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Antes de continuar, es bueno conocer los países que conforman el continente

Asiatico.

Afganistán, Arabia Saudita, Armenia, Azerbaiyán, Bangladesh, Bahrein, Birmania,


Brunéi, Bután, Camboya, Catar, China, Chipre, Corea del Norte, Corea del Sur,
Emiratos Árabes Unidos, Filipinas, Georgia, India, Indonesia, Irak, Irán, Israel,
Japón, Jordania, Kazajistán, Kirguistán, Kuwait, Laos, Líbano, Maldivas, Malasia -
Kuala, Mongolia, Nepal, Omán, Pakistán, Rusia, Singapur, Siria, Sri Lanka,
Tayikistán, Tailandia, Timor Oriental, Turquía, Turkmenistán, Uzbekistán, Vietnam,
Yemen.

Pero países como Armenia, Azerbaiyán, Chipre, Georgia, Kazajistán, Rusia y


Turquía son países euroasiáticos, es decir, pertenecen tanto a Europa como a Asia.
Birmania es denominado así por la ONU, mientras que la Unión de Myanmar es
utilizada en la Unión Europea. Palestina no es considerado un país oficial, sino que
es un estado observador según la ONU. Y Taiwán pertenece a China, por lo que no
es un país oficial.

Siguiendo en contexto, vamos a adentrarnos en el conocimiento de la cosmología


de Corea y de China.
COSMOLOGÍA COREANA:

La cosmovisión de Corea exige una mente abierta.

En el concepto de cosmovisión y su concreción en la cultura y sociedad coreana, se


tratará de analizar la visión del mundo que tienen los habitantes de la península
coreana y cómo influye en su forma de vivir y relacionarse.
Hay cuatro tipos de relaciones dentro de la cosmovisión, que se tomarán como el
marco para construir el perfil de la cultura y la sociedad coreana desde la tradición
hasta la actualidad.

1. Con uno mismo (como individuo),


2. Con otros (como sociedad),
3. Con la naturaleza (no-humano, medioambiente, ecología),
4. Y con lo Divino (universo, cosmos, divinidades, experiencias religiosas).

La construcción de la cosmovisión coreana ha sido y es un proceso dinámico con


una dimensión cultural, social, histórica, religiosa y simbólica construida a lo largo
del tiempo.

Veremos cómo los elementos claves de la cosmovisión coreana se han ido


transformando y adaptando a los cambios sociales y culturales que se han
producido en la península.

También debemos recordar, cuando se habla de la cosmovisión, los “valores” que


guían el comportamiento de las personas que pertenecen a una cultura o sociedad
concreta.

Los valores serán determinantes cuando se habla de la forma en que el coreano se


relaciona con la naturaleza, con los demás, con el tiempo, con el trabajo, con él
mismo, con lo divino.

Todas las sociedades construyen su visión del mundo desde las relaciones entre los
individuos que las constituyen y desde el papel que el mismo individuo juega dentro
de ellas. Corea también lo ha hecho a lo largo de su historia influenciada por las
diversas corrientes de pensamiento y culturales que han imperado en la sociedad en
las diferentes épocas.

El periodo de transición entre el siglo XIX y XX se vio dominado por una serie de
acontecimientos que marcarán el futuro de la península coreana hasta la actualidad.
Entre ellos es necesario destacar, las influencias provenientes de las naciones de
occidente y sus vecinos del entorno asiático en su intento de abrir las fronteras del
reino de Joseon al comercio y las relaciones diplomáticas con estos países; los
ataques desde el Imperio Japonés en sus pretensión imperialista panasiática por
convertir la península en parte de su propio territorio; los esfuerzos de los
movimientos nacionalistas dentro de la península por recuperar el orgullo nacional
frente a estos ataques externos. Todo esto se quería imponer sobre un terreno
quebradizo de tradición confuciana construido durante cinco siglos y que se
encontraba en sus horas más bajas.

Tal tradición, más conocida como “La dinastía Joseon” (también transcrita como
Chosŏn o Chosun) fue un reino dinástico coreano que duró aproximadamente cinco
siglos. Fue fundado por Taejo de Joseon en julio de 1392 y fue reemplazado por el
Imperio Coreano en octubre de 1897. Se fundó después de la disolución de la
dinastía Koryo en lo que hoy es la ciudad de Kaesong. Al principio, Corea se tituló, y
la capital se reubicó en lo que hoy es Seúl. Las fronteras más septentrionales del
reino se ampliaron a las fronteras naturales en los ríos de Yalu y Tumen a través del
sometimiento de los Yurchen. Joseon fue la última dinastía de Corea y fue la
dinastía confuciana de más larga data.

Durante su reinado, Joseon alentó el afianzamiento de los ideales y doctrinas


confucianas chinas en la sociedad coreana. El neoconfucianismo se instaló como la
ideología estatal de la nueva dinastía. En consecuencia, el budismo se desalentó y
ocasionalmente se enfrentaron a persecuciones por parte de la dinastía. Joseon
consolidó su dominio efectivo sobre el territorio de Corea actual y vio el apogeo de
la cultura, el comercio, la ciencia, la literatura y la tecnología clásicas de Corea.

Sin embargo, la dinastía se debilitó severamente a fines del siglo XVI y principios del
XVII, cuando las invasiones japonesas de Corea (1592-1598) y la primera y
segunda invasión manchúes en 1636 casi invaden la península coreana, lo que llevó
a la dinastía a una política aislacionista cada vez más dura. Por lo que el país se
hizo conocido como el "reino ermitaño" en la literatura occidental. Después del final
de las invasiones de Manchuria, Joseon experimentó un período de paz de casi 200
años.

Sin embargo, cualquier poder que el reino recuperó durante su aislamiento


disminuyó aún más a medida que el siglo XVIII llegaba a su fin, y enfrentando
luchas internas, luchas de poder, presión internacional y rebeliones en el hogar, la
dinastía Joseon declinó rápidamente a fines del siglo XIX.

El período de Joseon ha dejado un legado sustancial a la Corea moderna; gran


parte de la cultura coreana moderna, la etiqueta, las normas y las actitudes sociales
hacia los problemas actuales fueron desarrolladas durante este período. El idioma
coreano moderno, sus dialectos y el grupo étnico mayoritario de Corea, que se
refieren a sí mismos como el "pueblo Joseon", derivan de la cultura y las tradiciones
de Joseon.
De este modo en el siglo XIX y XX nos encontramos en esta situación tan compleja
con diferentes actores que van a confrontar sus formas de ver el mundo y querrán
imponerlas a los habitantes de la península coreana.

Tendremos por un lado los actores occidentales que querrán sacar a los coreanos
de su “tradición” e ideas caducas para abrirles la mente a la “modernidad”. La
modernidad basada en el progreso económico, capitalista, y sustentado en una
visión del mundo proveniente de la tradición judeo-cristianismo. Que les permitirá
superar las prácticas y costumbres tradicionales, “obsoletas y primitivas”. Para
conseguir el progreso económico, social e ideológico.

Esta nueva visión del mundo se basaba en la necesidad de reformar las


instituciones políticas, educativas, religiosas y de organización social para hacer
posible ese paradigma del progreso a todos los niveles, económico, científico,
industrial, político, social e incluso religioso. En este proceso de reforma e
implantación de una nueva visión del mundo, las Iglesias Cristianas procedentes de
los países occidentales jugarán un importante papel.

El cristianismo en la península coreana entró en dos fases, en una primera la Iglesia


Católica a finales del siglo XVIII y las Iglesias Protestantes a finales del siglo XIX.
Aunque llegan con un siglo de diferencia, ambas se implantan en la península en
momentos de cambio donde, especialmente, los intelectuales de la época están
intentando dar nuevas respuestas a los problemas que encara la sociedad de
Joseon. Problemas relacionados con el individuo, la sociedad, el entorno e incluso lo
metafísico.

Se iniciaron algunos movimientos intelectuales y populares que pedían reformas


estructurales que mejoraran la situación de las clases más bajas y que facilitaran el
progreso económico, tecnológico e industrial del reino.

Uno de los movimientos más destacados fue la “Escuela del Conocimiento


Práctico”, Silhak, que proponía revitalizar el espíritu crítico, científico y pragmático
para “buscar la verdad en los hechos”.

Las nuevas ideas introducidas por la “Escuela de la Doctrina Occidental”, Seohak ,


nombre que recibió el catolicismo tras su entrada en la península, fueron bien
acogidas por estos intelectuales reformadores. Esta “Doctrina Occidental” no sólo
incluía las enseñanzas de la fe católica sino también aspectos políticos, sociales,
científicos, económicos y morales provenientes de Europa.

Los letrados confucianos afines al “Conocimiento Práctico” vieron en estas ideas


una fuente desde donde sacar nuevas prácticas individuales y sociales.
Los individuos tenían que ser respetados por el mismo hecho de ser seres humanos
y esto les confería una serie de derechos y deberes comunes a todas las personas.
Esta idea entraba en directa confrontación con el modo de entender al individuo en
la sociedad de Joseon donde se acentuaban las ideas confucianas del mandato del
cielo según la cual cada individuo debe ajustarse a la posición social que le
corresponde y a su papel en la sociedad. El campesino debe actuar y vivir como
campesino, y el noble como noble. El mantenimiento del orden social es el pilar
sobre el que se sustenta su sistema de gobierno.

Estas ideas de igualdad entre los diferentes grupos sociales también fueron
promovidas por otro grupo de pensadores reformadores confucianos que fueron
liderados por Choe Je-u (1824-1864) y que darían lugar a la “Escuela del
Pensamiento Oriental”, Donghak, en oposición a Seohak, Escuela de Pensamiento
Occidental. Ellos también van a defender la igualdad de todas las personas basada
en su doctrina central de “la persona es el Cielo” (Innaecheon) y por tanto no puede
existir discriminación o menosprecio a ninguna persona. También expresado en la
máxima, Cheonsimjeuginsim. la mente-corazón del Cielo es la misma
mente-corazón de las personas.

Estas ideas se propagaron entre el campesinado y dieron lugar a la Revolución


Campesina Donghak de 1894. Esta escuela de Donghak sería posteriormente la
precursora del nuevo movimiento religioso del “Camino del Cielo”, Cheondogyol.

Otro actor que no podemos dejar de mencionar en este proceso de introducción de


nuevas ideas y nuevas formas de ver a los individuos y la sociedad en la península
coreana son las iglesias protestantes.

El primer misionero protestante perteneciente a la Iglesia Presbiteriana de los


Estados Unidos de Norte América será Horace N. Allen (1858-1932) en 1884.

Posteriormente también llegaría la Iglesia Metodista Episcopaliana de la mano del


misionero H.G. Appenzeller (1858-1902). Las iglesias protestantes pondrán un gran
énfasis en la educación como instrumento de cambio de las personas y la sociedad.

Las escuelas y universidades que irán creando a lo largo del siglo XX se convertirán
en un elemento clave para entender la sociedad coreana actual. El nuevo sistema
educativo introducido por estas iglesias y que también será promovido por los
diferentes gobiernos será una de los motores transformadores de la sociedad
coreana hacia la modernidad.

La primera escuela “moderna” en Corea se estableció en 1883. El instituto de


educación Dongmunhak. Que fue fundado en Seúl por el gobierno para enseñar
principalmente las lenguas extranjeras con el fin de preparar a los intérpretes. A esta
escuela le siguieron otras similares que se especializaron en la enseñanza de
idiomas y de las ciencias occidentales, así como otras materias académicas
modernas.

En agosto de 1885, fue el misionero Henry G. Appenzeller quien funda una


pequeña escuela en Seúl dirigida, no solo a la nobleza como había sido
Dongmunhak, sino a los niños de cualquier posición social.

Las iglesias protestantes jugaron también un importante papel en el proceso de


reconstrucción de la República de Corea tras la Guerra de Corea y la división de la
península en dos naciones.

Su papel en la formación de las nuevas élites de la sociedad surcoreana y del resto


de la población hizo que tuvieran un rápido crecimiento en el periodo de la
posguerra. El número de miembros de las iglesias protestantes creció
exponencialmente y también la influencia de sus miembros en el destino social y
político del país.

Su visión de progreso, riqueza y modernidad fueron inculcados en sus fieles y


también en los que eran educados en sus escuelas. Serían muy importantes en el
modo de entender la reconstrucción del país y la nueva sociedad que se quería
construir sobre las cenizas del antiguo sistema confuciano.

Estas nuevas ideas que iban surgiendo tanto al interno de la sociedad Joseon, como
traídas o impuestas desde el exterior trajeron profundos cambios sociales y en el
modo de entender las relaciones entre los individuos y con la sociedad.

Las reacciones frente a estos cambios y nuevas ideas fueron muy dispares como es
de suponer. Los que se opusieron a esto vieron en peligro su posición de poder y
tomaron una posición intransigente para mantener el sistema existente. Estos lo
plasmarán en su llamada, “Reacción frente a la Heterodoxia”. La “Ortodoxia” serán
las ideas neoconfucianas construidas durante siglos por los grandes pensadores
neoconfucianos coreanos y que debían seguir siendo el fundamento de la sociedad.

Había que defenderse de caer en manos de los “bandidos occidentales” que tenían
a Japón como agente de sus ideas para infiltrarse en Corea.

Por otro lado, tendremos a aquellos intelectuales que verán en este momento de
crisis una oportunidad para iniciar un periodo de tolerancia y apertura intelectual
hacia nuevas ideas. Nuevas ideas que ayudarían a la sociedad coreana a salir del
retraso y poder construir una nueva civilización basada en la combinación de
elementos provenientes de su propia tradición y también del exterior. Su propuesta
era la de fortalecer el poder de la nación a largo plazo por medio del pensamiento
de la Ilustración, Gaehwa, y su propuesta ecléctica que combinaba principios de
oriente y occidente, y que enunciaron como “el Camino Oriental y la Tecnología
Occidental” (dongdo seogi). Esta propuesta seguía la lógica del “Camino como lo
Constituyente y la Tecnología como el Medio” (doche giyong), es decir, consiste en
aceptar el Camino, el Dao, como el principio y la tecnología como su resultado
práctico y concreto. Pero los defensores de este pensamiento dejaban claro que el
“Camino Oriental, el Dao” no podría cambiar nunca. Por tanto, el Camino era
constante, inmutable, y la tecnología se encontraba controlada por el Camino. La
tecnología se podía adaptar a las necesidades concretas de la época y la sociedad,
pero bajo los principios supremos que representaba el Dao.

También la visión sobre la naturaleza y el cosmos, la divinidad, se verán afectadas


por este eclecticismo entre “oriente y occidente”. Los defensores de mantener el
Camino Oriental, el Dao, veían la necesidad de defender los valores orientales de
armonía con la naturaleza y el Otro Mundo como mundos interconectados.

Influencias metafísicas del taoísmo, budismo, chamanismo, junto con el propio


pensamiento neoconfuciano desarrollado por sus grandes pensadores, como Yi I
Yulgok (1536-1584) y Yi Hwang Toegye (1501-1570), veían la necesidad de
mantener la armonía entre los elementos básicos del Camino Oriental, el Dao con
mayúsculas, es decir, la naturaleza del universo y de la humanidad, li, y la energía,
gi, el elemento especificador, energizador.

Por otro lado, los defensores de las ideas occidentales, judeo-cristianas,


verán la necesidad de un progreso que ponga a disposición del hombre todos
los recursos naturales y las energías del universo. La divinidad nos traerá la
riqueza material y espiritual si le obedecemos y seguimos sus dictados. Estas
nuevas ideas intentarán también usar algunos principios chamánicos y confucianos
para facilitar su aceptación por parte de la gente. Se harán intentos
de adaptación cultural de las ideas de “progreso” a los valores tradicionales
para que sean mejor aceptados por la población.
Los intentos de armonizar estas dos tendencias entre la visión tradicional
y las nuevas ideas de la modernidad serán una constante a lo largo de todo el
siglo XX y sus influencias han llegado hasta nuestros días en el siglo XXI.

Otros elementos cosmovisionarios son los mitos y leyendas de toda la península


coreana.

La religión originaria de Corea fue una forma de chamanismo euroasiático y


totemismo del Lejano Oriente , en particular el de los pueblos nómadas de la actual
Manchuria . Posteriormente, se matizó con el budismo , el confucianismo y el
taoísmo de China .

Durante los primeros días del budismo, el chamanismo coreano fue ampliamente
desacreditado por intentar implantar el budismo como religión estatal. Más tarde, el
budismo y el chamanismo coreanos fueron perseguidos hasta tal punto que casi se
perdieron en la conciencia popular.

Después de la Guerra de Corea en 1953, los chamanes fueron vistos más como
charlatanes dispuestos a estafar a la gente que como figuras religiosas. Sin
embargo, recientemente ha habido un movimiento de renovación sustancial que se
está convirtiendo en una parte esencial de la cultura coreana.

Aunque los valores y costumbres confucianos están bien difundidos en la sociedad,


aproximadamente la mitad de los surcoreanos de hoy dicen que no tienen religión,
una cuarta parte de cristianos y otra cuarta parte de budistas.

Hoy en día, quienes creen en los mitos coreanos como religión son una minoría.
Entre ellos se encuentran los seguidores de Chondogyo y Daejonggyo , quienes
adoran a Tangun como a un dios, sin mencionar los pocos lugares donde aún
sobrevive el chamanismo.

El cielo, la tierra y el espíritu son los tres cimientos del mundo mítico coreano.

Las cosmologías mitológicas de toda la península, varían de una fuente a otra, pero
generalmente se puede encontrar en una de tres categorías:

1. El tótem cosmológico / chamánico


2. Cosmología taoísta (estas dos primeras se denominan cosmologías pre
budistas)
3. Cosmología de influencia budista

Las Cosmologías totémica / chamánica tradicionalmente son quizás las más


indígenas (coreanas) de las cosmologías preliterarias en Corea e incluyen muchas
referencias a la geografía local, como montañas o ríos.

Las leyendas totémicas y chamánicas de la antigua Corea son parte de la gran


literatura oral (no escrita) que posee el mudang (chamán) local . El mudang era
tanto un narrador como un chamán y, en general, las leyendas incluían un intento de
justificar los poderes del mudang o una explicación del origen de tal o cual clan.

También conocida como Mitología Mago en realidad es una de las cosmologías


coreanas menos conocidas en gran parte debido a la creciente aparición del
budismo y el taoísmo en este momento. sistema patriarcal que abandonó las
leyendas fuertemente orientadas hacia las diosas.

La primera mención de esta cosmología se encuentra en el Budoji, escrito durante el


período de Silla .
La cosmología creacionista de la península dice que al principio, el mundo no
existía. Una deidad llamada Yul-ryeo apareció y dio a luz a una diosa llamada Mago.
Yul-ryeo murió. Mago, a su vez, dio a luz a dos diosas: Gung-hee y So-hee quienes
a su vez dieron a luz a dos Hombres Celestiales cada una y dos Mujeres
Celestiales.

Después de la aparición del Pueblo Celestial, Yul-ryeo resucitó y por su resurrección


se crearon los cielos, la tierra y los océanos y con ellos chi (aliento), fuego, agua y
tierra. Estos cuatro elementos luego se mezclan para formar pasto, plantas, pájaros
y animales.

Mago luego decidió quedarse con Yul-ryeo, cuyo cuerpo se había convertido en el
mundo y la Gente Celestial gobernaba sobre todos los seres vivos desde su
fortaleza celestial llamada Magoseong en honor a la diosa.

Para los Coreanos el nacimiento de la humanidad fue así: Había cuatro Hombres
Celestiales que custodiaban cada uno un punto cardinal de la fortaleza:
Cheong-gung y Hwang-gung, hijos de Gung-hee; Hukso y Baekso, hijos de So-hee.
Se casaron con las cuatro mujeres celestiales y dieron a luz a doce niños que se
convertirían en los antepasados ​de los humanos.

Estos antepasados ​eran puros y se dice que bebían la Leche de la Tierra que fluía
de un manantial dentro del castillo. Podían hablar sin hacer ruido, actuar sin ver y
eran inmortales. Por lo tanto, vivieron diez mil años de tranquilidad.

Luego llegó un momento en que el número de personas se hizo demasiado grande.


No había suficiente leche de la Tierra (o Jiyu) para todos. Es por eso que un hombre
de la línea de Baekso, llamado Jiso, decidió dar su comida de leche de la Tierra
cinco veces a sus vecinos (otras versiones dicen que estaba esperando en la cola
pero era tan larga que nunca llegó su turno). Finalmente, su hambre se volvió
intolerable y, decidiendo acabar con su vida, se dirigió a un acantilado. Allí vio una
enredadera creciendo en los bordes. Incapaz de silenciar su hambre, se comió las
uvas e inmediatamente adquirió los cinco sabores de acidez, amargura, sabor
picante, dulzura y sabor salado. Esto se conoce como el incidente de los cinco
sabores.

Jiso regresó con su gente y les contó su descubrimiento. Pronto, sin embargo,
empezaron a crecer dientes en aquellos que habían comido uvas. De estos dientes
brotó saliva que luego se convirtió en veneno. Esto se debe a que se habían comido
a otro ser vivo para sobrevivir.

Pronto pudieron ver, pero ya no podían oír los cielos. Su piel se volvió gruesa, sus
pies peludos y ya no eran puros. Dieron a luz niños que parecían animales y su
esperanza de vida comenzó a reducirse.
Fue entonces cuando la gente de Magosung comenzó a culpar a Jiso por esta
transformación, y él y su familia, así como todos los que habían comido las uvas, se
vieron obligados a abandonar Magosung.

Cuando la línea de Jiso abandonó el castillo, Hwang-gung, uno de los cuatro


guardianes y antepasado directo del pueblo coreano, trató de darles valor
diciéndoles que si podían recuperar su naturaleza pura, podrían ser liberados de su
miseria.

Al escuchar esto, la gente se convenció de que la única forma de volverse puro de


nuevo era beber la leche de la Tierra una vez más. Luego atacaron el castillo y lo
sumergieron, nivelando la fortaleza hasta sus cimientos para revelar la fuente que
dio la leche de la Tierra. Desafortunadamente, la primavera comenzó a extenderse
en todas direcciones y la leche se convirtió en tierra no comestible, dejando morir de
hambre no solo a los perpetradores de la carnicería, sino también a todos los que
aún vivían en el castillo.

Luego se produjo una hambruna masiva y todos se vieron reducidos a comer no


solo uvas, sino también todo tipo de plantas e incluso animales que intentaban
saciar su hambre. De todas estas personas, Hwang-gung fue el único que se acercó
a Mago y le suplicó que los perdonara. Juró que no descansaría hasta que la
humanidad volviera a su naturaleza pura. De ella obtuvo las Tres Herencias
Celestiales y una gran cantidad de conocimiento. Luego reunió a la gente de la tierra
y les enseñó agricultura, le dio a cada cacique una herencia celestial y luego los
envió en diferentes direcciones para poblar la tierra.

Más tarde, Han-in estableció un reino en el lago Baikal al que llamó Hwan-guk, una
nación proto-Chosun, de la que vendrían los futuros reyes del período Go-Joseon .
Parece que las similitudes entre la leyenda de Tangun y la de Mago (en particular
las Tres Herencias Celestiales, o los tres mil fieles) vendrían del hecho de que la
leyenda de Tangun tomó prestados estos detalles de la leyenda de Mago, más
antigua.

Parecería que la pronunciación inicial de Hwan-guk estaba más cerca de "Han-guk"


(como en "Han-in" ), que es el nombre que los coreanos usan hoy. su país. Han-in
también es llamado por otros nombres incluyendo Ahn Pa-kyeon y Chonjae Han-in,
que significa "Han-in Emperador Celestial" .

El especialista en Silla Park, Che-Sang, menciona este mito como mucho más
antiguo que la mitología más conocida de Tangun. Algunos afirman que Hwanguk se
derrumbó alrededor del 3898 a. C. AD (la fecha de fundación del periodo Ko-Joseon
sería 2333 aC.).
Como referencia final de este prólogo podemos citar que la cultura coreana es
resultado de más de 3000 años de historia, y si bien ha recibido influencias de toda
la región asiática, especialmente de China, ha logrado desarrollar un carácter
propio. El taoísmo, confucianismo y el budismo han tenido gran influencia sobre su
cultura, aunque en las últimas décadas otras creencias también se han extendido en
la península de Corea, principalmente el cheondoísmo (es un movimiento religioso
del siglo XX, basado en el movimiento Donghak del siglo XIX, fundado por Choe
Jeu, que tuvo sus orígenes en las rebeliones campesinas que surgieron en Corea a
partir de 1812, durante la Dinastía Joseon. Su teología es básicamente monoteísta y
panteísta) y también el cristianismo. Así mismo, la cultura coreana se ha visto
influenciada por su ubicación geográfica como puente entre sus grandes vecinos,
China y Japón.

Cosmovisión en Corea del Sur

La península está situada en el este de Asia, entre el mar Amarillo y el mar del Este.
De forma que queda limitada al norte, por tierra, separados por una frontera
militarizada, con la República Popular Democrática de Corea (RPDC o Corea del
Norte) —ambas mitades formaron un solo país hasta 1945—, al este se encuentra
el mar del Este, al sur el estrecho de Corea, que lo separa de Japón, y al oeste el
mar Amarillo.

Corea es una de las civilizaciones más antiguas del mundo, según investigaciones
arqueológicas, se estima que la península fue poblada desde el Paleolítico Inferior.
Por tanto, la historia de Corea es muy rica y muy antigua. En general, hace
aproximadamente unos 70 000 años que existió presencia humana, pero los
umbrales de la historia coreana suelen situarse en el año 2333 a.C. Al principio de
su historia culta, todos hablaban lenguas altaicas de la Siberia sur/central, pero
estuvo gran parte de su historia dividida en reinos con dialectos y “sentimientos
nacionalistas” propios que hacían guerras entre ellos, hasta que fue unificada por el
emperador Taejo de la dinastía Goryeo en 936. Esto es importante por dos cosas:
primero, Corea fue mayormente imperial, al estilo de Japón, y se preocupaban más
por las conquistas internas y juegos de poder de sus reyes que por salir fuera, por
tanto nunca pudo “contaminarse” de otras culturas —aún a día de hoy no parece
tener especial interés en hacerlo más allá del comercio—. Y segundo, cuando lo
hizo, mayormente se interesó solo por China y Japón, adoptando el sistema de
escritura china (“Hanja” en coreano), en el siglo II aC, y el budismo en el siglo IV.

El 25 de junio de 1950, un ataque sorpresa de Corea del Norte contra Corea del Sur
provocó una guerra que enfrentó a comunistas y capitalistas por el control de la
península de Corea. La guerra de Corea, que transcurrió entre 1950 y 1953, dejó
millones de muertos y una división permanente entre Corea del Norte y Corea del
Sur.
En 2005, casi la mitad de la población surcoreana expresó que no tenía preferencia
religiosa. Del resto, la mayoría son budistas y en menor proporción, cristianos. A
pesar de ello, la mayoría acoge los valores del confucianismo o confucionismo
(75%), especialmente los que no creen en nada y los budistas. Lo que pasa es que
no lo consideran propiamente una religión sino un código moral.

Fue absorbido desde China, donde sí se consideró religión; de hecho constituyó la


religión oficial hasta el siglo VII. Lo que les queda hoy día, pone difícil decidir si es o
no una religión. Es un asunto un poco complejo pero lo que la población general
entiende por confucianismo es más bien un conjunto de doctrinas morales que
impregnan a la sociedad. En su concepto original fueron predicadas por los
discípulos y seguidores de Confucio tras su muerte y giraban alrededor de la
adoración a los antepasados, un código de conducta y del respeto a los poderes de
la Tierra. Entre los cuales hay un dios, el Señor de lo Alto (Shangdi), y es a veces
mencionado. Pero hay que tener claro que Shangdi no es un dios del tipo
judeocristiano, es más bien un concepto. Muchos estudiosos creen que podría ser la
forma genérica de referirse a todos los antepasados o bien el término que
designaría al primer ancestro del mundo. Por lo cual, generalizando, que lo que
queda es el código de conducta más que otra cosa.

El confucionismo es importante porque es lo que hace ser a Corea como es. El culto
a los antepasados tiene una gran importancia. Si bien muchísimos coreanos no
creen que haya nada “allá arriba” como Dios supremo, sí creen que todos sus
antepasados están en algún lugar y han de honrarlos.

De hecho, implica la creencia de que las almas de los difuntos pueden beneficiar o
castigar a sus descendientes y que si te pasan muchas cosas malas es porque los
estás enfadando. Siguiendo con esta lógica, la familia es la parte más importante de
la vida coreana. Todo el mundo debe casarse y hacer la vida en familia, tener hijos y
una vida dentro de los parámetros “correctos” —la jerarquía familiar, sea dicho, pone
muy a la alza el machismo aunque la violencia contra la mujer ya es una cosa
bastante impensable—. En la tradición confuciana heredada, el padre es el cabeza
de familia y es su responsabilidad de proveer al clan de lo que necesite, si no es
capaz de esto debería avergonzarse. Hasta hace no mucho el adulterio estaba
penado por la ley.

El bienestar familiar es mucho más importante que las necesidades del individuo, es
más, el bienestar social en general es más importante que las necesidades del
individuo. Los miembros de la familia están vinculados entre sí porque las acciones
de un miembro afectan a la raíz del resto de la familia.

En lo laboral pasa algo similar, el trabajo es el segundo estandarte para la vida. Las
enseñanzas de Confucio describen la posición del individuo en la sociedad coreana
haciendo hincapié en las obligaciones de las personas hacia los otros en base a su
relación. El subordinado debe lealtad y sumisión absoluta a su jefe. El jefe tiene una
responsabilidad y deber de buenas prácticas para con sus subordinados. Los niños
son criados para creer que no pueden pagar la deuda que tienen con sus padres,
por darles la vida y criarlos, de ahí la popularidad de culto a los antepasados y el
respeto a los parientes y superiores. Hay que estar agradecido, dar la talla y
contribuir al legado.

La importancia de la familia, el trabajo y el legado, descansa sobre la premisa de


que en Corea vales lo que vale tu nombre, tu cara: tu kibun.
Kibun es una palabra sin traducción literal, pero lo más cercano sería el orgullo, el
honor o la cara. Nunchi, por su parte, es la capacidad para determinar el kibun de
otra persona. Si haces daño a alguien hieres tu kibun y por consiguiente a tus
antepasados les hacerles perder la dignidad y, por tanto, perder la cara. Kibun entra
en todas las facetas de la vida coreana, es importante saber cómo juzgar el estado
del kibun del otro y cómo evitar que te lastimen el tuyo al mismo tiempo.

Hay que entender que el confucionismo es totalmente grupal, Corea es una, y las
individualidades se miran mal. Cuidas a tu familia no por ti, sino para honrarlos a
todos, trabajas con ahínco no por tu salario sino para que la empresa crezca y tu
país crezca, estudias para ser un individuo apto que enorgullezca a tus padres y a tu
país. Hay un proverbio que lo resume muy bien: “El clavo que sobre salga recibirá
un martillazo”.

Corea ha sido un país reiteradamente invadido a lo largo de su historia. Los Han, los
Jurchen, los Mongoles, las invasiones japonesas del XVI y la colonización del XX,
etc. Mientras ellos apenas se han interesado nunca en salir porque tenían
demasiados problemas dentro. Esto ha creado en el pueblo coreano un sentimiento
nacionalista muy fuerte que se ha ido incrementando después de la guerra de
Corea, y que los hace ser culturalmente separatistas del resto del mundo y muy
críticos para consigo mismos. Para los coreanos existe un gran sentimiento de unión
y rechazo hacia lo que viene de fuera. Concebir el mundo como un planeta global es
prácticamente una utopía. Un coreano matando, robando, pegando a una mujer,
mintiendo o renegando de su familia es deshonroso. Probablemente hasta sea por
ese orden.

Cosmovisión en Corea del Norte

La cultura contemporánea de Corea del Norte está basada en la cultura tradicional


coreana, pero desarrollada desde la creación de Corea del Norte en 1948. Los
coreanos han sido capaces de desarrollar y mantener una cultura única, luego de
adoptar y ser influenciados por culturas vecinas por cerca de 3000 años.

Durante la ocupación japonesa (1910-1945), el gobierno de dicho país intentó que


los coreanos adoptaran el idioma japonés y su cultura. Muchos artefactos coreanos
fueron robados o quemados por los japoneses. El deseo del régimen norcoreano de
preservar su cultura, incluyendo varios aspectos tradicionales tales como la comida,
el vestuario, el arte, la arquitectura, y costumbres, es motivado en parte por la
experiencia histórica de los intentos de erradicación cultural por parte de Japón.

La cosmología de Corea del Norte se basa en la ideología Juche, que asegura la


distintividad cultural y la creatividad así como también los poderes productivos de la
clase obrera.

El juche o zuche también conocido como kimilsungismo-kimjongilismo — nombre


que se debe a los líderes comunistas norcoreanos Kim Il-Sung y Kim Jong-Il—, es la
ideología socialista que define la soberanía y política de Corea del Norte,establecida
en artículo 3 de la Constitución norcoreana.

La idea juche es un sistema filosófico e ideológico cuya formulación se atribuye al


presidente eterno Kim Il-sung y cuyo desarrollo se atribuye a Kim Jong-il.

La idea juche fue formulada originalmente por Kim Il-sung, fundador de la República
Popular Democrática de Corea. De esta manera, sus orígenes se remontan al
contexto de participación del propio Kim Il-sung en la lucha contra la ocupación
japonesa de Corea desde mediados de la década de 1920 y la reflexión sobre la
ruta que debía tomar la revolución coreana.

No obstante, el término sería mencionado oficialmente por primera vez el 28 de


diciembre de 1955 por Kim Il-sung en un discurso titulado Acerca del
establecimiento de la autoconfianza y la erradicación del dogmatismo y formalismo
en los proyectos ideológicos en el contexto de un congreso del Partido del Trabajo
de Corea.

Por otro lado, la filosofía juche surgió como tal, tras la muerte de Iósif Stalin, en el
contexto de desestalinización de la Unión Soviética, período en el cual apareció un
espíritu de autosuficiencia frente a la suspensión del apoyo soviético a Corea del
Norte.

El fundamento de la filosofía juche es: El ser humano como dueño de su destino.

Una frase atribuida al político Kim Il-sung define a la ideología juche del siguiente
modo: En pocas palabras, la idea Juche significa que los propietarios únicos de la
revolución y la construcción posterior son las masas.

Para Kim Il-sung la principal idea es que el hombre y la mujer son los responsables
de sus destinos. Esta máxima en un sistema revolucionario traslada al conjunto de
personas que componen las masas populares la autoría de la revolución y su
desarrollo. De esa manera, cada coreano tiene su parte de responsabilidad en el
destino de la colectividad.

El pensamiento juche pone a la voluntad y a la razón del hombre (masas populares


oprimidas en ambos) en la misma línea.

Asimismo, Kim Jong-il reconoce ciertos méritos del materialismo histórico —como
contraponerse a «concepciones reaccionarias de la historia social»— y considera
acertado que efectivamente los fenómenos sociales se ven influidos por las «leyes
generales del desarrollo material». Sin embargo, él cree que los fenómenos sociales
tienen sus propias leyes. Por ello, Kim sostiene que el juche concibe al ser humano
como «dueño y transformador del mundo».

El «socialismo a nuestro estilo» es un término introducido por Kim Jong-il el 27 de


diciembre de 1990 en su discurso «El socialismo de nuestro país es el socialismo a
nuestro estilo que encarna la idea juche», en el cual reflexiona, entre otros temas,
sobre el colapso del bloque soviético y las particularidades del sistema desarrollado
en su país.

Así, algunos marxistas-leninistas consideran al juche como una desviación del


leninismo, pero los defensores de la idea juche aseveran que surge con el objetivo
de adaptarse a la cultura coreana y las necesidades del propio gobierno
continuando a la transición comunista a través de los valores populares nacionales.
Además, aseguran que la idea juche tiene como base el marxismo-leninismo, es
decir, está basado en un análisis crítico del capitalismo, y en el materialismo. De
esta manera, si bien Kim Jong-il afirma que la idea juche se basa en el
marxismo-leninismo y hay que reconocer sus méritos, asegura que la idea juche
resuelve las «limitaciones» del marxismo-leninismo.

Por otro lado, Kim Jong-il menciona que el nacionalismo surgió como un concepto
progresista en la lucha antifeudal donde las masas populares concordaron con la
burguesía emergente bajo ideales comunes. Sin embargo, advierte que después del
triunfo de la revolución burguesa gracias a la consolidación del capitalismo y al
convertirse la burguesía en clase gobernante reaccionaria, el nacionalismo se
convirtió en «instrumento ideológico para la realización de su dominio, este pasó a
ser considerado como una doctrina burguesa, divorciada de los intereses
nacionales». De igual manera, Kim Jong-il criticó al movimiento socialista por
priorizar el internacionalismo descuidando el aspecto nacional.

En este sentido, Kim Jong-il sentencia: A decir verdad, un internacionalismo


marginado de la nación y divorciado del nacionalismo no significa nada. Si uno es
indiferente al destino de su país y pueblo, no puede ser fiel al internacionalismo. Los
revolucionarios de cada país deben ser leales al internacionalismo mediante los
empeños, ante todo, por el desarrollo y la prosperidad de su nación.
Asimismo, según Kim Jong-il, el marxismo-leninismo no pudo resolver el «problema
de la revolución continua» posterior a la implantación de un Estado socialista, ya
que al adherirse llanamente al materialismo histórico el marxismo-leninismo
identificaba principalmente «el progreso de la sociedad como la historia del relevo
del modo de producción». En este sentido, el juche afirma que posterior a la
implantación del Estado socialista se debe realizar una «revolución continua» hasta
que se materialice el comunismo. Esta revolución continua comprende tres
revoluciones en sí: la ideológica, la técnica y la cultural. De ellas, se destaca la
revolución ideológica como la más importante, ya que «el hombre es el encargado
del progreso social y su conciencia ideológica desempeña un papel decisivo en la
lucha revolucionaria» para «edificar con éxito el socialismo y el comunismo». De
esta manera, el juche considera que el líder, el partido y las masas forman un ente
sociopolítico alineados bajo una «unidad ideológica y de dirección».

Juche toma el nombre de una teoría filosófica tradicional. Se dice que el juche fue
inspirado a Kim Il-sung por el monte Paektu, una cumbre mítica para los coreanos y
todo un símbolo de la nación.

Kim Il-sung fue el ideólogo y promotor, con decenas de volúmenes publicados.

Kim Il-sung y Kim Jong-il están considerados como los auténticos responsables del
desarrollo de la doctrina juche, el primero, creándola, y el segundo, actualizándola
según los nuevos retos de la revolución.

Kim Il-sung expuso una doctrina autodefensiva, contrapuesta a la dependencia que


adoptaba Corea del Sur respecto a Estados Unidos. Juche ensalza la bandera de la
soberanía nacional popular socialista.

De esta manera, Kim Jong-il siguió configurando una doctrina que da un sentido
ideológico a la práctica política de la República Popular Democrática de Corea.

Ha habido intentos por parte de la República Democrática Popular de Corea de


difundir la filosofía juche. En la actualidad existen grupos de estudio de Juche en
diversos países como Corea del Sur, Reino Unido, Brasil, Venezuela, Argentina,
Japón, Perú, México, España y Australia.

El arte en Corea del Norte es primariamente didáctico; la expresión cultural sirve


como un instrumento para inculcar la ideología Juche y la necesidad de continuar la
lucha por la revolución y reunificación de la península coreana.

Existe poca sutileza en las principales expresiones culturales contemporáneas. Los


gobiernos y habitantes de otros países, especialmente los japoneses y
norteamericanos, son tildados de monstruos sin corazón (también mencionados
como "imperialistas"); los héroes revolucionarios y heroínas son vistos como figuras
santas. Los tres temas más consistentes son el martirio durante la lucha
revolucionaria (expresada en libros como por ejemplo Mar de sangre), la felicidad de
la sociedad actual, y el genio del "gran líder" o "querido líder".

Kim Il-sung se describía a sí mismo como un escritor de "obras maestras clásicas"


durante la lucha contra los japoneses. Las novelas creadas "bajo su dirección"
incluyen La niña flor, El mar de sangre, y La canción de Corea; estos son
considerados "prototipos y modelos de la literatura y arte Juche".

El estado y el Partido de los Trabajadores de Corea (PTC) controlan la producción


de literatura y arte.

La población tiene poca o nula exposición a influencias culturales foráneas


provenientes de grupos de música y danza y otros estilos, que se presentan para
audiencias limitadas.

Durante los años 80 e inicios de los 90, la prensa norcoreana le dio a Kim Jong-il el
crédito de trabajar incansablemente por hacer del país un "reino del arte" donde se
estaba llevando a cabo un renacimiento cultural.

Un tema central de la expresión cultural es tomar lo mejor del pasado y suprimir los
elementos "reaccionarios". Los estilos y temas populares y vernaculares en la
literatura, el arte, la música y la danza son considerados como la única expresión
del espíritu de la nación coreana.

En otro aspecto de la cosmología de Corea del Norte encontramos que el templo


Kwang Bob es uno de los primeros que se construyeron en Corea del Norte. Sin
embargo, la mayoría de los norcoreanos son ateos, no profesan ninguna religión. En
el país sólo se permiten tres oficialmente: el budismo, el chondoísmo y el
cristianismo.

Pero al mismo tiempo, está prohibido el proselitismo.

Al estadounidense Jeffrey Fowle lo liberaron en octubre tras seis meses en las


cárceles norcoreanas. Había dejado una biblia en inglés y coreano en un club
nocturno.

Por el contrario, la propaganda del pensamiento y de la teoría revolucionaria


norcoreana inunda la capital, donde nada parece dejarse librado al azar.

El orden, la simetría y la pulcritud hasta el extremo, construyen una ciudad en torno


a sus líderes y a un sistema único y aislado, que sobrevive desde hace casi 70 años
presidiéndo la llama de la idea Juche.
Desde lo alto de la torre a la idea Juche, a 150 metros, hay vistas panorámicas
impresionantes de Piongyang. Un monumento al pensamiento propio y único de los
norcoreanos, basado –dicen- en el sujeto, en el hombre como dueño de todo. Y una
vez más, Kim Il Sung aparece como creador, no sólo de la nación sino también de
su ideología.
COSMOLOGÍA CHINA:

Los orígenes antiquísimos de la cosmología China se remontan al tercer milenio


antes de Cristo, y es la base de gran parte del conocimiento científico que se ha
desarrollado posteriormente a lo largo de la historia en China.

Los conceptos básicos de la cosmología china como el Qi o el Yin-Yang, tienen una


explicación profunda. Según los conocimientos básicos de la cosmología científica y
de la física moderna, se puede demostrar que las apreciaciones antiguas del
universo chino no están tan lejos de lo que hoy en día dice la ciencia, y ello sin
perder ni la estética ni la profundidad del pensamiento chino.

La Cosmología china es el epicentro de la cultura china.

La cosmología china, al explicar su visión del universo, también explica la visión de


las leyes elementales que lo gobiernan: Dao, Qi, Yin–Yang, Wu Xing (Cinco
Movimientos), etc. y que, por consiguiente, también son parte de las personas
mismas, tanto física como mental y espiritualmente. De hecho, sus principios
cosmológicos básicos viven en el seno de todas sus disciplinas, sin haber perdido la
menor vigencia en la actualidad.

La cosmología china es el eje sobre el cual pivota todo el acervo cultural chino.

En la vastedad de la cultura china, la cosmología está en su núcleo más íntimo


irradiando sus fundamentos al taoísmo, las artes marciales (Wu Shu), la medicina, la
dietética, el Qi Gong, el Tai Chi Chuan, la alquimia, el Feng Shui y el horóscopo.

Todos los intelectuales de la antigua China, como el propio Confucio, así como el
resto de los componentes de la Escuela Letrada y de otras escuelas de
pensamiento, estudiaron y aplicaron la cosmología china.

Sus influencias, tanto en la antigüedad como hoy en día, se pueden observar


nítidamente en la propia China, además de en las culturas de algunos de los países
vecinos, como es el caso de Japón, Corea, Vietnam, Tailandia, etc.

La cosmología china es la llave maestra que permite adentrarnos en el alma de su


milenaria cultura. Desde ese núcleo primigenio, podemos sin dificultad acceder a su
historia, pensamiento, ciencia, artes marciales, medicina, gastronomía, historia y
cultura en general.

La cosmología China corresponde al conjunto de las diferentes cosmologías y


cosmogonías presentes en las diferentes tradiciones y religiones de China.
Una de ellas es la Cosmología Arcaica que sostiene que "la concepción del
Universo en la China antigua se expone según la teoría del Kai t’ien registrada en el
“Chou pei suan ching” (tratado escrito alrededor del siglo IV a.C). Kai t’ien sostenía
que el cielo y la Tierra eran planos y se encontraban separados por una distancia de
80.000 li (un li equivalente a medio kilómetro), además que el Sol tenía un diámetro
de 1.250 li y se movía circularmente en el plano del cielo".1​
A finales del siglo III a.C. se debate entre las concepciones influenciadas por Lao Zu
y Confucio. Del año 207 a. C. es la confrontación entre el universo taoísta, amorfo e
infinito, con la esfera perfecta de los confucianos.
En el siglo I después de Cristo, Chi Meng sostiene en su libro Hsuan Yeh que "las
estrellas, el sol y la luna flotan en el espacio vacío y el color azul del cielo es
aparente", una ilusión óptica.

Otra es la Concepción taoísta o Hsuan Yeh, que considera el Universo sin forma y
por lo tanto infinito y vacío. Su esencia, el dao, es la vía de la naturaleza, del
hombre y de todos procesos cósmicos.
Huainanzi. El Espíritu cósmico en la enciclopedia del taoísmo. Que (en chino
tradicional y simplificado, es pinyin, Huáinánzǐ; Wade-Giles, Huai-nan Tzu;
literalmente, ‘Maestro o maestros de Huainan’), originalmente Huainan honglie (en
chino tradicional y simplificado, literalmente, ‘El gran resplandor de Huainan’), es
una importante colección de ensayos de la filosofía china creados en algún
momento antes del 139 a. C. durante la dinastía Han. Une conceptos del Taoísmo,
del Confucianismo y del Legalismo, incluyendo ideas como el Yin-Yang o el Wu
Xing.

Seguimos con la Concepción budista... que es la descripción de la forma y evolución


del universo de acuerdo con los escritos y comentarios canónicos budistas.
No es solamente la forma de múltiples mundos o esferas en un espacio, sino su
evolución en el tiempo. Se divide en cosmogonía espacial y cosmogonía temporal.

Otra es la Concepción confucianista o Hun Thien, que considera que el Universo es


esférico.

Otra mas es la Concepción neoconfuciana. Durante la Dinastía Song (960-1279), los


neoconfucianos, carentes de una base teórica y filosófica de su doctrina, tomaron
valiosos elementos de otras doctrinas, principalmente de los taoístas, para
desarrollar su cosmología. En el siglo XII, el filósofo Chu Hsi o Zhu Xi (1131-1200)
establece la teoría del principio universal de la naturaleza, Li y Qi:​un caos primordial
de materia en movimiento, con nueve esferas de vientos, en donde la materia
pesada se concentra y la materia liviana tiende hacia los bordes.

Zhu Xi, "la mente suprema de síntesis de toda la historia de China", al decir del
sinólogo Joseph Needham en Science and Civilization in China, propone dos
conceptos básicos:
Uno es Li, el principio generador, principio de la organización y la estructura cósmica
universal que contiene en sí mismo todos los qi menores y los patrones más
limitados, originando las energías de la mónada china: el yang (positiva) y el yin
(negativa) y los cinco elementos: fuego, tierra, metal, agua y madera.
Y el Qi, fuerza vital, materia-energía, tenue materia imperceptible, u ondas etéreas,
fuera de la cual el Qi-sólido, la materia física perceptible - se forma por el giro y la
coagulación centrífuga.

La mónada china o taijitu, es la representación de las energías de yin y yang,


principio de la cosmolgía neoconfuciana.

También podemos ver un concepto chino sobre la creación de las galaxias en las
antiguas teorías chinas, en el cual el desarrollo del pensamiento taoísta parece
adelantarse a las modernas teorías sobre la formación de las galaxias, como se
desprende de los libros Huai Tzu (120 a.n. e.) y Lun-hengG (82 de nuestra era): la
cosmología centrípeta o vorticial de los primeros astrónomos chinos se basa en la
existencia de torbellinos que solidifican los mundos salidos de la materia primera.
BIBLIOGRAFÍA:

https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_de_Corea - (Cultura de Corea)

https://es.wikipedia.org/wiki/Juche - (Juche)

https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_de_Corea_del_Norte - (Cultura de Corea del


Norte)

https://actualidad.rt.com/actualidad/167528-exclusivo-rt-vida-corea-norte - (La
cultura de los norcoreanos: ¿Qué leen?)

https://www.nationalgeographic.es/historia/2020/06/por-que-la-guerra-de-corea-nunc
a-termino-tecnicamente#:~:text=Los%20antiguos%20aliados%20desconfiaban%20
mutuamente,latitud%20que%20atraviesa%20la%20pen%C3%ADnsula.

https://es.wikipedia.org/wiki/Dinast%C3%ADa_Joseon

https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/14/6582/5.pdf - (Antonio J.
Domenech. La cosmovisión coreana en el siglo XXI: entre la tradición y la
modernidad)

http://cea.uanl.mx/la-cultura-de-corea-del-sur-un-pais-profundamente-confucionista/
- (La Cultura de Corea del Sue: Un país profundamente Confuionista)

https://es.frwiki.wiki/wiki/Mythologie_cor%C3%A9enne#Cosmologie_tot%C3%A9miq
ue_/_chamanique - (Mitología coreana)

https://es.wikipedia.org/wiki/Cosmolog%C3%ADa_china - (Cosmología china)

https://ccchinamadrid.org/curso/cosmologia-china/ - (Principios de cosmología china.


Visión china del mundo)

https://es.wikipedia.org/wiki/Huainanzi - (Huainanzi)

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