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INTRODUCCIÓN
La hidroquímica al proveer información sobre la distribución de los elementos y su evolución
espacial y temporal en sistema hídrico, ayuda a caracterizar los acuíferos y definir problemas
ambientales y plan de remediación. El conocimiento de los procesos que ocurren en los ambientes
acuáticos es fundamental para caracterizar y planear el manejo del recurso y en particular, para
planear su aprovechamiento. Las técnicas isotópicas hacen parte de la hidroquímica y la
combinación de los dos son indispensable para estudios hidrogeológicos. Los elementos disueltos,
como los isótopos del agua, permiten tener información sobre la renovación de las aguas en los
acuíferos (recarga), identificación de aguas antiguas (origen y edad del agua), interconexiones
hidráulicas entre varios acuíferos, mezcla de aguas de origen diferente, interacciones rocas-CO2,
hidrodinámica de los acuíferos (flujos y edad), disolución de evaporites, intrusión de aguas marinas
en acuíferos costeros, vulnerabilidad de los acuíferos a la contaminación (origen y circulación de
los contaminantes), identificación de las aguas termo-minerales.
En esta breve descripción se recuerdan los conceptos básicos para trabajos hidrogeológicos.
Hay otros isótopos en el agua de lluvia cuya concentración disminuye con el tiempo. Estos isótopos
se pueden medir en el agua superficial o subterránea para determinar la "edad" o tiempo de
residencia del agua dentro de un reservorio particular.
Isótopos estables del agua
Los contenidos de los isótopos estables pesados de oxígeno (18O) y deuterio (2H o D) son utilizados
como trazadores del origen de las aguas subterráneas dado que sus contenidos se consideran
conservativos una vez que el agua ha entrado en el acuífero, es decir, sus contenidos (i.e. relación
018/O16) no se ven afectados por las interacciones del agua con la matriz del acuífero. La relación
entre las concentraciones de los isótopos pesados y las especies más abundantes se expresa como
desviación en tanto por mil (‰) respecto a un patrón (V-SMOW) que representa el valor medio de
dicha relación en el agua de mar. Los contenidos isotópicos de la precipitación (como principal
fuente de recarga de los acuíferos) están condicionados por diversos factores climáticos y
geográficos (temperatura, grado de condensación de la mas a nubosa, altitud, latitud, etc.), siendo la
temperatura el principal factor que controla, en ultima instancia, los valores absolutos observados
en la composición isotópica de la precipitación.
Para los estudios de contaminación del agua se utilizan las técnicas clásicas y se puede añadir la
utilización de los isótopos del contaminante como 15N y 18O de los nitratos, 34S y 18O de los
sulfatos. El boro-11 juega un papel potencial importante en los estudios de contaminación,
especialmente en caso de intrusión de agua salada en un acuífero de agua dulce. 87Sr/86Sr se utiliza
regularmente para definición del origen de salinización, movimiento de aguas subterráneas y
interacciones con las rocas.
La composición química del agua subterránea es resultado de la composición del agua que entra en
un reservorio subterráneo (acuífero), las reacciones que ocurren durante su infiltración a través de
la zona no saturada y las reacciones que ocurren con los minerales presentes en la roca y que
pueden modificar su composición. Además de los procesos naturales que actúan como factores de
control de las características de las aguas subterráneas, éstas pueden ser modificadas por acción de
contaminantes tales cómo nitratos, fertilizantes y lluvia ácida, entre otros.
Algunos factores que controlan la química del agua en todo el mundo a escala continental son:
evaporación y evapotranspiración; captura selectiva de iones por la vegetación; decaimiento de
materia orgánica (CH2O + O2 ⇒ H2O + CO2), meteorización y disolución de carbonatos, silicatos o
minerales evaporíticos; precipitación de minerales en suelos o acuíferos; reacciones de intercambio
iónico (en superficies de sedimentos); mezcla de aguas de diferentes características; y actividades
antrópicas.
Los parámetros físicos determinantes para entender y interpretar reacciones químicas son el pH, Eh
(potencial redox), conductividad eléctrica y temperatura del agua. La medición in-situ de estos
parámetros es indispensable y se hace mediante utilización de sondas especificas.
Los elementos mayoritarios, que se encuentran en concentración alta disueltos en las aguas
subterráneas y superficiales son calcio, magnesio, potasio, sodio, bicarbonatos, carbonatos,
cloruros, sulfatos, nitratos y sílice. La concentración de estos elementos disueltos se expresa
generalmente en mg.l-1 (ppm) o meq.l-1. La medición de estos elementos se debe hacer lo mas
pronto posible después del muestreo. La alcalinidad, compuesto de CO2, HCO3- y CO32-, se medirá
preferentemente in-situ.
Los elementos minoritarios o trazas como strontio, boro, fluor, bromo, arsénico, cobre, son
indicadores muy valiosos del medio ambiente natural o índices de contaminación. El contenido del
agua subterránea en estos elementos puede llegar a niveles muy alto en casos específicos. La
concentración de estos elementos se expresa generalmente en µg.l-1 (ppb).
Para el muestreo, se requiere botellas plásticas de alta densidad de 50 ml para isótopos estables y de
500 ml para tritio con doble tapa. Las botellas se deben limpiar inicialmente con el agua a
muestrear. Se procede a colectar la muestra llenando completamente la botella, para no dejar
burbujas de aire. En caso de que las muestras sean enviadas por vía aérea es conveniente llenar
solamente 2/3 de las botellas. Es necesario inscribir sobre la botella el nombre de la muestra, lugar,
fecha y hora del muestreo con un marcador resistente al agua. Se debe también colectar y apuntar la
información completa sobre el sitio de muestreo y los parámetros físico-químicos de campo. Lo
importante es evitar evaporación durante el muestreo, transporte, envío y conservación de las
muestras. Las muestras se deben dejar en lugar fresco (no necesariamente en nevera) y oscuro. El
protocolo detallado y protocolo de muestreo para análisis de C-14, N-15, S-34 se puede obtener
escribiendo a la Sección de Hidrológia Isotópica del OIEA.
Para los elementos mayoritarios disueltos, ½ litro de agua es generalmente necesario para los
aniones y 50 ml para los cationes. Esto depende de las técnicas analíticas utilizadas y conviene
pedir el protocolo para el muestreo al laboratorio que procederá con los análisis. Las botellas de
plástico (HDPE o PP) se deben limpiar inicialmente con el agua a muestrear. Es recomendable
filtrar el agua con filtros de 0,45 µm de porosidad. La botella reservada para análisis de cationes se
acidificara hasta un pH < 2. Esto corresponde a 5 gotas de HNO3 5N por botella de 50 ml. Si no se
puede filtrar la muestra en el campo no conviene acidificar la muestra. La acidificación de una
muestra no filtrada puede provocar importantes cambios químicos.
REFERENCIAS
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