Está en la página 1de 5

Es muy claro que el diseño arquitectónico chino es único.

Si comparas con otras existentes,


las coincidencias o influencias de otras arquitecturas son prácticamente nulas. El estilo del
diseño arquitectónico del gran gigante asiático se baso en el uso de la madera y del tallado
del elemento de fuerza, el ladrillo; también desarrollaron una técnica usando tierra
compactada.

La arquitectura china y sus características:

El uso de madera sobre todo en elementos como los marcos.


El uso de pintura. Los chinos fueron los que primeros empezaron a usar los colores vivos
en sus obras arquitectónicas para darle mas vistosidad, belleza y atracción.
Dentro de los elementos usados se pueden encontrar: postes de madera; las estructuras de
las edificaciones como vigas y dinteles(son como vigas o estructuras horizontales para los
marcos de las puertas ) también fueron elaborados de madera. Algo que contrasta mucho
con los otros diseños arquitectónicos.
Las paredes. En muchas de las estructuras de otras latitudes, las paredes eran parte del
soporte de la edificación, en el caso de la arquitectura China no sucede así. Las paredes
pasan a ser solamente las divisiones de ambientes.
Los edificios fueron construidos para sobrevivir a los terremotos frecuentes, tifones e
inundaciones y para ser más fáciles de reconstruir. Junto con la capacidad de supervivencia
y la facilidad de renovación, los edificios reflejaron y ayudaron a propagar el orden social y
la religión.
La arquitectura de madera tiene características distintivas que cambiaron poco desde la era
de la dinastía Zhou (1045–221 a. C.) hasta los primeros tiempos modernos, cuando China
adoptó la arquitectura occidental.
Las características básicas de la arquitectura tradicional de la madera eran una base de tierra
estampada, pilares de madera que soportan la carga que no fueron plantados en la base y
soportes ligeramente flexibles. Estas características de diseño hicieron que los edificios
fueran resistentes a terremotos y tormentas, y también permitieron la reconfiguración,
expansión y reconstrucción si los edificios sufrían daños.

Los diversos estilos de arquitectura china que se han construido desde la era de Zhou
reflejan cómo los diversos chinos a lo largo de los siglos se adaptaron al medio ambiente.
Los diseños arquitectónicos se ajustaban a sus necesidades y cultura y también ayudaron a
propagar las normas sociales y el orden.
Los arquitectos en la antigua China prestaron especial atención al color y los adornos,
desde todo el edificio hasta partes específicas. Utilizaron diferentes colores o pinturas
según las funciones particulares de construcción o las costumbres locales. Los edificios a
menudo eran bastante coloridos.
Se utilizaron vigas talladas, vigas pintadas, varios patrones, tableros inscritos, coplas
colgadas en los pilares y pinturas murales para agregar un estilo colorido y hermoso a los
interiores.
Se usaron leones de piedra, paredes de pantalla, columnas ornamentales, así como flores
para decorar los exteriores de los edificios.
La construcción de madera era el estilo arquitectónico más común para las residencias de la
dinastía imperial y comunal, pero no era el único estilo tradicional. Para construir torres,
mausoleos, fortalezas, puentes y otros tipos de arquitectura, generalmente usaban tierra
apisonada, ladrillo, piedras. Los grupos minoritarios étnicos tenían sus propios estilos
arquitectónicos preferidos.
La arquitectura china (imperial) antigua comenzó a desarrollarse muy rápidamente desde la
Dinastía Han (206 aC – 220 dC) en adelante. En este punto, los constructores habían
dominado las habilidades de embestir la tierra para las murallas de la ciudad y la Gran
Muralla y sabían cómo disparar baldosas y construir con corte piedras. Durante las
Dinastías Sui (581–618) y Tang (618–907), las técnicas de cocción al horno mejoraron y las
estructuras de ladrillo se hicieron más populares.
Mausoleos y Tumbas
Aunque para los edificios habitados, generalmente usaban madera, para mausoleos y
tumbas, usaban piedras y ladrillos para hacer estructuras permanentes. Los muertos no
necesitaban remodelar sus tumbas. Por lo tanto, era más lógico construir estructuras
permanentes para albergar sus restos. Los mausoleos y las tumbas se diseñaron y ubicaron
de acuerdo con los principios del Fengshui, por lo que la mayoría de los mausoleos chinos
se construyeron en las montañas o cerca de ellas. Otras características distintivas incluyen
un camino que conduce a la estructura. Los jardines y patios eran una parte importante del
clan y los complejos oficiales.
La arquitectura de jardines y patios se consideraba muy importante para los compuestos de
clanes imperiales, funcionarios y clanes ricos. Los principios de Fengshui (es un antiguo
sistema filosófico chino de origen taoísta basado en la ocupación consciente y armónica del
espacio, con el fin de lograr de este una influencia positiva sobre las personas que lo
ocupan) determinaron el diseño para que pudieran controlar los efectos cosmológicos y de
salud de los diversos elementos de los jardines.
Imperio Chino
¿Qué fue el Imperio Chino?
Por Imperio Chino se entiende un extenso período de la historia de la nación china bajo el
gobierno de un emperador. Este imperio se extiende cronológicamente desde la dinastía Qin
(221 a.C.) hasta la dinastía Qing (1912 d.C.), interrumpido únicamente por guerras civiles o
la eventual división del territorio del Imperio en diversos reinos.
También se conoce como Imperio Chino a un estado chino monárquico de muy breve
existencia, creado por el general Yuan Shikai entre finales de 1915 y comienzos de 1916
con el propósito de restaurar la tradición imperial de dicho país, interrumpida por el
advenimiento de la República de China en 1912.
Los dos casos no deben confundirse, si bien se trata de dos etapas de la vida política de una
misma nación.
Algunos de estos períodos abarcaron pequeñas parcelas del territorio actual de China,
mientras que otros lo superaron y se hicieron con Mongolia y partes de Rusia y Japón,
como las dinastías Yuan (1294) y Qing (1892).

Origen del Imperio Chino


(El ejército de Qin Shi Huan es representado hoy en 8 mil “Guerreros de Terracota”)
Durante siglos, el territorio chino fue gobernado por distintos reinos independientes, cada
uno dotado de un gentilicio e incluso una lengua propia.

Eventualmente, luego de un período de guerras llamado “los reinos combatientes” y que


data de algún momento del siglo V a.C., estos feudos fueron unificados en una sola gran
nación por la dinastía Qin en 221 a.C. El artífice de la conquista y unificación fue Qin Shi
Huang y su poderoso ejército.

Imperio temprano (221 a.C.-589 d.C.)


Dinastía Han – Imperio Chino
Los Qin fueron derrotados y reemplazados por los Han.
La primera etapa del Imperio Chino inicia, pues, con la dinastía Qin, gobierno que puso fin
a cinco siglos de lucha feudal mediante una monarquía central absoluta, a la cabeza de la
cual estaba el primer Emperador de China.
Este reino se dividió en 36 provincias y dedicó sus esfuerzos a su intercomunicación
mediante carreteras y vías de transporte, así como a la unificación y estandarización de las
medidas, monedas y código de leyes.
La unificación de la escritura y el inicio de la colosal Gran Muralla china, para defender los
límites del Imperio de los ataques de las tribus nómadas mongolas fueron particularmente
importantes durante este período.
Hacia el año 206 a.C. los Qin fueron derrotados y reemplazados por los Han, quienes
gobernaron por cuatro siglos e introdujeron el confucianismo al Estado.
Este período también culminó en el año 220 d.C., cuando el Imperio se dividió en tres
reinos distintos: Wei, Shu y Wu. Se trató del primer paso hacia la era de las Seis Dinastías,
un prolongado período de división y guerras intestinas que vio su fin hacia el año 589,
cuando la dinastía Sui derrotó a todos sus rivales.

Imperio Medio (589-1279)


Genghis Khan – Imperio Chino
El Imperio Chino cayó en manos de los sucesores de Gengis Khan en 1279.
La dinastía Sui gobernó durante poco tiempo, pero reunificó a los reinos en disputa. Fueron
propensos a las grandes obras públicas como el Gran Canal y la renovación de estructuras
del Estado chino que perdurarían por siglos.

Eventualmente fueron derrotados en 618 por la dinastía Tang, quienes gobernaron por tres
siglos y cayeron en 907, sumergiendo al reino en un periodo de agitación que se denominó
“Las cinco dinastías y los diez reinos”.
Las tribus del norte se unificaron en las Dinastías del Norte y el interior de China fue
reunificado por la dinastía Song en 960, inaugurando un período de avances en tecnología,
economía y cultura, escenario del surgimiento del neoconfucianismo. A este período se le
conoce como la Edad de Oro de China.
En 1279 China fue conquistada por el Imperio Mongol, en manos de los sucesores de
Gengis Khan. Este pueblo controló el total de la nación, reunificó su gobierno, llamó a la
región “Manzi” y la dejó en manos de una dinastía creada por ellos, los Yuan.
Imperio Tardío (1368-1912)
El Imperio Tardío inició con la caída del Imperio Mongol y el retorno de las dinastías
chinas, que fueron la Ming y la Qing, la última. Este período culminó con numerosas
derrotas del Imperio a manos de potencias extranjeras como el Imperio Británico (en las
Guerras del Opio) y una situación de malestar e inestabilidad que forzó a los Qing a una
serie de reformas institucionales.

Sin embargo, la desastrosa guerra sino-japonesa que culminó en 1895 arrebatándole a


China el control de la península de Corea y de la isla de Taiwan, causó el suficiente
malestar en la población para atreverse a reformas más sustanciales. Sun Yaet-sen lideró las
fuerzas republicanas hasta desencadenar la Revolución de Xinhai (o Revolución Japonesa
de 1911) en la que se produjo un levantamiento militar que puso formalmente fin al Imperio
Chino.

También podría gustarte