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Apolo y Dafne, ANÁLISIS

Bernini transformó la poética del mito a una sola imagen de mármol.

Gian Lorenzo Bernini


 Título original: L'Apollo e Dafne
 Museo: Galería Borghese, Roma (Italia)
 Técnica: Escultura (243 cm. de altura)
 Escrito por: Manuel Chacón-Palomares
Gian Lorenzo Bernini, como buen amante del dramatismo, la
expresividad, la luz y el dinamismo, realizó este grupo escultórico
lleno de sensualidad y movimiento.

El tema que se desarrolla en esta escultura tiene origen en el poeta


romano Ovidio,en un pasaje de su obra La Metamorfosis. Apolo fue
maldecido por Eros, dios del amor, tras haberse reído de él por jugar
éste con un arco y una flecha. Como castigo, Eros lanzó una flecha
de oro a Apolo que le haría enamorar locamente por la
ninfa Dafne. A ella le lanzó una flecha de plomo que hizo crecer en
ella un sentimiento de horror imparable hacia Apolo.

Apolo insistió rogándole a Dafne que se quedara con él. La ninfa lo


rechazó e intentó escaparse, entonces el joven enamorado salió tras
ella. Dafne al verse atrapada pidió ayuda a su padre, el dios
río Peneo de Tesalia, que la convertiría en un árbol. La ninfa sintió
tanto miedo que se ve forzada a sacrificar su cuerpo el resto de su
vida y convertirse en Árbol de Laurel como única escapatoria a las
presiones y constantes deseos sexuales de Apolo.

El escultor italiano plasmó a la perfección y a tamaño natural uno de


los instantes más importantes del pasaje del mito que relata Ovidio.
Escogió el momento exacto en que Apolo da alcance a Dafne y
ésta comienza a convertirse en árbol.

Es más que notable la influencia de la escultura helenística de la que


bebe el artista; el canon de siete cabezas y media en el tamaño
de las proporciones, y el juego constante con la luz y
el claroscuro de las sombras para dar realismo y volumen a los
cuerpos y los ropajes.

El dramatismo se hace hueco en los rostros de las figuras. Dafne se


expresa con gran miedo al sentir la mano del joven dios tocando su
torso. Sin embargo, Apolo se muestra atónito al ser testigo de la
transformación de la ninfa, justo en el momento en el que parecía
haberla atrapado.

La obra tiene una gran característica como escultura de bulto


redondo que se trata, y es que puede llegar a ser vista desde
diferentes puntos de vista. Si se observa desde la espalda
de Apolo, su figura esconde a la de la ninfa y se puede disfrutar de la
imagen del Árbol de Laurel.

La inestabilidad es una sensación muy presente en esta composición


abierta, debido a las líneas curvas y paralelas de los cuerpos. Pero se
consigue el dinamismo y el equilibrio visual más armonioso con las
líneas diagonales de movimiento.

Aunque posiblemente, lo más impactante es el virtuosismo


de Bernini. Consiguió hacer con el cuerpo de Dafne algo que parecía
estar fuera del alcance del mármol. Su figura parece estar
flotando en el aire.

Luego, los cabellos, los ropajes y las ramas de árbol, realizadas con
gran detenimiento y dedicación a la escultura. En Dafne, destaca el
movimiento del cabello y la transformación al árbol. Incluso el
propio Bernini, afirmó años después su orgullo por el movimiento tan
elegante del cabello de la ninfa.

Hasta entonces, nadie había intentado nada igual en el arte de la


escultura. La obra otorga a la vista un gran placer al ser observada
de cualquier punto de vista,incluso llegando a cuestionar si es
posible hacer algo así con mármol. Es tal la magnitud del grupo
escultórico, que incluso los detractores de Gian Lorenzo
Bernini afirmaron que esta es la obra cumbre el artista.

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