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Mesoamérica 

(del griego: μέσος [mesos] ‘intermedio’) es el área
cultural del continente americano que comprende la mitad meridional de México, los
territorios de Guatemala, El Salvador, Belice, Honduras, el occidente
de Nicaragua y Costa Rica. En el periodo precolombino fue conocido por formar parte
de las grandes civilizaciones. No debe confundirse con la región mesoamericana,
concepto acuñado para denominar una región geoeconómica por organizaciones
internacionales tales como la OCDE.[1] Mesoamérica, como se expone en este
artículo, es un área definida por la cultura. Esta región vio el desarrollo de una
civilización indígena en el marco de un mosaico de gran diversidad étnica o
lingüística. La unidad cultural de los pueblos mesoamericanos se refleja en varios
rasgos que Paul Kirchhoff definió en 1943 como el complejo mesoamericano.[2][3]

Ubicación de Mesoamérica en el continente.Historia de MéxicoMéxico prehispánico


(hasta 1519)Etapa lítica
Aridoamérica, Oasisamérica y MesoaméricaMéxico español (1519-1821)Conquista de
México (1519-¿?)
México virreinal (1535-1821)
México independista (1810-1821)México independiente (1821-actualidad)Primer
imperio (1821-1824)
Primera república federal (1824-1835)
República centralista (1835-1846)
Segunda república federal (1846-1863)
Segundo imperio (1863-1867)
República restaurada (1867-1876)
Porfiriato (1876-1911)
México revolucionario (1910-c. 1917-21)
México posrevolucionario (ut supra-1940)
México contemporáneo (desde 1940)

La definición de lo que se acepta como mesoamericano es objeto de discusión entre


los estudiosos de esta civilización; sin embargo, con frecuencia se menciona en el
inventario la base agrícola de la economía, como la domesticación
de cacao, maíz, frijoles, aguacate, vainilla, calabaza y chile, así como el pavo y
el perro, el uso de dos calendarios (ritual de 260 días y civil de 365),
los sacrificios humanos como parte de las expresiones religiosas, la tecnología
lítica y la ausencia de metalurgia, entre otros. En su momento, la definición del
complejo mesoamericano sirvió para distinguir a los pueblos mesoamericanos de sus
vecinos del norte y el sur.

El desarrollo de Mesoamérica se extendió por varios milenios. Los especialistas


discuten sobre la época que puede considerarse el «inicio» de la civilización
mesoamericana. De acuerdo con algunas posturas, el hito inicial consiste en el
desarrollo de la alfarería. Otros consideran que el primer complejo mesoamericano
se desarrolla entre los siglos XV y XII a. C., período contemporáneo a la cultura
olmeca. No obstante, ya hay una transformación importante del ambiente natural a
través de la agricultura desde la época geológica del Holoceno, hace más de 7000
años.[4]

A lo largo de su historia, los pueblos mesoamericanos construyeron una cultura que


cuyas expresiones hablan de elementos compartidos por varios pueblos y rasgos que
los distingan entre sí. En la medida que avanzó el proceso civilizatorio, algunos
rasgos se homogeneizaron por el contacto interétnico y otros adquirieron
especificidad en ciertos contextos. Este proceso fue continuo y perduró hasta
la colonización española.

Algunos autores emplean indistintamente los nombres nahuas para describir objetos y


conceptos originales de Mesoamérica,[5] y otros destacan las diferencias entre los
pueblos de la región.[6]
La mayor parte de los pueblos mesoamericanos hablaron lenguas pertenecientes a las
siguientes familias
lingüísticas: otomangueana, mayense, mixezoqueana, totonacana y utoazteca.

Otras lenguas están aisladas o no pudieron ser clasificadas porque desaparecieron


en el proceso de castellanización que comenzó con la colonización española y
continúa hasta la fecha.

Este mosaico de lenguas y etnias estuvo presente durante la época prehispánica y


tiene su correlato en las numerosas culturas indígenas que se desarrollaron en
diversas zonas y tiempos de Mesoamérica, entre las cuales las más estudiadas han
sido:

La mexica, la maya, la teotihuacana, la tenochtitlan , la zapoteca, la mixteca,


la olmeca o la purépecha.

A pesar de la concentración de estudios que se han dado en el caso de esas


importantes culturas, Mesoamérica fue escenario de muchos pueblos, algunos de los
cuales han apenas comenzado a ser investigados a partir de excavaciones recientes.
Inventaron un sistema de escritura pero no tan avanzado como los mayas.

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Origen de la palabra "Mesoamérica"Editar

Mesoamérica significa "América media". Este término se propuso para referirse a un


espacio cultural que abarca desde la parte meridional de México hasta la Provincia
de Guanacaste en Costa Rica, el cual se diferencia de otras regiones por la forma
de vida de sus pobladores, su clima y su geografía. Mesoamérica es un espacio de
climas y paisajes variados, como valles, bosques, costas, pantanos y selvas.

Sus tierras son húmedas y fértiles, adecuadas para la agricultura, además hay


numerosos lagos y ríos. Aún con esa diversidad, los habitantes de la región tenían
ciertas características en común, por ejemplo, sus sociedades se organizaban en
grupos con diferentes funciones e importancia. Por una parte los gobernantes,
divididos en jefes religiosos y militares, y, por otra, artesanos y campesinos.

Esta división social se manifestó en los palacios, templos, habitaciones y espacios


urbanos en los que los gobernantes vivían. Su dieta constaba
de maíz, frijol, chile, calabaza o güicoy, aguacate y cacao. Hicieron importantes
obras para controlar y aprovechar el agua de lluvia, ríos y lagos. Su religión
era politeísta tenían creencias religiosas que combinaban con conocimientos
de astronomía, matemáticas, ingeniería, arte, escritura y medicina. Además destacan
los basamentos escalonados y edificaciones que construyeron en las ciudades para el
ritual de juego de pelota. Inventaron un sistema de numeración con base vigesimal y
su escritura era ideográfica, es decir, dibujaban símbolos que representaban ideas.
Se regían por dos calendarios diferentes: el de 365 días para las
actividades agrícolas y el de 260 para sus creencias religiosas. Con sus mitos
intentaron explicar la complejidad del mundo natural y el humano, tratando de
preservar la armonía.

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