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MEDITACIONES
METAFISICAS
Y OTROS TEXTOS
E. LÓPEZ Y M. G RA ÑA
EDITORIAL GREDOS
MEDITACIONES METAFÍSICAS EN LAS QUE SE
DEMUESTRA LA EXISTENCIA DE DIOS Y LA
DISTINCIÓN ENTRE EL ALMA Y EL CUERPO 2
P r im e r a M e d it a c ió n
S e g u n d a M e d it a c ió n
T e r c e r a M e d it a c ió n
3 Téngase bien presente que las ideas son como imágenes de las cosas,
y no, meramente, imágenes de las cosas. Hay ideas que no son imágenes
ni pueden serlo, como la de Dios y la de la mente, porque estas cosas
no son cuerpos, y todas las imágenes lo son de los cuerpos.
34 Meditaciones metafísicas y otros textos
Y de estas ideas unas me parecen innatas, otras adven
ticias y otras hechas por mí mismo: pues si entiendo qué
es cosa, o verdad, o pensamiento, me parece que no tengo
estas ideas a partir de otra cosa que no sea mi propia natu
raleza; pero si ahora oigo un ruido, o veo el sol, o siento
el fuego, hasta ahora he juzgado que esto procede de cier
tas cosas exteriores a mí; y finalmente las sirenas, los hipo-
grifos y cosas semejantes son fingidas por mí. Pero tam
bién puedo pensar que quizá todas son adventicias, o to
das innatas, o todas hechas: pues aún no he examinado
con claridad su verdadero origen.
Pero en cuanto a las ideas que considero como adquiri
das a partir de cosas existentes fuera de mí, debo indagar
ahora qué razón me mueve a creer que son semejantes a
esas cosas. Ciertamente, así parece que me lo enseña la
naturaleza. Y además experimento que no dependen de mi
voluntad ni, por consiguiente, de mí mismo; pues a menu
do se presentan incluso contra mi voluntad: por ejemplo,
ahora, quiera o no quiera, siento calor, y por ello juzgo
que la sensación o idea de calor me viene de una cosa dife
rente de mí, a saber, del calor del fuego junto al cual estoy
sentado. Nada más obvio que juzgar que esta cosa me en
vía su semejanza y no algo diferente.
Ahora voy a ver si estas razones son suficientemente
sólidas. Cuando digo aquí que la naturaleza me lo enseña,
entiendo esólo que cierto impulso espontáneo me lleva a
creerlo, no que alguna luz natural me muestre que es ver
dadero. Pero estas dos cosas son muy diferentes; pues to
do lo que la luz natural me muestra, como, por ejemplo,
que de mi duda se sigue que yo soy, y cosas semejantes,
no puede ser dudoso de ningún modo, porque no puede
haber ninguna otra facultad en la que yo confíe tanto co
mo en esa luz, y que pueda enseñarme que esas cosas no
Meditaciones metafísicas 35
son verdaderas; en cuanto a los impulsos naturales, tengo
advertido que me han llevado a menudo a lo peor cuando
se trataba de elegir lo bueno, y no veo por qué en otro
asunto he de confiar más en ellos.
Finalmente, aunque estas ideas no dependan de mi vo
luntad, no es por ello evidente que procedan necesariamente
de cosas exteriores a mí. Pues así como los impulsos de
que antes hablaba, aunque estén en mí, parece que difieren
de mi voluntad, así también tal vez haya en mí alguna otra
facultad, aún no conocida bien por mí, que causa esas ideas,
de la misma manera que siempre me ha parecido que se
forman en mí, mientras sueño, sin ayuda alguna de las
cosas externas. Pero aunque procedieran de cosas diferen
tes de mí, de ello no se sigue que esas ideas deban ser
semejantes a estas cosas. Es más, en muchos casos me pa
rece descubrir una gran diferencia: así, por ejemplo, en
cuentro en mí dos ideas diferentes del sol, una como ex
traída de los sentidos, y que debe der incluida entre las
que sonsidero adventicias, por la cual me parece muy pe
queño, y otra tomada de las razones de la astronomía 4,
esto es, de ciertas nociones innatas en mí, o hecha por
mí de cualquier otro modo, por la cual se me muestra va
rias veces mayor que la tierra; pero no pueden ser ambas
semejates al mismo sol que existe fuera de mí, y la razón
me convence de que precisamente aquella que parece pro
ceder directamente del sol es la que menos se le asemeja.
Todo esto demuestra que hasta ahora he creído, por
un ciego impulso y no por un juicio cierto, que existen
ciertas cosas diferentes de mí que me envían sus ideas o
C u a r t a M e d it a c ió n
De lo verdadero y de lo falso
Q u i n t a M e d it a c ió n
S e x t a M e d it a c ió n