''El hombre que mató a más gente en el mundo''

Clair Patterson era un científico que trabajaba para el Proyecto Manhattan,

construyendo las primeras armas nucleares, con los años enviaron a Patterson a
trabajar en ese mismo proyecto, pero en Oak Ridge (Tennessee). En estos años de
investigación, Patterson trabajó en la planta de separación electromagnética del
Uranio235 y se familiarizó con los espectrómetros de masas, estos separan los dos
tipos de uranio por sus leves diferencias en masa.

Al terminar la II Guerra Mundial, Clair volvio a la Universidad para comenzar con su

doctorado aplicando la espectrometría de masas para medir la composición
isotópica y pequeñas cantidades de Plomo en fragmentos de meteoritos. En este
proyecto colaboró con George Tilson quien estaba al cargo de medir el Uranio. El
Uranio 238 al decaer se vuelve Torio234, luego Protactinio234, y luego de 12
deterioros más se vuelve Plomo206 que es estable. 45000 millones de años es lo
que le lleva a media muestra de Uranio230 a decaer hasta Plomo206. Patterson
empezó estos experimentos en 1948 en un polvoriento laboratorio en Kent Hall
ubicado en uno de los edificios más antiguos de la Universidad de Chicago.

Sin duda, eran unas condiciones deplorables para realizar este tipo de análisis que
necesitan laboratorios muy limpios, filtros de aire y recipientes de teflón para poder
pedir esas cantidades tan pequeñas. Finalmente, defendió su tesis doctoral en 1951
aportando la composición isotópica del plomo en minerales extraídos de un granito
precámbrico de unos 1000 millones de años de antigüedad. El trabajo con los
meteoritos le condujo indirectamente a su segundo gran logro científico. Esta vez
este logro le trajo más disgustos que alegrías, pero, finalmente, consiguió su
objetivo. Su nueva capacidad para medir pequeñas concentraciones de plomo en
diferentes tipos de rocas le llevó a comenzar un nuevo estudio para describir la
evolución geoquímica de la Tierra. En 1962, junto con Tsaihwa J. Chow, Patterson
publicó los primeros resultados sobre contaminación antropogénica por plomo. Este
fue el comienzo de una obsesión que le ocuparía durante el resto de su carrera
científica.

Detroit Michigan 1908, en esos días los automóviles tenían que encenderse a mano
para poder arrancar, eso causaba las muertes de personas por la manivela de los
autos, como le paso Byron Carter un fundador de autos en esa época, contaba entre
sus amigos con el fundador de Cadillac que Henry Leland, el estaba tan angustiado
por la muerte de su amigo que decidió eliminar las manivelas de los coches contrató
Charles Kettering para crear un auto que se encendiera solo; para 1911 tenía unn
prototipo funcional, el primer auto sin manivela del mundo fue el cadillac modelo 30
era mucho más poderoso que cualquier auto anterior alcanzaba los 72 kilómetros
por hora y los 40 caballos de fuerza el doble que el Ford modelo T, el modelo 30 fue
un gran éxito para Cadillac duplicando las ventas anuales de la compañía, pero
tenía un problema, el sonido que emitía era ensordecedor, en los motores de
combustión interna un pistón comprime la mezcla de aire y combustible que luego
se enciende mediante una chispa de la bujía los gases calientes en expansión
empujan el pistón nuevamente hacia abajo, el problema con el modelo 30 era que
su motor comprimía la mezcla de aire y combustible más que otros modelos, tanto
que era común que el combustible hiciera combustión espontánea antes que la
chispa de la bujía, así en lugar de explosiones regulares y ordenadas obtenían
múltiples explosiones aleatorias que llevaban a olas de presión turbulentas en el
cilindro, el sonido resultante hizo que el problema fuera llamado golpes de motor,
los golpes no sólo molestaban al oído también dañaba en el desempeño del motor
reducían el poder generado y bajaban la eficiencia del combustible, las vibraciones
dañaba en el pistón y las paredes del cilindro acortando la vida del motor, la buena
noticia era que los golpes del motor podían corregirse cambiando el combustible,
combustibles distintos pueden tolerar distintos niveles compresión antes de detonar.

En la carrera de Indianápolis 500 de 1923 los tres finalistas habían usado Etilo y la
demanda por gasolina con plomo se elevó para dar a basto la corporación útil debió
construir una nueva planta química en Nueva Jersey 10 pero el proyecto comenzó
de forma Terrible, a los dos meses de inaugurar docenas de empleados se
enfermaron por intoxicación por plomo, cinco de ellos murieron, para calmar la
alarma del público Midgley y dio una conferencia de prensa donde inhalo el Etilo.

El plomo es peligroso incluso en dosis pequeñas, imita al calcio en nuestros cuerpos

así que no hay forma eficiente de deshacernos de él y como el calcio el plomo puede
almacenarse en los huesos por años, por lo que puede seguir contaminando nuestro
cuerpo mucho después de la exposición, el órgano más sensible al plomo es el
cerebro, el plomo deshace la envoltura de mielina de nuestros axones y previene la
emisión de neurotransmisores por eso los síntomas comunes de esta intoxicación
incluyen cefalea, pérdida de memoria, y hormigueo en manos y pies, los niños son
especialmente susceptibles la exposición al plomo puede causar desórdenes
cognitivos y problemas conductuales.

En 1952 se mudó a Caltech donde construyó un laboratorio al sospechar de

contaminación ambiental arrancó los cables de las paredes para eliminar
soldaduras de plomo limpiaba los pisos y bancos diariamente con amoniaco y se
aseguraba de la buena ventilación de laboratorio, para ingresar se debía usar un
traje plástico, en resumen Patterson inventó la habitación estéril, allí dentro enfocó
su atención en las rocas más viejas del sistema solar los Meteoritos, todas las rocas
originales de la tierra habían sido destruidas hacía tiempo por la actividad tectónica
pero los meteoritos vienen de asteroides que se formaron casi al mismo tiempo que
la tierra solo que han estado vagando por el espacio hasta entrar a la atmósfera
terrestre, así que la mejor forma de medir la edad de la tierra era medir la edad de
los meteoritos.
Patterson midió 5 meteoritos cada uno con tres técnicas de fechado radiométrico y
halló que todos tenían 4. 550 millones de años, ese número está dentro del 0.15%
del valor actualmente aceptado de la edad de la tierra antes del experimento de
Patterson la gente creía que la tierra tenía mil millones de años menos Patterson lo
logró midió la edad de la tierra, pero no había terminado con la eliminación de
contaminantes de plomo.

‘’Una verdad incómoda’’

Una advertencia global

Este es el subtítulo del video de Guggenheim (2006) presentado por Al Gore, que
resume muy bien su contenido. Por un lado, nos ofrece información científica sobre
el fenómeno del calentamiento global y, por otro, busca sensibilizarnos hacia la
necesidad de acción sobre este. El documental parte definiendo el problema: qué
se entiende por calentamiento global, cuáles son sus alcances y qué dificultades
existen para su comprensión por parte de los políticos y autoridades y los
ciudadanos comunes y corrientes. A continuación nos describe sus características
históricas a fin de establecer sus dimensiones actuales y los peligros asociados,
para finalmente presentarnos sus proyecciones y posibles consecuencias para los
próximos años. Por último, reflexiona sobre qué posibilidades de prevención
existen, frente al catastrófico panorama mostrado, y plantea líneas alternativas de
acción hacia las cuales orientar y concentrar nuestros esfuerzos.

El video muestra que en 1957, Roger Revelle, intuitivamente, planteó el problema

gracias a que realizó las primeras mediciones de dióxido de carbono de la
atmósfera. Sin embargo, este aviso pasó desapercibido debido a que las personas
y las sociedades en su conjunto hemos pasado de la negación total del problema,
dudando de la credibilidad de las alertas científicas, a la desesperanza,
subvalorando nuestras posibilidades de acción frente a él. Al Gore en Guggenheim
(2006) nos dice que, cuando las advertencias se basan en data científica rigurosa,
todos, independientemente del país donde estemos, debemos asegurarnos de que
esas alertas sean escuchadas y respondidas. Ese es un compromiso ético con la
verdad y con la vida. Otro eje argumentativo importante es el de las consecuencias.
El calentamiento global es planteado como el resultado de la acción humana. Lo
que suceda en el futuro dependerá de nosotros, en un doble sentido. Por un lado,
estamos sufriendo los efectos de la acción sobre el medioambiente de generaciones
anteriores a la nuestra; y estos se han tornado, ahora, en catastróficos. Es decir,
somos los causantes directos. Nuestra actividad puede agravar, aún más, el
problema. No hacer nada es dejar que nuestros hijos sufran las consecuencias de
nuestra inacción.

Una impresión local

Lo más impresionante del video es la forma en que está organizado el mensaje,
tanto visual como argumentativamente. Podemos apreciar que tiene un gran
conocimiento de la idiosincrasia, forma de pensar y estilo de vida estadounidenses.
Al margen de estar dirigido a la comunidad mundial, específicamente, es un
documental hecho para estadounidenses debido a la relevancia negativa de su
accionar en relación con el calentamiento global.

Visualmente, el uso de la plataforma eléctrica que se eleva refuerza la naturaleza

no natural de los cambios recientes en las emisiones de dióxido de carbono. El uso
de los dibujos animados, muy similares a los personajes de los Simpson, alude
indiscutiblemente al estilo de vida estadounidense. No es lo mismo mostrar un video
de un oso polar luchando por su vida que otro donde el osito animado nos enternece
y da pena. Todo ello nos muestra el poder de comunicación que tienen los recursos
visuales y audiovisuales, especialmente en temas o situaciones vinculadas con la
ética. En lo personal, como artista visual, mi valoración de ellos es uno de los
motivos que me hicieron volver la mirada al campo educativo.

Una educación que incomoda

A mi entender, con relación al video, lo que necesitamos hoy en día es una
educación que incomode nuestros hábitos y costumbres, nuestra forma de
relacionarnos con la naturaleza y nuestras expectativas y concepto sobre el
bienestar. Una educación que, al incomodarnos e incomodar al otro, acomode
nuestra vida y la de los demás, tanto material como espiritual, con la del medio
ambiente de una manera sostenible. Al Gore nos plantea que la lucha contra el
calentamiento global, al estar basada en data científica, es un compromiso ético con
la verdad y con la vida. Justamente ese, también, es el compromiso ético que tiene
la educación consigo misma, no solo con la sociedad, como disciplina científica. Ese
es el mandato que se desprende de su relación con las ciencias y el conocimiento,
por un lado, y la ciudadanía, por el otro.