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Recopilado de

Angel padrón Hernández y Severus Snape

Bueno, se trata de Snape.


Parecía sentirse incómoda por el simple hecho de volver a pronunciar ese nombre.

—¿Qué pasa con él? —preguntó Harry con fastidio, y volvió a reclinarse
En el respaldo de la butaca.

—Verás, resulta que yo tenía parte de razón con lo del Príncipe Mestizo
—dijo ella con tono vacilante.

—¿Es imprescindible que me lo restriegues por la nariz, Hermione?


¿Cómo crees que me siento cuando pienso en ello?

—¡No, no, Harry, no me refería al libro! —repuso ella precipitadamente,


Y echó un vistazo alrededor para comprobar que no los escuchaba nadie

—. Esque tenía razón cuando decía que Eileen Prince había sido propietaria de ese
Libro. Mira, ella… ¡era la madre de Snape!

—Ya me pareció que no era muy guapa —comentó Ron, pero Hermione
No le hizo caso.

—Estaba repasando el resto de los Profetas viejos y encontré un pequeño


Anuncio que decía que Eileen Prince iba a casarse con un tal Tobias Snape, y
En un periódico posterior, otro anuncio de que había dado a luz a……

—un asesino —se adelantó Harry con gesto de asco.

—Bueno… sí. Así que… en parte tenía razón. Snape debía de estar
Orgulloso de llevar el apellido Prince porque, según decía El Profeta, Tobias
Snape era un muggle, ¿me explico?

—Sí, eso encaja —admitió Harry—. Decidió darles coba a los sangre
Limpia para poder hacerse amigo de Lucius Malfoy y sus compinches… Es
Igual que Voldemort: madre sangre limpia, padre muggle… Avergonzado de
Sus orígenes, utilizaba las artes oscuras para que los demás lo temieran y
Adoptó otro nombre, un nombre impresionante como hizo lord Voldemort:
Príncipe Mestizo… ¿Cómo no se dio cuenta Dumbledore?

Se interrumpió y miró por la ventana. No podía dejar de darle vueltas a la


Inexcusable confianza que el anciano profesor había depositado en Snape.
Colegio de Humanidades y ciencias Sociales, Comunicación y Cultura
Anai Tome Hernández, 1400020125

Harry Potter y El Misterio del Príncipe ⚡

Isadora Duncan visitó la Habana en diciembre del año 1916, fue una visita privada con la
cual pretendía recuperarse del estado de postración moral y emocional en que la había
dejado la muerte de sus dos hijos: un automóvil en que viajaban los niños cayó en el Sena
en 1913; ella no fue nunca la misma después de éste trágico suceso. La Duncan fue una
mujer polémica, nihilista e iconoclasta, contradictoria se oponía al matrimonio - aunque
finalmente se casó- y detestaba de forma enfermiza y vehementemente el ballet clásico al
que consideraba pura gimnasia fría, vacía y poco emotiva, es memorable en una cena una
acalorada discusión que tuvo con Diavgilev el gran empresario de ballet en Rusia al que
apostrofó sin miedo con los peores dicterios y anatemas sobre el arte de las puntas y se
volvió enemiga de la Pavlova, después de haber reconocido su talento como bailarina pero
usó luego muy enconosos comentarios sobre la mítica bailarina rusa y su manera glacial
de bailar; la Pavlova murió sin perdonarla jamas. Los que pudieron ver en escena a la
Duncan afirman que su danza carecia de códigos académicos, pero era exhaltada,
pasional, nirvánica y que producía un efecto de éxtasis en los espectadores, pero en
realidad Isadora no dejó ninguna escuela, ni ningún legado coreográfico ya que su danza
era muy personal y libre. Tenía un músico que solía acompañarla que era tan feo – la
Duncan adoraba la belleza más allá de toda comprensión- que ella lo aborrecía y pidió que
lo expulsaran “No puedo verle ese espantoso rostro que me desconcierta” pero en una
ocasión el músico delante de ella extrovertió su profunda espiritualidad y la grandeza de su
alma en una conversación y Isadora quedó fulminada por aquella alma y ambos terminaron
siendo amantes.Isadora fue tan pasional que cuando supo la noticia de la muerte de sus
hijos se lanzó a correr por la playa desgarrada, al sentirse exhausta se dejó caer sollozando
en la arena un hombre que la vio se acercó y le preguntó qué la pasaba, que si podia
ayudarla, la Duncan le respondió
“Por favor, hágame un hijo “
Isadora murió de una rara y trágica forma, en Niza Francia en el año 1927, salía de una
fiesta feliz y sonriente, al despedirse se dirigió a sus amigos al abordar un auto que la
conduciría al hotel diciéndoles sonriendo “Adiós a todos me voy al amor”
Minutos después moriría estrangulada por su propio chal qué empujado por el viento
términó enredándose en las ruedas del auto estrangulándola.

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