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Sesgo de Afinidad

También conocido como sesgo de similitud, se trata de la tendencia a


favorecer a las personas que comparten intereses, antecedentes y
experiencias similares a las nuestras. Tendemos a sentirnos más cómodos
con las que personas que son como nosotros.

En la evaluación de desempeño se produce cuando el evaluador puntúa


mejor de lo que debería a un evaluado con características similares a las
suyas.

Uno de los problemas que trae este sesgo es que produce evaluaciones
que no están basadas en la valoración del desempeño del colaborador
sino en otros aspectos de carácter personal, por este motivo puede recibir
mejores calificaciones que realmente no merece simplemente porque el
evaluador simpatiza en mayor grado con esta persona.

Refuerza negativamente la posibilidad de la existencia de diversidad en la


organización, porque reforzaremos positivamente a aquellos
colaboradores similares a nosotros. También le otorgaremos mayores
posibilidades a éstos por encima de los que no tenemos tanta afinidad.

El sesgo de similitud hace que, según varios estudios realizados en Reino


Unido, hasta tres de cada diez altos directivos contraten recurrentemente
a personas como ellos, lo que tiene un efecto muy negativo en términos
de potencial innovador, capacidad competitiva y potencial crecimiento de
los miembros de la organización.

Los empleadores otorgan una importancia significativa al hecho de que los


candidatos hayan estudiado en su misma universidad o instituto en un
86%, valoran muy positivamente los gestos y comentarios que les

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recuerdan a ellos en un 77%, y confiesan que compartir gustos y hobbies
decanta la balanza a favor de un candidato en un 65% de los procesos de
contratación. 1

Este sesgo de afinidad tiene sus orígenes (como todos los sesgos) en
nuestro antepasado de la caverna, en la que los miembros de nuestro
grupo o tribu tendían a parecerse a nosotros, ya que los que no eran
semejantes podían ser peligrosos merodeadores. A causa de este sesgo se
nos hace más sencillo confiar en alguien que es parecido a nosotros. Pero
en la actualidad no rigen los mismos parámetros de seguridad, de hecho,
se hace necesario superar este sesgo para evitar excluir a otros miembros
2
que son tan valiosos como nosotros.

Otra perspectiva de este sesgo plantea que conocer gente que comparte
nuestras preferencias nos permite reafirmarnos a nosotros mismos. Si te
gusta determinado equipo de fútbol, conocer a alguien que también le
gusta te muestra que amar ese equipo está bien. Nos ofrece una visión
3
positiva de uno mismo, nos valida. En este sentido, aquellos que
mantienen un punto de vista distinto implican un cuestionamiento de mí
mismo.

1
Alemany, Jordi. Liderazgo imperfecto. Formato electrónico. 2023
2
Herman, Amy E. Inteligencia Visual. Formato electrónico. Editorial Plataforma, 2017.
3
https://www.psychologytoday.com/es/blog/por-que-nos-gustan-las-personas-similares-a-nosotros

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