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El documento discute los riesgos que las operaciones mineras representan para los glaciares en Argentina. Señala que las empresas mineras han ocultado la presencia de glaciares en los estudios de impacto ambiental. Los glaciares son importantes reservas de agua y su derretimiento podría afectar seriamente el suministro de agua. Las actividades mineras alteran el delicado equilibrio entre el hielo y el agua superficial y subterránea. Se necesitaron dos leyes para proteger los glaciares de estas amenazas, aunque la primera fue vetada
El documento discute los riesgos que las operaciones mineras representan para los glaciares en Argentina. Señala que las empresas mineras han ocultado la presencia de glaciares en los estudios de impacto ambiental. Los glaciares son importantes reservas de agua y su derretimiento podría afectar seriamente el suministro de agua. Las actividades mineras alteran el delicado equilibrio entre el hielo y el agua superficial y subterránea. Se necesitaron dos leyes para proteger los glaciares de estas amenazas, aunque la primera fue vetada
El documento discute los riesgos que las operaciones mineras representan para los glaciares en Argentina. Señala que las empresas mineras han ocultado la presencia de glaciares en los estudios de impacto ambiental. Los glaciares son importantes reservas de agua y su derretimiento podría afectar seriamente el suministro de agua. Las actividades mineras alteran el delicado equilibrio entre el hielo y el agua superficial y subterránea. Se necesitaron dos leyes para proteger los glaciares de estas amenazas, aunque la primera fue vetada
Al respecto, quienes se oponen a la gran minería han denunciado la existencia de proyectos
que implicarán la voladura de glaciares para extraer los minerales que se encuentran debajo de ellos. Los defensores de la actividad minera han replicado que nadie está pensando en cometer tamaña irresponsabilidad y que las sospechas carecen de fundamento. Por una de esas graves deficiencias de nuestro sistema educativo y de los medios de comunicación, la mayor parte de las personas sólo conoce la función turística de los glaciares. La palabra remite a un montón de personas abrigadas que se sacan selfies frente al glaciar Perito Moreno, consumen chocolate y preguntan cuándo se va a romper y a qué hora se hace la caminata sobre el hielo. Sin embargo, los aspectos turísticos son los menos importantes. Los glaciares son las fábricas de agua de la zona cordillerana y su pérdida puede afectar seriamente la ocupación y utilización de amplias zonas del país. Todos recordamos las imágenes de nuestros textos infantiles en las que el agua se evaporaba de mares, lagos y ríos y después, como lluvia o nieve, terminaba escurriendo a los cuerpos de agua de los que había evaporado. Eso que nos enseñaron es cierto, pero es solamente una parte del ciclo del agua. Cuando hay glaciares, el ciclo es distinto, porque un glaciar no es solamente la parte del hielo que fotografiamos como turistas. El ambiente periglacial está en interacción permanente con las masas de hielo que se forman y derriten estacionalmente. En especial, "el pemafrost, o capa de suelo permanentemente congelada, constituye la reserva hídrica más importante en sistemas glaciales áridos. Sin embargo, la empresa canadiense Barrick Gold explota en la provincia de San Juan el yacimiento Veladero, que pone en riesgo a, por lo menos, 44 glaciares. Esta mina se encuentra ubicada en el departamento de Iglesia, a 350 kilómetros de la capital provincial, y comenzó a explotarse en 2005. "En el caso Veladero, la empresa ocultó la existencia de glaciares en el estudio de impacto, y después fue denunciada por la afectación por la apertura de caminos (de hasta 35 metros de ancho) en el glaciar Conconta (o Vallejos)" La ignorancia es el mayor enemigo que acecha en estas frágiles áreas. La ignorancia de saber que se está dañando irremediablemente un recurso hídrico, que no son demasiados en San Juan, es un gran peligro en las operaciones que se llevarán a cabo en Veladero. Podemos proveer testigos de que frecuentemente, durante la ejecución de caminos y durante la perforación de los pozos de exploración en el Proyecto Veladero, se encontraron con la sorpresa de que existe a nivel subsuperficial una formación muy dura que es mezcla de hielo y rocas, que no es otra cosa que parte de la reserva hídrica fundamental del lugar: el permafrost" Estos glaciares son un recurso especialmente estratégico, ya que una de sus funciones es regular el agua de los ríos durante las sequías. La forma más grosera de daño a un glaciar es la intervención directa. Es el caso ya mencionado de uno de ellos, cortado para hacer pasar un camino por el medio. Otro es el engaño montado en Chile de simular trasladar un glaciar llevando trozos de hielo en grandes camiones»). Pero un glaciar no es una cantidad de hielo ni puede ser movido como si fuera una cubetera. Un glaciar es una compleja formación geológica, que no puede reconstruirse artificialmente, aunque sí se pueda destruir. Las voladuras que se hacen durante la explotación arrojan a la atmósfera miles de toneladas de roca contaminada por los residuos tóxicos de los explosivos, que caen sobre el entorno, incluyendo los cursos de agua y el agua en estado sólido. La roca descartada (más o menos una tonelada por cada gramo de oro obtenido) se amontona en espacios llamados escombreras. Las escombreras colocadas encima de suelos helados (permafrost) elevarán su temperatura y tenderán a que se derrita. El trabajo con el cianuro requiere mezclar agua con hidróxido de sodio (también llamado soda cáustica). Se trata de una reacción que genera mucho calor, lo mismo que la quema de millones de litros de combustible por parte de los vehículos. En presencia de calor, el hielo sólo puede derretirse, lo que alterará el régimen de los cursos de agua que nacen de esos glaciares. Las operaciones en gran escala significan una fuerte alteración de la topografía, que afecta la relación entre aguas superficiales y subterráneas, como puede verse en los siguientes diagramas, que muestran cómo se comporta un sistema intervenido por la gran minería. El nivel freático es la primera napa de agua subterránea: La gran minería altera la topografía originaria, destruyendo el paisaje con miles de toneladas de explosivos. Es necesario bombear el agua subterránea hacia afuera para que pueda trabajar la maquinaria. Esto altera la compleja y delicada relación que existe entre el hielo y el agua en superficie y subterránea. No hay ninguna razón para pensar que esa alteración sea beneficiosa para los habitantes de una provincia cuyos ríos son escasos y lo serán cada vez más. Para proteger los glaciares (lo que, desde el sentido común, debería ser innecesario) fueron necesarias dos leyes sucesivas, que dicen casi lo mismo. La primera fue vetada por el Poder Ejecutivo Nacional. La Ley 26.418, aprobada el 22 de octubre de 2008, era una norma excelente, que establecía. Protección del glaciar y el periglaciar, es decir, también el entorno de esa formación natural. Realización de un inventario de glaciares y su actualización periódica. Prohibición de actividades que puedan afectar al glaciar, como dispersión de contaminantes, actividad industrial, minera o petrolífera y construcciones u obras de infraestructura inadecuadas. Toda actividad no prohibida que allí se haga requerirá de una evaluación de impacto ambiental o evaluación ambiental estratégica, según corresponda. También se les realizarán auditorías periódicas. Destaquemos que esta ley fue aprobada por unanimidad en el Congreso, simplemente porque todos los legisladores creyeron que era cierto que nadie cometería la irresponsabilidad de tocar los glaciares. La ley fue vetada a los pocos días, y nos interesa la lectura del veto presidencial porque sintetiza los argumentos de las grandes empresas mineras. El decreto respectivo muestra una clara subestimación tanto de los riesgos ambientales como de la inteligencia de las personas que fueran a leerlo. Afirma que inventariar los glaciares ubicados en zonas fronterizas puede perjudicar la demarcación del límite internacional, lo cual simplemente no es cierto. Señala que "el establecimiento de presupuestos mínimos no puede limitarse a la absoluta prohibición de actividades”, Un conjunto de ONG denunciaron los abusos perpetrados por las mineras canadienses en América Latina. El listado es significativo. Se acusa a estas empresas de: generación de un importante impacto ambiental, desplazamientos forzados de pobladores locales, división de las comunidades y fractura del tejido social, criminalización de la protesta social, afectaciones económicas, muertes violentas y heridas graves a los opositores de los proyectos y trabajadores de las minas, vulneraciones a la salud y adquisición fraudulenta de la propiedad de los yacimientos. En cuanto a las condiciones en los Estados anfitriones que favorecen el impacto negativo de la actividad minera, se mencionan: marcos jurídicos deficientes y problemas en su implementación y aplicación, falta de respeto a los derechos de los pueblos indígenas y tribales, no respeto a reservas naturales o zonas protegidas, falta de participación real de los ciudadanos afectados y recursos judiciales ausentes o poco efectivos. Como si esto fuera poco, las políticas de Canadá favorecen el impacto negativo de la minería, ya que dan apoyo económico y político sin la exigencia de cumplimiento de los estándares internacionales de derechos humanos. También existe una injerencia indebida de Canadá en los países donde están los yacimientos. El servicio diplomático canadiense colabora con los abusos de las empresas mineras y les evita la responsabilidad por medio de acuerdos de libre comercio. Por lo demás, el marco jurídico de Canadá es inadecuado para prevenir y sancionar las violaciones de derechos humanos ocasionadas con la actividad minera. Con este respaldo político en su país y en Argentina, no debería sorprendernos la serie de derrames de cianuro causados por la Barrick Gold, ni la enorme negligencia en sus técnicas de trabajo. En septiembre de 2015, esta minera produjo el mayor accidente ambiental de la historia de la minería argentina. Se filtró el dato porque los empleados del yacimiento Veladero, en San Juan, les advirtieron a sus familias que vivían río abajo que no tomaran agua, porque se había derramado la solución con cianuro y otros metales pesados que se usa para separar la roca del metal. Barrick Gold primero negó el incidente. Durante días rechazó las acusaciones, pese a que ya había notificado del accidente al gobierno de San Juan, que ofició de socio en esta trama. Luego dijo que fueron 15 mil litros de agua cianurada, más tarde 224 mil y finalmente un millón, aunque la cifra real es probablemente mucho mayor. Barrick Gold hizo todo lo posible para que la verdad no saliera a la luz. Y lo consiguió. Hoy ni siquiera se sabe la composición exacta de la solución que se derramó al río Potrerillos, aunque en la justicia la minera canadiense fue más sincera que en público y reconoció que contaminó los alrededores de su yacimiento?. Los episodios fueron numerosos y pusieron en riesgo a los pobladores y, por supuesto, a las escasas fuentes de agua de la zona. Sin embargo, es probable que los mayores riesgos aparezcan cuando la empresa se vaya y deje un enorme pasivo ambiental, del que nadie se hará cargo. Dos años después de la sanción de la Ley de Glaciares, el Congreso aprobó sin problemas una ley semejante a la vetada, que quedó vigente. ¿Qué había pasado? ¿Cambiaron de opinión? No, simplemente el veto dio tiempo para que Barrick Gold consolidara sus actividades en Veladero. Si bien la Ley de Glaciares ordena cesar las actividades que los afecten, la existencia de una actividad previa a la ley permite que se argumente que Barrick tiene derechos adquiridos. Agreguemos que una cosa es que haya glaciares y otra muy distinta que estos glaciares estén en el inventario que realice el Ministerio de Ambiente. El juicio puede durar el tiempo suficiente como para que la empresa agote el yacimiento y también el agua de la zona. Por supuesto, también puede cambiar la Ley de Glaciares. Para eso sólo hay que hacer la presión adecuada. Si los canadienses no lo logran, esto los obliga a buscar un socio más poderoso. Tal vez eso nos ayude a comprender por qué "Barrick anunció la firma de un acuerdo de cooperación estratégica con la empresa china Shandong Gold, que incluye la venta del 50 por ciento de la mina Veladero. Según informó por medio de un comunicado, la compañía adquirirá el 50 por ciento de la mina ubicada en Iglesia por 960 millones. No se trata de una operación comercial sino política. Shandong es una de las mayores empresas mineras chinas y pertenece al Estado. Una de las estrategias chinas es vincular todas sus operaciones económicas en un país: si una de ellas se deja de lado, ellos se retiran de las demás. Obligarlos a cumplir la Ley de Glaciares y cerrar Veladero puede significar que el país pierda mercados para sus productos y créditos para sus proyectos en muchas otras áreas. Es previsible, entonces, una presión para cambiar la Ley de Glaciares por otra de redacción semejante pero que termine facilitando su destrucción por los grandes proyectos mineros.
fragmento del libro La guerra contra el planeta de Antonio Elio Brailovsky
Actividad
1. ¿A quién responsabiliza el autor por la falta de conocimiento ambiental sobre los
glaciares? ¿Por qué piensan qué sucede? 2. ¿Cuál es la importancia de los glaciares para el ambiente? 3. Definir ambiente periglacial y permafrost. 4. ¿Quién es el dueño de Barrick Gold? ¿De donde proviene? ¿Dónde se ubica el proyecto en nuestro país? 5. ¿Por qué el autor sostiene que los glaciares en esta zona son un recurso estratégico? 6. ¿Qué se puede y no se puede hacer con un glaciar?
Viale, E. (2017) - Desidia Veladero El Modelo Minero Pone en Jaque Al Estado de Derecho. Resumen Ejecutivo de Informe Anual de La Fundación Ambiente y Recursos Naturales PDF