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Estudia el funcionamiento de las plantas, los procesos internos y externos de relación entre las
mismas. La fisiología se centra en el nivel del organismo.
Consideramos vegetales desde algas hasta angiospermas más avanzadas, los organismos son
seres muy organizados que se mantienen en un equilibrio de energía para mantenerse. En el
caso de las plantas, estos son autótrofos, emplean la energía que les es proporcionada por el
sol para así sintetizar su alimento. A parte de organizar la síntesis del alimento, es necesario
adaptarse al medio terrestre, mucho más hostil. Las plantas se han adaptado tanta anatómica
como fisiológicamente para poder captar, almacenar y emplear el agua del medio terrestre.
Esta agua puede ser más o menos abundante y las plantas adaptan su sistema radicular al
terreno en el que habitan, para así captar el máximo porcentaje de agua posible.
Los nutrientes minerales también tienden a ser escasos, el N es el más limitante y es el más
importante debido a que con este se sintetizan las proteínas. La obtención de nutrientes se ve
incrementada gracias a la simbiosis con algas u hongos, encargados de disolver estos
nutrientes. Las asociaciones simbióticas lo que hacen es facilitar esta obtención de nutrientes.
También pueden asociarse con bacterias, como en el caso de las leguminosas y rhizobium.
La biomasa bajo tierra tiende a ser mucho mayor que la biomasa terrestre.
Gracias al producto de la
lectura de dichos genes, se
va a conseguir que la planta
crezca más menos, a una velocidad determinada, en una dirección, etc.
Las plantas tienen unas carácterísticas distintivas que no tienen otros organismos, por ejemplo
tienen un número y tamaño de estructuras indeterminado.
Existen dos factores que van a definir como es el desarrollo de las plantas, el primero es la
presencia de pared celular, lo cual influye en que las celulas vegetales no van a poder
desplazar unas respecto a otras, la pared celular mantiene unidas a las células adyacentes, esto
impide los desplazamientos celulares. Esto hace que surja un problema en cuanto a donde
colocar sus distintos miembros.
El segundo problema es el hecho de que las plantas sean sésiles, es decir, no tienen posibilidad
de desplazarse, lo cual condiciona muchos de sus aspectos, las obliga a adaptarse a los
ambientes locales en los que se tienen que desarrollar. Dicha adaptación se consigue a través
de un patrón flexible de desarrollo que está claramente influido por las condiciones
ambientales a las que hace frente.
La plasticidad de las plantas viene dada pro dos procesos. La división y expansión celular está
restringida a ciertas regiones, los meristemos, y en caso de necesidad pueden desarrollar
nuevos miembros y aumentar el tamaño de los mismos. Por otra parte, las plantas suelen
tener reservorios de células no diferenciadas, que mantienen su carácter totipotente y con la
capacidad de reproducción vegetativa.
Durante el desarrollo vegetativo (fase adulta) en el ápice tanto superior como inferior se
encuentran los meristemos, zonas indiferenciadas con carácter embrionario, con la capacidad
de generar los órganos necesarios en una situación concreta, permiten la aclimatación al
ambiente.
En las angiospermas se forman meristemos florales, grupos de células que pueden generar
flores.