Está en la página 1de 3

RESUMEN

CONTRATOS PARTE GENERAL


UNIDAD 5

Principios generales y ubicación de la capacidad en la teoría general del contrato.


Presupuesto de validez o elemento esencial.
Como el contrato constituye una especie particular de acto jurídico (art. 957),
presupone en quienes concurren a formarlo la presencia de este elemento como
condición necesaria.
La capacidad no constituye un elemento esencial del contrato, sino que se la considera
como un presupuesto de validez del consentimiento. Ello es así debido a que la
capacidad tiene inmediata vinculación con la parte o contratante, es decir, que se
encuentra directamente relacionada con la persona del agente y hace que la aptitud
subjetiva esté fuera del contrato, pero ligada a él, cumpliendo una función
integradora, por un nexo de subordinación jurídica.
Los presupuestos son aquellos requisitos que, influyendo en el contrato, son
extrínsecos y anteriores a él.
Régimen de capacidad en el CCC: capacidad de derecho y capacidad de ejercicio.
Incapacidades de derecho y personas incapaces de ejercicio.
El concepto de capacidad puede caracterizarse como el grado de aptitud de la persona
para ser titular de derechos y deberes jurídicos y para el ejercicio de las facultades que
emanan de esos derechos o el cumplimiento de las obligaciones que implican los
mencionados deberes.
El CCC distingue entre:
 Capacidad de derecho: implica la aptitud que toda persona posee para ser
titular de derechos y deberes jurídicos (art. 22)’
 Capacidad de ejercicio: importa la facultad de poder ejecutar, el propio sujeto,
esos derechos y deberes jurídicos de los cuales es titular (art. 23).
La capacidad de derecho la tienen todos, y sus limitaciones deben estar expresamente
previstas en la ley. Tales limitaciones son llamadas incapacidades de derecho. Estas
serán siempre relativas, dado que no es posible que una persona adolezca de una
incapacidad de derecho absoluta, pues equivaldría a una muerte civil.
En cuanto a la capacidad de ejercicio, puede sufrir limitaciones y, en ese caso, podrán
estar expresamente previstas en el CCC (art. 24) o surgir de una sentencia judicial (arts.
38 y 49).
ARTICULO 24.- Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio:
a) la persona por nacer; (ejercen sus derechos a través de sus representantes
legales, art. 101)
b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el
alcance dispuesto en la Sección 2ª de este Capítulo; (se encuentran sujetas a la
representación legal de sus padres o tutor que se les nombre, sin perjuicio de
que, según pautas de edad y grado de madurez, el CCC admita la realización de
actos por sí mismos a través de un régimen de asistencia. El CCC diferencia a
quienes tienen entre 13 a 18 años, a quienes denomina adolescentes y tienen

1
discernimiento para los actos voluntarios lícitos, mientras que respecto de los
actos voluntarios ilícitos, el discernimiento se adquiere a los 10 años.)
c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta
en esa decisión (ejercerán derechos a través de sus representantes legales bajo
el régimen de la curatela).
Las personas con capacidad restringida e inhabilitadas ejercerán su capacidad con un
sistema de apoyos para la toma de decisiones, según los alcances establecidos en la
sentencia.
El o los apoyos designados deben promover la autonomía y favorecer las decisiones
que respondan a las preferencias de la persona protegida.
En caso de que exista imposibilidad absoluta de manifestación de la voluntad, o bien
de que el sistema de apoyos resulte ineficaz, el juez declarará la incapacidad de la
persona y le designará un curador que actuará como su representante (art. 101, inc. c).
El CCC contempla en el art. 45 y ss., la posibilidad de la inhabilitación: “Pueden ser
inhabilitados quienes por la prodigalidad en la gestión de sus bienes expongan a su
cónyuge, conviviente o a sus hijos menores de edad o con discapacidad a la pérdida del
patrimonio. A estos fines, se considera persona con discapacidad, a toda persona que
padece una alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que en
relación a su edad y medio social implica desventajas considerables para su integración
familiar, social, educacional o laboral. La acción sólo corresponde al cónyuge,
conviviente y a los ascendientes y descendientes.”
La sentencia de inhabilitación implica una restricción a la capacidad jurídica de la
persona, quien ya no podrá ejercer por sí misma determinados actos.
Efectos de la nulidad del contrato celebrado por una persona incapaz o con
capacidad restringida.
El CCC estipula, en su art. 44, que: “Son nulos los actos de la persona incapaz y con
capacidad restringida que contrarían lo dispuesto en la sentencia realizados con
posterioridad a su inscripción en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las
Personas”. Es decir que, desde que se encuentra inscripta la sentencia que restringe la
capacidad de ejercicio o declara la incapacidad, son nulos los actos jurídicos celebrados
con posterioridad a ella por la persona incapaz o con capacidad restringida y que
contrariasen lo dispuesto en dicha sentencia.
Respecto de los actos anteriores a la inscripción, el art. 45 establece que éstos “…
pueden ser declarados nulos, si perjudican a la persona incapaz o con capacidad
restringida, y se cumple alguno de los siguientes extremos:
a) la enfermedad mental era ostensible a la época de la celebración del acto;
b) quien contrató con él era de mala fe;
c) el acto es a título gratuito.”
El art. 1000 estipula: “Declarada la nulidad del contrato celebrado por la persona
incapaz o con capacidad restringida, la parte capaz no tiene derecho para exigir la
restitución o el reembolso de lo que ha pagado o gastado, excepto si el contrato
enriqueció a la parte incapaz o con capacidad restringida y en cuanto se haya
enriquecido” en los términos y bajo las condiciones del enriquecimiento sin causa.
Inhabilidades para contratar. Supuestos especiales de inhabilidad.

2
El art. 1001 establece: “No pueden contratar, en interés propio o ajeno, según sea el
caso, los que están impedidos para hacerlo conforme a disposiciones especiales. Los
contratos cuya celebración está prohibida a determinados sujetos tampoco pueden ser
otorgados por interpósita persona.”
Este concepto genérico se especifica en distintos supuestos regulados en el CCC,
concretamente:
a) los casos previstos en el art. 1002; No pueden contratar en interés propio:
 los funcionarios públicos, respecto de bienes de cuya administración o
enajenación están o han estado encargados;
 los jueces, funcionarios y auxiliares de la justicia, los árbitros y
mediadores, y sus auxiliares, respecto de bienes relacionados con
procesos en los que intervienen o han intervenido;
 los abogados y procuradores, respecto de bienes litigiosos en procesos
en los que intervienen o han intervenido;
 los cónyuges, bajo el régimen de comunidad, entre sí.
 Los albaceas que no son herederos no pueden celebrar contrato de
compraventa sobre los bienes de las testamentarias que estén a su
cargo.
b) la prohibición, respecto del consignatario, de comprar o vender para sí las
cosas comprendidas en la consignación (art. 1341);
c) la prohibición, para el corredor, de adquirir por sí o por interpósita persona,
efectos cuya negociación le ha sido encargada, o tener cualquier clase de
participación o interés en la negociación o bienes comprendidos en ella (art.
1348);
d) la prohibición de celebrar contrato de comodato los tutores, curadores o
apoyos, respecto de los bienes de las personas incapaces o con capacidad
restringida, bajo su representación, o bien, los administradores de bienes
ajenos, públicos o privados, respecto de los confiados a su gestión (art. 1535);
e) la prohibición, para el fiduciario, de adquirir para sí los bienes fideicomitidos
(art. 1676).

También podría gustarte