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1. Establece una meta de ahorro: Define claramente cuál es el objetivo que deseas alcanzar
mediante el ahorro. Puede ser para un viaje, la compra de algún bien o incluso para crear un
fondo de emergencia.
2. Crea un presupuesto: Examina tus ingresos y gastos mensuales. Determina cuánto dinero
puedes destinar al ahorro sin comprometer tus necesidades básicas. Asegúrate de asignar un
porcentaje de tus ingresos a este fin.
Ejemplo: Los ingresos mensuales son de $500 y los gastos fijos (alquiler, servicios,
alimentación, transporte) suman $200. Después de cubrir los gastos básicos, se puede
destinar el 25% restante al ahorro, es decir, $75 al mes.
3. Identifica áreas de reducción de gastos: Analiza tus gastos y busca oportunidades para
reducir o eliminar gastos innecesarios. Por ejemplo, puedes reducir el consumo de comida
fuera de casa, cancelar suscripciones que no utilices o evitar compras impulsivas.
Ejemplo: Se decide reducir el consumo de comida fuera de casa y limitarlo a una vez por
semana, lo que ahorra aproximadamente $50 al mes. Además, se cancela una suscripción a
servicio de streaming por $15 mensuales.
Ejemplo: Se configura una transferencia automática de $50 cada mes desde la cuenta
corriente a una cuenta de ahorros dedicada exclusivamente al objetivo del viaje.
5. Seguimiento: Lleva un registro de tus progresos. Anota cuánto has ahorrado cada mes y
compáralo con tu objetivo. Esto te ayudará a mantener la motivación y a ajustar tu estrategia
de ahorro si es necesario.
2. Crea un presupuesto:
4. Automatiza el ahorro:
5. Seguimiento: