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Coli Lopez Gonzalo / 201935177

Pediatría y Ortodoncia
HIM

¿Qué es?
La hipomineralización incisivo molar o HIM
se describe como la “hipomineralización de
origen sistémico que abarca de uno a todos
los primeros molares permanentes,
frecuentemente asociada a opacidades en
los incisivos” y se caracteriza por un defecto
cualitativo del esmalte ocasionado por la
alteración de la calcificación en los primeros
estadios de la maduración de los ameloblastos (García & Martínez, 2010; Lygidakis
et al., 2010; Jans et al., 2011). El término fue descrito como tal en el año 2001 por
Weerheijm et al., sin embargo, no fue hasta el año 2003 cuando fue aceptado como
entidad patológica en la Reunión de la Academia Europea de Odontopediatría.
Etiología ¿Quién lo produce?
Las hipoplasias se producen en la fase de aposición de la odontogénesis, dejando
una capa de esmalte patológicamente fina o hipoplásica. Durante la maduración, si
la matriz del esmalte no está degradada ni reabsorbida, produce una capa de
esmalte de grosor normal, pero patológicamente blanda.
El cuadro clínico es de origen sistémico, y se asocia con alteraciones sistémicas o
agresiones ambientales que ocurren durante los primeros años de vida.
Diversos factores agravan la patología. Entre los factores de riesgo o
predisponentes están los siguientes:
• Factores prenatales: episodios de fiebre materna, infecciones virales del último
mes de embarazo.
• Factores perinatales: prematuridad, bajo peso al nacer, partos prolongados.
• Factores posnatales en el primer año de vida: problemas respiratorios, otitis,
alteraciones del metabolismo calcio-fósforo, exposición a diaxinas debido a
lactancia materna prolongada, alteraciones gastrointestinales, uso prolongado
de medicación (amoxicilina), varicela, deficiencia de vitamina D y problemas
cardiacos.
La mayoría de los estudios de prevalencia han sido realizados en Europa.. El rango
fluctúa entre 2,4 % y 40,2 %, siendo la más alta la correspondiente a niños de Río
de Janeiro, Brasil.
Clínica e histopatología
Clínicamente, observamos opacidades asimétricas, delimitadas, de color blanco,
crema, amarillo o marrón en el esmalte pudiendo involucrar desde uno a los cuatro
molares variando su extensión y severidad, ubicándose en caras libres y cúspides
dentarias sin afectar la zona gingival. La severidad no solo varía entre los distintos
pacientes, sino también entre diferentes dientes de un mismo paciente.
La porosidad es variable según la magnitud del defecto: las opacidades amarillo-
marrón son más porosas y ocupan todo el espesor del esmalte (mayor gravedad).
Las blancas son menos porosas y se localizan en el interior del órgano del esmalte.
El esmalte hipomineralizado puede fracturarse con facilidad, debido a su fragilidad
y poco espesor, lo que puede dejar desprotegida a la dentina y favorecer el
desarrollo precoz de caries y de erosión. Los dientes afectados con esta patología
son más sensibles al frío y al calor y, por tanto, difíciles de anestesiar. Estos dientes
pueden presentar, también, una grave molestia para el niño debido a la alta
sensibilidad a los cambios térmicos, o de dolor a la técnica de cepillado o en la
aplicación de flúor.
La hipomineralización en MIH comienza en la unión dentina-esmalte y no la
superficie del esmalte. Es por ello que, en los casos de MIH leve la
hipomineralización permanece limitada al tercio interno del esmalte y los otros dos
tercios exteriores están relativamente intactos. Por el contrario, en los casos de MIH
severo, la totalidad de la capa de esmalte esta hipomineralizada.
Según Preusser existen diferentes grados de afectación:
• Grado 1: las opacidades se localizan en áreas que no suponen tensión para
el molar (zonas de no oclusión).
• Grado 2: esmalte hipomineralizado de color amarillento-marrón con
afectación de las cúspides, con pérdida leve de sustancia y sensibilidad
dental. Las opacidades suelen hallarse en el tercio incisal-oclusal.
• Grado 3: deficiencia mineral en gran escala con coloraciones amarillentas-
marrones y grandes defectos en la corona, con gran pérdida de esmalte y,
en algunos casos,
destrucción coronaria. En
estos casos se suele
producir fracturas de esmalte
poserupción e
hipersensibilidad.

Cuadro: clasificación de
Mathu-Muju
Diagnostico:
Se siguen los criterios publicados en 2003 por la Academia Europea de
Odontopediatría:
• Primer criterio. Opacidades delimitadas. Alteraciones en la translucidez del
esmalte de espesor normal, bien delimitadas, variables en grado, de superficie
lisa, pudiendo el color variar entre blanco, amarillo o marrón.
• Segundo criterio. Fracturas del esmalte poserupción.
• Tercer criterio. Restauraciones atípicas. El tamaño y la forma de las
restauraciones de uno o más primeros molares no sigue el patrón de caries de
los restantes dientes del individuo.
• Cuarto criterio. Exodoncias de primeros molares permanentes debido a HIM.
Asociada a opacidades o restauraciones atípicas en los restantes primeros
molares o incisivos. Ausencia de todos los primeros molares permanentes en
una dentición saludable, con opacidades bien delimitadas en los incisivos. No es
probable que los incisivos sean extraídos por HIM.
• Quinto criterio. Diente no erupcionado. Primer molar o incisivo permanente
para ser examinado que no está erupcionado.
Tratamiento:
1. Preventivo
Basado a partir del diagnóstico a una edad temprana, se deben brindar
recomendaciones a los padres para el manejo preventivo de la HIM se indican la
utilización de un dentífrico que contenga una concentración de fluoruro de al menos
mil partes por millón, el uso de enjuagues fluorados, crear y/o reforzar hábitos de
higiene oral, asesoramiento dietético y en caso de ser necesario disminuir la carga
bacteriana con enjuagues de clorhexidina al 0,12 %. En la consulta debemos
reforzar al huésped con la aplicación de barniz de flúor (22.600 ppm), ya que los
fluoruros tópicos pueden reducir la sensibilidad y potenciar la mineralización de las
áreas de esmalte hipomineralizadas.
Uso de agente remineralizante basado en fosfopéptido amorfo de caseinato-fosfato
de calcio (CPP-ACP) que produce una solución estable súper saturada de calcio y
fosfato, que, frente a fluctuaciones de pH, libera los minerales cuales irán a
depositarse en la superficie del esmalte reduciendo la desmineralización y
fomentando el proceso de remineralización
En cuanto al uso de selladores de fosas y fisuras, Mathu-Muju sugiriere que se debe
utilizar un pretratamiento con hipoclorito de sodio al 5% para remover las proteínas
intrínsecas del esmalte y tuvieron una gran retención cuando se utilizaron adhesivos
de quinta generación antes de colocar el sellador. Además, su uso debe realizarse
desde el inicio de la erupción utilizando cementos de vidrio ionómero que
posteriormente debido a la baja retención y adhesión se deben reemplazar por
sellantes de resina, una vez completada la erupción de los molares donde se pueda
controlar la humedad (Lygidakis et al., 2009).
2. Rehabilitador
En pacientes donde los molares están severamente dañados y presentan
discrepancia dento-alveolar negativa, se puede considerar planificar extraer los 4
primeros molares permanentes apoyandose en radiografías y el ortodoncista.

Existen dos formas de abordaje:


• Remover todo el esmalte afectado hasta alcanzar el límite con esmalte sano
• Eliminar sólo el esmalte poroso lo cual es menos invasivo, pero puede significar que
el esmalte defectuoso continúe desprendiéndose en pequeños fragmentos posterior
a la restauración
En cuanto a materiales:
• Composite; restaurar una o más superficies
• Resina compuesta proporciona estabilidad a más largo plazo 5,2 años
• Cementos de vidrio ionómero solo deben ser utilizado en el tratamiento intermedio
como material provisorio
• Coronas preformadas de acero inoxidable están indicadas en el tratamiento de
molares con defectos de estructuras. Solución permanente cuando existen 2 o mas
superficies dentales dañadas y con una alta tasa de éxito en el tiempo, elimina
hipersensibilidad y previene destrucción de tejidos dentarios.
Estética en incisivos:
Las opciones terapéuticas reportadas en la literatura son micro-abrasión,
blanqueamiento; sin embargo, la literatura expone que en dientes hipomineralizados
el peróxido de hidrógeno puede producir efectos secundarios grave y la infiltración
con resina de baja viscosidad superficial o profunda en casos con MIH
Conclusiones:
El HIM es una patología sistémica asociada a factores sistémicos o agresiones
ambientales en los primeros 3 años de vida que afectan a os ameloblastos y que
dan como resultado un esmalte con hipomineralización.
Está asociada a una mayor prevalencia de caries, así como a una mayor prevalencia
de tratamientos o sobretratamientos dentales.
En cuanto al tx lo mas importante es la prevención a partir de un buen diagnóstico
siguiendo los criterios ya mencionados, por otro lado el tratamiento restaurador es
un gran desafío profesional pues sumado a la complejidad anestésica, se debe
definir los límites entre esmalte sano e hipomineralizado y a su vez determinar; en
base a la técnica, longevidad, costo, tasa de éxito y sobrevida, el material a utilizar.
Referencias:
• Alfaro Alfaro Ascensión, Castejón Navas Isabel, Magán Sánchez Rafael, Alfaro Alfaro M.ª Jesús.
Síndrome de hipomineralización incisivo-molar. Rev Pediatr Aten Primaria [Internet]. 2018 Jun
[citado 2023 Feb 16] ; 20( 78 ): 183-188. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322018000200012&lng=es.
• Alvarez Ochoa Daniela, Robles Contreras Isabel, Díaz Meléndez Jaime, Sandoval Vidal Paulo.
Peripheral Odontogenic Fibroma: Case Report. Int. J. Odontostomat. [Internet]. 2017 Sep
[citado 2023 Feb 16] ; 11( 3 ): 247-251. Disponible en:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
381X2017000300247&lng=es. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-381X2017000300247.

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