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Capítulo 2.
……..para lograr eficiencia en la producción, las variables
importantes que se deben considerar son el rendimiento y el
consumo de alimento, porque la relación entre estas dos variables
indica la eficiencia de conversión del alimento en una unidad de
producto animal logrado e incluso daría pautas de rentabilidad
misma.
Parámetros de
eficiencia
productiva animal
La eficiencia de la producción animal en las explotaciones ganaderas, pueden ser evaluadas
a través de variables de respuestas medibles como indicadores que reflejan la
productividad e incluso daría pautas de la rentabilidad misma. Los parámetros de
eficiencia pueden ser determinadas a través de la medición de cantidad en kilogramos de
producto animal (leche, carne, huevo y otros) producido en las explotaciones ganaderas, y
el mismo a pesar de ser afectadas por factores como la genética, sanidad, ambiental y otros,
estos son afectadas principalmente por la eficiencia de conversión del alimento en producto
animal. Al respecto, Pimentel et al. (1997) indica que para lograr eficiencia en la
producción animal, las variables importantes que se deben considerar son el rendimiento
de la producción y el consumo de alimento, porque según Patty (2016) la relación entre
estas dos variables indica la eficiencia de conversión del alimento en una unidad de
producto animal logrado e incide directamente en los costos de producción.
En ese entendido, se puede afirmar que se espera que los animales incrementen al máximo
su producción con el mínimo alimento consumido y al menor costo posible.
(individuo sano) consuma más para que transforme en mayor producción. En este caso, se
tiene que maximizar la eficiencia de la función ruminal y gástrica en rumiantes y
monogástricos comprendiendo los factores que influyen en el consumo voluntario de
alimentos” con el objetivo de buscar el máximo consumo pero minimizando las pérdidas de
energía y alcanzar el máximo potencial de producción de animales.
Los factores que influyen y condicionan el consumo voluntario de los alimentos por los
animales, se consideran los factores alimenticios, fisiológicos y ambientales.
Entre los factores fisiológicos propios del animal que regulan el consumo voluntario de
alimentos, aparte del sistema nervioso central, están la función digestiva y la capacidad
física de tracto gastro – intestinal relacionadas con la velocidad de digestión, tiempo de
retención de la digesta y la distinción rumino – abdominal e intestinal. Por otro lado, en los
rumiantes el consumo voluntario puede estar relacionado con procesos metabólicos como
ser la carga calórica y el funcionamiento de sistema termorregulador, las concentraciones
de metabolitos en el tracto digestivo o torrente sanguíneo y otros. A continuación se
describe cada uno de los aspectos:
Sistema nervioso central: La región de hipotálamo cuenta con dos regiones que
regula el consumo voluntario de alimentos de los animales y estos son el centro de
hambre (aumento de apetito) ubicado en la región lateral y el centro de saciedad
(disminución del apetito) de la región medio ventral, ambos en el hipotálamo. Los
mecanismos de retroacción que regulan la ingestión de alimentos, es la sensación
de hambre que está asociada con las contracciones rítmicas del estómago y la
agitación que impulsan la búsqueda del alimento. Si la búsqueda del alimento surte
efecto, aparece una sensación de saciedad.
Entre los factores alimenticios que regulan el consumo voluntario de animales, están la
concentración energética, forma física de la ración, la palatabilidad y otros. A continuación
se describe cada uno de los aspectos:
Forma física de la dieta: La forma y las propiedades físicas del alimento afectará el
consumo (cantidad) y las formas de consumo. Los forrajes serán limitados en el
consumo por el llenado del rumen y los granos de alta densidad energética son
consumidos en mayor proporción y es regulado por el consumo. Los forrajes
Cristóbal Achu Nina, INGENIERO ZOOTECNISTA 3
Ciencia animal o Zootecnia [ALIMENTOS Y ALIMENTACION ANIMAL]
Entre los aspectos que influyen en el consumo voluntario de alimentos por los animales, se
consideran los siguientes:
En producción de bovinos de leche, los parámetros con los que vamos medir la eficiencia
pueden la producción de leche diaria por vaca, calidad de la leche, conversión alimenticia,
eficiencia alimenticia y costo del alimento por kilogramo de nutrientes.
Desde luego en las granjas de producción lechera, las variables que se consideran
importantes serán el consumo y la conversión alimenticia porque la relación entre estos dos
aspectos nos dará mayor productividad y al mismo tiempo tiene implicancia directa en la
rentabilidad ganadera. La producción promedio de leche diaria por vaca, debe ser obtenido
dividiendo la cantidad total de leche producida por hato al número de vacas que están en
producción de leche (lactancia), aunque deben ser considerados las fases intermedias de
lactancia como ser inicio, alta y baja producción para evitar resultados sesgados.
6,24
6,00
5,11
5,00
A
4,69
4,00
3,42
3,94
3,00 3,58
2,00
Testigo Adaptacion Suplementacion
Concentrado Heno fortificado
Los resultados indican que con la suplementación de concentrados comerciales a las vacas
se ha mejorado la producción diaria de leche de 3,42 hasta 6,24 kg/vaca, lo que significa un
incremento de 82% de producción de la leche (2,24 kg) con respecto a la producción de las
vacas cuando fueron alimentadas solamente con pradera nativa. Por otro lado, ha
Cristóbal Achu Nina, INGENIERO ZOOTECNISTA 5
Ciencia animal o Zootecnia [ALIMENTOS Y ALIMENTACION ANIMAL]
Por otro lado, PROSEDER – COSUDE (2013) señala que los resultados obtenidos de
producción de leche de 7,63 kg/día por efecto de suplementación con concentrado fue
superior al promedio de producción de leche (6,60 kg/día) producida por las vacas sin
suplementación (pradera nativa), lo que significaría un 15,6 % de incremento. Mientras,
con la suplementación de heno fortificado se ha registrado 11,0 kg de leche por día
comparado con 10,0 kg de leche de vacas solamente alimentados con pradera (sin
suplemento), el mismo sería equivalente a 10 % de incremento.
Por otro lado, el heno fortificado de la misma manera se constituye en un suplemento que
ha mejorado la producción de leche comparado con la producción de leche de vacas
alimentadas con pradera nativa. Sin embargo, a pesar de ser mejorado en cuanto a la
calidad nutricional de heno de avena agregando nutrientes digestibles (melaza, urea,
Cristóbal Achu Nina, INGENIERO ZOOTECNISTA 6
Ciencia animal o Zootecnia [ALIMENTOS Y ALIMENTACION ANIMAL]
Dónde:
C A = Conversión alimenticia
Consumo de alimento = Alimento consumido en pastoreo + Suplemento
Rendimiento de leche = Producción promedio día
Los parámetros de conversión alimenticia para producir una unidad de producto animal
varían según las especies pecuarias. Según el reporte de Shimada (2003), se constata que
las mejores conversiones son para la producción de huevo y las peores para la producción
de carne de borrego y de bovino (tabla 5). Mientras las vacas lecheras en producción, tienen
una conversión alimenticia de 3, lo que significa que las vacas necesitan para producir un
kilogramo de leche 3 kilogramos de alimentos (sin especificar el tipo de alimento).
En la actividad de producción lechera, las variables más importantes que se consideran son
el rendimiento de la producción de leche y el consumo de alimento porque la relación entre
estas dos variables indica la eficiencia de conversión del alimento en una unidad de
kilogramo de leche, o sea significa que cuanto más baja sea la conversión alimenticia para
la producción de leche es considerado mejor. Por otro lado, se ha observado que los valores
de conversión alimenticia varían entre reportes de autores y estas diferencias pueden ser
atribuidas a los factores como ser eficiencia de fisiología digestiva y metabólica, producción
de leche y etapa de lactancia.
Figura 3. Conversión alimenticia para la producción de leche de las vacas alimentadas con
pradera nativa y suplementos
3,00 2,60
Conversión alimenticia para
la producción de leche (kg)
2,50
1,90
2,00 1,61
1,50
1,00
0,50
0,00
Fuente: Patty (2016).Sin suplemento Concentrado Heno fortificado
Suplementación
Al respecto, Patty (2016) señala que existen diferencias estadísticas entre los promedios de
conversión alimenticia para la producción de leche de las vacas alimentadas con pradera
nativa y suplementadas. En este Ración
caso, la principal
conversión de las vacas:
alimenticia pradera
de 1,90 de lasnativa
vacas
alimentadas solamente con pradera nativa fue superior con respecto a la conversión
alimenticia de las vacas suplementadas con concentrados comerciales, pero inferior a los
suplementadas con heno fortificado. Por otro lado, la conversión alimenticia de 1,61 de las
vacas suplementadas con concentrados comerciales fueron menores a la conversión
alimenticia de 2,60 de las vacas suplementadas con heno fortificado. Estos valores
obtenidos, explicarían que las vacas suplementadas con concentrado requieren menos
alimento para producir una unidad de kilogramo de leche comparado a los grupos tanto de
las vacas alimentadas solamente con pradera nativa y con heno fortificado (figura 3).
Por otro lado, las diferencias encontradas entre los valores promedios de conversión
alimenticia de vacas suplementadas con concentrado y heno fortificado, se atribuye a que
a medida que se mejora la calidad de la ración (principalmente con concentrado) hay
mayor eficiencia de conversión de alimento. Sin embargo, cuando hay menor proporción de
concentrado y aumenta el forraje en la ración disminuye significativamente la producción
de leche y se necesita mayores proporciones de alimento para transformar en producto
animal.
Sin embargo, a pesar de que se necesita mayor proporción de alimento (heno fortificado)
para transformar en unidad de producto animal, Patty (2016) corrobora que la producción
de leche de las vacas no ha sido afectado con la suplementación de heno fortificado, más al
contrario se reportó resultados de incrementos significativos con respecto a la etapa de
alimentación solamente con la pradera nativa, debido a que se ha mejorado la calidad
Cristóbal Achu Nina, INGENIERO ZOOTECNISTA 9
Ciencia animal o Zootecnia [ALIMENTOS Y ALIMENTACION ANIMAL]
nutricional de heno de avena agregando con nutrientes digestibles (melaza, urea, harina de
maíz amarillo y sales) para optimizar el aprovechamiento eficiente de forrajes por los
animales.
El contenido de sólidos totales de la leche, es la parte sólida que queda después de evaporar
el total de agua (85-90%) y el resto constituye los sólidos totales de la leche conformado
principalmente por lactosa, grasa, proteína y minerales. Sin embargo, el contenido de
sólidos totales puede variar en la composición de la leche y entre los factores significativos
que afectan serían la raza, ración (calidad de alimento), salud ruminal, época del año,
volumen de producción de leche, etapa de lactancia y contenido de células somáticas;
aunque de manera categórica que más afecta en el contenido de sólidos totales de la leche
es la nutrición y alimentación. Al respecto, Cardozo (2007) corrobora señalando que en los
controles de la calidad de leche el componente que tiene mayor variación es el de sólidos
totales con respecto a otros componentes de la leche.
A continuación revisaremos los resultados reportados por Patty (2016), quien realizando
trabajos de investigación sobre el efecto de suplementación en el contenido de sólidos
totales de la leche de las vacas alimentadas con pradera nativa durante la época seca, ha
determinado que los promedios de contenido de sólidos totales de leche incrementó
significativamente a medida que se iba mejorando la alimentación de las vacas, o sea el
contenido de sólidos totales de la leche fue de 10,05 ºBrix con alimentación solamente de
pradera nativa (testigo), luego subió a 10,30 ºBrix en la etapa de adaptación al suplemento
y finalmente llegando 10,52 ºBrix con la suplementación tanto con heno fortificado y
concentrado (figura 4).
Los promedios de mayor contenido de sólidos totales de leche de las vacas suplementadas
con respecto cuando fueron alimentadas solamente con pradera nativa (sin suplemento), se
atribuye a que con una alimentación adecuada (pradera nativa complementada con
concentrado comerciales o heno fortificado) se ha logrado mejorar tanto la producción de
leche y los sólidos totales principalmente el contenido de proteína y lactosa aunque la grasa
se mantiene invariable. Por el contrario, un nivel energético deficiente en la alimentación
(solamente forrajes) incrementa el porcentaje de grasa pero la consiguiente disminución de
la producción de leche y los porcentajes de proteína y lactosa tal como ocurrió en las vacas
alimentadas a base de pradera nativa.
Por otro lado, la misma autora señala que el contenido de sólidos totales de la leche (10,39
ºBrix) de las vacas suplementadas con concentrados comerciales fueron superiores a los
promedios de contenido de sólidos totales de leche (10,19 ºBrix) de las vacas
suplementadas con heno fortificado (figura 5). La variación existente entre los promedios
de sólidos totales de leche de las vacas suplementadas con heno fortificado y concentrado,
se puede atribuir a que la suplementación con concentrado (insumos de alta densidad
energética y aporte de proteína) se ha propiciado a través de la fermentación en el rumen a
la producción de ácido propiónico para incrementar la producción de leche, lactosa y el
paso de proteína microbial hacia el intestino delgado afectando en el aumento de la
proteína láctea. Y por otro lado, el forraje (pradera nativa) ha contribuido a la producción
de ácido acético para la producción de grasa láctea.
11,00
Sòlidos totales en la leche
10,80
10,60
10,40 10,39
10,19
10,20
10,00
9,80 A B
9,60
9,40
9,20
Fuente: Patty (2016)
9,00
Mientras, el heno fortificado mejorado enHeno fortificado
cuanto Concentrado
a la calidad nutricional con melaza, urea,
harina de maíz amarilla y sales minerales por contener mayor proporción de fibra (la
lignina) ha limitado la degradabilidad y por consiguiente
Tipos de menor producción de ácido
suplementos
propiónico afectando en la síntesis de lactosa y proteína láctea a pesar de que se mantiene
el tenor graso, la leche fue bajo en sólidos totales comparado con suplemento concentrado.
En resumen, se concibe que la disponibilidad y calidad del alimento juega un papel muy
importante en el contenido de sólidos totales de leche, siendo que en el rumen se
desencadena la producción de ácidos grasos volátiles, de estos ácidos el más involucrado en
la producción de grasa a nivel de glándula mamaria es el ácido acético, este se produce en
mayor cantidad cuando el animal es alimentado con forraje. Sin embargo, una ración mal
balanceada (relación forraje concentrado) reduce la grasa láctea debido a la disminución
marcada del pH dentro del rumen y a un aumento en la proporción de ácido propiónico en
relación al ácido acético.
El método más simple para calcular el costo de los alimentos por unidad de nutrientes, es a
través de la utilización de la información del precio de compra del kilogramo del alimento
(materia seca) y el contenido de nutrientes (energía y proteína cruda). De esta forma,
frente a la diversidad de alimentos disponibles para utilizar en la ración de los animales, es
posible seleccionar aquellos que cumplan con las características nutritivas deseadas y que
posean el menor costo por unidad.
El cálculo del valor nutricional de los alimentos se puede realizar de acuerdo a la fórmula
recomendada por Castignani (2004):
Para análisis del costo de los alimentos por unidad de energía metabolizable (EM):
Para análisis del costo de los alimentos por unidad de proteína cruda (PC):
Al respecto, Patty (2016) mediante el cálculo de los costos de los alimentos por unidad de
energía metabolizable (EM) utilizando el precio de compra de kilogramo de materia seca y
el contenido de nutrientes, determinó que el valor por unidad de energía (Bs. 0,51/Mcal
EM) de la pradera nativa fue inferior con respecto al valor de energía del heno fortificado
(Bs. 0,98/Mcal EM) pero los concentrados tuvieron mayor costo por unidad de energía
metabolizable (Bs. 1,04/Mcal EM).
Sin embargo, con el uso del suplemento concentrado a pesar de que tiene un costo mayor
por unidad de energía, se ha logrado incrementos significativos de producción de leche y
una relación de beneficio/costo interesante. Por lo tanto, la utilización de concentrado en
la suplementación de las vacas alimentadas solamente con pradera nativa, se consideraría
que económicamente es factible su utilización, seguido de heno fortificado.
Al respecto, Buxadé (1997) indica que el suministro de energía a un animal resulta más
costoso tanto biológico como económicamente que el aporte de cualquier otro nutriente.
Por otro lado los principales factores que determinan la eficacia con el que se utiliza la
energía de los alimentos son las cantidades de la misma que se pierden en forma de heces,
orina, gases y calor corporal.
CETABOL (2006), indica que la eficiencia en la producción de carne puede ser medida por
la cantidad de kilogramos de carne producidos por unidad de superficie (hectárea) de
terreno durante un año y no por la cantidad de animales criados en un año en la misma
extensión de terreno. Analizando el concepto anteriormente enunciado, es necesario
analizar la situación actual de como ocurre la explotación ganadera de carne en las
regiones de los llanos del oriente y el altiplano Boliviano.
En los departamentos de Beni y Santa Cruz, la gran mayoría de los ganaderos realizan
engorde de bovinos solamente a base de pastura y por consiguiente no se logra la eficiencia
en la producción de la carne, debido al tiempo que tardan los animales en llegar a su
terminación (220 kilogramos gancho en más de 30 meses de edad). Lo ideal será conseguir
que los animales lleguen a ese peso a los 24 meses de edad, o incluso antes y para alcanzar
este peso vivo necesariamente se tendría que suplementar a los animales con granos y
subproductos industriales. Por otro lado, se necesita infraestructura e insumos.
Mientras, en el altiplano no hay prácticas de engorde de los bovinos y estos alcanzan el peso
vivo óptimo para faeneo en un tiempo aproximado de 5 años con una alimentación
solamente de pradera nativa (pastoreo) y rastrojos, pero estos no satisfacen los
requerimientos de consumo de materia seca y nutriente. Con este tipo de manejo de
ganado, no se logra la eficiencia en la producción por el tiempo que tardan en llegar al peso
vivo óptimo a la terminación.
el acabado para el faeneo con peso adecuado será más lento, debido a muchos factores pero
principalmente a la alimentación, que en su mayoría son pastoreadas solamente en
pradera nativa y en algunos casos suplementados con heno de avena o afrecho de trigo. Sin
embargo, la situación más crítica se presenta durante la época seca, donde el principal
problema es la escasez de alimento y baja calidad nutritiva (aporte deficiente de energía y
proteína), que no cubren los requerimientos nutricionales ni el consumo de materia
mínimamente requeridos por los animales y por lo tanto afecta en el rendimiento de la
producción de carne.
Por otro lado, a pesar de que se han reportado resultados de incrementos significativos de
1,06 kg (Parra, 2005) y 1,16 kg (Achu, 2017) en la ganancia de peso vivo diario de toretes
criollos estabulados con alimentación de concentrados comerciales, estos insumos
principalmente el maíz amarillo y la torta de soya por tener precios elevados de compra y
localmente menos disponible dificultan balancear raciones económicamente competitivas y
por consiguiente es menos rentable. Al respecto, Flores (2010) y Achu (2017) reportan
costos unitarios de producción de Bs. 21,45 y 19,03 respectivamente por kilogramo de
carne de engorde de toretes criollos estabulados y alimentados con diferentes proporciones
de forraje y concentrados comerciales en la ración (tratamientos).
Por tanto, urge la necesidad de buscar propuestas técnicas sobre engorde de bovinos para
acabado en estabulación, mediante la elaboración de raciones que utilicen recursos
alimenticios locales, accesibles y económicos (heno de avena, suero de leche, melaza, urea,
etc.). El uso de alimentos a base de heno de avena (recurso alimenticio local disponible) y
agregado con subproductos agroindustriales y pecuarios (melaza, suero de leche),
nitrógeno no proteico como precursor proteico (urea), puede constituirse en una ración
alternativa en cuanto al aporte de nutrientes (cantidad y calidad) y aminoración de los
costos comparado con el uso de concentrados comerciales.
La determinación de la ganancia del peso vivo total durante el ciclo de engorde, permite
conocer el volumen total de carne adicional obtenido durante el tiempo de engorde y sirve
para cuantificar la utilidad bruta aproximada lograda. La ganancia de peso vivo total,
siendo uno de los indicadores que reflejan la eficiencia en la producción de carne se obtiene
de la diferencia entre el peso final y el peso al inicio de engorde.
Mientras, la ganancia de peso vivo diario de los bovinos, se refiere a la ganancia media
diaria del cambio de peso del animal que ocurre durante el proceso de engorde. La fórmula
para determinar la ganancia de peso vivo diario de animales es la siguiente:
Cristóbal Achu Nina, INGENIERO ZOOTECNISTA 14
Ciencia animal o Zootecnia [ALIMENTOS Y ALIMENTACION ANIMAL]
Al respecto, en un estudio realizado por Parra (2005) sobre engorde de toretes de 2 años de
edad estabulados bajo cobertizo en Tiahuanacu y alimentados con ración balanceado
(forraje y concentrados comerciales), se ha reportado que la ganancia de peso vivo diario
de 1,27 kg de los toretes cruza Holstein por criollos fueron superiores a la ganancia de peso
vivo diario de 1,06 kg de los toretes criollos (tabla 6).
Sin embargo, a pesar de que la ganancia de peso vivo diario de 1,06 kg por día de los
toretes criollos resultó ser inferior comparado a los toretes cruza Holstein por criollo, estos
bovinos responden bien al engorde intensivo en el altiplano, gracias a su gran capacidad de
crecimiento compensatorio. Es decir, mejor aprovechamiento de nutrientes del alimento
balanceado para convertir más eficazmente en producto animal (carne).
Tabla 7. Ganancia de peso vivo diario de toretes criollos alimentados con raciones heno
fortificado y concentrados durante 60 días de engorde (kg)
Raciones
Ciclo de pesaje
Repeticiones Heno fortificado Concentrados Media
(días)
GPVT GPVD GPVT GPVD GPVD
10 3 8,50 0,85 10,50 1,05 0,95
20 3 9,77 0,98 10,25 1,03 1,00
30 3 9,73 0,97 11,92 1,19 1,08
40 3 11,67 1,17 12,00 1,20 1,18
50 3 11,67 1,17 13,00 1,30 1,23
60 3 11,67 1,17 12,00 1,20 1,18
Promedio general 1,05 1,16 1,11
GPVT = Ganancia de peso vivo total, GPVD = Ganancia de peso vivo diario
Fuente: Achu (2017).
Los promedios similares de ganancia de peso vivo diario de los toretes criollos alimentados
tanto con heno fortificado y concentrados comerciales durante el engorde, se explica que la
ración heno fortificado a pesar de contener mayor proporción de heno de avena (70%
forraje), al agregar insumos como suero de leche, urea (1% en la ración) y melaza se ha
balanceado efectivamente el aporte de nutrientes (proteína, energía y minerales) y por
consiguiente logrando incrementos significativos de la ganancia de peso vivo diario
similares comparado al tratamiento ración concentrados comerciales que contiene mayor
proporción de maíz amarillo como fuente de energía (alta densidad energética).
El heno de avena o cebada (forraje) puede ser incluido en la ración de bovinos, pero
necesariamente debe estar bien balanceada con otros alimentos para complementar o
superar el déficit de proteína, energía y minerales con respecto al heno que no contiene
estos nutrientes en cantidad suficiente (Catrileo y Rojas, 1994). En la crianza de bovinos de
leche, según Patty et al. (2017) se ha logrado incrementos significativos de la producción de
leche suplementando tanto con concentrados y heno fortificado porque se ha completado
las deficiencias nutricionales cuando solamente serían alimentadas con la pradera nativa.
La cantidad de alimento debe aportar la suma total de las necesidades nutritivas
(proporciones) y la calidad debe aportar elementos esenciales (energía, proteína y
minerales) que necesita el animal.
Por tanto, los toretes criollos estabulados para engorde y alimentados con raciones
balanceados, manifiestan su capacidad de crecimiento compensatorio expresada como la
tasa de recuperación de crecimiento original, debido a la mejora del aporte nutricional e
incremento del consumo de materia seca, convirtiéndolos eficazmente en mayor ganancia
de peso vivo diario (unidades de incremento de peso vivo por cada día) y canal (crecimiento
y desarrollo muscular de las partes más preciadas o de alto valor como el dorso, lomo y
cuartos traseros como muslo y pierna), comparado con un descenso en el crecimiento
después de un periodo de restricción alimentaria. Durante el crecimiento compensatorio,
las estructuras tisulares (tejido adiposo, huesos y principalmente músculos), asimilan
nutrientes como sales de calcio en los huesos, lípidos en el tejido adiposo y proteína en
tejido muscular (Rosemberg et al, 1993). Por esto es fundamental el aporte adecuado de
glucosa y proteína microbiana para la biosíntesis de proteína celular, del cual resulta la
hipertrofia compensatoria de las fibras musculares dando como resultado la producción de
“carne magra”.
Conforme al resultado reportado por el estudio, se deduce que el ganado criollo del
altiplano Peruano igualmente responde bien al engorde intensivo en la costa Peruana,
logrando incrementos de peso vivo de 1,54 kilogramos por día, lo que significa que en 91
días de engorde estos animales incrementan 140,46 kilogramos de peso vivo total, gracias a
su gran capacidad de engorde compensatorio.
Por otro lado, revisados los resultados obtenidos en un estudio realizado en la costa
Peruana sobre la ganancia de peso vivo en toretes desde el nacimiento hasta llegar a 450
kilogramos para acabado, dió como resultado que en sistema intensivo, los animales
obtuvieron una ganancia de peso vivo diario de 1,00 kilogramo logrando llegar al acabado
con 450 kilogramos en un tiempo de 15 meses; mientras en el sistema semi-intensivo, los
animales lograron una ganancia baja de 0,71 kilogramos de peso diario llegando al peso de
450 kilogramos en 21 meses; y bajo el sistema extensivo, los animales ganaron 0,50
kilogramos de peso diario siendo mucho más bajo que las anteriores, por lo tanto llegaron
a 450 kilogramos en 30 meses (Tabla 9).
El comportamiento de aumentos parciales de peso vivo de los bovinos por cada ciclo de
pesaje durante el engorde, puede ser analizado graficando la curva mediante la ecuación
de la regresión curvilínea. La gráfica generalmente resulta ser una curva parabólica debido
a que los promedios de ganancia de peso se desvían de la línea recta cada vez más marcada
a medida que aumentan los valores hasta cierta fase, luego tiende mantenerse y finalmente
disminuye en forma gradual a mas días de engorde. Al respecto, Church et al. (1993) señala
que el engorde compensatorio durante las primeras etapas es más rápido que al final,
debido al aumento en el porcentaje de tejidos del peso corporal. Sin embargo, este
incremento disminuye cuando los animales ya tienen el peso suficiente de acabado.
De acuerdo a la curva de incrementos parciales de peso vivo reportado por Parra (2005), se
observa que los promedios de ganancia de peso vivo diario tanto de los toretes cruza
Holstein por criollo y los criollos incrementaron significativamente desde el inicio hasta los
60 días y luego se mantiene con una leve disminución aunque gradual cerca a la
finalización de los 80 días de engorde (figura 6).
Figura 6. Comparación en la ganancia de peso vivo por día entre toretes criollo y cruza
Holstein por criollo
Aumentos de peso vivo (g)
1600
1400
1200
1000
800
600
400
200
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
Ciclo de pesaje (cada 10 dias)
Criollos Cruza Holstein por Criollo
Además, en la misma curva se observa que la ganancia de peso vivo por día de los toretes
criollos es inferior desde inicio hasta el final del periodo de engorde comparado con los
toretes cruza Holstein por criollo. La diferencia es más marcada en la etapa final del
engorde, donde los toretes criollos presentan un descenso en la curva, mientras los toretes
cruza Holstein por criollo tienen la ganancia de peso con tendencia a mantener en una
recta, pero que al final también existe descenso al igual que los toretes criollos.
El descenso en la ganancia de peso vivo en los toretes criollos, hacia la etapa final del
engorde comparado con los toretes cruza Holstein por criollo, según Parra (2005) se
atribuye a que estos posiblemente ya completaron el desarrollo de la masa muscular, por lo
que mostraron poca manifestación del crecimiento compensatorio al finalizar el engorde.
Mientras los toretes cruza Holstein por criollo, tiene un leve descenso en la ganancia de
peso vivo hacia la etapa final del engorde, seguramente debido al manifiesto del
crecimiento compensatorio (desarrollo de la masa muscular) logrando toretes de buen
tamaño corporal, mayor peso para la faena y su posterior comercialización.
Por otro lado, Achu (2017) al estudiar el efecto de las raciones sobre el engorde de los
toretes criollos en confinamiento durante 60 días de engorde (figura 7), determinó que los
promedios de ganancia de peso vivo diario tanto de los toretes criollos alimentados con
heno fortificado y concentrados comerciales trazaron las típicas curvas de comportamiento
de aumentos parciales de peso por ciclo de pesaje (cada 10 días) desde el inicio hasta el
final del periodo de engorde, donde la ganancia de peso vivo diario de los toretes
incrementó significativamente hasta los 50 días y luego tiende a mantenerse gradualmente
a mas días de engorde.
Además, se evidencia que la curva trazada sobre la ganancia de peso vivo diario de los
toretes alimentados con heno fortificado es inferior durante todo el proceso con respecto a
la ganancia de peso vivo de los toretes alimentados con ración concentrados comerciales,
aunque más pronunciado al inicio que al final del periodo de engorde.
Al respecto, Loughlin (2010) señala que durante las etapas tempranas de engorde la
conversión alimenticia es alta con respecto al periodo de finalización y por consiguiente
implica que el consumo de materia seca, la producción de microorganismos y la proteína
que aportan estos al bovino por kilogramo de ganancia es menor comparado a la fase
terminal de engorde, porque ya cesado el crecimiento (menor conversión alimenticia).
Church et al. (1993), corrobora que durante las primeras etapas el engorde compensatorio
es más rápido que al final, debido al aumento en el porcentaje de tejidos del peso corporal.
Entre tanto, de acuerdo a los resultados reportados por Parra (2015) y Achu (2017) sobre
el comportamiento de aumentos parciales de peso vivo diario de toretes criollos, se
Cristóbal Achu Nina, INGENIERO ZOOTECNISTA 20
Ciencia animal o Zootecnia [ALIMENTOS Y ALIMENTACION ANIMAL]
establece que la ganancia de peso vivo de los toretes alimentados con ración balanceada
para engorde en confinamiento es acelerado y significativo hasta alrededor de los 50 a 60
días aproximadamente y posteriormente disminuye gradualmente. Por tanto, si la
ganancia de peso vivo diario ya no es significativa o se mantiene constante en el proceso
engorde, se recomendaría suspender el engorde y destinar los animales para el faeneo.
Fotografia 1. Torete criollo engordado en sistema intensivo durante 80 dias (Parra, 2005).
Considerando los resultados reportados por diferentes autores, el engorde de bovinos debe
realizarse aproximadamente alrededor de 60 o hasta 80 días estabulados bajo cobertizo y
alimentados con ración balanceada, porque después de este tiempo la ganancia de peso
vivo por día será cada vez menor pero existiendo mayor consumo de alimento lo que afecta
a la rentabilidad del engorde del ganado bovino.
Los resultados de conversión alimenticia reportados por Parra (2005), establecen que los
toretes criollos y cruza Holstein por criollo requieren 8,82 y 7,74 kilogramos de alimento
respectivamente para producir 1 kilogramo de carne durante el día (tabla 11). Los
resultados sobre la conversión alimenticia, se obtuvieron de un estudio realizado en el
altiplano bajo condiciones de estabulación bajo cobertizo.
Tabla 11. Conversión alimenticia en toretes cruza Holstein por criollo y criollo
Conversión alimenticia en toretes (kg.)
Ciclo de pesaje
Cruza Holstein por criollo Criollos
(días)
Total Media/día Total Media/día
10 83,40 8,34 93,10 9,31
20 161,30 7,79 182,50 8,94
30 236,80 7,55 267,90 8,54
40 310,30 7,35 353,40 8,55
50 385,00 7,47 440,70 8,73
60 461,00 7,60 528,50 8,78
70 539,30 7,83 616,10 8,76
80 618,80 7,95 705,60 8,95
Media 7,74 8,82
Fuente: Parra (2005)
Tabla 12. Conversión alimenticia de toretes criollos alimentados con raciones heno
fortificado y concentrados comerciales durante el periodo de engorde
Raciones
Ciclo de Media
Repeticiones Heno fortificado Concentrados comerciales
pesaje (días) CA
AC GPVT CA AC GPVT CA
10 3 83,81 8,50 10,38 82,80 10,50 8,04 9,21
20 3 80,22 9,77 8,34 82,21 10,25 8,08 8,21
30 3 81,58 9,73 8,39 79,89 11,92 6,92 7,66
40 3 79,92 11,67 7,08 76,74 12,00 6,40 6,74
50 3 83,94 11,67 7,23 79,15 13,00 6,15 6,69
60 3 87,99 11,67 8,16 86,91 12,00 7,38 7,77
Media general 8,26 7,16 7,71
AC = Alimento consumido, GPVT = Ganancia de peso vivo total, CA = Conversión alimenticia
Fuente: Achu (2017).
La disminución de incremento de peso vivo por día, ocurre cuando los animales en engorde
ya tienen el peso suficiente de acabado (Church et al., 1993). Al respecto Parra (2005),
señala que cuando la ganancia de peso vivo diario ya no es significativa o se mantiene
constante, será mejor suspender el engorde y destinar los animales para el faeneo y de esta
manera se evita el gasto innecesario de insumos alimenticios, esfuerzo humano y otros que
afectarían en la rentabilidad.
Los datos considerados para determinar el rendimiento de canal, serían los siguientes: 1)
el peso vivo final de los bovinos, es el dato obtenido en el último ciclo de pesaje del periodo
de engorde y 2) el peso de la canal, es dato obtenido después de faenado de los animales.
La canal, según Salazar (2009) se define como las estructuras anatómicas que queda
después de que un bovino vivo ha sido insensibilizado, sacrificado humanitariamente,
desollado (eliminado de piel completa), eviscerado y desprendido de cabeza y las patas.
Sin embargo, el rendimiento del canal es afectado principalmente aparte de los factores
como la raza, edad, sexo, es por la alimentación, porque de acuerdo al grado de nutrición
aportado al animal variará la relación de la composición de hueso, grasa y tejido muscular.
Inchausti y Tagle (1980), indican que con una alimentación adecuada durante el engorde de
los bovinos para la producción de carne, se pueden lograr beneficios no solamente el
aumento de peso sino también el rendimiento y la calidad de la canal.
Por otro lado, Hammond (1963) indica que en una res bovina con un rendimiento de la canal
al sacrificio de 53%, el tajo de la séptima costilla tiene un 18,4% de hueso y un 15,5% de
grasa, mientras que las que proporcionan al sacrificio un rendimiento superior al 57%
tienen solamente un 16,0% de hueso y 24,4% de grasa en el mismo tajo. De la misma forma,
la cantidad de grasa veteado (y por tanto su calidad) de la carne magra (tejido muscular)
aumenta de 11,8% en las reses con un rendimiento del 53% al sacrificio a un 24,4 en
aquellas con más de un 57%. El rendimiento de la canal da, por tanto, una buena indicación
del valor de la carne del animal (tabla 13).
Por otro lado, Inchausti y Tagle (1980) indican que con una alimentación adecuada durante
el engorde de los bovinos para la producción de carne, se pueden lograr beneficios no
solamente del aumento de peso sino también de la calidad del producto animal (carne). Para
el cual, indica que la composición de cada 100 kilogramos de aumento de peso que
experimenta un animal durante el engorde es de 60 kilogramos de grasa, 7 kilogramos de
proteína y 33 kilogramos de agua.
Sin embargo, a pesar de que se ha mejorado la formación de grasa en el cuerpo del animal,
con esta grasa se deposita una cierta cantidad de una sustancia amarrilla (caroteno, color
verde de pastos) que la colorea. Si el animal pierde peso, una parte de su grasa queda y la
sustancia coloreada permanece concentrada. La grasa del animal viejo que han pasado por
periodos de escasez (época seca) y abundancia (época lluviosa) de forrajes a lo largo de su
vida, tendrán generalmente un color más pronunciado que la de otros que han sido
mantenidos adecuadamente y estabulados durante toda su vida. La grasa de color muy
amarillo no es bien aceptado por el consumidor.
Con respecto a los valores promedios reportados en los estudios, se establece que Quispe
(2017) ha determinado valores promedios de 49,6%, 49,7% y 50,1% de rendimientos de
canal de toretes Holstein pastoreados en pradera nativa (sistema extensivo) y
suplementados solamente con borra de cerveza al grupo de toretes II y borra de cerveza y
maíz amarillo al grupo III respectivamente.
Por otro lado, Achu (2017) al realizar un estudio de la evaluación del efecto de tipos
raciones sobre la producción de carne de bovinos en engorde durante 60 días (estabulado)
en Tiahuanacu, ha determinado que los promedios del rendimiento de la canal de 50,43% y
51,00% respectivamente de los toretes criollos alimentadas tanto con heno fortificado y
concentrados comerciales estadísticamente fueron similares (no hay diferencias
significativas). El promedio general fue de 50,72% para ambos tratamientos de las raciones
(tabla 14).
Tabla 14. Rendimiento de canal de toretes alimentados con raciones heno fortificado y
concentrados comerciales
Peso vivo Peso de Rendimiento
Raciones Repeticiones
final (kg) carcasa (kg) de canal (%)
Heno fortificado 3 334,67 169,08 50,43
Concentrados 3 306,00 156,08 51,00
Promedio general 320,33 162,58 50,72
Fuente; Achu (2017).
Con respecto, a los resultados similares entre los promedios de rendimiento del canal, según
la tabla 12 se observa que ambos grupos de toretes mostraron una respuesta fisiológica
animal de eficiencia alimenticia transformando en el rendimiento de carcasa, debido a que
las dos raciones tanto el heno fortificado y concentrados comerciales fueron formulados con
similares aportes de energía y proteína cruda suficiente para satisfacer los requerimientos
nutricionales y consumo de materia seca diario de los animales. Por tanto, los resultados
obtenidos estadísticamente no significativas de las variables productivas entre los
tratamientos, son indicadores de la factibilidad de engorde de toretes criollos con ración
heno fortificado a base de heno de avena (fuente de forraje) y sustituyendo los
concentrados comerciales por suero de leche, melaza (aglutinante, energético y
saborizante), urea (precursor proteico) y sales minerales en la alimentación animal y
consiguientemente disminuir los costos de producción. Entonces, la similitud en los
incrementos de peso vivo diario, conversión alimenticia y rendimiento de la canal entre
estos tratamientos indican las posibilidades de uso que tiene la ración de heno fortificado
bajo las condiciones del presente estudio, para reemplazar el uso de concentrados
comerciales.
Bibliografía
ACHU, F. A. 2017. EFECTO DE RACIONES HENO FORTIFICADO Y CONTROL (FORRAJE –
COMPLEMENTADO CON CONCENTRADOS COMERCIALES) SOBRE LA PRODUCCIÓN
DE CARNE DE TORETES CRIOLLOS (Bos taurus l.) ESTABULADOS EN HUANCOLLO -
TIAHUANACU. Tesis de grado. Ingeniería Agronómica. Universidad Católica
Boliviana. La Paz – Bolivia.