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El 

Alzamiento de Pascua (en inglés: Easter Rebellion o Easter Rising; en irlandés: Éirí


Amach na Cásca) fue una rebelión que tuvo lugar en Irlanda contra la autoridad del Reino
Unido, que estalló el lunes de Pascua de abril de 1916. La rebelión constituyó el más
conocido intento de tomar el control del país por parte de los independentistas y
republicanos irlandeses para lograr la independencia del Reino Unido.

Este intento revolucionario republicano se produjo entre el 24 y el 29 de abril de 1916,


cuando parte de los Voluntarios Irlandeses (brazo armado de la Hermandad Republicana
Irlandesa o IRB) encabezados por el maestro y abogado Patrick Pearse, así como el
reducido Ejército Ciudadano Irlandés del líder sindicalista e izquierdista James
Connolly, tomaron posiciones clave de la ciudad de Dublín y proclamaron la República
Irlandesa. El acontecimiento suele interpretarse como el momento clave del proceso de
independencia irlandés, aunque también marcó la división entre el republicanismo y el
nacionalismo irlandés, que hasta el momento había aceptado la promesa de una autonomía
limitada bajo la Corona británica, plasmada en la tercera Ley de Gobierno Autónomo que
había sido aprobada en 1914 y suspendida debido al estallido de la Primera Guerra
Mundial. La rebelión fue reprimida después de seis días de enfrentamientos, aunque se la
considera exitosa por conseguir elevar al primer plano la cuestión de la independencia
de Irlanda, que años más tarde se materializaría en realidad.

Si bien el Alzamiento de Pascua fue puesto en práctica fundamentalmente por los Voluntarios Irlandeses, la planificación corrió a
cargo de la IRB. Poco después del estallido de la Primera Guerra Mundial, el 4 de agosto de 1914, el Consejo Supremo de la
IRB se reunió y, bajo la premisa que dice que «los apuros de Inglaterra son las oportunidades de Irlanda», se decidió pasar a la
acción poco antes del final de la guerra. Con este fin, el tesorero de la IRB, Tom Clarke, formó un Comité Militar que habría de
planificar el alzamiento, formado en un principio por Pearse, Éamonn Ceannt y Joseph Plunkett, y al que se incorporarían algo
más tarde el propio Clarke y Sean McDermott. Todos excepto Clarke eran miembros tanto de la IRB como de los Voluntarios
Irlandeses. Desde su fundación en 1913 se habían infiltrado en secreto en la organización de los Voluntarios, promoviendo
desde su interior la ascensión de miembros de la IRB al rango de oficiales, con lo que hacia los días del Alzamiento buena parte
de los altos cargos de los Voluntarios eran activos republicanos a favor de la lucha armada. Una excepción notable fue la del
fundador Eoin MacNeill, que estaba decidido a utilizar a los Voluntarios como moneda de cambio con Londres tras la contienda
mundial, y que se opuso a cualquier rebelión que no tuviese garantías de éxito. A pesar de todo, la IRB esperaba ganárselo o
bien ignorar sus órdenes. No consiguieron ejecutar su plan en ninguno de los dos casos. El plan encontró la primera traba
importante cuando James Connolly, líder del Ejército Ciudadano Irlandés (ICA), un grupo armado de tendencias socialistas, que
ignoraban por completo los planes de la IRB, amenazaron con iniciar una rebelión por su cuenta si otros partidos se negaban a
pasar a la acción. Puesto que el ICA apenas tenía 200 integrantes, cualquier acción en la que se embarcasen resultaría un
fracaso, y arruinaría las posibilidades de éxito del alzamiento de los nacionalistas. Así, los líderes de la IRB se reunieron con
Connolly y le persuadieron de unirse a ellos. Acordaron actuar conjuntamente la siguiente Semana Santa.

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