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h 1gte EL CAMBIO EMPIEZA POR UNO
Hace tiempo atrás, vivía una joven llamada Luz de dieciséis años, vivía con su
tía ya que sus padres habían fallecido por un accidente automovilístico cuando
ella tenía seis años, ella maltratada por su tía, pero, aunque la vida parecía
odiarla ella se mantenía firme era alegre y entusiasta. Luz en las tardes se iba
al bosque que quedaba a unos metros del pueblo, ahí visitaba a un árbol que
tenía varios años, aquel árbol era testigo de sus lágrimas que caían de sus ojos
como cascada, siempre era alegre, pero tenía su punto de quiebre.
–¿Quién anda ahí? – dijo con una voz temblorosa – no te tengo miedo – dijo
temblando cual gato bajo la lluvia – revélate – dijo Luz atemorizada
–¡Ay! – se quejó del dolor una voz desconocida – a ver, la pregunta aquí es,
¿Qué ases tú, en este bosque?
–Jajaja – rio la persona de forma burlona – ¿con eso crees poder defenderte?,
ósea sin ofender, esto es un arma – dijo sacando un arco y su flecha – ahora
suelta tu “arma” y levanta las manos lentamente
–Está bien, pero no me lastimes – dijo Luz a punto de desmayarse del susto
–¿Qué haces en este bosque?, ¿alguien más está contigo?, ¿Cómo rayos
entraste?, si se supone que este lugar tiene una reja que separa el pueblo de
este bosque – pregunto aquella joven misteriosa
–Para empezar la reja esta más rota que mi autoestima en este momento,
segundo, nadie anda conmigo y tercero, vengo aquí todas las tardes solo que
hoy vine más temprano, y ¿tú que ases aquí? – pregunto Luz – me llamo Luz
por si acaso – dijo tratando de calmar a aquella joven
– Soy Bárbara, futura líder de mi tribu y por tanto su protectora – dijo mientras
bajaba el arco delicadamente
Aquella joven vestía una falda con plumas de loros, una blusa hecha de tela
indígena, además de tener una cinta verde oscuro en la frente que llevaba unas
plumas que parecían ser de un cóndor, lo contrario de Luz, ella llevaba un
atuendo normal para su pueblo que eran un polo, un pantalón, una liga que
mantenía su cabello marrón atado y un collar que su padre le había regalado
antes de morir
–Eres la única, la verdad solo es una leyenda que tuvieron que crear mis
ancestros para que las personas del pueblo no se atrevieran a intentar acabar
con nosotros – dijo Bárbara – Un dia are de que mi tribu pueda salir al mundo
exterior sin ser juzgada por nuestras costumbres – dijo Bárbara con ojos
soñadores
–Qué bonito sueño, bueno me tengo que ir, ya es tarde, adiós – dijo Luz
retirándose para ir a su casa
–Espera, mañana me encontraras a la misma hora que hoy – dijo Bárbara –
esto les interesara saber a mi tribu, una persona fuera de nuestra tribu, que
emoción.
Luz se fue cuidadosamente a su casa donde encontró su tía que parecía estar
enojada como volcán en erupción, algo que Luz noto, no entendía porque su tía
la esperaba a la entrada de su casa no era algo normal en ella y sea lo que sea
que hubiera pasado sabía que estaba en unos graves problemas
Al dia siguiente Luz noto de que su tía se había ido y salió de aquel sótano
donde su ti la había encerrado por la “charla” que tuvo con ella ayer, era oscuro
aquel lugar, Luz saco un ladrillo de la pared donde había una réplica de la llave
de la puerta del sótano y fue a prepararse un desayuno, todo su relato lo
escribía en su diario que lo mantenía escondido de su tía.
–Te presentare a mi tribu – dijo Bárbara – talvez algún dia nuestros mundos se
puedan juntar, como decimos en mi tribu “El cambio empieza por uno”
–Ósea, dices que iremos con tu tribu, pero no me mataran o ¿sí? – dijo Luz
nerviosa – bueno no es por ofender, pero he oído que ciertas tribus son
¿agresivas? – dijo Luz lo más sutilmente para no ofender a Bárbara
Bárbara llevo a Luz hasta su casa, cuando llegaron luz abrazo a Bárbara y le
agradeció por aser ese dia el mejor de su vida y por haber aparecido en su vida
cuando ella se sienta fatal. Luz oculto su arco junto con su diario. Todos los
días fueron iguales luz sentía una felicidad única en su vida, una felicidad que
no sentía desde que su padre había fallecido, y como muchos saben tanta
felicidad es difícil de ocultar, así que un dia cuando L uz se fue su tía empezó a
rebuscar sus coas asta hallar su diario y un arco detrás de un ladrillo, ella pudo
enterarse de todo y su enojo era tal que parecía que ardía en llamas.
Luz llegaba de otro dia, estaba a punto de entrar a su casa cuando su tía la
esperaba en la puerta, luego miro al tacho de basura y vio su diario destrozado
y su arco roto, ella pudo saber que su tía la había descubierto y no sabía que
decir.
–Como te atreves a juntarte con esa gente mugrosa –dijo airada su tía – a ver,
tú no te volverás a salir de esta casa, solo eres una niña que no sabe lo que
ase – dijo agarrando el brazo de Luz
La tía la arrastro hasta el sótano, Luz quiso poner resistencia, pero no pudo, su
tía la tiro al suelo y cerró la puerta con llave, Luz ya no iba a permitir de que la
trataran así, busco la lleve de repuesto, pero no la encontró, Luz sabía que no
podía escapar y se echó a llorar. Días más tarde Bárbara fue a buscarla a su
casa porque noto su ausencia, toco la puerta y le abrió la tía de Luz.
–Gracias, por todo –dijo Luz entre lágrimas que caían por sus mejillas como
cascada – no sabía que aser
–Gracias por apoyarme, ahora se que todo puede cambiar – dijo Luz
Fin