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Beyer, H. y Hernández, M. (2014).

Galileo y el
movimiento. En Matemáticas para todos. La historia
(pp. 141-152). México: Secretaría de Cultura de
Michoacán.

12 GALILEO Y EL MOVIMIENTO
Hablar de Galileo Galilei, es hablar del movimiento, su trabajo fue extraordi-
nario bajo las circunstancias en las cuales vivió. Para entonces, Europa buscaba
brillar en todas las áreas posibles, el descubrimiento de América trajo mucho
movimiento a los países de la Europa occidental.

12.1. Introducción
El siglo XVII es un siglo de luz, de brillantez, la edad oscura iba quedando atrás.
Lo mismo sucedió en las matemáticas de la Europa Occidental. Diferentes áreas
de las matemáticas (álgebra, geometría, astronomía, astrología, mecánica y las
matemáticas del movimiento), todas ellas se conjuntarían con un solo objetivo,
responder a la cuestión ¿Es la Tierra la que se mueve alrdededor del Sol o es
el Sol el que gira alrededor de nosotros? Y, si la respuesta correcta es que es la
Tierra la que gira alrededor del Sol, ¿por qué no sentimos el movimiento de la
Tierra estando sobre ella?.

La primera persona importante en explicar las leyes que rigen el movimiento


de la Tierra fue Galileo Galilei, (1564-1642). Aunque mucho de su trabajo tuvo
que ser totalmente revisado por científicos más tarde, el gran mérito de Galileo
fue, tener la habilidad de hacer las preguntas correctas y saber dónde encontrar
las soluciones.

En particular, Galileo sabía que la clave para entender el movimiento de los


planetas y la mecánica celeste era encontrar un modelo matemático que los
describiera. Este énfasis sobre las matemáticas coloca a Galileo aparte de otros
pensadores de su tiempo, ya que pensó en matemáticas más abstractas, él nos
enseño cómo plantear un problema, además la manera en que Galileo enfocó el
entendimiento del Movimiento Celestial sería el preámbulo al desarrollo del
“Cálculo Diferencial e Integral.”

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12 GALILEO Y EL MOVIMIENTO

12.2. Galileo Galilei

Figura 12.1: Galileo Galilei

Galileo fue un algebrista entrenado. Él obtuvo su primer empleo en 1585 en


Florencia y diferentes puestos académicos en Sienna, Vallombrosa y Pisa. Ga-
lileo tendría uno de los primeros telescopios de su época, así, él se dio a la tarea
de registrar extensas observaciones astronómicas, con el telescopio, fue posible
ver con más claridad los cráteres de la Luna y obtener observaciones más preci-
sas. En 1610, Galileo vivía en la Ciudad de Pisa, ahí publicó su libro el Siderus
Nuncius. En este libro registró la observación de satélites girando alrededor de
Júpiter, dibujó un mapa de la cara de la Luna, mostrando que la Luna tiene “im-
perfecciones” en su superficie.

El mensajero sideral, fue un libro muy popular, pese a que establecía que la
Tierra gira alrededor del Sol y no al revés cómo lo establecía la filosofía aristo-
teliana. En nuestros tiempos estas observaciones resultan normales, pero recor-
demos que para los tiempos de Galileo Galilei, el modelo del Universo aceptado
por los académicos en el poder, de ese entonces, consideraban a la Tierra en el
Centro del Universo.

En 1616, en su libro Lettera a Cristina di Lorena, Granduchessa di Toscana,


in Opere, Carta a la Gran Duquesa. Aquí, Galileo, volvió a mostrar simpatía

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12.2 Galileo Galilei

Figura 12.2: Portada del libro de Galileo El Mensajero sideral.

Figura 12.3: Aquí vemos un dibujo de la superficie de la Luna hecho por Galileo en El Mensajero
sideral.

por el modelo heliocéntrico de Copérnico, poco después de esa publicación,


Galileo fue llamado a la Corte de la Santa Inquisición, donde se le advirtió que
no podía declarar categóricamente que la Tierra viajaba alrededor del Sol. Se le
autorizó a usar esta idea como un “modelo hipotético”, pero no se le autorizó
afirmarla como un hecho. La Santa Inquisición, aseguraba que las declaraciones

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12 GALILEO Y EL MOVIMIENTO

de Galileo contradecían pasajes del Viejo Testamento, especialmente a algunos


Salmos, donde se describe a “la Tierra como un ente estacionario”.

Galileo estaba seriamente convencido de que la Tierra se movía y para apoyar


este punto de vista, sabía que debía exlicar a la audiencia académica el por
qué no sentimos el movimiento del planeta, para esto, él desarrolló un modelo
basado en la gravedad y en la inercia.

Figura 12.4: Portada y primera página del libro de Galileo El diálogo entre los Dos Máximos siste-
mas del Mundo.

En 1632 Galileo publicó su libro,Diálogo sopra di due massimi sistemi del mon-
do Tolemaico e Copernicano. Diálogo entre los dos máximos sistemas del mun-
do, el Tolomaico y el sistema de Copérnico, en este libro, Galileo explica el
entendimiento general del universo a través de un debate entre 3 protagonis-
tas,Salviati, Sagredo y Simplicio, el debate trata sobre, si la Tierra se mueve o
no alrededor del Sol; Salviati es un hombre inteligente del pueblo que está en
búsqueda de la verdad. Sagredo explica que la Tierra gira alrededor del Sol, y
Simplicio es un hombre que cree que la Tierra es estacionaria.

Aparentemente Galileo, dejó ver que Simplicio representaba un retrato hablado


de la posición del pensamiento de la Iglesia Católica en aquel tiempo. Aunque
el libro reclamaba ser imparcial, era claro que argumentaba en favor de la idea
de que la Tierra orbita alrededor del Sol. Una vez que el Diálogo de Galileo
llegó al Vaticano, Galileo fue acusado de utilizar a Simplicio como un retrato
burlón del Papa Urbano VIII. Una vez más la Santa Inquisición en Roma lla-

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12.3 El Problema de la Gravedad

mó a Galileo y fue obligado a recantar y aceptar que la Tierra es estacionaria


y circulada por el Sol, además el libro Diálogo entre los dos máximos sistemas
del mundo, el Tolomeico y el sistema de Copérnico fue anexado al índice de la
Santa Inquisición, los libros en dicho índice son libros prohibidos para publi-
cación así como para lectura por considerarlos “herejes”. Parece que esta vez,
la Santa Inquisición fue realmente seria, Galileo fue consignado bajo arresto
domiciliario, en la ciudad de Arceri, cerca de Florencia, por el resto de su vida.

12.3. El Problema de la Gravedad


Ya arrestado, Galileo se dio cuenta de que la gravedad es la clave para entender
por qué no sentimos cómo se va moviendo la Tierra. Para Aristóteles y muchos
científicos/filósofos de la época de Galileo, la gravedad, era considerada como
una propiedad inherente a los cuerpos, esa tendencia de ciertos objetos a mo-
verse hacia el Centro del Universo.

Se creía que la Tierra tenía más gravedad que cualquier otro astro celestial, por
lo que la Tierra debía ser el centro del Universo, “si un objeto es lanzado sobre
la Tierra, este objeto cae, porque trata de alcanzar el centro del Universo”. La
propiedad opuesta a la gravedad, la llamaron “levitación” como la tendencia de
alejarse del centro del Universo. Para esa época un ejemplo de levitación, era el
fuego, pues este tiene esa tendencia de moverse hacia arriba de la Tierra.

Los aristotelianos ya habían observado que los problemas de gravedad y levita-


ción podrían observarse al lanzar una pelota al aire. La pregunta sería ¿Por qué
la pelota no empieza inmediatamente a moverse hacia el Centro del Universo?
Una explicación, fue dada por la “Teoría del Impetus”, esto es, la idea de que
un objeto acumula un ímpetu, es decir, acumula una tendencia a seguir movién-
dose en una dirección dada.

Los filósofos medievales explicaron que al lanzar un objeto al aire, este objeto
adquiere un ímpetu de la mano que lo lanza. Se esperaría que el ímpetu gra-
dualmente se disipase, así como el objeto lanzado al aire viaja hacia arriba por
un momento y finalmente cae.

Claramente se puede deducir que la bala del cañon viaja a lo largo de un arco.
Este sería uno de los principales movimientos, el tiro parabólico, a explicar du-
rante el siglo XVI.

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12 GALILEO Y EL MOVIMIENTO

Figura 12.5: Dibujo medieval sobre el camino de una bala de cañon.

Por otra parte, Galileo demostró que al caer dos objetos de diferente peso, los
objetos caen al mismo tiempo. Galileo fue un impulsor del método científico al
introducir la idea de experimentos que soporten hipótesis basadas en observa-
ciones. Otras ideas-experimentos que se le acreditan a Galileo son:

¿Qué sucede si dejamos caer 2 pelotas conectadas a una barra? Ahora, si aumen-
tamos el peso al doble, ¿sucedería lo mismo con la velocidad?, ¿aumentaría la
velocidad al doble? ¿Qué sucede si unimos dos pelotas con una barra extrema-
damente delgada? ¿Este par de pelotas se comportaría como un solo objeto?

Galileo, efectivamente, entendió que la velocidad a la que caen los cuerpos, no


depende del peso.

12.4. Matemáticas del Movimiento


Otra cuestión que Galileo exploró, fue la velocidad a la que cae un objeto en
planos inclinados. Estos experimentos consistían en dejar rodar una pelota so-
bre un plano inclinado. Galileo, demostró que para una unidad de tiempo la
pelota aumentaba su velocidad proporcionalmente. Al caer un objeto la velo-
cidad va aumentando, Galileo se preguntó: ¿la velocidad aumenta en función
del tiempo o en función de la distancia? ¿Cuál sería la manera más fácil de ex-
presar la velocidad? ¿En función del tiempo o en función de la distancia?

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12.4 Matemáticas del Movimiento

Figura 12.6: La Torre Inclinada de Pisa en 2007.

Figura 12.7: Pelota rodando sobre un plano inclinado con velocidades instantáneas v.

Eventualmente, Galileo observó que es más fácil expresar a la velocidad en fun-


ción del tiempo. ¡Un gran logro!

Con el entendimiento de que la velocidad aumenta proporcionalmente respecto


al tiempo, nos preguntamos: ¿cuál es la distancia que recorre una pelota al caer
sobre un plano inclinado para un determinado intervalo de tiempo?

Para responder a esta pregunta, Galileo hizo una gráfica, donde representó la
velocidad en cada intervalo de tiempo. A la velocidad la representó con peque-
ñas barras verticales. Galileo también fue uno de los precursores del uso de una
gráfica para representar un fenómeno, antesala para el desarrollo de la geome-
tría analítica.

Cuando la pelota va a rodar sobre un plano inclinado comienza con una velo-
cidad inicial de cero, de ahí se marcan las diferentes velocidades por intervalos
de tiempo como se muestra en la figura 12.8. Galileo se dio cuenta de que la

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12 GALILEO Y EL MOVIMIENTO

gráfica tiene forma de un triángulo y que precisamente, el área del triángulo es


la igual a la distancia que recorrió la pelota para el tiempo t . Con este enten-
dimiento, a Galileo se le puede llamar, también, precursor del Cálculo Integral.

t
0 T

Figura 12.8: Diagrama de Galileo, describe la velocidad de una pelota rodando en un plano incli-
nado versus el tiempo transcurrido t .

Al observar su gráfica Galileo se dio cuenta de que la distancia a la que viajó la


pelota, es precisamente el área bajo la curva que se obtiene al gráficar el tiempo
contra velocidad. La base del triángulo, es el tiempo (T ) que tardó la pelota
viajando desde su posición inicial. Podemos obtener el area del triángulo, mul-
tiplicando el tiempo (T ) por la velocidad y dividida entre 2. Es decir, siguiendo
la fórmula para obtener el área de cualquier triángulo “(Base x Altura/2)”.

Distancia recorrida D Tiempo transcurrido  Velocidad promedio :

Cuando la aceleración es uniforme, la distancia viajada, es igual al tiempo trans-


currido multiplicado por la mitad de la velocidad final.

12.5. Descomposición Vectorial de la


Velocidad
Pensemos en lanzar una pelota al aire, Galileo, descompuso la velocidad de la
pelota en dos partes: un componente horizontal y un componente vertical, a
esta descomposición se le llama descomposición vectorial de la velocidad. La
descomposición de un vector consiste en separar dos componentes, uno “tan-
gencial al punto de origen y otro normal” al punto de origen del vector. Ambos
componentes deben ser ortogonales entre sí es decir, forman 90 grados entre sí.

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12.5 Descomposición Vectorial de la Velocidad

v0
v 0,v

v 0,h

Figura 12.9: Representación de la descomposición de la velocidad de acuerdo a Galileo, compo-


nente vectorial horizontal y componente vertical.

Galileo asumió que el componente horizontal no cambia mucho, relativamen-


te, a como cambia el componente vertical, así, se puede tratar al componente
vertical como si estuviésemos trabajando con objetos en caída libre vertical. El
movimiento vertical es inicialmente positivo y va decreciendo conforme trans-
curre el tiempo. Usando esta idea de descomposición de vectores, Galileo fue
uno de los primeros en demostrar que la trayectoria a la que viaja un objeto al
ser lanzado al aire es una parábola.

t
0

Figura 12.10: Trayectoria al lanzar un objeto bajo la influencia de la gravedad.

La idea de Galileo en descomponer la velocidad en 2 componentes ortogona-


les fue también prefigurada al mismo tiempo por Simón Stevin. Galileo estaba
interesado en vectores como “velocidades”, sin embargo Simón Stevin estaba
más interesado en descomposición de vectores como “fuerzas”.

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12 GALILEO Y EL MOVIMIENTO

12.6. Simón Stevin y los Vectores


Simon Stevin, fue un científico belga-holandés que vivió entre (1548-1620), él
se dio cuenta que, al caer, dos objetos con diferente peso de lo alto de una igle-
sia, llegaron al piso al mismo tiempo. Al igual que Galileo, concluyó que el
peso no afecta la velocidad de caída libre. En 1586, Stevin escribió un traba-
jo titulado Elements of the Art of Weighting, Elementos en el arte de medir el
peso, donde explica sus estudios en objetos deslizados sobre un plano inclinado.

Imaginemos que tenemos un plano inclinado sin fricción, ahí se coloca un obje-
to sobre la superficie. La fuerza de gravedad jalará al objeto verticalmente hacia
abajo. ¿Cuánta fuerza necesitamos aplicar a este objeto de manera que continúe
sobre el plano sin moverse?

La fuerza real actuando sobre el objeto es la gravedad y trata de jalar al obje-


to verticalmente hacia abajo, pero el objeto sólo puede moverse sobre el plano
inclinado. Stevin se dio cuenta de que la cantidad de fuerza necesaria para con-
trarrestar la tendencia del objeto a resbalarse sobre el plano inclinado podría ser
determinada descomponiendo la fuerza vertical en dos, fuerza que va paralela
al plano y otra que forma un ángulo recto con el plano. Construyamos un rec-
tángulo imaginario tal que un lado es paralelo al plano y la fuerza vertical dada
por la gravedad, es la diagonal del rectángulo. La longitud del lado del rectán-
gulo que es paralelo al plano describe la fuerza necesaria para que el objeto
permanezca estacionario.

Ft

Fg Fn

Figura 12.11: Descomposición vectorial de la fuerza de la gravedad de acuerdo a Simon Stevin Fg


sobre una pelota rodando sobre un plano inclinado, F t , Fn fuerza tangencial y normal al plano,
respectivamente.

Simon Stevin fue un científico importante por otras razones. En 1585, escribió
el libro llamado La Thiende, defendiendo el sistema numérico decimal indo-
arábigo y su supremacía respecto al sistema numérico sexagesimal babilónico.

150
12.7 El Problema de la Inercia

Stevin reclamaba sobre la facilidad del sistema decimal para manejar las frac-
ciones. En aquel tiempo, se usaban los 2 sistemas numéricos paralelamente,
el decimal y el sexagesimal, los comerciantes usaban el sistema decimal y los
científicos el sexagesimal. Incluso se comenta que Thomas Jefferson al leer el
libro de Stevin quedó tan impresionado por los argumentos a favor del sistema
decimal que se nombró al Dolar como moneda nacional de Estados Unidos, y
precisamente un dolar debia ser equivalente a 100 centavos y así ser más acce-
sible para hacer aritmética que el complicado sistema británico, el cual dividía
a la Libra Esterlina (Moneda Nacional de Gran Bretaña) en 240 peniques.

12.7. El Problema de la Inercia


Galileo estaba muy interesado en explicar porqué no sentimos que la Tierra
se mueve, para esto, estudió las cuestiones relacionadas con la inercia, inicial-
mente, la inercia estaría muy cercana a la idea de impetus. La inercia se pensó
inicialmente como la tendencia de los cuerpos a permanecer en descanso y pa-
ra que un cuerpo empiece a moverse y continuar el movimiento entonces este
cuerpo deberá superar la inercia.

Galileo fue el primer científico en mirar a la inercia como una tendencia de


un objeto de continuar moviéndose en la misma manera que se ha venido mo-
viendo: Si un objeto se encuentra en movimiento, este permanecerá en el
mismo movimiento a menos que una fuerza contraria cambie su estado. Si
un objeto se encuentra en estado de reposo, permanecerá en reposo, a menos
que una fuerza contraria le cambie su estado.

Galileo no tuvo la idea de inercia como se entiende ahora, utilizó la idea de


“inercia circular” es decir, si nosotros nos movemos en círculos, tenderemos a
movernos en círculos. Todo esto es solo para explicar el motivo por el cuál no
sentimos el movimiento estando parados sobre la Tierra, a pesar de que
ésta, está girando a una velocidad increíble.

Los científicos demostrarían más tarde que la “inercia circular” no existe y que
la inercia solo opera a través de líneas rectas. Se ha sugerido que Galileo no
fue capaz de comprender que, inercia es la tendencia de los objetos en man-
tener el movimiento en línea recta a la misma velocidad para siempre, porque
esta idea implica que existe el para siempre. Es decir, Galileo no aceptó un
espacio como infinito. Él creía que el Universo estaba circunscrito en una es-

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12 GALILEO Y EL MOVIMIENTO

fera. Galileo no aceptó completamente las ideas de Kepler, que los planetas se
mueven en elipses. Para Galileo, el círculo era la figura geométrica más impor-
tante para entender el universo por lo que todo se debía mover en forma circular.

La gran enseñanza que dejó Galileo, es reconocer que para entender al mundo
se requiere entender las matemáticas. Al hablar del universo Galileo dijo:

“La filosofía está escrita en este gran libro, el Universo, que con-
tinuamente se abre para nuestra mirada. Este gran libro no puede
ser entendido a menos que primero entiendas el lenguaje en él que
está escrito y sus caracteres. El Universo está escrito en el lenguaje
de las matemáticas y sus caracteres son triángulos, círculos y otras
figuras geométricas, sin el entendimiento de esto, sería humana-
mente imposible entender una sola palabra de él, vivir así, es como
vagabundear en un laberinto obscuro”.

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