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continuar con su labor literaria. Sabía que chocaría con la realidad oligárquica chilena
que prefería designar diplomáticos a los aspirantes provenientes de familias de
alcurnia y rancios apellidos. Entonces consiguió el apadrinamiento de una conocida e
influyente familia santiaguina a través de Manuel Bianchi Gundán, quien había sido
diplomático. El joven poeta mostraba tempranamente dotes sociales al saber
relacionarse con las personas adecuadas que le ayudarían en su carrera. Sin
embargo, entendía que debía aceptar “cualquier destinación” sin hacer preguntas, ya
que el sueño de ir a París o a Madrid todavía estaba muy lejos de su alcance.
Como poeta joven con dos importantes publicaciones, que luego se harían famosas:
“Crepusculario” y “Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada”, Neruda
contaba ya en Santiago con un cierto prestigio y reconocimiento social. Su talento
poético era el respaldo que le abriría la oportunidad para conocer el mundo como
cónsul.Lo que nunca imaginó es que la estadía en Birmania le depararía amargos
momentos de miseria que ya había probado en cités y conventillos de Santiago
durante la etapa estudiantil.
Pablo Neruda, de 23 años, arribó en Rangún en calidad de cónsul honorario hacia
fines de octubre de 1927 luego de una travesía que había comenzado en
Valparaíso/Chile el 14 de junio del mismo año para embarcarse desde Buenos Aires/
Argentina hacia el Oriente. Llegó usando su nombre civil de Ricardo Neftalí Reyes en
compañía de su amigo de la infancia Álvaro Hinojosa, quien tenía experiencias
anteriores en viajes al extranjero pues había estado en Nueva York.
El Neruda joven y las mujeres
Llegó a Santiago desde el sur de Chile en 1921 a la edad de 17 años luego de haber
terminado la secundaria en la ciudad de Temuco. Era un chico tímido ymás bien
introvertido. Ayudado por una modesta mesada de su padre ingresó a estudiar
pedagogía en francés en la Universidad de Chile. Alojó en cuchitriles, conventillos y
pensiones de mala muerte, donde sufrió grandes aflicciones económicas. Se cuenta
que engañaba el estómago tomando interminablestazas de té.
En el Pedagógico entró en contacto con otros estudiantes y formaron círculos
literarios que cultivaban una activa vida bohemia en los bares de la ciudad. Su
carácter va cambiando y se transforma en un muchacho desenvuelto y extrovertido.
Vestía con desplante una extravagante capa larga que marcó su estilo. Eran pobres,
pero se gastaban el poco dinero en salidas nocturnas. Luego de tres años dejó los
estudios para dedicarse completamente a la poesía. Neruda “no se avergüenza de
ser escritor”, como le confesaría a su hermana Laura Reyes en una carta. Era
mujeriego y le gustaba viajar. Fue en ese tiempo, donde, entre otras, estableció una
relación con una compañera de universidad llamada Albertina Azócar a quien
dedicó “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”. Le propuso incluso irse
a vivir con él sin casarse en circunstancias que en esos tiempos el consentimiento
habría constituido un escándalo para ella. Albertina finalmente desistió.
A pesar de esta desilusión, no se desanimó y siguió participando en revistas
literarias, publicando versos y frecuentando la vida nocturna santiaguina. No
obstante, la muerte de algunos amigos poetas devorados por la tuberculosis y las
malas condiciones de vida, le sirvieron de escarmiento. No quería terminar de esa
manera pues su voluntad de dedicarse por completo a la poesía era férrea. Fue
justamente este contexto el que lo sensibilizó frente a la cuestión social, pero no
desde el punto de vista político, sino que esencialmente íntimo y humano. Detestaba
tempranamente la falta de libertad y la imposibilidad de autodeterminación que
significaba la explotación humana y la pobreza.
Luego de cinco años de apoyo económico paternal sin los resultados esperados, su
padre le cortó la ayuda recién en 1926. Neruda no comprendía la rabia del padre al
verlo desertar de los estudios. Estaba tan convencido de su talento que la crítica
paterna le parecía injusta y se alejó de él. Cuando partió a Oriente no estimó
Josie Bliss: La amante birmana de Pablo Neruda después de 88 años