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JULIA GONZALES

Minería y territorialidad
Lima , Colegio de Ingenieros del Perú, 2013

Wilfredo Kapsoli Escudero


Universidad Ricardo Palma

C
on el título que antecede, Julia En este acápite también podemos
Gonzales nos entrega un libro, destacar los discursos de la responsabi-
editado recientemente por el lidad social que alientan las sociedades
Colegio de Ingenieros del Perú. La obra mineras de Antamina y Barrick ubicadas
tiene una extensión de 222 páginas, dividi- en los callejones de Conchucos y Huaylas
do en dos partes, de 3 capítulos cada una. respectivamente. La primera es la empresa
La autora ha sabido contrastar y compagi- minera más importante de producción de
nar las cuestiones teóricas en torno al tra- cobre y zinc en el Perú; la segunda se dedi-
bajo, la producción y el valor de los meta- ca a la explotación del oro y está conside-
les preciosos en la sociedad global, con los rado como la primera productora a nivel
testimonios y encuestas realizadas in situ. mundial. Lo peculiar de ambas empresas
Una función especial cumplen los es el impacto socio-económico causado
mapas, las fotografías, los cuadros estadís- en el entorno local, donde no solamente
ticos que ilustran no solo el paisaje natural compraron terrenos de las comunidades
y social, sino también las tendencias de los indígenas, la mano de obra de los pobla-
conflictos medioambientales, así como la dores sino también generaron cambios en
producción minera por décadas. el medio ambiente. A pesar de los com-
En la primera parte observamos la promisos, al comprarles los terrenos a las
importancia de la actividad minera en el comunidades, los pastos naturales y las
contexto actual, así como su naturaleza y tierras agrícolas, se produjo un quiebre en
comportamiento a través de la larga du- sus economías locales.
ración histórica. Allí aparece también la Las formas de negociaciones variaban
ocupación del espacio por la sociedad an- de acuerdo a las comunidades, por ejem-
dina de Ancash donde las labores de espe- plo, los comuneros de Huaripampa acep-
cialización productiva se centraron en los taban los precios fijados por Antamina
llacuases (pastores) y los huaris (agriculto- debido a que ellos querían establecer una
res). No hay mayores registros de centros relación de reciprocidad con la empre-
mineros o explotación de pepitas de oro sa, mientras que con la comunidad de
realizados en la región que comentamos, Carhuayoc se produjo una relación con-
salvo la descripción de algunas vetas mi- flictuado, en tanto que la comunidad que-
neras que aparecen en el libro Ancash de ría obtener precios más altos de los que
Antonio Raimondi. ofrecía la compañía.

YUYAYKUSUN 6 (2014) 15-30 ISSN 2073-6150 URP, Lima, Perú 311


Notas y reseñas

De esta manera, a la larga, las comu- «Cuando llegaron las empresas mine-
nidades terminaron siendo desplazadas ras ¿cómo fue, se asustaron? No, más bien
por las minerías, por la reducción de sus los recibieron bienvenidos. Porque ha-
tierras y pastos, en tanto que las familias bía una mina como acá que es Cotonga.
afectadas adoptaron diferentes estrategias Esa mina ha funcionado desde tiempo. Y
para el uso del dinero pagado por las ven- Antamina también trabajó desde el año 70
tas de sus tierras. Así, algunos construye- con la Corporación de Rumanos porque
ron sus casas, invirtieron en la educación mi papá había trabajado ahí. Entonces,
de sus hijos, o simplemente salieron de para ellos ya no era novedad, más bien ese
la localidad. En suma, la abundancia del tiempo dicen la mina prefería comprar sus
dinero en efectivo, modificó la forma de productos de agricultura, huevos, leche y
consumo y aumentó su dependencia en esas cosas. Ahora el conflicto se da porque
relación con el mercado. Muchos comu- la mina ya no compra sus productos, ellos
neros como los de Shahuanga fueron reu- traen enlatados, nunca compran, entonces
bicados, desalojados; las protestas fueron por eso es el conflicto» (Elías Chávez, agri-
numerosas llegando a producirse manifes- cultor del distrito de Carhuayoc).
taciones y violencia. En el libro Minería y territorialidad
Esperemos que estos desencuentros se hay que destacar el arduo y comple-
transformen en pactos de concordia con jo trabajo de campo realizado por Julia
los establecimientos de los comités de vi- Gonzales, quien ha sabido rescatar la
gilancia ambiental, mesas de diálogo para palabra de los propios pobladores y mos-
el desarrollo y las relaciones de equilibrio trarnos las desigualdades económicas,
social. culturales y ambientales entre Lima y las
La autora anexa 40 testimonios repre- comunidades ancashinas.
sentativos, alrededor de 20 del Callejón Finalmente, es encomiable resaltar el
de Huaylas y 20 de Conchucos. En esta apoyo del Colegio de Ingenieros del Perú
sección escuchamos la voz de los hombres a la difusión de la ciencia y la cultura vin-
y las mujeres sin historia, de los margina- culada a la minería y al medio ambiente
dos por las empresas mineras. Ellos dan que constituyen dos ejes fundamentales
cuenta de su experiencia vital agrupada para el futuro de la prosperidad económi-
en temas que guiándonos por el sentido ca y la construcción de la identidad y de la
común de la frase «para muestra basta un ciudadanía ecológica en nuestro país.
botón».
Lima, julio del 2014

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