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Titulaciones Semestre
Tabla de contenido
Resultado de aprendizaje de la asignatura ...................................................................... 2
Introducción ..................................................................................................................... 2
Bibliografía ..................................................................................................................... 62
1
Resultado de aprendizaje de la asignatura
Introducción
En la introducción del manual para el Trabajo Social Comunitario, Nieves Lillo Herranz y
Elena Roselló Nadal (2010) aseguran que, El Trabajo Social Comunitario constituye uno
de los niveles de intervención del Trabajo Social que ofrece un conjunto importante de
excelencias, no sólo desde la perspectiva de la propia disciplina sino también, desde la
perspectiva del profesional que le da vida. Varias son las razones de esta concepción
positiva. En primer lugar, la intervención comunitaria supone necesariamente trabajar
desde los tres niveles de acción: la comunidad engloba a los distintos grupos que, a su
vez, son configurados por distintas personas, sujetos de la intervención en sí. En segundo
lugar, la eficacia del Trabajo Social Comunitario implica, en su esencia, la implementación
de programas integrales de acción, lo que a su vez admite invertir en interdisciplinariedad,
Inter institucionalidad, interáreas... que enriquecen y hacen viable la consecución de los
objetivos de esta intervención colectiva.
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instrumentos de intervención utilizables en este terreno de lo colectivo o comunitario.
Concepto, objeto, metodología y técnicas de una disciplina que se inserta, fluye y confluye
con una realidad social comunitaria determinada, compleja y global.
A través de los cuales introducimos brevemente elementos y ámbitos que deben tenerse
en consideración desde toda intervención comunitaria que se precie de eficaz. Un
conjunto de aspectos teóricos que, apoyados por una breve exposición de su evolución y
desarrollo en nuestro país, conforman el conjunto de conocimientos básicos para la
implementación de un programa de intervención comunitaria integral. A lo largo de estas
líneas también hemos pretendido dejar constancia de que el Trabajo Social implica un
posicionamiento profesional concreto que requiere una actitud apoyada en un paradigma
humanista dialéctico, de comprensión hacia el otro y su entorno, lo que conlleva, entre
otros aspectos, el rol profesional de apoyo en la toma de conciencia del individuo sobre
su persona y su entorno, desde una perspectiva individual, grupal y comunitaria, toma de
conciencia que se genera provocando su participación en todo el proceso de la
intervención.
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correspondiente exclusión económico-social, las nuevas formas de vida comunitaria, las
iniciativas sociales en la participación de nuestra vida social y colectiva, el interés político
y social de las autoridades locales más cercanas al ciudadano, sitúan al Trabajo Social
Comunitario como una de las alternativas importantes de intervención social.
Por lo tanto, este documento no se limita al ámbito del Trabajo Social; los últimos
profesionales incorporados a «lo social», están conformando equipos interprofesionales
que, desde sus diferentes contribuciones personales y laborales, parten de una
concepción metodológica común: la Intervención Comunitaria Integral.
La esencia de un accionar idóneo siempre será un sustento teórico, puesto que éste dará
los fundamentos para intervenir adecuadamente. Y la etapa crucial para el consumo
primordial de estos saberes es el proceso estudiantil. En este sentido, Gordillo nos
menciona lo siguiente con referencia a la importancia de esta conceptualización
incesante:
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Referente al consumo de saberes mediante los libros, esto debe ser una acción inherente
al Trabajador Social y no sólo el proceso de consumir ideas o aprender procesos
esquematizados sino la inflexión clave que será construir y deconstruir nuevas ideas y,
con esto, un nuevo Trabajo Social acorde al contexto económico, político y social que se
viva.
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enfrentemos en la vida cotidiana profesional. Es por ello que hemos recapitulado estos
29 instrumentos claves para los profesionales del Trabajo Social:
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Elaborado por: Guadalupe Jacqueline Ávila Cedillo
Así, en 2008, se empezó a aplicar Cartografía Social en el espacio de Trabajo Social I, tal
como lo explican Zulma Hallak y Mariano Barberena en este libro. La experiencia inicial
anticipaba lo que luego sucedería: la apertura de un abanico inmenso de trabajo y
aplicabilidades, tanto para intervención, como para la investigación en las ciencias
sociales.
Así fue que entre los años 2008 y 2012 emergieron proyectos de trabajo concretados
en múltiples localidades de Argentina, Uruguay y Brasil. Estas aplicaciones de la
Cartografía Social tanto en terreno de trabajo de campo como en lo académico, generaron
la pauta del nacimiento de la puesta en práctica de la Cartografía Social, fundándose
una modalidad de aplicación mutante y en permanente construcción, con puesta en
marcha en diferentes lugares (rurales y urbanos) y variando en modos de implementación
y pruebas metodológicas.
Si algo quedará claro luego de la lectura de los capítulos que componen este libro,
es que la Cartografía Social es «un método de construcción de mapas -que intenta
ser- colectivo, horizontal y participativo». Esta particularidad, que a primera vista
parece responder a la moda actual en los métodos de intervención e investigación,
rescata los modos más antiguos de construcción de mapas: el colectivo. Este modo
colectivo hace fuerza sobre todo en dos cuestiones: inicialmente considera al
conocimiento del espacio banal (Santos 1996), al territorio como plural de modo que
quienes participan en la «obra» del mapa poseen saberes diversos sobre «el lugar»; y,
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por otro lado, contempla que el resultado de ese mapeo es colectivo y horizontal; por lo
que para obrar del mapa debe existir un intercambio, un debate y un consenso.
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que el tradicional es obrado de modo vertical, el social es horizontal. Sin embargo,
ambos comparten el poder de la cartografía. En este sentido, John Harley (2001) señala
que el cartógrafo es un sujeto social, inmerso en intereses políticos que configuran la
realidad social de su tiempo, su conocimiento no es neutro ni imparcial, está inserto
en las tramas del poder y su conocimiento es instrumentalizado por aquel. Por esto,
en Cartografía Social el cartógrafo es colectivo. No hay cartografía sin comunidad.
Esta colectivización involucra que los objetos y acciones existentes en el espacio sean
compartidas e intercambiadas. Así, cada integrante del obraje advierte nuevos objetos y
nuevas acciones. Los cartógrafos del mapa social son aprendices de su propio
espacio; espacio que al mismo tiempo se encuentran creando. La propia construcción de
un simple mapa ha demostrado en las experiencias de trabajo sorprender a los integrantes
de la obra: los cartógrafos se admiran del espacio geográfico que encuentran creando
conocen más allá de sus palabras. De este modo, al finalizar la tarea, los participantes
no sólo construyen un texto que habla del espacio geográfico, sino que pasaron por un
debate sobre el territorio que los acercó a él. Al finalizar el mapa, todos conocen más el
territorio. Al conocer más el territorio se amplían las posibilidades de comando
comunitarias, que hasta ese momento estaban en poder de quienes concentraban el
conocimiento.
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explicación oral que lo completa. El mapa y esa explicación, sólo realizable por
quienes construyeron el mapa, constituyen el texto que referencia el problema
tratado inicialmente. Así, el mapa obtenido de la Cartografía Social es un elemento
complejo de sistematizar; en contrapartida a los modernos sistemas digitales de
información geográfica, que intentan sistematizar y ordenar todos los objetos y datos para
luego gestionar.
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En la construcción del mapa, puede existir una renunciación del pasado, tanto en el mapa
como en el texto final. Allí, los objetos, acciones, recuerdos y prácticas del pasado son
dibujadas y puestas en valor comunitario. Incluso algunos objetos ya desaparecidos,
pueden volver a estar presentes a través del mapa del pasado. Así, el mapa del pasado
se transforma en un elemento de anclaje para lo que se denomina vertebramiento
inercial (Diez Tetamanti: 2012).
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vertebramiento inercial. «Una recuperación de la fuerza latente en el objeto y la
memoria, que colabora en la aceleración del movimiento y luego intenta innovar y
accionar para el desarrollo del lugar» (Diez Tetamanti: 2012).
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realiza un recorrido diacrónico y se pone a prueba sincrónicamente: ¿por qué no
resultó? ¿qué hizo que los cestos hoy ya no estén? ¿cómo podemos hacer para que los
cestos estén nuevamente, aprendiendo del proceso vivido? El concepto de
vertebramiento inercial se pone así a prueba como un concepto que horizontaliza la acción
interna y local; procura un territorio futuro tomando el pasado interno como propio y crítico.
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trasciende a la realidad objetiva desde fisonomías que cambian a partir de innumerables
expresiones.
El territorio es también el espacio que acoge, cobija y en cuyo seno se desarrolla la vida
social, la actividad económica, la organización política, o sea, el presente y el futuro de
una comunidad social. En él se inscriben las huellas de cada sociedad. El territorio es
en definitiva un espacio construido desde lo social, concentrando en él una larga
serie de interacciones y prácticas sociales. Pero también puede ser entendido desde una
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perspectiva de movimiento donde se entra y se sale de él, es decir que esa implicancia
con el movimiento significa entrar y salir del territorio.
Por ejemplo, luego caí en la cuenta de que en Melville se repetía todo el tiempo la
palabra «outlandish», y outlandish –en fin, lo pronuncio mal– significa exactamente
el desterritorializado, palabra por palabra… no hay territorio sin un vector de salida
del territorio, y no hay salida del territorio, desterritorialización, sin que al mismo
tiempo se dé un esfuerzo para reterritorializarse en otro lugar, en otra cosa
(p. 421).
Las Cartografías Sociales nos aproximan a ese juego de entrada y salida, es preciso irse,
para volver a entrar, «re territorializarse» y reconocer más y nuevas singularidades en
cada espacio. De esta manera las Cartografías Sociales facilitan, esa entrada y esa
salida que permite verlo desde diferentes perspectivas y actores.
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de intervención es posible construir diferentes y múltiples transcripciones,
interpretaciones y miradas que proponen y expresan diferentes maneras de
comprender y explicar a con la posibilidad de generar acuerdos y consensos.
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posibilidad de expresar confrontaciones, contradicciones, consensos y soluciones. Las
Cartografías Sociales permiten diferentes formas de conocimiento de lo territorial. En
este aspecto sobresale la posibilidad de acceder al territorio incorporando elementos
fácticos, pero también subjetivos. Desde esta perspectiva, lo subjetivo implica la
acción y la representación de los actores sociales atravesados por circunstancias
históricas, culturales, económicas y culturales. En definitiva, las cartografías sociales
se involucran con la posibilidad de conferir visibilidad desde la identidad del
territorio, facilitando el acceso a éste desde un compromiso con su pasado, presente y
futuro de los diferentes devenires que acontecen en una localidad o región.
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Las cartografías pueden ser asociadas a diferentes formas de reconocimiento,
especialmente desde lo visual, pero también desde el relato. Contar la historia de un
barrio y ubicar sus puntos sobresalientes desde lo territorial permite articular las diferentes
formas del relato con lo percibido, donde las imágenes tienen la posibilidad de cobrar
formas más relacionadas con las significaciones que les otorgan los propios actores
sociales.
Los relatos que surgen de estas formas de contar historias dentro del contexto de
un proceso de intervención con cartografías, pero esta manera de describir tiene
diferentes aspectos donde se conjugan la palabra y la imagen, en forma de memoria
visual.
De este modo, la memoria visual también articula lo significativo y lo simbólico con el orden
de lo real. También este proceso se relaciona con las posibilidades de interpretación
que surgen de recoger la memoria visual, lo que permite o, a veces, requiere la
complementación con otros instrumentos y métodos. Así, las cartografías pueden ser
complementadas con representaciones teatrales, murales, fotografías y filmaciones que
van ampliando la disponibilidad de recursos para acceder a lo territorial desde diferentes
lenguajes.
Estas territorialidades son vividas por distintos grupos sociales en espacios donde la
fragmentación vincular y la pérdida de lazo social generan e inscriben en las
historias sociales, diferentes formas de padecimiento y elaboración de resistencias
subjetivas e inter subjetivas. Estas diferentes historias amplían desde la práctica
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la noción de cuestión social, así, la aproximación a lo subjetivo permite conocer con
mayor profundidad los problemas sociales sobre los que se interviene. Incorporando de
esta forma más instrumentos de análisis y conocimiento.
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La segunda etapa de «Sistematización y Análisis» donde el equipo investigador
realiza la tarea de síntesis en un solo mapa que se sintetiza en un mapa global
que incluye tres mapas hacia el interior; donde queda registrado el procesos global
que involucra: un mapa problema, donde se destaca el desarrollo del problema
expresado en pasado, presente y futuro; un segundo mapa de relaciones y prácticas
expresado en pasado, presente y futuro y un tercer mapa de conflictos, donde
también queda registrado el pasado, el presente y el futuro; y como parte de la
tercer etapa que denominamos de «Resolución y Síntesis». Se trata de la instancia
que corresponde al momento de devolución a la comunidad y un nuevo momento
de participación dialógica entre el equipo de intervención-investigación y la población
participante en el proceso, para resignificar los mapas construidos y lograr una
nueva síntesis.
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El grupo de intervención / investigación se reúne y analiza los mapas
confeccionados en la etapa “problema; para ello, el grupo de investigación
confecciona tres mapas que representen las relaciones, las prácticas y los conflictos
a partir de los elementos constitutivos del espacio expresados en los mapas
elaborados en la etapa “problema”.
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El dispositivo de procesamiento de Cartografía Social adopta la técnica de de
Talleres Participativos coordinados y organizados en forma conjunta entre equipo
investigador y referentes de la población. La dinámica de los talleres depende de la
población participante, es decir, de la cantidad de personas. Según sea cada
caso se dividen en grupos compuestos entre 5 y 7 personas. Cada grupo es
coordinado por un integrante del equipo de investigación quien guía el proceso de
construcción del mapa y realiza registros in situ en su cuaderno de campo.
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no funcionan aisladamente, sino en sistema que precisa de un discurso que los
avale, los imponga o bien deponga.
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metamorfosea la articulación temporal de lugares en una continuidad espacial que
sustituye a una práctica indisociable de momentos particulares y de ocasiones, y
es entonces irreversible el tiempo no se repone, ni se regresa a las oportunidades
perdidas» (De Certeau, 2000).
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La puesta en discusión de los mapas síntesis:
Los mapas síntesis se ponen en discusión con la población que produjo los mapas
problema. Hay una «devolución» en esta instancia. El grupo de investigación
coordina un nuevo encuentro entre los productores de los mapas problema y el
equipo de investigación. Esto se realiza en el territorio en el cual habita la población
participante. En esa presentación los creadores de los mapas problema deberán
observar los mapas síntesis para generar una crítica, sugerencias y reflexión
sobre el mismo; y como producto de este intercambio resignificar lo producido,
para volver a elaborar un mapa problema síntesis final.
Aquí es muy relevante que los creadores de los mapas problema puedan
comprender claramente los mapas síntesis y sobre todo que les permita a la
población participante prestar principal atención a los aspectos vinculados al cambio
y transformación del problema en cuestión.
Esta etapa implica que el «problema» encontró una solución colectiva en las etapas
anteriores y que esa solución es factible de componerse en un mapa. Hay una
obra final en el diseño de una nueva realidad. Es el mapa del nuevo territorio. Al
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arribar a esta instancia se ha logrado discutir y problematizar el territorio habitado:
a) «en terreno» con la población; b) en el equipo de investigación; c) entre el
grupo de investigación y la población y d) producción del mapa síntesis final. Como
parte de este recorrido se trabajan las dimensiones planas como fotogramas-tempo;
esta contempla lo sincrónica y diacrónico que hace factible la ejecución de una
obra final nueva, innovadora y en posesión de objetos y sujetos que habitan un
nuevo territorio y que proyectan un espacio-tiempo que tiene la pretensión de
configurar otras prácticas para generar nuevos escenarios del habitar. Lo proyectivo
ocupa un lugar central en el proceso.
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Aquí la herramienta encuentra un cierre. Una devolución donde el equipo de
investigación presenta el nuevo territorio ideado por los creadores del mapa problema
y la colaboración del grupo de cartógrafos sociales.
La realidad social debe ser pensada como una totalidad compleja, que para ser conocida
necesita ser desestructurada. Con razón se ha indicado que "el rasgo más característico
del conocimiento consiste en la descomposición del todo". Esta descomposición, sin
embargo, debe entenderse como un paso, nunca como un punto de llegada, ya que “lo
simple no es más que un momento arbitrario de la abstracción, un medio de manipulación
arrancado a la complejidad”, por lo que al final debe buscarse la integración, la
estructuración, a fin de alcanzar una unidad interpretativa completa, la “síntesis de
múltiples determinaciones", al decir de Marx.
El papel del conocimiento, desde esta perspectiva, es traspasar lo inmediato para alcanzar
lo que no está visible: "No hay otra ciencia —dice Bachelard— que la de lo oculto". Iguales
ideas están presentes en la visión de Popper sobre el conocimiento cuando indica que “en
la ciencia siempre tratamos de explicar lo conocido por lo desconocido, lo observado (y
observable) por lo inobservado (y, quizá inobservable)". Sin embargo, en un sentido más
amplio y, al mismo tiempo, más estricto, la tarea del conocimiento es integrar lo visible y
lo oculto, superficie y estructura.
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superficie. Más aún, como ocurre con muchos fenómenos físicos, la superficie social
muchas veces nos presenta los procesos al revés de como son.
Las relaciones sociales entre los hombres, ha señalado Marx, se nos presentan en lo
inmediato como relaciones entre cosas.8 En el mercado se intercambian productos por
dinero, cosas por cosas. Pero detrás de esta acción hay relaciones sociales entre hombres
que determinan, entre otros aspectos, quiénes pueden ir al mercado y qué pueden vender
y qué pueden comprar.
Una postura más fructífera indica que, aunque lo que alcancemos en la superficie sea una
visión distorsionada y fragmentada, esto construye realidades, por lo cual no puede
desecharse como basura. Por el contrario, los "engaños" de la superficie generan
relaciones y conductas sociales que es necesario conocer. Al fin y al cabo, "la mistificación
y la falsa conciencia de los hombres respecto a los acontecimientos, sean estos
contemporáneos o pasados, forman parte de la historia".
Es posible que el análisis de la estructura social nos indique que el dueño de la pequeña
papelería pertenece a la pequeña burguesía y, más específicamente, a su fracción
propietaria, distinta a una fracción no propietaria, en la que se agrupan Sectores de la
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burocracia estatal, profesionales por cuenta propia y otros, y que dentro de aquella
fracción su lugar está en el estrato bajo, frente a los estratos medio y alto.
Pero más allá de la precisión o imprecisión en la definición anterior, lo que nos importa
señalar es que la percepción social que tiene de sí mismo el propietario de la pequeña
papelería, sin importar su ubicación social real, genera conductas y comportamientos
sociales, esto es, genera realidades que es necesario conocer.
Nos puede ayudar a entender también cómo y por qué llegó la música africana a América
Latina (entre otras razones, por la gran cantidad de esclavos trasladados a la región entre
la etapa colonial y hasta fines del siglo XIX), pero quizá no sea suficiente para comprender
las diferencias entre el sol y el reggae.
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Pero el ordenamiento que nos ofrece el espesor profundo no exenta —sino más bien
reclama— el retorno al espesor de superficie para organizar el paisaje caótico que allí se
presenta, o para desordenar y reorganizar el orden de superficie, lo que nos obliga a hacer
movimientos teóricos para reconstruir o crear las nuevas categorías ordenadoras.
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y culturalmente intereses o necesidades, además según Arias (2015), su consolidación
se extiende a un sistema social de raíz local y participativa; la comunidad entonces, está
hecha de relaciones que junto con las acciones compartidas, con los miedos y las alegrías,
sentidos y experiencias vividas otorga un asiento al recuerdo, un nicho a la memoria
colectiva e individual; un ámbito determinado por circunstancias específicas, que
desarrollan una forma de identidad social y construyen un sentido de comunidad (Montero,
2004), o el valor del colectivo (Sánchez y Del Pino, 2008). Estos elementos los diferencian
de un grupo social (Sánchez, 2013), permitiendo la toma de conciencia de sí como
comunidad y fortaleciéndose como unidad y potencialidad social. Es importante dentro de
los procesos de evaluación comunitaria, el reconocimiento de las características propias
de la comunidad, puesto que compartir sucesos o hechos históricos similares entre las
personas ya sea de forma individual o grupal emerge sentimientos de unidad y
pertenencia dentro de las dinámicas de construcción y participación comunitaria (Meza,
2009).
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reforzamiento de sentimientos de desesperanza frente a la búsqueda de oportunidades
que les permitan mejorar sus condiciones de vida y bienestar integral, (Narváez, 2013).
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De acuerdo con Rojas (2008), el proceso de evaluación comunitaria, cobra un significado
y relevancia, cuando se lleva a la práctica, de la cual pueden surgir aspectos, que dan
cuenta del estado de una comunidad y las formas de enfrentar la realidad, así como
también el proceso se constituye como una fuente de reconocimiento e identificación para
las personas, tal es el caso de los habitantes de la comunidad Arcoíris, pertenecientes a
la comuna 10 del municipio de San Juan de Pasto, quienes han sido actores en el
denominado conflicto armado de Colombia (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2013),
y que por diferentes razones personales y sociales se enfrentaron a las fuerzas
nacionales, es por eso que la investigación indagó acerca del resultado del proceso de
evaluación comunitaria en los habitantes de la comunidad como una herramienta
metodológica que permite la integración de sus miembros. El objetivo del estudio se
orientó a desarrollar el proceso de evaluación comunitaria en los habitantes de la
comunidad Arcoíris, quienes demuestran por medio de los logros alcanzados como
comunidad, que existe la posibilidad de transformar los prejuicios sociales que se han
construido desde y hacia su comunidad y también identificar por medio de las metas
colectivas y la organización comunitaria, las estrategias de resiliencia efectivas ante las
adversidades de su contexto (García y Domínguez, 2012), y así mejorar la cohesión
personal, familiar y social, constituyéndose esta como una fuente de bienestar (Quintero,
2015).
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Resultando así fundamentales para evaluar y predecir tendencias de la situación de una
región o una localidad en lo referente a las cuestiones económicas y sociales, así como
para valorar el cumplimiento de las metas y objetivos fijados en las políticas de gobierno.
Por ello cumplen una función activa en el mejoramiento de los procesos de formulación,
rediseño, seguimiento y monitoreo las de políticas públicas.
Por otra parte, su uso permite la comparabilidad entre el desarrollo económico y el social.
Esto se debe a que estarnos inscriptos en una cultura donde el valor asignado a los
objetos, logros o situaciones sólo adquiere sentido respecto a otros contextos, personas
y poblaciones, es decir, es el valor relativo de las cosas lo que les da un significado.
Una de las definiciones más utilizadas por diferentes organismos y autores indica2: "los
indicadores (...) son estadísticas, serie estadística o cualquier forma de pronóstico que
nos facilita estudiar dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos con respecto a
determinados objetivos y metas, así como evaluar programas específicos y determinar su
impacto".
Por otra parte, su uso permite la comparabilidad entre el desarrollo económico y el social.
Esto se debe a que estarnos inscriptos en una cultura donde el valor asignado a los
objetos, logros o situaciones sólo adquiere sentido respecto a otros contextos, personas
y poblaciones, es decir, es el valor relativo de las cosas lo que les da un significado. Una
de las definiciones más utilizadas por diferentes organismos y autores indica2: "los
indicadores (...) son estadísticas, serie estadística o cualquier forma de pronóstico que
nos facilita estudiar dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos con respecto a
determinados objetivos y metas, así como evaluar programas específicos y determinar su
impacto".
En general hay acuerdo en que un buen indicador debería reunir en principio las siguientes
características:
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sociales, culturales o de otra naturaleza sobre los que se pretende actuar.
• Ser explícitos, de tal forma que su nombre sea suficiente para entender si
se trata de un valor absoluto o relativo, de una tasa, una razón, un índice,
etc., así como a qué grupo de población, sector económico o producto se
refieren y si la información es global o está desagregada por sexo, edad,
años o región geográfica.
• Estar disponibles para varios años, con el fin de que se pueda observar el
comportamiento del fenómeno a través del tiempo y espacio y sujeto a una
revisión continua.
En el mismo sentido, también debe ser sólido, es decir, válido, confiable y comparable,
así como factible, en términos de que su medición tenga un costo razonable. Si bien su
selección no debe depender de la disponibilidad de información proveniente de encuestas,
censos y/o registros administrativos, sino de los objetivos fijados en los programas y
proyectos de gobierno (dentro de los cuales se inscriben), es importante considerar el
costo-beneficio del tiempo y los recursos necesarios para su construcción, por lo que, de
preferencia, debe ser medible a partir del acervo de datos disponible.
Los elementos a respetar con el fin de alcanzar la construcción de una serie de buenos
indicadores, o indicadores pertinentes, son los siguientes:
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• Mensurabilidad: Capacidad de medir o sistematizar lo que se pretende conocer.
Usualmente el intento por desarrollar indicadores termina con extensas listas en las que
algunos temas se tratan exhaustivamente mientras que otros son pasados por alto, ya
que la selección se basó en una percepción subjetiva de la importancia de los mismos,
debe recordarse que la existencia de demasiados indicadores con una cantidad
abrumadora de detalles puede generar confusión en las prioridades.
Por otra parte, el carácter cuantitativo hace que se generen indicadores sólo de aquello
que puede ser medido en cantidad. El uso de indicadores presupone que las metas de
instituciones y dependencias públicas, así como sus niveles de logro están disponibles e
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identificables en planes y programas de gobierno y que no hay contradicciones entre los
mismos. El depender de objetivos que son cambiantes, no sólo modifica el tipo de
indicadores que deben ser empleados, sino también la disponibilidad de datos para
conformarlos, lo que implica un ajuste permanente de las fluentes tradicionales de
información.
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d) Indicadores cuantitativos o cualitativos: los primeros se refieren directamente a
medidas en números o cantidades, mientras que los segundos se refieren a
cualidades o aspectos que no son cuantificados directamente. Se trata de
opiniones, percepciones o juicio de parte de la gente sobre algo.
En los últimos años nuestro país, ha asistido a una creciente revitalización de los
gobiernos locales. En ese contexto, los Municipios han adquirido un nuevo protagonismo
en cuanto a su capacidad de gestión, y han debido enfrentarse a necesidad cada vez más
creciente, de disponer de datos confiables con diferentes niveles de desagregación, que
les permitieran ampliar la comprensión de los problemas locales desde diferentes ópticas.
Disponer de estos datos, no es un proceso simple, sino más bien complejo. Implica
reconocer las especificidades del ámbito local, a partir de reconocer diferentes
dimensiones de análisis, como la económica o la social, junto a los subdimensiones que
las forman. A su vez requiere la identificación de los actores e Instituciones involucrados
y vinculados a dichas temáticas, por ser usuarios o depositarios de información.
Finalmente, el producto final debe resultar útil para la toma de decisiones de los diferentes
actores locales, y no simplemente responder temáticas, por ser usuarios o depositarios
de información. Finalmente, el producto final debe resultar útil para la toma de decisiones
de los diferentes actores locales, y no simplemente responder a las necesidades de ciertos
organismos gubernamentales o científicos.
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El tema clave respecto al diseño y definición de los indicadores, tiene que ver con quién
los identifica y sobre qué base: los expertos con base en el conocimiento científico
(denominados como indicadores "externos") o los distintos actores locales con base en
su experiencia cotidiana y conocimiento práctico ("indicadores internos").
Las visiones en ambos casos son completamente distintas, mientras la visión "externa"
es una observación del desarrollo desde arriba ("from de top"), y está directamente
relacionada con la sostenibilidad del desarrollo, la visión "interna", acorde con el
paradigma de la participación, hace recaer en las comunidades locales la responsabilidad
de definir cuáles son los indicadores más apropiados para medir el mismo.
Aunque los últimos años el énfasis se ha desplazado hacia los sistemas de información
interna, en general existe un amplio consenso en considerar ambas visiones como
complementarias, en la medida que se establezcan vínculos de cooperación entre la base
social, las autoridades y el mundo científico. Se reconoce que los problemas locales son
complejos y para resolverlos se requiere que todos los actores relevantes acepten
enfoques que recojan múltiples perspectivas y utilicen diversas fuentes de información.
Los sistemas de información y los indicadores más eficaces son aquellos capaces de
armonizar la calidad y rigurosidad técnica con la participación de los usuarios en todos los
niveles "a partir de las unidades familiares hacia arriba", y por lo tanto deben ser una
combinación entre "técnicas" y "participativas".
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afecta la situación económica y la social y pueden modificar el comportamiento de los
fenómenos que se encuentran bajo observación.
Cabe aclarar que los sistemas de información necesarios para medir la evolución del nivel
de actividad económica local y/o regional, están poco desarrollados, por lo tanto, los
gobiernos locales no disponen de ninguna herramienta de análisis y seguimiento continuo
y sistematizado que permita la predicción económica de corto plazo. En tal sentido, el
objetivo fundamental de los indicadores económicos es proveer al gobierno, a las
empresas y a las familias de una herramienta de predicción de corto plazo del nivel de
actividad económica.
Por otra parte, también existe otro tipo de indicadores, que son conocidos como
indicadores de sentimientos económicos, se realizan encuestas anuales de confianza
empresarial y de consumidores y con las respuestas obtenidas se construyen indicadores
de confianza: para industria manufacturera, servicios, consumidores, construcción y
comercio minorista.
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Asimismo, existen indicadores que permiten evaluar el desempeño de los diferentes
sectores de la economía en su conjunto o por diferentes unidades económicas (ej. Se
evalúa la eficacia o eficiencia de la industria de la construcción, o de una empresa
perteneciente a la misma en términos de gestión empresarial) y son los denominados
indicadores de calidad, productividad y gestión.
Indicadores de coyuntura
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que el principal indicador económico de coyuntura es el Producto Geográfico Bruto, el
mismo permite analizar la estructura económica del ámbito geográfico que se analice,
asimismo ante la falta de la información necesaria para su estimación es posible trabajar
con un conjunto de variables que reaccionan de forma anticipada a las fluctuaciones que
suelen experimentar en su nivel de actividad las economías.
¿Qué es lo que sucede antes que una empresa produzca más? Incrementa su utilización
de insumos. Por otra parte, el aumento generalizado del nivel de bienestar de la población
lleva a una mayor recaudación impositiva por parte del gobierno, aunque -debido a sus
procesos administrativos éste se demora en captar estos impuestos. De esta manera, la
recaudación por concepto de IB puede definirse como un indicador rezagado respecto a
la evolución del PBG, sirviendo como proxy del mismo.
Otras variables significativamente correlacionadas con la evolución futura del PBG son:
créditos del sistema bancario al sector privado; índices de volumen físico -IVF- de bienes
intermedios y/o bienes de consumo; producción y ventas de barras de construcción;
ahorro en cuenta corriente del gobierno; gasto no financiero y gasto en bienes y servicios
del gobierno.
Cabe aclarar en relación a los sistemas de información necesarios para medir la evolución
del nivel de actividad económica local y/o regional, que los mismos están poco
desarrollados, por lo tanto, los gobiernos locales no disponen de ninguna herramienta de
análisis y seguimiento continuo y sistematizado que permita la predicción económica de
corto plazo.
En primer lugar, cabe aclarar que toda propuesta de indicadores económicos que se
presente no debe pretender constituirse en una propuesta cerrada, sino ser el punto de
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partida para que, una vez puesta en práctica, se puedan identificar las adaptaciones
necesarias que mejoren el objetivo que los mismos persiguen.
Indicadores de Expectativas
En tal sentido, estos indicadores son lo que se conocen como indicadores de sentimientos
económicos de para su diseño se realizan encuestas anuales de confianza empresarial
consumidores y con las respuestas obtenidas se construyen indicadores de confianza:
uno para industria manufacturera, servicios, consumidores, construcción y comercio
minorista, como así también aquellos asociados a la confianza de los consumidores.
Por otra parte, expresan las expectativas de los agentes económicos, y muestran si el
ajuste es de rápida respuesta, a los cambios en la actividad económica, La utilidad
depende de la pronta disponibilidad. Interesa, por tanto, que sean de pronta publicación y
que no estén sujetos a constantes revisiones en las publicaciones posteriores, es
deseable también que tengan la mayor cobertura posible, se disponga de series de larga
longitud y sin quiebres en su serie temporal o datos faltantes.
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2.3. Plan de ordenamiento y desarrollo territorial de las poblaciones rurales
objetos de intervención
La construcción de los PDOT debe propiciar un proceso armónico y equilibrado dentro del
sistema territorial, de manera que los esfuerzos entre niveles de gobierno se
complementen y potencien de manera integrada (Lotus, 2019, art. 11):
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GAD provincial: Integran el componente de ordenamiento territorial de sus cantones en
función del modelo económico productivo, de infraestructura y de conectividad de la
provincia.
Cumple un rol articulador entre el ordenamiento territorial cantonal y parroquial rural, con
el ordenamiento territorial nacional.
El proceso de actualización se da a partir del análisis del PDOT vigente, para decidir si se
conserva o mejora su contenido estratégico de mediano (5 años) y largo plazo (10 a 20
años). Las circunstancias para actualizarlo obligatoriamente son las siguientes:
La actualización del PDOT al inicio de gestión tiene por objeto que el plan de trabajo de
la autoridad electa se refleje en este y su ejecución sea posible en el ámbito territorial.
Por tanto, se convierte en un instrumento técnico político para la gestión en el territorio.
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El plazo para elaborarlo es de un año, a partir del inicio del mandato de las autoridades
electas.
Los contenidos mínimos del PDOT se establecen en el artículo 42 del Código Orgánico
de Planificación y Finanzas Públicas.
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Proceso de actualización de un PDOT
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Instancias de planificación que deben conformar los GAD provinciales
• El GAD provincial debe considerar las políticas formuladas por los Consejos
Cantonales de Protección de Derechos.
• Cooperación internacional.
• Gestión ambiental.
• Sistemas de riego.
Asentamientos humanos
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de movilidad y accesibilidad, equipamiento de servicios, entre otros. Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) En el marco de la Agenda 2030, los países miembros (193)
de las Naciones Unidas aprobaron diecisiete (17) objetivos, con la intención de poner fin
a la pobreza y al hambre, disminuir brechas de desigualdad entre países, construir
sociedades más justas, pacíficas e incluyentes, que protejan derechos humanos,
promuevan la igualdad entre géneros y se comprometan a la sostenibilidad ambiental.
Ecuador se comprometió con la implementación y cumplimiento de esta Agenda y sus
objetivos.
Para efectivizar esta hoja de ruta se requiere el esfuerzo de todos los niveles de gobierno.
La consideración de los ODS en la planificación y ordenamiento territorial permitirá
reorientar las prioridades y necesidades locales para contribuir con las cinco grandes
áreas que contiene la agenda: protección de recursos naturales para generaciones
futuras (planeta); poner fin a la pobreza y el hambre en todas sus formas (personas);
asegurar vidas prósperas y satisfactorias, en armonía con la naturaleza (prosperidad);
promover la paz, justicia y sociedades inclusivas (paz); e implementar la Agenda a
través de una sólida alianza global (alianzas).
Enfoques de igualdad
Son lineamientos que emiten los Consejos Nacionales para la Igualdad a través de sus
agendas, para incorporarlos de manera obligatoria en la elaboración e implementación de
políticas públicas locales. Tienen la finalidad de superar las desigualdades, eliminar toda
forma de discriminación, así como asegurar la vigencia y el ejercicio de los derechos
consagrados en la Constitución.
Enfoque intergeneracional: reconoce la protección integral, por parte del Estado, de los
derechos humanos en todas las personas, a lo largo de su vida.
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Enfoque intercultural y plurinacional: acepta y respeta la diversidad identitaria de
comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, afroecuatorianas y montubias para
establecer relaciones interculturales que superen su exclusión y discriminación.
Cambio climático
En términos prácticos, si los GAD consideran los vínculos entre sus competencias y
objetivos estratégicos con la adaptación y la mitigación del cambio climático, podrán
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alcanzar beneficios locales importantes en temas como: desarrollo sostenible, salud
pública, seguridad alimentaria, biodiversidad, calidad ambiental, medios de vida y
transición hacia sistemas productivos sostenibles.
Prospectiva estratégica
La dimensión social
Si bien las estadísticas sociales se están convirtiendo en un grupo con mayor importancia
cada vez dentro de la estadística oficial, ya que en la actualidad la mayor parte de la
misma de alguna manera es social o bien tiene una indisoluble relación con lo social, en
el pasado el término "social" se utilizaba para las estadísticas referidas a los aspectos
menos económicos, al punto que parecía una categoría casi "residual".
Las nuevas situaciones sociales -cambio familiar, dificultades de los jóvenes para acceder
a un empleo estable, mayor peso demográfico de las personas mayores, acceso de la
mujer al mercado de trabajo- son retos a los que no se puede responder únicamente con
información económica. Queda ya superada aquella época en la que se identificaba
causalmente el crecimiento económico con el bienestar social.
Organizar las estadísticas sociales de un Partido o de una Región, no es una tarea simple,
se exige que la organización de la misma obedezca a algún tipo de criterio de clasificación
que permita sistematizar en forma adecuada y comprensible, un número importante de
indicadores sociales, para ellos la propuesta debiera organizarse en las siguientes "áreas
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temáticas": 1. población, 2. hogares, 3. educación, 4. salud, 5. vivienda, 6. trabajo, 7.
pobreza y 8. cohesión social
El motivo de esta elección está directamente asociado a que la mayor parte de las mismas
se corresponden a algunas de las principales divisiones de las funciones de política
asignadas comúnmente a ministerios o secretarías en los diferentes niveles de gobierno:
nacional, provincial y municipal, situación que facilita la recopilación, lectura,
interpretación y análisis de la información.
Por otra parte, dado que la realidad que se intenta capturar con un sistema de indicadores
sociales -así como su percepción por parte de la sociedad- cambia constantemente, la
división antes propuesta, debe complementarse con estadísticas de áreas "emergentes",
entre las que se encuentra la exclusión social, actores y, la sociedad de la información, la
cultura, la violencia intrafamiliar o la situación de los discapacitados, las cuales resultan
de gran importancia para los Municipios y son temáticas en las cuales se necesita
avanzar.
1- Población
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niños, lo que conlleva por ejemplo a redefinición de intervenciones) y en consecuencia
obligan a modificar la oferta de servicios sociales, y a readecuar políticas y programas
públicos, destinados a cada grupo de edad en particular.
1. Hogares
2. Educación
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necesaria para el desarrollo de una fuerza laboral competitiva. Una educación secundaria
que asegure aprendizajes relevantes y extendidos a la mayor parte de la sociedad es
crucial para alcanzar mayores niveles de productividad y eficiencia social, así como más
oportunidades y equidad en materia del acceso al bienestar y del pleno ejercicio de la
ciudadanía. De hecho, la conclusión de la secundaria constituye actualmente un umbral
educativo que eleva significativamente la probabilidad de mantenerse fuera de la pobreza
absoluta en la vida activa, toda vez que se traduce en un incremento de los ingresos
laborales.
3. Salud
En este sentido se sabe, que la situación sanitaria general en nuestro país ha mejorado
en forma sostenida durante los últimos decenios, sin embargo, estas mejoras no han sido
uniformes para todos los grupos sociales ni para todas las regiones. Así, dado que la
estadística nacional, no responde muchas veces a las particularidades locales, resulta
importante relevar evidencia sobre el estado y tendencias de la situación de salud de la
población local a partir de indicadores.
En ese sentido, los mismos son instrumentos de evaluación que pueden determinar
directa o indirectamente modificaciones de una realidad, dando así una idea del estado
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de situación de una condición asociada con la salud. Algunos indicadores pueden ser
sensibles a más de una situación o fenómeno. Por ejemplo, la tasa de mortalidad infantil
es indicador del estado de salud de la población sensible también para evaluar el bienestar
global de una población.
Sin embargo, puede no ser específico respecto de ninguna medida sanitaria determinada
porque la reducción de la tasa puede ser consecuencia de numerosos factores
relacionados con el desarrollo social y económico. Los indicadores de salud y
relacionados con la salud, con frecuencia utilizados en diversas combinaciones, se
emplean en particular para evaluar la eficacia y los efectos de diferentes intervenciones.
5. Trabajo
Desde una perspectiva económica, el mundo del trabajo se refiere a aquellas actividades
humanas que tienen como objetivo la producción de bienes y servicios. A cambio de ese
esfuerzo productivo, los trabajadores perciben remuneraciones, ya sea bajo la forma de
ingresos netos (trabajadores independientes) o sueldos y salarios (trabajadores
dependientes).
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La legislación laboral norma las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores,
por medio de instrumentos tales como el contrato de trabajo, el derecho a la
sindicalización y la negociación colectiva. Es así que se establecen determinados
derechos de los trabajadores, como: jornada laboral, derecho al descanso y vacaciones;
asimismo se establecen ciertas protecciones: salario mínimo, seguridad social, fuero
sindical y fuero maternal. La legislación por otra parte establece que los trabajadores,
además, deben estar asegurados frente a los riesgos en materia de accidentes del trabajo
y enfermedades profesionales.
Estas cuestiones son las que permiten observar que el área del trabajo, finalmente puede
y/o debe considerarse como el eslabón que une los aspectos económicos y sociales del
desarrollo, midiendo el grado de éxito o de fracaso de los logros alcanzados por una
economía en directa relación con el ser humano.
Las variables claves se agrupan en torno a conceptos tan ampliamente estudiados como:
el desempleo abierto, las tasas de participación, la estructura del empleo, los salarios
mínimos y medios y la cobertura de la Seguridad Social.
Asimismo, cabe destacar que, a fin de profundizar el diagnóstico sobre la situación laboral,
se pueden incorporar nuevas dimensiones de naturaleza cualitativa del problema del
empleo que permitan distinguir entre empleos precarios y empleos protegidos o —como
les denomina la 01T—trabajos decentes.
6. Pobreza
Según Amartya Sen (1985) algunos de los aspectos que componen el bienestar son: llevar
una vida larga y saludable, tener educación y disfrutar de un nivel de vida decente, la
libertad política, el respeto de los derechos humanos, la seguridad personal, el acceso al
trabajo productivo y bien remunerado y la participación en la vida comunitaria. No
obstante, dada la dificultad de medir algunos de sus elementos constituyentes, en esta
área temática la propuesta es restringirse solo a los aspectos cuantificables y materiales
del bienestar, que son aquellos relacionados con los conceptos de "nivel —o estándar de
vida" y "carencia de recursos".
En este marco, se entiende que la medición de la pobreza puede hacerse desde dos
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perspectivas con derivaciones sin dudas diferentes: por una lado se mide como falta de
ingresos lo que deriva en la falta de posibilidades para desarrollar plenamente la
capacidad de las personas, en tal sentido se clasifica como "pobre" a una persona cuando
el ingreso por habitante de su hogar es inferior al valor de una "línea de pobreza" o monto
mínimo necesario que le permitiría satisfacer sus necesidades esenciales.
7. Cohesión Social
En tal sentido, surge una temática social de importancia: la cohesión social, concepto que
se refiere a la eficacia de los mecanismos de inclusión, y a la valoración subjetiva de las
personas en cuanto a la pertenencia a un proyecto común y/o sociedad trascendiendo la
mera satisfacción de las necesidades materiales. En este sentido, está directamente
relacionado a otros conceptos, tales como: capital, integración, inclusión y ética social.
La importancia de incluir los indicadores de cohesión social, radica en que estos permiten
observar la existencia de desigualdades y brechas sociales insalvables, midiendo por otra
parte resultados sociales (aunque no aborda los medios por los cuales estos fueron
alcanzados).
La cohesión social debe considerarse como fin y como medio a la vez. ¿Cómo fin en
relación a todo objetivo de política pública, lograr la inclusión de todos los miembros de la
comunidad, y como medio ya que toda sociedad con un mayor nivel de cohesión social
brinda un mejor marco de crecimiento económico?
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La dimensión económica
La importancia de los indicadores económicos radica no solo en que son elementales para
evaluar, dar seguimiento y predecir tendencias de la situación de la región o el municipio
en lo referente a la cuestión económica, sino que también son necesarios para valorar el
desempeño de cada uno de los programas del gobierno, encaminados a lograr el
cumplimiento de las metas y objetivos fijados en las políticas públicas.
Es así que el análisis comparativo entre un año y otro de los indicadores económicos
refleja claramente cuál es el comportamiento de las principales variables económicas,
financieras y monetarias, que afectan directamente a las actividades productivas que se
desarrollan en la región o partido, las mismas son las que proveen el nivel de ocupación
y de ingresos, determinando finalmente los niveles y medios de vida de los hogares, es
decir la situación social.
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información económica considerando el sector de la producción a la que pertenece, y por
otra a la importancia que tienen tanto las expectativas y las evaluaciones en los análisis
macro y microeconómicos.
Bibliografía
Díez Tetamanti, J. M., Escudero, H. B., Carballeda, A., Barberena, M., Hallak, Z., Rocha,
E., ... & Romero, N. (2017). Cartografía social: investigación e intervención desde
las ciencias sociales, métodos y experiencias de aplicación.
Díez Tetamanti, J. M., Escudero, H. B., Carballeda, A., Barberena, M., Hallak, Z., Rocha,
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las ciencias sociales, métodos y experiencias de aplicación. Recuperado de:
http://beu.extension.unicen.edu.ar/xmlui/handle/123456789/30
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