Está en la página 1de 268

T el P ueblo se P u so de P ie 3 *

Chilapa, Arcelia y otras poblaciones, pudiéndose calcular conser­


vadoramente en más de un centenar de miles el número de perso­
nas que salió a la calle a combatir con su protesta al régimen
y la persona de Raúl Caballero Aburto, lo que totaliza a más
de medio millón de personas, si se considera que cada jefe de
familia representa a cuatro personas más, lo cual represenia, a
su vez, más de la mitad de la población del estado.
Como consecuencia de tales manifestaciones y actos de pro­
testa, los periódicos y revistas capitalinos, los del estado y los de
toda la República, mantuvieron informados a sus lectores sobre
el problema guerrerense durante varias semanas, solidarizándose
completamente con la causa del pueblo de Guerrero, y puede
calcularse que dicha publicidad sólo podría haberse pagado con
varios millones de pesos.
Un grupo de ciudadanos guerrerenses residentes en esta capi-
rv tal, solidarizándose con el pueblo de nuestro estado, se constituyó
' ,) en vocero de las inquietudes y propósitos del movimiento contra
^ Caballero Aburto y se hizo presente personalmente en las cámaras
\
de diputados y de senadores y al través de diversos escritos y
documentos, denunciando la caótica situación guerrerense y pi­
\
diendo la intervención de las mismas para consignar al gobernan­
te del estado.
Por desventura, el problema guerrerense rebotó de una a otra
cámara legislativa en diversas ocasiones, sin encontrar eco en
dichas instituciones, ya que el Poder Legislativo mexicano,.-0^
declaró insolvente para afrontar el movimiento de la ciudacLiccií
del Estado de Guerrero. J¡
Precisamente, a analizar el proceso del problema guerrererner
en las cámaras legisladoras se dedica una parte, y así nacier*, í
de hecho estos apuntes o ensayo de reportaje sobre el conflicto t 7
Guerrero en contra de Raúl Caballero Aburto. Los inicisi i
inclusive, en forma de diario o crónica de los a c o n t e c í ;
sin jz1 propósito de su publicación inmediata, ál fue
íportancia^ljnovim iento de ad-r
4 J o s é C. G u t i é r r e z G a l i n d o

contra Raúl Caballero Aburto ante la faz de la nación en los úl­


timos tiempos, que a sugerencia de bondadosos amigos, nos he­
mos echado a cuestas la tarea de publicar estos apuntes, añadien­
do simplemente a la crónica o diario de los principales aconte­
cimientos, algunos comentarios que juzgamos de interés en torno
al mismo problema.
Figuran también aquí algunas de las caricaturas con que la
prensa nacional zahirió constantemente a Raúl Caballero Aburto,
invitándolo a abandonar su ínsula barataría, sin que, naturalmen­
te, jamás fuera escuchada; un extracto de las principales opinio­
nes editoriales o artículos firmados y publicados en la prensa
diaria, en los cuales, como se observará, la opinión pública me­
xicana se hizo eco del clamor guerrerense contra su mal gober­
nante y los principales documentos que inspiraron o se forja­
ron durante el movimiento.
Con la esperanza de poder contribuir con este trabajo, con
nuestro pequeño grano de arena en el esclarecimiento del proble­
ma guerrerense ante la opinión pública nacional, reiteramos al
lector que no hemos pretendido hacer ni un análisis profundo y
demasiado serio de la situación del Estado de Guerrero, ni tampo­
co un ensayo literario sino, como lo hemos dicho, unos modestos
apuntes, crónica o reportaje, cuando más, de tal situación, con
el único propósito de ofrecerlo como un homenaje*-a- nuestro
indómito, batallador y siempre heroico pueblo de Guerrere, y
como un estímulo en su lucha por alcanzar la libertad y él respe-
7>'Ti'a.Ja soberanía plena del estado. ‘- - -
0

C á p ít u l o I

ANTECEDENTES HISTORICOS DEL ESTADO


DE GUERRERO

Desde el 27 de octubre de 1849 en que por decreto del enton­


ces Presidente de la República, don José Joaquín Herrera, se
formó el Estado de Guerrero, designándose como gobernador in­
terino al general don Juan A lvarez, hasta febrero de 1961 en que
estas líneas aparecen a la luz pública, la entidad suriana de refe­
rencia ha tenido numerosos gobernadores y, en lo general, la
participación de casi todos ellos en la vida pública del estado ha
sido marcada por el sello de la intranquilidad, cuando no de la
violencia, habiendo sido muy pocos, en realidad, los que termi­
naron el período para el que fueron electos o designados.
Destacan, por diversos motivos, el propio general don Juan ^
Alvares'a* cuyas gestiones se debió en verdad el establecimientarf
de la nueva entidad federativa, integrándose con los distritos d^;
Aca'piilco, Chilapa y Taxco, pertenecientes al Estado de Méxicqf
Tlapa al de Puebla y la municipalidad de Coyuca de Catalán a7
de Michoacán; y quien, amén de haber sido fundador y el primer
gobernante del estado, sentó ejemplar conducta al retirarse í
la vida privada, cuando lo juzgó conveniente a su Hacienda de 7
Providencia, cual nuevo y auténtico Cincinato criollo, sin '
esto le impidiera, llegado el caso, como cuando la inferí ^
francésa, vólvej| a empuñar las armas llamando al pue
la Ifatria.
6 J osé C G u t i é r r e z G a l in d o

Don Diego Alvarez y el general don Vicente Jiménez, por su


parte, llenan un período de luchas intestinas en nuestro estado,
y encarnan con ellas el encono y la violencia — el canibalismo
político del guerrerense al que después hemos de referirnos— con
que se han destrozado recíprocamente nuestros principales
hombres. Antes que ellos, en efecto, don Nicolás Bravo y don Vi­
cente Guerrero, habrían de polarizar cada uno por su lado a dos
de los grupos tradicionalmente enemigos a lo largo de la historia
de México — yorquinos y escoceses— y, por fin, en la etapa de la
Revolución armada de 1910 y fechas posteriores, la lucha enta­
blada de unos contra otros habría de tomar tales caracteres de
violencia que frecuentemente hubo a un mismo tiempo dos fun­
cionarios para el mismo cargo — el de gobernador del estado—
hasta llegar al momento contemporáneo en que nuestros hombres
públicos de hoy han recibido esa herencia negativa, sin que haya­
mos logrado extirparla totalmente de nuestra vida, cosa que debe
constituir, principalmente para las generaciones jóvenes y del
porvenir, una meta impostergable.
También destaca el general don Francisco O. Arce, quien
fue varias veces gobernador del estado, no siendo guerrerense
y realizó, en general, un buen gobierno para su época, estable­
ciendo lo que después habría de ser el Colegio del Estado y otros
centros educativos, en las postrimerías del siglo pasado, hasta que
fuerza de reelegirse en el cargo fue repudiado por el pueblo,
con»ncabezando, entre otros, este repudio transformado en rebelión,
general Canuto A. Neri, quien habría de ser, también, gober-
mte del estado.
i
Una triste celebridad disfruta en la lista de gobernadores de
guerrero el señor Antonio Mercenario, quien siéndo originario
ma y habiendo sido administrador de las propiedades mi-
la esposa del dictador Porfirio Díaz en la zona de Huit-
designado también por el Congreso gobernad
" 'ra decir que tal designaciór
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 7

rrerenses liberales de la época como el periodista y doctor


don Eusebio S. Almonte y otras figuras de su tiempo.
En el período postrevolucionario, al triunfo de la causa
maderista, destacan el profesor don Francisco Figueroa, desig­
nado primer gobernador del estado por el cónclave de generales
(jue hicieron triunfar el movimiento revolucionario en el estado,
cargo que fue ratificado por don Francisco I. Madero y en el que
puso las bases para la futura administración pública de la enti­
dad, y el general y licenciado don José Inocencio Lugo, quien
también destacó por sus características de probidad y honestidad
puestas al servicio del estado.
Y an la época reciente destaca, sin duda alguna, la figura
del general Adrián Castrejón, gobernante que con el impulso a
la Reforma Agraria puso en realidad las bases para el futuro
desarrollo económico de la entidad y quien organizó a los cam­
pesinos en instituciones que habrían de servir de apoyo a lo que
después fue la Liga de Comunidades Agrarias, poniendo en
todas sus medidas gubernamentales la visión de un futuro mejor
para el estado, sin importarle las críticas y la reacción que algu­
nas de sus audaces medidas provocaban.
Posteiiormente a él se significan, por el hecho de haber lo­
grado te/minar los períodos gubernamentales para los que fu e -'
ron electo¿ — los anteriores no lo habían conseguido, con la sola
excepción del licenciado Rodolfo Neri— , el coronel e ingenierc
Gerardo. Rafael Catalán Calvo, quien gobernó para un períor'
de cuátro aíos y el general Baltasar R. Leyva Mancilla, qui
fue el priirgr gobernador electo para un período de seis y p„
terminarlo.
Párrafo Jspecial merecen los tres años de administración*
blica presidios por el gobernador Alejandro Gómez Maga
electo para v.n período de seis años y destituido el 21 de r*
de 1954, con lujo de fuerza, por el Gobierno del e
dente don Adolfo Ruiz Cortines.
$
El primer? de abril de 1957 tomó posesión r

> - o . '* '" '


8 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

gobernador constitucional de Guerrero el general Raúl Caballero


Aburto, quien si bien no era muy conocido, se pensaba de él
que podría enderezar el barco o la nave del estado por la senda
de su progreso, ya que el gobernador Darío L. Arrieta, que fue
a sustituir a Gómez Maganda, no había dejado precisamente una
estela de gloria o de prestigio.
El Estado de Guerrero, casi como un solo hombre y gracias a
la actitud de ponderación, de civismo y altura de miras patrió­
ticas de los presuntos candidatos a ocupar el mismo cargo — Do­
nato Miranda Fonseca, Rufo Figueroa y Fernando Román Lugo,
entre ellos— , se entregó, durante su campaña electoral, al candi­
dato oficial del Partido Revolucionario Institucional, general
Raúl Caballero Aburto y todo mundo creyó o esperó que podría
realizar un buen gobierno.
Lo que sigue, en los capítulos que van adelante, es el aná­
lisis del movimiento provocado por la conducta de este gober­
nante que, habiéndose iniciado bajo los mejores auspicio?, poco a
poco volvió en su contra a toda la ciudadanía guerrerensc, a nues­
tro juicio por tres errores fundamentales: el demasiado amor a
sus parientes o la debilidad de ayudarlos y servirlos ei puestos
públicos del estado; su debilidad por el dinero adquirido fácil­
mente al amparo del más alto puesto público de la entidad, y el
haber permitido que a su nombre, o a sus espaldas, Guerrero se
haya convertí d o e n la entidad donde mayores crímenes* se -^opie*
dieron, en el más breve 1a p iojen la República.
cn
i * * *
i . ^ '
jmtPero antes de concluir este breve capítulo deseanos señalar
como lo hemos dicho en el tercer párrafo de gstas líneas,
Vnos sinceramente que el canibalismo político e? una de las
7ieííicias que los guerrerenses debemos desterrar de nuestras
1 ^ulas v costumbres. Desgraciadamente, para quf ello ocurra,
- de i a trgen*e e inaplazable, que dentro de la mecánica del
• desig-ático que vivimos, la persona encarada de hacer
ira decjtrobernanie en turno de Guerrero, proceda con el
Y el P u e b l o se P uso de P ie 9

mayor sentido de responsabilidad, la más serena ecuanimidad y


no obedeciendo a ningún otro móvil que no sea el de buscar la
tranquilidad y el bienestar de los guerrerenses.
gpp» Ya basta en el estado y en el país de designaciones de dedo
hechas bajo el impulso de un acto de gratitud o de favoritismo
para el amigo en turno. El Estado de Guerrero, como lo reconoció
el Presidente Adolfo López Mateos, durante su campaña como
candidato presidencial en Iguala de la Independencia, ha dado
grandes aportaciones a la Patria, sin oue ésta al través del Go­
bierno Federal haya recompensado sus desvelos y sacrificios. No
queremos ya en Guerrero gobernantes improvisados y tan ajenos
al manejo de la cosa pública que crean o permitan creer, como el
general Raúl Caballero Aburto, que el estado es un precioso botín
para distribuírselo entre los familiares y allegados, o que, como
otro gobernante reciente cuyo nombre no viene al caso mencionar,
crean ingenuamente y así lo proclamen en forma pública, que
van a lograr en unos años la felicidad del pueblo, o que como
también otro, pretenda resolver los problemas a golpes de
boxeador.
El gobernante que Guerrero exige, como sustituto de Raúl Ca­
ballero Aburto y, en general, para todos los sexenios del porve- '
nir, ha de ser un funcionario que ante todo reúna estas dos con- , e
diciones , fundamentales, como garantía elemental de que n o t ó ­
se íiabfá de caer en los mismos errores del pasado. Ha de tener.0 ir
•una*probada experiencia en el orden, administrativo, y una mi;j, *
litanci-a, también comprobada, exitosa y efectiva, de carácte0j ^
político. Porque, repetimos, ya basta de improvisaciones o de
como de la copa de un sombrero y a manera de prestigidita* ier
se pretenda sacar de la nada a quien ha de regir los destintfere; ,
nuestro estado. .acieri
La política es y debe ser en México una carrera c^w lic t o i>
honrosa como; la que más, a la que, sin embargo, ha- inicia
se ha desprestigiado frecuentemente, pero conviene * llíeC5
lignif icaria.
1 ■ JBgf
10 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

Guerrero es un Estado cuyo pueblo es altivo y bravio, pero


también noble y generoso, y en el que vale la pena iniciar nuevos
métodos la democracia mexicana.

v .

ICi
r

\ra'

-----------
Y el P u e b l o se P uso de P ie 15

quien dejaba la Dirección de Hacienda y Economía para Hacerse


cargo de la Procuraduría de Justicia del Estado, y otros de menor
significación.
Se nos informó que al enterarse Galindo Ochoa de los tales
cambios, los cuales incluían a las mismas personas repudiadas
por el pueblo desplazándolas solamente de unos cargos para pa­
sarlas a otros, o sea, como dice la voz popular, “ la misma gata
nada más que revolcada” , no pudo contener una explosión de
sincero disgusto y él que por amistad, simpatía o compromiso
desempeñaba en esos instantes la función de encargado de prensa
del Estado de Guerrero en esta capital, le transmitió bien claro,
subrayándolo para que lo captara perfectamente, este recado al
doctor Barrera Aivar, para el general Caballero Aburto:
. r — Dícelo, pero di celo muy claro de mi parte: ¡que ha metido
ia. Tpata
'- yw *
v'S que
- no sea pendeio!
- .. ■
En esa frase elocuente, el conocido político jalisciense había
captado, de un solo tajo, todo el problema que en pocos meses se
iba a venir encima al general Caballero Aburto y, de paso, al
pueblo de Guerrero.

HISTORIA DE UN DOCUMENTO

“ Octubre 23 de 1960. La semana que acaba de pasar ha


sido indudablemente fecunda en acontecimientos políticos y sC i,
cíales que sin duda alguna van a repercutir en el futuro de nue^ '
tro Estado de Guerrero. La crisis de poder o el conflicto CjC
debajo de la superficie se venía gestando y aun realizándole f
el Presidente Municipal de Acapulco, Jorge Joseph y rv ' i:'^rna
Raúl Caballero Aburto, gobernador de la entidad, est1 mHíi
menzar la semana, cuando Joseph se vió precisado j 10?^ esfi^
de los demás ediles obligados por el gobernador,
licencia de su puesto y a solicitar el ampara"»' 1 ^ ° cr<
ral, pues dijo que su vida estaba amr^11^0’ -
16 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

mismo que la de su esposa. El simple detalle de la solicitud dé


licencia no hubiera tenido importancia si Jorge no pide ámparo
al propio tiempo y pone estos hechos en conocimiento de la pren-
sa capitalina, de cuyas filas salió para ir a cubrir el encargo de
gobernar a su pueblo de Acapulco.
Los acontecimientos, para explicarlos convenientemente, deben
situarse uri poco antes de los últimos sucesos. O sea que desde
la semana anterior en que estuve en el puerto guerrerense — en­
tre el 12 y el 16 de octubre-— ya se venía preparando el golpe
contra Jorge Joseph por parte de los elementos adictos al Gober­
nador Caballero Aburto, que en este caso ha demostrado la saña
irreprimible contra todos aquellos que no se ciñen a sus caprichos
personales. . . Pues sucedió que Joseph, muy al principio de su
administración, advirtió muchas fugas económicas de la Tesore­
ría Municipal por concepto de diversos pagos que tenían que
hacerse de modo forzoso a numerosa parentela del Gobernador y
cortó dichas fugas. Naturalmente que esto provocó el enojo del
gobernante suriano. Sucedió, además, que Joseph cometió, de bue­
na fe, algunos errores, como el de no haber sabido prever o
puesto en el cargo correspondiente a quien, supiera hacerlo, el pe­
ríodo de las vacas flacas en la administración acapulqueña, pues
los primeros cuatro meses son muy buenos económicaníente, pero
los restantes muy malos, y cuando vino el problema de los pagos
de los maestros y de los barrenderos municipales, en estos últi­
mos meses, no hubo en la caja existencias con qué pagar y este
>roblema fue aprovechado a las mil maravillas por los adictos
1 gobernador Caballero Aburto para azuzar a dichos maestros
arrenderos en contra de Joseph, provocando movimientos de
Asimismo, los periódicos acapulqueños, algunos de cu-
■entantes no estaban completamente satisfechos con la
eión de Joseph porque no habían sido tomados debi-
cuenta problemas económicos personales, aprovecha-
''-v ocasión para lanzarse en contra suya, a pre-
^scitados por la limpieza de la ciudad,
Y el P ueblo se P uso de P ie 17

por la dizque limpieza de la ciudad, habría que decir, ya que


fue verdaderamente un problema insignificante inflado al cubo
para poder agitar.
Tal era la situación, -el jueves 14 de la semana antepasada,
cuando entrevisté en su despacho al presidente municipal acapul-
queño. Confieso que en el instante en que me vi precisado a verle
fue más por el compromiso ineludible del trabajo, que por ganas
de entrevistarlo precisamente en aquella hora, por no haber dor­
mido bien la noche anterior. Serían, aproximadamente, las dos
de la tarde, y desde el balcón presidencial había sido visto por
un amigo a quien invité a subir al palacio municipal. Cuando
hubo subido al despacho presidencial mi amigo, Joseph se acercó
a nosotros y brevemente, en escasos dos o tres minutos, le planteé
ia indignación que nos había-provocado la sucia maniobra de los
periódicos dcapulqueños en su contra, la cual no merecía, a nues­
tro modo de ver, ningún nombre.
Mi amigo abundó brevemente, también, en mis conceptos y
Joseph nos lo agradeció con fuerte apretón de manos y salimos
rápidamente de su despacho ofreciendo verle a la mañana siguien­
te. Mas cuando íbamos bajando las escaleras de la Presidencia
Municipal, que cinco o seis años antes había acondicionado otro
presidente municipal acapulqueño, el licenciado Donato Miranda
Fonseca, el mozo de la presidencia me alcanzó y me llamó, de
parte del-presidente. Y tuve que regresar. La cuestión que me plan­
teó Joseph fue rápida y concisa. (Yo lo había notado un tantc
desesperado y agobiado por problemas que instantes antes descí
nocía, pero que de ningún modo alcancé a medir en toda su gr¿
vedad.) Decía que la cuestión planteada por Joseph fue rotund
— “ Necesito — díjome, y en su voz había denotaciones de angir'
y cordial reclamo— , que me redactes un volante para
todas las groserías a las que hemos estado refiriéndono
raío. Ya basta de desvergüenza y de suciedad. Que
trabajar en p az/ “ Yo podría hacerlo, añadió, pero
debo de ser yo quien lo redacte.” Entiendo, dije-
18 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

problema — volvió a decir él— es que debe estar boy mismo o a


más tardar mañana. “ Bueno” , titubeé, estará mañana. (Yo había
titubeando no por ninguna otra razón, sino porque me hallaba
totalmente desvelado, así que ambicionaba cualquier cosa, menos
ponerme a trabajar. Pero no era hora de estarme poniendo ínfu­
las frente a un servicio de esta naturaleza que si Joseph me lo
pedía en forma tan angustiosa, era porque evidentemente los
hechos lo justificaban.)
Me fui a reunir con mi amigo y después de breve descanso al
anochecer me puse a trabajar. Una hora y media después de
haberlo iniciado, el manifiesto aquel o volante estaba terminado
y me acosté a dormir, con la conciencia tranquila, pues al día
siguiente le iba a cumplir su encargo a Jorge Joseph. Y así fue.
A temprana hora estuve en el Palacio Municipal a entregar mi
trabajo y cuando lo pasé a manera de anuncio con uno de sus ayu­
dantes, Joseph me hizo entrar inmediatamente a su despacho
para agradecérmelo en términos muy cordiales. Sin embargo,
advertí que algo pasaba, es decir, me di cuenta que al parecer
había cambiado su decisión de publicarlo inmediatamente, según
lo deseaba el día anterior. Pude deducir, después, que los acon­
tecimientos se vinieron encima mucho más vertiginosamente de
como se había esperado. Así, pues, que tal mensaje no fue publi­
cado, o yo no lo vi nunca en ningún periódico, pues el sábado que
me vine a esta capital, todavía no se publicaba, y el lunes y martes
comenzó la lucha abierta y sin cuartel, desde las páginas de los
W iódicos capitalinos, entre el general Caballero Aburto y Jor-
e Joseph.
Para que la historia recoja los hechos de este tiempo tormen­
to que por una mera coincidencia me ha tocado vivir de cerca,
Nfluzco a continuación el citado documento.
ba y a !: EL CANIBALISMO POLITICO ENTRE LOS
GUERRERENSES NO ES LA FORMULA
PARA LEVANTAR A ÍCAPULC&'*
Aíempo a esta parte se ha desatado una campaña de
Y e l P u e b lo se Puso de Pie 19
ataques, sistemática y aparentemente bien organizada, a pretexto
de cualquier motivo, en contra del ciudadano Jorge Joseph, pre­
sidente municipal del más bello puerto de la República. El últi­
mo pretexto de tal campaña, ha sido la limpieza de la ciudad
de Acapulco, una de las preocupaciones mayores del actual jefe
de la comuna acapulqueña, que originó precisamente la adqui­
sición de varios carros para la basura, allá por los primeros
meses de la administración de Jorge Joseph.
¿Qué hay en el fondo de tal campaña? ¿Qué se pretende
lograr en esta lucha tenaz, digna de mejor causa, en contra de
Jorge Joseph? ¿Que abandone la Presidencia Municipal? ¿Que
caiga en aras del tradicional canibalismo político guerrerense
que nos hace a todos enemigos de todos, sin importarnos la eje­
cutoria de nadie?
Vamos a refrescar un poco la memoria a los sistemáticos crí­
ticos del presidente municipal acapulqueño, que por lo visto han
olvidado rápidamente muchas de las realizaciones de la actual
administración, en el deseo de ser implacables jueces en la exi­
gencia de una conducta que ellos quisieran impecable y diáfana
a su modo y que, siéndolo al modo de Jorge Joseph, se resisten a
aceptarla.
En primer lugar recordaremos que el arribo de Jorge Joseph
a la Presidencia Municipal de Acapulco, fue, es y sigue siendo
una conquista importante del periodismo nacional, de la misma
manera que lo es, también, la presencia del ex redactor de SIEM
PRE, Francisco Martínez de la Vega, en el Gobierno del Estad
de San Luis Potosí.
Joseph llegó a la Presidencia Municipal acapulqueña,
do-de los mejores ideales para servir a su pueblo. Allí est
quienes gusten de releerlo, su mensaje programático im
Gobierno, que es sin duda alguna un documento para 1/
de nuestras luchas cívicas, por su limpieza y gallardí
levantada actitud moral y revolucionaria.
Inmediatamente que llegó a la Presidencia Mup/v
20 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

a trabajar: suprimió de un solo tajo y en un esfuerzo que en


nuestro medio es algo inusitado, las cantinas que infestaban el
viejo mercado municipal; construyó docenas de centros deportivos
y de parques infantiles, en la ciudad y en las principales comu­
nidades del municipio, haciendo de estos centros en dichas comu­
nidades el factor principal de la vida recreativa y cultural de los
poblados; hizo disminuir en forma notable el problema de la cri­
minalidad en el puerto; adquirió una modernísima unidad para
los bomberos acapulqueños y varias unidades, también modernas,
para el servicio de limpia; se instituyeron los desayunos escola­
res al través de la Asociación de Protección a la Infancia y a la
Mujer, que tan sólo en ocasión de la fiesta del día de las madres
consiguió para las madres acapulqueñas humildes, el concurso
de la iniciativa privada en forma de regalos, por una cantidad
cercana al medio millón de pesos; consagró su atención en forma
que sigue siendo desusada, a los barrios humildes de Acapulco y
con una cantidad no más alta de los doscientos mil pesos, hizo
trabajos de pavimentación en los citados barrios que se compu­
tan, por los técnicos, en algo más del millón de pesos, debido
principalmente a la colaboración del pueblo en esta tarea; se insti­
tuyeron las veladas musicales, los jueves y domingos; se crearon
bibliotecas y escuelas, y se está luchando en todos los órdenes
por elevar el nivel de vida y la cultura del pueblo acapulquesío.
¿Que se abordó el problema de las Granjas del Puerto Mar-
^qués y el de la Colonia Regeneración en la forma que es conoci­
da? Ciertamente. Pero lejos de ser un baldón para Jorge Joseph
iá solución encontrada a dichos problemas al través del Gobierno
«ederal, constituye un honor para él el haber llamado la aten-
el régimen hacia dichos problemas.
indudable que no todas las gentes del equipo administra-
'licipal de Jorge Joseph, han respondido a la confianza
1opositada. A varios los ha tenido que cambiar atendiendo
a los compromisos personales o amistosos, a los inte-
^ueblo. Y la maquinaria de esta escoba limpiadora, tal
Y el P ueblo se P uso de P ie 21
vez esté presta para entrar en acción en el momento que sea
necesario.
Lo que sí es inconcebible, indigno y en contra de todas las
normas éticas, la traición y la ingratitud. O sea, la vuelta de
espaldas de aquellos elementos, dos o tres por fortuna, que habien­
do recibido en su tiempo el espaldarazo moral de Jorge Joseph
para alcanzar sitios detentados hoy, se han olvidado de tal actitud
y se convierten en los pioneros de una oposición sin sentido.
Que los enemigos de la Revolución Mexicana luchen en contra
de los representativos de ésta, en cualquiera de sus esferas, bien
está. Pero que los propios elementos de la corriente revolucio­
naria se dividan para destrozarse entre sí, eso no está bien. Ni
tampoco que sean los compañeros periodistas los primeros en blan­
dir armas contra un hombre de la profesión que hoy por hoy
ocupa la Presidencia Municipal de Acapulco.
¡Levantemos la mira en aras de la futura grandeza de Aca­
pulco! Que la Gran Feria de Acapulco, próxima a escenificarse
en este bello puerto, junto con la Tercera Reseña Cinematográfica
y el Festival Casals que también tendrá lugar a fines del año en
curso,-encuentre a los acapulqueños unidos en torno a su presi­
dente municipal, Jorge Joseph, en la tarea común de forjar el
progreso- y hacer realidad los ideales de la Revolución, en el Cin­
cuentenario de su iniciación, en este jirón de la Patria.
*
Acapulco, Gro., 14 de octubre de 1960.”

DAVID CONTRA GOLIAT

Volvamos al diario: “ Ahora un comentario sobre los último;


acontecimientos. O sea el match entre el representante del mur
cipio más importante de Guerrero y el del Gobierno del est
Joseph hizo publicar el martes o miércoles unas
entrañan terribles acusacio' ^s contra del general
Aburto. Esas acusaciones nallará él lector en el ca}>
22 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

No son nuevas, ciertamente, dichas acusaciones; pero sí es nuevo


el personaje en cuyos labios estas acusaciones se expresan. Eíi
síntesis: nepotismo, enriquecimiento ilícito y asesinatos al por
mayor. Al contestar a tales acusaciones el mandatario guerreren-
se se ha manifestado ligeramente titubeante ya que declaró que no
tenían importancia, no obstante su gravedad y haber sido publi­
cadas en grandes titulares en los principales diarios, y dijo que ya
se encargaba la Procuraduría del Estado, del estado que él gobier­
na, de investigar de oficio las referidas acusaciones. Claro que
fue una salida de pie de banco. Y muy mala. Joseph arremetió dos
o tres días con el mismo ímpetu inicial y me pareció entonces que
no era justo ni digno que los demás colegas suyos y singularmente
quienes conocemos de cerca los problemas guerrerenses por estar
en contacto con ellos, le dejáramos solo el paquete y no acudié­
ramos a darle, una manita. Fue de esta guisa que Juan R. Cam-
puzano y yo nos pusimos a redactar el manifiesto o las declara­
ciones que seguramente el día de mañana van a aparecer en los
periódicos en donde le echamos un poco de leña a la hoguera en
que aparentemente se está consumiendo el gobernador Caballero
Aburto, ciñéndonos, por lo demás, estrictamente a la verdad.”
Las citadas declaraciones van suscritas^por quince represen^
tantes de lo más destacado de la prensa y el periodismo guerre-
rense y también las añadiremos aquí al final de este capítulo. (En
el instante en que escribo estas líneas, acabo de llegar del centro a
donde fui a distribuir esta última declaración a los siguientes pe­
riódicos, por el orden cronológico en que fui con ellos: El Popa-
ir, La Prensa, El Nacional, Excélsior, El Universal, Novedades
Diario de México. Veremos cuáles de dichos periódicos la pu-
rican.) Pero si me decidí a elaborarlas y a llevarlas a los perió-
cos, como lo he hecho, ha sido, aparte por imperativos irre-
Sables de solidaridad con Jorge Joseph, en la lucha que tiene
'ada, por la íntima convicción de que es no sólo necesaria
~ e la decisión de ses en las horas supre-
fosas que vive íiuSt... ^ En otras circunstancias
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 23

hubiera sido quizás desleal al régimen de Caballero Aburto, hasta


que me convencí, según ya he explicado en páginas anteriores, que
era imposible colaborar con tal régimen, pues cuando alguien,
como yo lo hice, se atreve a sugerirle que algo no anda bien en
su administración, lejos de agradecer o de simplemente tomar
en cuenta la sugerencia, Caballero Aburto la toma contra el suge-
rente. El hombre se cree perfecto y a todos los demás nos cree
seguramente idiotas. Lo que no se le ocurre pensar es que quizá
los demás, que son la infinita mayoría de la gente pensante de
Guerrero, podamos tener razón.
Por eso en la lucha entablada entre David y Goliat, entre
Jorge Joseph y Raúl Caballero Aburto, nos hemos puesto sin reser­
vas de parte del primero, no obstante que en ello se juegan algu­
nos intereses de la revista CUAUHTEMOC, como por ejemplo
unos terrenos que nos debe el Fraccionamiento Playas Guitarrón
cuyo gerente, don Enrique Aburto, es primo hermano del gober­
nador y probablemente jamás nos los entreguen, pues no tenemos
documentos probatorios de la deuda, aunque sí la demostración
de la publicidad hecha y que nos fue autorizada de palabra por el
propio señor Aburto.
Estamos con Joseph porque con él están representados la digni­
dad, el decoro, la honestidad y el anhelo de un Acapulco y un
Guerrero mejores, aunque en su incipiente actuación haya tenido
algunos errores inevitables.” £ jjÉK

LOS INTELECTUALES Y LA PRENSA SURIANA


ANTE EL MOVIMIENTO

El texto de las declaraciones a que aludimos antes, es


siguiente: “ Los periodistas y escritores del Estado de Guerrer
que suscriben nos dirigimos por medio de estas líneas al sr
Presidente de la República, licenciado Adolfo López Mateos, 11
solidarizarnos plenamente con la denuncia vigorosa, *Jíív
digna que el presidente mumeipal, democráticamente t / .
24 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

el pueblo, C. Jorge Joseph, acaba de hacer ante la faz de la nación,


exponiendo el gravísimo atropello cometido por el gobernador
de Guerrero, en contra del municipio de Acapulco, al que en una
maniobra típicamente política, intenta despojar de su auténtico
representante.

Deseamos expresar a los demás colegas capitalinos y por su


conducto al resto de los periodistas de la República, que nos cons­
tan los cargos lanzados virilmente en contra del general Raúl
Caballero Ahurto, quien además de conculcar la Constitución po­
lítica del país y la del estado, atropellando la autonomía muni­
cipal de Acapulco, ha permitido una serie de crímenes que han
quedado impunes, se ha enriquecido ilícitamente y ha gobernado
al estado — si a ello se puede llamar gobernar— entregando los
puestos principales de su administración, en éxtasis de orgía ne-
potista, exclusivamente a gentes de su familia.
En tal forma ha suplantado el ejercicio de la Ley y las prác­
ticas constitucionales por los caprichos de su persona el C. gene­
ral Raúl Caballero Aburto que tal parece que en Guerrero no se
celebra actualmente el Cincuentenario de la Revolución Mexica­
na, sino que se vive en una época anterior a la misma, pues como
lo afirma verídicamente Jorge Joseph en su denuncia, los asesi­
natos en el estado, están al orden del día y existen numerosos
panteones particulares de Caballero Aburto como dramática re­
membranza de los señores de horca y cuchillo de la Edad Media
donde se apagan las voces de los descontentos.
Nos constan, también, los atropellos en contra de varios co­
ngas periodistas, como los cometidos en las personas de los di-
actores de los periódicos LA VERDAD y ASI de Acapulco y la
usencia de garantías en la entidad, en donde, para poder vivir
relativa tranquilidad, han tenido que solicitar amparo de la
cia Federal, no nada más dos mil ciudadanos comunes y co-
’•«**-tn sólo en el municipio de Acapulco como lo aseveró
i, sino un propio Tribunal de Justicia
i
Y el P ueblo se P u so de P ie 25

del Estado, el licenciado Castro Villalpando y el propio Joseph,


presidente del municipio más importante de Guerrero, Acapulco.
Ante esta situación, caótica y desesperada y ante las reitera­
das denuncias del pueblo guerrerense que se hicieron públicas
en la última decena del mes de junio último, con la esperanza
de que fueran corregidas, pero que no lo fueron, sino que por el
contrario vuelven ahora a cobrar actualidad con la petición de
la desaparición de poderes en el estado hecha por el presidente
municipal acapulqueño, quienes suscribimos, directores dé diver­
sos periódicos guerrerenses y reporteros de diversos diarios capi­
talinos, solicitamos respetuosamente de Ud. su intervención, a
efecto de que sea investigada la denuncia y petición del C. Jorge
Joseph y se castigue como corresponde a su responsable.
Deseamos expresar, asimismo, que nos consta la obra cons­
tructiva y patriótica del C. presidente municipal de Acapulco,
Jorge Joseph, quien en escasos diez meses de administración lim-'O
pió de cantinas la ciudad; levantó centros deportivos, adquirió
nuevos vehículos para los bomberos, para la policía y para la
limpieza de la ciudad; celebró un gran carnaval en el puerto y
preparó el escenario para la Gran Feria de Acapulco, la Tercera
Reseña Cinematográfica y el Festival Casals, que están en puer-
ta; pavimentó los barrios populares y, en general, instituyó un||
clima de cultura y creación, administrando los fondos del erario
con absoluta honestidad, como puede comprobarse; y que por
todo lo anterior nos solidarizamos con su obra de funcionario y
de gobernante integérrimo, cuyo único pecado ha sido el n<
someterse a los caprichos del gobernador Caballero Aburto.
En resumen, admiramos y aplaudimos la gallarda actit^B_____
Jorge Joseph, quien con emocionada pasión de fervoroso acá
queño, ha ido a entregar a su terruño lo mejor de su corazó
de su pensamiento. Y por lo mismo deseamos establecer
pese a la obra realizada y proyectada, se le llegara a jíac?
en aras del torbellino político isn que se ha visto envut
rio distas y escritores guerrerenses que suscribimos —
26 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

ciertos que también los demás colegas de la capital de la Re­


pública— exigiríamos respetuosamente que este sacrificio no fuera
en vano y como contrapartida trajera al pueblo guerrerense una
era de tranquilidad, de respeto a la ley y a la vida humana, con la
terminación del nefasto régimen que agobia actualmente a Gue­
rrero.
Guerrero, señor Presidente López Mateos, como lo proclamó
usted en histórico discurso en la ciudad de Iguala, no ha recibido
de la Patria la debida compensación al heroico sacrificio de sus
hijos a lo largo de nuestra historia; esta es la oportunidad, seño?
Presidente, de que se le comience a hacer justicia iniciando su
recorrido hacia mejores destinos.
México, D. F., a 22 de octubre de 1960,
HUMBERTO OCHOA CAMPOS,
Director del semanario PROVINCIA
IGNACIO VICTORIA HERNANDEZ,
Director del periódico ASI
RICARDO RODRIGUEZ,
Director de la revista LEA
IGNACIO DE LA HOYA,
Director del diario LA VERDAD
RICARDO ROMERO,
Director del diario SINTESIS
JUAN GARCIA JIMENEZ,
Articulista de la revista NOSOTROS
JOSE C. GUTIERREZ GALINDO,
Director de la revista CUAUHTEMOC
FILEMON CARMONA,
Director de la revista MEXICO EN ACCION
JUAN R. CAMPUZANO,
Director de ANIMAL POLITICO
'"RUNO MIRANDA BELLO,
rector de HORIZONTES DEL SUR
iALGADO SOTELQ. g ü
jrirÍL M X H Á rS —
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 27
FELIX LOPEZ ROMERO y JAIME ABARCA MANZANA­
RES, redactores de EL POPULAR; MANUEL AVILA, redactor
de INFORMEX; JOSE FILEMON ESTRADA, redactor de El
POPULAR.”
Ca p ít u l o III

EL PROBLEMA POLITICO DE GUERRERO

Carta al director de l i revista SIEMPRE.— Una nova i,


(1.
de Luis Spota y un libro de Fernando Benítez y Guerre­
ro.— Contraste y paralelo entre Alejandro Gómez Ma-
gandía y Raúl Caballero Aburto.

EL PROBLEMA POLITICO DE GUERRERO ES ALGO MAS


QUE UN TANGO O UN ALEGRE VODEVIL


; ü M I .
‘ ‘ Carta a don José Pagés Llergo
Soy un periodista de provincia que lleva diez años de cultivar
la utopía de servir a Guerrero, al través de una publicación no
mercantil, sino de ideales mexicanistas y revolucionarios, y antes
que nada, por lo tanto, permítame expresarle la enorme satisfac­
ción que me causó ese homenaje que le otorgó el Estado de T f
basco, al través de su gobernante, el licenciado Carlos A. Madíj*
zo, imponiéndole el nombre de José Pagés Llergo a una de l
calles de la capital tabasqueña.
¡Qué bien que se empiece a honrar eji México, no sólo a 1
héroes y a los artistas, sino al periodista que cuCl^bj brillante?
te con su papel y que al hacerlo cumple con esa otra s^er
heroicidad que es el cultivo de la profesión de un mor
30 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

limpio y aun revolucionario! Qué bien que así se combata en la


práctica, a los falsos periodistas y a quienes han llegado a esta pro­
fesión con fines inconfesables porque al dignificar al periodismo
mexicano, honrando a quienes mejor se distinguen en su ejerci­
cio, deja de ser ideal, para el periodista que comienza, el llenarse
los bolsillos de oro fácil, para prenderse en su corazón y en su
esperanza, el ideal de servir a México en forma desinteresada y
leal, vale decir patriótica, como usted lo ha hecho.
Esto 110 excluye que le concedamos razón a José Natividad
Rosales, uno de sus reporteros-estrella, cuando desde Moscú le
entrega su queja en reciente carta: “ Da tristeza, dice, saber que
usted y p u b lic ó algo de las barbaridades que Víctor Alba escri­
bió en nuestra revista, refiriéndose a la publicación “ En el ex­
tranjero” que se edita en la capital soviética, en la que se recopilan
los infundios del mundo capitalista en contra del socialista.”
Y de veras, dan ganas de preguntar: ¿Qué necesidad tiene el eclec­
ticismo de SIEMPRE de llegar a los extremos a que lo llevan ar­
tículos tan capciosos y tendenciosos, como esa serie interminable
de^ mencionado señor Alba, bajo el imponderable título de “ Diá­
l o g o s conmigo mismo sobre los rusos” que a leguas denuncian
;u contenido?
Pero, hecha esta disgresión que usted me perdonará, a lo
que deseo referirme es al problema político de Guerrero, un jirón
de Patria digno de mejor destino y el que en los últimos años ha
tenido la desventura de ser gobernado por un grupo de ciudadanos
que por angas o por mangas, no han sabido estar a la altura de
u responsabilidad. En efecto, fuera del general Baltasar R. Ley-
a Mancilla, quien cumplió íntegramente su período de 1945 a
^51 y de su inmediato antecesor, el coronel Rafael Catalán Cal-
;>, ninguno de los gobernadores de los últimos tiempos han po­
lo mantenerse en el poder hasta la terminación normal de su
rodo. (No ío atjrminó el general Adrián Castrejón, gobernante
°-^ado acento agrarista, porque al cuarto para las doce le
Vun sustituto. Tampoco lo terminaron los generales Ga-
Y el P ueblo se P u so de P ie 31

¿riel R. Guevara y Alberto F. Berber, anteriores a Leyva. Y pos­


teriormente a él, tampoco lo terminó Alejandro Gómez Maganda,
pese a lo elevado de sus intenciones, porque también le pusieron
a un Darío Arrieta que resultó peor remedio que el mal que fue a j
curar. Y ahora, ¿qué pasará con el general Raúl Caballero Abur
to?)
Da tristeza a los guerrerenses más o menos entera*
proceso histórico de nuestra entidad, tener que llegar a la c-
sión de que somos, en verdad, un estado difícil de gobernar,
más doloroso es tener que reconocer que en los últimos l i e #
con las solas excepciones que hemos señalado, no hube- n'
habido un funcionario al frente del Palacio de Gobierno
pancingo, que haya podido aglutinar definitivamente s
guerrerenses en torno a las aspiraciones de su régim en#
poco, de armonizar dichas aspiraciones con la política
dente de la República en turno. Porque ocurre que el gobern
constitucional de Guerrero, al inicias su gobierno, entra a lal
con el apoyo decidido del régimen federal que va saliendo y go:
de este apoyo durante el primer año o año y medio de su gestiój
pero al advenir inmediatamente las elecciones presidenciales
elegirse al siguiente Primer Magistrado de la nación, sucede q*
no siempre los gobernadores de la entidad tienen la capacidad
para adaptarse a las líneas directrices de la nueva política presi­
dencial, o, faltándoles el apoyo del régimen federal que los ayud
e encumbrarse, pierden la perspectiva de su propio desenvolv
miento y condenados por sí mismos a un fracaso irremediable, r!
les importa ya cómo realizar esa segunda parte, la más impe
íante por más larga, de su período. J
Tal parece ser el caso del gobierno del general Raúl Cab|
ilero Aburto. Cuando resultó candidato por el Partido Revolv
cionario Institucional en septiembre de 1956— aunque las -
ciones se realizaron mucho después y aun las propias conve Jo­
nes internas del Partido— todos los guerrerenses se agvupr *n en
torno suyo. Desde los más destacados, como Donato Miranda Fon-
32 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

seca, Fernando Román Lugo y Rufo Figueroa, hasta el más hu­


milde ciudadano. Y aún el propio don Raúl pareció darse cuenta
de las condiciones en que llegaba a la primera magistratura
guerrerense, ya que ofreció solemnemente, en sus primeras decla­
raciones a la prensa suriana que fuimos los primeros en recoger,
le jío crearía “ caballerismo” en el estado, que procuraría un
de seguridad para todos y que gobernaría con los mejores
,de la entidad. Fue lo que dijo como candidato y todo mundo
ró que lo realizara como gobernante.
Pero ¿qué fue, en verdad, lo que hizo al llegar al Gobierno?
X r -5 caballerismo, ciertamente, en el sentido de una corriente
en Guerrero, porque lo que hizo fue colocar, en los prin-
/puestos de su administración, exclusivamente a miembros
amilia, de tal suerte que resultaba redundante la primera
;eíisión. ¿Para qué crear caballerismo o cómo crearlo si eran
dsamente los miembros de la familia Caballero los que gober
m? Esto involucra la primera y tercera promesas. En cuanto
la segunda, la de la seguridad, efectivamente inició una campa
a de despistolización que al principio se vio con simpatía, por-
| se esperaba que rindiera frutos positivos. Pero, ¿qué sucedió
, la postre? Lo que era de temerse: que se despistolizara a quie­
nes no lo merecían y que se dejara con sus armas a los caciques
y maleantes, y que se comerciara libremente con tales armas en
nuchos casos, amén de que se llevara al cabo la comisión de crí-
tienes por tanto más cuanto, en una entidad con una tradición de
echos de sangre como Guerrero.
Hizo otras cosas el general Caballero Aburto. Construyó un
¿ntro escolar en Tecpan de Galeana, al que tuvo la debilidad
íe aceptar que se pusiera el nombre de “ Juan Caballero Adams” ,
X progenitor. Construyó una colonia para burócratas en los aleda-
de Chilpancingo, junto a la carretera, que el pueblo conoce
coi. , el Palomar, porque nadie, ningún burócrata lía aceptado
irse \:r-qvlr aH:f, p u e s t a m a ñ o de las casitas es como para ser
usadas por pigmeos. Abrió la Avenida de los Insurgentes para
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 33

entroncar a Chilpancingo con la carretera nacional México-Aca-


pulco al través de un monumento de dudoso gusto que por la 9
noches permanece iluminado para señalar a los turistas la pre­
sencia de Chilpancingo. No está mal. Lo que no está bien es que
nada más hay una parte de pavimento en la flamante avenida,
precisamente junto a la carretera para que la vean los turistas, y
el resto es pura terrecería que ha costado bastantes miles de pe os.
Y ya que hablamos de centavos, debemos decir que, xm alsr ías
salvedades, la mayoría de las acusaciones que le han íido h; ¡as
al general Caballero Aburto en la prensa capitalina, re; ¿> a
sus numerosas propiedades, es absolutamente cierta. A i ¡rso-
nalmente, señor Pagés Llergo, me declaró a fines dei¡¿ óxl-
mo pasado, que con lo que él ganaba anualmente podía c Irse
unas tres casitas como la residencia que tiene en Acá ,ue
está valuada en varios millones de pesos. Sólo que el J de
gobernador no creo que llegue a tanto. En fin, tales s» algunos
de los muchos casos que podrían contarse y que han ligado a
cambiar de opinión a la mayoría de los guerrerenses, ) [ torno al
general Caballero Aburto, en quien todos fijaron sus /peranzas,
inicialmente.
El último acontecimiento que ha venido a pone~' en el tapete
de la actualidad a don Raúl es la denuncia de Je ge Joseph en
contra de los desmanes del gobernador. Y este es e, punto que fi­
nalmente deseo tocar, ya que calific m ustedes, en mi modesta opi­
nión con alguna ligereza, en el No. )64 de noviembre 2 de SIEM­
PRE, fecha adelantada, como “ tango” y “ pintoresco” el espec­
táculo entre el presidente municipal acapulqueño y el gobernador
Caballero Aburto. “ Se habló dé pruebas concluyentes, de negocios
fabulosos y de crímenes impunes” , dicen. Y añaden: “ Es sabido
que el general Caballero Aburto ha hecho un pésimo gobierno en
el Estado de Guerrero, que se ha rodeado de los peores colabora­
dores y que ha dado lugar a toda clase de dificultades divi­
diendo al estado y manteniendo un permaneiíté clima de inquie­
tud. Pero la conducta de Joseph, por otra parte, tiene aspectos
34 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

vodevilescos difíciles de disimular. El abandono de su puesto en


nada lo beneficia, y hay un evidente tono demagogógico en su
denuncia ante la Secretaría de Gobernación.”
Vayamos por partes. En cuanto al análisis del gobierno de
Caballero Aburto, de acuerdo. No así en lo otro, porque no es
ningún tango, ni nada pintoresco, lo que pasa en un Estado como
Giprrero, cuando, con lujo de fuerza — “ renuncie y lárguese,
po rue si no se muere” — el gobernador Caballero Aburto suplan­
ta! presi 'inte municipal y lo obliga a pedir licencia. Tampoco
es vil r demagogia el acto de denunciar ante Gobernación y
anti orensa nacional los latrocinios y crímenes de Caballero
Abi oues por desgracia, señor Pagés Llergo, la denuncia es
ver a modo de prueba, ahí le van dos botones de muestra.
pT ■>son balaceados los periodistas que se atreven a discre­
pan ^ foz oficial en Guerrero, como ocurrió con Pedro Huerta
Castilh irector de “ La Verdad” de Acápulco, en febrero de este
año, soi. bfigados a emigrar del estado como ocurre con Ignacio
de la He a, director actualmente de un periódico en Zacatecas y
con Igná o Victoria Hernández, director del periódico aeapul-
queño “ A& ” y residente forzado en esta capital desde hace algu­
nos meses. Uno. quisiera, como guerrerense, que no fueran verdad
estos hechos « que, siéndolo, pudieran guardarse ante la opinión
pública nacit lal. Pero la verdad no puede ocultarse, cuando re­
viste los caracteres de violenc’ a que priva actualmente en Guerre­
ro, en donde sólo existen garantías para los miembros de la fami­
lia oficial, que ya hemos dicho quienes la integran, y para los
amigos del régimen.
Por eso nos hemos asociado un grupo de intelectuales y pe­
riodistas surianos para protestar ante el señor Presidente de la
República, licenciado Adolfo López Mateos — “ señálenme a los
judas, para castigarlos” — contra estos hechos y pedirle que haga
justicia a OuerrCi. No es posible ya, por desgracia, esperar un
gesto airoso, de dignidad y decoro, del señor general Caballero
Aburto, porque ante el cúmulo de acusaciones de la gravedad que
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 35

se le lian presentado, un hombre con tales atributos, lo menos que


hubiera hecho, es consignar los actos que se le atribuyen a la Pro­
curaduría General de la República y exigir que si tales acusa­
ciones resultaban falsas, se castigue a su responsable. (Lo que ha
hecho es escabullir el bulto: prometer que la Procuraduría de
Justicia del Estado, la que está bajo sus órdenes, investigará de
oficio las acusaciones, presumiéndose de antemano cuales serán
los resultados.) Tampoco es de esperarse que si, en un gesto de
generosidad se le permitiera continuar, pueda seguir gobernando
y gobernar con atingencia, porque si antes no lo pudo hacer bien,
con la opinión pública del país y la de los guerrerenses y con una
montaña de posibilidades en su favor, menos lo va a poder hacer
en circunstancias contrarias, y cuando un espíritu de venganza
será lo único que pueda inspirar sus actos.

Perdone la extensión de estas líneas, señor Pagés Llergo. Pero


si con sü publicación en las páginas de su ameritada revista,
logramos poner un granito de arena en el esclarecimiento de la
verdad sobre el problema político de Guerrero, para que el régi­
men federal ponga sus ojos en él, con ánimo de resolverlo, mucho
hemos de agradecérselo. (Se ha aducido por allí que Goberna- ,
ción no desea intervenir porque se violaría el pacto entre la Fede­
ración y los estados. Puedo asegurarle que la cosa es más senci­
lla. A mí personalmente el señor general Caballero Aburto me ha
dicho en forma reiterada, en presencia de numerosos testigos, que
el día que el Gobierno Federal no quisiera que él continúe en el
Gobierno de Guerrero, bastaría con que la Secretaría de la Defensa.
Nacional le cancelara la licencia y lo llamara al servicio. “ Soy M
un soldado disciplinado e iré a dónde me manden” ha dicho y
pueda ser que ésta sea una de sus virtudes.)
¿Por qué no le toman la palabra?
■* 4
México, D. F., a 30 de octubre de!960.”
•Jo s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Una novela de Spota y un libro de Fernando Beni­


tez.— Paralelo y contraste entre Gómez Maganda y
Caballero Aburto.

“ Noviembre 13/60. Esla tarde be terminado la lectura del


más reciente libro de Fernando Benítez sobre la Perla de las An­
tillas “ La batalla de Cuba” y aparte de que su lectura ha susci­
tado inevitables recuerdos y parangones — “ La batalla de Guate­
mala” de Guillermo Toriello y la caída de dos regímenes en 1954,
el de la hermana República de Guatemala, encabezado por Jacobo
Arhenz en nuestro vecino del sur, y el de Alejandro Gómez Ma­
ganda en Guerrero— también nos ha traído a la memoria la lec­
tura reciente de una novela del conocido y celebrado escritor
mexicano Luis Spota — “ El Tiempo de la Ira” — que si no es una
de sus mejor logradas o de sus mayores éxitos literarios — es muy
pronto, quizás, para juzgarlo— sí es ya desde ahora uno de los
testimonios más crudos de la realidad latinoamericana en contra
de ciertos regímenes de pandereta, que resulta asombroso que
todavía padezcamos en México, en algunas regiones de nuestro
país, como ocurre sin duda alguna en el Estado de Guerrero.
Veamos algunos detalles. Tras de constituir en sí mismo el ar­
gumento de esta obra novelística de Spota, la descripción del
asalto al poder de su país por unos desterrados políticos, que a
su turno han de regresar nuevamente a él, al considerar que su
vuelta es indispensable; los personajes de la novela tienen a ratos
confesiones de un realismo extraordinario, como cuando el per­
sonaje principal, César Darío, al analizar las revoluciones de
América Latina, le confiesa a Víctor, su pupilo, ayudante y confi­
dente :
Exceptuando la mexicana, las demás revoluciones de Améri­
ca han sido siempre meros atracos organizados por militares, y
así continuarán siendo mientras el poder constituya, para quienes
lo tienen, un negocio que rinde pingües Utilidades. . . ” (No quiso
aludir aquí el autor, sin duda alguna, ni a la Revolución Cubana
Y e l P u e b lo se P u so de Pie 37

— probablemente la obra fue escrita antes o simultáneamente a la


realización de la misma— ni tampoco a la frustrada Revolución
Guatemalteca, que sin duda alguna tuvo características distintas.)
Pero, guardadas todas las proporciones, ¡cuánta semejanza entre
el perfil de los golpes de Estado, que en meros golpes de Estado
lian quedado y nunca han llegado a constituirse en verdaderos
movimientos revolucionarios, los que describe Spota, y el perso­
naje central de la tragedia que en estos instantes está viviendo,
dentro de las fronteras de nuestra propia patria, un estado de la
República — Guerrero— ; cuánta semejanza, decimos, entre esos
personajes que todavía cubren el panorama de muchos países de
Latinoamérica y nuestro falso héroe guerrerense, don Raúl Caba­
llero Aburto!

Este reclamo, entre uno y otro dé los personajes centrales de


la obra novelística de Spota — César Darío y el profesor Héctor
Gama— también resulta de harta elocuencia:
“ ¿Errores? Fueron muchos, don Héctor. El principal, haberle
vuelto la espalda al pueblo. Le advertí, ¿recuerda?, el grave peli­
gro que corría con tal actitud. Para usted, cómo para muchos, yo
he sido siempre un demagogo de la peor especie, sólo porque siem­
pre entendí y amé al pueblo. Usted no tuvo visión; no supo
comprender que en esta hora los hombres de América están lu­
chando por ser libres en todo sentido; por sacudirse a quienes los
explotan, por librarse del tutelaje de quienes los ahogan. . . En
nuestra América, la actual es, repito, la hora del ajuste de cuen­
tas. Yo empecé a ajustar esas cuentas, y el pueblo me siguió.
Usted quiso rectificar esa política y al equivocarse, precipitó su
caída. . . Yo fui para mi pueblo, y espero volver a serlo, padre,
amigo, amante y verdugo. Usted ignoró el sentimiento pasional
de las multitudes y reanudó el maridaje que ellos odiaban. Gober­
nó para dar gusto a unos cuantos adinerados e influyentes; yo
goberné para complacer a millones . . . Quien ha probado el sabor
de la libertad y de la independencia, difícilmente acepta volver
a la esclavitud. No se necesita ser un genio político para com-
38 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

prenderlo, profesor G am a.. . ” (General Caballero Aburto. . . dan


ganar de sustituir.)
Y así como en otra ocasión anterior hemos establecido el pa­
rangón entre la situación guerrerense de 1954 con la de seis
años después, así debemos dejar claramente establecidas aho­
ra, también, las diferencias correspondientes. Hemos dicho que
entonces se prendió la mecha de la pugna que culminó con la
caída de Alejandro Gómez Maganda del Gobierno del estado el
21 de mayo de dicho año, con la lucha subterránea que sostenían
en aquel entonces el presidente municipal de Acapulco, licenciado
Donato Miranda Fonseca y el gobernador en turno.
Hasta allí el paralelo es acertado. También ahora, en 1960,
el punto de partida de la lucha contra el gobernador Caballero
Aburto, ha sido la pugna existente, primero subterránea y luego
salida plenamente a flote desde las páginas de los principales dia­
rios, entre el presidente municipal acapulqueño Jorge Joseph y
el gobernador del estado^ Raúl Caballero Aburto.
Sólo que las diferencias son muy notorias. Pues en tanto que en
1954 el Presidente de la República en turno, don Adolfo Ruiz
Cortines, tenía vivo interés eri liquidar políticamente a Alejandro
Gómez Maganda, por razones absolutamente de índole personal,
lo cual favoreció indudablemente al grupo de sus enemigos; aho­
ra el actual jefe de la nación, licenciado Adolfo López Mateos,
parece no tener el menor interés en liquidar al gobernador Caba­
llero Aburto, al menos como una cuestión de índole personal, y
si lo permite,^, como parece que finalmente ocurrirá, será, más
como resultado de la presión ejercida por el pueblo guerrerense,
que por una predisposición en contra del general Caballero
Aburto.
Ahora se han dado a Caballero Aburto todas las oportunida­
des de la vida. Antes de que afloraran ante la opinión pública
nacional las quejas contra él seguramente que el régimen federal
ya tenía noticia de ellas y se las pasó al costo al mandatario gue­
rrerense. Después, cuando a finales de junio último se hicieron
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 39

públicas dichas quejas en la prensa nacional, en promoción del


Comité Cívico Guerrerense, evidentemente el gobernante suriano
fue llamado al centro y le fueron sugeridos algunos cambios en
su administración. Los ataques en la prensa cesaron y se le dio un
respiro, esperando dichos cambios. Pero don Raúl hizo solamente
cambios aparentes, pues al subsecretario de gobierno lo trasladó
a Acapulco, como recaudador de rentas; al tesorero Gudiño Flo­
res, lo trasladó a la Procuraduría, y a su hermano Enrique que
tenía la recaudación rentííM'cM acapulqueña, lo transformó de
hecho en un segundo gobernador al nombrarlo pomposamente su
“ representante” en Guerrero, singularmente en Acapulco. Y todo
mundo se dio cuenta del fraude a la opinión pública, pues los
cambios eran la misma cosa, es decir, se operaron entre las mis­
mas gentes.
Después, es decir, el mes pasado, ya lo hemos recordado, vino
lo del atraco a la presidencia municipal de Acapulco, que fue lo
que encendió la chispa del actual incendio guerrerense. Y todavía
el Gobierno Federal ha procedido con bastante condescendencia
hacia el milite ometepecano, pues le dio oportunidad de venir a
sincerarse ante la opinión pública nacional. lo cual debió hab.?r
hecho en su conferencia de prensa del sábado 5 del mes en curso.
Pero en lugar de dar muestras de sensatez y de prudencia, se puso
a amenazar con su pelea al pueblo guerrerense, lo cual vino a
exacerbar más los ánimos populares.
Pero hay más todavía. Creemos sinceramente que la actitud
inicial de la Cámara de Diputados, cuando los representantes fe­
derales con el licenciado Emilio Sánchez Piedras a la cabeza,
se vieron en la penosa necesidad de contrariar la tesis de la dipu­
tada Macrina Rabadán en el seno de la sesión del 8 de noviembre,
o£e3eoó'm ás^ de combatir la tesis de referencia y de
defender al mandatario suriano — cosas que aclararon insisten­
temente los diversos oradores— a la decisión de darle una opor­
tunidad última a don Raúl para que rectificara sus pasos.
Mas esa decisión parece que tuvo ya un límite en la conducta
40 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

del Senado de la República dos días después, que si bien no es


una resolución abiertamente en favor del pueblo guerrerense en
su demanda contra el gobernador Caballero Aburto, sí lo es de
un modo velado, ya que constituye la base oficial para arremeter
nuevamente contra el citado funcionario en la Cámara de Diputa­
dos, en donde parece que la marea ha comenzado a variar también.
Así, pues, si cae Caballero Aburto, bien sea por determinación
de las cámaras federales, o por iniciativa del señor Presidente de
la República, licenciado Adolfo López Mateos, quien convencido
de que es inútil darle tantas oportunidades a don Raúl porque
cada día empeora su propia situación y la del estado que des­
gobierna se decide a ponerlo de patitas en la calle; si cae el man­
datario de Guerrero, por cualquiera de las dos formas, o por una
última, que podría ser la propia solicitud de licencia de clon Raúl,
de toda maneras el éxito, el motivo fundamental de esta caída,
habrá que atribuírselo, con toda razón y justicia, al pueblo gue­
rrerense.
Al pueblo guerrerense que esta vez sí ha combatido, está com­
batiendo y seguirá haciéndolo sin duda alguna todo el tiempo que
sea necesario, al nefasto régimen de don Raúl; en tanto que
hace seis años este pueblo en honor de la verdad permaneció al
margen de la lucha política en contra de Alejandro Gómez Ma-
ganda.
Respecto a la situación internacional, creemos también que
esta vez habrá variantes. Pues es tanto que en 1954, el régimen nor­
teamericano pudo enorgullecerse de su “ gloriosa victoria” en
Guatemala al través de su tristemente célebre Secretario de Es­
tado norteamericano, Foster Dulles; ahora, la presencia de la
Unión Soviética en la arena internacional en la forma que lo ha
hecho a raíz de su enorme crecimiento en materia sideral, y el
triunfo del candidato demócrata en los Estados Unidos de Nor­
teamérica senador Kennedy, quien aparentemente aspira a seguir
la línea del difunto presidente Roosevelt, de grata memoria para
9

Y el P ueblo se P uso de P ie 41

los latinoamericanos, permite augurar que la situación sea total­


mente diferente, con Cuba.
Un punto de concordancia surge sí, inevitablemente, entre
las dos situaciones que liemos parangonado: la caída de don Raúl
Caballero Aburto del régimen guerrerense, parece ser inevitable,
del mismo modo, como, toda diferencia establecida, cayó también
hace un sexenio el régimen de don Alejandro Gómez Maganda en
Guerrero, a pesar de que sus culpas y sus pecados fueron infini­
tamente menores que los que ahora se cuelgan, y al parecer, con
toda justicia, al hombre de Ometepec.
Y cabe aquí aclarar una cuestión. No es que al guerrerense
le satisfaga cambiar de Gobierno a cada rato. Si a la mitad del
período sexenal se agita la conciencia pública es porque desgra­
ciadamente los gobernantes en turno lo han permitido, por uña
razón o por otra. Y según la Constitución Política del Estado, sólo
hasta que ha pasado un período de tres años de un régimen cons­
titucional, es posible realizar el cambio de gobernador sin tener
que convocarse a nuevas elecciones.
C a p ít u l o IV

EL PROBLEMA GUERRERENSE EN LAS CAMARAS


LEGISLATIVAS

Los ex presidentes de México, el Cincuentenario y el


caso de Guerrero.— Detalles para la historia.— La cues­
tión de Acapulco.— El descargo de una conciencia.

“ Noviembre 13/60. Hace ya algunos días que no me be


podido ocupar de este diario. La verdad es que los acontecimien­
tos se han echado por encima de las preocupaciones literarias Kj
de simple anotación histórica, como son las modestas pretens
nes de estas líneas. Pero este domingo trataremos de haccr_ x
resumen de los últimos agitados días de historia cívica guerre-
rense. Realmente han pasado cosas extraordinarias que sin duda
alguna la historia registrará y son tantas que no sabemos ni siquie­
ra por donde empezar. Se trata, naturalmente, del conflicto entre
el pueblo de Guerrero y su gobernante Raúl Caballero Aburto o
dicho de un modo más exacto, de la pelea del pueblo contra su
'al gobernador. Esta pelea ya la veníamos vaticinando, anun­
ciando o explicando en alguna forma. Ya habíamos consignado
atfií la pugna entre Jorge Joseph, entonces presidente municipal
de Acapulco y el jefe del Ejecutivo local de Chilpancingo.
El 16 de octubre último las cosas se agudizaron, al salir in­
tempestivamente el alcalde porteño del puerto guerrerense rumbo
% ,43 —
44 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

a esta capital y al denunciar, dos días después, ante la prensa


capitalina, los desmanes del citado funcionario Caballero Aburto.
(La reacción de la gente puede agruparse en estas formas: a un
sector le pareció increíble la lista de crímenes y de latrocinios
que se denunciaron, por la monstruosidad de los mismos; otro
permaneció indiferente, o más bien adoptó la fácil actitud de cul­
par tanto a uno como a otro, es decir, tanto a RCA como a JJ; y un
tercero, que poco a poco fue creciendo, se puso francamente en
contra del gobernador suriano y en favor de quienes luchan en
contra suya, rectificándose poco a poco el falso criterio adoptado
inicialmente por muchos — que era el reflejo de la actitud de una
gran parte de la prensa-— de que tan malo era el pinto como el
colorado. El gobernador guerrerense, adoptó inicialmente la ac­
titud de no darle importancia al problema, pues simultáneamente
al atraco cometido con JJ en Acapulco, atraco que ya hemos anota­
do y que consistió en haberlo puesto de patitas en la calle, después
de amenazarlo drásticamente — “ lárguese y no hable porque si
habla se muere” — , se desató en Chilpancingo una huelga de ios
estudiantes de la Universidad de Guerrero, apenas inaugurada a
principios de año. Y lo que hizo don Raúl fue irse de jira por la
J p a Grande guerrerense; pero cuando regresó a Acapulco, unos
as después, el problema había crecido. Desde Acapulco, sin em-
rest<^ importancia al problema en las páginas de Atisbos y
declaró, cuando se le preguntó al respecto, que su fortuna apenas
si llegaba a los ocho millones de pesos, que ya era rico desde
antes de ser gobernador y que no se acordaba muy bien del número
de sus propiedades. (El pueblo, más tarde, le publicaría una lista
pormenorizada, aunque incompleta, de tales propiedades, refres­
cándole la memoria.)
También restó importancia al problema universitario guerre­
rense, pues lo que pedían los muchachos (destitución del rector
Ramírez Altamirauo, desconocimiento de la Ley Orgánica de la
Universidad y el aumento del patrimonio de esta institución) ya
estaba por concedérseles, o ya se les había concedido. Así las co­
sas, vino a México el citado funcionario a mediados de la semana
Y el P ueblo se P uso de P ie 45

antepasada y después de haber entrevistado al Secretario de Go­


bernación (Díaz Ordaz) declaró el sábado a la prensa capitalina
otra vez en el mismo tono de sus declaraciones de Acapulco, mas
añadió una baladronada y es que, dijo, si quieren pelea mis
enemigos, la tendrán. Y esto fue lo que acabó de enardecer los
ánimos de los combativos jóvenes estudiantes, campesinos y buró­
cratas, maestros, etc., que ya para entonces estaban en la lucha en
contra de su régimen, en la capital chilpancingueña.
El procurador del estado, joven abogado Javier Olea, un indi­
viduo con bastante audacia y cierto talento, al parecer, pero con
unos antecedentes personales nada relevantes — casos de una va­
jilla de plata perdida en una embajada y de un viaje a Cuba,
bastante misterioso, durante el régimen de Prío Socarrás— se
acercó, efectivamente, a los muchachos estudiantes, a ofrecerles
una nueva ley universitaria que había elaborado en 48 horas y
que calificaba como perfecta, y les anunció que todas tus deman­
das habían sido aceptadas por el régimen caballerista. Pero ya
era tarde. Los muchachos estudiantes se habían aliado definiti­
vamente al pueblo guerrerense que incitado por el Comité Cívico
Guerrerense había acudido desde días antes a solidarizarse con
dichos dirigentes, y para estas horas el problema era ya muy
grande.
El gobernador Caballero Aburto, instado seguramente por las
altas autoridades de la Federación, se vio obligado a ir a Gue­
rrero, en el curso de esta semana que acaba de concluir. Primero
se aproximó a Taxco, tímidamente. Allí les ofreció a los mucha­
chos estudiantes, ya enrolados en el movimiento, que les concede­
ría doscientos cincuenta mil pesos para el edificio de su escuela
Secundaria y Preparatoria, si deponían su actitud de rebeldía en
contra de su régimen. También ya fue tarde. Le contestaron los
muchachos que si por su actitud no les daba nada de escuela, que
mucho lo lamentaban, pero que estaban antes que nada con su
pueblo. En un momento dado, su automóvil fue apedreado, antes
de salir rumbo a Iguala de la Independencia. En esta ciudad, y
46 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

previo acarreo en camiones especiales de gente de la tierra calien­


te especialmente alquilada al efecto a veinte pesos la persona de la
masa y a trescientos los propios contratistas, se realizó un mitin
en el que habló el gobernador guerrerense, ^ara justificarse. Pero
esas mismas gentes alquiladas, se unieron al mitin de protesta rea­
lizado unas horas más tarde en la propia ciudad igualteca, las
cuales, en el colmo de su excitación, intentaron incendiar las casas
del presidente municipal Darío Arrieta Leyva, un muchacho que
parecía con una buena proyección política y la de José Guadalupe
Romero, el diputado del distrito, compadre del gobernador y ex
director de hacienda del estado, puesto que cubrió por un mes
escasamente. El gobernador salió el viernes en avioneta para Aca-
pulco a donde llegó por la tarde. (Se abstuvo cuidadosamente de
pasar por la carretera por Chilpancingo donde los ánimos están
enardecidos en su contra y podrían haberle cerrado el paso.) Y en
Acapulco también se provocaron diversas manifestaciones, en pro
y en contra del gobernador, las primeras organizadas natural­
mente por las gentes que le son adictas y a tanto más cuanto, y las
segundas por los líderes del pueblo. Y para hoy domingo se anun­
cian diversos actos allá mismo en el puerto guerrerense, a la par
que tendrán lugar también otros en Chilpancingo y otras ciuda­
des guerrerenses.
Pero entre tanto ha pasado todo esto en suelo guerrerense, aquí
en México también han ocurrido otros acontecimientos dignos de
ser tomados en cuenta en estas anotaciones. Hace unos quince días
aproximadamente, me fue pedido el despacho de la revista para
ser utilizado por el Comité Coordinador de Lucha contra Caballe­
ro Aburto. Como ya estaba prácticamente dentro del movimiento
al tomar la iniciativa para organizar una Asociación de Escri­
tores y Periodistas de Guerrero que se declaró en favor de Joseph
y en contra de Caballero Aburto con el manifiesto que opor­
tunamente dimos a la publicidad, no tuve ningún inconveniente.
A esto debe sumarse que al estarse elaborando el pliego petitorio
para que desaparezcan los poderes presentado ante la Cámara de
Y el P ueblo se P uso de P ie 47
Diputados, previa consulta se incluyó mi nombre entre los fir­
mantes del mencionado documento, y menos reparos tuve en acce­
der a la petición aludida. De suerte que toda la semana antepa­
sada y la anterior dimos la batalla desde las oficinas de la revista
CUAUHTEMOC.

DOS JORNADAS IMPORTANTES

Singularmente son dignas de anotarse dos jornadas. La pri­


mera, la del martes último ocbo de noviembre y la segunda la del
jueves diez. Oportunamente, el sábado cinco, redactamos el volan­
te que debía citar a los guerrerenses para el martes pedir en el
recinto camaral el planteamiento del problema guerrerense, eu
labios de la representación federal guerrerense. El día citado, a
las once de la mañana, estuvimos listos en el edificio de Donceles
y Allende a pedir tal cuestión. Pero entre tanto nuestros paisanos
gritaban porras en la calle en tal sentido o desde las escalinatas de
la Cámara, el que estas líneas escribe hablaba con los tres rep
sentantes federales pertenecientes al PRI — Herón Várela Alv
rado, Moisés Ochoa Campos y Enrique Salgado Sámano— trata
do de convencerlos de que intervinieran en el problema. A in
ciativa de Moisés Ochoa Campos los tres diputados se acerca­
ron al diputado Emilio Sánchez Piedras, jefe del control político
de la misma, para plantearle el problema y pedirle orientaciones.
Estarían unos ocho minutos con el líder camaral cuando fue lla­
mado también el diputado Mario Castillo Carmona, adicto incon­
dicional del gobernador y esto me causó mala espina. A los pocos
minutos entró también la diputada Macrina Rabadán, ex miembro
del Partido Popular y gente que merece una explicación aparte
que más adelante haremos. En ese mismo instante salieron los cua­
tro diputados guerrerenses que habían entrado primero. Tras cin­
co minutos, Macrina volvió a los pasillos con un gesto no muy
optimista. “ Me dejan hablar, dijo, pero también me piden que no
lo haga y que les explique a los compañeros que esperan afuera,
la situación.”
48 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Evidentemente estábamos en una encrucijada. Podíamos dejai


pasar la ocasión y que Macrina no hablara en la Cámara, con la
esperanza, ya alguien nos lo había asegurado, de que el goberna­
dor guerrerense 110 duraría 48 horas más en el poder. Pero ¿qué
garantía teníamos de que esto sucediera? 0 bien, dejar que Ma­
crina hablara y que sucediera la secuela de acontecimientos que
ocurrió. ¿Qué hacer? Tímidamente, un compañero, Juan R. Cam-
•puzano, opinó ante Macrina que no hablara; yo asentí con el ges­
to, con el compañero Campuzano; pero no me atreví a hacerlo
con palabras. Macrina debe haberlo decidido en ese instante, tal
vez con la opinión de Nacho Victoria, otro de los dirigentes del
movimiento. Y se dispuso a hablar. La suerte estaba echada. Los
compañeros de afuera fueron llamados a entrar al recinto cama-
ra!, por gestiones del diputado Ochoa Campos y llenaron las ga­
lerías. Allí estaban también Jorge Joseph y su señora esposa. Y la
cámara sesionó rápidamente y pronto se declaró terminada la
sesión citándose para la siguiente. En ese mismo instante pidió
la palabra Macrina Rabadán y le fue concedida, no obstante, se­
gún dijo José Ortiz Avila, presidente de la asamblea, que estaba
fuera de la orden del día.
jlM
Habló Macrina. Planteó breve y dramáticamente el problema
guerrerense y apeló a los diputados a resolverlo sugiriendo la
designación de una comisión para que investigara los hechos y
condenara a Caballero Aburto. Un diputado no guerrerense, Or­
tega Calderón le contestó con argumentos jurídicos: la Cámara
no podía intervenir porque violaba las leyes y la soberanía gue­
rrerense. Otro diputado no guerrerense, Castillo Molina, y éste ni
siquiera del partido oficial, el PRI, sino del PAN, de la reacción
de México, subió a la tribuna a hacernos un flaco servicio: de­
fendió nuestra causa y dijo con toda claridad que seguramente
no había bajado todavía la consigna contra Caballero Aburto, si
no otra habría sido la actitud de la Cámara. Hablaron también el
diputado Barrera Fuentes, defendiendo la tesis de Ortega y el di­
putado por el Estado de México, Carlos Hank González, sugirien­
Y el P ueblo se P uso de P ie 49
do la creación de la comisión y en cierta forma solidarizándose
con Macrina. Fue entonces cuando se inscribió en la lista de ora­
dores el propio diputado Sánchez Piedras para evitar que la masa
general de los diputados se saliera del huacal. Hábilmente arguyo
principios jurídicos y trató de demostrar que la Cámara no estaba
capacitada para intervenir, sin dejar de reconocer que el pueblo
guerrerense podía tener razón en su lucha contra Caballero Abur-
to. Y el asunto se votó ganándolo la tesis de Sánchez Piedras y sus
compañeros. Pero una treintena de diputados alzó la mano favo­
reciendo la petición de la diputada Macrina Rabadán.
(Y aquí es hora de explicar la conducta de Macrina Rabadán,
sin duda alguna una de las luchadoras más firmes de la actual
legislatura mexicana y quizá de la actual generación. Das o
veces había sido postulada por el Partido Popular, al que pertév
necia, como candi data a diputada y las mismas veces había gozado
de gran popularidad en su distrito y tal vez hasta había ganado en
buena lid las elecciones. Y por fin, cuando durante la última,
postulación prácticamente había sido aceptada en el spno del Cor
greso, la dirección nacional del partido al marido del licenciad
Lombardo Toledano, la quiso retirar del registro electoral. Y
era tarde. Ella decidió, y a nuestro juicio, decidió b ie iíjjtíf
de modo independiente y de esta guisa ganó la curul corresp
diente.)
En el principio de esta lucha, como en toda lucha revolucio­
naria, Macrina estuvo dispuesta desde luego, a servir al movi­
miento. Incluso, en un fin de semana reciente y anterior a su
intervención en la Cámara, se transladó a Guerrero a ver las cosas
en el lugar de los hechos y visitó Acapulco y Chilpancingo. En
este último lugar, al pasar de regreso rumbo a la ciudad de Mé­
xico la víspera de su intervención en la Cámara, ofreció solemne­
mente plantear el problema en el recinto del Congreso. Y cumplió
su palabra. Por eso nosotros nos abstuvimos de recomendar silen­
cio. Porque hasta cierto punto esta intervención era necesaria para
fortalecer el espíritu de lucha de los compañeros de Chilpancingo
50 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

y de Guerrero en general, que son los que principalmente han


estado dando la batalla en el terreno en que debe darse. Nosotros
hemos hecho nuestra parte principalmente desde las páginas de los
periódicos. Pero la lucha fundamental es la que se está llevando
al cabo en Guerrero y de la cual han dado amplísima cuenta los
representantes de la prensa nacional al través de sus periódicos y
muy singularmente los diarios LA PRENSA, NOVEDADES, EX­
CELSIOR Y ATISBOS, que mandaron corresponsales especiales
a cubrir la información.
La última jornada aquí en la capital ha sido la del jueves
diez en la que nuevamente fue planteado el problema guerrerense.
Esta vez aprovechamos la lección inmediatamente anterior. En una
reunión dramática que hubo en Palma Norte 518-107 decidimos
la redacción de un documento jurídico que generosamente, ge­
nerosidad doble por no cobrar honorarios y por hacerlo en las
circunstancias que señalo, el licenciado Emilio Guerra Leal — fi­
jarse bien, este es muy distinto del abogado que ostentando inde­
bidamente los mismos apellidos es animador de un partido aníi-
üomunista— •se echó la tarea de formular el documento en toda
'a noche, sin dormir materialmente. Al día siguiente, en efecto,
1 documento estaba listo. Con algunas correcciones se pasó en
npio. Y el jueves diez, unos minutos antes de la sesión corres-
pt ndiente, el documento fue entregado a la oficialía mayor del
Senado de la República.

EL DOCUMENTO EN EL SENADO

La lectura del documento en el Senado causó un impacto tre­


mendo. Las galerías, otra vez completamente llenas de guerre-
renses, permanecieron disciplinadas y heroicamente sentadas du­
rante las cinco horas y media o seis que duró la jornada: pues des­
pués de su lectura se siguió el trámite de remitirlo a las comisio­
nes de Gobernación, Justicia y Puntos Constitucionales, para su
dictamen. Y se declaró un receso de varias horas. El dictamen
de referencia (que el lector puede hallar al final lo mismo que
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 51
el documento que lo originó), fue leído como a las siete de la
noche después de que la sesión se había iniciado a la una y media
y declarado en receso una hora después aproximadamente.
Y ahora, en el instante presente, la situación es así. Dos dipu­
tados priístas Moisés Ochoa y Herón Várela, aceptaron ya de
plano su participación en la lucha. Y ayer por la tarde llegaron
a Chilpancingo a recoger el pulso popular. De más está decir la
forma entusiasta en que fueron recibidos por el pueblo de la ca­
pital chilpancingueña. Las crónicas de esta mañana hablan de
diez a doce mil almas, pidiendo la desaparición de poderes en
Guerrero. Ellos regresarán seguramente de hoy a mañana para
plantear nuevamente el problema en la Cámara de Diputados, tal
como lo sugiere el dictamen del Senado en la próxima sesión el
martes 15. Y estamos convencidos, digo, el autor de estas líneas
está convencido de que ahora sí marcha el proMejnajjor buen
camino. Es decir, no que el problema haya sido mal conducido
hasta ahora. No. Sino, que dentro de la mecánica política de Mé­
xico, el movimiento insurreccional contra Caballero Aburto, no
podía triunfar cuando lo acaudillaban o lo patrocinaban ostensi­
blemente elementos no pertenecientes al partido oficial (Macrina
Rabadán); por eso ahora que lo acaudillan elementos del Partí
do Revolucionario Institucional, es de esperarse que más bieU,.
pronto que tarde, pero más tarde o más temprano, se hará justi­
cia al pueblo guerrerense, quitándole al sátrapa que detenta sus
destinos.
« I
UN PROGRAMA DE ACCION REVOLUCIONARIA
EN CHILPANCINGO

Por eso éste, pese a todas sus torpezas, ha tenido un acierto


en las últimas horas: atribuir en sus declaraciones a fines subver­
sivos, es decir, comunistas, los orígenes y el desarrollo de la lucha
de los guerrerenses en su contra. Pero creemos que no prosperará
la maniobra. Hay un documento con el que deseamos concluir
estas notas de hoy, que es de una elocuencia incontrastable. Es el
52 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

pliego redactado por los compañeros de Chilpancingo y que apa-


recio en EXCELSIOR de ayer y que fue presentado en Goberna­
ción. Vale la pena reproducirlo:
“ 1. Desaparición de poderes en el Estado de Guerrero.
2. Aplicación de la ley de responsabilidades al general Raúl
Caballero Aburto, así como a todos los funcionarios y empleados
de alta jerarquía en el estado.
3. Respeto absoluto a la Constitución General de la Repú­
blica y en particular a la del Estado de Guerrero, con el objeto
de que se respete la autonomía del municipio libre, como lo dis­
pone el artículo 115 de la Constitución; caso concreto, el de los
municipios de Acapulco y de Atoyac de Alvarez. Que se descen­
tralicen las policías municipales, como los disponen los artículos
14 y 16 de la Constitución General, y por último que se permita
la libertad de reunión y expresión, hablada y escrita de la ciu­
dadanía guerrerense, de acuerdo con los artículos sexto y noveno
de la Constitución General.
4. Derogación de los decretos nocivos a la población, como el
decreto inconstitucional que altera en forma desproporcionada
las contribuciones urbanas; el que crea el nuevo impuesto de tres
centavos por kilogramo de copra o coco en bola; el que crea la
^.ventral ización de todas las policías bajo el mando directo del go­
bernador; el que grava en cinco centavos cada sombrero de paja
que. harén los indígenas de la Sierra de Tlapa; el que obliga a los
propietarios de predios urbanos en Acapulco y Taxco a pagar
precios exorbitantes por la numeración y nomenclatura de casas
y calles.
5. Que eñ el Estado de Guerrero se termine de una vez por
todas con los latifundio- siguientes: los de Guerrero Lanz, S. A .;
el de Marquelia, perteneciente al general Caballero Aburto; el de
San Jerónimo, que es propiedad de los hermanos Del Río, el
de Zihuatanejo y ol de la Unión.
6. Que se atienda la educación primaria, media y superior
del pueblo. Que en el caso de la Universidad, se le dé una orienta­
ción social para qíie se ponga al servicio del pueblo y sea la que
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 53
promueva el desarrollo social, industrial y político de nuestro
estado. Asimismo, .pedimos se asigne mayor presupuesto a las es­
cuelas normales en el Estado y, por último, que haya para los
estudiantes pobres, casas estudiantiles, becas y trabajos que les
permitan sustentarse y prepararse de acuerdo con su capacidad
y aspiraciones.
7. Depuración sindical, a fin de que los mismos sindicatos
puedan defender los intereses de sus agremiados; casos concretos
el de los copreros y el de los cafeticultores.
8. Que se proteja al pequeño y grande comercio, no graván­
dolo con mayores impuestos como en el caso de la Ley número 209,
y defendiéndolo de los acaparadores, competidores y monopo­
listas.
9. Que se prohíba la explotación irracional de los bosques
y por lo contrario se intensifique la reforestación, ..en virtud de
que la erosión está dejando desértico e improductivo nuestra sue­
lo y que, en caso de ser explotados lo sean en beneficio del ejido;
casos concretos, las concesiones madereras de la Sierra de T W
cotepec, Atoyac, San Luis y otras, y que se prohíban terminante)
mente las concesiones a extranjeros. j
10. Entrega a las autoridades judiciales correspondiente
de las personas que cometieron asesinatos bajo el pretexto de de ,
armar a los campesinos y efectuar revisión general de los expe­
dientes en todos los juzgados.
11. Desterrar a los caciques incrustrados en cada población
y seguirles el correspondiente juicio.
12. Que se consigne a quien corresponda por los ultrajes de
que fue objeto el pueblo de Chilpancingo el día 6 de los corrien
tes por la policía motorizada y elementos del Ejército Nacional.
En igual forma, por los acontecimientos del 9 de los corrientes
en Acapulco, en que estudiantes y pueblo fueron ultrajados por la
policía urbana.
13. El castigo a quien corresponda por el atentado cometido
en contra de los ediles que estaban sesionando dentro de su edi­
ficio el día 8 del presente.
54 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

14. Restitución de los empleados que por represalia fueron


cesados en virtud de haber participado en la lucha,
15. Expropiación de todos los bienes inmuebles adquiridos
ilícitamente por todos los funcionarios del gobierno caballerista,
para que pasen a constituir el patrimonio de la Universidad de
Guerrero.
16. Todo lo anterior podrá resolverse con un equipo gu­
bernamental que tenga un amplió sentido moral, social, político
y cultural, por lo cual estamos pidiendo a usted que la integra­
ción del nuevo Gobierno se ajuste al sentimiento de la ciudadanía
guerrerense.”
Lo que en él déstaca, como puede apreciarse, es la exten­
sión de los fines de la lucha revolucionaria del pueblo guerreren-
se. Ya no es sólo la defensa del municipio libre, ni la lucha contra
los atropellos del mal gobernante, lo que inspira al movimiento.
Es algo más amplio. Es la regeneración cívica de México lo que
parece inspirar este pliego. El movimiento pide, además de la
desaparición de poderes, la aplicación de la ley de responsabili­
dades a Caballero Aburío; respeto a la Constitución General y a
a particular del estado (el municipio lib re ); la derogación de
s decretos atentatorios de la ley y contra la población guerre-
nse; la terminación de varios latifundios, entre ellos el de Mar-
quelía cuya propiedad se atribuye al general Caballero Aburto;
la atención al problema de la educación superior, a la primaria y
a la media del pueblo; la depuración sindical; la protección al
pequeño comercio; la defensa de los bosques; la entrega a las
autoridades judiciales de los asesinos del pueblo; el destierro de
los caciques “ incrustados en cada población y seguirles el juicio
correspondiente5; la consignación de los responsables de atrope­
llos al pueblo de Chilpancingo y de Acapulco los días 6 y 9 de
los corrientes, respectivamente; la restitución en sus empleos de los
burócratas cesados por participar en el movimiento; la expropia­
ción de todos los bienes inmuebles adquiridos ilícitamente por
todos los funcionarios del gobierno caballerista, “ para que pasen
a constituir el patrimonio de la Universidad de Guerrero” y “ que
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 55

la integración del nuevo gobierno se ajuste al sentimiento de la


ciudadanía guerrerense” , que exige un equipo gubernamental que
tenga un amplio sentido moral, social, político y cultural” . Y fran­
camente este es un lenguaje nuevo y peligroso en México, por lo
cual creemos que pronto será resuelto el problema guerrerense.
Nuevo porque suena a muy limpio y revolucionario, porque está
en la ansiedad y el anhelo no sólo de los guerrerenses, sino de
otros confines de la República. Y peligroso pot ello mismo. Por­
que puede contagiar con su ejemplo a las demás regiones en donde
hay problemas semejantes, en la República. Por eso creemos que
ahora sí estamos cerca de la solución al caso de Guerrero, amén
de porque la línea estratégica trazada en los últimos días, según
hemos visto, está más adecuada a nuestra realidad política.”

LOS EX PRESIDENTES DE MEXICO


EN EL CINCUENTENARIO DE LA REVOLUCION
Y EL CASO DE GUF-&RERO

Nov. 20 /6 0 . Hoy se celebró en la i v -i Cin&iénten


rio de la iniciación de la Revolución Mexic^ i En la capital,
Presidente, licenciado Adolfo López Mateos, rodeado de los s
ex presidentes vivos del país — Emilio Portes Gil, Abelardo
Rodríguez, Pascual Ortiz Rubio, Lázaro Cárdenas, Migue! Alemán
y Adolfo Ruiz Cortines— ha presidido las ceremonias conmemo­
rativas, entre las que han destacado, por la televisión, el depósito
de los restos de Francisco í. Madero en el Monumento a la Revo­
lución, lugar en donde se les rindió homenaje, y el desfile de la
Revolución que las siete figuras principales de los últimos treinta
años de vida revolucionaria en México contemplaron desde el Pa­
lacio Nacional.
En efecto, es un acontecimiento político importante, el que
en nuestro país puedan reunirse estas siete figuras, cuando en
otros países latinoamericanos y aún en el nuestro, en otro tiempo,
los ex presidentes tenían que vivir en el extranjero, y era muy
difícil que se pudiera presentar el fenómeno de verlos reunidos
56 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in b o

como se les ha visto esta mañana. Ello es un síntoma de madurez


cívica y ciudadana de México, indudablemente; pero no basta su
sola presencia en un acto público para demostrar que cada uno
de ellos trabaja al servicio del país.
Un agudo escritor político hacía notar, hace unos días, que
de los seis ex presidentes cuatro son millonarios y dos no. Pero
la verdad es que no se puede establecer esta diferencia en forma
notoria, porque es muy difícil de comprobación la propiedad
de los ex presidentes de la República en un país como México, en
donde, cuando gozan del poder, todos los recursos del país están
prácticamente a su disposición y pueden, por lo tanto, si lo desean,
realizar actos al margen de la ley. Lo que creemos que cuenta,
que puede contar en el examen de la postura de cada uno de los
ex presidentes mexicanos, es su actitud actual y permanente, pos­
terior al desempeño de sus altas funciones presidenciales, como
ciudadanos al servicio de México. Y en este sentido, creemos que
tres de ellos destacé'' ^mentalmente eti el ejercicio de tareas
^Jtanefieio- de K general Lázaro Cárdenas, en primer
érmíno, quien ó ^ de su mandato presidencial ha servido
México como SáLrétario de la Defensa Nacional en la época de
Segunda Guerra Mundial y durante el ejercicio presidencial
del general Manuel Avila Camacho; y también como Vocal Eje­
cutivo de la Comisión Nacional de Tepalcatepec. El licenciado
Emilio Portes Gil, quien ha sido embajador de México en La In*
dia, y ha desempeñado diversas comisiones oficiales, siempre
al servicio del país, siendo la última la de la jefaturf de la
Comisión Nacional de Valores; y el licenciado Miguel Alemán,
quien desde la promoción de varios negocios privados, está sir­
viendo también al país, aunque en su caso podría discutirse
que esos mismos negocios — y los que se le atribuyen son
de gran cuantía— , son también de beneficio personal. En
circunstancias semejantes, entregados a actividades o negocios par­
ticulares, se encuentran el ex presidente Ortiz Rubio y muy singu­
larmente el ex presidente Abelardo Rodríguez, a quien una revis-
Y el P ueblo se P uso de P ie 57
ía norteamericana, al realizar reciente encuesta, lo señala entre
los cinco mexicanos más ricos de la República.
Otro caso es el del ex presidente Ruiz Cortines. De él no seña­
la la opinión pública negocios particulares fabulosos, aunque no
deja de atribuírselos a su señora esposa, doña María Izaguirre de
Ruiz Cortines, destacando entre éstos el de varios hoteles de la
capital, de Acapulco y del extranjero; mas lo que sí se le atribuye
al ex presidente veracruzano, es su intervención en asuntos polí­
ticos del actual régimen, concretamente en la defensa de algunos
gobernadores que iniciaron su gestión durante su mandato cons­
titucional y que todavía ejercen el poder, a despecho de que la ,
opinión pública se manifiesta claramente en su contra. Me refie­
ro, claro está, al caso del general Raúl Caballero Aburto, el vapu- ;
leado gobernador guerrerense, quien pese al enorme despliegue \
de fuerzas en su contra aun continúa como gobernante del suriano
estado, y quien, entre otros méritos para llegar al poder realizó
una massacre de ciudadanos enemigos de la candidatura de Rui;
Cortines el 7 de julio de 1952, siendo a la sazón comandamc de
Batallón Mecanizado del Ejército. \
Caballero Aburto había ido a realizar un curso de perfección
namiento en esta materia a los Estados Unidos de Norteamérica |k
se cuenta que al presentarse la oportunidad de batir a los hen-
riquistas que en ciertas zonas de la capital de la República cons­
tituyeron una seria preocupación para el Gobierno, entonces ejer­
cido por el licenciado Alemán, el general guerrerense diplomado
de Estado Mayor la aprovechó sin tardanza y aún sin orden supe­
rior, para congraciarse con el entonces candidato presidencial
Adolfo Ruiz Cortines. Por esta acción, se sigue diciendo, Caballe­
ro Aburto sufrió orden de arresto; pero oportunamente habría de
capitalizar tal audacia, con su designación por el PRI como candi­
dato al Gobierno de Guerrero.
A l advenir la crisis reciente en la entidad suriana, que culmi­
nó la semana que acaba de concluir con el rechazo por parte de
la Cámara de Diputados a la petición del pueblo guerrerense para
que desaparezcan los poderes en el Estado de Guerrero, parte de
58 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

la opinión pública ha creído ver maniobras subterráneas de Ruis


Cortines en favor de Caballero Aburto, todavía en pago de aquel
servicio de la massacre de los henriquistas.
(Nosotros sinceramente no participamos de tal opinión, pero
no podemos menos que recogerla. Nosotros creemos, en cambio,
que lo que ha pasado realmente es que la tesitura en que se ha
colocado el actual Gobierno al no mover un dedo en contra del
régimen de Caballero Aburto es simplemente cuestión de proce­
dimiento. O sea que creemos que el régimen federal sí está de
acuerdo en arrojar por la borda al nefasto régimen estatal de Ca­
ballero Aburto; pero no ha podido hallar hasta ahora el procedi­
miento adecuado, en virtud de los acontecimientos que han concu­
rrido en la lucha contra el régimen caballerista.) En otras
palabras, que el Gobierno Federal se ha empeñado en ver en este
movimiento a un esfuerzo típicamente de la oposición mexicana,
máxime que quienes han salido al frente del mismo han sido aquí
n esta capital y en la de Chilpancingo, Macrina Rabadán y Pedro
xyala Fajardo^ dos cabezas visibles del Partido Popular, a quie-
's se ha unido, en una circunstancia completamente desafortu­
nada, el conocido miembro del PAN, otro partido de la oposición
mexicana, el diputado Eduardo Castillo Molina. Esta es la razón
creemos, por la que se ha dado carpetazo hasta ahora al problema
guerrerense.

DETALLES PARA LA HISTORIA

Pero a mayor abundamiento, veamos algunos detalles de los


acontecimientos ocurridos durante la última semana, en torno a
la lucha del pueblo guerrerense, en contra de su gobernante, el
general Raúl Caballero Aburto.
El martes 15 y el jueves 17, fueron días clave del movi­
miento en el seno de la Cámara de Diputados. Desde la jornada
última de ocho días antes, cuando el problema había sido llevado
a la Cámara por Macrina Rabadán, la diputada guerrerense, en
la forma que lo hemos reseñado en páginas anteriores, había la
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 59

sensación, hubo la advertencia por parte de los líderes o el líder


de la Cámara al través de uno de los miembros de la diputación
federal guerrerense pertenecientes al PRI, de que si la diputada
suriana no abordaba el problema éste se resolvería en las siguien­
tes 48 horas, a más tardar. (Pero nosotros, ya lo dijimos, no te­
níamos entonces ninguna seguridad de que tal ofrecimiento pu­
diera llevarse a la realidad y creimos que era hasta cierto punto
necesaria la intervención de la diputada para levantar el espíritu
de lucha de los compañeros del movimiento en Acapulco y en
Chilpancingo, sobre todo en este último lugar en donde tantas
muestras de combatividad y de heroísmo silencioso se habían
estado dando en los últimos días. Por eso no le dimos nuestra
opinión a la diputada Rabadán, para que no hablara en los ins­
tantes cruciales en que tal cosa se decidió.)
Sin embargo, la decisión de los líderes del Congreso y de la
política oficial estaba ya tomada, a juzgar por los aeonteeimiep-
tos ulteriores. Durante la jornada del martes 15 y antes de el!;
principalmente, hicimos todo lo necesario para tratar de persu
dir a la diputada Rabadán de que dejase en manos de los diput,.
dos priístas — en aras del triunfo del movimiento— la inteivenx
ción en la Cámara de Diputados, Yo hablé personalmente con x
ella instantes antes de la sesión, sentada ya en su curul, hacién­
dole ver la necesidad de que el movimiento triunfara aunque hu­
biera que hacer algunos sacrificios personales. Ella me contestó
casi tajante, indicándome que cumpliría con el papel histórico
que le correspondía desempeñar, dándome a entender que ella
sabía lo que hacía y que no le importaban opiniones -ajenas! o por
lo menos la mía. No insistí más. Me senté como a cuatro curules
a la izquierda, de la suya, desde donde, sin quererlo o proponér­
melo, podía ver todos sus movimientos. Así contemplé claramente
cuando, a una hora determinada, entró un par de damas a hacer­
le entrega de un precioso ramo de flores, Vi perfectamente sus
salidas a los pasillos camarales y las entradas al recinto del Con­
greso, en forma ininterrumpida, durante la tediosa sesión de la
60 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Cámara en la que se trató el problema de la nacionalización de


la industria eléctrica.
(Yo había tenido noticias desde la víspera, de que la única
condición que Sánchez Piedras, el líder de la Cámara de Diputa­
dos, exigía para que se tratara en la Cámara el problema guerre-
rense, al que le mostraban viva simpatía incluso, era que Macrina
.se desplazara y dejara actuar a los diputados priístas guerrerenses.
Así se lo hice ver, en un inútil esfuerzo por convencerla de este
sacrificio, a un compañero del movimiento cercano a ella que
creí me apoyaría en tal propósito, durante la madrugada de ese
día. Pero todo fue inútil.)
Así que, cuando me senté resignado en la curul a la que aludí
hace un instante, ya sabía más o menos lo que iba a ocurrir. O sea,
que lo más probable sería que no se abordara en la Cámara el
problema guerrerense, en virtud de que Macrina había comu­
nicado oportunamente a Castillo Molina, del PAN, su propósito
' e abordar nuevamente el problema guerrerense desde la tribuna
aniaral, ofreciéndole éste su cordial cooperación. (Otra vez nos
inenazaba con su ayuda.) Y naturalmente era claro que el Go­
bierno no quería ceder en el problema guerrerense presionado
por las dos fuerzas principales de la oposición: el PP y el PAN.
Esto lo veíamos muy claro todos, todos menos la diputada
Rabadán y un pequeño grupo de sus amigos. Así que cuando la
sesión de referencia .tomó un cariz relacionado con el problema
eléctrico y se prolongaba indefinidamente, con las intervenciones
del diputado Pérez Ríos y varios otros, y con la intervención del
propio Molina Castillo siempre en contra de la mayoría, por lo
tanto, en contra de la nacionalización de la industria eléctrica,
comprendimos que no se trataría en tal sesión el problema gue­
rrerense. Y así sucedió. La asamblea terminó pasadas las cuatro
de la tarde y apenas el presidente del Congreso, diputado Ortiz
Avila, levantó la votación respecto al .punto a debate, lo único
que hizo fue leer splemnemente, para las galerías que estaban
atestadas de guerrerenses, el texto de una declaración sin duda
Y el P ueblo se P u so de P ie 61

formulada por Sánchez Piedras, quien no acostumbra sentarse


en su curul basta que la marcha de la asamblea en turno está per­
fectamente organizada, y que era una explicación de por qué no
se había tratado él caso Guerrero en la asamblea y un anuncio
de que se le trataría en la sesión siguiente.
Las galerías empezaron a gritar su descontento, apenas se
terminó de dar lectura al documento de referencia, en tanto que
Macrina salía visiblemente disgustada gritando que el culpable
de tal situación era Moisés Ochoa Campos. “ Ahí están los resul­
tados de los ofrecimientos de Ochoa Campos” , vociferaba. (Ochoa
Campos había ido a Chilpancingo durante el fin de semana ante­
rior y había levantado una profusa documentación fin contra de
Caballero Aburto.)
Por cierto que este viaje merece un parrafito especial para
que nuestros lectores sepan estrictamente la verdad de los acon­
tecimientos. Sucede que la decisión de ir a Guerrero la tomaron
juntos aquí en la capital Ochoa Campos y Herón Varela Alvarado.
ante la insistente gestión de una comisión de gentes del movi­
miento de Chilpancingo. Con el diputado Salgado Sámano no ce
pudo contar porque se enfermó y se le descompuso su coc
Pero el diputado Varela Alvarado se comprometió ante la
sión chilpancingueña el viernes 11 por la noche a salir al día
siguiente para la capital guerrerense, lo mismo que el diputado
Ochoa Campos. Pero apenas salió la comisión chilpancingueña,
el diputado Varela dijo al diputado Ochoa Campos' que no conve­
nía que fueran, por los muchos peligros que tal viaje entrañaba,
etcétera. Ochoa se mantuvo firme en su decisión y dijo que si los
demás no iban él de todos modos iría. Como ocurrió, en efecto,
al día siguiente. Pero al llegar a Chilpancingo, a las cuatro de la
tarde, le informaron que ya no lo esperaban porque Varela había
hablado como a las diez de la mañana anunciando que nadie de
los diputados priístas se presentaría en lá capital guerrerense.
Sin embargo, debe haberse enterado oportunamente de la salida
de Ochoa Campos y debe, haber tomado una decisión de última
62 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

hora para sumársele, lo cual hizo con la compañía de tres ve­


hículos atestados de pistoleros bien pertrechados, lo cierto es que
llegó a Chilpancingo como a las nueve de la noche. Ochoa que lo
había esperado recibiendo lina documentada información sobre
las quejas del pueblo guerrerense contra Caballero Aburto, una
vez que éste llegó organizó una reunión con el pueblo, es decir,
se organizó una especie de mitin en la cual explicaron los dos
diputados los motivos de su presencia allí.
Tal es la versión de tales acontecimientos. Ochoa Campos se
proponía intervenir en la Cámara, con la extensa documentación
que trajo de Chilpancingo y así lo hizo conocer ante la prensa
capitalina. Por eso Macrina le culpaba de no haberlo hecho, a la
salida de la Cámara. Pero la verdad es que la sesión no tocó el
punto del problema guerrerense y que Ochoa se limitó a patro­
cinar en dicha Cámara la inclusión de un segundo documento
petitorio de los guerrerenses para la resolución del mismo.

LA SESION DEL JUEVES 17 EN LA CAMARA


DE DIPUTADOS

^ La sesión del jueves 17 de la Cámara de Diputados estuvo


rob a d a de mucha expectación pública. La primera parte de la
misma fue pública y la segunda, relativa al problema de Gue­
rrero, secreta; por lo tanto, se hizo desalojar de guerrerenses a
las galerías. Y durante el tiempo, bastante largc., en el que los
guerrerenses permanecimos situados en las escalerillas y en los pa­
sillos de la entrada de la Cámara, se formularon las más varia­
das conjeturas. Se hablaba incluso de que Caballero Aburto ya
había solicitado licencia. Lo cierto es que en dicha jornada his­
tórica la Cámara de Diputados dio al traste con las esperanzas
guerrerenses de que en su seno se tratara el problema de la des­
aparición de los poderes en el estado. El diputado Sada Baights
■defendió el dictamen de la Cámara en el que ésta declaraba su
incompetencia para abordar el problema guerrerense. El dipu­
tado Castro Leal en un discurso vigoroso, defendió al pueblo de
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 63

Guerrero. Pero oíros diputados más defendieron el punto de vista


oficial de la Cámara y cuando Macrina trató de pedir la palabra
para abordar la tribuna, el presidente de la asamblea maniobró
hábilmente para preguntar si estaba suficientemente discutido el
punto y habiendo recibido contestación afirmativa, levantó inme­
diatamente la sesión. Por cierto que en esta histórica sesión otra
vez recibimos la defensa del PAN, al través de su vocero en la
Cámara, el diputado Molina Castillo, y también se escucharon
las candentes frases de Macrina diciendo: “ Nos hemos equivo­
cado de puerta. Esto no es sino un cementerio cívico.”
Realmente la diputada Rabadán tenía razón para su exalta­
ción. Pero ¿quién o quiénes habían sido realmente los respon­
sables del fracaso del movimiento guerrerense: los líderes del
Congreso y de la política oficial, empecinados en no conceder el
triunfo al pueblo guerrerense por virtud de no concedérselos a
fuerzas por ellos señaladas como de los partidos de la oposición,
o los líderes del movimiento quienes no supieron o no supimos
— pues algo nos tocó de responsabilidad en la dirección aquí en
México— maniobrar con la suficiente habilidad para dejar en
manos de la gente del PRI el planteamiento del mismo en el serio
de la Cámara de Diputados, una vez que se había levantado en
pie la ciudadanía guerrerense y una vez que hubimos conocido
las condiciones del Gobierno para concederle el triunfo al pueblo
de Guerrero?
Esta es una cuestión que sin duda alguna la historia deci­
dirá.
Por lo pronto, y sin tratar de disminuir la responsabilidad
que nos haya podido tocar en la dirección del movimiento que
objetivamente provocó un fracaso para el mismo en la Cámara
de Diputados, debemos señalar algunos aspectos no tocados to-
davía.
La tarde del martes 15 después de nuestro fracaso en la Cá­
mara de Diputados, me habló por teléfono una de las personas
allegadas a la diputada Rabadán (Ignacio Victoria Hernández)
en un tono más conciliador que el'que había usado hasta enton­
64 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

ces, respecto a la postura de unidad y conciliación de todos los


grupos que nosotros pregonábamos desde las oficinas de la revista
CUAUHTEMOC (en los últimos días la dirección de la gente
patrocinada por la diputada Rabadán había cambiado ya de do­
micilio) y respecto a la necesidad de hacer que asumieran la di­
rección cada vez más los sectores priístas, con sus diputados al
frente. Desgraciadamente, creo que ya era tarde. Jorge Joseph y
otras personas, afines con nosotros en las posturas adoptadas,
escuchaba la conversación desde el lado del teléfono en que yo
estaba y es testigo de tal conversación telefónica, de cerca de una
hora. Parecía a ratos, como que Nacho Victoria tratase de haces
alarde de una competencia y capacidad, en el bando macrinista.
digamos, de enfrentarse con éxito a la política camaral de Sán­
chez Piedras y de poder demostrarle a este líder que el bando
de referencia tenía suficiente fuerza como para poder derrotarlo.
Vana pretensión, porque ya hemos visto los resultados.
Otro hecho digno de anotarse. El profesor Darío López Car-
mona, presidente de la Unión Cívica guerrerense, organismo que
fue el primero en dar la batalla en contra del régimen de Caba­
llero Aburto, no estaba tampoco de acuerdo en la línea seguida
por la dirección del movimiento, y estaba de parte de la línea
trazada o sugerida digamos por las gentes que se reunían en las
oficinas de CUAUHTEMOC. Incluso esa misma noche provoca­
mos lina reunión de petit comité, llamando a algunos elementos
de reconocida filiación macrinista como Israel Salmerón, mag­
nífico luchador revolucionario y Blas Vergara, joven batallador
activista de las filas de Macrína, quien junto con el profesor
Genaro Vázquez Rojas fue de los más valientes en encender el
fuego de la lucha anticaballerista en varios frentes de Guerrero.
Vergara singularmente, estuvo de acuerdo con la línea táctica que
discutimos. Y se ofreció a intervenir directamente con Macrina
Rabadán para pedirle el sacrificio de su desplazamiento para que
el movimiento pudiera tener el éxito por todos anhelado.
El miércoles 16 a medio día, en sesión con limitado número
de miembros sostenida en las oficinas de CUAUHTEMOC, se de­
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 65
signaron dos comisiones para tratar de enderezar el movimiento.
Una se presentaría con Blas Vergara y el ingeniero Olimpo Au­
ra Pineda con la diputada Rabadán. La otra, integrada por Arturo
Mena y José C. Gutiérrez Galindo iría a entrevistar a Moisés
Ochoa Campos, también para tratar lo relativo a la nueva orien­
tación del movimiento. Una tercera comisión encabezada por Da­
río López Carmona iría a ver a los dos diputados priístas restan­
tes, Herón Varela Alvarado y Enrique Salgado Sámano. Todos
cumplimos nuestro cometido y aparentemente con éxito. Es decir,
Macrina se comprometió ante la comisión de referencia a no cons­
tituir ningún problema y eliminarse, si era necesario. Moisés, por
su parte, a afrontar el problema en la Cámara de Diputados y
donde fuera necesario para darle un nuevo matiz al mismo. Y los
otros dos diputados secundarían al anterior. Pero ya bemos visto
cuáles fueron los resultados en la práctica.
En la práctica, sintetizamos, la sesión del jueves 17 de la Cá­
mara de Diputados fue la puntilla para el movimiento en el seno
de dicha Cámara y los ánimos siguieron caldeándose entre los gue-
rrerenses, al extremo que muchos de ellos exigían ya medidas m '
drástricas, como el encender ciertos focos de franca rebeldía
contra el Gobierno Federal en algunos lugares de Guerrero.
Nosotros, por nuestra parte, asistimos esa noche ^ la última
reunión del movimiento, cuyo cuartel general lo era en los últi­
mos días, y las noches especialmente, la Casa del Estudiante gue-
rrerense en esta capital. Estábamos convencidos de que nuestra
línea táctica de unidad en tomo a una dirección priísta era la ade­
cuada, pero muy- difícil de adoptar en la práctica. Los compa­
ñeros del movimiento insurreccional contra) Caballero Aburto,
que fueron los primeros en la lucha, no aceptaban ni con' mucho
ser desplazados. Los del PRI, con los diputados priístas a la
cabeza, tampoco estaban muy decididos a lanzarse abiertamente
a la lucha, como las condiciones lo reclamaban.
Y entre tanto, el pueblo guerrerense, seguía sufriendo las
consecuencias de la permanencia en el poder de Caballero Aburto
y de una lucha de varias semanas sin resultados positivos algunos.
66 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

LA CUESTION DE ACAPULCO

Entre tanto, vale la pena examinar el problema de Acapulco.


Acapulco fue, como lo hemos visto, la gota de agua que derramó
el vaso del descontento del pueblo guerrerense en contra de su
gobernador Caballero Aburto. Fue gracias a la valentía y el valor
civil sin mácula de Jorge Joseph Piedra que se encendió, en rea­
lidad, la tea del anticaballerismo guerrerense y se extendió muy
singularmente por las principales ciudades del estado.
Simultáneamente a las vigorosas y reiteradas denuncias he­
chas por Joseph Piedra en la prensa capitalina, en contra de los
abusos de Caballero Aburto y su camarilla, el movimiento anti-
caballerista que había nacido en la Universidad de Guerrero con
una huelga en contra de su rector y pidiendo la abolición de Ja
Ley Orgánica de la Universidad, creció de un modo extraordi­
nario y se sumaron a él grandes núcleos de campesinos primero,
y después de otros sectores de la ciudad como comerciantes y
charros y hasta de los propios empleados del Gobierno del estado.
Todos le daban la espalda al nefasto régimen caballerista.
El movimiento se propagó luego a otras ciudades guerreren-
ses como Iguala de la Independencia, Taxco de Alarcón, Zumpan-
gó cifer Río, Tixtla y otros lugares, incluyendo a los propios ayun­
tamientos en las filas de la lucha anticaballerista. De suerte que
al mediar el mes de noviembre, o sea un mes después de haberse
encendido la mecha en Acapulco, el movimiento envolvía piácti-
camente a las principales ciudades de Guerrero y de modo efec­
tivo habían participado ya en él de cincuenta a cien mil guerre-
renses, conservadoramente calculados los integrantes de las reite­
radas manifestaciones antiaburtistas.
De suerte que si se toman como base cinco personas por fa­
milia y la población del Estado está calculada en poco más de
un millón de habitantes, se llega fácilmente a la conclusión
de que en un mes de lucha había ya alrededor de medio millón de
habitantes combatiendo contra el régimen de Caballero Aburto,
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 67
o sea prácticamente la mitad de la población del estado en contra
de su gobernante.
Un gobernador en tales condiciones, o un Gobierno de estado
en tal sitilación, imposible de continuar gobernando bien si no lo
hizo antes! Por eso creemos que pronto tendrá que hacérsele jus­
ticia al pueblo guerrerense, a despecho de la actitud de la Cámara
de Diputados y de los errores que hayan podido cometerse en la
dirección del movimiento, que hemos analizado brevemente en
otro lugar. Pero esto no es a lo que deseamos referirnos ahora.
Volvamos a Acapulco. Un mes después de haber encendido la
lucha anticaballerista, el alcalde con licencia forzada Jorge Jo-
seph Piedra juzgó llegado el momento de volver al seno del
puerto guerrerense, a presentarse ante sus paisanos y electores
y dar la batalla desde allí. Se le había acusado, en el curso de
la lucha, como se recordará, de calumnias contra el gobernador
Caballero Aburto. (Esta acusación partió del procurador del es­
tado, licenciado Javier Olea Muñoz, pocos días después del 5 de
noviembre en que Caballero Aburto ofreció su conferencia de
prensa desde la ciudad de México para justificarse ante la opi­
nión pública nacional. También se le acusó de malversación de
fondos. Se recordará que una comisión de contadores en la qué-
no figuraba ningún contador titulado y estaba integrada exclusi­
vamente por empleados al servicio del gobierno de Caballero
Aburto, fue encargada de realizar una dizque “ auditoría” en
los fondos municipales de Acapulco.)
Jorge Joseph Piedra se presentó el 17 del mes de noviembre,
al cumplirse el mes de licencia que graciosamente le fue conce­
dida por los regidores del municipio, bajo la presión de Caballe­
ro Aburto, a reasumir sus funciones como presidente municipal
y a solicitar, esta vez sí de verdad, una licencia por un mes de
separación del cargo, para presentarse sin fuero alguno, con sólo
un amparo en el bolsillo que lo salvaguardaba relativamente, a
responder a sus acusadores.
El acto ha sido bastante temerario porque ha ido a enfrentar-,
se precisamente ante las autoridades aburtistas que necesaria-
68 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

mente tienen que ser parciales, para ser juzgado por ellas de los
delitos que ellas mismas le imputan.
Pero ha bastado este nuevo desplante de valor civil del coste-
espigado Jorge Joseph, para que otra vez la ciudadanía gue-
rrerense y singularmente la acapulqueña, le haya ofrecido su res­
paldo amplio y desinteresado. Cuentan los informadores impar­
ciales, que tan pronto corrió la noticia de que Jorge Joseph había
regresado al puerto guerrerense y se hallaba en las oficinas del
Palacio Municipal, la multitud comenzó a reunirse enfrente de
dicho edificio y a gritar su entusiasta adhesión al alcalde acapul-
queño, el cual tuvo que salir al balcón del citado palacio para
decir que había regresado porque él no es un bandido como se le
ha acusado y que una vez que se le haya reintegrado en su honor,
esperaba volver a hacerse cargo de la comuna acapulqueña.
Este es el problema a resolverse en estos días, y uno de los
meollos de la cuestión guerrerense. Si Jorge Joseph Piedra es
exeulpado de las acusaciones que pesan en su contra, cosa que a
pesar de ser problemática no es imposible porque estamos segu­
ros que es un hombre recto y limpio que jamás dispuso indebi­
damente de los fondos municipales y que si algún pecado come­
tió no es de esta naturaleza; si Jorge es exculpado ante las auto­
ridades judiciales correspondientes, insistimos, no vemos sufi­
cientemente clara y factible su exculpación desde el punto de
vista politicón
Expliquémonos. No que seamos nosotros de quienes nos sume­
mos al coro de sus críticos y creamos que el punto criticable
en él es el haber dejado por un mes a Acapulco para venir a
dar la pelea desde aquí en contra de Caballero Aburto. Ni siquie­
ra creemos que se le pueda o deba castigar por otros motivos de
menor cuantía como la destacada presencia de su señora esposa,
doña Guadalupe Zetina de Joseph en los asuntos públicos del mu­
nicipio, cosa que no ven con simpatía muchos guerrerenses; o por
.ño haber tenido el tacto suficiente para saber escoger con éxito a
sus colaboradores en el ramo de la hacienda pública municipal,
pues es sabido que tanto a Orlando Aguilar, su primer tesorero,
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 69
como al señor Víctor Manuel Mejía, el segundo, los tuvo que
sustituir por Ramiro Sosa.
No. No*son estos errores políticos o administrativos los que
puedan corjár entre los actos políticos imperdonables en el presi­
dente municipal Jorge Joseph Piedra.
Lo que constituye un acto político o puede serlo, de carácter
imperdonable, es precisamente su valor cívico insobornable y su
propia valentía personal. O sea, la audacia de haber pretendido
expropiar, en beneficio de los campesinos desheredados del mu­
nicipio acapulqueño, las magníficas tierras de Puerto Marqués
que pertenecen — la opinión pública nacional lo sabe bien— a
destacados políticos de administraciones recientes y aún de la
administración actual. Esto sí es indudablemente un “ error”
imperdonable de Jorge Joseph.
También es un error y tal vez imperdonable, el de la acción
misma que Jorge Joseph Piedra ha realizado ante la opinión pú­
blica nacional, durante el último mes. O sea, el haberse lanzado,
con toda la virilidad con que lo ha hecho, en contra del gober­
nador de su estado. Hasta ahora y conviene esclarecer la? cosas
para el mejor servicio a las generaciones guerrerenses del futuro,
la lucha política entre el gobernante en turno del estado y el de
Acapulco (caso de Gómez Maganda y de Miranda Fonseca) se
había desarrollado tras las bambalinas, en forma subterránea,
sin que aflorara esta lucha hasta las páginas de los periódicos
del Estado y menos a los capitalinos.
De hoy en adelante — porque creemos que el ejemplo cundi­
rá pese a todo— estas luchas se desenvolverán en la forma que
ha ocurrido recientemente. O sea en las plazas públicas como
sucede actualmente en las principales ciudades del estado, y en
las páginas de los periódicos y revistas capitalinos; en la radio
y en la televisión. Tal es lo peligroso del ejemplo de Jorge Joséph
Piedra, si vuelve a ejercer como presidente municipal de AcapuL-
co: que ha tenido la valentía y la honradez de enfrentarse públi­
camente a su terrible opositor Aburto y que vuelva a ocupar Ta •.
presidencia municipal.
70 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Pero no es del todo imposible. Hay fuerzas populares — el


movimiento guerrerense es una demostración palpable de ello—-
que buscan y que desean una renovación en nuestras formas demo­
cráticas tradicionales. Es decir, que desean se opere un cambio
en nuestras prácticas que han sido norma basta ahora. O sea que
quieren liquidar ese pasado abyecto y falso, de política a la anti­
gua, de intriga palaciega, de palancas subterráneas. Lo que el
pueblo quiere ahora es lucha abierta y franca en contra de sus
malos gobernantes, pelea limpia y transparente contra los Judas
que dijera el licenciado López Mateos en ocasión memorable.
Y si bien se ha dado un golpe tremendo, porque hay que re­
conocer la verdad, en la Cámara de Diputados a esta pretensión
del pueblo guerrerense que quiso usar ese camino (con los erro­
res que se hayan podido cometer en la dirección del movimiento,
ya lo hemos dicho) para la caída de Caballero Aburto, ello no
quiere decir que dicha caída no se producirá. Si bien ha ocurrido
lo anterior en el campo de la lucha política de todo el estado
— insistimos— , creemos que la salvación de Jorge Joseph Piedra
como presidente municipal de Acapulco, el que puso un digno
ejemplo de salud política a los ojos de los demás municipios de
la República, sería una notable y poderosa contribución del Go­
bierno Federal, a la regeneración cívica de México.

EL DESCARGO DE UNA CONCIENCIA

“ Noviembre 2 4 /6 0 . Esta noche he tenido una experiencia


extraordinariamente reconfortante y aleccionadora. He platicado
■con cierta, amplitud con una de las figuras a la que ya en otra
ocasión me he referido en estas líneas, y es sorprendente el efecto
que pueden causar en la conciencia humana unas palabras que
arrojan como una ráfaga de luz sobre la misma e iluminan aque­
llas zonas que no nos parecían, hasta entonces, con suficiente cla­
ridad. Y al recibir esa iluminación, también sorpresiva, como
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 71

que la carga de esa propia conciencia se aligera y se hace más


llevadera.
En otras palabras, nos habíamos sentido hasta cierto punto
y en cierta medida corresponsables del fracaso que la gestión del
pueblo guerrerense para derribar a su mal gobernante, obtuvo
en las cámaras legisladoras en fecha reciente, en virtud de que no
fuimos capaces, en la prácfica, de neutralizar una de las dos
corrientes en pugna, en la dirección del movimiento, y de impul­
sar convenientemente a la otra, para que ésta, más familiarizada
o allegada a los sectores del régimen, pudiera hacer triunfar la
causa.
(La noche víspera de una de estas batallas en la Cámara de
Diputados, vale la pena recordarlo, casi nos la pasamos en vela,
yendo a ver durante la madrugada a varios de los personajes
de esta acción que iba a tener lugar al día siguiente, o ,a varias
personas que podían influir en ellos. Deseábamos ardientemente
que la batalla que en esos instantes estaba personificada por la
diputada Rabadán, pero a la que teníamos poderosos mo-ivos rara
considerar que el régimen la estimaba como representativa de un
grupo oposicionista, fuera encarnada en lugar de por ella, por
los miembros de la representación parlamentaria guerrerense per­
tenecientes al Partido Revolucionario Institucional, y de esta gui­
sa, darle un matiz al movimiento que alentábamos la esperanza
de que conjurara el peligro de su fracaso. Por muchas horas y
días anduvimos de un lado a otro, tratando de que amigos cer­
canos de Macrina la disuadieran de sus intervenciones oratorias
en la Cámara, seguros de que esto era una de las condiciones
para el éxito del movimiento; y por nuestro lado, hicimos todo lo
que pudimos para convencer al diputado Ochoa Campos, a nues­
tro juicio, el más destacado de los tres diputados priístas guerre-
renses — el otro no se cuenta, Mario Castillo Carmona, por ser
incondicional del gobernador— para que asumiera la represen­
tación que ambicionábamos dejara Macrina, no por el simple
deseo de desplazarla, insistimos, sino por táctica de lucha; pero
por todos lados tropezábamos con dificultades, y finalmente nada
72 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

se consiguió en tal propósito, como ya lo hemos anotado en otro


lugar de esta crónica.)
En el colmo de la exacerbación que el sentido de respon­
sabilidad con que abordamos tal problema nos produjo, llegamos
a creer sinceramente que el destino nos había colocado en la situa­
ción privilegiada de poder ofrecer el concurso de nuestros servi­
cios al terruño amado, interviniendo en la forma señalada. Y no
habiendo obtenido el éxito esperado, llegamos a creer, también
con sinceridad, que buena parte del fracaso del movimiento ante
las cámaras nos correspondía.
Un análisis político de carácter objetivo y realista, sin em­
bargo, nos ha permitido observar con la mayor claridad posible,
como lo dejamos dicho al principio, que esa responsabilidad que
nos atribuimos no existe o de existir, no es ni con mucho en la
proporción que en la imaginación y en la conciencia le habíamos
señalado. Porque la verdad es que el régimen no hubiera modi­
ficado su procedimiento, por el solo hecho de que al cuarto para
las doce hubiéramos logrado cambiarle de directivos a dicho
movimiento.
La verdad es también, o puede ser, que la determinación del
régimen en torno al movimiento emancipador guerrerense de su
mal gobernante Caballero Aburto, haya sido tomada en el ins­
tante mismo en que, por una razón hasta cierto punto natural,
quienes se pusieron al frente del mismo fueron elementos que se
podían identificar claramente como de filiación partidista. O sea
que fueron o habían pertenecido al PP y el Gobierno aprovechó
sin duda alguna con gran habilidad dentro de sus propios planes,
esta presencia, para acentuar los ribetes “ oposicionistas” con que
podía caracterizar a dicho movimiento para explotarlos hasta su
máximo, con el fin premeditado de negarle primero beligerancia,
y luego el triunfo. (Aunque en el fondo supiera que de ninguna
manera podría consentir en que Raúl Caballero Aburto es un
gobernante ejemplar ni mucho menos, o al que hay que salvar a
toda costa. Se le salvó en esta lucha popular de los guerrerenses
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 73

en su contra, hasta ahora, sencillamente por cuestiones de pro­


cedimiento y de táctica. Para no ceder, por la una parte, a la
presión popular, en el instante en que ésta era más álgida, y por
la otra, para no ceder tampoco, ante un movimiento que si bien
era de origen netamente popular, podría adjudicársele fácilmente
el título de oposicionista, por las razones señaladas antes, y más
aún por la poco favorable “ defensa” que de tal causa hizo reite­
radamente el diputado de Acción Nacional Eduardo Molina Cas­
tillo, en la Cámara.)
El punto mayor del descargo de nuestra conciencia, no por
simple fatalismo, o determinismo social, sino por ineludible reco­
nocimiento de nuestra realidad histórica y política, puede ser el
siguiente. Nos referimos al papel que en la jornada que anali­
zamos tuvieron y tienen, respectivamente, la representante popu­
lar del PP, aunque oficialmente no pertenezca ya a tal agrupa­
ción, y la que tuvieron y tienen, por su parte, los diputados priís-
tas. Pues en tanto para la primera su participación en el conflicto
era una brillantísima oportunidad que era un verdadero sacri­
ficio el renunciar, para los segundos su participación en el mismo
era una cuestión demasiado quemante y angustiosa. La primera
podía y debía salir de él, fortalecida y crecida a los ojos de tirios
y troyanos, de partidarios y enemigos, como en efecto ha estado
ocurriendo, pese a las acusaciones en su contra que se le han
deslizado, como demagoga y oportunista. Los diputados del PRI,
en cambio, sólo podían ofrecer al movimiento el concurso de su
audacia o de su timidez; pero si era la primera, su porvenir se
Ies antojaba incierto, porque se lo jugaban en esta sui géneris
democracia a la mexicana, y si era la segunda, como en efecto
ocurrió, se quemaban ante la opinión popular. (En realidad a es­
tos últimos les tocó jugar la peor parte, pues a menos que hubie­
ran participado desde un principio con decisión y valentía, su
destino no podía ser otro que el de quedar mal con Dios y con el
Diablo, asumiendo como asumieron, en lo general, una actitud
timorata, tibia y tardía.)
Tal es la razón de la tranquilidad de conciencia, a la que
74 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

hemos aludido al principio. Tranquilidad que aumenta, si consi­


deramos, a la luz de un examen sereno de la situación a la que
ha sido conducido en el instante presente el movimiento de re­
pudio a Caballero Aburto, que la caída de tal funcionario es inevi­
table, porque, amén de que su presencia en Guerrero está descali­
ficada moralmente como gobernador, desde el instante mismo en
que le fueron lanzadas las gravísimas acusaciones que le fueron
hechas el mes próximo pasado sin que él se haya atrevido a des­
mentirlas; amén de ello, decimos, su descalificación es todavía
mayor si se considera que la mitad del pueblo guerrerense ya le
perdió el respeto y la consideración que se le deben al más alto
funcionario del estado, y tratar de gobernar a un pueblo rebelde
sería la mayor de las aberraciones, no ya de Caballero Aburto,
sino del régimen federal que lo apoyara.
A mayor abundancia, las tres condiciones elementales que nos
enseña la sociología debe reunir un estado para que sea tal — te­
rritorio, habitantes y Gobierno— no se reúnen ya en Guerrero.
Caballero Aburto, con su obstinada presencia en lo que le queda
de su Gobierno, está poniendo en peligro la existencia misma del
Estado mexicano, porque en ese jirón de nuestra Patria es evidente
que los habitantes están en contra de su gobernante; que éste ni
siquiera cuenta con el territorio físico, pues no puede entrar a
Chilpancingo, la capital de la entidad y, por lo tanto, la existencia
misma del Gobierno que representa o dice representar todavía
es dudosa. ¿Puede un funcionario en tales condiciones perma­
necer al frente de una entidad en forma indefinida?
C a p ít u l o V

¿LA CAMARA DE DIPUTADOS, UN CEMENTERIO CIVICO?

Reproducimos en el capítulo final la fotostática del acta de la


sesión “ secreta” celebrada el 17 de noviembre último, en la que
se trató y se dio palo al problema guerrerense y que arrancara
las célebres palabras de Macrina Rabadán, pronunciadas al salir
de la citada sesión de “ la Cámara de Diputados es un Cementerio
Cívico.” “ Nos hemos equivocado de puerta.”
Ahora bien, ¿es realmente la Cámara de Diputados, en verdad,
un cementerio cívico?
El texto oficial del acta de la citada sesión secreta, es el si­
guiente: “ Acta de la sesión secreta celebrada por la Cámara de
Diputados del XLIV Congreso de la Unión, el día diecisiete de
noviembre de mil novecientos sesenta.— Presidencia del C. José
Ortiz Avila.-— En la ciudad de México, a las catorce horas y cin­
cuenta y dos minutos del jueves diecisiete de noviembre de mil
novecientos sesenta, se abre esta sesión secreta con el mismo nú­
mero de ciudadanos diputados con el que se celebró la sesión pú­
blica inmediata anterior. Sin debate se aprueba el acta de la sesión
celebrada el día primero de los corrientes. La Secretaría da lec­
tura a dos memoriales en que se hacen cargos al ciudadano gene­
ral Raúl Caballero Aburto, Gobernador Constitucional del Estado
de Guerrero y respecto de los cuales la Presidencia de esta Cá­
mara, en uso de la facultad que le concede la fracción III del
artículo 21 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congre­
— 75 — ••
76 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

so, dictó el trámite de que no compete a esta Cámara conocer de


este asunto por ser de la jurisdicción de los Poderes Legislativo
y Judicial de aquella entidad, que somete a la consideración de
la Asamblea, de conformidad con el artículo 18 del Reglamento.
Hizo usa de la palabra el ciudadano Enrique Sada Baigts,
para apoyar el trámite de la Mesa; en contra habló el ciudadano
Antonio: Castro Leal, quien fue interrumpido por mociones de los
ciudadanos Antonio Garza Peña y Moisés Ocho,a Campos, que
dieron lugar a aclaraciones de la Presidencia. Se produjo en pro
el ciudadano Antonio Lomelí Garduño y durante su discurso hizo
dos mociones la ciudadana Macrina Rabadán a las que siguieron
aclaraciones de la Presidencia. En contra usó de la palabra el
C. Molina Castillo. En pro del trámite de la Presidencia habló
el ciudadano Fernando Díaz Durán. Los diputados Ochoa Campos
y Castillo Carmona pidieron hacer uso de la palabra, pero consi­
derándose suficientemente discutido el trámite de la Mesa, en vo­
tación económica fue aprobado. Se levantó la sesión a las diecisie­
te horas y veinticinco minutos y se citó a sesión solemne para el
día veinte de los corrientes a las nueve horas.-—-Varias firmas ile­
gibles. Una corrección al principio que dice: “ Se aprueba con
declaraciones de los CC. Diputados Brambila Gómez y Macrina
Rabadán.” Otra firme ilegible.— Las correcciones a mano de la
parte final del acta, ya están incluidas en el texto.
Tal es la escueta, sintetizada, muy abreviada versión oficial
de los actos verificados el 17 de noviembre último en el seno de
la Cámara de Diputados y que dieron al traste con la esperanza
que el pueblo de Guerrero tenía cifrada en tal representación.
Ahora veamos la versión del mismo acontecimiento, presen­
tada el día 18 a los lectores del periódico LA PRENSA, por el
ágil periodista de dicho diario capitalino Roberto Ramírez Cár­
denas, quien como sus demás colegas de la “ fuente” de la Cámara
de Diputados, estuvo presente en la sesión, pese a su carácter de
“ secreta” .
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 77
“ ABURTO PROTEGIDO POR LA CAMARA”

“ En sesión secreta muy prolongada, hizo crisis ayer en la Cá­


mara de Diputados el caso de Guerrero, mientras afuera, en la
escalinata del Palacio Legislativo, un grupo de granaderos impi­
dió que se reunieran en un mitin los guerrerenses que han estado
en esta ciudad pendientes de la resolución del problema de la
desaparición de poderes de su entidad.
Desde luego, diremos, la Cámara se declaró incompetente para
erigirse en Gran Jurado que conociera de las graves y múltiples
acusaciones elevadas contra Caballero Aburto.
La sesión, presidida por José Ortiz Avila, tuvo sorpresas, sus
a^ernativas y detalles inusitados según relataremos concretamente
en'el curso de esta información. Los puntos característicos pueden
sintetizarse así:
I.— Se dio lectura a dos larguísimos escritos de agrupaciones
guerrerenses en los que se acusa al gobernador de múltiples deli­
tos: asesinatos, robos, nepotismo, colusión de los poderes del esta­
do, asaltos, encarcelamientos, robos y traición a la Patria.
II.— En respuesta a la petición de los guerrerenses para ía
desaparición de poderes, la presidencia de la Cámara puso a dis­
cusión un punto de acuerdo en el que se declara que la acusación
que pudiera constituir delitos de orden común, es de la jurisdic­
ción de los poderes Legislativo y Judicial del Estado de Guerrero.
III.— Los delitos que se denuncian como oficiales “ no están
itnegrados por todos los elementos constitutivos de los mismos” .
IV.— Los delitos oficiales de jurisdicción federal que se impu­
tan a Caballero Aburto, “ de los que correspondería conocer a
esta Cámara, para actuar como organismo de acusación ante el
Senado de la República, no pueden ser motivo de consideración,
ya que las denuncias presentadas en los escritos a que se hace
mención carecen de elementos de prueba que impliquen la exis­
tencia de los mismos y la justificación y procedencia para ejercer
la acción popular de denuncia. En consecuencia y vista la docu­
78 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

mentación correspondiente, no hay lugar a dar entrada a las acu-


saciones formuladas.”
V.— Definida libertad de debate para quienes pidieron la pa­
labra a su tiempo y la coincidencia de criterio del ex panista
Eduardo Castillo Molina con el priísta y filósofo Antonio Castro
Leal, contraria al acuerdo antes mencionado. Así como una irrup­
ción de Macrina Rabadán en la tribuna cuando la sesión había
sido levantada, para protestar por el acuerdo aprobado mayorita-
riamente y cuando todos los diputados abandonaban el salón de
sesiones.

JORNADA DIFICIL

AI abrirse la sesión secreta, los dos pliegos de acusaciones


contra Caballero Aburto fueron leídos por los secretarios entre las
15 y las 16.30 horas. En seguida, el presidente Ortiz Avila, con
base en el reglamento de la Cámara, dio lectura al acuerdo que
antes sintetizamos y que rechaza la intervención de la Cámara en
el caso de Guerrero. Todo el tiempo de estas lecturas en la Cá­
mara no se oía ni un murmullo; todos los diputados estuvieron se­
renos y atentos, sin pestañear siquiera.
Al ponerse a discusión el mencionado punto de acuerdo, pidió
la palabra el diputado Enrique Sada Baigts. Fue muy claro en su
exposición y dijo que no se trataba en el caso de ver si eran ciertos
o no los delitos imputados al gobernador de Guerrero. Se trata,
dijo, de cuidar la vigencia del reglamento de la Cámara, pues del
examen hecho de los escritos no se comprueban los cargos, las fir­
mas son ilegibles, de hecho anónimas. Por otra parte, las acusa­
ciones son inconstantes, unas son del orden común, otras oficiales,
otras de violaciones a la libertad individual, otras más son de las
que compete a la Suprema Corte juzgarlas, y no se ha hecho así.
Son de- tal manera los cargos hechos a Caballero Aburto, que
sólo compete a los poderes Judicial y Legislativo de Guerrero
conocerlos, porque la colusión de autoridades no se comprueba.
La Cámara, agregó el orador, violaría la Constitución si inter­
Y el P ueblo se P uso de P ie 79
viniera en el caso, aunque la resolución que se debatía no era en
defensa del gobernador de Guerrero, sino que era en defensa de
la seriedad de la Cámara, para que ésta no incurriera a la ligera
en una burla constitucional. Por lo mismo, declaró que era de
aprobarse el trámite dado por la presidencia.

SORPRESA: CASTRO LEAL

Luego fue a la tribuna el diputado priísta Antonio Castro


Leal. Objetó desde luego el trámite, diciendo que los actos crimi­
nales de un gobierno pueden llevar a la violencia. Además, el
hecho de que los escritos acusatorios contengan firmas ilegibles,
bastaría con dos o tres reconocidas para que la Cámara conozca
los delitos tanto federales como oficiales de un gobierno local para
jrigirse en gran jurado de acusación, sin prejuicios.
Por otra parte, es del dominio público lo que sucede en Gue­
rrero y las informaciones periodísticas en esta capital lo demues­
tran. Si la Cámara da entrada a las acusaciones, prosiguió, cum­
plirá con un deber para que se conozca si las acusaciones contra
Caballero Aburto son ciertas o no. Y esto no es crear un proble­
ma al Gobierno Federal; el problema se lo está creando el propio
Caballero Aburto. Es más, acentuó el orador, si se aplica bien
la ley por esta Cámara, sería una buena espada de Damocles
para muchos gobernadores que también cargan con graves acusa­
ciones populares. Para terminar, dijo que estábamos en vísperas
del cincuentenario de la Revolución y que las cámaras más que
nunca debían asumir una actitud verdaderamente revolucionaria y
democrática. “ Si no damos entrada a las demandas guerrerenses,
los diputados vamos a cargar con un peso en la conciencia.”

NO HAY FUNDAMENTOS

En defensa del acuerdo fue el diputado Antonio Lomelí Gar­


duño. Pidió ver la documentación de los guerrerenses y luego
entró en defensa del reglamento de la Cámara, “ porque — dijo—
80 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

estas nuevas acusaciones son las mismas que se presentaron y se


desecharon por inconsistentes y faltas de pruebas, el pasado 8 de
noviembre. En todo caso, los nuevos cargos debe conocerlos el Po­
der Judicial y la Cámara de Guerrero.,Además, los cargos son
inconsistentes, como el de traición a la Patria, pues se dice que
Caballero Aburto habló en favor de Guatemala cuando el rompi­
miento de relaciones con México, mas esto nadie lo prueba. En
cambio — añadió— , lo que se tiene a la vista es una huelga uni­
versitaria én Chilpancingo, de lo que se ha tratado de hacer un
caso político y una prueba de ello es que en ambos escritos las
firmas están repetidas, como las de Federico Cruz y Abelardo
Castañón, tanto en los que proceden de Acapulco, como de Chil­
pancingo y de Arcelia. ¿Y los demás ayuntamientos del estado
acaso no cuentan?, pregunta, para luego insistir en que la Cámara
no tiene facultades para tramitar estos escritos de queja contra
Caballero Aburto.
Macrina Rabadán, desde su tribuna, interrumpe al orador
para que pregunte a la asamblea si es verdad o no lo que sucede
en Guerrero; mas el presidente Ortiz Avila, con energía, advierte
que se prohíben los diálogos. Sin embargo, Lomelí Garduño res­
ponde a Macrina que está a la vista que es un caso político por
la procedencia de los escritos, además de que las acusaciones no
son comprobadas ni contienen acta alguna de responsabilidad,
como se dice. Invoca la seriedad de la Cámara, pues dice qué
sucedería si así nada más se diera entrada a cuanto pliego de
quejas llega al Congreso, cuando además se sabe de que se trata
casi siempre de camorristas. También replica a Castro Leal y dice
el orador que dónde está la violación a los amparos federales men­
cionados en las quejas, pues hasta ahora ningún juzgado de Dis­
trito en Guerrero lo ha denunciado.
“ Asimismo — dijo— , no debemos impresionarnos por la cita
que hizo Castro Leal de nuestro aniversario revolucionario, porque
la Cámara está cumpliendo con su reglamento, que precisamente
impide intervenir en casos cuando las firmas de las quejas se reco-
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 81

gen en una sola noche.” Por ello, pide se apruebe el acuerdo de


la presidencia.

Y, ¡AHI VA MOLINA CASTILLO!

Sube a la tribuna el ex panista Molina Castillo. Principió di­


ciendo que hace meses se le acusó de imperialista, otra vez de
porfirista y ahora espera que lo tilden de comunista por defender
con su voz al pueblo de Guerrero. * *
De la ironía pasó a la agresividad y engolando la voz declaró
que si no era una verdad que las cárceles de Chilpancingo y de
Acapulco estaban llenas de ciudadanos que protestan por los des­
manes del gobernador de Guerrero, violándose así el artículo 9o.
constitucional. Por ello, prosiguió, lo recto es que la Cámara
consigne los hechos al Senado, pues de lo contrario cabía preguntar
qué sucedería cuando escritos como los hoy discutidos son en fa­
vor del Gobierno. Pero no, la realidad es que el Gobierno mismo
apoya a Caballero Aburto, a pesar de las pruebas irrefutables
de las informaciones periodísticas. Esto, concluyó, hace que la
Cámara asuma su responsabilidad para intervenir ante el actual
problema de Guerrero.

ES UN ARCO IRIS

Prosiguió en la tribuna el guanajuatense Fernando Díaz Du-


rán, quien con la mayor franqueza dijo que él era político y no
jurisconsulto y que ser político y decir su verdad era un honor.
En seguida se dirigió a Molina Castillo y le dijo que cuando va a
la tribuna, unas veces es agresivo, en otras, sereno; y ahora, él
mismo se cura en salud diciéndose que es comunista y se unifica
a la actitud de la diputada Rabadán.
Por convicción política y porque nunca se ha adherido-a con«,
signas contra su modo de pensar — añadió— , se pronuncia por el
punto de acuerdo de la presidencia, porque él sabe en sangre
propia, por lo que ha ocurrido en Guanajuato varias veces, lo que
82 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

son estas agitaciones como la de Guerrero, que son obra de deter­


minados intereses y qué le parecería a Molina Castillo, si por ejem­
plo, la Cámara diera entrada así nada más a cualquier pliego
acusándolo de defraudador de henequeneros de Yucatán. No, dijo,
debemos cuidar de la dignidad de la Cámara y no dar oídos a la
demagogia, pues le parecía muy sospechoso ese entendimiento
entre el ex panista con algunos diputados de Guerrero (explícita­
mente se refería a Macrina, ex “ pepina” ) . “ Es más, el diputado
Molina Castillo siempre viene a esta tribuna a injuriarnos — dijo
el diputado del PRI— ; sin embargo, ahora debemos decir que él
trata de insistir en el prestigio de la Cámara, máxime que no se
ha comprobado que en Guerrero haya colusión de poderes; tam­
poco se está defendiendo a Caballero Aburto de las acusaciones
que se le hacen, sino que se está apoyando el trámite que la presi­
dencia de la Cámara ha dado a este asunto, porque es el correcto,
en vista de las documentaciones que se han presentado.” Y en
cuanto a que las cárceles en Guerrero están llenas, la Cámara no
tenía atribuciones para convertirse en receptáculo de quejas que
en ese sentido le lleguen, porque otros son los caminos constitu­
cionales. Díaz Durán volvió a insistir en que se trata de brotes
de agitación que en ciertos momentos ocurren en varias partes
del país. Recalcó que el trámite dado por la presidencia de la
Cámara a los dos pliegos de quejas guerrerenses, era el legal y
pidió que se aprobara.
La presidencia, a cargo de Ortiz Avila, preguntó a la asam­
blea si el asunto estaba suficientemente discutido, y la gran ma­
yoría así lo aprobó. Tin vano Macrina Rabadán insistió en ir a la
tribuna; pero en esta ocasión no se repitió lo sucedido en aquella
inolvidable, políticamente, sesión en que siendo presidente cama-
ral en el régimen del general Avila Camacho, Herminio Ahuma­
da, por citar el nombre de Dios en su contestrción al informe anua]
de dicho mandatario, el extinto vigoroso líder cetemista Fernando
Amilpa, por sus fueros fue a la tribuna, ya levantada la sesión
y la Cámara se convirtió en mitin político que días después trajo
consecuencias políticas muy conocidas.
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 83

Ayer, Ortiz Avila levantó la sesión y los diputados abando­


naron el salón casi sin oír o sin querer oír a Macrina, que insistió
que la Cámara no había cumplido con su deber al desechar las
quejas de los guererrenses contra Caballero Aburto.
Ya en los pasillos interiores del recinto parlamentario, Ma­
crina comentó en alta voz: “ La Cámara se ha convertido en un
cementerio cívico.”
Afuera, como dijimos antes, un grupo de granaderos perma­
necía en las escaleras del edificio de la Cámara; pero en número
reducido. Un grupo de guerrerenses rodeó a Macrina, la que in­
formó que se le había negado el uso de la palabra. Reclrmó cal­
ma, y así terminó todo esto, sin gritos, ni interrupción del tráfico
por la esquina de las calles de Allende y Donceles.”

* * *

Hasta aquí el texto de la versión periodística del reportero


político Roberto Ramírez Cárdenas. Como puede advertir el lector
a su través, los acontecimientos se relatan en forma más amplia
que como los expresa la versión oficial de la Cámara de Diputa­
dos. En el capítulo XII, ofrecemos el texto completo de uno de los
documentos presentados en las cámaras, la de Senadores, que
básicamente es igual a los presentados en la de Diputados, para
mejor comprensión del lector. Pero deseamos hacer un comen­
tario y unas aclaraciones por nuestra cuenta y de nuestra exclusi­
va responsabilidad. -*■*
Y son éstos. Nosotros no creemos ni en los comentarios pe­
riodísticos, que señalan a Sánchez Piedras como muy amigo de los
cubanos y enemigo de los mexicanos, ni en otras zarandajas por
el estilo; ni creemos que deba tomarse esta actitud de la Cámara
de Diputados como pretexto para atacar al noble y levantado pue­
blo cubano que, como el guerrerense y tal vez haciendo gala de
mayor energía y sacrificios, se sacudió a una feroz dictadura,
como la de Batista, y ahora está peleando, como el que más, por
consolidar el triunfo de su Revolución contra las fuerzas de den­
84 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

tro y de fuera de la isla antillana. Creemos que merecen respeto


el pueblo de José Martí y quienes en México han luchado, como el
licenciado Sánchez Piedras, por hacer que la causa del pueblo
cubano sea conocida, respetada y estimada por el pueblo me­
xicano.
■ s
Lo que pasó en el seno de la Cámara de Diputados en la
sesión “ secreta” del 17 de noviembre último en torño al problema
presentado por el pueblo de Guerrero, y cuya versión y comen­
tario ya hemos hecho nosotros antes, es que efectivamente la Cá­
mara se halló en un callejón sin salida, con la pelota de fuego
del problema guerrerense sin saber hacia dónde arrojarla, mas
no por culpa de los señores diputados, entendámoslo de una
buena vez, sino de nuestro sistema democrático que no dispone
de una salida digna y decorosa para estos casos, y en última ins­
tancia, como lo dijo acertadamente y por desgracia el vocero del
Partido de Acción Nacional, porque aún no había bajado la con­
signa de dónde debía haber venido, es decir, del Palacio Nacional.
Pero, ahora veamos, ¿por qué no había bajado la tal consigna
y por qué nunca bajó? Ello fue por culpa de la propia mecánica
de los acontecimientos políticos que permitieron que la partici­
pación de elementos del PP en la dirección del movimiento, ya lo
hemos dicho — Macrina Rabadán y el ex diputado pepino Pedro
Ayala Fajardo— dieran una magnífica coyuntura a las fuer­
zas que simpatizaban con Caballero Aburto dentro del Gobierno
Federal, para apoyarlo y defenderlo con la tesis socorridísima de
que el movimiento lo acaudillaban elementos de la oposición me­
xicana, tesis que desgraciadamente se refrendaba con la activa
participación de Castillo Molina, del PAN, defendiendo el caso
Guerrero.
Tal es la versión escueta de los hechos. Por ello fue prepa­
rada la famosa “ sesión secreta” en la forma que lo fue, con la
consigna de no dejar hablar a ningún diputado guerrerense, del
bando que fuera, y con la consigna, también, para los diputados
que lo hicieron, a unos de'hablar en favor del dictamen emitido
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 85

contra el pueblo de Guerrero, y a otro, al diputado Castro Leal,


con la muy honrosa de defender al pueblo guérrerense. . . Pero
este mismo diputado, tal vez, hubiera hablado en contra del pue­
blo suriano, si la consigna que se le hubiera dado hubiese sido
diferente.
Estos son los hechos objetivos, según nuestra política a la me­
xicana y cualquiera otra cosa que se diga, son puras ganas de
hacerse vericuetos mentales. Lo que se necesita, pero esto ya es
otro cantar, es modificar la estructura del Poder Legislativo me­
xicano y hacer que responda a los verdaderos anhelos del pueblo,
expresados desde hace cincuenta años en la fórmula de “ Sufra­
gio Efectivo y No Reelección” hasta ahora hecha realidad sólo
en un cincuenta por ciento, pero cuya parte no cumplida es im­
perativo y urgente que se lleve a la práctica: el Sufragio Efectivo.
C a p ít u l o V I

EL CARACTER O LA PSICOLOGIA DEL GUERRERENSE

Una discusión interesante.— Los guerrerenses de la ca­


pital y el conflicto del estado.— Otra vez el caso
de Acapulco.

“ Noviembre 25/60. Ayer por la tarde discutimos, entre


guerrerenses, un tema que juzgo de interés consignar en estas
notas. Fue el del carácter y la psicología del guerrerense, en el que
casi no hubo discrepancias. En efecto, es reconocido que el gue­
rrerense es por esencia extravertido, salvo en algunas contadas
regiones del estado, tal vez las zonas montañosas, singularmente
las del oriente. Es, al propio tiempo, muy regionalista, con las
ventajas y desventajas que puede ofrecer un sentimiento de esta
naturaleza, y lleva en su carácter, arrastra, podríamos decir me­
jor, las huellas de un atavismo ancestral que todavía no ha sido
posible borrar, pese a la influencia de la educación y de otros
factores.
Concretamente disfruta o padece el guerrerense una serie de
influencias del medio geográfico de origen. La orografía del
suelo agreste y quebrada, montañosa y señera, templa el- carác­
ter, lo hace vigoroso, rebelde; el mar o su cercanía, también lo
tornan, a las veces, romántico y soñador. Pero también es bronco
y rejego, peleador y aparentemente indomeñable.
No hay duda de que la influencia del medio geográfico ha
sido determinante en la creación- de esa lista fastuosa de héroes
- 8 7 -—
J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

que ornan las páginas de nuestra historia. Tres presidentes y un


emperador han sido el fruto de esa tierra maravillosa, según la
frase afortunada de un orador: Guerrero, Alvarez, Bravo y Cuauh­
temoc. Pero ¡qué gran daño suele hacerle al guerrerense el sen­
tirse heredero de aquellas glorias y un pequeño héroe en potencia:
Daño, decimos, porque actúa como si la República y la Patria
enteras le debieran el reconocimiento a tales atributos, o como si
llevara .sobre su pecho cada guerrerense la heráldica en la que
se muestren a todo mundo los signos de esas glorias pasadas.
Además, es muy frecuente que el recuerdo de tales glorias le­
janas haga olvidar a la generación actual, la obligación de forjar
los propios méritos en el yunque de la actividad diaria, en la
heroicidad no forjada en batallas que se presten a reseñas gran­
dilocuentes, sino en el esfuerzo tesonero y constante del trabajo
de todos los días, de la mística de engrandecer al Estado, como al
país, por los senderos de la creación.
Y no hablemos del tema de la política. Hay ya hasta una
frase acuñada: “ Al guerrerense lo unifica el pozole y lo divide
la política.” En verdad, suele el guerrerense tener una inclina­
ción innata hacia la política, tanto como a la oratoria. Las glorias
pasadas nos hacen hablar y llevarnos frecuentemente de la len­
gua. La inclinación a la política del guerrerense le permite a cada
uno sentir que tiene, a la usanza de la anécdota de Napoleón, en
cada mochila, el bastón de mando de gobernador de su estado.
Por ello es tan difícil encontrar a un buen gobernante de
Guerrero, amén de que, en los últimos años, ha habido francamen­
te poco acierto en la selección, por quienes estaban obligados a
ello, de las gentes que a su turno fueron ungidos con tamaña res­
ponsabilidad. Pero la verdad neta es que, cada guerrerense, cree
tener en su cacumen la fórmula mágica para resolver todos los
problemas que agobian a su entidad. Esta es una manifestación
clara de su carácter extravertido: en cada pozolería o reunión, en
donde se junten tres o cuatro guerrerenses, forzosamente aflorará
el tema de la política y discutirán por las figuras de su predilec­
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 89

ción y en todas ellas pueden estar en desacuerdo. Sólo se unifica­


rán los criterios en una cosa: en sus críticas al gobernante en turno
del estado.
Somos los guerrerenses, como los de otras zonas del país, pro­
fundamente regionalistas. Amamos con pasión a nuestro terruño
y decimos paisanos, en esfera cada vez más amplia, primero a los
del mismo pueblo o comunidad; luego a los de la misma región,
después a los del estado, y así en este orden seguimos ya como
mexicanos y pertenecientes al Continente Americano. Y si bien es
cierto que la condición de la perfectibilidad del hombre ha de ser
sin duda alguna la universalización de sus sentimientos como tal,
la solidaridad humana en su más amplia expresión, no menos ver­
dad debe ser que esa solidaridad de sentimientos de tipo univer­
sal ha de fundarse forzosamente en el cariño y el amor hacia la
parte más pequeña de ese patrimonio universal, o sea la tierra
de origen.
El verdadero valor de una obra artística o de cultura — se
afirma— reside en que tal obra refleje el espíritu nacional de una
región determinada del mundo; de allí puede levantar el vuelo y
constituirse en una obra de valor universal. Nunca serán recono­
cidos los valores en otra forma. Y del mismo modo ¿no residirá
en el extremado amor a lo regional, a lo pequeño y nuestro, la
base de sustentación para el verdadero amor a lo universal?
Además, y por otra parte — no tratamos de hallar exculpan­
tes, sino objetivamente las causas de una situación o de ün fenó­
meno social— ¿no será este carácter del guerrerense, que en el
fondo revela una falta de propensión a la unidad espiritual, el re­
sultado de la falta de centros de alta cultura en el estado o el
fruto de una inmadurez emocional de tipo general de la que no se
puede acusar a nadie en particular, sino que es la resultante.de
nuestro gran temperamento, tropical, por la una parte, y por .la
otra de las limitaciones de nuestro desarrollo cultural?
Son temas que apenas si nps .atrevemos a apuntar aquí, pará
que sirvan de base a verdaderos estudios de otros guerrerenses
90 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

mejor preparados y con mayor tiempo para dedicárselo a su


examen y análisis, que el que nosotros les podemos conceder en
estas páginas.

LOS GUERRERENSES DE LA CAPITAL Y EL CONFLICTO


DEL ESTADO

“ Diciembre 7 /6 0 . Los periódicos de esta mañana informan


escuetamente de la salida del señor licenciado Donato Miranda
Fonseca, Secretario de la Presidencia de la República, rumbo a
Europa, a donde lleva la representación de México para asistir a
la boda real de Balduino y Fabiola, en Bélgica. Y esto nos trae
a la memoria que el día en que la Cámara de Diputados dio las
espaldas al problema guerrerense, el 17 de noviembre último,
apareció por primera vez la noticia del viaje del licenciado Mi­
randa Fonseca. Y de paso nos ba traído, ahora, la reflexión de
cuál ha sido la actitud de los guerrerenses de la capital de la Re­
pública en torno al problema del estado.
Anfe todo, deseamos destacar que la no solución del conflicto
hasta ahora ha traído una serie de consecuencias desfavorables a
la vida del estado, ya que no se han podido canalizar hacia el
mismo una serie de beneficios que podrían derramarse, si la
situación fuese normal. Por ejemplo, sabemos de un proyecto del
Banco Nacional de Crédito Ejidal y del Banco de Crédito Agríco­
la, ya aprobado, para la inversión de varios millones de pesos
en un programa agrícola de las costas. El proyecto está detenido.
\ así podríamos añadir otros hechos semejantes. Lo cierto es que
con la presencia incierta del general Caballero Aburto en el Go­
bierno del estado se está desperdiciando una preciosa oportunidad
para Guerrero, cual es la que significa la presencia en la admi­
nistración del licenciado López Mateos de destacados guerrerenses
que de un modo o de otro podrían ayudar a su estado nativo,
pero que obviamente se abstienen de hacerlo en la situación caó­
tica presente.
Y el P ueblo se P uso de P ie 91
En punto a la actitud de tales guerrerenses en torno al con­
flicto del estado, debemos recordar que la actual crisis de Gue­
rrero no es la primera, aunque sí probablemente será la última,
ya que no creemos que se prolongará de modo indefinido. La pri­
mera crisis se presentó, en realidad, cuando el general Caballero
Aburto, en una irrupción ante la prensa capitalina, súbita e ines­
perada, se refirió al conflicto entre México y Guatemala, exal­
tando la conducta y la personalidad del sátrapa guatemalteco
Miguel Ydígoras Fuentes, de quien dijo es amigo personal. (De
hecho las declaraciones del general ometepecano contrastaron no­
tablemente con la conducta internacional de México y del Presi­
dente López Mateos, y los comentarios enojosos a que dio lugar
su desafortunada declaración, fueron abundantes y duros en su
contra. En esta época se colocó al estado en ella, o al borde de la
crisis; pues fueron muchos los guerrerenses que sinceramente pen­
saron en que algo debía andar mal en la cabeza de Caballero
Aburto cuando desbarraba en forma tan notoria y significativa.)
La segunda crisis fue la del mes de junio y que en parte ya
hemos reseñado en el curso de esta obra. Fue cuando los perió-.
dicos insertaron numerosas publicaciones con las quejas de los
guerrerenses y con una lista fabulosa de crímenes y de propieda­
des adquiridas fraudulentamente por el general Caballero Abur­
to y sus parientes, sin que merecieran otra respuesta que un ma­
nifiesto suscrito por la casi totalidad de la representación federal
guerrerense, con dos honrosas excepciones: la de la diputada Ma-
crina Rabadán y la del senador Carlos Román Celis.
La tercera de las crisis fue la que tuvo por marco original la
pugna entre el gobernador de Guerrero y el entonces presidente
municipal de Acapulco, Jorge Joseph Piedra y que también hemos
ya reseñado en buena parte. En esta pugna, en rigor de verdad,
debemos añadir a los nombres de los representantes federales que
habían venido dando la batalla en contra del sátrapa Caballero
Aburto, al licenciado y diputado Moisés Ochoa Campos, quien
fue uno de los firmantes -del documento a que hicimos mención
92 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

en el párrafo anterior, pero quien ha destacado, con mala for*


tuna hay que reconocerlo, en la lucha porque se respeten los dere­
chos del pueblo guerrerense, por evitar que se le atropelle y por»
que se le haga justicia.
Ya dijimos de Macrina Rabadán, en otra parte, que fue de las
que desde un principio se enroló en el movimiento popular gue­
rrerense y. también hemos señalado algunas características de su
actuación qüe a nuestro juicio tal vez pecaron de exceso de celo
o que, por lo menos, le dieron armas al Gobierno para no haber
actuado con oportunidad y rapidez en el caso Guerrero.
Respecto al senador Román Celis, debemos añadir, en honor
a la verdad, también, que desde mucho antes que el conflicto
guerrerense aflorara en las páginas de los periódicos capitalinos
durante las últimas crisis, él ya se había enfrentado, desde una
tribuna de su tierra, Coyuca de Catalán, y precisamente frente al
gobernador Caballero Aburto, al problema, y había criticado du­
ramente los sistemas policíacos caballeristas, acto que indudable­
mente contribuyó al retiro del entoces jefe de la Policía de Gue­
rrero, el coronel Arango, de triste memoria para los guerrerenses.
En cuanto a los licenciados Donato Miranda Fonseca, Plácido
■García Reynoso, Emigdio Martínez Adame, Fernando Román Lugo
y el señor Rufo Figueroa, quienes desempeñan altos cargos en el
Gobierno Federal, su actitud ha sido de suma discreción, ya que
los puestos que ocupan no son de carácter político, sino admi­
nistrativo, y aunque los guerrerenses han acudido a ellos en deman­
da de apoyo, especialmente al primero, nada ha hecho variar su
línea de conducta.
La colonia guerrerense residente en esta capital, sin embargo,
observa con interés legítimo los acontecimientos del estado y aún
ha participado abiertamente en la lucha anti-aburtista, haciéndose
presente tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de
la' República, durante las ocasiones en que el problema ha sido-
.tratado én ambas instituciones, y tiene fe en que, llegado el caso,
la opinión de los guerrerenses más. destacados ha de pesar en el
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 93
ánimo del régimen federal, ya que estamos seguros de que el ge­
neral Caballero Aburto ba hecho el milagro de unificarlos a
todos en su contra, como ha unificado al pueblo de Guerrero
también en el mismo sentido, y si no se expresa esa conducta
en forma pública es porque la discreción de los cargos públicos
que ocupan y la tradición política del país así lo exigen.
En cuanto al senador Caritino Maldonado Pérez, el Partido
Revolucionario Institucional del que es miembro destacado lo ha
traído de la ceca a la meca en el desempeño de diversas comi­
siones y no le ha dejado oportunidad de participar en el conflicto
de su pueblo contra Caballero Aburto. Y respecto a los diputados
federales restantes, Mario Castillo Carmona ha permanecido fiel,
como era su deber, a su pariente y protector Raúl Caballero Abur­
to; Enrique Salgado Sámano defendió al gobernador desde las
páginas de Excélsior en unas declaraciones desafortunadas, y
Herón Varela Alvarado ha mantenido una actitud de discreción
de la que lo salva solamente la brillante actuación de dos de sus
hijos que con el pueblo de Guerrero, están dando la batalla desde
el seno de la Universidad suriana, y su discurso pronunciado él
12 de noviembre último durante su visita a Chilpancingo ya resé--
ñada en páginas anteriores.

OTRA VEZ EL CASO DE ACAPULCO

“ Noviembre 2 7 /60. Esta semana que acaba de concluir hubo


nuevos acontecimientos en torno al problema municipal y político
de Acapulco. Hemos de recordar que el jueves 17 del mes en
curso, al cumplirse un mes de la fecha en que le fue otorgada
graciosamente una licencia que él no había solicitado, se presen­
tó Jorge Joseph, el alcalde municipal acapulqueño licenciado, a
tomar posesión de su cargo y a solicitar, esta vez sí de verdad,
una licencia para someterse sin el fuero moral de su investidura
oficial al juicio de las autoridades judiciales correspondientes, y
responder a los cargos lanzados en su contra por el gobernador
94 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Caballero Aburto y el Procurador del Estado licenciado Javier


Olea, acusándolo de malversación de fondos y de calumnias, res­
pectivamente.
Por principio de cuentas el mandatario guerrerense luego que
se hubo enterado de la presencia de Joseph en Acapulco, negó
totalmente los cargos por él lanzados contra Joseph en torno a la
malversación de fondos, y declaró a la prensa que él no acusaba
al presidente municipal acapulqueño. Las autoridades judiciales
correspondientes, la juez de Acapulco, por su parte, informó, pre­
vias las investigaciones del caso, que no había ningún juicio que
perseguir en torno a las citadas acusaciones contra Joseph y éste,
una vez exonerado de toda acusación en su contra, trató de volver
a ocupar la presidencia municipal el lunes 21 de la semana que
acaba de concluir.
Fue en este punto en donde la hebra tuvo que reventarse por
lo más delgado. Aunque la presentación de Joseph al desempeño
de su cargo fue sorpresiva, los regidores del ayuntamiento manio­
braron rápidamente en compañía del gobernador y por la noche
del mismo día le dieron el clásico cabildazo, en el recinto oficial
del Ayuntamiento en donde Joseph estaba minutos antes, habien­
do salido a la calle solamente a calmar los ánimos de la mul­
titud que lo vitoreaba y que exigía se le confirmara en su cargo de
alcalde municipal. En el instante en que Jorge Joseph bajó de la
planta alta y se acercó a la multitud, para calmar sus ánimos pues
querían linchar a los regidores, éstos le cerraron la puerta, lo des­
tituyeron de su cargo y le dieron el de “ regidor de obras públi­
cas” , dejando en el nombramiento de presidente municipal
sustituto, a Alfonso Villalvazo, quien hasta entonces había venido
actuando como presidente provisional, en su calidad de síndico
municipal.
La maniobra fue perfecta y rápida, hay que reconocerlo. Pero
en su misma perfección y rapidez están los motivos de su invalidez
legal y moral. Aparte de que se violaron con ella varios de los
artículos expresos de la Ley del Municipio Libre que niega a los
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 95

regidores la capacidad legal para destituir a un presidente, la


rapidez de la decisión realizando una medida fuera de la ley
demostró simplemente a los ojos de la opinión pública nacicnal,
por si alguna duda cabía, que el régimen que encabeza en Gue­
rrero el general Caballero Aburto actúa al margen de la ley y
no le importa ya el juicio de aquélla con tal de cometer los
mayores atropellos en contra del municipio libre. Ni siquiera le
detuvo a este respecto la elemental consideración de que a raíz
de los acontecimientos que todo mundo conoce y que han dado
bastante material a la prensa nacional desde la segunda quincena
de junio último, todo mundo está pendiente de lo que sucede en
Guerrero.
Ante esta situación Jorge Joseph no tuvo más remedio que
regresar al edificio de la Comandancia de la Zona Militar, sitio
que le había sido asignado como domicilio por el juez respectivo,
desde que arribó a tierras acapulqueñas en esta última aventura
de la política municipal del puerto, y desde allí denunciar ante
el país este nuevo atropello de que fue víctima en su persona, el
municipio teóricamente libre del puerto de Acapulco.
Ahora bien, independientemente del curso que sigan los acon­
tecimientos en torno al problema político municipal de Acapulco,
pues Jorge Joseph ha pretendido dejar sus derechos a salvo con
la propia maniobra de los regidores del municipio porteño, la:
verdad es que con su actitud limpia y viril, renunciando a la .
protección del fuero moral de su cargo para someterse a los tribu­
nales judiciales como simple ciudadano, ha dado una vez más
una saludable lección de probidad moral y cívica al país y muy
particularmente al general Caballero Aburto, quien jamás ha he­
cho un intento serio por desvanecer los cargos tremendos que le
han sido lanzados de deshonestidad y enriquecimiento ilícito y-,
menos ha tenido un gesto, que le hubiera valido el respeto de la
opinión pública, de ponerse a la disposición de la Procuraduría
General de la República o de una autoridad ajena a su adminis­
tración, para investigar las acusaciones en su contra.
96 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

(Se ha dicho por allí que el general de referencia ha tratado


de destruir los cargos en su contra ante la Secretaría de Gober­
nación y otras dependencias del Gobierno Federal. Aparentemen­
te ha cumplido con su conciencia. Pero tal conciencia debe haber­
le reclamado muy poca cosa, si realmente ha hecho lo que se nos
ha informado, ya que las acusaciones lanzadas en su contra fueron
hechas precisamente desde las páginas de toda la prensa nacional,
y era desde allí que él necesitaba destruir los cargos, si es que
realmente podía hacerlo. El no haber procedido de esta manera,
lo ha invalidado moralmente como gobernador de una entidad
como Guerrero y el hecho de que él continúe físicamente al fren­
te de su cargo, en nada contradice la invalidez moral a la que nos
referimos.)
Volviendo a Acapulco, nosotros creemos que la situación ha
sido y es todavía bastante compleja, pues en tanto que no se re­
suelva el Gobierno Federal a aceptarle una licencia al gober­
nador Caballero Aburto o a retirarlo de su cargo, por cualquier
fórmula que se adopte, cosa que no dudamos que ocurrirá tarde
o temprano, en tanto esto no ocurra, repetimos, la situación de
las autoridades actuales de Acapulco es bastante precaria, lo mis­
mo que podría haberlo sido para el propio Joseph en las condi­
ciones presentes, si es que no le dan el albazo de que fue víctima
la noche del 21 de noviembre.
Pueden, pues, cantar victoria en este instante. Pero, ¿quién
les asegurará que al advenir el nuevo régimen que indudable­
mente suplirá al actual en el estado suriano, no se convertirá este
triunfo en una simple victoria pírrica?
C a p ít u l o VII

¿POR QUE FALLO CABALLERO ABURTO?

Recuerdos infantiles.— Por qué fallo Caballero Aburto.


Detalles espeluznantes de su Policía.

“ Noviembre 13-14/60. He releído la semblanza trazada en


septiembre de 1956, apenas hace cuatro años y dos meses aproxi­
madamente, cuando el nombre del general Caballero Aburto
fue señalado como el de la persona que habría de ir a gobernar
el Estado de Guerrero, por los seis años siguientes, y cuando todo
eran sonrisas y esperanzas en torno a su figura, pues en honor
a la verdad, en los últimos años ningún gobernante — con la
sola excepción tal vez de su antecesor como gobernador constitu­
cional del estado, Alejandro Gómez Maganda, quien también por
desventura, no terminó su período gubernamental— , llegó a Gue­
rrero en tan magnífico ambiente popular. Y trato de hallar, a
fuer de honradez, algún signo, algún rasgo que nos haga pensar
en el fracaso futuro de su gestión. Cuesta trabajo encontrarlo. Y
ello Jo atribuyo a que los guerrerenses somos un pueblo apasio­
nado por nuestras gentes y estamos tan ansiosos de tener un buen
gobernante que tal vez poseemos un afán enfermizo de ver las
cualidades abultadas como con lentes de aumento, en cada nueva
figura que llega a nuestros lares como funcionario, pues tal parece
que al llegar no admitimos en ellos sino bellas virtudes y aspectos
positivos, cual si estuvieran cuajados de dones sobrenaturales. Tal
_ 9 7 —
93 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

es la cantidad de esperanzas que nuestro pueblo tiene de encon­


trarse un día fielmente reflejado en la persona de su gobernante.
(Nos trasladamos a los recuerdos infantiles y surgen en la me­
moria de modo inevitable, anécdotas y acontecimientos de natu­
raleza política siempre. En nuestra infancia, en Tlalchapa, Gro.,
los bandos que luchaban entre sí para disputarse la supremacía
natural que exigen los juegos infantiles, se dividían, lo recuerdo
perfectamente, en “ padillistas” y “ guevaristas” , y naturalmente
el título de “ padillistas” se lo adjudicábamos al grupo perdidoso
en honor al licenciado Ezequiel Padilla, que había perdido su
elección frente al general Guevara. Todavía éramos pequeños,
cuando también se estamparon en la retina de nuestros ojos asom­
brados, las peripecias de la lucha política municipal, en la cuál los
grupos a los que pertenecía mi padre, D. Atanasio Gutiérrez — que
era un hombre con la agilidad mental del indio mexicano, pero sin
los cálculos obligados de la mentalidad política a la mexicana y
que, por lo tanto, gastó su pequeña fortuna en aquella aventura
política a la que lo llevaron amigos entrañables, porque tenía
un gran concepto de la amistad— disputaban a sus enemigos el
poder del municipio, tratando de desalojar físicamente a estos
últimos del edificio del palacio municipal del que se hallaban
posesionados, en la ingenua creencia de que poseer el palacio
municipal citado era ganar el poder. Desde las paredes de la bar­
da de la vieja casa paterna, que da al frente del palacio muni­
cipal, de dos pisos, se hicieron fuertes los del bando al cual per­
tenecía mi padre y al través de claraboyas estratégicamente colo­
cadas sostuvieron por varias horas un duelo a balazos que tendría
cómicos resultados, si no fuera porque también los tuvo de trage­
dia, pues allá arriba, en el palacio, hubo quien se zurrara en los
calzones, pero también hubo muertos acá abajo.
Esto fue en una ocasión. En otra, lo recordamos perfectamen­
te, tuvimos la oportunidad de conocer al hoy de sobra conocido
escritor político guerrerense Manuel Macedonio Reynoso, origi­
nario del Rincón de San Nicolás, municipio de Santa Cruz y re-
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 99

gisírado en Ciudad Altamirano, según Adulfo Arce, precisa­


mente en uno de los corredores interiores de la casa de Atanasio
Gutiérrez en una jira electoral en la que el general Gabriel R.
Guevara llevaba como jilgueros, entre otros, al entonces muy jo­
ven Manuel Sánchez H. y al propio Manuel M, Reynoso. Este
último — las gafas oscuras siempre caladas y la voz arrastrando
las palabras— hacía gala de poseer una novia bellísima en la ciu­
dad de México con un solo defecto: el que era millonaria. Nues­
tros admirados ojos infantiles no alcanzaron a conocer el retrato
que Reynoso sacó de su cartera luciéndolo ante la envidia de los
demás. Pero, nos decíamos en la oscuridad de aquella edad ino­
cente, la política debe ser algo grande e importante, para que estos
hombres casi jóvenes figuren tan señaladamente en ella.)
En suma, el guerrerense de todas nuestras latitudes — después
tuvimos ocasión de comprobarlo al través de diversas jiras guber­
namentales, acompañando al general Leyva Mancilla como go­
bernante y a Alejandro Gómez Maganda, como candidato y como
funcionario— cree en el milagro de la política. Para él, y muy
especialmente para el hombre del campo, el político es como un
ser de excepción, que lo mismo puede llevar el bien que el mal,
pero que por lo tanto, como sin duda alguna sucedió con los anti­
guos dioses de nuestro mundo indígena, es obligado el estar bien
con ellos para que sólo puedan llevar a nuestros pueblos el mismo
bien.
No escapó nadie a esta regla, ni siquiera los más destacados
políticos surianos, al advenimiento de don Raúl Caballero Abur-
to, como candidato al gobierno del Estado de Guerrero. Su casa
de la calle de los Alpes de esta capital, se veía siempre atestada
de ciudadanos de diversos rumbos del estado, lo mismo que de
políticos en cierne en busca de oportunidades, y de simples perio­
distas. Los políticos más sobresalientes le ofrecieron el concurso
de sus personas y de sus grupos, y el que menos, su solidaridad
de amigo y partidario. La música de los corridos populares se
prendió en los oídos de los. guerrerenses y pronto inundaría los
100 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

valles y las montañas del estado. Y la esperanza creció de punto


cuando se conocieron las primeras declaraciones del candidato,
en las que llamaba a todos los guerrerenses, sin distinción de ban­
derías, a colaborar con él en la grandeza de Guerrero, ofreciendo
que no crearía “ caballerismo” ni permitiría que nadie se aban­
derara bajo una causa con tal nombre.
¿Qué fue, entonces, lo que transformó tan radicalmente aquel
hermoso panorama inicial?
Por qué falló Caballero Aburto. Desde que tuvimos oca­
sión de tratarlo por la primera vez en la ciudad de Jalapa, en su
sencillo despacho de comandante de la Guarnición Militar de la
ciudad y de una importante región del Estado de Veracruz, al
platicamos de la forma en que había exterminado a numerosos
individuos que él díjonos eran maleantes y asesinos, nos asaltó
ligeramente el temor de que, llegado el momento, aquel hombre
transformado en gobernador de Guerrero, hiciera de su territorio
de. sesenta y cuatro mil kilómetros cuadrados un vasto campo de
exterminio de guerrerenses. Pero confesamos que no le dimos im­
portancia a tal temor. Más bien juzgamos en aquel momento que
era un tanto impolítico confesar de modo tan abierto tales suce­
sos realizados evidentemente al margen de la ley, pero nada más.
En otra ocasión, y esto al serle tratado un problema relacio­
nado con el candidato a presidente municipal de nuestro pueblo,
el de Tlalchapa, acto que ocurrió precisamente en la playa Ca-
letilla de Acapulco y en presencia de un testigo, nos sorprendió
su extrañeza cuando él se enteró de que el autor de estas líneas no
simpatizaba, con un tío suyo que el gobernador apoyaba como
candidato, sino con el que nosotros considerábamos con mayor
capacidad y aptitudes para el cargo.
(El gobernante no pensaba que podríamos discrepar de nues­
tro pariente; considerar con limpieza y desapasionadamente que
el otro candidato era, a nuestros ojos, mejor; sino que simple y
sencillamente para él era razón suficiente y bastante el parentesco
y no estar con la parentela, un crimen sin nombre. Nos lo dijo,
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 101
más que con palabras, con su actitud, y allí dimos por terminada
la campaña en favor de nuestro candidato.)
Pero estos eran simples detalles. Poco a poco fuimos abrien­
do los ojos sobre la tremenda realidad de Guerrero, en torno a la
cual el más pintado se equivocó y con ellos la mayoría de los
guerrerenses que sinceramente creyeron en la bondad de los ojos
azules de un general-gobernador.
Admitimos abiertamente el habernos equivocado. Y más toda­
vía, haber sido de quienes aplaudimos algunos rasgos de su ad­
ministración que sinceramente consideramos positivos y benéfi­
cos, como por ejemplo la campaña de despistolización. Nunca lle­
gamos a pensar que a su amparo habrían de cometerse los más
grandes crímenes de la historia guerrerense de los ííltimos tiem­
pos — fuentes autorizadas y fidedignas hacen ascender a la cifra
de más de mil los asesinatos cometidos en los últimos tres años—
ni tampoco otros acontecimientos dignos de una época ya liqui­
dada por la historia, y no en plena conmemoración del cincuente­
nario de la Revolución Mexicana.
Tampoco creimos que el espíritu de enriquecimiento perso­
nal, naturalmente en forma il cita, llegaría a tales extremos que
las páginas de los periódicos guerrerenses, como las de la revista
CUAUHTEMOC, llegasen a resultar chicas para incluir en varias
de ellas la lista incompleta de las propiedades, con número d e l.
registro público de la propiedad y todos los detalles comproba­
torios, adquiridas precisamente durante su función como gober­
nador, sin contar con aquellas propiedades que pueden estar y
sin duda están o estuvieron a nombre de los numerosos parientes
incrustados en la administración caballerista.
Jamás llegamos a pensar, tampoco, que hombres como el se­
ñor don Enrique Caballero Aburto, todo apariencia de bondad y
de buenas maneras, pudiera esconder detrás de esa personalidad
un otro yo que es el que salía a flote cuando asumía su función
como segundo gobernador de la entidad, ordenando realizar actos
de crueldad inaudita y atracos de carácter económico increíbles,
desde su atestado despacho de recaudador de rentas de Acapulco.
102 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Juzgue el lector, por las siguientes anécdotas. En un poblado


de la Costa Grande guerrerense, en Atoyac, cierto número de ciu-
dadanos guerrerenses, una cincuentena, fueron considerados como
enemigos del régimen cabailerista. Se les metió en una cárcel
de cuatro por cinco metros, o sea de veinte metros cuadrados, en
donde aquellos individuos apenas si cabían de pie. Un rato, a
modo de amenaza o de escarmiento, pudieran haber pasado aque­
llos hombres allí, apretados como cigarrillos. Pero no sucedió así.
Lo que ocurrió fue que el carcelero, por órdenes expresas de
Acapulco, se olvidó de aquellos hombres y así los tuvo, sin pan
ni agua siquiera, durante cinco días con sus noches, hasta que
un abogado resuelto se pudo enfrentar a aquel sacrificio inhu­
mano. Sí, el licenciado Emilio Guerra Leal se avocó al problema
y con recursos legales obtuvo que le abrieran aquella trágica
puerta carcelaria. Cuando pudieron ir saliendo uno a uno aque­
llos presos políticos había cuatro muertos de pie, todos estaban
sucios por haber tenido que hacer sus necesidades fisiológicas en
aquellas condiciones, y tres murieron al ser sacados. Los demás,
poco a poco pudieron ir volviendo, con leves sorbos de agua, a la
vida.
En otra ocasión, las tierras de José Muñoz Añorve, un primo
hermano del propio gobernador, fueron codiciadas por éste en un
punto distante treinta kilómetros de Ometepec. Inmediatamente
le fueron mandados enviados especiales a tratar de convencerlo
de. que las vendiera y como no quiso hacerlo, no tardó en recibir su
merecido: un grupo de federales, con órdenes de tronarlo, lo con­
dujo de noche a la capital de la Costa Chica guerrerense. Se salvó
de milagro, gracias a su sangre fría, y vive todavía para contarlo.
Y esta suerte de anécdotas sería interminable.
Hay otro tipo de antecedentes que resulta oportuno recordar
*áquí, porque constituyen una faceta desconocida, por cuanto que
no se le ha dado amplia publicidad, del carácter del general ome-
tepecano. Nos referimos a ciertas tortuosidades de su conducta
de las que sus amigos del principio no pudieron o no quisieron
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 103

darse por enterados. Por ejemplo, vamos a relatar el caso del


hoy diputado- Herón Varela Alvarado, quien, cuando Caballero
Aburto llegó como candidato al gobierno de Guerrero, figuraba
como presidente del comité local del Partido Revolucionario Ins­
titucional.
Es conocidísimo en México que el PRI es el instrumento hasta
cierto punto natural para llegar al poder. Entonces, quienes en
él figuran como sus dirigentes, por razones lógicas y elementales,
están avocados a ocupar puestos de representación popular pre­
ferentemente, o de otro tipo. Tal era el caso de Varela Alvarado
cuando llegó Caballero Aburto como candidato y éste le ofreció
que lo apoyaría, en su oportunidad. Claro que Varela Alvarado
cumplió, por su parte, el compromiso tácito de poner la capacidad
y el esfuerzo personal y del partido a su cargo en el estado, al
servicio de la candidatura de Caballero, pero cuando éste asumió
el poder lo mandó con cajas destempladas en sus aspiraciones de
llegar al edificio de Allende y Donceles.
No sólo no lo apoyó, sino que lo engañó quitándole la repre­
sentación del PRI y haciéndole creer en una promoción política
que jamás intentó, pues, como es oportuno recordarlo, Caballero
Aburto se pasó en esa época dos meses de estancia continua en la
ciudad de México, tratando de influir en las determinaciones de
las altas esferas para lograr meter en el Congreso a algunos can­
didatos suyos. Lo único que consiguió, fue la inclusión del nom­
bre de su sobrino, el teniente Mario Castillo Carmona; pero se
dijo que tuvo que pagarla a un elevadísimo precio.
En resumen y a mayor abundamiento, debemos establecer con
toda claridad aquí y confesar con toda verdad que, si hubo mu­
chos engañados con la sonrisa de los ojos azules del general ome-
tepecano, fue sin duda alguna porque las grandes masas no son
suficientemente observadoras, y frecuentemente los líderes o diri­
gentes de aquélla se dejan llevar de su propio entusiasmo por las
personas elegidas en un momento dado para alguna responsabi­
lidad de tipo superior, y ese entusiasmo lo contagian a los demás.
104 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Pero un examen a fondo de los antecedentes personales del


general Luis Raúl Caballero Aburto no ya por el pueblo al que
se lo enviaron constituido en candidato, sino por la persona encar­
gada en su momento de hacer la selección del hombre llamado
a gobernar a Guerrero, hubiera permitido evitar el tremendo
error a que lo condujo su mal tino.
Caballero Aburto jamás había estado ligado al pueblo ni a
la Revolución Mexicana, en rigor de verdad. Su actuación como
militar y telegrafista lo había hecho permanecer toda su vida ale­
jado de aquél, y también de la Revolución, pues fue un militar
hasta cierto punto de carrera y ni tuvo tiempo u ocasión para lle­
gar al movimiento revolucionario como protesta, por impulso o
por vocación, ni tampoco llegó a figurar en las nóminas de los
militares de carrera más prestigiados y destacados del Ejército.
Se quedó en un punto intermedio y esa fue su tragedia. . . y la
del estado al que lo mandaron a gobernar.
C a p ít u l o VIII

¿CABALLERO ABURTO, UN BATISTA CRIOLLO?

Detalles de una conducta.— La cuestión de la prensa


y una lista de acusaciones sin respuesta.

DETALLES DE UNA CONDUCTA

“ Noviembre 4 /6 0 . Uno de los aspectos más extraordinarios


de la farsa y callejón sin aparente salida a que se ha conducido
en los actuales momentos el “ caso Guerrero” — sin salida, acla­
remos, desde el punto de vista gubernamental que no desea vul­
nerar el sagrado “ principio de autoridad” — , es la “ defensa”
que de vez en vez se ve obligado a realizar de su régimen el vapu­
leado general Raúl Caballero Aburto, cuando, obligado por las
circunstancias, se ve materialmente urgido a salir de su finca
acapulqueña de Playas Guitarrón, la cual se ha convertido de
hace unas semanas a esta parte, amén de en fortaleza y lugar
de veraneo, en Palacio de Gobierno, salón de sesiones de la Cá­
mara de Diputados y oficinas generales de su administración.
(El lugar es francamente paradisíaco y de ninguna manera
han de sentirse incómodos, salvo por los comentarios de la opi­
nión pública nacional, los ujieres mayores y menores que pululan
de arriba a abajo en la opulenta mansión. Está situada enfrente
exactamente, de un lado a otro de la bahía, del popular barrio
de La Laja en donde una pléyade de humildes gentes sin habi-
—.105-T-
106 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

taclón se ha convertido en pasto de las maniobras políticas aca-


pulqueñas. Son los hombres de Lopitos, el también popular Lopi-
tos, célebre por haberse hecho fuerte en dicha zona en donde ha
creado, con el conciente respaldo de las autoridades estatales, un
poder independiente de los poderes municipales de Acapulco. Pero
ahora nos referimos exclusivamente a la mansión de Caballero
Aburto de Playas Guitarrón, típica de las mansiones de quienes
a nombre de la Revolución han hecho cuantiosas fortunas y la
han defraudado. Escalonada simétricamente en un declive pro­
nunciado de la bahía, tres pisos lucen espléndidamente desde
cualquier ángulo del lado oriental de Acapulco. Una magnífica
alberca le coloca un precioso cinturón azul a la residencia. Sigue,
más abajo y a los lados, el esmeralda de los espacios verdes que
tanta falta hacen a la niñez acapulqueña, pero que aquí esplenden
en toda su magnificencia, y por fin, allá abajo, las aguas de la
bahía bañan con la lengua blanca de sus espumas, la magnífica
residencia).
Viene a cuento esta descripción, porque en unas declaración
nes desafortunadas hechas a la* prensa en el curso de la semana
que acaba de concluir, el ínclito general Caballero Aburto tuvo
la audacia de afirmar que el movimiento popular guerrerense en
su contra está inspirado en fines aviesos y extranacionales — ya
antes había tenido, también, el arrojo de sostener que quienes le
atacan en Guerrero son elementos que quieren constituir una pun­
ta de lanza en contra del Gobierno de los Estados Unidos de
Norteamérica— y que concretamente eran elementos al servicio
de Fidel Castro, el odiado caudillo cubano para los norteameri­
canos, pero mil veces amado por todos los pueblos de Latino­
américa.
Y al formular tal “ defensa” el ilustre general Caballero Abur­
to creyó haber descubierto el Mediterráneo. Aspiró, como es su
costumbre, una gran bocanada de su habano, éste sí de auténtica
procedencia cubana, y esperó la reacción de su “ descubrimien­
to” ante los periodistas. Sólo que en lugar de provocar la palabra
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 107
lisonjera o el elogio aunque sea de cajón, lo que suscitó con sus
palabras fue una duda tremenda entre todos sus oyentes: ¿No
será, por contraste, el general Raúl Caballero Aburto en Gue­
rrero, una encarnación criolla del nefasto dictador cubano Ful­
gencio Batista, que el pueblo de aquella isla lanzó por la borda
el primero de enero de 1959?
Veamos algunos detalles. Es sabido que Batista poseía una
fastuosa quinta, la “ Kuquine’, en los alrededores de La Habana.
Y en su huida precipitada la madrugada del año nuevo de 1959,
es natural que la haya abandonado con todo su fabuloso equipo.
Poseía Batista tal lujo y fastuosidad en la citada quinta que ha^ta
las borcelanas eran de plata, pues era muy delicado el hombre.
La residencia está valuada en millones de dólares y hoy está con­
vertida en museo. Pero cuando los guajiros pasan por ella, de
asombro en asombro, casi ni se atreven a tocar aquellos objetos
de lujo oriental con los que Batista restregaba el rostro de mi­
seria a los campesinos cubanos.
Y ahora recordamos que cuando el general Caballero Aburto
realizaba algunas de sus muchas jiras por el interior del Estado
de Guerrero, no iba a ellas con el afán de resolver problemas so­
ciales o de escuchar siquiera la voz popular. Iba a tales jiras
realmente de pie nic. Previamente, ayudantes especiales hacían
un recorrido por el itinerario escogido. Los niños de las escuelas
hacían guardia a la entrada del funcionario, frecuentemente per­
maneciendo expuestos al sol por muchas horas; la mejor orquesta
local ponía sus notas de alegría musical; las mejores viandas y
los mejores vinos, y los mejores puros eran separados para el alio
funcionario, y con bastante frecuencia también, estos agasajos
eran compartidos por damiselas que de uno a otro lugar del esta­
do — nunca la esposa oficial del gobernador— lo acompañaban
en el presidium, es decir, presidían las ceremonias oficiales del
funcionario.
(El autor de estas líneas quiere dejar constancia aquí de que
no es un timorato, ni trasnochado, ni gazmoño, para considerar
108 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

que no sólo un funcionario público en México, sino cualquier ciu­


dadano en cualquier lugar del planeta tiene derecho a echarse,
de vez en vez, una cana al aire. Pero dista mucho de tal cosa el
presentar en las ceremonias oficiales a las amiguitas, suplantando
el lugar de la primera dama, si la hay, y ofendiendo a las damas
auténticas de los lugares visitados o de otros funcionarios. Tam­
bién quiere añadir el autor que conoce los nombres de algunas
de las amiguitas del gobernador a quienes osó presentar en cere­
monias oficiales a su lado; pero por discreción ios calla, pues
ésta es o pretende ser una denuncia de carácter político, y no una
nota de las esferas policíacas o del chisme malamente llamado
social).
Durante el reinado, que no gobierno de Batista en Cuba cuan­
do el pueblo se rebeló en su contra y se lanzó en diversas ocasio­
nes a la lucha, antes y después de Sierra Maestra, veinte mil
cubanos ofrendaron su sangre en aras de la lucha reivindicadora
popular. Y un cálculo conservador, de quienes están en posesión
de saber estos hechos, ya lo hemos dicho, hace ascender la cifra de
guerrerenses sacrificados por los hordas de Caballero Abur-
to, en los tres años y medio de administración que lleva, a más de
mil.
Una muestra del extremo refinamiento a que Caballero Abur-
to llegó en tales menesteres es lo acontecido en Acapulco, con la
acción del jefe policíaco apodado “ La Guitarra” y llapiado Fran­
cisco Bravo. Este funcionario policíaco era tan eficaz en sus acti­
vidades que cuando se trataba de perseguir a un fulano que tuvie­
ra cuentas con la justicia — un asesinato, por ejemplo— lo locali­
zaba y lo entregaba a los deudos de la víctima. Naturalmente,
por tanto más cuanto. Y es obvio imaginarse la “ justicia” que
se hacían aquellas gentes en la persona así asesinada, a sangre
fría. En otras ocasiones el “ trabajiío” completo lo hacían los
agentes del propio jefe policíaco. Pero entonces el precio era
mayor. „
Esta es, una muestra, una sola muestra, del grado de refina­
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 109

miento y de crueldad a los que ha llegado el general Caballero


Aburto en Guerrero. Y como este ejemplo, existen centenares,
si no miles. Ya la prensa nacional ha publicado lo de los cemen­
terios particulares, que también poseyeron en Cuba los esbirros
de Batista, lo mismo que la llamada “ Curva de Caballero Aburto”
sobre la carretera a la Cosía Grande guerrerense, el Pozo Melén-
dez en los alrededores de Iguala y oíros sitios más de tormento
y torlura para los guerrerenses, en donde eran simplemeníe des­
aparecidos, sin que jamás los familiares de las vícíimas pudieran
averiguar nada del paradero de aquéllos. Y eslos hechos denun­
ciados aníe la prensa nacional, nunca fueron desmenlidos por
nadie y menos por el acusado, general Caballero Aburto.
Hay oíro paralelo, si se empeña uno en buscarlo, para hacer­
le el gusío al general guerrerense — si llama casírisías a sus acu­
sadores es sin duda alguna porque en el fondo él se sieníe un
digno émulo de Batista— entre la lucha de los cubanos acau­
dillada feliz y exitosamente por los hermanos Castro Ruz y sus
amigos, y la lucha que el pueblo guerrerense ha sostenido contra
su tirano, encabezado, al menos originalmente, por los estudiantes
universitarios. Y es que ambos movimientos están inspirados en
la lucha del pueblo por su libertad. Quizás sea demasiada pre­
tensión de nuestra parte querer parangonar el programa de acción
formulado sobre la marcha, en el curso de la lucha, por modestos
dirigentes como el profesor Blas Vergara, que sin embargo, con
esta participación desinteresada en la lucha, como la de otros
muchos, ha de pasar a la historia de nuestras contiendas cívicas,
como quien inteníó darle un seníido social al íravés de un pro­
grama de reivindicaciones, recogiendo en el ideario de Chilpan-
cingo — que ya hemos comeníado en otro lugar— las principales
aspiraciones populares, amén de las meramente estudianíiles:
coníinuación del reparto agrario, respeto al municipio libre, jus­
ticia para todas las viudas y víctimas de los asesinatos come­
tidos, etc., con lo hecho en Cuba. Pero hay que recordar, tam­
bién, que antes que se lanzara al mundo la justiciera Declaración
110 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

de La Habana, en respuesta a la Declaración de San José, y en la


que los pueblos colonizados no sólo de América Latina sino los
de todo el mundo ven una puerta de esperanza — derecho a la
tierra, al trabajo, a la educación, a la asistencia médica, a la ense­
ñanza libre, experimental y científica, a la “ dignidad plena del
hombre” , sin discriminaciones; a la igualdad civil, social y polí­
tica de la mujer; a una vejez segura del anciano; a luchar por un
mundo mejor, de los intelectuales, artistas y científicos; de los
estados, a la nacionalización de los monopolios imperialistas; de
los países, al comercio libre con todos los pueblos del mundo;
de las naciones, a su plena soberanía y de los pueblos, a convertir
sus fortalezas militares en escuelas, y a armar a sus obreros,
a sus campesinos, a sus estudiantes, a sus intelectuales, al negro, al
indio, a la mujer, al joven, al anciano, a todos los oprimidos y ex­
plotados, para que defiendan por sí mismos sus derechos y sus
destinos” — ; antes de tal declaración, insistimos, en Sierra Maes­
tra, durante la lucha, apenas si tímidamente alcanzó a proclamarse
un programa casi tibio de reivindicaciones sociales.
Pese a todo, Raúl Caballero Aburto como Fulgencio Batista,
más tarde o más temprano, caerá. Y si los hombres de Sierra
Maestra necesitaron dos años para realizar la proeza que no pa­
rece de este tiempo sino de otros lejanos en el pasado, por su arro­
jo, valentía y desinterés, para derribar al tirano; los muchachos
de la Universidad de Guerrero — agrupado en su torno el pue­
blo todo de la entidad suriana— y a despecho de que el Gobierno
Federal aplica una táctica dilatoria para resolver el problema,
a sabiendas de que el pueblo guerrerense tiene la razón, también
triunfarán. Y su victoria no será una victoria parcial, es decir,
exclusiva del pueblo guerrerense. La victoria de los guerrerenses
contra el tirano Caballero Aburto ha de ser una victoria del pue­
blo todo de México que ha de llegar a ver en la lucha del pueblo
suriano un ejemplo para sostener sus propias luchas y deshacerse
de sus respectivas satrapías.
Por ello nosotros desde aquí aclaramos al régimen federal y
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 111
concretamente al Presidente de la República, licenciado Adolfo
López Mateos, que tantas muestras de sensibilidad política y de
espíritu de servicio al pueblo ha dado durante los dos años de su
administración, que la caída del general Raúl Caballero Aburto,
no será, no puede ser entendida como una muestra de debilidad
del Gobierno Federal, ni puede necesariamente traer como con­
secuencia la lucha desorbitada, en otras entidades donde no haya
realmente problemas, contra los virreyes o gobernadores de tales
entidades. Será, sin duda, un ejemplo la lucha de los guerreren-
ses; pero un ejemplo limpio y levantado, de lucha por la justicia
y la razón, por encima de todo.
Y un régimen como el actual, en el cincuentenario de la Re­
volución Mexicana, no puede manchar su nombre y su decoro
defendiendo impasiblemente, con la sola inacción y la inactivi­
dad, a un mal gobernante como Raúl Caballero Aburto.”
C a p ít u l o IX

LA CUESTION DE LA PRENSA Y UNA LISTA


DE ACUSACIONES SIN RESPUESTA

“ Diciembre 2 4 /6 0 . El 19 de junio del año en curso “ Diario


de México” y otros periódicos de la capital de la República inser­
taron en sus páginas la impresionante lista de propiedades de los
treinta y cuatro miembros de la familia Caballero Aburto que el
lector hallará al final de estas líneas, lista que jamás fue refuta­
da por el general Raúl Caballero Aburto o cualquiera de las
personas aludidas, no obstante que algunos periódicos, como la
revista CUAUHTEMOC, ofrecieron sus columnas para cualquier
aclaración desde el momento mismo en que hicieron la inserción
correspondiente.
¿Cuál es la razón del silencio como línea de conducta, del
olímpico desprecio a la opinión pública y sus representantes, por
parte del general ometepecano, quien, no obstante, muy al prin­
cipio de su gestión, no tuvo tal actitud para la prensa capitalina
y del estado?
Para dar respuesta a la pregunta anterior debemos recordar
al lector que durante el segundo Informe de Gobierno rendido el
primero de abril de 1959, el general Raúl Caballero Aburto,
quien seguramente advirtió desde entonces el problema que ten­
dría que venírsele encima tarde o temprano con su pueblo,
tuvo la humorada — despreciando todas las opiniones en contra-,
rio que le fueron dadas, entre otros por varios funcionarios de la
— 113 —
114 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

representación federal guerrerense— de lanzarse contra la pren­


sa nacional.
El anuncio lo hizo en una plática íntima durante un baile de
la bandera, efectuado en Iguala el 24 de febrero de dicho año y
a los inconvenientes de tal medida que le fueron señalados por
los citados funcionarios, el general Caballero Aburto replicó que
era necesario poner un hasta aquí a los desmanes de la prensa y
contribuir a la dignificación de la misma, a la que, observó, han
entrado muchas gentes que no merecen el título de periodistas.
El general Caballero no escuchó ningún tipo de razones. Se
montó en su macho y, en efecto, el día del informe de referencia
los periodistas y publicistas asistentes a la ceremonia se fueron
de espaldas cuando lo oyeron criticar duramente a la prensa y
erigirse en censor de los periodistas y en rector de los que qui­
sieran escucharle.
Pensaron, sin embargo, muchos de quienes le escucharon, que
sería esa una puntada momentánea que abandonaría tan pronto
se diera cuenta no sólo de los inconvenientes de tal actitud por
ella misma, sino de lo difícil por no decir imposible que rerulta-
ba para el general Caballero el poseer los méritos o la ejecutoria
moral indispensables para poder erigirse en juez de la prensa na­
cional. Pero quienes tal pensaron tuvieron que convencerse de que
la actitud del general ometepecano en torno a tal problema era
firme ya que en ocasión del Congreso Nacional Agrario que tuvo
lugar en Toluca volvió a refrendar su credo antiperiodístico en tal
asamblea, y después en ocasión del informe del señor Presidente
de la República, cuando al través de un sorteo le tocó en suerte
al general Caballero Aburto pronunciar las palabras de ofreci­
miento de tal ágape, el primero de septiembre del año al que
nos hemos venido refiriendo, volvió a la carga con sus ataques a
la prensa.
El general Caballero Aburto al hacer sus ataques a la prensa,
tenía buen cuidado de explicar que sólo se refería a la prensa
venal y mercantilista. Pero la cuestión que evidentemente se plan­
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 115

teaba de modo automático a su actitud contra tales publicaciones


y periodistas era ésta: ¿Quién es el general Caballero Aburto para
poder juzgar cuál publicación en México o cuál periodista es
venal y cuál no? ¿Iba a incluir en tal juicio a su hermano Juan
de los mismos apellidos suyos quien por años se dedicó al dulce
deporte del chantaje periodístico y del trinquete, en forma muy
conocida por la opinión pública nacional y del Estado, a veces
solo y en otras ocasiones acompañado de elementos perfectamente
descalificados, como Reemberto Valdés Ortega y otros tipos de
tal ralea?
La cuestión era otra. El general ometepecano, en realidad,
trató de matar dos pájaros de una sola pedrada. Por la una
parte, advirtiendo que el pueblo guerrerense tendría que rebelár-
sele — tal vez ésta fue una de sus pocas capacidades visión?rias
como gobernante— quiso curarse en salud y arrojar la prime­
ra andanada de ataques contra la prensa, para después tener
el pretexto de una justificación aparente ante las autoridades de la
Federación. Y por la otra, los ahorros que inmediatamente se im­
puso en el renglón publicitario serían aprovechados en la adqui­
sición de un periódico suyo, el DIARIO DE ACAPULCO — po­
pular y conocidísimo órgano de la represión y del retroceso
histórico en Guerrero— que a los pocos meses apareció, el cual,
según informes fidedignos, tiene un taller que ha costado al erario
público guerrerense no menos de un millón de pesos.
Tales son, o pueden ser, los orígenes de la actitud antiperio­
dística del general Caballero Aburto: un cálculo fríamente efec­
tuado en torno a su porvenir político y económico. Y una línea
de conducta aparentemente desafiante ante la opinión pública y
sus representantes, aunque en el fondo él sólo estaba defendién­
dose y curándose en salud.
Respecto a la cuestión concreta de su silencio ante las tremen­
das acusaciones que en seguida reproducimos, las cuales le fueron
ratificadas después, con toda virilidad, por el alcalde acapul-
queño Jorge Joseph, ya hemos recordado en otro lugar la triste
lió J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

explicación que gentes allegadas a él han dado y que consiste


en que, dizque él ya se ha justificado ante las autoridades co­
rrespondientes del Gobierno Federal. Pero una vez más pregunta­
mos: ¿qué acaso tales acusaciones le fueron hechas exclusiva­
mente ante el citado Gobierno Federal y no ante los tribunales
más altos, moralmente hablando, que son los órganos de la opi­
nión pública nacional?
A continuación, reproducimos íntegramente la lista de las
acusaciones sin respuesta a las que nos hemos venido refiriendo y
que en su versión original apareció en Diario de México con el
título, que respetamos, de

“ NEPOTISMO ABSOLUTO REINA EN GUERRERO”


“ Lista de los familiares del gobernador que ocupan puestos
destacados en la entidad. Hasta una niña de 14 años cobra en el
presupuesto.
Por mucho menos de lo que sigue en otras épocas se dispuso
y ejecutó la desaparición de poderes de un estado de la Repú­
blica para poner coto al saqueo organizado y al vandalismo “ del
señor gobernador” en contra de vidas y haciendas públicas y
privadas.
La relación suscinta de las canongías en uso y disfrute por
parte del nepotismo familiar y la todavía más suscinta lista de los
bienes personales del general diplomado de Estado Mayor, Raúl
Caballero Aburto, pueden dar idea de la calidad y de la “ obra”
administrativa del susodicho en sus funciones de gobernador cons­
titucional de Guerrero. Baste decir, como complemento, que, hasta
antes de su exaltación a la primera magistratura del estado, el
famoso general D.E.M., y su hoy próspera parentela, eran gen­
tes pobretonas que tiraban para sacar la tripa de mal año.”

RIQUEZAS DE RAUL CABALLERO ABURTO

“ Una residencia en Alpes, 25, San Angel, D. F. Una resi­


dencia en Anaxágoras, colonia Narvarte, México, D. F. (Valuada
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 117

en un millón y medio de pesos). 10 lotes en las colonias de la


“ Fraccionadora ABURTO” en el D. F. Una residencia en Jalapa,
Veracruz. 2 ranchos valuados en 5 millones de pesos en el Estado
de Veracruz. Una magnífica granja y residencia en Puebla, Pue.
(Granja Silver por Sta. Bárbara), valuada en un millón y medio
de pesos. Otra granja sobre la carretera Puebla-Cholula 6 mil
metros cuadrados. Una residencia en Valle de Bravo, Estado de
México. Una residencia en Acapulco, que los que conocen opinan
vale de menos 3 millones de pesos y tiene tres albercas, una para
adultos, para jóvenes y para niños. 26 lotes en los distintos frac­
cionamientos del puerto de Acapulco. 30 hectáreas y 300 cabezas
de ganado fino en su rancho de Plan de los Amates, junto al Aero­
puerto de Acapulco. En Costa Chica compró la hacienda La Mar-
quelia propiedad de Edelmira de la Barrera conteniendo sembra­
das 80 mil palmeras de coco de donde se extrae la copra (vale
millones). Una residencia en Chilpancingo, Av. Juárez, 82, que
compró al tristemente célebre Jesús Martínez Morales ex director
de Hacienda del gobierno de Gómez Maganda. Una quinta de re­
creo y descanso sobre la carretera Chilpancingo-Tixtla. Dueño del
cine “ Guerrero” en Chilpancingo, socio de Williams O. Jenkins.”

PROPIEDADES DE ENRIQUE CABALLERO

“ Este señor antes de que su hermano gobernara Guerrero no


tenía en qué caerse muerto. Hoy tiene:
Una residencia en Taxco, Gro., donde nunca había tenido nada.
Hotel Asturias en Iguala, Gro., con 30 cuartos de servicio y
20 más en construcción.
Un edificio de tres pisos en Punta de los Peñascos de Acapul­
co, Gro. El Hotel de Iguala vale un cuarto de millón de pesos y
lo administra su hija Judith Caballero y su yerno Juan Muñoz Gar­
duño.
El edificio de Acapulco está valuado por conocedores en más
de un millón de pesos.
118 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Es propietario de un coche Lincoln Continental que vale más


de 200 mil pesos.”

LISTA DE LOS FAMILIARES

“ 1. Enrique Caballero Aburto, hermano del gobernador. Re­


caudador de rentas del puerto de Acapulco. (En esta ciudad se
recauda más de la mitad del presupuesto anual del estado, de 28
a 29 millones de pesos al año.) El recaudador Enrique obtiene del
porcentaje de dicha cantidad, de 90 a 100 mil pesos mensuales.
2. Ulises Caballero Aburto, hermano del Gobernador. Due­
ño del monopolio del mezcal que se distribuye dentro y fuera
del estado en vehículos del Gobierno sin pagar impuestos. Asimis­
mo controla el monopolio de los transportes urbanos y de coches
de sitio en Acapulco, Gro.
3. Raúl Caballero Aburto, Jr., hijo del gobernador y direc­
tor de pensiones en el estado. (Anteriormente tenía nombramiento
de jefe de inspectores de alcoholes y está seriamente complicado en
el fraude de marbetes para alcoholes por valor de un millón 967
mil pesos.)
4. Armando Caballero, hijo de Enrique Caballero Aburto, y
sobrino del gobernador; inspector de alcoholes y autor principal
del fraude de los marbetes cometido en agravio de la Hacienda
Federal y del estado.
5. Mario Adame Caballero, sobrino del gobernador, hijo de
su hermana María Caballero viuda de A. Cobra un sueldo de
3 mil pesos, dizque como inspector de ayuntamientos.
6. Juan Caballero Aburto, editor oficial y administrador del
periódico del gobierno. Hermano del gobernador.
7. María Caballero Aburto viuda de A. Cobra en la Direc­
ción de Hacienda en Chilpancingo, una canonjía de 6 mil pesos
mensuales. Participa con su hermano Ulises del monopolio de
transportes en Acapulco, están a su nombre 3 autobuses y 2 coches
de sitio. (Hermana del gobernador.)
8. Graciela Caballero Aburto, hermana del gobernador, co-
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 119
bra en la Recaudación de Acapulco una canonjía de 3 mil pesos
mensuales y aparece como propietaria de 5 autobuses de trans­
portes urbanos y 3 coches de sitio.
9. Hortensia Caballero Aburto, hermana del gobernador, co­
bra en la misma Recaudación de Rentas de Acapulco una canonjía
de 3 mil pesos. Tiene 2 transportes en líneas urbanas y 4 coches de
sitio en Acapulco, Gro.
10. Judith Caballero de Muñoz, jefa del Registro Civil de
Iguala, Gro., hija del recaudador de rentas de Acapulco. Sobrina
del gobernador.
11. Juan Muñoz Garduño, esposo de Judith Caballero, yerno
del recaudador de Acapulco y es recaudador de rentas en Taxco.
(Tercera de las mejores recaudaciones.)
12. Joaquín Gudiño Flores, primo hermano del gobernador.
Director general de Hacienda en el estado.
13. Rebeca Gudiño de Martínez, prima del gobernador y her­
mana del licenciado Gudiño, director de Hacienda en el estado.
Cobra una canonjía en la Recaudación de Rentas de 3 mil pesos
mensuales.
14. Licenciado Francisco Vázquez Añorve, primo del gober­
nador. Procurador de Justicia en el estado. Originario de Ome-
tepec.
15. Judith Muñoz Caballero (niña de 14 años). Nieta de En­
rique Caballero A. Cobra en la Recaudación de Taxco, cuyo jefe
es su papá, Juan Muñoz, un sueldo que no devenga de 600 pesos al
mes. Sobrinita del gobernador.
16. Eloy Montero Mier (profesor), presidente regional del
PRÍ en Guerrero, cobra 3 mil pesos por este concepto. Consejero
político del gobernador y cobra otros 3 mil pesos. Director de los
Cursos de Capacitación del Magisterio de Guerrero. Catedrático
o mejor dicho funcionario del Instituto de Capacitación Magiste­
rial dependiente de la Secretaría de Educación Pública. Este e s '
uno de los mejores sobrinitos. De Ometepec.
17. Ingeniero Romeo Romero, sobrino del gobernador y di­
120 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

rector de Obras Públicas en el Estado. Originario de Ometepec.


(Dicen: Ometepié.)
18. Napoleón Caballero, sobrino del gobernador. Cobra un
sueldo de 2 mil pesos en la Recaudación de Rentas de Acapulco.
19. Doctor Daniel Añorve Martínez, jefe de los Servicios
Coordinados de Salubridad y Asistencia en el Estado. Regidor de
Salubridad en el ayuntamiento de Acapulco y jefe de los Servicios
de Seguridad del Seguro Social en dicho puerto. (Sobrino del go­
bernador.) De Ometepec.
20. Lic. Manuel Añorve L. Aburto, sobrino del gobernador.
Secretario particular del Gobierno y diputado local por Ometepec,
tierra del gobernador.
21. Licenciado Ramón Vázquez López, sobrino del goberna­
dor. Magistrado del Tribunal Superior de Justicia en el Estado.
22. Doctor Dámaso Lanche Guillén A. Secretario general
de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos
(C.N.C.), jefe de los Servicios Médicos del Seguro Social en Aca­
pulco, Gro. Primo del gobernador. De Ometepec.
23. Rafael de la Barrera, primo del gobernador. Recaudador
de rentas en la ciudad de Tixtla de Vicente Guerrero. De Ome­
tepec.
24. Juan Castro Caballero, sobrino del gobernador. Jefe de
Tránsito de Iguala, cuya jefatura deja mejores utilidades después
que la de Acapulco.
25. Víctor Adame Caballero, sobrino del gobernador y jefe
de Tránsito en la ciudad de Taxco, Gro. (Hijo de María Caballero
Aburto.)
26. Eloy Añorve Sánchez, subjefe de la oficina local de
Tránsito en Acapulco, Gro. Sobrino del gobernador. De Ometepec.
27. Gabino Añorve S., sobrino del gobernador. Jefe de com­
pras del Gobierno. Gerente administrador del casino propiedad
de don Raúl Caballero Aburto en Chilpancingo, Gro. De Ome­
tepec.
29. Joel Añorve S., comandante de la Policía Urbana de Acá-
Y el P ueblo se P u so de P ie 121
pulco. Sobrino del gobernador. Regentea casas de citas: Casa
Evangelina, dicen las gentes que es propiedad del Gobernador.
Casa Norma, es propiedad de su hermano Enrique Caballero
Aburto. Varias cantinas. De Ometepec.
30. Miguel Caballero, sobrino del gobernador. Recaudador
de rentas de Tierra Colorada, Gro.
31. Aída Caballero, sobrina del gobernador. Recaudadora
de rentas de Tlacoachistlahuaca, Gro.
32. Doctor Dámaso Peña Vázquez, sobrino del gobernador.
Médico legista del puerto de Acapulco, Gro. De Ometepec.
33. Andrés Carmona Caballero, sobrino del gobernador.
Ayudante del gobernador. Es un analfabeta; pero magnífico ma­
tón. Tiene varios procesos por crímenes y robo de ganado en el
Juzgado Mixto de Primera Instancia de Ometepec.
34. Edmundo Miranda Añorve. Sobrino del gobernador. Co­
mandante de la Policía Urbana del Distrito de Huamuxtitlán. En
el año de 1942, asesinó en la ciudad de Pinotepa Nacional, Oax.,
al entonces senador de la República, licenciado Francisco Arlan-
zón. Por el asesinato ya mencionado fue hecho prisionero en el
puerto de Acapulco y conducido a la Penitenciaría oaxaqueña,
de donde se fugó. Tiene más de 15 procesos por crímenes en el
Juzgado Mixto de Primera Instancia de Ometepec. En Tlalcoachis-
tlahuaca a un lado de Ometepec, asesinó a Margarito López Her­
nández, Jesús Carmona y Jesús Ibarra. Jefe de gavilla de abigeos
y asesinos. (Cumple consignas directas del gobernador.)”
C a p ít u l o IX

LA REVOLUCION MEXICANA Y EL CASO GUERRERO

Análisis de un observador.— Cómo ganar para la Re­


volución a las nuevas generaciones.— Cuba y los Esta-
dos Unidos en la conciencia Latinoamericana.
La juventud y la Revolución.

ANALISIS DE UN OBSERVADOR

“ Diciembre 11/60. Nos hemos referido ya en otro lugar de


este reportaje, aunque de modo casi incidental, a la conexión que
se supone entre el general Raúl Caballero Aburto y uno de los
ex presidentes recientes, don Adolfo Ruiz Cortines, a quien se
atribuye la paternidad o el patrocinio de la candidatura de Caba­
llero Aburto como gobernador de Guerrero; y al cincuentenario
de la Revolución Mexicana.
Pero es indudable que hace falta referirse a algunos aspectos
de nuestra Revolución Mexicana que en estos días, al celebrar
sus primeros cincuenta años de existencia, ha sido un tanto cuanto
zarandeada, o por lo menos, discutida, pues en tanto que algunos
sagaces escritores la califican de anciana, decrépita o traicionada,
otros se esmeran en hacer creer que es la más perfecta de las revo­
luciones y que nos ha llevado a un verdadero paraíso a todos los
mexicanos.
Sin entrar en un análisis realmente profundo sobre su carac­
— 123 —
124 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

terización filosófica se puede llegar fácilmente a la conclusión,


en efecto, de que nuestra Revolución ha sido una Revolución,
democrático-burguesa, de carácter antiimperialista y con un pro­
fundo sentido nacionalista. Muy lejos ha estado, desde sus prin­
cipios, de ser una revolución proletaria o marxista, como algunas
veces han pretendido presentarla sus deturpadores; ni tampoco
tienen razón quienes afirman de ella que es la simple continua­
ción del régimen anterior a la misma, porque, sostienen, los ade­
lantos logrados durante su transcurso, es decir, durante los úl­
timos cincuenta años, se hubieran conseguido de todos modos
por la simple acción de la inercia del progreso.
Un agudo observador de la realidad política y social de nues­
tro tiempo, que simultáneamente ha sido actor y de los principales
de nuestro movimiento revolucionario, el señor licenciado don
Emilio Portes Gil, quien pese a las acusaciones que se le han lan­
zado periódicamente de servir a intereses particulares o mezqui­
nos, él ha sabido contestarlas a sus detractores, y salir aparente­
mente bien librado, y quien, si no tuviera otros méritos, posee
el de dar a conocer sus experiencias políticas a las nuevas gene­
raciones — lo cual urge al país— al través de artículos, confe­
rencias y libros que constantemente mantienen su nombre en el
tapete de .la actualidad, es quien mejor ha resumido, a nuestro
juicio, las realizaciones y los defectos u omisiones de la Revolu­
ción, al ser requerido para practicar breve balance de la misma.
Apunta, entre las felices realizaciones de la Revolución, al
través de los regímenes que la han representado, la cuestión agra­
ria, la nacionalización de los ferrocarriles, la expropiación del
petróleo, la adquisición de la energía eléctrica en manos de la
nación, el régimen de seguridad social establecido por la Revo­
lución y la creación del Banco de México, señalando en cada
caso las razones o datos en los que funda su importante juicio
histórico.
Si se considera que es un ex presidente de la República o el
'decano de los seis ex presidentes vivos del país el que afirma lo
Y e l P u e b lo se Puso de Pie 125

anterior, no se podrán descuidar o echar al cesto de la basura las


opiniones de este ciudadano, máxime cuando con la sola excep­
ción del ex presidente Cárdenas, es — aparte la obra que haya
podido realizar en la Presidencia de la República o no— de
quienes después de su paso por la más elevada magistratura del
país, se ha preocupado por seguir sirviendo a México, como tam­
bién lo hemos recordado, bien desde puestos diplomáticos o desde
comisiones como la que actualmente desempeña de carácter fi­
nanciero. Más todavía. El licenciado Portes Gil es de los via­
jeros que con más avidez y periodicidad recorren el mundo, reco­
giendo con ánimo investigador las observaciones realizadas en
sus viajes, en estudios y ensayos personales. (En estos momentos
acaba de regresar de un viaje de la China llamada Roja y viene
maravillado de la comuna de aquel país, a la que ya se prepara
a parangonar, en estudios correspondientes, con el ejido me­
xicano.)
Pero volviendo a nuestro tema, hemos de reconocer sin rega­
teos que la autoridad moral del opinante es indiscutible. Y no
le falta razón cuando aduce que no se ha logrado incrustar en el
espíritu del mexicano la mística necesaria para proseguir las ta­
reas de la Revolución. Portes Gil se refiere especialmente a las
nuevas generaciones, pero el mal seguramente es general. Mas
lo que hace falta para remediar tal situación, en nuestra modesta
opinión, no es sólo un esfuerzo educativo mayor, como el ilustre
ex presidente lo sugiere. Hace falta eso y más todavía. Lo que falta
es que la Revolución Mexicana no se estanque porque su estan­
camiento significa indudable retroceso ante el rápido avance que
otros países están consiguiendo al amparo de movimientos revo­
lucionarios más recientes.
Es imposible que la juventud mexicana o la juventud de cual­
quier latitud de la tierra pueda cerrar los ojos frente a la reali­
dad del mundo contemporáneo. Y esa realidad,, a los ojos de las
nuevas generaciones, se integra de un modo fundamental por
las realizaciones audaces y felices de otros pueblos en el camino
de su liberación económica y moral. Esa realidad, para no ir
126 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

más lejos, es la Revolución Cubana iniciada por un puñado de


jóvenes aparentemente románticos y soñadores, con la aventura
de un viaje increíble al través de un barco destartalado, hacia las
playas del territorio isleño para conquistar la libertad de su Pa­
tria, librándola, primero, de una dictadura feroz y sanguinaria
y encauzándola, después, por sendas revolucionarias y democrá­
ticas, aunque no las comúnmente establecidas por nuestras tra­
dicionales democracias occidentales.
Concretamente, y es necesario, insistimos, no cerrar los ojos
ante la verdad, la Revolución Cubana ha ganado la voluntad y
está ganando la simpatía de la juventud no de México sino de
todos los países de América Latina, no sólo porque encarna ro­
mánticamente a todos los pueblos explotados o subdesarrollados
— como se les designa ahora en lenguaje metafórico— de este
lado del Río Bravo; no sólo porque represente la bíblica jornada
de David contra Goliat; sino por las radicales medidas que tal
movimiento revolucionario ha venido tomando, cada vez con ma­
yor energía, en defensa de la soberanía económica de Cuba y
en favor de las mayorías de la población cubana.
Expropiar un mil quinientos millones de dólares de inver­
siones norteamericanas en la isla antillana parece fácil, pero
resulta una tarea insospechadamente difícil, si se toma en cuenta
la vecindad de no más de doscientos kilómetros de distancia entre
el territorio isleño y el territorio continental de los Estados Uni­
dos de Norteamérica. Devolver esa riqueza y la del suelo cubano,
al través del reparto agrario, al pueblo antillano, también parece
fácil, pero resulta altamente peligroso llevarlo a cabo. Sólo la
energía iluminada de ese grupo de jóvenes audaces y soñadores
que encabezan Fidel y Raúl Castro Ruz ha podido llevar hasta
donde lo han hecho al movimiento emancipador de su país, ?pro-
vechándose, qué duda cabe, de la bondad de la situación inter­
nacional en su favor — en rudo contraste con la Guatemala de
1944-45— y de las experiencias de todas las revoluciones popu­
lares recientes, inclusive la mexicana.
(Un solo ejemplo de esta experiencia debidamente aprove­
Y e l P u e b lo se Puso de Pie 127

chada por los revolucionarios cubanos queremos citar aquí: el


caso del Ejército Federal que Madero dejó intacto al triunfo de
nuestra Revolución y que luego se constituyó en la espina dorsal
del golpe de Estado que lo llevó al cadalso. Los revolucionarios
cubanos fueron a su tiempo, vivamente criticados por la gran
prensa internacional, la que a sí misma se hace llamar la “ prensa
seria” , por haber hecho fusilar a quinientos de los principales
cabecillas del batistato, al triunfo de su causa. Y ahora lo vemos
perfectamente claro. Si los revolucionarios cubanos no hubieran
procedido así, esos quinientos esbirros de la dictadura batistiana
se hubieran multiplicado en millares de enemigos de la Revolu­
ción Cubana a la que estarían apuñalando, o la hubieran apu­
ñalado ya, por la espalda.)
No queremos afirmar, por ello, que lo que hace falta en Mé­
xico es copiar sistemas extranjeros, ni mucho menos, pero sí reno­
var el prestigio, ante los ojos de nuestra juventud, de la Revolución
Mexicana. Tenemos una doctrina, unos principios y unos ideales
inconfundiblemente mexicanos, que parten sin duda alguna de la
Constitución Política de 1917, aunque la Constitución por sí mis­
ma no pueda ser jamás un programa definitivo y simplemente
constituye la Carta máxima de nuestro régimen legal, la concre­
ción en lo político del movimiento revolucionario de 1910; pero
ya nos conformaríamos con que se cumpliera estrictamente dicha
Constitución en la práctica, en muchos aspectos en que se la man­
tiene olvidada.
Por ejemplo, en lo que hace a las relaciones de la Iglesia y
el Estado, hace mucho tiempo delimitadas, desde la acción de los
hombres de nuestra Reforma Liberal del siglo pasado, pero en
cuyo campo se cometen a diario atracos y atentados contra nuestra
Constitución, pues a ciencia y paciencia de nuestras autoridades,
los representantes del clero actúan públicamente y hasta utilizan
los medios más modernos de divulgación para sus actividrdes.
(Nosotros estamos muy lejos en pretender atizar, en una actitud
trasnochada, la lucha contra la Iglesia; pero creemos que es in­
dispensable respetar a la Constitución en éste como en otros pun«
128 J o s é C . G u t ié r r e z G a lin d o

tos de fundamental importancia, para el progreso moral y cívico


de la nación.)
Otro ejemplo. El problema de los presos políticos que ha sus­
citado una ola de controversias y de críticas no sólo en el interior
del país, en donde existe francamente una gran tendencia contra­
ria a tal atropello a nuestras normas constitucionales; sino en el
mundo entero, singularmente en aquellos países con mayor des­
arrollo cultural o más sensibilidad artística, pues ha de recordar­
se que entre los prisioneros se encuentra desde hace meses el
laureadísimo pintor mexicano David Alfaro Siqueiros quien es
uno de los tres grandes de la pintura mural mexicana y el único
que queda vivo, y quien independientemente de su posición po­
lítica e ideológica personal •— que nosotros no compartimos, pero
que respetamos— , ha paseado en son de triunfo el nombre de
México por el extranjero. (Sin compartir, como hemos dicho, los
puntos de vista del citado pintor mexicano, creemos no obstante,
que es un lamentable error del Gobierno permitir que continúe
encarcelado, sin que su proceso se sujete a las normas judiciales
constitucionales vigentes. Igualmente nos parece craso error el
encarcelamiento del periodista don Filomeno Mata, homónimo e
hijo de aquel otro distinguidísimo luchador contra la dictadura
de Porfirio Díaz, al que debería bastar su solo nombre para
merecer el mayor respeto de las autoridades policíacas y del ré­
gimen. Tampoco, y de una vez lo desembucharemos aquí, brin­
damos nuestra aprobación para el infamante delito de “ disolu­
ción social” que solamente puede encontrar justificación en el
régimen legal y moral de una dictadura, mas no en un sistema
democrático como el que heredamos de la Revolución Mexicana
y tratamos siempre de perfeccionar.)
Pero hemos llegado aquí a un tercer ejemplo al que deseá­
bamos arribar, en esta lista breve de casos que debe desterrar
de sus prácticas la Revolución Mexicana, si quiere seguir siendo
.bandera y guía, señuelo y esperanza para las nuevas generacio­
nes de México. Y nos referimos al problema político nacional
cuyos errores no son el objeto de este comentario, pero a los que
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 129
no podemos dejar de referirnos al estudiar el problema que veni­
mos analizando.
En efecto, tirios y troyanos están de acuerdo en que los pro­
gresos que se ban alcanzado en diversos órdenes de la vida nacio­
nal son muy notables, ya en el campo de la economía, de la indus­
tria, de la educación, de la seguridad social, etc. Sólo en el
campo de la actividad cívica nuestro atraso parece sobresaliente,
pues sin que esto quiera decir que nos constituyamos en críticos
contumaces de nuestro sistema y que no le reconozcamos méritos
— el principal, el de haber acabado con las asonadas y los cuar­
telazos militares, dándonos un período de vida pacífica a lo largo
de varios lustros— *la verdad es que todavía estamos muy lejos de
alcanzar en este terreno una perfección que se antoja todavía
distante.
Pero si al error inicial, en la selección de los candidatos a
puestos públicos •— cuando esta selección no resulta acertada—
se añade el de que a dichos candidatos, ya funcionarios públi­
cos, no pueda quitárseles al grito de protesta de la ciudadanía que
los eligió, se agrava la situación. Tal es el caso del general
Raúl Caballero Aburio, gobernador de Guerrero, contra quien se
ha manifestado amplísimamente la voluntad de su pueblo, en
forma reiterada.
Y cabe aclarar que el autor de estas líneas no duda ni un
instante en que dicho funcionario caerá, tarde o temprano, como
lo hemos reiterado, también, por nuestra parte; pero ello tampoco
le impide reconocer que algo debe haber de malo en un sistema
político y democrático que no permite que la voluntad popular
sea acatada, después de haberse expresado en forma tan mani­
fiesta como ha ocurrido contra Caballero Aburto.
Y tampoco es que desconozcamos la necesidad del régimen
federal de protegerse en el llamado “ principio de autoridad” ,
ni menos la necesidad de velar por la tranquilidad general del
país; ni dejamos de advertir el peligro de que sectores interesa­
dos quisieran ver moros con tranchete en todas partes y tratar de
130 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

soliviantar a las masas de otras entidades, allí precisamente don­


de no hubiera problemas verdaderos. No.
Lo que creemos es que hace falta una renovación auténtica
de sistemas y de hombres, en punto al problema político de la
Revolución Mexicana, si es que deseamos que se mantenga encen­
dida la tea revolucionaria, no sólo en nuestras generaciones jóve­
nes de ahora, sino en las del porvenir. Gentes como Caballero
Aburto, que mancillan con su sola presencia el nombre de la
Revolución, no deben ampararse en ella para medrar a su costa.
Pero si por angas o por mangas asumieron una responsibilidad pú­
blica, la Revolución al través del Gobierno, debe tener el camino
expedito para echarlos del poder sin mayores trámites ni dificul­
tades. De no ser así, cada vez más, cada día que una vergüenza de
éstas se perpetúe o se prolongue sin remedio, la desilusión del
pueblo no sólo de la juventud, en la Revolución, no se hará
esperar.

LA JUVENTUD Y LA REVOLUCION

“ Diciembre 11/60. “ Jóvenes son los que no tienen com­


promiso con el pasado” , dice en alguna parte el pensador sud­
americano José Ingenieros. Y por el mismo estilo hay muchísimas
sentencias que circulan por ahí estimulando la acción creadora
de la juventud de todos los tiempos. La juventud es la esperanza
del mañana, dicen los estadistas. Y la juventud parece ser y
haber sido siempre la preocupación general de todos los conduc­
tores de pueblos, llámense líderes o educadores, misioneros o
maestros, estadistas o caudillos.
Mas ¿qué es lo que en verdad hacen tales hombres para mo­
delar el espíritu de las nuevas generaciones conforme a un ideal
determinado? O de otro modo: ¿cuál es el prototipo o ejemplo
que talés guías señalan como digno de ser imitado por las juven­
tudes? y ¿responde ese prototipo a los ideales de esa generación
a la que se proponen?
Mario Gil, un investigador mexicano y estudioso de la sitúa-
Y el P ueblo se P u so de P ie 131

ción social latinoamericana, señala en reciente obra que uno de


los vicios de la actual generación norteamericana, de la nueva
generación, reside precisamente en su carencia de ideales ya que
su fuente de información única la constituyen los títulos de aven­
turas que dicha juventud lee en forma de historietas cómicas
— hasta mil millones de tales folletos se consumieron tan sólo
en el año de 1952— ; una de sus tristes costumbres es la de
masticar chicle y consumir Coca-Cola; y una de sus amargas rea­
lidades es también la de poseer en los Estados Unidos de Norte­
américa, según datos de fuentes insospechables, el triste ejemplo
de numerosísimas personas adictas a las drogas heroicas y de no
menos de VEINTE MILLONES DE HOMOSEXUALES.
Desde luego que resulta difícil, mejor dicho imposible o casi
imposible, culpar a los jóvenes norteamericanos por haber llega­
do a tal situación. En un mundo, en un país como en el que
viven, que se abastece para el elevado standard de vida de sus
habitantes, de la riqueza de casi todos los demás países del globo
a los que explota en mil formas, impidiéndoles el libre desarro­
llo de su economía, poniéndoles trabas a su comercio, imponién­
doles los precios a sus productos, etc., es casi natural que exista
una especie de conformidad con ese mundo, con el sistema de vida
al que están acostumbrados y, que, sin embargo, por falta de
ideales superiores qué defender, se refugie esa juventud en una
escapatoria a la realidad y se convierta en generadora de “ rebel­
des sin causa” , que por desgracia pululan a su ejemplo no sólo
en su propio país sino pn todos aquellos a los que llega, al través
de la televisión, del cine, de la prensa y hasta de la música, pro­
pagada por las radiodifusoras nacionales, el ejemplo de su con­
ducta. .' •
En contraste con esa nueva generación norteamericana, las-ju­
ventudes de Latinoamérica y la de México en particular, ..tienen
otros ejemplos qué imitar. Entre nosotros abundan los paradig­
mas a seguir. Poseemos desde un Cuauhíémoc, quien muy joven
se enfrentó con valentía y dignidad a los españoles, hasta los
aguiluchos de Chapultepec que se enfrentaron a su turno a los Ín-‘
132 J o sé C . G u t ié r r e z G a l in d o

vasores norteamericanos del 47, pasando por un Pipila que,


joven aún, sirvió de pira para enceder la Alhóndiga de Grana-
ditas, para que entraran en ella los insurgentes; por un niño arti­
llero Narciso Mendoza, que se puso al servicio de la causa liberta­
ria de México en Cuautla; basta llegar a un mártir o héroe civil
como Jesús García, quien ofrendó su vida para salvar, como
maquinista de un ferrocarril condenado a estallar, la vida de los
habitantes de todo un pueblo.
Mas si estos ejemplares mexicanos no bastaran a nuestra ju­
ventud, hay también casos recientes entre los jóvenes estudiantes
de diversos países del continente y del mundo, que bien pueden
constituirse en paradigmas para la juventud de México y de otras
latitudes, por cuanto tienen de heroísmo silencioso al servicio de
la libertad de sus patrias. Compenetrada de su papel histórico de
levadura revolucionaria y política, la juventud japonesa fue la que
se opuso enérgicamente, con éxito, a la presencia de Eisenhower
en momentos en que se debatía ante la dieta de su país la rati­
ficación de un tratado que se juzgaba opresivo para la isla, entre
Japón y los Estados Unidos del Norte; la juventud venezolana
fue la que apedreó al vicepresidente Nixon de los Estados Unidos
de Norteamérica, en histórico recorrido preelectoral por los países
del sur del Río Bravo; la juventud ecuatoriana fue la que tam­
bién apedreó recientemente al embajador norteamericano, al salir
de una conferencia; y ha sido la juventud cubana, la más preclara
de todas hasta el presente, en lo que va de la segunda mitad del
siglo xx, la que ha arrojado de su suelo a los explotadores extran­
jeros y ha liberado a su patria de la esclavitud económica a que
la tenían sometida los yanquis.

Por ello, frente a los dos moldes de conducta humana -—la


representada por la nueva generación norteamericana y la cuba­
na— , la juventud latinoamericana no ha vacilado en ponerse al
lado de la justicia y la libertad de sus pueblos, porque saben
que los representantes diplomáticos o comerciales de los Estados
Unidos del Norte encarnan la explotación y la sumisión de sus
Y el P ueblo se P u so de P ie 133

países; en tanto que los calumniados barbones representan a la


libertad y la justicia de nuestro tiempo.
Y para no ser menos, la juventud mexicana, al través de la
del Estado de Guerrero, de la gloriosa juventud universitaria gue-
rrerense, se ha puesto a la cabeza de un movimiento de liberación
moral y espiritual de su pueblo, para tratar de sacudirse a un
indigno funcionario del régimen actual, cual es el general Raúl
Caballero Aburto, gobernador de la entidad.
Quienes han criticado intencionalmente este hecho, el de que
el pueblo guerrerense en su protesta contra Caballero Aburto se
dejó conducir por un puñado de jóvenes estudiantes, lo cual diz­
que mermó sus posibilidades de triunfo por haber dado un tinte
juvenil a la dirección del movimiento, aduciendo que ésta es la
causa por la que el Gobierno Federal no haya atendido de inme-
diato las demandas del pueblo guerrerense, acusan insensatamen­
te a una y a otro, a la juventud y al pueblo de Guerrero. Porque
si ello ocurrió efectivamente así, es porque la juventud guerre­
rense supo interpretar el drama de su pueblo y aquilatándolo
debidamente lo acaudilló, y por su parte el pueblo se encontró
dignamente representado y conducido por esa juventud batalla­
dora y heroica que, digna heredera de las glorias del pasado
histórico de su pueblo, supo colocarse a la altura de su respon­
sabilidad.
En otras palabras, en lugar de ver en ello un defecto, ha de
hallarse en ese gesto juvenil guerrerense, una gran virtud. Por­
que quiere decir que el movimiento es ajeno a toda contaminación
insana y podrida, de cualquier tipo y de cualquier procedencia,
pues la juventud es el renuevo más valioso de las fuerzas vivas,
de nuestro pueblo y es incapaz de llegar a la mentira o la fal­
sedad.
Jóvenes han sido, en efecto, quienes primero encendieron' la
chispa de la lucha anticaballerista, y los que primero fueron
a sellar su lucha libertaria en la cárcel; jóvenes quienes todos los.
días han excitado a la lucha revolucionaría al pueblo dé Chilpan-,
cingo y de todo el estado; jóvenes los que se posesionaron de su
134 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

Universidad de Guerrero y trataron de ofrecerle nuevos rumbos


de dignidad y altura de miras universitarias; jóvenes quienes no­
che a noche iluminaban con su ejemplo, ya de suyo resplande­
ciente, las hogueras de los vivacs de la alameda “ Granados Mal-
donado” ; y jóvenes, en fin, serán los que han de triunfar mañana,
en un mañana inmediato, en su lucha contra el mal gobierno de
Caballero Aburto y realizar el destino superior de Guerrero.
Y mil veces es preferible que la juventud universitaria mexi­
cana se foguée en el crisol de la lucha política revolucionaria por
abatir a un mal gobernante, que el que se envilezca por los cami­
nos de la imitación servil a moldes extranjeros que no coinciden
con nuestro espíritu latino y nuestra idiosincracia, o que se sume
a las filas de “ rebeldes sin causa” que pululan por tantas ciu­
dades del mundo.
México estará completamente a salvo de caer en la declina­
ción de su destino histórico, mientras las juventudes revolucio­
narias, universitarias o no, luchen por mantener la fidelidad de
los regímenes, fruto de ella, a los ideales de la Revolución Me­
xicana.
La juventud universitaria guerrerense, por otra parte, necesi­
taba superar los trillados moldes que se le habían ofrecido hasta
ahora, de unos cuantos jóvenes que a temprana hora llegaron a
la corrupción y a la deshonra, por los caminos de la política fá­
cil. Y |qué mejor senda de superación de tamañas fallas o mez­
quindades de la política a la mexicana, que abrirse paso en la
ruta de su progreso, con una experiencia aleccionadora y plena
de vitalidad creadora, como es la lucha, codo con codo con el
pueblo, por la liberación de un mal gobierno y de un mal gober­
nante !
Tal es la enseñanza y el mensaje de la juventud guerrerense,
y de -la juventud mexicana a su través, ante la juventud latinoame­
ricana y del continente.
C apítu lo X

HOMENAJE A VARIAS CIUDADES GUERRERENSES


CHILPANCINGO, UNA CIUDAD QUE ANHELA SONREIR
I

“ Noviembre 2 6 /6 0 . La primera impresión que recibe el via­


jero al llegar a la ciudad de Chilpancingo, la quieta capital del
Estado de Guerrero, es de tristeza. De las somnolientas bancas
del Jardín “ Cuéllar” surge de tarde en tarde el eco del grito des­
templado del “ Güero Sol” profiriendo insultos y basta mentadas
de madre al gobernante en turno del estado. Y el aire que baja de
la sierra suriana vecina, tibio y transparente, apenas si mece con
su leve soplo las pequeñas ramas de los árboles de la Alameda
“ Granados Maldonado” .
El viejo laurel que cobija con su sombra generosa lo mismo a
la catedral chilpancingueña que al Palacio de Gobierno, de arqui­
tectura clásica y sencilla, deja escapar de su ramaje el aleteo y el
canto de los pájaros en primavera y añora los versos delicados
y bellos del poeta Lamberto Alarcón, y hasta las baladronadas
del chiste sangriento de Porfirio Barba Jacob — “ Chilpancingo
sólo tiene tres cosas hermosas: el laurel de su iglesia, el mezcal
de Chichihualco y la carretera, por donde uno debe largarse a
la. . . capital.” -— Mas la ciudad toda respira silencio y poesía,'
recogimiento y quietud, en suma una gran tristeza, que se apodera
singularmente del viajero que arriba de la costa o de la Tierra
Caliente.
— 135 —
136 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Esa quietud, sin embargo, monótona y sombría, se resuelve a


veces, en grandes concentraciones humanas que le dan a la ciudad
un aire bullanguero y tórrido. En los informes gubernamentales
del lo . de abril, en las tomas de posesión del mandatario en turno
o en las visitas, cada seis años, de los candidatos presidenciales, la
ciudad se llena de sombreros y huaraches de todos los rumbos de
la entidad; pasean por sus calles, ayer apacibles y hoy rumorosas,
la miseria del hombre de la montaña de Tlapa y la alegría jaca­
randosa del costeño y del terracalentano.

* * ❖

Esta mañana, sin embargo, los periódicos traen encabezados


como éste: “ Continúa el glorioso sitio de Chilpancingo” . Y en el
acto surgen en la imaginación las escenas que ha vivido la quieta
capital guerrerense durante las últimas semanas, y que han ocu­
pado la atención de la opinión pública nacional.
Desde hace un mes, aproximadamente, la quietud de Chilpan-
cingo ha sido rota. Los estudiantes de la recién inaugurada Uni­
versidad del Sur se pusieron en huelga, primero por motivos es­
trictamente estudiantiles y luego en abierta solidaridad con el pue­
blo guerrerense que lucha contra su gobernante, Raúl Caballero
Aburto. Y el pueblo se alzó, como en armas, combativo y fiero,
resuelto y decidido.

Primero comenzaron los mítines estudiantiles en el recinto


de la Universidad; luego salieron a la calle, a gritar su protesta
en el centro de la ciudad y frente al Palacio de Gobierno. La ciu­
dadanía comenzó a interesarse y poco a poco fue sumándose al
.movimiento. Los campesinos de los poblados aledaños comenzaron
a bajar al valle capitalino, provistas sus alforjas de víveres para
loá jóvenes estudiantes y sus corazones de coraje antiaburtista. Y la
Alameda “ Granados Maldonado” paulatinamente se fue convir­
tiendo en un centro de acción revolucionaria, con algarabía de
mercado — pues los comercios de la ciudad cerraron sus puertas
Y el P ueblo se P uso de P ie 137

en solidaridad con el movimiento— y con el estruendo de los gri­


tos de protesta popular.
Los muchachos estudiantes, procedentes de todos los rumbos
del estado y animados con la solidaridad no sólo de la ciudad
procer de Chilpancingo, sino de la de todos los poblados y ciu­
dades de la entidad que enviaron sus representantes a la capital
guerrerense, se lanzaron una y otra vez a la calle, a decir su ver­
dad en el Jardín “ Cuéllar” y frente al Palacio de Gobierno, que
se hallaba, como toda la ciudad, vacío de empleados burocrá­
ticos, por haberse sumado al movimiento. Y allí recibieron la
embestida de las autoridades policíacas que convirtió temprana­
mente en héroes a varios muchachos. (El pueblo es como la dina­
mita, ha dicho un político. Con él se pueden volar montañas; pero
si se le golpea, estalla.)

❖ * *

Es ahora de noche. La ciudad duerme y descansa. Pero en la


arboleda de la Alameda “ Granados Maldonado” , las fogatas pren­
den con su luz el recuerdo de los vivacs revolucionarios, y los
campesinos y representantes del pueblo se turnan en la guardia,
entretanto cada uno de los barrios chilpancingueños monta su
propia guardia y desde la torre de cada una de las iglesias vela
un vigía, antiaburtista.
De pronto el vigía de la Universidad de Guerrero da la voz
de alarma y en cadena todos los vigías de las torres de las iglesias
chilpancingueñas también gritan su alarma para sus respectivos
barrios. Las campanas de todos los templos tocan a rebato y la
ciudad acude solidaria, compacta, unificada, en auxilio de los
jóvenes acuartelados dentro de la Universidad, a quienes las fiier-*
zas policíacas y del Ejército desean sacar. El pueblo lo impide;
pero los representantes de la autoridad cortan los servicios de
luz, agua y teléfonos a la casa universitaria y aún les prohíben
recibir alimentos de fuera. La intención se obvia: quieren ren­
dirlos por hambre.
138 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Entretanto, desde su despacho de “ El Guitarrón” , en Acapul­


co, repleto de ayudantes militares y policíacos, el gobernante gue-
rrerense que fuera hasta ayer una esperanza de redención y pro^-
greso para su pueblo, Caballero Aburto, y que ahora ha cobrado
una triste celebridad, tormentosa y desenfrenada, como el hom­
bre empecinado en ser problema para la tranquilidad de la vida
de su estado, gruñe sus órdenes y emite gritos destemplados con­
tra el pueblo y sus dirigentes, a la manera del “ Güero Sol” .
Y en este amanecer de la apacible ciudad de Chilpancingo, el
aire que baja de la sierra quiebra con su filo el rictus de dolor y
desesperanza de los hombres del pueblo que luchan contra el tira­
no. La ciudad ya no es una ciudad triste, sino una ciudad muerta
sobre cuyos escombros morales se empeñan en reinar Caballero
Aburto y su cauda de parientes. Pero en el fondo de los pechos
juveniles y enhiestos de los estudiantes, y de los campesinos, de
las mujeres y hombres del pueblo — de la montaña, de las cosías
y de la Tierra Caliente— late la esperanza de que, de todos mo­
dos y pese a éste y a otros nuevos atropellos contra el pueblo, que
en este instante pueden llenar de regocijo al tirano; mañana, la
semana próxima o el mes siguiente, el pueblo guerrerense reci­
birá justicia, para no llegar a hacérsela por propia mano, y al
caer al fin, el régimen despótico y tiránico, volverá a brillar nue­
vamente la paz en los corazones guerrerenses.
Entonces, y sólo entonces, la ciudad mártir, la ciudad procer
y heroica de Chilpancingo, volverá a sonreír, como en sus días de
gloriosas gestas, y su tristeza se habrá trocado definitivamente en
alegría.

' TIXTLA f— AYOTZINAPA, CUNA DE LA PATRIA NUEVA

II
' Al descender sobre la carretera, yendo de Chilpancingo a
Chilapa,- en un recodo del camino sobre la margen derecha, aso­
ma como un florón esmeralda, matizado de verdes claros y oscu­
ros, el paisaje inconfundible del valle de Tixtla. Al pie de la
Y el P ueblo se P uso de P ie 139

montaña sobre la que se tuerce en variados vericuetos la carretera,


esplende majestuoso el edificio construido por el maestro de
maestros don Raúl Isidro Burgos. Allá se pierden, en el perfil del
valle, las figuras coloreadas de las porquerizas; más acá ver­
dean los arbustos de los limonares cuyas cepas hizo abrir, cuando
fue director de Ayotzinapa, don Tito Huereca, a golpes de im­
piedad y de energía desbocada inútilmente, imponiéndolas como
castigo a los alumnos del internado; y por fin al pie exactamente
de la montaña, el rojizo de las tejas del techado del edificio,
emerge aparentando tres pisos hipotéticos de una construcción
simétrica que desde esta orilla del valle se antoja como un reto,
a duelo, con la tranquilidad del mismo, por el bullicio que se
desprende del interior de estas paredes teñidas siempre con la
luz de la esperanza.
Allí, dentro de esas aulas, hay recuerdos inefables. Por ellas
cruzaron, en su ahora silencioso aspecto, las figuras veneradas
de un Rubén Castillo Penado y de un Enrique Aguilar González,
maestros inolvidables. Por sus escaleras se pasearon, hace ya más
de cuatro lustros, numerosos estudiantes prematuramente preocu­
pados por problemas angustiosos de la vida y el mundo, como Ce­
ledonio Serrano Martínez y Herminio Chávez Guerrero o Román
Abarca Carmona, tratando de hallar en las algebraicas fórmulas
de un teorema, los signos de una clave que sólo habría de desci­
frarles, más tarde, la propia vida. Y por allí mismo — ¿por qué
no?— también cruzamos nosotros el umbral de la adolescencia
envueltos en ese manto increíble de ensoñación y de aspiraciones
de grandeza que da la juventud, y que después, también, habría
de centrar la propia vida.
Más allá, y partiendo precisamente de la puerta principal del
edificio de la Escuela de Ayotzinapa, se tiende como un río de
plata entre la montaña y el verde del valle tixtleco, la serpiente
de la carretera en la que a un lado se encuentra el letrero impo­
nente que una brillante generación- de jóvenes legó a las del por­
venir: “ Caminante, detente, aquí — dice más o menos— nosotros
hemos hecho esto por nuestra escuela: ¿Qué has hecho tú?” Y
140 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

surgen inevitablemente en el recuerdo las hazañas tejidas en el


polvo del pasado en las que los muchachos del internado tenían
que hacer la digestión del menguado alimento de que disponían
— en el desayuno y en la comida— cargando docenas de ladri­
llos o de tejas al hombro para la terminación de la construcción
escolar, o bien abriendo a pico y pala, un pedazo del corazón
de la montaña para construir esta brecha.
Luego está la alberca que muchos ojos infantiles o juveniles
de Guerrero, junto al chorro que dejaba caer el venero descen­
diente de la montaña, por el lado sur de la escuela, conocieron
como la primera expresión de higiene y de salud. Y de allí en
adelante, el espesor de los árboles que rodean a Tixtla se abre
en dos para dar paso a la célebre calle ancha por donde pasean
su euforia los campesinos tixtlecos en días y noches de feria; se
llega en seguida a la iglesia del Santuario en donde da vuelta la
ruta para llegar al centro de la ciudad, y por fin estalla en mil
pedazos la emoción de sentirse uno en Tixtla, la amada ciudad
guerrerense predilecta de los dioses, por ser la cuna de Ignacio
Manuel Altamirano y de don Vicente Guerrero, vale decir la cuna
de la Patria nueva, porque desde sus tiempos ha empezado a
construirse, con el fervor patriótico que ellos nos enseñaron.
Desde una torre inconclusa o hecha pedazos a los golpes de
las luchas revolucionarias de México, un reloj marca las horas de
quietud que en la provincia de López Velarde y de todos los poe­
tas provincianos de México, pasan lentamente. La estatua de don
Vicente Guerrero, austera y erguida, apunta hacia el oriente, en
el centro de uno de los jardines. Más allá está el busto de don Ig­
nacio y ahora, la estatua que es el duplicado de la de San Remo,
Italia, que a iniciativa de Moisés Ochoa Campos y secundado por
la- maestra Beatriz Hernández, Juan Catalán y María Godínez,
•-{ue posible colocar en la tierra de origen del insigne literato. Y
tras del caserío es posible adivinar hacia el poniente, el sitio
desde donde don José María Morelos pronunció la histórica frase,
cierta o no, pero que merece serlo, cuando la lucha insurgente,
de “ a las doce comeremos en Tixtla” .
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 141

¡Qué de recuerdos se agolpan aquí a la sombra de los vetus­


tos árboles íixtlecos para tantas generaciones jóvenes de guerre-
renses! Muchos, aquí aprendieron a robarle a la novia furtivamen­
te el primer beso. Oíros aprendieron a libar en cualquier rincón de
una esquina, la del “ Ataron” por ejemplo, el primer trago del licor
que produce generosamente el maguey de la montaña vecina. Y el
de más allá, aquí hizo sus primeras armas en la oratoria, en el
dintel de esta puerta o en la banca de aquel zócalo, arengando a
sus compañeros a una lucha social de la que entonces apenas si
tenían idea, pero que los llamaba a su causa con una urgencia
incontenible.
Ahora, durante el régimen caballerista tristemente célebre por
las fechorías y atentados cometidos en contra de la ciudadanía
guerrerense, la ciudad se puebla de vez en vez del blanco de ios
uniformes de los estudiantes de la vecina Escuela Normal Rural
de Ayotzinapa. Y, como en otros tiempos, los muchachos arengan
al pueblo a secundar la lucha anticaballerista que se lleva a
cabo de uno a otro confín guerrerense. Y las mujeres, esas mu­
jeres envueltas en la penumbra de sus rebozos oscuros de Chilapa,
murmuran entre .sí y poco a poco traen a sus maridos y a sus
hijos.
De pronto aquel mitin improvisado se convierte en una ver­
dadera manifestación de protesta popular. Por las calles, como
cuando se inundan por las corrientes de la tormenta tropical, sur­
gen ríos humanos con el caudal de su emoción revolucionaria.
Y las autoridades municipales, en cuya casa oficial se guarda el
limpio recuerdo de las glorias de los héroes epónimos de esta his
tórica ciudad, no tienen más remedio que aceptar la realidad: el
pueblo se rebela y elige* con su voluntad soberana, al nuevo ayun­
tamiento encabezado por el profesor Pedro Tlatempa, que* -des­
pués ha de ser reconocido por el nuevo gobernante del estado.
Tal es la gloria de esta ciudad humilde y señera, que con el
verde de su valle y el azul de sus montañas vecinas, es como un
clavel de esperanza prendido en el ojal de todo guerrerense. . .
142 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

ACAPULCO, CENTRO DEL PORVENIR

III

Ahora estamos en Acapulco, el Acapulco de José Agustín Ra­


mírez, violento y volcánico, y el Acapulco de don Hermenegildo
Galeana y de todas sus glorias, ceñudo y bravio. No es el Aca­
pulco del turista que se deja descubrir a los ojos sedientos del
viajero capitalino como un arcón maravilloso de azul y de pro­
mesas, al sorprenderle, con su espléndida presencia, a la vuelta
de una curva de la carretera. Ni siquiera el Acapulco tradicional
cantado por Gómez Maganda de cuando la familia de esta esqui­
na se conocía cabalmente con todo el resto de la ciudad. Ni tam­
poco, el Acapulco de los mercaderes que han ido allí a hacer
su agosto, adquiriendo unos terrenos a cuartilla y que más tarde
vendieron en dólares o libras esterlinas, para hinchar sus redon­
das fortunas.
No. El Acapulco de que hablamos es otro. Es el Acapulco
del hombre nativo de estas playas y de estos palmares aledaños
que le dan el verdor de los abanicos de sus palmas, para contras­
tarlos, en reto de belleza, con el azul imponente del Pacífico. Es
el Acapulco del negrito y de la mulata que todavía saludan,
pese al vertiginoso crecimiento del otro Acapulco, con el ade­
mán eufórico del acento nativo, cuando dicen ¡“ Qué hubo pues
hoooombre. . Y junto al canto de la frase regional abren con
la palma de la mano, la otra palma invisible del corazón costeño.
Es de ese acapulqueño del que hablamos. El cual está triste y
más que triste indiferente, que es la peor tristeza del alma, la indi­
ferencia. No cree ya en los valores morales porque todos se le han
venido abajo. Hubo un día, reciente, en que creyó en ellos. Creyó
en Gómez Maganda, cuando gobernador, y por angas o por man­
gas, su creencia se derrumbó y de ella sólo quedó el milagro
de la acción de don Miguel Alemán en favor del puerto guerre-
rense.
Se declaró después alérgico a la euforia y no lo vino a sacar
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 143

de tal actitud sino la presencia de un nuevo costeño, que en el


claror de su mirada llevaba la esperanza de los acapulqueños.
También se vino abajo esta esperanza.
Y por fin, cuando el acapulqueño sediento de porvenir y de
progreso fincó sus anhelos, una vez más, en la palabra y en la ac­
ción de un hombre limpio como Jorge Joseph, y cuando todo pa­
recía que la luna de miel entre este funcionario, brioso y cons­
tante en la acción progresiva y revolucionaria, y su pueblo, iba
a ser interminable, vino el remolino, como en la clásica anécdota
de la Revolución y “ lo alevantó” . Lo levantó, en efecto, el torbe­
llino de la política y no se sabe aún — es muy pronto para saber­
lo— el destino de tal funcionario y el futuro inmediato de Aca­
pulco.
De los barrios pobres de la ciudad, ya no surgen los cantos
alegres y vibrantes de las notas de la chilena agustinramireña, ni
los versos también explosivos del corrido popular exaltando las
hazañas y las glorias de los proceres criollos. La ciudad se ha le­
vantado, como en armas. De la Escuela Preparatoria, altivamente
inaugurada por el gobernador Caballero Aburto como una obra ex­
clusiva de su Gobierno, desdeñando toda posible acción colabo­
radora del régimen federal, y de la escuela secundaria local, han
brotado los jóvenes que tarde a tarde sacuden la conciencia popu­
lar desde el estrado del monumento a los héroes sito en el malecón
de la bahía.
Y una noche toman posesión, como sus hermanos de Chilpan-
cingo, del Zócalo de Acapulco. El pueblo los envuelve con el
júbilo de su adhesión y de su esperanza. Otros se posesionan, para
asistir a los del Zócalo, del cascarón abandonado del restaurant
Colonial y desde allí encienden las fogatas de la fe revoluciona­
ria de lucha aníiaburtista. Pero bien entrada la madrugada, y
cuando los vigías del movimiento están aparentemente dormidos,
las cargas de la policía local al mando directo del gobernador — el
presidente municipal sustituto, Alfonso Villalvazo habría de la­
varse las manos como nuevo Pilatos— agreden a los muchachos
144 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

estudiantes y al pueblo y en un dos por tres se los llevan a la


cárcel, por docenas, mientras otros logran escapar al coraje oficial,
Al día siguiente, las calles aparecen más vacías por el silencio
de la protesta muda del pueblo, que por el furor del sol del me­
diodía — como es costumbre— . De las cantinas y de los restora­
nes, en donde se reúne el acapulqueño a libar la miel de su bre­
baje favorito o la suculenta y fría levadura de su cerveza, no
surge el comentario vivaz y oportuno del costeño habitual, sino el
murmullo de protesta, la sorda expresión del acapulqueño en con­
tra del general Raúl Caballero Aburto.
Y del fondo de la bahía, del más allá de las olas que se
encrespan, viene como un rumor de tormenta que se agiganta
y que hiende los aires marinos, mientras del azul de las montañas
que rodean a la bahía en un cinturón de hierro, baja el recuerdo
de las glorias de los héroes de esta tierra; de don Hermenegil­
do, de don José María Morelos y de los revolucionarios de prin­
cipios del siglo, que con su presencia simbólica hacen augurar
a los guerrerenses de hoy que mientras haya quien luche por la
justicia habrá un hálito de fe en el porvenir de Guerrero.
La ciudad y puerto de Acapulco ha visto menguados sus ingre­
sos por el turismo, ciertamente. La Tercera Reseña Mundial del
Cine no ha sido precisamente un éxito, pese al esfuerzo de sus
organizadores; la Feria de Acapulco, organizada bajo tan felices
augurios iniciales, se ha pospuesto una y otra vez, y el Festival
Casals se ha salvado sólo gracias al relieve personal de la figura
internacional de don Pablo, el ilustre catalán enamorado de Mé­
xico, y a la presencia de una guerrerense distinguida: doña Eva
Sámano de López Mateos.
Pero, pese a todo, la ciudad y el puerto más bello de México,
espera y confía. Su futuro es la esperanza, y su confianza, la justi­
cia de su causa.
CHILAPA, TAXCO, ARGELIA
IV
Chilapa es la legendaria ciudad del oeste del altiplano gue-
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 145

rrerense en la que los talleres de su tradicional industria rebocera


ponen una nota de trabajo y de creación, en contraste con el
espíritu sedentario de la clerecía católica que allí tiene a una
de sus más importantes sedes, y en solidaridad con la nueva gene­
ración de jóvenes que al amparo de las escuelas de educación
sécundaria y superior, buscan nuevos horizontes y nuevos derro­
teros a su inquietud cívica y ciudadana.
Por sus quietas calles que 110 sólo conocen de los pasos apresu­
rados de los seminaristas, sino de los hombres que allí secundaron
a la Revolución Mexicana de 1910 con toda decisión y coraje,
como con el profesor Amado Rodríguez, Lorenzo Díaz y Eucaria
Apreza, un día reciente, en plena batalla del pueblo de Guerrero
en contra del gobernador Caballero Aburto, se le presentaron tres
diputados cuyos nombres no vale la pena registrar en esta crónica
de honor del pueblo guerrerense.
Ante la presencia de los citados diputados locales, quienes
iban en misión especial del Gobierno de Caballero Aburto, un
ciudadano distinguido, el señor Elfego Padilla, reunió al pueblo
para darle a conocer un mensaje y pedirle una resolución. “ Se­
ñores, díjoles poco más o menos, aquí están estos diputados que
vienen a pedir un voto de adhesión para el Gobierno de Caballero
Aburto. Digan, por favor, ustedes con quién están, si de parte de
.Caballero o contra Caballero Aburto.’ 51Y la decisión fue unánime
y abrumadora: “ Contra Caballero” , gritaron.
Y los diputados locales de referencia estuvieron a punto de
ser linchados por el pueblo, por su osadía de andar queriendo
buscar apoyos para un gobernante impopular y odiado. . . Chilapa
se colocó con esta acción definitiva al lado de la causa anticaba-
llerista del Estado.
7AXCO DE ALARCON
En Taxco de Alarcón, creo que ya lo hemos dicho en otro
lugar, pero no sobra aquí recordarlo, también hubo sucesos' re­
sonantes en el curso de la lucha epopéyica del pueblo contra Rau]
Caballero Aburto.
146 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

La quietud del aire de la montaña en que está incrustrada


como un encaje de pedrería luminosa la bella y apacible ciudad,
se quebró porque un día, procedente de la ciudad de México, lle­
gó basta sus puertas a pedir asilo, enviado seguramente por auto­
ridades superiores, en los instantes en que la efervescencia ciuda­
dana en su contra tenía tintes revolucionarios inconfundibles, y
maestros y estudiantes daban la batalla con el pueblo.
Tocó a las puertas de la ciudadanía taxqueña y nadie lo reci­
bió, salvo, naturalmente, algunos representativos del capital inver­
tido en un hotel en donde se ofende al mexicano con un trato soez
y se rinde pleitesía al turista extranjero, por sus brillantes billetes
verdes; en donde no se habla el castellano, pero se masculla el
inglés, y en fin, en donde, se ha disputado por medios judiciales
nada recomendables, un pedazo de tierra al taxqueño nativo y se
lo han expropiado del propio solar de su terruño.
Ese es el Taxco que recibió en su furtiva visita al general Ca­
ballero Aburto. El otro Taxco, el del pueblo platero y trabajador,
el de los estudiantes y maestros, permaneció erguido y firme a
pesar de los ofrecimientos del gobernante que si bien en otras
ocasiones jamás se había acordado de hacerlo, ahora sí sugería a
los jóvenes estudiantes la conveniencia de construir un edificio
para la escuela preparatoria y hasta ofrecía equis cantidad, con
tal de que los jóvenes depusieran su actitud rebelde. La respuesta,
naturalmente no se hizo esperar y fue una rotunda negativa pata
el gobernador viajero, y una pedrada para los cristales de su coche.
Pero no se crea que el pueblo taxqueño da la espalda al por­
venir o a la causa de su progreso. Otro día, cuando la apertura
de la Feria de la Plata estaba en puerta y cuando un grupo de
estudiantes se hallaba listo para iniciar un mitin antiaburtista en
pleno Zócalo, los jóvenes luchadores ‘aceptaron concientemente pos­
poner su acto cívico en aras de la Feria de la Plata que da de vivir
a los industriales, a los comerciantes y a los obreros, y en última
instancia, al pueblo.
Y otro día, finalmente, el joven presidente municipal, doctor
Francisco Pineda, quien ya había dado muestras dé su sensibilidad
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 147
política y de su apego al pueblo, resolvió decididamente colocarse
al lado del mismo y añadió el nombre de Taxco a la lista honrosa
de Chilpancingo, Chilapa, Zumpango del Río, Apango, Tixtla,
Huitzuco, Atenango del Río y otros lugares, en donde las autori­
dades municipales han desconocido al gobernador Caballero Abur-
ío o han sido cambiadas por presión popular, como en Tierra
Colorada y trabajan, mejor que nunca, codo con codo con el pue­
b lo. . . Es así como responde el glorioeo, esforzado y trabajador
pueblo de Taxco ante el llamado de Guerrero por construir su
grandeza futura.

ARCEL1A DE MEDINA

El caso de Arcelia de Medina, la bella, jacarandosa y alegre


puerta de entrada a la tierra caliente guerrerense, como la hemos
llamado en alguna ocasión, es, también inconfundible. Por sus
quietas y calurosas calles cabe la historia de una ciudad que cuen­
ta entre sus glorias el haberse esforzado para construir en el minu­
to de una jornada histórica, es decir, en medio siglo, un pueblo
de una pujanza creadora como es el de la popular y ardiente
Arcelia.
El rojizo techado de su caserío que como desde alfombra mági­
ca de oriente descubre repentinamente el viajero después de una
violenta curva de la carretera, allá abajo en el valle, o desde el
intrépido avión de Aerovías del Sur, que hace el diario servicio
entre Iguala y algunos poblados terracalentanos, se torna más
encendido a la primera humedad del llanto de la lluvia, y los paji­
zos colores de los montecillos aledaños tornan a ponerse verdes al
conjuro del esfuerzo creador del campesino de esta región que en
don Rufino Salgado tiene un gran guía qué seguir.
(¿Quién es este señor que no tiene horas para el sueño o la
fatiga y que pese a haber sido una figura de la política en tiempos
de Cárdenas, abandonó como un pequeño Cincinato las actividades
legislativas para ir a sembrar la tierra, buscándole nuevos proce­
dimientos para obtener mejores resultados, con semillas mejo­
148 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

radas, abonos químicos especialmente preparados y otros sistemas


parecidos? Es un moderno patriarca del pueblo, aunque parezca
contradictorio. Patriarca sólo porque enseña y guía a los demás
a buscar lo mejor en la agricultura, en la ganadería, en la in­
dustria, en todas partes de la actividad creadora del hombre. Mo­
derno, porque no es un cacique, es un hombre de su tiempo que se
solaza en buscar rutas de un porvenir mejor para su pueblo y su
región, y que cuando recibe al viajero de la capital, sea éste humil­
de o un personaje como Lázaro Cárdenas, lo recibe tal un señor.)
Pero, hecha esta disgresión, volvamos a la ciudad y veamos lo
que pasa con Vergara, López Carmona y otros líderes del mo­
vimiento antiaburtista. Con una osadía tremenda, han ido estos
jóvenes a provocar a la fiera en su propio cubil. Precisamente de
por estos rumbos es “ La Guitarra” , la famosa Guitarra, jefe
policíaco que tantos crímenes tuvo a su cargo en Acapulco y las
costas. Y estos muchachos han venido aquí con el ingeniero Olimpo
Aura Pineda a realizar un mitin antiaburtista. Y los resultados
no se hacen esperar. Los secunda el pueblo, pero las autoridades
los meten al bote. Y sólo cuando se ha logrado establecer contacto
con la dirección del movimiento en México y se tramitan por te­
léfono los amparos en Acapulco, después de varios días de dura
prueba, porque fueron los primeros encarcelamientos sufridos por
los dirigentes del movimiento, éstos salen de la cárcel.
La ciudad de Arcelia, entre tanto, está pendiente de los jóve­
nes presos, y cuando salen y vuelven a caer en ella por la misma
causa, el movimiento antiaburtista ha crecido no sólo en la puerta
de entrada, sino en toda la Tierra Caliente de Guerrero.

UNA VISITA AL TEATRO DE LOS HECHOS

“ Diciembre 2 3 /6 0 . En el corto espacio de unas horas hemos


' hecho el tránsito entre la ciudad de los palacios y la hasta ayer
quieta y recoleta capital guerrerense, la procer ciudad de Chilpan-
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 149

cingo. Nos habían platicado mucho de la epopeya de su vida re­


ciente, transformada al conjuro de la émoeión ciudadana de sus
hijos en un claro blasón de lucha antiaburtista; de la organización
de los barrios; de la energía y patriotismo, de sus mujeres; de la
visión y la entrega a la causa popular de los dirigentes estudian­
tiles, y de la proeza del pueblo todo, unido como un solo hombre
en torno a su lucha; fortalecido y agigantado en la medida de sus
sacrificios. Pero no habíamos tenido oportunidad de visitarla, y
confesamos que todo lo que habíamos escrito hasta ahora era por
informaciones y datos de terceras personas.
Pero hemos estado ayer por la noche unas cuantas horas en la
vibrante y ejemplar ciudad de Chilpancingo y ¡qué de fuertes emo­
ciones nos provocó el arribo a la capital del patriotismo, del
civismo y de la democracia mexicanos! Porque Chilpancingo,
para gloria y fortuna de los guerrerenses, ha dejado de perte-
necerles a los hombres originarios de la entidad suriana, para
convertirse en el centro y la esperanza viva de México, en el
crisol en donde se funden los derechos de la ciudadanía nacional
y en donde, al través de la jornada de hoy, se están poniendo
las bases para la democracia del futuro que ha de implantarse
algún día en la República, como conquista nacional.
Nos referimos al hecho irrefutable de que Guerrero, con su
lucha denodada, inquebrantable y firme por el derrumbamiento
de un régimen y de un gobernante espurios y odiados por el
pueblo, está conquistando el derecho para todos los ciudadanos
de este país, a echar por la borda a todos los malos gobernan­
tes de México, y aunque de momento en apariencia este derecho
constituya un peligro para las instituciones establecidas, en rea­
lidad si se considera que las nuevas generaciones que están dandi
la batalla al frente de su pueblo son el.producto auténtico de la.
evolución política de México y el resultado de una preparación
intelectual y moral que han recibido como fruto precisamente de
la Revolución Mexicana, el peligro ha de verse menor porque i
constituye la consecuencia inevitable del progreso cívico de Mé­
xico.
150 J o s é C . G u t ié r r e z G a lin d o

Por ello, al pisar el dintel de la puerta de entrada de Chil-


pancingo, no hemos podido menos que sentirnos transportados
por un estremecimiento interior que aflora por todos los puntos
de la superficie corporal,. cuando asistimos a un acto sorpren­
dente, emotivo y largamente acariciado. Por la avenida Guerrero,
la principal rúa citadina, asomaban al asombro del viajero, las
luciérnagas de los hachones de los puestos del mercado que ahí
han tendido su mercancía, como protesta muda de los comercian­
tes en pequeño contra Caballero Aburto. Y de las mujeres envuel­
tas en sus rebozos chilapeños surgieron los primeros gritos
— “ Queremos Justicia para Guerrero” , “ Muera Caballero Abur­
to” — que escuchamos reverentes bajo el manto estrellado del
cielo chilpancingueño.
El diputado Ochoa Campos les llevaba una noticia impor­
tante a los guerrerenses en lucha contra Caballero Aburto, sim­
bolizados en la férrea e insobornable capital guerrerense. Se
presentaba la posibilidad del retiro del cerco de las fuerzas fede­
rales en torno a la Universidad de Guerrero, y de esta guisa, los
bravos muchachos que desde hacía más de un mes permanecían
encerrados en el recinto universitario, no teniendo más oportuni­
dad de contacto con el mundo exterior que un micrófono insta­
lado en el interior de la casa universitaria, podrían volver a abra­
zar a sus seres queridos en esta Navidad de 1960, y aunque no
era todavía la Navidad soñada por el pueblo todo de Guerrero,
una Navidad sin Caballero Aburto, podría ser una Navidad tran­
quila y sin zozobras.
Ah ¡qué de evocaciones de la figura señera de aquel nuestro
ilustre repúblico tixtleco, don Ignacio Manuel Altamirano, al tra­
vés de su maravillosa Navidad en las Montañas! Si él volviera
a vivir en esta hora — pensamos— , dedicaría, sin duda alguna,
úna nueva Navidad suya a estas gentes sencillas del pueblo que
se arrebolan al calor de sus hachones en donde está prendida su
emoción revolucionaria y que son las herederas de aquéllas de
las que él nos habla en su inolvidable obra.
Pero volvamos al escenario de Chilpancingo. En el No. 26
Y el P ueblo se P uso de P ie 151

de las calles de Guerrero, en la casa de Abel Estrada Lobato,


un maestro de inglés que alguna vez fue presidente municipal de
Chilpancingo y que desde entonces sintió clavado en su alma el
aguijón de la inquietud política, se reúne el Consejo Coordinador
de las Organizaciones del Pueblo de Guerrero en el que figuran
hasta 35 organizaciones, a saber: Asociación Ganadera, de Agri­
cultura, Agua Potable, de Charros, Aseadores de Calzado, Autén­
ticos Copreros, Ayuntamiento Constitucional de Chilpancingo
-—leedlo bien, amigos lectores, sí el Ayuntamiento Constitucional
figura en el Consejo como una simple organización más del pue­
blo— ; Cafeticultores, Comité Cívico Guerrerense, Cámara de Co­
mercio, Caminos, Delegación Agraria y Colonización, Frente
Democrático, Frente Zapatista, Frente Cívico de Ayotzinapa, Fren­
te Reivindicador de Juventudes, Federación de Pequeños Comer­
ciantes, Mecánicos y Choferes, Pequeños Comerciantes, Primera
Delegación Sección XIV del Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Educación; Representante del Barrio de San Mateo, repre­
sentante del Barrio de Santa Cruz; representante del Barrio de
San Francisco; representante del Barrio de San Antonio; Salu­
bridad y Asistencia; Sección XVIII Catedráticos de la Univer­
sidad; Sección VII de Trabajadores al Servicio del Estado; Sec­
ción XII del Sindicato de Electricistas; Sociedad de Padres de
Familia de la Universidad; STIC, Subsección de Chilpancingo;
Subcomité de Huelga de la Universidad; Subconsejo de Zumpan-
go del Río; Unión de Permisionarios de Coches de Alquiler; Unión
de Permisionarios de Transportes “ Río Azul” y presidente de los
barrios y colonias.
Y aquí está la lista parcial de estos oscuros y silenciosos héroes
de la lucha contra Caballero Aburto: Luis Camacho Rueda, Ben­
jamín Méndez B., Federico Memije, Rufina Vásquez, Félix Gar­
cía, Laureano Salgado, Jaime Castañón, Rogelio Suárez, Genaro
Vásquez R., Alejandro Pardo, Demetrio Castro, Cornelio Rodrí­
guez, Abel Estrada L., Telmo Nájera, Miguel Angel Ruiz,- Luis
Camacho Jr., Pedro Ayala F., Daniel Escobar, Mercedes V. de
Carreto, Efraín Vélez V., Federico Memije; Yolanda M. de Casta-
152 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

ñón, Juan Osorio, Tomás Moreno, Julio Rivera. Luis Montano


B., Gildardo Valenzo, Constantino Flores, Pablo Sandoval C., Gui­
llermo Zapata A., Jiian Sánchez Andraca, J. Rendón, Manuel
Paz y Puente, Josp Espíritu y Domingo Celis, representantes, res­
pectivamente, de cada una de las organizaciones mencionadas en
el párrafo anterior.
La reunión en la que el representante federal guerrerense in­
forma al pueblo, transcurre rápida y solemne, junto a un montón
de mazorcas de blanco maíz que se apretujan al pie de la mesa de
debates. Se establece comunicación telefónica con el general Ju­
lio Morales Guerrero, comandante de la guarnición militar que
ha ganado una triste celebridad en las páginas de los diarios
capitalinos por sus atropellos al pueblo, y se va rápidamente a
verlo. Los trámites quedan realizados, pero después se habrán
de interponer nuevos obstáculos para el retiro de las tropas fede­
rales de la máxima casa de estudios guerrerense.

* * *

Por la madrugada, al iniciar el viaje de retorno hacia la


región más transparente del aire, retumban aún en nuestros oídos
las frases candentes de exhortación patriótica al pueblo, de su
■ máximo dirigente estudiantil, Jesús Araujo, pronunciadas desde
la cárcel de la cabina de su amada Universidad, y vemos en las
' luces a la vera de la carretera, de les poblados aledaños, los
. hachones encendidos de la voluntad ciudadana de los hombres y
mujeres de Guerrero, por derrotar a su tirano criollo y con ello,
' prender la chispa de la esperanza en la ciudadanía toda de la
' República.
EPILOGO EN LA CIUDAD DE MEXICO

“ Diciembre 31 /6 0 . AI escribir estas líneas a las diez de la


mañana del último día del año de 1960, desde el norte de la ciu­
dad de México, en la colonia Guadalupe-Tepeyac, sin todavía ir
al centro ni obtener noticias por teléfono de la situación de Gue­
rrero, que se ha agravado notablemente en las últimas horas por
los sucesos objeto de este comentario, no sabemos cuál vaya a
ser, todavía, el destino final de la epopeya del pueblo guerre-
rense en contra de Raúl Caballero Aburto, que ayer nomás rubri­
cara en Chilpancingo — según relatan los periódicos de esta ma­
ñana— con la preciosa sangre de algunos de sus hijos, su deci­
sión y coraje de pasar ante la Historia como un pueblo que se
sacrifica en aras de la futura grandeza de la Patria.
Según EXCELSIOR he aquí la lista gloriosa de mártires caí­
dos el 30 de diciembre de 1960 en la capital guerrerense, en la
lucha del pueblo contra su tirano: Carolina Agüeros, niña de 5
meses; Enrique Ramírez, electricista, de 29 años de edad; Salva­
dor Serrano de 14; José Trinidad Téllez, de 40; Benjamín Mén­
dez, de 72; Irene Díaz, de 17; Ramón Cano, de 32; Robería-
Martínez, de 24; Graciela Natarén Delgado, de 14; Tomás Adame
Calvo, de 32, y una persona no identificada todavía. También
murieron los soldados Nicasio González Viílanueva y Lorenzo
García Hernández.
Los heridos son Enrique Solache Bernabé, de apenas’ un año
de edad, con una pierna destrozada; Ignacio Suárez, Cipriano
Vásquez, Celia Morales, Enrique Solache, Eliseo Bedolla, Ismael
— 153 —
154 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Guzmán, Leopoldo Vásquez, Protasio Romero, Pedro Pastor, CuL-


berto Carbajal, Efrén Vega, Trinidad Téllez, Canuto Morales,
Javier Julián, Salomón Taquillo, Félix Morales, Mario Barbosa,
Saúl López, Sara López,- Rodolfo Martínez, José Guadalupe Sal­
merón, Etelvina Castro de Morales, Tiburcía Morales, Juana Gon­
zález viuda de Morales, Carmelo Leal, Germán Rodríguez, Jesús
Valdés; el anciano de 70 años Teódulo Morales, Edmundo Gar­
cía, Leopoldo Norberto Arnaldo Sánchez, Gabriel Morales, Celes­
tino Cuevas, Guadalupe Martínez, Enrique Cuevas Guevara y
Enrique Vega Alarcón, de 70 años.
Tal es la lista de héroes y mártires de Chilpancingo.
De pie mexicanos, poneos todos de pie en torno al pueblo de
Guerrero que en esta jornada histórica de la lucha contra un ré­
gimen y un gobernante locales, cuyos resultados no deben tar­
dar ya, ha sacado fuerzas de su pasado pleno de heroísmos y
de hechos gloriosos al servicio del país de los más destacados de
sus hijos, para levantarse, una vez más, ante los horizontes de Mé­
xico y erguido por la razón de su fe y la justicia de su causa,
colocar a modo de ofrenda y como un laurel en las sienes de la
Patria, el sacrificio de sus hijos por la libertad y el progreso
cívico de México.
Ignoramos los detalles de la solución del caso Guerrero, hasta
estos instantes. Pero estamos ciertos que, de un modo o de otro,
la situación que ha colmado ya seguramente la paciencia del Go­
bierno Federal, será resuelta muy pronto.
Inclusive debemos señalar, a fuer de justos, la actitud del
'Senado de la República que en su jornada de ayer integró, a
moción del senador Manuel Moreno Sánchez — y aún cuando se
impidió que hable el senador aquicalidense Alfredo de Lara
Isaacs, quien iba, por su parte, a pedir justicia para el pueblo
guerrerense— una comisión que forman los senadores Eduardo
Livas Villarreál, Juan Manuel Terán Mata y Carlos Ramírez Gue­
rrero,’ quienes según la proposición respectiva, deberán trasla­
darse al estado, realizar sus investigaciones y rendir un informe
oportunamente ante la Comisión Permanente del Congreso de la
Y el P ueblo se P uso de P ie 155

Unión, que empezará a funcionar desde el día de mañana, prime­


ro de enero de 1961.
Para honra y honor de su autor, reproducimos a continuación
el texto de la iniciativa presentada por el senador y licenciado Ma­
nuel Moreno Sánchez:
“ En los últimos meses se ha presentado un fenómeno de in­
tranquilidad social que ha sido motivo de gran preocupación para
los señores senadores y, en general, para la opinión pública del
país.
“ La estabilidad social y la tranquilidad pública, son indis­
pensables para que el trabajo de los mexicanos en todas partes
del país, sea fecundo, por armonioso y cordial. Este centro de
inquietud ha tenido por ambiente el Estado de Guerrero.
“ Las noticias que se obtienen a través de las informaciones
periodísticas y de las comunicaciones que en forma individual y
colectiva reciben los senadores, no son tranquilizadoras, más bien
parece que existen desajustes profundos que han impedido reha
cer la tranquilidad y dilatar el ambiente de cordialidad que todos
deseamos impere en la República.
“ Una y otra vez nos hemos preguntado qué es lo que puede
ocurrir en la realidad en ese estado, lo que detrás o debajo de las
impresiones que la pasión política, el anhelo de vivir, el dominio
de un grupo por otro, pueden presentarnos las informaciones.
“ Considero que, para tener la certidumbre que nos aconseje
las medidas tendientes a llevar la tranquilidad y la concordia al
pueblo de Guerrero, se requiere la intervención del Senado de la
República.
“ Es claro que en semanas anteriores parecía haber vuelto a la
normalidad; pero en los últimos días ha retornado la intran­
quilidad.
“ Por eso es que, antes de que termine el actual período ordi-
nario de sesiones, quiero poner a consideración de esta asamblea,
se designe una comisión a fin de que estudie y realice observacio­
nes directas de la realidad social y de los hechos de carácter po­
156 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

lítico, y se tenga nna información suficiente para autorizar y to­


mar medidas encaminadas a liquidar esos problemas.
“ Si bien es cierto que esa Comisión no cuenta con tiempo su­
ficiente para informar ¿ esta Cámara, debemos encomendarle que
sus informes los rinda a la Comisión Permanente del Congreso
de la Unión que mañana iniciará sus labores.
“ En el caso de que esta medida se estime conveniente, deseo
se ponga a consideración y los nombres de los senadores Eduar­
do Livas Villarreal, Juan Manuel Terán Mata, José Castillo Tiel-
mans, y secretario, Carlos Ramírez Guerrero, para integrar esa
comisión, autorizándolos decidan ellos el procedimiento y la
forma de cumplir su cometido.”

* * *

Como quiera que sea, repetimos, bien por la aceptación de


una licencia al general ometepecano o por medio de la desapari­
ción de poderes, que ahora puede ocurrir, en vista de los nuevos
sucesos de sangre que han venido a enlutar a la familia guerre-
rense, el caso Guerrero pronto se resolverá.
Lo exige el prestigio de un régimen de derecho como el del
señor Presidente de la República, licenciado Adolfo López Ma­
teos; la tradición revolucionaria y progresista de México, que
siempre ha superado las horas de dolor y el sacrificio de sus
•hijos, con el encuentro de los caminos adecuados a su trayecto
'histórico, y la justicia de la causa del pueblo guerrerense que
por tanto tiempo ha venido combatiendo por alcanzar en el suria­
no, estado una conquista popular — el derecho a derrocar a un
mal gobierno y un mal gobernante— que algún día habrá de
figurar en las tablas augustas de nuestras leyes que integran la
Constitución Política de la República.
Y. entre tanto se hacen las averiguaciones judiciales para ha­
blar a los responsables directos de los caídos ayer en Chilpan-
cingo, sabiéndose de antemano que no hay sino un solo responsa­
ble que responde al nombre de Luis Raúl Caballero Aburto, la
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 157

ciudad amada y mártir de Chilpancingo, pone desde ahora un


crespón de luto en todos sus hogares y llama a los guerrerenses
de todos los matices, sin distinción de banderías, a prepararse
para, con el nuevo gobernante que ha de llegar muy pionto a
Guerrero, trabajar por la grandeza detestado y de la Patria, y
una vez restablecidas las heridas de la lucha, restablecer también
el prestigio del estado en la República, como pueblo creador y
de trabajo, que por los caminos de la superación ha de lograr
forjar el destino histórico de su entidad.
Adelante, y en pie de lucha, guerrerenses. México, entero os
contempla.

EPILOGO EN LA CIUDAD DE MEXICO (Concluye)

“ Enero 4 /6 1 . Efectivamente, no nos equivocamos al confiar


esperanzados en la justicia del régimen federal que encabeza
el licenciado Adolfo López Mateos, hacia la causa del pueblo
de Guerrero. Este mediodía, en una jornada histórica, la Co­
misión Permanente del Congreso de la Unión, borró la mancha
de la Cámara de Diputados que se relata en páginas anteriores y
refrendó el prestigio de la Cámara de Senadores, cuando, con
una energía no exenta de ponderación y una ecuanimidad y altu­
ra de miras patrióticas, afrontó el problema guerrerense y tras,
de haber enjuiciado al sátrapa Raúl Caballero Aburto, determinó
el reconocimiento de la desaparición de poderes en el Estado d<5
Guerrero y designó, a propuesta de la terna enviada por el Eje­
cutivo Federal en la qüe figuran Fernando Román Lugo, Rufo-
Figueroa y Arturo Martínez Adame, a este último como gober­
nador provisional del estado suriano.
Tanto el informe rendido por la comisión de senadores desig­
nada para ir a Guerrero, a investigar la situación del estado,
como el dictamen emitido por las comisiones respectivas de la'
Comisión Permanente y los discursos pronunciados por ios sena-'
dores Antonio Mena Brito y Natalio Vázquez Pallares, que hicie­
ron, al fin, justicia a Guerrero, se publican íntegramente en el
153 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

capítulo final de esta obra. Aquí, sin embargo, deseamos rendir­


les a ellos, como a todas las personas o instituciones que en una
u otra forma se ocuparon del problema guerrerense, el tributo
de gratitud de todo el pueblo del Estado de Guerrero.
Algún día los frutos del movimiento guerrerense se cosecha­
rán en la campiña, en las ciudades y poblaciones de la República.
Ese día, quienes hicieron justicia a Guerrero, recibirán el mejor
premio a su actitud y sus desvelos: el reconocimiento del pueblo
y el juicio aprobatorio, limpio e inmaculado de la Historia, así
con mayúsculas, y de la Patria.

EPILOGO EN LA CIUDAD DE CHILPANCINGO

“ Enero 6 /6 1 . Es emocionante, qué duda cabe, el Himno


del Estado de Guerrero debido a la inspiración de Margarito
Damián Vargas, aún para quienes no siendo guerrerenses, lo hayan
oído en sus bellas estrofas llamando al amor patrio, y en su
musicalidad limpia, marcial y trascendente. Pero oír sus versos
entonados por un centenar de voces que salen de las cárceles ca-
balleristas como ayer por la madrugada, en las primeras horas
del 5 de enero, los escuchamos en labios de aquella juventud, de
aquellos hombres y de aquellas mujeres de la recoleta ciudad
de Chilpancingo que se volcó en una insólita manifestación de
alegría a horas desusadas para refrendar por siempre la H. de su
heroicidad, fue como para estrujar el alma y convertir la emo­
ción en lágrimas, máxime si se ha tenido la fortuna de haber
nacido en esa tierra bendita del sur y el cielo que nuestros ojos
asombrados de niño primero vieron fue ese cielo, y el azul de las
montañas fue ese azul el primero que se quedó grabado en nues­
tras retinas, y el amor que asomó por la primera vez en el hom­
bre, todavía niño, fue un amor para los hombres y las mujeres
de esa tierra.
¡Ah, qué grande ha sido en el curso de su historia — y lo
decimos con plena conciencia, sin el menor asomo de chauvinis­
mo— nuestro amado Estado de Guerrero! Pero cómo ha crecido,
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 159

también, al conjuro del movimiento que hace unos cuantos días


ha culminado en el éxito con la caída definitiva del sátrapa in­
creíble que fue Raúl Caballero Aburto. Cómo ha crecido, deci­
mos, porque con la proeza que acaba de realizar, hasta quiénes
no creían en él, en ese pueblo calumniado y escarnecido del que
lo menos que decían es que era ingobernable, tiene que aceptar
hoy la verdad limpia y neta de que es sencillamente un pueblo de
hombres y de mujeres que no se tocan el corazón para ofrendarlo
en aras de las grandes causas de México, como lo ha hecho escri­
biendo una página gloriosa en la que ha mostrado a todos sus her­
manos de la República — a los chiapanecos, a los michoacanos,
a los oaxaqueños, a los chihuahuenses y a todos y cada uno de los
habitantes de lo ancho y lo largo de la Patria— cómo se conquista
el derecho a derribar un tirano.
Pero ayer a las cuatro de la tarde -— como en el poema lor-
quiano— en el panteón de la capital guerrerense, que se localiza
al sur de la ciudad y que posee la bella tranquilidad del campo
suriano, con unos pequeños arbustos silvestres y un aire fino y
transparente; ayer nomás, a las cuatro de la tarde, al enterrar el
cadáver de la última víctima de Caballero Aburto, Efrén Vega
Arteaga, ¡qué duro el deber, qué amargo el cuadro doloroso de
escuchar esas voces en llanto de madres guerrerenses, clamando
por el hijo que ya nunca volverá! Pero ayer a las cuatro de la
tarde, ¡qué calidad humana tan extraordinaria la de ese pueblo en
comunión espiritual sin precedentes, sin distinción de clases, de
ricos ni de pobres, al rodear en silencio el cadáver de un hijo
del pueblo, y en la ofrenda de las lágrimas, entregarle, también,
la promesa, de la lucha implacable por los ideales de emanci: .
pación y libertad para Guerrero y México, que fueron los ideales
por los que murieron Efrén Vega Arteaga y todas las víctimas de
Caballero Aburto!
Ayer a las cuatro de la tarde, en Chilpancingo, el sol caía
recto y quemante sobre las cabezas de las mujeres y los hombres
de Guerrero que ponían un nuevo crespón de luto en sus pechos
de mexicanos combatientes por la grandeza democrática de Mé­
160 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

xico. En la montaña vecina, que es como un brazo de la Sierra


Madre o como el lomo sobre el que cabalgan los anhelos popu­
lares, el azul de la lejanía contrastaba bellísimamente con el
blanco de las nubes que se antojaban como espuma de la misma
montaña. Y cuando el pueblo lloraba en su muerto a todos los
muertos caídos en la lucha por el derrumbe de la tiranía, de
aquellas montañas parecían desprenderse las viejas y siempre
nuevas voces de los manes de nuestros antepasados, que estimu­
laban a los presentes a no cejar en la lucha por construir un Gue­
rrero nuevo, pujante y victorioso, en la libertad y en la justicia
social, para beneficio de las nuevas generaciones.

* # *

Cuando contemplamos, a la llegada del nuevo gobernante


Arturo Martínez Adame — quien parece ir animado de las mejo­
res intenciones para dar paz y tranquilidad a los guerrerenses
y quien aparentemente tiene la autoridad moral de la serenidad,
la honestidad y el buen juicio para lograrlas— la euforia y la
alegría del pueblo, que eran la euforia y la alegría de la liber­
tad, nos recordaban la de otro pueblo estallante de júbilo como
éste, cuando pocas semanas después de la caída de la dictadura
ubiquista, asistimos en 1945, en Guatemala, al triunfo de la Revo­
lución de aquel país. jQué triste el paralelismo entre Guatemala
y Guerrero, a que nos condujo Caballero Aburto, un digno émulo
de Jorge Ubico, y el haber tenido que pasar por tantos sufri­
mientos para llegar a este triunfo del pueblo! Pero qué noble,
qué" generoso, qué infinitamente grande es el pueblo, este pueblo
nuestro de Guerrero, como el de cualquier latitud del mundo.
Un pueblo que durante más de setenta días, con sus noches,
vivió vigilante, activo, batallador, en zozobra constante, allegán­
dose fondos de su raquítica economía, en lucha contra el tirano.
Un pueblo que no dormía, que apenas comía, pero que compartía
con sus hijos de la Universidad y con los hermanos que a él
acudían, su propio pan. Un pueblo que no celebró tradicionalmen­
Y el P ueblo se P uso de P ie 161

te el 20 de noviembre, ni el 24 de diciembre, ni el primero de


enero; pero que hoy, en este Día de Reyes de 1961, está celebran­
do todas las fiestas juntas, con el anhelo de ser siempre libre
y soberano. Un pueblo que a la euforia del triunfo, añadirá ma­
ñana la alegría de la paz creadora; de la paz del trabajo; del olvi­
do de las humillaciones del pasado; de la unidad y del progreso
humanos. Un pueblo que se puso de pie ante la historia.

EPILOGO EN EL PUERTO DE ACAPULCO

“ Enero 13/61. Ya estando en prensa el grueso del mate­


rial de este libro, un periódico vespertino cabecea hoy 13 de ene­
ro de 1961 las noticias de Acapulco, que por varios días han
venido ocupando la atención de varios órganos capitalinos, de esta
guisa: “ Martínez Adame, a prueba.” Y trata de demostrar que la
agitación de los últimos días en el puerto guerrerense es obra
exclusiva de Jorge Joseph y que lo que ahora está a prueba es
la capacidad del Gobierno sustituto de Guerrero para hacerse
respetar.
Nosotros diferimos totalmente de la opinión del citado órga­
no periodístico de Bucareli, el cual, como algunos de sus colegas
de la misma calle, tras el derrumbe de Caballero Aburto, se ha
dedicado a atacar sistemáticamente al presidente municipal cons­
titucional de Acapulco, Jorge Joseph. (Han llegado a tal extre­
mo los ataques, que se han atrevido a presentar a Joseph, como
el “ presidente ilegal” , cual si fuera muy fácil olvidar para el
pueblo de Acapulco, el albazo de que fue víctima de parte de la
tristemente célebre administración caballerista.)
No. No es Martínez Adame y ni siquiera un régimen lo que
está a prueba en el caso de Acapulco. Lo que está a prueba allí
es la capacidad del Gobierno Federal y del Gobierno del estado,
para hacerle justicia al pueblo guerrerense, simple y escuetamen­
te. (Nosotros creemos que esta justicia se realizará y que poco a
poco el nuevo régimen guerrerense irá desplegando las alas, acom-
C a p ítu lo XI

LA PRENSA NACIONAL Y EL CASO GUERRERO

INTRODUCCION

Insertamos a continuación una serie de extractos, artículos y editoriales


de algunos de los escritores políticos más prestigiados de México, publi­
cados en torno al caso Guerrero en conocidos órganos de la prensa nació
nal, tanto diarios como revistas.
Figuran aquí desde el agudo Julio Manuel Ramírez, el analítico Sadot
Fabila, el enteradísimo Luis Spota, el austero Fernando Diez de Urda-
nivia, el irónico Nemesio García Naranjo, el observador Gonzalo Chapela,
el inquieto Gustavo Carrero, la sagaz Elvira Vargas, el humorista Luis
Gutiérrez y González, el asiduo Luis Barrera Fuentes, el sarcástico Rena­
to Leduc, el sardónico Roberto Blanco Moheno, el maestro Vicente Lom­
bardo Toledano, el acucioso Etzael García Arroyo, el iconoclasta Carlos
Fuentes, el dialéctico Fernando Benítez, el mordaz Víctor Flores Olea, el
ortodoxo Bernardo Ponce, el brillante José Alvarado, etc., hasta los edi­
toriales de algunos de los principales diarios capitalinos.
También figuran una nota sin firma de Excélsior en la que un tes­
tigo presencial de los hechos sangrientos del 30 de diciembre en Chil-
pancingo, relata la muerte de siete compatriotas, y para contrastarlas, y
al final, dos notas de dos diarios acapulqueños. Una, la dél Diario de
Acapulco, propiedad de Raúl Caballero Aburto y dirigido por un herma-'
no suyo, para que se advierta hasta dónde llegaron en su campana de
insidias y calumnias contra el pueblo guerrerense, a ver “ moros cón tran­
chetes” ; la otra, la del diario La Verdad, como muestra del pulso, de la
opinión guerrerense, en torno a la actitud de nuestros legisdores en el con­
flicto reciente, y a la designación como gobernador sustituto del licen­
ciado Arturo Martínez Adame-
A todos estos escritores y periódicos, incluso al de Caballero Aburto,
— 163 —
164 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

les expresamos desde aquí nuestra gratitud, porque con su postura el


movimiento de liberación del pueblo guerrerense adquirió tales dimen­
siones de profundidad y amplitud, que fue imposible para el Gobierno
Federal seguirlo ignorando -por más tiempo y se avocara a resolverlo, al
través de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en la forma
que es conocida.

EXCELSIOR.— Abril 13/59.— DESAYUNO

Por Julio M anuel RAMIREZ

“ No hay mejor pariente que el políticamente encumbrado. ¡Qué hom­


bre admirable es el general Raúl Caballero Aburto! Nos inclinamos anle
su grandeza. ¿Cuántos mexicanos, cuántos hombres de mando en nuestro
país pueden compararse con él? Pocos, muy pocos. Convóquese a un
certamen de popularidad en Guerrero, y lo ganará el general Caballero
Aburto, el gobernador. Las adhesiones de sus parientes le harían obte­
ner, sin remisión, el primer lugar. ¿Qué admirar más en Caballero Abur­
t o ? . . . ¿Esa elegante despreocupación por los asuntos de su gobierno?
¿Sus aptitudes para hacerse simpático? ¿O el número de sus parientes?. . .
Parientes satisfechos, parientes sin problemas. El general Caballero
Aburto no sólo es gobernador de Guerrero: es un patriarca formidable.
Imítese al pintoresco gobernador de Guerrero, estése atento a como él
ha resuelto su problema familiar, y se hallará el secreto, acerca del fun­
damento de una estructura social ideal: el patriarcado; con la familia
naturalmente. Más allá de la familiaridad, el gobernante es cuate — sea­
mos sinceros— , extraordinario. No, al menos, en nuestro medio, donde
los “ gobernantes amigos” se producen como el arroz en China.
En cierta forma, Caballero Aburto es un precursor- Quizá en lo futuro
el programa político de los aspirantes a las gubernaturas estatales habrá
de fundarse en una religión familiar. Se ha empezado ya ; hay casos.
Caballero Aburto es prolífico en sobrinos, en primos, en hijos, en
concuña.dos. Prolífico y, como tierna gallina, cobijador.
Veamos apresuradamente, veamos lo que salta a la vista en las nómi­
nas del Estado de Guererro.
Licenciado Manuel Añorve, secretario particular: sobrino del gober­
nador. Licenciado Manuel Vázquez Añorve, Procurador General de Jus­
ticia..del Estado: tío del gobernador. Mario Adame Caballero, diputado
local: sobrino del gobernador. Licenciado Joaquín Gudiño Flores, Direc­
tor general de Hacienda: primo del gobernador. Enrique Caballero Abur­
to, recaudador de rentas en Acapulco: hermano del gobernador. Mario
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 165
Romero Lopetegui, presidente municipal de Acapulco: sobrino del go­
bernador. Raúl Caballero, jefe de inspección de alcoholes: hijo del gober­
nador. Ingeniero Héctor Romero: jefe de obras públicas: sobrino del go­
bernador. Héctor Caballero Cisneros: sobrino del gobernador.
Hay puestos secundarios, pero, basta ya : ¿acaso quedan dudas de que
se trata de una familia m odelo?”

EXCELSIOR.— Abril 15/59.— EN LOS FRENTES POLITICOS

EL GRAN CABALLERO ABURTO Y SU FAM ILIA

“ No se ha conformado el gobernador de Guerrero, Raúl Caballero


Aburto, con distribuir los más importantes puestos de su administración
entre su familia. Ahora acaba de demostrar que, así como se preocupa
por el bienestar de primos, tíos, sobrinos e hijos, es, a su vez, un hijo
agradecido.
El lunes, en Téepan de .Galeana, se efectuó una grande, solemne cere­
monia. Estaban allí las personas más prominentes en el gobierno de Ca­
ballero — es decir: la familia Caballero— , estaban los más reputados
hombres de la sociedad guerrerense; había damas elegantes; y varios
centenares de niños, y niñas, con trajecitos blancos, permanecieron allí,
rígidos, en primera fila. Se oyeron los tambores y las cornetas de los
soldados. Finalmente se descubrió una placa, en la fachada de la escuela
más importante, más cara de Guerrero — costó diez millones de pesos y
cuenta con jardín de niños, con primaria y con secundaria; había un
nombre — letras grandes, refulgentes— en la placa: “ Juan Caballero
Adams” . El nombre del padre del gobernador.”

DIARIO DE MEXICO.— Junio 20/6 0.— EDITORIAL

LA PLAGA DEL CACIQUISMO


CABALLERO ABURTO

‘ ‘ Hace ya varios años que llegan de Guerrero noticias y rumores alar­


mantes. Se ha llegado a establecer la convicción pública en ese estado
digno por muchos conceptos de mejores destinos, se ha enseñoreado un
cacicazgo de nueva factura, al mismo tiempo en otras regiones de ‘ la
República son abatidos los señores de horca y cuchillo. El cacicazgo gue­
rrerense, se dice, lo encabeza el gobernador del estado, general Raúl Ca­
ballero Aburto, a quien se acusa con insistencia de abusar en exceso
de su autoridad, violar las libertades constitucionales, llevar a cabo las
166 José C. G u t ié r r e z G a lin d o “

más sañudas y crueles persecuciones contra sus opositores y practicar


en grande el nepotismo.
En el Dominical Político del DIARIO DE MEXICO dimos a conocer
una impresionante relación de los familiares del general Caballero Aburto
que ocupan puestos en la administración del Estado de Guerrero y de las
propiedades acumuladas por el mandatario local- Esos datos fueron publi­
cados en este diario para llamar la atención sobre un problema que agita
gravemente a los habitaantes de Guerrero.

ANACRONISMO

Se tiene la sensación, ante estos informes, de que en dicho estado


se vive una situación que era común al resto de la República hace muchos
años; pero que ahora resulta anacrónica. En los últimos tiempos el país
entero se ha levantado de manera resuelta contra el caciquismo. Varios
de sus representativos más caracterizados han tenido que abandonar sus
feudos y aún retirarse a una vida más o menos privada. Pero al mismo
tiempo, la familia Caballero Aburto se exhibe como dueña de vidas y
haciendas en una vasta región.
Tal estado de cosas debe ser investigado. En todas partes hay lucha
política; pero, según muchos indicios, la situación en Guerrero es ex­
cepcionalmente anormal. El gobernador hace protestas continuas de ino­
cencia y sostiene que sus opositores crean una agitación artificial, con
interesados propósitos; mas las acusaciones concretas que se le dirigen
exigen una rotunda aclaración. Y a no hay lugar en México para los
cacicazgos.”

EL POPULAR.— Junio 2 3/6 0.— PANORAMAS

INVESTIGARAN EL GOBIERNO GUERRERENSE


%
Por S adot FABILA H.

“ Nunca es demasiado tarde para investigar un desgobierno local.


Aunque, por lo que toca a Guerrero, muchos meses, han corrido hasta
que su desgobierno logró el caos y un clima de violencia en esa entidad
federativa sureña.
Gobernación hizo la promesa de investigar el cúmulo de denuncias que
existen sobre incontables crímenes, latrocinio y horrores en Guerrero,
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 167

. atribuidos a la inmoralidad, a debilidades manifiestas y al abierto nepo­


tismo del gobernador general Raúl Caballero Aburto-
Mala sombra sigue al pueblo guerrerense; no hace mucho tuvo que
intervenir Gobernación para destituir a otro mal gobernador y darle como
mandatario transitorio al ingeniero Darío L. Arrieta.
Caballero Aburto ha realizado su gestión gubernamental como autén­
tico virrey; esto es, como un cacique en la escala estatal.
Pero al fin Gobernación ha decidido investigar los motivos del caos
en Guerrero.

II

Y si Gobernación investiga lo que sucede en Guerrero ¿qué resultado


tendrán esas gestiones federales?
Porque no será necesario efectuar una investigación exhaustiva para
saber que en Guerrero hay uno de los peores desgobiernos estatales del
país.
Y porque está claro, como la luz meridiana, que el pueblo guerre­
rense ha padecido toda suerte de tropelías de los Caballero Aburto.
La investigación que realizará Gobernación, de hecho debería ser un
mero trámite burocrático para adoptar medidas concretas y definitivas
en torno a este problema .Y así debéría ser porque, si ningún ciudadano
ignora los motivos del caos en Guerrero, con mucha mayor razón debe
estar enterada Gobernación de ello, dado que esta tarea es una de sus
principales funciones.

III

En Guerrero han llovido lágrimas por su desgobierno; y los latroci­


nios, los asesinatos, etc., que día con día se suceden en Guerrero.
Al ser interrogada por los reporteros metropolitanos sobre los sucesos
en Guerrero la diputada Macrina Rabadán, afirm ó: “ Es tensa la.situación
que vive mi Estado.”
Dijo que, “ como todo mundo lo sabe, el Gobierno de Guerrero e s .
agencia de colocaciones para los parientes del gobernador” .
Y aunó Macrina, que esos parientes, lejos de conducirse con discre- •
ción, actúan en la forma más descabellada que puede imaginarse.
Así las cosas — la salida lógica de un caos suele ser la violencia— , Go­
bernación habrá de intervenir e investigar al desgobierno de Guerrero,
porque lo ha ofrecido.
La experiencia de San Luis aún está fresca- Allí, la intervención del
168 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

Gobierno Federal normalizó la vida en esa entidad que ya era insopor­


table. Guerrero debe seguir por idéntico camino, porque su pueblo de
ninguna manera merece soportar las tropelías de un virrey.”

NOVEDADES.— Nov. 2 /6 0

VEINTICUATRO HORAS

Por L uis SPOTA

“ ¿SE ACUERDAN QUE todo lo que está sucediendo en Guerrero en


estos días lo vaticinamos hace más de dos semanas? Ahora puede vati­
cinarse, con la esperanza de acertar de nuevo, que Raül Caballero Aburto
seguirá la suerte de casi todos los gobernantes de la entidad y no conclui­
rá su mandato. Hay indicios suficientes para suponer que la paciencia
de los dioses mayores llegó ya al límite y que el general telegrafista y su
familia se irán pronto, y no entre aplausos, de su ínsula. Y en plan
de augurios no me sorprendería si la vigente, pero nunca aplicada Ley de
Responsabilidades a los Funcionarios, se desempolva para someter a ella
al señor Caballero Aburto. Las cosas se le han puesto tan feas a Caballero
que ya ni sus padrinos o sostenedores se atreven a interceder para que se
le conceda otra oportunidad. Unos meses atrás — en vísperas del cese co­
lectivo de funcionarios inmorales que prometió hacer y que no hizo—
el gobernador guerrerense quemó su último cartucho; prometió portarse
bien, y por portarse bien entiéndase que ofreció no seguir cometiendo
tropelías, irritando al pueblo y permitiendo que su clan continuara lle­
nándose los bolsillos. Sin embargo, ante el temor de un despido fulmi­
nante y con el deseo de forrarse más aún el riñón, los parientes, com­
padres y protegidos del jefe del ejecutivo suriano intensificaron sus abu­
sos, a tal grado, que se estima que en el corto tiempo transcurrido de
entonces a la fecha cosecharon casi tanto como lo que habían cosechado
previamente.
El más grave error político que Caballero Aburto cometió fue el de
querer neutralizar, primero, y desprestigiar, después, a uno de los po­
q u ísim a hombres honestos de su administración: al periodista Jorge Jo-
séph, presidente municipal de Acapulco. Joseph es incorruptible, aunque
el gobernador haya pagado a ciertos periodistas para decir que no lo es;
y por no transigir con ciertas cosas, el clan comenzó a hostilizarlo y se
olvidó, seguramente, de que a Joseph lo había elegido libre y democrá­
ticamente el pueblo acapulqueño y que es persona grata, por su talento
y su limpieza moral, al Presidente López Mateos. No sé si ustedes lo
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 169
sepan, pero en Acapulco, hasta antes de que Joseph se hiciera cargo de
la alcaldía, el número de lupanares de lujo, de casinos y cines para
hombres solos, era increíblemente alto- Joseph, hasta donde pudo (porque
casi todos los empleados de la presidencia municipal son gente de Abur-
to) combatió la prostitución, los juegos de azar y todas las formas de
vicio. Los hermanos, primos, sobrinos, cuñados y demás allegados al
gobernador resintieron en sus economías particulares esta embestida con­
tra una de sus mejores fuentes de ingresos y decidieron no dejarse.
Protector de su familia y de los intereses económicos de ella prin­
cipalmente, Caballero Aburto sobornó a los impresionables miembros de
la comuna y, valiéndose de un incondicional, Villalbazo, obligó a Joseph
a pedir licencia; dicho en otras palabras: lo echó bajo amenazas de
muerte. ¿ Y qué creen ustedes, amigos, que ocurrió en cuanto Joseph dejó
a Acapulco? Las casas de mala nota, los garitos y los cines pornográficos
que habían sido clausurados por él fueron reabiertos 24 horas más tarde.
De una u otra forma, de todas las presidencias municipales del estado la
familia Aburto recibe ayuda económica. Joseph denunció al secretario de
Gobernación que el primer apellido del estado se lleva, en sueldos y canon­
jías, un millón de pesos anualmente de las arcas públicas de Acapulco.
Los otros municipios, aunque menos ricos, también pagan tributo. Al pri­
mer error político, Caballero Aburto agregó otros: el más notorio de
los cuales fue el haber querido imponer a un pariente suyo como rector
de la Universidad, en Chilpancingo.
No lo logró, pero el sustituto — un profesor Ramírez Altamirano—
fue peor. Este caballero organizó, en plan de pandilla de matones, el Pen­
tatlón: íes dio armas, dinero e impunidad para escarmentar a los estu­
diantes que rechazaron al presunto primer rector y a los que protestaron.
En víspera de que la contenida fiebre antiaburtista se elevara, 24 Ho­
ras auguró que habría huelga estudiantil (y la hubo) y que habría vio­
lencia (la está habiendo) y que se declararía una huelga del pueblo contra
su gobernante (comenzará de un momento a otro). Ya no es un alcalde
o un grupo de universitarios el que califica de la peor manera a Caballero
Aburto; es todo un pueblo. En Chilpancingo, siete u ocho mil ciudadanos
se han echado a las calles para denostar a RCA y a sus parientés;- en
otras ciudades del estado — pese a la represión policíaca— está ocurrien­
do lo mismo. El clima de cólera colectiva es tremendo. El piso se hunde
bajo los pies del general Caballero- Síntoma de su inminente colapso:
hasta los diputados federales que le eran adictos lo condenan. Caballero
acusa a los comunistas de instigar a la chusma. Dato revelador. ¿E l pue­
blo de Guerrero es comunista en masa? En una antesala de Gobernación
170 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

se comentaba ayer: “ RCA no presidirá las fiestas de la Revolución como


gobernador.”

NOVEDADES.— Nov. 3/1960

LOS PEORES CIUDADANOS

Por F ernando DIEZ DE U RDANIVIA

“ El sufrido Estado de Guerrero vive en estos días la misma angustia


desesperada que otras entidades han pasado, casi ininterrumpidamente.
El pueblo se cansa y protesta porque las autoridades, en vez de procurar
el bienestar público, generan descontento.
Es doloroso y además inconcebible, que sea preciso esperar esta clase
de encrespamientos para poner el remedio, cuando es tan fácil el evi­
tarlos. Hay necesidad de que el pueblo se lance a la calle y reclame la
salida de un mal gobernante, tal como lo hicieron los potosinos cuando
ya no soportaban el yugo de Gonzalo N. Santos, como lo han hecho los
guanajuatenses, los oaxaqueños, los de Tabasco, los de Chihuahua, como
lo harían los de muchos otros estados si llegasen a ese instante dramático
en que todo es preferible antes que seguir sufriendo el oprobio del
satrapismo.
Hay un misterio impenetrable en este ángulo sombrío de nuestras inci-
piencias demócratas. Ya se sabe que — contrariando las leyes de la natu­
raleza social— no es el pueblo el que elige a quienes deban gobernarlo.
Desde tiempos lejanos ha funcionado el sistema de designaciones supe­
riores. Así ocurrió antes de la Revolución; así ha seguido sucediendo
después de ella. Pero ya que ésta ha sido la triste realidad, ¿qué trabajo
cuesta designar, si no al mejor, según lo exige la doctrina democrática
puntualizada desde Aristóteles y Platón, en sus conceptos sobre autoridad,
al menos a un hombre que reúna las cualidades esenciales para gober­
n ar?”

NOVEDADES.— Nov. 3/1960

LA INEFICACIA DE LOS REMEDIOS TARDIOS


LA LLAM ADA NEUTRALIDAD DEL CENTRO

Por N emesio GARCIA NARANJO

“ Los estudiantes de Chilpancingo pidieron hace algún tiempo, la re­


Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 171

forma de la Ley Orgánica de la Universidad del Estado de Guerrero,


porque a su juicio no garantizaba la autonomía de la institución. Como el
Gobierno no hiciera caso de esta demanda, los alumnos se declararon
en huelga hace dos semanas. Entretanto, se había intensificado el con­
flicto entre el gobernador Raúl Caballero Aburto y el presidente muni­
cipal de Acapulco señor Jorge Joseph. Simultáneamente empezaron a
estallar protestas populares contra el régimen regional y como era lógico,
los estudiantes se sumaron a las manifestaciones hostiles y contribuyeron
con sus arengas a enardecer a las muchedumbres. Lo que había comen­
zado como un grito de protesta se ha convertido en un clamor general.
Con el propósito de conjurar aquella tempestad, el gobernador se
dirigió a la Legislatura del Estado y propuso la derogación de la malha­
dada Ley Universitaria que había provocado disgusto juvenil. Los dipu­
tados se reunieron rápidamente y en una sola sesión, desapareció el esta­
tuto infortunado que dio origen a la protesta del alumnado. Como en
nuestro país suceden muchas cosas al revés, el diputado Javier Ramírez
Bahena pronunció un discurso, no en contra sino en pro de la Ley que
iba a desaparecer. Así pues, el panegírico se convirtió en una oración
fúnebre. Si el ordenamiento había sido elaborado como lo dijo Ramírez
Bahena, por prestigiados profesionales y significó un impulso educativo
serio, ¿para qué se le borraba de una sola plumada? La respuesta es
obvia: el gobernador formuló la consigna y había que acatarla; el que
manda, manda, y cartucheras al cañón.
Una vez que hubo pasado a la historia la repetida Ley Orgánica una
comisión del Congreso local se presentó en la Universidad con el objeto
de notificar a los estudiantes que su pedimento había sido atendido. Se­
guramente los diputados recordaban el viejo refrán: “ Se acabó el perro
se acabó la rabia.” Consiguientemente, esperaban que los muchachos los
recibieran con caras radiantes y aplausos estruendosos- Cuál no sería su
sorpresa cuando vieron que los alumnos universitarios les contestaron que
ya sus problemas escolares habían pasado a segundo plano porque lo que
les interesaba inmediatamente era seguir luchando al lado del pueblo de
Guerrero, hasta conseguir que desaparecieran los poderes del estado y
cayera el repudiado gobernador Raúl Caballero Aburto. En seguida, pa­
sando de las palabras a los hechos, los muchachos organizaron esa misma
noche otra manifestación hostil contra el mandatario regional y durante
ella se repitieron los discursos violentos y como era de cajón se le volvió
a pedir al Presidente de la República que se compadeciera del pueblo
guerrerense.
Es posible que esta manera de responder a un acto gubernamental
que pretendía halagarlos, sea interpretada como una prueba de la inuti­
172 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

lidad de complacer a las multitudes de la oposición. Nada de eso. Si lo


que hizo el gobernador Caballero Aburto, el primero de noviembre, lo hu­
biera hecho el 15 de octubre, lo más probable es que los estudiantes hubie­
ran agradecido su esfuerzo conciliador; pero como no atendió a la
petición en el momento oportuno, los jóvenes universitarios tienen que
ver en el cambio de actitud no un signo de comprensión generosa, sino
un síntoma de debilidad. En otras palabras se palpa, no una amplitud
generosa de espíritu, sino el miedo a que las cosas se pongan peor- Delante
de una enfermedad, el mejor de los remedios resulta perjudicial si no se
le aplica en el momento debido.”

NOVEDADES.— Nov. 3/1960

MARGINALES

Por G onzalo CHAPELA Y B.

“ ACAPULCO SI ES GUERRERO.— Ahora bien, viendo las cosas des­


de otro ángulo, hay que decir que se está demostrando que Acapulco sí es
Guerrero, por la sencilla razón de que al municipio le ocurre exactamente
lo mismo que los demás municipios guerrerenses.
¿CU AL MUNICIPIO LIBR E ?— Se sabe que el Ayuntamiento de Aca­
pulco no puede nombrar un triste gendarme o un agente de tránsito,
porque eso le toca al gobernador y al Ayuntamiento le deja únicamente
el honor de pagar los sueldos. Y se van averiguando muchas cosas más,
reveladoras de que, ni siquiera por motivos de exhibición ante extran­
jeros, hay tal municipio libre en el puerto- Como no lo hay en todo Gue­
rrero.”

DIARIO DE MEXICO.— Nov. 3/1960

Por G ustavo CARRERO

“ Las causas de la frustración de CABALLERO ABURTO, son más


graves: se encuentran en el atraso atávico de Guerrero; en su falta de vías
de comunicación, en la absoluta falta de garantías a la vida y a la pro­
piedad’ legítima; en el analfabetismo, en. la nula impartición de la justi­
cia, en la inexplotación racional de sus vastos recursos naturales, en el
olvido que la Federación ha tenido de ese estado donde se observa la
carencia de grandes obras públicas que proyecten a Guerrero como se ha
hecho con otras entidades del litoral del Pacífico como pueden ser Sinaloa
y Sonora. Decimos frustración de CABALLERO ABURTO, porque no
Y el P ueblo se P u so de P ie 173
otra cosa es lo que a él le ha sucedido: sus antecedentes — militar de
carrera, egresado del H. Colegio Militar, graduado de la Escuela Supe­
rior de Guerra y catedrático de ambos planteles— , preparación cultural y
amistad íntima con una pléyade de buenos militares jóvenes, podían ase­
gurar al más escéptico que, en llegando a la gubernatura de su estado,
haría todo menos avorazarse sobre la Hacienda pública, instaurar un
régimen nepótico, manchar sus manos con la sangre de docenas de vícti­
mas y ejercer la violencia en la forma tan terrible como lo ha hecho
a través de poco más de tres años de ejercicio del poder.”

NOVEDADES.— Nov. 4/1960.— MULTICOSAS

CABALLERO ABURTO Y LA DISOLUCION

Por E lvira VARGAS


“ LOS AUGURES de la política aseguran que a pesar del alud de
denuncias y acusaciones contra el desgobernador de Guerrero, Caballero
Aburío, éste seguirá firme en su puesto apoyado por la Federación y
por los jefes y altos funcionarios de su gobierno local, que son, por pura
casualidad, sus parientes, amigos y compadres.
LA OPINION PUBLICA se pregunta de qué medios se valdrá Caba­
llero Aburto para sostenerse ya que el pueblo guerrerense lo repudia
y no faltan quienes afirmen que el valiente general ha recibido consejo
del Centro para acabar con sus escandalosos opositores por el camino
más sencillo: la aplicación del famoso delito de disolución social.
COMO no podrá convertir a toda el estado en cárcel o en un campo
de concentración meterá en prisión a los que han protestado con mayor
vehemencia contra sus abusos y arbitrariedades y para controlar su feudo
contará con el apoyo del Ejército,“ pues para eso es general y mandamás-
“ Acuse a sus enemigos de ser comunistas, aplíqueles el delito de disolu­
ción social y verá cómo sí puede sostenerse en el Gobierno” , le dije­
ron por acá.
PORQUE ahora resulta que en el juego político — es decir, en el de
la mentira, el enjuague y la calumnia— el delito de disolución social
viene a ser el comodín preferido por medio del cual se acaba con las
garantías constitucionales y se impone un orden tipo fines de siglo. Paz
octaviana aunque se eche por la borda la justicia con todo y Constitu­
ción.”

MAÑANA.— Nov. 5/1960.

“ MAÑANA CENSURA AL GENERAL RAUL CABALLERO ABURTO


gobernador del Estado de Guerrero, porque a lo largo de su obscuro pro­
174 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

grama de Gobierno, sólo se ha granjeado el odio y la indignación de su


pueblo, que ahora lo acusa de más de treinta homicidios, cometidos gene­
ralmente para acallar las protestas por despojos: por ataques a las garan­
tías individuales, enriquecimientos indebidos: robo, incendio y nepotis­
mo y, por si esto fuera poco, por ejercer los otros poderes del Estado, por
sí mismo o por medio de parientes. Treinta y ocho agrupaciones de jó ­
venes, campesinos, trabajadores y ejidatarios de Guerrero, se han unido
para elevar sus protestas mediante una solicitud — con copias a la Secre­
taría de Gobernación, a la Procuraduría General de Justicia de la Repú­
blica, a los senadores y diputados guerrerenses y a todos los diarios de
esta capilal— , cuya lista de delitos auspiciados por el gobernador Caba­
llero Aburto, llena solamente diez hojas tamaño oficio, escritas a máqui­
na. Afortunadamente, en esta ocasión podemos agregar nuestro aplauso
a la Cámara de Diputados, que ya ha dado entrada a la solicitud aludida,
para que se investiguen con lujo de detalles las acusaciones y declarar
si hay lugar para proceder en contra del general Raúl Caballero Aburto.
Ojalá que la unión total del pueblo guerrerense, logre dar fin a esta
satrapía que vienen sufriendo desde hace mucho tiempo.”

LA PRENSA.— Nov. 9/1960.— EDITORIAL

CUANDO LOS MILITARES PIERDEN EL DECORO


¿CABALLERO? ¿A B U R T O ?

“ El pueblo de México siente verdadero respeto por los militares. Por­


que a pesar de su devoción secular por la paz, los mexicanos, al través
de su larga historia, se han visto envueltos en inacabables y cruentas
luchas-
Han sido obligados a pelear sin fatiga, para vivir con dignidad. Por
algo en el viejo y siempre nuevo Himno Nacional quedaron estampadas
las palabras estoicas: ‘ ‘ un soldado en cada hijo te dio” . Sin vanidad, sin
jactancia, cada mexicano está resuelto a tomar las armas cuando es
necesario. De ahí cierto respeto y afecto congénitos al hombre que con
derecho y decoro viste uniformes o luce insignias. Pero las excepciones
"son inevitables y cuando se presentan suscitan irritación general. El mi­
litar que en México desciende de su jerarquía, es visto como réprobo de
su clase, de su profesión, de su dignidad. Cuando un general pierde el
decoro, se concita el repudio abrumador del pueblo todo, incluyendo a
los militares serenos y responsables. Evidentemente, el general Raúl Ca­
ballero Aburto se encuentra en ese caso. Lo que ha hecho y dicho deja
en irremediable desastre su reputación de gobernante y soldado. Porque
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 175

gobernar no es desgobernar. Y un general auténtico no es jefe vil de tro­


pelías, bravatas y escaparatorias. De persona que procede como Caballero
Aburto, la gente del pueblo se pregunta todo: ¿Es Caballero? ¿Es gene­
ral? ¿Es hombre de razón? ¿D e quién y de qué se trata? Tantas inte­
rrogaciones sólo tienen una respuesta: el repudio tremendo que ha mere­
cido este gobernador increíble.

DISCRECION FEDERAL

Está, o estaba, en su puesto de Chilpancingo, el general Caballero


Aburto, porque los poderes de la Federación son serenos, responsables,
líenos de la grave preocupación de mantener en alto la bandera de las
instituciones. Sería cosa deplorable que a la primera protesta, o ante
el inicial quejido de cualquier grupo, se promoviese el cambio de po­
deres en un estado de la República. Eso no- Los asuntos de profundo
interés nacional requieren tratamiento más hondo, visionario y sagaz.
Las instituciones son un bien que todos debemos cuidar, proteger. Pero
lo de Guerrero ya no es comezón partidarista, ni grito aislado, ni pro­
testa accidental. Hay allá, en una región querida de la Patria, un enorme
tumulto provocado, a todas luces, por la ineptitud de un hombre a quien
se confió de buena intención el destino de muchos miles de mexicanos.
La Federación es prudente, y debe serlo; pero no tanto que su pru­
dencia pueda ser confundida con la pasividad ante la pena y la penuria
de amparo de toda una porción del pueblo que clama justicia y ga­
rantías, aun al precio de su sangre.

CABALLERO HA HUIDO

Las pruebas están allí, en los innumerables sepulcros clandestinos de


Guerrero, abiertos por la insania feroz del gobernador y sus secuaces.
En las fincas, latifundios y residencia del milite indecoroso que alegó
hace unos días que era millonario antes que gobernador. Pero la prueba
máxima de que no puede gobernar es que no gobierna, sino corre. Huye
de su estado, de sus dizque gobernados, no como general, sino como
gamo. Por eso puede sospecharse que no recibió tantas lecciones en las
escuelas de guerra, como en la escuela que educa almalhechor. Los más
altos poderes de la República tienen por todo ello una incógnita que
resolver: ¿Podrán seguir considerando que hay gobernador de Giierre-
ro ? ¿S e ha establecido ya el cargo de “ gobernador matón y correlón” ? ”
176 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

NOVEDADES.— Nov. 11/1960.— SECCION EDITORIAL

¿CONTRA QUIEN LUCHA CABALLERO?

“ Las informaciones que llegan del Estado de Guerrero prueban que


en esa entidad existe una situación políticosocial cuya gravedad no puede
seguirse ignorando, ni mucho menos negarse- “ El sentido de la autoridad
—-escribe un representante de este diario— prácticamente se ha perdi­
do” ; no obstante lo cual — agrega— “ se mantiene el orden” . Y curioso
es que se mantiene, a pesar de los esfuerzos que hace la policía local por
perturbarlo con ataques a las manifestaciones públicas que en diversas
partes se efectúan en contra del gobernador Caballero Aburto. Si éste
preguntara, como lo hizo un día el rey Luis X V I: “ ¿Se trata entonces de
un m otín?” , cualquiera de sus cortesanos podría contestarle: “ No, sire,
se trata de una revolución.”
Sí, de una revolución local que ya cuenta con su órgano directivo:
la Coalición de Fuerzas Populares Guerrerenses; con un plan, el “ de
Chilpancingo” ; con un medio de lucha, la huelga general; y con el apoyo
de las principales poblaciones y regiones del estado. Tan extendido se halla
el sentimiento de repudio de que es objeto el gobernante de Guerrero,
que en el movimiento encaminado a obligarlo a dejar el poder figuran
contingentes de todas las clases sociales, a tal extremo que salvo a sus más
empecinados partidarios y aduladores, a nadie se le ocurre, ya, para des­
acreditar, la acción en su contra, achacarla al comunismo.
¿Cuál es, mientras tanto, la actitud del señor general Caballero Abur­
to? Resiste con obstinación. En su reciente viaje a esta metrópoli declaró
a los periodistas, después de ciertas visitas oficiales y extraoficiales:
“ Lucharé hasta el fin” . Dio, por tanto, la impresión de que había reci­
bido durante esas visitas, la fuerza moral — que no sería propio calificar
de democrática— necesaria para seguir ocupando la gubernatura de su
estado, que tan mal desempeña en opinión de la mayoría de sus gober­
nados, y a pesar de la abierta oposición de éstos.
¿ A quién resiste y contra quién lucha el gobernador Caballero Abur­
to? Al pueblo de Guerrero y contra él. ¿Hasta qué fin se propone llevar
la lucha que sostiene? Sólo puede ser uno de estos dos: o logra con la
ayuda de los poderes secretos que desde la sombra lo apoyan, según se
murmura, sojuzgar al pueblo que lo rechaza, o acaba por convencerse de
que ni siquiera es una democracia tan imperfecta como la nuestra, es
posible despreciar por completo la opinión y la voluntad de las mayo­
rías ciudadanas, y se marcha.
Y el P ueblo se P u so de P ie 177

EL QUE LO PUSO, QUE LO QUITE

A nadie se oculta que dentro de nuestro sistema electoral los elegi­


dos reciben “ a posteriori” el fallo del pueblo. Sería necio pretender que
el pueblo eligió efectivamente a gobernantes como Caballero Aburto o
como Quirasco, porque los consideró los mejores entre todos los posibles.
Aunque se admite que fueron legítimos los votos que se les atribuyeron
en los comicios, la verdad es que los votantes los recibieron ya hechos
como candidatos destinados al triunfo. Fue después cuando los ciudadanos
formaron opinión acerca de ellos, al verlos gobernar. Semejante forma
de “ dirigir” la democracia no resultaría totalmente mala, si quienes ejer­
cen cada vez la facultad extraconstitucional de electores supremos, no se
obstinaran en mantener su infabilidad, y en sostener a los designados,
aun en los casos en que los repudia la masa ciudadana con justificación y
energía-
Es lo que al parecer ocurre con Caballero Aburto; aunque pudo
elevársele hasta la gubernatura guerrerense desde la capital de la Repú­
blica, por conductos y mediante procedimientos que poco tienen que ver
con la Constitución y con la soberanía de las entidades federativas, ahora
nada se puede hacer aquí para quitarlo — no obstante sus gruesos erro­
res, los delitos que se le imputan y la violenta inconformidad de sus
coterráneos con el desgobierno que preside— según se pretende, por no
violar la soberanía de los estados y por respeto a la Constitución.
Y sin embargo, la crisis de Guerrero no puede ni debe prolongarse.
Perjudica, desde luego, los intereses materiales y morales de la propia
entidad, pero también daña en cierta forma el crédito de los poderes fede­
rales. En México, aún los que no hayan leído nunca a Lasalle saben de
sobra que junto con la Constitución escrita, y quizá por encima de ella,
existe otra no escrita, que es la que verdaderamente rige. Nadie ignora
que si quienes tienen capacidad suficiente para hacerlo buscan en esta
última, hallarán preceptos adecuados que aplicar a la resolución del grave
conflicto guerrerense.
La opinión pública nacional no aceptará complacida, en tal virtud,
que el Gobierno de la Federación se muestre impotente para resolverlo,
aunque sus representantes aleguen escrúpulos legales, porque está segura
de que sólo él puede darle solución. Si se empeña en abstenerse, no
sería remoto que acabara por creer, o que sostiene a Caballero Aburto
contra su pueblo a regañadientes, pues que no se atreve a apoyarlo con
franqueza, o que no se siente con fuerzas bastantes para hacerlo salir, pese
a que de antemano cuenta con el apoyo de la gran mayoría de los gue-
rrerenses y de los ciudadanos de todo el país. Cualquiera de esos dos
178 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

supuestos implicaría una debilidad inexplicable y deprimente, que el Go­


bierno Federal, no tiene ni debe mostrar.”

SIEMPRE.— Nov; 16/1960

QUINIELA PICARESCA

Por Luis GUTIERREZ Y GONZALEZ

“ Remozan un gobernador y un alcalde las estampas clásicas de la


picaresca española, fingiendo seriedades y trascendencias que la gente
silba divertidamente, consciente de que todo es fingido, de que la repre­
sentación es falsa y de que ninguno de los dos protagonistas son como
aparentan, ni honestos, ni sinceros, ni justos.
El espectáculo es deprimente, porque descubre que no ha sido pareja
la evolución política del país: que uno por grande y otro por chiquito,
los personajes de esta farsa picaresca, no adquirieron en sus comisiones
representativas ni madurez ni prudencia.
Esto es malo: para, el Ejército que no ve llegar la suya en punto de
recobrar, por la conducta superior de alguno de sus miembros, el pres­
tigio político que un día disfrutó tan en justicia y para el periodismo que,
con ligeras excepciones — ligeras, apenas— no ha podido todavía enor­
gullecerse -de quienes lo han representado en puestos de elección popular.”

JUEVES DE EXCELSIOR— Nov. 12/1960

AGENDA POLITICA

Por Luis BARRERA FUENTES

“ Estamos convencidos que llegará el relevo de Caballero Aburto. Lo


mismo.puede ser por la vía de la licencia, que mediante la desaparición
de poderes. Todo depende del resultado de la investigación de la Cá­
mara de Diputados.
Mas el pueblo no debe olvidar que es menester la calma y el orden
para facilitar la investigación legislativa. La protesta está hecha y demos­
trada. Corresponde ahora a la Cámara de Diputados investigar los hechos.
Podemos contar los días de la vida política de Caballero Aburto.”
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 179

SIEMPRE.—Nov. 23/1960

SEMANA INGLESA DE RENATO LEDUC

“ Imagínese el lector la satisfacción y el consuelo que nos inundó el


alma cuando el sábado pasado, al retornar a la Patria tras nuestra breve,
pero fructífera gira de trabajo, nos enteramos de los sucesos del Estado
de Guerrero. Una vez más el pueblo viril del estado suriano se levanta
en masa contra un gobernante impopular, desaprensivo, concusionario y
que, conforme a la detestable tradición política mexicana, tomó la entidad
que se le confió como patrimonio particular de su voraz y numerosa pa­
rentela. Y luego esto: “ Alevoso ataque de los pistoleros del gobernador
Caballero Aburto al corresponsal de Excélsior” . . . ¡ ¡Cómo en París— !!
Y luego Caballero Aburto — como la radio oficial francesa— pretende
hacer creer que la sublevación de todo un pueblo es un motín callejero
de agitadores com unistas... ¿N o quiere decir todo esto que estamos ya
a la altura de las más civilizadas naciones del mundo libré? ¿ Y no es
esto motivo de satisfacción para todo buen m exicano?”

SIEMPRE.— Nov. 23/1960

RISA SOBRE EL AMARGO LLANTO

Por R oberto BLANCO MOHENO

“ En Acapulco los trágicos soldados que dispararon siempre sobre su


hermano el pueblo massacran a la gente en defensa de un señor general
que si alguna vergüenza tuviera, ya hubiera renunciado- (Lo que pasa
en México es que a un señor que cierta vez renunció al empleo lo tienen *
exhibiendo en un museo.) Ya hubiera renunciado, para nó tener que
plantear una terrible pregunta: ¿cuántos muertos hacen falta para <|ue
caiga un mal gobernador? En Puerto Marqués multimillonarios extran­
jeros disfrutan deí paisaje prodigioso, mientras los auténticos dueños de
los terrenos se mueren de hambre. Y por las noches, frente al mar, gran­
des prostitutas, monopolistas y juniors beben champaña en tanto que los
niños mueren deshidratados, allá en las colonias — ¿colonias?— a donde
lanzaron los traficante^, de tierras a los dueños verdaderos de ese paraíso
convertido en infierno ¿ » •
Pero la risa sobre él llanto. Un señor padre decide corregir a su júnior,
y lo llama a cuentas:
— ¡Esto se acabó! ¿Cuántos millones me has costado? Se te ocurre
180 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

liarte con esa m u ch a ch a ... y dos millones. ¡Te da por ser inventor de
algo, o por hacer cualquier c o s a ... millón y medio! En festivales y pa­
changas, dos millones. ¡Pero te digo condenado que esto se acabó! Te voy
a dar doce millones para que empieces desde abajo. . . ”

SIEMPRE.— Nov. 23/1960

Por V icente LOMBARDO TOLEDANO

GUERRERO, N AYARIT, GUANAJUATO Y LA DEMOCRACIA


MEXICANA

“‘ En el Estado de Guerrero la inconformidad de la mayoría del pueblo


es auténtica: Desde hace ya largos años que esa región de nuestro país
ha sido gobernada por personas que no surgieron de la voluntad de los
ciudadanos, sino del Palacio Nacional. Y como casi todas ellas consideran
que han recibido un regalo y que su preocupación debe limitarse a cuidar
los aspectos exteriores de las poblaciones que se hallan en la carretera de
Taxco a Acapulco, lo demás lo confían a los compadres o amigos y a las
numerosas policías dedicadas a sofocar las protestas del pueblo en la
forma bárbara en que tradicionalmente se resuelven esas cuestiones en ese
estado digno de mejor trato.
Pero hay ahora un debate muy interesante en el Senado de la Repú­
blica acerca de la situación del Estado de Guerrero. Los senadores dis­
cuten con mucha seriedad los aspectos formales del caso, y las facultades
que tiene ese alto cuerpo colegiado para intervenir en un conflicto que
avergüenza a todos los mexicanos. Mientras tanto, las cárceles se llenan
de presos políticos en Gurerero y el Gobernador se ha convertido en
jefe de una expedición punitiva contra el pueblo, porque quizá se siente
muy apoyado por el Gobierno Federal. Si no fuera así, no el Senado de
la República, que tiene facultades para intervenir en casos como ése,
sino cualquiera de las cámaras, inclusive en el receso de sus labores
la Comisión Permanente del Congreso, habría actuado con diligencia para
atender la opinión popular.
Es muy cómodo, pero poco original y honesto, achacar la inconfor­
midad del pueblo guerrerense a “ los elementos de la izquierda” como
dicen las autoridades locales. No es la izquierda nila derechani el
centro, sino todos los sectores juntos, los que se mueven en contra de la
autoridad que ha perdido la autoridad* Las tropas federales, las nume­
rosas policías del estado, los pistoleros, todas las fuerzas represivas juntas*
pueden, indudablemente, acallar las protestas y restablecer “ la paz” tantas
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 181
veces invocada por quienes la alteran; pero si eso ocurre lo único que
se logrará es acumular la inconformidad del pueblo por la miseria, la
insalubridad, la ignorancia y la falta absoluta de garantías en que vive,
esperando la ocasión propicia para hacerla estallar de un modo más
apasionado, empujando a la democracia mexicana más y más en el plano
inclinado en que se encuentra desde hace tiempo.”

HOY.— Nov. 26/1960.— ANALISIS POLITICO

EL PROBLEMA DE GUERRERO

Por E tza e l GARCIA ARROYO

“ Se trataba de un distanciamiento personal entre el general Caballero


Aburto y el presidente de Acapulco, Jorge Joseph Piedra. Este último se
licenció o lo licenciaron (no se ha podido precisar el punto) y con una lista
interminable de asesinatos, despojos, arbitrariedades, etc., atribuidas al go­
bernador, se presentó ante la Secretaría de Gobernación, no sin antes
— en grave error político— pasar por la redacción de los periódicos,
en donde dejó copias de su escrito. Con esta actitud se inició la tre­
menda agitación que vive el Estado de Guerrero, pero también las graves
equivocaciones que han impedido la resolución satisfactoria del problema.
Afirman las versiones que cuando el licenciado Gustavo Díaz Ordaz
recibió el documento de manos de Joseph, se concretó a sonreír y, la
verdad que no podía hacer otra cosa. De haber hablado, hubiera tenido
necesidad de utilizar palabras gruesas.
Pero la grieta abierta al régimen de Caballero Aburto ofrecía un
cauce y por allí se desbordaron las pasiones, los resentimientos y, sobre
todo, el dolor del pueblo.
Ocurre que cuando la ciudadanía expresa su repudio hacia un mal
gobernante, es abanderado por elementos de los partidos de oposición. Y
ello, porque el Revolucionario Institucional, en actitud errónea, 'trata
de justificarse dando apoyo incondicional y decidido a su mal elemento.
Así, en tanto Macrina Rabadán y Pedro Ayala Fajardo, enarbolaban la
bandera de los guerrerenses, el PRI, por conducto de Francisco Galindo
Ochoa, se desvivía en la defensa de Caballero Aburto-
Pero Macrina Rabadán, en su insaciable afán exhibicionista, al pre­
sentarse en la ciudad de México — concretamente en la Cámara de Dipu­
tados— , también equivocó el camino. Tanto Jorge Joseph como Macri­
na, olvidaron que existe una Constitución General de la República y una
182 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Ley de Responsabilidades, que en forma clara y precisa, señalan los ca­


minos a seguir.
Joseph pidió la desaparición de los poderes en Guerrero al Secretario
de Gobernación y este funcionario no tiene facultades para ello; Macrina
formuló la misma solicitud a la Cámara de Diputados y dicha legisladora,
tampoco posee facultades para tal medida. Y es que ni Joseph, ni' Ma­
crina, ni ninguno de los líderes se tomó la molestia de leer nuestros orde­
namientos para conocer el camino a seguir. Lo más grave, es que ni
escucharon ni leyeron las palabras del Presidente Adolfo López Mateos,
cuando afirmó “ nada sobre la L e y . . . ” ¿O subestimaron el valor de esa
fn s e en la creencia de que en esta ocasión — como ocurría en regímenes
anteriores— , los poderes de un estado ¡libre y soberano 1, serían desco­
nocidos por “ acuerdo” de un mandatario y no siguiendo la secuela legal
correspondiente? Tal vez sí, si hubiesen observado lo ocurrido en San
Luis Potosí — al desconocimiento de Manuel Alvarez— , se hubiesen per­
catado de que la Ley se aplica estrictamente, aún en esos casos tan graves
y vistos.
La Cámara de Diputados hubiera podido intervenir si Macrina se
hubiese acogido al artículo 108 constitucional que dice: “ Los gobernado­
res de los estados y los diputados a las legislaturas locales, son respon­
sables por violaciones a la Constitución y a las Leyes Federales” (párra­
fo 2 ). Ordenamiento que se complementa con el artículo 109 de la propia
Ley Fundamental, que declara: “ Si el delito fuere común, la Cámara de
Diputados, erigida en Gran Jurado, declarará.. . Si ha lugar a proceder o
no contra el acusado” . Y más adelante: “ En caso afirmativo, el acusado que­
da, por el mismo hecho, separado de su encargo y sujeto desde luego a la
acción de los tribunales comunes. . . ” Y a mayor abundancia, Macrina
pudo sumar a su favor el artículo 114 de la Constitución, que establece:
“ En demandas de orden civil no hay fuero, ni inmunidad, para ningún
funcionario.”
‘-Pero el mal planteamiento hecho ante la referida Cámara, permitió
a ’lps líderes de ésta Cíchicanear” y pasar la “ pelota” al Senado de la Re-
^pú^lica,. muy a pesar de que el artículo 111 de la Constitución, establece:
‘ .fv.e los delitos oficiales conocerá el Senado erigido en Gran Jurado;
pero no podrá abrir la averiguación correspondiente, sin previa acusación
de la Cámara de Diputados.”
Caso extraño: en este régimeñ de Derecho, en que la Ley se aplica
en forma estricta, se olvidan los reglamentos. El artículo 33 del Regla­
mento Interior del Congreso General, especifica que: “ Se presentarán en
sesión secréía: I.— Las acusaciones que se hagan contra los miembros de
las cámaras, el Presidente de la República, los secretarios de despacho, los
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 183
gobernadores: de los estados. . y ambas cámaras, entonando un 4‘mise-
rere” , conocieron las acusaciones formuladas en contra de Caballero Abur-
to y tomaron decisiones, en presencia del pueblo de Guerrero, en audien­
cias públicas, para que más tarde fuesen a su tierra y contasen lo que
por ellos quisieron hacer los legisladores y* •• no pudieron.
Pero el pueblo de Guerrero, si sus líderes estudiasen, hubiese encon­
trado un recurso más: ‘‘ La Ley de Responsabilidades de los Funcionarios
y Empleados de la Federación, del Distrito y Territorios y de los Altos
Funcionarios de los Estados” .
En su artículo 2, dice: “ También quedarán comprendidos en esta
Ley, los gobernadores y diputados a las legislaturas locales” y, en el 103
(reformado el 7 de enero de 1953), declara que será el Ministerio Pú­
blico Federal (Procurador General) el que conozca y siga de oficio, por
denuncia o simple sospecha del “ enriquecimiento inexplicable de los fun­
cionarios públicos” , agregando que deberá ocuparse de ello “ con toda
diligencia” .

EXCELSIOR.— Enero 2/1961

HABLA UN TESTIGO DE LA TRAGEDIA

Corresponsal de EXCELSIOR— Fue algo indescriptible.— El


atardecer del 30 de diciembre.— Episodios tremendos.— Jesús
Salmerón y su cámara.— Mueren siete guerrerenses.— El pueblo
inerme.— Heroísmo de Sarita López.— Lágrimas y gritos.
“ ¡Y o vi morir a siete guerrerenses!”
Jesús Salmerón Hernández, corresponsal de EXCELSIOR en Chilpan-
cingo,' al iniciar su narración de los momentos de angustia presenciados
por él en la capital guerrerense, el atardecer del 30 de diciembre pasado,
expresó lo anterior. Y agregó:
“ Fue algo indescriptible el momento vivido durante el choque y.los
disparos. Creí de momento que se trataba sólo de un simulacro para
amedrentar al pueblo que reclamaba sus derechos. 7 ‘ V
“ Pero la sorpresa y el miedo se fueron apoderando de mí, al Ver-
que muchas personas rodaban por tierra y clamaban auxilio.
‘ ‘ Creí que se arrojaban al suelo en busca de protección al escuchar
los disparos producidos por los soldados, pero me di cuenta que la rea­
lidad era muy distinta-
“ A mis espaldas, a escasos ciiico metros del camión de carga en que
me subí para tomar algunas fotografías, con gran angustia vi como se
arrastraban Tomás Adame Calvo, vecino de mi barrio San Francisco, y
184 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

una señora que permaneció segundos después inmóvil, desangrándose te­


rriblemente.
Salmerón Hernández, corresponsal de EXCELSIOR desde hace diez
años, fotógrafo de profesión, palidecía ayer todavía al recordar los san­
grientos acontecimientos que le tocó vivir el viernes pasado en Chilpan-
cingo, horas antes de que, obligado por las circunstancias, escapó rumbo
a esta ciudad dentro de la cajuela de un automóvil de alquiler.
Con valentía y exponiendo su vida, Salmerón sobrepuso a su miedo
el deber y con su cámara en mano captó las fotos que han impresionado
a todo el país.
Salmerón hace un alto con su relato para inclinar suavemente su ca­
beza sobre el pecho y juguetear nerviosamente con su pequeña cámara
fotográfica.
Viste una chamarra de cuero y medias botas cafés; pantalón de caqui
y camisa azul con rayas blancas. Es de estatura regular.

CUERPOS REGADOS EN LA ALAMEDA

En seguida, prosigue su relato:


“ Alcé los ojos y vi en un ángulo de la alameda Granados Maídonado,
regados, los cuerpos de cuatro \7íctimas más. Sentí temor y reaccioné al
darme cuenta de que, parado sobre el camión, presentaba un blanco
perfecto. Las calles se quedaban solas rápidamente. La multitud se había
dispersado por todos lados.
“ Me tiré en seguida sobre la caseta del camión y desde ahí vi como
avanzaban los soldados. Otros contingentes de tropa, pecho a tierra, per­
manecían alertas en espera de una nueva oportunidad para defenderse.
“.Poco después pensé en huir, pero me vi aprisionado entre las redilas
del camión. Las energías me faltaban, pero el miedo se impuso y logré
saltar a la azotea de una casa vecina.
* ' “ Creo que tuve miedo al recordar a mi esposa y a mis hijos, que
aagustiados vivieron horas de terror-
“ Sin darme'cuenta casi, después me encontré en el suelo y junto a
dos personas que en un tablón a manera de camilla transportaban a un
humilde campesino que estaba en las puertas de la muerte. .
“ Penetré corriendo a las oficinas de la Campaña Pro Erradicación del
Paludismo y encontré a tres personas más tiradas en el suelo, que angus­
tiosamente pedían un médico.
‘ ‘ Pero era inútil, estábamos sitiados y las armas nos seguían “ pro­
tegiendo” desde afuera.
“ Sin embargo, no faltó la presencia de una nueva heroína guerreren-
Y el P ueblo se P uso de P ie 185

se, entre otras, la señora Sarita López, con la pierna izquierda atravesada
por las balas asesinas, llegó a proporcionar los primeros auxilios para los
moribundos.
“ Ella, con entereza admirable, ciñó el vientre de un herido, que san­
graba abundantemente.
“ Después de estos momentos de pánico, tomé el teléfono de la misma
oficina y llamé a EXCELSIOR, para informar lo que estábamos presen­
ciando.
“ Llorando y a gritos pedía que se nos oyera en la capital de la Repú­
blica. Minutos después, dentro de las oficinas de la Campaña Pro Erra­
dicación del Paludismo, morían Tomás Adame, la señora Trinidad Té-
Hez, rodeada por sus hijos y Benjamín Méndez.
“ Fue algo indescriptible; un episodio tremendo.”

POLITICA.— Enero lo./1 9 6 1

GUERRERO: ¿QU IEN ES EL RESPONSABLE?

Por Carlos FUENTES

“ El 30 de diciembre, trece mexicanos, casi todos jóvenes, cayeron


muertos en las calles de Chilpancingo. Esos trece mexicanos fueron ase­
sinados con las armas de un ejército surgido de la Revolución que, hace
cincuenta años, luchó por lo que hoy lucha el pueblo de Guerrero, por
lo que lucharon los trece mártires de Chilpancingo. Esos trece mexicanos
fueron asesinados porque creyeron en México, y porque no creyeron que
México pudiese seguir siendo tierra de escarnio, bandidaje oficial, inep­
titud, cacicazgo, mentira y burla al pueblo. Trabajadores, estudiantes, pro-
fesores, niños: ellos no creyeron en los mitos retóricos del Gobierno y.de
la iniciativa privada; ellos lucharon contra los sistemas envilecidos y có-,
rruptos de nuestra vida política; ellos ofrecieron sus vidas como los minei
ros de Cananea y los obreros de Río Blanco, cuando otro gobierno, senil,
cobarde y mentiroso ofrecía al mundo la imagen falsa de un M éxico,
próspero, estable y democrático-
¿Quiénes son responsables de estas muertes que coronan el año del
Cincuentenario de la Revolución? Son responsables Caballero Aburto y
su gobierno nepótico, viciado, incompetente. Son responsables los dele­
gados del PRI en la Cámara de Diputados, estos fantoches ridículos — con
la excepción de los diputados Castro Leal y Rabadán— que fueron inca­
paces de atender el clamor popular de Guerrero en una Cámara vacía
de pundonor, de inteligencia y de auténtica representación popular. Son
186 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

responsables Díaz Ordaz, Corona del Rosal y todos los dirigentes inme­
diatos de nuestra vida política, estos hombres aferrados a los vicios de un
sistema periclitado, temerosos de que las demandas populares se genera­
licen y destruyan la mentira de la “ revolución mexicana permanente” ,
de la ‘ ‘ unidad nacional” y de las instituciones ineficaces que dan cauce
a semejantes mitos. Es responsable el Presidente de la República, temeroso
de que se mine el “ principio de autoridad” : ¡como si éste pudiera fun­
darse en la negativa a escuchar la voz del pueblo! Es responsable todo el
sistema inoperante de la “ democracia a la mexicana” , su falta de con­
fianza en el pueblo, su política de avestruz, su rigidez agónica, su inca­
pacidad para abrir los ojos a la transformación política, moral de concien­
cia, que está teniendo lugar en México.
Pero existe una responsabilidad más grave aún. La responsabilidad
de todos nosotros, los ciudadanos mexicanos. Porque si imposiciones, abu­
sos y crímenes como los de Guerrero persisten, la culpa es ante todo de
la ciudadanía mexicana, de su falta de energía y perseverancia para or­
ganizar y oponer un frente político poderoso a la irracionalidad y al temor
oficiales.
El responsable de estas muertes es cada intelectual, cada profesionista,
cada estudiante, cada trabajador, cada mexicano que no se decide a supe­
rar la muerte cívica de México mediante la organización política legal.
¿Qué vamos a hacer, tú y yo, mexicanos, qué vamos a hacer?
COMO EN 1910
Por F ernando BENITEZ
“ ¿Quién es el culpable de este crimen? — pregunta Carlos Fuentes— .
El culpable, el único culpable, es el Gobierno. Este general, que deshonra al
Ejército, este Caballero Aburto, que puede ser aburto, pero que en todo
. caso no es un caballero, este político que fue nombrado “ de dedo” en el
Palapio Nacional por un acuerdo de familia y sin el consentimiento del
* valiente pueblo de Guerrero, durante sus años de desgobierno se ha enri­
quecido ilícitamente, ha practicado el más vergonzoso de los nepotismos y
.-.ha realizado oscuros crímenes, todo lo cual se ha probado sin lugar a
^ ¿udas. -
’ EJ.pueblo, cansado de este sátrapa, se ha rebelado contra él, exigiendo
su despido. Lo ha exigido con su sacrificio, con su valor, con su voluntad
manifiesta, con el deseo de tener la suerte de San Luis Potosí, cuyos cla­
mores de justicia fueron oídos; pero el Gobierno, responsable del nom­
bramiento de Aburto, lejos de hacer justicia al pueblo, lejos de proceder
como un gobierno revolucionario, apoyó al bribón, sostuvo al que prac­
ticaba el crimen y el nepotismo, en la sola forma que podía apoyarlo: es
decir, con las armas que el pueblo paga para ser defendido, lanzando contra
Y el P ueblo se P u so de P ie 187
él a sus pobres hermanos y haciendo que sea el pueblo el que dispare
contra el pueblo.
No debe, pues, extrañarnos lo ocurrido en Chilpancingo. La Cámara de
Diputados rechazó la demanda del pueblo y lo condenó al envilecimiento y
a sufrir el despotismo. Sólo que no contaba con la entereza de esos valientes,
que en su hora apoyaron la causa de la Independencia con Morelos y de la
Reforma con Altamirano y el general Alvarez. El pueblo de Guerrero ha
pagado con su sangre el derecho a ser libre, el derecho a ser bien gober­
nado. Y con este precio le ha dado una lección a México y una lección
a los políticos: cuando el Gobierno sustituye la ley y la democracia por el
régimen policíaco, cuando no se habla ya de justicia, sino de soldados,
de ametralladoras y de conveniencias políticas, el pueblo se rebela. Esto
ocurrió en 1910. Esto principió a ocurrir en 1960, medio siglo después de
que el pueblo de México, cansado de nepotismos, de sátrapas, de bribones
y de mentiras oficiales, iniciara su gesta revolucionaria.
¿Q U E HACER
Por V ícto r FLORES OLEA

“ La conciencia ciudadana no puede permanece*- indiferente ante los


sangrientos hechos ocurridos en Chilpancingo. ¿Podemos quedar callados
e inactivos cuando los mexicanos disparan contra los mexicanos ¿D eja­
remos que la lucha heroica de los guerrerenses por liquidar la corrupción
y el saqueo, los asesinatos, los atropellos, se pierda en maniobras politique­
ras y burocráticas de un régimen incapaz de escuchar la voz del pueblo?
Guerrero, el pueblo de Guerrero desde hace tres meses da un ejemplo
de madurez política y democrática a la nación entera; desde hace tres
meses nos ha enseñado que en México no están agotadas las reservas revo­
lucionarias y que los ciudadanos son capaces de unirse y de luchar para
poner un hasta aquí al caos y a la corrupción.
Ahora, las protestas justas de un pueblo han sido ahogadas en,sangre;
pero ¿dejaremos nosotros que cada protesta y cada acusación de ún me*
xicano sean silenciadas a golpes de macana y con una ráfaga de balas? 'Lá
pregunta que en estos momentos debe hacerse cada mexicano limpio es:-
¿ qué hacer para evitarlo ? No, desde luego, seguir pensando que 'nuestras
demandas serán satisfechas por un gobierno que prefiere las “ componen­
das” a la justicia, y la “ razón de Estado” a la democracia. Por el contra­
rio, el pueblo de México sabe ya que no hay sino una sola salida: unirse,
apretar filas, organizarse y presentar un frente ciudadano capaz de barrer
con la injusticia y el atropello. ¡Y que no nos vengan a decir que México
no está maduro para la democracia! ‘ ‘ Los caciques duran hasta que los
pueblos quieren” , dijo el Presidente López Mateos un día que, según pare.
188 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

ce, ya ha olvidado. Pero no lo ha olvidado nunca nuestro pueblo. Ni lo


olvidará.”

SIEMPRE.— Enero 11/61.— EDITORIAL.— (Fecha adelantada)

PERO ¿HUBO NECESIDAD DE ESTO?

“ No es posible ya mantener la ficción de que el general Raúl Caballero


Aburto puede gobernar un Estado en un país con instituciones, como es
México. Pudieron refutarse las tenaces quejas de los guerrerenses con toda
clase de sutilezas; el Congreso se mantuvo a la expectativa gracias a retor­
cidos argumentos jurídicos; pero, ¿qué decir ahora, cuando la bárbara
irresponsabilidad de las autoridades del Estado pone a los miembros del
Ejército en el extremo de disparar contra sus hermanos del pueblo? ¿Cóm o
restar importancia al hecho atroz de que trece guerrerenses -—trece mexi­
canos— , hayan quedado muertos sobre las calles de Chilpancingo? ¿Cóm o
librar de culpa a un gobierno, cuyo único representante en la capital del
Estado — el procurador Javier Olea— , actúa como un fascista enloque­
cido y no retrocede aníe las peores barbaridades?
El drama que actualmente vive Guerrero se inició con un conflicto
entre autoridades, complicado después con las peticiones de los estudiantes
que los llevaron a la rebeldía. Era lógico que, en estas condiciones, la Fede­
ración se abstuviera de intervenir, pues se trataba de problemas estric­
tamente locales y, al menos aparentemente, susceptibles de solución dentro
de los cauces que establece la ley.
Sin embargo, la situación se complicó. Y a sea por torpeza del gober­
nador, ya sea por despotismo y venalidad, lo cierto es que, lejos de resol­
ver los problemas que enfrentaba, hizo todo lo posible por agravarlos y
‘ ^diversos sectores sociales se fueron sumando a la virtual rebelión, hasta
.convertirla en un conflicto entre el mandatario del Estado y el pueblo. Era
i -claro que no se trataba ya de un pleito entre autoridades ni del descontento
de un sector como el estudiantil. El gobernador tenía enfrente a los gue­
rrerenses. Eso era todo.
Así las cosas, el caso Guerrero se convirtió en algo mucho más grave
que un problema local. Vino a ser un bochorno nacional. Las cámaras del
Congreso de la Unión rehuyeron su responsabilidad en el asunto y se dedi­
caron a lanzárselo mutuamente. Se esgrimieron los más pintorescos argu­
mentos para eludir el problema. Se dijo, por ejemplo., que era preciso acos­
tumbrar a los guerrerenses a tolerar a sus gobernantes, cosa que nunca
habían hecho. ¡Como si los habitantes de ese estado — que se encuentra
Y e l P u e b lo se P u s o d e P ie 189
en México— , no fuesen ciudadanos con todos sus derechos, sino integrantes
de alguna tribu salvaje habituada a comer gobernadores!
Algunos legisladores — de los cuales es mejor olvidarse— , dijeron que
no había pruebas de que la mayoría de los guerrerenses repudiase al
gobernador. ¿ Y cómo obtener esas pruebas? A cualquiera se le alcanza que
en una situación como la de Guerrero era imposible realizar un plebiscito,
aparte de que no está previsto por la ley tal recurso. Pero existía el hecho
indiscutible de que muchas de las principales poblaciones del Estado se
encontraban en abierta rebelión, y de que el gobernador no podía — no
pudo por más de cincuenta días— , volver a la sede de los poderes de la
entidad.
La matanza del día treinta prueba sin lugar a dudas que no existe nada
parecido a un gobierno en Guerrero. El gobernador se encontraba ausente,
en un destierro virtual. El único funcionario estatal que estaba en Chil-
pancingo era el procurador, encargado de las fuerzas represivas. Sin em­
bargo, para realizar las atrocidades que realizó no pudo atenerse a sus
propios elementos, y comprometió al Ejército mexicano en una acción que
no debe repetirse. Disfrutamos en México del don de un Ejército respetado
por todos, precisamente porque es guardián de la paz y las instituciones, y
no instrumento de barbaries tropicales. Permitir que una sola unidad de
ese Ejército quede al arbitrio de un irresponsable de esa catadura, que se
vea obligada a cumplir órdenes inicuas, es amenazar las instituciones, no
de Guerrero, sino de la nación entera.
Ante hechos tan evidentes, no caben ya sutilezas de ninguna especie. No
hay poderes en Guerrero, eso es obvio. Declararlo así, es una obligación
del Congreso, y por grandes que sean las fuerzas políticas que insisten en
sostener a Caballero Aburto, está antes la dignidad de México como país
civilizado, el clamor nacional que pide la supresión del salvajismo en Gue­
rrero y el retorno al orden constitucional.”

EXCELSIGR.— Enero 5/1961.— APUNTES AL VUELO ' , -

Por J. A-

“ LA CUESTION DE GUERRERO.— Las noticias sobre el Estado de


Guerrero parecen capítulos de una novela siniestra. Sangre, muerte, ma­
chetes y pistolas; mujeres muertas, ancianos abatidos, niños difuntos. Todo
en medio de una nube de rencor. El gobernante fue acusado de los peores
delitos y sus hombres de confianza parecían oficiales de la locura.
¿Qué sucede? Hay quien opine que Guerrero no debe ser Estado de la
Federación, sino un territorio sujeto a la disciplina del Ejército, porque
190 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

no está preparado al ejercicio de la soberanía. No hay mandatario que


pueda terminar su período porque, se dice, los guerrerenses tienen la manía
de hacer caer a sus gobernantes y son de suyo indisciplinados y violentos.
Cada guerrerense, afírmase, es un anarquista dueño de un puñal, un re­
vólver o una carabina.
Pero está comprobado que todos los gobernadores derrocados han sido
pésimos. Ninguno ha hecho nada por el pueblo y todos se han aprovechado
del puesto para enriquecerse. Los gobernantes que han cumplido con su
deber, han durado todo el lapso constitucional.
Y lo cierto es que un viaje a las poblaciones de Guerrero, inclusive
Chilpancingo, la pobre capital, es para causar lástima. Todo es incuria y
abandono, todo miseria y desesperación.
* * *
EL MEZCAL Y LOS MACHETES.— Guerrero es, ciertamente, la enti­
dad federativa más atrasada de toda la República y el sitio donde es mayor
la criminalidad. En las zonas rurales casi no existe el respeto a la vida
humana y en pueblos y aldeas sigue siendo la venganza la ley única. El
número de homicidios resulta espantoso todos los años y casi todos los homi­
cidas andan libres, cuando no son miembros de la policía o empleados
oficiales. Abundan los pequeños caciques y las contiendas políticas o fami­
liares se dirimen a tiros.
El mezcal y el machete parecen ser los signos de la vida guerrerense.
Pero ninguno de los gobernadores derrocados ha hecho nada por trans­
formar la situación. Por el contrario, se han aprovechado de ella para
conducirse como sátrapas inverecundos. Es la verdad.
* * *
EL CASO DEL GOBERNADOR.— El problema de Guerrero es mucho
más, grave de lo que parece. No se trata sólo de un gobernador acusado
,-de^Jos peores delitos y merecedor de un castigo ejemplar qué sirva de
•escarmiento. No es sólo la cuestión de los desdichados que han perdido
-la vida.en los últimos acontecimientos y de la sanción que indudablemente
•merecen los responsables. Hay algo mucho más profundo.
Guerrero necesita electricidad, industrias, ferrocarriles y caminos, jus­
ticia en el campo y justicia en las ciudades. Es la única forma de abatir
los machetes y acabar con la violencia.
Fuentes de trabajo, comunicaciones útiles, escuelas, hospitales y jus­
ticia. No son ni pueden ser otros los remedios para borrar definitivamente
los capítulos de una novela siniestra. Sólo así dejará de ser Guerrero un
escenario de caciques, de odio y de venganza. Y los guerrerenses tienen
derecho a ello.”
Y el P ueblo se P uso de P ie 191
LA PRENSA.— Enero 5/1961.— SEÑALES Y PRETEXTOS

P or P róspero ESPEJO

LA CAIDA DE CABALLERO ABURTO

“ Todo mundo ha visto con satisfacción la salida de Caballero Aburto


del Gobierno de Guerrero. La caída del mal gobernador, sin embargo, áio
resuelve el grave problema de la entidad suriana. Caballero Aburto, a pesar
de todo, no era la enfermedad, sino apenas el síntoma.
El problema de Guerrero es mucho más grave que la presencia en el
Gobierno de un tipo como el que acaba de ser destituido. Se trata del olvido
en que se ha tenido siempre a esa región, donde, por falta de comunicacio­
nes y de fuentes de trabajo, han predominado el caciquismo y la barbarie.
*• * *

Es fama que en Guerrero no hay gobernador que dure los seis años, y
es fama también que su pueblo es bronco y alebrestado. Pero no se dice
que casi nunca el PRI ha sabido encontrar buenos candidatos para su go­
bierno. Casi todas las veces le han dado a Guerrero gobernadores atrabi­
liarios, nepotistas y pésimos administradores.
Nadie se ha preocupado por elevar la economía del estado; nadie por
dar mejor medio de vida a sus habitantes, ni por acabar con los caciques
regionales, ni con los gérmenes de la violencia. No hay industria y los cami­
nos son insuficientes. La vida es precaria y el atraso político es notorio.
Faltan ferrocarriles y la electricidad es escasa.
* * *

Si se mirá bien, no son los guerrerenses los culpables de la situación


ni del abandono en que se ha tenido a su estado desde tiempo inmemorial.
La política federal, es la verdad, ha tenido a Guerrero casi en el olvido.
Y , sin embargo, Guerrero es un estado que cuenta con recursos y con
posibilidades de desarrollo y los guerrerenses son capaces de trabajo y cf»
creación.
Esperemos que sea Caballero Aburto el último de los caciques qtte
tengan que ser echados del Gobierno y el último de los aprovechados del.
atraso. Guerrero merece mejor suerte.” - •

EL POPULAR.— Enero 6/1961.— EDITORIAL

UNA BUENA SOLUCION AL PROBLEMA DE GUERRERO

“ Al dictaminar sobre el informe que le rindiera el grupo de senadores


que investigó la situación en el Estado de Guerrero, la Comisión Perma­
nente del Congreso de la Unión estableció un saludable precedente de
192 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

objetividad. El dictamen se concretó a registrar el hecho de que los poderes


locales habían prácticamente desaparecido, explicando que tal estimación
se hacía derivar de dos características de la situación: una, la imposi­
bilidad en que se encontraban los individuos que representaron la auto­
ridad para seguirla representando, y, otra, la tensión existente en la enti­
dad, que impedía a la sociedad guerrerense la restauración del orden si
éste suponía volver a entenderse con dichas autoridades.
La falta de un lenguaje acusatorio en este dictamen tal vez haya dis­
gustado a quienes consideran que la solución a un problema político como
el que afrontó Guerrero, debe consistir no tanto en eliminar las causas
objetivas de desorden, sino en aumentar hasta proporciones de catástrofe
social los resentimientos acumulados. Pero el lenguaje del dictamen quizá
no responda solamente a un deseo de evitar asperezas, sino al propósito
de incurrir en extemporáneas parcialidades.
Ciertamente, cuando a un gobernante se le lanzan cargos que implican
la situación de que no ha procedido de acuerdo con sus responsabilida­
des, el camino más directo para satisfacer a la opinión pública es el de
abrir un proceso en el que tales acusaciones sean investigadas. Ello supone
que tanto el acusado como los acusadores tendrán oportunidad de explicar
su conducta. Y la veldad, ya sea que favorezca a uno o a otros, quedará
sólidamente fundada.
No fue este el camino que se siguió ante el problema político de Gue­
rrero. Y de haberse seguido, quién sabe cuántas culpas y cuántos culpables
habrían quedado al descubierto. De cualquier modo, se siguió un proce­
dimiento que ha dado satisfacción a la opinión popular guerrerense. No
están cerradas las posibilidades de que las culpas se sigan investigando,
pero no como parte de la solución política directa del problema. Por eso,
a.nuestro juicio, son erróneas las sugestiones que se hacen para mantener
vivo el problema a pretexto de enjuiciar al gobernante caído. No es que
pensemos que éste deba ser considerado intocable; es que tal enjuicia­
miento, que correspondía a una solución política diferente, sólo vendría
ahora distorsionar la solución dada, que es la de simple reconcimienío
objetivo de que en Guerrero se había producido un desajuste irreparable,
sin señalar a culpables.
Por otra parte, en su capítulo positivo, o sea el del nombramiento de
gobernador provisional, la Comisión Permanente actúa con indudable tino
al seleccionar a un ciudadano que, aparte las cualidades personales que se le
reconozcan, tiene el mérito de ser un hombre sin compromisos con las dife­
rentes fuerzas sociales y políticas en Guerrero. Esta característica del licen­
ciado Arturo Martínez Adame le brinda una oportunidad al pueblo gue­
rrerense para que ponga en juego toda su confianza en la reestructuración
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 193

social y política de su estado, desentendiéndose de viejas rencillas y resque­


mores. Porque en Guerrero, como en cualquier otro estado de la República,
las dificultades para gobernar y para coordinar la acción de gobernantes y
particulares, reside en estas divisiones, en la subsistencia de estas anti­
quísimas rivalidades que ya deben ser olvidadas.”

EXCELSIOR.— Enero 6/1961.— PERSPECTIVA

Por B ernardo PONCE

GUERRERO

“ Nuestros constantes lectores “ sin juramento nos podrán creer” que


no constituyó sorpresa para nosotros la caída del ex gobernador Caballero
Aburto, previo el desconocimiento de “ poderes” en el Estado de Guerrero,
Desde un principio lo auguramos y si se necesitaron varios meses para
que el hecho ocurriese, ello debióse a diversas circunstancias de orden po­
lítico. Desde luego, mediaron intereses turbios en el lío, pero en estos tiem­
pos, donde quiera que exista un problema, habrá agitadores de signo comu­
nista que intervengan, porque en ello estriba su negocio.
El general Caballero Aburto tuvo la gran oportunidad de sostenerse
durante ese compás de espera, pero no supo hacerlo; no fue ‘ ‘político” y las
pasiones se enconaron más hasta que vino la tragedia del 30 de diciembre.
Lo hemos escrito otras veces: ningún gobernante puede sostenerse en
México cuando la sangre inocente corre.

INFORME

El informe que rindieron los tres senadores comisionados para ello, fue
bastante explícito. En realidad, en los principales municipios guerrerenses
nadie gobernaba, estando el ejército al cuidado de las casas consistoriales.’
Semejante situación es obvio que no podía prolongarse.
Lo que se dijo durante la sesión de la Comisión Permanente fue muy
jugoso y en extremo significativo. El senador yucateco Mena Brito produjo
un discurso inflamado, pero algunos de sus conceptos merecen recogerse.

DIVORCIO

Mena Brito dijo entre otras cosas: “ Los dramáticos acontecimientos


ocurridos en el Estado de Guerrero nos conducen a reflexionar honda­
mente en lo que estamos haciendo y en lo que debemos hacer, porque es
194 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

innegable que este sacrificio no debe de ser un sacrificio más, sino una
experiencia para todos aquellos funcionarios que se han resistido a mante­
ner el equilibrio del poder y que se empeñan en alejarse del pueblo o en
enmarañarse en complicados y peligrosos intereses. Separarse del pueblo
es romper la principal vinculación, el primordial sostén del orden cons­
tituido para el bien colectivo, y lo que ha acontecido en el Estado de Gue­
rrero y su saldo triste, así lo demuestran.”
Este lenguaje es muy claro. Y le damos la razón al senador por Yuca­
tán. Que se reflexione hondamente en que ya es tiempo de cambiar de sis­
temas, en cuanto a las gubernaturas de los Estados.

ELECCIONES ( ? )

Siempre se olvidan las causas para no ver sino los efectos. El divorcio
entre ciertos gobernantes de la provincia y el pueblo no viene después de
que toman posesión de sus gobiernos, sino, con frecuencia antes de que ello
suceda.
Simplemente porque no se consulta al pueblo sobre los aspirantes a
gobernarlo. Si el agraciado con el billete político tiene dotes de gobernan­
te, se afianza en el poder, se gana al pueblo. Los ejemplos son numerosos.
Si no tiene esas cualidades y es arbitrario y practica el nepotismo, por
añadidura, el pueblo se inquieta, comienza a murmurar y de la murmura­
ción pasa a la protesta y a las actitudes oposicionistas.

NUEVO GOBERNADOR

El gobernador provisional de Guerrero lo es el licenciado Arturo Mar­


tínez Adame, escogido por los miembros de la Comisión Permanente entre
la terna que envió el Presidente de la República.
De la Suprema Corte de Justicia sale este nuevo gobernante cuya tarea
inicial consistirá en la pacificación de los espíritus; en pasar una esponja
de agua lustral sobre las sienes febricitantes de muchos de los guerrerenses.
Deseamos, por el bien de la patria chica de don Vicente Guerrero, que
se inicie una nueva etapa en la vida política y social de aquélla. Los pro­
blemas de fondo no se han atacado suficientemente. Los sátrapas han cui­
dado más de su enriquecimiento personal y del de sus parientes, que del
bien público.
Hacen falta escuelas y más escuelas; más comunicaciones, aunque sean
modestos caminos vecinales que entronquen con las carreteras que condu­
cen a otras regiones del país. La enseñanza del maestro, sin sectarismo,
y el contacto con otros medios superiores, deberán ir terminando con ese
Y el P ueblo se P u so de P ie 195

bravio espíritu localista que caracteriza, en gran parte, el terruño de don


Juan Alvarez.
Hay Estados de la República que requieren del máximo de atención
por parte del Gobierno Federal. Estamos seguros de que así lo comprende
el Presidente López Mateos, a quien preocupan hondamente estos proble­
mas de mejorar al pueblo en su doble aspecto espiritual y material.”

DIARIO DE ACAPULCO.— Oct. 29/60.— EDITORIAL

JOSEPH PIEDRA, AGENTE COORDINADOR DEL ROJ1SMO

"La punta de lanza del comunismo internacional, cuyos tentáculos ya


se encuentran afianzados en la América, con la ocupación de Cuba de un
ejército que ha enviado la China Continental y otro ejército rumano, ambos
con influencia soviética, es un aviso a los mexicanos cuya idiosincrasia se
opone en las filas obreras, sino dentro del engranaje gubernamental como
ocurre en Acapulco, con la presencia de Jorge Joseph Piedra al frente del
H. Ayuntamiento Constitucional.
La alianza de éste con los comunistas definidos como Emeterio Deloya
y Nicolás Román Benétez ya no constituye un secreto: públicamente lo han
hecho saber en los mitinee que el pueblo de Acapulco ha presenciado y al
través de volantes que han sido lanzados a la población.
El peligro de convertir al comunismo al puerto de Acapulco, si es que
continúa gobernando aquí Jorge Joseph Piedra, puede traer como resul­
tante, una cabeza de playa más para el comunismo internacional, si se toma
en cuenta la importante vía de comunicación marítima que es Acapulco
desde hace muchos años.
El profesor joseph Piedra, que en su época estudiantil en Ayotzinapa
intervino junto con otros más para quemar la bandera mexicana, que cons­
tituye el símbolo de nuestra nacionalidad, no es en realidad ninguna nove­
dad entre los extremistas: éstos tienen la consigna del alto mando comu­
nista de hacer prevalecer, en dondequiera que se encuentren, que desapa­
rezca el sentido de “ patria” de acuerdo con la tesis judaica.*
Los méritos de cada una de las naciones, como por ejemplo la Revo­
lución Mexicana, que trajo como consecuencia el bienestar del campesino
del agro nacional; de los trabajadores de la fábrica, cuyos derechos inde­

* Nota del autor. La bandera mexicana jamás fue quemada en Ayotzinapa. Esta
es una vil calumnia que de tiempo en tiempo lanzan sus deturpadores. Jorge Joseph,
por otra parte, terminó sus estudios en la citada escuela en 1929 y los aconteci­
mientos que dieron margen a la acusación de referencia, que, repetimos, es falsa
de toda falsedad, ocurrieron en el año de 1941.
196 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

clinables están sustentados en nuestra Constitución Política, no es respetada


por los comunistas; de ahí que Joseph Piedra, punta de lanza del nefasto
movimiento internacional, se lanzó a invadir las tierras ejidales de Santa
Cruz; en detrimento de los campesinos, uno de los pilares donde descansa
el triunfo de la Revolución Mexicana; no con el propósito engañoso de
“ dar tierra al pueblo” ; sino con el objeto de desprestigiar el movimiento
armado de México, no respetando tales conquistas.
Las poses demagógicas de Joseph Piedra; igualmente al intentar inva­
dir las granjas de Puerto Marqués, es otra forma de intentar desprestigiar
al sistema de gobierno que impera en M éxico: respeto a la propiedad
privada.
Y ante tales actitudes, se hace necesario que el pueblo de Acapulco
levante su voz en contra del sujeto cuyos propósitos son los de desquiciar
las instituciones del país.”

LA VERDAD, Acapulco, Guerrero.— Enero 5/1961.— VISOR

P or P résbita

“ El hecho de que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión


haya designado como gobernador interno del estado a un chilpancingueño,
significa un claro homenaje a los bravos habitantes de la capital del
estado.
Aún más, la selección del licenciado Arturo Martínez Adame, Ministro
de la Supremo Corte de Justicia, en lugar de cualquier político ■— senador
O diputado— de los que no despegaron los labios cuando el pueblo era per­
seguido y humillado, es otro acierto de “ las alturas” , pues el pueblo se
hubiera sentido decepcionado si en lugar de Martínez Adame se hubiese
seleccionado a cualquiera de los “ campeones del silencio” del Senado o la
Cámara de Diputados.”
C a p ít u l o XII

DOCUMENTOS

DENUNCIA ORIGINAL CONTRA CABALLERO ABURTO,


PRESENTADA POR JORGE JOSEPH ANTE LA SECRETARIA
DE GOBERNACION

Al C. Lic. Gustavo Díaz Ordaz.


Secretario de Gobernación.
México, D. F.

Principiaré por manifestar que al mismo tiempo que entrego este escri­
to a usted, lo hago llegar a la prensa nacional porque deseo que la opinión
pública conozca el gravísimo atentado que en contra del H. Ayuntamiento
de Acapulco, Gro., acaba de cometer el Gobernador de- esa entidad, general
Raúl Caballero Abúrto, quien se distingue en su gobierno por pisotear la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Vengo a denunciar que personalmente el citado Gobernador sobornó
a dos regidores y ha amenazado de muerte a los otros cuatro para óbli-
garlos a destituirme del cargo de Presidente Municipal de ese puerto*
por el solo hecho de que he actuado con honradez y limpieza al frente de
la administración, sin haberme manchado de sangre ni cometido latro­
cinios con los dineros del pueblo, como lo ha hecho el gobierno de Caba­
llero Aburto, que ha asesinado a cientos de guerrerenses y cometido
robos, tanto él como sus parientes, que son muchos, y sus cómplices y co­
laboradores.
Si bien es cierto que a últimas fechas el Ayuntamiento a mi cargo
ha padecido penurias que lo han obligado a suspender la realización de
obras, adeudar salarios a los servidores municipales y a retrasar pagos
& los acreedores, se debe a que el Gobernador entrega las participaciones
por concepto de impuestos, con atraso y muy mermadas; las cuales son
— 197 —
198 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

fijadas al arbitrio del hermano del Gobernador y no en relación con lo


cobrado por la Recaudación de Rentas del Distrito. Además, se obliga a
la tesorería municipal a pagar los gastos de los mítines políticos que el
propio Gobernador organiza en su favor en las distintas regiones del Esta­
do, más los banquetes de respaldo y sus fiestas particulares. También, a
que la administración municipal a mi cuidado tiene que soportar la carga
burocrática de sus numerosos recomendados, que no son necesarios en el
Ayuntamiento.
Por otra parte, de la misma Tesorería Municipal tienen que salir igua­
las mensuales para sus parientes cercanos que además cobran en las otras
setenticuatro tesorerías municipales del Estado, en las recaudaciones de
rentas y en la Dirección General de Hacienda de la Entidad. Entre otros,
los siguientes:
Tres mil pesos mensuales a su hermano Enrique, actual recaudador
de rentas de Acapulco, por el solo hecho de que en cumplimiento de su
obligación, entrega la participación que corresponde al municipio por los
impuestos recaudados.
Quinientos pesos mensuales a cada una de las hermanas del Gober­
nador.
Dos mil pesos mensuales a su hermano Juan, por administrar un dia­
rio local — propiedad del Gobernador— , en que se entonan loas al gene­
ral Caballero Aburto, y quinientos al director y cada uno de sus repor­
teros. «
Quinientos pesos a cada uno de los diputados locales, y quinientos
pesos mensuales a la esposa del Gobernador. De todo hay recibos y do­
cumentos probatorios en la Tesorería Municipal. Esos gastos ilegítimos
pero forzados, ocasionan una sangría tremenda al municipio que puede
verificarse en cientos de miles de pesos al año, y son violatorios a la Ley
del Municipio Libre y a lo que marca el artículo 115 constitucional.
También es violatorio a la soberanía del Municipio el hecho de que
ninguna de las policías — urbana, auxiliar, judicial ni motorizada y trán­
sito— aunque a algunas las paga el municipio, las nombre, maneje y obe­
dezcan exclusivamente al Gobernador, a su hermano Enrique y a falta
de éste, a su pistolero Javier Sánchez Pérez.
Tales policías y los elementos de tránsito local, por el hecho de no
depender del Ayuntamiento, cometen toda clase de atropellos en perjuicio
de la población del municipio, pues asaltan, asesinan, roban, golpean, atro­
pellan, allanan domicilios, imponen sanciones económicas, juzgan y tienen
en sus manos la aplicación e interpretación de las leyes de acuerdo con su
criterio de maleantes armados.
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 199

De esas tropelías no es responsable el Ayuntamiento, mas tiene que


cargar con el descrédito correspondiente.
No desea el Gobernador Caballero Aburto que yo continúe al frente
del Ayuntamiento porque nunca me he plegado a sus sucias consignas, aun­
que siempre he obedecido sus indicaciones dentro de la Ley; y porque me
he negado a ser socio en sus múltiples negocios y porque en todo tiempo
he reclamado respeto para el municipio libre, tan vulnerado en Guerrero
y tan escarnecido en Acapulco, desde que él, para pesadilla de mi tierra,
ejerce el mando.
Durante los diez meses de mi administración, se construyeron y pusie­
ron en servicio diecisiete campos deportivos, todos pavimentados de con­
creto hidráulico, dotándoseles de equipos para basquet y volibol, tennis
y badmington, así como de tribunas para el público. Algunos de esos
campos están en los pueblos situados a la orilla de la carretera nacional.
Pavimentamos también de concreto hidráulico, catorce mil metros cuadra­
dos de calles y callejones en los viejos y antes abandonados barrios por­
teños denominados El Pozo de la Nación, El Chorrillo, El Hospital, El Ca-
pire, La Guinea, La Pocita, Felicitas V. Jiménez y El Comino. Se hizo
la localización topográfica de los caminos carreteros del K. 30 a Dos
Arroyos y de Santa Cruz a Pueblo Nuevo. Adquirimos el más moderno
carro bomba que hay en la República; y dotamos al Ayuntamiento de
transportes, ocho de los cuales son jeeps, dos patrullas para la policía, y
camiones para el servicio de limpia; así como muebles y máquinas para
las oficinas municipales.
El Ayuntamiento de Acapulco, en esos diez meses de mi gestión,
distribuyó en las escuelas de las barriadas pobres, mil desayunos diarios
exactamente iguales a los que en el Distrito Federal reparte la Asocia­
ción Nacional de Protección a la Infancia que preside la digna esposa del
señor Presidente López Mateos. Para tal fin, la comuna acapulqueña sub­
sidió con mil pesos diarios a la Asociación Municipal de Protección a la
Infancia y a la Mujer, la cual proporcionó asimismo, medicinas y atención
médica y legal a las mujeres desvalidas, sin recibir ni un centavo más de
ingresos ni del Estado ni de ninguna otra institución oficial o privada; a
excepción de las ocho mil despensas que para los días de Reyes y de las
Madres, obsequió bondadosamente la señora Eva S. de López Mateos.
También se construyeron once parques infantiles en la ciudad y co­
munidades rurales; y se realizó el mejor carnaval que ha tenido A ca­
pulco en toda su historia. Por otra parte, gestionamos — pero fracasamos
por el obstáculo sistemático del Gobernador Caballero Aburto— créditos
para la construcción de un mercado, de un rastro y de almacenes y frigo­
rífico para el puerto; y auspiciamos y promovimos diversos actos tendien­
200 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

tes a llevar al turismo al puerto, tales como la Gran Feria de Acapulco


y el Festival Casals.
Erradicamos de Acapulco a los pordioseros profesionales durante los
primeros meses de nuestra gestión, aunque la, policía se encargó de nuli­
ficar tal medida, mediante la admisión de limosneros a cambio de igualas
económicas. Creamos veinte nuevas plazas de maestros, aumentamos el
salario de los mentores, de la policía y del personal municipal, dotándoles
de médicos y medicinas gratuitas.
En el aspecto de saneamiento moral, clausuramos definitivamente no-
ventisiete centros de vicio, la mayor parte de los cuales eran propiedad o
patrocinados por el Gobernador Caballero Aburto, o sus parientes cerca­
nos o sus colaboradores destacados.
AI mencionar nuestra obra — infinitamente modesta, señor Secretario
de Gobernación — realizada con escasos recursos, pues el presupuesto muni­
cipal, apenas llega a los seis millones de pesos al año— no lo hago con otro
fin, que no sea el de justificar que empleé todo mi tiempo y el dinero
íntegramente en beneficio de los habitantes del municipio, aunque trope­
zamos siempre con la oposición de las autoridades estatales, empeñadas en
hacerme fracasar para- justificar a posteriori mi destitución o mi descré­
dito ante la ciudadanía acapulquense. Hicimos otras pequeñas cosas, que
no por pequeñas dejaron de ser necesarias para la gente humilde a la
que quise infructuosamente hacer llegar los beneficios de la Revolución,
para que ésta no fuera una simple palabra demagógica.
No pude hacer mste, porque ni mi capacidad, ni el tiempo, ni los medios
económicos, ni el Gobernador y su hermano Enrique lo permitieron. Sin
embargo, lo poco que realicé, con cinco millones de pesos en diez meses,
es superior a lo que el Gobernador Caballero Aburto ha hecho en todo el
* Estado en tres años y medio de mandato y con doscientos millones de pesos
que ha recaudado en ese lapso. Tal cosa me concitó el odio del Gral. Ca­
ballero Aburto, que lo ha llevado al extremo de pisotear la autonomía
municipal, privándola de más medios de arbitrio, pues me segregó hasta
él Registro Civil con sus ingresos, y ha iniciado una sutil huelga de
pagos al ayuntamiento, propalando la versión de bancarrota y de la proxi­
midad de mi destitución.
Como consecuencia de los retrasos en el pago de participaciones, su­
presión de ingresos, y azuzamiento de los causantes para que no paguen
sus impuestos, así como por otras medidas represivas del Gobernador Ca­
ballero Aburto, el Ayuntamiento se ha visto obligado a no cubrir con pun­
tualidad a sus servidores, por lo cual, el propio Gobernador y sus parien­
tes han venido incitando a los maestros y barrenderos a que ejerzan la
Y el P ueblo se P uso de P ie 201
acción directa contra las autoridades municipales, realizando paros y ma­
nifestaciones hostiles.
Ayer me vi obligado a abandonar precipitadamente el puerto, en virtud
de que el Gral. Caballero envió a un grupo de pistoleros a que me gol­
pearan y lapidaran el palacio municipal, con el propósito de obligarme a
renunciar al cargo de Presidente que me confió la ciudadanía en las elec­
ciones del primero de diciembre del año pasado. Se ha propalado la ver­
sión de que pedí licencia por tiempo indefinido. Quiero precisar categó­
ricamente que no he pedido tal licencia, ni la solicitaré.
Por todo lo anterior, y en atención a la gravedad de los sucesos apun­
tados, pido a Ud. señor Secretario de Gobernación, que envíe una comi­
sión a verificarlos; los cuales, sumados a los que en lista por separado
agrego, que incluyen numerosos crímenes realizados por órdenes del Go­
bernador y ejecutados por sus policías; más despojos, robos y detenciones
ilegales aún con amparo; enriquecimiento exagerado o ilegítimo del Go­
bernador, sus parientes y colaboradores; nepotismo llevado a lo superla­
tivo; colusión de poderes en el Estado hasta llegar a la supresión virtual
de la fórmula republicana (en Guerrero tanto la Cámara de Diputados
como el Tribunal Superior de Justicia en su inmensa mayoría se com­
ponen de parientes y socios del Gobernador y no hay más voz de mando
que la su y a ); y la casi ausencia de obras públicas en la entidad, no obs­
tante lo mucho recaudado; más la violación al artículo 115 constitucional,
a la ley del municipio libre, y a la tremenda y escandalosa inmoralidad
administrativa, pido atentamente se proceda, dentro „de los cánones lega­
les, una vez comprobado lo anterior, a la desaparición de poderes en el
Estado de Guerrero.

Protesto a usted lo necesario.


México, D. F., a 17 de octubre de 1960

El Presidente Municipal Constitucional de Acapulco,


Jorge Joseph
*• *

UNA ESPANTOSA LISTA DE CRIMENES Y DE PROPIEDADES /

En mi queja ante el C. Secretario de Gobernación, apunté cargos en


eontra el C. Raúl Caballero Aburto, Gobernador de Guerrero. No entré
fin detalles, para poder gozar de amplitud en este anexo.
Esto es lo que ocurre en Guerrero desde hace tres años y medio:
Para tener una ligera idea de la situación, baste decir que en sólo
« a año, el Juzgado de Distrito de Acapulco ha tramitado más dos mil
202 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

demandas de amparo contra Caballero Aburto y sus policías sólo por con­
cepto de atropellos, encarcelamiento y amago de muerte. Los pistoleros
en aquella mártir tierra suriana, son los personajes mimados y mejor
retribuidos del gobierno local. Están encabezados por Francisco Bravo
Delgado, alias “ La Guitarra” , buscado por las policías federales, pero
protegido por el Gobernador.
Comenzaré por citar crímenes notorios que se cometieron en la juris­
dicción de mi municipio y en otros de la entidad. Se dispone para ello,
de varios lugares siniestros que se han convertido en panteones y sitios de
ejecución clandestinos, en donde se localiza a los victimados por Caballero
Aburto. Gozan de fama por el número de caídos por la Ley Fuga, los
alrededores de Plan de los Amates — junto al campo aéreo de Acapulco—
y las inmediaciones de Copacabana; la Curva de Caballero, en las afueras
de Aotyac; el arroyo del Japón, y el desde hace años “ bien acreditado”
Pozo Meléndez, por el rumbo de Iguala.
Entre los que recuerdo, están los siguientes asesinatos oficiados por
las mal llamadas fuerzas de seguridad de Caballero Aburto:
Rosalío Clemente Romero, muerto el 12 de abril de 1957. Sus huesos
están en el Arroyo del Japón; el “ indio” Valle, el 13 de abril a las
19 horas, en El Humo; Carlos García y Delfino Mata, el 15 del mismo
abril, en Atoyac. El 13 de mayo, un desconocido capturado por la Policía
Montada y asesinado en Petatlán; el 13 de septiembre, Fermín Gallardo
Perdomo, muerto por la policía no obstante gozar del amparo número
1214/957. A Gallardo lo sacó de la cárcel de Atoyac el comandante de
la Montada y lo fusiló en la Curva Caballero. El mismo día cayó Miguel
Flores, y el 4 de noviembre, Marcelino Rosales, en Santiago de la Unión.
Sus huesos los hallaron sus deudos en el Arroyo del Japón.
Suma y sigue. El 8 de noviembre de 1957, cayeron los hermanos José
y Pedro Serafín, en Charco Largo; el 31 de diciembre, María Mendoza,
muerta porque no consintió que la violara' el Jefe de la Policía del Esta­
do. El 5 de diciembre, no obstante estar amparados, sacaron de la cárcel
de Acapulco a los anticaballeristas Alberto Arrieta Campos y Carlos Va-
lenzuela, y asesinados en Icacos, por el entonces Subjefe de la Judicial,
Francisco Bravo Delgado.
El 7 de agosto de 1958 cayó Celedonio Juárez García. El 23, el muer­
to fue Honorio Rosas; el 23 de septiembre, recibió las balas oficiales Juan
Ruperto Meléndez, de Iguala; el mismo día, los asesinados en “ nombre
de la ley” fueron los campesinos Atilano y Ventura Navarrete. Sus restos
fueron hallados en el Arroyo del Japón.
El 6 de octubre, la policía especial del Gobernador mató en la carre­
tera México-Acapulco, en un sitio distante diez kilómetros de Iguala, a
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 203
los hermanos Juan, Bonifacio y Efrén Arzate y a un sobrino de ellos.
Los abrieron en canal. El 21 de octubre de 58, a las 17 horas el asesinado
en turno fue David Olascoaga Sotelo. La mayor parte de esas víctimas
cayeron o por ser aníicaballeristas, o porque no se dejaron arrebatar sus
bienes, o sus esposas, hermanas o hijas.
Cada nombre y fecha apuntados figuran en los archivos del Juzgado
de Distrito, en los juzgados de primera instancia del Estado o en los
archivos de la Policía Federal de Seguridad, en los de la Dirección de
Investigaciones Políticas de Gobernación, o en las páginas de las publi­
caciones guerrerenses o nacionales.
Sigue la espantosa orgía de sangre:
Fueron sacados de la cárcel de La Sidra, Municipio de San Jerónimo,
y luego asesinados, los campesinos Luis Torres, Juan Soberanis y otro
de apellido Torreblanca; en la colonia ‘ ‘20 de noviembre” , de Iguala,
los muertos por los esbirros caballeristas fueron J. Natividad Ocampo y
Pedro Bustos. Otro de por allí que recibió pasaje al otro mundo fue V íc­
tor Paredes Flores. Su asesino fue el entonces Director de Seguridad en el
Estado, Coronel Carlos Arango.
Algo horrible le ocurrió el 19 de enero a Anael Betancourt, cuando
salía del despacho del Presidente Municipal de Cutzamala de Pinzón. Lo
detuvieron unos policías llegados de Chilpancingo, lo colgaron de partes
nobles y lo remataron con “ super” y retrocarga. Un crimen que causó
sensación fue eí cometido por “ La Guitarra” en la persona de Luis Lara
Solorio, en Zihuatanejo. El motivo fue impedir que Luis concurriera a una
diligencia en donde se ventilaba el despojo de sus tierras que pretendía
cometer el Gobernador Caballero Aburto. Zihuatanejo entero vistió de
luto. Francisco Bravo confesó ante el Juez de Distrito que mató a Lara
Solorio por órdenes del Gobernador.
El 16 de agosto de este año, la policía mató al anticaballerista Gre­
gorio Torres, en la Feria de Tlapehuala; y el 24 de septiembre la víctima
fue Alfonso Sánchez, de Coyuca de Benítez. Recientemente, el 29 de
agosto, el muerto fue Cándido Echeverría, en Santa Teresa, municipio de
Coyuca de Catalán. Y en Acapulco, hace unas semanas, cayó acribillado
por ayudantes del Gobernador, el conocido ganadero Antonio Avila, por
cobrarle a Caballero Aburto el importe de una huerta que le vendió en
“ El Podrido” y que el Mandatario, una vez en posesión de ella, se negó
a pagar. El crimen, como los anteriores ha quedado impune. Napoleón La-
cunza, brillante ciudadano acapulqueño también fue asesinado vilmente.
Hay muchos, pero muchos más muertos por la Policía del Gobernador,
pero su comprobación es un poco difícil. Los apuntados arriba son del
dominio público y aparecen en expedientes oficiales. Esos, ni Caballero
204 J o s é C . G u t ié r r e z G a lin d o

Aburto los discute. Es más, son tema de sus charlas, y motivo de inaudita
vanagloria.

ENRIQUECIMIENTO ILEGITIMO

Con base en la Ley de Responsabilidades para Funcionarios, formulo


denuncia para que se investigue y compruebe, que el Gral. Raúl Caballe­
ro Aburto, Gobernador del Estado de Guerrero, se ha enriquecido noto­
riamente al amparo del empleo que desempeña. Sus ingresos lícitos no le
permiten lógicamente poseer tantos bienes en Guerrero, Distrito Federal,
Puebla, Veracruz, Aguascalientes y otras entidades.
Cuando llegó Caballero Aburto al gobierno del Estado era un hombre
de modestos recursos. Su familia siempre careció de bienes por su humilde
origen. Sin embargo, una vez que lo proclamaron candidato único del
PRI al gobierno de Guerrero hace cuatro años, a la par que realizaba
su gira electoral, destacaba agentes financieros para que estudiaran las
fuentes de riqueza que podían pasar a su poder, mediante compra, o por
adquisición forzada, aún cuando para ello, hubieran de cometerse críme­
nes, encarcelamientos o destierros.
Hoy, a tres años y “medio de haber tomado posesión de la gubernatura
el general Raúl Caballero Aburto es uno de los hombres más ricos de
México. Y eso que su fortuna no puede suponerse producto de una vida
de orden y de ahorro. Justamente la vida de crápula y dispendio del Go­
bernador (que enciende cigarros en los prostíbulos con billetes de alto
guarismo durante las constantes noches que los visita, para darle espectacu-
laridad a sus apariciones) agotarían íntegros sus salarios y gastos de repre­
sentación, imposibilitándolo para adquirir el más modesto bien raíz.
En los archivos de la Procuraduría General de la República segura-
emente hay quejas presentadas por las víctimas del Gral. Caballero Aburto
(fue vendrán a corroborar esta denuncia.
Independientemente de los medios de coacción utilizados por el Go­
bern ad or para enriquecerse junto con sus parientes, quiero informar que
. -la '-Hacienda Pública del Estado sufre grandes penurias y son mínimas
la obras realizadas pues buena parte del dinero de las tributaciones va a
parar a los negocios de don Raúl.
Tan sólo en el Registro Público de la Propiedad, de Guerrero, se podrá
encontrar lo siguiente:
1. Registro 1165 de 1959, a fojas 179 frente. Lote 133 y 132 en
La Sabana, Acapulco, a nombre de la Sra. Margarita Escandón de Caba­
llero Aburto.
2. Registro 170 de 59, foja 269 frente, lote “ a” bis, del fracciona-
Y el P ueblo se P u so de P ie 205

miento “ El Guitarrón” a nombre de Margarita Escandón de Caballero


Aburto.
3. Registro 601 de 1958, foja 225 vuelta, varios lotes en Mozimba,
Acapulco, a nombre de la esposa del Gobernador.
4. Registro 671 de 58, foja 268 vuelta, lote 13 de Las Cruces, a nom­
bre de la misma señora.
5. Registro 688 de 57, foja 71 vuelta, terreno 9 del fraccionamiento
Costa Azul, a nombre de doña Margarita.
6. Registro 688 de 57, foja 71 vuelta, terreno 17 b, fraccionamiento
El Guitarrón, para doña Margarita de Caballero Aburto,
7. Registro 1432 de 1957, foja 264 vuelta. Lote 28 del fracciona­
miento Hornos Insurgentes de Acapulco, para la misma pqrsona.
8. Registro 18 de 1958, lote en el fraccionamiento Copacabana tam­
bién para su esposa.
9. Registro 691, de 59, fojas 110 frente. Lote 4 en el fraccionamiento
Costa Azul a nombre de Silvia Caballero Escandón, ¡hija del Gobernador.
10. Registro 252 de 1957, foja 47 de una casa, la 50 de la avenida
Juárez, de Chilpancingo, a nombre Margarita Escandón de Caballero.
11. Registro 600 de 1957, foja 252, lote a -orilla de la carretera,
entrada de Chilpancingo, a nombre de doña Margarita.
12. Registro 143 de 59, foja 52 frente, lote 22 del fraccionamiento
Ahuquiac, en Técpan, a nombre de Caballero Aburto.
13. Registro 353 de 1957, foja 192, de una casa, la 5 de la avenida
Juárez de Chilpancingo, a su nombre.
14. Registro 670 de 1957 foja 7, “ El Culebreado” rancho de Agua
Fría en las inmediaciones de Chilpancingo, a su nombre.
16. Registro 9 de 1959, junio 22, foja 42, vuelta, de una casa ubi-/
cada en 5 de mayo de San Luis Acatlán, a su nombre. La compró* 4a .
doña Edelmira de la Barrera viuda de Maza.
17. Registro 261, de 58. Rancho Playa Encantada, en Acapulco, a
su nombre.
18. Registro 33 de 57. Predio ubicado en Ometepec, a su nombré^
19. Registro 34 de 57, a fojas 55 vuelta. Predio urbano en la colo­
nia Almazán, a su nombre.
20. Registro 1096 de 59. Foja 129 vuelta, lote 34 en el cerro de
La Mira, en Acapulco, a nombre de su esposa.
21. Registro 687 de 57, foja 70 frente, terreno 27 del fracciona­
miento Hornos Insurgentes, de Acapulco. De la señora.
22. Registro 690 de 57. De un terreno 68 en el fraccionamiento
“ El Farallón” de Acapulco, también a nombre de su esposa.
206 J o s é C. G u t ié r r e z G a lin d o

23. Registro 261 de 58 foja 27 vuelta, lote de la Hacienda “ El Po­


drido” de Acapulco, a su nombre.
24. Registro 557 de 57, foja 167, vuelta, de un camión con servicios
en Acapulco, a nombre de Silvia Caballero Escandón.
25. Registro 195 de 58, foja 11 vuelta, de un automóvil con servicios
en Acapulco, a nombre del General.
26. Registro 195 de 59, foja 85 vuelta, de un camión con servicios,
a nombre del general.
27. Registro 399 de 57, foja 99 frente, de un camión con servicios,
a nombre de su esposa.
28. Registro 512 de 57, foja 165 vuelta, de un automóvil con servi­
cios en Acapulco, a nombre de Silvia Caballero Escandón.
Además, es dueño de la hacienda Ometepec, de 25 hectáreas en el
camino a Tixtla. Nueva propiedad de su esposa también en Tixtla, es una
suntuosa casa; otra en Chilpancingo, frente a la escuela Primer Congreso
de Anáhuac a nombre de su sobrino Mario. La hacienda de Marquelia,
valuada en ocho millones de pesos, sembrada con ciento diez mil palmeras
y que constituye un latifundio; su casa de Anaxágoras 223, Narvarte,
valuada en dos millones de pesos.
Y la fastuosa residencia de las playas Guitarrón, en Acapulco que se la
compran en tres millones y se ofende porque dice que se la devalúan.
Un rancho en Veracruz. cerca de Martínez del a Torre, valorizado en
12 millones de pesos.
El cine “ Guerrero” de Chilpancingo, en copropiedad con el señor Nai-
me y otra persona; otro rancho en Aguascalientes, valuado en cinco mi­
llones de pesos. Su casa de Alpes 25, Mixcoac, hoy con valor de ochocientos
mil pesos. (Esa ya la tenía, antes de ser gobernador, pero era muy mo­
desta.) Un predio de diez mil metros cuadrados a la salida de Chilpancingo,
rumbo a Acapulco, comprado a Gilberto Adame; otro rancho en Puebla,
de cinco millones; su casa de la Angelópolis, de millón y m edio; una huerta
en Playa Encantada que la propone en venta de dos millones; y un terreno
en Zihuatanejo, en copropiedad con Carlos Barnard.
Por si fuera poco, es dueño junto con sus hermanos y hermanas de la
línea de autotransportes “ Gacela” que corre de Chilpancingo a Chilapa, y
de las unidades de la “ Gacela” que cubre la ruta Acapulco-Ometepec. Ade­
más, 43 camiones de pasajeros en unión de sus hermanos en Transportes
Urbanos de Acapulco. Y se dice que ya adquirió o tiene en trato la Hacien­
da de San Francisco de la Cuadra en Taxco, que vale una fortuna.
Finalmente, es dueño del Diario de Acapulco, cuya maquinaria costó un
millón de pesos, y es copropietario de los diarios Trópico y La Tarde
también de Acapulco.
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 207
Es poseedor de más propiedades, pero carezco de los datos precisos.
Así se explica por qué, manejando un presupuesto de cincuenta y
tantos millones de pesos anuales, en tres y medio años no ha hecho obra
que pueda contabilizarse arriba de los tres millones en todo el Estado y
por qué es que el Distrito Federal, Morelos, Michoacán, Oaxaca, Puebla
y Estado de México, estén saturados de refugiados por el terror caballe-
rista no de última hora, sino de todo su ejercicio.
Atentamente,
México, D. F., 17 de octubre de 1960.
Jorge Joseph,
Presidente Constitucional de Ac.apulco,

DENUNCIA CONTRA CABALLERO ABURTO PRESENTADA


POR NUMEROSAS ORGANIZACIONES GUERRERENSES
ANTE EL SENADO DE LA REPUBLICA *

HONORABLE CAMARA DE SENADORES


DE LA REPUBLICA MEXICANA
XICOTENCATL Y DONCELES,
CIUDAD.

Los que suscribimos, representantes de la Asociación Cívica Guerre-


sense, del Frente Zapatista del Estado de Guerrero, del Frente Reivindi-
cador de las Juventudes Guerrerenses, del Frente Universitario Guerre-
rense, de la Federación Estudiantil Universitaria (F E U ), de la Sociedad
de Alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de
México, de la Coalición Nacional Revolucionaria de la República (C N R ),
de la Unión de Periodistas e Intelectuales del Estado de Guerrero, de la
Unión de Auténticos Copreros de ambas Costas del Estado de Guerrero,
de la Asociación de Cafeticultores del Estado de Guerrero, de la Unión de
Alijadores y Estibadores del Pacífico, de la Unión de Lecheros de Acapul-
co, de la Unión de Marinos y Patrones de Acapulco, de la Unión de Tra­
bajadores de la Zona Federal de Puerto Marqués, del Sindicato de Traba:
jadores de la Industria Maderera del Estado de Guerrero, de la Unión
de Lancheros de Caleta y Caletilla, de la Unión de Trabajadores Mecá­
nicos del Distrito de Tabares, del Sindicato de Trabajadores de la Indus­
tria Eléctrica, del Sindicato de la Sección del Sindicato (se dice Sección
del Sindicato de Telefonistas de la RM en A capulco), del Sindicato de
Trabajadores de Autotransportes Urbanos de Acapulco, del Comité Regio­
nal Campesino de Atoyac de Alvarez, del Comité Regional Campesino de
San Luis San Pedro y San Luis la Loma, del Comité Ejecutivo de Eji-
203 J o s é C. G u t ié r r e z G a lin d o

datarlos de Icacos, de Acapulco; del Comité Regional Campesino de Tec-


pan, del Comité Campesino de San Luis Acatlán, Comité Regional Cam­
pesino de Iguala, Comité Regional Campesino de Tasco, Comité Regional
Campesino de Tixtla, Comité Regional Campesino de Tlapa, Comité Re­
gional Campesino de la Unión, Comité Regional Campesino de Zihuata-
nejo, Comité Regional Campesino del Distrito de Tabares, Comité Regio­
nal Campesino de Quetzala, Coalición de Fuerzas Revolucionarias Gue-
rrerenses Sección X IV del Magisterio Guerrerense, Asociación de A bo­
gados Guerrerenses en el D. F., Asociación Guerrerense Hermenegildo
Gaieana, cuyos miembros de todas las organizaciones arriba enunciadas
son militantes activos del Partido Revolucionario Institucional. Asimismo,
signan este escrito otros organismos no miembros del PRI, pero que lu­
chan conjuntamente con la causa del pueblo de Guerrero y otros que
son apolíticos en lo absoluto, señalando como representantes comunes para
que nos representen conjunta o separadamente a los Sres. Lies. Eladio Díaz
Ortiz, jorge joseph, Pedro González Palacios, Genaro Vázquez Rojas, Pro-
fa. Beatriz Hernández, Prof. Salvador Sámano, Arturo Rodríguez More­
no, José C. Gutiérrez Galindo, Jesús García Gaieana y Blas Vergara,
señalando como domicilio para buscas y notificaciones, en los despachos
106 y 107 de la casa marcada con el número 518 de las calles de Palma
Norte de la ciudad de México, D. F., con todo respeto, comparecemos y
exponemos que es público y notorio que en el Estado de Guerrero el
C. Gral. Raúl Caballero Aburto, al hacerse cargo de la Administración
Pública, ha violado en perjuicio de los ciudadanos y pueblos en general
de la Entidad, las garantías individuales consagradas en la Constitución
General de la República, según los hechos que en líneas posteriores pun­
tualizaremos; que durante la gestión de Caballero Aburto en Guerrero
ha ordenado gran número de asesinatos por conducto de sus diversas
. policías y maleantes asesinos a quienes paga el propio C. Gobernador, con
dineros del pueblo.
-• . Por lo anterior, en nombre de los habitantes del pueblo de Guerrero
. que por medio de este escrito, venimos a denunciar la serie de hechos,
omisiones, excesos y violaciones a las leyes en general y a la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, que constituyen diversos deli­
tos oficiales por el C. Gobernador Constitucional del Estado de^ Guerrero,
Gral. Raúl Caballero Aburto, los integrantes de la Cámara Local de Di­
putados y los miembros del Tribunal Superior de Justicia de ese mismo
Estado, que a más de hechos delictuosos, por lo que mira al Ejecutivo
Estatal, han hecho que los poderes estatales, estén en manos, solo del
Ejecutivo, rompiendo así el principio de la división de poderes, atacando
a las instituciones democráticas y a la forma de gobierno, con la cons-
Y el P ueblo se P u so de P ie 209
tante usurpación de funciones y la incontable violación a las garantías
individuales que han sido proscritas en este nuestro Estado, por su actual
gobernante.
No está por demás manifestar a esa Honorable Cámara de Senadores,
que denunciando muchos de los hechos comprendidos en este escrito, nos
dirigimos a la H. Cámara de Diputados, la que en su sesión del 8 de los
corrientes, contra todo el sistema procesal y de acción establecido en los
artículos 74 frac. V, 108, 109, y ÍÍI de la Constitución y artículos 2o. 9,
10, 13, 23, 24, 26 al 47, 48 aí 52 y demás de la Ley de Responsabili­
dades de Funcionarios y Empleados de la Federación, declaró indebida­
mente, después de los debates consiguientes, que “ no era de la compe­
tencia de esa Cámara de Diputados” conocer de nuestra denuncia, recha­
zando así que la misma fuese turnada a la Sección Instructora de esa
Cámara, no obstante de que la misma, contenía esa ineludible obligación,
en términos de las disposiciones legales citadas. En esa sesión, se malin-
terpretó la aplicación de preceptos claros de aquellas leyes, y se ha dejado
de escuchar a todo un pueblo, que en ejercicio pleno de sus derechos ciu­
dadanos, trata de encauzar a su Estado de Guerrero dentro de las normas
constitucionales.
Pero no obstante lo anterior y apoyados en la« disposiciones arriba
citadas y confiados en el sentido de responsabilidad y justicia que ante la
Patria, animan los actos de los miembros de esa H. Cámara de Senado­
res, producto de la voluntad del pueblo elector y en representación del
mismo, que sepa oírnos.
Aí efecto, y por su orden de gravedad, pasamos a expresar en los si­
guientes capítulos, los hechos cometidos por los llamados poderes de nues­
tro Estado de Guerrero. .. •
El C. Gobernador Constitucional del Estado de Guerrero hizo expedir
a la Cámara de Diputados y promulgó la Ley de Catastro número' 24 de
16 de julio de 1957 y en contra de lo que terminantemente establece el"
artículo ciento once de la Constitución de Guerrero en su artículo tercero. '
parte final y no obstante establecerse que “ los trabajos de Planificación-y
Avalúo” de los terrenos del Estado de Guerrero, que forman parte deí
Territorio patrio, se haría por los órganos establecidos por la ley. con
la salvedad de aue “ EN CASOS ESPECIALES Y PREVIO ACUERDO
DEL C. GOBERNADOR DEL ESTADO, ESTOS TRABAJOS SE REA­
LIZARAN, MEDIANTE CONTRATOS CON COMPAÑIAS ESPECIALI­
ZADAS O CON PARTICULARES BAJO LA SUPERVISION TECNICA
Y APROBACION EN SU CASO DE LA DIRECCION RESPECTIVA” .
Con aquella salvedad el “ negocio” era redondo para el C. Gobernador, y
este como en el caso de la Ley sobre nomenclatura, encomendó esos tra­
210 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

bajos de planificación, no a los órganos oficiales, sino a una sociedad


de responsabilidad limitada, denominada “ Planeación y Avalúos” por él
formada con la intervención, en su totalidad de extranjeros españoles,
residentes en Puebla y quienes vejando y extorsionando a los habitantes
de Acapulco y otros lugares del Estado, ponían precio caprichosamente,
a los jirones de nuestro territorio nacional, permitiendo así, ese FUNCIO­
NARIO, Gobernador del Estado y la misma Cámara de Diputados, que por
medio de aquellos extranjeros SE COMPROMETIERA Y COMPROME­
TA LA DIGNIDAD DE LA REPUBLICA, tal como lo determina o define
la fracción V del artículo 125 del Código Penal, ya que es indigno bajo
todos conceptos, que aquellas autoridades (funcionarios) para lucrar me­
diante aquella ley del Catastro, permitieran que los extranjeros valorizaran
el inapreciable valor de las tierras guerrerenses que forman parte de la
República Mexicana. Es así como se ha cometido el gravísimo delito que
fue oportunamente denunciado, en la demanda de amparo número 708/59
presentada ante el Juzgado de Distrito de Acapulco y que, actualmente
se encuentra en estudio del Pleno de la H. Suprema Corte de Justicia de la
Nación.
II. ATAQUE A LAS INSTITUCIONES DEMOCRATICAS Y A LA
FORMA DE GOBIEilNO REPUBLICANO REPRESENTATIVO FEDE­
RAL Y USURPACION DE ATRIBUCIONES.
En el Estado de Guerrero, desde que se hizo cargo del Poder Ejecutivo
el Gral. Raúl Caballero Aburto, mediante la amenaza constante de su
militarismo y la falta de honorabilidad y valor civil de los integrantes de
los Poderes Legislativos y Judicial, amén de que hizo nombrar o elegir
a sus familiares, para así absorber aquellas funciones de aquellos pode­
res, eliminando así, no sola la división de los poderes Estatales, sino las
normas republicanas, representativas y populares. En efecto:
a) La Cámara de Diputados de nuestro Estado de Guerrero está for­
mada por once diputados, incondicionales siendo parientes del mismo, a
saber:

PODER LEGISLATIVO ( ? )

1. Manuel Añorve López, sobrino y apoderado del C. Gobernador,


antes de ser electo fungió como su Secretario particular.
2. J. Guadalupe Romero, su ex Director de Hacienda y sobrino polí­
tico del C. Gobernador.
3. Javier Ramírez Bahena, compadre del C. Gobernador.
4. Franco Núñez, compadre del C. Gobernador.
Y el P ueblo se P uso de P ie 211
5. Ernesto Domínguez Pichardo, compadre del C. Gobernador y ele­
mento servil con una larga cadena de crímenes en la Tierra Caliente, por
donde no pudo ser impuesto como diputado, habiéndolo sido por Chilpan-
cingo.
6. Rafael Romero, compadre del C. Gobernador.
7. Román Campos Viveros, nada menos que ex Senador almazanista.
Los restantes Diputados, se limitan a recibir órdenes y nunca han dicho
esta boca es mía.
b) Tribunal Superior de Justicia del Estado

PODER JUDICIAL

1. Lic. Ramón Vázquez López, Presidente, es sobrino del C. Gober­


nador.
2. Lic. Wulfrano Peña Montero, es sobrino del Gobernador.
3. Lic. Gabriel Parra quien por su edad, hace lo que le dicen.
4. Lic. Alfonso Flores Orozco.
5.' Lic. Salvador Castro Villalpando. Este Magistrado se oponía a las
constantes órdenes del C. Gobernador y del hermano Enrique Caballero
Aburto; en esa virtud, esas personas ordenaron que lo apresaran, luego
que lo eliminaran de esta vida dándose el caso de que esté a salvo mediante
dos juicios de amparo que ha promovido, marcados con los números
1785/960 y 1793/960.
Es sabido, público y notorio, que todos los que son condenados en
la . Instancia, en el Tribunal se les absuelve por órdenes del C. Gober­
nador, de su hermano Enrique Caballero Aburto y representante personal
del C. Gobernador.
Integrada así la Cámara de Diputados, Poder Legislativo y el Tri- ’
bunal Superior de Justicia del Estado, Poder Judicial, no existe, entre sus
integrantes, ningún ciudadano que cumpla con las disposiciones constitu- •
cionales a ellos encomendados; no legislan ni juzgan, limitándose a recibir,
“ órdenes” como es fácil investigar y constatar, por lo que no existe en
nuestro Estado la división de poderes, ni el régimen constitucional, ya que
repetimos, esos tres poderes están materialmente desempeñados solamente
por el Ejecutivo, de donde resulta que los otros dos poderes no existen
en momento alguno y menos en función a sus respectivas actividades e in­
dependencia, existe una verdadera usurpación de atribuciones, no existe
el régimen constitucional.
II. VIOLACION A LAS GARANTIAS INDIVIDUALES. Omisio­
nes graves.
Desde que se hizo cargo del Gobierno del Estado de Guerrero el Gral.
212 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Raúl Caballero Aburto, dizque inició una campaña de “ despistolizaeión”


que 110 ha consistido en desarmar a quienes en la calle portan armas sin
licencia, sino a hacer que sus diversas policías, aún a altas horas de
la noche, allanen los hogares en busca de armas, pretexto que han em­
pleado, no sólo para recoger armas, sino para sacar a humildes ciudada­
nos de sus hogares, para luego sacrificarlos, asesinándolos y dejando sus
cadáveres tirados al borde de las carreteras, existiendo ya lugares tan cono­
cidos en que se han recogido docenas de cadáveres, tales como la “ Cur­
va de Caballero” a la entrada de Atoyac y el puente del Japón. En tales
allanamientos de morada, sin orden de autoridad judicial, no solo reali­
zan aquellas actividades, sino que se apoderan de cuanto encuentran e in­
cluso, violan mujeres e incluso las secuestran. Las armas que se recogen,
cuando son buenas son remitidas por el C. Gobernador a sus armerías
establecidas en la Ciudad de Puebla y las muy malas dizque se queman.
Ciertamente que los periódicos de aquel Gobierno y no pocos capita­
linos, viendo la despistolizaeión, bajo otro aspecto, como el que ahora se
observa con las medidas del C. Procurador de Justicia del D. F. y algunos
ciudadanos, ignorantes de la ley, han aplaudido esas “ medidas” sin ana­
lizar que se viola el artículo 10 de la Constitución que está en pleno vigor
y que no puede dejarse de observar, pues para aplicar aquellas medidas,
constitucionalmente e hace necesario derogar ese artículo, lo que consti­
tuye una violación a las garantías individuales. Si analizamos los medios,
los allanamientos de morada, los robos y asesinatos, constataremos plena­
mente, que a más de violarse el artículo 10, se han violado y violan cons­
tantemente los artículos 13, 14, 16, 19, 21 y 22 de la Constitución de la
República, pues a los ciudadanos no sólo se les desarma en sus hogares,
sino que éstos son allanados, se les priva de sus propiedades, bienes y
derechos y se les aplica la pena de muerte sin mediar juicio en que se
cumpla con las formalidades legales, por autoridad competente que funde
y motive la causa legal del procedimiento, con la circunstancia de que los
asesinatos cometidos por las Policías a las órdenes del C. Gobernador,
nunca jamás, han sido consignados ni se ha ordenado por él o por sus
diversos procuradores de Justicia y Ministerios Públicos, el que se abra
la averiguación, se consigne a los culpables, para que sean juzgados, con­
virtiéndose así, el C. Gobernador del Estado y la Cámara de Diputados
y el Poder Judicial, estos dos últimos al no accionar, ni hacer que se
cumpla con la ley, en la calidad de coautores conforme al artículo 13 del
Código Penal, o en mínimo grado si se quiere indulgente de encubridores,
delito mínimo del que no pueden escapar, amén se repite, que para come­
terlos, VIOLAN LAS GARANTIAS INDIVIDUALES incurriendo en omi-
siones gravísimas como son las de no acusar, perseguir y juzgar a los
Y el P ueblo se P uso d e P ie 213

delincuentes, lo que ha traído al Estado de Guerrero graves trastornos


en el funcionamiento de sus instituciones, que como ya expresamos en
capítulo anterior, no existe ante la usurpación de las funciones legisla­
tivas y judiciales, por parte del C. Gobernador del Estado y cuyas conse­
cuencias está sufriendo nuestro pueblo, que por medio de este escrito,
acude a esa Representación, en demanda de justicia.
IV. VIOLACIONES A LA CONSTITUCION. Artículo 115.
El C. Gobernador del Estado de Guerrero, desde el momento en que
se perfiló y obtuvo la elección para Presidente Municipal de Acapulco
el C. Profesor Jorge Joseph, trató de atacar y atacó el MUNICIPIO
LIBRE interviniendo personalmente, por medio de su hermano Enrique
Caballero Aburto, del Diputado Manuel Añorve López y por medio de
sus pistoleros y policía, para imponer exacciones al Municipio a favor
de dicho gobernador, familiares y amigos; trató de levantar sellos y clau­
sura de casas de juego y asignación, que el mismo Gobernador había im­
portado de Puebla y que al tomar posesión del Ayuntamiento el Sr. Joseph
ordenó se clausuraran, a pesar de que el mismo Gobernador era el inte­
resado en el funcionamiento de esos lupanares. Ante estos hechos, es
público y notorio en todo Acapulco, llovieron Ias~ amenazas, las tenta­
tivas de cohecho, los obstáculos, la supresión de impuestos que percibía
el Ayuntamiento, etc., etc., evitando que el Municipio administrara,
libremente su hacienda, demorando y no entregando las percepciones mu­
nicipales que cobrara el hermano del Gobernador. En tales condiciones y
como el Ayuntamiento por conducto de su Presidente, no torciera su recta
conducta administrativa Municipal, un buen día el C. Gobernador del
Estado «secuestró a los Regidores de Acapulco, les hizo simular una sesión
de cabildo en la que dizque Jorge Joseph había presentado una “ licencia”
para separarse de su puesto; se hizo acordar esa llamada licencia; se
nombró al substituto que designó el C. Gobernador; se secuestró al Presi­
dente Joseph para advertirle que se le mataría si denunciaba tales hechos
y al ponérsele en libertad tuvo que huir a la capital de la República.
Tales hechos conocidos por el Pueblo de Acapulco y aun del Estado de
Guerrero, han provocado serios trastornos e indignación a la ciudadanía
ante la violación al Municipio Libre y por ende a la institución consagrada
por el artículo 115 de la Constitución, lo que ha hecho que el pueblo se
reúna para pedir justicia y el castigo de quienes con el apoyo de las
fuerzas públicas, eliminan el Municipio libre y las garantías individuales.
En ese mismo caso están Chiipancingo, Zumpango del Río y otras po­
blaciones.
Pero en estas violaciones y ataques al Municipio Libre no es ni ha
sido ajena la Cámara de Diputados del Estado, pues siendo el presidente
214 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

de la misma, Manuel Añorve López, sobrino del Gobernador, apoderado,


intermediario y ex-secretario particular, en unión de los demás diputados
parientes e incondicionales, y por insinuación del propio Gobernador, diz­
que esos Diputados tomaron el acuerdo de verificar una auditoría en las
cajas del Municipio utilizando como contadores y auditores, no a peritos
en la materia, sino a defraudadores, ignorantes e ineptos para que así
con un dictamen espúreo y deleznable, tratar de justificar ‘ ‘la licen­
cia” y separación del Presidente Municipal, para destruir así la función
del Municipio Libre en el puerto de Acapulco, pretendiendo, mediante
aquellas maquinaciones, esas autoridades, justificar, la manifiesta viola­
ción del artículo 115, 14 y 16 de la Constitución de la República.
Aún así, la auditoría comprobó la honestidad de Joseph en el manejo
de los fondos.
V. HOMICIDIOS. — ASESINATOS.— LEY FUGA. — VIOLACIO­
NES A LA CONSTITUCION Y A LA LEY FEDERAL DE AMPARO.—
TAN GRAVE ES EL ATAQUE VIOLENTO COMO EL ECONOMICO.
En el Estado de Guerrero, desde que se hizo cargo del Gobierno el C.
Gral. Caballero Aburto, mediante su policía, al mando de un Coronel Aran-
go, luego de otros y tal Francisco Bravo (A ) La Guitarra, a diversos
pretextos, especialmente el “ despistolizar” la dieron en asesinar a gem-
tes humildes para robarles sus armas, bienes parcelas, “ terrenitos” como
dice el Gobernador. Puede pedirse la declaración a los dolientes de los
asesinatos cometidos por la Policía del Estado, al grado de que hubo día
que aparecieron hasta tres en la “ Curva Caballero Aburto” de Atoyac y
ni el C. Gobernador del Estado, ni sus diversos Procuradores de Justicia,
ni Ministerios Públicos, levantaron la menor actuación, nunca se hizo
una consignación, antes por el contrario a los delincuentes materiales se
les premiaba y premia, no obstante declarar esos delincuentes que actuaban
.por órdenes del C. Gobernador o por órdenes del hermano Enrique Caba­
llero Aburto. Muchas de esas víctimas, eran asesinadas por la Policía, no
•obstante estar gozando de la suspensión concedida en los amparos respec­
tivos, violando las disposiciones del Juez de Distirto y por ende la Ley de
Amparo, e incluso, desobedeciendo aquellos mandamientos de autoridad
competente. En consecuencia, el C. Gobernador al no consignar a sus sub­
alternos, al no ponerlos a disposición de las autoridades judiciales para
responder de sus crímenes, es claro que se convertía en co-autor o encu­
bridor de esos delitos, amén de que, el propio Gobernador, en público, se
jactaba de “ haber mandado matar a unos cuantos revoltosos” . A conti­
nuación, damos una lista breve de algunas de sus víctimas:
“ El 12 de abril de 1957, fue asesinado Rosalío Clemente Romero. Sus
huesos se encontraron en el arroyo del Japón; el “ Indio” Valle fue muerto
Y el P ueblo se P uso de P ie 215

el 13 de abril a las 19 hs. en El Humo; Carlos García y Delfino Mata,


el 15 del mismo abril, en Atoyac. El 13 de mayo un desconocido que
horas antes vieron conducido por la Montada, en Pentatlán; el 13 de sep­
tiembre, Fermín Gallardo Perdomo, a pesar de estar amparado — 1 2 1 /
957— fue sacado de la cárcel de Atoyac y muerto por el comandante de
la Montada. El mismo día cayó Miguel Flores y el 4 de noviembre, Mar­
celino Rosales en Santiago de la Unión. Sus huesos los hallaron en el
Arroyo del Japón.
El 8 de noviembre de 57, cayeron los hermanos José y Pedro Serafín,
de Charco Largo; el 31 de diciembre, María Mendoza, de La Parota,
Atoyac, muerta porque no permitió que la violara el Jefe de la Policía
del Estado. El 5 de diciembre, no obstante estar amparados, fueron saca­
dos de la cárcel de Acapulco los anticaballeristas Alberto Arrieta Campos
y Carlos Valenzuela, y asesinados en Icacos, por el entonces subjefe de la
Judicial, Francisco Bravo.
El 7 de agosto de 58 cayó Caledonio Juárez García. El 23 el muerto
fue Honorio Rosas; el 23 de septiembre, recibió las balas oficiales Juan
Ruperto Meléndez, de Iguala; el mismo día los asesinados en “ nombre”
de la ley, fueron los campesinos Atilano y Ventura JNfavarrete. Sus restos
están en el Arroyo del Japón.
El 6 de octubre, la policía especial del gobernador ,nató en la carretera
México-Acapulco, distante diez kilómetros de Iguala, a los hermanos Juan,
Bonifacio y Efrén Arzate y un sobrino de ellos. A esos los abrieron en
canal. El 21 de octubre de 58, a las 19 horas, el asesinado en turno fue
David Olascoaga Sotelo. La mayor parte de esos muertos fueron antica­
balleristas o no se dejaron arrebatar sus bienes, o sus esposas, hermanas
o hijas. Todos cayeron ante las balas de las policías montada, judicial,
urbanas y auxiliares, dependientes directamente del general y gobernador.
Cada nombre y fecha aparecen indistintamente en archivos de Juzga­
dos de Distrito, de la Federal de Seguridad, o policía de Gobernación o '
en las páginas de las publicaciones guerrerenses.
Sigue la espantosa lista.
Fueron sacados de la cárcel de La Sidra, Municipio de S. Jerónimo,
los campesinos Luis Torres, Juan Soberanis y otro de apellido Torreblanca;
en lo colonia 20 de noviembre, de Iguala, los muertos por los esbirros
caballeristas fueron J. Natividad Ocampo y Pedro Bustos. Otro de por allí
que recibió pasaje al otro mundo fue Víctor Paredes Flores. Su asesino,
el entonces director de seguridad de Caballero Aburto, Coronel Carlos
Arango.
Algo horrible le ocurrió el 19 de enero a Angel Betancourt, cuando
salía del despacho del Presidente Municipal de Cutzamala de Pinzón. Lo
216 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

detuvieron policías llegados de Chilpancingo, lo colgaron de partes nobles


y luego lo remataron con Super y retrocarga. Otro crimen espeluznante
fue el cometido por La Guitarra en Zihuatanejo, este año. El muerto fue
Luis Lara Solorio; el motivo, impedir que concurriera a una audiencia
en donde se ventilaba un despojo de sus tierras que quería cometer el
Gobernador. Zihuatanejo entero vistió de luto por ese crimen.
El 16 de agosto de este año, la policía mató al anticaballerista Grego­
rio Torres en la Feria de Tlapehuala, y el 24 de septiembre la víctima
fue Alfonso Sánchez, de Coyuca de Benítez.
Recientemente, el 29 de agosto, el muerto fue Cándido Echeverría, en
Santa Teresa, municipio de Coyuca de Catalán.
Iiaj| más nombres, muchos más, pero son de comprobación más com­
plicada.
VI. ROBOS, DESPOJOS, ENRIQUECIMIENTO ILICITO : P I­
LLAJE.
Ya en diversas ocasiones, al denunciarse la serie de crímenes cometi­
dos por órdenes o consentimiento del C. Gobernador, su hermano Enrique
y otros “ parientes” a que nos hemos referido, y en este escrito hemos seña­
lado la forma en qur'"^l C. Gobernador, por medio de sus policías y a pre­
texto de despisto!iz£ % se apoderaban de armas, dinero, alhajas, papeles,
lotes de terrenos, p? Jielas, que se han escriturado a nombre de dicho Go­
bernador, de su esposa y de su propia hija. Al enterarse esa persona de los
cargos, últimamente al hacer declaraciones a la prensa, convino en que
tenía muchas propiedades “ sin recordar sus números y cantidad” “ que
ya era rico antes de tomar posesión del Gobierno” y que lo que tiene
“ son regalos de las fraccionadoras” . Nosotros nos referimos a lo “ adqui-
• rido desde que entró al Gobierno, para afirmar que lícitamente ese Go­
bernador, no pudo comprar aquellas propiedades, que las hubo en forma
' indebida o con los dineros del pueblo; que ya no hay cándido para creer
•en los “ regalitos” . En el tiempo de su gobierno tiene inscritos a su nom­
bre, entre otros en el Registro Público de la Propiedad, de su esposa y de
su hija, los siguientes bienes:
1. Una residencia en Anaxágoras 223, valuada en dos millones de
pesos; otra en Alpes 25; otra más en Puebla, Pue., y de acuerdo con el
Registro Público de la Propiedad del Estado de Guerrero, tiene las pro­
piedades siguientes:
1. Registro 1165 de 1959, foja 179 frente. Lotes 133 y 132 en La Sa­
bana, Acapulco, a nombre de la señora Margarita Escandón de Caballero
Aburto.
2. Registro 170 de 59, foja 269 frente, lote “ a” bis del fracciona­
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 217

miento “ El Guitarrón” , a nombre de Margarita Escandón de Caballero


Aburto.
3. Registro 601, de 1958, foja 225 vuelta, varios lotes en ‘ ‘ Mozimba” ,
Acapulco, a nombre de la misma esposa del Gobernador.
4. Registro 671 de 58, foja 268, vuelta, lote 13 de Las Cruces, Aca­
pulco, a nombre de la misma señora.
5. Registro 688 de 57, foja 71 vueltas, terreno 9 del fraccionamiento
“ Cosía Azul” a nombre de doña Margarita.
6. Registro 688 de 57, foja 71, vuelta, terreno 17 “ b” , fracciona­
miento “ El Guitarrón” , para doña Margarita de Caballero Aburto.
7. Registro 1432 de 1957, foja 264 vuelta. Lote 28 del fraccionamien­
to Hornos Insurgentes, de Acapulco. Para la misma señora. ,
8. Registro 18 de 1958, lote en fraccionamiento Copacabana, también
para su señora esposa.
9. Registro 691, de 59, foja 110 frente. Lote 4. En el fraccionamiento
“ Costa Azul” a nombre de Silvia Caballero Escandón, hija del gobernador.
10. Registro 252 de 1957, foja 47, de una casa, la 50 de la avenida
Juárez en Chilpancingo, a nombre de Margarita Escandón de Caballero.
11. Registro 600 del año de 1957, loté a orillas de la carretera, entra­
da de Chilpancingo^
12. Registro 143 de 59, foja 52 frente, lote 2 del fraccionamiento
“ Ajuquiac” en Técpan. A nombre del Gral. CabalL/o.
13. Registro 353 de 1957, foja 192, de una casa 5 de la avenida
Juárez, de Chilpancingo, a su nombre.
14. Registro 670 de 1957, foja 7, “ El Culebreado” , Rancho de Agua
Fría, en las inmediaciones de Chilpancingo. A su nombre.
ló.Registro 9 de 1959, junio 22, foja 48 vuelta, de una casa ubicada
en Cinco de Mayo, de San Luis Acatlán, a su nombre. La compró a doña
Edelmira de la Barrera viuda de Maza.
17. Registro 261, de 58. “ Rancho Playa Encantada” en Acapulco,
a su nombre. * .
18. Registro 33 de 57. Predio urbano en Ometepec, a su nombre.
16. Registro 9 de 1959, junio 22, foja 48 vuelta, de una casa ubicada
“ Almazán” a su nombre.
20. Registro 1096 de 1959, foja 129 vuelta, lote 34 enél Cerro de
la Mira, en Acapulco, a nombre de su señora.
21. Registro 687, de 1957, foja 70 frente, terreno 27 del fraccio­
namiento Hornos Insurgentes, de Acapulco, de la señora.
22. Registro 690 de 1957, de un terreno 68, en el fraccionamiento
“ El Farallón” , de Acapulco, también a nombre de su esposa.
213 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

23. Registro 261 de 1953, foja 27 vuelta, lote de la Hacienda “ El Po­


drido'5, de Acapulco, a su nombre.
24. Registro 557 de 1957, foja 167 vuelta, de un camión con servi­
cio en Acapulco, a nombre de Silvia Caballero Escandón.
25. Registro 195 de 1958, foja 11 vuelta, de un automóvil con ser­
vicios en Acapulco, a nombre del General.
26. Registro 195 de 1959, foja 85 vuelta, de un camión con servicios
en Acapulco, a nombre del General.
27. Registro 399 de 1957, foja 99 frente, de un camión con servicios
en Acapulco, a nombre de su esposa.
28. Registro 512 de 1957, foja 165, vuelta, de un automóvil con ser­
vicios en Acapulco, a nombre de Silvia Caballero Escandón.
Tiene el Gral. Caballero otras muchas propiedades registradas a nom­
bre de hermanos y hermanas y que consisten en casi todos los camiones
y camionetas de las líneas “ Gacela” de Chilpancingo a Chilapa y de
Acapulco a Ometepec, así como el de Transportes Urbanos de Acapulco.
La Hacienda de Marquelia que constituye un latifundio, y que está sem­
brada con 110,000 palmeras, mediando entre palmera y palmera 10 me­
tros. Además, la Granja Ometepec entre Tixtla y Chilpancingo; un lote
en el Fraccionamien* Industria Militar en Acapulco; un lote chico y otro
grande en la Colonia Moderna en Chilpancingo; el lote Chautipan; un
terreno agrícola en Iguala; una hacienda en Aguascalientes; un rancho
en Puebla; y otro en Veracruz, cerca de Martínez de la Torre el que está
valuado ahora en varios millones de pesos.
Los datos transcritos, pueden comprobarse mediante la visita o consulta
que se haga en los libros del Registro Público de la Propiedad y no está por
demás llamar la atención, respetuosamente de esa H. Cámara de Senadores,
en el sentido de que, si el Gral. Caballero Aburto, hubiese sido honrado co­
mo gobernante y militar, jamás hubiese acaparado las propiedades y dineros
que indebidamente detenta, pues sus haberes como militar y sus sueldos
como Gobernante, solamente le han podido dar para vivir modestamente,
mas no para amasar una “ fortuna” de millones de pesos. El robo, el des­
pojo y el pillaje se persiguen de oficio.
V II. OTRAS VIOLACIONES A LA CONSTITUCION Y LEYES
FEDERALES.
La Cámara de Diputados por inspiración del C. Gobernador del Esta­
do de Guerrero, para hacerse ilícitamente de los dineros de los copreros de
ambas costas del Estado, hizo expedir y se promulgó un Decreto gravando
a la copra con tres centavos por kilogramo y un peso por coco, seco o
verde. Ordenando que el importe de ese impuesto adicional y especial
se reconcentrara por los diversos Recaudadores y Subrecaudadores en la
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 219

Oficina de Hacienda y Economía de Chilpancingo, la que a su vez, entre­


garía, como ha estado entregando, el 7 5% a la Sociedad Mercantil y el
2 5% restante a la Unión de Copreros dizque para que, esas personas
morales privadas, no oficiales, fomentaran y protegieran el cultivo y pro­
ducción del coco, lo industrializaran, etc., etc., naturalmente que los com­
ponentes o integrantes de esas personas morales privadas (no oficiales)
son compadres, parientes o incondicionales del C. Gobernador. Con tal
decreto la Cámara de Diputados y el C. Gobernador, crearon ese impuesto
especial para esas negociaciones privadas, otorgándoles privilegios y mer­
cedes que constitucionalmente no puede otorgarles bajo ningún concepto,
por lo que atacan nuestro régimen constitucional y en especial los artícu­
los 13 y 28 de la Constitución de la República y las leyes que los regla­
mentan. Los auténticos copreros interpusieron un juicio de amparo y el
C. Juez de Distrito en el Estado concedió la protección Federal. Incon-
formes el Congreso del Estado, Gobernador y Recaudadores interpusieron
el recurso de revisión, habiendo conocido de ese recurso el Pleno de la
H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, la que dictó sentencia, confir­
mando la del inferior.
El C. Juez de Distrito en ejecución de esa sententT%Je ha concedido al
C. Gobernador, Congreso y Recaudadores, diversos pl zos para que devuel­
van a los quejosos el importe de ese impuesto espe< al y se han negado
a cumplir con tal ejecutoria y para burlarla, han manifestado, haber reuni­
do una pequeña cantidad de dinero que ni pasa de cincuenta mil pesos.
Según los cálculos de los quejosos esos impuestos suman más de tres mi­
llones de pesos. En declaraciones actuales del Gobernador, afirmó haber
reunido cuatro millones de pesos, lo que revela, lo maquinado de dicho
funcionario y socios y la violación de los artículos 107 fracción X V II de
la Constitución, y 104, 105, 108, 109, 110 al 113 de la Ley de Amparo.
También pára burlar esa ejecución, esa misma Cámara de Diputados ex­
pidió y el Gobernador promulgó una Ley que crea aquel mismo impuesto '
en las mismas circunstancias y para los mismos fines, para a la postre,
realizar la siguiente ilícita actividad.
Las autoridades a sus órdenes no permiten el tráfico de la copra y
coco en bola, sino no se está amparado con la boleta del pago del impuesto;
así pueda recorrer todo el Estado, pero a la salida del mismo, por Taxco
o por algún puerto, sus propias autoridades le recogen al coprero o por­
tador de la copra, aquel comprobante del pago del impuesto; es pues,
que al no permitírsele al causante que se le quede aquel recibo de pago,
el mismo pago no puede justificarse y entonces el ciudadano Gobernador
y demás empleados coludidos, disponen de esos dineros a pretexto de
220 J o s é C. G u t ié r r e z G a lin d o

entregarlos a las personas morales privadas, a cuyo beneficio aparente, se


creó ese impuesto.
Todos los hechos antes mencionados, constituyen violaciones flagrantes
de ¡a Constitución de la República, y son un testimonio irrecusable de que
se ha roto el orden constitucional en el Estado de Guerrero.
Además, de que están comprendidos en los artículos 2, 13, 14 y 15, y
demás de la Ley de Responsabilidades de Funcionarios y Empleados de la
Federación y de los altos funcionarios de los Estados, en los códigos pena­
les del Distrito y Territorios Federales, y del Estado de Guerrero, por lo
que venimos a pedir, en nombre del glorioso y sufrido pueblo de Gue­
rrero, que se le libere de la tiranía y del caos en que vive.
El pueblo de Guerrero pasa por momentos críticos. Momento a mo­
mento se agrava la situación, pues las represalias de Caballero Aburto se
han dejado sentir en forma por demás peligrosa para la vida y para la
libertad de la ciudadanía.
Tenemos la convicción de que esa Honorable Cámara de Senadores,
escuchará las justas protestas y quejas de un pueblo al que se asesina y
se despoja.
Dada la respetabilidad del Senado y la honradez de sus componentes,
nos sentimos eonfi~ s en que este asunto será tratado a conciencia y en
que pronto se nos 1 rá justicia.
Chilpancingo, Gio., a 9 de noviembre de 1960.
(Siguen más de 200 firmas.)

Comisiones Unidas, Primera de


Gobernación, Segunda de Puntos
Constitucionales y Primera
de Justicia

■ DICTAMEN SOBRE LA DENUNCIA CONTRA EL GOBERNADOR


Y LOS DIPUTADOS LOCALES DEL ESTADO
DE GUERRERO

H. ASAMBLEA:

A las suscritas Comisiones Unidas, Primera de Gobernación, Segun­


da de Puntos Constitucionales y Primera de Justicia fue turnado, por
acuerdo de Vuestra Soberanía, el escrito fechado el 9 del actual, suscrito
por quienes se dicen representantes de la Asociación Cívica Guerrerense,
del Frente Zapatista del Estado de Guerrero, del Frente Reivindicador de
las Juventudes Guerrerenses y otras agrupaciones.
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 221

De tal escrito resulta que se imputa al C. Gobernador del Estado de


Guerrero, General Raúl Caballero Aburto, la violación de garantías indi­
viduales consagradas en la Constitución General de la República, la comi­
sión de asesinatos por medio de la policía de ese Estado, la absorción de
los Poderes Legislativo y Judicial por parte del Ejecutivo, rompiendo así
el principio de división de poderes y destruyendo las instituciones demo­
cráticas así como la forma de gobierno, la usurpación de funciones, el
haber encomendado a una sociedad privada, y formada por extranjeros,
los trabajos de planificación y avalúo, violando la Constitución local y
comprometiendo la dignidad de la República; el haber integrado la Cá­
mara de Diputados local con parientes o incondicionales suyos, lo mismo'
que el Poder Judicial, el haber procedido ilegalmente contra el Magis­
trado Salvador Castro Yillalpando; el allanamiento de moradas por me­
dio de sus policías, so pretexto de buscar armas, sin orden de cateo,
asesinando a diversos ciudadanos y violando y secuestrando mujeres. Que
los autores de esos crímenes jamás han sido consignados al Procurador de
Justicia y Agentes del Ministerio Público, convirtiéndose, el Gobernador
en cómplice o encubridor de tales delitos; que ha atacado la institución
del Municipio libre, especialmente en el Municipio de Acapulco, impo­
niéndoles exacciones en favor del propio Goberné ^ y de familiares
y amigos, evitando que la autoridad municipal adn nistre libremente su
hacienda y no entregando las participaciones municipales cobradas por el
hermano del propio Gobernador de la Entidad; que éste último secuestró
a los regidores de Acapulco, haciéndoles simular una sesión de Cabildo,
aparentando que el Presidente Municipal Jorge Joseph había solicitado
licencia para separarse de su puesto y nombrándose substituto a quien
designó el Gobernador; que se secuestró al Presidente Municipal Joseph
amenazándole de que se le mataría si denunciaba tales hechos; y que esta
conducta ha provocado reacción indignada de la ciudadanía, encontrán­
dose en el mismo caso los Municipios de Chilpancingo, Zumpango del
Río y otras poblaciones. La misma denuncia señala una serie de asesi­
natos, expresando los nombres de las víctimas y los lugares y fechas en
que ocurrió su sacrificio, con el agravante de que en algunos casos éstos
gozaban de la suspensión concedida en los juicios de amparo correspon­
dientes; que el C. Gobernador no consignó a sus subalternos delincuentes
ni los puso a disposición de las autoridades judiciales. También se dice
que el mismo General Caballero Aburto se ha enriquecido ilícitamente,
poniendo a nombre suyo, de su esposa e hija diversas propiedades, propor­
cionando en algunos casos la lista de aquéllas, y afirman los denunciantes
que es presumible que la adquisición ha sido ilegítima porque con sus
sueldos y haberes como Gobernador y como militar no habría podido
222 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

adquirirlas. Se afirma que el Gobernador gravó la copra, ordenando


que el importe de ese impuesto se entregara en un 75% a una sociedad
mercantil y el 2 5% restante a la Unión de Copreros, a pretexto de fomen­
tar y proteger el cultivo, la producción del coco y su industrialización;
que los integrantes de esas negociaciones privadas son allegados e incon­
dicionales del C. Gobernador; que esos impuestos para negociaciones pri­
vadas constituyen privilegios anticonstitucionales; que los copreros autén­
ticos interesados promovieran y obtuvieron la protección de la justicia
federal contra tal impuesto, y que la sentencia respectiva ordenó al Go­
bernador la devolución del importe del impuesto especial ilícito recau­
dado, negándose el Gobernador a cumplir con tal ejecutoria; que actual­
mente no permite la exportación de la copra fuera del Estado si no se
acredita por el interesado el pago del impuesto respectivo y que a su
vez el comprobante del impuesto es recogido al causante para poder sacar
de la Entidad la mercancía, con lo cual se elimina la constancia del pago
correspondiente.

Los mismos denunciantes acusan a la Cámara de Diputados y al


Poder Judicial del Estado de Guerrero de no cumplir con su cometido,
por lo que se co n v id e n en coautores o encubridores de tales hechos delic­
tuosos; que la Cám ra de Diputados del Estado, por insinuación del Go­
bernador, ordenó u a auditoría en las cajas del Municipio de Acapulco,
encomendándoles la función a personas no peritos en la materia, sino a
ignorantes y defraudadores, para que hicieran un dictamen incorrecto; que
la misma Cámara de Diputados se plegó a las instrucciones del C. Gober­
nador para crear el impuesto especial sobre la copra, con el destino ilegí­
timo antes expresado, contrariando nuestro régimen constitucional, y pos­
teriormente promulgó una ley creando un impuesto para los mismos fines
que habían sido declarados ilícitos en la sentencia de amparo promovido
por los copreros contra tal impuesto.

En atención a que ni la Cámara de Diputados local ni el Poder Judi­


cial cumplen con sus deberes, los denunciantes consideran que se ha roto
el orden constitucional en el Estado de Guerrero, invocando como aplica­
bles en el caso los artículos 2, 13, 14, 15 y demás relativos de la Ley de
Responsabilidades de Funcionarios y Empleados de la Federación y de los
altos Funcionarios de los Estados, así como de otros ordenamientos pe­
nales. Los denunciantes concluyen solicitando de la H. Cámara de Sena­
dores escuche su protesta y queja e intervenga para que se les haga
justicia.
Y el P ueblo se P uso de P ie 223

CONSIDERACIONES:

PRIMERA. Los firmantes del escrito turnado a estas Comisiones Uni­


das que suscriben, ejercen, mediante el mismo, la acción popular que
concede la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
SEGUNDA. Los hechos enunciados en el escrito citado podrían que­
dar comprendidos en los supuestos de los artículos 108, 109 y 111 de la
propia Constitución.
TERCERA. Los gobernadores de los Estados y los diputados a las le­
gislaturas locales son responsables por violaciones a la Constitución y leyes
federales, conforme al Segundo párrafo del artículo 108 de la propia
Constitución.
CUARTA. En los casos anteriores y conforme a los mismos textos
constitucionales citados, el Senado de la República sólo puede intervenir
previa declaración de la Cámara de Diputados de haber lugar a proceder,
formulando acusación formal ante el mismo Senado.
Por lo expuesto, se resuelve:
PRIMERO. Conforme a sus facultades constitucionales, el Senado
de la República solamente puede conocer de hechos como los compren­
didos en el escrito que motiva este dictamen, cuam " J a H. Cámara de
Diputados previamente haya declarado que ha lugar proceder, y, en su
caso, se convierta en parte acusadora ante esta Cámara de Senadores.
SEGUNDO. Hágase saber lo anterior a los representantes comunes
de los denunciantes que firmaron el escrito mencionado.
SALA DE COMISIONES DE LA H. CAM ARA DE SENADORES,
a 10 de noviembre de 1960.
PRIM ERA' DE GOBERNACION.— Sen. Mauricio Magdaleno.— Sen.
Lic." Rodolfo Breña Torres.— Sen. Dr. Edgardo Medina Alonso.— SEGUN­
DA DE PUNTOS CONSTITUCIONALES.— Sen. Lic. Agustín Olivo Mon-
siváis.— Sen. Lic. Hilario Medina Gaona.— Sen. Lic. Guillermo Ramírez
Valadez.— PRIM ERA DE JUSTICIA.-—Sen. Lic. Ramón Ruiz Vasconce­
los.— Sen. Lie Alfredo de Lara Isaacs.— Sen. Lic. Avertano Mondragón
Ochoa.

DONDE NO H A Y AUTORIDAD MORAL,


NO H A Y NINGUNA AUTORIDAD

Por el senador y licenciado A lfredo DE LARA ISAACS

El 29 de diciembre de 1960, el senador por Aguascalientes, licencia­


do Alfredo de Lara Isaacs, presentó en el Senado de la República para su
224 J o s é C. G u t ié r r e z G a lin d o

lectura, el texto del discurso que insertamos a continuación, y que se


publica sin haber sido pronunciado, ya que, por motivos diversos, su
lectura fue aplazada para la sesión del día siguiente y en esta última
ocasión en la que se integró la Comisión de Senadores que fue a Guerrero
a investigar el conflicto de dicha entidad, tampoco fue leído.
Por constituir un antecedente necesario en la historia del movimiento
cívico guerrerense, ■que habla muy alto de uno de nuestros legisladores
mexicanos, quien tuvo la valentía de formular sus apreciaciones en contra
del régimen despótico de Caballero Aburto, antes de que el Senado de la
República adoptara la decisión que finalmente asumió, lo publicamos ín­
tegramente en seguida:
“ Hace algún tiempo, ante esta Cámara de Senadores, muchos y dife­
rentes grupos del Estado de Guerrero presentaron una petición. Petición
lacónica: “ que se les hiciera justicia” . Las comisiones de este cuerpo,
señaladas para dictaminar sobre tal asunto, señalaron el camino jurídico
a seguir, en base a preceptos constitucionales.
Posteriormente — por conducto de la prensa nacional y por otros con­
ductos— ha sido de nuestro conocimiento, día a día, la situación, no sólo
irregular institucionalmente, sino anormal desde cualquier punto de vista,
que viene p re v a l^ ndo en ese Estado del Sur.
Al margen de »da interpretación informativa, lo cierto es una rea­
lidad: que bajo el pretexto de procurar y conservar el orden, se han vio­
lado y se siguen violando las garantías individuales y sociales que con­
sagra la Ley; tal y como ha acontecido y acontece con muchos ciudadanos
victimados y con la misma Universidad de aquella entidad.
Lo cierto es, señores senadores, y voy a hacer omisión de los motivos
dramáticos presentados por una porción de ciudadanos que ameritan la
clasificación de pueblo; lo cierto es que, frente a frente con la realidad,
en el Estado de Guerrero, las autoridades estatales han perdido el respeto
y la autoridad moral sobre su pueblo. Y yo afirmo una sola verdad: j Allí
donde no hay autoridad moral no hay autoridad de ninguna naturaleza!
Frente a circunstancias tan graves quiero ser un equivocado; que no
sea verdad esta mancha en nuestras instituciones y en nuestro ejercicio
democrático, dada nuestra íntima convicción de representar el sentir y la
expresión nacional. No debemos constituimos como senadores de la Repú­
blica en los sabios de Bizancio, mientras contadas manos de los bárbaros
queman las puertas de la democracia, que tanta sangre ha costado al pue­
blo de México.
Quiero estar equivocado y por eso mismo exijo la verdad; y por eso
mismo, señores representantes de la nación, pido algo que está dentro de
Y el P ueblo se P uso de P ie 225

las facultades soberanas de este Senado: Que se nombre una comisión que
vaya a investigar lo que de falso o verdadero exista en esta inquietud po­
pular.
Me temo se levanten, con motivo de esta petición, las voces de ’ os
ponderados, de los que encuentran cobijo en las disposiciones formalistas;
pero a sus autores advierto que la Revolución Mexicana, tal y como la pre­
tendemos, como doctrina y como ejercicio político y social, es expresión
y sentir y aspiración de pueblo.
¡Escuchemos al pueblo ¡Escuchemos al pueblo y después venga
nuestro veredicto, de acuerdo con nuestra responsabilidad!
Si en realidad procuramos ser opinión valedera ante la ciudadanía y
ante el Primer Magistrado de la Nación, presentémosles nuestra verdad
y que ésta sea, siempre, la que confronta el pueblo.
Concretamente pido se nombre una Comisión para que investigue la
situación alarmante del Estado de Guerrero y para que rinda el infórme
correspondiente a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, por
virtud de que este Cuerpo Legislativo, del que formamos parte, está próxi­
mo a entrar en receso.
Con base legal a mi reclamo he de agregar que indiscutiblemente existe
conflicto entre varios Ayuntamientos y el Gobiernc'cfe! Estado de Gue­
rrero. I
Señores senadores: Nós corresponde cumplir coi nuestro deber y sé
muy bien que en el ánimo de cada uno de ustedes está el cumplir con este
deber.”
INFORME DE LA COMISION DE SENADORES
ANTE LA COMISION PERMANENTE
(RENDIDO EL 4 DE ENERO DE 1961)

“ En cumplimiento de la comisión que nos fue conferida por acuerdo


del II. Senado de la República en su sesión celebrada con fecha 30 de
diciembre próximo pasado, nos trasladamos al Estado de Guerrero para
realizar una investigación sobre la situación política y social de la enti­
dad citada, con la mira de desentrañar, en lo posible, las causas de la
inquietud que se ha estado manifestando en ese estado, y las razones de
los desajustes que han distanciado al pueblo de sus autoridades guber­
namentales.
“ Visitamos las principales ciudades y municipios de dicha entidad:
Chilpancingo, Tierra Colorada, Acap.ulco, Iguala, Taxco, recibiendo en
cada uno de esos lugares numerosas comisiones procedentes de los mis­
mos y de otros municipios del estado. A continuación procedemos a rela­
tar los principales hechos y datos que reunimos en nuestra misión:
226 J o s é C. G u t ié r r e z G a lin d o

“ En la ciudad de Chilpancingo pudimos observar que dicha pobla­


ción se encontraba bajo la vigilancia exclusiva del Ejército Nacional. To­
mamos contacto inmediato con el jefe de la zona militar, quien nos pre­
cisó los sangrientos hechos ocurridos en la misma fecha en que nos fue
conferida la comisión y que han sido del dominio público.
“ El jefe militar mencionado refirió a los integrantes de la comisión,
que desde hace setenta días las fuerzas militares han guardado el orden
en la capital del estado, protegiendo, el local de la Universidad, ocupado
por un grupo de estudiantes con motivo de un conflicto surgido entre
ellos y las autoridades escolares y administrativas, que prevalece desde
mediados del mes de octubre próximo pasado.
“ Nos informó asimismo que con motivo de un incidente suscitado entre
uno de los soldados destacados a inmediaciones del edificio de la Univer­
sidad y una persona que trataba de fijar alguna propaganda, el miembro
del Ejército se vio precisada a mantener la posesión de su arma, de la
que pretendió despojársele por la persona antes mencionada, produciéndose
un disparo. En el forcejeo consiguiente, se le ocasionó una grave lesión al
elemento civil, quien falleció poco después.
“ Que dada la situación de efervescencia que ha venido privando, tanto
en la ciudad de Qh^pancingo como, en lo general, en todo el Estado de
Guerrero, desde ha' i más de dos meses, y dada también la tensión per­
manente entre los iversos sectores sociales respecto de las autoridades
locales, con gran rapidez se realizó una concentración de gentes en el
lugar de los hechos, que acudieron al llamado que por muy diversos
medios se les hiciera.
“ Siguió manifestando el jefe militar que las tropas que se enviaron
al lugar de los acontecimientos, para evitar alguna alteración del orden,
y en los momentos en que los oficiales a cuyas órdenes estaban dichas
fuerzas, trataban de calmar los ánimos procurando que no se alterara en
forma más grave la tranquilidad, se les hicieron disparos que produjeron
varias bajas en los dos pelotones que se hallaba todavía en formación y no
en dispositivo de lucha, produciéndose así una agresión al Ejército, que
fue rechazada por las medidas tomadas por los mismos jefes militares,
registrándose lamentablemente pérdida de vidas y personas lesionadas,
entre las que se encontraban en el ya citado lugar.
“ Después de la entrevista con el jefe militar, procedimos a entrevistar
al gobernador del estado, quien informó que había permanecido ausente
ele mediados de octubre pasado hasta la fecha de nuestra presencia, y nos
«xplicó la intervención de los grupos estudiantiles universitarios y de otros
diversos de posición social, económica o política diferentes. Interrogado
el gobernador sobre si había tomado alguna medida administrativa o
Y el P ueblo se P uso de P ie 227

política tendiente a disminuir la tensión del pueblo ante su gobierno o


para acometer la resolución de los problemas que tenía planteados desde
hace más de sesenta días, respondió negativamente.
“ A partir de esta entrevista con el gobernador, procedimos a recibir
comisiones que nos manifestaban interés en hablar con nosotros. En las
audiencias, al público, al través de comisiones numerosas, representativas
de los más diversos sectores sociales del pueblo, tales como empleados pú­
blicos, federales y estatales, comerciantes, ganaderos, artesanos, obreros,
estudiantes y otros, coincidieron en manifestar la falta o irregularidad
del despacho de los asuntos por parte de las autoridades locales y muni­
cipales de Chilpancingo durante los últimos dos meses y medio, y, parti­
cularmente, a partir del siete de noviembre, en que fue reprimida en esa
ciudad, por la fuerza una manifestación del pueblo que se realizaba en
apoyo de las demandas universitarias, muchas y diversas irregularidades
en el despacho del Poder Judicial y en los actos de policía. En ese mismo
lugar escuchamos a comisiones procedentes de Chilapa, Tixtla, Apango
del Río, Huitzuco, Zumpango del Río, Atenango del Río, Coyuca de Benítez,
Ixcateopan y otros.
‘ ‘En Chilpancingo, al día siguiente de nuestra llegada, sólo concurrió
un grupo de algunas personas para poner en míe. Ñas manos manifies­
tos impresos anteriormente y suscritos por diversa organizaciones que
expresaban apoyo a las autoridades estatales. Estas n. mas personas anun­
ciaron la comparecencia de los miembros de la Legislatura Local, pero ni
en esta ocasión, ni en alguna otra durante nuestra permanencia en el
Estado, hicieron acto de presencia, a pesar de haber solicitado audiencia
por teléfono y habérseles concedido, informándonos posteriormente que
no se encontraban en la capital del estado.
“ Al recorrer la capital del estado, se encontró que, como se dice antes,
estaba prácticamente bajo el control y vigilancia de la fuerza militar, la
casi totalidad de los establecimientos comerciales y lugares públicos cerra­
dos y las oficinas públicas, estatales y municipales, ocupadas por la fuerza
militar. Percibimos, asimismo, por las informaciones de los ciudadanos
que nos abordaban en la vía pública, un estado de intranquilidad, de
zozobra y de angustia, tanto por los trágicos acontecimientos en los que
perdieron la vida catorce personas y resultaron lesionadas muchas otras,
como por la tensión social en que se ha estado viviendo desde mediados
de octubre del año pasado.
“ En la población de Tierra Colorada encontramos ocupado por fuer­
zas militares el edificio del Ayuntamiento, las que habían desalojado en
el mismo día de los sucesos ya relatados a los miembros del Ayuntamiento.
La autoridad municipal constituida voluntariamente abandonó dicho lu­
228 J o s é C. G u t ié r r e z G a lin d o

gar y desde ese momento no existía autoridad alguna en la referida po­


blación. Las diversas representaciones y comisiones que nos entrevistaron,
reiteraron la ausencia de administración gubernativa en los términos ya
expresados.
“ Durante nuestra permanencia en Tierra Colorada, recibimos testi­
monios de los sectores sociales de la población, en el sentido de que no tan
solo era notorio el abandono de la función administrativa, sino también el
desconocimiento que del Ejecutivo habían llevado al cabo varios ayun­
tamientos, y que prevalecían anarquía, intranquilidad social y desorden
que lesionaban profundamente la economía del estado, y evitaban que sus
habitantes pudieran dedicarse al trabajo dentro de las garantías a que
tienen derecho conforme a la Constitución. Estos testimonios, como se
asienta, provinieron de innumerables representantes de los diferentes sec­
tores sociales del lugar, qu dejamos constar en el presente informe.
“ Tan pronto como nos instalamos en la ciudad y puerto de Acapulco,
fuimos abordados, como en las anteriores poblaciones, por comisiones de
trabajadores, pescadores, cámaras de comercio, colonos, comerciantes, ar­
tesanos, choferes y demás, que hicieron patente la ausencia de autoridad
municipal, la reiterada realización de actos de la policía para disolver
todo género de mam Estaciones e impedir la libre expresión de la palabra,
tal y como acontecí' ese mismo día, al impedirse la realización de una
reunión pública.
“ En Acapulco, también, al igual que en las demás poblaciones que se
han mencionado, el Palacio Municipal se encontraba ocupado por las
fuerzas militares de la Federación. <
“ Tampoco en el puerto de Acapulco se presentó persona alguna, con
la representación de algún sector, en apoyo de las autoridades municipa­
les o estatales de la entidad. En este mismo lugar, el ejecutivo del estado
nos informó que la situación del municipio se debía a la acción de diver­
sos grupos o fuerzas ideológicas extremistas,
“ Entrevistada la autoridad judicial federal, representada por el Juez
de Distrito, con residencia en el puerto de Acapulco, informó a la Comi­
sión que a partir de mediados del mes de octubre último, el número de
amparos solicitados por los habitantes de Guarrero fue de cerca de dos
fnil; que en todos ellos se reclamaban actos dei ejecutivo del estado o de
sus dependientes, relacionados con amenazas, órdenes de detención, pri­
vación de la vida, detenciones arbitrarias y en general, todos los actos
que siempre implican el abuso de autoridad, con la peculiaridad de qué
varias de las demandas de amparo fueron solicitadas por grupos de quejo­
sos cuyo número llegó a ser hasta de doscientos individuos por demanda.
“ En la ciudad de Iguala pudimos constatar, como en las demás pobla­
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 229
ciones ya visitadas, que el Palacio Municipal tenía que estar siendo pro­
tegido por las fuerzas del Ejército Nacional, lo que ha ocurrido en nume­
rosas partes del estado, según manifestación expresa de las diversas co­
misiones que procedentes de otras municipalidades, se produjeron en tér­
minos análogos o similares a los ya reseñados.
“ En la ciudad de Taxco, también, tan pronto como nos instalamos,
fuimos abordados por diversas representaciones, y, especialmente, por la
autoridad municipal constituida, que ha sido desalojada del Palacio Mu­
nicipal por las fuerzas militares, como en todos los demás municipios a que
nos hemos referido. En esta población, al igual que en las anteriormente
citadas, un sinnúmero de comisiones de la más diversa procedencia social
y política, expusieron testimonios de índole similar a los ya reseñados,
en el sentido de que las actividades de la ciudad se encontraban interrum­
pidas gravemente por la falta de despacho de la administración públicá,
y por las diversas irregularidades que ya han sido consignadas, tanto por
parte de la administración pública, como por los servicios de policía.
“ En suma, la autoridades municipales con quienes establecimos con­
tacto, como lás de Chilpancingo, Tierra Colorada, Taxco y otras, infor­
maron concretamente sobre la constante dificultaa '«xa ejercer sus fun­
ciones, unas veces por falta de apoyo moral y econc rico del Gobierno del
Estado, y otras por la manifiesta hostilidad hacia *_s funcionarios repre­
sentantes de los municipios y del gobierno del estado, por parte de la po­
blación en general.
“ Consideramos pertinente agregar que en todos estos lugares no so­
lamente, se ha interrumpido la vida ordinaria de la ciudadanía por la
ausencia de autoridad gubernativa, la que requiere necesariamente la pre­
sencia de nuestro Instituto Armando, sino que las escuelas se encuentran
paralizadas en sus labores por la alarma natural de los padres de familia,
por la actitud adversa adoptada por el magisterio y por todos los demás
motivos que han sido expresados.
“ A l margen de cualquier calificación ideológica, o de antecedentes
que pueden haber conducido a la situación actual que priva en el Estado
de Guerrero, conviene a la comisión que nos ha sido encomendada dejar
constancia de los siguientes hechos implicados en la relación anterior:
1. La necesaria ocupación de los locales de las autoridades del estado
y municipales, por las fuerzas militares del Ejército Nacional, particu­
larmente del Palacio de Gobierno de la ciudad de Chilpancingo, capital
del estado.
2. La ausencia del encargado del Poder Ejecutivo del Estado de la
propia capital, y la irregularidad del despacho y ausencia del Poder Le­
230 J o sé C. G u t ié r r e z G a lin d o

gislativo local, así como la consecuente denegación de justicia de los Tribu­


nales Judiciales.
3. La manifestación de numerosas irregularidades expresadas por gru­
pos sociales de trabajadores, campesinos, comerciantes, ganaderos, maes­
tros, artesanos y empleados públicos, por faltas y contravenciones de los
funcionarios o agentes en el despacho de la administración del Gobierno.
“ La Comisión del Senado, durante su labor de auscultación e inves­
tigación del estado político y social que guarda la comunidad guerreren-
se, procuró siempre interrogar pormenorizadamente a quienes presentaron
sus quejas concretas en contra de las autoridades locales, a efecto de
precisar las circunstancias en que se cometieron los hechos narrados y
poder así conocer la fortuna y términos en que éstos ocurrieron, sus fechas,
las personas afectadas y demás datos e informaciones que pudieran ser­
vir para obtener un conocimiento exacto y real de la relación que ha
venido existiendo últimamente entre las autoridades locales y el pueblo
de Guerrero.
“ En tal virtud, nos permitimos rendir ante esta H. Comisión Perma­
nente del Congreso de la Unión, el presente informe, relativo a la inves­
tigación que realizarlos en cumplimiento del encargo que nos fue confe­
rido por el H. Sena de la República.”
México, D. F., i 1 de enero de 1961.

LA COMISION:
Senadores: Eduardo Livas Villarreal, Juan Manuel Terán Mata, Carlos
Ramírez Guerrero y José Castillo Tielmans.

DICTAMEN DE LA COMISION PERMANENTE

“ Después de haber considerado detenidamente el informe rendido por


la Comisión de Senadores que el H. Senado de la República designó para
estudiar la situación políticosocial del Estado de Guerrero, en vista de los
últimos acontecimientos habidos en la mencionada entidad federativa, y
habiendo cambiado impresiones con los miembros de la citada Comisión,
con objeto de corroborar y aclarar algunos aspectos del propio informe,
dictaminamos ante esta H. Comisión Permanente del Congreso de' la
Unión, en los siguientes términos:
I. Es profundo e irreparable el desajuste políticosocial entre el
pueblo de Guerrero y las personas integrantes de los poderes del gobierno
local del Estado. Se ha producido una incomprensión recíproca entre go­
bernantes y gobernados de tal naturaleza, que hace imposible entre ellos
toda relación humana, social y constitucional, la cual es indispensable
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 231
para la existencia del orden político y para la vigencia de la libertad de
los individuos y de los grupos que integran la sociedad guerrerense.
II. La existencia misma de las instituciones que forman los poderes
de un gobierno popular, representativo, democrático y constitucional, re­
quiere la presencia de los individuos en los lugares de su residencia nor­
mal, dentro de los períodos de labores preestablecidos, a fin de que puedan
cumplirse los fines própios de todo gobierno que se instituye por el pueblo
i y para su beneficio. Asimismo, los integrantes de los poderes deben os­
tentar normalmente la investidura que les fue conferida, mediante el ejer­
cicio de las funciones, atribuciones y obligaciones ordinarias y extraor­
dinarias que forman la naturaleza misma del poder político y social que
\ se les encomienda para conjugar las instituciones políticas con la vida
real y cotidiana del pueblo.
III. En el caso que se estudia, es evidente que los poderes locales
del Estado de Guerrero han dejado de tener existencia real y jurídica,
tanto porque se ha vuelto imposible que los individuos que los formaron
puedan ostentar en lo sucesivo sus investiduras y cumplir con sus fun­
ciones, como porque la sociedad guerrerense ha llegado a un estado de
tensión, inconformidad y repudio de dichas personas, de una intensidad
tal, que impediría por completo la restauración del I^Ien normal, el fun­
cionamiento de los órganos de la autoridad, y la vigencia de libertad
indispensable para el funcionamiento del régimen democrático represen­
tativo y popular, dentro de la Constitución de aquella entidad y de la
general de la República.
IV.— En virtud de lo antes expuesto, y de que han desaparecido los
poderes en el Estado de Guerrero, es el caso de solicitar del Ejecutivo
Federal una terna para la designación de un gobernador provisional, con­
forme a la fracción V del artículo 76 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. ''
Por las consideraciones hechas, nos permitimos poner a consideración
de esta H. Comisión Permanente, los siguientes puntos de acuerdo:
I. Es el caso de nombrar gobernador provisional del Estado de Gue­
rrero.
II. Desígnese una Comisión que haga del conocimiento del C. Presi­
dente de la República, por conducto del C. Secretario de Gobernación, este
dictamen, y la declaración relativa de esta Comisión Permanente, y le
solicite la terna para designar gobernador provisional en el Estado de
Guerrero.
III. Entretanto la Comisión cumple su cometido, declárese un rece­
so para esperar la respuesta del Ejecutivo Federal.”
232 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

México, D. F., a 4 de enero de 1961.

EL PRESIDENTE,

Licenciado y senador MAURICIO MAGDALEÑO

DISCURSO DEL SENADOR ANTONIO MENA BRITO

‘ ‘Las razones que tuvimos las Comisiones Unidas de Gobernación y dé


Puntos Constitucionales de esta Comisión Permanente para declarar des­
aparecidos los Poderes del Estado de Guerrero, según el dictamen que
acaban ustedes de escuchar, tienen fundamento legal en la Constitución
General de la República y en el estricto apego a la realidad, frente a he­
chos sociológicos fácilmente veriíicables.
En efecto, estamos contemplando un caso en que los gobernantes, por
fa pérdida de toda autoridad moral y, consecuentemente, de toda autori­
dad política, son rechazados por su pueblo.
El hecho está configurado por una controversia política en la que el
pueblo ha prepond^'ado; y ésta preponderancia ha sido tomada en cuenta
por las Comisiones para establecer una situación jurídica que traduzca
su equilibrio entre a ley escrita y aquello en lo que todos están incon­
formes, es decir, lo que por convicción y asentimiento se acepta como
base esencial de un orden determinado en una mezcla de obra jurídica y
hecho sociológico.
Y es que un país no puede vivir sin algunos principios, sin algunos
gérmenes que desenvuelvan su vida y que forman su realidad histórica
misma que nos obliga a pensar en algo superior a los textos escritos,
como fundamento del orden constitucional de una nación.
Por eso el hecho histórico ha sido tomado en cuenta antes que el
concepto oportunista que erróneamente quiere invocar un vacío cons­
titucional.
Los lamentables1sucesos ocurridos en el Estado de Guerrero y la dra­
mática descripción de nuestros informantes nos indican que se ha inte­
rrumpido el orden constitucional mediante hechos de armas resquebra­
jando el mantenimiento de la paz pública y el funcionamiento orgánico
de las instituciones; por ello, a la luz de los principios de nuestro Magno
Texto Legal aplicado conforme a la conveniencia de los intereses nacio­
nales es oportuno hacer constar por medio de un Organo Federal impar­
cial, la existencia de una situación extralegal, a la que es indispensable
poner el remedio correspondiente.
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 233

LA REALIDAD DE LOS HECHOS

En tal virtud, la Permanente, más que una función declarativa para


la comprobación de un heeko existente ; ha calificado y apreciado den­
tro del terreno político y legal si deben considerarse o no como po­
deres constitucionales los que están actuando en el Estado de Guerrero
y por eso quisimos corroborar la no existencia constitucional de estos
poderes y fundar nuestra determinación, como dije al principio, en la
realidad de los hechos y en la doctrina de nuestí Ley Suprema.
Así comprobamos terminantemente la desaparición real de las auto­
ridades constitucionales del Estado de Guerrero, si se tiene en cuenta
que éstas han abandonado prácticamente sus funciones quiere esto decir,
que estamos frente a un caso de acefalía y anarquía que requiere una
intervención inmediata y eficaz a fin de poner término a la situación con
el nombramiento de un Gobernador Provisional.
Si bien los Estados son libres y soberanos en lo que ve a su régimen
interior, no son independientes, sino que están unidos a una Federad ¿
establecida según los principios de la Ley Fundamental y deben estar
organizados bajo la forma de gobierno republicano- representativo y po­
pular y Según se desprende del informe de los señor. Cenadores no existe
ese régimen político en el Estado de Guerrero y, Dor lo consiguiente,
la Federación tiene pleno derecho de exigir que en obediencia de la
Ley Suprema se organicen dichos poderes, como ella lo prescribe, porque
solamente le es concedido el derecho de alterar o modificar la forma de su
gobierno y si al intervenir para restablecer el orden constitucional, se
alega sin fim^amenío" "ítíterésNie•*ün Estado, hay <jue
terrer gil cuenta''qué''él apartamiento de dicho orden constitucional p or
parte de las autoridades locales, afecta también el interés popular, el
interés de la nación, de donde se desprende que la alteración en la forma
constitucional del gobierno de algún estado, da derecho a intervenir al
cuerpo ,político en general.
' Si en un estado desaparecen los poderes legales, como en el presente
caso, poderes que forman su gobierno, se rompe el equilibrio federal,
no existe entre las entidades federativas una perfecta igualdad, y en se­
mejante situación hay la urgente, la ineludible necesidad de la reorga­
nización de ese Estado.
La nación puede seguir marchando con sus instituciones en su ré­
gimen interior y tener completa personalidad en sus relaciones exteriores,
pero el interés federal está herido; y como dentro del Estado de Gue­
rrero ya no hay Poder Ejecutivo ni Legislativo, ni Judicial, no existe
autoridad que tenga el derecho de convocar a nuevas elecciones, sólo
234 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

la Federación pnede y debe tener la facultad de hacer que el Estado se


reorganice y vuelva a entrar en el camino constitucional.

INTERPRETACION DE LA LEY

Sería insensato pensar que no existe remedio constitucional contra


una situación legalmente formal y substancialmente antidemocrática y
corrompida. Admitirlo implicaría rendir un homenaje falso a la letra
de la Constitución.
Por eso, cuando no obstante, la observación aparente de las normas
constitucionales, se ha alterado la forma de gobierno establecida por la
Constitución, el Poder Federal tiene el derecho, mejor dicho, del deber
de intervenir, no a requisición de las autoridades locales que tienen una
presunción de legitimidad, sino más bien por virtud de una exigencia
constitucional: garantizar la forma de gobierno republicano, represen­
tativo y popular.
Los dramáticos acontecimientos ocurridos en el Estado de Guerrero
nos conducen a reflexionar hondamente en lo que estamos haciendo y
en lo que debemos hacer, porque es innegable que este sacrificio no debe
ser un sacrificio 1L, is, sino una experiencia para todos aquellos funcio­
narios que se han asistido a mantener el equilibrio del poder y que se
empeñan en alejarse del pueblo a enmarañarse en complicados y peli­
grosos intereses. No, el pueblo es un maestro de profundas virtudes, es
un atleta de abnegados sacrificios y todo ha derivado de su entraña mis­
ma: la historia, las tradiciones, las costumbres, las revoluciones y las
leyes; separarse de él es romper la principal vinculación, el primordial
sostén del orden estatuido para el bien colectivo, y lo que ha acontecido
en el Estado de Guerrero y su saldo triste, así lo demuestran. La prueba
más fehaciente de este aspecto es que, en la procer ciudad de Chilpan-
cingo está el general Caballero Aburto, pero no el Gobernador Caballero
Aburto; porque el pueblo impide con su actitud a los funcionarios de su
Estado el ejercicio de su autoridad política.
El 17 de noviembre de 1957, cuando el Presidente López Mateos era
candidato, expresó que “ la probidad en la administración pública se in­
corporará indisolublemente al patrimonio ideológico de la nación de suer­
te que la decencia en el funcionario debe ser consubstancial toda vez que
la mera condición de servidor público tendrá que suponer una obvia ho­
norabilidad” .
‘ ‘Ningún gobierno puede arraigar en el ánimo popular, ni lograr el
progreso social, si los funcionarios que lo integran no son dignos del res­
peto y la consideración de sus conciudadanos. No nos limitaremos a pedir
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 235
una integridad activa que obliga al funcionario a rendir todo el esfuerzo
que corresponde a su cargo, responsabilidad y jerarquía.” En esa misma
ocasión el señor Presidente agregó: “ Ante todo, prometemos solemne­
mente no escatimar esfuerzo alguno por mantener el ambiente cívico en
que vivimos para cuya creación el Estado ha sido poderoso factor, y que
en México hace posible el disfrute pleno de la libertad de vivir y de
pensar, de trabajar y de criticar al Gobierno en los términos más am­
plios concebibles.”

INVOCACION DE LOPEZ MATEOS

El día 9 de febrero de 1955, el señor Presidente dijo en el Anfiteatro


Bolívar de la Universidad Autónoma de México, al referirse a la Cons-
titución, que “ no debemos pensar en ella como el instrumento público
nacional en el que constan los principios de la organización política de
México, como país soberano, y las bases también de los derechos y obli-
gaciones de sus habitantes, como expresión de su dignidad y de su
libertad de hombres, sino que para interpretarla se necesita algo más
que el conocimiento de la técnica jurídica; se requiere, dijo el Presi­
dente, ante todo, sentirla, vivir con ella en apasion 'o acercamiento a
su espíritu, porque nuestra Carta Política no está úni ámente, en la obli­
gatoriedad de su jerarquía y en el texto de sus disposiciones; palpita y se
nutre en la conciencia nacional de México, que en ello ha nacido la espe­
ranza de mejores rumbos para su grandeza, tras las amarguras de la
lucha; pues la expresión del nuevo vivir está en el que la libertad del
hombre encuentra los más altos índices, en el que el bienestar de cada
uno, fijándose las normas para que tengamos derecho a lo que nos es
propio dentro de este régimen de justicia social; en suma, porque nuestra
Constitución, dictada letra a letra por el pueblo y las esperanzas del
pueblo al gobierno, obliga al respeto del hombre en la medida que los
propios hombres han exigido que se les respete, y aspira a la posibilidad
íntegra, por el legítimo disfrute del bienestar, y el no menos legítimo dere­
cho de todos para alcanzaría, mediante el esfuerzo y la superación.”
Cito estas palabras del señor Presidente porque ellas son bien cono­
cidas de todos los mexicanos y principalmente de los que tenemos respon­
sabilidades públicas. Pero tal parece, que existen algunos funcionarios
públicos que se olvidan de cuál es el derrotero marcado al país y al pue­
blo de México por el señor Presidente.
No sé que diabólico designio se apodera de algunos mexicanos que
al ser exaltados al poder público, olvidan que sus compromisos lo son
únicamente con el pueblo y con la nación.
236 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

QUE HA DE SER UN GOBERNADOR

Gobernar no es un privilegio sino una fuente de generosas obliga­


ciones. El servidor publico no puede suprimir en ningún instante, la bue­
na fe, el valor, la equidad, la justicia, el amor patrio, porque queda priva­
do de toda fuerza moral.
Los magistrados deben ser indiscutibles en cuanto a su integridad, al
amor á su profesión, al celo del bien público y mientras mayor sea su
jerarquía mayor su hombría de bien, «porque muchas veces tiene que
suplir todas las virtudes de que carezcan los demás. Sin el deseo del bien
público, de respeto a la dignidad humana, sin la exigencia de decoro
cívico, sin uña atmósfera y un ambiente de libertad, sin amistad y sin
concordia, el Estado languidece y decae, el Estado es proceso de desga­
rramientos interiores; sin esfuerzo, estará hambriento; sin economía, se
arruinará; sin legítimo orgullo, vivirá oprimido.
Así pues en el fondo de toda política verdadera y elevada hay una
idea moral. __
No nos vamos a embriagar en la idea de una política perfecta, de un
gobierno perfecto, de leyes perfectas, de hombres perfectos, porque perde­
ríamos el sentido ^ las necesidades reales; pero por otro lado no debe­
mos olvidar este 1 leal para no marchar al azar de contradicciones sin
fin. Alguien ha d.oho que es necesario saber tratar a los hombres tales
como son, a fin de conducirlos poco a poco a lo que deben ser, y como
nada de esto aconteció en el Estado de Guerrero, sino por el contrario,
se cometieron bochornosos delitos, nuestra misión nó debe concretarse
solamente a restablecer el orden constitucional, la paz y la armonía y,
por eso, desde esta tribuna del Poder Legislativo hago un llamado a las
autoridades competentes para que hagan caer el peso de las leyes sobre
quienes alejados de su pueblo en lugar de servirlo lo ofendieron, para
que en esta forma se le restañen sus heridas y se le haga justicia.”

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL C. SENADOR


N ATALIO VAZQUEZ PALLARES

( Ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en relación


al dictamen que declara “ Que los Poderes Locales del Estado de Guerrero
han dejado de tener existencia Real y Jurídica” ) .
SEÑOR PRESIDENTE,
SEÑORES MIEMBROS DE LA COMISION PERMANENTE:

“ Nos encontramos, en esta solemne sesión, con el propósito de dis­


cutir si otorgamos o no nuestro apoyo al dictamen presentado por las Co­
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 237

misiones unidas de Gobernación y de Puntos Constitucionales en el que


se propone, a esta Honorable Comisión Permanente, que ha lugar a nom­
brar un nuevo Gobernador en el Estado de Guerrero.
Estamos, pues, haciendo ejercicio de una facultad que la Constitución
General de la República concede al Senado y a la Comisión Permanente.
Esta facultad es una facultad política, puesto que no es a un órgano ju­
risdiccional al que se le atribuye, sino a un órgano político como lo es
la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Y o me he preguntado: ¿vamos .a declarar desaparecidos los Poderes
del Estado de Guerrero? N o; porque ¿carecemos de facultad para hacer­
lo? No es facultad del Senado de la República ni de la Comisión Perma­
nente declarar desaparecidos los Poderes de una entidad federativa. La
facultad constitucional atribuida a esta Comisión Permanente es la de un
notario público para constatar después de haber examinado la situación
que prevalece en un estado, si sus Poderes tienen existencia jurídica. Para
verificar este hecho, el Senado nombró una comisión, la que analizó las
circunstancias que vive Guerrero, examinó a personas y discutió con ellas
todos los problemas, llegando a la conclusión, como nos lo ha informado,
de que en ese estado no existen ni Poder Ejecutivo, ni Poder Legislativo,
ni Poder Judicial.
Tomando en cuenta este informe, ¿cuál es la pro- osición que formu­
la el dictamen? Que ha llegado el momento de que s nombre un nuevo
Gobernador en el Estado de Guerrero, en virtud de que han desapare­
cido los Poderes en esa entidad. ¿Para qué? Para que, de acuerdo con
las leyes del Estado de Guerrero, se convoque al pueblo a elecciones y se
constituya un Gobierno legítimo.
¿P or qué se ha llegado a esta conclusión? El dictamen discierne con
claridad sobre esto, partiendo de un principio plenamente estableeido_ a
través de nuestra Historia: la soberanía popular.
El pueblo es el único que tiene esta atribución soberana; pero la ejer­
cita a través de los tres Poderes en que están organizados la República
y los propios estados. La democracia es el instrumento por medio del
cual el pueblo hace uso de sus derechos y al constituirse un Gobierno
legalmente, se establece entre pueblo y gobierno una relación de recipro­
cidad. Por una parte el Gobierno tiene la obligación de realizar las aspi­
raciones de los ciudadanos, de cumplir el mandato que le legaron al ele­
girlo,-de cumplir las leyes y de establecer un régimen de derecho; por
otra parte, el pueblo tiene la obligación, en relación con su Gobierno, de
obedecerlo cuando dentro de las leyes ejercita su poder y su soberanía
y cuando dentro del marco de las normas jurídicas da satisfacción a los
intereses populares. Y cuando se rompe esta relación recíproca entre pue­
238 J o s é C. G u t ié r r e z G a lin d o

blo y gobierno, deja de existir la democracia porque los titulares de éste


al desligarse del pueblo, convierten al Gobierno en una dictadura o en un
cacicazgo. Es entonces cuando el pueblo tiene el derecho de luchar contra
quien rompió el orden jurídico y usurpa una autoridad no legítima sino
inconstitucional.
¿Qué ha pasado en Guerrero? ¿P or qué estamos analizando la situa­
ción que priva en ese estado?
Uno de los principios básicos de la Constitución Mexicana es el de
respeto a la vida humana. ¿N o es ésta una garantía fundamental que
todo Gobierno debe hacer realidad para que la vida del hombre se res­
pete? ¿N o todo Gobierno debe actuar en función del hombre y no en
función del poder mismo? En Guerrero, según informa la Comisión, no
se respeta la vida humana.
Otro de los principios esenciales de la Constitución es la libre expre­
sión del pensamiento. Libre expresión de pensamiento ya sea hablada^ o
escrita; y libre manifestación de las ideas. En ejercicio de este derecho
el pueblo de Guerrero, sus habitantes, han expresado su pensamiento. ¿Y
qué ha pasado? Que el Gobierno actual, en vez de garantizar este dere­
cho, esta garantía básica, ha encarcelado, ha privado de la libertad, a
quienes opinaron e’ su contra.
Garantía constit cional también es la libertad de asociación y la ma­
nifestación pública de las ideas. En Guerrero no se ha respetado ninguna
de estas garantías y cuando un Gobierno no garantiza el libre ejercicio
de éstas, cuando un Gobierno no se ajusta a los mandatos de la Ley, este
Gobierno ha dejado de existir, estableciéndose ese divorcio con el pueblo
de que antes hablé.
La Comisión del Senado constató también que la autoridad no cumple
ni puede cumplir ninguna de sus facultades constitucionales y que por
tanto, el Palacio del Poder Ejecutivo y otros edificios de los órganos ad­
ministrativos están ocupados por la fuerza militar en virtud de que los
encargados de la autoridad política están incapacitados para hacer uso
de ella.
En vista de estas circunstancias, que comprueban la no existencia de
Poderes en el Estado de Guerrero, apoyo el dictamen.
Pienso, señores senadores y señores diputados, que es nuestra obliga­
ción estar solidarizados con la política democrática del señor Presidente
de la República, Lic. Aodlfo López Mateos, coordinando nuestras activi­
dades dentro de la independencia de los Poderes, y que esa coordinación
debe regirse por el principio siguiente: si somos un pueblo demócrata,
que hemos hecho de la democracia una forma de vivir, debemos respetar
los Gobiernos constituídqs bajo este signo, pero tenemos también la obli­
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 239
gación de no permitir más cacicazgos en la República, no permitir más
gobiernos divorciados del pueblo, no permitir ningún gobierno que no
ejercite sus derechos dentro del orden constitucional. Debemos apoyar
al pueblo de Guerrero porque, ya lo dijo el señor Presidente: “ los caci­
ques existen mientras el pueblo los soporta” .
La lección de Guerrero consiste en que su pueblo se ha rebelado
contra un gobierno inconstitucional y es una rebelión legítima y dentro
de los cauces legales. La Comisión Permanente, respondiendo a este lla­
mado, ha dictaminado que ha lugar a nombrar un nuevo gobernador en el
Estado de Guerrero. Y o apoyo el dictamen porque al hacerlo así, apoya­
remos todos al pueblo de Guerrero.”
2.40 J o s é C. G u t ié r r e z G a lin d o

DECLARACION DE LOS BUROCRATAS GUERRERENSES


CONTRA EL REGIMEN DE CABALLERO ABVRTO

Los trabajadores de la Sección Séptima, que laboramos en las Oficinas


Públicas del Gobierno del Estado de Guerrero, desde el momento mismo
en que asumió el Poder el Gral. Caballero Aburto, nos dimos cuenta
y somos testigos de que su actuación fue enderezada inmediatamente con­
tra el Pueblo, inaugurando la era de terror más sangrienta que jamás
baya visto la historia de Guerrero a través de su nefasta Policía Montada
que después transformó en Policía Motorizada, cuya lista de crímenes es
interminable como lo justifican las viudas y los huérfanos que maldicen
al Caballerismo; el nepotismo desenfrenado caracterizó y caracteriza al
régimen; y el saqueo más impúdico del Erario Estatal, ha permitido a
Caballero Aburco y a sus parientes y amigos el enriquecimiento ilícito
más descarado que jamás se haya visto; las escasas obras públicas eje­
cutadas han sido pagadas en su mayoría por el Gobierno Federal, Ayun­
tamientos e iniciativa privada, y la inmensa mayoría de nosotros perci­
bimos sueldos de hambre mientras la Camarilla en el Poder hace osten­
tación de la riqueza^mal habida. De cada treinta días del mes, uno o dos
permanece en la C pital del Estado el Gobernador, presentándose dizque
a despachar en el 1 alacio, por lo que el Pueblo nunca es recibido y sus
lugartenientes sólo se dedican a ensalzarlo y hacerle creer que es un gran
gobernante.
El pueblo guerrerense como un solo hombre, sin influencias de nin­
guna índole, secundando al estudiantado universitario que el 21 de octubre
se lanzó a la huelga en demanda de sus más caros derechos y para acabar
de una vez por todas con la podredumbre que mantenía el antiguo Colegio
del Estado hoy UNIVERSIDAD DE GUERRERO en la más ignomi­
niosa situación inquebrantable de alcanzar la desaparición de los Poderes,
mismos que controla el Gobernador del Estado a través de sus familia­
res que usurpan los llamados Poderes Legislativo y Judicial.
Desde el primer momento de la lucha, el pueblo se ha mantenido in­
variablemente dentro de los cánones de la Ley y guardando el más abso­
luto orden y cordura. Sin embargo la fuerza federal del 24 P>ata!!ón y
las Policías Motorizada, Urbana y Judicial del Gobierno, agredieron sal­
vajemente al pueblo que pacíficamente mostraba su repudio al Caballe­
rismo la noche del 6 de noviembre, lesionando a numerosas mujeres, an­
cianos, adultos y jóvenes que participaban en dicho acto. Agresiones como
ésta se han sucedido en todo el territorio del Estado, pretendiendo con la
fuerza de las bayonetas acallar el gran descontento del pueblo.
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 241
Ante esta criminal conducta del Caballerismo que condena enérgica­
mente toda la Nación, nosotros, los Trabajadores de la Sección Séptima,
vejados en mil formas por la Camarilla en el Poder, en abierta solidari­
dad con nuestro pueblo, cuya sangre es regada a raudales en todo el
Estado y llena lodas las cárceles, con fecha 7 del mes próximo pasado,
nos hemos lanzado a la huelga dispuesto a no retornar a nuestras labo­
res hasta en tanto no caiga el sangriento régimen que encabeza Caballero
Aburto. Nuestra decisión inquebrantable responde a la actitud que ha
asumido el comercio grande y chico, cuyas puertas están cerradas total
y parcialmente; al noble Magisterio Federal que respalda el movimiento
popular; a los padres de familia de todo el Estado que no mandan a sus
hijos a la escuela; a los contribuyentes en general que no están dispues­
tos a pagar sus contribuciones mientras el nefasto Caballero Aburto per­
manezca en el Poder.
Hacemos pública declaración ante el glorioso pueblo de Guerrero y
ante su más caro tesoro que es la juventud estudiosa, de que mantendre­
mos nuestro estado de huelga hasta que caiga el mal Gobierno, sin im­
portarnos la clase de medios represivos de que se pretenda emplear en
contra de nosotros y el pueblo todo.
Llamamos además a Í g s trabajadoi'es de todos los ivíunicipios de Gue­
rrero que declaren un paro permanente de actividades hasta que caiga
el mal Gobierno, y al pueblo, a que prosiga sus manifestaciones, mítines,
paradas cívicas, etc., y se abstenga de pagar impuestos mientras no des­
aparezcan los poderes que encabeza Caballero Aburto.

CHIPANCINGO, GRO.. DICIEMBRE DE 1960.


SECRETARIO GENERAL ENCARGADO,
PROFR. GILDARDO VALENZO
SECRETARIO DE FINANZAS,
ARNULFO PERALTA MARTINEZ
SECRETARIA DE ACTAS Y ACUERDOS,
MARGARITA MENDEZ APONTE
SECRETARIA DE ESCALAFON,
ALT AGRACIA ALARCON
SECRETARIO DE PRENSA Y PROPAGANDA,
GUILLERMO ZAPATA
PRIMER VOCAL,
ROGELIO M. TAPIA
SEGUNDO VOCAL,
ILDEFONSO LOAEZA HERNANDEZ
242 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

ACTIVIDADES CIVICAS

Juventina Jaimes Guerrero, Leonor Valenzo Calvo, Arturo Valenzo Calvo,


Filogonio Agüero Pastor, Bartolo Cano Vázquez.

COMISION AGRARIA M IXTA

Heberto Rodríguez Sosa, Isaías Alarcón Abarca, Sofía Encarnación Ro­


dríguez, Catalina Nava Alcocer, Rafael Leyva Ortega, Jorge Vélez Váz­
quez, Margarito Arcos Tapia.

DIRECCION DE AGRICULTURA

Adelina Adame Juárez, Ma. Cristina Alarcón, Yolanda Calvo Alarcón,


Adelisa C. de Cancino, Ma. Teresa Ramírez, Vicente Valle Catalán, Rosa
Ventura Barrera, Reyna Hernández Alonso, Angel Santos Rodríguez,
Jesús Calvo Vélez, Emma Tapia Aponte.

AYJ ST AMIENTO DE CHILPANCINGO

Alicia Ramírez Castro, Ignacia Martínez Catalán, Eloísa Alarcón Gonzá­


lez, Ma. Angelina Castañón V., Concepción Vázquez Mancilla, Amalia
Campos Sánchez, Socorro Salgado Luna, Ignacia Ramírez Hernández, Er­
nesto Méndez Memije, Adolfo Bello Casarruvias, Félix Guevara Leyva,
Bulmaro Bello Moctezuma, Simón García Santos, Ignacio López Pastor,
Santiago Tejeda Domínguez, Pedro Peralta Barrera, Héctor Alarcón Cár­
camo, Arturo Aguilar Nava, Federico Memije Muñiz, Abad Ortiz Berna!,
Abundio Hernández Vargas, Amalia Carballo Bernabé, José Amado, Del-
fina Bautista, Diego Valenzo, Fernando Bello Moctezuma, Heladio Her­
nández, Mario Bello Ramos, Celestino Tejas Godínez, Roberto Pastor
Polito, Miguel Ríos Flores, Filemón Morales Vázquez, Rómulo Tapia,
F'iladelío Sevilla Romero.

BANDA DE MUSICA DEL ESTADO

Carlos Quiñoz Rodríguez, Ricardo Pacheco Luis, Santiago Cario Herrera,


Antonio Méndez González, Silvino Martínez Ramírez, Leopoldo Vázquez
Ruiz, Filemón Hernández Jaimes, Juan Ríos Cruz, Manuel Ríos Ríos,
Cornelio Arrieta Castro, Cecilio Pérez Vázquez, Celestino Gatica Román,
Feliciano Soto Provisor, José Vega Gómez, Bartolo Corro Vázquez, Ma­
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 243

riano Luis Aquino, Saturnino Antonio Martínez, Melesio Luis López,


Constantino Cuevas Gutiérrez, Genaro Quiroz Hernández, Pedro Gutié­
rrez Morales, Simón Alarcón Carbajal, Dámaso Luciano Casarrubias, Tau­
rino Luis Aquino, Juan Nava Andrés, Anastasio Valerio de los Reyes,
Juan Zamudio Vázquez, Ricardo Jiménez Morales, Amando Ontiveros R o­
dríguez, David Hernández Ramírez, Celestino Luis Aquino, Arnulfo Luis
López, Leonardo Velasco Méndez, Carlos Quiroz Hernández, Roberto Cas-
trejón Marbán, Evaristo Solís Ramos, Ramón Castillo Carreón, Ricardo
Peralta Martínez.

CAM ARA DE DIPUTADOS

Gabriel Maldonado Cortés, Carmen Leyva Vda. de Salgado, Amparo Alar­


cón Alarcón, Ezequiel Pérez Ramírez, Herminia Salgado de Nava, Er­
nesto Guerrero Cordero, Minerva Ramírez Pacheco, Bernabé Neri Casta­
ñeda, Oliva Barrera López, Pablo Espinosa Galarce, Ofelia Abarca Jorge,
Alicia López Vargas, Alfredo Rodríguez, María Villanueva Núñez, Cira
Ciprés de Peralta, Francisco Julián Lázaro, Rosario Ortega Monjaraz,
Natividad Abarca Jorge. Genoveva Leyv~v Rivera.

CONCILIACION Y ARBITRAJE

Josefina Ramírez Villanueva.

OFICINA DE CATASTRO

Teófilo Moyao Salgado, Gloria Tapia Alarcón, Ma. Antonieta Medina


O., Alfonso Uriástegui Bahena, Ascención Flores Martínez, Silvia Ney
Sosa, Velia Flores Jiménez, Leonila Urióstegui Bahena, Carlos Rueda
Rodríguez, Lauro Vega Flores.

CONTABILIDAD

Augusto Vázquez Catalán, Francisca Díaz de Chávez, Sofía Leyva Vélez,


Alejandro Vega, Socorro Astudillo Flores, Enrique Castañón Zapata, He-
rón Catalán Butanda, Socorro Ramírez Salmerón.

DIRECCION DE SEGURIDAD PUBLICA


2.44 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Jesús Catalán Ramos, Natividad Abarca Cuenca, Ma. del Carmen Alcaraz
García, Ma. de la Paz Santos de Cerón, Rodrigo Acevedo Pineda, Eulalio
Tapia" Memije, Martín Lobato Ocampo, Ma. de la Luz Hernández A.,
Ma. Adame de Quiroz, Jesús Lobato Valle, Samuel Guevara Bautista.

DIRECCION DE PENSIONES

Susana Barrera Adame, Raúl Salgado Leyva, Félix Castañón Villalobos,


Roberto Leyva García*; Guillermo Aguilar, Cándido Gervacio Meza, Leo­
nel Márquez Alarcón, Rufina Castañón Villalobos, Ruperto Soto C.

DIRECCION GENERAL DE HACIENDA (JEFATURA)

Dora Ma. Peralta Alday, Emilia Castañón de Rodríguez, Arnulfo Peralta


Martínez, Ma. de los Angeles Vega, Irma Barrera Adame, Teodoro Alar­
cón Alcaraz, Francisco Encarnación Vega, Horacio Zapata Vázquez, Jesús
Parra Valdivia, Gloria Adame Adame, Esperanza Hernández Vélez, Ca­
rolina Albarrán VéT'z , Felipe Catalán Leyva, Fructuoso Aponte Flores,
Miguel Viguri Rodríguez, Lucino Rodríguez Millán, Samuel González
Cortés, Procés Jiménez C., Guillermo Alcaraz Encarnación, Amado Reyes
Pardo, Pedro Helguera, Jesús Parra Valdivia, Javier Lobato Arizmendi,
Echviges Campos.

DIRECCION DE EDUCACION PUBLICA

Concepción Contreras de S., Aída Parra Medina, Luis Benítez Ramírez,


Rufa Carbajal Pacheco, Olga Vélez Reyes, Gabriel Santos Díaz, Lamberto
Pólito Villanueva, Cándido Barbosa López, Pedro Arcos Moyos, Vicente
Guerrero García, Juana Bello de Monroy, Clementina Anaya Rodríguez,
Amada Islao Zamudio, Gildardo Valenzo Miranda, Luis Santos Díaz, Ze
ferino Gutiérrez Cuenca, Sergio Rivera Santos, Justino Nava Abarca,
Aristeo Abarca Gutiérrez, Vicente Cortés Ortiz.

ESCUELA PRIM ARIA “ HIMNO NACIONAL”

Narno Arcos Taquillo, María Ventura Pérez, Virginia López de N., Pilar
Moctezuma Nieves, Pedro Catalán Encarnación, Ciro Hernández Arella-
no, Sara Nájera Gutiérrez, Petra Santos Ventura, Emma Valle Espíritu,
Catalina Leyva Ortiz, Luis Hernández Román, Humberto Flores Chávez.
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 245

ESCUELA PRIM ARIA “ GENERAL VICENTE GUERRERO”

íldegunda Santos de Arcos, Efraín Herrera Yarela, Cristina Abarca Jor­


ge, Briselda Alcaraz, Silvino Martínez Ramírez, Esther Leyva, Gloria
García Morlet, Emelia Chavelas Arellano, Carmen Morales Vázquez, Es­
tela Alarcón de Alday, Ma. Enriqueta Flores Chávez, Ma. de Jesús Man­
zanares G., Concepción González de L., Catalina Rosales Reyes, Consuelo
Tamarit Hernández, Javier Méndez Aponte, Victoria León Lucero, Miguel
Ríos.

ESCUELA PRIM ARIA “ I OSE M ARIA M ORELOS Y PAVON ”

Atanasia Ramírez Bernabé, César Alarcón Nava, Ninfa Ríos Flores, Geor-
gina Zapata Vázquez, Beatriz del Castillo L. Vda. de G., Agustín Ciprés
Pastor, Odilón Memije Villa, Román Castro Rodríguez, José García Mi-
llán, Felipa Ruano Flores, Celia Castañón de Torres, Rosario Alarcón Vé-
lez, Elvira Sonora de Ciprés, Isabel Solís Adame, Arturo Cervantes
Delgado, Fortino Guerrero Martínez.

ESCUELA VESPERTINA “ VICENTE GUARRERO”

Victorino Zuluaga Barrera.

ESCUELA “ RAFAEL CATALAN CALVO”


(ZUMPANGO DEL R IO )

Enrique Pastor García, Olga Barrera Monares, Ma. Elena Encarnación


Tapia, Celia Cruz Montes, Fulgencio Cabrera Salgado, Rafael Montalván
Moreno, Gustavo Ceballos Catalán, Bertha Guevara Pérez Erasmo Lagu­
nas Delgado, Leodegario González Miranda, Emigdio Rodríguez Catalán,
Gloria Cabrera Labra.

DIRECCION DE GANADERIA

Teresa Hernández Cuevas, Ma. del Socorro Arellano R., Ma. Martha Ra
mírez, Juan Hernández Cuevas, Fulgencio Bernal M., Anacleto Tinoco
Arcos, Lucio Abra jan Vargas.

I M P R E N T A
246 J o s é C. G u t ié r r e z G a lin d o

Rogelio Muñiz Tapia, Armando Chavelas Moyao, Angel Chávez Navarre-


te, Félix Morales Tapia, Pedro Alday Vélez.

JARDIN DE NIÑOS “ IGNACIO L. VALLARTA”


(AM OJILECA)

Josefina Silva Castro, Juana Ramírez Aponte.

JARDIN DE NIÑOS “ CONSTITUCIONES 1857-1917”

Concepción Vega Nava, Josefina Mendoza Martínez, Ernestina Vega


León, Cayetano Bernal Gómez, Petra Castañón Navarrete, Clementina
Morales Alarcón, Ma. de Jesús Díaz López.

JARDIN DE NIÑOS “ HEROES DE CHAPULTEPEC”


- -j, *
Guillermina MoraJ^», Teresa Alarcón Adame, Victoria Muñiz Muñoz,
Aurelia Vega Organista.
JARDIN DE NIÑOS “ FEDERICO FROEBEU’

Ma. del Socorro Alcaraz Leyva

JARDIN DE NIÑOS “ BERTHA VON GLUMER”

Esthela Jurado de Gómez, Dolores Alarcón de Damián, Elia Alcaraz Ley-


va, Enedina Luna Morales, Guadalupe Neri Carreto, Magdalena Saavedra
de Zamorano, Josefina M. de Vélez, Ma. Vázquez de Orduña, Moisés
Guevara Villalva.

LISTA DEL PERSONAL DE LA DIRECCION


DE OBRAS PUBLICAS

Mario Pardo Salgado, Guillermo Cerezo Guerrero, Rogaciano Valenzo Mi­


randa, Justina Tapia Romero, Humberto Téllez Bautista, Gumaro Vélez
Pardo, Ricardo Ortiz Calderón, Juan Eugenio Bello, Leobardo Guevara
Cilio, Crescencio Morales Nájera, Cirenio Arcos Vélez, Antonio Ruano
Tapia, Angel Hernández Nájera, Evaristo Rivera Sánchez, Carlos Már­
quez Guerrero, Marcelino Téllez Falcón, Anastasio Pérez García, Rodrigo
Campos Memije, Cirilo Apatiga Castillo, Tomás Alcaraz Vélez, Agustín
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 247

Arcos Castañón, Regino Carbajal Molina, José Abarca Valle, Romana


M. de Vázquez, José Ma. García, Raúl Castro Estrada, Jesús Rodríguez
Millán, David Carbajal Ramírez, Arturo Peralta Rodríguez, Agustín Her­
nández López, Ignacio Medina Juárez, Simón Mancilla Herrera, Enrique
Memije Mendoza, Antonio Gutiérrez Rodríguez, Gabriel Montiel Gómez,
Saulo Adame Reynoso, Gerardo Bonilla Bello, Gildardo Rodríguez Ríos,
Margarita Zapata Ojeda, Diego Bello García, Agustín Ciprés Pastor, Ciro
Hernández Arellano, Amado Ortiz Santos, Raymundo Flores Yaladez,
Pablo Suárez Hernández, Ramón Nava Reyes, Silvino García Nava, Er­
nesto Alday Castro, Alvaro Morales Torreblanca, Roberto Leyva García,
Juan Julián Añota, Abraham Portillo García, Humberto Rodríguez Sán­
chez, Marcial Sánchez B., Elpidio Arcos Vélez, Santiago Aponte Leyva,
Atilano Castrejón Pillado, Julio de la Cruz Sánchez, Erigido Agüero Gu
tiérrez, Patricio Saldaña Cruz, Ignacio Bello Jiménez, Gregorio García
Santos, Genaro Vázquez Simón, Rodrigo Arcos Castañón, Bernardo Gar­
cía Tolentino, Francisco Abarca B., Juan Hernández Ramírez, Julián
Morales Gatica, Félix Bonilla Mancilla, Mario Muñoz Ramírez, Raúl Ra­
mírez Ruiz, Calixto Ocampo Mota, Josías Catalán Alducín, Juan García
Alcaraz, Felipe Arcos Castañón, René Vélez Aponte, Juan Mancilla M o­
rales, Angel Hidalgo Abarca, Ricardo Rodríguez Oontreras, Marcelino
Flores S., Juan Moreno Cuevas, Celestino Arcos Abra jan, Juan García
Bautista, Teodoro Bautista, Teodoro Dionisio Madora, Manuel Ramírez
H., Pedro Alarcón Nava, Nahum Alarcón Vázquez, Rafael Peralta Ci-
niega, Francisco Nava Alarcón, Jorge Catalán Alducín, Tomás Nava Vi-
llanueva, Pascual Padilla Castro, Mario Hernández Solache, Honorio
Agüero Morales, Aurelio García Pastor, Rogelio Martínez Martínez, Fé­
lix de la Cruz Cabañas, Aureliano Pastor Parra, Ricardo Aponte Pólito,
Eduardo Ortega Gutiérrez, Tomás Falcón Cabrera, Severo Méndez Ire-
guillén, Bernabé García Carbajal.

SECRETARIA GENERAL DE GOBIERNO

Rita Catalán Calvo, Guadalupe Acevedo López, Guillermina Organista P.

SUBSECRETARIA GENERAL DEL GOBIERNO •

Paula Gutiérrez Avila, Amantina Alarcón de Alday, Alicia Arcos de Flo­


res, Moisés Alarcón Martínez, Efraín García Martínez, Aída Hidalga
de Peralta, Teódulo Morales.
248 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

OFICIALIA M AYOR DE GOBIERNO

Emilia Adame de Arcos, Edmundo Santos Díaz, Trinidad Nava Meza,


María de Jesús Castro de H., Elvira Alarcón Vélez, Juventina Falcón de
S., Teresa Morales y Morales, Ma. Encarnación G. de A., Rufina Alarcón
Villa, Gabriela Lampart, Juan Bueno Téllez, Roberto Calvo, Laureano Té
Hez, Leopoldo Alarcón A., Agripino Telumbre, Celestino Flores Julián,
Tomás Salgado Damián, Ignacio Sánchez Calvo, Judith Villalobos, Raúl
Sonora Vargas, Reyna Castro Santos, Altagracia Alarcón S., Justiniano
Peralta A., Nely Martínez Martínez, Estela Sonora Vargas, Irene Adame
de Arcos, Dolores Bailón Beltrán, Natividad Valadez, Paula Organista,
Aurelio Avilez, Isidro Alarcón, Sergio Moreno, Ricardo Telumbre, Efrén
García Solache, Fausto Carbajal R., Flora Santos Abarca.

PROCURADURIA GENERAL DE JUSTICIA

Ma. del Socorro Vega G., Irene Villalva de Núñez, Angelina Sánchez
García, Oliva Orteg». Rodríguez, Xavier Fuentes Adame, Leopoldina
Mancilla Rac^á, Bertha Villalva Espinosa, Lauro Almazán R.
•o; ¡
OFICINA CENTRAL DE EMPADRONAMIENTO (H ACIEN D A)

Cándida Alarcón Tapia, Catalina Lázaro Cástulo, Guillermina Viguri M o­


rales, Margarito Salgado Luna, Héctor Ortega Ruiz, Ma. del Carmen
Alarcón, Ma. de la Luz Ley va Ortiz, José A . Villalva Ruiz, Ma. Elena
Alarcón S., Ma. Nelda Carranza Martínez, Iris Arteaga Salgado, Teodoro
Lázaro Cástulo, Francisco Javier Guevara, Manuel Sánchez Carbajal, Na­
tividad Catalán Encarnación, Fidela Parra de Leyva, Ma. Luisa Ramos.

REGISTRO PUBLICO DE LA PROPIEDAD

Elba Barrantes Alcaraz, Margarita Méndez Aponte, Caritina Pastor Ada­


me, Ma. Luisa Blanco Vega, Genoveva Conde Rodríguez, Glormda Aceve-
do de Jorge, Etelvina Cervantes de Bello, Socorro Hidalgo Abarca, Eleu-
teria Martínez de Carranza, Gerardo Alarcón Bernal, Ernestina Martínez
Martínez, Natividad Corona S.

RECAUDACION DE RENTAS
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 249
Manuel Vélez Moreno, Miguel Angel García Adame, Pablo Alarcón Jimé­
nez, Rafael García Adame, Alvaro Muñoz Bello.

OFICINA DE TRANSITO Y CUERPO AU X ILIAR DE TURISMO

Modesta Bernabé Muñoz, Ana María Villalva j .

TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

Ma. Asunción Flores, Job Santos Salgado, Ildefonso Loaeza Hernández,


Cenovia Flores de Bernabé, Socorro Sonora Vargas, Marcelino Salme­
rón, Fidelina Hernández García, Filadelfo Garibay García, Reginaldo
Hernández Lima, Carlos Obregón, Antioco Hernández Alonso, Guillermo
Zapata Agüero, Antonio Obregón Memije, Delia Encarnación, Concep­
ción, Flores Santos, Fernando Domínguez, Rafael Bernabé Linares, Nati­
vidad Encarnación Tapia, Rafael Mancilla, Blandina Medina Organista,
Luisa Alarcón.

'V
JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA

Leobarda Ramírez, Natividad Cuenca

OFICINA DE TURISMO

Margarita Reyes Alarcón, Victoria E. Pérez Parra, Juan Casarrubias, Es­


tefanía Vázquez Flores, Raúl Villalva Ruiz, Andrés Ortega.

TIENDA DEL EMPLEADO

Ambrosio Gutiérrez Alvarado, Soledad Campos Vargas, Imelda Carbaja]


Pacheco, Gerardo Corona Solano, Rufa Carbajal Pacheco, Baltazar Gutié-
rrez Memije.

UNIVERSIDAD DE GUERRERO

Irma Delgado, Rebeca Barrera, Eréndira Acevedo, Celerina E. Vda. de V.,


Ma. Martha Espinosa, Juan García, Alfredo García, Elpidio Cruz, Rubén
Sánchez, Lidio Garibay, Daniel Alarcón A ., Ana Ma. Hernández Lima,
250 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Ofelia Catalán, Evenina Escamilla, Elizabeth Alarcón, Reyna Vega Nava,


Natividad Reynoso, Encarnación Luna, Pedro Taquillo G., Tayde López,
Pedro García Flores, Héctor Campos S., Guillermo Mendoza Isidora, Elia
Herrera Mejía, Amalia Leyva Mancilla, Carlos Morales Morales, Ofelia
Carbajal Pacheco, Ma. de Jesús Catalán C., Leónides García Pastor.

MAESTROS RURALES AL SERVICIO DEL ESTADO

Erasmo Flores Astudillo, Caritina Tamarit, Angela Nava Juárez, Leonor


Monroy Pérez, Adela Meléndez Solorio, Enedina Hernández, Ma. Gua­
dalupe Adame, Ma. del Refugio Apatiga, Raquel Castro A. de Gómez,
Joaquín Maldonado Núñez, Estefanía Mosso, Rodolfo Nájera Valdés, Mei-
nardo Navarrete S., Catalina Gudiño C., Andrés Ramírez P., Ma. del
Socorro Urióstegui, Plutarco Donjuán Romero, Juan Nájera Gutiérrez,
Ma. Guadalupe Nájera, Froilán Gutiérrez, Alejo Morales Romero, Ornar
Valdez Valdez, Simona Arcos Castillo, Severo Morales, Margarita Bau­
tista, Eduviges Castro, Angela Miranda Martínez, Inés García Sánchez,
Victoria G. J. de Revna, Humberto Chávez P., Brígido García, Irene
López de G., Am ao". Rodríguez M., Ambrosio Santos E... Jesús José de la
C., Bernardo Rodríguez, Severiana Vázquez R., María Nava, Raquel Cas­
tro, Luciano Salmerón, Amar Valdez, Teófilo Salmerón, Rutilo de Jesús
Castro, Magdalena Castro, Magdalena Ortiz, Paula S. de Salmerón, Bár­
bara Abarca.

MANIFIESTO A LOS HABITANTES DE ACAPULCO


Y DEL ESTADO DE GUERRERO

Este Comité, de Defensa, desde su creación, diariamente recibe serias


denuncias de las actividades inconstitucionales que desarrolla en este Puer­
to, tanto autoridades Municipales como Estatales, al igual que la Junta
Federal de Mejoras Materiales, actividades que hemos denunciado a las
autoridades competentes, pero éstas, hasta la fecha, no han querido corre­
gir tales cosas, olvidando que, sobre los intereses muy privados, están los
altos intereses de nuestro Municipio, de nuestro Estado y Nuestra Patria.

El C. Gobernador del Estado, dentro de las facultades que le otorgan


las Fracciones IV, V, X IX , X X I y X X III del artículo 68 de la Constitu­
ción Política del Estaod, no ha querido dictar las medidas encaminadas a
suprimir el deshonesto proceder de nuestro actual Ayuntamiento ni man­
dado practicar las visitas del caso, para constatar que los dineros prove-
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 251
mentes de los impuestos que paga el pueblo, no son destinados a los servi­
cios públicos Municipales. Tampoco ha querido intervenir, efectivamente,
para suprimir la constante apertura de centros de vicios, que sirven para
envilecer a nuestro pueblo joven, porque esos centros, sirven de trampa
para recaudar más fondos, que, como ya expresamos, no se destinan al
pago de los servicios públicos, sino para aumentar el activo de haciendas
privadas.

El propio C. Gobernador, no obstante nuestras reiteradas gestiones,


no ha querido derogar, los decretos 41, 44 y 50, no obstante de que ellos
son contrarios a la existencia del Ayuntamiento de Acapulco, al mantener
la venta de los terrenos del ex Palacio Municipal y del Mercado El Pa-
razal, ventas que en cualquier momento, pueden realizarse y por cuyo mo­
tivo ha provocado un malestar y repudio general. El último decreto citado,
el 60, no obstante que crea “ un privilegio” para que los impuestos copre-
ros, pasen a manos de particulares, tampoco ha gestionado su derogación,
no obstante haber causado en ambas costas, un malestar y desconfianza,
entre los agricultores.
También, debe señalarse que, no obstante las gé.^ iones de ese Comité
para que se derogue el decreto que entregó a la Junte Federal de Mejoras
Materiales, las tierras Municipales, desde cerca de Tierra Colorada a Ato-
yac, a efecto de que las mismas vuelvan al patrimonio Municipal de Aca­
pulco, no ha tenido a bien dictar o gestionar tal medida, provocando así,
que en nuestro Municipio, existan dos autoridades que en manera alguna
pueden coexistir, como autoridades con funciones Municipales.
De lo anterior, se constata que estamos viviendo en un régimen que ha
proscrito la Constitución, y con mayor razón, si analizamos o contamos
la serie de asesinatos cometidos por la Policía del Estado.

LA NUEVA LEY DEL CATASTRO

Ella no tiene razón de existir, ya que no estamos dentro del término


legal, para expedir esa nueva ley, sin embargo se ha decretado con ma­
nifiesta violación del artículo tercero de la Constitución Local y 31 y 73
de la Constitución General de la República, ya que dicha Ley, no es
proporcional, ni equitativa, y es en la mayoría de los casos, confiscatoria;
es caprichosa porque deje su solución sólo en las manos del poder Ejecu­
tivo, quien podrá usarla como arma económica política, lo que la hace,
también arbitraria, inicua.

La nueva Ley de Catastro, no hace la regulación, no da las bases para


252 J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

los avalúos de los predios de acuerdo con su ubicación, ni menos de acuer­


do con sus construcciones, posibilidad económica de sus propietarios, obje­
tos a que estén destinados los predios y demás pormenores, que debieron
de tomarse en cuenta en esa ley, tal como aconsejan los técnicos y la
ciencia de esta materia, que en última instancia, sirve para comprobar, el
valor de los bienes, no sólo del Municipio y del Estado, sino que de la
Nación Mexicana, pero en el caso de esta Ley, no se trata de comprobar
tales valores, sino que, única y exclusivamente el fijar precios arbitra­
rios, para imponer contribuciones también arbitrarias, es decir, para que
en este régimen haya mayores ingresos, no obstante de que no hay, ni
nuevas obras públicas ni servicios públicos medianamente eficientes; sólo
hay una cosa: nuevos ricos.
Pero si lo anterior no fuese suficiente, las altas autoridades del Estado,
como en otros casos, en éste, violan ílagrantemenle el artícelo ciento once
de la Constitución del Estado, ya que se tiene conocimiento que otorgó la
“ concesión" para realizar la ejecución de los trabajos públicos” a la nego­
ciación denominada “ Planeación y Avalúos” , S. de R. L., SIN QUE EXIS­
TIERA LA PREVIA-CONVÜCATQRIA. Esta gracia o merced anticons­
titucional, la oiorgqniediante el pago de la cantidad de tres millones de
pesos, misma que pndo ser de cinco o diez millones de pesos, ya que no
existió el acto público de la convocatoria. Pero lo anterior es más grave,
si se tiene en cuenta que se eligió como “ concesionaria” a la peor de las
sociedades insolventes, como son las de Responsabilidad Limitada; y así
se toma también en consideración que sus integrantes, son ESPAÑOLES,
QUE POR DECORO PATRIO, NO DEBEN NI PUEDEN INTERVENIR,
P A R A PONERLE PRECIO, A UNA PARTE DE LAS TIERRAS QUE
INTEGRAN NUESTRO TERRITORIO FEDERAL. TALES ACTOS,
COMPROMETEN NUESTRA DIGNIDAD NACIONAL Y CONSENTIR­
LOS, ES TANTO COMO PARTICIPAR EN ELLOS.
Habiendo ya pasado el momento álgido de las elecciones, es llegado el
momento en que, el Comité de Defensa del Patrimonio Municipal de Aca-
pulco, A. C., acogiendo las protestas e inconformidades presentadas en
contra de la Nueva Ley de Catastro, su ejecución y aplicación por extran­
jeros “ concesionarios” ; ante los abusos que ya están cometiendo de cobrar
por esos “ avalúos y planos” a cada propietario, fijándose IMPUESTOS
DIEZ TANTOS MAYORES QUE LOS ANTERIORES, que hagan un lla­
mado a todos los habitantes del Estado, y en especial del Municipio de
Acapulco, para que, POR LAS VIAS LEGALES acudan en defensa de sus
intereses y de la dignidad Patria, y eviten así, que una vez más, por falta
de capacidad administrativa, se conculquen nuestros sagrados derechos.
Y e l P u e b lo se Puso d e P ie 253

De aplicarse la Nueva Ley de Catastro, los propietarios, tendrán que


pagar mayores cantidades de dinero que los que se pagan por un arrenda­
miento; pero el precio de los arrendamientos, por esos coníiscatorios im­
puestos, también subirán en la misma proporción. Tendremos que abando­
nar nuestras tierras, nuestros bogares, tendremos que emigrar, ya que pesa­
rá sobre nosotros la Ley Económico-Coactiva, el embargo, el remate, la
ruina.
ACAPULQUEÑO: EL COMITE DE DEFENSA DEL PATRIMONIO
MUNICIPAL DE ACAPULCO, A. C., está para defenderte, acude a él para
promover demanda de amparo; acude a sus reuniones, asambleas, míti­
nes, manifestaciones que se bagan, dentro de la Ley, para obtener el res­
peto a las garantías individuales; NO PAGUES ESOS IMPUESTOS HAS­
TA EN TANTO, no se derogue esta nueva Ley del Catastro que atenta,
no sólo contra el patrimonio privado, sino que, por los que la ejecutan,
contra la dignidad de la Patria.
EL PUEBLO DE GUERRERO Y EN ESPECIAL EL DE ACAPUL­
CO, NO DEBEN PAGAR, LA FALTÁ DE CAPACIDAD ADMINISTRA­
TIV A DE SUS GOBERNANTES. AL PUEBLO SE LE DEBE SERVIR,
DENTRO DE LA i O N S T I T Í r C I C ^ T ^ f X l :! ? & " ^ B ^ t ^ ® A S H ^ P t -

ACAPULCO ES PRIMERO
Acapulco, Gro., a 22 de julio de 1958
EL COMITE DE DEFENSA DEL PATRIMONIO
MUNICIPAL DE ACAPULCO, A. C.

El Presidente, CONSTANCIO M ARTINEZ; El Tesorero, JOSE O.


MUÑUZURI; El Vicepresidente. JULIO VELEZ; El Secretario, SOCRA­
TES MUÑIZ; El Pro Secretario, ANTONIO PINTOS CARVALLO. V O ­
CALES: Primer Vocal. EMETERIO DELOYA; Segundo Vocal, RAMON
GUILLEN; Tercer Vocal, RAYMÚNDO ROSAS A .; Cuarto Vocal, NI­
COLAS ROMAN B .; Quinto Vocal, RAYMUNDO DIAZ M ARBAN; Ase­
sor Jurídico, LIC. EMILIO GUERRA L.
Corrido de Cliilpancingo

NO ME LOS MATEN POR DENTRO

Por H umberto O ch oa Campos

¡ Pr^ria, escucha su clamor,


que me los matan por dentro.

Preferible que sus cuerpos


sobre petate de sangre,
con cuatro cirios de plomo
miren muy fijos al cielo.

j Patria, escucha su clamor,


que nos los matan por dentro!

Pior es esta madrugada


mirarlos clavados vivos,
con sus sombreros de luna
como aureolas de santitos.

Míralos clavados vivos


empuñando sus conciencias,
ardientes armas de fuego
pa’ derretir bayonetas.

¡Patria, escucha su clamor,


que me los matan por dentro!

— 254 —
Y e l P u e b lo se P u so de P ie

II

Remedando las antorchas


que el pueblo ostenta en sus manos
cuatro luceros curiosos
el alba van anunciando.

Las campanas de aquel templo


que en sus paredes guardó
el propósito sagrado
de libertad y de unión,

de San Mateo a San Francisco,


del Güacapa a San Antonio,
envía sus voces de auxilio
en respaldo a los cachorros.

La voz juvenil de Araujo,


que las orejas mugrosas
con tierra de muchos años
no alcanzan a escuchar claro,

comunica a todo el pueblo


que mil soldados armados
se burlan de los principios
manchando el cincuentenario.

Unos de abajo pa’ arriba,


otros de arriba pa’ abajo,
con banderas como escudo
y con fusiles de palo,

levantan una muralla,


con siglo y medio de fuerza
de material libertario;
y el sitiador es sitiado.

Miles de ojos hermanos


gritan, cerrando los cuerpos:
‘ ‘ Si los van a mancillar
mejor entréguenlos muertos” .
Madres y padres arrullan
con su valor y su arresto,
256 José C. G u t ié r r e z G a lin d o

el sueño heroico del hijo


de dar libertad .al pueblo.

Y los murmullos arrecian:


“ Y a son universitarios,
por eso nos abanderan,
tenemos que respaldarlos.”

Mientras del alto edificio


una idea sale volando:
“ Si no es pa’ servir al pueblo,
¿para qué nos educaron?

¡Patria, escucha su clamor!


¡Que no los maten por dentro!

III:

Frente a los uniformados


se 'Jice a sí mismo, Tim o:
“ Lomo en los antiguos tiempos,
mejor otra vez conmigo.”

El, como ahora su hijo,


no aguantó las injusticias
y a la sierra se largó
con machete y carabina.

Con otros uniformados,


casi igual a los actuales,
peleó limpiando celadas
detrás de los matorrales.

Todo lo hizo pa’ que hubiera


para su hijo mejor mundo,
pero quien le iba a decir
que resucita el difunto.

El creyó haberlo acabado


alia en novecientos veinte,
ya había tierra, libertad
y educación pa’ la gente.
?
Y e l P u e b lo se P u s o d e P ie 25?

Mas como dice el refrán:


“ nadie sabe de lo andado” ;
ora en la Universidad
está su hijo sitiado.

Y como todos los padres


repite el mismo estribillo:
¿ Pa’ qué nos los educaron,
pa’ servir a los bandidos?

Frente a los uniformados


se dice a sí mismo, Timo':
“ Como en los antiguos tiempos,
mejor otra vez conmigo.”

i Patria, escucha su clamor,


que me los matan por dentro!

IV

Regando la salsa verde


con agua de sus pupilas,
la buena madre prepara
el morral para su cría.

Igual lo hizo en otros años


cuando siguiendo a su viejo,
caminó valles y montes
luchando con él, parejo.

Al triunfo de las batallas


regresó sonriente al pueblo
y ocho juegos de pañales
fueron campanas a vuelo.

Todo era felicidad


y en las fechas de la historia
entonaba agradecida
las inmortales estrofas.

Los pañales se volvieron


pantalones de mezclilla
y el cajón de los recuerdos
coleccionó ocho cartillas.
J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

Llegaron las carreteras;


los focos, iluminando;
y hasta una Universidad
para seguir avanzando.

Mas como dice el poeta:


áíAunque la jaula sea de oro,
de nada vale riqueza
si falta el mayor tesoro” .

No son adornos de un pueblo


esos muchachos valientes,
son nueva simiente buena
para limpiar el ambiente.

Por eso las malas gentes


que lucran con una lucha,
los tienen ahí encerrados
er'resguardo a sus fortunas;
y ella por la calle,
baja
cargada del bastimento
para el joven capitán
que habrá de cambiar los tiempos.
¡Patria, escucha su clamor!
que me los matan por dentro!
V

Con sus manos morenitas


levantan sin titubeos,
el escudo nacional
símbolo de sus anhelos.

Los tres colores le sirven


de corpino a su valor
y a la “ Catalán” recuerdan
cuando entonan con fervor:
<£Piensa oh Patria querida
que el cielo,
un soldado en cada hijo
te dio” .
Y e l P u e b lo se P u so d e

Y adh'inan en los rostros


que asoman por ias ventanas,
la herencia que les legaron
los héroes de mil campañas.

Y sus voces femeninas


repiten pa’ sus adentros:
“ si les falta de comer
dispongan de nuestros cuerpos.

¡Patria, escucha su clamor,


que me los matan por dentro!

VI

Sobre el pizarrón que antes


mostraba las ecuaciones,
se contemplan resultados
como rugir de cañones;

La planteación del problema


se hace en discusión abierta,
aunque las gentes armadas
tengan cerradas las puertas.

Que les importa el bloqueo,


el dolor y la abstinencia,
si no les pueden tapiar
ios ojos de la conciencia.

Y así se escuchan las voces,


juveniles, pero firmes,
relatando pa’ la historia
otro camino sublime:

“ Estamos con nuestro pueblo


pues en el aula aprendimos,
que la técnica y la ciencia
se hicieron para servirlo.”

“ Nunca seremos los cómplices


de los modernos verdugos,
J o s é C . G u t i é r r e z G a l in d o

ños debemos a la patria


de la que somos futuro.”

“ Se enojan, pues preparados


sabemos ya más que ellos;
en adelante es difícil
que sigan haciendo enredos.”

“ Estamos igual que el pueblo,


en callejón sin salida,
con las dos puertas cerradas
pa’ que muramos de asfixia.”

“ Si no permiten la entrada
con su eterna imposición,
de las tristes “ golondrinas”
déjennos cantar al son.

<4S^así quieren que explotemos


d<rjen las puertas cerradas,
ya no importa la salida,
iremos sobre la entrada.”

¡Patria,, escucha su clamor,


que me los matan por dentro!

CORO DEL PUEBLO


Aunque, mero, mero,
no podrán hacerlo,
pues mi Chilpancingo
de ha tiempo es eterno.

Aquí se sepulta
sin llanto ni duelo
la primera etapa
que planeó Madero.

Los hombres, mujeres y niños


sitiando al ejército;
los bravos cachorros
peleando por ideales nuevos,
Y e l P u e b l o se P u s o d e P ie 261

están restirando la cuerda


que ponga a la vista el otro principio:
“ Ya no hay reelección,
que exista el sufragio efectivo” .

Así nos libramos de agravios y muertos


y de andar peleando con malos gobiernos
y estar aguantando, a tantos rateros.
¡Cúmplanle a Madero!

Que lo que’ s mi pueblo,


ese Chilpancingo,
va abriendo la puerta
de otro nuevo ciclo.

Escúchanos Patria,
nos conviene a todos.
¡Que viva mi
jijo? del demonio!
discurso til?o m ociones^a ci ¡padana
que siguieron aclar; ci ■ncs de la P re sid e n cia ./E n pro dc-1
mito do la Frosidoncia hablrt e l ciudadano Fernando Dia?. Durín,
^ * r /^ r ^ -~>—• «»•'Suficionteuente discu tid o el trá-iite de la .’lesa.«
en v iitn cl'n eeoní'njra fué aprobado.
Se lev a n ti la sesión a I f c d ie c is ie t e /»oras y —
v e in ticin co «ilrtatus y ce cit<5 a sesión soleare p&rn e l día
veinte de‘ lo s corrien tes a layS’ nueve

SIEMPRE.— Nov. 30/60 Anr c ATURAS


A m bh m â ® W m A m k m œ ê®

■¿Sa te llegara el 28 do noviembre?


- ■ ■— -■ ^
NOTA EXPLICATIVA DE LAS CARICATURAS

Una de las tradiciones del ingenio popular mexicano y de las mani­


festaciones más claras del mismo, es, a no dudarlo, la caricatura que a lo
largo de nuestra historia y singularmente al través de las luchas cívicas
nacionales, ha servido de arma de combate, látigo que fustiga, ironía que
zahiere, punta de lanza que sangra, río caudaloso por donde se desbordan
la imaginación y la sátira populares.

Tanto en el siglo pasado, durante nuestras jornadas nacionales por el


progreso del país, como en los albores del presente, dudante los prolegóme­
nos, la realización y posteriormente a la Revolución Mexicana, la caricatura
fue un instrumento de combate que en manos de José Guadalupe Posada y
otros ilustres representativos de la misma, era una de las expresiones más
temidas por la dictadura de Porfirio Díaz.

En relación con el movimiento del pueblo guerrerense en contra de


Raúl Caballero Aburto, la sátira y la ironía populares no podían dejar
de revelarse y es así como todos los periódicos de la capital y de los Estados,
se ocuparon reiteradamente en sus páginas de este problema, exponiendo,
al través de la caricatura, la preocupación y la solidaridad de los mexica­
nos con el pueblo guerrerense.

Sin ánimo de haber agotado el número de las caricaturas publicadas


en torno al problema, insertamos algunas de las que nos han parecido más
características, entre las cuales figuran los nombres conocidísimos, como
autores, de Carreño, Car, Vadillo y Rius, A. Beltrán, César, Antonio Car-
doso, Rafael Freyre, Abel Quezada y otros, con la idea de poder ofrecer-
una imagen a nuestros lectores, de la actitud de este importantísimo sector
de la prensa nacional, en torno al caso Guerrero.

265
DE POLI TI CA Y DE P O L I T I C O S
TEXTO DE JULIO ERNESTO TEYSSIER

Primero fue el romance, los días — Y o hasta La Mira subí


en que don jorge susurraba: y hasta El Guitarrón bajé.
— ¿N o es verdad, gobernador? Lote mal puesto que vi,
que en Costa Grande y Chiquilla lote que me escrituré.
abundan la feriecilla
y los pesos de a tostón? No protestarán de mí,
* que arreglo parejo fue:
Luego vino la escena del ayun­ si unas tierras adquirí,
tamiento, cuando don Jorge ex­ tierra encima les eché.
clamó :
— Á i’stá el arpa: yo no quiero En busca de la Ianita
que me autopsien los forenses, para comprar pistolita,
j Ahora que los guerrerenses hace tiempo que no esculco
le aguanten sus gatilleros! a la gente, ¡pobrecita!,
* que se dirige a Acapulco.
En seguida, don Jorge se aper­
De acuerdo con mi hermanito,
sona en el Senado, le mostró a Mo­
camiones coleccioné.
reno Sánchez un folio de este
De mis parrantes llené
grueso y concluyó su relato dra­
nómina y lisia' de raya.
máticamente, a la manera de don
Si la memoria no falla,
Juan Pablo Parellada:
al presupuesto acerqué
— . . . Y así fue que gobernó
medio Puebla, Guatemala
don Raúl. En el carnet
y el total de Gmetepec.
están los que liquidó.
Cuántos suman todos, yo,
Llamo al centro, y me regala
como son tantos, no se:
un portazo en las narices.
si lo queréis comprobar
Eloy, hazme los velices:
sin matematiquizar,
me voy para Guatemala.
os lo mostrará en el acto,
de modo breve y exacto,
Llamo al cerero sin que atienda.
mi máquina de sumar. . .
Y acto continuo le entregó a Y, pues que a Joseph protege,
Moreno Sánchez una calculadora me han partido por el eje:
gigante y desapareció. ¡que Ydígoras me defienda!
*
*
Más tarde habló don Raúl, que
en el teatro esas cosas se hacen por Y ahora sí.
turno: ¿ Mutis ?

NOVEDADES.—Nov. 6/60
U u e lla s d e u n D ed o In o lv id a b le Por A B E Q U E M i

los QUE AT ACAM AL GEMERAl CA8AI4»E80 ASUETO ’PiOR SÜ


APMKM&TRAClOlO EKi 61 SOSíERí^O 05 GUERRERO, ÉST&i
EQÜWOCAOOS.- ABORTO RA CÜMPUPo COM SU OESER.

PUSS10 NJPvOAvTC 05 00 ,
EU PRME& puesto estados e?o paz.
l u g a r , éu
kío le d e b ía
KiAOA AL PUEBLO é>
DE GUERRERO*,
s u euece\dto *00
fue obra oeu
PUEBLO,
O^ÜNi PEDO.

so d e b e r too f sta b a , pues,.com a pueblo, q u e le mego' st)


VOTO A LA HORA 05 LAS BiscaOUES V AHORA- COM TODA OES-
FAC^ATEZ- lO ATACA- EUT0D0 CASO, SU DEBER ESTABA COKi
SU FAMlUA;QOE ^SASI LO APCNO COW ENTUSIASMO.

í 0£T,
J y, O Po l ic ía
r \~^C--xCülPÜTA0OÍ C T
UTRAC­
UT A-,
v ese o e b e r lo
RE&ooaJ /jepe \W. ^ HA COMPUOO eta
. V\ ITWJSlToj/ fT\
FORMA EJEMPLAR:
AvMOoR ATOOASU FAMIUA
l e o íd C H A Ñ A B A
eu g u e r r e r o .

FMAIUK
CASWlEKO
*6üpKo ^ olitq

aoem &s , y a éu m ism o eypuco' ooefwose lAAewRtQueaoo e u


Sü PUSSTD, SlKiO 6506 ERA R|CO 0£SQS AhSTES-YTIEME RATÓlO,
l o QÜ£ PASA, es QÜ&» COMO SE BASB^OIMERO LLAMA, plKl6RD-
EXCELSIOR.—Nov. 2/60
^JPo&adgs de KXCELSKMR Por B ifte l

■ry.
OCTAVA POSADA: La de la Cá’mafá de Diputados
i —.--- ■ I 1 '■--------- «■■■■■-. ... ■
>■• .-i ■ ...i....— ................... —

1—Una fiesta muy tres Piedras, 2—Pero fue imposible allí


muy tres Sánchez hubo anoche, entonar la letanía,
donde Emilio hizo derrocha pues cada uno sabía
con sus copas tetraedros. solamente decir: ;Si!
Lleno de flores y hiedras El buffet, un Potosí
el salón de tanta historia * de langostas y chuletas,
y hoy de triste memoria, de caviar y (\rtaletas;
restañó un tanto la herida pero fue vianda perdida
de ver la gala florida porque más ene la comida
a falta de la oratoria. les satisfacen las dietas.

3—Había hasta queso de cabra 4—La piñata que llevaron


que nadie pidió- ingerir, era Caballero Aburto;
pues por tal de no pedir más alta" qué Luis Basurto
no piden ni la palabra. * hasta el techo la colgaron.
Su porvenir asi labra Así nunca le llegaron
con mutismo encantador & darle el palo que abolla,
«id a fiel legislador, aunque en Guerrero arda íroy a:
pues callados por igual, más oemo diría Terencio:
temían a j^aríij y Kall « i arrompen el silencio,'»
eabí.éndaió-Jocutór. I smc|o menos una olla.

EXCELSIOR.—Die. 24/60
Por EESÍR
E s c la v o d e l D e b e r

Jefe... esta reportero insiste en hablarle....


EXCELSIOR.— Nov. 14/6 0
CASO DE GUERRERO ■FREYRE

m a c rjw a -
RDMAM

Un Cebollero... en !a cuerda floja.


EXCELSIOR.— Nov. 11/6 0
¡¡¡1!

mm

1m m

EL UNIVERSAL.— Nov. 11/60


SIEMPRE—Enero 18/61
NOVEDADES.—Nov. 13/60
LA PRENSA.—Enero 5/61
EXCELSIOR.—Nov. 13/60

P A Q J J E T A Z O » ♦ ♦ Por me y ra<
LA PRENSA.—Nov. 9/60
T T cB D e o o q Oc d O © n e i]
¿L© H acía F aifa a Santo Tom ás?'

<ñrós’ ^fézszfff,
^\&rwmm£Cwr&
'sUz=sß=d ‘&/Ì
4ßc/ßLTO y

%**&&pom
«r 4&vtzTa> /
LA
PRENSA.— Enero
2 /6 1

Hasia ß© v«r sang?®, so crear.


DIARIO DE LA TAED& MARTES lo. DE NOVIEMBRE DE 19G0

CABALLEJO ABURTO

El dice cuando lo ataca


JORGE JOSEPH Joseph, su cruel enemigo:
“ Al cabo la muerte es flaca
Al que fue de Acapulco ayer y no ha de poder conmigo” .
(regente
lo lanza ~on del puesto de repente. Ultimas Noticia,
El y Aburto sin más y dando
( gritos, Caballero Aburto era
a lucir se han sacado sus trapitos. gobernador de Guerrero,
Y ha sufrido Josep con esto tanto, mas la mue’te al agujere
que el pobre terminó en el h llevó con mano fiera.
(camposanto. Se acabaron los jaleos,
Ultimas Noticias los muertos en tiroteos,
los atropellos y el hurto. . ,
Feneció el gobernador
Al fin. el pueblo repasa
y su muerte no fue en balde;
tranquilo, porque Qn su fosa
una fiesta hay en su honor
está Caballero A b u r to ...
en la casa del alcalde.
El Popular Diario de la

También podría gustarte