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El enfoque sistemático de la sostenibilidad y el desarrollo sostenible

Joseph Alejandro López Chavarría

En las últimas décadas, la humanidad ha experimentado un crecimiento exponencial


en varios aspectos, tales como la población, la tecnología, la economía y el uso de los
recursos naturales. Este crecimiento descontrolado ha generado una serie de problemas
sociales, económicos y sobre todo un uso excesivo de los recursos naturales, los cual genera
una amenazan hacia la supervivencia de nuestro planeta y la calidad de vida de la población
alrededor del mundo en general.

Para abordar estos temas, es necesario adoptar un enfoque sistemático de la


sostenibilidad y el desarrollo sostenible. Este enfoque reconoce que tanto la naturaleza, la
economía y la sociedad están estrechamente interconectadas y que cualquier intervención
en uno de estos sistemas afecta a los demás. Por lo tanto, la estabilidad debe tener en cuenta
el método unido e integral, teniendo en cuenta la compleja interacción entre los sistemas
naturales, económicos y sociales.

Actualmente, el mundo está amenazado por daños o pérdidas considerables de


muchos recursos naturales, incluidas las pesquerías, los lagos y los bosques, además de
experimentar reducciones importantes en la biodiversidad y la amenaza de un cambio
climático masivo (Ostrom, 2009). Ostrom señala la situación del planeta debido a la
pérdida y degradación de recursos naturales vitales, la pérdida masiva de biodiversidad y la
amenaza de un cambio climático severo. Esto generado a partir de muchos años en los que
el desarrollo no ha ido de la mano con la conservación, se ha dado una explotación de los
recursos a beneficio del desarrollo económico y social. Esta situación plantea un gran
desafío para el desarrollo sostenible y el bienestar humano, ya que los ecosistemas
saludables y los servicios ecosistémicos que brindan son vitales para la supervivencia y
nuestra calidad de vida.

Por otra parte, Gallopin (2003), menciona que es cada vez más evidente que la
búsqueda de la sostenibilidad y del desarrollo sostenible exige integrar factores
económicos, sociales, culturales, políticos y ecológicos. Gallopin sugiere que la búsqueda
de la sostenibilidad no puede limitarse a consideraciones puramente técnicas o económicas.
Además, debe tener en cuenta los aspectos sociales, culturales y políticos del desarrollo
sostenible, como la justicia social, la diversidad cultural y la participación ciudadana. De
esta manera, se puede lograr una mejor integración de las necesidades y valores de las
comunidades locales en el proceso de desarrollo sostenible.

La protección de los recursos naturales debe ser la prioridad en un sistema de


desarrollo sostenible, ya que bien lo menciona Gallopin, “Los recursos naturales no pueden
ser sustituidos por capital elaborado por el hombre. En consecuencia, no pueden agotarse
sin que se produzca una pérdida irreversible de bienestar social”, es por esta razón que los
recursos naturales deben anteponerse, ya que en un futuro el desarrollo tanto económico
como social no será posible sin la presencia de estos.

Ostrom también menciona que la sostenibilidad de los sistemas socioecológicos se


logra a través de la creación de sistemas de gobernanza que fomenten la colaboración, la
confianza mutua y la responsabilidad colectiva, y que se adapten a las condiciones
cambiantes a lo largo del tiempo. Esto implica una participación importante por parte de los
involucrados, las instituciones públicas, la población local, así como también las empresas
privadas, esta participación debe ser integrada y con metas claras que beneficien a todas las
partes, pero sin dejar de lado la conservación de los recursos, el cual debe ser la prioridad
para un desarrollo integral y sostenible.
Figura 1. Los subsistemas centrales en un marco para analizar sistemas socio-ecológico.
Fuente: Ostrom, 2009.

A partir del esquema de Ostrom para analizar los sistemas socioecológicos podemos
ver como establece cuatro subsistemas: unidad de recursos naturales, el sistema de usuarios,
el sistema de gobernanza y el sistema de recursos.

Se aprecia como surgen interacciones a partir de estos, donde las unidades de


recursos naturales se refieren a los componentes naturales de los sistemas socioecológicos,
como la biodiversidad, el agua y el suelo, por otro lado, el sistema de usuarios se refiere a
las personas y comunidades que utilizan los recursos naturales, los cuales deben realizar
una buena gestión, establecida a su vez por los sistemas de gobernanza los cuales se
enfocan en las instituciones y mecanismos que regulan el uso de los recursos naturales,
mientras que el sistema de recursos representan el aprovechamiento de los recursos. Por
último, tenemos los resultados a partir de las interacciones entre los subsistemas, donde
pueden ser tanto positivos como negativos, pero teniendo siempre como meta generar un
desarrollo sostenible que permita un buen aprovechamiento de los recursos naturales por
parte de todas las partes involucradas.

Este esquema puede analizar cómo interactúan estos subsistemas en el contexto de


Costa Rica. Por ejemplo, podría analizar cómo la regulación del uso de los recursos
naturales por parte de las comunidades y empresas afecta la conservación de la
biodiversidad. También es posible analizar cómo representantes de comunidades locales,
como asociaciones de desarrollo, ASADAS y distintos comités, se involucran en la toma de
decisiones sobre el manejo de los recursos naturales. Es por esta razón, que el marco
enfatiza la importancia de considerar no solo los recursos naturales y los usuarios, sino
también la gobernanza y el desempeño en cualquier esfuerzo por lograr la sostenibilidad de
los sistemas de ecología social.

Sin embargo, Ostrom también menciona como la sostenibilidad de los sistemas


socioecológicos también requiere una evaluación constante y rigurosa de la efectividad de
las estrategias de gestión y la adaptación de las estrategias a medida que surgen nuevas
amenazas y desafíos, por lo que no solo depende de la integración de los diferentes
subsistemas, también se debe haber una respuesta a los diversos problemas que podrían
surgir en el futuro, de esta manera los planes de sostenibilidad pueden mantenerse a lo largo
del tiempo.

Ya que el desarrollo sostenible no se puede ver como una meta que se alcanza en un
momento determinado, como establece Gallopin, “el desarrollo sostenible no es una
propiedad sino un proceso de cambio direccional, mediante el cual el sistema mejora de
manera sostenible a través del tiempo”, de modo que la idea de desarrollo sostenible no se
trata de una meta específica que se pueda lograr, sino del camino que se debe seguir para
asegurar la supervivencia y prosperidad de las generaciones presentes y futuras con un
objetivo que debe orientarse y enfocarse en metas específicas para asegurar el uso eficiente
y sostenible de los recursos naturales y la protección del medio ambiente. Dejando en claro
que la sostenibilidad no es algo estático o un concepto ya existente, sino una forma de
lograr un equilibrio entre los aspectos sociales, económicos y ambientales de la sociedad.

En conclusión, en lo que es el contexto de Costa Rica en materia de desarrollo


sostenible, el país es muy conocido alrededor del mundo, ya que el país se ha convertido en
líder en esta materia en América Latina. Costa Rica ha sido pionera en la protección de sus
recursos naturales, estableciendo áreas protegidas desde hace décadas, con un porcentaje de
áreas protegidas muy alto. Además, el país cuenta con una política energética muy
ambiciosa basada en fuentes de energía renovables, lo que ayuda a reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero. Así como también, en el país existen asociaciones de
desarrollo y comités locales que permitan a las comunidades ser más autosustentables en
materia de desarrollo.

Sin embargo, aún existen grandes desafíos para el desarrollo sostenible en Costa
Rica, por ejemplo, el país depende en gran medida del cultivo y exportación de
plantaciones como palma africana y principalmente piña, lo que crea problemas
ambientales y sociales en algunas regiones. Además, el desarrollo urbano y la falta de
planificación espacial han generado problemas de contaminación y pérdida de hábitats
naturales. En este sentido, es necesario fortalecer los sistemas de gobernanza y
participación ciudadana en la gestión de los recursos naturales, así como promover
prácticas sostenibles en el sector productivo y fortalecer la ordenación del territorio para
evitar la expansión urbana desordenada. Y, por último, también es importante aumentar la
educación y aumentar la conciencia pública sobre el medio ambiente.

Bibliografía

Gallopín, G. (2003). Sostenibilidad y desarrollo Sostenible: un enfoque sistémico.


Ostrom, E. (2009). A General Framework for Analyzing Sustainability of Social-Ecological
Systems.

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