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Nombres: Martin Leon, Maria Paula Agudelo, Mateo Mendoza y Sara Cortes
¿Es el ser humano objetivamente superior a los animales? Según el texto abordado, se puede
observar que existe una gran variedad de razones para pensar que no. Pues en su escrito,
Matthew Calarco se muestra de acuerdo con las ideas de Friedrich Nietzsche y de Val
Plumwood. Por esto, decide crear unas rutas con el objetivo de rastrear pensamientos y
prácticas relacionadas con los animales, llegando de esta forma a cuestionar el
antropocentrismo con el fin de abrir puertas hacia nuevas posibilidades de pensamiento y de
vida. Por tal motivo, Calarco muestra en su texto las premisas implícitas en el
antropocentrismo y el binarismo impuesto entre el ser humano y los animales.
De esta manera, Calarco decide postular un modo de estar en el mundo con una indistinción y
un veganismo ético planteado desde la idea de que tanto humanos como animales son
comestibles, porque somos carne, e incluso más que carne. El antropocentrismo junto con
otros factores ha contribuido a la idea del dominio del ser humano sobre lo viviente,
percibiendo aquellos seres no humanos como entes que pueden ser usados para diferentes
fines (Instantes y azares, 2013, p.7). Ahora bien, por un lado Nietzsche dice que debe haber
una indistinción entre los seres humanos y no-humanos, e incluso considera al hombre como
un ser inferior. Por otro lado, Plumwood al haber vivido una experiencia cercana a la muerte,
plantea que los humanos somos simplemente pedazos de carne al igual que los animales para
nosotros; aceptaba que el ser humano es débil y vulnerable. Y, el trato cruel hacia los seres
no-humanos se ha dado por concebirlos como alimento. Cabe mencionar que el propósito de
esta ponencia es valorar los argumentos presentados en el texto y, a su vez, presentar distintos
argumentos con el fin de apoyar la tesis del autor y, por consiguiente, contribuir al debate en
cuestión.
El antropocentrismo
Nietzsche
Uno de los argumentos que el autor presenta para sustentar su postura se basa en las ideas de
Nietzsche. Puesto que se comprende que la forma de abandonar el antropocentrismo es
rechazar la falsa jerarquía. Nietzsche propone analizar la relación del humano con la
animalidad desde la perspectiva opuesta. De esta forma, el filósofo alemán concibe que las
diferencias entre el ser humano y los seres no humanos pueden también considerarse como
debilidades y defectos, es decir, dicha dicotomía se formula en función de advertir cómo las
supuestas fortalezas del ser humano, esconden en sí, una debilidad que debe ser suplida o
superada, y adicionalmente, carece de objetividad en tanto el ser humano realiza un juicio de
valor a partir de sus propias perspectivas y conceptos hacia sí mismo. Por lo tanto, el ser
humano no es de ninguna manera objetivamente superior.
“Es necesario que los seres humanos se observen a sí mismos desde abajo, en
el lado ''equivocado” o ''perdedor" del dualismo. Por consiguiente, Nietzsche
no sólo cuestiona la “falsa jerarquía” en la que los humanos se han puesto a sí
mismos en relación con los animales. Esta crítica podría implicar que los seres
humanos deben ser vistos como pertenecientes, propiamente, al mismo plano
de perfección con los otros animales, es decir, que los humanos y los animales
son totalmente iguales cuando se los observa desde una perspectiva
naturalista.” (Calarco, 2013,p,25)
Plumwood
El autor también utiliza el relato de Plumwood para afirmar que el ser humano no es superior
a los seres no humanos, puesto que luego de ser atacada por un cocodrilo ella comprendió
que, en realidad, somos más frágiles de lo que pensamos. Y que por lo tanto, nuestra propia
mortalidad es prueba de la tesis del autor. En otras palabras, al igual que los animales solo
somos seres de carne y por ende, el antropocentrismo se fundamenta en una ilusión. Tal y
como la autora lo describe a continuación.
El problema de la superioridad
En realidad, el ser humano no es superior a los animales, es decir, no existe una distinción
moral objetiva entre una especie y las demás. El solo hecho de afirmar que todos los humanos
son superiores a los animales es una falacia ecológica, puesto que presupone que todos los
individuos de un grupo tienen las mismas características y capacidades, lo cual es falso.
(Gómez Rojas, G., & De Sena, A., 2005). A su vez, la concepción de la superioridad admite
ciertos cuestionamientos, por ejemplo ¿qué es exactamente ser superior? y ¿somos superiores
en qué? Está claro que estas cuestiones han de ser respondidas por aquellos que defienden
una postura especista, puesto que de lo contrario sus afirmaciones sobre la superioridad no
estarían justificadas y, por lo tanto, se encontrarían al nivel de las afirmaciones absurdas
sobre, por ejemplo, la superioridad racial. Sin embargo, las posibles respuestas a dichas
preguntas jamás serán razones suficientes ya que en realidad la categoría de superioridad no
existe, únicamente se puede decir que se es superior en algo y con respecto a algo, lo cual no
implica necesariamente que deba existir una excepcionalidad ética como se pretende desde el
especismo. (Díaz, 2020)
Ahora bien, una de nuestras posturas con respecto al debate en cuestión es la siguiente:
Consideramos que efectivamente el antropocentrismo ha de ser eventualmente abandonado
en nuestra sociedad, puesto que se presenta como un sesgo que impide el desarrollo de una
conciencia más amplia con respecto a nuestra posición en la naturaleza. Existe una gran
variedad de ejemplos en la historia en los que la perspectiva antropocéntrica de cierta forma
retrasó nuestro desarrollo como especie. Por ejemplo, durante la edad media europea debido a
la tradición judeocristiana existía una confianza ciega en la posición especial del ser humano
en el universo, pues se pensaba que lo más probable era que el hombre fuera el centro del
mismo. Sin embargo, conforme avanzó nuestro conocimiento nos dimos cuenta de que a
niveles macro cósmicos el ser humano es simplemente irrelevante. De la misma forma, si
observamos la historia posterior del desarrollo científico, podemos afirmar que el
antropocentrismo ha obstaculizado nuestro desarrollo como especie. Esto debido a que el ser
humano constantemente cree que ocupa una posición privilegiada para analizar el mundo y,
por consiguiente, realiza juicios que se alejan de la objetividad.
Es claro que la explotación del mundo animal puede traer consecuencias para el hombre,
puesto que los cambios en los ecosistemas perjudican las actividades que permiten a las
sociedades funcionar. Por lo anterior, se puede apreciar cómo mediante este concepto
podemos advertir una relación de interdependencia, ya que en ocasiones lo que perjudica a
los animales también puede afectar a los seres humanos. Adicionalmente, es importante
resaltar que el autor aporta una visión renovada acerca de dicha cuestión en tanto advierte
que, “La situación de explotación y abuso a la que sometemos a los demás animales es en sí
un tema que merece nuestra atención porque, como presentaré más adelante, no hay razones
morales relevantes para diferenciar entre el sufrimiento de dos seres basados únicamente en
la especie a la que pertenecen” (Pezzetta, 2018, p.75). De lo anterior se puede observar,
claramente, que la defensa de los animales tiene un valor instrumental para la humanidad en
general dadas las dinámicas de interdependencia propias de los ecosistemas (tanto naturales
como creados por el hombre), teniendo en cuenta esto se puede ver como los animales como
los humanos somos iguales ya que nos afecta lo mismo.
En conclusión, consideramos que el autor acierta en sus postulados debido a que, en términos
académicos, se pueden encontrar buenas razones para abandonar el antropocentrismo y
rechazar el punto de vista del especismo. En primer lugar, coincidimos con la afirmación de
que es bastante complejo definir aquella superioridad a la que constantemente se alude en el
discurso especista. Además, en cuanto a la utilidad del antropocentrismo para la especie, se
puede decir que se presenta como un sesgo cognitivo que directamente impide la objetividad
de nuestros análisis. A su vez, la explotación de los animales, la cual está estrechamente
ligada con el antropocentrismo, tendría consecuencias materiales a largo plazo, con lo cual el
especista tendría necesariamente que replantear su postura, puesto que afecta directamente a
nuestra especie. Por lo tanto, es claro que el antropocentrismo ha de ser reconsiderado en las
sociedades modernas.
Bibliografía