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¿Existirá el amor verdadero e incondicional?

Es una pregunta que muchos nos


hacemos. Pero al parecer en este mundo por mas que buscamos a la persona ideal no
la encontramos. ¿existirá alguna razón por la cual no podemos? Escucha la reflexión
del evangelio de hoy y descubrámoslo.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 15, 3-7


En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola: “¿Quién de
ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el
campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y una vez que la
encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa, reúne a
los amigos y vecinos y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que
se me había perdido’.

Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se
arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentirse’’.
PALABRA DEL SEÑOR

REFLEXION

Uno de los temas mas tocados tanto en la música, como en el cine, la literatura y otras
expresiones artísticas es el amor. Y es que los seres humanos vivimos buscando el
amor ideal en nuestras vidas, pero pareciera que por mas que lo buscamos no lo
encontramos.

Aquí surge la pregunta ¿realmente existe la persona ideal para cada uno de nosotros, o
como algunos suelen llamarle “el alma gemela”? La realidad es que por mas afinidad
que sintamos hacia una persona si no descubrimos lo que es el verdadero amor
terminaremos dañando esa relación y quedándonos vacíos y sin sentido, porque el
verdadero amor no surge de una afinidad o gusto por alguien sino de algo mas
profundo que nace del corazón y que lleva a las personas a buscar el bien del otro por
encima del propio, este amor que emana del sacrificio y la entrega es el que nos
enseño nuestro Señor Jesucristo pues dice un canto popular que amar es entregarse
olvidándose de sí, buscando lo que al otro pueda hacer feliz.

Que gran verdad es esta, pero mientras nos busquemos a nosotros mismos no lo
encontraremos pues siempre estará primero nuestro bienestar y comodidad que la
felicidad del otro lastimando y dañando con ello a quien decimos amar.

La advocación del Sagrado Corazón de Jesús cuya solemnidad celebramos hoy nos
presenta un corazón lleno del fuego del amor pero con una corona de espinas
atravesada y una lanza que nos recuerda que amar es negarse, sacrificarse y estar
dispuesto a sufrir por el bien del otro.

Esto nos enseña que el verdadero amor no es una atracción, o una afinidad, es una
decisión que se toma, esta decisión nos lleva a sobrellevar las dificultades con fortaleza
como tambien con esperanza, es un entregarse no ciegamente sino con una idea
concreta de lo que se quiere lograr buscando el bien del otro y no su comodidad o
capricho. Este bien radica en el respeto que se tengan el uno al otro y en el respeto a
las leyes establecidas por Dios.

Si observamos la vida de Jesús, el lo entrego todo por amor a nosotros con un


propósito concreto que fue buscar nuestra salvación es ese amor incesante el que le
llevo a aceptar la muerte en la cruz por el bien de la humanidad, ese amor que despues
de ascender a los cielos sigue dándose a los demás totalmente a través de la
eucaristía y que se manifiesta en la misericordia que tiene para con nosotros
pecadores.

El Sagrado Corazón representa la misericordia de Jesús para el mundo, una


misericordia que no termina y que se da totalmente a quien la solicita y decide
aceptarla buscando la conversión. Es como lo dijo Santa Margarita: el ardiente deseo
que tenía de ser amado por los hombres y apartarlos del camino de la perdición, en el
que los precipita Satanás en gran número, le había hecho formar el designio de
manifestar su Corazón a los hombres, con todos los tesoros de amor, de misericordia,
de gracias, de santificación, y de salvación que contiene, a fin de que cuantos quieran
rendirle y procurarle todo el amor, el honor y la gloria que puedan.

El papa francisco refiriéndose al Sagrado Corazón nos dice: "El corazón de Jesús es el
símbolo por excelencia de la misericordia de Dios; pero no es un símbolo imaginario, es un
símbolo real, que representa el centro, la fuente de la que ha brotado la salvación para la
entera humanidad".

El Sagrado Corazón de Jesús nos muestra que el verdadero amor existe en la medida
que unido al amor de Dios se da a los demás sin reservas sin guardar nada para si. De
esta manera imitando a nuestro Señor nos llenamos de amor sirviendo a los demás y al
hacerlo tambien recibimos en reciprocidad no solo el amor de Dios sino la estima de las
demás personas.

Es por todo lo anterior que el verdadero amor no se busca, se da y al darse se recibe


convirtiendo nuestras vidas en algo completamente diferente donde emana el respeto,
el servicio y la entrega como medio de realización y felicidad.

Católico mientras busques recibir nunca encontraras el verdadero amor, debes darte
sin reservas y ahí encontraras la clave, aprovecha la misericordia que nos ofrece el
Sagrado Corazón para que alejándote del mal puedas encontrar la verdadera felicidad.

Meditemos en la virtud de la templanza. Ser forzado a trabajar, y obligado a hacer lo


mejor que se pueda, engendrará en usted templanza y dominio propio, diligencia y
fuerza de voluntad, alegría y satisfacción, y cien virtudes que los ociosos nunca
conocerán. Es por ello que para cultivar la virtud de la templanza se necesita trabajo a
destiempo y aprender a estar ocupado durante el día, pues como lo dice bien un viejo
refrán: la ociosidad es la madre de todos los vicios. Ofrezcamos el día de hoy como
ejercicio de templanza mantenernos ocupados durante el día para no caer en la
tentación.

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