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INTRODUCCION
Las aguas naturales contienen sustancias tanto disueltas como en suspensión, ambas pueden ser
orgánicas e inorgánicas. Las materias en suspensión pueden tener un tamaño y densidad tal que
pueden eliminarse del agua por simple sedimentación, pero algunas partículas son de un tamaño tan
pequeño y tienen una carga eléctrica superficial que las hace repelerse continuamente, impidiendo
sus aglomeración y formación de una partícula más pesada y poder así sedimentar. Estas partículas,
con una dimensión que suele estar comprendida entre 1µm y 0,2µ, son verdaderas partículas
coloidales.
Los coloides generalmente son estables en solución al predominar los factores estabilizantes sobre
los desestabilizantes , se entiende por estabilidad la propiedad inherente de las
partículas coloidales a permanecer en dispersión durante mucho tiempo, mientras
que por inestabilidad se expresa la tendencia de dichas partículas a flocularse
siempre que entren en contacto entre sí.
Los factores estabilizantes son aquellas fuerzas que provocan repulsión entre las partículas como
son las fuerzas electrostáticas y la propia hidratación. Los factores desestabilizantes son por el
contrario las fuerzas de atracción que dan lugar a la unión, entre estas figuran el movimiento
Browniano, las fuerzas de Van der Waals y tambien en menor grado las fuerzas de gravedad. La
coagulación es por tanto el proceso de desestabilización de las partículas coloidales con objeto de
anular o disminuir las fuerzas de repulsión .
En cuanto al movimiento browniano se sabe que las partículas con diámetros
del orden de 10 -3 mm o menores, en el seno del agua, se encuentran en un
movimiento rápido, y desordenado. La energía para dicho movimiento se obtiene
por las colisiones de las partículas con las moléculas de agua y por la temperatura
del medio, este movimiento contribuye a la estabilidad, y al aglutinamiento de las
partículas en agregados mayores. Para posibilitar las colisiones entre partículas
es necesario establecer gradientes hidráulicos, recurriendo a la mezcla y
agitación.
La neutralización de la carga eléctrica del coloide, objeto de la coagulación ,se realiza aplicando al
agua determinadas sales de aluminio o hierro (coagulantes); generalmente se aplica sulfato de
aluminio, de forma que los cationes trivalentes de aluminio o hierro neutralizan las cargas eléctricas
negativas que suelen rodear a las partículas coloidales dispersas en el agua. Las reacciones de
coagulación son muy rápidas duran fracciones de segundo desde que se ponen en contacto las
partículas con el coagulante.
La coagulación y la floculación tienen lugar en sucesivas etapas, de forma que una vez
desestabilizadas las partículas, la colisión entre ellas permita el crecimiento de los microflóculos,
apenas visibles a simple vista, hasta formar mayores flóculos. Al observar el agua que rodea a los
microflóculos, esta debería estar clara, si esto no ocurre, lo más probable, es que todas las cargas de
las partículas no han sido neutralizadas y por tanto la coagulación no se ha completado, en este caso
será necesario añadir más coagulante.(coagulante.jpe)
En la eficacia de la coagulación influyen diversos factores entre los que destaca el pH y otras
características físico-químicas del agua, asi como una adecuada energia de agitación rápida para
conseguir una apropiada dispersión del coagulante y proporcionar las necesarias colisiones entre las
partículas para conseguir una optima coagulación.
A continuación de la etapa de coagulación tiene lugar un segundo proceso llamado floculación, este
tiene lugar tras someter a los microflóculos a una agitación lenta que permite la unión de estos en
agregados mayores o flóculos, visibles ya a simple vista y con la suficiente coesión y densidad para
someterlos a la siguiente etapa de sedimentación. La floculación requiere un menor gradiente de
agitación para impedir la rotura y disgregación de los flóculos ya formados. Los flóculos rotos son
difíciles de retornar a su tamaño inicial.
En el el siguiente cuadro se resume la reducción que puede conseguirse ,de determinados
parámetros o sustancias presentes en el agua mediante la coagulación
La turbiedad y el color del agua son unos de los indicadores más importantes, junto con el
sabor, de la calidad del agua potable. La turbiedad en el agua se debe principalmente a las
partículas coloidales y a otras sustancias insolubles de mayor tamaño en suspensión tales
como arcillas, minerales, plancton y otros microorganismos y materias orgánicas e
inorgánicas finamente divididas.
La densidad original de las partículas es cercana a 2,60. . Las partículas se presentan
principalmente en estado coloidal y es necesario añadirles coagulantes químicos y
someterlas a procesos de coagulación y floculación para incrementar su tamaño o densidad
antes del proceso de sedimentación.Las partículas en suspensión de aguas tratadas con
coagulantes, consisten en flóculos formados por óxidos metálicos (Al2O3 o Fe2O3), agua
en 85 a 95% y turbiedad y/o color con densidades variables entre 1,002 cuando predomina
el color y 1,03 cuando predomina la turbiedad. En procesos de ablandamiento los flóculos
tienen densidades cercanas a 1,20.
El diámetro de los flóculos es variable desde menos de 0,001 mm hasta más de 5 mm,
dependiendo de las condiciones de mezcla y floculación (gradientes de velocidad y tiempo
de retención). Willcomb clasifica los flóculos por su tamaño, tal como se indica en la tabla
siguiente:
En cuanto al color del agua suele ser de naturaleza orgánica pudiendo ser coloidal y
también formando soluciones verdaderas, las principales sustancias causantes del color en
el agua son las sustancias húmicas formadas principalmente por los ácidos fúlvicos y
húmicos, también puede ser originado por diversas sustancias orgánicas más complejas. El
color también puede deberse a hidróxidos metálicos tales como los de hierro y los de
manganeso.
COAGULACION - FLOCULACION
Una de las fases principales en las instalaciones para el tratamiento del agua, es la
eliminación de suspensiones coloidales y partículas de impurezas suspendidas en el agua.
Las operaciones mediante las cuales se facilita la sedimentación de estas suspensiones y
partículas para su posterior eliminación se conocen con el nombre de coagulación y
floculación. El control de la coagulación y floculación, en una planta de tratamiento de
agua, es una de las fases más importantes y difíciles del proceso general.
Para llegar a un mejor conocimiento de las operaciones de coagulación y floculación,
creemos conveniente recordar previamente lo que se conoce con el nombre de estado
coloidal.
En primera aproximación, se pueden considerar como moléculas o partículas coloidales
aquéllas que tienen una dimensión comprendida entre 1 mµ y 0,2 µ. Dentro de los sistemas
coloidales, los que más nos interesa conocer ahora son los sístemas dispersos, en los cuales
hay dos fases bien diferenciadas, la fase díspersa y el medio de díspersión.
Entre los tipos de dispersiones coloidales, el que va a ocupar nuestra atención, al
estudiar la coagulación, es aquel en que la fase dispersa es un sólido y el medio de
díspersión un líquido.
Todas las díspersiones coloidales tienen una característica común : su gran relación área-
volumen en las partículas dispersas; así, por ejemplo, sabemos que un cubo de un cm de
lado tiene una superficie de 6 cm2, y cuando se divide en cubos de 10-6 cm de lado, que ya
es un tamaño coloidal, entonces la superficie total para la misma cantidad de materia es
ahora 6 x 106 cm2.
Fig.1-2
Sobre esta teoría , Stern consideró la posibilidad de que una adsorción iónica específica
originára una capa compacta de contra-iones adheridos a la superficie por fuerzas
electrostáticas y de Van der Waals, con la
suficiente fuerza como para compensar la agitación térmica, considerando, en este caso,
a la doble capa dividida en dos partes que están en equilibrio, una capa compacta (de
Stern) en la cual el potencial disminuye de
Y0 aYs y una capa difusa en la que el potencial disminuye de Ys a cero (Fig.1-2). Si se
aumenta la concentración de electrolito, es decir, de los contra-iones, se aumenta también
el apantallamiento, y, por tanto,
la doble capa difusa se hace más compacta y el potencial cae más rápidamente . De igual
modo influye el aumento de valencia de los contra-iones(Fig.3-4)
Fig. 3 -4
POTENCIAL Z
Posiblemente la superficie cargada lleva adherida una capa de agua de alrededor de una
molécula de espesor, principalmente por interacción carga-dipolo.
Cuando el potencial Z queda reducido a unos 10 -20 mV, es cuando los choques entre las partículas
originan su unión, formando agregados mayores. Estos agregados se forman al vencer la tensión
superficial la repulsión electrostática, que ya es muy pequeña. La coagulación en la practica tiene
lugar a un potencial Z que es aún ligeramente negativo.
En función de los iones que rodean a la párticula, el potencial Z disminuirá por dos circunstancias:
a) Por cambiar la carga de los iones adheridos por otros de mayor valencia y b) Por compresión de
la doble capa, hecho que puede ocurrir al aumentar la concentración del electrolito (coagulante), ya
que al aumentar esta concentración de iones de signo contrario en la capa difusa, esta se comprimirá
y disminuirán las fuerzas de repulsión y por tanto el potencial Z. A este respecto se puede señalar
las conclusiones alcanzadas por Schultze y Hardy en el sentido de que la concentración de un ión
cargado positivamente, que se requiere para reducir la carga superficial de una partícula ,es
inversamente proporcional a la sexta potencia de la carga de los iones, es decir cuanto más alta sea
la carga, más baja será la concentración requerida. La expresión de Schulze y Hardy es la siguiente.
C= K / Z6 , siendo C= Concentración, Z= Carga, K= Constante.
La expresión anterior es una regla teórica que solo nos indica la capacidad de neutralización de
cargas de una partícula, en la practica hay que considerar también otros factores como el pH, la
temperatura, etc.
de jarras (jar-test).
Al reaccionar los iones Al+++ con los iones hidróxilo, consecuencia de la alcalinidad
del agua (bicarbonatos) o por la cal apagada o sosa añadidas si era insuficiente, se formará
hidróxido de aluminio:
Las anteriores reacciones son reversibles, y, por otra parte, si la dosis de álcali utilizado
es insuficiente o excesiva, puede dar lugar a la formación de sales básicas o ácidas de
aluminio (aluminatos) bastante complejas y,
además, son solubles, motivo este por el cual el agua filtrada puede contener indicios de
aluminio, mientras que el hidróxido de aluminio formado a un pH determinado no es
soluble, por lo que difícilmente pasará a través
tanto , podría acidificarse previamente el agua, mediante ácidos y economizarse así parte
del sulfato de alúmina.
Fig. 6
Por otra parte, la superdosis de sulfato de alúmina, con objeto de bajar el pH, puede, a la vez,
originar la formación de un abundante precipitado de hidróxido de aluminio, menos denso que el
flóculo formado en la neutralización de los coloides por las cantidades requeridas de sulfato de
alúmina y la acidificación previa si es necesario.
La hidrólisis del sulfato de alúmina debe ser total, para asegurarse que nada pase al agua
filtrada. Siendo el pH de hidrólisis total del sulfato de alúmina del orden de 6,5- 7,0, a pH
inferiores o superiores, puede quedar en solución y encontrarse por tanto en el agua filtrada.
El pH es el parámetro que más influye en la solubilidad del hidróxido de aluminio formado
en la hidrólisis de las sales de aluminio empleadas como coagulantes.En el gráfico
siguiente, fig.6, se representa el diagrama de las concentraciones de varios monómeros
complejos de hidróxido de aluminio en equilibrio con el Al(OH)3.
De los anteriores conceptos se deduce que para obtener una buena coagulación se debe
trabajar a un pH comprendido entre el de hidrólisis y el de coagulación, y, por otra parte,
para que la coagulación origine una buena floculación se deberá usar la menor dosis
posible de sulfato de alúmina. .
Vemos, pues, que estos tres factores de hidrólisis, coagulación y floculación se deben
controlar continuamente, podemos decir entonces que de la naturaleza del agua
dependerá el pH con el cual se produce la mejor coagulación, y para que el agua filtrada
contenga los menores indicios posibles de Al+++ se deberá operar a un pH comprendido
en el de hidrólisis total.
También es posible que el pH óptimo para una buena coagulación comunique al agua
ya decantada un cierto carácter agresivo, por lo que debemos aumentar, posteriormente,
este pH.
Como la coagulación resulta de la neutralización de las cargas eléctricas de los
coloides y con sales de aluminio o de hierro (por ejemplo sulfato de alúmina empleado
como coagulante ), puede ocurrir que si después de coagulada el agua, se eleva el pH, la
carga eléctrica de los hidróxidos se invierta, originándose una repulsión entre los
hidróxidos y los hidróxidos-coloides, al cargarse negativamente ambos, con lo cual los
flóculos formados se deshacen pasando todo a su primitivo estado de coloide. Para evitar
este inconveniente, el pH de un agua coagulada no se debe elevar antes de haberle
eliminado los flóculos.
La dosis de coagulante depende por supuesto de la turbidez del agua y como ya se ha
venido indicando del pH, pero no hay que olvidar que el rango o intervalo de pH está
muy relacionado con la dosis de coagulante, así a mayor dosis de coagulante mayor será
el intervalo de pH eficaz, mientras que el valor optimo de pH se mantiene practicamente
constante, puede también considerarse también que cuanto menor sea la dosis de
coagulante, la sensibilidad de los flóculos a los cambios de pH será mayor. Hay que tener
presente que los coagulantes metálicos son muy sensibles al pH y a la alcalinidad,
esto se aprecia en el siguiente gráfico de la fig.7, donde se comprueba igualmente que la
turbidez de un agua coagulada con un determinado coagulante presenta un mínimo (en
este caso para sulfato de aluminio el mínimo es ligeramente inferior a pH = 7).
Fig.- 7
Fig.- 8 Fig.- 9
La concentración en el agua tratada está regulada y limitada en las normativas de calidad la
mayor parte de países, en la Comunidad Europea está limitado a 0,2 mg/l. este aluminio
procede generalmente del sulfato de aluminio empleado en el proceso de coagulación. El
ión aluminio y sus diversas especies hidrolizadas son generalmente eliminadas por
precipitación del hidróxido de aluminio a un pH próximo al punto neutro. El aluminio
residual en las aguas tratadas puede estar disuelto o formando partículas en suspensión,
debido generalmente a no alcanzarse plenamente la solubilidad de equilibrio, también la
presencia de este aluminio residual está influenciada por algunos compuestos disueltos
como sulfatos, fluoruros, calcio, fosfatos y sustancias orgánicas complejas como los ácidos
fúlvicos y húmicos.
Para diferenciar el aluminio disuelto del particulado hay que someter la muestra a una
filtración con membranas de diferente tamaño de poro, principalmente de 0,45 µm.
Erbele y Palmer han comprobado que una gran parte del que se consideraba aluminio
disuelto después de la filtración por membrana de 0,45 µm puede considerarse como no
disuelto, siendo necesaria la ultrafiltración para diferenciar el aluminio disuelto y las
partículas de aluminio.
El uso de alúmina como coagulante en el tratamiento del agua potable incrementa la concentración
de aluminio en el agua. En un estudio realizado por la USEPA en 186 plantas de tratamiento se
comprobó concentraciones de aluminio que variaron entre 0,01 a 2,37 mg/l. Aproximadamente el
11 % del aluminio incorporado, más el contenido en el agua bruta, permanece en el agua tratada. En
general la turbiedad del agua tratada se incrementa, cuando aumentan los niveles de aluminio. Altos
contenidos de aluminio total en el agua tratada coinciden con bajas relaciones alúmina /COD. Se ha
comprobado que cuando el COD aumenta (relaciones alúmina /COD < 7), una insuficiente
dosificación de alumina conduce a una coagulación incompleta, resultando una gran parte de
materia coloidal formada por complejos orgánicos de aluminio en forma insoluble.
Los fenómenos de coagulación con la alúmina se retrasan a bajas temperaturas al ser más lentas las
reacciones de hidrólisis y por tanto más escasa la formación de flocs y a la vez pueden escaparse
pequeños flóculos durante la filtración , incrementándose por tanto el aluminio total en el agua
tratada.
En algunas aguas se han encontrado unas relaciones críticas de Al+++ / COD < 20 m mol ̸ g.COD.
Dada la relación que suele existir entre la turbiedad del agua tratada y el contenido de aluminio o
bien la correlación existente entre el aluminio del agua tratada y el porcentaje de turbidez eliminada,
se ha comprobado en muchos casos que para limitar el contenido de aluminio del agua tratada a
50 µg / l., al menos un 90 - 95 % de eliminación de turbidez debe ser conseguida.
El aluminio es altamente soluble a pH alcalinos, debido a la formación del ión aluminato Al(OH)-4
Está comprobado que el pH de coagulación tiene una gran influencia en la eliminación de materia
orgánica, mayor eliminación a pH < 7.
En el caso de existir una barrera de energía potencial de repulsión, sólo algunos de los
choques entre las partículas darán lugar a contactos permanentes, no pudiéndose, por
tanto, aplicar las fórmulas anteriores, es decir, la energía potencial retrasa la velocidad de
floculación.
Debido a la complejidad de las reacciones entre las sustancias del agua y los reactivos
añadidos, la influencia del pH, temperatura, grado de agitación, etc., es difícil hallar la
dosis de reactivos exacta, necesaria para obtener una buena coagulación, aún cuando se
conozcan las sustancias presentes en el agua.
En la práctica, para conocer la dosis óptima de sulfato de alúmina, hidróxido cálcico u
otro reactivo, así como el pH óptimo, se recurre a los ensayos de floculación en
laboratorio, con los cuales, y mediante tanteos, llegamos a conocer las dosis óptimas de
reactivo, según el período y grado de agitación escogido.
Para realizar estos ensayos de floculación, se utiliza un floculador, que en esencia es un
agitador formado por una serie de vasos, en cada uno de los cuales se introduce una
paleta agitadora, accionada por un motor eléctrico, que comunica las mismas
revoluciones a todas las paletas. En los vasos, generalmente de un litro de capacidad, se
introduce el agua con los reactivos correspondientes. Para que los resultados de los vasos
sean comparables, la velocidad de rotación de cada paleta, como ya hemos dicho, deberá
ser igual. Las paletas deberán poder girar entre 20 y 200 rpm.
El modo de proceder es el siguiente :
-Se toma un litro de agua a ensayar en cada uno de los vasos del agitador, habiéndose
determinado previamente algunas de las características más importantes del agua, tales
como turbiedad, color, pH y alguna otra que también interese, según el tratamiento al que
posteriormente se va a someter.
-Puesta en marcha la agitación, se van añadiendo a cada vaso las dosis de los reactivos a
emplear que, como primera aproximación, se hayan escogido.
-La agitación se mantendrá durante 20 minutos, siendo conveniente los dos primeros
minutos agitar a la máxima velocidad y los restantes, a la velocidad que se haya
escogido, generalmente 50 r /m.
-Se anota el momento en que en cada vaso aparece el primer flóculo visible, de igual
modo, al final de la agitación se anota el aspecto, cantidad y tamaño de los copos y
cualquier observación que, posteriormente, nos pueda servir para diferenciar un vaso
de otro.
-Finalizada la agitación se dejan en reposo todos los vasos un determinado tiempo,
generalmente 10 minutos, para que sedimenten los flóculos formados
-A continuación se decanta una porción de agua de las partes superiores de cada vaso,
midiendo en estas muestras de agua decantada el color, turbiedad y pH principalmente.
También puede hacerse más completo el ensayo pasando una parte del agua decantada
de cada vaso por un filtro de papel y medir después el color y turbiedad del agua
filtrada.
-Por último, se interpretan los resultados obtenidos, de forma tal que las dosis de
reactivos añadidos a la muestra en la cual la reducción del color y turbiedad del agua
decantada sea mayor, las consideremos como las dosis óptimas.
Generalmente, estos ensayos deben realizarse manteniendo constante, ya sea el p H, y
variando las dosis de coagulante y coadyuvante o a la inversa. También deben
ensayarse diversos períodos y velocidades de agitación.
En el cuadro siguiente resumimos los resultados de un ensayo de coagulación-
floculación en vaso, en el que el pH óptimo de coagulación y la dosis de coadyuvante
polielectrolito se ha comprobado por ensayos anteriores de tanteo, que eran 6, 9 y 0,1
respectivamente. Tratamos ahora de conocer la dosis óptima mínima de coagulante y la
del álcali.
A la vista del resultado visual y el análisis del agua decantada, vemos que una
dosis de 20 ppm es, en este caso, la más óptima para 0,1 ppm de polielectrolito y un
pH de coagulación de 6,9.
Las dosis de reactivos vienen dadas en ppm (partes de millón), equivalente a mg
de reactivo por litro de agua. La unidad de medida usada para el color es la unidad
AlIen.Hazen ( cloroplatinato potásico-cloruro de cobalto) y la unidad de medida
para la turbiedad la NTU (Unidad Nefelométrica de Turbided).
Obtenida la dosis óptima aproximada del coagulante, se tratará por medio de otro
ensayo ajustar más esta dosis, realizando otra serie con dosis, por ejemplo, de 18, 19,
20, 21 y 22 ppm de sulfato de alúmina.
VASO,
6,8
6,8
6,9
6,9
Observaciones.- Los primeros flóculos aparecen a los tres minutos de agitación en el vaso Nº 3.
En el Nº 1 apenas hay floculación, y en el Nº 2, los flóculos son tan pequeños, que pueden
considerarse microflóculos.
Para evaluar el tamaño del flóculo en función de su tamaño, en mm, puede utilizarse
el comparador ideado por al Water Research Institute de Inglaterra, o también el
Indice de Wilcomb descrito al principio.
Para que las partículas que se encuentran en el agua y las del coagulante puedan
reaccionar, será preciso que estén en contacto unas con otras, por lo tanto será
necesaria una agitación del liquido para mantener este contacto. Esta agitación
deberá ser rápida durante un breve período inicial para dispersar bien la
coagulación y favorecer las reacciones de coagulación, y más lenta durante el
período de floculación.
El contacto entre las partículas se verá aumentado a medida que aumenta su
concentración en el agua, con este objeto es conveniente que en el liquido se
conserve una determinada cantidad de flóculos que anteriormente se han
formado.
COAGULACION-FLOCULACION
COAGULACION-FLOCULACION
2.1 Compresión de
la doble capa
eléctrica por iones
opuestos, que no
se hidrolizan
(Interacciones COAGULACION
electroestáticas)
2. Desestabilización
de la particula
2.2 Disminución COAGULACION
del potencial de
superficie por
adsorción de iones
en la superficie de
la partícula
COAGULACION-FLOCULACION
3.3 Movimiento
(diferencial) de
partículas
(sedimentación,
flotación ...)
4. Separación Sedimentación,
decantación,
flotación,
filtración ....