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América Indigena, ESOC cla ae We Bert ser | MEXICO - SEGUNDO TRIMESTRE 1967 - XXVII, 2 Tendencia de cambio en las tierras altas de Chiapas* por Evon Z, Vogt ‘municipios escogidos de las tierras altas México. Por lo menos uno de los miem- do dar mayor continuidad que la que hubiera sido posible través de una serie de visitas. Con pocas excepciones hemos man- ido el municipio de Zinacantan bajo observacién constante y hemos este trabajo periédico en los municipios indigenas circunvecinos a. y Huistin. También hemos estudiado aspectos del poblado o de San Cristébal Las Casas, donde estén situadas las oficinas ‘Nuestra investigaci6n de campo cuenta con el apoyo del subsidio MH-2100 el National Institutes of Health, y por otros dot subsidios (MS-210 y GS976) a National Science Foundation, Nucstro trabajo ha contado también con la da substancial procedente de la partcipacién de Ja Universidad de Harvard cl programa de estudios de campo de verano, auspiciado por las Universidades Columbia, Cornell, Harvard e Ilinois, el cual ha estado en operacién desde mediante subsilios proporiondos primero por Ie Corporaién Carnegie F mente, de la National Science Foundation; este programa ha enviado durante seis temporadas de trabajo a scis estudiantes en proceso de En Harvard el proyecto esti auspiciado de modo conjunto por el labo- rio de Relaciones Sociales y el Museo Peabody; en Chiapas hemos contado la favorable hospitalidad y cooperaciéa del Instiruto Nacional Indigenista de “Autor de Modern Homeiteaders y Navajo Veterans, Coautor de obras esas, tales como Navajo Mean People, Water Witching USA, y Zinacantan. or de Reader in comparative religion. ca Indigena—Vol. XVII, no. 2, abril 1967. Cambio en las tierras altas de Chiapas 203 Bp ees fsa de pm vinta amone eZ 6 mts mt 7 }) el paraje.* La base del parentesco y la unidad residencial esti ‘constituida por la familia patrilocal extendids, la cual ocupa un con- junto habitacional. Este “sitio” esti ordenadamente cercado por una de palos 0 de hierba seca, un granero para guardar el maiz, tun temazcal 0 batio de vapor, y en el centro, la cruz del solar que sirve como altar para este basico grupo doméstico. En tzoltzil el réemino ‘ina significa literalmente “la casa de”, y se le designa de acuerdo con ‘el nombre de los linajes localizados que 1a integran. En los casos en ~ que la unidad esti integrada por s6lo un linaje, no se tiene problema. Ta unidad es llamada simplemente, por ejemplo, sndakovetit, que "quiere decir “las casas de los nidos de avispa”. En los casos de smas “mayores que contienen dos 0 més linajes, 1a unidad toma su nombre del linaje ptedominante que se establecié en la tierra que ahora con- ‘rola. De esta manera la unidad llamada sna’ok'letik, 0 sea, “las ‘casas de los coyotes”, contiene el linaje del coyote, pero también ‘otros dos pequefios linajes que se avencidaron cerca de los coyotes _y establecieron con ellos laz0s de indole matrimonial. La unidad que "fe sigue en tamafio en Ja estructura social es la que he designado ‘como grupos de la fuente de agua. Cada ojo de agua tiene su nombre istintivo, es altamente sagrado y cuenta con un mito asociado que describe las circunstancias bajo las cuales los ancestros le encontraron y le dieron nombre. Agrupados en torno de estos ojos de agua estin de 2 a 13 snas, dependiendo del tamafio de la fuente y de su volu- men de agua, Finalmente, la unidad que constituye el paraje fue establecida durante el periodo colonial, aunque probablemente basada en los limites que ya existian desde la época prehispanica. Cada paraje tiene un nombfe distintivo y funciones que le dan unidad en asuntos de ritual y de politica. ‘Aunque el sistema de cargos funciona en el centro ceremonial donde se tealiza el complejo anual de ritos y ceremonias, Ia vida ritual en los parajes es ejercida principalmente por una clase distinea de ppracticantes, los Llamados b’iJol (literalmente visionatios o shamanes). En tiempos miticos todos los zinacantecos pudieron haber pretendido - mirar en el interior de las montafias y observar directamente a sus dioses ancestrales, pero ahora solamente los shamanes pueden lograr este milagro. Ea Zinacantan existen algo més de 150 shamanes. La ‘mayor parte de ellos son hombres y algunos tan jévenes que no pasan de 15 afios. Los shamanes reciben su iniciacién al través de una se- ® Vogt, 1964b. Cambio en las tierras altas de Chiapas 207 n las entradas al yabval balamil, el “duefio de 1a tierra” el cual recibir también oraciones y oftendas adecuadas a la ocasién wal. Es de afiaditse, que las cruces en los patios de cada zinacanteco yn consideradas como entradas a los recintos interiores y corazones ‘de sus familias y jamés se llega o se aleja de una casa que se visita sin antes ofrecer respetos de ritual a la cruz familiar que esti en el nasiado complejas para ser descritas en este breve articulo, existen os de las mas poderosas que resultan particularmente relevantes para ‘comentarios sobre aspectos de cambio. Es evidente que, a dife- de los ladinos locales, los zinacantecos ponen marcado énfasis ‘Los individuos estén desde ahora viendo hacia adelante y 1do posiciones de cargo que habrin de ocupar dentro de 20 Los atareados shamanes tienen a menudo compromisos para ceremonias sobre un periodo de més de dos semanas por tado, En cierta ocasién traté de hacer una cita con un infor- shaman que estaba ya comprometido para realizar ceremonias es durante 16 dias corridos, teniendo perfectamente alma- con cualquier zinacanteco una cita con dos y tres semanas de ticipacién y estar seguro de que la cumpliré. Esta tendencia se hace lavia més admirable cuando se considera que los ladinos de San incluyendo aun a los de clase profesional, como los doctores, pueden programar sus actividades para las horas de la tarde ni cho menos saber Io que habrin de hacer al dia siguiente. Ta orientacién hacia el trabajo es igualmente notable. Con excep- én de los periodos de fiesta, se considera altamente valioso mante- ‘ocupado, ya sea en actividades instrumentales, como labrar 1a tejer, cocinar, etc., 0 en. actividades rituales. Los hombres zina- estin siempre ocupados en trabajos agricolas, cuidando ca- os y mulas, construyendo chozas, reparando cetcas y €n Otfas cosas. fuchos de ellos Ievan titas de hojas de palma y tejen sombreros ‘caminan a lo largo de las veredas. Las mujeres se mantienen ‘en cosas de Ia cocina, acarreando lefia y agua, cuidando a hhijos y tejiendo en telares de cintura que pueden ser Ilevados al 0 y asi mientras tejen vigilan a las ovejas.® En resumen, en * Tax, 1966. e teja se extiende ahora del 8%, en los parajes mas nom 5696 cn len peje mds moctles ces ae jales y camiones de carga al través de la gran ca- de sus ramales que se extienden a varios parajes. Ademés, eee por el INI, Jos zinacan- en Ia actualidad cuatro grandes camiones. Como Pisce anges nea cn los tres parajes asentados a la orilla de la carre- cualquiera que haya sido el sentimiento ambiva- hhaber tenido en los comienzos de la carretera, todas las ventajas que ha traido consigo. los programas de salubridad del INI ha habido ‘Los més exitosos han sido los de vacunacién més importante es el acentuado mejoramiento obtenido por en lo que toca a su posicién politica en este ambiente ral. Es evidente que uno de los mayores impactos del INI ha el de incrementar la auto-confianza de los zinacantecos y de ottos 0s indigenas al fortalecerse ellos mismos en situaciones econé- sociales y legales que invotucran también a ladinos. Estos zina- ecos estin aprendiendo ripidamente el modo de utilizar los ser- de los abogados del INI, 0 también a contratar por su cuenta ogados de San Cristébal con objeto de ponerse a tono en las legales. La formacién de un sindicato, para mejorar las con- de trabajo de los indios, especialmente de los que salen para jar en las fincas de café, ha puesto mas y mas poder politico en 0s de los indios; también ha habido un mejoramiento gradual poder de regateo de los vendedores indigenas en los mercados Cuando en 1961 el presidente Lépez Mateos visité las tierras dde Chiapas, fue notorio que pas6 s6lo un breve tiempo en San stébal, y que continué enseguida a Chamula (el mayor municipio ena) a fin de encontrarse con sus ditigentes asi como con dele- de otros municipios indigenas circunvecinos, ndo volvemos nuestra atencién al frea de Ia organizacién y teligiosa y sus respectivos componentes ideol6gicos, nos en- 10s con mucho menos cambio, en este periodo de 9 afios, como o de Ia directa presién de los ladinos. El sistema de poner res esti pasando lentamente del patrén tradicional (en el que persona hereda por la via patrilineal los dos apellidos del padre) sistema Iadino de adoptar el apellido del padre seguido por el de In madre. Las presiones para este cambio han surgido és de las escuelas y de quienes levantan el censo, los cuales en seguir el sistema ladino. El resultado de todo esto ha sido tremenda confusién para todos los interesados, ya que un cre- simero de individuos terminan por Ilamarse del mismo modo. Jo personal vacilaria en conjeturar cuéntos hombres del municipio ahora el nombre de Mariano Pérez Pérez, De acuerdo con el 9 sistema se podia, por lo menos, identificar a un Mariano Pérez de un Mariano Pérez Tzintan, cada uno de los cuales tenfa ido espafiol y el indigena de su padre. ‘Por lo que toca a la iglesia catélica local se ha hecho un creciente mpefio por convertir.a los zinacantecos en mejores catélicos. No Cambio en las sierras altas de Chiapas 213 cil para ellos; les basta con aprender el espafiol, cambiar su ‘conseguir algin empleo y desaparecen en breve plazo ladino. Desde luego se puede argiiir que este tipo de tiene el efecto de eliminar a individuos que han Iegado re desviantes, dejando en el lugar a un cuerpo de zina- es para seguir llevando los modos de Ja cultura o de cambio potencial en Zinacantan, resultan més inte- astutos intermediarios que se ganan la vida, tales como maiz de los productores zinacantecos revendiéndolo jo de San Cristobal. Estos intermediarios continiian cul- fz pot si mismos y usin su indumentaria zinacanteca, ya este modo ostentan los simbolos de pertenecer a Zinacantan, asi estos lazos fundamentales con la cultura zinacanteca, el respeto de sus compafieros, mantener cortiente 0 de granos para sus operaciones y, al mismo tiempo, relativamente altas. Los intermediarios estin aumen- fe tanto en némero como en tipos de actividad y me- rior y mas intima observacién, ‘consecuencia indirecta de Ia modernizacién, que es atin la ppotente en los procesos de cambio, es de mencionarse el nto demogritico que ha surgido como consecuencia de nde la medicina moderna. La poblacién zinacanteca esti © a raz6n de un promedio minimo de 1.2, y Cancian hace es de 9,200 habitantes para 1970, hasta 11,200 habitantes 0. Pero aunque la poblacién esti creciendo rapidamente, de posiciones, en el prestigioso sistema de cargos religiosos, ando a un ritmo muy lento, Cancian, en su cuidadoso ‘esta creciente discrepancia, revela que a) si todos los nes participaran en el sistema de cargos y éste se man- promedio de edad al alcanzar el primer cargo seri de para 1980; 0 b) si una parte de los hombres hubiesen cido, solamente el 52.7% de los elegibles podtian servir ‘en 1980." Esti por demas decir que algo més o menos habra de ocurrir al cambiar este aspecto clave de la estruc- municipio. Sobre ésto habré de volver a examinar sus lidades en una seccién posterior. 1965. 1963 Cambio en las sierras altas de Chiapas 215 fue afiadida poco después. Al principio la miésica se com- solamente de arpa y guitarra; después, en 1910, se afiadi el En tiempos pasados slo dos mayordomos reyes estuvieron a car- de la ceremonia, pero en 1938 se afiadieron otros dos mesoneros este ritual. La cuenta ritual de los collares hecha cada semana fue instituida en 1944, Hacia 1960 habla dos collares y a partir de los dos atios se ha venido afadiendo cada afio otro collar de mo- como parte del complejo ritual correspondiente. Asi es que, lo comenzé como un cuerpo de simples actos habituales para’ un olo santo, se ha Ilegado a convertir en un culto complejo y hay in- iones de estarse volviendo mis elaborado cada afio. UNAS PREDICCIONES PARA 1984 Antes de exponer aqui algunas predicciones sobre el Zinacantan 1984, me gustaria especular un poco sobre el futuro de Ja ciudad lina de San Cristébal Las Casas. Tomando en cuenta las vatias pre- ws de modernizacién que estin actuando en el sureste de México, iparia que habra de pasar por cierto mimero de transformacio- Las calles serin més amplias y pavimentadas; habran menos pequefias y més grandes almacenes que se ocupen de vender igual a indios y ladinos; se incrementar en alto grado el trifico istico que pasa por la ciudad, al través de Ia carretera panameri- rumbo a Guatemala; los ladinos poseerin mas automéviles y que carezcan de ellos se procurarin motocicletas. Pero por sobre odo se tendré que las Iincas de fuerza eléctrica procedentes de Mal- o (presa que esti siendo terminada en la parte baja del rio Gri- Iva) Ilegarin al valle de San Cristobal y, entonces, se podrin esta- fabricas de cerveza, de mucbles, de telas, en las que se tendrin mo administradores y supervisores a ladinos y como obreros actua- los indios. ‘Mis predicciones para Zinacantan se pueden resumir mejor en una ie de puntos respecto a todo el municipio: 1) La poblacién sobrepasaré a los 12,000 habitantes. 2) Los zinacantecos seguirin viviendo dentro del municipio de zerdo con el mismo patrén de asentamiento basico que existla en 65, es decit con un centro ceremonial y parajes desperdigados por ior, con la excepcién de que, por razones que trataré més ade- Jos parajes localizados sobre caminos para vehiculos motorizados fn en poblacién a expensas de los parajes més distantes. Cambio en las tierras altas de Chiapas 217 sistema de apellido habra cambiado ya casi completamente combinacién de patrilinajes debilitados y el patrén ladino o, llevaré a la estructura social hacia un sistema bilateral. Habré un sacerdote catdlico residente en Zinacantan y los ‘aqui tendrin mayor conocimiento del catolicismo ortodoxo. “EL sistema cosmoldgico tradicional con sus ceremonias para es ancestrales, al dios de la tierra, etc. la creencia en el cb’ulel continuara siendo una parte vital de 1a cultura. ) El sistema de cargos religiosos seguiré existiendo como ins- clave, aunque habré evolucionado ya en uno de estos dos ‘el némero de posiciones de cargo en ese sistema alcanzaré 0 considerable, ya sea mediante el establecimiento de nue- os en el centro ceremonial o por jerarquias distintas des- ‘en los parajes que tengan sus propios santos y capillas ‘0 b) las posiciones de cargo sern desemperiadas por una élite fen tanto que otros gozarin del prestigio ritual al. conver- os patrones de envidia institucionalizada que conducen @ de hechiceria, seguirin existiendo aunque la incidencia de de hombres a causa de hechiceria decreceré bajo Ja influen- legal de orden ladino. | sistema de compadrazgo continuari siendo importante, ‘nuevas formas, tales como la bisqueda més frecuente ‘entre ladinos importantes (comerciantes, administrado- etc.) yNES DE ESTAS TENDENCIAS Y PREDICCIONES ho de lo observado y predicho, no hay nada de sorpresa ‘a secuencia de eventos tanto en lo que toca a las tenden- como en sus proyecciones para el futuro, pueden ser ss en muchas partes del mundo donde pueblos esencialmente siendo integrados a Ja vida contemporinea. Sin embar- "puntos que merecen comentatio especial y que tienen ‘para nuestro modo de pensar relativo al cambio sil y coer notarse que Ja caractetizaciin de Redfield del proceso - Se rerth ess cr coarser ven co ar cas 1941. Cambio en las tierras altas de Chiapas 219 n ahora, sin gastar més que una hora mis o menos de viaje cada 'A medida que las posibilidades aumenten, los medios de trans- ee podsian pasar al Wo de biciclets, luego al de morociclets, y Ps ate al tipo de autos pequefios como el Volkswagen y otros raat pita ees aaa eee ten coe See ae ee a como aspecto clave de la cultura zinacanteca. Hago esta predic- debido a que, aunque la medicina moderna, sanidad, dotacién de ua, etc, serdn ayuda inevitable para los problemas de enfermedad, "que un marcado énfasis sobre el catolicismo ortodoxo comenzara a cupar un papel mayor en el sistema de creencias, no puede preverse politi 0s, y sacerdotes catélicos, puedan Ilegar a manejar adecuadamente Hos 18 afos gue faltan los problemas de catdcter psicoomantico pproveer a los zinacantecos con un sentido completo de significado valor para sus vidos, Pods conjturat que os sinacanecos man ndrén la esencia de su sistema religioso tradicional, aunque en for- aleerada, durante algunas generacione, Mientras mi colegs Prank % predice que el aumento de poblacién y el incremento de tes econémicos Ilegarin a destruir la importancia del sistema cargos y la institucién social al través de la cual se integra la co- unidad zinacanteca, por mi parte predigo —por lo menos hasta , que los portadores de cargos estarin todavia cantando, bai- ndo y bebiendo en honor de los dioses en el centro ceremonial y Tos shamanes seguirin consagrando casas, efectuando ceremonias n los ojos de agua y en la milpa, y encabezando peregrinaciones de hhacia los altares de las montafias, con objeto de ofrecer cios de velas blancas y gallinas negras a los antiguos dioses an- estrales. Por el momento ya existe cierto mimero de zinacantecos que Be cat icles og care ec Enlai oe eee OE ‘el largo plazo que tenemos para nuestro proyecto nos permitira ver esta confianea implica en Ia cootnuidad colar es, como sospe dora, Casas ar AU SaIgE pen 7, Maa D. 298-312. (Los Zinacantecos) ALFONSO “Teeltal”. Handbook of Middle American Indians. In Press. ON Z. “Some aspects of Zinacantan settlement patterns and ceremonial orgi- nization”, Estudios de cultura Maya, 1:131-145. “Ancient maya concepts in contemporary Zinacantan religion”, VI Con- sg7és International des Sciences Antbropologiques os Bibnologiques, 497-502, Paris. "Some implications of Zinacantan social structure for the stady of the ancient Maya", Actes 7 Memorias del XXXV Congreso Internacional de Americanistas, 1:307-319, México. “Ceremonial Organization in’ Zinacantan”, Esbnology, 4:39-52. “Types of Latin American peasantry: ican Amtbropologiss, 31:452.471. "Aspects of group elations in a complex sociery", American Antbro- pologi, 38:6, 1065-1078 Sons of the Shaking Earth, University of Chicago Press. SUMMARY article proposes 10 describe the neture of the Indian municipalities of ‘mention some of the changes shat Lave been observed in the last nine complete and definitive ethnography of the ‘of 8,000, as well as 40 gather comparative material om 0000 inbabiens and on Hien, with 7.000, and finaly, 0 of the moit outstanding institutions of San Cristdbal, with 25, lee ing Tee ofa ao ele

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