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SEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE: UNA MIRADA DESDE LA SEGURIDAD Y DEFENSA

NACIONAL DE CHILE

WATER SECURITY IN CHILE AND ITS IMPACT ON NATIONAL SECURITY AND DEFENSE.

Belén Vásquez Valencia1


Resumen
La conflictualidad hídrica y los fenómenos asociados al cambio climático son hoy en día uno de los
temas que el ámbito de la Seguridad y Defensa está mirando de frente debido a la tendencia
internacional de considerar que las consecuencias de dicho fenómeno se presentan en el corto plazo e
intervienen en ámbitos políticos, sociales y económicos, pudiendo llegar a desestabilizar el desarrollo
de una nación.
Ante lo anterior este trabajo busca en primera instancia levantar los aspectos fundamentales sobre la
crisis hídrica, pasando posteriormente por una conceptualización para posteriormente analizar desde la
mirada de la seguridad y defensa de Estado. Lo anterior permite avanzar en la comprensión sobre las
aristas que la seguridad hídrica puede conjugar con el ámbito de la seguridad y defensa nacional y
establecer como este tipo de seguridad aporta el desarrollo y cumplimiento de los objetivos de la
defensa nacional.

Palabras Clave: Seguridad Hídrica, Seguridad y defensa nacional.

Abstract

Water conflictuality and the phenomena associated with climate change are today one of the issues that
the field of Security and Defense is facing in the face due to the international trend of considering that
the consequences of this phenomenon occur in the short term and they intervene in political, social and
economic spheres, being able to destabilize the development of a nation.
Given the above, this work seeks in the first instance to raise the fundamental aspects of the water
crisis, subsequently going through a conceptualization of security and defense of the State. The
foregoing allows progress in the understanding of the edges that water security can combine with the
field of national security and defense.

Keywords: Water Security, Security and national defense.

1
Criminalista Forense de la Universidad Tecnológica Metropolitana, Chile. Magister en Políticas Públicas y Seguridad Ciudadana, Universidad
Tecnologíca Metropolitana. Magister en Relaciones Internacionales, Seguridad y Defensa, Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, Chile.
Alumna del programa de Doctorado en Seguridad y Defensa en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, Chile. Actualmente Directora
de Desarrollo, Fundación Chilean Urban Resilient People. Chile
1
INTRODUCCIÓN

El propósito de este artículo es mirar el concepto de seguridad hídrica desde el ámbito de la seguridad y
defensa nacional de Chile. Para lo anterior se utiliza la metodología investigación de tipo cualitativa ,
considerando una revisión documental sobre fuentes primarias y secundarías de información como
también fuentes hemerográficas que nacen desde el estudio de las relaciones internacionales, ciencias
ambientales ,seguridad y defensa de estado y del estudio de los recursos hídricos, así como las
dimensiones de la seguridad hídrica , entrando en detalle en cada una de ellas buscando aristas de
vinculación y desarrollando un análisis sobre la vinculación del área de seguridad y defensa de estado.

La conflictualidad hídrica y los fenómenos asociados al cambio climático son hoy en día uno de los
temas que el ámbito de la Seguridad y Defensa está mirando de frente debido a la tendencia
internacional de considerar que las consecuencias de dicho fenómeno se presentan en el corto plazo e
intervienen ámbitos políticos, sociales y económicos, pudiendo llegar a desestabilizar el desarrollo de
una nación.

Este articulo invita al debate sobre la relevancia del agua como un recurso estratégico dentro de la
seguridad y defensa nacional, compartiendo con el lector datos claves para entender la seguridad
hídrica desde las distintas dimensiones del concepto, siempre entendiéndola como un recurso natural
estratégico e importante para el equilibrio de poder ante los vecinos de la región.

La escasez hídrica, es un fenómeno que no es ajeno a la realidad del territorio chileno y si bien el
ámbito científico y de investigación medioambiental ha avanzado en un análisis acabado sobre las
causas, poco se ha profundizado en como la seguridad hídrica impacta en el sector de la seguridad y
defensa nacional.

Debido a los efectos del cambio climático, en Chile, se posiciona como una de las más relevantes
preocupaciones actuales en el área de los recursos hídricos, en específico de la Seguridad Hídrica. En
este país , el Ministerio de Medio Ambiente elaboró un Plan de Acción Nacional de Cambio Climático
(2008-2012) y el Plan de Acción para el período 2017- 2022, en el cual se expone la relevancia de los
planes sectoriales de adaptación, la mitigación de sus efectos, y la generación de capacidades (LAT
2017).Esto muestra la importancia de tomar atención desde miradas intersectoriales a las fuentes de
recursos hídricos como un elemento estratégico y de interés para el ámbito de la defensa nacional.

Para poder mirar las repercusiones que la seguridad o -falta de seguridad- hídrica puede tener en la
defensa de estado es importante, primero, generar una conceptualización ampliada de lo que es
inseguridad en relación con el recurso hídrico, desde la mirada como un recurso estratégico
fundamental para el desarrollo y calidad de vida de las personas.

Para esto, la primera parte de este trabajo reúne una conceptualización en torno a la seguridad hídrica,
buscando llegar a una propuesta única con el fin de unificar lo que se entiende por seguridad hídrica
para posteriormente proponer una definición que considere los impactos en el ámbito de la seguridad y
defensa nacional.

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El levantamiento de información respecto de la seguridad hídrica ayudará en la identificación de áreas
críticas en la gestión del recurso hídrico. A la vez permite analizar el impacto que la seguridad hídrica
tiene dentro del ámbito de la seguridad y defensa de estado, buscando avanzar en la comprensión sobre
cómo influye la seguridad hídrica y sus distintas dimensiones en este ámbito.

La pregunta de investigación que espera responder el presente análisis es en primer lugar, ¿Cómo
puede la gestión de seguridad hídrica en Chile ser fortalecida desde una perspectiva de seguridad y
defensa nacional?, para lo anterior es importante con anterioridad definir las dimensiones de la
seguridad hídrica para y sus influencias en la seguridad y defensa de Estado.

Una vez definidas las preguntas, los objetivos que se han establecido son en primera instancia lograr
una propuesta de definición de seguridad hídrica en base al metaanálisis de diferentes autores quienes
han definido la seguridad hídrica, para trabajar en incorporar un componente dentro de dicha definición
que considere el impacto al sector de la seguridad y defensa nacional. Posterior a esto y como objetivos
generales se espera identificar a los actores de la seguridad hídrica que pueden ser vinculantes y
relevantes para el ámbito de la seguridad y defensa para posteriormente identificar los objetivos de la
defensa nacional, así como las áreas de misión en las que la seguridad hídrica puede influir.

Finalmente analizar sobre cuáles de las 5 dimensiones de la seguridad hídrica son vinculantes y pueden
llegar a verse afectadas por problemas de atención a la seguridad y defensa nacional.

La importancia de llevar a cabo este análisis dice relación con que durante los últimos años y post
guerra fría , el agua y el alimento , en conjunto con otro tipo de necesidades básicas han logrado que
los asuntos de seguridad nacional consideren aristas que escapan de lo meramente militar y que
factores como los recursos hídricos se encuentren directamente relacionados con la capacidad de
desarrollo de un territorio determinado abriendo el abanico de interés del ámbito de la seguridad y
defensa a temáticas mucho más diversas y que tienen que ver con recursos estratégicos de importancia
dentro de cada territorio.

Es así como el agua puede asumir un papel central para analizar y entender amenazas a la seguridad, ya
que tiene la capacidad de actuar como eje-enlace de toda una gama de valores personales, políticos,
económicos, e incluso de salud. (López-Ruiz 2019). Un recurso estratégico como lo es el agua puede
llevar a tensiones entre vecinos siendo un catalizador de conflictos por recursos naturales.

Ante lo anterior el presente articulo plantea de manera hipotética que la gestión de seguridad hídrica en
Chile puede ser fortalecida desde una perspectiva de seguridad y defensa nacional a través de la
implementación de políticas y estrategias que fomenten la colaboración entre los sectores de defensa y
recursos hídricos, la inversión en tecnologías y sistemas de monitoreo para garantizar la disponibilidad
y calidad del agua, y el fortalecimiento de la capacidad de las fuerzas armadas para llevar a cabo
operaciones militares y misiones humanitarias en situaciones de escasez hídrica y eventos climáticos
extremos.

Los problemas planteados por el calentamiento global y los cambios climáticos asociados al mismo se
comprenden con creciente claridad, y existe un mayor consenso sobre su magnitud probable. Ya no son
simples amenazas potenciales sino realidades inevitables de acuerdo alúltimo Informe de Evaluación
del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (Sadoff .C, Muller.M 2010)

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El problema es que al momento de profundizar en el concepto de “seguridad hídrica” se devela de
manera difusa su definición por cuanto es necesario profundizar en su conceptualización para así llegar
a una relación más directa entre el recurso hídrico y la seguridad y defensa Nacional. Chile es un país
rico en recurso hídrico al comparar la disponibilidad per cápita nacional con el promedio de la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) (NACIONES UNIDAS CHILE
2021)

Durante el año 2018 la OCDE proyecta que para el año 2030 habrá un aumento de un 4,5% en la
demanda consuntiva del agua y que de manera particular el sector de la minería, la agronomía y la
industria manufacturera representaron durante el año 2017 el 80% de las extracciones consuntivas
totales siendo una importante fuente de contaminación del agua. (NACIONES UNIDAS CHILE 2021)

El concepto de seguridad hídrica toma mayor fuerza con la intervención las Naciones Unidas al
momento de ser reconocida como un derecho humano, lo que se formaliza por medio de la
A/RES/64/292 siendo el instrumento por el cual la asamblea general de las Naciones Unidas reconoce
de manera explícita el derecho humano al agua y saneamiento, reafirmando que el agua potable limpia
y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. La presente
resolución exhorta a los Estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a
propiciar la capacitación y la transferencia de tecnología para ayudar a los países y en particular a los
países en vías de desarrollo( Asamblea General de las Naciones Unidas 2014) sin embargo para que
esto sea posible es necesario que el sistema de gobernanza trabaje en el diseño e implementación de
políticas públicas específicas y que emanen desde el sistema estatal para que puedan permanecer en el
largo plazo.

Bajo la misma línea, el año 2013 la Resolución 24/18 del Consejo de Derechos Humanos
reafirmó que: “En virtud del derecho humano al agua potable y el saneamiento, toda persona,
sin discriminación, tiene derecho a agua suficiente, segura, aceptable, accesible y asequible para
uso personal y doméstico y al acceso, desde el punto de vista físico y económico, en todas las esferas
de la vida, a un saneamiento que sea inocuo, higiénico, seguro y aceptable y que proporcione intimidad
y garantice la dignidad”. (Celume 2022). Miradas como esta fomentan el análisis de la seguridad
hídrica desde la protección de la seguridad humana, brindando apertura a que la seguridad hídrica
considera la atención y reacción en caso de que este tipo de componentes no se puedan presentar ya sea
por causas naturales o antropogénicas.

Los recursos hídricos se encuentran con frecuencia en situación de estrés por el sector de la agricultura,
responsable de, aproximadamente, el 70% del total de las extracciones de agua dulce en el mundo
(Alianza Latinoamericana de Fondos del Agua 2022), siendo este mismo sector el que se ve
mayormente afectado en casos de escasez y quienes generan un impacto a nivel de desarrollo y
economía, por cuanto la escasez afecta directamente a la fuerza de trabajo y mano de obra del sector
agrícola.

En este sentido la variabilidad y el cambio climático determinan las transformaciones espaciales y


temporales de la disponibilidad de agua, con una intensificación de las fluctuaciones del ciclo
hidrológico, que provocan el aumento de los eventos de inundaciones y sequía. Esto podría incrementar
la competencia por el agua entre los diferentes sectores y usos, como la agricultura, pero también la
generación de energía, el abastecimiento de agua potable y el medio ambiente. (Alianza
Latinoamericana de Fondos del Agua 2022)

4
Un mundo con seguridad hídrica integra la preocupación por el valor intrínseco del agua con su uso
para la supervivencia y bienestar del hombre. Implica erradicar la responsabilidad fragmentada por el
agua e integrar la gestión de los recursos hídricos a través de todos los sectores como lo son el sector de
finanzas, planificación, agricultura, energía, turismo, industria, educación y salud. (Schaefer-Preuss
2011)

Tener seguridad hídrica implica la capacidad de proporcionar agua en suficiente cantidad y calidad para
satisfacer las necesidades agrícolas, industriales, de energía y domésticas. (Alianza Latinoamericana de
Fondos del Agua 2022)

La falta de seguridad hídrica es uno de los mayores riesgos para la prosperidad global. El consumo de
agua se ha duplicado cada 20 años y para el 2025 al menos dos tercios de la población mundial vivirá
en zonas con estrés hídrico. Por lo tanto, la seguridad hídrica juega un papel integral en diferentes
ámbitos de nuestra vida diaria. (Alianza Latinoamericana de Fondos del Agua 2022)

La estrategia global de GWP hacia el 2020 sostiene que el desarrollo sostenible no será alcanzado sin
un mundo con seguridad hídrica. (Schaefer-Preuss 2011). Ante este escenario es que es indispensable el
tomar atención sobre las dimensiones que abarca la seguridad hídrica y como el estado actual frente a
cada una de ellas.

1. Seguridad hídrica: conceptualización.

Durante los últimos años se ha ido instaurando el concepto de Water Security dentro del ambito de la
defensa nacional, el que se puede interpretar como seguridad del agua o seguridad hídrica, este
concepto ha ido abriéndose terreno dentro de la agenda política global debido a las implicaciones que
este recurso natural tiene y puede llegar a tener en el largo plazo (López-Ruiz 2019) y si bien se puede
inferir cual es el significado del concepto la pregunta que nace desde el wáter security es como esta
tendencia puede influir en la seguridad estatal.

Para poder proponer una definición de seguridad hídrica que logre una coherencia con el impacto que
la falta de gestión hídrica genera en el ámbito de la seguridad y defensa de Estado ajustada a la realidad
de Chile , se realiza un análisis de diversas propuestas que definen el concepto de “seguridad Hídrica”
y que emanan de organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
, Comisión Económica para América Latina y el Caribe ( CEPAL), Organización para la cooperación y
el Desarrollo Económico (OCDE) y el Global Water Partnership (GWP), otros organismos
considerados para la búsqueda de una definición ampliada, como lo son la Alianza Latinoamericana de
Fondos del Agua y el laboratorio de Análisis territorial de la Universidad de Chile.

Un trabajo realizado por la Facultad de ciencias Agronómicas del Departamento de Ciencias


Ambientales y Recursos Naturales Renovables el año 2017, trabajó en la estructura de una definición
de seguridad hídrica que abarcara las nuevas aristas y dimensiones de este concepto de seguridad. Esta
información es de utilidad para el presente análisis puesto que recoge las definiciones emitidas por
organismos internacionales y reconocidas dentro de la esfera académica.

La metodología de recolección documental utilizada por los investigadores se basó en la utilización de


58 artículos relacionados con cambio climático y sus impactos sobre los recursos hídricos a nivel
nacional e internacional, 153 artículos referentes a la gestión de riesgos de los recursos hídricos en
5
Chile, 17 documentos relacionados al marco legislativo nacional e internacional del cambio climático ,
lo que a la vez considera aspectos políticos, institucionales y jurídicos, 21 artículos sobre proyecciones
de desarrollo económico y social a nivel nacional que tienen relación con los recursos hídricos, 101
documentos que analizan la seguridad hídrica y 47 documentos referentes a la seguridad hídrica y su
relación con el cambio climático (LAT 2017). Este es uno de los trabajos con mayor recolección de
evidencia documental que se muestra a lo largo de la presente investigación aportando una línea base al
presente análisis.

El concepto de seguridad hídrica es mencionado por primera vez durante el año 2000 en el II foro
mundial del agua señalando que la seguridad hídrica se encarga de "asegurar que el agua dulce, las
zonas costeras y los ecosistemas relacionados se encuentren protegidos y mejorados, que se promueva
el desarrollo sostenible y la estabilidad política, que cada persona tenga acceso a suficiente agua
potable y a un costo asequible para permitir una vida saludable y productiva, y que la población
vulnerable esté protegida de los riesgos asociados al agua" (LAT 2017) este concepto se orienta a la
descripción de una función de enfoque social mencionando como ejes de interés la accesibilidad tanto a
nivel de calidad como a la regulación económica del valor del agua.

Según la CEPAL, la seguridad hídrica consiste en tener: i) una disponibilidad de agua que sea adecuada
para el abastecimiento humano, los usos de subsistencia, la protección de los ecosistemas y la
producción; ii) la capacidad para acceder y aprovechar dicha agua de forma sustentable y manejar, de
manera coherente, las interrelaciones entre los diferentes sectores; y iii) un nivel aceptable de riesgos
para la población, el medio ambiente y la economía, asociados al agua. (Peña 2016). Esta definición
nuevamente abarca los social sin mencionar la escasez del recurso hídrico como un posible obstáculo al
abastecimiento humano, no obstante, se reconoce el interés en abarcar sectores que van más allá de lo
meramente social involucrando al sector económico en el análisis.

Las áreas prioritarias en las que la seguridad hídrica constituye un elemento crítico para el desarrollo
socioeconómico de la región son: i) el acceso de la población a niveles adecuados de agua potable y
saneamiento; ii) la disponibilidad de agua para garantizar un desarrollo productivo sostenible y reducir
la conflictividad asociada; iii) la conservación de cuerpos de agua en un estado compatible con la
protección de la salud y el medioambiente; y iv) la reducción de los riesgos relacionados con el exceso
de agua, en especial en las zonas urbanas y en las afectadas por huracanes (Peña 2016). En este caso la
disponibilidad se asocia a la capacidad de evitar conflictos asociados al recurso hídrico ya sea por
exceso o escasez de dicho recurso. En ese sentido una de las áreas prioritarias de la seguridad hídrica
debiese ser prevenir la amenaza de escasez y evaluar los riesgos que la escasez o crisis hídrica puede
conllevar en la comunidad afectada.

Sumado a lo planteado por Humberto Peña, no se puede dejar de lado el hecho de que el agua cumple
tres roles esenciales para la sostenibilidad del desarrollo mundial: aseguramiento de la salud humana,
desarrollo económico y sustentación de importantes ecosistemas. (Fernando Santibáñez Quezada 2023)
es por esto por lo que es considerado un recurso estratégico ya que de este tipo de recursos depende el
desarrollo armónico de una nación a nivel social y económico.

Según la propuesta entregada por Peña el año 2016, la seguridad hídrica consiste en tener (Peña 2016):
Una disponibilidad de agua que sea adecuada, en cantidad y calidad, para el abastecimiento humano,
los usos de subsistencia, la protección de los ecosistemas y la producción.
La capacidad —institucional, financiera y de infraestructura— para acceder y aprovechar dichos
recursos de forma sustentable y manejar las interrelaciones y externalidades entre los diferentes usos y
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sectores, de manera coherente.Un nivel aceptable de riesgos para la población, el medio ambiente y la
economía, asociados a los recursos hídricos.

El Foro Económico Mundial (WEF) del 2009 consideró la seguridad hídrica como la red que conecta
todos los grandes desafíos (alimentación, energía, cambio climático y desarrollo económico, entre
otros) que debe enfrentar la humanidad en las próximas décadas. En sus informes sobre los riesgos
globales, WEF considera la crisis hídrica como uno de los principales riesgos a los que se enfrenta el
planeta. Así, en el informe del 2015, lo consideró como el riesgo que puede causar mayor daño en el
corto plazo, y en el informe del 2016, como el riesgo global para la economía más importante en la
próxima década, siendo el agua un tema político urgente, inextricablemente conectado con el cambio
climático, la estabilidad económica y el desplazamiento de la población (Peña 2016). Desde esta
mirada, la protección civil y la intervención en casos de catástrofes naturales debe aceptar la urgencia y
necesidad de capacitación de las fuerzas armadas, ya que son estas instituciones quienes se presentan
como el punto de comunión y de coordinación entre los organismos de Estado y la sociedad civil.

Por otro lado, Autores como Cook y Bakker, plantean que el concepto de seguridad hídrica ha sido
planteado desde dos enfoques opuestos. Por un lado, plantean un enfoque “estrecho” y reduccionista en
el marco de una materia o disciplina específica y un enfoque “general” y multidisciplinario,
interinstitucional e integrador, es por este segundo enfoque en donde el ámbito de la seguridad y
defensa tiene una mayor cabida mostrando coherencia hacia un enfoque más amplio de seguridad, así
como las dimensiones de la misma (Peña 2016), la integración y la coordinación multisectorial son
conceptos claves en lo relacionado con mitigación, adaptación, pero por sobre todo la prevención de
riesgos y amenazas que emanen del cambio climático antropogénico y la influencia que éste puede
tener en los recursos hídricos locales.

Grey y Sadoff entregan una definición que ha tenido una amplia difusión señalando que la seguridad
hídrica es la existencia de un nivel aceptable de cantidad y calidad de agua para la salud, la
subsistencia, los ecosistemas y la producción, junto a un nivel aceptable de riesgos para las personas, el
medio ambiente y la economía, asociados al agua (Grey D, Sadoff C 2007). Si bien esta definición
sigue el común de otros autores al considerar fundamental el seguramiento de la cantidad y calidad,
nuevamente no específica cual es el rol de la seguridad hídrica en la gestión del riesgo ni en la
protección civil.

En el caso de autores como Calow, Ludi y Tucker la Seguridad hídrica se reconoce como la
disponibilidad de una adecuada cantidad y calidad del agua para la salud, los medios de vida, los
ecosistemas y la producción, y la capacidad de acceder a ella, junto con un nivel aceptable de riesgos
para las personas y el ambiente, relacionados con el agua, y la capacidad para gestionar los mismos.
(Calow, Roger; Eva Ludi y Josephine Tucker 2013). Es este caso se habla de riesgos aceptables,
hablando de una arista en donde el riesgo es aceptable en cierta medida, sin embargo, queda la duda de
cómo debe medirse este nivel de aceptación del riesgo y hasta qué punto es prudente mirarlo de esta
forma.

La seguridad hídrica puede definirse también, como la provisión confiable de agua cuantitativa y
cualitativamente aceptable para la salud, la producción de bienes y servicios y los medios de
susbsistencia, junto con un nivel aceptable de riesgos relacionados con el agua. (Sadoff .C, Muller.M
2010). Al igual que Calow, Roger, Ludi y Tucker, los autores brindan espacio al nivel aceptable de
riesgo, haciéndonos la misma pregunta que en el párrafo anterior.

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En continuidad, puede entenderse también como la capacidad de la humanidad de proteger el acceso
sostenible al agua para el sostenimiento de los medios de vida, el bienestar y el desarrollo
socioeconómico. Al mismo tiempo que emprende acciones para proteger los ecosistemas que brindan el
recurso hídrico para millones de personas en las principales ciudades de  la región. (Alianza
Latinoamericana de Fondos del Agua 2022). En este caso no se habla de riesgo y se brinda un fuerte
componente de interés a la población y el resguardo de su calidad de vida y acceso al recurso hídrico,
mostrando un enfoque que considera como seguridad hídrica la ausencia de riesgo en relación con el
acceso en calidad y cualidad al agua.

La seguridad del agua ofrece una amplia gama de oportunidades para la colaboración y cooperación
internacional con el objetivo de abordar, de un modo multidisciplinario e intersectorial, los desafíos que
se presentan (López-Ruiz 2019). Así lo muestra esta amplia variedad de definiciones sobre lo que se
entiende por seguridad hídrica. El interés por aunar el concepto de seguridad hídrica dice relación con
que cuando un Estado experimenta problemas asociados a la gestión de los recursos hídricos, ya sea
internamente (escasez, mala calidad del agua, o inundaciones) o externamente (controversias por
cuencas hidrográficas internacionales), este se ve expuesto a un mayor riesgo de inestabilidad e
incremento de las tensiones regionales que tienden a distraerle de compromisos internacionales
contraídos con otros actores. (López-Ruiz 2019) Lo que se puede traducir en inestabilidad política,
económica y social afectando de manera directa a la seguridad nacional y al resguardo de la armonía
social.

La seguridad hídrica no es un logro que se obtiene hoy y para siempre, en especial debido al cambio
climático. Será necesario un esfuerzo sistemático para preservarla, así como para manejar los impactos
que el cambio climático pueda tener en todos los demás factores de presión sobre los recursos hídricos.
La seguridad hídrica exige innovaciones tanto técnicas como institucionales, y puede generar
oportunidades para mejorar la provisión del servicio e impulsar la actividad económica. (Sadoff .C,
Muller.M 2010)

La seguridad hídrica es un concepto en evolución desde el II Foro Mundial del Agua (La Haya, 2000).
En la actualidad, podemos encontrar diferentes definiciones, pero algunos puntos en común que
resultan claves son los siguientes (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura 2020):
- Es una característica de la población, con lo cual lleva la visión mundial a la acción local.
- Refiere no solo a las situaciones de emergencia hídrica debido a los eventos extremos, sino que
refleja la condición sanitaria y contempla los servicios que prestan los ecosistemas en el ciclo
hidrológico.
- Orienta la definición de las políticas públicas en el tema agua, define criterios para establecer
metas y aporta indicadores para evaluar la efectividad de las decisiones.

La seguridad hídrica ha sido trabajada y considerada por un número importante de organizaciones a


nivel nacional e internacional, dentro de las que destacan la asociación mundial para el agua,
organización de las naciones unidas, el Foro Económico Mundial y el Institute for Water Education.
Este último ha hecho de la seguridad hídrica uno de sus focos de investigación.

Dadas las muchas maneras en que el agua puede mejorar la vida y es el modo de subsistencia de mucha
gente, y a la vez causar estragos, lograr la seguridad hídrica debe ser el primer objetivo. Este desafío, al
que ya se enfrentan muchos países, se agrava cada vez más ante las perspectivas del cambio climático,

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cuyo impacto se sentirá de manera desproporcionada en las comunidades más pobres y vulnerables del
mundo. (Sadoff .C, Muller.M 2010)

Ha sido difícil poder lograr una definición clara sobre las principales aristas de la seguridad hídrica
debido a la diversidad de enfoques desde los que se analiza la seguridad hídrica, no obstante, al margen
de esta dificultad se pueden encontrar factores comunes desde los que se hace posible analizar el
concepto. Esta diversidad de factores comienza a emerger desde los años 90 aproximadamente
comienza a ser visualizada este tipo de seguridad, no obstante, este se refiere principalmente a
cuestiones específicas de la seguridad humana, siendo la seguridad militar junto con la seguridad
alimentaria quienes juegan un papel central en la discusión. Posterior a los años 90 y entrando en los
inicios del siglo XXI la Asociación Mundial del Agua incorpora en su definición los conceptos de
relacionados con el acceso al agua y su asequibilidad, la relación del agua con la salud ecológica o las
necesidades humanas. Desde entonces se le ha dado al concepto de seguridad hídrica una diversidad de
significados - no obstante, se pueden identificar 4 temas interrelacionados entre sí y que se pueden
considerar un común denominador en dicho concepto. El primero de ellos es la disponibilidad del agua,
en segundo lugar, se reconoce la repetición de la vulnerabilidad humana a los peligros, seguido de la
sostenibilidad y las necesidades humanas relacionadas con el desarrollo. (López-Ruiz 2019).

A continuación, se presenta en un cuadro elaborado para tales fines, un grupo de definiciones tomadas
a lo largo del desarrollo de este trabajo con el fin buscar puntos en común entre diversos autores. Lo
anterior permite generar un contraste entre distintas definiciones para lograr puntos de encuentro entre
lo planteado por las instituciones y autores sobre la seguridad hídrica y así poder avanzar hacía una
propuesta de definición que considere los impactos de la seguridad hídrica en el sector de la seguridad
y defensa de estado.

Organismo Definición Palabras clave Factores que Enfoque


condicionan.
II foro mundial del agua Seguridad Hídrica: asegurar que el agua dulce, las - Ecosistemas - Desarrollo -Nivel de Acceso
zonas costeras y los ecosistemas relacionados se protegidos y sostenible
encuentren protegidos y mejorados, que se mejorados
promueva el desarrollo sostenible y la estabilidad -Desarrollo
política, que cada persona tenga acceso a - Estabilidad Económico
suficiente agua potable y a un costo asequible para - acceso a suficiente política
permitir una vida saludable y productiva, y que la agua potable
-Protección
población vulnerable esté protegida de los riesgos Social.
asociados al agua - costo asequible
-Protección
- protegida de los Medioambiental.
riesgos asociados al
agua
CEPAL Seguridad Hídrica debe considerar: i) una - disponibilidad de Medio ambiente -Protección
disponibilidad de agua que sea adecuada para el agua Social.
abastecimiento humano, los usos de subsistencia,
la protección de los ecosistemas y la producción; Economía
ii) la capacidad para acceder y aprovechar dicha - protección de los -Protección
agua de forma sustentable y manejar, de manera ecosistemas Medioambiental.
coherente, las interrelaciones entre los diferentes
sectores; y iii) un nivel aceptable de riesgos para - nivel aceptable de
la población, el medio ambiente y la economía, riesgos para la
asociados al agua. población

Humberto Peña La seguridad hídrica debe considerar: - disponibilidad de Disponibilidad -Desarrollo


Una disponibilidad de agua que sea adecuada, en agua en cantidad y Económico
cantidad y calidad, para el abastecimiento calidad.
humano, los usos de subsistencia, la protección de Desarrollo de
los ecosistemas y la producción. capacidades -Protección
La capacidad —institucional, financiera y de - protección de los institucionales y Social.
ecosistemas financieras.

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infraestructura— para acceder y aprovechar
dichos recursos de forma sustentable y manejar las
interrelaciones y externalidades entre los - capacidad — Reconocimiento de -Protección
diferentes usos y sectores, de manera coherente. institucional, nuevos factores Medioambiental.
Un nivel aceptable de riesgos para la población, el financiera y de externos asociados
medio ambiente y la economía, asociados a los infraestructura a externalidades.
recursos hídricos.

- manejo de las
interrelaciones y
externalidades
Grey y Sadoff Seguridad hídrica es la existencia de un nivel - existencia de un - Disponibilidad -Desarrollo
aceptable de cantidad y calidad de agua para la nivel aceptable de del agua. Económico
salud, la subsistencia, los ecosistemas y la cantidad y calidad de
producción, junto a un nivel aceptable de riesgos agua
para las personas, el medio ambiente y la - análisis de -Protección
economía, asociados al agua riesgos. Social.
- nivel aceptable de
riesgos
- Acceso a -Protección
comunidad Medioambiental.
- personas, el medio considerando el
ambiente y la resguardo del
economía medio amiente.
Calow, Ludi y Tucker Seguridad hídrica se reconoce como la - disponibilidad de
disponibilidad de una adecuada cantidad y calidad una adecuada
del agua para la salud, los medios de vida, los cantidad y calidad del - Disponibilidad -Desarrollo
ecosistemas y la producción, y la capacidad de agua. del agua. Económico
acceder a ella, junto con un nivel aceptable de
riesgos para las personas y el ambiente, - análisis de -Protección
relacionados con el agua, y la capacidad para nivel aceptable de
riesgos para las riesgos. Social.
gestionar los mismos.
personas y el
ambiente, - Capacidad de -Protección
relacionados con el Gestión de Medioambiental
agua recursos
Sadoff y Muller 2010 La seguridad hídrica puede definirse también, - provisión confiable -Disponibilidad del
como la provisión confiable de agua cuantitativa y de agua cuantitativa y agua.
cualitativamente aceptable para la salud, la cualitativamente - análisis de
producción de bienes y servicios y los medios de - nivel aceptable de riesgos.
susbsistencia, junto con un nivel aceptable de riesgos relacionados
riesgos relacionados con el agua.  con el agua.
Fuente: Elaboración Propia

Tal como lo señala López- Ruíz, a lo largo del análisis se repiten variables como disponibilidad del
agua, accesos a nivel de calidad y cantidad, costo asequible, creación y mantención de infraestructura y
análisis de riesgos. No obstante, en ninguna de las definiciones se menciona dentro de las funciones de
la seguridad hídrica el resguardo de la infraestructura crítica o la gestión eficiente y eficaz para que el
acceso brindado permita evitar tenciones internas o externas en base al recurso hídrico.
Una vez analizados los puntos en común dentro de las diversas definiciones de seguridad hídrica de
evidencia la no consideración de un tema relevante dentro de la gestión de la seguridad hídrica y este
tema es la Gestión de riesgos asociados a desastres.

En este punto que se puede sugerir que para que la seguridad hídrica pueda proponer la intervención de
ámbito de la defensa y seguridad nacional debe incluir el componente de gestión de riesgo, la que se
encuentra dentro de las áreas de misión de las fuerzas armadas con el fin de intervenir en caso de
catástrofes naturales o antrópicos, abarcando a la colaboración de las mismas así como la
neutralización de los efectos inmediatos cuando se producen, enfocándose a la vez en la recuperación
de la infraestructura crítica.

Ante lo anterior se propone, mirando desde el ámbito de la seguridad y defensa la siguiente definición:

[Seguridad Hídrica: Medidas a nivel de planificación y gestión que aseguran el acceso en calidad y
cantidad a la totalidad de la población, asegurando la capacidad institucional, de infraestructura y

10
factibilidad económica, así como un nivel aceptable de riesgos asociados al agua considerando la
gestión de riesgos y crisis en caso de emergencia o catástrofe natural o antrópica.]

Una vez realizada esta propuesta de definición en donde la seguridad hídrica tiene un componente de
gestión en casos de riesgos o crisis en caso de emergencia o catástrofe natural implica, por decreto de
fuerza de ley, la intervención de las fuerzas armadas y el ámbito de seguridad y defensa de estado,
según lo declarado en la Política de Defensa Nacional.

2. Actores de la seguridad hídrica en Chile.

Para avanzar en la compresión sobre el impacto de la seguridad hídrica en el ámbito de la seguridad y


defensa de Estado, es importante y necesario el trabajar en la identificación de actores relevantes dentro
de este tipo de seguridad.

Un trabajo realizado por el Center for Climate and resilience Research, propone una identificación de
actores relacionados con la seguridad hídrica señalando que dentro de los actores asociados se pueden
encontrar los actores sociales considerado como “toda persona u organización, ya sea de agencias
públicas, privadas, de investigación y sociedad civil, involucrados en algún grado, en un problema o
asunto que se presenta en un campo determinado, que en este caso sería la seguridad hídrica” ( Centro
del Clima y la resiliencia, 2015), en este trabajo considera también las escalas espaciales, sin embargo
en esta ocasión no profundizaremos en dicho análisis, si no que más bien, nos enfocaremos en los tipos
de actores y su relevancia.

Dentro de los primeros actores mencionados se habla de los actores sociales mirados desde el agente
público, dividiéndolo en tres tipos. Inicialmente habla sobre el poder ejecutivo considerando dentro de
estos los distintos ministerios como por ejemplo el ministerio de medioambiente, agricultura, obras
públicas y bienes nacionales. Desde la mirada de este análisis es importante entonces complementar al
agente publico ejecutivo con la inclusión del ministerio de defensa, en concordancia con la propuesta
de definición realizada en el presente trabajo la cual incluye la gestión de riesgos y desastres, acción
enmarcada por ley y que brinda la participación de las fuerzas armadas en la reacción y
restablecimiento de infraestructura crítica, esto queda señalado en el Decreto 4 del 2020 del ministerio
de defensa el que actualiza el política de defensa Nacional. En segundo lugar, el análisis del CR2
señala como agente público al ámbito legislativo reconociendo la importancia del senado, así como de
la cámara de diputados, brindando un especial énfasis a la comisión especial sobre recursos hídricos del
Senado y a la comisión de recursos hídricos y desertificación. Sería de esperar y de no ser así al menos
idóneo, que ambas comisiones contaran con la presencia de un especialista en seguridad y defensa que
manejase conocimientos de protección civil y manejo de catástrofes ambientales. Finalmente, desde el
agente público reconoce al poder judicial considerando a la corte suprema como un agente público de
relevancia dentro de los actores de la seguridad hídrica.

En segundo lugar el CR2 reconoce como otro actor relevante dentro de los grupos sociales a la
sociedad civil, las que distribuye en base a una distribución territorial seccionándolos a nivel nacional,
regional, provincial y comunal ( Centro del Clima y la resiliencia, 2015), utilizando una escala
territorial en donde a nivel nacional, regional y provincial reconoce a las organizaciones sociales
representantes de la comunidad civil organizada y desde lo local reconoce a organizaciones emergentes
desde conflictos ambientales y agrupaciones locales relacionadas con el agua y/o el medio ambiente.
Desde el sector privado no cambia mucho el escenario dividendo al igual que con el agente público por
medio de una escala territorial reconociendo a asociaciones gremiales del sector silvoagropecuario,
11
asociaciones de usuarios, organizaciones de usuarios del agua y organizaciones privadas de escala
comunal. Finalmente, y no menos relevante este estudio considera a la comunidad científica como
universidades y centros de investigación, así como también reconoce dentro de los actores relevantes
grupos sociales transversales de sistema o internacional con presencia en Chile ( Centro del Clima y la
resiliencia, 2015). Estos actores ya sean de la sociedad civil pública o privada, son los encargados de
participar dentro de la seguridad hídrica ya sea como agentes reguladores, diseñadores de políticas
públicas e implementadores de estrategias en caso de falta de seguridad hídrica en cualquiera de sus
dimensiones.

3. Dimensiones de la seguridad hídrica.

Según la Alianza latinoamericana de Fondos de agua, la que nace con el fin de abarcar la problemática
de escasez hídrica que afecta a América Latina y el Caribe, las dimensiones de la seguridad hídrica
permiten abarcar de manera integral las aristas que permiten el manejo exitoso del recurso, son (López
2019):

- Uso ambiental: restablecer la salud de los ecosistemas acuíferos y ríos a escala nacional,
regional y global.
- Uso Doméstico: satisfacer las necesidades sanitarias y de agua para el consumo en los hogares
de todas las comunidades urbanas y rurales
- Uso económico: Utilizar el agua con el propósito de fomentar el crecimiento económico a partir
de la producción de alimentos, productos industriales y energía.
- Uso en las ciudades: desarrollar metrópolis y ciudades sustentables, dinámicas y habitables con
una sólida cultura del agua.
- Resiliencia en desastres naturales: construir comunidades resilientes, adaptables al cambio
climático, y minimizar los impactos de futuros desastres.

Para que esto pueda suceder debe haber claridad sobre a qué dimensión corresponde cada riesgo
detectado, en ese sentido es importante vincular las dimensiones de la seguridad hídrica con el área de
impacto a la que se vincula.

Las dimensiones de la seguridad hídrica tienen como finalidad avanzar en la gestión integral de
recursos y el aumento en la capacidad de satisfacer las necesidades de la población. Para lo anterior se
definen 5 dimensiones dentro de las que se mueve el concepto de seguridad hídrica (Lopez 2019):

- Seguridad hídrica ambiental: capacidad de preservación y restablecimiento del agua,


ecosistemas, ríos, lagos, embalses y acuíferos.
- Seguridad hídrica económica: suministro suficiente como para apoyar actividades propias de
la agricultura, la industria y la energía.
- Seguridad hídrica Climática: Creación de comunidades resilientes y adaptables al cambio
climático que aseguren el suministro ante posibles desastres.
- Seguridad hídrica urbana: diseño y desarrollo de ciudades saludables, dinámicas y habitables
con sólida cultura del agua.
- Seguridad hídrica doméstica: cumplimiento de los estándares sanitarios del agua para su
consumo en hogares de áreas urbanas y rurales.
-
12
El análisis de cada una de estas dimensiones permite ir vinculándolas con aspectos importantes de
desarrollo como en el caso de la seguridad hídrica ambiental, en donde la capacidad de preservación y
restablecimiento del agua y ecosistemas asociados hablan del interés de la seguridad hídrica en
mantener fuera de riesgo a la sociedad civil, por medio del resguardo y mantención de la infraestructura
crítica asociada a la gestión del agua.

Al hablar de seguridad hídrica económica, la dimensión de interés a resguardar es sin duda el


desarrollo. Desde la mirada de la seguridad y defensa de estado el desarrollo social de una nación está
directamente vinculada a la capacidad de desarrollo económico. En los casos en que Chile se ha visto
expuesto a crisis o escasez hídrica, la desestabilización económica y social han sido latentes, tal como
lo revisaremos avanzando en el presente análisis.

Cuando la seguridad hídrica considera una dimensión asociada al clima, el foco de atención se aleja de
lo que puede hacer el ser humano para detener los efectos del cambio climático, incluso en el caso del
cambio climático antropogénico o fomentado por la intervención del hombre. Es desde esa base que
cualquier acción asociada a la presente dimensión debe enfocar su intervención en la mitigación y
adaptación por parte de las ciudades y comunidades.

Ambiental
(Reestablecer
ecosistemas,
acuiferos y ríos
saludables)

Climática Doméstica
(Creación de (Satisfacer
comunidades necesidades los
resilientes y hogares y en
adaptables al comunidades
cambio climatico) urbanas y rurales)
Seguridad
Hídrica

Urbana Económica
(Desarrollar (Apoyo a
metropolis y actividades
ciudades económicas
saludables, productivas como
dinámicas y agricola, industrial
habitables) y energética)

Fuente: Elaboración propia en base a información obtenida desde www.fondosdelagua.org

13
Por otro lado, desde el Grupo Medioambiental del Sistema de las Naciones Unidas (SNU) en Chile, el
año 2021 presenta un análisis que identifica siete dimensiones que considera el problema de escasez
hídrica dentro de los que menciona el cambio climático, presiones de las actividades productivas y/o
extractivas, brechas en la gestión del recurso hídrico, infraestructura inadecuada para enfrentar la
escasez hídrica, limitaciones en el marco legal actual, dispersión institucional en la toma de decisiones
que obstaculiza la coordinación y disponibilidad y uso limitado de datos para la toma de decisiones
(NACIONES UNIDAS CHILE 2021)

CAMBIO
CLIMÁTICO

PRESIONES DE LA
DISPERSIÓN ACTIVIDAD
INSTITUCIONAL PRODUCTIVA O
EXTRACTIVA

Seguridad
Hídrica
(Dimensiones)
LIMITACIONES EN BRECHAS EN LA
MARCO LEGAL GESTIÓN DEL
ACTUAL RECURSO HÍDRICO

INFRAESTRUCTURA
BRECHAS EN LA
INADECUADA PARA
GESTIÓN DEL
ENFRENTAR LA
RECURSO HÍDRICO
ESCASEZ

Fuente: Elaboración propia en base a infromación entregada por SNU.

En ambos casos, las dimensiones proponen una forma de diferenciar las necesidades de la seguridad
hídrica en base a los sectores en los que compete su desarrollo. Esto es importante al momento de mirar
a los actores que intervienen dentro de la seguridad hídrica, para poder avanzar en la determinación de
responsabilidades institucionales al momento de que se considere necesario activar los mecanismos
para la protección civil, esto permite la coordinación intersectorial e interinstitucional que se ha
mencionado con anterioridad.

14
Al mirar estas dimensiones desde la seguridad y defensa de estado, el cambio climático y sus factores
antropogénicos alguna de ellas ya está siendo atendidas por las fuerzas armadas, esto se demuestra,
como lo es en el caso de la Armada de Chile, con la creación de oficinas de asuntos medioambientales
y quienes desde el año 2001 cuentan con una política medioambiental institucional. Esta se encuentra
sustentadas en la Constitución Política de la República de Chile; en la Ley Nº 19.300; en el D.F.L.
Nº 2.222 de la Ley de Navegación; en el Decreto Supremo Nº 1 del Reglamento para el Control de
la Contaminación Acuática (7-50/16); y en la Política Ambiental para el Desarrollo Sustentable de
Chile. (Armada de Chile 2014)

Dentro de las actividades de producción y extracción es de preocupación actual las actividades de


minería marítima las que a la fecha si bien cuentan con una regulación esta permite que hoy en día
se esté debatiendo por parte de la Autoridad Internacional de los Fondos Marítimos (ISA), este
debate se lleva a cabo en Kingston, Jamaica. En el caso de que se aprobasen las normas propuestas
por ISA, se daría el visto bueno para la explotación marítima en aguas profundas desde julio del
año 2023 (IP 2022).

El problema de esta discusión es que los documentos de regulación han dejado fuera el
establecimiento de limitaciones que permitan resguardar el medio ambiente y prevenir el impacto
ambiental en las zonas marítimas intervenidas.

Ahora, la prioridad principal de la Autoridad es elaborar un régimen jurídico para la explotación de estos
recursos. Esto implica tener en cuenta una serie de cuestiones tecnológicas, financieras y ambientales.
Aunque habrá variantes tecnológicas en el equipo de extracción requerido para cada tipo de yacimiento de
mineral, el concepto básico y la metodología para la extracción son similares. En todos los casos, un vehículo
colector entrará en contacto con el fondo marino y recogerá los depósitos minerales. En el caso de los SMS y
de las costras cobálticas, la extracción requerirá cortar o romper los yacimientos de minerales desde el
substrato. Los nódulos pueden recogerse directamente en el lecho marino. En todos los casos, los materiales
extraídos junto con el agua de mar se llevarán hasta la superficie mediante un sistema de elevación y serán
transportados hasta una nave de apoyo. Allí, el mineral se separará del agua de mar y será transportado a las
plantas de tratamiento en tierra. (Lodge 2016). En este caso entonces, debiese activarse las aristas de la
seguridad ambiental, económica, urbana y ecológica según lo visto anteriormente.

Otro ejemplo se puede encontrar en el Ejercito de Chile, quienes durante el año 2022 capacitan a parte de su
personal en “Gestión del Recurso Hídrico a nivel Institucional contando con más de 190 participantes de la
dirección de logística (DLE), División de Ingenieros (DIVINGE) y la dirección de sanidad del Ejército
(DSE). (Ejercito de Chile 2022)

Al hablar de la infraestructura hídrica, inmediatamente dentro del análisis documental se develan las brechas
presentes a nivel infraestructura para el recurso hídrico, así como también las brechas en gestión y
limitaciones del marco normativo, las que impactan de manera directa en la gestión y despliegue de las
fuerzas armadas. En el caso de catástrofes naturales asociados a incendios forestales y desborde de
causes, aludes, o sequía el ámbito de la defensa nacional debe tomar como una actividad secundaría a
las actividades militares el planificar y desplegarse considerando los recursos de personal y
capacidades para hacer frente a situaciones que tienen que ver con falta de gestión en aspectos de
seguridad hídrica.

La infraestructura hídrica juega un rol importante en el proceso de adaptación. En el caso de Chile, las
ciudades deben mejorar dicha infraestructura, al presente Santiago, la capital de Chile presenta un nivel
15
de perdida de agua del 30%, mayor a otras ciudades similares en el mundo como Hong Kong (18%),
Milán (9,6%) y parís (7,7%). (NACIONES UNIDAS CHILE 2021), es aquí donde la dimensión urbana
de la seguridad hídrica abre su ámbito de acción.

En el caso de la disponibilidad hídrica en Chile, es decir, la cantidad y calidad del agua disponible varia
a lo largo del territorio geográfico, sin embargo, un punto en común es que no obstante sus diferencias
a nivel de requerimientos y características geográficas, todo el territorio nacional percibe la ausencia
generalizada de sistemas de gestión integrado de cuencas, lo que limita el manejo sostenible del agua
de las zonas que presentas escasez ni tampoco considera la interdependencia existente entre agua y
ecosistemas. (NACIONES UNIDAS CHILE 2021)debiendo ser necesario aplicar una mirada desde las
dimensión urbana, ambiental y ecológica de la seguridad hídrica.

La seguridad del agua ofrece una amplia gama de oportunidades para la colaboración y
cooperación internacional con el objetivo de abordar, de un modo multidisciplinario e intersectorial,
los desafíos que se presentan. Puede ser utilizada para intentar reducir los riesgos de potenciales
conflictos. Adicionalmente, el concepto de seguridad hídrica juega un papel importante para alcanzar
los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de Naciones Unidas (2015-2030) y el devenir de las
relaciones que los Estados quieran dibujar entre ellos. (López-Ruiz 2019)

En la línea de los Recursos hídricos se visualiza una alta vulnerabilidad, debido al alza de las
temperaturas y disminución de precipitaciones que se proyectan en gran parte de nuestro territorio,
siendo la zona centro sur la más afectada. (LAT 2017). El total de aguas renovables en Chile alcanza a
los 922 km3 anuales, lo que lo sitúa en el lugar 14 en el mundo y 5 en Latinoamérica. No obstante esto,
el agua en Chile presenta un fuerte desequilibrio geográfico .En cifras globales, Chile es un país con
abundantes recursos hídricos. Considerando el total de la escorrentía procedente de las precipitaciones,
la disponibilidad anual es de 53.000 m 3/habitante muy superior a los 2.000 m3/habitante/año,
considerado mundialmente como necesario para el desarrollo sostenible. A pesar de esto, hay un fuerte
desequilibrio geográfico entre la localización de los recursos y la población. La región central y norte,
de- ficitaria en agua, concentra el 65% de la población del país. El caso más extremo se presenta en las
regiones de Antofagasta y Atacama con 52 y 208 m 3/habitante. Entre las regiones de O ́Higgins y La
Araucanía, la disponibilidad natural de agua supera los 6.000 m3/persona/año, llegando hasta los
49.000 m3/persona/ año. Desde la Región de Los Ríos hacia el sur aumenta el agua y disminuye la
población, obser vándose una disponibilidad natural de agua que supera los 169.500 m 3/habitante/año.
(CR2 2020)

Como una forma de medición de la severidad hídrica, el centro de investigación del clima y resiliencia
ha reconstruido el como ha variado la disponibilidad hídrica en el suelo sobre gran parte de
Sudamérica, para esto se utilizaron decenas de miles de árboles de 12 especies y millones de sus anillos
de crecimiento. Como métrica el CR2 trabaja en base al “Indice de Severidad de Sequía de Palmer
auto-calibrado (scPDSI)”, el cual es una de las métricas más comunes y ampliamente usadas para
caracterizar la disponibilidad hídrica en el suelo. ( Centro del Clima y la resiliencia, 2015)

El territorio analizado con el Atlas Sudamericano de Sequías abarca desde los 12°S hacia el sur
incluyendo Chile, Argentina, Bolivia, Paraguay, Uruguay y el sur de Perú y Brasil. El campo de
reconstrucción está compuesto por 2715 grillas de 0.5° x 0.5° latitud/longitud equivalentes a 55 km x
55 km.. (CR2 2020)

16
Mapas sobre evolución de sequía en Sudamérica 1990 y 2019

Fuente: Atlas de sequías de Sudamérica (SADA).

Tal como se puede apreciar en los mapas, la evolución del territorio afectado por sequías ha ido
creciendo de manera exponencial abarcando una mayor cantidad de espacios afectados, presentando en
la actualidad un alto porcentaje de Índice Alto de sequía el que se manifiesta por medio de las zonas
enrojecidas del mapa.

En el mapa de la izquierda, se muestra la realidad sobre la sequía el año 1990 pudiéndose apreciar el
que las zonas que presentan escasez hídrica son minoría respecto de la totalidad de superficie nacional,
mostrando una problemática incipiente en la zona norte y fronteriza del país. No obstante, al observar
la realidad que muestra el mapa de sequía de Sudamérica en Chile el aumento de zonas que representan
situación de sequía aumentó de manera relevante abarcando desde la zona centro hasta la zona norte,
tomando en cuenta también que se evidencia áreas de sequía en la zona sur del país.

17
Por sus características geográficas y geológicas, el territorio chileno está expuesto a la ocurrencia
frecuente de terremotos, tsunamis, inundaciones, sequías, incendios forestales, deslizamientos,
marejadas, trombas marinas y, más recientemente, a fenómenos como la “marea roja. Dentro de este
listado, y en el contexto de los impactos esperados de la variabilidad y cambio climático en el territorio
nacional, destacan aquellos de naturaleza hidrometeorológica, particularmente el fenómeno de la
sequía, correspondiente al segundo tipo de desastre, después de los temporales, que concitó el mayor
número de decretos de Zona de Catástrofe en Chile por parte del Ministerio del Interior en el periodo
1984-2013. (UNESCO & CALAZAC 2018)

Chile a lo largo de los años ha sido víctima de 3 sequías, la primera de ella se presenta el año 1968 y
afectó un total de 6 millones de hectáreas y se extendió por once provincias, desde las actuales regiones
de Atacama, por el norte hasta la del Bío-Bío, por el sur. Los principales embalses quedaron
virtualmente secos y el déficit hídrico se hizo notar en el sector energético (CNID, 2016). Lo anterior
impulsó la adopción del sistema de ajuste a la hora oficial de Chile para la determinación del horario de
verano que rige en el país hasta la actualidad. Los cultivos de cereales y hortalizas, así como la
ganadería, sufrieron graves daños y se calcula que entre 225.000 y 450.000 personas quedaron
desempleadas a raíz de esto, con un costo estimado en cerca de US$ 1000 millones (UNESCO &
CALAZAC 2018), impactando de manera directa al desarrollo económico y social del país.

Un segundo evento, importante por su intensidad, severidad y duración es la denominada sequía del
98’. Esta incluye los años 1994, 1995, 1996 y 1998. Este periodo de sequía fue interrumpido el año
1997 por uno de los inviernos más lluviosos del registro histórico, 1997, en conexión con el desarrollo
de El Niño del siglo. El año 1998 fue el más seco de esta sequía, con déficit pluviométricos del 73% y
55% en Santiago y Chillán, respectivamente. durante este evento, en las regiones de Atacama y
Coquimbo en la zona norte de Chile, el ganado caprino murió por la falta de alimento debido a las
lluvias, hubo pérdidas por la baja producción lechera y quesera además de otros productos agrícolas, lo
que llevó a que se esta zona se declarara Zona de Emergencia Agrícola. En la Región de Los Lagos, al
sur del país, hubo escasez de agua para consumo humano y para riego, las altas temperaturas hicieron
escasear los recursos disponibles y no había agua disponible en el único embalse de la ciudad de
Ancud, en Chiloé. En 1995 continuaron los efectos de la sequía en las regiones del norte, y en la
Región de Valparaíso se debió racionar el agua potable. Hacia 1998, la falta de agua produjo un menor
desarrollo de las plantaciones de frutas, afectando la producción del año siguiente. El calibre de las
frutas fue menor, y aumentó la sensibilidad a plagas y enfermedades; el impacto en el sector frutícola
de exportación se tradujo en pérdidas por millonarias. Todo lo anterior llevó a calificar a 1998 como el
tercer año más seco del siglo En total, al menos 602.000 hectáreas de todo tipo de cultivos se vieron
afectadas sólo en 1998 y las pérdidas en la producción agrícola y ganadera fueron del orden de los US
$250 millones en el período comprendido entre 1994 y 1997 con cifras cercanas a los US $203
millones sólo en el sector frutícola en 1996. Finalmente, la sequía de este año resultó concurrente con
la crisis eléctrica de 1998 aunque esta última no fue consecuencia inevitable de la escasez causada por
la sequía (UNESCO & CALAZAC 2018).

En tercer lugar y en base a un nombre entregado por el CR2, centro de investigación del clima y
resiliencia se reconoce la actual megasequía central. De acuerdo con el estudio del CR2, las regiones
entre Coquimbo y la Araucanía experimentaron, entre 2010-2015 un déficit hídrico aproximado del
30%. La duración y extensión territorial de dicho evento no era observada desde mediados del siglo
XX, desde la sequía del 68’, y con la adición de los años 2016, 2017 y 2018, supera largamente
cualquier otro evento durante el registro pluviométrico histórico. Incluso, la duración de la megasequía
tiene pocos análogos en una reconstrucción de mil años de la precipitación en Chile central. En adición
18
a su longevidad, la mega sequía registra una extensión mayor a otros eventos, con un porcentaje más
alto de estaciones en condición de sequía (75% versus 59%), es concurrente con la década más cálidas
registrada en Chile central, y se superpone a una mayor demanda hídrica Por otro lado, ningún año de
la mega sequía ha experimentado déficits tan marcados como 1968 o 1998 (UNESCO & CALAZAC
2018)

Los impactos de la megasequía, por su parte, se asocian, entre otros, a a) fuerte reducción en la
disponibilidad de agua (un 70% de déficit en los caudales medios en las regiones de Coquimbo y
Valparaíso) y disminución progresiva en los niveles de aguas subterráneas, b) fuerte reducción en el
aporte de nutrientes provenientes de los ríos hacia los sistemas costeros, c) notable deterioro de la
vegetación no irrigada en Chile central, d) incremento de un 70% en la superficie forestal quemada y e)
la promulgación de un número significativo de Decretos de Escasez Hídrica por parte de la Dirección
General de Aguas. De hecho, sólo entre 2008 y 2013 se emitieron 417 Declaraciones de Emergencia
Agrícola por Sequía por parte del Ministerio de Agricultura y 43 Declaraciones de Escasez Hídrica por
parte del Ministerio de Obras Públicas. De manera independiente, además, el Ministerio del Interior
emitió 9 decretos de Zona de Catástrofe por sequía en el mismo periodo. Todo lo anterior, sin
mencionar el hecho de que, en las mismas circunstancias, se presentaron 42 proyectos de Ley al Senado
de Chile vinculados al tema hídrico, en tanto que en todo el periodo desde el retorno a la Democracia
(1990) hasta el 2007 sólo se habían presentado 29 proyectos. Esto es, un promedio de 7 proyectos por
año para el periodo de sequía respecto de 0.05 proyectos por año para el periodo anterior (Núñez 2015.)

Ante lo anterior y al preguntarnos en que puede verse afectado el sector de la seguridad y defensa
nacional ante una mala gestión de la seguridad hídrica es que llegamos a la gestión de riesgos y
desastres. En este sentido, según lo indicado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción
de riesgos de desastres, en promedio cada año entre los años 1980 y 2011, Chile registra pérdidas
cercanas al 1,2% de su Producto Interno Bruto debido a desastres de origen natural (UNESCO &
CALAZAC 2018). Es hasta el año 2010 y debido a la necesidad posterior el terremoto tsunamigénico
vivido en Chile que el país ha entendido la extrema necesidad sobre la toma de atención sobre el
adoptar un enfoque prospectivo, que considere diversos escenarios para así trabajar en la arquitectura
nacional de gestión de riesgos de desastres que trabaje desde lo preventivo y no desde lo reactivo.

Durante los últimos años (2008 – 2022) se han emitido 224 decretos de escasez hídrica (Dirección
General de Aguas 2021). Estos decretos permiten la aplicación de instrumentos que buscan disminuir el
impacto de la sequía en la vida de las personas. Es por esto que al momento de decretarse la escasez se
permiten medidas extraordinarias brindando facultades a la DGA – MOP para la autorización de
extracciones de aguas superficiales o subterráneas, acciones de reparto, así como también suspender las
potestades de la junta de vigilancia de los ríos y en el seccionamiento de las corrientes naturales
ubicadas en el territorio de escasez hídrica. Este tipo de decretos tiene una duración de seis meses
pudiendo extenderse hasta un año y siendo prorrogable en caso de que la condición de escasez se
mantenga.
Al analizar los datos entregados por la Dirección General de aguas, se puede percibir un aumento
exponencial en relación con la implementación de decretos de agua.
Durante el año 2008 se emiten 6 decretos los que consideran las regiones de Coquimbo, Valparaíso,
Maule, Región Metropolitana, Atacama y Aysén. Es el año 2011 que se denota un aumento en la
gestión de decretos de escasez hídrica aumentando a 15 decretos los que afectaron a las regiones de
Valparaíso, Metropolitana, Maule, O´Higgins, Coquimbo y Atacama.
Si bien se mantiene una constante desde el 2011 al 2018, se presenta un evidente aumento desde el año
2019 en adelante, sobrepasando en promedio los 35 decretos de Sequía por escasez hídrica afectando
19
las regiones de Valparaíso, Metropolitana, Maule, O´Higgins, Coquimbo, Atacama y Los Lagos
(Dirección General de Aguas 2021). Lo que nos muestra estos datos es que la problemática de escasez
hídrica es trasnversal a nivel nacional por lo que requiere de una intervención intersectorial e
interministerial.

CANTIDAD DE DECRETOS DE SEQUÍA EMI-


TIDOS 2008 -2022
40
35
30
25
20
15
10
5
0
2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018 2020 2022 2024
Fuente: Elaboración propia en base a datos entregados por DGA.

Otro de los organismos que se consideran influyentes dentro del ámbito de la seguridad hídrica es el
Ministerio de Agricultura debido a la capacidad con la que cuenta como ministerio para la declaración
de Emergencia Hídrica por déficit hídrico, esta herramienta permite brindar un apoyo eficaz para
aquellas zonas del país afectadas por la baja disponibilidad de Agua. Al presente, en Chile, 275
comunas se encuentran bajo emergencia por déficit hídrico, tal como lo muestra el cuadro a
continuación.

Fuente: Ministerio de agricultura.www.minagri.gob.cl

En el caso de Chile, el ámbito de la Defensa Nacional debe mirar de frente la emergencia hídrica,
debido a que las fuerzas armadas son las únicas con la capacidad de planificación y despliegue
20
necesario para ir en ayuda de los habitantes, sobre todo en sectores más alejados del territorio nacional.
Ejemplo de esto se muestra por parte de la Fuerza Aérea de Chile, quienes en enero del 2023 y
posterior a la declaración de emergencia agrícola debido a escasez hídrica en la zona de Magallanes y
la Antártica Chilena, se reúnen en dependencias del Comando Conjunto Austral para realizar reuniones
de coordinación para la entrega de ayuda por medio del desplazamiento de agua en camiones aljibe y
coordinación logística para la entrega de ayuda a los habitantes (Fuerza Aérea de Chile 2023).

El Decreto N°4 , el que aprueba la política de Defensa Nacional de Chile en su Edición 2020, publicado
el 21 de Mayo del 2021 y promulgada el 04 de Diciembre del 2020, actualiza la versión 2017 del libro
de defensa nacional de Chile, mostrando un interés en mantener la condición de seguridad externa la
cual se expresa en la independencia política del país para tomar sus propias decisiones, libres de
coerción o influencia indebida basada en el uso o amenaza de empleo de la fuerza u otros medios, por
parte de otros actores internacionales. También se expresa en la protección de nuestra integridad
territorial, de nuestra población y de nuestros intereses y recursos, donde sea que estos se encuentren
(Ministerio de Defensa Nacional 2020). La actualización de la política de defensa se esmera en realizar
una descripción acabada a nivel territorial y sobre las características geográficas que Chile presenta,
mostrando una importancia por la descripción de aquellos recursos que considera estratégicos, muestra
de esto es que en dicho documento destaca que en la zona sur y austral, Chile posee importantes
reservas de agua dulce en sus montañas y glaciares, además de un territorio archipelágico con una
geografía abrupta y gran cantidad de islas y fiordos, que generan una de las áreas de aguas interiores
más extensas del mundo, aptas para un desarrollo económico asociado a la acuicultura y al turismo
(Ministerio de Defensa Nacional 2020).
El territorio chileno en el continente americano contiene numerosas zonas de aguas interiores,
incluyendo lagos internacionales, y una de las costas más largas del mundo generando, en el mar
adyacente, derechos de soberanía sobre Mar Territorial, Zona Contigua, Zona Económica Exclusiva,
Plataforma Continental y Plataforma Continental Extendida. El territorio chileno en el continente
americano contiene numerosas zonas de aguas interiores, incluyendo lagos internacionales, y una de las
costas más largas del mundo generando, en el mar adyacente, derechos de soberanía sobre Mar
Territorial, Zona Contigua, Zona Económica Exclusiva, Plataforma Continental y Plataforma
Continental Extendida (Ministerio de Defensa Nacional 2020). Dentro de esta actualización de la
Política de Defensa Nacional se menciona los territorios insulares del Océano Pacífico que se encuentra
al oeste y al sur del territorio continental americano, así como la posición geográfica de Chile en el
pacífico suroriental, lo que en conjunto con el Océano Pacífico cuentan con una proyección natural
hacia Oceanía, la región Indo pacífico y la Antártica. Los territorios del océano Pacífico facilitan la
capacidad y gestión de control sobre ecosistemas con importantes recursos naturales a resguardar. En
este sentido Chile, por medio de la Armada, presta servicios de monitoreo y vigilancia sobre la
explotación de los recursos pesqueros de los océanos realizando el control sobre la explotación
sustentable, directamente relacionado con el concepto de seguridad hídrica.

La legislación nacional y los órganos de administración del Estado les han otorgado a las FF.AA. roles
en aspectos esenciales de seguridad y protección de intereses en el territorio nacional de Chile, tales
como el apoyo a los conciudadanos en situaciones de emergencias y catástrofes, el orden público en
Estados de Excepción Constitucional y en procesos eleccionarios, el apoyo social e integración de las
comunidades en zonas aisladas continentales e insulares, la contribución a la preservación de la
identidad común, al desarrollo científico tecnológico nacional, y la conectividad e integración de todos
los espacios continentales e insulares (Ministerio de Defensa Nacional 2020). Siendo parte de las
políticas públicas nacionales y recayendo en las fuerzas armadas la intervención por medio de
actividades accesorias a la defensa nacional.
21
Chile, tiene como prioridad las relaciones internacionales, así como su política exterior vinculante con
la política de defensa nacional, debido a que los. Límites fronterizos con Argentina, Bolivia y Perú se
han mantenido en resguardo y vigentes gracias a tratados y laudos arbitrales vigentes hoy en día.

Sin embargo y pese a la existencia y vigencia de dichos tratados, en el caso de Bolivia, el Tratado de
Paz y Amistad de 1904 establece los límites terrestres de común acuerdo además de derecho de libre
tránsito que facilita el acceso al Océano Pacífico.

Al respecto, la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de fecha 1 de octubre de 2018 ratificó


que Chile no tiene la obligación de negociar acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
Actualmente, se encuentra en litigio ante esa Corte la declaración respecto a la condición del río Silala
como curso de agua internacional (Ministerio de Defensa Nacional 2020), esto es un ejemplo de
tensiones vecinales que presentan como catalizador el recurso hídrico visto como un recurso
estratégico. Si bien en este caso el fallo es favorable para Chile, ya que la Corte Internacional de la
Haya indica que Chile no debe brindar reparación por el uso del caudal del Río Silala, las tenciones
entre vecinos por el recurso hídrico como un bien estratégico conlleva el interés de ambas naciones por
el usufructo del agua.

Dentro de la actualización de la Pólítica de Defensa Nacional, se menciona en la letra e del punto 4 del
Decreto , la importancia de considerar el ámbito medioambiental dentro de los conflictos y amenazas a
nivel global, mencionando el cambio climático como una de las amenazas globales latentes en Chile,
reconociendo la necesidad de concordar acciones preventivas, proactivas y colaborativas a nivel
mundial para mitigar los efectos, permitir un desarrollo sustentable y conservar un planeta sano para las
futuras generaciones. Dentro de las amenazas medioambientales producidas por el cambio climático, la
política de defensa nacional de Chile establece que las consecuencias pueden manifestarse con mayor
frecuencia en lugares con condiciones climáticas extremas como, dentro de las cuales se puede
encontrar el aumento del nivel del mar, escasez de recurso hídrico y conflictos por su empleo ya sea el
consumo humano, minería, agricultura y energía entre otros. Considera también como una amenaza la
desertificación e incendios forestales, tratándolos como factores de riesgo que puede influir en la
seguridad de algunas regiones del país (Ministerio de Defensa Nacional 2020). Ante esto la Política de
Defensa Nacional del 2020 reconoce una necesidad en lo que respecta a la adaptación de
infraestructura y doctrina para la acción y despliegue de las fuerzas armadas en lo que respecta a apoyo
y mitigación de efectos producidos por catástrofes naturales y modificaciones climáticas. Propone
también una mayor exigencia de fiscalización y control de cumplimiento de normas medioambientales
y en lo relacionado al monitoreo de zonas protegidas.

El año 2019, la Dirección de Presupuesto General (DIPREG) en el informe de gestión entregado por el
Ministerio de Defensa Nacional establece dentro de sus objetivos ciertas acciones , dentro de las que se
encuentran el manejo de las emergencias nacionales y la protección civil, señalando la importante
contribución que la planificación brinda a la gestión del riesgo al momento de enfrentar emergencias
derivadas de catástrofes naturales o antrópicas, este objetivo considera también que el ámbito de la
defensa nacional abarca la prevención, reducción o neutralización de los efectos inmediatos cuando de
producen y la recuperación de la infraestructura y los servicios afectados por la ocurrencia. Este interés
considera también aquellas tareas las cuales derivan de la activación del estado de Excepción
Constitucional de catástrofe en donde el presidente de la Republica puede delegar atribuciones
especiales (Ministerio de Defensa Nacional 2020), las que habitualmente no son las tereas primarias de
las fuerzas armadas.
22
A su vez, en el caso de la Seguridad y defensa de Estado de Chile, el recurso hídrico es considerado
estratégico y fomentador de desarrollo no sólo a nivel estatal. La sociedad civil defiende el recurso
hídrico del territorio que habita por sobre los intereses de desarrollo, entendiendo que temas como la
energía pueden encontrar un aliciente en nuevas y más sustentables fuente de emisión energética, esto
conlleva que la población civil levante sus intereses por sobre la mantención del orden público
fomentando el desorden social como forma de manifestación ciudadana.

Ejemplo de esto son los conflictos militares que han tenido su génesis en el recurso hídrico tanto a nivel
nacional como internacional. En los últimos 22 años se han registrado desde el año 2000 y hasta el
2022, al menos 1.057 conflictos por el agua. (Montilla 2023). En el caso de Chile, según el Water
Conflict Chronology, se registran desde el año 2018, conflictos en los que el agua ha sido el catalizador
de una movilización social. El impacto a nivel interno en Chile también se muestra latente a nivel
social ,en donde basta recordar ocurrido en la cuidad de Salamanca ubicada al norte de Chile, cerca de
Illapel en la Región de Coquimbo, en donde alrededor de 60 vecinos de Cuncumen realizan una
manifestación para pedir el cese del consumo de agua en la mina Los Pelambres. Este conflicto
conlleva el choque de la policía con los manifestantes reportando ocho heridos. Un año después un
grupo de ciudadanos se manifestó violentamente en Panquehue, Chile, en la Región de Valparaíso. El
grupo destruyó las instalaciones de agua utilizadas para la agricultura alegando que la sequía y el uso
industrial están provocando escasez de agua para los residentes locales.

En Santiago de Chile, una manifestación mapuche por la defensa de los territorios indígenas y la
privatización del agua desemboca en un violento enfrentamiento con la policía y la destrucción de
instalaciones públicas. En noviembre de 2021, las manifestaciones en las regiones de Araucanía y
Biobío de Chile por los derechos de agua, una central hidroeléctrica local y otras preocupaciones por el
agua provocaron conflictos con la policía local, destrucción de equipos del Proyecto de Agua Potable
Rural, tiroteos y arrestos. En noviembre de 2020, las manifestaciones en la región de Los Ríos por los
derechos sobre la tierra y el agua y otras preocupaciones sobre el agua provocaron conflictos con la
policía local y arrestos (Water Conflic Chronology 2023). Ante estos antecedentes se puede evidenciar
que el recurso hídrico en suelo Chile logra movilizar a la ciudadanía enfrentándose al sector privado y
al estado en post de la protección del agua y mantención de la calidad de vida.

La gestión de recursos hídricos debe ser mirada desde un enfoque preventivo de seguridad debido a que
el cambio climático afecta en el agua de manera focal generando modificaciones territoriales,
económicas y sociales relevantes para la determinación de la calidad de vida de las personas y en este
sentido el enfocarse en la seguridad hídrica se puede considerar como una estrategia visionaria a nivel
de adaptación a las modificaciones climáticas, ante esto se puede entender que la inversión en
seguridad hídrica es , a la vez, una inversión en adaptación en lo que respecta al cambio climático.

Si el objetivo es lograr y sostener la seguridad hídrica,la gestión del agua debe reflejar la naturaleza
integrada de su ciclo teniendo encuenta a los distintos usuarios,usos,peligros y recursos amenazados.
La Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) apunta a ello reconociendo de manera explícita la
necesidad de estructurar y manejar las inevitables ventajas y desventajas de la gestióndel agua.
Reconoce que un tipo de uso puede afectar a los demás y que todos dependende la integridad de la base
de los recursos. (Sadoff .C, Muller.M 2010)

Para adaptarse eficazmente al cambio climático, se necesitará una mejor gestión del agua que incluya
una combinación de medidas “duras” (de infraestructura) y “blandas” (institucionales), que excedan lo
23
que normalmente se consideran“negocios hídricos”. En especial,las estrategias de adaptación al cambio
climático pueden exigir cambios más drásticos en el modo en que la agricultura,la industria y los
asentamientos humanos se manejan en general. (Sadoff .C, Muller.M 2010)

La escasez generalizada de los recursos de agua dulce, su destrucción gradual y sucreciente


contaminación, así como la implantación progresiva de actividades incompatibles en muchas regiones
del mundo, exigen una planificación y gestión integradas de los recursos hídricos. Dicha integración ha
de abarcar todos los tipos de masas interrelacionadas de agua dulce, tanto las aguas superficiales como
las subterráneas, y ha de tener debidamente encuenta los aspectos de la cantidad y calidad del agua.
Debe reconocerse el carácter multisectorial del aprovechamiento de los recursos hídricos en el contexto
del desarrollo socioeconómico, así como lautilización de esos recursos para fines múltiples como el
abastecimiento de agua y el saneamiento,la agricultura,la industria, el desarrollo urbano,la generación
de energía hidroeléctrica,la pesca en aguas interiores, el transporte,las actividades recreativas,la
ordenaciónde las tierras bajas y las planicies y otras actividades. (Sadoff .C, Muller.M 2010)

5.Objetivos de la defensa nacional mirados desde la seguridad hídrica.

Los objetivos de la Defensa nacional de Chile se encuentran establecidos desde el año 1997 en los
libros de la Defensa Nacional, por medio del cual el Ministerio de Defensa va dando a conocer las
actualizaciones a la Política de Defensa Nacional. Es por medio de estas publicaciones que se ido
logrando un consenso político transversal respecto de los objetivos que la defensa nacional propone
alcanzar. Dentro de estos objetivos se han incorporado objetivos que dicen relación con los roles a
nivel legal y constitucional asignados a las Fuerzas Armadas en tiempo de paz y que se relacionan con
la seguridad interior y la contribución al desarrollo del país. Los objetivos de la defensa nacional se
dividen en aquellos objetivos relacionados con la seguridad externa y en los objetivos que tienen que
ver con seguridad interna y desarrollo. Cuando la Política de Defensa Nacional habla se objetivos de la
defensa para la seguridad externa, considera dentro de los intereses nacionales asociados a la seguridad
externa los puntos mencionados a continuación (Ministerio de Defensa de Chile 2020):

1. Conservar la soberanía, la integridad territorial, la dependencia política del país y proteger a la


población de las amenazas externas.
2. Contribuir a la creación de condiciones de estabilidad, al mantenimiento de la paz, seguridad y
gobernanza internacional que minimicen el riesgo a la seguridad externa del país y que faciliten
el desarrollo del país integrado a la comunidad internacional.

Por otro lado, cuando habla de seguridad interna y desarrollo, los objetivos planteados son:

1. Contribuir a la soberanía nacional en todo su territorio, otorgar seguridad a las personas en las
áreas territoriales asignadas bajo jurisdicción de las Fuerzas Armadas, cumpliendo roles
policiales, de protección, de fiscalización, de búsqueda y salvamento, y de apoyo al orden y
seguridad pública conforme a la Constitución y las leyes.
2. Contribuir al Sistema Nacional de Protección Civil mediante la respuesta oportuna ante
situaciones de emergencia y catástrofe, en particular mediante acciones de protección a la
población en condición de riesgo.
3. Contribuir al desarrollo nacional y cooperar al logro de otras capacidades del Estado mediante
la presencia y el apoyo de las Fuerzas Armadas en el territorio nacional; a la integración física
de zonas fronterizas, aisladas y especiales; al desarrollo social y económico de comunidades
locales en dichas zonas; y a la identificación de la población con los valores y tradiciones
24
republicanas, así como al compromiso ciudadano con la Defensa, para fortalecer la cohesión y
unidad nacional de sus habitantes.

La seguridad hídrica cumple un rol dentro del desarrollo y cumplimiento de los objetivos de la defensa
y en lo relacionado con la soberanía no es diferente, así lo piensa el Doctor en filosofía política
Cristóbal Bellolio, quien platea que “efectivamente, si es que la emergencia climática se manifiesta
como los científicos anticipan, las nociones tradicionales de soberanía nacional van a tener que ser
replanteadas y no sólo porque hay zonas del planeta que no van a poder ser consideradas como
pertenecientes a un país, si no , porque también las acciones para poder mitigar el cambio climático son
necesariamente globales, a la vez señala que hay una serie de dimensiones en las cuales el concepto
tradicional de soberanía nacional ya no va a servir. (CR2 2019)
Al revisar el tema de la integridad territorial nos vemos enfrentados a un particular desafío en Chile, ya
que las características geográficas del territorio nacional son diversas y varían de una región del país a
otra requiriendo de intervenciones multisectoriales y miradas interdisciplinarias las que pueden ir de lo
local a lo regional y de lo regional a lo nacional a internacional. En el caso de Chile la cuenca es la
principal unidad de manejo de los recursos hídricos. Las características físicas del agua general un alto
grado de interrelación e interdependencia entre los usos y usuarios de agua en una cuenca, sin embargo,
en la mayoría de los ámbitos territoriales de acción de los actores públicos y privados no coinciden con
los límites naturales de las cuencas (Martín 2015).

Cuando hablamos de Contribuir a la creación de condiciones de estabilidad, al mantenimiento de la


paz, seguridad y gobernanza internacional que minimicen el riesgo a la seguridad externa del país y que
faciliten el desarrollo del país integrado a la comunidad internacional nos estamos refiriendo
directamente a la seguridad hídrica. En Chile la autoridad del agua se encarga de la asignación del agua
en el territorio, el control de la contaminación, evaluación y monitoreo de recurso, registro, catastro de
uso y usuarios; la planificación hídrica, la evaluación de proyectos y aprobación de obras, la
determinación de líneas de rivera y de áreas protegidas; la adjudicación de instancias administrativas
sobre conflictos asociados al agua. En este sentido es recomendable que dicha autoridad pueda contar
con autonomía .

Reflexiones Finales.

La seguridad hídrica es un tema crucial para el bienestar humano y el medio ambiente siendo
importante reflexionar sobre cómo se puede conservar y proteger los recursos hídricos para garantizar
un suministro seguro y sostenible de agua para las generaciones presentes y futuras.

Sin embargo, la seguridad hídrica recién comienza un camino en donde el ámbito de la seguridad y
defensa va entendiendo, en base a la implementación empírica de diversas situaciones, la importancia
que la seguridad hídrica tiene para la seguridad nacional sobre todo para el resguardo y mantención de
la estabilidad política y social.
25
El incorporar dentro de la definición de seguridad hídrica la gestión de riesgos y daños, implica
reconocer la función activa que el ámbito de la seguridad y defensa ejerce ante este tipo de escenarios.

Es fundamental que los gobiernos, las empresas y los ciudadanos trabajen juntos para implementar
prácticas y políticas que promuevan la conservación del agua y la gestión adecuada de los recursos
hídricos. Además, es importante fomentar la educación y la conciencia pública sobre la importancia del
agua y cómo podemos contribuir a su uso responsable.

Más importante aún es abrir la discusión de manera amplia invitando a la concientización por parte del
sistema de gobernanza estatal y los sectores públicos, privados y de la sociedad civil, a tomar una
participación activa en lo que respecta a la intervención por parte de la defensa nacional en situaciones
de catástrofe natural o antropogénica mirando siempre hacia la importancia de ser efectivos en la
protección civil y de infraestructura critica con el fin de mantener la calidad de vida de las personas.

De manera definitiva, la seguridad hídrica genera un impacto relevante en el ámbito de la seguridad y


defensa de estado sobre todo en lo relacionado con la protección civil y la activación y despliegue en
caso de catástrofes naturales. La ayuda humanitaria y el resguardo, construcción y mantención de la
infraestructura crítica del recurso hídrico es una de las tareas esenciales de la seguridad hídrica y en
Chile las Fuerzas Armadas son quienes cuentan con las capacidades y competencias para llevar a cabo
tales tareas, que hoy en día no se consideran como tareas primarias.

Es importante también que se considere dentro de los actores públicos intervinientes en la seguridad
hídrica al Ministerio de Defensa, quienes deben ser invitados dentro de las comisiones y mesas de
trabajo del senado y de la cámara de diputados, ya que las aristas en que la seguridad hídrica incide van
mucho más allá que solamente las medioambientales, reforzando la idea que el agua es considerado un
recurso estratégico catalizador de posibles conflictos vecinales y locales.

Finalmente, la seguridad hídrica es un desafío global que requiere una acción coordinada y sostenida
para garantizar que todos tengan acceso a agua limpia y segura con el fin de resguardar el derecho
humado de acceso al recurso hídrico. Como sociedad, se deben tomar medidas para proteger los
recursos estratégicos y garantizar un futuro sostenible para todos siendo desde la gobernanza que la
protección civil debe ser resguardada y desde donde se debe asegurar la activación de los recursos
financieros, políticos y estratégicos para mantener en resguardo uno de los recursos naturales
estratégicos para el desarrollo del país.

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