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SECUENCIA DE LA JORNADA
Se enviará a las Escuelas a través de la vía jerárquica documento orientador dividido en tres momentos;
un antes, un durante y un después. Estas partes permitirán desarrollar a pleno los objetivos de la
Jornada ESI, de la siguiente manera:
En Nivel Secundario se trabajará con los/as estudiantes durante la jornada escolar, previendo
los materiales necesarios para las actividades programadas. Instalándose un “buzón” en cada
curso para las opiniones, sugerencias, comentarios y necesidades emergentes entre los
estudiantes acerca de la temática de la jornada.
En escuelas con centro de estudiantes, se invitará a dicha entidad y sus delegados/as por curso a
recolectar las producciones logradas según las consignas de trabajo dadas, posibilitando la
participación estudiantil en la Jornada Institucional Educar en igualdad: Prevención y
erradicación de la Violencia de Genero.
Se propone sistematizar lo trabajado en una producción escrita, para que pueda ser socializada
en la comunidad educativa, en particular, lo elaborado por las y los estudiantes, durante la
Jornada de Exposición del mes de noviembre en la Escuela. Es importante en toda instancia de
evaluación que si estudiantes estuvieron involucrados en la organización, también participen de
actividades posteriores.
Luego de la Jornada, se continuará trabajando estas temáticas a partir de nuevos interrogantes,
en sucesivos encuentros. Por ejemplo, a través de parlamentos juveniles, congresos o debates, a
nivel escolar e interescolar.
Se invita a fortalecer los vínculos intersectoriales y del trabajo en red con otros organismos del
Estado y organizaciones de la sociedad civil (Ministerio de Salud, SENAF, INADI, municipios,
áreas de políticas de mujeres y género provinciales y municipales, entre otros).
Para continuar con la reflexión de la organización de la vida institucional cotidiana, se propone
profundizar sobre otras identidades de género e incluso sobre las normativas y acuerdos de
convivencia.
Se sugiere la actualización del Proyecto Curricular Institucional, a partir de la inclusión de
contenidos sobre las temáticas trabajadas en las Jornadas.
https://forms.gle/jKx5qR9DWd17Qpjg6
¿DESARROLLO DE LA JORNADA
ANTES:
DURANTE LA JORNADA:
Se llevara a cabo en tres momentos que se van a desarrollar a cabo en los tres módulos de clases:
Primer módulo:
Actividad de reflexión sobre Las violencias por motivos de género y su abordaje desde la ESI y
masculinidades diversas.
Segundo modulo
3er año y 4to años: ¿Cómo se expresa la violencia por motivos de género contra personas lgbt+?
DESPUES:
1er modulo: Reflexión en base a los marcos teóricos sobre la violencia de género, tipos y modalidades.
La Ley Nacional 27.234 establece la obligatoriedad de realizar al menos una jornada anual en las
escuelas primarias, secundarias y terciarias de todos los niveles y modalidades, ya sean de gestión
estatal o privada.
Según la Ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las
mujeres “se entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión que de manera
directa o indirecta tanto en el ámbito público como en el privado basado en una relación desigual de
poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial,
participación política como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas también las
perpetradas desde el Estado o sus agentes. Se considera violencia indirecta a toda conducta, acción u
omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con
respecto al varón”.
Las desigualdades de género son estructurales e impactan tanto en mujeres como en personas con
identidades de género y orientaciones sexuales que no responden a los mandatos patriarcales.
La violencia de género se expresa de muchas formas y en distintos ámbitos, por ejemplo, el acoso
callejero en el espacio público, donde se cosifica, degrada o insulta a las mujeres. También, en los
medios de comunicación cada vez que se relega a las mujeres a un rol figurativo de animadora o
presentadora o cuando se habla de femicidios en términos de “crímenes pasionales”.
También, es violencia cada vez que se realizan acciones discriminatorias, que excluyen a las mujeres de
las posiciones de autoridad, por ejemplo, cuando no se valoran sus palabras y sus ideas, interpretando
sus reivindicaciones como “caprichos” o se las infantiliza negativamente tratándola de “chicas”.
Otra de las maneras en que opera la violencia de género es a través del lenguaje. El lenguaje no es
neutro, es un campo de múltiples intereses en el que se dirimen diversas luchas por la distribución del
poder, entre ellas, por el predominio y la universalización del género masculino como el dominante. El
lenguaje construye realidad y la hace visible o la inmoviliza. Muchas veces contribuyen a producir
situaciones de discriminación o exclusión.
La perspectiva de género, como categoría de análisis, nos permite dar luz sobre las relaciones sociales
de las cuales somos parte, haciendo especial hincapié en las desigualdades de género que las atraviesan.
Estas desigualdades se expresan en diversos tipos y modalidades de violencias por motivos de género,
ejercidas por los varones hacia las mujeres y personas LGBT+. Poder reflexionar sobre ello, en tanto
construcciones sociales que podemos modificar, es fundamental si queremos desarmar prácticas
naturalizadas y construir relaciones respetuosas e igualitarias.
A lo largo de sus historias personales y sociales, por medio de tradiciones culturales, sociales y
económicas, las personas han incorporado creencias, estereotipos, tabúes, prejuicios y modelos que son
parte constitutiva y estructural de la violencia de género. Muchas de estas ideas fueron adquiriendo el
rango de certezas reproducidas en el mundo escolar en procesos de enseñanza y aprendizaje, en el
desarrollo de la organización de la vida institucional cotidiana y también en las intervenciones y
abordajes de episodios ligados a la violencia de género que irrumpen en la vida escolar. Una de las
mejores maneras de abordar estos interrogantes, temores y prejuicios de larga data es a través del
diálogo entre adultos/as y estudiantes; poner en común estas cuestiones y discutirlas teniendo en cuenta
que los cambios forman parte de procesos que llevarán largo tiempo. Es necesario que la escuela
habilite espacios de debate y de reflexión sobre estas temáticas.
Con respecto al desarrollo curricular, resulta vital la incorporación de la perspectiva de género en todas
las áreas, teniendo en cuenta que todas las dimensiones del saber –la política, la historia, el derecho, la
economía, entre otras– están atravesadas por el género. Es necesario que la escuela continúe
incorporando los lineamientos curriculares de ESI en los contenidos de los espacios curriculares y en
las actividades que se implementen en el aula. Esto puede desarrollarse en forma transversal, desde las
áreas o materias y mediante proyectos, o a través de la organización de espacios específicos.
La que se emplea contra el cuerpo de la mujer La que perjudica los recursos económicos
o persona LGBT+, poniéndolo en riesgo o o patrimoniales de la mujer o persona
produciendo dolor, daño o cualquier otra LGBT+, limitando su libertad (por
forma de maltrato o agresión que afecte su ejemplo: el control del dinero, cobrar un
integridad física (por ejemplo: empujones, menor salario, retención de documentos
golpes, apretones, pellizcos, etc.). personales, etc.)
PSICOLÓGICA SIMBÓLICA
SEXUAL POLÍTICA
Aquella ejercida contra las mujeres o persona LGBT+ por Aquella que vulnera el derecho a decidir sobre aspectos
un integrante del grupo familiar. reproductivos (por ejemplo: decidir si tener hijos/as,
cuándo, cuántos, etc.).
LABORAL INSTITUCIONAL
Aquella que ocurre en los ámbitos de trabajo y obstaculiza Aquella ejercida por agentes de organismos públicos,
el acceso al empleo o su permanencia en él (por ejemplo: que dificulta o impide el acceso a políticas públicas de
maltrato, acoso, recibir menor sueldo por igual tarea, mujeres o personas LGBT+ (por ejemplo: negar el
exigencia de requisitos sobre el estado civil, maternidad, derecho a la salud y la educación, maltratar, no dar
apariencia física,etc.). curso a una denuncia, etc.).
OBSTÉTRICA PÚBLICA-POLÍTICA
Aquella ejercida por el personal de salud sobre el cuerpo y La que dificulta o impide el ejercicio de los derechos
los procesos reproductivos de las mujeres o personas políticos de mujeres o personas LGBT+ (por ejemplo,
LGBT+ (por ejemplo: trato deshumanizado, no considerar para acceder a un cargo político; o ser censurado/a).
su opinión, etc.).
Aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes Conocida comúnmente como “acoso callejero”, esta
estereotipados a través de cualquier medio masivo de modalidad es ejercida contra las mujeres o personas
comunicación, que fomenta la discriminación a mujeres o LGBT+ en lugares públicos o de acceso público como
personas LGBT+ (por ejemplo: publicidades o contenidos medios de transporte, centros comerciales, plazas,
sexistas en programas). calles, etc. (incluye conductas o expresiones verbales o
no verbales con connotación sexual).
VIOLENCIA DIGITAL
CIBERACOSO GROOMING
Uso de los medios de comunicación digital (celulares, Acoso sexual a través de un medio digital a niñas, niños
redes sociales, Internet) para acosar, extorsionar, y adolescentes por parte de personas adultas.
amenazar, y/o engañar a una persona. Se incluyen dentro
del ciberacoso la difusión de material íntimo sin CIBERBULLYING
autorización, los insultos, mensajes humillantes y el
Acoso a través de medios digitales a niñas, niños y
recibir mensajes de carácter sexual sin consentimiento.
adolescentes por parte de pares.
GLOSARIO
● Femicidio. Es un término acuñado por el análisis feminista, que reúne la palabra femenino y el
sufijo -cidio (matar). Se refiere a la muerte de niñas, adolescentes y mujeres por su condición de
género. El femicidio como concepto ayuda a desarticular los argumentos de que la violencia basada
en la inequidad de género es un asunto personal o privado, y muestra su carácter profundamente
social y político, resultado de las relaciones estructurales de poder, dominación y privilegio entre los
hombres y mujeres en la sociedad.
● Lenguaje sexista. Es el uso discriminatorio del lenguaje con relación al sexo. El lenguaje y las
palabras construyen realidad y la hacen visible o la invisibilizan. Muchas veces contribuyen a
producir situaciones de discriminación o exclusión. Decimos que el lenguaje es sexista cuando
generaliza siempre en masculino o cuando contribuye a reforzar los estereotipos de género que
reproducen la desigualdad.
● Sexismo. Se llama sexismo a la discriminación que algunas personas hacen de un sexo por
considerarlo inferior.
● Sexo. Se refiere al conjunto de características biológicas que determinan lo que es un macho y una
hembra en la especie humana. Al nacer se le asigna un sexo a la persona teniendo en cuenta,
principalmente, la apariencia de los órganos genitales primarios (genitales externos). Si la
asignación del sexo no responde a las dos formas socialmente reconocidas (varón o mujer) se suman
otras variables biológicas para hacer esa asignación.
● Sexualidad. Es una dimensión fundamental del hecho de ser humano. De acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud (OMS), “La sexualidad es un aspecto central del ser humano a lo
largo de la vida y abarca al sexo, género, identidades y roles, orientación sexual, erotismo, placer,
intimidad y reproducción. La sexualidad se experimenta y expresa en pensamientos, fantasías,
deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones.
Mientras que la sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no todas ellas se experimentan o
expresan. La sexualidad se ve influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos,
sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales”. En
este sentido, se concibe la maleabilidad de la sexualidad humana y la diversidad de formas que
puede asumir. La sexualidad, en tanto conjunto de relaciones y prácticas, tiene una especificidad
histórica y cultural.
PROPUESTA DIDÁCTICA N° 1
La perspectiva de género nos invita a “mirar” las relaciones sociales entre varones, mujeres y personas
LGBT+, pudiendo identificar los roles, las prácticas y acciones que nuestra cultura asigna en cada caso,
y el tejido de desigualdades de poder que las atraviesan.
La forma de ser varón, o dicho de otro modo, el modelo de masculinidad que aprendemos desde la
niñez, presenta determinadas características que lo posicionan en un lugar de jerarquía respecto de las
mujeres, lesbianas, gays, trans, travestis, bisexuales y personas no binarias. A ese modelo se lo
denomina “masculinidad hegemónica” y supone prácticas y formas de masculinidad que son
presentadas como ideales para llegar a ser “un verdadero hombre”.
Esta concepción ubica una serie de características que los varones deben hacer evidentes.
Por ejemplo, mostrarse activos, fuertes, no expresar sus emociones, no demostrar miedo, tener
independencia económica, ser proveedores, responsables, autónomos. La participación pública (laboral,
política, deportiva, etc.) es concebida como el ámbito “natural” donde deben expresar competitividad y
liderazgo, sin importar los riesgos que ello suponga y si es necesario usando la violencia como modo de
control y poder. Por el contrario, los trabajos y cuidados que caracterizan a la esfera doméstica de la
vida son valorados como ajenos.
Tal como señalamos al inicio de este capítulo, la masculinidad hegemónica no es una característica
individual, sino que forma parte de una estructura social que la transmite a través de los distintos
ámbitos en los que nos socializamos. Todos estos atributos se han naturalizado y cristalizado en la
conformación de los estereotipos de masculinidad, y si bien se sostuvieron durante años, empiezan a ser
cuestionados desde la necesidad de una “deconstrucción”. Es decir, en la idea de “desarmar” ese modo
único de ser varón para comenzar a construir masculinidades no hegemónicas, donde se valoricen por
igual las diversas maneras de ser y sentirse varón.
En esta parada nos proponemos compartir herramientas para trabajar con las y los estudiantes en
identificar las representaciones sobre la masculinidad que nos atraviesan, con el objetivo de
desnaturalizarlas y dar paso a la construcción de nuevas experiencias de la vivencia masculina.
Para iniciar la secuencia, les propondremos a las y los estudiantes una primera actividad para que
identifiquen cuáles son los sentidos y representaciones sociales propios de la identidad masculina en
nuestra cultura. Para ello, vamos a conformar pequeños grupos y le entregaremos, a cada uno, un papel
afiche con el dibujo de una silueta icónica de un varón y papelitos con diversas palabras/frases.
Les pediremos que las vayan leyendo y que peguen sobre la imagen aquellas que consideran que
describen lo que social, cultural e históricamente se consideran características, atributos, prácticas y/o
acciones propias de los varones.
NO
DEMUESTRAN
BRUTOS FUERTES COMPETITIVOS LAVAN EL
PASIVIDAD
AUTO
LIMPIAN EL TRABAJADO-
BAÑO RES REMU-
SENSIBLES VALIENTES CARIÑOSOS
NERADOS
SIEMPRE ACOMPAÑAN
DISPUESTOS FAMILIARES A
ASUMEN
CONSULTAS
A LA CONQUISTA RIESGOS
PROLIJOS ESTUDIOSOS MÉDICAS
AMOROSA
SIENTEN RE-
CHAZO HACIA
HACEN DEMUESTRAN SE ENCARGAN
VARONES GAYS
ASADOS TERNURA DE LOS
DELICADOS
CUIDADOS
DE OTRAS
PERSONAS
Al terminar el trabajo en grupo, les pediremos que cada uno comparta con el resto cómo quedó su
afiche. Mientras se van socializando las producciones se pueden ir mostrando las categorías más usadas
por los grupos para dar cuenta de las características masculinas.
Una vez que los distintos grupos terminaron de presentar el trabajo grupal, se propondrá un espacio de
intercambio común donde se reflexione de manera conjunta en torno a las siguientes preguntas:
● ¿De qué forma, piensan, que se transmiten y enseñan estos sentidos acerca de lo que
significa ser varón en nuestra sociedad?
Esta última pregunta apunta a poder reflexionar acerca de la forma en la que estos sentidos son
transmitidos, (re) producidos, por diversas instituciones y grupos (familia, escuelas, medios de
comunicación, clubes, grupo de pares, etc.) y cómo, desde temprana edad, van formando parte de
nuestra subjetividad. Esta trama de sentidos tan arraigada es la que es necesario desentramar,
resignificar, para dejar de reproducir modelos que generan violencia y desigualdad, y a su vez dar lugar
a experiencias de masculinidad más igualitarias y democráticas.
En continuidad con el ejercicio anterior, y con el objetivo de seguir identificando cuales son esos
aspectos que nos enseñan como propios del “ser varón”, proponemos una dinámica que necesitará de un
espacio grande para formar una gran ronda. Hecho esto, promoveremos que, a partir de una serie de
preguntas, jueguen con sus cuerpos y realicen los movimientos que responden a cada consigna.
Sugerimos realizar de a una las preguntas, e incentivar que cada quien vaya circulando por el espacio
realizando el movimiento que considere apropiado durante un lapso de tiempo, dando lugar a que todas
y todos se muevan. Mientras lo hacen, también
podrán ir viendo las representaciones de sus compañeras y compañeros. Se puede acompañar cada
momento con una música y pausarla al leer una nueva pregunta.
Al terminar la dinámica, les pediremos que se sienten en ronda para intercambiar colectivamente qué
sucedió en el juego:
● ¿Hubo algún movimiento propio o de otra persona que les llamó la atención?
En la moderación del intercambio colectivo es importante dar visibilidad a cómo los diferentes
movimientos expresan ideas sobre lo que se espera socialmente de la identidad masculina
preponderante en nuestra cultura, cómo los varones aprenden a “moverse” como tales desde la más
temprana edad. También es importante destacar qué movimientos fueron más usados para expresar
vínculos con otros varones y con personas con otros géneros o que no asumen una orientación
heterosexual.
Para cerrar la puesta en común se puede hacer referencia a cómo la identidad masculina implica
comportamientos, actitudes, saberes, creencias que afectan a uno mismo y a otras personas.
En este sentido, también se puede hacer referencia a cómo se materializan cotidianamente las
desigualdades entre los géneros, a la importancia de modificar nuestras maneras de vivir y a la
necesidad de reconocer que existen distintas formas de vivenciar las masculinidades.
En tercer y último lugar, les propondremos reunirse para compartir los siguientes audiovisuales.
#AmigoDateCuenta
Masculinidades
Estereotipos de género
Estos cuatro recursos sintetizan el trabajo realizado en esta parada. En función de las características del
grupo, del trabajo realizado hasta el momento y de la dinámica que hayan adquirido los intercambios en
las actividades previas, sugerimos que cada docente decida qué video/s utilizar para compartir en el
aula.
Luego de mirar el o los videos seleccionados, les proponemos abrir el diálogo donde cada quien
exprese sus pareceres, puntos de vista y sentires.
Como dinámica final, las/os invitaremos a que, entre todas/os, recuperen de cada video, aquellas
cuestiones que se mencionan como acciones posibles para no seguir reproduciendo los estereotipos del
ser varón y las desigualdades que conllevan.
Primer momento
Para dar inicio a la actividad, les proponemos a las/os estudiantes que se organicen en grupos de a 4 o 5
y conversen sobre lo que les pasa y lo que piensan en relación al envío de imágenes o videos sin
autorización.
Es importante que las y los docentes puedan escuchar y registrar las opiniones de sus estudiantes,
anotando en el pizarrón las ideas aportadas por ellas/os, para poder retomarlas durante la actividad.
Luego, se le entrega a cada uno de estos grupos un juego de tarjetas que se complementan entre sí: unas
contienen algunas definiciones posibles referidas a distintas formas de interactuar en las redes sociales e
intercambiar contenidos íntimos, y otras contienen escenas que ejemplifican estas definiciones.
La propuesta es que los grupos puedan identificar y juntar, como si fueran piezas de rompecabezas, las
definiciones con las escenas, de manera correcta. Asimismo, deben poder diferenciar, aquellas escenas
en las que aparecen ejemplos de difusión no consentida de material íntimo, de las que refieren a otras
interacciones cotidianas entre las/os jóvenes en las redes sociales, en las que no se produce ninguna
vulneración de derechos.
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consentida, que llegó a través de un grupo está teniendo relaciones sexuales. A algunas y algunos de
de Whatsapp, sin la autorización de esa quienes están en ese grupo, les pareció que era divertido, y
persona para continuar reenviando el como no conocen a esa pareja, reenviaron el video a sus
material. contactos.
Realizar sexting, esto es, enviar a otra Carolina y Brenda están saliendo hace unos meses. El viernes
persona fotos y videos íntimos, previamente a la noche, después de estar chateando un rato, Carolina le
acordado y de forma consentida, sin pide a Brenda una foto íntima, y Brenda decide enviársela,
presiones ni coacciones de ningún tipo. porque confía en la relación que tienen ambas.
Compartir con amigas recomendaciones Catalina encontró una página de Instagram que les habla a
para realizar sexting de forma segura. jóvenes como ella. Hace unos días venían charlando con
amigas sobre si mandar o no fotos íntimas. Justo en ese
Instagram explicaron qué es el sexting, Catalina les mandó a
sus amigas la publicación.
Una vez realizada la diferenciación y a fin de verificar que todos los grupos hayan realizado
vinculaciones correctas entre las definiciones y las escenas, se propone en primer lugar, que lo revisen
entre todas/os.
Es importante aclarar que los ejemplos planteados en las escenas podrían responder a más de una
definición, por lo que resulta interesante habilitar también esa discusión. En segundo lugar, se propone
que las tarjetas queden diferenciadas entre aquellas escenas donde se ejerce algún tipo de violencia, y
aquellas en donde esto no sucede.
Continuando con el trabajo en grupos, y con el objeto de reflexionar sobre aspectos claves de las
escenas con las/os estudiantes, la consigna será que cada uno de los grupos reflexione sobre una o
algunas de las preguntas que se sugieren abajo. Se pueden distribuir de manera aleatoria, una o dos
preguntas a cada grupo. La idea es que a partir de estas preguntas, cada grupo pueda construir y
redactar colectivamente, un breve texto que responda a ellas:
¿Qué significa el consentimiento? ¿Cómo podemos consentir sobre algo? ¿Hay situaciones en
las que se pueda ver restringida nuestra posibilidad de ejercer consentimiento? ¿Qué cuestiones
pueden limitar este ejercicio? ¿Cómo podemos construir ese consentimiento?
¿Cuáles son las distintas maneras de difundir contenidos íntimos de forma no consentida? ¿Por
qué creen que es una forma de violencia por motivos de género?
Si recibimos fotos o videos con contenido íntimo de alguien que no conocemos ¿Pensamos si la
difusión de ese contenido fue consentida? Y si la persona que aparece en ese contenido es un/a
compañero/a de la escuela ¿También nos preguntamos si la difusión fue consentida?
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Si alguien que conocemos, nos envía una foto o video con contenido íntimo ¿les parece que es
necesario dar nuestro consentimiento para recibir este material?
¿Se les ocurren otras situaciones de vulneración de derechos o de violencia por motivos de
género que no estén entre las definiciones trabajadas? ¿Cómo creen que empieza y cómo avanza
este tipo de violencia que venimos trabajando?
Les parece que las personas y grupos que reciben y envían esos contenidos, ¿tienen también un
grado de responsabilidad?
¿Cómo podemos evitar que ocurra la difusión de contenidos íntimos sin autorización? ¿Cómo
podemos advertirlo desde su comienzo? ¿De qué manera podemos evitar recibir esos
contenidos?
Para finalizar este momento, se propone que cada uno de los grupos socialice los textos producidos. Es
importante, que como parte de la reposición final sobre este momento, se precisen las definiciones de
sobre consentir y consensuar prácticas sexuales.
Segundo momento
En este momento de la actividad, la idea es poder identificar y trabajar sobre las consecuencias que
pueden tener las distintas situaciones de difusión no autorizada de imágenes íntimas, y su relación con
los derechos que se vulneran. Para esto, las/os docentes leerán las tarjetas trabajadas en el primer
momento con distintas escenas, proponiendo que entre todas/os las/os estudiantes puedan aportar cuáles
consideran que son las consecuencias que estas acciones tienen para las personas que resultan
expuestas. Las/os docentes, las irán listando en un lugar visible del aula. Algunas consecuencias que se
espera que las/os estudiantes puedan reconocer, son las siguientes:
• Daños a la reputación de las personas debido a la exposición pública de su intimidad, que impacta en
sus relaciones interpersonales, laborales, vinculares, familiares, etcétera.
Daños en la salud psicológica y emocional de las personas expuestas, y en la de quienes les rodean, que
incluyen estrés, ansiedad, angustia, ataques de pánico y depresión.
• Exposición y publicidad de datos personales asociados a imágenes o videos, que pueden circular en
distintos espacios digitales.
• Dificultad para la eliminación del contenido después que el mismo comienza a circular y/o se vuelve
viral, ya que la protección de la información digital puede resultar complicada.
• Difamación pública a través de la exposición de la vida privada, que aumenta el hostigamiento y/o
acoso en el espacio digital ejercido hacia las personas expuestas.
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Es importante que para guiar esta lluvia de ideas, en este momento se pueda profundizar no solo en los
posibles riesgos implicados en la difusión no autorizada de contenidos íntimos, sino fundamentalmente,
en cómo se construye la cadena de responsabilidades frente a dicha difusión.
Lo que interesa subrayar, es que mientras no exista autorización para la difusión, todas las personas
implicadas se vuelven, en diferente medida, responsables de los daños causados, y cómplices en la
reproducción de discursos y acciones que sostienen el patriarcado y el modelo de masculinidad
hegemónica.
Tercer momento
Para finalizar esta actividad, la propuesta es que en función de los momentos recorridos hasta aquí,
las/os estudiantes puedan idear y grabar, usando algún género musical a elección (rap, trap, cumbia,
rock, etc.) algunas estrofas que ayuden a difundir mensajes positivos sobre los temas revisados durante
la actividad.
Estos mensajes pueden contener definiciones, alentar al cuidado en sentido amplio y a cómo se implica
la afectividad en este cuidado, hacer referencia a las consecuencias de la violencia digital, o también
apelar a los derechos que este tipo de violencia vulnera. No deben participar solamente quienes tengan
alguna experiencia musical, sino que la condición es que todas/os participen en alguna instancia del
proceso. El video no debe superar los 60 segundos. Como sugerimos en la actividad anterior, si las/os
estudiantes son indígenas o hablantes de lenguas indígenas, estos mensajes pueden estar en sus propias
lenguas y así generar un espacio previo de intercambio. Puede ocurrir que tengan que indagar en sus
familias sobre algunas de las palabras y eso permitirá también comprometer a la comunidad en estos
temas. En el caso de las/os adolescentes con discapacidad se sugiere analizar los dispositivos con
conexión a internet con los que cuentan y que utilizan cotidianamente. En ellos se puede volcar un
mensaje a través de un audio o un vídeo. También puede hacerse un grupo de Whatsapp específico para
la tarea que involucre a todo el grupo, y a sus familias. La idea es que unos días después de dejar esta
consigna planteada, se pueda retomar la socialización de las producciones realizadas por todos los
grupos. También pueden poner alguna producción en la cartelera de la escuela, o intervenir otras partes
de la escuela, como las puertas de los baños, el aula, el patio, etc., o compartirlas en las redes sociales
de la escuela, si las tuviera.
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ACTIVIDAD 1:
Así como la perspectiva de género nos permitió reconocer las tramas de la masculinidad y sus aspectos
“hegemónicos”, la perspectiva de la diversidad nos ofrece la oportunidad de identificar, visibilizar y
valorar otras formas de ser varón o, dicho de otro modo, dar cuenta de las “masculinidades”, en plural.
Estas masculinidades, en tanto se alejan de los mandatos e ideales establecidos, son consideradas como
inferiores, secundarias, marginales por el discurso dominante. El modelo de masculinidad socialmente
prestigioso incluye dos aspectos fundantes: por un lado, la orientación sexual heterosexual, y a su vez,
que la identidad de género se corresponda con el sexo asignado al momento de nacer Además, existe
una constante vigilancia para que la expresión de género (es decir: vestimenta, comportamientos,
actitudes, prácticas) se relacione con lo propuesto para los varones por el modelo socialmente
preponderante.
En este sentido, varones gays, trans, bisexuales, personas no binarias y quienes expresan su género de
manera distinta a la socialmente esperada, expresan la masculinidad más allá de los parámetros del
modelo. La mayor visibilidad que están teniendo estas identidades hace que se las nombre como
“nuevas”. Es importante aclarar que lo novedoso radica en que estas masculinidades van adquiriendo
un mayor grado de legitimidad social.
En los últimos tiempos se ha ido haciendo popular el concepto “deconstrucción” ligado a las
experiencias masculinas con el objetivo de diferenciarse de algunos rasgos propios de la masculinidad
hegemónica. Las masculinidades que discuten esos roles dominantes, son denominadas
“masculinidades subalternas” Entre las transformaciones sociales actuales está el hecho de que muchos
varones han comenzado a cuestionarse las prácticas y valores de la identidad masculina, algunos
aspectos que son criticados tienen que ver con la dominación individual y social sobre otros géneros, y
con cómo ese modelo identitario, presentado como el único posible, impacta negativamente en la vida
de los sujetos que supuestamente cumplirían con los parámetros de masculinidad del modelo vigente.
Estas posturas críticas sobre la masculinidad llevadas adelante por los propios varones es un hecho
auspicioso y genera buenas expectativas hacia el futuro No obstante, el modelo hegemónico sigue
activo como medida de valoración social de la masculinidad y con ello la heteronormatividad (es decir,
la expectativa de que todas las personas son o deben ser heterosexuales) y la cis norma (o sea, la
creencia de que todas las personas asumen una identidad de género siguiendo el sexo asignado al
momento de nacer) siguen ocupando un lugar importante entre los mandatos masculinos.
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En esta parada nos proponemos otorgar herramientas para visibilizar las múltiples maneras en que se
expresan las masculinidades, que son plurales y se van construyendo en base a nuevos sentidos,
entendiendo que ello constituye un paso fundamental en el proceso de deconstruir aquellas maneras
tradicionales de ser varón que son productoras de discriminación y violencias.
Para iniciar esta actividad les proponemos armar grupos y asignarles una de las siguientes viñetas. Las
mismas representan situaciones de discriminación y el objetivo será reflexionar sobre ello a través de la
siguiente consigna:
Una vez finalizado el trabajo en grupos, les proponemos compartir las respuestas y reflexiones en una
puesta en común donde cada grupo cuente con qué situación trabajó, qué sucedía allí y qué debatieron
entre ellas/os.
Para este momento, es importante que la/el docente pueda orientar el intercambio estando atenta/o a que
circule la palabra y a que se haga evidente que en cada viñeta se representa una situación de
discriminación distinta, pero que todas tienen un punto en común: aluden a la cultura en la que nos
educamos, a esa estructura sociocultural que es el patriarcado, a partir de la cual se transmiten
estereotipos de género y formas tradicionales de ser varón (y ser mujer) que conllevan distintos tipos de
discriminaciones en las diferentes etapas de la vida. Esa concepción de masculinidad hegemónica es la
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que, transmitida como un mandato a seguir, sanciona y disciplina a aquello que se expresa por fuera de
su propuesta.
En esta oportunidad, vamos a retomar el trabajo con siluetas pero, esta vez, con el objetivo de
representar aquellas prácticas, acciones, sentidos y estéticas que expresan las nuevas y diversas
masculinidades. Para ello, nuevamente en grupos, les entregaremos un afiche a cada uno en el cual les
pediremos que dibujen un varón que sientan que representa estas otras masculinidades que vamos
conociendo. Podrán, además de la silueta, la ropa, la estética que elijan desarrollar, sumar palabras que
describan a esa persona (cómo es, qué edad tiene, qué hace, qué siente, qué le gusta, etc ).
Una vez finalizado este momento, haremos una puesta en común para que cada grupo comparta su
producción. Seguramente aparecerán diversas expresiones en cada equipo que será promisorio rescatar
y visibilizar. Asimismo, será interesante observar entre todas/os las edades de esos varones que han
representado, pudiendo reflexionar en torno a las posibilidades de repensar y deconstruir los
estereotipos de género en las diferentes etapas de la vida.
Para darle un cierre a lo trabajado en esta parada, les propondremos a las/os estudiantes una actividad
individual de escritura. Les repartiremos un papel a cada una/o para que expresen de qué forma, con
qué acciones o a través de qué prácticas, consideran que respetamos a las distintas expresiones de la
masculinidad.
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ACTIVIDAD 2:
Primer momento:
Para comenzar el recorrido de esta secuencia, proponemos iniciar un intercambio con las y los
estudiantes en torno a la pregunta: “¿Qué entendemos por violencia por motivos de género?”.
Pedimos que anoten en un papel (postal) y luego vamos pegándolos en un lugar común para poder
realizar una lectura colectiva.
Con esta primera actividad, buscaremos conocer qué ideas y conceptos aparecen, teniendo en cuenta
que, según el entorno, contexto y grupo con el que estemos trabajando, quizás las nociones acerca de la
violencia puedan estar más vinculadas al ámbito doméstico y no tanto al mundo de “lo público”, o
dirigidas sólo a mujeres y no a personas LGBT+, y/o dimensionadas como algo propio de situaciones
particulares o personales (es decir, algo privado) y no comprendidas en el marco de un entramado
cultural y un contexto social del cual somos parte. Si todo o algo de esto sucede, será importante que en
este primer intercambio puedan introducir y compartir con el grupo los siguientes aportes:
Las violencias por motivos de género constituyen una violación de los derechos humanos y las
libertades de las personas.
Las violencias por motivos de género constituyen una expresión de las desigualdades entre los
géneros, propias de un entramado cultural y una estructura social que conocemos como
patriarcado. En tanto es el patriarcado el que produce masculinidades y feminidades de manera
jerárquica, en el marco del cual se reproducen y justifican las violencias.
La Ley N° 26.485 de “Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”, define: “Se
entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de manera
directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación
desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual,
económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las
perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta, a los efectos de
la presente ley, toda conducta, acción omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria
que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón” (Artículo 4°).
El concepto de violencia por motivos de género, surgió en un principio como forma de
visibilizar aquellas manifestaciones contra las mujeres que ocurrían en el ámbito doméstico por
parte de varones, en sus relaciones íntimas, de pareja. De esta manera, por mucho tiempo,
violencia de género se traducía como “violencia familiar” y luego como “violencia contra las
mujeres”. Hoy en día esta definición se ha ampliado, ya que, la denominación “por motivos de
género”, hace referencia al ejercicio de la violencia sobre mujeres y personas LGBT+ por su
identidad de género y/u orientación sexual.
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SECRETARÍA DE EQUIDAD EDUCATIVA
Poder revisar nuestras acciones cotidianas y el contexto en el que nos educamos, nos permitirá
identificar las violencias, desarmarlas y apostar a la construcción de nuevos vínculos, más
saludables e igualitarios.
La perspectiva de género nos invita a profundizar la revisión sobre los vínculos que construimos
en pos de desarmar las vulneraciones de derechos y construir nuevas relaciones en igualdad.
En esta oportunidad, vamos a trabajar con algunos fragmentos de noticias, publicadas en diversos
diarios, que dan cuenta de situaciones de violencia por motivos de género hacia la población LGBT+.
Buscaremos dar visibilidad a situaciones que aún suceden en nuestra sociedad, como puntapié para
poder reflexionar sobre este tipo de expresiones en la adolescencia y llegar a situar el intercambio en el
ámbito escolar.
Dividiremos a las/os estudiantes en grupos y, a cada uno, le entregaremos los siguientes fragmentos
para que lean e intercambien.
Una vez realizada la lectura de las noticias, propondremos una reflexión en torno a las siguientes
preguntas con el objetivo de poder compartir e intercambiar reflexiones sobre lo leído e ir reconociendo
diversas formas en las que se expresan las violencias por motivos de género contra el colectivo LGBT+.
También, buscaremos que puedan observar los espacios que habitan, sus relaciones, formas de
comunicación, comportamientos, identificando situaciones que puedan incomodar a otra persona por su
orientación sexual o identidad de género.
Una vez realizada la lectura de las noticias, propondremos una reflexión en torno a las
siguientes preguntas con el objetivo de poder compartir e intercambiar reflexiones sobre
lo leído e ir reconociendo diversas formas en las que se expresan las violencias por
motivos de género contra el colectivo LGBT+. También, buscaremos que puedan
observar los espacios que habitan, sus relaciones, formas de comunicación,
comportamientos, identificando situaciones que puedan incomodar a otra persona por su
orientación sexual o identidad de género.
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Para continuar, proponemos compartir con las/os estudiantes el relato “Crianzas” de Susy Shock, artista
y escritora argentina. Puede proponerse una lectura individual, en pequeños grupos o colectiva.
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¿Qué pueden cambiar de su vida cotidiana para aportar a este nuevo amanecer?
Algunas pistas y orientaciones para esto podrían ser: escribir palabras o expresiones que
solemos decir, y que creemos que no hay que decir más; compartir alguna acción que
vimos/hicimos y/o reproducimos y que consideramos que hace mal a algunas personas; algo
que quisiéramos decirle a alguien que conocemos para que no discrimine, acose o tenga
actitudes que lastiman a las personas LGBT+.
Cuando todas/os estén con su papel escrito, le pediremos a cada una/uno que se acerque a un
recipiente con agua –que debemos preparar previamente– para invitar a que lo lea en voz alta
y lo arroje al agua, imaginando de manera simbólica, que como un caudal de río o con la
fuerza del mar, se los llevará lejos y nos despojará de aquellas formas que implican violencia,
para que nuestros vínculos valoren y sean respetuosos de la diversidad y los derechos de todas
y todos.