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INGENIERÌA Y GESTIÒN AMBIENTAL

TEMA: RESUMENES DE ENTREVISTAS A MARIO MOLINA E


INVESTIGACIÒN

ALUMNA: DAMIAN CRUZ OLGA LIZETH.


PROFESORA: M.C. MÒNICA ZARATE JUAREZ.
RESUMEN 1
MARIO MOLINA. EL HÉROE DE LAS CIENCIAS AMBIENTALES Y EL ESTADO
ACTUAL DEL AGUJERO DE LA CAPA DE OZONO

La NASA comenzó a medir la capa de ozono


estratosférico de la Tierra utilizando satélites
en 1979. Cuando el Protocolo de Montreal
entró en vigor en 1989, las concentraciones
de ozono (en unidades Dobson) habían
disminuido significativamente sobre la
Antártida, agrandando el agujero de ozono.
Los niveles de ozono se han estabilizado
desde entonces, pero aún faltan décadas para la recuperación, según la NASA.
Los clorofluorocarburos, denominados también CFC, son sustancias derivadas
de los hidrocarburos saturados obtenidos mediante la sustitución de átomos de
hidrógeno por átomos de cloro y flúor.
Los CFC fueron sintetizados por primera vez en 1928 por Thomas Midgley como
una alternativa a las sustancias químicas empleadas en los frigoríficos. Tras la II
Guerra Mundial, se utilizaron como propulsores en insecticidas, pinturas,
acondicionadores para cabello y otros productos de atención médica.
Corría la década de los años 20, hace casi un siglo, y los electrodomésticos se
han tomado las cocinas de los países desarrollados. Uno de los aparatos más
revolucionarios de la época era el refrigerador, que permitió almacenar
alimentos, los cuales, sin este electrodoméstico, se degradarían mucho más
rápido; alimentos como, por ejemplo, leche, huevos, carnes.
Los refrigeradores funcionan bajo un principio termodinámico un tanto complejo;
pero, en palabras simples, explotan el ciclo de Carnot, un principio
termodinámico clásico en el que se genera transferencia de energía mediante la
expansión y compresión de ciertos gases, logrando, en el caso de los
refrigeradores, disminuir la temperatura del sistema. Es un proceso que requiere
de energía y, además, de gases suficientemente estables para que soporten
estos cambios de temperatura y presión, y tener buena conductividad térmica.
Pocos gases poseen las propiedades necesarias para poder ser ocupados con
estos propósitos. Uno de estos gases es el amoniaco. El problema de los
refrigeradores de aquella época consistía en que el amoniaco es un gas reactivo,
sumamente irritante para quienes se exponen a él, y tiende a combustionar. En
resumen, es un gas peligrosísimo para las personas que trabajan con él, y es así
como muchos trabajadores que construían refrigeradores de aquella época
sufrieron accidentes graves, provocando incluso la muerte.
El ozono estratosférico se constituye en el principal filtro de la radiación
ultravioleta proveniente del Sol, ya que, si no es absorbida y alcanza la superficie
de la tierra, puede incrementar los casos de cáncer en la piel, cataratas y afectar
el sistema inmunológico en los humanos.
La absorción de radiación UV-B por el ozono es una fuente de calentamiento de
la estratosfera, que contribuye a que en esta región se presenten incrementos
de temperatura con la altura. Debido a lo anterior, el ozono desempeña un papel
importante en el control de la temperatura de la atmósfera terrestre.
FORMACION OZONO ESTRATOSFÉRICO
El ozono estratosférico se forma en la atmósfera cuando la radiación ultravioleta
alcanza la baja estratosfera y disocia las moléculas de oxígeno (O 2) en oxigeno
atómico (O). Posteriormente, el oxígeno atómico se combina rápidamente con
otras moléculas de oxígeno (O2) para formar el ozono (O3), de acuerdo al
siguiente mecanismo de Chapman (1930):

Para romper el enlace del O2 la energía solar debe ser fuerte (radiación
ultravioleta con longitud de onda menor de 240 nm, que pertenece a la categoría
de radiación UV-C que es la de mayor contenido energético de la radiación UV).
La reacción ocurre continuamente y la zona de mayor producción de ozono es la
estratósfera tropical, ya que es donde se presenta la mayor incidencia de
radiación UV sobre la tierra.
La ruptura de enlaces moleculares es sumamente dañina para la vida. Debemos
recordar que gran parte de las bases químicas de la vida son partículas
moleculares. La ruptura de un enlace puede generar mutaciones y cáncer, entre
otros problemas. Es esta una de las principales razones del cáncer a la piel.
Por su parte, la radiación visible no solo no es dañina, sino necesaria. La
absorción de fotones visible, de longitud de onda más larga, es mucho menos
probable que genere ruptura de enlaces moleculares, siendo su principal efecto
la excitación de los electrones enlazantes y consecuentes vibraciones y
rotaciones moleculares. En resumen, la absorción de fotones visible le entrega
energía a las moléculas, energía que es necesaria para que muchas reacciones
químicas no espontáneas ocurran, reacciones tan importantes como la síntesis
de hidratos de carbono por los vegetales (fotosíntesis), la base de la cadena
alimenticia, síntesis de algunas vitaminas, etc.
En conclusión, la radiación solar es una moneda con una doble cara: por un lado
es dañina para la vida en su espectro UV, pero por otra es indispensable para
los ecosistemas en su espectro visible, y el gas ozono de la atmosfera nos
protege del espectro dañino.
El gas ozono se distribuye en la alta atmósfera, que es donde se forma, en una
delgada capa de unas decenas de kilómetros y su concentración es bastante
baja comparada con los otros gases atmosféricos, tales como el oxígeno y el
nitrógeno. Esto ya se sabía en la década de los 70, y por lo tanto la importancia
y fragilidad de esta capa gaseosa estaba en estudio.
Ahora bien, en los años 70 el científico Crutzen se preocupó de estudiar los
efectos que tenían los óxidos de nitrógeno sobre el contenido de ozono
atmosférico (Crutzen, 1970, 1974). Estos óxidos de nitrógeno no solo los
emiten las fuentes terrestres como automóviles e industrias, sino que además
se generan en el proceso de combustión de combustible por parte de aviones y
transbordadores espaciales. Crutzen evaluó el efecto de las emisiones de estos
gases en la alta atmósfera debido precisamente a que ahí es donde el ozono
estaba presente.
Las reacciones de combustibles fósiles generan, además de CO2, CO y H2O,
gases nitrogenados del tipo NO y NO2. Como vimos anteriormente, el gas
ozono es muy importante, y este se forma desde la reacción de O• con O2.
Crutzen reportó que los gases nitrogenados no solo destruyen el gas ozono
presente en la alta atmósfera, sino que además atrapan a su precursor, el
radical O•.
El Dr. Molina nació en México el año 1943. Cuando tenía un año de vida,
lamentablemente su madre murió. Su padre, un abogado con buena situación
económica, siempre le entregó un gran acceso a la cultura y a la educación, lo
cual Mario Molina aprovechó de buena manera.
En 1973, el ya Dr. Molina decide hacer una estadía posdoctoral en el
laboratorio del Dr. Sherwood Rowland. En palabras del propio Molina, se
interesó -confiesa- en trabajar con él por cuanto el Dr. Rowland era un científico
que se caracterizaba por aplicar conceptos teóricos fundamentales, pero para
estudiar sistemas reales.
Conociendo la gran cantidad de gases CFC que se estaban consumiendo y
arrojando diariamente a la atmósfera desde décadas atrás, se propusieron
estudiar la distribución de dichos gases. Debido a su densidad, se sabía que
estos gases debían ascender hasta la alta atmósfera. Sobre la base de
cálculos teóricos y datos experimentales, estos investigadores concluyeron:
1. Que los gases CFC podían permanecer desde 40 hasta 150 años en la
atmósfera antes de degradarse.
2. A base del consumo de la época y la persistencia de estos gases, se
debieran alcanzar niveles de gases CFC hasta 30 veces más altos que
los reportados hasta la fecha.
Si bien es cierto los gases CFC son bastante estables a nivel del mar, en la alta
atmósfera, debido a la elevada radiación solar a esta altura, los gases CFC se
destruyen parcialmente, generando átomos de cloro radical.
Todavía a mediados de la década de los 70, a pocos años de los trabajos de
Rowland y Molina, ya había mucho ruido en la población respecto de los gases
CFCs y su impacto en la capa de ozono. Al respecto la Dupont, fabricante de
estos gases, contraataca intentando desacreditar a Molina y Rowland, afirmando
que todo esto de los gases CFC y el daño a la capa de ozono era una mera
historia de ciencia ficción. Sin embargo, ya en el año 1977 la empresa Gillette
comienza a reportar pérdidas de un 30% en sus ventas debido a que la gente
estaba dejando de consumir desodorantes con gases CFC, tendencia que
también estaba afectando a otras compañías. Es decir, la población tomó
conciencia del problema y comenzó a tomar decisiones al respecto antes que los
políticos.
Como el problema de los gases CFC no existía solo de Norteamérica, aún
quedaba dar un paso mayor para intentar resolverlo y era convencer a los líderes
de otros países, en especial de los más desarrollados, de manera de lograr un
acuerdo que disminuyera la producción de gases CFC a escala mundial.
Como siempre ha sido a lo largo de la historia de la civilización moderna, cuesta
mucho convencer a políticos que tomen decisiones en contra de una actividad
industrial de escala mundial. Un ejemplo de aquello, es la situación actual de
cómo se ha opuesto la industria de combustibles a la visión científica de las
causas del efecto invernadero, negando la relación entre CO2 y calentamiento
global y presionando a través del lobby para evitar restricciones al uso de
combustibles fósiles, llegando a elegirse como presidente de Estados Unidos a
Donald Trump, un reconocido negacionista del calentamiento global causado por
la quema de combustibles fósiles.
Luego que todo pasó, Molina reflexionó y afirmó:
“Los científicos pueden plantear problemas que afectarán al medio ambiente con
base en la evidencia disponible, pero su solución no es responsabilidad de los
científicos, es de toda la sociedad”
A Mario Molina, Rowland y Crutzen le dieron el merecido premio Nobel de
Química el año 1995, ocho años después de la firma del protocolo de Montreal
el año 1987.
Ahora bien, toda esta historia que culminó con un acuerdo político global sin
precedentes, ¿realmente tuvo un final feliz? Los fenómenos atmosféricos son
muy complejos. El observar tendencias de cambios a nivel atmosférico se hace
imposible en un solo año, por cuanto, sumadas a las variables químicas, existen
variables climáticas, estacionales; incluso la actividad solar influye.

RESUMEN 2
EL CAMBIO CLIMÁTICO: MODELAR LO INVISIBLE ENTREVISTA A MARIO
MOLINA

Mario Molina plantea como la ciencia modeló los daños


ecológicos antes de que fueran visibles y se refiere al
Efecto Mariposa que postula que el simple aleteo de
una mariposa puede desencadenar una tormenta.
Igualmente, se puede hablar de cambios sutiles que
permitirían salvar nuestro planeta.

El cambio climático es el promedio del “estado del


tiempo” durante un periodo de varios años para un
lugar determinado es lo que conocemos como
clima, y las principales variables que lo describen
incluyen a la temperatura, la humedad, la lluvia, la cobertura de nubes y las
trayectorias e intensidad del viento.
El Sol es la fuente principal de energía para nuestro planeta; ésta llega
principalmente en forma de luz visible, y aproximadamente un tercio es reflejado
de nuevo al espacio por las nubes y las superficies terrestres de color claro, como
la nieve y los desiertos.
El calentamiento del sistema climático es inequívoco, como evidencian ya los
aumentos observados del promedio mundial de la temperatura del aire y de la
capa superior del océano, el deshielo generalizado de nieves y hielos, y el
aumento del promedio mundial del nivel del mar.
Existe una estrecha relación entre el acelerado crecimiento en las emisiones de
bióxido de carbono, su concentración en la atmósfera, y el aumento en la
temperatura promedio de la superficie del planeta, que ha sido de alrededor de
1 °C en los últimos 50 años. Es importante tomar en cuenta que este promedio
viene dado por cambios mayores en distintas zonas del planeta.
Variaciones de la temperatura promedio de la superficie del planeta en los últimos 11,000 años.

Lo interesante con el cambio climático es que los grupos que cuestionan la


veracidad científica de estas transformaciones, estaban originalmente
financiados por algunas industrias petroleras.
En el caso de la capa de ozono esto sucedió nada más en los primeros años.
Cuando apareció lo que ahora llamamos el agujero de la capa de ozono, la
misma comunidad científica, sobre todo los meteorólogos no los químicos,
cuestionaban si esto también era causado por los clorofluorocarbonos, por los
gases de origen industrial.
La ciencia nos indica que, como resultado de algunos grados de calentamiento,
la cantidad de vapor de agua que puede existir en el aire aumenta. Por ejemplo,
un incremento de 3°C, dependiendo de la humedad relativa puede aumentar la
cantidad de vapor de agua hasta un 25%. Este vapor asciende hacia las nubes
y posteriormente se condensa en forma de lluvia, por lo que la cantidad de lluvia
ha aumentado considerablemente en zonas húmedas, causando
frecuentemente inundaciones. De la misma manera, también se ha
incrementado la intensidad, duración y extensión geográfica de las sequías.
El cambio climático, al igual que el agotamiento de la capa de ozono, son prueba
fehaciente del daño que las actividades humanas ejercen sobre la Tierra. Las
soluciones requieren del compromiso de todos los sectores de la sociedad. Las
estrategias de mitigación y las medidas de adaptación necesitan de la
colaboración a nivel global de la comunidad científica, economistas, ingenieros,
empresarios, tomadores de decisiones y la población en general.
Afortunadamente se sabe cómo resolver el problema para limitar eficazmente el
incremento de la temperatura, y así evitar catástrofes de gran impacto. Con la
firma del Acuerdo de Paris, organizado por la Organización de las Naciones
Unidas en diciembre de 2015, después de más de 20 años de trabajo concluyó
un esfuerzo global exitoso de negociación frente al cambio climático, pero aún
queda mucho trabajo por hacer para consolidarlo y convertirlo en acciones
concretas, y todavía más para que éstas se refuercen y se aceleren a la
velocidad requerida para disminuir satisfactoriamente el riesgo que enfrenta la
sociedad. El propio Acuerdo establece mecanismos para aumentar su grado de
ambición en el futuro inmediato, en concreto para la revisión periódica de las
metas y los esfuerzos individuales y colectivos para lograrlas. Sí es posible que
funcione este tipo de acuerdo internacional, como quedó demostrado con el
Protocolo de Montreal, donde prácticamente todos los países del planeta se
comprometieron a reducir y eliminar la producción, consumo y comercialización
de sustancias que dañan la capa de ozono, y cuyos beneficios a 30 años de su
implementación ya se pueden observar.
Si vemos el problema de una forma integral es indispensable cambiar la dirección
en la que vamos, no nada más en el cambio climático, sino en todo lo que le
estamos haciendo al medio ambiente. Esto es factible. Tenemos la tecnología.
Se puede usar la energía de manera mucho más eficiente y todo esto sin limitar
el desarrollo eco- nómico. Se puede subir el nivel de vida de prácticamente todos
los habitantes del planeta. Ése es el reto. El consenso de los expertos es que
efectivamente sí es posible, ventajoso desde el punto de vista económico, pero
además indispensable desde el punto de vista ético porque tenemos una
responsabilidad importante con las futuras generaciones. Todos vivimos en el
mismo planeta, tenemos que trabajar juntos para resolver sus problemas. No
podemos estar involucrados nada más en intereses de pequeños grupos.
Tenemos que preocuparnos por nuestra supervivencia como planeta.
¿QUÈ ORIGINA EL CAMBIO CLIMATICO Y EL CALENTAMIENTO GLOBAL?

Calentamiento global
La década de 2011-2020 fue la más cálida jamás registrada, con una
temperatura media mundial en 2019 superior en 1,1 °C a los niveles
preindustriales.
El calentamiento global inducido por el hombre está aumentando actualmente a
un ritmo de 0,2 °C por década.
Un aumento de 2 °C con respecto a la temperatura de la era preindustrial se
asocia a graves efectos negativos para el medio ambiente natural y la salud y el
bienestar humanos, incluido un riesgo mucho mayor de que se produzcan
cambios peligrosos y posiblemente catastróficos en el medio ambiente mundial.
Por este motivo, la comunidad internacional ha reconocido la necesidad de
mantener el calentamiento muy por debajo de 2 °C y de proseguir los esfuerzos
para limitarlo a 1,5 °C.
Gases de efecto invernadero
El principal motor del cambio climático es
el efecto invernadero. Algunos gases de la
atmósfera terrestre actúan de forma
parecida al cristal de un invernadero:
retienen el calor del sol e impiden que
escape al espacio, provocando así el
calentamiento global.
Muchos de esos gases de efecto
invernadero se producen de forma natural
pero, debido a las actividades humanas,
las concentraciones de algunos de ellos están aumentando en la atmósfera,
sobre todo las de:
• dióxido de carbono (CO2)
• metano
• óxido nitroso
• gases fluorados
El CO2 producido por la actividad humana es el principal responsable del
calentamiento global. En 2020, su concentración en la atmósfera había
aumentado hasta un 48 % por encima de su nivel preindustrial (antes de 1750).
Otros gases de efecto invernadero son emitidos por las actividades humanas en
cantidades menores. El efecto invernadero del metano es mayor que el del CO2,
pero el ciclo de vida de este gas en la atmósfera es más breve. El óxido nitroso,
al igual que el CO2, es un gas de efecto invernadero que se acumula en la
atmósfera durante décadas o siglos.
Los contaminantes distintos de los gases de efecto invernadero —incluidos
aerosoles como el hollín— tienen efectos de calentamiento y refrigeración
diferentes y también van asociados a otros problemas, como la mala calidad del
aire.
Se calcula que las causas naturales, como los cambios en la radiación solar o la
actividad volcánica, han contribuido en menos de 0,1 °C al calentamiento total
entre 1890 y 2010.
Causas del aumento de las emisiones
• La combustión de carbón, petróleo y gas produce dióxido de carbono
y óxido nitroso.
• La tala de bosques (deforestación). los árboles absorben CO2 de la
atmósfera y de ese modo ayudan a regular el clima. Cuando se talan, ese
efecto beneficioso se pierde y el carbono almacenado en los árboles se
libera en la atmósfera agravando el efecto invernadero.
• El desarrollo de la ganadería. Las vacas y las ovejas producen una gran
cantidad de metano durante la digestión.
• Los fertilizantes que contienen nitrógeno producen emisiones de óxido
nitroso.
• Los gases fluorados emitidos por los aparatos y productos que utilizan
estos gases. Estas emisiones tienen un potente efecto de calentamiento,
hasta 23 000 veces superior al producido por el CO2.
CAUSAS Y EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) son, con diferencia, los que
más contribuyen al cambio climático mundial, ya que representan más del 75 %
de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y casi el 90 % de
todas las emisiones de dióxido de carbono.
A medida que las emisiones de gases de efecto invernadero cubren la Tierra,
atrapan el calor del sol, lo que conduce al calentamiento global y al cambio
climático. El mundo se calienta ahora más rápido que en cualquier otro momento
de la historia del que haya registros. Con el tiempo, las temperaturas más cálidas
están cambiando los patrones climáticos y alterando el equilibrio normal de la
naturaleza. Esto plantea muchos riesgos para los seres humanos y todas las
demás formas de vida de la Tierra.
CAUSAS:
La generación de energía
La generación de electricidad y calor a través de los combustibles fósiles provoca
una gran cantidad de emisiones globales. La mayoría de la electricidad se genera
todavía con la combustión de carbón o gas, lo que produce dióxido de carbono
y óxido nitroso, que son potentes gases de efecto invernadero que cubren el
planeta y atrapan el calor proveniente del sol. A nivel global, algo más de un
cuarto de la electricidad proviene de fuentes de energía renovables eólicas y
solares que, al contrario que los combustibles fósiles, emiten poca o ninguna
cantidad de gases o contaminantes en el aire.
Productos de fabricación
La industria y las fábricas producen emisiones, en su mayoría provenientes de
la quema de combustibles fósiles destinada a generar energía para la fabricación
de cemento, hierro, acero, componentes electrónicos, ropa y otros bienes. La
minería y otros procesos industriales también generan gases, de la misma forma
que lo hace el sector de la construcción. La maquinaria utilizada en los procesos
de fabricación a menudo realizados mediante carbón, petróleo o gas, y con
algunos materiales, como los plásticos, están compuestos de sustancias
químicas derivadas de los combustibles fósiles. La industria manufacturera es
una de las que más contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero
a nivel mundial.
La tala de los bosques
La tala de bosques a fin de crear granjas o pastos, o por otros motivos, provoca
emisiones dado que cuando se talan sus árboles se libera el carbono que estos
han estado almacenando. Cada año se destruyen aproximadamente 12 millones
de hectáreas de bosques. Puesto que los bosques absorben el dióxido de
carbono, su destrucción también limita la capacidad de la naturaleza para
mantener estas emisiones fuera de la atmósfera. La deforestación, junto con la
agricultura y otros cambios en la utilización de los suelos, es responsable de
aproximadamente un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El uso del transporte
La mayoría de camiones, barcos y aeronaves funcionan con combustibles
fósiles. Esto hace que el transporte sea uno de los sectores que más contribuyen
a generar gases de efecto invernadero, especialmente en lo que a emisiones de
dióxido de carbono se refiere. Los vehículos terrestres son responsables de la
mayor parte, debido a la combustión de productos derivados del petróleo, como
la gasolina, en los motores de combustión interna. Sin embargo, las emisiones
provenientes de barcos y aeronaves siguen aumentando. El transporte es
responsable de cerca de un cuarto de las emisiones de dióxido de carbono
relacionadas con la energía a nivel global. Y la tendencia es que continúe este
importante aumento del uso de la energía para el transporte durante los próximos
años.
La producción de alimentos
La producción de alimentos provoca emisiones de metano, dióxido de carbono y
otros gases de efecto invernadero, de diferentes maneras, en lo que se incluye
la deforestación y la roturación de tierras para la agricultura y el pastoreo, la
alimentación del ganado bovino y ovino, la producción y uso de fertilizantes y el
abono utilizado para los cultivos, además del uso de la energía que hace
funcionar el equipo de las granjas o los barcos pesqueros, siendo normalmente
con combustibles fósiles. Todo esto hace que la producción de alimentos sea
uno de los sectores que más contribuyen al cambio climático. Además, las
emisiones de efecto invernadero también provienen del envasado y la
distribución de los alimentos.
La energía en los edificios
A nivel global, tanto los edificios residenciales como los comerciales consumen
más de la mitad de la electricidad total. Como siguen utilizando carbón,
hidrocarburos y gas natural para los sistemas de calefacción y climatización,
emiten cantidades importantes de gases de efecto invernadero. La creciente
demanda de sistemas de calefacción y climatización, junto con el aumento en la
adquisición de aparatos de aire acondicionado y en consumo eléctrico por parte
de aparatos de iluminación y dispositivos conectados, ha contribuido a un
aumento en las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía y
que tiene su origen en las edificaciones, en los últimos años.
Un consumo excesivo
Su hogar, el uso que hace de la energía, el modo de desplazarse, lo que come,
lo que derrocha, todo ello afecta a la emisión de gases de efecto invernadero. Y
lo mismo ocurre con el consumo de bienes como la ropa, los componentes
electrónicos y los productos fabricados en plástico. Un gran porcentaje de las
emisiones de gases de efecto invernadero están ligadas a los hogares
particulares. Nuestro estilo de vida tiene un profundo impacto en el planeta. Los
más ricos son los que tienen mayor responsabilidad: el 1 por ciento de la
población mundial con mayor riqueza, en conjunto genera más emisiones de
gases de efecto invernadero que el 50 por ciento más pobre.
EFECTOS:
Elevación de las temperaturas
A medida que se eleva la concentración de gases de efecto invernadero, también
lo hace la temperatura de la superficie del planeta. En la última década, del 2011
al 2020, se ha registrado el mayor calentamiento hasta la fecha. Desde los años
80, cada década ha sido más cálida que la anterior. En casi todas las zonas se
han producido más olas de calor y días más calurosos. La elevación de las
temperaturas provoca un aumento en las enfermedades relacionadas con el
calor y hace que trabajar en exteriores sea más difícil. Se producen incendios
incontrolados con mayor facilidad y se extienden más rápidamente cuando el
ambiente es más cálido. Las temperaturas del Ártico se han elevado al menos el
doble de rápido que la media mundial.
Tormentas más potentes
Las tormentas destructivas se han vuelto más intensas y más frecuentes en
muchas regiones. A medida que se elevan las temperaturas se evapora mayor
humedad, lo que causa inundaciones y precipitaciones extremas, provocando
más tormentas destructivas. El calentamiento del océano también afecta a la
frecuencia y magnitud de las tormentas tropicales. Los ciclones, huracanes y
tifones se alimentan de las aguas templadas de la superficie del océano. Estas
tormentas destruyen a menudo hogares y comunidades enteras, lo que provoca
pérdidas ingentes en la economía y en vidas humanas.
Aumento de las sequías
El cambio climático está modificando la disponibilidad de agua, al hacerla más
escasa en más regiones. El calentamiento global genera escasez de agua en
regiones ya de por sí secas, y está incrementando el riesgo de sequías agrícolas
que afectan a cultivos y sequías ecológicas que aumentan la vulnerabilidad de
los ecosistemas. Las sequías también pueden provocar destructivas tormentas
de arena y polvo capaces de desplazar miles de millones de toneladas de arena
de un continente a otro. Los desiertos se expanden y se reducen las tierras aptas
para el crecimiento de cultivos. Mucha gente se enfrenta a períodos habituales
de escasez de agua.
Aumento del nivel del océano y calentamiento del agua
El océano absorbe la mayor parte del calor generado por el calentamiento global.
El ritmo al que se ha elevado el calentamiento del océano ha aumentado
considerablemente durante las últimas dos décadas a todas las profundidades.
A medida que se calienta el océano, su volumen aumenta porque el agua se
expande. El deshielo de las placas de hielo y los icebergs hace que se eleve el
nivel del mar amenazando a las comunidades litorales e insulares. Además, el
océano absorbe dióxido de carbono y evita su acumulación en la atmósfera. Pero
un mayor contenido de dióxido de carbono hace que el océano se acidifique más,
lo que pone en peligro tanto a las especies marinas como a los arrecifes de coral.
Desaparición de especies
El cambio climático pone en riesgo la supervivencia de las especies terrestres y
oceánicas. Estos riesgos aumentan a medida que ascienden las temperaturas.
Debido a la potencia del cambio climático exacerbado, en el mundo se extinguen
especies a un ritmo 1000 veces mayor que en cualquier otra época de la que se
tenga constancia en la historia humana. Un millón de especies están en riesgo
de extinguirse en las próximas décadas. Los incendios forestales, un clima
extremo y la invasión de plagas con la aparición de enfermedades, todo esto está
entre las amenazas relacionadas con el cambio climático. Algunas especies
serán capaces de adaptarse geográficamente, pero otras, no.
Escasez de alimentos
Los cambios en el clima y el aumento de condiciones meteorológicas extremas
son algunos de los motivos que provocan un aumento global en la desnutrición
en las poblaciones más pobres. Los recursos pesqueros, los cultivos y el ganado
pueden desaparecer o volverse menos productivos. Debido a una continua
acidificación oceánica, los recursos marinos que dan alimento a miles de
millones de personas se encuentran en riesgo. Los cambios en las capas de
nieve y hielo de los casquetes polares han alterado el suministro de alimentos
generados por la ganadería, la caza y la pesca. Un calor extremo puede hacer
disminuir el agua y los pastizales destinados a la ganadería, provocando una
disminución de la producción agrícola y afectando al ganado.
Más riesgos para la salud
El cambio climático supone la mayor amenaza única para la salud de la
humanidad. El cambio climático ya daña de hecho la salud, a través de la
contaminación, las enfermedades, los fenómenos meteorológicos extremos, los
desplazamientos forzados, las presiones en la salud mental, así como un
aumento del hambre y la desnutrición en lugares donde las personas no pueden
producir o encontrar alimentos suficientes. Cada año, los factores
medioambientales acaban con la vida de cerca de 13 millones de personas. Los
patrones del cambio climático están extendiendo enfermedades, los fenómenos
meteorológicos extremos producen más muertes y dificultan la capacidad de los
sistemas sanitarios para soportar la presión.
Pobreza y desplazamiento
El cambio climático aumenta los factores que llevan y mantienen a la gente en la
pobreza. Las inundaciones pueden arrasar barrios marginales, destruyendo
hogares y comunidades. El calor dificulta la ejecución de trabajos en el exterior.
La escasez de agua puede afectar a los cultivos. Durante la última década (2010-
2019), los sucesos relacionados con el clima desplazaron a un total aproximado
de 23,1 millones de personas de media al año, aumentando sus probabilidades
de caer en la pobreza. Muchos refugiados provienen de países que son más
vulnerables y menos preparados para adaptarse a los efectos del cambio
climático.
BIBLIOGRAFÍA
COMISIÒN EUROPEA. (SEPTIEMBRE de 2022). Causas del cambio climático. Obtenido de Causas
del cambio climático: https://climate.ec.europa.eu/climate-change/causes-climate-
change_es#:~:text=El%20principal%20motor%20del%20cambio,provocando%20as%C3
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ORGANIZACIÒN DE LAS NACIONES UNIDAS. (01 de SEPTIEMBRE de 2022). ACCIÒN POR EL


CLIMA. Obtenido de ACCIÒN POR EL CLIMA:
https://www.un.org/es/climatechange/science/causes-effects-climate-change

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