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Cuando un hombre o mujer, o una pareja de la congregación, deprimidos

piensa que no hay esperanza para sus problemas de su relación, necesita


urgente orientarse por la perspectiva que le ofrezca el pastor de parte de Dios.

Como pastor siempre se verá un montón de parejas angustiadas, algunas


en relaciones con heridas mutuas, y como pastor es importante saber que es
posible hallar un camino de redención y restauración, puesto que ese el llamado
y la misión de un pastor, y más si son una pareja ministerial de la iglesia.

La interpretación pastoral de los hechos ofrece un nuevo planteamiento que


provee nuevas esperanzas. Por amor al rebaño, no aceptes sus puntos de
partida o sus conclusiones, porque el enemigo ya debió haber aprovechado sus
debilidades para decirles que Dios quiere la relación destruida. Ayúdales a
considerar otros marcos, otros ángulos, otra iluminación que dirigirá la atención
a la esperanza redentora en el cuadro de su vida, para que el amor de Dios
prevalezca por encima de las dificultades. Siempre el ministerio de la
reconciliación. 2° corintios 5:17-21.

Unas palabras de replanteamiento a veces son grandemente


esclarecedoras. Esta es la esencia de animar a otros: transmitir ánimo en medio
de una situación. Pablo hizo esto con los Tesalonicenses al ayudarles a
replantearse sus vidas de acuerdo al glorioso futuro que les aguardaba (1
Tesalonicenses 4:13-18).

¿Pero? Las cosas no parecen estar cambiando. Has tratado de ayudar a


las personas por un tiempo, pero las cosas no parecen ir a ninguna parte. Al
parecer, se han esforzado por hacer cambios, pero el problema inicial todavía
sigue atormentándoles. Quizá, la situación incluso ha empeorado. Esto puede
deberse a una falta de comprensión o de autoridad por tu parte, o puede ser
dureza de corazón, heridas, ignorancia u otros factores, por parte de ellos. Por
lo general es un poco de ambos, pero la cuestión es que nada parece estar
cambiando. Este es un buen momento para considerar la posibilidad de trasladar
el asunto a alguien más que te ayude a restaurar el amor, porque Dios no es
participe de las separaciones incluso si no están casados, sino de construir el
amor y glorificar a Dios en él. Jamás tomen como primera opción destruir el amor
y optar por la separación, siempre deja que esa decisión la tome Dios y te la
revele antes de optar por esa salida.

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