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en la historia
de Colombia
TOMO III
MUJERES Y CULTURA
DIRECCIÓN ACADÉMICA
Magdala Velásquez Toro
ASESORES
Catalina Reyes Cárdenas
Pablo Rodríguez Jiménez
CONSEJERÍA PRESIDENCIAL
PARA LA POLÍTICA SOCIAL
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MARTHA CECILIA HERRERA Las mujeres en la historia de la educación
la Encarnación a cargo de los Agustinos, en 1606 el de las Al finalizar la centuria empezó a crecer la expectativa por
Carmelitas en Santafé. En estos lugares, las mujeres parte de mujeres pertenecientes a la elite, de obtener algún
"aprendían a leer y a escribir, la costura y demás oficios tipo de formación, lo que estimuló la fundación de esta
domésticos propios de su sexo, instrucción mediana en blecimientos de instrucción femenina; empero, las muje
verdad, pero que era imposible recibirla mejor en otra par res procedentes de los grupos sociales menos favorecidos,
te, ni aún en el hogar paterno, en una Colonia naciente continuaban en su gran mayoría excluidas de la educa
cuyos pobladores eran ignorantes en sumo grado"2• La la ción. En 1783 se creó el Monasterio de la Enseñanza de
bor de la mujer como educadora se redujo en buena parte Monjas Benitas y pocos días después se "abrió un interna
a la formación que impartía a los hijos en el hogar. Por su do para jóvenes de la alta sociedad y una escuela pública
condición de madre se le consideró "educadora por natu gratuita para las niñas del pueblo"4• Dos años después,
raleza", lo cual le fue labrando la profesión de institutora cursaban estudios veintitrés colegialas, mientras las niñas
una vez que empezó a vincularse al trabajo fuera del ho de la escuela pasaban de doscientas.
gar. El estudio de Johanna Mendelson, en tomo a la opi
También, como puede deducirse, numerosas religiosas nión sobre la mujer en la prensa hispanoamericana, indi
se encargaron de prolongar "la piedad y recogimiento" en ca para finales del siglo xvrrr mutaciones respecto a su
varias generaciones de mujeres, jugando el papel de edu imagen, expresadas en la multiplicación de los escritos so
cadoras durante este período, al tiempo que marcaron la bre el tema femenino, el surgimiento de opiniones a favor
enseñanza femenina con un profundo sello de religiosi de su acceso a la educación, a la vez que se cuestiona si su
dad. único lugar debe estar en el recinto familiar. En algunos
La primera mitad del siglo XVIII no trajo mayores modi círculos se crearon escenarios que la mujer utilizó a su fa
ficaciones, con excepción de las escuelas que se abrieron vor, los cuales le permitieron una ruptura con las imposi
en algunos conventos. En 1765 no había en la capital del ciones sociales de la época y el desarrollo de actividades
Nuevo Reino escuelas para niñas claramente instituciona que le estaban vedadas: estudiar, trabajar o adelantar la
lizadas. bores asistenciales fuera del hogar. No obstante, según
nuestro parecer, estos cambios no hicieron mella en el
Mucho seria que alguna vieja de jubón, polleras de conjunto de las instituciones que componían la sociedad
amascote y gafas, montadas en la punta de la nariz, hi colonial, las cuales siguieron reproduciendo los esquemas
ciese un tímido ensayo, como informe borrador de es mentales que reflejaban una visión tradicional en torno a
cuela, con una media docena de niñas de las casas la imagen femenina. Es por ello que a pesar de algunos
vecinas, y con voz gangosa les enseñase las primeras cambios experimentados a nivel cultural y social, al fi
letras de la cartilla [ ...] De escribir y contar no había nalizar esta centuria, "las mujeres continuaban siendo
para qué hablar; la misma maestra no lo sabía y enton profundamente piadosas y guardadas en sus hogares
ces no había profesores 3• como en verdaderos claustros", tal como lo afirma la her
mana Teresa de la Inmaculada5 •
4. Hermana Teresa de la Inmaculada, "¿Quién ha educado a la
2. Jaime Arroyo, Historia de la gobernación de Popayán, Bogotá, mujer colombiana?", Bogotá, Universidad Javeriana, tesis para ob
Biblioteca de Cultura Popular, 1952, pág. 321. tener doctorado en Filosofía y Letras, 1960, pág. 21.
3. José Caicedo Rojas, op. cit., pág. 140. 5. Ibid, pág. 13.
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Las mujeres en la historia de la educación
MARTHA CECILIA HERRERA
Los inicios de la República: siglo XIX y educación gros a los que conducía "el cultivo del ocio". En 1828, do
femenina ña Matilde Ramos creó la primera institución para señori
Una vez lograda la independencia del poder español e tas en Santafé. En 1832 el gobierno fundó el colegio La
instaurada la República, la Constitución de 1821 trazó.los Merced primer establecimiento oficial de enseñanza se
ejes juridicos e ideológicos del nuevo orden social. Uno de cundaria para señoritas. "Un sexo hermoso, adornado
los ideales consagrados fue el relativo a la extensión de la de brillantes cualidades físicas e intelectuales, tiene títulos
instrucción pública y al incremento de la enseñanza para incuestionables a que se le fomente y eduque al nivel del
mujeres. La educación se fijó como fin supremo la for siglo de las luces", aseveraba Rufino Cuervo, gobernador
mación de individuos bajo una recia moral ciudadana, al de la provincia de Cundinamarca. Al hacer eco de las re
considerarse que la construcción de una sociedad demo presentaciones mentales que predominaban sobre la mu
crática debía pasar necesariamente por la elevación del jer, Rufino Cuervo, entraba en contradicción con aquello
nivel cultural de sus integrantes, camino que aseguraría la de que se le educara "al nivel del siglo de las luces", al ase
gestación de "naciones civilizadas", "felices" y de cara al gurar que dicha educación se podía llevar a cabo fácilmen
"progreso". En contraste con estos ideales, la realidad edu te pues los requerimientos eran mínimos:
cativa dejaba mucho que desear. Las escuelas estaban mal
dotadas, el mobiliario era escaso y se hallaba en mal es Que se enseñe por ahora a leer, escribir y contar, los
tado, los locales eran oscuros y antihigiénicos, el método principios de moral, religión y urbanidad, las gramáti
pedagógico autoritario y memoristico. Inicialmente, la cas española y francesa, el dibujo y la labor propia del
formación femenina se delegó a las comunidades religio sexo, la economía doméstica y los elementos de música
sas argumentándose la falta de recursos, al tiempo que vocal e instrumental. Tal es lo que, por ahora, puede
una ley posterior dispuso la fundación de escuelas en las formar el objeto de la enseñanza, practicable en todas
cabeceras de cantones y demás parroquias en que fuera partes y que no hará de las granadinas, sabias, ridículas
posible. Sin embargo, los recursos del gobierno no permi y pedantes.
tían poner en práctica dichas disposiciones, lo que tuvo su
mayor repercusión en la falta de educación para las muje En 1834, Francisco de Paula Santander informaba que
res pertenecientes a los estratos sociales bajos, a la vez que la nación tenía 530 establecimientos de educación prima
legitimó el monopolio de las comunidades religiosas sobre ria, que brindaban enseñanza a 1 7 O1O alumnos, de los
la enseñanza femenina. cuales el 11% eran mujeres. Por estos años, algunos ciuda
En las elites despertó un relativo interés por la educa danos constituyeron en Santafé la Sociedad de Educación
ción de la mujer. Las tertulias constituyeron escenarios Primaria, mientras las damas promovían por su parte la
que permitieron a algunas damas de la alta sociedad en educación femenina. En Medellín, 1834, se constituyó una
trar en contacto con diversos aspectos de la cultura y obte junta de damas distinguidas con el objeto de promover la
ner formación en el campo de las ciencias, la literatura o cultura femenina. En 1838 se inauguró en Popayán la pri
las humanidades. De igual modo, las instituciones edu mera institución regentada por seglares a cargo de Nicola
cativas albergaron a las hijas de los estratos altos, con el Cox y Villar. De igual forma, Braulia Vega promovió en
objeto de inculcarles "buenas maneras" y conocimientos Antioquia la educación de la mujer con la creación de un
de cultura general, buscando además que utilizaran de colegio en la población de Sansón. En 1840, el Estado de
manera adecuada el tiempo libre para no caer en los peli- Bolívar creó el colegio de Nuestra Señora del Carmen.
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MARTHA CECILIA HERRERA Las mujeres en la historia de la educación
Margarita Sarmiento de Silvestre, dama que se destacó en cos a la educación y se dio interés al desarrollo de las cien
las letras colombianas, fundó en Santafé en el año de 1849 cias útiles.
un colegio denominado Escuela Nueva. En 1850 ya había El movimiento educacionista de 1870 llevó un poco
casas de educación femenina en Rionegro y Antioquia, al más allá la renovación de la enseñanza, al promover una
tiempo que en Medellín el colegio de Santa Teresa acogía reforma desde un punto de vista laico, orgánico y nacio
un número de niñas con el objeto de prepararlas para nal, tomando como referencia los avances hechos a nivel
desempeñar los altos destinos que las esperan en el recinto mundial por Johann Heinrich Pestalozzi y Friedrich Fro
de la familia. bel, pioneros de las ideas de Escuela Nueva o Activa. Den
La construcción de la República a lo largo de este siglo t�o de este entorno llegó al país la primera misión pedagó
fue un proceso complejo y difícil, atravesado por las dis gica alemana, la cual tenía como uno de sus propósitos la
putas políticas e ideológicas, las innumerables guerras ci creación de escuelas normales en todo el territorio, inicia
viles, la pobreza absoluta sufrida por el pueblo raso, el tiva en la que se contempló la fundación de instituciones
aislamiento geográfico y las dificultades para lograr acuer femeninas. En 1872 ya funcionaba en Santafé la primera
dos entre los grupos que tenían el poder político y econó de ellas, y en 1874 se dispuso su creación en las capitales
mico. La educación fue bandera de los partidos políticos, de todos los estados. En 1875 existían normales de esta ín
su organización y en especial su orientación ideológica, dole en Santa Marta, Bucaramanga, Tunja y Tolima, pero
constituyó uno de los puntos de mayor confrontación a lo su presencia fue efímera debido a la difícil situación por la
largo de la centuria. En 1842 los conservadores realizaron que atravesaba el país. Además de los contenidos imparti
reformas en la educación, con el propósito de lograr ma dos a los ':ªrones, las mujeres normalistas debían apren
yor organización y asegurar una orientación religiosa en der urbamdad, costura, economía doméstica y nociones
la formación moral de los escolares. En 1844, Mariano de medicina casera. En el campo de la educación prima
Ospina Rodríguez impulsó la expedición de una ley que ria, el sexo femenino fue excluido del aprendizaje del álge
dividió la instrucción primaria en siete ramas y discrimi bra, la geometría y sus aplicaciones, lo que les impedía
nó la enseñanza femenina de la masculina. Posteriormen trabajar en áreas relacionadas con el comercio y las ofici
te, las transformaciones que se dieron a mediados de siglo nas públicas. Durante estas décadas, las disposiciones le
bajo los gobiernos de los liberales radicales, buscaron ade gislativas reforzaron la idea de la formación de la mujer
cuar las estructuras heredadas de la Colonia a los requeri como respuesta a las demandas del trabajo doméstico; sin
mientos económicos y sociales del momento. Para ello se embargo, la renovación de las estructuras educativas tam
propusieron, entre otras medidas, restar poder al clero, bién logró sus efectos positivos, en la medida en que la
desamortizar los bienes de manos muertas, dar libertad a enseñanza femenina estaba inmersa en el conjunto de ins
los esclavos, disminuir el número de resguardos; medidas tituciones educativas del período, aunque con las limita
con las que se pretendía crear condiciones para el desarro ciones que la caracterizaban.
llo del capitalismo y la inserción del país a la economía Hacia 1880 se desencadenó una recia confrontación en
mundial. Las reformas de 1853 decretaron la libertad de contra de la doctrina política de los liberales radicales, que
enseñanza, y en 1863 la nueva Constitución abolió el re generó entre otras consecuencias, el desmonte de la refor
quisito de los títulos académicos para el ejercicio de las ma educativa y la consagración del dominio de la religión
profesiones, al tiempo que se trazaron fines más pragmáti- católica en el terreno ideológico. La Constitución de 1886
Y el Concordato, celebrado con el Vaticano en 1887, con-
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densaron los nuevos rumbos que tomaría la nación. Se sus hijos, sus padres y todas las generaciones que les pre
registró un creciente proceso de inmigración de comuni cedieron. Muchas mujeres quedaron solas y tuvieron que
dades religiosas, producto del movimiento de seculari padecer una sociedad cuyos prejuicios sobre el sexo feme
zación que vivían los países europeos, el cual vendrá a nino hacían más difíciles los esfuerzos para obtener inde
reforzar el predominio de la pedagogía católica. En 1875, pendencia económica y lograr prestigio en la esfera de lo
las hermanas de la Presentación fundaron un noviciado, y público, cualquiera que fuera el estrato al que pertenecie
en 1880 un colegio privado para las hijas de la elite; su im ran, aunque, como es obvio, con diferentes grados de difi
portancia fue en aumento creciente constituyéndose en cultad.
una de las comunidades de mayor influencia en la forma A medida que avanzan las décadas, hacen explosión
ción de la mujer colombiana. De tal manera el siglo con múltiples transformaciones de carácter nacional e inter
cluyó con la educación femenina concentrada en los nacional. El auge del capitalismo y los procesos de in
establecimientos privados y especialmente religiosos, con dustrialización, constituyeron la fuerza que arrastró a las
baja cobertura, escasos niveles de formación y con conte naciones a una mayor interdependencia política y econó
nidos que reproducían las funciones que la mujer llevaba mica, fenómeno que generó cambios bruscos en la esfera
a cabo en el hogar. La vida de la mujer giraba en tomo a la de la cultura. Las naciones poderosas se lanzaron a la gue
familia, el padre, esposo o hermanos, quienes se encarga rra para repartirse el mundo y delimitar sus esferas de in
ban de administrar sus bienes y tomar las decisiones que fluencia. Colombia consolida la exportación de café como
competían a su vida personal; jurídicamente, ella era una principal producto para asegurar un nexo estable con la
menor de edad, pero como ser humano y miembro de la economía mundial. Se mejoran las vías de comunicación,
sociedad civil, fue testigo de todos los acontecimientos re surge una incipiente industria manufacturera y se crea un
gistrados en la historia del siglo XIX y contempló, no sin mercado interno para satisfacer sus necesidades. Estas
sorpresa, el nacimiento de una nueva centuria que la lanzó transformaciones llevaron al surgimiento de nuevos gru
a la esfera de lo público y removió los más arraigados valo pos sociales y políticos, a la eclosión de movimientos so
res en tomo a su condición jurídica y social. ciales obreros y campesinos, al florecimiento de la clase
media, al advenimiento de movimientos artísticos y litera
rios. La mujer de los estratos humildes fue incorporada
El amanecer de un nuevo siglo: una luz sobre la
tempranamente a la producción laboral, mientras que a
educación femenina
nivel mundial y local se presenta un movimiento a favor
A comienzos del siglo xx, Colombia era un país que to del reconocimiento de los derechos civiles y políticos del
davía luchaba por lograr coherencia en su estructuración sexo femenino. Esta serie de hechos permitieron el acceso
política y social. Su aspecto era más el de aldea que de na a nuevos valores y la gestación de un clima social y cultu
ción, su población llegaba a pocos millones de habitantes ral en el que surgieron visiones del mundo donde las imá
y se concentraba, en su mayoría, en las zonas rurales. De� genes sobre la mujer se multiplicaron y se revaluaron las
trozado por la guerra de los Mil Días, el país se hallaba mi ideas en tomo a su función social. Los nuevos modelos
nado en lo económico y desorganizado a nivel político y trataron de insertarse en el tupido tejido cultural, tenien
administrativo. La mayor parte de la población sufría los do que convivir y confrontarse con antiguas representa
rigores del hambre y el pesar de haber perdido a sus seres ciones, producto de las tradiciones y estratos sociales
queridos en la última de tantas guerras civiles libradas por presentes en el bagaje social y cultural de la época. De allí
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MARTHA CECILIA HERRERA lAs mujeres en la historia de la educación
surgirían reacomodamientos, conciliaciones, viejas y nue en algunos países europeos y en Norteamérica, difundió la
vas imágenes que dieron carne a la dinámica cultural de importancia de la educación para el desarrollo de las na
esas décadas. ciones y la formación de ciudadanos al servicio de los inte
Las estructuras educativas de principios de siglo eran reses sociales. Los avances de la psicología clínica y la
herencia del pasado decimonónico y, en un comienzo, las pedagogía experimental, señalaron los nexos entre el cuer
elites no mostraron interés por introducir grandes modifi po y la mente, ubicaron las diferencias cognitivas de los
caciones en los principios que habían regido su funciona individuos de acuerdo con su edad y entorno familiar, y
miento. Las ideas modernas en tomo a una educación de trazaron nuevos caminos a los métodos de enseñanza, lo
carácter práctico e industrial y a la formación de ciudada cual trajo efectos benéficos sobre el conjunto de la edu
nos bajo principios morales de tipo secular, se abrieron cación. En los establecimientos que ofrecían instrucción
paso y en ocasiones coexistieron "extrañamente", con pos femenina, se fue introduciendo además de la enseñanza
tulados de raigambre tradicional y católica; coexistencia normalista, la comercial, la cual permitiría a las mujeres
en la que, en parte, se podían leer los compromisos esta pertenecientes a los estratos medios, desempeñarse como
blecidos entre los grupos sociales que emergían y los gru secretarias o empleadas en las oficinas públicas. Las es
pos tradicionales. La legislación educativa de prin�ipios cuelas de artes y oficios acogieron un buen número de
de siglo introdujo diferencias en las normales femenmas y mujeres que provenían de los estratos bajos, pues la for
masculinas, y dispuso que el cuerpo de profesores sería mación brindada no requería de una inversión notable en
menor para el caso de las primeras. El decreto precisaba infraestructura y además ninguna legislación controlaba
que la instrucción de las niñas y de las jóvenes debía con su funcionamiento, lo mismo que sucedía con los estable
fiarse sólo a personal femenino, al tiempo que permitía a cimientos de enseñanza comercial. En 1920 existía en Bo
las mujeres enseñar a varones siempre que no sobre gotá una escuela de artes y trabajos manuales en la que
pasaran los doce años. De otro lado, se dete�in? que las estudiaban trescientas mujeres, y el Taller Nacional de Te
clases de aritmética impartidas en los establec1m1entos fe jidos, con cincuenta alumnas. "En Cundinamarca, Boya
meninos debían combinarse con la costura, lo que redujo cá, Santander del Sur y Tolima, existían pequeñas escuelas
a la mitad la intensidad de dicha asignatura. En el año de en las que se enseñaba costura"7• En 1928 se creó el Insti
1911 las mujeres asistían a las escuelas de bellas artes y "se tuto Pedagógico Femenino en la ciudad de Bogotá, como
impartían conocimientos de instrucción suficiente y grado parte de una estrategia que desde la década anterior, se
superior en quince colegios dirigidos por las Hermanas de proponía reforzar la formación de maestros y dotar a las
la Caridad, en tres de Terciarias Dominicanas, en uno de capitales de departamento de escuelas normales oficiales,
Salesianas y en sendos de Betlemitas, Franciscanas y del tanto femeninas como masculinas. En 1929 se dispuso
Buen Pastor"6• Para 1919, el número de escuelas normales que los colegios femeninos pudieran certificar instrucción
llegaba a 28 y se encargaba de la formación de 1 228 estu suficiente, lo cual creó condiciones para hacer equivalen
diantes, de los cuales 744 eran mujeres y 484 hombres. tes los diplomas expedidos a uno y otro sexo, medida que
Los años 20 trajeron un nuevo impulso a las reformas permitiría a las mujeres el acceso a la universidad.
educativas; el movimiento de Escuela Activa adelantado
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