Torres Vargas María Fernanda

Cuarto reporte de lectura. Arte monumental olmeca. 1

El concepto de arte olmeca surge a partir de la presencia de rasgos semejantes en

piezas escultóricas pequeñas y monumentales que en algunos casos son idénticos
pero que no pertenecían a culturas conocidas del México antiguo. Uno de los
primeros estudios científicos que se realizaron para comenzar a hablar de arte
olmeca fue el de George Kunz , se encargó de comparar un hacha con otros
objetos que le parecieron similares, esta comparación resulto en que en efecto las
piezas correspondían a un estilo artístico desconocido y por lo tanto diferente. Para
la década de los 20’s se estableció por Saville la terminología olmeca con base en el
reconocimiento de rasgos constantes en diversas piezas.

La datación arqueológica no permite ubicar con precisión en el tiempo las esculturas

colosales, la ayuda que generan los estudios estilísticos contribuyen al diagnostico
de los estilos regionales y locales. Las expresiones artísticas como las grandes
esculturas esculpidas en basalto y las pequeñas figurillas de jade son expresiones
que revelan ciertos rasgos como la voluntad que se tenia por establecer el volumen
de las esculturas, el arraigo y pesadez de las mismas, la propia apariencia, las
estructuras geométricas y las adecuadas proporciones.

Los olmecas expresan con su arte asuntos que ocupan e inquietan a otros pueblos,
que por lo general son inquietudes existenciales, sin embargo, el estilo olmeca es
único y diferente puesto que representa ideas primordiales en lugar de aquellas de
carácter escénico o narrativo. Busca expresar sus creencias, rituales, conductas
políticas y estructuras sociales, pero de manera clara y concreta; expresan conceptos
como el del hombre como el centro del cosmos y la naturaleza, no descripciones.
Muestran con su arte una visión organizada del cosmos y la naturaleza la cual otorgo
las bases para el desarrollo posterior de otros pueblos.

1
De la Fuente, B, 1994 “El arte monumental Olmeca”. En Los Olmecas en Mesoamérica, J. Clark (coord.), El
Equilibrista, México, pp. 203-220