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Boris Fausto

El Brasil Monárquico (1822-1889)


La consolidación de la independencia y la construcción del Estado:

La independencia de Brasil ya era reconocida por Inglaterra, que estaba


interesada en garantizar el orden en la antigua colonia portuguesa.
En 1825 concordó en “emancipar” a la ex metrópoli por la pérdida de la colonia
por 2 millones de libras y en aceptar la unión de cualquier otra colonia. Esto dio
lugar al primer empréstito externo a Londres.

Es normal contraponer la relativa facilidad de independencia de Brasil,


comparado con la América española que se fragmentó en varias naciones.
Pero cabe destacar que la independencia de Brasil no fue pacífica. Esta fue
una monarquía entre repúblicas, y constituyó un caso único en la historia de
América Latina. Una de las principales razones fue la llegada de la familia real
al país, y la forma en que ocurrió el proceso de independencia. Con la
presencia del rey, llegaron beneficios a la región que incentivaron la expansión
económica del área, que estaba ligada a los negocios del azúcar, el café y del
tráfico de esclavos. La elite política que promovía la independencia no tenía
interés en generar rupturas que pusieran en peligro la estabilidad y continuidad
de la vida colonial.

Durante los primeros dos años posteriores a la independencia, el principal


debate político del país se concentró sobre la aprobación de una constitución.
Comenzaron a reunirse en 1823. Para Pedro I y los círculos políticos que lo
apoyaban era necesario crear un Ejecutivo fuerte, capaz de enfrentarse a las
tendencias “democráticas y disolventes”, justificándose así la concentración de
las mayores atribuciones en las manos del emperador. Los tiempos eran de
incertidumbre política.

La disputa de poderes tuvo como resultado la disolución de la Asamblea


Constituyente. Se elaboró un proyecto de Constitución cuyo resultado fue
promulgado en marzo de 1824. No era muy diferente a la propuesta que habían
hecho los constituyentes: una parte de la población estaba excluida de las
normas constitucionales (los esclavos). Otro punto es la distancia manifiesta
entre los principios enunciados y la práctica. A esto se superponía que la
población libre dependía de los grandes propietarios rurales, donde existía una
tradición autoritaria.
La constitución de 1824 estuvo vigente hasta el fin del Imperio. Este Imperio
tendría una nobleza, pero no una aristocracia.
Cabe destacar que las mujeres tampoco tenían derechos políticos.
El país fue dividido en varias provincias, cuyo presidente era el emperador. Un
importante órgano de la estructura política era el Consejo de Estado
(consejeros vitalicios nombrados por el emperador). Y la persona del
emperador fue considerada inviolable y sagrada, sin quedar sujeta a ninguna
responsabilidad. Podía nombrar senadores, disolver la Cámara, convocar a
elecciones para sustituirla y aprobar las decisiones de la Cámara y el Senado.

Al disolver la Constituyente y decretar una Constitución, simbolizaron el


predominio del emperador y de los burócratas y comerciantes (que formaban el
círculo de sus íntimos). En Pernambuco tomó ímpetu la difusión de las ideas
republicanas, antiportuguesas y federales. El principal conductor fue fray
Caneca, un intelectual erudito y hombre de acción.
Además de esta provincia, la Confederación del Ecuador debía reunir bajo la
forma republicana varias provincias más. El levantamiento tuvo un contenido
marcadamente urbano y popular.
La confederación del Ecuador no pudo echar raíces y resistir militarmente el
ataque de las tropas del gobierno en 1824. El emperador ordenó la muerte de
Caneca y otros revolucionarios. Las marcas dejadas por esta revolución no
serían fáciles de borrar.
En 1825 La Banda Oriental proclamó la incorporación a las Provincias Unidas
del Río de la Plata, y Brasil estuvo en guerra con Bs. As. La guerra fue un
desastre militar para los brasileros que fueron vencidos en 1827. Hubo un
reclutamiento forzoso de la población.
El banco de Brasil comenzó a tener problemas desde 1821 por la “inflación”.
Encareció las importaciones de bienes de consumo, tan requeridos por las
elites y por los nacientes sectores medios urbanos.
El descontento profundizó las fricciones entre brasileños y portugueses.
Muchos miembros de la elite brasileña se aliaron junto a Pedro. El sentimiento
antilusitano tuvo un fuerte poder movilizador en la población urbana y en el
ejército. Este último comenzó a alejarse del Emperador. Estaba compuesto
principalmente por mulatos.
La caída de Carlos X en Francia repercutió en Brasil, donde fueron objetos de
discusión. Hubo una reacción de los brasileros: intentos de formación de un
nuevo ministerio y nuevas manifestaciones de protesta.
En 1831 Pedro fue forzado de abdicar en favor de su hijo, el futuro Pedro II.

Fue un periodo de Regencia hasta que el emperador fuera mayor de edad (en
1840). Este fue un periodo de los más agitados. Hubo centralización y
descentralización del poder, violentos conflictos entre las elites que
favorecieron el predominio de los intereses de grupos locales.
La falta de consenso entre las elites en torno al orden constitucional más
conveniente.
La tendencia política que resultó vencedora fue la de los liberales moderados.
Muchos de ellos eran propietarios de tierras y esclavos.

Las reformas del periodo de Regencia intentaron suprimir o reducir las


atribuciones de algunos órganos de la monarquía, a la vez que trataron de
crear una nueva forma de organización militar, disminuyendo para ello el papel
del Ejército.
En 1834 se sancionó la ley “Acto Adicional” que determinó que el poder
Moderador no podía ser ejercido durante la regencia. Se legisló sobre el
reparto de las rentas entre el gobierno central, las provincias y los municipios.
En 1831 se creó la Guardia Nacional, un cuerpo armado de ciudadanos
confiables. Se le encomendó mantener el orden en el municipio a donde era
formada. El alistamiento forzoso a la misma redujo los cuadros del Ejército.

Las revueltas de este periodo regencial no se pueden encuadrar en un solo


molde. Son la consecuencia de las realidades específicas, provinciales o
locales. En 1832 cuando la situación fue muy seria, el Consejo de Estado tomó
medidas para salvar al emperador niño.
Entre 1832 y 35, en Pernambuco estuvo la Guerra dos cabanos que fue rural.
Pequeños propietarios, trabajadores del campo, indios, esclavos y algunos
señores del ingenio, contaron con el apoyo de comerciantes portugueses de
Recife y de los políticos restauracionistas de la capital del Imperio. Fue
acallada.
Los regentes acabaron por avivar las disputas entre las elites regionales por el
control de las provincias cuya importancia iba en aumento.
También fue proclamada la independencia de Pará (una pcia), que fue
reprimida. Otros lugares que también se levantaron fueron: Sabinada (Bahía),
La Balaiada murañense, Rio Grande Do Sul (1835) en la guerra dos farrapos.
Desde los tiempos coloniales Rio Grande Do Sul era un caso especial entre las
regiones brasileñas. Por su posición geográfica, formación económica y
vínculos sociales, los gaúchos tenían muchos lazos con el mundo del Plata.
Además tenían un comercio interno y cría de mulas. Los gaúchos consideraban
que a pesar de contribución de la provincia a la economía brasileña, ésta era
explotada por medio de un sistema de pesados impuestos.
Contaron con el apoyo de algunos oficiales del Ejército.
El liderazgo estaba constituido por personas de la elite y la región donde
luchaban tenían gran importancia estratégica para el Imperio.

Así comenzaron a surgir dos esbozos de los dos grandes partidos imperiales:
el conservador y el liberal. Los conservadores sumaban a magistrados y
burócratas, una parte propietarios rurales y los grandes comerciantes, entre
los cuales se contaban muchos portugueses. Los liberales agrupaban a la
pequeña clase media urbana, algunos sacerdotes y a propietarios rurales de
las áreas menos tradicionales.

El segundo reinado:

No fueron los conservadores sino los liberales quienes aceleraron el ascenso al


trono de Pedro II. Este asumió a los 14 años, en 1840. La totalidad del aparato
administrativo y judicial volvió a manos del gobierno central. Los oficiales
comenzaron a ser elegidos por el gobierno o por los presidentes de las
provincias, y se aumentaron las exigencias sobre las rentas necesarias para
asumir cargos.

El gobierno imperial todavía carecía de una amplia base social de apoyo.


Algunos años más tarde, en 1848, estalló en Pernambuco la Revolución
Praieira. El nombre deriva de un diario liberal. La razón de su descontento era
por la pérdida del control de la provincia a manos de los conservadores.
Una novedad fue la defensa del sufragio universal sin la existencia de una
renta mínima.
Si bien la lucha guerrillera prosiguió hasta 1850, no causó mayores problemas
al gobierno imperial.

El sistema político permitió la alternancia en el gobierno de los dos partidos.


Para el que quedaba en la oposición, cabía siempre la esperanza de ser
llamado a gobernar. De esta forma, no fue necesario recurrir a las armas.

La política del periodo no se hacía para alcanzar grandes objetivos ideológicos.


Llegar al poder significaba obtener prestigio y beneficios. La elite política del
Imperio debía enfrentar los grandes temas de organización del Estado.
En 1870 se organizó el llamado Nuevo Partido Liberal. En su programa se
planteaba la elección directa de las grandes ciudades; el Senado temporario; la
reducción de atribuciones del Consejo de Estado; la garantía de la libertad de
conciencia, de educación; y la abolición gradual de la esclavitud.
Se había generado una clase basada en la producción cafetera (en especial en
San Pablo), que fue uno de los principales aspectos de la descentralización: la
defensa de la autonomía provincial. Nacía así el movimiento republicano.

¿Por qué Brasil no se fragmentó como Hispanoamérica?

La unidad fue producto de la resolución de conflictos por la fuerza o por la


habilidad, así como del esfuerzo de los gobernantes para construir un Estado
centralizado.
Desde el punto de vista estructural, el sistema esclavista constituye el elemento
explicativo fundamental. El interés por el mantenimiento de la esclavitud
mantuvo la unidad.

La estructura económica y la esclavitud:

La economía se basaba en la producción de café para la exportación. Esto se


dio con la utilización de la mano de obra esclava, quienes cosechaban
manualmente. Las técnicas de producción y de beneficio eran preindustriales.
A pesar de que el hábito del consumo de café se había generalizado en Brasil,
el mercado interno era insuficiente para absorber la producción en gran escala.
Así dependió del mercado externo: EEUU y Europa.
Fue en función del café que se equiparon los puertos, se crearon nuevos
mecanismos de crédito, empleos y se revolucionaron los transportes. Existió un
proceso relativamente largo de decadencia del nordeste y de fortalecimiento
del centro-sur, que se volvió irreversible hacia 1870.
Los grandes fazendeiros (terratenientes de café) compraron títulos nobiliarios.
Estos rechazaron la ley de vientres que propuso el emperador.
Los consejeros del Imperio entendían a este como un sistema heliocéntrico,
dominado por el Estado sol, en torno del cual giraban los grandes planetas de
los que llamaban las clases conservadoras, y mucho más lejos, como estrellas
la gran masa del pueblo.
Toda la población libre estaba convencida de que el fin del tráfico de esclavos
provocaría un colapso en la sociedad.
En 1826 Inglaterra consiguió que Brasil aceptara un tratado por el cual, a partir
del tercer año de su ratificación, sería declarado ilegal el tráfico de esclavos de
cualquier procedencia hacia Brasil. Las disposiciones de la ley no tuvieron
aplicación práctica.
La revuelta más significativa fue en 1835 en Salvador, cuando se levantaron
negros africanos.
Inglaterra no se cruzó de brazos. Muchos navíos fueron capturados, y fueron
tratados de piratas los navíos negreros.
En 1849 el ministerio de Justicia envió al Parlamento un proyecto de ley para
que se tomasen medidas más eficaces contra el tráfico, reforzándose así la ley
de 1831. ESTA VEZ LA LEY “PRENDIÓ”.

¿Por qué motivo la segunda sí y la primera no?

Se agudizó la presión de Inglaterra y sus naves penetraron en aguas


territoriales amenazando con bloqueo en los puertos principales. Y Brasil se
veía amenazado por Argentina por el sur y necesitaba ayuda de Inglaterra.
El por qué no se abolió antes es que no había mano de obra para sustituir a la
esclava, asique los fazendeiros atrajeron inmigrantes. También comenzaron a
abastecerse de esclavos del mercado interno.

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