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Transformaciones de Lorentz y Relatividad especial

En este punto nos vemos forzados, en relación con los experimentos que tratan
con la luz, a rechazar el uso de las transformaciones Galileanas, excepto como
una aproximación a la verdad, y a buscar otras ecuaciones más generales y
compatibles. Recordemos que si v/c →0 (o sea, si v es pequeña), la ecuación
8 del documento Ondas Electromagnéticas y Ecuaciones de Maxwell, se vuelve
𝑡|| = 𝑡┴

Por otro lado, para grandes velocidades (si v/c → 1), nos vemos forzados a
rechazar las transformaciones Galileanas. Sin embargo, aún pueden
considerarse como una buena aproximación en el mundo de movimientos más
lentos. Considérese la figura 2, donde un sistema inercial S1 está en reposo y
un sistema inercial S2 se desplaza con movimiento traslacional uniforme (v =
constante). En el tiempo t1 = t2 = 0 ambos marcos coinciden, los relojes son
perfectos y están sincronizados.

Figura 2

En el instante t1 = t2 = 0 se emite un pulso de luz desde el origen común de S1 y


S2. Sea M un punto hasta el que ha avanzado el haz de luz con coordenadas
espacio-temporales (x1 , y1 , z1 , t1) y (x2, y2, z2, t2) en los sistemas S1 y S2,
respectivamente. De acuerdo con los resultados del experimento de Michelson-
Morley, la velocidad de la luz c debe ser la misma para ambos sistemas
inerciales S1 y S2. Las distancias r1 y r2 desde sus orígenes respectivos hasta el
punto M (el punto alcanzado por el pulso) están dadas por

𝑟1 = 𝑐𝑡1 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 10

𝑟2 = 𝑐𝑡2 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 11
Por lo tanto, nos vemos forzados a aceptar el hecho de que los dos tiempos de
viaje t1 y t2 (medidos por los observadores O1 y O2) son diferentes, aunque esto
sea contrario a lo que podamos experimentar "de ordinario".

Aplicando las definiciones de los vectores r1 y r2 tenemos que

𝑥12 + 𝑦12 + 𝑧12 = 𝑐 2𝑡12 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 12

𝑥22 + 𝑦22 + 𝑧22 = 𝑐 2 𝑡22 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 13


Y de las condiciones de simetría y1 = y2, z1 = z2, y combinando el sistema
anterior tenemos

𝑥22 − 𝑐 2𝑡22 = 𝑥12 − 𝑐 2 𝑡12 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 14


En este punto, nos desviaremos de nuestra exposición para hacer notar que
estamos partiendo de un supuesto: Existe un sistema de ecuaciones que
interpreta la descripción de una serie de eventos, vistos desde un marco, en la
descripción de la misma serie de eventos vistos desde otro marco. Es posible
pensar en muchos ejemplos en que puede aplicarse tal sistema de ecuaciones.
Este método debe funcionar si es que todos los observadores han de ver la
misma naturaleza en el mismo universo. El sistema de ecuaciones usado para
tal interpretación es llamado una transformación. Podemos pensar de este
método simplemente como de una nueva forma de relacionar las coordenadas
de un evento, vistas desde un marco, con otro sistema de coordenadas vistas
desde otro marco. Esto equivale a decir que no creemos que nuestra elección
de coordenadas deba tener efecto sobre lo que observamos está acaeciendo
en la naturaleza.

Recordemos que en esta discusión estamos sólo considerando marcos de


referencia que se mueven a velocidad constante entre sí. El tratamiento de
transformaciones entre marcos acelerados los unos con respecto a los otros
constituye todo un campo de investigación, que está más allá del alcance de
este texto. Este tema constituye el estudio de la llamada relatividad general.

Hagamos énfasis en que aquí nos interesan solamente aquellos marcos que se
mueven a velocidad constante. Se les conoce como marcos inerciales porque
hay una relación especialmente simple entre ciertos vectores ( tales como los
de momento) vistos desde diferentes marcos. Suponemos que las ecuaciones
que relacionan las coordenadas de un marco inercial con las de otro son
ecuaciones lineales de la siguiente forma
𝑥2 = 𝛾(𝑥1 − 𝑣𝑡1) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 15

𝑦2 = 𝑦1

𝑧2 = 𝑧1

𝑡2 = 𝑎(𝑡1 − 𝑏𝑥1 ) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 16


En las que 𝛾, a y b son constantes, que evaluaremos en los próximos párrafos.
Varios requisitos debe cumplir el formato de transformaciones dado por las
ecuaciones anteriores. Deseamos enfatizar que las ecuaciones deben ser
lineales en forma, ya que un evento descrito en un sistema sólo debe
transformarse en un evento en un segundo sistema. (Una transformación de
forma cuadrática podría concebiblemente producir dos soluciones, lo que
implicaría que un evento en un sistema podría interpretarse como dos eventos
en un segundo sistema, situación que es imposible). También, para
velocidades pequeñas comparadas con c (v/c → 0), las nuevas
transformaciones deben reducirse a la forma de las transformaciones
Galileanas. Las ecuaciones dadas se mantiene igualmente para sistemas
coincidentes, o sea, cuando t1 = 0 y x1 = 0, luego x2 = 0 y t2 = 0.

Sustituyendo ecuaciones 15 y 16 en la ecuación 14 y considerando que esta


expresión es idéntica a cero nos queda

𝛾 2 − 𝑎2 𝑏2 𝑐 2 − 1 = 0 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 17

−2𝛾 2𝑏 + 2𝑎2 𝑏𝑐 2 = 0 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 18

𝛾 2𝑣 2 − 𝑎2 𝑐 2 + 𝑐 2 = 0 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 19

Resolviendo estas ecuaciones para 𝛾, a y b obtenemos

1
𝛾=𝑎= 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 20
2
√1 − (𝑣2 )
𝑐
Y
𝑣
𝑏= 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 21
𝑐2

La ecuación 20, se conoce como factor de Lorentz y usualmente se representa


con la letra griega gamma ( 𝛾).
𝑣
También la expresión ( ) se denota usualmente con la letra griega beta (β)
𝑐

La ecuación de transformación toma ahora la forma

𝑥1 − 𝑣𝑡1
𝑥2 = = 𝛾(𝑥1 − 𝑣𝑡1) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 22
√1 − 𝛽2

𝑦2 = 𝑦1

𝑧2 = 𝑧1
𝑣
𝑡1 − ( 2 )𝑥1 𝛽
𝑡2 = 𝑐 = 𝛾 ( 𝑡1 − 𝑥1 ) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 23
√1 − 𝛽 2 𝑐

Como ejercicio pueden despejar x1 y t1.


Estas transformaciones se conocen como transformaciones de Lorentz en
honor de H. A. LORENTZ (1853-1928), el físico holandés que las enunció en
1890.

En 1923 Niels Bohr propuso un principio de correspondencia. Este establece


que cualquier teoría nueva en la física debe reducirse a la bien establecida
teoría clásica correspondiente, cuando la nueva teoría se aplica a la situación
especial en que la teoría menos general se acepta como válida. . Estudiemos
las ecuaciones antes descritas para ver si el principio de correspondencia se
mantiene. Cuando β = v /c → 0, vemos que la ecuaciones propuestas se
reducen a:

𝑥2 = 𝑥1 − 𝑣𝑡1

𝑦2 = 𝑦1

𝑧2 = 𝑧1

𝑡2 = 𝑡1

Las transformaciopnes de Lorentz → Las transformaciones


Galileanas cuando
𝑣
𝛽= →0
𝑐
Consecuencias de las Transformaciones de Lorentz

Contracción de la longitud
Consideremos por un momento la longitud de una barra de un metro. Este
parecerá a primera vista un ejercicio muy tonto ya que la longitud de una barra
de un metro es esa precisamente. Pero aclaremos esta declaración añadiendo
que 1 m. es la longitud de la barra vista desde el marco de reposo de la barra, y
llamemos al marco S2 (ver figura 3). Si la barra yace paralela al eje x en este
marco, la distancia desde el extremo A, en x A2, al extremo B en xB2 es 1 m. La
longitud de la barra en S2 se define entonces como la diferencia entre estos
dos números sobre el eje x:

𝐿2 = 𝑥𝐵2 − 𝑥𝐴2 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 24

Figura 3
Además, estos dos números permanecerán iguales con el paso del tiempo, ya
que S2 es el marco de reposo de la barra. Su diferencia L 2 también
permanecerá constante en el tiempo.

Ahora miremos esta misma barra como observadores situados en el marco S1.
Dejemos que el marco S2 se mueva con velocidad ven una dirección paralela al
eje x de S1. El extremo A yace en xA1 en S1, y el número xA1 está cambiando
constantemente a medida que se mueve S2. El número XB1, que marca el otro
extremo de la barra, también cambiará con el tiempo. Mirando a la barra como
observadores en S1, de nuevo definimos la longitud como la diferencia entre los
dos números que marcan sus extremos:
𝐿1 = 𝑥𝐵1 − 𝑥𝐴1 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 25
Parece razonable requerir que el valor de L 1 sea constante en el tiempo. Sin
embargo, debemos investigar para ver si esto es posible, ya que los dos
números que dan su valor a través de su diferencia están cambiando. Si la
longitud de un objeto es constante en un marco (y en este caso lo es en S 2)
pensamos que la longitud también debe ser constante observada desde
cualquier otro marco. Si esto no fuera verdad, el mismo objeto podría entonces
parecer rígido a un observador y no rígido (o elástico) a otro observador que se
mueva con respecto al primero.

La transformación de Lorentz de valores coordenados provee la solución al


problema de mantener constante la longitud de un objeto, visto desde
diferentes marcos. Apliquemos esta transformación a los dos números en el
lado derecho de la ecuación (25). Obtendremos los siguientes números
equivalentes en el marco S2:

𝑥𝐴2 = 𝛾(𝑥𝐴1 − 𝑣𝑡1 ) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 26

𝑥𝐵2 = 𝛾(𝑥𝐵1 − 𝑣𝑡1 ) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 27

Donde 𝛾 es el factor de Lorentz (Ecuación 20), y t1 es el instante en que


medimos en S1 la longitud de la barra anotando los valores de las coordenadas
de A y B. ¡Tendremos una sorpresa al sustraer la ecuación (26) de la ecuación
(27)! La expresión para el tiempo se cancela de las expresiones para la
longitud (como dijimos que debía ser). Examínenos lo que nos queda:

𝑥𝐵2 − 𝑥𝐴2 = 𝛾(𝑥𝐵1 − 𝑥𝐴1 ) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 28

𝐿2 = 𝛾𝐿1 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 29
Ya que v debe siempre ser menor que c, 𝛾 debe siempre ser mayor que 1.
Llegamos de este modo a la sorprendente conclusión de que la barra
observada desde cualquier marco en movimiento con respecto al marco inercial
(de la barra) parece ser más corta. Así, para cualquier longitud de cualquier
objeto, tenemos la relación:

𝐿1 < 𝐿2 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 30

Dicho de otro modo


Longitud
Longitud
observada cuando
observada cuando
L1 la barra esta en
= L2 la barra esta en x √1 − 𝛽 2
movimiento con
movimiento con
respecto al
respecto al
observador
observador
Esta ley tiene aplicaciones aún más generales, ya que puede aplicarse a
cualquier objeto. La ley es así independiente de la naturaleza del objeto, y debe
aplicarse por lo tanto al espacio mismo. Si importar que un objeto esté o no, de
hecho, localizado en el intervalo medido por las coordenadas.

Albert Einstein propuso que la transformación de Lorentz se considerara una


ley fundamental de la naturaleza, que remplazara al grupo Galileano de
transformación, cuando la velocidad se vuelve lo suficientemente grande para
ser medida en términos de c. La declaración de que la longitud de un objeto
depende del estado de movimiento del observador sorprendió tanto a los
físicos durante Ios primeros años de este siglo, que muchos de ellos pusieron
en duda la validez de los resultados empíricos del experimento de Michelson-
Morley. Sin embargo, estos resultados han soportado la prueba del tiempo
siendo confirmados por muchos otros experimentos.

Con esta nueva percepción resulta interesante para nosotros descubrir que
Lorentz y un físico irlandés, G. F. FITZGERALD (1851-1901), pensaron que el
acortamiento de un objeto en movimiento se debía a alguna especie de fuerza
aplicada al objeto por su paso a través de un éter estacionario. Muchos
esfuerzos se dedicaron por ese entonces a descubrir la naturaleza de tal
fuerza. Einstein adoptó el punto de vista, totalmente opuesto, de que esta
contracción es una propiedad del espacio mismo, y de que no existe un marco
de referencia absoluto, o preferible a todos los otros. Einstein rechazó la idea
de que el movimiento absoluto en la naturaleza, excepción hecha de la luz,
tuviese significado. A su juicio, el movimiento de la luz en el vacío es absoluto.
También creía que la velocidad tenía el mismo valor, llamado c (para la luz),
visto desde cualquier marco (sin importar la velocidad del marco). Es
importante insistir en este punto: La velocidad de la luz en un vacío es la
misma para cualquier observador. Esta declaración incluye tanto al
observador que sostiene la fuente de luz como al que viaje a gran velocidad
con respecto a la fuente.

El tema central del cual debemos percatarnos aquí es que no podemos usar la
velocidad de un haz de luz para especificar un marco de referencia preferible.
Cuando entendemos este punto y nos damos cuenta de que cada observador
considera el universo desde su propio y único marco inercial de referencia (
que se mueve con respecto al marco inercial de alguien más), nos damos
cuenta de que tenemos un sistema que hace comprensible el universo a cada
observador en los mismos términos.
Aquí se pueden exponer varias conclusiones:

1. Para una velocidad relativa pequeña especialmente si v → 0, L1 se vuelve


esencialmente igual a L2 como en la mecánica "clásica". (Este es un ejemplo
del principio de correspondencia de Bohr).

2. La contracción de longitud ocurre sólo para medidas paralelas a la


dirección de movimiento relativo.

3. Si el factor de Lorentz 𝛾 ha de tener un valor real y no imaginario, v debe


ser siempre menor que c.

Dilatación de los intervalos temporales


Imaginemos la clase más simple de "evento" en la naturaleza como una clase
de suceso que ocurre en el punto A en el espacio y en el instante t A. Las
coordenadas espaciales de este punto, vistas desde un marco de referencia
dado, pueden ser designadas por xA, yA y zA. Consideremos también otro
evento que tenga lugar en el mismo punto A , pero en un tiempo diferente tB.
Ambos eventos son registrados en el marco S2 , en el cual A está en reposo.
Llamando al marco en reposo S2 como antes, el intervalo de tiempo entre los
eventos es simplemente

𝑇2 = 𝑡𝐵2 − 𝑡𝐴2 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 31


donde hemos usado el subíndice 2 en los tiempos tA y tB del reloj para
recordamos que estos tiempos fueron leídos en un reloj en reposo en S2.
Consideremos ahora el mismo par de eventos en el mismo punto, pero vistos
desde un marco S1 que se mueve paralelamente al eje x de S2 con una
velocidad relativa –v (ver figura 4). Notamos que desde el punto de vista
relativista, estas dos situaciones son equivalentes: S2 se mueve con respecto a
S1 a la velocidad v, o S1 se mueve con respecto a S2 con velocidad -v.
Obviamente, el intervalo de tiempo observado desde S1 está dado por

𝑇1 = 𝑡𝐵1 − 𝑡𝐴1 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 32

Figura 4
pero los valores coordenados del punto para el primer evento ya no serán para
el segundo evento idénticos a lo que fueron en el marco de reposo S2.

El valor de un intervalo temporal en estos marcos no debe depender de los


valores coordenados espaciales de x, y, ó z en ninguno de estos marcos. De
otra forma, podríamos cambiar la marcha de un reloj simplemente
observándolo desde diferentes lugares en el mismo marco. Así que las
coordenadas espaciales que aparecen en la ecuación de transformación de
Lorentz (Ecuación 22 – 23) deben cancelarse, a fin de que esta ecuación
pueda usarse para considerar intervalos de tiempo. Recordemos que la
transformación para los tiempos es para el evento A:
𝑣𝑥𝐴
𝑡𝐴1 = 𝛾 (𝑡𝐴2 + ) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 33
𝑐2
Y para el evento B es:
𝑣𝑥𝐴
𝑡𝐵1 = 𝛾 (𝑡𝐵2 + ) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 34
𝑐2
de nuevo 𝛾 es el factor de Lorentz dado por la ecuación (20). El papel xA se
esclarece cuando se examinan estas ecuaciones; sirve simplemente para fijar
los relojes en S1 con respecto al reloj en el punto estacionario en S2. No afecta
las marchas en absoluto.

Restando la ecuación (33) de la ecuación (34) obtenemos

𝑡𝐵1 − 𝑡𝐴1 = 𝛾(𝑡𝐵2 − 𝑡𝐴2) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 35


Tomando en cuenta las ecuaciones (31) y (32) obtenemos que:

𝑇1 = 𝛾𝑇2 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 35

Ya que 𝛾 > 1, llegamos a la sorprendente conclusión que:

𝑇1 > 𝑇2 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 36
Así la dilatación relativista del tiempo es:

Intervalo de tiempo medido Intervalo de tiempo medido entre dos eventos


entre dos eventos que que tienen lugar en un punto reposo con
T1 tienen lugar en un punto en = T2 respecto al observador
movimiento con respecto al
observador √1 − 𝛽 2

Según lo cual, ¡un intervalo de tiempo que separa dos eventos sucesivos es
mayor en cualquier marco que se mueve con respecto al marco de reposo que
en dicho marco de reposo! Como la única forma de que un intervalo de tiempo
medido pueda hacerse mayor consiste en frenar el reloj usado para medir el
intervalo, esta declaración significa que los relojes en movimiento marchan
más despacio que los estacionarios.

Nos encontramos diciendo que, para cada observador, su propio reloj en su


propio laboratorio camina más rápido que otros relojes que estén en
movimiento con respecto a él. Notamos que cada observador puede
considerarse a sí mismo en reposo y a todo lo que se mueve en movimiento
con respecto a él. Este privilegio es establecido para cada observador por el
principio de la relatividad especial: Cada observador es equivalente a
cualquier otro observador. O sea, ¡cada observador tiene el derecho a
proclamar que él se encuentra en el centro del universo, y que su marco de
reposo es el estacionario en toda la creación! Puede declararlo, pero al mismo
tiempo debe reconocer y respetar el derecho de todo otro observador a hacer
lo mismo. Sólo de esta manera pueden las personas entenderse entre sí
cuando describen lo que ven en la naturaleza. Hacen esto por medio de las
ecuaciones de transformación de Lorentz.

Resulta interesante para nosotros especular ahora sobre qué pensamientos


podría haber tenido Galileo si hubiera conocido estas ecuaciones cuando
insistía en que la tierra se movía alrededor del sol, y no lo inverso. Parecería
que el estudio de la naturaleza nos enseña hoy que el camino hacia la más
única y significativa individualidad consiste en reconocer constantemente la
completa equivalencia de cualquier otro observador con nosotros mismos. Y
aquí "equivalencia" significa igualdad en un sentido más profundo que el usual.

Interpretación del experimento de Michelson y Morley

Las transformaciones de Lorentz pueden usarse para mostrar que la dilatación


del tiempo y la contracción de la longitud son consecuencias directas de la
invariacia de la velocidad de la luz. Para todos los marcos inerciales que se
mueven entre sí con movimiento traslacional uniforme. Esta declaración, que
es el resultado del experimento de Michelson- Morley, se conoce como
principio de la relatividad especial.

Solución de Einstein al conflicto

Michelson y Morley encontraron que los tiempos de viajes redondos de la luz


eran, para el viaje MM1M

𝐿 𝐿 2𝐿/𝑐
𝑡|| = + = 𝑣 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 ∗
𝑐−𝑣 𝑐+𝑣 1 − ( )2
𝑐
Y para el viaje MM2M
𝐿 𝐿 2𝐿 2𝐿/𝑐
𝑡┴ = + = =
√𝑐 2 − 𝑣 2 √𝑐 2 − 𝑣 2 √𝑐 2 − 𝑣 2 √1 − (𝑣/𝑐)2
Donde L = MM1 = MM2, la distancia de M a los espejos es M1 y M2, medida por
un observador terrestre, entonces

2𝑙
𝑡|| ( )/(√1 − (𝑣/𝑐)2 ) 1
= 𝑐 =
𝑡┴ 2𝐿 √1 − (𝑣/𝑐)2
( )/(1 − (𝑣/𝑐)2 )
𝑐
Por tanto de acuerdo con el enfoque Galileano

𝑡|| > 𝑡┴

Sin embargo los resultados experimentales dieron

𝑡|| = 𝑡┴

Se sugirió como explicación posible para este resultado experimental la


invariancia de la velocidad de la luz con respecto al movimiento del observador.
Como ya hemos visto, esta necesidad rechazar la composición Galileana o
clásica de de las velocidades, fue difícil de aceptar para muchos físicos, ya que
era un principio considerado en ese tiempo como un dogma en la física.

De los varios intentos realizados para no violar las ideas de la física clásica, G.
F. Fitzgerald propuso una ingeniosa solución. Sugirió que todos los objetos
que se mueven a través del éter experimentan una contracción real a lo largo
de la dirección de movimiento y que la longitud contraída, L en movimiento está
dada por

𝑣2
𝐿𝑚𝑜𝑣𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 = 𝐿√1 −
𝑐2

Donde L = Lreposo es la longitud del mismo objeto cuando está en reposo con
respecto al éter (el sistema de referencia S1 en el experimento de Michelson-
Morley). Por lo tanto, si L se remplaza por Lmovimiento en la ecuación (*), tenemos
que

√ 𝑣2
2𝐿 1 − ( 2 )/𝑐 2𝐿/𝑐
𝑐
𝑡|| = =
1 − (𝑣 /𝑐 2
2 2
√1 − (𝑣2 )
𝑐
Por tanto

𝑡|| = 𝑡┴

Lo que concuerda con el experimento

La contracción no puede ser detectada por el observador O2 (el observador


terrestre), quien viaja con el objeto, porque su barra de ser medida también se
contrae en la misma razón.

La solución de Einstein al problema fue rechazar el principio clásico de


composición de velocidades y suponer como resultado válido que la velocidad
de la luz es invariante con respecto al movimiento del observador. Esta
conclusión condujo, como ya hemos mostrado antes, a las transformaciones de
Lorentz y a la conclusión inmediata de la contracción de longitud y de la
dilatación del tiempo.

Es importante destacar que la contracción de la longitud no es real sino una


contracción en la "longitud medida", la única longitud que puede ser discutida.
No debemos usar las palabras "observar" y "ver" descuidadamente. El acto de
"ver ' un objeto implica la cantidad finita de tiempo requerida para el tránsito de
la luz. Víctor Weisskopf muestra que un objeto muy distante moviéndose a
velocidades relativistas no aparecerá distorsionado en su forma, pero parecerá
haber rotado un poco fuera de la posición que ocupaba cuando estaba en
reposo.

La solución dada por Einstein ha probado ser válida, y mucha evidencia


experimental apoya su teoría. Por lo tanto, de acuerdo con su interpretación:

1. Las transformaciones Galileanas deben rechazarse y considerarse como una


aproximación inválida cuando v/c → 1.

2. Deben considerarse válidas las transformaciones de Lorentz (de acuerdo


con los resultados del experimento de Michelson-Morley).

3. El postulado de la existencia del "éter" se rechaza como innecesario.

4. Se rechazan los conceptos de un espacio y un tiempo absolutos. El espacio


y el tiempo se consideran dependientes del marco de referencia o, en otras
palabras, son relativos.

En 1905 Einstein dio un paso más adelante y estableció el principio especial de


la relatividad en la siguiente forma: Todas las leyes de la física deben ser
iguales para todos los marcos inerciales que se mueven entre sí con
movimiento traslacional uniforme (velocidad constante).
Los dos postulados de la Relatividad especial son:

 Las leyes de la física son las mismas en todos los marcos de


referencia inerciales, independientemente del movimiento de este
marco.
 La velocidad de la luz c es la misma en todos los marcos de
referencia.

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