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“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”

“INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR DE EDUCACIÓN PEDAGÓGICA PÚBLICA”

TEMA:

LITERATURA INFANTIL

ALUMNA:

 RIVEROS SEGURA, DIANA FORTUNATA

DOCENTE:

TEOFILA F. ROMERO MAMANI

CURSO:

DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN EN LA PRIMERA INFANCIA

CICLO:

2023

1
INDICE

CONCEPTO DE LITERATURA INFANTIL:........................................................................................3

JUSTIFICACIÓN:............................................................................................................................... 4

PROCESO FORMATIVO DE LA LITERATURA INFANTIL:...............................................................4

REALIDAD DE LA LITERATURA INFANTIL:.....................................................................................5

INSTRUMENTALIZACIÓN DE LA LITERATURA INFANTIL:.............................................................6

LITERATURA INFANTIL Y ESCUELA:..............................................................................................7

LITERATURA INFANTIL Y CULTURA:..............................................................................................8

EL DOBLE DESTINATARIO:............................................................................................................. 9

LA LITERATURA INFANTIL COMO ASIGNATURA:.........................................................................9

LA TRADICION LITERARIA:........................................................................................................... 11

EL HUMOR:..................................................................................................................................... 11

EL AUTOCONOCIMIENTO:............................................................................................................ 12

EL JUEGO CON EL LENGUAJE:....................................................................................................12

LAS EMOCIONES:.......................................................................................................................... 12

LAS PERCEPCIONES:.................................................................................................................... 12

LA LITERATURA INFANTIL:........................................................................................................... 13

LA LITERATURA INFANTIL EN LAS ESCUELAS Y BIBLIOTECAS:..............................................13

LITERATURA INFANTIL RELACIONADA A LAS BIBLIOTECAS PUBLICAS:.................................14

EL INTERES DE LOS TEMAS:........................................................................................................14

LOS TEXTOS Y LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE:.....................................................................15

SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE UN TEXTO LITERARIO Y UN TEXTO NO LITERARIO :15

LA TRAMA DE LOS TEXTOS:.........................................................................................................15

2
NUEVOS ACERCAMIENTOS A LOS NIÑOS. JÓVENES Y LA LECTURA:....................................16

EXISTEN TRE ASPECTOS SOBRE LA LECTURA:....................................................................16

LA RAZON EN LA LITERATURA INFANTIL:...................................................................................17

FORMACION EN LA LITERATURA INFANTIL:...............................................................................17

CONCLUSIÓN:................................................................................................................................ 18

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:................................................................................................19

CONCEPTO DE LITERATURA INFANTIL

Existe una visión en alza de la literatura infantil que se caracteriza por su afán de globalización.

Según esta concepción, bajo el nombre de literatura infantil deben acogerse todas las producciones

que tienen como vehículo la palabra con un toque artístico o creativo y como receptor al niño.

El intento de distinguir entre libros de texto o de otro carácter, incluso de información o de

entretenimiento y la literatura Infantil propiamente dicha parece evidente en la definición. Y el

propósito de ensanchar las fronteras de la literatura infantil más allá de los clásicos géneros de la

narrativa, la poesía y el teatro, también. Las producciones ya hechas, existentes, como letrillas,

canciones de corro, adivinanzas, juegos de raíz literaria que cumplen con los requisitos

fundamentales -palabra con tratamiento artístico y niño como destinatario son literatura Infantil. Y

alcanzan también a serio el tebeo, el disco, la televisión y el cine para niños, siempre que su

contenido tenga carácter creativo y no se limite al didáctico o documental.

Pero, además, la invocación a la creatividad reclama también la calificación de literatura infantil

para actividades tales como la dramatización o el juego con expresión verbal, o sea toda la

literatura infantil creada por los niños, bien sean narraciones, poemas u obritas teatrales. La

necesidad de concretar algunos aspectos sobre la oportunidad pedagógica, la validez y limites

literarios de los productos resultantes de estas actividades no empecé que puedan ser incluidas en

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el estudio de la literatura infantil marcado por exigencias psicopedagógicas. Otra cosa es que

algunos, y hasta muchos de estos productos, merezcan el nombre de literatura, como hemos

dejado bien claro en otra parte. (CERVERA, J.: La literatura infantil en la educación básica, pp.

108-112 y 124-137).

JUSTIFICACIÓN

Si lo anteriormente afirmado no es suficiente para aceptar la existencia y necesidad de la

denominada literatura infantil, conviene precisar algo más el sentido de esta denominación:

1º La literatura infantil no por intentar se infantil ha de dejar de ser literatura. Creemos que

quedan atrás los tiempos en que la negación de la existencia de la literatura infantil se basaba en

que lo que tal nombre recibía carecía de calidad y de condiciones literarias. Aunque esta afirmación

nunca ha sido adecuada a todo lo que se ha llamado así. Siempre hay y siempre habrá productos,

o mejores subproductos, a los que también podrá negárseles la condición literaria. Pero este

rechazo pierde actualidad y vigencia ante gran parte de la producción que se considera literatura

infantil que, como es comprobable, cada vez está más cuidada como literatura y cada día busca

más afanosamente al niño.

2º La simplificación de quienes amparándose en que todo es literatura niegan la necesidad de

introducir en su seno clasificaciones parece ignorar la existencia de una amplia gama de

producciones literarias cuya característica es precisamente tener al niño como destinatario y servir

a sus necesidades intimas desde supuestos psicopedagógicos. Si existe esta parcela, habrá que

reconocerle el derecho a una denominación específica, del mismo modo que aceptamos la

existencia de una novela policíaca o de una literatura negra.

Es indudable que estas clasificaciones literarias no se formulan exclusivamente por sus temas o

contenidos, sino por el tratamiento. Y no sólo toman estructuras y formas que sirven a la

denominación, sino que su razón de ser es justamente servir a esta denominación. Hasta el punto

de que, de no ser así, tales producciones no existirían.

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Puesto que su finalidad es servir a las necesidades personales del niño y no necesariamente a las

de la sociedad o de los planes de estudio, como sucede con los libros de texto. Este destino

paidocéntrico es original e intencionado en la mayor parte de los casos y aceptado en lo que

llamamos literatura ganada por los niños.

PROCESO FORMATIVO DE LA LITERATURA INFANTIL

El proceso creador de la literatura infantil, en cuanto a realidad independiente, se ha desarrollado

de tres formas distintas. Esto nos permite hablar de tres tipos de literatura infantil:

-la literatura ganada (otros la llaman recuperada empleando una mala traducción del francés

dérobé- robada: está claro que no puede ser recuperado lo que nunca perteneció al niño) que

engloba todas aquellas producciones que no nacieron para los niños, pero que, andando el tiempo,

el niño se las apropió o ganó o se le destinaron, previa adaptación o no. Aquí cabe incluir todos los

cuentos tradicionales, el sector folclórico de la literatura Infantil, muchos de los romances y

canciones, una porción nada despreciable de la novelística juvenil, etc. Tal es el caso de los

Cuentos, de Perrault, o las adaptaciones de Las mil y una noches.

la literatura creada para los niños, que es la que tiene ya como destinatarios específicos a los

niños. Es la que en gran medida se ha producido, y sigue produciéndose, tanto bajo la forma de

cuentos o novelas como de poemas y obras de teatro. Así podemos citar Las aventuras de

Pinocho, de Collodi, La bruja Doña Paz, de Antonio Robles, Monigote pintado, de Joaquín

González Estrada, o El hombre de las cien manos, de Luis Matilla. De una forma o de otra esta

literatura infantil tiene en cuenta, según los cánones del momento, la condición del niño.

Evidentemente en ella se reflejan muchas tendencias y concepciones de la literatura infantil que la

hacen particularmente viva e interesante.

- la literatura instrumentalizada. Bajo este nombre pretendemos señalar gran cantidad de libros

que se produce ahora sobre todo para preescolar y Ciclo inicial de la E.G.B. Debemos hablar más

de libros que de literatura.

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Nos referimos a todos esos que aparecen en series en las que, tras escoger un protagonista

común, lo hacen pasar por distintos escenarios y situaciones: la playa, el monte, el circo, el

mercado, el zoo, el campo, la iglesia, el colegio, la plaza.

O bien aquellos que se crean como extensión para ejercicios de gramática u otras asignaturas.

Está claro que en todas estas producciones predomina la intención didáctica sobre la literaria. La

creatividad es mínima, por no decir nula. Toman el esquema de la literatura y lo aplican a varios

temas monográficos que convierten así en centros de interés. Tal es el caso de los libros

protagonizados por Teo, Tina-Ton, Ibai en los que los objetivos didácticos están por encima de los

literarios. No son literatura, aunque lo parezcan.

REALIDAD DE LA LITERATURA INFANTIL

Aunque a veces se haya puesto en duda la existencia de la literatura infantil, ésta se nos ofrece

como un hecho indiscutible y en crecimiento, a juzgar por la infinidad de libros que se publican

bajos sus auspicios. (DIEZ Y CUBELLS, 1973) Está además en un momento muy interesante

desde el punto de vista de desarrollo, influencias de intereses, variedad de orientaciones y de

aportaciones, que muy bien permite decir que se encuentra en una encrucijada. (CERVERA, 1984).

Si a ello añadimos la aparición de estudios sobre la misma, insuficientes, pero en aumento, el

momento parece positivo. La transición hacia una literatura infantil específica y en busca de calidad

nace de una serie de factores entre los que podemos distinguir: -factores sociales: aumento de la

información y de la escolarización; crecimiento de la capacidad adquisitiva y organizadora de la

sociedad: incremento de la atención al niño, necesidad de satisfacer la capacidad de producción y

distribución de las editoriales especializadas en textos escolares que, terminado el período do

producción y venta de éstos, quedan libres gran parte del año:

factores educativos: mayor conciencia de su utilidad por parte de padres y educadores: mayor

especialización, urgida por psicopedagogos y profesores universitarios; diferencias observadas

entre la literatura infantil para niños de países muy desarrollados y bien escolarizados y los de los

países en situación distinta de desarrollo; necesidad de difundir algunos valores superadores de

fronteras, razas, culturas, etc.

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-factores endógenos de la propia literatura infantil: a medida en que avanza en su propio

desarrollo, alcanza, y se le debe exigir, mayor perfección, adecuación, especialización y variedad,

como fruto de una sociedad cada vez más culta preocupada por la educación del niño, y de una

actividad cada vez más cultivada. La literatura infantil, en consecuencia, no sólo es una realidad

importante, sino en ebullición, lo que da lugar a multiplicidad de tendencias reflejadas en allá,

tendencias que incluso generan tensiones.

Todas estas circunstancias pueden chocar, por los menos aparentemente, con una realidad

condicionante de la literatura infantil: la que dimana del niño y que podríamos llamar eterno infantil.

Todos los niños empiezan siendo iguales. Pero lo cierto es que circunstancias particulares pronto

los diferenciarán y, en consecuencia, la requerida adecuación educativa se busca de acuerdo con

módulos complementarios de la edad y la psicología evolutiva que no pueden considerarse en

abstracto.

Como consecuencia de ello la literatura infantil se ve reclamada por dos tesis distintas y

contrapuestas:

 la tesis liberal

 la tesis dirigista

cuyas influencias pueden analizarse, incluso históricamente y en ámbitos territoriales concretos.

(CERVERA, 1984)

Para la tesis liberal, partiendo de la condición de independencia de toda literatura, la literatura

infantil no existe, con lo cual se abunda en la postura de quienes creen que no hay más que una

literatura que, a lo más, puede dividirse en buena y mala. Por ello cualquier otra clasificación es

falsa y extraña propósitos manipuladores, (SANCHEZ FERLOSIO, 1972) En osta única literatura el

niño buscará y encontrará las producciones que le gusten y le convengan.

Nadie puede negar que una parte de la literatura infantil, tiene este origen. Sobre todo, entre la

literatura juvenil. Es la que llamamos literatura ganada por el niño, o sea aquella que no fue escrita

para él, pero él se la ha apropiado.

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La tesis liberal, llevada a sus últimas consecuencias, niega no sólo la realidad de la literatura

infantil, sino también la necesidad de una literatura especializada para niños.

La tesis dirigista propugna una literatura específica para los niños. Las dificultades surgen del

grado de dirigismo y de quien lo ejerza, pues lógicamente toda literatura dirigida puede ser

manipulada. Si es un dirigismo simplemente técnico, como el que practican las editoriales en el

mundo libre en busca de la adecuación de la literatura al niño, los riesgos son menores. Pero

incluso en este caso nadie puede orillar totalmente las influencias comerciales, culturales,

religiosas, ideológicas y políticas, que, manifiesta o solapadamente, pueden alcanzar altas cotas

restrictivas de la libertad del autor, Prueba de ello es que existen países donde el dirigismo se

ejerce bajo más de censura, de orientaciones marcadas, de presiones incluso económicas, con

fórmulas de modelación y adoctrinamiento de los niños, cosa que sucede especialmente en países

sometidos a regímenes totalitarios. (HÜRLIMANN, 1968).

INSTRUMENTALIZACIÓN DE LA LITERATURA INFANTIL

Al abogar por la presencia de la literatura infantil en la escuela, lo hacemos pensando

primordialmente en la que hemos calificado como literatura ganada y creada. Sin rechazar

plenamente la literatura instrumentalizada, le oponemos algunos reparos más por el riesgo de

identificar sus objetivos con los de la auténtica literatura infantil que como procedimiento didáctico,

aspecto en el que no es oportuno entrar aquí a fondo.

La literatura infantil ha de ser, sobre todo, respuesta a las necesidades intimas del niño. Y su

acción se ejerce preferentemente por contacto, aprovechando su potencial lúdico, sin explicación y

sin instrumentalización. En el caso de imponerse esta literatura infantil instrumentalizada nos

veríamos abocados auna crisis de la literatura de creación para los niños, los autores quedarían

desplazados por equipos técnicos de producción, abundarían más libros didácticos que los libros

con respuesta (CERVERA, 1984) y la literatura infantil quedaría ahogada por la industria.

Lamentablemente algunos de estos síntomas no están ausentes del panorama de la producción

actual de libros para niños.

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Desde el punto de vista de la respuesta a las necesidades del niño la literatura infantil ganada y

creada llenan educativamente -no escolarmente el tiempo de ocio, y su presencia en la escuela es

beneficiosa. La expansión de la instrumentalizada, comportaría la invasión del tiempo de ocio por la

escuela. O sea, se iría en contra de la tendencia pedagógica actual que favorece la incursión de lo

lúdico en la escuela y no al revés.

Refiriéndose a estos libros instrumentalizados, Rosa M CABO (1986) emite el siguiente juicio:

"...hoy no existe niño que no haya leído un buen número de Teos, Nicos, Anas... y otros nombres

igualmente exóticos...de álbumes carentes de imaginación, ramplones, y en su mayor parte

horrorosamente ilustrados. Esta plaga cuenta además con el beneplácito de la mayoría de

maestros, quienes creen que estos libros son didácticos.

Por su parte la instrumentalización de la literatura infantil va más allá de la estricta aportación

didáctica al desarrollo del lenguaje. Hay instrumentalización también en el uso de la literatura

ganada y creada cuando su promoción entre los niños lleva a colocaría exclusivamente o en parte

al servicio de objetivos distintos de los que le asignamos como propios, tales como las campañas

de normalización lingüística en algunas partes o a comentarios de textos con el fin de afianzar otras

asignaturas, cosa bastante en boga en el momento actual.

Y, evidentemente, hay instrumentalización, cualquiera que sea su origen, cuando se sitúa al

servicio de un credo político o religioso o de una causa sociopolítica. En cualquiera de estos casos

la literatura infantil aparece condicionada por razones extraliterarias y persigue objetivos supra

infantiles.

Juan Carlos MERLO, (1976), rechaza tajantemente que las obras calificadas como infantiles

"deban servir para instruir, educar o moralizar. Ni tampoco que deban funcionar para mejorar el

aprendizaje de la lectoescritura. La literatura infantil, tal como la concebimos, no es literatura

didáctica." Y al defender la independencia de la literatura infantil dentro del ámbito de la literatura

contemporánea", no duda en afirmar que ha nacido para "goce exclusivo de los niños lectores.

Nunca para catarsis de adultos escritores.

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LITERATURA INFANTIL Y ESCUELA

En el momento actual, en España y en otros países, la escuela es la entidad más eficaz en

promoción de la literatura infantil, bien sea por el afán de crear hábitos lectores en los niños.

bien por la contribución de autores profesores y editoriales vinculadas a la educación Tal vez éste

sea un estadio por el que hayan de pasar todos los países donde la literatura infantil está en

periodo de desarrollo, pero el mantenimiento indefinido de esta situación coloca a la escuela en

disposición de ejercer, directa o indirectamente por si misma o por las editoriales pedagógicas y los

autores profesores si no el control sobre la literatura infantil, si, por lo menos, la influencia de una

de las corrientes determinantes de ella. Ignorar esta circunstancia seria miopía imperdonable. Esto

arrastra consigo dos circunstancias destacables.

a) Los riesgos de instrumentalización ahora en favor de la didáctica con evidentes Y estos

apuntan ya desde el momento en que se habla de didáctica de la literatura infantil, se acrecientan a

partir de los libros catalogados como instrumentalizados, y aumentan por medio de fórmulas como

las utilizadas por determinadas editoriales cuestionarios añadidos: ejercicios segundos que crean

libros de lectura como aplicación de los libros de texto, o planifican actividades relacionadas con

distintas disciplinas sobre tiros de literatura creada de manera uniforme y masiva.

A esta instrumentalización didáctica se le perdonan indulgentemente todos los riesgos e

intromisiones, todas las manipulaciones y todas las exageraciones con la excusa de crear lectores.

Dado que el fin es noble -promoción de la lectura- se justifican los medios, sin reparar en su

oportunidad u ortodoxia educativa. El riesgo principal radica en el apoyo dado a una nueva forma

de dirigismo en el que las iniciativas que le corresponden a la sociedad, como creadora de cultura,

se le transfieren a la escuela, gestora de gran parte de la educación.

Si señalamos que uno de los objetivos del estudio de la literatura infantil por parte de los

educadores ha de ser contribuir al estudio, desarrollo, fomento y modernización de la literatura

infantil, habida cuenta de sus posibilidades educativas y culturales, indudablemente se estimula a

la crítica de la literatura infantil.

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Igual que cuando se propone proporcionar al educador los conocimientos suficientes para que

pueda programar los contactos del niño con la literatura infantil. Ciertamente, critica y conocimiento,

han de contribuir a exigir a los autores mayor calidad y mayor grado de respuesta a las

necesidades del niño. Pretender crear normas a las que deban someterse los autores sería recortar

sus condiciones de libertad y de creación, y la literatura dejaría de ser arte.

b) La apertura de la escuela a la literatura infantil, por otra parte, no es más que un portillo para

otras aperturas. En este caso se empieza por la conexión con un mundo muy cercano como es el

de las editoriales dedicadas a la enseñanza, pero también abre sus puertas la escuela contactos

con profesores e incluso con alumnos al círculo cada vez más amplio de escritores para niños. Es

la aproximación necesaria para resolver un problema permanente: la adecuación entre las

exigencias educativas y la libertad de expresión y creatividad. A menudo el educador se queja de

que el autor deseduca al niño lector; y el escritor piensa, a su vez, que el educador no sabe educar.

La actual coyuntura de desarrollo de la literatura infantil está propiciando el encuentro y diálogo

necesarios del que ambas partes se beneficiarán. La literatura infantil y los niños, también.

Es el camino acertado para subsanar el reproche de Peter SLADE, para quien, "la primera que

hacen los teatros para niños promovidos por profesionales es lanzarse sin más a actuar y sólo

después se preocupan por averiguar las necesidades infantiles." (Expresión dramática infantil, p.

359) Para Graciela PERRICONI (1983) en toda obra de literatura para niños el adulto "recrea una

experiencia infantil. (El libro infantil. Cuatro propuestas críticas, p.10) Es evidente que si el adulto

se tía exclusivamente de su memoria, puede recrear "experiencias falsas, por el riesgo de

idealización con que todos recordamos algunas vivencias de nuestra infancia, o experiencias

inauténticas, que nada tienen que ver con el niño al que destinamos nuestra literatura. La

necesidad de adecuación, fidelidad y servicio al niño sólo es posible resolverlas gracias a

intuiciones extraordinarias o al estudio pormenorizado. En este estudio, la aportación critica de los

educadores es decisiva, Al creador le corresponde hacerla compatible con los criterios estéticos a

los que debe fidelidad. Conseguirlo supone facilitar el encuentro natural del niño con las creaciones

artificiales de la literatura. La coherencia y verosimilitud en la mente del niño no coinciden siempre

con las nuestras.

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LITERATURA INFANTIL Y CULTURA

La relación de la literatura infantil con la cultura exige otras precisiones. Hasta el presente a la

literatura infantil difícilmente se le reconoce el carácter de literatura: mucho menos el de aportación

a la cultura. No puede negarse que este menosprecio está justificado, sobre todo por algunas

producciones, tanto del pasado como del momento actual. Aquí mismo hemos denunciado el abuso

actual de los libros, que no literatura, instrumentalizados. Y lo mismo sucede con todos los géneros

literarios. Pero que en materia de literatura infantil el panorama está cambiando es algo

indiscutible, y prueba patente de ello puede ser el que grandes autores no tienen a menos publicar

libros de literatura infantil. Sin duda queda todavía trecho por andar hasta conseguir disipar todas

las nubes que se clamen sobre la literatura infantil en este sentido, Y los caminos para alcanzar

esta meta son varios. Entre ellos el acercamiento entre docentes y autores y la captación de

autores consagrados para la literatura infantil. El resultado de las producciones de estos autores es

vario, lógicamente. De ello puede darse cuenta quien las mire con espíritu crítico. De todas formas,

esto acredita que la literatura infantil es la respuesta a las necesidades del niño. Este es su espacio

en el panorama cultural. Román L. TAMES (1985) expresa así referido a los cuentos de hadas,

pero con fácil extensión a toda la literatura infantil:

"Cuentos de hadas donde bajo la apariencia de relatos ingenuos. fácilmente captados en un primer

relato oral, luego escrito, se proporcionen al niño soluciones a sus problemas urgentes. No con la

abstracción y decálogos elaborados del mundo adulto, sino por la identificación emocional que el

niño en sus diferentes etapas lleva a cabo con los modelos de conducta de héroes y antagonistas

de estos relatos elementales, Y lo confirma con un ejemplo más cercano:

"De un cuento de Michael Ende, que ha tenido enorme éxito, el periódico Frankfurter Allgemeine

Zeitung dice que sus compradores deberían buscarse sobre todo en la generación de quienes se

criaron sin cuentos ni leyendas y, posiblemente, creían además que no los necesitaban (pp. 40-41).

Si las aportaciones de estos autores consagrados están en la línea de la adecuación al niño, bien

venidos sean a la literatura infantil. Siempre la literatura ha sido campo abierto para todos.

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Pera si lo que se busca al recurrir a ellos, al igual que a otras famosos, como pueden sor artistas o

directores de cine y televisión, es el reclamo publicitario de sus nombres y no el acierto de sus

creaciones para los niños, habrá que rechazar o el procedimiento por oportunista y por contribuir a

la confusión y desorientación de padres y educadores en un terreno que tan necesitado está de la

crítica independiente y de la formación aleccionadora.

EL DOBLE DESTINATARIO

Consideración aparte requieren las obras que, como Platero y yo o El pequeño príncipe, se admite

que gozan de la aceptación de niños y de adultos, sin que pueda defenderse plenamente su

identidad infantil. Sería injusto regatearles méritos, como seria torpe ignorar que los niños y adultos

realizan sobre ellas distintas lecturas, de cuya oportunidad cabe esperar que algún día

experimentados psicopedagogos nos aporten algo más que los tópicos que habitualmente

manejamos sobre el particular. Parece evidente que la duplicidad de destinatario no es el camino

ideal para crear una literatura específicamente infantil. Michael Ende cree que no hay temas

infantiles y temas adultos, sino "distintas maneras de contar (citado por TAMES), lo cual, de por sí,

ya indica un paso hacia la especialización. Jacinto Benavente, en su temprano intento de crear un

Teatro de los Niños, en 1909. pretendió que las obras presentadas en el gustaran a los niños

espectadores y a sus padres, obligados acompañantes. De este intento quedan para la historia y el

análisis, entre otras, dos obras dignas de respeto: El príncipe que todo lo aprendió en los libros, de

propio Benavente, y La cabeza del dragón, de Vall-Inclán. La problemática del espectáculo teatral

no es la misma que la de la lectura individual de relatos, ciertamente. Esto dificulta sacar

conclusiones del fracasado intento de Benavente. Para Benavente la viabilidad de su experiencia

se basaba en que "el devenir a los menores ha sido siempre pretexto para divertirse los mayores.

No hay idea de lo que puede divertirse una madre porque sus hijos se diviertan, y unos

grandullones por divertir a los pequeños, (Obras completas, tomo Xi, p. 522. Aguilar. Madrid, 1969)

Lo cierto es que actualmente son muchos los adultos, especialmente educadores y otras personas

interesadas por la literatura infantil, que leen con fruición libros publicados para niños.

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Esto no significa que estas obras tengan doble destinatario, sino que la calidad de la literatura

infantil ha subido. También puede ser tributo de homenaje de quienes hubieran deseado tener los

mismos libros en su infancia y no los tuvieron.

LA LITERATURA INFANTIL COMO ASIGNATURA

El deseo de fomentar los estudios de literatura infantil en las Escuelas Universitarias de Formación

del Profesorado se viene sintiendo desde hace bastante tiempo y de hecho en muchas ha entrado

con fuerza. Primero fue la presencia de algún tema en los programas de Didáctica de la lengua y

literatura españolas, luego algunos cursillos organizados por los ICE y los movimientos de

renovación pedagógica, en los que se empezó por cursillos de expresión corporal que malamente

se confundían con dramatización, luego cursillos de teatro y de expresión en general de forma a

veces harto inconcreta. A continuación, en algunas Escuelas Universitarias, estatales y también

privadas, se crearon asignaturas como la dramatización, la literatura infantil, cuentos para la

E.G.B., con denominaciones fluctuantes y siempre bajo la forma de asignaturas optativas.

Mientras tanto artículos en revistas y algunos libros empujaron hacia la creación de la asignatura

en Escuelas Universitarias que nunca la hablan tenido, algunas como asignatura fija para la

sección de Preescolar o la de Filología; otras la afianzaron como optativa de duración anual, Estas

iniciativas parecen haber recibido respaldo oficial a partir de las pruebas de Idoneidad. Varios

profesores de Escuela Universitaria escogen la literatura infantil como perfil de su Memoria y a ella

le dedican el proyecto educativo. Esto consolida la asignatura y anima a crearla en más centros el

interés por la materia crece desde el momento en que en las oposiciones de E.G.B. figuran varios

temas de literatura infantil en los programas. Todo lo cual favorece para que aparezcan algunos

libros más sobre el particular La aspiración compartida por algunos anteriormente de crear cátedras

de Literatura infantil en las Escuelas Universitarias parece diluirse a partir de la posibilidad de optar

a cátedra de Didáctica de la lengua y literatura, con el perfil especifico de Literatura infantil,

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solución que permite la anhelada especialización personal y la dedicación docente especifica

enmarcada en el ámbito de la Didáctica de la tregua y literatura: La fórmula, sin duda, acredita

flexibilidad y evita la fragmentación departamental excesiva.

A su vez esta posición departamental contribuye a la mayor difusión de la literatura infantil por

contacto y penetración natural en otras asignaturas del departamento, como son las de Lenguaje

del Preescolar, Lenguaje de la Educación Especial y en los distintos idiomas. Actualmente los

anhelos de los interesados en la expansión de la literatura infantil se centran en la reforma de los

planes de estudio y apuntan a la creación de la asignatura obligatoria para todas las

especialidades, independiente de las asignaturas de Lengua española. Es decir, se aspira a que se

convierta en asignatura troncal, como parece lógico.

La inclusión de la dramatización en la Literatura infantil se reclama en virtud de la capacidad

expresiva que encierra la dramatización y en sus virtualidades para el desarrollo de la lengua. El

que actualmente en el Área de educación artística, musical y corporal pueda caber una hipotética

Expresión corporal fundida con la Educación física, quizá-que se presenta con base poco definida,

en modo alguno ha de impedir la presencia definitiva y plena de la dramatización- 1-que es algo

más que la expresión corporal en el Área de didáctica de la lengua y literatura, como se viene

haciendo en bastantes Escuelas Universitarias con toda propiedad. Por otra parte, la dramatización

es el paso previo y obligado para la iniciación en el teatro. La concepción globalizadora de la

literatura infantil, que defendemos, apoya netamente la dramatización como una de las actividades

creativas y expresivas de más valor dentro de la literatura infantil. Por otra parte, limitar la literatura

infantil a la sección de Preescolar, como se ha pretendido en algún momento, es desconocer lo que

es la literatura infantil y su trascendencia en la educación a lo largo de toda la E.G.B. o de la futura

Primaria. Es más, en el caso de imponerse la proyectada reformada que consagraría, al parecer, el

comienzo de la Secundaria a los 12 años, es de desear que se prevea para los futuros profesores

de esta sección los conocimientos suficientes de literatura juvenil, que es la que por lógica les

corresponde a estos alumnos. En cualquiera de los casos la expansión de la literatura infantil y

juvenil está llamada a experimentar fuerte crecimiento.

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Es de esperar que se descubra dentro de algún tiempo que mantener en las Escuelas

Universitarias una asignatura que englobe la literatura infantil y la dramatización da lugar a un

programa excesivamente extenso, si se quiere trabajar con el mínimo de profundidad que exige el

nivel universitario, Durante algunos años es posible que así se mantenga. Incluso puede resultar

recomendable para que el profesorado de las Escuelas Universitarias se familiarice con la literatura

infantil y con la dramatización como parcelas obligadas de su formación. Pero más adelante habrá

que pensar en su separación para constituir das asignaturas dentro del mismo departamento. El

proceso de segregación, Inicialmente, puede ser mantener la literatura infantil como troncal y la

dramatización como optativa. De todas formas, en cualquier caso, ambas han de mantener su

carácter literario y su vinculación lingüística Queda claro que cuando se habla de estudio de la

literatura infantil, se apunta al profesorado y no a los niños alumnos. Estos han de entrar en

contacto con la literatura infantil por la vía de la lectura o el juego. Que es tanto como decir del

placer y del estudio.

LA TRADICION LITERARIA

La literatura infantil ha existido siempre, pero sobre todo literatura infantil oral transmitida de

generación en generación a través de juegos, canciones, cuentos populares, trabalenguas,

retahílas, poesías, romances… Con el paso de los años, esta literatura se ha plasmado por escrito,

mucha de la cual ha llegado hasta nuestros días. La tradición oral es la historia de un pueblo, de

una sociedad que avanza a la vez que con ella se moldean sus historias, sus vivencias, sus

tradiciones.

Por ello, la tradición literaria es un aspecto fundamental en la literatura infantil puesto que conforma

un conjunto de obras creadas a lo largo de la Historia que constituyen un fondo muy enriquecedor.

El niño/a adquiere de las obras literarias infantiles, que escucha o lee, un cúmulo de información

sobre la historia,

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la cultura y las ciencias, que enriquecen su vocabulario y estimulan su creatividad e imaginación.

Por ello, debemos rescatar la herencia de mitos, leyendas, fábulas y cuentos folclóricos apropiados

para los niños/as pues han sido creadas a lo largo de la Historia con un fin y constituyen el legado

más valioso de ella y nuestra propia identidad.

EL HUMOR

El humor es un buen compañero de los relatos de aventuras, del cuento fantástico… con humor

hasta podemos enfrentar el mal. Situaciones dramáticas pueden abordarse desde su perspectiva

tratadas con humor. La experta en Literatura Infantil, Dinorah Polakof de Zaidensztatl (1998) nos

dice que “el humor es utilizado en el cuento infantil como catalizador, como una táctica que permite

dar vuelta una situación, distinguir en ella los elementos que eviten que se tome a lo trágico” y pone

como ejemplo el libro “Pedrito el greñoso” de Heinrich Hoffman (1980) donde se muestra la

ambigüedad de lo cómico ya que todos los episodios son dramáticos en sí mismos, pero tal es la

exageración y tanto el humor que el joven lector comprende de inmediato que se trata de un chiste.

El humor implica un cambio de perspectiva que nos permite escapar de una situación

desagradable, huir y sacarla al balcón para verla desde fuera y observarla desde otra panorámica

diferente. El sentido del humor en la literatura ha sido de alguna forma la narración que nos habla

de la visión del mundo de cada grupo y cada época. Por otro lado, el elemento humorístico también

posee un gran valor pedagógico, nos enseña a relativizar, es un medio por el cual el lector más

joven puede desarrollar el sentido crítico.

La frontera del humor puede resultar una vía atractiva de iniciarse a la lectura, de observar el

mundo bajo los aspectos divertidos y contradictorios. No cabe duda que el humor fomenta la

lectura y es un elemento clave en la literatura infantil.

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EL AUTOCONOCIMIENTO

Todo niño/a necesita ser aceptado, sentirse orgulloso de su origen, ubicarse en su entorno social y

ser partícipe de su cultura. La literatura, provee los más diversos ejemplos de convivencia.

Con ella se transmiten costumbres, tradiciones, creencias y valores que ayudan a la integración del

niño/a con la sociedad, ambiente y momento histórico que le ha tocado vivir. La actividad lúdica de

los niños/as, como la fantasía y la invención, es una de las fuentes esenciales que permite

reafirmar su identidad tanto de manera colectiva como individual. Los personajes ayudan al

autoconocimiento pues los niños/as se identifican con los personajes que representan las causas

nobles. Viven vicariamente las vicisitudes de (o de la) protagonista que lucha con honestidad por

sus principios y triunfa. Gozan al ver que la valentía, la verdad y la honestidad prevalecen... En

definitiva, la literatura se convierte en ejemplos de lucha entre el bien y el mal. Los personajes

ejercen, en ésta, su libre albedrío y cada cual participa de las consecuencias de sus acciones.

EL JUEGO CON EL LENGUAJE

La literatura infantil ayuda a forjar el lenguaje, ya que el uso de palabras precisas, similitudes y

oposiciones semánticas, metáforas, metonimias, construcciones sintácticas inusuales… intensifican

las posibilidades expresivas. Las obras literarias inician al niño/a en la palabra, el ritmo, los

símbolos, le ayudan en la maduración de la motricidad, despiertan el ingenio, favorecen la

adquisición del lenguaje hablado, de un lenguaje personal y expresivo, conducen a la

estructuración de la memoria.

El juego es parte de la creación literaria y en especial de la poética. La literatura infantil emplea las

palabras de una manera tal que producen un efecto lúdico y muchas veces también educativo, ya

que favorecen el desarrollo de la creatividad y de las habilidades del lenguaje como la redacción y

la ortografía, al mismo tiempo que permite ir familiarizándose con un vocabulario cada vez más

amplio. Además, la literatura infantil, en la mayoría de las ocasiones, se vale de los juegos de

palabras, los cuales requieren agudeza de pensamiento y es por esto que se cree que el

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desarrollar este tipo de actividades ayuda a mantener una mente más activa, ya que, con el juego,

se van perfeccionando cada vez más estas cualidades.

LAS EMOCIONES

Los adultos tienden a ignorar el universo interior del niño/a, a sus ojos pareciera como si los

pequeños no fuesen capaces de tener emociones o sentimientos complejos. La literatura infantil

desnuda sentimientos y emociones infantiles, revelando una riqueza inusitada. La sensación del

adulto de que el niño/a no reflexiona y de que sus sentimientos son limitados queda claramente

desmitificada. La enorme variedad de sentimientos que reflejan las obras literarias infantiles, es

decir, el gran abanico emocional va más allá de la tristeza, el enfado o la alegría, sirven al niño/a

que se acerca a estas obras como una herramienta para aprender a reconocer sus propias

emociones, como una guía para desarrollarlas e interpretarlas. Por tanto, las obras literarias

cumplen una labor educativa muy importante al influir en la formación de la inteligencia emocional,

y esto es clave para el desarrollo afectivo del niño/a. La emoción es una de las bases que sustenta

la literatura infantil. La literatura infantil puede hacer llorar o reír, causar miedo o provocar otras

emociones, sin llegar a ser neutral.

LAS PERCEPCIONES

La Literatura Infantil suscita percepciones, es decir, construye escenas de una gran potencia

sensitiva, visual y sonora. La literatura ayuda al niño/a a desarrollar la capacidad para enjuiciar las

actitudes de los personajes frente a una situación de conflicto y a relacionar dichas actitudes con

sus propias experiencias y valores. A través de la obra literaria éste puede vivir vicariamente las

peripecias de los personajes: participar con ellos de la alegría, del peligro, del dolor, del triunfo, etc.

sin recibir un solo rasguño.

En otras palabras, la literatura le ayuda a teorizar su vivir; pues, con ella aprende a evaluar

situaciones, a valorar comportamientos y a predecir consecuencias. Cuando el niño/a se identifica

con el héroe de una obra, vive vicariamente y siente, al igual que éste, la satisfacción de ser

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querido. Gran parte de los cuentos y poemas que se les ofrece a los niños/as gozan de la cualidad

de la ternura, hablan del amor desinteresado, de la amistad y de la virtud de compartir.

LA LITERATURA INFANTIL

La literatura infantil se encuentra plenamente integrada en los procesos educativos de Educación

Infantil y Primaria, según recogen los respectivos Decretos. Incluso se comporta como factor

globalizador e integrador de contenidos no siempre específicamente literarios. En el Decreto de

Educación Infantil para Andalucía, la literatura infantil aparece:

1. Asociada al desarrollo de la expresión plástica, concretamente al conocimiento del lenguaje

de la imagen: carteles, fotografías, periódicos, anuncios, televisión, libros. En este aspecto es

especialmente destacable el componente plástico imprescindible en la Literatura Infantil: la

ilustración de libros para/de niños.

2. Asociada al desarrollo de la expresión musical, especialmente a la sensibilización audio-

perceptiva y el desarrollo del sentido del ritmo. A la hora de potenciar situaciones de juego en las

que los niños/as sientan la necesidad de expresarse a través de la voz, el movimiento y todo tipo

de instrumentos sonoros, la literatura infantil se presenta, nuevamente, como un campo

extraordinario sobre el que poder experimentar textos diversos acompañados de su esquema

musical (canciones, rondas, etc.). La misma poesía es, en cierto sentido, un texto rítmico-musical.

3. En relación con el desarrollo de la expresión corporal, por su capacidad para crear

situaciones de movimiento y gesto (mediante la dramatización y/o el juego simbólico).

4. Por supuesto, en lo referente al uso y conocimiento de la lengua, son múltiples las

referencias que se realizan a la literatura infantil: Comprensión y reproducción correcta de textos

tradicionales y modernos (trabalenguas, adivinanzas, refranes, canciones de corro y de comba,

fórmulas para sortear...), individual y colectivamente; producción de textos orales sencillos según la

estructura formal de rimas, canciones, pareados, adivinanzas... No es siquiera necesario comentar

la importancia que tiene el cuento para el desarrollo no sólo de las capacidades verbales del niño/a,

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sino para la configuración de su personalidad. El juego simbólico y dramático, por su

interdisciplinariedad, representa, a su vez, un instrumento educativo insustituible.

LA LITERATURA INFANTIL EN LAS ESCUELAS Y BIBLIOTECAS

En la historia de las bibliotecas públicas puede rastrearse una larga tensión entre su función de

conservar el archivo del saber y su función de servicio a las diversas necesidades de todos los

ciudadanos. Por otra parte, en la historia de la escuela puede observarse fácilmente la tensión

entre la enseñanza de una lectura formativa guiada por el docente y el fomento de hábitos

personales de lectura. En medio de ambas tensiones, la literatura infantil y juvenil ha ido

penetrando en los dos ámbitos en la medida en que la preocupación por el acceso directo a los

libros iba ganando terreno.

En las bibliotecas ese proceso, referido al público infantil, puede situarse hacia 1880, cuando en

Birkenhead, en Estados Unidos, se reservó por primera vez una sala de lectura para niños. Muy

pronto se abrió otra en Brooklyn y se fue formando una cadena a lo largo de todo el territorio que

constituyó una sólida infraestructura para la difusión de las ediciones norteamericanas.

Ya en el período de entreguerras, justo a la mañana siguiente al armisticio de 1918, se formó en

Nueva York un comité para dotar de bibliotecas infantiles a las zonas siniestradas en la guerra

europea. Era el Book Committee of Children's Libraries. Con su impulso se inauguró la primera

biblioteca infantil en Bruselas, en 1920, y en 1924 se abrió la Heure Joyeuse en París. Una vez

creadas las bibliotecas, el problema es siempre el de conseguir que acudan los lectores.

En cambio, en la escuela, los niños ya están allí obligatoriamente. Para la difusión de la lectura

infantil, el primer objetivo es, entonces, el de conseguir la penetración de los libros. En realidad,

podría decirse que la escuela acogió los libros escritos para destinatarios infantiles desde los

orígenes de esta producción, ya que muchos libros didácticos, así como las antologías de cuentos

y narraciones, se crearon precisamente para ser utilizados en la enseñanza de la lectura y para la

formación moral en el ámbito escolar.

21
Pero desde el punto de vista moderno de la literatura infantil y juvenil, puede afirmarse que su

introducción se ha producido en las últimas décadas.

Entre los años sesenta y la década de los ochenta la literatura infantil y juvenil generalizó su

presencia escolar al pasar a considerarse que los libros para niños y adolescentes son un elemento

imprescindible para la formación lectora y literaria.

En un paso más allá, durante la década de los noventa, el acento se ha desplazado hacia la

reflexión sobre cómo articular la presencia de estos textos en los objetivos y prácticas educativas

que giran alrededor de la educación literaria. A pesar de sus diferencias, tanto en los ámbitos

bibliotecarios como escolares, la preocupación por la difusión de la literatura infantil y juvenil a

estado presidida, a grandes rasgos, por las cuestiones.

LITERATURA INFANTIL RELACIONADA A LAS BIBLIOTECAS PUBLICAS

La historia de las bibliotecas públicas se remonta a una tensión de larga data entre su función de

preservar los archivos intelectuales y su función de satisfacer las diversas necesidades de todos

los ciudadanos. Por otro lado, no es difícil ver en la historia de las escuelas la tensión entre la

instrucción dirigida por el maestro en lectura formativa y la formación de hábitos lectores

individuales. En medio de estas dos tensiones, la literatura infantil y juvenil ha permeado ambos

campos a tal punto que cada vez se presta más atención al acceso directo a los libros. En las

bibliotecas, este proceso de involucrar a los niños comenzó en 1880, cuando se reservó la primera

sala de lectura para niños en Birkenhead, Estados Unidos. Pronto se abrió otro en Brooklyn, y una

cadena de tiendas surgió en toda la región, formando una infraestructura sólida para que se

extendiera la versión norteamericana.

En el período de entreguerras, en la mañana posterior al armisticio de 1918, se formó un comité en

Nueva York con la tarea de proporcionar bibliotecas para niños en las zonas devastadas por la

guerra en Europa. Es la Junta de Libros de la Biblioteca Infantil. A petición suya, se abrió la primera

biblioteca infantil en Bruselas en 1920 y Heure Joyeuse se inauguró en París en 1924. Una vez que

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se crea una biblioteca, los lectores siempre tienen preguntas. Los niños ya son obligatorios en la

escuela. El objetivo principal de la promoción de la lectura infantil es lograr la penetración de los

libros. De hecho, se puede decir que las escuelas han recibido libros escritos para niños desde el

inicio de esta obra, ya que muchos libros didácticos y colecciones de cuentos y narraciones se

crearon con el propósito mismo de enseñar a leer y formar moralmente. Ambiente escolar. Sin

embargo, desde la perspectiva de la literatura infantil y juvenil moderna, se puede decir que su

introducción se ha producido en las últimas décadas.

La literatura infantil y juvenil estuvo muy extendida en las escuelas desde la década de 1960 hasta

la década de 1980, donde los libros infantiles y juveniles se consideraban elementos esenciales de

la enseñanza de la lectura y la literatura. Aún más, en la década de 1990, la atención se centró en

reflexiones sobre cómo la existencia de estos textos se articuló en los objetivos y prácticas

pedagógicas asociadas a la enseñanza de la literatura. A pesar de las diferencias en el entorno

bibliotecario y escolar, las preocupaciones sobre la distribución de la literatura infantil y juvenil

están dominadas en gran medida por los problemas.

EL INTERES DE LOS TEMAS

En la literatura infantil encontramos una gran variedad de temáticas muy variopintas. Uno de los

grandes valores de las obras literarias infantiles es el presentar al pequeño lector conceptos o

temas de gran importancia que ayudan a formar su pensamiento crítico y su capacidad reflexiva: la

muerte, el tiempo, la religión, la amistad, la autoestima, el valor de las cosas sencillas… de manera

amena y cercana, permitiendo una primera aproximación a estas nociones básicas.

Los protagonistas de los libros son niños y niñas que tienen preocupaciones y reflexionan sobre el

mundo en el que viven, son excepcionalmente lúcidos y conscientes de lo que ocurre a su

alrededor.

Son niños/as fuertes, maduros, sensatos, con un riquísimo mundo interior, que piensan por sí

mismos y buscan respuestas a las cosas que les suceden. Los libros, recursos excelentes para los

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niños/as, les permiten conocer a personas y lugares diferentes. Al estimular su curiosidad e

imaginación y aumentar su vocabulario, los libros los divierten a la vez que fomentan su desarrollo

intelectual.

LOS TEXTOS Y LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE

Los textos manifiestan las diferentes intenciones del emisor: buscan informar, convencer, seducir,

entretener, sugerir estados de ánimo, etc.

1. Función informativa: cumple la función de informar, la de hacer conocer el mundo real, posible

o imaginado al cual se refiere el texto, con un lenguaje conciso y transparente.

2. Función literaria: tiene una intencionalidad estética, busca crear belleza con las palabras.

Emplea un lenguaje figurado y opaco. La interpretación del texto literario obliga al lector a

desentrañar el alcance y la significación de los distintos recursos usados y su incidencia en la

funcionalidad estética del texto.

3. Función apelativa: intentan modificar comportamientos, como las recetas de cocina o los

manuales de instrucciones.

4. Función expresiva: manifiestan la subjetividad del emisor, sus estados de ánimo, sus afectos,

sus emociones, como una carta, diarios íntimos.

SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE UN TEXTO LITERARIO Y UN TEXTO NO LITERARIO

Un texto no existe hasta que es interpelado por el lector. Es el receptor quien le otorga identidad al

decidir su significación, es "quien dice lo que el texto dice", por lo tanto, un texto es la interpretación

que le da el receptor. Todo texto literario ofrece una serie de estrategias enunciativas que el lector

ha de actualizar en el acto que lo define como sujeto de la lectura.

El texto literario se caracteriza por el tipo de relaciones que mantiene con la realidad designada.

Los textos no literarios encuentran una correspondencia exacta con el mundo exterior a ellos, los

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textos literarios no son portadores de esa correspondencia. Los textos literarios no se constituyen

como una copia o reproducción de la realidad que existe al margen de ellos.

El carácter polisémico de la literatura permite que cada receptor desde su horizonte de

experiencias elabore hipótesis, complete los huecos y las indeterminaciones del texto en su viaje

imaginario, del cual saldrá fortalecido porque habrá interactuado con el texto activamente.

LA TRAMA DE LOS TEXTOS

1. Trama narrativa: presentan hechos o acciones en una secuencia temporal y causal. El interés

radica en la acción. Adquieren importancia los personajes que la realizan y el marco en el cual esta

acción se lleva a cabo. La ordenación temporal de los hechos y la relación causa-consecuencia

hacen que el tiempo y el aspecto de los verbos adquieran un rol fundamental en la organización de

los textos narrativos. También es importante la distinción entre el autor y el narrador.

2. Trama argumentativa: comentan, explican, demuestran o confrontan ideas, conocimientos,

opiniones, creencias o valoraciones. Tiene tres partes: la introducción en la que se presenta el

tema, la problemática, el desarrollo en donde se encadenan informaciones mediante el empleo en

estructuras

subordinadas de los conectores lingüísticos requeridos por los diferentes esquemas lógicos, y una

conclusión. Los conectores y los presupuestos son muy importantes en esta trama.

3. Trama descriptiva: presentan especificaciones y caracterizaciones de objetos, personas o

procesos a través de una selección de sus rasgos distintivos. Predominan las estructuras

yuxtapuestas y coordinadas que permiten sujetar el objeto descripto como un todo.

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Los sustantivos y los objetivos adquieren relevancia en estos textos, ya que los sustantivos

mencionan y clasifican los objetos de la realidad y los adjetivos permiten completar la información

del sustantivo añadiéndole características distintivas o matices diferenciales.

4. Trama conversacional: aparece en estilo directo la interacción lingüística que se establece

entre los participantes de una situación comunicativa. Las formas pronominales adquieren

relevancia en esta trama.

NUEVOS ACERCAMIENTOS A LOS NIÑOS. JÓVENES Y LA LECTURA

Por obra de la lectura los jóvenes pueden estar mejor armados para participar activamente en su

propio destino, aún en contextos sociales muy desfavorables; que pueden estar mejor armados

para resistir a ciertos procesos de marginación y para elaborar o reconquistar una posición de

sujeto, en vez de ser solamente objeto en los discursos de otros.

La literatura ayuda a la vida y alimenta, El libro debe permitir al lector conquistar la aptitud de juzgar

por sí mismo sin directivas ajenas.

La lectura tiene siempre dos vertientes, marcadas por la omnipotencia adjudicada al texto escrito y

a su vez por la libertad del lector.

1. Primera vertiente: mucho se ha utilizado lo escrito, en forma de trozos cuidadosamente

seleccionados, para imponer modelos edificantes, e incluso para inculcar temor, para someter

cuerpos y espíritus, para dominar, para incitar a cada uno a quedarse en su lugar.

2. Segunda vertiente: los lectores son activos, se apropian de esos textos, los interpretan a su

antojo, deslizando entre las líneas sus deseos y sus preguntas: estamos allí ante toda la alquimia

de la recepción.

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EXISTEN TRES ASPECTOS SOBRE LA LECTURA:

1. Primer aspecto: leer ya es un atajo privilegiado para tener acceso al saber y a la información y

eso puede modificar decisivamente nuestro trayecto escolar, profesional o social. El saber es

pensado por los lectores como la llave de la libertad.

2. Segundo aspecto: la lectura es también un atajo privilegiado para acceder a un fluido de la

lengua, esa lengua que puede constituir una terrible barrera social. Atreverse a tomar la palabra o a

tomar la pluma, son gestos propios de una ciudadanía activa.

3. Tercer aspecto: la mayor o menor habilidad para jugar con el lenguaje no anuncia simplemente

una posición más o menos cómoda en el orden social.

El lenguaje no puede reducirse al rango de instrumento: tiene que ver con nuestra construcción

como sujetos hablantes. Y escuchando a los lectores se alcanza a medir hasta qué punto la lectura

puede ser un camino privilegiado para construirse a sí mismo, para dar un sentido a la propia

experiencia, para darle voz al sufrimiento y forma a los deseos o a los sueños.

Es un aspecto a menudo desconocido o subestimado, o derivado hacia las lecturas llamadas de

evasión o de distracción. El lector elabora un espacio propio donde no depende de los otros y

donde a veces hasta da la espalda a los suyos. Leer permite descubrir que existe otra cosa. El

mismo gesto de la lectura es ya una vía de acceso a ese territorio de lo íntimo que ayuda a

elaborar o mantener su sentido de individualidad, al que está unida la capacidad de resistir.

LA RAZON EN LA LITERATURA INFANTIL

Si lo anterior no es suficiente para aceptar la existencia y necesidad de la llamada literatura infantil,

es más correcto aclarar qué significa este nombre:

1º La literatura infantil, en vez de pretender ser pueril, debe dejar de ser literatura. Creemos que

la era de negar la existencia de la literatura infantil por falta de calidad y estatus literario ha

terminado para siempre. Aunque esta afirmación nunca es suficiente para explicar todo lo que se

dice. Hay y siempre habrá productos, o mejor aún subproductos, que también pueden negarles

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estatus literario. Pero este rechazo pierde relevancia y vigencia frente a un gran número de obras

de literatura infantil, que, como se puede constatar, cada vez reciben más atención y son leídas

con creciente fervor cada día en busca de los niños.

2º Las simplificaciones, de quienes afirman que todo es literatura y niegan la necesidad de

introducir en ella clasificaciones parecen ignorar la existencia de una gran variedad de obras

literarias, caracterizadas específicamente para los niños y sus necesidades íntimas. Supuestos de

la psicopedagogía. Si esta trama existe, se deben reconocer los derechos de ciertas religiones, al

igual que aceptamos la existencia de la ficción policiaca o la literatura negra.

No cabe duda de que estas clasificaciones literarias no son tanto por tema o contenido como por la

forma en que son tratados. No solo adoptan estructuras y formas que sirven a una secta, sino que

su razón de ser es servir directamente a esa secta. De lo contrario, no existirían tales obras.

Porque está diseñado para las necesidades individuales del niño, no necesariamente las

necesidades de la sociedad o el plan de estudios, como un libro de texto. En su mayor parte, este

destino centrado en el niño es original, útil y aceptado en lo que llamamos literatura infantil.

FORMACION EN LA LITERATURA INFANTIL

El proceso creativo de la literatura infantil, en lo que a la realidad independiente se refiere, ha

experimentado tres tipos de desarrollo diferentes. Esto nos permite hablar de tres tipos de literatura

infantil:

-La literatura ganadora (otros la llaman restauración, usando una mala traducción del francés

dérobé chair: lo que no es de un niño, por supuesto, no se puede restaurar) incluye todas aquellas

obras que no están creadas para niños, pero que llevan tiempo, pertenecen a los niños. o beneficio

Se le otorgó independientemente de si se ajustó de antemano. Esto puede incluir todas las

historias tradicionales, las partes folclóricas de la literatura infantil, muchos romances y canciones,

bastantes novelas para adultos jóvenes, etc. Se refiere a la adaptación de los "Cuentos de hadas" o

"Las mil y una noches" de Perot. Obras literarias creadas para niños, es decir, obras literarias que

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han hecho de los niños sus destinatarios específicos. Es algo que se ha producido y se produce en

gran medida en forma de cuentos o novelas, así como en poesía y teatro. Así, podemos mencionar

Las aventuras de Pinocho de Collodi, Donna pasa la bruja de Antonio Robles, el Monigor especial

pintado de Joaquín González Estrada o "Cien manos" de Luis Mattil. En cierto modo, esta literatura

infantil miraba el estado de los niños según las normas del 1 de julio de 2010. tiempo. Es obvio que

contiene muchas tendencias y conceptos de la literatura infantil, lo que la hace especialmente viva

e interesante.

- Literatura instrumental. Con este nombre queremos indicar la gran cantidad de libros que se

están produciendo, especialmente para preescolar y E.G.B. Ciclo de inicio. Deberíamos hablar más

de libros que de literatura.

Nos referimos a todas las personas que aparecen en la serie, eligiendo un personaje principal

común, lo ponen en diferentes escenarios y situaciones: playas, montañas, circos, mercados,

zoológicos, pueblos, iglesias, escuelas, plazas... o ellos están diseñados como ejercicios de

gramática o extensiones de otros elementos. Está claro que en todas estas obras la intención

didáctica prevalece sobre la intención literaria. La creatividad es mínima si no cero. Toman un

marco literario y lo aplican a una serie de temas, llamando la atención. Es el caso de los libros

protagonizados por Theo, Tina-Ton, Ibay donde los objetivos pedagógicos están por encima de los

literarios. No son literatura, aunque lo parezcan.

CONCLUSIÓN

La literatura infantil en edades tempranas debe generar, principalmente, placer y ayuda al

autoconocimiento y la interpretación del mundo que rodea al niño/a. Si esta función se cumple, es

más probable que ese niño/a desarrolle de forma natural un gusto por las obras literarias conforme

vaya creciendo.

Para que un maestro/a pueda ser un buen mediador entre la Literatura infantil y los niños/as, debe

alcanzar una sensibilidad hacia la “verdadera” literatura infantil, y saber diferenciarla de aquellas

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producciones que, aun queriéndose llamar literatura, son, en realidad, textos escritos al servicio de

las didácticas que, en ningún momento persiguen provocar en el receptor la admiración, el deleite y

la razón del esfuerzo por interpretar el texto.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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