Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En este punto nos vemos forzados, en relación con los experimentos que tratan
con la luz, a rechazar el uso de las transformaciones Galileanas, excepto como
una aproximación a la verdad, y a buscar otras ecuaciones más generales y
compatibles. Recordemos que si v/c →0 (o sea, si v es pequeña), la ecuación
8 del documento Ondas Electromagnéticas y Ecuaciones de Maxwell, se vuelve
𝑡|| = 𝑡┴
Por otro lado, para grandes velocidades (si v/c → 1), nos vemos forzados a
rechazar las transformaciones Galileanas. Sin embargo, aún pueden
considerarse como una buena aproximación en el mundo de movimientos más
lentos. Considérese la figura 2, donde un sistema inercial S1 está en reposo y
un sistema inercial S2 se desplaza con movimiento traslacional uniforme (v =
constante). En el tiempo t1 = t2 = 0 ambos marcos coinciden, los relojes son
perfectos y están sincronizados.
Figura 2
𝑟1 = 𝑐𝑡1 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 10
𝑟2 = 𝑐𝑡2 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 11
Por lo tanto, nos vemos forzados a aceptar el hecho de que los dos tiempos de
viaje t1 y t2 (medidos por los observadores O1 y O2) son diferentes, aunque esto
sea contrario a lo que podamos experimentar "de ordinario".
Hagamos énfasis en que aquí nos interesan solamente aquellos marcos que se
mueven a velocidad constante. Se les conoce como marcos inerciales porque
hay una relación especialmente simple entre ciertos vectores ( tales como los
de momento) vistos desde diferentes marcos. Suponemos que las ecuaciones
que relacionan las coordenadas de un marco inercial con las de otro son
ecuaciones lineales de la siguiente forma
𝑥2 = 𝛾(𝑥1 − 𝑣𝑡1) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 15
𝑦2 = 𝑦1
𝑧2 = 𝑧1
𝛾 2 − 𝑎2 𝑏2 𝑐 2 − 1 = 0 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 17
𝛾 2𝑣 2 − 𝑎2 𝑐 2 + 𝑐 2 = 0 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 19
1
𝛾=𝑎= 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 20
2
√1 − (𝑣2 )
𝑐
Y
𝑣
𝑏= 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 21
𝑐2
𝑥1 − 𝑣𝑡1
𝑥2 = = 𝛾(𝑥1 − 𝑣𝑡1) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 22
√1 − 𝛽2
𝑦2 = 𝑦1
𝑧2 = 𝑧1
𝑣
𝑡1 − ( 2 )𝑥1 𝛽
𝑡2 = 𝑐 = 𝛾 ( 𝑡1 − 𝑥1 ) 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 23
√1 − 𝛽 2 𝑐
𝑥2 = 𝑥1 − 𝑣𝑡1
𝑦2 = 𝑦1
𝑧2 = 𝑧1
𝑡2 = 𝑡1
Contracción de la longitud
Consideremos por un momento la longitud de una barra de un metro. Este
parecerá a primera vista un ejercicio muy tonto ya que la longitud de una barra
de un metro es esa precisamente. Pero aclaremos esta declaración añadiendo
que 1 m. es la longitud de la barra vista desde el marco de reposo de la barra, y
llamemos al marco S2 (ver figura 3). Si la barra yace paralela al eje x en este
marco, la distancia desde el extremo A, en x A2, al extremo B en xB2 es 1 m. La
longitud de la barra en S2 se define entonces como la diferencia entre estos
dos números sobre el eje x:
Figura 3
Además, estos dos números permanecerán iguales con el paso del tiempo, ya
que S2 es el marco de reposo de la barra. Su diferencia L 2 también
permanecerá constante en el tiempo.
Ahora miremos esta misma barra como observadores situados en el marco S1.
Dejemos que el marco S2 se mueva con velocidad ven una dirección paralela al
eje x de S1. El extremo A yace en xA1 en S1, y el número xA1 está cambiando
constantemente a medida que se mueve S2. El número XB1, que marca el otro
extremo de la barra, también cambiará con el tiempo. Mirando a la barra como
observadores en S1, de nuevo definimos la longitud como la diferencia entre los
dos números que marcan sus extremos:
𝐿1 = 𝑥𝐵1 − 𝑥𝐴1 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 25
Parece razonable requerir que el valor de L 1 sea constante en el tiempo. Sin
embargo, debemos investigar para ver si esto es posible, ya que los dos
números que dan su valor a través de su diferencia están cambiando. Si la
longitud de un objeto es constante en un marco (y en este caso lo es en S 2)
pensamos que la longitud también debe ser constante observada desde
cualquier otro marco. Si esto no fuera verdad, el mismo objeto podría entonces
parecer rígido a un observador y no rígido (o elástico) a otro observador que se
mueva con respecto al primero.
𝐿2 = 𝛾𝐿1 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 29
Ya que v debe siempre ser menor que c, 𝛾 debe siempre ser mayor que 1.
Llegamos de este modo a la sorprendente conclusión de que la barra
observada desde cualquier marco en movimiento con respecto al marco inercial
(de la barra) parece ser más corta. Así, para cualquier longitud de cualquier
objeto, tenemos la relación:
𝐿1 < 𝐿2 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 30
Con esta nueva percepción resulta interesante para nosotros descubrir que
Lorentz y un físico irlandés, G. F. FITZGERALD (1851-1901), pensaron que el
acortamiento de un objeto en movimiento se debía a alguna especie de fuerza
aplicada al objeto por su paso a través de un éter estacionario. Muchos
esfuerzos se dedicaron por ese entonces a descubrir la naturaleza de tal
fuerza. Einstein adoptó el punto de vista, totalmente opuesto, de que esta
contracción es una propiedad del espacio mismo, y de que no existe un marco
de referencia absoluto, o preferible a todos los otros. Einstein rechazó la idea
de que el movimiento absoluto en la naturaleza, excepción hecha de la luz,
tuviese significado. A su juicio, el movimiento de la luz en el vacío es absoluto.
También creía que la velocidad tenía el mismo valor, llamado c (para la luz),
visto desde cualquier marco (sin importar la velocidad del marco). Es
importante insistir en este punto: La velocidad de la luz en un vacío es la
misma para cualquier observador. Esta declaración incluye tanto al
observador que sostiene la fuente de luz como al que viaje a gran velocidad
con respecto a la fuente.
El tema central del cual debemos percatarnos aquí es que no podemos usar la
velocidad de un haz de luz para especificar un marco de referencia preferible.
Cuando entendemos este punto y nos damos cuenta de que cada observador
considera el universo desde su propio y único marco inercial de referencia (
que se mueve con respecto al marco inercial de alguien más), nos damos
cuenta de que tenemos un sistema que hace comprensible el universo a cada
observador en los mismos términos.
Aquí se pueden exponer varias conclusiones:
Figura 4
pero los valores coordenados del punto para el primer evento ya no serán para
el segundo evento idénticos a lo que fueron en el marco de reposo S2.
𝑇1 = 𝛾𝑇2 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 35
𝑇1 > 𝑇2 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 36
Así la dilatación relativista del tiempo es:
Según lo cual, ¡un intervalo de tiempo que separa dos eventos sucesivos es
mayor en cualquier marco que se mueve con respecto al marco de reposo que
en dicho marco de reposo! Como la única forma de que un intervalo de tiempo
medido pueda hacerse mayor consiste en frenar el reloj usado para medir el
intervalo, esta declaración significa que los relojes en movimiento marchan
más despacio que los estacionarios.
𝐿 𝐿 2𝐿/𝑐
𝑡|| = + = 𝑣 𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 ∗
𝑐−𝑣 𝑐+𝑣 1 − ( )2
𝑐
Y para el viaje MM2M
𝐿 𝐿 2𝐿 2𝐿/𝑐
𝑡┴ = + = =
√𝑐 2 − 𝑣 2 √𝑐 2 − 𝑣 2 √𝑐 2 − 𝑣 2 √1 − (𝑣/𝑐)2
Donde L = MM1 = MM2, la distancia de M a los espejos es M1 y M2, medida por
un observador terrestre, entonces
2𝑙
𝑡|| ( )/(√1 − (𝑣/𝑐)2 ) 1
= 𝑐 =
𝑡┴ 2𝐿 √1 − (𝑣/𝑐)2
( )/(1 − (𝑣/𝑐)2 )
𝑐
Por tanto de acuerdo con el enfoque Galileano
𝑡|| > 𝑡┴
𝑡|| = 𝑡┴
De los varios intentos realizados para no violar las ideas de la física clásica, G.
F. Fitzgerald propuso una ingeniosa solución. Sugirió que todos los objetos
que se mueven a través del éter experimentan una contracción real a lo largo
de la dirección de movimiento y que la longitud contraída, L en movimiento está
dada por
𝑣2
𝐿𝑚𝑜𝑣𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 = 𝐿√1 −
𝑐2
Donde L = Lreposo es la longitud del mismo objeto cuando está en reposo con
respecto al éter (el sistema de referencia S1 en el experimento de Michelson-
Morley). Por lo tanto, si L se remplaza por Lmovimiento en la ecuación (*), tenemos
que
√ 𝑣2
2𝐿 1 − ( 2 )/𝑐 2𝐿/𝑐
𝑐
𝑡|| = =
1 − (𝑣 /𝑐 2
2 2
√1 − (𝑣2 )
𝑐
Por tanto
𝑡|| = 𝑡┴