El texto describe los resultados de censos agrícolas en varios países centroamericanos, centrándose

en Guatemala y comparándolo con El Salvador y Honduras en términos de tamaño de las fincas y el

uso de la tierra. En Guatemala, se destaca la existencia de un patrón de minifundios, con la mayoría
de las fincas siendo pequeñas (menores de 3.5 hectáreas) y ocupando una proporción relativamente
baja de la tierra cultivable. Por otro lado, un pequeño número de grandes fincas abarca una parte
significativa de la tierra.

Explicación del uso de las hectáreas basado en el texto:

En Guatemala, la mayoría de las fincas son pequeñas (menores de 3.5 hectáreas). En 1979, el 78%
de todas las fincas eran de tamaño sub-familiar, lo que significa que eran demasiado pequeñas para
satisfacer las necesidades de una familia promedio.

A pesar de ser la mayoría en número, estas fincas pequeñas ocupan una proporción relativamente
baja de la tierra en fincas. En 1979, las fincas menores de 3.5 hectáreas poseían solo el 10% de la
tierra cultivable.

En contraste, un pequeño número de fincas grandes (450 hectáreas o más) representaban menos
del 1% de las fincas, pero controlaban una porción significativa de la tierra en fincas.

A lo largo de los años, la proporción de tierra en fincas ha aumentado ligeramente en Guatemala,

pasando del 34% en 1950 al 39% en 1979.

El texto también menciona que una persona puede poseer más de una finca, y esto es más común
entre los grandes terratenientes.

En resumen, el patrón agrario predominante en Guatemala es el de minifundios, con una gran

cantidad de fincas pequeñas que ocupan una proporción relativamente baja de la tierra cultivable,
mientras que un pequeño número de grandes fincas controlan una parte significativa de la tierra.
Esta distribución desigual del tamaño de las fincas y el uso de la tierra ha sido un tema importante
en el debate sobre la reforma agraria y el desarrollo rural en la región.

Guatemala ha experimentado un crecimiento demográfico rápido a lo largo del tiempo. La población

ha aumentado significativamente, pasando de 2.8 millones en 1950 a proyectarse en 7.477 millones
en 1996.

El crecimiento de la población en Guatemala es muy alto, con una tasa de crecimiento anual del
3.2%. Esto significa que la población se duplicará en aproximadamente 22 años debido a esta tasa
de crecimiento acelerada.

La "población carente de tierra" se refiere a aquellos guatemaltecos que trabajan en actividades

agrícolas pero no poseen ni administran tierras. Se han realizado dos cálculos para determinar el
tamaño de esta población:

a. El primer cálculo incluye a todos los trabajadores agrícolas sin importar si tienen empleo
permanente o no.

b. El segundo cálculo excluye a aquellos trabajadores agrícolas con empleo permanente.