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La diferencia entre ética y moral es que la moral se refiere al conjunto de normas y principios que se
basan en la cultura y las costumbres de determinado grupo social. Por otro lado, la ética es el estudio y
reflexión sobre la moral, lo que permite que un individuo pueda discernir entre lo que está bien y lo
que está mal.
Una manera fácil de recordar la diferencia entre moral y ética es que la moral se aplica a un grupo, como
aquellas costumbres que se deben obedecer para el buen actuar, mientras que la ética proviene de la
reflexión del individuo sobre cuáles acciones son morales y cuáles no.
Ambos conceptos han sido interpretados de diferentes formas históricamente, por diversas corrientes
de pensamiento, e incluso varían según el campo en el que sean empleados (moral en religión, ética en
negocios). En todo caso, esta interpretación de ética y moral es muy común en la actualidad.
Ética Moral
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Recuperado de https://www.diferenciador.com/etica-y-moral/
Ética Moral
Aunque un individuo puede valerse de su ética para cuestionar valores morales y estar en desacuerdo
con determinados planteamientos, también a través de ella puede puede apoyar y reflejar otros valores
en su vida cotidiana. Es decir, puede enfrentarse a estos valores morales o apoyarlos.
En otras palabras, la ética es entendida generalmente como un ejercicio interno, teórico, cuyo fin es el
de definir qué es lo que hace que algo sea moral. Es por esto que se le considera como un estudio de la
moral (práctica, exterior y compartida socialmente).
¿Qué es moral?
La moral es el conjunto de valores y reglas definidas por determinado grupo o cultura, que es común a
todos sus miembros. Siendo así, la moral es la que define cómo las personas debe comportarse en el
medio social.
Estas costumbres guían los juicios de cada individuo sobre cómo actuar, muchas veces de manera
inconsciente, de acuerdo con lo que fue previamente aceptado como norma entre determinado grupo.
Cuando hablamos de moral, las definiciones de lo que es correcto o incorrecto dependen del lugar
donde el individuo se encuentra, de la tradición, la cultura, la educación y la vida cotidiana.
Si una persona llega a tener un dilema moral sobre su forma de actuar, desafiando la moral establecida,
puede encontrarse en un momento de reflexión ética sobre la moral de su sociedad.
La ética, a pesar de ser influenciada por la cultura y la sociedad, está conformada por principios
personales creados y sostenidos por los propios individuos.
Consistencia y flexibilidad
La moral es muy consistente dentro de un determinado contexto, pero puede variar entre culturas o
épocas.
Por ejemplo, algo moralmente aceptado en la sociedad de hoy podría haber sido inmoral en los años 70.
La ética es cómo el individuo reflexiona sobre determinada moral, siendo posible que ciertos eventos
modifiquen radicalmente las creencias y valores personales de un individuo.
La moral y la ética del individuo se han estudiado filosóficamente desde hace más de mil años. Sin
embargo, la idea de ética como estudio de principios y aquellas condiciones definen y aplican a la moral
es relativamente nueva, datando del siglo XVII.
Por ejemplo: “El código de ética del partido político conservador establece entre sus preceptos que sus
miembros se manifestarán en contra del aborto, sin importar las causas, aun si el aborto terapéutico ya
ha sido aprobado en el país”.
Por ejemplo: “Antiguamente, era inmoral que las mujeres usaran pantalones, pero hoy es moralmente
aceptado”.
COMPARTIR
La ética y la moralidad son dos de los componentes más importantes de la vida humana. El hecho de
vivir en sociedad hace que creemos normas acerca de lo que está bien y está mal, lo bueno y lo malo,
para regir nuestras propias vidas e intentar que las personas que nos rodean sigan las mismas reglas de
juego.
Sin embargo, en este aspecto es fácil confundirse con los conceptos relacionados con nuestra manera
de entender el bien y el mal, dado que estos son conceptos muy abstractos. Por eso, a continuación
veremos en qué consisten las diferencias entre moral, amoral e inmoral, elementos vinculados entre
sí que nos hablan acerca del grado en el que ciertos comportamientos son deseables o no.
Para aclarar esto, es bueno que en un primer momento definamos qué entendemos por moral, inmoral y
amoral y a continuación ahondemos en sus diferencias.
La moral es el conjunto de reglas que establecen lo que está bien y lo que está mal, no en un sentido
estético ni funcional, sino en uno ético. Por ejemplo, en la sociedad occidental se da por supuesto que
matar niños siempre está mal, y que ayudar a las personas desfavorecidas procurándoles bienes de
primera necesidad está bien.
Por otro lado lo inmoral es, en definitiva, aquello que va en contra de lo moral, mientras que lo amoral
es aquello que está al margen de esta.
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Recurado de https://psicologiaymente.com/social/diferencias-moral-inmoral-amoral
Pasemos ahora a ver las diferencias que hay entre estos conceptos.
En filosofía y en todos los campos de conocimiento que cuelgan de este ámbito se discute mucho acerca
de si las reglas propias de la moralidad son relativas o si son universales (y aún se discutía más acerca de
esto en el pasado). Es decir, que es posible que las reglas morales y lo que constituye una violación de la
idea del bien no exista como una entidad separada de nuestras expectativas y construcciones sociales
en general, del mismo modo en el que el dinero solo existe porque así lo hemos acordado.
Lo amoral, en cambio, no puede ser relativo, porque por definición es lo que queda cuando no hay
moralidad.
Para crear unas normas de comportamiento es necesario tener la capacidad de pensar de manera
abstracta, es decir, pensar en conceptos que agrupan características y propiedades que no pueden
ser aisladas en la naturaleza (del modo en el que una hortaliza puede ser aislada del resto del huerto).
Por ejemplo, la agresividad no es algo tangible, pero puede ser encontrada en el comportamiento de
muchos animales o, si utilizamos un grado mayor de abstracción, incluso en algunos fenómenos
climáticos, paisajes, obras de arte, etc.
Tal y como hemos visto, lo amoral existe sin la necesidad de que aparezcan en escena mentes con la
capacidad de pensamiento abstracto. Por eso, no persigue ninguna finalidad, del mismo modo del que
las olas del mar no están ahí porque sean de utilidad a alguien.
La moral y lo inmoral sí existen porque cumplen una función. En concreto, actúan como un
pegamento que cohesiona a la sociedad, permitiendo que existan redes de relaciones entre individuos.
4. Lo moral es deseable, lo inmoral y lo amoral, no
La moral casi siempre es construida por parte de más de un individuo, y lo mismo pasa con lo inmoral.
Esto hace que la moral sea siempre referida como aquello a lo que hay que aspirar; a fin de cuentas,
gracias a que hay gente que la respeta, la sociedad existe como tal. Del mismo modo, lo inmoral y lo
amoral, al ser elementos que no son morales a pesar de pertenecer al mismo ámbito de conocimiento
(la definición de lo que es bueno y es malo) son concebidos como lo no deseable, aquello que hay que
evitar.
En las reglas morales está implícito aquello que es inmoral. Por ejemplo, si según una religión se dice
que comer carne de pavo junto a productos lácteos está prohibido, lo moral es no mezclar estos
alimentos, mientras que lo inmoral es hacerlo.
Lo amoral, en cambio, no pertenece al dominio de la moralidad, y por eso no hay nada en esto último
que nos diga lo que es amoral. Un ser vivo puede evitar comer carne de pavo junto a productos lácteos
por exigencias de su biología, sin seguir reglas morales.
Arturo Torres
Psicólogo
Licenciado en Sociología por la Universitat Autónoma de Barcelona. Graduado en Psicología por la Universitat de Barcelona.
Posgrado en comunicación política y Máster en Psicología social.