeza, y tienen pastores
que están a su alrededor, todo el tiempo en grupos, tratando de enderezarlas. Digo, esa es
la verdad.
Tenemos reuniones de comité y hablamos de algunas personas. Ocho ancianos, “¿qué
vamos a hacer con ellos?” Bueno, hablamos de una en esta mañana en nuestro tiempo de
oración. “¿Qué vamos a hacer con este hombre? Este hombre es infiel a su esposa. Esta es
la vez número ya perdimos la cuenta. Y, cada vez que tenemos que atravesar por este
proceso, lo vuelve a hacer. ¿Qué vamos a hacer con él?” Entonces, en oración lo trajimos a
Dios. Y, ¿sabe una cosa? En cierta manera nos rendimos en la esfera humana. Pero digo, él
recibe el pastoreo.
Él ni si quiere ser pastoreado, él simplemente quiere que nos salgamos, que nos vayamos
de su vida.
Y, ahí hay otras personas queridas, que están ahí llorando en silencio, diciendo quizás:
“Por favor, vengan a mi vida”. Y, no lo sabemos. Y, me doy cuenta de eso y lo reconozco.
Y, esa es la razón por la que como puede ver, no podemos llevar la carga. Todos tenemos
que vernos a nosotros mismos como ovejas y también como pastores, en un sentido,
cuidándonos de otros. Y, realmente queremos pastorear. Tenemos que rendir cuentas a
Dios acerca de esto. Es su iglesia, ustedes saben, no es la iglesia de John MacArthur, es la
suya. Es la iglesia de Cristo. Él le ha dado esa administración. Es suya y mía, y de todos
nosotros, y todos tenemos que cuidar unos de otros, y tenemos que rendir cuentas.
Y, el pastoreo es una función de cuidado mutuo, de satisfacer necesidades, de
asegurarnos de que la gente va avanzando por el camino espiritual. ¿Cree que al llenar su
tarjeta de asistencia el domingo, simplemente es un ejercicio? Esas tarjetas la ven un
grupo de personas queridas, toda semana, y son enviadas a personas que pueden llamar,
a los que están ausentes durante un período de tiempo, para tratar de pastorear a esas
personas, investigar por qué no están aquí. ¿Cuáles son sus necesidades? ¿Cuáles son sus
problemas? Eso es esencial.
Lo primero que hice en Grace Church, la primera semana que viene a esta iglesia, allá en
una pequeña iglesia, en la parte de enfrente de la capilla, fue desarrollar una manera en la
que pudiéramos pastorear a la gente. Sabía que podíamos alimentarnos. Simplemente
quería asegurarme de que pudiéramos guiarlos, porque el pastor alimenta y guía. Y,
guiarlos a la semejanza a Cristo.
Hay otra función, y esa es la función de edificar familias, edificar familias. Creo que la
familia es la unidad de Dios, para transmitir la justicia de una generación a la siguiente.
Creo que esto es abundantemente claro en Deuteronomio capítulo 6, que Dios ordena a la
familia, como la unidad básica de la preservación justa en el mundo. Y, debe transmitir su
verdad de una generación a la siguiente.
Ahora, usted sabe, también como yo, que lo que Dios ha ordenado, Satanás lo ha atacado,
¿verdad? Lo que Dios ha hecho para preservar la justicia, Satanás ataca. Y básicamente,
eso se reduce a tres cosas: La familia, la iglesia y el gobierno. Y, en donde Dios ha
ordenado un gobierno para el castigo de los malhechores y el bienestar de los que están
bien, Satanás va a destruirlo si puede. Y, cuando hay una iglesia en donde Cristo es
exaltado y la Palabra es proclamada, él va a atacar eso. Y, en donde hay una familia que
transmita justicia, él va a hacer lo que pueda por desintegrar eso. Esas son las unidades
básicas de la preservación en la sociedad: La familia, la iglesia y el hogar, y el gobierno.
Y, la gente dice: “¿Crees que hay una conspiración para destrozar a nuestro gobierno?”
Claro que lo hay y está teniendo éxito. Nuestra sociedad va hacia abajo, ¿por qué? Porque
la masa de nuestra sociedad es impía, son personas impías, y entonces de manera natural
son los instrumentos de Satanás, y el sistema se va a colapsar.
Y, ¿crees que está atacando la iglesia? Bueno, claro. La iglesia, está llena de liberalismo,
está convulsionándose. Leí esta semana acerca de la nueva Biblia no sexista, que el
Concilio Nacional de Iglesias acaba de publicar, en donde ha quitado todos los términos
sexistas, tales como Cristo el Hijo de Dios. Él ya no es el Hijo de Dios en esta Biblia. Él es el
niño neutral de Dios. Es no sexista. No tiene preocupación en absoluto con que el Espíritu
Santo dijo que Él es el Hijo de Dios. Y, eso simplemente ataca – ese es el Concilio Nacional
de Iglesias, Iglesias.
Y, después la familia desintegrada y destrozada por todos lados, por ataques por parte de
una sociedad inmoral, llena de lujuria, difícilmente puede sobrevivir. Y, la iglesia está en
un lugar vital, de preservar esa unidad de la sociedad, la familia. Y, estamos
comprometidos con eso, como una función, ¿verdad? Estamos comprometidos a
enseñarle a los niños y enseñar cuando los jóvenes en secundaria, la preparatoria, los
jóvenes de universidad, estamos comprometidos con discipularlos. Estoy tan contento por
ver a hombres, a personas discipulando de uno a uno a pequeños, niños de sexto de
primaria. Me emociona ver a personas que están trabajando con nuestros jóvenes, porque
son los que van a preservar esto en la próxima generación. Quiero que conozcan cuáles
son los estándares de Dios para el matrimonio y la familia. Es maravilloso que tenemos
consejeros, que tenemos a ministerios de familia. Un centro de familia por allá y muchas
cosas que operan hacia la preservación, la edificación de una iglesia piadosa de familias.
Efesios 5, usted sabe, dice: “No os embriaguéis con vino”. Y, el texto, claro, en el 5:18 está
hablando de la embriaguez religiosa, las personas de las sectas del día del apóstol Pablo,
solían pensar que podían ascender a tener comunión con las deidades, si podían
emborracharse lo suficiente. Y, se emborrachaban como las personas en el oriente, las
personas entraban en un estado de éxtasis, como en el Oriente lo hacen las personas con
drogas, para tener comunión con Dios, para ascender a un plano más elevado. Y, en su
embriaguez pensaban que estaban teniendo comunión con los dioses, a través de sus
orgias llenas de lujuria, con prostitutas del templo. Y, Pablo dice: “Si creen que pueden
comunicarse con Dios, no va a ser a través de la embriaguez. Va a ser a través de la llenura
del Espíritu de Dios. Así es como tienen comunión con el Dios vivo”.
Y, como resultado de eso, una de las cosas que van a suceder, es que van a someterse
unos a otros. Y, ¿cómo se manifiesta eso? Las esposas se van a someter a sus maridos. Los
maridos se van a someter a sus esposas, al amarlas con un amor que las sustenta, las
nutre, las purifica. Los hijos se van a someter a sus padres, y los padres se van a someter a
las necesidades de sus hijos, al no provocarlos a ira, si no a criarlos en la disciplina y
amonestación en las cosas de Cristo. Todo eso fluye de una vida controlada por el Espíritu.
Y, eso es lo que queremos ver. Una función de la iglesia entonces es, llevar a las familias al
control del Espíritu de Dios. En donde usted puede ver sumisión, porque solo en sumisión
las relaciones pueden ser significativas y bendecidas. En donde usted tiene a todo mundo
peleando por su supremacía, y peleando por sus propios derechos, usted desintegra la
posibilidad de alguna relación significativa. Y entonces, la familia es una función. Usted
debe sustentar, fortalecer la familia, unos de otros. Usted debe ayudar a los hijos de otros,
orar por los hijos de otros. ¿Ora usted por sus amigos cuando ve algún niño que es
desobediente, que no vive como debe ser? ¿Cuál es su reacción? ¿Ora por ellos? ¿Llama a
las personas y les dice: “Me gustaría ayudarte, si hay algo que pueda hacer por trabajar
con tu hijo”? Tiene que cuidar por la familia, es una función.
Otra función es preparación. Preparación. Y, con esto quiero decir, preparar a la gente,
equiparlos para un ministerio, equiparlos para una tarea. “Y, Él dio a unos apóstoles, a
otros profetas, evangelistas, y pastores, maestros”, Efesios 4:11 dice: “A fin de
perfeccionar o llevar a la perfección, o llevar a un lugar de utilidad, a fin de perfeccionar a
los santos, equiparlos. A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio”,
Efesios 4:12.
Estamos tratando de preparar a personas para el ministerio. Ese es nuestro deseo. No solo
darles verdad espiritual en términos generales, si no preparar a personas para que puedan
usar eso. Y, usted toma un curso en evangelismo, y toma todos esos versículos que están
flotando en su cabeza y los aterriza, y tiene un plan para saber cómo funcionan. Y, sale con
un nuevo celo y denuedo, porque tiene confianza, porque sabe cómo la presentación
debe de hacerse.
O, quizás siente en su corazón el llamado al ministerio al campo misionero, y usted va con
alguien y dice: “Hombre, Dios me está llamando al campo misionero”. No vamos a meterlo
a usted y mandarlo en un barco la próxima semana. Vamos a pasar unos cuantos años
preparándolo. Para que cuando usted salga, usted equipado al máximo nivel. La iglesia
tiene que ser un ministerio de preparación, de entrenamiento, entrenando de manera
constante a la gente.
Tenemos cursos – no sé si usted sabe esto – en nuestra iglesia, para preparar a personas,
prepararlos en últimas para ser diáconos y ancianos. Hay cursos aquí para preparación en
evangelismo, y hay cursos de preparación en misiones. Tenemos muchas cosas. No sé si
usted lo sabe. Pero, Logos tienen un programa de segundo año, para preparar a la gente
para trabajar con jóvenes. Ese es un curso de un año completo en ministerio de jóvenes.
Preparar a la gente en el seminario para predicar la Palabra de Dios, y enseñar. Preparar a
los jóvenes para el ministerio en la iglesia, a través de Logos. No solo darles generalidades,
si no ayudarles, de tal manera que puedan ser preparados. Y por otro lado, sean
preparados y estén listos, y estén equipados. La iglesia tiene que funcionar en el área de
preparación. Tenemos que preparar a los niños y también a los padres, para que sepan
cómo ser el padre correcto. Para que sepan cómo deben ser como cónyuges cuando se
casen. Para que sepan cómo ser el tipo correcto de líderes en la iglesia. Es preparación.
Eso es tomar la enseñanza y colocarla de una manera que le da a una persona, una idea de
cómo puede moverse, de estar en un lugar no desarrollado, de utilidad mínima, a un lugar
de utilidad máxima. La preparación es esencial. Y, equipar a los santos, es parte de eso.
Debe estar involucrado en eso, debe estar siendo preparado para alguna tarea específica,
que sea coherente con sus dones.
Otro – me gustaría poder decir más de eso, pero, el tiempo se está acabando. Otro, es dar,
ofrendar. Esa es una función de la iglesia, dar. Esa es una función. Digo, hágase usted la
pregunta: “¿Está usted involucrado en el pastoreo? ¿Está funcionando en el pastoreo?
¿Está funcionando en la oración? ¿Está funcionando en el discipulado? ¿Está funcionando
en ayudar a la familia, para que sea fortalecida como Dios quiere que lo sea? ¿Está usted
funcionando al preparar o ser preparado? ¿Está funcionando al dar?”
Yo me hago esa pregunta: “Señor, ¿quieres más? ¿Estoy haciendo lo que quieres que
haga?” Y, quiero oír al Espíritu de Dios, conforme él motiva mi corazón acerca de todas
estas cosas, para ser más fiel. No estoy tratando de quedarme con nada de ella. Hasta el
último día que Dios tenga para mí aquí, quiero terminar haciendo lo que deba hacer. No
quiero estar lleno de energía e irme al cielo, como Henry Martyn dijo; “Déjame arder para
Dios”. Solo quiero irme cuando ya esté agotado, cuando ya no tenga nada más que dar.
Pero, quiero aprovechar eso al máximo.
Y, veo a tantos cristianos que en cierta manera, de manera tentativa andan jugando en la
superficie, y no hacen una inversión grande en la dinámica de la función y el ministerio. Y
entonces, no hay sentido de mérito, de logro. Y habrá, no obstante, un tiempo de
rendición de cuentas, y van a perder algunas cosas.
¿Qué acerca del dar? Los macedonios dieron abundantemente, a partir de su pobreza
profunda. Nunca es cuestión de cuánto tiene usted. No tiene nada que ver con eso. La
gente dice: “Si tuviera más, daría más”. No, eso no es verdad. Porque no es cuestión de
cuánto tiene usted. Es cuestión de su corazón, ¿no es cierto?
Y, Pablo dijo en 2 de Corintios 9: “El que siembra escasamente, cosechará escasamente”.
Siembre abundantemente y recogerá abundantemente. Usted da un poco, y va a recibir
un poco de regreso. Usted da mucho, va a recibir mucho de regreso. En otras palabras, lo
que usted da, Dios le regresa a usted con intereses. Usted invierte con Dios. Usted
realmente no da, usted simplemente invierte. Jesús dijo: “Dad y se os dará. Medida buena
rebozando”. Y entonces, Dios está tratando de enseñarnos que podemos confiar en Él con
nuestras cosas. ¿Entiende eso? Es simplemente lo opuesto de lo que Él está pidiendo. Él
da cosas y Él dice: “¿Puedo confiar en ti con estas cosas?” Y, usted prueba que Él puede
confiar en usted con las cosas. Entonces, usted puede confiar en Él con las cosas, y usted
se lo devuelve.
Como puede ver, la mejor lección que jamás aprenderá usted, en términos de
administración, es que usted no es dueño de nada. De nada. Nada de lo que usted tiene,
es de usted, es de Él. Solo debe ser administrado para probarse usted. Es un administrador
digno. Eso es todo. Eso es todo. Y, si usted no puede administrar eso, Él no le va a dar a
usted las riquezas verdaderas. Eso es lo que dice en Lucas.
¿Qué acerca de dar? Algunos de ustedes no dan en absoluto. No dan en absoluto. O,
quizás lo que les sobra. Pero, no dan. No sé por qué, pero, no dan. No necesitamos su
dinero. Yo no quiero su dinero. Grace Church no está cayéndose. Pero, usted se está
perdiendo de algo maravilloso, porque usted está perdiendo el lugar de la obediencia, y el
lugar de la bendición multiplicada.
Y, algunas personas dan poco. Digo, avientan ahí un par de dólares, o dan de manera
mínima, y no pueden dar más que eso, porque están gastándoselo todo en cosas que se
van a quemar. Y, eso es algo triste, eso es realmente triste. Y, me entristezco, no por
nosotros, si no por ellos. Espero que usted esté dando generosamente, porque quiero que
esté en el lugar de la bendición. No solo le aviente a Dios algunas monedas.
David dice: “No le voy a dar a Dios lo que no me cuesta nada”. Eso es una burla. Tiene que
aprender primero que no le pertenece a usted, y después una vez que usted lo suelte,
usted está libre. Y, después usted simplemente lo administra, y si alguien más lo necesita
más que ustedes, es de ellos. Y, es el espíritu del libro de los Hechos. Tenían todas las
cosas en común, y estaban vendiendo y dando, conforme ellos tenían necesidad.
¿En dónde estamos en eso? Uno de los hombres me mostró algo. Una iglesia que tiene la
mitad de la gente que nosotros tenemos, y recibe el doble que nosotros en ofrenda. Y, él
dijo: “¿Qué piensas que es esto? “
Yo dije: “No sé”. Y, conforme comencé a pensar en esto, pensé: “Bueno, podrá ser por los
motivos incorrectos, quizás están bajo algún sistema legalista, en donde tienen que dar. Y,
si ese es el caso, no importa lo que dan. Porque si todo es dado por la razón equivocada,
¿cuál es la diferencia, verdad?” Porque no les trae de regreso ninguna bendición.
Pero, por otro lado, si lo están dando, a partir de un corazón abundante de amor, es
bastante emocionante. Pero, esto es lo que sé. Hay muchas personas en esta iglesia, que
no están haciendo lo que deben. Y, semana tras semana, dice: “Apártenlo, el primer día de
la semana. Tengo que examinar mi propio corazón”. Porque hay semanas en las que no
debo lo que debía haber hecho tampoco. Y, no soy obediente al Espíritu de Dios, y quiero
luchar con eso cada semana. Cada semana.
Dar es una función. Y, no solo dar, para que se pueda llevar a cabo la obra aquí. Pero, dar
más allá de aquí. Como puede ver, la única razón por la que queremos un ministerio aquí,
es para extender el reino más allá de aquí. ¿Entiende el panorama? Digo, lo que entra
aquí, vuelve a salir. No estamos tratando de acumular una fortuna. Estábamos hablando
esta mañana, este auditorio básicamente – simplemente la parte del auditorio de estas
instalaciones, este auditorio fue construido y amueblado por unos $750,000 dólares. Un
poco más, quizás. Eso es bastante bueno. Digo, usted no necesita muchas cosas santas
aquí, muebles santos en todos lados, ¿verdad? Ventanas emplomadas y todo eso. No
necesita todo eso. Y, el dinero que tenemos, tratamos de ser buenos administradores de
ello y enviar el resto, preparar a la gente para que salga a alcanzar a personas que tienen
necesidad. Digo, Dios dio, ¿no es cierto? Cristo dio. ¿Cómo es que el pueblo de Dios en la
iglesia de Cristo no va a dar? Sea coherente.
Finalmente, la comunión es una función. Y, yo sé que usted cree que es una esencial. La
comunión simplemente significa una vida común juntos. Y, creo que en cierta manera
resume todo lo que hemos dicho. Simplemente tener comunión, simplemente estar
juntos, amarnos unos a otros, compartir la vida unos con otros. Es sentarse en una mesa y
oír a alguien descargar su corazón. Es orar con alguien que tiene una necesidad. Es visitar
en un hospital. Es sentarse en una clase. Es ir a un estudio bíblico en casa. Es cantar un
himno con alguien a quien a usted nunca ha conocido. Es de tener el mismo himnario y
quizás hablar de lo que Cristo significa para usted. Son nuevos cristianos compartiendo su
gozo. Es compartir una petición de oración acerca de un ser querido que está enfermo. Es
todo tipo de cosas. Es la vida en común. ¿Se da cuenta? Es la vida en común. Es tener todo
en común. Todo. Eso es comunión. Y, esa es una función.
¿Pertenece usted a algún lugar? ¿Tiene comunión? ¿Abre su vida? ¿Se expone a sí mismo
con todas sus cicatrices, todos sus problemas a algunas personas que pueden tener
cicatrices y problemas también, para que juntos puedan ministrar? Comunión.
Entonces, ¿cuáles son las funciones? Bastante simples, realmente. Predicación,
enseñanza, evangelismo, misiones, adoración, oración, discipulado, pastoreo, familia,
preparación, ofrendar, dar, comunión. Todas estas son las esenciales. Ahora escuche. Dice
usted: “John, hemos hablado de esqueletos”. Es correcto. “Hemos hablado de actitudes
internas”. Correcto. “Hemos hablado de función. ¿Qué hay acerca de la carne?”
¿Quiere saber algo? Realmente no importa. Realmente no importa. Digo, si yo puedo
tomar mi analogía del cuerpo. El hombre ve la apariencia externa. Dios ve, ¿qué? El
corazón. ¿Quiere saber algo? Una iglesia es una iglesia en su corazón. Lo que quiero saber
acerca de una iglesia es, ¿cuál es su esqueleto? ¿Está comprometida una iglesia con un
alto concepto de Dios? ¿Con la prioridad absoluta de la Escrituras, claridad doctrinal,
santidad personal, y autoridad espiritual? Y, ¿cuáles son las actitudes que están fluyendo
en su interior? ¿Obediencia y amor, y servicio, y unidad, y todas esas cosas? Y, ¿cuáles son
sus funciones? Y después, realmente, no va a importar cómo se ve por fuera, cómo se
manifiesta, cómo encarna, qué forma adoptan sus programas. ¿Entiende eso?
Cuando Dios por su gracias maravillosa me trajo a Grace Church, yo en mi propio corazón
dije: “En primer lugar” – y después le dije a los hombres: “Dios, yo sé esto. Que si vamos a
hacer lo que tú quieres que seamos, no vamos a tener problema en ministrar
eficazmente”. Porque lo que somos, es lo que importa. La carne, eso es simplemente el
caso. Y, tantas veces como lo hemos dicho en esta serie, cuando los pastores vienen,
como esta semana, a nuestra iglesia, están buscando algo de carne para regresar,
implementarla en su iglesia, y no va a mantenerse en pie, no va a vivir, porque no tienen
todas estas cosas que están en su vida, atrás de lo que usted ve. ¿Se da cuenta? Y, si todas
estas cosas están ahí, la carne realmente no es importante. No es tan importante cómo se
ve por fuera, es la belleza de lo que está en su interior que habla de su realidad.
Encarnamos nuestros ministerios. Permítame tan solo pensar en la carne por un minuto.
¿Cuál es la carne? ¿La manifestación externa de nuestra predicación y enseñanza? Bueno,
se lleva a cabo todo el tiempo. Domingo por la mañana, domingo por la noche, miércoles
por la noche, estudios bíblicos en casa, nuestros grupos, grupos de comunión, clases,
Logos, nuestra escuela cristiana, nuestro seminario. Digo, estamos enseñando,
enseñando, enseñando. La predicación, predicando aquí, predicando en las cárceles,
predicando en las misiones de rescate, predicando por cinta, predicando en la radio. Digo,
se lleva a cabo todo el tiempo, en cualquier domingo dado, muchos de nuestros ancianos
están allá afuera predicando en otros lugares. Constantemente estamos haciendo eso.
Y, ¿qué hay acerca del evangelismo y las misiones? Tenemos evangelismo por nuestro
estilo de vida. Tenemos evangelismo amistoso, estudios bíblicos de personas que quieren
saber de la vida cristiana, fundamentos de la fe, para aquellos que acaban de nacer;
discipulado de evangelismo, programas de preparación. Están todos estos tipos de cosas.
Nuestros servicios de bautismo, básicamente son un testimonio de la gracia de Dios. Y, la
salvación de almas y una motivación para evangelizar más.
Vemos las misiones y vemos el desarrollo de una estrategia para todos alrededor del
mundo. Tenemos un grupo de preparación de personas que están en proceso de reunirse
mes tras mes. Un grupo grande, listo para ir al campo misionero, cuando Dios haya
preparado todo para que se vayan. Estamos desarrollando radio en el extranjero, en las
Filipinas y en Guam, alcanzando con centros de cintas en Singapur y Bombay. Y no sé, en
Manila, estamos en Sudamérica, Australia, Nueva Zelanda, Europa. Digo, en lo que en
carnal tiene que ver en cómo se ve. Se lleva a cabo. ¿Se da cuenta? Y, ahora entiendo que
han traducido la serie de la familia a japonés. Y, todas las iglesias evangélicas en Japón van
a oírme en japonés. Difícil de imaginarlo.
Estamos desarrollando video ahora. Vamos a comenzar a desarrollar video, porque la
iglesia en Liberia, el cual es un país que hablan inglés en África, ha pedido si podemos
enviarles materiales y personas, equipos a Liberia, para preparar a los evangélicos de la
nación de Liberia. Y, todas estas cosas, simplemente se manifiestan, son la encarnación de
todo esto. Y, puede suceder en todo tipo de maneras, si el corazón está bien. ¿Se da
cuenta?
Adoración colectiva. Adoramos en el día del Señor. Nuestro servicio en la mañana, es para
exaltar el nombre de Dios, alabar Su nombre, alabar el nombre del Salvador; cantar
canciones acerca de Su gloria, Sus atributos, y todo lo que Él es para nosotros. Y,
adoramos en Su mesa. Adoramos en servicios especiales. Nuestra música está dirigida a la
adoración.
Como pastor, en la oración del domingo, trato de ser un sacerdote, que los levanta a Dios,
para que puedan entrar a su presencia y adorarlo. Y, toda la enseñanza que le damos, es
para que usted pueda conocerlo mejor, y a partir de ese conocimiento, pueda salir la
adoración. La oración se lleva a cabo todo el tiempo.
Todo martes por la mañana, de toda semana, los pastores se reúnen, y pasamos una hora
en la Palabra de Dios, y después una hora en oración y adoración, llevándole a Dios las
necesidades de la iglesia.
Los ancianos se reúnen todo domingo por la mañana para orar. Y, hemos hecho eso a lo
largo de los años, y años, y años, llevando las cargas de la gente. Y, a lo largo de la semana,
hay grupos de oración aquí y allá, y por todos lados; en casas, grupos de personas, y aquí
en nuestros líderes y pastores.
El discipulado se lleva a cabo en todos lados. Todo grupo en nuestra iglesia está
comprometido con un proceso de discipulado, todo grupo. El discipulado, discipulando a
los líderes y discipulando a las personas de todo grupo, de los niños más pequeños, a los
adultos mayores, a través de grupos de estudio bíblico, en todos nuestros ministerios.
Y, ¿cómo es que el pastoreo se manifiesta? Con ancianos y diáconos, y diaconizas que
cuidan de la gente. Con nuestro amor y ministerio en acción. Y, usted puede llamar si tiene
una necesidad. Tenemos a personas que satisfagan esa necesidad. De hecho, a través de
nuestros estudios bíblicos, usted sabe, tenemos un sistema entero ahora, implementado
en donde si una persona tiene una necesidad, nos lo hacen saber, y podemos buscar
alguien en su área que se haya ofrecido como voluntario para satisfacer ese tipo de
necesidad. Todo, desde arreglar una transmisión, a llamarle a alguien en el hospital. Todo
eso es parte de pastorear.
La familia, todo tipo de clases y preparación significa trabajar con sus hijos, y sus bebés, y
los ministerios en el centro de familias, la Gracia de Toda Mujer, ministerios de mujeres.
Tenemos clases para mujeres, cuyos maridos no son cristianos. Y por cierto, cuando uno
se convierte en cristiano, tienen una fiesta de graduación, y hay una gran celebración
cuando una persona se gradúa de esa clase. Todo tipo de cosas. Programas de Proverbios
para Padres, preparación para padres, para enseñarles a cómo ser un sacerdote de
familia. Clases prematrimoniales – un curso maravilloso para aquellos que se van a casar.
Realmente los prepara para cosas que necesitan saber. Preparación para evangelismo y
para el trabajo en las cárceles, y trabajos de misiones. Y, simplemente sigue y sigue en el
área de preparación, todo tipo de cosas que están pasando.
En el área de la ofrenda, nuestras ofrendas de domingo. Y, en el momento en el que usted
da, y todo el esfuerzo que usted da, al sacrificar tiempo y energía al dar, no solo en dinero,
si no tiempo, energía, dones y servir a Cristo, todo se lleva a cabo todo el tiempo.
Comunión. La comunión se manifiesta en todo momento en todo lugar. Los grupos de
comunión el domingo son un gran enfoque para eso, es un gran enfoque. Los grupos de
comunión, muchas otras cosas, estudios bíblicos. Realmente ese no es el punto. La
manifestación externa, simplemente se lleva a cabo, cuando todo lo que está adentro está
bien.
Yo creo que Dios ha llamado a nuestra iglesia para que exista, y es un lugar único, es un
lugar excepcional. Rara vez, no pasa un domingo en el que yo voy a una recepción de
visitas que vienen por primera vez, y un grupo no se acerca y dice: “Oh, somos de tal y
tal”. La semana pasada fue de Florido, de Michigan. La semana pasada fue Michigan. Y, la
semana anterior a esa, fue Florido, viceversa. Y, dijeron: “Somos de, digamos Michigan”.
“Oh, qué gusto. ¿Están visitando?”
“No, nos acabamos de mudar a aquí”.
“¿Oh, sí? ¿Por qué?”
“Para venir a esta iglesia”.
“¡Oh!”
Y, después dicen: “¿Conoce un lugar en donde podamos encontrar un lugar donde
quedarnos, una casa, y quizás un trabajo?”
“¿Me quieres decir que acabas de empacar y dejaste todo y veniste?”
“Sí. Queríamos venir a Grace Church”.
Y, muchas veces no hay tan solo uno o dos, si no que hay una cantidad de pequeñitos. Y,
dicen: “¿Tienes a alguien que pueda ayudarnos a encontrar un lugar donde quedarnos?
Simplemente creemos que la vida se centra en torno a la iglesia, no al trabajo”.
Y, eso sucede. Y, se me hace un nudo en la garganta. Y, yo digo: “Señor, mantennos siendo
lo que Tú quieres que seamos”. ¿Se da cuenta? Muchas personas, muchas personas ven
eso. Viven así. Queremos ser Su iglesia, edificada a Su manera, para Su gloria. ¿Amén?
Gracias Padre, por nuestro tiempo en esta mañana. Un buen tiempo. Canciones dulces de
la fe, que resuenan en nuestros oídos. Y, el pensamiento de que Tú estás en este mismo
lugar. Y, debido a que Tú estás aquí, hay bastante amor para todos nosotros. Bastante
gozo, bastante esperanza, bastante poder para disipar cualquier oscuridad. Oh, qué
pensamiento tan emocionante es ese. Gracias por lo que has hecho en nuestra comunión
y en esta iglesia, por todo lo que es bueno, que Tú has hecho. Y, todo lo que es menos que
eso, lo hemos hecho. Ayúdanos a dejarte llevar a cabo Tu obra a Tu manera.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.

Los sistemas internos, 1ª Parte


Escritura: Escrituras Seleccionadas
Código: 2025
John MacArthur
El Día del Señor pasado, comencé a hablarle de mi corazón. Acerca del tema que llamé “La
anatomía de la iglesia”. Compartí con usted, en ese entonces, que siento que Grace
Community Church se encuentra en un punto muy crucial en su historia. Dios ha hecho
grandes cosas. Creo que hay cosas aún más grande por delante. Nunca en mi vida entera
he estado más comprometido con esta iglesia y este ministerio, y con lo que Dios tiene
para mí aquí. Estoy emocionado por el futuro. Sin embargo sé que hay un enemigo a
quien le gustaría estorbar eso. Y se que tenemos una batalla espiritual en nuestras manos
que va a intensificarse más que nunca en los días venideros.
Y entonces, simplemente sentí la necesidad en cierta manera de dejar la serie continua en
Mateo y en cierta manera llevarlo a mi corazón un poco y compartir con usted en dónde
creo que realmente está nuestra iglesia y lo que necesitamos reafirmar. Estoy tan
agradecido por la respuesta del domingo pasado. Recibí muchas tarjetas, y algunas cartas,
y llamadas telefónicas, y respuestas alentadoras por parte de personas en persona que
dijeron: “Quiero reafirmar mi compromiso con el Señor, con esta iglesia y apoyar tu
ministerio”. Y eso significa tanto.
Siempre estoy agradecido porque ustedes responden a la Palabra de Dios y al corazón del
pastor que se las trae. Quiero continuar lo que comenzamos la última vez y creo que
podríamos decir que esto, en cierta manera, es algo de arqueología espiritual. Algunos de
ustedes han llegado aquí y no ven el cimiento. No estuvieron aquí en los años de
construcción. Realmente, no entienden lo que está debajo de todo esto.
Y entonces, lo que estoy tratando de hacer es escarbar un poco y ayudarle a ver los
aspectos elementales de aquello con lo que este ministerio realmente está
comprometido. Y para ayudarnos a ver ese cimiento, para poder escarbar y descubrir lo
que está en el fondo de Grace Church, yo quise tomar la maravillosa analogía de Pablo, del
cuerpo. Y estamos hablando de la anatomía de la iglesia. Y le dije que hay cuatro
características del cuerpo, que vamos a ver: el esqueleto, los sistemas internos, los
músculos y la carne. Esa es una perspectiva más bien simplificada, pero nos ayuda, creo
yo.
Dijimos la última vez que la iglesia debe tener un esqueleto. Eso le da su forma, eso le da
su marco, eso le permite estar en pie. Ese es el cimiento no negociable, sustancial, básico,
de lo cual todo depende y a través de lo cual todo lo demás se mueve. Y dijimos que
nuestros principios de cimiento no negociables son estos cinco: un alto concepto de Dios,
la autoridad absoluta de las Escrituras, claridad doctrinal, santidad personal y un
entendimiento de la autoridad espiritual. Esas son las cosas clave.
Debemos continuar exaltando a Dios, exaltando su nombre bendito, santo. Debemos
continuar dándole la prioridad a la Palabra de Dios, hacerla todo, estudiarla, predicarla,
enseñarla. También debemos estar comprometidos con extraer de ella la doctrina que es
clara, precisa y se aplica a la vida. También debemos buscar con todas nuestras fuerzas en
el Espíritu Santo, la santidad, la virtud, la piedad, la justicia. Y debemos entender la
autoridad espiritual. Hay una gran responsabilidad en ser un líder espiritual y ser alguien
que sigue a aquellos que guían.
Y entonces, de vez en cuando usted me va a oír hablar de Dios, de las Escrituras, la
doctrina, la santidad y la autoridad. Y usted entenderá que necesito continuar colocando
la estructura, el esqueleto, el marco de referencia. Y entonces, estos son los temas a los
que usted regresa una, y otra, y otra vez. Y a veces, si se oye como el mismo sermón,
podría ser, pero en la mayoría de los casos, podría no serlo. Si lo es, de vez en cuando
siempre trato de gritar en diferentes lugares para que se vea diferente en la superficie.
Pero es simplemente que son estas cosas, que tienen que ser reafirmadas para que, como
vimos la última vez en donde Pedro dijo: “Quiero que se acuerden de estas cosas para que
después de que yo no esté, todavía se acuerden de ellas”.
Todavía las va a recordar. Es lo mismo que Pablo, tenía en su corazón cuando le escribía a
los Filipenses, y dijo: “Me da gusto por lo que veo cuando estoy con ustedes, pero me va a
dar aún más gusto por lo que veo cuando yo esté ausente de ustedes, que están ocupados
en su salvación, con temor y temblor”. No se cuánto el Señor me va a dar, o cuánto
tiempo voy a estar en este lugar. Pero la satisfacción más grande que jamás puedo tener
cuando yo no esté, si ese es el propósito de Dios al mirar atrás, si es posible de donde
quiera que yo esté, no se si pueda mirar atrás desde el cielo, y pueda decir: “Siguen,
todavía están comprometidos con las cosas con las que estuvieron comprometidos en mi
presencia”.
Y para ayudarnos a refirmar estas cosas de cimiento, en cierta manera estamos
estructurándonos a nosotros mismos. Ahora, yo creo que es esencial en la vida de la
iglesia que estos no negociables sean enfatizados. Lo cual quiere decir que son parte del
ministerio de predicación, una, y otra, y otra vez. En segundo lugar, deben ser parte del
ministerio de enseñanza. Si usted enseña a un grupo de comunión, o a un grupo de
estudio bíblico, o a una clase de niños, o una clase de jóvenes, o lo que sea, en donde
quiera que esté, si usted está discipulando a alguien, estas son las cosas a las que tienen
que regresar. Debe continuar colocando el esqueleto para tener el cimiento, tener la
forma que es necesaria para que el cuerpo sea lo que Cristo quiera que sea.
Y entonces, debemos predicarlo y enseñarlo. Y después también, el ejemplo es la clave.
Debemos modelarlo. Debe haber una demostración del compromiso con estas cosas, no
solo en lo que decimos, sino en la vida que vivimos. Yo tengo que estar tan comprometido
con la santidad personal, la claridad doctrinal, la autoridad de las Escrituras y demás en mi
vida, como lo soy en mi predicación. De lo contrario, todo se va a perder. Y entonces,
estamos comprometidos con estas cosas.
Ahora, eso me lleva a una segunda categoría. Los sistemas internos. Y quiero hablar de
ellos en esta mañana y la próxima semana, y veremos si puedo terminarlas. Inclusive, en
dos semanas. Pero quiero hablar de los sistemas internos. Yo creo que la iglesia debe
tener fluyendo en ella ciertas actitudes espirituales. Un cuerpo físico tiene órganos y
fluidos que fluyen adentro del él y hacen que el cuerpo pueda vivir y funcionar.
Y entonces, no solo somos un esqueleto. Un esqueleto no está vivo. Le da forma al cuerpo,
pero no está vivo. Tiene que estar fluyendo en él ciertas actitudes espirituales y eso es lo
que veo como los sistemas internos de la iglesia. El esfuerzo pastoral, la meta de los
ancianos, la meta de los líderes en la iglesia es generar en los corazones de la gente ciertas
actitudes espirituales. No solo estamos tratando de hacer que usted haga ciertas cosas.
No solo estamos tratando de decirle: “Necesita hacer esto y hacer aquello, y demás”. Sino
que más bien, generar el tipo apropiado de actitudes espirituales que en sí mismas van a
motivar el tipo apropiado de conducta.
Como puede ver, usted puede hacer lo correcto de manera externa y tener una actitud
mala. Pero si usted tiene una actitud buena, usted va a hacer lo correcto externamente,
emanando de una actitud correcta. Y entonces, trabajamos en el fruto del espíritu, por así
decirlo. La motivación interna, la actitud interna. Algunas veces los jóvenes entran a un
pastorado, llegan a una iglesia y ven que esa iglesia quizás no está organizada de la
manera correcta. Y quizás no ven todas las cosas que les gustaría ver. Y entonces, su
tentación invariablemente es reorganizar la iglesia. Y algunas veces van a llamarme o
hablarme y me van a decir: “Hombre, queremos tener ancianos, queremos reorganizar
esto y reorganizar aquello”. Y con frecuencia les digo: ¿Sabes lo que vas a tener cuando
reorganices a la iglesia? Vas a tener a las mismas personas con las mismas actitudes en
una estructura diferente”.
Me acuerdo cuando llegué por primera vez a Grace, tenía una idea entera de cómo hacer
que la escuela dominical funcionara. Este era alrededor del primer mes que estaba aquí. Y
escribí esto y se lo presenté al comité de educación y de manera unánime me dijeron que
no. Dijeron: “¿Quién eres tú, niño? Hemos estado aquí por mucho tiempo. ¿De dónde
saliste?” Prueba que puedes”. Años después, terminaron diseñando ese mismo sistema,
simplemente era cuestión de cultivar, desarrollar las actitudes espirituales que llevaron,
que dieron lugar al tipo correcto de respuestas.
Por otro lado, usted no puede preocuparse acerca de la estructura de la iglesia. Y si usted
cultiva, infunde la actitud espiritual correcta, la estructura en cierta manera se va a
encargar de sí misma porque la gente controlada por el espíritu, van a hacer cosas guiadas
por el espíritu. Y lo que van a hacer es que van a estarse moviendo hacia la conformidad
con el patrón bíblico de la iglesia.
Entonces, debemos tener un énfasis en la iglesia. En las actitudes. Tenemos que trabajar
en lo que está dentro de usted. No estamos interesados en hacer que usted tan solo se
conduzca de cierta manera. Asegurarse de que usted de su dinero, asegurarse de que
usted se aparezca el domingo por la mañana, el domingo por la noche, el miércoles por la
noche. Asegurarse de que usted ore cinco horas a la semana, lo que sea. Asegurarse de
que usted lea su Biblia diariamente. Entregado al deber. Esa no es la idea.
Ahora, ese no es el enfoque. No estamos viendo las cosas de una manera legalista o
superficial. Sino que el esfuerzo del ministerio siempre ha sido generar actitudes y algunas
veces usted va a liar una batalla porque hay algunas personas que no vienen con las
actitudes correctas. Y usted les quiere decir: “Hazlo en cualquier manera, inclusive con tu
actitud mala. Pero usted tiene que dejar de hacer eso, porque usted no quiere terminar en
las manos de la satisfacción que viene del legalismo”.
Y entonces, nos concentramos en actitudes. Y a lo largo de los años, estas son las actitudes
que me ha preocupado ver en los corazones y vidas de los míos, en mi propia vida, como
también en toda la gente aquí. En primer lugar, y sobre cualquier otra cosa, está la
obediencia. Una actitud de obediencia. Ahora, esta es la actitud predominante de todas
las actitudes. Esto dice: “Si Dios dice algo, lo voy a hacer”. Esto es, no hay un espíritu de
concesiones cuando estamos hablando de esto, como lo vimos en el libro de Daniel un
poco, unos cuantos meses atrás, en nuestro servicio de comunión. Esto no es concesión.
Digo, si Dios lo dice, eso es todo. No está abierto a debate, no es algo con lo que usted
discute. Usted lo hace. Obediencia. Esta es la actitud preeminente.
Y entonces, semana tras semana, mes tras mes y año tras año, simplemente seguimos
presentando la Palabra de Dios, metiéndola en las mentes y corazones de todos nosotros,
con la implicación: “Si esto es lo que Dios dice, debes responder”. Debe hacerlo para la
Gloria de Dios, y para su propia bendición y la salvación de almas y el ejemplo para otros
cristianos. Por todas esas razones, obedecemos. Porque es correcto y glorifica a Dios,
porque nos coloca en el lugar de la bendición, porque nos permite estar llenos del espíritu
para que podamos alcanzar a otros. Y establecer el ejemplo para aquellos que nos ven, y
ven cómo vivimos. La obediencia.
Dice usted: “Bueno, parece bastante obvio”. Claro. Porque usted fue salvo al afirmar el
señorío de Cristo, ¿verdad?. Y eso es simplemente decir: “Tú estás a cargo, Señor. Yo voy a
seguirte. Tú eres Señor, yo soy el siervo”. “¿Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo
que yo digo?”. Jesús dijo: “Eso no tiene sentido. No me llamen Señor y después no me
obedezcan”. Entonces, “Si Yo soy Señor, eso significa que ustedes hacen lo que digo,
¿verdad?”. Correcto. Eso es obvio.
Y eso es lo que Él quiso decir en el Evangelio de Mateo, capítulo 7, cuando dijo: “Es un
camino estrecho, y una puerta estrecha, y un camino estrecho”. El camino es estrecho
porque está confinado por la Voluntad de Dios, y la Ley de Dios, y la Palabra de Dios. Y
entonces, “Venimos afirmando a Jesús como Señor”, Romanos 10:9 y 10. “Venimos
sometiéndose a su señorío y básicamente esto es una vida de obediencia”.
Y entonces, esta es la primera actitud y la más importante. Phil Johnson quiso compartir
conmigo esta semana, ahí en el ministerio de radio, una cinta que había recibido de uno
de nuestros oyentes, que escribió y dijo- O no, le envió, creo que una carta, junto con la
cinta. Pero su cinta básicamente comunicaba el deseo de su corazón. Durante diez
minutos, él habló de cómo había escuchado el programa, y apreciaba, valoraba el estudio
de la Biblia y demás. Y después él entró en su problema. Él tenía muchos problemas en su
Vida y el Señor estaba trabajando con él.
Pero una cosa en particular por la que él estaba curioso, él tenía curiosidad y tenía dudas,
y se preguntaba cuál era nuestra perspectiva, era esto: Que él no sentía que en su vida,
jamás, había tenido un sentimiento normal hacia las mujeres. Él no parecía sentirse como
los hombres deben sentirse hacia las mujeres. Y se sentía de una manera muy fuerte hacia
los animales de granja. Es correcto, animales de granja. Y él se preguntó lo que nosotros
pensábamos acerca de esto. Y él dijo que él pensaba que no era un problema eso. Él no
sentía ninguna culpabilidad, que él estaba haciendo cosas así. Y el pensaba que el Señor,
en cierta manera, lo estaba refinando en otras áreas y que esa área no era un problema.
Y entonces, se le envió una carta de regreso. Cuatro páginas de largo, expresándole que
eso de hecho era un problema. De hecho, si él hubiera estado viviendo en el Antiguo
Testamento, él habría estado muerto. Porque si un hombre yace con una bestia, él es
matado. Y procedimos a expresar en términos amables que Dios no divide la vida y dices:
“Voy a enfrentar estos pecados y no me voy a preocupar demasiado por estos”. Todo
pecado es un afrenta a su nombre santo.
Y entonces, todo tipo de referencias bíblicas le fueron enviadas de regreso al hombre. Y
cuando recibimos otra cinta, y Phil tocó esta cinta, aquí está una cita de la cinta: “No creo
que nadie entiende. Los cristianos están tan enredados en la Biblia y tan enredados en la
Palabra, y tan enredados en lo que Dios dice, que realmente no entiende cómo Dios opera
algunas veces, o cómo Dios se siente”. Es increíble. Los cristianos están tan enredados en
la Palabra, en la Biblia y en lo que Dios dice, que no saben cómo Dios se siente. ¿De qué
otra manera usted va a saber cómo Dios se siente si usted no lee la Biblia?
Lo que el hombre está diciendo: “Mira, no me acusen con la Biblia, yo no siento
culpabilidad y no me va a molestar lo que Dios dice”. Mi pregunta acerca de este hombre
es: ¿Es él un cristiano? No me importa si va a la iglesia todo el tiempo. 1 Juan 2, dice: “El
que guarda mis mandamientos, en él ciertamente el amor de Dios ha sido perfeccionado”.
Por esto sabemos que le conocemos, ¿verdad? Si guardamos sus mandamientos, digo,
usted puede cultivar ese tipo de abominación en su vida y decir que no le molesta en
absoluto. Y después, simplemente, decir: “No quiero enredarme con las cosas de la Biblia,
de manera independiente de la Biblia. Yo sé cómo Dios se siente”. Y usted tiene un
problema.
Pero el pecado es así, como puede ver. Se vuelve algo en lo que nos justificamos a
nosotros mismos. Obviamente, esa es una ilustración extrema. Pero simplemente apunta
al hecho de que Dios nos ha llamado a la obediencia de Su Palabra. Sabemos cómo se
siente porque nos dice cómo se siente en su palabra, ¿verdad? Y ese es el punto de fondo.
Y gran objetivo y la gran meta del ministerio, escuche, es tan claro en las Escrituras. Es
edificar a un grupo de personas obediente. Eso es lo que Dios quiere hacer con su pueblo
en el Antiguo Testamento. Eso es lo que Él quiere hacer en el Nuevo, es producir a un
grupo de personas obedientes.
Dios habla, obedecemos. Pero lo que es triste, con mucha frecuencia, cuando somos
confrontados con la Verdad Divina, que nos convence de pecado de algo en nuestra vida,
que no está bien, en lugar de obedecer, simplemente lo hacemos a un lado y seguimos
con nuestro patrón de desobediencia. Quizás hay un mensaje del perdón y usted no ha
perdonado a alguien. Bueno, en lugar de encargarse de eso, usted simplemente saca eso
de su mente consciente y continúa con su espíritu amargado, no perdonador. Y entonces,
realmente nada sucede. Y eso es desobediencia. Y eso se opone de manera total a todo lo
que Dios quiere hacer en su vida.
Dice usted: “Bueno, voy a la iglesia, hago mi parte”. Bueno, ¿se acuerda de 1 Samuel: 15–
22, donde Dios dice: “Obedecer es mejor”, ¿que qué?, “sacrificio”. El ritual nunca
reemplazará la obediencia. Y en 1 Pedro, capítulo 1, Pedro escribe: “Teneos que ceñir los
lomos de nuestro entendimiento”. En otras palabras, por favor, enderezcan su vida.
Coloque sus prioridades en un lugar correcto, como hijos obedientes. No conformándose
a las concupiscencias que antes tenían en su ignorancia. No vivan como solían vivir. Deben
ser hijos obedientes. Lucas 11:28, Jesús dijo: “Bienaventurado es el que oye mi palabra y
la guarda. Que oye mi palabra y la guarda”.
Pablo reconoce a los cristianos en Romanos 16:19: “Porque su obediencia ha llegado a
todos los hombres, y me da gusto”. Eso hace que el corazón del pastor esté contento
cuando la obediencia de su congregación es hecha manifiesta. Ahora, usted sabe algunas
cosas si usted llega aquí, porque le han sido enseñadas a usted. Pero si usted no las aplica
de una manera obediente, usted no va a madurar.
Prendí la radio esta semana, estaba manejando a algún lugar y salió Howard Hendricks. Y
él dijo algunas cosas, pensé que eran muy interesantes. Él dijo que los cristianos de más
de cincuenta años deberían ser los que son más leales al Señor, los que están más
emocionados, los más comprometidos, los más puros, los más entusiastas y los que están
más disponibles para el servicio. ¿Por qué? Porque han estado oyendo la Palabra de Dios
por más tiempo. Han estado aplicando la palabra de Dios más tiempo. Han estado
madurando por más tiempo y deberían estar mosteando el fruto de ese proceso, ¿verdad?
Digo, las personas más apasionadas, más entusiastas, emocionadas, disponibles,
dinámicas, poderosas en una iglesia, la energía misma de esa iglesia deberían ser las
personas que tienen más de cincuenta años de edad. Más de cincuenta y cinco, más de
sesenta. Deberían ser la dinámica de la iglesia, el gozo, la emoción, la energía. Deberían
estar a la vanguardia en el evangelismo. Deberían ser las personas que están a la
vanguardia en la oración, ¿por qué? Porque han vivido con Dios por más tiempo. Han
aplicado la Palabra. Y entonces, su patrón de obediencia se ha llevado a cabo durante más
tiempo. Por lo tanto, maduran más que aquellos que tienen menos años porque han
aplicado constantemente la verdad.
¿Pero con qué frecuencia ha oído usted esto? Estoy de acuerdo con Howard, exactamente
con lo que dice. ¿Con qué frecuencia ha oído esto? Bueno, la cosa más maravillosa de
nuestra iglesia es que hay tantos jóvenes, son la energía y la dinámica de la iglesia. Ahora,
me gustan los jóvenes, yo soy uno, lo soy. Y estoy de acuerdo con eso. Digo, hay cierta
dinámica en los jóvenes. Siempre he dicho que me gusta hablarle a los jóvenes porque por
lo menos, si no están interesados, tienen la cortesía de decírtelo y de esta manera sabes
de inmediato que no están interesados.
Y hay una dinámica con los jóvenes. Pero escuche, ese es un comentario triste de una
iglesia. Cuando usted vaya a la iglesia y oiga a pastores jóvenes decir esto todo el tiempo:
“Bueno, está llena de gente mayor”. Oigo eso: “Esa es una iglesia amable, y esa es una
área buena, pero simplemente está llena de gente mayor”. Esa debería ser la dinámica de
la iglesia. ¿Pero sabe cuál es la verdad? Que si usted es un cristiano, y si usted no aplica de
manera continua lo que sabe, usted simplemente va a ser una de esas personas mayores.
Y al no aplicar de manera constante la Verdad Divina, usted va a llegar a tener más de
cincuenta años o lo que sea. Y simplemente va a guardar su tienda y se va a meter a
dormir. Usted va a querer retirarse espiritualmente.
“Bueno, he servido muchos años. No sé, no quiero meterme en discipulado de
evangelismo. Oh, yo soy ya mayor. Que los jóvenes hagan eso”. ¿Se da cuenta? Cuando
vemos el Antiguo Testamento, vemos a líderes en Israel con cabezas blancas, con hombres
y mujeres de cabello blanco que eran piadosos. Vemos a la primera iglesia y el dinamismo,
la dinámica de esos santos maduros. Y vemos a la iglesia contemporánea, y tiene que
encontrar su vida en niños jóvenes. Me gustan los niños, pero no estoy interesado en una
iglesia de adolescentes. Creo que hay más en la iglesia que eso. Necesitamos la vida y la
energía que los niños tienen, pero necesitamos el poder que los creyentes maduros
tienen. Que han vivido las vidas por suficiente tiempo. De aplicar la verdad. Pero si usted
puede oír la verdad y continuar con el mismo patrón de vida, sin hacer un esfuerzo
consciente en el poder del espíritu por aplicar esa verdad, lo que sucedes es que usted
simplemente envejece.
Eso es todo. Usted no se vuelve más poderoso. Usted no se vuelve más dinámico. Digo,
debería ser que usted casi está en el cielo, simplemente al pararse, ¿no es cierto? Es casi
una experiencia única porque hay tanta energía que está en usted, que usted se acerca a
ese punto en la vida. Me gustaría que eso fuera verdad. Pero veo a tantas personas que
van a la iglesia y conforme pasan los años, debido a que realmente no aplican las cosas
que oyen, las oyen, entienden la doctrina, entienden muchas cosas, realmente nunca ha
sido aplicada.
Entonces, su vida no ha cambiado. Se han endurecido en una especie de frialdad
espiritual. Llenos de información, pero sin poder. No quiero que eso pase en mi vida. Digo,
simplemente quiero seguir disparando. Si eso significa que necesito estar recogiendo mis
dientes falsos, que se can del púlpito, hasta que finalmente usted sabe uno de estos días,
quizás esté tan emocionado, pero no lo voy a hacer al mirar hacia atrás en mi vida. Y decir
todo el poder, y toda la energía, y toda la dinámica se acabó, ya para cuando tenía
cuarenta y cinco o cincuenta. No estoy esperando retirarme del servicio a Cristo. Y
realmente siento que lo que pasa, cuando la gente en cierta manera se desvanece, es que
han podido oír la Palabra de Dios sin aplicarla.
Ahora, en algunos casos realmente nunca han podido oírla. No han sido alimentados, no
han sido instruidos. Pero aún en este caso, y entonces, debemos estar comprometidos con
la obediencia. Oh, pero qué básico es esto, la obediencia, la Palabra de Dios. Si hay una
verdad y usted la oye de manera consciente en el poder del espíritu, comience a aplicarla.
Cuando usted es confrontado con convicción, no se la aplique a alguien más. No se vaya
diciendo: “Hombre, me gustaría que tal y tal hubiera oído este sermón”. Aplíquela,
aplíquela usted, porque usted está bajo el señorío de Cristo.
Y conforme usted obedece, usted progresa a lo largo del camino de la madurez, a un nivel
de mayor utilidad a Dios. Me encantaría ver esta iglesia llena de personas de todas las
edades. Pero la fortaleza y poder, viniendo de aquellos que han aprendido más y han
aplicado más en un acto de respuesta, de obediencia.
Permítame darle una segunda actitud: humildad. Humildad. Esa es otra cosa que
deseamos mucho generar en los corazones de la gente. Esta siempre ha sido una
preocupación para mí. Digo, el orgullo es un problema para mí. Es un problema para
usted, yo lo sé. El orgullo fue un problema serio para mí. Creo que todavía lo es. Pero
quizás solía manifestarse más que ahora. Y siempre pensé, una vez que entendí las cosas
de Dios, que Dios debería hacerme humilde. Es difícil porque, simplemente, cuando me
decía finalmente eres humilde, se acabó. Entonces, es muy difícil aterrizarlo. Es muy difícil.
Pero siempre es algo que he buscado guiar a la gente. A un entendimiento de la humildad.
Me acuerdo cuando construimos el gimnasio, y era un auditorio, y colocaron una
plataforma y alguien ordenó cinco sillas grandes con cinco respaldos grandes. Y cosas así,
que salían como coronas. Y que salían de esta silla así. Era para que yo me sentara en la
del medio, la que estaba en medio era mía. Realmente, no les importaba quién se sentaba
en las otras. Pero a mi me dieron la de en medio. Y traté de sentarme ahí, en esa silla de
corona, un par de semanas. Y, simplemente, me sentía miserable. No podía hacer eso.
Entonces, me bajé y me senté en la fila de enfrente porque eso no era un acto de
humildad. Simplemente, sentarse en el podio, ahí, con una corona en su cabeza. Hace algo
que realmente no quería yo decir. Entonces, así fue. Y simplemente me dio una
perspectiva de adorar, como al resto de ustedes. La única diferencia entre usted y yo es el
hecho de que Dios me ha llamado a hacer esto. Y me da hacer esto. Y eso es todo. No
tiene nada que ver con mi espiritualidad.
Y después, cuando Clayton vino y dijo: “¿Por qué te sientas ahí?”. Y yo le dije: “No sé,
simplemente me siento cómodo aquí abajo. No creo que debas sentarte en la
plataforma”. Entonces le dije: “No tenemos sillas”. Entonces, él volteó y encontró algunas
sillas. Y el primer domingo que él estuvo aquí, teníamos todas las sillas allí arriba, y
después él dice: “Eso no fue bueno, ¿verdad?”. Le dije: “No, te dije”. Entonces él me dice:
“Puedes regresarte allí abajo”.
Bueno, eso es algo pequeño, pero eso es una actitud que yo creo que el espíritu de las
Escrituras nos expresa. Y es una actitud de humildad, lo que buscamos. No es que lo
hemos encontrado. Es que lo buscamos en la fortaleza de Dios. Cuando usted se convirtió
en cristiano, usted no estaba bajo ninguna ilusión, espero yo, de que el Señor realmente lo
necesitaba a usted. ¿O sí? ¿Oigo eso? Sabe, si el Señor tal sólo pudiera salvar a este
hombre, tiene dinero, tiene talento. Digo, es un gran líder. Guau. El Señor simplemente lo
podría usar. Eso es ridículo. El Señor podría salvar a quien Él quisiera, pero ese no es el
punto. Como puede ver, básicamente, usted no tiene nada que ofrecer. No me importa
quién es usted y tampoco yo.
Como el hombre en el capítulo 18, quien, cuando fue confrontado con su deuda de diez
mil dólares, no podía pagarla. ¿Por qué? Porque él no tenía nada con qué pagar. Nada,
nada, nada que ofrecer. O como Mateo, capítulo 5: “Cuando venimos para entrar en el
reino”, dice, “venimos rogando en espíritu”. Venimos como mendigos, tan privados que ni
siquiera podemos ganarnos la vida. Tenemos que rogar, no tenemos nada. No tenemos
nada en de nuestra mano, no tenemos ningún talento para ganárnosla. Solo podemos
rogar, solo podemos mendigar y así es como entramos, en bancarrota.
¿Y quiere saber algo? Si tenemos algo ahora, no es nuestro. Es que Dios, ¿qué? Nos lo dio.
Lo único que tengo que regresarle a Dios es lo que Él me dio. Santificado por Su Salvación
y Su Espíritu. Y eso no es para mi crédito, sino para Su Gloria. Entonces, ¿qué va a hacer
que yo sea orgulloso? Nos hemos esforzado por resistir a las sectas de autoestima, el
egoísmo de nuestra propia sociedad contemporánea. Apuntando el hecho de que Dios nos
ha llamado a la mansedumbre, y a la abnegación, y a la humildad sacrificada. Y ese ha sido
un énfasis importante. Y lo hemos abordado desde todo ángulo diferente.
Nos acordamos, ¿no es cierto?, Mateo, capítulo 10, cuando el Señor dice: “Niéguese a sí
mismo, tome su cruz, deje la vida, gane la vida”. Y cuando Él dice lo mismo en el capítulo
16:24 y 25: “Tomen su cruz, niégate a ti mismo, sígueme. Paga el precio de la abnegación,
la humildad, la denigración personal, el colocarte debajo de otros”. Y hemos entrado a
detalle muchas veces en Filipenses, capítulo 2, lo cuál dice: “Que cada uno vea por los
otros. No lo suyo estimando a otros mejor que a sí mismo”. Siempre colocándose abajo,
eres mejor que yo. Busco lo que satisface tu necesidad.
Esto es tan importante en la iglesia. Si usted tiene una iglesia, en done hay una lucha por
que la gente llegue a lugares de autoridad, usted va a tener el mismo caos que tuvo entre
los discípulos. Y todos ellos estaban buscando ser el mayor. Y eso es algo terrible. Todos
estamos buscando ser el menor, y al mismo tiempo no significa que nos subestimamos
porque en Cristo somos eternamente invaluables. Pero no es por nosotros, es por Él. La
humildad simplemente dice esto: “Tú eres más importante que yo”. Eso es todo lo que
dice. No anda por todos lados diciendo: “Soy un gusano, soy una rata, soy un vagabundo,
soy nada, soy basura”. No dice eso. No dice: “Soy bueno para nada”. Lo es. Usted es de
valor a Dios. Porque usted ha sido redimido, y santificado, y le ha dado cierto potencial
para servirlo. Pero lo que la humildad dice es: “Tú eres más importante que yo para mí”.
Esa es la razón por la que dice: “Debe amar a su prójimo”, ¿cómo qué? “Como a ti
mismo”. Usted debe darle a sus prójimo la misma devoción y compromiso que usted se da
a si mismo al satisfacer necesidades. ¿Usted se acuerda de nuestro estudio de 1 Corintios?
Cómo Pablo reprende de manera severa a la Iglesia Corintia por la manera jactanciosa,
orgullosa, centrada en sí misma, egoísta en la que manifestaron sus experiencias extáticas.
Y en cierta manera, colocaron moños espirituales como si fueran los más espirituales.
Porque habían tenido los éxtasis más profundos. La humildad es aquello que Dios busca
en su iglesia, y una actitud que debemos tener. Significa: no me voy a enojar si alguien
tiene lo que yo no tengo, porque usted es más importante que yo. Así es. Significa que yo
quiero asegurarme que hago a un lado algunas de mis prioridades para asegurarme de
que sus necesidades sean satisfechas. Significa que yo digo no a mis libertades y digo sí a
las suyas. Significa que yo no voy a violar la conciencia de usted.
Si comer carne le ofende, no voy a comer ninguna carne. Si beber le ofende, entonces no
voy a comer ninguna carne, no voy a beber nada de eso. Nada que le ofenda a usted, por
la razón simple de que el Reino de Dios no es comida y bebida, sino justicia, gozo y paz en
el Espíritu Santo. Como Romanos 14 dice: “No voy a violar la consciencia de usted. No voy
a hacerlo tropezar”. Yo voy a hacer un lado mi libertad. No voy a ofenderlo a usted. Voy a
asegurarme de que si usted tiene una necesidad, voy a satisfacer esa necesidad. Me veo a
mí mismo como alguien que tienen que cuidar de ustedes. Debo amarlos. Si ustedes se
desvían del rebaño, como dice Mateo 18, voy a salir a buscarlo y traerlo de regreso. Eso es
humildad. Y eso es algo como lo que dice en 2 Corintios 10:1: “La mansedumbre, gentileza
de Cristo”. Eso debe verse reflejado en nosotros.
Y entonces, siempre ha sido mi deseo en la iglesia que no solo en un sentido general
seamos personas obedientes. Sino que haya fluyendo en nosotros esta actitud de
humildad, de mansedumbre y soledad y de abnegación en lugar de buscar nuestra propia
gloria. Tantos problemas vienen cuando la gente busca su propia voluntad, busca su
propia supremacía, por así decirlo. O buscan ser exaltados. Hay personas que
constantemente se les tiene que decir lo maravillosos que son, lo grandes que son, en
lugar de entregar sus vidas para alentar a otros. La humildad, bueno, podríamos decir
mucho más de eso. Eso es siempre lo que digo cuando se me acaban las notas, ¿verdad?
En tercer lugar, tercer actitud, es el amor. Usted no puede hablar de la humildad sin
hablar del amor, porque solo la gente humilde ama. Nadie ama más que la gente humilde.
No estoy hablando del tipo de amor del mundo, que es falso, que está orientado en un
objeto. Ven un objeto agradable, sienten cierto apego emocional. Esta es la razón por la
que los matrimonios no duran. Porque ese tipo de amor es solo emoción. Y cuando se
acaba la emoción o se apega alguien más, la relación se acaba.
Pero no estoy hablando del tipo de amor del mundo orientado en un objeto. No estoy
hablando del tipo de amor que se alimenta a sí mismo. Para el mundo, el amor es
grandioso por lo que yo siento cuando estoy enamorado, ¿verdad? No por lo que puedo
dar. Es lo que yo recibo. Es la emoción. Y cuando se acaba la emoción, se acaba la relación.
Entonces, esa es la idea del mundo. Pero el amor en un sentido Bíblico es completamente
diferente de eso. No es una emoción en absoluto. El amor es simplemente un acto de
sacrificio, de servicio sacrificial. El amor es un acto. Es amor no es una actitud, es un acto.
El amor siempre hace algo. Lea 1 Corintios, todo son verbos. El amor es benigno, el amor
es paciente, todas esas son formas verbales. El amor es hacer esto, el amor es hacer
aquello, el amor es hacer esto, el amor es hacer aquello. El amor actúa.
Ahora, permítame decirle algo. El amor es un acto de servicio de fluye de un corazón de
humildad. Y el corazón de humildad dice: “Me importas más tú que yo”. Entonces, el amor
es la respuesta. Y esta es la razón por la que digo que solo la gente humilde ama. La gente
orgullosa no puede amar, porque lo único que la gente orgullosa quiere hacer es
alimentarse a sí misma. El único amor que conocen es amor físico. El único amor que
conocen es un apego emocional a ciertas personas. Y si usted no es una de esas ciertas
personas, usted no va a sentir nada por parte de ellas. Inclusive, quizás no reciba nada de
ellos. Tienen ese tipo de amor que realmente los atrae a ciertas personas que piensan
como ellas y realmente disfrutan estar con ellas, pero los hace indiferentes a las
necesidades de casi el resto de la gente.
¿Entiende usted la diferencia? ¿Sabe una cosa? Cuando yo llegué por primera ve a la
iglesia, me parecía difícil amar emocionalmente a ciertas personas. Se me hacía difícil. Y
me molestaba mucho porque me sentía responsable ante Dios por amar al rebaño entero.
Y sin embargo, había algunas personas que sin importar lo difícil que tratara, realmente no
las amaba emocionalmente. Digo, a usted simplemente no le importaba estar con ellas.
Estaba con ellos, quizás, y decía: “Si nunca vuelvo a estar con ellos, está bien”. Y
probablemente ellas decían lo mismo. Simplemente, ¿usted sabe? Realmente, no
encajábamos. Y eso es verdad.
Digo, hay algunas personas, digo, podría vivir mi vida entera y morir e irme al cielo y pasar
toda la eternidad y nunca pasar una hora con ellos, y realmente no voy a estar triste. Y hay
muchas personas que se sienten igual acerca de mí. De hecho, sé que hay personas que
van a encontrar un lugar agradable, lejos de mí en el cielo, de donde yo esté. Algunos, de
hecho, están ansiosos por estar ahí. Porque no va a haber cintas en el cielo. No obstante,
es razonable suponer que en nuestras relaciones humanas no podemos sentirnos atraídos
a todo el mundo porque, simplemente, no somos así. Pero eso no es amor. Eso ni siquiera
es importante. El amor simplemente dice: “Si tú tienes una necesidad, yo voy a satisfacer
esa necesidad”.
Como puede ver cuando Jesús explicó que usted tiene que amar a su prójimo como a sí
mismo. Y la pregunta que se le hizo: “Bueno, ¿quién es mi prójimo?”. Digo, ¿cómo sé de
quién estás hablando?. Y entonces, Él contó la historia acerca del buen samaritano. Lo que
Él estaba diciendo era: “Tú estás caminando por el camino y un hombre que está ahí al
lado del camino está golpeado y tiene una necesidad, y tú satisfaces esa necesidad”. Eso
es todo.
¿Quién es tu prójimo? Cualquier persona en tu camino que tiene una necesidad. Eso es
todo. ¿A quién debes amar? A cualquier persona en tu camino que tiene una necesidad.
¿Cómo lo amas? Satisfaces su necesidad. Quizás nunca se sienta sentimental. Quizás usted
nunca se sienta atraído a la persona. Y hemos tratado de enfatizar eso a lo largo de los
años. Que somos llamados un amor que fluye de la humildad, y la humildad dice: “Tú eres
más importante que yo”. La ilustración clásica.
Y puedo acordarme cuando prediqué Juan 13, la ilustración clásica está en ese capítulo.
Me acuerdo del domingo, me acuerdo del clima, me acuerdo de la escena en la capilla, me
acuerdo cómo se veía la congregación. Fue grabada de manera indeleble en mi mente por
el espíritu, estoy seguro, debido a su importancia. Y Jesús estaba ahí. Y todos estaban
discutiendo acerca de quién iba a ser el mayor, el más grande. Y cuando llegó el momento
de comer, ya habían comenzado a comer y era hora de comer. Y en esos días usted se
reclinaba en la cena, lo cual significaba que su cabeza estaba unos centímetros de los pies
de alguien, y era un acto de cortesía común el lavarse los pies antes de una ocasión así.
No puedo pensar en algo pero que no hubiera pasado eso. Pero nadie fue contratado para
hacer eso. No había un siervo, ninguno de los discípulos quería hacerlo. Porque estaban
discutiendo acerca de quién iba a ser el más grande. Y nadie quería hacer eso, inclinarse y
ser un siervo. Entonces, el Señor se quitó su atuendo exterior, se colocó una toalla
alrededor de su cintura, lavó los pies de ellos y les dio una lección inolvidable profunda.
Entonces les dijo: “Ustedes deben amarse unos a otras como yo los he amado”.
¿Cómo los acababa de amar? ¿Al sentirse emocional? No. La única emoción que él sintió
probablemente fue disgusto. Eran tan orgullosos, tan egoístas, tan nauseabundos, tan
repulsivos. No fue emoción. Simplemente fue lo que era necesario. Lo que Él está diciendo
es: “Cuando veas a alguien que tiene necesidad, satisfácela”. Alguien en su camino con
una necesidad, y usted hace eso instantáneamente, de manera espontánea, involuntaria,
casi como un reflejo. Porque usted tiene un corazón humilde. Un corazón humilde
siempre se va a manifestar a sí mismo. Y no se manifiesta a sí mismo por alguien que está
caminando por todos lados, con ropa en pedazos, diciendo: “Soy un gusano, soy un
gusano, soy un gusano”.
Con mucha frecuencia, esa es una forma falsa de orgullo. Eso es engañarse a sí mismo, de
Colosenses 2:18, de humildad falsa. No. La humildad no anda por todos lados diciendo
que es humilde. La humildad siempre puede ser vista, porque la humildad actúa en
servicio hacia aquellos que están en necesidad. La humildad considera a otros mejor que a
sí mismo. Y se convierte en amor inmediatamente, y el amor es una acción. Mantenga eso
en mente.
1 Juan, dice: “¿Dices que el amor de Dios mora en ti?”. Hazte una pregunta simple. ¿Ves a
tu hermano teniendo una necesidad? SI cierras tu corazón hacia esa necesidad, ¿cómo es
que el amor de Dios mora en ti? Porque el amor de Dios se mueve para satisfacer la
necesidad. No es una emoción. Es servicio hacia alguien en necesidad. Y si usted dice que
pertenece a Dios, 1 Juan 2:9–11, dice: “Y si usted no ama a su hermano, usted es un
mentiroso, porque Dios produce en un cristiano amor verdadero”.
Entonces, esa es una actitud: amor, amor, amor. Y no es la actitud de emoción hacia
personas que son atractivas. Es la actitud de servir a personas con necesidad. Recibí una
carta esta semana que ilustra eso. Pensé que realmente fue maravillosa. “Querido Pastor
John, esta carta estaba por llegar hacía mucho tiempo atrás, pero finalmente tomé el
tiempo de escribirla. En mayo pasado, mi marido y yo tuvimos la oportunidad de tener
comunión allí, en Grace Community Church, y quería decirle, desde el punto de vista de
una visita, acerca de su iglesia y su congregación. Venimos de una iglesia muy grande
también y nuestro lema es: “La iglesia donde está el amor”. Sin embargo, nunca en mi vida
me he sentido tan bienvenida como en Grace Community. La gente era maravillosa. Nos
trataron como si fuéramos reyes. A dónde quiera que íbamos, la gente nos rodeaba para
darnos la bienvenida. Conocí a un caballero y me dio un tour temprano, por la mañana, de
Grace Community Church”.
“Y después, durante el descanso entre el primer y segundo servicio, conocí a otro hombre.
Hablamos por un tiempo. Me preguntó si me gustaría tener una cinta del servicio de la
mañana. Le dije: “Claro”. Unas cuantas semanas después, no solo llegó una cinta, sino la
serie entera acerca de la enseñanza de Jesús del divorcio. Muchos de mis amigos han
escuchado esta serie de seis cintas, y se les han respondido muchas preguntas que habían
hecho por años. Mi marido y yo vamos a volver a visitar Grace Community el dieciocho de
septiembre. Esperamos con tanto gusto estar ahí. Simplemente, pensé que le gustaría
saber lo maravillosa que es su congregación. Dios lo bendiga a usted”.
¿No es eso maravilloso? Resulta que conozco a esas dos personas. La primera persona que
les dio el tour, realmente no tenía el tiempo de hacer eso porque tiene una
responsabilidad tremenda. La segunda persona que les envió las cintas no tiene el dinero
para hacerlo tampoco, pero lo hizo de todas maneras. Pero como puede ver, así actúa el
amor. Porque el amor fluye de un corazón humilde. Y el amor no busca lo suyo propio,
sino el consuelo, la satisfacción, el gozo de otros. Y siempre ha sido parte de esta iglesia.
Oro a Dios porque siempre sea así. Que tengamos fluyendo, a través de nosotros, una
actitud de amor, de amor abnegado, que fluye de un corazón humilde.
Le voy a dar un comentario final y después las siguientes doce, la semana próxima, o
después de la semana próxima. Unidad. Unidad. Algo más que siempre ha sido de gran
preocupación para mí es la unidad. Jesús oró en Juan 17: “Oh Padre, que sean uno. Así
como tú y yo somos uno. Para que el mundo sepa que tú me enviaste”. Jesús responde
mis oraciones. Me gustaría responder las de Él. ¿A usted no? Él oró por unidad. En el
sentido más verdadero, la aplicación de ese texto es a la unidad de los creyentes que
existe en la vida eterna en común que viene a nosotros en la redención. Pero extrayendo
la aplicación de eso, es que Él desea, no solo una unidad redentora, sino una unidad en
términos de vida y propósito en la iglesia.
Y Cristo realmente desea la unidad de su pueblo. Esa es la razón por la que en Efesios 4,
versículo 3, el apóstol Pablo llama a los efesios y les dice que hagan esto: “Esforzándose
por mantener la unidad del espíritu en el vínculo de la paz”. ¿Verdad? Él no dice: “Genere
una unidad”. Ya la tienen. Simplemente, manténganla. Hagan lo que puedan por
mantener la unidad. Y creo que esa es una parte tan importante de la vida de la iglesia. Y
esa es la razón por la que Satanás la ataca de manera constante.
¿Alguna vez ha notado cuantas iglesias se dividen? ¿Cuántas personas se van de iglesias
porque no están contentas? ¿Cuánta división puede haber? Estuve en Montermon esta
semana, y una dama se me acercó diariamente, los primeros dos o tres días, y me dijo:
“Por favor, tengo hablar con usted, por favor tengo que hablar con usted”. Y finalmente,
nos sentamos y pasamos unos cuarenta minutos, y me abrió su corazón. Y ella dijo: “Oh,
estoy en medio de una división de iglesia. La iglesia entera se está dividiendo por la
mitad”. Y yo dije: “¿Por qué, por qué?”. Y ella me vio como sorprendida, me dijo: “No sé.
Realmente, no podemos entenderlo. Realmente, no sabemos por qué. De alguna manera,
ni siquiera importa el porqué. Hay tanta división y tantas personalidades, que están unas
en contra de otras, que ya ninguno de nosotros sabe por qué”.
¿No es eso increíble? Simplemente, división. Ella dijo: “¿Qué debo hacer?”. Yo le dije: “Sé
una pacificadora. Haga lo que pueda. Haga lo que pueda por mantener la unidad por
causa del testimonio de Jesucristo”. “Bueno, algunas personas están diciendo que eso es
la voluntad de Dios”. “Bueno, no es la voluntad de Dios. ¿Todos creen lo mismo?”. “Sí,
todos creemos lo mismo. Es simplemente un conflicto de personalidades”. Eso es tan
trágico, tan trágico.
Me acuerdo que Patricia y yo, en una ocasión, estuvimos en una conferencia bíblica con la
hija del Doctor Criswell, en la primera iglesia bautista de Dallas, quien es una solista
soprano muy capaz. Y estábamos hablando acerca de la vida de la iglesia. Y ella estaba
diciendo que ella le llama “papi”. Es difícil para mí imaginar ese término para el Doctor
Criswell, un hombre de tal dignidad, pero él es el papi de ella. Y ella dijo: “Papi enfrentó
algo terrible, en donde un hombre llego, era parte del servicio de la iglesia, y trató de
dividir a la iglesia”. Una gran iglesia como esa. Y ella dijo: “Él estaba tan cargado en su
corazón, él podía verlo venir. Y entonces, después de un domingo, cuando él estaba en
particular molesto por eso, él llamó a una compañía de construcción, de manera unilateral
actuó sin consultar con el consejo, con nadie”. Y él dijo: “Quiero que antes del próximo
domingo coloquen bancas con lugares donde podamos arrodillarnos en esta iglesia”.
Y entonces, llegó la gente. Y ya para el próximo domingo, cuando todo el mundo llegó,
tenían bancas donde podían sacar una viga, en donde podían arrodillarse. Todavía están
ahí, hasta el día de hoy, en la primera iglesia bautista de Dallas. Y se levantó y dijo: “En los
cuarenta y cinco años del pastorado de George W. Truett, quien me precedió, y en los
treinta y cinco años o los años que he estado aquí, nunca ha habido una división en esta
iglesia. Y por la Gracia de Dios, nunca la habrá”. Y llamó a esas personas a bajar esas vigas,
y tomó a la iglesia entera de miles de personas, y los llevó a sus rodillas en oración y Dios
trajo sanidad en esa congregación.
Ahora, eso trae Gloria a Dios, ¿no es cierto? Eso honra su nombre. Y yo creo que el
enemigo, de manera incesante, está tratando de dividir la iglesia. Y yo le doy gracias, y le
alabo, porque los veinticinco años y más de ministerio de esta iglesia, nunca ha habido
una división en la iglesia. Oh, hay algunas personas que se enojan y quieren irse por el
color de las cortinas, que no les gusta, o porque algo no salió como pensaban que debía
salir. Y con mucha frecuencia, podrían tener la razón. Pero la humildad y el amor no
actúan de cualquier manera de esa manera.
Y entonces, nos hemos esforzado de alguna manera por cultivar en el corazón del pueblo
de Dios y en mi propio corazón también la unidad. Satanás quiere despedazar las cosas.
Simplemente, nunca se detiene. Quiere que alguien en el equipo de servicio, que no está
contento, cause una división aquí. Y bendigo al nombre de Dios por la unidad dulce que
hemos tenido en la historia d esta iglesia, en el quipo de servicio.
Digo, simplemente alabamos a Dios por ello y mantenemos abierto el ojo porque sabemos
que el enemigo siempre quiere sembrar discordia. Siempre. Y de vez en cuando, alguien
viene, usted sabe, y quieren causar algo de discordia por eso y aquello. Simplemente, le
pedimos a dios: “Danos una congregación llena de pacificadores, que quieran asegurarse
por mantener la unidad y no sembrar la discordia”.
Inclusive si tienen la razón. Simplemente porque usted tiene la razón, no siempre tiene
que tener la plataforma, ¿verdad? Algunas veces, usted puede decir: “Dios, Tú sabes y yo
sé que estoy bien, pero hagamos eso a un lado y busquemos la unidad”. Y nadie es
perfecto. Siempre va a haber causa para desacuerdos, pero bendecimos a Dios por que
cuando nos arrodillamos juntos podemos buscar la unidad vía el espíritu y el vínculo de la
paz. Este es el deseo de los escritores del Nuevo testamento. Colosenses o 1 Corintios,
dice, 1:10: “También os rogamos, hermanos”, y Pablo realmente está derramando su
corazón a los corintios, “por el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, no por mi causa, ni mi
nombre, no por causa de mi reputación, o nada más, sino por causa del Señor Jesucristo,
que todos habléis lo mismo. Que no haya división entre vosotros, estén perfectamente
unidos con la misma mente y el mismo parecer”.
Él dice, en el siguiente versículo: “Oigo que hay contenciones entre vosotros. No puedo
tolerarlo”, dice, “no lo puedo tolerar. “Acaso está Cristo dividido?”, dice él. No puede ser.
Cristo no está dividido. Cristo no está dividido. Filipenses 1. Él dice: “Deben esforzarse por
la unidad del Evangelio”. Unidad. Actitudes. ¿Las ve en su vida? ¿Su vida se caracteriza por
la obediencia, de tal manera que hay una madurez progresiva? ¿Hay un grado de
santificación que se incrementa conforme usted oye la palabra instantáneamente y de
manera apropiada la aplica? ¿Puede ver crecimiento de tal manera que cuando usted
llegue al final de sus años terrenales, usted esté llegando al clímax de si vida espiritual, en
términos de dedicación?
¿Y qué hay acerca de la humildad? ¿Se ha abandonado a sí mismo por causa de otros, para
que a partir de ese corazón humilde salgan acciones amorosas? ¿Y usted a costa de lo que
sea y mediante sacrificio personal busca hacer la paz para mantener la unidad del
espíritu? Esto es lo que buscamos. Esto es lo que buscamos. Y yo creo que esta es la
voluntad de Dios para nosotros.
Inclinémonos en oración. Padre, te pido que comiences conmigo. Reavive en mi corazón
una dedicación con la obediencia. Ayúdame por la Gracia del Espíritu de Dios a
experimentar la humildad, que vea a otros, no a mí mismo. Y vea a otros mejor que yo
mismo. Ayúdame a hacer sacrificios, a satisfacer necesidades, para cualquier en mi camino
cuya necesidad yo puedo satisfacer. Y que no busque que me devuelva nada. Y a toda
costa, Señor, con mi acción y mi lengua, que yo sea una fuente de unidad y no de
discordia. Porque si no hay humildad, y no hay amor, y no hay una búsqueda de unidad,
entonces realmente no hay obediencia tampoco. Y yo sería culpable, todos nosotros lo
seríamos. De oír la verdad y no aplicarla. Y volvernos endurecidos, estancarnos, fríos.
Vamos a cerrar en oración en un momento, pero mientras que sus cabezas están
inclinadas, me gustaría que todos en cierta manera hiciéramos un pacto juntos en
nuestros corazones delante de Dios. ¿Sería tan amable en orar y pedirle al Señor que
produzca en usted estas cuatro actitudes de las que hemos hablado en esta mañana? Ore
en silencio, porque Dios le dio un corazón de obediencia, sin importar cuál sea el precio.
Porque Dios quebrante su orgullo y le humille. Porque le de un amor que se extiende a
aquellos que están en necesidad, y que le haga un pacificador que busca la paz a costa de
lo que sea, por la unidad del cuerpo.
Si a usted se le ha hecho difícil orar por estas cosas, simplemente esto habla de lo
endurecido que su corazón se ha vuelto. Si usted no lo quiso hacer, está aún más duro. Si
usted ha oído y no ha obedecido, ya ahora ha desarrollado hábitos de desobediencia, que
son tan difíciles de romper. Y quizás debe buscar en oración intercesora que su espíritu
sea quebrantado, y que comience a cultivar un hábito nuevo de obediencia.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Los sistemas internos, 3ª Parte


Escritura: Escrituras Seleccionadas

Código: 2027
John MacArthur
Bueno, como ustedes saben, si han estado con nosotros en las últimas semanas, nos
hemos estado esforzando por compartir con ustedes una pequeña serie, como un
intermedio en nuestro estudio de Mateo titulado La anatomía de una iglesia y
simplemente retroceder y observar nuestro propio cimiento. Muchas veces conforme
crece una iglesia, en cierta manera crece como la Torre de Piza que se inclina.
Simplemente comienza a inclinarse hacia un lado o el otro y en algún punto a lo largo del
proceso necesitamos dejar caer la plomada y asegurarnos que hemos estado edificando
de manera derecha a partir de nuestro cimiento. Y eso realmente lo que hemos estado
esforzándonos por hacer en esta serie breve. El regresar y hacer algo de arqueología y
escarbar y ver nuestro cimiento y descubrir que es lo nos ha hecho distintivo desde el
principio, que es aquello con lo que realmente estamos comprometidos.
Tengo un gran deseo por que la iglesia sea lo que Cristo quiere que sea. Ese es mi gran
pasión. Esta semana fui entrevistado por un caballero quien es el editor de una revista
publicada por Los Navegantes y el título de la revista es Discipulado. Es una buena revista
y me preguntó cuál era mi deseo real para la iglesia y le dije, “Mire, yo, para la iglesia, es
que la iglesia sea lo que Cristo diseñó que fuera”. Es la pasión de los corazones de
nuestros ancianos y yo sé que también se ustedes.
Y entonces para mantenernos en el rumbo correcto y para poder retomar las cosas que
hemos olvidado y para reafirmar las cosas que hemos recordado, estamos regresando a lo
largo de algunos de los elementos básicos de la anatomía de una iglesia. ¿Cuál es el diseño
de Dios para la iglesia?
Hace unos años atrás cuando enseñe eclesiología, la doctrina de la iglesia, en el seminario
de Talbot, les pedí a los alumnos que leyeran un libro llamado Peregrinos de Dios que
olvidan. Ese libro es un libro interesante, escrito por Michael Griffiths de Inglaterra. Y en el
libro, entre muchas cosas útiles, él dijo esto, y en cierta manera esto quedó en mi mente,
y cito: “Los cristianos, de manera colectiva, parecen estar sufriendo de una amnesia
extraña. Una gran proporción de personas que van a la iglesia se han olvidado de qué sirve
todo. Semana tras semana asisten a servicios en un edificio especial y viven en una rutina
que han honrado por mucho tiempo, una rutina en particular, pero piensan poco en el
propósito de lo que están haciendo. ¿Para qué es? La Biblia habla de la novia de Cristo,
pero la iglesia en la actualidad parece ser una Cenicienta en harapos. Esta entre las
cenizas, se ha olvidado que ella debe crece hasta ser una dama hermosa.” Él tiene razón
en muchas maneras. La iglesia, como la vemos en términos amplios en Estados Unidos, la
cual supuestamente debe ser la novia de Cristo, en cierta manera es una Cenicienta en
harapos y necesitamos reafirmar los no negociables, los elementos esenciales de la iglesia.
Necesitamos regresar a lo que Dios ha diseñado que seamos y eso es lo que estamos
esforzándonos por hacer en esta serie breve, en particular. Simplemente regresar a los
principios primordiales sobre los cuales la iglesia debe actuar.
No queremos entrar a la situación de evaluar de manera incorrecta. En otras palabras,
evaluar la iglesia mediante los términos equivocados, los principios equivocados. Gene
Getz señala que esto se hace con frecuencia. Es su libro, La medida de una iglesia describe
estas cosas. Y cito: “Algunos dicen que una iglesia madura es una iglesia activa. Evalúan el
progreso por el número de reuniones de servicios que tienen cada semana y el número de
diferentes tipos de programas que tienen. Algunos dicen que una iglesia madura es una
iglesia creciente, siempre en cuando nuevas personas estén viniendo y se queden, creen
que solo una iglesia que está madurando. Siempre en cuando los pastores estén
creciendo, creen que todo está bien. Algunos dicen que una iglesia madura es una iglesia
que da. Siempre cuando la gente este contribuyendo financieramente al programa
continúo de la iglesia y patrocinando sus muchos programas, creen que es una iglesia que
está madurando. Algunos creen que una iglesia madura es una iglesia que gana almas,
dicen que esto es una prueba positiva, cuando la gente está trayendo a otros, cuando
podemos contar profesiones regulares de fe y bautismo regulares, entonces seguramente
tenemos un iglesia del Nuevo Testamento. Algunos dicen que una iglesia madura es una
iglesia que piensa en misioneros, una iglesia que apoya la las misiones por todo el mundo,
designando un gran porcentaje de sus presupuesto general al evangelismo a nivel
mundial. Algunos dicen que una iglesia madura es una iglesia que no tiene problemas, una
iglesia cuya maquinaria esta tan bien aceitada a nivel organizacional con todo grado de
regularidad, es una iglesia que está bien sintonizada con descripciones laborales, con días
de ocho horas, con descansos para tomar café, y para registrar las tarjetas, todo el mundo
hace aquello para lo que se le contrató y de manera eficiente, y hay aun otros que dice
una iglesia madura es una iglesia llena del espíritu. Este es la iglesia que es entusiasta y
dinámica y tiene mucha emoción, todo el mundo conoce cual son sus dones y los usan de
manera regular. Y finalmente algunos dicen que la marca definitiva de madurez es la
iglesia grande con miles de personas que vienen el domingo por la mañana a la escuela
dominical y van a la iglesia todos los domingos. La madurez para ellos se representa con
un personal grande que recibe un sueldo, muchos autobuses que recogen niños,
programas múltiples de radio, televisión, una guardería cristiana, una universidad y
seminario cristiano, y claro, una imprenta para preparar su propia literatura.
Desafortunadamente”, dice Getz, “algunas personas realmente creen que lo que he dicho,
de hecho son marcas bíblicas de madurez.”
Bueno, no hay nada de malo con esas cosas, no hay nada de malo con iglesias grandes que
crecen, que dan, que ganas almas, que piensan en misiones, que no tienen problemas,
que están llenas del espíritu, pero usted podría hacer todo eso y ser una secta. Usted
podría hacer todo eso y ser una secta. Ese no es el corazón de una iglesia. Esas no son las
entrañas de una iglesia, esa es la razón por la que estamos retrocediendo para dejar la
carne y entrar a la anatomía para ver lo que esta tras bambalinas, lo que hay adentro, y
como le dije hace unas semanas atrás con tanta frecuencia cuando vienen los pastores
aquí, quieren conocer las cosas externas pero queremos hablarles de los que hay adentro,
de lo interno. Eso es lo que realmente importa y de eso estamos hablando. No de
actividades, estamos hablando básicamente de actitudes. Actitudes, los sistemas de vida
que fluyen en el interior de la iglesia. Esos son la clave, esos son la clave.
Ahora, al principio hablamos del esqueleto, ¿no es cierto? Hablamos de lo importante que
es que afirmáramos los puntos no negociables, lo que forma la iglesia, lo que es el
cimiento. Esas cosas, como un alto concepto de Dios, la prioridad absoluta de las
Escrituras, la claridad doctrinal, la santidad personal, la autoridad espiritual. Dijimos que
esos son los conceptos no negociables que forman el esqueleto y tenemos que tener esos.
Y después de haber establecido el esqueleto en su lugar, dijimos que la iglesia debe tener
ciertos sistemas internos. Esto es como un cuerpo, tiene fluyendo dentro de él los
sistemas que son subidas y la iglesia debe tener fluyendo a través de ella ciertos sistemas.
Estas son actitudes y como puede ver, es lo que generalmente buscamos. No queremos
que la iglesia sea mecánica, no queremos que sea rutina externa, un ritual, un
desempeño, no sea que oigamos por parte de Dios lo mismo que el pueblo de Israel oyó a
través de Amós, el profeta, quien dijo: “Aborrezco, rechazo vuestros festivales, no me
deleito en sus asambleas solemnes, aunque me ofrezcan holocaustos, y ofrendase grano,
no los voy a aceptar, ni si quiera voy a ver sus ofrendas de paz. Quítenme el ruido de sus
canciones, ni siquiera voy a oír el sonido de sus arpas, sino que la justicia corra como las
aguas en justicia, como una corriente que siempre fluye.”
Y Oseas dio la misma verdad, él dijo: “¿Que hare contigo, Efraím? ¿Qué hare contigo,
Judá? Porque tu lealtad es como una nube de la mañana y como roció que se va
temprano. Por tanto los he destrozado por los profetas, los he matado con las palabras de
mi boca y los juicios que tienen ustedes son como luz que sale porque me deleito en
lealtad más que en sacrificio y en el conocimiento de Dios, más que en holocaustos.” O las
palabras de Isaías: “Que son vuestros sacrificios multiplicados para ti”, dice Jehová. “Estoy
hastiado de vuestros holocaustos de carneros y de la grosura de vuestros rebaños. No me
agrado en la sangre de los bueyes y corderos y cabras, cuando vengan a aparecerse
delante de mí, ¿quién demanda esto de ustedes, que pisen mis atrios? No me atraigáis
más ofrendas que no valen nada. El incienso me es una abominación. Nueva luna y el día
de reposo, el llamado de asambleas, no puedo tolerar la iniquidad en las asambleas
solemne, aborrezco los festivales de nuevas lunas de festividades designadas, se han
vuelto una carga para mí. Estoy cansado de llevarlas. Cuando levantéis vuestras manos en
oración, esconderé mis ojos de vosotros y cuando multipliquéis vuestras oraciones, no
escucharé.” En otras palabras, Israel era el culpable de tener una religión externa sin
actitudes apropiadas y eso es lo que estamos viendo.
Realmente creo que el corazón y alma del ministerio es establecer ese cimiento de
esqueleto y después pasar el resto del tiempo tratando de producir en la gente actitudes
de corazón correctas. Eso es lo que hace que la iglesia sea una dama hermosa. Eso es lo
que edifica a la iglesia para llegar a la estatura de la plenitud de Cristo. Ahora ya hemos
visto varias de estas actitudes internas. Hemos hablado de la obediencia, la humildad, del
amor, de la unidad, el servicio, el gozo, la paz y la gratitud. Quiero considerar tres más en
esta mañana, y esto no nos va a llevar a terminarlas, pero quiero ver estas tres y creo que
son muy, muy importantes. Esta es la número nueve en mi lista. No sé cuál es la suya,
pero esta es una actitud muy esencial, llamémosla disciplina personal, disciplina personal,
disciplina personal. Oh, que importante es que como cristianos entendamos la necesidad
de conformarnos con un estándar divino, vivir la vida disciplinada. ¿Saben lo que es la
disciplina personal? Es decirle no al pecado, es decirle no al pecado. Es decirle si a lo
bueno, a la justicia. Esa no es una definición demasiado complicada, sin embargo captura
la verdad. La vida disciplinada entiende la ley de Dios y le dice no a cualquier cosa que está
afuera de los límites de ese estándar.
Ahora permítame ilustrarle esto, abra su Biblia en primera de Corintios, capítulo 9.
Primera de Corintios, capitulo 9, versículo 24. Y Pablo retoma una metáfora que es muy
conocida por nosotros en esta sociedad deportiva en la que vivimos, es la metáfora de una
carrera, algo que todos entendemos. En el versículo 24, él dice: “no sabéis que todos los
que corren en una carrera corren” esto es, en una carrera todo el mundo en la carrera
corre, eso es bastante claro, pero solo uno recibe el premio. Ahora, en una carrera todo el
mundo corre por un premio, corred de tal manera que lo obtengáis. Ahora, usted tiene
que correr para ganar el premio, esa es la razón por la que usted está en la carrera.
Entonces nosotros, como creyentes, hemos sido llamados a una carrera, por así decirlo, y
esa metáfora es usada en varios lugares en las Escrituras. Estamos corriendo una carrera,
no solo aquí sino en otras partes de la Palabra de Dios, esa misma imagen se nos presenta
y conforme corremos esta carrera, tenemos en mente que estamos corriendo para ganar.
Ahora, ¿qué es necesario para alcanzar esa meta? Bueno, el versículo 25 nos ayuda. “Y
todo aquel que se esfuerza, compite en los deportes, se controla en todas las cosas.” ¿Qué
quiere decir eso? Disciplina personal, disciplina personal. Él se controla a sí mismo y esa es
la sustancia de la dedicación para la victoria. Digo, obviamente un hombre no puede
meterse en una carrera para ganar. Quien tiene 15 kilos de sobrepeso, quien es una
víctima de músculos que se atrofian. Digo, hay una disciplina tremendamente obvia
involucrada. Cuando pensamos en las horas y horas diariamente, semana tras semana y
mes tras mes y año tras año que los atletas invierten para llegar al nivel de la victoria, es
sorprendente.
Dentro de un año, ya habremos visto la olimpiada de 1984 en nuestra ciudad y habremos
sido expuestos por todos los medios masivos de comunicación a todas las maravillas del
esfuerzo deportivo, a toda la disciplina personal de aquellos que se van a ir con el oro, la
plata y el bronce, esas medallas. La victoria en el deporte a nivel mundial demanda un
precio increíble. Y no es raro que los atletas como ellos, de ese nivel, entrenen de 6 a 8
horas diarias, durante 5 a 10 años de sus vidas, inclusive más, con una cantidad tremenda
de dedicación. Literalmente van más allá del punto del dolor, saben lo que es hablamos
del segundo aire, saben lo que es ir más allá del segundo aire. Ellos saben lo que es ir más
allá del punto del dolor, e inclusive nos dicen que hay una euforia, que va más allá del
dolor, que solo el atleta, el deportista puede experimentar. Y he estado bastante tiempo
en el deporte, en mi trasfondo para experimentar algo de esa euforia. Usted habla de una
euforia y un sentido increíble de libertad, un sentido increíble de energía que va más allá
del punto del dolor. Es difícil explicarle a alguien que nunca ha pagado el precio, en un
esfuerzo deportivo, pero Pablo está diciendo: “Miren, yo estoy en una carrera.” Y él está
hablando de una carrera espiritual y él dice: “En esa carrera, yo sé que quiero ganar, y
para ganar tengo que controlarme a mí mismo.” Entonces él añade: “Corro”, versículo 26,
“no de manera incierta.” En otras palabras, realmente sé adónde voy, me mantengo en el
curso. Es muy parecido como las palabras de Pablo a Timoteo en segunda de Timoteo 2,
en donde dice que un hombre que se involucra en un esfuerzo deportivo, sabe que si va a
ganar la corona él debe involucrarse a sí mismo. Y después él usa la palabra nóminos
según las reglas. Él tiene que mantenerse dentro la ley, él tiene que mantenerse dentro de
los límites, él tiene que mantenerse en el curso, no puede cruzar la línea, no puede salir
del círculo, no puede salirse de los limites, no puede dejar la pista. En otras palabras, sea
cual sea la conformidad de lo que demande ese acontecimiento, él debe mantenerse
dentro de él para alcanzar la victoria.
Y eso es lo que Pablo está diciendo: “Quiero ganar y por ello hago un máximo esfuerzo.” Y
el verbo usado aquí para esforzarse, para controlarse incluye disciplina personal, sacrificio
personal, esfuerzo grande y eso lo alcanza mediante la disciplina personal e incluye la idea
de mantenerse dentro de las reglas. Y después en el versículo 27, todo se une cuando él
dice literalmente: “Mantengo mi cuerpo, literalmente lo mantengo bajo control, lo golpeo
para se mantenga sumiso, lo sujeto.” Él dice: “No sea que habiendo sido heraldo para
otros, predicando para otros, lo cual es mi carrera, yo mismo llegue a ser descalificado por
algún pecado.” En otras palabras, no quiero estar pecando y perder la victoria espiritual.
Así como un atleta no quiere pecar contra su cuerpo, en contra de su preparación y perder
una victoria física. Y estos atletas invierten una cantidad tremenda de esfuerzo.
El lunes pasado estaba hablando con los delfines de Miami, fui a un estudio Bíblico con
ellos y los llevé a donde quiero llevarlos ahora, Efesios, capítulo 6. Ya estaban a punto de
salir al Coliseo, estaban listos para vestirse con su armadura y perder como terminó,
contra los Raiders, y el proceso simplemente para ellos, algunos de sus tobillos y piernas
ya estaban preparados y estaban listos para meterse en la batalla y tomé la oportunidad
para compartir con ellos el hecho de que habían pasado años de su vida, una cantidad
tremenda de tiempo para llegar al clímax de su desempeño atlético, en la cúspide de su
desempeño atlético. Ahora ellos se pondrían su armadura, saldrían, estarán en una batalla
y lo harían para obtener una corona corruptible, como Pablo dijo en primera de Corintios
9. Lo harían para obtener una corona corruptible, pero les dije que había una guerra
mucho más importante que esa. Una guerra espiritual para una corona incorruptible, para
una herencia eterna, establecida, guardada en la gloria que nunca se desvanece. Que
había una batalla mucho más importante que cualquier juego de futbol americano en toda
su vida. Y ahí, para esa guerra una armadura mucho más importante, que todo el equipo
que se colocan en los hombros y en el pecho y en los brazos y los cascos y lo que se
colocan en las caderas y el resto de cosas que usa. Que había una armadura diferente, una
armadura vital si iban a conocer la victoria en la batalla espiritual.
Y les presente el versículo 11 de Efesios 6: “Vestíos de toda la armadura de Dios para que
podáis resistir las maquinaciones del diablo.” Tiene que ponerse su armadura les dije: “No
van a poder salir ahí y pelear contra los Raiders de Los Ángeles en sus shorts de gimnasio,
así como ustedes no van a poder pelear contra el enemigo de sus almas si no están
preparados.” Porque no tenemos lucha, dice el versículo 12 contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
siglo, contra huestes espirituales de maldad en los lugares celestiales. Estamos en una
batalla y la batalla realmente no es con los hombres, los hombres solo son instrumentos
del mundo demoniaco invisible. La batalla real es con demonios.
Yo conozco eso bien, nunca olvidaré la batalla con la niña poseída por demonios. Una
noche Jerry Mitchell y yo lo enfrentamos conforme ella pateaba y aventaba muebles en
un cuarto. Y nunca olvidaré que entre al cuarto y la escuché que ella dijo: “Sáquenlo.
Cualquier persona pero él, no él, no dejen que él entre.” Y salía de una voz que no era la
de ella y me di cuenta que los demonios reconocían quien era, eso es algo aterrador.
Cuando ella comenzó a decir, usted sabe, “Él no, él no.” Mi reacción humana fue: “Muy
bien, ya me voy.” Pero después comencé a darme cuenta de que si ellos me conocían y no
me querían, yo debía estar en el equipo correcto. Y estaba en el poder de Dios contra esa
situación y pasamos horas de esfuerzo agonizante ahí, hasta que Dios en su gracia,
mediante la confesión de ella de pecado, entró para limpiar y purificar pero desde ese
entonces, nunca he dudado acerca de donde está la verdadera batalla. Sé dónde está la
batalla real, es una batalla seria a nivel espiritual que es invisible. Los hombres como dije
son los instrumentos en las manos de demonios y tenemos que entender la seriedad de la
batalla que se lleva a cabo realmente en contra de Cristo y todos los que pertenecen a
Cristo.
Entonces tenemos que vestirnos de la armadura dice, para poder resistir. Tenemos que
estar listos para este esfuerzo. Y simplemente quiero señalar dos elementos en el
versículo 14. En primer lugar, habiendo ceñido vuestros lomos con la verdad, el soldado
romano ni siquiera habría pensado en entrar en la batalla con su túnica, simplemente
como su tela ahí volando por todos lados en un combate mano a mano por la vida y la
muerte. Él se habría vuelto alguien muy vulnerable, él habría sido jalado fácilmente o su
ropa se habría metido en su camino y habría hecho que esto llevara a su propia muerte. Y
entonces él se habría colocado un cinto y habría hecho que toda la ropa estuviera justa,
para que no estuviera suelta, sino que estuviera pegada a su cuerpo y el Apóstol dice: “Ese
es el cinto de la veracidad o la sinceridad.” ¿Realmente es compromiso de lo que está
hablando? Él está hablando de disciplina personal, él está hablando de la persona que va a
la batalla, que toma en serio la batalla, que haga que todos los cabos sueltos de su vida
estén justos, que no tome a la ligera esto. Digo, si usted va a hacer lo que necesita ser
hecho, realmente creo en este asunto de la disciplina personal que nosotros como
cristianos necesitamos amarrar los cabos sueltos de nuestra vida. Necesitamos comenzar
a decir: “Aquí está el camino estrecho, aquí está el camino por el que Dios quiere que
caminemos, y por aquí caminaremos.” Y no es fácil, porque a lo largo del camino hay
voces que nos están llamando a desviarnos, y si amamos el placer más de lo que amamos
a Dios, si amamos la satisfacción personal más de lo que amamos a Dios en cualquier
punto del proceso, entonces nos vamos a salir del camino y no habremos ejercido
disciplina personal y entraremos en el pecado.
Entonces usted vea al Apóstol diciendo: “Esto es una guerra y más vale que lo tome en
serio, más vale que jale su túnica, más vale que la mantenga justa en un acto de verdadero
compromiso con la victoria.” Y después él pasa a hablar de la coraza de justicia. Un
soldado romano usaba una placa sobre su pecho para proteger sus órganos vitales, y
obviamente si no tenía esto, él era tremendamente vulnerable a una flecha que pudiera
entrar a su pecho, a un cuchillo que pudiera ser metido en él de manera fatal. Él creía que
su armadura, y la armadura es justicia o santidad, hacer lo que es correcto, disciplina
personal a la Ley de Dios o de lo contario somos vulnerables. Estamos en una carrera para
ganar y tenemos que disciplinarnos para ganar y tenemos que vivir una vida que es vivir
en obediencia a la voluntad de Dios, en un asunto de pureza.
Eso es a lo que Pablo nos está llamando, él lo dice de otra manera en segundo de Corintios
7:1, él dice: “Teniendo pues, estas promesas es como si estuviera diciendo, ‘Dios les ha
dado tanto, amados’.” Dios les ha tanto que ustedes como mis hijos e hijas dice el Señor
Dios todopoderoso en el capítulo 6, versículo 18, digo, todo lo que es nuestro en ser hijos
e hijas de Dios, viendo que tenemos todas estas cosas, amados, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Digo, pongámonos el cinto, pongámonos la coraza y corramos la carrera para ganar esto,
mantengamos las reglas y mantengámonos dentro de los límites, hagamos un esfuerzo de
todo corazón entero. Me entristece cuando veo a cristianos indisciplinados, me entristece
cuando veo a cristianos que tienen tantos cabos sueltos en su vida. Claro, hay una línea de
obediencia, pero siempre se salen de ella y lo entienden. No solo no están comprometidos
con ello. Pablo lo dice de otra manera al final de Filipenses, en el último capítulo. En el
capítulo 4, versículo 8. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si
hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza que, en esto pensad, escuche, su
disciplina personal es una cuestión de donde coloca su mente, en donde coloca su mente,
en donde coloca sus pensamientos porque, ¿cuál es su pensamiento en su corazón? Que,
tal es él. Y una vida pura y una vida disciplinada es alcanzada mediante una vida que está
saturada por la palabra de Dios.
Como puede ver la razón por la que le enseñamos y le damos la Palabra de Dios, es para
que esté ahí adentro y cuando usted es confrontado con la tentación, el espíritu de Dios
puede llevarlo de regreso a esa palabra que está implantada ahí. La razón por la que usted
debe leer las Escrituras y meditar en las Escrituras es para que la Palabra resida en su
corazón. Y después como David dijo: “En mi corazón he guardado tus dichos para no
pecar.” Y entonces su pensamiento debe estar controlado por la Palabra de Dios, la
Palabra de Cristo, “amor en abundancia en vosotros”, dice Colosenses 3. Entonces esa es
la fuente de disciplina personal. Después demanda un compromiso por parte de usted y
me preocupa esto. Me preocupa que en el cristianismo en nuestra época haya una falta
de disciplina. Dios no ha cambiado su estándar, Dios no ha cambiado el camino estrecho,
no ha cambiado en absoluto. La Ley de Dios no se ha abierto más de lo que se abrió
cuando originalmente Dios la dio y el estándar de obediencia es el mismo, pero los
cristianos tienden a ampliarlo para sí mismo y han creado una tolerancia artificial y hemos
escuchado a las sirenas del mundo llamándonos a salirnos del camino. Y es trágico.
Este mes, a principios de mes tuve la oportunidad de ir a Oregón, me llevé a Chris Mueller
nuestro pastor de secundaria conmigo, y fuimos a hablarles a 3000 hombres ahí en el
bosque. Tuvimos un gran tiempo, Dios bendijo el tiempo. Algunos hombres vinieron a
Cristo otros fueron alentados en la fe y también para un compromiso mayor. Maravilloso,
3 días maravillosos y Chris y yo hablamos de muchas cosas camino allá. Él me contó
algunas cosas que realmente me sorprendieron al trabajar con jóvenes de secundaria, que
nos podrían ayudar a colocar el dedo en donde realmente estamos en nuestra sociedad
cristiana. Por ejemplo, él hizo una pequeña encuesta en nuestro campamento de
secundaria este verano. Tomó 54 jóvenes de secundaria y descubrió que 9 de los 54 nunca
habían visto una película de clasificación R, para adultos; 45 sí. Él tomó a jóvenes,
hombres de primero de secundaria y de 35 jóvenes de primero de secundaria, 25 habían
visto una película para adultos. Estos son alrededor de 12 años de edad. Veintiséis habían
estado leyendo, a un grado u otro, revistas pornográficas y 24 de esos 34, van a escuelas
cristianas. Y él me dijo cuántos de ellos en su casa tienen televisión y han visto ahí en la
televisión en su casa, en los canales de películas, toda la basura que viene con ello. Y
realmente me molestó eso, realmente me molestó. Permítame decirle algo, usted no
puede exponer a un niño de primero de secundaria a una película de adultos sin que tenga
un impacto devastador en su vida, o en la de ella. No hay manera en la que una mente de
primero de secundaria pueda digerir eso sin tener respuestas negativas. Usted no puede
ver a personas desnudas de más de 6 metros de altura sin recordar esas imágenes. Y si
usted cree que puede, usted tiene metida su cabeza en la arena tanto y si cree que su
joven de secundaria puede enfrentar eso, usted está mal, necesita ayuda. Si usted le
permite a su joven de secundaria que vaya a una película para adultos, usted está
contribuyendo a su pecado, usted está metiendo en sus mentes cosas que no pueden
digerir, usted les está permitiendo sentarse en casa y ver suciedad en la televisión.
No le sorprenda después si no tienen interés en las cosas de Dios, y no diga: “Bueno, lo
llevamos a la iglesia todo el tiempo.” Es devastador. Permítame decirle otra cosa, si usted
va a una película para adultos, usted está contribuyendo a su propia pecaminosidad, dice
usted: “Bueno, es arte.” No, no es arte, es basura. Simplemente basura. Dice usted:
“Bueno, tiene cierto valor social.” Digo, es un comentario acerca de nuestra cultura, claro,
¿usted no cree que va a ser promovido de esa manera? ¿De qué otra manera usted puede
atraer a personas buenas, morales y contribuir a la destrucción de su pensamiento? Digo,
¿no hay lugar en la vida de un cristiano para las groserías que inclusive salen de una
película para todo público, mucho menos la desnudez que sale de esas cosas sucias que
llaman películas para adultos? Y si usted va, ¿sabe por qué va? Usted va porque ha sido
aspirado de tal manera por el mundo que usted es una víctima, no solo de lo que usted ve
cuando se sienta ahí, sino que usted es una víctima de su técnica de publicidad que lo
llevó a usted para comenzar.
Y hablo de una manera fuerte en esto porque tengo una convicción tan fuerte en mi
corazón que usted no puede esperar. Cultivar un pensamiento piadoso en personas que
están viendo imágenes enormes e imágenes incesantes de basura o que están siendo
promovidas a través de esas revistas, putrefactas, sucias. Usted no lo puede hacer, no
podemos pelear con eso. Y padre, usted necesita establecer un ejemplo. Dice usted:
“Bueno, nunca voy a dejar que los míos vayan, los voy a llevar.” Dios lo ayude si usted
hace eso. Dice: “Bueno, no sé lo que él hace.” Eso es peor que todo. Más vale que sepa
porque esa pequeña vida es una administración que Dios le ha dado a usted y Jesús le dio
a usted esa pequeña vida. Y si usted está permitiendo que su hijo esté expuesto a esa
basura, usted va a rendir cuentas por eso. Digo, 45 de 54 niños, jóvenes de secundaria,
han estado en una película de adultos. Es sorprendente.
Dice: “Bueno, no puedo evitar lo que mi hijo hace.” O más vale que lo evite, y más vale
que usted nunca vaya a una de esas cosas, más vale que usted nunca vaya a una de esas
supuestamente buenas, donde hay groserías. Lo único que hace es que simplemente
continuar rebajando, simplemente ataca el estándar, ataca el estándar, ataca el estándar,
ataca. Y lo mismo con la música, simplemente continua atacando, atacando hasta que
finalmente nuestro compromiso rígido con la pureza es devastado y está sucediendo de
manera subliminal. No me voy a exponer a eso porque quiero aferrarme a la perspectiva
de Dios de las cosas no del mundo. Y hay un sentido en el que usted tiene que aislarse a sí
mismo. Dice usted: “Bueno, no sabes lo que está pasando.” Es correcto y no me importa.
No tengo idea de lo que está pasando, nunca he estado en una película de adultos y nunca
y nunca pretendo ir a una, y ni siquiera estoy interesado en ir a ver una película para todo
público, ni nada más. Digo, para mí o es caricaturas o me olvido de todo, ¿me entiende?
No estoy interesado en exponer mi mente a la basura del mundo. ¿Por qué voy a hacer
eso?
Entristece mi corazón pensar que los niños pequeños digo, eso no ayuda a un adolescente.
Eso no ayuda a un joven adolescente al tratar de enfrentar las luchas de la vida y
desarrollar ideas sexuales e identidad, exponerlos a ese tipo de cosas. Y no estoy hablando
de algún legalismo, estoy hablando de pecados, simplemente pecado horrendo. Digo:
¿qué más podría hacer el mundo el mundo que desfilar frente a los jóvenes suciedad? Y lo
están haciendo en este momento, lo están haciendo de la manera en la que pueden. Este
es un momento, amados, parar vivir de manera disciplinada. Este es un momento para
vivir una vida disciplinada, este es un momento para dejar de ser una víctima, dejar de
desviarse del camino por el que vamos. De dejar de escuchar las sirenas que están
gritando: “Ven aquí, ven aquí. Te vamos a hacer feliz, te vamos a dar placer.” No hay lugar
para eso.
Y le voy a decir algo, si usted va a esas cosas, entonces no me importa con qué frecuencia
este en la iglesia. Usted todavía no ha entregado de manera plena, su vida al compromiso
al que Dios lo llama. No lo ha hecho. En ese momento usted se ha abandonado a si mismo
del camino disciplinado de la obediencia y si usted está rechazando esto en su pequeña
mente, eso me muestra que usted está en la batalla y que está perdiendo, está perdiendo.
Y ni siquiera es cuestión de que tan malo es porque supuestamente debemos pensar, no
en las cosas que están mal, sino en las cosas que son, ¿qué? Buenas.
Bueno, permítame llevarlo a una segunda actitud que quiero tocar en esta mañana, esta
es la actitud de rendición de cuentas, rendición de cuentas. Y simplemente quiero regresar
a lo elemental en esta, es necesario que le enseñemos a la iglesia que tiene que existir en
rendición de cuentas. En otras palabras, todos rendimos cuentas unos a otros. Esto es, nos
debemos preocupar unos por otros. No por el color de la alfombra, ni por el tapiz o como
este programa va o ese programa va o si nos gusta esto o aquello. Nos debemos
preocupar unos por otros. Vaya a Mateo 7 por un momento. Permítame ver si puedo
refrescar su mente acerca de lo que es la rendición de cuentas. En Mateo 7 simplemente
quiero mencionar dos versículos, versículos 3 y 4 dice: “¿Y por qué ves la paja o el palillo
por así decirlo, que está en el ojo de tu hermano? ¿Estas preocupado por esto, este palillo
en el ojo de tu hermano?” ¿A qué se refiere eso? Bueno, es algún pecado, alguna falla,
algo que está mal y debes estar preocupado. Pero dice: “¿Por qué estas preocupado por
eso y no estas preocupado por esa viga enorme en tu propio ojo?” Versículo 4. O como le
dirás a tu hermano, permíteme sacar el palillo de tu ojo y aquí tiene una viga en tu propio
ojo. Digo, hay una hipérbola aquí, esto es ridículo. Si estuviera en una caricatura nos
reiríamos, es torpe. Pero lo que está diciendo es: “Mira, ¿cómo puedes hacer lo que
necesitas hacer por tu hermano si tu vida no está en orden?”
Ahora esto nos apunta algo muy importante, tenemos una responsabilidad unos a otros,
de cuidar de esas cosas que están en el ojo unos de otros. Tenemos una responsabilidad
de enfrentar el pecado unos en otros. Pero antes de que podamos hacer eso, ¿qué
tenemos que hacer? Enfrentar nuestro propio pecado. Ahora, yo creo que la rendición de
cuentas en la iglesia es algo muy importante. Yo creo que todos debemos cuidar unos de
otros, pero antes de que yo pueda cuidarlo a usted, yo tengo que limpiar mi vida. Y
entonces la rendición de cuentas tiene un efecto inverso. Cuando yo me doy cuenta de
que mi responsabilidad consiste en cuidar de usted, entonces voy a asegurarme de que mi
vida está bien. Ahora, permítame expresarlo de manera práctica, ¿Usted conoce a alguien
que no viene ya a la iglesia? Piense por un rato y probablemente conoce a alguien. ¿Usted
conoce a alguien que vino aquí por un tiempo y ya no viene? Tiene la responsabilidad de
acercarse a esa persona y decirle: “Mira, estas dejando de congregarte, necesitas estar
con el pueblo de Dios, necesitas estar menos comprometido con producir dinero, la
maldición de hacer tesoros en la tierra y más comprometido con estar comprometido con
estar con el pueblo de Dios.” Dice usted: “Bueno, ¿quién soy yo para hacer eso? Tengo
problemas en mi propia vida.” Ese es el punto, limpie su vida, saque la viga de su propio
ojo y entonces vaya y haga eso. Esa es la razón por la que digo que la rendición de cuentas
es una realidad en la que usted purifica su propia vida, ¿se da cuenta? Conforme me
preocupo por otras personas, yo como resultado tengo que estar preocupado conmigo
mismo, porque no puedo enfrentarlo a usted hasta que haya enfrentado mi vida.
Gálatas 6 dice: “Mira, si un hermano es sorprendido en alguna falta, ustedes, qué los que
son espirituales, restauradle.” Entonces si él está en un estado de desobediencia se va a
necesitar a alguien que está caminando en obediencia para ayudarle. Entonces antes de
que usted pueda ayudarle tiene que ayudarse a sí mismo. Mientras que usted tenga
personas en relaciones de rendición de cuentas mutuas, esto tiene un efecto auto
purificador. Muéstreme usted una iglesia en donde la gente no se le enseñe a cuidar de
que otros caigan en pecado, en donde no se les enseñe a restaurar a otros, y le voy a
enseñar una iglesia en donde la gente tampoco está expuesta a su propio pecado y
pueden esconderlo y cubrirlo con mayor facilidad. Debe haber una rendición de cuentas y
cuando yo le rindo cuentas a usted, yo me rindo cuentas a mí mismo y esto es tan, tan
importante, esto es necesario.
Ahora vayamos a Mateo 18 y veamos como esto funciona. Si me he quitado la viga de mi
propio ojo, ¿qué debo hacer con usted cuando usted cae en pecado? Muy bien, versículo
15 de Mateo 18. ¿Usted recuerda que lo estudiamos hace algunos meses atrás? Dice: “Si
tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tu y el solos.” Entonces si él peca,
usted va con él. Así lo hace. Una iglesia debe tener ese tipo de rendición de cuentas, digo,
si usted conoce a alguien, por ejemplo, que tiene un negocio y sabe que no están
haciendo algo que es correcto, no están tratando bien a sus empleados, no están tratando
bien a sus socios, están siendo deshonestos en su negocio, tiene la obligación delante de
Dios como su hijo, de ir con esa persona, quien es Cristiana, y decirle: “Estas en pecado”. Y
lo hace amorosamente. No puede decir: “No puedo hacer eso, tengo mis pecados”,
entonces más vale que enderece sus problemas. Dice usted: “Bueno eso va a tomar
mucho tiempo”. No, siempre cuando sea una oración de confesión. Y con un corazón puro
y un espíritu amoroso, usted va con ese individuo y confronta ese pecado. Si usted conoce
alguien que no está bien, que no está siendo fiel a su cónyuge en el matrimonio o padres
que no están siendo fieles con sus hijos, haciendo lo que debieran, o hijos que no están
haciendo lo que debieran hacer con sus padres, si usted conoce alguien que está fuera de
línea en cual manera en la iglesia, su responsabilidad consiste en ir en amor a esa persona,
y como puede ver, eso es algo que lo purifica también a usted. Lo que eso hace es que me
purifica antes de que pueda ir. En segundo lugar, si todos comenzamos a hacer eso,
entonces todo el mundo va a ver su vida y va decir, “Hombre, me tengo que asegurar de
que mi vida este bien”. La iglesia realmente debe tener rendición de cuentas. Así debe ser.
No importa quien sea. Digo, en Gálatas, capitulo 2, Pablo fue con Pedro y lo resistió cara a
cara. Dice en el versículo 11 al 14: “Porque era de ser reprendido. Y lo confronté en
público, realmente digo en público porque está en la Biblia y todo el mundo lo sabía.
Nadie está exento. Pero los ancianos o aquellos que realmente están en una posición
elevada son reprendidos ante otros para que los otros teman.”
Digo, recibí una carta esta semana, alguien quien me señaló algo en mi propia vida, un
acto irresponsable en mi propia vida, algo que debería haber hecho y no lo hice, y me lo
señaló. Y les escribí y les pedí perdón y les agradecí por señalármelo. Como puede ver, yo
quiero saber eso tanto como usted quiere saberlo, pero si usted no me lo dice, entonces
no me ayuda. Porque sigo cometiendo los mismos errores, sigo fallando, sigo cayendo en
la misma trampa, una y otra vez, hasta que usted me confronte con eso. La iglesia debe
tener ese tipo de rendición de cuentas y estoy hablando de rendición de cuentas en este
nivel, donde realmente importa. A nivel de pureza. Marido, usted tiene que ayudarla a su
esposa; esposa, usted tiene que ayudarle a su marido. No está bien que usted tolere su
pecaminosidad. De manera amorosa, deben ser confrontados de manera amorosa, y
usted debe ir. ¿Qué si no escuchan? Bueno, el versículo 16 dice: “Tomen dos personas con
usted, una o dos personas, y si todavía no contestan, entonces dígale a toda la iglesia.” ¿Y
que sucede cuando le dice a toda la iglesia? La iglesia entera los busca.
La última comunión mencionamos tres nombres de personas que han caído en pecado, y
le dijimos a la iglesia entera. Me pregunto cuántos de nosotros hemos ido o hemos escrito
una carta o tarjeta, quizás hemos llamado a la oficina de la iglesia y hemos conseguido la
dirección para que podamos mandarle una palabra, de la Palabra del Señor, para
animarlos, para que salgan de ese pecado. Esa es nuestra responsabilidad, rendición de
cuentas, y mantiene a la iglesia pura. Es algo que lleva a purificarnos unos a otros. Me
acuerdo cuando estuvimos aquí por primera vez comprometidos con hacer esto, cuando
llegamos a Grace Church, y dos pastores me dijeron: “Vas a destrozar el lugar,
MacArthur”. “Este es mi primer pastorado.” “Correcto.” Y dijeron: “No sabes lo que estás
haciendo. No puede ser una iglesia y hacer eso, que todo el mundo esté buscando el
pecado del resto de la gente. No puedes hacer eso. Lo vas a destrozar.” Yo dije: “Bueno,
volvamos a hacer porque la Biblia lo dice y después dejaremos que Dios decida lo que le
pasa. Mi trabajo no es tratar de construir la iglesia. Cristo dijo que Él edificaría la iglesia, yo
no voy a competir con Él, ese no es me trabajo. Mi trabajo es tratar de hacer lo que pueda
hacer para asegurarme de que la gente en la iglesia entienda lo que la Palabra de Dios dice
y la viva. Después veremos adonde lleva Dios a la iglesia.”
Y en esos primeros años tuve una maravillosa ilustración, tuve una esposa me llamó y me
dijo: “Mi esposo me acaba de dejar, se acaba de ir con otra mujer”. Yo dije: “¿Conoces el
nombre de la mujer?” “Si, está por aquí. Va a vivir con ella en este momento. Dejó a su
hogar y a sus hijos”. Le dije: “¿Cuál es el nombre de la mujer?” Me dijo el nombre y
entonces fui al directorio telefónico, busque el nombre, encontré el número telefónico,
llame y él respondió el teléfono. Yo le dije: “Habla John aquí en la iglesia” y fue un shock,
digo, realmente le sorprendió. Y le dije, le dije que lo estaba llamando en el nombre de
Cristo, usted sabe, llamándolo a la obediencia, a que se salía de ese lugar antes de que
cometería un pecado en contra del Señor y su esposa y su iglesia y se fuera a casa. Y poco
tiempo después él dijo que se iría. Y su esposa me llamó y dijo que él estaba ahí y el
siguiente domingo cuando él me vio, me abrazó y me dijo: “Gracias, no querría estar ahí.
Fui tentado, pensé que a nadie le importaba.”
Como puede ver, no lo aisló en absoluto sino que lo trajo de regreso porque eso es lo que
necesitábamos. Como puede ver por un cristiano, eso no es lo que queremos hacer,
¿verdad? “Las cosas que quiero hacer”, dice Pablo, “no las hago. Las cosas que no quiero
hacer, las hago. Es la carne.” Entonces la rendición de cuentas no es invadir la
personalidad privada de alguien. Es ayudarlos en su batalla con su propia pecaminosidad,
¿se da cuenta? Debemos estar preocupados con la rendición de cuentas, esa es la razón
por la que venimos a la mesa del Señor, como usted sabe, para corregir nuestras vidas,
para sacar las vigas de nuestros ojos, para que podamos ayudar a otras personas, para que
podamos restaurar a otros en amor, para que podamos estimularnos unos a otros al amor
y a las buenas obras. Se reduce a los unos a otros de las Escrituras; digo, debemos
exhortarnos unos a otros, reprendernos unos a otros, orar unos por otros, amar unos por
otros, enseñarnos unos a otros, edificarnos, amonestarnos, todos los unos a otros, están
por todos lados. Orar unos por otros, esa es la vida de la iglesia. Eso es lo que fluye en la
vida de la iglesia.
Uno final, muy breve. Usted no puede enfrentar esto sin el siguiente: y eso es perdón. La
iglesia no puede sobrevivir a menos de que haya perdón. Esa es otra actitud necesaria,
porque somos humanos y fallamos. Digo, así es. Yo fallo y todo el mundo falla y vamos a
fallar, pero si usted no puede perdonar y no puede perdonar particularmente el que le
falla a usted o peca contra usted, entonces tiene un cáncer en usted y hay un cáncer en el
cuerpo de Cristo. En Mateo, regrese al 6 por un momento, y voy a refrescarle la memoria
con la oración de los discípulos, versículo 12: “y perdónanos nuestras deudas. Y todo
pecado es una deuda que le debemos a Dios, que solo puede ser pagada por el sacrifico
perfecto de Cristo. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a
nuestros deudores.” En otras palabras, perdónanos como también nosotros perdonamos
a otros. Porque si vosotros les perdonáis a los hombres vuestras ofensas, vuestro Padre
Celestial también nos perdonará. Pero si no les perdonáis a los hombres sus ofensas,
tampoco vuestro padre os perdonará vuestras ofensas. En otras palabras, si usted no
perdona, él no va a perdonar.
Ahora esto no está hablando de perdón redentor eterno, esto está hablando de perdón
temporal paternal, el perdón redentor eterno es nuestro en Cristo. Pero ese perdón
paternal temporal para el aquí y el ahora, ese tipo de perdón que mantiene limpias las
líneas de la comunión, abiertas y puras y benditas, solo viene a nosotros sí perdonamos a
otros. Entonces si usted no perdona a alguien, no me importa lo que le hayan hecho a
usted, si usted no los perdona entonces tiene un cáncer en usted. Y yo creo que un
corazón no perdonador es la razón por la que hay tanta tragedia, de hecho yo creo que el
cuerpo se contagia de las enfermedades del alma y hay muchas personas que pueden
estar muertas, quizás muertas de hecho o que tengan un cáncer real porque tuvieron un
espíritu no perdonador. No estoy actuando o hablando en términos clínicos, simplemente
sé que el cuerpo se contagia de las enfermedades de la mente y la culpabilidad es la
enfermedad más severa de todas. Y un corazón no perdonador produce sentimientos
amargos, amargos, amargos y también culpabilidad.
Entonces si usted quiere ser perdonado diariamente por el Señor para conocer la
comunión clara, limpia, pura, dulce, que quiere que tengamos en esta vida, va a ser
porque usted también perdonó a otros. Y hombre, ¿quién es usted para no perdonar,
verdad? ¿Quién es usted para no perdonar? Se acuerda usted de la parábola en Mateo 18
del hombre que debía 10000 talentos y él vino y dijo: “No los tengo, no tengo nada que
pagar”, y el hombre dijo: “Te perdono todo.” Y después salió y encontró un hombre que le
debía 18 dólares y lo estranguló y lo aventó a la cárcel y dijo: “Quédate ahí hasta que me
pagues.” Y el Señor estaba diciendo: “¿quién eres tú, a quién se te ha perdonado una
deuda inestimable, imposible de pagar y no vas a perdona a alguien más 18 dólares?”
En Efesios 4:32: “Antes bien sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonadnos
unos a otros así como Dios os ha perdonado en Cristo.” Escuche, debemos perdonar
porque se nos ha perdonado. Se nos ha perdonado tanto, ¿podemos perdonar tan poco?
O la iglesia necesita estar llena de personas perdonadoras, porque vamos a fallar,
realmente vamos a fallar. Digo, yo voy a hacer cosas que puedan irritar a personas y otras
personas van a hacer cosas que van a irritar a otros. Va a tener un problema quizás con
alguien en la iglesia o algo, pero si usted puede perdonar usted está libre de eso. Usted
está libre de la esclavitud, de esa amargura y está libre para ser perdonado y conocer la
bendición de Dios. Pero si usted alberga un corazón no perdonador, usted tiene amargura.
¿Quién necesita eso? El perdón es algo tan hermoso. Entonces disciplina personal en mi
vida, rendición de cuentas con otros y cuando pecan quiero estar ahí para levantarlos y
también quiero perdonarlos. Inclusive si han pecado contra mí, aun contra mí. Y cuando
usted tiene una iglesia que no perdona, usted tiene problemas terribles, problemas
terribles.
Por cierto, solo la gente humilde perdona, ¿se acuerda de eso? Solo la gente humilde que
no es tan orgullosa como para decir: “Hombre, me hiciste eso, nadie me hace eso a mí.”
Pero personas que se humillan y dicen: “Hombre, tú eres más importante que yo, de
cualquier manera yo quiero amarte en el amor del perdón.” Pues no hay más para la
próxima vez.
Oremos. Padre, te damos gracia por lo que hemos aprendido acerca de las actitudes que
quieres en Tu iglesia, obediencia, humildad, amor, unidad, servicio, gozo, paz, gratitud,
disciplina personal, rendición de cuentas, perdón. Cosas hermosas que esta iglesia se ha
caracterizada por estas cosas. Es un lugar tan maravilloso, personas tan maravillosas,
vemos estas cosas en ellos. Gracias, Señor, por el perdón dulce que todos hemos
disfrutado en esta congregación. Por la rendición de cuentas maravillosa que se manifiesta
de una manera tan maravillosa. Y la disciplina personal que vemos en tantas vidas.
Gracias, Padre, por su ejemplo, su patrón. Pero, Padre, simplemente recuérdanos estas
cosas y la necesidad de continuar siendo fieles. Y por aquellos que quizás han visto todo
esto como un deporte de espectadores, que compras un boleto y ves lo que pasa, Señor,
aléjalos de eso. Que conozcan que estas son actitudes que Tú deseas, actitudes correctas
fluyendo en medio de la congregación. Y que el espíritu de Dios sea liberado para cumplir
el propósito Santo del Salvador para su pueblo redimido. Para que ninguno de nosotros
exista en la orilla, sino que esté en el centro, conforme Tú edificas Tu iglesia para Tu gloria.
Tan solo por un momento, si es tan amable, mantenga su cabeza inclinada antes de que
cerremos y permítame tan solo decir que este sería un tiempo apropiado para que todos
nosotros hagamos una oración de compromiso real con el Señor. Un tiempo para decirle:
“Padre, deseo disciplinar mi vida. Hago un pacto Contigo en este momento para ser
obediente. A pensar en cosas que son puras, a caminar por el camino estrecho y vivir una
vida de disciplina personal, pura. A entrar en el área de la rendición de cuentas y ministrar
y ser objeto del ministerio de otros. A ser un perdonador.” ¿Puede hacer ese pacto con
Dios en su corazón?
Usted ha escuchado a John Mac Arthur, maestro Bíblico de Gracia a Vosotros. Para más
información y acceso gratuito a todos los mensajes de John, así como una lista de libros
incluyendo La Biblia de estudio, visite la página web en gracia.org. Gracia a Vosotros y el
Pastor John Mac Arthur se reservan toda protección y el derecho de autor bajo la ley que
esté vigente. La información de derechos de autor está disponible en gracia.org, que
incluye instrucciones para limitar la duplicación de este archivo digital. Gracia a Vosotros
es una organización sin fines de lucro, dedicada a desarrollar recursos desde las
enseñanzas del Pastor John Mac Arthur, las cuales ofrecen la verdad de las Escrituras. Por
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Los sistemas internos, 4ª Parte


Escritura: Escrituras Seleccionadas

Código: 2028
John MacArthur
Una de las presentaciones más poderosas y maravillosas del cordero digno del Hijo de
Dios es dado en Apocalipsis, capítulo 1. Y al llegar al estudio de la Palabra de Dios en esta
mañana, me gustaría invitarlo a que abra su Biblia en Apocalipsis, capitulo 1, y quiero
compartir con ustedes la primera visión del Señor Jesucristo dada en esta gran revelación.
Comenzando en Apocalipsis, capitulo 1, versículo 9, leemos: “Yo, Juan, vuestro hermano y
coparticipe vuestro en la tribulación, en el Reino y en la paciencia de Jesucristo. Estaba en
la isla llamada Patmos por causa de la Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Yo
estaba en el espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta
que decía, ‘yo soy el alfa y el omega, el primero y el último, escribe en un libro lo que ves y
envíelo a las siete iglesias que están en Asia, a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis,
Filadelfia, y la Odisea. Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo y vuelto, vi siete
candeleros de oro. Y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del
Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un
cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve. Sus
ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un
horno, y su voz como estruendo de muchas aguas. Tened en su diestra siete estrellas, de
su boca salía una espada aguda de dos filos y su rostro era como el sol cuando
resplandece en su fuerza.” Juan tiene una visión increíble y lo que él ve no es a ningún
otro que al Señor Jesucristo, el alfa y la omega. Y el ve a Cristo en esta visión, moviéndose
entre siete candeleros de oro. Representan a las siete iglesias en el versículo 11. Las siete
estrellas en su mano, según el versículo 20, son los siete ministros de esas iglesias.
Entonces, ¿qué es lo que usted ve aquí? Usted ve a Cristo moviéndose entre Sus iglesias. Y
las siete iglesias de Asia Menor, enlistadas aquí, a quienes escriben cartas en los capítulos
2 y 3, representan a todo tipo de iglesias a lo largo de toda la historia de la iglesia. Y aquí
usted tiene un retrato del Señor moviéndose entre Sus iglesias, moviéndose entre Su
pueblo, cuidando de la iglesia que Él compró con Su propia sangre preciada. Y eso no ha
cambiado. Yo creo que el Señor esta tan vivo y activo en Su iglesia en la actualidad como
lo estuvo en ese entonces. Y la visión que Juan tuvo no es solo una visión para ese lugar y
ese entonces, sino una visión para todo el tiempo de la iglesia. Que Cristo siempre está
vivo y moviéndose en Su iglesia, y notaran el versículo 13 que Él esta vestido con una ropa
que le llega hasta los pies, ceñido con un cinto de oro. Si usted ve de cerca eso, encontrara
que ese podría ser el atuendo de un profeta, podría ser la vestimenta de un sacerdote,
podría ser la vestimenta de un rey, y ¿no es apropiado que Él, de hecho, es rey, profeta y
sacerdote, moviéndose en Su iglesia como el soberano, moviendo en Su iglesia como el
que habla por parte de Dios y quien lleva al pueblo a Dios?
En el versículo 14 vemos que su cabeza y cabellos son blancos como la lana, blancos como
la nieve, indicando su santidad absoluta y pura. Y entonces el Hijo Santo de Dios, el
sacerdote, rey, profeta perfecto se mueve en Su iglesia. Y conforme Él se mueve en Su
iglesia, dice en versículo 14: “Sus ojos son como llama de fuego.” Esa es una mirada
penetrante, conforme Él se mueve en la iglesia, sus ojos están escudriñando sus fortalezas
y debilidades. Sus ojos están penetrando detrás de lo que parece verse en la superficie
afirmando aquello que realmente está sucediendo. Oh, que cosa tan maravillosa es saber
que Cristo está vivo en Su iglesia, que esta no es nuestra obra, en Su obra, que no está
determinada por nuestra inteligencia, o somos dejados a nuestra inteligencia para tratar
de entender lo que se hace, para saber si está bien o lo que debe ser hecho, sino que
Cristo está vivo en Su iglesia, y el escudriña con una mirada penetrante y Sus pies,
semejantes al bronce bruñido refulgente como en un horno y Su voz como estruendo de
muchas aguas. Y estos son los pies de juicio, la voz de juicio. Cuando Él encuentra en la
iglesia aquello que le desagrada, Él viene en juicio. Él le habla en juicio a esa iglesia.
Dice usted: “¿Por qué está leyendo esto?” Porque creo que es un buen lugar en donde
comenzar el día de hoy para recordar esto, que somos la iglesia que Cristo está edificando,
¿verdad? Somos el candelero que Cristo está cuidando. Somos la luz, por así decirlo, que
Cristo está avivando. Y lo hace con una mirada penetrante, y Él busca encontrar en
nosotros aquello que no está bien y traer en contra de eso de relámpago, el trueno de Su
propia voz, la fortaleza de Su propio juicio que disciplina, porque Él busca refinarnos. Y si
resistimos el proceso de refinamiento, entonces Él va a quitar Su bendición, y uno de los
pasajes mezclados en todas las Escrituras es Apocalipsis 2 y 3, en donde usted encuentra
algunas iglesias que son felicitadas, reconocidas, pero la mayoría de ellas son condenadas,
porque el Señor no encontró ahí lo que buscaba encontrar. Grace Church está, en un
sentido, en Apocalipsis 1. Y Cristo se mueve en Su iglesia y yo creo que Él reconoce y
condena, yo creo que el escudriña y bendice. Yo creo que Él escudriña y disciplina.
Conforme Él descubre cosas que son confirme a Su voluntad y cosas que no lo son, y
entonces es mi oración que conforme estoy en estos días compartiendo con ustedes los
pensamientos de mi propio corazón, y simplemente estoy compartiendo mi corazón, pero
realmente creo que conforme estoy haciendo esto, estoy en un lugar en donde Cristo
estaría de pie. Estoy en nombre de Él hablándole lo que Sus ojos que escudriñan querrían
ver. Y algunas veces ve y otras veces no ve.
Ahora, no estoy viviendo en una ilusión que soy un profeta ungido de Dios, distinto de
cualquier otro, simplemente creo que el espíritu de Dios nos ha llevado a este momento
en nuestra iglesia y al Espíritu de Dios nos ha motivado a estudiar esta serie en particular.
Cuando comencé a hablar acerca de una anatomía de una iglesia hace cinco semanas
atrás, realmente no sabía porque lo estaba haciendo, simplemente me sentí motivado a
hacerlo. Peor que eso, no tenía idea de lo que iba a decir. Escribí un pequeño bosquejo y
todavía estoy trabajando a partir de ese bosquejo y pidiéndole al Espíritu de Dios que me
capacite, por así decirlo, para hacer el instrumento de Cristo conforme la iglesia es
examinada para tratar de ayudarnos a ver qué es lo que Él ve.
Y ustedes han respondido tan bien, que sé que es del espíritu. Sé que es de Dios de lo que
hemos hablado. Lo ha visto en su respuesta. He recibido más correo motivado por los
últimos sermones que cualquier otro que jamás he predicado. Y creo que el correo se
extiende en el espectro. Recibí dos cartas que me vienen a la mente más que ayer, quizás
cinco o más, pero dos de ellas me parecieron interesantes. Una de ellas decía: “Me
encantaría que esta fuera una iglesia de gente de color para que pudiera ponerme de pie y
gritar ‘Predícalo, hermano, predícalo’.” Y eso está bien. Ustedes saben, he estado en
iglesias de color donde se ponen de pie y gritan: “Toca tu trompeta”, y usted sabe, digo
eso significa que usted se emociona y su usted ya no está emocionado para comenzar.
Digo, desde ese tipo de respuesta, también vi una carta ayer de una persona querida que
dijo: “Estoy avergonzado, estoy avergonzado, estoy avergonzado y estoy avergonzado.” Y
firmada por un arrepentido. Habiendo enfrentado la realidad de quedarme corto de lo
que Dios quería que Su iglesia fuera, no sé dónde usted está en la fila de pie, gritando,
‘Predícalo, hermano’, sintiéndose bastante avergonzado, pero he visto a Dios tocar
nuestros corazones y el mío también, a través de esto.
Y entonces quiero regresar esta mañana nuestros pensamientos acerca de la anatomía de
una iglesia, y dejar que Cristo penetre en nuestra iglesia un poco más, con mayor
profundidad, y nos revele cosas que necesitamos ver. Ahora, ya hemos hablado del
esqueleto, hemos hablado que nosotros como un cuerpo, si estamos usando la analogía
de un cuerpo— y somos como un cuerpo. Tenemos que tener un esqueleto, y hablamos
de esas cosas esqueletales: un alto concepto de Dios, la prioridad absoluta de las
Escrituras, claridad doctrinal, santidad personal y la idea de autoridad espiritual. Y después
entramos a los sistemas internos, el fluyo de principios de vida. Como en un cuerpo, el
cuerpo depende para su vida de que fluya en él esos sistemas. Entonces dependemos de
ciertas actitudes espirituales. Y esas actitudes deben fluir por el cuerpo, y le he estado
presentando las actitudes que son más críticas. Hemos hablado de obediencia, la cual me
parece que es la actitud más importante de manera suprema. La actitud de humildad, de
amor, de unidad, de servicio, gozo, paz, gratitud, disciplina personal, rendición de cuentas.
Y creo que la última vez terminamos con perdón.
Ahora todas estas actitudes deben ser cultivadas en el pueblo de Dios y cuando el Señor
se mueve en su iglesia, yo creo que esas son las cosas que él busca. Ver una congregación
que tiene una actitud de amor, una actitud de paz, una actitud de disciplina, una actitud
de obediencia, de servicio, de gozo, de gratitud, de paz, todas esas cosas. Escudriñando
más allá de lo exterior para ver qué hay en el corazón, porque el Señor escudriña el
corazón. Y ya hemos hablado de 11 y le voy a dar las cinco que quedan en esta mañana y
quiero concluir con ellas en esta mañana, entonces voy a tratar de cubrir esas cinco.
Número dos en mi lista, no que eso importa, es dependencia. Dependencia. Si usted
quisiera expresarlo en términos negativos seria la actitud de insuficiencia o el sentido de
que usted no es suficiente y entonces en usted hay una dependencia básica. Y esto no es
fácil para gente capaz, no es fácil para iglesias eficaces, bendecidas por Dios, como la
nuestra. Como puede ver nuestra iglesia, en cierta manera, es como una maquinaria que
está bien aceitada, en un sentido. Digo, la maquinaria se mueve, las cosas se hacen,
tenemos a gente competente, tenemos a gente que trabaja duro, tenemos a gente
creativa. Hemos pasado por un desarrollo de programas que dice: “hombre, lo estamos
haciendo”, ¿se da cuenta? Y podemos llegar al punto en donde perdemos el sentido de
insuficiencia. Perdemos el sentido de dependencia porque hemos entendido como
hacerlo y lo que usted realmente haciendo si no es cuidadoso, es eliminar a Dios. Y usted
llega al punto en su ministerio en donde, debido a la fortaleza de su fuerza de trabajo y su
gente creativa y el programa que ya está operando, usted simplemente le dice a Dios:
“Adiós”, y despega. Y quizás no están fácil hacer eso si usted resulta estar en un pequeño
grupo de creyentes detrás de la cortina de hierro que están viviendo diariamente, con
temor de la muerte, sin ningún recurso en absoluto. Pero para nosotros que tenemos
tanto, tanto, que hemos sido tan bendecidos por Dios como Israel en la antigüedad como
mencionamos, que hemos entrado a la tierra y hemos heredado una tierra por la que
realmente no trabajamos y hemos disfrutado de fosos que no escarbamos. Olvidamos a
Dios y simplemente estamos en una corriente de actividad y grandes ideas y esperanzas
brillantes y pensamientos desafiantes. Creo que lo q ue estoy diciendo, es que realmente
no queremos hacer nunca algo jamás que no creamos que es el propósito perfecto de Dios
para nosotros y entonces debemos mantener una actitud de dependencia, dependencia.
Y podríamos hablar de esto desde muchos ángulos diferentes, en el salmo que leí esta
mañana, el salmo 19 David dice: “Guárdame de los que me son ocultos.” Es tan fácil,
simplemente salí corriendo sin que realmente dependamos de Dios, sin escudriñar el
corazón de Dios y la mente de Dios. Podría sentarse en una junta y decidir hacer esto y
decidir hacer aquello. ¿Y dónde está la oración? ¿Y dónde está la paciencia? ¿Y dónde está
la comunión perseverante con Dios? Hasta que el corazón no solo tiene la libertad de
hacerlo sino que tiene el sentido de hacer la obra de Dios. Siempre a lo largo de todo mi
ministerio he temido que haga algo de lo que Dios no era parte, siempre me he querido
asegurar de que simplemente voy al mismo paso, en la misma dirección, con la misma
meta que Él tiene porque Cristo está edificando Su iglesia y no quiero competir con Él. Ese
es un perdedor pero podemos meternos de una manera tan fácil en pecados ocultos
presuntuosos.
Una gran idea y salimos corriendo. Me acuerdo cuando estuve en el seminario, en el
seminario Talbot, todo el mundo tenía que predicar en esos días, dos veces en la capilla.
Tenemos más alumnos ahora, no creo que todo el mundo tiene que hacerlo. Pero todo
mundo tenía que hacerlo y cuando predicábamos la facultad entera se sentaba en la
plataforma, atrás de nosotros. Y tenían unas hojas de crítica y mientras que usted estaba
predicando la estaban llenando, lo cual era un buen ejercicio para ellos, porque los
mantenía despierto durante los sermones más aburridos, creo yo. Pero se sentaban ahí y
usted oía el papel que se movía y ya habían pasado 10 minutos y el hombre ya estaba
volteando su página, usted sabía que estaba en problemas, ¿verdad?
Pero hacia su mejor esfuerzo para predicar y se me asignó segundo de Samuel, capítulo 7.
Y en segundo de Samuel, capítulo 7, nunca lo he olvidado. Digo, quería que ese sermón
estuviera tan bien trabajado cuando lo predicara, que me memoricé todo, inclusive mis
pausas, inclusive creo que hasta mi respiración la había memorizado. Realmente iba a
tener cuidado en ese y entré al capítulo y David ve su palacio y dice: “Tengo este palacio
hermoso” y ve la casa de Dios, Dios estaba viviendo en un tabernáculo en esos días. Usted
sabe, en una tienda. Y él dice: “No es apropiado que Dios more en una tienda mientras
que yo moro en este palacio enorme.” Él dice: “Voy a construirle una casa a Dios.” Es algo
digno de reconocimiento, ¿verdad? Digno de reconocimiento. Y entonces va con Natán, el
profeta y le dice: “Natán es mi deseo” y Natán le dice: “Digno de reconocimiento, ve y haz
lo que está en tu corazón David; gran idea.” Y Dios detuvo a Natán y le dijo: “Natán, ¿no
verificaste conmigo? ¿Quién te dijo que le dijeras eso? Él nunca construirá mi casa porque
él es un hombre de manos sangrientas.” Fue Salomón quien edificaría la casa. Pero
cuando Dios quitó algo, Él colocó algo en su lugar y le dio a David una promesa
maravillosa. Entonces prediqué acerca del pecado de suponer que Dios quiere que hagas
cosas, de atreverte a hacer cosas en las que Dios no está interesado.
Realmente fue una experiencia que cambio mi vida, porque ese mensaje se quedó en mi
mente a lo largo de los años. Sin embargo, una nota a pie de página fue que conforme me
iba, el doctor Fineberg me entregó su hoja de crítica, él era el director. La dobló y me sentí
tan bien por el mensaje, porque habló a mi corazón y la abrí y él no se molestó por revisar
nada, ningún punto. Él simplemente escribió en la parte de enfrente: “No entendiste el
punto del pasaje.” Ese fue un mal día, un día muy malo y una muy buena lección. Él pensó
que debía haber predicado acerca de la promesa del reino, fue una opción. Sabía que el
pasaje prometía el reino pero sentí que mi propio corazón necesitaba oír, de ser
presuntuoso. Porque yo tiendo a ser ese tipo de persona que corre rápidamente en una
nueva dirección y quizás tiene grandes ideas, una gran visión por lo que podría ser hecho,
y necesito retroceder al punto de dependencia. Percibir una insuficiencia que me motiva a
buscar el corazón y la mente de Dios. Lo único que tiene que hacer es comenzar algo por
usted mismo en lo que Dios no esté involucrado y simplemente salir en esa dirección y ver
como se cae varias veces, le ayuda a curarlo.
De lo que realmente estoy hablando es de la oración. La iglesia debe tener un espíritu de
dependencia. Yo sé que no hemos llegado al punto máximo, yo sé que no somos
perfectos, digo, caminamos, tenemos todas estas cosas y venimos aquí, esta para
nosotros listo, todos esos programas y ministerios maravillosos y tenemos la idea de que
simplemente no necesitamos depender de Dios. ¡Ya! Pero puede terminarse eso
rápidamente, debe haber una dependencia sostenida. Acompáñeme por un momento al
Juan 14, simplemente para hablar de este concepto de la dependencia desde otro ángulo.
En Juan 14, usted conoce la situación, estoy seguro. En Juan 14, el Señor se va, es el
aposento alto, el último discurso de nuestro Señor con Sus discípulos y Él les está
prometiendo todo tipo de cosas maravillosas porque realmente tienen miedo. Han
dependido de Él para todo, todo, lo han seguido por 3 años. Él les dio alimento que los
alimentó, Él pescó peces para que pudieran pagar sus impuestos. Les dijo todo lo que
necesitaban saber acerca del reino, de Dios, del hombre, del pecado, de la justicia.
Dependían de manera total de Él y ahora encima estaban afligidos, ellos estaban
sumamente afligidos porque dependían de Él en todo, lo necesitaban desesperadamente.
Digo, inclusive cuando él estaba ahí, ellos continuamente tambaleaban, ¿no es cierto? Y
entonces conocían su dependencia.
Y cuando Él les anunció que se iba, era un momento de pánico, realmente un momento de
pánico. Pero en medio de todo eso, Él les hace una promesa que es tan maravillosa. Está
en el versículo 13 y 14 de Juan 14: “Y todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, yo lo haré
para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidierais en mi nombre yo lo haré.”
Usted no puede recibir una mejor promesa que esa, ¿no es cierto? Cualquier cosa que
pidamos en Su nombre, Él lo hará. Dice usted, bueno que quiere decir entonces,
¿cualquier cosa que pidas? Bueno no, todo lo que pida usted en Su nombre. Dice usted:
“Bueno, ¿qué quiere decir eso? ¿Simplemente meter al final de tu oración ‘En el nombre
de Jesús, Amen’ y Dios lo tiene que hacer? Algunas personas creen eso. Eso no es lo que
significa. En el Antiguo Testamento Dios dijo: “Mi nombre es Yo soy el que soy.” En otras
palabras, mi nombre es todo lo que yo soy. Y el nombre de Cristo es todo lo que Él es.
Entonces cuando usted pide algo que es coherente con quien es Jesús y cuál es su obra, y
cuál es su voluntad, y cuál es su deseo, y cuál es su plan, y cuál es su propósito y Él lo hará.
No significa que usted puede pedir cualquier cosa y simplemente meter al final de su
oración esto y lo va a obtener. Significa que cuando usted pide de manera coherente con
Su voluntad y Su propósito, entonces Él lo hará.
Y entonces necesitamos aprender como creyentes, vivir en una vida de dependencia
constante la oración, la cual es: “Oh, Señor, lo que sea Tu voluntad hacer, hazlo, hazlo.” De
tal manera que no hay amargura si no recibes lo que quieres, si no se hace, si no sucede, si
dependemos de Él para activarlo y cumplirlo solo si está en línea con Su voluntad perfecta.
Y como puede ver, esta es la manera en la que el Padre es glorificado, porque entonces el
Padre está haciendo lo que el Padre quiere hacer para su propia gloria. Y después el
ministerio que está siendo cumplido, es el ministerio de Dios en el nombre del Hijo.
Y amados, eso es lo que yo quiero en esta iglesia. No quiero el ministerio de hombres
inteligentes, no quiero el ministerio de personas creativas, queremos el ministerio del
Espíritu de Dios, en el nombre del Hijo de Dios para la gloria de Dios mismo, ¿no es cierto?
Y le estoy hablando a usted simplemente desde un punto de vista general, pero necesita
ver en nuestros corazones un sentido de insuficiencia, de saber qué hacer y como mejor
hacer, lo que nos motiva la dependencia de Dios en donde en medio de nuestras
oraciones podemos clamar por aquello que Jesús quiere que se haga. Es tan importante
esto. Es el corazón de la oración de los discípulos en Mateo 6, francamente, cuando
vinieron a Jesús y le dijeron: “Enséñanos a orar” y él dijo: “Oren así: ‘Padre nuestro que
estas en los cielos, santificado sea Tu nombre.’ ” En otras palabras, glorioso sea Tu
nombre, santo sea Tu nombre, apartado sea Tu nombre, único sea Tu nombre. En otras
palabras, Señor, lo único que realmente queremos es que Tú seas glorificado, que Tu
nombre sea exaltado, por todo lo que Tú eres, y toda Tu voluntad, y todo Tu deseo, que se
haga. Después, venga Tu reino. Tú haz Tu obra a Tu manera en Tu reino. Hágase que Tu
voluntad en la tierra como en el cielo. Y entonces la oración comienza a no con danos,
danos, danos; sino; santificado sea Tu nombre, venga a Tu reino, hágase Tu voluntad, y
hasta que tengamos esa perspectiva en su lugar correcto, no tenemos el derecho de pedir
nada.
Y entonces se nos enseña, creo yo, a orar de una manera dependiente. En un sentido de
insuficiencia, que clama que Dios haga Su trabajo, Su obra, a Su manera. Y ese siempre ha
sido nuestro deseo aquí. Siempre ha sido nuestra meta. Es que Cristo este edificando Su
iglesia y que nosotros simplemente seamos parte de eso. Y me preocupo algunas veces
porque nos orientamos tanto a los programas, nos volvemos tan buenos en lo que
hacemos y avanzamos tanto en nuestros planes que la oración no tiene parte alguna,
excepto cuando enfrentamos el desastre, después del hecho. ‘Hombre, sácanos de esta,
Señor’, y probable no estaremos en esta si hubiéramos preguntado. No se usted, pero yo
no quiero nada para mí que Dios no quiera para mí. ¿Y usted? Nada. Y entonces creo que
debe hacer una actitud de dependencia, y gracias a Dios, simplemente los aliento para
que haya más de esta actitud. Hemos dependido de Dios, hemos dependido de Su
Palabra, hemos dependido de la oración, pero necesitamos más. Creo que quizás estamos
atrapados en medio de este cristianismo contemporáneo, en donde trabajamos mucho y
oramos muy poco. No hay nada más maravilloso que haber pasado tiempo en oración,
entrar en algo y percibir esa libertad tremenda que viene al corazón, que conoce, que está
caminando por un camino, lado a lado del Salvador, cuya voluntad está siendo expresada.
Esa es la razón por la que dije porque, ¿saben una cosa? No siempre sucede así, pero
cuando comencé esta serie, realmente no sabía adónde nos iba a llevar el Señor, ni
siquiera sé lo que voy a decir hasta que lo digo. Pero he tenido ese sentido de
compañerismo de Jesucristo paso a paso a lo largo de todo esto porque realmente creo en
mi corazón, que conforme lo busqué para saber que era lo que nuestra iglesia necesitaba
para este momento, y que era lo que Él quería hacer en nuestra congregación para estos
días. Él me llevo por este camino y esta es la expresión de su corazón para nosotros y
entonces, este es Él moviéndose, por así decirlo, en medio de los candeleros,
dependencia. Hacemos muchas cosas bien, no tan bien que queremos hacerlo en la carne,
¿verdad?
Permítame darle otra actitud que necesite estar en la iglesia, flexibilidad, flexibilidad. No
voy a tomar mucho tiempo para hablar de esto, pero es importante, flexibilidad. Esto es,
necesitamos poder cambiar. Alguien escribió un libro, dijo que las últimas palabras de una
iglesia es: “Nunca lo hemos hecho así antes” y eso realmente es verdad. Algunas personas
han sustituido lo que Jesús dijo en Mateo 15, ¿se acuerda? El confrontó a los Fariseos y
Escribas vinieron a él, lo confrontaron y dijeron: “¿Por qué tus discípulos violan los
mandamientos de los hombres al no lavarse sus manos?” Estaban comiendo, usted sabe,
sin aplicar— no la limpieza física sino el ritual ceremonial y él dice: “¿Por qué sus
discípulos violan el mandamiento de los hombres o la tradición de los hombres, las
tradición de los ancianos?” Él dice, Jesús dice: “¿Por qué sus tradiciones violan los
mandamientos de Dios?” Ahora permítame decirle algo, todos hemos vivido esa
experiencia. Las iglesias pueden perderse con una pila, con un montón de tradiciones que
se convierten en un bloque, en un muro para lo que dice la palabra de Dios, ¿verdad?
Sucede todo el tiempo. Bueno, nosotros ciertamente no podemos hacer eso en nuestra
iglesia, tenemos esta tradición como puede ver. Las iglesias pueden tener una
organización que es totalmente anti Bíblica, pueden tener un estilo de ministerio que es
totalmente anti Bíblico. Y cuando usted trata de meter lo que Dios quiere bajo el mandato
divino de un mandamiento de Dios mismo, va en contra, choca con la pared de la
tradición. Y entonces debe existir la actitud en la iglesia de flexibilidad.
Ahora si usted ha estado mucho tiempo en Grace Church usted tiene que ser flexible.
Digo, simplemente continuamos cambiando, la gente dice” “¿Cómo es que tu iglesia esta
tan organizada? ¿Podrías mandarnos una tabla de la organización?” Recibimos cartas así
todo el tiempo, realmente es una broma, tendría que ser una película de 16 mm, tendría
que estarse moviendo así. No podemos meterlo en una caja y capturarlo, porque Dios
trabaja a través de personas y entran y salen y son fuertes y débiles y comprometidos y
menos comprometidos y más gente aquí y allá, tenemos que hacer algo al respecto. Y
entonces, hay una función orgánica, por así decirlo, cambiante, constante, que creo que
es tan maravillosa porque nunca nos deja realmente detenernos y administrar.
Simplemente nunca se puede sentar y sacar los papeles, siempre es gente, y siempre es
fortalecer esto y recoger esto y cambiar aquello. Y es maravilloso porque nunca nos
confundimos, eso esperamos. La diferencia entre la rutina y la realidad, no queremos
confundirnos con eso, digo, no queremos sustituir lo falso por lo verdadero simplemente
porque siempre lo hemos hecho así.
Mi esposa tenía una tía ya de edad que falleció no hace mucho tiempo, una pariente
distante creo, realmente no una tía. Pero bueno, solíamos verla en la época de las
vacaciones y le llevábamos galletas y demás, y entonces la última vez que la fuimos a ver,
era la época de Navidad y ella dijo: “Bueno, John”, ella va a la iglesia metodista y ella dijo:
“¿Tienes un servicio del 24 de diciembre?” Le dije: “No, no tenemos un servicio de 24 de
diciembre.” Ella dijo: “¿No?” Yo le dije: “No, simplemente animamos a la gente a que se
vaya a casa, este con su familia y hable del significado de la Navidad y el nacimiento del
Señor, pero no tenemos un servicio así.” Ella dijo: “¡Oh! Eso es muy malo.” Ella estaba
muy triste, ella dijo: “Sabes, en nuestra iglesia, siempre hemos tenido un servicio el 24 de
diciembre.” Le dije: “¿En serio?” Y ella dijo: “Oh, sí.” Yo le dije: “¿Fuiste?” Y ella dijo: “Oh,
nadie va, pero siempre hemos tenido un servicio del 24 de diciembre.” “Nadie va“, le dije.
Ella terminó la conversación diciendo: “Oh bueno, es simplemente muy triste que ustedes
no tengan un servicio de 24 de diciembre.” Hombre, le digo, somos criaturas de habito,
¿sabe eso? Es tanto bueno como malo, ¿usted tiene buenos hábitos? Y es algo bueno que
usted es una criatura de hábito pero usted también tiene hábitos malos, son difíciles de
romper, ¿no es cierto? Tiene un grupo de personas juntas que básicamente están creados
con tendencias a cultivar hábitos y se meten en cierta manera de hacer las cosas y trata de
moverlos y es sorprendente cuanto resiste la gente a hacer eso. Pero algunas veces
simplemente tiene que cambiar las cosas para que la gente no se confunda entre la rutina
y la realidad. Entonces necesita ver algo de cambio, algo de flexibilidad, todos
necesitamos ser así. Y cuando usted une esto con el punto anterior que hemos comentado
al iniciar el mensaje, acerca de la dependencia, tenemos que ser flexibles porque
dependemos de Dios y Dios puede estar haciendo diferentes cosas.
Entristece mi corazón cuando un pastor joven llega a una iglesia y tiene un gran deseo por
enseñar la Palabra y aplicar la Palabra y choca con una pared de tradición y la gente no lo
deja moverse. Ellos dicen: “Bueno, realmente tenemos problemas y tratamos de hacer eso
porque tenemos esto por acá.” Hombre, esto va a molestar a mucha gente pero, pero,
¿por qué está dejando que las tradiciones de los hombres estorben los mandamientos de
Dios? Como puede ver eso es algo tan maravilloso acerca de esta iglesia, cuando
comenzamos años atrás a descubrir la palabra de Dios decíamos: “Oye, esto está en la
Biblia, tenemos que cambiar eso y tenemos que cambiar aquello. Tenemos que cambiar,
tenemos que alinearnos con esto.” Y Grace Church siempre ha sido así, es tan maravilloso.
Algunas veces enviamos a nuestros jóvenes y regresan golpeados y sangrando, seis meses
después diciendo: “Me he estado golpeando contra esta pared de tradición en esta iglesia,
no sé si jamás va a cambiar”, pero tenemos que ser flexibles.
Y también se reduce a vida personal, siempre pienso en Hechos 16, si Pablo era un tipo de
hombre que salía y hacia las cosas, ¿verdad? Creo que nunca se sentó, simplemente se
seguía moviendo todo el tiempo y terminó su ministerio en Galacia y en Frigia, esa es el
área moderna de Turquía. Y él decidió que íbamos a ir a Asia, al sur hacia Asia, ese gran
lugar, hombre, un lugar significativo, las siete iglesias de Asia Menor ahí en esa área. Él
comenzó a ir ahí, la Biblia dice en Hechos 16:6 al 10, que, “el Espíritu Santo lo estorbó, lo
detuvo.” Ahora no sé cómo es que el Espíritu Santo lo hizo, pero de alguna manera lo
detuvo. Dijo: “No, no es por ahí Pablo.” ¿Qué cree usted que hizo Pablo? Se regresó a casa
y simplemente dijo: “Bueno, ¿no quieren mi ministerio? ¿No hay apertura en el ministerio
en Asia?” No. Él dijo: “Muy bien, no podemos ir. Ya hemos estado en el este, no podemos
ir al sur, vayamos al norte. A Bitinia, caballeros, aquí vamos, vayamos a Bitinia.” El Espíritu
Santo dijo: “No, no puedes ir ahí.” Oh bueno, veamos, ya hemos estado en el sur, ya
hemos estado en el este, no podemos ir al sur, ni al norte. Oeste, vamos al oeste. Al
océano. Entonces se va a dormir y debió haberse quedado dormido, quizás orando acerca
de donde quería que Dios fuera, porque en medio de la noche tuvo una visión. Y había un
hombre de Macedonia diciendo: “Ven” y ¿qué? “Ayúdanos.” Y él fue y el Evangelio se
volvió más que una secta del Medio Oriente, tocó el mundo. Flexibilidad, flexibilidad.
Marty Wolf es uno de nuestros ancianos, escribí acerca de esto en mi libro, acerca de la
voluntad de Dios. Y me acuerdo cuando él iba a un lugar, él tenía una carga por alcanzar a
gente judía, siendo judío él. Y su carga era ir a Francia y alcanzarlos en Paris, y esta era su
gran meta. Y entonces se involucró con la Unión de Misión Bíblica Cristiana sirviendo en
Francia y hombre, era emocionante. Y se preparó y demás y colocamos una placa en la
iglesia, era la iglesia de mi papa y decía: “Marty Wolf Francia” y llegó el día cuando fue a
Canadá, ahí fue, había judíos también que hablaban francés en Montreal. Dios tenía un
lugar diferente, flexibilidad. Así es el servicio a Cristo y la iglesia necesita esa flexibilidad,
ese sentido de dependencia, ese sentido de flexibilidad que dice: “Dios, dependemos de la
manera en la que Tú nos guíes.” Y vamos a ser flexibles cuando Tú seas flexible, eso es tan
importante. Permítame tan solo alentarlo cuando las cosas en la iglesia cambien y se
mueven, simplemente ore con nosotros porque Dios nos ha llevado en esa dirección y sea
flexible para moverse, con esa actitud tan importante.
Permítame darle otra, crecimiento, actitud de crecimiento, actitud de crecimiento. Creo
que esta es tan importante como el resto, que siempre esté fluyendo en nosotros el deseo
por crecer, el deseo por crecer, de estar en el proceso de crecer. Primera de Pedro 2:2 lo
resume diciendo: “Desead como niño recién nacido de la leche espiritual no adulterada
para que por ella”, ¿qué? “Crezcáis.” Ahora, esa analogía es maravillosa porque dice esto:
“No es como la leche de la Palabra en contraste a la carne”, esa es una analogía diferente,
primera de Corintios 3. Lo que él está diciendo aquí, como lo dice Pedro, de la misma
manera en la que los bebes desean la leche, ustedes deben desear la Palabra para crecer.
Ahora, ¿cuánto desea un bebe la leche? ¿Ha estado usted cerca de un bebe últimamente?
Ellos gritan, lloran, patean, se enojan hasta que usted le da lo que quiere, ¿verdad? Digo,
básicamente un bebe se preocupa solo por dos cosas: dele leche y enfrente las
consecuencias. Este es el principio, el final de todo el asunto. Es esa devoción única, es ese
deseo consumidor por una cosa, que es lo que está buscando Pedro. ¿Qué tan fuerte es su
deseo por la palabra? Puede tomarlo o dejarlo, ¿está un poco aburrido con lo que está
pasando esta mañana? ¿Está viendo su reloj diciendo: “Tengo que salirme de aquí”? El sol
está brillando por primera vez en cinco días, digo, ¿realmente tiene hambre por la
Palabra? ¿Es algún tipo de ejercicio, una especie de tiranía que usted tiene que abrir la
Biblia para leerla? ¿O hay magnético en ella que atrae su corazón? ¿Realmente percibe
que está creciendo? Digo, eso es tan importante. Ahora no todos tenemos las mismas
capacidades para crecer, pero sea cual sea la capacidad que tengamos, necesitamos
crecer hasta ese punto.
Y crecemos al alimentarnos de la Palabra de Dios. ¿Saben ustedes? Tenemos un ministerio
maravilloso en nuestra iglesia para algunas de las personas que están discapacitadas
mentalmente y algunos de ellos son buenos amigos míos, excelentes, buenos amigos. De
hecho, creo que veo a Rodney por ahí en la segunda fila. Rodney es mi buen amigo,
¿verdad? Bueno, yo me acuerdo cuando Rodney fue bautizado. ¿Te acuerdas cuando
fuiste bautizado, Rodney? Eso fue hace un tiempo atrás. Entonces él dijo, “Si”, dijo,
“quiero ser bautizado. Y quiero bautizarme porque él dijo: ‘John bautiza a todo el resto de
la gente que tiene a Jesús en su corazón. Y yo tengo a Jesús en mi corazón y quiero ser
bautizado’.” Entonces le dije a Greg Barshak: “Muy bien.” Y entonces estábamos por ahí y
le dije: “Rodney, solo quiero asegurarme de esto”, probablemente no se acuerda de esto.
Yo le dije: “Rodney, nada más vas a salir y vas a dar tu testimonio.” Y yo dije, “Ahora,
simplemente dime, ¿quién es Jesucristo?” Él me vio así de manera extraña y dijo: “¿Me
quieres decir que tú ni siquiera sabes eso?” Yo dije, “Bueno, que pregunta tan torpe, claro
que se eso, yo soy el predicador, yo soy el ministro.” Y fue bautizado y dio su testimonio
de su amor por el Señor y después tuve la oportunidad de darle una Biblia porque su otra
Biblia estaba toda desgastada y me dijo que él quería una Biblia con números grandes
porque él podía ver el número del que estaba hablando. Y entonces, él podía ver el
número de los versículos y demás y la gente le ayudó y unas semanas después, ¿no sé si te
acuerdas de esto tampoco? Viniste al frente y me dijiste: “Siéntate.” Me dijiste ‘siéntate’
después del servicio. Entonces dije: “Muy bien.” Y me senté ahí en los escalones y me dijo:
“Tengo una sorpresa para ti” y recitó el salmo 23 y eso bendijo mi corazón.
¿Y sabe una cosa? Todos tenemos capacidades diferentes, pero el Espíritu de Dios opera
en el corazón, ¿no es cierto? Para traernos amor por su Palabra y crecer al paso que
podemos crecer. Y creo que lo que más temor hay en mi corazón es que si la iglesia jamás
dejara de crecer, si la gente simplemente dijera: “Bueno, hemos recibido suficiente. Ya he
recibido toda la teología que puedo recibir. He recibido tanta exposición, realmente se
más de lo que quiero saber. Digo, ya ni siquiera puedo encontrar para las cintas, las tengo
en el garaje, las tengo en la cajuela y yo simplemente no puedo encontrar a quien
regalárselas porque todo el mundo las tiene. Digo, realmente ya no necesito conocer más,
ya simplemente voy a levantar la tienda y me voy a ir a dormir.” ¿Pero sabe una cosa?
Necesita ver esa hambre continua por crecer, ¿no es cierto? Simplemente ore a Dios
porque nunca perdamos esa actitud. ¿Sabe una cosa? Pedro lo dijo de otra en su segunda
epístola, capitulo 3 versículo 18: “Antes bien creced en la gracia y el conocimiento de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” No nada más estamos aprendiendo información en
un libro, estamos creciendo en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. No
estamos aprendiendo simplemente informaciones, estamos conociéndolo, ¿verdad?
Como puede ver, cuando usted nace en la familia de Dios, primera de Juan 2–13, dice que
usted es un bebe pequeño. Y usted conoce al papa, da-da, gu-gu, lo elemental. Y después
se convierte en un joven espiritual, la Palabra de Dios mora en usted, usted es fuerte,
usted vence al maligno.
Pero no termina ahí, primero conoce a Dios de una manera simple, después conoce la
doctrina y después dice que se convierte en un padre espiritual, que lo conoce a aquel,
que es desde el principio. No estamos aprendiendo para conocer doctrina, estamos
aprendiendo para conocer a Dios. Y entre más conoce usted a Dios, la comunión es más
enriquecedora. Escuche, piense en la persona más maravillosa en el mundo entero, la
persona más maravillosa que jamás ha conocido. Piense lo maravilloso que seria,
simplemente tener esa relación creciendo, creciendo y creciendo después compare eso
con conocer al Dios Santo infinito del universo en una relación que va creciendo, va
creciendo. Alimentarse de la Palabra. ¿Tiene usted un hambre por Él? ¿Medita en ella?
¿Sus verdades corren por su mente? ¿Es su alimento diario? ¿Puede decir con Job que
usted ama la Palabra de Dios más que su alimento necesario? Deberíamos estar creciendo
y usted dice: “Bueno, he estado aquí por mucho tiempo, conozco tanto.” Bueno, si usted
ha llegado al punto en el que usted cree que conoce mucho, usted realmente está en el
punto en el que realmente no conoce lo que debería conocer, y eso es que usted no
conoce lo suficiente. O puede haber suficiente información, ¿pero me está diciendo que
usted a Dios tan bien como a usted le gustaría conocerlo?
Como puede ver, cuando yo estudio un pasaje, siempre busco lo que puedo descubrir
acerca de la persona de Dios ahí, para que pueda conocerlo mejor. Crecimiento.
Permítame darle dos actitudes más. Fidelidad, fidelidad. Hombre, ¿sabe una cosa? Hay
muchos cristianos que en cierta manera son corredores de velocidad espirituales. ¡Zoom!
Ya acabaron. Suena el silbato de salida y salen corriendo y se acabó. Están buscando la
jubilación espiritual y lo que Dios está buscando es maratonistas, corredores de distancia.
Pero es necesario, primera de Corintios 4:2, que los administradores sean hallados, ¿qué?
Fieles. Algo debe ser dicho por la perseverancia, el compromiso espiritual a largo plazo.
Me encanta cuando la gente mayor me dice: “¿Sabes una cosa? Podría reducir la
velocidad porque estoy teniendo dificultad en escribir mis notas.” Y alguien me dijo
recientemente, en sus 80— me encanta eso, una persona de 80 años tomando notas,
todavía emocionado, todavía fiel a la palabra de Dios, la verdad de Dios, la vida de Dios, la
iglesia de Dios, el ministerio. Digo, no han aventado la toalla y hay personas así, que
enseñan año tras año tras año, que discipulan año tras año tras año, que hacen
compromisos a largo plazo y los cumplen. Realmente son los baluartes de la fe, las
columnas. Porque como puede ver, lo que hace no está basado en una apelación
emocional, no está basado en una respuesta inmediata, está basado en la virtud. Y la
virtud tiene esa cualidad perseverante.
Hay muchas personas que vienen a Grace Church cuando pueden, y cuando no vienen,
normalmente es porque tienen otras cosas que hacer. Pero hay otros que simplemente se
mueven de manera fiel ¿O cuánto necesitamos el espíritu de fidelidad? La marca de la
virtud real es el compromiso perseverante, el compromiso perseverante. Observe
segunda de Timoteo, permítame usar a Pablo quien, claro, es un modelo en esto. Y en
segunda de Timoteo 4, versículo 6 él dice: “Porque yo ya estoy para ser sacrificado.” Y él
sabía que iba a ser sacrificado. “Y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la
buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe.” Hombre, que gran afirmación.
¿Sabe lo que él está diciendo? Dios, ya me puedo morir, ya terminé, ya acabé, lo he
cumplido, he terminado la carrera, he peleado la batalla, he guardado la fe. Oh, ¿sabe una
cosa? Eso es tan maravilloso.
Creo que es algo triste cuando usted ve a un Santo envejecer y se vuelve indiferente. O
alguien que pertenece a Cristo y pasan los años y se amarga. Y algunas veces inclusive, ve
a predicadores o maestros o quizás obreros cristianos, envejecen y se vuelven personas
amargadas, centradas en sí mismas o lo que sea. Y simplemente usted se pregunta, ¿qué
pasó? ¿Qué salió mal? Pero cuando usted tiene esa gracia dulce que va creciendo en una
vida de servicio fiel, es algo tan hermoso, un espíritu tan hermoso. Fidelidad, fidelidad.
Usted tiene una responsabilidad y está ahí y la cumple. Y cuando el pueblo de Dios se
reúne, ahí está usted. ¿Sabe una cosa? Siempre hemos dicho que si toda persona que dice
que va a Grace Church, de hecho viniera, sería sorprendente, maravilloso. Digo, conozco a
personas así en todos lados, todos lados, no importa en dónde. Si voy al supermercado
con mi esposa y empujo el carrito, ella compra las cosas, alguien se acerca y dice: “Oh, yo
lo conozco. Usted es John Mac Arthur. Yo voy a su iglesia.” “¿En serio? Que maravilloso.
No lo he visto ahí.” “Oh bueno, voy. Sí, yo voy. En serio.” “¿Estuvo ayer domingo?” “Oh
no, no estuve el domingo, no. Ha pasado un rato, pero nos encanta, nos encanta estar.”
“Oh, qué bueno, que bueno.” Eso es algo triste, ¿no es cierto? Me hace sentir algo mal. O
escucho “Oh, bueno cuando vamos siempre, vamos a Grace, nos encanta, lo disfrutamos.”
Fidelidad, fidelidad. Simplemente estar ahí para adorar de manera constante, para servir
constantemente, para orar constantemente todas estas cosas. Y es una sociedad tan
distraída, en la cual todos somos jalados en múltiples direcciones, es difícil mantener las
prioridades en orden.
Una última, me gustaría que pudiera decir más de eso, pero se acabó el tiempo. Una
última actitud, es esperanza, esperanza. Oh, que gran palabra, esperanza. Significa
seguridad para el futuro. Significa que no tememos la muerte, significa que de hecho,
vemos hacia adelante para lo que nos espera en la vida y la muerte. De hecho, me
encantan las expresiones en Romanos 12:12: “Gozosos en la esperanza.” Hombre, ¿la
muerte no nos da miedo? Digo, tenemos un servicio funeral por aquí y es una celebración.
Y nos regocijamos y alabamos a Dios, porque alguien al que amamos ha pasado de este
valle de lágrimas al lugar en donde todas las lágrimas son secadas para siempre. Un lugar
de enfermedad a un lugar en donde ya no hay enfermedad. Un lugar de muerte a un lugar
donde ya no hay más muerte. Un lugar de límites a un lugar de realización sin límites.
Vivimos en esperanza. Hemos estado aprendiendo eso en Romanos 8: “Fuimos salvos en
esperanza.” Somos salvados en esperanza y esperamos con gusto a la eternidad para ser
como Cristo. Esperamos el cumplimiento de la promesa de Romanos 8, que tendremos un
cuerpo redimido para que vaya con nuestra alma redimida y seremos a imagen de
Jesucristo, vivimos en esperanza. Hombre, tenemos que tener una actitud de esperanza. Y
lo que eso nos dice a nivel práctico es esto, no nos enredamos demasiado en lo que está
pasando aquí, ¿verdad? Digo, entendemos cuando Jesús dijo: “No hagáis tesoros en la
tierra donde la polilla y el orín corrompen, donde ladrones minan y hurtan. Sino haceos
tesoros en el cielo, donde la polilla y el orín no corrompen y donde ladrones no minan ni
hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro ahí estará también vuestro corazón.”
Entonces, si nuestro corazón está esperando la eternidad, nuestro tesoro va a estar ahí, y
todo lo demás va a estar ahí. Espero que no esté viviendo para el día de hoy, espero que
no esté viviendo para lo temporal, espero que no esté viviendo para lo pasajero. Escuche,
debemos estar viviendo en esperanza y la esperanza significa que nuestro compromiso es
mayor con invertir en la eternidad, de lo que invertimos en el tiempo y en lo temporal. Y
entonces nuestras energías y nuestros pensamientos y nuestras oraciones y nuestros
sueños y nuestras visiones y nuestro dinero y todo lo que poseemos es simplemente un
medio para invertir en una realidad eterna. Vivimos en esperanza, vivimos a la luz de la
eternidad. Es un día maravilloso conforme vemos hacia adelante ese futuro.
Ayer fui al hospital. Jack Colman, quien fue nuestro director de coro, un hombre
maravilloso, cálido, gentil, amoroso y estaba teniendo problemas de corazón y fui y entré
al cuarto y oré con él y con Sara y él dijo: “Hace 3 días casi muero.” Y él dijo: “Yo sabía que
me quedaban unos cuantos respiros y todavía estoy aquí.” Y Sara dijo: “¿Sabes qué?
Cuando él estaba a punto de morir hace 3 días atrás, él decía continuamente, le pego con
la derecha y le pego con la izquierda, y le pego con la derecha—con la izquierda.” Y ella
dijo: “No sé qué está diciendo, él no boxea, ¿sabes?” Entonces él le dijo, después de que
salió, ella dijo: “¿Que estabas haciendo?” Él dijo: “Estaba pegándole al diablo y lo
noqueé.” Como puede ver él tenía la idea de que el diablo estaba tratando de llevárselo
antes y todavía tenía unas cuantas cosas que hacer. Y él me dijo: “Te escribí una carta, y
quería asegurarme de que pudiera escribirte esa carta y mandarte una foto.” Bueno, digo,
probablemente esa es una de muchas cosas que él no había terminado de hacer y
entonces no estaba listo para decir, ‘ya terminé mi carrera, he guardado la fe, ya terminé.
Sácame de aquí’. Entonces en su mente él pensó que estaba en una competencia de
boxeo con el diablo, quien estaba tratando de sacarlo antes. Ahora, no conozco todas las
ramificaciones espirituales de eso, si de hecho eso fue verdad. Pero así lo percibió y—pero
nos regocijamos juntos y oramos juntos porque si él se va a estar con el Señor, esa es la
promoción definitiva, eso es esperanza. ¿Le gustaría vivir en este mundo sin eso?
Entonces bendiga a Dios por nuestra esperanza, ¿verdad? Y si tenemos esa esperanza,
Juan dice que es una esperanza purificadora, primera de Juan 3:3: “El que tiene esta
esperanza en sí mismo se purifica a sí mismo.” Escuche, si realmente vive para la
eternidad, va a cambiar dramáticamente la manera en la que usted existe en el tiempo.
Así es en realidad. O actitudes fluyendo en la iglesia, va a ser lo que Cristo quiere que sea.
Inclinémonos.
Padre nuestro, te damos gracias porque de nuevo nos has dado una palabra tan clara. Nos
has llamado a la obediencia y humildad y amor y unidad y servicio y gozo y paz y gratitud y
disciplina personal y redición de cuentas. Nos has llamado al perdón, dependencia,
flexibilidad, crecimiento, fidelidad, esperanza. Y Señor, esto para que podamos ser Tú
iglesia magnificando, glorificando, alabando Tu nombre. Y para que Tú nos puedas
bendecir en respuesta a esto. Muévete en medio de nosotros, O Cristo, y mantén la
lámpara con luz. Escudríñenos. Ve en donde estamos débiles y trae la mano amorosa de
disciplina a nosotros para conformarnos a Tu propósito santo. Se nuestro sacerdote y
profeta y rey; nuestro ejemplo de santidad pura. Y que seamos una iglesia en la cual Tú
seas glorificado.
Usted ha escuchado a John Mac Arthur, maestro bíblico de Gracia a Vosotros. Para más
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de John, así como una lista de libros incluyendo La Biblia de estudio, visite la página web
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Por el amor de la iglesia, 1ª Parte


Escritura: Hechos 20:1–2
Código: 1774
John MacArthur
Abra su Biblia en el capítulo 20 de Hechos. Y estamos viendo los versículos 1 al 17. ¿Y sabe
una cosa?, leí esto durante unas tres horas cuando comencé este sermón; y dije, “Señor,
¿qué voy a decir acerca de este pasaje? No hay doctrina aquí. No hay una afirmación
teológica de ningún tipo. Ni siquiera hay una aplicación de algo.” Entonces, pensé,
simplemente cubriremos los 17 versículos a manera de narración.
Pero finalmente después de varias horas de simplemente estudiar esto, comencé a
entender esto. El amor del apóstol Pablo por la Iglesia. Y me vino a la mente el
pensamiento de que este pasaje que realmente es tan simple, en cierta manera explotó
en mi mente en el área de cuánto es que el apóstol amaba a la Iglesia. Entonces, titulé el
mensaje “Por el Amor de la Iglesia”. En Efesios, capítulo 5, versículos 25 al 27, Pablo
escribió estas palabras: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa,
que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.”
Pablo dijo: “Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella.” Pedro dice que fuimos
redimidos no con oro ni plata, sino con la sangre preciosa de Jesucristo. Él amó a la Iglesia
y se entregó a sí mismo por ella. Y yo pensé, si Jesús amó a la iglesia y se entregó a sí
mismo por ella de manera redentora, Pablo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por
ella en términos de servicio. Pablo amó a la iglesia. Y con ello no me refiero a la
institución, quiero decir a la gente que es la Iglesia. Él amó a los santos. Con todo su
corazón, él amó a los santos. Él vivió por el amor del Señor Jesucristo y el amor de los
santos. Él existió desde el momento de su conversión hasta su ejecución en un buen tipo
de triángulo amoroso. De manera apasionada, él amaba al Señor Jesucristo y a los santos.
Y vi eso simplemente saltando de esta página en particular en este pasaje, conforme
comencé a ver las actividades de Pablo en esta pequeña narración histórica. Realmente,
una pequeña lección en geografía. Sin embargo, expresando algo de la profundidad del
amor del apóstol. Su vida entera fue una gran relación de amor con la Iglesia. ¿Y sabe una
cosa? Usted entiende esto conforme comienza a estudiar al apóstol. Usted entiende esto
de casi todo ángulo de su vida. El hombre mismo se vio en primer lugar como alguien que
era totalmente desechable por causa de otras personas, ¿no es cierto?
“Si yo soy ofrecido,” le dijo a los Filipenses, “por el sacrificio de su fe, me gozo y me
regocijo.” En otras palabras, si entrego mi vida por ustedes, qué gozo es eso. Ver a la
gente salva, ver a los elegidos entrar al rebaño, ver a los cristianos llegar a la madurez y
ser discipulados para llegar a la santidad, esto fue su vida. Y la pasión se ve una y otra vez
a la Iglesia romana. Él le dijo esto: “anhelo verlos,” ¿por qué?, “Para que pueda impartirles
algún don espiritual para que puedan ser establecidos.”
A la Iglesia corintia, él dijo: “oh, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del Espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Su corazón simplemente fue quebrantado
en 1 Corintios como lo fue en 2 Corintios. Pero en dos corintios fue quebrantado por la
que pecaminosidad de la Iglesia. Y él les dijo: “no sabéis que vuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo, el cual no es de vosotros, sino que es de Dios? Habéis sido comprados por
precio.”
A la iglesia gálata, recuerde lo que a ellos les dijo, “oh, gálatas insensatos, ¿quién os
engañó? ¿Sois tan necios habiendo comenzado en el Espíritu, serán perfeccionados en la
carne?” Y él estaba tan molesto con los gálatas, porque algunos de ellos se habían
desviado.
Entonces, la Iglesia efesia, se acuerda de su oración, él dijo, “doblo mis rodillas al Padre y
oro porque sean fortalecidos por Su Espíritu en el hombre interior, para que puedan ser
poderosos.” Cualquiera debería decir para que puedan conocer el amor de Cristo. Para
que sean llenos de toda la plenitud de Dios, para que puedan tener la capacidad de
expresar el poder fantástico que está en ustedes, que los capacita para ser mucho más
abundantemente de lo que pueden pedir o entender, a la Iglesia filipense él le expresó lo
mismo.
A la iglesia colosense, usted recuerda la gran afirmación en el capítulo 1, versículo 9, en
donde él dice: “por esta causa también desde que lo oímos, no dejamos de orar por
ustedes, por vosotros y,” me encanta esto, “deseamos que seáis llenos de todo el
conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría y entendimiento espiritual para que
andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra
y aumentando en el conocimiento de Dios.” El deseo de su vida fue ver a los santos
madurar.
A la Iglesia tesalonicense, él le dijo en el segundo capítulo en el versículo 9, “vosotros os
acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y labor, porque día y noche trabajamos para que
no fuéramos carga a ninguno de ustedes, les predicamos el Evangelio de Dios. Ustedes
fueron testigos y también cuán santa y justamente y de manera irreprensible nos
condujimos en tres vosotros los que creyeron. Ahora escuchen, como saben cómo os
exhortamos y animamos y mandamos a cada uno de vosotros como un padre con sus
hijos, para que andéis como es digno de Dios.” Esta fue su pasión.
Él amó a la Iglesia porque el amor de Cristo. Y creo que emanó de 1 Juan, capítulo 5,
versículo 1, en donde en ese principio dice ahí que todo el que ama a Dios ama a aquel a
quien Dios engendró. ¿Se acuerda de ese versículo? Y si yo realmente amo al Señor
Jesucristo, voy a amar a la Iglesia que es de Él. Si usted tiene problemas armando a los
hermanos, entonces está teniendo problemas amando al Salvador, porque todos son de
Él. Él tiene una relación de amor con todo creyente. Si usted tiene un problema, su
problema es con amarlo a Él. Pablo no tuvo ese problema. Él amó a la Iglesia. Y él estaba
dispuesto a entregarse por ella, no en redención, sino en términos de servicio. Por causa
de la Iglesia, usted se acuerda lo que él toleró.
Vea por tan sólo un momento, un repaso para usted, 2 Corintios 11:23; y simplemente,
recuerde en su mente el contexto de este estudio en particular en esta mañana de lo que
Pablo enfrentó por amor de la Iglesia. Y contraste eso en algún momento con nuestra
propia indiferencia. Usted sabe, es una obligación real para nosotros simplemente salirnos
de la cama y hacer lo necesario para estar aquí. Mucho menos, tener este tipo de amor
por la Iglesia.
Pero observe el versículo 23: “¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo
más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de
muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno.
Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido
naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas
veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de
los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre
falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos
ayunos, en frío y en desnudez.”
Ahora, lo que me sorprende es que Pablo enfrentó todo esto. Y él fue un creyente en
gracia total. Esto se oye como un hombre tratando de ganarse su camino al cielo, ¿no es
cierto? Esto se oye como algún tipo de masoquismo o ciertamente, como algún tipo de
legalismo. Pero esta es la vida de un hombre que estaba totalmente consciente de que
todo lo que él tenía, lo tenía por la gracia de Dios. Y lo hizo por amor. Lo hizo por amor.
Pero encima de todo eso, lo que realmente le cargaba fue el versículo 28. Y además de
otras cosas que estaban afuera, todas esas cosas externas que, en cierta manera son
incidentales, lo que sobre mí se agolpa cada día, aquí viene, la preocupación por todas las
iglesias. Pablo amó a la iglesia. Él se preocupó por la Iglesia. No fue una responsabilidad
que alguien le dio a él. Simplemente, estaba en su corazón. Nadie lo puso a cargo de una
Iglesia. Él simplemente fue y las comenzó. Y preocupación estaba incorporada. Las
tristezas más grandes que Pablo enfrentó en su vida no fueron las que vinieron por ser
golpeado o por estar en un naufragio o por ser apedreado. Las tristezas más grandes
fueron esos desvíos en la Iglesia.
Y cuando el pecado entró a la Iglesia, lo que despedazó a su corazón, fue la situación en
Corinto. Y sabe una cosa, él estuvo tan afligido por la situación en Corinto que cuando él
se fue de Éfeso, como lo veremos en unos minutos, él se fue con tal la ansiedad que él
estaba despedazado en su interior. Y él llegó a Troas y él estaba tan ansioso porque Tito
regresara para darle el reporte de Corinto, que él ni siquiera pudo quedarse en Troas y
siguió predicando. Él cruzó a Macedonia simplemente esperando ansiosamente a Tito. Y
cuando él finalmente se encontró con Tito y Tito dijo: “oye, todo en Corinto está bien,” él
simplemente exhaló en alivio. Y la carga fue levantada. Él se preocupaba por sus iglesias,
que el dolor más grande que él jamás conoció fue el dolor del amor por la Iglesia. Y
cuando una Iglesia estaba en pecado, lo despedazaba.
Pienso en los Gálatas. Él escribió a los gálatas en casi una situación de pánico. La
construcción griega del libro de Gálatas es increíblemente difícil porque Pablo está
apuntando en toda dirección hablando emocionalmente. Y después, pienso en la
afirmación que él hizo, usted la recuerda, que él dijo: “Demas me ha dejado, habiendo
amado a este mundo presente.” Eso es lo que más le dolió. De hecho, lo que Juan Marcos
le hizo, realmente, nunca se recuperó de eso durante mucho tiempo. Se acuerda que Juan
Marcos lo dejó y la próxima vez que Bernabé quiso llevarse a Juan Marcos, Pablo todavía
estaba tan afligido por eso que no lo dejo que viniera. Fue eso lo que lo despedazó debido
a su amor. Fue eso lo que lo despedazó debido a que su amor fue la Iglesia. Y el dolor que
él sufrió, dijo él, cuento todas estas cosas como nada. Esto no es nada para mí.
Pero lo que fue algo para él fue la Iglesia. Él amó a los santos y él amaba, le encantaba
verlos madurar y crecer. Y él pasó su vida descargando ese amor en ellos. Escuche 1
Corintios 4:11. Y le voy a leer unos cuantos versículos. Puede seguir si gusta. Primera de
Corintios 4:11, incidentalmente, él escribió 1 Corintios alrededor del tiempo que estamos
hablando, entonces esto es actual. “Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed,
estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. Nos fatigamos
trabajando con nuestras propias manos;” él todavía se estaba ganando la vida, “nos
maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos.” Hombre, él fue un
hombre paciente, ¿no es cierto?
“Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el
desecho de todos.” Y ahora, me encanta esto, él dice, estado viviendo todo esto, él dice:
“No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados.
Porque, aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo
Jesús yo os engendré por medio del Evangelio. Por tanto,” estoy rogando sobre mis
rodillas, es lo que quiere decir, “os ruego que me imitéis.” Y usted sabe que este hombre
estaba totalmente consumido con la responsabilidad de hacer discípulos de esa gente. Él
dice: “¿saben lo que he estado viviendo por causa de ustedes? Simplemente, acuérdense.
Tienen muchos maestros, sólo tienen un padre. Por favor, no me dejen. Por favor.
Versículo 17: “Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el
Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas
partes y en todas las iglesias.” Porque estoy enviando a Timoteo simplemente para
asegurarme de que están siguiendo mis pasos. Usted dice: “bueno, ¿supuestamente él
debe ser el ejemplo?” Él dijo en otro lugar: “sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.”
Pero aquí está el corazón del hombre. Él amó a la Iglesia.
No leo en un momento en el sufrimiento del apóstol Pablo acerca de sus reacciones
emocionales siendo algo diferente de la fe y el gozo. ¿Qué hizo en Filipos, cuando estaba
ahí en el cepo, en la parte de adentro de la cárcel? Cantó. En otras situaciones, cuando él
estuvo en situaciones difíciles, el simplemente confió en Dios. Usted pregunta si él acaso
nunca lloró. Si, lloró mucho. Él lloró todo el tiempo. El lloro una y otra vez. Usted pregunta
por qué lloró. Le voy a mostrar por qué lloró.
Hechos 20:19: “sirviendo al Señor con toda humildad y con muchas lágrimas y aflicciones
que enfrenté porque me esperaban los judíos.” Lágrimas, Pablo. ¿Cómo que lágrimas?
Entiendo las pruebas de los judíos, pero, ¿en dónde entran las lágrimas? Vaya al versículo
31 en el mismo capítulo: “por tanto velad, acordándoos que por tres días no he cesado de
amonestar día y noche con lágrimas.” ¿Sabe en dónde vinieron las lágrimas? Ahora, no
estoy haciendo una afirmación absolutamente exclusiva. Pero el dominio de las lágrimas
vino en la vida de Pablo no debido a su dolor físico, sino debido a la ansiedad de enseñarle
a los santos.
Él enseñó con lágrimas. Eso es correcto. Eso fue lo que simplemente despedazó su
corazón. Él tuvo este deseo como es expresado en Colosenses 1:28: “A quien predicamos,
amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre en toda sabiduría a fin de
presentar perfecto a todo hombre en Cristo Jesús, por esto mismo laboro. El deseo de
presentar a la Iglesia completa y madura.” Y él no podía enseñar sin lágrimas.
Y usted se acuerda cuando él dejó Éfeso, como veremos en unas cuantas semanas, él les
dijo: “lo que más me lastima es saber que cuando me vaya, lobos rapaces entrarán no
perdonando al rebaño; y de vosotros mismos se levantarán falsos maestros. Oh, dijo él, os
encomiendo a la palabra de Su gracia que os enseñé por tres años con lágrimas.” Él amó a
la Iglesia. Yo creo que usted puede identificar a una persona que realmente ama al Señor
Jesucristo por el amor que tienen por su gente. Por la Iglesia. Y con eso, vuelvo a decir, no
me refiero a la institución, me refiero a los santos que constituyen a la Iglesia. Ahora, el
pasaje que vamos a ver hoy, abre este concepto. Eso fue simplemente introducción.
Vaya al capítulo 20. Y el pasaje que se nos abre, creo que pienso simplemente en unos
cuantos principios del amor de Pablo. Y sabe, realmente creo esto; y le he dicho esto
antes, que dos cosas son lo que caracterizan a una gran Iglesia, a un gran maestro, a un
gran cristiano. Amor y doctrina sana, ¿verdad? La combinación perfecta. Y aquí estaba un
hombre que tuvo una doctrina tan buena, pero aquí hubo un hombre que tuvo tanto
amor. Él fue tan creíble, él fue tan humano, él fue tan real que usted no podía resistir la
doctrina del hombre, porque usted no podía resistir al hombre. ¿Me entiende? Amor. Y
esta narración simple y pequeña, y comenzamos en eso en el primer servicio y nos
enredamos en los versículos 1 y 2 y no avanzamos más, simplemente hablando de su
amor. Y quiero decirle que vamos a estar predicando entre esas palabras y es algo así
como en el espacio de su predicación.
Pero quiero que vea el versículo 1 y 2. Permítame tan sólo leérselos y después,
hablaremos de esto. “Después que cesó el alboroto, llamó Pablo a los discípulos, y
habiéndolos exhortado y abrazado, se despidió y salió para ir a Macedonia. Y después de
recorrer aquellas regiones, y de exhortarles con abundancia de palabras, llegó a Grecia.”
Ahora, eso no bendijo su vida, yo sé. No hay muchas cosas ahí que lo hagan querer que
usted salga corriendo y diga: “alabado sea el Señor, aleluya, estoy alimentado.” Pero
entonces, vamos a tratar de meter algunas cosas en los espacios en blanco y ver con qué
terminamos. Para el apóstol Pablo, está pequeña afirmación simple aquí, en cierta manera
abre la grieta en la puerta para comenzar a ver su amor. Aquí hay un hombre que vivió y
murió por la Iglesia porque él amó al Cristo que compró a la Iglesia.
Ahora, tenía seis cosas en el bosquejo y cubrimos no sé si unas dos o tres de ellas. Veamos
comenzando con su afecto. En primer lugar, su afecto. Su amor fue visto en su afecto. Su
amor por la Iglesia. Y no quiero establecer un punto en donde no hay ningún punto. Y no
quiero usar esto como un pretexto, pero simplemente, para tomar un pequeño
pensamiento a partir de aquí, para partir de aquí.
Yo creo que, comenzando en el capítulo, usted puede ver el amor de Pablo en su afecto.
Versículo 1: “después que cesó el alboroto, llamó Pablo a los discípulos y habiéndolos
exhortado y abrazado.” Deténgase ahí. Ahora, sabe usted lo que fue el alboroto, ¿no es
cierto? Fue el alboroto en Éfeso. Usted recuerda que Pablo tuvo un gran ministerio en
Éfeso y probablemente en ese entonces, las otras seis iglesias en Asia Menor mencionadas
en el libro de Apocalipsis también fueron fundadas. Pero él tuvo un ministerio tan bueno
ahí que la idolatría iba en picada.
Y los plateros que hicieron los pequeños ídolos para Artemisa, realmente estaban
enojándose porque estaban perdiendo dinero. Estaba cayendo el negocio y hablamos la
última vez de cómo el cristianismo afectó económicamente a Éfeso, así como también
política, social y religiosamente. Y entonces, hubo una caída económica tremenda en el
sindicato de plateros. Ellos dijeron: “tenemos que detener a este hombre.” Y hubo un
alboroto y todos estuvieron ahí en el teatro durante dos horas gritando “gran Artemisa de
los Efesios.” Y finalmente, todo fue silenciado por la autoridad y todo esto.
Pero en cierta manera, todavía había una idea fomentando el odio anti Pablo, anticristiano
ahí en Éfeso. Y entonces, el alboroto, esas son palabras interesantes también, la palabra
alboroto es la misma palabra utilizada en Mateo 27:24. La misma palabra griega para
describir el tumulto que ocurrió en el juicio de Pilato de Jesús. Entonces, fue ese mismo de
multitud incontrolable histérica. Bueno, después de que cesó el alboroto, “llamó Pablo a
los discípulos y habiéndolos exhortado, y abrazado,” y simplemente quiero usar esa
palabra abrazado para colocar algunos pensamientos en su mente.
Ahora, la palabra abrazado se refiere literalmente a traer a uno mismo. Eso es lo que
significa. Tomar y jalar hacia uno mismo. Entonces, es una palabra íntima en ese sentido.
Pero se usaba para referirse a saludos que eran la costumbre entre gente del Oriente. De
hecho, inclusive en la actualidad es una costumbre. Y, de hecho, se remontan, usted
puede encontrar a gente abrazándose y dándose besos desde Génesis 48:10. Y también en
2 Samuel sé que es en el capítulo 19, versículo 39. Hay otros pasajes en el Antiguo
Testamento en donde usted tiene eso.
Entonces, es una costumbre de mucho tiempo. De hecho, hay lugares en donde la
actualidad en el mundo fuera del este se lleva a cabo. Cuando estuve en México, a donde
quiera que íbamos, todo el mundo, aunque es diferente para nosotros, todo el mundo se
abrazaba y se besaba en la mejilla, lo cual es diferente. Pero bueno, fue bueno. Derriba las
barreras, realmente lo hace. Fue fantástico. Después de que jugamos un juego de béisbol,
y corrimos y teníamos todas las Biblias que las entregábamos; por ejemplo, yo le di la
Biblia al parador en corto del otro equipo debido a que yo jugué como parador en corto. Y
después, lo abracé e intercambiamos un abrazo y colocamos nuestra mejilla una junto a la
otra. Y simplemente, de pronto derribó todas las barreras. Y simplemente, nos paramos
ahí y sonreímos porque él no podía hablar inglés. Y yo no podía hablar español. Y yo dije:
“¿podrías venir y ayudarme?” Estoy tratando de decirle algo a él. Pero hubo este tipo de
demostración de afecto.
Y creo que hay algo que decir por eso. Creo que tendemos a vivir en nuestra cultura en un
mundo que teme hacer eso. Tenemos todas estas pequeñas barreras, estos estorbos. Un
hombre me vino a ver el otro día; y después de que estuvimos juntos y oré con él, tuvimos
un gran tiempo de comunión. Él dijo: “¿no te molestaría si te abrazo antes de que me
vaya?” Y yo respondí que no. Y simplemente, me dio un gran abrazo y yo pensé, una
expresión real de amor honesto de alguien en quien tuve un ministerio en su vida.
Y debe haber más de ese tipo de expresiones en nuestra cultura. Y no estoy de tratando
de enviarlos a todos ustedes para comenzar a abrazarse el uno al otro. No se sienta
culpable si no lo puede hacer. No se sienta inhibido si lo disfruta. Pero permítame
apresurarme a decir esto: yo creo que sería apropiado decir que de todo lo que
conocemos bíblicamente y de todo lo que conocemos históricamente, y especialmente de
una afirmación muy clara en la constitución apostólica del tercer siglo, sólo se permitía
que los hombres se lo hicieran a hombres y las mujeres a mujeres. Entonces, lo siento
mucho.
Ahora, el concepto de abrazar, entonces, fue algo cultural que existió durante mucho
tiempo en esa cultura en particular. De hecho, simplemente un principio muy interesante.
Lucas 10, él les dijo: “no saluden a la gente a lo largo del camino.” ¿Se acuerda de esa
afirmación? No saluden a la gente. Usted entonces dice que esa es una afirmación
extraña. ¿Por qué lo dijo él? Porque un saludo no apresurado era algo que se hacía por
costumbre. Y si usted se detenía hablarle a un grupo antes de que se fuera, usted tenía
que pasar por el grupo entero y abrazar a cada uno. Y si usted tenía que hacer eso a lo
largo del viaje, usted nunca llegaría ahí. Y no era un asunto de decir ‘hola’ en el camino.
Esas personas se detenían y tenían saludos muy largos.
De hecho, se acostumbraba que cuando usted se quedaba con alguien y usted dejaba este
lugar, la gente con la que se quedaba, lo acompañaba en su viaje tanto como un día o más
que un día. Y después, ellos regresaban y se iban a casa después de que lo que seguían a
usted por un rato. Digo, decir adiós y todo eso expresaba mucho.
Ahora, este tipo de abrazo normalmente incluía un simple beso en la mejilla. Esto es
escrito en la palabra griega philema. Philama, de Phileo, en el cual es un tipo de amor de
amistad y significa un beso de amistad. Fue un tipo de beso que usted daba, un tipo de
abrazo que usted le daba a un pariente o a alguien que era un amigo muy querido. Es
usado en el Nuevo Testamento en varias ocasiones. Creo que por lo menos hay cinco o
seis ocasiones en el Nuevo Testamento, en donde usted tiene la afirmación “saludaos
unos a otros con” ¿qué? “Con ósculo santo”. Y eso es lo mismo. Y es la palabra philama, es
un beso de amistad.
Ahora, no puedo presentar aquí una postura fuerte para defender el afecto de Pablo a
partir de la palabra abrazado porque no está ahí. Y simplemente es una costumbre. Pero
creo que había más ahí que eso. Y quiero señalarlo. Hay otra palabra. Hay otra palabra
griega que es usada para esto y es cata phileo. Entonces, lo que usted tiene en cata phileo
es este significado. Besar fervientemente y besar con afecto. Es una palabra más intensa
que philama. Y, de hecho, esta es la palabra que es usada tanto por Mateo y por Marcos
para describir el beso de Judas. En donde Judas simplemente lo expresó a Jesús. Eso es
interesante por dos razones. Es interesante debido a la medida de su hipocresía, pero dos,
también es interesante porque me muestra que quizás esa fue una manera muy normal
de tratar a Jesús. Que Jesús, de manera dispuesta y normal aceptara un trato así, me dice
algo del afecto demostrado a Jesús. No obstante, esa fue la palabra que se usaba.
También estuvo la palabra que se usó para describir el abrazo y el beso del hijo pródigo
que vino a casa y abrazó a su padre. Y sabe, en donde dice: “y su padre cayó en su cuello y
lo besó”. Eso es cata phileo él siguió besándolo de manera ferviente y afectiva. Una
demostración tremenda de amor reducida a aspecto físico real. Y no fue tanto una prueba
de cuánto es que usted realmente amaba a alguien.
Es usada en otros lugares. Permítame mostrárselo. Pase a Lucas 7. Esta es una historia tan
hermosa. Jesús estaba en la casa de un fariseo. Y él fue a la casa del fariseo a comer,
versículo 36, se sentó, claro esto es por lo que fue criticado, por estar con pecadores,
versículo 37, “y he aquí una mujer en la ciudad que era una pecadora.” Entonces, Él estaba
aquí en la casa de un fariseo y se apareció una pecadora. Oh, terrible. ¿Por qué es esto tan
serio? Todas las mujeres son pecadoras. Buenos es cierto, y también todos los hombres,
¿verdad? Y temo decir esto, pero esta es una pecadora de pecadoras. Sin duda alguna, es
una ramera.
“Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa
en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de Él a Sus
pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas Sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y,
cata phileo, besaba Sus pies, y los ungía con el perfume.”
Usted pregunta qué es esto. Bueno, el fariseo pensó que ella estaba tratando de seducirlo.
Como puede ver en el siguiente versículo, el fariseo dice: “Cuando vio esto el fariseo que
le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de
mujer es la que le toca, que es pecadora.” ¿Se da cuenta? ¿Qué es lo que realmente ella
estaba haciendo? Ella era una mujer que probablemente había oído que Jesús podía
perdonar el pecado y hacer una nueva criatura. Y ella vino a Él con lo mejor que ella le
podía ofrecer y derramó fervientemente el amor de ella y el afecto.
“Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di,
Maestro. Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro
cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le
amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y Él le
dijo: Rectamente has juzgado. Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en
tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los
ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado
de besar Mis pies.” ¿Cree usted que Jesús valoro eso? ¡Claro que sí! Y no fue algún dios
plástico que estaba distante de la gente.
Usted dice: ¿pero qué hay cuando dijo: “no me toques” a María? Bueno, usted tiene que
conocer el griego. Lo que Él estaba diciendo era “no te aferres a Mí, María, tengo que
ascender.” En otras palabras, no me puedo quedar. Tengo que irme y regresaré, eso es lo
que Él estaba diciendo. Él no estaba diciendo de que “no me toques”. Ella se estaba
aferrando a Él. No reconocí que eso era tan simpático, no sé. No, Jesús aceptó el afecto.
De hecho, ¿sabe usted lo que Él hizo? Él reprende suavemente a Simón por no besarlo.
¿No es eso interesante? ¿Sabe una cosa?, a veces es tan fácil para la gente en lugares de
liderazgo espiritual volverse muy distantes de la gente. Como algún gran dios apartado
por alguna pared que nadie puede tocar. Eso no es verdad en Jesús. No fue verdad en
Pablo. La mujer siguió besándolo y Jesús simplemente la puso a ella como un ejemplo de
lo que debió haber sido hecho. Él dice: “no lavaron Mis pies, no me besaron”.
Y después, Él le dijo a ella, bueno, versículo 47, usted tiene que entender esta parte, “Por
lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas
aquel a quien se le perdona poco, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados te son
perdonados.” Es algo hermoso. Algo hermoso.
Observe nuevamente el uso de la palabra cata phileo en otro lugar y esto es en Hechos
20:37. Y aquí está el punto que quiero presentarles con respecto a Pablo. Hechos 20:37.
Pablo dejó Éfeso en el capítulo 20, versículo 1. Pero ya para el versículo 37 él está ahí de
regreso. Y él se vuelve a ir. Y aquí usted tiene una descripción más detallada del tipo de
abrazo que se llevó a cabo. Mire, el versículo 36 dice: “y cuando él habló, se arrodilló y oró
con todos ellos.” Me encanta esto, “y todos lloraron y se aferraron y cayeron sobre el
cuello de Pablo y, cata phileo, estuvieron besándolo fervientemente y con afecto.”
Usted pregunta qué me gusta acerca de eso. Me gusta el hecho de que sintieron que
podían hacer eso. Simplemente, me gusta el hecho de que ellos sabían que él los amaba.
Usted titubea por mostrar su afecto a alguien cuando usted no está seguro que esa
persona tiene afecto hacia usted. Ellos cayeron sobre su cuello y lo besaron
fervientemente y oraron. Ellos sabían que él los amaba. Yo creo que hubo una
demostración física del amor de Pablo de vez en cuando entre esas personas. Inclusive en
el área de abrazarlos. Y yo creo que es algo hermoso que ellos sabían eso.
¿Sabe una cosa? Jesús era así. Si alguien pudo haber sido distante, pudo haber sido Él.
Pero nunca lo fue. Y simplemente, extraigo una ilustración del Evangelio de Juan que es
tan hermosa. En Juan 13, el apóstol Juan escribiendo, nunca se llama a sí mismo por su
propio nombre. Él siempre asigna alguna frase para describirse a sí mismo. Pero en Juan
13:23, él dice esto. Me gusta esto. Ahora, “estaba recostado en el seno de Jesús uno de
los discípulos que Jesús amaba.” ¿No le gusta a usted eso? Usted dice: “Juan, eso es
demasiado, tú eres ya un hombre adulto.” ¿Que estás haciendo acostándote en el pecho
de Jesús por ahí? ¿Sabe una cosa?, Juan debió haberse sentido cómodo ahí. Ahora, usted
puede justificarlo y decir: “bueno, eso significaba en su lugar en particular, en su lugar en
donde él estaba sentado en particular, inclinado en particular. Cerca de donde Jesús
estaba reclinado.”
Pero creo que el punto aquí es que Juan estaba demostrando una manifestación física de
su afecto hacia Cristo y Cristo lo recibió. Cristo no le dije: “oye, párate, párate Juan. ¿Qué
estás haciendo?, hazte para allá.” Y simplemente para mostrarle cómo Juan disfrutó esto,
el siguiente versículo, Simón Pedro le señaló a él que le preguntara quién era de quién
hablaba. Jesús había anunciado que había un traicionero. Entonces, Simón dice Juan,
quien era el que estaba más cercano, recostado sobre el pecho de Jesús. Entonces, Pedro
le dice a él: “pregúntale”.
Y después, en el versículo 25, él ahí recostado en el pecho de Jesús, sí, Juan, sabemos eso,
ya lo dijiste. Él lo vuelve a decir, se da cuenta. ¿Por qué lo volvió a decir eso? Porque es
emocionante. Allá en Juan 21, observe esto, versículo 20. Y aquí está Juan de nuevo, él
quiere describirse a sí mismo. Él dice: “Pedro tomó al discípulo a quien Jesús amaba.
Usted sabe, el que se recostó sobre Su pecho en la cena.” Jajá. Eso simplemente me
sorprende, se da cuenta. Él estaba tan emocionado por ese tipo de demostración física de
afecto, le emocionaba. Me encanta ver la humanidad de Jesús. ¿A usted no le gusta?
No sé, creo que a veces, si yo hubiera estado ahí, yo hubiera querido hacer lo mismo,
hubiera querido tomar Su mano, me hubiera gustado estar sentado al lado de Él, ¿a usted
no le hubiera gustado? Y me da gusto saber que él puede responder este tipo de afecto.
Me da gusto saber que Pablo no es un robot plástico que camina. Que no es una especie
de comentario bíblico manufacturado, que usted aprieta el botón y sale un versículo, me
entiende. Y le explica eso a él. Me da gusto que no es una máquina que repite una
grabación. Me da gusto que sea una persona viva que respira, en quien alguien puede
caer y llorar y besar. Hay algo acerca de eso que me dice que él realmente amaba a esa
gente porque ellos hicieron eso. Ellos sabían que él los amaba. Eso habla de su amor, creo
yo.
Bueno, no quiero excederme en explicar el punto. Pero Hechos 20 me dice que Pablo
amaba a la iglesia debido a su afecto. En segundo lugar, él amó a la iglesia debido a que él
daba. ¿No es esa una de las grandes maneras de medir el amor? ¿Dar? ¿Qué es lo que
Pablo dijo 1 Corintios? Primera de Corintios, versículo 13, el amor no busca, ¿qué? Lo suyo
propio. No busca lo suyo propio, siempre da. Bueno vea el versículo 1 aquí. Después que
cesó el alboroto, Pablo llamó a los discípulos y él todavía está acá en Éfeso y todavía está
en el saludo de los cristianos efesios. “Y habiéndolos exhortado y abrazado, se despidió y
salió para ir a Macedonia.” E incidentalmente, se fue por el camino de Troas, el cual
estaba al norte. Y él tenía que ir de Troas a Filipos y cruzar. Entonces, él fue desde Éfeso,
que estaba al sur, hacia Troas, a donde él iba a cruzar. Y después, él iba a ir a Macedonia.
Versículo 2: “y después de recorrer aquellas regiones.” Y vamos a detenernos ahí.
Entonces, él tomó un viaje al norte de Troas cruzando a Macedonia, en donde existían las
iglesias en Filipos, Acalla y Tesalónica. Ahora, lo que es importante aquí es que usted dice:
“eso no me dice nada acerca de dar.” Bueno, a mí me dice. Usted pregunta por qué. Por la
razón por la que fue. ¿Se acuerda lo que le dije la semana pasada? ¿Por qué es que Pablo
quiso ir a Macedonia? Porque él estaba recogiendo dinero para los santos pobres en
Jerusalén. Ahora, ahí atrás en el capítulo 19, versículo 21, mientras que él estaba en Éfeso,
él dijo que él determinó en el espíritu o en su propia mente que cuando él hubiera pasado
por Macedonia y Acalla, y Acalla era la provincia en la que Corintios existía, también
llamada Grecia. Él iba ir a Macedonia, Acalla y después, de Jerusalén a Roma.
Entonces, su plan era ir a Macedonia y el alboroto había venido y todo se estaba cerrando
ahí. Y entonces, él vio que era el tiempo de irse. Ahora, su propósito al irse era para
recolectar esta ofrenda. Ahora, permítame tan sólo hablar de eso por un minuto.
Pase a 1 Corintios 16. Antes de que él fue de Éfeso, él había escrito Primera de Corintios. Y
ahí, él expresa algo de la razón por la que él viene a Macedonia. Versículo 1 de Primera
Corintios 16: “ahora, con respecto a la colecta para los santos, como he dado orden en las
iglesias en Galacia, también así háganlo ustedes.”
Ahora, él le dice los corintios y a los corintios, usted tenía que ir por Macedonia para llegar
a Corintio ahí. Entonces, él les escribe por adelantado los corintios y él les dice ahora, les
dije a los gálatas que prepararan su ofrenda. Ahora, les estoy escribiendo a ustedes para
recordarles que preparen la suya. Y él les había hablado de esto antes. De hecho, él dice:
“voy a venir a vosotros, versículo 5, cuando vaya por Macedonia.”
Entonces, en Éfeso, él escribe la carta y dice: “voy a pasar por Macedonia y voy a llegar
con ustedes y voy a recoger este dinero.” Y su propósito al pasar por Macedonia era
también recoger el dinero. Éste fue su deseo. Él quería recoger este dinero para los santos
pobres en Jerusalén. Y él tenía dos razones. Bueno, quizás él tuvo tres razones. Uno, él fue
un hombre de integridad. Y usted recuerda que cuando estudiamos en Gálatas 2, cuando
él finalmente llegó a Jerusalén después de que su apostolado ya había comenzado él
finalmente conoció a los líderes de Jerusalén, ellos lo aprobaron, se acuerda. Y lo enviaron
y dijeron: “tú eres el hombre, lleva a cabo la obra de Dios. Sólo te pedimos un favor, y esto
es que te acuerdes de los pobres en Jerusalén.” ¿Se acuerda de esa afirmación en Gálatas
2:10? Y él dijo: “eso haré”. Entonces, él es un hombre de integridad.
Una de las razones por las que él quiere ir a recoger la ofrenda es para establecer en sus
ojos la honestidad de su propia palabra. Pero, en segundo lugar, creo que las últimas dos
probablemente realmente son las características sobresalientes para nuestros
pensamientos aquí. El hecho es que él sabía que había una necesidad real ahí. Esas
personas eran pobres. De hecho, en Hechos 11, cuando había llegado el hambre de
Claudio, esas personas se habrían muerto si no hubiera sido por la reina Helena, quien
había importado higos secos y uvas secas para la gente pobre, para que pudieran subsistir.
Y eran muy pobres. Santiago 2:5 indica que eran los más pobres de los pobres en
Jerusalén. Existía mucha pobreza.
Y entonces, había una necesidad tremenda y aquí hubo una oportunidad de expresar el
sentimiento de amor hacia aquellos que estaban en necesidad. Y creo que eso es
simplemente característica de Pablo. Él simplemente no podía resistir darle a la gente que
tenía necesidades. Y aquí, usted ve su amor. Y él va por todo el este del Mediterráneo
recogiendo este dinero. Y él va de un lugar al siguiente, sabiendo que donde quiera que él
va, y a donde quiera que él coloque sus pies, su vida está en juego, está en peligro. O él ni
siquiera piensa en eso, porque él sabe que tiene un objetivo de cuidar de alguien más y él
tiene que cumplirlo y lo tiene que hacer aún si le cuesta su vida.
¿Y se acuerda usted lo que le pasó a él? A lo largo del viaje entero en el que él está
llevando esta ofrenda a Jerusalén, a lo largo del viaje entero, todo el mundo él está
diciendo: “Pablo, te va a ir mal.” Todo el mundo le advirtió, ¿se acuerda? Todo el mundo
lo dijo en el capítulo 20 y vamos a llegar ahí en un par de semanas. Le estuvieron
advirtiendo a lo largo del viaje, a lo largo del camino, Pablo, te vas a meter en problemas.
Pablo, vas a tener problemas. No puedes entrar por ese territorio. Y él dijo: “no consideré
ninguna de esas cosas, no me molestó en absoluto. Y yo iba a Jerusalén y fui.”
Y como usted puede ver, ese fue el tipo de hombre que él fue. Él sabía que había una
necesidad y a costa de todo lo que le costara a él, él satisfizo la necesidad. Eso es dar. Ese
es el amor aclarado y definido, ¿no es cierto? Realmente, amo a alguien cuando me
sacrifico a mí mismo de manera total por ellos. Es correcto.
Bueno, creo que había otra cosa en su mente. Él amaba a la Iglesia, no sólo en el sentido
de preocuparse por sus necesidades, sino creo que él amó a la Iglesia en el sentido de su
unidad. Y él vio esto. Él vio que el dar todo este dinero por parte de la Iglesia gentil a la
Iglesia judía en Jerusalén podía ser algo que cementaría de manera fantástica la unidad
del Cuerpo. Porque siempre existe ese problema de judío y gentil, ¿no es cierto? Inclusive
cuando él escribió Romanos, ¿se acuerda?, a los romanos, él les habló de ese mismo
problema.
Entonces, él tenía esto en su mente, ‘si tan sólo puedo llevarle esta ofrenda a esos judíos
en Jerusalén…’, e incidentalmente, él no la iba a llevar solo. Él iba a tener a un
representante en cada una de esas áreas gentiles. Ellos verán el amor de los gentiles y eso
va a amarrar, a unir a la Iglesia. Entonces, Pablo amó a la Iglesia. Él amó lo suficiente como
para satisfacer las necesidades de individuos y él amó lo suficiente como para querer ver
el cumplimiento de la oración de Jesús, quien oró: “Padre, oro para que sean, ¿Qué?,
uno.” A él no le importó lo que le costaría. ¿Verdad? A él no le preocupaba. Él viaja de
arriba hacia abajo, de arriba hacia abajo, recolectando todo este dinero, recogiendo esto,
organizando todo esto por el bienestar de estas personas que estaban muy, muy lejos.
Una expresión hermosa de amor.
Bueno, observe el resto de estos versículos en este pasaje. Son muy, muy significativos.
Versículo 2; Primera de Corintios 16, él les dice cómo recoger el dinero. El primer día de la
semana, apártenlo, apártenlo conforme Dios lo haya prosperado. No se debe recoger
nada cuando venga. Esto debe hacerse, claro, conforme determinan en su corazón
delante del Señor. Pero es interesante que él dijo: “no quiero que la ofrenda se recoja
cuando llegue ahí. Esto es algo que deben planear por adelantado.” Su ofrenda, amados,
debe estar preparada con mucha anticipación antes de que lleguen aquí. El primer día de
la semana, cuando se reúnen, ya la han planeado. Y cuando yo venga, a quien ustedes
hayan aprobado por sus cartas, entonces, la enviaré para traer su liberalidad a Jerusalén.
En otras palabras, aquel que de su congregación quiere acompañarme, después de haber
sido aprobado por ustedes, vendrá conmigo. Me voy a llevar. Y vamos a traer cartas de
recomendación, como también gente. Y él dice, y me gusta el versículo 4, “quien se ha
apropiado para que también vengan conmigo”. En otras palabras, él ahí está dejando
abierta la puerta que él quizás no vaya y la razón es que no hay dinero suficiente. Él dice:
“si su ofrenda es suficiente iremos, sino, regresaré.” Y después, él dice, voy a pasar por
Macedonia y después me quedaré con ustedes para el invierno.
Y después, él hace esta pequeña afirmación: me puedan llevar en mi viaje. Y eso fue algo
de lo que mencioné antes, que cuando una persona se iba, iban con él por un día o más. Y
él dice: “no los veré ahora, por cierto,” en otras palabras, no los quiero ver de paso.
Quiero quedarme con ustedes. Pero “me voy a quedar,” este es el versículo 8, “hasta
Pentecostés.” Porque originalmente, él iba a quedarse hasta la Pascua. Y Pentecostés
vino. ¿Cuantos días después? ¿Se acuerda? Cincuenta. Y entonces, él se iba a quedar ahí
sólo hasta la Pascua, pero él cambió de parecer y se quedó hasta Pentecostés, 50 días
más.
Usted pregunta por qué él hizo eso. Versículo 9: “una gran puerta para obra eficaz me fue
abierta. Hay muchos adversarios. Entonces, él decidió quedarse y llega a Jerusalén para
Pentecostés, en donde él quería ir originalmente para llegar a Jerusalén para la Pascua.
Entonces, Pablo deja Éfeso habiendo escrito esa carta los corintios y habiéndoles instruido
acerca de la ofrenda. Él sale de ahí para recoger este dinero.
Ahora, versículo 2 de Hechos 20, retomamos la historia aquí. “Y después de recorrer
aquellas regiones y de exhortarles con abundancia de palabras, llegó a Grecia.” Entonces,
teniendo esto en su mente, él busca su plan y va a Macedonia. Ahora, tengo que
detenerme aquí. Durante estos días, cuando él dejó Éfeso, él se va al norte, a Troas y a
Macedonia. En algún punto ahí - de Troas a Macedonia - en algún punto, en Troas o en
Macedonia, en esa pequeña área, él escribe 2 Corintios. Bueno, sería para Macedonia.
Tiene que ser. Entonces, ya para cuando llega a Troas y a Macedonia él escribe Segunda
de Corintios. Y él realmente descarga su corazón.
Y quiero mostrarle lo que él dice cuando él escribe de regreso. ¿Se acuerda de la primera
carta en la que él los confrontó por su pecado? Escuche esto, 2 Corintios 1:8, “porque
hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación. Que nos sobrevino en
Asia.” Eso es en Asia Menor, “pues fuimos abrumados sobremanera.” Realmente,
empujados al extremo. “Más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la
esperanza de conservar la vida, pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte.”
En otras palabras, sabíamos que no había recurso humano para evitar la muerte.
“Entonces, tuvimos que confiar no en nosotros mismos, sino en Dios, y en Su poder de
resurrección.” En otras palabras, aun si hubiéramos perdido nuestras vidas, hubiéramos
tenido una confianza en el poder de resurrección de Dios. Él realmente creía que Dios
quería que él llevara esta ofrenda a Jerusalén. Y él casi dice aquí que, “si muero, Dios
tendrá que resucitarme para que lleve esa ofrenda ahí.”
Usted se puede imaginar el compromiso de ese hombre para dar para las necesidades de
otros. Entonces, él realmente fue empujado, pero él tuvo este deseo y para cuando llega a
Troas, él ha perdido la esperanza de vivir. Ahora, en 2 Corintios 2, nos dice un poco más de
su ansiedad. Versículo 12: “cuando llegué a Troas para predicar el Evangelio de Cristo.” Él
se detuvo allí porque él no podía seguir sin enseñar por un tiempo. “Aunque se me abrió
puerta en el Señor,” él llegó ahí y se le abrió una puerta por parte del Señor. Entonces, él
se quedó ahí y enseñó en Troas. Pero él dice: “no tuve reposo en mi Espíritu.” ¿Por qué?
“Por no haber hallado a mi hermano Tito.”
Aparentemente, Tito debía reunirse con él ahí. Y Tito venía de Corinto. Como puede ver,
los corintios habían recibido la primera carta. Y Pablo quería saber cómo habían
reaccionado ellos, ¿verdad? Él quería saber si ellos habían limpiado el desastre. Él dice:
“yo llegué ahí y Tito ni siquiera estaba ahí. Hombre, ni siquiera podía enfrentarlo y no tuve
reposo en mi espíritu. Así, despidiéndome de ellos partí para Macedonia.” Y él sale a
Macedonia. Usted pregunta qué sucedió cuando él llegó a Macedonia. Él se encontró con
Tito. Usted pregunta qué le dijo Tito. Segunda de Corintios 7:5. Esto es tan bueno. Él dice:
“porque cuando estábamos llegando a Macedonia, nuestra carne no tuvo reposo.” Él
todavía está realmente despedazado. Fuimos afligidos por todos lados. Afuera, tuvimos
peleas, pero adentro tuvimos temores.” Oh, el temor de la ansiedad que vino por el hecho
de los problemas corintios.
Versículo 6: “pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida,” ¿de
quién? “De Tito.” Y Tito vino con noticias de los corintios. Y él quería saber, escuche el
versículo 7: “y no sólo con su venida, sino también con la consolación con la que él había
sido consolado junto a vosotros haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto,
vuestra solicitud por mí de manera que me regocijé aún más. ¿Sabe usted lo que ellos
hicieron? Recibieron la carta entera, la creyeron y se arrepintieron y se corrigieron. ¿Cree
usted que eso lo hizo feliz? Para eso vivía. Y él dice: “porque, aunque me contristé con la
carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté.” En otras palabras, él está diciendo: “sé
que esa fue una carta dura. No lo siento, pero por un tiempo lo estuve, quizás demasiado
fuerte… “oh, porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo os contristó, oh,
ahora me gozo. No porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para
arrepentimiento, porque habéis sido contristados según Dios.” ¿No es eso bueno? Él
estaba tan emocionado por lo que se había logrado en sus vidas.
Bueno, en Segunda de Corintios, la cual fue escrita para Macedonia, él les vuelve a
recordar después de todo esto, ‘oh, estoy tan emocionado’. Él dice: “ahora, acerca de la
ofrenda,” capítulo 8, versículo 1, él les recuerda que den para los santos pobres de
Jerusalén y eso se ve en el capítulo 8 y en el capítulo 9. Y él envió a Timoteo con la carta.
Bueno, todo eso simplemente para decir esto: aquí está el acoso apóstol Pablo agotado,
cansado, ansioso por la vida espiritual de sus iglesias. Está siendo perseguido con su vida
amenazada, reconociendo que en cualquier momento él podía morir y que él no tiene
poder físico para refrenar esto. Totalmente dependiendo del poder de Dios. Sin embargo,
él no pide algo para él mismo. Lo único que quiere hacer es recolectar el dinero para darlo
a los santos necesitados para que la Iglesia pueda ser una. Ahora, este es un hombre que
da, ¿no es cierto? Esta es la medida del amor del hombre. La Iglesia para él no fue un
medio para su propia promoción. La Iglesia para él simplemente fue la amada de Cristo a
quien él amaba y a quien él entregó su vida.
Permítame darle una tercera cosa al cerrar en tan sólo unos pocos minutos. Una tercera
cosa en Hechos 20 que me dice cuánto él amaba la Iglesia, es su enseñanza. Su afecto, su
dar, en tercer lugar, su enseñanza. Versículo 2: “Y después de recorrer aquellas regiones, y
de exhortarles con abundancia de palabras, llegó a Grecia.” O a Acalla, ahí es donde
estaba la Iglesia corintia.
Pero quiero que vea esto que es pequeño de exhortarles con abundancia de palabras. Esto
es importante y se vuelve inclusive más significativo y es interesante en el próximo pasaje,
del cual hablaremos en dos semanas, en donde él predica este sermón toda la noche y
Eutico se queda dormido y muere debido a esto. Ustedes son advertidos, no obstante, el
apóstol Pablo ha pasado su tiempo dando mucha exhortación. Él sabe que él está en la
última parte de su viaje, en la parte este del Mediterráneo. Porque él sabe que la
hostilidad ha llegado realmente a un nivel elevado y entonces, él sabe que no va a
regresar. Simplemente, percibía eso en su corazón.
Y él no regresó y él está diciendo esto a Dios. Y él sabe que las iglesias están establecidas y
que ahora hay ancianos en las iglesias que pueden enseñar. Y él sabe que el Evangelio está
establecido y él sabe que él no va a regresar debido a la presión. Pero también sabe en su
mente, él ve a Roma y él ve a España; y entonces, aquí se acabó. Y él pasa mucho tiempo
en la exhortación.
¿Sabe una cosa?, aquí hay un tiempo en el que él pudo haberse sentido triste por sí
mismo y por las presiones, cuando él pudo haberse tomado unas vacaciones. Pero en
lugar de eso, él se entrega de manera continua a la exhortación. Y aquí está la idea de
enseñanza. Mucha interacción, mucha comunicación. Compartir mucho, hablar y enseñar
y exhortar mucho. E incidentalmente, escribir mucho. Él ya ha escrito 2 Corintios en estos
días. El viaje a Jerusalén adopta un sabor de viaje de despedida. Y, sin embargo, se entrega
a sí mismo a la enseñanza.
Y aquí de nuevo, simplemente para extraer este pequeño pensamiento, aquí de nuevo
está la marca del hombre que ama a la Iglesia. Él se entrega la enseñanza de la Iglesia.
Pablo vivió para esta razón. Para perfeccionar a todo hombre. Pablo dijo: “apóstoles y
profetas y evangelistas y pastores maestros son dados a la Iglesia para hacer ¿qué?
Perfeccionar a los santos.” Él vivió para esto. Para él, eso es lo que fue la Iglesia.
¿Sabe una cosa? Es triste ver a tantas iglesias en la actualidad y a tantos hombres en el
ministerio y para ellos, la Iglesia es un medio para una carrera exitosa o la Iglesia es un
vehículo para su propio ego. Y sabe una cosa, todo el mundo pelea eso del orgullo y todo
eso. Pero sabe una cosa, menos de que un hombre de Dios enseñe a partir del amor por
Jesucristo y amor por la Iglesia, sus esfuerzos están centrados en sí mismo.
Yo le pido a Dios una y otra vez que me ayude a amar más a la Iglesia. A amar a su gente. A
entregarme hasta el día en que muera en perfeccionar a los santos. Eso es lo único que
quiero hacer. Y conforme estudié este pasaje acerca de Pablo, fui tan convencido de
pecado por ver en mi propia vida mi ausencia de amor por los que son de Dios. Quiero
amar a la gente de Dios más.
Hay tantas veces en las que preparo y ni siquiera estoy pensando acerca de cómo esto le
va a enseñar a la gente de Dios, pero estoy diciendo en mi mente: “hombre, ¿les va a
gustar esto? ¿Van a pensar que realmente hice un buen trabajo en esto?” Y tengo que
regresar a mí mismo y decir: “ese no es un pensamiento piadoso.” Y en cierta manera, es
algo así como: “quítate delante de mí Satanás,” y enfocar mi atención en el hecho de que
la única razón por la que estoy de pie aquí no es para que usted pueda saber lo que John
MacArthur sabe, sino para que usted pueda saber lo que Dios quiere que usted sepa y sea
cumplido en todo el conocimiento perfeccionado horas de Su voluntad.
Dios da su amor por la Iglesia. ¿Y sabe una cosa? Me es sorprendente cómo algunas
personas pueden tomarlo o dejarlo. Se llaman a sí mismas cristianas, pueden entrar y salir
de la Iglesia y perdérsela por mucho tiempo. No les molesta en absoluto. Eso no es amor
por la Iglesia. Si yo amo a la Iglesia, voy a ministrar a la Iglesia. Si Dios me da una
enseñanza, voy a enseñar a la Iglesia hasta que muera. El pensamiento de la jubilación
para mi es horrendo. Claro, porque soy joven. Pero es horrendo retirarse. ¿Dejar de
enseñarles a los creyentes?
¿Sabe lo que el apóstol Pablo estaba haciendo hasta que le quitaron la cabeza? Lea los
últimos dos versículos en el libro de los Hechos, cuando él estaba en Roma. Él estaba
enseñando las cosas acerca de Jesucristo. Nunca se detuvo. Y sabe una cosa, no sé cuáles
son sus dones espirituales. Usted sabe, el Espíritu sabe. Usted debe amar a la Iglesia de tal
manera que el deseo más grande de su corazón es ministrar sus dones. Escuche, Jesús
compró a la Iglesia pagando con el precio de Su propia vida y el precio de Su propia
sangre. Es un tesoro preciado y Él la ha encomendado al cuidado de todo santo,
administrado a todo santo, ¿verdad? ¿Ama usted a la Iglesia? Que Dios nos ayude a no ver
a la Iglesia como un medio para nuestra propia gratificación. O como un medio para el
entretenimiento, pero a ver a la Iglesia como un ministerio al que tenemos que
entregarnos también en amor total sacrificando nuestras propias vidas.
Entonces, Pablo amó a la iglesia. Y él les dio mucha enseñanza. Él nunca se detuvo. Él
nunca descansó. Él simplemente enseñó y enseñó y nunca se detuvo. Él estaba tan
cansado para cuando llega a Troas de nuevo en el versículo 6 al 12, él debió haber estado
agotado después de todo lo que está pasando y veremos esto la próxima vez. Él está
exhausto. ¿Y sabe lo que él hace? Él les enseña toda la noche. Esa es la medida del
compromiso del hombre.
Usted dice: “bueno quizás, cuando él descendió a Grecia, al final del versículo 2, él llegó a
Corinto ahí y fue a la casa de Gayo. Dice en otros pasajes que se quedó con Gayo, Tito
justo. Y quizás, él descansó o ahí.” No. Él tuvo algo que hacer mientras que estuvo ahí. Él
tuvo un pequeño proyecto. Él escribió Romanos. “Sí,” dice usted, “¿acaso él nunca se
rinde?” No, no lo hace. ¿Sabe una cosa?, él simplemente nunca quiso cansarse en hacer el
bien. Él enseñó a la Iglesia.
Hablé con algunos pastores ayer y dije: “la medida de su amor por Cristo es la medida de
su amor por Su gente. Y la medida de su amor por Su gente es cuánto usted desea que
maduren espiritualmente.” Es correcto. ¿Sabe una cosa?, si yo amo a mi hijo, ¿qué es lo
que yo quiero de él? Yo quiero que él será todo lo que él puede ser, ¿verdad? Si lo amo,
¿verdad? Si yo lo amo a usted, ¿qué es lo que quiero que usted sea? Todo lo que usted
puede ser espiritualmente. Si usted está teniendo problemas con ese deseo, está teniendo
problemas con amar a Cristo porque si usted realmente lo ama de esa manera, usted va a
amar a la Iglesia de esa manera.
Bueno, oremos. Padre, gracias por nuestro tiempo juntos en esta mañana y ha sido bueno
estar en la Palabra y compartir este tiempo juntos. Gracias por la muestra de un amor de
nuevo que amó, amó a la Iglesia, Tu Iglesia. Señor, no tengo deseo alguno por edificar Tu
Iglesia, porque Tú dijiste que Tú harías eso. Simplemente, quiero ser parte de eso.
Simplemente, alguna piedra en algún lugar en el edificio. Simplemente, ministrar a otros.
Dios, dame y dale a esta iglesia un amor por los santos. Dios, que nos veamos a nosotros
mismos como desechables. Que veamos nuestras vidas como nada, como un desperdicio,
como desechos. Únicamente para ser usada como Tú lo consideres apropiado.
Que no deseemos nada fuera de amar a la Iglesia, expresar ese amor en el ministerio de
nuestros dones a los santos. Gracias por los ministerios, los dones, los llamados que Tú
nos has dado. Dios, ayúdanos a expresar esa responsabilidad de amar mediante el
ministerio fiel. Y oh, Dios, sabemos que el Hijo será glorificado, gente será salva. Te damos
la alabanza por lo que Tú haces en el nombre de Jesús, amén.
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Por el amor de la iglesia, 2ª Parte


Escritura: Hechos 20:1–7

Código: 1775
John MacArthur
Continuamos esta mañana en nuestro estudio del capítulo 20 del libro de los Hechos. Y
qué emocionante es entender estos principios del ministerio del apóstol Pablo. Y en este
pasaje en particular, en cierta manera, nos hemos desviado del análisis cercano versículo a
versículo, y en cierta manera, nos hemos adentrado en la dimensión de la vida personal de
Pablo que ha sido presentada a manera de referencia aquí en este pasaje y ha sido un
gran gozo.
En Hechos, capítulo 20, versículos 1 al 17, hemos titulado a la sección Por el Amor de la
Iglesia. Por el Amor de la Iglesia. Y hemos visto en esto, no afirmado de manera directa,
sino afirmado de manera implícita, el amor tremendo que el apóstol Pablo tuvo por la
Iglesia. Y con eso nos referimos no a la organización, sino a la gente, a los santos. Y esto
realmente es lo que hizo la diferencia en la vida de este hombre. Él amó a la Iglesia. Pablo
dijo en Efesios 5: “Jesús amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella.” Pero eso
también pudo haber sido el testimonio de Pablo porque él amó a la Iglesia y él se entregó
a sí mismo por ella también.
Jesús se entregó a sí mismo para redimir a la Iglesia. Pablo se entregó a sí mismo para
servir a la Iglesia. Al redimir a la Iglesia, Jesús murió. Al servir a la Iglesia, Pablo murió.
Y entonces, hubo un paralelo si no exacto en términos de propósito, ciertamente en el
nivel de compromiso de Pablo, fue el nivel de abnegación absoluta y total. Pablo tuvo un
deseo tremendo por ver que la Iglesia fuera lo que debía ser. Y creo que la razón básica
para ello fue porque él amó de manera tan intensa al Señor Jesucristo que cualquiera que
fuera la voluntad del Señor, se convirtió en la voluntad de Pablo.
Y, ¿sabe una cosa?, cuando nos enamoramos de Jesús en el sentido más puro,
comenzamos a querer de manera apasionada lo que Él quiere. Vimos algo de esto en la
última ocasión, cuando vimos en primera de Juan la afirmación de Juan que, si ama usted
al que lo engendró, usted ama a los que son engendrados por él. En otras palabras, no es
difícil amar a los cristianos, si usted ama al Señor que los engendró.
Y el apóstol Pablo estaba tan enamorado de Jesucristo que el cumplimiento de su vida, y
esto es importante, vino en el cumplimiento de la voluntad de Cristo por la Iglesia. Él
estaba perdido en la voluntad de Cristo. Él no tuvo voluntad separada. Y eso es madurez.
No es madurez espiritual someter mi voluntad a Cristo. Es madurez espiritual anhelar con
Cristo aquello que Él quiere. Y la mayoría de nosotros, todavía estamos aprendiendo cómo
someter nuestras voluntades. No hemos crecido al nivel de madurez en donde queremos
lo que Él quiere. Pero ese fue Pablo. Él amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por la
Iglesia, porque él amaba tanto a Jesucristo que no hubo otra razón para vivir más que
cumplir la voluntad de Jesucristo por la Iglesia de Él.
En Efesios 3:20, él lo vio en una gran dimensión. Él dijo: “y Aquel que es poderoso para
hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que podemos pedir o entender,
según el poder que actúa en nosotros.” En otras palabras, él le dice a los efesios y a todos
los cristianos, ‘realmente deberían estar moviéndose poderosamente, dramáticamente,
de manera dinámica. Deberían estar cumpliendo su potencial y la razón es esta: para que
a Él sea la gloria en la Iglesia’. En otras palabras, él vio a Dios glorificado cuando la Iglesia
estuvo operando a su máxima capacidad en términos de su potencial.
Y esta fue su pasión. Para esto vivió en él, para esto sufrió. Por esto murió, por el amor de
la Iglesia. Y quiero decirle que necesitamos más hombres como él. Sólo Dios sabe lo que
podría pasar si los hombres amaran a la Iglesia. Hombres que fueran responsables para
con la Iglesia y para con el Señor y que amaran a la Iglesia de esa manera.
Observe lo que un hombre hizo, un hombre que amaba tanto el Señor y que amaba tanto
a la Iglesia. Y hubo un precio que pagar y él estuvo dispuesto a pagarlo. En Colosenses
1:24, él dijo: “ahora se regocijan en mis sufrimientos por vosotros.” Él estuvo dispuesto a
pagar el precio. Si el precio de la madurez de los santos, si el precio de la unidad de la
Iglesia. Si el precio de la estatura plena de la Iglesia fue el dolor, él pagó de manera
dispuesta el precio. “Completo aquello que falta de las aflicciones de Cristo en mi carne
por causa de Su cuerpo, el cual es la Iglesia.” En otras palabras, sufro en lugar de Cristo,
recibo el daño que el mundo quiere hacerle a Él por causa de Su Iglesia.
Ahora, él amó a la iglesia. Él amó a la Iglesia. Inclusive en la cárcel cuando él le escribió
Filipenses, él dijo: “lo que me ha pasado cuando estaba en la cárcel ha resultado para la
extensión, el progreso del Evangelio; y algunas personas de la Iglesia se están volviendo
más valientes debido a mi encarcelamiento. Y estoy contento.” Él pagó el precio. Él amó a
la iglesia. Y su amor se definió como abnegación, sacrificio personal.
Ahora, Pablo sabía lo que era ser un hombre apasionado. Él sabía lo que era buscar una
meta. Y esta meta simplemente fue el perfeccionamiento de los santos, llevarlos a la
madurez plena para que ellos honraran de manera total, para que Dios pudiera ser
glorificado y, por lo tanto, que Jesús quedara satisfecho y, por lo tanto, Pablo quedara
satisfecho. Él amó a la iglesia. Y realmente, en el meollo de toda motivación en el
ministerio, ese puede ser el corazón de todo. Es amar a la Iglesia. No puedo ver como si
una persona realmente no amara a la Iglesia, no se entregaría a ella.
¿Y sabe una cosa?, recientemente tuve un gran gozo. Simplemente, un pequeño gozo
personal que probablemente ni siquiera lo sabrá, pero ahora yo se lo voy a decir. Aunque
es algo que quizás miles, y miles y miles de personas han leído acerca de mí, que
realmente nunca sabrían lo que significó para mí. Recientemente, en Cristianismo Hoy, la
cual es una revista teológica, hubo una evaluación del libro que escribí llamado La Iglesia,
El Cuerpo de Cristo. Y en cierta manera, usted espera con ansiedad el oír lo que las
evaluaciones van a decir porque pueden o edificarlo o destrozarlo. Sea quien sea el que la
escribe. Pero esta evaluación dijo algo simple que simplemente me llenó de gozo excesivo.
Esto es lo que dijo el que lo evaluó. “El libro refleja amor genuino por la Iglesia.”
Bueno, nadie habría sabido lo que eso significó para mí fuera de ustedes ahora. Porque si
hay una cosa que en todo mi corazón quiero es conocer algo de lo que Pablo conoció
cuando él dijo que amó a la iglesia. Y dice, por implicación, una y otra vez en el Nuevo
Testamento conforme vemos a Pablo. Y digo, usted dice: “bueno, MacArthur, no es eso
maravilloso, tú amas a la Iglesia. ¿Se te debe dar una palmada en la espalda?” No. No le
estoy diciendo por eso. Lo estoy diciendo por esta razón: si un hombre no ama a la Iglesia,
que Dios lo ayude si él trata de ministrar. Si la meta del ministerio no es por el amor de la
Iglesia, ver a los santos llevados al lugar en donde Dios es glorificado en sus vidas,
entonces usted tiene una meta pervertida. Si un hombre aborda el ministerio desde su
propio punto de vista para quedar satisfecho en sí mismo, para satisfacerse a sí mismo y
por el amor de su propio ego y su propia exaltación o posición a lo que sea, entonces, él lo
ha pervertido. La única razón por la cual uno debe estar en el ministerio es por el amor de
la Iglesia. La única razón por la que Jesús vino al mundo fue por el amor de la Iglesia, para
morir para redimirnos.
Y de nuevo, esto es básico para el ministerio. Yo no debo ser felicitado. Yo no debo ser
reconocido. Yo debería ser expulsado si no amara a la Iglesia. Eso es básico. Simplemente,
le pido a Dios que ame a la Iglesia como Pablo la amó. Bueno, Pablo amó a la iglesia y eso
es realmente donde está el ministerio. Ahí es donde está el corazón del ministerio. Usted
pregunta si eso lo incluye a usted. ¡Claro que usted tiene un ministerio! Usted tiene tanto
ministerio como yo. Usted dice “pero bueno, no fui llamado a predicar.” Pero a usted se le
dieron dones espirituales, ¿no es cierto? Y le voy a decir una cosa: la medida de su eficacia
y la intensidad de su ministerio de dones espirituales será determinada por el hecho de
que usted ame o no a los creyentes. Si usted realmente ama a los creyentes, entonces,
usted sabrá que ellos necesitan que usted les ministre. Y si usted realmente los ama, usted
les va a ministrar, porque usted los ama. Y usted quiere que crezcan y lleguen a la estatura
completa.
El ministerio de los dones es para los otros, mi don no es para mí. Es para usted. No me
sirve de nada. Yo podría estudiar, simplemente enseñar y predicar, es algo que usted
necesita, no para mí. Yo podría estudiar las mismas cosas y esconderme en el clóset. Pero
es mi don únicamente en términos de eficacia cuando le es dado a usted. Y un gran
motivo tiene que ser que yo me preocupo por usted. Me preocupa que usted crezca. Me
preocupa que usted madure. Me preocupo porque Jesús sea honrado en su vida. Me
preocupo porque Dios sea glorificado y usted debe tener la misma perspectiva.
Usted dice: “bueno, mi don es el don de ayuda.” Muy bien, entonces usted debe saber
que, por el amor de la Iglesia, usted debe entregarse a ayudar a otros. Lo que sea. Eso es
básico para cualquier ministerio.
Bueno, Pablo amó a la iglesia. Él amó a la Iglesia lo suficiente como para invertir su energía
en ella. Él amó a la Iglesia lo suficiente como para morir por causa de la predicación del
Evangelio. Y la alimentación de los santos.
Ahora, en este pasaje, en los versículos 1 al 17, vemos el amor de Pablo por la iglesia
implícito. Y no está aquí directamente. Aquí está indirectamente. Y yo, en cierta manera,
leí entre los espacios en blanco un poco. Traté percibir el sentimiento del pasaje sin
adulterar su significado. Pero oigo y veo aquí, conforme me muevo con Pablo y visualizo y
trato de ver, de manera realista lo que está pasando en estos 17 versículos. Y
simplemente, veo el amor emanando en los espacios en blanco. Usted sabe, está ahí. No
puedo alejarme de él. Ese es el factor dominante que tengo en mi mente conforme leí y
releí y releí este pasaje varias semanas atrás, cuando comencé a buscar un estudio de este
pasaje.
Ahora, Pablo está en su tercer viaje misionero y en esta ocasión, él está en la misma área
de manera general en la que él ya ha estado antes. El área del este del Mediterráneo,
usted se acuerda que él había cubierto mucho terreno. Siria, Cilicia y moviéndose al oeste
a Galacia y después, en el área de Frigia y Panfilia y todo eso, y avanzando más hacia el
oeste a Asia Menor y después, a Macedonia. Después, a Acaya el cual fue un lugar en
donde estaba Corinto. Él cubrió toda esa área y plantó iglesias por todos lados. El
Evangelio estaba creciendo.
Y aquí estaba, en su tercer viaje. Y en esta ocasión, él tiene a compañeros con el cómo los
ha tenido antes. Y él está ministrando y moviéndose. Y en esta ocasión, él se quedó por
mucho tiempo en su viaje, en este viaje en Éfeso, durante casi tres años en Éfeso. Pero él
está llegando a su término. Él está dejando Éfeso. De hecho, acaba de desatarse un
escándalo. El versículo 1 comienza después de que cesó el alboroto. El alboroto acaba de
terminar. Y Pablo estaba dejando Éfeso. Este es el último tramo y él va a regresar a
Jerusalén; y después de Jerusalén, él quiere ir al Roma y de Roma, a España.
Entonces, en su mente, él cree que esta es la última vez que él estará en la parte este del
Mediterráneo. Él es tiene algunas raíces tremendas, tremendas ahí. Algunos hijos amados,
amados en la fe. Y él sabe en su propia mente que él tiene el sentimiento de que esto se
acabó y ‘esta es mi última vez. Esta es la despedida. Esta es la última vez que voy a estar
aquí.’ Y entonces, hay un sentimiento aquí, a lo largo de este pasaje, de conclusión.
Es interesante que, probablemente, él regresó y de manera muy breve. Y eso se debe al
hecho de que él hizo la afirmación de que él dejó a Trófimo enfermo en Mileto. Y debido a
que eso no sucedió aquí, debió haber sucedido más tarde o más adelante, entonces,
concluimos que quizás su encarcelamiento romano fue separado en dos secciones. Y a la
mitad, él hizo otro viaje corto a Asia menor.
Pero en gran parte, aquí se acabó. Esta es la conclusión. Si usted percibe conclusiones. Y
supongo que todos nosotros sabemos que cuando vienen las despedidas, hay una especie
de actitud de amor que emana y que sube hasta la superficie. Y cuando estamos diciendo
adiós por última vez a la gente que realmente nos preocupa, todas las cosas, en cierta
manera, se desvanecen y en cierta manera, el amor domina. Y quizás en un sentido, esto
es lo que sucede aquí, aunque creo que probablemente, gobernó la vida de Pablo desde el
momento de su conversión.
Y entonces, vemos una serie de despedidas y una serie de adioses a lo largo del capítulo
20, conforme Pablo regresa hacia Jerusalén. Ahora, conforme vemos estos 17 versículos y
originalmente pensé que podríamos cubrir los diecisiete en una ocasión, porque
simplemente es narrativa. Y después, pensé, bueno, ciertamente podríamos hacerlo en
dos partes. Pero ahora, probablemente lo haremos en tres o más veces, porque no
pasamos del versículo 7. Pero aquí vemos seis áreas, simplemente palabras. Realmente,
no quieren decir que el texto está dividido por Dios de esta manera. De hecho, es un
bosquejo muy pobre. Simplemente, algunos clavos en los cuales usted puede colgar sus
pensamientos.
Pero hay seis diferentes cosas aquí que expresan el amor de Pablo. Su afecto, su dádiva,
su enseñanza, su persistencia, su disponibilidad y su preocupación. Y usted tiene un
pequeño bosquejo ahí en su boletín que puede seguir y tomar algunas notas, si usted
quiere. Ahora, estas son palabras simples que le van a ayudar a concentrarse en un
concepto en cada sección dada. Pero el amor de Pablo es revelado simplemente en
maneras implícitas en el texto. La primera, el amor de Pablo es revelado en su afecto.
Versículo 1: “después que cesó el alboroto, el alboroto de Éfeso, llamo Pablo a los
discípulos y abriéndolos exhortado y abrazado.” Deténgase ahí.
Como dije la última vez, no quiero presentar un punto grande a partir de esto porque no
es un punto grande. Es algo muy pequeño. Él simplemente los abraza. Literalmente, él los
acercó a sí mismo. Eso es lo que significa. Pero el abrazo que es se acostumbraba en esa
parte en particular del mundo, lo que se hacía por costumbre era un abrazo y un beso en
la mejilla. Esa era la costumbre.
Bueno, eso simplemente me hizo pensar. Aquí está el apóstol Pablo y él debió haber
tenido su despedida y él está pasando por ahí y siempre era la costumbre abrazar a la
gente. Recuerde que le dije que esta es la razón por la que Jesús le dijo a la gente que no
se detuvieran y saludaran a todo el mundo. Porque realmente, podría tomar mucho
tiempo. Usted tenía que pasar por toda la multitud y abrazar a todo el mundo y mostrar
este gesto amistoso. Entonces, él simplemente dice: “sigan moviéndose, no se atoren”. En
la actualidad, en nuestro mundo, vemos a alguien abrazándose y oh, se acabó.
En esos días, era un momento en el que la gente le hablaba la gente. Y había comunión. Y
nosotros siempre estamos apresurados todo el tiempo. Entonces, no podemos
identificarnos con eso. Pero bueno, aquí hubo un momento en el que él paso por todo el
grupo en Éfeso y simplemente, comencé a pensar: “bueno, esto dice algo acerca del
hombre. Algo acerca de su toque personal. Pero no mucho, simplemente, algo de esto.
Usted dice, ‘bueno, simplemente es una costumbre. Todo el mundo lo hacía.’ Correcto.
Pero ahí en el capítulo 20, versículo 37, añadimos este pensamiento. Que cuando él se fue
de Éfeso más adelante, veremos esto en un par de semanas, dice que “todos lloraron,
cayendo sobre su cuello y lo besaron.” Y aquí él usa el término en el griego que tiene que
ver con besar de manera ferviente, con afecto, de manera repetida, apasionada.
Ahora escuche, usted tiene que ser cierto tipo de personas para que la gente quiera hacer
eso, ¿verdad? Tenemos que enfrentarlo. Hay algunas personas que no importa lo que
hicieron o por qué se fueron, nadie haría eso. Hubo algo en el hombre que hizo que la
gente quisiera expresar su afecto. Y la gente sintió que podían tocarlo de manera
afectuosa, abrazarlo, besarlo.
¿Y sabe una cosa? Hay algo bueno en eso. Y es lo siguiente: aquí está el hombre que fue el
hombre más grande que vivió en ese entonces en el mundo. Si podemos medir la
grandeza por el efecto en la historia, ¿verdad? Pablo. Y por grande que fue y por
dominante que fue, por fuerte que fue como hombre, y por crítico como fue en términos
del plan de Dios, él fue un hombre entre otros hombres. Y otros hombres lo supieron.
Hubo algo tan humano acerca de Pablo que la gente podía amarlo inclusive de una
manera física.
Que Dios nos libre de sistemas de castas, de jerarquías espirituales. Bueno, tenemos
ciertas personas que son intocables. Debe haber un sentimiento tan afectuoso hacia todo
hombre de Dios. ¿Sabe una cosa?, debió haber algo tan cálido acerca de Pablo que se
sintieron cómodos en amarlo de esta manera. ¿Y sabe una cosa?, creo que es importante
que reconozcamos que el amor, de ser legítimo, debe poder ser reducido a lo físico.
¿Y sabe una cosa?, en nuestro mundo eso es algo tan raro. Y en algunas partes del mundo
todavía lo es de esa manera. Le dije que estuve en México y nos estábamos abrazando con
todo el mundo que vino. Simplemente, hay algo en eso que es bueno.
No quiero hacer una defensa seria de esto, pero es interesante que, en la actualidad en la
psicología, hay un énfasis tan fuerte en tocar. He estado leyendo todo esto acerca de la
preparación de la sensibilidad. Todo el mundo quiere tocar. Ahora, tiene grupos en donde
usted simplemente va y usted, simplemente, toca. Es correcto y eso no es una
imaginación. La psicología ha proliferado con grupos que tocan. Grupos de sentimientos.
Se me invitó a uno para ministros únicamente en donde todos vamos y nos quitamos la
ropa y nos sentamos en una alberca con agua caliente y nos tocamos unos a otros. Eso fue
legítimo. Se me invitó a uno. Tuvieron antes uno para ministros. Tuvo tanto éxito, que van
a tener otro. No necesito sentarme en una alberca con agua caliente. Y es ridículo. Es un
intento sorprendente por parte de la gente por hacer que el amor, de alguna manera, sea
demostrado de manera física. Lo que es bueno. Lo que es bueno. Creo que su hogar debe
ser así con sus hijos. Yo creo, hombres, que sus hijos deberían verlo a usted abrazando a
su esposa y plantándole un beso. Y deberían ver eso con frecuencia. Deben verlo con
frecuencia. Es algo saludable que ellos puedan demostrar su afecto. Y creo que debe ser
así con sus hijos. Creo que debe ser que usted puede tocar de manera afectiva y abrazar y
besar a sus hijos. Creo que es importante.
¿Sabe una cosa? Usted ve a hijos que crecen en hogares en donde los padres no están,
están trabajando, están ocupados. El niño nunca conoce el significado del afecto físico y el
crece con una personalidad afectada. Eso es parte de la vida humana. La necesidad física
está ahí para ser tocados. Y usted responde a eso y yo también. Yo también. Usted dice:
“bueno, ¿es eso algo serio? ¿Que el cristiano pueda demostrar su amor? Creo que, si el
amor está ahí, debe haber este tipo de capacidad para demostrarlo inclusive físicamente.
Escuche esto, y simplemente, le voy a dar unos cuantos versículos que son interesantes.
escuche esto, y simplemente, le voy a dar unos cuantos versículos que son interesantes.
Romanos 16:16: “saludaos unos a otros,” no trate de seguirme, nunca va a llegar allí,
“saludaos unos a otros con ósculo santo”. Eso es philema, beso de amistad y abrazo en
esos días. Muy bien, eso es Romanos 16:16.
Primera de Corintios 16:20: “saludaos unos a otros con ósculo santo”. Segunda de
Corintios 13:12: “saludaos unos a otros con ósculo santo”. Creo que hay un mensaje aquí
para nosotros. Primera de Tesalonicenses 5:26: “saludad a todos los hermanos con ósculo
santo.” Ahora, quizás los tesalonicenses estaban siendo algo selectivos. Entonces, Pablo
dice: todos ellos. Primera de Pedro 5:14. Usted dice que Pablo estaba obsesionado con
esto. No.
Pedro tuvo el mismo pensamiento. “Saludaos unos a otros con ósculo,” un beso de amor.
¿Se da usted cuenta de que cinco veces en el Nuevo Testamento a la iglesia se le mandó
que demostrara su afecto físicamente? Ahora, este me parece un punto interesante. Que
no debemos ser distantes, sino tiernos y afectuosos, inclusive al toque. Creo que es
importante que nosotros demostremos el amor de esa manera. Esto derriba muchas
barreras, realmente lo hace. Eso no es únicamente costumbre, esto es enseñanza.
Muy bien, en segundo lugar, creo que el amor de Pablo fue demostrado no sólo en esta
área de aspecto físico. Creo que la gente simplemente se sintió cercana a él. Sintieron la
calidez de su amor, simplemente, estuvo ahí. Pero, en segundo lugar, fue demostrado de
una manera mucho mayor en lo que él dio. ¿Se acuerda que hablamos de esto la última
vez?
Él estuvo por todos lados, corriendo por todos lados, recogiendo una ofrenda, dice el
versículo 1, “se despidió y salió para ir a Macedonia. Y después de recorrer esas regiones,”
deténgase ahí. ¿Él se fue a Macedonia por qué razón? ¿Se acuerda? Primera de Corintios
16 nos dice que él simplemente escribió Primera de Corintios desde Éfeso y después, él
fue a Macedonia y él dijo: “voy a recoger una ofrenda para los santos pobres en
Jerusalén.” Imagínese. Le tomó un año o casi un año acabar con eso. Ese hombre estuvo
por toda esa parte del mundo simplemente recogiendo dinero para las necesidades de
alguien más. Él fue un hombre que daba. Eso muestra que él los amó.
¿Y sabe una cosa? Usted puede reconocer el amor de un hombre por su sacrificio. Y usted
sabe que Pablo pasó la mayor parte de su ministerio ganándose la vida. ¿No es cierto?
¿Cómo es que lo hizo? Hizo tiendas y trabajó con piel. Él pasó la mayor parte de su
ministerio ganándose la vida. Y él no pidió nada.
Bueno, con frecuencia, él dijo: “no vine a pedir algo, no quiero ser una carga para
ustedes.” Y después, cuando alguien le daba una ofrenda de amor, él dijo: “pero quiero
que sepan cuánto lo valoré.” Mientras que él nunca pidió nada para sí mismo y nunca
buscó algo para sí mismo, él estuvo ocupado buscando satisfacer las necesidades de otros.
Él fue una persona no egoísta. Él fue una persona que daba. Eso es amor. Eso es amor. Y la
última vez, vimos cómo él buscó por todos lados dar. Él inclusive dijo en 1 Corintios 13,
cuando él escribió. Dijo: “el amor no busca lo suyo.”
Y después, él salió a buscar las necesidades de otros. Hay un versículo muy interesante en
Ezequiel 33:31. Dice esto: “con su boca muestran mucho amor. Pero su corazón busca la
avaricia.” Como puede ver, hablan del amor, pero codician. El amor da. ¿Qué es lo puesto
del amor? Avaricia. Toma. Ahora, este principio es ilustrado y vale la pena nuestra
atención al ver Primera de Juan 3:16. Primera de Juan 3:16 ilustra el principio bíblico de
dar en términos de esta relación con el amor. El versículo 16 dice: “por esto conocemos el
amor de Dios. ¿Cómo? ¿Cómo sabemos que Dios nos ama? ¿Por qué Él lo dijo? No. Porque
Él puso Su vida por nosotros.
Ahora, el amor entonces es definido en términos de sacrificio supremo. ¿Verdad? Siempre
pienso en lo que mi papá solía decir acerca del hombre que le escribió a su novia y le dijo:
“te amo tanto que subiría a la montaña más alta. Yo pasaría por la arena más caliente, yo
nadaría por el océano para estar cerca de ti. Y si no llueve, voy a estar ahí contigo esta
noche.”
Eso, en un sentido, ése es el tipo de amor que todos nosotros tenemos. Son palabras que
realmente no son suficientes. Pero el amor es medido verdaderamente por el sacrificio.
Así es como el amor de Dios es medido, ¿verdad? Y Él es el estándar. Dios tiene el amor
estandarizado. Y si el nuestro es definido como amor, va a estar al nivel que Él estableció.
Muy bien, entonces él dijo: “Dios nos ama y lo prueba al poner Su vida.” Sacrificio
personal. Ahora, observe: “y nosotros debemos,” observe que hay una obligación, hay una
obligación moral, hay un deber ahí. Debemos poner nuestras vidas por los hermanos. La
medida
suprema de nuestro sacrificio de amor es estar dispuestos a entregar nuestras vidas.
Ahora, algunos cristianos ni siquiera están dispuestos a entregar su tiempo, mucho menos
su vida. O quizás, su dinero. Algunos ni siquiera están dispuestos a ministrar su don
espiritual capacitado por el Espíritu Santo. Algunos cristianos, ni siquiera están dispuestos
a prestarle su atención. Debemos poner nuestras vidas.
Ahora, quizás no todos nosotros vamos a ser llamados a hacer eso. Y eso, en cierta
manera, es una generalidad. Debemos poner nuestras vidas. Pero quiero que observe que
él realmente hace esto muy particular. ‘Los hermanos’ es muy general. Sabe una cosa, es
fácil decir: “oh, yo te amo hermano.” Es como decir: “amo a la humanidad”. Como usted
sabe, hay gente que está muy preocupada por la humanidad. Nada más que no les cae
bien la gente. Como individuos, C. S. Lewis dijo, “es fácil ser entusiastas por la humanidad
con una H mayúscula. Es mucho fácil que amar a hombres y a mujeres a nivel individual.
Amar a todo el mundo en general es una excusa para no amar a nadie en particular.” Fin
de la cita.
Pero aquí, él lo enfoca de manera particular en el versículo 17. Si estás dispuesto a poner
tu vida por los hermanos, aquí lo reduce a nivel personal. “Pero el que tiene bienes de
este mundo y va a su hermano.” Muy bien, hemos reducido hermanos de manera general
a su hermano. Cualquier persona que tiene una necesidad y cierra su corazón contra él,
¿cómo mora el amor de Dios en él? No diga usted que ama a los hermanos a menos de
que usted satisfaga la necesidad del que se cruza por su camino.
¿Se acuerda de lo que dijo el doctor Ririe dijo acerca del buen samaritano? Esa es nuestra
obligación para con este hermano. Afirmaciones de amor no son suficientes. Dios no
quiere sentimientos, Él quiere sacrificio. Versículo 18: “hijitos míos, no amemos en palabra
ni de lengua, sino en hecho y en verdad.” Entonces, el dar está ligado de manera
inseparable al amar. Usted no puede decir que ama a Dios, a menos de que usted haga un
sacrificio. Observe esto: “pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano que
tiene necesidad y cierra su amor contra él, ¿cómo morará el amor de Dios en él? Esto está
hablando simplemente de una necesidad financiera típica.
¿Usted realmente puede decir que ama a los hermanos a menos de que esté dispuesto a
hacer un sacrificio financiero? Hay una gran afirmación que establece el estándar. Y
hombre, realmente lo establece muy alto. Segunda de Corintios 8:7 dice esto; bueno,
veamos el 8:9, por causa del tiempo. Dice: “porque vosotros conocéis la gracia del Señor
Jesucristo que, aunque Él fue rico, por causa de vosotros se hizo pobre para que, mediante
Su pobreza, pudierais ser ricos.”
Ahora, él dice en el versículo anterior ‘prueben que su amor es sincero.’ ¿Cómo para
probar que su amor es sincero? Háganlo como Cristo, quien fue rico, se hizo pobre para
que ustedes fueran ricos.
Ahora, ¿usted quiere medir su amor? Hombre, realmente esto me confronta. Si usted
realmente amara de manera total, usted se haría pobre para que alguien más fuera rico.
Ahora, recuerde esto: algunos de nosotros nos despedimos de cada centavo. Así: puf. Es
muy difícil. El epítome del amor es hacerme a mí mismo pobre simplemente para que
alguien más sea rico. Es la medida de mi amor. Que Dios nos ayude a dar. Pablo dio. Aquí,
él está por todos lados recogiendo dinero para la Iglesia.
El tercer punto. Vemos su amor en Hechos 20, en tercer lugar, en su enseñanza. Y quiero
pasar un minuto en esto porque es tan importante para mí. Dice en el versículo 2: “y
después de recorrer aquellas regiones y de exhortarles con abundancia de palabras, llegó
a Grecia.” Otra cosa que sé que es una prueba de que él amaba a la Iglesia fue el esfuerzo
tremendo que él pasó en enseñarles.
¿Sabe una cosa? Lo más grande que yo puedo hacer para probar mi amor a la Iglesia es
enseñar a la Iglesia. Yo creo que eso es verdad. Yo creo que eso es lo más grande. Yo creo
que usted tiene una progresión. Creo que es tan maravilloso que Pablo mostró afecto
físico, fue más maravilloso que él cubrió necesidades financieras. Fue súper maravilloso
que él les dio verdad espiritual, ¿verdad? Porque esa es la médula. Eso es lo que los hace
crecer para ser todo lo que Jesús quiere que ellos sean. Él los amó y les dio mucha
exhortación, mucha enseñanza, mucha predicación, mucho aliento.
¿Sabe una cosa? Es un principio simple: si usted realmente ama a sus hijos, usted les va a
enseñar, ¿verdad? Cuando yo veo a un hijo que no es instruido, un hijo indisciplinado y
rebelde, yo asumo que los padres no amaron al hijo. Pueden decir que aman al hijo, pero
no aman al hijo. Y el sentido más verdadero del amor, porque, si realmente amaran al hijo,
le habrían dado al hijo los principios que habrían hecho que su vida fuera satisfactoria.
¿Verdad?
Y entonces, tenemos lo mismo aquí. Si usted realmente ama a la Iglesia, usted va a
enseñar a la Iglesia. Usted hará que la Iglesia tenga los recursos para crecer en Cristo, si
usted ama a la Iglesia. Y aquí está la marca de un ministerio amoroso: enseña al rebaño.
Enseña de manera incansable, de manera abnegada, no motivado por sus propios deseos
o sus propias ideas, o sus propias opiniones sino por la necesidad de ellos de alimento
espiritual.
Ahora, hay un ministerio y eso es alimentar al rebaño. Ese es el ministerio. Y no puedo
resistir una tangente breve de este tema, porque creo que tiene una importancia
estratégica. Y a veces, me preocupó en la actualidad, oro a Dios porque haya predicadores
que levanten esta generación. Yo sé que Dios va a hacer eso, pero veo a tantas personas,
veo a tantos seminarios y a tanta gente en denominaciones en donde la predicación
simplemente es minimizada. ¿Y sabe una cosa? Muchos de ustedes están aquí en esta
Iglesia hoy porque quieren enseñanza, quieren predicación con contenido.
En la primera Iglesia, la predicación era central. La predicación era la clave de todo. El
centro de todo fue la proclamación de la Verdad de Dios. Y todavía creo que es una
prioridad. En Primera de Timoteo, cuando Pablo escribió a Timoteo, quien es un
predicador, él dijo esto en el versículo 13, capítulo 4, Primera de Timoteo, escuche: “entre
tanto que voy, ocúpate de la lectura, la exhortación y la enseñanza.” Tres cosas: lee el
texto, aplica el texto y enseña el texto. ¿Y sabe lo que es eso? Eso es predicación
expositiva. Él le dijo que siguiera haciendo eso, que no lo descuidara y que se entregara de
manera completa a eso. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina.
Más adelante, en 2 Timoteo, él le volvió a escribir simplemente en caso de que se olvidara
y le dijo: “Timoteo, que prediques la palabra a tiempo y fuera de tiempo. Redarguye,
reprende, exhorta con toda paciencia.” Y él dijo: “acuérdate, va a venir el día cuando no
soportarán eso,” y creo que estamos viviendo en ese día. Creo que la Iglesia se ha diluido
tanto y se ha alejado tanto de la predicación apostólica de la cruz y de la predicación
poderosa de la verdad de Dios que la Iglesia se ha convertido en todo tipo de cosas
diferentes de lo que debe ser y debe ser un centro de enseñanza y proclamación. Instruir a
los santos, alimentar a los santos para que puedan salir a ganar a otros.
¿Y sabe una cosa? Hay razones para esto. Permítame tan sólo compartir, esta es una
tangente, permítame tan sólo compartir algunas cosas. Creo que hay razones por las que
la predicación es minimizada en la actualidad. Y lo es, créanme. Usted tiene que ver unos
tres o cuatros seminarios en todo Estados Unidos si quiere encontrar a predicadores que
estén saliendo. Simplemente, no está sucediendo. Y hay muchas denominaciones que ni
siquiera considerar a esto como una opción. El tener un púlpito dinámico es casi algo
muerto.
Pero creo que una de las razones por las que tenemos esto, creo que es en primer lugar,
porque hay una pérdida en la creencia, en la autoridad de las Escrituras. Como puede ver,
si usted no cree en la autoridad de la Palabra de Dios, usted no puede proclamar nada. Lo
único que usted puede tener es una discusión. O puede tener una plática acerca de cierta
opinión o una perspectiva. Pero si usted no cree que la Palabra de Dios tiene autoridad y
de manera inherente es la Verdad de Dios, entonces, usted no puede predicar. Entonces,
usted no tiene convicción alguna. Usted no sabe con qué está tratando. Opiniones.
Lo segundo que creo, y creo que esto está en el otro extremo, es el aspecto liberal. Pero
creo que, en muchos casos, nosotros fundamentalistas hemos contribuido a la pérdida de
la predicación. Usted pregunta de qué manera. Creo que muchas personas reaccionan a
los púlpitos profesionales. Y si usted estudia la historia del fundamentalismo, la historia de
los evangélicos en los últimos 50 o 100 años, usted encontrará que hay muchos hombres
que dominaron el púlpito y lo usaron como un gran martillo para martillar las cabezas de
su congregación. Lo usaron como un trono a partir del cual dictaron. Y como
consecuencia, la gente perceptiva, académicamente orientada, la gente lógica, la gente
razonable, vio lo que estaba pasando y reaccionó de manera negativa; y se deshicieron del
bebé junto con el agua sucia en la cual fue bañado el bebé.
Eso es lo que los predicadores hacen. Entonces, deshagámonos de la predicación. Un actor
profesional que manejaba y manipulaba a la gente y apelaba sus emociones y hacía que la
gente viniera y se fuera por los pasillos e hiciera todo tipo de cosas, y en la mente de
muchas personas, todavía esta es la imagen. Mucho ruido sin contenido. Sonido y furia
que no significan nada. Y hay mucho de eso. Simplemente, palabras interminables. Y creo
que, en gran medida, ese tipo de predicación ha hecho tanto por destruir la respuesta
positiva a la predicación como lo ha hecho el menosprecio de la autoridad hacia las
Escrituras.
En tercer lugar, y otra cosa. Yo creo que la Iglesia ha sido invadida por los medios masivos
de comunicación, materiales, música y testimonios. Y creo que esto ha sido un problema.
Usted pregunta qué quiero decir con eso. Bueno, usted sabe, solía ser que la Iglesia se
congregaba para oír la Palabra de Dios. Pero después, alguien pensó: ‘bueno, ¿no sería
bueno si tuviéramos esto, eso y aquello?’ Y todo el mundo comenzó a volverse creativo. Y
quedaron tantas cosas, que ahora hay un millón de cosas que están luchando por la hora
en la que solía darse la predicación. Todo tipo de cosas maravillosas. Películas, y
musicales, y todo tipo de materiales nuevos y nuevas cosas electrónicas. Y simplemente,
una cantidad tremenda de cosas. Y algunas de estas cosas son muy, muy excelentes. Y
muy, muy buenas.
Pero quiero decirles algo, amigos. No puede tomar el lugar de la Iglesia local. En la Iglesia
local, en la enseñanza de la Palabra de Dios. Y sabe una cosa, yo creo esto con todo mi
corazón esto: yo creo que Dios me ha colocado aquí en Grace Community Church y yo
creo que él ha colocado a los ancianos aquí en Grace Community Church, a aquellos que
enseñan, porque Él quiere que enseñemos a esta parte de la Iglesia. Y no voy a entregarle
esta responsabilidad a fuentes externas.
Hablé con un pastor que nunca predica el domingo por la noche. Nunca. Siempre, él tiene
una película o un musical o a alguien que da un testimonio, a alguna persona bien
conocida. ¿Sabe usted lo que él ha hecho? Él ha entregado a su Iglesia a todas esas
influencias externas. Y estas personas pueden ser personas maravillosas y todas esas
cosas pueden ser cosas maravillosas, pero realmente, no son sensibles, ni están en la
frecuencia para lo que esta Iglesia es y dónde está y lo que Dios está haciendo allí.
Y creo que hay un elemento importante, si hay un elemento importante en una Iglesia, en
donde la predicación se lleva a cabo que está relacionado con la gente. Ésta simplemente
es una convicción fuerte que tengo. La predicación ha sido relegada a la esquina de atrás.
Los hombres han descubierto que usted tiene que trabajar duro para predicar. Usted tiene
que estudiar duro. Usted tiene que ser diligente. Y es mucho más fácil llegar con algo que
no toma tanto compromiso y demás; y encontrar tiempo para otras cosas que son cosas
buenas, pero que no son prioritarias.
Y ahora, usted sabe, solíamos congregarnos para la predicación y la enseñanza; y ahora,
tenemos el servicio. ¿Qué es eso? ¿Alguna vez alguien ha entendido lo que es eso? Yo no
tengo la menor idea. Yo he oído de la palabra toda mi vida. El servicio. ¿Qué es eso? ¿Qué
quieres decir con ‘el servicio’? Entonces, lo llamamos la comunión de la adoración en la
mañana y una hora familiar de Biblia en la noche, porque no sé lo que es el servicio. Y no
he encontrado a nadie más que lo sepa.
Y sabe una cosa, ahora tenemos a gente que dice: “bueno, nos gustaría tener mucha
adoración.” Bueno, entonces, ¿qué es adoración? Martyn Lloyd Jones dice, y esto es
bueno, él dice: “si la predicación se ha desvanecido, entonces ha habido un incremento en
el elemento formal del servicio. La manera de recibir la ofrenda de la gente inclusive ha
sido ahora más formal.” Eso llena el tiempo en algunos lugares, no aquí, eso espero. Pero
en algunos lugares. “El ministro y el coro ahora el gran en el edificio como una procesión.
Y en algunas iglesias, hay música y todo tipo de cosas que están sucediendo mientras que
están caminando por todos lados.”
Él dice: “aún más en el incremento está el elemento del entretenimiento en la adoración
pública. Usan películas y más y más canciones. Encima de esto, se dan testimonios. Si
usted puede encontrar a algún almirante o a algún general, o alguien que tenga un título
especial o a algún jugador de béisbol o a alguna actriz o actor, pídales que den su
testimonio. Esto es deseable y va a ser de mucho mayor valor que la predicación.” Fin de
la cita.
Pero eso es lo que ha sucedido. En muchos, muchos casos. Todas las técnicas humanas
pueden hacer que una multitud se congregue. Eso es correcto. Pueden hacer eso. Pueden
conseguir una multitud. Pero usted nunca llegará al problema real. El problema real en la
Iglesia no es una asistencia baja, es mala nutrición espiritual. Como puede ver, ése es el
problema. En muchas iglesias, están entregando píldoras de felicidad cubiertas de azúcar
mientras que todo el mundo está siendo consumido por abscesos espirituales. ¿Sabe una
cosa? Están insertando morfina a la gente que tiene un apéndice rasgado. No ayuda en
absoluto.
Y después, creo que otro problema que la Iglesia enfrenta y que ha contribuido a que
desaparezca la predicación, es el hecho de que alguien le ha vendido a la Iglesia la idea de
que el énfasis debe estar en que el pastor sea un consejero y un trabajador social. No un
predicador. No un hombre de la Palabra, sino un consejero y un trabajador social. Y la idea
del consejero, dice: “bueno, no puede satisfacer las necesidades individuales de la gente
mediante la predicación.” Escuche, si usted puede aprender los principios de Dios, usted
los puede aprender también oyéndolos predicar u oyendo a alguien que se los diga a
usted. Y si los principios de Dios no son la clave para su propia salud espiritual y su propia
salud mental, no sé qué es.
Alguien más viene y dice: “bueno, tenemos que involucrarnos socialmente. Y el ministro
debe estar al frente del retrato social.” Oh, tengo un buen pasaje que siempre uso para
gente que dice eso. Y ese es Hechos 6. Y es muy claro. Simplemente, dice esto: que las
mudas viudas griegas no estaban recibiendo lo que debían recibir. Alguien no estaba
cubriendo las necesidades de ellas. Ese es un problema social. Las necesidades de las
viudas hebreas estaban siendo satisfechas, pero las viudas griegas estaban diciendo los
judíos no están siendo justos, entonces, fueron con los apóstoles: “oigan, tienen que
atender el problema social. Alimento para los necesitados.”
Los Doce convocaron a todos los discípulos y dijeron: “no es justo que dejemos la Palabra
de Dios y nos encarguemos de asuntos sociales.” Bastante directo. Entonces, escojan a
algunos diáconos para que hagan eso y nosotros nos entregaremos a la oración y a la
Palabra de Dios. Y eso es lo que hace la diferencia. Entonces, ese es uno de los problemas.
Creo que otra cosa que ha sucedido que ha hecho que la predicación en cierta manera
vaya en declive es que la Iglesia ha llegado a ser identificada como una organización
comunitaria en lugar de ser un centro de enseñanza. Todo sucede en la Iglesia. La Iglesia
se ha convertido en el centro de todo. Y hemos envuelto nuestras vidas de manera
increíble en torno a algún edificio en algún lugar. Todo sucede en la Iglesia. Y algunas
personas, asocian su vida cristiana con lo que sucede en el edificio.
¿Y sabe una cosa? La gente me dice: “John, ¿crees que Grace Community Church es
demasiado grande?” Grace Community Church es demasiado grande si es demasiado
grande como para ser instruida. Si no es demasiado grande para ser instruida, no es
demasiado grande. Usted dice, “pero no hay tantas personas. Simplemente piensa en
todo lo que podrías a escoger a partir de la comunión. Digo, tenemos todo tipo de
comunión. Puedes tomar lo que quieras.” No estoy defendiendo nuestra Iglesia en
contraste a una Iglesia más pequeña, porque Dios quiere que algunas sean grandes, otras
pequeñas. Algunas, de tamaño medio y esa es la prerrogativa de Dios. A mí no me
importa. Pero yo simplemente estoy diciendo que, si una Iglesia enseña, entonces esa
Iglesia hace lo que es correcto.
Y si usted se puede sentar aquí tan bien como podría aprender sentado junto con treinta
personas, entonces usted puede aprender el principio que sale de la Palabra de Dios en
cualquier contexto y eso es todo lo que Dios quiere que la Iglesia sea y un lugar en donde
usted puede ministrar. Y lo único que necesita hacer es ministrarle a la gente que está más
cerca de usted, no a todo el mundo. Bueno, creo que algunas de estas cosas han
contribuido a que la predicación decrezca y oro a Dios porque Dios levante a algún
hombre grande en el púlpito, un gran hombre de Dios. Y realmente creo, y últimamente
he visto una tendencia, hacia un interés revitalizado en el púlpito. Y hay algunos ministros
con los que he hablado de esto y creo que eso es maravilloso. Bueno, eso termina el
repaso. Nos quedan 10 minutos para el sermón.
Permítame darle uno rápido aquí. En cuarto lugar, vemos el afecto de Pablo entonces en
su enseñanza y en su enseñanza incansable. Pero también lo vemos en su persistencia.
Sabe una cosa, él es persistente. Y el amor es persistente y el amor busca su objetivo y no
está maduro. Y me encanta esto acerca de Pablo, versículo 3: “después de haber estado
allí tres meses,” note en el versículo 2 que él estaba en Grecia, la cual realmente era
Acaya, o la ciudad de Corinto. “Él estuvo en Corinto tres meses.”
¿Y recuerda usted lo que él hizo ahí? Él escribió el libro de Romanos. Él estuvo ocupado y
él estuvo enseñando. “…y siéndole puestas asechanzas por los judíos para cuando se
embarcase para Siria,” él iba a abordar una nave para peregrinos. Él iba camino a la
Pascua en Jerusalén y en cada temporada de Pascua, una nave para peregrinos se detenía
en los puertos y recogía a la gente judía que quería ir a la Pascua. Entonces, él iba a
abordar una y hay un pequeño puerto cerca de Corinto llamado Cencrea. Y él iba a
abordar la nave de peregrinos en Cencrea. Pero los judíos probablemente tramaron
atacarlo para cuando se embarcase.
Bueno, él se enteró acerca del plan. Entonces, ¿qué cree usted que él va a hacer? Bueno,
él sabía que buscaban quitarle la vida. Y él sabía que el mundo entero quería quitarle la
vida, por lo menos el mundo a donde él iba. De hecho, ahí en el versículo 23 él admitió
que el Espíritu Santo le había dado testimonio de que, en toda ciudad, nada más que
aflicciones y cadenas le esperaban. Él supo a lo largo de este viaje a Jerusalén y él fue
advertido y advertido y advertido: “te quieren, te quieren, te quieren”. Y él llegó ahí y lo
capturaron.
¿Pero sabe una cosa? El hombre fue absolutamente persistente. No le importó. Y
entonces, cuando oyó eso, lo único que hizo fue cambiar su ruta. “Tomó la decisión de
volver por Macedonia.” Él dijo: ‘muy bien, si me quieren atacar en el barco, simplemente
me iré a Macedonia. Voy a subirme a otra nave.’ Persistente. Este hombre no fue un
cobarde. Y cuando él fue a Macedonia él habría tenido que regresar por todas las ciudades
en donde lo habían expulsado. Persistente. Él iba a llevar ese dinero a los santos en
Jerusalén aún si le costaba la vida. Aún si eso fuera lo último que él haría, él iba a hacer
eso.
Y ahí cuando estuvo sentado en Corinto, él escribió el libro de Romanos y él inclusive le
dijo esto a los romanos en el capítulo 15, versículo 30: “os ruego hermanos por causa del
Señor Jesucristo por el amor del Espíritu que me lleven juntos en sus oraciones a Dios para
que sea librado de aquellos que no creen en Judea.” En otras palabras, él dijo: “sé que va a
ser un problema. Y voy a tener problemas, especialmente en Judea. Va a haber
antagonismo. Oren por mí.” Pero él fue persistente. El amor es persistente.
Bueno, si usted realmente ama al Señor Jesucristo y si usted ama a la Iglesia, frente a
todo, usted va a buscar el ministerio; frente a todo desafío, frente al desánimo, frente a la
persecución directa, frente a todo tipo de confrontación, si usted ama a la Iglesia, usted
buscará el ministerio. Nada lo va a frenar a usted si usted ama a la Iglesia. Él fue
persistente. Él determinó regresar a Macedonia y regresó ahí otra vez, un viaje largo, este
es un hombre cansado. Un hombre cansado. Un hombre desgastado. Pero él nunca
consintió cambiar sus planes debido a que él creyó que Dios estaba en esto. Persistencia
sorprendente.
Bueno, cuando él fue, él no fue solo. Versículo 4: “Y le acompañaron hasta Asia, Sópater
de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico
y Trófimo. Estos, habiéndose adelantado, nos esperaron en Troas.” Observe la pequeña
palabra ‘nos’. Lucas está de regreso. Lucas es el autor. Cuando usted comienza a ver el
‘nos’ o el ‘nosotros’ de nuevo, Lucas está de regreso. Pablo había dejado a Lucas en
Filipos. Ahora, él regresa por Filipos otra vez, lo recoge. Y entonces, la narrativa se vuelve
el ‘nosotros’. También es interesante porque todo a partir de aquí se vuelve muy
detallado. Y sabemos que tenemos un testigo ocular allí. Mientras que el terreno cubierto
en los versículos 1 al 5 es tan general, al partir del versículo 6, todo pequeño detalle es
cubierto, ya que tenemos un testigo ocular en Lucas.
Ahora, observe lo que Pablo hace. Él toma a estos hombres por la razón simple de que
ellos representaban a todas las iglesias de los gentiles. Y él va a llevar esta ofrenda a los
judíos y dice: “sé que los judíos necesitan esto, pero, en segundo lugar, sé que necesitan
ver la unidad de la Iglesia. Entonces, voy a llevarme todos estos gentiles con todo este
dinero sacrificial y vamos a soldar a la Iglesia como una, judío y gentil.”
Entonces, él se lleva a hombres de toda área. Sópater, Aristarco y Segundo eran de las
iglesias de Macedonia. Observe a Gayo y a Timoteo, eran de las iglesias de Galacia. Tíquico
y Trófimo, quienes son mencionados en otros lugares por Pablo, eran de las iglesias de
Asia menor. Y en 2 Corintios 8 él dice que Cristo era de Acaya. Y también hubo otro con
Tito. Entonces, hay hombres de cada una de las áreas de iglesias con su dinero para
entregárselo a los santos en Jerusalén como una muestra de amor. Algo muy hermoso.
Algo muy hermoso.
Bueno, en el versículo 6, dice: “Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura,
navegamos de Filipos,” eso habría sido después de la Pascua. Él originalmente quería estar
en Jerusalén para la Pascua, pero cuando surgió lo del plan en contra de él, él no pudo
llegar. Entonces, él ahora tuvo que cambiar sus planes y esperar a llegar ahí para
Pentecostés, lo cual era 50 días después de la Pascua. La fiesta de los panes sin levadura
era, claro, la fiesta que duraba siete días inmediatamente después de la Pascua. Entonces,
pasaron la Pascua ahí y siete días de los panes sin levadura en Filipos.
“Y en cinco días nos reunimos con ellos en Troas, donde nos quedamos siete días.”
Únicamente les tomó dos días la primera vez que vinieron del otro lado. Entonces, debió
haber sido un viaje difícil. Donde nos quedamos siete días. Ahora, esta es su persistencia.
Él une a estos hombres, es un viaje largo cinco días, en lugar de los dos normales. Y
tuvieron que quedarse en Troas durante siete días más para subirse a la nave correcta. Y
él ya perdió la Pascua, aunque él la celebró en Filipos, y él señala esto porque nos vuelve a
decir que Pablo todavía era muy judío en su corazón y en su actitud. Bueno, su
persistencia. Él amo a la Iglesia y él fue persistente.
Finalmente, simplemente para tocar esto y cubriremos este punto la próxima vez, lo
último que veremos aquí esta mañana es que él amó a la Iglesia y eso es visible por su
disponibilidad. Él fue un hombre cansado, un hombre desgastado, como dije, y él llega a
Troas y observe lo que sucede. “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para
partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; Y alargó el discurso
hasta la medianoche.” Usted sabe que él tenía que partir al día siguiente en un viaje
tedioso, un viaje de seis o siete semanas. Y él se detuvo por suficiente tiempo como para
predicarles y alargó el discurso hasta la medianoche, sabiendo que él tenía que irse al otro
día.
Usted dice: “hombre, ese es un sermón largo.” Usted no ha visto nada aún. Ellos tomaron
un pequeño descanso a la mitad. Él regresó y dice al final del versículo 11: “… habló
largamente hasta el alba…” Él llegó allí cansado, agotado y él predicó toda la noche. Y no
fue tan sólo un sermón, él respondió a todas las preguntas de ellos. Satisfizo todas sus
necesidades en términos de información acerca de Dios. Disponibilidad. Ahora, eso tan
sólo es una pista inicial de su disponibilidad.
Hay otra pequeña afirmación hermosa en el versículo 13 que vamos a ver la próxima vez.
“Nosotros, adelantándonos a embarcarnos, navegamos a Asón para recoger allí a Pablo,
ya que así lo había determinado, queriendo él ir por tierra.” Mientras que los hombres se
subieron a la nave, y viajaron por más de 50 km a Asón, más de 50 km por agua, Pablo
caminó a Asón y hubo una razón muy específica. Este fue un hombre disponible. Aquí
estuvo en él en Troas y él se entregó toda la noche.
Bueno, algo interesante sucedió esa noche. Un hombre se quedó dormido a la mitad de su
sermón. Se cayó de espaldas por la ventana y murió. Y si usted quiere saber lo que le pasó,
regrese dentro de dos semanas y veremos eso.
Permítame tan sólo tomar un pensamiento y después, cerraremos. Observe el versículo 7:
“el primer día de la semana.” Ahora, ahí está la primera afirmación directa del tiempo en
el que la Iglesia se reunía. ¿Cuál es el primer día de la semana? El domingo. Ahora, el
domingo se llama en las Escrituras el día del Señor. En Apocalipsis 1:10, Juan dijo: “estaba
en el Espíritu en el día del Señor.” Entonces, aparentemente ya para ese entonces, los
cristianos habían conocido al domingo como el día del Señor. Y así es como lo debemos
conocer, como el día del Señor.
En 1 Corintios 16:2, Pablo dijo: “aparten cada uno de vosotros en el primer día de la
semana.” Se convirtió en el patrón para la primera Iglesia el primer día de la semana. ¿Y
sabe una cosa? La primera reunión que la Iglesia jamás tuvo después de la resurrección
fue en el primer día. Se acuerda que estaban ellos reunidos ahí en un lugar y Jesús
atravesó por la pared y entonces, se convirtió en el día de conmemoración. El primer día
de la semana.
Permítame leerle una afirmación interesante. Ellen G. White, quien es responsable por
comenzar con los Adventistas del Séptimo Día, escribió esto. Y cito: “para nosotros, como
para Israel, el Sabbat es dado como un pacto perpetuo. Para aquellos que reciben su día
santo, el día del reposo, o el Sabbat, es una señal de que Dios los reconoce como Su
pueblo escogido.” Lo que ella está diciendo ahí es que la gente que se reúne en el Sabbat
es el pueblo escogido, los otros no. “La señal o el sello de Dios es revelado en guardar el
séptimo día. El Sabbat. La marca de la bestia guarda el primer día de la semana.” Fin de la
cita.
¿Pero sabe una cosa? Eso no es bíblico. En Gálatas, no sólo de la vida de la Iglesia,
probablemente significa que se reunían en días alternos, pero el día del Señor era un día
especial. Pero en Gálatas 4:10, Pablo les dice a esos cristianos en Galacia: “ustedes
observan días, y meses, y tiempos y años.” En otras palabras, ustedes todavía están
atorados en el Sabbat judío. Temo que he laborado con ustedes en vano. Si realmente
fueron salvos, deberían haber superado eso. Esa parte del antiguo pacto ya se acabó.
En caso de que no sea lo suficientemente convincente como para mostrarle que el día de
reposo ya no debe ser guardado, escuche esta. Colosenses 2:16: “ninguno os juzgue en
comida o bebida o en fiesta o en luna nueva o en día de reposo, todo lo cual es sombra de
lo que está por venir.” No dejen que nadie los condene por lo que comen, por lo que
puedan beber o por una fiesta que puedan guardar o no o por una luna nueva o por un día
de reposo. Esas cosas fueron sombras cuando la realidad vino, la sombra se acabó. No hay
justificación para el día de reposo. La primera Iglesia se reunió en el día del Señor. Y esa es
la razón por la que también lo hacemos.
Pero no hay nada de malo con reunirse también otros días. Cualquier otro día. Y se
reunían juntos, observe, para partir el pan. La mesa del Señor. Oh, tan importante. Espero
que usted este aquí con nosotros para participar inclusive esta semana. Bueno, Pablo amó
a la Iglesia. Él amó a la Iglesia. Como es visto en su afecto, como es visto en que él dio.
Como es visto en su enseñanza, como es visto en su persistencia, visto en su
disponibilidad a enseñar cuando él estaba totalmente agotado. Todavía estuvo disponible.
Toda la noche se entregó a sí mismo. Que sea verdad de nosotros, sean cuales sean
nuestros dones, que amemos a tal grado a los santos, que midamos a ese amor al
entregarnos de manera sacrificial a nosotros mismos. Oremos.
Padre, Te damos gracias en esta mañana por la oportunidad que tuvimos que compartir.
Gracias por los diferentes ministerios que Tú nos has encomendado a cada uno de
nosotros mediante los dones espirituales que tenemos. Padre, oramos porque nosotros, al
igual que Pablo, amemos a la iglesia tanto que nos entreguemos a nosotros mismos y todo
lo que somos y todo lo que tenemos por causa de aquellos que son los amados y amados
de Dios. Gracias porque podemos ver el patrón, el ejemplo de un amor como éste y un
compromiso como éste en la vida de este hombre es tan maravilloso.
Y Señor, oramos porque nunca nos volvamos tan egoístas que no podamos gastarnos a
nosotros mismos por otros, como Pablo lo hizo. Dios, sabemos que, si todos fuéramos a
amar a la Iglesia y a amarnos unos a otros como Pedro dijo, con un corazón puro, de
manera ferviente, el mundo nunca ni siquiera podría soportar el poder de nuestro
testimonio. Que así sea en el nombre bendito de Jesús. Amén.
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Por el amor de la iglesia, 3ª Parte


Escritura: Hechos 20:7–17

Código: 1776
John MacArthur
El amor es cristiano por los perdidos. Ciertamente, esa es una de las áreas de
responsabilidad para el amor del cristiano. La otra ha sido el estudio en el que hemos
estado involucrados durante tres mensajes, en el capítulo 20 de Hechos; y esa es el amor
del cristiano por la Iglesia. Somos llamados a amar a los perdidos, a amar a aquellos sin el
Señor Jesucristo, a estar preocupados por ellos. Y entonces, también debemos amar a la
Iglesia.
En el capítulo 20 de Hechos, versículos 1 al 17, hemos estado aprendiendo acerca de esto
a partir de la vida del apóstol Pablo. Conforme estaba pensando en este pasaje, me hice la
pregunta por tercera vez: ¿qué es lo que realmente hace que un ministro de Jesucristo sea
un gran ministro? Y con la palabra grande, quiero decir eficaz. ¿Qué es lo que realmente
hace que algunos hombres estén por encima del resto, y como la historia de la Iglesia lo
presenta, ciertos nombres son olvidados y otros nombres, son recordados? ¿Qué hay
acerca de ciertas personas que los hace, en cierta manera, dejar una huella en la sociedad
en términos de la sociedad cristiana en la Iglesia?
Algunos dirían que son hombres de gran inteligencia los que tienen un impacto. Algunos
dirían que son hombres de gran conocimiento o de gran capacidad de liderazgo. O de gran
valentía, o de una gran capacidad de oratoria. O de una capacidad en la expresión escrita.
Y quizás, todas esas cosas son parte de ello e individualmente o en combinación se
manifiestan en la vida de todo hombre eficaz. Pero realmente, creo que detrás de todas
estas cosas, y el hecho más importante que hace que los hombres sobresalgan en la
historia de la Iglesia es su amor por la Iglesia. Y eso está basado en su amor por el Señor
Jesucristo, ¿no es cierto?
La diferencia real, la clave real para la eficacia de la gente en la Iglesia es cuánto aman la
Iglesia. Y me imagino que supongo que uno de los estudios más interesantes es estudiar a
los grandes hombres del pasado y estudiar biografías y autobiografías de grandes
predicadores. Y usted encuentra que casi siempre, el común denominador, es de una
preocupación tremenda por los santos. Un amor profundo, profundo hacia el Señor
Jesucristo, el cual se manifestó en un amor tremendo por la Iglesia. Esto siempre está ahí.
Y el apóstol Pablo fue un hombre así, quien amó a la iglesia. Lo consumió. Usted
recordará, usted se puede identificar a esta ilustración simple. Usted puede acordarse
cuando usted se enamoró inicialmente de esa niña que ahora es su esposa, si usted
todavía puede acordarse de eso. O puede imaginarse el amor tremendo que puede tener
hacia su esposa ahora. Puede, si se lo tiene que imaginar. O simplemente, se puede
identificar con el amor tremendo que tiene por su esposa o puede identificarse con el
amor tremendo que tiene hacia aquella que simplemente cautivó su atención. Y puede
pensar en todos los sentimientos tremendos que siente dentro del marco de este amor. Y
usted tiene una idea de cómo Pablo se sintió por la Iglesia cuando magnifica eso unas mil
veces. Él amó a la Iglesia. Con todo el sentido profundo de emoción que usted jamás
sentirá cuando usted ama, él amó a la Iglesia. Fue su vida. Fue todo.
Pablo escribió algunas palabras hermosas que expresaron el amor que él tuvo por la
Iglesia. Usted sabe, cuando hablamos del amor, hablamos del corazón. Te amo con todo
mi corazón o mi corazón es tuyo. Usted sabe. Todo ese tipo de cosas que solíamos decir
hace mucho tiempo atrás. Pero en Filipenses 1, el apóstol Pablo habla así, nada más que
no habla así hacia una mujer, sino que les habló así a algunos santos. “Doy gracias a mi
Dios siempre que me acuerdo de vosotros siempre en toda oración haciendo peticiones
con gozo. Por vuestra comunión en el Evangelio desde el primer día hasta ahora.” Él dice:
simplemente oro por ustedes con tal gozo debido a nuestra comunión. “Estando
persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta
el día de Jesucristo.”
Después, escuche: “así como es apropiado para mí pensar en esto de todos vosotros,
porque os tengo en mi corazón.” ¿No es eso una hermosa afirmación? Pablo los tenían su
corazón. ¿Qué significa eso? Eso significa que dominaba sus emociones. No sea que usted
pensara que sólo fueron los filipenses, escuche lo que le dijo a los corintios. Él dijo en 2
Corintios 3:2, él dijo: “vosotros sois nuestra epístola escrita en nuestros corazones.” Y en
el 7:3, él dijo: “vosotros estáis en nuestros corazones para morir y vivir.” En otras palabras,
vivir para él fue amar a los santos.
A la Iglesia tesalonicense, Pablo les escribió esto: “pero fuimos gentiles entre vosotros
como una madre que cuida a sus bebés”. ¿Puede imaginarse usted algo más gentil que
eso? Y él siguió, escuche estas palabras, “los amamos tanto que tuvimos el deleite de
compartir con ustedes no sólo el Evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas,
porque llegaron a sernos tan queridos.” Primera de Tesalonicenses 2:7–8: “los amamos
tanto que no sólo les predicamos, sino que les entregamos nuestras vidas.
Jesús lo dijo de esta manera en Juan 15:13: “ninguno tiene mayor amor que este, que un
hombre,” ¿qué? “Ponga la vida por sus amigos”. Pablo hizo eso. Pablo entregó su vida por
el amor de la Iglesia. A lo largo de la historia del cristianismo, creo que los hombres que
han sobresalido por encima de otros, y no solo predicadores, sino cualquier persona -
hombres, mujeres - cualquier persona, han sido las personas que han tenido el amor más
profundo, más compasivo hacia los santos. Y amados, eso es generado por un amor
entregado, devoto al Señor Jesucristo mismo. Esos son los que realmente tuvieron un
impacto en la Iglesia y creo que todavía son los que hacen un impacto en la Iglesia y en el
mundo. Pablo amó a la iglesia. Y esa es la razón por la que él fue el hombre que fue.
Ahora, conforme vemos nuestro pasaje aquí en Hechos 20:1–17, hemos estado
estudiando simplemente una narrativa. Y digo una narrativa simple no porque no sea
importante, sino porque está en contraste con un pasaje que trata con teología o
aplicación práctica. Es simplemente una narrativa, es todo lo que es. Pero en esta
narrativa, vemos la acción de Pablo que muestra la actitud de Pablo. ¿Sabe una cosa? El
amor no sólo es algo que es hablado, es algo que es demostrado, ¿no es cierto? Usted
puede decir muy poco y demostrar amor. Usted puede decir mucho y no demostrar nada.
Y entonces, aquí no encontramos muchos versículos, Pablo amó a la Iglesia, Pablo amó a
la Iglesia, Pablo amó a la iglesia. No dice eso en absoluto. Ni siquiera menciona la palabra
amor en el pasaje entero; pero le voy a decir una cosa, este es uno de los pasajes más
grande del amor que jamás he visto. Usted piensa en 1 Corintios 13, que tiene mucho
amor ahí, debe ver esto. Y nunca dice la palabra amor. Simplemente, la demuestra. La
primera mitad del capítulo, Pablo amó a la Iglesia. La segunda mitad, la Iglesia lo ama
correspondiéndole. Es uno de los grandes capítulos de amor.
Ahora, hemos visto el amor de Pablo por la Iglesia en varias cosas. Él está en su tercer
viaje misionero. Él está en su viaje final en torno al este del Mediterráneo. Él se detuvo en
cada lugar en donde él ha tenido un ministerio eficaz. Y él se ha reunido con los santos ahí
y se ha despedido de ellos y demás. Y ahora, él está de regreso en Jerusalén. Este es el
final de su tercer viaje. Y él siente en su corazón que será la última vez. Y entonces, es un
tiempo de adioses.
Y en este momento, su amor es demostrado. Y lo vimos demostrado en varias maneras.
En primer lugar, y voy a repasar simplemente rápidamente, lo vimos demostrado en su
afecto, ¿no es cierto? En el versículo 1. Dice: “después que cesó el alboroto en Éfeso,”
tuvieron un alboroto muy grande, recordará, debido a la caída de la venta de los ídolos,
cuando Pablo tuvo un impacto tan grande en la ciudad que la adoración de los ídolos
decayó. “Después que cesó el alboroto, llamó Pablo a los discípulos y habiéndolos
exhortado y abrazado, se despidió y salió para ir a Macedonia.”
Y dijimos que usando la palabra ‘abrazado’ es una especie de punto de inicio. Vimos el
área de mostrar su amor en términos del afecto visible que se demuestra. Y vimos que el
apóstol Pablo fue un hombre muy afectuoso. Cómo él no se vio estorbado por algún
sentido de dignidad o una actitud de que ‘soy más santo que tú’ o un gurú supremo en la
Iglesia o lo que sea. Él simplemente era uno de ellos. Él estuvo ahí y él estuvo disponible.
Y allí en el versículo 37 del capítulo 20, vemos cómo la gente se cayó en él, lo abrazó y lo
besó en el cuello; y simplemente, fue el tipo de hombre que era afectuoso. Y realmente,
se sintieron cómodos en hacer eso. No era alguien elevado y sublime y apartado. Él era
alguien a quien podían tocar y amar y mostrarle su afecto. Y una y otra vez veremos cómo
el Nuevo Testamento dice que nos saludemos unos a otros con un beso santo. Y que
demostremos nuestro afecto.
Después, vimos en segundo lugar, que su amor fue visible por su generosidad, porque él
dio. No sólo su afecto, sino que él dio. Versículo 1, al final dice que él fue a Macedonia. Y
vimos todo eso. Después, el versículo 2 y usted recuerda por qué. Él estaba recogiendo
dinero para los santos pobres en Jerusalén, ¿no es cierto? Y vimos todo eso y vimos los
pasajes en Corintios que se comparan con este. Y vimos que aquí estaba un hombre que
era absolutamente abnegado. Su preocupación total estaba enfocada en ministrar las
necesidades de otros. Él estuvo ocupado recogiendo dinero para otros.
¿Sabe una cosa? Es una historia antigua, pero la mayoría de los evangelistas que llegan a
la ciudad están interesados en recoger dinero para ellos mismos. Eso no es el caso con
todos, pero es el caso con muchos. Aquí estuvo un hombre que vino a la ciudad y no quiso
ser carga para nadie. Y entonces, de manera inmediata, cuando él llegó a la ciudad, él
trabajó y se ganó la vida y recolectó dinero para otras personas. Una persona abnegada. Y
dio.
Y sabe una cosa, esto es parte de la cualidad espiritual, ¿no es cierto? Juan dijo, “no amen
en palabra, no amen en lengua,” Primera de Juan 3:18, “amen en hecho y en verdad.” Si
usted ve a su hermano que tiene necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo es que
mora el amor de Dios en usted? Dios demostró Su amor hacia nosotros cuando Él dio a Su
Hijo para morir en la cruz. Debemos estar dispuestos a poner nuestras vidas por los
hermanos, ¿verdad? Primera de Juan 3:16.
Y entonces, Pablo demostró ese tipo de amor. Hubo una necesidad y él quiso satisfacerla.
Y él fue por todo el este del Mediterráneo. Él lo hizo. Le tomó un par de años echar a
andar esto, simplemente para recolectar dinero para algunas personas necesitadas.
Lo tercero que demuestra su amor, creo, es su enseñanza, versículo 2. Por muy cansado
que él estuvo, por desgastado que él estuvo, y perseguido por los judíos que querían
matarlo, dice en el versículo 2, que los exhortó con abundancia de palabras. Él viajó por
toda Macedonia enseñando, y enseñando y enseñando. Y después, cuando llegó a Grecia,
escribió el libro de Romanos, enseñando más. Y estoy seguro de que les enseñó a los
santos en Corinto, en Acaya. Aquí está un hombre comprometido con la enseñanza. Él no
simplemente dio una pequeña exhortación, él dio ¿qué? Mucha exhortación. Mucha
instrucción. Mucho aliento. Y creo que esto muestra su amor. Y lo he dicho antes y creo
que es verdad, la marca del ministerio amoroso es una enseñanza abnegada, incansable
del rebaño. El buen pastor se preocupa por sus ovejas. Y usted se preocupa por las ovejas
al alimentar y proteger.
En 1 Pedro 5:1, aprendemos algo de la perspectiva de Pedro de esto, no sea que usted
piense que Pablo fue el único. Pedro escribió esto: “apacentad la grey de Dios que está
entre vosotros.” Y él está hablando a pastores, ancianos. “Cuidando de ella.” Tú la
alimentas y la proteges. Te preocupas por ella. “No por fuerza, no porque te ves forzado a
hacerlo, no porque el trabajo lo demanda o porque alguien te empuja, sino de manera
dispuesta; y no por dinero, sino con ánimo pronto. No por dinero, sino estando deseoso
de hacerlo.
“Y no se enseñoreen de la grey de Dios.” No, no, no. La manera en la que debemos liderar
a las ovejas, la manera en la que debemos guiar a las ovejas no es siendo el señor, no
dominándolas, no golpeándolas, no aplastándolas, sino, me encanta esto, sino siendo
ejemplos de la grey. La manera en la que debe guiar es mediante el ejemplo. No mediante
la amenaza. Pero la clave del ministerio entero es alimentar y proteger.
Ahora, esto expresa, creo yo, el corazón amoroso del apóstol Pablo. Cansado, desgastado,
perseguido, y, sin embargo, él se detiene en todo lugar al que va y enseña, y enseña y
enseña. Usted pregunta por que él hace esto. Porque el deseo consumidor en su corazón
era llevar a los santos a su madurez, ¿verdad? Y tuvo que hacerlo. Lo tenía que hacer.
La cuarta manera en la que vimos su amor fue su persistencia. Versículo 3: “Después de
haber estado allí tres meses,” él permaneció tres meses en Grecia y le dije que escribió
Romanos allí, “y siéndole puestas asechanzas por los judíos para cuando se embarcase
para Siria, tomó la decisión de volver por Macedonia.”
Ahora, este es un hombre persistente. Él iba a ir a Siria para ir a la Pascua en Jerusalén,
para subirse a la nave, al barco. Pero descubrió que había una trama en contra de él y
probablemente, lo iban a atacar ahí cuando estuviera en el barco. Y eso no lo detuvo. Eso
simplemente lo llevó a tomar una desviación.
Y entonces, él dijo: “bueno, si así es, me voy a ir por Macedonia”. Digo, ese es un viaje
inmensamente largo. Pero él nunca se molestó. Y no le da a usted idea alguna de que él
estuvo terriblemente oprimido y afectado. Él simplemente se fue en la otra dirección. Y si
usted lee más adelante en el capítulo, ahí en el 20:19, usted descubre que él inclusive
admite: “he estado sirviendo al Señor con toda humildad y muchas lágrimas y aflicciones
que me han caído por la persecución de los judíos.”
Y en el 20:22–24: “Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que
allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da
testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago
caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y
el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del Evangelio de la gracia de
Dios.”
Nada lo detuvo. Él fue absolutamente persistente. ¿Y sabe una cosa? Cuando él escribió
acerca del amor, él escribió acerca del amor en esos términos. ¿Se acuerda de 1 Corintios
13, se acuerda de estas frases? Él dijo esto: “el amor todo lo soporta,” ¿verdad? “El amor
todo lo espera.” “El amor todo lo soporta.” Por el amor de la Iglesia, él podía soportar
cualquier cosa, y en el medio de ello, él podía esperar y en el medio de ello, él podía
soportar. Esa es la naturaleza del amor persistente. El amor persiste. El amor es
incansable. Y vimos su amor en su persistencia.
Y el versículo 4 nos dice que algunos lo acompañaron y se encontraron con él ahí en Troas,
el versículo 5 dice. Y éstos eran representantes de las iglesias que habían tomado las
ofrendas para que cuando él llegara a Jerusalén, él entregaría el dinero. Pero, de hecho, le
sería presentado por los representantes de todas las iglesias gentiles. ¡Qué hermoso
retrato de unidad sería eso para los cristianos judíos! Ver el amor de los gentiles, y ver a
los gentiles en persona, llegando desde lejos para entregarles esto a los necesitados, el
dinero que ellos necesitaban de manera tan desesperada.
Vemos entonces en quinto lugar, y aquí es donde pasaremos nuestro tiempo esta
mañana, su amor es visible en su disponibilidad. En su disponibilidad. No sólo su
persistencia y su enseñanza y su dar y su afecto, sino su disponibilidad. Y creo que esto es
verdad del amor. ¿No lo cree? Creo que a quien usted realmente ama, usted va a estar
disponible para esa persona.
¿Sabe una cosa? Es fácil ilustrarse esto para usted mismo. Si tres o cuatro personas
demandan su tiempo, invariablemente, si usted llega a tener que tomar una decisión,
normalmente, usted le va a dar el tiempo a quien usted ama. Esperamos que así sea, si
usted realmente los ama, porque usted se ve atraído de esa manera. Pablo amó a la
iglesia. Y por ello, estuvo disponible. Es una verdad simple. Ahora, conforme vemos los
versículos 7 al 14, vamos a ver muchas cosas diferentes y muchos principios, pero, sobre
todo, simplemente observe la disponibilidad de Pablo. Versículo 6: “Y nosotros, pasados
los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos reunimos con
ellos en Troas, donde nos quedamos siete días.”
Entonces, cruzaron por el mar ahí y estaban en Troas de regreso en la costa de Asia
Menor. Y se quedaron allí durante siete días. Y claro, la razón por la que se quedaban allí
durante siete días era para esperar la nave que los iba a llevar de regreso a Jerusalén.
Ahora, versículo 7: “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan,
Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la
medianoche.” Ahora, detengámonos ahí, porque aquí tenemos uno de los primeros
registros de una reunión cristiana. Este es uno de los primeros. Y podemos aprender algo
acerca de lo que los cristianos hacían cuando se reunían y por qué se reunían y cuándo se
reunían simplemente al ver este versículo.
En primer lugar, cuándo se reunían. El primer día de la semana. Ahora, eso se convirtió en
el tiempo de reunión para la Iglesia. Usted pregunta si acaso no se reunían a diario. Claro
que sí. Se reunieron, Hechos 2, diariamente de casa en casa. Y escuche, el cristianismo no
es algo de un día a la semana, ¿verdad? Es algo diario. Y esa pequeña iglesia, en donde
fuera que estuviera, en la ciudad estuviera, esos cristianos normalmente estaban juntos
durante la semana. Había estudios bíblicos en casas, estaban partiendo el pan en hogares.
Estaban compartiendo la mesa del Señor, quizás, en casas. Entonces, no era raro que la
Iglesia se reuniera diariamente en sus primeros años. Pero junta, la Iglesia, se reunía el
primer día de la semana.
Y usted pregunta por qué hicieron eso. Bueno, usted regresa a Juan 20, simplemente para
refrescar su memoria, versículo 19. Esto fue inmediatamente después de la resurrección.
“El mismo día, en la tarde, siendo el primer día de la semana.” ¿Sabe usted cuál fue el
primer día de la semana en el calendario judío ¿el sábado por la noche, ¿verdad? Después
de que se ponía el sol, terminaba el día de reposo. Los días eran contados del atardecer al
atardecer. Y entonces, fue el sábado por la noche, literalmente.
Pero fue el primer día de la semana. Entonces, fue el domingo. No preferimos llamarlo
domingo, está bien si usted lo quiere llamar domingo. Pero eso representa al dios sol.
Pero eso está bien, porque, de cualquier manera, no hay ningún dios sol. Entonces, lo
puede llamar domingo sin sentirse mal. Pero yo prefiero llamarlo el día del Señor. Eso es
Apocalipsis 1:10, Juan dice: “yo estaba en el Espíritu en el día del Señor.” Esa es la razón
por la que, en su boletín, se dará cuenta que lo llamamos el día del Señor.
Ahora, se reunieron aquí en Juan 20:19 en el primer día de la semana y ¿quién les
apareció? Jesús. Ocho días después, versículo 26 dice: “la próxima vez vino el primer día
de la semana, estaban reunidos y el Señor apareció.” Bueno, ¿ve usted lo que sucedió?
Estaban juntos en el primer día. Este fue el día de conmemoración de la resurrección. El
Señor apareció ambas veces. Entonces, Él había resucitado el primer día, apareció el
primer día, volvió a aparecer en el primer día; y simplemente, tomaron el primer día y
continuaron con él. Ese se convirtió en el día de la resurrección. El día del Señor.
Y entonces, la primera Iglesia celebró su comunión y su adoración y su enseñanza juntos el
domingo. Y permítame apresurarme a añadir que yo creo que congregarse así para la
Iglesia es estrictamente importante. En Hebreos 10:25, dice: “no dejando de congregarnos
como algunos acostumbran y mucho más conforme veis que el día se acerca.” Eso significa
que deben reunirse con los creyentes y no dejar eso.
Ahora, observe que ya no es el día de reposo. El domingo no es el día de reposo. Usted
oye a la gente acerca de ir a la iglesia el Sabbat, el día de reposo. Esto no es el Sabbat. El
sábado fue ayer. El Sabbat es un asunto muerto, amigos.
Sabe una cosa, estuve en la radio en Honolulu. Tienen una estación como KABC esta es la
estación número dos en Hawái y dedican tres horas el domingo por la tarde a una especie
de diálogo cristiano. Y entonces, yo fui el hombre que dio las respuestas durante tres
horas en la estación de radio de Honolulu. KAORL y simplemente fue interesante sentarte
ahí, usted sabe y estar ahí recibiendo estas preguntas con todas estas personas. Usted
sabe cómo es la radio. Usted tiene ese pequeño botón y usted, simplemente puede decir,
‘lo siento, señora’. Boeing, se acabó.
Pero bueno, la gente llamaba y una persona me hizo una pregunta al principio. Él dijo:
¿qué día de la semana es cuando la Iglesia debe reunirse? Y sabe una cosa, no me di
cuenta que me estaban poniendo una trampa. Pero aparentemente, así fue, porque me
metí en esta respuesta larga, extensa acerca del significado del día del Señor y todo y
demás. Y terminé y las líneas se saturaron. Y me di cuenta que hay un contingente
tremendo de adventistas del séptimo día en Honolulu.
Y de pronto, había abierto la caja de Pandora. Y ellos no podían contestar a todas las
llamadas. Y todo fue sorprendente, todas las llamadas que estaban entrando. Y en el
medio de todo esto, simplemente mantuve al responder todas estas preguntas, mantuve
que la única manera en la que usted puede permitir la adoración el sábado es: una,
ignorar la historia de la Iglesia. Dos, asumir que el antiguo pacto todavía está vigente. Tres,
rechazar la enseñanza del apóstol Pablo.
Bueno, no recibieron eso con mucha amabilidad. Ninguna de esas alternativas. Pero las
apoyé con las Escrituras. En Colosenses 2:16, dice: “ninguno os juzgue en comida,” esto es
si no comen como la gente judía solía comer, “en bebida o con respecto a fiesta, sino
guardan la Pascua o el día de reposo, o luna nueva o día de reposo, todo lo cual es sombra
de lo que está por venir.” Y una vez que eso llega, usted ya no necesita la sombra.
Entonces, no dejen que nadie los juzgue en estas cosas.
Entonces, seguimos y seguimos en eso. Me parece claro que el día del Señor,
históricamente y bíblicamente se convirtió en el tiempo cuando la Iglesia se reunió. De
hecho, en 1 Corintios 16:2, Pablo simplemente lo asume. Él dice: cuando se reúnan en el
primer día de la semana… Ese es el momento en el que traen sus ofrendas, ¿verdad? La
Iglesia debe reunirse en el primer día. Si usted quiere reunirse en el día de reposo y quiere
seguir con el día de reposo, entonces va a tener que adoptar todo el antiguo pacto y va a
tener que ser salvo por obras y en eso es en lo que nos metimos en la radio.
Y finalmente, simplemente volteé la situación e hice la pregunta: “bueno, permítanme
preguntarles acerca de su doctrina. Ustedes me preguntaron de la mía.” Entonces, le dije
a un hombre que me estaba dando este argumento largo. Le dije: “¿por qué es que dices
que las únicas personas del pacto son las que adoran el día de reposo y que la marca de la
bestia está en toda persona que adora el domingo? Eso está en su teología.” Y hubo un
silencio largo. Y después, él admitió que eso era verdad. Que la marca de la bestia está en
aquellos que adoran el domingo. Y en últimas, lo que está diciendo es que usted es salvo
por obras al guardar el pacto entero, obedecer la ley. Y nos metimos en todo tipo de
legalismo y se convirtió en algo tremendo porque estoy tan fresco en Gálatas, en eso,
usted sabe.
Y sabe una cosa, el Señor tiene una manera simplemente de ordenar las cosas. Alguien
debió haber pensado: “hombre, él entiende eso tan bien, ¿verdad?” Esa es la razón por la
que es tan bueno estudiar la Palabra de Dios. Y sabe, he visto que así es en mi vida. Usted
estudia cierto pasaje y el Señor le va a dar la oportunidad de usarlo.
La Iglesia entonces se reunió en el día del Señor. Y al principio, se reunieron diariamente. Y
poco después, continuaron reuniéndose en grupos pequeños en casas, pero cuando llegó
el día del Señor, el primer día de la semana, se congregaban en masa. No creo ni por un
minuto que la Iglesia simplemente debe ser pequeños grupos dispersos por toda la
ciudad. Creo que la iglesia debe reunirse.
Pablo escribió a los corintios en 1 Corintios 11, dice: “cuando os congregáis en un lugar.” Y
al decir eso, él asumió que ellos se congregarían, ¿no es cierto? Y en 1 Corintios 14:23, él
dijo de nuevo: “Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en
lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?” Y lo que quiero
extraer es esta frase: “toda la Iglesia se reúne en un solo lugar.” La primera Iglesia siempre
se congregó en un solo lugar, así como lo hacemos el domingo por la mañana. Nos vamos
de aquí, no nos despedimos de otros cristianos, sino a otros grupos de comunión,
¿verdad?, a lo largo de la semana, ¿verdad? Nos reunimos en hogares. Compartimos en
estudios bíblicos. Compartimos en tiempos de oración. Tenemos todo eso, pero después,
nos reunimos para tener instrucción en común y compartir en común y adoración. Esto es
parte de la Iglesia.
Ahora, como usted sabe, en el tiempo del Nuevo Testamento, y esto es otra cosa que
tuvimos que hablar en nuestro tiempo de discusión en la radio, hubo algunas personas
que seguían y decían: “bueno, muchos de los primeros judíos guardaban el día de reposo.
Mucho de los primeros judíos guardaban la fiesta. Ellos continuaron haciéndolo, inclusive
después de que fueron salvos.” Eso es correcto. Y ellos hicieron eso. Pero sabe una cosa,
le he dicho antes, el judaísmo murió, ¿no es cierto? Inclusive Pablo tomó un voto, un voto
judío después de que él fue un predicador cristiano.
Pero como puede ver, esto es lo que Pablo responde en Romanos 14. Y es esto, yo creo,
un pasaje muy, muy contundente. En Romanos 14, usted tiene una Iglesia en Roma,
algunos judíos, algunos gentiles, ¿muy bien? Y los judíos todavía están aferrándose al día
de reposo. Ellos tenían sus motivos. ¿Se da cuenta que el único día en el que los judíos
descansaban, el único día que descansaban de trabajar, si usted trabajaba para jefe judío,
el único día que usted descansaba era en el día de reposo, ¿verdad? Entonces, tenía que
compensarlo. Los paganos no tenían ningún día de descanso.
Entonces, algunas veces era fácil para el judío acomodarse. Él trabajaba entonces, quizás
para un jefe judío. Ellos tenían el día de reposo de descanso. Y entonces, con una buena
conciencia, él se iba a la sinagoga o con una buena conciencia, él adoraba a Cristo en el día
de reposo. Con él, era algo honesto. Era algo de conciencia. Él sintió que el día de reposo
era algo sagrado. El Señor dijo, de hecho, “denle tiempo. No lo molesten.” ¿Se acuerda
usted del pasaje, Romanos 14? Si este es el problema de tu hermano, él es un hermano
más débil, déjalo crecer. No lo presiones con tu libertad. Romanos 14:5, un hombre
estima un día por encima del otro. Algunas personas, todavía guardan el día de reposo,
dice él. Algunos cristianos. Otro, estima todo día igual. Algunos de ustedes, tienen su
libertad. Ustedes saben que todos los días son iguales. Que todo hombre esté plenamente
persuadido en su propia mente. El que considere el día, lo considera bajo el Señor. Y el
que no considera el día, para el Señor no lo considera. En otras palabras, siempre y
cuando estés consciente de esto, simplemente, no te preocupes. Pero no hagas algo que
va a hacer que tu hermano se ofenda. Si él todavía está tropezando pensando que el día
de reposo es importante, entonces, no lo ofendas. Y esto fue escrito para un judío.
Entonces, hubo un sentido en el que Dios fue muy tolerante cuando adoraban. Pero
adoraban en el día del Señor. Y eso se convirtió en la norma. Permítame añadir esto: en el
día del Señor no hay instrucción en el Nuevo Testamento en referencia a alguna
regulación. ¿Sabe usted lo que ha sucedido en el cristianismo? Hace muchos años atrás,
no sé cómo sucedió, pero alguien arrastró toda la conglomeración de aspectos del día de
reposo y lo impuso en el día del Señor.
Cuando yo era un niño pequeño, creciendo en Filadelfia, el día domingo, usted no podía
hacer nada. Digo, usted tenía que sentarse ahí. No podía leer el periódico. No podía salir a
jugar, tenía que sentarse ahí con su pequeño trajecito todo el día, simplemente,
sentándose ahí. Usted pregunta por qué me hicieron hacer eso. Quién sabe. Pero de
alguna manera, todos los asuntos del día de reposo fueron arrastrados e impuestos en el
día del Señor. Usted no lo puede encontrar en el Nuevo Testamento.
Ahora, no obstante, yo creo que usted debe tener un equilibrio acerca del día del Señor.
Es bueno descansar, cuando Dios le provee un descanso. También es bueno que tenga
algo de tiempo en la tarde, entre dos estudios de la Palabra de Dios. Cuando usted se
aplica diligentemente a la aplicación de esa información y usted prepara su corazón. Creo
que es un gran día para restauración espiritual, aunque ciertamente, no tengo nada en
contra de usted si va a andar en bicicleta o hace algo así, como la gente en el pasado
siempre había dicho que era tan malo en el día de reposo. No es el día de reposo. Es el día
del Señor. Y todo día es de Él en un sentido, pero nos reunimos en este primer día.
Ahora, ¿en dónde es que se reunió la primera Iglesia? Bueno, observe aquí, dice en el
versículo 8 que se reunieron en un aposento alto. Se reunieron en todos lados. Primero, se
reunieron en el templo, ¿verdad? Y usted puede imaginarse cuán popular eso fue.
Hombre, eso debió haber sido interesante. Y después de eso, comenzaron a congregarse
en sinagogas. Usted sabe, Pablo iba a una ciudad. Mucha gente se salvaba en una
sinagoga y ellos seguían yendo la sinagoga y ellos se reunían ahí. Pero eventualmente,
simplemente no funcionó en el templo y no funcionó en la sinagoga. Y entonces,
comenzaron a salir y establecieron sus propias asambleas cristianas. Y el lugar natural al
cual irían, en primer lugar, fue a casas, ¿verdad?
Entonces, la Iglesia comenzó en casas. Y debieron haber tenido algunas casas bastante
grandes, algunas casas muy grandes para acomodar a los muchos cristianos que existieron
en esos primeros años. Y yo diría que, entre la mitad y el final del siglo segundo,
comenzaron a construir sus propios edificios para acomodar a todos los cristianos. Pero
aquí todavía estaban reuniéndose en un aposento alto. En una casa. Y cuando Pablo
escribió Colosenses 4:15, él se refirió a la Iglesia en la casa. Cuando él escribió Romanos
16:5 y 1 Corintios 16:19, él se refirió a la Iglesia en los hogares, de Aquila y Priscila y
Filemón también, se refiere a la Iglesia que se reunía en los hogares.
Y entonces, fue algo muy común en la primera Iglesia. Y fue reunirse en las casas. Y
después, más adelante, se construyeron los edificios. Simplemente, todo esto para decir
esto: Es importante que la Iglesia se reúna en algún lugar. No podemos existir en
aislamiento, ¿verdad? Necesitamos la comunión, la unidad del Cuerpo. Y entonces, este
pequeño patrón aquí que vemos nos da un ejemplo de cómo se reunió la primera Iglesia.
El primer día de la semana, versículo 7, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les
enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. Y
había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos.
Entonces, se reunieron en un aposento alto. Partieron el pan. Ahora, ¿qué quieres decir
con eso? Bueno claro, esa es la referencia a la costumbre palestina antigua. La comida
comenzó oficialmente cuando el anfitrión literalmente partía el pan. Y el partimiento del
pan llegó a referirse a los cristianos reuniéndose y hacían dos cosas: tuvieron la fiesta de
amor. ¿Se acuerda? Y comunión con la mesa del Señor. Esto fue algo hermoso.
Usted pregunta cuál era pues la fiesta de amor. Bueno, la fiesta de amor fue como una
comida en la que todo el mundo trae algo para comer. Y fue con el propósito de
compartir. Una de las cosas básicas de la Iglesia cristiana es la comunión, ¿verdad?, y
amor. Y entonces, la gente pobre venía, y no podían traer nada; y la gente que podía traer
lo suficiente para la gente pobre; y compartían todo como una expresión de amor,
compartían de manera hermosa la comida en común. Y era seguida inmediatamente por
el partimiento del pan y la celebración del día del Señor. Esto fue el partimiento del pan
para la primera Iglesia. La fiesta de amor ágape y la comunión.
¿Sabe una cosa?, es algo triste pensar en esto, pero la fiesta de amor agape, en cierta
manera, se desvaneció de la escena. ¿Sabe por qué? Pablo escribió 1 Corintios, ¿sabe
usted lo que les dice en el capítulo 11? Él dijo: realmente echaron a perder la fiesta de
amor. Primera de Corintios 11. Permítame tan sólo leerle un par de versículos. Y esto es lo
que le pasó a la fiesta del amor. Simplemente, se deterioró.
Él dice en el versículo 20. Primera Corintios 11: “Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no
es comer la cena del Señor.” En otras palabras, creen que vienen a reunirse para la cena
del Señor, pero no es así. Ustedes la contaminaron. No es su cena. “Porque al comer, cada
uno se adelanta a tomar su propia cena;” ¿puede imaginarse ir a una cena en la cual usted
ha traído comida y todo el mundo se sienta en su propia esquina y se come su propia
comida? Eso es lo que estaba pasando. Y algunas de las personas hambrientas que no
tenían nada, venían y se iban hambrientas.
Y entonces, él dice: “Y uno tiene hambre, y otro se embriaga.” En otras palabras, la gente
que viene y no tiene nada, no recibe nada. La gente que viene y tiene mucho, se excede. Él
dice, y creo que esto es importante, él dice: “Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y
bebáis?” Si eso es todo lo que van hacer, váyanse a casa, “¿O menospreciáis la iglesia de
Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os
alabo.” Literalmente, han menospreciado la unidad de la Iglesia. Y entonces, eso es lo que
pasó. Y esa distinción hermosa de tener todo en común en la fiesta del amor,
simplemente se desvaneció históricamente.
Pero sabe una cosa, la comunión también fue afectada en la historia. La Iglesia Católica
entró y cuando la Iglesia católica dominó al mundo antes de la reforma, la comunión dejó
de ser un compartir natural, informal, cálido en la memoria de Cristo; y se convirtió en una
ceremonia mística sacerdotal que continúa en la actualidad conocida como la misa.
Y en cierta manera, el protestantismo salió de eso y nos acercamos un poco más a la
verdad, pero no estoy seguro de que todavía estamos ahí. Todavía pensamos en la
comunión como algo que es llevado a cabo por muchos ministros. Y tiene que ser hecho
con pequeñas charolas de plata y caminando por los pasillos con órganos que están
tocando. Y creo que eso también está mal. Creo que esa es una manera de hacerlo, pero
creo que la comunión es algo que todos deberíamos hacer con mucha más frecuencia de
lo que lo hacemos. Con frecuencia, la gente dice: “sabes algo, John, me encantaría
participar en la comunión, pero no pude venir el miércoles por la noche.” Eso no es
excusa. Eso no es excusa. Usted puede tener comunión cuando usted quiera. El mejor
lugar en el que usted, creo yo, puede enseñar a los hijos la comunión es en su casa.
Enséñeles el significado del partir el pan.
Y sabe una cosa, algunas personas, simplemente se vuelven locas cuando usted habla así,
porque dicen “únicamente ministros ordenados pueden hacer eso.” Usted no puede
encontrar eso en la Biblia. Usted puede compartir en torno a la mesa del Señor cuando
quiera; y debe hacerlo. Jesús dice: “esto haced hasta que venga. Yo lo haré con vosotros
en el Reino.” Es su responsabilidad. Y hay muchas ocasiones.
Sabe una cosa, puede imaginarse cuando usted se congrega, cuando se reúnen, alguna vez
se ha congregado con otros cristianos y se ha ido a casa después de la tarde y ha dicho:
¡qué desperdicio de tarde! Podríamos haber hablado del Señor y lo único que hicimos fue
perder el tiempo y hablar de la tía María y la señora tal y cual. Y cómo no nos cae bien este
hombre y esta mujer. ¿Alguna vez ha hecho eso? Claro. ¿Qué tal si tres o cuatro parejas se
reunieran y simplemente, comenzaran partiendo el pan? Creo que eso podría cambiar el
patrón de su tarde. Inclusive, podría cambiar a dónde usted va después de que acabe o de
lo que habla usted, con toda seguridad.
Y entonces, creo que necesitamos recordar que esto es parte de la primera Iglesia. Fue
algo común y fácil y natural que fluía de la vida que tenían y su amor por el Señor
Jesucristo. Es simplemente lo que hacían cuando se reunían. Y así es como debe ser con
nosotros. Desafortunadamente, creo que nos hemos vuelto víctimas de aquellos que nos
han dicho que todas estas cosas deben ser hechas de alguna manera formal, ritualista.
Pero los discípulos se reunieron para partir el pan; y aquí esta lo segundo que quiero que
observe acerca del tiempo que se reunieron. Pablo les predicó. Ellos se reunieron para la
enseñanza. Cuando la primera Iglesia se reunía, este fue el propósito primordial. Algunas
veces, fue para partir el pan. Y no hay un mandato aquí en cuanto a la frecuencia.
Simplemente, debe ser hecho con frecuencia.
Y en esta ocasión, cuando se reunieron, hicieron eso. Pero Pablo les predicó. Esto se
convirtió en la prioridad cuando se reunieron; y fue la predicación y la enseñanza. La
palabra predicación aquí no es predicar el Evangelio. Usted no necesita predicar el
Evangelio en un servicio en donde usted está partiendo el pan, porque todo el mundo ya
es cristiano. Pablo les enseñó. Y la palabra predicación aquí tiene que ver con diálogo. Él
respondió preguntas y hubo retroalimentación. Y él compartió con ellos. Enseñanza. Esa
fue la prioridad. Los apóstoles habían dicho antes, “pero nosotros nos entregaremos
continuamente a la oración y al ministerio de la Palabra,” Hechos, 6:4. Hechos 6:7 dice: “y
la Palabra se multiplicó y la Iglesia se multiplicó”. Dice lo mismo en Hechos 24 y en Hechos
19:20.
La Palabra de Dios creció y prevaleció. Esta es la prioridad. Pablo le dijo a Timoteo: “entre
tanto que voy, Timoteo, entrégate a la lectura del texto y entrégate a la enseñanza del
texto.” Esa es la razón por la que se congregaban. Para enseñar. Esa es la razón por la que
usted está aquí. Usted no viene a la Iglesia a relajarse. Este no es el momento de venir y
apagar su cerebro y decir: ‘oh, simplemente me voy a sentar, a estar cómodo y a escuchar
toda la música y simplemente, relajarme. Mi cerebro va a irse de vacaciones.’ ¿Se da
cuenta? Cuando usted viene aquí, usted tiene que estar listo para aprender y absorber y
oír con oídos obedientes.
Y usted tampoco viene a la Iglesia para ser entretenido. Usted no viene con los santos
para ser entretenido. Usted viene para ser enseñado. Creo que algunas veces, no nos
damos cuenta de eso. Bueno, Pablo sí se dio cuenta. Él predicó. Y él estaba listo para partir
al día siguiente. Él sabía que estaba en su viaje largo. Y digo, esos eran viajes largos. Esto,
por lo menos tomaría seis semanas. Listo para partir al día siguiente. Él continúa hablando
hasta la medianoche. Eso es disponibilidad, ¿no es cierto? ¡Qué buen hombre! Él aquí está
en la ciudad, él necesita descansar tanto, pero en lugar de descansar, él habla desde el
comienzo hasta la medianoche. Él, simplemente sigue enseñando. Él está disponible.
Aunque él sabía que tenía que tomar un viaje largo y terrible al día siguiente, él se está
entregando a sí mismo. Simplemente, entregándose de manera total a sí mismo.
Disponible.
¿Cuán disponible soy yo? ¿Cuán disponible está usted para ministrar nuestros dones
conforme somos necesitados? Algunas veces, sabe una cosa, alguien dice: “John, ¿podrías
venir aquí y hacer esto o enseñar esta clase?” Y usted, simplemente se dice a sí mismo,
“oh, estoy tan cansado.” Eso simplemente es algo tan terrible. Eso es un pecado, no estar
disponible.
Y Pablo, cuando llegó ahí no dijo nada más: “bueno, unas cuantas palabras selectas, me
tengo que ir.” Él continúa hablando hasta la medianoche. Como pueden ver, las reuniones
no eran reguladas por el reloj. Eran reguladas por las necesidades de la gente y su hambre
por la Palabra. Como puede ver, los primeros días, estas personas tenían hambre. Se
reunieron para la Palabra. Usted sabe, Primera de Pedro 2:2, siempre me confronta. Y me
pongo a pensar en esto. Y dice: “desead como niños recién nacidos la leche espiritual de la
Palabra para que por ella crezcáis.” Nunca en mi vida he visto a un bebé a quien no le
gustara la leche. A ese bebé no sólo le gusta, ese bebe la quiere. Los bebés quieren la
leche. Usted tiene a un bebé muy anormal, enfermo, sino quiere leche. Pero seguro, he
visto a muchos cristianos que no parecen querer la enseñanza. ¿Sabe una cosa? Creen que
han hecho algo grande cuando simplemente, usted sabe, han llegado y se han salido de la
Iglesia de manera periódica.
Si usted no tiene un hambre por conocer la Palabra de Dios, algo está atrofiado en su vida
cristiana. O usted no es cristiano. El problema en la primera Iglesia no era ¿cómo haces
que la gente venga?, si no que era ¿cómo haces que se vayan a casa? Y permítanme
decirles algo, amigos. Esta ha sido la característica de todo período de reforma y
avivamiento en la historia de la Iglesia. ¿Sabe usted que Juan Calvino predicó diariamente
durante horas, día, tras día, tras día, año, tras año, tras año y también Martín Lutero? Y
fue a partir de eso que los grandes días del avivamiento de la reforma salieron. Esa ha sido
la historia de la Iglesia. Grandes hombres de Dios predican día, tras día, tras día, tras día,
en ciertas ciudades y grandes avivamientos se empezaron. Y la gente vino y aprendió.
Bueno, se reunieron, entonces, y Pablo predicó. El versículo 8 dice: “y había muchas
lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos.” Usted pregunta por que nos dice
en dónde estaban las luces. Bueno, creo que hay dos razones. Número uno: los paganos
solían calumniar a los cristianos y decir que los cristianos eran inmorales y que se reunían
por propósitos clandestinos. Y se metían ahí en sus agujeros en la oscuridad y cometían
todo tipo de abominación. Y entonces, algunos comentaristas creen que el Espíritu coloca
aquí la primera nota “hubo muchas luces” ahí, simplemente para que sepamos que los
cristianos en Troas habían encendido el lugar como un árbol de navidad, para que nadie
en la ciudad pudiera criticarlos por reunirse en la oscuridad.
Pero creo que hay otra razón, probablemente más precisa y es que explica cómo este
hombre que se quedó dormido en el siguiente versículo, se quedó dormido. Porque todas
las luces que estaban ahí, o lámparas, y quizás las tuvieron simplemente para el propósito
que les mencioné, pero todas esas lámparas que estaban ahí, eran lámparas que
consumían aceite. Y habrían creado una atmósfera tremendamente caliente. El humo que
habría salido de ese aceite, y el lugar, realmente se está llenando de humo.
Y aparentemente, un aposento alto quizás, podría contener a unas 30 o 40 personas, en
una casa de buen tamaño. Y quizás, metieron a tanta gente como pudieron. Y si ahí había
50 o 60, simplemente habrían estado ahí como sardinas. Y había todo ese humo que
estaba saliendo y eso pudo haber creado el problema. El aceite que estaba quemándose,
la atmósfera caliente. Y en esa parte del mundo en ese entonces, quizás esa tarde, la
deterioración de la atmósfera.
Versículo 9: “y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana,” un joven
afortunado que podía encontrar aire. Y entonces, él se sentó allí en el marco de la
ventana. Las ventanas, claro, eran ventanas de madera que se abrían. No tenían cristal. Y
este joven, llamado Eutico estaba sentado en la ventana, “Rendido de un sueño
profundo,” y el verbo ahí en el griego es un presente participio. Lo cual significa que él
progresivamente se estaba quedando dormido mientras que él estaba tratando de pelear
contra el sueño.
Entonces, usted sabe cómo es. Usted lo ha hecho. Muchas veces se va así… Su cabeza se
va y… Maravilloso… Oh, maravilloso.… Oh, eso es magnífico. Tiene que escribir eso, sí.
Bueno, ahí está Eutico. Y su cabeza se viene hacia abajo y la vuelve a subir y tiene que
pestañear. Pero él estaba luchando. Y finalmente, el verbo aoristo, vencido del sueño,
“Por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño,” él se quedó dormido.
Y después, claro, sabemos qué tan serio es quedarse dormido durante un sermón, porque
inmediatamente, el Señor trato con él. “Cayó del tercer piso abajo, y fue levantado
muerto.” Un entonces, piensen en eso. Pero él se quedó dormido y se cayó de la ventana
tres pisos y murió. Ahora, eso es algo fantástico. Siempre pienso en esa dama, usted sabe,
que tenía insomnio e iba a visitar al doctor y no podían ayudarla. Ella, finalmente pensó
que lo mejor que podía hacer era ir a la Iglesia diariamente por la noche y no tuvo
problemas con dormir ahí. Entonces, quizás ésa es la experiencia de muchos. Y, por otro
lado, algunos no siempre están dormidos con sus ojos cerrados.
Se cayó y fue levantado muerto. Eso es lo que dice Lucas, incidentalmente, quien escribió
el pasaje aquí bajo la inspiración del Espíritu. Pero el comentario de Lucas es que él estaba
muerto. Ahora, he oído a todo tipo de comentaristas y a todo tipo de gente que dice que
no estaba muerto. Que él simplemente parecía ser muerto. Que a él simplemente lo
vieron como si estuviera muerto, no dice eso. Dice que él fue levantado muerto. Que
estaba muerto. Una caída de tres pisos. Bueno, observe lo que sucede. Eso, en cierta
manera, interrumpiría la reunión. Y así fue.
Versículo 10: “entonces descendió Pablo y se echó sobre él.” Y claro, la idea de “se echó”
ahí es colocarse sobre él. No simplemente colapsarse sobre él, lo cual no lo habría
ayudado en absoluto. Pablo descendió y simplemente, se echó sobre él. Y dice: “y
abrazándole.” Y la idea de eso es un verbo doble compuesto en el griego. Y significa que
simplemente, lo envolvió.
Usted pregunta por qué él hizo eso. Bueno, quizás él se acordó de Elías y Eliseo en 1 Reyes
17. Segunda de Reyes 4. ¿Se acuerda? Ambos se abrazaron y se colocaron sobre un
hombre y lo resucitaron de los muertos - lo cual fue un niño en ese caso. Y entonces, él
simplemente se coloca sobre Eutico, lo abraza, quien era un joven. Quizás, un
adolescente. Y me encanta esto. Él dice: “no os alarméis, pues está vivo.” Un comentarista
liberal dijo, “cuando él lo abrazó y se puso sobre él, él podía oír que su corazón estaba
latiendo. Y él dijo: “oh, está bien.” Y se levantó.” No, estaba muerto. Lo que sucedió fue un
milagro de resurrección.
¿Y sabe una cosa?, Pablo tuvo una gran oración y él oró en Filipenses 3:10. Él dijo: “oro a
fin de conocerle y el poder de Su resurrección.” Y hombre, él lo conoció, ¿verdad? Él
conoció el poder de Su resurrección. Él lo abrazó. Y en un minuto, un milagro sucedió.
Todos los huesos rotos y todas las heridas de su cuerpo que habían causado la muerte se
revirtieron a sí mismas; y él estaba vivo. Y usted puede imaginarse. Eso realmente tuvo un
efecto en la gente en esa pequeña iglesia, ¿verdad? Probablemente.
Usted pregunta por qué Dios hace eso. Bueno, Dios siempre hace milagros para
incrementar la fe. Y puede ser que en esa pequeña reunión ahí en ese pequeño aposento
alto, algunas de esas personas estaban diciendo: “¿sabes una cosa?, no sé, este hombre,
no sé quién es este hombre. Hemos oído de él.” Pero él realmente no había sido una parte
grande de la vida en Troas. Él simplemente pasó por ahí una vez. Él no era una gran
persona como en Éfeso o Corinto, donde él estaba frecuentemente. Y quizás, algunos de
ellos estaban diciendo: “bueno, ¿podemos creer todo lo que él está diciendo? Digo, él ha
estado hablando hasta la medianoche. Digo, ¿es todo esto verdad? ¿Cómo sabemos que
el realmente es el profeta de Dios o el predicador verdadero de Dios?”
¿Y qué es lo que Dios hace siempre para confirmar a Sus maestros en la era del Nuevo
Testamento? Milagros. Y usted puede creer que todos bajaron ahí y dijeron sí, podemos
creer en él. Él resucitó a ese joven de los muertos. Y el versículo 12 dice: “y llevaron al
joven vivo y fueron ligeramente consolados.” No. “Grandemente consolados.” Sí, dice: “no
os alarméis,” versículo 10. Y eso es thorubeo, el cual es un verbo griego que es utilizado
para hablar de lamentarse y llorar. Y es el que es utilizado en Marcos 5 cuando todo el
mundo estaba llorando y lamentándose. Este es el lloro y el lamento que se lleva a cabo
cuando alguien muere. Y entonces, él dice: “dejen de llorar y lamentarse. Su vida está en
él. Él está vivo.” Les voy a decir algo, amigos, me encanta ver resurrecciones en la Biblia.
Simplemente, me encanta. ¿Sabe por qué? Porque simplemente añaden otra garantía de
que mi resurrección se va a llevar a cabo.
Versículo 11: “después de haber subido, se encargaron de Eutico,” regresó. Tiene que
tener más reunión. Usted puede de creer que, para este punto, quieren más enseñanza,
¿verdad? Porque ahora todo el mundo creyó. ¿Sabe una cosa? Cuando usted escucha con
oídos que creen y oídos que tienen confianza, usted tiende a escuchar mejor, ¿verdad?
Bueno, de cualquier manera, regresaron. Y me gusta esto. Partieron el pan. Tuvieron la
Mesa del Señor. Habían comido. Pablo habló largamente hasta el alba. Y así salió. Sabe
una cosa, ese es un sermón largo que comenzó hasta la medianoche. Un hombre se cayó
de la ventana. Lo resucitó de los muertos. Doce y cuarto, lo levantaron y siguieron hasta el
amanecer.
Pero él tiene que seguir en un viaje largo, sí, pero es un hombre disponible. Como puede
ver, él ama a la Iglesia. Y el amor de la Iglesia le dicta lo que él hace con su tiempo. No es
egoísta, es abnegado. Entonces, el apóstol Pablo les enseñó toda la noche.
¿Sabe una cosa?, algunas veces, simplemente tengo que ver mi propia vida y decir
“hombre, estás a un millón de kilómetros del apóstol Pablo. Crees que has hecho tu gran
labor cuando predicas un par de sermones el domingo.” ¿Y sabe una cosa? Algunas
personas, creen: “bueno, di mi clase. ¡Oh, estoy cansado, cansado!” ¿Se da cuenta? Esta
semana asistí a un bíblico estudio bíblico. Ya me expuse. Aquí hubo un hombre que no
conoció límites. El ministerio de su don.
No sé cuáles son sus dones. A algunos de ustedes, los conozco. Pero, ¿cuán disponible
está su don? ¿Cuán disponible está usted? Pablo estuvo disponible. Él amó a la Iglesia. Y si
ellos tenían una necesidad, él estaba listo para satisfacerla. No importaba lo que le costara
a él. Pero si usted cree que ese tipo de disponibilidad es sorprendente, vea el versículo 13:
“Nosotros, adelantándonos a embarcarnos,” dice Lucas, “navegamos a Asón…” Al día
siguiente, claro, tenían que abordar esa nave y seguir con su viaje, para recoger allí a
Pablo, ya que así lo había determinado, queriendo él ir por tierra.” Ahora, eso es
sorprendente. Todo el mundo se sube al barco en Troas y viajan por más de 30 km a Asón,
excepto por Pablo.
¿Sabe usted lo que él hace? Él camina. Usted pregunta: ¿él camina? ¿Por qué hace él eso?
Una simple razón: ¿qué le dije a usted un par de semanas atrás que era la costumbre
cuando un amigo amado dejaba a un cierto grupo de personas? ¿Qué hacían por
costumbre esas personas a quienes él estaba dejando? ¿Qué hacían ellos? Lo
acompañaban en su viaje. ¿Sabe usted por qué Pablo caminó? Pablo caminó para que
pudiera tener más tiempo con ellos. Hombre abnegado.
Él no tenía prisa, ¿verdad? Él estaba disponible. ¡Oh, cuánto amó él a la Iglesia! Él caminó
por lo menos entre 20 a 30 km. Y probablemente, la última parte, él la caminó solo. Y
estoy seguro que él necesitaba ese tiempo sólo con el Señor antes de que se reuniera con
sus amigos en el barco. Bueno, eso es disponibilidad. Eso es disponibilidad. Entregarse a sí
mismo toda la noche. Caminar la distancia que sea necesaria para ministrar. Oro porque
Dios nos ayude a estar disponibles como él estuvo disponible.
Creo que también, finalmente, su amor por la Iglesia es visible en su preocupación.
“Cuando se reunió con nosotros en Asón, tomándole a bordo, vinimos a Mitilene.
Navegando de allí, al día siguiente llegamos delante de Quío, y al otro día tomamos puerto
en Samos; y habiendo hecho escala en Trogilio, al día siguiente llegamos a Mileto,” dice en
el versículo 15.
Aquí hay algo interesante que señalar. No voy a entrar a toda la geografía de esas
ciudades o nada de eso. Pero cada una de esas ciudades estaba a más de 30 km de
distancia una de la otra, a lo largo de la costa de Asia Menor. Y lo que pasaba era que los
vientos únicamente soplaban desde temprano por la mañana hasta más tarde por la
tarde. Entonces, ellos únicamente viajaban desde temprano por la mañana hasta más
tarde por la tarde. Más de 30 km. Pasaban la noche. Más de 30 km, pasaban la noche. Más
de 30 km, pasaban la noche. Más de 30 km, pasaban la noche. Así es como ellos viajaban.
Y entonces, esa es la razón por la que nos habla de todas esas escalas. Y dice que llegaron
a Mileto. Ahora, Mileto era una ciudad, una capital antigua. No estaba muy lejos de Éfeso.
Originalmente se dice que tuvo una colonia de cretenses. Se volvió extremadamente
poderosa. Y construyó uno de los templos magníficos más grandes del mundo dedicado al
dios Apolos. Entonces, fue algo famosa.
Pero llegaron a Mileto, no demasiado lejos de Éfeso. El versículo 16 nos dice entonces,
“porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Éfeso para no detenerte en Asia.”
Aparentemente, la nave iba a Éfeso. O la que se habría detenido allí. Se iba a quedar ahí
demasiado tiempo. Y él tenía prisa. Y entonces, debido a que él no quiso pasar demasiado
tiempo en Asia, él no tomó el barco que iba a Éfeso, sino el que se detuvo en Mileto.
Aparentemente, él tuvo una opción en Troas, “pues se apresuraba por estar en el día de
Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalén.” El barco de Mileto iba a llegar ahí antes que
el que se detuvo en Éfeso. Pero observe el versículo 17: “Enviando, pues, desde Mileto a
Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.” Usted pregunta por qué eso es tan
importante. Simplemente esto: aquí está el en el medio de este viaje y él se detiene en
Mileto. Él tiene unos cuantos días antes de que el barco salga. ¿Y qué es lo que él hace en
esos pocos días? ¿Descansar? No. Él llama a los ancianos de Éfeso para que vengan, para
que él pueda enseñarles algo más. Instruirles algo más. Exhortarles algo más. El hombre es
increíble en su compromiso con el amor por la Iglesia.
¿Sabe lo que sucedió? Una de las escenas más hermosas, como dije, jamás vistas en la
vida de Pablo, sucedió. Porque cuando esos ancianos llegaron ahí, ellos le correspondieron
a él todo el amor que él les había dado. Ellos simplemente se lo entregaron a él. Pero eso
es para la próxima vez.
Usted dice: “John, ¿qué es lo que eso me está diciendo a mí?” Bueno, yo sé lo que me dijo
a mí. ¿Qué es lo que le está diciendo a usted? Escuche esto. Pablo dijo esto, Filipenses
3:17, “hermanos, sed imitadores de mí.” ¿Qué quiere decir eso? Eso significa que Pablo
amó a la Iglesia. ¿Qué debemos hacer? Amar a la Iglesia. A los Filipenses, les volvió a decir,
en el 4:9, “lo que aprendisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced.” A los corintios, él dijo:
“sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.”
Entonces, si vemos a Pablo y vemos a su amor por la Iglesia, entonces, deberíamos saber
que Pablo es el modelo para todo cristiano, ¿no es cierto? Debo amar a la Iglesia así. Si, así
debe ser. Todas las características del amor de Pablo deben ser características de mi vida.
Pablo escribió un capítulo y lo presentó. Esto no es nada más el ejemplo de la vida de
Pablo, sino que él presentó cada una de estas cosas, Romanos 12. Y voy a cerrar al
mostrarle unas cuantas cosas aquí.
En Romanos 12, Pablo da los principios básicos de la vida cristiana. Ahora, escuche, y cada
una de las características del amor de Pablo están incluidas en esta sección. Usted es
cristiano. ¿Debe usted amar a la Iglesia? Sí. Observe el versículo 9: “el amor sea sin
fingimiento.” Eso significa que usted debe amar a la Iglesia verdaderamente, ¿verdad? Y él
está hablando del cuerpo de Cristo, porque él ha hablado de todos los dones espirituales
en los pasajes restantes. Debemos amar a la Iglesia.
Ahora, ¿cómo es que ese amor debe ser demostrado? ¿Cómo debemos amar a la Iglesia
sin fingimiento? ¿Cómo debemos demostrarlo? Bueno, ¿cómo lo hizo Pablo? Número uno,
mediante afecto. ¿No dijimos eso? Observe el 12:10: “amaos los unos a los otros,”
¿cómo? “Con amor fraternal.”
En segundo lugar, dijimos que Pablo amó a la Iglesia como se ilustró en que él dio. En que
él dio. Observe el versículo 13: “compartiendo para,” ¿qué? “Para las necesidades de los
santos.” Eso es dar. Y dijimos que Pablo amó a la Iglesia en términos de su enseñanza,
¿verdad? ¿Qué dice él en los versículos 6 al 8? El que profetiza, si tiene el don de profecía,
profetice. Hágalo. ¿Ministerio? Hágalo. Si usted enseña, enseñe. Si usted tiene el don de
exhortación, exhorte. Si usted tiene el don de gobernar, hágalo con diligencia. Si usted
tiene el don de misericordia, hágalo con gozo. ¿Que está diciendo él? Él está diciendo:
“hazlo,” sea cual sea su don. Pablo mostró su amor al mostrar su don. El don de
enseñanza. Usted, por el don que tenga.
Después, dijimos que Pablo mostró su amor mediante persistencia, ¿verdad? Observe
Romanos 12:11. “Fervientes en el Espíritu, sirviendo el Señor. Gozosos en la esperanza.
Sufridos en la tribulación. Constantes en la oración.” Versículo 14: “bendecid a los que os
persiguen. Bendecid y no maldigáis.” En otras palabras, en contra de todas las cosas,
busquen el amor de la Iglesia, el amor de los santos.
También dijimos que el amor de Pablo fue visto en su disponibilidad. Observe al final del
versículo 13, “practicando la hospitalidad.” Eso es disponibilidad. El amor a los extraños.
La disponibilidad de entregarse usted mismo a las necesidades de otros.
Y finalmente, el amor de Pablo fue visto en su preocupación. Versículo 15. Aquí hay
preocupación. “Gozaos con los que se gozan y orad los que lloran.” Amados, somos
llamados a hacer lo mismo que Pablo hizo. Amar a la Iglesia del mismo modo que él amó a
la Iglesia, demostrándolo en las mismas maneras. Que así sea. Y oramos porque el Señor
en alguna manera tome aquello que es el patrón de la vida de un hombre y lo haga el
patrón de las vidas de todos los hombres. Oremos.
Padre, oramos con eso en mente, para que todos los que están oyendo esta palabra que
nos has dado, de alguna manera, puedan tomar el patrón de la vida de este hombre y
hacerlo el patrón de su vida. Dios, danos un amor por la Iglesia. Y sabemos que viene
únicamente cuando amamos al Señor Jesucristo con todo nuestro corazón, alma, mente y
fuerzas.
Oramos porque amemos de tal manera a la Iglesia, evidenciándolo en nuestro afecto, en
nuestro dar, nuestro ministerio o sea cual fuere el don que tengamos y persistencia y
disponibilidad y preocupación. Y Padre, que al amar a la Iglesia como debemos amar a la
Iglesia, veamos los dones y ministerios cumplidos, desempeñados, para que la Iglesia sea
edificada para la gloria del Señor Jesucristo. Oramos en Su Nombre, amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Preguntas y respuestas bíblicas, Parte 74


Escrituras Seleccionadas

Código: 70–50
John MacArthur
Bueno, buenas tardes a todos este es domingo por la noche, 3 de mayo, 2020. Y, de
hecho, están en oficina, este no es un escenario, esta es mi oficina en Grace Community.
Tengo que confesar que limpiaron mi escritorio, normalmente no se ve así de limpio,
normalmente hay mucho más trabajo que está aquí en este trabajo que necesito atender,
pero sí, esta es mi oficina y lo ha sido desde los 1970s. En cierta manera este es el centro
de mi mundo y ministerio aquí en Grace, que amamos tanto.
Pasamos a mi oficina esta noche, porque me permite hablarles un poco acerca de la
iglesia. En las últimas dos noches de domingo hemos hecho una sesión de preguntas y
respuestas en el auditorio de nuestra iglesia, aunque ha sido un auditorio vacío.
Colocamos un escritorio ahí para que puedan ver que la iglesia estaba vacía, los domingos
por la mañana hemos estado realizando nuestros servicios en vivo vía internet, del Centro
de Adoración, o en vivo hemos usado algunos sermones que se habían grabado antes.
Pero, ¿saben una cosa? es momento para que yo hable un poco acerca de este medio,
para decir si es legítimo o no para una iglesia.
Saben una cosa, hay algunas personas, algunas personas que profesan ser cristianos que
tienen esta experiencia de iglesia transmitida en vivo por internet, iglesia por televisión, y
eso es lo único que tienen. Pueden ir a un auditorio, pero están viendo una pantalla plana
y alguna persona va a estar ahí predicando en esa pantalla plana, y esa es la iglesia. Pero
aquellos de nosotros en Grace Community, aquí en la iglesia, sabemos que esta no es la
iglesia, en sí no es como la iglesia ha diseñada para que opere. Este es un acomodo ante
las exigencias en las que nos encontramos en este momento. Miren, yo entiendo que los
sermones predicados a lo largo de todos los años recientemente se han puesto a su
disposición en internet, recientemente y pueden escuchar a muchos predicadores en línea
en su computadora, en su I-phone, o en su I-Pad incluso en su televisión, pero esa no es la
iglesia.
La iglesia no es un grupo de personas viendo un show, un programa, incluso un sermón. La
iglesia es el organismo viviente del cuerpo de Cristo. Y si hay algún mandato en la Biblia
que viene a nuestra mente en este momento es como el que está en el libro de Hebreos,
en dónde se nos dice que “No dejemos de congregarnos, como es la costumbre de
algunos.” En otras palabras, no sean como esas personas que no se reúnen ni se
congregan como un organismo viviente que es el cuerpo de Cristo. No sean así, “mucho
más conforme ven que el día se acerca.” Conforme más avanzamos en la historia
redentora, entre más nos acercamos al regreso de Cristo más difícil se vuelve la vida y más
nos necesitamos los unos a los otros.
La iglesia nunca fue diseñada para ser personas que estaban en un auditorio oscuro
viendo a alguien en un escenario, o alguien en una pantalla. Ciertamente, aquellos de
nosotros que somos parte de Grace Community sabemos eso muy bien. Muchas personas
me han dicho, yo no sé si puedo seguir otra semana sin la iglesia. No sé si puedo seguir
otra semana sin congregarme con la gente, y la adoración, extraño la música, extraño el
cantar, extraño la comunión, extraño poder llevar a mis hijos al cunero sabiendo que
están recibiendo la Palabra de Dios, extraño el grupo de comunión del que soy parte, y
todas las personas queridas que son parte de mi vida debido a ese grupo de comunión.
Entonces, aquí en Grace sabemos lo que debe ser la iglesia, nosotros que somos una
iglesia viviente, que se reúne en un lugar, y lo ha hecho por más de medio siglo,
extrañamos esa realidad. Y sé que así se siente usted. No creo que alguien que es parte de
Grace jamás va a poder sustituir una experiencia de pantalla plana por una iglesia viviente.
Mire, lo entiendo hay una rendición de cuentas ahí, hay una expectativa alta ahí, su vida
está expuesta ahí, la gente lo llega a conocer a usted y conocen sus fortalezas y
debilidades, hay vulnerabilidad ahí, hay honestidad ahí, pero eso es lo que buscamos, eso
es lo que deseamos porque nos estimulamos los unos a los otros al amor y a las buenas
obras. Y esa es la razón por la que nos congregamos como ese mismo pasaje en Hebreos
dice.
Entonces, mientras que podría haber una tentación a extender la comodidad de
simplemente estar en su casa, y prender el sermón y el mensaje de Grace Community en
el futuro, si usted ha sido parte de Grace Community usted va a descubrir que nunca va a
ser un sustituto adecuado. Lo que hacemos en la radio, lo que hacemos en la televisión
mediante Gracia A Vosotros, lo que hacemos al colocar nuestros sermones en línea
poniéndolos a su disposición en los sermones y lecciones de todos los maestros en Grace.
Ese es un suplemento, nunca un sustituto para la vida de la iglesia. Los extraño, sé que
ustedes extrañan nuestra comunión, gracias por las notas dulces y tarjetas que me han
llegado expresando gratitud, porque nosotros estemos haciendo esto, pero también casi
todas ellas tienen la nota incluida: “No puedo esperar a que podamos estar juntos de
regreso.”
Y hablando de eso, no sabemos exactamente cuándo va a ser eso, sé que hay muchos
tipos de aspectos políticos de esto sobre los que no tenemos control y de los que no
tenemos conocimiento real. Pero solo les daré unas cuantas cosas que les parecerían
buenas noticias, simplemente una especie de reporte. Me di cuenta hoy que un reporte
vino del grupo oficial del Centro para Enfermedades de Control y dijeron de hecho que el
número de muertes que han ocurrido durante esta epidemia del COVID es la mitad de lo
que se ha registrado, la mitad.
Entonces, hemos estado operando con números que son no realistas. También ha salido a
la luz, y creo que esto es muy, muy interesante, también ha salido a la luz que la mitad de
las muertes les suceden a personas en hospitales y en hogares para ancianos en dónde
usted tiene a gente mayor porque son la población más vulnerable. Entonces, la realidad
es que la gran mayoría de la población realmente no está afectada o muy poco afectada
por todo esto. El lugar más peligroso al que usted podría ir resulta ser un hospital, porque
cuando usted entra a un hospital, el personal ahí no tiene una vacuna en contra de esto,
están expuestos a esto, y si hay otros pacientes que están en una situación así, y lo hay en
un hospital con mucha gente, entonces el coronavirus circula en ese hospital.
Entonces estamos comenzando a aprender que la gente que apenas está ahí, afuera en el
mundo haciendo lo que hacemos, estamos en el lugar más seguro, el lugar en el que usted
no debe estar de todos los lugares es un hospital porque ahí es donde los incidentes más
altos de esta infección en su nivel más serio se llevan a cabo. Entonces, muchas cosas
están saliendo de esto, que creo que están comenzando a quitar el temor, y nos ayudan a
entender que se nos dijeron algunas cosas que simplemente no eran verdad, acerca del
efecto de esto. Lo último que oí, y oí un reporte hoy de una autoridad médica muy
respetada, que básicamente dijo que la tasa de mortalidad esencialmente será la misma
que la de la gripa gestacional de la temporada, no más que eso. Ahora sabemos eso, y en
retrospectiva diríamos que si hubiéramos sabido eso al principio ciertamente no
hubiéramos cerrado al mundo al grado que lo hemos hecho, y habríamos cometido un
daño tan desastroso a tantas personas. Pero habiendo dicho eso, debemos entender que
el Señor permite ciertas cosas, y ciertas cosas son la insensatez del hombre incluso en sus
mejores esfuerzos. Entonces, aquí estamos, pero solo quiero recordarle que esto es
temporal, que esto no es tan mortal como se los dijo, que la tasa de mortalidad es
alrededor de como la gripa de la temporada, va a seguir su curso y esperamos que en unas
semanas podamos regresar y vamos a disfrutar el estar unos con otros de nuevo y tener
una gran celebración.
Entonces, eso es simplemente para darle una especie de reporte. Haremos eso cuando
tengamos la mejor oportunidad, cuando sepamos que todo es el momento correcto para
eso, y después simplemente vamos a confiar en el juicio de todo mundo. Si usted piensa
que quiere esperar un poco más antes de que regrese, está bien, todos somos adultos y
confiamos en que usted va a usar su discreción con respecto a eso, pero estamos
comenzando a pensar en eso ahora y esperamos eso con gusto.
Bueno, mientras tanto, en lugar de predicarle otro sermón de los que les hemos estado
dando, pensamos que unas cuantas noches de domingo por la noche simplemente oír lo
que está en su corazón nos dará una oportunidad de ser un poco más personales en las
cosas que tenemos que decir. Entonces, aquí vamos de nuevo esta noche con algunas
preguntas, y en cierta manera las hemos condensado, tenemos tantas preguntas que
vienen de todo el planeta que estamos tratando de cubrir las más que podamos, entonces
estoy agradecido por la gente que las ha filtrado y no sé cuáles son las preguntas, estoy a
punto de leer la primera y vamos a cubrirlas y ver lo que el Señor tienen para nosotros en
esta noche.
Pregunta - ¿Cuál es la mejor explicación para un escéptico para entender cómo es que
tantos eventos privados y palabras de Cristo fueron registrados en los evangelios por los
discípulos que de hecho no estuvieron presentes en el momento?
Si, esa es una muy buena pregunta. Es de Jason. Jason, realmente está haciendo esta
pregunta, ¿Cómo sabemos que Jesús dijo lo que esos discípulos o escritores de la Biblia
dijeron que él dijo cuándo quizás ni siquiera estuvieron ellos ahí? Esa es una pregunta
apropiada, tiene una respuesta maravillosa. En el Aposento Alto, en la última cena como
la llamamos, la noche en la que Jesús se reunió con sus discípulos para la Pascua final Él
les dijo, “El Espíritu Santo va a venir. Y cuando el Espíritu Santo venga Él va a guiarlos a
toda verdad. Y Él les va a mostrar todas las cosas que son verdad acerca de mí.”
En otras palabras, nuestro Señor le prometió a los apóstoles y a aquellos que serían los
asociados de los apóstoles que la obra del Espíritu Santo sería revelarles todo lo que
necesitaban saber. El Espíritu Santo es llamado el espíritu de verdad, y cuando Él venga, Él
los va a llevar a toda verdad. Él va a traer todas las cosas a su memoria, incluso las cosas
que les hablé. Y les mostraré más cosas acerca de Mí. Ese es el ministerio del Espíritu
Santo.
Entonces, cuando esos escritores se sentaron, los apóstoles y los asociados de los
apóstoles, incluso uno que vino más tarde, Pablo, y escribió, fue la obra del Espíritu Santo
el revelar divinamente a ellos, las palabras exactas y precisas de nuestro Señor, que Él
habló durante su vida y ministerio que aparecen en el registro del Evangelio. Fue la obra
del Espíritu Santo que causó que tuvieran un recuerdo perfecto, una memoria perfecta, y
si estuvieron ahí de un acontecimiento como la Transfiguración, en dónde Pedro, Jacobo y
Juan estuvieron ahí, se les dio la oportunidad también de oír una revelación del Espíritu
Santo para sus propias mentes que les dio un registro exacto y preciso, histórico de todos
los detalles de los acontecimientos cuando ellos no estuvieron ahí.
Entonces, el Espíritu Santo supervisó todo. Algunas veces sus memorias, algunas veces las
palabras mismas de Jesús, y quizás no recordaron por sí mismos, les fueron repetidas
mediante la inspiración del Espíritu Santo y algunas veces fue algo que ni siquiera
experimentaron, algo que nuestro Señor experimentó de manera independiente de ellos.
Por ejemplo, su propia tentación cuando ninguno de ellos estuvo ahí, les fue dado a ellos
mediante revelación divina. El testimonio de la Escritura es que esa obra del Espíritu Santo
hace que la Biblia no sea dada por ninguna interpretación privada. Sino que, hombres
santos hablaron conforme fueron movidos por el Espíritu Santo. Eso es lo que Pedro dice
en su epístola.
Entonces, usted tiene a discípulos que tuvieron experiencias en sí, aunque quizás no
hubieran recordado todo detalle de manera perfecta, que oyeron las palabras de Jesús,
quizás no hubieran recordado toda palabra perfectamente, y algunas veces ni siquiera
estuvieron ahí en esa ocasión. Pero todo eso fue traído de manera divina por el Espíritu
Santo y distribuido a ellos mediante la inspiración para que fuera registrado de manera
perfecta en la Escritura. Toda la Escritura es dada por inspiración de Dios, toda la Escritura
es respirada por Dios. Espero que eso te ayude, Jason.
Pregunta – He pensado y orado mucho por o acerca de buscar una vida de competencia
en el deporte de las artes marciales mezcladas, ¿cuál es tu postura bíblica acerca de un
cristiano compitiendo en un deporte así?
Mi postura, agáchate y corre. Agáchate y corre. La razón por la que digo eso es porque he
conocido un par de hombres que hicieron eso. me acuerdo de un joven en particular y el
resultado final de eso fue que fue debilitado de manera seria en sus facultades mentales.
Hay algunos deportes en dónde obviamente existe la posibilidad de una concusión. Digo,
podrías tener una concusión simplemente al resbalarte y caerte en el suelo de la cocina,
pero dónde la intención no solo es dañar a tu adversario sino hacer que tu adversario sea
incapaz de continuar o quede inconsciente literalmente estas construyendo ese
acontecimiento en torno a la posibilidad de cometer un daño cerebral permanente.
Creo que podrías estar en un deporte en dónde podrías romperte un brazo o una pierna.
Pero algo que tiene el efecto letal de causar daño cerebral, podría quizás caer bajo la
categoría de, tu sabes, dónde el apóstol Pablo dice, “No quiero hacer nada, aunque tengo
libertad de hacerlo, no quiero hacer nada que me haga perder el control.” Es algo que tú
aplicas a tomar bebidas alcohólicas o ingerir drogas. Pablo dice, “Todo me es lícito, pero
no seré llevado bajo el poder de nada. No quiero hacer nada que me quite la capacidad de
pensar y razonar y actuar de manera responsable.”
En segundo lugar, yo diría esto, yo no sé qué de hecho estoy seguro que las artes
marciales mezcladas no contribuyen a reconocer al hombre como creado a imagen de
Dios. Es un intento por deformar, no sé, que realmente a primera vista o de frente da un
honor propio a la creación de Dios, y a la imagen de Dios. Por esas razones yo encontraría
algo más en que competir, algo que va a dañar menos y darte la satisfacción que necesitas
como alguien que compite. Y entiendo eso, yo jugué futbol americano en la universidad, y
jugué muchos otros deportes, era muy competitivo y en cierta manera era agresivo, como
el resto de la gente. Tenías que ser así o no podías competir. Pero esos eran juegos que no
dañaban a la gente de manera permanente en términos de su capacidad de pensar y
razonar. Y creo que eso es algo que evitar.
Pregunta – No puedo encontrar una iglesia que crea exactamente lo que Grace
Community cree en mi área. ¿Qué doctrinas crees que son esenciales para buscar en una
iglesia? Esto es de Carlos.
Bueno, primera sugerencia, múdate aquí a la parte sur de California, ven a Grace
Community, nos encantaría tenerte aquí con toda seguridad, y lo digo de corazón,
realmente nos encantaría que estuvieras aquí. Pero cuando estás buscando una iglesia,
¿cuáles son las doctrinas que buscas que son esenciales? Y esa es una muy buena
pregunta, Carlos, porque hay algunas doctrinas que no son esenciales, ninguna verdad
divina es no esencial, si quieres el rango completo de revelación divina.
Y el espectro completo de bendición divina está distribuida a lo largo de toda la verdad
divina. Pero hay algunas doctrinas que no son necesarias para la salvación. Una de ellas
que viene a mi mente podría ser en la forma del bautismo, algunos rocían, algunos
derraman, algunos sumergen. Hay algunas doctrinas que han sido establecidas en
términos de como una iglesia es operada, hay diferentes posturas de como una iglesia
debe ser estructurada. Hay personas que difieren en el área de dones espirituales y como
operan. Esas no son esenciales para la salvación. Pero cuando estás pensando acerca de
doctrina esencial, estás pensando esencialmente acerca de lo medular para la salvación.
Entonces, ¿qué es eso? Bueno, simplemente para resumirlo brevemente comenzaría con
la autoridad de la Escritura. La autoridad de la Escritura es una doctrina absolutamente
esencial, porque si no crees en la autoridad de la Escritura, entonces no sabes que puedes
confiar en lo que dice y todo se pierde. Entonces, la más importante de todas las doctrinas
es que la Biblia es la Palabra de Dios, y tiene la autoridad absoluta y es inerrante.
Entonces, ahí comienza creer que la Biblia es la Palabra de Dios y solo la Biblia es la
Palabra de Dios revelada. Esa es la número uno.
Ahora, si lo piensas esa es la doctrina misma que más atacada es en esta sociedad, debido
a que el enemigo sabe eso, Satanás sabe eso, que si puedes minar la confianza de la gente
en la Palabra de Dios todo está perdido. Eso es exactamente lo que Satanás hizo en el
huerto, ¿no es cierto? Cuándo Eva dijo, “Bueno, Dios dijo esto y Dios dijo aquello”, él dijo,
“¿Con que Dios ha dicho? Noooo, ¡Dios no te dijo la verdad! No te vas morir.” Ella creyó la
mentira, y llevó a la raza humana entera al pecado, a la corrupción.
Entonces, todo comienza con creer en la autoridad de la Escritura. A partir de ahí ves la
Escritura y dices, ¿cuáles son las doctrinas esenciales en la Escritura? Primero, Dios, la
naturaleza de Dios. El escritor de Hebreos dice, “El que viene a Él debe creer que Él es.” En
otras palabras, vienes a Dios únicamente cuando vienes al Dios quien es Dios. Entonces,
tienes que tener lo que se llama Teología Propia. Al estudiar teología comenzamos con la
categoría de bibliología, la Biblia es primero. Y después pasamos a la Teología Propia lo
cual es el estudio de la naturaleza de Dios, esa es la categoría de verdad segunda, muy
esencial, una verdad cardinal.
Entonces, si, por ejemplo, niegas la Trinidad estás inventando a un Dios que es uno y que
no es el Dios verdadero, estás llamándolo Dios, pero estás adorando a Satanás o estás
adorando a demonios. Los dioses falsos son producto del reino de las tinieblas, entonces
tienes que venir al Dios verdadero quien es, Padre, Hijo y Espíritu Santo, uno en
naturaleza, tres en personas, el Dios que es revelado en la Escritura, el Dios verdadero.
Después al entender al Dios verdadero, necesitas entender la función del Padre como el
Creador, el dador de la vida, la función del Hijo como Redentor, la función del Hijo como el
Poder para la salvación y el Poder para la santificación.
Entonces, un entendimiento teológico trinitario de Dios. Después vienes a Cristo, ¿qué
crees acerca de Cristo? Que él fue nacido de una virgen, que Él es Dios y hombre, que es
plenamente Dios y plenamente hombre, verdaderamente Dios y verdaderamente
hombre. Eso es lo que Él afirmó ser, que Él vivió una vida sin pecado, que Él murió una
muerte sustitutiva, que Él resucitó de los muertos, y ese fue el Padre validando,
certificando Su sacrificio, el Hijo en quien Él se agradaba, la certificación de que Él
cumplió, logró nuestra redención es que el Padre lo resucitó de los muertos, que Él
ascendió al cielo y que Él reina ahí, y Él volverá a regresar.
La otra cosa que es esencial es creer que la salvación viene por la fe únicamente en Cristo,
mediante la gracia y no por obras humanas. Entonces cuando hablo de la médula de la
salvación estoy diciendo que comienzas con la Biblia, el entendimiento verdadero de la
Escritura, el entendimiento verdadero de Dios, la Trinidad, el entendimiento verdadero de
Cristo, Su perfección, Su vida perfecta, Su muerte sustitutiva, Su resurrección corporal, Su
ascensión, Su regreso, y que la salvación viene por la fe en Él. Esa es la categoría que
diríamos es doctrina absolutamente esencial.
Pregunta - Aquí hay otra pregunta. Muchos cristianos han tomado el significado de ayuno
para que signifique dejar cualquier cosa como teléfonos, computadoras, dulces, etc. ¿es
esto bíblico? Esto es de Merci.
No, no podrías aplicar ninguna de esas cosas a un ayuno bíblico. En la Escritura un ayuno
no es algo que haces porque quieres cortar tu exceso en la vida. No es algo que tú haces
para perder peso, no es algo que haces para controlar mejor tu vida. Puedo entender
mantenerte alejado de una pantalla de computadora, puedo entender no comer todo lo
que ves, especialmente cuando está cargado de azúcar. Entiendo todo eso, pero nada de
eso puede confundirse con un ayuno. Todo eso es simplemente parte de una especie de
disciplina personal, sensata. Tú sabes vivir de una manera disciplinada. Todo eso encaja en
esa categoría.
Cuándo estás hablando de ayunar estás hablando de algo que no está aislado de otro
medio espiritual de gracia, y ese otro medio espiritual de gracia es la oración. No
encuentras el ayuno separado de la oración. Y en ese sentido así es como debes entender
el ayuno. El ayuno es acomodarse a la oración. Permíteme darte una ilustración, y estoy
sentado en este escritorio y me acuerdo de manera muy vívida hace varios años atrás,
sentándome aquí después de nueve días de ayunar. Y en el día noveno, alguien entró a mi
oficina aquí y me dio noticias que inmediatamente, de manera inmediata terminaron mi
ayuno. Y por primera vez en nueve días pedí algo para comer.
Y te voy a decir lo que fue, me enteré nueve días antes de eso, que mi hijo Marcos, quien
estaba en la universidad en esos días, estaba teniendo dolores de cabeza severos, y lo
habíamos llevado a ver un neurólogo para que revisara esos dolores de cabeza, y lo
metieron en algunos escans y me informaron que él tenía un temor en su cerebro. Y él
dijo, y me acuerdo de las palabras, “podría ser fatal.” Joven y saludable, deportista
universitario, amaba al Señor. Yo simplemente estaba boquiabierto ante la realidad de
que esto podría ser un tumor mortal.
Y me acuerdo, no tenía apetito, no tenía interés en comer nada, lo único que quería hacer
era orar, simplemente derramar mi corazón y me acuerdo muchos días en ese período de
nueve días, tuve que llevar a Marcos al Centro de Cáncer para que siguieran haciendo este
escán y descubrieran lo que era. Me acuerdo en ese día final, recibimos el reporte de que
básicamente era un crecimiento juvenil que era benigno, y que estaba cerca de una
glándula y no tenía nada que ver con sus dolores de cabeza. Y no pensaron que crecería
porque pensaban que simplemente era una anomalía de la niñez.
Me acuerdo el reporte que recibió el doctor, observa su promedio al batear, él era un
jugador de béisbol, observa su promedio al batear, y si su promedio al batear baja de
manera significativa podría significar que el tumor está creciendo. Bueno, los meses
subsecuentes se incrementó su promedio al batear y resultó que fue benigno. Pero pensé
en esos nueve días muchas, muchas veces y de nuevo, la pregunta me viene a la mente
ahora, simplemente no había interés en comer, había un deseo que consumía mi corazón
y ese era traerlo delante del Señor y no tenía deseo por comer.
Algunas veces cuando voy al hospital, la gente está sufriendo, la gente está luchando y se
está recuperando de una enfermedad, o están en una condición muy seria, amigos bien
intencionados podrían querer ayudarles a comer, y les dicen, “Necesitas algo de comer.”
Algunas veces ves a un cónyuge que está en duelo en un hospital y alguien le dice,
“Necesitas ir y comer algo”, debes ser muy cuidadoso en eso porque hay veces en las que
el alimento es casi inaceptable porque tu corazón está tan cargado de preocupación, y
estás consumido por la oración. El ayuno realmente no puede ser aislado, no siempre
tiene que ser una situación tan severa, pero el hecho de que no ayunamos más
probablemente es el testimonio del hecho que no mostramos suficiente preocupación en
nuestras oraciones, pero ahí es dónde debe estar el ayuno.
Pregunta - Pablo y Gerardo hacen esta pregunta: “¿Acaso la Biblia dice algo acerca de la
cremación?”
Bueno, lo único que la Biblia dice acerca de la cremación es que va a pasarle al mundo
entero. El mundo entero va a ser quemado con fuego, esa es la cremación final, apenas
antes de que nuestro Señor llegue a crear los cielos nuevos y la tierra nueva. Pedro lo
describió de esta manera, “los elementos se disolverán con fuego ardiente.” Lo que va a
suceder es que la estructura tópica de la creación va a ser destruida en algún tipo de
holocausto atómico, que va a llevarse todo lo que conocemos y va a hacer que deje de
existir. Esa va a ser la cremación final del universo entero.
Pero retrocediendo de eso, seamos un poco más prácticos. La Biblia no dice nada acerca
de la cremación como tal, no dice nada acerca de lo que es requerido o lo que se permite
o lo que no es permitido. Hay muchas personas que han muerto en incendios. Y he oído a
personas decir: “Bueno, no debes ser cremado porque vas a ser resucitado de la tumba.
Entonces, debes de tener algo de tu cuerpo en la tumba.” No creo que ese es un
pensamiento muy sensato.
Hay personas que han estado muertas por mil años, no va a haber nada más que polvo.
Hay personas que murieron y fueron comidas por animales. Hay personas que están en el
fondo del océano que han desaparecido desde hace mucho tiempo atrás. Hay personas
que han sido consumidas en incendios. El Señor no va a tener problema alguno al crear
cuerpos de resurrección nuevos para aquellos que le pertenecen. De hecho, el juicio del
Gran Trono Blanco ahí en ese momento la tierra va a entregar sus muertos y el mar va a
entregar sus muertos. Y esos son los muertos incrédulos que van a venir delante de Dios
en el juicio del Gran Trono Blanco, y van a ser enviados al infierno eterno.
Entonces, la resurrección incluso para los injustos no demanda la preservación de un
cuerpo. Y el rapto de la iglesia, la resurrección de los santos no requiere la preservación de
un cuerpo. Entonces, yo diría que es una decisión que puedes tomar personal, que es
entre tú y tu familia, pero no, no afecta en absoluto la resurrección venidera. Puedes
platicarla y tomar la decisión que quieras en esa área.
Pregunta - Aquí hay una pregunta de Cris. ¿Cómo reconciliarías Mateo 11:28–30 en dónde
Jesús dice: “Mi yugo es fácil y ligera mi carga,” y Lucas 9:23 que dice: “Toma tu cruz
diariamente?” ¿Debemos siempre esperar que la vida cristiana sea difícil o es más fácil de
llevar debido a nuestra fe en Cristo?
Realmente muy buena pregunta, Cris, porque estás colocando en yuxtaposición dos
escrituras. Yo lo diría de esta manera, la vida cristiana es difícil, porque es difícil ceder tu
propia voluntad, es difícil ceder tus propios sueños y ambiciones y deseos.
Eso es lo que nuestro Señor dijo en Lucas 9:23, “Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese así mismo,” esa es la parte difícil, “y tome su cruz y sígame.” El seguir es difícil
porque somos pecaminosos, y aunque hemos sido regenerados, aunque el Espíritu Santo
vive dentro de nosotros, aunque somos criaturas nuevas todavía estamos encarcelados en
carne humana, no redimida. Y es una batalla, como Pablo dijo en Romanos, dijo: “No
hacemos lo que queremos hacer, no hacemos lo que debemos hacer, ¡Oh miserable de
mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” dice Pablo.
Entonces, escucha, la totalidad de la vida cristiana, constantemente es este esfuerzo por
negarse a uno mismo. Literalmente Juan dice, las palabras de Jesús fueron, “Aborrecerte a
ti mismo”. Literalmente, determinar no hacer lo que tú carne quiere hacer. Los deseos de
la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Entonces, la vida cristiana es
difícil debido a quienes somos. Pero por otro lado la vida cristiana es fácil debido a quien
es Cristo. La parte fácil es Su parte, no tenemos que mantener nuestra salvación, no
tenemos que mantener la presencia del Espíritu Santo, Él nos concede Su Espíritu
permanentemente. No tenemos que venir a algún tipo de entendimiento de la verdad al
buscar la verdad por nosotros mismos, Él nos la da en Su Palabra.
Entonces, la palabra fácil es la presencia del Señor, la presencia del Espíritu de Cristo en
nosotros, la verdad de la Escritura, las bendiciones que fluyen del cielo, Él ha ordenado el
plan de nuestras vidas, Él nos cuida, Él provee nuestras necesidades, Él nos lleva a
delicados pastos, a aguas de reposo, Él llena nuestra vida de bendición. Y podrías decir
que todo eso fluye fácilmente de la mano amorosa del Señor. La parte difícil es nosotros
negándonos nosotros mismos, siendo obedientes al seguirlo.
Pregunta - ¿Cómo podemos tratar a una hija que casi tiene dieciocho años de edad, criada
en la iglesia, pero ella está rechazando de manera clara el evangelio? ¿qué consejo tienes
para nosotros?
Solo hay una manera en la que puedes enfrentar eso, y es confrontarla con el hecho de
que esa la posición, o la situación más peligrosa que cualquier persona puede enfrentar.
¿Por qué digo eso? porque en el libro de Hebreos dice esto: “¿Cuánto más serio será el
castigo si ha pisado la cruz de Cristo, la sangre del pacto y la ha considerado algo indigno?”
Lo que eso está diciendo es que el castigo es más severo para alguien que conoce el
evangelio y rechaza el evangelio, de lo que es para alguien que nunca lo ha oído. Sí, no hay
duda de que aquellos que mueren sin el Señor irán al infierno, pero hay grados de castigo
ahí. El castigo más severo es para la persona que conoció la verdad y rechazó la verdad.
¿Cuánto más grande será el castigo que vendrá sobre esa persona?
Entonces, incluso a la edad de dieciocho, esa hija necesita escuchar una advertencia seria.
Y después si ella continua en esa dirección de rechazar, entonces Hebreos 6 entra en
juego. Si has gustado y oído, conoces la verdad y rechazas la verdad es imposible ser
renovado otra vez para arrepentimiento. Esto es lo que la Biblia llama un apóstata, alguien
que habiendo oído la verdad, rechaza la verdad, continúa rechazando la verdad, va más
allá de la verdad y jamás puede ser renovado para arrepentimiento. La ilustración más
severa de eso fueron los fariseos, Mateo 12, Lo vieron a Jesús enseñar, vieron sus
milagros, y concluyeron que hizo lo que hizo por el poder de Satanás.
Entonces, él les dijo, “Han cometido el pecado imperdonable, blasfemia del Espíritu
Santo.” ¿Qué quiso decir? Todo lo que Cristo hizo lo hizo mediante el poder del Espíritu
Santo. Ahora, recuerden, Él se humilló a la voluntad del Padre y al poder del Espíritu.
Entonces todo lo que Él hizo fue por el poder del Espíritu, cuando ellos dijeron que fue por
el poder de Satanás, ellos blasfemaron al Espíritu Santo. Ellos concluyeron que Jesús es un
instrumento de Satanás. Él dijo, habiendo oído todo lo que dijo, visto todo lo que he
hecho, si concluyen que soy un emisario de Satanás, esa blasfemia nunca puede ser
perdonada.
Entonces, como padre, como un padre amoroso necesitas advertirle a ese tipo de joven
que no vaya por ese camino de rechazo. Necesita ser una advertencia firme, amorosa, y
hecha de manera persistente.
Pregunta – Aquí hay una pregunta de Brad. ¿Acaso Pablo basa su argumento para cubrir la
cabeza en el orden creado en 1 Corintios 11? Y si es así, ¿no deberíamos practicar esto en
la actualidad?
Esa es una especie de pregunta oscura para muchos de ustedes, lo sé, pero el apóstol
Pablo habla de mujeres cubriéndose la cabeza en ese capítulo. Dios ha diseñado a los
hombres y a las mujeres de manera diferente. Yo creo que todos entendemos eso, todos
lo sabemos, sé que está tratando de ser hecho nada en la actualidad, pero, miren, la
realidad es la realidad, esto no está engañando a nadie, nadie con medio con medio
cerebro y con algo de sentido común, los hombres son hombres y las mujeres son
mujeres.
Y Dios ha asignado que los hombres tengan cierta función y las mujeres tengan cierta
función por igual. Ambos son perfectos en el diseño de Dios, aptos para el hombre, aptos
para las mujeres, ambas son funciones honradas de manera plena por Dios, y ciertamente
no hay diferencia entre el hombre y la mujer espiritualmente en Cristo, pero hay
funciones diferentes y sabemos eso en el plan de Dios en la economía de Dios,
incorporadas en la vida hay estructuras que llamamos sumisión y autoridad; son
esenciales. Las tienes de manera más obvias en el matrimonio. Alguien es la autoridad y
alguien está en sumisión.
Ahora es una sumisión mutua. Todos nos sometemos los unos a los otros en Cristo. Todos
cedemos el uno al otro en Cristo. Todos nos humillamos a nosotros mismos ante otros en
Cristo, sin considerar que genero seamos. Pero en un matrimonio el marido es la cabeza
de la esposa y la esposa se somete a su marido. Y eso es porque es modelado por Cristo
mismo. En ese mismo libro, 1 Corintios, Pablo dice, “Dios es la cabeza de Cristo, Cristo es
la cabeza del hombre, y el hombre es la cabeza de la mujer.”
Entonces, Cristo se somete al Padre, y ese es un modelo para como la esposa se somete a
sí misma a su marido. Ahora, en tiempos antiguos, incluso en la actualidad, yo diría, en
tiempos antiguos las mujeres demostraban esa sumisión en la manera en la que se
vestían. De hecho, regresando hasta el Antiguo Testamento, a los hombres se les instruye
no usar ropa de mujer, y a las mujeres que no usen ropa de hombre. Debía haber una
distinción clara entre hombres y mujeres, la Biblia dice que las mujeres no usan esas cosas
que pertenecen a un hombre o al revés.
Entonces, a lo largo de la historia y ciertamente en la época del Nuevo Testamento
hubieron maneras en las que había una demostración de la sumisión de una mujer. Una
manera era que la mujer se cubría su cabeza. Ustedes ven restos de eso en el mundo
islámico, en dónde eso es una señal de la sumisión de una mujer. Podríamos pensar que
es una señal rara hoy día, pero eso es lo que es, y eso es debido a que siempre ha sido
parte de la cultura humana. Pero Dios ha acomodado esa señal de una manera muy
interesante. Dios le ha dado a las mujeres cabello que a partir de todo lo que he
aprendido a lo largo de los años, crece rápidamente, y crece más rápido que el cabello de
los hombres y no crece en su cara como la barba de un hombre.
Entonces, Dios de manera única ha identificado a las mujeres por su cabello, y eso es lo
que Pablo dice que su cabello es su gloria. Su cubierta es un símbolo de sumisión y eso se
ha adaptado mediante velos en la cabeza que son muy parecidas a eso. entonces, ¿qué
significa eso para nosotros hoy día? Las mujeres deben verse como mujeres, vestirse como
mujeres y conducirse como mujeres. Los hombres deben verse como hombres, vestirse
como hombres y conducirse como hombres. Eso es todo lo que eso está diciendo. ¿Por
qué eso es importante para Dios? Porque cuando eso se confunde, todo se destruye, la
sociedad se destruye. La sociedad solo puede sobrevivir mientras que la familia sobreviva.
La familia solo puede sobrevivir mientras que el matrimonio sobreviva. El matrimonio solo
puede sobrevivir mientras que la autoridad y sumisión en amor sobreviva. No estamos
hablando de una autoridad abusiva, estamos hablando de autoridad amorosa, tierna,
compasiva, amable, misericordiosa. Pero el matrimonio solo sobrevive en dónde tienes un
liderazgo de gracia, amoroso, y una sumisión dispuesta, dulce. Y dónde tienes eso, tienes
un matrimonio. Y dónde tienes ese tipo de matrimonio tienes la crianza de hijos en
sumisión. Y debido a que lo ven modelado entre la mamá y el papá, es fácil para ellos
entender la función que tienen.
Y dónde tienes esa sumisión operando en una familia tienes civilización, tienes orden. Y
cuándo todo eso comienza a desmoronarse como está pasando en esta sociedad, pierdes
la civilización en su médula. Estamos viendo eso, en este momento en esta situación del
COVID, el abuso de los niños está incrementándose porque el abusador está en la casa
todo el tiempo ahora. El conflicto en el matrimonio lo cual puede ser mitigado porque el
padre deja el hogar, o la madre deja el hogar, y tiene algo de alivio, ahora no ha sido
mitigado.
Entonces, sea incrementado los problemas en esa relación, el enojo en esa relación. La
madre, a la madre se le están dando responsabilidades de hacer cosas que ella no ha
hecho. Al padre se les están dando oportunidades de expresar sus hostilidades en una
base constante. El tomar está incrementándose en el hogar, el abuso está creciendo en el
hogar. Este es un reflejo del hecho de que todos esos diseños divinos de autoridad y
sumisión han sido revertidos por la cultura, y así no es como la gente vive.
Y entonces, no pueden tener matrimonios exitosos, no tienen familias exitosas, Pablo
simplemente estaba diciendo, “Sigan el camino de la sumisión de una mujer, y háganlo de
una manera que la cultura lo entiende, que le estás dando honor a esas distinciones por la
manera en la que te vistes.
Pregunta – Aquí hay una pregunta de Melony: ¿Cómo sabes cuándo eres llamada a la
soltería y cuándo eres llamada al matrimonio? ¿Hay razones bíblicas para el don de
soltería?
Bueno, hay una razón bíblica dada por Pablo en 1 Corintios 7, para el don de soltería, y eso
es para propósitos espirituales. Pablo lo dice de esta manera. Dice, “aquellos que están
casados se preocupan de su esposa, aquellos que no están casados se preocupan de
Cristo.” Ahora, ese es el punto. Permítanme extender esto un poco más porque es muy
importante decirlo.
La soltería solo para ser libre, la soltería para que puedas hacer lo que quieres, sin
complicaciones, la soltería solo para que puedas tener relaciones a corto plazo con
mujeres, y vas con la que sigue obviamente, es pecado. Es pecado tener una relación con
una mujer fuera del matrimonio. Ese tipo de soltería que solo existe para efectos de
satisfacción personal y libertad de la responsabilidad. Ciertamente no es una razón para
que un cristiano sea soltero. Para que un cristiano sea soltero debe hacerte esta pregunta,
¿puedo estar satisfecho siendo soltero, y puedo usar esa soltería para el reino de tal
manera que no esté preocupado por un cónyuge y no estar preocupado por una familia,
así me puedo entregar de manera total al servicio de mi Señor? Esa sería una razón bíblica
para el don de soltería. Esa es la que es presentada en 1 Corintios.
Ahora habiendo dicho eso probablemente necesito decir que algunos de ustedes podrían
pensar que tienen el don de soltería porque todavía nadie te ha pedido matrimonio. Y
esto me molesta. La gente se está casando a una edad tan avanzada, creo que leí hace
como una semana que la nueva especie de la norma son treinta y cinco años de edad
cuando la gente como norma se está casando. Entonces, ¿qué has estado haciendo
contigo durante los dieciocho años antes de eso cuando saliste de preparatoria? ¿Qué has
estado haciendo? El matrimonio es la gracia de la vida.
Algunos de ustedes hombres necesitan entender que lo más grande que pueden hacer es
tomar una de las hijas del Señor y cuidar de ella, entregarle tu vida como el que la ama. Se
para ella como Cristo es para la iglesia, un novio. No consiste en encontrar a Miss Estados
Unidos o a la persona perfecta, es preguntarte, ¿podría ser un pastor de una mujer que
pertenece a Cristo y podríamos juntos criar hijos piadosos para su honor y su gloria? Esa
es la pregunta. Simplemente parece como si todo mundo sigue su propio camino, y la
gente pasa por el tiempo normal para el matrimonio generando una manera tan
independiente de vivir que sería muy difícil para ellos llegar a una unión con alguien
debido a su egoísmo.
Entonces, creo que podrías decir que su egoísmo se petrifica ya para cuando llegas a cierta
edad. Entonces, pregúntate, ¿hay mujeres piadosas que el Señor ha puesto a mi alrededor
en mi mundo, que podría cuidar de ella, una de ellas, como Cristo cuida de su iglesia?
Porque eso es lo que un marido hace. Ama a tu mujer como Cristo amó a la iglesia.
Amamos a nuestras mujeres de una manera salvadora, protectora, sustentadora,
proveedora, y cuando entonces proveemos para nuestras esposas, lo que más le satisface,
¿qué es eso? hijos. ¿Cómo es una mujer librada? ¿Cómo es una mujer salvada? Pablo dice,
al criar hijos.
Un hombre cristiano debería estar diciendo, “Necesito unir mi vida a la vida de una mujer
piadosa para que ella pueda estar satisfecha. No tiene que ver conmigo, no tiene que ver
con que yo tenga una esposa de trofeo, o pensar que yo tenga que ceder algo.” Tienes
que ceder todo para entregarle tu vida a alguien más y después tengas el gozo de los hijos,
lo cual satisface a tu esposa y por cierto te satisface también. Entonces, piénsalo conforme
a la Biblia y ciertamente no de manera egoísta, ¿muy bien?
Pregunta - ¿Cómo sabes cuándo extender gracias a aquellos que están citando, saliendo
para conocerse, debido a que nadie es perfecto? Da gracia todo el tiempo. ¿Qué pasamos
por alto y cuáles son focos rojos? Parece que no puedo encontrar una mujer que quiera
memorizas libros enteros de la Biblia o pasar todo el tiempo orando. Ese es Ricky.
Si bueno, no creo que vas a encontrar una mujer que quiera memorizarse libros enteros
de la Biblia, y pase todo su tiempo orando. Me acuerdo cuando Melinda, mi hija, era una
alumna de universidad. Había hombres que salían con ella, y me acuerdo un hombre que
se acercó a la puerta una noche y dijo: “Hola, Dr. MacArthur, he venido a invitar a Melinda
a tomar un café, y solo quiero que sepa que vamos a estar leyendo la Biblia y orando.” Y vi
a Melinda antes que saliera y le dije: “Desaste de ese hombre.” “Desaste de ese hombre.
Creo que piensa que esto es algún tipo de ejercicio espiritual. Tú sabes.”
Miren, como pastor, tengo una responsabilidad de nutrir a la congregación que el Señor
me da. No espero encontrar a una mujer que es todo lo que ella debería ser en Cristo,
esencialmente en la juventud. No espero que tú como joven seas todo lo que esa esposa
desearía que fueras, o que deberías ser, pero así es como crecemos juntos. Y de nuevo,
estás de regreso al hacer la pregunta, ¿Es esta una hija de Cristo? ¿Es esta una de las hijas
dulces del Señor en la que puedo invertir mi vida para pastorearla para su gloria, para el
gozo de ella y para el bienestar del reino de él? Esa es la pregunta. ¿Qué puedo hacer para
la iglesia de Cristo? ¿Qué puedo hacer para traer gozo y satisfacción a una esposa?
Sabes una cosa, esto es lo que hacemos como pastores. Estaba hablando con algunos
pastores de jóvenes esta semana, y estaban haciéndome preguntas acerca de qué tipo de
iglesia debo buscar, y yo le dije, “Mira, si encuentras una iglesia que ya es todo lo que
debe ser no vayas ahí, no te necesitan. Encuentra una iglesia que está algo corta de lo que
debe ser, y ahí encuentra tu lugar porque allí es donde tú eres necesitado.” No estamos
buscando perfección. Para algunos de nosotros, creo que simplemente estamos alguien
que diga, sí. Y eso podría ser lo suficientemente bueno, y después el Señor va a llenar ese
matrimonio de amor y bendición.
Entonces, creo que podemos pensar esto de manera excesiva. Si tu como hombre amas al
Señor y una mujer ha dado evidencia de salvación genuina, vas a descubrir que crecer
juntos espiritualmente es lo mejor de todas las cosas, porque hay una especie de sorpresa
en común, una frescura común en tu relación, y va a ir de la mano muy bien. Aquí estoy
llegando a cincuenta, sesenta años de matrimonio, y no se en dónde termino y Patricia
comienza porque estamos tan unidos en todo. Y ha sido más satisfactorio conforme los
años han pasado, porque hemos crecido juntos en el ministerio. Velo de esta manera, en
lugar de tratar de encontrar a alguna persona perfecta, encuentra una persona que está
dispuesta a crecer junto contigo.
Pregunta – En meses recientes el Espíritu Santo me ha convencido de algo de teología de
la prosperidad que se ha infiltrado en mi manera de pensar, ¿cómo puedo leer de manera
apropiada la Escritura cuando Jesús hace milagros conforme a la fe del individuo? ¿Cómo
es que nuestra fe se relaciona con lo que Dios escoge hacer o no hacer en nuestras vidas?
Firma, Shawn.
Ahora, permítame regresar a los milagros de Jesús, Shawn, por tanto, solo un momento y
decir esto, no hay un eslabón en común de fe en los milagros de Jesús. No hay un común
denominador de fe. Jesús hizo milagros a personas que no creían en nada, Él hizo milagros
para personas que tenían una fe débil, Él hizo milagros a personas cuya fe apenas se podía
reconocer. Y Él hizo milagros para personas que expresaron fe, pero ese no es el común
denominador. El común denominador en los milagros de Jesús no es la fe de nadie, el
común denominador de los milagros de Jesús fue Su voluntad soberana. Él levantó a
personas de los muertos, ¿cuánta fe tuvieron ellos?
Los milagros de Jesús no dependieron de la fe. Cuándo Él creó alimento para alimentar
una multitud probablemente de más de veinte mil personas, e hizo pescado y pan, eso no
estuvo basado en la fe de nadie, mucho menos los discípulos que dijeron, “No tenemos
suficiente dinero para alimentar a la multitud”. Así de fe tenían. Entonces, hay ocasiones
cuando hay una medida de fe, hay ocasiones cuando parece haber más fe. Jesús comenta
acera de la fe grande, pero la mayoría de sus milagros no había indicación de fe en
absoluto, de hecho esencialmente para la vida de su ministerio, tres años en Israel, Él
expulsó la enfermedad de Judea y Galilea, la fe no era un elemento en común, su propia
voluntad soberana lo fue.
También debe ser señalado de manera muy importante, que la historia bíblica no está
simplemente cubierta de manera total de milagros. Ve al Antiguo Testamento y busca
milagros. Bueno, el primer milagro, la Creación, un milagro masivo, incomprensible de
crear el universo en seis días. El siguiente milagro después de ese, ahoga a la raza humana
entera. Ese es un juicio. Tienes más juicios milagrosos, pero realmente no tienes milagros
sucediendo todo el tiempo. Aunque Dios está operando, tienes algunos milagros en torno
a Elías y Eliseo, pero solo hay tan solo unas cuantas veces en el Antiguo Testamento, en
dónde milagros reales se llevaron a cabo, varios juicios, pero no milagros en sí.
Llegas al Nuevo Testamento y hay una explosión de milagros sin paralelos, en torno a la
persona de Cristo. ¿Por qué? Porque Jesús dijo: “Creed que Yo soy el Hijo de Dios por las
obras que hago.” Él estaba demostrando Su deidad. Él no hizo milagros para recompensar
la fe de los enfermos. Él hizo milagros para demostrar Su naturaleza divina. Y después, los
apóstoles vinieron y a los apóstoles Él les dio el poder de hacer esos milagros. ¿Por qué?
Porque todavía no existía un Nuevo Testamento y había todo tipo de maestros y todo tipo
de predicadores. Entonces, ¿cómo es que alguien sabe quiénes son los predicadores
verdaderos? Entonces, tienes a los apóstoles en el libro de Hechos, que salen y dicen,
“Cristo es el Mesías, Cristo es el Mesías. Él es el Salvador del mundo, Él es el único
Salvador, el único Redentor, ¿cómo sé eso? porque sus mensajeros hacen milagros.
Entonces, fueron llamados las señales de un apóstol. Entonces, la corriente de milagros
vino en el ministerio de Jesús, y después en los primeros años de los apóstoles, pero
conforme sigues leyendo el libro de los Hechos, comienzan a desaparecer y desaparecer y
desaparecer. Y cuando llegas a las cartas de Pablo a las iglesias, a nadie se le dice que haga
milagros. De hecho, Pablo dejó a personas enfermas conforme los milagros comenzaron a
desvanecerse.
Entonces, si entiendes la función que los milagros tuvieron, te va a ayudar a entender
como el evangelio de la prosperidad básicamente está pidiéndote que creas en milagros
falsos, milagros falsos. Y después, tratando de decirte que están esperando suceder en tu
vida, si envías tu dinero. Ese es siempre el motivo de los falsos maestros.
Pregunta - ¿Cómo puedo glorificar a Dios en un sufrimiento largo y crónico? Físicamente
solo empeoro, lo cual causa soledad. Y ella tiene un nombre dulce: Gracia.
Gracia, me encantaría que estuvieras aquí, me encantaría orar por ti y pedirle al Señor que
derramara Su gracia sobre gracia. Creo que glorificas a Dios en un sufrimiento largo y
crónico de una manera simple, y eso es alabanza agradecida, alabanza agradecida. Eso
quizás es todo lo que puedes hacer. quizás tu sufrimiento te ha debilitado, quizás te está
manteniendo alejada del público, quizás te ha limitado como indicas en la pregunta, a un
lugar de soledad. Este es tu tiempo para expresar alabanza agradecida. Agradecida por el
hecho de que el Señor te ha salvado, redimido, que ha ido a preparar un lugar para ti en la
gloria. Él va a venir y te va a llevar para estar con Él en el lugar mismo que Él ha preparado
para ti ahí, y que tu sufrimiento terminará, no habrá tristeza, ni enfermedad, ni muerte, ni
lágrimas, necesitas vivir en alabanza agradecida.
Sé que dices, “Bueno, es fácil para ti decirlo porque no estás en esta enfermedad crónica”.
Eso lo sé, pero creo que no hay prueba, 1 Corintios 10:13, que estás enfrentando sino la
que es común a todo ser humano, pero Dios es fiel que no te dejará ser tentada o probada
más allá de lo que puedas, sino que juntamente con esa prueba proveerá una manera de
escapar para que puedas soportarla. Entonces, la alabanza agradecida levanta tu corazón
a Él. Yo leería los Salmos, mucho, los Salmos, porque eso es esencialmente lo que los
Salmos contienen. Simplemente Salmo tras Salmo, tras Salmo de alabanza agradecida,
agradecida, por las promesas de Dios, poder de Dios y el hecho de que no vamos a
enfrentar lo que los impíos enfrentarán en el futuro. Que el Señor te de mucha gracia
conforme te esfuerzas por hacer eso.
Pregunta – Aquí hay una pregunta de Santiago. Después de que morimos, ¿vamos directo
al cielo o vamos a algún lugar hasta el día del juicio final? Cómo cristianos, ¿tenemos que
pasar por el juicio final o solo los incrédulos?
Esa es una buena pregunta, Santiago. Después de que morimos vamos al cielo. Y hay dos
escrituras que nos indican esto, en dónde el apóstol Pablo dice, “Mucho mejor partir y
estar con Cristo.” Yo preferiría irme al cielo. “Mucho mejor partir y estar con Cristo. Pero
me necesitan aquí, entonces estoy contento por estar aquí, por el tiempo que el Señor
quiera que yo satisfaga esa necesidad.” Pero de regreso a esa afirmación, mucho mejor
partir y estar con Cristo, entonces Él sabía exactamente adónde iría él si partiera. Partir y
estar con Cristo, dejar este mundo es estar con Cristo. Ahora, Pablo también dijo, “Porque
para mí el vivir es Cristo”. Si para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia, entonces la
muerte debe ser más de Cristo.
Ausente del cuerpo y presente con el Señor.
Entonces, toda indicación es que no hay purgatorio, no hay lugar de espera, no hay un
lugar dónde esperas, no hay una especie de lugar que no se describe, tipo Seol. Y te
acuerdas que en la cruz está la ilustración perfecta de esto en dónde Jesús le dijo al ladrón
que creyó, “Hoy estarás conmigo en el paraíso.” Ahora, esa es la promesa del Señor, de
que cuando dejamos este mundo, inmediatamente estamos en Su presencia. Somos
descritos en el libro de Hebreos como los espíritus de los justos hechos perfectos en el
cielo. Entonces, somos seres espirituales en el cielo, en la presencia del Señor, esperando
la resurrección de nuestros cuerpos. Esa es la promesa.
Pregunta - ¿Cómo sabe uno cuándo están orando en el Espíritu? Guillermo.
Bueno, quizás no siempre lo sepas, pero te voy a dar la mejor manera en la que puedes
saber. Orar en el Espíritu no es un sentimiento, no es una emoción, no es algún tipo de
experiencia estática, ciertamente no es balbucear en lenguas. No es palabras
incoherentes. Orar en el Espíritu simplemente significa que estás orando de manera
coherente con el propósito y voluntad del Espíritu Santo. Eso es orar en el Espíritu. La
manera de entenderlo mejor, quizás es Romanos 8, en dónde dice que el Espíritu Santo
intercede por nosotros con gemidos indecibles. En otras palabras, en un idioma interno
Trinitario que no tiene palabras. El Espíritu Santo siempre está orando por nosotros y
sabemos, dice Pablo, “que el Padre oye Sus oraciones porque Él siempre ora conforme a la
voluntad de Dios.”
Entonces, orar en el Espíritu es orar en la voluntad de Dios. En Juan 14 Jesús lo dijo de esta
manera, “Todo lo que pidieres en mi nombre lo haré para que el Padre sea glorificado en
el Hijo.” Todo lo que pidieres en mi nombre. ¿Qué significa en mi nombre? Si tu
únicamente incluyes en el nombre de Jesús al final, ¿eso califica? No. Lo que tu pidas que
es coherente con mi nombre. ¿Qué quieres decir con mi nombre? Quien soy Yo, mi Ser, lo
cual es mi voluntad, mi propósito, mi plan. Yo responderé.
Entonces, orar en el Espíritu es lo mismo que orar en el nombre de Cristo, es orar de
manera coherente con la voluntad de Dios. Y allí es dónde necesitamos comenzar nuestras
oraciones. Entonces, ¿tenemos un bosquejo para eso? Absolutamente. Jesús dijo,
“Cuando oréis, orad así. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tú nombre.
Hágase tu voluntad. Venga tu reino, como en el cielo así también en la tierra.” Así es como
debemos orar. Ora en el nombre del Padre, por la voluntad del Padre, porque el reino del
Padre avance. Y después también puedes orar, “Perdónanos nuestras deudas, como
también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Provee nuestro pan, y no nos metas
en tentación.” Porque eso es exactamente lo que Jesús dijo que oráramos. Entonces, ora
por perdón, ora por provisión, y ora por protección, y seguirás el patrón que Jesús dio.
Pregunta – Aquí hay una pregunta de un adolescente aquí en Grace Community. ¿Cómo
pueden los hijos ministrar a padres no salvos?
Esa es una gran pregunta. ¿Cómo pueden los hijos ministrar a padres no salvos? Número
uno: Se obediente. Se obediente. Número dos: se respetuoso. ¿Cómo digo eso? Porque en
1 Pedro 3, Pedro dice, “Si una mujer tiene un marido no salvo, ella puede ganar ese
marido al ser sumisa y seguir su dirección.” Entonces lo mismo sería verdad con un hijo
para un padre. Nunca debes usar el hecho de que tu padre no es salvo, como una razón
para ser desobediente o irrespetuoso. Se obediente, se respetuoso, se amoroso.
Y después, ora constantemente por la salvación de tu padre, y yo incluso diría, cuando
tengas una oportunidad ten la suficiente honestidad como para decirle, “Papi, estoy
orando porque tú vengas a Jesús. Esa es mi preocupación número uno por ti.” Dile que
eso está en tu corazón y que esa es tu oración.
Pregunta – Aquí hay otra pregunta de Jerry: ¿Acaso la duda se considera una forma de
pecado para Dios?
Sí. Absolutamente. La duda es una forma de pecado cuando es expresada en una
categoría en la que Dios ha revelado lo que necesitas conocer para que no tengas razón
para dudar. Por ejemplo, ¿estás dudando la veracidad de la Escritura cuándo Dios ha dicho
que toda Palabra es pura? Ese es un pecado dudar lo que Dios ha dicho que es verdad.
¿Estás dudando del amor de Dios, cuando Dios ha dicho que Él es amor y Él ama al
mundo? ¿Estas dudando la deidad de Cristo? ¿Estás dudando la obra del Espíritu Santo?
¿Estás dudando la verdad del evangelio? ¿Estás dudando el hecho de que el Señor te salvó
cuando tú clamaste a Él? ¿Estás dudando el perdón de pecados que es prometido a
aquellos que creen? ¿Estás dudando el cielo futuro?
La duda es un pecado cuando es expresada en categorías en dónde Dios ha dado una
revelación completa, una revelación completa. No necesitas dudar lo que Dios ha dicho
que es. Obviamente hay cosas en la vida que no conocemos, podríamos dudar que algún
plan va a tener éxito, podrías dudar que alguna relación va a salir como te gustaría que
saliera. Dudas de cosas que es razonable dudar. Podrías dudar de la seguridad de alguna
situación, podrías dudar de la seguridad de algún riesgo financiero. Un sentido saludable
de duda es protector. Jamás dude lo que Dios ya te ha revelado como algo que es
absolutamente verdad.
Pregunta - Con el ejemplo que Gedeón nos da, ¿se aconseja que los cristianos en el día,
hoy día en la iglesia, coloquen un vellón para Dios cuando buscan su guía en un asunto?
Mitch.
Sí, se acuerdan de la historia de Gedeón. Él quería conocer cuál era la voluntad de Dios,
entonces él sacó un vellón, lo colocó ahí en el suelo y fue cuestión de que Dios expresara
Su voluntad al ver si estaba mojado o seco. No. Sabes una cosa, esa no es una, realmente
una buena manera de operar. No creo que podemos clamar el hecho de que Dios no
respondería, y si aventáramos nuestra mejor camisa de vestir ahí, sobre el pasto de una
noche y decidiéramos lo que vamos a hacer si estaba mojada en la mañana o no. Esa fue
una ocasión en la época del Antiguo Testamento cuando Dios estaba revelando de muchas
maneras.
Sabes una cosa, Hebreos comienza diciendo que Dios habló de muchas porciones, de
muchas maneras, Él se ha revelado a Sí mismo de esas maneras en el Antiguo Testamento,
y esa fue una de las maneras en las que Dios se reveló a Sí mismo. Y ahora, Él ha hablado
en el Hijo, en Su Hijo. Y el registro de Su Hijo está en la Escritura. Entonces, no esperes que
Dios sea probado. Muy bien Dios, si recibo una llamada mañana sé que es Tú voluntad, si
nadie me llama no es Tú voluntad. Cualquiera de ese tipo de cosas que le arrojas a Dios no
es como Dios opera, y no vas a poder forzarlo para que opere de esa manera tampoco.
Pregunta – Una pregunta final. Gracias por quedarse con nosotros en esta noche. Debido
a que Dios es Trinidad ¿a quién deben ser dirigidas nuestras oraciones? Y esto por cierto
es de Gedeón.
A todos ellos de manera colectiva y a cada uno de ellos de manera individual. Creo que le
hablas a Dios. Dices, gracias Padre por Tu plan, gracias bendito Señor por certificar ese
plan, por ratificar la promesa del Padre en tu muerte y resurrección. Gracias Espíritu Santo
por darme vida. Nunca jamás he podido aislar la oración a un miembro de la Trinidad. La
oración es a todos ellos de manera colectiva, y a cada uno de ellos de manera individual.
Cantamos de esa manera, tenemos canciones que son oraciones al Padre, tenemos
canciones que son oraciones a Cristo, tenemos canciones que son oraciones al Espíritu
Santo. Clamamos al Espíritu Santo para que se mueva sobre nosotros, nos enseñe.
Clamamos a Cristo para que nos perdone, nos capacite. Clamamos al Padre para que nos
conceda misericordia y gracia. Así es exactamente como debemos orar. Debes hablarle a
cada miembro de la Trinidad, y a todos ellos al mismo tiempo. Tienes la libertad de hacer
eso porque no hay momento en el que todo miembro de la Trinidad no está plenamente
involucrado en cumplir con el propósito que ha sido diseñado para ti, y todos están
involucrados, y necesitas tener comunión con cada uno de ellos y con todos.
Bueno, gracias por las preguntas en esta noche. Realmente, cosas increíbles, espero que
hayan sentido algo de ayuda viniendo de la Palabra de Dios. Cubrimos mucho.
Agradezcámosle al Señor.
Padre, gracias por darnos este tiempo. Gracias por estas queridas personas que
presentaron las preguntas que están en sus corazones, y Señor, esto es simplemente es un
emblema de los cientos y cientos de personas que están haciendo preguntas que pueden
ser respondidas en la Escritura. Y Señor, oro porque estas personas queridas que luchan
porque necesitan respuestas encuentran recursos y queremos ser tanto o parte de ese
recurso como podamos ser aquí en Grace Community.
Entonces, Señor, guíalos a la verdad y que esa verdad les de vida y bendición. Oramos en
el nombre de nuestro Salvador. Amén.
Y simplemente nos despedimos al decir que, si no tiene una copia de la Biblia de Estudio
MacArthur, acaba de salir una nueva edición y veinticinco mil notas a pie de página. Y
responde muchas preguntas, he incluido todas las respuestas posibles que pudiéramos
incluir a las notas a pie de página en la Biblia de Estudio MacArthur, pueden conseguirla
aquí en Grace Books Internacional, aquí en Grace. Pueden conseguirla en nuestra librería
o pueden ir en línea a gty.org gracia.org y pueden ordenar Biblias de Estudio o pueden
conseguirlas mediante la manera en la que estén disponibles, pero creo que todo creyente
debe tener una Biblia de Estudio, porque muchas de las preguntas que hacen están
respondidas en las notas a pie de página, y pueden tener todo eso en un volumen.
Entonces, solo les recuerdo eso. ¡Que Dios les bendiga!
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Recursos para completar la obra incompleta de


nuestro Señor, 1ª Parte
Escritura: Hechos 1:1–11

Código: 1700
John MacArthur
Esta mañana tenemos el privilegio maravilloso de comenzar una serie nueva. Y siempre es
con mucha expectativa que hacemos eso. Vamos a comenzar un estudio del libro de
Hechos esta mañana. Y estoy emocionado por él, porque hay muchas, muchas cosas que
vamos a aprender en el libro de Hechos.
Vamos a aprender principios tremendos que el Señor utilizó para comenzar la Iglesia,
algunos de los cuales todavía están operando en la actualidad y algunos de los cuales, ya
no. Vamos a ver algunos ministerios que son emocionantes en términos lo que sucedió de
manera milagrosa. Vamos a ver cómo Dios opera mediante hombres por Su Espíritu.
Vamos a ver el patrón para la Iglesia, lo que nuestro Señor quiso que fuera y lo que fue en
su forma más pura. Vamos a estar aprendiendo algunas cosas maravillosas. Vamos a ver el
patrón de Dios para el esfuerzo misionero. El patrón de Dios para el control y el gobierno
de la Iglesia. El patrón de Dios para edificar la Iglesia, para evangelizar al mundo. Todas
estas cosas se nos presentan en el libro de los Hechos. Y entonces, se vuelve un libro muy
estratégico. Es la fuente primordial de Hechos acerca del nacimiento de la Iglesia y nos da
la naturaleza fuerte de la Iglesia del primer siglo.
Ahora, el autor del libro de Hechos, como veremos en un momento con más detalle, es
Lucas. Lucas es el autor de Hechos. Y Lucas estuvo asociado, de manera cercana con los
apóstoles desde alrededor del tiempo de la muerte de Jesús, alrededor del año 30 d. C.,
hasta alrededor del año 60 o 63 d. C., cuando evidentemente él escribió este libro. Y en
esos poco más de 30 años, conforme Lucas viajó junto con los apóstoles, él escribió lo que
estaba pasando. Y la historia del libro de los Hechos es el comienzo de la Iglesia en
Jerusalén y su explosión hasta que alcanza la capital del mundo, una de esas partes hasta
lo último de la tierra, la ciudad de Roma.
Y en un período de 30 años, bajo el poder tremendo del Espíritu de Dios, la Iglesia explotó
alrededor de esa área del mundo y alcanzó la capital del mundo en la forma del apóstol
Pablo en su llegada a la ciudad de Roma. Y en esos 30 años, Lucas nos presenta cómo es
que el Espíritu de Dios supervisó, controló y capacitó la expansión de la Iglesia.
Ahora, hay muchas razones por las que Lucas quiso escribir esto y probablemente,
podríamos extraer tantas razones como hay verdades en el libro. Es importante porque
nos da el patrón de la Iglesia. Es importante porque nos muestra el patrón de evangelismo
mundial. Es importante porque hay principios de discipulado. Es importante por muchas
razones, pero en la propia mente de Lucas, conforme él está escribiendo, él está
dirigiendo este libro a un oficial de alto rango romano en particular, cuyo nombre veremos
en un momento.
Y al escribirle a este hombre, él evidentemente, como uno de sus propósitos, está
intentando recomendar el cristianismo al mundo romano. Los romanos tuvieron una
perspectiva más bien exclusiva de la religión -usted adoraba al emperador. Y tuvieron a
otros dioses que estaban involucrados, pero la adoración al emperador era algo clave.
Eran algo tolerantes, aunque su tolerancia no era mucha y se volvieron grandes
perseguidores del cristianismo.
Y en este libro en particular, Lucas dirige la atención de los romanos, de vez en cuando, a
la virtud de los cristianos, esto es que no son ciudadanos malos, sino que más bien son
muy leales y se someten a la ley. Él también dirige la atención de los romanos al hecho de
que muchos otros oficiales romanos habían tratado a los cristianos con gran cuidado,
inclusive, habían dado buenos testimonios acerca de los cristianos.
Entonces, tiene una especie de trasfondo de recomendar el cristianismo al mundo
romano, no sea que los romanos se vieran amenazados por estas personas y las vieran
como rebeldes que estaban tratando de derrocar la pax romana o la paz romana.
Por ejemplo, en Hechos 13, él inclusive habla del hecho de que Sergio Paulo, quien en ese
entonces fue el gobernador romano de Chipre, se convirtió en cristiano. Y entonces, en
ese punto ciertamente un romano fue tolerante del cristianismo. Capítulo 16, versículo 35;
capítulo 18, versículo 12; capítulo 19, versículo 31, indican que la actitud romana hacia el
cristianismo fue positiva en ese entonces. Y entonces, este libro, en cierta manera,
establece para todos los tiempos el hecho de que los romanos deben tratar al cristianismo
con gran cuidado, porque los cristianos fueron aceptados por los primeros romanos.
Pero no sólo eso, también hay un gran énfasis en el hecho de que los cristianos fueron
ciudadanos buenos. El secretario de Éfeso, por ejemplo, en el capítulo 19, les da a los
cristianos un buen testimonio. Inclusive en el capítulo 25, versículo 25, Festo, cuando
estaba hablando de asuntos con Pablo hizo la afirmación de que Pablo quizás inclusive
pudo haber sido liberado. Y ciertamente, no dio señal alguna de ser digno de algún
crimen.
Y entonces, Lucas presenta al cristianismo recomendándolo en el sentido de que tuvo su
lugar en el mundo romano. No sólo eso, Lucas evidentemente recomienda al cristianismo
en su lugar en relación con el judío, porque como puede ver, existía este tipo de problema
latente con la nueva iglesia que acababa de nacer, conforme estaba por desarrollarse. Y
eso era que los judíos pensaban que pertenecía primordialmente a ellos y los gentiles eran
ciudadanos de segunda clase.
Particularmente, esto había sucedido a la luz de lo que sucedió cuando la Iglesia comenzó
en Jerusalén, conforme el Espíritu de Dios vino con lenguas como de fuego y vino sobre
ellos y fueron bautizados en el Espíritu Santo. Comenzaron a hablar en lenguajes
diferentes. Ahora, esto entonces les dio un sentimiento en cierta manera de exclusividad.
Y esa es la razón por la que cuando Pedro vino al concilio de Jerusalén en Hechos 15, él
quedó tan sorprendido cuando él anunció al concilio de Jerusalén, “hombres, no lo
creerán, lo mismo que les pasó a los gentiles, nos pasó a nosotros. ¿Pueden creer eso?”
En otras palabras, el punto es que Dios quería asegurarse de que los gentiles y los judíos
estuvieran al mismo nivel en la Iglesia. Entonces, el libro de los Hechos recomienda el
cristianismo al judío en el sentido de que es algo universal y no hay variación. Habla por
ejemplo de Felipe predicándole a los gentiles. Habla de Pedro y su ministerio con Cornelio.
Habla del gentil cristiano… Los cristianos que fueron a los gentiles en Antioquía. Habla de
Pablo en Asia Menor. Todo este ministerio gentil. Y el clímax, en Hechos 15, en el concilio
de Jerusalén cuando ellos decidieron que los judíos y los gentiles eran de hecho iguales en
la Iglesia.
Pero ambas verdades en gran medida son secundarias, ya que el propósito primordial de
hechos representa el Hechos 1 versículo 8. Y si usted lo observa por un momento, verá al
personaje primordial resumido muy claramente. Versículo 8: “pero recibiréis poder,
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,” y aquí está realmente el propósito,
“y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la
tierra.”
Ahora, usted ahí tiene el bosquejo del libro de los Hechos. El libro de los Hechos comienza
cuando vino el Espíritu. Ellos recibieron poder e inmediatamente se convirtieron en ¿qué?
En testigos declarando las obras maravillosas de Dios. Comenzaron entonces en Jerusalén.
Entonces, el libro de los Hechos se mueve y avanza. Y van a Judea. Después, fueron a
Samaria y finalmente, fueron hasta el fin del mundo. Ellos terminaron en la ciudad capital
de Roma.
Y ese es exactamente el bosquejo del libro de los Hechos dado en el versículo 8. Comienza
ahí y abarca hasta el fin del libro. El propósito, entonces, el libro, como Lucas lo presenta
ahí, es mostrar la historia de cómo se esparció el cristianismo, capacitado por el Espíritu
Santo a lo largo del mundo.
Ahora, le puedo ilustrar esto a usted y quiero tomar un momento para hacerlo porque
creo que esto le va a ayudar a que usted entienda un poco el flujo. Es algo académico,
pero espere por un minuto. Quiero que vea esto. El libro de los Hechos se divide en varios
tipos de bosquejos. Usted puede bosquejarlo en muchas maneras y todo el mundo tiene
problemas bosquejando el libro de los Hechos, porque es difícil bosquejar la obra del
Espíritu. Siempre.
Entonces, cuando usted trata de bosquejar el libro de los Hechos, usted tiene un
problema. Si usted está bosquejando Romanos, usted está tratando con la mente lógica
de Pablo. Si usted está bosquejando Hechos, usted está tratando con el flujo del Espíritu,
el cual no siempre puede ser catalogado en pequeñas categorías.
Pero hay seis tipos de paneles que encontramos a lo largo del libro de los Hechos. Y todos
ellos nos presentan el flujo de la Iglesia conforme avanza. Permítame mostrarle lo que
quiero decir. Comenzando en el capítulo 1, versículo 1 y llegando hasta el capítulo 6,
versículo 7, aparece el primer panel. Y esta pequeña sección nos habla de la Iglesia en
Jerusalén, en donde todo comenzó. Nos habla de la predicación de Pedro, en Pentecostés,
y el nacimiento de la Iglesia en Jerusalén; y nos lleva a su culminación con esta afirmación
en Hechos 6, versículo 7: “y la palabra de Dios se incrementaba y el número de los
discípulos, escuche esto, se multiplicaba en Jerusalén grandemente y un gran número de
los sacerdotes fueron obedientes a la fe.”
Ahora, ahí está el resumen de los primeros seis capítulos hasta el versículo 7, todo está
resumido ahí. Este es el nacimiento de la Iglesia en Jerusalén conforme comenzó a crecer
y conforme comenzó a multiplicarse. Después, comenzando en el capítulo 6 y versículo 8 y
llegando hasta el capítulo 9, versículo 1, encontramos las siguientes pequeña sección en el
libro de los Hechos y esto muestra cómo el cristianismo que comenzó en Jerusalén,
comenzó a esparcirse por toda Judea, la cual fue una provincia en la que Jerusalén era la
ciudad. Comenzó a esparcirse a lo largo de Judea.
En esta segunda pequeña sección, Esteban predicó y murió como un mártir. Después,
comenzó a entrar a Samaria; y todo eso está cubierto hasta llegar al capítulo 9, versículo
31. Y se resume en el versículo 31, el cual dice: “entonces, las iglesias tuvieron reposo a lo
largo de Judea, y Galilea y Samaria y fueron unificadas y andaban en el temor del Señor y
en el consuelo del Espíritu Santo y se,” y aquí está esta palabra de nuevo, “se
multiplicaban.” Entonces, usted ahí tiene el segundo movimiento de la Iglesia conforme
comienza a crecer en dirección a cumplir la comisión que Jesús dio en Hechos 1:8.
Después, comenzando en el capítulo 9, versículo 32 y avanzando hasta el capítulo 12,
versículo 24, encontramos el siguiente movimiento de la Iglesia que involucró la
conversión del apóstol Pablo. Y en ese punto, la Iglesia comienza a explotar. Los gentiles
son alcanzados en la ciudad de Antioquía, en donde son llamados por primera vez
cristianos. Cornelio es salvado mediante el ministerio de Pedro. Y el resumen de ese
período está en el versículo 24 y nuevamente, dice: “pero la Palabra de Dios crecía… Y ahí
está esa palabra otra vez… Y se multiplicaba.” Todo es la multiplicación del cristianismo
conforme avanza.
Después, llegamos a la cuarta sección comenzando en el versículo 25 del capítulo 12 y
llegando hasta el versículo 5 del capítulo; 16:5, y esta sección trata con la Iglesia que nació
en Asia Menor. Y el viaje de predicación de Galacia por el apóstol Pablo. Y termina con
este resumen, versículo 5: “y entonces, fueron las iglesias establecidas en la fe… Y aquí
viene la misma idea… Y se incrementaban el número diariamente.”
Después, eso nos lleva a la quinta sección que comienza en el capítulo 16, versículo 6 y
llega hasta el capítulo 19, versículo 20. Y en esta sección, Pablo vuelve a salir; inclusive sale
más lejos y entra a las grandes ciudades gentiles de Éfeso y Corinto. Y extiende al
ministerio más allá, hasta los fines de la tierra. Y el comentario está en el versículo 20 del
capítulo 19: “y la palabra del Señor crecía poderosamente y prevalecía.” Y aquí está de
nuevo multiplicándose y extendiéndose.
Después, comenzando en el 19:21, de manera clara hasta el final del libro, en donde
encontramos el ministerio final de Pablo, su llegada a Roma, en donde él es encarcelado,
pero aún ahí predica el Evangelio. Y el libro termina con estas palabras, aquí esta Pablo
predicando el Reino de Dios y enseñando esas cosas que tenían que ver con el Señor
Jesucristo y con todo denuedo, con ninguna prohibición. Y ahí cierra.
Y entonces, el libro de los Hechos cubre un período de 30 años en el cual la Iglesia de
Jesucristo nació y explotó alrededor del mundo conocido y alcanzó la capital del mundo, la
ciudad de Roma. Y de esta manera, el libro termina con Pablo en Roma en la cárcel
esperando su ejecución.
Y ahí es en donde Lucas se detiene, porque él ha cumplido con su propósito. Él ha
mostrado el esparcimiento milagroso del cristianismo hasta la ciudad capital del mundo
en tan sólo poco más de 30 años; una religión que comenzó con un puñado de hombres
débiles y un Líder que fue clavado en la cruz. Y en 30 años, Él ha conquistado el mundo
conocido.
Ahora, podría añadir regresando al primer capítulo y todavía hablando de la introducción,
que el versículo 8 dice que todo sucederá bajo el poder del Espíritu Santo. Ahora, este
libro es titulado los Hechos de los apóstoles. Podría ser mejor titulado los Hechos del
Espíritu Santo mediante los apóstoles, porque es el registro de cómo el Espíritu de Dios
fue el instrumento clave en todo esto que estaba sucediendo en el esparcimiento de la
Iglesia. Detrás de todo, está el poder del Espíritu Santo, la dinámica del Espíritu Santo. Y
Hechos es un libro práctico en el sentido de que nos da patrones para el testimonio
cristiano, obra misionera, evangelismo, edificar la Iglesia, etcétera, etcétera. Pero también
es un libro de teología en el sentido de que detalla el flujo de la obra en la persona de Dios
y cómo Él opera.
Y entonces, conforme avanzamos a lo largo de este libro, vamos a encontrarnos no sólo
aprendiendo principios prácticos, sino que vamos a encontrarnos, en cierta manera,
desviándonos en tangente teológicas conforme vemos al Espíritu de Dios haciendo algo.
Entonces, tendremos que seguir eso y definir este ministerio del Espíritu.
Entonces, nuestro estudio en Hechos será práctico y también será teológico. El Espíritu
Santo domina el libro de los Hechos. Sesenta veces en el libro de los Hechos habla del
Espíritu. Cuarenta veces habla del Espíritu Santo. Y todo aquí gira en torno al Espíritu. Si
usted lo resume todo, usted encuentra que el patrón de Dios para toda la Iglesia es la
energía del Espíritu siempre. El Espíritu Santo, el Espíritu Santo regenera, bautiza y llena a
los miembros. El Espíritu Santo escoge y designa a los ministros. El Espíritu Santo preside
sobre los concilios de la Iglesia. El Espíritu Santo dirige y controla todo lo que la Iglesia
jamás hace. Y entonces, realmente son los hechos del Espíritu Santo.
Y mientras que los en los Evangelios, y en particular Juan, el que hemos estado
estudiando, Cristo es revelado en la carne, en Hechos, Cristo es revelado por el ministerio
del Espíritu. Y usted recordará que Jesús hizo esa afirmación. Él dijo: “cuando Yo me vaya,
enviaré al Espíritu Santo y Él dará testimonio de,” ¿quién?, “De mí.” Y entonces, el libro de
los Hechos, aunque se concentra en el Espíritu Santo, es un testimonio vivo del poder de
Jesucristo, porque el Espíritu siempre apunta a Cristo. Y entonces, conforme estudiamos el
libro de los Hechos, no debemos preocuparnos con el Espíritu, de otra manera, Él no ha
cumplido con Su ministerio. Debemos preocuparnos con lo que el Espíritu nos dice acerca
de Jesucristo.
Ahora, como parte de nuestra introducción, me gustaría presentarle el versículo 1 y 2 para
empezar. Versículo 1: “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas
que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de
haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido.”
Ahora, esto nos presenta el libro y es una introducción muy breve. Y nos dice quién
escribió Hechos. Nos dice que lo escribió Lucas. Usted dice que no vio el nombre de Lucas
ahí. Tiene razón. Pero lo que usted vio es la afirmación: “en el primer tratado, oh Teófilo.”
Ahora, si usted regresa al comienzo del Lucas y ve el capítulo 1, versículo 3, Lucas dirige
este Evangelio a Teófilo. Él dice: “me ha parecido también a mí, después de haber
investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh
Excelentísimo Teófilo para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales he sido
instruido.” Lucas escribió Lucas, el Evangelio de Lucas a Teófilo. Y sabemos eso.
Ahora, aquí, en el capítulo 1 de Hechos, versículo 1, él dice: “en el primer tratado, Teófilo.
Entonces, sabemos que es el mismo escritor. Es interesante que Lucas no es mencionado
mucho en el Nuevo Testamento. Él aparece tres veces en Colosenses 4:14, en el pequeño
libro de Filemón, versículo 24 y en 2 Timoteo 4:11. Y en cada caso, él se ve moviéndose,
moviéndose con los apóstoles.
Ahora, podemos aprender algo de Lucas. No mucho, pero conocemos un poco. Número
uno, sabemos que él fue un doctor. Ahora, sabemos que él fue un doctor no sólo por las
afirmaciones, sino porque cuando leemos el libro de Lucas, encontramos que él se mete
en situaciones que revelan que él es un doctor. La selección de palabras es médica en
ciertos casos. Y lo que es interesante en particular en el caso de una mujer que tuvo
problema de hemorragia, los otros escritores de los Evangelios dicen que él había sufrido
o él había padecido muchas cosas en manos de muchos médicos.
No obstante, Lucas, cuidadosamente omite esa frase, ¿se da cuenta? La cual nos da una
pequeña idea de cómo es que Lucas veía a su profesión. Y entonces, creemos que Lucas
fue un doctor. Y no conocemos mucho más acerca de él, fuera de que él, fuera de que él
fue un hombre piadoso, quien siguió y fue un ayudante cercano y un amigo cercano y
compañero de Pablo. Inclusive estuvo involucrado en su encarcelamiento final con él. Y él
fue un gentil y probablemente el único escritor gentil del Nuevo Testamento.
Ahora, él dice: “en el primer tratado,” y esa es una frase griega interesante, porque
realmente significa la primera parte de dos narrativas históricas. La primera parte de dos
narrativas históricas. En otras palabras, la idea de que este es el volumen dos de algo. Y
eso, claro, nos lleva de regreso a Lucas, en donde recordamos que el Evangelio es el
volumen uno. Si quiere otro título para Hechos, podría llamarlo Lucas, volumen dos.
Porque Lucas comenzó en primer lugar al instruirnos acerca de la persona de Jesucristo y
lo que Él hizo en su vida. Y después, él continúa con este mismo tema, lo que Jesús hizo
cuando Él regreso al cielo y envió al Espíritu para terminar Su obra. Esto tan sólo es el
volumen dos.
Ahora, retomando por tan sólo un momento a algunos pensamientos del nombre Teófilo,
el cual es una combinación de dos palabras que significan amado de Dios o amigo de Dios
o amante de Dios, Teófilo, conocemos muy poco o casi nada de él fuera de la historia. En
el siglo segundo, aparece su nombre. Y hay cierta indicación en fuentes del siglo segundo
de que él fue un oficial influyente rico en Antioquía. También hay cierta indicación de que
Lucas originalmente fue de Antioquía y, por lo tanto, Lucas, conocía a este hombre quizás
porque era un médico bien conocido y quizás, tenía cierta relación con Teófilo. Sin duda
alguna, Teófilo se había convertido en un creyente. Y como consecuencia, Lucas le había
dirigido estos volúmenes en particular a Teófilo para darle información, conforme él
afirma en Lucas acerca de Jesucristo para que él pueda entender bien las cosas en las que
él había sido instruido.
Entonces, evidentemente, él había venido a Cristo y ahora, él necesitaba detalle. Y quizás,
Teófilo fue un hombre que demandaba detalle. También el hecho de que él recomienda el
cristianismo a los romanos estaría en el trasfondo de su mente, conforme él le escribe a
un romano como Teófilo.
Ahora, también podemos asumir a partir de Lucas capítulo 1, en donde él lo llama
Excelentísimo Teófilo, que él fue un oficial romano de alto rango, porque el término
Excelentísimo también aparece en conexión con Festo y Félix, quienes fueron
gobernadores. Entonces, es muy probable que este hombre Teófilo fuera un oficial
romano de alto rango que había venido a Cristo y es este a quien Lucas escribe este juego
de dos volúmenes acerca de la obra de Jesucristo. Su obra en la tierra y Su obra a través
de la Iglesia, volumen dos. Y usted notará que esto se indica de manera muy simple en el
versículo 1. Dice esto: “hablé acerca de todas las cosas que Jesús, ¿cuál es la siguiente
palabra?, Comenzó. Comenzó a hacer y enseñar.” En otras palabras, sólo comencé. Jesús
en la tierra, en Su Evangelio, en los relatos del Evangelio, únicamente comenzó a hacer la
obra.
Usted dice: “pensé que la obra de Jesucristo es una obra terminada.” Tiene razón. La obra
de redención está terminada. La obra de evangelismo y enseñanza de la Palabra de Dios
no se acabó. Él únicamente comenzó a hacer eso. Nunca olvide ni por un momento que la
idea de la obra de Jesús no es una obra terminada. Ahora, Jesús dijo en Juan 17:4, cuando
Él le oró al Padre: “he terminado la obra que Tú me diste que hiciera.” Y también dijo en la
cruz: “Tetelestai”, consumado es. Cuando avalamos de redención, se acabó. Cuando
hablamos de evangelismo, únicamente comenzó. Y entonces, he titulado este comienzo
en particular del libro de los Hechos Jesús da los recursos para completar Su obra
incompleta. Planes para terminar Su obra no acabada.
Y entonces, debemos distinguir entre la obra terminada de Cristo y aquello que Él
únicamente comenzó. Y si usted quiere saber lo que Él únicamente comenzó, es lo que Él
puede hacer y lo que el enseña. Usted pregunta si Jesús todavía está activo haciendo
cosas en este mundo. ¡Oh, claro! Él no sólo enseña mediante Sus instrumentos, sino que
Él opera a través de nosotros, ¿no es cierto? Su obra redentora se acabó. Está terminada.
Su actividad y su enseñanza simplemente están comenzando en este punto en Hechos. Y
se ha estado llevando a cabo ahora desde nuestra perspectiva durante casi 2000 años. Y
es emocionante ser parte de ella. Y entonces, Lucas nos enseña que es el comienzo de Su
obra incompleta lo que Jesús hizo y que debemos continuar.
Ahora, para que nosotros comprendamos este pasaje de apertura, vamos a dividirlo un
poco y vamos a considerarlo en dos partes. De ninguna manera vamos a acabar esta
sección en esta mañana. Pero vamos a considerarla hasta el versículo 11 como una
unidad, porque realmente es una unidad básica y es medular para que nuestro
entendimiento. Debemos tomarla como una unidad. Y se divide en seis partes. Y quiero
que vea estas. Usted tiene un bosquejo ahí para ayudarle en su entendimiento.
Antes de que entremos a los puntos específicos, permítame tan sólo recordarle esto.
Ahora, mantenga en mente, conforme comenzamos Hechos 1, que Jesús sabe que Él está
haciendo una gran transición. Él comenzó a hacerlo todo. Él comenzó a enseñarlo todo.
Como puede ver, usted no lee nada acerca de la enseñanza de los apóstoles hasta este
punto. Muy poco. Hay un involucramiento mínimo en eso. Lo mejor que podían hacer era
ser heraldos del Reino en Mateo 10. Y eso es todo. Ellos realmente no estaban equipados
para enseñar. Y ellos realmente no podían hacer mucho. Estaban restringidos en sus
propias incapacidades, fuera de haber estado, como usted sabe, junto a Jesús.
Entonces, Jesús, hasta este punto lo había hecho. Pero ahora, Él debe cambiar y Él debe
cargarlo al resto que queda mientras que Él regresa al Padre. Entonces, es un gran pasaje
de transición. Él tiene que entregar la carga entera a estos once que son débiles desde un
punto de vista humano, dicho de una manera suave, quienes no son los más poderosos o
lo más importante del mundo. Pero va a ser el trabajo de ellos y Él tiene que equiparlos.
Ahora, si eso es verdad y sabemos que Él los está equipando y Él está a punto de irse y
esto es lo último que Él les va a decir en la tierra, entonces sabemos que lo que Él dice es
importante, ¿no es cierto? Estas son palabras críticas, estas son cosas extremadamente
importantes que Jesús hace aquí para prepararlos para un trabajo que va más allá de la
imaginación de un ser humano, el llegar a concebir lo que él podría hacer. Entonces, esto
es importante.
Al mismo tiempo, permítame decir esto. Es muy simple, es básico. Para algunos de
ustedes que han sido cristianos durante mucho tiempo, nada de esto va a ser nuevo. Se
oye como la misma segunda estrofa. Porque éste es el principio, amigos. ¿Sabe usted lo
que Jesús tuvo que hacer con ellos cuando Él hizo esto? Él tuvo que trabajar con personas
que no sabían nada de nada. Entonces, esto es alimento básico para bebés. Alimento para
bebés. Para aquellos de ustedes que son cristianos nuevos, va a ser rico. Para el resto de
nosotros que hemos avanzado, confío en que esto nos va a convencer de pecado para
reconocer que realmente no hemos estado haciendo lo que debíamos haber estado
haciendo desde el principio. No obstante, es muy elemental.
Ahora, Jesús hace seis cosas que vamos a considerar esta semana y el próximo día del
Señor. En primer lugar, Él les enseñó. Y es ése el mensaje apropiado. Si ellos van a
continuar con la obra de Él, tienen que tener un mensaje correcto. Obvio. Básico. Simple.
Él no les dice: vayan al mundo y enseñen a todos los hombres y no les dice qué enseñar.
Mensaje apropiado.
En segundo lugar, Él les apareció a ellos, lo cual es una manifestación apropiada. Ellos
tienen que saber que Él es real. En tercer lugar, Él los capacita, lo cual es la fuerza
apropiada. No pueden hacer el trabajo por sí mismos. Necesitan tener el poder correcto.
En cuarto lugar, Él les rehusó algo. Esto es que no les dijo algo, porque era el misterio
apropiado. Hubo algunas cosas que ellos no necesitaban saber. En quinto lugar, Él los
comisionó. Esa es la misión apropiada. Él les dijo lo que debían hacer cuando fueran. Y
quinto lugar, Él les prometió. Ese fue el motivo apropiado. Él les dijo por qué lo tenían que
hacer.
Aquí tienen ustedes uno de los pasajes más básicos que jamás hemos estudiado. Esto
simplemente es alimento para bebés para un cristiano. Pero creo que Dios nos va a
enseñar algunas cosas que deberíamos haber aprendido hace mucho tiempo atrás, si es
que las aprendimos. Él nos va a recordar, porque eso es lo que Pedro dijo, ¿se acuerdan?
Él dijo quiero recordarles las cosas que ya les he dicho. Y lo seguiré haciendo hasta que
muera. Y entonces, lo escribiré para que inclusive cuando esté muerto, lo puedan leer.
Muy bien, en primer lugar, entonces, comenzamos con el mensaje apropiado. Si usted va
a llevar el mensaje de Jesucristo, tiene que saber lo que es, eso es bastante obvio. Y
entonces, en los versículos 1 y 2, como ya hemos visto esto presentado, vamos a retomar
el pensamiento ahí del mensaje apropiado. Y quiero decir en este momento que, para
continuar de manera eficaz con la obra de Cristo, tenemos que comenzar con los hechos,
¿verdad? Digo, tenemos que conocer cuál es nuestro mensaje, información apropiada, así
de simple. Usted no puede salir y vender un producto si usted no sabe lo que es. Y si
vamos a declarar a Jesucristo, tenemos que tener los hechos, tenemos que tener el
cimiento de comunicar qué es lo que vamos a comunicar.
Muy bien, veamos el versículo 1. Dice al final del versículo 1: todas las cosas que Jesús
comenzó a hacer y a enseñar. Y después, en el versículo 2, dice: “hasta el día en el que fue
recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los
apóstoles que había escogido.” Jesús, entonces, les dio el mensaje apropiado. Él los
instruyó con los hechos. Él les comunicó fielmente mediante obra y palabra. Notará que Él
comenzó a hacerlo y a enseñarlo. Y les dio el mensaje apropiado. Nadie está listo, nadie
está equipado para ningún tipo de obra continua de Cristo sin el mensaje correcto.
Esta es la razón por la que creemos en la formación. Esta es la razón por la que no es tan
simple como decir: “bueno, soy cristiano, ¿por qué no tan sólo no puedo salir y servir a
Jesucristo? Estoy listo. Simplemente, puedo salir e ir al mundo y realmente predicarles.” Y
lo que usted conoce quizás se le acabe en 10 horas. Y eso quizás sea todo. Inclusive, esas
10 horas quizás sean repetitivas. Una y otra vez se me han acercado jóvenes y me dicen:
“¿sabes una cosa? Me metí apresuradamente en algo, me metí y me di cuenta que
después de dos o tres ocasiones de este ministerio en particular que había dicho todo lo
que conocía.”
Debe haber un entendimiento real de contenido. Debe haber una preparación apropiada
de la mente con hechos absolutos y conocimiento antes de que cualquier tipo de
ministerio pueda ser eficaz. La gente con frecuencia pregunta ¿por qué vas a la
universidad durante cuatro años y después, vas a una escuela de posgrado durante tres o
cuatro años y después, todas estas cosas que tienes que estudiar y escribir proyectos y
atravesar por todo esto y aquello y lo otro? Y el punto es obvio. Para que usted pueda
conocer el mensaje.
Yo estaría muy mal preparado, muy mal formado si yo pensara en mí mismo en el punto
en el que entregué mi vida a Jesucristo para ser un ministro si nunca hubiera tenido algún
tipo de formación más allá de eso. Eso habría sido la peor tragedia posible, porque yo
habría estado mal preparado para hacer algo. Y todos los años que he pasado, cada uno
de ellos fueron preciados y de mucho valor para prepararme para conocer la Palabra para
que pudiera enseñarla.
Y entonces, Jesús dice: deben conocer los hechos. Y esto, claro, es medular en Grace
Community Church. Digo, cuando usted habla de esto, usted habla de algo que me
apasiona. Digo, aquí es donde está: todo consiste en el conocimiento de la Palabra de
Dios. No existe sustituto alguno para eso. Y muchas veces he dicho, usted sabe, usted sabe
lo que Oseas dijo: mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.
El problema más grande en la Iglesia en la actualidad, en primer lugar, es ignorancia de la
Palabra de Dios y se manifiesta tantas veces. Vienen jóvenes y dicen: “he visto el
cristianismo”. Hablé con un joven esta semana: “he visto el cristianismo”. Hombre, he
visto a gente, me hablan del cristianismo y después, me acerco a ellos y les hago una
pregunta de la Biblia para resolver un problema y dicen: “no sé”. Ve y pregúntale al
predicador; y han estado asistiendo a la Iglesia 20 años y no saben nada de la Biblia. Digo,
eso no se oye muy bien. ¿Qué hay acerca de ti, padre? Ustedes ya son padres ahora.
Tienen hijos, les preguntan: “papá, ¿qué hay acerca de este versículo? ¿Lo entiendes?”
“Oooh…mmmm… Bueno, ve y pregúntale, tu sabes, a alguien.” Espera un momento, has
estado asistiendo la Iglesia toda la vida. ¿Qué has estado aprendiendo?
Es muy difícil para la gente enfrentar la ignorancia entre los cristianos. Muy difícil.
También es muy difícil para Dios enfrentar esto. Pablo dice: procura con diligencia
presentarte a ¿quién? Aprobado a Dios. Dios tiene problemas tolerando la ignorancia
espiritualmente. Es sorprendente. La revista Time presentó un examen de 112 preguntas
que fue interesante. Se les dio a personas que supuestamente estaban orientadas a la
Iglesia, que conocían realmente los hechos. Algunas de las respuestas que tomé del
examen fueron muy interesantes. Aquí hay algunas de ellas. “Sodoma y Gomorra fueron
amantes.” “Jezabel fue el burro de Acab.” Esa fue la única que contestaron bien. “Eva fue
creada de una manzana.” “Jesús fue bautizado por Moisés,” etcétera. Ahora, estas son tan
sólo algunas cuantas. Hubo muchas. Te sacuden de manera absoluta. Y esa es la razón por
la que en Hebreos capítulo 5, el Espíritu Santo dice: “¿Qué está mal con ustedes, debiendo
ser maestros necesitan que alguien les enseñé de nuevo los principios?”
¿Y sabe una cosa?, la gente se involucra en una Iglesia y viene y dice, “bueno, voy a la
iglesia.” Y viene con la boca abierta, listos para que se les meta un biberón. Cada semana.
¿Se da cuenta? Y salen, usted sabe. Y eso es todo. Y a lo largo de la semana entera, no hay
un esfuerzo concentrado, no hay una estrategia por estudiar y aprender la Palabra de
Dios. Están mal preparados para cumplir con la tarea. Por lo tanto, el resto de los
ingredientes no tiene sentido, porque no conocen los hechos, no pueden comunicar.
Debemos tener el mensaje apropiado, debemos conocer el Evangelio de Jesucristo.
Debemos conocer lo que la Palabra de Dios enseña. Y si hay algo que he aprendido de este
mensaje es tener un compromiso más apasionado con esa misma verdad para enseñar la
Palabra de Dios. Los Hechos son el comienzo de todo.
Usted dice: “bueno, sí, puedes aprender todos los hechos en el mundo y si no es parte de
tu vida, no significa nada.” Y usted tiene toda la razón. Y eso es exactamente lo que
significa en el versículo 1 cuando dice que Jesús comenzó tanto a ¿qué? A hacer y a
enseñar. Y usted notará qué viene primero. Es correcto, usted puede enseñar cuando lo
está haciendo. Es difícil enseñar cuando usted está esforzándose por llegar al lugar en
donde lo puede hacer. Primero, es parte de su vida. Después, usted realmente lo puede
enseñar.
Entonces, ¿de qué tipo de conocimiento está hablando él aquí? No es conocimiento
intelectual, sino de un conocimiento que vive. Usted puede comparar eso con los fariseos
que decían ser los maestros de Israel y eran los que conocían la ley y conocían toda la
información y podían repetirla y demás. Y Jesús dijo en Mateo 23, y no les gusto esta
definición de sí mismos. No obstante, es clásica. Jesús dice en el versículo 2: los escribas y
los fariseos se sientan en la cátedra de Moisés.
En otras palabras, están en la tradición de Moisés. Por tanto, todo lo que os digan,
hacedlo. Esto es: les están dando lo de Moisés. Pero, más, dice Él, no hagáis según sus
obras, porque dicen y no hacen. ¿Se da cuenta? Ahora, ése es el tipo de enseñanza vacía,
insípida que se lleva a cabo en muchos lugares. Pero de Jesús, se dice que Él comenzó a
¿qué? A hacer y a enseñar.
Ahora, cuando estamos hablando del mensaje apropiado, no estamos hablando
únicamente de hechos en su cerebro. Estamos hablando de hechos en su cerebro y el
patrón en la vida de usted. Usted puede enseñar a partir de la vida de su propia
experiencia. Cuando la Palabra de Dios se ha vuelto parte de su vida, entonces usted tiene
algo que enseñar. Principios aplicados a la vida. Y hay una sequía de predicación poderosa
en la actualidad y hay una sequía contenido poderoso en la enseñanza. Y hay una sequía
en andar en obediencia porque, número uno, los cristianos, en primer lugar, son
ignorantes. Y número dos, muchos de ellos que conocen la verdad no han aprendido a
cómo aplicarla a sus vidas. Esto es lo que yo llamo el conocimiento espiritual.
El conocimiento espiritual es el conocimiento que se manifiesta en su vida espiritual. Y si
la palabra no tiene poder para transformar la vida de usted, usted no puede esperar que
su boca transforme la vida de alguien más o que la gente la que crea. Esto es algo tan
trágico. Usted ve a tantos ministros que se ponen de pie para predicar la Palabra y la
predican y la predican y la predican; y poco después, se van y se meten en algún tipo de
pecado terrible. Y todo el mundo en la congregación se desmorona. Y no saben qué está
pasando. “Digo, espera un momento, hombre, ¿qué nos has estado diciendo todo este
tiempo? ¿Ni siquiera funciona?” ¡Oh, oigo esto tantas, tantas veces! Hombre, más vale
que usted lo pueda vivir, si lo va a predicar. De otra manera, más vale que no lo predique,
porque refleja a Dios.
Robert Murray McCheyne dijo esto: “recuerda, eres la espada de Dios. En gran medida,
según la pureza de la perfección del instrumento, será el éxito. No son grandes palabras,
no. No es gran talento, no son grandes ideas las que el Dios usa. Es gran semejanza a
Jesucristo.” Eso es bueno, ¿no es cierto?
Y después, Robert Murray McCheyne dijo esto: “un cristiano santo es un arma terrible en
la mano de Dios.” Más vale que usted pueda hacerlo y entonces, lo puede enseñar. Este es
el comienzo de todo. Y Jesús les enseñó y les enseñó hasta el mismo momento, dice en el
versículo 2, hasta que Él fue llevado arriba. Él siguió enseñando. Él sabía cuán importante
eso era. Nada sustituirá la enseñanza de la Palabra de Dios. Absolutamente nada.
Es sorprendente cuántas personas no saben eso. Y con eso, no quiero decir que usted
necesita ser alimentado con un biberón. Quiero decir que de vez en cuando, usted
necesita conseguir su propia cena. Recibido arriba, dice él, cuando Jesús fue recibido
arriba, retomando ese pensamiento en el versículo 2, simplemente sacando eso del
contexto por un momento, véalo: ¿qué es lo que significa que Jesús fue recibido arriba?
Bueno, eso es Su ascensión. ¡Qué cosa tan fantástica es esa! Pensamos que esto es
maravilloso, cuando alguien se mete en una caja metálica grande y se va al espacio.
Jesucristo no necesito nada de eso. Él se puso de pie en ese monte y simplemente, se fue.
Eso es todo. Él fue llevado arriba.
El versículo 9 lo enfatiza. Dice que Él fue recibido arriba. El versículo 11 dice que Él fue
recibido arriba. Y el versículo 22 dice que Él fue recibido arriba. Y el Espíritu Santo está
tratando de decirnos algo. Él fue recibido arriba. Físicamente, en Su cuerpo glorificado,
Jesús se fue al cielo. Y ¿Escuchó eso?
Ahora, piense en eso por un momento. ¿Sabe lo que eso significa? Eso significa que, en
este momento, en este momento, en este año, poco más de 1900 años más tarde, el
mismo Jesucristo, en el mismo cuerpo glorificado que fue tocado por esos discípulos está
sentado a la diestra del Padre sin ser diferente de lo que Él fue cuando Él se fue. Usted
pregunta si quiero decir que Él está ahí arriba en ese mismo cuerpo que caminó en la
tierra, ese mismo cuerpo que los discípulos tocaron y sintieron y comieron con Él y
hablaron con Él, ese mismo Jesucristo en esa misma forma, ¿está sentado a la diestra del
Padre en este momento?
Eso es exactamente lo que quiero decir. Él fue recibido arriba. Y la prueba viene en el
versículo 11 cuando dice: “este mismo Jesús que fue recibido arriba, ¿qué? Regresará de
la misma manera como lo vieron irse.” Cuando Él regrese, Él será el mismo que como
cuando Él se fue. Esa es la razón por la que podemos tener confianza en lo que el escritor
de Hebreos dice que no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de
nuestras debilidades. Él sabe cómo nos sentimos, porque Él inclusive ahora está ahí en un
cuerpo glorificado.
Entonces, Jesucristo iba a ser recibido arriba. Pero hasta el momento en el que Él fue
recibido arriba, Él, fielmente, fielmente, fielmente, fielmente enseñó y enseñó para que
pudieran tener conocimiento espiritual traducido en patrones de vida. Y Él enseñó no sólo
a partir de Su boca, Él enseñó a partir de Su vida. Él les dio algo que imitar para formar
patrones en las vidas de ellos. Él les prometió lo que iba a hacer. Juan 6:62; Juan 13:1 y 3;
Juan 16:28; Juan 17:13; Juan 20:17, y todos esos versículos Él dijo: “me voy a ir, me voy
ayer, me voy a ir,” y lo hizo. Él cumplió Su promesa. Él se fue al Padre. Pero antes de irse,
Él enseñó cuidadosamente.
Quiero mostrarle algo a usted aquí. Dice en el versículo 2 que, mediante el Espíritu Santo,
Él enseñó. Él les dio mandamientos mediante el Espíritu Santo. ¿Sabe usted que Jesucristo
realmente ministró en el poder del Espíritu Santo? ¿Sabía usted eso? Es una combinación
hermosa de la Trinidad porque en el ministerio de Cristo, Él fue un individuo en la
Trinidad. Sin embargo, Él sólo hizo la voluntad del Padre, ¿verdad?
Y segundo lugar, Él lo hizo en la energía del Espíritu. La Trinidad entera estuvo activa en
Jesucristo. Pero cuando Él lo hizo, lo hizo en el poder del Espíritu Santo y esa es la razón
por la que en Mateo 12, cuando vinieron los fariseos a su gran conclusión astuta, ellos
vinieron a Jesús y dijeron: “entendemos ahora, lo entendemos, lo que Tú haces, lo haces
por el poder de ¿quién? Del diablo.” Esa fue su brillante conclusión después de todo lo
que Jesús hizo. Eso estuvo a 180° de la verdad. Y eso es lo que el pecado le hace a usted:
ciega su mente.
Y Jesús dijo: “bueno, caballeros, podría tolerarlos si hablaran una palabra contra el Hijo del
Hombre, esto es mi humanidad, pero no toleraré que ustedes me han blasfemado a,”
¿Mí? No, ¿a quién? “Al Espíritu Santo.” ¿Por qué? Porque fue mediante el Espíritu Santo
que fueron hechas estas cosas. El Espíritu Santo estaba ministrando través de Cristo.
Usted pregunta por qué lo hicieron así. Creo que se debe a una razón: para darnos un gran
ejemplo de cómo el Espíritu Santo quiere operar a través de nosotros. El Espíritu de Dios
ministró a través de Jesús, verdad tremenda. Inclusive nos dice en Hebreos, estoy
pensando, en el capítulo 9 ahí, que la muerte de Jesucristo en Su crucifixión inclusive
involucró al Espíritu Santo. En Hebreos 9:14, “cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo.” El Espíritu Santo inclusive estuvo activo
en la muerte de Cristo. Y entonces, Jesús estableció el patrón. Si Jesucristo operó en el
poder del Espíritu y Él es Dios, ¿cuánto más necesitamos nosotros operar en el poder del
Espíritu? Ahí está el patrón.
Y entonces, Él enseñó. ¿Y a quién enseñó Él? Él enseñó a los apóstoles que había escogido.
Él enseñó a los apóstoles que había llamado a ser de Él. Él escoge a Sus propios
misioneros. Escoge a los Suyos y después los comisiona, les enseña, los capacita con dones
espirituales y los coloca en el cuerpo en ciertas posiciones de liderazgo y espera que ellos
cumplan con el trabajo. Y notará que Él los había escogido. ¿No es eso hermoso?
Una de las cosas maravillosas de ser un cristiano es saber que usted es escogido por Él.
Jesús dijo en Juan 15:16: “no me habéis elegido a Mí, vosotros no me elegisteis a Mí, mas
Yo os elegí a vosotros.” Entonces, hemos sido elegidos y designados y colocados en el
Cuerpo con ciertos dones espirituales y ciertos ministerios, así como éstos debían
ministrar por Jesucristo.
Ahora, ¿qué estamos diciendo para comenzar? Estamos diciendo que, para ser eficaz,
usted tiene que estar en la Palabra, usted tiene que estar saturado con el libro. Spurgeon
dijo esto, y me encanta esto. Spurgeon dijo: “podemos predicar hasta que nuestra lengua
se pudra, podemos predicar hasta que se agoten nuestros pulmones y muramos; pero
nunca un alma se convertirá a menos de que el Espíritu Santo use la Palabra para convertir
a esa alma.” Entonces, dijo él, es bendito comer del corazón mismo de la Biblia hasta que
finalmente, usted hable con palabras escriturales y su espíritu tenga el sabor de las
palabras del Señor de tal manera que la sangre de usted sea biblina -lo que sea eso- y la
esencia misma de la Biblia fluya de usted. Y me gusta eso. Eso es saturación del mensaje.
Espero que el mensaje fluya en usted y de usted y brote de usted. Eso es lo que él está
diciendo.
Y entonces, Jesús les dio el mensaje apropiado. Él les enseñó, les enseñó y les enseñó y les
enseñó. Y en gran medida, queridos, su eficacia depende de lo que usted conoce y de lo
que usted ha podido transferir de aquí en un patrón de vida… Mensaje apropiado.
En segundo lugar, la manifestación apropiada. Versículo 3: “a quienes también,” esto es
sólo a los elegidos; Él no le apareció a todo el mundo. No les apareció a los incrédulos. Se
acuerda usted que dije en nuestro estudio de Juan que Jesús no va por todos lados
haciendo apariciones milagrosas para convencer a los incrédulos. ¿Sabe usted cómo es
que Él convence a los incrédulos? Al convencerlo a usted y después, capacitarlo a usted
para que cumpla con la tarea. Y entonces, Él le apareció únicamente aquellos que Él había
escogido, “a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas
pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días.” Deténgase ahí.
Ahora, fue muy importante que estas personas creyeran realmente y tuvieran confianza
de que Jesús era un Señor resucitado, ¿verdad? Digo, quién quiere ir por todos lados
propagando un Evangelio de un líder muerto. ¿Entiende usted? ¿Quién quiere hacer eso?
¿Quién quiere salir y decir “voy a morir por Cristo porque Él está muerto por mí”? ¡No!
¿Quién quiere salir y anunciarle al mundo a un Cristo muerto? Y entonces, necesitan saber
que Él está vivo y que Él vive en poder. Y ellos necesitan saber eso, de otra manera, no
tendrán razón alguna para salir y propagar el Evangelio.
¿No hemos dicho muchas veces en nuestro estudio de la Palabra de Dios que una de las
pruebas más grandes de la resurrección de Jesucristo fue el denuedo y el compromiso de
la primera Iglesia de predicar a Cristo? Ellos lo habían visto en Su gloria de resurrección. Y
entonces, dice en el versículo 4 que Él les dio la manifestación apropiada. Él se reveló a sí
mismo a ellos. Si no lo hubieran visto a Él post resurrección, ellos nunca podrían haber
cumplido; ellos habrían abandonado. Pedro ya se había regresado a pescar después de
que lo había visto una vez.
Entonces, Él, de manera repetida, les permitió verlo, muchas pruebas indubitables
durante 40 días. Él simplemente continuó repitiendo Su presencia. Y notará usted que Él
se había mostrado a ellos, dijo el versículo 3, porque no pudieron percibirlo en Su cuerpo
glorificado a menos de que Él abriera los ojos de ellos para que vieran que en Él era.
Y entonces, Él les dio la manifestación apropiada. Ahora, si usted quiere una lista completa
para saber a quién Él le apareció, usted puede encontrarla en 1 Corintios 15:5 al 8,
conforme Pablo la da ahí. Pero Jesús sabía que ellos necesitaban ver quién Él era. Y claro,
para cuando usted llega a Juan 21, versículo 12, como lo vimos hace un par de semanas
atrás, en el versículo 12 dice: “nadie se atrevió a preguntarle quién eres Tú, sabiendo que
era el Señor.” Ellos estaban convencidos. No estaban engañados. Ellos sabían que era el
Señor. Ellos lo habían visto, Él se había manifestado a sí mismo a ellos.
Y después, es interesante como un comentario al margen en el versículo 3, dice: “y
hablándoles acerca del Reino de Dios.” Ahora, esa es la prueba final de que realmente era
Él. ¿Por qué? Porque Él simplemente retomó las mismas lecciones que les había dado
antes de Su muerte y continúa a partir de ahí. Ellos supieron que era Jesús porque lo
vieron, lo tocaron, comieron con Él, hablaron con Él y todo eso; pero también supieron
que era Jesús porque Él comenzó a hablar y habló de las mismas cosas de las que Él habló
antes. ¿Y sabe una cosa? Él quería que supieran que la crucifixión, todo lo que pasó en la
cruz nunca lo frenó a Él del Reino que Dios había prometido.
Él vino a anunciar el Reino a Israel, ¿no es cierto? Un Reino milenario, físico, literal. Y lo
rechazaron y Él fue matado y los discípulos comenzaron a preguntarse: “bueno, ¿cómo es
posible que podemos tener a un líder muerto y a un rey? Eso no tiene sentido, algo tiene
que pasar a la mitad.” ¿Y eso qué fue? La resurrección. Y una vez que Él resucitó de los
muertos, su confianza fue restaurada. Y ahora, vieron. Y ahora, Él regresó y ¿qué les volvió
enseñar? Él les enseñó: recuerden caballeros, soy un Rey. Y viene un Reino. Y Él les enseñó
cosas acerca del Reino de Dios, creo yo, en un sentido milenario.
Pero el Reino de Dios es más amplio que eso, ¿no es cierto? El Reino de Dios incluye todas
las verdades espirituales y toda la esfera del entendimiento de Dios. Y Dios tratando con
los hombres. Y el Reino de Dios inclusive incluye el Reino en misterio, la forma del Reino
en misterio, la cual es la época de la Iglesia. Y vamos a entrar en todo esto en el capítulo 2.
Entonces, no voy a tomar más tiempo que eso. Pero el espectro de Dios tratando con los
hombres bajo la categoría del Reino de Dios, lo cual involucra cómo es que Dios ha tratado
con los hombres en el pasado, cómo es que Dios trata con los hombres en un Reino en
misterio en la época de la Iglesia y cómo es que Él tratará con el gran Reino en la tierra. Él
quería que recordarán que Él era un rey y que el Reino estaba por venir. Y entonces, ¿no
es hermoso que Él les confirmó quien Él era no sólo por cómo se veía Él, sino por lo que Él
dijo?
Usted dice: “bueno, ¿cómo se aplica eso a mí? Jesús no se ha manifestado a sí mismo a
mí.” Oh, sí, lo ha hecho. El apóstol Pablo nunca vio a Jesús en un cuerpo humano, pero él
seguro vio Jesús. Y me encanta lo que dice en 1 Corintios 9:1. Él no dice, ustedes saben:
“he visto a Jesús en cierta manera, que realmente no era Él, pero usted sabe…” No, Pablo
dice: “he visto al Señor.” ¿Sabe una cosa?, eso es todo. Usted dice: “Pablo no lo vio.” ¡Oh,
vi al Señor! ¿Lo ve usted con el ojo físico? Nada tan mundano como eso, lo vi con un ojo
espiritual. Jesús dijo, ¿se acuerda de Tomás? Bien, viste y creíste. Bienaventurados son los
que ¿qué? No han visto y ¿qué? “pero creen.”
¿Acaso el único ojo por el que usted puede ver a Jesús es el ojo del cuerpo? ¿Puede usted
verlo con el ojo de la fe? He visto a Jesucristo. No necesito ver a Jesucristo en un ojo físico.
Él me ha sido manifestado por el Espíritu Santo, 1 Corintios 12 dice que ningún hombre
puede declarar que Jesús es Señor excepto porque el Espíritu de Dios lo haga. El Espíritu
de Dios revela a Cristo. Él dará testimonio de mí, Él me va a mostrar a ustedes.
Quiero atreverme a decir que es un hecho absoluto, pero quizás algunos de nosotros
necesitan recordarlo, todo cristiano que jamás ha vivido sobre la faz de la tierra ha tenido
una revelación personal íntima de la persona de Jesucristo. ¿Verdad? No siempre puede
decir “oh, ¿sabe una cosa? Hombre, cuando fui salvo a seis 15 años atrás, vi a Cristo.” No,
usted lo está viendo a Él ahora, ¿no es cierto? Es una presencia continua constante dentro
de su vida. O sí, Jesucristo se manifestó a sí mismo a usted, de manera definitiva y positiva
y Él lo hizo para que usted supiera que Él está vivo. ¿Predicaría usted a un Cristo que
nunca ha conocido? ¿Lo haría? Yo no. Yo quiero tener confianza en el producto si lo voy a
vender y conocer este producto. Jesús se revela a sí mismo a aquellos que son de Él.
Me gusta lo que dice Pedro en 1 Pedro 1:8, “a quien amáis sin haberle visto.” ¿No es eso
bueno? ¿Puede usted amar a alguien a quien no puede ver? Oh, yo amo al Señor y no lo
puedo ver con mi ojo físico, pero Él es tan real para mí como cualquiera de ustedes,
quizás, más real. Entonces, Él les da el mensaje apropiado y la manifestación apropiada.
Tenemos el equipo para hacer el trabajo, los hechos y la presencia de un Cristo viviente
manifiesto a nosotros.
Aquí hay una tercera cosa y voy a cerrar con ésta: el poder apropiado. El poder apropiado.
O la fuerza apropiada. Ahora, usted podría decir: “¿sabes una cosa? Bueno, tengo los
hechos y no sólo eso, he visto a Jesús y a Dios. Ya me voy, me despido, voy a cumplir con
la tarea. Me voy.” ¿Se da cuenta? Y eso es evidentemente lo que estaba pasando con
estos discípulos. Después de que Jesús terminó de enseñarles, tenían todos los hechos,
habían visto al Señor resucitado, se había manifestado. Están listos para ir, ¿se da cuenta?
Y Él les había dicho: “id por todo el mundo, y ustedes saben, declaren.” Y estaban
emocionados.
Y de pronto, uno de los mandatos extraños en la Biblia, versículo 4, no hagan nada. Ahora,
eso no se aplica a usted. Definitivamente, no se aplica a usted porque usted está en la
época del Espíritu Santo. Ellos estaban esperando. Observe esto, versículo 4: “Y estando
juntos,” evidentemente, estaban comiendo, la implicación de la palabra, “les mandó que
no se fueran de Jerusalén,” evidentemente, de manera implícita, está aquí la idea de que
estaban listos para irse. ¿Se da cuenta? Tenían los hechos, habían visto al Señor
resucitado, estaban comprometidos con amarlo y servirlo y estaban listos para ir. Pero Él
les dice que no vayan a ningún lado por un tiempo hasta que algo suceda. “Sino que
esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de Mí.”
Ahora, Él les había prometido, Él les había dicho que el Padre tenía algo especial para
ellos. Ahora, Él les dice: no quiero que vayan a ningún lugar. Quiero que esperen aquí la
promesa del Padre. Es interesante en Lucas 24:49, Lucas cierra ese volumen en particular
diciendo: “he aquí, Yo enviaré la promesa de Mi Padre sobre vosotros, pero quedaos
vosotros en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” Sea
lo que sea que es la promesa del Padre, tiene que ver con poder. ¿Está de acuerdo con
eso? Sea lo que sea, tiene que ver con poder. Y ese es un punto muy interesante porque
usted puede tener los hechos y puede tener la manifestación y puede salir y tratar de
hacerlo por sí mismo y nunca lo hará. Nunca lo hará. Tiene que tener el poder. Eran como
un auto bien equipado sin motor. Ahora, él dice, la promesa del Padre, la cual oísteis de
Mí. Él les había visto dicho de esto en Juan 7:39. Juan 14:16; Juan 14:26; Juan 15:26; Juan
16, versículo 7; Juan 20, versículo 22 y en todos esos lugares, Él les dijo que el Padre les
iba a enviar algo.
Y la promesa del Padre nos es indicada de manera muy específica para saber lo que es en
Lucas 11:13. Dice esto: “pues si vosotros siendo malos sabéis de buenas dádivas a
vuestros hijos, cuánto más vuestro Padre celestial dará el ¿qué? El Espíritu Santo a
quienes se lo pidan.” ¿Cuál es la promesa del Padre? El Espíritu Santo.
Observe Hechos 2:33, dice esto: “así que, exaltado por la diestra de Dios,” esto es Cristo
después de que Él ascendió, “y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu
Santo,” esa es la promesa del Padre de que Él enviaría al Espíritu Santo. Ahora, como
puede ver, Jesús había dicho en Juan que el Padre no podía enviar al Espíritu hasta que
“Yo vaya al Padre.” Él dice: debo ir al Padre, para que Él pueda enviar al Espíritu. Como
puede ver, el Padre, como enseñamos hace mucho tiempo atrás, el Padre envió al Espíritu
en un sentido como una recompensa por el servicio fiel del Hijo.
Entonces, cuando Jesús tenía que regresar al cielo, entonces, el Padre enviaría al Espíritu.
Entonces, Él dice que van a tener que esperar. Ahora, son unos 10 días los que ellos tenían
que esperar hasta que Jesús regresara y tuviera todo arreglado ahí arriba, pasara algún
tiempo con el Padre, sea lo que sea que pasa en el cielo. No lo sé. Y entonces, el Espíritu
vino 10 días después. Pero Él dice, no hagan nada hasta que Él llegue aquí. Esto es bueno.
Como puede ver, ¿a qué nos está apuntando esto? Esto nos está apuntando a la
desesperanza absoluta de hacer algo en su carne. No puede ser hecho. No lo puede hacer.
Usted puede hacer todos sus buenos planes y toda su gran estrategia y usted puede salir y
hacerlo en su propia fuerza; y simplemente, será tan vacío como una cubeta vacía en un
pozo vacío. No tiene sentido en absoluto. No sirve de nada si es hecho en su propia
energía. Y aprendimos eso, no es cierto, cuando Pedro se fue a pescar por sí mismo, no
pescó nada en su propia fortaleza.
Usted dice: “bueno, ¿estás tratando de decirme que nunca entendieron algo acerca del
Espíritu Santo?” No, claro que no. Ellos sabían del Espíritu Santo. En Mateo 10, usted
recuerda, que fueron enviados en una comisión maravillosa por el Señor. Fueron enviados
a predicar el Reino. Y en el versículo 20, Jesús dijo: “no sois vosotros los que habláis, sino
el Espíritu de vuestro padre que habla en vosotros.” Ellos sabían que el Espíritu Santo
estaba con ellos cuando salieron inclusive en ese entonces.
Estoy pensando en otro versículo. En Lucas 12:12 dice: “porque el Espíritu Santo os
enseñará en la misma hora lo que debéis decir.” Cuando salgan, el Espíritu estará con
ustedes y les enseñará lo que tienen que decir, inclusive, hablará a través de ustedes. Ellos
sabían acerca del Espíritu Santo. De hecho, en Juan 14:17, Jesús dijo: “Él está con
vosotros,” ¿verdad? El Espíritu Santo está con vosotros. Ahí, cuando Él estuvo con ellos,
Juan 14, Él estará ¿en dónde? En vosotros.
Como puede ver, eso es lo que les está diciendo aquí. La promesa del Espíritu era que el
Espíritu que estaba con ellos estaría ¿en dónde? En ellos. Oh, eso es diferente, porque
como puede ver, en la antigua economía, el Espíritu venía y se iba según la necesidad. Si
usted iba a hacer un trabajo especial, el Espíritu venía. Y cuando el trabajo se había
terminado, Él se iba. El Antiguo Testamento dice que el Espíritu de Dios descendió sobre
Elías. Después, el Espíritu de Dios se fue. Así es como el Espíritu de Dios operaba. Nunca
moraba, simplemente, llegaba y se iba para un propósito específico. Pero, la promesa
ahora es que el Espíritu vendrá y estará en vosotros, eso es Juan 14:17. Uno de los
versículos realmente clave en toda la Palabra de Dios.
Ahora, este ministerio nuevo es definido en el versículo 5: “Porque Juan ciertamente
bautizó con agua,” Juan el Bautista y él es llamado ‘el Bautista’ porque él bautizó. Él no
bautizó porque él era un bautista. “Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas
vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.” Dentro de no
muchos días. Y Él dice: “simplemente esperen, caballeros, hasta que el Espíritu Santo
venga y serán bautizados por el Espíritu.” Esto nos está presentando este cumplimiento
tremendo de la promesa del bautismo del Espíritu Santo.
En Juan 1:33, bueno, retrocediendo un poco más de eso, Juan, claro, está bautizando y él
dice que viene uno que los va a bautizar de manera diferente de como yo los estoy
bautizando. En el versículo 33, él dijo: “este otro sobre quien veréis al Espíritu
descendiendo y permaneciendo en Él, Él es el mismo que os bautiza con el Espíritu Santo.
Y yo vi y di testimonio de que este es ¿quién? El Hijo de Dios. Es el Hijo de Dios, Jesucristo,
quien nos bautizará con el Espíritu Santo.”
Entonces, como puede ver, Jesús regresa al cielo y después, Él bautiza con el Espíritu
Santo. Y ellos no podían ir a ningún lugar hasta que fueran bautizados por el Espíritu
Santo. Ahora, en este punto en nuestro mensaje, no voy a darle un gran tratado de la
teología del bautismo del Espíritu Santo. Vamos a reservar eso para un mensaje especial
que haremos en conexión con el capítulo 2, cuando entremos a todo lo que estuvo
involucrado cuando el Espíritu de Dios los bautizó en el día de Pentecostés y ellos
hablaron en otros idiomas. Cubriremos eso en ese momento. Entonces, es suficiente
decir, estamos aquí en este principio, que ellos necesitaban tener el poder correcto y era
el Espíritu Santo, ¿verdad? Usted no puede hacerlo en su propia energía. No puede ser
hecho. No lo puede hacer en su propia fortaleza.
Ahora, el bautismo del Espíritu Santo iba a venir. Iba a venir en 10 días. Es una experiencia
única. La Biblia dice que sucede a todo creyente. Sucede en el momento en el que usted
recibe a Jesucristo. No estamos tratando de decirle que 10 días después de que usted sea
salvo, prepárese, porque vendrá el Espíritu. Eso no es lo que está enseñando. Este es un
período histórico de transición. Ellos estaban esperando la primera venida del Espíritu
Santo.
A partir de ahí, el Espíritu de Dios mora en todo creyente desde el momento de la
salvación o de otra manera, Romanos 8:9 es una mentira porque dice “y el que no tiene el
Espíritu de Cristo no es de Él.” Y el ‘Él’ se refiere a Cristo. Una persona sin el Espíritu Santo
ni siquiera es un cristiano. Eso significa que un cristiano tiene a ¿quién? Al Espíritu Santo. Y
entonces, eso lo cierra. Y entonces, el bautismo del Espíritu se convirtió en el patrón para
todos los creyentes en el momento de la salvación. Ahora, hay un bautismo, pero puede
haber muchas ocasiones en las que se lleva a cabo la llenura del Espíritu y el poder del
Espíritu es expresado en muchas maneras diferentes. Un bautismo. Entonces, Él
simplemente dice: “quédense ahí caballeros, hasta que reciban el poder.” No pueden ir a
ningún lugar sin el poder. Oh, esto es tan práctico.
Para añadir a eso, salte al versículo 8 y vamos a cerrar con este pequeño pensamiento.
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo.” Como puede
ver, no podían hacer nada, no podían generar nada en su propia fortaleza. Tenían que
esperar hasta que fueran capacitados por el Espíritu Santo. Me encanta esa palabra poder,
es maravillosa. Esa es la palabra griega dunamis, la cual es la base de nuestra palabra en
inglés o español para “dinamita.” Y eso dice que todo cristiano que posee al Espíritu Santo
literalmente está empacado de dinamita. Usted dice: “yo no, yo ni siquiera soy un
explosivo sin detonar,” ¿verdad? Yo ni siquiera hago mucho ruido. Alguien por favor moje
mi mecha, usted sabe. ¿Qué está pasando conmigo? ¿Dónde está mi poder? Si tengo el
Espíritu Santo, supuestamente debo estar lleno del dínamo divino, de energía divina, ¿y
dónde está? Bueno, está ahí. Está ahí. No es la culpa de Dios si usted no ha prendido el
interruptor. Está ahí. Usted está súper cargado, amigo mío.
Y usted pregunta cómo lo enciende. Lo enciende en Efesios 5:18, cuando dice “no os
embriaguéis con vino, antes bien sed ¿qué? Llenos del Espíritu.” Ese es el interruptor. Esa
es la clave para todo. Esa es la clave. Usted necesita entenderlo. Él dice, una ilustración
simple que uso en conexión con nuestro mensaje, con la vida llena del Espíritu en Efesios
5, el cual es un buen mensaje para usted si usted es un cristiano nuevo, lo necesita. Y
usted puede pasar por uno de los sermones de Efesios 5:18.
Pero en ese mensaje dije, y es simple y una manera muy cruda de ilustrarlo, y es con una
pastilla efervescente. Todo el mundo sabe lo que es una pastilla efervescente. Es uno de
esos Alka-Selzers que sabe a putrefacción. Usted lo coloca en un vaso y lo convierte en
una bebida de uva o algo así. Pero una pastilla efervescente en un sentido es análoga a su
relación con el Espíritu Santo, quien en la vida de usted es una forma compacta,
concentrada de energía que quiere liberar ese poder para convertirlo a usted en lo que es.
¿Se da cuenta? El Espíritu de Dios quiere hacerlo a usted como él. Él quiere llenar la vida
de usted en toda dimensión.
La pregunta no es: ¿está ahí la pastilla efervescente? La pregunta es ¿ha sido liberada para
permear su vida? El Espíritu de Dios está en su vida. Ese no es el asunto, el poder está ahí.
La pregunta es: ¿ha usted en algún punto quitado la tapa del pecado y de su egoísmo para
dejar que el Espíritu de Dios sea liberado? Ése es el punto. La vida llena del Espíritu, amigo
mío, es simplemente ceder usted al control del Espíritu.
Ahora, la palabra lleno en la Biblia aparece en conexión con un tipo de actitud dominante.
Por ejemplo, usa la misma palabra cuando dice que fueron llenos de enojo. O que fueron
llenos de ira. O que fueron llenos de tristeza. Esteban, cuando estaba siendo apedreado,
fue lleno de fe. O Ananías y Safira fueron llenos por Satanás. Y significa que aquello con lo
que fueron llenados se impone a sí mismo sobre cualquier otra emoción y sobre cualquier
otra consideración. Alguien que está lleno de enojo realmente no considera otras cosas.
Eso los está abrumando. Alguien que está lleno de tristeza es abrumado por la tristeza.
Alguien que está lleno del Espíritu está completamente abrumado por el control del
Espíritu en su vida. Eso es lo que significa. Muy simple. Y entonces, lo que él está diciendo
es: una cosa es poseer al Espíritu Santo y otra cosa es que tu vida esté totalmente
controlada y abrumada por el Espíritu.
Usted dice: “bueno, ¿cómo haces eso? Me gustaría tenerlo.” Es simple, Colosenses 3:16, la
palabra de Cristo more en abundancia en vosotros. Entramos en esto en gran detalle. Ser
lleno del Espíritu Santo y dejar que la Palabra de Cristo more en usted son sinónimos,
porque los resultados son los mismos en ambos pasajes. En ambos pasajes, están
hablando entre vosotros en salmos himnos y cánticos espirituales, amando a su esposa,
amando a su marido, y hace todo, todo es igual. Ser lleno del Espíritu es que la Palabra de
Cristo more en abundancia en usted.
¿Qué significa eso? Eso significa estar preocupado con la presencia de Jesucristo. ¿Cómo
es que usted se preocupa con la presencia de Jesucristo? ¿Ve usted este libro? Esto habla
de Él, métase en él. Y entre más está usted aquí, más saturado está usted de Jesucristo.
Entre más saturado está usted de Jesucristo, mas controla Él los pensamientos de usted. Y
entere más Él controla sus pensamientos, los de usted, más está lleno usted del Espíritu.
¡Es tan simple! Es cuestión de que usted ceda a sí mismo de manera total a la saturación
de la Palabra de Dios, la cual presenta a Jesucristo de tal manera que Su Palabra mora en
abundancia en usted. Y eso es sinónimo con ser lleno del Espíritu. Simplemente, significa
que usted es controlado y abrumado por los deseos del Espíritu, no los de usted. Pero una
cosa es poseer el poder, otra cosa es encenderlo, ¿verdad? Pero no piense que este es un
problema posicional. No lo es. Usted tiene el poder, simplemente, es cuestión de echarlo
andar.
¿Sabe usted que Efesios 3:20 da una descripción de usted que casi lo derrumba a usted?
Efesios 3:20 lo describe a usted de esta manera: coloque su nombre ahí. Así es como lo
describe a usted. “Y Aquel que es poderoso para hacer abundantemente más allá de lo
que podamos pedir o entender, según el poder que actúa, ¿en dónde? En nosotros.” ¿Le
gusta a usted esa descripción de usted mismo? Usted pregunta: “¿quién, yo? ¿Ese soy yo?
¿Que pueda hacer mucho más abundantemente de lo que puedas soñar?” Eso es usted
según el poder que está en usted. Ahora, depende de usted encenderlo. Y usted lo
enciende al ceder el control absoluto de toda parte de su vida al Espíritu de Dios.
Y entonces, Jesús comienza la comisión a los Suyos diciéndoles: “caballeros, aquí está el
mensaje correcto, háganlo una parte viva de sus vidas. Aquí está la manifestación
correcta, me han visto. Ustedes saben que estoy vivo, aquí está el poder correcto, la
energía del Espíritu de Dios.” Esos son los primeros tres ingredientes para terminar
realmente la obra incompleta de Jesús. Consideraremos los próximos tres la semana
próxima. Oremos.
Padre nuestro, Te damos gracias porque en esta mañana, Tú nos has dado la fortaleza, nos
ha dado el conocimiento y nos has dado esa comunión íntima personal que nos equipa
para completar Tu obra incompleta. Señor, Te doy gracias por presentar de manera tan
clara, concisa y simple estas verdades básicas para nosotros en esta mañana.
Señor, simplemente quedamos convencidos de pecado. Inclusive en mi propia vida. Señor,
he sido un cristiano por mucho tiempo para ser como soy. He conocido estas cosas por
mucho tiempo y no he dejado que operen en su máxima capacidad en mi vida. Padre,
hazme más diligente en mi estudio de la Palabra, más fiel. Hazme un estudiante más
honesto, que verdaderamente esté buscando la verdad a todo nivel. Ayúdame a
escudriñarla en todos lados. Y a conocerte a Ti, porque es en la Palabra en donde Tú eres
revelado. A conocerte a Ti a un nivel más rico y completo y profundo, como Pablo explicó.
Y después, Padre, ayúdame a verte en esa manifestación personal y percibir Tu presencia
a un nivel mayor. Ayúdame a vivir una vida más consciente de Cristo. Ayúdame junto con
estas personas amadas aquí, Padre, a ceder al poder del Espíritu Santo en nuestras vidas,
de tal manera que no hagamos nada en nuestra propia fortaleza para que estemos
capacitados en el poder del Espíritu de Dios, quien mora en nosotros, dentro de nosotros.
Ayúdanos a reconocer que el poder no es de nosotros, sino de Dios. Que el poder está ahí
si lo enciendes.
Señor, realmente queremos ser los que Tú necesitas para terminar Tu obra. Queremos
ejercer nuestros dones en la energía del Espíritu, queremos cumplir nuestros ministerios
designados en el poder del Espíritu para Tu gloria. Padre, gracias por hacernos parte de
que Tú quisiste que Jesús hiciera, dándonos un ministerio. Ayúdanos a ser fieles, a ser lo
que necesitamos ser y apropiarnos de las cosas apropiadas para hacerlo de manera
correcta.
Ahora, al cerrar nuestro servicio, Señor, simplemente pedimos que Tú hables a nuestros
corazones. Haznos hacer algunos compromisos reales en nuestra vida contigo acerca de
cosas que son tan necesarias. Y adondequiera que la Palabra de Dios ha sido aplicada en
nosotros por el Espíritu de Dios, que haya una desintegración de la resistencia y que se
derrita el corazón de piedra y se suavice para que el Espíritu de Dios pueda moldearnos,
para que seamos lo que debemos ser. Te daremos la alabanza en el nombre de Jesús,
amén.
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Viudas en la iglesia, 1ª Parte


Escritura: 1 Timoteo 5:3–4

Código: 54–36
John MacArthur
Abra su Biblia para nuestro estudio de 1 Timoteo, hemos estado estudiando 1 Timoteo
durante varios meses. Nos encontramos en el capítulo 5 comenzando en el versículo 3,
una de unas de las viudas la Iglesia.
Podría parecer, al principio, que este es un tema más bien pequeño, un tema más bien
insignificante. Ciertamente, no uno de los temas más importantes que deben ocupar
nuestras mentes, pero lo opuesto es el caso. Es un tema muy importante. Es un tema con
muchas implicaciones. De hecho, Pablo habla en este tema desde el versículo 3 hasta el
versículo 16, una explicación muy prolongada del tema de las viudas en la Iglesia. Es para
la instrucción de Timoteo, quien está proveyendo liderazgo a la Iglesia en Éfeso. Es para la
instrucción de cualquier iglesia. Es para nuestra instrucción también; y debemos señalar
esto conforme estudiamos el pasaje.
Quiero que sepa que hay tanto aquí y sus implicaciones son tan vastas y tan provocadoras
que probablemente nos va a tomar probablemente tres semanas cubrir estos versículos. Y
esto no es porque lo estoy estirando en absoluto, esto es simplemente porque estoy
tratando de estudiar lo que el texto dice. Con frecuencia, recibo tarjetas de gente que dice
que voy demasiado lento, “¿puedes, por favor, ir más rápido?”
Y quiero que sepa que estoy tratando con todo mi corazón de hacer eso, pero el hecho es
que cuando está tratando con la verdad de la Palabra de Dios, debemos entender y
debemos tomar el tiempo de entender en su contexto: y, por lo tanto, toma tiempo
entender el significado de un pasaje al reconstruir la escena en la que el pasaje fue escrito
originalmente. Y necesitamos hacer eso con este texto. Y entonces, también explicarnos a
nuestra propia situación. El cuidado de las viudas en la Iglesia es un asunto muy vital. Y
voy a tratar bosquejar en nuestro estudio inicial en esta mañana precisamente el por qué.
Permítanme iniciar con nuestros pensamientos al decir que siempre, siempre, sin
excepción, en el diseño de Dios, las mujeres deben ser el objeto de cuidado especial. Las
mujeres deben ser el objeto de provisión, y preservación y protección. Dios nos dice en las
Escrituras que la mujer es el vaso más frágil. El hombre, entonces, es el vaso más fuerte y
es su protector. El protector de ella. Ella debe estar bajo la sombrilla de la protección,
provisión, autoridad y dirección masculinas. Debido a esto, las viudas, mujeres sin un
marido, las mujeres que han perdido a su marido y, por lo tanto, su medio de sustento,
son objeto de preocupación muy especial del corazón de Dios. Él se preocupa mucho por
el cuidado y protección de una mujer que ha perdido a su marido.
El otro grupo de personas que entra bajo el cuidado protector de Dios serían los
huérfanos. Y como leí en el Salmo 68, Él es padre de huérfanos y Él es el juez después de
las viudas. Él está preocupado de manera particular por proteger a aquellos que han
perdido su protección, su preservación y su provisión. Los niños, como usted bien lo sabe,
deben estar bajo el cuidado, protección y liderazgo de sus padres. Cuando un niño pierde
esto, ese niño se convierte en el objeto de compasión especial por parte de Dios.
Las mujeres también deben estar bajo la protección y cuidado de sus maridos o sus
padres; y cuando pierden estas oportunidades y esos privilegios y esa área de protección,
Dios entonces se ocupa de ellas. Las viudas, entonces, por diseño de Dios, son
preocupación única por parte de Dios. Reciben por parte de Él compasión sincera y trato
misericordioso. Y todas estas personas que nombran el nombre de Dios y se identifican
con Él, deben entonces tratar a las viudas de una manera que sería coherente con la
manera en la que Dios las trata. Y podría añadir como un comentario al margen aquí que
las mujeres en ningún lugar en las Escrituras jamás son vistas como las proveedoras por sí
mismas.
Existen esas mujeres que son emprendedoras y de manera apropiada, pero las mujeres
siempre son vistas como aquellas para quienes la provisión es traída. Para quienes la
protección es dada. Las mujeres son aquellas que son el vaso más frágil que tiene la
necesidad de un vaso más fuerte para que complemente su vida. Y, de hecho, cuando una
mujer enviuda, si fuéramos a ver el Antiguo Testamento, por ejemplo, encontraríamos
que Dios se encarga de ellas de una manera excepcional. Él bendice a aquellos que
bendicen a las viudas y Él maldice a aquellos que maldicen a las viudas. Si fuera a leer
Deuteronomio 27:19, leería una maldición por parte de Dios en contra de aquellos que
abusan de las viudas. Si usted leyera Isaías 1:17 y 18 y Jeremías 22:3 y 4 y muchas otras
Escrituras, encontraría una bendición pronunciada de aquellos que bendicen a las viudas o
a aquellos que cuidan de ellas de manera apropiada. En Éxodo 22:23 Dios dice que cuando
las viudas claman y nadie oye su clamor, Él dice: “Yo oiré su clamor”. Dios conoce y Dios
viene a asistir a una persona así.
Es por diseño de Dios entonces, que las mujeres deben ser protegidas. Y cuando pierden
su protección humana, Dios se convierte en su protector único. Pero también aprendemos
a partir de las Escrituras que el futuro ideal para una viuda es el segundo matrimonio. El
Antiguo Testamento indica que cuando una mujer enviuda, ella tiene todo derecho de
volverse a casar. De hecho, aprenderemos en este pasaje que a las viudas más jóvenes
que están bajo los 60 años de edad, se les anima a volverse a casar. ¿Por qué? Porque es
el diseño de Dios que una mujer sea protegida, preservada, cuidada, apoyada, sustentada
y provista por un hombre.
En donde no había segundas nupcias, en donde eso era retrasado o cuando eso era
imposible, en el Antiguo Testamento, una viuda podía quedarse en la casa de su padre.
Génesis 38:11 nos da una ilustración de esto. Y ella se colocaba bajo la protección de su
propio padre, si ése era el caso. O una mujer podía quedarse bajo la protección de la casa
de su suegra, su suegro, también nos es indicado por la ilustración de Rut en el capítulo 1,
versículo 16 del libro de Rut, en donde ella escogió ir a la casa de su suegra para encontrar
provisión y protección allí.
Además, bajo una provisión en el Antiguo Testamento llamado matrimonio levirato,
cuando una mujer enviudaba, la ley judía consistía en que el hermano de su marido
fallecido debía casarse con ella. O si, de hecho, ese hermano ya se había casado, el
siguiente pariente que no estaba casado debía entonces casarse con la viuda para crear
una simiente piadosa y para poder cuidar de ella y protegerla. Eso es ilustrado en Génesis
38:11 y se da ilustración de esto en Deuteronomio 25:5 al 10. Y también se nos da el
ejemplo entre Rut y Booz.
Booz, siendo el pariente más cercano del marido muerto de Rut, tomó la causa de ella, se
casó con ella y se convirtió en su marido y protector y proveedor. Entonces, en el Antiguo
Testamento encontramos dos ideas primordiales acerca de la viuda. Una, cuando una
mujer queda privada de un marido, ella se convierte en el objeto de cuidado especial de
Dios. Dos, a ella se le anima a encontrar refugio en otro matrimonio para la protección
que se encuentra ahí o en el hogar de un pariente en donde ella puede encontrar el tipo
de apoyo apropiado.
En el Nuevo Testamento también encontramos que nuestro Señor Jesucristo nos
demuestra el corazón de Dios hacia las viudas. Y quiero que me acompañe a ver algunos
pasajes antes de que lleguemos a 1 Timoteo. Marcos, capítulo 12 es un buen lugar en
donde comenzar. Marcos, capítulo 12. Y esto en cierta manera nos va a decir algo de las
viudas que encontramos en la época del Nuevo Testamento. Jesús, en el versículo 41 de
Marcos 12 se sentó frente al tesoro, este es el lugar en donde la gente venía a dar su
dinero al templo. Colocaban en estos receptáculos que estaban ahí pegados a la pared, la
corte de las mujeres. Venían al tesoro del templo y colocaban su ofrenda en el receptáculo
apropiado para la ofrenda que estuvieran trayendo.
Y Jesús se sentó allí y observaba a la gente que colocaba dinero en el tesoro. Y muchos
que eran ricos, daban mucho. Y después, vino una cierta viuda pobre. Y aquí vemos un
vistazo cultural del estado de la viudez en ese entonces, las viudas eran pobres. No tenía
medios. Rara vez se encontraban a viudas que estaban empleadas, que tenían un trabajo,
porque a las mujeres no se les daba lugares de empleo en esta sociedad.
La cuestión era que para una mujer era muy difícil conseguir algún tipo de empleo. Y
entonces, a las viudas, si sus maridos las dejaban sin nada, normalmente, eran muy
pobres. Se nos presenta una viuda pobre así. Cuando ella vino a entregar su ofrenda, ella
entregó lo que era equivalente a unos cuantos centavos. Él llamó a Sus discípulos y les
dijo: “de cierto os digo que esta viuda pobre ha dado más que todos los que han dado
aquí, porque ellos dieron de su abundancia, pero ella dio todo lo que tenía, inclusive su
sustento.”
Y aquí vemos la piedad y la devoción de esta querida mujer, quien no teniendo nada, dio
todo. Ese es el espíritu de generosidad del corazón de uno que está entregado a la
adoración de Dios.
Pero aquí tenemos el retrato de la pobreza que en cierta manera era típica de la viudez en
tiempos bíblicos. Dependía de las sinagogas y del pueblo de Dios, Israel, en ese día, el
hacer algo para aliviar esta pobreza de las viudas. Y como costumbre, las sinagogas
tendrían un grupo que recolectaba y salía cada viernes por la mañana y le daba la vuelta a
la ciudad y recolectaba bienes y dinero de diferentes personas, trayéndolo de regreso el
viernes por la tarde, distribuyéndolo a las viudas antes del viernes por la noche, cuando
comenzaba el día de reposo. Y así es como administraban la pequeña cantidad y la usaban
para ministrar a las viudas pobres. Pero lo que aprendemos del pasaje es la pobreza de
una viuda y algo de la dependencia en Dios por parte de esta viuda.
En Lucas, capítulo 7 vemos otra ilustración y veremos varias de ellas en Lucas. Lucas
parece escribir más acerca de las viudas que cualquier otro escritor. Realmente,
entendemos algo del corazón de Dios relacionado con las viudas en este registro en
particular comenzando en el versículo 11. “Aconteció después,” después de la curación del
siervo del centurión, “que Él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con Él muchos de Sus
discípulos, y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que
llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella
mucha gente de la ciudad.” Era un ataúd que normalmente era cargado en los hombros de
algunos hombres.
He aquí lo que debe notar. Este hombre, este hombre muerto era el único hijo de su
madre. Y ella era una viuda. Y aquí de nuevo hay una situación de aislamiento, de
desolación. Esta mujer ha perdido a su marido, ella no tiene el apoyo que necesita de él.
Ella tiene un hijo y sin duda alguna, este hijo único realmente es el que estaba cuidando
de esta madre que había enviudado. Y de nuevo, vuelvo a enfatizar que así es como Dios
ve a una mujer, como la que debe ser protegida provista y preservada por un hombre. Y
este es el caso del hijo. Pero el hijo está muerto y éste es el funeral del hijo.
Entonces, aquí hay una mujer que ha perdido a su marido y después, ha perdido a su hijo.
No hay hombre que quede en esa familia inmediata entonces que cuide de ella. Cuando el
Señor la vio en el versículo 13, Él tuvo compasión de ella. ¿Por qué? Porque Dios tiene una
compasión excepcional por aquellas que son viudas. Y un gran corazón de compasión
hacia aquellos que no tienen medios de apoyo, de sustento y protección.
“Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.” Y Él es conmovido,
podría añadir, de compasión. Él es tocado por la carga de esta mujer sin ningún apoyo
masculino. “Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo:
Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a
hablar. Y lo dio a su madre.” Y ese fue el punto principal. Jesús fue tan conmovido en su
corazón porque esta mujer no tenía un hombre en su vida que cuidara de ella y proveyera
para ella y la sustentara, que Él resucitó a su hijo de los muertos y le entregó al hijo a esta
mujer.
Observe por un momento el capítulo 18, versículo 3. El versículo 2 dice que “Había en una
ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.” En otras palabras, aquí hay
un hombre que era intocable. Pero en esta parábola también había una viuda en esta
ciudad y ella vino a él. Ahora, aquí de nuevo, esta es una situación de desolación. Aquí hay
una viuda típica, ella no tiene recursos. Ella ha sido defraudada en algunas cosas y ella
viene a este juez para tratar de recuperar lo que se le ha quitado de manera inapropiada a
ella. “Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme
justicia de mi adversario.” Mis enemigos me han quitado cosas. Sabemos a partir de la
Palabra de Dios, y lo veremos claramente al estudiar el registro de los Evangelios, e
inclusive oímos a Lucas escribiendo de esto en el capítulo 20, versículo 47, que los escribas
y los fariseos y los líderes de Israel devoraban las casas de las viudas. En otras palabras, se
aprovechaban de las mujeres desoladas. Robaban de los pobres, por así decirlo.
Y entonces, aquí hay una mujer que de alguna manera ha sido defraudada. Quizás, fue
defraudada o podría haber sido defraudada por los líderes religiosos mediante alguna
profesión o alguna declaración falsa diciendo que tenían que tomar los bienes de ella,
pero fuera cual fuera la razón, ella fue defraudada y viene al juez y está en un estado de
desesperación, lo cual vuelve a mostrar la situación terrible de ser viuda en ese entonces.
“Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a
Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré
justicia, no sea que, viniendo de continuo, me agote la paciencia.” No temo a Dios ni a los
hombres, pero esta mujer me está enloqueciendo; me está volviendo loco porque ella
sigue viniendo y preguntando y pidiendo y pidiendo. Y el retrato aquí es de una mujer
pobre que depende de regresar lo que se le ha quitado y está tratando de manera
desesperada de encontrar justicia en este juez que finalmente, debido no a que lo ve
como algo que es correcto, sino porque quiere deshacerse de la mujer, le da lo que ella
pide.
Y entonces, vemos la situación de una viuda, privada para comenzar, defraudada para
añadir a la situación. Quizás, esto es algo tan común, una parábola común, porque los
jueces trataban a las viudas así, esa es la razón por la que Jesús la usa. Entonces, de nuevo,
simplemente enfatiza las dificultades y las desventajas de la viudez en la época de Cristo.
Capítulo 21, Lucas repite el relato de Marcos acerca de la viuda pobre que dio todo lo que
tenía. Y Jesús dijo: “En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque
todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su
pobreza echó todo el sustento que tenía.” De nuevo, enfatizando su pobreza. El retrato
entonces es un retrato de desolación. El retrato de una viuda en la época de Cristo es una
mujer que tiene muy poco, quizás entregando a Dios lo poco que ella tiene. Una mujer
que cuando fue defraudada de lo poco que tenía, clama desesperadamente porque se
haga algo de justicia para recuperarlo, porque ella depende tanto de eso. Esta es la mujer
privada. Esta mujer se convirtió en el objeto del cuidado de la sinagoga judía. En Jerusalén,
si podemos, excepto por Lucas 20, versículo 47, en donde devoran las casas de las viudas,
como una afirmación general de lo que estaba pasando en Jerusalén. En Jerusalén las
viudas no estaban siendo muy bien tratadas. Pero es muy probable que en las ciudades de
afuera en donde estaban las sinagogas, cuidaban de las viudas, pudieron haber sido
cuidadas de una mejor manera. No obstante, estaban desoladas, solas.
Usted recordará, lo sé, que Jesús en la cruz sólo les habló directamente a dos personas.
Uno fue un criminal vil, pecaminoso, miserable que Él llevó en sus brazos en la gracia del
perdón y el otro fue a Juan y a María. Y lo que hizo fue encomendar a su madre viuda al
cuidado de Su amado discípulo, porque Él sabía que una mujer no debía estar fuera de la
protección de un hombre. Y José ya había muerto mucho tiempo antes de la cruz. Y ahora
Jesús, quien era el protector único de Su propia madre estaba muriendo. Jesús
encomienda a María al cuidado de Juan. El corazón de Dios se manifiesta en cómo el
Señor habla acerca de una viuda, cómo Él trató a Su propia madre viuda y cómo Él
instruye mediante lo que leeremos en 1 Timoteo a la Iglesia a tratar a las viudas.
Pero antes de que lleguemos a eso, vea Hechos capítulo 6. El primer ministerio que se
desarrolló en la primera Iglesia fue el ministerio de las viudas. Fuera de la adoración y el
evangelismo, el partimiento del pan, la comunión, la mesa del Señor, el ministerio de la
primera Iglesia fue un ministerio a las viudas. No tenían muchos programas. Se reunían
para la adoración y la oración y el estudio de la doctrina y evangelizaban a los perdidos. Y
el ministerio que realmente aparece en primer lugar en la vida de la primera Iglesia es un
ministerio para las viudas.
Para mostrarle la prioridad tan seria que le dieron a eso, la obligación de la Iglesia de
cuidar de las mujeres solas. Versículo 1 de Hechos 6, la Iglesia ha nacido. El número de los
discípulos se ha multiplicado e inmediatamente hubo una murmuración, una disputa
entre los griegos en contra de los hebreos. Ahora, ¿quiénes son estos? Bueno, los hebreos
serían los judíos de Jerusalén, los judíos de Palestina, los judíos de la tierra de Israel. Los
helenistas o los griegos o los judíos griegos eran aquellos que vivían afuera de Palestina.
Eran los que estaban en la dispersión, los judíos dispersos. Eran los que habían venido a
Jerusalén para los festivales y los días de fiesta. Pero sus hogares, estaban en otro lado del
Imperio Romano. Y eran entonces los judíos helenistas, los judíos griegos. Y después,
usted tenía los judíos de Jerusalén.
Obviamente, la primera Iglesia había retomado el ministerio de las sinagogas y
probablemente lo hizo de manera mucho más eficiente debido al amor de Cristo y el
poder del Espíritu y el verdadero amor que fue generado en sus corazones. Y ellos estaban
ministrando a las viudas. Eso fue algo muy natural, nadie necesitó diseñarlo, simplemente
comenzó a pasar porque era algo necesario y era una expresión del amor de Dios.
Pero, aparentemente, hubo algo de injusticia que se estaba presentando hacia esos judíos
helenistas que habían llegado, habían oído el Evangelio, habían sido salvos y ahora, por lo
menos durante este tiempo, estaban viviendo en Jerusalén. Probablemente, se mudaron
con sus familias, que estaban residiendo ahí. Quizás, algunos de ellos simplemente habían
levantado su tienda de campaña ahí en casas donde los cristianos les había permitido
quedarse. Quizás, algunos de ellos se estaban quedando en alguna posada o algo así. Pero
estaban ahí debido a que realmente no eran parte de la comunidad original, quizás no
eran tan generosos con ellos como lo eran con sus propias viudas, quienes eran de
Jerusalén. Y entonces, surgió una disputa en cuanto a cómo se estaba distribuyendo el
sustento a las viudas.
Ahora, lo que esto nos dice es que el primer ministerio que se desarrolló
espontáneamente en la primera Iglesia fue el cuidado de mujeres que eran viudas.
Versículo 2: “Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es
justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.” No va a estar bien
para nosotros el dejar nuestro ministerio de enseñanza y salir y tratar de servir a estas
viudas para que todo el mundo reciba la cantidad correcta. Versículo 3: “Buscad, pues,
hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo
y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.” Que no se van a robar el dinero o
la comida que supuestamente le deben entregar a las viudas. Hombres honestos para que
tengan gran sensibilidad para evaluar toda necesidad de las viudas, llenos de sabiduría
para que puedan evaluar la situación. Necesitamos designarlos para que se ocupen de
esto y vamos a continuar con la oración y el ministerio de la palabra.
“Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la
propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a
Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los
cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.” De
nuevo, le vuelvo a decir, el primer ministro misterio desarrollado fuera de la oración, la
adoración normal y la enseñanza y la predicación, el evangelismo de la Iglesia, parece ser
un ministerio a las viudas. Satisfacer sus necesidades.
Ahora, vaya al capítulo 9 de Hechos, un relato fascinante. En Hechos, capítulo 9, versículo
36, “Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir,
Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía.” Aquí hay una mujer
cristiana, una discípula llena de buenas obras. Y las obras significan caridad, dar a la gente
que estaba en necesidad. “Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de
lavada, la pusieron en una sala.” Los judíos no embalsamaban, simplemente lavaban el
cuerpo y la colocaban arriba en el hogar para que la vieran y un tiempo de lloro y demás.
“Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le
enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros.” Pedro estaba cerca y
entonces dijeron: ‘ve a buscar a Pedro y tráelo aquí,’ sabiendo que Pedro había
demostrado obviamente el poder de Dios. Él había curado a un hombre junto con Juan en
la puerta la hermosa y quizás pensaron que él podía hacer algo con respecto esta dama.
Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando él llegó, lo llevaron al aposento de arriba y todas
las viudas, y eso es lo que debemos ver, todas las viudas estuvieron junto a él llorando y
mostrando todo lo que Dorcas hizo por ellas mientras que ella estuvo con ellas.
Ahora, no sé cuántas había ahí, pero es un grupo significativo de viudas. Aquí hubo una
querida dama usó todos sus recursos para hacer ropa para las viudas. Y de nuevo, lo que
esto muestra, uno, la privación de las viudas, la falta de recursos y la dependencia de
alguien más. Dos, el corazón compasivo de los cristianos en la primera Iglesia para
alcanzar y servir a estas personas específicas. Esta mujer conocida por sus buenas obras y
su ayuda que había vestido a las viudas de su comunidad.
Versículo 40, Pedro los sacó a todos. Ahora, él probablemente hizo eso por la confusión y
el caos de todos los que estaban allí llorando. No eran llorones contratados, realmente
estaban ahí quebrantados de corazón. Y entonces, fue más fácil sacarlas que tratar de
contener sus lágrimas. Entonces, él las sacó para poder oír su propia oración, me imagino.
Y él se arrodilló y oró. “Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le
llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y
los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. Entonces, sacando a todos, Pedro
se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los
ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando
a los santos y a las viudas, la presentó viva.”
Esta es la segunda resurrección que ocurre en el Nuevo Testamento para beneficiar a las
viudas. La primera la vimos en el Evangelio de Lucas en referencia al hijo de la viuda de
Naín. Y de nuevo, usted ve la compasión de Dios hacia la viuda. Y aquí estas queridas
viudas están tan quebrantadas de corazón y son confortadas debido a que esta mujer,
quien es tan querida por ellas y tan necesaria para ellas, es resucitada de los muertos para
que siga ayudándoles predominantemente para el beneficio de ellas.
Santiago, capítulo 1 lo resume para nosotros. Hemos estado estudiando Santiago. Al final
del primer capítulo, en el versículo 27 él hace esta afirmación impresionante: “la religión
pura y sin mácula delante de Dios padre es esta.” Ahora, esa es una introducción que
podría llevarnos a imaginar todo tipo de cosas. ¿Qué es la religión pura? ¿Qué es la
religión pura y sin mácula? La respuesta es visitar a los huérfanos y a las viudas en sus
tribulaciones. Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones.
Ahora, escuchen amados todo esto nos lleva a resumir lo siguiente: miren, Dios tiene una
compasión especial, un cuidado especial, una preocupación especial por la protección,
preservación y provisión de las viudas. Muy básico. La primera Iglesia muestra esto. Cristo
muestra eso. Y entonces, cuando Pablo le escribe a Timoteo aquí, él tiene esta sección
extensa del asunto de las viudas porque para este entonces, claro, todavía es un elemento
vital de la vida de la Iglesia. Cuidar de las viudas.
Y yo creo, y yo sé que usted también lo va a ver también conforme estudiamos esto, que
esta todavía es un área vital para la vida de la Iglesia. Hemos estado comprometidos con
esto en el pasado y estaremos comprometidos con esto en el futuro. Y en lo personal, yo
creo que, conforme entendemos este pasaje, va a presentar una mayor oportunidad para
nosotros en el futuro de lo que jamás hemos imaginado debido a las condiciones del
mundo en el que vivimos. Y explicaré lo que quiero decir conforme avanzamos.
Y Pablo entonces quiere que Timoteo y la Iglesia en Éfeso y que nosotros entendamos
nuestra responsabilidad para con las viudas. Él da cinco principios. Quiero darle el primero
y por lo menos, presentar el segundo en esta mañana.
El primer principio es este, versículo 3, “Honra a las viudas que en verdad lo son.” Honra a
las viudas que en verdad lo son. Ahora, permítame tan sólo dar de suficiente trasfondo
para entender por qué están diciendo esto Pablo conforme escribe. Mantenga esto en
mente. Desde el principio de nuestro estudio de 1 Timoteo le he dicho que yo creo que
esta epístola es una polémica. Esto significa que habla en contra de algún problema. Y yo
creo que esta Iglesia estaba llena de problemas de impiedad, problemas de falsa doctrina,
uno de los cuales era no manejar correctamente el tema del cuidado de las viudas. La
Iglesia era tan inepta en eso como lo fue en las otras cosas que Pablo enfrenta.
Entonces, este es un pasaje correctivo. Podemos concluir entonces que las viudas no
estaban siendo honradas de manera apropiada. Podemos concluir que a las viudas
mayores descalificadas se les permitía servir de manera semioficial a la Iglesia y sus vidas
realmente no estaban limpias, no eran puras. También podemos concluir que las viudas
más jóvenes se estaban casando con incrédulos. Las viudas más jóvenes estaban
rompiendo votos hechos a Cristo. Había familias que no estaban apoyando a sus propias
viudas. Había mujeres que podían haber apoyado a muchas viudas como lo hizo Dorcas,
pero no lo estaban haciendo tampoco. En otras palabras, el área entera de instrucción
bíblica de las viudas necesitaba ser enseñada debido a lo que necesitaba ser corregido en
Éfeso. Este es un ministerio muy, muy básico en la Iglesia, el cuidado de estas mujeres.
Principio número uno entonces en el versículo 3, la obligación de la Iglesia de proveer para
las viudas… La obligación de la Iglesia de proveer para las viudas. Quiero que observe la
palabra viudas porque esto realmente es la base de todo nuestro entendimiento. Honra a
las viudas que en verdad lo son. Ahora, ¿qué queremos decir con la palabra viudas? Para
nosotros la palabra significa una mujer cuyo marido está muerto. La palabra griega incluye
eso, pero no está limitado a eso. Esa es una afirmación muy importante. La palabra griega
incluye eso, está limitada a eso. La palabra viuda es chera, es una palabra que es una
forma femenina de un adjetivo usado como nombre. Es un adjetivo. Significa privado,
significa robado. Significa haber sufrido pérdida. Conlleva la idea de estar solo. Viene de
cheros y eso es lo que eso significa. Privado, robado, habiendo sufrido pérdida, habiendo
sido dejado solo. La palabra entonces no habla de cómo una mujer se metió en esta
situación, simplemente describe la situación. Ella está sola, ella está privada. Ella ha
sufrido la pérdida de su marido. No dice cómo es que ella perdió al marido. Normalmente,
claro, pensaríamos que ella perdió el marido mediante la muerte. No hay nada en esta
palabra que indique que esto está limitado a eso. De hecho, si usted estudia la palabra y la
rastrea en cualquiera de los usos del griego clásico, descubrirá que la palabra significa una
mujer que perdió a su marido de cualquier manera: muerte, divorcio, deserción, lo que
fuere. Todo esto puede ser resumido en esta palabra.
William Barclay, por ejemplo, piensa que debe incluir aquellos que eran polígamos en el
número mundo romano y cuando vinieron a Jesucristo en la fe pudieron haberle dado
libertad a sus esposas, las que no era la primera esposa, para irse, para que pudieran ser
monógamas según la enseñanza de la Palabra de Dios. Y cuando despedían a estas
mujeres, estas mujeres se encontraban bajo este mismo tipo de palabra. Ellas también
habrían sido las chera, privadas de marido, aunque todavía su marido estaba vivo. No hay
razón para indicar que esto debe excluir a personas cuyo marido las dejó en deserción o se
divorció de ellas mediante medios legales. La palabra simplemente describe a una mujer
que ha perdido a su marido sea cual fuere la causa.
Ahora, quiero que sepa que esto expande la responsabilidad de la Iglesia de manera
inmensa debido a que estamos hablando aquí de una responsabilidad de cuidar de todas
esas mujeres que han perdido a su marido. Y es un grupo muy, muy grande de mujeres.
Quizás, tan grande ahora como en cualquier otro momento en la historia del mundo con
la deserción y el divorcio y todas esas cosas que son un tema tan común en la actualidad.
El versículo 5 nos ayuda a entender más la palabra, usa la palabra viuda de nuevo. Y
después, dice, “una viuda que en verdad lo y está sola.” Ese es un participio pasivo que
significa habiendo sido dejada sola. Y de nuevo, no tiene la idea de muerte en ella.
Simplemente, describe el estado de una mujer que ha sido dejada sola debido a que su
marido ya no está presente.
En esos días, las mujeres no podían encontrar empleo honorable fácilmente. No existían
instituciones seculares que cuidaran de ellas. Y entonces, estaban en una situación seria.
Con frecuencia, terminaban en la pobreza a menos de que sus maridos les hubiera dejado
algo o su padre les dejara una herencia. O quizás, estaban bajo el cuidado de la familia de
un padre o la familia de una suegra o amigos o lo que fuera. Pero muchas viudas
quedaban destituidas, privadas de todo. Y como dije, no había un empleo honorable
disponible para las mujeres, porque las mujeres eran vistas como alguien que debía ser
cuidado dentro del contexto de la familia y el hogar, sin cuidar de sí mismas fuera de ese
contexto to El trato de esas mujeres, entonces, era un parteaguas, era una prueba para el
amor de Cristo que nacía en los corazones de la comunidad cristiana, su virtud espiritual,
la demostración de su devoción a Cristo podía ser vista en cómo cuidaban de personas
que estaban desesperadamente en necesidad de ese cuidado.
Y podría añadir que esto ha sido parte de la vida de la Iglesia a lo largo de toda su historia.
De hecho, el sistema de beneficencia social que tenemos en nuestro país en la actualidad
y en otros países del mundo es un legado directo de la influencia cristiana. Los países, sin
esa influencia cristiana, no tienen ese tipo de legado de cuidar de las viudas. El sistema de
beneficencia social que satisface las necesidades de mujeres que han perdido a su marido
mediante la deserción, muerte, divorcio, encarcelamiento, lo que sea, es un resultado del
impacto directo del cristianismo en las raíces de esta nación. Aunque hay muchos en esta
nación que quizás no quieran reconocer eso. Esto ha sido un reflejo del corazón
compasivo de Dios hacia aquellos que están en necesidad.
Entonces, de lo que estamos hablando aquí, y tiene que entender esto, es que esas
mujeres que han sido privadas de un marido, sea cual fuere la razón. La palabra entonces
es honra. Eso es lo que debemos hacer por estas mujeres, honrarlas. ¿Qué significa eso?
¿Qué significa? Es el verbo timao, significa mostrar respeto, mostrar cuidado, dar apoyo,
tratar con gracia. E incluye la idea de satisfacer las necesidades que sean financieramente.
Y claro, de hecho, es darle un precio a algo en Mateo 27:9. Darle valor a algo y después,
cuidar de eso a la luz de su valor. Y ciertamente, no hay nada de mayor valor que una
hecha por Dios, que una mujer creyente. Y nada es más preciado para la Iglesia que una
mujer creyente que está en necesidad desesperada de la Iglesia, del cuidado de la Iglesia.
La palabra honra significa apoyo financiero. Y le voy a mostrar cómo sabemos esto.
Regrese a Mateo 15. En Mateo 15, Jesús es confrontado por los escribas y fariseos en el
versículo 1. Y le dijeron: “¿por qué Tus discípulos violan la tradición de los ancianos?”
Ahora, la tradición de los ancianos era una compilación entera de leyes y reglas que los
judíos habían desarrollado que no eran bíblicas. Algunas de ellas, contradecían la Biblia. A
todas se les habían añadido las Escrituras. Algunas de ellas en trataban de explicar la de
una u otra manera. Pero eran adiciones a las Escrituras. Con mucha frecuencia,
oscurecían. Y, de hecho, realmente, ya para cuando recolectaron todo eso, oscurecían la
intención de las Escrituras. Pero habiendo creído por mucho tiempo que tenían el trabajo
de guardar la ley de Dios, ellos comenzaron a colocar, por así decirlo, una especie de
cerco. Y el cerco eran todas estas reglas, miles de miles de miles de miles de reglas e
interpretaciones que pensaban que cercaban a la ley y la protegían de ser violada. Éstas se
volvieron las tradiciones.
Una de esas tradiciones era que antes de que usted comiera, tenían que atravesar por un
lavamiento ceremonial. No era salubridad, no tenía nada que ver con limpiarse las manos.
Simplemente, tenía que ver con ceremonia religiosa. Entonces, había un lavamiento
ceremonial y se alude al hecho de que algunos judíos creían que había un demonio
llamado Shibtaw y que ese demonio vivía en las manos de la gente. Y si usted comía en
una purificación religiosa, el demonio entraba en usted.
Entonces, para evitar el ser poseído por un demonio, usted atravesaba por una ceremonia
de lavamiento de manos. Bueno, los discípulos de Jesús comieron sin haber atravesado
por esa ceremonia. No era una ceremonia bíblica. No había nada en la Biblia acerca de
esto. Era una tradición que habían inventado, entonces, la ignoraron. Entonces, los
fariseos y los escribas vinieron a Jesús y le preguntaron: “¿por qué Tus discípulos violan la
tradición de los ancianos y no realizan este lavamiento ceremonial para quitarse a Shibtaw
de sus manos?”
Su respuesta fue: “¿por qué ustedes violan el mandamiento de Dios con su tradición?” Y
después, les da una ilustración de cómo ellos estaban violando el mandamiento de Dios
con su tradición. Y así es como lo hacían. Dicen: “el que dijera a su padre o a su madre, es
un regalo o es Corban, refiriéndose a lo que pudieron haber recibido de mí, no honra a su
padre ni a su madre.” Él dice en el versículo 6.
Ahora, ¿qué quiere decir con esto? Escuche, Éxodo 20:12, honra a tu padre y a tu madre,
¿verdad? Los diez mandamientos. Éxodo 20:12, honra a tu padre y a tu madre. ¿Qué
significa eso? Para los judíos significaba darles dinero cuando lo necesitaban. Susténtalos,
apóyalos, cuida de ellos. Pero aquí está lo que la tradición había inventado. Si tienes algo
de dinero y dices ‘es una ofrenda, en Corban, está entregado a Dios, se lo prometí a Dios,
se lo encomiendo a Dios, entonces, nunca puede ir a una persona menor.’ Hasta que
pudieras quitar ese voto. Entonces, cuando los padres de alguien tenían una necesidad, en
lugar de satisfacer esa necesidad, estos judíos impíos tomaban esta tradición y decían:
‘hombre, me encantaría dártelo, pero es Corban, ya se lo encomendé a Dios. Ciertamente,
no se lo podría quitar a Dios y dártelo a ti.’ Era una manera de proteger su dinero, de
dárselo a sus ancianos y mostraba la maldad de sus corazones. Mostraba que no tenía la
intención absoluta de sustentar a sus padres.
Entonces, Él les está diciendo: “han desarrollado esta pequeña tradición llamada Corban
mediante la cual violan el mandamiento de Dios de honrar a su padre y a su madre.” Lo
que quiero que vean en esto es que Jesús dice al interpretar Éxodo 20:12 que honra
significa darles dinero. Significa apoyo financiero. Y ellos no están dispuestos a hacerlo y
entonces refugian su dinero con esta tradición necia y muestran, versículo 7, que son
hipócritas. Hipócritas. Dicen que lo hacen para Dios y lo único que quieren hacer es
retenerlo de sus padres.
Entonces, ahora de regreso a 1 Timoteo. Cuando Pablo dice ‘honra a las viudas’ usando la
misma idea y realmente tomando el pensamiento de Éxodo 20:12 honrando a su madre,
honrando a su padre, cuando él dice ‘honren a las viudas,’ él tiene en mente no sólo
respeto y no sólo consideración, sino que también tiene en mente apoyo financiero. Eso
básicamente significa que cuidaron de ti cuando eras joven, y cuidas de ellos cuando ellos
tengan la necesidad en su edad avanzada. Entonces, honra a las viudas significa apoyarlos,
no sólo con respecto, amabilidad y favor, sino con ayuda financiera.
Ahora, ¿cuáles son las viudas que debe ser apoyadas? Dice: ‘honra a las viudas que en
verdad lo son,’ que son viudas reales. Viudas genuinas. Esa misma frase es mencionada en
el versículo 5 de nuevo, viudas genuinas, viudas que en verdad lo son. Ahora, ¿qué
significa eso? Verdaderamente privadas, verdaderamente solas, que verdaderamente no
tengan recursos. No toda mujer está en esa situación. No toda mujer realmente está
privada. Muchos maridos han dejado a sus esposas recursos maravillosos. Les han dejado
un hogar, una cuenta de banco, una póliza de seguro, lo que sea para que no tengan
necesidad y de esta manera, están cubiertas sus necesidades financieramente. En ese
caso, no tenemos la responsabilidad financiera hacia una mujer. Eso no significa que no
tengamos la responsabilidad en términos de asistencia espiritual, en términos de gracia,
bondad, sea cual fuere el caso, en su necesidad. Sea cual fuere el cuidado que pueda
necesitar en su vida personal, su vida espiritual o lo que sea.
Pero el punto es que el apoyo financiero debe ir para las viudas que son viudas reales,
esto es que no tienen otra fuente de ingresos. Han perdido a su marido, están solas, como
el versículo 5 usa la palabra, literalmente han sido dejadas totalmente solas y sin recursos.
Esa es la idea. Y de nuevo, le reitero, y puede leer esta sección en Kittel, en donde él
define esta palabra chera y señala de manera tan clara que esto significa cualquier mujer
que ha perdido a su marido. Tenemos una responsabilidad si ella está sola y no tiene
recurso alguno.
Ahora, en nuestra sociedad, como dije, afortunadamente debido al efecto del
cristianismo, tenemos un sistema de beneficencia social, el cual, por cierto,
continuamente es defraudado. No confiamos en él para las viudas cristianas que lo
merecen. Necesitamos venir al lado de este sistema y este sistema puede cubrir hasta
cierto punto quizás para la provisión de una viuda. Puede haber muchas otras necesidades
y sé que en la vida de nuestra Iglesia estamos comprometidos con esto y continuamente
estamos dispuestos a servir a esas viudas para quienes no hay suficiente para sustentar su
vida. Para servirlas en algunas maneras que puedan hacer posible el que sus necesidades
sean satisfechas.
Hay algunas viudas, por ejemplo, hay una viuda en nuestra Iglesia, una viuda en el sentido
bíblico de la palabra chera cuyo marido fue enviado a la prisión por mucho tiempo.
Treinta, cuarenta años. Ella está en el estado de ser una mujer privada y no tiene recursos.
Grace Community Church está comprometida con ayudarla en toda manera posible. Y
hemos estado haciendo eso y continuaremos haciendo eso debido a que de hecho es una
mujer a quien se le ha robado el cuidado.
Hay mujeres en esta Iglesia desde el tiempo en el que no vine aquí, que de manera regular
y mensualmente son apoyadas por esta Iglesia en su estado de viudez, porque eso estuvo
en el corazón de los cristianos inclusive antes de que yo llegara aquí. Eso refleja el amor de
Cristo en la vida de la Iglesia de Jesucristo. Hay viudas en esta Iglesia y quizás las tiene
usted en su propio hogar que viven con sus hijos debido a que sus hijos están
comprometidos con cuidar de ellas. Todas estas cosas reflejan el estándar bíblico. Algunas
de ellas, parecen tan obvias, que quizás ni siquiera sabía que existía el estándar bíblico.
Pero las viudas verdaderas deben ser apoyadas por el cuerpo de Cristo. La Iglesia, cuando
están solas. Esta instrucción es muy básica e incluye la idea entera de honrar a su padre y
a su madre y de cuidar de personas con la compasión de corazón de Dios, quien de
manera excepcional se ve atraído hacia aquellos que están en esta situación.
Ahora, permítame tan sólo darle un comentario al margen en este punto para que pueda
entender la situación de nuestra sociedad. Lo dije al principio del mensaje y lo volveré a
decir con énfasis en el futuro. La carga de la Iglesia con respecto al cuidado de las mujeres
que han perdido a sus maridos se va a incrementar. Estamos agradecidos por vivir en un
país en donde hay un sistema que provee algo de dinero para esas personas. Es dinero
que satisface necesidades básicas. Algunas veces, claro, la Iglesia tiene que venir al lado y
asistirlas con otras cosas. Existen esas mujeres que desean, esas mujeres sin maridos,
mujeres solas que se han divorciado, y demás que desean que sus hijos sean educados en
un ambiente de educación cristiana. Esa es la razón por la que tenemos un fondo aquí, un
fondo de becas para poder ayudar a esas personas que no pueden porque han perdido a
su marido, para ayudarles a pagar a sus hijos para que sus hijos estén aquí. Y por eso, ese
fondo está disponible. Hace un par de domingos atrás, una de esas madres cuyo marido
no está dio testimonio del beneficio de este fondo de becas. La Iglesia viene a su lado para
hacer lo que pueda por asegurarse de que las necesidades de esa viuda sean satisfechas.
Ahora, el obviamente, en todo caso individual, el evaluar lo que es necesario se vuelve un
asunto que hay que analizar. Algunas mujeres, antes de que su marido partiera, solían
vivir con $18,000 al año. Algunas de ellas estaban acostumbradas a vivir con $30,000 al
año, algunas con $50,000, algunas con $70,000 al año, lo que sea. Y nosotros tenemos que
evaluar con cuidado cuál es el estándar de vida que es necesario. No necesariamente el
estándar de vida que es deseable. Pero tenemos que ser fieles con satisfacer las
necesidades conforme pensamos que las necesidades son las correctas y justas y
apropiadas en relación al número de hijos, el número de bocas que deben ser
alimentadas, las demandas educativas, las necesidades de transporte en cualquier
situación dada.
Pero quiero decirles, amados, que es mi compromiso y los ancianos lo platicamos el jueves
por la noche, y también es el anhelo de ellos, que seremos obedientes a la Palabra de Dios
en esta área, sin importar cuál sea el costo. Y realmente, creo en el futuro que lo que va a
pasar es que se van a necesitar muchos dólares que vamos a tomar de programas que
simplemente son programas opcionales para personas que no tienen necesidad y vamos a
canalizar eso en programas que son vitales para satisfacer las necesidades básicas de la
gente.
Y estaré contento cuando tengamos que hacer eso. Realmente, no quiero crear un tipo de
situación excesivo para gente en términos del ministerio y la Iglesia hará bien en recortar
muchos ministerios marginales si necesita usar el dinero en un presupuesto para
satisfacer esta demanda básica y bíblica, para mostrar el corazón de Dios y su compasión
hacia estas personas que están privadas. La Iglesia tiene la obligación y el privilegio de
proveer para las viudas que en verdad lo son, que no tienen recursos. En donde hay
recursos financieros, yo creo, todavía debemos acudir a su lado con aliento y amor y
preocupación y apoyo en toda manera posible a nivel espiritual. Necesitamos prestar
atención a eso.
Entonces, en primer lugar, es muy importante que entendamos que nuestra sociedad se
está moviendo en una dirección que va a elevar el nivel de la responsabilidad de la Iglesia
por mucho. Ahora, más adelante en este texto vamos a descubrir que las familias deben
cuidar de los suyos en el versículo 4. Pero lo que estamos viendo hoy, y va a ser peor en el
futuro, es la desintegración de la familia que está destruyendo de manera total ese apoyo.
¿Qué sucede, por ejemplo, cuando una mujer es criada en un hogar destruido? Quizás, su
madre se ha casado dos veces, ella tiene un padre y un padrastro, lo cual no es raro en
absoluto, pero algo común. Ella busca una carrera, quizás ella ya no se case hasta que
tenga 26, 27, 28, 29 años y ya para entonces, ella ya trazó su vida. Ella se casa con alguien
que ya ha trazado su propia vida. Se unen. Algo le pasa a él. Ella está ahí, ella ha tenido un
trasfondo de carrera o algo así. Ella ha tenido una situación de familia bastante mala. Él
muere. Ella se queda con dos pequeños niños en sus manos. Ella no puede regresar a su
familia a un nivel íntimo porque no ha estado esa familia, ni siquiera ha habido una. Y la
carga sobre la Iglesia es aún mayor.
Como puede ver, el precio que pagar por la desintegración de la familia es realmente
monumental. Esas mujeres viudas, esas mujeres que pierden a sus maridos, que
necesitan, como lo ilustra Génesis 38 regresar al hogar de la familia de una u otra manera.
Sin embargo, con tanta frecuencia, eso no puede pasar o no sucederá debido a la
desintegración de la familia. La tragedia en la desintegración de la familia es la pérdida del
apoyo de la familia. Y hace que la carga sobre la Iglesia sea aún mayor.
Entonces, en primer lugar, la Iglesia tiene una obligación de apoyar a las viudas. El
segundo punto, y simplemente vamos a presentarlo con un versículo, la obligación de la
Iglesia de evaluar a aquellas viudas que necesitan apoyo. No es cuestión de que todo el
mundo se forme y nada más lo vamos a regalar. Tenemos que evaluar. La Iglesia no puede
apoyar de manera indiscriminada toda persona que busca ayuda. Tiene que haber ciertos
criterios y eso lo vemos en los versículos 4 al 8. Sólo quiero presentar el versículo 4, creo
que es tan interesante, tan importante.
“Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos,” ekgonos significa descendientes o nietos, no
sobrinos. No muchas viudas en la iglesia tienen hijos y nietos. Es la responsabilidad de sus
hijos y sus nietos de apoyar a esta viuda. Eso es lo que él está diciendo. Dice: “Aprendan
éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres;
porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios.” Eso es lo que está diciendo. Dicen
los hijos y los nietos primero aprendan a mostrar piedad en su familia. La palabra hogar,
oikos, refiriéndose a familia. Dices que eres piadoso, entonces veámoslo en tu familia. Por
cierto, el teatro en el cual el verdadero acto de piedad o impiedad es presentado es en la
familia, el hogar, ¿verdad? Cuando usted viene a la iglesia, usted es lo que pensamos que
usted es y usted es lo que usted quiere que pensemos que es. Pero la familia usted es lo
que es. Usted es lo que es. No hay máscaras en la familia.
Entonces, si usted tiene hijos o nietos es su obligación, muestra un cuidado recíproco
como parientes cercanos de cuidar por esa viuda. Esa es la responsabilidad de la familia. Y
ahí, en el versículo 8 dice que si usted no hace eso es peor que un incrédulo. La familia
tiene la primera responsabilidad de cuidar de las viudas antes de que se llegue a colocar
en la lista de responsabilidad de la Iglesia. Comienza con su propia familia. Que ellos, en
primer lugar, y eso es primero, eso es un adverbio de tiempo, prioridad. Lo primero. Antes
de que usted haga cualquier otra cosa, es mostrar y practicar su piedad hacia su propia
familia. ¿Y cómo práctica su piedad para con su propia familia? Al cuidar de aquellos que
están en su familia que tienen necesidad.
Como un principio general, usted sabe que usted podría nada más predicar acerca de esto
durante semanas. La familia es el contexto en donde la verdadera espiritualidad se revela.
En el capítulo 3, por ejemplo, un anciano tenía que gobernar bien su propia casa y tener a
sus hijos en sumisión con toda seriedad. Un diácono, versículo 12, tenía que tener a sus
hijos y a su propia casa bajo control. El hogar es la plataforma de prueba de la piedad. Y él
dice ‘si hay alguna viuda que tiene hijos o nietos, que practiquen ellos en primer lugar su
piedad en la familia.’ Tienen una responsabilidad de cuidar de esa viuda. De esa mujer que
ha perdido a su marido. Usted dice ser piadoso, usted dice estar reverente, no me diga a
cuántos estudios asiste, no me digas cuánta teología conoce, en primer lugar, dígame
cómo demuestra en su familia su propia piedad.
Veamos eso como un pensamiento general. Jóvenes, ustedes dicen que son piadosos y
están creciendo y están estudiando la Biblia y asisten a estudios bíblicos y van al
ministerio, está bien, pero primero, muéstrame tu relación con tus padres. Enséñame
cómo tratas a tu mamá. Enséñame cómo tratas a tu padre. Hermanas, enséñenme cómo
tratan a su hermano. Hermanos, enséñenme cómo tratan a su hermana y les voy a
enseñar en dónde está su piedad. Madre, muéstrame cómo tratas a tus hijos. Padre,
muéstrame cómo tratas a tu esposa y así continúa, ¿no es cierto? La familia es la
plataforma de prueba. Y no me hable acerca de su piedad. Primero, muéstrela en su
familia. En primer lugar, muestra su piedad en el hogar, en la casa antes de que dé un
discurso acerca de ella en cualquier otro lugar.
He pensado que una de las cosas que debemos hacer en una solicitud de seminario es
pedirle a la madre que escriba una carta de referencia, de recomendación. No creo que
jamás hemos hecho eso, pero conforme lo pienso, creo que esa sería una gran idea. ¿Qué
tipo de hijo es este joven? ¿Y cuáles son las evidencias de piedad que usted ha visto en el
hogar? Así podríamos recortar un poco nuestras solicitudes, pero valdría la pena, porque
ahí es donde la piedad se demuestra; es probada en el hogar. Específicamente, él dice en
este caso, si alguna viuda tiene hijos o nietos, que en primer lugar demuestren su piedad
en el hogar o la familia y devolver algo a sus padres. Esa es la frase. Devolver algo a sus
padres. Usted tiene la obligación y yo también, si llegara el día en el que mi padre y mi
madre, si fuera viuda o mis padres no pudieron sostenerse a sí mismos, sería mi gran
privilegio, feliz de poder devolverles alguna pequeña porción del apoyo tremendo que me
dieron, de traerme a este mundo y alimentarme y vestirme y darme casa y amarme y
educarme y sustentarme y todas las cosas que hicieron por mí. El devolverles eso es algo
pequeño con gratitud por todo lo que han hecho por mí. ¡Qué privilegio!
Y entonces, cuando llegamos a la responsabilidad básica, comienza en el hogar. Y quiero
decirle que vamos a ver en el futuro a hijas y a madres, en algunos casos a hermanas y
sobrinas y tía y demás que van a quedar privadas de su marido mediante el divorcio,
deserción, encarcelamiento, muerte; y depende de nosotros como familias el demostrar
nuestra piedad en el cuidado apropiado de esas mujeres, en primer lugar. Si no existe
cuidado disponible para ellas o si la familia no está dispuesta a hacer eso, entonces la
Iglesia entra y entonces, la mujer es una verdadera viuda en el sentido de que ella no tiene
medio de apoyo, de sustento. Pero la línea inicial de responsabilidad le pertenece a la
familia de esa mujer. Es su privilegio hacer eso ciertamente para una madre. Siempre me
anima cuando encuentro y conozco hijos que están apoyando a su madre viuda. Eso es
común en nuestra congregación. Muchos de ustedes. Conozco a varios de nuestros
ancianos cuyas madres viudas viven con ellos. Eso es muy común. Crecí en un hogar en
donde yo compartí mi habitación con mi abuela quien era viuda. No siempre me gustó
eso, pero tampoco siempre tuve la perspectiva correcta. Pero eso es algo honorable y ese
es el corazón de Dios, eso es compasivo y así debe ser.
Notará al final del versículo 4 que dice: “eso es aceptable delante de Dios,” en base al
quinto mandamiento de Éxodo 20:12. Es aceptable para Dios cuando los hijos honran a
sus padres. Y, como usted sabe, inclusive los paganos tienen este tipo de ley residual de
Dios en sus corazones caídos, ¿no es cierto? Leyendo de la cultura griega, fue la ley griega
del tiempo de Solón que los hijos y las hijas no sólo tenían la obligación moral, sino
también legal de apoyar a sus padres. Cualquiera que se rehusaba a cumplir con ese
deber, perdía sus derechos civiles. Esquines, el orador ateniense, dijo en uno de sus
discursos “¿y a quién es que nuestro dador de la ley condenó a silencio en la asamblea del
pueblo? ¿Y dónde es que él lo presenta claramente? Que se haga,” dice él, “un escrutinio
de oradores públicos en caso de que haya un orador en la asamblea de la gente que
golpea a su padre o madre o que descuide el mantenerlos o darles un hogar.” Fin de la
cita. Demóstenes dijo: “yo considero al hombre que descuida a sus padres como un
incrédulo en los dioses y alguien que odia a los dioses como también a los hombres.” Y
Filo habló del hecho de que aún las aves de mayor edad cuidan de sus padres porque les
enseñaron cómo volar. ¿Acaso los humanos deben hacer menos que eso?
Y tenemos una responsabilidad de cuidar de nuestros padres, especialmente aquellos que
son viudos. Quiero cerrar con una ilustración. Génesis 45, tan sólo una mirada breve a un
hombre llamado José. Pase ahí por un momento simplemente para tocar un par de
principios de este relato. Génesis 45, usted se acuerda que hubo un hambre en la tierra de
Canaán. José se ha convertido en el Primer Ministro de Egipto. Sus hermanos lo han
vendido a la esclavitud, lo querían matar, lo querían sacar de sus vidas porque él era el
favorito de su padre. Él sabe del hambre en su propia tierra y aquí está él como un hijo
amoroso, queriendo ayudar a su padre, quien está en necesidad desesperada. Entonces,
en el versículo 9 de Génesis 45, “Daos prisa, id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José:
Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas. Habitarás en la
tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y
tus vacas, y todo lo que tienes. Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de
hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes.” Y entonces
dice “estoy preocupado por ti, quiero que vengas aquí. Hay un hambre, te colocaré en
Gosén. Te alimentaré. Te voy a cuidar durante los cinco años de hambre, voy a cuidar de ti
como mi padre.”
Capítulo 46, versículo 16: “Todas las personas que vinieron con Jacob a Egipto,
procedentes de sus lomos, sin las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron
sesenta y seis. Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las
personas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta.” Aquí viene este
grupo inmenso y vienen para ser cuidados por un hijo que quería honrar a su padre en su
edad madura.
Capítulo 47, versículo 7: “También José introdujo a Jacob su padre, y lo presentó delante
de Faraón; y Jacob bendijo a Faraón.” Él lo llevó a conocer al Presidente. Él no sólo cuido
de sus necesidades financieras, sino que lo respeto y lo honró y lo llevó a una reunión
privilegiada con el faraón.
Versículo 27 del mismo capítulo 47: “Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de
Gosén; y tomaron posesión de ella, y se aumentaron, y se multiplicaron en gran manera. Y
vivió Jacob en la tierra de Egipto diecisiete años…” Diecisiete años. Después, él le dice a su
hijo: “voy a morir,” le da a su hijo instrucciones. En el capítulo 50, está la historia entera
del funeral de Jacob, la cual fue la manera en la que José lo honró.
Ahora, el punto de todo eso es este. Aquí está una ilustración de un hombre que honró a
sus padres en obediencia a la ley de Dios. Y eso es esencialmente lo que encontramos en
este texto: versículo 3 da un mandato general a apoyar a las viudas. El versículo 4 nos lleva
al hogar y dice que la responsabilidad de los hijos y los nietos cuidar de sus padres y
abuelos de una manera que es honorable.
Y podemos extender eso al hecho de que deben cuidar de todas esas mujeres en
necesidad especial dentro del rango de la familia. Y veremos eso desarrollándose en los
versículos que quedan. Dios tiene mucho más que decirnos, esto es simplemente una
introducción y estoy ansioso por ver cómo el Señor nos instruye de una manera que sea
aplicable a la vida de nuestra Iglesia en el tema de ser obediente a esta área.
Bueno, vamos a dejar la siguiente para la próxima vez. Oremos juntos.
Padre, estamos de nuevo agradecidos en esta mañana porque hemos sido llevados por Tu
Espíritu a la presencia misma del maestro de maestros del universo, Tú mismo. Y Tú nos
has enseñado palabras de Tus propios labios mediante la pluma inspirada de Pablo. Y Tú
has revelado Tu corazón compasivo hacia las viudas. Y el deseo que nosotros como iglesia
las apoyemos cuando realmente están privadas, cuando están solas. Y Tú nos has
recordado que en la familia demostramos nuestra piedad por la manera en la que
tratamos a nuestros padres, por cómo les devolvemos algo a aquellos que nos han dado
vida y sustento.
Ayúdanos Señor como individuos a vivir estos preceptos en nuestras propias familias y
como iglesia, el tomar la causa de aquellas que son viudas verdaderamente sin recursos,
sin familias que las apoyen y hacerlo con el gozo y el privilegio de representar Tu corazón
a favor de ellas. Gracias por esta instrucción Señor y sabemos que hay mucho más que
está por venir. Prepara nuestros corazones y a nuestra Iglesia para recibir y practicar
aquello que tienes para nosotros. Oramos en el nombre de nuestro querido Salvador.
Amén.
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Viudas en la iglesia, 2ª Parte


Escritura: 1 Timoteo 5:5–8

Código: 54–37
John MacArthur
Abramos nuestras Biblias en 1 Timoteo, capítulo 5 y continuemos con nuestra serie acerca
del cuidado de las viudas en la Iglesia, un tema muy vital y muy urgente.
Le mencioné la semana pasada que yo estoy convencido que nuestra sociedad, en la
actualidad, vamos a ver un gran incremento en el número de mujeres dependientes, el
número de mujeres que van a estar en una situación de necesidad profunda y para
quienes la Iglesia se va a convertir en el recurso primordial. Creo que estamos viendo hoy
una tragedia en nuestra sociedad.
Un escritor llamado George Grant lo llama “la feminización de la pobreza.” Y en un libro
muy interesante que escribió llamado Los Desposeídos, subtitulado La Falta de Hogar en
Estados Unidos, él tiene un capítulo provocativo acerca del efecto verdadero del
movimiento feminista. Ahora, usted sabe que el movimiento feminista tiene como su
principal objetivo la liberación de las mujeres. Lo que ha producido es la pobreza de las
mujeres en una seria, sería medida.
Una historia clásica sale del libro de George Grant. Y él escribe, y cito: “hasta hace ocho
años atrás, Kathy era un ama de casa tradicional. Se había dedicado a cultivar una vida
cómoda con su marido Jacob y su hijo Aarón. Durante 22 años, ella fue el modelo de una
esposa comprometida y que se preocupaba, una madre y ama de casa. Ella tenía una
buena vida. Pero después, un día, el mundo entero de Kathy se desmoronó. Su hijo Aarón
murió en un accidente automovilístico trágico y su esposo Jacob se volcó a la bebida para
encontrar consuelo. Ambos estábamos devastados, claro. Pero Jacobo simplemente nunca
pareció recuperarse. Él se hundió más y más en su propio pequeño mundo oscuro y
simplemente, me expulsó, ella me dijo. Nos volvimos extraños. Tres meses después del
accidente, Jacob vendió la pequeña empresa que vendía materiales eléctricos de la familia
y dos semanas después de eso, pidió el divorcio. Simplemente, no puedo creer lo que nos
estaba pasando, dijo Kathy. Tristeza sobre tristeza.
Pero esto no fue ni siquiera la mitad de lo que pasó. El juez le concedió a Kathy la mitad de
la propiedad, pero ella no pudo demostrar que Jacob tenía otros bienes más allá del
departamento en Brooklyn, que había sido su hogar durante 10 años. Él tenía un abogado
fantástico y pudieron proteger los bienes del negocio. “No recibí un centavo,” ella se
lamentó. Y debido a la ley de divorcio de Nueva York, no se me asignó pensión alimenticia.
Repentinamente, a los 43 años de edad, Kathy Tantebaum estaba sola. Ella no tenía
trabajo, no tenía historia laboral, no tenía contactos de trabajo, no tenía referencias de
trabajo, nada. Lo que le quedó después de la venta del departamento era menos de
$45,000. Pero después de que ella pagó la mitad de deudas que tenía, terminó con sólo
$39,000. Y eso era lo que ella tenía para comenzar una nueva vida.
Kathy inmediatamente se mudó a un pequeño departamento de un dormitorio y se fue a
trabajar como una mesera en un local de sándwiches de Brooklyn. Ella ganaba $900 al
mes incluyendo las propinas. Mientras tanto, Jacob había dejado de tomar, había
regresado al negocio de materiales eléctricos y se volvió a casar. Su ingreso anual regresó
a su nivel antes del divorcio, recibiendo casi $65,000 al año. Y él y su nueva joven esposa
compraron un hogar en los suburbios de Long Island. Tengo que admitir que me amargué
en este punto. Me amargué mucho. ¿Por qué es que él pudo simplemente levantarse y
seguir adelante como si nada le hubiera pasado? Simplemente, era algo que no podía
entender. Sí, en realidad, dijo ella, estaba amargada.
Después, ella comenzó a tomar para encontrar consuelo. Al principio, era un poquito en la
noche. Pero poco después, ya estaba tomando mucho. Cuando su trabajo comenzó a
resentirlo, Kathy buscó ayuda psiquiátrica. El doctor me dio algunos tranquilizantes y me
escuchó, pero nunca me dio nada tangible, él realmente no me ayudó en nada. Y
simplemente, decidí olvidarme de todo.
Conocí a Kathy en la clínica de Riverside, un centro de rehabilitación en la parte oeste de
Nueva York que se especializa en mujeres solas. Simplemente, me desperté un día en un
hotel de asistencia social y me di cuenta de que iba camino a convertirme en una de esas
mujeres que tenían una bolsa de compras. No tenía dinero, había perdido mi
departamento y mi trabajo. Era un desastre total. Y pensé ¿qué es lo que una niña
decente como yo está haciendo en un lugar como este?
En ese momento, decidí que iba a buscar la ayuda que necesitaba y que, de alguna
manera, iba a poder reconstruir mi vida. Ella se metió al programa de Riverside y comenzó
la tarea larga y ardua de regresar a la vida. Todavía estoy amargada y eso es algo con lo
que tengo que estar lidiando. Sé que fue mi propia responsabilidad lo que me metió en
problemas, el alcohol y todo eso. Sin embargo, me parece que las mujeres han terminado
mal. Hemos peleado tan duro por ser liberadas, por ser iguales y aquí estamos
descubriendo que la liberación únicamente nos ha traído más dolor y más sufrimiento.
Bueno, anhelaría que tan sólo hubiera sabido antes lo que sé ahora. Me siento usada.
Martin Latalia, el director de la clínica de Riverside me dijo, dice Grant, que de hecho
Kathy
había sido usada. “Cincuenta años atrás,” él dijo, “una situación como la de Kathy
simplemente no podría haber existido. Pero la revolución social que ha traído el
movimiento de mujeres llevó a equiparar nuestras instituciones y las expectativas a tal
grado que virtualmente todos los sistemas de apoyo social diseñados para proteger a las
mujeres fueron quitados. Usted casi podría decir que el feminismo, de hecho, ha resultado
peor.”
El punto que Grant presenta en esta sección de su libro es que, en lugar de liberar a las
mujeres, el movimiento feminista ha devastado literalmente a las mujeres. La economista
Silvia Ann Hewlett ha defendido en su crítica que rompe esquemas titulada Una Vida
Menor el mito de la liberación de las mujeres en Estados Unidos. Y dice, y cito: “las
mujeres estadounidenses modernas sufren una inmensa vulnerabilidad económica.
Tienen menos seguridad económica que la que tuvieron sus madres. Varios artículos y
libros han mostrado sin lugar a dudas que el feminismo ha hecho mucho más mal que
bien. Ha derribado a las estructuras familiares tradicionales. Ha contribuido a la
irresponsabilidad por todos lados. Ha disminuido la cortesía, el respeto y el compromiso.
Ha abierto una serie de problemas sociales incluyendo el empobrecimiento progresivo de
las mujeres mismas que supuestamente quería liberar.” Fin de la cita.
Ahora, para resumirlo, la evidencia de la feminización de la pobreza por todos lados viene
en algunas estadísticas. El 70% de las mujeres en la actualidad en la fuerza laboral trabajan
debido a necesidad económica. En la mayoría de los casos, son solteras, viudas o
divorciadas. Y en la mayoría de los casos, son pobres. El 77% de la pobreza de esta nación
es llevada por mujeres y sus hijos. El número de familias pobres liberadas por hombres ha
declinado en los últimos 15 años por más de 25%. Mientras tanto, el número de mujeres
que están a cargo de familias que están a nivel de la pobreza o menor, se ha incrementado
por casi 40%. De esta manera, una de cada tres familias dirigidas por mujeres es pobre
comparada con una en diez dirigida por hombres. Y una en diecinueve con dos padres.
El punto de todo esto es que usted sepa que, con la liberación de las mujeres, ha venido la
pobreza de las mujeres. Cuando usted tiene a la liberación de la mujer junto con la
liberación de todo el mundo del compromiso del matrimonio usted tiene a mujeres que
están siendo expulsadas de matrimonios y que dependen de sí mismas en todos lados. De
acuerdo con el treceavo reporte del concilio de asesores nacionales del presidente de la
oportunidad económica, y estoy citando: “si la proporción de los pobres entre las familias
encabezadas por mujeres continúa a la velocidad que está llevándose a cabo en este
momento, la población en pobreza estará constituida únicamente de mujeres y sus hijas
antes del año 2000.”
Las mujeres están siendo saqueadas. Están siendo dejadas solas, por lo tanto, no quieren
hijos. La única manera de enfrentar a hijos no deseados en una sociedad en donde están
buscando toda relación que puedan encontrar, es abortar a esos hijos. Y los centros de
control de enfermedades no dicen ahora que el aborto ha alcanzado el lugar en el que es
la sexta causa de muerte entre las enfermedades maternales. Y de acuerdo con la
publicación de mayo de 1985 de la publicación de obstetricia y ginecología, estiman que el
50% de las muertes relacionadas con el aborto no se reportan y, por lo tanto, es el doble
de lo que las estadísticas indican.
Las mujeres son víctimas del aborto de manera increíble, no sólo la muerte, abscesos
pélvicos, perforación del útero y otros órganos internos, complicaciones médicas en el
aborto incluyen esterilidad en tanto como el 25% de las mujeres que tienen abortos. La
hemorragia se lleva a cabo en el 10% que demanda transfusiones. Hepatitis viral,
laceración cervical, paros respiratorios cardíacos, insuficiencia renal aguda, émbolos de
líquido amniótico y así continúa.
El resultado de esto es que el cuidado médico para los hombres se ha incrementado en el
12% en los últimos años. El cuidado médico para las mujeres ha incrementado en casi el
30%. Entonces, lo que ahora tenemos es una población de mujeres en situaciones
extremas de carencia que se está incrementando, que tienen que estar a cargo de su vida
y la de su propia familia, ganarse la vida y cuidar de sus propias necesidades médicas. Y en
el proceso de hacer eso, pagar más dinero de lo que los hombres pagan para poder recibir
cuidado médico debido al problema del aborto. Ése es el costo del feminismo, la pérdida
de la salud, la pérdida de la estabilidad financiera, la pérdida del cuidado.
Desde el año 1960, el número de mujeres en la fuerza laboral se ha duplicado. El 45% de la
fuerza laboral entera de los Estados Unidos ahora es femenina y todavía ganan un
promedio de $10,000 al año menos que los hombres. Y, escuche esto, la mujer promedio
egresada de una universidad de cuatro años en la fuerza laboral gana la misma cantidad o
menos que un hombre que dejó la escuela secundaria.
Ahora, no estoy diciendo que eso esté bien, simplemente estoy diciendo que eso es un
hecho. Lo que ellas se han esforzado por tener, no lo han alcanzado. Y lo que ellas han
esperado tener, no lo han recibido. El demandar la igualdad ha tenido consecuencias
negativas. Los empleados no les pagan tanto a las mujeres debido a los costos de
guardería, debido a los gastos de maternidad y debido a las ausencias a causa de los niños
enfermos. Y el 45% de las mujeres en la fuerza laboral son solteras, divorciadas, separadas
o viudas. Y son la única persona que puede cuidar de sí mismas y de sus hijos.
Y la liberación de las mujeres y la igualdad de las mujeres, y todo el mundo está diciendo:
“cuida de ti, querida,” ha tenido consecuencias negativas. Añada a eso el sexo casual
recreativo y los hijos ilegítimos y el aborto, usted añade los divorcios en donde nadie tiene
la culpa, lo cual las deja sin ningún derecho a pensión alimenticia; y usted tiene la
feminización de la pobreza. Y las mujeres se han convertido en las víctimas de la segunda
gran farsa en la historia. La primera fue cuando la serpiente persuadió a Eva de que ella
necesitaba elevar de su vida y ser igual a Dios. La segunda es cuando la serpiente engañó a
la mujer al pensar que ella necesitaba elevar su vida y ser igual al hombre. Las mujeres
nunca serán iguales a los hombres, ni tampoco los hombres serán iguales a las mujeres.
Simplemente, son diferentes.
De acuerdo con Lenore Whitesman en su libro La Revolución del Divorcio, las
consecuencias sociales y económicas inesperadas para las mujeres y los hijos en Estados
Unidos, ella dice, y cito: “en promedio, las mujeres divorciadas y los hijos menores en sus
casas experimentan un 73% de declive en su estándar de vida en el primer año después
del divorcio.” Fin de la cita. Eso es devastador… 73% de declive. Mientras que los que eran
sus maridos, en el primer año después del divorcio, experimentan un 43% de incremento
en el estándar de vida. Él ha descargado todo su equipaje. Y ahora, en 1940, uno de cada
seis matrimonios terminó en divorcio. Cincuenta años después, la mitad de todos los
matrimonios terminan en divorcio.
Grant cierra este capítulo acerca de este tema en su libro al decir, y cito: “la pobreza en
Estados Unidos ha adoptado un rostro más y más femenino. Más y más mujeres que
nunca están cayéndose por lo huecos de la red de seguridad de la sociedad. Gran parte de
la causa de esta situación abominable debe ser colocada a los pies de los mismos
movimientos que buscaron liberar a las mujeres, el movimiento del aborto, el movimiento
de las carreras y el movimiento del divorcio en el que nadie tiene la culpa.
Mediante ellos, las estructuras que habían sido una vez establecidas en nuestro sistema
cultural, que estaban diseñadas para proteger a las mujeres han sido desmanteladas
sistemáticamente. La pobreza extrema e inclusive la falta de hogar se han vuelto
inevitables.” Y después, él dice esto: “la solución para la feminización de la pobreza y la
feminización de las mujeres que no tienen hogar en donde vivir, de esta manera no
depende de la promoción del feminismo. De hecho, no puede depender de eso. La
solución depende de la Iglesia. El cuidado de las mujeres atrapadas en las garras de la
pobreza y el no tener hogar, el abandono, la viudez y la aflicción, siempre es una señal
central de la devoción a Dios, porque Dios se preocupa tanto.” Fin de la cita.
La semana pasada dije esto, y lo vuelvo a decir: por diseño de Dios, las mujeres siempre
deben ser cuidadas. El que dijo: “querida, dependes de ti,” desafió el propósito y el plan
de Dios. Y lo que estoy diciendo en todo esto es que lo que estamos viendo es una
explosión continua de mujeres sin hogar, pobres, que están solas, que están necesitadas y
a quien nadie las apoya. Y la carga de todo esto va a llegar a los pies de la Iglesia
inicialmente porque si somos representantes de Dios en el mundo, entonces, necesitamos
representar la compasión de Dios hacia esas personas. Y Él se preocupa y también
nosotros debemos preocuparnos.
Como usted puede ver, cuando usted cree las mentiras y engaños de Satanás, usted nunca
recibe lo que se le prometió. Lo único que recibe es tragedia. Entonces Pablo,
escribiéndole a Timoteo y también a nosotros, ordena la responsabilidad de la Iglesia de
cuidar de las mujeres están solas que están en necesidad.
Recordemos la primera guía que él dio en el versículo 3. Observe su bosquejo y
simplemente vamos a ver el primer y segundo punto en esta mañana. La obligación de la
Iglesia consiste en apoyar a las viudas… El primer punto que él presenta, la obligación de
la Iglesia de apoyar a las viudas, viene en el versículo 3. “Honra …” La palabra honra
significa apoyar, no sólo respeto, sino apoyo financiero, todo tipo de apoyo… “Apoya a las
viudas.”
Usted recordará que le dije que la palabra viuda no significa necesariamente una mujer
que está sola debido a la muerte de su marido, únicamente significa una mujer que está
sola. Simplemente, está privada habiendo sufrido pérdida, habiendo sido robada. Es una
mujer sin marido, sea que lo perdió mediante la muerte o deserción o el divorcio o
separación o lo que fuera.
Entonces, dice, apoya a esas mujeres que están solas cuando están realmente solas. En
otras palabras, cuando son realmente viudas, no tienen medio de sustento. No significa
que usted debe apoyar a una mujer que tiene los recursos. Y hay algunas mujeres que se
han quedado solas, pueden tener lo suficiente para vivir, quizás tienen más de lo
suficiente para vivir. Estos no son los asuntos aquí. El asunto aquí es que esas mujeres que
son en verdad viudas, esto es viudas reales, que realmente están privadas, realmente
están solas, realmente no tienen apoyo, están en necesidad de cuidado. La primera
responsabilidad de la Iglesia entonces es apoyarlas. Cuando digo la Iglesia, no estoy
hablando de la Iglesia como una organización o estructura. Estoy hablando de usted y de
mí, nosotros tenemos esa responsabilidad. No es sólo nuestra responsabilidad votar para
hacer eso y sacar dinero de un presupuesto para hacer eso, es nuestra responsabilidad
como individuos el hacer eso, como veremos. Debemos apoyar a aquellas mujeres que
están en necesidad.
Ahora, aquí tenemos un segundo punto que es muy, muy urgente. Y es la obligación de la
Iglesia de evaluar la necesidad de la mujer de ese apoyo. ¿Cuántas de estos dos millones
de mujeres que tenemos por todo Estados Unidos que tienen necesidad, a cuántas de
ellas tenemos la responsabilidad de cuidar? Nosotros tenemos que tener cuidado con esta
administración y el Espíritu de Dios nos da los criterios mediante los cuales podemos
evaluar nuestra acción.
En primer lugar, la responsabilidad pertenece a la familia. Observe el versículo 4: “Pero si
alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su
propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante
de Dios.” Esto es, devolver apoyo a sus padres que los apoyaron cuando eran jóvenes. Eso
es bueno y agradable delante de Dios. Eso es lo que el quinto mandamiento demandó en
Éxodo 20, honra a tu padre y a tu madre. Y eso significa apoyarlos cuando ellos necesitan
eso.
Entonces, comienza en la familia. La familia de los hijos y nietos son responsables del
apoyo a una madre viuda. Así es como usted devuelve su deuda de amor. Así es como
usted demuestra su gratitud. Así es como usted muestra su piedad en el hogar. Así es
como usted obedece la Palabra de Dios. Así es como usted cumple el quinto
mandamiento. Así es como usted hace lo que es agradable al Señor.
Entonces, la responsabilidad comienza en la Iglesia. Pero comienza con el hijo individual o
el nieto en la Iglesia en el cuidado de su padre o abuelos. Entonces, lo primero que
sabemos es que la responsabilidad de apoyar a mujeres solas recae sobre los hijos de las
mujeres. Ahora, eso trata con un grupo de ellos, una categoría. Y somos responsables de
cuidar de ellas. Soy el responsable de cuidar, en caso de que enviude mi madre, de ella.
Esa es una obligación. O la madre de mi esposa, también. Ayudarla en el tiempo de su
necesidad si ella llegara a tener necesidad y dependiera de mi apoyo. Eso es lo primero
que él presenta como criterio. Si usted tiene una madre o abuela, es su responsabilidad.
Ahora, observe el versículo 5, y él profundiza un poco más en algunos de los criterios que
se relacionan con el apoyo de las viudas. Recuerde el versículo 3, sólo se nos demanda
apoyar a las viudas verdaderas. Solo la que realmente lo es. Versículo 4, o la que tienen
hijos o nietos, apoyándola. Esa es la primera línea de responsabilidad. Y ahí es donde
comienza el apoyo.
Ahora, él va a definir lo que es una verdadera viuda, la que en verdad lo es. La del
versículo 4 realmente no es una viuda en verdad. Ella tiene apoyo por parte de sus hijos o
nietos. Pero él dice en el versículo 5: “Mas la que en verdad es viuda …” Esto es, ella no
tiene hijos o nietos o no tiene hijos o nietos que estén dispuestos a cuidar de ella. Ella es
una mujer privada. “Y ha quedado sola,” añade.
Ahora estamos hablando de la mujer que no tiene estructura familiar. Este es el tipo de
mujer francamente que vamos a ver más y más en los días venideros. La mujer quien,
mediante relaciones sexuales casuales, mediante los matrimonios múltiples, realmente no
tiene relación íntima en absoluto. De hecho, aquellos que fueron parte en una ocasión de
su familia mediante el matrimonio, ahora han pasado a la siguiente esposa para darle su
afecto a ella y han dejado a esta sola. Este es el tipo de mujer que veremos en el futuro,
quizás, el tipo de mujer cuyos hijos fueron hijos ilegítimos o cuyos hijos la abandonaron
hace mucho tiempo atrás, al tipo de vida que el mundo dicta que ella viva y demás.
Entonces, aquí esta este tipo de mujer. O hay algunos casos en los que una mujer quizás
no tenga hijos o sus hijos se han ido al cielo o han muerto y se han ido al infierno. Quizás,
eran hijos incrédulos. O se han ido, lo que sea. Pero ella está sola. Ella no tiene hijos. Ella
es lo que el texto dice, que es una viuda en verdad. Que ha quedado sola. No tiene familia,
no tiene familia en el sentido de hijos y nietos.
El verbo aquí “ha quedado sola,” monoo, obtenemos la palabra mono que significa solo o
soltero, y está en el tiempo perfecto y significa una condición o estado continuos o
posición perdonar permanente de ser abandonado sin recursos. Entonces, cuando usted
se encuentra con esta mujer que es una viuda en verdad, que ha sido dejada totalmente
sin recursos, tenemos una responsabilidad para con ella.
Pero aquí están los criterios, ¿está listo para escuchar esto? Versículo 5: “Espera en Dios,”
ahora, el texto griego dice elpizo, el verbo ella tiene su esperanza fija en Dios. Ella ha fijado
su esperanza en Dios. Ese también es un tiempo perfecto. Ella no solamente está en una
situación continua de no tener medios, sino que está en una condición continua de
presentarse a Dios como su única esperanza. Su condición estable es una de soledad. Su
condición estable es una de esperanza en Dios.
¿Qué nos dice eso? Ella es cristiana. ¿Qué tipo de mujeres es responsable la Iglesia de
apoyar? Número uno, aquellas que no tienen hijos o nietos que estén apoyándolas. Dos,
una viuda que es una creyente. Una mujer sola que ha perdido a su marido, que es
creyente. Si nunca ha tenido un marido y es soltera, todavía está bajo el cuidado de su
padre. Ese es otro asunto.
Pero esta mujer es la mujer que no tiene a nadie que la cuide y que ha fijado su esperanza
en Dios. Ella confía en el Dios que ha prometido cuidar de las viudas, el Dios que se ha
encomendado a ella para que sea su apoyo cuando ella ya no tenga apoyo. Esto significa
que ella es una mujer cristiana. Sólo, ahora escuche esto, sólo para con estas mujeres la
Iglesia tiene esta responsabilidad especial. Podríamos escoger ayudar a mujeres no
cristianas, debemos ayudar a mujeres cristianas. Este es un mandato. Podríamos escoger
hacer bien a todos los hombres, especialmente a aquellos que son de la casa de la fe.
Tenemos la obligación de servir a la mujer cristiana que está sola. Ella busca a Dios para la
provisión de sus necesidades.
En base a la promesa de Dios de que Él cuida de las viudas, ella entiende la importancia de
Jeremías 29:11 en donde Dios dice: “que tus viudas confían en Mí.” Ella entiende la
historia maravillosa y hermosas de 1 Reyes, pase ahí por un momento, capítulo 17, la cual
da una ilustración del corazón de Dios hacia las viudas. Primera de Reyes 17, versículo 8:
“Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora
allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. Entonces él se
levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer
viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un
poco de agua en un vaso, para que beba. Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar,
y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.”
Él me parece un poco demandante, un poco cruel fuera del hecho de que todo esto está
bajo el plan de Dios. La viuda está recogiendo unas cuantas varas para poder tener un
poco de fuego. Y él le dice si podría darle algo de tomar, algo de comer. Ella no debate con
eso o discute con eso. Las mujeres siempre habían intercambiado su servicio por el
cuidado de los hombres. “Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios,” entonces, ella sabía quién
era él y que ella tenía que cuidar de él. “…Que no tengo pan cocido; solamente un puñado
de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños,
para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos
morir.”
Sólo nos queda un poco de provisión para hacer una comida muy sencilla que nos
comeremos y después, moriremos de malnutrición. “y Elías le dijo: No tengas temor; ve,
haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de
la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel
ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta
el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. Entonces ella fue e hizo como le
dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el
aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.” Él
dijo: “tú toma lo que tienes y dámelo; y Dios va a llenar eso diariamente y lo que tú
saques, va a ser rellenado milagrosamente. Y eso es exactamente lo que pasó.
El punto es que Dios cuida de las viudas. Un milagro realmente estupendo y de gracia a
favor de esta querida dama y la necesidad de su propia vida y la de su hijo. Ella era una
madre que estaba sola y Dios vino a rescatar a esta madre sola que confió en Él. Aquí está
una mujer en Sarepta que creyó en Dios. Ella tenía muy poco pero cuando se le dijo que
diera una porción de lo poco que tenía a Dios, se lo dio. Su esperanza estaba fija en Dios. Y
cuando el profeta dijo “si tu confías en Dios, Él va a seguir dándote,” ella vivió en esa
esperanza.
Entonces, aquí está el tipo de viuda que debe ser apoyada. Debemos ayudar a una mujer
que confía en Dios. Una mujer creyente, una mujer piadosa. Y su piedad es vista en la
siguiente frase: es diligente en súplicas y oraciones noche y día.
El hecho de que ella esperaba en Dios muestra que ella es una cristiana. El hecho de que
ella día y noche continúa en súplicas y oraciones muestra que es una cristiana
comprometida, una mujer piadosa. No sólo una mujer salva, sino una mujer piadosa.
Aparentemente, también podríamos concluir que este tipo de mujer realmente, no está
comprometida con volverse a casar. Ella está comprometida con Dios. Ella no está
comprometida con algún tipo de búsqueda para encontrar al siguiente hombre. Ella
simplemente está esperando en Dios, si eso es lo que Dios quiere, está bien, y si no, ella
está aceptando esto. Lo que Dios provea; ella es una mujer de virtud. Una mujer que ama
a Dios y una mujer que continúa en súplicas y oraciones noche y día, es una mujer que no
sólo ama a Dios, sino que tiene una relación continua, íntima con Él. Ella está
permaneciendo en Él, permaneciendo en petición y devoción constante ante el Señor.
Ahora, el medio continuo, simplemente todo el tiempo. Las súplicas, deesis, significa
peticiones. Y ella está pidiéndole a Dios por sus necesidades. Ella le está contando a Dios
de sus necesidades. Ella le está diciendo a Dios que Él es su proveedor, que ella depende
de Él. La palabra oración, esa es una palabra general. Significa comunión, adoración,
gratitud, alabanza.
Entonces, ella no sólo está rogando, ella no sólo está pidiendo, ella no está solo
suplicando. Ella está pidiendo por un lado y alabando por otro lado. Ella está deseando
por un lado y adorando por otro lado. Ella realmente camina y habla con el Dios viviente
con un corazón de esperanza y un corazón de confianza y un corazón de amor. Ella lo hace
de noche y de día. Esta es una frase muy judía. Me gustaría que tuviéramos tiempo de
rastrearla por el Nuevo Testamento. Simplemente, significa todo el tiempo, sea de noche
o de día. No significa 24 horas al día, todo el día, toda la noche. Simplemente, significa que
fuera del día o de noche, ella estaba pidiendo y ella estaba orando. Una mujer piadosa.
Esta es la que en verdad es viuda, que es digna del cuidado de la Iglesia, el cuidado del
cuerpo de Cristo. Este tipo de mujer es vista en Lucas capítulo 2. ¿Se acuerda de ella? Su
nombre fue Ana. Ella estuvo ahí en la dedicación del bebé Cristo, del niño Cristo cuando Él
fue traído al templo.
Lucas 2:36: “Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad
muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad,” ella se
habría casado muy, muy joven. Sin duda alguna, cuando era adolescente. Ella había vivido
siete años con su marido y su marido murió y nunca se apartó del templo. Sino que sirvió
a Dios con ayuno y oraciones. Ahí está de noche y de día. Ella tuvo el privilegio de estar ahí
cuando el Mesías mismo llegó y fue dedicado; y tuvo el privilegio de salir y hablar de Él a
todos los que esperaban la redención en Israel.
Aquí estaba una mujer que había perdido a su marido. Se había entregado a Dios, esta es
una mujer digna de apoyo. Si Dios quería darle un marido, estaba bien. Si Dios quería que
permaneciera soltera, estaba bien. Su corazón estaba entregado a Dios. Y ella, sí,
entregaba, derramaba su petición y sí, derramaba su súplica. Pero también con ello, su
alabanza, su gratitud y su adoración. Es ese tipo de mujer quien es una viuda que en
verdad lo es. La Iglesia debe cuidar de ella. Y cuando digo la Iglesia, de nuevo, no estoy
diciendo la institución. Es el individuo quien es la Iglesia. En lugar de llevarla a alguien más,
¿qué puede hacer usted? Usted es la Iglesia.
La Iglesia se convierte en el canal de la provisión de Dios para ese tipo de mujer. Y quiero
añadir que la idea aquí no es establecer algún estándar y decirle a la mujer “bueno, ahora
que eres viuda, si arreglas, si limpias tu vida espiritual, te vamos a apoyar.” La idea no es
aquí establecer criterios que ahora las mujeres traten de cumplir. La idea es identificar a
este tipo de mujer que ya honra a Dios y depende de Dios y vive en una relación íntima
con el Dios viviente. Y decimos: “este es el tipo de mujer que queremos apoyar.” La Iglesia
entonces se convierte en el canal para apoyar a ese tipo de mujeres.
No creo que seamos responsables de apoyar a todas las mujeres viudas, a todas las
mujeres solas, a todas las mujeres solteras, a todas las mujeres que son madres solteras
que están por todos lados que han perdido a sus maridos, que son pobres y están solas.
No creo que la Biblia diga que la Iglesia tiene la responsabilidad de apoyar a todas ellas,
porque en lo personal, creo que el texto es absolutamente claro cuando dice que las
viudas que son las que en verdad son viudas, deben ser honradas y la que en verdad es
viuda es la que es cristiana y está en una comunión piadosa con el Dios viviente. Esa es
nuestra responsabilidad. Nosotros podemos escoger ayudar a otras. Pero se nos manda a
cuidar de estas.
Y para mostrarle qué tan específico es, observe el versículo 6: “Pero,” por otro lado, es lo
que él quiere decir, es lo que eso significa, por otro lado, “la que,” esto es la mujer sola,
esa mujer soltera que ahora ha perdido a su marido, “se entrega a los placeres, viviendo
está muerta.” El griego dice ‘viviendo por el placer una que está muerta’. En otras
palabras, la que sale y vive para su propia comodidad y lo único que quiere es su propia
satisfacción y satisfacer sus propios deseos egoístas. Ella puede estar viviendo físicamente,
pero ella está muerta. ¿Cómo? Espiritualmente.
Hay mujeres así, no tienen familia, tienen que salir y ganarse la vida, pero no confían en
Dios para eso. No esperan en Dios para su guía. No dependen de Dios. No tienen un
corazón de devoción a Él. No lo aman, no dependen de Él. No tienen deseo alguno de
obedecerlo, sino que más bien, viven para el placer.
Ahora, ese término griego significa vivir sensualmente. Algunos lo han traducido. Es un
verbo muy raro, spatalao, significa hundirse en disipación. Significa llevar una vida de
placer abierto. La palabra abierto significa sin considerar lo que es correcto. Llevar una
vida de placer sin pensar lo que está bien o lo que está mal. Leía ayer en la revista
Newsweek acerca de la muerte de una mujer llamada María, quien murió una muerte
horrenda, absolutamente aterradora, de sida. Y mientras que ella estaba muriendo
preguntándose por qué le podía pasar esto a una persona tan decente como ella, a lo
largo del artículo, el tono entero del artículo era decir que esta mujer era una mujer tan
maravillosa, cómo podía estar pasando esto. Y todo el mundo estaba llorando por una
muerte tan terrible. Y el fondo de la historia era que era tan difícil para ella y para su
amante Ricky enfrentar esto. Bueno, cualquier persona que haya tenido un amante debe
agradecerle a Dios porque no hayan muerto de una manera peor.
Y el artículo continuaba diciendo que lo que realmente encontraron era que ella contrajo
sida porque solía tener relaciones con un drogadicto. Una mujer decente. ¿Esta es la
mujer de virtud que es una víctima del sida? Créanme, ‘vuestro pecado os alcanzará’. Esta
es una mujer de virtud en el Estados Unidos del siglo XX, una pobre víctima. Siento pena
por ella. Me da tristeza por ella. No estoy diciendo que no lo siento. Me da tristeza por ella
eternamente. Pero quiero decirle que es vivir en el paraíso de un necio cuando usted
piensa que puede vivir como usted quiera y después, preguntarse por qué todo sale tan
mal. Pero cuando usted tiene una mujer que escoge su soltería y ella estaba casada, esta
María, y ella escoge vivir abandonándose al placer, ella está espiritualmente muerta
mientras que está viva. Y la implicación aquí es que usted no tiene derecho alguno,
privilegio alguno u oportunidad alguna o responsabilidad alguna con respecto a sus
necesidades de proveer ayuda alguna. No a esa mujer.
¿Por qué? Hay un sentido en el que usted debe dejarlas a la merced de la consecuencia de
su propio pecado. Usted no debe aliviar la consecuencia de lo que Dios ha traído a su
propia vida, la consecuencia puede llevarlas a una desesperación que se convierta en
arrepentimiento. El término aquí, hundirse en disipación, vive una vida de placer abierto,
vive en placer, lo que sea, da una idea de abandono a la comodidad, a la satisfacción del
placer personal, del egoísmo. Es usada en Ezequiel 16, versículo 49 en la Septuaginta, la
cual es una traducción griega del Antiguo Testamento y ahí es traducida “comodidad sin
cuidado.” Significa sensualidad sin freno. Esto describe a la mujer soltera no regenerada
típica en la actualidad que ha perdido a su marido de una u otra manera y ella
simplemente está ahí brincando de hombre a hombre, de cama en cama, haciendo lo que
quiere hacer. Mundana, satisfaciendo sus deseos personales. Ella está físicamente viva,
pero está espiritualmente muerta. Ella no puede demandar nada de la Iglesia, no puede
demandar algo de la Iglesia individualmente o como institución.
Ahora, es probable debido al contexto aquí, que había mujeres como ésta en esta Iglesia,
que cuando su marido estaba con ellas, ellas estaban activas en la Iglesia. Cuando el
marido murió o cuando el marido desapareció, se metieron en ese tipo de estilo de vida.
Fuera cual fuere su involucramiento pasado en la Iglesia, lo dejaron. Eran la tierra
pedregosa en donde la planta creció por un tiempo y después, murió. Eran el terreno de
arbustos en donde creció por un tiempo y después, fue ahogado por el amor y el deseo de
la lujuria y los placeres de este mundo. Para esa mujer, la Iglesia no necesita proveer nada.
Ella necesita ser entregada a las consecuencias de sus propias decisiones.
Y entonces, no creo que la Iglesia tenga la obligación según la Palabra de Dios de estar por
todos lados ayudando a mujeres impías para que sigan viviendo su vida impía. Pero creo
que tenemos la obligación que Dios nos ha dado de mostrar Su compasión hacia aquellas
que son obedientes y puras que están en necesidad, pero cuyos corazones están
entregados a Dios y cuya vida se caracteriza por la obediencia y la oración. Y no el otro
tipo.
Recuerdo a una pareja en nuestra Iglesia, muy activa en nuestra Iglesia, muy activa. El
marido murió trágicamente y la mujer simplemente, de manera inmediata, se entregó a
un placer abierto. Y algunas personas me preguntaron en ese entonces qué íbamos a
hacer con eso. Y yo ni siquiera sabía lo que 1 Timoteo enseñaba en profundidad como lo
sé ahora, pero yo dije ‘no creo que debamos hacer nada. No creo que tengamos la
obligación de apoyar a una persona que ha escogido apartarse de las cosas de Dios.’ Sí, la
Iglesia es responsable de cuidar de mujeres, claro, si las mujeres son responsables de ser
dignas de ser cuidadas. Ambos lados.
Pablo ni siquiera lo manda, es tan obvio en el versículo 6. Él simplemente lo afirma. Las
que viven en placer están muertas mientras que viven. Él no dice no las apoyen, eso es
obvio. No vamos a apoyar a gente espiritualmente muerta. No usamos recursos del Reino
para hacer eso.
Hay un sentido en el que, y quiero que usted entienda esto, no quiero ser cruel al decirlo,
hay un sentido en el que el sistema miserable entero del mundo del hombre tiene una
consecuencia integrada en sus desviaciones. ¿Entiende usted eso? La gente todo el mundo
me pregunta si creo que el sida es un juicio de Dios. Claro que es un juicio de Dios, claro
que lo es. Eso es obvio. Es un resultado del pecado. No toda persona que lo tiene merece
tenerlo, pero ha venido como resultado del pecado del hombre.
¿Crees que la pobreza es el resultado del pecado? Sí, la feminización de la pobreza es un
resultado de la pelea en contra de la manera en la que Dios diseñó que las mujeres y los
hombres vivieran. Y las consecuencias están incorporadas en ello. Usted no tiene que ir en
contra de eso. Usted no tiene que ir en contra del feminismo. Usted no me ve en contra
del feminismo, marchando ahí en las calles, llevando pancartas, escribiendo libros
luchando contra el feminismo.
¿Por qué? Porque en cualquier desviación de la verdad de Dios se encuentran
incorporadas las semillas de su propia destrucción. Todas están ahí. Entonces, usted
simplemente sigue moviéndose por el camino de la verdad bíblica y la verdad divina. Y la
Iglesia no necesita pelear por todas las causas y todos los problemas, necesita enseñar la
Palabra de Dios y asegurarse de que cuando apoya a los que están en necesidad, los que
apoya son dignos de apoyo. Y los que no son dignos de apoyo, se quedan sin apoyo para
que puedan enfrentar la consecuencia de su propio pecado. Y tenemos la esperanza de
que, en su propia miseria, serán llevados al conocimiento de Jesucristo.
Observe el versículo 7: “manda también estas cosas para que sean irreprensibles.” ¿Cuáles
son estas cosas? Todo lo que él ha dicho desde el versículo 3. Tu mándale esto a tu
congregación, Timoteo. Para que ellos sean irreprensibles, sean las familias que deben
apoyar a las viudas o sean las viudas que deben vivir vidas piadosas. Esta incluyendo a
todo el mundo. Toda persona involucrada debe ser irreprensible. La Iglesia debe ser
irreprensible. La Iglesia debe ser un modelo de virtud en esta área, sin dar lugar de
manera legítima a una acusación que sea explotada por los críticos. Francamente, la
reputación de la Iglesia está en juego en este asunto.
Y creo que quizás usted cree que yo hago esto, pero esto me cautiva tanto. Millones de
millones de millones de millones de dólares en el nombre del cristianismo están siendo
invertidos en monumentos a hombres que han sido exaltados de manera excesiva y hay
muchísimas personas con necesidades profundas cuyas necesidades no son satisfechas,
mientras que nosotros acolchonamos nuestros bolsillos construyendo nuestras
Disneylandias cuasi cristianas evangélicas en donde podemos entretener de manera
excesiva a nuestros santos que ya son entretenidos de manera excesiva. Y usted y yo
tenemos que ser cuidadosos, quizás estamos edificando nuestra propia Disneylandia
pequeña también, con todas nuestras pequeñas comodidades mundanas.
¿Puede percibir lo que el mundo ve cuando ve al cristianismo y ve a todas estas personas
con sus relojes de oro Rolex y sus Rolls Royce y acumulaciones masivas de riqueza e
imperios inmensos y todo esto, mientras que hay gente en necesidad, inclusive la gente
que de alguna manera se identifica con la Iglesia, pero nunca parece recibir ningún
beneficio? Lo único que reciben es el privilegio de pagar por todo lo que estas personas
disfrutan de manera excesiva. ¿Cuándo es que la Iglesia respalda? Pienso en el hecho de
que cuando construimos y amueblamos este auditorio por $750,000 y cada vez que se me
da la oportunidad, le digo a la gente eso. No lo pueden creer. Pero usted tampoco ve
mucho inmobiliario santo colgado por todos lados. Bueno, lo único que queríamos era un
lugar para oír la Palabra de Dios, no queríamos gastar una fortuna en el ambiente.
Preferimos entregar nuestros recursos para la gente. Me va a dar mucho gusto cuando
terminemos esto con el balcón por allá y el edificio para estudios se acabe porque creo
que los años futuros de la Iglesia van a demandar que nuestros dólares, después de que
Dios nos haya permitido construir las instalaciones aquí para hacer el trabajo, vamos a
comenzar a tocar las vidas de personas en necesidad; y ya inclusive estamos haciendo eso
ahora.
Pero Pablo dice en el versículo 7 que la reputación de la Iglesia está en juego y si Iglesia va
a ser irreprensible, entonces más vale que estés mandando estas cosas todo el tiempo.
Dile a tu congregación que son responsables de cuidar de las viudas, viudas que son en
verdad viudas, esto es sin apoyo y que son piadosas y que caminan con el Señor, han
manifestado su dependencia y esperanza en Él mediante una vida de oración. Si la Iglesia
es cuidadosa y hace estas distinciones y apoya a estas mujeres, va a estar por encima de la
crítica y ganará una reputación maravillosa.
Versículo 8, y él concluye su segundo punto con esta afirmación. Este es un versículo muy
conocido. “Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa,
oikos, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” Esa es una de las afirmaciones más
fuertes de toda la Biblia. Usted dice que no cree que un cristiano pueda ser peor que un
incrédulo. Sí, puede ser. En términos de la expresión aquí, usted es peor que un incrédulo
si usted no cuida de los suyos.
Ahora, ¿que está diciendo él aquí? No se divide el pensamiento. El término porque
continúa con el flujo. La división viene en el versículo 9; y vamos a retomar eso la próxima
semana. Pero él afirma en el versículo 8 negativamente lo que dijo en el versículo 4 de
manera positiva. En el versículo 4 él dijo, en primer lugar, los hijos cuiden de sus padres.
Ahora, en el versículo 8 él dice que si no lo hacen son peores que un incrédulo.
Pero él aquí va más allá de los padres y nos da más criterios para evaluar nuestra
responsabilidad. El hecho de que lo dijo en el versículo 4 de manera positiva y ahora lo
dice en el versículo 8 de manera negativa me lleva a creer que hubo muchas violaciones
de esto en Éfeso. Y el nivel de la exasperación de Pablo estaba subiendo y subiendo
porque tantas personas estaban violando la ética bíblica hacia las mujeres en necesidad.
Entonces, él dice “si alguno no provee para los de su casa,” y es una condición de primera
clase y significa, afirma un hecho, entonces, podría ser traducido: cuando alguno de
ustedes no provee para su familia o debido a que algunos de ustedes no están
proveyendo para tu familia, es una afirmación muy simple de una realidad. Si no proveen,
y eso es pronoeo, pensar por adelantado, planear por adelantado, cuidar de alguien,
pensar en ayudar, si no están planeando como parte de su vida el cuidado de los suyos, los
suyos ¿qué? Sus propias viudas.
Ahora, ¿qué quiere decir con sus propias viudas? Eso es muy vago y deliberadamente es
vago porque no se refiere a alguien dentro de su familia, no específicamente. Si no es
debido a lo que viene después. Bueno, en su círculo de relaciones quizás su pariente,
quizás sus amigos, quizás sus vecinos, quizás sus conocidos, cualquier persona relacionada
en la vida mediante usted sea en su casa o en otra casa, es deliberadamente vago. Y de
nuevo, no es cuestión de que la Iglesia organizada lo haga. Es cuestión de que un creyente
lo haga. Y muchas personas vienen y dicen que la Iglesia debe ayudar a esta dama,
necesita $200. ¿Por qué es que la Iglesia no puede ayudarla? Bueno, queremos hacer lo
que podamos, pero si usted me dice que yo tengo la responsabilidad, entonces yo le voy a
responder “¿por qué no la puede ayudar usted?” Y si usted me dice que no la puede
ayudar porque usted no tiene nada tampoco, entonces vamos a ayudarles a ambos con
gusto. Pero no venga y espere que la Iglesia haga lo que usted no quiere hacer. Esa no es
la idea. ¿Quién cree usted que es la Iglesia? Si usted tiene una carga por alguien, entonces
la responsabilidad está con usted en hacerlo que usted pueda porque esa carga sea
aliviada.
Entonces, en primer lugar, si usted no provee para los suyos, esto es las viudas que están
en su red de relaciones, las mujeres solas que usted conoce y especialmente los de su
propia familia. Entonces, la primera frase va más allá de la familia, especialmente los de su
propia casa, su propia familia. Él dice que, si usted no ayuda a los que conoce y
especialmente a los de su propia familia, sus propios padres o abuelos o su tía o su
hermana, o sea quien sea que esté cerca de usted, si usted no ayuda a aquellos con toda
persona con la que usted tiene relaciones, que de alguna manera pertenece a usted como
un amigo o conocido, usted es culpable de dos cosas.
Vea la primera: usted ha negado la fe. Ahora, él no quiere decir que personalmente usted
ha perdido su fe personal en Dios. Él no quiere decir eso. Él no está juzgando su alma. Lo
que él quiere decir es que usted niega el principio bíblico de amor compasivo que está en
el centro mismo de la fe cristiana. Porque de tal manera amo Dios al mundo que Él ¿qué?
Dio. Y este es el corazón de la fe cristiana. El amor de Cristo es derramado en nuestros
corazones, Romanos 5:5. “Por estos sabrán todos los hombres que sois Mis discípulos,
porque os amáis unos a otros.” Pablo escribe a los tesalonicenses y dice que no tienen
necesidad que un hombre les enseñe a amar, son enseñados por Dios a amarse el uno al
otro. El corazón de la fe cristiana es amor compasivo, cuidado compasivo, apoyo
compasivo. El cristianismo en su núcleo mismo es eso.
Y entonces, si usted tiene viudas en su red de relaciones o mujeres solas que están solas
sin recursos y particularmente en su propia familia, y usted no las apoya, usted ha negado
el corazón de la fe cristiana. No me importa lo demás que esté haciendo. No me importa a
cuántos estudios bíblicos usted esté asistiendo. No me importa a cuántos estudios bíblicos
esté enseñando o a cuántas clases asista o cuántas canciones esté cantando. La vida en su
unidad básica es un acto de amor hacia alguien en necesidad.
Entonces, en primer lugar, ha negado la fe. Y si usted ha negado la fe, en segundo lugar, es
peor que un incrédulo. En la práctica usted ha negado la fe. En la práctica, usted se ve
peor que un incrédulo. ¿Por qué? Porque la mayoría de los incrédulos cuida de los suyos.
Digo, la mayoría de los paganos sabe eso. Y la mayoría de los incrédulos no tiene ni idea
de la obligación de amor que Dios ha dado. Simplemente, lo hacen de manera natural.
Y la mayoría de los incrédulos no tiene el modelo real que seguir debido a que no conocen
a Cristo. Y la mayoría de los incrédulos, obviamente, todos los incrédulos no tienen el
poder de amar que nosotros tenemos. Entonces, tenemos el mandato, tenemos el modelo
y tenemos el poder. Y si no llegamos al nivel de un incrédulo al cuidar de alguien en
necesidad, entonces somos peores que ellos. Ese es el punto. Inclusive los paganos
reverencian a sus ancestros y adoran a sus ancianos. Y el cristiano que cae por debajo de
ese estándar básico de provisión amorosa tiene que ser más culpado que cualquier otra
persona debido a lo que él conoce, debido al mandato que lo obliga y el amor que él
posee.
Entonces, Pablo dice, para comenzar tienen una obligación de honrar a las viudas con su
apoyo y tienen la obligación de evaluar a las viudas que están considerando apoyar para
asegurarse de que cumplan con los criterios, esto es que no tengan fuente de apoyo
personal, que no tengan medios de cuidado, no tienen a nadie que provea para ellas. No
hay nada aquí que diga que deben proveer para sí mismas, que salgan y hagan lo que
quieran. Pero si alguien les ha dejado algo de provisión o se les han dejado recursos que
son adecuados para que vivan o lo que fuere, no necesitan cuidar de ellas. Pero si no
tienen recursos, si son cristianas y si están profundamente comprometidas con caminar
con Dios, son su responsabilidad. Comienza con usted.
Para concluir con esto, veamos Juan 19. Y esta es una ilustración apropiada para concluir
en esta mañana. En Juan 19, Jesús está colgando en la cruz. Esta cerca de la muerte, ahí lo
encontramos. Y ahí reunidos a los pies de la cruz están Su madre y la hermana de Su
madre, quien era Salomé y María, la esposa de Cleofás y María Magdalena. En el versículo
26: “cuando Jesús por lo tanto vio a su madre y al discípulo de pie a quien Él amaba,” ese
es Juan, el escritor de este Evangelio quien nunca usa su propio nombre, sino que siempre
se llama a sí mismo el discípulo a quien Dios amaba, “Él le dijo a Su madre: “mujer, he aquí
tu hijo.” Él estaba llamando la atención de ella a Juan, porque Él entonces le dijo al
discípulo: “mira, he aquí tu madre.”
“Y a partir de esa hora, el discípulo la tomó en su propia casa.” Literalmente, para sí
mismo. Ella se volvió suya. ¿Por qué? Porque las mujeres debían ser cuidadas. Jesús no
dijo en la cruz: “mamá, consíguete un trabajo”.
Quiero que entienda esto. Juan era el hijo de Salomé, Salomé probablemente era la
hermana de María y entonces, Juan era sobrino de María. Juan, el amado. Juan, el tierno.
Pero Juan, el fuerte también. Es a él a quien Jesús encarga a Su madre. ¿Por qué? Hace
mucho que José murió. Él ha desaparecido de las páginas del registro de los Evangelios. Y
María estaba sola, sin marido. Ella ahora había perdido al Hijo de su amor, el Hijo de la
promesa, el Hijo del nacimiento virginal, el Mesías, el Cristo que nació de ella. Ella
únicamente se quedó con los hermanos incrédulos del Señor. Sin duda alguna, ella no
quería estar bajo el cuidado de esos hermanos incrédulos.
Y entonces, en compasión amorosa, Jesús la encarga al cuidado de Juan. Y Juan a cuidar de
ella. Y quiero que sepa esto, esto nos dice algo absolutamente monumental acerca de la
importancia de lo que estamos aprendiendo. Jesús, colgando en una cruz, sólo les habló a
dos individuos: uno fue un criminal miserable vil colgado junto a Él, un ladrón, un pecador
que iba camino al infierno a quien Jesús perdonó y lo llevó al cielo.
El otro individuo fue Su madre viuda y se aseguró del cuidado de ella. Nada, y escuche
esto con cuidado, nada revela más el corazón de Dios que cuando Jesucristo está
muriendo en la cruz llevando los pecados del mundo entero, reuniendo a toda la
eternidad pasada y futura en un gran clímax redentor. Y en medio de esto, las dos cosas
que le preocupan son la salvación de un pecador y el cuidado de una viuda. Muy
importante… Muy importante. Ahí está el corazón de Dios, un corazón de compasión por
los pecadores y aquellas mujeres en necesidad.
Cuando Jesús le dijo “mujer”, Él dijo mujer porque Él no quiso decir “madre” y hundir en
mayor profundidad la espada en el corazón de ella. Él no quería decir madre, porque a
partir de ahora Él iba a ser el Salvador de ella, no realmente su hijo. Ella debía estar
relacionada con Él espiritualmente, no físicamente. Y aunque Él estaba llevando a cabo la
obra más intensa, más inconcebible jamás realizada, Él nunca perdió la atención del
corazón compasivo, el corazón mismo de Dios, el pulso, el latir de Dios de cuidar de una
viuda.
Ahora, eso le dice a usted algo muy importante. La Iglesia no sólo debe estar involucrada
en redimir, en ver la redención de pecadores, sino ver el apoyo de las mujeres que están
solas. Nuestra sociedad ha mentido y nos ha engañado con respecto al cuidado de las
mujeres al punto en el que inclusive en la Iglesia ha creído esto. Y lo vuelvo a decir: el
engaño se encuentra incorporado en las semillas de su propia destrucción. Y
permanecemos firmes en la Palabra de Dios. ¿Qué significa todo eso? Significa que
tenemos la obligación de cuidar de aquellas mujeres solas que han sufrido pérdida.
En primer lugar, en nuestras propias familias. En la red de nuestras propias amistades,
nuestra propia casa. Y si no existe una casa así, sino hay un lugar así, entonces
colectivamente como cuerpo de iglesia, proveemos recursos para mujeres así. Pero que
comience con nosotros como individuos. No hay Iglesia más que usted y yo. No podemos
hacer colectivamente lo que no haremos individualmente. La responsabilidad es nuestra.
Padre, de nuevo Te confesamos que estas cosas algunas veces son difíciles de oír, porque
somos egoístas. Estamos preocupados con nuestros propios deseos personales. Nosotros
resistimos involucrarnos en las complejidades de las personas con necesidades.
Perdónanos, perdóname. Haznos fieles en tener el corazón de Cristo, quien al llevar los
pecados del mundo y lograr algo tan monumental estuvo preocupado por dónde dormiría
su madre esa noche y dónde ella recibiría su próxima comida. Por aquellas mujeres
queridas que lo habían seguido y Él había provisto para ellas. Ayúdanos a llevar la causa de
Cristo, a proveer para mujeres en necesidad. Hay tanto más que aprender. Abre nuestros
corazones a todo lo que quieres enseñarnos y haznos fieles en obedecerlo, en el nombre
de Cristo. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Viudas en la iglesia, 3ª Parte


Escritura: 1 Timoteo 5:9–10

Código: 54–38
John MacArthur
Abramos nuestras Biblias esta mañana en 1 Timoteo, capítulo 5. Hay un sentido en el que
lamento que este fin de semana sea el fin de semana de Acción de Gracias, porque tanta
gente está afuera. Me atrevería a decir que un cuarto de nuestra congregación en este
servicio está ausente, simplemente viéndolos. Me encantaría que todo el mundo estuviera
aquí para esta porción en particular, pero quizás puede animar a la gente a que consiga la
grabación y se ponga al día para escuchar esta sección vital de la epístola de Pablo al joven
Timoteo.
Estamos estudiando el capítulo 5, versículos 3 al 16; y el tema, el cuidado de las viudas en
la Iglesia. Ahora, lo que hemos aprendido hasta ahora y que hemos enfatizado y re
enfatizado es que Dios ha diseñado que las mujeres que las mujeres sean cuidadas por los
hombres, sea por sus padres o por sus maridos o por algún hombre en su casa que provee
para ellas. Dios diseñó que las mujeres fueran cuidadas por los hombres para que
estuvieran libres para cumplir con su deber diseñado por Dios de servir a ambos, a tanto la
familia como al Señor mismo.
Pedro instruye a todo marido cristiano con una responsabilidad muy básica. Él dice esto
en 1 Pedro 3:7: “así mismo vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como vaso
más frágil.” Dios ha diseñado a las mujeres de tal manera que sean cuidadas por los
hombres. La idea de vaso más frágil es para enfatizar su necesidad de protección,
provisión y cuidado que debe ser ofrecido y sustentado por los hombres. Pedro añade que
la virtud de la mujer se encierra en ser, y cito “con un espíritu amable y apacible, sumisa y
llamando a su marido señor.” Y de nuevo lo digo, Dios ha diseñado que una mujer esté
bajo el cuidado, protección y provisión de un hombre.
Ahora, claro, en muchas maneras, ella trae la fortaleza interna al matrimonio y él trae la
fortaleza externa. Él provee a un nivel superficial en un sentido, ella provea a un nivel muy
profundo. Como lo aprendemos en el capítulo 2, versículo 15, su función prioritaria es
proveer influencia al desarrollar la vida de los hijos. Todos reconocemos que los hijos son
un producto de las influencias, primordialmente, de su madre. En estos primeros años de
relación íntima, si de hecho una mujer proveer eso en esos primeros años. Entonces, Dios
ha diseñado que las mujeres sean el objeto de cuidado especial de los hombres a quienes
se les da esa responsabilidad.
No obstante, es interesante que en la sociedad actual tenemos una negación constante y
más bien esparcida de las mujeres como el vaso más frágil. Tenemos una negación de las
mujeres como aquellas que deben ser protegidas, provistas y cuidadas. Y el gran énfasis
en la actualidad es que una mujer viva por sí sola, que sea independiente, que salga de ese
cuidado. Compartí con usted la semana pasada el efecto neto de esa manera de pensar
que consiste en darle ya a maridos que ya de por sí no son amables, y no apoyan y no son
fieles a sus mujeres, darles a ellos más libertad porque ahora a las mujeres se les está
retirando todo tipo de apoyo. Y así los hombres tienen más libertad de hacer lo que
quieren. Y eso con frecuencia resulta en que ellos traten a las mujeres de una manera
injusta, no amable. Y ciertamente, una manera no bíblica.
Las mujeres necesitan protección. Y cuando la sociedad destruye la idea de la protección
masculina para las mujeres, deja a las mujeres desnudas, por así decirlo. Y las dejan a
merced de cualquier efecto que puedan enfrentar en cualquier cultura dada.
En las Escrituras, por ejemplo, encontramos en 1 Corintios capítulo 7 una explicación
interesante que habla de la necesidad de un padre o de la realidad de que un padre
proteja a su hija. Dice en 1 Corintios 7, simplemente leyendo del 36 al 38, “Pero si alguno
piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea,
haga lo que quiera, no peca; que se case.”
Ahora, ese es un versículo interesante que tiene que ver con un padre que tiene una hija,
ella es una hija virgen y las Escrituras dicen que ella ya ha llegado a la edad de que es una
mujer. Y si debe ser, esto es si es necesario para ella, por la manera en que Dios la ha
diseñado, el casarse, entonces, él no peca si deja que ella se case. Ahora, detrás de la
escena está un padre que quiere criar a una hija piadosa. En algún punto, a lo largo del
proceso, él dice: “bueno, quiero que dediques tu vida al Señor.” Mientras que ella es
joven, ella dice: “voy a entregarte mi vida entera.” Ella en cierta manera, hace un voto de
castidad, por así decirlo, para servir a Dios.
Más adelante, se convierte en una mujer, se da cuenta que ella no está diseñada para
cumplir ese voto, necesita un hombre. Anhela un hombre. Y entonces, el padre está
diciendo: “bueno, ¿tengo el derecho después de haber hecho ese pacto, esa promesa, de
dejarla entonces que se case? ¿No estoy rompiendo ese voto?” Y las Escrituras dicen: “no,
si quieres dejarla que se case, y debe ser así,” en otras palabras, si así es como ella ha sido
diseñada, entonces no pecas, deja que se case.
La idea es que el padre hizo un voto para que su hija sirviera al Señor. Él tenía una buena
intención, él quería que ella usara su vida de esa manera. Pero si ella insiste en ese
matrimonio y ella está diseñada para ese matrimonio, entonces él debe permitirle a ella
hacer eso.
Lo que quiero que observe aquí es que esta hija, hasta que alcanza la edad de casarse,
está bajo la dirección de su padre. Está implícito aquí que el padre tiene que tomar esa
decisión acerca de si ella puede casarse o no. Ahora, cuando yo me casé, esa era una
realidad bastante seria. Y era algo estándar, así como hace algunos años atrás, cuando yo
me casé, hace unos 20 años atrás, cuando usted iba al padre y usted le pedía permiso para
que la hija se pudiera casar, porque la hija de manera clara estaba bajo el cuidado del
padre. Eso realmente es el reflejo de un patrón bíblico.
Inclusive en este texto, más adelante hay otras indicaciones de ese mismo tipo de
perspectiva. Que una mujer estaba bajo el cuidado de su padre, si es que ella no estaba
bajo el cuidado de su marido. Simplemente, una verdad bíblica básica. Ella permanecía
bajo el cuidado del padre hasta que el padre le entregaba en matrimonio. La idea de una
mujer que llegaba a los 19 años de edad que salía y vivía por sí sola viviendo de manera
independiente de cualquier tipo de apoyo masculino, no es algo que se presente en la
enseñanza bíblica. No estoy diciendo que en todo caso es malo, simplemente estoy
diciendo que no es parte de la cultura bíblica, en donde una mujer siempre era protegida
por su padre hasta que ella era protegida por su marido.
Ahora, si ella había perdido a su marido mediante la deserción, el divorcio o la muerte,
ella entonces de manera natural buscaba una protección. Y alguien tenía que venir a
ayudarle como el vaso más frágil para asegurarse de que ella recibiera el cuidado
apropiado, no fuera que ella terminara viviendo por sí sola. Dependiendo de sí misma.
¡Cuán lejos está lo de la promoción de lo que se presenta en la actualidad! Esa es la razón
por la que Dios tiene esta compasión tremenda hacia las viudas, diseñó a las mujeres
como vasos más frágiles para que fueran protegidas. Y cuando ellas quedan desprotegidas
mediante el divorcio, deserción, mediante la muerte de un marido. Y cuando terminan
dependiendo de sí mismas mediante estas circunstancias, se vuelven el objeto especial del
cuidado de Dios.
Y entonces, cuando Pablo le escribe a Timoteo, él le da esta instrucción tremenda para
que sepan cómo estas mujeres deben ser cuidadas, porque la Iglesia es un reflejo del
corazón de Dios. La Iglesia tiene una gran responsabilidad con respecto a las mujeres que
quedan solas mediante la pérdida de un marido. Y así como el Señor es el protector
especial y el proveedor y la fortaleza especial de las viudas, y las mujeres que quedan
solas, así la Iglesia también debe ser el canal de esa misma compasión.
Cuando Elifaz quiso acusar a Job, usted recordará, él quería decirle a Job por qué estaba
enfrentando tantos problemas. Él quería acusar a Job de impiedad y él realmente no podía
encontrar ningún pecado. Entonces, inventó pecado serio para tratar de que Job se diera
cuenta de que todo su dolor era un resultado de su pecado. Y él acusó a Job, y cito, “has
enviado a las viudas vacías,” Job 22:9. Él estaba tratando de pensar acerca de lo peor que
un hombre podía hacer que lo calificaría como para estar bajo el juicio de Dios. Y él dijo:
“te voy a decir lo que has hecho, Job, debes haber enviado a las viudas vacías.” Eso se veía
como un pecado severo, cuando un hombre no proveía lo que una viuda necesitaba.
Cuando Isaías condenó a los líderes de Israel, él les dijo a ellos en Isaías 1:23 “el ruego de
las viudas no viene delante de ellos.” En otras palabras, no escuchan a las viudas en
necesidad. Esa es la seriedad de su pecado.
Ahora, no debemos caer en los pecados de indiferencia con respecto a las personas que
tienen gran necesidad. No debemos abusar de ellas. Debemos ser fieles en tener el
corazón de Dios y mostrárselo a las mujeres en necesidad, mujeres que necesitan ser
protegidas, mujeres que son por diseño de Dios el vaso más frágil y necesitan el cuidado y
protección masculinas.
Como resultado de eso y debido a que el mundo es como es, Pablo nos instruye para
saber cómo cuidar a las viudas y a las mujeres que han perdido a su marido. Principio
número uno, repasemos, versículo 3: es la obligación de la Iglesia apoyar a las viudas.
Simplemente, una afirmación general, honra significa apoyar con respeto, significa apoyar
financieramente en toda manera en la que tengan necesidad.
Apoyar a las viudas, la palabra significa privadas, significa robadas, significa haber sufrido
pérdida, significa estar solas. No necesariamente significa que su marido murió, significa
que lo perdió de alguna manera. La Iglesia, entonces, tiene la responsabilidad general de
proveer todo el apoyo necesario para las mujeres que han perdido a sus maridos que en
verdad son viudas o que son viudas reales o que realmente están solas, lo cual significa
que no tienen otro medio de apoyo. La Iglesia no necesita apoyar a una viuda cuyo marido
le dejó una fortuna n lo suficiente como para apoyarla o que tiene lo necesario que viene
de familia y amigos. La Iglesia necesita apoyar a aquellas que son viudas reales, que
verdaderamente no tienen otro recurso. Están totalmente solas, su familia no provee para
ellas. Su marido no proveyó para ellas y sus amigos no provee para ellas.
Por cierto, la pensión alimenticia, la cual se volvió parte de nuestra sociedad hasta hace
unos cuantos años atrás, fue una realidad residual de influencia bíblica mediante la cual, si
un hombre expulsaba a su mujer o se deshacía de su esposa, por así decirlo, si dejaba a su
mujer, él no podía dejar la responsabilidad de cuidar, proveer y apoyar a esa mujer hasta
que otro hombre proveyera para ella.
Cuando hemos abolido eso bajo el liderazgo del movimiento de liberación de las mujeres,
hemos quitado el apoyo de una mujer, le hemos dado a hombres que tienen intenciones
malas aún más razón de deshacerse de sus esposas y hemos dejado a las mujeres sin
apoyo. Y esa es la razón por la que usted tiene un incremento tan rápido de divorcio,
porque el costo es tan barato. No hay costo en absoluto. La Iglesia debe ser a ese tipo de
mujer que no tiene recursos y ser para ella, así como Dios sería para ella, compasiva. Y
apoyar a la que ha perdido a su marido. Ese es el principio general.
En segundo lugar, no sólo tenemos la obligación de apoyar a las viudas, sino que en
segundo lugar, la obligación de que la Iglesia evalúe a las viudas o las mujeres que han
necesitan apoyo. Necesitamos ver y descubrir quiénes son las que en verdad son viudas.
En el versículo 4, la primera línea de responsabilidad son los hijos y los nietos. “Si alguna
mujer sola, alguna mujer que ha perdido a su marido tiene hijos o nietos, entonces
aprendan estos primero a mostrar piedad en el hogar y devolverle a sus propios padres,
porque eso es bueno y agradable delante de Dios.” Es está basado en el quinto
mandamiento, honra a tu padre y a tu madre. Esto bueno y aceptable a los ojos de Dios.
Entonces, lo que se está diciendo aquí es que la primera línea de responsabilidad para una
mujer sola viene por parte de sus hijos. Y ella tiene hijos, los hijos o los nietos deben
asegurarse que todas sus necesidades sean satisfechas. Ella no debe ser colocada, por así
decirlo, en la lista de la Iglesia de personas que deben ser apoyadas porque ella debe ser
apoyada por sus propios hijos que deben devolverle algo del apoyo que ella les dio en los
años que iba creciendo. La primera línea de responsabilidad le pertenece a la familia.
Pero, supongamos aquí que no hay familia en el versículo 5 y nos encontramos con una
que en verdad es viuda. Una viuda genuina. Ella, que es una mujer que en verdad es viuda,
realmente está sola y literalmente, sin nada, abriendo sufrido la pérdida de todas las
cosas.
Aquí está una definición de esta mujer. En primer lugar, ella está sola. No tiene a nadie. En
segundo lugar, ella espera en Dios. En tercer lugar, ella continúa en súplicas y oraciones
noche y día. Este es el tipo de mujer que la Iglesia debe apoyar. Uno, no tiene otro medio
de apoyo que venga de familia y amigos. Dos, ella es una cristiana que ha fijado su
esperanza en Dios. Tres, ella es una mujer piadosa que continuamente pide delante del
Señor y le alaba en oración. Este es el tipo de mujer que la Iglesia debe apoyar. Una mujer
sin recursos, pero una mujer que es una mujer creyente, piadosa. Sea que ella haya
perdido a su marido mediante la muerte, el abandono, la separación o lo que sea, el
divorcio, este es el tipo de mujer que la Iglesia debe cuidar, para quien no hay otro apoyo.
Ella verdaderamente está sola y espera en Dios y continúa en un patrón piadoso de vida.
Versículo 6, debemos rechazar a la que vive continuamente en placer sensual, quien está
espiritualmente muerta mientras que está físicamente viva. La Iglesia no tiene obligación
de cuidar de una mujer que ha entregado su vida a la sensualidad total. La mujer que está
espiritualmente muerta, que quiere vivir como ella quiere vivir, que quiere involucrarse en
el sexo y el vicio y satisfacer sus deseos personales de comodidad y demás, la Iglesia no
tiene obligación para con ella obviamente. De hecho, debe dejarla sola para que sufra las
consecuencias de su mala intención. Quizás, sería lo mejor para ella porque podría
despertarla a la maldad del pecado y su consecuencia y llevarla al conocimiento de Cristo.
Versículo 7, él dice: “estas cosas,” todo lo que él ha dicho hasta aquí, “deben ser
mandadas, para que,” esto es toda persona que está involucrada, viudas y la Iglesia y
nietos e hijos y todo el mundo involucrado, “sean irreprensibles”. En otras palabras, para
mantener la reputación de la Iglesia, Pablo le dice a Timoteo “dile a la congregación que
cumpla con estos estándares.”
Después, en el versículo 8, vimos la última vez, Pablo vuelve al asunto del apoyo familiar y
la responsabilidad comienza con nosotros y con los hombres. Si alguno no provee para los
suyos. Un pronombre masculino. Hombres, tenemos la responsabilidad de proveer para
los nuestros. La palabra ‘los suyos’ o el término ‘los suyos’ es vago. Significa cualquier
viuda en nuestra red, cualquier viuda en nuestra familia, cualquier viuda en nuestra
familia extendida, círculo de amigos, lo que sea. Muy vago y no específico.
Después, dice que no sólo debemos proveer para los nuestros, sino especialmente para
aquellos de su propia familia. Entonces, la idea aquí es que la primera línea de apoyo son
hijos y nietos. La segunda línea de apoyo son hombres que conocen a viudas en su familia
extendida o en su casa inmediata. Y sólo después de que esas opciones han sido agotadas,
una mujer entonces se convierte en el cuidado de la Iglesia. Y cualquier hombre que no
provee para las mujeres en su propia esfera de influencia, en su propia familia extendida,
en su propia casa, ha negado la fe. ¿En qué sentido? En el sentido que su acción ha
negado la fe porque la fe tiene que haber todo con el amor y el sacrificio y el servicio. Y él
ha negado esta realidad en su acción, si no es que en su mente. Y es peor que un incrédulo
porque inclusive los incrédulos cuidan de los suyos.
Entonces, esta es una negación abierta de todo lo que significa la fe cristiana, sin o
proveemos para las mujeres de nuestro propio círculo de influencia y en nuestra propia
familia y en nuestra propia casa que quedan solas. De nuevo, quiero señalarle la
responsabilidad, que es una responsabilidad de provisión masculina para mujeres que
están solas.
Ahora, también es verdad que algunas mujeres pueden tener recursos para proveer para
mujeres que están solas. Quizás, algunas mujeres ricas que podrían hacer eso y se habla
de ellas en el versículo 16, como probablemente lo veremos la próxima semana, cuando
lleguemos ahí.
Pero la idea es que la primera línea de responsabilidad, hijos y nietos. La segunda línea de
responsabilidad, liderazgo masculino en una familia. La tercera línea de responsabilidad
entonces se convierten las mujeres en el versículo 16. Dice mujeres que tienen viudas,
esto es en su círculo de influencia en su familia, en su casa, deben ayudarles y así la Iglesia
no es cargada. Y finalmente, la cuarta línea de responsabilidad, entonces es la Iglesia.
El punto es este: nosotros como creyentes individuales tenemos que vivir nuestro
cristianismo. No existe un cristianismo institucional fuera de uno personal. Mi
responsabilidad no es andar por todos lados y encontrar a todas las mujeres solas que
pueda y tratar de que los ancianos apoyen el apoyarlas con dinero del presupuesto. Mi
responsabilidad es encontrar a esas mujeres en mi círculo de influencia, en el área de mi
familia y mi red familiar extendida que tienen la necesidad y asegurarme a nivel personal
de que su necesidad es provista. Y si hay algunas mujeres que no son responsabilidad de
nadie, entonces se convierten en la responsabilidad de la Iglesia.
Entonces, la carga no recae sobre la Iglesia inicialmente, sino sobre ustedes. Esto es muy,
muy importante de entender. Y no proveer de esta manera es el un hijo ingrato, eso es
cuestión de los hijos. Y no proveer de esta manera es ser peor que un incrédulo y negar la
fe, si usted es un hombre que debe estar proveyendo. Y no proveer de esta manera si
usted es una mujer que tiene los recursos, sería ser desobediente la Palabra de Dios.
Entonces, esto resume hasta el versículo 8 las cuatro fases de provisión, comenzando con
los hijos, nietos, después los hombres y después, algunas mujeres que puedan tener los
recursos y finalmente, la Iglesia se encarga de aquellas para quien no hay otro punto de
apoyo. Ahora, eso nos lleva al versículo 9. Y aquí hay un cambio en el tema. Todavía son
las viudas, pero el propósito de lo que se dice en los versículos 9 y 10 es distinto y va a ser
muy, muy potente. Estoy seguro.
El punto que quiero que vea aquí, primero vimos la obligación de la Iglesia de apoyar a las
viudas. En segundo lugar, la obligación de asegurarnos de que juzgamos con cuidado a las
que estamos apoyando y atravesamos por ese proceso. En tercer lugar, la obligación de la
Iglesia de mantener un estándar alto para aquellas viudas que sirven en la Iglesia.
¿Escuchó eso? La obligación de la Iglesia de mantener un estándar alto para aquellas
viudas que sirven en la Iglesia.
Ahora, escúcheme por tan sólo un momento con cuidado. Y permítame explicarle la
escena aquí. En la primera Iglesia, es aparente, y es aparente de manera implícita más
bien que de manera explícita, que hubo en la Iglesia local, en la primera Iglesia, un grupo
de viudas a las que se le dio un estatus semioficial u oficial como siervas de la Iglesia. La
Iglesia tenía, sabemos, ancianos. Lo vimos ahí atrás en el capítulo 3. La Iglesia tuvo
diáconos, tanto diáconos hombres como diáconos mujeres. También vimos eso en el
capítulo 3.
Hubo otro tipo de grupo cuasi oficial. Y ese fue el de las viudas de mayor edad. La Iglesia
tuvo un grupo de viudas de mayor edad cuya responsabilidad era el ministerio espiritual a
mujeres. Ellas atendían quizás a las mujeres en el bautismo, ellas estaban cumpliendo con
la instrucción de Tito de que las mujeres mayores enseñaran a las mujeres más jóvenes.
Ellas fueron un grupo piadoso de mujeres que sirvió a la Iglesia de alguna manera
oficialmente reconocida. La Iglesia, de hecho, las identificó como tales. De hecho, cuando
vemos los versículos 9 y 10 y leemos los requisitos, se oyen muy parecidos a los que
leemos de los ancianos y diáconos.
Escuche los versículos 9 y 10: “Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta
años, que haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras; si
ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha
socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra.”
Ahora, ahí hay una lista de requisitos para una viuda, para que fuera colocada en algún
tipo de lista. La lista simplemente era una lista de mujeres que trabajaba para servir
oficialmente en la Iglesia. No tenían que estar en particular enseñando la Biblia como los
hombres, ni siquiera ejerciendo algún tipo de liderazgo de los diáconos estaban
ejerciendo. Ni siquiera quizás lo mismo que las diaconisas que estaban sirviendo de alguna
manera, sino ayudando a las mujeres cristianas con instrucción divina y aplicación práctica
de casa en casa, visitando a los enfermos, visitando a los afligidos, visitando a los
prisioneros, ayudando mujeres jóvenes con la crianza de sus hijos, ayudando a los
extraños y visitas y viajeros, predicadores itinerantes, evangelistas, lo que fuera, al
proveer un hogar para ellos.
Estas mujeres tuvieron una función muy importante y un ministerio en la Iglesia. Yo creo
que deben ser un grupo reconocido en la primera Iglesia. Y la lista de requisitos se oye tan
parecida a los requisitos de un anciano y diácono de en mi mente apoya la idea de que
eran algún tipo de grupo oficial.
La tarea primordial, como dije, podría haber sido aconsejar a mujeres jóvenes, podría
haber sido trabajar con niños, podría haber sido colocar a huérfanos en hogares
apropiados. Sabemos, por ejemplo, que muchas veces dejaban a niños en el lugar del
comercio en el Imperio Romano con mucha frecuencia, eran dejados ahí porque sus
padres no los querían. Y lo que pasaba era que los pequeños niños eran metidos en un
programa de preparación de gladiadores y terminaban en la arena. Y las niñas pequeñas
eran llevadas a un burdel y alguna prostituta las criaba para llenar todas sus habitaciones
de prostitutas.
Entonces, estos pequeños niños ahí en el lugar comercial se convertían en combustible
para la multitud romana degradante que veía a algún animal destrozándolos o
despedazándolos o se convertían en población para un burdel para proveer favores
sexuales para los hombres degenerados de esa sociedad. Entonces, este tipo de mujeres
salía y encontraba a estos pequeños, con frecuencia los traían, los colocaban en hogares,
cuidaban de los enfermos, cuidaban de los necesitados, estaban disponibles para ayudar
en ese tipo de ministerio. Enseñaban la hospitalidad, servían en maneras humildes en la
primera Iglesia.
Ahora, ese pequeño grupo de siervos oficiales de la Iglesia que estaba constituido de
mujeres que habían perdido a su marido. Ya no pasaban tiempo en el hogar, porque su
marido ya no estaba. Ahora, estaban libres para cumplir ese tipo de ministerio. Y qué
ministerio tan vital era. Imagínese que la Iglesia en la actualidad tuviera un grupo de
mujeres así, cuya vida estuviera totalmente preocupada por ayudar de hogar en hogar y
ayudar a madres más jóvenes en el proceso de criar a sus hijos. Y si esas mujeres de mayor
edad fueran piadosas y habían criado a hijos piadosos y habían alojado a extraños y
habían lavado los pies de los santos, y siempre habrían tenido testimonio de buenas
obras, piense en qué influencia tan tremenda serían en una congregación de mujeres
jóvenes.
Este fue el diseño de Dios, el diseño no era que cuando usted llegara a los 60 años de edad
usted se mudara y se fuera a Palm Springs o a Hawaii o a cualquier otro lugar. El diseño
era que cuando usted perdiera a su marido y usted llegara a esa edad, usted entra al
ministerio, se salía de su hogar y comenzaba a moverse para ayudar en otros hogares,
para que pudiera instruir y enseñarles todas las buenas cosas que han hecho la diferencia
en su hogar. Esta es un área vital de ministerio.
Y para ser honesto con usted, realmente se ha perdido en la Iglesia moderna. Y la gente
mayor en la actualidad, creo yo, tiene el sentimiento de que una vez que han llegado a
cierta edad, tienen el derecho de satisfacer sus deseos personales hasta que mueren. Sin
pensar en absoluto en algún tipo de ministerio significativo.
La primera Iglesia, por cierto, sabemos que mantenía esa lista a partir de este pasaje en
particular. Pero también más adelante, en el tercer siglo, se vuelve a aparecer en un
escrito llamado el Didiskalia y se vuelve a aparecer en el cuarto siglo en la constitución
apostólica de que había un grupo especialmente calificado de mujeres solas para quien se
dieron ciertas instrucciones mediante las cuales eran agregadas a esa lista la y servían al
Señor en la Iglesia. Llevaban a cabo tanta obra de caridad y su esfera de ministerio fue
primordialmente en el hogar con las mujeres más jóvenes.
Observe Tito 2 por un momento. Dicen el versículo 3: “las ancianas,” ahora esto
ciertamente se podría referir a este grupo de personas, quizás entre todas las mujeres de
edad, pero particularmente viendo esto a la luz de estas mujeres que fueron colocadas en
una lista especial. Estas ancianas debían mantener conducta que era apropiada a la
santidad, nunca acusar en falso, no dadas a mucho vino. Debían ser maestras del bien y
debían enseñar a las mujeres jóvenes a ser sobrias, a amar a sus maridos, a amar a sus
hijos, a ser prudentes, puras, a ser cuidadoras de su casa, a ser buenas, a estar sujetas a
sus maridos para que la palabra de Dios no fuera blasfemada.
Entonces, aquí probablemente hay un conjunto de requisitos de ministerio que estas
mujeres debían cumplir. Debían entrar al hogar, debían estar instruyendo a las mujeres
más jóvenes diciéndoles que amaran a sus maridos, que amaran a sus hijos, que sean
puras, que se queden en la casa, que cuiden del hogar y todas estas cosas en su vida
habían ellas vivido; y ahora, las estaban transmitiendo a la siguiente generación.
Ahora, escuche con atención lo que digo. No existe evidencia alguna de que estas mujeres
en esta lista necesariamente fueron apoyadas todas por la Iglesia. O que fueron
ordenadas por los líderes en algún proceso de ordenación. Simplemente, eran viudas que
llevaban a cabo este ministerio. Algunas quizás fueron apoyadas por la Iglesia y eran
viudas en verdad. Algunas, quizás no fueron apoyadas por la Iglesia porque eran apoyadas
por otra viuda. Eran apoyadas por un hombre en su red familiar o quizás eran apoyadas
por sus propios hijos y nietos. El tema del apoyo se detiene al final del versículo 8. Y el
tema de las viudas en la lista de aquellas que sirven en la Iglesia comienza en el versículo
9.
Entonces, aquí tiene usted a estas viudas que sirven en la Iglesia. El tema del apoyo no es
el tema aquí. Algunos han tratado de decir que estas mujeres eran todas apoyadas por la
Iglesia. Usted no encuentra esto en el texto en absoluto. Este es simplemente el un grupo
de mujeres que sirve en la Iglesia. El tema del apoyo sólo entraría en juego si no tenían
otro medio de apoyo.
Ahora, quiero que usted me acompaña en los versículos 9 y 10; y los requisitos para ser
parte de este grupo.
Ahora, esto es tan básico. Aquí están los requisitos para una mujer que llega los 60 años
de edad habiendo perdido a su marido para que fuera agregada a esta lista, para que
fuera añadida a este grupo. Calificación número 1, versículo 9: “Sea puesta en la lista sólo
la viuda no menor de sesenta años.” Esa es la idea. Comienza con tener más de 60 años de
edad. Ahora, aquí no se dice nada del apoyo, como dije antes. Si usted trata de equiparar
los dos. Y algunas personas han tratado de hacer eso, han tratado de decir ‘bueno, las
únicas viudas a las cuales una Iglesia debe apoyar son aquellas que tienen más de 60
años’. Eso no es verdad. Eso no es verdad en absoluto.
Acabamos de decir que las viudas que deben ser apoyadas son mujeres que no tienen
marido y no tienen apoyo. No hay requisito de edad. El requisito de la edad viene para las
viudas que son colocadas en esta lista de siervas oficiales en la Iglesia, no la que son
apoyadas por la Iglesia. La Iglesia debe cuidar de demostrar la compasión de Dios para
cualquier mujer que ha perdido a su marido, sea cual fuere la edad en la que estén. Y debe
asegurarse que sus necesidades sean satisfechas.
Pero cuando hablamos de ese grupo oficial de mujeres que sirven en la Iglesia, tienen que
tener más de 60 años de edad. No hay un límite de edad colocado en el tema del apoyo. Y
quiero que entienda esto.
Ahora, ¿por qué sesenta? Parece algo raro, ¿no es cierto? Simplemente colocar ahí 60.
¿Qué tal colocar ahí 61, 59, 63 o 58? ¿Por qué sesenta? Esa es una idea general, eso
simplemente es un punto general de referencia. Por ejemplo, si usted regresa a los
tiempos antiguos, usted descubrirá que Platón, en su plan para el estado ideal enseñó que
los 60 fue la edad correcta para que la gente se volviera sacerdotes y sacerdotisas. En el
este, en esa parte del mundo, los 60 años era la edad para retirarse de la actividad que
involucrarse en la contemplación filosófica. En el Imperio Romano, los 60 eran la edad
reconocida cuando una persona era considerada ya de edad, porque la pasión sexual,
pensaban, ya disminuía los 60 años.
Y pudo haber sido más común entonces de lo que es ahora, porque las actitudes sexuales
han cambiado a lo largo de los siglos. Pero estas mujeres se suponía que eran mujeres que
eran mayores, no eran impulsadas por sus deseos sexuales. Eran maduras en Espíritu y en
experiencia. La idea clave es que era muy poco probable que se volvieran a casar. Esa es la
idea clave. Era muy poco probable que se volvieran a casar. Estaban muy satisfechas por
vivir su vida sin relaciones conyugales. Y esto era muy importante porque aquí está el
escenario típico, ¿verdad?
Una mujer piadosa que pasó su vida entera en ministerio espiritual, que ha lavado los pies
de los santos, ha criado a hijos piadosos, ha hecho todas estas buenas obras, pierde su
marido. Habiendo perdido a su marido, ella se ve atraída al Señor debido a la fortaleza de
esa relación. Y su pacto al Señor y la fidelidad de todos esos años a su marido, ella
realmente no puede concebir el casarse con otro hombre. Es muy difícil para ella porque
ella ha vivido con este hombre. Un hombre. Y entonces, debido a su amor al Señor, debido
a que ahora es mayor y sus hijos han crecido, ella le dice al Señor: “Señor, te voy a
entregar el resto de mi vida a Ti.” Quizás si sus hijos son jóvenes, ella ha perdido al marido
de su amor y ella dice simplemente: “Te voy a entregar a Ti, Señor, mi vida.” Poco tiempo
después comienza a sentir el deseo por un marido. Ella realmente estaba hablando en
serio cuando dijo lo que dijo, pero lamenta haberlo dicho.
Entonces, supongamos que ella llega a la Iglesia y supongamos que ella tiene 35 o 40 años
de edad o lo que sea y ella dice: “quiero entregarle el resto de mi vida al Señor. Tú sabes,
mi marido se fue y yo lo amaba a él y sólo a él. Y ahora, que él se ha ido, simplemente
quiero entregar el resto de mi vida para servir al Señor.” Y unos dos años después ella
tiene un verdadero problema. Ella tiene deseos físicos fuertes. Ella quiere casaste. Ella va
de casa en casa y eso simplemente hace empeorar y empeorar y empeorar la situación,
porque ella sigue viendo matrimonios felices y la vida en un hogar feliz. Y a todo hombre
que ella ve, le prende las luces en la cabeza y ella se vuelve muy, muy vulnerable a un
marido infeliz mientras que ella está de gira, por así decirlo. Y después, entra la concesión.
Ella comienza a querer acercarse a alguien o querer salir con alguien y eso en cierta
manera se filtra en todo esto. Y ella está tratando de servir al Señor y ser pura y piadosa y
llena de virtud y enseñar a mujeres a ser castas y enseñar a las mujeres a amar a sus
maridos y enseñar a las mujeres a estar contentas en el hogar. Y ella no está contenta.
Todo esto está mal. Y quizás eso puede llevar al hecho de que ella comienza a entrar un
poco en pánico. Y está contenta con casarse con un incrédulo.
Y el asunto aquí es esto: “mira, no coloques a una mujer joven que quizás tenga el deseo
más tarde, sino es que ahora, de casarse, en la situación oficial de ser una sierva de la
Iglesia llevando a cabo ahí ministerio espiritual, porque puede ser muy difícil, puede dar
en un ambiente de concesiones en la cual está viviendo. Y en últimas, terminar en
desastre. Y eso va a traer deshonra a la Iglesia. No lo hagas.”
Esa es la razón por la que en el versículo 11 dice: “Pero viudas más jóvenes no admitas;
porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse.”
Literalmente, querrán casarse. Ese es el punto. Lo que usted busca en la lista, escuche con
atención, son mujeres que tienen el tiempo y madurez. Que tienen la virtud y reputación,
que tienen la compasión de servir sin pensar en volverse a casar otra vez. Esa es la idea.
No colocas a una mujer joven en esa lista de siervas, de lo contrario, va a entrar en
concesiones andando de casa en casa. Ella va a ver a algún hombre que le guste allí fuera
con sus pasiones sexuales incitadas y tendrás un problema en tus manos. No la sueltes en
esa comunidad porque hay muchos hombres que están ahí afuera que se van a
aprovechar de eso.
Hombre, ese es un retrato de lo que hace nuestra sociedad, ¿no es cierto? Solteros que
andan por todos lados. Mujeres no protegidas y hombres con malas intenciones.
Entonces, esta mujer en primer lugar, debe tener la suficiente madurez como para no
buscar el volverse a casar de tal manera que cuando ella haga un compromiso de servir al
Señor, ella no quiera darle la espalda a ese compromiso y que tenga la suficiente edad
como para no ser atraída por hombres que quieran atraerla y para no sentirse
continuamente afectada por la falta de una relación conyugal.
Segundo principio: en el versículo 9, dice que ella debió haber sido esposa de un solo
marido. Esa es exactamente la misma construcción que vimos ahí atrás en el capítulo 3
con respecto a los ancianos y diáconos. No significa que ella solo ha estado casada una vez
porque en el versículo 14 dice: “quiero pues que las viudas jóvenes se casen.” No hay
pecado ahí. En 1 Corintios 7:39 dice: “una viuda debe casarse únicamente en el Señor.” Lo
que significa con una mujer de un hombre es una mujer que tuvo totalmente entregada al
hombre con el que estaba casada. Está hablando de pureza de acción y pureza de actitud.
Ella vivió en fidelidad total con su marido, ella fue casta, ella fue pura. Ella tuvo una
relación matrimonial sin mancha. Entonces, ¿qué tipo de mundo que entra a la lista? Una
mujer que es madura y una mujer que ha vivido su vida de una manera casta. Fiel al
marido que ella tuvo.
El versículo 10 añade un tercer requisito. “Ella debe ser literalmente alguien que está
teniendo una reputación de buenas obras. Que tenga testimonio de buenas obras. Ella
debe tener una reputación de buenas obras. ¿Qué queremos decir con eso? Bueno es
conocimiento común del tipo de mujer que ella es. Su reputación es de nobleza, ella tiene
una reputación de kalos, excelencia. Ella tiene una reputación de ser una mujer de virtud
excelente. Es como dice que debe ser el obispo, irreprensible. Es como dice del diácono,
que debe ser un hombre de calidad, un hombre de una mujer, versículo 12 del capítulo 3,
que gobierna bien su propia casa y demás. Él debe ser, ahí atrás en el versículo 10,
irreprensible. Un anciano debe ser irreprensible, un diácono debe ser irreprensible. Esta
mujer que es colocada en la lista debe ser una mujer irreprensible. Ella tiene una
reputación entre toda la gente de nobleza en la dimensión espiritual. Ella es externamente
buena. La característica de su vida es el bien.
También notará al final del versículo 10 que ella sigue de manera diligente toda buena
obra. Ella es buena y hace el bien. Esto es lo que ella debe ser para calificar. Una mujer
justa que honra a Cristo y que glorifica a Dios.
Ahora, ¿qué significa esto? ¿Qué quieres decir con que tenga testimonio de buenas obras?
Bueno, él da cinco sub puntos, ¿muy bien? Estos son muy importantes. Se especifican
cinco áreas para entender la bondad de esta mujer piadosa. Mujeres, esta es una lista. Y
es una lista, hombres, como también para saber qué tipo de mujer Dios quiere que tengas.
Este es el perfil de una mujer piadosa. Usted puede ver Proverbios 31 y ver un perfil de
una mujer piadosa.
Pero aquí lo puede ver en el versículo 10 y verlo también. Aquí está una mujer que está
calificada para servir como el estándar, como un modelo para las mujeres más jóvenes.
Este es el tipo de mujer que usted debe colocar en la lista porque este es el tipo de mujer
que usted quiere que el resto de las mujeres sean. Muy bien. Este es el tipo de virtud de
Dios exalta.
Nuevo número uno, siga esto, versículo 10: si ha criado ¿qué? Hijos. No puedo enfatizarle
demasiado lo importante que esto es. Si ella ha criado hijos. La idea aquí es una palabra
muy rara, esto básicamente significa sustentar hijos. Esto la ve como una madre cristiana,
dando a luz y criando hijos en un hogar piadoso. Este es EL privilegio más grande de una
mujer.
Ahora, por favor, cuando dijo esto, entienda que esto no significa que una mujer que no
ha tenido, a quien no se le ha dado el privilegio de tener hijos porque ella no puede tener
hijos o una mujer a quien Dios le ha dado el don de soltería es una mujer de un rango
inferior. Lo que sucede es que esta es la norma y este es el patrón general. Y Dios tiene Su
diseño para aquellas que son excepciones a esto. Y eso no las descuenta.
Primera de Corintios, capítulo 7 exalta a una persona soltera, hablando de cómo ellas
pueden estar entregadas al Señor sin las preocupaciones del mundo que son traídas por
los hijos y la familia. No obstante, la norma y el principio general es que cuando usted está
buscando a una mujer piadosa con una reputación noble, excelente, lo primero en la lista
es que ella ha criado hijos.
Y la idea aquí nos lleva de regreso al 2:15, “si ha criado hijos en fe, amor y santidad, con
modestia.” ¿Acaso ella ha criado hijos piadosos? Ese es el tipo de mujer que está ahí en la
comunidad dando la instrucción a sus madres más jóvenes, a sus esposas más jóvenes.
Muy básico. Este es el tipo de mujer de la que le leí a usted antes en Tito 2, quien puede
enseñar a las mujeres más jóvenes a conocer sus prioridades, a amar a sus maridos, a
amar a sus hijos, a ser discretas, puras, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus
propios maridos para que la Palabra de Dios no sea blasfemada. Sumisas como Sarah,
quien llamó a Abraham “Señor,” dijo 1 Pedro 3. Ese es el tipo de mujeres que puede
enseñar a las mujeres más jóvenes. Haber hecho esto bien es necesario. Los niños
normalmente serían los suyos, pero quizás también pudo haber criado a algunos
huérfanos.
En segundo lugar, el versículo 10 dice en esta pequeña lista de cinco características bajo la
idea de su reputación, en primer lugar, ella ha criado hijos. En segundo lugar, si ella ha
practicado la hospitalidad. Literalmente, es si ella ha mostrado hospitalidad a los extraños.
Si ella ha recibido a extraños. Si ella ha tenido un hogar abierto y ha mantenido
hospitalidad a la gente. No a la gente que ella conocía, sino a la gente que ella no conocía.
Y tenemos que decirlo, nosotros los maridos podemos invitar y podemos ser anfitriones
de los invitados, pero el trabajo es llevado por las mujeres. Y a todos de vez en cuando se
nos recuerda eso en caso de que lo olvidemos. Y yo me iré a la gloria profundamente
agradecido por mi propia querida esposa, porque rara vez hay una noche y rara vez hay un
día en nuestro hogar cuando no estamos recibiendo a un invitado. Algunas veces, los
conocemos bien. Algunas veces, los conocemos un poco. Algunas veces, no los conocemos
en absoluto.
Y de manera inevitable, mientras que yo estoy platicando con ellos, ella se queda con la
carga de los deberes. Y la he animado con el hecho de que cuando yo muera y vaya al
cielo, alguien la va a colocar en la lista a ella. Ella no necesariamente espera ese
prospecto. Ella preferiría que nos fuéramos juntos. Bueno, lo que el Señor tenga en
mente.
La devoción sacrificial para con las necesidades de la gente que ella no conoce. Hombre,
esa es una virtud tremenda. Alguien me dijo recientemente: “nuestra sociedad parece
pensar que en lugar de una mujer está en el centro comercial.” Y eso no está lejos de la
realidad. Con frecuencia me he preguntado si regresáramos en algún punto este tipo de
axioma bíblico, en donde en lugar de una mujer está en el hogar, qué cosas tan tremendas
podríamos alcanzar para el Reino si nos concentramos en donde Dios quiere que nos
concentremos.
La devoción sacrificial a las necesidades de la gente que ella conoce. La devoción sacrificial
a las necesidades de gente que ella no conoce. En esa época, los pasajeros, mensajeros,
misioneros cristianos y evangelistas y predicadores itinerantes se estaban moviendo todo
el tiempo, viajando todo el tiempo. Y era una oportunidad maravillosa para que una mujer
mostrara amabilidad para con ellos.
Dice de Febe, en Romanos 16:1: “…la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la
recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en
que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.” Sin duda
alguna, esta mujer había abierto su hogar y había permitido que algunos de los que
estaban viajando por causa del Evangelio compartieran la generosidad que ella podía
proveer.
Ahora, note aquí, si es tan amable, una mujer que podía hacer esto no necesariamente
tenía que ser una mujer que estaba sola. Entonces, la idea de que este grupo de personas
que tenían más de 60 años, que ellas estaban totalmente solas y que ellas estaban en la
lista de ayuda de la Iglesia, no es real. Había muchas mujeres que toda su vida pudieron
haber ayudado a extraños y cuando perdieron a su marido, quizás habrían tenido los
recursos para poder seguir haciendo esto. Recursos que les habían dejado sus maridos.
Estos recursos quizás podían haber estado ahí.
Pero el punto es que esta es una mujer se ha entregado al ministerio a otros toda su vida.
Y esto la califica para que se entregue en este ministerio en este punto, cuando ella llega a
la edad de 60 y está libre de la responsabilidades y deberes del hogar que ella en el
pasado había tenido.
En tercer lugar, y esto sigue la misma idea, versículo 10, “si ha lavado los pies de los
santos”. El deber de un esclavo consistía en lavar los pies de gente que estaban sucios y
polvosos, usaban sandalias y todos los caminos o eran polvo o eran lodo. O estaban secos
o mojados. Y los pies de la gente eran lavados cuando llegaban a un hogar siempre y se
reclinaban para comer. Era una necesidad obvia el hacer eso. Entonces, esto literalmente
era una tarea humilde, sencilla.
Ahora, esto no significa que esta mujer literalmente tuvo que hacer eso todo el tiempo.
Ella pudo haber tenido un siervo en la casa que hiciera eso. Pero esto se convirtió en un
eufemismo para referirse a una mujer con un espíritu humilde. Una mujer con un corazón
humilde, que estaba dispuesta a hacer eso. Y ciertamente, de vez en cuando, lo hizo. Pero
ella mostró ser una sierva humilde. Usted recuerda que Jesús en Juan 13 lavó los pies de
los discípulos. Y Él dijo: “háganle a otros lo que les he hecho a ustedes”. No es
simplemente el hecho de lavar los pies, es tan simple como ver a una persona que tiene
necesidad sin importar qué tan humilde sea el satisfacer esa necesidad, humíllese a sí
mismo y hágalo.
Entonces, aquí está la virtud de una mujer piadosa. Esta es una mujer que ha criado hijos
piadosos. Esta es una mujer que ha abierto su hogar para cuidar de personas que estaban
en necesidad. Esta es una mujer que ha servido de la manera más baja y humilde a alguien
más. Ella ha pasado su vida ayudando a gente, sirviendo a pesar de la inconveniencia
personal que le haya causado, sirviendo con humildad. Sin prominencia, sin exaltación
personal.
En cuarto lugar, si ella ha socorrido a los afligidos. Eso simplemente significa si ella ha
ayudado a gente en problemas. La palabra afligidos tiene que ver con presión sobre la
gente. Aquellos que están bajo presión mental, presión física, presión emocional. Sea cual
fuere el tipo de presión. Ella ha ayudado, asistido a gente en problemas, bajo presión. Ella
ha pasado su vida como un ayudante de otras personas. Notará que no dice nada acerca
de a qué escuela fue, o donde se graduó, dónde trabajó o cómo se veía su guardarropa o
qué tan bien estaba decorado su hogar. No dice nada de eso. Qué gran chef ella fue. Sólo
habla de la belleza y la maravilla de su espíritu amable, humilde, de servicio. ¿Ha criado
hijos piadosos? ¿Ha lavado los pies de los santos? ¿Ha ayudado a aquellas personas que
están en problemas? ¿Ha mostrado hospitalidad a los extraños?
La palabra socorrido, por cierto, parece sólo aquí, en el versículo 16. Y si usted une el
versículo 16 con este versículo, tiene que ver con dinero, apoyo. La viuda en el versículo
16 está apoyando a otras viudas. Entonces, la idea es ella ha dado dinero. Recursos para la
vida, podría ser comidas, podría ser casa, podría ser consejo, podría ser guía, podría ser
servicio en enfermedad o muerte. Podrían hacer muchas cosas. Ella ha ayudado a
personas en problemas, ella ha ayudado a personas en necesidad o ¿acaso está pasando
todo el tiempo en sí misma?
Finalmente, si ella ha practicado toda buena obra, si ella se ha entregado de manera total
a toda buena obra, esa es la idea. Es un verbo fuerte, fuerte. ¿Acaso ella ha buscado de
manera activa toda buena obra? Como esa dama hermosa en el capítulo 9, que hizo toda
la ropa para las viudas y cuando murió, todas las viudas que estaban ahí llorando como
locas, porque esa dama que proveyó todo lo que ellas tenían, está muerta. Y Pedro la
resucitó de los muertos y se las devolvió a las viudas. ¿Se acuerda de eso, de Dorcas?
Ahora, escuche con atención conforme cerramos con esto. Todos estos requisitos revelan
la virtud que se demanda y la preparación apropiada para que una mujer sea colocada en
la lista de siervas de la Iglesia. ¿Ha cuidado de hijos? ¿Ha cuidado de huérfanos? ¿Ha
amado a extraños? ¿Ha servido de manera humilde? ¿Ha ayudado a los afligidos y su vida
ha sido un flujo continuo de buenas obras? ¿Ha buscado diligentemente esas cosas? Una
mujer piadosa. Si ella ha pasado su vida entera haciendo esas cosas, entonces colóquenla
en esa lista y envíenla a ministrar.
Ahora, el resumen de todo esto, escúcheme con atención, es esto. Si ese es el tipo de
mujer que es colocada en la lista para servir a la Iglesia, entonces, ese es el tipo de mujer
que toda mujer debe ser y debe desear ser. Ese es el punto.
El estándar para las mujeres en esta lista entonces, se convierte en la meta de toda mujer
para ser ese tipo de mujer. Así es como toda mujer cristiana debe buscar vivir, para que
cuando venga el día para que ella sea considerada para el servicio en la Iglesia del Señor,
ella esté calificada. Éstas se convierten en las ancianas que pueden enseñar a las más
jóvenes. Éstas se convierten en las mujeres que crían a una generación piadosa. Ésta es la
prioridad en la vida de una mujer. Y le quiero decir cuán trágico, cuán trágico es que el
mundo ha engañado a las mujeres en la actualidad para que sean lo que son. Así es como
las mujeres cambian el mundo.
Quiero cerrar con esta historia, una historia hermosa. Ian McClaren, predicador escocés,
un gran predicador escocés contó una historia acerca de una mujer en su congregación.
Simplemente, es hermosa. Él fue a visitar a esta dama, vivía en una pequeña casa. Y
conforme estaban hablando, ella comenzó a llorar y comenzó a limpiarse las lágrimas con
la esquina de su delantal. Entonces, el Dr. McClaren, le preguntó que le estaba
molestando.
“Oh,” dijo ella, “algunas veces me siento como si he hecho tampoco. Y cuando lo pienso,
hace que mi corazón se sienta cargado porque realmente he hecho tan poco por Jesús.
Cuando fui una pequeña niña, el Señor habló a mi corazón y le entregué mi vida a Él. Y yo
quise vivir para Él, tenía tantas ganas de hacerlo,” dijo ella. “Pero siento que mi vida se ha
acabado y realmente, no hecho nada.”
Ian McClaren, le preguntó qué había hecho con su vida. “Oh, nada,” dijo ella. “Realmente,
nada. He lavado los platos, he cocinado tres comidas al día, he cuidado de mis hijos, he
trapeado en el piso. He arreglado la ropa. Usted sabe, todo lo que hace una madre, eso es
lo único que he hecho.”
McClaren, se reclinó en su silla y le preguntó dónde estaban sus hijos. “Oh,” dijo ella,
“usted sabe, que a los cuatro les di los nombres de los Evangelios… Mateo, Marcos, Lucas
y Juan. Y usted los conoce a todos y usted sabe dónde Marcos está ahora. Usted lo
ordenó. Él se fue a China. Él aprendió el idioma y ahora, él puede ministrar a la gente en el
nombre del Señor.”
“¿Y dónde está Lucas?” le preguntó McLaren. “Usted lo conoce lo suficiente como para
saber dónde está Lucas, porque usted lo envío y recibí una carta de él otro día. Él está en
África y él dice que un avivamiento ha comenzado en su misión.”
“¿Y Mateo?” Preguntó él. “Bueno, él está trabajando con su hermano en China; y están
trabajando juntos.” Y después, ella dijo: “y Juan, él sólo tiene 19 años de edad y se me
acercó anoche para decirme que Dios ha colocado a África en su corazón. Él dijo: “madre,
me voy a África, pero no te preocupes ni llores por esto, porque el Señor me ha mostrado
que me debo quedar contigo hasta que tú te vayas a casa a la gloria y entonces, me iré a
África. Pero hasta ese entonces, quiero cuidar de ti.”
Ian McLaren vio a esa santa ya de edad y le dijo: “¿dijo usted que su vida ha sido
desperdiciada?” Y en medio de sus lágrimas, ella dijo: “sí, me temo que ha sido
desperdiciada.”
“Usted ha estado cocinando y lavando y trapeando,” él dijo, “pero me encantaría ver la
recompensa que usted recibirá cuando usted sea llamada a casa.”
Inclinémonos en oración. Padre, vivimos en una sociedad que miente, que nos ha robado
de la virtud y el poder verdaderos y nos ha dado una imagen falsa de una mujer piadosa.
El tipo de mujer que sirva a la Iglesia, el tipo de mujer que trae honor a tu nombre. El tipo
de mujer que cambie la generación como se describe en Tu Palabra preciada. Una mujer
que es una mujer de un hombre, que tiene una reputación de excelencia, que ha criado a
hijos en el Señor, que ha mostrado hospitalidad a los extraños, que ha servido en una
humildad que le trae inconvenientes sin buscar la comodidad personal, que ha pasado su
vida ayudando a personas afligidas y que ha buscado con toda su fuerza toda buena obra.
Dios, que Tú nos des a mujeres así para la gloria de Tu Nombre. Y que seamos fieles en
cuidar a mujeres así en su tiempo de necesidad. Y para todas esas mujeres que, habiendo
sufrido pérdida, necesitan que alguien les demuestre Tu compasión y cuidado por ellas. Te
damos gracias por la verdad perfecta de Tu diseño para la maravilla y la belleza de las
mujeres. En el nombre de Cristo. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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Viudas en la iglesia, 4ª Parte


Escritura: 1 Timoteo 5:11–16

Código: 54–39
John MacArthur
Como usted sabe, hemos estado estudiando 1 Timoteo capítulo 5, versículos 3 al 16 y el
tema de esta sección es el cuidado de las viudas o mujeres que han perdido a su marido
en la Iglesia. Simplemente, quiero recordarle de algunas cosas preliminares antes de que
veamos el pasaje de manera específica, para preparar su mente y tratar de atar algunos
cabos sueltos conforme llegamos a la parte cuatro de esta serie.
La realidad que no se afirma en el texto, pero realmente por implicación está ahí, es que
Dios ha diseñado a las mujeres como el vaso más frágil. Dios ha diseñado que las mujeres
sean cuidadas, sean protegidas, se les provea, por parte de los hombres. Y como dije la
última vez, la comunidad bíblica, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo
Testamento, asumió que una mujer estaba bajo el cuidado de su padre hasta que ella era
entregada al cuidado de su marido. Se debía proveer para las mujeres y cuidar de ellas
porque eran el vaso más frágil. Necesitaban que alguien más fuerte que ellas cuidara de
ellas.
No es cuestión de fortaleza espiritual, no es cuestión de fortaleza intelectual, no es
cuestión de fortaleza de virtud; es sólo cuestión de la dimensión física. Debe proveerse
para las mujeres, ser cuidadas, estar protegidas. De hecho, esto se ve en el Antiguo
Testamento de muchas maneras cuando en Isaías capítulo 19, versículo 16, cuando
queriendo hablar de la debilidad de Egipto, se dice que Egipto es como una mujer,
enfatizando el hecho de que Egipto es vulnerable, no está protegido y en cierta manera,
es débil.
En Jeremías dos veces, una vez en el capítulo 50, conforme Dios habla denunciando a
Babilonia en el versículo 37, Él condena a Babilonia básicamente al decir que se volverán
como mujeres. En otras palabras, “cuando Yo juzgue a Babilonia, estarán en debilidad”. En
Jeremías capítulo 51, versículo 30, de la misma manera, los hombres poderosos de
Babilonia han permanecido en sus fortalezas. En otras palabras, no han salido y no han
luchado. Su fortaleza ha fracasado. Se han vuelto como mujeres. Y en esa profecía de
Nahúm, al final de la profecía en el capítulo 3, versículo 13, hablando en la profecía contra
de Nínive, “he aquí tu pueblo en medio de ti son mujeres.”
Ahora, todas estas afirmaciones tan interesantes simplemente apuntan a que había un
sentido obvio en el que las mujeres eran el vaso más frágil. Y cuando quisieron designar a
una nación o a un grupo de personas como indefenso y vulnerable, simplemente se dijo
que eran como mujeres. No hay nada de malo con eso. No hay nada de malo con ser
objeto de provisión protección y cuidado, así como no hay nada de malo con tener eso
como una responsabilidad. Pero Dios ha diseñado que los hombres sean el vaso más
fuerte en términos de la provisión física y las mujeres que sean las más débiles para ser el
objeto de provisión. Y qué relación tan hermosa y maravillosa es esa.
Ahora, es verdad habiendo dicho eso, que, por diseño de Dios, hay algunas mujeres
excepcionales para quienes Dios ha diseñado una condición de soltería. En otras palabras,
hay algunas mujeres que nunca se casarán. En Primera de Corintios, por ejemplo, capítulo
7 comenzando en el versículo 26 hasta el versículo 35, el apóstol Pablo habla de las
virtudes de ser soltero.
Ahora, en ese capítulo, es obvio que tras bambalinas había un grupo de personas que
estaban moviendo la soltería como el medio de alcanzar una mayor espiritualidad. Y otro
grupo en Corintio que estaba promoviendo el matrimonio como el camino a una mayor
espiritualidad. En el capítulo, Pablo dice que ninguno de los dos es el camino a una mayor
espiritualidad pero si usted puede permanecer soltero debido a la aflicción actual,
refiriéndose a la persecución por estar en un ambiente hostil en donde los cristianos eran
golpeados, eran arrestados e inclusive matados y estando a diez años del reinado de
terror bajo Nerón, Pablo dice: “si pueden permanecer solteros, si tienen ese don y no van
a estar quemándose en su deseo,” en otras palabras, si pueden vivir siendo solteros,
entonces por el diseño de Dios es para su beneficio.
¿Por qué? Porque una persona casada tiene que cuidar de los asuntos de su esposa, tiene
que cuidar de los asuntos de su casa, de su familia y demás. Pero en ese aspecto en
particular tanto los hombres como las mujeres se presentan y la implicación ahí es que
hay hombres y mujeres ocasionalmente a quienes se les ha dado el don de soltería, con el
propósito mismo de concentrarse en el servicio a Jesucristo sin estorbos por parte del
mundo y particularmente, en un tiempo de hostilidad, cuando habría sido una dificultad
seria el estar casado, porque usted no sólo sufriría la pérdida potencial de su propia vida,
sino que entonces dejaría a su familia sin recursos o inclusive sufriría la pérdida de la
familia; y esa es una carga en sí que hay que llevar.
Entonces, Pablo dice que hay una virtud en la soltería si de hecho ese es el diseño de Dios.
En segundo lugar, podría añadir que podría haber algunas mujeres que son solteras no
sólo debido al diseño de Dios en términos de que Dios les ha dado ese don y las ha hecho
aptas para eso, sino que quizás debido a pecado no han sido la persona correcta. La mujer
correcta para que conozca al hombre correcto. Y entonces, hay un elemento de disciplina
en su vida.
Hay muchas mujeres jóvenes que, por estar viviendo una vida de pecado y desobediencia
a Cristo, por el propio juicio de Dios y determinación de Dios no se han casado, lo cual es
la gracia de la vida para las mujeres. Y, sin embargo, eso es retenido de ellas como una
manera en la que Dios las está disciplinando. Puede haber otras mujeres que son solteras,
no debido a algún pecado en su vida, no debido a algún don, sino porque Dios está
permitiendo eso en su vida por algún otro propósito perfeccionador. Quizás, la persona
correcta no ha llegado y hay algo en los propósitos de Dios que Él quiere cumplir al
mantenerlas solteras de manera continua hasta que ese tiempo llegue, si es que Dios ha
diseñado que llegue.
Ahora, digo todo eso porque en las últimas tres semanas al hablar del tema de las viudas,
un gran número de mujeres solteras se me ha acercado y me ha dicho: “mira, yo soy
soltera y no sé dónde encajó en 1 Timoteo 5.” Y mi respuesta general es que, si no encajas
en 1 Timoteo 5, no estás ahí. No obstante, si habla de ti en 1 Corintios 7 - y ahí
encontramos que Dios ha diseñado la soltería para algunas, a manera de don. También
podemos concluir que la desobediencia al Señor podría hacer que pierdan la bendición del
matrimonio otras. Y podríamos concluir simplemente en general que Dios podría restringir
una persona se case para cumplir su propio diseño espiritual, el cual quizás no conozcas
hasta que se cumpla.
Pero el punto de este texto es hablar de la verdad general de que Dios ha diseñado que las
mujeres estén bajo el cuidado del nombre. Es la mujer, en un caso excepcional, quien
puede vivir su vida en soltería o quien, por juicio de Dios o disciplina de Dios, debe hacerlo
por algún otro propósito divino que Dios escoge eso. La tendencia primordial de las
mujeres, la mayoría, diseño general de Dios es que las mujeres se casen y mantengan la
relación con un hombre en cuya relación son cuidadas, son objeto de provisión, apoyo y
protección. Ése es el diseño general de Dios.
Y en general entonces, también me gustaría decir que fuera de esa provisión y fuera de
esa protección y fuera de ese cumplimiento, las mujeres son vulnerables. Son vulnerables
y están insatisfechas y usted toma a esas dos y las une y usted tiene un desastre potencial.
Una mujer vulnerable e insatisfecha es una víctima potencial para muchos hombres malos,
con malas intenciones. Una mujer bajo el diseño de Dios, para que esté complementada
de manera plena y sea completa, en un sentido, mediante el matrimonio con un hombre,
se encuentra entonces en una situación difícil e insatisfecha si no ha encontrado a ese
hombre. En la actualidad me parece interesante que el clamor moderno de las mujeres
por liberarse, de hecho, inclusive, hay un libro cristiano llamado “Mujer, sé liberada.” El
hecho de que las mujeres sean solteras y busquen su propia independencia y busquen su
propia carrera, realmente va en contra de la médula creada por Dios para las mujeres. Y
por mucho que traten de hacer alarde de este tipo de mentalidad, no parece encajar con
las mujeres que están tratando de vivirlas. Esto se está volviendo más y más obvio todo el
tiempo.
Por ejemplo, los psicólogos modernos en la actualidad están ocupados recogiendo los
pedazos de mujeres que están tratando desesperadamente de vivir la vida sin un hombre.
Lo que sucede es que no sólo son una mujer, sino que se han tenido que convertir
también en un hombre. Y entonces, son objeto de provisión, protección y tienen que estar
a cargo de la protección y la provisión ellas mismas.
La gente secular se encuentra entonces frente a un desastre de la mujer supuestamente
liberada. La semana pasada, en el diario L.A. Times hubo un artículo interesante hablando
de esto citando a unos cuantos psicólogos y psicoanalistas. En este artículo, realmente le
muestra a usted en donde está el problema.
Annette Barron, quien es una psicóloga aquí en Los Ángeles escribió, y cito: “es un
fenómeno de esta era que la gran mayoría de la práctica de los psicólogos -puede ser dos
tercios de la práctica de alguien - son mujeres solteras que tienen problemas en las
relaciones.” Fin de la cita.
Puedo entender eso. Tendrán problemas de relaciones debido al alto nivel de
vulnerabilidad y su condición insatisfecha cuando Dios diseñó que ella estuviera bajo el
cuidado de un hombre. Kenneth Druck, otro psicólogo en el mismo artículo dice, y cito: “la
mujer promedio de 30 años llega a buscar psicoanálisis y consejería porque cree que algo
está mal. Ella tiene un sentido subyacente de fracaso, una sospecha de que quizás ella en
algún punto ha perdido algo. El hecho es que no tiene una relación. Ella no es parte de una
familia.” Fin de la cita. Y podría añadir que no tiene marido. Janice Liberman, una
psicoanalista de Nueva York escribió, y cito: “estas mujeres traen al tratamiento una meta
escondida por encontrar un marido.” Fin de la cita.
Ahora, el punto es que todo lo que se está diciendo acerca de la liberación no encaja con
el corazón de una mujer. El terapeuta Pierre Morinell de la Universidad de California en
San Francisco, la clínica, dijo que las mujeres solteras en la terapia, psicoterapia, con
frecuencia expresan la necesidad de familia y de hijos. Sea que esto se deba a la realidad
de que usted estuvo en las trincheras y está golpeado o ensangrentado o no, hay algo más
bien profundo, escuche esto, en sus genes que quiere criar y sustentar a hijos y tener una
vida más callada y simple. Eso se oye bastante bíblico para mí.
Él dice, y cito: “particularmente entre sus pacientes, hay una serie de síntomas tales como
concentración pobre, comer y beber demasiado, no dormir bien. Una perspectiva triste
del mundo; y uniendo todo esto, los síntomas apuntan a depresión. Y cuando usted
comienza tomar una historia, los hombres o la falta de hombres son un aspecto de esta
historia. ¿No es eso interesante? La psicología humanista secular está descubriendo
exactamente lo que Dios dice.
Ahora, inclusive cuando la mujer moderna liberada encuentra a un hombre, ella no puede
hacer que el matrimonio funcione. Annette Barron dice usted tiene mujeres que han
aprendido a cuidarse de sí mismas, que, de hecho, se han convertido en hombres. Las
partes no están encajando. Se han vuelto tendenciosas. Una vez que ella se ha convertido
en un hombre, después, casarse con un hombre no parece funcionar.
Entonces, ella quiere casarse con un igual no alguien a quien ella tiene que servir.
Entonces, el matrimonio simplemente se convierte en algo conveniente, porque dos
personas legalizan el sexo y siguen viviendo de manera independiente hasta que la pasión
muere. Y cuando la pasión muere, sin un compromiso real, entra el divorcio y entran otra
vez al mismo ciclo. Y sea o no que las mujeres quieran admitirlo a nivel superficial, Dios ha
diseñado que ellas tengan una fuerte necesidad de tener provisión y protección provistas
para ellas mediante un hombre en el intercambio de un servicio amoroso dado a ese
hombre. Ese es el diseño de Dios. Y debido a que Dios está tan comprometido con el
cuidado de las mujeres, Él está muy preocupado por esas mujeres, por haber perdido a
ese marido.
Y esta es la esencia de este texto. Este es el corazón de Dios ministrando a estas mujeres
mediante la Iglesia en el tiempo de su necesidad. Él está preocupado por las viudas,
mujeres sin un marido. Vemos esto en el Antiguo Testamento y también lo vemos a lo
largo del Nuevo Testamento. Ahora, recuerde algo: el término es viuba aquí y aparece
varias veces en el texto.
Mantenga en mente que la palabra griega es chera y la palabra significa privada, sola,
haber sido dejada sola. No tiene nada que ver con cómo la mujer quedó sola. No
necesariamente nos dice que el hombre murió, así como la palabra en inglés o español
‘viuda’ lo hace. Simplemente, dice que es una mujer que estuvo casada, que ahora está
sola. Sea que quedó sola mediante la muerte, el divorcio, la deserción, la separación o lo
que sea. El término mismo no demanda una muerte. Entonces, la Iglesia tiene la
obligación de ver de cerca el cómo debe cuidar de esas mujeres que ahora han perdido su
marido mediante la muerte, divorcio, deserción o lo que sea. Y ahora, están solas y no son
protegidas, no son cuidadas, nadie provee para ellas, son vulnerables y podría inclusive
añadir insatisfechas debido el diseño de Dios.
Ahora, hay varios puntos clave. Permítame recordarle los que ya hemos explicado. Punto
número uno en su bosquejo, el cual puede seguir si quiere, ahí en su boletín es la
obligación de la Iglesia de apoyar a dichas mujeres. El versículo 3 dice que debemos
apoyar a esas mujeres solas, que están realmente solas. Las que son de verdad viudas
serían aquellas que no tienen otro medio de apoyo. Ahora, no nada más entramos de
manera ciega a cuidar de todas estas mujeres. Hay una línea de responsabilidad.
Entonces, pasamos al segundo punto, la obligación de la Iglesia de evaluar a las mujeres
que
necesitan ese apoyo. No apoyamos a toda mujer que ha perdido a su marido. Tenemos
que hacer una evaluación. La primera línea de apoyo viene en el versículo 4 por parte de
los hijos y nietos. Si algunas de estas mujeres tienen hijos o nietos, entonces deben
devolverles a sus padres una parte de lo que sus padres les dieron al crecer. Esta es la
primera línea de responsabilidad que les corresponde a los hijos y a los nietos, apoyar a
las mujeres que están solas. Una madre viuda, una madre divorciada, una madre que ha
ido dejada, debe ser cuidada por sus hijos o sus nietos como medio de demostrar su
devolución amorosa por toda la inversión de esa mujer en sus vidas. Esa es la primera
línea de responsabilidad.
La segunda línea de responsabilidad que señalamos está en el versículo 8. Que, si algún
hombre no provee para los suyos, esto es a sus propias mujeres solas, eso es
generalmente muy vago y significa cualquiera que está relacionado con él. Cualquier
pariente o amigo en el círculo de la familia, familia extendida, especialmente aquellos que
son de su propia familia, casi inmediata.
Entonces, la primera responsabilidad: hijos y nietos. La segunda responsabilidad: un
hombre que tiene a una mujer sola que ha perdido a su marido dentro de la esfera de su
familia, la red de su familia, sea familia extendida o inmediata en la casa. Primero los hijos
y los nietos, en segundo lugar, algún otro hombre, podría ser algún primo, podría ser un
tío, podría ser un cuñado, podría ser alguien así. Comienza con una responsabilidad
individual.
Y también le señalé la última vez que la tercera línea de responsabilidad vendrá en el
versículo 16, en donde dice “si alguna mujer creyente tiene viudas, que las mantenga.”
Entonces, no es sólo un hombre que tiene medios, sino inclusive una mujer que ha
perdido a su marido y si tiene medios, o si su marido no es un creyente, si ella tiene
medios que puede usar, quizás él le ha dado a ella la decisión de hacer eso, ella también
tiene una responsabilidad. Primero, los hijos y nietos; en segundo lugar, los hombres en la
familia; en tercer lugar, mujeres en la familia que tienen los medios son también
responsables de compartir esos medios con las mujeres que han perdido a sus maridos.
Después, en cuarto lugar, en la línea de responsabilidad, viene la Iglesia. Cuidamos
entonces de las que en verdad son viudas. ¿Quiénes son? Aquellas cuyos hijos o nietos no
pueden o no quieren apoyarlas. Aquellas cuyos hombres en la familia no pueden ni
quieren apoyarlas. Aquellas mujeres que hay en la familia que no pueden ni quieren
apoyarlas. Por lo tanto, no tiene medio de apoyo y deben ser cuidadas por la Iglesia. Y
debemos evaluar entre esas mujeres cuáles deben ser cuidadas, porque para eso
regresamos al versículo 5. Una verdadera viuda, una privada que califica para ser apoyada,
es una que confía o ha fijado su esperanza en Dios, espera en Dios y continúa en súplicas y
oraciones noche y día. En otras palabras, una mujer cristiana piadosa.
¿Cuáles de las que en verdad son viudas debe apoyar la Iglesia? Las que son piadosas. Las
que en el versículo 6 viven en placer y están espiritualmente muertas. Y la implicación ahí
es que no tenemos responsabilidad para con ellas. Y entonces, en el versículo 7 él dice:
“manda estas cosas para que la Iglesia, al seguir estas cosas sea irreprensible”.
Entonces, la responsabilidad viene a la iglesia cuando todas las áreas de responsabilidad
han sido agotadas y la Iglesia es únicamente responsable de apoyar a aquellas mujeres
que son cristianas y que son viudas como se evidencia, una vida de oración continua. Una
mujer que viven disipación, en placer, en deseo sexual, está espiritualmente muerta. La
Iglesia no tiene obligación alguna de cuidar de ella. De hecho, ella es mejor dejada a su
propio pecado, el cual, cuando llegue a su clímax, quizás pueda despertarla a su necesidad
del Señor y llevarla de regreso a las cosas que están bien.
Entonces, esas son las primeras dos cosas que hemos visto. Ahora, la última vez también
vimos los versículos 9 y 10; y dijimos en tercer lugar, Pablo dice que la Iglesia tiene la
obligación de mantener un estándar elevado para aquellas mujeres que sirven. Y los
versículos 9 y 10 identifican un orden de mujeres en la Iglesia, mujeres que habían perdido
a sus maridos, quien entonces fueron de manera oficial colocadas en una lista y a quienes
se les dio la responsabilidad de ministerio espiritual. Su ministerio primordial sería
definido en Tito 2, enseñando a las mujeres más jóvenes a cómo ser piadosas, amar a sus
maridos, amar a sus hijos, a ser puras, prudentes, castas, cuidadoras de su casa y demás.
Ellas entonces trabajarían con huérfanos y niños. Ellas trabajarían con prisioneros, los
enfermos, los pobres, los necesitados, aquellos que estaban afligidos, aquellos que
estaban solos. Eran mujeres que estaban calificadas.
Y notará que los requisitos son maravillosos. Debían tener por lo menos 60 años de edad
para que no tuvieran el deseo de volverse a casar, para que no fueran sitiadas por un
deseo de una relación conyugal. Debían haber entregado su vida entera al testimonio muy
claro de que eran una mujer de un hombre. En otras palabras, que siempre habían estado
entregadas a su marido. Y habiendo tenido una relación pura con él.
Versículo 10, habían tenido una reputación de buenas obras. Y aquí están las buenas obras
habían criado hijos, amado a los extraños, lavado los pies de los santos, ayudado a los
afligidos y habrían buscado diligentemente toda buena obra. Este tipo de mujeres había
sido colocado en una lista oficial de servicio.
Ahora, mantenga esto en mente. Este no es el tipo de viuda que debía ser apoyada.
Cualquier mujer que esté sin apoyo debía ser apoyada. Pero estas eran mujeres colocadas
en una lista de aquellas que servían en la Iglesia. Un ministerio maravilloso, maravilloso
conforme estas mujeres mayores, habiendo vivido vidas de piedad andaban enseñando a
otras mujeres a vivir el mismo tipo de vida. Ellas debían ser los modelos de virtud. Ellas
prestaban un servicio oficial a favor de la Iglesia del Señor.
Ahora, observe que el primer requisito en el versículo 9 es que debían que tener más de
60 años. ¿Qué hay acerca del resto? ¿Acaso no habría habido otras mujeres a las que les
habría gustado estar en la lista de siervas en la Iglesia? Sí. Y llegamos a ellas en los
versículos 11 al 15. Y aquí está la obligación de la Iglesia de instruir a las viudas más
jóvenes a volverse a casar. Instruir a las viudas más jóvenes a volverse a casar.
Ahora, quiero que sepa algo. Quiero hacerle un comentario al pie de página aquí. Si usted
me conoce, sabe que no estoy interesado nunca en darle mi opinión acerca de cosas en
este púlpito. Este no es un lugar para mi opinión. Este es un lugar para que yo le enseñe lo
que la Palabra de Dios tiene que decir. Voy a hacer eso, sólo quiero llevarlo a lo largo de
este pasaje, conforme la Palabra de Dios lo presenta de manera muy clara. Y si algo va en
contra del punto en el que está en su vida, su debate no es conmigo. Su debate es con la
Palabra de Dios. Y usted necesita verla de cerca para asegurarse de que la estamos
entendiendo apropiadamente, si eso le va a ayudar.
Pero la médula de los versículos 11 al 15 es un principio muy simple. Las mujeres jóvenes
que han perdido a sus maridos deben volverse a casar. Esto es muy claro, versículo 14:
“quiero, bulomai, palabra fuerte, tiene la fuerza de un mandato, quiero pues que las
viudas jóvenes se casen.” Las jóvenes, literalmente dice, deseo o mando a que las jóvenes
se casen. No dice mujeres más jóvenes. Sabemos de las jóvenes de las que está hablando,
comenzando ahí de regreso en el versículo 11, menciona a las viudas más jóvenes.
Entonces, él está hablando de mujeres que han perdido a su marido y el texto bíblico dice
‘quiero,’ y la palabra es bulomai, y la palabra es el deseo de la razón, el deseo de la
emoción, es el deseo del pensamiento irracional calculado. Esto es equivalente a un
mandamiento. Mando a las más jóvenes a que se casen. Entonces, la obligación de la
Iglesia para con estas viudas más jóvenes es alentarlas hacia el matrimonio. La Iglesia
podría colocar a viudas en la lista si tenían más de 60 años. Las viudas más jóvenes eran
animadas a dirigirse al matrimonio.
Ahora usted pregunta cuál es el punto aquí. Permítame presentarle el retrato. Las mujeres
más jóvenes perdieron a sus maridos e inmediatamente, en la tristeza de perder a su
marido, sea que lo haya dejado mediante la muerte o que haya sido un marido incrédulo
que partió porque no quería vivir con una mujer creyente, y esa era una práctica muy
común en la primera Iglesia, muchas mujeres creían en el Evangelio, estaban casadas con
maridos paganos. La tensión creció. El pagano se fue. Primera de Corintios 7:15 dice: “si el
incrédulo se va, déjelo irse,” un creyente no está en esclavitud. Entonces, una vez que un
no creyente dijo “ya no puedo tolerar todo, me rehúso a estar casado con una cristiana,” y
se iba, esa mujer se convertía en una mujer sola. Ella había perdido a su marido. Si ella
todavía era joven, ella estaba en una situación en donde bíblicamente a ella se le otorgaba
el privilegio y el derecho de volverse a casar en base a 1 Corintios 7:15.
También estaban aquellas mujeres jóvenes cuyos maridos se habían involucrado en
pecado sexual. Y el Señor Jesús en Mateo 5 y también en Mateo 19 dice que cualquiera
que se divorcia por cualquier otra razón que por pecado sexual, crea adulterio. La
implicación muy clara es que usted tiene un pecado sexual no arrepentido, que es
continuo y es base para la disolución del matrimonio. Sabemos eso porque en la economía
del Nuevo Testamento, ese tipo de conducta traía la muerte, ¿no es cierto? Y la muerte
ciertamente habría sido la disolución del matrimonio. Si en el nuevo pacto Dios muestra
gracia y no mata al cónyuge culpable, eso no debía resultar en una sentencia de por vida
de celibato para la parte inocente.
Entonces, es verdad en las palabras de nuestro Señor que cuando usted tiene un pecado
de adulterio sexual continuo, es base para el divorcio en ese matrimonio y eso significa
libertad para volverse a casar. Es muy claro en la costumbre judía y en la ley judía y en la
enseñanza judía que las mujeres más jóvenes que estaban en el estado de haber perdido a
su marido de manera ilegítima, en el sentido de que se fueron porque eran creyentes o
porque se fueron mediante una situación adúltera o porque se fueron mediante la
muerte, estaban en esa cultura siendo alentadas a volverse a casar. ¿Por qué? Porque el
hogar era la esfera de la existencia de una mujer y una mujer que perdió a su marido en
sus años de juventud habría quedado ahí tan vulnerable e insatisfecha como una mujer
que nunca se había casado. Y tenía las mismas necesidades.
En Romanos capítulo 7, obviamente, nos dice que cuando un hombre muere en el
matrimonio, la unión es quebrantada y hay una libertad para volverse a casar. Entonces,
viéndolo desde el punto de vista de la deserción de un incrédulo, desde el punto de vista
de la fornicación de un cónyuge o desde el punto de vista de la muerte, las Escrituras
permiten las segundas nupcias de esa mujer.
La parte inocente en un adulterio, el creyente dejado por un incrédulo queda libre para
volverse a casar. Entonces, llegamos al versículo 11. Y esto es lo que sucedería. Una de
estas mujeres jóvenes perdía su marido. Quizás, se murió. Quizás, se fue. Quizás, hubo un
divorcio debido a su adulterio incesante. Y ella no debía ser sentenciada a esa relación
horrenda por el resto de sus días. Ella, entonces, ahora es soltera. Y ella ha terminado con
un corazón quebrantado. Ella ha terminado con ese hombre, ella se siente quemada y está
lastimada. Y entonces, en sus años de juventud y en la emoción del momento y quizás, la
ansiedad todavía está ahí por estar con este hombre que realmente amaba. Ella dice:
“nunca me vuelvo a meter en otra relación. A partir de ahora, voy a entregar mi vida al
Señor. Quiero servir al Señor. Por favor, colóquenme en la lista. Quiero salir con esas otras
mujeres piadosas simplemente, servir al Señor.”
Y probablemente, ese es un escenario real. El problema con esto es que ella estaba en su
juventud y ella se encontraría presionada por mantener ese tipo de compromiso que
sintió en medio del trauma emocional, de la pérdida de su marido. Y entonces, Pablo
escribe en el versículo 11: “pero viudas más jóvenes, no admitas.” Un verbo muy fuerte,
muy fuerte. Admitas. No las coloque en la lista es lo que él quiere decir. Ese mismo verbo
usado en el capítulo 4, versículo 7, en donde dice rechaza la falsa doctrina. Deséchala. No
permitas que una joven haga eso. Ahora, esto confirma lo que vimos en el versículo 9, ¿no
es cierto? Que necesitaba tener 60 años de edad. No permitas a una mujer joven hacer
eto. Las mujeres jóvenes califican para ser apoyadas en el tiempo de su aflicción si en
verdad son viudas, viudas verdaderas, califican para ser cuidadas por la Iglesia, pero no las
coloques en ese grupo oficial del servicio de la Iglesia. No permitas que eso pase.
¿Por qué? Sígalo en el versículo 11: “porque cuando impulsadas por sus deseos se rebelan
contra Cristo, quieren casarse.” El verbo enfatiza el deseo. Lo que va a pasar, dice él, es
esto: van a hacer un voto a Dios y Números, por cierto, Números capítulo 30 escribe esto
en algún lugar para estudios futuros. Números, capítulo 30, allá por el capítulo 9 al 16
habla del hecho de que cuando una mujer hace un voto a Dios y ella es viuda, ella tiene
que guardar ese voto. Dios toma muy en serio la integridad de las palabras y no creo que
la gente hiciera votos a Él que no tenía la intención de guardar.
Entonces, en este mismo capítulo, a las mujeres judías se les instruía a que cuando hacían
una promesa a Dios, tenían que guardar esa promesa. Y eso sería un asunto de integridad
básica. Pero ciertamente, reforzado específicamente para una mujer que pierde a su
marido ahí en Números 30. Entonces, ahí está esta mujer. Y ella hace este voto
precipitado a Dios habiendo perdido a su marido. Después de un tiempo, el proceso de
duelo se acabó y después, lo único que puede sentir es el deseo de volverse a casar. Ella
anhela casarse.
Entonces, en el versículo 11 dice: “cuando impulsadas por sus deseos.” Permítame decirle
lo que eso realmente significa traduciéndolo simplemente del griego. Cuando ellas han
comenzado a sentir el impulso del deseo sexual. Y eso no sólo significa deseo sexual hacia
el acto sexual mismo, sino deseo hacia un hombre y todo lo que eso involucra. Cuando ella
comienza a sentir el deseo que una mujer normal tendría a día un hombre, usted
comienza a tener un problema.
Por cierto, el verbo es usado normalmente en el Nuevo Testamento y en otras partes,
fuera de las Escrituras es usado de un buey tratando de escapar del yugo. Ella va a querer
escapar de este voto precipitado y pacto que ella hizo. La palabra ‘rebelan’ implica una
desconsideración hacia lo que está bien. Ella comienza a sentir un deseo fuerte, ella
comienza a rebelarse en contra del yugo que ella se ha impuesto sobre sí misma mediante
su voto de servir el Señor. Ella ha sido colocada en la lista, supongamos. Y ahora ella tiene
un título oficial. Esta era una función oficial, ella supuestamente debe ser el modelo de
virtud espiritual. Ella debe estar enseñando a otras mujeres a cómo hacerlo, a cómo ser
piadosas, a cómo amar a su marido, a cómo criar a sus hijos, mientras que ella por dentro
está explotando buscando salirse de este yugo, por revertir este pacto y encontrar un
hombre. De hecho, no querría yo que una mujer así estuviera suelta entre las familias
entrando y saliendo de hogares. Ella podría estar colocando sus manos en un hombre que
ya es el marido de alguien.
Pero esta sería la peor escena concebida en la mente del apóstol conforme él escribe. Ella
resentiría su compromiso, ella serviría bajo hostilidad. Ella comenzaría a ser hostil hacia el
Señor. Ella comenzaría a ser vulnerable ante los hombres que estuvieran ahí. Ella
comenzaría a acercarse a hombres a quienes sabe que no debería acercarse. Y ella estaría
insatisfecha y estaría muy infeliz y sería muy miserable. Ella sabe que está mal el romper
una promesa. Que está mal romper un voto. Y entonces, ella está protestando bajo esta
situación, deseando de manera tan desesperada el casarse y estando aquí bajo el pacto
que ella hizo, ella no tiene el deseo de trabajar y el trabajo sin deseo no es trabajo
absoluto. Ella es muy vulnerable y especialmente, conforme ella circula ahí en la
comunidad, ella se vuelve una antorcha potencial para un incendio forestal.
Dicha infidelidad a un pacto tiene consecuencias. Vaya al versículo 12. Esto, de hecho, dice
“llevando con ellas condenación o juicio”. Una mujer en esa posición que está tratando de
cumplir un voto, ella está revelándose y siendo hostil a ese voto, quien está deseando
profundamente el matrimonio, sintiendo un deseo sensual fuerte. De esa manera, ella
está cargando una carga en su espalda, una carga de la sentencia que Dios contra un pacto
quebrantado y una actitud tan ingrata, un espíritu tan indeseable, en últimas va a ser
disciplinada por el Señor, juzgada por el Señor. Esa es la implicación. Ella, en cierta manera
es un desastre potencial que es cuestión de tiempo para que se lleve a cabo, cuando Dios
dejé caer Su martillo. ¿Por qué? Por haber quebrantado su primera fe.
Ahora, ¿qué significa eso? Bueno, es difícil ser dogmático en eso. Hay dos posibilidades: si
traducimos la palabra como fe, significa que quizás ellas han abandonado su compromiso
original con Cristo, el cual fue un compromiso con obedecerlo, amarlo, servirlo, guardar Su
Palabra, hacer Su voluntad. La implicación ahí podría ser que ellas simplemente dijeron,
por ejemplo, usted sabe, “ya me cansé de servir a Cristo, se acabó. Voy a hacer lo que
quiero hacer.” Podría ser traducida compromiso la palabra también. Podría ser traducida
compromiso.
Y podría significar el pacto específico de servir al Señor por el resto de su vida como un
grupo de mujeres en la Iglesia había diseñado hacerlo. Entonces, ella habría estado
quitándose su compromiso original que hizo en su momento de tristeza. Ella podría estar
rompiendo su compromiso original en la salvación de entregar su vida en el servicio a
Cristo y obedecer Su voluntad. De cualquier manera, ella viola su compromiso con el
Señor. El deseo por el matrimonio es tan fuerte que ella simplemente comienza a hacer
todo lo que puede para salirse de la situación en la que está. Se deshace de su
compromiso original e inclusive al punto en el que ella viola el compromiso original de
obedecer al Señor.
¿Qué significa esto? Me imagino que eso significa que ella comienza a buscar un estilo de
vida injusto. Quizás, en su desesperación ella se aparece ahí en el bar de solteros de Éfeso,
si hubieran tenido uno. No lo sé. No sé lo que hicieron. Ella llega al punto de comenzar a
salir con incrédulos. Ella viola su compromiso, por un lado, ella viola quizás la devoción
original que expresó al principio en su fe cristiana. Y como usted sabe, debido a que la
cantidad de opciones de hombres es menor para una mujer más adelante en su vida,
debido a que hay un trasfondo de haber vivido con un hombre, y ahora usted ya no vive
con ese hombre, hay una mayor desesperación porque usted ha conocido esa satisfacción.
Y ahora es quitada.
Con mucha frecuencia, las mujeres en esa situación entran en relaciones con hombres con
los que nunca debían haber establecido una relación. Son impacientes. Buscan una
relación equivocada. Y quizás inclusive terminan casándose con un incrédulo. Y me
gustaría esconder de mi memoria a todas las mujeres que conozco que han hecho eso.
Esta es la razón por la que en 1 Corintios 7:39 Pablo dice que una mujer que ha perdido a
su marido puede volverse a casar, pero sólo en el Señor… Únicamente en el Señor. El
hecho de que ella se case con un incrédulo es reemplazar a Cristo en el centro de su vida
con un incrédulo en el centro de la vida de ella. Que quede claro, eso es exactamente lo
que una mujer hace cuando ella se casa con un incrédulo. Ella quita a Cristo al punto en el
que ella hizo un compromiso con Él. Lo toma, lo saca, coloca a un incrédulo ahí en donde
ella había tenido el compromiso original con Cristo. El hecho de que eso suceda traería
una reprensión terrible sobre la Iglesia, sobre el nombre de Cristo… Especialmente si ella
estuvo en una lista de personas que supuestamente están ahí como modelo de virtud para
que el resto de la gente la siga.
Pero debido a la debilidad de una mujer, debido a su deseo fuerte hacia un hombre,
debido a la impaciencia, debido a su incapacidad de encontrar a un hombre cristiano de su
edad que esté disponible, ella quizás se ve atraída a entrar en una relación en donde hace
concesiones con un hombre casado, y perder así la virtud de ella. Ella quizás ha hecho
concesiones al involucrarse con un hombre no casado quien no es creyente, y pierde así
su virtud. Ella puede terminar casándose con alguien que deshonra a Dios. Entonces, la
primera razón por la que Pablo dice que no coloquen a las mujeres en la lista que son
jóvenes es para protegerlas de deshonrar a Cristo de esta manera.
Segunda razón en el versículo 13. Y, además, dice él, o al mismo tiempo también,
aprenden a ser ociosas. O literalmente, esta es una frase que significa que califican como
personas que son ociosas. Aquí hay un segundo problema. El primer problema es un
problema de deseo hacia un hombre. El segundo problema es inmadurez. Usted coloca a
una mujer joven en esta lista, escuche, entienda la escena, y ella va a ir de casa en casa
ministrando a estas familias, instruyendo a otras mujeres, ayudándoles con los hijos,
ayudándoles a aconsejar y orar con ellas y discipularlas y ayudarles y visitar a los pobres y
a los necesitados y a los enfermos; y ella está recolectando una masa de información muy
interesante acerca de la vida personal de toda persona.
Y en el ocio de eso, si es inmadura, Pablo dice, al ir de casa en casa, lo cual sin duda alguna
es lo que esas mujeres hacían, gran parte del tiempo debido a la naturaleza de su
ministerio en el circuito del servicio de casa en casa, lo que originalmente era una visita
deliberada para ayudar a ministrar, se convierte en una misión en donde no hay casi nada
o nada de trabajo espiritual que se logra. En el mejor de los casos, es social. En el peor de
los casos, una situación devastadora y desastrosa. Y simplemente, andan de casa en casa.
Y no sólo ociosas, sino que andan de casa en casa y son demasiado inmaduras para ayudar
en algo y están demasiado consumidas con el deseo de un hombre que cuide de ellas. Lo
que comienza simplemente como una situación social, dice, observe el versículo 13, no
solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando de lo que no
debieran.
Ahora, lo que comienza como algo de gran devoción y compromiso, poco después es
superado por un deseo por casarse, una hostilidad crece en el corazón. Poco después,
simplemente están metidas en un torbellino social. Ese es el mejor de los casos. El peor de
los casos es que la información que recolectan se convierte en combustible para lo que
ellos cuentan y se involucran en chismes conforme dicen cosas que no debieran decir.
Ellas no están haciendo nada constructivo. Están haciendo cosas destructivas.
La palabra para chismosas significa parlotear. Simplemente hablan, dicen cosas absurdas,
hacen acusaciones vacías, acusar con palabras malas. Todas esas cosas. Entonces,
simplemente andan de lugar en lugar llevando historias de un lugar al otro. Como
veremos en esta noche en el estudio de Santiago, eso es absolutamente desastroso.
Y después, entremetidas. Literalmente, alguien que se mueve por todos lados. Pero tiene
que ser el que se mueve por todos lados con una nariz grande, metiendo la nariz en todos
lados. Quienes, por curiosidad, están buscando cosas e investigando cosas que ni siquiera
les conciernen. Ni siquiera deben meterse en eso.
Por cierto, es interesante que la palabra entremetida ocurra en Hechos 19:19 en
referencia a personas que se involucran en la magia. Y cuando que eso, pensé: “bueno,
¿cuál es la conexión ahí? ¿Por qué las entremetidas están conectadas con la magia?” Y si
lo piensa, es muy simple. La gente que se mete en la magia está buscando cosas que están
escondidas del conocimiento humano. Y los entrometidos está haciendo lo mismo.
Simplemente, metiendo las narices en cosas en donde no deben meterlas.
Entonces, usted puede ver este proceso de degeneración. Esta mujer es colocada en la
lista. Ella comienza en lo que es el ministerio. Ella se vuelve hostil al ministerio porque
quiere un hombre. Poco después, no hay nada más que un torbellino social simplemente
moviéndose por todos lados. Y entonces comienza a degenerar. A contar cosas que no
debe, meterse en cosas que no debe meterse y esto culmina finalmente al final del
versículo 13, conforme ella esparce cosas que ni siquiera deben ser dichas. Todo esto es
una señal de inmadurez. Ella no ha alcanzado esa piedad de madurez que la va a salvar de
esas cosas para destruir a la gente de Dios y la obra de Dios.
Quizás, quizás en la Iglesia de Éfeso algunas de estas mujeres se habían convertido en
promotoras de enseñanza falsa. Y esa la razón por la que Pablo en el capítulo 2 dice que
las mujeres no deben enseñar. Quizás, los espíritus engañadores, las doctrinas de
demonios, los hipócritas mentirosos que estaban esparciendo toda la teología falsa ahí en
esa comunidad, quizás habrían sido también mujeres al igual que hombres. Y algunas de
esas mujeres inmaduras y fuera de control, quienes habían perdido a sus maridos, ahora
tenían la libertad de involucrarse en este tipo de cosas. Quizás, no solo maldad moral, sino
error doctrinal podría ser el resultado de mujeres inmaduras que estaban anhelando el
tener hombres y tenían tiempo disponible y no lo usaban bien.
Entonces, Pablo dice, demanda a una mujer sobria, madura, piadosa, ministrar a hogares y
familias para ser parte de sus necesidades más profundas, sus problemas más profundos,
sus secretos más profundos y no abusar de esa oportunidad. Por estas razones las mujeres
jóvenes, entonces, no deben ser colocadas en la lista, para que no se vuelvan objeto de
oprobio.
Pablo tiene una mejor idea en el versículo 14 para las mujeres jóvenes. Quiero, y como le
dije boulomai es la voluntad de deseo que viene a partir de la razón o la emoción. Es algo
racional debido al razonamiento anterior, el cual ya ha dado en los versículos 11 al 13. Por
estas razones, podemos asumir “quiero, mando,” tiene la fuerza de un mandato, “que las
viudas jóvenes se casen.”
Ahora, eso es exactamente lo que dicen las Escrituras. Una mujer joven que ha perdido a
su marido, debe casarse. Usted pregunta si acaso toda persona hasta los 60 años está en
ese grupo más joven. No lo sé. Es un término general, jóvenes. Es aclarado en cierta
manera en el versículo mismo. Dice que las viudas más jóvenes deben casarse y criar hijos.
Entonces, podríamos decir que ‘las jóvenes’ ciertamente incluiría a mujeres que todavía
pueden tener hijos. Estas mujeres deben casarse.
La costumbre judía, créame, daba honor a las segundas nupcias. Y este es el mandato de
Pablo. Esta no es una concesión, este es un mandato. Y cuando oigo a alguien decir que el
divorcio podría ser bíblicamente tolerable, pero las segundas nupcias nunca son
tolerables, para mí eso va en contra de la intención del corazón de Dios revelado en este
pasaje y ese es proteger a una mujer soltera de tener que vivir una vida de soltería en la
que ella constantemente está enfrentando deseos fuertes y constantemente en su
inmadurez no puede enfrentar todo lo que está pasando en su vida para proveer para sí
misma.
Yo creo que es el diseño de Dios para una mujer joven que ha perdido a su marido el
volverse a casar. Eso es lo que dice el texto. Puede haber excepciones. Y ciertamente, no
estoy diciendo, tampoco Pablo, que toda mujer que ha perdido a su marido es una mujer
sensual que está buscando problemas. Que toda mujer que ha perdido a su marido es una
chismosa, pero eso tiende a ser un problema.
Entonces, él dice, y esta es la situación general, mujeres jóvenes, él ni siquiera usa la
palabra mujer aquí. Simplemente, las más jóvenes. Él ya nos ha dicho a qué más jóvenes
se refiere ahí atrás en el versículo 11. Las jóvenes que han perdido a su marido, dice él,
deben casarse, porque esa es la esfera del llamado de una mujer. Esa es la esfera de su
vida. Para eso ha sido diseñada. Ella necesita un hombre, el cuidado, la protección, la
provisión del marido. Ese es el diseño de Dios. No es sólo protección de relaciones
irresponsables, no solo protección de conducta irresponsable y ocio, sino que es debido a
que Dios ha diseñado que ella esté en la esfera del hogar.
Decir que hay una provisión en la Biblia para el divorcio, pero nada para las segundas
nupcias es presentar una pregunta muy difícil a todas las mujeres que Dios ha diseñado,
que estén bajo el cuidado y protección de un hombre. Y básicamente, usted le está
diciendo que no puede hacer eso. ¿Quién va a cuidar de ellas? Y la gente que promueve
esa postura en particular, que dice que hay una justificación en la Biblia para el divorcio,
pero nada para las segundas nupcias necesitan inventar una estrategia para redefinir lo
que es la feminidad y para explicar cómo vamos a cuidar de todas estas personas que no
tienen el derecho de tener otro marido porque la carga cae en la Iglesia.
Pero la indicación de las Escrituras es que las mujeres, y de nuevo, no dice viudas, y si
dijera viudas, de nuevo recordaríamos que significa cualquier mujer que ha perdido a su
marido. Y si ella ha perdido a su marido mediante el divorcio, mediante el adulterio y ella
era inocente mediante la deserción de un incrédulo, ella estaría en la categoría en donde
ella tendría un derecho bíblico de volverse a casar. A ella se le instruye hacer eso.
Ahora, permítame decir esto. Puede haber algunas mujeres que Dios quiere que
permanezcan en soltería. Dios, en ese punto, puede permitirle a una mujer que esté
totalmente satisfecha estando soltera el resto de su vida. Pero, aun así, el patrón general
es que el deseo de una mujer, de manera natural sea hacia un hombre y su vulnerabilidad
y su protección y satisfacción sea cubierta, por así decirlo, mediante esa relación.
Entonces, Pablo dice ahí que se casen.
Observe los detalles de su responsabilidad, versículo 14. “Quiero pues que las viudas
jóvenes se casen, críen hijos.” ¿Sabe lo que eso significa? Muy simple, tengan bebés. No
tiene nada que ver con criarlos. Tengan bebés. Entonces, si una mujer todavía está en esa
edad, entonces debe hacer eso. Me molesta continuamente que nuestra sociedad nos siga
diciendo que los niños son algún tipo de contaminación ambiental y cualquier persona
que tiene más de dos debe ser expulsado de nuestra sociedad por poblar de manera
excesiva al mundo. Debemos poblar al mundo con tantas personas piadosas conforme nos
sea posible.
Criar una simiente piadosa, es el propósito para el cual Dios ha diseñado los hogares
cristianos. Tener hijos es el propósito de Dios para una mujer. Y aunque una mujer haya
estado casada y haya perdido a su marido y necesite volverse a casar, el propósito no
cambia. Ella debe tener bebés. Y después, dice, “gobierne su casa,” oikodespoten, ella
debe hacer eso y eso incluye administrar la casa, criar a los hijos, entra en ese punto. Tito
2:4 y 5 dice que ella tiene que ser cuidadora de su casa, oikiakos, significa administrar el
hogar con los recursos provistos. La idea es que el hombre provee, sale, consigue los
recursos, los trae, ella los administra, y ella se encarga de cuidarlos para el bien de la
familia.
Hombre, este es un retrato tan simple y hermoso de cómo operan juntos un hombre y una
mujer en un hogar. Esta es la razón, como dije hace una semana, por la cual estoy tan
emocionado, porque en el Master’s College, en el otoño, vamos a comenzar un programa
para enseñarles a las mujeres jóvenes cómo ser administradoras del hogar, cómo cuidar
del hogar con gran capacidad y realmente, ser el tipo de persona que ellas puedan ser
para hacer del hogar lo que Dios quiere que sea. ¡Qué llamado tan tremendo, tan
tremendo es este! Esta es una parte tan grande de una mujer, que, aunque ella ha perdido
a su marido, a ella se le dice que encuentre a otro y regrese a hacer eso. Es casi como si
ella es un pez que está fuera del agua y se le dice vuelva a entrar al agua en el estanque
más cercano, nada más que no quiero decir al hombre más cercano. Pero esta es la idea
de urgencia de esa esfera para una mujer.
Ahora, habiendo dicho eso, sé que corro el riesgo de que alguien diga que en su propio
matrimonio ‘hombre, espero que sólo seas tú y yo para siempre’. Y todos debemos estar
casados el uno con el otro con esa perspectiva. No debemos estar casados con la idea de
que ‘quiero que sepas, mi amor, que tan pronto como no estés, me voy a buscar a alguien
más.’ Digo, eso no va a cultivar el tipo de relación que usted realmente quiere. Pero, y
creo que eso está cubierto en el hombre de una mujer y la mujer de un hombre. Inclusive
en segundas nupcias judías había un período de espera. Debían esperar para asegurarse
de que no hubiera un embarazo. Pero hubo un período de espera y cubría mucho terreno
hasta que hubiera segundas nupcias que se permitieran. ¿Por qué esto? ¿Por qué es que
una mujer debe regresar al hogar y estar bajo el cuidado de un hombre y ministrar en ese
hogar y proveer liderazgo a ese hogar? ¿Por qué? Para que no den al adversario ninguna
ocasión de maledicencia.
El término ocasión es un punto de despegue, una base de operaciones. El adversario,
cualquier enemigo de la cruz, cualquier enemigo del Evangelio, cualquier enemigo de la
Palabra de Dios, claro, el adversario definitivo es Satanás, pero su calumnia siempre viene
a través de agentes humanos. Y entonces, si las mujeres entran al hogar y cumplen con su
tarea ordenada por Dios y crían una generación piadosa de jóvenes y administran ese
hogar, van a quitar la maledicencia que se presenta en contra de la Iglesia y en contra del
pueblo de Dios.
Y los hombres de mujeres de violan el propósito de Dios proveen combustible para los
incendios. Y siempre hay esas personas que quieren despedazar la reputación de la Iglesia.
Son instrumentos del diablo buscando algo que puedan encontrar. Y entonces, para evitar
que tengan alguna fuente de maledicencia, las mujeres jóvenes, en lugar de que sean
vulnerables y queden expuestas al pecado, expuestas a la amargura en contra de Cristo,
expuestas a lo que el mundo puede traer en contra de ellas, deben regresar a la
seguridad, la protección, la fortaleza, el cuidado de una relación piadosa con un hombre
en la esfera en donde Dios quiso que ellas estuvieran. Tristemente, dice él en el versículo
15, porque ya algunas se han apartado en pos de Satanás. Pablo dice “lamento decir que
en la asamblea de su Iglesia algunas ya se han desviado.” Algunas ya han dejado su voto a
Cristo. Algunas, ya han dejado el llamado verdadero de una mujer al hogar. Algunas, están
ahí afuera siguiendo a falsos maestros. Algunas, están siguiendo sus propias
concupiscencias. Algunas se están desviando del camino de la virtud. Algunas pueden ser
las mujeres torpes cargadas de concupiscencias que él menciona en 2 Timoteo capítulo 3.
Algunas ya están esparciendo mentiras. Algunas ya están ocupadas con los asuntos de
otros, algunas han entregado sus oídos a espíritus engañadores, creyendo doctrinas de
demonios. Algunas se han involucrado quizás en un juego de poder para volverse las
maestras en la Iglesia. Algunas han actuado en maneras inmorales. Algunas han
quebrantado promesas al Señor. Algunas se han casado con incrédulos. Pablo dice: “mira,
cásate con un creyente, regresa al hogar, cumple con el diseño de Dios te ha dado para
que no des ocasión de maledicencia en contra de la Iglesia.
Entonces, vemos de manera muy clara lo que Dios quiere que las mujeres sean en este
pasaje, ¿no es cierto? No debe haber duda alguna acerca de esto. Es tan obvio lo que Dios
quiere de una mujer.
Después, un punto final en el versículo 16, al cual ya hicimos referencia. Al final, casi como
si él mismo quisiera cerrar su argumento y llevarlo al término de un círculo completo en
donde él comenzó, él dice esto: la Iglesia tiene la obligación de asegurarse de que mujeres
capaces también apoyen a sus viudas para que no sean cuidadas por la Iglesia. El versículo
16 dice: “si algún creyente o alguna creyente… dice el texto… Tiene viudas, que las
mantenga.”
Esa es la razón por la que le dije la tercera línea de responsabilidad. Primero, hijos y
nietos. Segundo, un hombre en una familia debe proveer. En tercer lugar, una mujer debe
proveer. Había algunas mujeres, claro, que tenían los recursos. Algunas de esas quizás
habían sido mujeres viudas. Algunas de ellas quizás habían sido mujeres casadas con un
incrédulo a quien se les entregó la administración de la casa y podían tomar algo de lo que
tenían y darlo a otras mujeres que tenían necesidad. No siempre tenía que ser dinero.
Podían ser alimentos, podía ser hospedaje, ropa, muchas cosas. Entonces, no sólo los
hombres creyentes deben proveer para su casa extendida, a aquellas mujeres que tenían
necesidad, pero también las mujeres debían hacer eso. Que las mantengan.
Y como usted sabe, no es cierto, que muchas mujeres viudas cuidaban de sus madres
viudas. Eso no es raro para nosotros. Muy común. La razón es al final del versículo 16, “y
no sea gravada la Iglesia a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas.”
En otras palabras, ni siquiera llegas a la responsabilidad para la Iglesia de cuidar de una
persona hasta que todas estas otras posibilidades han sido agotadas.
Hijos, nietos, hombres en la familia, mujeres en la familia, si no hay apoyo en todas esas
áreas, entonces la responsabilidad recae sobre la Iglesia y cerramos el círculo de regreso al
versículo 3, en donde a la Iglesia se le dice en general que tenga la responsabilidad de
apoyar a las mujeres solas que realmente están solas. Esto es que no tienen otra manera
de mantenerse.
Ahora, ¿qué es lo que queremos decir con la Iglesia? Permítame responderlo de la
siguiente manera. Usted es la Iglesia y yo soy la Iglesia. Si usted o yo tenemos los recursos
para mantenerlas, entonces nosotros debemos hacerlo. Si no los tenemos, entonces,
venimos a la Iglesia y como cuerpo a nivel colectivo, lo hacemos. Pero debe ser nuestro
gozo como individuos, si Dios nos ha dado el recurso, el que nosotros asumamos el gozo
de hacer eso. Y debemos hacer eso de manera pronta. Usted pregunta por qué debemos
estar tan prontos para gastar nuestro dinero de esa manera. Escúchelo de esta manera:
Deuteronomio capítulo 14 lo presenta, creo, como un principio que debemos conocer.
Dice que el huérfano y la viuda que están dentro de tus puertas, vendrán y comerán y
quedarán satisfechos.” Esta fue la ley de Dios para Su pueblo Israel. “Para que Jehová tu
Dios te bendiga en toda, en la obra de tus manos que tú harás.”
¿Por qué debo como persona estar pronto a apoyar a una viuda? Porque tengo la
promesa de la bendición de Dios. ¿Por qué debo pasarle eso a la iglesia cuando yo lo
puedo disfrutar? Y hay una amenaza ahí también, porque en el capítulo 27 de
Deuteronomio, la ley de Dios dijo esto: “maldito el que pervierta la justicia que merece el
extranjero, el huérfano y la viuda.”
Ayuda a una viuda, sé bendecido. Deja de ayudar a una viuda, sé maldecido. Dios está
viéndote y Dios dice que, si te encuentras con una viuda en tu camino y tienes los recursos
para ayudar y ayudas, “te bendeciré”. Y si no ayudas y pierdes la bendición, y vienes bajo
la maldición… Ahora, nosotros no queremos extrapolar eso demasiado a partir del pacto
dado a Israel. Pero si ciertamente Dios estaba complacido con el cuidado de una viuda en
ese entonces, Él está complacido con el cuidado de una viuda ahora. Si Él no estaba
contento con la falta de cuidado en ese entonces, Él no está contento con la ausencia de
cuidado ahora. Entonces, la responsabilidad recae sobre el individuo inicialmente y Dios
sabe eso. Y después, pasa en donde no hay capacidad como tal para la Iglesia.
Bueno, el resumen de todo esto, ¿qué diremos? La carga que Dios ha colocado sobre los
hombres es clara. ¡Y qué carga tan gozosa y feliz es! La responsabilidad que Dios ha
colocado sobre las mujeres es clara y también es una responsabilidad gozosa. ¿Podemos
resumirlo? Una mujer debe tener una reputación de buenas obras. Ella debe dar a luz
hijos y criar hijos piadosos. Ella debe abrir su hogar con hospitalidad a extraños que están
en necesidad de cuidado. Ella debe demostrar servicio lleno de gracia, humilde, a aquellos
que se cruzan por su camino, inclusive al punto de lavar sus pies. Ella debe ayudar a todos
los que están en problemas, afligidos con su bondad y sacrificio personal. Ella debe
entregarse a toda buena obra posible, evitar el ser ociosa, el estar flotando de casa en
casa, metida en chismes, enfocada en guardar su propia casa, ayudar a estas otras
mujeres en necesidad a quienes ella puede ayudar.
Y todo esto resulta en una vida en la cual no da ocasión a maledicencia, que calla al
enemigo y también hace de ella una mujer digna de ser cuidada e identificada
oficialmente dentro de la Iglesia como una que ministra en el nombre de Cristo. Ese es el
diseño de Dios. Y esa es la bendición de Dios para aquellos que son obedientes a ese
diseño que Él estableció. Oremos juntos.
Padre, hay tanto que se aplica de manera tan directa a la vida en este pasaje. Y ha sido mi
oración, como Tú sabes, que ninguna palabra en manera alguna refleje algo diferente de
la intención Divina, que comuniquemos con esa misma verdad y ese mismo espíritu que
Tú deseas comunicar. Gracias, oh Dios, por la maravilla de la feminidad, por la belleza de
Tu diseño, por ese privilegio maravilloso que se le ha dado a los hombres de cuidar de la
mujer que Tú has decidido. Gracias por el diseño de la mujer que cuida del hombre que Tú
has decidido. Gracias por el hogar.
Te damos gracias, Señor, por el recordatorio hoy de lo que Tú nos han llamado a hacer,
hombres y mujeres. Y oramos por todo marido y por toda esposa, oh, Dios, que mediante
el medio de la gracia, que todos seamos lo que Tú quieres que seamos. Perdónanos por
nuestras muchas fallas.
Oramos por estas mujeres solteras tienen anhelos profundos en su corazón por ese
marido que todavía no está ahí, sea que nunca se han casado o sea que han perdido a su
marido, oramos por su fortaleza espiritual, por la profundidad de su andar en el Espíritu,
por su paciencia. Y pedimos que Tú, en Tu gracia les proveas, que estén satisfechas en
toda manera.
Oramos también por la crianza de hijos piadosos, por el cuidado de hogares que son
santuarios de fe y esperanza y amor. Y oramos que, en todas nuestras relaciones juntos,
nunca demos ocasión para que el enemigo con éxito nos acuse porque caminamos en
obediencia a Tu Palabra y a Tu voluntad. Responde mediante Tu Espíritu a todas las
preguntas no respondidas y ayúdanos a conocer la bendición que viene a aquellos que
obedecen por causa del Salvador. Amén.
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