Este fenómeno, denominado "cyberbullying" o "bullying virtual",
se ha vuelto muy preocupante en el Perú. Es una forma de acoso en la cual se usan las redes sociales para atacar verbalmente o cyberbullyng a una persona. En muchos casos, estas acusaciones se hacen de forma anónima, lo que hace que los estudiantes se sientan vulnerables y sin posibilidades de defenderse. Las redes sociales, a pesar de los límites legales establecidos en el Perú, no han podido evitar la continuidad de este tipo de comportamientos tan dañinos. El ciberbullying es un problema que debe ser enfrentado por las escuelas del Perú de manera inmediata. La identidad de los estudiantes, sus credenciales, su privacidad y seguridad pueden estar en peligro. Además, las confesiones y los chismes pueden tener consecuencias profundas en la salud mental de los estudiantes, puede provocar situaciones de depresión y ansiedad, y a veces incluso suicidio en el peor de los casos. Además, la confusión que surge entre el bullying en persona y la conducta anónima de las redes sociales, hace que las autoridades y las instituciones educativas tengan que aprender a lidiar con este problema de una forma nueva. Además de las consecuencias negativas para la salud de los estudiantes, el ciberbullying también puede impactar en su desempeño académico. Los estudiantes pueden sentirse aislados y tener miedo de ir a la escuela o de interactuar con sus compañeros, lo cual puede ocasionar un bajo rendimiento académico. En ese sentido, es necesario que las escuelas y las universidades del Perú implementen medidas de seguridad y políticas claras que regulen la interacción entre estudiantes en la red. Se debe establecer una línea entre la libertad de expresión y el respeto a la persona, y se deben introducir sistemas que permitan identificar y sancionar los comportamientos abusivos. También es importante que los docentes y autoridades se capaciten para detectar y prevenir el ciberbullying. Se deben promover sesiones de apoyo a los estudiantes y las familias, y se deben ofrecer servicios de psicología y asistencia emocional. Todo esto debe ir acompañado de campañas de concienciación sobre los daños del ciberbullying. Por ejemplo, en el Perú, la Ley 30292 de prevención, protección y eliminación de todo tipo de violencia contra las mujeres, las niñas y las niñas, contempla medidas en contra del acoso y el ciberbullying. Es necesario que la familia y la institución educativa sean conscientes de estas leyes y de cómo gestionarlas. Hay algo más que es importante destacar, y es la responsabilidad de las plataformas digitales, como redes sociales, mensajería instantánea y videojuegos en línea. Se debe exigir que los proveedores de estos servicios trabajen con los gobiernos y las agencias de seguridad digital, para detectar y evitar conductas de ciberbullying. Así es, para concluir, es importante tener en cuenta que el ciberbullying no solo afecta a los estudiantes, sino a la sociedad en general. La desinformación, la difamación y el acoso en las redes pueden provocar divisiones y tensiones entre las personas.