Esta obra de Bernini se realizó en los años 1623-1624, es un grupo
escultórico de bulto redondo y sus dimensiones son de 24 cm.Su material es el mármol y se localiza en la Galería Borghese,Roma.
Se representa a Apolo persiguiendo a la ninfa Dafne que viéndose acosada
invoca al dios Peneo, su padre ,para que la libere de su perseguidor y así la transforma en árbol de laurel ante la mirada sorprendida de Apolo.El tema procede de la Metamorfosis de Ovidio .
La obra es ejemplo del barroco.El material está tratando de diferentes
formas pulido y rugoso. En la composición las dos figuras forman una línea diagonal ; con ello se consigue un espacio abierto, dinámico, que obliga al espectador , si quiere contemplar la obra en su totalidad, a dar la vuelta en torno a ella. Como se observa en la imagen la escena ofrece diferentes visiones en una Dafne es más humana y en la otra es más árbol. La luz resbala sobre superficie pulida y crea clarooscuro sobre superficie rugosas. Existe una clara contraposición entre Apolo, con su cara de asombro y sorpresa , y la cara de Dafne, en la que se observa angustia incluso temor a ser alcanzada.
Ambos personajes están corriendo, el uno mientras persigue, la otra
mientras huye. Apolo tiene apenas un pie en el suelo. Los ropajes de Apolo enfatizan el movimiento y el dinamismo. Estos vuelan por los aires, al igual que los bucles de su cabello y la melena de la ninfa. Dafne parece levantarse instantáneamente, como quien habría dado un salto. Las manos alzadas hacia los cielos, parte súplica, parte impulso, comienzan a ramificarse literalmente. Al mismo tiempo, la masa terrestre se alza bajo sus pies buscando las raíces que atarán la ninfa a la tierra. Con la mano izquierda, Apolo sujeta a Dafne por el vientre, pero su piel ya se ha comenzado a transformar en corteza. Bernini parece sugerir que Apolo está gobernado a la vez por el triunfo fugaz y el asombro ante el acontecimiento. Su rostro contempla, atónito, la inevitable metamorfosis de Dafne entre sus brazos. Entre tanto, Dafne contempla la escena girando la cabeza sobre su hombro, expresando angustia en su rostro cansado, con la boca resueltamente abierta. Esta obra simboliza que lo efímero de nuestros deseos pues cuando estamos a punto de alcanzarlos se desvanecen. También se puede enfocar como dos símbolos Dafne la pureza y Apolo los deseos o la lujuria.
En cuanto al contexto histórico La obra se sitúa en la Roma
contrarreformista. La escultura muestra la nueva estética barroca en la que los recursos van dirigidos especialmente a los sentidos, a provocar impacto emocional. Por otra parte esta estética suele tener una finalidad conservadora : conmover , emocionar y mantener al pueblo en la obediencia al orden establecido. Así mismo se desarrolla un interés por provocar la sorpresa visual mediante lo rico o lo que aparenta serlo como expresión del poder de la iglesia y de la monarquía.
El autor Bernini es el gran escultor del barroco cuyas características
aparecen en esta obra: Materiales ricos ( mármol) o que simulen serlo con diferente tratamiento liso, rugoso para acentuar los efectos de la luz. Superficies con contrastes entre entrantes y salientes que producen claros y sombras y llaman la atención del espectador. Gran importancia del efecto de la luz. Escenas en movimiento , de máxima acción. Movimiento en acto y explicito y por ello composiciones en aspa y diagonal Fuerte expresividad: gestos y actitudes teatrales. Entre sus obras: Rapto de Proserpina, David, Éxtasis de Santa Teresa, Tumba del papa Urbano VIII, Tumba del papa Alejandro VII.
Las características generales de la escultura barroca son: sentido de
movimiento, energía, tensión, composición asimétrica con predominio de las diagonales y los escorzos, fuertes contrastes de luces y sombras que realzan los efectos escenográficos y el naturalismo.
En conclusión, la función de esta obra es emocionar al espectador, llegar a
los sentidos y la teatralidad además, en su conjunto la pieza parece una masa plástica que se tuerce cual torbellino desde el suelo, buscando elevarse al cielo y de la mano del mito, Bernini parece eternizar la conciencia sobre los cambios inevitables de las pasiones humanas, la fugacidad del triunfo y los placeres, y la tensión de la vida que se construye en la lucha entre contrarios.