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h 1gte EL CAMBIO EMPIEZA POR UNO
Hace tiempo atrás, vivía una joven llamada Luz de dieciséis años, vivía con su
tía ya que sus padres habían fallecido por un accidente automovilístico cuando
ella tenía seis años, ella maltratada por su tía, pero, aunque la vida parecía
odiarla ella se mantenía firme era alegre y entusiasta. Luz en las tardes se iba
al bosque que quedaba a unos metros del pueblo, ahí visitaba a un árbol que
tenía varios años, aquel árbol era testigo de sus lágrimas que caían de sus ojos
como cascada, siempre era alegre, pero tenía su punto de quiebre.

Cuidadosamente después de visitar a aquel árbol regreso a su casa, vigilando


que nadie la vieran, porque en aquel pueblo todos tenían prohibido ir al bosque,
porque temían que su espíritu los capturara. Llego a su casa y se hecho a
dormir dándose cuenta de que su tía estaba dormida.

–Uff – suspiro – ahora sí que me salve dijo mientras se echaba en su cama

Al dia siguiente decidió escarparse al bosque a ver a su árbol, cuando llego se


sentó en el césped, pero de pronto empezaron a sacudirse las ramas del árbol,
ella se apartó del árbol y tomo una rama que estaba en el piso

–¿Quién anda ahí? – dijo con una voz temblorosa – no te tengo miedo – dijo
temblando cual gato bajo la lluvia – revélate – dijo Luz atemorizada

Poco a poco los sonidos se volvieron más fuertes hasta que

–¡Plaf! – sonó un sonido, algo o alguien había caído de aquel árbol

–Quien está ahí, revélate – dijo agarrando firmemente la rama

–¡Ay! – se quejó del dolor una voz desconocida – a ver, la pregunta aquí es,
¿Qué ases tú, en este bosque?

–Retrocede estoy armada – dijo Luz apuntándole con la rama

–Jajaja – rio la persona de forma burlona – ¿con eso crees poder defenderte?,
ósea sin ofender, esto es un arma – dijo sacando un arco y su flecha – ahora
suelta tu “arma” y levanta las manos lentamente

–Está bien, pero no me lastimes – dijo Luz a punto de desmayarse del susto

De pronto la persona se revelo saliendo de la sombra, era una joven que


parecía tener la misma edad de Luz, tenía el cabello negro y largo, vestía un
atuendo muy extraño, se podía ver sus ojos verdes que brillaban en la
oscuridad y apuntaba con su arco y flecha a Luz

–¿Qué haces en este bosque?, ¿alguien más está contigo?, ¿Cómo rayos
entraste?, si se supone que este lugar tiene una reja que separa el pueblo de
este bosque – pregunto aquella joven misteriosa
–Para empezar la reja esta más rota que mi autoestima en este momento,
segundo, nadie anda conmigo y tercero, vengo aquí todas las tardes solo que
hoy vine más temprano, y ¿tú que ases aquí? – pregunto Luz – me llamo Luz
por si acaso – dijo tratando de calmar a aquella joven

– Soy Bárbara, futura líder de mi tribu y por tanto su protectora – dijo mientras
bajaba el arco delicadamente

Aquella joven vestía una falda con plumas de loros, una blusa hecha de tela
indígena, además de tener una cinta verde oscuro en la frente que llevaba unas
plumas que parecían ser de un cóndor, lo contrario de Luz, ella llevaba un
atuendo normal para su pueblo que eran un polo, un pantalón, una liga que
mantenía su cabello marrón atado y un collar que su padre le había regalado
antes de morir

–¿Qué ases a qui? – pregunto Luz

–No debería estar aquí, me lo tienen prohibido, pero no importa, la cosa es


que, si le dices a alguien que me viste, bueno te tendría que matar – dijo
Bárbara

–¿Qué tendrías qué? – dijo Luz nerviosa

–Jajaja, solo es una broma, tranquila – dijo Bárbara riéndose

–¿Segura? – pregunto Luz con miedo

–Bueno no había visto a alguien fuera de mi tribu – dijo Bárbara – además se


supone que todos le tienen miedo al espíritu del bosque

–Para ser verdad yo no creo en esas cosas de espíritus – dijo Luz

–Eres la única, la verdad solo es una leyenda que tuvieron que crear mis
ancestros para que las personas del pueblo no se atrevieran a intentar acabar
con nosotros – dijo Bárbara – Un dia are de que mi tribu pueda salir al mundo
exterior sin ser juzgada por nuestras costumbres – dijo Bárbara con ojos
soñadores

–Qué bonito sueño, bueno me tengo que ir, ya es tarde, adiós – dijo Luz
retirándose para ir a su casa
–Espera, mañana me encontraras a la misma hora que hoy – dijo Bárbara –
esto les interesara saber a mi tribu, una persona fuera de nuestra tribu, que
emoción.

–No lo sé Bárbara, no estoy segura, si mi tía se entera ya no la cuento – dijo


Luz en un tono nervioso – pero lo intentare

Luz se fue cuidadosamente a su casa donde encontró su tía que parecía estar
enojada como volcán en erupción, algo que Luz noto, no entendía porque su tía
la esperaba a la entrada de su casa no era algo normal en ella y sea lo que sea
que hubiera pasado sabía que estaba en unos graves problemas

–¿Dónde has estado? – dijo su tía con un voz fría y seca

–¿Yo? –Luz reviso su reloj rápidamente – rayos se me fue la hora (pensó)

–¿Dónde has estado? – pregunto su tía airada – al sótano, ¡ahora!

Al dia siguiente Luz noto de que su tía se había ido y salió de aquel sótano
donde su ti la había encerrado por la “charla” que tuvo con ella ayer, era oscuro
aquel lugar, Luz saco un ladrillo de la pared donde había una réplica de la llave
de la puerta del sótano y fue a prepararse un desayuno, todo su relato lo
escribía en su diario que lo mantenía escondido de su tía.

–Me pregunto si Bárbara me estará esperando (pensó)

Luz sigilosamente, sin que nadie lo notara se fue al bosque a la misma


ubicación del dia anterior y vio a aquella joven practicando su puntería

–Hola, vine como me lo pediste y bueno, ¿qué aremos? – pregunto Luz

–Te presentare a mi tribu – dijo Bárbara – talvez algún dia nuestros mundos se
puedan juntar, como decimos en mi tribu “El cambio empieza por uno”

–Ósea, dices que iremos con tu tribu, pero no me mataran o ¿sí? – dijo Luz
nerviosa – bueno no es por ofender, pero he oído que ciertas tribus son
¿agresivas? – dijo Luz lo más sutilmente para no ofender a Bárbara

Luz al final acepto por la insistencia de Bárbara y emprendieron camino, el


camino fue largo pero gracias a ello pudieron conocerse mejor, Luz se sentía
por primera vez segura con alguien, ambas eran alegres pero como siempre
hay diferencias ya que Bárbara era valiente y temeraria pero luz era algo
miedosa y precavida, así estuvieron hablando hasta que llegaron, aquella tribu
era alegre y pacífica, todos miraban raro a Luz pero la terminaron aceptando, le
enseñaron algunas de sus tradiciones, al final del dia la madre de Bárbara le
entrego un arco a Luz como señal de paz entre ambos mundos y luz le entrego
a la mujer su collar para sellar su alianza.

–El cambio empieza por uno – dijo dulcemente aquella mujer

Bárbara llevo a Luz hasta su casa, cuando llegaron luz abrazo a Bárbara y le
agradeció por aser ese dia el mejor de su vida y por haber aparecido en su vida
cuando ella se sienta fatal. Luz oculto su arco junto con su diario. Todos los
días fueron iguales luz sentía una felicidad única en su vida, una felicidad que
no sentía desde que su padre había fallecido, y como muchos saben tanta
felicidad es difícil de ocultar, así que un dia cuando L uz se fue su tía empezó a
rebuscar sus coas asta hallar su diario y un arco detrás de un ladrillo, ella pudo
enterarse de todo y su enojo era tal que parecía que ardía en llamas.

Luz llegaba de otro dia, estaba a punto de entrar a su casa cuando su tía la
esperaba en la puerta, luego miro al tacho de basura y vio su diario destrozado
y su arco roto, ella pudo saber que su tía la había descubierto y no sabía que
decir.

–Como te atreves a juntarte con esa gente mugrosa –dijo airada su tía – a ver,
tú no te volverás a salir de esta casa, solo eres una niña que no sabe lo que
ase – dijo agarrando el brazo de Luz

–¡Si lose! –respondió Luz

La tía la arrastro hasta el sótano, Luz quiso poner resistencia, pero no pudo, su
tía la tiro al suelo y cerró la puerta con llave, Luz ya no iba a permitir de que la
trataran así, busco la lleve de repuesto, pero no la encontró, Luz sabía que no
podía escapar y se echó a llorar. Días más tarde Bárbara fue a buscarla a su
casa porque noto su ausencia, toco la puerta y le abrió la tía de Luz.

–Largo – dijo su tía con una voz frío como el hielo


La tía de Luz decidió llamar a la policía quería que se llevaran a la joven, la
policía llego y encontró a la chica sentada en la entrada de forma pacífica, la
trataron de llevarla al bosque y dejarla ahí pero Bárbara no acepto, la policía
iba usar la fuerza pero se escuchó que alguien golpeaba una ventana, Bárbara
al escuchar esto también escucho la voz de su amiga que clamaba ayuda, ella
rompió la ventana sin dudar cosa que hizo renegar a la tía de Luz, Luz toda
mareada salió de por la ventana y lloro al ver a su amiga de nuevo, la policía
entiendo lo que pasaba, sin duda esto era un delito, se llevaron a su tía de Luz,
querían llevarse también a Luz para interrogarla pero notaron que se había ido
con aquella joven pero, ¿adonde?. Las dos chicas se fueron al bosque y se
quedaron mirando el horizonte.

–Gracias, por todo –dijo Luz entre lágrimas que caían por sus mejillas como
cascada – no sabía que aser

–Estaré siempre contigo, me tienes a mí como tu familia y te aseguro que no


volverás a sufrir por personas así – dijo Bárbara acariciando su mejilla

Luz decidió quedarse en la tribu de Bárbara, ahí se sentía segura y aceptada.


Un dia por la noche ella fue con Bárbara donde se encontraba el árbol que
había sido durante años su único consuelo para decirle algo.

–Gracias por apoyarme, ahora se que todo puede cambiar – dijo Luz

–Bueno, conoces el dicho, el cambio empieza por uno – dijo tomándola de la


mano

Fin

Autora: Jemima Huallpa Collao

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