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INTRODUCCIÓN

En todas las sociedades que han existido y existen los


crímenes o atentados contra la persona humana son comunes,
lógicamente se debe buscar la forma más adecuada de revertir
esta situación o al menos mitigarla. La forma de llegar a
esta solución genera debates, y aún más cuando para llegar a
dicha solución está la vida de las personas de por medio, nos
referimos a la pena de muerte o pena capital.

Al principio de la historia la pena fue el impulso de la


defensa o de la venganza, la consecuencia de un ataque
injusto, posteriormente al formarse sociedades políticas la
ejecución de criminales y disidentes políticos ha sido
empleada y se sigue empleando por casi todas las sociedades
en un momento u otro de su historia, tanto para castigar el
crimen como para suprimir la disensión política.

El tema de la pena de muerte es muy controvertido. Los


que están a favor de esta pena argumentan que su aplicación
reduce el delito, previene su repetición y es una forma de
castigo adecuada para el asesinato. Mientras detractores
argumentan que no reduce el crimen en mayor medida que la
cadena perpetua, tampoco previne los delitos, ni es una pena
que este a la altura de la racionalidad humana, ya que
resulta una violación de los derechos humanos y conduce a
ejecuciones de algunos inocentes que supone una
discriminación de hecho contra las minorías y los pobres que
puedan no tener recursos suficientes en el sistema legal.

A través de esta investigación buscaremos reunir


información de diversas fuentes, recopilando los datos más
relevantes sobre el tema. Trataremos de no asumir una
posición tendenciosa, sino brindar información para que el
que tenga acceso a este trabajo pueda sacar sus propias
conclusiones en relación a tan controvertido tema.
I. LA PENA DE MUERTE

1. Antecedentes remotos.

La pena de muerte o pena capital ha existido a la par con la


humanidad, es bien sabido que los griegos tuvieron gran
influencia cultural en Roma, si bien los romanos destacaron
por su vasta jurisprudencia y aquellos por ser grandes
filósofos, binomio que hizo surgir la filosofía del derecho,
de ahí la regulación de las relaciones entre los hombres y el
Estado, así surge la pena de muerte como consecuente castigo
a quienes cometen violaciones a las leyes impuestas por este
último.

Con anterioridad, el pueblo hebreo dejó testimonios de la


existencia de esta sanción.
En Roma el primer delito castigado con la pena de muerte fue
el PERDUELLIO, por traición a la patria, más adelante en las
XII Tablas, se reglamentó también para otros delitos y era
esta, la pena imperante; un tiempo después y aunque sin ser
abolida cayo en desuso, restableciéndose posteriormente con
los emperadores.
Así pues esta sanción es conocida desde los primeros tiempos
de la humanidad, y puede decirse que en todas las culturas,
teniendo algunas variantes como por ejemplo el tipo de
delitos por los que se imponía, siendo el más común el delito
de homicidio.
Se imponía, igualmente por los delitos que actualmente
conocemos como patrimoniales, delitos sexuales, delitos
contra la salud (como lo era la embriaguez consuetudinaria)
delitos del orden político, así como militar, lo mismo para
lo que hoy conocemos como delitos del fuero común y federal.
Las formas de ejecución de la pena fueron muy variadas de
acuerdo a los usos y costumbres de los diferentes pueblos,
había entre otras: la lapidación, la rueda, el garrote, la
hoguera, todas eran formas muy crueles ya que su finalidad
consistía en imponer el mayor sufrimiento al delincuente
condenado a dicha pena.

2. Su aplicación actual en los diversos países

La ejecución de criminales y disidentes políticos ha sido


empleada por casi todas las sociedades en un momento u otro
de su historia, tanto para castigar el crimen como para
suprimir la disensión política. Actualmente el uso de la pena
de muerte ha sido abolido en casi todos los países europeos
(excepto Bielorrusia), y la mayoría de los correspondientes a
Oceanía (como Australia, Nueva Zelanda y Timor Oriental).La
mayoría de países latinoamericanos han abolido completamente
la pena de muerte, mientras que los Estados Unidos de
América, Guatemala y la mayoría de los estados del Caribe la
mantienen en vigor, y en Chile y Brasil la contemplan como
castigo en situaciones excepcionales, como por ejemplo para
castigar la traición cometida en tiempo de guerra. En Asia la
pena de muerte está permitida en democracias como Japón e
India. En África, se aplica aún la pena de muerte en
democracias como Botswana y Zambia.

En muchos países donde aún se aplica la pena de muerte, se la


reserva como castigo para crímenes de asesinato, espionaje,
traición, o como parte del Derecho militar. En algunos países
se aplica también para castigar delitos sexuales, siendo
considerados como tales el adulterio o la sodomía. También se
castiga con pena de muerte en otros países la apostasía, la
renuncia formal a la propia religión. En muchas naciones
«retencionistas» (es decir, países que aún aplican la pena de
muerte), el narcotráfico es también susceptible de ser
castigado con la pena de muerte.

En China, el tráfico de personas y los casos graves de


corrupción política son castigados con la pena de muerte. En
algunos países la pena de muerte se utiliza por motivos
políticos, con la máxima difusión posible, como «escarmiento»
de masas: en 2007 en Corea del Norte el director de una
empresa fue ejecutado públicamente en un estadio deportivo,
ante 150.000 personas como castigo por haber realizado
llamadas telefónicas al extranjero.

En las fuerzas armadas de todo el mundo, las cortes marciales


y consejos de guerra han aplicado la pena capital en delitos
de cobardía, deserción, insubordinación y motín.

3. La pena de muerte en América Latina por países

Lista de países que en el pasado aplicaron la pena capital


legalmente:

* Argentina: solo en 1956.


* Bolivia: (1974 - 1997).
* Brasil: (1885 - 1979).
* Chile: (1890 - 2001).
* Colombia: (1886 - 1910).
* Costa Rica.
* Ecuador.
* El Salvador.
* Haití.
* Honduras.
* México.
* Nicaragua.
* Panamá.
* Paraguay.
* Perú.
* República Dominicana.
* Uruguay.
* Venezuela: Abolida en 1863.

El único país de la zona que aplica la pena de muerte es


Cuba.

Cuba

Las últimas ejecuciones que se hicieron públicas se


produjeron en 2003. Tres hombres que secuestraron un barco
para llegar a Miami fueron capturados por la policía cubana y
posteriormente condenados a la pena capital mediante
fusilamiento.

4. Opiniones Diversas

El tema de la pena de muerte es muy controvertido. Los


partidarios de la misma argumentan que su aplicación reduce
el delito, previene su repetición y es una forma de castigo
adecuada para el asesinato. Los detractores argumentan que no
reduce el crimen en mayor medida que la cadena perpetua; que
resulta una violación de los derechos humanos, conduce a
ejecuciones de algunos inocentes y supone una discriminación
de hecho contra las minorías y los pobres que puedan no tener
recursos suficientes en el sistema legal.

5. Datos de ejecuciones

Según el informe anual de ejecuciones judiciales de Amnistía


Internacional, en el año 2003 fueron ejecutadas al menos
1.146 personas en 28 países. El 84% de las muertes
documentadas ocurrieron en cuatro países: la República
Popular China llevó a cabo 726 ejecuciones, Irán mató a 108
personas, Estados Unidos a 65 y Vietnam a 64. La última
nación en abolir la pena de muerte para todos los crímenes ha
sido Uzbekistán, a principios del 2008.

6. Movimiento hacia una ejecución “humanitaria”

Desde finales del siglo XVIII existe en todo el mundo una


tendencia a emplear formas de ejecución menos dolorosas, o
más “humanitarias”. En esas fechas, por ejemplo, en Francia
apareció la Guillotina, mientras que el Reino Unido prohibió
la pena de ahorcamiento con descuartizamiento a principios
del siglo XIX. Tradicionalmente se practicaba el ahorcamiento
dejando caer a la víctima desde una escalera, o subiéndola a
algún tipo de plataforma, como un taburete, una silla o la
parte trasera de un carro, que luego era retirada, lo cual
provocaba una muerte lenta por asfixia; estos métodos fueron
sustituidos por el actual, en el que la víctima cae una
distancia mínima de un metro, lo que disloca el cuello,
seccionando la médula espinal y causando la muerte casi en el
acto.

En los Estados Unidos se introdujeron la silla eléctrica y la


cámara de gas como métodos de ejecución más humanitarios que
la horca, pero han sido casi totalmente desplazados en favor
de la inyección letal, que a su vez ha sido criticada como
demasiado dolorosa. A pesar de todo, algunos países aún
emplean métodos de ahorcamiento «lento», decapitación por
espada e incluso lapidación.

A partir de 1995 se empezó a sugerir en distintos medios el


uso de la asfixia por nitrógeno como método de ejecución,
pero al día de hoy no se emplea en ningún país.

7. Distintas formas de ejecución ya utilizadas

 El fusilamiento, el tiro en la nuca y el ametrallamiento


(a partir del invento de la pólvora).
 La muerte por estrangulamiento, directamente con las
manos (en la antigüedad) o posteriormente mediante la
horca por un lado y por otro el torniquete y el garrote.

 La decapitación con el hacha, la espada o la guillotina.

 El degüello (en ocasiones seguido de la decapitación).

 El acuchillamiento.

 La administración de sustancia letales: envenenamiento


(Sócrates, condenado a beber la cicuta), la inyección
letal y la cámara de gas.

 La electrocución mediante la silla eléctrica.

 La muerte por hambre y abandono en las mazmorras o en


las jaulas medievales colgadas a la intemperie (o las
prisiones modernas diseñadas para el exterminio de los
reclusos, como por ejemplo la cárcel marroquí de
Tazmamart, en activo hasta 1991.

 La flagelación con disciplinas, mimbres, varas, garrotes


o cualquier otro artilugio.

 La lapidación y el aplastamiento (de todo el cuerpo o de


la cabeza).

 El desmembramiento mediante el potro, la rueda o la


tracción a cargo de animales.
 La crucifixión, la sierra y el empalamiento.

 El arrastramiento hasta la muerte por erosión.

 Todas las mutilaciones imaginables (amputaciones


progresivas de distintos miembros: orejas, lengua, ojos,
manos, piernas, extracción de vísceras,
despellejamiento, etc.).

 El ahogamiento (en la Inquisición, destilando agua


encima de un paño húmedo introducido en la boca, o
vertiendo el agua directamente en un embudo;
modernamente, introduciendo la cabeza en una bañera o en
una bolsa de plástico).

 La muerte en la hoguera (las viudas hindúes según una


costumbre del siglo XVI; los herejes y las brujas
durante la Inquisición), en una parrilla (San Lorenzo).

 La antorcha (mujeres rociadas con combustible e


incendiadas por motivos "de honor" en algunos pueblos
islámicos).

 El asaeteamiento (San Sebastián).

 La inmersión en metal fundido, o su derramamiento.

 El enterramiento en vida, total o parcial (con la cabeza


al descubierto), con las variantes de la presencia de
termitas u otras alimañas.

 El emparedamiento.

 El saco y la bota (la introducción del condenado junto


con alimañas, para que le devoren), en ocasiones
arrojados a continuación a un río.

 Las fieras (en los circos romanos).

 El lanzamiento desde un precipicio (en la antigüedad);


desde un puente (aplicado a las mujeres adúlteras en
algunas zonas de Asia Menor); o desde un avión (durante
la dictadura chilena).

De estas formas de ejecución, en la actualidad siguen


vigentes, legalizadas en distintos países o regiones, la
electrocución, la horca, la guillotina, el fusilamiento, la
inyección letal, la cámara de gas, la decapitación y la
lapidación (se aplican también otras formas de ejecución,
pero al margen de las legislaciones).
8. Descripción de algunos métodos

8.1. Fusilamiento

En las sociedades en las que ha existido o existe la


pena de muerte los verdugos profesionales siempre han sido
pocos. Y el número de artefactos de ejecución (garrotes,
guillotinas, sillas eléctricas...) limitados. Al contrario,
una de las particularidades del fusilamiento es que se lleva
a cabo con un instrumento del que existen millares de
ejemplares: todas las sociedades cuentan con sus unidades de
infantería provistas de fusiles, a las órdenes de sus
respectivos oficiales. Esta fácil disponibilidad de
instrumentos de ejecución y de ejecutores listos para
utilizarlos (entrenados para recibir órdenes sin
cuestionarlas), ha hecho que las víctimas de fusilamientos
sean mucho más numerosas que las de otros sistemas de
ejecución.

El fusilamiento, además de ser la forma más habitual de


ejecución en los códigos de justicia militar, ha sido también
la principal forma de ejecución de la población civil por
parte de los militares. Y no sólo por parte de los ejércitos
invasores o colonialistas: a menudo el ejército de un país ha
sido el mayor verdugo de su población. Es un hecho que se ha
repetido en las distintas revoluciones armadas y en los
golpes de estado promovidos por militares.

8.2. Decapitación

La decapitación es uno de los métodos más antiguos de


ejecución. Mediante hacha o espada, en ambos casos requiere
una gran habilidad por parte del verdugo, ya que cuando éste
no es experto en su manejo es fácil que la ejecución se
prolongue a base de los repetidos intentos de cercenar la
cabeza del condenado, dando lugar a escenas dantescas. Unas
agonías largas y dolorosas que, por otro lado, muchas veces
no son accidentales.
En Inglaterra, antes de la ejecución mediante la horca,
la decapitación con hacha era el método comúnmente utilizado,
al igual que en otros países europeos como Suecia o
Dinamarca. Mientras, en Francia, Alemania, Holanda, Persia,
Japón y China, la decapitación se llevaba a cabo con espada.
En los países islámicos el uso de la espada también era
habitual (en la actualidad, la decapitación sigue vigente en
Arabia Saudí).

8.3. La horca
La horca es el método de ejecución mediante estrangulamiento
más utilizado a lo largo de los siglos. Presente ya en la
antigüedad y citado en la Biblia, presumiblemente fue de
utilización posterior al estrangulamiento mediante las manos.
Ha sido, además, tanto un sistema de ejecución como de
suicidio. Miles de personas se han suicidado ahorcándose, y
también miles han sido las ahorcadas contra su voluntad, como
resultado de sentencias judiciales o como consecuencia del
furor popular desatado, linchadas a causa de odios y
emociones desbocadas. Dentro de este apartado al margen de la
actividad judicial la horca tendrá un triste protagonismo en
las sociedades racistas de Sudáfrica y Estados Unidos hasta
muy avanzado el siglo XX. Su desgraciada popularización en
estos casos se deberá en parte al limitado instrumental
requerido: una soga y cualquier punto del que poder colgarla,
por ejemplo un árbol.

8.4. La electrocución: la silla eléctrica

El invento se enmarcaba por un lado en la búsqueda en los


Estados Unidos de un sistema de ejecución más eficaz que la
horca, y por otro, en una batalla comercial, en la
competencia feroz a finales del siglo XIX desatada entre
Thomas Edison y George Westinghouse (los dos inventores y
empresarios), por la implantación de un sistema de suministro
eléctrico doméstico. Edison defendía la implantación de la
corriente continua, y Westinghouse la alterna. La silla
eléctrica de Brown y Edison funcionaba con la corriente
alterna de su competidor, Westinghouse, con la pretensión de
que el invento, asociando corriente alterna y silla
eléctrica, haría que los consumidores no aceptaran en sus
hogares la misma electricidad usada para la ejecución de los
condenados, temerosos de su peligrosidad. Fue precisamente
entonces cuando se empezó a utilizar la palabra
"electrocución".

"El procedimiento es el siguiente: después de amarrar al


preso a una silla construida para ese fin, los verdugos fijan
unos electrodos de cobre húmedos a la cabeza y a una pierna
del condenado, después de rasurarlas para garantizar un buen
contacto entre los electrodos y la piel. A continuación, se
aplican fuertes descargas de corriente eléctrica durante
breves periodos. La muerte se produce por paro cardiaco y
parálisis respiratoria.
"La electrocución produce efectos destructivos visibles al
quemarse los órganos internos del cuerpo; al aplicar la
corriente, el condenado muchas veces salta hacia delante,
tensando las correas que lo sujetan, y en ocasiones defeca,
orina o vomita sangre. Todos los testigos presenciales han
descrito un olor a carne quemada."
En teoría, la inconsciencia ocurre en una fracción de
segundo. Sin embargo, hay informes de víctimas cuyas cabezas
ardieron, de transformadores quemados, de desprendimientos de
las correas de sujeción u otros incidentes, con el resultado
de ejecuciones temporalmente interrumpidas o largas agonías y
padecimientos.

En 1946, cuando las autoridades del estado de Luisiana


electrocutaron a Willie Francis, un adolescente de 17 años,
éste sobrevivió al primer intento, a pesar de recibir
múltiples descargas de la máxima potencia, mientras gritaba:
"¡Paren, déjenme respirar!". No le sirvió de nada sobrevivir:
pasado un tiempo, se firmó una nueva orden de ejecución y,
finalmente, fue ejecutado un año más tarde, después de que la
Corte Suprema de Estados Unidos resolvió que esta segunda
ejecución no infringiría la Constitución.

A medida que fue avanzando el siglo XX se fue cuestionando


cada vez más la utilización de la silla eléctrica. Después de
convertirse a principios de siglo en el método de ejecución
más utilizado en los Estados Unidos, posteriormente empezó a
ser abandonada, sustituida en algunos estados por la cámara
de gas y, a mediados de los años 80, por la inyección letal.
En el año 2004, sólo se utilizaba en Alabama, Florida,
Nebraska, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia.

8.5. El garrote

Su origen, tiempo atrás, era una cuerda que se "agarrotaba"


(se apretaba mediante un palo), y que provocaba la muerte por
ahogamiento. Con el paso de los años se fue perfeccionando y
acabó siendo un aparato metálico que, aguantando el cuello
por delante con un collarín, producía la muerte por el
hundimiento de las vértebras cervicales.

Utilizada fundamentalmente en España, esta forma de pena de


muerte también se usó en diversos países de Latinoamérica. Se
introdujo oficialmente en el Código Penal de 1822

8.6. Inyección letal

La inyección letal es el último método de ejecución


incorporado al catálogo de formas de aplicar la pena de
muerte. Se aprobó por primera vez en los Estados Unidos, en
Oklahoma y Texas, en 1977. El primer ejecutado con este nuevo
procedimiento fue Charles Brooks, en Texas (1982). En la
actualidad es el método de ejecución más utilizado en los
Estados Unidos. Recientemente, se ha empezado a cuestionar
que sea un método de ejecución indoloro, en contra de lo que
aseguraban sus promotores.
"Este método de ejecución consiste en inyectar por vía
intravenosa y de manera continua una cantidad letal de un
barbitúrico de acción rápida en combinación con un producto
químico paralizante. El procedimiento es similar al utilizado
en un hospital para administrar una anestesia general, pero
los productos son inyectados en cantidades letales. En Texas,
uno de los 19 estados de los Estados Unidos en donde la
ejecución se realiza por inyección letal, se usan tres
substancias conjuntamente: tiopentato sódico, bromuro de
pancuronio y cloruro potásico. La primera es un barbitúrico
que hace perder el conocimiento al preso, la segunda es un
relajante muscular que paraliza el diafragma, impidiendo así
la respiración, y la tercera provoca un paro cardiaco.

"Aunque los defensores de la inyección letal pretenden que es


más humana que otros métodos de ejecución, varios médicos han
descrito los problemas que pueden surgir. Algunos presos con
un historial prolongado de uso indebido de estupefacientes
pueden tener venas cicatrizadas y puede ser necesaria una
intervención quirúrgica para llegar a una vena más profunda.
Si el preso forcejea durante la ejecución, el veneno puede
entrar en alguna arteria o en el tejido muscular y causar
dolores. Si los componentes de la solución letal no están
equilibrados o si se combinan prematuramente, la mezcla puede
espesarse, obstruir las vías venosas y hacer que la muerte
tarde más tiempo en llegar. Si el barbitúrico anestésico no
actúa rápidamente, el condenado puede darse cuenta de que se
está asfixiando a medida que sus pulmones se paralizan."

8.7. Lapidación

El primer mártir cristiano, San Esteban, murió lapidado.


Saulo de Tarso, el futuro San Pablo, dedicado entonces
todavía a la persecución de los cristianos, participó
pasivamente en la lapidación, observando la escena mientras
guardaba la ropa de los apedreadores. La lapidación era una
pena habitual en la época, arraigada desde la antigüedad en
la tradición judía.

Cuando Jesús ante el caso de una mujer adúltera a la que la


multitud quiere apedrear, dice que "Quien esté libre de
pecado, que tire la primera piedra", se refiere a una
costumbre asociada a las condenas a lapidación: los
acusadores, si se dictaba la sentencia, debían iniciar la
lapidación, con lo que si posteriormente se descubría la
inocencia del condenado, los acusadores  podían ser acusados
entonces, además de perjurio, de asesinato.

En la actualidad, defienden su uso juristas de Arabia Saudí,


Irán y Nigeria.
En todas las épocas en las que se aplica la lapidación existe
un hilo conductor: las víctimas preferentemente son mujeres
acusadas de adulterio. Es sin duda la pena de muerte más
sexista y más ligada a un tipo de delito específico, ya que
los casos en las que se aplica o aplicó como pena por otros
delitos son mucho menores.

9. La rentabilización de la pena de muerte

Siempre ha existido gente dispuesta a sacar partido de


las mayores barbaridades. Esta actitud rentabilizadora ante
la muerte ajena a menudo es un ingrediente presente, de una u
otra forma, en los rituales de ejecuciones. Sin ir más lejos,
también en la muerte de Jesús de Nazaret

"Los soldados, pues, cuando crucificaron a Jesús, cogieron sus vestidos e


hicieron cuatro partes, una para cada soldado".
Evangelio de San Juan, 19.23

Pero sin duda los alumnos más aventajados en este empeño de


sacar provecho de los cuerpos de los ejecutados y de sus
pertenencias fueron los nazis, con su siniestra política
genocida desarrollada en los campos de exterminio. Además de
la reutilización y el reciclaje de los objetos personales de
los condenados a las cámaras de gas (como las joyas, la ropa,
los zapatos o cualquier otra pertenencia), llegaron a la
degradación de utilizar en ocasiones las cenizas de los
cuerpos gaseados y luego incinerados como pavimento para los
caminos, o a transformar sus cuerpos en jabón, cepillos...

Millones de muertos (mayoritariamente judíos, también


gitanos, homosexuales...), fueron la consecuencia de la
locura nazi, no sólo gaseados, también ejecutados de otras
formas, con un tiro en la nuca, ahorcados, electrocutados en
las alambradas, destrozados por perros amaestrados para
matar, o sencillamente fallecidos a causa de las condiciones
de vida extremas, a causa de la desnutrición, el frío o el
agotamiento. Sin olvidar las víctimas de médicos sin
escrúpulos como Josef Mengele, que utilizaba algunos presos
como materia prima de insensatos ensayos, poniendo de
actualidad la teoría utilitarista de la muerte ajena
propugnada dos siglos antes por Diderot.

La versión actual de esta rentabilización de la pena de


muerte es la comercialización de los órganos de los
ejecutados en China, un negocio floreciente a causa del
elevado índice de penas a muerte que se dictan y llevan a
cabo cada año.

Otra forma reciente de rentabilizar la pena capital fue la


utilización de condenados a muerte para experimentar
armamento químico durante la dictadura irakí de Sadam
Hussein:

10. Argumentos en pro y en contra de la pena capital

El primer ataque moderno se debió a Cesare Beccaria, en su


libro De los delitos y de las penas, publicado en 1764. Desde
entonces no ha cesado la pugna entre los partidarios y los
detractores.

Kant calificó la impugnación de la pena de muerte de Beccaria


como “sentimentalismo compasivo de un humanitarismo
afectado”. Partidario de la ley del talión, consideraba que
para castigar un asesinato no eran suficientes los trabajos
forzados a perpetuidad, porque “no existe equivalencia entre
una vida, por penosa que sea, y la muerte; por tanto, tampoco
hay igualdad entre el crimen y la represalia, si no es
matando al culpable por disposición judicial”.

En cambio, Dickens, en un artículo publicado en 16 de marzo


de 1846 en el Daily News, escribió que, aún cuando todos los
escritores del mundo se dedicasen a reunir argumentos para
probar que la pena de muerte es una ley cristiana, “es tal la
veneración que siento por l vida hu8mana y por las lecciones
de nuestro Salvador, que me sería imposible creerlo.

En muchos casos, la oposición a la pena de muerte no se ha


alimentado de argumentos, sino de una sensibilidad afinada.

No queremos caer en el emotivismo de Ch. Stevenson, para


quien los juicios morales no son fruto de la razón, sino del
sentimiento que nos empuja nuestra naturaleza humana. Debemos
ir más allá, recapitulando y valorando las principales
razones que aducen unos y otros.

10.1. Argumentos a favor de la pena capital

1. ¿Expiación del crimen cometido? Después de la ejecución


suele decirse que el reo ha “expiado” su crimen. Como ese
término está tomado del lenguaje religioso, debemos decir que
tal afirmación es teológicamente improcedente. Ante todo,
porque la expiación de los pecados se realizó de una vez para
siempre por la muerte de Cristo. El pecador, todo lo que
necesita hacer es reconocer que se ha alejado de Dios,
confesar su culpa y pedirle perdón, estando seguro de su
misericordia. Por lo tanto, hablar de expiación por la pena
de muerte que infligen los tribunales es quitar a este
término su sentido auténtico.

Papini, en el Juicio Universal, incluye a los verdugos dentro


del coro de los asesinos: “El verdugo-dice-es el más astuto
de los asesinos, porque satisface aquel feroz instinto y al
mismo tiempo escapa a la venganza de la ley y al suplicio del
remordimiento”.

2. ¿Legítima defensa de la sociedad frete a criminales


peligrosos? Aquí no cabe aplicar el principio de legítima
defensa, puesto que el criminal no es un agresor que nos está
amenazando actualmente; ha sido detenido ya y, mientras
permanezca encarcelado, no puede cometer nuevos crímenes.

3. ¿Disuadir a los criminales potenciales? la pena de muerte


mejora la moralidad de una población, que produzca efectos
éticamente beneficiosos no seria un argumento suficiente para
legitimarla, nunca ha podido demostrarse su eficacia
intimidatoria.

10.2. Argumentos contra la pena de muerte

1. Los errores judiciales. Las ejecuciones de inocentes


siguen siendo una realidad frecuente en nuestros días. Con 75
de las 487 personas ejecutadas desde que en 1976 se restauró
la pena capital. El record lo tenía Illinois, donde 9 de las
11 condenas fueron erradas.

2. Perversión de los fines del sistema penitenciario. Quitar


la vida supone renunciar a la preeducación y reinspección
social.

3. Injusta discriminación. La pena de muerte recae sobre la


minoría de recursos económicos.

Además esas personas están en peores condiciones para buscar


una nueva defensa.

4. La inviolabilidad humana. Por muy grande que sea el nivel


de degradación de una persona esta nunca pierde el derecho
fundamental a la vida ya que este es en primero de los
derechos humanos.

11. La Pena de Muerte en Paraguay

Cabe recordar que el caso de Gastón Gadín, fue la última vez


donde se aplicó la pena de muerte por el delito de
parricidio.

Corría el año 1915 cuando los matutinos informaron con gran


resalto en sus páginas de un horrendo crimen cometido en la
capital: Gastón Gadín, de unos 18 años, hijo único de un
matrimonio francés, que vivía en el barrio Villa Morra, en la
misma residencia vivía también el peón Cipriano León (es la
actual Casa Cuna ‘Dr. Carlos Santiviago’, que al no tener los
Gadín otros descendientes, quedó en manos del Estado).

El asesinato fue planeado por el hijo Gastón y ejecutado por


León. Se consumó durante la noche. Se supone que el
matrimonio dormiría profundamente, cuando León, con un hacha,
prácticamente destrozó el cráneo de ambos.
El joven Gadín tenía una novia y al parecer el padre de
Gastón se mostró insensible ante los requerimientos de dinero
para que el hijo pudiera llevar al altar a la novia.
Gadín y León fueron encontrados culpables de la muerte de los
padres de Gadín, ocurrida la madrugada del 16 de julio de
1915.

El proceso se realizó ante el tribunal de Jurados, donde lo


hallaron culpable, y el juez les impuso la pena de muerte. El
fallo fue apelado, y llegó hasta el Supremo Tribunal, que
confirmó el fallo.

El presidente de la República rechazó el indulto y fueron


fusilados en setiembre de 1917, en los bajos del Cabildo,
ante mucho público.

El fusilamiento se anunció para las 2:30 ó 3:00 P.M. Para esa


hora estaba yo, con la muchachada (los mita’íces) de
entonces, ávidos de ocupar un lugar. Los guardia cárceles no
permitían traspasar los límites de la Plaza de Armas, frente
a la Catedral.

A la hora citada, se escuchó una descarga cerrada, seguido de


un segundo disparo, que sería el de gracia, hecho por el
oficial que comandaba el pequeño pelotón (4 soldados, dos
arrodillados adelante y dos parados atrás), que dispararon
con fusiles Máuser. Según relatos de los que presenciaron el
fusilamiento, el jefe del pelotón ordenó ‘¡Carguen!,
apunten...’ En ese momento, Gadín gritó: ‘¡Tiren hijos de
puta...!’ ‘... ¡Fuego!’ Fue la orden final y así concluyó un
trágico capítulo que en su momento conmovió a la ciudadanía
asuncena de las primeras décadas del siglo: el asesinato del
matrimonio Gadín y posterior fusilamiento de los culpables,
Gastón Gadín y Cipriano León.

Años después, al removerse las tumbas del ‘Mangrullo’ para


transformarlo después en Parque, encontraron el cuerpo de
Gastón Gadín sin cabeza. ¿Qué pasó? Gastón Gadín, joven, de
18 años, sano, fuerte, siempre bien alimentado, tenía un
cráneo ideal para los estudiantes de Medicina...".
CONCLUSIONES

La pena de muerte o pena capital ha existido a la par con la


humanidad.

En Roma el primer delito castigado con la pena de muerte fue


el PERDUELLIO, por traición a la patria.

La ejecución de criminales y disidentes políticos ha sido


empleada por casi todas las sociedades en un momento u otro
de su historia, tanto para castigar el crimen como para
suprimir la disensión política.

En muchos países donde aún se aplica la pena de muerte, se la


reserva como castigo para crímenes de asesinato, espionaje,
traición, o como parte del Derecho militar.

En China, el tráfico de personas y los casos graves de


corrupción política son castigados con la pena de muerte.

Los partidarios de la pena de muerte argumentan que su


aplicación reduce el delito, previene su repetición y es una
forma de castigo adecuada para el asesinato. En cambio, los
detractores argumentan que no reduce el crimen en mayor
medida que la cadena perpetua; que resulta una violación de
los derechos humanos, conduce a ejecuciones de algunos
inocentes y supone una discriminación de hecho contra las
minorías y los pobres que puedan no tener recursos
suficientes en el sistema legal.

Según el informe anual de ejecuciones judiciales de Amnistía


Internacional, en el año 2003 fueron ejecutadas al menos
1.146 personas en 28 países.

Desde finales del siglo XVIII existe en todo el mundo una


tendencia a emplear formas de ejecución menos dolorosas, o
más “humanitarias”.

De todas las formas de ejecución, en la actualidad siguen


vigentes, legalizadas en distintos países o regiones, la
electrocución, la horca, la guillotina, el fusilamiento, la
inyección letal, la cámara de gas, la decapitación y la
lapidación (se aplican también otras formas de ejecución,
pero al margen de las legislaciones).

El caso de Gastón Gadín, fue la última vez donde se aplicó la


pena de muerte por el delito de parricidio. Gastón y el
capataz de la familia, León, fueron fusilados en setiembre de
1917, en los bajos del Cabildo, ante mucho público.
BIBLIOGRAFÍA

http://www.amnistiacatalunya.org/edu/es/historia/pm.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Pena_de_muerte

http://www.monografias.com/trabajos11/penmu/penmu.shtml

http://www.cidh.oas.org/Basicos/basicos5.htm

http://www.pj.gov.py/noticia.asp?codigo=2942
ANEXOS

PROTOCOLO A LA CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS


RELATIVO A LA ABOLICION DE LA PENA DE MUERTE
 
(Adoptado en Asunción, Paraguay, el 8 de junio de 1990, en el vigésimo período
ordinario de sesiones de la Asamblea General)
 
ENTRADA EN VIGOR: 28 de agosto de 1991
DEPOSITARIO:          Secretaría General OEA (Instrumento original y ratificaciones).
TEXTO:                   Serie sobre Tratados, OEA, Nº 73.
REGISTRO ONU:
 
PAISES
FIRMA RATIFICACION/ADHESION DEPOSITO
SIGNATARIOS
Antigua y Barbuda /  / /  / /  /
Argentina 12/12/06 06/18/08 09/05/08 RA
Bahamas /  / /  / /  /
Barbados /  / /  / /  /
Belice /  / /  / /  /
Bolivia /  / /  / /  /
1
Brasil 06/07/94 07/31/96 08/13/96 RA
Canadá /  / /  / /  /
2
Chile 09/10/01 08/04/08 10/16/08 RA
Colombia   /  / /  /
Costa Rica 10/28/91 03/30/98 05/26/98 RA
Dominica /  / /  / /  /
Ecuador 08/27/90 02/05/98 04/15/98 RA
El Salvador /  / /  / /  /
Estados Unidos /  / /  / /  /
Grenada /  / /  / /  /
Guatemala /  / /  / /  /
Guyana /  / /  / /  /
Haití /  / /  / /  /
Honduras /  / /  / /  /
Jamaica /  / /  / /  /
México /  / 6/28/07 08/20/07 AD
Nicaragua 08/30/90 03/24/99 11/09/99 RA
Panamá 11/26/90 06/27/91 08/28/91 RA
Paraguay 06/08/99 10/31/00 12/07/00 RA
Perú /  / /  / /  /
República /  / /  / /  /
Dominicana
San Kitts y Nevis /  / /  / /  /
Santa Lucia /  / /  / /  /
San Vicente y las /  / /  / /  /
Granadinas
Suriname /  / /  / /  /
Trinidad y Tobago /  / /  / /  /
Uruguay 10/02/90 02/08/94 04/04/94 RA
Venezuela 09/25/90 08/24/92 10/06/93 RA
 
DECLARACIONES/RESERVAS/DENUNCIAS/RETIROS
 
REF = REFERENCIA                                 INST = TIPO DE INSTRUMENTO
D = DECLARACION                                  RA = RATIFICACION
R = RESERVA                                         AC = ACEPTACION
AD = ADHESION
 
1.         Brasil:
 
Al ratificar el Protocolo sobre la Abolición de la Pena de Muerte, adoptado en Asunción, el
8 de junio de 1990, declaro, debido a imperativos constitucionales, que consigno la
reserva, en los términos establecidos en el artículo II del Protocolo en cuestión, en el cual
se asegura a los Estados partes el derecho de aplicar la pena de muerte en tiempo de
guerra, de acuerdo al derecho internacional, por delitos sumamente graves de carácter
militar.
 
2.     Chile:
 
"El Estado de Chile formula la reserva autorizada por el Artículo 2, párrafo 1, del
Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos Relativo a la Abolición de
la Pena de Muerte y, en consecuencia podrá aplicar la pena de muerte en tiempo de
guerra, conforme al Derecho Internacional por delitos sumamente graves de carácter
militar".

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