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BRONFENBRENNER
GENERALIDADES
Tenemos que entender que para dar respuesta de forma eficaz y certera a las reacciones
psicológicas que experimentan los / las jóvenes, debemos asumir un marco teórico que sea
capaz de situar la variedad e interrelación de todos los factores en los que está inmerso este
ente en desarrollo.
Con este objetivo exploramos algunos de los modelos teóricos existentes que cumplieran
con la premisa básica de abarcar, en la medida de lo posible, el mayor número de variables
que pudieran incidir de alguna manera en el desarrollo integral del / la adolescente. La
revisión realizada arrojó que el Modelo Ecológico o Ecosistémico de Urie
Bronfenbrenner se ofrecía como uno de los más amplios y eficaces para abordar a
individuos en esta etapa de su vida y poder entender sus problemas y sus crisis.
Tras un análisis bibliográfico del campo de la psicología de la salud, comprobamos que ya
se habían llevado a cabo algunas investigaciones que asumían los principios de este autor.
Entre ellos destacan: Broder (1996), donde la autora intenta explicar la génesis de los
síntomas depresivos desarrollados por adolescentes de padres separados y/o divorciados,
desde esta perspectiva; Corcoran (2001) aplica también este modelo en programas de
prevención de embarazo entre jóvenes; Grzywacz y Fuqua (2000) asumen este modelo para
el tratamiento y prevención de los problemas de salud; Durá e Ibáñez (1987) proponen un
Modelo Integrado de información para el paciente oncológico asumiendo parte de la teoría
de Bronfenbrenner; Torrico Linares, Santín Vilariño, Andrés Villas y col. (2002) utilizan
este modelo como marco teórico de la psicooncología(6)..
ANÁLISIS DEL MODELO ECOSISTÉMICO DE
BRONFENBRENNER
Hace un par de décadas el psicólogo e investigador ruso-americano Urie Bronfenbrenner,
mantenía que la mayor parte de la psicología evolutiva de la época hacía referencia a la
conducta extraña de los niños en situaciones extrañas con adultos extraños (1979 –
Teoría de la Ecología del Desarrollo Humano). Con una afirmación tan radical el autor
resumía en parte sus críticas hacia la investigación tradicional, realizada en situaciones
clínicas muy controladas y contextos de laboratorio, investigaciones que carecían en gran
medida de validez, pues no reflejaban necesariamente las reacciones y comportamientos del
mismo sujeto en situaciones de la vida real. A pesar de que estos planteamientos no son
absolutamente originales ( precursores son: Kurt Lewin en 1936, Barker y Wrigth en1954),
al hablar de los marcos teóricos que defienden una visión integral, sistémica y naturalística
del desarrollo psicológico entendido como un proceso complejo, que responde a la
influencia de una multiplicidad de factores estrechamente ligados al ambiente o entorno
ecológico en que dicho desarrollo tiene lugar, es imposible no asociarlos casi en exclusiva
con Bronfenbrenner y su Modelo Ecosistémico(6).
OBJETO Y PERSPECTIVA(7)
En lugar de comenzar con una exposición formal se introducirá, a través de algunos
ejemplos concretos, el concepto de ambiente ecológico.
El tercer nivel del ambiente ecológico nos lleva aún más lejos y evoca la hipótesis de que el
desarrollo de la persona se ve afectado profundamente por hechos que ocurren en entornos
en los que la persona ni siquiera está presente. Por ejemplo hay datos que sugieren que
entre las influencias más poderosas que afectan al desarrollo infanto-juvenil en las
sociedades industrializadas están las condiciones de empleo de sus padres.
Por último, hay un fenómeno sorprendente que corresponde a los entornos de los tres
niveles del ambiente ecológico que hemos mencionado: en toda cultura o subcultura, los
entornos de una determinada clase (como el hogar, la calle o la escuela) tienden a ser muy
parecidos, mientras que entre las culturas presentan diferencias perceptibles. Es como si
dentro de cada sociedad o subcultura existiera un plan para organizar cada tipo de entorno.
Además, el plan puede cambiarse, con lo cual resulta que la estructura de los entornos de
una sociedad puede alterarse notoriamente y producir los cambios correspondientes en lo
que respecta a la conducta y el desarrollo. Por ejemplo, se observa cómo una seria crisis
económica que se produce en una sociedad tiene un impacto positivo o negativo en el
desarrollo de un niño durante toda su vida, según la edad que tenía en el momento en que
su familia experimentó dificultades económicas.
La detección de una variedad tan amplia de factores que influyen en el desarrollo sólo es
posible si se emplea un modelo teórico que permita su observación. El ambiente, tal cual se
concibe en el esquema propuesto, difiere de formulaciones anteriores no sólo en alcance
sino también en contenido y estructura, aquí los ambientes no se distinguen con referencia a
variables lineales, sino que se analizan en términos de sistemas. Este modelo considera
que la capacidad de un entorno (como el hogar, la escuela, el trabajo) para funcionar
de manera eficaz como contexto para el desarrollo depende de la existencia y la
naturaleza de las interconexiones sociales entre los entornos, lo que incluye la
participación conjunta, la comunicación y la existencia de información en cada
entorno con respecto al otro. Este principio les asegura importancia a diferentes
cuestiones, como por ejemplo: si el joven entra en una situación nueva, como la escuela
intermedia o la universidad, solos o acompañados de pares o adultos que conoce; si la
persona y su familia tienen información o experiencia acerca del nuevo entorno antes de
entrar realmente en él, de qué modo este conocimiento previo afecta el cursor posterior de
la conducta y el desarrollo en el nuevo entorno.
El principio de interconexión se aplica no sólo dentro de los entornos, sino también, con la
misma fuerza y las mismas consecuencias, a los vínculos entre los entornos, tanto
aquellos en los que la persona en desarrollo participa realmente, como aquellos en los
que tal vez no entre nunca, pero en los que se producen hechos que afectan a lo que
ocurre en el ambiente inmediato de la persona. Los primeros constituyen los
MESOSISTEMAS, y los últimos, los EXOSISTEMAS.
Para demostrar que ha habido desarrollo humano es necesario establecer que un cambio
producido en las concepciones y/o en las actividades de la persona en desarrollo se
extiende también a otros entornos y otros momentos. Esto es lo que se denomina
validez del desarrollo(7).
A MODO DE RESUMEN
Un entorno es un lugar en que las personas pueden interactuar frente a frente con facilidad.
Los factores de la actividad, el rol y la relación interpersonal constituyen los elementos
o componentes del microsistema.
Algo que hay que recalcar en la definición del microsistema es la palabra: “experimentan”;
la misma que se utiliza para indicar que las características de un ambiente que tienen
importancia científica no son solamente sus propiedades objetivas, sino también el modo en
que las personas de ese ambiente perciben estas propiedades. Los aspectos del ambiente
que modelan con más fuerza el curso del desarrollo psicológico son, sin duda, aquellos que
tienen significado para la persona en una situación determinada.
Analicemos ahora los elementos o componentes del microsistema. Comenzaremos con las
actividades, también denominadas actividades molares.
“Una actividad molar es una conducta progresiva que posee un momento propio, y
que tiene un significado o una intención para los que participan en el entorno” (7). Son
la manifestación principal y más inmediata tanto del desarrollo del individuo como de las
fuerzas más poderosas del ambiente que instigan e influyen en el desarrollo: las acciones
de los demás. Para ser más explícitos, las acciones molares, tal como se manifiestan en la
persona en desarrollo, son indicadores del grado y la naturaleza del desarrollo psicológico;
como se manifiestan en los demás que están presentes en la situación, constituyen el
vehículo principal para la influencia directa del ambiente en la persona en desarrollo.
Todas las actividades molares son formas de conducta, pero no todas las conductas son
actividades molares, ya que no todo comportamiento tiene el mismo significado como
manifestación del desarrollo o como factor que influya en él. Muchas conductas son
efímeras que tienen una importancia mínima; otras son más duraderas, pero, por carecer de
significado para las personas que participan en el entorno, su impacto es insignificante. En
la definición de actividad molar destaca, entonces, tanto una cierta persistencia en el
tiempo como una cierta prominencia en el campo fenomenológico de la persona en
desarrollo y de las demás personas que están presentes en el entorno.
Una actividad molar es más que un simple hecho momentáneo, es un proceso continuo
que requiere algo más que un principio y un fin. Esa es la diferencia entre actividad
molar y acto. Ejemplos de acto pueden ser: una sonrisa, un golpe a la puerta, una pregunta o
una respuesta; por el contrario una actividad molar puede ser: construir una torre de
bloques, cavar una zanja, leer un libro o mantener una conversación telefónica.
Una segunda propiedad de las actividades molares es el hecho de que se caracterizan por
tener un momento propio, un sistema de tensión, que contribuye a su persistencia en el
tiempo y a su resistencia a la interrupción hasta que se completa la actividad (7). En su
mayor parte este momento propio se produce por la existencia de la intención o meta
estructurada explícita, es decir el deseo de hacer lo que se hace, ya sea por sí mismo o
como medio para conseguir algún fin.
Incluso cuando las actividades de una persona se limitan a las experiencias dentro del
entorno inmediato y correspondiente a él, pueden asumir un nivel de complejidad elevado
si se introduce otro elemento del microsistema: las relaciones con los demás. Aunque
muchas actividades molares pueden realizarse en soledad, algunas requieren
necesariamente, la interacción con otras personas. Los niños / as y adolescentes en
particular dedican mucho tiempo a las actividades conjuntas con adultos o con personas de
su edad. Al comienzo estas actividades suelen ser diádicas, referidas únicamente a una
persona por vez (esto en la infancia), pero poco a poco, el niño / a es capaz de ser
consciente de dos o más personas, y de relacionarse con ellas en forma simultánea,
manteniendo así, e incluso creando, por consiguiente el denominado esquema ecológico
como sistema N + 2(7).
Según el potencial que tenga para aumentar el desarrollo psicológico, hay tres formas
funcionales diferentes que las relaciones interpersonales pueden adoptar:
Cuando una persona comienza a prestar atención a las actividades de otra / s, y viceversa,
es más probable que lleguen a participar conjuntamente en esas actividades. Por lo tanto las
estructuras interpersonales de observación, pueden convertirse en interrelaciones de
actividad conjunta. Cuando dos o más personas participan en una actividad conjunta, es
probable que surjan sentimientos recíprocos más diferenciados y permanentes, y que estas
estructuras interpersonales tiendan a convertirse en formas de relaciones interpersonales
primarias. El impacto de desarrollo de una estructura interpersonal aumenta en relación
directa con el nivel de reciprocidad, de lo mutuos que sean los sentimientos positivos, y de
un cambio gradual del equilibrio de poderes, a favor de la persona en desarrollo.
El impacto del desarrollo de aprendizaje por observación como por actividad conjunta
aumentará si alguno de los dos tiene lugar en el contexto de una estructura interpersonal
primaria que se caracterice porque hay sentimientos mutuos positivos. Por el contrario, si
en el contexto de una relación interpersonal primaria se crean antagonismos entre sus
miembros, esto resultará especialmente destructivo para la actividad conjunta e interferirá
en el aprendizaje por observación.
“Un rol es un conjunto de actividades y relaciones que se esperan de una persona que
ocupa una posición determinada en la sociedad, y las que se esperan de los demás, en
relación con aquella”(7).
Los roles se suelen identificar con las etiquetas que se utilizan para designar distintas
posiciones sociales en una cultura. Estas en general se diferencian según la edad, el sexo,
la relación de parentesco, la ocupación o el status social, aunque hay otros parámetros (tales
cómo el grupo étnico y la religión) que también pueden entrar en juego.
En asociación con cada posición en la sociedad, están las expectativas de roles, que se
refieren a cómo ha de actuar la persona que ocupa una determinada posición, y cómo han
de actuar los demás con respecto a ella. Estas expectativas pertenecen no sólo al contenido
de las actividades sino también a las relaciones entre las dos partes, en función de los
parámetros interpersonales ya indicados: reciprocidad, equilibrio de poderes y relación
afectiva. Por ejemplo, los roles contrastantes de padre y profesor nos dan una idea al
respecto. Se supone que ambos dan orientación a los jóvenes, de los que a su vez, se espera
que acepten esta orientación en una relación que se caracterice por un nivel elevado de
reciprocidad, afecto mutuo, y el equilibrio de poderes a favor del adulto. Pero con los
padres, se supone que el grado de reciprocidad y afecto mutuo sea mayor, y se considera
que la autoridad paterna abarca una parte más grande de la vida del joven, que la del
profesor, al menos en las sociedades modernas occidentales(7).
Es evidente entonces que el concepto de rol implica una integración de los elementos
de actividad y relación, en función de las expectativas de la sociedad. Como estas
expectativas se definen al nivel de la subcultura o de la cultura en su totalidad, el rol, que
funciona como un elemento del microsistema, en realidad tiene sus raíces en el
macrosistema de un orden superior, y en la ideología y las estructuras institucionales que
se asocian con él. Es precisamente el hecho de que los roles estén incluidos en este contexto
más grande, lo que les da el poder especial para influir en ( e incluso imponer) el modo en
que una persona se comporta en una situación determinada, las actividades en las que
participa, y las relaciones que se establecen entre esa persona y los demás que están
presentes en el entorno(7).
Cuanto mayor sea el grado de poder que la sociedad sanciona para un rol determinado,
mayor será la tendencia de la persona que ocupe el rol a ejercer y explotar el poder, y la de
los que se hallan en una posición determinada, a responder con creciente sumisión,
dependencia y falta de iniciativa(7).
Si colocamos a las personas en roles sociales en los que se espera que actúen de manera
competitiva o cooperativa, se tenderá a provocar e intensificar las actividades y relaciones
interpersonales que sean compatibles con la expectativas determinadas(7).
Cada uno de los medios citados han de desglosarse en multitud de variables y factores que
interaccionan e influyen en el sujeto directamente. Algunas de ellas son las propias
características personales, actitudinales y conductuales de los sujetos implicados en los
diferentes entornos del microsistema del / la adolescente.
2.3. MESOSISTEMA
El vínculo directo más crítico que puede existir entre dos entornos es el que establece la
existencia de un mesosistema en el primer caso: la transición de entornos, que tiene lugar
cuando la persona en desarrollo ingresa en un nuevo ambiente (7). Si un / a adolescente va a
la escuela solo / a el primer día de clases, y ninguna otra persona de su hogar ingresa en
este entorno escolar medio, sólo existe un único vínculo directo entre los dos
microsistemas. En estas circunstancias, la transición y el vínculo que se establece como
consecuencia se
denominan solitarios. Si el / la adolescente fuera acompañado por su madre o por un
hermano mayor que ya está en la escuela media y lo presenta al maestro o a los demás
compañeros / as, la transición y el vínculo resultantes se describen como duales. También
es posible que la madre no conozca la escuela media de este hijo o hija sino hasta más
adelante, o que el maestro visite la casa, en cuyo caso la conexión se convierte en dual
recién en ese momento.
Un mesosistema en el que hay más de una persona que sea activa en ambos entornos se
considera que tiene una vinculación múltiple. Un mesosistema en el cual los únicos
vínculos, aparte del vínculo original, que comprende a la persona, son indirectos, o en el
cual no existeningún tipo de vínculos adicionales, se considera que tiene una vinculación
débil(7).
3. Apoyo social: apoyo social que ofrece la escuela a la familia del / la adolescente; apoyo
social que ofrecen los / as amigos a la familia del / a adolescente; facilidad / imposibilidad
que ofrece el sistema educativo en sus horarios para adecuarlo a los horarios laborales de
los padres del / la adolescente y del / la propio / a adolescente.
2.4. EXOSISTEMA
1. Conexión de los hechos que se producen en el entorno externo con los procesos que
tienen lugar en el microsistema de la persona en desarrollo;
2. Vinculación de los procesos del microsistema con los cambios evolutivos que se
produzcan en una persona dentro de ese entorno.
1. En cuanto a las redes sociales: reacción de los miembros de la red social de apoyo de
determinados miembros del microsistema familiar a los que el / la adolescente no conoce.
3. Satisfacción con las relaciones que el maestro del / la adolescente tenga con otros
miembros del personal de la escuela, lo cual repercutirá positivamente en el trato que él
de al / la adolescente.
4. Facilidades y/o dificultades que la institución y/o empresa en la que trabajan los
padres del / la adolescente den a estos padres para poderse ocupar de manera
saludable y satisfactoria de sus hijos /as.
2.5. MACROSISTEMA
El efecto evolutivo de una transición de un entorno primario a otro depende del ajuste
entre la trayectoria evolutiva generada en el viejo entorno y el equilibrio entre el
desafío y el apoyo que presentan tanto el nuevo entorno como sus interconexiones con
el viejo(7). Aquí hay que tener en cuenta el desarrollo psicológico de la persona de acuerdo
a la etapa de su vida, su salud física y el grado de integración, en contraposición a la
alineación, con respecto al orden social existente.
El macrosistema comprende el esquema del ambiente ecológico no sólo tal como es, sino
también como podría llegar a ser si se alterara el orden social actual. Es por ello que toda
intervención involucra, por fuerza, el macrosistema, porque representa esfuerzos para
lograr la modificación y la reestructuración sistemáticas de los sistemas ecológicos
existentes, de una manera que desafíe a las formas de organización social, los sistemas de
creencias y los estilos de vida que prevalecen en una cultura o subcultura en particular.
Cuando aplicamos estos criterios al mundo del / la adolescente podríamos resaltar algunos
elementos que influyen directamente en él. Si analizamos detenidamente alguno de estos
factores debemos concluir:
1. Hay una necesidad de evaluar prácticas institucionales que involucren a los / las
adolescentes.
2. Se tiene que revisar las legislaciones vigentes que tengan que ver con este grupo
etáreo y aquellas que intervengan directamente con sus entornos.
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