Está en la página 1de 24
América Indigena INSTITUTO INDIGENISTA INTERAMERICANO MEXICO - PRIMER TRIMESTRE 1967 - XXVII, 1 Yor, x01, NO, 1 SUMARIO ALLAN R. HOLMBERG ALFONSO VILLA ROJAS Davo E, W. HOLDEN ARTHUR J. RUBEL ALICIA IWANSKA, “MANNING NASH W. J. FoLaN Mario C. VAzquez ‘Mania JOLIA POURCHET GeRMAN SoMOLINOS DeMeTRIo Soot M. BERR. TETss DEMETRIO opr M. AMERICA _IN DIGENA INDIOENISTA_INTERAMERICANO >Mixico, ENERO 1967 ARTICULOS ‘Algunas relaciones entre a privacién psico- Légica y el cambio cultural en los Andes ‘Los lacandones: su origen, costumbres y pro- blemas vitales ‘The structure of leadership and its charac- teristics in a Costa Rican community Fi susto en Hispanoamérica ‘Mazahua purgatory: symbol of permanent hope ‘Cambio sin diseo en las comunidades alte- fas de Centro América Don —and dofaship terminology in Meti- da, Yucatan, Mexico INFORMACION Allan Richard Holmberg 1909-1966 Novo censo dos indigenas brasileiros (Con- selho Nacional de Protecio aos Indios) RESENAS Manual de Antropologia Fisica, por Juan Comas EI antropSgeno de Siberia y el hombre ame- ticano, por Ricerda Ferré D’Amaré ‘The Evolution of Urban Society. Early Me- sopocamia and Mexico, by Robert Mec. 25 33 70 on 101 ug BI 135 2B? 138 140 El susto en Hispanoamérica* por Arthur J. Rubel Este articulo exploratorio tiende a establecer hasta qué punto una enfermedad popular es susceptible de estudios epidemioldgicos al igual que otras enfermedades. En este trabajo se parte del supuesto de que, ‘en general, los fenémenos de 1a enfermedad popular pueden ser some- tidos a investigaciones de este tipo, si se tienen en cuenta los problemas ‘metodolégicos concomitantes. A la presentacién de algunos de estos problemas generales, seguiri un examen de la enfermedad popular hispanoamericana, aque me tefiero con el término susto.* 2 Bate trabajo fue realizado en el propio ambiente, entre los chinantecos de San Lucas Ojitlin en 1950 y en lor municipios totziles de San Bartolomé de los Llanos, San Andrés Lazrdinzal y Santa Catarina Paotelhé en 1957 y 1961. Eatee 1957 y 1959 me dediqué a un estudio de salubridad y vida social entre norte- americanos de descendencia mexicana en el sur de Texas. El tabajo cate los tzouiles fue auspiciado por el Proyecto Hombre en la Naturaleza (Man-in-Nature Project) de la Universidad de Chicago; en Texas, por la Fundacién Hogs paca Salud Mental, y en Laredo pot la Division de Salud de Migrantes del Servicio de Salad Pibiica de Ios Estudos Unidos. A todas estas organizaciones testimonio ‘mi agradecimiento, Uoa versign preliminar de exte uabujo fue presetada en la feunién de le Sociedad para la Antopologia Aplicada (Society for Applied ‘Anthropology), efecruada en Pitsbursh en 1960, y uaa breve versién aparecié en Reieach Previews, 8:13-19 (Chapel Hill, 1961). Deseo expresar mi gratitud RN. Adams, Harriet Kupferer, Duane Mewget, Ralph Patrick, y Richard Simpson por aus erties que he considerdo. Las falas, son responsabilidad tnica- ‘mente del autor. El Fondo para Investigacién (Research Fund) de la Universidad de Carolina del Norte, en Greensboro, contribuyé en Ja preparacién del manus- erito por lo que estoy muy agradecid. * La versa en inglés, “The epidemiology ofa folk illness: Suso in Hispanic- ‘Ameria’, sparecié en. Ethnology, Wl: 268-283, 1964. Esta versiin en espail, lara ioteligente, se debe « la labor de la sefiora Carmen Cummings. "ARTHUR J. RUBEL, acrteamericano. Doctor en Antropologia por la Universidad de North Carolina. Actualmente es Profesor Asociado de la Universided de Notre Dame y colaborador del Seminario de Cultura Maya de la Universidad Nacional ‘Avténoma de México. Ha efectuado estdios sobre los chinantecos, mijes y cociles América Indigena.—Vol. XVII, no. 1, enero 1967. 70 América Indigena PROBLEMAS METODOLOGICOS Un trabajo que tiene por objeto la descripcién, distribucién y etiologia de la enfermedad popular, confronta varios problemas meto- dolégicos. Dar una definicién aceptable de la enfermedad no es de los ‘menos importantes. En estas paginas, enfermedad se refiere al sindro- ‘me que los miembros de un grupo en particular alegan sufrir, y para el cual su cultura proporciona etiologia, diagnéstico, medidas preven- tivas y métodos curativos. Aplico el vocablo popular a aquella enfer- medad que no es de comprensién ni competencia de la medicina occi- dental ortodoxa. Aunque algo inconveniente, esta definicién tiene el valor de resumir los sintomas aparentemente extrafios que se informan cen la literatura antropoldgica, médica y psiquidtrica de muchas regio- nes del mundo. Otro problema de importancia es que, al analizar sistematicamente la medicina popular, a los epidemidlogos y a los médicos dedicados a la jinvestigacién se les hace dificil convenir con la gente en que se trata de un real problema de salud, Ademés, tienden a estar en desacuerdo ‘con sus pacientes hasta en las més fundamentales premisas de la medicina. Ambos grupos perciben la misma condicién desde premisas fundamentalmente distintas. El hecho de que el profesional en salud tenga que obtener la historia médica y las descripciones del padeci- miento de gente que mantiene puntos de vista opuestos al suyo com- plica el problema. En afios recientes, los antropélogos han aclarado la légica en que Ja gente se basa para interpretar la enfermedad, su diagnéstico y cu- racién, como en el trabajo de Frake (1961)entre los subanun, de ‘Metzger y Williams (1963) sobre los tzeltales, y de Rubel (1960) entre los norteamericanos de origen mexicano. Estos son pasos de adelanto, pero no nos sefialan cuéles componentes de la poblacién de hecho enferman, bajo qué circunstancias ocurre la afeccién, ni qué curso toma cuando se manifiesta. En la actual etapa de investigaci6n de la enfermedad popular, slo nos es posible sefialar con algin grado de seguridad que cierto sindrome parece estat limitado a particu- Tares grupos culturales 0 lingiiisticos; por ejemplo: algonquines, es- ‘quimales 0 norteamericanos de origen mexicano, y no se manifiesta en otros. Es decir, si la investigacién de Ia enfermedad popular se del sureste de México, asi como sobre los descendientes de mexicanos en los Es. tados Unidos. Entre sus publicaciones destacan: Across the Tracks. Mexican-Ameri- cans in a Texas City, Concepts of Disease in Mexican-American Culture y Two Teotsil Tales from Sen Bartolome de los Llanos (Venustiano Carranzs). Chiapas. EL susto en Hispanoamérica n dividiera en dos reas de estudio complementatias —la enfermedad como complejo cultural y la epidemiologia de la enfermedad—, en mi concepto, la primera de ellas representaria la actual etapa de cono- cimiento. En monografias, articulos y notas més informales sobre culturas exéticas abundan las referencias a nociones aparentemente extrafias sobre enfermedades. A veces estas descripciones discuten el aspecto folklérico, pero frecuentemente no entran en detalles. A menudo estos informes despiertan el interés del lector al ofrecerle algunos casos clinicos de la medicina de ciertas culturas, pero slo en contadas oca- siones describen detalladamente la historia médica de un enfermo, su reaccién al declarissele Ja afeccién y observaciones directas del curso del padecimiento. Més raro todavia es que el lector encuentre un ex- tenso nimero de casos recopilados de documentacién escrita o de observaciones en el propio ambi Ta extensa coleccién de material bibliogrifico, a base de Ia cual Parker (1960) y Teicher (1960) discuten Ia enfermedad popular conocida como wiitigo, es en extremo valiosa. La escrupulosa atencién pprestada por estos estudiosos a las complejidades de una enfermedad popular apunta hacia algunos de los problemas mis urgentes con- frontados por los investigadores que utilizan facilidades bibliotecarias para derivar inferencias epidemiol6gicas sobre causalidad. Por ejemplo, en el caso del wiitigo el material proviene de observadores tan diversos como antropélogos, exploradores, misioneros, cazadores, indigenas. ‘Ademis, tanto en este como en otros casos, 1os informes descriptivos ‘comprenden un periodo de afios y hasta siglos y definen la poblacién s6lo en términos muy generales. Sin parimetros cronolégicos, sociales, © culturales precisos, es arriesgado tratar de inferir porcentajes de prevalencia o incidencia de una enfermedad popular, mucho menos las relaciones entre estos porcentajes y variables demogrificas tales como edad, sexo, 0 estado civil. Sin embargo, esperamos que precisa: ‘mente estas inferencias y asociaciones nos ayuden a entender 1a natu- raleza de la enfermedad. El investigador metddico que busca casos de enfermedad popular dentro de un lugar y tiempo precisamente delimitados, tiene el pro- blema de definit de antemano lo que busca. Muchas veces, aunque los sintomas de presuntos enfermos permanezcan constantes de lugar en ugar, los nombres con que se identifica la afeccién varian considera- blemente. Para propésitos heuristicos y pricticos en Ja actual etapa del estudio de la enfermedad popular, sugiero que cuando varios sin- tomas aparezcan juntos, regularmente en una poblacién specifica, y Jos miembros de esa poblacién respondan con patrones similares de

También podría gustarte