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ROLANDO PÉREZ SÁNCHEZ

La misión del Ministerio Sobre los Montes y Collados es


proporcionar aquellos recursos necesarios para el crecimiento de
la Vida Cristiana, por medio de la enseñanza Bíblica.

Razones por la que creemos que hubo un Diluvio


© 2013 Sobre los Montes y Collados.
Guantánamo. Cuba
Todos los derechos reservados.

Publicado en español por Amazon.


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ISBN: 9798574000748
Categoría: Apologética
Adaptación de portada: Rolando Pérez Sánchez
Impreso en Estados Unidos
Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, se han tomado
de la Santa Biblia, Reina Valera 1960©, sociedades Bíblicas Unidas. Todos
los derechos reservados.
Independently Published
DEDICATORIA
A los jóvenes de la congregación en la que sirvo como maestro,
“La Misión”, un lugar de gran bendición y paz.
AGRADECIMIENTO
Mi total agradecimiento va dirigido a Jesús, mi Salvador, quien me
libró de las desgracias de este mundo, así como lo hizo en la
antigüedad con Noé y los suyos.
CONTENIDO
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
PRIMERA RAZÓN. LA CIENCIA NO HA PODIDO NEGARLA
Geólogos en contra el Diluvio Universal han quedado ridiculizados.
Criterios científicos en contra del Arca de Noé no han tenido éxito
Biólogos niegan la hazaña de salvar una pareja de cada animal, sin embargo
no han logrado desmentir la narración mosaica.
SEGUNDA RAZÓN. REGISTROS HISTÓRICOS Y ARQUEOLÓGICOS
LO FORTALECEN
Más de 217 culturas diferentes hablan de un Diluvio Universal
Científicos reconocidos concuerdan en que el diluvio no es un mito
Otros descubrimientos arqueológicos siguen confirmando el Diluvio
Universal
TERCERA RAZÓN. LA BIBLIA LO CONFIRMA
La misma Biblia desmiente los mitos antiguos referente al Diluvio
Universal.
La versión bíblica del Diluvio Universal es la más exacta de todas.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
Cuando decidí escribir sobre este tópico no faltó quienes preguntaron por
qué rasguear en algo que a muy pocas personas les interesa. Y aunque duela
reconocer que no era incierta la observación, siempre entendí que todo lo que
la Biblia revela o enseña es útil y digno de ser estudiado. Pero no es un
secreto que algunos creyentes, por no decir la gran mayoría, consideran los
relatos de la creación, el Diluvio, la Torre de Babel, y otras, como meras
historias bíblicas imposibles d respaldarlas arqueológica e históricamente.
Por otra parte, científicos y ateos han intentado desacreditar las narraciones
mosaicas, y teólogos mediocres han quitado la paternidad literaria del
Pentateuco al libertador de Israel. No obstante, aunque es cierto que no se
cuentan suficiente evidencia histórica o arqueológica, afortunadamente dicha
escasez no invalida para nada la seriedad y veracidad de los escritos
mosaicos, incluyendo el Diluvio Universal. Por ello mi decisión de elaborar
el presente estudio apologético, con el objetivo de mostrar razones por las
que la mayoría de los creyentes y estudiosos de la Biblia creemos y
predicamos que el Diluvio Universal fue un acontecimiento real, histórico y
que en él que podemos encontrar un sin número revelaciones divinas que nos
proporcionarán alimento fresco, fortalecimiento de la fe y confianza en Dios.

El Diluvio, lejos de ser una muestra de la ira de Dios como algunos lo


ven, en realidad es un ejemplo del maravilloso Amor de Dios hacia el
hombre, al serle permitido a Noé y su familia que prevalecieran ilesos y así
mantener la creación. Pablo advirtió a Timoteo que toda la Biblia fue
inspirada por Dios (2 Tim 3:16), y si Dios es verás, y su Palabra también lo
es (Nm. 23:19), nada debe de desecharse, ni tenerse de menor o mayor
importancia. Por lo que siguiendo la postura de Pablo:
A. Mostraremos varias declaraciones e investigaciones relacionadas al
diluvio.
B. Presentaremos algunos artículos e investigaciones sobre el Arca de Noé,
que aunque no son de completa del autor, se presentarán con el único fin
de proveer mayor conocimiento a los lectores.
C. Ilustraremos no pocas evidencias arqueológicas, que aunque no son
necesarias para validar la Biblia, si serán útiles para presentar defensa de
la fe.
D. Expondremos las razones por las cuales aceptamos la narración bíblica
del diluvio, rechazando a su vez, todo argumento científico y ateo mal
intencionado, con relación al Diluvio Universal, el Arca de Noé, los
sobrevivientes, etc.

Cada una de estas herramientas será suministrada con el fin de reforzar la


narración bíblica. Por lo tanto, es nuestro deseo que usted pueda disfrutar de
la asombrosa evidencia de la fe, y logre aceptar lo que Dios ha dicho por
medio de su Palabra. Aunque cada persona es libre de creer o aceptar lo que
desee, cabe aclarar que es mejor vivir por fe, que andar por vista (Hab. 2:4;
Ro. 1:17; Gal. 3:11; He. 10:38).
PRIMERA RAZÓN.
LA CIENCIA NO HA PODIDO
NEGARLA

Es curiosos que el térmico “Ciencia” proviene de la palara latina


scientĭa que significa conocimiento. Y digo que es curiosos, porque aunque
su nombre sugiere sabiduría, muchos postulados científicos carecen de tal
conocimiento del que profesan. La Ciencia aunque se clasifica en varios
tipos, su esencia se basa en un conjunto de sapiencias estructuradas
sistemáticamente, que se obtienen mediante la observación de patrones
regulares, razonamientos y experimentación en ámbitos específicos. De dicha
observación se generan preguntas, se construyen hipótesis, se deducen
principios, se elaboran leyes generales y sistemas organizados por medio de
un método científico. Por esto la ciencia no puede aceptar lo que los
creyentes llaman Fe, ya que según los científicos, solo debe creerse en
aquello que sea objetivo u observable. Sin embargo, no siempre lo observable
o razonable es lo adecuado. Por ejemplo, un óvulo que acaba de fecundar,
aunque no se observa una criatura formada, ya es una vida que con el tiempo
se manifestará en un bebé. De igual manera, muchas veces hay razones para
practicar un aborto, o sea, es motivos razonables, pero no es lo correcto y no
deja de ser asesinato. Así que pensando en este sencillo ejemplo, el hecho de
que algunas historias bíblicas no parezcan razonables obedece a: (1) La falta
de conocimiento o tecnología para registrar esos hechos; (2) Deterioro o
destrucción de algunas evidencias antiguas que corroboran los relatos
bíblicos; (3) Presencia de investigadores o teóricos mal intencionados y nada
serios, que conscientemente adulteraron o destruyeron pruebas existentes. Así
que como era de esperar, no tardó que aparecer una gran lista de criterios y
teorías infundas en contra del tema en análisis, algunos de los cuales serán
analizados en el presente capítulo.
Geólogos en contra el Diluvio Universal han quedado ridiculizados.
Algunos geólogos consideraron la imposibilidad de que una inundación
por grande que sea pudiera cubrir una montaña como el Ararat de 3131m de
altitud. Por ejemplo, el geólogo australiano Ian Plimer, aseguró que la
existencia de un diluvio suprimiría toda la geología, astronomía, física y
biología conocidas. Por lo tanto, un diluvio capaz de cubrir el monte Ararat
habría necesitado 4.400 millones de kilómetros cúbicos, una cifra que habría
desviado la Tierra de su órbita[1]. Y tal cantidad de lluvias habrían provocado
una atmósfera irrespirable por los seres humanos. Los que siguen a Plimer
sostienen que además que para anegar todo el planeta, se necesitarían tres
veces el nivel de agua que hay en el océano. Pero otras investigaciones han
demostrado que las montañas de hoy en día fueron formadas después del
Diluvio a través del mecanismo vertical, fenómeno que explicaremos más
adelante). Mientras las montañas se elevaban los valles se hundían y las
aguas abandonaron rápidamente las nuevas masas continentales emergentes.
Este rápido movimiento de grandes volúmenes de agua causaría una gran
erosión. No es difícil contemplar la rápida ‘excavación’ de muchas de las
formas rocosas que observamos hoy en día en la Tierra, incluyendo, por
ejemplo, las rocas Ayers en Australia central. (La forma actual de este
monolito es el resultado de un ladeo y levantamiento de los previamente
horizontales lechos de arena dejada por el agua seguido de la erosión.
Es por esto que también vemos, en muchos casos, ríos en valles que son
mucho mayores de lo que deberían ser si se hubieran formado por el mismo
río. En otras palabras, el volumen de agua responsable de crear esos valles
tan grandes tiene que haber sido mayor que el volumen de agua de los ríos de
hoy en día. Esto es consistente con la idea de grandes volúmenes de aguas
diluvianas abandonando las masas de tierra emergentes al final del Diluvio, y
yendo a parar a las nuevas y profundas cuencas oceánicas. Pero como la
Ciencia no logró deshacer la narración del Génesis, se ha inventado algunas
teorías con tal de explicar el fenómeno, entre la que se encuentra la posible
caída de un meteorito en la zona de Canadá sobre la capa de hielo, que pudo
hacer que se elevase el nivel del mar de forma dramática. En un bloc online
aparece la siguiente nota:
…el diluvio universal puede no ser un mito ya que las pruebas indican
que realmente pudo suceder, y es natural y científicamente posible que
algo así tuviese lugar siglos atrás. Como es lógico, explicar un fenómeno
así hace 8000 años era algo que se escapaba a su conocimiento. Sin
embargo, hoy, conociendo mucho mejor la Tierra, no hacen falta
metáforas o leyendas, puesto que la ciencia ha avanzado suficientemente
para explicar eventos como este.[2]

Según las pruebas, el evento pudo tener lugar hace unos 10.000 años,
liberando energía equivalente a unos cuantos miles de bombas atómicas,
hecho que produciría tsunamis y olas capaces de anegar medio mundo en
horas. Las fechas parecen coincidir con cierta exactitud con el momento en
que pudo tener lugar el diluvio, que se considera que pudo localizarse hace
unos 8000 años. Pero otros consideran que pudo desprenderse un gran trozo
de hielo de la zona de Laurentide, en el Atlántico Norte, lo que provocaría
que el nivel del mar se elevase hasta un metro y medio, anegando las
ciudades costeras del Mar Negro y el Mediterráneo, y desplazando las
comunidades desde Oriente Próximo hacia Europa. Actualmente se conoce
que la mayor parte del agua en la Tierra, el 94 %, se encuentra en los
océanos, y que los casquetes polares Cubre el 98% de la Antártida y tiene un
espesor de 1,6 Km como promedio. Sin embargo, no se sabe todavía cuánta
agua hay debajo de la tierra, por eso, la incógnita sigue latente: ¿De dónde
saldría tanta agua como para cubrir toda la tierra?
Afortunadamente al recurrir a la narración bíblica leemos que el agua
vino de dos partes: (1) Las fuentes del grande abismo; (2) Las cataratas de los
cielos (Gn. 7:11). Indicando que el agua vino tanto por el cielo como por la
tierra. Pero el mayor proveedor de agua fueron las "fuentes del grande
abismo", evidentemente, creadas en el comienzo para proveer la Tierra de
agua (Génesis 2 :5-6). En el texto se lee la palabra hebrea ‫ ( ֵאד‬ʾ ē ḏ ), que
aunque es traducida usualmente como “vapor” no necesariamente sugiere
un vapor con su humedad asociada, sino también fuentes como geysers o
manantiales. Por eso coincido con la traducción de la Biblia al Día, que lo
traduce como “Manantial”, que sería la fuente de agua que después iba en
cuatro direcciones como ríos a través del Huerto. Pero junto a las fuentes del
abismo también se mencionan las "cataratas de los cielos" (Génesis 7:11). Si
ambas fuentes de aguas estuvieron cayendo de manera simultánea durante los
días del Diluvio, entonces tiene que haber existido un gran y voluminoso
depósito de agua, que cubría la tierra sin ningún problema. Muchos
estudiosos consideran que el agua proveniente de las nubes fue un agua que
estuvo almacenada en la atmósfera terrestre en forma de vapor, forma de
vapor, conocida científicamente como “bóveda de vapor de agua” que según
el Dr. Joseph Dillow, sería equivalente a alrededor de 12 metros (40 pies) de
grosor de agua líquida, cantidad suficiente para generar 40 días y 40 noches
de lluvia torrencial.[3] Hay quienes creen incluso que los primeros patriarcas
vivían una media aproximada de 900 años gracias a la bóveda de vapor de
agua, que lo protegía a los habitantes de la Tierra de las dañinas radiaciones
cósmicas, que son, en parte, responsables del proceso de envejecimiento.
Además, una mayor presión parcial de oxígeno debajo de una bóveda de estas
características también podría haber aumentado el tiempo de vida del hombre
y de los animales. Una vez venido el Diluvio, dentro de la atmósfera de la
tierra se disolvería una enorme cantidad de vapor de agua que produciría la
muerte de cualquier sobreviviente, con la excepción de los que estaban en el
Arca, quienes mediante el Poder de Dios fueron preservados sin daños. Tal y
como lo declaró Pedro: “…una vez esperaba la paciencia de Dios en los días
de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir,
ocho, fueron salvadas por agua” (1 P. 3:20). Dios evidentemente hizo un
gran milagro al preservar la vida de Noé, su familia y los animales que
estaban en el arca. Pero al romperse estas bóvedas en el Diluvio, el tiempo de
vida de los seres humanos se redujo drásticamente durante los años
siguientes.
Criterios científicos en contra del Arca de Noé no han tenido éxito
Los opositores de la narrativa bíblica alegan que no pudo ser posible que
un barco completamente de madera soportara tanto peso, y como se puede
leer en Génesis, el Arca era totalmente de madera: “…Hazte un arca de
madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por
dentro y por fuera” (Gn. 6:14). Sin embargo, las explicaciones del por qué es
improbable que un barco completamente de madera hubiese soportado el
fenómeno meteorológico, se sostienen en que:
a. La madera como material no puede mantener toda la forma de un
barco, pues las junturas se abrirían y el arca terminaría hundiéndose.
b. Es imposible que una embarcación tan grande solo de madera aguante
tanto peso de animales, provisiones, etc.
c. Es casi 100% seguro que el arca tuviera varias filtraciones a lo largo de
su gigantesco casco de madera, y esto por supuesto, aceleraría su
hundimiento.

Pero si se hace un análisis serio notamos que cualquiera de las tres


observaciones carece de teorías concretas y convincentes, pues el Arca de
Noé no era un barco como muchos lo creen en la actualidad. De hecho, el
diseño proporcionado por Dios a Noé difería en gran magnitud de lo que se
conoce hoy como una embarcación moderna. Waltke observa que la palabra
hebrea para el arca está relacionada con el vocablo egipcio que significa
"cofre, caja o ataúd", y agrega a su vez que: “…se usa solo para designar el
Arca de Noé y la cesta de caña en la que el niño Moisés fue salvo (Éx. 2: 3,
5)….era una construcción rectangular de fondo plano, cuadrada en ambos
extremos y recta hacia arriba en los lados.”[4] Así que la embarcación de Noé
no poseía de gran estética, no se parecía a un barco moderno, pero si contaba
con toda la seguridad necesaria y las condiciones para flotar en el agua. Por
otro lado, no es nada improbable construir una embarcación completamente
de madera, de hecho, en el año 1909 se logró construir una embarcación que
se le consideró el buque más grande de la época. Se le llamó Wyoming.
La hazaña constructiva se le atribuyó a la firma Percy & Small y tuvo un
costo de alrededor de 175000 dólares. Aunque hay otros 10 buques de gran
tamaño construido con madera, éste es el que más se acerca a las medidas del
Arca de Noé, con una eslora de 137,16 metros y un desplazamiento de 4000
toneladas. Cuando rompió a llover, toda la Tierra fue cubierta con las aguas y
el mundo que entonces existía fue destruido. Entonces el Arca comenzó a
flotar en las aguas del Diluvio, que Dios mismo había enviado (Amós 9:6;
Job 38: 8-11). Pero otra pregunta sin resolver de algunos científicos es
¿Dónde están esas aguas? El salmo 104 nos da la respuesta, y en su versículo
seis y siete declara: “…sobre los montes estaban las aguas, a tu reprensión
huyeron; al sonido de tu trueno se apresuraron”. Aún el mismo Isaías
también profetizó que las aguas de Noé nunca más cubrirán la Tierra (54:9).
Así que partiendo de lo ya revelado en la Biblia se puede decir que:
a. Evidentemente Dios alteró la topografía de la Tierra haciendo surgir
nuevas masas continentales de tierra con nuevas cordilleras montañosas
de pliegues de estratos rocosos.
b. Las cuencas oceánicas muy profundas fueron formadas para recibir y
acomodar las aguas del Diluvio que entonces abandonaron la tierra de
los continentes emergentes.

Esa es la razón por la que hoy tenemos océanos tan profundos y


cordilleras montañosas tan elevados. Por lo tanto, las aguas del Diluvio están
en las cuencas oceánicas actuales.
Biólogos niegan la hazaña de salvar una pareja de cada animal, sin embargo
no han logrado desmentir la narración mosaica.
También en cuanto al asunto de los animales que entraron al arca hay un
sin número de suposiciones en contra, basadas en teorías y suposiciones
divorciadas de conceptos teológicos, que no poseen ninguna base sólida
como para ridiculizar la narración bíblica. Cuando en la Biblia se usa la
palabra “especie”, que no es en el mismo sentido con el que los biólogos la
usan. Por ejemplo, la biología considera una especie a un
conjunto de organismos capaces de entrecruzarse y producir descendencia
fértil. De ahí que cada año se descubre miles de especies de seres vivos y de
todos, se eligen las diez especies más raras para ser registradas, según afirma
el Instituto Internacional para la Exploración de Especies.[5] Sin embargo en
Génesis el vocablo hebreo usado para “especie” es ‫( ֶז ַר ע‬zera ʿ ), que según
Warren Baker y Eugene E. Carpenter significa: “siembra, semilla,
descendientes, descendencia, hijos y posteridad”.[6] Ahora bien, analicemos
los siguientes puntos que se presentan en contra del Diluvio Universal:
1. El asunto de las variedades de especies: Cálculos en el 2019 insinuaron
que existían en ese entonces 7,77 millones de especies de animales, de
los cuales 953.434 ya se habían catalogado, y basándose en ese datos
algunos teóricos sostienen que es poco probable que Noé lograra
introducir una pareja de cada especie. Sin embargo, al retomar la
narración bíblica vemos que jamás se habla de especies, sino de una
pareja de animales de las primeras especies existentes en la época de
Noé, o sea: (a) Siete parejas de siete especies de animales puros; (b)
Una pareja de cada animal y ave impura. Que según los registros de
Levítico y Deuteronomio serían unas 30 especies. Por lo tanto, lo que
Dios dijo a Noé fue que separara las parejas según su tipo, género o
descendencia, y se infiere que en los tiempos de Noé, la descendencia
de cada familia de animal era bien pequeña. Se cree que básicamente
Noé introduciría en el arca fueron un total 127 animales según su tipo
(43 mamíferos, 74 de aves y 10 de reptiles).
2. El problema de la alimentación: La cantidad de alimento necesario para
mantener durante un año a un número tan elevado de animales superaría
con creces el espacio disponible. A esto habría que sumarle los
requerimientos especiales de muchos de ellos, como es el caso de los
carnívoros. Pero analizándolo bíblicamente encontraríamos que si Dios
sostuvo al pueblo de Israel en el desierto con maná y codornices, y si
multiplicó los panes y los peces en el ministerio de Cristo, ¿Qué sería
difícil para él? No cabe duda que Dios se encargó de sostener Noé, su
familia y todos los animales durante el periodo de diluvio. Además, a
Noé se le había ordenado tomar de todo alimento que se come, y
almacenarlo (Gn. 6:21), cosa que él hizo fielmente (Gn. 6:22).
3. Desajustes en el ecosistema: Algunos meteorólogos han sugerido que al
haber tanta inundación, el agua de los océanos sufriría ciertos cambios a
causa del agua dulce de la lluvia, lo cual dañaría a los organismos
marinos por descompensación osmótica. En cambio, si el agua de lluvia
hubiera sido salada entonces morirían los peces de agua dulce y además
se crearían grandes depósitos salados, de los cuales no se ha descubierto
ninguno. Pero por supuesto, ninguna de los dos planteamientos tienen
lugar, ya que el diluvio no fue un evento natural, sino netamente divino.
William Ryan y Walter Pitman, geofísicos estadounidenses y miembros
del Lamont-Doherty Earth Observatory de Nueva York, argumentan
que las muestras de sedimentos recogidos en el mar Negro señalan que
el agua pasó de ser dulce a salada de golpe, y no gradualmente, hace
unos 7.500 años, al final de la Era Glaciar.[7] Por otra parte la
declaración de que no han sido encontrados depósitos de sal, es incierta.
Se conoce que existen muchos lugares en el mundo con depósitos de
sal, y algunos de ellos con varios miles de metros de espesor. Un
ejemplo más concreto es el que se encuentra en el Golfo de México, en
la costa sur de los Estados Unidos. Ahí se encuentran depósitos de sal
bajo una capa de sedimentos de miles de metros de espesor. Estos
depósitos se encuentran entre las capas que se creen han sido
depositadas por el Diluvio.
4. El factor tiempo y espacio: Para los detractores es imposible que cuatro
personas construyeran un arca de la magnitud descrita en la Biblia en un
plazo tan corto, eso sin contar el tema de la materia prima y transporte.
Pero con una investigación seria se llegaría a la conclusión de que la
construcción del Arca no se hizo en poco tiempo. Noé recibió la orden
cuando ya había cumplido 500 años de edad (Gn. 5:32), y el diluvio
comenzó cuando él arribaba a los 600 años (Gn. 7: 6, 11), por lo tanto lo
más seguro es que puedo haber transcurrido entre unos 80 a 100 años,
tiempo suficiente como para hacer algo de tal magnitud, y con la calidad
requerida, tal como lo corroboran algunos investigadores
norteamericanos pertenecientes al proyecto llamado The Noahs Ark
Proyect, que presenta un modelo computarizado de la nave,
concluyeron que el Arca poseía excelentes condiciones de
navegabilidad.
5. El asunto de las variedades de animales: Hay quienes sostienen que a
Noé le era imposible buscar tantos animales en tan poco tiempo, eso sin
contar que muchos de ellos eran de gran tamaño como los elefantes,
camellos, leones, hienas, rinocerontes, canguros, etc. Pero en la Biblia
jamás se lee que anciano debía ir a buscar a cada animal, la orden divina
fue: “tomarás parejas según su especie y las meterás en el arca” (Gn.
6:19; 7: 2-3), lo que sugiere que Dios traería a los animales hacia él de
manera milagrosa, y efectivamente, los versículos 16 y 16 del capítulo
séptimo del libro en análisis confirma esta hipótesis, leemos lo
siguiente: “Vinieron, pues, con Noé al arca, de dos en dos de toda
carne en que había espíritu de vida. Y los que vinieron, macho y
hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová
le cerró la puerta.” Pero el caso no se cierra ahí, sino que hay quienes
agregan el relato bíblico no está claro, pues sino, Dios habría
mencionado a los dinosaurios, que según pruebas arqueológicas datan
de periodos antes del diluvio. Pero antes de refutar dicho planteamiento
hay que aclarar que la palabra “dinosaurio” es la combinación del
griego deinos, que significa “terrible” y sauros, traducido como “reptil”.
Pero claramente no es una palabra registrada en las literaturas bíblicas,
sino que fue inventada por el paleontólogo británico y primer director
del Museo Británico de Historia Natural, Sir Richard Owen, en 1841.
Aunque los evolucionistas creen que los dinosaurios evolucionaron, los
creyentes creemos que éstos seres fueron creados por Dios, junto con
los otros animales terrestres el Sexto día de la Semana de Creación
(Génesis 1:24-25). Ahora bien, el dilema de por qué Dios no los
incluyera dentro del plan de liberación diluvial, quizás se deba a que
Dios quiso preservar solo aquellos animales que pudieran servir de
alimento a sus demás criaturas, para así mantener estabilizado el ciclo
de vida.
SEGUNDA RAZÓN.
REGISTROS HISTÓRICOS Y
ARQUEOLÓGICOS LO
FORTALECEN

El asunto del Diluvio Universal es el único acontecimiento humano que


aparece reflejado en documentos escritos de cada una de las culturas y
sociedades de la antigüedad. La explicación más certera de porqué esta
historia fue trasmitida en otras civilizaciones es que los 8 miembros de la
familia de Noé fueron los únicos sobrevivientes por lo que ésta, su historia
personal, la trasmitieron a sus descendientes. Pero con el transcurso de los
años, el relato fue colmándose de politeísmo, fantasía y alteraciones lógicas
influidas por la cultura y el pensamiento humano. De ahí que aunque muchos
quieran negarlo, el suceso del diluvio quedó grabado en los corazones de la
gente. A continuación analizaremos los descubrimientos más más famosos
que validan la historia mosaica.
Más de 217 culturas diferentes hablan de un Diluvio Universal
El asunto del Diluvio Universal es el único acontecimiento humano que
aparece reflejado en documentos escritos de cada una de las culturas y
sociedades de la antigüedad. Hay un motivo para ello y es que los 8
miembros de la familia de Noé fueron los únicos sobrevivientes y esta es su
historia personal y ellos trasmitieron esa historia a sus descendientes.
Transmisión tras transmisión el relato fue colmándose de politeísmo y
fantasía y alteraciones lógicas influidas por la cultura y el pensamiento. Es
por esto que hay historias del diluvio en muchas culturas diferentes, por
ejemplo:
a. En Medio Oriente y Africa: 17.
b. Sólo en Babilonia hay 3 relatos diferentes.
c. Islas del pacífico: 38.
d. Europa y Asia: 34.
e. Indios de América del Norte: 58.
f. América Central y del Sur: No especificado.

Beroso, un historiador caldeo (280 a.C.) dijo que unos peregrinos


subieron al monte en el año 273 (a.C.) para recoger alquitrán petrificado que
cubría el arca. Y Flavio Josefo, otro historiador judío del siglo I, cuenta que
se hacían peregrinaciones al Ararat para contemplar los restos de una
embarcación. Sellier y Balsiger explican que es impresionante como existen
similitudes en cada uno de los relatos de cada civilización, según ellos:
…95% hablan de una inundación mundial y que la catástrofe fue una
sola inundación, por otro lado el 88% dicen que hubo una familia
favorecida y el 73% dicen que los animales tuvieron un papel
protagonista. También el 67% afirma que se salvaron y el 70% agregan
que las personas se salvaron gracias a un barco. Un 66% dicen que la
maldad del hombre causó la inundación y el 57% afirman que los
sobrevivientes fueron parar a una montaña. Por último el 35% narran que
se enviaron pájaros para ver si las aguas descendieron y un 13% dicen
que los supervivientes ofrecieron sacrificios después de salir del barco.[8]

Sólo en Babilonia hay 3 relatos diferentes. Uno de los más famosos es el


de la Epopeya de Gilgamesh. Dalia Ventura cuenta que una noche de
diciembre de 1853 en lo que hoy es Irak, un equipo de excavadores dirigido
por Hormuzd Rassam, el primer arqueólogo nacido y criado en Medio
Oriente, encontró el palacio del rey asirio Asurbanipal (quien reinó de 668 a
627 a.C.). Además de magníficas obras de arte talladas en piedra más de dos
milenios y medio atrás, los excavadores recogieron del piso miles de
fragmentos de tabletas de arcilla cubiertos con la intricada escritura
cuneiforme. Aunque no lo sabían, ellos habían descubierto los restos de la
biblioteca real. Una década más tarde, ese día en el que estalló de felicidad en
el museo había leído en sobre un mundo ahogado por un diluvio, un hombre
que había construido un bote y una paloma liberada para buscar tierra firme.
Se trataba de una versión de la historia bíblica del Arca de Noé. Pero el libro
no era el Génesis, sino una parte de la cuidadosamente transcrita "Epopeya de
Gilgamesh", el poema épico inscrito por primera vez alrededor de 1800 a.C.,
unos mil años antes de la composición de la Biblia judía (el Antiguo
Testamento cristiano).[9]
El relato del diluvio en la Epopeya de Gilgamesh tiene varias similitudes
con el registrado en Génesis 6:9-9:19. En ambos se lee una advertencia por el
diluvio venidero. Un arca se construye, el diluvio viene, la embarcación se
asienta sobre la montaña y las aves son enviadas fuera en ambas historias.
Tanto Noé como Utnapistim ofrecen sacrificios cuando desembarcan.
UNA PORCIÓN DE LA EPOPEYA DE GILGAMESH,[10]
Las semejanzas son tan grandes que aparentemente una historia tomó de
la otra o que ambas provienen de un origen común, pero también hay
incontables diferencias, como lo observa Pfeiffer:
…Los dioses de la Epopeya de Gilgamesh están en desacuerdo el uno
con el otro. Se agachan como perros y se juntan como moscas
hambrientas. El monoteísmo del relato del Génesis está en agudo
contraste con el politeísmo de la historia babilónica. Los nombres de
los héroes difieren. El monte Ararat y el monte Nisir son diferentes,
Ararat siendo el nombre convencional de las montañas de Urartu
(Armenia). Cada nación adaptó la historia del diluvio a su propia
geografía.[11]

Pero lo más curioso es que la Epopeya de Gilgamesh no era el


documento más antiguo, sino que ya existían los rollos de Moisés. Es cierto y
ha sido probado que gran parte de sus escritos incluyeron fuentes ya
existentes (Números 21:14). Pero aun así nadie ha podido contrarrestar las
suficientes pruebas de su autoría (Éx. 12:1-28; 20-31; 34; Lv. 1-8; 13; 16-27;
Nm. 1-2; 4; 6:1-21; 8:1-22; 15; 19; 27:6-23; 28; 29; 30; 35; Deut. 1-33).
Verdad es que no hay ningún versículo que diga: “Moisés es el autor de todo
el Pentateuco”. Pero su nombre es el único que aparece en toda la Biblia
relacionado con la autoría del Pentateuco. Esto indica que quien no fue una
de las voces del Pentateuco, sino la única voz.
Científicos reconocidos concuerdan en que el diluvio no es un mito
El creacionismo considera que la Biblia puede interpretarse literalmente
y que tanto el Diluvio como el Arca son verdades históricas. No obstante, los
evolucionistas sostienen que lo que dice la Biblia no son más que cuentos
productos de la imaginación. Pero en busca de la verdad, no pocos
investigadores se propusieron dar con el enigma, y de ahí la enorme lista de
personajes célebres que validan la narraci´n del génesis. Comenzaremos por
George Farber quien declaró que muchas de las naciones más antiguas han
conservado crónicas casi literales de un diluvio universal, las cuales se
corresponden de manera maravillosa con la historia tal como la detalla
Moisés.[12] Por otro lado, el Doctor Charles Berlitz, autor de más de 200
libros y quien domina 25 idiomas observa que:
…En todas las historias del diluvio que he estudiado los hechos son
prácticamente idénticos en las distintas lenguas, ya se trate del persa, de
la lengua de Babilonia, del asirio, del egipcio, del chino o sánscrito. Lo
único que cambia es el nombre de Noé, pero el relato es en esencia el
mismo. Éste es un fenómeno mundial. Cómo cabe esperar, las
variaciones en las crónicas de la catástrofe ocurren principalmente en
modificaciones regionales de la misma historia, tales como la descripción
del arca, las razones del disgusto del cielo, la forma en que se salvaron
los individuos elegidos e incluso la posibilidad de que el juicio vuelva a
suceder.[13]

George Smith, asiriólogo y filólogo inglés, auxiliar del Museo Británico,


fue quien descifró escritos babilónicos como La historia del diluvio y El
canto de la creación del mundo, grabados en unas inscripciones cuneiformes
de la biblioteca de Asurbanipal. La descripción de una gran inundación de la
que se salvó un hombre, Ut-napisti y su familia, parece corroborar la
existencia de un diluvio. También el Doctor Arthur Custance, especialista en
escritura cuneiforme, autor de 52 libros de historia antigua, arqueología,
antropología, historia bíblica y filosofía, afirma que el relato hebreo del
génesis es verdadero, pues los supervivientes de los demás relatos siempre
van a parar a una montaña de su mismo territorio, pero en el caso del relato
bíblico, el arca queda varada en un lugar distante sin ninguna relación con las
tierras hebreas. Esto demuestra la revelación de Dios a Moisés y el respeto
del pueblo hebreo por la palabra de Dios. De no ser así, ellos hubieran
anclado el arca en la más famosa de sus montañas, el Monte Sión. Ahora
bien, en la Biblia se aclara que el Arca reposó en el Monte Ararat, que es el
pico más alto de Turquía, con 5165 msnm, localizado en el territorio histórico
de Armenia, en el actual extremo este de Turquía, a 16 km al oeste de la
frontera de Irán y a 32 km al sur de la frontera con Armenia. Sin embargo, a
pesar de lo que en la Biblia se lee (Gn. 8:1-2), algunos todavía insisten en que
el Ararat no es el único posible paradero del arca. El Corán la sitúa en el
monte Al Juri, cerca de la frontera con Irán. Pero otros expedicionarios creen
haberla localizado en Tendurik, a 24 kilómetros del Gran Ararat, en el valle
de los ocho, llamado así por los supuestos restos de ocho tumbas que habrían
pertenecido a los supervivientes del arca. Esta tesis, defendida por
investigadores como Ron Wyatt o Allen Roberts, es la más polémica. Sin
embargo, a pesar de todas las lagunas creadas alrededor del Arca de Noé, las
evidencias arqueológicas parecen confirmar lo que en el libro pretendemos
probar.

Sir Charles Leonard Woolley, fue el arqueólogo inglés


que encontró la primera prueba arqueológica del diluvio bíblico al hallar,
entre 1922 y 1929, las tumbas reales de Ur (Irak). Allí se topó con un estrato
de 2,5 metros a 12 metros de profundidad y compuesto sólo por arcilla. Para
él la única explicación a este hecho fue que en un momento de la antigüedad
hubo en esa zona una gran inundación. Tambien Andrew Snelling en su
publicación titulada Lechos de carbón y el diluvio de Noé, plantea que los
evolucionistas creen que el material en los lechos de carbón se acumuló
durante millones de años en ambientes de pantanos quietos como los
Everglades de Florida.[14] Y otros geólogos han dicho que aún si toda la
vegetación en la tierra fuera de repente convertida en carbón esto haría un
depósito de carbón de sólo l-3% de las reservas de carbón conocidas en la
tierra. Por ende al menos 33 Diluvios de Noé se necesitan, escalonados en el
tiempo, para generar nuestros lechos de carbón conocidos. Pero el argumento
de los evolucionistas basado en el volumen de la vegetación en la superficie
terrestre de hoy ignora el hecho de que el 60% de la superficie terrestre de
hoy está cubierta por desiertos o sólo vegetación poco densa. Sin contar que
el área de superficie terrestre disponible para el crecimiento de la vegetación
ha sido siempre la misma.[15] Uno de los más recientes hallazgos es una
moneda acuñada hace 1700 años en Apamea Cibotos, Asia Menor (actual
Turquía) cerca de los montes Ararat.

Esta moneda que puede verse en el museo de Israel y es el único tipo de


moneda conocida que lleva una escena bíblica, contiene inscripciones en
griego y muestra tres escenas de la historia del diluvio en una cara. Noe y su
esposa sobresalen del arca, la paloma con el ramo de olivo reposa debajo del
tejado del arca y luego se muestra a Noé y su esposa de pie a la derecha del
arca con los brazos alzados, como orando o rezando. La inscripción griega
significa Noé y en la moneda puede verse claramente que la gran caja de
madera que Noé construyó llegó a tener gran impacto en las civilizaciones
antiguas.
Otros descubrimientos arqueológicos siguen confirmando el Diluvio
Universal
Se han encontrado evidencias de restos de
personas y animales enterrados en el suelo, otros
fosilizados en rocas, que apoyan la idea de que hubo
una gran inundación global. Gregg Davidson y Ken
Wolgemuth observan que según se ha demostrado
científicamente se requerirían millones y millones
de años al río Colorado para crear el gran Cañón,
pero si se acepta la teoría del diluvio, entonces este
problema estaría resuelto, pues la formación del
Gran Cañón fue el producto de la erosión creada por un gran volumen de
agua, cosa que con el diluvio es probado.[16]
Foto del Gran Cañón en Arizona. Cortesía de Press and Siever,
Understanding Earth, 1994. W. H Freeman & Co.
Desde que la Biblia fijara el lugar donde, supuestamente, quedó posada
la nave de Noé, arqueólogos y exploradores la han buscado sin descanso,
pero a pesar de las incontables expediciones el resultado no ha sido el más
deseado. La primera mención no bíblica de la existencia del arca data de 1271
y aparece en los diarios del famoso viajero veneciano Marco Polo, quien en
su viaje a China aseguró haberse detenido en el monte Ararat. Tras ascender a
su cima, el italiano describe haber visto una gran nave de madera enterrada en
los glaciares más altos de la montaña. Más tarde, en 1916, Vladimir
Rosskowizky, un explorador ruso, aseguró haber hallado a una altitud de
4 000 msnm en el monte Ararat una embarcación semienterrada bajo el hielo.
El Zar Nicolás II de Rusia envió una expedición que ratificó que el hallazgo
correspondía al Arca y se extrajeron pruebas que se estimaron como
definitivas. La Revolución Soviética y el fin del régimen zarista hicieron que
dichas evidencias se perdieran para siempre. Después de la Segunda Guerra
Mundial, muchos escaladores o exploradores han señalado haber visto o
hallado fragmentos del arca en las inmediaciones de la cima del monte
Ararat, amén de varios documentales bastante serios acerca del tema que
incluyen rastreos satelitales. En 1943 un ingeniero militar norteamericano,
Edward Davis, llegó a un lugar desde donde era posible, según él, verla
cuando se derretía el hielo. Los investigadores británicos Robin Simmons y
George Admans tomaron imágenes áreas de la zona. Según ellos hallaron una
estructura bajo los hielos. Pero esta hipótesis no ha podido ser contrastada.
En 1949 una expedición turco-estadounidense, fotografió lo que se conocería
a futuro como la Anomalía del Ararat. Luego, seis años más tarde, surgieron
nuevamente noticias acerca de su supuesto descubrimiento cuando un
alpinista francés llamado Fernand Navarra aseguró haber observado una
estructura de madera a más de 4 000 metros y que identificó como el Arca de
Noé. Adicionalmente, aportó un travesaño de madera negra.

Los últimos análisis con el método del Carbono 14 de los supuestos


restos de madera del Arca revelan una edad de 600 años y no 5000 como se
pensaba hasta ahora. Sin embargo, la hipótesis más polémica la sitúa al Arca
de Noé a 24 kilómetros al sur del Gran Ararat, en un lugar descubierto en los
años 50 por Ilhan Durupinar, militar turco. Se trata de una enorme formación
rocosa con aspecto de barco, pero Life Magazine envió en 1960 una
expedición a la zona que declaró que se trataba de un fenómeno natural
producido por el barro posdiluviano. Para el 1965, un aviador turco fotografió
lo que él creía se trataba de la huella de una embarcación entre unos campos
de hielo en Ararat. Estaba a 4 600 m de altura en el sector iraní fue
identificada, a su vez, en 1974 por satélites. (Leyenda del Ararat) [17]. Ron
Wyatt en 1977 inició una expedición al Ararat en búsqueda de la presunta
arca y afirmó haberla encontrado a unos 2.000 metros de altura. También
declaró que el tamaño se correlacionaba muy bien con las dimensiones
descritas en el Génesis.
Pero a pesar de que Wyatt presentó algunas evidencias que sugerían la
posibilidad de que los restos encontrados correspondiesen al arca, los
arqueólogos no los aceptaron y tildaron su investigación de pseudociencia.
En 1991 fue secuestrado junto a Allen Roberts, por las guerrillas turcas que
les liberaron después de tres semanas de publicidad gratuita. En 1979,
mientras el presidente de EE.UU Jimmy Carter viajaba a bordo del avión Air
Force One durante una gira internacional, que en ese momento sobrevolaba a
baja altura el monte Ararat, un fotógrafo de la agencia UPI que viajaba en el
avión, aseguró que él, otros colegas y el mismo mandatario vieron desde sus
ventanas, durante el deshielo de un glaciar, una “especie de enorme
construcción rectangular de madera, parecido a un gigantesco vagón de
Metro, partido en dos y metido entre el hielo del monte”. El presidente
Carter, por cierto, habría narrado este acontecimiento con lujo de detalles en
el diario de la Casa Blanca.

No obstante, el más reciente hallazgo fue en el año 2010, donde unos


investigadores chinos y turcos aseguraron, en un 99%, de haber descubierto
una importante porción del Arca de Noé. Dichos hallazgos incluían una
sección compartimentada de madera datada mediante el método de carbono
14 en 4.800 años y que podría haber albergado animales, ya que parecía un
pesebre. (Fotografías de la supuesta Arca de Noé hallada por una expedición
chino-turca).[18] No obstante, al mismo tiempo que se anunciaba el
descubrimiento, un grupo cristiano aseguraba que era un montaje fraudulento
en cooperación con el campesinado de la zona.
Los investigadores cavaron algunos metros, y encontraron una
gigantesca estructura de madera, y al hacerle las pruebas a la madera,
determinaron que la inmensa estructura tiene 4,800 años de antigüedad. Al
percatarse del hallazgo, los funcionarios del gobierno turco, en conjunto con
el ministerio de cultura, anunciaron el descubrimiento en Hong Kong. Así
mismo, están tratando de declarar por medio de UNESCO al Arca de Noé
como Patrimonio de la humanidad Mundial. Ahmet Ertugrul, el líder del
equipo de búsqueda, fue el primero en recibir información sobre la ubicación;

y luego comenzó la búsqueda. En sus propias palabras


explicó:
“Llegué a conocer la ubicación secreta del Arca en junio de 2008.
Una fuente me dijo que se trataba del Arca de Noé, y me lleve un
equipo de búsqueda, y entonces encontramos la estructura de madera.
Tome algunas fotografías de la estructura en su interior. Desde hace
varios años yo he tenido una estrecha relación con NAIM, y yo les
informe a ellos sobre el descubrimiento”.[19]

La estructura de madera descubierta por el equipo, estaba rota, para


que los miembros pudieran ingresar a los diferentes espacios, tuvieron que
hacer diferentes aberturas. Hasta el momento el equipo ha descubierto siete
espacios. Sobre este último descubrimiento se descartaron los siguientes
datos:
1) Uno de los espacios descubiertos está congelado por el hielo. Bajo
el hielo es de madera con vigas de madera arriba. En la
construcción, hay espigas en la pared y su estructura obviamente
es artificial.
2) En este espacio fue testigo Panda Lee, que tiene forma de L. Este
fue el primer espacio descubierto. Está en forma de L y sus
características coinciden muy bien con otros de los espacios
descubiertos más tarde, siempre con la construcción de espigas.
Llegamos a la conclusión que se trataba de una habitación con
forma de caja, en gran medida.
3) Este espacio está situado en más de 5 metros de altura. Los
miembros del equipo tuvieron que pasar por una abertura, la cual
rompieron para poder pasar al otro lado. Todas las paredes son de
madera y el espacio no es en forma de caja. Las paredes no son
verticales, más bien parecen curvadas e inclinadas. La puerta
pequeña de uno de los lados, tiene una dimensión de un metro de
alto por medio metro de ancho, pero nuestro equipo no se arriesgó
a ir más allá debido a la falta de oxígeno en el lugar.
4) Esta habitación esta en forma de caja, con una dimensión de
altura, anchura y longitud de más de dos metros. Hay una pieza de
madera con clavos de madera a un lado de la pared. Creemos que
una cuerda se engancha en los clavos, para mantener a los
animales en su lugar. En el otro lado de la pared, se encuentran
unos bastidores.
5) Un pequeño túnel con espacio reducido, que conecta a dos
espacios.
6) Dentro de la estructura, se localizaron unas escaleras de madera,
que al parecer los registros se asemejan a un tronco de un árbol.
Nuestro equipo, subió una de ellas, y encontraron una puerta en el
techo, y llegaron a la conclusión que la estructura tiene más de un
piso. Tratamos de abrirlos pero fracasamos en el intento. Puesto
que no queremos destruir la estructura, pero en el futuro lo
haremos con el equipo adecuado.
7) El equipo no ha entrado en este espacio. Solamente vimos y
tomamos fotos a una pequeña abertura en la parte de arriba.
Consideramos que tiene entre 5 metros y 12 metros
respectivamente.
TERCERA RAZÓN.
LA BIBLIA LO CONFIRMA

El capítulo seis del libro de Génesis nos muestra un panorama muy


trágico, donde al parecer Dios reconoce su propio fracaso con el ser humano
y se arrepiente de haber creado a la raza humana. Precisamente el versículo
seis del capítulo en cuestión es el favorito de los enemigos de la fe, para
enseñar que Dios se equivoca. Sin embargo en la Biblia encontramos no
pocas referencias de la peculiaridad de Dios: (a) No es hombre para mentir, ni
para arrepentirse (1 Sam. 15:29); (b) No cambia (Mal. 3:6; Stg. 1:17); (c) “Su
entendimiento es infinito (Sal. 147:5); (d) Ve lo por venir desde el principio,
y desde la antigüedad lo que aún no era hecho (Is. 46:9-10). Ahora bien,
cómo se entiende entonces “el arrepentimiento” de Dios. Para explicarlo de
la mejor manera hay que tener en cuenta que en el hebreo existen dos verbos
que aunque tienden a traducirse igual, su significado y uso son diferentes.
1. ‫( שׁוּב‬šû ḇ ), es el verbo hebreo que se usa para referirse a: “girar,
regresar, cambiar de actitud, retractarse, regresar al principio”.
2. ‫( ָנַח ם‬nā ḥ am), es un verbo hebreo que significa: “lamentarse,
compadecerse”. En ese sentido se usa en (Gen. 6:6; Ex. 32:14; 2 Sam.
24:16; Am. 7:3; Jon. 3:10).

Según Baker y Carpenter, el uso del término "nacham" casi en todos los
casos se aplica a Dios, y no al hombre; por lo cual, cuando se llega a decir en
la Biblia que Dios “se arrepintió”, el texto bíblico se refiere al cambio de
parecer sobre el castigo o el mal que Dios había dispuesto, propuesto o
iniciado hacia el hombre impío.[20] Por lo tanto, cuando Moisés dice que Dios
se había arrepentido no estaba indicando un fallo en la omnisciencia de Dios,
ni tampoco que Dios se sintiera frustrado en sus intentos. Sino que: “…se
lamentó haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón”. La Biblia
describe muchas situaciones en las que Dios se ha lamentado debido a errores
humanos, como fue el caso de (1 Sam. 15:35), cuando Dios se lamentó por
Saúl. Dios no se había lamentado de su decisión, sino de los errores del
monarca. Cuando pecamos Dios se lamenta profundamente viendo que
insistimos en tomar decisiones que nos hacen daño. Esta es la diferencia entre
el arrepentimiento humano (volverse del pecado para seguir a Dios) y el
arrepentimiento de Dios (lamentarse por la humanidad por su
comportamiento). Noé, hijo de Lamec, no el del capítulo cuatro, descendiente
de Caín (Gn 4:17-18), sino el descendiente de Set (Gn 5:1-29). Noé, quien
había tenido tres hijos llamados Sem, Cam y Jafet, comienza a ser parte de un
excelentísimo Plan Divino. Un ejemplo claro de la omnisciencia de Dios es el
mismo nombre que le fue dado al anciano. Según Manser el nombre de Noé
se relaciona con el vocablo hebreo niham, que significa descanso o consuelo
(Gn. 5:29). [21] También Vila observa que en base a las palabras de Lamec, el
nombre de Noé tenía un significado profético: “Éste nos aliviará
(yenaham ẽ nũ) de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa
de la tierra que Jehová maldijo”.[22] Luego vemos que se le describe como
varón justo, perfecto en sus generaciones y que caminó con Dios (Gn. 6:9).
De esa forma, pudo ganarse la confianza de Dios, y se le encomendada una
tarea muy dura. En esta última sección estaremos presentando las evidencias
bíblicas de que el Diluvio fue un acontecimiento real.
La misma Biblia desmiente los mitos antiguos referente al Diluvio Universal.
En lo que requiere a lo espiritual siempre han existido mitos. Luego de la
caída de Adán y Eva, aunque en ellos murió una parte de lo que constituía
semejanza con Dios, quedó en ellos, y por ende, en toda su descendencia, la
necesidad de acercarse a Dios. Por eso el ser humano siempre ha buscado la
forma de relacionarse con lo espiritual, y una de las formas es por medio de
los mitos. Es decir, cada pueblo se ha creado sus propias historias altamente
simbólicas acerca de un hecho sobrenatural o extraordinario, para encapsular
una idea religiosa. Pablo Alberto Deiros enseña que por medio de los mitos:
… lo intemporal se torna narración en la boca de los seres humanos y lo
trascendente se ubica en los límites del discurso. De igual manera lo
invisible deviene inteligible para el ser humano y, si no perfectamente
visible, por lo menos perceptible. Gracias al mito lo inefable puede
relatarse y lo incomunicable se.[23]

Sin embargo desafortunadamente en lo que respecta a la Biblia, los mitos


son cada vez más abundantes. Y en lo que nos abarca en este material, no son
pocas las historias de este tipo que han tratado de ridiculizar o negar lo que en
la Ley, los profetas y los escritos bíblicos se enseña. Pero, como bien alertara
Pablo a Timoteo, toda la Escritura es útil para corregir (2 Tim. 3:16), y es
debido a ello que la usaremos para deshacer los mitos relacionados con el
Diluvio.
Mito en cuanto a la fecha del Diluvio.
Hay quienes consideran que cuando la Biblia ofrece la información de
los años que tenía Noé cuando comenzó el diluvio, era para indicar una fecha
calendario en los tiempos de Noé. Así que el diluvio ocurrió en el año 600
a.C, sin embargo esa información es completamente errónea. Se conoce que
los años en la antigüedad se contaban de atrás hacia adelante, es decir, no se
sumaban, sino que se descontaban. Por lo tanto, cuando Moisés registra el
suceso en el año 600 de Noé, o sea, en la décima generación desde Adán, no
estaba estableciendo una fecha de calendario. Según estudios se cree que el
diluvio tuvo lugar entre 4004 y 3761 a.C. y otras estimaciones arrojan una
fecha para el diluvio entre 2348 y 2105 a.C. Pero aun así, la fecha exacta es
imposible determinarla, y cualquier afirmación sería sin lugar a dudas una
gran especulación. La única forma posible de que esa fecha se pudiera
obtener es si la evidencia documentada que existe, provee claves suficientes
para señalar con exactitud el evento. Y como sabemos, esa evidencia
documentada, la Biblia, no ofrece detalles al respecto, solo que Noé tenía 600
años de edad cuando las aguas comenzaron a caer sobre la tierra, y com si
fuera poco, el calendario más antiguo, encontrado en un monumento
mesolítico de Aberdeenshire, Escocia por arqueólogos británicos, data de
alrededor del año ocho mil antes de nuestra era, y mide el tiempo a partir de
las fases del Sol y de la Luna.[24] Pero usando algunos datos ofrecidos por los
escritores bíblicos podemos hacer algunas estimaciones, por lo tanto,
deberíamos comenzar desde atrás hacia adelante, porque así era como se
contaban los años antes de nuestra era. Por lo tanto:
1. En el 967 a.C, Salomón comenzó a construir el templo, en el mes de
mes de zif (1 Re. 6:1).
2. En el 1447 a.C, cuatrocientos ochenta años antes del comienzo de la
Construcción del templo por Salomón, Israel salió de Egipto. (1 Re.
6:1).
3. Según Pablo, os Israelitas dejaron Egipto para regresar a la tierra
prometida 430 años después que Dios le dio la promesa a Abraham
(Gálatas 3: 17), así que esto nos daría como fecha de la promesa el año
1877 a.C, cuando el Patriarca tenía 75 años de edad (Gn. 12:1-4)
4. Abraham nació cuando Taré tenía 130 años de edad (Gen. 11:2-33), o
sea, en el 1952 a.C.
5. En el libro de Génesis se ofrece una lista genealógica desde Sem hasta
Abraham (Gn. 11:10-26), que si añadimos las cifras mencionadas entre
el año 100 de Sem y Abraham nos da 350 años. Y si según (Gn. 11: 10),
dos años después del Diluvio, Sem tenía 100 años, entonces el diluvio
pudo haber ocurrido entre el 2302 a.C y el 2313 a.C.

Pero claro, esta fecha estaría en conflicto con la arqueología secular que
como lo vimos anteriormente, trata el Diluvio como local y como un mito.
Pfeiffer observa que:
…cerca del año 2000 a. de J.C. sucedieron grandes cambios por todo el
Cercano Oriente debido a las incursiones de las gentes semíticas del
nordeste conocidas como amorreos (“occidentales”) por las gentes de
Mesopotamia…Similarmente, los textos egipcios de execración indican
que pueblos nómadas y semi nómadas estuvieron en Palestina durante el
siglo XX a. de J.C. Entre los amorreos y pueblos relacionados, que
presionaron en Canaán durante el siglo XX a. de J.C., se debe
probablemente colocar al patriarca Abraham. [25]
Ahora bien, si bien es cierto que no se puede ofrecer una fecha exacta, lo
que sí es seguro es que ocurrió entre el 2000 a.C, y el 3050 a.C, donde la
última fecha marca comienzo de la primera dinastía egipcia, y Abraham ya
había formado parte de la historia.

Mito en cuanto a la liberación de las aves:


Algunos pueblos del medio oriente consideran que Moisés combinó en
su narración escenas de una historia egipcio que presenta a un pájaro durante
el nacimiento de Ra y un episodio de narraciones babilonias de diluvios.
Además consideran que es completamente ilógico que Noé hubiese
necesitado la ayuda de dos aves para saber si ya podían salir del Arca, si con
tan solo el pararse por la ventana del arca podía ver desde la Cima si el agua
había descendido o no. Ahora bien, para responder a estas afirmaciones
primero hay que definir, qué civilización copió a cual. Sinceramente no se
puede confirmar de dónde Moisés adquirió tal información, y sí, es cierto que
al criarse en Egipto, se seguro tuvo acceso a la Biblioteca Egipcia, pero no
tiene sentido eso de que Noé mescló una historias egipcia con una Babilónica
para crear su versión del Diluvio, cuando se sabe que tanto los egipcios como
los babilónicos eran descendientes de Noé (Gn. 10: 32). Además, Noé no
podía mirar desde el Arca para ver si las aguas descendían, sencillamente
porque la ventana del arca estaba a una altura de a un codo de elevación por
la parte de arriba, o sea, a 29 codos o 13 metros por encima de él (Gn. 6:16),
que ni el mismo podía acceder. Era solo una abertura para que todos los que
estaban dentro pudieran respirar. De ahí la fabulosa idea de enviar aves para
tal misión, de donde extraemos las siguientes hipótesis: (1) Envió un cuervo y
una paloma, quizás para asegurarse que la noticia llegara a él, sino por el
cuervo, entonces por la paloma; (2) La Biblia no ofrece detalles del tiempo en
que fueron sueltas ambas aves, así que es muy probable que al soltar el
cuervo, y este tardarse, se haya visto obligado a tomar la paloma como
segunda opción.

Mito en cuanto a la cantidad de animales salvados por Noé.


Un pequeño grupo afirma que el Génesis contiene afirmaciones
contradictorias acerca de cuántos animales embarcaron. Rimero se lee que
Dios ordenó a Noé tomar: “de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada
especie…para que tengan vida…macho y hembra serán.”(Gn. 6:19), sin
embargo luego aparece otra orden que contradice la anterior: “De todos los
animales puros toma siete parejas, machos y hembras, y de los impuros, una
pareja, macho y hembra. También de las aves del cielo siete parejas, machos
y hembras, para que su descendencia se conserve sobre la faz de la tierra
toda.” (Génesis 7: 2-3). ¿Cuál de las dos órdenes será la correcta? ¿Cuántos
animales entraron al arca realmente? Bueno, en realidad el relato bíblico no
pudo ser más claro y explícito que ningún otro. Ambos ordenanzas eran
correctas, solo que la primera aclara por qué una pareja de cada especie. El
objetivo era que se conservara la creación, y se refería a todos los animales,
puros e impuros, dos de cada especie. Walvoord y Zuck nos ofrecen una lista
de los animales impuros:
El camello (Lv. 11:4), el conejo o liebre (v. 6) eran inmundos, porque
ninguno de ellos tiene pezuña (vv. 4–6). Por ejemplo, el camello tiene
una capa de tejido en la base de su pie que impide que tenga pezuñas.
Es verdad que el tejón y la liebre no “rumian” en el sentido científico
moderno, pero los movimientos de sus mandíbulas y meticulosidad de
su masticado caían dentro del significado práctico de la frase hebrea.
Por otra parte, el cerdo (probablemente el cerdo salvaje) estaba
descalificado porque no rumia[26]… Veinte especies de aves
(incluyendo al murciélago que no es estrictamente un ave) estaban
prohibidas. Estas eran aparentemente aves de rapiña (las que entonces
violaban la prohibición fundamental de comer carne con su sangre; cf.
cap. 17). [27]
En Deuteronomio leemos una lista de los animales puros o comestibles
(14:4–5). Entre ellos estaba el buey, la oveja, la cabra, el ciervo, la gacela, el
corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés. Sólo los
primeros tres de la anterior lista, ya domesticados, eran animales aptos para el
sacrificio. De igual manera las aves las palomas, tórtolas, codornices y
gorriones, eran los únicos que podían comerse como también los insectos
voladores incluyendo las cuatro especies de langostas (Lv. 11:22).[28] Ahora
bien, hay otro detallito, hay quienes se confunden al leer (Gn 8:20) e
interpretan el pasaje afirmando que Noé sacrificó a todos los animales puros.
Si hubiese sido así, cómo se reproducirían para poblar la tierra. Al leer los
textos relacionados con este asunto entendemos que de las siete parejas de
animales y aves puras, Noé utilizó seis parejas para el sacrificios y alimento
(Gn. 8:20).
Mito en cuanto al nivel del agua en el Diluvio
En cuanto al nivel que alcanzó el agua también han aparecido muchos
criterios en contra a lo que se narra en la Biblia. Por ejemplo, algunos
sugieren que quince codos (Gn. 7:20), equivalen a una profundidad de
aproximadamente 7,5 metros, lo suficiente para cubrir la tierra, pero ninguna
montaña. Sin embargo, al analizar detalladamente el texto debe notarse que
no dice que las aguas subieron quince codos, sino que una vez que los montes
fueron cubiertos, entonces las aguas subieron quince codos más por encima.
El monte Everest, por solo poner un ejemplo, tiene más de ocho kilómetros
(cinco millas) de altura, y allí se han encontrado, como prueba contundente
del diluvio, fósiles marinos en su pico. Esto es evidencia de que las aguas
cubrieron los montes de la tierra.

Mito en cuanto a los gigantes en los días de Noé


Ya este tópico lo abordo con mayor detenimiento en mi libro Grandes
secretos al descubierto, pero acá, debido a que guarda mucha relación con el
tema en análisis, echaremos un vistazo. Resulta que hay un grupo de
creyentes que al leer (Gn. 6: 4), alegan que el juicio del Diluvio vino a la
tierra porque los ángeles (Hijos de Dios) se unieron en relación sexual con las
hijas de los hombres, y como resultado procrearon gigantes, y que esta nueva
raza, los Nefilim, sobrevivieron al catastrófico acontecimiento. Ahora bien,
en la misma Palabra de Dios vemos la explicación adecuada, resulta que en el
(Gn. 6:4) leemos que ya
había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron
los hijos de Dios a las hijas de los hombres. Así que los gigantes no surgieron
por la relación amorosa de ambos grupos, sino que ya existían, cuando los
unos (hijos de Dios-descendientes de Set) se unieron a las otras (Hijas de los
hombres-descendientes de Caín). Además (Gn. 7:23) afirma claramente que
todo ser viviente pereció.

Mito del lugar en que reposó el Arca de Noé


Generalmente, cuando se hace referencia a este acontecimiento, el
nombre que viene a nuestra mente es “Monte Ararat”, zona que actualmente
cruza las fronteras de Turquía, Rusia, Irán e Irak. Por lo tanto, no se
especifica cuál de esas montañas sea. Por lo tanto, es un error afirmar que el
monte reposó sobre el Ararat, ya que la Biblia dice claramente que el Arca se
posó sobre los montes del Ararat. Al parecer, había una cadena montañosa
donde se posó el Arca (Jer. 51: 27; Is. 37:38; 2 Re. 19:37). Lockward
comenta que:
…En Ararat floreció un reino que estuvo en constante guerra con Asiria.
Es mayormente a través de los archivos asirios que se obtienen más datos
de ese estado, que era llamado Urartu…En el día de hoy existe una
montaña llamada Ararat donde hacen frontera Turquía, Rusia e Irán, y
diversas teorías se han presentado sobre la existencia allí de los restos del
arca de Noé, por lo que se han llevado a cabo muchas expediciones, sin
resultados concluyentes hasta ahora. Pero existen otras versiones que
señalan montañas en la misma región como el lugar posible del arca.[29]

La versión bíblica del Diluvio Universal es la más organizada y creíble de


todas.
Mientras hay numerosos documentos e historias populares concernientes
al Diluvio de Noé, la descripción más detallada ocurre en el texto bíblico.
Pero lamentablemente no contamos con suficientes datos cronológicos para
permitirnos poner una fecha exacta al Diluvio de Noé. Y aunque hay quienes
se han atrevido a hacer el intento, en mi opinión personal no lo creo posible,
ni aún Moisés contaba con dicha información. Solo leemos lo siguiente:
“Tenía Noé seiscientos años de edad cuando las aguas del diluvio inundaron
la tierra…Al cabo de los siete días, las aguas del diluvio comenzaron a caer
sobre la tierra. Cuando Noé tenía seiscientos años, precisamente en el día
diecisiete del mes segundo, se reventaron las fuentes del mar profundo y se
abrieron las compuertas del cielo” (Gn. 7:6, 10-11). La inundación causó la
muerte de todo ser viviente, incluyendo las grandes bestias terrestres como
Behemot, del hebreo ‫( ְבֵּהמוֹ ת‬behēmô ṯ ), traducido como Bahamuth o
Bégimo. Se trataba de una bestia de gran tamaño mencionada en (Job 40:15-
24). Algunos teólogos sugieren que se trata del hipopótamo o el elefante,
pero considerando que se le atribuye una cola como la del gran árbol hay
quienes lo han interpretado como una alusión a algún tipo de Dinosaurio,
quizás el Braqiosaurio. Pero también Isaías habla de una bestia voladora
(30:6), tal vez sea una referencia a uno de los pterodáctilos, que son
popularmente considerados como dinosaurios voladores, tales como el
Pteranodon, el Rhamphorhynchus, o el Ornithocheirus. Muchos otros
dinosaurios eran comparativamente pequeños, como el Compsognato, del
tamaño de una gallina, y el Musasaurio, el dinosaurio más pequeño que se ha
encontrado, y cuyo cráneo medía unos 32 milimetros de largo. Todos estos
perecieron en el diluvio.
Ahora bien, también en torno al tema de los Dinosaurios hay muchas
especulaciones y fraudes, como lo ocurrido en 1874. Batten comenta que
cuando Othniel Charles Marsh, científico en Colorado, descubrió algunos
fósiles de dinosaurio muy grandes, y pensó que había descubierto un nuevo
género. Los llamó Brontosaurio o reptil trueno, porque pensó que la tierra
debió tronar cuando un animal tan grande como ese caminaba. Pero
desafortunadamente faltaba la cabeza y para remediar esta obvia deficiencia,
le añadió un cráneo encontrado a cinco kilómetros en una cantera diferente y
en una capa de estrato diferente, pero a nadie se lo dijo. En 1974, dos
científicos convencieron a la comunidad científica de que el cuerpo del
'Brontosaurio' era en realidad el de uno previamente llamado, Apatosaurio y
se dieron cuenta de que Marsh había usado la cabeza equivocada, una más
redonda perteneciente al tipo de dinosaurio Camasauro. Sorpresivamente el
inexistente Brontosaurio es ilustardo y nombrado en dos estampillas - una de
25c, impresa por el Servicio Postal de los EE.UU. en 1989, mostrando un par
de los animales, y una de la República de África Central de 50F, mostrando
una manada.[30] Suponiendo que algún dinosaurio haya sobrevivido a la
inundación, lo que sí es seguro es que de todas formas perecieron, debido a
que encontraron el mundo nuevo muy diferente de lo que era antes, y por
ende: (a) Se mataron unos a otros porque la alimentación ya no era tan
abundante; (b) El hombre se vio obligado a casarlos para su habitual
alimentación, pues los otros animales que salieron del arca requerían un
tiempo adecuado para volver a reproducirse; (c) perecieron a ser destruido su
hábitat.
La versión bíblica del Diluvio Universal es la más exacta de todas.
Por la Biblia sabemos que el Diluvio en el tiempo de Noé fue global en
gran escala, y que todos los animales y los humanos que no entraron al arca
perecieron. Solo entraron Noé, su esposa, sus hijos y las esposas de sus hijos
(Gn. 7:7). Muchos años más tarde el apóstol Pedro confirma el número, y
asegura que solo ocho personas fueron salvas del diluvio (1 P 3:20). En toda
esta narración mosaica vemos las siguientes afirmaciones:
1. El Hombre se había multiplicado en la faz de la Tierra (Génesis 6:1)
2. La violencia y la corrupción llenó la Tierra (Génesis 6:11-12). La
Biblia es clara al mencionar que el hombre sólo no hubiera podido
existir en la región de Mesopotamia, una región demasiada pequeña
para apoyar a semejante población tan grande, sobre todo
considerando la dispersión natural que afecta a una sociedad violenta.
3. Dios se conmovió al ver el pecado de la humanidad (Gn. 6:6).
4. Dios envió un Diluvio fue Universal (Gn. 6:17), y queda más que
claro que si el Diluvio hubiera sido local:
a. ¿Por qué Noé tuvo que construir un arca? Con trasladarse a otro
sitio era suficiente.
b. ¿Por qué Dios ordenó salvar una pareja de cada animal?
c. ¿Por qué Noé tuvo que enviar pájaros de los que estaban a bordo?
d. ¿Cómo pudieron las aguas subir 15 codos (más de seis metros)
sobre las montañas más altas (Génesis 7:20) ?
e. ¿Por qué Dios promete que no enviaría otra catástrofe acuática
como esa?
5. El Diluvio comenzó cuando Noé tenía 600 años de edad,
específicamente el en el mes segundo, a los diecisiete días (Gn.
7:7, 11). Es decir en el mes de Iyyar, correspondiente entre los
meses de Abril-Mayo, según nuestro calendario.
6. Inmediatamente que comienza a llover Noé y su familia entraron
en el Arca y también los animales escogidos según sus especies
(7:13-14)
7. El tiempo que duró el Diluvio fue cuarenta días sobre la tierra; y
las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra
(7:17). Lo que indica que llovió hasta el día 26 del mes de Siván,
que comprende los meses de mayo a junio de nuestro calendario.
8. La madera usada para la construcción del Arca fue Gófer (6:14) y
brea para la protección contra el agua y la humedad. Sus medidas
aproximadas fueron las de un campo de football americano:
a. 135 metros de largo (eslora)
b. 22, 5 metros de ancho (manga)
c. 13, 5 metros de alto (puntal).
d. Una sola puerta a un lado del arca.

9. El Arca tenía varios compartimentos en su interior, suficiente como


para albergar a Noé y a los animales, y los alimentos que habrían de
ingerir durante todo ese tiempo.
a. Tres pisos y compartimientos

b.
Una claraboya o ventana marina en la parte alta

10. Subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra que
flotaba el arca sobre la superficie de las aguas. Específicamente
quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron
cubiertos los montes (7:18-20). Es decir, 675 cm, o sea, 6 metros y 75
cm, una vez que las aguas cubrieron la montaña más alta.
11. Las aguas permanecieron cubriendo los montes durante 150 días, es
decir, cinco meses (Génesis 7:18-24, 8:1-5).
12. El arca por fin reposó en tierra en el mes séptimo, a los diecisiete
días del mes, específicamente sobre los montes de Ararat. (8:4). O
sea, en el mes de Tishri que comprende los meses de Septiembre-
Octubre.
13. Las aguan continuaron descendiendo hasta el mes décimo, que es el
mes de Tebet, que comprendía los meses de Diciembre-Enero. (8:5).
14. Así que Noé, su familia y todos los animales estuvieron en el Arca
hasta el año 601 de Noé, en el mes de Nisán, en el día primero del
mes las aguas continuaron desapareciendo, hasta que el 27 del mes
segundo ya no había agua en la tierra. (8:13-14). Un total aproximado
de 471 días.
La narración culmina con una Señal o Pacto en el cielo, que significaba
que jamás sería destruida la tierra por agua (Génesis 8:21, 9:8-17). El arco
iris, un fenómeno que se presenta cuando una luz distante atraviesa un cuerpo
de agua que esté en forma de lluvia, vapor o niebla, era la señal para cada
criatura viviente, humanidad y animales de la misericordia de Dios (Is 54:9).
Lokward comenta que algunos rabinos señalan que el arcoíris es símbolo de
paz.[31]¨. Pero por otro lado Robinson nos dice que para los judíos en general,
éste era:
…el arco de Dios, así como los rayos sus flechas (Hab. 3:3–11)…Para el
arco como una prenda de pacto, véase también 1 S. 18:3, 4. Cuando el
arco iris reaparece otra vez en Ez. 1:28 y Ap. 4:3 (si es que no está
representando simplemente «los bordes de sus caminos», Job 26:14),
quizá esté recordando las misericordias de Dios contra su decreto de
juicio.[32]
CONCLUSIÓN
Sin duda alguna, no existe otro registro histórico del Diluvio que no sea
la Biblia. Y como advierte Ryrie, definitivamente, tenemos que creer lo que
Dios ha revelado acerca de la creación. Ningún ser humano estuvo presente
cuando ocurrió. Pero la revelación le fue dada por Dios, que es íntegro, a
Moisés, un escritor educado y confiable. Aunque no se dan todos los detalles
en el relato, muchos hechos sí se incluyen, y deben ser interpretados en la
misma forma en que lo son las otras Escrituras. Además, las verdades
reveladas en Génesis son atestiguadas en otras partes de la Biblia y por
nuestro Señor.[33] El problema de la incredulidad del hombre no es por la falta
de evidencias, sino el orgullo que a su vez le lleva a rechazar, lo que su mente
incapaz puede entender. El diluvio se ha confirmado con pruebas abundantes,
ya sea en la misma naturaleza, como en nuestras mismas conciencias. La
verdad de Dios es una parte de su naturaleza santa. La verdad que es esencial
al carácter de Dios es más que las leyes de la lógica e incluye su completa
revelación es evidente de las palabras de Cristo en (Juan 8:30–32). Todo lo
que sabemos de Dios es precisamente porque él es la Fuente de nuestro
conocimiento de Él.
Solamente la verdad genuina proviene de Dios, porque desde que el
pecado entró en la corriente de la historia, el hombre ha creado lo que
él llama verdad pero que no lo es. Además, ha pervertido, embotado,
diluido, y corrompido eso que originalmente fue la verdad genuina,
que sí provino de Dios. Para nosotros hoy, la única regla infalible para
determinar la verdad genuina es la Palabra escrita de Dios. La
Naturaleza, aunque revele algo acerca de Dios, es limitada y puede ser
mal interpretada por la humanidad. La mente humana, aunque muchas
veces brillante en lo que puede lograr, padece de limitaciones y
oscurecimiento. Las experiencias humanas, aun las religiosas, carecen
de confiabilidad como fuentes del genuino conocimiento de Dios a no
ser que se conformen a la Palabra de Dios.[34]

El Génesis nos revela muchos secretos básicos de la fe cristiana, entre


ellos el tema tratado en este material. El registro más antiguo del mundo;
incluyendo la historia de dos temas grandes, la Creación y la Providencia; de
cada uno presenta un resumen, pero con explicaciones asombrosamente
minuciosas y detalladas.
De este Libro, casi todos los filósofos, astrónomos, cronólogos e
historiadores antiguos, han tomado sus datos respectivos; Y todos los
avances modernos y descubrimientos acertados en las artes y ciencias
diversas, sólo han servido para confirmar los datos detallados por
Moisés. El gran hecho del diluvio es confirmado por los restos
fosilizados en cada parte de la esfera terrestre. Agregar a esta verdad,
de la cual las tradiciones generales del diluvio han sido rastreadas entre
los egipcios, los chinos, los japoneses, las hindúes, los birmanos, los
godos y los druidas, los mexicanos, los peruanos, los brasileños, los
indígenas americanos, los nativos de Groenlandia, los tahitianos, los de
las islas hawaianas, y casi todas las naciones bajo el cielo; mientras la
turgencia alegórica de estas tradiciones distorsionadas las distingue
suficientemente de la simplicidad de la narrativa de Moisés. [35]

No solo Moisés creyó fielmente lo que escribió, sino que otros dieron
testimonio de que aquello que se escribió fue verídico. Jesús en su mensaje
escatológico dio fe del diluvio, en su relato concuerda fielmente con Moisés,
al decir que: (a) Noé entró en el Arca; (b) La gente estaba en su más alta
depravación; (c) Que la gente no creía hasta que llegó el diluvio; (d) Que fue
repentino (Mt. 24:37-39; Lc. 17:27).
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Actualmente está en el museo Británico
[11]
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[16] Gregg Davidson y Ken Wolgemuth. Geólogos cristianos ante el Diluvio de Noé. Limitaciones
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